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OPD201001b SP Comisión Investigadora Independiente del Departamento de Policía de Oakland Incidente del 21 de marzo del 2009 Informe Público de los Hallazgos y las Recomendaciones Elaborado por la Comisión Investigadora Independiente Autor: James K. Stewart Miembro Senior CNA, Institute for Public Research Diciembre del 2009

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OPD201001b SP

Comisión Investigadora Independiente del Departamento de Policía de Oakland

Incidente del 21 de marzo del 2009

Informe Público de los Hallazgos y las Recomendaciones

Elaborado por la Comisión Investigadora Independiente

Autor: James K. Stewart

Miembro Senior

CNA, Institute for Public Research

Diciembre del 2009

Nota: Éste es un Informe Independiente que no refleja la postura oficial de la Ciudad de Oakland ni del Departamento de Policía de Oakland. La Comisión Investigadora planteó problemas y preguntas que obligaron a hacer una investigación adicional para obtener una evaluación completa de las circunstancias que contribuyeron al trágico resultado del 21 de marzo del 2009. Como consecuencia de ello, se aprendieron lecciones importantes.

Índice Resumen Ejecutivo.............................................................................................1

Resumen del Incidente ....................................................................................1

1. Parada del Vehículo − Oficial Abatido........................................................2

2. Respuesta Policial Masiva/Mando, Control y Coordinación ....................2

3. Identificación y Acordonamiento de la Ubicación del Sospechoso ........3

4. Entrada Dinámica/Uso de la Fuerza/Oficial Abatido .................................5

Cronograma de los Eventos..........................................................................10

Resumen de los Hallazgos de la BoI...............................................................11

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Resumen Ejecutivo

El Sábado, 21 de marzo del 2009, el sospechoso, a quien se había concedido recientemente la libertad condicional tras estar en prisión, asesinó a cuatro miembros veteranos del Departamento de Policía de Oakland (OPD). Este incidente fue el suceso más sangriento de la historia del OPD y una de las pérdidas más significativas de agentes del orden público del Estado de California y de toda la nación.

El Jefe de Policía en funciones Howard Jordan ordenó que se realizara una revisión independiente para comprender lo ocurrido y qué se puede hacer en el futuro para evitar que se repita. El Jefe en funciones Jordan convocó una comisión de expertos externos para que revisaran los hechos y las circunstancias que rodearon el incidente del 21 de marzo del 2009. La Comisión Investigadora (Board of Inquiry, BoI) estaba formada por líderes destacados de agencias externas que eran considerados expertos en procedimientos tácticos y en la investigación de incidentes críticos de gran repercusión. Para informar de sus hallazgos y recomendaciones, la BoI revisó cientos de páginas de documentos, cintas de audio, entrevistas de las personas involucradas, informes de las investigaciones realizadas por la Sección de Homicidios y la División de Asuntos Internos, así como otras pruebas relevantes y circunstancias relativas al incidente. Asimismo, la BoI se convocó en varias ocasiones mediante teleconferencia y conferencia de video y se reunió en persona durante 3 días de audiencias. La finalidad de esta BoI fue identificar los factores que contribuyeron a la tragedia, desarrollar los hallazgos sobre determinadas medidas y decisiones, revisar el uso de la fuerza y suministrar un conjunto de recomendaciones (consultivas y no vinculantes) para informar mejor y ayudar a los líderes ejecutivos del OPD y a la comunidad profesional del orden público en general a identificar las mejoras potenciales en los procedimientos, el entrenamiento y las tácticas.

Resumen del Incidente

La evolución del incidente del 21 de marzo se produjo en cuatro fases interrelacionadas: 1. La Parada del Vehículo – Oficial Abatido, 2. Respuesta Policial Masiva/Mando, Control y Coordinación, 3. Identificación y Acordonamiento de la Ubicación del Sospechoso, y 4. Entrada Dinámica/Uso de la Fuerza/Oficial Abatido. A petición del OPD, no se ha identificado a los oficiales y al sospechoso por su nombre, sino que se les ha asignado un número u otro tipo de identificación. A final del Resumen del Incidente (página 9) se incluye la Cronografía de los Eventos.

Contexto del Incidente

El Área III, donde se produjo el incidente, ha registrado una cantidad desproporcionada de los delitos violentos de la ciudad —pandillas y delincuentes activos operan en un entorno altamente movilizado. El Área III registró muchos incidentes de delitos violentos en la sección de Macarthur Boulevard y a lo largo de la misma donde se produjo la parada del vehículo y el asesinato del Sargento de Tráfico y Oficial de Tráfico el 21 de marzo del 2009.

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1. Parada del Vehículo − Oficial Abatido

El incidente comenzó a la 1:00 p.m. del sábado, 21 de marzo del 2009. Comenzó al realizar el Sargento Motorizado Nº 1 una parada rutinaria de tráfico junto a Macarthur Boulevard, notificándolo por la radio de la policía e informando la placa del vehículo y el número de licencia del conductor para que se realizara una comprobación estándar de su expediente del Departamento de Vehículos Motorizados (Department of Motor Vehicles, DMV). El Oficial Motorizado Nº 1 se unió al Sargento Nº 1 como oficial de refuerzo. Por la radio de la policía se notificó al Sargento Nº 1 que el DMV indicó no tener “ningún expediente en sus archivos” para esa licencia de conductor. Poco después, cuando el Sargento de Tráfico Nº 1 y el Oficial de Tráfico Nº 1 se aproximaban juntos al vehículo por el lado del conductor, éste se asomó por la ventana del lado del conductor y disparó metódicamente (1:15 p.m.) dos veces a cada oficial. Ninguno de los oficiales había desenfundado su pistola de servicio. El sospechoso salió del coche por la ventana del lado del conductor y se aproximó a los oficiales caídos, disparándoles en la espalda al estar éstos boca abajo sobre la calle. A continuación, él se dio la vuelta y huyó a pie, al oeste de Macarthur Boulevard, y se le vio por última vez corriendo por la 74th Avenue en dirección sur.

Cuando el sospechoso huyó, algunos miembros de la comunidad se aproximaron rápidamente para ayudar a los oficiales heridos, a quienes confortaron y dieron los primeros auxilios, y llamaron al 911 para pedir asistencia policial y médica de emergencia. Los ciudadanos practicaron una reanimación cardiopulmonar a los oficiales gravemente heridos hasta que fueron relevados por las unidades de policía desplazadas hasta el lugar.

2. Respuesta Policial Masiva/Mando, Control y Coordinación

La unidades que respondieron (1:17pm) suministraron rápidamente asistencia médica, preservaron la escena de los hechos, identificaron a los testigos y empezaron a buscar al sospechoso de asesinato. En menos de un minuto se transmitió por radio la descripción del sospechoso a las unidades que respondieron (“el sospechoso es un hombre negro, 5’8” de altura, 150 libras de peso, todo vestido de negro, de piel clara, con anteojos de montura metálica, huyó por la 74th en dirección sur...”). El primer Sargento (1:19pm) que llegó a la escena hizo una evaluación de la situación y notificó inmediatamente por radio que había suficientes oficiales en la escena y que las demás unidades que respondieron deberían dar comienzo a la búsqueda del sospechoso. Se inició el establecimiento de un perímetro de contención y la misma policía se asignó la función de poner agentes para mantenerlo. El comandante de turno del Área III, el Teniente Nº 1, llegó a la escena en menos de 3 minutos (1:19 p.m.) y empezó a tratar de imponer orden en el creciente caos. El Teniente Nº 1 amplió de inmediato la respuesta de emergencia ordenando un llamado a todas las unidades de la ciudad (1:19 p.m.). A continuación, el Teniente Nº 1 llamó a su superior inmediato (fuera de servicio) y notificó al Capitán Nº 2 el grave incidente en curso.

La radiotransmisión de la alerta “Oficial-Necesita-Ayuda” (Officer-Needs-Help) obtuvo la respuesta de más de 115 unidades del OPD y muchas agencias externas, que acudieron

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a la escena del crimen. Los comandantes de turno del Área I (el Teniente Nº 2 a las 1:23pm) y del Área II (el Teniente Nº 3 a las 1:31pm) también respondieron rápidamente. Los dos se reunieron brevemente a dos cuadras de la escena del crimen, sin el Teniente Nº 1, y el Teniente Nº 3 decidió que se debían descentralizar las funciones de gestión del incidente. El Teniente Nº 3 asumió la responsabilidad de planificar y coordinar la búsqueda del sospechoso, mientras que el Teniente Nº 2 se encargó de la escena del crimen y el Teniente Nº 2 coordinó el perímetro, intentando restablecer la fluidez del tráfico. No se designó ningún puesto de mando, y la respuesta policial masiva abrumó a los comandantes presentes en la escena, en la que muchos de los oficiales que respondieron se asignaban a sí mismos sus propias funciones. Transcurriría 90 minutos antes de que los líderes principales del OPD (p. ej., capitanes y comisarios jefe) llegaran a la escena.

3. Identificación y Acordonamiento de la Ubicación del Sospechoso

En la escena del crimen, los técnicos de recolección de pruebas registraron el vehículo del sospechoso para dar con su verdadera identidad. Los Técnicos de Recolección de Pruebas encontraron un número del Departamento de Correcciones de California (California Department of Corrections, CDC) e hicieron un seguimiento buscando en bases de datos informáticas para identificar al sospechoso y obtener su fotografía y otros datos relacionados. Se identificó al sospechoso y se imprimieron copias de su fotografía más reciente, que ya estaba lista para ser distribuida antes de que se identificara la probable ubicación del sospechoso y se diera la orden de acceder al apartamento. Sin embargo, no se distribuyó esta información ni la fotografía del sospechoso debido a la falta general de coordinación en el lugar del incidente.

Fue el Teniente Nº 1 quien obtuvo la probable ubicación del sospechoso al identificar personalmente a una testigo ocular. Esta testigo ocular afirmó que, tras el tiroteo, vio cómo una mujer dejaba entrar al sospechoso en edificio de apartamentos situado en 2755 74th Avenue. El Teniente Nº 1 sabía que esta testigo tenía mucha credibilidad, pero se buscó la corroboración de esta información.

El Sargento Nº 2, un supervisor del Área I, planificó la obtención de esta corroboración de la ubicación del sospechoso con el uso de un perro de rastreo certificado para que siguiera el rastro del sospechoso desde que éste abandonara el vehículo hasta que se perdiera el rastro. El Teniente Nº 1 aprobó este plan, y el Sargento Nº 2 organizó un equipo de perros de la Oficina del Sheriff del Condado de Alameda (Alameda County Sheriff’s Office, ACSO), cuya llegada al lugar se esperaba en 45 minutos.

Se estaban recabando muchos datos sobre la ubicación del sospechoso independientemente de la labor del Teniente Nº 3, quien se había asignado a sí mismo la coordinación de la búsqueda del sospechoso. Otro Teniente (Nº 4), que se encontraba fuera de servicio, fue informado de que un informante confidencial (confidential informant, CI) altamente confiable había reportado que la ubicación del sospechoso era 2755 74th Avenue. El Teniente Nº 3 llamó al Teniente Nº 4 para comunicarle que estaba coordinando la búsqueda del sospechoso, y el Teniente Nº 4 dijo al Teniente Nº 3 que la ubicación del sospechoso era el apartamento delantero de la planta baja en 2755 74th

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Avenue. El Teniente Nº 3, sin consultar ni coordinarse con el Teniente Nº 1, ordenó por la radio de la policía la intervención de un Equipo SWAT (1:49pm).

A continuación, el Teniente Nº 3 se reunió brevemente con el Teniente Nº 4 y con el informante confidencial (CI) a una cuadra de la ubicación del sospechoso. El Teniente Nº 3 no tenía mucha confianza en la información dada por el CI por no haber visto éste al sospechoso entrar en el apartamento. El Teniente Nº 3 hizo caso omiso de la valoración del Teniente Nº 4 sobre la credibilidad del CI y no tuvo en cuenta la información dada por éste. Debido a que el Teniente Nº 3 no se había coordinado con el Teniente Nº 1, quien tenía a una testigo ocular que sí vio al sospechoso entrar en el apartamento, el Teniente Nº 3 no contaba con pruebas corroborantes clave relativas a la ubicación del sospechoso.

No obstante, el Teniente Nº 3 ordenó a un sargento que formara un perímetro de contención alrededor del edificio de apartamentos ubicado en 2755-74th Avenue. Un Bearcat, el vehículo blindado del SWAT, se estacionó frente a la ubicación del sospechoso, a la vista de las ventanas delanteras del apartamento. Al mismo tiempo, otro sargento formó un equipo de oficiales para cuestionar a posibles testigos en ambos lados de la 74th Avenue, al sur de Macarthur Boulevard, por donde se había visto huir al sospechoso. El Teniente Nº 4 tuvo que ordenar a los oficiales que realizaban esta búsqueda de testigos que se pusieran a cubierto, ya que el sospechoso se encontraba probablemente en la planta baja delantera de cara a la calle. Entre los comandantes y sargentos presentes en la escena del crimen no hubo un conocimiento general compartido con respecto a la evolución de la búsqueda del sospechoso. Debido a que no se estaban siguiendo los protocolos básicos de gestión de incidentes de emergencia y no se había designado ningún puesto de mando, no existió ningún punto centralizado para la recolección y distribución de la información. Este hecho fue probablemente un factor importante para la falta de comunicación y confusión continua.

A las 2:38 p.m., el Teniente Nº 3 reconoció que el perro de rastreo de la ACSO se encontraba a unos pocos minutos de llegar al lugar donde estaban el Sargento Nº 2 y su equipo en 75th Avenue y Ney. Sin embargo, el Teniente Nº 3 tomó por su cuenta la decisión de mando de que el plan de utilizar perros de rastreo era demasiado peligroso y que antes de que el lugar fuera lo bastante seguro para su utilización había que entrar y despejar el apartamento de 2755 74th Avenue. Todavía no había llegado el Equipo SWAT completo; no había en el lugar Negociadores de Rehenes, Francotiradores ni miembros de un Equipo de Apoyo para Operaciones Tácticas —aunque su llegada era inminente. El Teniente Nº 3, no obstante, ordenó que entre los oficiales y los supervisores del Equipo SWAT presentes en la escena se formara un Equipo de Entrada ad hoc, una acción que es contraria a la política del Departamento.

El Sargento Nº 2, siguiendo órdenes del Teniente Nº 3, pasó de coordinador de los perros a miembro del Equipo SWAT y, junto con otros Líderes del Equipo Táctico, formó un

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Equipo de Entrada ad hoc con supervisores (cinco) y miembros (tres) del Equipo SWAT1.

4. Entrada Dinámica/Uso de la Fuerza/Oficial Abatido

El Equipo de Entrada ad hoc se desplazó desde la 75th Avenue y Ney hasta situarse detrás del vehículo Bearcat situado delante de 2755 74th Avenue. A aproximadamente las 2:50 p.m., el Teniente Nº 3 se reunió con el personal de mando superior que acababa de llegar. En la reunión informativa también estuvo el Comisario Jefe (quien, como el oficial de rango más alto de acuerdo con la política del OPD, se convierte en el Comandante del Incidente). También estuvieron presentes el Capitán Nº 1, el Comandante Táctico, el Capitán Nº 2, el Comandante del Área III y el Teniente Nº 1. El Teniente Nº 3 celebró la reunión informativa en medio de la intersección de la 74th Avenue y Macarthur Boulevard (en el campo de visión del apartamento del sospechoso). Poco después, se informó del plan de entrar y despejar el apartamento situado en 2755 74th Avenue, como medida de precaución, empleando tan sólo el Equipo de Entrada ad hoc. Según la valoración del Teniente Nº 3, la amenaza era muy pequeña porque creía que era muy improbable que el sospechoso se encontrara en el apartamento.

En un momento de la reunión, el Comisario Jefe preguntó al personal de mando formado si pensaban que se necesitaba una orden de registro para forzar la entrada del apartamento. El personal respondió que en su opinión ésta no era necesaria porque la entrada constituía una persecución inmediata. Este hecho fue especialmente preocupante para los miembros de la Comisión Investigadora, en cuanto contradice las afirmaciones de que el personal pensaba que había una probabilidad pequeña de que el sospechoso se encontrara en la ubicación identificada. Si el personal creía de verdad la pequeña probabilidad de la presencia del sospechoso, no se podía aducir la excepción de persecución inmediata al requisito de una orden de registro.

El Capitán Nº 1 y el Comandante Táctico, sin ninguna objeción, pregunta ni comentario, aceptaron proceder con el plan del Teniente Nº 3 de entrar y despejar el apartamento. A continuación, el Capitán Nº 1 preguntó al Comisario Jefe “¿Te parece BIEN hacer esto?” El Comisario Jefe estuvo de acuerdo, pero preguntó al Capitán Nº 1 si se había dispuesto la presencia de asistencia médica, lo que recordó al Capitán que debía encargarse de ello. En lugar de reconocer la ausencia de uno de los pasos más importantes en planificación táctica, el Capitán Nº 1 permitió que se siguiera adelante con el plan táctico.

El Teniente Nº 1 afirmó que durante la reunión informativa celebrada en mitad de la intersección, el Teniente Nº 1 informó a los demás de lo dicho por la testigo ocular, quien vio cómo una mujer dejaba entrar al sospechoso en 2755 74th Avenue. Un CI había corroborado esta información al Teniente Nº 4, pero el Teniente Nº 1 afirmó que los comandantes superiores ignoraron la relevancia de dicha información. A continuación, el

1 Todavía no se había activado la notificación de alerta automática del Equipo SWAT para solicitar la presencia de Negociadores de Rehenes, Francotiradores, miembros del Equipo de Entrada y el Equipo de Apoyo para Operaciones Especiales. Esto fue una falla grave que retrasó en 45 minutos la llegada de elementos tácticos esenciales, justo después del instante en que se produjo la entrada dinámica.

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Teniente Nº 1 se separó del grupo y volvió a su función de comandante de la escena del crimen. Se tomó entonces la decisión conjunta de dar luz verde de inmediato al Equipo de Entrada ad hoc.

El Equipo de Entrada ad hoc se puso en posición a las 3:02 p.m. Se forzó la puerta de entrada de la ubicación del sospechoso y el Sargento Nº 4 fue el primero en entrar, seguido por el Sargento Nº 3, quien al entrar fue herido de muerte. El Sargento Nº 4 fue herido al recibir un disparo en el hombro. El Equipo de Entrada, incapaz de identificar un objetivo, todavía no había efectuado ningún disparo, y siguieron entrando en la poco iluminada habitación delantera.

De repente, una mujer empezó a gritar saliendo del cuarto de baño (la dirección general de donde procedían los disparos que se hicieron a la policía), y pasó corriendo delante del Equipo de Entrada. Los sorprendidos miembros del Equipo de Entrada alertaron de que podría ser una tiradora, pero no dispararon mientras hacían una valoración de la amenaza que ella suponía al pasar gritando y corriendo por delante de ellos hasta el pasillo exterior. El Sargento Nº 3 fue evacuado y el Sargento Nº 4, con una herida de bala, siguió avanzando hasta el cuarto de baño. Había juguetes y triciclos en la sala de estar delantera y el cuarto de baño trasero del apartamento.

Un miembro del Equipo de Entrada, el Oficial Nº 2, observó al sospechoso junto a la puerta del cuarto trasero con un arma de asalto en la mano. El Oficial Nº 2 disparó al sospechoso al esconderse éste en el cuarto y cerrar la puerta. El Equipo de Entrada siguió adelante y forzó la puerta del cuarto trasero hasta abrirla parcialmente. Al introducirse en el cuarto el Sargento Nº 2 miembro del Equipo de Entrada fue herido de muerte. El segundo miembro del Equipo de Entrada que entró fue el Sargento Nº 4. Al introducirse en el cuarto con rapidez, tropezó con algo al ser muy pobre la iluminación, y calló enfrente del sospechoso, que estaba sentado en el suelo dentro del armario oculto por la puerta parcialmente abierta. Al caer el Sargento Nº 4 es posible que recibiera una bala disparada por el sospechoso, que en tal caso fue desviada por su casco blindado. Mientras estaba en el suelo frente al sospechoso, el Sargento Nº 4 puedo ver al sospechoso portando un rifle de asalto con un cargador de gran capacidad y una bayoneta encajada en el extremo del cañón. El Sargento Nº 4 disparó al sospechoso en defensa de sí mismo y de los demás miembros del equipo. Al mismo tiempo, el Oficial Nº 2 apareció por la puerta y disparó al sospechoso. El Oficial Nº 2 fue acompañado por el Comisario Nº 1 de la ACSO, quien había entrado corriendo procedente del perímetro para ayudar al Equipo de Entrada. El Comisario Nº 1 de la ACSO también disparó al sospechoso. Una vez que se determinó que el sospechoso ya no suponía una amenaza, se le quitó el rifle de asalto que tenía junto a él. Los dos miembros del Equipo SWAT heridos de muerte fueron evacuados y transportados al hospital.

El incidente finaliza con cuatro miembros del OPD asesinados y el sospechoso declarado muerto en la escena. Esta es la tragedia más grande en la historia del OPD y una de las peores en el Estado de California y en la nación.

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Evaluación General

El incidente del 21 de marzo fue el suceso más sangriento en la historia del Departamento de Policía de Oakland. El resultado fue la pérdida de cinco vidas, un sargento resultó herido y muchos oficiales de policía y ciudadanos estuvieron expuestos a sufrir potenciales lesiones que podrían haber puesto su vida en peligro. Este incidente se inició con la parada rutinaria de un vehículo, escalando al ser los dos oficiales asesinados y producirse una respuesta policial masiva. Este incidente crítico de gran repercusión exigió la labor coordinada de muchas unidades del OPD y de varias agencias externas. Los primeros en responder, en su mayor parte oficiales del Área III, acudieron rápidamente a la escena del crimen y tomaron medidas por cuenta propia de gran relevancia.

Sin embargo, el recién ascendido e inexperimentado comandante de turno del Área III, el Teniente Nº 1 no designó ningún puesto de mando ni implementó ningún protocolo básico de gestión de incidentes de emergencia. La decisión tomada por el Teniente Nº 1 de ordenar una respuesta policial masiva resultó en la llegada a la escena del crimen de más de 115 unidades y de los comandantes de turno de otras dos Áreas. Los tres Tenientes no coordinaron sus esfuerzos y planes. En cambio, el comandante de turno del Área II, el Teniente Nº 3, se autoproclamó comandante general e, inexplicablemente, descentralizó el mando de este crítico incidente de gran repercusión en tres actividades independientes no coordinadas. El comandante de turno del Área III, el Teniente Nº 1, llamó de inmediato al supervisor con más experiencia, el Capitán Nº 2 (que estaba fuera de servicio), pero la llamada duró menos de un minuto y no volvieron a comunicarse hasta que el Capitán Nº 2 llegó al lugar 90 minutos más tarde. En general, entre los oficiales, supervisores y agencias externas no hubo un conocimiento general compartido; no se designó ningún puesto de mando, no comprendieron cuál era su función en la búsqueda masiva del sospechoso, desconocían que hubiera un plan general para gestionar la llegada de 115 unidades a la escena, y no sabían quién era el Comandante del Incidente. Esta falta de coordinación contribuyó a que la operación fuera gestionada de forma deficiente e ineficaz.

La búsqueda del sospechoso no estuvo coordinada y el Teniente Nº 3 la gestionó de forma inadecuada. Esto derivó en un empeoramiento de la toma de decisiones de los mandos. El Teniente Nº 3, aunque no lo declarase de tal modo, asumió la función de Comandante del Incidente sin consultar al comandante de la escena del crimen, el Teniente Nº 1, quien, de acuerdo con las afirmaciones de muchos de los supervisores que había en la escena, estaba dirigiendo de forma eficiente el incidente en curso. El Teniente Nº 1 había contactado con una testigo ocular que vio al sospechoso entrar en el edificio de apartamentos ubicado en 2755 74th Avenue, una información esencial sobre la ubicación del sospechoso. El Teniente Nº 3 asumió por cuenta propia, independientemente del Teniente Nº 1, la función de Comandante de Incidente asignando funciones de mando, descentralizando la responsabilidad del mando, ordenando la intervención de un Equipo SWAT y tomando la decisión de enviar a los miembros del Equipo de Entrada ad hoc para que entraran y despejaran el apartamento. Sin embargo, el Teniente Nº 3 sólo realizó una pequeña parte de la función de Comandante de Incidente, dejando desatendidas y sin coordinación casi todas las tareas. No designó ningún puesto

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de mando, suministrando el personal adecuado, ni implementó siquiera los elementos más básicos del Sistema de Mando de Incidentes (Incident Command System, ICS).

La decisión de entrar y despejar el apartamento delantero de la planta baja en 2755 74th Avenue fue problemática desde el principio. El Teniente Nº 3 no recolectó información rutinaria sobre la ubicación objetivo, no estableció la vigilancia del lugar ni obtuvo el plan de la planta interior y la distribución del edificio. El Teniente Nº 3 no hizo ningún intento de ponerse en contacto con los ocupantes del apartamento del sospechoso por teléfono, por un sistema de megafonía ni por un “teléfono para situación de rehenes” (throw phone). No se hizo ningún esfuerzo por proteger las residencias vecinas, no se hizo ninguna evacuación y no se recolectó ninguna información sobre la ubicación como preparación para realizar la operación de entrar y despejar el lugar. A continuación, el Teniente Nº 3 se asignó a sí mismo la función de Comandante Táctico de facto, ordenando que se formara un Equipo de Entrada ad hoc con miembros del equipo presente en lugar de esperar la llegada de la totalidad del Equipo SWAT, lo que es una infracción de la política del OPD.

El Teniente Nº 3 no siguió de forma adecuada los procedimientos de intervención del Equipo SWAT, y la notificación al Equipo SWAT tuvo un retraso de 45 minutos. Con independencia de los elementos del Equipo SWAT que respondió, el Teniente Nº 3 formó un Equipo de Entrada ad hoc —algo que está expresamente prohibido por las Órdenes Generales del OPD. A continuación, ordenó al Equipo de Entrada ad hoc —que no contaba con Apoyo de Francotiradores, la ayuda de Negociadores de Rehenes ni el Apoyo para Operaciones Tácticas— que procediera a ejecutar la operación de alto riesgo de entrar y despejar el apartamento del sospechoso. El Teniente Nº 3 creó un plan para entrar y despejar el apartamento sin consultar a todos los miembros del Equipo de Entrada ad hoc. Descartó de forma inadecuada la posibilidad de que el sospechoso se encontrara en el interior del apartamento. El Teniente Nº 3 desconsideró las pruebas que estaban recabando los demás tenientes procedentes de testigos confiables y fuentes fidedignas relativas a la presencia del sospechoso armado y peligroso.

El plan de entrar y despejar el lugar presentaba fallas, y debería haber sido descartado tras una revisión competente realizada por los mandos principales. El Teniente Nº 1, de acuerdo con la declaración grabada, informó a los comandantes reunidos de que una testigo ocular muy confiable había visto al sospechoso entrar en el edificio de apartamentos con la ayuda de una mujer poco después del asesinato de los dos oficiales de policía. Además, otro CI informó al Teniente Nº 4 de que el sospechoso estaba en el apartamento delantero de la planta baja. En lugar de abortar el defectuoso plan, el Comandante Táctico, el Capitán Nº 1, y el comisario jefe (Comandante de Incidentes) dieron su aprobación al plan del Teniente Nº 3.

Una vez aprobado el plan, el Teniente Nº 3 se reunió con el Equipo de Entrada ad hoc para darles unas instrucciones limitadas y apresuradas. Merece la pena señalar que no todos los miembros del Equipo de Entrada estuvieron presentes durante todo el tiempo que se dieron las instrucciones, tras las cuales, además, quedaron pendientes muchas cuestiones. Por ejemplo, algunos de los miembros del Equipo de Entrada no sabían quién estaba al mando del equipo. Tampoco hubo tiempo para que los miembros del Equipo de Entrada trataran de forma adecuada los protocolos de registro y los posibles planes de

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emergencia (p. ej., la respuesta a los disparos recibidos o si abatían a un oficial, y la designación de un punto seguro donde reunirse).

El uso de fuerza letal no se produjo hasta después de que el Equipo de Entrada ad hoc forzara la puerta del apartamento, recibiera disparos hechos con un rifle de asalto, sufriera de inmediato una baja y otro miembro del equipo resultara herido, en una situación en que no podían ver al tirador y no tenían ni idea de cómo era la distribución del apartamento. En estas circunstancias, el mejor procedimiento es, por lo general, que el equipo realice un “simulacro de oficial abatido,” realice una retirada táctica inmediata a un punto seguro donde reunirse y reevalúe los nuevos hechos y circunstancias. La BoI reconoce el estrés al que están sometidos los oficiales al ser atacados y tiroteados. Sin embargo, la valentía y el coraje en un tiroteo nunca son aceptables como sustitutivos de los procedimientos lógicos y de la seguridad de los oficiales. Al no darse el tiempo suficiente para la preparación del equipo, el Teniente Nº 3 ordenó prematuramente al Equipo de Entrada que realizara una tarea de alto riesgo desde una posición de gran desventaja. Este error se vio agravado por la aprobación precipitada de este plan por parte de los comandantes superiores.

La BoI descubrió que los miembros del Equipo de Entrada ejercieron una disciplina extraordinaria en el control de sus armas al salir la mujer corriendo y gritando del apartamento pasando junto a ellos. En estas circunstancias, los oficiales del OPD se comportaron según la mejor tradición de prácticas tácticas.

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Cronograma de los Eventos

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2 Las horas son aproximadas, al menos que se indique lo contrario. Las horas de los eventos fueron basadas en las transmisiones de radio de la OPD.

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Resumen de los Hallazgos de la BoI

La BoI revisó un gran volumen de páginas de las investigaciones, pruebas y documentación de todo el incidente, llegando a una serie de hallazgos independientes que se resumen a continuación. Las recomendaciones, el entrenamiento y el cumplimiento individual se incluyen en el informe completo.

Qué se Hizo Bien:

• La respuesta inicial de la policía a la llamada “Oficial Necesita Ayuda” fue rápida y caótica como sería de esperar pero completa y adecuada.

• Algunos miembros de la comunidad respondieron a la emergencia de una forma muy útil y solícita, ofreciendo auxilio y llamando al 9-1-1 para pedir ayuda para tratar a los oficiales heridos de muerte.

• El Teniente Nº 1 llegó a la escena en cuestión de minutos, evaluó la situación y trató de imponer orden el creciente caos. Durante los primeros minutos, los oficiales y sus sargentos que acudieron al lugar lograron mucho progreso. Los oficiales heridos recibieron los primeros auxilios, se organizó el traslado a un centro médico, se transmitió por radio la descripción del sospechoso y la dirección en que huyó, y se había iniciado el establecimiento de un perímetro de contención. El Teniente Nº 1 había sido recién ascendido, aún no había asistido a la escuela de mandos y no tenía experiencia operativa reciente en patrullaje, pero telefoneó de inmediato a su superior (quien estaba fuera de servicio) para informarle de la situación.

• La pronta obtención, gracias al Teniente Nº 1, de una testigo ocular confiable que vio cómo una mujer dejaba entrar al sospechoso en el edificio de apartamentos situado en 2755 74th Avenue fue una acción importante.

• El Teniente Nº 2 hizo un trabajo excelente al establecer un perímetro exterior. Este rápido perímetro ayudó probablemente a contener al sospechoso y evitar su huida.

• La respuesta y el apoyo de agencias exteriores fue excelente y oportuno, suministrando apoyo aéreo, de perros rastreadores y de personal.

• Las acciones del Teniente Nº 4 mientras estaba en contacto con un CI suministró información adicional y dio mayor credibilidad a la declaración de la testigo ocular con respecto a la ubicación del sospechoso. Esta fue una acción importante que corroboró el informe de la testigo ocular.

• El plan del Sargento Nº 2 de usar perros rastreadores para operaciones de búsqueda de sospechosos fue adecuado y se planificó bien.

• Tras un análisis detenido de cada evento de uso de fuerza letal durante el incidente en 2755 74th Avenue, la BoI descubrió que el personal del Equipo de

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Entrada actuó de conformidad con la política del Departamento de Policía de Oakland.

• Los miembros del Equipo de Entrada mostraron un alto grado de valor y disciplina durante la caótica escena en que recibieron disparos efectuados con un rifle de asalto. Estos oficiales no utilizaron sus armas cuando una mujer surgió de repente del interior de la habitación gritando y pasando corriendo junto al Equipo de Entrada, lo que en estas circunstancias puede considerarse como un logro extraordinario.

• Los criminalistas y técnicos de recolección de pruebas dieron cuenta de los disparos efectuados e identificaron la ubicación en que se encontraban los oficiales y el sospechoso en el momento del tiroteo. La reconstrucción científica efectuada por los criminalistas fue extraordinaria y reflejó un alto grado de excelencia profesional.

Qué es Necesario Mejorar:

• La parada del vehículo: La aproximación de los oficiales, yendo juntos hacia el lado del conductor incumplió los procedimientos de entrenamiento del OPD o las mejores prácticas de seguridad de los oficiales. Dicho sencillamente, no se siguieron los protocolos de contacto y protección.

• Los oficiales de mando que respondieron a la llamada “Oficial Necesita Ayuda” no supieron identificar el evento como un incidente complejo, lo que requería la puesta en práctica de procedimientos estratégicos de mando y control. Casi todos los oficiales de mando superior del OPD que respondieron fueron primero al hospital.

• Los supervisores y oficiales de mando no establecieron un puesto de mando central y no implementaron aspectos esenciales de los protocolos básicos de gestión de incidentes de emergencia. Esto provocó que no se desarrollara un plan general y que hubiera poco conocimiento de la situación.

• No se controló bien al personal en la escena del crimen ni al que respondió a la llamada. Era necesario coordinar la afluencia de personas a la escena para evitar que quedaran expuestos a peligros y para asegurar que se hacía un uso adecuado de ellos.

• No se hizo ningún intento de comunicarse con los residentes del área; hizo falta un plan de comunicaciones coordinadas para dar a los residentes alertas situacionales, rutas de tráfico alternativas y requisitos de mantenimiento del perímetro.

• Los oficiales de mando y los supervisores deberían tener guías de campo de tamaño bolsillo con los pasos del Sistema de Mando de Incidentes (ICS), y debería actualizarse y practicarse el entrenamiento de forma regular para inculcar esta idea en la cultura operativa del OPD.

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• Ninguno de los oficiales de mando presentes en la escena se declaró como el Comandante del Incidente (antes de que concluyera la entrada), según lo exige la Política y los Procedimientos del OPD. Como consecuencia de ello, nadie sabía quién estaba al mando, lo que contribuyó aún más a la creciente confusión y desorganización. El Teniente Nº 3 era el más veterano de los presentes y se autoproclamó Comandante del Incidente, pero no realizó la mayor parte de los requisitos básicos, contribuyendo de este modo al empeoramiento de la gestión del incidente crítico.

• Las actividades de las 115 unidades del OPD de agencias externas presentes en la escena carecieron de organización y claridad debido al escaso conocimiento de la situación y a la falta de un mando y control definidos. No se pudo establecer un liderazgo general mientras el incidente seguía haciéndose más complejo. La decisión del Teniente Nº 3 de dividir la situación en tres tareas independientes fue una buena táctica, pero defectuosa porque no estaba claro quién era el Comandante de Incidente ni hubo coordinación entre los comandantes presentes en la escena. La falta de una gestión adecuada del incidente contribuyó a que el mando y control generales fueran confusos. La ausencia durante 90 minutos de un liderazgo superior del OPD en un incidente crítico de gran repercusión fue una deficiencia grave.

• La información generada sobre la ubicación del sospechoso no se transmitió, no se recibió o fue descartada por personas que habían asumido ellos mismos las funciones de toma de decisiones.

• El Teniente Nº 3, quien solicitó la intervención del Equipo SWAT por la radio de la policía, no se puso en contacto directo con el Supervisor de la División de Comunicaciones, como lo requieren los procedimientos del OPD. Esta medida derivó en un retraso no reconocido de 45 minutos en la activación del sistema de notificación al Equipo SWAT. Este error retrasó la reacción de los elementos del Equipo SWAT (p. ej., Equipo de Negociadores de Rehenes, el Equipo de Apoyo para Operaciones Tácticas, el Equipo de Francotiradores y el Equipo de Entrada).

• La ubicación de interés —2755 74th Avenue— no se exploró formalmente; no se hizo ningún esfuerzo por determinar cuál era la situación de los residentes del edificio de apartamentos; se desconocían cuál era la distribución interior del edificio, así como los planos concretos de los apartamentos. Además, no se solicitó el registro de incidentes previos que pudiera haber habido en la ubicación. Por último, no se consideró adecuadamente cuáles eran los puntos de entrada/salida o escape/evacuación del edificio.

• No se suministró la fotografía del sospechoso ni ningún otro dato de identificación a los oficiales y los sargentos que formaron los perímetros de seguridad, los equipos de arresto designados y al Equipo de Entrada ad hoc, cuando éstos fueron generados por los especialistas del CID. Mucho antes de que se diera la orden de entrar y despejar el apartamento del sospechoso, se dispuso de

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la información sobre su identidad y los antecedentes penales y del hecho de que había sobre él una orden de arresto por infringir su libertad condicional.

• La persona que tomó las decisiones tácticas se encontraba en “periodo de entrenamiento” como Comandante Táctico, y tenía terminantemente prohibido asumir el mando táctico por orden del Comandante Táctico al mando. Sin embargo, el Teniente Nº 3 solicitó la intervención del Equipo SWAT, ordenó que se formara un Equipo de Entrada ad hoc, ignoró la credibilidad de las pruebas que apuntaban a que el sospechoso se encontraba en el apartamento, y ordenó al equipo a entrar y despejar el lugar sin obtener la información relativa al plano del apartamento, la distribución del edificio o la ocupación de las otras viviendas. Las contrariedades en la toma de decisiones críticas exhibidas por el Teniente Nº 3 han suscitado críticas sobre la efectividad del proceso de selección del OPD para el puesto de Comandante Táctico.

• La ubicación de interés —el apartamento del sospechoso— no era un “tirador activo” ni un sospechoso atrincherado que supusiera una amenaza inmediata para rehenes. Aparentemente, el sospechoso estaba localizado en el apartamento y no suponía una amenaza suelta para la comunidad. No se dieron circunstancias apremiantes, no existía una situación de urgencia para ordenar una entrada dinámica sin dilación. La persona que tomó las decisiones tácticas había creado sin fundamento una exagerada sensación de urgencia, lo que no estaba justificado por las circunstancias.

• Se ignoraron todas las alternativas a la entrada dinámica (p. ej., evacuación de los residentes, establecimiento de contacto telefónico con los ocupantes del apartamento del sospechoso, anuncios por megáfono/sistema de megafonía (PA), generación de información sobre la ubicación, uso de agentes químicos, recursos no humanos y otras prácticas aceptadas). Los miembros del equipo y el personal de mando desechó las alternativas tras una breve o inexistente consideración.

• Las buenas prácticas indican que la entrada dinámica es sólo el último recurso para proteger la vida contra una amenaza inminente e inmediata. El Departamento debería revisar detenidamente las acciones de todas las situaciones de entradas tácticas para asegurarse de que sólo se recurra a la entrada dinámica en las circunstancias adecuadas. Este no fue el caso de este incidente concreto.

• La decisión de formar un Equipo de Entrada ad hoc es una infracción evidente de la política del OPD, y los comandantes superiores no intervinieron, pero sí aprobaron la acción. La falta de un mando superior para detener la entrada dinámica e implementar otras alternativas tácticas fue una preocupación importante para esta Comisión Investigadora.

• La selección de todos los líderes del Equipo SWAT en la escena para que formaran el Equipo de Entrada ad hoc fue un error fundamental de mando y control. La decisión de ordenar al Equipo de Entrada ad hoc que entrara en el apartamento provocó una carencia de supervisores al mando sobre el terreno —si

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hubiera habido una segunda operación táctica al mismo tiempo, el equipo no hubiera podido responder de forma efectiva.

• El Equipo de Entrada ad hoc se componía de cinco líderes del Equipo SWAT y tres miembros del Equipo, que tenían un alto grado de preparación y mucha experiencia en las buenas prácticas de los procedimientos tácticos; y por ello, tienen la obligación de exponer las fallas procesales, de seguridad y de la política a un oficial superior.

• Como miembros del Equipo de Entrada ad hoc, el personal seleccionado no había entrenado ni practicado como equipo. Eran líderes del Equipo SWAT y no habían trabajado como unidad integral para rendir con eficacia en condiciones operativas estresantes.

• Las graves deficiencias en los procedimientos tácticos y de seguridad fueron percibidas en cuanto el Equipo de Entrada cruzó el umbral del apartamento y fue recibido con disparos hechos con un rifle de asalto de alta capacidad. El Equipo de Entrada no estaba en absoluto preparado para este grado de resistencia y debió haberse retirado y ponerse a cubierta para hacer una evaluación detallada de esta nueva situación imprevista y resistencia de alto riesgo que se encontraron.

• El Equipo de Entrada no tenía la Camioneta de Apoyo Táctico que contiene todos los elementos de seguridad y equipos especializados en la ubicación de interés.

• La notificación al familiar más cercano se realizó de forma inadecuada. En este incidente, el Sargento Nº 4 herido abandonó la escena de una investigación de homicidio en curso con su uniforme sucio y manchado de sangre, y fue llevado directamente al domicilio del oficial caído para facilitar el proceso de la notificación. El Sargento Nº 4 acababa de verse involucrado en un incidente de uso letal de la fuerza. Como tal, debería haber permanecido en la escena y ser accesible a los investigadores de homicidios. Además, la BoI recomienda que el OPD averigüe la viabilidad de mejorar este proceso de notificación para permitir que un grupo determinado de miembros del personal —como los oficiales de mando al nivel de personal, capellanes o personal de apoyo— se encarguen de hacer la notificación al familiar más cercano.

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Resumen de los Hallazgos y Recomendaciones de la BoI Hallazgo de la BoI Recomendación de la BoI

La aproximación del Sargento Nº 1 y del Oficial Nº

1 por el lado de la puerta del conductor del

vehículo del sospechoso incumplió el

entrenamiento o las buenas prácticas del OPD.

� Realizar inspecciones de campo para determinar

si este método de aproximación al vehículo es

algo habitual.

� Suministrar entrenamiento para reducir la

probabilidad de lagunas de este tipo en los

protocolos de seguridad al realizarse paradas de

tráfico ordinarias donde exista la posibilidad de

hacer arrestos.

� Considerar el estudio de este caso como una

lección aprendida sobre las tácticas de

aproximación a vehículos que se han parado.

� Recomendar a los oficiales motorizados que

consideren solicitar la presencia de un vehículo

de patrulla en situaciones donde exista la

posibilidad de hacer arrestos. Un vehículo de

patrulla puede ofrecer ventajas tácticas

adicionales como un lugar donde ponerse a

cubierta y la prevención de que los ocupantes

huyan a pie.

La respuesta inicial de los oficiales al tiroteo fue

previsiblemente caótica pero aceptable dadas las

circunstancias.

� Reforzar con entrenamientos esta actuación

positiva (p. ej., suministrar primeros auxilios y

establecer un perímetro de contención).

La respuesta de la ambulancia pareció lenta. � Revisar los tiempos de respuesta de las ambulancias

y evaluar los motivos del retraso. Comprobar si pudo

haber contribuido a ello la congestión del tráfico

causada por los vehículos de la policía, y hacer

hincapié en el “estacionamiento táctico” en el

entrenamiento al pasar lista.

Algunos miembros de la comunidad respondieron

de forma muy útil y solícita, ofreciendo auxilio y

llamando al 911 para pedir ayuda para tratar a los

oficiales heridos de muerte.

� El Departamento debería identificar a estos

miembros de la comunidad que dieron su ayuda

y reconocer su gesto de una forma respetuosa y

adecuada.

� Esta importante lección debería incorporarse al

entrenamiento e incluir la participación de los

ciudadanos para dar motivación para que se

creen lazos y relaciones fuertes con las

comunidades a quienes la policía ofrece sus

servicios. Los supervisores y oficiales de mando

deberían reforzar esto.

17

Hallazgo de la BoI Recomendación de la BoI

La transferencia de llamadas de Emergencia al 911

desde celulares recibida por la Patrulla de

Carreteras de California (California Highway Patrol,

CHP) y enviada al OPD fue menos que óptima.

� Realizar una auditoría para determinar si el

sistema puede saturarse y a qué límite.

Los problemas relacionados con la implementación

del Sistema de Mando de Incidentes (Incident

Command System, ICS) y la asignación de funciones

esenciales derivaron en una falta de planificación

fundamental.

� Dar entrenamiento para la asignación de un

puesto de mando y hacer hincapié en el uso de

los principios básicos de gestión de incidentes de

emergencia.

Los comandantes que respondieron no

establecieron un puesto demando adecuado. � Asegurar que los comandantes y supervisores

reciban entrenamiento, haciendo hincapié en la

importancia de establecer un puesto de mando

en la escena de todos los incidentes críticos.

Ninguno de los comandantes se declaró como el

Comandante del Incidente en la respuesta inicial ni

en las horas siguientes.

� El OPD debería crear un proceso para la

transferencia formal de mando y declaración en

la escena del incidente.

El Teniente Nº 2 en activo hizo un trabajo

excelente en el establecimiento de un perímetro

exterior.

� El OPD debería revisar los procedimientos de

entrenamiento en perímetros para asegurar que

todos los comandantes y supervisores tengan la

preparación adecuada para establecer un

perímetro eficiente.

La información sobre el sospechoso no fue

transmitida o no fue recibida por las personas que

se habían conferido a sí mismas la responsabilidad

de tomar decisiones.

� Esto se hubiera resuelto con el establecimiento

de un puesto de mando con un punto central

para la recepción y coordinación de información

esencial. El OPD debería asegurarse de que se

haga hincapié en la transmisión de información y

comunicaciones en todos los entrenamientos de

gestión de incidentes de emergencia.

El Teniente Nº 3 solicitó por la radio de la policía la

intervención de un Equipo SWAT, pero no contactó

directamente con el Supervisor de la División de

Comunicaciones.

� Deberían revisarse las políticas y los

entrenamientos para asegurarse de que

cumplen con las buenas prácticas en los

protocolos de intervención del Equipo SWAT.

� El OPD debería revisar detenidamente sus

procesos y procedimientos de intervención del

Equipo SWAT para asegurarse de que se

identifique y traten las lagunas en las

notificaciones.

� Todos los supervisores y oficiales de mando

debería recibir entrenamiento en los

procedimientos adecuados para solicitar la

intervención del Equipo SWAT.

18

Hallazgo de la BoI Recomendación de la BoI

No se exploró adecuadamente la ubicación de

2755 74th

Avenue.

� El OPD debería revisar los procedimientos

estándar de operaciones relativos las

operaciones tácticas que implican la entrada en

una posible situación hostil.

No se dio la fotografía del sospechoso a los

oficiales a cargo del perímetro de seguridad, a los

equipos de búsqueda especializados y al Equipo de

Entrada cuando los Investigadores dispusieron de

ella. Sin la fotografía, muchos de estos oficiales

carecieron de un conocimiento común de la

situación y todo lo que tenían para identificar al

sospechoso era su descripción física transmitida

verbalmente.

� Deberían revisarse los procedimientos de

transmisión de datos e información sobre el

sospechoso al personal presente en la escena. La

integración de esta información debería formar

parte de los programas de entrenamiento del

OPD al estar relacionado con el sistema ICS.

El uso de perros de rastreo para operaciones de

búsqueda de sospechosos fue adecuado y se

planeó bien.

� El OPD debería identificar los métodos de

entrenamiento y las oportunidades de emplear

técnicas y métodos innovadores de búsqueda y

rastreo de sospechosos.

No se dieron circunstancias apremiantes, no existía

una situación de urgencia que justificara la orden

de entrada dinámica sin dilación en el

apartamento. La BoI descubrió que la orden de

entrada por la fuerza no cumplía con las políticas y

buenas prácticas del OPD.

� El OPD debería considerar volver a entrenar a los

supervisores, personal de mando y personal

ejecutivo en principios tácticos integrales.

Deberían identificarse y corregirse las prácticas

deficientes para que reflejen los requisitos de la

política y las buenas prácticas.

Las declaraciones dadas por los comandantes que

tomaron la decisión conjunta de entrar en el

apartamento del sospechoso mostraban una falta

de comprensión fundamental relativa a los

principios básicos de la persecución intensa y

entradas legales sin orden de registro.

� El OPD debería proporcionar entrenamiento en

registro y confiscación a todos los comandantes

para asegurarse de que todos los rangos reciban

un entrenamiento constante.

Los líderes y miembros del Equipo SWAT no

cuestionaron los defectos del plan y la orden dada

por el Comandante Táctico de entrar y despejar el

apartamento del sospechoso. La responsabilidad

profesional de indicar los defectos de un plan antes

de su ejecución es algo que corresponde hacer a

todos los profesionales.

� Examinar las políticas y preferencias del

Departamento con respecto a la entrada

dinámica, a menos que se trate de

circunstancias apremiantes bien fundadas.

� La Gestión del OPD necesita revisar y evaluar el

contenido y los conceptos operativos del

entrenamiento que se da a su Equipo SWAT. Con

el fin de realizar planificaciones tácticas, tomar

decisiones y operaciones, debería hacerse una

evaluación completa del entrenamiento militar

en comparación al de la policía.

� Iniciar una auditoría completa y procedimientos

de análisis para cada operación del Equipo

SWAT. Es necesario analizar la información para

19

Hallazgo de la BoI Recomendación de la BoI

fines de cumplimiento y mejora de cada caso.

Las graves deficiencias en los procedimientos

tácticos fueron percibidas en cuanto el Equipo de

Entrada cruzó el umbral del apartamento del

sospechoso y fue recibido con disparos hechos con

un rifle de asalto de alta capacidad. La decisión

táctica de seguir con el plan y entrar en el

apartamento no fue acertada y agravó el peligro en

que se encontraba el personal del Equipo de

Entrada.

� Reevaluar los requisitos de liderazgo y los

procedimientos de selección para los líderes y

comandantes tácticos del Equipo SWAT.

� Desarrollar ejercicios de campo para probar la

capacidad de competencia y toma de

decisiones de los líderes del equipo y los

comandantes tácticos para que tomen

decisiones acertadas en condiciones de estrés.

� Se deberían practicar “Simulacros de Oficial

Abatido,” incluyendo la retirada táctica a un

punto de concentración predeterminado.

� Es necesario revisar las políticas y

procedimientos para la implementación de

retiradas tácticas a posiciones seguras cuando

se haga frente de modo inesperado a armas de

asalto de gran capacidad.

Se ignoraron todas las alternativas a una entrada

dinámica (p. ej., evacuaciones, anuncios por

megáfono/sistema de megafonía (PA), generación

de información sobre la ubicación, creación de un

Puesto de Mando Táctico adecuado) y los

miembros del equipo o el personal de mando las

desechó tras una breve o inexistente

consideración. La decisión de formar un Equipo de

Entrada ad hoc es una infracción evidente de la

política del OPD y cada uno de los oficiales de

mando presentes tenía la responsabilidad de

abortar la acción inadecuada.

� Los comandantes tácticos y los comandantes

de incidentes deben recibir entrenamiento

para evitar la tentación de forzar una entrada

dinámica cuando las pruebas disponibles

indiquen con claridad que un enfoque

razonado es lo más eficaz para salvar vidas y

proteger a la población y a la policía.

� Se recomienda además que los comandantes

tácticos participen más en la revisión,

evaluación y aprobación de los planes tácticos

antes de su envío al comandante de incidente.

El Equipo de Entrada ad hoc estaba formado en su

mayor parte por líderes del Equipo SWAT (5), que

están entrenados para ser líderes en lugar de

ocupar posiciones específicas. No han recibido

entrenamiento regular en esta modalidad para

operar bajo condiciones operativas estresantes. A

pesar de la solidez de las políticas actuales del OPD

sobre el uso del Equipo SWAT, éstas fueron

ignoradas a favor del Equipo de Entrada ad hoc.

� El personal de mando debería recibir

entrenamiento y ser responsable del control de

los recursos del OPD para asegurar que su uso

sea conforme con las políticas establecidas

exclusivamente, a menos que se den

circunstancias apremiantes.

Tras un análisis de cada evento de uso de fuerza

letal durante el incidente en 2755 74th

Avenue, la

Comisión determinó que el personal del Equipo de

Entrada actuó de conformidad con la política del

Departamento de Policía de Oakland. Mostraron

también un extraordinario control de sus armas al

salir corriendo del apartamento una mujer

� Se debería elogiar la actuación del Equipo de

Entrada por su extraordinaria disciplina al

reprimir el uso de fuerza letal contra una mujer

desarmada pariente del sospechoso al salir

ésta corriendo del apartamento.

20

Hallazgo de la BoI Recomendación de la BoI

desarmada.

El Equipo de Entrada no tenía en la ubicación de

interés la Camioneta de Apoyo Táctico que

contiene todos los elementos de seguridad y

equipos especializados.

� Es necesario entrenar, inspeccionar y hacer

responsables a los supervisores y comandantes

del OPD del desempeño profesional del

personal del OPD. Los equipos de seguridad

son costosos y se suministran para proteger el

activo de más valor del OPD, su personal.

Se dio cuenta de todos los disparos efectuados,

junto con los correspondientes casquillos, y se

identificó la ubicación de los oficiales y del

sospechoso en el momento de producirse el

tiroteo. Los criminalistas reconstruyeron la escena

del crimen y la acción que se llevó a cabo en el

apartamento, dando pruebas científicas objetivas

sobre la posición exacta de los oficiales y del

sospechoso en cada disparo y uso de fuerza letal.

� Es necesario un entrenamiento específico, y

éste debería continuar, para mantener la

disciplina en el control del uso de las armas. Se

espera de los miembros del Equipo SWAT que

sepan controlar y ser disciplinados al disparar

sus armas (ráfagas cortas de dos o tres

disparos). La BoI reconoció que en

circunstancias normales y realización de los

entrenamientos, se espera que haya una

disciplina en el control del uso de las armas. Sin

embargo, la BoI también reconoció las

circunstancias especiales a que se enfrentó el

Sargento Nº 4, que sabía que el sospechoso

había matado a dos oficiales, estaba

disparando al Equipo de Entrada y que el

Sargento Nº 2 había resultado herido de bala.

El Sargento Nº 4 había caído delante del

sospechoso, que estaba armado con un rifle de

asalto con bayoneta y estaba frente a él.

La notificación al familiar más cercano se realizó de

forma inadecuada. En este incidente, el líder

herido del Equipo de Entrada, el Sargento Nº 4,

abandonó la escena con el uniforme sucio y

manchado de sangre, y fue llevado, junto con otro

sargento, directamente al domicilio del oficial

caído. La BoI considera que no es adecuado que se

permitiera que un miembro del Equipo de Entrada

abandonar la escena, poniendo esto de manifiesto

el inapropiado mando y control que había.

� La índole del proceso de notificación es

delicada y requiere un enfoque de lo más

cuidadoso junto con la concienciación de

ayudar y apoyar respetuosamente. Siempre es

un mal procediendo que alguien que se haya

visto involucrado en un incidente traumático y

emocional haga la primera notificación, sin

importar lo bien intencionado que ello sea.

� Se deberían revisar las políticas para asegurar que

se hagan las notificaciones adecuadas donde se

equilibren los deseos y las preferencias del oficial

herido con las necesidades de la investigación en

curso y el decoro profesional aceptable.

Abandonar una escena del crimen activa, llevando

todavía puesto un uniforme manchado con

material biológico y con la necesidad de recibir

atención médica es un deseo emocional que se

comprende, pero constituye una práctica

inadecuada. Debería crearse un entrenamiento

sobre este tipo de situación concreta.

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Conclusión

La BoI concluyó que el 21 de marzo del 2009, el sospechoso fue el único responsable del asesinato de cuatro veteranos oficiales de policía de Oakland, en dos lugares distintos y en el periodo de 2 horas. El sospechoso era un delincuente habitual con un historial de delitos predatorios. En el momento del incidente, había sobre él una orden de arresto por infringir su libertad condicional. Este individuo mostró claramente un total desprecio por la vida humana. Asimismo, la BoI percibió que muchos miembros del Departamento de Policía de Oakland actuaron con un alto grado de valentía y coraje durante esta terrible prueba. La BoI reconoce los esfuerzos y la previsión del OPD de buscar fuera del Departamento una opinión independiente sobre este incidente. Esta sola acción dice mucho en favor del compromiso del Departamento con la integridad de la organización y la transparencia con la comunidad, sin que se tenga en cuenta lo doloroso que ello sea, con la obtención y el tratamiento de todas las cuestiones relacionadas con este trágico evento.