complementos dietéticos

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salud DIETA SANA PARA EL CORAZÓN 16 N o duele, no se nota y no mo- lesta. Sin embargo, son muchas las personas que mantienen al- to el nivel de colesterol LDL (el malo) y que, precisamente por ser asintomático, no atienden a su tratamiento dietéti- co inicial hasta que los niveles son tan alarmantes que precisan de un medi- camento para corregirlo. Según el do- cumento “Control de la Colesterolemia en España, 2000: Un instrumento para la Prevención Cardiovascular”, más de la mitad de las personas entre 35 y 64 años (57,8%) sufre una colesterolemia igual o superior a 200 mg/dl. Este es el nivel máximo consensuado por las sociedades europeas para la preven- ción de la enfermedad coronaria. Al 16% de población con la misma edad se le diagnostica hipercolesterolemia defini- da por tener cifras iguales o superio- res a 250 mg/dl. Pero aún son muchas las personas que desconocen este dato porque hace años que no se han hecho un análisis de sangre. Por eso la Fun- dación Española del Corazón advierte de que quienes tienen el colesterol en sangre en 240 mg/dl tienen el doble de riesgo de tener un infarto de miocardio 17 duración del tratamiento o sus efectos secundarios y contraindicaciones. EFICACES COMO COMPLEMENTO A LA DIETA. Estos complementos se deben valorar como coadyuvantes del tratamiento dietético para el control de la hipercolesterolemia límite o mode- rada (entre 200 y 249 mg/dl). Conviene saber que al tomarlos no siempre se re- suelve el problema y que es importante hacerse analíticas periódicas para com- probar la evolución. Fibra soluble. El efecto hipocoles- terolemiante se debe a que limita y retrasa la absorción intestinal del colesterol, al favorecer la mezcla con los ácidos biliares y que el conjunto se elimine por las heces. Son mu- chos los complementos de este tipo; pectina extraída de las frutas, goma guar y glucomanano vegetales, sal- vado de avena, physillium o plántago ovata, y semillas de lino o de alpiste. El consumo de unos u otros es una ayuda preventiva para controlar el colesterol, sobre todo el LDL (el ma- lo), sin que se modifiquen las con- centraciones de colesterol HDL (el bueno), pero tampoco los triglicéri- dos. Los estudios científicos muestran diferencias notables en la reducción del colesterol entre los distintos ti- pos de plantas, y estas diferencias se asocian más a la dosis empleada, los distintos tipos de dieta seguidas, e incluso se observan diferencias que pueden estar asociadas al sexo y a la regulación hormonal, en particular en mujeres. La clave está en probar cuál resulta más efectivo y acertar con la dosis, sin que la cantidad consumida provoque molestias intestinales. -Semillas de lino o linaza. Son ri- cas en dos componentes bioactivos, fibra soluble (pectinas y mucílagos) y ácidos grasos insaturados (ácido alfa-linolénico, más abundante en el aceite de lino). Este último es precursor directo de los ácidos gra- sos omega 3, EPA y DHA. Resulta particularmente útil entre quienes tienen antecedentes familiares de dislipemias o enfermedad cardio- vascular, y los efectos reductores son más evidentes en las mujeres y entre individuos con concentra- ciones iniciales más altas de Aunque la mayoría se revelan como remedios eficaces, en algunos casos no se conoce la dosis segura, la duración del tratamiento o sus efectos secundarios y contraindicaciones COMPLEMENTOS DIETÉTICOS contra el colesterol: ayudas, no milagros que quienes se acercan a los 200 mg/dl. La hipercolesterolemia (nivel de coles- terol en sangre elevado) lleva asocia- do un mayor riesgo de mortalidad por enfermedad coronaria. Y su deposición alrededor de las arterias es una de las causas de arteriosclerosis, un paso previo para el infarto. No obstante, hay afectados más pre- ocupados que, además de seguir una alimentación adecuada, recurren unas veces con consejo sanitario y otras -las más- por iniciativa propia, a tomar ali- mentos y/o complementos dietéticos que se anuncian como eficaces para bajar el colesterol. No hay más que visitar una farmacia o una herboristería para ver que sus es- tanterías están surtidas de productos que dicen bajar el colesterol. Incluso en cadenas de distribución se venden ali- mentos específicos para este fin. Entre los numerosos complementos dietéticos se incluyen las semillas de lino o el alpiste, los productos con fitosteroles añadidos y las cápsulas o perlas de omega-3. Aunque la mayoría se revelan como remedios eficaces, no en todos los casos se conoce la dosis segura, la Semillas de lino, alpiste, productos con fitosteroles añadidos y las cápsulas o perlas de omega-3 son parte de las alternativas contra la hiperocolesterolemia

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Page 1: Complementos dietéticos

saludDieta sana para el corazón

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No duele, no se nota y no mo-lesta. Sin embargo, son muchas las personas que mantienen al-

to el nivel de colesterol LDL (el malo) y que, precisamente por ser asintomático, no atienden a su tratamiento dietéti-co inicial hasta que los niveles son tan alarmantes que precisan de un medi-camento para corregirlo. Según el do-cumento “Control de la Colesterolemia en España, 2000: Un instrumento para la Prevención Cardiovascular”, más de la mitad de las personas entre 35 y 64 años (57,8%) sufre una colesterolemia igual o superior a 200 mg/dl. Este es el nivel máximo consensuado por las sociedades europeas para la preven-ción de la enfermedad coronaria. Al 16% de población con la misma edad se le diagnostica hipercolesterolemia defini-da por tener cifras iguales o superio-res a 250 mg/dl. Pero aún son muchas las personas que desconocen este dato porque hace años que no se han hecho un análisis de sangre. Por eso la Fun-dación Española del Corazón advierte de que quienes tienen el colesterol en sangre en 240 mg/dl tienen el doble de riesgo de tener un infarto de miocardio

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duración del tratamiento o sus efectos secundarios y contraindicaciones.

EficacEs como complEmEnto a la diEta. Estos complementos se deben valorar como coadyuvantes del tratamiento dietético para el control de la hipercolesterolemia límite o mode-rada (entre 200 y 249 mg/dl). Conviene saber que al tomarlos no siempre se re-suelve el problema y que es importante hacerse analíticas periódicas para com-probar la evolución.

• Fibra soluble. El efecto hipocoles-terolemiante se debe a que limita y retrasa la absorción intestinal del colesterol, al favorecer la mezcla con los ácidos biliares y que el conjunto se elimine por las heces. Son mu-chos los complementos de este tipo; pectina extraída de las frutas, goma guar y glucomanano vegetales, sal-vado de avena, physillium o plántago ovata, y semillas de lino o de alpiste. El consumo de unos u otros es una ayuda preventiva para controlar el colesterol, sobre todo el LDL (el ma-lo), sin que se modifiquen las con-centraciones de colesterol HDL (el

bueno), pero tampoco los triglicéri-dos. Los estudios científicos muestran diferencias notables en la reducción del colesterol entre los distintos ti-pos de plantas, y estas diferencias se asocian más a la dosis empleada, los distintos tipos de dieta seguidas, e incluso se observan diferencias que pueden estar asociadas al sexo y a la regulación hormonal, en particular en mujeres. La clave está en probar cuál resulta más efectivo y acertar con la dosis, sin que la cantidad consumida provoque molestias intestinales.-semillas de lino o linaza. Son ri-cas en dos componentes bioactivos, fibra soluble (pectinas y mucílagos) y ácidos grasos insaturados (ácido alfa-linolénico, más abundante en el aceite de lino). Este último es precursor directo de los ácidos gra-sos omega 3, EPA y DHA. Resulta particularmente útil entre quienes tienen antecedentes familiares de dislipemias o enfermedad cardio-vascular, y los efectos reductores son más evidentes en las mujeres y entre individuos con concentra-ciones iniciales más altas de

Aunque la mayoría se revelan como remedios eficaces, en algunos casos no se conoce la dosis segura, la duración del tratamiento o sus efectos secundarios y contraindicaciones

Complementos DIetÉtICoscontra el colesterol: ayudas, no milagros

que quienes se acercan a los 200 mg/dl. La hipercolesterolemia (nivel de coles-terol en sangre elevado) lleva asocia-do un mayor riesgo de mortalidad por enfermedad coronaria. Y su deposición alrededor de las arterias es una de las causas de arteriosclerosis, un paso previo para el infarto. No obstante, hay afectados más pre-ocupados que, además de seguir una alimentación adecuada, recurren unas veces con consejo sanitario y otras -las más- por iniciativa propia, a tomar ali-mentos y/o complementos dietéticos que se anuncian como eficaces para bajar el colesterol.No hay más que visitar una farmacia o una herboristería para ver que sus es-tanterías están surtidas de productos que dicen bajar el colesterol. Incluso en cadenas de distribución se venden ali-mentos específicos para este fin. Entre los numerosos complementos dietéticos se incluyen las semillas de lino o el alpiste, los productos con fitosteroles añadidos y las cápsulas o perlas de omega-3. Aunque la mayoría se revelan como remedios eficaces, no en todos los casos se conoce la dosis segura, la

Semillas de lino, alpiste, productos con fitosteroles añadidos y las cápsulas o perlas de omega-3 son parte de las alternativas contra la hiperocolesterolemia

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saludDieta sana para el corazón

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Una dieta adecuada es el primer paso para iniciar el tratamiento con el fin de bajar el coles-terol elevado. Además de conseguir los ajustes, permite a la persona habituarse a un tipo de alimentación más saludable para toda su vida.A la luz de las evidencias científicas, los cambios dietéticos que se plantean de inicio pasan por incluir a diario los siguientes alimentos básicos:

Aceite de oliva virgen extra Rico en ácidos grasos monoinsaturados, vitamina E y fitosteroles, todos ellos compuestos cardioprotec-tores.

Nueces: una ración (4-6 unidades) Supone un aporte interesante de ácido alfa-linolénico, que el organismo transforma en ácidos grasos omega-3 y contiene también fitosteroles, ambos reconocidos por su papel en la reducción del colesterol.

Pescado azul: mínimo 3 veces por semanaReportan una buena dosis de ácidos grasos omega-3. La ración será de 140 gramos al menos 3 días por semana de entre una gran variedad de pescados azules; sardinas, anchoas, chicharro, verdel, atún, bonito…

Semillas de sésamo o derivados (acei-te, gomasio o tahini), añadido a ensaladas, cremas, recetas de legumbre, arroz o pasta, untado con pan…

Legumbres variadas, sin que falte la soja (amarilla y verde) y los guisantes.

Verduras de color verde (acelga, achico-ria, lechuga, espinacas...), brotes o germinados y verduras de tallo (puerro, apio, cardo).

Alimentos imprescindibles

centes. Por el momento, la lecitina de soja puede servir como complemento preventivo, aunque no terapéutico, en caso de tener colesterolemia límite o antecedentes de hipercolesterolemia. En la actualidad no se conoce con exactitud la dosis segura y la dura-ción del tratamiento para que este complemento sea eficaz.

• Ácidos grasos omega-3 (EPA y DHA). Se venden en cápsulas o per-las, por lo general de aceite de pes-cado. Los efectos de los ácidos grasos omega-3 sobre el metabolismo de los lípidos son controvertidos y no es-tán bien definidos. Está demostra-do que disminuyen los triglicéridos, aumentan la vasodilatación arterial, reducen el riesgo de trombosis y la tensión arterial, y todos estos efectos se postulan como protectores de las enfermedades cardiovasculares. Pero su efecto sobre los niveles de LDL-co-lesterol y HDL-colesterol dependen del tipo de paciente y de sus niveles iniciales de colesterol. Por tanto, el consumo de estos complementos no puede recomendarse para tratar una dislipemia, salvo prescripción médica expresa.

mayor adherencia a las paredes de las arterias, con la consiguiente re-ducción del riesgo de aterosclerosis. Hay médicos y nutricionistas que sugieren en caso de hipercoleste-rolemia inicial tomar alimentos fun-cionales enriquecidos en fitosteroles (esteroles y estanoles) como bebidas lácteas, margarinas, etc. No obstante, si la colesterolemia límite no es muy alta, el descenso se puede obtener gracias a una dieta terapéutica para tal fin, que incluya alimentos natura-les ricos en estos compuestos (aceites vegetales, frutos secos y las legum-bres entre las que sobresale la soja), sin necesidad de recurrir a los deno-minados “funcionales”. El consumo de este tipo de productos enriquecidos se ha de hacer siempre en su justa medida, durante un tiempo limitado y con asesoramiento dietético y/o médico. Tomar más cantidad no logra una mayor reducción, y puede tener consecuencias negativas para la sa-lud. De hecho, estos productos están destinados en exclusiva a las perso-nas que tengan necesidad por salud de reducir su colesterolemia. Quienes toman medicamentos sólo deben con-sumirlos bajo supervisión médica, y su ingesta no es apropiada durante el embarazo, la lactancia y en niños pequeños.

• Lecitina de soja (fosfatidilcolina). Es un fosfolípido, una mezcla comple-ja de grasas, ácidos grasos esencia-les, fósforo y dos vitaminas del grupo B (colina e inositol). En el organismo, los fosfolípidos ayudan a mantener en suspensión el colesterol sanguí-neo e impiden que se deposite en las paredes arteriales y venosas. Las revisiones científicas sobre el efec-to hipocolesterolemiante de la leci-tina demuestran que la mayoría de ensayos clínicos con pacientes (son más numerosos los estudios expe-rimentales con animales) han dado resultados positivos, pero no convin-

colesterol. Al inicio del tratamien-to la persona puede experimentar

molestias intestinales, que pasan después de varias semanas, o si se toman las semillas molidas.

-semillas de alpiste (Phalaris ca-nariensis). Estas semillas, más co-nocidas como el alimento para los pájaros, son un remedio popular y económico para ayudar a reducir el colesterol plasmático por su riqueza en fibra soluble.

• Fitosteroles (o esteroles) y fitoes-tanoles. El consumo diario de dos gramos de estas sustancias reduce el colesterol total entre un 10% y un 15%, al interferir en la absorción in-testinal del colesterol dietético y del endógeno (el producido por el híga-do). Su acción incide en el colesterol LDL (colesterol malo), el que tiene

los más novEdosos, En Estudio.• Chitosan o quitosan. Es un polisa-

cárido obtenido a partir de residuos de los exoesqueletos de los crustá-ceos (cangrejos, gambas, langostinos, etc.). En Estados Unidos está de mo-da como complemento reductor del colesterol. Hasta ahora los estudios realizados dan resultados positivos, aunque se precisan más evidencias que caractericen mejor el efecto del compuesto en todas las lipoproteínas; LDL, HDL e incluso triglicéridos.

• Jengibre, nopal, chitosano. Algunos centros de investigación y labora-torios farmacéuticos llevan a cabo estudios que analizan el potencial hipocolesterolemiante de estos com-puestos. Aunque los resultados de las investigaciones se perfilan como in-teresantes en el tratamiento coadyu-vante de las dislipemias, se requieren más estudios que corroboren dichos efectos, las dosis de eficacia y segu-ridad, la duración del tratamiento, así como sus posibles efectos secunda-rios y contraindicaciones.

MÁS INFORMACIÓN

www.consumer.es

El consumo de alimentos funcionales enriquecidos en fitosteroles como bebidas lácteas o margarinas se ha de hacer siempre en su justa medida, durante un tiempo limitado y con asesoramiento dietético y/o médico