como hacer una tesis_carlos sabino

Upload: blake-toscani-apaza-perez

Post on 13-Jan-2016

216 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

sabino tesis

TRANSCRIPT

  • Para Amrica, con mi amor

    Prlogo a la segunda edicin

    Hace ya ms de seis aos apareci la primera versin de este libroque, para mi satisfaccin, fue acogida con beneplcito por las diversasinstituciones de educacin superior que se desenvuelven en nuestromedio. La obra pronto se difundi tambin en el mbitolatinoamericano, pues estaba concebida para responder a lasexpectativas y preocupaciones de estudiantes y profesionales engeneral, sin limitaciones geogrficas o de especialidad. Hoy, gracias alestmulo que siempre me proporciona Pedro Carmona, de EditorialPanapo, he emprendido la tarea de revisar completamente loscontenidos del trabajo para mejorarlo y actualizarlo. He encontrado que la estructura del texto se adecuaba sin mayores

    problemas a las necesidades del pblico lector, y por eso he juzgadooportuno dejarla inalterada, incorporndole Beso sB un conjunto deobservaciones y de correcciones de forma que la hacen ms accesibley permiten una mejor comprensin de los temas tratados. Me haparecido necesario, en cambio, agregar diversos elementos que serefieren al procesamiento electrnico de informacin, pues en laactualidad el trabajo con computadoras se ha convertido en lamodalidad usual en todos los medios acadmicos y resulta por elloconveniente que el lector conozca el modo concreto en que estosadelantos pueden facilitar sus tareas. Tambin he credo pertinente agregar al cuerpo principal de la obra

    un trabajo que escrib hace algunos aos, donde relato la forma en querealic mi propia tesis doctoral: pienso que las experiencias de primeramano enriquecen los conocimientos generales, le dan forma concreta,disipando mitos y situando los problemas en su justa dimensin. En cuanto a las caractersticas y propsitos del libro slo me cabe

    reiterar algunos de los conceptos que ya expresara en el prlogo queelabor para la primera edicin. All comenzaba destacando que larealizacin de la tesis plantea al estudiante una situacin difcil, pues son

  • muchas las exigencias tericas y metodolgicas que imponen lasinstituciones, pero poca la experiencia y la habilidad que posee eltesista. La educacin recibida no le proporciona el instrumental precisopara enfrentar esa tarea, que as se convierte en fuente de angustia einquietud. Los lamentables resultados de todo esto son que lapresentacin de la tesis se va postergando una y otra vez, de un modofrustrante, o que Bcuando se concluye el trabajoB ste carece de lacalidad requerida. No es infrecuente tampoco que docentes,investigadores y profesionales en general padezcan de los mismosproblemas, que llevan a dilatar innecesariamente la entrega deinformes de investigacin y de trabajos de ascenso. El propsito de este libro es ofrecer una gua prctica a todos aqullos

    que se encuentren en esas o en parecidas circunstancias. El objetivofundamental es otorgar una ayuda, razonada y concreta, que permitauna ordenada elaboracin y redaccin de todo tipo de trabajoscientficos y, en general, de libros o escritos que no pertenezcan a losgneros de ficcin. No encontrar el lector en las pginas que siguen ni un tratado sobre

    metodologa ni un texto sobre investigacin documental o mtodos deestudio; mucho menos un curso sobre la correcta forma de escribir o deutilizar el lenguaje. Ya existen al respecto muchos y muy buenos librosque abordan tales temas desde diversos ngulos, como se podrcomprobar si se consulta nuestra bibliografa, que es apenas unareducida muestra del material existente. El cometido que nosproponemos es otro, bastante diferente. Es proporcionar un til materialde referencia que pueda utilizar quien est proyectando cualquierescrito cientfico o acadmico Btesis, monografa, trabajo de ascenso oinforme de investigacinB o que se encuentre en la necesidad de juzgaracerca de tales trabajos. Para ello se presenta la imprescindibleinformacin acerca de sus caractersticas y una descripcinpormenorizada del proceso que puede llevar a su ms fcil y correctarealizacin. El libro resultar especialmente apropiado para aquellos que se

    inician en este tipo de labores, aunque seguramente resolver tambinmuchas dudas y dificultades de personas con slida formacinacadmica pero que no estn habituadas a la tarea de escribir. Porqueno es fcil escribir, ni aun para quienes ya tienen una considerableexperiencia acumulada. Charles Darwin, que tanto ha influido con suslibros sobre todo el pensamiento contemporneo, confesaba al final desu vida: "Todava tengo la misma dificultad que antes en expresarmeclara y concisamente.." [Darwin, Charles, Recurerdos del Desarrollo demis Ideas y Carcter, Ed El Laberinto, Barcelona, 1983, pg. 125.] Por elloes que creemos que estas pginas pueden resultar provechosas, porquesabemos que es valioso encontrar puntos de apoyo y recibir sugerencias

  • cuando se est desarrollando una tarea que usualmente provocatensiones e inseguridad. La obra est dividida en dos partes, cada una de las cuales posee un

    propsito diferente. La primera es bsicamente descriptiva y expone lascaractersticas y la estructura de los trabajos cientficos as como losdiversos tipos que de ellos existen. Es importante como referencia yfuente de consulta, pues facilita un material breve que puede ser ledoen diferentes oportunidades para esclarecer las dudas que se vayanpresentando. Conviene que el lector, en todo caso, busque enpublicaciones cientficas a su alcance las correspondencias ydiscrepancias con lo que all se expresa. Sus cuatro captulos, adems,nos permiten dar el adecuado marco a lo que sigue. La segunda parte est ya directamente referida a los aspectos

    prcticos y operativos de la redaccin cientfica. Intenta mostrar cmoes el proceso efectivo a travs del cual estos se elaboran, as comoexponer los mtodos y tcnicas ms recomendables para su realizacin.En ello, nos parece, radica la diferencia fundamental entre este libro yotros que pueden parecer similares: en la preocupacin por tratar de losdetalles instrumentales, en los ejemplos concretos, en la referenciaconstante al proceso de elaboracin ms que al producto terminado. Muchas son las personas que han apoyado la creacin de esta obra,

    a lo largo de varios aos. No es posible mencionarlas aqu a todas, porlo extenso que eso resultara, pero queremos agradecer especialmentea todos los que la han ledo y comentado, aportando crticas ysugerencias desinteresadas que han contribuido a mejorar estasegunda edicin.

    Carlos A. SabinoCaracas, 1993

  • PARTE ILOS TRABAJOS CIENTIFICOS

    Hasta el viaje ms largo comienza por el primer pasoProverbio chino

    Captulo 1

    LA REDACCION CIENTIFICA

    1.1. Para qu escribir Durante un perodo tan dilatado que resulta casi imposible de

    imaginar, los seres humanos no conocieron otra forma de comunicacinque el lenguaje oral. Los homnidos que fueron aprendiendo poco apoco a dominar el fuego, a cazar y a construir toscos utensilios depiedra, seguramente se comunicaron mediante un conjunto de gritos ygestos que, con el correr de los milenios, fueron creciendo en precisin,complejidad y riqueza. Esta capacidad de transmitir informacin, decompartir los conocimientos que se iban adquiriendo en contacto conel medio natural, result decisiva en la creacin de lo que hoy llamamoscultura, ese conjunto de normas, valores, hbitos y tcnicas que loshombres de cada sociedad compartimos. La cultura, expresinexclusiva de la humanidad frente al resto de las especies animales, nospermiti ir dominando lentamente los fenmenos naturales hastaconstruir las grandes civilizaciones que comenzaron a florecer hacealgunos miles de aos. Pero ya los sumerios y los egipcios, los griegos, los chinos y los mayas,

    tuvieron que idear algunas formas de registro que les permitieransuperar las limitaciones del lenguaje puramente oral. No era posiblerealizar miles de transacciones comerciales, organizar el culto, dirigirejrcitos o resolver complejos problemas dinsticos, si no se posea un

  • instrumento capaz de dar permanencia a lo que se convena o sepactaba, si no se registraban de alguna forma los hechos importantes,para que todos los interesados pudieran conocerlos y actuar enconsecuencia. Por eso surgi la escritura, un hito fundamental en laevolucin de la comunicacin humana, que permiti al hombretransmitir sus pensamientos y sus ideas ms all de los lmites inherentes ala comunicacin verbal. Es cierto que la palabra hablada, la que seguimos utilizando todos los

    das en nuestros innumerables intercambios con los otros seres humanos,posee algunas cualidades que la hacen indispensable: a travs de ella,de un modo espontneo y muy flexible, podemos transmitir ideas ysentimientos, podemos expresar la rica variedad de nuestraspercepciones, sensaciones y estados de nimo, generalmenteapoyndonos en una variada gama de gestos y movimientos facialesque la complementan y precisan. Pero el lenguaje oral, a pesar de estasventajas, nos impone tambin limitaciones que no podemos evadir: nopuede difundirse ms all de cierto lmite -el lmite de nuestra voz-aunque actualmente, gracias a la telefona y la electrnica, este lmitese haya expandido enormemente; carece de permanencia yestabilidad, porque lo dicho puede ser rpidamente olvidado oconfundido, interpretado o reinterpretado de mil modos diferentes,negado a posteriori por quien pretende recoger sus palabras, osometido a la rpida erosin de sus significados. No en vano afirma eldicho popular que "a las palabras se las lleva el viento". La palabra escrita, por otra parte, no posee la plasticidad y la

    inmediata capacidad de comunicacin que es propia del lenguajeoral, pues carece de su rapidez y agilidad interactiva. Para escribirtenemos que hacer un esfuerzo muy superior al que usualmenterealizamos al hablar, tenemos que concentrarnos, organizar el mensajey, por lo general, no logramos a darle a ste todos los matices expresivosque quisiramos proporcionarle. Pero al escribir, en contrapartida,obtenemos algunos beneficios que de otro modo nos estaran vedados:aqullo que se escribe queda fijo, pues utiliza algn soporte materialque le otorga un grado de perdurabilidad que la voz humana -hastahace cosa de un siglo- nunca poda alcanzar. Esta soporte material havariado grandemente, segn la tecnologa utilizada, desde las antiguastablillas de barro cocido hasta los actuales sistemas de registroelectrnico, pasando por el papel, medio prcticamente universal yparadigmtico. Pero en todo los casos el mensaje escrito ha logrado loque resultaba imposible para la expresin oral: la permanencia, laposibilidad de llegar a muchos seres humanos distantes en el tiempo y elespacio con un mensaje inalterado. Lo que se escribe permanece, se mantiene en el tiempo mientras

    dura el soporte material que se ha utilizado, y puede copiarse

  • indefinidamente. Pero el mensaje escrito no slo se mantiene en eltiempo, listo para ser recibido mucho despus de que fue producido porel emisor, sino que adems permanece fijo, idntico a s mismo. "Loescrito, escrito est", suele decirse. A partir del mensaje escrito, inalterable en principio y siempre ms

    preciso y estable que el mensaje oral, puede entablarse otro tipo dediscusin que la que se realiza slo de palabra. La crtica, el anlisis, eldebate, pueden desarrollarse entonces de un modo totalmentediferente, pues en este caso las ideas dejan de flotar, desvanecindosede inmediato luego de que los hombres que las formulan, para adquiriruna cualidad de "cosa" objetiva, de elemento al cual se puede volveruna y otra vez en busca de lo que ya no depende de la fragilidad de lamemoria. Lo escrito, por ltimo, puede reproducirse a voluntad. Siempre es

    posible hacer una copia -laboriosa o no, segn la tecnologa disponible-y llegar de este modo a miles o millones de personas, trascendiendo lasbarreras del tiempo y el espacio, difundiendo las ideas a todos aqullosque puedan estar interesados en conocerlas. De la facilidad dereproducir los mensajes escritos depender, ciertamente, el alcanceefectivo que tenga la ventaja que mencionamos. Por ello secomprender la importancia que, para la difusin de los conocimientos,han tenido dos invenciones que revolucionaron por completo nuestracivilizacin: la imprenta, hace ya ms de cinco siglos, y los modernossistemas de computacin que hoy se expanden vigorosamente entodas las latitudes.1.2. La comunicacin cientfica Las observaciones que hemos hecho en la seccin precedente no

    son nada novedosas para quienes estudian los problemas de lacomunicacin. Las hemos puesto de relieve, sin embargo, porque ellassuelen olvidarse en la vida cotidiana, tanta es la familiaridad quetenemos con la lectura y la escritura. Dichos elementos deben tenerseespecialmente en cuenta cuando pensamos en una forma peculiar decomunicacin escrita, la que se vincula al quehacer cientfico. No es este el lugar apropiado para exponer en qu consiste y cmo

    se desarrolla la vasta aventura intelectual que constituye la ciencia; enmuchos otros textos el lector encontrar sobrada informacin sobre taltema.[Hemos estudiado el asunto en Los Caminos de la Ciencia, unaintroduccin al mtodo cientfico, Ed. Panapo, Caracas, 1986, cap. 5.]Baste decir aqu que la ciencia se caracteriza por un tipo deconocimiento que se preocupa concientemente por ser riguroso,sistemtico, receptivo ante la crtica, deseoso siempre de objetividad.Resultar claro entonces que los aportes a la ciencia requieren de esa

  • precisin y esa perdurabilidad que se asocia a todo lo escrito y que yamencionbamos ms arriba. A partir de esa caracterstica es que resultaposible una difusin de conocimientos que va ms all de lo fugaz y loimpreciso, que coloca al alcance de un enorme conjunto de personaslo que se dice y se propone. La discusin, la crtica, la revisin constantede ideas y de resultados, queda as abierta, se facilita y simplifica. Por ello puede decirse que casi todo el trabajo cientfico se realiza, en

    definitiva, por esta va; sin libros y revistas, sin artculos, ponencias oinformes de investigacin, la ciencia moderna resultara inconcebible.De all que, naturalmente, sea tan importante para un cientfico, uninvestigador o, en trminos ms generales, para cualquier profesional oestudiante, el dominio del lenguaje escrito y de las formas especficasque ste adquiere en el mbito de la comunicacin cientfica. Porquela redaccin acadmica posee algunas peculiaridades que serelacionan directamente con los objetivos de la misma y que por ciertoes preciso tener en cuenta para lograr los mejores resultados. Lo que distingue a los trabajos cientficos de otras formas de mensaje

    escrito deriva, como es fcil de comprender, de los propios objetivosque posee la ciencia. Si sta intenta construir un saber riguroso,sistemtico y lo ms objetivo posible, entonces habr que comunicar susresultados tambin de un modo preciso y claro, que destierre en loposible las ambigedades que tan frecuentes son en nuestro lenguaje.De nada, o de muy poco, podrn servir en este caso las vaguedades,los giros efectistas, los medios tonos del discurso que en otrascircunstancias resultaran verdaderamente ineludibles. Los elementossustantivos del contenido habrn de destacarse con nitidez ms all detodo adorno formal, aun cuando nada nos impida tratar de redactarcon elegancia y armona. Pero adems habr que tener particularcuidado con otro elemento, caracterstico de toda comunicacincientfica: la estructura de cada trabajo tendr que ser bien pensadapara que resulte lgica, orientada hacia la mejor comprensin de loque se pretende transmitir; cada una de sus partes componentesdeber tener unidad y enlazarse claramente con las restantes; cadapargrafo, seccin o frase debern poseer un sentido, una funcindefinida dentro del discurso general. Veamos todo esto un poco ms detenidamente. En primer lugar

    conviene recalcar, aunque tal cosa resulte casi obvia, que un trabajocientfico se propone siempre comunicar algo concreto, algunosdeterminados conocimientos, y no estados de nimo, opiniones osensaciones subjetivas. Tal propsito introduce ya una distincin entreeste tipo de comunicacin y otras formas de expresin escrita como lapoesa, la literatura de ficcin, los ensayos de cualquier naturaleza, losescritos polticos o religiosos, etc. Es cierto que en todo escrito habr deexpresarse de algn modo la subjetividad del autor, el modo personal

  • en que ste concibe las ideas que formula. Estas -adems- nuncapodrn escapar completamente a las opiniones y prejuicios dominantesy estarn sometidas, sin duda, a las imprecisiones que son propias delmismo lenguaje que se emplea. Pero no se trata de llevar las cosashasta el extremo, de pretender una objetividad absoluta que tampocoposee el quehacer de la ciencia. Se trata de reconocer que, enpropiedad, un trabajo cientfico posee unos fines especficos queobligan a realizar un esfuerzo tenaz de depuracin para que en elmismo las ideas se expresen con la mayor rigurosidad y objetividadposibles. En segundo lugar habremos de apuntar que en la redaccin de un

    trabajo cientfico la estructura expositiva tendr que sujetarse a unalgica lo ms clara posible, que estar en funcin de los objetivos deltrabajo. Por eso es fundamental que el autor conozca con bastanteprecisin qu desea comunicar, para luego poder as buscar la formams adecuada a los fines que persigue. Ello significa que habr quepensar en un modelo o esquema expositivo bsico antes de comenzara redactar, porque no se trata de dejarse arrastrar por algo parecido ala inspiracin, sino de construir una obra que pueda ser comprendidadel modo ms directo posible. El esquema de trabajo resultar entoncesla gua que nos orientar en el desarrollo de los temas, el punto departida para la elaboracin de esquemas particulares cada vez msdetallados desde los cuales se podr ir pasando finalmente a la laborde escribir (v. infra, cap. 8). Un tercer elemento a tener en cuenta se refiere al estilo a emplear y a

    las consideraciones de forma en cuanto a la presentacin final deltrabajo. Como ya lo decamos, la comunicacin cientfica nada ganacon la ambigedad o la confusin del lenguaje, con la deliberadaoscuridad, que tanto pueden beneficiar a otras formas de expresin.Para ello es preciso entonces:a) construir las oraciones de tal modo que las mismas resulten unvocasen su sentido y relativamente sencillas, sin exageradas complicaciones.b) utilizar las palabras con rigor, teniendo en cuenta su significadoaceptado y conocido, buscando adems en cada caso el vocablopreciso para expresar lo que pensamos. Esto, por supuesto, implica quedebemos conocer con claridad lo que deseamos decir, lo cual nosiempre ocurre. Estas dos recomendaciones que acabamos de hacer no deben

    entenderse como una defensa del lenguaje chato y repetitivo quemuchas veces encontramos en los libros o informes de investigacin. Alcontrario, lo que sucede en estos casos es que el autor descuida porcompleto los problemas de forma y de ese modo produce

  • implcitamente una desmejora de su obra. Porque las repeticiones aveces son simplemente expresin de pereza mental o de ausencia derevisin y no -como ocurre en otros casos- resultado de una insoslayablenecesidad de precisin; porque la falta de fluidez en el lenguaje, msall de cierto punto, fatiga al sacrificado lector, con lo que el mensajese transmite entonces ms dificultosamente. Por eso es preciso lograr unequilibrio entre la sencillez de la expresin y la exactitud de lo que sedice, oponindose por igual a la oscuridad conceptual, lasformulaciones excesivamente recargadas y el uso efectista dellenguaje. No hay que perder de vista, en ningn momento, que quien escribe

    un trabajo cientfico debe buscar por todos los medios transmitir uncontenido, de modo que ste llegue con las menores perturbacionesposibles al receptor de la comunicacin. Cualquier elemento quefacilite tal cosa ha de ser bienvenido, cualquier referencia, explicacino recurso que haga que las ideas se comprendan mejor y con menosesfuerzo por parte del lector. Por ello tambin es preciso detenerse conbastante cuidado en la forma de presentacin de cada trabajo, paraque a la claridad de la expresin y el orden lgico bsico del discurso sesumen tambin otros elementos que dan seriedad y rigurosidad a laexposicin: oportunas referencias bibliogrficas, notas aclaratorias,apndices, grficos, cuadros estadsticos y esquemas.[Todo esto serdesarrollado ms extensamente en el punto 3.4 y en el captulo 4. Paramayor informacin el lector puede consultar la bibliografa que hemoselaborado.] Todo esto, en definitiva, servir para que nuestro mensaje secomprenda en su justo valor, para que sea recibido, estudiado,criticado e incorporado al acervo de conocimientos existente en unaespecialidad.

  • Capitulo 2

    DIFERENTES TIPOS DE TRABAJOSCIENTIFICOS

    2.1. Investigacin y exposicin Hemos mencionado en el captulo anterior que los trabajos cientficos

    se escriben para comunicar, del modo ms claro y preciso posible, losconocimientos que han adquirido sus autores. Interesa ahora explicar,aunque sea brevemente, de dnde proceden tales conocimientos y lasdiversas modalidades que, segn los casos, se adoptan paratransmitirlos. Todo escrito cientfico es, de alguna manera, exposicin ordenada de

    un trabajo previo de investigacin. Decimos de alguna manera porque,en muchos casos, el escrito no es simplemente un informe sobreresultados: es una reelaboracin de conocimientos ya existentes,obtenidos o no por el autor, que se organiza para fines expositivosespecficos. En una ponencia determinada pueden expresarse, porejemplo, ciertos datos obtenidos de fuentes secundarias, un anlisis delos mismos, junto con opiniones o consideraciones de tipo mucho mspersonal o subjetivo. En todo caso existe un esfuerzo de investigacinprevio, aunque ste no se manifieste ms que a travs de laorganizacin y sistematizacin de resultados ya conocidos. Si esto nofuese as, si no existiese ningn tipo de investigacin -documental o decampo- no podramos hablar en propiedad de un trabajo cientfico.Estaramos en cambio frente a un ensayo, un artculo de opinin, unresumen o cualquier otro de los variados gneros literarios existentes. La investigacin realizada, entonces, provee el indispensable

    contenido a transmitir, los conocimientos que sern expresados en eltrabajo a elaborar, y le dan a ste el ncleo de ideas que lo conforman.Pero, para que podamos hablar en propiedad de un trabajo cientfico,es preciso adems que ste posee algunas caractersticas formales quelo adecuen a las exigencias metodolgicas necesarias que garantizansu seriedad. Tales caractersticas no son caprichosas o gratuitas, puestienen por objetivo proporcionar una comprensin clara y completa delo que se busca transmitir. Entre las mismas podemos enumerar -comoya mencionbamos en el captulo anterior- el uso de un lenguajeapropiado, un orden expositivo coherente y sistemtico, y un aparato

  • crtico que otorgue las necesarias referencias a la obra. Adems de loanterior habr que tener en cuenta tambin otros requisitos formales, noya de tipo general como los anteriores, sino especficamente exigidospor la institucin que eventualmente haya encargado el trabajo o antela cual ste deba ser presentado. En tal caso solemos referirnos a elloscomo a normas institucionales de presentacin, que incluyen aspectosformales tales como extensin, tipo de papel, mrgenes, espaciado ymodo de encabezamiento, forma de presentacin de las citas yreferencias, divisiones y/o estructura del trabajo, etc. De acuerdo a su contenido y a su forma suele darse a los trabajos

    cientficos diferentes denominaciones que permiten conocer el tipo,caractersticas y objetivos de cada uno. No se trata, por supuesto, deuna clasificacin verdaderamente estricta y rigurosa, pues son muchaslas variaciones de interpretacin existentes al respecto pero, en todocaso, conviene conocer lo que aproximadamente se supone que escada uno, puesto que as resultar ms fcil responder a lasexpectativas generalmente existentes.2.2. Tipos de trabajos cientficosDentro de la denominacin genrica de "trabajo cientfico" existe unavariedad bastante grande de posibilidades, que surgen de necesidadesy circunstancias especficas. Los lectores seguramente habrn odohablar de monografas y de tesis, de ponencias, papers y artculoscientficos, de tesinas, trabajos de ascenso e informes de investigacin.Cada una de estas denominaciones se refiere a un tipo particular detrabajo aunque, como decamos, no se trata de una clasificacinexcluyente. Las caractersticas de cada tipo suelen diferir segn se siganlas normas de una u otra institucin o las costumbres de cada pas y,adems, un mismo trabajo podra adoptar formas diferentes o serclasificado a la vez en ms de una de esas categoras.La longitud del trabajo, que depende directamente de la cantidad deconocimientos a transmitir, nos permite una primera forma declasificacin. As, por ejemplo, una tesis es una disertacin de ciertaenvergadura, que se propone aportar nuevos conocimientos y que sepresume posee un elevado rigor metodolgico. Una monografa, encambio, se distingue porque posee una delimitacin temtica msestrecha y -en consecuencia- una extensin menor; lo mismo suelesuceder con las ponencias y con los artculos destinados a revistascientficas, que son de unas dimensiones relativamente reducidas.Otro aspecto que permite clasificar a los trabajos cientficos es el relativoa los fines que se persiguen con los mismos. Es diferente el caso de uninvestigador que busca, simplemente, dar a conocer sus resultados a lacomunidad cientfica, que el de quien presenta un informe ante la

  • institucin o empresa que lo ha solicitado; es otro el caso tambin, dequienes realizan investigaciones y presentan trabajos para obteneralgn grado acadmico o aprobar las materias de una carrerauniversitaria. Estas circunstancias habrn de determinar el tipoespecfico de trabajo a realizar en cada ocasin y la forma concretaque habrn de adoptar en consecuencia.Para mayor claridad del lector hemos credo oportuno incluir acontinuacin una breve caracterizacin de cada tipo de trabajocientfico. Describiremos brevemente lo que se entiende por cada unade las denominaciones ms usuales, advirtiendo, una vez ms, quepueden existir variaciones -a veces significativas- segn los usosprevalecientes en cada institucin o pas. En todo caso el lectorinteresado deber consultar con las definiciones y normas especficasque existen en el mbito en que se desenvuelva, utilizando las siguientesinformaciones slo como un punto de referencia de ndole general.Informe de Investigacin: es una denominacin genrica que sirvesimplemente para indicar que lo escrito es exposicin de unaindagacin cientfica ya realizada. En tal sentido no permite abrir juicioacerca del carcter de la misma, de su tipo o magnitud, ni de lospropsitos a que se encamina. Puede ser, por lo tanto, un simpledocumento de trabajo, donde aparecen los resultados obtenidos endeterminada fase de alguna investigacin, el informe final acerca de lamisma o el producto de un equipo parcial de trabajo. Del mismo modopuede servir a propsitos meramente informativos o ser, por el contrario,base para la posterior toma de decisiones en cualquier campo deactividad. El trmino suele emplearse, pues, sin que se le asocienconnotaciones ms especficas, aunque en algunos casos se lo limitapara hacer referencia exclusivamente a investigaciones de campo, queutilizan datos primarios.Papel de Trabajo: es otro nombre genrico que indica que lo escrito noes un material definitivo sino una elaboracin modificable que sesomete a discusin. Suelen utilizarse, con gran provecho, como formade guiar las discusiones que se realizan en el seno de equipos deinvestigacin u organismos colegiados de cualquier tipo; son usualestambin como forma de ir mostrando ante un tutor o un investigadorms experimentado los avances que se realizan en el proceso deinvestigacin. Su contenido es obviamente muy variable y, dado sucarcter no definitivo, no tiene el rigor formal que otros trabajosdestinados a la edicin o la discusin pblica.Monografa: es un trabajo que tiene la particularidad de versar sobre untema nico, bien delimitado y preciso. En general, por lo tanto, resultaun escrito breve en el que se prefiere sacrificar la extensin de losasuntos a tratar en beneficio de la profundidad. Segn el uso corriente

  • que dan muchas personas al trmino, la monografa es producto deuna investigacin bibliogrfica, no de campo, aunque debemosadvertir que nada hay en el concepto de monografa que lleve aaceptar esta restriccin. Desde el punto de vista prctico es habitualque la evaluacin de los estudiantes de educacin superior se realicepor medio de monografas que traten de los temas discutidos en laactividad docente. Muchos de los artculos que aparecen en revistascientficas son tambin, en un sentido estricto, monografas. Convieneagregar que, a veces, se acepta que una monografa se desve untanto del rigor normal de los trabajos cientficos, pues ellas pueden tratarsobre temas en que no es posible o deseable alcanzar ese nivel. Noobstante, desde el punto de vista de la presentacin formal, lasmonografas son trabajos donde se valora claramente la buenaorganizacin y el uso de un aparato crtico bien estructurado.Artculo Cientfico: es un trabajo relativamente breve -muchas vecestambin monogrfico en cuanto a su contenido- que se destina a lapublicacin en revistas especializadas. Los consejos directivos o comitsde las mismas suelen definir, con bastante exactitud, las caractersticasde contenido y de forma de los escritos que aceptan o encargan. Unartculo cientfico, en general, debe ser cuidadosamente redactadopara evitar digresiones innecesarias, para lograr expresar de un modoclaro y sinttico lo que se pretende comunicar y para que contenga lascitas y referencias necesarias. En muchas ocasiones los artculoscientficos son sntesis de informes o tesis de mucha mayor envergadura;en tal sentido se considera que el trabajo original puede ser mejorpresentado ante una determinada comunidad cientfica a partir de talforma resumida, que orienta as los esfuerzos de quienes puedan estarinteresados en consultar la obra original. La palabra inglesa paper tieneun sentido bastante semejante -aunque ligeramente ms amplio- que elque atribuimos a esta denominacin, pues ella incluye tambin a lo quese suele llamar una ponencia. Los artculos cientficos tambin sepublican a veces como captulos o partes independientes de ciertoslibros, en los que algn estudioso, que asume el papel de compiladorrene varios trabajos de autores diferentes pero que tratan una materiacomn.Ponencia: es la comunicacin escrita que una persona presenta antealgn evento de tipo cientfico: seminario, congreso, simposium, etc. Losorganizadores de tales reuniones son quienes definen el carcter quehabrn de tener las mismas, segn los fines que persigan y lascondiciones prcticas existentes. Suelen ser trabajos breves,monogrficos o no, que se destinan adems a la lectura y discusincolectiva. Es usual que las mismas se limiten, por ello, a una extensinque vara entre diez y treinta pginas escritas a espacio doble. Suorganizacin interna es generalmente bastante libre y variada, y en ellasno son tan decisivos los aspectos de forma. Resulta importante, en

  • cambio, tener en cuenta todo aquello que facilite la rpida y efectivacomunicacin oral: redaccin clara y atractiva, apoyos audiovisuales,compenetracin con los intereses y preocupaciones del auditorio al queva dirigida. Las ponencias de diversos autores son a veces publicadas,conjuntamente, en libros o informes que intentan divulgar las discusionesefectuadas en los congresos o seminarios ante los que han sidopresentadas. En estos casos suelen hacerse a veces ciertas revisiones,especialmente en cuanto a completar las referencias y la bibliografa.Tesina: Es una denominacin no universalmente usada que sirve paradesignar a trabajos de corta o mediana extensin que son presentadospara su correspondiente evaluacin acadmica. Desde el punto devista pedaggico cumplen el mismo papel de las llamadasmonografas:conocer los conocimientos y habilidades metodolgicasde los estudiantes respecto a determinada materia por medio de unadisertacin escrita que se propone a los mismos y que forma parte de suevaluacin. Sus caractersticas especficas dependen, pues, de lo que alrespecto consideren convenientes los departamentos, ctedras yprofesores de cada asignatura.Tesis: por tesis se entiende, cuando nos referimos al uso original deltrmino, una proposicin que puede ser sostenida o demostradamediante pruebas y razonamientos apropiados. Por extensin, desdehace muchos siglos, se ha llamado as a la exposicin escrita que unapersona presentaba ante una universidad o colegio para obtener elttulo de doctor, demostrando con ella que dominaba la materia de susestudios y que era capaz -adems- de aportar nuevos y slidosconocimientos a la misma. Actualmente, y de un modo ms general, sellama tesis al trabajo escrito que permite demostrar, a la conclusin delos estudios, que el graduando amerita el grado acadmico al queaspira.Una tesis por lo tanto, es un trabajo serio y bien meditado que sirvecomo conclusin a varios aos de estudios, demostrando las aptitudesdel aspirante en el campo de la investigacin y dndole oportunidad aste para realizar por s slo una indagacin significativa. Las tesis, por lotanto, son trabajos cientficos relativamente largos, rigurosos en su formay contenido, originales y creativos. Estas caractersticas, sin embargo,slo se dan plenamente en el caso de las tesis de mximo nivel, las quecorresponden a los cursos de doctorado. En el caso de otros estudios depostgrado la exigencia de originalidad puede atenuarse y ms an enlas tesis llamadas de pregrado o licenciatura, donde el rigormetodolgico y la profundidad del trabajo suelen ser bastante menores.En algunas ocasiones se exigen tambin la realizacin de una tesis a losestudiantes de enseanza media pero, debe advertirse, taldenominacin en esos casos resulta engaosa y es ms metafrica que

  • real, puesto que en propiedad lo que pueden realizar tales estudiantesson -a lo sumo- buenas monografas o tesinas.Existe a veces el error, originado por la prctica consuetudinaria de lasinstituciones, de suponer que slo cierto tipo de investigaciones puededar origen legtimamente a una tesis. Hay quienes as sostienen que unatesis debe provenir en forma obligada de una investigacin de campoy, an ms, de cierto tipo de diseo especfico: encuestas, trabajo delaboratorio, experimentos, etc. Dems est decir que tal visin estrechaimplica no slo una perspectiva formalista del trabajo cientfico, sinotambin un criterio realmente limitado en cuanto a lo que es la cienciay los aportes que la construyen. Pinsese que, si nos guiramos por talcriterio, los trabajos eminentes de Coprnico, Einstein o Galileo no leshubieran permitido a stos alcanzar un simple grado acadmico. Poreso conviene recordar que son muchos y diversos los caminos de laciencia y que las instituciones llamadas a estimularla no debieran, enfuncin de un supuesto rigor metodolgico, imponer trabas a quienes seinician en esa aventura intelectual.El lector podr encontrar, en la segunda parte de este libro, unainformacin ms detallada con respecto a las caractersticas bsicasque se exigen a una tesis, as como una discusin de los problemas quese presentan en el curso de su realizacin. [V., para mayor detalle, elpunto 6.4, el cap. 5 y el apndice 2, que contiene algunos ejemplossobre reglamentos de tesis.]Trabajo de Grado, o Trabajo Especial de Grado: cumple con la mismafuncin acadmica que una tesis pero sin que se le exijan todos losatributos que a stas caracterizan. Ya habamos observado que, en unsentido estricto, las tesis exigidas en pregrado carecen muchas vecesde todas las notas distintivas de las tesis: se suelen aceptar trabajos queno son claramente originales, que no aportan conocimientos nuevos, oen los que el rigor metodolgico no se lleva demasiado lejos. En talescasos muchas escuelas y facultades prefieren sincerar los hechos, nollamando tesis a lo que es verdaderamente algo ms simple y menosprofundo. No obstante, los trabajos de grado suelen ser relativamenteamplios en sus dimensiones, superando con mucho las de lasmonografas y tesinas y desarrollando en sus pginas algo ms queresmenes de ideas ajenas y opiniones personales.Trabajo de Ascenso: muchas universidades poseen un sistema deascensos para su personal acadmico segn el cual estos slo seobtienen si -cumpliendo adems otros requisitos- el profesor presentaadems un trabajo de cierta relevancia. Se exige que los mismosposean rigor metodolgico y que realicen una contribucin al desarrollode la ciencia, las humanidades o las artes. No se requiere quedemuestren estrictamente alguna tesis, o que se apoyen en

  • investigacin de campo. Son generalmente trabajos extensos y biendocumentados, comparables a tesis, aunque la calidad de los mismosvara sustancialmente de acuerdo a las normas institucionales que sehayan establecido al respecto.Ante-proyecto y Proyecto de Investigacin: se trata de documentosbastante diferentes, en esencia, a los descritos hasta aqu. En ellos no sepresentan resultados, anlisis o conclusiones, sino que se esbozan laslneas fundamentales de actividades de investigacin a desarrollar enun futuro. Por eso poseen una lgica interior y una estructura internapeculiar, distinta a la de los anteriores. Actualmente, en casi todas lascircunstancias, no se concibe que pueda emprenderse una indagacincientfica de cierta envergadura que no vaya precedida de unproyecto en el cual se expresen los antecedentes, los objetivos, losfundamentos y las bases metodolgicas de la misma. Debido a supropia naturaleza nos referiremos a estos trabajos ms adelante (v. infra,cap. 7), cuando abordemos los aspectos operativos de la redaccincientfica.Aparte de los gneros anteriores existen otros que, aunque teniendoconsiderable importancia, no pueden considerarse plenamente comotrabajos cientficos. Ellos son sin embargo muy frecuentes y necesariosen la prctica intelectual de todo investigador. Por eso nos referiremosseguidamente a algunos tipos de escritos que el lector seguramenteencontrar con frecuencia.Resea: es un escrito breve que intenta dar una visin panormica y ala vez crtica de alguna obra. Es frecuente que en revistas cientficasaparezcan reseas de libros de la especialidad, que ayudan a loslectores a conocer mejor las posibles fuentes de informacin existentes.Las reseas sirven para motivar el inters de las personas que sedesenvuelven en un rea especfica de estudios y para evaluar lacalidad de los trabajos que van apareciendo ante el pblico.Generalmente las realizan personas especializadas, de bastanteexperiencia en la especialidad.Ensayo: obra relativamente libre en su estructura en la que el autorexpone razonadamente ideas y opiniones sin que, sin embargo, seutilice plenamente una metodologa cientfica. Puede hablarse, algocontradictoriamente, de un ensayo cientfico, cuando la temtica y laactitud del autor llevan a una consideracin especialmente seria de lotratado: exponiendo resultado de investigaciones exploratorias, [V. lasdefiniciones de los diferentes tipos de investigacin en Sabino, Carlos, ElProceso de Investigacin, ed. Panapo, Caracas, 1992, pp. 57 a 61.]debatiendo ideas sobre asuntos de actualidad en el marco de teorascientficas, discutiendo los aportes realizados ltimamente en unadisciplina o esbozando nuevas ideas que pueden inspirar posteriores

  • investigaciones. En todo caso conviene recordar que no existe una lneadivisoria estricta que separa a las disertaciones cientficas de las que nolo son, por lo que el trmino ensayo puede usarse de un modo bastanteimpreciso y abarcante.Resumen, y tambin Resumen Analtico: es un trabajo en el que uninvestigador o un estudiante hace una sntesis -para s, y del modo enque le resulte ms conveniente- de obras o informaciones que haestudiado. Dado que no se trata de materiales destinados al pblico losrequisitos formales, en este caso, dependen exclusivamente de lasnecesidades que el autor ha definido por su cuenta. Pese a ello existennormas y consejos que ayudan grandemente a su realizacin, lo mismoque en relacin a otros materiales de trabajo que son bien analizadosen los textos que tratan sobre metodologa de trabajo intelectual: fichasde diverso tipo, esquemas, guas de exposicin oral, etc. [Cf., entreotros, a Hochman Elena y Maritza Montero, Investigacin Documental,tcnicas y procedimientos, donde se exponen con claridad lascaractersticas de estos materiales.] Sin haber agotado el comentario de todos los tipos de trabajos

    cientficos posibles, dejaremos aqu nuestra exposicin, puesto que nopretendemos ms que dar una idea aproximada acerca de la materia.En la segunda parte de este libro veremos con ms detalle loconcerniente a las tesis y trabajos de ascenso, as como lo relativo a losdocumentos que suelen precederlos: ante-proyectos y proyectos deinvestigacin. Pero ahora, en cambio, abordaremos la consideracin dela estructura de los trabajos cientficos, puesto que el conocimiento dela misma resulta indispensable para toda persona que intente acometersu realizacin.

  • Captulo 3

    LA ESTRUCTURA DE LOS TRABAJOS CIENTIFICOS

    3.1. Lgica interior y elementos componentes Ya hemos manifestado (v. supra, 1.2) que es esencial, en toda

    exposicin cientfica, mantener un orden interior, una lgica quepermita desarrollar con la mayor claridad posible las materias tratadas.Ello se logra, decamos, mediante una cuidadosa organizacin de loscontenidos de modo tal que estos no aparezcan como colocados alazar sino al contrario, vinculados entre s, estructurados en diversaspartes componentes que poseen una secuencia fcilmentecomprensible. Cada trabajo, por lo tanto, debe ser bien meditado en cuanto a su

    estructura expositiva bsica; ello significa que hay que realizar unesfuerzo para definir y disponer convenientemente las diferentes parteso secciones que lo componen teniendo en cuenta, como es natural, lascaractersticas de los diversos contenidos a transmitir. Para lograr estoexisten, ms all de las peculiaridades de cada caso, algunos modelosexpositivos generales que es conveniente conocer para realizar conmayor facilidad la tarea mencionada. Estos modelos, sin embargo, sonslo moldes abstractos que cada autor debe usar simplemente comouna estructura de referencia, como una especie de esqueleto o gua alque hay que dar vida con los contenidos a exponer. Desde este punto de vista, de la armazn abstracta de un trabajo

    cientfico, conviene partir de la consideracin de un esquema bsico ysencillo, la conocida frmula que se compone de tres elementos:introduccin, desarrollo y conclusiones. Debiramos hablar mejor de tressecciones bsicas, ampliando un tanto el alcance de los trminos queacabamos de mencionar: la primera, compuesta por todos aquellosaspectos que sirven para situar al lector respecto a las caractersticas,objetivos y circunstancias en las que se ha desarrollado la investigacinque a continuacin se va a exponer; la segunda, el llamado cuerpo deltrabajo, donde se estructuran los contenidos sustantivos del mismo y,finalmente, una tercera parte donde se incluyen no slo lasconclusiones sino tambin un conjunto de informaciones necesariaspara el mejor manejo y la ms fcil comprensin de la obra en suconjunto. Antes de pasar a considerar con cierto detenimiento cadauno de los elementos que pueden aparecer en un trabajo cientfico

  • conviene especificar un poco ms la funcin de cada una de estas tresgrandes secciones bsicas. Lo que llamamos seccin inicial consta de los elementos o partes que

    podemos calificar como introductorios: portada, prlogo o prefacio,dedicatorias, notas de agradecimiento o reconocimiento, introducciny -eventualmente- el ndice general de la obra. Todo ello tiene porobjeto satisfacer la necesidad de ubicar con precisin al lector conrespecto al material que se dispone a examinar, porque la lectura deuna trabajo cientfico debe ser siempre acotada por los objetivos,preocupaciones y limitaciones que inevitablemente rodean al mismo. Luego de ello puede pasarse al desarrollo de los contenidos

    sustantivos del trabajo, que de este modo quedarn perfectamenteenmarcados y no presentados en el vaco. Esos contenidos, por otraparte, deben ser organizados internamente en un conjunto desecciones y subsecciones, para lograr su ms sistemtica exposicin y sumejor comprensin. Tales divisiones internas deben seguir, naturalmente,una lgica que habr de ser lo ms rigurosa posible.

    ElementosIntroductorios

    PortadaDedicatoria[Indice]PrlogoAgradecimientosIntroduccin

    Parte 1 Captulo 1Captulo ...

    Seccin ...Seccin ...

    Parte ... Captulo ... Captulo ...

    Seccin ...Seccin ...

    Cuerpo delTrabajo

    Parte ... Captulo ... Captulo ..

    Seccin ...Seccin ...

    ElementosFinales

    ConclusionesRecomendacionesApndices o AnexosBibliografaIndice de nombres, de cuadros,etc.Indice general

    En la seccin final, junto con las conclusiones y eventualesrecomendaciones que coronan la obra, el autor deber indicarclaramente la bibliografa utilizada e incluir los ndices que permitenmanejarla con mayor facilidad, as como todo otro material

  • suplementario que pueda resultar de inters para el lector: anexosdocumentales, grficos o estadsticas, glosarios, apndices, etc. En elesquema de la pgina 35 tratamos de mostrar, sumariamente, la formaen que todos estos elementos se integran en una secuencia nica ycoherente, lo que permite al lector una comprensin ms completa delmensaje que se intenta transmitir.3.2. Los elementos introductorios3.2.1. Portada, Dedicatoria y Epgrafes Los trabajos cientficos, especialmente aquellos que son presentados

    ante instituciones acadmicas, son antecedidos siempre por unaportada o primera plana -llamada a veces, tambin, cartula- donde seespecifican el ttulo, el nombre del autor y algunos otros datos similares:fecha, carcter de la obra (si es tesis, trabajo de ascenso, etc.),institucin ante la cual se la presenta y dems referencias semejantes.La disposicin de tales elementos est generalmente prescrita, ya seamediante normas explcitas o de acuerdo a los usos institucionales. Esobvio que el autor habr de consultar esas disposiciones y conocer talescostumbres, para no salirse de las recomendaciones existentes. Para ellolo ms sencillo consiste en examinar algunos trabajos previos yaaceptados por la institucin. Lo mismo puede decirse en cuanto a otroselementos formales que es preciso tambin tomar en cuenta: mrgenesy espaciado, tamao y tipo de papel, formas de impresin yencuadernacin, etc. Luego de este primer elemento formal el autor est en libertad de

    incluir una dedicatoria, en pgina aparte, o algn epgrafe queconsidere oportuno colocar. Por razones de elemental eleganciarecomendamos ser parcos en las dedicatorias generales, pues ellas nopueden ni deben hacer referencia a todas las personas a quienes sedeseara honrar o reconocer. Hemos visto con demasiada frecuenciatrabajos en que el autor parece querer presentarnos en esas lneas atodos sus familiares y amigos, con lo cual se pierde el sentido demensaje personal y especfico que una dedicatoria entraa. No hayque perder de vista que los agradecimientos que debemos expresartienen un lugar diferente, al que aludiremos enseguida. En cuanto a losepgrafes -que pueden ir al comienzo del trabajo y/o al principio de suscaptulos- ellos son breves sentencias, no necesariamente explcitas, quehan ser consideradas como invocaciones que iluminan u orientan dealgn modo al texto que les sigue. Tampoco es conveniente, desdeluego, abusar de este recurso, que busca un cierto toque esttico entrabajos que son usualmente bastante ridos y no una exposicindetallada de ideas.

  • 3.2.2. El Prlogo o PrefacioEs normal que un trabajo, especialmente si posee una cierta magnitud,sea seguido por un prlogo o prefacio, tambin llamado prembulo oproemio. Si se trata de una obra de menor extensin (una monografa oponencia, por ejemplo) puede sta iniciarse por medio de una notaintroductoria, presentacin o texto semejante. Un prlogo es unaseccin preliminar de una obra, desligada en cierto modo de lasposteriores, pero que les sirve de antecedente o preparacin; en ella elautor hace advertencias, aclaraciones o puntualizaciones que orientanla lectura [V. Casares, Julio, Diccionario Ideolgico de la LenguaEspaola, Ed. Gustavo Gili, Barcelona, 1973; sta es una obra deconsulta que consideramos verdaderamente indispensable.]. Tambinsuele ocurrir que el prlogo no sea obra del autor del texto principal sinode alguna otra persona de reconocidos mritos la cual -en este caso- seencarga de presentar al pblico el libro, avalando indirectamente consus palabras al autor y a su trabajo. En otras ocasiones se escribenprlogos a la segunda o subsiguientes ediciones de un mismo texto, o alas traducciones a diferentes idiomas. En estas circunstancias no se trataya de presentar de un modo general al libro, sino de hacer referencia ala acogida que el mismo ha tenido, a las crticas o elogios recibidos y alas eventuales modificaciones y revisiones realizadas por el autor. Talescomentarios pueden ser colocados tambin en otro tipo de seccin, elpost scriptum, de la cual hablaremos ms adelante (v. infra, 4.2). En todos los casos el prlogo ha de ser un escrito relativamente breve,

    sinttico, que no intente resumir ni desarrollar los contenidos que lesiguen en el cuerpo principal del trabajo. En sus pginas habr lugar, encambio, para otros propsitos: para expresar las motivaciones, inclusivesubjetivas, que han motivado la realizacin de la obra; para hacerreferencia a las condiciones en que la investigacin se ha desarrollado;para aludir a comentarios, explicaciones o advertencias que, por supropia naturaleza, no podran integrarse de un modo coherente en lossiguientes captulos. En un prlogo es perfectamente legtimo, por lo tanto, transgredir las

    habituales normas de rigurosidad y objetividad que son propias de laredaccin cientfica. Precisamente all, fuera del discurso principal, esque pueden y deben hacerse aquellas acotaciones que sentimosnecesidad de expresar pero que sabemos son subjetivas, personales,materia de opinin ms que de conocimiento verificable. Los prlogosexisten pues porque los autores -casi todos los autores- valoramos estaparte relativamente libre de nuestra exposicin, donde encontramos unlugar especfico para decir lo que de otro modo no podramos insertarorgnicamente. Pero el prlogo, en s, no debe ser tomado como unaobligacin: si no hay nada que decir que corresponda a lascaractersticas de lo mencionado ms arriba o si, sencillamente, no

  • deseamos hacerlo, podemos prescindir sin mayor problema de esaseccin introductoria. En tal caso el trabajo deber comenzardirectamente por la introduccin, en la cual se podr hacer supresentacin general y mencionar los objetivos del mismo. Para dar una idea ms clara del tipo de ideas que suelen insertarse

    en un prlogo o prefacio anotaremos que, entre ellas, aparecennormalmente las siguientes:Motivaciones que han llevado a realizar la investigacin y/o a escribirla obra.Relacin entre esa y otras obras previas o proyectadas, propias o deotros autores.Ideas generales sobre la temtica, la disciplina o el tipo de estudioque se encara.Consideraciones sobre los objetivos generales, posible utilidad,carcter o naturaleza del trabajo.Aclaraciones y deslindes conceptuales que permitan situar con msprecisin al libro que se prologa, especialmente en cuanto a laslimitaciones y alcance que posee. Por supuesto, esta pequea lista es slo una sugerencia, una simple

    indicacin que cada quien puede utilizar de un modo u otro. Alrespecto, como con relacin a otras muchas materias de las quehablaremos, siempre conviene consultar con trabajos ya realizados, conlibros de autores a los que valoremos especialmente para analizar laforma en que ellos resuelven estos y otros problemas prcticos en susobras. No debe olvidarse que slo quien lee asiduamente podr llegar aconocer y dominar los problemas inherentes a la redaccin cientfica.3.2.3. Los AgradecimientosLuego del prlogo, o a veces como una seccin final de ste, sueleninsertarse generalmente los agradecimientos que deseamos expresar.Ellos son breves reconocimientos a personas o instituciones que, dediversas maneras, han ayudado a la elaboracin del trabajo. Puedenincluirse entonces a los compaeros del equipo de trabajo, a profesoresque han orientado al autor, a los asesores que hemos tenido y, de unmodo especial, al tutor de la tesis. Tambin es conveniente recordar enesas lneas a quienes han facilitado el trabajo de campo o bibliogrfico,a las personas que han procesado el material, a bibliotecarios,mecangrafas y ayudantes, lo mismo que a los familiares o amigos quehan apoyado o estimulado la investigacin. Las instituciones que hanaportado fondos o facilidades especiales tambin deben sermencionadas, por supuesto.

  • Es conveniente que, en cada caso, se especifiquen las razones de losreconocimientos que hacemos: ello permite concretar el mrito decada uno, lo cual no es slo justo sino tambin agradable para quienrecibe el reconocimiento. El problema ms grave que confronta un autor al escribir esta seccin

    de su trabajo es, naturalmente, el del olvido. Ello entraa un peligro,pues resulta a veces difcil borrar la mala impresin que puede causaruna omisin, aunque sea involuntaria. Por ello recomendamos que elinvestigador vaya confeccionando una lista especial de quienes vancolaborando con su trabajo de modo tal que, al finalizarlo, no tengaque ir reconstruyendo el conjunto de circunstancias en que el mismo serealiz.3.2.4. La IntroduccinLa introduccin es una parte fundamental en cualquier trabajocientfico, pues es el elemento que nos permite iniciarlo de un modoorganizado y gradual. Puede considerarse, en propiedad, como elcaptulo inicial de la obra, y en tal sentido sus dimensiones sonnormalmente ms largas que las de un prefacio, ya que abarcadiferentes y a veces complejos temas. En una introduccin suelen apuntarse diversos contenidos generales

    que se hace necesario exponer para la mejor comprensin de lo que lesigue. Entre ellos, esquemticamente, podemos mencionar lossiguientes:Antecedentes de la investigacin que se ha realizado.Punto de partida o enfoque con el que se abordan el problema.Objetivos, generales y especficos, del trabajo realizado.Conceptualizaciones bsicas, importantes para situar mejor elsubsiguiente desarrollo de ideas.Problemas de mtodo, especialmente aquellos que se refieren a lascuestiones bsicas -generalmente epistemolgicas- que influyen sobrela metodologa y las tcnicas que se han empleado.Observaciones personales, informaciones sobre problemasparticulares de esa investigacin, etc. Debemos apuntar que, a pesar de que en una introduccin es

    legtimo incluir aspectos relativamente subjetivos, lo normal es que stossean tratados preferentemente en un prlogo. Pero sucede a veces,como decamos, que un trabajo no posee prlogo, o que ste es escritopor una persona diferente al autor, de modo que ste no tieneentonces el espacio necesario para exponer algunas consideracionessubjetivas que considere de importancia. En tal caso la introduccinpuede adquirir, sin mayores problemas, un carcter hasta cierto punto

  • mixto, de modo que en sus pginas aparezcan todos los aspectos hastaaqu mencionados. Es importante que, cuando as sucede, el discursohaga explcitas las diferencias entre uno y otro nivel, entre lo que esintroduccin cientfica a un problema determinado y lo que se refiere ala aproximacin subjetiva del autor. La misma estructura general del texto har que en la introduccin

    deban aparecen determinados temas, tratados con mayor o menorextensin. As, por ejemplo, si estamos frente a una investigacin decampo en la cual los instrumentos metodolgicos usados son de sumaimportancia, es normal que se redacte un captulo especial dedicadoal mtodo; pero si no es ste el caso, y los mtodos y tcnicas delestudio son relativamente conocidos, normales dentro de ese campode trabajo, puede incluirse entonces una exposicin breve al respectoen la misma introduccin. Lo mismo ocurre con ciertos aspectos tericoso histricos: si no es necesario hacer una exposicin detallada de losmismos, puesto que son ya conocidos o aceptados por la comunidadcientfica, conviene aligerar entonces la exposicin principal tratandotales temas en la introduccin; si no es as, y en cambio ameritan unexamen detallado, de cierta extensin, se har necesario dedicaralgunos captulos especficos para el mejor desarrollo de un marcoterico, un marco histrico, o la discusin conceptual que se considerenecesaria.3.3. El cuerpo del trabajoUna vez desarrollados los elementos introductorios que acabamos decomentar el autor, naturalmente, comenzar la exposicin de las ideasque desea transmitir. Estas tendrn que ordenarse entonces de acuerdoal esquema general que el investigador haya elaborado (v. infra, cap.8), aunque dicho esquema tendr que ir reajustndose varias veces, amedida en que se realicen las tareas de redaccin y de revisin deltexto. El cuerpo general del trabajo, salvo en casos bastante excepcionales,

    como cuando se trata de informes muy breves, tendr que subdividirseen varias secciones, de modo de facilitar una exposicin coherente y lamejor comprensin del lector. Tales subdivisiones son, en orden demayor a menor, las siguientes: partes, captulos, puntos (o secciones),sub-puntos y pargrafos. Las partes son subdivisiones mayores de una obra, que incluyen

    generalmente varios captulos, y que poseen una unidad general decontenido. As, podramos dedicar una parte de una tesis al diagnsticode una situacin y la segunda parte a la elaboracin de un plan omodelo operativo para la superacin de los problemas detectados; o,en otro caso, puede dedicarse una primera parte a tratar los aspectos

  • histricos de un tema, una segunda parte al anlisis de varios casosconcretos conocidos y una parte final para definir las perspectivasprobables de evolucin de los fenmenos analizados. En todo casoconviene recordar siempre que la definicin de partes generales tendrque corresponderse con aspectos tanto de forma como de contenido:formalmente sern necesarias para integrar en partes mayores un textorelativamente largo, que de otro modo podra perder su unidad,dispersndose en una gran cantidad de captulos individuales; encuanto al fondo, las partes de un trabajo debern reflejar una divisinorgnica, basada en una unidad de contenido, ya sea terico ometodolgico. El captulo, en cambio, puede considerarse como la unidad "natural"

    segn la cual deben organizarse los contenidos de un trabajo cientfico.Ellos pueden ser muchos o pocos, segn la longitud total del escrito, lassubdivisiones interiores y las preferencias del autor, y pueden variartambin grandemente en cuanto a su extensin pero, en todo caso,habrn de poseer una caracterstica que nos parece indispensable: launidad de estilo y de contenido. Tambin desde el punto de vista dellector, sin duda muy importante, cada captulo debe considerarsecomo una unidad. Idealmente un captulo podra ser aquella parte deun trabajo que el lector leyese sin interrupcin, asimilndolo "de una solavez", gracias precisamente a esa unidad de estilo y tema quemencionbamos. Creemos que es un error, o por lo menos un posible inconveniente, la

    difundida costumbre de elaborar captulos muy largos, donde el autorpareciera querer agotar todo un tema en una sola unidad.Consideramos esto poco apropiado porque as se pierde la necesariaintegracin de la que hablbamos y el texto, adems, resulta difcil demanipular por el lector, quien pierde la percepcin del hilo conductorde la obra. En todo caso no es posible establecer sobre esto reglas muyrgidas, puesto que debe ser el material mismo, por su estructura, quiennos vaya indicando de algn modo cmo se habr de dividir. Es sumamente conveniente que cada captulo de una obra sea

    organizado a su vez en secciones o puntos, partes menores, de pocaextensin, que se remitan a contenidos especficos. Estas tambinpueden ser organizadas internamente, de acuerdo a las necesidadesdel desarrollo del trabajo, de modo tal que el lector pueda seguir confacilidad el desenvolvimiento del mismo, el orden interior de ideas que loatraviesa. El lector podr comprobar, en este mismo libro, cmo operan las

    subdivisiones de las que hablamos. En primer lugar ver que hemosdiseado dos grandes partes, de contenido bien distinto: la primera deellas, "Los Trabajos Cientficos", tiene por objeto una descripcin

  • razonada de los mismos, para que el lector se familiarice con susobjetivos, caractersticas, tipologa y estructura. Es bsicamenteinformativa y cada captulo de los cuatro que la componen se dedica acubrir algunos de esos temas. As el captulo 3, el presente, se ocupa dela estructura de los trabajos cientficos, y est integrado por cuatrosecciones: la primera presenta el problema en trminos generales y lasotras tres, sucesivamente, versan sobre elementos particulares de talestructura, de acuerdo a una organizacin que se explica en la seccininicial del captulo (3.1). Algunas de estas secciones presentan, a su vez,divisiones menores: la segunda y la cuarta (3.2 y 3.4) estn -cada unade ellas- divididas en cuatro partes o subsecciones, que tratan temasbien especficos y que todava (v. 3.2.1, por ejemplo) admitenseparaciones en pargrafos particulares, como el que inicia esa secciny que se ocupa, concretamente, de la portada de un escrito. La segunda parte de este libro, por el contrario, es ms operativa que

    informativa, pues pretende convertirse en una gua prctica que ayudea quien ya est enfrentado a la tarea de escribir. Ntese entonces queel contenido difiere por la intencin, lo que justifica esta divisin bsicaen dos partes principales, pues en la segunda lo que priva es el afn deapoyar una tarea concreta en ejecucin y no proporcionar informacinde tipo general, de suyo ms abstracta. Para la organizacin formal de todos estos elementos se ha adoptado

    un sistema de numeracin de tipo decimal (v. infra, 4.2), que resultaadecuado por su sencillez y porque da fcilmente una visin deconjunto de la estructura de la obra. Es muy frecuente encontrar, especialmente en las tesis y en los

    informes de investigaciones de campo, que el cuerpo del trabajo sedivida en secciones fijas, de contenido previamente definido; as loexigen a veces ciertas instituciones o tutores para homogeneizar laproduccin intelectual de los graduandos o investigadores. Entre las secciones o captulos fijos que ms usualmente se establecen

    estn los siguientes:Marco terico (en ocasiones, tambin, un "marco histrico").Metodologa.Anlisis de datos. Ellas suelen ir, en este mismo orden, despus de la introduccin y

    antes de las conclusiones. Debemos advertir al lector, antes de tratar de cada una, que nada

    hay que nos obligue a proceder de una manera tan rgida. Ser fcilconstatar, de todas maneras, que muchos y muy buenos trabajos

  • cientficos escapan por completo a tal organizacin interior. Lo quesucede es que, disponiendo las cosas de esta manera, puedenagruparse mejor muchos de los contenidos bsicos de un informe deinvestigacin, lo cual facilita el trabajo de redaccin. Ello puede resultarespecialmente til a personas poco experimentadas, no acostumbradasa elaborar esquemas expositivos; es de inters tambin cuando hay queproceder de un modo repetitivo, como en el caso de las empresas quehacen investigaciones de mercado y sondeos de opinin, o de losorganismos oficiales que presentan informes regulares sobre ciertostemas. Un marco terico, llamado a veces tambin marco conceptual, es un

    conjunto de ideas -generalmente ya conocidas en una disciplina- quepermite organizar los datos de la realidad para lograr que de ellospuedan desprenderse nuevos conocimientos. [V. al respecto Sabino, ElProceso... , Op. Cit., pp. 65 a 68, o cualquier otro texto sobremetodologa cientfica.] De all que tales consideraciones tericasdeben colocarse, en todo caso, en las secciones iniciales de un trabajo,pues resultan indispensables puntos de partida para los subsiguientesanlisis. Un marco histrico, de la misma manera, es una revisin dehechos pasados que permite ubicar temporalmente los anlisis que seefectan. Por ello puede preceder al marco terico o seguirlo -segn lascircunstancias- pero resulta lgico que se lo coloque antes del examende los datos en s. No es necesario, como decamos, que estos dos elementos

    aparezcan necesariamente en un trabajo, y menos an que lo haganbajo tales expresos ttulos. Si los conocimientos tericos bsicos paraencuadrar la investigacin son pocos, o si son suficientementeconocidos, podrn ir directamente en la introduccin o en la primeraseccin del captulo inicial. Si el tema no requiere o no se enriquece conun recuento histrico podr prescindirse totalmente del mismo, ohacerse una breve exposicin de ello en la misma forma que acabamosde indicar. La metodologa, por otra parte, podr constituirse en un captulo

    especial slo en los casos en que ello se justifique: en investigaciones decampo o de laboratorio, o cuando posea singularidades que obliguena una exposicin razonada y explcita de sus caractersticas. De otromodo convendr referirse a ella, esquemticamente, en laintroduccin. En otras ocasiones es mejor ir haciendo referencia a losproblemas metodolgicos a medida que ellos van apareciendo, esdecir, a lo largo de los diferentes captulos o secciones de la obra. Elloconviene especialmente cuando se trata de cuestiones tcnicas,operativas o instrumentales, y no de aspectos de tipo epistemolgico.

  • En el captulo sobre metodologa es usual hacer mencin al diseoconcreto que se ha elaborado y a la justificacin del mismo; a lastcnicas de recoleccin de datos empleadas, a los instrumentosutilizados y a las formas en que se ha procedido -eventualmente- aefectuar mediciones, seleccionar una muestra o realizar un tratamientoestadstico de la informacin obtenida. Tambin han de aparecer allconsideraciones generales sobre el tipo de enfoque que gua al autoras como otros elementos ms concretos que tienen relacin con laactividad desplegada para la obtencin de los datos. El Anlisis de Datos tampoco tiene por qu ser una seccin

    especfica, especialmente separada de las dems. Estos en cambiopueden presentarse y estudiarse de un modo gradual, en sucesivoscaptulos que tengan -cada uno- una cierta unidad temtica. En todocaso lo importante es analizar en el trabajo toda la informacinrelevante obtenida, ya sea sta numrica o verbal, procedente de untrabajo bibliogrfico o de campo. Tal tarea puede ocupar uno o mscaptulos, de acuerdo al volumen de datos existente, y en el desarrollode la misma es perfectamente aceptable tambin que se haganconsideraciones de tipo terico, que permiten entender los datos y darrazn de los anlisis que se hacen y de las conclusiones que se extraen. Si pensamos con suficiente amplitud se comprender que no es

    posible pretender que todos los trabajos cientficos puedan adaptarse aun mismo modelo general, a un nico molde. Eso significara otorgar a lametodologa un papel que no posee, el de canon o normativa, yconvertirla en un estrecho sendero que niega la pluralidad delquehacer cientfico. De all la constante preocupacin quemanifestamos, en estas lneas, por evitar que nuestras palabras seasuman de un modo dogmtico.3.4. Los elementos finalesLuego de haber desarrollado las ideas que constituyen el cuerpoexpositivo bsico del trabajo cabe al autor, para concluir su obra, darun adecuado remate a la misma. Para ello habr de redactar lasconclusiones de todo lo expuesto, las eventuales recomendaciones quepudieran hacerse y agregar otros elementos, que ahora veremos, y queresultan generalmente indispensables para la mejor comprensin deltrabajo.3.4.1. Las Conclusiones y RecomendacionesLas conclusiones de un trabajo son una seccin o captulo final, dereducidas dimensiones, donde el autor trata de sintetizar todo lo hastaall expuesto de modo tal que resulten destacados los aspectos msimportantes del desarrollo anterior. Tienen por objeto permitir una

  • apreciacin global de los resultados del trabajo. Por lo tanto ellas soncorolario de lo ya dicho y no ocasin para introducir elementos nuevos,por lo menos en cuanto a la temtica a considerar. Por esta razn,porque resumen de algn modo lo previamente expuesto, sonconsideradas como una parte relativamente independiente del cuerpoprincipal. Es verdad que en unas conclusiones pueden aparecer ideas"nuevas", pero la novedad de las mismas slo habr de ser la quepuede desprenderse de la sntesis, no la que surge de la consideracinde elementos de juicio que no se haban presentado antes. Pero, a pesar de lo anterior, existe un cierto elemento de libertad en

    las conclusiones que muchos autores utilizan en casi todos sus trabajos.Ello se refiere a la posibilidad de incluir all apreciaciones que, aunquesintticas y generales, pueden ser tambin de tipo personal, hasta ciertopunto evaluativas o apreciativas. Tambin ese es el lugar apropiadopara expresar algunas limitaciones que el mismo autor aprecie en sutrabajo y para proponer, como muchas veces se hace, nuevas lneas oproblemas de investigacin que se desprenden de lo ya tratado. Es conveniente aclarar que, aunque importantes y sumamente tiles,

    las conclusiones no son estrictamente obligatorias. Hay quienes prefierenomitirlas por considerar que el lector puede sacarlas por s mismo, sloconque lea atentamente lo ya escrito. Otros, por el contrario, prefierencerrar cada captulo con algn prrafo en que se sintetice lo allexpuesto y de esa manera obvian la necesidad de incluir unasconclusiones separadas al final. Las recomendaciones, en cambio, son de una naturaleza bastante

    diferente, pues ellas suponen que es posible extraer lneas prcticas deconducta sobre la base del desarrollo analtico que se haya hechopreviamente. Para poder establecerlas es preciso que los conocimientosobtenidos en la investigacin sean examinados a la luz de ciertas metaso valores que posee el autor y que son, necesariamente, subjetivos. Sonpor lo tanto siempre relativas al punto de vista adoptado y a los finesque se persiguen en relacin al problema tratado. Teniendo en cuentalo anterior resultan muy importantes en el caso de investigacionesaplicadas, pues en ellas los conocimientos obtenidos se encaminan a lasolucin de problemas prcticos que a los cuales responde el autor. Sinalgn tipo de recomendacin, entonces, la indagacin resultara dealgn modo incompleta, pues no estara en condiciones de satisfacerlas preocupaciones iniciales de las que ha surgido. [V. dem, cap. 4.] Hay que tener en cuenta, de todas maneras, que las

    recomendaciones no pueden hacerse totalmente en abstracto; si seentiende que las mismas implican una accin, o un posible curso deaccin, se comprender que deben ser elaboradas teniendo en cuentaa quin van dirigidas, quines son las personas, empresas o instituciones

  • que pueden estar interesadas en conocerlas y eventualmente enaplicarlas. Su redaccin, sentido y grado de precisin habrn de teneren cuenta entonces tal cosa, para que no resulten intilmente vacas.Conviene apuntar, en tal sentido, que es del todo injusta la crtica quese hace a veces a muchos trabajos cuando se dice, por ejemplo, que"no proponen nada concreto, se limitan a analizar los hechos sin derivarposibles soluciones". En general los crticos que as se expresan pierdenpor completo de vista que no es obligacin de un cientfico el cambiarel mundo, ni an para mejorarlo, y que la tarea de plantear solucionesprcticas a los problemas reales escapa a los lmites propios de laindagacin cientfica. Esta se encamina a resolver problemascognoscitivos, no de accin, aunque de los primeros puedan extraerselgicamente interesantes corolarios que ayudan a resolver los segundos.3.4.2. Los ApndicesLos apndices, llamados a veces tambin anexos, son seccionesrelativamente independientes de una obra que ayudan a su mejorcomprensin y que permiten conocer ms a fondo aspectos especficosque -por su longitud o su naturaleza- no conviene tratar dentro delcuerpo principal. Son elementos accesorios que pueden interesar tal veza algunos lectores, o que conviene incluir para dar una informacin mscompleta sobre los temas tratados pero que, en definitiva, resultan dealgn modo prescindibles. Esto ltimo no implica que deban serdesdeados como agregados sin importancia; por el contrario ellos son,muchas veces, un elemento enriquecedor del discurso principal quehace que ste cobre mayor relieve, sea comprendido ms a fondo opueda ser objeto de subsiguientes investigaciones. Se colocan luego delas conclusiones y recomendaciones pero antes de la bibliografa. Son muy variados los materiales que en un informe de investigacin

    pueden incluirse como apndices. La decisin en tal sentido queda porcompleto en manos de quien lo redacta, pues l ser quien conozcacon ms exactitud los elementos que puedan apoyar mejor suexposicin. Slo a ttulo ilustrativo mencionaremos seguidamentealgunos contenidos que es frecuente encontrar dentro de una seccinde apndices. Ellos son:Documentos completos que se han citado fragmentariamentedurante el desarrollo del trabajo, pero que es prudente colocar parapermitir que el lector aprecie el contexto dentro del cual se hanextrado las citas o referencias. Esto sucede especialmente con textoshistricos, leyes, artculos breves, etc.Listas, alfabticamente ordenadas, de abreviaturas o siglas queaparecen en el texto.Datos concretos sobre instrumentos de investigacin utilizados. Estospueden ser especificaciones tcnicas sobre aparatos o tiles de

  • laboratorio, materiales empleados, etc. Del mismo modo es necesarioincluir los instrumentos o pautas que se han utilizado para recogerobservaciones sistemticas, los cuestionarios empleados en cuando serealiza investigacin social de campo, las pautas de entrevistas y otrasherramientas similares usuales en la investigacin social.Dibujos, diagramas, fotos o cualquier otro material grfico que noresulta conveniente incluir en el texto principal porque podra dificultarsu lectura continua. Es preciso en tal caso hacer una seleccin muycuidadosa, para no caer en la incongruencia de presentar recin enlos apndices el material que precisamente podra resultar msinteresante o til.Lo mismo sucede con los grficos, tablas y cuadros estadsticos.Cuando hay una gran cantidad de ellos se recomienda slo presentaren el cuerpo del trabajo aquellos que resulten necesarios para lacomprensin de lo tratado, dejando para los apndices el materialque no se examina a fondo, que tiene poco inters general o que essolamente complementario. Nunca, sin embargo, hay que dejar fueradel texto principal los cuadros que en ste se analizan, pues elloobliga al lector a un tedioso esfuerzo de pasar pginas hacia atrs yhacia adelante que en nada puede favorecer la mejor comprensinde lo que se expone en la obra.Tambin suelen incluirse en los apndices los clculos efectuadospara determinar el error muestral, as como otras operacionessemejantes que permiten al lector acucioso verificar la exactitud delos anlisis y de las mediciones.En general, toda clase de precisiones sobre la metodologa: calidadde las fuentes, aclaraciones sobre trabajos de campo, explicacin delas tcnicas de medicin, etc., que por su longitud pudieran perturbarla lectura del texto principal.Glosarios, definiciones de conceptos y notas biogrficas organizadas.Cronologas y otras diversas tablas que permiten situar mejor laexposicin precedente. En fin, como podr apreciarse, la lista de posibles materiales es

    extensa y variada. Cabe al autor organizar los mismos y numerarlos (oidentificarlos con letras) para poder hacer las correspondientesreferencias a ellos durante la exposicin principal.3.4.3. La BibliografaPor bibliografa entendemos una lista completa de las fuentes escritasque han servido para elaborar un trabajo. Esta definicin, tan amplia,engloba por lo tanto no slo los textos citados en la obra sino tambinaquellos que han servido como referencia, como lecturas bsicas ocomplementarias y como documentacin general relativa al tema. Seincluyen tanto libros como artculos cientficos, publicaciones peridicas,ponencias, artculos de prensa y, en definitiva, cualquier publicacin

  • utilizada. Las mismas se presentan ordenadas alfabticamente deacuerdo a los nombres de sus autores, segn normas generalmenteaceptadas sobre la materia. [V. Hochman y Montero, Op. Cit., yBavaresco de Prieto, Aura, Las Tcnicas de la Investigacin,Southwestern Pub., Cincinnati, 1979.] La lista de entrevistas realizadas, sinembargo, no debe incluirse en la bibliografa: ella puede aparecercomo un apndice pero no en esta seccin, que se destinaexclusivamente al recuento de las fuentes de tipo secundario que sehan empleado. Una bibliografa tiene por objeto permitir que el lector reconstruya, de

    algn modo, el trabajo realizado, dndole la posibilidad de corroborarlas fuentes empleadas, de profundizar sobre el tema y de ampliar susconocimientos al respecto. Otorga seriedad al esfuerzo efectuadoporque lo hace transparente a la crtica y porque adems haceexplcita su relacin con respecto a la tradicin intelectual ya existente.Por eso es necesario elaborarla con cuidado, no omitiendo ningunaobra utilizada -por ms parcialmente que esto se haya hecho- pero sincaer tampoco en la tentacin de abultar la lista mediante el recurso decolocar en ella ttulos que se conocen apenas de nombre. Salvo eltrabajos muy breves, en ensayos libres o en artculos de prensa, ascomo en informes tcnicos concretos y muy especficos, en los demscasos la bibliografa resulta siempre indispensable. Debe ubicarse luegode los eventuales apndices y antes del ndice general o de los diversosndices que se elaboren. Cuando la bibliografa es muy amplia o muy variada en sus

    caractersticas conviene subdividirla en listas parciales. Puede as haberuna bibliografa general y otras especficas a cada parte de la obra, ouna bibliografa por temas, por tipo de material consultado (libros,artculos, peridicos, etc.) o por captulos. No recomendamos muchoesta ltima alternativa porque en tal caso los textos mencionadostienden inevitablemente a repetirse, con lo que se produce unasensacin de dispersin poco conveniente que puede llevar al lector aperder la perspectiva sobre las fuentes empleadas. En casos muyespeciales la bibliografa puede ordenarse mediante una secuenciacronolgica y no alfabtica.3.4.4. Los IndicesUn ndice general o tabla de contenidos, es una enumeracin de losttulos y subttulos que aparecen en un trabajo a cada uno de los cualesle sigue el nmero de pgina en que el mismo se halla. Su objetivoconsiste en proporcionar al lector un modo rpido de enterarse de laestructura bsica del trabajo, lo cual se logra si cada ttulo reflejaadecuadamente el contenido de la seccin que encabeza. Esto, queparece tan elemental, requiere sin embargo de un esfuerzo de sntesis

  • por parte del autor, pues hay que lograr que en muy pocas palabras seidentifique la materia tratada en cada caso. El ndice general de untrabajo es uno de los primeros elementos que el lector experimentadobusca en un libro, por lo que es preciso que sea lo suficientementedetallado como para dar a conocer los lineamientos bsicos de sucontenido, pero no tanto como para que ste no pueda percibirse deuna rpida ojeada. La clara diagramacin tambin resulta muyimportante para lograr esto ltimo, pues permite jerarquizaradecuadamente las diferentes divisiones del trabajo. Precisamente para permitir un ms rpido acceso al ndice general

    ste suele ser la ltima parte de un texto, aunque hay autores (oeditores) que tienen por costumbre colocarlo al comienzo, despus delprlogo. Cuando un trabajo posee una longitud que obliga a dividirloen varios tomos conviene, por razones prcticas, que en cada uno deellos aparezca el ndice de las materias tratadas; puede colocarse unndice general completo al principio del primer tomo y/o al final delltimo. Desde el punto de vista del investigador el ndice es una resultante del

    esquema expositivo que ste ha empleado para ir escribiendo sutrabajo. Representa la concrecin de la lgica interior que lo estructuray refleja, por lo tanto, tambin la lgica inherente al proceso deinvestigacin. Podramos decir que, a medida en que se vandesarrollando los diversos puntos de un esquema expositivo y se vanredactando los materiales correspondientes, dicho esquema vatransformndose en el ndice definitivo de la obra (v. infra, cap. 9). Existen otros tipos de ndices, ms especficos, que se han ideado

    para facilitar el manejo de los textos, especialmente en el caso detrabajos de medianas o grandes dimensiones. Uno de ellos es elconocido ndice de nombres, llamado tambin ndice onomstico. Endichas listas figuran, ordenados alfabticamente, los nombres propiospersonales o geogrficos que aparecen en el texto; a cada uno de ellosles siguen los nmeros de las pginas en que se los ha mencionado. Estetipo de ordenamiento sirve para que puedan encontrarse con facilidadlas referencias que se hacen a tales personas, lugares o instituciones, demodo de acceder a la informacin que requieren especialistas olectores particularmente interesados en aspectos concretos. Los ndices de materias o de contenido presentan, por su parte, un

    listado de conceptos o ideas ordenados de la misma forma queacabamos de mencionar. Ellos son sumamente tiles para quien vaya autilizar un trabajo como punto de apoyo para sus investigaciones, puespermiten encontrar en un texto -a veces largo- el conjunto dereferencias que se hacen a un determinado tema o punto especfico.Tales ndices no son, en realidad, fciles de construir: requieren de una

  • lectura minuciosa para incorporar todas las menciones que seencuentren y para no omitir los casos en que ciertos conceptos sontratados pero no nombrados directamente en una pgina. Muchasveces los autores prefieren elaborar un ndice que incorporesimultneamente la lista de materias y la de nombres propios, lo cualpuede resultar bastante conveniente en trabajos no excesivamentevoluminosos. Los programas actuales de computacin han reducidoenormemente las dificultades asociadas con la elaboracin de este tipode ndices. Cuando en una obra aparecen muchos cuadros estadsticos, tablas,

    grficos, mapas, diagramas o ilustraciones, es aconsejable tambinelaborar ndices especficos para cada tipo particular de material. Losmismos no se ordenarn alfabticamente sino por la secuencia delnmero de pginas, tal como en el caso de un ndice general. Todos los ndices que acabamos de mencionar deben colocarse

    despus de la bibliografa y antes del ndice general, salvo que ste slose incluya al comienzo de la obra. En tal caso con ellos habr decerrarse el trabajo.

  • Captulo 4

    PRESENTACION Y APARATO CRITICO Hemos pasado revista, en el captulo anterior, a los elementos que

    componen usualmente un trabajo cientfico. Pero, para quien tengaque encarar concretamente la elaboracin de obras de este tipo, espreciso conocer tambin otros aspectos, de bastante importancia parasu correcta presentacin formal. A ellos les dedicaremos seguidamentenuestra atencin antes de pasar a la segunda parte de la obra, quetrata del proceso prctico de elaboracin de tesis e informes cientficosen general.4.1. El aparato crtico Llmase aparato crtico al conjunto de citas, referencias y notas

    aclaratorias que es preciso incluir en un trabajo para dar cuenta de losaportes bibliogrficos sobre los que el mismo se apoya. Sabido es que elpensamiento cientfico se desarrolla mediante una labor continuada, enla que los nuevos conocimientos tienen como punto de partida el saberya acumulado en una disciplina. En tal sentido puede considerarse atodo autor como un continuador de quienes le han precedido, aunquesea simplemente porque ellos hayan afirmado proposiciones errneasque sirven como punto de partida para ejercer la crtica con la que seva construyendo un nuevo saber. Ningn investigador serio se lanza abuscar nuevos conocimientos sobre los hechos sin tener una slidainformacin respecto a la labor ya realizada en su campo de trabajo (v.infra, cap. 6). Por eso resulta indispensable hacer explcitas talesconexiones, porque as se tiene un fundamento para elaborar nuevasideas y porque de ese modo tambin se respeta y se toma en cuentaexpresamente el aporte de quienes ya han trabajado sobre el tema. Para lograr lo anterior es necesario hacer referencia clara a la

    bibliografa que se haya consultado, la cual debiera resumir -del modoms completo posible- la suma de los aportes que posibilitan larealizacin del trabajo. Ello se hace mediante dos recursos tcnicos,bastante similares entre s aunque no idnticos: las citas textuales y lasreferencias a obras existentes. Una cita textual es la transcripcin exactade lo que ha dicho otro autor dentro del trabajo que se redacta. Unareferencia (o cita ideolgica, como a veces tambin se la llama) es lainclusin de ideas de otros autores pero en forma de resumen,interpretacin o parfrasis. [V. Finol de Navarro, Teresita y Hortensia

  • Nava de V., Procesos y Productos en la Investigacin Documental, Ed.de la Universidad del Zulia, Maracaibo, 1993, cap. 6. El lector puedeconsultar el texto para todo lo referente a este punto.] Cada una deestas tcnicas cumple con objetivos especficos y se adapta anecesidades particulares del trabajo intelectual. Las citas textuales (tambin llamadas directas o literales) se utilizan

    cuando las afirmaciones que queremos traer a colacin son de unaimportancia tal que ameritan su transcripcin literal. Ello ocurreespecialmente cuando nos proponemos criticar las palabras de unautor o tomarlas como fundamento para nuestra exposicin. Secomprender que, en el primer caso, resultara injusta y de poco valor lacrtica a nuestra versin de las palabras de otro; es preciso all serexactos, respetar la forma original en que se ha expresado el escritor alque aludimos. Lo mismo ocurre naturalmente en el otro caso,especialmente cuando se trata de conceptos o de definiciones, deafirmaciones que sintetizan una idea central del autor citado, o de unprrafo de particular concisin o belleza. En tales condiciones la citatextual enriquece nuestro escrito, pues nos permite incorporar conexactitud y en forma breve un conjunto de ideas ya desarrolladas porotros. Tambin se suele usar lo que se llama cita "de autoridad",especialmente cuando queremos reforzar nuestras opiniones en torno aalgn debate existente. En esas circunstancias resulta a veces tilinformar al lector que no slo somos nosotros los que as pensamos, sinoque hay alguna autoridad en la materia, algn escritor clsico oclebre con el que compartimos puntos de vista. En todos estos casos lacita textual nos proporciona precisin y seguridad: no hay que olvidarque el cambio de una palabra, de un simple signo de puntuacin aveces, puede alterar por completo el sentido de lo que se expresa enuna oracin. Si bien las citas literales son, por todo lo anterior, tan importantes en un

    texto, ello no significa sin embargo que debamos exagerar su uso. Undesmedido nmero de citas, por lo general, da la impresin de ciertainseguridad, de que necesitamos constantemente apoyarnos en lasideas de otros y revela, por otra parte, una cierta falta de originalidad,particularmente cuando se trata de materias que son bien conocidas. Elresultado puede ser bastante negativo para el trabajo que hagamos,puesto que el lector, ya as mal predispuesto, encontrar adems que lalectura se le torna tediosa. Por supuesto, no hay una norma fija en cuanto al nmero ptimo de

    citas a intercalar en un texto. Lo prudente aqu es razonar en cadaocasin la necesidad de apelar a este recurso, teniendo en cuenta queexisten grandes diferencias de acuerdo a la materia tratada: no es lomismo, en tal sentido, un trabajo histrico que requiere de unfundamento para cada afirmacin que se haga, o un escrito filosfico

  • en el que deben criticarse con rigurosidad expresiones complejas, queuna obra sobre matemticas o fsica experimental. En caso de dudassiempre recomendamos al investigador o escritor poco experimentadoque recurra al ejemplo de trabajos que sean considerados comoespecialmente valiosos dentro de su campo de conocimientos. Ellospodrn darle una pauta ms concreta, atendiendo a los usos ycostumbres imperantes en cada disciplina, cada lugar y cada poca,puesto que es fcil comprobar la existencia de grandes variaciones alrespecto. La advertencia que acabamos de formular respecto a la exagerada

    cantidad de citas debe hacerse tambin en cuanto a la extensin decada una. Es bueno recordar aqu que una transcripcin textual valepor su sntesis, porque puede expresar clara y concisamente una ideaque nos resulta de inters. Por ello es imprescindible analizar bien el textoque estamos citando para encontrar los prrafos ms adecuados anuestros propsitos, sin caer en el vicio de trasladar largas e innecesariassecciones del texto original. Tampoco es aconsejable, por cierto, citarfragmentos inconexos, que pierden o alteran totalmente su sentidofuera del contexto en que fueron formulados. [V. al respecto las agudasconsideraciones que formula Juan Nuo en su artculo "Al arte de citar",El Nacional, 7/9/1985, pg. A-6.] Para indicar claramente a nuestros lectores que estamos utilizando

    material extrado de la bibliografa es preciso, rigurosamente, encerrarentre comillas las palabras que citamos. Debe prestarse especialcuidado a este detalle formal puesto que de otro modo estaremoscometiendo sencillamente un plagio, utilizando como si fueran n