comisión de pastoral profética12. camino de cuaresma para adultos 13. bienaventuranzas cuaresmal...

Centro Diocesano de Pastoral

Morelos 28. A. P. 21Tel. (395) 785-0020 Fax. (395) 785-0171

Correo-E: [email protected]: [email protected]

47000 San Juan de los Lagos, Jal.

Responsable:

Comisión de Pastoral Profética

Diócesis de San Juan de los Lagos.

SUMARIO:Mensaje del Señor Obispo .......................................................................... 1

Introducción ................................................................................................. 2

1. Ejercicios espirituales. Encuentros:

1. Jesús nos enseña a escuchar .................................................... 3

2. Jesús nos enseña a discernir .................................................... 9

3. María, mujer que escucha y discierne .................................. 13

4. Escuchar a Jesús transforma la vida ...................................... 17

5. Tobías y Sara, de la escucha a la obediencia ...................... 21

2. Retiro para agentes de Pastoral .......................................................... 25

3. Celebración del Miércoles de Ceniza ................................................ 29

4. Celebración penitencial ...................................................................... 33

5. Viacrucis ............................................................................................... 37

6. Decálogo para vivir una Semana Santa profunda ............................. 42

7. La Hora Santa de Jueves Santo ........................................................... 43

8. Rosario de pésame ............................................................................... 47

9. Lectio Divina de cada Domingo de Cuaresma .................................. 50

10. El verdadero ayuno que agrada a Dios.............................................. 66

11. Signos y símbolos de la cuaresma ..................................................... 67

12. Camino cuaresmal para adultos ......................................................... 68

13. Bienaventuranzas cuaresmales ........................................................... 69

14. Capirotada cuaresmal ......................................................................... 70

15. Vía Lucis ............................................................................................... 71

16. ¡Celebramos la Pascua en familia! .................................................... 75

17. Decálogo de Pascua ............................................................................ 77

Sección de cantos ............................................................................... 78

Bibliografía .......................................................................................... 81

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CUARESMA - PASCUA 2018

Mensaje del Señor ObispoA TODA LA FAMILIA DIOCESANA

Asunto: Motivar a que vivamos como familia diocesanaeste tiempo especial de la Cuaresma-Pascua,

en la escucha y el discernimiento comunitario.

Estimados her-manos, en el marcodel año Pastoral dela escucha y del dis-cernimiento pasto-ral comunitario ycon ocasión deltiempo litúrgico dela Cuaresma-Pas-

cua, reciban un saludo de su Padre y Pastor de estaIglesia Diocesana de San Juan de los Lagos.

Me es grato pensar en todos y cada uno deustedes que recibirán este boletín de Cuaresma-Pascua y que por su medio se aproximarán a loscercanos y a los alejados, entregándoles la Palabrade Dios, animándolos y fortaleciéndoles en suesperanza, combatiendo con ello la crisis espiritualy la indiferencia que hoy enfrentamos.

El tiempo de la Cuaresma-Pascua es un mo-mento especial en nuestra Iglesia diocesana quenos impulsa para seguir avanzando en el procesode elaboración de nuestro VI Plan Diocesano dePastoral. Al respecto el Papa Francisco nos exhor-ta «a entrar en un proceso decidido de discerni-miento, purificación y reforma» (EG 30). Y comoIglesia diocesana acogemos este impulso del Es-píritu ya que queremos ser «una comunidadevangelizadora que se mete con obras y gestos enla vida cotidiana de los demás, achicando distan-cias, que se abaja hasta la humillación si es nece-sario, y asume la vida humana, tocando la carnesufriente de Cristo en el pueblo» (EG 24).

Invito a que la Cuaresma-Pascua sea un tiempopropicio para intensificar la vida del espíritu através de los medios santos que la Iglesia nosofrece: el ayuno, la oración y la limosna, y quesobre todo le demos importancia a la escucha ymeditación frecuente de la Palabra de Dios. Y,

seamos capaces de discernir y experimentar lapresencia cercana y transformante de Cristo ennuestra historia diocesana y nos vayamos renovan-do espiritualmente, para que podamos celebrar conmayores frutos la Resurrección de Cristo, y juntosformemos una Iglesia donde todos nos sintamoshermanos.

María es símbolo de la apertura a Dios y a losdemás; escucha activa, que interioriza, asimila, yen la que la Palabra se convierte en forma de vida.Como María, sepamos decir sí a Dios, desde elsilencio más hondo de nuestro interior; y dejemosque Él intervenga en nuestra vida. Así estaremoscolmados de una inagotable alegría. Dios puedeconvertir nuestro corazón, árido y estéril como undesierto, en un vergel fecundo. Nuestro sí abrirá laspuertas a Dios y su lluvia abundante fecundará todanuestra existencia.

Hermanos todos en el Señor, vivamos con granánimo y con especial disposición el tiempo deCuaresma-Pascua. Permitamos que acontezca estemisterio salvífico en la historia concreta de nues-tras vidas y en cada una de nuestras comunidades.Vivamos la Pascua con espíritu renovado y así,convertidos, regresemos nuevamente a la amistadcon Dios y con los hermanos.

Imparto mi bendición, implorando la interce-sión de la Santísima Virgen de San Juan de losLagos, nuestra Señora de la prontitud, la que sale desu pueblo para auxiliar a los demás sin demora (cfr.EG 288). Le rogamos que con su oración maternalnos ayude para que nuestra Iglesia diocesana lleguea ser una casa para muchos, y haga posible elnacimiento de un mundo nuevo.

+ Jorge Alberto Cavazos ArizpeObispo de San Juan de los Lagos


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Introducción

Estos son los contenidos que vienen incluidos enel boletín. Deseamos que les sea de gran utilidad nosolamente para el trabajo pastoral, sino que prime-ro los aprovechemos personalmente, haciendo vidalo que se nos propone.1. Ejercicios espirituales2. Retiro para agentes de pastoral3. Celebración de miércoles de ceniza4. Celebración penitencial5. Viacrucis6. Decálogo para vivir una Semana Santa profunda7. La Hora santa de jueves santo8. Rosario de pésame9. Lectio divina de cada domingo de Cuaresma10. El verdadero ayuno que agrada a Dios11. Signos y símbolos de la cuaresma12. Camino de cuaresma para adultos13. Bienaventuranzas cuaresmal14. Capirotada cuaresmales15. Via-lucis16. ¡Celebramos la pascua en familia!17. Decálogo de PascuaSección de cantos

1. Ejercicios espirituales

La temática que abordamos en estos encuen-tros, nos ayudarán a todos los cristianos a meter-nos en esta dinámica del año de la escucha y deldiscernimiento pastoral comunitario y llevarlo ala práctica con nuevas actitudes durante la Cuares-ma- Pascua, tratando de que se prolongue a lolargo de todo el año, en la familia, en la parroquia,en la colonia, en la sociedad. Tomamos comomodelo de escucha y discernimiento a Jesús, Él,mejor que nadie, nos puede enseñar las actitudespara escuchar, discernir y realizar la voluntad delPadre. Contemplaremos también a María la discí-pula fiel de Jesús su hijo.

Reflexionaremos en cinco encuentros, que nosirán llevando de la mano, logrando un diálogopersonal con Jesús en cada uno de ellos.

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conver-sión, tiempo fuerte de oración, ayuno y atención alos necesitados, dando a todo cristiano la posibili-dad de prepararse a la Pascua, haciendo un seriodiscernimiento de la propia vida, confrontándosede manera especial con el Evangelio.

Después de su bautismo, Jesús es conducido aldesierto para encontrarse consigo mismo y con elPadre, y vive la condición humana frente a diversasposibilidades. Necesita discernir cuál será su mi-sión hacia el futuro: obediencia al Padre o asumirun mesianismo cómodo, triunfalista y populista.

Nosotros también hemos de ser dóciles para serconducidos al desierto y, en el silencio, escuchar ydiscernir cuál es la voluntad de Dios.

En el desierto corremos el riesgo de experimen-tar la tentación, que si en Jesús fue abandonar lavoluntad del Padre, en nosotros y en la Iglesiapodría ser, aliarnos con el poder establecido aban-donando el proyecto de Dios, de Cristo crucificado,plasmado en los rostros de tantas personas denuestro tiempo, que nos piden a gritos nuestro amoren obras muy concretas.

El boletín de este año sigue el curso evangeliza-dor de la Diócesis: Año de la escucha y del discer-nimiento pastoral comunitario, el cual se verá re-flejado en los contenidos.

Deseamos que la Cuaresma-Pascua sea un tiem-po fuerte de escucha y discernimiento. De escuchara Jesús, sus enseñanzas, sus opciones y su prácticaliberadora. Escuchar a Jesús, que toma la Cruz, queacepta los riesgos, el conflicto, la soledad del Reino.«El Evangelio nos invita siempre a correr el riesgodel encuentro con el rostro del otro, con su presenciafísica que interpela, con su dolor y sus reclamos, consu alegría que contagia» (EG 88). Y desde aquídiscernir el llamado que Dios nos dirige como Igle-sia Diocesana para convertir aquellas estructurasque impiden la vivencia del Reino. De ahí la citageneradora que hemos elegido: «Cuando te desvíesa derecha o izquierda, oirás con tus oídos una palabraa la espalda: Este es el camino, síganlo» (Is 30, 21)

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1. CITA GENERADORA:«Dichosos los que escuchan la Palabra

de Dios y la ponen en práctica» (Lc 11, 28).

2. FRUTO:Aprender el arte de la escucha a ejemplo de Jesús,

para que como Él sepamos acoger cordialmentea quienes se acercan a nosotros.

3. PREGUNTA GENERADORA:

¿Sabes escuchar aejemplo de Jesús?

4. NOTAS PEDAGÓGI-CAS

Preparar un letrerode bienvenida y co-locar frases sobre laescucha. Puede ser útil poner

algunos posters donde Jesús escuchaba a la gente:la samaritana, Marta, Lázaro y María, los discípu-los y Jesús, etc. Como es el primer encuentro es conveniente

preparar una dinámica que favorezca la presenta-ción de los integrantes y ayude a la comunicaciónentre todos, favoreciendo la escucha ya desdeeste primer momento. Para el segundo encuentro se les pedirá que cada

quien traiga un tapete o cobija chica.

5. MATERIALES

Masking tape Hojas blancas Documentos: Instrumentum Laboris. Sínodo dela Palabra; Exhortación ApostólicaAmoris Laetitia

6. BIENVENIDA Y UBICACIÓN

Es un verdadero gusto que estemos aquí en estelugar, sean todos bienvenidos a este primer encuen-tro de ejercicios espirituales, que nos prepararán avivir el misterio pascual: Pasión, Muerte y Resu-rrección de nuestro Señor Jesucristo, el maestroque nos puede enseñar cómo escuchar y discernir lavoz de Dios y vivir de acuerdo a su voluntad, hastadar la vida por amor en favor de los demás.

7. ENTRAMOS EN ORACIÓN

Somos cons-cientes de queDios nos habitay que tambiénestá entre noso-tros. Hagamossilencio en nues-tro corazón ygocemos de esapresencia. Les

invito a que escuchen el siguiente canto y mientraslo escuchamos hagamos oración.

Salmo 5: Escucha Señor mi Oración

goo.gl/Gfq6hE * (Procura escribir el link tal cual)

¿Qué quieres decirle a Jesús? Exprésale tuoración en voz alta.

8. EXPERIENCIA PREVIA

Todos damos por hecho que sabemos escuchar.Hablamos con otras personas, mantenemos con-versaciones, damos y recibimos información. Todoesto implica escucha, sí, pero a menudo lo hacemosdistraídamente, escuchando a medias y pensandoen otras cosas.

Cuántas cosas oímos a lo largo de un día o denuestra semana. Cuántos ruidos, sonidos o palabras

1. EJERCICIOS ESPIRITUALES

Jesús nos Enseña a EscucharENCUENTRO 1


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escuchamos. A veces en nuestros ritmos aceleradosde vida, corremos el riesgo de acostumbrarnos alruido constante y no generar las disposicionesnecesarias para escuchar al otro y simplemente sevan empobreciendo nuestras comunicaciones yvínculo con los demás.

Para escuchar al otro, y mucho más al Otro, quees Dios necesitamos del silencio, que no es sólo laausencia de sonidos. Muchas veces estando solosen nuestras casas, prendemos la televisión, nosponemos los audífonos, usamos la tablet, el celular,quizás porque no estamos acostumbrados a convi-vir con el silencio o nos da temor estar a solas connosotros mismos.

Realizaremos los siguientes ejercicios.

Ejercicio 1Durante un minuto, les pediremos a los inte-

grantes del grupo que hagan silencio y que escu-chen todos los sonidos que nos llegan. Pondremosatención primero a los más lejanos, para ir recono-ciendo a los más cercanos.

Luego dialogamos acerca de lo que oímos

¿Qué sonidos reconocimos? ¿Eran sonidos novedosos o eran sonidos habitua-

les? ¿Todos oímos lo mismo? ¿Pusimos la atención en distintos sonidos?

¿Cuáles? ¿Nos costó mucho sostener el minuto de silencio?

¿Por qué?¿Qué nos llamó la atención de este ejercicio?

Ejercicio 2Luego del diálogo les proponemos un nuevo

minuto de silencio, pero esta vez pediremos ponernuestra atención al sonido de nuestra respiraciónprimero, para escuchar finalmente el ritmo de nues-tro corazón. Intentar que los pensamientos se aca-llen y que no nos distraigan del latido de nuestrocorazón.

Dialogamos

¿Pudimos quitar los pensamientos que venían anuestra mente?

¿Logramos escuchar solamente a nuestro corazón?

¿Qué pensamientos o sentimientos se nos venían?

En nuestro lenguaje común decimos que oír yescuchar es casi lo mismo, sin embargo se refierena ideas semejantes pero con significados diferen-tes. Si buscamos en el diccionario encontraremosque oír es percibir con los oídos y escuchar esprestar atención a lo que se oye. De allí que muchasveces se diga: me oyes, pero no me escuchas.Escuchar, además de oír, exige la atención hacia loque el otro dice. En nuestra concepción evangélica,podemos agregar, que escuchar, significa no sóloponer la atención, sino cultivar aquellas disposicio-nes de apertura amorosa hacia el otro, de recibir, deacoger, de guardar lo que el otro dice y es. Elescuchar, implica vaciarnos de nuestras distraccio-nes, de nuestro ego, de nuestras propias preocupa-ciones, para que el otro pueda entrar en nuestrointerior.

9. CONOZCO MÁS

Dios nos habla

En su cultura oral, Jesús aprendió la indispen-sable actitud de la escucha. Escuchó la Palabra deDios a partir de la transmisión familiar, recibidadesde pequeño y la siguió escuchando toda suvida, fiel a ese insistente llamado de Dios a supueblo: «Escucha Israel» (Dt 6, 4). El evangelis-ta Lucas sitúa a Jesús en medio de los doctores dela ley «no sólo escuchándolos, sino tambiénhaciéndoles preguntas» (Lc 2, 46). Tal comoaprendió a escuchar a su Padre Dios, asimismo,Jesús supo escuchar cordialmente a quienes en-traban en contacto con Él. Podría decirse queJesús todo lo que sabía del ser humano lo apren-dió escuchando a las personas.

«Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, ense-ñando en las sinagogas judías, anunciando la buenanoticia del reino y sanando todas las enfermedadesy dolencias» (Mt 9, 35).

El texto pone el acento en señalar que Jesúsenseñaba. Ya sabemos que el evangelista Mateopresenta a Jesús como Maestro, y tiene especialinterés en señalar que Jesús no sólo enseña doctri-nas, sino que se preocupa también por mostrarcuáles eras sus gestos y actitudes para con losdemás y de qué manera se acercaba al otro, cómo lodignificaba, etc.

Trabajo en grupo: Invitamos a que en equipostrabajen esta ficha.

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Escuchar, para conocer al otro

Jesús escucha, interrumpe su actividad, detienesu marcha si es necesario, deja de hablar, cambia sucamino si es preciso con tal de estar con la personaque le necesita.

Y cuando está con la persona, Jesús escucha,deja que el otro hable primero y que se exprese, quehable de sus necesidades, que muestre su interior,lo que anhela, lo que le preocupa, lo que aspira, loque sueña. La escucha de Jesús es acogedora,genera encuentro y libera la palabra del otro.

Basta que nos asomemos a cualquier texto delEvangelio para darnos cuenta que Jesús se levanta,toca, dialoga, se traslada y se compromete con elotro no únicamente con bellas palabras, sino congestos muy concretos. Él no pone excusas: no tengotiempo, me voy a contagiar, qué dirán los vecinos,no puedo, etc., Jesús se pone en movimiento, da sutiempo y su persona.

La Iglesia nos enseña

Hemos indicado la necesidad de aprender a escu-char y el mejor de los ejemplos lo tenemos en Jesús.

El Magisterio de la Iglesia nos ofrece algunasorientaciones prácticas. Acojamos estas luces para

que en este tiempo de cuaresma-pascua, intensifi-quemos este valor en los múltiples espacios quetenemos todos los días.

Actividad grupal: Haremos tres grupos, a cadauno de ellos se les reparte un Documento y realizanlo que se les pide.

Instrumentum Laboris, Sínodo de la Palabra,no. 24.

«El creyente es uno que escucha. El que escu-cha confiesa la presencia de aquel que habla ydesea comprometerse con él; quien escucha bus-ca en sí mismo un espacio para que el otro puedahabitar en él; aquel que escucha se abre conconfianza al otro que habla. Por ello los evange-lios piden el discernimiento de aquello que seescucha (cf. Mc 4, 24) y llaman la atención sobrecómo se escucha (cf. Lc 8, 18); en efecto, ¡noso-tros somos aquello que escuchamos! La figuraantropológica que la Biblia desea construir esaquella del hombre capaz de escuchar, dotado deun corazón que escucha (cf. 1 Re 3, 9). Siendoesta escucha no una mera audición de frasesbíblicas, sino un discernimiento pneumático dela Palabra de Dios, esto exige la fe y debe acon-tecer en el Espíritu Santo».

Mt 8, 1-4

Mt 8, 5-13

Mt 9, 18-19.23-26

Mt 9, 27-31

Citas Bíblicas ¿Qué le pidena Jesús?

¿Cómo lesescucha Jesús?

¿Cómo se quedaron estaspersonas después delencuentro con Jesús?

¿Cuáles van a trabajarmás en esta Cuaresma-Pascua?

Escribe las cualidades de una buenaescucha, que aquí aparecen

¿Cuáles han cultivadoa nivel personal?


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Exhortación Apostólica Amoris Laetitia,del Papa Francisco

«Darse tiempo, tiempo de calidad, que consisteen escuchar con paciencia y atención, hasta que elotro haya expresado todo lo que necesitaba. Estorequiere la ascesis de no empezar a hablar antes delmomento adecuado. En lugar de comenzar a daropiniones o consejos, hay que asegurarse de haberescuchado todo lo que el otro necesita decir. Estoimplica hacer un silencio interior para escuchar sinruidos en el corazón o en la mente: despojarse detoda prisa, dejar a un lado las propias necesidadesy urgencias, hacer espacio. Muchas veces uno delos cónyuges no necesita una solución a sus proble-mas, sino ser escuchado. Tiene que sentir que se hapercibido su pena, su desilusión, su miedo, su ira, suesperanza, su sueño. Pero son frecuentes lamentoscomo estos: No me escucha. Cuando parece que loestá haciendo, en realidad está pensando en otracosa. Hablo y siento que está esperando que termi-

ne de una vez. Cuando hablo intenta cambiar detema, o me da respuestas rápidas para cerrar laconversación» (AL 137).

«Desarrollar el hábito de dar importancia real alotro. Se trata de valorar su persona, de reconocer quetiene derecho a existir, a pensar de manera autónomay a ser feliz. Nunca hay que restarle importancia a loque diga o reclame, aunque sea necesario expresar elpropio punto de vista. Subyace aquí la convicción deque todos tienen algo que aportar, porque tienen otraexperiencia de la vida, porque miran desde otropunto de vista, porque han desarrollado otras pre-ocupaciones y tienen otras habilidades e intuiciones.Es posible reconocer la verdad del otro, el valor desus preocupaciones más hondas y el trasfondo de loque dice, incluso detrás de palabras agresivas. Paraello hay que tratar de ponerse en su lugar e interpretarel fondo de su corazón, detectar lo que le apasiona,y tomar esa pasión como punto de partida paraprofundizar en el diálogo» (AL 138).

¿En familia cuáles van a trabajarmás en esta Cuaresma-Pascua?

Escribe las cualidades de una buenaescucha, que aquí aparecen

¿Cuáles han cultivadoen familia?

Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium,del Papa Francisco

«El predicador necesita también poner un oídoen el pueblo, para descubrir lo que los fieles nece-sitan escuchar. Un predicador es un contemplativode la Palabra y también un contemplativo del pue-blo. De esa manera, descubre las aspiraciones, lasriquezas y los límites, las maneras de orar, de amar,de considerar la vida y el mundo, que distinguen atal o cual conjunto humano», prestando atención alpueblo concreto con sus signos y símbolos, y res-pondiendo a las cuestiones que plantea. Se trata deconectar el mensaje del texto bíblico con una situa-ción humana, con algo que ellos viven, con unaexperiencia que necesite la luz de la Palabra. Estapreocupación no responde a una actitud oportunis-ta o diplomática, sino que es profundamente reli-

giosa y pastoral. En el fondo es una sensibilidadespiritual para leer en los acontecimientos el men-saje de Dios y esto es mucho más que encontraralgo interesante para decir. Lo que se procuradescubrir es lo que el Señor desea decir en unadeterminada circunstancia. Entonces, la prepara-ción de la predicación se convierte en un ejerciciode discernimiento evangélico, donde se intentareconocer —a la luz del Espíritu— una llamada queDios hace oír en una situación histórica determina-da; en ella y por medio de ella Dios llama alcreyente» (EG 154).

«En esta búsqueda es posible acudir simplemen-te a alguna experiencia humana frecuente, como laalegría de un reencuentro, las desilusiones, el mie-do a la soledad, la compasión por el dolor ajeno, lainseguridad ante el futuro, la preocupación por un

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ser querido, etc.; pero hace falta ampliar la sensibi-lidad para reconocer lo que tenga que ver realmentecon la vida de ellos. Recordemos que nunca hay queresponder preguntas que nadie se hace; tampococonviene ofrecer crónicas de la actualidad paradespertar interés: para eso ya están los programastelevisivos. En todo caso, es posible partir de algún

hecho para que la Palabra pueda resonar con fuerzaen su invitación a la conversión, a la adoración, aactitudes concretas de fraternidad y de servicio,etc., porque a veces algunas personas disfrutanescuchando comentarios sobre la realidad en lapredicación, pero no por ello se dejan interpelarpersonalmente» (EG 155).

10. COMPRENDO MÁS (ESTUDIO DE UN CASO)Escuchemos atentos el siguiente casoHabía una vez un hombre que salió un día de su

casa para ir al trabajo, y justo al pasar por delante dela puerta de la casa de su vecino, sin darse cuenta sele cayó un papel importante.

Su vecino, que miraba por la ventana en esemomento, vio caer el papel, y pensó:

- ¡Qué descarado, el vecino va y tira un papelpara ensuciar mi puerta, disimulando descarada-mente!

Pero en vez de decirle nada, planeó su venganza,y por la noche vació su papelera junto a la puerta delprimer vecino. Éste estaba mirando por la ventanaen ese momento y cuando recogió los papelesencontró aquel papel tan importante que habíaperdido y que le había supuesto un problemónaquel día. Estaba roto en mil pedazos, y pensó quesu vecino no sólo se lo había robado, sino queademás lo había roto y tirado en la puerta de su casa.Pero no quiso decirle nada, y se puso a preparar suvenganza.

Esa noche llamó a una granja para hacer unpedido de diez cerdos y cien patos, y pidió que losllevaran a la dirección de su vecino, que al díasiguiente tuvo un buen problema para tratar delibrarse de los animales y sus malos olores. Pero

Cualidades del discípulo misioneropara saber escuchar

¿Por qué a los discípulos misioneros senos pide escuchar a Dios y al pueblo?

¿Qué acciones concretaspodríamos hacer en esta

Cuaresma-Pascua?

éste, como estaba seguro de que aquello era idea desu vecino, en cuanto se deshizo de los cerdoscomenzó a planear su venganza.

Y así, uno y otro siguieron fastidiándose mutua-mente, cada vez más exageradamente, y de aquelsimple papelito en la puerta llegaron a llamar a unabanda de música, o una sirena de bomberos, aestrellar un camión contra el muro, lanzar unalluvia de piedras contra los cristales, etc.

Ambos acabaron en el hospital, y se pasaron unabuena temporada compartiendo habitación. Al prin-cipio no se dirigían la palabra, pero un día, cansa-dos del silencio, comenzaron a hablar; con el tiem-po, se fueron haciendo amigos hasta que finalmen-te, un día se atrevieron a hablar del incidente delpapel. Entonces se dieron cuenta de que todo habíasido una coincidencia, y de que si la primera vezhubieran hablado claramente, en lugar de juzgar lasmalas intenciones de su vecino, se habrían dadocuenta de que todo había ocurrido por casualidad,y ahora los dos tendrían su casa en pie.

Preguntas

¿Qué es lo que más te llamó la atención de estecaso?

¿Qué relación encuentras con el tema de laescucha?

¿Qué aprendizajes te deja?


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Cierre

Nuevamente nos damos cuenta que la comuni-cación y la escucha puede remediar tantos malosentendidos y hacernos la vida mucho más ligera,sin tener que llegar a acciones desastrosas, no sólofísicamente, sino a un desgaste emocional quecausa rupturas. Por eso Jesús nos enseña a saberescuchar teniendo como valor esencial a la perso-na misma.

11. TRANSFORMO LA REALIDAD

Iluminados por lo que hemos reflexionado eneste día, responde a lo siguiente: ¿Cuáles son los ruidos (dificultades, obstáculos)

que no nos permiten escuchar a los demás?

¿Cómo podemos abrir y agudizar nuestros oídospara no vivir sordos al mensaje de Jesús?

De las actitudes de Jesús, ¿cuáles quisiéramosimitar y escuchar a los demás como Él lo hacía?En una hoja blanca escriban su compromiso,

después de haber reflexionado en estas pregun-tas.

Lee las siguientes reglas sobre la buena escuchay subraya aquella que es necesario que la cultivesaún más.1. Deja de hablar. No puedes escuchar si estás

hablando.

2. Hacer que el que habla se sienta cómodo. Ayú-dalo a sentirse que es libre de hablar.

3. Demuéstrale que deseas escucharlo. Actúa comosi estuvieras sinceramente interesado.

4. Elimina y evita las distracciones. No te distraigasjugando con pedazos de papel, revisando elcelular, escribiendo, etc.

5. Trata de ser empático con el otro. Intenta ponerteen su lugar, comprender su punto de vista.

6. Sé paciente. Dedícale el tiempo necesario, no lointerrumpas.

7. Mantén la calma y el buen humor. Una personairritable toma el peor sentido de las palabras.

8. Evita discusiones y críticas, sé prudente con tusargumentos.

9. Haz preguntas. Esto estimula al otro y muestraque estás escuchándolo.

10. Para de hablar. Esto es lo primero y lo último.Todas las otras reglas dependen de esto. Nopuede haber una buena escucha mientras estéshablando.

12. CELEBRO MI FE

Para aprender a escuchar como Jesús lo hacíacon las personas que se le acercaban, necesitamossentarnos a su lado y decirle que nos enseñe cómohacerle.

Les pedimos que se sienten cómodamente, querespiren profundamente y sientan a Jesús que estáa su lado, que les escucha y que les ama. Mientrasestán en esta postura escuchamos el canto:

VIVE JESÚS EL SEÑORgoo.gl/96SGs4

Vive Jesús el Señor (2).Él vive, Él vive, Él vive, vive,

vive Jesús el Señor.

Reina Jesús el Señor (2).Él reina, Él reina, Él Reina, reina,

reina Jesús el Señor (2).

Decimos juntos la siguiente oración

Ayúdanos, Señor, a mirar siempre haciadelante, a emprender el camino convenci-dos de que no vamos solos de que Túvienes con nosotros. Danos valor, muchovalor, para afrontar nuestra vida de todoslos días, para ser tus testigos en estetiempo y llevar el ánimo y la esperanza alos que viven cerca de nosotros. Abrenuestro corazón a los problemas del mun-do. Haz que seamos capaces de escuchara los demás. Danos una actitud de humil-dad para servir cada día, sabiendo que deesta manera, vamos construyendo tu Rei-no paso a paso.

13. ASIMILO

Frase síntesis: «Pongan, pues, en práctica la pala-bra y no se contenten con oírla» (Sant. 1, 22).

Actitud o valor: Atención, disponibilidad y escu-cha.

Acción concreta: Abre tu corazón y sal al encuen-tro del que necesita tu escucha.

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ENCUENTRO 2

5. MATERIALES

Cirio y cerillos. Hojas blancas. Música instrumental y lo necesario para escu-

charla. Tapete o cobija chica personal.


Bienvenidos hermanos al segundo día de estosejercicios espirituales.Ayer contemplamos a Je-sús como al hombre quemás ha sabido escucharen la historia, al Dios quese abaja hasta cada serhumano en sus necesi-dades, colocándose a sumismo nivel; dejándosetocar, dando su tiempo yespacio a cada personapara escucharlo con todapaciencia y dignificar suhumanidad. En este díaseguiremos contemplan-

do a este mismo Jesús, pero ahora daremos un pasomás, queremos saber cómo le hizo para vivir en unconstante discernimiento y agradar a Dios, su Pa-dre, en todo. Gracias por estar aquí, permitamosque Jesús nos tome de la mano y nos dé a conocersu experiencia.

7. ENTRAMOS EN ORACIÓN

Muchas voces pueden entorpecer la voz de Diosque nos habla en todo momento, esas voces pue-den ser las múltiples preocupaciones que pasan pornuestra cabeza y nos distraen, aunque bien sepa-mos que no podemos hacer nada por remediarlas. Les invito a que en este momento y quienes

puedan hacerlo, nos sentemos (cada quien en sutapete) alrededor del cirio.

Jesús nos Enseña a Discernir

1. CITA GENERADORA:«Examínenlo todo y quédense con lo bueno»

(1Tes 5, 21).

2. FRUTO:Desarrollar la capacidad de discernimiento siguien-

do el ejemplo de Jesús para que sepamos hacerla voluntad de Dios en la vida concreta.

3. PREGUNTA GENERADORA:

¿Sabes buscar y elegir loque te da vida?

4. NOTAS PEDAGÓGICAS

Se recomienda que pre-viamente se lea del Ca-tecismo de la Iglesia Ca-tólica los numerales si-guientes: 1776 al 1794que serán de gran utili-dad para el tema. Y se-ría oportuno que de ahíse extrajeran algunasfrases y se colocarán enel lugar de reunión. Es necesario que quien exponga el tema com-

prenda que discernir es aprender a reconocer pordónde nos lleva Dios para dejarnos guiar por ÉI,para colaborar con Él o, por lo menos, para noestorbarle. Por eso no es algo simple, sino unproceso que supone, en primer lugar, que comopersona me haya acostumbrado a optar en princi-pio por la vida. Requerimos tener el hábito de buscar y elegir lo

que nos da vida y lo que da vida a otros; implicaque me importen los demás. Vivir actuandohumana y responsablemente es vivirdiscerniendo en una u otra forma. El discerni-miento es una tarea permanente de todo hombrey en toda situación.


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(Ponemos música instrumental para serenarnos).

Escucha tu respiración. Trae a tu cabeza esaspreocupaciones y enuméraselas a Dios que teescucha. Trata de ir entregándoselas de una enuna. (Dejamos unos cinco minutos de silencio).

Ahora escuchemos el canto:

JESÚS, ESTOY AQUÍgoo.gl/SJ3Nhp

Jesús, estoy aquí, Jesús, ¿qué esperas de mí?Mis manos están vacías, ¿qué puedo ofrecerte?.

Sólo sé que quiero ser diferente.

Jesús, estoy aquí, Jesús ¿qué esperas de mí?,mis ojos temen al mirarte, quisiera poder enfrentarte.

Amar como Tú amas, sentir, como Tú sientes,mirar a través de tus ojos... Jesús.

Contigo, mi camino es difícil, me exiges abrir unnuevo horizonte en la soledad de mi noche... Jesús.

No, no puedo abandonarte, Jesús en mi penetraste,me habitaste, triunfaste, y hoy vives en mí.


Nuestra vida está marcada por decisiones, lasdecisiones que tomamos en nuestra vida nos hacen,nos configuran, pues ellas, nos dicen lo que somos,lo que queremos llegar a ser. Buenas y malasdecisiones nos conforman, ¿Te has preguntado porqué muchas veces tomamos malas decisiones?

A cada participante se le entrega una hoja, enella van a ir escribiendo lo que se les vaya solicitan-do. Las preguntas que nos haremos en este momen-to son las siguientes: ¿Has tomado alguna decisión en tu vida? ¿Cuál y

cómo te quedaste después de haberlo hecho?

¿Con quién consultas tus decisiones?

¿Qué otros medios te ayudan a decidir? ¿Cómo decide un cristiano?

No sólo hay decisiones a nivel ético, moral. Uncristiano también decide desde su experiencia espi-ritual. Un cristiano elige, y está llamado a elegirbajo la inspiración del Espíritu Santo, a tomardecisiones que lo conduzcan a vivir la voluntad deDios, a estar en la onda de Dios, a sentir y actuarcomo Jesús. Un cristiano es —como decía el beatoCarlos de Foucault - aquel que se pregunta: ¿quéharía Jesús en mi lugar?, y lo lleva a cabo.

Plenario: compartimos en un diálogo abierto sutrabajo personal.

Todos tenemos siempre la tentación de seguir elcamino más fácil, o el que parece darnos mássatisfacción. En esta cultura en la que vivimos nopodemos zafarnos de ello. Estamos acostumbradosa demasiadas comodidades. Nos hacemos depen-dientes y creemos que no podemos vivir sin ellas.

9. CONOZCO MÁS

Dios nos habla

En nuestras manos está decidirnos a favor o encontra de la vida. Como se recoge en este texto dellibro del Deuteronomio, Dios colocó a los israelitasentre la vida y la muerte (cfr. Dt 30, 19). Elegir lavida no es solamente una decisión fundamental quetenemos que tomar una única vez. Constantementenos vemos desafiados a decidirnos ahora, en estepreciso momento, por la vida. Dicho en clavereligiosa, esto significa también decidirse a cadainstante por Dios, decidirse por una vida que co-rresponda a la voluntad de Dios.

En el Evangelio de San Lucas encontramos unpasaje muy importante en la vida de Cristo: «Alacercarse el tiempo de su salida de este mundo,Jesús tomó la firme determinación de ir a Jerusalén.Entonces envió delante a unos mensajeros, quefueron a un pueblo de Samaria para prepararlealojamiento, pero no quisieron recibirlo, porque sedirigía a Jerusalén» (Lc 9, 51-53).

Jerusalén es la meta final, donde Jesús, en suúltima Pascua, debe morir y resucitar, y así llevar acumplimiento su misión salvadora.

Desde aquel momento, luego de aquella ‘firmedecisión’, Jesús apunta directamente hacia la meta.Aquí podemos descubrir la importancia que, tam-bién para Jesús, tuvo la conciencia: el escuchar ensu corazón la voz del Padre y seguirla.

Jesús, en su existencia terrenal, no estaba condi-cionado por un ‘control remoto’: era el Verboencarnado, el Hijo de Dios hecho hombre, y a uncierto punto tomó la firme decisión de subir aJerusalén por última vez; una decisión tomada en suconciencia, pero no solo: sino que lo hizo en unióncon el Padre. Jesús ha decidido en obediencia alPadre, en escucha profunda e íntima de su volun-tad. Y por esto la decisión era firme, porque fue

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tomada con el Padre. En el Padre, Jesús encontrabala fuerza y la luz para su camino. Y Jesús en aquelladecisión era libre.

A nosotros los cristianos nos quiere libres comoÉl. Con aquella libertad que viene de este diálogoy escucha permanente con el Padre. Y, ¿dónde seconsigue esta libertad? En el diálogo con Dios, enla propia conciencia. Si un cristiano no sabe hablarcon Dios, no sabe escuchar a Dios, en su propiaconciencia no es libre.

Nos preguntamos

¿Soy capaz de dialogar con el Padre como lo hacíaJesús?

¿Yo soy capaz de pedir la luz del Espíritu antesde tomar una decisión o de decir una palabra ode hacer algo?

¿Sigo las inspiraciones que me dicta mi concienciao las ignoro?

¿En qué me baso para discernir?

Jesús anuncia con claridad que no se puede ir porla vida de cualquier manera. Hay un modo de ir porla vida: buscar siempre la voluntad del Padre. Esta

voluntad no es algo ajeno al ser humano. Al contra-rio, constituye su esencia más interior con la quefue creado para ser feliz para siempre.

La Iglesia nos habla

Para poder comprender mejor la necesidad deldiscernimiento, partamos de un primer hecho: so-mos creaturas amadas por un Dios que ha queridocompartir con nosotros su vida, su amor, y quiereque lleguemos a la plenitud de la felicidad para lacual nos ha creado en la eternidad. Siendo tan bellosu plan, qué importante resulta discernir los cami-nos que nos llevan a cumplir su voluntad. Dios nose desentiende de nosotros, vino para habitar entrenosotros y dentro de nosotros. La misión de laIglesia consiste en ayudar a los creyentes a discer-nir qué pide Dios en las situaciones concretas de susvidas.

Leamos algunas orientaciones que nos ofrecenestos documentos del Magisterio de la Iglesia.

Actividad grupal: Hacemos cuatro grupos y sereflexiona en un número de estos documentos aquíindicados, respondiendo a lo siguiente:

Encíclica Veritatis Splendor, de San JuanPablo II«El hombre, en su tender hacia Dios —«el único

Bueno»—, debe hacer libremente el bien y evitar elmal. Pero para esto el hombre debe poder distinguirel bien del mal. Y esto sucede, ante todo, gracias ala luz de la razón natural, reflejo en el hombre delesplendor del rostro de Dios» (VE 42).

«El hombre puede reconocer el bien y el malgracias a aquel discernimiento del bien y del malque él mismo realiza mediante su razón iluminadapor la revelación divina y por la fe, en virtud de laley que Dios ha dado al pueblo elegido, empezandopor los mandamientos del Sinaí. Israel fue llamadoa recibir y vivir la ley de Dios como don particular

¿Qué es discernir? ¿Quién o qué nos ayudaa discernir?

¿Por qué es necesarioaprender a discernir?

y signo de la elección y de la alianza divina, y a lavez como garantía de la bendición de Dios» (VE44).

«La relación que hay entre libertad del hombrey ley de Dios tiene su base en el corazón de lapersona, o sea, en su conciencia moral: «En loprofundo de su conciencia —afirma el concilioVaticano II—, el hombre descubre una ley que él nose da a sí mismo, pero a la que debe obedecer y cuyavoz resuena, cuando es necesario, en los oídos de sucorazón, llamándolo siempre a amar y a hacer elbien y a evitar el mal: haz esto, evita aquello.Porque el hombre tiene una ley escrita por Dios ensu corazón, en cuya obediencia está la dignidadhumana y según la cual será juzgado» (VE 54).


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«No obstante, como hijos de esta época, todosnos vemos afectados de algún modo por la culturaglobalizada actual que, sin dejar de mostrarnosvalores y nuevas posibilidades, también puedelimitarnos, condicionarnos e incluso enfermar-nos. Reconozco que necesitamos crear espaciosmotivadores y sanadores para los agentespastorales, lugares donde regenerar la propia fe enJesús crucificado y resucitado, donde compartirlas propias preguntas más profundas y las preocu-paciones cotidianas, donde discernir en profundi-dad con criterios evangélicos sobre la propia exis-tencia y experiencia, con la finalidad de orientar albien y a la belleza las propias elecciones indivi-duales y sociales» (EG 77).

10. COMPRENDO MÁS (ESTUDIO DE UN CASO)En parejas lean el siguiente caso y después

contestan a las siguientes preguntas.Juan es profesor de secundaria en una comuni-

dad marginada de Michoacán. A pesar de las cir-cunstancias desfavorables, su escuela se ha distin-guido por tener un elevado nivel en el aprovecha-

miento de sus estudiantes. Sin embargo, eso haimplicado mucho trabajo por parte de su personal.Ahora la Secretaría de Educación buscaimplementar una política que favorezca la inclu-sión de alumnos con distintas discapacidades enescuelas regulares. Esto implicaría que los profeso-res, además de atender a sus grupos numerosos,también tengan que atender a algún alumno condiscapacidad (visual, auditiva o intelectual). En laescuela de Juan los directivos hacen una consultaacerca de si aceptar la inclusión o no. ¿Quiénes son los sujetos o grupos de sujetos

implicados en este dilema? ¿Para quiénes y cuáles son las consecuencias que

puede tener esta decisión? ¿Cuáles son los distintos tipos de obligaciones que

tiene Juan en este caso? ¿Qué decisión crees que es la mejor? ¿Tú qué harías y por qué?


Según lo estudiado en este tema, realiza la si-guiente actividad

12. CELEBRO MI FE

Unamos nuestras voces y pidamos el don dediscernimiento

Dios Padre Misericordioso: invocamos tu santapresencia por medio del poder del Espíritu Santo,por los méritos de tu Hijo Jesucristo, para dartegracias y alabarte, por regalarnos el don de la viday para pedirte el don del Discernimiento.

Ponemos ante ti nuestro caminar, para que lascosas que pensemos y hagamos de aquí en adelante,estén iluminadas por tu Voluntad, a fin de quepodamos cumplir con la misión para la cual nosregalaste la vida.

Te consagramos nuestro pensamiento, intelec-to, cuerpo, espíritu, alma y todo nuestro ser, para

Cuando nos hemos dejado guiar por la corriente de estemundo ¿qué resultados hemos obtenido en nuestra vida?

Cuando discernimos cualquier asunto de la vida,de la historia, de la comunidad buscando la voluntad de Dios,

¿qué frutos hemos conseguido?

que en todo momento actuemos iluminados sólopor la luz y la gracia de tu Espíritu Santo y podamostomar las mejores decisiones conforme a tu Volun-tad.

Transfórmanos en fieles y auténticos discípulosmisioneros de tu amado Hijo Jesús. Amén.

13. ASIMILO

Frase síntesis: No ores hasta que Dios te escu-che. Ora hasta que lo escuches a Él.

Actitud o valor: Oración, escucha, silencio ydiscernimiento.

Acción concreta: Que en toda decisión quetomes en tu vida la consultes con la Palabra vivaque es Jesús, siguiendo sus criterios.

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ENCUENTRO 3

hoy a la experiencia de la Virgen María al momentode la Anunciación. Ella nos enseñará el caminopara poder: Escuchar la voz de Dios

Interpretar lo que Diosnos dice Discernir cómo respon-der a la llamada de Dios Actuar conforme al pro-yecto de Dios Permanecer en Dios.

7. ENTRAMOS EN ORA-CIÓN

Traemos en este mo-mento la imagen de laAnunciación y la coloca-mos al centro del lugar dereunión y todos nos colo-camos en torno a ella.

Haciendo un ejerciciode silencio, nos ponemos

en la presencia de Dios, sentimos su Espíritu pre-sente en este momento y contemplamos la imagende la Virgen María frente al Ángel Gabriel. Escu-chamos el siguiente canto:

LA ANUNCIACIÓNgoo.gl/Tn6fEk

Alégrate, llena de gracia, amada de Dios,contigo está, contigo está el Altísimo.

Salve María, pues Dios te ha elegido a ti,por tu humillación.

Tu seno concebirá, un hijo darás a luz,Jesús le nombrarás. Grande será Jehsua,

hijo del Altísimo, así le llamarán.

María, Mujer que Escuchay Discierne

1. CITA GENERADORA:

«María, por su parte, conservabatodos estos recuerdos y los meditaba

en su corazón» (Lc 2,19).

2. FRUTO:

Aprender a escuchar ydiscernir el proyectode Dios en nuestravida, tomando comoejemplo a la VirgenMaría, mujer de escu-cha y discernimiento.

3. PREGUNTA GENERA-DORA:

¿Cómo escucho y discier-no la voz de Dios aejemplo de María?

4. NOTAS PEDAGÓGICAS

En este tema quere-mos resaltar a Maríacomo la primera discípu-la que escucha y discierne la voluntad de Dios y quecon alegría se dispone a realizarla. Ella es ejemplopara cada uno de nosotros. La Virgen María nos dacinco enseñanzas, con las cuales nos confrontare-mos si nuestra respuesta a Dios es semejante a la deella o necesitamos aprenderlas.

5. MATERIALES

Una imagen grande de la Anunciación


Bienvenidos a este tercer encuentro: María,mujer que escucha y discierne. Nos acercaremos


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El trono de David, Dios le dará, reinará por siempre,y su reino nunca tendrá fin. ¿Cómo podrá suceder

esto, puesto que yo no conozco varón?

Descenderá el poder de lo alto y te cubrirá,su Santo Espíritu caerá sobre ti. Por eso al que hade nacer, lo llamarán consagrado de Dios, hijo deDios, Rey y Señor, Jesús será el Rey y Salvador.

María, no temas, pues encontraste favor, delantede Dios. Ecce ancilla Domini, Ecce ancilla Domini.

Hágase en mí según tu Palabra, heme aquí Esclavayo soy de Yahvé, mi Dios, mi Señor. (Jesed)

Decimos la siguiente oración:Señor, así como María supo acoger el anuncio

del ángel, permite que yo sepa escuchar y aceptar loque hoy quieres decirme, porque mi anhelo es quela verdad de tu Evangelio impregne mi modo dever, pensar y de actuar.

Dios te salve María…


¿Has sentido alguna vez el silencio?

¿Te asusta el silencio? ¿Qué haces para no sentir el silencio?

¿Tiene algún beneficio hacer silencio durante eldía?Pareciera que el silencio fuera un enemigo de la

persona, nos asusta quizá porque no queremosescuchar nuestra voz interior.

Da un vistazo a uno de tus días desde queamaneces hasta que te vas a dormir y date cuentade la cantidad de ruidos en la que vives. Comple-ta la lista:

Todo esto nos hace ver que tenemos poca capa-cidad de permanecer en silencio. Y en una situaciónasí, ¡qué difícil es escuchar la voz de Dios! Y menosestar disponible para hacer su voluntad.

9. CONOZCO MÁS. DIOS NOS HABLA, LA IGLESIA

NOS ENSEÑA

Ante esta realidad llena de ruidos, la VirgenMaría, con su persona y actitud, nos revela elcamino que nos lleva a la escucha atenta de la vozde Dios. Ella nos muestra que la vocación y lamisión sólo pueden ser posibles en una vida decomunión. He aquí las cinco enseñanzas de laVirgen María, mujer que sabe escuchar y discernirla voz de Dios.a) Primera enseñanza: escuchar en el silencio

Una de las condiciones para escuchar bien esestar en silencio. Más aún, para escuchar la voz deDios es preciso escuchar el silencio de Dios (cfr.1Re 19,11-13). Así aconteció con la Virgen María,quien, al momento de la Anunciación, lo másprobable es que estuviera haciendo los quehaceresde su casa lo cual no le impidió escuchar a Dios.María es la mujer de la interioridad, la mujer delespíritu, la mujer de la escucha atenta. Hagamos un ejercicio: Guardemos silencio por

un minuto. ¿Qué descubrimos?

Se dieron cuenta de todos los sonidos que pasandesapercibidos cuando estamos en el bullicio.b) Segunda enseñanza: interpretar la voz de

Dios antes de discernir

1. Sonido de la alarma al despertar

2. Celular que suena

3. Televisor que enciendes para ver noticias

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La Virgen María tuvo una doble interpretacióna las palabras del Ángel Gabriel: se preguntaba¿qué quería decir semejante saludo? Cuestionó¿Cómo podrá ser esto si no conozco varón? (cfr. Lc1, 34): María necesitaba constatar si había escucha-do bien y poder discernir correctamente lo que Diosle estaba pidiendo.c) Tercera enseñanza: discernir para actuar

La Virgen María nos enseña con su propia vidaque el discernimiento siempre se verá reflejado enun obrar concreto: He aquí la esclava del Señor.Veamos estos ejem-plos con Isabel yJosé.

Respecto a Isabel,«María se puso encamino y fue de prisaa la montaña, a unaciudad de Judá. En-tró en casa deZacarías y saludó aIsabel. Y cuando Isa-bel oyó el saludo deMaría, el niño saltóen su seno» (Lc 1,39-41). La Virgen Ma-ría, una vez que haescuchado la voz deDios, entiende que sumisión será siempre de servicio, de compañía, desoporte, de caridad constante. El discernimientoque la Virgen María ha hecho, ha sido pesando enlo que es mejor para el otro. En este caso lo que eramejor para Isabel.

Con respecto a José viene a ser un poco másdifícil el discernimiento. Sin duda, María pensabaen José y en todo lo que Él podría estar pasandomientras asimilaba la noticia de su embarazo. Peroella, mujer que escucha y discierne la voz de Dios,entiende que Dios es el primer protagonista de cadavida y que Él daría claridad al misterio en el queambos estaban envueltos. María mantuvo siemprela serenidad ante el misterio de Dios. No le asustabatanto la decisión que José pudiera tomar, ni renega-ba de Dios como de alguien que primero inundabasu alma para luego abandonarla a su suerte. Maríasupo esperar y dio tiempo a José para que ésteconociera que todo era obra de Dios.

Muchas veces a nosotros nos acecha la tentaciónde decidir todo y siempre. María nos enseña que unbuen discernimiento tiene una fuerte dosis de espe-ra en Dios, lo cual es también obrar. De nada sirveescuchar y discernir si no se actúa.d) Cuarta enseñanza: la obediencia

La Virgen María nos enseña que no siempre sedebe entender para obrar según Dios, sino quemuchas veces, aún sin entender, hemos de seguir lavoz de Dios. Estamos hablando de que discernirdeja espacio a la obediencia, como signo de fe.

Es cierto que esmuy válido pregun-tar para alcanzar unaexplicación. La Vir-gen María tambiénpreguntó al no com-prender lo que escu-chaba: «María dijo alángel: ¿Cómo seráesto, pues no tengorelaciones con nin-gún hombre?» (Lc1,34). La respuestadel ángel Gabrielpuso a María delantede un misterio: «ElEspíritu Santo vendrásobre ti y el poder del

Altísimo te cubrirá con su sombra» (Lc 1,35).Es la humildad profunda de la fe obediente de

María, que acoge en sí también aquello que nocomprende del obrar de Dios, dejando que seaDios quien le abra la mente y el corazón. «¡Dicho-sa tú que has creído! Porque lo que te ha dicho elSeñor se cumplirá» (Lc 1, 45), exclama su parien-te Isabel. Es precisamente por su fe que todas lasgeneraciones la llamarán bienaventurada, fue fielhasta la cruz.

María sabe que obedecer a Dios es lo mejor parael ser humano. Y es que a veces queremos obrarhasta que lo hayamos entendido, de lo contrario noactuamos o decidimos desde nosotros mismos.e) Quinta enseñanza: permanecer en comunión.

¿Cómo mantener esta actitud de escucha ydiscernimiento? La respuesta está en permanecerdentro de la comunidad en oración: «Solían re-


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unirse de común acuerdo para orar en compañíade algunas mujeres, de María la madre de Jesús yde los hermanos de éste» (Hch 1,14). Cualquierpersona que pretenda permanecer en condicionesde escuchar y discernir la voz de Dios, deberáejercitarse en la oración en comunión, ya que éstapone en activo las cuatro enseñanzas anteriores:estar en silencio para escuchar la voz de Dios,descubrir qué es lo que quiere Dios, discernir paraactuar y obedecer la voz de Dios aun cuando no secomprenda del todo.

10. COMPRENDO MÁS (ESTUDIO DE UN CASO)Romelia era una mujer casada con Sergio, velador

de una fábrica. Todas las noches Romelia salía desu casa a un pueblo vecino en cuanto su esposose iba a trabajar, y regresaba a casa por lamadrugada, unos minutos antes de que llegarasu esposo de nuevo a casa.

En una ocasión cuando de madrugada regresabaRomelia a su casa, se le apareció un bandido quepretendía matarla. Ella huyó y tomó la decisiónde irse por el río a casa. El lanchero le dijo que lallevaba a casa siempre y cuando Romelia cedieraa sus deseos carnales. Romelia no accedió eintentó pasar por donde estaba el bandido.Romelia murió en el intento.La pregunta es: ¿Quién es el culpable de la

muerte de Romelia?Se deja espacio para las res-

puestas.Y después de que hayan apare-

cido los culpables, se añade undato más:

Se me olvidaba decir queRomelia iba al pueblo vecino acuidar a su suegra que estaba soli-ta y enferma. Durante el día aten-día a su marido y por la nochecuidaba a su suegrita.

Ahora sí, ¿quién es el culpablede la muerte de Romelia?

Sin duda las respuestas cam-bian. La causa es que no se haescuchado todo lo que se debeescuchar, nos precipitamos a emi-tir juicios, a actuar desde nuestraperspectiva.

Todo esto es para mostrar que si desde unprincipio no sabemos escuchar, no sabremosdiscernir y, por lo tanto, no sabremos actuaradecuadamente.


Con todo lo visto podemos comprometernos acambiar algo en nuestra vida. Quizá sea bueno iniciar por aprender a escuchar,

buscar más momentos de silencio más que debullicio. María, como mujer creyente, es fuente de inspi-

ración para todo el que opta por Cristo. Revisacada una de las enseñanzas de la Virgen María ybusca cómo llevarlo a la práctica en tu hogar.

12. CELEBRO MI FE

Volvamos nuestra mirada a la imagen de laAnunciación y digamos todos juntos

María, mujer de la escucha, abre nuestros oídos;haz que sepamos escuchar la Palabra de tu HijoJesús entre las mil palabras de este mundo; haz quesepamos escuchar la realidad en la que vivimos,cada persona que encontramos, especialmente aque-lla que es pobre, necesitada, o está en dificultad.

María, mujer de la decisión, ilumina nuestramente y nuestro corazón, para que sepamos obede-cer a la Palabra de tu Hijo Jesús, sin titubeos.

María, mujer de la acción, hazque nuestras manos y nuestrospies se muevan sin demora hacialos otros, para ser, como tú, la luzdel Evangelio. Amén

13. ASIMILO

Frase síntesis: María como mu-jer creyente, escucha la Palabrade Dios, la acoge, la discierne yresponde a Dios con su vida.Actitud o valor: Escucha, humil-dad, compromiso, olvido de si yobediencia.Acción concreta: Procura a lolargo de tu día tener momentos desilencio para escuchar a Dios ydespués salir al encuentro de tushermanos, a ejemplo de María.

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ENCUENTRO 4

FASCINAR

Se sugiere dar la bienvenida en un lugar amplio,de preferencia al aire libre. Y ver el video que sesugiere. Momento de animación y comunicación,

retomando la experiencia de los días anteriores yrelacionarlo con lo que hoy viviremos. Después de la animación, se les entrega a cada

participante uno de estos signos: morral, sanda-lias, bastón y un postits con lapalabra «discípulo». Ensegui-da se les pide que se agrupenpor binas. Se les enseña el camino porel que van a caminar. Se les invita a que sigan elcamino que ya está trazado ydurante el trayecto platiquencon su compañero: cómo es-tán, cómo se sienten, qué lespreocupa, qué les duele. Sedetienen a la entrada del lugardel encuentro con Jesús. Se pide que en este punto, seguarde silencio para ingresar.

Al ingresar al lugar, se ex-pone el Santísimo y lo recibi-

mos cantando

Canto:

NO ADORÉIS A NADIE MÁS QUE A ÉLgoo.gl/fTwCpH

No adoréis a nadie, a nadie más que a Él (2)No adoréis a nadie, a nadie más, no adoréis

a nadie más, no adoréis a nadie más que a Él. (2)

No escuchéis a nadie, a nadie más que a Él (2).No escuchéis a nadie, a nadie más que a Él (2)

Escuchar a JesúsTransforma la Vida

OBJETIVO:

Propiciar un encuentro vivo con Jesús, para quecomo los discípulos de Emaús nos fascinemos porsu persona y lo anunciemos con gozo a los demás.

MATERIALES

Morral, sandalias, bastón Postits con la palabra discípulo Aserrín para hacer el camino Letreros: ¿Qué es lo que

vienen conversando porel camino? ¿Qué ha pa-sado?, Nosotros esperá-bamos que él fuera el li-berador de Israel, ¿Lo-graste reconocerlo?Notas pedagógicasSe recomienda ver algu-

no de estos videos antes deiniciar la dinámica de esteencuentro. Si no fuera posi-ble, que el catequista lo veaantes y el día del tema, lonarre a todo el grupo.

JESÚS EL CAMINODE EMAÚS

goo.gl/kYAetu

En la dinámica de reflexión se pide que se hagaun camino con el aserrín. A lo largo del camino secolocarán las frases que hacen referencia al diálogoentre Jesús y los discípulos de Emaús. Este caminoterminará en la entrada del lugar donde tendremosel encuentro con Jesús Eucaristía.

En la entrada del lugar del encuentro con elSantísimo, se colocará el siguiente letrero: ¿Lo-graste reconocerlo?


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No pongáis los ojos en nadie más que en Él (2)No pongáis los ojos en nadie, en nadie más,

no pongáis los ojos en nadie más,no pongáis los ojos en nadie más que en Él.

Porque sólo Él, nos puede sostener (2)No adoréis a nadie, a nadie más (2)

No adoréis a nadie, a nadie más que a Él.

Porque sólo Él, nos puede sostener (2)No adoréis a nadie, a nadie más,

no escuches a nadie, en nadie más que en Él,no pongáis los ojos en nadie más que en Él. (2)

Momento de silencio para adorar al Señor Jesús,presente entre nosotros.

ESCUCHAR

Uno de los caminantes: Gracias, Señor, porbuscarnos, por no dejarnos solos en el camino. Nosconoces y sabes que somos presa fácil del desánimoy del abatimiento y nos cuesta reconocerte en lavida diaria. Queremos escucharte, tenemos hambrede tu consuelo y de tu presencia amorosa en nues-tras vidas.

Se les invita a que en este momento le abran sucorazón a Jesús y le expresen todo aquello quellevan tan dentro de cada uno. (Momento de silen-cio).

Guía: Tomemos la Palabra de Dios en nuestrasmanos y dispongámonos a escuchar el mensaje queDios tiene para nosotros hoy.

Del santo Evangelio según san Lucas 24, 13-33«Aquél mismo día, dos de los discípulos se

dirigían a un pueblo llamado Emaús, que dista deJerusalén unos once kilómetros. Iban hablando detodos esos sucesos. Mientras hablaban y se hacíanpreguntas, Jesús en persona se acercó y se puso acaminar con ellos. Pero sus ojos estaban tan cega-dos, que no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo:¿Qué es lo que vienen conversando por el camino?Ellos se detuvieron entristecidos, y uno de ellos,llamado Cleofás, le respondió ¿Eres tú el único enJerusalén que no sabe lo que ha pasado allí estosdías? Él les preguntó: ¿Qué ha pasado?

Ellos le contestaron: Lo de Jesús el Nazareno,que fue un profeta poderoso en obras y palabrasante Dios y ante todo el pueblo. ¿No sabes que losjefes de los sacerdotes y nuestras autoridades lo

entregaron para que lo condenaran a muerte, y locrucificaron? Nosotros esperábamos que Él fuerael libertador de Israel. Y sin embargo, ya hace tresdías que ocurrió esto. Es cierto que algunas denuestras mujeres nos han sorprendido, porque fue-ron temprano al sepulcro y no encontraron sucuerpo. Hablaban incluso de que se les habíanaparecido unos ángeles que decían que está vivo.Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y loencontraron todo como las mujeres decían, pero aél no lo vieron.

Entonces Jesús les dijo: ¡Qué torpes son paracomprender, y qué duros son para creer lo quedijeron los profetas! ¿No era necesario que elMesías sufriera todo esto para entrar en su gloria?

Y empezando por Moisés y siguiendo por todoslos profetas, les explicó qué decían de Él las Escri-turas. Al llegar al pueblo a donde iban, Jesús, hizoademán de seguir adelante. Pero ellos le insistierondiciendo: Quédate con nosotros, porque es tarde yestá anocheciendo.

Y entró para quedarse con ellos. Cuando estabasentado a la mesa con ellos, tomó el pan, lo bendijo,lo partió y lo dio a ellos. Entonces se les abrieron losojos y lo reconocieron, pero Jesús desapareció desu lado. Y se dijeron uno a otro:

¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablabaen el camino y nos explicaba las Escrituras?».Palabra del Señor.

Momento de silencio: Tú puedes ser uno de esoscaminantes en busca de sentido, deja que tu cora-zón se deje cautivar hoy por Jesús. Escucha lo quequiere decirte.

Canto:

FASCINANTE Y DESCONCERTANTE.goo.gl/Y6r6wD

Es Jesús de Nazaret, alguien que siempre sorprende,el que lo conoce entra en un misterio

que colma cuerpo y corazón, siempre va más allá,siempre es inagotable, el que lo conoce sabe

que su vida es eterna novedad.

Es Jesús de Nazaret, la esperanza del perdido,al que está seguro, Él lo desconcierta,

y compadece al pecador, al sencillo se le da,al sabio deja confundido, caen las fortalezas,

de quien se cree fuerte, y al débil da seguridad.

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Es fascinante y desconcertante,inusitadamente sorprendente,

irresistible en todos los sentidos,ningún lenguaje puede decirlo.

Perturbador de certidumbres fáciles,y de posturas fijas y dogmáticas,

critica leyes y cultos huecos,ningún esquema puede contenerlo.

Es Jesús de Nazaret, vértigo pasión y fuegotodo su mensaje, sabe a demasiado,

da miedo tanta libertad, puede ser guerra o paz,puede ser venda o herida, vida renacida,cruz y profecía, es riesgo hasta el final.

El que conoce a Jesús, sabe que es inconfundible,su vida y su palabra, duelen y cautivan,

todo en Él es especial, las máscaras ante Él se caen,su verdad es lacerante, pero quien lo acoge,lo halla compasivo y solidario hasta el final.

Es fascinante y desconcertante...

DISCERNIR

Lector 1: Lucas nos narra con delicadeza y unaestructura muy bien pensada la aparición de Jesúsa los discípulos de Emaús. Nos ofrece un relatocatequético del viaje de ida y del viaje de vuelta deaquellos dos discípulos.

El viaje de ida es triste, con sentimientos dedesilusión (nosotros esperábamos…). No creen nireconocen al caminante que se les junta.

Lector 2: Jesús se une a su conversación. Losdos caminantes lo escuchan primero sorprendidos,pero poco a poco algo se va despertando en sucorazón. No saben exactamente qué. Más tardedirán: «¿No ardía nuestro corazón mientras noshablaba por el camino?»

Lector 3: Cuando acogemos a Jesús comocompañero de camino, sus palabras pueden des-pertar en nosotros la esperanza perdida. Nos hacefalta un contacto vivo y directo con su persona,para que entre con su fuerza transformadora ennuestra vida, ayudándonos a encarar y resolver losproblemas, crisis, miedos y desesperanzas quenos sobrevienen.

Guía: En nuestro diario vivir, Jesús nos acom-paña, se acerca en silencio y se une a nuestrocaminar, escucha nuestro diálogo y comprende loque está pasando en nuestro corazón.

Se entrega a cada persona un corazón. Ahíanotarán sus respuestas

Pregúntate

¿En qué lugares o momentos has reconocido aJesús?

¿Qué es lo que tiene que suceder para que puedasreconocer a Jesús en tu diario caminar?

¿Quiénes fueron las personas con las que camina-bas en el momento en el que reconociste a Jesús?

¿Recuerdas cómo fue que después de haberhablado de Jesús, lo reconociste por primera vezy comenzaste a ser su amigo?

Tiempo de silencio

Canto:JESÚS AMIGOgoo.gl/tCYhhr

Hoy te quiero contar Jesús amigo,que contigo estoy feliz,

si tengo tu amistad lo tengo todopues estás dentro de mí.

Después de comulgar me haces como tú,me llenas con tu paz.

En cada pedacito de este pancompleto estás, y así te das.

Estás ahí por mí, porque conoces,que sin ti pequeño soy.

De ahora en adelante nada nos separará,ya lo verás

Te escondes en el pan y aunque no te puedo ver,te puedo acompañar, es mi lugar preferido.

Hoy quiero comulgar, abrirte mi corazónasí de par en par, eres mi mejor amigo.

Dos mil años atrás a tus amigos invitaste a cenar,y ahí les prometiste que con ellos,

por siempre ibas a estar.Y ahora cada vez que el sacerdote eleva el pan,

en el altar, me pongo de rodillas porque sé,que en esa hostia Tú estás.


Hoy quiero comulgar, abrirte mi corazónasí de par en par, eres mi mejor amigo.

Me vuelves a salvar, como lo hiciste en la cruz,en cada misa Tú, repites tu sacrificio.

Hoy quiero comulgar, abrirte mi corazónasí de par en par, eres mi mejor amigo, Jesús.


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Lector 1: Jesús, amigo nuestro, ayúdanos para quepodamos reconocerte a través de tu Palabra,pues eres tú la Palabra que se encarna en nuestravida y le da sentido.

Todos: Queremos reconocerte, Señor.Lector 2: Jesús, amigo nuestro, ayúdanos para que

te reconozcamos en la Eucaristía, en la fraccióndel Pan; sacramento a través del cual nos acom-pañas en el peregrinar de nuestra vida.

Lector 3: Jesús, amigo nuestro, ayúdanos para quete reconozcamos en nuestra comunidad, en nues-tra familia, entre nuestros amigos y compañerosde trabajo y de escuela.

Lector 1: Jesús, amigo nuestro, ayúdanos para quete reconozcamos en la caridad fraterna; quetambién nosotros podamos tener el gesto deinvitar a cenar al peregrino, sabiendo que túestás presente en ese peregrino que camina ensilencio junto a nosotros.

Guía: Quédate, Jesús, en la noche de mi vida,ilumíname con tu palabra y aliméntame con tupresencia. Abre mis ojos para reconocerte, paraque mi corazón arda con tu fuego y se iluminecon la luz de tu resurrección. Porque yo tambiéntengo hambre de tu pan.Cada participante pasa a colocar el corazón de

papel sobre el altar.Escuchamos nuevamente el canto: Es fasci-

nante y desconcertante…ConvertirGuía: Démonos cuenta que no caminamos so-

los porque Jesús es nuestro compañero de camino,Él le da sentido a todo lo que vivimos. Ahora lainvitación es para cada uno de nosotros a ser com-pañeros de camino de otros que se nos han confia-do. Por ejemplo los padres de familia a sus hijos; loscatequistas a los niños, adolescentes, jóvenes y alos padres de familia.

Terminemos con la siguiente oración

Mujeres: Quédate con nosotros, Señor, acompáña-nos aunque no siempre hayamos sabido recono-certe. Quédate con nosotros, porque en torno anosotros se van haciendo más densas las som-bras, y tú eres la Luz; en nuestros corazones seinsinúa la desesperanza, y tú los haces arder conla certeza de la Pascua. Estamos cansados del

camino, pero tú nos confortas en la fracción delpan para anunciar a nuestros hermanos que enverdad tú has resucitado y que nos has dado lamisión de ser testigos de tu resurrección.

Hombres: Quédate con nosotros, Señor, cuando entorno a nuestra fe católica surgen las nieblas dela duda, del cansancio o de la dificultad. Tú, queeres la Verdad misma como revelador del Padre,ilumina nuestras mentes con tu Palabra; ayúda-nos a sentir la belleza de creer en ti.

Mujeres: Quédate en nuestras familias, ilumínalasen sus dudas, sosténlas en sus dificultades, con-suélalas en sus sufrimientos y en la fatiga decada día, cuando en torno a ellas se acumulansombras que amenazan su unidad y su naturale-za. Tú, que eres la Vida, quédate en nuestroshogares, para que sigan siendo nidos dondenazca la vida humana abundante y generosa-mente, donde se acoja, se ame, se respete la vidadesde su concepción hasta su término natural.

Hombres: Quédate, Señor, con aquéllos que ennuestras sociedades son más vulnerables; qué-date con los pobres y humildes. Quédate, Señor,con nuestros niños y con nuestros jóvenes, queson la esperanza y la riqueza de nuestra Diócesisy de nuestras ciudades, pueblos y colonias, pro-tégelos de tantas insidias que atentan contra suinocencia y contra sus legítimas esperanzas ¡Ohbuen Pastor, quédate con nuestros ancianos ycon nuestros enfermos!. ¡Fortalece a todos en sufe para que sean tus discípulos y misioneros!

BENDICIÓN CON EL SANTÍSIMO

(si está el sacerdote) o el ministro reserva el Santísimo.

Canto:

TE DOY GRACIAS JESÚSTe doy gracias Jesús,

por haberme encontrado,por haberme salvado,te doy gracias Jesús.

Hoy ya se el camino y hacia Él me dirijo,es la senda bendita que representa el hijo

Mi amor era pequeño pero ya lo he encontradoy ese pequeño amor, hoy se ha agigantado.

Hoy Jesús es mi guía, Él controla mi viday no hay ser eterno que mi cariño mida

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ENCUENTRO 5

BIENVENIDA Y UBICACIÓN

Bienvenidos a este último encuentro. Hoy nosacercaremos a la vida de dos personas que pareceque la vida no les ha sonreído. Sin embargo, vere-

mos que Dios se hace presente siem-pre, que jamás abandona y que subendición está pronta para nosotrossi obedecemos lo que nos pide ha-cer. Tobías y Sara, se unirán enmatrimonio y en ellos se manifesta-rá la bendición de Dios porque hansabido esperar, escuchar y obede-cer la voz de Dios.

A través de la historia de Tobíasy Sara, descubriremos cómo tam-bién nosotros gozamos de muchosbeneficios de parte de Dios que nosllevan a bendecirlo en todo mo-mento.

Entramos en oraciónSe sugiere primero concentrar-

se y hacer un ambiente propicio deoración ayudándose de música ins-trumental y una persona que vayaguiando.

Oración de AbandonoPadre, en tus manos me pongo. Haz de mí lo que

quieras. Por todo lo que hagas de mí, te doy gracias.Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo con tal

que Tu voluntad se haga en mí y en todas tuscriaturas.

No deseo nada más, Dios mío. Pongo mi alma entus manos, te la doy, Dios mío, con todo el ardor demi corazón porque te amo, y es para mí una nece-sidad de amor el darme, el entregarme entre tusmanos sin medida, con infinita confianza, porqueTú eres mi Padre. Amén.

CITA GENERADORA:«Cuando vuelvan a Él de todo corazón y actúen

ante Él con total sinceridad, entonces Él se preocu-pará de ustedes y nunca más les ocultará su rostro»(Tob 13, 6).

FRUTO:Bendecir a Dios y reco-

nocer sus beneficios en lasalegrías y en las dificulta-des.

PREGUNTA GENERADORA:

¿Cómo conocer los de-signios de Dios y ser obe-diente a su llamado?

NOTAS PEDAGÓGICAS

Conviene que el exposi-tor conozca bien la historiade Tobías y Sara, por lo quese sugiere que con anticipa-ción se lea y medite el librode Tobías (14 capítulos).

Conviene tener una ima-gen de San Rafael junto con Tobías y Sara. Si no setiene en físico, se pueda proyectar en modo digital.

MATERIALES

Bote de basura Un poco de basura Tierra para macetas Una pequeña planta Papel y resistol para adornar el bote de basura. Cd o USB con música tranquila para orar Grabadora o computadora y bocinas

Tobías y Sara,de la Escucha a la Obediencia


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EXPERIENCIA PREVIA

La vida actual nos ha enseñado a satisfacerlas necesidades en el menor tiempo posible ycon el menor esfuerzo posible. Así se vendenproductos donde usted puede bajar de peso ensólo unas horas, o alcanzar una figura atléticacon sólo 5 minutos de ejercicio. Y no podemosnegar que son productos que atraen, y más dealguno cae en la tentación. Luego vemos en larealidad que todo necesita tiempo, esfuerzo, yque no basta un solo aparato de ejercicio paratener una figura atlética, sino que hace falta unabuena alimentación y otros hábitos que ayudena cumplir el objetivo. Para grandes resultadosdebemos aprender a esperar.

En este sentido, vemos que nuestra sociedad,con este tipo de propaganda, va infiltrando unamentalidad de lo inmediato. Y con esta mentali-dad es muy difícil esperar y confiar enDios. Peor aún, muchas veces creemosque la solución está en nuestras manosy que Dios no tiene nada qué hacer ennuestra vida.

CONOZCO MÁS

Dios nos habla

Tobías y Sara habían pasado por an-gustias e infortunios semejantes, a pesarde ser fieles a Dios. Tobías y sus padreshabían sido deportados. Él era hijo de unpadre del que la gente se burlaba por suconducta y su destino. Tobit, padre deTobías, había quedado ciego y ahoratodo el peso de la familia recaía sobre suhijo Tobías, el cual se veía en la encru-cijada de dejar a sus padres solos e ir en busca de undinero que su padre había dejado en encargo. Sara,por su parte, había sido desposada ya siete veces, ylos siete maridos habían muerto en la noche debodas. La gente también se burlaba de ella y noexistía ya en su corazón deseos de vivir. Ambosnecesitaban claridad para actuar correctamente. Yesa claridad sólo vendrá de la escucha y la atencióna la voz de Dios.

Saber escuchar

Después de haber sido deportados Tobit y sufamilia, regresan a Asiria. Tobit, sintiendo cer-

cana su muerte, aconseja a su hijo Tobías sobrecómo debe comportarse, y luego lo envía aRagués de Media a recuperar un dinero que dejóallá. Tobías atiende la petición de su padre (cfr.Tob 4, 1. 1-21).

La lección primera y más grande de este pasajees escuchar la voz de Dios y actuar según susdesignios, como bien lo aconsejaba Tobit a su hijoTobías: «Busca el consejo de los prudentes y nodesprecies ningún consejo útil» (Tob 4,18).

Pero no basta escuchar la voz de Dios, no bastabuscar consejos, sino ponerlos en práctica. Todasituación en la vida, más todavía aquellas de difícilcomprensión, precisan de consejo, de escucha de laPalabra de Dios y de puesta en práctica: «El queescucha mis palabras y las pone en práctica, escomo aquel hombre prudente que edificó su casasobre roca» (Mt 7,24).

Toda persona que deja espacio a la voluntad deDios, deja espacio a la verdadera felicidad. Y nosólo eso. Poner por obra la Palabra de Dios, expulsalos demonios que circundan nuestra existencia (cfr.Tob 9, 2-3).

Además, debemos hacer presente un aspectoesencial que aquí aparece: la oración. Tobías alcan-za la unión con Sara gracias a la oración previa.Esto nos muestra que toda verdadera relación hu-mana debe convertirse en oración (cfr. Tob 8, 4-8).Y toda oración debe llevarnos a entrar en comunióncon las demás personas.

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Por último, cabe mencionar que, en estosversículos donde habla el ángel Rafael, no tenermiedo es el marco en el que se efectúa todo obrar.No tener miedo a actuar, no tener miedo a realizarel proyecto de Dios, no tener miedo a seguir elconsejo de los prudentes, no tener miedo a obrarsegún la Palabra de Dios (cfr. Tob 6, 16-18).

Saber discernir

Aunque nos asalte la duda, debemos confiarsiempre en el Señor. «Espera en el Señor, sé fuerte;ten ánimo, espera enel Señor» (Sal27,14), porque quienespera en el Señornunca será defrau-dado. «Confía en elSeñor y haz el bien,habita en esta tierray mantente fiel; queel Señor sea tu delei-te, y Él te dará lo quedesea tu corazón»(Sal 37,3-4).

Veamos un datomuy interesante:Ragüel, después debendecir a Dios porsu grande compa-sión, «mandó a los criados que rellenaran lafosa» (Tob 8,18) que había preparado, pues creíaque Tobías también moriría en el lecho de bodas.Volver a tapar la tumba es un gesto de asumir elproyecto de Dios y no seguir más los propioscriterios. Tapar la fosa es, pues, el gesto deconversión.

«Ragüel llamó a Tobías y le dijo: Te quedarásaquí catorce días, comiendo y bebiendo conmigo yalegrando la vida de mi hija, que tanto ha tenido quesufrir. Luego, tomarás la mitad de mis bienes yregresarás sano y salvo a la casa de tu padre» (Tob8,20-21).

El texto nos muestra la alegría, no sólo dequienes escucharon y obedecieron la voz de Dios,sino también de aquellos que les rodean. La bendi-ción de Dios siempre alcanza más allá de quienes lareciben directamente. Dios continuamente bendicenuestra vida a través de los demás, necesitamosabrir el corazón para acogerlo.

Aquí haremos un ejercicio breve:

Le compartiremos a quien está a nuestro lado lasbendiciones que yo considero que he recibido deDios.

Luego, ambos se dirán las bendiciones que Diosle ha dado al otro y que no se ha dado cuenta.

Se trata, de acrecentar la lista de bendicionesrecibidas: las bendiciones que soy conscientey las bendiciones que el otro me ayudó adescubrir.

SABER AGRADECER

Sintiendo cerca-na su muerte, Tobitda sus últimas re-comendaciones a suhijo Tobías: «Asípues, hijos míos,esto es lo que yo lesmando: Sirvan aDios sinceramente;hagan lo que leagrada. Inculquen asus hijos que secomporten recta-mente y den limos-na, que se acuerdende Dios y en todo

tiempo bendigan sinceramente su nombre contodas sus fuerzas» (Tob 14,8).

COMPRENDO MÁS (ESTUDIO DE UN CASO)Cada cosa a su tiempo

En un lugar lejano, vivía doña Eduviges, unaviejita que le encantaban los huevos de gallina.Cada semana iba al mercado a comprar un par dehuevos. Conforme pasaba el tiempo le costaba mástrabajo ir al mercado. Así que decidió comprar unagallina. Y todos los días iba a recoger un huevo porla mañana y otro por la tarde.

En una ocasión, doña Eduviges invitó a unasamigas a cenar, y cuando ya estaban sus amigaslistas para cenar, la viejita fue a donde la gallina arecoger los huevos del día, pero sólo encontró unsolo huevo. La viejita se molestó mucho y fue tantosu coraje que descuartizó a la gallina.

Al enterarse las amigas, fueron a donde doñaEduviges y ésta les explicó que la mató porque


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necesitaba más huevos para la cena y la gallina sólo lehabía dado uno. Fue entonces que sus amigas leexplicaron que, para conseguir más huevos de esagallina, debía esperar más tiempo.

Se hace un espacio para que todos juntos podamossacar alguna moraleja del cuento.

Luego, se pueden apoyar de las siguientes pregun-tas: ¿Cuál fue el mayor error de doña Eduviges?

¿Qué virtud le faltó? ¿Qué le faltó saber?

¿Cómo le ayudarías a doña Eduviges?

TRANSFORMO LA REALIDAD

Primera actividad

Presentar un bote de basura. Explicar que el bote de basura es un hueco destinado

a ser rellenado con deshechos (se presentan losdesechos, pero no se colocan en el bote de basura).

En lugar de colocar basura, rellenaremos el bote contierra, colocaremos una pequeña planta y adorna-remos el bote para que no parezca más un bote debasura, sino una maceta que alberga vida.

Se invita a algunos participantes a colocar un puñode tierra que significará mi decisión de hacer unespacio a Dios en mi vida para que tenga vida enabundancia. Luego nos preguntamos:

¿Cuáles son las voces que he obedecido? ¿En qué situaciones debo dejar que Dios actúe en mi

vida y no dejarme guiar sólo por mis propioscriterios?

¿En qué situación debo aprender a esperar?Segunda actividad: Realiza tres listas de bendicio-

nes recibidas de Dios nuestro Padre.1. La primera será una lista de bendiciones que

personalmente has recibido.2. La segunda, una lista de bendiciones indirectamen-

te (me siento bendecido porque un amigo recuperóla salud, por ejemplo).

3. La tercera, una lista de bendiciones concedidaspor Dios a mi familia, que haré ver a mis seresqueridos, para que ellos, descubriendo la bendi-ción de Dios en sus vidas, puedan bendecir a Dioscon todo su ser.

CELEBRO MI FE

Hagamos oración con el Salmo 103 (102).Mujeres: Bendice al Señor, alma mía, y todo mi

ser a su santo nombre. Bendice al Señor, almamía, no te olvides de sus beneficios.

Hombres: El perdona todas tus culpas, y sanatodas tus enfermedades. El rescata tu vida dela tumba, y te colma de amor y de ternura;sacia de bienes tu existencia, y te rejuvenececomo un águila.

Todos: El Señor hace justicia y defiende a todoslos oprimidos. Él dio a conocer sus planes aMoisés, sus hazañas a los hijos de Israel.

Mujeres: El Señor es clemente y compasivo,paciente y lleno de amor, no está siempreacusando ni guarda rencor eternamente; nonos trata como merecen nuestros pecados, ninos paga de acuerdo con nuestras culpas.

Hombres: Como la altura del cielo sobre latierra, así es su amor con los que lo respetan;y como está lejano el oriente del poniente, asíaleja de nosotros nuestros crímenes. Como unpadre siente ternura por sus hijos, así siente elSeñor ternura por quienes lo respetan. Él sabede qué estamos hechos, se acuerda de quesomos polvo.

Mujeres: Los días del hombre son como lahierba: florece como la flor del campo, peroapenas la roza el viento, deja de existir y nadiela vuelve a ver en su sitio. En cambio el amordel Señor por quienes lo respetan dura eterna-mente y su salvación alcanza a hijos y nietos,a todos los que guardan su alianza y se acuer-dan de cumplir sus mandamientos

Todos: El Señor estableció su trono en los cielos,ejerce su dominio sobre todas las cosas.

Hombres: Bendigan al Señor, ángeles suyos,poderosos guerreros, ejecutores de sus órde-nes, atentos a sus palabras. Bendigan al Señor,todos sus ejércitos, servidores suyos,ejecutores de su voluntad. Bendigan al Señor,todas sus obras, en todos los lugares donde Élgobierna. Bendice al Señor, alma mía».Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio ahora y siempre por lossiglos de los siglos. Amén

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2. RETIRO PARA AGENTES DE PASTORAL

Pidamos al Señor nos regale su sabiduría y lohacemos con el Cántico de la SabiduríaTodos: «Dios de nuestros antepasados, Señor de la

misericordia, que con tu palabra creaste el mun-do, y con tu Sabidu-ría formaste al hom-bre, para que domi-nara sobre tu crea-ción, para que gober-nara el mundo consantidad y justicia ehiciera justicia conrectitud de espíritu;dame la Sabiduría,que comparte tu tro-no, y no me excluyasdel número de tushijos.Hombres: Porque yosoy tu siervo, hijo de

tu esclava, un hombre débil y de corta vida,incapaz de comprender el derecho y las leyes.Pues aunque uno sea perfecto entre los hombres,sin la sabiduría que proviene de ti, será tenidopor nada.

Mujeres: Contigo está la Sabiduría, que conoce tusobras; estaba presente cuando hacías el mundo,ella sabe lo que es agradable a tus ojos y lo quees conforme a tus mandamientos.

Todos: Envíala desde los santos cielos, desde eltrono de tu gloria mándala, para que me asista enmi trabajo, y sepa yo lo que te agrada. Porqueella, que todo lo sabe y lo comprende me guiarácon acierto en mis labores y con su gloria meprotegerá» (Sab 9, 1-11)Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu

Santo…

Escucha y discernimiento comoIglesia a la luz del Evangelio

MATERIALES

Música instrumental suave. Biblia personal. Hojas blancas. Mesa. Mantel. Cirio. Velas para cada

participante. Cristo. Flores.

NOTAS PEDAGÓGICAS

Se sugiere que elprimer momentoy la celebraciónsea juntos.

La reflexión que sea a nivel personal, dandotiempo suficiente.

Ojalá y se pueda motivar a tener su celularapagado, para mayor atención y menos distrac-ción.

Leer todas las citas sugeridas

PRIMER MOMENTO

Bienvenidos a este espacio de encuentro conDios, privilegiados somos de hacer un alto ennuestra vida ordinaria de sus múltiples actividadesy en nuestro ritmo apostólico.

La Cuaresma es un tiempo propicio para hacerun alto y retomar nuestra vida en presencia de Dios,para desde Él tomar nuevas fuerzas y seguir adelan-te con mayor fuerza.


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Para iniciar, hagamos un ejercicio en trespasos sencillos que nos dispongan para el en-cuentro con Dios. (Dejar un tiempo favorable paraesta actividad).

Busca el lugar cómodo, sin distracciones…1) Toma conciencia de cómo te encuentras al ini-

ciar este retiro. (Se les entrega una hoja blancapara que escriban).

2) Ofrécele a Dios tu realidad. Lo más pesado quete hace retroceder o disminuir tu entrega a Diosy a los demás. Ofrécele también todo lo buenoque te llena de vida e impulsa a seguir adelante.(Escribirlo)

3) Por último, piensa: ¿Qué deseas encontrar oexperimentar en este retiro?Recordemos que un retiro es un espacio privile-

giado para el encuentro con Dios y consigo mismoy, sin duda alguna será la oportunidad para haceruna revisión profunda en vistas a hacer cambios ennuestra manera de vivir. Aprovechemos este espa-cio para regresar a la casa paterna de donde muchasveces nos alejamos.

SEGUNDO MOMENTO

Les invitamos a que miren a su alrededor, obser-ven el mundo que les rodea, país, colonia, comuni-dad y nuestra familia: ¿Qué encuentras en ellos?

¿Qué es lo que más llama tu atención?Quizá lo primero que se te viene a la mente es

un mundo en crisis y sin Dios, donde lo que sebusca es un bienestar personal, siempre a la modaen vestuario y en tecnología, donde se valora a lapersona por su apariencia, conocimiento y ju-ventud, donde lo que importa es sobresalir sinpreocuparnos a quien dejamos atrás. Un mundode personas que vive para trabajar, tener, gastary presumir.

Parece que nos encontramos en un mundo conuna ceguera marcadamente individualista que nopermite mirar las necesidades ni de los más cerca-nos a nosotros. Vivimos ciegos al hermano, ysordos a la voz de Dios; ya no lo buscamos, no lepreguntamos y mucho menos le damos gracias,quizá tampoco ya ni pedimos.

El mundo con sus destellos, está opacando lavoz de Dios y con ello la conciencia del ser humano,llevándolo a aceptar cualquier realidad sin valoresque se presente sin cuestionarla.

Todos los días somos testigos de personas queviven de acuerdo a lo que el mundo les propone,permitiéndose todo lo que el cuerpo pida o porquela moda lo propone: un tatuaje, una relación sexualfuera del matrimonio, algún exceso en bebidasalcohólicas, una experiencia de drogadicción, ju-gar a la ouija, buscar que te lean las cartas, etc. Yquizá alguno de nosotros hemos sido presa de estaspropuestas que resultan muy atractivas. ¿Alguna vez te has experimentado así, aceptando

algo sólo por moda del mundo? ¿En qué aspectos necesitarías ser más crítico?

Como madre, la Iglesia atenta a las necesidadesde sus hijos, busca ayudar a retomar el camino, ynos llama a estar aquí. Contemplemos dos ejemplosbíblicos de personas que escucharon la voz de Dios,discernieron su vida y optaron por seguirle.

ABRAHAMLeer Génesis 12, 1-8

Imagina a Abraham, ante la invitación del Señory descríbelo

¿Qué tuvo que dejar Abraham con tal de obedecera Dios?

¿Qué le promete Dios a Abraham?

¿Qué seguridad da la promesa de Dios?En su contexto donde la familia lo era todo, Dios

le pide a Abraham dejar su familia y con ello suprotección. Lo llama y lo saca dirigiéndolo a unlugar desconocido. Humanamente es muy explica-ble que no le hubiera hecho caso, pues dejaba todolo seguro para buscar lo inseguro, quizá sueneilógico para nosotros. Sin embargo Abraham escu-cha a Dios y le cree; obedeciendo ejemplarmente.Se pone en marcha. Es el camino de salida paraencontrar su lugar, que es su conversión. ¿Tú sabes escuchar a Dios?

¿Le obedeces, haciendo lo que te pide?

EL HIJO PRÓDIGOLeer Lucas 15, 11 -24

¿Qué voces tenía el hijo menor en su interior al

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pedir su herencia y dejar la casa paterna?

No escuchar la voz de su padre, ¿a quéconsecuencias lo llevó?

¿Qué le impidió escuchar la voz de su padre?

¿Qué pasos dio para hacer su discernimiento?EnuméralosEl hijo menor sale de su casa sin escuchar la voz

de su padre. Parte a un lugar distante y solo, dondenadie le esté diciendo lo que es mejor para su vida.Él quiere ser feliz y cree que saliéndose de casa lopuede encontrar.

Estando ahí, toca una realidad que no habíaexperimentado. La libertad de ir a un lugar nue-vo, derrochando su fortuna, rodeado de la alegríade la juventud. Pero eso no dura. Así como susrelaciones superficiales basadas en felicidadespasajeras.

Toca fondo ante la soledad y la miseria en la quese ve orillado, y es ahí donde se cuestiona, discierney dice: me levantaré y volveré a mi padre. Esentonces cuando reconoce que en su casa y al ladodel padre y de su hermano, estaba su lugar correcto.El salió a buscar su lugar en otros países, en amigos,en múltiples experiencias, derrochando riquezas yno lo encontró. Él halló su lugar obedeciendo a suconciencia, convirtiéndose a Dios y en el abrazo delpadre que día y noche volteaba hacia el camino,anhelando su regreso. ¿Recuerdas alguna ocasión en la que no escuchaste

la voz de Dios y buscaste en otros lugares lafelicidad?

¿Cuáles fueron sus consecuencias? ¿Qué experiencia o voces te han ayudado a caer

en cuenta de que estás en el lugar equivocado?Dos ejemplos con algo en común, tanto Abraham

como el hijo pródigo, no sabían qué iba a pasar unavez que salieran de sus tierras (familia – seguridady de la tierra de despilfarro). ¿Has tenido esta experiencia de vivir confiando en

Dios, sin certeza alguna? Descríbela. El texto de Abraham y del hijo pródigo ¿cómo

ilumina tu vida para practicar la escucha y eldiscernimiento?Podemos decir que la conversión es confiar en

que no hay caminos equivocados, Dios nos sale alencuentro en las circunstancias en las cuales nosencontramos.

Lee los siguientes números de la exhortaciónapostólica Evangelii Gaudium y subraya aquellasactitudes que no nos ayudan en la escucha y discer-nimiento como Iglesia.

«Dentro del Pueblo de Dios y en las distintascomunidades, ¡cuántas guerras! En el barrio, enel puesto de trabajo, ¡cuántas guerras por envi-dias y celos, también entre cristianos! Lamundanidad espiritual lleva a algunos cristianosa estar en guerra con otros cristianos que seinterponen en su búsqueda de poder, prestigio,placer o seguridad económica. Además, algunosdejan de vivir una pertenencia cordial a la Iglesiapor alimentar un espíritu de «internas». Más quepertenecer a la Iglesia toda, con su rica diversi-dad, pertenecen a tal o cual grupo que se sientediferente o especial» (EG 98).

«El mundo está lacerado por las guerras y laviolencia, o herido por un difuso individualismoque divide a los seres humanos y los enfrenta unoscontra otros en pos del propio bienestar. En diver-sos países resurgen enfrentamientos y viejas divi-siones que se creían en parte superadas. A loscristianos de todas las comunidades del mundo,quiero pediros especialmente un testimonio de co-munión fraterna que se vuelva atractivo y resplan-deciente. Que todos puedan admirar cómo os cui-dáis unos a otros, cómo os dais aliento mutuamentey cómo os acompañáis: En esto reconocerán quesois mis discípulos, en el amor que os tengáis unosa otros. Es lo que con tantos deseos pedía Jesús alPadre: «Que sean uno en nosotros […] para que elmundo crea» ¡Atención a la tentación de la envidia!¡Estamos en la misma barca y vamos hacia elmismo puerto! Pidamos la gracia de alegrarnos conlos frutos ajenos, que son de todos (EG 99).

«A los que están heridos por divisiones históri-cas, les resulta difícil aceptar que los exhortemos alperdón y la reconciliación, ya que interpretan queignoramos su dolor, o que pretendemos hacerlesperder la memoria y los ideales. Pero si ven eltestimonio de comunidades auténticamentefraternas y reconciliadas, eso es siempre una luzque atrae. Por ello me duele tanto comprobar cómoen algunas comunidades cristianas, y aun entrepersonas consagradas, consentimos diversas for-mas de odio, divisiones, calumnias, difamaciones,venganzas, celos, deseos de imponer las propias


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ideas a costa de cualquier cosa, y hasta persecucio-nes que parecen una implacable caza de brujas. ¿Aquién vamos a evangelizar con esos comporta-mientos? (EG 100).

«Pidamos al Señor que nos haga entender la leydel amor. ¡Qué bueno es tener esta ley! ¡Cuántobien nos hace amarnos los unos a los otros en contrade todo! Sí, ¡en contra de todo! A cada uno denosotros se dirige la exhortación paulina: «No tedejes vencer por el mal, antes bien vence al mal conel bien» (Rm 12,21). Y también: «¡No nos canse-mos de hacer el bien!» (Ga 6,9). Todos tenemossimpatías y antipatías, y quizás ahora mismo esta-mos enojados con alguno. Al menos digamos alSeñor: «Señor, yo estoy enojado con éste, conaquélla. Yo te pido por él y por ella». Rezar poraquel con el que estamos irritados es un hermosopaso en el amor, y es un acto evangelizador. ¡Hagá-moslo hoy! ¡No nos dejemos robar el ideal del amorfraterno!» (EG 101).

En la hoja blanca que se les entrega, responderána las siguientes preguntas. ¿Descubres en ti o en tu grupo algunas de estas

actitudes que el Papa menciona?

¿Cómo vamos a superarlas y de qué medios nosvaldremos?Jesús es la buena noticia, para todos. Él es quien

pasó su vida haciendo el bien a todos los que leescucharon. El asumió la historia (no siempre lamejor) de los que llama, para transformarla. Desea-mos que hoy su persona sea nuestro parámetro paraescuchar y discernir en nuestra vida y así vivirconvertidos, fortaleciendo nuestra pertenencia a laIglesia, dejándonos iluminar por su Palabra.

Elige alguna de las siguientes citas bíblicasdonde Jesús escucha y otra donde discierne, léelas,reflexiónalas y descubre su enseñanza.Jesús escucha a su Padre en la oración (Lc 5,16)Jesús escucha a sus discípulos en sus dudas (Lc 9,

46- 48)Jesús escucha a las personas en sus necesidades (Lc

19, 35-38)Jesús escucha a las mujeres (Jn 4, 1 - 26; Jn 11,21).Jesús discierne su vida (Lc 4, 1 -13)Jesús discierne el llamado de sus discípulos (Lc

6, 12-13)

Jesús discierne junto con sus discípulos (Lc 22, 24-26)

Jesús discierne su entrega (Lc 22, 40A nuestro mundo le urgen discípulos misioneros

que escuchen a Dios y lleven a la práctica susenseñanzas.

Leamos Romanos 12, 2

¿A qué nos invita?

¿Qué implica renovar el interior? ¿Para qué queremos descubrir lo bueno, lo que le

agrada a Dios, lo perfecto?Con todo lo reflexionado en este retiro, nos con-

viene preguntarnos como Santa Teresa lo hacía. ¿Qué mandas Señor hacer de mí?

Contesta la pregunta y formula un compromisoque te puedas llevar de este retiro para vivirlo eneste tiempo de Cuaresma-Pascua.

TERCER MOMENTO

Se dispone un lugar apropiado con el altar, laimagen de Jesús, el cirio y las velas para cada unoy las flores, para hacer nuestra oración final.

Nos colocamos alrededor del altar y comenza-mos diciendo en el nombre del Padre y del Hijo ydel Espíritu Santo…

Escuchemos el canto:

AMARTE SÓLO A TI SEÑORgoo.gl/tA059

Amarte sólo a ti Señor,amarte solo a ti Señor.Amarte sólo a ti Señor,

y no mirar atrás.

Seguir tu caminar Señor.Seguir sin desmayar Señor.Postrado ante tu altar Señor

y no mirar atrás (2).

Cada participante pasa a encender su vela en elcirio.

Te invito a que expreses en voz alta, tu oraciónde gratitud, de súplica, de perdón o de auxilio.Contestamos después de cada intervención: Aquíestoy Señor, para hacer tu voluntad. (Al respon-der todos alzan su vela).

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3. CELEBRACIÓN

Canto:

DANOS UN CORAZÓN, GRANDE PARA AMAR.Danos un corazón, grande para amar.Danos un corazón, fuerte para luchar.

Hombres nuevos creadores de la historia,constructores de nueva humanidad,

hombres nuevos que viven la existenciacomo riesgo de un largo caminar.

Hombres nuevos luchando en esperanza,caminantes sedientos de verdad,

hombres nuevos sin frenos ni cadenas,hombres libres que exigen libertad.

Hombres nuevos amando sin fronteras,por encima de razas y lugar,

hombres nuevos al lado de los pobres,compartiendo con ellos techo y pan.

PEDIMOS PERDÓN

Para iniciar este tiempo cuaresmal, necesitamosreconocer que nos hemos alejado del proyecto deDios, por eso a cada acción carente de amor y decomunión decimos: Misericordia Señor, hemospecado

1. Por los momen-tos en que nos he-mos alejado cons-cientemente de tuproyecto de amor,justicia y libertad.2. Por buscar y se-guir modelos con-trarios al Evange-lio que atentancontra la dignidadhumana.3. Por permitir

que en nuestros hogares reine el conflicto, ladiscordia y el mal trato.

4. Por marcar diferencias y distancias sociales entrenosotros.

MONICIÓN INICIAL

Queridos hermanos y hermanas, con el Miérco-les de Ceniza comenzamos el tiempo de la Cuares-ma, camino hacia la Pascua. Tiempo en el que senos invita de manera especial a cada uno, a salir denuestro propio Egipto, atravesando el desierto de laconversión, en búsqueda de una nueva tierra, deuna nueva libertad, y que nosotros llamamos Pas-cua de Resurrección.

La Cuaresma es un tiempo fuerte de oración,ayuno y atención a los necesitados (limosna). Estetiempo nos da a todos los cristianos la posibilidadde hacer un serio discernimiento de la propia vida,confrontándonos de manera especial con la Palabrade Dios, que ilumina el camino cotidiano.

Dispongamos nuestro interior para aceptar lallamada a la conversión que Dios nos dirige. Laconversión que Dios nos pide es volver a Él. Porello es preciso que nos dejemos fascinar de su hijoJesús, buscando más momentos de encuentro per-sonal en la oración para que asimilemos su proyec-to salvador. Necesitamos cultivar el silencio y laescucha permanente desu Palabra y también denuestros hermanos quenecesitan de nuestrasacciones solidarias.

Iniciemos este itine-rario cuaresmal que cul-minará con la Pascua,con un corazón abiertopara escuchar al Padre,para que a su términopodamos resucitar conJesús en actitudes nue-vas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del EspírituSanto…

Con el canto pidamos a Dios que nos hagahombres y mujeres nuevas.

Miércoles de Ceniza


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5. Por vivir en el individualismo siendo indiferen-tes a las necesidades de los demás.

6. Por quedarnos en lo superficial de la vida y nobuscar lo profundo, lo esencial que nos lleva aDios.

7. Por los muchos momentos en que hemos sidomotivos de escándalo y de desunión en la acciónpastoral que desempeñamos.

(Se pueden expresar algunas otras peticiones)

ORACIÓN

Padre Dios, escucha la oración de tus hijos einfunde en ellos el deseo de vivir reconciliadospara prepararse a celebrar la Resurrección de tuHijo. Que vive y reina contigo en la unidad delEspíritu Santo y es Dios, por los siglos de lossiglos. Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA

Monición a las Lecturas: La Iglesia no hainventado las prácticas de penitencia, sino las harecibido de su Señor. El profeta invita al pueblo deDios a la penitencia y a la conversión íntima. Jesúsnos muestra el espíritu con que debemos practicarla caridad, la oración y el ayuno. Escuchemosatentos.

Del libro del Profeta Joel 2, 12-17«Pero ahora, oráculo del Señor, con-

viértanse a mí de todo corazón, con ayu-nos, lágrimas y llantos. Desgarren sucorazón, no sus vestiduras; conviértanseal Señor, su Dios, porque él es clemente ymisericordioso, lento a la ira, rico enamor y siempre dispuesto a perdonar.Quizás sí los perdonará una vez más y losbendecirá de nuevo, permitiendo que pre-senten ofrenda y libación al Señor, suDios. ¡Toquen la trompeta en Sión, pro-clamen un ayuno, convoquen una asam-blea, reúnan al pueblo, purifiquen la co-munidad, congreguen a los ancianos, re-únan a los pequeños y a los niños depecho! Deje el recién casado su habita-ción y la recién casada su cámara nup-cial. Entre el patio del templo y el altarlloren los sacerdotes, ministros del señor,diciendo: Perdona, Señor, a tu pueblo, y

no entregues tu nación al desprecio, a laburla de las gentes. Por qué han de decirlos paganos: ¿Dónde está su Dios?».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Del salmo 50R. Misericordia, Señor, hemos pecado.

1. Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor,apiádate de mí y olvida mis ofensas. Lávamebien de todos mis delitos y purifícame de mispecados. R.

2. Puesto que reconozco mis culpas, Tengo siemprepresentes mis pecados. Contra ti solo pequé,Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R.

3. Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritunuevo para cumplir tus mandamientos. No mearrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santoespíritu. R.

4. Devuélveme tu salvación, que regocija, y manténen mí un alma generosa. Señor, abre mis labiosy cantará mi boca tu alabanza. R.

Evangelio de San Mateo 6, 1-6.16-18«Cuidado con practicar las buenas

obras para ser vistos por la gente, porqueentonces su Padre del cielo no los recom-pensará. Por eso, cuando des limosna novayas pregonándolo, como hacen los hi-pócritas en las sinagogas y en las calles,para que los alaben los hombres. Lesaseguro que ya han recibido su recom-pensa. Tú cuando des limosna, que nosepa tu mano izquierda lo que hace tuderecha. Así tu limosna quedará en secre-to; y tu Padre, que ve en lo secreto, terecompensará.

Cuando oren, no sean como los hipó-critas, a quienes les gusta orar de pie enlas sinagogas y en las esquinas de lasplazas para que los vea la gente. Lesaseguro que ya ha recibido su recompen-sa. Tú, cuando ore, entra en tu habitación,cierra la puerta y ora a tu Padre, que estáen lo secreto; y tu Padre, que ve en losecreto, te recompensará.

Cuando ayunen, no anden tristescomo hacen los hipócritas, que desfigu-ran su rostro para que la gente vea que

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ayunan. Les aseguro que ya han recibi-do su recompensa. Tú, cuando ayunes,perfúmate la cabeza y lávate la cara, demodo que nadie note tu ayuno, sino tuPadre, que está en lo escondido. Y tuPadre, que ve hasta lo más escondido, terecompensará».

Palabra del Señor.

El sacerdote o ministro o cate-quista comparten la siguiente re-flexión.

REFLEXIÓN

El Profeta Joel nos dice: con-viértanse a mí de todo corazón,con ayunos, lágrimas y llantos.Desgarren su corazón, no sus ves-tiduras. La exhortación que elSeñor nos dirige por medio delprofeta Joel es fuerte y clara ¿Porqué debemos convertirnos aDios? Porque algo no va bien ennosotros, en la sociedad, en laIglesia y tenemos necesidad decambiar, de convertirnos. El lla-mamiento profético constituye undesafío para todos nosotros y nos recuerda que laconversión no se reduce a formas exteriores o avagos propósitos. Somos invitados a emprenderun camino en el que, desafiando la rutina, nosesforcemos a abrir los ojos y los oídos, pero sobretodo, a abrir el corazón, para ir más allá denuestro pequeño mundo.

Vivimos en un mundo cada vez más artificial, enuna cultura del hacer, de lo útil, donde sin darnoscuenta excluimos a Dios de nuestro horizonte y alhacerlo corremos el riesgo de cerrarnos, de olvidar-los de nuestros hermanos.

El Evangelio de hoy indica los elementos de estecamino espiritual: la oración, el ayuno y la limosna.Los tres comportan la necesidad de no dejarsedominar por las cosas que aparecen: lo que cuentano es la apariencia; el valor de la vida no dependede la aprobación de los demás o del éxito, sino delo que somos.

El ayuno, la limosna y la oración no son tresopciones para escoger una de ellas en el tiempo de

Cuaresma, sino que son tres formas de vivenciacuaresmal en que una lleva a las otras dos, comple-mentándose mutuamente. El ayuno: El ayuno tiene sentido si verdadera-

mente nos mueve de nuestra seguridad, y sitambién de él procede un beneficio para losdemás, si nos ayuda a cultivar el estilo del BuenSamaritano, que se inclina sobre el hermano en

dificultad y se hace cargo de él. El ayuno com-porta la elección de una vida sobria, en su estilo,que no derrocha, una vida que no descarta anadie. Ayunar nos ayuda a entrenar el corazón alo esencial y al compartir. Es un signo de toma deconciencia y de responsabilidad frente a lasinjusticias, a los atropellos, especialmente conrespecto a los pobres y a los pequeños, y es signode la confianza que ponemos en Dios y en suprovidencia. La limosna: Hoy con frecuencia la gratuidad no

forma parte de la vida cotidiana, donde todo sevende y se compra. Todo es cálculo y medida. Lalimosna nos ayuda a vivir la gratuidad del don,que es libertad de la obsesión de la posesión, delmiedo de perder lo que se tiene, de la tristeza dequien no quiere compartir con los demás el propiobienestar. No consiste en dar de lo que nos sobray para tranquilizar la conciencia, sino dar hastaque nos duela: de lo que somos y tenemos, nues-tros bienes, nuestras capacidades, nuestro tiem-po, darnos a nosotros mismos.


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La oración: Nos ayuda a estar más cerca de Diospara poder cambiar nuestra forma de vivir, permi-tiendo que sea Él, el centro de nuestra vida. LaCuaresma es tiempo de una oración más intensa,más capaz de hacerse cargo de las necesidades delos hermanos, oración de intercesión por tantassituaciones de pobreza y de sufrimiento que vivi-mos como sociedad.Una vez más la Cuaresma viene a dirigir su

llamamiento profético, para recordarnos que esposible realizar algo nuevo en nosotros mismos yen torno a nosotros, simplemente porque Dios esfiel, rico de bondad y de misericordia, y está siem-pre dispuesto a perdonar. Con esta confianza filial,pongámonos en camino. Acerquémonos a recibirla ceniza, que nos recuerda de qué estamos hechosy de la necesidad que tenemos de Dios en nuestrasvidas.

IMPOSICIÓN DE LA CENIZA

El sacerdote, ministro o catequista impone laceniza a todos los presentes que se acercan y dice acada uno:

Arrepiéntete y cree en el Evangelio.

Contestamos:Amén.

Mientras se imponen la ceniza cantamos:

Cantos:

PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR

u otros cantos que sepa la asamblea.

Terminada la imposición de la ceniza se leen lassiguientes peticiones.

ORACIÓN DE LOS FIELES

Guía: Pidamos, hermanos, que el Señor no nostrate según nuestros pecados sino que tengamisericordia de nosotros y escuche nuestrassúplicas.

Decimos después de cada súplica:

Que me convierta y crea en el Evangelio.1. Para que Dios, nuestro Señor, purifique a su

Iglesia en la Sangre de Cristo y nos conceda atodos los fieles una conversión sincera. Oremos.

2. Para que en el mundo se viva la justicia, crezcala libertad de los hombres y todos aprendamos atratarnos como hermanos. Oremos

3. Por la situación de violencia e inestabilidadsocial de nuestra Patria, para que el Señor con-ceda espíritu de conversión a quienes la provo-can y a todos, la gracia de construir la paz.Oremos.

4. Por todos los enfermos y los que sufren, para queeste tiempo de gracia les traiga salud y fortaleza.Oremos.

5. Por todos los cristianos, para que la cuaresma nosayude a dar un mejor testimonio de Cristo conobras concretas, en favor de los alejados. Ore-mos.

Se puede agregar otras peticiones

Guía: Terminemos nuestra celebración cantandojuntos la oración que nuestro Salvador nos haenseñado:

Padre nuestro...

ORACIÓN FINAL

Padre, concede a quienes hoy hemos celebra-do con fe el inicio de la cuaresma, la fuerza detu Espíritu para ser hombres y mujeres que sevan renovando cada día. Por Jesucristo nuestroSeñor.

MONICIÓN DE DESPEDIDA:Que Cristo Jesús, que nos abrió paso con su

Cruz, nos fortalezca ahora en el camino cuaresmalhacia la Pascua. Vayámonos deseosos de transfor-mar nuestra vida luchando contra el mal.

Canto:

CAMINARÉ EN LA PRESENCIA DEL SEÑORCaminaré en presencia del Señor,Caminaré en presencia del Señor.

Amo al Señor porque escucha mi voz suplicante,Porque inclina su oído hacia mí, el día que lo invoco.

Si es ministro laico o catequista: Mientras sesantigua dice: El Señor nos bendiga, nos guar-de de todo mal y nos lleve a la vida eterna.Amén.

Si es sacerdote imparte la bendición de Dios.

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NOTAS PEDAGÓGICAS

Necesitamos un lugar adecuado o incluso puedeser el templo mismo. Colocar a Jesús Crucificado alcentro del lugar. Les pedimos que cada quien traigaun pañuelo de tela.

Si fuera posible que todos los participantes sesienten alrededor del Crucificado para que todospuedan contemplarlo.

MATERIALES

Crucifijo grande Recipiente grande con tierra Tapas de los refrescos una para

cada participante.Monición: A lo largo de estos

días cuaresmales la liturgia nos hapuesto delante las limitaciones yheridas del hombre, pero tambiénla medicina que ofrece Jesús, paraabrirnos a la esperanza de la salva-ción que nos ofrece. Hemos visto alhombre tentado y seducido por elmal. En esta celebración reconoce-remos nuestra situación tan pobre ynecesitada de la luz de Jesús.

Decimos todos juntos la oración de alabanza aCristo Crucificado

Vengo ante ti, Señor Jesús, con mi historia depecado, con cansancio y con fatiga, con caminosequivocados y con sed, insatisfecho.

Vengo a ti con mi ceguera, con una tristezaoscura y vacío acumulado.

Vengo a ti con mis heridas, con dolor y heridasde muerte.

Sólo tú Jesús Crucificado me puedes dar laalegría y el descanso. Sólo mi sed saciaré con aguasde tu costado. Mi ceguera has de curar, sólo con tualiento santo.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, comoera en el principio ahora y siempre por los siglos delos siglos. Amén.

DINÁMICA:

NUESTRAS CEGUERASLes invitamos que todos se coloquen el pañuelo

en sus ojos. Después les pedimos que se pongan depie y caminen por el lugar de reunión como cadaquien pueda.

Se les invita a que se sienteny que compartan ayudados poresta pregunta: ¿Cómo se sintieron? ¿Tuvieron miedo?

¿Qué nos ha llevado en la vidaa caminar con ojos abiertos perociegos por el pecado? ¿Cuáles son tus cegueras?

El egoísmo es un tipo de ce-guera. Me centra en mí mismo.No soy capaz de percibir la ne-cesidad, la soledad, los gritos deangustia del que vive a mi ladoo un poco más allá de mi casa.Soy ciego porque tal vez nuncaaprendí a poner al otro en elcentro de mi mirada.

Soy ciego al pensar sólo en mis intereses. Voypor la vida pisando al que pide. Pasando de largodelante del hambriento, del que necesita mi escu-cha, del que ocupa un consuelo, etc.

La ceguera del alma me impide ver a Dios,escuchar su voz, entender su amor, abrirme alhermano. Me cierro al don de Dios. Me cierro aldon del que sufre. ¿Quién puede hacer posible que veas de verdad?

ESCUCHA DE LA PALABRA:

Del Evangelio de San Marcos 10, 46-52

«Llegaron a Jericó. Más tarde, cuan-do Jesús salía de allí acompañado por susdiscípulos y por bastante gente, el hijo deTimeo, Bartimeo, un mendigo ciego, esta-

4. Celebración Penitencial


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ba sentado junto al camino. Cuando seenteró de que era Jesús de Nazaret quienpasaba, se puso a gritar:

¡Hijo de David, Jesús, ten compasiónde mí!

Muchos lo reprendían para que se ca-llara. Pero él gritaba más fuerte: ¡Hijo deDavid, ten compasión de mí!

Jesús se detuvo y dijo: Llámenlo.Llamaron entonces al ciego, diciéndo-

le: Ánimo, levántate, que te llama.Él, arrojando su manto, se levantó

rápidamente y se acercó a Jesús.Jesús dirigiéndose a él, le dijo: ¿Qué

quieres que haga por ti?El ciego le contestó: Maestro que re-

cupere la vista.Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y al momento recuperó la vista y lo

seguía por el camino».Palabra del Señor.

Silencio meditativo

Preguntamos

¿Te sientes como el ciego, necesitado de luz y desalvación?

¿Compartes, de algún modo, la ceguera de losdiscípulos (llenos de prejuicios religiosos), delgentío (superficiales en su modo de mirar), de losfariseos (duros de corazón e incapaces de sentirmisericordia)?

REFLEXIÓN

Este pasaje del Evangelio tiene un gran valorsimbólico, porque cada uno de nosotros se encuentraen la situación de Bartimeo. Su ceguera lo habíallevado a la pobreza y a vivir en las afueras de laciudad, dependiendo en todo de los demás. El peca-do también tiene este efecto: nos empobrece y aísla.Es una ceguera del espíritu, que impide fijar lamirada en el amor; y nos hace insensibles ante losdemás y ante el bien. Cuántas tentaciones tienen lafuerza de oscurecer la vista del corazón y volverlomiope. Qué fácil y equivocado es creer que la vidadepende de lo que se posee, del éxito o la admiraciónque se recibe; que la economía consiste sólo en el

beneficio y el consumo; que los propios deseosindividuales deben prevalecer por encima de laresponsabilidad social. Mirando sólo a nuestro yo,nos hacemos ciegos, apagados y replegados en noso-tros mismos, vacíos de alegría y vacíos de libertad.

Pero Jesús pasa; y no pasa de largo: se detuvo,dice el Evangelio. Jesús deja su camino paracurar un ciego. Estaba pasando, pero se detuvo.Iba a otro lado, pero miró al que no veía. Dejó delado sus planes y vio al que no sabía mirar. Y seconmovió: ¿Cómo aprender a detenerme anteaquel que no me pide nada, pero me necesita?

¡Qué difícil es hacerlo siempre! Nos gana laobsesión por llegar a nuestras cosas. Nos cuestadetenernos a mirar como lo hace Jesús. Él lo vio.Vio sus ojos sin vida y su alma que gritaba muydentro. Estaba herido al borde del camino de losdemás.

Jesús nos mira a cada uno. Déjate mirar porJesús.

(Colocarse de preferencia en torno al Crucificado)

Les pedimos que tomen una postura que mejor lesayude para vivir este momento de encuentropersonal con Jesús Crucificado.

Comencemos con esta súplica

Guía: Pedimos, Jesús, tu mirada para quedarperdonados. Tu mirada es compasiva y purificadora,y lo sana todo con la medicina de tu amor.

¡Qué bien nos conoces y nos comprendes!Tu mirada se posa misericordiosamente sobre

nosotros. Es una mirada que nos dice: Yo te amo, apesar de todo, yo te amo. Es una mirada que lo vistetodo de ternura, para quedar rehabilitados. Porqueel amor dignifica.

Con tu mirada sentimos deseos de ser limpios,de seguirte, de abrirnos a los demás. Tu miradaenciende y trasciende nuestra vida.

Cuando tú nos miras, pones en nosotros ojosnuevos.

Todo el que es amado, contagia amor. Todo elque es mirado con misericordia, mirará con miseri-cordia. Por eso pedimos, Jesús, tu mirada, paraparecernos a ti.

Guía: Jesús tocó los ojos heridos de ese hombre.Hoy toca tu herida con su saliva, la toca con ternura

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porque la quiere sanar. Así llega Él hasta ti. Hastalo que más te duele, donde más te hace falta sucariño, hasta tu carencia de amor, tu incapacidad, tugrieta en el alma.

Jesús mira tu herida y se conmueve. Se detieney lo deja todo. Sólo por ti, porque estás herido ynecesitado. Porque estás solo y al borde del camino.

Entonces, un temblor se apodera del corazónde Bartimeo, porque se da cuenta de que es miradopor la Luz, de esa luz cálida que nos invita a nopermanecer encerrados en nuestra oscura cegue-ra. La presencia cercana de Jesús permite sentirque, lejos de Él, nos falta algo importante. Noshace sentir necesitados de salvación, y esto es elinicio de la curación del corazón. El deseo de sercurados nos lleva a pedir ayuda con fuerza einsistencia, como ha hecho Bartimeo: Hijo deDavid, ten compasión de mí. Ver con los ojos de Jesús significa mirar con

compasión. Todas las cosas que Cristo hizo fue-ron condicionadas por su amor infinito y sucompasión. Necesitamos ser sensibles y tiernoscon los menos afortunados así como lo fue Él.Necesitamos sentir lo que Él sintió. Necesitamosposeer un corazón delicado que pueda alcanzar aldesconsolado. Ver a otros a través de los ojos de Jesucristo

significa descartar cualquier cosa que obstruyauna clara visión. Cuando Jesús vio al ciego, vio auna persona en gran necesidad, y advirtió laoportunidad de revelar el poder de Dios. Jesús es el más grande oculista que jamás haya

existido. Él tiene la receta correcta para corregirnuestra visión. Y está dispuesto a restaurar nues-tra visión para que veamos como Él ve.No dejemos que hoy el Señor pase de largo.

«Tengo miedo del Señor que pasa», decía sanAgustín. Miedo a que pase y a que yo lo deje pasar.Demos voz a nuestro deseo más profundo: Jesús,que pueda ver (les pedimos que todos lo repitan envoz alta y luego que cada uno lo haga en el secretode su corazón).

Silencio…

Como Bartimeo, dejemos el manto y pongámo-nos en pie: abandonemos lo que nos impide serágiles en el camino hacia él, sin miedo a dejar lo quenos da seguridad y a lo que estamos apegados; no

permanezcamos sentados, levantémonos,reencontremos nuestra dimensión espiritual, (nosponemos de pie y cada uno pasa a dejar su pañueloante Jesús Crucificado en señal de que queremosver de nuevo después de que nuestros pecados noshan hecho perder de vista el bien.) Nuestra digni-dad de hijos amados está en el Señor para sermirados por Él a los ojos, perdonados y recreados.

Canto:

JESÚS MÍRAMEgoo.gl/72pWbn

Algo está pasando en este lugar,alguien que camina entre la multitud,

se oye gritar, a la gente,un poder grande está llegando a este lugar.

La presencia del Señor está aquí,es Jesús quien sana a los enfermos,

que da la vista a los ciegos, el que hace hablar a losmudos, el que libera a los cautivos, es Jesús.

Jesús mírame, Jesús mírame,ten compasión de mi dolor y mírame.

Jesús mírame, Jesús mírame,sana mi enfermedad y mírame.

Celebración del Sacramento de la Recon-ciliación

Si están sacerdotes para la confesión, este sería elmomento para celebrar el Sacramento.Le pedimos que todos se acerquen a Jesús Cru-

cificado. Ahí colocaremos el recipiente grande conla tierra.

Monición: Jesús vino a este mundo a revelar lapasión de Dios por la humanidad. Él vino a salvar alperdido, sanar al enfermo, a dar vista a los ciegos, adar vida. Nada era más importante para Él que daránimo al quebrantado de corazón, libertad a loscautivos, proclamar el año del favor del Señor. Conesta confianza en la misericordia de Dios, les invita-mos a acercarse al Sacramento de la Reconciliación.

Escuchemos la invitación que nos da la Carta alos Hebreos 12, 1-2

«Liberémonos de todo impedimento ydel pecado que continuamente nos asaltay corramos con perseverancia en la ca-rrera que se abre ante nosotros, fijos losojos en Jesús autor y perfeccionador de lafe». Palabra de Dios.


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EXAMEN DE CONCIENCIA

En este momento se le da a cada participante unpoco de tierra en las tapas.

Guía: Contempla la tierra que tienes entre tusmanos, date cuenta que eso es lo que somos, unpoco de barro. Reconoce delante de Jesús: ¿Quécegueras encuentras en ti mismo? ¿Eres capaz dever a los demás como te mira Jesús? ¿Verte a timismo con la mirada de Jesús? Déjate mirar porJesús y acércate con confianza al confesionario,sede de la misericordia de Dios.

Mientras se van acercando al Sacramento sesugiere escuchar los siguientes cantos y permane-cer en oración.

JESÚS MÍRAMEgoo.gl/72pWbn

DAME, SEÑOR, TU MIRADAgoo.gl/SkhPeo

Dame, Señor, tu mirada y pueda yo ver desde allí.El día que empieza, el sol que calienta

y cubre los montes de luz.

Dame, Señor, tu mirada y pueda gozar desde allí.Que el día declina y anuncia las noches de luna

cuando viene abril.

Dame, Señor tu mirada,grábala en mi corazón,

donde tu amor es amantey tu paso constante,tu gesto creador. (2)

Dame, Señor, tu mirada y entrañas de compasión;dale firmeza a mis pasos,

habita mi espacio y sé mi canción.

Dame, Señor, tu mirada y entrañas de compasión,haz de mis manos ternura y mi vientre madura,

¡Aquí estoy, Señor!

Música instrumental para orar.

Después que la persona termina de confesarse,se le invita a que vaya depositando su tierra en elrecipiente que está junto a Jesús Crucificado.

Terminamos orando con el Salmo 50

Con la confianza y el gozo de que Dios nos hamirado con Misericordia, dándonos el perdón pornuestras innumerables cegueras, proclamemos el

Salmo 50, himno al Dios misericordioso. Lo recita-mos a dos coros.

Salmo 50Misericordia, Dios mío

Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tuinmensa compasión borra mi culpa; lava del todomi delito, limpia mi pecado.

Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre pre-sente mi pecado: contra ti, contra ti solo pequé,cometí la maldad que aborreces.

En la sentencia tendrás razón, en el juicio resul-tarás inocente. Mira, en la culpa nací, pecadorme concibió mi madre.

Te gusta un corazón sincero, y en mi interior meinculcas sabiduría. Rocíame con el hisopo: que-daré limpio; lávame: quedaré más blanco que lanieve.

Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren loshuesos quebrantados. Aparta de mi pecado tuvista, borra en mí toda culpa.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévamepor dentro con espíritu firme; no me arrojes lejosde tu rostro, no me quites tu santo espíritu.

Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzamecon espíritu generoso: enseñaré a los malvadostus caminos, los pecadores volverán a ti.

Líbrame de la sangre, oh Dios, Dios, Salvadormío, y cantará mi lengua tu justicia. Señor, meabrirás los labios, y mi boca proclamará tu ala-banza.

Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera unholocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es unespíritu quebrantado; un corazón quebrantado yhumillado, tú no lo desprecias.

Señor, por tu bondad, favorece a Sión, reconstru-ye las murallas de Jerusalén: entonces aceptaráslos sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos,sobre tu altar se inmolarán novillos.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Comoera en el principio, ahora y siempre por los siglosde los siglos. Amén.

Si está presente algún sacerdote, se le pide que imparta labendición.

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INTRODUCCIÓN

Te contemplamos Señor en este camino que Túhas emprendido antes que nadie y al final del cualpusiste tu cruz como un puente hacia la muerte, demodo que los hombres puedan pasar de la muerte ala vida.

Nos ponemos ante ti con amor, te presentamosnuestros sufrimientos, dirigimos nuestra mirada ynuestro corazón a tu Santa Cruz, realiza en nosotrosel misterio de tu redención, por tu Pasión, Muerte yResurrección

Recordemos que en el Vía Crucis, Dios se rela-ciona con el hombre, por lo tanto, es necesario orar,hacer silencio, escuchar, curarnos de la prisa y lasuperficialidad, detenernos , abrirnos con sinceri-dad y confianza, y con humildad reconocer nues-tras fallas y discernir sus caminos. Así que inicie-mos este camino con Jesús.

En el nombre del Padre, del Hijo y del EspírituSanto.

Todos: Amén

Oración:

Señor, que la meditación de tu Pasión y Muertenos anime y ayude a tomar la cruz de cada día yseguirte, para un día resucitar contigo en la gloria.Queremos escucharte en el sufrimiento de nuestroshermanos y junto con ellos, discernir tus caminosque nos llevan a la Resurrección.

1ª ESTACIÓN:JESÚS ES CONDENADO A MUERTE

(cfr. Mc 15, 12-13)Por la envidia de los fariseos y la debilidad de

Pilato, Jesús fue juzgado injus-tamente y condenado a muerte.

Porque yo también no te heescuchado y te he juzgado alreclamarte algo, Señor, porquetambién te he juzgado al juzgara mis hermanos.

Perdón, Señor, perdón.

Signo: Nos damos un abrazo de perdónPregunta: ¿Cuántas veces te he condenado al con-

denar a mis hermanos?Jaculatoria: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.

Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

2ª ESTACIÓN:JESÚS CARGA CON LA CRUZ

(cfr. Mc 15, 20)Pusieron en sus hombros la

cruz sin ninguna consideración,y Él no la rechazó.

Por las veces que yo he deja-do de llevar mi cruz y por lasveces que he renegado de mispenas y enfermedades.


Signo: Nos ponemos de rodillasPregunta: ¿Dónde está Dios en este sufrimiento o

dolor que tengo en el presente?Jaculatoria: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.



5. Viacrucis


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3ª ESTACIÓN:JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ

(cfr. Is 53, 5)Aquel que ha traído la paz al

mundo, herido por nuestrospecados, cae vencido bajo supeso.

Por las ocasiones en que hetardado tanto en levantarme ytambién por todos aquéllos queno quieren levantarse.


Signo: Toca la cruz y pide la fortaleza a Cristo.Pregunta: ¿Jesús ha sido tu fortaleza ante tus

caídas?Jaculatoria: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.



4ª ESTACIÓN:JESÚS SE ENCUENTRA

CON SU MADRE

(cfr. Lc 2, 34-35)Jesús, tuviste el apoyo de tu

Madre en la subida al Calva-rio. Ella no se quejó, sino quete acompañó en ese penosocamino.

Por las veces que no he dadoapoyo a mi familia en los mo-mentos difíciles, ni los he es-cuchado y por haberlos dejadosolos en su vía crucis.


Signo: Me tapo los oídosPregunta: ¿Qué actitud tomo, ante los problemas y

sufrimientos familiares?Jaculatoria: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.



5ª ESTACIÓN:SIMÓN DE CIRENE AYUDA A JESÚS

A LLEVAR LA CRUZ

(cfr. Lc 23, 26)Tuviste, Jesús, a Simón el

Cireneo, quien obligado cargóla cruz contigo. ¡Qué gracia lade éste que cruzaba por tu ca-mino al Calvario!

Por las veces, Señor, que nome he dado cuenta que Tú hassido mi Cireneo, que has sidoTú quien me ha ayudado a lle-var mi cruz.


Signo: Tocamos el hombro del que está cercaPregunta: ¿Con quién comparto algún sufrimiento

o enfermedad?Jaculatoria: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.



6ª ESTACIÓN:LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS

Aquella mujer fue valienteal limpiar tu rostro cruzando lafuerte guardia que te llevaba aempujones y jalones camino allugar de tu Crucifixión dejan-do impreso tu rostro en su paño.

Por las veces que no he vistotu rostro en los que sufren, enlos abandonados y débiles, enlos ancianos y enfermos.


Signo: Con un gesto sencillo, expresa tu amor alque está a tu lado

Pregunta: ¿En qué personas que sufren, encuentroel rostro de Jesús?

Jaculatoria: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.


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7ª ESTACIÓN:JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ.

Jesús está solo bajo el pesode la cruz. Pero Él se levanta denuevo apoyándose en la con-fianza que tiene en su Padre.

Por las veces que con miejemplo hice que otros tropeza-ran o por las veces que delibe-radamente los he empujado yque por mi ejemplo, otros hanpecado.


Signo: Me arrodilloPregunta: ¿Cuántas veces he dejado solo al que

está sufriendo?Jaculatoria: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.



8ª ESTACIÓN:JESÚS HABLA A LAS MUJERES

DE JERUSALÉN

(cfr. Lc 23, 27-28)En medio de su dolor, Jesús

no deja de preocuparse por lapena de aquellas mujeres. «Hi-jas de Jerusalén, no lloren pormí, lloren por ustedes y por sushijos».

Por las veces en que me hedejado abrumar tanto por misproblemas, que me he olvida-

do de los sufrimientos de los que me rodean o se hanacercado a mí.


Signo: Llevo mi mano al pechoPregunta: ¿Cómo he defendido y respetado la

dignidad de la mujer?Jaculatoria: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.



9ª ESTACIÓN:JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

Y por tercera vez hace unesfuerzo inmenso y se levan-ta.

Por esas ocasiones en lasque, ante las dificultades, mehe desanimado y no he con-tinuado en aquello que mehas pedido a favor de losdemás.


Signo: Extendemos nuestros brazos hacia la Cruzde Cristo.

Pregunta: ¿En qué momentos de la vida he exten-dido mis brazos para levantar al hermano que hacaído en los vicios o en el pecado?



10ª ESTACIÓN:JESÚS ES DESPOJADODE SUS VESTIDURAS

(cfr. Mt 27, 27).Antes de crucificarlo, lo

despojaron de sus vestiduras.Por las veces en que yo he

despojado a otros de su fama,de sus bienes, de sus dere-chos, de su inocencia, de susilusiones…


Signo: Coloco una mano enel hombro del que está a milado.

Pregunta: ¿De qué necesito despojarme para com-partir?




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11ª ESTACIÓN:JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ

(cfr. Jn 19, 19; Lc 23, 34).Y desde la Cruz pidió a su

Padre que perdonara a sus ver-dugos y que nos perdonara anosotros.

Por tantos perdones que yohe negado, por tanta represa-lia, venganzas y resentimien-to que conservo y que amargami alma.


Signo: Tocamos nuestro corazón y pedimos per-dón

Pregunta: ¿Cuántas veces he clavado a mi herma-no, juzgándolo mal?



12ª ESTACIÓN:JESÚS MUERE EN LA CRUZ

(cfr. Lc 23, 46)No hay amor mayor que

dar la vida por otro. Jesús car-gó consigo las heridas físicas,morales y espirituales de todala humanidad.

Por la facilidad con que meolvido de cuánto me amas Se-ñor, cuánto te costaron mispecados. Por vivir a medias,

por no estar dispuesto a servir generosamente a mishermanos más pobres y débiles, por la poca impor-tancia que doy a tu Pasión y Muerte que me haredimido.


Signo: Extendemos nuestros brazos en forma decruz para acompañarlo.

Pregunta: ¿Cuántas veces he crucificado a mihermano, difamándolo?



13ª ESTACIÓN:JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ

(cfr. Jn 19, 26-27)Y su cuerpo es puesto en

brazos de su Madre.Por ese tierno Niño que tú

nos diste una nochebuena y queuna tarde te devolvimos muer-to por nuestros pecados.


Signo: En silencio contemplo aMaría y le pido perdón

Pregunta: ¿Me encomiendo a la Santísima Virgencada día?



14ª ESTACIÓN:JESÚS ES SEPULTADO

(cfr. Lc 23, 50-53).Aquél que algunos judíos esperaban fuera el

liberador de Israel ha sido sepultado.Por las veces en que he ol-

vidado que es necesario pasarpor todas esas cosas para poderentrar en la gloria.


Signo: Tapamos nuestra bocacon las manos.Pregunta: ¿Qué cosas debe-mos sepultar que ofenden a

Jesús en nuestros hermanos?Jaculatoria: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.



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15ª ESTACIÓN:Y AL TERCER DÍA RESUCITÓ

(cfr. Lc 24, 5-6).Si Cristo no hubiera resucitado, vana

sería nuestra fe.Por las veces que he hecho vana mi fe al

creer en otras cosas que van en contra de tuResurrección.

Por las veces en que olvido que si nomuero a mí mismo, no podré resucitarcontigo.


Signo: Agitemos nuestras banderas mani-festando el gozo de Resucitar con Cristo.Jaculatoria: Te adoramos, Cristo y te

bendecimos. Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.


Y cantemos:MI DIOS ESTÁ VIVO

Mi Dios está vivo, Él no está muerto.Mi Dios está vivo en mi corazón.Mi Dios está vivo, ha resucitado,

lo siento en mis manos, lo siento en mis pies,lo siento en mi alma y en mi ser.

Oh, oh, oh, oh, hay que nacer del agua.Oh, oh, oh, oh, hay que nacer del Espíritu de Dios.

Oh, oh, oh, oh, hay que nacer del aguay del Espíritu de Dios hay que nacer del Señor (2)

prepárate para que sientas (3) el Espíritu de Dios.

Déjalo que se mueva (3) dentro de tu corazón.

ORACIÓN FINAL

Señor mío Jesucristo, que con tu Pasión y Muerte diste vida al mundo,líbranos de todas nuestras culpas y de toda inclinación al mal, concédenosvivir apegados a tus Mandamientos y jamás permitas que nos separemosde Ti. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA

Virgen Santísima de los Dolores, mírame cargando la cruz de misufrimiento; acompáñame como acompañaste a tu Hijo Jesús en elcamino del Calvario; eres mi Madre y te necesito. Ayúdame a sufrir conamor y esperanza para que mi dolor sea dolor redentor que en las manosde Dios se convierta en un gran bien para la salvación de las almas. Amén.


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6. Decálogo para viviruna Semana Santa profunda

1. Ponte en paz con Dios y con los hermanos. La Pascuamerece una limpieza del corazón y de tu misma vida. Unabuena confesión te hará comprobar el inmenso amor deDios.

2. Busca espacios y tiempo para la oración. Jesús, frecuen-temente, se retiraba a un lugar solitario y apartado para suencuentro con Dios. ¡Acompáñale en estos días! Partici-par en la Hora Santa te ayudará.

3. Escucha, medita y lee con interés la Pasión, Muerte yResurrección de Cristo, puedes tomar alguno de losevangelistas que mejor te ayude. Que te lleve a reconocerel amor tan grande que Dios nos tiene, al darnos a su Hijo.

4. Ejerce la generosidad y sin mirar a quién ni el cuánto.Jesús, siendo rico, se hace pobre. Los pobres son lospredilectos de Jesús y Él vio siempre por ellos.

5. Participa activamente en las celebraciones eucarísticas olitúrgicas. La Semana Santa, no lo olvides, no es tiempode vacaciones, sino tiempo de recogimiento cristiano.

6. Guarda silencio en estos días. Que la televisión, elinternet, la tableta, el celular no sean los protagonistas entu casa.

7. No olvides el ayuno y la abstinencia. Y de compartir delo que te privas.

8. Dirige tu mirada a Jesús Crucificado y arrodillado en supresencia dialoga con Él.

9. Anima a tus familiares a vivir la Semana Santa. No dejesque, al igual que con la Navidad, nos roben el sentido másprofundo y genuino de estos días: Cristo pasa, con sucruz, para que veamos el inmenso amor que Dios nostiene.

10. Prepárate durante toda la Semana Santa al gran aconte-cimiento de la Pascua: ¡la Resurrección de Cristo! No tequedes para siempre en la cruz. Recuerda que, un cristia-no, es hijo de la Pascua resucitada. Nuestra fe es de vida,no de muerte.

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NOTAS PEDAGÓGICAS

· El lugar preparado para la adoración. En este díano se realiza en el lugar ordinario sino que seprepara el monumento con velas, uvas, espigas,vino, pan, flores y urna en el centro y en alto.

· Se utilizarán varioscantos, en la me-dida de lo posibleser acompañadospor un coro o poralgún medio elec-trónico para escu-charlos.

· Habrá espacios paraparticipación en lalectura. Conse-guir con tiempoun equipo de lectores.

· Recordar que el silencio es una escucha amorosa,la palabra no es necesaria, porque también elsilencio habla y comunica amor.

· Hay que recordar que el Santísimo Sacramento noes una cosa sino una persona, es Jesús hecho pan.

INTRODUCCIÓN

Desde hace siglos el pueblo cristiano acostum-bra adorar, de manera especial en este día, a JesúsSacramentado. La Iglesia mantiene y anima estapráctica pidiendo que traslade solemnemente elSantísimo llevándolo al Monumento y recomen-dando a los fieles que lo visiten. Buscarlo y adorar-lo, quiere decir, en este caso, reconocer a Jesúscomo Dios y Señor, invocándolo, pidiéndole ayu-da, dándole gracias o platicando con El.

Hoy venimos a su presencia y nos ponemos derodillas para adorarlo y bendecirlo. Reconociéndo-lo como el AMOR con mayúsculas ante cualquieramor que podamos sentir en este mundo por eso lecantamos.

Canto:

ALTÍSIMO SEÑORAltísimo Señor, que supiste juntar

a un tiempo en el altar, ser cordero y pastor.

Quisiera con fervor,amar y recibira quien por mí

quiso morir.

Cordero divinalpor nuestro sumo bien,

inmolado en Salem,en tu puro raudal

de gracias celestial,lava mi corazón,

que el fielte rinde adoración.

Guía: Vamos a iniciarnuestro momento de oración común, ante CristoJesús que se quedó entre nosotros en forma de Pan.

Presentémosle a Jesús Sacramentado a nuestrasfamilias, amigos, nuestro trabajo, la situación ac-tual de nuestra Patria, nuestra Diócesis y Parroquia.Y reconozcamos cómo Dios está presente en todaslas instancias. Él nunca nos deja solos.

Silencio

Canto:

DIOS ESTÁ AQUÍDios, está aquí tan cierto como el aire que respiro tancierto como en la mañana se levanta el sol, tan cierto

que cuando le hablo, él me puede oír.Jesús, está aquí tan cierto como el aire que respiro,tan cierto como en la mañana se levanta el sol, tan

cierto que cuando le hablo, él me puede oír.Jaculatoria: En los cielos y en la tierra sea para

siempre alabado/ El corazón amoroso de JesúsSacramentado.

Guía: Creo Jesús mío, que estoy en tu presencia,que me miras y escuchas mis palabras. Tú eres

7. La Hora Santade Jueves Santo


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infinitamente grande y santo. Yo te adoro. Tú me lohas dado todo, te doy gracias. ¿Qué he podido tenersi no viene de ti? Todo es don tuyo. Por eso te alaboy te bendigo y hoy en tu presencia reconozco que mivida entera, mis posesiones, las personas a quienesamo, mi inteligencia, voluntad y todo lo que puedohacer es regalo tuyo, soy un ramillete de dones,gracias a tu generosidad. ¡Yo te alabo y te bendigo!

Silencio

Escuchemos del Evangelio de San Juan 3,16.«Tanto amó Dios al mundo que le dio

a su Hijo único, para que todo el que creaen él no perezca, sino que tenga vidaeterna». Palabra del Señor.

Silencio

Nos preguntamos ¿Experimentamos el amor de Dios en Jesús como

regalo inmerecido? ¿Nuestra fe es fuerte y está en Jesús?

¿Qué quieres entregarle esta noche a Jesús?

Canto:

SI CONOCIERAS EL AMORQUE DIOS TE TIENE

Si conocieras cómo te amo,si conocieras cómo te amo,dejarías de vivir sin amor.

Si conocieras como te amo,si conocieras como te amo

dejarías de mendigar cualquier amor.

Si conocieras, cómo te amo,cómo te amo serias más feliz.

Si conocieras cómo te busco,si conocieras, cómo te busco

dejarías que te alcanzara mi voz.

Si conocieras cómo te busco,si conocieras cómo te busco

dejarías que te hablara al corazón,si conocieras, como te busco,

como te busco escucharías más mi voz.

Si conocieras como te sueñome preguntarías lo que espero de ti.

Si conocieras como te sueñobuscarías lo que no pensaba para ti.

Si conocieras como te sueño,como te sueño pensarías más en mí.

Un poco más adelante en el mismo evangelio senos dice que:

Evangelio de San Juan 3, 1.«Antes de la fiesta de la Pascua, sa-

biendo Jesús que había llegado la hora depasar de este mundo al Padre, habiendoamado a los suyos que estaban en elmundo, los amó hasta el extremo».

Palabra del Señor.

Silencio

Nos preguntamos ¿Qué significa amar hasta el extremo? ¿Hasta dónde llegó el amor de Jesús?

¿Hasta dónde queremos amar nosotros?

Silencio

REFLEXIÓN

Llama la atención constatar cómo en el evange-lio de San Juan se representa muy bien la figura deJesús consciente de los últimos acontecimientos desu vida y, por tanto, de su misión.

Jesús no es arrastrado por los acontecimientosque amenazan su existencia, sino que está prepara-do para dar su vida. El amor por los suyos, aquéllosque forman la comunidad, ha sido declarado mien-tras vive con ellos, pero resplandecerá de modomás notable en su muerte.

En este día, es el memorial del amor y Jesúsintenta dar a su comunidad el mandamiento quedeberá regular para siempre las relacionesfraternas.

Jesús es el Señor, no en la línea de dominio,sino en cuanto comunica el amor del Padre (suEspíritu) que nos hace hijos de Dios y aptos paraimitarle, en la libertad al dar su amor a los suyos.Jesús, ha querido comunicar que su amor no ex-cluye a ninguno. Por tanto si los discípulos lollaman Señor, deben imitarlo; si lo consideranMaestro, deben escucharlo.

Preguntémonos

¿Cuánto has valorado el regalo que Jesús nos dejó:Su Cuerpo y Su Sangre?

¿Con qué actitudes te acercas a la celebraciónEucarística?

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¿Cómo vives la Eucaristía después en casa y fuerade ella?

¿Recibir a Jesús en la Eucaristía te ha llevado acomprometerme con el que más te necesita?

Silencio

Canto:

DIOS ESTÁ AQUÍ, QUÉ HERMOSO ESDios está aquí, que hermoso es,

Él lo prometió, donde hay dos o tres:Quédate Señor, quédate Señor,quédate Señor, en cada corazón.

Quédate Señor, quédate Señor, en mi (2).

Recitemos juntos el Salmo 117¡Alaben al Señor todas las naciones,clámenlo todos los pueblos!

Grande es su amor por nosotros y la fidelidaddel Señor dura por siempre! ¡Aleluya!

Guía: Vamos a guardar unos momentos de silenciopara hablar con Jesús, pero también para abrir elcorazón y escucharlo, Él también tiene cosasque decirnos hoy.

(Se puede poner música para orar)

Canto:

MILAGRO DE AMOR TAN INFINITOJesús, aquí presente en forma realte pido un poco másde fe y de humildad

quisiera poder ser dignode compartir contigo el milagro más

grande de amor.

Milagro de amor tan infinitoen que Tú, mi Dios, te has hecho

tan pequeño y tan humildepara entrar en mí.

Milagro de amor tan infinitoen que Tú, mi Dios, te olvidas

de tu gloria y de tu majestad por mí.

Y hoy vengo lleno de alegríaa recibirte en esta eucaristía.

Te doy gracias por llamarme a estacena, porque aunque no soy digno

visitas Tú mi alma.

Milagro de amor tan infinitoen que Tú, mi Dios, te has hecho

tan pequeño y tan humildepara entrar en mí. Milagro de amor tan infinito

en que Tu, mi Dios, te olvidas de tu gloriay de tu majestad por mí.

Gracias, señor, por esta comunión.

Guía: Señor, Jesús, somos tus hermanos, nece-sitamos de tu presencia en nuestra vida. Sabemosbien de tentaciones y debilidades, de necesidades ydeseos de amor. Todos estos sólo se sacian en tupresencia. Te necesitamos en nuestra vida, el mun-do entero requiere tenerte presente para ser feliz,aunque no te busquen en el lugar correcto. Sabemosque nosotros: Hablamos mucho del deseo paz y estamos en

guerras internas y externas. Nos reímos mucho y, sin embargo, estamos

tristes aunque aparentamos felicidad. Vivimos en el tiempo de la comunicación y del

diálogo, sin embargo, nosotros estamos sordos yno nos entendemos. Estamos muy orgullosos de haber aumentado el

poder de la medicina, y sin embargo, más quenunca, vemos la fragilidad de nuestra vida que sedestruye.

Guía: Cristo Jesús, necesitamos tu ayuda. Venacompáñanos en nuestra vida ordinaria. ComoIglesia, que unida reconoce tu poder benevolen-


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te, estamos cansados y desgastados y solo en tiencontramos la fuerza y la guía hacia la plenitudde nuestro corazón sediento de ti. Por eso tedecimos:

Mujeres: Recibe, Señor nuestros miedos. Y trans-fórmalos en confianza.

Hombres: Recibe, Señor nuestro sufrimiento. Ytransfórmalo en crecimiento.

Mujeres: Recibe, Señor nuestro silencio. Y trans-fórmalo en adoración.

Hombres: Recibe, Señor nuestras crisis. Y trans-fórmalas en madurez.

Mujeres: Recibe, Señor nuestras lágrimas. Y trans-fórmalas en plegaria.

Hombres: Recibe, Señor nuestra ira. Y transfór-mala en intimidad.

Mujeres: Recibe, Señor nuestro desánimo. Y trans-fórmalo en fe.

Hombres: Recibe, Señor nuestra soledad. Y trans-fórmala en contemplación.

Mujeres: Recibe, Señor nuestras amargura. Y trans-fórmalas en paz del alma.

Hombres: Recibe, Señor nuestra espera. Y trans-fórmala en esperanza.

Mujeres: Recibe, Señor nuestra muerte. Y trans-fórmala en Resurrección.

Guía: En nuestra oración tenemos en cuenta a todosnuestros hermanos que viven en nuestro planetaTierra, por eso elevamos nuestras suplicas.

Respondemos: Jesús Sacramentado escuchanuestra oración.a) Por el Papa Francisco, concédele tu sabiduría y

fortaleza para guiar a la Iglesia en el mundo dehoy. Oremos.

b) Por los Obispos, Sacerdotes, Religiosos y Agen-tes de Pastoral, concédeles el don de tu Espíritupara que continúen la misión que les has enco-mendado. Oremos.

c) Por tantos cristianos dormidos y atrincheradosen la cobardía a la hora de profesar nuestra fe,para que el Espíritu Santo nos despierte y demosrazón del amor que Cristo nos tiene. Oremos.

d) Por los que sufren y no tiene esperanza, por losque se encuentran solos para que Dios sea su

compañía y la respuesta en medio de la soledad.Oremos.

e) Por los que no creen, por los que dudan, para queencuentren en la amistad con Dios el apoyonecesario para vivir y ser felices. Oremos.

Se pueden agregar otras peticiones.

Canto:

YA NO FALTA NADA LO TENGO TODOgoo.gl/s1iYtK

Ya no eres pan y vino,ahora que eres cuerpo y sangre,vives en mí de rodillas yo caigo

al contemplar tu bondad,cómo no te voy a adorar

Mientras te pierdes en mis labios,tu gracia va inundando todo mi corazón,

por esa paz que me llena de alegría mi ser,cómo no te voy a adorar.

Señor Jesús, mi salvador, amor eterno,amor divino ya no falta nada,lo tengo todo, te tengo a ti (2)

Dueño y Rey del universo como puede ser posibleque busques mi amor.

Tú tan grande y yo pequeñoy te fijas en mí, cómo no te voy a adorar.

De rodillas yo te pido que el día cuando tú me llamessea como hoy para mirarte a los ojos

y poderte decir que cómo no te voy a adorar.

ORACIÓN FINAL

Alma de Cristo, SantifícameCuerpo de Cristo, sálvameSangre de Cristo, embriágameAgua del costado de Cristo, lávamePasión de Cristo, confórtame¡Oh buen Jesús, óyeme!Dentro de tus llagas, escóndemeNo permitas que me aparte de TiDel maligno enemigo defiéndemeEn la hora de mi muerte llámameY manda que yo vaya a TiPara que con tus Santos te alabePor los siglos de los siglos. Amén.

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Colocamos a la Virgen dolorosa junto a CristoCrucificado o tendidoDurante el Viernes Santo fijamos nuestra mira-

da en Cristo Crucificado, la muestra mayor delamor de Dios, pero también no podemos dejar dever que al pie de la Cruz está María, su Madre (cfr.Jn 19, 25).

María fue redimida también por esa Cruz deCristo, pero al mismo tiempo, «no sólo es frutoadmirable de la redención, sino que también es lacooperadora activa y por su cooperación libre en laNueva Alianza de Cristo, es junto a El protagonistade la historia» (DP 293).

Ella nos invita, como dice San Pablo, a comple-tar en nuestro cuerpo lo que falta a la Pasión deCristo en favor de la Iglesia (cfr. Col 1, 24).

En esta noche de viernes Santo acompañemos aMaría con el rezo del rosario. Este rosario se llamade pésame, porque con él queremos unirnos aldolor que sufrió la Santísima Virgen María a causade la pasión y muerte de su amadísimo Hijo, nues-tro Señor Jesucristo.

Por la señal de la Santa cruz….Acto de contrición: Dios mío, me arrepiento de

todo corazón de todo lo malo que he hecho y de lobueno que he dejado de hacer; porque pecando te heofendido a ti, que eres el sumo bien y digno de seramado sobre todas las cosas. Propongo firmemen-te, con tu gracia, cumplir la penitencia, no volver apecar y evitar las ocasiones de pecado. Perdóname,Señor, por los méritos de la Pasión de nuestroSalvador Jesucristo. Amén.

PRIMER MISTERIO:

En este primer misterio traigamos a nuestraimaginación el momento en que la Virgen Maríaencuentra a Jesús, su Hijo, con la cruz a cuestascamino al Calvario.

Meditemos en el dolor que experimentó Maríaal ver a su Hijo

En esos tremendos momentos María se sintiósola, con la soledad de la impotencia.

Ella no podía defender a su Hijo; ella no podíaayudarlo contra sus enemigos, estaba sola; no habíacon ella abogados defensores; no tenía palancas en elgobierno; no había nación más poderosa que elImperio Romano en cuyas manos había caído Jesús.

En este misterio pensemos en tantas madres opadres de familia que se sienten solos en sus proble-mas para defender a sus hijos, para ayudarlos, paralibrarlos del mal.

Acompañémoslos hoy con nuestra oración. Padre Nuestro Avemarías Gloria al PadreJaculatoria: Madre fuente de amor…Todos: Hazme sentir tu dolor, para que llore

contigo.

SEGUNDO MISTERIO:

Contemplemos el momento en que María ve queJesús inclina la cabeza y muere.

Meditemos en la soledad de MaríaEn ese momento se sintió sola, con la soledad de

la separación y de la incomunicación con Aquel aquien ella más quería. Su Hijo acababa de morir, sehabía cortado toda posibilidad de seguir comuni-cándose con Él; ya no hablaba, ya no miraba, ya norespondía.

En este misterio pensemos en tantas gentes quese sienten solas por haberse cortado la comunica-ción con las personas que aman, aún continuandosu presencia física: ¡Cuántos esposos o esposas quese sienten solos por no haber ya diálogo con supareja! ¡Cuántos hijos que se sienten solos por noexistir muestras de cariño ni de escucha de parte desus padres! Padre Nuestro Avemarías

8. Rosario de Pésame


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Gloria al PadreJaculatoria: Madre fuente de amor…Todos: Hazme sentir tu dolor, para que llore

contigo.

TERCER MISTERIO:

Contemplemos el descendimiento de lacruz, es decir, el momento en que María tieneentre sus manos a su Hijo deshecho, aniquila-do, desfigurado.

Acompañemos en silencio a María en estemomento en que tiene a su hijo muerto en susbrazos.

Nadie la podía acompañar cuando pasabanpor su mente mil recuerdos de su Hijo que sóloella había experimentado y sólo ella podíavalorar: el cuidado que había tenido de Élmientras lo llevaba en su seno; la alegría dehaberlo dado a luz, de haberlo mecido entresus brazos y cuando lo envolvía en pañales(cfr. Lc 2,7); cuando lo veía crecer en estatura,sabiduría y gracia ante Dios y ante los hombres(cfr. Lc 2, 40); cuando lo vio convertir el aguaen vino (cfr. Jn 2, 1ss).

Toda la grandeza, hermosura, bondad, de-licadeza de su Hijo se convertía ahora para ellaen una espada cuyo filo sólo ella sentía. Nadiepodía sentir la profunda tristeza que ella teníaal verlo como un gusano y no un hombre (cfr.Sal 22,7), porque nadie había podido experi-mentar el gozo que ella había tenido por Él.

En este misterio pensemos en tantas gentesque, cuando caen en el fracaso, cuando lleganal desgaste de la ancianidad, cuando sufren unaccidente, cuando se troza su vida, sienten unaterrible soledad al ir pasando ante su mente milrecuerdos hermosos que sólo son suyos y queconvierten su vida presente en un desastre. Padre Nuestro Avemarías Gloria al Padre.Jaculatoria: Madre fuente de amor…Todos: Hazme sentir tu dolor, para que llore

contigo.

CUARTO MISTERIO:

Contemplemos la sepultura de Jesús, es decir, elmomento en que María se va alejando de la tumba.

Meditemos en la tristeza que experimentó María porla ausencia total de su Hijo.

Ya no tiene hijo; su vida deberá cambiar; ciertamenteque Jesús la confió a Juan, el discípulo amado, pero nadani nadie podrá llenar la ausencia de Jesús.

María había quedado sin Él, de este lado del muro dela muerte.

En este misterio pensemos en tantas familias quesufren por los hijos o padres ausentes, sobre todo a causade nuestra civilización actual deshumanizada que obli-ga a buscar trabajo lejos del propio hogar; oremostambién por tantas familias que han quedado desampa-radas a causa de la muerte del padre o de la madre. Padre Nuestro Avemarías Gloria al PadreJaculatoria: Madre fuente de amor…Todos: Hazme sentir tu dolor, para que llore contigo.

QUINTO MISTERIO:

Meditemos en la noche del viernes que pasó María.Contemplemos el dolor de María al experimentar el

desamparo de Dios.Si Jesús pudo decir en la cima de su aflicción:

¿Padre, por qué me has abandonado? También laVirgen María sintió profundamente esa especie desilencio o abandono de Dios y de una manera que sóloella podía experimentar.

¿Dónde estaban todas las promesas que Dios le habíahecho por medio del Ángel en la Anunciación? Se lehabía dicho que su Hijo era Hijo del Altísimo, que iba aser Rey y su Reino iba a durar para siempre: todo habíaquedado truncado; su Hijo había acabado en una cruz yno en el trono.

Pensemos en este misterio en todos los que sientencomo si Dios se hubiera olvidado de ellos o como siestuviera lejos de este mundo; principalmente pidamospor los que trabajan por el Reino de Dios y todo les salemás difícil como si al mismo Dios no le interesara. Padre Nuestro

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Avemarías Gloria al PadreJaculatoria: Madre fuente de amor…Todos: Hazme sentir tu dolor, para que llore conti-

go.

Dios te salve María, Hija de Dios Padre, en tusmanos encomendamos nuestra fe para que lailumines, llena eres de gracia. Dios te salve María, Madre de Dios Hijo, en tus

manos encomendamos nuestra esperanza paraque la alientes, llena eres de gracia... Dios te salve María, Esposa de Dios Espíritu

Santo, en tus manos encomendamos nuestra cari-dad para que la inflames, llena eres de gracia... Dios te salve María, Templo y Sagrario de la

Santísima Trinidad, Virgen concebida sin culpaoriginal.Dios te salve Reina y Madre de misericordia,

vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A tillamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspira-mos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.¡Ea pues! Señora abogada nuestra: vuelve a nosotrostus ojos misericordiosos, y después de este destierro,muéstranos a Jesús: fruto bendito de tu vientre. ¡Ohclemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Ruegapor nosotros Santa Madre de Dios, para que seamosdignos de alcanzar las divinas gracias y promesas denuestro Señor Jesucristo. Amén

LETANÍAS DE LOS DOLORES DE MARÍA SANTÍSIMA

Señor, ten piedad de nosotros.Cristo, ten piedad de nosotros.Señor, ten piedad de nosotros.Cristo, óyenos.Cristo, escúchanos.Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros.Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.Santa Trinidad que eres un sólo Dios, ten piedad de

nosotros.Santa María. Ruega por nosotrosSanta Madre de Dios. Ruega por nosotrosSanta Virgen de las Vírgenes. Ruega por nosotrosMadre crucificada. Ruega por nosotrosMadre dolorosa. Ruega por nosotros

Madre lacrimosa. Ruega por nosotrosMadre afligida. Ruega por nosotrosMadre abandonada. Ruega por nosotrosMadre desolada. Ruega por nosotrosMadre privada de Hijo. Ruega por nosotrosMadre traspasada por la espada. Ruega por nosotrosMadre abrumada de dolores. Ruega por nosotrosMadre llena de angustias. Ruega por nosotrosMadre clavada a la cruz en su corazón Ruega por nosotrosMadre tristísima. Ruega por nosotrosFuente de lágrimas. Ruega por nosotrosCúmulo de sufrimientos. Ruega por nosotrosEspejo de paciencia. Ruega por nosotrosRoca de constancia. Ruega por nosotrosÁncora del que confía. Ruega por nosotrosRefugio de los abandonados. Ruega por nosotrosEscudo de los oprimidos. Ruega por nosotrosDerrota de los incrédulos. Ruega por nosotrosConsuelo de los míseros. Ruega por nosotrosMedicina de los enfermos Ruega por nosotrosFortaleza de los débiles. Ruega por nosotrosPuerto de los náufragos. Ruega por nosotrosApaciguadora de las tormentas. Ruega por nosotrosAuxiliadora de los necesitados. Ruega por nosotrosTerror de los que incitan al mal. Ruega por nosotrosTesoro de los fieles. Ruega por nosotrosInspiración de los profetas. Ruega por nosotrosSostén de los apóstoles. Ruega por nosotrosCorona de los mártires. Ruega por nosotrosLuz de los confesores. Ruega por nosotrosFlor de las vírgenes. Ruega por nosotrosConsuelo de las viudas. Ruega por nosotrosAlegría de todos los Santos. Ruega por nosotrosCordero de Dios que quitas los pecados del mundo,

perdónanos SeñorCordero de Dios que quitas los pecados del mundo,

escúchanos SeñorCordero de Dios que quitas los pecados del mundo,

ten piedad de nosotros.Oración

Oh Dios, en cuya Pasión fue traspasada de dolorel alma dulcísima de la gloriosa Virgen y MadreMaría, según la profecía de Simeón; concédenospropicio, que cuantos veneramos sus dolores yhacemos memoria de ellos, consigamos el felizefecto de tu sagrada Pasión. Tú que vives y reinaspor los siglos de los siglos. Amén.


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LECTIO:I DOMINGO DE CUARESMA

TENTACIÓN EN EL DESIERTO (MC 1, 12-15)Hagamos conciencia de la presencia de Dios

entre nosotros que noshemos reunido en sunombre.

1. ORACIÓN INICIAL

Envíanos tu Espíri-tu, Señor, para que nosayude a leer la Bibliaen el mismo modo conel cual tú la has leído alos discípulos en el ca-mino de Emaús. Conla luz de la Palabra túles ayudaste a descu-brir la presencia de Dios en los acontecimientosdolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, queparecía ser el final de toda esperanza, apareció paraellos como fuente de vida y resurrección.

Crea en nosotros el silencio para escuchar tu vozen la Sagrada Escritura, en los acontecimientos y enlas personas, sobre todo en los pobres y en los quesufren. Tu palabra nos oriente a fin de que tambiénnosotros, como tus discípulos, podamos experi-mentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar alos demás que tú estás vivo en medio de nosotroscomo fuente de fraternidad, de justicia y de paz.Amén.

2. LECTURA (MC 1, 12-15)

«En aquel tiempo, el Espíritu empujó aJesús al desierto. Se quedó en el desiertocuarenta días, dejándose tentar por Sata-nás; vivía entre alimañas, y los ángeles leservían. Cuando arrestaron a Juan, Jesússe marchó a Galilea a proclamar el Evan-

gelio de Dios. Decía: Se ha cumplido elplazo, está cerca el reino de Dios: con-viértanse y crean en el Evangelio».

Palabra del Señor.Hacemos un momento de silencio orante para

que la Palabra de Dios pueda entrar en nosotros eiluminar nuestra vida.

PROFUNDIZANDO

LA LECTURA

Cuarenta días

Hemos iniciado la‘Cuaresma’, que nos re-cuerda- los cuarenta años de tra-vesía del pueblo de Israela través del desierto;- los cuarenta días y cua-

renta noches del diluvio (cfr. Gn 7, 4. 17);- los cuarenta días de permanencia de Moisés en el

monte Sinaí (cfr. Ex 24, 18);- los cuarenta días de camino de Elías, alimentado

con el pan prodigioso que le había dado nuevafuerza (cfr. 1Re 19,8);

- los cuarenta días de predicación de Jonás enNínive;

- durante cuarenta días se presentó Jesús resucitadoa los suyos (cfr. Hch 1,3)

- en fin, los cuarenta días que Jesús vivió en eldesierto. Jesús, bajo la moción del Espíritu Santo,se acomoda, en lo que se refiere a la permanenciaen el desierto, a este número tradicional y casisagrado (cfr. Mt 4, 1; Lc 4, 1).

SIGNIFICADO TEOLÓGICO DEL DESIERTO

El desierto fue una fuente de inspiración cons-tante para los autores bíblicos, especialmente de losprofetas.

9. Lectio Divina de cadaDomingo de Cuaresma

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- Fue el lugar del nacimiento del pueblo de Dios,- lugar del pacto o alianza de Dios con su pueblo.- Es el lugar del encuentro de Dios con su pueblo;- es el lugar de la prueba, del sufrimiento, de la

necesidad, de la limitación;- es el lugar donde se gesta la misión;- es también el lugar de la tentación y de lucha

espiritual.- Los evangelistas suelen presentarnos el desierto

como el lugar donde reside Satanás: baste recor-dar el pasaje de Lucas sobre el espíritu inmundoque «cuando sale del hombre, anda vagando porlugares áridos, en busca de reposo...» (Lc 11, 24);y en el pasaje que nos narra el episodio delendemoniado de Gerasa que «era empujado porel demonio al desierto» (Lc 8, 29).

EL ESPÍRITU EMPUJÓ A JESÚS AL DESIERTO

La mención del Espíritu que empuja a Jesús aldesierto, nos lleva al misterio de la íntima unión deJesús-Mesías con el Espíritu Santo, ya desde elinicio de la obra de la redención.

Observemos que los verbos usados por losevangelistas (fue conducido por Mateo y Lucas;le empuja, por Marcos) expresan una iniciativaespecialmente enérgica por parte del EspírituSanto, iniciativa que se inserta en la lógica de lavida espiritual y en la misma psicología de Jesús:acaba de recibir de Juan un bautismo de peniten-cia, y por ello siente la necesidad de un períodode reflexión y de austeridad (aunque no tenganecesidad de ello). Jesús sigue el impulso inte-rior y se dirige a donde le sugiere el EspírituSanto. Se somete dócilmente a su acción para elcumplimiento de su misión.

LAS TENTACIONES DE JESÚS

Tentación es todo aquello que nos aleja delcamino de Dios. La Carta a los Hebreos dice: «Jesúsfue tentado en todo como nosotros, excepto en elpecado» (Hb 4,15).

En el caso de las tentaciones de Jesús, el ir aldesierto es obra del Espíritu Santo, y ante todosignifica el inicio de una demostración de la luchaque deberá mantener hasta el final de su vida contraSatanás, artífice del pecado. Venciendo sus tenta-

ciones, manifiesta su propio poder salvífico sobreel pecado y la llegada del reino de Dios, como diráun día: «Si por el Espíritu de Dios expulso yo losdemonios, es que ha llegado a ustedes el reino deDios» (Mt 12, 28).

El hecho de que Jesús sea el hijo de Dios no esmotivo para evitarle pruebas y sufrimientos. Él haentrado en la historia humana de manera total.También él, como verdadero hombre, tiene quevivir el desierto de la prueba y recorrer el durocamino -al igual que lo hizo el pueblo de Israel- queconduce a la salvación. La alegre noticia de Jesúsno va a seguir el esquema ya gastado de los honores,el esplendor y la gloria. Va a asumir los rasgosinsólitos de la debilidad, la prueba y el sufrimiento.

¿En qué consiste esa prueba purificadora de suestancia en el desierto? Marcos, a diferencia deMateo y Lucas, no ofrece aquí la respuesta. Inten-tará darla a lo largo de toda su obra, porque latentación se prolongará durante todo el desarrollode su misión mesiánica. En efecto, Marcos omiteo desconoce el detalle de las tres tentaciones queMt y Lc deben a otra fuente. Siempre habrá al-guien que pretenda disuadir a Jesús, apartarlo delcamino que el Padre le ha trazado. Su vida será unaconstante lucha contra el Maligno (cfr. Mc 3,22-30), lucha que concluirá en una victoria definitivapara él, anunciada ya desde ahora con las imáge-nes de los animales salvajes y los ángeles a suservicio (cfr. Gn 2 y 3).

Los animales del campo evoca el ideal mesiánicoanunciado por los profetas, una vuelta a la pazparadisíaca (cfr. Is 11,6-9). El servicio de los ánge-les expresa la protección divina (cfr. Sal 91,11-13).

Con estas indicaciones el creyente queda orien-tado para emprender ya, de manera correcta, lalectura y meditación de todo lo que sigue. Ha deevitar falsas esperanzas y triunfalismos peligrosos.

¡EL REINO DE DIOS HA LLEGADO!

Para los fariseos y los esenios, la llegada delreino dependía del propio esfuerzo de cada uno.Sólo llegaría cuando hubiesen realizado su parte,esto es, observar toda la ley, purificar todo el país.Jesús dice lo contrario: El Reino de Dios ha llegado.Ya estaba allí, entre ellos. Independientemente delesfuerzo hecho. Cuando Jesús dice El Reino hallegado, no quiere decir que está por llegar sola-


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mente en aquel momento, sino que él ya está allí. Loque todos esperaban estaba ya presente, en mediodel pueblo, y ellos no lo sabían y menos aún lopercibían (cfr. Lc 17,21). Jesús lo percibió porqueleía la realidad con otra mirada. Es esta presenciaescondida del Reino en medio del pueblo, la queJesús revela y anuncia a los pobres de su pueblo. Esesta semilla del reino la que recibirá la lluvia de suPalabra y el calor de su Amor.

¡CAMBIAR LA VIDA!

Algunos traducen: hagan penitencia; otros: con-viértanse o arrepiéntanse. El sentido exacto escambiar el modo de pensar y de vivir. Para poderpercibir esta presencia del Reino la persona debecomenzar a pensar, vivir y actuar de un mododiferente. Debe cambiar la vida y encontrar otromodo de convivencia. Debe dejar aparte el legalismode la enseñanza de los fariseos y dejar que la nuevaexperiencia de Dios invada su vida y le dé ojosnuevos para leer y entender los hechos.

¡CREAN LA BUENA NUEVA!

Arrepentirse es creer en Jesús y seguirlo. No esfácil aceptar su mensaje. Desde el inicio del evan-gelio de Marcos es esta la exigencia para los discí-pulos de Jesús.

3. MEDITACIÓN

¿Cuál es el significado de este pasaje para nosotros?«Estamos llamados a reconocer el valor inte-

gral del desierto como lugar de una particularexperiencia de Dios, como sucedió con Moisés(cfr. Ex 24, 18), con Elías (cfr. 1R 19, 8), y sobretodo con Jesús que, conducido por el EspírituSanto, acepta realizar la misma experiencia: elcontacto con Dios Padre (cfr. Os 2,16) en luchacontra las potencias opuestas a Dios. Su expe-riencia es ejemplar, y nos puede servir tambiéncomo lección sobre la necesidad de la penitencia,no para Jesús que estaba libre de pecado, sinopara todos nosotros. Jesús mismo un día alertaráa sus discípulos sobre la necesidad de la oracióny del ayuno para echar a los «espíritus inmundos»(cfr. Mc 9, 29) y, en la tensión de la solitariaoración de Getsemaní, recomendará a los Após-toles presentes: «Velen y oren, para que no cai-gan en tentación; que el espíritu está pronto, pero

la carne es débil» (Mc 14,38). Seamos conscien-tes de que, amoldándonos a Cristo victorioso enla experiencia del desierto, también nosotrostendremos un divino confortador: el EspírituSanto Paráclito, pues el mismo Cristo ha prome-tido que recibirá de lo suyo y nos lo dará (cfr. Jn16, 14): Él, que condujo al Mesías al desierto nosólo para ser tentado sino también para que dierala primera demostración de su poderosa victoriasobre el diablo y sobre su reino, tomará de lavictoria de Cristo sobre el pecado y sobre Sata-nás, su primer artífice, para hacer partícipe deella a todo el que sea tentado» (S. Juan Pablo II,21 de julio de 1990).

Arrepentirse y cambiar de vida

No es fácil comenzar a pensar de un mododiferente del que se ha aprendido desde pequeño.Esto es posible a través de un acto de fe. Cuandouno llega con una noticia inesperada, difícil deaceptar, se acepta sólo si la persona que la anunciaes digna de crédito. Y así dirá a los otros: ¡Sepuede aceptar! Yo conozco la persona, ella noengaña. Es de confianza, habla con verdad. ¡Jesúses digno de confianza!

Algunas preguntas

Cuarenta días en el desierto y, al final, lastentaciones, ¿Cuál es el significado para nosotroshoy?

¿Cuáles son las más grandes o más frecuentestentaciones para el mundo de hoy y paranosotros? ¿Cómo vences tú las tentaciones?

4. COMPROMISO

¿Cuáles son los propósitos de conversión que tengopara esta cuaresma? ¿A qué te comprometes?

¿Qué necesitas mejorar, cambiar o quitar, tantoen tu vida personal, como en la familiar ycomunitaria?

5. ORACIÓN

Oremos con el Salmo 25 (24).El Dios de Jesús nos llama a la conversiónA ti, Yahvé, dirijo mi anhelo. A ti, Dios mío.En ti confío, ¡no quede defraudado, ni triunfende mí mis enemigos!El que espera en ti no queda defraudado, quedadefraudado el que traiciona sin motivo.

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Muéstrame tus caminos, Yahvé, enséñame tussendas.Guíame fielmente, enséñame, pues tú eres elDios que me salva.En ti espero todo el día, por tu bondad, Yahvé.Acuérdate, Yahvé, de tu ternura y de tu amor,que son eternos.De mis faltas juveniles no te acuerdes, acuérda-te de mí según tu amor.Bueno y recto es Yahvé: muestra a los pecado-res el camino, conduce rectamente a los humil-des y a los pobres enseña su sendero.Amor y verdad son las sendas de Yahvé paraquien guarda su alianza y sus preceptos.Haz gala de tu nombre, Yahvé, y perdona miculpa, que es grande.Cuando un hombre respeta a Yahvé, él leindica el camino a seguir; vivirá colmado dedicha, su estirpe poseerá la tierra.Yahvé se confía a sus adeptos, los va instruyen-do con su alianza.Mis ojos están fijos en Yahvé, que sacará mispies de la trampa.Vuélvete a mí, tenme piedad, me siento solo ydesdichado.La angustia crece en mi corazón, hazme salirde mis tormentos.Mira mi aflicción y mi penar, perdona todosmis pecados.Mira cuántos son mis enemigos, la violenciadel odio que me tienen.Guarda mi vida, ponme a salvo, no me aver-güence por confiar en ti.Integridad y rectitud me ampararán, porqueespero en ti, Yahvé.Redime, Dios, a Israel de todas sus angustias.

ORACIÓN FINAL

Señor Jesús, te damos gracia por tu Palabra quenos ha hecho ver mejor la voluntad del Padre. Hazque tu Espíritu ilumine nuestras acciones y noscomunique la fuerza para seguir lo que tu Palabranos ha hecho ver. Haz que nosotros como María, tuMadre, podamos no sólo escuchar, sino también

poner en práctica la Palabra. Tú que vives y reinascon el Padre en la unidad del Espíritu Santo portodos los siglos de los siglos. Amén.

LECTIO:II DOMINGO DE CUARESMA

LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR (MC 9,2-10)

Oración inicialSeñor Jesús, envía tu Espíritu, para que Él nos

ayude a leer la Biblia en el mismo modo con el cualTú la has leído a los discípulos en el camino deEmaús. Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia,Tú les ayudaste a descubrir la presencia de Dios enlos acontecimientos dolorosos de tu condena ymuerte. Así, la cruz, que parecía ser el final de todaesperanza, apareció para ellos como fuente de viday resurrección.

Crea en nosotros el silencio para escuchar tuvoz en la Creación y en la Escritura, en los acon-tecimientos y en las personas, sobre todo en lospobres y en los que sufren. Tu palabra nos orientea fin de que también nosotros, como tus discípu-los, podamos experimentar la fuerza de tu resu-rrección y testimoniar a los demás que tú estásvivo en medio de nosotros como fuente de frater-nidad, de justicia y de paz. Te lo pedimos a ti,Jesús, Hijo de María, que nos has revelado alPadre y enviado tu Espíritu. Amén.

1. LECTURA (MC 9,2-10)

«Seis días después, toma Jesús consi-go a Pedro, Santiago y Juan, y los lleva, aellos solos, aparte, a un monte alto. Y setransfiguró delante de ellos, y sus vestidosse volvieron resplandecientes, muy blan-cos, tanto que ningún batanero en la tie-rra sería capaz de blanquearlos de esemodo. Se les aparecieron Elías y Moisés,y conversaban con Jesús. Toma la pala-bra Pedro y dice a Jesús: «Rabbí, buenoes estarnos aquí. Vamos a hacer trestiendas, una para ti, otra para Moisés yotra para Elías»; -pues no sabía quéresponder ya que estaban atemorizados-. Entonces se formó una nube que lescubrió con su sombra, y vino una vozdesde la nube: «Este es mi Hijo amado,


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escúchenlo.» Y de pronto, mirando enderredor, ya no vieron a nadie más que aJesús solo con ellos.

Y cuando bajaban del monte les orde-nó que a nadie contaran lo que habíanvisto hasta que el Hijo del hombre resuci-tara de entre los muertos. Ellos observa-ron esta recomendación, discutiendo en-tre sí qué era eso de resucitar de entre losmuertos».

Palabra del Señor.Podemos hacer un momento de silencio para

que la Palabra de Dios pueda entrar en nosotros eiluminar nuestra vida.

Algunas preguntas para ayudarnos a profundi-zar lo que leímos.- ¿Qué es lo que te ha gustado más o qué

ha llamado más tu atención?- ¿Cómo sucede la transfiguración y cuál

es la reacción de los discípulos anteesta experiencia?

- ¿Por qué el texto presenta a Jesús convestidos resplandecientes mientras ha-bla con Moisés y con Elías? ¿Quésignifican para Jesús Moisés y Elías?¿Y qué significan para los discípulos?

- ¿Cuál es el mensaje de la voz del cielopara Jesús? ¿Y cuál es el mensajepara los discípulos?

Algunas anotaciones

Este episodio de la Transfiguración hace inclu-sión con la escena del Bautismo de Cristo. Enambos relatos se oye la misma voz celeste, aludien-do al Sal 2,7 y a Is 42,1. La diferencia es que en elbautismo la voz se refería solamente a Jesús; encambio, aquí en el episodio de la transfiguración sedirige a los tres discípulos presentes, como paraconfirmar la profesión de fe de Pedro.

El monte alto donde se transfigura Jesús, evocael Sinaí, donde Moisés se encontró con Dios y dedonde bajó con el rostro irradiando la gloria divina(cfr. Ex 34,29-30).

La nube que cubre a los discípulos con susombra evoca el texto de Ex 40,38, según el cualla Nube de Yahvé estaba sobre la Morada duranteel día.

Podemos comprender mejor por qué, despuésde la Transfiguración, Jesús se ocupa más de laformación de sus discípulos, y les da algunos prin-cipios de una ética cristiana.

Estructuración del texto para ayudarnos com-prenderlo mejor

Podemos releer el texto y fijarnos en su estruc-tura. El texto que nos ofrece Marcos se puededividir de la siguiente forma:- Versículos 2-4: La Transfiguración de Jesús de-

lante sus discípulos.- Versículos 5-6: La reacción de Pedro ante la

transfiguración.- Versículos 7-8: La palabra del cielo que explica el

sentido de la Transfiguración.

- Versículos 9-10: Mantener el secreto de lo quevieron.

Para comprender más

El anuncio de la pasión sumergió a los discí-pulos en una profunda crisis. Sin duda que esta-ban confundidos, pues Jesús les había anunciadoque tendría que ir a Jerusalén y ser entregado enmanos de los sumos sacerdotes, de los ancianosy de los escribas, que iba a morir y a resucitar. Deesto último ellos no habían entendido nada (cfr.Mc 9,10).

La gente entendida en las tradiciones relaciona-ba al Mesías con un personaje glorioso y victoriosodesde el punto de vista humano, donde el sufri-miento no tenía lugar. Y es por esto por lo que Pedroreacciona con mucha fuerza contra la cruz (cfr. Mc

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8,32). Un condenado a la muerte de cruz no podríaser el Mesías, al contrario, según la Ley de Dios,debería ser considerado como un maldito de Dios(cfr. Dt 21,22-23).

Consideramos que Jesús conocía muy bien lasituación de sus discípulos, por eso les ofrece laexperiencia de la Transfiguración, para ayudarles asuperar el trauma de la Cruz.

El color deslumbrante de los vestidos de Jesúshabla por sí mismo de su gloria. Las figuras deMoisés y de Elías, que conversan con él, indicanque la ley y las profecías encuentran en Jesús sucumplimiento (cfr. Mal 3,22-24) y que es el Mesíasesperado que colma todas las promesas y esperan-zas. En efecto, Moisés representa la Ley y Elías laProfecía.

El testimonio del propio Dios confirma y culmi-na la revelación: es su Hijo amado (cfr. Mc 1,11;12,6).

El episodio de la transfiguración queda marcadopor un imperativo: la escucha. Auténtico discípuloes el que sabe escuchar al maestro, aun cuando suspalabras suenen a cruz y a sufrimiento.

A esta experiencia singular sigue la imposiciónde silencio por parte de Jesús. Tal imposición tieneen este caso un límite preciso: la resurrección delHijo del hombre. La razón parece evidente. Sólo ala luz de la resurrección será posible comprender latransfiguración en todo su alcance y profundidad.

2. MEDITACIÓN

A los primeros discípulos no les fue fácil enten-der que Jesús tendría que morir en la cruz. Por esolos hizo subir al monte de la transfiguración, paraque vieran, escucharan y experimentaran lo que lesesperaba al final del camino. Hoy el Señor nosinvita a nosotros a tener la misma experiencia. Quedurante esta cuaresma entendamos que la cruz es laantesala de la resurrección.

Testimonio y mandato del Padre: Este es miHijo, el amado, escúchenlo

El Padre confirma la identidad de Jesús. Sutestimonio nos ayuda a tener la certeza de queAquel a quien seguimos es en verdad el Hijo deDios vivo y verdadero. El testimonio del Padre nosmuestra que el creer en Jesús implica un estilo devida. La palabra del Padre está dirigida a cada uno

de nosotros, escúchenlo. Es como el nuevo manda-miento que nos deja el Padre, pues como cristianos,debemos escuchar a Jesús, seguir su camino, imi-tarlo y darlo a conocer.

Escucharlo es dejar que resuene en nosotros lavoz de Jesús. Escucharlo supone la valentía deguardar silencio ante Dios, un silencio lleno desentido y esperanza, esperanza en la Pascua que seha de realizar en cada uno de nosotros.

¿Cómo vivimos este testimonio del Padre, Estees mi Hijo, el amado; escúchenlo? ¿En verdadescuchamos a Jesús en todos los momentos denuestra vida? Tal vez escucharlo signifique dejarun estilo de vida, una instalación, ser más generoso,preocuparte por los demás…

También nosotros debemos transfigurarnosEstamos llamados a transfigurarnos por la

acción del Señor. San Pablo nos invita a llenar-nos de los sentimientos de Cristo (cfr. Flp 2,5), locual significa tomar su figura y vivir como Él, detal manera que podamos exclamar como lo hizoel apóstol de los gentiles: «ya no soy yo el quevivo, es Cristo el que vive en mi» (Ga 2,20). Lasociedad, el mundo, y nosotros en él, se transfor-mará cada vez que aceptemos la voz del Padre ensu Hijo, cuando escuchamos su Palabra y lallevamos a la vida.

Aceptar las palabras de Jesús, es una invitacióna transfigurarnos, a transformarnos y salir al mundoa hacer el bien.- ¿Hemos tenido alguna transfiguración en nuestra

vida?

- ¿Qué podemos hacer para que nuestra vida seacada vez más transparente como la de Jesús?

- ¿Cómo nos ayuda la experiencia de la transfigu-ración para asumir mejor nuestra misión? ¿Cómotransfigurar hoy nuestra vida personal, familiary comunitaria?¡Sólo Jesús y nadie más!Marcos dice que, después de la visión, los discí-

pulos sólo ven a Jesús y a nadie más. La insistenciaen afirmar que sólo ven a Jesús, sugiere que desdeahora en adelante Jesús es la única revelación deDios para nosotros. Para nosotros los cristianos,Jesús, y solamente Él, es la llave para comprendertodo el sentido del Antiguo Testamento.


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3. ORACIÓN

Sobre el monte de la transfiguración Jesús hamanifestado su gloria a los discípulos dejandopercibir el misterio íntimo de su persona, rostroradiante del Padre dirigido a nosotros. A él digamoscon fe:

R/ Te alabamos y te bendecimos, Señor.- Señor Jesús, tú eres Dios y te has hecho hombre

como nosotros: ayúdanos a reconocer nuestradignidad de creaturas en las que resplandezca lagloria de Dios. Oremos.

- Señor Jesús, tú que llevaste contigo al monte de latrasfiguración a Pedro, Andrés y Juan: abre nues-tros ojos para ver en tu humanidad el esplendor deDios. Oremos.

- Señor Jesús, tú que con valentía has aceptado elcamino de la cruz: ayúdanos a no tener miedo deseguirte en tu camino. Oremos.

- Señor Jesús, tú eres nuestro maestro: ayúdanos areconocerte Hijo de Dios para escucharte y poneren práctica tus palabras. Oremos.Señor Jesús, Hijo predilecto del Padre, que nos

invitas a contemplar tus maravillas, danos la fuerzade afrontar las cruces de la vida diaria para encon-trarnos contigo cuando la potencia de Dios haránuevas todas las cosas. Tú que vives y reinas por lossiglos de los siglos. Amén.

1. COMPROMISO

¿Qué tenemos que hacer, a dónde tenemos queacudir para lograr la transfiguración como la deCristo?

¿Qué es lo que realmente puede transfigurarte? ¿Estás dispuesto a buscar esa transformación?

¿Cómo?

ORACIÓN FINAL

Señor Jesús, te damos gracia por tu Palabra quenos ha hecho ver mejor la voluntad del Padre. Hazque tu Espíritu ilumine nuestras acciones y noscomunique la fuerza para seguir lo que Tu Palabranos ha hecho ver. Haz que nosotros como María, tuMadre, podamos no sólo escuchar, sino tambiénponer en práctica la Palabra. Tú que vives y reinascon el Padre en la unidad del Espíritu Santo portodos los siglos de los siglos. Amén.

LECTIO:III DOMINGO DE CUARESMA

DESTRUYAN ESTE TEMPLO, Y EN TRES DÍAS LOLEVANTARÉ (JN 2,13-25)

Oración inicial

Espíritu de verdad, enviado por Jesús para con-ducirnos a la verdad toda entera, abre nuestra mentea la inteligencia de las Escrituras. Tú, que descen-diendo sobre María de Nazaret, la convertiste entierra buena donde el Verbo de Dios pudo germi-nar, purifica nuestros corazones de todo lo queopone resistencia a la Palabra. Haz que aprenda-mos como Ella a escuchar con corazón bueno yperfecto la Palabra que Dios nos envía en la vida yen la Escritura, para custodiarla y producir frutocon nuestra perseverancia.

1. LECTURA (JN 2,13-25)

«Se acercaba la Pascua de los judíos,y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en eltemplo a los vendedores de bueyes, ovejasy palomas, y a los cambistas sentados; y,haciendo un azote de cordeles, los echó atodos del templo, ovejas y bueyes; y a loscambistas les esparció las monedas y lesvolcó las mesas; y a los que vendíanpalomas les dijo: «Quiten esto de aquí; noconviertan en un mercado la casa de miPadre». Sus discípulos se acordaron de loque está escrito: «El celo de tu casa medevora». Entonces intervinieron los ju-díos y le preguntaron: ¿Qué signos nosmuestras para obrar así? Jesús contestó:«Destruyan este templo, y en tres días lolevantaré». Los judíos replicaron: «Cua-renta y seis años ha costado construir estetemplo, ¿y tú lo vas a levantar en tresdías?» Pero Él hablaba del templo de sucuerpo. Y, cuando resucitó de entre losmuertos, los discípulos se acordaron deque lo había dicho, y dieron fe a la Escri-tura y a la palabra que había dicho Jesús.

Mientras estaba en Jerusalén por lasfiestas de Pascua, muchos creyeron en sunombre, viendo los signos que hacía; peroJesús no se confiaba con ellos, porque losconocía a todos y no necesitaba el testi-

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monio de nadie sobre un hombre, porqueél sabía lo que hay dentro de cada hom-bre». Palabra del Señor.

Hacemos un momento de silencio para que laPalabra de Dios pueda entrar en nosotros e iluminarnuestra vida.

Algunas preguntas para asimilar mejor la lec-tura.- ¿Cómo era la situación del Templo cuando Jesús

entró en él?

- ¿Qué hizo Jesús?- ¿Qué hicieron los judíos?

- ¿Qué respondió Jesús a los judíos?- ¿Cómo entendieron los judíos lo que les dijo Jesús?

Para comprender más

La reconstrucción del templo se había iniciadoel año 19 antes de Cristo. Esto sitúala escena del evangelio en la Pas-cua del año 28. El templo no estu-vo terminado en vida de Jesús; nose acabaron las obras hasta el año64 d. C, poco antes de su destruc-ción por los romanos.

El relato de la purificación deltemplo se inserta en la tradiciónsinóptica (cfr. Mc 11,15-18 par.) alfinal del ministerio de Jesús, du-rante una fiesta de Pascua, la únicade que se dan noticias en lossinópticos. En ambos casos, lo queimporta es el significado del acon-tecimiento, no el momento en que ocurrió.

La Pascua judía: Las fiestas del judaísmo des-empeñan un papel importante en el evangelio deJuan en cuanto que representan las institucionesque prefiguraban a Cristo.

En el templo estaban a la venta diferentes clasesde animales que se empleaban para los sacrificios(bueyes, ovejas, palomas) de forma que los peregri-nos se ahorraban los gastos que suponían transpor-tarlos de fuera. Las personas más pudientes com-praban ovejas o bueyes. Los menos afortunadosadquirían palomas.

También estaban los puestos de cambistas en elatrio de los gentiles, dentro del recinto sagrado, queeran motivo no sólo de ruido y agitación impropias

del lugar sagrado (Mc 11,16), sino también decodicia por parte, no sólo de los vendedores ycambistas, sino también de las autoridades deltemplo. La única moneda aceptada en el templo erael medio siclo tirio; no se permitía el uso de lamoneda romana, lo que hacía necesaria la funciónde los cambistas de moneda. Los judíos no acepta-ban otras monedas para evitar las efigies del empe-rador o de los dioses paganos que figuraban en otrasclases de moneda. Era todo un negocio, sobre todopara la clase sacerdotal.

El látigo de cuerdas: No es mencionado en losrelatos de los sinópticos. Si el número de animalesy puestos era grande, como probablemente lo era,el látigo serviría más como símbolo de autoridadque como estimulante físico. Por otra parte, Jesúspudo servirse de la ayuda de sus discípulos enaquella acción.

«No conviertan la casa de mi Padre en unmercado». En el relato sinóptico, la ira de Jesúsaparece dirigida contra la falta de honradez de losque traficaban en el templo. El sistema sacrificialde los judíos había convertido el templo en «unmercado». «Casa de mi Padre» implica el título quereivindica la filiación divina de Jesús.

«El celo de tu casa me devora». Los discípulosrecordaron las palabras de Sal 69,10. Este salmo seusa en el Nuevo Testamento con más frecuenciaque cualquier otro, siempre con una aplicaciónmesiánica, que es como presumiblemente lo enten-dieron los discípulos en esta ocasión. Semejanteacción purificadora había sido predicha para lostiempos mesiánicos por Zac 14,21. Después de laresurrección (v. 22), los discípulos comprendieron


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el profundo significado de las palabras y accionesde Cristo a que se alude en el v. 21.

Los judíos: Son aquí las autoridades del templo,que representarían a los sacerdotes, los cuales pi-den a Jesús una señal. Qué señal nos das quejustifique lo que haces: A Jesús se le pedía conti-nuamente un signo (Cfr. Mc 8,11 par.), exigenciaque se negó constantemente a satisfacer. Los signosson para los que están bien dispuestos, para suscitaro para confirmar la fe, no para los que buscan unaacusación o satisfacer la curiosidad.

Jesús predijo la destrucción del templo (cfr. Mc13,2; Mt 26,61); aquí, sin embargo, se refiere a supropia muerte y resurrección, el signo verdadera-mente adecuado que se dará a todos los creyentes(cfr. 3,21). Esto corresponde a las palabras recogi-das por la tradición sinóptica y consignadas en Mt12, 38ss par.

La «casa de su padre» que estaría dispuesta en laresurrección es muy distinta de la morada deltemplo terreno (cfr. 14,2). Las palabras de Jesús serefieren tanto a la Iglesia como a la resurrección.

Los evangelios atestiguan frecuentemente quesus palabras y sus actos no fueron comprendidos ensu pleno significado sino a la luz de la resurreccióny con la venida del Espíritu Santo (cfr. 7,39; 13,19;14,29; Lc 24,8, etc.). Ante este malentendido porparte de los judíos, Jesús tiene la ocasión paradesarrollar su enseñanza.

2. MEDITACIÓN

La gran enseñanza que ofrece el evangelio deJuan es que Jesús inaugura un tiempo nuevo en elcampo de las relaciones del hombre con Dios.Reemplaza al templo antiguo, que era la instituciónmás significativa de Israel. Al designar al templocomo la casa de mi Padre, Jesús se presenta comoel Hijo, que tiene autoridad en el templo y sobre él.Una autoridad que sólo tenía Dios. Quien tieneautoridad sobre el templo es el Señor.

El echar fuera del recinto del templo a losanimales, ovejas y bueyes es una declaración deque ya no eran necesarios. El templo antiguo, contodo lo necesario para que pudiese cumplir sufunción sacrificial, era sustituido por el nuevo tem-plo: Jesús es el nuevo templo, el lugar del encuentrodel hombre y Dios.

- ¿Crees que en nuestros templos se guarda muchorespeto? Si no es así, ¿a qué se debe?

- ¿Cómo es nuestra actitud y comportamiento en eltemplo cuando asistimos a Misa o a la oración?

- ¿Procuramos estar atentos a las celebraciones?¿Apagamos nuestro celular para que nadie nosperturbe?

- ¿Somos conscientes de que el templo es la ‘casade nuestro Padre’?

- ¿Somos capaces de confiarnos a Dios completa-mente en un acto de fe o pedimos siempre signos?

- Dios nos proporciona muchos signos de su presenciaen nuestra vida ¿somos capaces de reconocerlosy de aceptarlos?

- ¿Nos contentamos con el culto exterior o tratamosde ofrecer a Dios el culto de nuestra obedienciaen la cotidianidad de la vida?

- ¿Respetamos a las personas como templos delEspíritu Santo?

3. ORACIÓN

Salmo 50 (49). El culto que Dios quiere

«Escucha, pueblo mío, voy a hablar, Israel,testifico contra ti, yo, Dios, tu Dios.No te acuso por tus sacrificios, ¡están siempreante mí tus holocaustos!No tomaré novillos de tu casa, ni machoscabríos de tus apriscos,pues son mías las fieras salvajes, las bestias enlos montes a millares;conozco las aves de los cielos, mías son lasalimañas del campo.Si tuviera hambre, no te lo diría, porque mío esel orbe y cuanto encierra.¿Acaso como carne de toros o bebo sangre demachos cabríos?Sacrifica a Dios dándole gracias, cumple todostus votos al Altísimo:invócame en el día de la angustia, te libraré ytú me darás gloria.Pero al malvado Dios le dice: ¿A qué vienerecitar mis preceptos y ponerte a hablar de mialianza, tú que detestas la doctrina y a tusespaldas echas mis palabras?Si ves a un ladrón vas con él, compartes tusuerte con adúlteros;

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abres tu boca con malicia, tu lengua tramaengaños.Te sientas a hablar contra tu hermano, deshon-ras al hijo de tu madre.Haces esto, ¿y he de callarme? ¿Piensas quesoy como tú?Yo te acuso y te lo echo en cara.Entiendan esto bien los que olvidan a Dios, nosea que los destroce y no haya quien los salve.Me honra quien sacrifica dándome gracias, alque es recto le haré ver la salvación de Dios».

4. COMPROMISO

- ¿Cómo será en adelante nuestro comportamientoen el templo?

- ¿Qué haremos para que haya siempre respeto ysilencio en el templo?

- ¿Cómo haremos para que el culto a Dios nazca denuestro corazón?

ORACIÓN FINAL

¡Oh Padre! Tú has constituido a tu Hijo Jesústemplo nuevo de la nueva y definitiva alianza,construido no por manos de hombre sino del Espí-ritu Santo. Haz que, acogiendo con fe su Palabra,vivamos en Él y podamos así adorarte en espíritu yverdad. Abre nuestros ojos a las necesidades denuestros hermanos y hermanas que son miembrosdel cuerpo de Cristo para que sirviendo a ellos tedemos el verdadero culto que tú deseas. Te lopedimos por Cristo Nuestro Señor. Amén.

LECTIO:IV DOMINGO DE CUARESMA

TANTO AMÓ DIOS AL MUNDO QUE ENTREGÓ ASU HIJO ÚNICO (JN 3, 14-21)

ORACIÓN INICIAL

Invocamos al Espíritu Santo para que nos ilu-mine y podamos así comprender la Palabra deDios. Hagamos conciencia de su presencia entrenosotros.

Padre, que has querido salvar a los hombres conla Cruz de Cristo, tu Hijo, concédenos a los quehemos conocido en la tierra su misterio de amor,

gozar en el cielo de los frutos de su redención.Envía tu Santo Espíritu para que nos ayude enten-der mejor el sentido de la misión de tu Hijo. Por él,que vive y reina contigo…

Escuchemos con fe y devoción la Palabra deDios.

1. LECTURA (JN 3,14-21)

En aquel tiempo, dijo Jesús aNicodemo: «Lo mismo que Moisés elevóla serpiente en el desierto, así tiene queser elevado el Hijo del hombre, 1para quetodo el que cree en él tenga vida eterna.

Tanto amó Dios al mundo que entre-gó a su Hijo único para que no perezcaninguno de los que creen en él, sino quetengan vida eterna. Porque Dios no man-dó su Hijo al mundo para juzgar almundo, sino para que el mundo se salvepor él. El que cree en él no será juzgado;el que no cree ya está juzgado, porqueno ha creído en el hombre del Hijoúnico de Dios.

El juicio consiste en esto: que la luzvino al mundo, y los hombres prefirieronla tiniebla a la luz, porque sus obras eranmalas. Pues todo el que obra perversa-mente detesta la luz y no se acerca a la luz,para no verse acusado por sus obras. Encambio, el que realiza la verdad se acercaa la luz, para que se vea que sus obrasestán hechas según Dios».

Palabra del Señor.

Hacemos un momento de silencio para que laPalabra de Dios entre en nosotros e ilumine nuestravida.

Volvemos al texto y le hacemos algunas pregun-tas para asimilar mejor la lectura.- ¿Quién era Nicodemo? (cfr. Jn 3,1.10)

- Cuando Jesús habla de la serpiente que Moiséslevantó en el desierto (cfr. Nm 21,4-9), ¿a quése está refiriendo? (cfr. Jn 3,14)

- ¿En qué consiste el juicio, según las palabras deJesús? (cfr. Jn 3,19)

- ¿Qué relación hay entre la luz y la verdad? (cfr.Jn 3,20-21)


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- ¿Qué relación hay entre las tinieblas y la maldad?

Algunas anotaciones

Nicodemo. Como fariseo, miembro del sanedríny rabino (v. 10), Nicodemo representa la esenciadel judaísmo.

La serpiente: Jesús remite al episodio consigna-do en Nm 21,4-9. Él explicó la necesidad de la cruzy resurrección por medio de una analogía conMoisés y la serpiente de bronce.

Tal vez este relato debe relacionarse con lasminas de cobre de la Arabá, en que este metal fueya explotado en el s. XIII a.C. Se encontraron enMeneiyeh (hoy Timna) varias serpientes pequeñasde cobre que fueron indudablemente utilizadas,como la de Moisés, para protegerse contra lasserpientes venenosas.

Según este relato del libro de los Números, «elpueblo se impacientó y empezó a protestar contraDios y contra Moisés… Entonces Yahvé enviócontra el pueblo serpientes venenosas que mor-dían a la gente y moría…». Gracias a la intercesiónde Moisés, Yahvé le ordenó que fabricara unaserpiente de bronce y la pusiera sobre un mástil.Toda persona que fuera mordida por una serpien-te, bastaba con mirar la de bronce y quedaba convida. La paradoja es que la serpiente que enGénesis 3,1ss representó al Adversario, quien conengaños indujo a Adán y Eva a la desobediencia,y que trajo consecuencias de muerte, ahora espresentada como símbolo de vida, de salvación.Los israelitas debían mirar la serpiente para que lesrecordara la realidad de su pecado. En Sb 16, 6s sellama a la serpiente de bronce σύμβoλoν σωτηρίαs,«símbolo de salvación».

La base de la comparación está en que la salva-ción se ha producido en ambos casos mediante una«elevación»: así ha de ser elevado también el Hijode hombre. Jn 12,32 pone en Jesús la misma refe-rencia: Cuando yo sea elevado sobre la tierra,atraeré a todos hacia mí. La consecuencia de laexaltación de Cristo es la vida en él (1,4) para todoslos que creen (1,12).

2. MEDITACIÓN

El libro de la Sabiduría interpreta y actualiza elepisodio de las serpientes venenosas del desierto(cfr. Sb 16,10-11): Tus hijos, en cambio, no fueronvencidos ni aun por los colmillos de las serpientes

venenosas, porque tu misericordia vino en su ayuday los salvó. Ellos eran mordidos y sanados inmedia-tamente para que recordaran tus palabras, paraque no olvidaran fácilmente ni se hicieran insensi-bles a tus beneficios.

Los hebreos debían mirar a la serpiente de bron-ce puesta por Moisés sobre un mástil para que Diosles perdonara su pecado y pudieran seguir con vida.De la misma manera, el hecho de que el Hijo delhombre sea elevado en la cruz será lo que evitaráque el hombre muera en razón de los pecados.

Creer en el Hijo del hombre ‘elevado’ es creer enel nombre del Hijo, el Unigénito de Dios (3,18), ypor tanto, creer en el amor del Padre que ha sacri-ficado a su propio Hijo para que nosotros nossalvemos (3,16; Cfr. Rm 8,32). Si no se cree que elHijo del hombre es el Unigénito, ¿cómo reconocerel amor del Padre para con nosotros? El peor de lospecados es no creer ya en el Amor.

¡Tanto amó Dios al mundo!

«Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijoúnico para que no perezca ninguno de los que creenen él, sino que tengan vida eterna» (Jn 3,16). Diosnos ama tanto que envió a su Hijo para reconciliar-nos con el Padre y así salvarnos.

Lo único que explica el don de la vida eternapara nosotros es el amor increíble de Dios al mundo(cfr. 1Jn 4,9) expresado en su Hijo.

Aunque alejado de Dios, el mundo no es malo ensí mismo y sigue siendo objeto de la compasión deDios. Antes de morir escribió san Juan Pablo II: «¡Cuánta necesidad tiene el mundo de comprender yacoger la Divina Misericordia!»

Reflexión del Padre Raniero CantalamesaEn el Evangelio de este domingo encontramos

una de las frases absolutamente más bellas y conso-ladoras de la Biblia: «Tanto amó Dios al mundo quedio a su Hijo único, para que todo el que crea en élno perezca, sino que tenga vida eterna».

Para hablarnos de su amor, Dios se ha servido delas experiencias de amor que el hombre tiene en elámbito natural. Dante dice que en Dios existe,como atado en un único volumen, «lo que en elmundo se desencuaderna». Todos los amores hu-manos –conyugal, paterno, materno, de amistad-son páginas de un cuaderno, o chispas de un incen-dio, que tiene en Dios su fuente y plenitud.

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Ante todo Dios, en la Biblia, nos habla de suamor a través de la imagen del amor paterno. Elamor paterno está hecho de estímulo, de impulso.El padre quiere hacer crecer al hijo, empujándolea que dé lo mejor de sí. Por ello difícilmente unpadre alabará al hijo incondicionalmente en supresencia. Teme que se crea cumplido y no seesfuerce más. Un rasgo del amor paterno es tam-bién la corrección. Pero un verdadero padre es, asímismo, aquel que da libertad, seguridad al hijo, quele hace sentirse protegido enla vida. He aquí por qué Diosse presenta al hombre, a lolargo de toda la revelación,como su «roca y baluarte»,«fortaleza siempre cerca enlas angustias».

Otras veces Dios nos ha-bla con la imagen del amormaterno. Dice: «¿Acaso ol-vida una mujer a su niño, sincompadecerse del hijo de susentrañas? Pues aunque ésasllegasen a olvidar, yo no teolvido» (Is 49,15). El amorde la madre está hecho deacogida, de compasión y deternura; es un amor «entraña-ble». Las madres son siempreun poco cómplices de los hi-jos y con frecuencia deben defenderles e intercederpor ellos ante el padre. Se habla siempre del poderde Dios y de su fuerza; pero la Biblia nos hablatambién de una debilidad de Dios, de una impoten-cia suya. Es la «debilidad» materna.

El hombre conoce por experiencia otro tipo deamor, el amor esponsal, del cual se dice que es«fuerte como la muerte» y cuyas llamas «son fle-chas de fuego» (cfr. Ct 8, 6). Y también a este tipode amor ha recurrido Dios para convencernos de suapasionado amor por nosotros. Todos los términostípicos del amor entre hombre y mujer, incluido eltérmino «seducción», son empleados en la Bibliapara describir el amor de Dios por el hombre.

Jesús llevó a cumplimiento todas estas formasde amor, paterno, materno, esponsal (¡cuántas ve-ces se ha comparado a un esposo!); pero les añadióotra: el amor de amistad. Decía a sus discípulos:«No los llamo ya siervos... a ustedes los he llamado

amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre se loshe dado a conocer» (Jn 15,15). También les dijo:«No hay amor más grande que el de aquél que da lavida por los amigos» (Jn 15,13).

¿Qué es la amistad? La amistad puede constituirun vínculo más fuerte que el parentesco mismo. Elparentesco consiste en tener la misma sangre; laamistad en tener los mismos gustos, ideales, intere-ses. Nace de la confidencia, esto es, del hecho deque confío a otro lo más íntimo y personal de mis

pensamientos y experiencias.Ahora: Jesús explica que nos

llama amigos, porque todo loque él sabía de su Padre celes-tial nos lo ha dado a conocer,nos lo han confiado. ¡Nos hahecho partícipes de los secretosde familia de la Trinidad! Porejemplo, del hecho de que Diosprefiere a los pequeños y a lospobres, de que nos ama comoun papá, de que nos tiene prepa-rado un lugar. Jesús da a lapalabra «amigos» su sentidomás pleno.

Dios envió a su Hijo único:Juan subraya la gratuidad delamor divino, que llega inclusohasta este extremo, no perezca:

El problema de Cristo sólo podría resolverse en fey vida eterna o en repulsa y destrucción; no hay unatercera posibilidad.

Hay una sola condición para que Jesús puedalograr su misión: que creamos en él. El que cree enél no será juzgado; el que no cree ya está juzgado.

Cristo ha sido enviado al mundo para traer lavida eterna (10,10); la incredulidad deliberada haceque se convierta en motivo de condenación. De estemodo, la incredulidad es su propia condenación, yel incrédulo se juzga a sí mismo (cfr. 12,31).

Lo mismo que la vida eterna se inicia ya en estemundo para el que se decidió a favor de Cristo,también el incrédulo queda ya condenado. Este esel signo del Hijo de hombre, en el que cielo y tierrase encuentran (cfr. Jn 1,51).

De manera que, según nuestra respuesta a Jesús,nosotros mismos decidimos nuestra eternidad.


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Jesús, en el juicio final, revelará lo que nosotrosmismos hemos ya escogido. Lo que empezamos enla tierra continuará en el cielo, sea vida con Dios orechazo a él. El que creyó en Jesús, vivió la vida delos hijos de Dios en este mundo y continuará en elcielo. Los que rechazaron la luz escogieron lastinieblas.

¿Por qué no se salvan los incrédulos? Porque nopermiten que Jesús los salve. Solo si un enfermocree en su médico se hará el tratamiento y tomará lamedicina. Si no toma las medicinas, el enfermo nopodrá reclamarle al médico.

Jesús no puede reconciliarnos con el Padre si nocreemos en él. Él quiere que todos nos salvemos ylo demostró muriendo por nosotros.

Cuando contemplamos a Cristo colgado en lacruz, vemos la realidad de nuestro pecado. Vemostambién la realidad del amor de Dios que nos sanay da vida nueva. La cruz es la revelación del amorque se da hasta el extremo.- ¿Cómo Dios nos sigue demostrando que nos ama?

- ¿Cuáles son los efectos del amor de Dios ennosotros?

3. ORACIÓN

Hoy nuestro corazón salta de gozo, Dios Padrenuestro, al sabernos amados por ti con un amor quenos hace hijos tuyos. La prueba que verifica tangozosa noticia es Jesús, tu Hijo, y desde ahoranuestro hermano mayor y amigo para siempre.

Él no vino para condenar sino para salvar alhombre que tú amas con amor y con loca ternura dePadre. Haz que sepamos corresponderte como hi-jos tuyos bien nacidos.

Gracias, Señor, porque tú no eres un Dios frío ylejano, controlador impávido de la máquina delcosmos, sino Padre que nos amas, siempre desvela-do por tu criatura el hombre. El secreto del mundoy de nuestra existencia humana está fundado en ellatir de tu corazón que ama. ¡Gracias, Señor!1. Pidamos por la Iglesia, especialmente, nuestra

comunidad parroquial, en su avance por el de-sierto de la Cuaresma hacia la luz de la Pascua.Roguemos al Señor.

R/ Ayúdanos, Señor, a mirar tu cruz2. Por nuestra juventud: para que descubra y

responda a su misión en la Iglesia. Roguemosal Señor.

3. Seguimos orando insistentemente al Señor, paraque los políticos no abusen de su poder enperjuicio del pueblo, para que cesen las guerras,el odio y la violencia y reine la paz en el mundoentero. Roguemos al Señor.

4. Por cada uno de nosotros, que fijando nuestrosojos en Cristo, luz del mundo, nos dejemosiluminar por la verdad de tu Palabra. Roguemosal Señor.

4. COMPROMISO

¿Qué debemos hacer después de haber recorda-do este amor? Algo sencillísimo: creer en el amorde Dios, acogerlo; repetir conmovidos, con SanJuan: «¡Nosotros hemos creído en el amor que Diosnos tiene!» (1 Jn 4,16).

La vida pasa. Ahora es el momento de la deci-sión que determina nuestra eternidad: creer o nocreer en el amor.

Oración final

No me mueve, mi Dios, para quererte el cieloque me tienes prometido, ni me mueve el infiernotan temido para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clava-do en una cruz y escarnecido,

muéveme ver tu cuerpo tan herido, muévanmetus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, queaunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque nohubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera, puesaunque lo que espero no esperara, lo mismo que tequiero te quisiera.

LECTIO:V DOMINGO DE CUARESMA

CUANDO YO SEA ELEVADO SOBRE LA TIERRAATRAERÉ A TODOS HACIA MÍ (JN 12, 20-33).Oración inicial

Escucha, Padre, nuestra súplica. Te pedimosque envíes tu Espíritu con abundancia, para quesepamos escuchar tu voz que proclama la gloria de

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tu Hijo que se ofrece para nuestra salvación. Hazque de esta escucha atenta y comprometida, sepa-mos hacer germinar en nosotros una nueva espe-ranza para seguir a nuestro Maestro y Redentor contotal disponibilidad, aún en los momentos difícilesy obscuros. Tú que vives y reinas por los siglos delos siglos.

Escuchamos con atención y devoción la Palabrade Dios.

1. LECTURA

(JN 12, 20-33)«En aquel tiempo,

entre los que habíanvenido a celebrar la fies-ta había algunos grie-gos; éstos, acercándosea Felipe, el de Betsaidade Galilea, le rogaban:

—«Señor, queremosver a Jesús».

Felipe fue a decírse-lo a Andrés; y Andrés yFelipe fueron a decírselo a Jesús.

Jesús les contestó:—«Ha llegado la hora de que sea glo-

rificado el Hijo del hombre.Les aseguro que si el grano de trigo no

cae en tierra y muere, queda infecundo;pero si muere, da mucho fruto. El que seama a sí mismo se pierde, y el que seaborrece a sí mismo en este mundo seguardará para la vida eterna. El quequiera servirme, que me siga, y donde estéyo, allí también estará mi servidor; aquien me sirva, el Padre lo premiará.

Ahora mi alma está agitada, y ¿quédiré?: Padre, líbrame de esta hora. Perosi por esto he venido, para esta hora.Padre, glorifica tu nombre».

Entonces vino una voz del cielo:—«Lo he glorificado y volveré a glori-

ficarlo».La gente que estaba allí y lo oyó decía

que había sido un trueno; otros decíanque le había hablado un ángel.

Jesús tomó la palabra y dijo:—«Esta voz no ha venido por mí, sino

por vosotros. Ahora va a ser juzgado elmundo; ahora el Príncipe de este mundova a ser echado fuera. Y cuando yo seaelevado sobre la tierra atraeré a todoshacia mí».

Esto lo decíadando a enten-der la muerte deque iba a mo-rir». Palabradel Señor.

Un momento de silencio

Hacemos un mo-mento de silencioorante para releer eltexto con el corazóny reconocer a travésde las frases y de laestructura la presen-cia del misterio delDios viviente.

Nos hacemos algunas preguntas para asimilar eltexto.- Según el evangelio de Juan, ¿dónde se encontraba

Jesús?

- ¿Cuál es la petición que unos griegos hacen aFelipe? ¿Qué hizo Felipe?

- ¿A qué se refiere la expresión «si el grano de trigono muere queda infecundo»?

- ¿Qué fue lo que dijo una voz procedente del cielo?

- ¿Cuál será el beneficio de la muerte de Jesús?

- ¿Qué significa la expresión «cuando yo sealevantado sobre la tierra atraeré a todoshacia mi»?Profundicemos un poco más haciendo algunas

anotacionesComo nos lo presenta Juan, Jesús está en Jerusa-

lén: ya ha sido recibido de manera triunfal (cfr. Jn12, 12ss).

Unos griegos

Este episodio sugiere un momento históricodistinto. En realidad la mención de los griegos nosremite a una etapa muy posterior, cuando el Evan-


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gelio ya había llegado al mundo helenista a travésde la predicación de los Apóstoles.

No se trata de judíos, sino de personas que se hanadherido al monoteísmo de Israel y a las observan-cias mosaicas. Son conocidos como ‘los temerososde Dios’ (cfr. Hch 10,2). Ellos son los representan-tes del mundo de los gentiles.

El hecho de que los griegos no lleguen directa-mente a Jesús, nos hace recordar que Jesús esenviado primeramente a los hijos de Israel.

Queremos ver a JesúsEl deseo que tienen los griegos de ver a Jesús los

pone en contraste con los dirigentes judíos, loscuales desearían no verlo, y que acaban de expresarsu desesperación ante su éxito.

En la petición de los griegos podemos encontrarno solo curiosidad por acercarse a un personajefamoso y discutido, sino, en el contexto en el quenos lo presenta Juan, esta búsqueda señala que deverdad pretendían tener contacto con la ‘luz’ (cfr.Jn 1,37-39).

Tanto es así que ellos son presentados tan prontocomo se ha dicho: «Ya ven que todo el mundo se vaen pos de él» (Jn 12,19).

2. MEDITACIÓN

El grano de trigo

Cristo empieza a aclarar con hermosas palabrasel misterio de su muerte expiatoria con la imagendel grano de trigo que muere para producir vida. Noes una consideración científica, sino una aprecia-ción popular, un refrán.

Si alguno piensa que resulta extraña la necesidadde morir para dar la vida, recuerde que esta paradojatambién se da en la naturaleza. El grano de trigo nadaproduce por sí mismo; sólo cuando parece que hamuerto y ha sido enterrado produce fruto mucho másabundante que él mismo (cfr. 1Co 15,36).

El grano de trigo tiene aquí un sentidocristológico: Jesús debe pasar por la muerte paraque su obra sea eficaz, lo mismo que el grano detrigo... Tenemos la misma metáfora en 1 Co 15,36,donde tiene también un sentido cristiano: Se ganala vida a través de la muerte. En los sinópticos elgrano de trigo es utilizado para designar la simientedel reino (cfr. Mc 4,3-8.26-29).

El que se ama a sí mismo se pierde

El egoísmo, falso amor del hombre hacia símismo, que no le permite sacrificarse, termina pordestruirlo, mientras que el hombre que se odia eneste mundo se guarda para la vida eterna: Sólotratando la propia vida como carente de valor desdeuna perspectiva mundana puede ganar el hombre lavida que realmente cuenta. El apego a la propia viday a la sabiduría humana – y en el mundo griegoéstos eran valores fuertes – es el verdadero obstácu-lo al verdadero conocimiento de Jesús.

Padre, sálvame de esta hora

Se trata de la hora de la pasión de Jesús. Hallegado la hora del sufrimiento final, de su muerte,la cual tiene un indecible impacto. En la escena dela agonía según los sinópticos, Jesús empieza pi-diendo ser librado de la necesidad de morir, peroinmediatamente condiciona su petición a la volun-tad del Padre (cfr. Mc 14, 35s; también Hb 5,7). Elvalor del sacrificio de Cristo está en la prontitud conque se sometió a él.

Padre, glorifica tu nombre

Esta es la respuesta final de Jesús después de sucrisis de espíritu; supone una aceptación sin reser-vas de la voluntad del Padre. La glorificación delHijo es también la del Padre (cfr. 13, 31s).

Ahora es el juicio del mundo

El juicio es aquí un semitismo bien conocido,cuyo sentido es la condenación (cfr. Jn 3,19; 5,29).El ‘mundo’ son en Juan los hombres malos, hostilesa Cristo (cfr. Jn 7,7; 8,23, etc.).

Ha llegado el momento de la exaltación deCristo (v. 23), es decir, de su glorificación a travésde su muerte y resurrección. Ello es la ocasión parasometer a juicio al mundo que ha sido influido porel Maligno. Pero a partir del sacrificio redentor deCristo, el príncipe de este mundo será echado fuera.Parecería que Jesús, al morir en la cruz, haya sidoderrotado por este mundo, pero en realidad es elpoder de Satanás el que ha llegado a su fin. No diceJuan que vaya a ser destruido Satanás, sino que enadelante ya no será dueño del mundo. En efecto,esto está condicionado por las disposiciones delhombre: si éste, con su libertad, se abre al mal,entonces la maldad seguirá reinando. Solamentecuando el hombre se adhiera al camino del Evange-lio el mal será derrotado totalmente.

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Cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeréa todos hacia mí

La multitud entiende perfectamente que se tratade la muerte de Jesús. Esta suspensión de la cruz seconvierte en una verdadera entronización, o sea,una colocación buena en vista de aquél que es paratodos, salvación y bendición. Se trata de un atraerque se engendra no por curiosidad, sino por amor.Jesús, levantado en la cruz, será suscitador dediscipulado, de adhesión en todos aquéllos quesabrán andar más allá del hecho físico, y verán enél la gratuidad hecha totalidad. Una vida entregadaque genera vida; una vida sacrificada que generaesperanza y nueva solidaridad, nueva comunión,nueva libertad. La muerte de Cristo hace posible lapuesta en práctica de su voluntad de salvaciónuniversal.

Algunas preguntas de apropiación

- ¿Qué quiso decir Jesús con la expresión: «si elgrano de trigo no muere, no podrá dar fruto»?¿Qué significa para ti?

- ¿Como los griegos, tú también quieres ver a Jesús?¿Dónde lo buscas?

- ¿Tu búsqueda de Dios es sincera y constante, oestá condicionada solamente por los momentosdifíciles que vas pasando?

- Los griegos se valieron de mediadores (Felipe yAndrés) quienes llevaron su deseo hasta Jesús.¿De qué o de quiénes te vales tú para llegar a lapresencia de Dios?

- ¿Qué significa la expresión «El que se ama a símismo se pierde»?

- ¿A qué se refiere Jesús con esta frase: «Cuandoyo sea levantado sobre la tierra atraeré a todoshacia mi»? ¿Sientes verdaderamente atracciónpor Cristo en la cruz?

3. ORACIÓN

¡Señor Dios nuestro! Aparta a los discípulos detu Hijo de los caminos fáciles de la popularidad, dela gloria a poco precio, y llévalos sobre los caminosde los pobres y de los afligidos de la tierra, para quesepan reconocer en sus rostros el rostro del Maestroy Redentor. Da ojos para ver los senderos posiblesa la justicia y a la solidaridad; oídos para escucharlas peticiones de salvación y salud de tantos quebuscan como a tientas; enriquece sus corazones de

fidelidad generosa y de delicadeza y comprensiónpara que se hagan compañeros de camino y testi-monios verdaderos y sinceros de la gloria queresplandece en el crucificado, resucitado y victo-rioso. Él vive y reina glorioso contigo, oh Padre,por los siglos de los siglos.

5. COMPROMISO

- ¿Cuál será mi actitud ante la Palabra de Dios quehoy he meditado? ¿Hacia dónde miraré, dóndebuscaré, a quién pediré ayuda?

- Sugerencia: realizar ‘el camino de la cruz’ (víacrucis).

- Visitar a algún enfermo.- Participar en la liturgia de la Semana Santa con

verdadera devoción y agradecimiento.- Entronizar en nuestra casa o habitación un Cruci-

fijo y ante él rezar el ‘Credo’.

Oración a la Virgen de los Dolores

¡Ay dolor, por mi Hijo y mi Señor!Yo soy aquella María del linaje de David:¡Oye, hermano, la gran desventura mía!

A mí me dijo Gabriel que el Señor era conmigo,y me dejó sin abrigo más amarga que la hiel.

Me dijo que era benditaentre todas las nacidas,

y soy de las doloridas la más triste y afligida.

Digan, hombres que correnpor la vía mundanal,

díganme si han visto igual dolor que mi mal.Y ustedes que tienen padres, hijos y maridos,

ayúdenme con mis gemidos,si es que no pueden mejor.

Llore conmigo la gente, alegresy atribulados, por lavar los pecados

mataron a un Inocente. ¡Mataron a mi Señor,mi redentor verdadero!

¿Cómo no muero con tan extremo dolor?

Señora, santa María,déjame llorar contigo, pues muere Diosy mi amigo, y muerta está mi alegría.


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10. El Verdadero Ayunoque Agrada a Dios

San Juan Crisóstomo, padre de la Iglesia, nos dice que el valor del ayuno consiste no solo en evitar ciertascomidas, sino también en renunciar a todas las actitudes, pensamientos y deseos pecaminosos. Quien limitael ayuno simplemente a la comida, está minimizando el gran valor que el ayuno posee. Si tú ayunas, ¡quelo prueben tus obras! Si ves a un hermano en necesidad, ten compasión de él. Si ves a un hermano siendoreconocido, no tengas envidia. Para que el ayuno sea verdadero no puede serlo solo de la boca, sino que sedebe ayunar de los ojos, los oídos, los pies, las manos, y de todo el cuerpo, de todo lo interior y exterior. Ayunas con tus manos al mantenerlas puras en servi-

cio desinteresado a los demás. Ayunas con tus pies al no ser tan lenta en el amor y el

servicio. Ayunas con tus ojos al no ver cosas impuras, o al no

fijarte en los demás para criticarlos. Ayuna de todo lo que pone en peligro tu alma y tu

santidad. Sería inútil privar mi cuerpo de comida,pero alimentar mi corazón con basura, con impureza,con egoísmo, con competiciones, con comodidades.

Ayunas de comida, pero te permites escuchar cosasvanas y mundanas.

También debes ayunar con tus oídos. Debes ayunar deescuchar cosas que se hablan de tus hermanos, men-tiras que se dicen de otros, especialmente chismes,rumores o palabras frías y dañinas contra otros.

Además de ayunar con tu boca, debes de ayunar de nodecir nada que haga mal a otro. Pues ¿de qué te sirveno comer carne, si devoras a tu hermano?¿Qué nos enseña esta reflexión?Que los días de ayuno deben de ser especialmente días de abstenernos del uso desordenado o incluso

exagerado de los otros sentidos: No fijarme en lo que no debo, no hablar lo que no debo, no oír lo que no debo,no desear lo que no debo, no buscar satisfacer todas mis necesidades emocionales, espirituales; no buscarsaciar mi soledad, buscando inmediatamente compañía; no querer saberlo todo; no requerir respuestasinmediatas a todo lo que se me ocurre en la mente, etc.

Ayunamos buscando conversión. Por lo tanto, ayunemos de todas esas actitudes contrarias a la virtud.Quizás tu ayuno va a consistir en ser más servicial, (ayuna de tu pereza, comodidad), pues así como la Virgennos pide que recemos con el corazón, debemos de ayunar con el corazón. Puede ser que tengamos que ayunarde nuestra ira, siendo en los días de ayuno, más amables, más dulces, más dóciles. Quizás tengo que ayunarde la soberbia, buscando activamente ser humillado o hacer actos concretos de humildad, etc.

Pregúntate: ¿En qué va a consistir tu ayuno de esta cuaresma?

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El tiempo de Cuaresma nos ofrece una grancantidad de signos y símbolos litúrgicos, llenos demensaje, que nos invitan a hacerlo realidad ennuestra vida diaria.

SIGNOS DE LA CUARESMA

Ceniza: Quiere ser el reconocimiento de nues-tra condición humana, tan limitada y corruptible.Quiere ser un toque de atención a nuestro orgullo yautosuficiencia. Pero es, sobre todo, una llamada aponer el fundamento de nuestra existencia, no ennosotros mismos, sino en Cristo Salvador, el quepuede librarnos de la corrupción y la muerte. Cristoes medicina de inmortalidad. Por eso, al imponer laceniza, se dice:

Conviértete y Cree en el Evangelio.Ayuno y Abstinencia: Como signo de austeri-

dad. Se pide algún rigor en la comida y abstenersede carne en ciertos días. El no comer carne suponebastante sacrificio. La austeridad nos hace máslibres y más solidarios. No importaría comer unpoco más o un poco menos, importa el superar losvicios y apegos y ofrecer el fruto de tu ayuno a loshambrientos del mundo.

Cruz: El cristiano debe gloriarse en la cruz denuestro Señor Jesucristo. Por eso la cruz presidesiempre nuestras celebraciones. No es sólo dolor yhumillación, es salvación y victoria, es el signo delamor más grande. El signo de la cruz nos compro-mete a vivir un amor entregado hasta el fin, comoel de Cristo.

Oración: Es vida del alma, necesidad perma-nente. En el tiempo cuaresmal se intensifica laescucha de la Palabra y la relación dialogal conDios. Se nos ofrece el ejemplo de Cristo, que seretiraba al desierto y subía a la montaña para orar.

Limosna: Es fruto de la misericordia. Todocaminar hacia Cristo implica un caminar hacia elhermano, especialmente el más necesitado. Nadiepuede ser feliz a solas, incluso nadie puede sercristiano a solas. Cristiano es el que abre la manopara compartir, el que tiende su mano para ayudar,el que ofrece su mano para servir.

SÍMBOLOS DE CUARESMA

1. La cuaresma es desierto. Es sequedad, soledad,ayuno austeridad, rigor, esfuerzo, penitencia,peligro, tentación.

2. La cuaresma es perdón. Las historias bíblicas deJonás y de Nínive y la parábola del hijo pródigo,son ejemplos de ello.

3. La cuaresma es encuentro, es abrazo de recon-ciliación como en la parábola del hijo pródigo oen la conversión de Zaqueo o en el diálogo deJesucristo con la mujer adúltera.

4. La cuaresma es luz, como se pone de evidencia,por ejemplo, en el evangelio del ciego de naci-miento. Es el tránsito de las tinieblas a la luz.Jesucristo es la luz del mundo.

5. La cuaresma es salud, símbolo manifestado entextos como la curación del paralítico o la sana-ción del hijo del centurión.

6. La cuaresma es agua. Es el tránsito de la sed denuestra insatisfacción al agua viva, el agua deMoisés al pueblo de Israel en el desierto o deJesús a la mujer samaritana.

7. La cuaresma es liberación, triunfo, es supera-ción victoriosa de las pruebas y dificultades.Figuras bíblicas que sufren graves peligros yvencen en la prueba, son José hijo de Jacob, lacasta Susana, Ester, el profeta Jeremías y, sobretodo, Jesús, tentado y transfigurado.

8. La cuaresma es Cruz. Signo y presencia perma-nente durante toda la cuaresma. Prefigurada enel Antiguo Testamento y patentizada con elejemplo de Jesucristo y como su llamada acargar con ella como condición para el segui-miento.

9. La cuaresma es Transfiguración. Es la luzdefinitiva del camino cuaresmal, preanunciaday pregustada en la escena de la transfiguraciónde Jesús. Por la cruz a la luz.

10. La cuaresma es el esfuerzo por retirar el fermen-to viejo e incorporar la levadura nueva de laPascua resucitada y resucitadora.

11. Signos y Símbolos de la Cuaresma


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12. Camino Cuaresmalpara Adultos

14 Feb.OFRECEtu ayuno porlos pecadoresy da alimentoa los pobres.

15PREGÚNTATE¿En quéocupastu tiempo?¿Qué lugartiene Diosen éste?

16 AYUNAApaga elcelular, lacomputadorao la tablet unrato y dedí-cate a tufamilia.

17CÉNTRA-TE ¿Qué eslo realmenteimportante:la esencia ola aparien-cia?

18ABREEl corazónpara acogera Diosen su Palabra

19SIRVEA los demáshoy, préstatea hacer loque nadiequiere.

20REZAEl PadreNuestro conla confianzade un niñoque pide a supadre.

21PRESENTAA Diostu corazón.Revisa cómote relacionascon losdemás.

22BUSCA¿Qué necesi-tas para serfeliz? ¿Dón-de buscas tufelicidad?

23PIDEPERDÓNAl otro y a timismo, alcosmos y aDios.

24AMA Nosólo a quiense te facilita,sino aquienes máste cuestaaceptar.

25CAMBIAUn hábitoque no tehaga bien;corrígelo.

26¿QUIÉNEs Jesúspara ti?,¿Qué lugartiene en tuvida?

27SÉ COHE-RENTENopretendasser lo que noeres

28EVITAMandar,imponerte alos demás.Escucha conternura.

1 MarzoCOMPAR-TE Algo,no de lo quete sobra, sinode lo que tegusta.

2DISCIER-NE Tusprioridades,¿Cómo lasordenas?

3IDENTIFI-CATus tentacio-nes y piensacómo ven-cerlas

4ORAConconfianzaa Dios.

5SALDe tucomodidadpara acer-carte a tushermanos.

6MIRAA los demáscon elcorazón deDios, comohermanostuyos.

7DEDICATiempoa la lecturade la Palabrade Dios paraque dé fruto.

8PERDONAA esa perso-na a laque guardasrencor.

9ACEPTAEl inmensoamor deDios porti y por tuprójimo.

10REVISATu concien-cia y acudeal sacramen-to de laReconcilia-ción.

11OFRECEEn la Euca-ristía todo loque en lasemanahas vivido

12ABRETu corazón alos demás,no lo cierresal dolor o alsufrimientodel otro.

13ESCUCHAA Dios quete habla en elenfermo

14ADORAEncuentra unmomento entu día paraacercarte aDios en elsagrario.

15DEJAQue laPalabra deDios iluminehoy tusmiserias ydebilidades.

16PONTus preocu-pacionesdelante deDios y pídeleque te hagafuerte.

17PIDEHoy por tucomunidad,por tushermanos enla fe, congratitud.

18ENTREGATodo lo quete quita lapaz, quete separade los demásy de Dios.

19PERMITEQue Diosactúe en tuvida, atiendea su llamada.

20VISITAA alguienenfermo yescúchalo.

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21CUIDAEl mundoque Diosha hechono tirandobasura.

22DIALOGACon tufamilia.

13. BienaventuranzasCuaresmales

23OBSERVAHoy elmundo conla miradade Dios,con amor.

24NOCULPESEvita echarla culpaa los demás;es mejorperdonar.

25COMULGASacramentalo espiritual-mente, peroúnete decorazón aDios

26DATestimoniode tu fecon palabrasy obras.

27LÍBRATEDe prejui-cios.Jesús acogióa todos porigual.

28PONTEEn manos deMaría y dejaque te guíesiempre.

29DECIDEAmara tu prójimocomo a timismo.

«…conviértanse a mí de todo corazón, con ayunos, lágrimasy llantos… porque él es clemente y misericordioso,lento a la ira, rico en amor y siempre dispuesto a perdonar»

(Jl 2, 12-13).


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14. Capirotada Cuaresmal

CON SABOR SOLIDARIO

La mayoría de nosotros ha tenido la experienciade saborear una deliciosa capirotada en tiempo deCuaresma, pero ¿cuántos sabríamos prepararla? y¿Cuántos hemos elaborado una, con el simple propó-sito de compartirla con el que menos tiene o conaquella persona que no nos la llevamos bien?

También convendría que nos preguntáramos: ¿Porqué en este tiempo le damos tanta importancia a estey a otros platillos? ¿Qué no es la Cuaresma un tiempoespecial de gracia en el cual nos ayudamos de lapenitencia, entre otras prácticas, para ayudar a elevar el espíritu?

Con el propósito de ayudarnos a vivir lo que la Palabra de Dios nos pide en relación al ayuno que aDios le agrada (Cfr. Is 58, 6-10), te presentamos la receta para preparar la Capirotada Cuaresmal conSabor Solidario. Procura hacerla acompañado con alguien de tu familia.1. Coloca en la sartén de la libertad toda cadena y correa con la que has estado impidiendo la libertad de

algún hermano o hermana o incluso a ti mismo. Puede ser la crítica, la murmuración, el juicio, los malospensamientos y sentimientos, las etiquetas con las que señalamos y encuadramos a los demás, etc.

2. Camina por las calles de los alrededores de tu casa, hacia los rumbos que tú sabes puedes encontrarmás necesidad e identifica a alguna familia en concreto para visitarla posteriormente.

3. Prepara como a ti te gusta, con todo esmero, uno de tus platillos favoritos y compártelo con esa familianecesitada. Comenta también con ellos algún pasaje de la Escritura de este tiempo cuaresmal.

4. Busca a alguna persona que viva sola y comparte un buen rato con ella. Trata de escuchar más quehablar. Si trabaja alguien a tu servicio invítalo a comer, o a compartir algún otro momento (puede seruna merienda, una película, un juego de mesa, etc.) haciéndolo sentir como en casa.

5. Revisa tu guardarropa y elige aquellas prendas o calzados que has tenido sin usar por meses o inclusoaños y sácalos de ahí, revisa que estén en buen estado y ve a dárselos a una familia que los puedaaprovechar. Anúnciales el amor de Dios que nos hermana.

6. Goza de esta experiencia maravillosa de compartir con el que menos tiene, de encontrarte con Diosen los hermanos necesitados y de abrir tu corazón al amor. Haz oración desde la Palabra de Dios:«Entonces brillará tu luz como la aurora y tus heridas sanarán en seguida, tu recto proceder caminaráante ti y te seguirá la gloria del Señor. Entonces invocarás al Señor y él te responderá, pedirás auxilioy te dirá: Aquí estoy» (Is 58, 8-9a).

7. Comparte tu alegría viviendo el amor de Dios con tu familia.

Nota1) Puedes seguir estos siete pasos, uno cada día de la semana o uno por semana, durante las seis semanas de

la Cuaresma.2) Invita a quien visitas a que practique, en la medida de sus posibilidades, estas acciones con otros.

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Reflexión sobre los MisteriosPascuales

Las estaciones de la Resurrec-ción, también conocidas por sunombre latino, Vía Lucis (Cami-no de la Luz), son una forma dedevoción cristiana que fomenta la meditación so-bre la Resurrección de Jesucristo y algunas de lasapariciones de Jesús resucitado y otros episodiosregistrados en el Nuevo Testamento.

Introducción

Los cristianos hemos celebrado, la pasión ymuerte de Nuestro Señor Jesucristo. El ViernesSanto recordamos a Cristo sobre el regazo de suMadre dolorosa. Pero si Cristo no hubiera resucita-do nada tendría sentido, ni nuestra propia vida, nitampoco tendría sentido que fuéramos cristianos.Cristo resucitó y con la Iglesia hemos celebrado laPascua.

En el tiempo pascual, de forma especial, esta-mos invitados a reforzar nuestra oración para espe-rar con gozo y confianza la fuerza vivificadora delEspíritu Santo. Pero en este año en que comoIglesia diocesana estamos trabajando por cultivarlos valores de la escucha y el discernimiento enambiente pastoral comunitario, hemos de haceresta súplica especial: Manda Señor tu Espíritu, quecure las sorderas y parálisis que nos han mantenidolejanos e indiferentes ante el clamor de los pobres.Danos la alegría de encontrarte vivo en cada Euca-ristía y que este gozo nos lance al encuentro conellos.

Los discípulos experimentan un encuentro per-sonal con Cristo resucitado. Esta es la experienciafundamental para todo cristiano, Jesús vive y estáde nuevo con nosotros.

Jesús dijo: «Y sepan que yo estoy con ustedestodos los días hasta el final de los tiempos» (Mt28,20) La actividad salvadora de Jesús no ha termi-nado con su muerte. Aquél que perdonaba a lospecadores, hoy sigue perdonando. Aquél que lla-maba al seguimiento, hoy nos sigue llamando.

Aquél que se acercaba a los pobres, hoy está en lospequeños y necesitados. Jesús no es algo acabado.Su historia se sigue escribiendo en nosotros y connosotros.

Hagamos nuestra esta oración.

En el Nombre del Padre, y del Hijo y del EspírituSanto. Amén.

Acto de contrición

PRIMERA ESTACIÓNEL SEPULCRO VACÍO:

APARICIÓN A MARÍA MAGDALENADel evangelio de San Juan 20,11-18.

«María, en cambio, se quedó allí, junto alsepulcro, llorando. Sin dejar de llorar, volvióa asomarse al sepulcro. Entonces vio dos án-geles, vestidos de blanco, sentados en el lugardonde había estado el cuerpo de Jesús, uno ala cabecera y otro a los pies.

Los ángeles le preguntaron: -Mujer, ¿porqué lloras? Ella contestó: -Porque se hanllevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto.

Dicho esto, se volvió hacia atrás y vio aJesús, que estaba allí, pero no lo reconoció.Jesús le preguntó: -Mujer, ¿por qué lloras? ¿Aquién estás buscando? Ella creyendo que erael jardinero, le contestó: -Señor, si te lo hasllevado tú, dime dónde lo has puesto y yomisma iré a recogerlo. Entonces Jesús le dijo:-¡María! Ella se acercó a él y exclamó enarameo:

¡Rabboni! (que quiere decir Maestro).Jesús le dijo: -No me retengas, porque

todavía no he subido a mi Padre; anda, ve y di

15. Vía Lucis


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a mis hermanos que voy a mi Padre que es elPadre de ustedes; a mi Dios, que es también suDios.

María Magdalena se fue corriendo a dondeestaban los discípulos y les anunció: -He vistoal Señor. Y les contó lo que Jesús le habíadicho».

Palabra del Señor.Reflexión: ¿Y nosotros, ya nos hemos encontrado

con Jesús resucitado y le hemos permitido querenueve nuestra vida?

Oración: Señor, ayúdanos a tener una actitud debúsqueda constante para encontrarnos contigo yexperimentar la fuerza que posees de resucitaraquello que está muerto en nosotros mismos.Enséñanos que, vivir la dinámica de la resurrec-ción, es vivir creciendo, intensificando nuestroamor, orientando nuestra existencia por el cami-no de la entrega generosa, del amor fecundo.Vivir nuestra existencia cristiana como un pro-ceso de resurrección. Señor: que con nuestraactitud no impidamos que te encuentren aque-llos que te buscan y te necesitan.

Padre nuestro, Ave María, Gloria al Padre...

Jaculatoria: Verdaderamente ha resucitado el Se-ñor, ¡Aleluya!… Como anunciaron las Escritu-ras. ¡Aleluya!

SEGUNDA ESTACIÓNLOS DISCÍPULOS DE EMAÚS

Del evangelio de San Lucas 24,13-35.

«Aquel mismo día, dos de los discípulosse dirigían a un pueblo llamado Emaús, quedista de Jerusalén unos once kilómetros.Iban hablando de todos estos sucesos. Mien-tras hablaban y se hacían preguntas, Jesúsen persona se acercó y se puso a caminarcon ellos. Pero sus ojos estaban tan cega-dos, que no eran capaces de reconocerlo.

Él les dijo: -¿Qué es lo que vienenconversando por el camino? Ellos se detu-vieron entristecidos, y uno de ellos, llama-do Cleofás, le respondió: -¿Eres tú elúnico en Jerusalén que no sabe lo que hapasado allí estos días?

Él les preguntó: -¿Qué ha pasado?Ellos contestaron: -Lo de Jesús el Naza-

reno, que fue un profeta poderoso en obrasy palabras ante Dios y ante todo el pueblo.¿No sabes que los jefes de los sacerdotes ynuestras autoridades lo entregaron paraque lo condenaran a muerte, y lo crucifica-ron? Nosotros esperábamos que él fuera ellibertador de Israel. Y sin embargo, ya hacetres días que ocurrió esto. Es cierto quealgunas de nuestras mujeres nos han sor-prendido, porque fueron temprano al sepul-cro y no encontraron su cuerpo. Hablabanincluso de que se les habían aparecido unosángeles que decían que está vivo. Algunosde los nuestros fueron al sepulcro y lo en-contraron todo como las mujeres decían,pero a él no lo vieron.

Entonces Jesús les dijo: -¡Qué torpes sonpara comprender y qué duros son para creerlo que dijeron los profetas! ¿No era necesa-rio que el Mesías sufriera todo esto paraentrar en su gloria? Y empezando por Moi-sés y siguiendo por todos los profetas, lesexplicó lo que decían de él las Escrituras».

Palabra del Señor.

Reflexión: ¿Qué nos falta para reconocer en laEucaristía a Cristo resucitado que nos congrega,nos habla, nos escucha, que viene a ser nuestroalimento y a quedarse entre nosotros?

Oración: Señor: que sepamos invitarte a quedartecon nosotros. Que sepamos reconocerte como elCristo Resucitado en el pan Eucarístico y que alcompartir tu pan, sepamos compartir el pandiario, también, con los que no lo tienen. Que alrecibir tu cuerpo hecho pan de vida, ardan nues-tros corazones para que, como los discípulos deEmaús, sintamos la necesidad de correr a anun-ciar tu buena noticia. Señor, que el recibir tu panEucarístico nos comprometa a la tareaevangelizadora siendo coherentes con nuestroestilo de vida.



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TERCERA ESTACIÓNAPARICIÓN A LOS DISCÍPULOS REUNIDOS

Del evangelio de San Juan 20, 19-23.

«Aquel mismo domingo, por la tarde, esta-ban reunidos los discípulos en una casa con laspuertas cerradas por miedo a los judíos. Jesússe presentó en medio de ellos y les dijo: -La pazesté con ustedes. Y les mostró las manos y elcostado. Los discípulos se llenaron de alegríaal ver al Señor. Jesús les dijo de nuevo: -La pazesté con ustedes». Palabra del Señor.

Reflexión: ¿Hemos experimentado esa paz y esegozo que son fruto del perdón y del amor queDios nos da? y ¿Hemos sido portadores de estosvalores para llevarlos a nuestros hermanos?

Oración: Señor, que la Paz sea el fruto del diálogoy la escucha, del discernimiento comunitario; detener un mismo sentir; un mismo compromiso;un común crecimiento en la fe, y de saber com-partirla en comunidad como tú enseñaste a losapóstoles.



CUARTA ESTACIÓNLA INCREDULIDAD DE TOMÁS

Del evangelio de San Juan 20, 24-29.

«Tomás, uno del grupo de los Doce, a quienllamaban «El Mellizo», no estaba con elloscuando se les apareció Jesús. Le dijeron, pues,los demás discípulos: -Hemos visto al Señor.

Tomás les contestó: -Si no veo las señalesdejadas en sus manos por los clavos y no metomi dedo en ellas, si no meto mi mano en laherida abierta en su costado, no lo creeré.

Ocho días después, se encontraban de nue-vo reunidos en casa todos los discípulos deJesús. Estaba también Tomás. Aunque las puer-tas estaban cerradas, Jesús se presentó enmedio de ellos y les dijo: -La paz esté conustedes. Después dijo a Tomás: -Acerca tudedo y comprueba mis manos; acerca tu mano

y métela en mi costado. Y no seas incrédulo,sino creyente.

Tomás contestó: -¡Señor mío y Dios mío!Jesús le dijo: -¿Has creído porque me has

visto? Dichosos los que han creído sin habervisto».

Palabra del Señor.Reflexión: ¿Es Cristo, en realidad el Señor de

nuestra vida, el que da sentido y rumbo a todo loque pensamos, queremos y hacemos cada día?,¿Se nota que creemos en Él y que somos discí-pulos suyos?, ¿En qué?

Oración: Cristo sacramentado: que nosotros tereconozcamos como Señor de nuestras vidas;sin olvidar que antes de instituir la Eucaristíalavaste los pies a tus discípulos. Que compren-damos que no puede haber amor sin servicio.Que alimentados por tu Cuerpo y tu Sangreencontremos la fuerza para estar dispuestos aseguirte de verdad.



QUINTA ESTACIÓNTERCERA APARICIÓN DE JESÚS A LOSDISCÍPULOS. EL PRIMADO DE PEDRO

Del evangelio de San Juan 21,15-19.

«Después de comer, Jesús preguntó a Pe-dro: -Simón, hijo de Juan, ¿me amas más queéstos?

Pedro le contestó: -Sí, Señor, tú sabes quete quiero.

Entonces Jesús le dijo: Apacienta mis cor-deros.

Jesús volvió a preguntarle: -Simón, hijo deJuan, ¿me amas?

Pedro respondió: -Sí, Señor, tú sabes que tequiero.

Jesús le dijo: -Cuida de mis ovejas.Por tercera vez insistió Jesús: -Simón, hijo

de Juan, ¿me quieres?


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Pedro se entristeció, porque Jesús le habíapreguntado por tercera vez si lo quería, y lerespondió: -Señor, tú lo sabes todo. Tú sabesque te quiero.

Entonces Jesús le dijo: -Apacienta mis ove-jas. Te aseguro que cuando eras más joven, túmismo te vestías e ibas a donde querías; perocuando seas viejo extenderás los brazos y seráotro quien te vestirá y te conducirá a donde noquieras ir. Jesús dijo esto para indicar la clasede muerte con la que Pedro daría gloria aDios. Después le dijo: -Sígueme».

Palabra del Señor.Reflexión: ¿Nos han servido nuestras caídas para

ser más humildes ante Dios y ante nuestroshermanos?, ¿Cómo construimos la unidad ennuestros grupos, comunidades y familias?

Oración: Señor, te damos gracias por el ejemplo dePedro, por la unidad de nuestra Iglesia. Pornuestro Papa Francisco y por aquellos sucesoresde Pedro que han sabido, a lo largo de los siglos,apacentar tu rebaño. Te pedimos, Señor, por launidad de todas las iglesias, que nuestro com-portamiento humano no impida que tu Espíritunos lleve a la unidad, siendo todos un solorebaño junto a un solo pastor, en una sola fe.



SEXTA ESTACIÓNLA ASCENSIÓN DEL SEÑOR

Del Evangelio de San Lucas 24, 46-53

«… y les dijo: -Estaba escrito que el Mesíastenía que morir y resucitar de entre los muer-tos al tercer día, y que en su nombre se anun-ciaría a todas las naciones, comenzando desdeJerusalén, la conversión y el perdón de lospecados. Ustedes son testigos de estas cosas.Por mi parte, les voy a enviar el don prometidopor mi Padre. Ustedes quédense en la ciudadhasta que sean revestidos de la fuerza queviene de lo alto.

Después los llevó fuera de la ciudad hastaun lugar cercano a Betania y, alzando las

manos, los bendijo. Y mientras los bendecía seseparó de ellos y fue llevado al cielo.

Ellos, después de postrarse ante él, regre-saron a Jerusalén con gran alegría. Y esta-ban continuamente en el templo bendiciendoa Dios». Palabra del Señor.

Reflexión: ¿Nos reconocemos como parte activade la Iglesia?, ¿Cómo damos continuidad a laobra misionera que Jesús nos confió?

Oración: Señor Jesús, Tú que por el camino delAmor descendiste hasta nosotros, haz que noso-tros, por el mismo camino ascendamos a Ti.Porque Tú nos enseñaste que el cielo está dondese vive y cuando se vive en el Amor.



SÉPTIMA ESTACIÓNLA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO: PENTECOSTÉS

De los Hechos de los apóstoles 2, 1-11.

«Al llegar el día de Pentecostés, estabantodos en el mismo lugar. De repente vino delcielo un ruido, semejante a una ráfaga deviento impetuoso, y llenó toda la casa donde seencontraban. Entonces aparecieron lenguascomo de fuego, que se repartían y se posabansobre cada uno de ellos. Todos quedaron lle-nos de Espíritu Santo y comenzaron a hablaren lenguas extrañas, según el Espíritu losmovía a expresarse.

Se encontraban por entonces en Jerusalénjudíos piadosos venidos de todas las nacionesde la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masay quedaron desconcertados, porque cada unolos oía hablar en su propia lengua. Todos,sorprendidos y admirados, decían: -¿No songalileos todos los que hablan? Entonces ¿cómoes que cada uno de nosotros los oímos hablaren nuestra lengua materna? Partos, medos,elamitas, y los que vivimos en Mesopotamia,Judea y Capadocia, el Ponto y Asia, Frigia yPanfilia, Egipto y la parte de Libia que limitacon Cirene, los romanos que estamos de paso,judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos

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Notas pedagógicas Arreglar la casa con globos, flores frescas,

serpentina y algún letrero sobre la Resurrecciónde Jesús.

Arreglar el comedor de una manera diferente ypreparar una cena especial.

Adornar el cirio que se llevó a la Vigilia Pascual,de preferencia con flores.Introducción: El pueblo hebreo celebra la Pas-

cua en conmemoración de la víspera del éxodo enbusca de la Tierra prometida y para los cristianos,la Pascua es el paso de Cristo de la muerte a la vida.La Pascua no es simplemente una fiesta entre otras:es la Fiesta de las Fiestas, Solemnidad de las solem-nidades. Si celebramos el Nacimiento de Jesucristoen Navidad, que significa el principio de su visita anuestras vidas, ¡con mayor razón debemos cele-brar su gloriosa Resurrección que nos abre laspuertas del cielo!, por eso no podemos ignorar sugrandeza y quedarnos sin festejar.

Con tal motivo nuestra casa está adornada por-que estamos de fiesta, la presencia de Jesús Resu-citado nos llena de esperanza y de gozo.

Bienvenida y saludo fraterno: Acérquensecomo familia y dense la bienvenida, saludándosecon un abrazo o con alguna palabra amistosa.

Monición: El egoísmo, el dolor y la muerte notienen la última palabra de nuestra existencia. Laúltima palabra es la vida de Jesús en nosotros, elAmigo cercano que se sitúa en nuestro camino y ennuestra realidad concreta, para acompañarnos eiluminarnos. La fuerza de la Resurrección se nos dapara que también nosotros la comuniquemos: ¡Cristovive y está siempre con nosotros!

Cantemos porque estamos alegres, ya que Cris-to ha resucitado y vive en medio de nosotros:

MI DIOS ESTÁ VIVOgoo.gl/HJ6631

Mi Dios está vivo, Él no está muerto.Mi Dios está vivo en mi corazón.Mi Dios está vivo, ha resucitado,

lo siento en mis manos, lo siento en mis pies,lo siento en mi alma y en mi ser.


Oh, oh, oh, oh, hay que nacer del aguay del Espíritu de Dios

hay que nacer del Señor (2)

Prepárate para que sientas (3)el Espíritu de Dios.

Déjalo que se mueva (3)dentro de tu corazón.

los oímos proclamar en nuestras lenguas lasgrandezas de Dios». Palabra de Dios.

Reflexión: Como comunidad de bautizados ¿Ex-perimentamos la fuerza del Espíritu Santo quenos impulsa a la misión permanente o vivimosencerrados por miedo y comodidad? ¿Hemossabido acudir a la poderosa intercesión de Ma-ría, reina de los apóstoles?

Oración: Virgen Santísima. Tú que acompañaste alos discípulos en el momento de la llegada delEspíritu, el día de Pentecostés, y animaste a laprimera Iglesia a vivir en las enseñanzas de tu

Hijo, ayúdanos a crear espacios de silencio ennuestras vidas para que el fuego del EspírituSanto arda en nuestros corazones y nos impulsea una auténtica actitud evangelizadora.


Jaculatoria: Verdaderamente ha resucitado elSeñor, ¡Aleluya!… Como anunciaron las Escritu-ras. ¡Aleluya!

Concluimos este Vía Lucis con la consagracióna María nuestra Madre y Señora: Oh Señora mía,oh Madre mía…

16. ¡Celebramos la Pascuaen Familia!


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Mientras cantamos Mamá trae el cirio encendi-do y lo coloca al centro de la mesa.

El Papá dice: familia está entre nosotros CristoResucitado que viene a iluminar nuestras tinieblas,a fortalecer nuestra fe y esperanza. Recibámoslocon un aplauso.

Digamos todos: ¡Viva Cristo Resucitado!Escuchemos el momento la buena noticia de la

Resurrección de Jesús

Evangelio de San Mateo 28, 5-9«El ángel se dirigió a las mujeres y les

dijo: Ustedes no teman; sé que buscan aJesús, el crucificado. No está aquí, haresucitado como lo había dicho. Vengan aver el sitio donde estaba puesto. Vayan enseguida a decir a sus discípulos: Ha resu-citado de entre los muertos y va camino deGalilea; allí lo verán. Ellas salieron rápi-damente del sepulcro y, con temor perocon mucha alegría corrieron a llevar lanoticia a los discípulos. Jesús salió a suencuentro y las saludó».

Palabra del Señor.Es un día de fiesta, de gozo,

Cristo ha Resucitado, la Tumbaestá vacía, la humanidad estásalvada, ahora es momento deabrazar esa salvación testifican-do una verdadera vida cristiana.

Dejemos que esta experien-cia, impresa en el Evangelio, seimprima también en nuestroscorazones y se vea en nuestravida. Dejemos que el estuporgozoso del Resucitado se irradieen los pensamientos, en las mira-das, en las actitudes, en los ges-tos y en las palabras que nos hagacada día más familia entre noso-tros y con Dios mismo.

Oración de acción de gra-cias: Pueden leerlas los miem-bros de la familia y a cada invocación responde-mos: Gracias Señor por tu Resurrección. La vida se nos ha dado. La vida es un latido divino.

La vida es triunfo de amor. La vida es superación. La vida es relación y encuentro La vida es donación y entrega. La vida es muerte y más vida. La vida es unión con el todo. La vida es… (Se pueden añadir otras, espontá-

neas).

Bendición de la cena

En el nombre del Padre, del Hijo y del EspírituSanto.Papá: Cristo Resucitado, Tú que eres nuestro Pan

de Vida te pedimos que derrames hoy tu bendi-ción sobre nuestra familia aquí reunida y estosalimentos que nos has querido dar en tu bondad.

Mamá: Tú que naciste en una familia humilde ytrabajadora, que conociste la fatiga y la luchapor el sustento diario, ayúdanos a confiar en laProvidencia del Padre para que seamos capaces

de compartir los bienesque nos regalas conquienes más lo necesi-tan.Hija: Tú que te sentas-te a la mesa de los po-bres y de los pecadores,danos el don de la hos-pitalidad, para recibiren nuestras vidas a losmás pobres, a los quetienen hambre y sed dejusticia, de cariño y depaz.Hijo: Te damos graciasSeñor por tantas bendi-ciones, por confiarnosestos dones que habre-mos de recibir.

Cerramos este mo-mento de la bendiciónde los alimentos,

deseándonos felices pascuas de Resurrección, lopodemos hacer con un abrazo o con otros gestos defraternidad.Cena y convivencia familiar.

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1) Pascua de Resurrección: «No está aquí, ha resu-citado» (Mt 28, 6).Cuando confesamos a Cristo resucitado no deci-

mos simplemente que su tumba quedó vacía, sinoque vive para darnos vida.

Cuando toda prueba se transforma en gracia,toda tristeza y sufrimiento en alegría, todo pecadoen perdón, cuando nos liberamos de todas nuestrasesclavitudes y pasamos de la muerte a la vida, esPascua de Resurrección.2) Pascua de Gloria, porque «¿No era necesario que

el Mesías sufriera todo esto para entrar en sugloria» (Lc 24,26).A pesar de que nuestras luchas lleven tantas

veces al fracaso, a pesar de que nuestras ilusionesno se realicen, y veamos tantas veces que nuestrossacrificios parecen estériles, podemos gritar que lamuerte no es el final absoluto de la vida, que lo quehemos sembrado con esfuerzo y amor en nuestravida se convertirá en Pascua de Gloria.3) Pascua del Señor, porque los discípulos decían

«Hemos visto al Señor» (Jn 20, 25).Llamarle Señor, significa que Él es el funda-

mento, el fin y el destino del hombre, del mundo, yde la historia.

En su resurrección, Jesucristo vuelve de maneraplena, está y vive del todo para Dios y para loshombres, y esta vida es la que Jesús comunica a lossuyos. Él es la salvación ya presente y la salvaciónfutura en plenitud, porque Él es el Señor.4) Pascua eucarística, porque le reconocieron «al

partir el pan» (Lc 24,35).Un pan que no sólo estimula por un momento,

sino que da la vida para siempre. En la Eucaristía,es donde Jesús se encuentra y allí Él habla alcorazón y lo colma con su gracia. Cuando comul-gamos el Cuerpo de Cristo se abren los ojos delcorazón y se ve a Dios en todas las cosas, como losdiscípulos en la Pascua de Emaús.

5) Pascua de la Vida, porque Cristo «ha resucitado deentre los muertos como primer fruto de quienesduermen el sueño de la muerte» (1Cor 15, 20).La vida del creyente no es soledad angustiosa,

sino experiencia compartida con el Resucitado.Ahora sabemos que venimos de Dios, que hemossido hechos a su imagen y que nuestra vocación esla de «reproducir la imagen de su Hijo» (Rm 8, 29).

No podemos buscar entre los muertos al quevive. Nos pueden matar, pero nunca nos quitarán lavida, por la Pascua de Resurrección.6) Pascua santificadora, porque Cristo resucitado

nos ofreció el perdón de los pecados (Cfr. Jn 20,22).Cristo quiso que la Iglesia fuera el signo y el

instrumento del perdón y de la reconciliación que nosadquirió al precio de su sangre por la Pascua Santa.7) Pascua de alegría, porque «Los discípulos, se

llenaron de alegría al ver al Señor» (Jn 20, 20).Los cristianos no somos el pueblo de un muerto,

sino el pueblo de un resucitado. La alegría pascualda su auténtico sentido a toda la vida humana.

Esperanza y alegría son las características de lavida espiritual del hombre. A pesar de las cruces ypadecimientos de la vida, el final siempre inexora-blemente será la alegría victoriosa de la Pascua deresurrección.8) Pascua pacificadora, porque Jesús resucitado

repetía: «La paz esté con ustedes» (Jn 20, 21).Puedes llevar la paz, ofrecer la paz, hacer la paz,

rebosar de la paz que siempre nace de la posesiónde Dios y de su gracia, la tranquilidad del alma, laintegridad del cuerpo, la felicidad perfecta, la segu-ridad del cielo. Paz con Dios, paz con los hermanos,paz consigo mismo, hasta la paz cósmica, porqueCristo es nuestra Paz.9) Pascua misionera, porque Jesús resucitado dijo:

«Como el Padre me ha enviado, yo también losenvío a ustedes» (Jn 20, 21).

17. Decálogo de Pascua


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Quien vive con la Fe Pascual, no puede quedarseimpasible ante el mundo, ante la realidad social,ante la Iglesia. Somos una Iglesia misionera quesale al encuentro del mundo y de los hombressiguiendo el mandato de Jesús «Vayan y hagandiscípulos a todos los pueblos» (Mt 28, 19).

La Iglesia del Señor es tanto más Iglesia cuantomás abierta está a la evangelización del mundo porla Pascua de Resurrección.

10) Pascua comunitaria, porque «Jesús se pre-sentó en medio de ellos» (Jn 20,19).La comunidad es la comunidad de cada uno y de

todos con Cristo. El siempre une.La vida comunitaria no consiste en estar juntos,

o en cooperar como miembros de un equipo a larealización de una determinada tarea de caráctersocial o apostólico, sino en estar realmente unidoscon Cristo y entre sí. La comunidad hace presentea Cristo por la Pascua de Resurrección.

Sección de Cantos

1. VIVE JESÚS EL SEÑORVive Jesús el Señor (2).

Él vive, Él vive, Él vive, vive, vive Jesús el Señor.

Reina Jesús el Señor (2).Él Reina, Él Reina, Él Reina, Reina, Reina Jesús el

Señor (2).

2. JESÚS ESTOY AQUÍJesús, estoy aquí, Jesús, que esperas de mí

mis manos están vacías, qué puedo ofrecerte.Sólo sé que quiero ser diferente.

Jesús, estoy aquí, Jesús que esperas de mí, mis ojostemen al mirarte, quisiera poder enfrentarte.

Amar como Tú amas, sentir, como Tú sientes,mirar a través de tus ojos... Jesús.

Contigo, mi camino es difícil, me exiges abrir un nuevohorizonte en la soledad de mi noche... Jesús.

No, no puedo abandonarte, Jesús en mi penetraste,me habitaste, triunfaste, y hoy vives en mí.

3. LA ANUNCIACIÓNAlégrate, llena de gracia, amada de Dios,

contigo está, contigo está el Altísimo. Salve María,pues Dios te ha elegido a ti, por tu humillación.

Tu seno concebirá, un hijo darás a luz,Jesús le nombrarás. Grande será Jehsua,

hijo del Altísimo, así le llamarán.

El trono de David, Dios le dará, reinará por siempre,y su reino nunca tendrá fin. ¿Cómo podrá suceder

esto, puesto que yo no conozco varón?

Descenderá el poder de lo alto y te cubrirá su SantoEspíritu caerá sobre ti. Por eso al que ha de nacer,

lo llamarán consagrado de Dios, hijo de Dios,Rey y Señor, Jesús será el Rey y Salvador.

María, no temas, pues encontraste favor, delantede Dios. Ecce ancilla Domini, Ecce ancilla Domini.

Hágase en mí según tu Palabra, heme aquí Esclavayo soy de Yahvé, mi Dios, mi Señor. (Jesed)

4. NO ADORÉIS A NADIE MÁS QUE A ÉLNo adoréis a nadie, a nadie más que a Él (2) No

adoréis a nadie, a nadie más, no adoréis a nadie más,no adoréis a nadie más que a Él. (2)

No escuchéis a nadie, a nadie más que a Él (2). Noescuchéis a nadie, a nadie más que a Él (2)

No pongáis los ojos en nadie más que en Él (2)No pongáis los ojos en nadie, en nadie más,

no pongáis los ojos en nadie más,no pongáis los ojos en nadie más que en Él.

Porque sólo Él, nos puede sostener (2)No adoréis a nadie, a nadie más (2)

No adoréis a nadie, a nadie más que a Él.

Porque sólo Él, nos puede sostener (2)No adoréis a nadie, a nadie más,

no escuches a nadie, en nadie más que en Él,no pongáis los ojos en nadie más que en Él. (2)

5. FASCINANTE Y DESCONCERTANTE.Es Jesús de Nazaret, alguien que siempre sorprende,

el que lo conoce entra en un misterio que colmacuerpo y corazón, siempre va más allá,

siempre es inagotable, el que lo conoce sabeque su vida es eterna novedad.

Es Jesús de Nazaret, la esperanza del perdido,al que está seguro, Él lo desconcierta, y compadece

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al pecador, al sencillo se le da, al sabio dejaconfundido, caen las fortalezas, de quien se cree

fuerte, y al débil da seguridad.

Es fascinante y desconcertante,inusitadamente sorprendente, irresistible en todos

los sentidos, ningún lenguaje puede decirlo.

Perturbador de certidumbres fáciles, y de posturasfijas y dogmáticas, critica leyes y cultos huecos,

ningún esquema puede contenerlo.

Es Jesús de Nazaret, vértigo pasión y fuego todo sumensaje, sabe a demasiado, da miedo tanta libertad,puede ser guerra o paz, puede ser venda o herida,

vida renacida, cruz y profecía, es riesgo hasta el final.

El que conoce a Jesús, sabe que es inconfundible,su vida y su palabra, duelen y cautivan, todo en Él

es especial, las máscaras ante Él se caen, su verdades lacerante, pero quien lo acoge,

lo halla compasivo y solidario hasta el final.

6. JESÚS AMIGOHoy te quiero contar Jesús amigo, que contigo

estoy feliz, si tengo tu amistad lo tengo todo puesestas dentro de mí. Después de comulgar me haces

como tú, me llenas con tu paz. En cada pedacitode este pan completo estas, y asi te das.

Estas ahí por mí, porque conoces,que sin ti pequeño soy.

De ahora en adelante nada nos separará, ya lo verás


Hoy quiero comulgar, abrirte mi corazónasi de par en par, eres mi mejor amigo.

Dos, mil años atrás a tus amigos, invitaste a cenar,y ahí les prometiste que con ellos, por siempre ibasa estar. Y ahora cada vez, que el sacerdote eleva

el pan, en el altar, me pongo de rodillasporque sé, que en esa hostia Tú estás.


Hoy quiero comulgar, abrirte mi corazónasi de par en par, eres mi mejor amigo.

Me vuelves a salvar, como lo hiciste en la cruz,en cada misa Tú, repites tu sacrificio.

Hoy quiero comulgar, abrirte mi corazón asi de paren par, eres mi mejor amigo, Jesús.

7. TE DOY GRACIAS JESÚSTe doy gracias Jesús, por haberme encontrado,

por haberme salvado, te doy gracias Jesús.

Hoy ya se el camino y hacia Él me dirijo, es la sendabendita que representa el hijo

Mi amor era pequeño pero ya lo he encontradoy ese pequeño amor, hoy se ha agigantado.

Hoy Jesús es mi guía, Él controla mi viday no hay ser eterno que mi cariño mida.

8. AMARTE SÓLO A TI, SEÑORAmarte sólo a ti Señor, amarte solo a ti Señor.

Amarte sólo a ti Señor, y no mirar atrás.

Seguir tu caminar Señor.Seguir sin desmayar Señor.

Postrado ante tu altar Señor y no mirar atrás (2).

9. DANOS UN CORAZÓNDanos un corazón, grande para amar,Danos un corazón, fuerte para luchar.

Hombres nuevos creadores de la historia,constructores de nueva humanidad,

hombres nuevos que viven la existenciacomo riesgo de un largo caminar.

Hombres nuevos luchando en esperanza,caminantes sedientos de verdad,

hombres nuevos sin frenos ni cadenas,hombres libres que exigen libertad.

Hombres nuevos amando sin fronteras,por encima de razas y lugar, hombres nuevos al ladode los pobres, compartiendo con ellos techo y pan.

10. PERDONA A TU PUEBLO SEÑORPerdona a tu pueblo Señor

Perdona a tu pueblo. Perdónale señor

No estés eternamente enojado.No estés eternamente enojado, perdónale Señor.

Por tus profundas llagas crueles.Por tus salivas y por tus hieles, perdónale Señor

Por tus heridas de pies y manos.Por los azotes tan inhumanos, perdónale Señor

Por los tres clavos que te clavaron.Por las espinas que te punzaron, perdónale Señor.

Por las tres horas de agonía.En que por madre diste a María, perdónale Señor.

Por la abertura de tu costado.No estés eternamente enojado, perdónale Señor

11. CAMINARÉ EN LA PRESENCIA DEL SEÑORCaminaré en presencia del Señor,caminaré en presencia del Señor.

Amo al Señor porque escucha mi voz suplicante,porque inclina su oído hacia mí, el día que lo invoco


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12. JESÚS MÍRAMEAlgo está pasando en este lugar,

alguien que camina entre la multitud, se oye gritar,a la gente, un poder grande está llegando a este lugar.

La presencia del Señor está aquí,es Jesús quien sana a los enfermos,

que da la vista a los ciegos, el que hace hablara los mudos, el que libera a los cautivos, es Jesús.

Jesús mírame, Jesús mírame,ten compasión de mi dolor y mírame.

Jesús mírame, Jesús mírame,sana mi enfermedad y mírame.

13. DAME, SEÑOR TU MIRADADame, Señor, tu mirada y pueda yo ver desde allí.

El día que empieza, el sol que calientay cubre los montes de luz.

Dame, Señor, tu mirada y pueda gozar desde allí.Que el día declina y anuncia las noches

de luna cuando viene abril.

Dame, Señor tu mirada, grábala en mi corazón,donde tu amor es amante y tu paso constante,

tu gesto creador.

Dame, Señor, tu mirada y entrañas de compasión;dale firmeza a mis pasos,

habita mi espacio y sé mi canción.

Dame, Señor, tu mirada y entrañas de compasión, hazde mis manos ternura y mi vientre madura, ¡Aquí

estoy, Señor!

14. MI DIOS ESTÁ VIVOMi Dios está vivo, Él no está muerto. Mi Dios está vivo

en mi corazón. Mi Dios está vivo, ha resucitado, losiento en mis manos, lo siento en mis pies, lo siento

en mi alma y en mi ser.


Oh, oh, oh, oh, hay que nacer del aguay del Espíritu de Dios, hay que nacer del Señor (2)

Prepárate para que sientas (3) el Espíritu de Dios.Déjalo que se mueva (3) dentro de tu corazón.

15. ALTÍSIMO SEÑORAltísimo Señor, que supiste juntar a un tiempo

en el altar, ser cordero y pastorQuisiera con fervor, amar y recibir

a quien por mí quiso morir.

Cordero divinal por nuestro sumo bien, inmolado enSalem, en tu puro raudal de gracias celestial, lava mi

corazón, que el fiel te rinde adoración.

16. DIOS ESTÁ AQUÍDios, está aquí tan cierto como el aire que respiro,

tan cierto como en la mañana se levanta el sol,tan cierto que cuando le hablo, él me puede oír.

Jesús, está aquí tan cierto como el aire que respiro,tan cierto como en la mañana se levanta el sol, tan

cierto que cuando le hablo, él me puede oír.

17. SI CONOCIERAS EL AMORQUE DIOS TE TIENE

Si conocieras como te amo,si conocieras como te amo, dejarías de vivir sin amor.

Si conocieras como te amo, si conocierascomo te amo dejarías de mendigar cualquier amor.

Si conocieras, como te amo,como te amo serias más feliz.

Si conocieras como te busco, si conocieras,como te busco dejarías que te alcanzara mi voz.

Si conocieras como te busco,si conocieras como te busco dejarías

que te hablara al corazón, si conocieras, como tebusco, como te busco escucharías más mi voz.

Si conocieras como te sueño me preguntaríaslo que espero de ti. Si conocieras como te sueño

buscarías lo que no pensaba para ti.

Si conocieras como te sueño,como te sueño pensarías más en mí.

18. DIOS ESTÁ AQUÍ QUÉ HERMOSO ESDios está aquí, que hermoso es,

Él lo prometió, donde hay dos o tres: Quédate Señor,quédate Señor, quédate Señor, en cada corazón.

Quédate Señor, quédate Señor, en mi (2).

19. MILAGRO DE AMOR TAN INFINITOJesús, aquí presente en forma real te pido un poco

más de fe y de humildad y así poder signo decompartir contigo el milagro más grande de amor.

Milagro de amor tan infinito en que Tu,mi Dios, te has hecho tan pequeño

y tan humilde para entrar en mí.

Milagro de amor tan infinito en que Tu, mi Dios,te olvidas de tu gloria y de tu majestad por mí.Y hoy vengo lleno de alegría a recibirte en esta

eucaristía. Te doy gracias por llamarme a esta cena,porque aunque no soy digno visitas Tú mi alma.

Milagro de amor tan infinito en que Tú, mi Dios,te has hecho tan pequeño y tan humilde para entrar

en mí. Milagro de amor tan infinito en que Tu, mi Dios,te olvidas de tu gloria y de tu majestad por mí.

Gracias, señor, por esta comunión.

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20. YA NO FALTA NADA LO TENGO TODOYa no eres pan y vino,

ahora que eres cuerpo y sangre,vives en mí de rodillas yo caigo al contemplar

tu bondad, cómo no te voy a adorar

Mientras te pierdes en mis labios,tu gracia va inundando todo mi corazón,

por esa paz que me llena de alegría mi ser,cómo no te voy a adorar.

Señor Jesús, mi salvador,amor eterno, amor divino ya no falta nada,

lo tengo todo, te tengo a ti (2)

Dueño y Rey del universo como puede ser posible quebusques mi amor. Tú tan grande y yo pequeño y te

fijas en mí, cómo no te voy a adorar.

De rodillas yo te pido que el día cuando tú me llamessea como hoy para mirarte a los ojos y poderte decir

que cómo no te voy a adorar.

BIBLIOGRAFÍA

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AL PAPA FRANCISCO, Exhortación Apostóli-ca, Amoris Laetitia (2016).

VE SAN JUAN PABLO II, Encíclica VeritatisSplendor (1993).

De la webCamino de Cuaresma

goo.gl/fBh82c * (Procura escribir el link tal cual)

Via Lucisgoo.gl/CSX2mt

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Entrenamiento en empatía y escucha activagoo.gl/G7TJWS

Quien escucha a Dios escucha a Jesúsgoo.gl/G5Z3Ao

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Los malos vecinos (cuentosparadormir)goo.gl/sEkoXN

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La necesidad del discernimientogoo.gl/77vLkR

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María mujer de la escuchagoo.gl/fNjmRB

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Papa Francisco, Homilíadel miércoles de Ceniza

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Mons. Francisco Cerro Chaves,Obispo de Coria-Cáceres,

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comisión de pastoral profética12. camino de cuaresma para adultos 13. bienaventuranzas cuaresmal...

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