como anunciar el evangelio de jesus.pdf

Como anunciar el evangelio de Jess. Jess Arturo Figueroa Quiroga.

Como anunciar El Evangelio de JESS

Jess Arturo Figueroa Quiroga.


2

Jess Arturo Figueroa Quiroga.

ISBN:

Portada:

Diagramacin:


3

A los que buscan El Reino de Dios y su Justicia


4

PROLOGO

En este corto estudio intentar mostrar el camino de la evangelizacin bajo la orientacin del Espritu Santo con capacidad para transformar vidas. Con este nuevo libro ofrezco a la comunidad cristiana una herramienta inspirada en las propuestas bblicas para hacer realidad la Gran Comisin al estilo de Jess. Porque creo que el ministerio viene de Dios, despus de experimentar el sacerdocio catlico, presento mi nombre para el Nuevo Pacto.1 Porque 16No me elegisteis vosotros a m, sino que yo os eleg a vosotros, y os he puesto para que vayis y llevis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, l os lo d. (Juan 15:16)

El autor.

1 Mateo 4:19


5

INTRODUCCIN.

En las siguientes lneas encontrar una serie de reflexiones inspiradas en la Biblia, que ofrecen cierta claridad en aquello que tiene que ver con el ejercicio de la evangelizacin en la iglesia cristiana.

El Seor Jess sigue enseando por medio del Espritu Santo, y revela los secretos escondidos de la sabidura y el conocimiento para consolidar ministerios que transformen vidas, haciendo posible el Reinado de Dios entre los hombres.

En este libro encontrar la estrategia del Espritu Santo para hacer de su misin un ministerio transformador. El mtodo que utiliz Jess y sus seguidores para consolidar la iglesia de Cristo. Y como a Pablo, ahora tambin le dice a usted: levntate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me aparecer a ti, 17librndote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envo, 18para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satans a Dios; para que reciban, por la fe que es en m, perdn de pecados y herencia entre los santificados. (Hechos 26:16-18)


6

UNA REVELACION.

El tema de la evangelizacin en la iglesia cristiana generalmente se ha definido como la misin para llevar el mensaje de Cristo y penetrar el evangelio en todas las culturas.

La evangelizacin ha sido la tarea fundamental de los seguidores de Jess, desde su identidad eclesial, cualquiera que esta sea: catlica, ortodoxa, protestante, y todas las expresiones consideradas cristianas.

El anuncio del evangelio se ha realizado de muchas maneras: bajo las orientaciones bblicas y otras tantas muy lejos de stas; desde la clandestinidad y desde la oficialidad, de forma pacfica y violenta, por amor y por rivalidad, respetando la cultura local e ignorndola o subestimndola, por una visin salvfica y por una visin econmica, como una posibilidad para servir o para acrecentar el podero religioso.

El anuncio del evangelio de Dios es una tarea ineludible de todo discpulo de Jess, ms an cuando ste es portador de un ministerio relacionado con el liderazgo de la iglesia.

Independientemente de la tarea que desempee un miembro en la iglesia, est llamado a anunciar el


7

evangelio. Es la posibilidad real de que la iglesia crezca, se nutra y fortalezca con la llegada de muchos miembros, para hacerla sostenible y solvente, imagen del reino de Dios, llevando adelante una visin revelada.

Pero Cmo evangelizar? Es saludable preguntarse: Qu resultados ha alcanzado su mtodo de evangelizacin? Hay claridad del proceso que se debe seguir para realizar una evangelizacin efectiva? Cules son los referentes bblicos de su forma de evangelizar?

Por la importancia que reviste el tema, considero oportuno realizar estas reflexiones guardando fidelidad a la inspiracin Bblica y al Espritu Santo como protagonista de la Evangelizacin.

En ese sentido, el primer texto iluminador a la hora de pensar en el tema de la evangelizacin es escuchar las palabras del mismo Jess cuando se refiere a las ovejas (en lenguaje espiritual) y la forma de entrar en el redil. Estas palabras son presentadas en el evangelio de Juan 10 1:16 Ciertamente les aseguro que el que no entra por la puerta al redil de las ovejas, sino que trepa y se mete por otro lado, es un ladrn y un bandido. 2 El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. 3 El portero le abre la puerta, y las ovejas oyen su voz. Llama por nombre a las ovejas y las saca del redil. 4 Cuando ya ha sacado a todas las que son suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen


8

porque reconocen su voz. 5 Pero a un desconocido jams lo siguen; ms bien, huyen de l porque no reconocen voces extraas.6 Jess les puso este ejemplo, pero ellos no captaron el sentido de sus palabras. 7 Por eso volvi a decirles: Ciertamente les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que vinieron antes de m eran unos ladrones y unos bandidos, pero las ovejas no les hicieron caso. 9 Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, ser salvo. Se mover con entera libertad, y hallar pastos. 10 El ladrn no viene ms que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su *vida por las ovejas. 12 El asalariado no es el pastor, y a l no le pertenecen las ovejas. Cuando ve que el lobo se acerca, abandona las ovejas y huye; entonces el lobo ataca al rebao y lo dispersa. 13 Y ese hombre huye porque, siendo asalariado, no le importan las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a m, 15 as como el Padre me conoce a m y yo lo conozco a l, y doy mi vida por las ovejas. 16 Tengo otras ovejas que no son de este redil, y tambin a ellas debo traerlas. As ellas escucharn mi voz, y habr un solo rebao y un solo pastor.

De cierto, de cierto os digo: yo soy la puerta de las ovejas dice Jess. Pienso que este es el texto revelador de la misin evangelizadora. Es la condicin sine qua non del proyecto evangelizador.


9

Antes y despus de este libro se ha escrito y se escribir mucho sobre evangelizacin y mtodos para crecer como iglesia; para ganar ms adeptos y fortalecer la iglesia. Sin embargo este libro no tiene como fin mostrarle un camino para que la iglesia crezca en miembros. El crecimiento de la iglesia es un asunto exclusivo de Jess, de su manifestacin maravillosa, de su accin salvfica y sobre natural transformando vidas y realizando signos extraordinarios. Recuerde que el libro de los Hechos de los Apstoles registra una gran cantidad de personas que se convirtieron por la predicacin de Pedro ante el signo maravilloso de la sanidad de un cojo de nacimiento a la entrada del templo (Hechos 4:4). El tema de este libro hace evidente una serie de textos reveladores sobre evangelizacin para realizar el ejercicio de evaluar el mtodo que se est utilizando en la iglesia.

Si Jess dice: yo soy la puerta del redil, es necesario prestar suficiente atencin a las implicaciones de dicha afirmacin. Solo a travs de Jess podemos acceder al redil de las ovejas. Solo l nos permite el acceso a todo aquello que el Padre le ha dado. En ese sentido, el autntico proceso de evangelizacin pasa a travs de Jess, con su consentimiento, respaldo y direccin. Todo lo dems que se haga a nombre de la evangelizacin sin tener en cuenta a Jess, refleja el comportamiento del ladrn, que no entra por la puerta, y llega a robar, matar y destruir. El objetivo fundamental del encuentro con Jess es


10

experimentar una vida en abundancia; una vida plena de la presencia del Espritu de Dios habitando en la interioridad del corazn humano, gobernando todos los pensamientos, intenciones y acciones; haciendo realidad la experiencia de una nueva creatura, de una transformacin plena.

No hay verdadera evangelizacin si procede de espaldas a las orientaciones de Jess. Podramos hablar de adoctrinamiento, cristianizacin o adhesin a las filas de una determinada iglesia por medio de la tradicin o la afiliacin porque se nace en determinado sistema religioso. Incuso aquellas personas que cambian de iglesia por conflictos con los lderes o pastores, si no realizan un autentico proceso evangelizador, no expresan un mejor nivel de crecimiento espiritual.

El encuentro con Jess es fundamental en el tema de la evangelizacin. Y la razn de aquello radica en que solo una persona transformada, que experimenta la accin del Espritu de Dios en su vida, tiene la suficiente autoridad para hablar de su propia transformacin y del protagonista. Por eso los apstoles en su predicacin siempre utilizan la expresin: lo que hemos visto y odo, lo que hemos vivido, es lo que os anunciamos. Aqu puede estar la razn por la que muchos miembros de la iglesia no se mueven a evangelizar. Recuerde la famosa sentencia: De la riqueza del corazn habla la boca. En ese sentido, la consecuencia inmediata de una autntica transformacin personal


11

debe ser testificada en un proceso evangelizador, teniendo en cuenta algunos criterios bblicos que lo ayuden a realizar ese propsito, de lo contrario corre el riesgo de estropear la buena misin.

Los invito a reflexionar en un texto inspirador que permite mirar con claridad un modelo de evangelizacin presentado por la Biblia y que muchas veces no lo hemos captado suficientemente. Escasamente se utiliza el nombre del dicono para disear un plan de evangelizacin, pero que en la prctica no se tiene en cuenta su propuesta de fondo.


12

TEXTO INSPIRADOR

26Un ngel del Seor habl a Felipe, diciendo: Levntate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusaln a Gaza, el cual es desierto. 27Entonces l se levant y fue. Y sucedi que un etope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y haba venido a Jerusaln para adorar, 28volva sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaas. 29Y el Espritu dijo a Felipe: Acrcate y jntate a ese carro. 30Acudiendo Felipe, le oy que lea al profeta Isaas, y dijo: Pero entiendes lo que lees? 31El dijo: Y cmo podr, si alguno no me enseare? Y rog a Felipe que subiese y se sentara con l. 32El pasaje de la Escritura que lea era este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, As no abri su boca. 33En su humillacin no se le hizo justicia; Mas su generacin, quin la contar? Porque fue quitada de la tierra su vida.c 34Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: de quin dice el profeta esto; de s mismo, o de algn otro? 35Entonces Felipe,

c c 8.3233: Is. 53.78.


13

abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunci el evangelio de Jess. 36Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aqu hay agua; qu impide que yo sea bautizado? 37Felipe dijo: Si crees de todo corazn, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 38Y mand parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautiz. 39Cuando subieron del agua, el Espritu del Seor arrebat a Felipe; y el eunuco no le vio ms, y sigui gozoso su camino. Hechos de los Apstoles. Captulo 8: 26-40 2

2Reina Valera Revisada (1960). 1998 . Sociedades Bblicas Unidas: Miami. (Todos los textos aqu citados son tomados de la versin Reina Valera)


14

1.- DIOS ES EL PROTAGONISTA DE LA MISION. (La invitacin a participar de un ministerio proviene de Dios) Un ngel del Seor habl a Felipe, diciendo: (Hechos 8:26) La Biblia tiene suficientes datos para ensearnos que Dios, cuando tiene un propsito, comunica su mensaje a los hombres. En esta comunicacin el protagonista es Dios, por lo tanto, no es el hombre el que la provoca, sino la necesidad de Dios para dar a conocer su mensaje. A pesar de esto, encuentro que Dios responde al hombre que lo busca insistentemente con corazn limpio. 7Y acaso Dios no har justicia a sus escogidos, que claman a l da y noche? Se tardar en responderles? (Lucas. 18: 7) En el caso de Felipe, con un ministerio reconocido y ungido por la comunidad apostlica bajo la eleccin del Espritu Santo, encontramos los elementos clave a la hora de reflexionar en el ejercicio ministerial dentro de la Iglesia. Felipe recibe directamente del Espritu de Dios una misin para cumplir. Esto garantiza la efectividad de su ministerio. No se trata de movimientos subjetivos del corazn o respuestas personales a la


15

Palabra escrita o la necesidad de una Iglesia de cumplir un mandato, aunque ste provenga de Jess, sea una necesidad fundamental en la Iglesia o el mandato se reciba nicamente por la comunidad de creyentes. Todo ministerio diseado en la Biblia es una respuesta del Espritu Santo a la necesidad de la Iglesia y el pueblo que no conoce a Dios, con el objetivo de cumplirse el propsito divino. Y como respuesta del Espritu Santo es, por lo tanto, un don gratuito, una eleccin de Dios, antes que de la persona o la comunidad. Ministerio es sinnimo de servicio, y ste solo existe en cuanto se identifica una necesidad y hay suficiente fe para creer que Dios puede generar una respuesta. En este sentido, el Espritu Santo cuando se manifiesta como don o ministerio, est respondiendo a una necesidad fundamental de la Iglesia o de la persona que siente comprometerse con Dios en su proyecto salvfico. En todos los casos, Dios siempre es el protagonista. Cuando un ministerio se ejerce por fuera de estos criterios, ciertamente, no proviene de Dios; aunque sucedan cosas extraordinarias. Es importante detenerse a pensar en las necesidades de la iglesia y de todos los hombres, como lugar privilegiado para la respuesta del Espritu Santo. El siguiente paso es creer que Dios puede hacer algo


16

para transformar esa realidad. Entonces surge el ministerio: el don. Cuando no se necesita nada, no hay posibilidad de que el Espritu Santo acte3. En este sentido, el don de Dios se realiza en la necesidad del hombre que busca con fe una respuesta. Dios responde al corazn necesitado como la lluvia a la tierra reseca, sin agua. Pero es importante comprender que cuando las necesidades estn perfectamente identificadas en la iglesia y en los hombres, entonces la respuesta de Dios es contundente, fcil de reconocer, y adems, llega pronto. Pero cuando no existe capacidad para identificar las necesidades, entonces Dios puede responder en mil circunstancias pero nadie alcanza a interpretar sus mensajes y, por lo tanto, se pierde sus beneficios o dones porque caen al borde del camino: no lo entienden. Las bienaventuranzas son un programa desde la necesidad, y los milagros que Jess realiza son a favor de los que en la necesidad tienen fe; por eso

3 9Y me ha dicho: Bstate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriar ms bien en mis debilidades, para que repose sobre m el poder de Cristo. 3 10Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy dbil, entonces soy fuerte.3 (2Corintios 12:9)


17

dir que el sano no necesita del mdico y lo difcil de la entrada de los ricos en el Reino de los cielos porque ellos pretenden demostrar que no tienen necesidad de nada. El Apstol Pablo, cuando escribe a la comunidad de los corintios, nos instruye en el tema de los dones espirituales: 1No quiero, hermanos, que ignoris acerca de los dones espirituales.(1 Corintios. 12: 1). Los dones espirituales son manifestacin del Espritu Santo. Es decir, el Espritu Santo se manifiesta como don para el servicio: Pero a cada uno le es dada la manifestacin del Espritu para provecho. (1 Corintios. 12: 7) Y la manifestacin del Espritu, en el contexto citado, no es otra cosa que los dones espirituales. El Espritu Santo se manifiesta en diversidad de dones: 4Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espritu es el mismo. (1 Corintios. 12: 4). Los dones o ministerios son repartidos conforme al querer del Espritu Santo para el servicio de la Iglesia, como respuesta a sus necesidades o carencias: 8Porque a ste es dada por el Espritu palabra de sabidura; a otro, palabra de ciencia segn el mismo Espritu; 9 otro, fe por el mismo Espritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espritu. 10 a otro, el hacer milagros; a otro, profeca; a otro, discernimiento de espritus; a


18

otro, diversos gneros de lenguas; y a otro, interpretacin de lenguas. 11Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espritu, repartiendo a cada uno en particular como l quiere.a (1 Corintios. 12: 8-11) Ciertamente el ministerio debe ser visto como don, un regalo gratuito del Espritu Santo para el servicio de la comunidad. Proviene de Dios y l mismo lo perfecciona en los hombres: 7del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado segn la operacin de su poder. (Efesios. 3: 7). Los ministerios no son capacidades de los hombres al servicio de una comunidad, porque en ese sentido el Espritu Santo no tiene nada que hacer all. El fundamento del ministerio no es la persuasin o sabidura de los hombres, sino por el contrario, la manifestacin del poder de Dios por el Espritu Santo. As se debe fundamentar nuestra fe: en la manifestacin del poder de Dios: 4y ni mi palabra ni mi predicacin fue con palabras persuasivas de humana sabidura, sino con demostracin del Espritu y de poder, 5para que vuestra fe no est fundada en la sabidura de los hombres, sino en el poder de Dios. (1 Corintios. 2: 4-5).

a a 12.411: Ro. 12.68.


19

Adems, la sabidura de los hombres se contrapone a la sabidura de Dios expresada en las Escrituras. Cuando se ignora las Escrituras estamos expuestos a cometer errores. Jess lo expres claramente: 29Entonces respondiendo Jess, les dijo: Erris, ignorando las Escrituras y el poder de Dios.(Mateo. 22: 29). El tiempo del Espritu Santo est marcado por la manifestacin del poder de Dios. Todo ministerio que no se mueve en esta dimensin es invencin de los hombres y corre el riesgo de traicionar el verdadero sentido del propsito de Dios. Por eso es necesario preguntarse si nuestro ministerio nace del nuevo pacto, no de la letra ni de la ley, sino del Espritu: 4Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; 5no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, 6el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto,b no de la letra, sino del espritu; porque la letra mata, mas el espritu vivifica. (2 Corintios. 3: 4-6) Ideas principales. 1.- Dios se comunica con el hombre sin importar su

condicin. 2.- Dios se comunica para dar a conocer un

propsito, hacer promesas, responder a las

b b 3.6: Jer. 31.3134.


20

necesidades cuando se lo invoca, librar del peligro, encargar una misin, emitir un juicio, cambiar una decisin personal.

3.-Dios se comunica respondiendo a los pensamientos de los hombres.

4.- El ministerio es un don del Espritu Santo. 5.- El ministerio se dona para servir. 6.- Los dones o ministerios son manifestaciones del

Espritu Santo. 7.- El don o cualidad humana, en trminos de

ministerio, es un regalo gratuito de Dios. 8.- En el ministerio el protagonista es el poder de

Dios. 9.- La competencia del ministerio viene de Dios. 10.-La persuasin del ministro no es lo

fundamental sino la manifestacin del poder por el Espritu Santo.

11.- Ministros competentes de un nuevo pacto. 12.-Es indispensable identificar las necesidades de

la iglesia y de los hombres para entender el mensaje que Dios ofrece por medio de los dones del Espritu Santo.


21

2.- EL IMPERATIVO DE LEVANTARSE E IR. 26Un ngel del Seor habl a Felipe, diciendo: Levntate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusaln a Gaza, el cual de desierto. (Hechos 8:26) Es apenas lgico entender que la orden de levantarse se remite a la circunstancia de estar en el lecho, sentado, postrado o cado. Sin embargo es preciso prestar suficiente atencin a la profundidad del trmino para comprender el propsito autntico de dicho imperativo. Cuando Dios comunica su mensaje a los hombres con el nimo de iniciar un proceso de amistad, lo primero que hace en el ser humano es levantarlo del sueo o la situacin en que se encuentra. Dios invita al ser humano, de una manera urgente, a moverse en la realizacin del mensaje que lleg a su corazn. Dios utiliza por primera vez el trmino levntate con Abraham, despus de haberle prometido entregar la tierra por herencia4. Es decir 4 14Y Jehov dijo a Abram, despus que Lot se apart de l: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde ests hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. 15Porque toda la tierra que ves, la dar a ti y a tu descendencia para siempre. 16Y har tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, tambin tu descendencia ser contada. 17Levntate, ve por la tierra a lo


22

que la promesa de bendicin de Dios, empieza en ese primer gesto de levantarse. De lo contrario Dios buscar otra persona para realizar su propsito. Pero pensemos un poco ms en los alcances del trmino levantarse. En primera instancia significa moverse del lugar o situacin inicial en que la persona se encuentra al recibir el mensaje. Abraham, para dar cumplimiento a este llamado tuvo que remover su tienda y cambiar de morada. En trminos generales, la invitacin de Dios lo motiv a iniciar ese movimiento. La motivacin a participar en el ministerio empieza en la respuesta de Dios a una necesidad que se transforma en anhelo, clamor, pedido, ruego; pero es un ofrecimiento que tiene la capacidad para sacar al hombre de su indiferencia y moverlo a levantarse. La promesa que Dios hace a Abraham se encuentra estrechamente vinculada con la incapacidad de tener hijos: una gran descendencia. Y es apenas lgico entender que la tierra que le promete garantizar el bienestar de la abundante descendencia prometida.

largo de ella y a su ancho; porque a ti la dar. (Gnesis 13:14-17)


23

La tierra y la descendencia se encuentran perfectamente vinculadas entre s, auto-implicadas en la promesa de Dios. Sera incorrecto ofrecer una tierra de las proporciones mencionadas a un hombre sin descendencia. O de igual forma, prometer una gran descendencia a alguien sin tierra. En este sentido, si Dios promete ampliar la descendencia, l mismo dar la posibilidad de que los hijos tengan todo lo necesario en una tierra espaciosa. El mismo caso se constata en los ministerios que Dios ofrece a los hombres y mujeres que elige. Siempre da la capacidad para realizarlos: su poder, uncin y respaldo. Es importante considerar que frente a la invitacin de levantarse, muchas veces se atraviesan factores que detienen una respuesta inmediata. Generalmente el temor se impone al hombre cuando ste trata de responder al llamado de Dios5.

5 1Jehov dijo a Josu: No temas ni desmayes; toma contigo toda la gente de guerra, y levntate y sube a Hai. Mira, yo he entregado en tu mano al rey de Hai, a su pueblo, a su ciudad y a su tierra. 5 (Josu 8:1)


24

El profeta Jeremas recibe de Dios una palabra de aliento para que no tema y cumpla la misin encomendada6. La Biblia nos ensea que por medio de la confianza se desplaza el temor. Es decir que el temor llega cuando no hay suficiente confianza o fe. El ciego Bartimeo, a pesar de tener gran necesidad de recuperar su visin, y de la insistente peticin a Jess de mostrar misericordia, recibe una palabra de confianza que ahuyenta todo temor7. El texto revela que el miedo se impone a la necesidad y al fundamento Bblico-Teolgico de aquella afirmacin de Bartimeo: Jess Hijo de David. Cuando no hay la suficiente confianza en Dios no es suficiente la plataforma Bblico-Teolgica del ministro que anhela una manifestacin de Dios como gracia o favor, uncin o respuesta. 6 17T, pues, cie tus lomos, levntate, y hblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos, para que no te haga yo quebrantar delante de ellos. 6 (Jeremas 1:17) 7 49Entonces Jess, detenindose, mand llamarle; y llamaron al ciego, dicindole: Ten confianza; levntate, te llama. 50El entonces, arrojando su capa, se levant y vino a Jess. 7 (Marcos 10:49-50)


25

Un principio que debe aplicar el ministro es crear confianza en la gente de que Dios responder a sus necesidades por la fe que tienen. Esa respuesta tendr como fin fortalecer la fe de la comunidad. Y esto solo es posible cuando se confa en el poder de Dios, cuando se ha experimentado su presencia y capacidad para transformar la vida personal del ministro. Dios fortalece la confianza de sus ministros por medio de acciones poderosas en sus vidas8. La confianza se cultiva en respuestas constantes de Dios a los hombres, a travs de su presencia, poder y bendicin9; y de los hombres a Dios por medio

8 8Con l est el brazo de carne, mas con nosotros est Jehov nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequas rey de Jud.8 (2 Crnicas 32:8)

9 7 A fin de que pongan en Dios su confianza, Y no se olviden de las obras de Dios;.. (Salmo 78:7) 26 En el temor de Jehov est la fuerte confianza; Y esperanza tendrn sus hijos. (Proverbios 14:26) 7Bendito el varn que confa en Jehov, y cuya confianza es Jehov. 8Porque ser como el rbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echar sus races, y no ver cuando viene el calor, sino que su hoja estar verde; y en el ao de sequa no se fatigar, ni dejar de dar fruto.9 (Jeremas 17: 7-8)


26

del Amor (Temor), obediencia a sus orientaciones10. La confianza del ministro se fortalece en la certeza del poder de Dios, de tener claro que el protagonismo en su tarea pertenece al Espritu Santo. Por eso la Biblia nos ensea, en boca de Jess, que cuando se cree todo es posible11 porque la confianza est puesta en Dios que todo lo puede.12 De esta forma Dios establece en la tierra ministerios poderosos. Ideas principales. 1.- Dios levanta sus ministerios. 2.- Un ministro levantado es garanta de la misin

encomendada por Dios.

10 6 No es tu temor a Dios tu confianza?No es tu esperanza la integridad de tus caminos? (Job 4:6)

11 Marcos 9:23 12 27Entonces Jess, mirndolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. (Marcos 10: 27)


27

3.- La confianza o fe en el mandato de Dios es la fuerza que mueve al ministro para realizar su misin.

4.- El poder de Dios fortalece la confianza del ministro para emprender el ministerio.

5.- El temor es el principal obstculo para responder al llamado de Dios.

6.- El camino del sur, que es desierto, es el camino del acontecer del ser humano en su contexto, casi siempre expuesto a todos los peligros o acechanzas del enemigo.


28

3.- OBEDIENCIA AL ENVO. 27Entonces l se levant y fue. (Hechos 8: 27) La accin inmediata de levantarse es encaminarse en la direccin indicada para realizar lo que Dios ordena. Se trata de ejecutar la orden de Dios, dar el primer paso; y todo esto se hace como actitud de obediencia13. No debe existir cuestionamientos de cmo Dios respaldar lo que ha prometido. Cuando se intenta buscar razones o esperar a que las condiciones sean favorables, los ministros se quedan esperando y no ser realiza la misin. Los ministros deben entender que Dios no da cuenta de sus razones, auque su propsito ya lo ha revelado. Cuando el ministerio no se da desde estos dos anteriores presupuestos, es intil emprender un viaje ministerial porque en l no est la mano de Dios. Aunque esos ministerios puedan tener buena acogida en la gente, en ellos el protagonismo no pertenece al Espritu Santo.

13 27Despus de estas cosas sali, y vio a un publicano llamado Lev, sentado al banco de los tributos pblicos, y le dijo: Sgueme. 28Y dejndolo todo, se levant y le sigui. (Lucas 5: 27-28)


29

A lo largo de la Biblia encontramos la respuesta obediente de muchos hombres y mujeres que hicieron conforme a lo mandado por Dios, y hallaron gracia ante sus ojos. Es importante resaltar en cada caso la actitud de obediencia para fortalecer la reflexin que nos ocupa y encontrar mayores elementos que permitan consolidar los fundamentos teolgicos, Bblicos y Pastorales del ministerio bajo la direccin del Espritu Santo. Si nos encontramos con No, l recibe rdenes bastante precisas y ningn cuestionamiento de su parte; a pesar de que no entenda nada, ni tena experiencia alguna en aquello de construir Arcas, obedece prontamente la palabra de Dios14. Y por esa obediencia encontr gracia ante los ojos de Dios15. No no se desanim por las crticas de quienes lo observaban construir un Arca en tierra seca. Aunque la mayora de su regin pensaba de manera contraria, No fue obediente a la orden de Dios.

14 22Y lo hizo as No; hizo conforme a todo lo que Dios le mand. (Gnesis 6:16)

15 8Pero No hall gracia ante los ojos de Jehov. (Gnesis 6:8)


30

De este pasaje Bblico rescatamos lo siguiente: 1.- El protagonismo en todo ministerio viene de Dios. El Arca no se construye por imaginacin de No, sino por mandato expreso de Dios, con especificaciones precisas. 2.- Los ministerios de Dios no se fundan en las capacidades de los hombres. Dios no tiene en cuenta las capacidades de las personas para llamarlas a un ministerio. El las capacita desde el momento de su llamada, y con la respuesta se perfecciona dicha capacidad. No no tena conocimiento en aquello de construir arcas. 3.- La obediencia a la Palabra de Dios trae consigo la capacidad para hacerle frente a todo desnimo y en la perseverancia se realiza la obra de Dios. 4.- La actitud de No, inicialmente no fue cuestionar a Dios de cmo se realizara dicha obra, sino que obedece prontamente. 5.- Cuando se reconoce el protagonismo de Dios en la obra, no hay temor que pueda impedir la realizacin de la misin, y se fortalece la confianza en Dios, porque l lleva a buen trmino lo que empieza. 6.- Cuando Dios entrega un encargo, l mismo dispone del presupuesto y lo necesario para su realizacin.


31

7.- Otro elemento que es importante rescatar para el ministerio es la actitud de No frente al pedido de Dios; l acta en silencio, no necesita proclamar a nadie que tiene un llamado de Dios. 8.- Y Dios establece su pacto (cumple su promesa) por la obediencia de No, alcanzando a las futuras generaciones.16 En el caso de Abrahn17 encuentro elementos importantes en el tema de la obediencia al envo dado por Dios. Para Abraham, contrario al caso de No, nada era claro, l no saba dnde ira, cul sera la tierra de su destino. Sin embargo la obediencia a la promesa

16 8Y habl Dios a No y a sus hijos con l, diciendo: 9He aqu que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes despus de vosotros; 10y con todo ser viviente que est con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que est con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra. (Gnesis 9:8-10) 17 1Pero Jehov haba dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostrar.a 2Y har de ti una nacin grande, y te bendecir, y engrandecer tu nombre, y sers bendicin. 3Bendecir a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldecir; y sern benditas en ti todas las familias de la tierra.b 4Y se fue Abram, como Jehov le dijo; y Lot fue con l. Y era Abram de edad de setenta y cinco aos cuando sali de Harn. (Gnesis 12:1-4)


32

de que Dios le mostrara la tierra a la que lo llevara, fue suficiente para salir del lugar en que se encontraba y caminar bajo su orientacin. Abraham tena la certeza de que al dar el primer paso en una direccin equivocada, Dios se manifestara para revelarle el camino correcto. Y as sucedi, nunca temi tomar un camino errado porque saba que Dios estaba con l. Este principio del ministerio es importante a la hora de responder al llamado, aunque las cosas no estn bien claras. Cuando existe el llamado de Dios es necesario dar el primer paso con la certeza de que enseguida se recibir evidencias para caminar en sentido correcto. Otro componente de reflexin para el ministerio, de la experiencia de Abraham, es la capacidad que tiene para renunciar a toda seguridad que le ofrece la casa paterna y las condiciones de bienestar. Salir de la propia tierra significa renunciar a los derechos de pertenecer a un territorio con todos los beneficios que esto representa. Cuando Felipe es enviado por un ngel del Seor, se le advierte que es camino del desierto18, y sin embargo Felipe nunca pregunta a qu ni a quin ira, l simplemente obedece.

18 26Un ngel del Seor habl a Felipe, diciendo: Levntate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusaln a Gaza, el cual es desierto. (Hechos 8:26)


33

En el caso de Abraham encuentro un nuevo elemento en el tema del ministerio. La obediencia se da en un proceso que dura toda la vida. Despus de recibir la promesa de la descendencia en la persona de Isaac su hijo, Dios le pide sacrificarlo, y Abraham no duda en hacerlo. Sin embargo Dios, por la obediencia de Abraham, le entrega a su hijo y con l la promesa de la bendicin abundante.19 Esto quiere decir que los dones que Dios entrega a sus ministros solo le pertenecen a l y es necesario estar dispuestos a devolverlos cuando Dios los requiera. Es preciso entender la actitud de Job cuando afirma: El seor me lo dio, el Seor me lo quito, bendito el nombre del Seor (Job 1:21) En el caso de Moiss, la obediencia no es inmediata, y eso trae consecuencias para su ministerio. Dios de todos modos realiza su propsito, pero Moiss no logra participar de la promesa final.

19 15Y llam el ngel de Jehov a Abraham por segunda vez desde el cielo, 16y dijo: Por m mismo he jurado, dice Jehov, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu nico hijo; 17de cierto te bendecir, y multiplicarc tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que est a la orilla del mar;d y tu descendencia poseer las puertas de sus enemigos. 18En tu simiente sern benditas todas las naciones de la tierra,e por cuanto obedeciste a mi voz. 19Y volvi Abraham a sus siervos, y se levantaron y se fueron juntos a Beerseba; y habit Abraham en Beerseba. (Gnesis 22: 15-19)


34

En el relato del captulo 13 del Libro Primero de los Reyes, la obediencia a las Palabras de Dios est por encima de los beneficios materiales que puedan existir. Es decir que la bendicin que proviene de Dios no se debe perder a cambio de bienes materiales transitorios. Cuando existe suficiente carcter en este campo, el ministerio es solidificado en el poder y respaldo de Dios, abriendo grandes posibilidades de bendicin y apoyo. El Salmo 119 es una gua bblica de la obediencia. Jess nos ofrece el componente clave para que la obediencia sea una actitud permanente en todo ministro. Se trata del amor como actitud que mueve a la obediencia: Si me amis, guardad mis mandamientos. (Juan 14:15). Y este es el amor, que andemos segn sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andis en amor, como vosotros habis odo desde el principio. (2 Juan 6)

El tema de la obediencia en la revelacin bblica atraviesa toda la historia de la salvacin: la propuesta de Dios para mantener comunin con el hombre y entregarle sus promesas.

Sin embargo, el hombre desde sus orgenes ha rechazado la propuesta de Dios siguiendo las orientaciones de su corazn y dejndose seducir por propuestas ajenas a su proyecto.

El hombre, en ejercicio de su libertad y la bsqueda constante de sentido, se ha expuesto al peligro de


35

perder la dignidad e identidad (imagen) en que fue creado.

La base de un ministerio que se funda en el Espritu Santo empieza en el nuevo nacimiento, como aceptacin del sacrificio de Cristo y su accin trasformadora de la condicin humana, con el necesario proceso de arrepentimiento, conversin y obediencia a la accin de Dios que va imprimiendo el carcter de Cristo.

Siempre que haya disposicin del hombre para dejarse transformar por Dios, un nuevo pacto es posible20. Y l contest: He aqu, yo hago pacto delante de todo tu pueblo; har maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nacin alguna, y ver todo el pueblo en medio del cual ests t, la obra de Jehov; porque ser cosa tremenda la que yo har contigo. (xodo 34:10)

Ideas principales. 1.- El ministro no debe cuestionar el envo de Dios. 2.- La obediencia pronta del ministro garantiza el

xito del ministerio. 3.- El amor mueve a la obediencia en el ministerio.

20 xodo 34: 8-10.


36

4.- La obediencia es la estrategia de Dios para establecer su comunin con los hombres y hacerlos partcipes de sus bendiciones.

5.- Es necesario estar dispuestos a renunciar a los propios beneficios, seguridades o garantas que ofrece el mundo.

6.- Es importante exponerse a la accin amorosa de Dios, a su respaldo y direccin.

7.- El primer paso es necesario para constatar la direccin de Dios, su amorosa correccin y su compaa constante.

8.- Dios empieza a orientar cuando el ministro empieza a caminar en direccin a la misin encomendada.

9.- Siempre que haya disposicin del hombre para dejarse moldear por Dios, un nuevo pacto es posible.


37

4.- OBEDIENCIA POR FE. 27Entonces l se levant y fue. El relato no menciona la misin a realizar ni el lugar donde llegar. Estas dos caractersticas del texto, cuyo factor comn expresa un moverse en la incertidumbre, nos remiten estrictamente al tema de la fe. En el campo de la fe no hay lugar para dudar21, pensar22, temer23, desanimarse24 o preguntar25. Una de las grandes tentaciones del ministro es preguntarle o pedirle seales a Dios el por qu, cmo o cundo realizar el ministerio.

21 Al momento Jess, extendiendo la mano, asi de l, y le dijo: Hombre de poca fe! Por qu dudaste? (Mateo 14:31) 22 Y entendindolo Jess, les dijo: Por qu pensis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenis pan? (Mateo 16:8) 23 El les dijo: Por qu temis, hombres de poca fe? Entonces, levantndose, reprendi a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. (Mateo 8:26) 24 Pero Jess, volvindose y mirndola, dijo: Ten nimo, hija; tu fe te ha salvado. (Mateo 9:22) 25 Y uno de ellos, intrprete de la ley, pregunt por tentarle, (Mateo 22:35)


38

En el contexto bblico, desde el horizonte de la fe, no es posible preguntar a Dios sus razones. Cuando la Biblia hace referencia a las preguntas que le hacen a Jess, todas llevan consigo la intencin de tentarle26. Y Jess cita el texto por el cual se ordena no tentar a Dios preguntndole el por qu de las cosas. 7Jess le dijo al que tienta: Escrito est tambin: No tentars al Seor tu Dios27 (xodo 17:1-7. Deuteronomio 6:16) Existe el peligro de interpretar mal el texto Bblico Clama a m, y yo te responder (Jeremas 33:2) para proponer una tendencia teolgica de peticin de signos a Dios, asimilando el verbo clamar a preguntar, con el refuerzo de la promesa de que Dios responder, como aparece en el texto citado. Dios responde a las necesidades del que clama con fe. Es una respuesta al pacto que previamente ha hecho con el hombre. El clamor es el pedido humano frente a situaciones concretas de afliccin provocadas por injusticias.

26 Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase seal del cielo. (Mateo 16:1) -Entonces vinieron a l los fariseos, tentndole y dicindole: Es lcito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? (Mateo 19:3) -Y uno de ellos, intrprete de la ley, pregunt por tentarle, diciendo: (Mateo 22:35) -Vinieron entonces los fariseos y comenzaron a discutir con l, pidindole seal del cielo para tentarle. (Marcos 8:11) 27 Mateo 4:7


39

Desde el Gnesis Dios asume una respuesta ante el clamor provocado por toda injusticia, como en el caso de la sangre de Abel28, el clamor del pueblo de Israel ante la afliccin que provocaba el pueblo Egipcio29, o el clamor del obrero ante el no pago de su jornal30. El clamor en el mbito Bblico siempre evidencia situaciones de carencias, injusticias, aflicciones, angustias, sangre derramada, el vientre estril, enfermedades, posesiones diablicas, las palabras de Jess cuando resucita los muertos31. La Biblia nos ensea, en las mismas palabras de Jess, el sentido correcto del clamor que brota de las situaciones mencionadas donde la respuesta de Dios se asimila a un acto de justicia32. 28 10Y l le dijo: Qu has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a m desde la tierra. 28 (Gnesis 29 7Dijo luego Jehov: Bien he visto la afliccin de mi pueblo que est en Egipto, y he odo su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias29 (Exodo 3:7) 30 4He aqu, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engao no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que haban segado han entrado en los odos del Seor de los ejrcitos.b30 31 54Mas l, tomndola de la mano, clam diciendo: Muchacha, levntate.31 (Lucas 8:54) 32 7Y acaso Dios no har justicia a sus escogidos, que claman a l da y noche? Se tardar en responderles? (Lucas 18:7)


40

La obediencia al ministerio no admite preguntas cuando la fe mueve a la respuesta inmediata. La obediencia al ministerio se realiza por la fe. Cuando el ministro obedece con fe, entonces Dios acta realizando su propsito. Una obediencia que no est motivada en la fe, es decir, en lo que Dios puede hacer por encima de toda incertidumbre, est vaca del respaldo de Dios; es obediencia a los propios impulsos o motivaciones personales. Cuando un ministro sin fe aplica una serie de estrategias y mtodos que no son revelados, aunque hayan dado buenos resultados con quienes los produjeron, no obtendr el mismo efecto en su comunidad. En el ministerio es fundamental entender que Dios hace la obra, no es cuestin de mtodos, el asunto radica en la obediencia a la accin del Espritu de Dios que se revela en un encuentro personal. Ideas principales. 1.- La fe hace posible la obediencia en el

ministerio. 2.- La obediencia al ministerio no admite preguntas

cuando la fe mueve a la respuesta inmediata. 3.- La obediencia al ministerio se realiza por la fe.


41

4.- La incertidumbre no es obstculo para la respuesta en el ministerio cuando existe el envo de Dios.

5.- En el ministerio Dios hace la obra, no las estrategias o mtodos humanos.

5.- ACERCARSE. Y sucedi que un etope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y haba venido a Jerusaln para adorar, 28volva sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaas. 29Y el Espritu dijo a Felipe: Acrcate y jntate a ese carro. (Hechos 8) El ministerio o respuesta de Dios se realiza en un contexto especfico. El texto citado describe detalladamente la situacin o persona donde se opera la respuesta de Dios por el envo del ngel del Seor. Los ministerios son respuestas a situaciones concretas de las personas con identidad especfica. El Espritu levanta ministerios para situaciones concretas, para los hombres y mujeres con una


42

nacionalidad, condicin social, funcin, proyecto de vida o propsito en el diario vivir. En este caso, el Espritu enva a Felipe para encontrarse con un etiope. No hay registro del nombre, sin embargo el texto es claro al mencionar que se trata de una persona especfica: un funcionario de Candace, reina de los etopes; que estaba sobre los tesoros de ese reinado y que haba ido a Jerusaln para adorar. Es decir que el etiope en mencin buscaba un encuentro con el Dios Todopoderoso revelado en el pueblo judo. Siempre que el hombre, no importa su nacionalidad, condicin social o personal, busque a Dios, l se deja encontrar.33 De regreso a su ciudad, el etope iba en su carro leyendo al profeta Isaas. El etiope anhelaba un encuentro con Dios para alabar, para agradecer, pero tambin para pedirle algo. Recuerde que l estaba al mando de los tesoros de su pueblo. Que el etope estuviese leyendo la Palabra de Dios, an de regreso, despus de alabar, quiere decir que buscaba insistentemente el mensaje de Dios para su vida, para cumplir su misin, para encontrar respuesta a sus necesidades e inquietudes.

33 3Diles, pues: As ha dicho Jehov de los ejrcitos: Volveos a m, dice Jehov de los ejrcitos, y yo me volver a vosotros, ha dicho Jehov de los ejrcitos. (Zacaras. 1:3)


43

Todo ministerio, como respuesta de Dios, entra en la vida de una persona, en el acontecer de una historia, en la bsqueda, en la lectura de sentido, en el acontecer propio o ajeno. Que el etope estuviese leyendo al profeta Isaas, sin mencionar todava el pasaje, hace que el ministerio se ubique, en primera instancia, en un mbito desconocido, pero que se atreve a entrar en contacto, a acercase para iniciar un proceso. El Espritu ordena a Felipe acercarse y juntarse al carro que lleva al etiope. No hay otra instruccin, simplemente acrquese. El verbo se conjuga en imperativo. Es una orden y Felipe simplemente obedece, como cuando se levanta para ir camino del desierto. Felipe no pregunta cul es la misin. El acercarse y juntarse al carro abrir la puerta en el sendero del ministerio. Cuando el ministro no se acerca all donde lo enva el Espritu, la respuesta no llega, el ministerio se queda truncado, no se desarrolla ni prospera, no se dinamiza el proceso, no se realiza la voluntad de Dios. No cambia la historia, no cambia el curso del relato. No acontece nada diferente.

El acto de acercarse y juntarse al lugar o la persona o personas donde seala el Espritu, rompe toda barrera de distanciamiento y se abre una posibilidad a la accin del Espritu Santo. Casi nunca se sabe lo que suceder en un encuentro,


44

pero ciertamente, si aquello no ocurre, nunca suceder nada diferente a lo que est aconteciendo en las personas.

Desde la revelacin Bblica sabemos que todo encuentro con Jess es una posibilidad de transformacin, es un encuentro de salvacin, de sanidad, de liberacin, de gozo, de sentido.34

El ministerio posibilita un encuentro bajo la direccin del Espritu Santo. El carro del etiope simboliza la cotidianidad de la vida, de las circunstancias de las personas donde es enviado el ministro.

El ministro debe acercarse y juntarse a las personas en el acontecer histrico para que el Espritu realice su plan de salvacin. Es la estrategia para transformar la historia, para transformar la vida de los hombres incorporando un nuevo sentido en su camino.

El ministro debe aproximarse, encontrarse y juntarse en el camino.

Cuando Dios quiere encontrarse con los hombres, l se aproxima al cruce de caminos donde se teje la

34 31Dijo entonces Jess a los judos que haban credo en l: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seris verdaderamente mis discpulos; 32y conoceris la verdad, y la verdad os har libres. (Juan 8: 31-32). -(2 Juan 1: 2-3)


45

historia: Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos hallis. 10Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados. (Mateo 22:10)

El ministerio mueve al contacto con las personas, al juntarse con los otros, con lo que est sucediendo donde ha sido enviado.

Se trata de romper barreras. Dejar expuesta la accin del Espritu de Dios que realice su propsito, su accin salvfica, su accin transformadora.

Cuando el ministro no se junta con aquellos a quienes es enviado, detiene el desarrollo de su ministerio.

El proceder de Jess siempre fue acercarse a la gente, obedeciendo al que lo haba enviado. El saba que su misin era salvar a la humanidad, empezando por los judos, pero adems, nunca rechaz al que se quiso encontrar con El, aunque no perteneciera a su contexto cultural o religioso. Como en el caso de los as llamados gentiles o paganos: publicanos y pecadores.

Los principales motivos que los ministros tienen para no acercase y juntarse con el carro del etiope son:


46

1. Paradigmas o estrategias de evangelismo de acomodamiento.

2. Conformismo con la estabilidad de la iglesia.

3. Desobediencia a la propuesta de Jess. 4. Falta de conocimiento del proceder de Jess. 5. Temor a lo desconocido. 6. Poca capacidad de emprender. 7. Desconfiar en la accin del Espritu Santo. 8. Poco amor o compromiso con la Salvacin de

la Humanidad. 9. Falta de fe. 10. Ausencia de un equipo ministerial. 11. Falta de visin. 12. Autoridad-UNCIN inoperante.

Despus de recibir la direccin de Dios es necesario obedecer y empezar el proceso sin aplazarlo para otro momento, con la certeza de que el respaldo se har presente y todas las seales implicadas en la promesa empezarn a mostrarse.

La Biblia ensea que no har nada Jehov el Seor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas. (Ams 3:7) Y si el ministerio proviene del Espritu de Dios, ciertamente habr esta asistencia. Ideas principales. 1.- El ministerio empieza en una aproximacin.


47

2.- El encuentro con el otro es para acercarse y entender qu es lo que est sucediendo en su caminar.

3.- El ministro en este acercamiento no pronuncia palabras sino que se dedica a escuchar, ver, entender al otro.

4.- El primer insumo para el ejercicio del ministerio es acercarse al otro para entender su caminar.

5.- Este paso en el evangelismo es fundamental para alcanzar el propsito de Dios: la conversin.

6.- Es necesario salir de la trinchera del templo para encontrarse con el otro en el campo de batalla.

7.- Antes que enviar un equipo a convencer a la gente, es necesario enviarlos a que se junten con ellos para entender lo que le est sucediendo a la gente.


48

6.- INVITACION A ENTRAR. Acudiendo Felipe, le oy que lea al profeta Isaas, y dijo: Pero entiendes lo que lees? 31El dijo: Y cmo podr, si alguno no me enseare? Y rog a Felipe que subiese y se sentara con l. (Hechos 8)

Este fragmento del relato, luego de que Felipe acude para acercarse y juntarse al carro del etiope, revela el objetivo del paso anterior: subir al carro y sentarse con el etiope.

Acercarse y juntarse en el acontecer de la historia humana trae como consecuencia la invitacin a entrar en el mbito de lo ntimo, de lo personal.

El proceso de acercamiento le permite al ministro la capacidad de entrar en el caminar de aquel a quien es enviado.

Note que el etiope, despus de la conversacin entablada, ruega a Felipe subir y sentarse con l.


49

El ministerio que se convierte en respuesta del Espritu Santo tiene la capacidad de ubicarse en un lugar muy cercano en la vida de las personas. Una invitacin a compartir el camino, el proyecto de vida. Esta es la forma tpica del proceder de Dios con el hombre, con su pueblo: pone su morada entre nosotros. Este es el diseo de evangelismo que revela el texto Bblico.

El Espritu de Dios lleva al ministro al momento en que ste es invitado a ocupar un lugar especial en el caminar de la gente. Es importante tener en cuenta que sin los pasos anteriores las personas no abren la puerta de la interioridad en el anhelo de un encuentro con Dios que de sentido a su existencia.

Cuando un ministro, buscando ser acogido, se aproxima a la gente de forma abusiva y sin la orientacin del Espritu de Dios, la reaccin es de rechazo, porque ellos se sienten invadidos, agredidos, molestados; se est usurpando un espacio de intimidad. Se cierra la puerta del carro del etiope. Ese modelo de evangelismo no permite un encuentro sereno y natural, puesto que trata de conquistar a toda costa un territorio que solo le pertenece a Dios. (Recuerde que Jess es la puerta del redil, no pretenda entrar a la fuerza).

Felipe oy que el etiope estaba leyendo al profeta Isaas. El ministro debe tener suficiente capacidad y paciencia para observar lo que est sucediendo en la gente, en su acontecer, en su caminar, en su


50

historia. (Muchos cristianos son apticos a las noticias de radio, prensa o tv. Eso los mantiene lejos de la realidad, ausentes de todo acontecer en el mundo que Dios quiere transformar por medio de ellos) El ministro que se aproxima a la gente para juzgar, preguntar o proponer, en lugar de observar, escuchar y entender lo que le sucede a la gente, no realiza una misin de evangelismo al estilo de Jess, y por lo tanto se queda afuera sin la posibilidad de ser invitado a entrar en sus vidas. Recuerde que el ministerio es siempre respuesta a una pregunta, a una necesidad desde la fe. Por lo tanto debe tenerse en cuenta su naturaleza para mantenerlo vivo. El ministro que cierra el odo a lo que pasa en su comunidad, actualiza lo que dijo el profeta Isaas: 10Engruesa el corazn de este pueblo, y agrava sus odos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus odos, ni su corazn entienda, ni se convierta, y haya para l sanidad. (Isaas 6: 10) Mt. 13.1415; Mr. 4.12; Lc. 8.10; Jn. 12.40; Hch. 28.2627. Cuando el ministro escucha y mira lo que pasa donde ha sido enviado, puede activar el proceso del cambio en las personas por medio del ingreso del evangelio de Jess a sus vidas.


51

Entender, convertirse y recibir sanidad. Estos tres momentos son fundamentales en el desarrollo del ministerio. Estn en sintona con lo que dice Jess cuando habla del objetivo de su enseanza por medio de parbolas. (Mateo 13: 10-15). Pero que ahora nos sigue enseando a travs del Espritu Santo, desde la revelacin dada a Pablo cuando habla del don de profeca: el que profetiza habla a los hombres para edificacin, exhortacin y consolacin(1 Corintios 14: 3). En el paralelismo entre 1 Corintios 14:3 y el texto citado de Isaas 6: 10, encuentro una palabra revelada para el ejercicio del ministerio, que permite: 1) actualizar el propsito de Dios en el mbito ministerial y 2) comprender el proceder del Espritu Santo en la Iglesia para la realizacin de la Gran Comisin y el crecimiento de los ministerios. Isaas 6: 10 1 Corintios 14: 3 Ministerio Entender Edificar Ensear.

Despus que Felipe se da cuenta que el etiope est leyendo al profeta Isaas, hace la pregunta clave que desencadena el proceso del evangelismo: Pero entiendes lo que lees? . Esta pregunta se remite a la capacidad de conocer, al conocimiento que se tiene sobre lo que est pasando en ese momento, en su lectura.

Esta es la necesidad del etope: l quiere saber de quin hablaba el relato. La pregunta de Felipe toc


52

su necesidad. El ministerio debe tocar la necesidad de las personas, sus preguntas existenciales, sus encrucijadas, lo que les preocupa y que muchas veces genera ansiedad. Solamente as el ministro (el evangelismo) se torna interesante y existe la posibilidad de que se abra la puerta para ser invitado a entrar. (Recuerda que Jess, su evangelio, es la respuesta a todas las necesidades de la humanidad)

Si comprendimos que el don que reside en cada ministerio es la manifestacin del Espritu Santo para servicio, entonces ste debe ser visto como respuesta de Dios a la necesidad de la gente, en el horizonte del gran propsito divino.

La necesidad y el don se encuentran auto-implicados el uno con el otro en el propsito de Dios. Hay un don para suplir una necesidad, y la necesidad provoca el don como respuesta a travs de la intermediacin de la fe.

La respuesta de Dios siempre llega cuando se ha identificado la necesidad y se clama por una respuesta que llega como don.

Lo importante entonces para provocar el don de parte de Dios es identificar una necesidad y clamar con fe. Como David cuando despus de reconocer su pecado pide: Crea en m, oh Dios, un corazn


53

limpio, Y renueva un espritu recto dentro de m35. Y Dios responde.

El ministerio es una respuesta para una situacin concreta, en un tiempo concreto y para un fin concreto. Y este contexto del ministerio debe ser visto desde la comprensin del Plan y Propsito de Dios en el marco de la misericordia divina.

Particularmente creo que el texto, al referir que la necesidad del etiope es el conocimiento, se convierte en un referente de revelacin que ubica al conocimiento en la puerta de la conversin, cambio, sanacin, salvacin, transformacin.

Dios siembra sus semillas de salvacin en el terreno del conocimiento. La Biblia ensea que el camino de la perdicin empieza en la falta de conocimiento. 13Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento; y su gloria pereci de hambre, y su multitud se sec de sed. (Isaas 5:13)

Abunda en la Biblia las citas que hacen referencia a la falta de conocimiento asociadas con el pecado, el hambre, el cautiverio, la destruccin, la enfermedad, la desolacin, la infertilidad de la tierra, la injusticia, la pobreza, la escasez. 36

35 Salmo 51: 10 36 2Od, cielos, y escucha t, tierra; porque habla Jehov: Cri hijos, y los engrandec, y ellos se rebelaron contra m.


54

El objetivo de este libro no es desarrollar el tema del conocimiento de Dios en todas sus implicaciones. En sintona con el texto de reflexin, el conocimiento se vincula a la capacidad de entender el relato de Isaas y la prctica de la enseanza como respuesta a esa necesidad de entendimiento que culmina con el creer.

Cuando las cosas estn claras entonces se entienden y se abre la puerta del creer por va de la enseanza.

La enseanza no solo se ejerce cuando se busca claridad en un texto, sino que tambin se ensea por medio de las Buenas obras o el testimonio, otra va para lograr el entendimiento y mover al cambio.

El ministro debe ofrecer luz (el evangelio) para que las personas puedan ver mejor y logren entender lo que les acontece. Y esto sucede 3El buey conoce a su dueo, y el asno el pesebre de su seor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento. 4Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generacin de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehov, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrs. 5Por qu querris ser castigados an? Todava os rebelaris? Toda cabeza est enferma, y todo corazn doliente. 6Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en l cosa sana, sino herida, hinchazn y podrida llaga; no estn curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite. 7Vuestra tierra est destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraos. (Isaas 1: 2-7)


55

acercando a Jess a sus vidas, es decir, sus enseanzas, su presencia viva. Entonces se actualiza la Palabra: Y conocern la verdad, y la verdad los har libres (Juan 8: 32 NTV).

Si el ministro tiene la capacidad de ofrecer una posibilidad de sentido, entonces se abre la puerta a la conversin y a la sanidad. Los ministerios, como dones del Espritu Santo, se mediatizan en el servicio, es decir, producen un efecto al satisfacer la necesidad.

El etope dice que no entiende porque no hay quien le ensee. Advierte que podra entender cuando alguien lo haga. Es decir que la enseanza es lo que el etope reclama para solucionar su necesidad. Y por medio de la enseanza se dinamiza el proceso del evangelismo que lleva a la conversin.

Una de las tareas del Espritu Santo, en boca de Jess, es ensear: Mas el Consolador, el Espritu Santo, a quien el Padre enviar en mi nombre, l os ensear todas las cosas, y os recordar todo lo que yo os he dicho (Juan 14:26)

El ministerio de Jess se caracteriza por ensear con la evidencia del poder de Dios. 18 El Espritu del Seor est sobre m, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazn; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los


56

oprimidos; 19 A predicar el ao agradable del Seor. 20Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sent; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en l. 21Y comenz a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. (Mateo 4: 18-21)

La accin del Espritu de Dios, desde el ministro, se manifiesta como cumplimiento de un pacto hecho con su pueblo, con aquel que acepta ser guiado por l. 3Inclinad vuestro odo, y venid a m; od, y vivir vuestra alma; y har con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David. (Isaas 55 3). Cuando se da esta condicin entonces Dios hace un pacto. 21Y este ser mi pacto con ellos, dijo Jehov: El Espritu mo que est sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarn de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehov, desde ahora y para siempre. (Isaas 59: 21)

Ideas principales.

1.- La evangelizacin bblica tiene la capacidad de abrir una puerta para el encuentro con Jess.

2.- La evangelizacin no es un asunto de conquista a la fuerza o en forma abusiva.

3.- El ministro debe identificar la necesidad fundamental de la persona o comunidad que evangeliza.


57

4.- El ministro debe ofrecer suficiente luz para que las personas entiendan la situacin que estn viviendo.

5.- El tema de la enseanza es fundamental en el proceso de la evangelizacin y en el autntico discipulado que lleva a la libertad en Cristo.

6.- Se debe ejercer la enseanza a partir del buen ejemplo de vida o testimonio.

7.- La capacidad para entender la necesidad de las personas debe ser directamente proporcional con la posibilidad de aportar en su solucin.


58

7.- CLAMOR POR ENCONTRAR UNA RESPUESTA:

34Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: de quin dice el profeta esto; de s mismo, o de algn otro?

La proclamacin del evangelio del Reino de Dios esta precedido del proceso que hemos identificado en el texto desembocando en la ltima llave que abre la puerta del anuncio: Te ruego que me digas Es el clamor por entender algo; en este caso, entender un texto bblico.

En otros casos se trata de entender una situacin existencial, un problema, una afliccin, un acontecimiento que rompe con lo cotidiano de la vida y tiene la capacidad de provocar crisis.

Se trata del clamor por encontrar un sentido.

Se anhela una Palabra que explique lo que est pasando. Una palabra que traiga luz, claridad; una palabra que reactive la esperanza, que tenga la capacidad de ofrecer vida, de devolver la alegra, de restaurar los sueos olvidados. Esto es lo que hace el evangelio. (Incluso pasando por el obligado momento de la exhortacin o llamado a la conversin)

Y cuando la predicacin del evangelio no es respuesta a un anhelo profundo de libertad o no


59

provoca una salida en la cautividad, entonces no hay posibilidad de conversin a una vida nueva.

El ruego del ser humano a entender las cosas de Dios o su situacin personal, no se queda sin respuesta. Dios siempre responde al clamor, al ruego del que lo quiere buscar. Dios nunca deja en tinieblas al que quiere salir a la luz. El quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad. 77Para dar conocimiento de salvacin a su pueblo, Para perdn de sus pecados, 78Por la entraable misericordia de nuestro Dios, Con que nos visit desde lo alto la aurora, 79Para dar luz a los que habitan en tinieblasm y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz. (Lucas 1:77-79).

El proceder de Dios ante la oscuridad y esclavitud del hombre siempre ser libertarlo. Solo es cuestin de anhelar esa libertad, de buscar un camino de luz, de despertar la esperanza. Y esto es posible cuando hay un clamor profundo por conocer la Verdad.

Algo tiene que suceder en la vida del que quiere encontrarse con la Luz, con Cristo Jess. Y entonces Dios nunca se har esperar. El est interesado en buscar al hijo perdido en la oscuridad de las tinieblas. 20He aqu, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta,

m m 1.79: Is. 9.2.


60

entrar a l, y cenar con l, y l conmigo (Apocalipsis 3:20).

Cuando Jess entra en el corazn, en las personas empieza a suceder algo extraordinario: una vida nueva.

La Biblia es la historia de la accin liberadora de Dios: 7Dijo luego Jehov: Bien he visto la afliccin de mi pueblo que est en Egipto, y he odo su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, 8y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. 9El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de m, y tambin he visto la opresin con que los egipcios los oprimen. (Exodo 3: 7-9) Ideas principales. 1.- La evangelizacin es respuesta a la necesidad de conocer la verdad. 2.- La evangelizacin es Buena Nueva que trae esperanza. 3.- Es importante identificar la necesidad de las personas. 4.- La mayor necesidad es la de entender lo que est pasando. 5.- Dios est interesado en sacar a la humanidad del dominio de las tinieblas al reino de la luz.


61

8.- ANUNCIO DEL EVANGELIO.

35Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunci el evangelio de Jess. (Hechos 8)

El Espritu Santo le Revela al etiope un texto del Profeta Isaas relacionado con la pasin y muerte de Jess. El proceso de Evangelizacin y Predicacin de la Buena Nueva de Jess siempre encuentra un pretexto en la vida cotidiana del ser humano que est buscando entender lo que va leyendo, la historia que est viviendo, lo que tiene frente a sus ojos.

Cuando el ministro logra entrar en el carro del etiope, luego de una interpelacin en trminos de entendimiento o sentido, el camino de la evangelizacin aparece como respuesta al clamor o ruego que busca una respuesta. Solo desde esta plataforma pedaggica es posible una predicacin transformadora.

En la evangelizacin es necesario identificar el momento donde surge la pregunta que activa el proceso del anuncio de Jess.


62

Felipe abri la boca y anunci el Evangelio de Jess. Lo que Felipe poda anunciar como Evangelio de Jess era la proclamacin de fe donde se edifica su Iglesia: Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente, el llamado a creer en Cristo para aceptar la vida eterna por el perdn de los pecados, en el sacrificio de la cruz, la resurreccin de Jess y la segunda venida, el mandamiento del amor y del perdn. Y naturalmente, el tema que ciertamente abordaron en esa conversacin tuvo que ver con el bautismo: el morir con Cristo y permitir que El viva en el que cree bajo la presencia del Espritu Santo. El texto no define los temas que Felipe abord con el etiope, simplemente menciona que anunci el Evangelio de Jess.

Creo que el texto es claro en decir que Felipe simplemente abri la boca. De la riqueza del corazn habla la boca. Su corazn estaba lleno del Espritu Santo. Felipe era de buen testimonio, lleno del Espritu Santo y de sabidura (Hechos 6: 3). Fue elegido para el ministerio, y los apstoles haban orado e impuesto sus manos sobre l.

En Felipe moraba el Espritu Santo y por lo tanto la uncin de Dios. Cuando la accin ministerial se realiza desde la uncin de Dios se garantiza el resultado de la palabra enviada: libera cautivos, sana enfermos, resucita muertos, los cojos andan, los ciegos ven, los demonios huyen, se reactiva la esperanza


63

Felipe lleva la presencia de Dios. Sabe que al abrir su boca, viene el respaldo de Dios: 21Y este ser mi pacto con ellos, dijo Jehov: El Espritu mo que est sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarn de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehov, desde ahora y para siempre. (Isaas 59:21)

Al seguir las orientaciones dadas, Felipe permiti que Dios cumpliera su promesa: 3Inclinad vuestro odo, y venid a m; od, y vivir vuestra alma; y har con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.b (Isaas 55:3). Felipe era un elegido para el ministerio (Hechos 6:3-6).

Ideas principales.

1.- El anuncio del evangelio debe empezar desde la situacin especfica identificada por las personas, desde sus centros de inters.

2.- El ministro debe abrir la boca para hablar Palabra de Dios.

3.- La evangelizacin debe ser Cristo-cntrica. 4.- El ministro debe tener confianza de que Dios

responder con su Pacto: su presencia orienta y acompaa el proceso evangelizador.

5.- La evangelizacin es una posibilidad de sentido.

b b 55.3: Hch. 13.34.


64

9.- EL BAUTISMO: PRINCIPIO Y FIN DE UN PROCESO.

36Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aqu hay agua; qu impide que yo sea bautizado?

Despus del anuncio del Evangelio de Jess, llega el Bautismo. Cuando el etiope pregunta a Felipe si existe algo que impida ser bautizado, se manifiesta el deseo de recibirlo.

Al predicarse el evangelio, la consecuencia inmediata debe ser un acto de la voluntad para recibir a Cristo en el bautismo. Se completa el envo ministerial, por un lado: 19Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones,b bautizndolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo; 20ensendoles que guarden todas las cosas que os he mandado (Mateo 28: 19-20); y por otro, el bautismo es la puerta del discipulado, es el inicio en la vida del nuevo discpulo de Jess como expresin de una buena conciencia que busca orientar la vida de acuerdo a la palabra de Dios y bajo la eficacia de la resurreccin de Jesucristo. Se concluye entonces

b b 28.19: Hch. 1.8.


65

que el bautismo no es un acto mgico, un rito o gesto visible que produce un efecto espiritual en forma automtica (ex opere operato): realizado el acto de ingresar al agua, se borra automticamente el pecado original (Esto se ensea en la doctrina de la Iglesia Catlica), sino ms bien, el bautismo como lo explica el Apstol Pedro: 21El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiracin de una buena conciencia hacia Dios) por la resurreccin de Jesucristo. (1Pedro 3:21).

Se trata, por un lado, de voluntad firme para seguir el camino de Jess con sus enseanzas, y por otro, la aspiracin de una buena conciencia hacia Dios. Esto quiere decir cambio de mentalidad, de forma de pensar, de ir incorporando nuevos elementos orientadores e inspiradores para el ser humano desde los principios bblicos y la accin misma de transformacin que El Espritu de Dios empieza a operar en el creyente. Pablo dir: 4Porque somos sepultados juntamente con l para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucit de los muertos por la gloria del Padre, as tambin nosotros andemos en vida nueva.a (Romanos 6: 4).

El bautismo como rito es la voluntad firme para configurar una buena conciencia orientada hacia

a a 6.4: Col. 2.12.


66

Dios. Pero el fin de este bautismo, y por lo tanto su proceso, es andar en vida nueva. Se trata del uso continuo de la libertad afectada por la presencia del Espritu, tomando decisiones inspiradas en la Palabra de Dios y enfocadas siempre al amor que da como resultado una vida a la medida de Cristo37.

El bautismo es un mandato de Jess, pero debe brotar de las personas como fruto de un proceso evangelizador. En el caso del etiope, l tena temor de estar impedido para realizarlo. Sin embargo Felipe acertadamente lo remite a la profesin de fe en Cristo como nico referente para que se realice este proceso. En este caso, el relato plantea un gran problema a nivel pastoral y doctrinal hoy: el tema de lo disciplinario (jurdico-normativo) y lo teolgico o vinculante de fe.

Muchos creyentes se encuentran limitados a participar en la vida de la iglesia porque se les impide aproximarse a signos tan valiosos como el bautismo, santa cena, matrimonio o la predicacin, en vista de que existen situaciones de carcter jurdico normativo que cierran esa posibilidad. Pareciera que no es suficiente realizar la profesin de fe en Jess como Seor y salvador, adems de firme voluntad de vivir en sintona con sus enseanzas.

37 Efesios 4: 13


67

La iglesia como institucin se ha encargado de cerrar la puerta a la participacin de muchos creyentes que tienen un problema jurdico no resuelto (generalmente un divorcio pendiente).

Personalmente considero que despus que la persona realiza el proceso de arrepentimiento y la aceptacin de Jess como nico salvador y Seor, provocado por un tiempo de enseanza e instruccin, el paso inmediato, siempre que la persona lo solicite, sea realizar el signo del bautismo. Se trata de activar en forma real aquello que el evangelio proclama: Una nueva creatura. Negar el signo del bautismo es absurdo cuando la fe est abriendo las puertas de la vida eterna.

Ideas principales.

1.- El bautismo es principio y final de un proceso. 2.- El bautismo es ms que un rito. 3.- El bautismo es la consecuencia de la evangelizacin. 4.- El bautismo es un estilo de vida. 5.- El bautismo en voluntad firme de orientar una buena conciencia hacia Dios. 6.- La vida del bautismo se opera por un cambio de mentalidad bajo las orientaciones de los principios bblicos y la accin transformadora del Espritu de Dios.


68

10.- CREER DE TODO CORAZN ES LA PUERTA DE UNA VIDA NUEVA.

37Felipe dijo: Si crees de todo corazn, bien puedes.

La fe es la puerta del bautismo. Se trata de un creer de todo corazn, no a medias, por conveniencias, por cumplir con un rito, por abrir espacio en la comunidad de fe, por supersticin o por miedo.

Cuando se realiza el bautismo, creyendo de todo corazn, con el aporte de la conciencia, como acto libre de la persona y por decisin propia, se inicia el proceso de una vida nueva por la eficacia de la resurreccin de Jesucristo.

Cuando a Jess se le pregunta sobre la vida eterna, en la Biblia encontramos el siguiente relato: 25Y he aqu un intrprete de la ley se levant y dijo, para probarle:n Maestro, haciendo qu cosa heredar

n n 10.2528: Mt. 22.3540; Mr. 12.2834.


69

la vida eterna? 26l le dijo: Qu est escrito en la ley? Cmo lees? 27Aqul, respondiendo, dijo: Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente;o y a tu prjimo como a ti mismo.p 28Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirs.q(Lucas 10:25-28)

La Biblia, cuando se trata de creer en Dios, menciona que debe ser con todo el corazn. La fe compromete lo ms profundo del ser humano. Dios debe ser el nico tesoro, l quiere morar en el corazn humano38.

En el seguimiento de Cristo es importante que el nuevo discpulo crea de todo corazn: con sinceridad, comprometiendo hasta la misma vida. No se trata simplemente de aceptar a Dios con la boca y dejar el corazn lejos de l. Cuando se cree de todo corazn entonces es posible que el bautismo se convierta en un proyecto de vida que se desarrolla y se actualiza permanentemente a lo largo de toda la existencia.

El creer en Dios es el resultado de un proceso donde intervienen por lo menos dos elementos: el o o 10.27: Dt. 6.5. p p 10.27: Lv. 19.18. q q 10.28: Lv. 18.5. 38 16No sabis que sois templo de Dios, y que el Espritu de Dios mora en vosotros? (1 Corintios 3:16)


70

entendimiento, o experimentar un signo maravilloso de Dios; y el dejarse mover por ese entendimiento o signo de Dios hacia el arrepentimiento: confrontar la Palabra o manifestacin de Dios con la propia vida para mover al cambio. Jess, al referir la predicacin de Juan, nos dice: 32Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le cresteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron;h y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis despus para creerle. (Mateo 21:32)

Creer de todo corazn supone el arrepentimiento y viceversa. Quien no se arrepiente no cree y quien no cree no tiene posibilidad de arrepentirse. La Biblia nos ensea, en palabra de Jess: 14Despus que Juan fue encarcelado, Jess vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, 15diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Diose se ha acercado; arrepentos,f y creed en el evangelio. (Marcos 1:14-15)

Principal idea de este captulo.

1.- La profesin de fe es el requisito fundamental del rito bautismal.

h h 21.32: Lc. 3.12; 7.2930. e e 1.15: Dn. 2.44. f f 1.15: Mt. 3.2.


71

11.- DECLARACIN DE FE.

Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 38Y mand parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautiz.

Sobre esta declaracin de fe se construye el seguimiento de Jess.

Jess edifica su iglesia desde la declaracin de fe proclamada por Pedro39.

Pero a la declaracin de fe del etiope le sigue una accin: la orden de parar el carro. Pienso que este momento es necesario en el inicio de la vida nueva, de empezar una nueva conciencia orientada por Dios en la vida del bautismo de Jess.

39 15El les dijo: Y vosotros, quin decs que soy yo? 16Respondiendo Simn Pedro, dijo: T eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.h 17Entonces le respondi Jess: Bienaventurado eres, Simn, hijo de Jons, porque no te lo revel carne ni sangre, sino mi Padre que est en los cielos. 18Y yo tambin te digo, que t eres Pedro,5 y sobre esta roca6 edificar mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecern contra ella. (Mateo 16:15-18


72

Ordenar que se detenga el carro es tomar la firme decisin de realizar un cambio radical. Despus de esta parada, y de sumergirse en el agua del bautismo de Jess, el viaje recobra sentido y todo empieza a ser nuevo.

El evangelismo tiene la capacidad de provocar en la persona la decisin de detener el ritmo que est llevando, para descender a las aguas del bautismo.

Note que ambos descienden al agua. El ministro representa a Jess que baja al agua para sumergirse como memoria de su sacrificio, luego sale a una nueva vida en la resurreccin, que se actualiza desde el renacer a una experiencia de cambio real: 12sepultados con l en el bautismo, en el cual fuisteis tambin resucitados con l, mediante la fe en el poder de Dios que le levant de los muertos.a 13Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisin de vuestra carne, os dio vida juntamente con l,b perdonndoos todos los pecados, (Colosenses 2:12-13)

El bautismo es experiencia (proceso) de muerte y resurreccin. Es morir al pecado (sumergiendo) y resucitando a nueva vida (saliendo).

Antes de bajar a las aguas del bautismo es necesario detenerse. Y esto solo es posible cuando

a a 2.12: Ro. 6.4. b b 2.13: Ef. 2.15.


73

se tiene una nueva visin de la vida, hay voluntad de arrepentimiento y se proclama lo que se cree: Jesucristo es el Hijo de Dios.

Es necesario parar el carro como efecto del proceso de fe. Se cree, hay arrepentimiento y enseguida es necesario para el carro para acceder al bautismo de Jess.

Principales ideas de este captulo.

1.- El bautismo se funda en la declaracin de fe en Jesucristo como Hijo de Dios.

2.- Es necesario detenerse en el rumbo de la vida para bajar a las aguas del bautismo.

3.- El bautismo implica sumergirse para resurgir, es la experiencia de muerte al pecado y resurreccin a una vida nueva.

4.- El ministro acompaa el proceso del bautismo como signo de la presencia de Cristo.

5.- El agua del bautismo es signo de liberacin, el paso de la esclavitud a la libertad de los hijos de Dios.


74

12.- EL GOZO DE CAMINAR CON JESS.

39Cuando subieron del agua, el Espritu del Seor arrebat a Felipe; y el eunuco no le vio ms, y sigui gozoso su camino.

Subir de las aguas del bautismo es signo de la vida nueva, del nuevo nacimiento, de la resurreccin, es un efecto del estar en Cristo, en su bautismo: 17De modo que si alguno est en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu todas son hechas nuevas. (2 Corintios 5:17).

La vida del bautismo, la del seguimiento de Jess, desencadena un proceso de nacimiento, es el paso de creatura de Dios a Hijo de Dios: 12Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; (Juan 1:12)

Esta nueva vida en el bautismo de Jess se manifiesta en expresin de gozo para continuar el camino. Ahora el caminar del etiope ser diferente.


75

Llegar a la meta pero con una actitud de gozo. Es el fruto del Espritu Santo. El gozo solo llega cuando renace la esperanza, y la esperanza solo es posible cuando hay fe. Los dones de gozo, esperanza y fe, nicamente brotan en el mbito de la libertad. Una libertad que nace de conocer la verdad. En la cautividad no hay espacio para el gozo. Y donde no hay gozo o alegra, no hay fe y por lo tanto tampoco esperanza. La presencia de Jess en la vida del ser humano es posibilidad de liberacin que rompe la cautividad. La evangelizacin abre espacio a la esperanza. Por medio de la presencia de Cristo se trae esperanza a los que estn cautivos. Se trata de la luz que alumbra en medio de la oscuridad. Jess es la luz que alumbra e

como anunciar el evangelio de jesus.pdf

Documents