¿como hacer un reportaje?

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Estrategia para escribir reportajes Elegir el tema del reportaje Selecciona el tema, es decir, un suceso, hecho oacontecimiento real que desees indagar para hacer tu reportaje porque lo consideras importante, actual y de interés para la sociedad o para un grupo social; en este caso, para tu comunidad escolar. Definir qué se va a escribir en el reportaje (hechos, ideas) Define el cómo lo harás. Una vez seleccionado el tema, será necesario que le des el enfoque, es decir, definas los aspectos relevantes que vas a trabajar sobre ese tema: qué vas a abordar del tema y para qué. Buscar antecedentes, sucesos y hacer interrogatorios son esenciales para la escritura del reportaje. Organizar la información Selecciona las fuentes que consultarás para recabar la información: testimonios verbales que expresen puntos de vista o juicios sobre el tema o asuntos que estás investigando; documentos o textos (publicaciones, boletines) que hablen sobre el contexto o los entornos relacionados con el asunto que trabajan, así como entrevistas, encuestas, observación directa, declaraciones, testimonios, documentos, comunicados, etcétera. Selecciona la información necesaria. Estructura Considera que tu reportajetenga un lead o entrada para atrapar la atención de los lectores y captar su interés; un cuerpo, en donde presentes la información o el desarrollo del tema con el fin de ampliar, complementar o profundizar en la información de

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Este documento te da varios pasos para hacer un excelente reportaje

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Page 1: ¿Como hacer un reportaje?

Estrategia para escribir reportajes

Elegir el tema del reportaje

Selecciona el tema, es decir, un suceso, hecho

oacontecimiento real que desees

indagar para hacer tu reportaje porque lo consideras importante,

actual y de interés para la sociedad

o para un grupo social; en este

caso, para tu comunidad escolar.

Definir qué se va a escribir en

el reportaje (hechos, ideas)

Define el cómo lo harás. Una vez

seleccionado el tema, será

necesario que le des el enfoque, es decir, definas los aspectos

relevantes que vas a trabajar sobre

ese tema: qué vas a abordar del

tema y para qué. Buscar antecedentes, sucesos y hacer

interrogatorios son esenciales para

la escritura del reportaje.

Organizar la información

Selecciona las fuentes que

consultarás para recabar la

información: testimonios verbales que expresen puntos de vista o

juicios sobre el tema o asuntos que

estás investigando; documentos o

textos (publicaciones, boletines)

que hablen sobre el contexto o los entornos relacionados con el

asunto que trabajan, así como

entrevistas, encuestas, observación

directa, declaraciones, testimonios, documentos, comunicados,

etcétera. Selecciona la información

necesaria.

Estructura

Considera que tu reportajetenga

un lead o entrada para atrapar la

atención de los lectores y captar su interés; un cuerpo, en donde

presentes la información o el

desarrollo del tema con el fin de

ampliar, complementar o

profundizar en la información de

Page 2: ¿Como hacer un reportaje?

una noticia (argumenta, expón

opiniones, encuestas, entrevistas, puntos de vista y testimonios) y

una conclusión o cierre de lo

investigado.

Escribir y revisar el borrador

(consultar manuales de ortografía)

Escribe tu primera versión del

reportaje. Si tienes dudas en el uso

de algunos términos, consulta

manuales de gramática, ortografía y puntuación. Revisa, con ayuda de

tus compañeros, todas las

versiones de tu reportaje.

Considera qué quieres comunicar del tema investigado, tanto para el

título como para las ideas clave

que deseas expresar, analizar y

ordenar.

Redactar la versión final

Presenta tu trabajo terminadoy

atiende las recomendaciones de tus

compañeros y de tu maestro, para mejorar el texto. De ser necesario,

corrige o reescribe el texto para su

versión final y publicación.

Page 3: ¿Como hacer un reportaje?

La Unesco sigue con atención los efectos del cambio

climático en los bienes de la Lista del Patrimonio Mundial,

protegidos por su extraordinario interés natural y cultural.

Por Eva van den Berg, noviembre de 2015

Por toda la geografía planetaria, deteriorando sus rincones más dispares de maneras muy

diversas. El imparable aporte de CO2 y de otros gases a la atmósfera acometido desde la

revolución industrial ha exacerbado los patrones históricos del clima. A la vez, las

actividades humanas, ya sean las llevadas a cabo en nombre de un progreso basado en el

consumo o las que persiguen la pura supervivencia, han causado un descenso en la

resiliencia de los ecosistemas. Un cóctel peligroso que hace ya años asoma su rostro en todos

y cada uno de los continentes, mientras que las tomas de decisiones necesarias son poco

contundentes, según advierten desde hace mucho tiempo los expertos de la comunidad

científica internacional.

La negación del fenómeno se considera en muchos casos un posicionamiento férreo de

quienes se enriquecen gracias a un mundo que se calienta. «Es difícil hacer entender algo a

una persona cuyo salario depende de no entenderlo», dijo en su día el escritor

estadounidense Upton Sinclair, mucho antes de que las alarmas climáticas empezasen a

sonar. Sin embargo, hoy organizaciones internacionales que están muy lejos de ser

calificadas de «ecologistas», como el Fondo Económico Mundial, el Banco Mundial e

incluso grandes petroleras, se hacen eco de esta preocupación que atenaza sus

intereses. Por no hablar del caso de las empresas aseguradoras de Estados Unidos que

recientemente se aliaron bajo el nombreSmarterSafer con grupos de consumidores y expertos

medioambientales para convertirse en un coro de voces unidas en favor de la responsabilidad

medioambiental y la exigencia de políticas que promuevan la seguridad frente a las catástrofes

naturales. La organización anima al Gobierno federal a «revisar cuanto antes sus protocolos

de rescate frente a los desastres cada vez más frecuentes y extremos causados por

el cambio climático originado por el hombre».

Y van en serio: si los Gobiernos no se preparan adecuadamente, los daños recaerán

sobre sus empresas. Por lo tanto, o se ponen las pilas o los demandarán si es

necesario.

Mientras, fenómenos como la desertificación, el deshielo de los polos, la deforestación,

el incremento de tormentas y tornados, las olas de calor, el aumento del nivel del mar y

la acidificación de los océanos, entre otras cosas, complican la vida al común de los

mortales y ponen en jaque nuestros tesoros más preciados: la estabilidad de los

ecosistemas, la biodiversidad y el legado que nuestros antepasados han ido acumulando

desde que el ser humano aprendió a crear y a construir con la vocación de perdurar.

Edificios y conjuntos históricos como la medina de Chinguetti, en Mauritania; las mezquitas y

los mausoleos de Timbuctú, en Mali; la ciudad de Venecia, o la zona arqueológica de Chan

Chan, en Perú, están deteriorándose a causa de diversos efectos espoleados por el aumento

de la temperatura media en el planeta. Frágiles ruinas, monumentos y yacimientos

Page 4: ¿Como hacer un reportaje?

arqueológicos que deben hacer frente a las adversidades del tiempo y a las condiciones

meteorológicas extremas. Riquezas irreemplazables, al igual que también lo es la naturaleza,

que nos ha dado la oportunidad de existir en este planeta excepcionalmente biodiverso en un

cosmos que, hasta donde hoy sabemos, es absolutamente yermo.

Uno de cada seis bienes naturales que ha inventariado la Unesco está amenazado por el

calentamiento global. Entre ellos, el Parque Nacional de Doñana, históricamente asediado

por una sobreexplotación de sus acuíferos que ya causó la pérdida de un centenar de

especies vegetales a lo largo del siglo pasado. Los escenarios previstos desde este momento

hasta 2050 no son muy halagüeños, pues si se confirma el aumento de temperaturas de entre

1,4 y 3,8 °C para aquella fecha –además de la reducción de las precipitaciones—, será muy

complicado preservar la sostenibilidad de la que es una de las áreas más biodiversas de

Europa.

El cambio climático atenaza también otro ecosistema insustituible y de una biodiversidad

excepcional, la Gran Barrera de Arrecifes australiana. Según la Unesco, este lugar es

particularmente sensible a cambios ambientales como son la subida del nivel del mar,

el aumento de la temperatura del agua, la contaminación generada por la escorrentía de

ciertos sedimentos, la frecuencia e intensidad de las tormentas, la circulación marina y

la acidificación. El blanqueamiento del coral es un fenómeno ya observado en la Gran

Barrera, donde se han dado episodios masivos en años récord de calor. Lo malo es que esos

picos térmicos son cada vez más habituales, y el daño podría ser irreversible hacia 2030.

Otros muchos bienes naturales de la Lista de la Unesco están en peligro. Entre ellos,

los glaciares de Argentina y Chile, constituidos por una masa de hielo que mengua

rápidamente; las islas Galápagos, en cuyas aguas la cadena trófica está afectada por la

subida de la temperatura; la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, en

México,donde el número de estos lepidópteros que llega cada otoño es cada vez menor. En

Europa, el mar de Wadden, uno de los últimos ecosistemas intermareales del planeta,

formado por dunas, estuarios y marismas, cobijo de multitud de aves marinas, acusa su

fragilidad tras los embates del clima en forma de inundaciones y tormentas.

Otros lugares del planeta padecen también las consecuencias de un modelo económico que

tiene los días contados. El estrés ambiental es colosal, así como la desigualdad entre los

seres humanos, intrínsecamente ligados al medio natural. Una transformación de grandes

dimensiones acabará imponiéndose, por las buenas o por las malas. Pero hay síntomas de

esperanza en el devenir de los acontecimientos. Un cambio importante es que, según

muchos indicadores, los combustibles fósiles han dejado de ser un negocio seguro.

Hasta la familia Rockefeller, que hizo su fortuna gracias al petróleo, abandonó el año

pasado este negocio para invertir en energías renovables. Un creciente número de

millonarios filántropos parece avanzar en la misma dirección. Como Tom Seyer, quien ha

prometido su apoyo financiero al candidato presidencial estadounidense que se comprometa

a implementar un modelo energético basado en un 50 % en renovables para 2030. La

reciente encíclica papal, conocida popularmente como la encíclica verde, también da que

pensar. Por primera vez un Sumo Pontífice ha dedicado íntegramente su comunicado a

temas medioambientales, con el cambio climático como eje central de su Laudato si’. Y lo

más rompedor es que convocó a la reconocida activista canadiense Naomi Klein, quien

Page 5: ¿Como hacer un reportaje?

acaba de publicar el libro Esto lo cambia todo: el capitalismo versus el clima, a la

presentación de la encíclica ante la prensa. Klein sugirió al Vaticano que hiciese con su

dinero lo mismo que Rockefeller. Parece que desinvertir en combustibles fósiles es una

medida de presión en alza. Cuando, además de eso, destinar el gran peculio a las energías

renovables sea un buen negocio, parte del problema estará solucionado.

Mientras tanto, hagamos lo posible para que nuestro Patrimonio Mundial, sea natural,

cultural o mixto, perdure más allá de nuestras efímeras vidas. Podríamos empezar a

plantear planes de conservación y gestión del medio a escala geológica, más que nada para

contrarrestar un cortoplacismo al que nos hemos aferrado desde hace demasiado tiempo.