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comercio exterior VOL. 46, NÚM. 4, ABRIL DE 1996 o

Pu blka<ionn"n ' ual <~liada por la Gaen <:101 d< la Re' i"a Co- ~ mt•n ·io E.rrt •rior del n :ttll'o Na~o: i l lllal Jl· Co nt ~ rt· io E\ ll'rin r. J,

CO~ I I TÉ EDITOR IAL Ju a n Pabl o Arroyo Oni z Car los Bazd resc h Parada Ja vier Beri stain lturb ide Anu ro Fe mández Pérez Da vid lba rra ivluii oz Mario Ojeda Gómcz Gu stavo Romero Ko lbeck Fran cisco Suáre z Dáv il a Ho mero Urías Brambila

GERENCIA DE LA REVISTA COMERCIO EXTERIOR Gerente Ho mero U rías Brambi la S ubgerentes Rafae l Go nzá lez Rubí Serg io Hemández Clark Redacción e información Alfredo Castro Esc ud ero. Alma Rosa Cru z. Alicia Loyo la Campo s, i'vla . Antoni eta Pé reL. Agu stín Rui z. Anto ni o Sa lin as Chávez · . Alfredo Sa lo món Edicián Enriqu e Pércz Ve ra i'vla. Esther Jacq ues Medina. Pilar i'vlanínez

1eg rete Dcf'fis. Mi guel Ángel Ra mírez Distribución An gé li ca González C .. Le ti cia Manínez Senicios secretaria /es y de apoyo Antoni a Ca rdona Rcy na. Eli zabeth Garda Ti naje ro . Alfredo Gon zá lez . Ángeles Marín Anco na Asesores Emilio Alanís Patiiio. Jorge Eduardo Navarrete

Comercio Exteriore s una publi cac ión abiena al debate. Ad mite. por tanto. una amplia ga ma de ideas que no coincid en necesariam ente con las ck l Bancomext. La respon sabi li dad de los tra­bajo' firmado s es de sus au tores y no ele la i ns­~ t u c i ó n. excepto cuando se i ncl ique lo co ntrari o.

Pueden reproducirse material es mencionando la fueme. En libros de di stri bución comercial se re­quie re au tori zac ión de los autores y de Comercio Extaior. El Banco acional ele Comercio Ex teri or, sxc .. se rese rva el derec ho de difund ir por medios ma~né ti cos o fotogrMicos el contenido ele la rev is­ta . lmpresa en JmjJrenta Ajusco. S. A. de c.v . José ivla.Agrecla y S;ínc hez 223 . 06820 Méx ico. D.F. Autorizada como publicación peri ód ica por el Ser­vicio Postal Mex icano (Sepomex)con elnúmerode reg istro O 1 O 1062. Di stribu ida por Sepomex. 1 ctzahualcóyotl núm. 109. Centro. 06080 Méx ico. D.F. Carac terísti cas: 218-n 1108. Certi ficados de li ci tud ele títul o (núm . 11 93) y ele contenido (mí m. 657) ex pedidos por la Comisión Calificado­ra ele Publicaciones y Re vistas Ilustradas e12 de ju­lio de 198 1. Número ele Reserva de Títu lo: 248178. Aparece el último día de cada mes. Di stribución gratu it a. Ge rencia de la Revista Co 111ercio Exterior, Camino a Santa Teresa 1679. pi so 8, Jardines del Pedregal. 01900 Méx ico. D.F. Tc ls.: 327 6220 y 327 6000. ex ts.: 6655 y 6565: fa x: 327 62 14. Co­rre,poncl encia: A.P. 2 1 258 .04 100 México. D.F.

------------------------------Internet: tclnet redco.ucol.m.r: log in : gopher; pas"vord: gopher. ~ c-mai l: 7-f 173 . 1.f47 @compuservc.com

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308

LAs GRANDES EMPHESAs EN EL coMEHCIO EXTER IOil DE MÉx ico , 1983-1994 Femandoj. Cbávez Gutiérrez ...............

Se presentan los resultados del an:í lisis de la base de datos que cada aiio. desde 1983. publica la revista E\jHmsiÓII. Dicha base es producto de una muestra y no de un censo y permite que la unidad de aná li sis sean las principales empresas exportadoras e importadoras de .\l éx ico. Si bien esa fuente pudiera se r ob jetable. el autor sostiene que es la ún ica que de manera sistemática ha dado cuenta de las tendencias del comercio exterior por empresa,. por giro económico.

l i\VERS IÓi'i DE CAHTERA Y SECTO R EXTER\0 E\ LA ECO \OMÍA 1\tEXICA\A

Eugen fa Correa .J' Ricardo Calvo ................. Se ex amina la función de los flujos de capital for:ín eo en el fina nciamiento del défic it ex terno en los últ imos a ti os. así como el comportamiento de 1 a inversión de ca rtera de ex tranjeros. Se pretende, asimismo. identificar los cambios en las expecta ti vas de los inversionistas del ex terior con respecto a la si tuación económica de ,\léxico v sus efec tos en la irrupci ón de la cri sis fin ancie ra. Con ta l fin se analiza el pape l de las agencias ca lificadoras en los períodos de auge v contracc ión de dichos fluj os durante 1994.

M ÉX ICO: VALUACIÓ\ DE LA MO NEDA Y SOSTENIBII.IDAD DEL TIPO DE CAMB IO

Raúl Morales Castaiieda

El autor examina la doctrina de la paridad del poder adquisitivo 1' las interrelaciones del índice de va luación , el tipo de cambio real v el índ ice de cambio real. Revisa dos conceptos de sobre v subdevaluación para exp licar la experiencia mexicana de mediados de los ochenta y ana li za, asi­mismo, la relación general entre sobredevaluación v sostenibilidad del tipo de cambio para explorar el caso del peso mex icano en los primeros atios del decenio en curso.

EL EFECTO DEL TIPO DE CAMB IO EN LAS EX POHTACIONES MA NU FACTURERAS DE

M ÉX ICO

Miguel Ángel Mendoza G.

La política cambiaria tiene repercusiones en la exportación de bienes industriales de ~ léx i co. Para determinarlas se utili za una función din ámica v no lineal, con datos de l período de 1970 a 1984. Ésta revela los efectos en el co rto y el largo plazos, los cuales dependen, entre otras cosas, del tipo de deval uación instrumentada.

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313 CAMBios ADAPTATIVOS EN LAS EMPRESAS HOTELEilAS DE AcAPULco

julián Miranda Torres

Para so brevivir las empresas han de afrontar cambios . El autor des taca tres fac tores que los propi­cian en los hoteles de Acapulco: la situación económ ica del país, el mercado turísti co y la tecnología de la in formación. Medi ante un estudio de campo se determina el alcance y la profundidad de las transformaciones que, como reacción a aqué llos. se han suscitado en la tecnología, la calidad de los servicios, los sistemas adm in istrati vos y la gest ión de personal de los hoteles.

321 ÜPr.IONES FllENTE A LA cntsts DE M Éx ico

Arturo Gut:llén R.

Se presentan di versos elementos que explican la irrupción de la crisis mexicana, des tacando la presencia del viejo problema estructural de la restricción externa y del papel del endeudamiento. Se pasa revista a la política económica actua l, así como a la situación económica general, para fin al­mente pergeñar las líneas fundamentales que debiera inco rporar un a estratregia de desarrollo que permita conciliar estab il idad macroeconómica, crecimiento y equidad distributiva.

329 L As EXPORTACIONES CENTROAMEIHCANAS A E sTADos U Nmos, 1990-1994 Ricardo Zapata y Enrique Dussel Peters

En los primeros años de este deceni o la estructura de las exportaciones de los países centroameri ca­nos a Estados Unidos se modifi có notablemente. En el artículo se destaca la dinámica evolución que han tenido las de productos textiles y de confección, en contraste con las de productos tradic ionales. El lo ha sign ificado cambios en las relaciones comerciales entre ambas partes.

338 RECUENTO NACIONAL

341 R ECUENTO LATI NOAMERICANO

344 SuMMAiliES or AnTICLES

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Las grandes empresas en el comercio exterior de México, 1983-1994 • • • • • • • • • • FERNANDO J. CHÁVEZ GUTIÉRREZ•

En la mayo ría de los es tudios general es o especí ficos sobre el sec tor externo de l país la unidad de aná li sis la constitu­yen los sec tores eco nómi cos. Esto se expli ca porque el

s iste ma de informac ión oficia l, es tadísti ca y doc umental, pre ­senta de esa forma los res ul taclos de l comerc io ex terior. Por e llo . el seguimiento de las po i íticas co merc ia les, por eje mplo. no in­cluye eva lu aciones ele las reacc iones y los resultados de aqué­llas entre las e mpresas según su tamai1o. Los responsables ele medir la eficac ia de ta les políti cas di sponen de algunos indicado­res económicos y finan c ieros indirec tos que les permite n cono­cer de manera general e l grado y la cobertura en que sus metas y objeti vos se concretan e n las e mpresas ele bi e nes y se rv ic ios según su tamaño y los sec tores eco nómicos en que se ubi can. Sin embargo, esos es tudi os no son s istemáticos ni públi cos.

A sí, al no ser la e mpresa la unidad el e análi s is y ele c ue nta ele la acti vidad econ ómi ca en las es tadís ticas oficia les, prácti­camente no se rea l iza una evaluación s istemáti ca ele sus te nden­cias ex portadoras o importado ras po r g iro eco nó mico. lo que a me nudo deja luga r só lo a la infe re nc ia o la conj e tura so bre e l compo rtami ento ele las e mpresas ante las es trateg ias de comer­cio exterior.

Para contribuir, aunque sea parcialme nte , a subsanar esa in ­sufi cie ncia , en es te trabajo se presentan los resultados de l aná­li s is ele la base ele elatos - deri vados ele una muestra y no ele un censo- que desde 1983 publica anualmente la rev ista Expans ión ,

cuya unidad ele análi s is son las principales empresas exporta-

* Profesor-in ves tigado r del Departa111en10 de Econo111ía de la Uni ­vers idad AutÓIIOIIW M etropoliwna. Unidad A:capot::.alco. El autur ag radece la asistenc ia d e K aria Rwníre::. Mr::.a en la btísquedu r pru­cesa llli ento dr la info rlllac ión eswdística r docu/1/enta l. así con1 o a Enrique Chao y Ca r111 en Ag uila r de Expan sión p o r los lliÍlll l'ros qu e propo rciona ron de esa re 1•isw. Por supuesto. las op iniones l'ertidas son responsabilidad del a utor. E- 111uil:fcg@ hp 9000a l.uilln .nl.r.

doras e importadoras de l país . Es posible que esta fuente resul­te o bj e tabl e para muchos in vest igado res y tal vez ex istan razo­nes técnicas ele peso que los as istan. Empero, aquí se considera que es la única fuente que ele manera s iste mática ha informado desde hace más de un deceni o sobre las tendenc ias de l comer­cio ex te rior por empresa y g iro econó mico. Cabe des tacar que es ta información puede se r ele mayo r provecho s i se anali za y ordena tomando en e u e n la las es tadísticas ofici ales, pues en ellas se loca li za n las refe re nc ias indi spensables para dotar ele c ierto contex to mac roeconó mico a la informac ión ele comercio ex te­rior que se cle ri va ele la mues tra ele e mpresa que aquí se e mplea.

EFECTO DE LAS PRI NCIPALES EMPR ESAS EXPORTADORAS

E IMPORTADORAS E ' EL SECTOR EXTERNO

En la actual idacllos principal es agentes econó mi cos que clan suste nto a las estra teg ias de comercio ex terior emprendi­das desde 1983 son las graneles empresas, independie nte­

mente ele sus fo rmas o rga ni zati vas (tradi c ionales o modernas), su s moclaliclacles para co mpetir e n e l me rc ado nac ional e in­ternac ional ( compe titi vas, oligopólicas o monopól icas) o los orígenes ele su capital (estatal es, pri vadas nac ionales o transna­c io nales) . La trans ic ió n de una eco no mía se mi ce rrada a otra abierta , mu y marcada por un proceso ele integrac ión comercial hete rogéneo y ace lerado con Norteamérica (Es tados Unidos y Canadá). 1 debe ana li zarse to mando e n c ue nta el pape l parti-

l . Fe rn ando Chávez G .. ·'La ape rtura mex ica na: tendencias por ac­ti vidad y tipo de empresa". en Jorge Al cocer (coord. ), Mé.rico-Estado.1· Unidos: l'ec ino.\ r socios. Un análisis por secto res-" reg iones econó ­lllicas. CEPNA-N uevo Horizon te Ed itores-Fund ac ión Eberl. México , 1993. pp. 157-222.

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cul arde lasgretndesempresas (GE) en la nu ev et in ~e rc i ónmex i ­

ca na en e l co mercio intern etc ionet l. La fuerte pa rti cipac ión de aquéll as ha dado luga r a un et ampli a d isc usión sobre la e fi cacia y oportunidad el e las po líti cas in du stria les que acompa ñaron la ape rtura comercia l. roela vez que las GE han sos tenido e l auge ex portador dejando m u y lejos a las peq ueiias y me di a nas empre­sas (PYMES), o bj eti vo pri orit ari o. al menos fo rmalmente. ele la polít ica indu stri al el e los últimos a1'íos. La brecha entre unas y otras no ti ene que ser permanente ni crec ie nte, pues las PYMES el e otros países han obse rvado un comportam ien to ac ti vo en la ge neración el e d ivisas que no ti ene por qué desca rtarse en el fu ­turo de l comercio internetc ional el e Méx ico.

En lo que s igue se co mprueba la importancia el e las princi­pales empresas export adoras e importadoras (PEEI) en e l tota l del comercio exte ri or, así como sus tendencias rec ientes. No debe ex trañar que en es ta parte se corroboren ciertas ideas plantea­das en los análi sis basados en las cifras o fi ciales del co mercio ex teri or. puesto que és tas -sea sobre sec tores económicos por tipos ele bi enes o por capítul os ele la tet rifa arance lari a- re fl ejan e l mov imi ento el e las e mpresas merca ntil es. la cé lula mi cro­económi ca de l sis tema eco nómi co nacional y la uni dad ele aná­li sis en que se basa es te trabajo.

¿Cuál es la incidencia de l co merc io ex teri or el e las PEEI en e l interca mbio tota l del país?¿ Qué pa rte de l cl esequi 1 ibri o comer­cial podría ex plica rse por la parti c ipac ión y la dinámi ca ele es­tas empresas? Las res pues tas deben se r prec isas , a fin ele es ta­blecer los escenarios reales en que se han desp legado las políticas comerciales, el e prec ios . ca mbiari as. fi scales . crediti cias. reg io­nales, etc., ele los últ imos ai'ios, fo rmuladas con base en su pues tos que no necesa riamente co inc iden con el peso y las formas de operación ele los d iferentes es tratos el e las empresas en Méx ico. parti cul armente e n la esfera de l comerc io ex terior. Es dec ir. cuando se han pl anteado las po líti cas de l sector ex te rno para apunt alar el nuevo modelo económi co se han omi tido las d ife­rencias in tersec to ri ales e interempresa riales . debido a que la apli cac ión del principio de genera li dad desconoce la neces idad ele manejar grados ele di sc rimin ac ión y se lec ti vidad en la de­finici ón ele objeti vos y metas. Por esa razó n las fu erzas del mer­cado son las que prác ti camente han dejado su i mprontet ordenadora en los sec tores y las empresas el e la plant a producti va .

De 1983 a 1994 la dinámi ca del co mercio ex teri or ele Méxi­co fue mayor que la de l prod ucto y la de l e mpleo. Esto no es por sí mi smo saludab le para un dese m peiio mac roeconóm ico eq ui ­librado. Dicho de otra manera: e l au mento de lets exportac iones ele bienes y servicios como incli caclorcle la ex istencia ele un nuevo núcleo ele ac umul ac ión só lo puede se r un a condic ión neceset ri a pero no sufic iente para mantener la economía en condi ciones de un crecimi ento eco nómi co sos tenido. es tab le y equitati vo .

Si se supone qu e el comercio ex teri or total del país es s im­plemente la suma del que real izan las GE y las PY iviES. el comercio correspondi ente a es tas últi mas só lo se rá la diferencia entre uno y otro. La si mpl iciclacl del su puesto no qui ta va li dez a los sigu ien­tes señalami entos decluc ti vos o conj eturales .

Al co mparar la evo lu ción de l co merc io ex teri or total (suma el e ex portaciones más importaciones . exc luye ndo maqui lado­ras) el e las PEEI según ela tos ele la revista E.rponsión. con la del total nac iona l según cifras del Ba nco el e Méx ico. des taca que la

las grande> empre>a> en el comercio ex lerior ele méx ico

di námi ca de es te últim o ha sido superi or. De 1983 a 1994 el pri­mero tu vo una tasa medi a anual ele crec imi ento (TMAC) ele 5 .2%, frente a 1 0.6 o/c del segundo. Conviene reconocer en es te perío­do dos fases o e tapas sexenales. pues aunque en ambas se im­pul só la apertura al co mercio ex teri or y la in ve rs ión ex tranj era co mo dos aspec tos sustanti vos del nuevo patrón ele desa rroll o económ ico. entre e ll as hay diferencias en 1 a el i námi ca comercial ex tern a que se asoc ian a cada un a ele las fases que conv iene ana­li zar por separado.

En 1983- 1988 el comercio total ele las PEE I fue errático, al pun to que el último afio de l período dec rec ió 17.3 % en relac ión con 1983; en el quinq uenio la TM AC fue ele -3 .7% ,' en tanto que la del total nacional fue el e 4.9%, a pesar de l descalabro que en 1986 provocó la abrupta red ucc ión de l prec io de exportac ión del petróleo. De 1988 a 1994 ambos comercios tu vieron un dinam is­mo s in precedentes: 13.3 % e l el e las PEEI y 15.4% la de l país (véase e l cuadro 1 ). La apertura co mercial se aceleró y sus re­sult ados, só lo vistos con es tos indi cado res e independi ente­mente el e sus costos fin ancie ros.-' da n cuenta el e una nueva si­tuac ión de l sec tor ex terno mex icano. el cual se anali za rá par­c ialmente en es te trabajo.

La des igualdad en la din ámi ca de ambos co mercios en esos once a!'i os condujo fina lmente a que la proporción del tota l el e las PEEI respec to al total nac ional fu era cada vez menor: en 1983 representaba 75.5 %: en 199 1,49 .2%, y en 1994,43.4%, coefi­cientes el e gran signi ficac ión. Aunque la tendencia a la baja no es constante, pues hay altibajos en algunos años del período , sí es c lara y persistente. Confo rm e a los datos. es to signifi ca que las GE s iguen dom inando e l comerc io exteri or de l país (pues la mayoría ele las PEEI se ubi can en ese es trato ). au nque con un peso relati vo menor. Ello reve la im portantes cambi os cua litati vos en el sector ex terno mex ica no que es necesa ri o interpretar y que pa rece n asoc iarse al proceso el e apertura in iciado a mediados ele los oche nt a.

El desce nso el e los po rce ntaj e~ ele la parti cipación de las PEEI en el comercio tota l indi ca un aum ento ele la im portanc ia el e las PYMES . en sec tores tanto nuevos co mo trad icionales, lo cual no so rprende en condi ciones ele una apertura comerc iet l ampli a y ace lerada. Las GE, pocas y con graneles rec ursos en e l aparato prod ucti vo nac ional. pa rece n haber cedido un a porción ele los mercados intern aciona les a las PYM ES , que son muchas y con pocos rec ursos ." La transición producti va y comercia l que se abrió con los cambi os es tructura les qui zá se re fl eje parcialmente en estos datos. ya qu e apu ntan a un cambi o en el patrón el e in ­dustri a li zación y co mercio ex te ri or el e Méx ico. La concurren-

:2. Como no se ti enen los da1os de las PEE I desde 198:2. el período ele gob iern o el e Miguel el e 1;¡ Mad ri d se prese nt a co mo si hubiera sido qu inquenal. Es ta res tri cc ión se exp li ca pa ra ev itar confusiones . pero sin descalifi car o ex el u ir la noción sexenal ele los res ult ados del comer­cio ex teri or que aquí ~e anali zan enl re 198J y 1988.

:l. Fern ando Chüvez G .... Co lapso cambia ri o y cri sis rinanciera ... El Cor idion o. Uni ve rsidad Autó no111 a Met ropo li tana-Azcapo tzal co. Méx ico. marzo-abril ele 199:".

-t. La co nn otac ión del térm in o recursos que aquí se prese nt a es ampli a e inclusiva: se refi er·c a los de cadc ter financiero y de comer­cia li zación. 1ec nológ icos. ge rencia le >. labo rales y ele capaci1 ació n. c!cé tera.

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co111ercio exterior. ab ril ele 1996 269

e u A D R o

IVhx lco: co~ I EI<CIO EXTE IUOI< roT .II . y DE LI S I'IU :\C II ' .·II .ES D II' I<ES.·I S EX I'OHT.IIJUI<AS E ""'O IHA IHHLIS (I'Eu1

) , 1983-1994 (,111.\. 0:\ES DE OOLAI<ES

C'O illl \E :\TES) 2

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• Tota l

PEEI Nocional PE E/

(A) ( 8 ) (C)

1983 23 180.20 30 863. 00 15 644.40 1984 24367. 10 35 450.00 16 379.50 1985 24 699.90 34 876.00 14 485.50 1986 15 588.30 27 463.00 7 573.30 1987 20 052.90 32 879.20 1 o 246.50 1988 19 160.00 39 29 1 .00 8 576.60 1989 2 1 824. 10 48 280. 20 9 759.70 1990 25 188.00 58 110.30 1 1 676.20 199 1 28 708.40 58 304.30 1 1 664.20 1992 3 1 946.00 75 708.00 9 426.50 1993 3 1 28 1.00 78 956.50 1 o 725.00 1994 40 589.00 93 493.00 1 o 845.00

J. Pr incipa les empresas ex portad oras e import adoras. 2. No inclu ye maquil ndora s.

Sa ld os Nacional

(D)

1376 1.00 12 942.00 8 45 2. 00 4.599.00 8 433.40 2 024.20

- 2 595.60 - 4 4H50 - 4063.70

- 20 677.00 - 18890.70 -24 267.00

Diferencia d e sa ldos (D- C)

- 1 883.40 - 3 437.50 - 6 on5n - 2 974.30 - 1 8 13. 1 o - 6 55 2.40

- 12 35) 30 - 16 109.70 - 15 727.90

1 1 251.00 8 166.00

13 422.00

Participac ión de las PE E I en el nacional

(A/B)

75 . 11 68.74 70.82 56.76 60.99 48.76 45.20 43.35 49.24 42 .20 39.62 43.4 1

Fuentes: Elaborac ión prop ia con base en la re,·ista Expansián . , ·ari os números: Real idad ecvn ómictt de Méx ico . tvlac ro Ase soría Económica. S.C .. 1995 . y Banco de rvtéxico .

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

cia de las PYMES en los mercados mundi ales se presenta como un fenómeno nuevo con algunas impli caciones y costos para el funcionami ento del modelo económ ico emprendido desde 1983.

Un indicador parcial y signifi ca ti vo de tal es cos tos se obser­va en la balanza co mercia l, que pasó de superav itari a en 1983-1988 a crec ien temente deficitaria de 1989 a 1994 . El desequi­libri o ex terno, visto a través de los sa ldos comerciales, ha s ido una constante en la economía mex icana en la mayoría de los años en que el producto ha reg istrado tasas positi vas (a ltas o bajas), que fue lo que suced ió en el sexeni o anterior. El excedente comer­cial alcanzado en el gobierno de De la Madrid obedec ió más a las políticas contracc ioni stas y reces ivas que al despliegue de es tra­tegias expansivas dotadas de prácticas exportadoras eficaces .

En 1983, año de un severo aj uste externo y una estabili zac ión monetaria de ori entación reces i va. el superáv it comercial fue ele 13 761 millones de dólares (s in incluir las maquiladoras) . Ese signo positi vo se mantuvo, au nque con un a tendencia descen­dente, hasta 1988. cuando el sa ldo fu e de 2 024 millones de dó­lares , apenas 15% del superáv it de 1983. La presenci a de supe­rávit se acompañó de tendencias reces ivas en el producto y el empl eo, así co mo de fue rtes pres iones infl acionarias. La com­binación de tales tendencias con la pérdida gradual del excedente comercia l de la balanza ele pagos fue una caracterís ti ca mac ro­económica de ese período, lo que expresa una parte de las difi­cultades de conso lidación del modelo económico aperturista .

En ese entorno cayó la presencia del comercio de las PEE I en el total nac ional y aumentó la importancia de las PYMES , lo que al parecer incidi ó en el surgim iento de dos fenóme nos comple­mentarios: la reducción del superáv it comercial, primero , y la aparición del déficit comercial , después, lo que re fl eja parte de los costos ele la tran sición producti va y comercial. La creciente presencia ele las PYMES en el comercio exterior en la fase de reac­ti vación económica ( 1989- 1994 ), más por la vía ele las i mpor­tac iones que de las exportac iones, contribu yó al resurgimi ento

del deseq uilibri o comercial. En la se rie es tadística rev isada, en ningún año las PEEI arrojan resultados defic itarios : el superá­vit más alto se alcanzó en 1984. con 16 379 millones de dólares y el más bajo en 1986, con 7 573 millones como se observa en el cuadro l . Al mi smo ti empo, la balanza comercial nac ional re­gistró sa ldos superavitar ios menores de 1983 a 1988 y defi­citarios el e 1989 a 1994, con un sa lto espec tacular en 1992.

En los años en qu e la diferencia entre e l sa ld o comercia l superavitario ele la economía nacional y el ele las PEEI fu e nega­tiva , parec iera que és tas finan ciaban el déficit (implícito) de las PYMES , generando además un superáv it comercia l para la eco­nomía en su conjunto. Esto se observa co n claridad en 1983-1988, cuando se regis traron superáv it en el comercio total del país y mayores aú n en el ele las PE EI. La apertura de la econo­mía , formalmente igual para toda s las empresas, lo mismo que la política cambiaria ele estímulo a las exportac iones, en los he­chos las ap rovecharon inicialmente só lo las GE -es trato en que se ubican la mayoría de las PEEI de cada muestra anual-, cuyas redes de comerciali zac ión y fuentes de financiamiento , entre otras cosas , lo hici eron posible. La pasividad general de las PYMES en las fases inicial es ele la apertura no trascendió , pues la magnitud del exceden te comercial ele las PEEI dio para mu­cho: cubrir con creces la inserci ón defi cita ri a de las PYMES en la economía mundial y además generar un superávit comercial nacional.

De 1989 a 1994 coex isten saldos superav itari os de las PEEI y deficitario del país, lo que sugiere que el monto de l déficit ele las PYM ES crec ió más que el superáv it de las PEEI hasta e l pun ­to en que surgió el déficit comerc ial de toda la economía, alcan­zando en 1994 una cifra récord de 24 267 millones de dólares. La modesta react ivac ión de la economía en el período 1989- 1994 generó de inmediato , como en el pasado proteccionista, el des­ee¡ u i 1 i brio ex terno que cobró fuerza con la entrada en vigo r del Tra tado de Libre Comercio de Amér ica del Norte (TLCAN) .

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270 las graneles empresas en el comerc io ex teri or ele méx ico

e u A D R o 2

IVI ÉXJ c o : EX POH TAC IO'IES E 1\II'OnTAC IO'IES :-< .-ICIO:\ -IL ES Y DE L.-I S PJ·:EJ, 1983-1994 ( .IIIL ES DE ll ÓLAilES co nn JE'ITEs) 1

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• •••••••••••••• •••••• Ex portaciones Importaciones

Pa r1 ici1wción Núme ro Parlici1wción JVt ím ero I'EE' Nac ionales-' de las I' EE de PEE PE!' Nacio na/e5/ de las !'El de PE/ lA) (8) (A/B ) (mu es tra) (C¡ (D) (C/D) (mu estra)

198 3 19 4 12.3 22 3 12 o 87 00 200 3767 .9 8 55 1.0 44.06 200 1984 ~o 373.3 24 196.0 84 .20 200 3 993.8 11 254.0 35.49 200 1985 19 592.7 2 1 664.0 90.44 248 5 107.2 13 2 12.0 38 66 288 1986 1 1 580.8 16 03 1.0 72.24 274 4 007.5 11 432 .0 35. 06 347 1987 15 149 .7 20 656.3 73.3 4 31 7 4 903.2 12 222.9 40 . 11 34 1 1988 13 868 3 20 657.6 67. 13 32 1 5 29 1.7 1 S 6334 28.40 360 1889 15"79 1.9 22 842.3 69. 13 293 6 032.2 25 43 7.9 23.7 1 35 1 1990 18 432. 1 26 838.4 68.68 267 6 755.9 3 1 27 1.9 2 1.60 337 199 1 20 186.3 27 120 3 74.43 287 8 552. 1 3 1 184.0 27.33 363 1992 20 686. 0 275 16. 0 75. 18 258 11 260.0 48 193. 0 23.3 6 362 1993 2 1 003.0 30 032.9 69.93 235 1 o 278.0 48 92J.6 2 1.0 1 339 1994 25 7 17. 0 34 6 13. 0 74.3 0 282 14 872. 0 58 880. 0 25.2 6 397

l. No incluye maquilndora s. 2. PEE : pr in ci pal e~ emprc~ a s exponadoras. PE / : pr incipa les empresas e.xpo rt nd oras. scg Lí n dat o~ de Expml.'iidn. 3. SegLí n el Banco de M éx ico. fu ent es: E laboración propi a con base en la rev ista E.r¡wnsión. \'ari os números: Realidad ecO II Ú IJii Cll de México. Macro A sc ~o ría Eco n ó mi c ;~ S C. 1995 . y Ban co de M éx ico .

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

Desde cierta perspec tiva es ta situación ti ene mucho que ve r con que en el proceso de apertura las PYMES mantu vieran un a inser­ción pasiva en el mercado mundial. tal vez por la ori entac ión de las políti cas i nclustri ales ele fo mento ele esos años. Las PYMES comenzaro n a tener una parti cipac ión crec iente en el co mercio total de l país, fundam entalmente por e l lado de las importa ­cion es, pues su ca pacidad ex portadora no mos tró resultados trascendentes . S in embargo , la natural eza del cl esequi 1 ibri o ex­terno - nuevo , por es tar asociado al modelo eco nómi co apertu­ri sta- también puede relacionarse con algo que parece re levante en es te marco y qu e se co mbin ó con e l co mportami ento de­ficitario el e las PYMES, dada su in serción pasiva en el comercio internaci onal. Ese algo es la pérdida ele din ami smo exportador ele las PEE (prin cipal es empresas ex portadoras) en el período 1983 - 1988 . debido princ ipalmente a la ca ída el e los precios del petró léo qu e di sminu yó e l va lor ex portado por Pemex . el e la mayor importancia en el se lec to gru po el e las PEE. En ese lapso las ventas ex ternas el e es tas empresas cayeron 28 .6%. en tanto que las importaci ones ele las PEI (principal es empresas impor­tadoras) c rec ieron 40.4%, sin que es to se tradujera. co mo se señaló, en un sa ldo defi citari o (véase el cuadro 2). En el perío­do 1988- 1994. si bi en se e levó notab lemente e l din ami smo ex portador el e las PEE (co n un a TM CA ele 1 0. 8o/c ). és te se quedó muy por debajo de l dinami smo importador el e las PEl (con un a tasa me el i a el e 16 .6'7c ). s in qu e se ll egara a procluci r un saldo co­mercial de fi citari o.

El sec tor ex tern o mex ica no reg istró défi cit comerciales ele gran magnitud en e l nuevo pa1rón el e comercio ex teri or una vez que se reac ti vó la eco nomía. aunque a tasas inferi ores a las ob­se rvadas en el pasado protecc ioni sta . Di ve rsas prev isiones para ese sec tor no se cumpli eron porque se combi nó e l decrec í miento del saldo co mercial superavitari o ele las PE El co n el aumento de l défi cit ele las PYMES. Detrás ele esns tendencias ex isten va ri as y complicadas ex plicac iones que no son objeto el e an áli sis en este

trabajo. Empero. ele todas ell as vale la pena destacar escuetamen­te la que parece gravitar con fu erza en los magros resultados del sector ex tern o, parti cul armente en el período 1989- 1994: la in adec uac ión ele las PYM ES para enfrentar por sí so las los desa­fíos ele la apertura económi ca en un escenario de reac ti vación productiva (aún modes ta ). debido a una política industri al que no pudo sa l vaguarclarl as del ri guroso y rápido proceso de com­petencia abierta con el ex teri or. Otra cues ti ón relevante que atañe al co mportamiento de las PEE l se refi ere a la importancia dife­renciada ele los mercados interno y ex terno para e l desarrollo ele las graneles empresas.

La pérdida el e 1 dinami smo ex portador ele las PE E no se tradujo en una caída tendencia! ele sus ve ntas nomin ales totales, aunq ue en la primera fase hayan tendido hac ia e l estancamiento (véase la gráfi ca 1 ). Es ta situació n es congruente co n la es tructura ele los mercados ele demanda que ti enen es tas empresas . pues acle­más el e las ex portac iones es tán , obviamen te. sus ve ntas en e l mercado interno. Éste. con tra lo que se supone con frecuenci a, sí ti ene una pape l primordi al en el desarroll o corporativo. Esto se observa con claridad el e 1989 a 1 994. cuando la reac tivac ión el e la economía es tu vo prese nte (véase la gráfica 2).

Las ve ntas internas no han sido irreleva ntes. como podría suponerse en primera in stancia dado e l ali ent o que se les dio a las PEE en los diferentes programas exportadores y por las con­tracc iones seve ras ele !mercado interno. resul taclo el i rec to ele las po líti cas eco nómicas ori entadas a frenar el consumo y la in ve r­sión para garanti za r la transferencia de rec ursos hacia el ex te­ri or. co mo ocurri ó en el período 195\3 - 1988. 5

5. Vlncli mi ro Brai !01·sky. ··Las i m pi icacio nes macroeco nó m icas de pagar: La po líti ca eco nómi ca ant e la ·cri s is · el e la deud a ex te rn a en l\1léx ico. 1982- 1988". en C. Bazdre sc h. N. Bucay. S. Loaeza y N. Lusti g ( L'O mps. ). /v!é.1ico: auge. crisis1· a;u.\"ll'. Lec tura s ele El Tri111 es1re Eco· JI(Í IIIim . núm . 73 . 'o l. 11. pp. 105 - 127.

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comercio exterior, ab ril de 1996

De 1984 a 1994, de las ventas totales de las PEE, más de 51 % fueron internas, al ti empo que sus exportaciones perdieron im­portancia, al punto de que en 1991 , por ejempl o, representaron 35% y las ventas inte rnas , 65 % . Esta tendencia se mantuvo en el pe ríodo , excepto en 1993, cuando repuntó la importanc ia re­lativa de las exportaciones (véase la gráfica 2).

La brecha entre los niveles de las ventas internas y las ex ter­nas de las PEE se amplió a partir del bieni o 1987- 1988 debido al desplome de l prec io de exportación de l petróleo, que produ­jo un co lapso en el secto r externo y amplió la importanc ia del mercado interno como plataforma de creci miento de las PEE. En e llo también influyó la puesta en marcha del Pacto de Solida­ridad Económi ca (PSE), que di o inic io a un a po lítica antiin­fl ac ionari a de orientación heterodoxa y es tuvo vigente en sus términos originales hasta final es de 1994. La contención del cre­cimiento acelerado de los prec ios por medio de los pactos al parecer elevó la importancia de l mercado interno para las PEE (véanse las gráficas 1 y 2). Estimaciones recientes de ca rácter macroeconómico indican que de 1988 a 1994 di sminuyó e l peso relativo de la demanda ex terna en la agregada, lo que corrobo­ra en buena medida la importanc ia que adquirió e l mercado in­terno para las PEE.6

G R Á F e A

MÉXICO : VENTAS TOTALES, EXPORTAC IONES V EN EL ~ I EH CADO INTEHNO DE

LA S PRINCIPALES E~IPRESAS EX PORTADORAS, 1983-1994 (~IILES DE

MILLONES DE DÓLARES COI!I! IENTES)

•••••••••••••••••••••••••••••••

100

80

60

40

20

Ventas totales

Ventas internas~--/- -"-..,,/ ~ _____ __...------

' - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ...:..-Éxportac IOnes

0~--,---,--,,--.---,--.---,--.--,---.--. 1983 1985 1987 1989 199 1 1993

•••••••••••••••••••••••••••••••

La ev idencia de que las PEE dependen menos de las ex porta­ciones y más del mercado interno ilustra un viejo probl ema en la hi storia económica rec iente de México: la incapacidad , incluso de las empresas mejor dotadas de recursos, para fijare! eje prin­cipal de su c rec imiento en mercados internac io nales. S i bien ex isten algunas PEE que operan en alto grado en función de las ex portaciones , la mayo ría no responde a esa lóg ica . La base de da tos en que se sustentan las ante riores deducc iones , con sus posibles deficiencias e imperfecciones, permite determinar cuál fue el motor de crec imiento y operación de las PEE en ese período.

6. Grupo Ed itoria l Expansión, Tendencias econó111icas y.financie­ras, vo l. X, núm. 458 , México, 1996.

G R Á F e A

MÉXI CO: DISTRIB UC IÓN POR C ENTUAL IJ E LAS VENTAS DE LAS I' R INC II'ALES

El\1PR ES,\ S EXPORTA DORA S

271

2

••••••••••••••••••••••••••••••• 80 -

70 -

60 -

50

40

30

~ ~ 20

10

o 1983 1985 1987 1989 199 1 1993

D Mercado externo D Mercado interno

Fue nte: Cá lcu los pro pios co n base e n c ifras de Ex¡Hw sión. vari os números.

•••• •••••••••••••••••••••••••••

Esta aclaración expresa la neces idad de señalar las posibles res­tri cc iones de tales deducciones.

EL PERFIL GENERAL DEL MODELO EX PORTADOR DE LAS

PRINCIPALES EMPRESAS EXPORTADORAS, 1983-1994

Entre las PEETes importante separar las principales exporta­doras (PEE) de las principales importadoras (PE!). El tamaño de las muestras de unas y otra s en cada uno de los años son

di vergentes, por lo que es posibl e plantea r que en el grupo de las PEEI existen un modelo exportador y otro importador, lo cual per­mite definir sus características más importantes só lo con la in­form ación que contiene la fuente principal en que se sustenta este trabajo.

Antes de entrar al análi sis de los indicadores construidos ex p rofeso para mostrar e l perfil general del modelo exportador de las PEE, conviene hacer algunos breves señalamientos sobre la forma como en que está confi gurada la informac ión de Expan­sión: a] Determinado g iro económico, que indica la actividad princ ipal en que se ubi can las empresas de la mues tra , no nece­sa riamente corresponde al término similar utili zado en las es­tadísticas oficiales (sec tor, rama, c lase, etc.) , au nque en gene­ral no se contraponen. La clas ifi cac ión de las ac ti vidades en es ta fuente no sigue puntualmente los criterios de l !NEG I. Sin embar­go, no se contradice con ellos ; simplemente está hecha de modo libre . Además, e l número de g iros económicos ha aumentado, lo cual reve la un esfuerzo c las ifi cador más fino; b] la c las ifi ca­ción de las empresas exportado ras o importadoras , segú n el ori ­gen del cap ital, que a l parecer no ex iste en otras fuentes, permite un acercami ento de o rden mi croeconómi co que enriquece e l entendimi ento de lo que aquí se ha denominado el nuevo mo­de lo económi co, que abarca todos los años del período 1983-

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272

1994, y e] la loca lizac ión geog ráfica ele las PEE I en el país y ele sus mercados ele ex portac ión e importación se presenta ele for­ma sintéti ca, parti endo ele la in formación total el e la LJente ori­gin al que aq uí se emp lea.

La tendencia de l co mercio ex teri or mex ica no, vi sta en el comportamiento ele los giros económi cos en que se loca l izan las PEEI ele las muestras el e cada año, confirm a algun as ideas sobre dicho comercio que se cleri van del análi sis sec tori al que frec uen­temente se rea li za con base en las es tad ís ti cas ofic ial es de l sec­tor exte rno. A si mi smo, se ab re la veta para un nuevo estud io del comerc io ex teri or mex icano qu e des taque la dimensión mi cro ­económica, pues la unidad el e análi sis es la gran empresa que opera como el agente central el e las relaciones ex ternas de l país.

El es tudi o de l período 1983-1 994 permite seguir la evolución del comercio ex teri or el e es tas empresas, sin clej ar el e reconocer que en é l subyacen tres fases ele la políti ca económica mexica­na que afectaron y condicionaron su desempeño: a] ele 1983 a 1985 se preparó la apertura comercial y otras reformas es truc­turales: b] ele 1985 a 1986 se emprendi eron los programas ele liberali zac ión y ape rtura co merc iales, se ingresó al GATT y se realizó la desgravac ión arancelaria. y e] ele 1987 a 1994 se pro­movi ó el desarro ll o del sec tor ex terno con nue vas políticas co­merciales , tanto bi laterales como multi latera les, entre las que destaca la que se manifi es ta en e l TLCAN, que - junto con las estrategias ele es tabi 1 izac ión moneta rio-cambiar ia, ele in versión y endeudamiento público- incidió ele manera considerable en el entorno macroeconómi co del país durante ese lapso .

En esa tercera fase des tacan las nuevas estrateg ias comercia­les, ele inversión y endeudamiento ex tern o adoptadas desde el último bienio del gobierno ele De la Madrid hasta 1994. En la referencia particul ar a es te período se hace explícito un marco

e u A o R o

M t x 1co : EVOLcC ióx AXt:AL DE u s EXI'OH L \ CIOXEs, u s I ~ II'OilTA C I OI'o'ES

Y EL SA LD O CO !\ I E RC J..\L DE LA S PRI ;\'C I P:\LE S E,\JilltESAS EXPO WL\DOH AS

E n i i'OHTAIJOilA S (I'EEI), 1983-1994 (\' AIUA CIO:-IES I'Oil CE:> Tt; ALES)

3

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Expor tac iones Importaciones Sa ldo de

de las PEE I d e las PEI ' las I'EEI

1983 1984 -1.95 6.00 4.70 1985 -3.83 27.88 - 11 .56 1986 - -10.89 -2 1.53 --17.72 1987 30.82 22.53 35.3 0 1988 -8.46 7.92 - 16.30 1989 13.87 13.99 13.79 1990 16.72 12.00 19.6-l 199 1 9.52 26. 14 - 0. 10 1992 2.-IR .\2. 12 - 19. 18 1993 1.53 - 8.72 1.1. 77 199-l 12.-14 4-1 .70 1. 12 Tasa med ia anu a l

de c reci mie nto ( 1983- 1994) 2.59 13.29 -3.28

l. Princ ipa l e~ ernp res n~ ex port ad ora;;; . ., P rin cipal~ s ~ mp re , n s irnportaclrn·a ". Fuen t(' : C:\l culo :-. propio..., l'Oil b.¡;.,c 1.! 11 E .rptii i.\I Ú I I. \ 1:\rl\l .., número .....

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

las gra neles em presas en e l co merc io exte ri o r ele méx ico

e u A o R o

MEx 1c u : EST ilL'CTl! RA I' O I! Cl"TL\L DE u s n PO I<TACio:-;Es y L·\ S

1:\IP OHTAC IO "ES DE L\S I'EE I 1

4

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Ex port ac iones Importaciones

Tran sna - Trrulsna-Estata/es Prii'Odas c io 11 ales Esta tales Prii'Odas cio11ales

1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 199 1 1992 1993 1994

87.6 84.5 82. 0 64.9 64.2 55.5 57.8 53.7 4 1. 2 40.9 39 .6 28.4

7.0 7.7 7. 1

13.4 22.9 2 1.9 17.7 23. 1 24.2 3 1.3 26 .1 40.7

5.-l 7.7

10.9 2 1.7 12.9 22.7 2-1.5 23.2 34 .6 27.7 34.3 30.9

60.5 31.3 43.6 2 1.-1 17.4 15. 1 20.7 184 16.3 1-1.6 0.6 0.3

1-1.5 19.3 20.5 22.5 2-1.3 33.3 3 1. 1 32.5 34.2 36.2 42 .2 58.2

l . PEEI: Pr incipales empresa s c.xportnd ora s e importadora" Fuen( e: Cá lculos propios ba sados en Ex¡wnsián. \ario s mí mero ) .

25.0 49.4 35.8 56. 1 58.3 5 1.6 48.2 49.2 -1 9.4 -19.2 57.2 -11.5

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

ele políti cas económi cas releva ntes que determin aron el entor­no macroeconómico y el comercio ex teri or ele las empresas .

Las ex portaciones el e las PEE parti eron en 1983 ele un ni ve l elevado: 19 41 2.3 mi !I ones el e cl ól ares; en 1 994 aseen el ieron a 25 717 mil lones, es to es, crec ieron 32 o/c, con una TMAC ele 2.6%. Este comportamiento se vio afec tado por las dos caídas conse­cu tivas en 1985 y ele forma más severa en 1986, cuando las ex­portac iones se redujeron 4 1%. al ll ega r a 11 580 millones, el monto más bajo ele la última década (véase el cuadro 3). El fac­tor deses tabili zador en 1986 fue la caída abrupta del prec io in­J e rn <~c i o n a l del petróleo: como hasta 1985 las ex portac iones el e Pemex apo rtaban más el e cuatro quintos el e las ventas ex ternas ele las PEE. igual que en los dos años anteriores. dicha ca ída pro­vocó el des plome súbito ele todo e l sec tor ex tern o mex ica no (véanse los cuadros 2 y 4) .

Al examinar la evo lu ción expo rtado r :.~ ele las PEE en los pe­ríodos 1983- 1988 y 1988- 1994 surgen diferencias relevantes en su patrón exportado r que quedarían oc ultas si só lo se rev isa ran las cifras en el período más ampli o ele 1983- 1994.

De 1983 a 1988 1as ex portaci ones el e las PEE caye ron 28.67o (las ele Pemex di sminu ye ron 54.5 o/c ), pese a que las ventas ele las empresas pri vadas y las transnac ionales se incrementaron 123.5 y 200 .3 por ciento , res pec ti va mente. La nu eva distr ibución del nivel ex portador entre los tres ti pos ele empresa ele las PEE. que aparece en 1988 . fue el resultado natural ele sus diferentes diná­micas ex portadoras (véanse el cuadro 4 y la grcífi ca 3).

De 1983 a 1990 las ex portaci ones ele Pemex fu eron prepon ­derantes en el total el e las PEE (e n 1983. por ejemplo. represe n­taban 87 .67c ). lo que perm ite cl ec i r que e l patrón de ex portac io­nes el e és tas era mon oexpo rt aclo r en ese período. El ca mb io gradual ele ese patrón comenzó en el bi eni o 1986- 1987 . ce rrán­dose así un largo c ic lo en 199 1. en que el peso relati vo ele las ex portaciones el e Pemex cayó hasta 4 1.2 7c en 199 1. po rce ntaje aún mu y elevado para una so la empresa ele las PEE .

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Ctiii i <' IÓo e.rrerior. abril de 1')')6

De 1988 a 1994 1as ex portac iones el e las PEE reg istraron un a tendencia al alza. con un increment o en el período el e 85.41Jn cl e­bi do a los aument os ele 1 5~ .41Jc en las ven tas ex ternas ele las trans­nac io nales y el e ~44 . 6 7r en las ele las pri vadas : las de Pemex caye ron S. l iJe . porcentaje mucho menor frente a la ca ída regis­trada de 1983 a 1988. La es tructura ele las ex portac iones ele las PEE en 1994 fu e la siguiente: Pemex. ~8.41Jc: pri vadas . 40. 7%. y tran snacional es. 30.91Jc (véan se el cuadro 4 y la gráfi ca 3) . Ese cambi o refl eja. desde un punto ele vista esquemáti co, dos hechos convergentes : :1 ] el cambi o en el p:1 trón nac ional ele industri al i­zac ión y co merc io ex teri or a partir de 1983 que di o contenido al nuevo mode lo económi co . y b.Ji as alterac iones severas en el fun cionami ento de l mercado petro lero intern ac ional en los ochenta . Ambos element os fu eron dec isivos para es tabl ecer gradualmente una posición distinta el e Méx ico en los diferen­tes planos cl e lm ercacl o mundi al. La transición del sector ex ter­no en todo el período estudi ado se re fl eja con claricl acl en la evo­lución ele la nueva es tructura ex port ado ra de las PEE.

G R Á F e A

JVfé XIC O: E\ ' U I.L' CI Ó:\ DE L.\ S EXI' O I< TAC IO '<ES II E LI S PEE (TAS .-1 A:\l'.\1. DE

C RE C DII D TO , o/o )

3

••••••••••••••••••••••••••••••• 150

125

100

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198-1 1986 1988 1990 1992 1994

__ Tota l ___ Em presas pri raclas

_____ .Empresas estata les __ Empresas transnacionales

Fu ent l': C;ílculos pro pi o~ con ba se en cifra¡; de E.r¡wn sirJ n. ,·ari os 1111meros.

•••••••••••••••••••••••••••••••

ÍN DI CE DE ESPEC IALI ZAC IÓ EXPORTADORA

POR EMPR ESA

La mues tra anual de las PEE da cuenta de las ventas de cada una ele e ll as. co n lo cual se pu ede ca lcul ar lo que se puede clenomi nar como índice el e espec iali zac ión ex portadora por

empresa (IEEe) . És te da un a dimensión microeconómica al aná­li sis del comercio ex teri or ele las empresas, ya que permite cuan­tifi ca r su " vocac ión ex portadora' ' . Entre mayor sea la propor­c ión el e ve nt as al ex teri or mayor es es a "vocac ión" . Así. se es tratifi caron anualmente las PEE según el val or el e la relac ión entre ex portac iones y ventas totales (\/V¡J: i ) las Altex, empre-

273

s as e u y o 1 E E e es m a y o r que O. 7 5 y m en o r o i gua 1 a 1 : 1 as i'V1 e el ex . con un índi ce mayor que 0.50 y menor que 0.75. y las 1\llinex . cuyo índi ce es menor qu e 0.50 . Es ev ide nte que en conjunto las PEE 1ie nenun a in fl uencia clec isi\·a en la pl ata l'orma exportadora na­cional. pero no todas ti enen el mi smo grado de "vocac ión expor­tadora .. . El IEEe mues tra un espectro empresa ri al ex portado r di­ferenciado y variabl e ele un aiio a otro. cuyas ca usas por ahora n() se in ves ti gan.

Los res ultados el e la es tratifi cación anu al el e las PEE se pre­sentan en el cuadro 5, donde se espec ifica el número el e empre­sas en cada es trato y su peso relati vo en el total exportado por todas ell as. Pemex se present a por separado, por sus part icul a­ridades en el sec tor ex terno y en el grupo el e las PEE . La presen­tac ión de la relación anual ele ex portac iones co n ve ntas. corres­pondi ente a todas las PEE en e l renglón X/Y,. pe rmite ubi car mejor la situación y la efi cac ia relati vas de cada est rato. Al in­tegrar las empresas en los tres estratos según el \·a lor de su IEEe. des tacan las s igui entes situac iones en el análi sis de l cuad ro 5.

1) Las empresas no petroleras fu eron (y seg uirán siendo) obviamente la mayoría dentro ele las PEE. Su influ enc ia o peso relati vo en las ex portac iones totales ha ca mbi ado desde 1983 . con altibajos que refl ejan tanto los cambios del patrón el e co mer­cio ex teri or del país como los asoc iados a las corri e ntes comer­ciales internacionales qu e, bien es posibl e suponer. son un elato in amov ibl e para las PEE y por lo tanto no pueden ser aq uí obje­to el e mayor atención. Es claro que el patrón refe rido comenzó a cambi ar paulatinamente en 1983- 1985 : las empresas no petro­leras elev aron poco a poco su peso re lati vo en las PEE. pero a partir el e 1986- 1987 ese ca mbi o dejó de se r gradu al. lo cual se ex pli ca por el choque petrolero. Este bi eni o re fl ej a de algun a manera la ruptura y la transición ace lerada de l viejo mode lo protecc ioni sta instaurado en los a1'i os treinta al mode lo apertu ­ri sta instaurado en 1983 , donde tal choque só lo sirvió pa ra cata­! izar las nu evas políti cas ele comercio ex teri or. De 1988 en ade­lante (excepto en 1990) las empresas no petro leras influyeron con más el e 52% del ni ve l exportado por las PEE. lo cual es el reverso el e la medalla de la situaci ón que mues tra Pemex en ese pe ríodo. La conclu sión pl anteada parece tener mayores visos el e rea li smo si se recuerdan dos cosas: a] el tamaño ele las muest ras de las PEE fu e crec iendo , aunque no de modo regul ar. y bll as estadísti cas ofi ciales co nfirman la tendenc ia apuntada en este caso, aunque aquí la unid ad ele análi sis es la empresa.

2) Las Altex , el primer es trato entre las empresas no pe tro­leras. son numéricamente reducid as en cada año y ti enen poco peso porcentual en el total ele las PEE: de 1983 a 1992 (excepto en 1986. cuando ascendi eron a 26) nunca fueron más el e 20. aun ­que en los dos últimos años llegaron a 23 y 29, respec ti vamen­te . Sin embargo, qui zá lo más releva nte sea qu e las Altex no petroleras tu vieron escasa importancia relati va en el total ex por­tado por las PEE de 1983 a 1992 (excepto en el bi eni o 1986- 1987 . con 11.6 y 18.7 por ciento. respec ti va mente). En 1993 y 1994 tal influencia ya fue prác ti camente la quinta parte el e lo ex por­tado por las PEE . Es te elato parece adve rtir que en los próximos años la ex portac ión provendrá de modo crec iente ele empresas que ti enen una relac ión sistemáti ca espec ial i zacla con e !mercado ex teri or y donde lo signifi cati vo se rá la orga ni zac ión empresa­ri al ori entada hacia afuera. Según la informac ión procesada. todo

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274 las g randes e mpresas e n e l comerc io ex teri or de méx ico

e u A D R o 5

l\1tx lco: h i>I C E IJE ES I'fl"IILI ZICI(>" EXI'OI<T ·IIlO I<·I (1 11·:) 1 DE 1. 0~ PrE 2 xn P F. T IW I.EI. I S Y P D IF.X, 1983-1994

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • lEE-' d e las I'EE Al! ex" i\ ledex 5 Mincx '' Pcmcx Tota l del

IX, V,l Nlimero de XIX' N tim ern d e XIX' Núme ro de XIX' X X ' número de ( '7c ) l' lllfnesas /'K; l' lll jl l"l!SOS r''lr; em¡>resas /'lr} r'q, ; empresas

1983 S~.-1- 10 O.R 13 7.5 176 8.4 83.3 200 198-1 -18.9 11 1.5 11 8.7 177 8.4 8 1.5 200 1985 -15 .9 I J 1.-1 17 1 1. 7 2 17 10.4 76.5 248 1981í -10 .2 26 11 .6 20 13.5 227 19.2 55.7 274 1987 -13 .2 18 18.7 16 9.9 282 15. 1 56.3 3 17 19R8 36. 1 17 -1 . 1 2 1 30.9 n2 18.3 46.7 32 1 1989 33.-1 19 3.7 17 22 .6 256 26.6 47.2 293 1990 35 .-1 1-1 2. -i 24 27.7 228 17. 3 52.5 267 199 1 3 1.2 12 -1 .3 15 23.9 259 3 1.4 40.5 287 1992 16.9 10 3.-1 16 28 .7 23 1 27.7 40.2 258 1993 36.1 23 19. -1 45 2 1.3 166 20.1 39.3 235 199-1 36 .-1 29 20 .6 50 20.9 202 30. 3 28.2 282

l . 11 E por ~ m p rl.':-. a : re la ció n .\) V . donde: X rep re .... e rll a la ~ l' x pon acio n e~ anu ales de las e mprc ... as i 1 1 ... n ) y V,· las ve nt as anual es de las e mpresas i ( i= 1 .. .. n ). El! ! E es un indi cador ~c ncill o de l grado (k 1J ricmació n ex pnrt:-tdnra de cada un a de l a~ empresa-. de la!-. mue~tra s anual es . 1. Princ ipal es empresas ex portadora s. 3. Relac ión porce ntu al de la s ex po rt ac innc¡; anuak' to tal e:-. de PEE ( .\

1) t: ntre ... u .., \'e ntas anua l e~ t otalc ~ (V/ -L Empresas altam ent e expo rtad oras. So n las que tiene n un II E con va lor mayor que 0.75 y meno r

o igual a l. El ':d or del rango e~ l'U n\l' ll l'io na l. 5. Empres a ~ median ame nt e expo rt:-~d o ra .<,. S!..! trata de aq ue ll as cuyo II E e:-. ma yo r qu e 0.5 y meno r que 0.75. El va lo r de l rango t.' 'i co ll\·enciona l. 6. F.mpre :-.;1:-. rní ninwnH.' ntc c.'\ portad ora:-. sun las qu e reg istr<ln un IIE me nor qu e 0. 5. El val o r del ran go es conve nc ional. 7. Re lac ión porce ntual de las ex pon nc ionc' ;l llll:tlt:.., de ca da g rupo d!...' emprc:-.a' cla s ificada ..... ~ X,) e n ti'(' la ~o, expo rta c io nes t ota l c~ ele las PEE (X/ Fuente: C;ílcu lo:-. prop io:-. con daw' de , ·ar io:-. nLím eros de Lxpcul siáll .

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

es to qui zá sea contrad ictori o co n e l hec ho de que en el período anali zado las Altex no petro leras tu vieran más peso re lativo en las ex port ac iones ele las PEE. al ti e mpo que el mercado ex terno aparenteme nte perdía ascende ncia en las ve ntas totales ele las PEE. Véase la re lac ión X/V, en e l cuadro 5 y la gráfic a l .

3) El número ele las empresas Meclex no petro leras. al igual qu e e 1 el e las Al tex . fue poco signifi cativo en términos absolu­tos y relati vos. dado el tam:u1 o el e cada muestra an ual el e PE E. Su influencia en el val or ex portado por es tas últimas fu e modesta hasta 1987 . pe ro en 1988 reg istraron un salto re levante al repre­se ntar 30.1 c1r . De 1989 en adelante tal co ntribución fu e cuando menos un a quinta parte. al ca nza ndo el porce ntaj e más elevado en 1 99~. con 28 .7'7c . La tendenc ia erráti ca ele la co ntri bución exportadora el e las Meclex es algo común conl asA itex. aunque aq ué 11 as ll egaro n a tener contri bu e iones porce ntu ales más altas en al gun os a11 os.

-J. ) Las Minex quedaron mu y diferenc iadas el e los otros dos tipos el e e mpresas . En primer 1 uga r hay que des taca r que numé­ri cament e constituye ron sie mpre. y con mucha ventaja. la ma­yoría el e las PEE. Si n embargo . su influenc ia relati va en lo ex­port ado es variabl e y muy erráti ca : destacan algunos años en que és ta fu e la más importante dent ro ele las no petroleras: 1983. 1986. 1989 . 199 1 y 199-J.. En estos dos últimos ~u1 os las Min ex ge ne­raron práct icam ente un tercio del tota l ex portado por las PE E. lo cual podría indi ca r que el aba ni co de empresas es timul adas por la ape rtura se abri ó co n rapidez crec iente.

5) El caso el e Pe m ex. 1 a úni ca e m presa petrolera dentro el e las PEE. debe co nsid erar-.e apart e. Su ubicación no quedó fij a en algun os el e los tres es tratos definidos . qui z;1 co mo muchas otras de las PEE . Fu eA itex en los prim eros dos aii os de l pe ríoclo es tu ­cliaclo. Meclc .x dc 1985a 1990 y Mi ncx cl e 199 1 a 199-J. .Supre-

se nc ia ex portadora es indi scutibl e. pero fu e descendiendo gra­dualmente el e 1983 a 1985; sin dejar ele se r la empresa exporta­dora más importante de l país, ele 1986 a 1994 di sminuyó su peso re lativo hasta quedar en 28.2 % del total ex portado por la PEE, cuando en 1983 tal porcen taje fue ele 83.3 .

En s íntes is, e l cuad ro 5 permite observar con claridad dos cues ti ones ce ntral es para la definición del perfi l exportador ele las PEE. Por una parte Pemex, pese a su presencia decreci ente, es y seguirá s iendo la mayor empresa ex portadora del país por algun os ar1os más: por otra. el núcleo ex portador no petro lero ele las PEE ha ido en asce nso. aunque co n un a es tructura empre­sarial (vista según los es tratos definidos) todavía inconcl usa o en fran ca transic ión si se considera que el grupo ele las PEE aún es demasiado peque11 o pero cl ec isi vo en las ex portaciones tota­les de l país.

El ll amado perfi 1 el e las PEE se ni más prec iso s i se ana li za e l destin o geográfi co el e sus ex portac iones . Al se r las PEE relati ­vamente pocas pero co n un a fu erte gra vitac ión en el sector ex­terno. la ori entación geográfi ca ele sus ex portac iones es relevan te si se desea saber en qué se ntido avanza el proceso ele integrac ión mex ica na a los mercados ex ternos. en un mundo donde los tér­min os de las relaciones ín ter e intrab loq ues eco nómi cos son dec isivos para preve r las tendencias el e los mov imientos futu­ros ele bi enes. se rvicios . personas y capitales . El caso ele las PEE, en es te aspecto. no a11acle mucho a lo ya conoc ido: al igual que e l co njunt o ele la eco nomía mex ica na. su principa l c li ente es Es tados Unid os (véase el cuadro 6). Aunque no se cuenta con información sobre la parte de l va lor ex port ado por estas empresas que se ubi ca en ese país. sí queda claro qu e ele 1983 a 199 1 la mayo ría es taba conec tada comercialmente con ese mercado . De 1992 a 199-J.. s in embargo . los elatos sugieren un camb io en la

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co111 e rcio exterior, ab ril ele 1996 275

e u A D R o 6

D ESTI NO GEOG I!AF ICO D E LA S EXPORT AC IO NES IJ E LA S I' EE1

, 1983- 1994

• •• ••• • • ••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• •••••••

Total

A m é rica d e l Norte Estado s Unidos Canadá

Am é ri ca Latina As ia Eu r opa O tros' n .d .-' S in ex po r tar T ot a l'

1983 Em presas Parti c ipac ión porce ntu a l 19 84 Empresas Pa rti c ipac ión porcentu a l 1985 Empresas Parti c ipac ión po rcentua l 1986 Em presas Parti c ipac ión porce ntu a l 1987 Empresas Pa rti c ipac ión porce ntu a l 1988 E mp resas Parti c ipac ió n po rce ntu a l 1989 Empresas Pa rti c ipac ió n porce ntu a l 1990 Empresas Pa rti c ipac ió n po rcent ua l 199 1 Empresas Parti c ipac ió n porce nt ua l 1992 Empresas Pa rti c ipac ió n po rcentua l 199 3 Emp resas Pa rti c ipac ió n po rce ntua l 1994 Emp resas Pa rti c ipac ión po rce ntua l

120 60.0

120 60.0

154 62 .6

145 52 .9

176 55 .5

17 1 6 1.3

!52 5 1.9

134 50. 2

!54 53 .7

107 4 1.5

108 46.0

108 38 .3

11 5 57. 5

1 15 57.5

148 60. 1

136 49.6

174 54. 8

168 60 .2

140 47. 8

124 46 .4

147 5 1.22

106 4 1. 1

107 45.5

108 38 .3

5 2 .5

5 2. 5

6 2 .4

9 3 .2

2 0.6

3 1.1

12 4. 1

10 3 .8

7 2 .44

1 0.4

1 0 .4

4 8 24.0

4 8 24.0

40 16 .3

4 8 17.5

52 16.4

52 18.6

45 15.4

46 17. 2

36 12 .5

4 1 15 .4

36 15.3

28 9.9

6 3 .0

6 3. 0

6 2 .4

9 3 .3

7 2 .2

8 2.9

8 2.7

4 .5

6 2.1

4 1.6

4 1.7

8 2 .8

24 12. 0

24 12 .0

13 5 .3

13 4. 7

12 3 .8

8 2 .9

14 4. 8

17 6.4

16 5.6

11 4 .3

6 2.6

5 1.8

2 1 8.5

44 16 . 1

54 17. 1

2J 8.2

52 17.7

17.6

44 15.3

56 24.8

40 20 .4

75 32.3

2 1.0

2 1.0

12 -+. 9

15 5 .5

16 5

17 6. 1

7 .5

19 7. 1

3 1 10. 8

39 15 . 1

-+ 1 17.4

58 20 .6

3 1.1

200 !OO. O

200 100.0

2-+6 100 o

27-+ 100.0

3 17 100.0

279 100.0

29 3 100 .0

26 7 !OO. O

287 !OO. O

25~

100 ()

2.\5 100.0

282 100 .0

1 P rinc ipa le s e mpre sas ex po rt ad o ras . 2 . In c lu ye tod as las e mpresas q ue ex po rtan a mós de dos paíse s . y las q ue lo lw ce n a Áfri ca . Oce a nía. e ntre ot ras . . 1. n. d . No di spo nibl e. 4. La fu e nte no e spec ifi c a s ie mpre e l des t in o de las ex po rt ac io nes . po r lo q ue e l to ta l no s ie mpre s um a e l mi smo to ta l de la mue stra . Fue nte: E labo rac ió n p ropia co n base e n datos de la rev ista Expansión. va ri os nümé ro s .

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

importancia relati va de Estados Unidos para las PEE, que di s­minuyó a favo r de otras reg iones del mundo, pese al arranque del TLCAN en 1994. Esto no es del todo sorprendente si se con­side ra que según las estadísti cas ofi ciales la evolución del dé­ficit comercial del país en es te mismo período comenzó a tener su fuente principal en mercados di stintos del estadouni de nse . En el período revisado las PEE mantienen un vínculo estable con Estados Unidos y muy cambiante con otros mercacl os. 7

7. Según datos del INEG I. en 1985 las ex portaciones mexicanas a Estados Uni dos (inclu yendo a Puerto Rico) representaban 6 1. 2% del tota l y las im po rtaciones procede ntes de ese pa ís 66.6%; las relac io­nes en 1994 fu eron ele 85. 3 y 71.8 por ciento, respecti vamente. La in­teg rac ión comercial de Méx ico con este país fue mayor, aunque más por las ex portac iones que por las importac iones , lo cual se presenta

El análi sis ele los ela tos ele la fuente utili zada sobre la loca li ­zac ión geográfi ca en el país ele las PEE arroj a res ul tados simi ­lares a los ele las estadís ti cas ofi c iales . El Di stri to Federal. Ja­li sco, México y N u evo Leó n absorben la mayoría el e las PE E, ele ac uerdo con los cl omicil ios ele las ofi ci nas corporat ivas. lo e u a l. a su vez , muestra que el patrón ele loca li zac ión in dustri al here­dado de l modelo económi co anteri or aú n prevalece (véase el cuad ro 7) . Las enti dades señaladas cont inú an siendo dominan ­tes, aunque e l número anual el e empresas en cada una el e ellas es va riabl e. E ll o no descarta, por supues to, la hi pótesis de que la ori entac ión del nuevo modelo ele comercio ex teri or ha mod i­ficado gradu almente la loca li zac ión ele las empresas nuevas y

como un result ado lóg ico de las po líti cas comerciales a pi icacl a' des­de 1983.

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anti guas qu e ti enen sus mercados ex tern os en No rtea méri c::t. co mo es e l caso del g iro ele automóvil es y autopartes en entida­de s co mo Ag uascali entes . Coa huil a y So nora. En el futuro. la

e u A D R o 7

LUC.\ LI L\C IÚ\ DE L \ S I'HI :--:C II':\ LES E\ IPH ES :\ S E:\ POWL\ DO H.·\S

L I I II' UHT ·I DOH .IS, 1983-1992

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Distrito Es ta do de Nuevo Federa l Jali sco Mé xi co León Otras n.d. Total'

1 98~

PEE ' 65 22 20 4 1 200 'k 3~.5 11 .0 10.0 20 .5 100.0 PE ! '

'7c 198-+ PEE 65 22 20 4 1 200 '7c ~2.5 11 .0 10.0 20 .5 100 o PEI 'k

1985 PEE 78 19 -11 36 19 55 24 8 q 3 1.5 7. 7 16.5 14.5 47. 2 22.2 100 o PEI 88 2~ 60 32 20 65 288 '7c 30.6 8.0 20.8 1 l. 1 44.8 22.6 100.0 1986 PEE n 25 55 28 92 1 274 '7c 26.6 9. 1 20. 1 10.2 33 .8 04 100.0 PEI 103 26 79 29 108 2 347 'le 29. 7 7.5 22.8 8 .4 3 1.5 0.6 100.0 1987 PEE 75 18 62 49 11 2 3 16 '7c 2 13.7 5. 7 19.6 15.5 3-+ .4 100 .0 PEI 93 14 6 1 43 130 3-1 1 'k 27.3 7.0 17.9 12. 6 35.3 100.0 1988 PEE 89 2-+ 70 43 95 32 1 'lr 27.7 7.5 21. 8 13.4 29.5 100.0 PEI 109 2-+ 69 36 122 360 'Ir 30.J 6.7 19. 2 10.0 34 .3 1000 1989 PE E 70 20 58 37 10-+ 2 29 1 'le 2-+. 1 6.9 19.9 12.7 35 .-l 0. 7 100.0 PEI 9-+ 25 73 38 120 350 q. 269 7.1 20.9 10.9 ."1 4.4 100 () 1990 PEE 6-+ 15 5-+ 36 96 265 C:lc- 2-+ .2 5.7 20 _¡ 13.6 36.6 100. 0 I'E I 9 1 2 1 68 38 119 337 q. 270 6.2 20.2 113 35.7 100.0 199 1 PE E 1 12 1.\ 5-+ 55 -+9 28-l "r .\9 _¡ -+.6 19.0 19.-+ 17.8 0.-+ 100 .0 PE I 1-+3 2 1 70 50 76 1 ~6 1

'J 396 5.8 19. -+ 13 .9 2 1 1 0.3 100.0 1992 PE E 1 12 15 36 55 39 258 C( -+."1.-+ 5.8 1-1 .0 213 15. -+ 0.-+ IOO .fl PEI 1-15 26 55 56 79 362 e·

( -+0.1 7.'}. 15.2 15. 5 22 . 1 0 . .\ 100.0

l . La fucmc no in cl u~ e ~ i e mpre la local izac ió n d e las emp re ' a~ d e cada mue ~ t r a

,tnu .l l.¡w r In que L'Í total no -.icm ¡Hc :; u m a e l nümern tow l de la muc~tra. ~ - Pr incipak' e lll p r ~..• -.a-. e \pPruulora ,_ ~ - Prin c ipale--. cm pre'a' importad ora ..; _ n.d . ,'\ o di,po niblt-Fu c rn c: El ;1b nr<1L illn propia ... ·o n ba ... ~..· en la re' ¡...,¡a E .\"f'OII S iiÚI. , ·an o' rHímcro ... .

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

las gran el es empre-, ;¡s en el comercio ex te ri or ele méx ico

defini c ión "res to de las entidades" aquí empl eado dejará ele ser útil. pues oc ult ::t rá la inco rporación el e otras entidades en la lo­ca li zac ión el e PEE.

ÍN DI CE DE ESPECIALIZAC IÓN EXPORTADORA

POR GIRO ECONÓMICO

p ara conocer el grado el e ori entac ión exportadora ele los g i-ros económi cos se ca lcul aron índi ces ele espec ializac ión ex-portadora (IE Eg) sobre la base ele los elatos el e ventas rota-

les . Co n este índi ce se intenta tener un a buena aproxim ac ión ele lo que sucede en el co mercio ex te ri or por g iro económi co. pues aunque los total es ele ex port ac iones y ventas que rea lm ente se presentan en tales giros no sólo se asoc ian a las PEE. es tas em-presas seguramente son las ex portadoras y vendedoras más im-port antes del país en los mi smos g iros. En este sentido el IEEg representa ace ptab lemente la "vocac ión ex portadora '' anu al ele cada uno el e e ll os.

Un primer e lemento que destaca (véase el cuadro 8) es que el número ele giros del grupo el e las PEE el e cada mues tra fue va-riabl e : 3.2 en 1983 y 48 en 1994 . Esto expresa, probablemente, dos hec hos : 1) aumentó el tamaño ele la muestra el e PEE, o 2) se di ve rs ifi có e l apa rato produ c ti vo ex portador, con lo que los giros tuvi eron que se r cada vez más. independi entemente del tamaño ele la muestra. E ll o sug iere qu e e l obj eti vo ele las políti -cas comerciales asoc iadas al nuevo modelo económico se cum-pli ó en cierta med ida. pues la mayor di versificac ión sec tori al o el e los g iros el e la platafo rm a export adora ele es te período se relaciona con la ape rtura comercial y con otras acc iones com-pi e m en tari as que se el i ri g ieron a 1 sec tor ex tern o para 1 ogra r ese propós ito.

Los giros no petro leros siempre constituye ron la mayoría, como era el e esperarse. y su importancia relati va en el total ex-portado por las PEE fu e crec iente hasta ser mayoritari a ele 1988 en ade lante, excepto en 1990 ( 4 7 .59c ). Al igual que en la secc ión anterior. este grupo el e g iros no petro leros se di vide en tres es-tratos. según el valor del lEE (A ltex. Meclex y Minex). donde cada uno ele e llos agrupa a un número va ri ab le ele g iros que no nece-sariamente ti enen qu e ser los mi smos cada afi o. A su vez. cada tipo ele giro co nti ene un número variabl e ele empresas. que con seg uridad depende ele di ve rsos fac tores ori ginados en el clesa-n·o ll o de las co ndi c iones internas y ex ternas ele mercado. cuya espec ifi cidad se desconoce (véanse las notas del cuadro 5).

Los giros Altex (c uyo va lor es mayor que un o) fueron la mi -noría ele 1983 a 1992 y hasta 1993 y 1994 alca nza ron cifras sig-nifi ca ti vas respecto al total ( 14 y 18, respec ti vamente), lo cual podría i ncli car un mayor grado ele mad urez ex portadora del sec tor ex tern o. Dentro el e los g iros creció el número ele empresas; eles-taca un ca mbi o en 1986. cuando 60 se ubi ca ron en los sie te g i-ros Altex. Ell o es indi sc utibl emente un a se ii al el e mayo r com-petencia en ell os. De 1990 a 1992 el número el e empresas cli s-minu yó para repu ntar ele manera notabl e en 1993 y 1994 (véa-se el cuad ro 5).

Lo más re levante es que a partir el e 1986 los g iros Altex no pe troleros tu\ ieron la mayor import ancia re lati \'a (excepto en 1990) y alca nzaron una prese ncia abrumad ora en 1994 cuando

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Clllll!'rcio exterio r. abri 1 de 1996 277

e u A o R o 8

M1: x 1cO: i:<DICE DE ESPECIAl . IZAt"IÚ\; EXI'OHTADO ILI (11E 1) DE u s nE 2 PoH c: 11<0 E l"ll~ch JJ C o \"O I'ETHOI.EIW 1" PETI<OL EJw , 1983-1994

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• A lte x-' i\ lcdex' Minex; Pe m ex" Tota l

/11/ fJOr/li//CÍU flllfJOrlUII C iO fnl¡wrta ncia fntp OI'fliJ/CÍll

re lotiru de los relorira dr las rehuirtl dc los relat Í l'll de las G iros Em¡Jresas l'.\"fJ f) l "f(/C' ÍtJI/ l'S Giros Empresa ., i'X/)(J/"((ICÍtJI/ l'S Giros E111JJI 'f.!SOS l' .\./JfJI 'ft/(' ÍtJfll'S exponuciones Giro ., E.n t¡JU'.\' ll

1983 7 -15 1.\. 0 2-1 !54 3.7 83.3 32 200 1984 2 JO .\. 1 J 21 7.5 28 168 8.0 8 1.-1 3-1 200 1985 1 1 0.1 8 :)() 17.6 29 196 5.8 76.5 39 2-18 1986 7 60 27.6 5 J-1 10. 7 ~J 179 6.0 55.7 37 27-1 1987 6 6 1 28.0 6 -17 9.0 23 208 6.8 56.3 37 317 1988 6 66 35.2 5 81 1 1.2 24 173 7.0 46.7 37 32 1 1989 5 60 36.2 7 90 11 .7 24 142 5.0 -17.2 37 293 1990 4 45 18.0 6 60 2 . .\ 26 16 1 27. 1 52.5 37 267 199 1 S J I 34.5 JO 108 19.9 23 147 5.3 4()4 39 287 1992 6 25 J I 5 1-1 11 6 21.2 19 11 6 7. 1 -10. 2 -10 258 1993 14 74 39.7 20 125 19.tl JO 35 1.3 39.3 -15 235 1994 18 83 -1-1. 8 J' - ·' 18 1 23.3 6 17 3.7 28.2 -1 8 282

l . I IE por giro: relac io th.'S (X/V .)/(X / V1). dond e X

1 son l a ~ exportacio nes anual e:-. de lo!'! g iro ~ j (j = l ... n ): v, ~on la ~ \'C nta~ a nu cll ~~ d~ los giro:-.j (j = l ... n ): X

1 :-.u n la ~

ex port ;H: iones ~ nu a l es de la ~ PEE y v. son su:- ,· e nl;~:-. anu ale s. El lEE por g iro~ ~ un indi c~dor de la ·· vocac ión exponadora"" de cada giro . que mide :- u impnnancia relali , ·a (ponderada ) en la pl~taform a ex ponadnra d~ la' PEE. de ac uerdo con cada mu e:·dra ~mua l. 2. Princ ipales t" mpresas ex pon adora s. ~- Empre s ~ s alt ame nle expunadora:-. E·..to:- giro;;; rcg bt ran un JIE co n un valor ma yo r qu e l . El \' al or de este ran go e~ con , · c ncio n ~:ll . -L E mpre:-.a :-. medianamente ex portadora:.. . E l I IE de e s 1o ~ giros e:-. menor qu e 1 y ma~·o r lJlH .. :

0 .5. E l valor de c:-. te rango e:-. conve ncional. 5. Em pre :-. a ~ mínimame n1e ex punadora:-.. E l \' alor de II E de e:-. tu ~ giro:-. e~ menor qu e U.5 íA . El , -,dor d~ l'~ t c r:Jngo e:-. cnn,e ncional. 6. Pcmex tu vo en todo s los atius ubsc n·ad o~ un JI E por giro ma yo r qul' l. e:-. dec ir. ~ i.:mpre fu t' A ltcx . sa lvo en 199:. y 199-L ctwndo fue ivl in ex. Fuent e: Elaboración propia co n ha se en dato" d:.> la rc,·ista Ex¡){ul s iútl. ,·ario o.; mímero:-

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

los 18 giros Altex con 83 empresas contribu yeron con 44.8o/c de l tota l ex portado por las PEE, porcentaj e superior al que registró el giro petrolero (28 .2%). Es te hecho marca una situación que está lejos de se r la deseab le, pues un número relati vamente re ­duc ido de empresas ll egó a concentrar un elevado porcentaje de lo ex portado por las PEE y por e l país.

Al parecer el abanico ele empresas ex portadoras no se ab rió, por lo cua l al lado el e la madurez ex portadora . dado el mayor número de giros Altex . ex iste una fu erte concent ració n en un reducido número de empresas.

Los giros Medex no petro leros (c uyo IEEg es mayor que O.S y menor que 1) tuvi eron un a importancia numéri ca va riable en el período anal izado: cas i s iempre ocuparon el seg undo lu ga r y es tu vieron muy alejados el e los Minex (excepto en 1 993 y 1994 ). Sin embargo, e l número de empresas loca li zadas en los Medex se e levó. aunque no de manera sistemáti ca. para ll egar en 1988 a 8 1 empresas y alcanza r un máximo en 1994 con 18 1, corres­pondien tes a 23 giros (véase el cuadro S). La importancia rela­ti va de los Medex en las ex portaci ones tolales de las PEE fue vari ab le y con un a tendencia erráti ca. p<trti cularmente ele 1983 a 1990; ele 199 1 en ade lante los porcentaj es flu ctuaron alrede­dor de 20%, cuyo punto más alto se al can zó en 1994 con 23 .3o/c (e l más baj o fue en 1990, con 2.39'c y 60 empresas) . Cabe se ña­lar que en 1994 estos giros alcanza ron la mitad de l pe so relati­vo ele los Altex , pero co n mús de l dobl e de las empresas , lo cua 1 hace que los Medex presenten una situación ele competencia más abie rta y fru ctífera entre las empresas.

Dado su lEEg. el giro petro lero, que se reduce prúcti camen­te a Pemex, se co locó en dos es tratos. En la mayoría ele los años de l período fue Altex , pero en 1993 y 1994 fue Mecl ex. El exa-

m en el e la tendencia ex portadora de Pe m ex (que se prese nta en e 1 cuadro S como giro. no como una empresa) el e algun a manera repite parcialmente el aná li s is del cuadro S debido al ca rácter monopó lico ele la empresa. El peso rela ti vo del giro pe trolero en las exportaciones de las PEE es el mi smo que tiene Pemex co mo empresa: sin embargo . eii EEg en sí mi smo resulta de gran pro­vec ho. ya que con él la act ividad petrolera ele export ación se va­lora por su importancia relat iva ponderada, di fe rente a lo que miele eii EEe.lo cual introduce un elemento adi ciona l ele anú li sis.

Para profundi za r más en el aná li sis de los giros en los que se loca li zan las empresas no petroleras de las PEE. es preci so icl en­ti fi ca r los que ti enen una pos ición el e 1 iderazgo exportador. Para ell o. basta tomar en cuent a los giros cuya contribución porcentual haya sido en cada año ele las tres más altas . independi entemen­te del va lor de su IEEg. En el cuadro 6 se encuentra la informa­ción requerida. donde resultan relevantes los sigui entes aspec tos ele los giros no petroleros.

1. De 1983 a 1985 la influencia ex portadora de los tres pri n­cipales giros no petroleros fu e modesta, ele 1 O a IS por c iento el e las exportaciones ele las PEE: el automovilísti co manti ene una pos ic ión de vanguardia.

2. De 1986 a 1990 aumentó la influenc ia ex portadora de los primeros tres g iros de 23 a 30 por ciento , tendencia que co in ci­di ó con el dec li ve de l petrolero. al ti empo qu e se afian zaba la pos ición del automov ilísti co con porcentajes cada vez mayores a los reg istrados po;· los giros seguidores ce rcanos.

3. A part ir de 199 1, el rango de influencia fue superior. entre 34 y 36 por ciento, y el giro aulomovilísti co ll egó a alcanzar su tope en 199 1 con 26% ele lo ex port ado por las PEE, y el giro de co­muni cac iones con sol icló el segu nclo 1 uga r del grupo el e es tos tres .

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278

La información que presenta el cuadro 9 muestra los giros que se han consolidado y han aprovec hado la apertura comercial para in cremen tar su presenc ia en los mercados ex ternos; las empre­sas respec ti vas ti ene n la carac terísti ca de contar con redes co r­po ral i vas mul ti nac ionales que faci 1 i tan elmovi miento in terna­ciona l de sus productos.

e u A D R o

M f: \ ICO: l. OS TI< ES I'IW<C II' .HES G il< OS E\I'OilT,\D OI<ES ;\0 I'ETI<OLEROS

I>E 1 .\S I'EE1, 1983-1994 (POI<CO' TA.IES [)E SL'S E\PORTACIO"'ES)

9

••••••••••••••••••••••••••••••• Giro Porcentaje Giro Porcentaje 19 ~3 1984 Automú vi les -1 . 10 Auto móv il es 6.50 ivli ncría 3.50 lVI in ería 3. 11 Transportes 2.50 Comuni cac iones 1.28 Subt otal 10.10 Subtotal 10.89

1985 1986 r\utomúv il es 8.76 Au tomóv il es 16.64 Tran,portcs 3.32 A u topa rles 3.74 Con1uni caciones 2.30 Transportes 3.56 Subt otal 1-1.3 8 Subt otal 23.94

1987 1988 r\ UtOillÓI'i le s 15.70 Aut omóv il es 16.96 iVI incría 3.85 Minería 6.96 Tran,portes 3.-14 Transportes 3.95 Suhtutal 22.99 Subtotal 27.87

1989 1990 ;.\ ut otn ó,·il es 17.02 Aut omóv iles 17.07 Minería 8.25 Minería 6.35 Co muni cac ione-s -1.82 Transport es 3.82 Suht ota l 30.09 Subtotal 27.24

109 1 1992 Aut otn ú1·il es 25.95 Auto móv il es 2 1.03 Cll llllllli cac ioncs 6.00 Comunicaciones 7.06 Minería -1.3 2 Mi nería 5.4L) Sub tota l 36.27 Subtotal 33.58

19'.)3 1994 ¡-\ Utll lll ÚI'i le' 2-1.60 Auto móv il es 24 .60 Cu munt cac io nes 7.2 -+ Co municaciones 7.24 ;-. ¡ incría -1.23 Varios 4.23 Suht otal 36.07 Subtotal 36.07

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• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

PERFIL GENERAL DEL 1\ IODELO IMPORTADOR DE LAS PRINCIPALES EMPRESAS IMPORTADORAS

DE MÉX ICO, 1983-1 994

A 1 rel' isar la inform ación de las PEI para es tab lece r algunos ind icadores que pe rmitan conoce r el perfil general de su modelo importad or. la prin cipal limitac ión es que la in fo r­

mación di sponib le no es tan amp li a como la que se refiere al des­cntpeiio exportador de las PEE: co n todo. fue posibl e hace r una c trac leri zación ge ne ral ele sus tendenc ias importado ras. La mu es tra anu al ele éstas ti ene. en su mayo ría . un tamaiio di stinto al de l ~ts PEE ( 1·éase el cu::tcl ro 2). Además. las empresas ele los

las grandes empresas en el comercio exterior de méxico

dos grupos no son necesa ri amente las mi smas, aunque lo común a ambas es que incluyen a las grandes empresas del país, dado su vo lumen ele producc ión, ventas, ac ti vos fijos. etc. Esa restri c­ción , empero, no es una traba para continuare! análisi s de las PEI e inse rtar su problemáti ca como una parte simpl e de las PEEI , que en última instancia expresan la situación del co mercio ex terior de las grandes empresas del país.

La informac ión anu al el e las importaciones de las PEI , a di­ferencia de las exportac iones de la PEE. representan un porcen­taje bajo de las compras tota les del país: en el mejor de los ca­sos44.06 % ( 1983) yen el peor, 2 1.01 % ( 1993) (véase el cuadro 2) . Esto mos traría que la capacidad importadora de la economía mex icana ti ene una di stribución más equilibrada entre las em­presas , según su tamaño. Si las PEI tuvieron una influencia re­lati va declinante en las importaciones mexican as (exc luyendo, por su puesto, las ele las maqui !adoras), aunque toda vía porcen­tualmente elevada y conce ntrada en un número redu cido de empresas (de 397 en 1994, por ejemplo), el abanico importador estuvo claramente más abierto entre los di stintos tama i'ios de empresas que ex istieron en la plataforma ex portadora nac ional. Siguiendo un razonami ento ded ucti vo se puede pl antea r que en 1994, por ej empl o, tres cuartas partes de las importac ion es nac ional es se atribu ye ron a las PYMES , suponi endo que las importaciones directas de los consumidores (cas i todas e ll as probabl emente rea li zadas en las zonas fronteri zas) no ti enen relevancia.

Al se r relati vamente bajo e l monto importado por las PEI que se incluyen en cad::t mues tra anual y que forman parte del gru­po de las empresas más grandes del país (por el monto de sus ventas y su comercio ex teri or), e l resto de las importaciones totales recayeron en las PYMES. En este se ntido, és tas concen­trarían la capac idad importado ra del país 8 Lo contrari o suce­dió con la capacidad ex portadora nacional rea l, que se concen­tró en las PEE: en 1994, 282 de esas empresas ex pi icaban 74.3 % (véase el cuadro 2).

En 1983 las PEI regi straron importaciones por 3 767 mill o­nes de dólares y en 1994 por 14 872 millones. un incremento de 294.7% y una TMAC ele 13.3%. La dinámica importadora del país en ese período, de ac uerdo con los el atos del Banco de México, fue mu y superi o r: las im portac iones tu vieron un a TMAC de 19.2 % y un incremento de 588.6%. Es tos datos no in e lu ye n a las maqui !ado ras . La dinámica importadora de las PEI y del país en su conjunto en las dos fases sexe nales de este largo período fue mu y di stinta: en 1 983- 1988 1as políticascontraccioni stas indu­jeron u na TM AC de 9. 5% de 1 as importaciones de las PEI, que se puede juzga r como relati vamente modesta , habi éndose regis tra­do un decremento (-2 1.5%) e n 1986 (véanse e l cuadro 3 y la gráfica 4 ): las importac iones nac ionales tu vieron un a TMAC de 16.7 %. Pese a esas dinámicas y variac iones tan diferenciadas

8. Este razo nami ent o ded uctivo es vá lido, pues las medianas y pe­que ii as empresas del país. no importando el origen de su capital. en el período es tudiado tuvie ron obst<ícul os para crecer en los mercados internacional es más como export adoras que como im portadoras. En la indu stria manufacturera. donde se locali za el principa lmícleo importador de e~tas empresas. ha sido tracliciona lun elevado coeficien­te ele importac ión a producto y a in vers ión. particularment e por el re­zago o inex istencia relati l'a de un sec tor de bienes ele capital.

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co111erc io exterior, abr i 1 ele 1996

(más altas en e l país qu e en las PE!) se reg istraron saldos come r­ciales superavitarios, tanto en las PEEI como en e l país .

Dadas las tendenc ias de reac tivac ión produc tiva que se o b­servaron en 1988- 1994, la TM AC de las PEI fu e de 17 %, aunque en 1993 hubo una tasa negativa de - 8.72% debido a la pues ta e n marcha de políticas económi ca s para un proceso d e des ace­leración productiva . Las importacio nes nacionales fu e ron más dinámicas: 2 1% . En este período se mantu vo e l saldo comerc ial superavitario de las PEEI , pero reapareció y c rec ió rápidame n­te el saldo comercial deficitario e n e l sector ex te rno nac iona l.

G R Á F e A

MI~ XI C O: EVOL UC I ÓN DE LA S 1 1\ IPOI~T:-\ C IO N E S DE LA I'IU~ C IP ..\ L ES Ei\ II'H ES..\ S

IMI'OilTADORAS \" I'Oil TIPO DE E~IPRES .-\ , 1984-1994 ( TA SA A;-;U AL IJE

CREC I ~IIE NTO)

4

• • ••••••••••••••••••••••••••••• 200

150

100

50

o

-50 ' ' ,,

- lOO

1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 199 1 1992 1993 1994

__ Total ___ Empresas pri vadas

_ _ _ _ _ Empresas estata les __ Empresas transnac ionales

Fu ent e: cálculos propi os con bJse en ci fras de Erpa 11 s ión. vari os nlÍmcros.

• ••••••••••••••••••••••••••••••

El comportamiento de las importac iones de las PE! en e l pe­ríodo estudi ado según el origen de l capital fue s imi lar a lo ocu­rrido con las PEE. En 1983las principa les importadoras e ran las estatales (Pemex , con 60.5 % ), seguidas ele las tran snac io nales (25 % ) y las privadas nacionales ( 14.5 %) . En 1994las pri vadas quedaron en primer lugar (5 8. 25%), seg uidas por las tran sna­cionales (41.5 % ) y las estatales con apen as 0.03% (véan se e l cuadro 3 y la gráfica 4 ).

A esa nueva estruc tura de las importac iones de las PE! se ll e ­gó gradualmente en los doce años observados, aunque no de for­ma sostenida y s í con altiba jos . N uevamente es recome ndabl e dar seguimi ento a la dinámi ca y los cambios de las importacio­nes de cada tipo de e mpresas en todo el pe ríodo y en cada fa se sexenal.

Las e mpresas es ta ta les (Pemex) c uya parti c ipac ió n e n la es­tructura ele las importaciones de las PEI e n 1994 cayó notable­mente , reg is traron una TM AC de -3 0 % de 1983 a 1994; e n la primera fa se sus compras foráneas d isminu ye ron 6 1% y 95% e n la segunda. Las pri va das y las tran snac io nal es cambiaron po-

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s iti va me nte su prese nc ia impo rtad o ra e n e l nu evo patró n el e comerc io ex te rior. En e l lapso 1983- 1994 1as primeras inc remen­taron sus importac iones e n 1 484'7c . lo qu e reve la un din ami s­mo impres io nante. y una T MAC de 29c1c- . E n los pe ríodos 1983-19 88 y 19 89- 1994los inc re me ntos fu e ron el e 261 y 339 por c ie nto , re spec ti vamente (véase la g ráfi ca 5 ).

En e l lapso 1983- 1994 las transnac io nal es reg istraro n una TMAC de 18. 6 '7(1 qu e se exp resó e n un inc re mento el e 555%, s ien­do mayo r en la primera fa se (224 .%) que e n la segund a ( 1 02'7c ). L a mayor contribuc ió n de es tas e mpresas a las importac io nes de las P E I fu e e n 1993. prec isa me nte c uand o se desace le ró e l c rec imi e nto producti vo (véan se la g rúfica 3 y e l cuadro 4 ). La dinámica anua l el e la s impo rtac iones de las transnac io na les fue más o menos es table ele 1985 a 1993 . carac te rísti ca qu e no pre­sentan los otros dos tipos ele e mpresas, y 1994 fue un añ o en qu e se di sparó su te ndenc ia importado ra.

G R Á F e A

E sTRL ClTIL \ DE L\ S DIP OHT .-\ C l ü\'Es n E L \ S PR I \T irAL ES E\ II'R ES ,\ S

1.\ll'O RT ADOIL\ S, 1983-1994 (PO il CE~ "L\H:s )

5

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 100 - r- - r- r- - r- r- - r- - - r-

-

so --

- ....... -60

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- r-1.-.

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20

o 1983 1985 19R7 1989 199 1 1993

D Transnac io na les O Pri vadas [J Es tata les

Fue nt e: Cá lculos p rop i o ~ con ba ~ t: en cifra ~ de Ex¡wn .\itÍn. 'a rio ~ mí me ro~ .

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

Es c laro e nto nces qu e e n e l nuevo patró n ele co me rc io ex te­rior que se ha venido conso lidando desde 1987 has ta la fecha . la es tru c tura de las importac iones el e la s PEI es resultado ele las din á mi cas des igual es ele las importac io nes el e las diferentes cla ­ses ele empresas. ya que las pri vaclas nac ional es y transnac ional es qu edaron como ej es de l s iste ma product ivo, dadas las ori e nta­ciones estratég icas ele la po líti ca econó mi ca ap li cada desde 1983 .

Para anali zar los g rados ele concentrac ión por g iro económico en e l g rupo ele la s P E I se to man los primeros tres g iros más im­po rtado res ele c ad a m'io (i g ua l q ue e n e l caso el e las PEE ) . De l c uadro 1 O cabe n las s igui e ntes obse rvac io nes :

l . Des taca la condi c ió n cas i pe rmane nt e de l g iro aut o mo vi­lísti co co ;11 0 impo rtado r punte ro. qu e cas i es to tali zante s i se cons ide ra a l g iro el e autopartes ( 1990 ) prác ti came nte co mo una ex tens ión de aqué l. Só lo e n 1983 y 1985 los alime ntos y e l pe-

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u·ó Jeo oc up::~ro n . respec ti vamente. el primer lu ga r. Conforme al cuadro 6. e l ::~ u tOJn o v ilís ti co fu e in vari ab lemente el giro expo r­tador más impo rt ::~ nt e de las PEE.

2. Resulta notab le que en 1983 el giro de alimentos haya sido e l primer i mpo rt::~do r en un en torn o de un severo prog ram::~ es­t ::~ bi li zacl or y el e ajuste extern o. en co ndi ciones ele ardu as nego­ciac iones ele ];:¡ el e u el a ex te rn::~ y cLwnclo se ini ciaba e l programa de las re formas es tructurales.

3. Al comparar los cuad ros 9 y 1 O de staca que la conce ntra­ción es m ::~ y o r en la plataforma importadora de las PEEJ que en la ex portadora. En todos los a11o s cons iderados el porcentaje que absorben los tres principa les giros importadores es mayor que el el e los tres prin c ipa les g iros ex portadores (no petroleros), aun que la diferencia entre uno y otro porcentaj es tendió a di s­minuir. Por ejemp lo. en 1983 el porcentaj e de esos tres prime­ros g iros importadores fu e el e 7 3.4 y el respec ti vo a 1 os prime­ros exportadores ele 10. 1; en 1994 el primero fu e el e 44.8 y e l segundo el e 36.1. Esta situac ión aparentemente es desfa vo rab le pa ra manejar los desequilibr ios recurrentes del sector ex terno de l país. pues el prin c ip::~l giro importador (e l automovilísti co) es también e l principal giro exportador no petrolero, que tiene tr es ca racte rísti cas principales en el país: se desarrolla medi ante empresas tra n s nac i o n::~l es . ope r ::~ en mercados no co mpetiti vos ( oli gopó l icos) y ti ene más influencia co rn o importador que como ex port::~ do r e n l ::~s PEE I. E ll o entraña clifi cul tades p::~ra las poi í­ti c ::~ s comerciale s del país, ya que su compo rt ::~ mi e nto global en el comercio exte ri or tiende a guiarse con un e l ev ::~clo grado de ::~ ut o n omía . en la med ida e n que ta l co merc io es el e cmácter interinclu stri al e intercorporati vo .

e u A D R o 10

Co\TF .'\" TH .\C IÚ \" POH CEYIT A I. n E Los THES I'IU :\'C II 'A I. ES C JIH)S

" II 'O IU .I I>Cli<LS I> L I. ·IS 1'1<1 :\C II'A I.ES E\ II'I!ES ,\ S 1.\II'Oil L\I>OR .I S, 1983-1994

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Po r ce ntajl' del Primer giro tot a l importado importador ( % )

l tJ RJ 7J .. HJ A limentos (52.33¡ I<J X-l 77 . .\7 A ut o mot ri z (69 .~21 10S:i 6-1.113 Petró le o t.\5.2~) l l) ¡;6 6 1 04 A utomotri z (.\ 1 171 I'JX 7 54 49 r\utomotri z 140.661 1 'J S~ 4S OlJ i\ uto mot ri z (.'4.291 19K'J 55. 1 J A uto motri z n5. 14l llJ9() (, 1 .2:i A ul opart cs 140. 7 1 J

I<JYI 56 l)) A u1 o mo1r i z ¡.\2. 751 1'.192 A ulu mol ri z Ll4.70) 1 'l'l.' .-'\UIPmPI IÜ i3X.99¡ 199-l .-'\lltO ill O iri l~ 1 "9 .. 1))

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

El c uadru 11 prese nta informac ión ::~ce rc a ele! ori ge n geográ­fi co de las import ac ione\ el e la> PE!: des taca la fu ert e conce nlra­ci ón e~tadoun icl e n s e . Si bi en és ta ha tendid o a se r menor en los ¡m1\ eedures nor teameri canos. e ll o no ha alterado su pos ición de

la> grande;, empresas en e l comerc io ex teri or ele méx ico

primer lugar. Es releva nte, aunque secunda ri o, el papel de Euro­p ::~ y Asia. así como la i nsigni fi c::~ ncia ele Améri ca La ti n::~.

Al c omp::~rar los cuad ros 11 y 7 destaca 1 ::~ m::~ yo r importan­cia de Es t::~cl o s U nidos como proveedor qu e como comprado r de las PEEJ de Mé xico. En 1983. por eje mpl o. 72o/c ele l::~ s PE! tenían a es te p ::~í s co mo proveedor y 60 '7r el e ];:¡s PEE como cli ente: en 199 1las relaciones fueron 56 y 38.3 por ciento. respec ti vamente. Cabe se ii alarque ];:¡ import::~n c i::~ relati va ele Estados Unidos como proveedor y cliente de las empresas del grupo ele las PEE I apa­rentemente ha cli sminuiclo, aunque t::~l tendencia es más c ima en l::~ s PE!. Ello sug iere qu e en los :111os rec ientes se h ::~ reg istrado una mayor di ve rsifi cac ión geog ráfi c ::~ del abastec imi ento i nter­n::~ c i o nal ele la planta proclu c tiv::~ mex i c::~ na.

L::~ ubi cac ión geográfica twc ional el e las PE! es s imil::~r a la ele las PEE, ya que son las c u::~tro entidades feder::~ti v::~s menciona­das anteri ormente las que con ce ntr::~n :1 l::~ s e mpres::~s que rea li­zan el grueso del co mercio ex teri or de Méx ico. Esta s itu ac ión predomin::~ ele 1983 a 1992 , ::~ unque en los primeros tres ::~i'io s de l período ];:¡ concentrac ión es más n o t o ri::~ . Desde 1986 ::~ parec i e­

ron otras tres e nticl ::~ cl es federat i v::~s co n ac ti viclacl co mercial in­t ern ::~c ion a l: Coahui la y Puebla ( v in c ul ::~da s al g iro ::~ utomov i 1 ís­ti co) y Que ré t::~ro (v inculada al giro el e pape l y ce lulosa).

La mocli ficación n ac i o n ::~ l de la cli stri bución eswtal-reg ional del comercio ex teri or será un proceso largo debido a las in e rc i::~ s

deri vadas de la loca lizac ión hi stóri ca el e los principales puntos de la planta indu stria l y co mercia l que ti ene el país.

B ALA NCE DE LA EVOLUC IÓ N DE LAS PRI NC IPALES

EM PRESAS EXPORTA DORAS E l i\ IPORTADO RAS

E !núcleo qu e mov ió;:¡ ] grupo ele las PEE I se e n c u e ntr::~ entre las g r::~ncl es empre s ::~ s del país. es t::~t a l es, pri vacb s naciona­les o tr::~n s n::~ c ion ::~ l e s . En es te se ntido , e l breve b::~l::~nc e

comercia l ex tern o que ::~quí se real i z ::~ con base en la in form::~ción que se maneja no es tá lejos el e! bal::~nc e que se h::~r ía ele la gran e mpres::~ loc ali z ::~cb en e l país.

El primer incli c ::~clor el e e~ te balance es el saldo com e rc i ::~ l de las PEEI. En e l lapso 1983- 1994. l::~ s PEE I reg is trmon saldos s upe r::~ v it a r i o s. en t::lnto qu e el respec ti vo a la economía en su conjunto (e n nin gún c ::~ s o se inc luyó :1 las m::~quibdoms) só lo reg istró superávit en la fase correspondiente ;:¡] go biern o de De la M::~dricl y de 1989 a 1994 reaparec ieron de forma crec iente los défi cit. El ni ve l superav itari o globa l el e las PEElno sigui ó un ::~

t e nd e n c i::~ ::~ nu ::~ l es tabl e (vé ::~ se 1::~ grMica 6) . ::~unque el e 1984:1 1992 se prese nla un ::~ diferencia notabl e : en el prim e r ::~ ii o se ::~1-canzó e !ni ve ! más ::~ lt o el e l período ( 16 3 79 mi !I ones el e dó l ::~ res)

y en e l seg undo alni ve lm ús baj o (9 -tn mill ones) . lo c u ::~ l su­giere que fin almente las PEE I tendi eron a reducir tal supc r<ív it , sobre tocio e n!::~ f'::~se correspondi ente al gob iemo anteri or. cuando se reg istró una ace leración de la ::~ p e rtura comercial.

El signo pos iti vo ele! saldo co mercial el e las PEE I y de toda la economía durante el período 1983- 1988 condi cionó y re forzó las es trateg ias fin ::~ n c i e ra s re lac ionadas co n e l p::~go el e la cl eucla púb li c::~ ex terna que. en condi ciones de un fu erte y largo es tan ­ca m ien ro proclu ct i \ 'O. fa \'Oree iero n 1 a t ra n s fe re nc i a el e rec ursos h ::~ c ia el ex teri o r. En el lapso 1989- 199-J. Ia reac ti \' ación eco nó-

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co111ercio e.rrerior. abri 1 de 1996 281

e u A D R o 11

ÜR H; I·: i\ l;EOG ICÍ FI CO DE LAS I ~ II'OilTAC I ONES llE LA S I'I<I NC II'ALES EMI' I! ESAS I ~ II'OI!TADORAS, 1983-1994

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• América del Norte

Es radas Amé rica Toral Un idos Ca nadá Latina As ia Europa Otros n.d . Total

1983 Empre sas 145 140 5 8 11 36 200 Parti c ipac ión porc uen tual 72.5 70 .0 2.5 4 .0 5.5 18.0 100.0 1984 Empre sas 145 140 5 8 11 36 200 Part icipac ión po rc uentual 72.5 70.0 2.5 4.0 5.5 18.0 100.0 1985 Empre sas 195 19 1 4 3 19 20 40 8 277 Pa rti c ipac ión po rcuentual 70.4 68.9 1.4 1. 1 6.9 7.2 14.4 2.9 100.0 1986 Empre sas 2 19 124 5 8 15 39 5 1 10 342 Parti c ipac ión porcuentu a l 640 62.5 1.4 2.3 4.4 11 .4 15.0 2 .9 100.0 1987 Empresas 224 22 1 3 2 12 42 48 10 338 Part ic ipac ión porcuentual 64.0 62.5 0.8 0.6 3 .6 12.4 16.4 3.0 100.0 198 8 Empresas 22 3 2 19 4 8 14 56 13 14 328 Parti c ipac ión porcuentual 68.0 66.7 1. 2 2.4 4.3 17.1 3.9 4.3 100.0 1989 Empresas 2 16 2 12 4 7 12 49 5 1 11 346 Participación po rcue ntu a l 62.4 6 1. 2 1. 1 2 .0 3.5 14. 2 14.7 3 .2 100.0 1990 Empresas 180 178 2 6 12 50 66 32 346 Parti c ipac ión po rcuentu a l 52.0 5 1.4 0.5 1.7 3.5 14.5 19. 1 9.2 100.0 199 1 Empresas 225 2 19 6 6 10 43 40 39 363 Part icipac ión po rcuentu a l 62.0 60.3 1.7 1.7 2.8 11 .8 11 .0 10.7 100.0 1992 Empresas 229 226 3 6 10 40 50 27 362 Participación porcuentual 63. 3 62.4 0. 8 1.7 2 .8 11 .0 13.8 7.5 100.0 1993 Empresas 185 182 3 4 6 38 54 52 339 Participación porcuentu a l 54.6 53.7 0.9 1.2 1.8 11 .2 15.9 15. 3 100.0 1994 Empresas 224 22 1 3 4 5 46 45 73 397 Parti c ipac ión porcuentual 56.4 55.7 0.8 1.0 1.3 11 .6 11 .3 18.4 100.0

n.d. No disponib le Fue nt e : E laborac ió n prop ia con ba se e n dat os de la rev ista Expa11 siá11. va ri o s mí me ros .

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

mica no eliminó e l superáv it comercial de las PEEI , pero convirtió e l de la economía e n déficit , por lo que se puede dec ir que aquél fina nc ió totalmente este último de 1989 a 199 1 y de modo par­cial de 1992 a 1994.

E n este último in te rva lo e l défic it comercial de toda la eco­nomía se elevó notabl eme nte y en 1994 fue ocho veces mayo r que e l de 1989 (véase e l cuadro 1 ). Detrás del desequilibrio co­me rc ial se encuen tran las PYM ES que - e·n un entorno de indefi­ni c ión de la política industrial , e l ace lerado proceso de apertu­ra de 1988 a 1994 y un peso sobreva lu ado- se conv irti eron en grandes demandan tes de di visas , pe ro s in poder generarl as en su propio ci rcuito co me rc ial ex terno. Es dec ir. las PYMES fu n­c ionaron pas ivamen te e n e l me rcado inte rn ac ional (más como importado ras que como ex portadoras) y generaron importantes sa ldos CO!llerc iales de fi c itarios.

No todas las PEEI contribu yeron en la mi sma med ida e n la

generación de superáv it co merciales de 1983 a 1994 y tampo­co el saldo comerci al de cada una de ell as, de los tres tipos, s i­guió una tende nc ia establ e de al gún signo.

Pemex (es dec ir, las es tatales o e l g iro petrolero) fue deci s i­va en el comercio tota l de las PEEI y, por ende, de todo e l país , dada su enorme influencia en la generac ión de l superáv it comer­c ial de és tas . En 1984 ese orga ni smo generó 98 % del superáv it comerc ial de las PEEI, que fue la mayor proporc ión lograda en el período, y en 199 1, cuando logró la menor proporción, lo hi zo con 60%. Así, la evo lución de l sa ldo comercial superavitario de es ta empresa marcó la te nde ncia del sa ldo de las PEEI, por su mi sma influenc ia mayo ri tar ia en todos los años rev isados. El comportamiento anual de ambos sa ldos prácticamente se sobre­pone (véanse la gráfica 6 y e l cuadro 9) , además de que sus va­ri ac io nes, de todo signo, fueron mucho me nos pronunc iadas que las que tuvi eron las privadas y las transnac iona les. Parti c i-

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pación mayoritaria y relati va es tabilidad es lo que carac terizó la presencia de Pemex en la evolución de l superáv it comercial de las PEEI. Por ello, esa empresa aún manti ene una pos ición financiera es tratégica en el modelo económico del país, con todo y que la TM AC de sus ex portac iones fu ede-7.4% de 1983 a 1994, que se explica sobre todo por los choques en el mercado petro­lero internacional de medi ados de los ochenta.

G R Á F e A 6

M EX ICO : EVO LUC IÓ:> DEL SA LD O CO\IERC IAL DE L.~S PEE I, TOTAL \' 1'01! TIPO

DE D IP RESA, 1984-1994 ( POH CE:-; TAJ ES)

••••••••••••••••••••••••••••••• 600

400

200 ," ',

' '

o ~ ~~---"-'---=-- · -=---.. - "'- -- -.. "'

-200

-400

-600

1984 1986 1988 1990 1992 1994

__ Total ______ Privada Estatal Transnacional

Fuente: cá lcu los propios con ba se en ci fra s de E.rpa11 sión. varios números.

•••••••••••••••••••••••••••••••

Al igual que Pemex, las empresas pri vadas de las PEE I siem­pre registraron en el período saldos superav itari os, aunque con un ni ve l absoluto por demás menor y muy variable. En 1985, por ejemplo, la influencia de es tas empresas en el sa ldo co mercial de las PEE I fue de sólo 2% (igual que la de las transnac ionales) y en 1992 alcanzó su punto máx imo con 25.5 por ciento.

Las transnac ionales fueron las únicas empresas que en algu­nos años del período 1984- 1987 tu vieron sa ldos comerciales deficitarios entre las PEEI. Su mayor peso relati vo en el sa ldo superav itario lo alcanzaron en 1992 con 25.5%, y el menor en 1983 con menos de 1%, en tanto que su contribución al superá­vit de las PEEI fue erráti ca e inestable. igual que las pri vadas, aunque és tas en todos los años tu vieron superáv it. Es te hecho es aparentemente paradójico, si se conside ra que de 1983 a 1994 el ritmo de crec imiento ex portador de ambos tipos de empresas fue muy semejante (co n una TMAC de alrededor de 20%) y el importador fue poco más alto en las privadas (29 %) que en las transnac ionales ( 19% ). La evolución de l saldo comercial de estas transnac ionales también fue errát ico y sumame nte inestabl e (véase la gráfica 6); los atios que reg istraron vari ac iones exce­sivas - sólo uno con signo positi vo- fueron 1984 , 1987 , 1993 y 1994. As í, la carac terís ti ca esenc ial de estas empresas y de las

las grandes empresas en el comercio ex terior de méx ico

pri vadas fue su presencia inestab le y un comportamiento errático en la generación del superáv it comercial anual de las PEEI, que también observó altibajos de di fe rentes órdenes .

En conjunto, los resultados del co mercio de las grandes em­presas se pueden considerar sati sfac torios. Si bien su presencia relati va en el comercio ex terior nac ional es decrec iente, aún es signi fica ti va (véase el cuadro 1). La tendencia decreciente se explica debido a que en el lapso 1983- 1994 el co mercio ex te­rior de las PEEI registró una TMAC de 5.2%, en tan to que el co­mercio ex teri or del país tu vo una de 10.6 por ciento.

A MANE RA DE CO NCLUS IÓN

Es preciso explorar formas nuevas para estudi are! desempeño del sector ex terno mex icano. Tomar a la empresa como uni ­dad de análisis es, como se ha visto , un complemento ade­

cuado para entende r los principales aspec tos de la dinámica de las exportac iones y las importac iones y de sus sa ldos resul ­tantes que tradicionalmente se detectan mediante los sec tores y ramas de actividad económi ca de acuerdo con el formato y la clasificación de las es tadísti cas oficiales .

La es trategia para impul sar y consolidar la apertura comer­cial ha tenido como motor a la gran empresa, particul armente en la es tructura ex portadora de bi enes, pues las pequeñas y medianas en general no han transitado a formas ac ti vas de par­ti ci pación en los mercados ex ternos. La prontitud relati va con que se dio el proceso de apertura, sobre todo a partir de una ma­yor integrac ión económi ca medi ante el TLCAN, colocó en una rígida posición de importadores netos a los estratos de la pequeña y mediana empresas, lo cual contribuyó al resurgimiento del des­equilibri o ex terno en ni ve les difíciles de financiar con ri esgos para la es tabi lidad cambi ari a y monetari a del país. La crec iente presencia defi citaria de este tipo de empresas en el sector externo se puede expli car por tres hipótes is que se refu erzan y comple­mentan , a saber:

l . Una política industri al esencialmente pas iva, incapaz de res tructurar de manera oportuna los componentes mayoritarios de la pl anta producti va, esto es , las pequeñas y medianas empre­sas . Su orientac ión hac ia la competencia internac ional en con­diciones de apertura comercial, des regulac ión, pri vati zac ión y reordenami ento de las finanzas públicas, requiere redefinir de manera urgente los ámbitos y los tiempos de una políti ca indus­trial acti va , sin que e ll o implique la res taurac ión simple y total de los antiguos mecani smos de crec imiento producti vo y de dis­tribución del ingreso.

2. Una políti ca ca mbiari a que sobrevaluó al peso en condi ­ciones de reac ti vac ión económica . La políti ca industri al ocul­tó sus distorsiones debido a las ventajas temporales de la apre­ciac ión del signo monetari o. Para las pequeñas y medi anas empresas el abaratami ento de las importac iones fue un a señal parcial e incorrec ta de los compromi sos que implicaba para ell as la apertu ra co mercial y todo el proceso económ ico de cambio estructu ral que priv ileg ia el funcionami ento de los mercados y la red ucc ión de la regu lac ión estata l.

3. La ausencia ge neral de trad iciones y prác ticas ge rencia­les en la pequei'ia y med iana empresas necesari as para enfren-

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comercio exterior, abril de 1996 263

a estrategia para impulsar y consolidar la apertura comercial ha tenido

como motor a la gran empresa, particularmente en la estructura

exportadora de bienes. La prontitud relativa con que se dio el proceso de

apertura, sobre todo a partir de una mayor integración económica

mediante el TLCAN, colocó en una rígida posición de importadores netos

a los estratos de la pequeña y mediana empresas, lo cual contribuyó al

resurgimiento del desequilibrio externo en niveles difíciles de financiar

con riesgos para la estabilidad cambiaría y monetaria del país

tar con solvencia los retos de la competencia ex terna , como as í ha ocurrido con experi encias ex itosas de otros países . La inno­vac ión tecnológica, la reorgani zac ión sistemática de procesos productivos y de distribución y comerciali zac ión , así como la capacitac ión del personal ocupado (incluyendo el directivo), son factores cruciales que no han estado presentes, con todo y que e l mi smo modelo de comercio ex terior los exige.

Es preciso evaluar las causas de los superávit comerciales de las PEEI no petroleras en las condiciones de apertura comercial, pues muchas de ellas, principalmente las transnacionales, pue­den estar operando al margen de las políticas nacionales de co­mercio exterior y fomento indu strial , en la medida en que la evo­lución de su comercio inte rn ac ional tiene como directri z las necesidades corporativas, realizables con tan sólo ciertas con­diciones cambiarías en un escenario de libre comercio. El peso del comercio interindustri al e interempresa, que existe en cier­tos gi ros de la planta productiva vinculados al mercado exter­no , puede ser un indicador de las restricciones de tales políticas nac ionales.

El creciente desequilibrio comercial mexicano (excluyendo las maquiladoras) de los últimos años puede asociarse a dos hechos, una vez que la reactivación económica se puso en mo­vimiento: a] la pérdida de dinami smo exportador de las PEEI, en particular de Pemex, y b] la parti cipac ión creciente de las PYMES

en e l comercio total de l país, pero con saldos crecientemente deficitarios (debido a su alta propensión media a importar) .

La pérdida de dinamismo exportador no se debe interpretar como una caída de sus ventas totales . Desde 1984 las ventas inte rnas de las PEE han crecido más (sin bajar nunca de 51 %),

al ti empo que sus ventas ex ternas han caído. Las tendencias al alza de las ventas internas y a la baj a de las ex ternas fueron sos­tenidas y sistemáti cas durante e l período 1983- 1994, lo cual muestra al mercado interno como un motor de crecimiento to­davía mu y poderoso para e l conjunto de las grandes empresas , aunque se hayan dado pasos importantes para elevar su capaci­dad exportadora efectiva.

El cambio gradual del patrón monoexportador comenzó en 1986-1987 con la caída del precio de exportación del petróleo . Dentro de las PEE, en esos años las empresas pri vadas nac iona­les y las transnac ionales tu vieron un incremento repentino de sus exportaciones. Así, las nuevas metas de la política económica y las tendencias de la demanda internacional de petróleo modi­ficaron signifi cativamente la estructura exportadora de las PEE:

en 1994las privadas tuvi eron una posición preponderante, se­guidas por las transnac ionales y las estatales. Los giros no pe­troleros terminaron siendo predominantes.

En el período 1983- 1994, en el grupo de las PEE destacan notablemente dos giros: el petrolero y el automovilístico (y más si en éste se consideran las autopartes) . En e llos ha descansado la estrategia exportadora de los últimos años, es decir, en Pemex y el grupo de las empresas automovilísticas.

La contribución de Pemex al superávit comercial de las PEEI

ha sido determinante y, por ende, al financiamiento del desequi ­librio comercial del país. Ninguna de las privadas y de las trans­nacionales , individualmente, ti ene la presencia de la empresa estatal.

Igual que en e l pasado , ese organismo tiene un lugar estraté­gico en los ritmos de crecimiento del país, pese a que el sector

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no petrolero ti ene un mayor peso re lati vo en la plataforma ex­portado ra. Empero, en e 1 análi sis del sec tor ex terno por empre­sas e l organismo estatal ti ene una influencia determinante en toda la es tructura económi ca nac ional, muy por encima el e cualqui er otra de l país. pri vada o transnac ional.

La ubicac ión geog ráfica de las PEE I en e l país. no obstan te el impul so al desarroll o el e nuevos polos indu stri ales. sigue sien­do la mi sma qu e en el pasado. En los próx imos ai'ios es posible que el pat rón ele loca li zac ión industrial sea diferente. aunque en el corto pl azo seguirá domin ando el heredado del mode lo eco­nómico anterior. Las inercias y los cos tos ele un a re loca lizac ión ele las graneles empresas son qui zá los fac tores que demoran los ca mbi os geográfi cos el e las PEEI que sea n co mpatibl es con e l nuevo modelo ele desarro ll o indu stri al y el e comercio ex teri or.

En e l período anal izaclo, junto con el comercio el e las PEE I se presentó un fenómeno contrari o al qu e se obse rva en e l comer­cio del país. En tanto que para las PEE I Estados U nidos ti ene más importancia co mo proveedor que como cl iente, para e l país es lo contrari o. Pos ibl emente es to se exp li ca debido a que trad icio­nalmente las re lac iones ex ternas ele la mayoría ele las empresas pri vacl as y transnac ionales se rea li zan, respec ti vamente, con sus soc ios y matrices, que se loca li zan en ese país: sus márgenes de operac ión son mayores en la se lecc ión ele sus cli entes que en la ele sus proveedores. Es claro, ele cualqui er fo rma. que el comercio total del país y ele las PEE imantu vo un lazo predominante con Es tados Unidos. Q

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Inversión de cartera y sector externo en la economía mexicana

• • • • • • • • • • EUGENIA CORREA Y RICARDO CALVO*

E 1 flujo de capital es ex tranj eros hacia Méx ico con stitu yó uno de los elementos más importantes de la estrategia económi ca del sexenio anteri or. La renegoc iación de la de ud a ex terna .

y el descenso de las tasas de interés en Es tados U nidos. abri ó ese mercado a los títulos mex icanos. En ell o también fu eron importan­tes las nuevas cles regulac iones ele ese país , que permitieron a los inve rsioni stas institucionales (fondos ele pensión. fondos mutuos y aseguradoras) incorporar títulos ex tranjeros en sus ca rteras.

E l ni ve l ele expos ición el e dichos in ve rsionis tas en papeles ex tranjeros no se conoce con prec isión, pero se sabe que varía entre los distintos fondos. Se es ti m a que és tos podrían representar en al gunos casos el e 1 O a 15 por ciento ele sus in ve rsiones. aun­que ele manera globa l la composición ex tranjera entre es tos gran­eles tenedores tal vez no represente ni 59c ele las mi smas.

En es te trabaj o se anali za primero la función de los fluj os ele ca pi tal foráneo en e l finan ciamiento del défi cit ex terno durante los últimos años, para luego examin ar el comportamiento ele la in versión ele ca rt era el e los in ve rsioni stas extranjeros. Se busca identifi ca r los ca mbi os el e ex pectati vas entre los in ve rsioni stas ex tranje ros respec to el e la s ituación económica ele Méx ico y su papel en el desencadenamiento ele la cri sis fin anc iera mex ica­na de diciembre ele 1994. Para ello, se e fectúa una lec tura ele la influencia el e las agencias ca lificadoras tan to en e l período ele auge de dichos fluj os como en el de su co ntracc ié n en 1994.

A PERTURA COMERC IAL Y FINANC IAM IE 'TO DEL DI~FICIT EXTERNO

La economía mexica na registró un ampli o períod o ele eleva­da protección comercial desde fin es el e la segunda guerra mundial hasta med iados el e los oc henta. En esa etapa los

cléfici t comerciales se finan ciaron principalmente mediante in -

ve rsión ex tranjera y présta mos al sec tor públi co. Durante la se­gunda mitad ele los ochenta muchos países en desarrollo avan­za ron rumbo a la ape rtura comercial. Las restri ccio nes al flujo ele recursos ex ternos para cubrir las importaciones trataron ele revenirse en parte co n la devaluación ele la moneda. Ello con­dujo a una competenc ia muy fu erte por los mercados de las na­ciones industri al izadas. con una caída en los precios internacio­n;.¡l es de muchas ex portac iones tradi c ional es, como petróleo, azúcar. café, carne. fruta s y ve rduras, entre otros. Sin embargo, a pesar clel :1 umento del vo lumen ele las ex portac iones ele va rios países lat inoameri canos. e ll o no signifi có un incremento corre­lati vo en la di sponibilidad ele di visas.

En ese orden ele cosas, se redujeron las posibilidades ele fi­nanciar e l aumento ele las importaciones por me el io el e un i ncre­mento ele las ve ntas ex ternas. y la pres ión por incrementar las ex portac iones no tradic ionales conduj o a la bú squeda ele in ve r­sión ex tranjera di rec ta (1 ED) y au n de ca rtera. Sin embargo, só lo till OS cuan tos países en desarrollo fu eron receptores el e dichas colocac iones e in vers iones, entre e ll os Méx ico. 1

Con base en un cambi o signifi ca ti vo ele las es trategias guber­namentales y a partir de la in sistenc ia ele las reco mendac iones ex ternas (los pl anes Baker y Bracly)1 sobre política comercial , Méxi co ini ció la reducción ele aranceles y la e liminación ele ba­rreras no arance larias.

l . Euge ni a Correa. ··La polít ica monetari a es tad ounid ense y los me rcados emerge ntes de América Lati na ... Co111erc io Ex1erio1; vo l. 45. núm . 12. Méx ico. d iciembre de 1995.

2. Euge nia Co rrea, ··La estrateg ia ac reedora: de l Plan Baker al Plan Brady'". Ecuno111íu lnfámw. núm. 19 1. Facu ltad ele Economía . UNA M. febrero ele 199 1.

11/\ ·es ligadures del Posg r({(lu de la Facullild de Ecunolii ÍO de la UNAM r de la UAM- I~Iapalal)(l· r esp eclimlllellle.

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El superáv it e n cue nta corri e nte de 1983 a 1985 se convirtió en déficit e n 1986 y pasó de 2 400 millones de dó lares en 1988 a más de 28 000 millones en 1994 . Desde los comienzos de l pro­ceso de apertura comerc ia l, e l crec imi ento de l producto elevó en mayo r medida e l dé fi c it , mi entras que e l es tancami e nto eco­nómico de 1993 y parte de 1994 no lo di sminu yó.

E l increme nto de las importac iones fue espec ia lmente no ta­ble a partir de 1988. Por su parte, la renegoc iac ión de la deuda públi ca ex te rna no repe rc utió gran cosa en su se rvic io y és te di sminu yó junto con los descensos en las tasas de inte rés desde 199 1.

Las exportac iones comenzaron a incrementarse en 1984, pero e n los años s igui e ntes no log raron representar una porc ión ma­yor de l producto, de manera que el mayor grado de apertura de la economía - medido por la suma de las importaciones más las ex portac iones e n re lac ión con e l PIB- se sosti e ne en las impor­taci ones . Po r e ll o, de 1990 a 1994 e l país ac umul ó un déficit come rc ial superio r a 55 000 mill ones de dó lares.

El crec iente dé fi c it externo debe fin anc iarse en moneda ex ­tranjera, por medi o de deuda pública y pri vada, inversión ex tran­jera producti va o de cartera, co locac ión accionarí a en el ex tranj e­ro de empresas nac ionales, capita les proveni entes del ex teri or propi edad de nac iona les e inc reme nto del vo lumen o de l va lor de las exportac iones .

Sin embargo, es tas fu entes de finan ciami ento en las condi ­ciones de la políti ca cambi arí a seguida de 1990 a 1994 presen­tan los sigui entes límites :

1) La deuda pública aume nta de ac uerdo con la capac idad de pago de l gobi e rno , en pa rti c ul ar de la s itu ac ión de l mercado petro lero mundi al. La co locac ión de de uda pública inte rn a en­tre extranjeros depende de un bue n di fe rencial entre las tasas de interés internas y las ex tranj eras en fa vor de las primeras y de un nivel apropiado de rese rvas que ga ranti ce la libre conver­tibilidad.

e u A D

in ve rs ión de ca rt era y sector ex terno

2) El ritmo de crec imiento de la deuda pri vada depende de los fluj os de efectivo e n moneda ex tranj era por parte de las empre­sas, princ ipalmente las export ado ras; del atrac ti vo que en algún mome nto representa la conve rsión de deuda e n ac ti vos de las empresas, o de las pos ibilidades de asoc iac ión e ntre empresas nac ionales y ex tranj eras .

3) La inve rsión ex tranj e ra producti va o de cartera posee de­terminac iones ex te rn as. La in ve rsión producti va. s i bi en más vincul ada al devenir de la economía nac iona l y de menor cuan­tía en términos re latí vos, es la que se pl anea a mayor pl azo y de­pe nde en g ran medida de las ex pec tati vas de crec imi e nto de l mercado interno. De pende tambi én de la ex iste nc ia de "venta­jas comparati vas" como la fu erza de trabajo o energéticos ba­ratos o bien de la restructurac ión y e l reparto de me rcados entre los g randes consorc ios .

La reconfigurac ión de las carteras de los in versioni stas in s­titu c ionales ex tranj eros e n acc iones de empresas, tanto en e l mercado inte rno como e n los Ame ri can De pos itary Rece ipts (A DR), se ha mod ificado e n función de las ex pec tati vas de ren­tabilidad de co rto y med iano pl azos en los di ve rsos mercados , aunque también ha sido sensible a las expectati vas de rendimien­to y ex pansión de las compañías emi so ras.

Los flujos de capital ex tranj ero a los mercados de dinero y capital es alcan za ro n a fin anc iar 80 .6 % de l défi c it e n c ue nta corriente ele 1990 , mi entras que en 1993 llegaron a representar 142.3% cle ese défic it (véansee l cuadro 1 y la gráfica I).Supre­sencia fu e tan s ignifi cati va que ele 1989 a 1993 los fluj os por inve rsión de cartera sumaron 28 91 9 millones de dó lares, esto es, 8% de l PIB ele 1993.

E n 1993 la eco nomía mex icana empezó a mos trar s ignos importantes ele descenso en las fu entes ele fin anc iami ento del dé ficit comerc ia l, junto a l es tancamie nto económico . Ante las di fic ultades para rec urrir a las fue ntes anteri o res , quedaron las sigui entes opc iones:

R o

I NV ERSIÓN EXTRA ts JEUA EN EL ~ I E U CA OO DE VAL ORES (¡\ IILLO NES DE UÓ LAHES y PAitT I C IJlA C IÓ~' E~ EL TOT:\ L)

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• 1992 1993 1994 1995

Valor '7~ Valor 'le Valor % Va lor %

Mercado de capita l' 28 868 100.00 54 633 100.00 34 396 100 00 25 166 100.00 ADR 21 15-1 73.79 33 960 62.16 21 163 6 1.53 15 444 6 1.37 Fondo Méx ico 6 19 2. 16 1 ~64 2.50 766 2.23 64 1 2.55 Libre susc ri pc ión 5 097 17.78 12 906 23.62 8 079 23.49 6 247 24 .82 Fondo Ne ut ro 1 798 6.27 6 38 1 11 .68 4 348 12.64 2 789 11 .08 Warran ts 18 0.03 24 0.07 6 0. 02 Mercado accio nario ..¡ 0.0 1 16 0.05 39 0. 15

Mercado de dine ro ' ¡ ..¡ 08 1 100 .0 18 997 100.0 22 703 100.0 7 04 1 100 .0 Ce tes 9 187 65.24 12 -152 65.55 S 534 24.38 4 2 17 59.89 Bo ndes 9-1 1 6.68 1 0-12 5.-19 6-1 0.28 193 2.74 Teso bonos nt 1.57 1 21 1 6.3 7 15 939 70.2 1 2 205 3 1.32 Aj us tabo nos 3 732 26.50 ..¡ 292 22.59 1 166 5. 1-1 -1 26 6.05

Total -12 7-19 73 630 57 099 32 207

l . Saldos a d ic iemb re ele cada a ii o: sa ll·o 1995. cua nd o es a se pti e mbre. Fuen te: Elabo ració n propia con dat os el e la Bo lsa rvte.x icana ele Valo res. Anuario Bursátil . va ri os aiios. y Boletín Finan ciero -" Bursát il. enero -se pt ie mbre de 1995.

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

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comercio exterior, abril ele 1996 287

G R Á F e A

INVERSIÓN EXTnANJEUA DlllE CTA Y DE CAnTERA, PASIVOS DE LOS SECTO llES I'ÚllLI CO Y I'IUV:\DO Y DI~ FICIT UE CUE!'\ T..\ CO IUHENTE (~tiLLONES DE IJÓLAHES)

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• 35 000

30 000

25 000

20 000

15 000

10 000

5 000

-~- · - ---0

1 -5 000

- 10 000

- 15 000

1989 1990 199 1 1992 1993 1994

Pasivos ele los sectores público y privado Inversión extranjera directa

- Inversión ex tranjera ele cartera Déficit en cuenta corriente

a. Datos a septiembre. Fuentes: Elaboración propia con datos del Banco ele México, In dicadores Económicos, var ios aiios, y SINIEE, 1995 .

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

1) Di sminuir las importaciones mediante un menor ritmo de crecimiento de la economía, que fue lo que se hizo desde fines de 1992 y en especial en 1993. Sin embargo, la reces ión no se revirtió en una baja de las compras externas de igua l medida y los requerimientos de divi sas se conservaron altos; se ace leró la contratación de deuda privada y la co locación accionaría.

2) Reducir la sobreva luación cambiaría por medio del incre­mento acelerado del nivel de productividad de sec tores estraté­gicos de la economía. 3

3) Modificare! tipo de cambio y permitir una devaluac ión del peso.

Así, el tipo de cambio se tornó en un e lemento clave y la crisis cambiaría de diciembre de 1994 se convirtió con rapidez en una crisis financiera, precisamente porque la modificación cambiaría comprometió al resto de las fuentes de financiamiento del déficit externo. Esto significó un desaliento importante para los inver­sionistas ex tranjeros que aún poseían activos en México denomi­nados en pesos, incluyendo las colocaciones en bolsa y el mercado de dinero sin cobertura cambiaría . También complicó la situa­ción de las empresas y los bancos con deuda en moneda extranje-

3. Cues ti ón que e l FMI plantea como viable en su m forme semes­tral de octubre de 1994 , FM I, World Economic Outlook , octubre de 1994.

ra , principalmente de corto plazo, y con bajo ni ve! de generación de divisas. A e llo se agregó el cambio de tenenc ias enCetes en manos de extranjeros por Tesobonos, instrumentos con cober­tura cambiaría. Mientras tanto, las reservas internacionales -que habían llegado a cas i 30 000 mi !Iones de dólares a principios de 1994- cayeron a menos de 1 O 000 millones a comienzos de di­ciembre de ese año. Como se observa en e l cuadro 1, la inversión ex tranj era en e l mercado de va lo res cayó 4 1 423 millones de dól ares de diciembre de 1993 a septiembre de 1995 .

pARTICIPAC IÓN EXTRANJERA EN LOS MERCADOS

DE DINERO Y CAPITAL

E 1 flujo de fondos hac ia títulos mexicanos se basó en la co­locac ión, principa lmente en e l mercado estadounidense, de empresas públicas y pri vadas. De ahí que esos fondos que­

daran vinculados directamente a los cambios de la rentabilidad ofrecida en Estados U nidos, las expectativas de comportamiento económico de las empresas mexicanas, la dinámica de las pri ­vatizaciones , la capacidad de cobertura otorgada por las di stintas garantías y el nivel de reservas internacionales del país que per­mite una libre convertibilidad de las colocaciones extranjeras. Las calificaciones de las agencias especiali zadas (Moody's y

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S tandard and Poor 's ) fu eron determinan tes e n e l estab lec imi ento de los márge nes y co n e ll o e n e l cos to del nuevo endeudamien­to. Po r su parte , los inte rmed iarios finan c ieros colocadores de las acc iones y los ADR de las e mpresas nacionales (en tre otros Merrill Lynch. Saloman Brothe rs y Goldman Sac hs) fue ron abri e ndo e l mercado y marcando e l ni ve l ini c ial de las co ti za­c io nes .

La participac ión de los invers ioni s tas ex tranjeros e n e l mer­cado de ca pi tal cobró importancia a partir de 1991 , cuando sus posiciones en los ADR ll egaron a 13 733 millones de dólares, fren­te a 402 millones en 1989 y 2 087 millones e n 1990. Otros ins­trumen tos de l me rcado de ca pi tal también resultaron at rac tivos para dichos in ve rs ioni s tas, como la compra directa de acc iones, que en diciembre de 1992 a lcanzó 5 000 mi ll ones de dólares, mi entras que en di c ie mbre de 1990 había s ido de 1 000 millo­nes. Como puede ve rse en e l c uad ro l , los ADR han s ido los ins­trumentos privilegiados por es tos invers ioni stas , con un prome­dio de participación en el mercado de cap ital de 64 .7 1% de 1992 a sept iembre de 1995.

En 1991 la in versió n extranjera en el me rcado de cap ital as­cend ió a 18 453millones de dól ares, de los cuales 74. 1% co rres­pondió a los ADR; en 1989, cuando dicho monto sumó 808 mi­llones de dólares, los ADR participaron con 49.8 % . El aumento obedeció a la co locac ión de empresas privadas en proceso de privati zación , en especial Teléfonos de México , as í como a la de empresas priva das e n el mercado estadounidense.

G R Á F

in ve rsión de ca rt e ra y sec tor ex terno

La pos ic ió n en los ADR a lcanzó s u mayo r mo nto en e ne ro de 1994: con alrededor de 38 147 millones de dólares, esto es. 62 .6% de los casi 6 1 000 mill o nes de dó lares en in ve rs ió n ex tranj era en e l mercado de capita les.

A su vez, ese monto de los AD R representó 45.6% de l total de la in ve rs ión extranj e ra e n los mercados de dinero y capita­les , que ascendió a 83 000 mi !Iones de dólares. Así, desde 199 1 hasta marzo de 1994 1a ex pansión de los me rcados finan c ieros se log ró mediante la co locac ión de acciones y títulos de de uda, principa lmente del sector pri vado.

La in ve rsión extranjera en los mercados tanto de capital como de d inero asce ndi ó a 23 988 millones de dólares e n dici e mbre de 1991 , lo que representó 8% de l PIB . frente a 1.9 % e n 1989. Su punto más a lto lo a lcanzó e n 1993 , con 9.3 % del producto interno bruto.

De 1991 a 1995 se distinguen cuatro mo mentos en la evo lu­ción de la in ve rs ión extranje ra e n los mercados de dinero y ca­pital (véase la gráfica 2). En e l período T 1: di c ie mbre de 1991 a ab ril de 1993, se observa una baja en la ta sa de inte rés de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos (T-B ill s) a 30 años, lo que a su vez se aco mpai'ió de un aume nto cons iderabl e de la inver­s ión extranj era en los c itados mercados .

En e l período T2: mayo a di c iembre de 1993 , la tasa de los T­Bills bajó aún más, co locándose debajo de 6o/c : la tendenc ia de la in vers ión en el mercado de ca pi tal muestra un pronunciado in­cremento: de poco me nos de 30 000 millones de dólares subi ó a

e A 2

I N\ "EHSIÚN EXTRA:\JERA E:\ LOS \IER CADOS DE CA I'ITAL y DE DI NE RO E:\ MF.XI CO y TASA DE T -BII. I.S ,\ 30 .-\ 1\0S (,\IILLO NES IJE ll ÓL\HES)

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• 70 000 - T2 T3

8.5 T4 T I

60 000 -T-Bi ll s a 30 aiios 8.0

Mercado ele capiial

50 000 7.5

-10 000

7.0

30 000

6.5

20 000

ivkn:aelo ele dinero 6.0

10 000

o 5.5

EFM A MJ J AS O N D EFMAM J J A SONDEFMAMJ J ASONDEFM .'\ivfJ .1 AS

199 2 1 99.\ 1 99-1 199 5 Fu enl e: Elaborac ión propia co n da los de la Bol sa Mex icana de Va lores. Anuario Bll r.Híl i l. varios a1ios. y Bole!ÍII de l lltlicatln res !Jllrsúliles . cnero-se pli e mbre ele 1995. y Depanmc nl of Commerce. informac ión en lín ea.

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

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co/1/ ercio e.rlerior. abril de 1996

más de 60 000 mill ones. El mercado de dinero muestra un com­portamiento al alza. pero más moderada. En ambos períodos se aprec ia una relaci ón in ve rsa entre la tasa de interés de los T-Bi li s y la co locación de inversión ex tranj era en los dos mercados. prin­cipalmente en el ele capitaL La pos ición de los in ve rsion istas ex­tranjeros reg istró un incremento importante hasta el momento en que la tendencia ele la tasa ele los T-8 i li s camb ió en enero ele 1994: sube e l incremento ele la tasa ele interés el e los T-Bill s en el perío­do T3 -el cual cubre de enero a se pti embre ele 1994-, mientras que baja la in versión extranjera en el mercado ele va lores.

Desde septiembre ele 1994 los dos mercados comenzaron a descender, aun cuando en el período T4, el e octubre de 1994 a septiembre de 1995 , la tasa de los T-Bill s vo lvió a cae r. En ese lapso la in versión extranj era en e l mercado de cap ital di sminu­yó (ele septi embre ele 1994 a feb rero el e 1995) 36 992 mill ones ele dólares, equi va lentes a 1.32 veces el déficit ele la cuenta co­tTiente de 1994. Así, a pesar el e la baja en el rédito en Estados Unidos, la in vers ión ex tranjera en el mercado de va lores no se incre mentó, pues las tasas de interés internas no fueron lo sufi ­cientemente atractivas para captar nuevos flujo s de cap itaL

En este sentido, la es tabilidad cambiari a fue una condi ción fund amental de l cuantioso ingreso de cap itales ex tranjeros al mercado nacional, de manera que las ex pectati vas ele rencli mien­to preve ían una pérdida ca mbi ari a en e l corto e inc lu so en el medi ano pl azos. El mercado mex icano se convirtió en una ele las mejores opciones para los in versioni stas institucionales estado­unidenses , en la medida en que se pensaba que el TLC traería consigo una creciente estabil ida el ele los mercados: el país pronto conseguiría la ca lifi cac ión de grado de in ve rsión para los títu­los nacionales, el proceso de privati zac ión cont inu aría sin ma­yores obstáculos y habría mayores co locac iones acc ionarias por parte el e las gra neles empresas mex icanas.

INVE RSIONISTAS INSTITUC IONA LES Y AGENC IAS

CA LifiCA DORAS

Los in vers ioni stas in stitu cionales estadouni denses han sido un componente importante e n la canali zac ión de fondos hac ia los mercados de dinero y de capital es y también ha­

cia los emerge ntes . Sus act ivos tota les pasaron el e 2 billones ele dól aresenl981 a6.5 billonesenl990. 4 Los principalessonl os fondos ele pensión. cuyos acti vos pasaron el e 400 000 mi !I ones de dólares en 1974 a 3.6 billones al finali zar 1994 -"

Se conoce como inversioni stas in stituc ionales a la amplia gama el e fondo s el e pensión , soc iedades ele in ve rsi ón, fondos manejados por aseguradoras. fide icomi sos. etc. Au nque difi e­ren el e manera importante por cuanto a la co mposición el e su ca rtera y las normas regul atori as que se les ap li can, ti enen en común que:

4. Mon·is Golclstein . David Folkerts-LanclaLL PeterGarber. Liliana Rojas Suürez y Michael Spencer, "Eimercacl o de cambios y la in ver­sión internacional actual : participant es . instrumentos y oportunida­des" , en Catherine Manse ll (comp.) , Libe rali :.ación e innO\'ac ión.fi­nan cie ro en/os países desarro llados rA111érica L(f[ina, CE MLA y BID. Méx ico. 1995.

5. OCDE. Fin anc ia/ Markel Trends , nov iemb re de 1995.

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1) Reacc ionan el e manera inmediata reconfigurando su ca r­tera según los cambi os ele pe rcepción ele sus a el mini straclo res so­bre la rentabilidad esperada.

2 ) Su amp li o vo lumen de compras y ventas produce mov i­mi entos mas ivos que determ in an flu ctuac iones marcadas en los prec ios de los di stintos instrumentos co n que operan.

3) Su pos ición en va lores ex tranj eros ha podido amp li arse a partir de cambios regu latorios importante s. como la regulación S y la reg la 144a 6 De manera que otros cambi os en la norma­tividacl ele dichos fondos pueden nuevamente modificar y am­pliar la composición el e la cartera. en parti cul ar su tenencia en va lores ex tranj eros.

4) La normati viciad relativa a la co mpos ición el e valores ex­tranj eros ha venido es tab lec iendo techos o puntos ele sa turación a sus posiciones externas. Así. ll egado al"pun to de saturación··. los in ve rsioni stas pueden cambiar sus prefe renc ias por valores ex ternos, pero no amp li ar signifi cati vament e sus fluj os hac ia va lores ex tranjeros. 7

5) Si bi en en un rango porce ntual pequeño res pecto de l vo­lumen tota l ele acti vos que manejan, su parti cipación en valo­res ex tranj eros es tá mu y vinculada al comportami en to de los ti pos ele cambi o, en la medida en que su rentabi l ida el fina ! mente se mide en términos del dó lar. Sin embargo. un a ampli a recon­fi gurac ión el e sus ca rteras en tí tul os ex tranj eros de determina­do país tambi én puede comportar una mod ifi cac ión signifi ca­ti va del tipo de cambi o.

6) La gran liquidez de los títul os manejados por es tos in ­versioni stas les permite hacerse y despre nderse rúpiclamente ele sus posiciones nacionales o ex tranj eras en respues ta a ca mbios en las ex pec tati vas . La amp li a co mpetencia entre sí y la neces i­dad de los admini stradores ele los graneles fondos ele ofrecer ren­dimi entos por encim a de las tasas pagadas por las in ve rs iones tradicional es, los impul sa a bu scar rendimi entos altos en plazos cortos. ele manera que su permanencia en c ierto tipo de títul os o en determinados mercados puede se r de mu y corto plazo .

La pa rti cipación de los in ve rsioni stas in stituc ional es. es ta­dounidenses en particular. fu e mu y import ante en el fluj o el e capitales exte rnos que rec ibi ó la economía mex icana el e 1990 a 1994. Ent re otros , destacan los fo ndos aclmini straclos por Fide­lity, Scuclcler, Merrill Lynch. Oppenhe imer. Putman Fund s Ma­nagement , March and Mclennan Co., Soros Funcl Management,

6. El 19 ele abril de 1990 la Securiti es ancl Exc hange Commi ss ion ap robó la regulación S y la reg la 144a. La primera es una clarificac ión de l Acta ele Va lores ele 1933 ; desde sumocli ficación ha sido pos ible que emi sores ex tranjeros co loq uen acc iones entre inve rsioni sta s estado­unidenses sin neces idad ele autori zac ión ele derec hos ele emi sión e in­tercambio. La reg la J-(4a creó una exce pción sobre eJ¡·eg istro en Es­tados Unidos de reco mpra ele ciertas acc iones sobre i111 ersioni stas institucional es. Así. los AD R y GDR que se emiten en el marco de es ta nueva regulación pueden venderse entre in versioni stas institucionales.

7. Las leyes de muchos estados ele la Un ión Ameri cana limi ta n a 39'c la cantidad de acti vos que las compaiiías de seg uros puede n tener en el ex tranjero. El sec tor asegurador es tadounidense pres iona actual ­lll ente para que se modifiquen las normas y pueda n ampliar su in ve r­sión fu era ele Es tados Unidos. La propuesta es eleva rla el e 3 a 20 po r ciento. en un sector con ac ti vos de cas i 2 bi ll ones ele dó lares. lo que sig­nifi caría un potencial de mil es ele mill ones ele dólares en busca de co­locac ión en el extranjero. Reforlllu. 31 ele agosto de 1995.

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Salomon Brothers In c. , No mura Securities Co. y Weston Bank; también son importantes los administrados por filiales banca­rias, como los de JP Morgan y CS First Bos ton.

La participación de los fo ndos de inversión en valores del mer­cado mexicano también ha dependido de la ca li ficación que los títulos reciben de las agencias correspondientes, en particular la Standard and Poor's y la Moody 's .

Hasta hace diez años las agencias calificadoras eran un fe­nómeno exc lusivo de Estados Unidos, donde evaluaban a un pequeño número de corporaciones extranj eras y las obli gac io­nes de 15 gobiernos. En la actualidad la Standard and Poor 's y la Moody 's califican títulos en más de 50 países. Moody's lo hace para 20 000 emisores públicos y privados dentro de Estados Unidos, más 1 200 fuera de ese país. El valor aproximado de estos títulos es de 5 billones de dólares, de los cuales casi la mitad son papel gubernamental; para Standard and Poor 's es de 2 billones de dólares. 8

México y Hungría iniciaron el auge de colocaciones en el mercado estadounidense. Desde entonces la mitad de los 52 países que califican la Moody's y la Standard and Poor 's son naciones no pertenecientes a la OCDE, "lo que refleja que los inversionistas están dispuestos a aceptar menor calidad crediticia frente a mayores rendimientos, a pesar de que ha habido 33 quie­bras de países soberanos respecto de su deuda bancaria en mo­neda extranj era desde 1970" .9

La función de las agencias calificadoras se convirtió en crucial cuando se acrecentó la participación de los inversioni stas ins­tituci onales en los mercados de dinero y de capital es. El de­sarrollo de los invers ioni stas mencionados ha sido caracterís­tico del mercado financiero de Estados Unidos y de los pa íses de habla in glesa.

Durante los mios ele auge de flujos de capital pri vado hacia los mercados de dinero y capital es, el papel de las agencias ca­lificadoras fue determinante para la colocac ión de títulos de deuda entre los inversioni stas in stitucion ales. En esos años se esperaba que la deuda soberana mex icana alcanzara el grado de invers ión, con lo cual di sminuirían los márgenes para las colo­caciones privadas y se reduciría de manera considerable el cos to del endeudamiento pri vado interno .

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de las autoridades finan­cieras mex icanas, las dos principales agenci as ca lifi cadoras estadounidenses permanec ieron renuentes a otorgare! grado de inversión a la deuda soberana. Apenas rec ientemente, med iante la emisión de títulos est ructurados y con el ava l de la COI·pora­ción Financiera Internac ional del Banco Mundial, algunos títulos privados han alcanzado calificac iones de rango ele in versión A.10

8. /n stitutiona/ /n vestor. octu bre de 1995. 9. /bid. 10. Por ejemp lo, la Corporación Financiera Intern ac ional (CFI) y

el Swiss Bank Corp . coordinaron con cuatro aseguradoras estadouni ­denses una colocación de 100 millones de dó lares paraApasco. La CFI extendió a A paseo un prés tamo de 100 millones de dólares a 12 a11os y vendió 85% de su participación en el prés tamo a un fondo fiduc iario en Delaware que se establec ió para dicha operac ión. El fondo a su vez vendió 85 millones de dólares en cert ifi cados prendarios gara nt izados a cuat ro asegurado ras : Prudential lnsurance, North wes t Mutual Life , John Hancock Mutual Life y SunAmeri ca. Los age ntes de la transac-

in versión de cartera y sector externo

Todavía hacia agosto de 1994la Standard and Poor 's consi­deraba que al siguiente año otorga ría el "grado de in versión" a la deuda soberana mexicana. En mayo de 1993 la Moody's asignó a emisiones de deuda en moneda nac ional del gobierno mexi­cano de largo plazo la ca lificación de Baa 1, la más alta para deuda soberana de México, y de Prime2 para pape les mex icanos en moneda nac ional de corto plazo . La Moody 's señaló que es ta calificación era más alta que la otorgada a deuda en moneda ex tranj era (que permanec ió en Ba2 y en not Prime, respectiva­mente) en la medida en que la deuda en moneda nac ional puede servirse más fácilmente que la nominada en moneda extranjera.

La Moody 's puntualizó en mayo de 1993 que la liberaliza­ción del mercado mexicano había atraído un gran monto de ca­pitales, pero ello había dejado al país expuesto al ciclo crediti­cio, fenómeno común en economías que venían abriendo sus mercados. La agencia consideraba que existía el riesgo de que estos flujos de capital se rev irtieran , tal vez como resultado del alto déficit externo. Dicha reversión , se preveía, podría provo­car una devaluación con una inestabilidad financiera prolongada y una severa recesión. Señalaba que tal revers ión se acompañaría de inflación , sobrecarga del débito ex terno y elevación del costo de la deuda interna. Asimismo, la declinación de los ingresos fi scales podría revelar una posición fi scal menos favorable que en la etapa inici al del auge de las colocaciones ex tranjeras en el mercado nacional. La reces ión podría ahondarse por pérdidas crediticias en el sistema fin anciero , que eventualmente reque­riría del apoyo gubernamental. Se consideraba que una crisis de esa magnitud podría restar al gobierno posibilidades de admi­nistrar su deuda.

La Moody 's creía que es ta sec uencia podría desencadenar­se en México, todavía vulnerable a una crisi s de confianza por ser un país de baj o ingreso per cápita e incertidumbre en torno a su futuro político. Por ell o, la vulnerabilidad de la situación económica mex icana se eva luaba para e l conocimiento de los inversioni stas ex tranjeros, en particul ar estadounidenses, me­ses antes del estallido de la cri sis financiera al final de 1994.

El 6 de enero de 1995 la Moody's anunció el descenso de la ca lificación de los títulos mex icanos en moneda nacional de largo plazo de Baal a Baa3 y de corto plazo de P-2 a P-3 (Cetes y Te­sobonas), señal ando, además. que podría presentarse otra di smi­nución . La deuda de largo plazo en moneda ex tranjera confirmó la ca lificac ión de Ba2 (emisión de eurobonos y otras emisiones domiciliadas en Méx ico) y de Ba3 para bonos a la par y a descuen­to. Por añad idura, bajó la calificación de los depósitos denomina­dos en moneda ex tranjera en los bancos mexicanos de B 1 a Ba2. Es to afec tó a los depósitos en moneda ex tranjera de Banamex y

ción fu eron el Swiss Bank y Banamex. La CFI no garanti zó la co loca­ción, pero su parti cipac ión permiti ó que los ce rtifi cados fueran cali­fi cados por la Standard and Poor·s como B BB+ y con ello las compa­iiías de seguros aceptaron el prés tamo como ava l de los certificados, logrando as í una ca lificac ión por encima de la deuda soberana. que es de BB.Otro ejempl o es el caso rec iente de la Bimbo, que rec ibió un préstamo de la CFI por 130 millones de dó lares : a su vez. la cOI·pora­ción ve ndió 105 mi llones de dólares a un fideicomiso que emitió cer­ti ficado s po r di cho monto con ve ncimiento a 12 años; los certi ficados tu vieron la ca lificac ión de Acle la Standard and Poor·s . Re{o r111a , 3 de febrero el e 1996.

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co111 ercio exterior. abri 1 de 1996

Bancomer. La Standard and Poor 's anunció el l de febrero de 1995 la baja de la ca li ficac ión de Banamex , Banpaís, Cemex, Tolmex , lea, el Grupo Mexicano de Desarrollo, Transportación Marítima Mexicana y el Grupo Tri basa , como resultado de la rec iente di s­minución de la ca lificac ión de la deuda soberana. 11

La ca li ficac ión de deuda soberana mexicana en moneda ex­tranjera fue rebajada de BB+ a BB a comienzos de 1995 por la Standard and Poor's ; el rango ti ene perspectivas negativas, lo que indica que hay posibilidades de que vuelva a bajar. 12

Tal di sminución y la impos ibilidad de alcanzar el "grado de inversión" entrañó que las co locaciones de deuda pública y pri ­vada mexicanas pagaran durante todo es te período un sobrepre­c io ajustado a un elevado riesgo. En particular, después de la cri sis de diciembre de 1994, los 6 800 millones de dólares en títulos colocados por el gobi erno mex icano han debido pagar en tre 4 y 5 puntos porcentuales por encima de la tibor y entre 3 y 5 puntos arri ba de los bonos de l Tesoro. 13

11 . La información procede de la agenc ia Re u ter. En el caso de Méxi­co las dos más importantes agenc ias calificadoras son la Moody ' s y la Stand ard and Poor's. Sin embargo, ex isten muchas otras , e nt re ellas la IBCA, cuyos parámetros son semejantes a los de la Standard and Poor 's , y la Duff and Phelps , aunque los parámetros de es ta última no los con­sideran tan confiables los principales in versionistas estadounidenses.

12. Excélsiar, 24 de enero de 1996. 13. De julio de 1995 a enero de 1996 , e l gobi erno fede ral suscribió

emisiones por 6 800 millones de dó lares. La primera , e l 11 de j ulio, por 1 000 millones de dólares a un a tasa de 5 .3 75 sobre la libar; la segun­da el 26 de julio por 1 100 millones de dólares a 1 ibar más 3.45; la ter-

G R Á F

291

INESTABILIDAD y CRISIS

Las pos iciones de los invers ionistas ex tranjeros en el mercado mexicano tu vieron una reacc ión inmediata al cambio en la tendencia de las tasas de interés en Estados Unidos, de ma­

nera que desde principios de 1994 comenzaron a cambi ar su monto y perfil. Para e l mercado financi ero mex icano, el alza de las tasas de interés no só lo ll egó en un año políticamente difí­c il , sino también resultaba muy inconveni ente en la medida en que las carteras vencidas ya ejercían una importante presión sobre los balances bancarios.

La expectativa de mantener un importante y atrac tivo rendi­miento para los capitales colocados en acciones y ADR, con rela­ción a los rendimientos de otros instrumentos de inversión en e l propio mercado estadounidense, se modifi có ab ruptamente, como se observa en la gráfica 3. Los primeros mercados afecta­dos por esta nueva política de la Reserva Federal en defensa del dólar fueron los emergentes. 14

cera e l 5 de octubre por 750 millones de dólares a libar más 3.45; la cuarta e130 de nov iembre por 1 500 mil ones de dólares susceptibl e de cobrarse en pesos a una tasa de Ce tes a 28 días menos 6 puntos; la quinta el 30 de noviembre por400 millones de dólares a bonos de l Tesoro más 2.6 1; la sex ta el 12 de enero por 1 040 millones de dólares a una tasa de bonos del Tesoro más 4.91 ; la séptima a fin ales de enero por 1 000 millones de dólares a 4.45 puntos por enc ima de la tasa de bonos de l Tesoro . Excélsiat; 3 de febrero de 1996.

14. Eugenia Correa, " La política monetar ia es tadouniden se y los mercados emergentes de Améri ca Latina", a p. cit .

e A 3

ÍNDICE DE PRECIOS y coTIZA CIONES DE LA BoLsA MEX ICANA DE V A LORES EN DÓLARES Y TASA DE INTER ÉS DE LOS T -BILLS" 30 ,\ ÑOS

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• 1 000

900

800

700 . .. 600

1 .. 500

400

300

200

100

o E M A M A

1994

........... 1- 1

Índice de precios y cotizaciones en dó lares

"'•r• 11 T-Bi lls a 30 años .._ ........ .

\ .... . ..... • • 1 · .. '' . . . . .. . . .. . ...

S o D E F M A M A S

1995

Fuente: Elaborac ión propia con elatos ele Holr 's Stock Marker Reporr , varios números, información en línea .

9

8

7

.......... ........ · 6

5

4

3

O N D E

1996

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

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La co ti zac ión de los va lores de las empresas mex icanas en el mercado es tado un iclense empezó a cae r. Los pape les de Te lmex que habían ganado casi 25% en Nueva York duran te 1993. ca­yeron en cuatro meses de 1994 casi 1 5%; en igual período los papeles ele ICA aumentaron 56% y cayeron 16%. Cas i todos los grupos y empresas que cot izan ADRen Estados Unidos ac umu­laron pérdidas: Grupo Fin ancie ro In ve rméx ico , Bancomer, Quaclrum, Serfin . Cemex , Carso, Yitro, Femsa, Bufete Indu s­tri al. Cifra. Ae roméx ico, ele. En 1994 los ADR mex icanos caye­ron en promed io 43'/é: los mayores desce nsos se registraron en Quaclrum. 80%: Serfin . 74%: GMD, 69 %; Di na , 67 %: Banpaís, 6S o/c ; Te lev isa, 55 %: Simec, 54%; Te lmex (se ri e L), 39%, y Telmex (seri e A), 4 1 por cien to.

El cambio de tendencia de las tasas ele interés en Es tados Uni ­dos planteó la neces iclacl ele rea li zar una importante mocl i fi cac ión en la política económ ica del gobierno mex icano para enfrentar las clifi cul tacles prev isibles . Así, el descenso en el ingreso ele los ca pi ta les ex ternos impresc i ncli bies para financiar el cléfic i t ex ter­no. aun ado a la difíc il situac ión políti ca interna, condujo a incre­mentar el desli za mi ento ca mbi ari o y empl ear las reservas para apoya r al peso (se calcul a que hubo una fu ga ele capitales supe­rior a 9 000 mill ones el e dólares el e feb rero a abril ele 1994) ,junto co n el im porta nte compromi so ele la Reserva Federa l ele incre­mentar la línea ele crédito del Banco ele Méx ico a 6 000 mill ones ele dólares para frenar la fuga ele capitales , creando cierta confianza en torno al peso. Como di cha línea crediti cia para respaldar la paridad cambiaria se estab lec ió des pués del ases inato del cancli cla­to a la pres idencia. se interpretó en los mercados como una ac­ción transitori a. no co mo un indi cio ele fragili clacl en la trayec to­ri a ele las reformas es tructurales emprendidas en los últimos años.

Sin embargo. muchas ele las empresas ci taclas. además ele tener acc iones en e l me rcado es taclo uniclense, habían co locado un vo lumen importante el e in strumentos de deuda en dólares. Se es tima que las más import an tes que coti zan en la Bo lsa Mexi­cana ele Va lores acumulaban una de uda ex terna supe ri or a 20 000 mill ones ele dó lares. Ent re las empresas o grupos co n mayor ni­ve l ele endeuda mi ento se encont raban: Cemex (3 500 millones ele dólares). Telmex (2 200 mill ones) , Yitro ( 1 900 millones), Alfa ( 1 500 mill ones). ICA ( 1 400 mi ll ones). Femsa (Coca-Co la) , Alt os Horn os. Te lev isa y Kimberly Clark. Además. la propi a banca. tanto co mercial co mo ele desa rro ll o. hab ía ve nido con­trata ndo un importan te vo lumen el e ce rtifi cados el e depós ito. líneas de créd ito interbancari as y co loca ndo bo nos en moneda ex tranj era. A pri ncipios de 1995 se estimó una deuda de los ban ­cos ele desarro ll o superi or a 25 000 mill ones ele dó lares y un débito ex tern o ele los co merciales superi or a 35 000 mi !I ones.

El alza ele las tasas ele interés durante los primeros meses de 1995. 1as inciertas ex pec tativas ele recuperac ión en el co rto plazo. así como los clesequi 1 ibri os en los ba lances bancarios. res ultado ele sus alt os pasivos en dólares. enfrentó a los intermediari os fin ancieros nac iona les a su fragi lidad. debida a la reforma finan­c iera el e los ül ti m os a ti os que había e levado rápidamente su car­tera en mora. "

15. Euge ni a Co rrea ... Reo rga ni zación de la int e rm ecl iac ión finan­c iera. 1989- 199:1". CoiiJI:' J-cio E.rrerior. I'O i. -1-L núm. 12. Méx ic o. di­c ie mbre de 199-1 .

in vers ión de ca rtera y sec to r ex terno

La composición ele las ca rteras de los in version istas ex tranje­ros en instrumentos de l mercado de dinero y cap ital comenzó a cambi ar en febrero- marzo de 1994. cuando e l tipo ele cambi o sufrió un importante deteri oro. El descenso el e los fluj os de capi­tal hac ia estos mercados ob li gó a las autori dades financieras a incrementar la oferta de Tesobonos e interca mbiar las pos icio­nes en Cetes , co mo se aprec ia en la gráfica 4. De es te modo, la emis ión de Tesobonos en abr il cas i se dup li có y la posi ción de los in ve rsion istas ex tranjeros se mov ió cle lmercacl o de capital al ele dinero .

De igual manera, en enero el e 1994 los ADR empezaron a re­ve lar un co mportami ento erráti co que se acentu ó des pués de oc tubre. Basta apuntar que la in ve rsión ex tranjera en esos in s­trumentas pasó ele 33 35 7 mill ones de dólares en agosto ele 1994 a 1 S 444 mill ones en septiembre el e 1995 ; es decir, se contrajo 53 .7% só lo en un año. A su vez, e l monto total de la in versión ex tranjera en es te mercado cayó 54.6 por ciento .

La in versión extranj era en el mercado de dinero se carac terizó por la prefe rencia de Celes, en particular porque és tos rec ibieron el readv credit status. De enero de 1992 a marzo de 1994 los Ce tes fueron los in strumentos más demandados (véase la gráfica 4). El ni ve l más alto de co locac ión de es tos in strumentos entre in ve rsioni stas ex tranj eros correspondi ó a marzo de 1994, con un monto ele 17 552 mill ones de dólares, para desde ahí ini ciar su decl inac ión; en oc tubre de 1995 las posiciones ex tranj eras en es tos instrumentos ll egaron a 4 300 mill ones de dó lares.

Al mi smo ti empo. los Te sobo nos se convirtieron en el instru ­mento de l mercado el e dinero más so li citado por los in ve rsio­ni stas ex tranj eros : ele 16 mill ones de dólares en enero ele 1993 pasaron a 17 776 mill ones en dic iembre de 1994; en enero de 1995 se ini ció su tendencia a la baja, ll ega ndo a 100 millones de dólares en febrero ele 1996. Los Tesobonos se tornaron en la opción para continuar fin anciando e l dé fi c it ex terno sin prose­guir una políti ca el e mayores a justes en el tipo ele ca mbi o.16 Por e ll o. en di ciembre el e 1994 co nstitu ye ron 32% de l total de la in ve rsión ext ranj era en los dos mercados .

Desde los primeros meses de ese año. las autoridades fin an­cieras es tadoun idenses. en especia l el Tesoro y la Reserva Fe­deral. sabían ele la neces idad ele prese rvar ele un colapso a los mer­cados emerge ntes en Améri ca Latin a, ya que el alza de las tasas ele interés en Estados U ni dos mocli ficaba ráp idamente las expec­tati vas de rencli mi ento entre los i 11 ve rsion i stas es tadounidenses . Una sa l ida ace lerada no sólo petjudica a los países deudores. sino que im pul sa una ca ída s in límite ele las propias co locac iones fi­nancie ras de muchos age ntes.

Así. a lo largo de 1994 1a política para sa lvaguardar los mer­cados fi nancieros consigui ó una salida parcial y ordenada de los

16. Fue prec isament e en abril cuand o las aut o ri dades finan cieras mex icn nas se reuni eron co n e l grupo de l Foro Weston. in teg rado por Fide li ty Tru st Co. o r the We st. Sc uclde r. Stc1-c ns ancl Clark . Oppe n­he imcr. Puun an Fu nei s Manage ment. March ancl Mc lennnn Co .. So ros Funcl Management. Sa lonwnl:3 ro thers lnc.. am ura Securiti es Co .. y e l Wes ton Bank. El grupo planteó . entre otras cue sti ones. la necesidad ele mante ner la po líti ca ca mbia ri a s in alt eracio nes y aum ent ar In emi ­sión de valore s de deuda públi ca co n cobertura camb iari a. Teso bonos. a ca mbi o ele ga ranti z;tr in ve rsiones en e l mercado fi nanc iero mex ica­no por 17 000 mill ones el e dólare s en lo que res tabn de l aiio.

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comercio e.rlaior. abri 1 de 1996 293

G R Á F e A 4

l"vEnstó" EXTnA;.;.JEHA El': CETI·:s, TEsOIIOKos Y A llll Y T II 'U DE CA~ II\to (~III.I.ONES DE nóLAHES Y PEsos Pon DÚI.A H)

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

40 000 8

35 000 - 7 ADR --..

30 000 6

25 000 - T ipo de ca mbio

5

20 000 4

15 000

10 000 -Ce tes __,.

1

5 000 - Tesobonos - ..

o o E F tvl A i\11 ASONDEFi'vl AMJ JASO NDE FMAMJ J ASONDEFMAM J A S

1992 1993 1994 1995

Fuente: Elaborac ión propia co n datos de la Bol sa Mex icana de Ya lores.A nuario Bursrílil. va ri os a ti os. y. Bole1ín de Indicadores Bursrí1iles. e ne ro-septiembre de 1995 .

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

mercados emergentes, lo que permitió la continuidad ele las refor­mas económicas emprendidas en diversos países . En la Cumbre el e las Américas en diciembre ele 1994 se refrendó la continui­dad ele las refo rmas económicas emprendidas y los compromi­sos continentales entre el Sur y el Norte.

Sin embargo, algunos intermed iarios financieros estadouni ­denses habían estado acumul ando pérdidas significativas a raíz ele la elevac ión ele las tasas ele interés, pues en só lo 1 O meses la tasa ele fondos federales se había elevado el e 3 a 5.5 por c iento . Así , e l mercado f inan ciero estadounid ense se enco ntró con nuevos límites a la expansión credi ti cia interna en el curso ele una política ele enfri amiento ele la economía y ele las ex pectati­vas ele lento crecimi ento económi co ele las mayores nac iones del mundo indu stri ali zado. Además. Clinton perdió el control del Congreso y se prec ip itó un cambio ele gabinete con el an uncio ele la sa lida del secretari o del Tesoro Ll oycl Bentsen y su susti ­tuc ión por Robert Rubin.

Así, algunos in ve rsioni stas ex tranj eros , en particular los in stitucionales , entre otros Ficlelity, profundizaron su restruc­turación ele ca rteras y retiraron unos 7 500 mill ones el e dólares durante los primeros días ele diciembre.

" Los representantes ele las empresas financieras ele Nueva York confirmaron la salida el e fuertes sumas ele capital por par­te ele fo ndos como Ficle lity. que se caracte ri zan por su impor­tancia en escala mundial. Altos funcionarios del sec tor financiero en Méx ico reconoc ieron que e l fondo tenía graneles in ve rsiones

en el mercado ele dinero mex icano, en particular en Cetes." 17 Este mi smo fo ndo hizo ventas cuanti osas en la víspe ra del crac bur­sáti 1 ele Wall Street en 1987 . 1 ~

No obstante la elevac ión ele las tasas internas durante el pri­mer semes tre ele 1995 los inversioni stas ex tranj eros no fueron atraídos por los va lores mexicanos. En este punto se combina­ron el descenso ele la act ividad económica. la deva lu ac ión del peso y las subsec uentes fluctuaciones, y la incapac idad ele em­presas y bancos para hacer frente a sus compromi sos ele deuda. A ello se sumaron los venci mientos ele corto plazo en Tesobonos.

La tenencia ele va lores naciona les por parte ele los in ve r­sioni stas ex tranjeros comenzó a cambi ar el primer trimes tre ele 1994. Como se observa en la gráfica 4, la compos ición ele la in ­versión ext ranjera en los mercados ele dinero y capitales se mo­dificó. Los ADR dejaron ele ser atrac ti vos e iniciaron un a ten­dencia a la baja -con algunos lapsos ele rec uperac ión- que se acentuó en el tercer trimestre del año. De hec ho, el ni ve l el e in ­versión ex tranjera en ADR hacia diciembre el e 1994 fue seme­jante al ele enero el e 1992. En cuanto al comportami ento ele la in vers ión ex tranjera enCetes y Tesobonos , se adv ierte una rá­pida sust ituc ión durante el segundo y tercer tri mes tres ele 1994 .

17. El Fi11a 11 ciero, 22 de diciembre de 1994. 18. A l res pecto pu ede cons ultarse C har les Kind lebe rger. Ma11ías.

pá11ico re raes. Historia de las crisis/illa ll ciems. A rie l. Ba rce lona. 199 1.

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294 inversión de cartera y sec tor externo

os Tesobonos se convirtieron en el instrumento del mercado de dinero

más solicitado por los inversionistas extranjeros: de 16 millones de

dólares en enero de 1993 pasaron a 17 776 millones en dic iembre de

1994; en enero de 1995 se inició su tendencia a la baja, llegando a

100 millones de dólares en febrero de 1996

Si bien la liquidaci ón de las pos iciones ex tranj eras en Te­sobonas en el corto plazo moti varon que las autoridades finan­cieras estadoun idenses otorgaran fon dos para la estabi 1 ización del mercado mexicano, también existió la preocupación por ev i­tar la insolvencia en el conjunto de los compromisos ex ternos de Méx ico. A la liquidac ión de los Tesobonos en moneda ex­tranjera, se agregan los vencimientos del débito ex terno de corto pl azo y el servicio de la deuda de largo plazo, tanto de empre­sas como de bancos y del propio sec tor público . El Secretario del Tesoro estadounidense calculó todo eso en 8 1 000 millones de dólares. Así, tanto William Clinton y Robert Ru bin , como Georg e Soros, AJan Greenspan, Warren Christopher y otros, en sus intervenciones ante el Congreso es tadounidense ex presa­ron a finales de enero de 1995 la idea de que el paquete de cré­dito para garantías del gobierno estadounidense por40 000 mi­ll ones de dólares se rviría para res taurar la confi anza de los intermediarios financieros en sus colocaciones en México, agre­gando que es te respaldo crediti cio era un asunto de seguridad nac ional para Es tados U nidos .19

En palabras de Warren Chri stopher, secretario de Es tado: "Tenemos gran interés en la estabilidad de Méx ico por ampli as razones. Primera, las compras de su economía sostienen 700 000

19. En este senti do, también Karla Hills señaló que si la casa de l vec ino se es tá quemando, cuidado, porque la nu es tra también se pue­de quemar. Es ta segunda iniciativa sobre los 40 000 millones de dó la­res fue sometida al Congreso es tadounidense, pero dada la lentitud en su fa llo y el agravamiento de la crisis fin anciera mexicana, el presiden­te Clin ton dec idió hacer uso de su autoridad y puso a dispos ición20000 de los 25 000 mi llones de dó lares con los que cuen ta el Fondo de Esta­bili zación Cambiari a, creado hace 50 años, con lo cual cambió el pa­norama de ayuda. La nueva iniciat iva comprendió entonces 20 000 mi­llones de dó lares provenientes de ese fo ndo más 17 500 millones de dó lares por part e de l FMI.

empleos . Es importante para nosotros en muchos aspec tos, como los narcó ticos y las leyes de inmi grac ión. [ ... ] Segun da, es te probl ema part icul ar tiene ramificac iones que trascienden las fronteras de México. Afecta no sólo a América Latina, sino tam­bién a las economías emergentes de todo el mundo. Finalmen­te, y qui zás la más relevante , ésta fue una prueba importante para el liderazgo es tadounidense . "20

A principios de 1995 el BID es ti mó la pérdida de los asa la­ri ados por el aj uste cambi ario en aprox imadamente 32 000 mi­llones de dólares, lo que equ ivale a 40% de los vencim ientos esperados para ese año. Considerando la declarac ión de Michae l Camdessus, direc tor-gerente de l FM l, en torno a que el acuerdo se basaba en "una reducción signi ficati va del salario real pro­medi o y representa una gran contribución de l sector obrero a la pos ibilidad de reasumir el crec imiento", 21 el pago de los rendi ­mientos, só lo de 1995, se solventaría en dos años y med io.

Por ello, ante las perspect ivas de una recuperac ión económica lenta y de medi ano plazo, el retorno de los in versioni stas ex tran­jeros al mercado mex icano no podrá consolidarse. Aun cuando el ciclo del crédito pueda vo lver nueva mente atrac tivas las ex­pec tati vas de rendimi ento , és tas poseen todavía de term inantes de corto pl azo.G

20. Comunicado de prensa del sec retario de Estado Warren Ch ris­topher y de l sec retario del Teso ro Robert Rubin, Washington, 31 de enero de 1995. El congres ista Bernie Sanclers po r Yermont seña ló en las audiencias en el Congreso: ''Usted [Rubi n] trabajaba para Goldman Sachs, ¿verdad? Así que tiene fam il ia ri dad con es te proceso. Enton­ces, ¿por qué no reg resa con sus amigos pa trióti cos ele Wa ll Street y les dice: 'Oigan, te nemos un problema. Tienen la oportuni dad de ganar 19 o 20 por ciento. ta l vez más, en su in versión en Méx ico. Todos ustedes creen en el sistema de libre empresa. A veces ganas y a veces pi erdes· . ¿Por qué el estadoun idense promedio debe garanti zar esas in ve rsio­nes?'', Proceso, 30 de enero ele 1995.

21. El Finan ciero. 3 de febrero de 1995.

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México: valuación de la moneda y sostenibilidad del tipo de cambio

• • • • • • • • • • RAÚL MORALES CASTAÑEDA'

En este trabajo se sostiene que la idea de sobre o subvaluación de una moneda, derivada de la forma en que usualmente se interpreta la doctrina de la paridad de l poder adquisitivo

(DPPA), y en que ésta suele medirse, es ambigua. Por ello es pre­ferible destacar el concepto de ganancia o pérdida de ventaja cambiaria, e l cual puede medirse por las variaciones del índice de valuación o por las del tipo de cambio real. Así, aún es posi­ble y conveniente emplear los términos sobre o subvaluación de manera significativa, pero sólo en ciertas condiciones definibles con poco margen de ambigüedad.

Esto surge del reconocimiento de que la interpretac ión sim­plista de la DPPA sólo considera las perturbaciones de la balan­za de pagos de naturaleza monetaria , es decir, en las que es po­sible trazar una línea de causalidad desde el aumento de la masa monetari a hasta el aumento del ni vel general de prec ios y la di s­minución del valor algebraico de la balanza de cuenta corrien­te . Una vez que se reconoce la posible presencia de perturbacio­nes de naturaleza no monetari a, es decir, cualquiera que surge por razo nes di stintas a la secuenc ia causal señalada , se ll ega a dos concepciones distintas y no equivalentes entre sí de sobre o subvaluación. Una tiene que ver con e l cálculo de los indica­dores de valuación, con ayuda del tipo de cambio de un período base y las modificac iones en los índices de precios. La otra, di­rectamente con el comportamiento de la balanza de cuenta co­rriente: si muestra déficit, la moneda está sobrevaluada ; si es superav itaria , está subvaluada.

La presenci a de perturbac iones no monetarias hace que un indicador usual de sobrevaluac ión, basado en la versión simpli sta de la DPPA , no sea necesariamente un buen pronosticador de

* Profeso r titular del Departamento de Economía de la UAM-Azca­potza/co. El autor agradece la ayuda de María de Jesús Vá zqu ez en la elabo ración de los cuadros y gráficas.

déficit en la cuenta corriente y que un indicador de subvaluación pueda no serlo de superávit. Así, los dos conceptos de sobre o sub valuación pueden no coincidir en los hechos. Sin embargo, cuando coinciden podrán utilizarse de manera conveniente en el sentido que usualmente se les atribuye.

Aun así, que un indicador usual de sobrevaluac ión vaya acom­pañado de déficit en la cuenta corriente no implica que una de­valuación sea inminente. Sobrevaluación e insostenibilidad de l tipo de cambio no son sinónimos. Más all á de la capacidad de pronóstico que los indicadores de valuaci ón tengan respecto del comportamiento de la balanza de cuenta corriente, está e l asunto de la sostenibilidad del tipo de cambio. De allí la conveniencia de explorar y desarrollar este concepto.

LA DOCTRINA DE LA PARIDAD DEL PODER ADQUISITIVO

Y LAS DIFICULTA DES DE SU INTERPRETACIÓN

La di scus ión de los aspectos analíticos de la sobre o sub­valuación de una moneda y de la sostenibilidad de un tipo de cambio en particular no pueden desv incularse de la doc­

trina de la paridad del poder adquisitivo , elaborada por Gustav Cassel a principios de es te siglo. Aunque desde sus inicios tal teoría despertó polémicas sobre su interpretac ión, es posible de­terminar con precisión lo que planteó Cassel y e l signifi cado de su teoría .1

Cassel establec ió las versiones absoluta y re lat iva de la DPPA . La primera plantea que dicha paridad existe cuando la tasa de

l . En general , es ta secc ión se basa en James M. Holmes, "The Purchasing-Power-Parity Theory: In Defense of Gustav Casse l as a Modern Theorist", Joumal of Politica l Economy, vo l. 75, oc tubre de 1967 .

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296 méxico: n1 luac ión ele la mo neda y soste nibil idacl de l ti po ele cambio

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ca mbio es tal que igual a e l cos to el e vicia. medido en la mi sma moneda . entre dos pa íses. Co nforme a la seg unda , cuando dos monedas han tenid o ca mbios en su poder adqui siti vo en ci erto período. la mtn ·a tasa el e cambi o el e equ ilibri o se rá igual a la anti gua. multi pli cada por e l coc iente ele los índi ces ele prec ios el e ambos países. e

Casse l pl anteó la DP PA co mo un meca ni smo para determinar el tipo ele cambi o ele equi 1 i bri o conforme a un sistema cambi ari o fl ex ible. si bien lo ex tendi ó al caso del patrón oro. La esencia ele las propos ic iones ele Cassel es triba en dos puntos: '·El primero es que los fac tores monetari os son los determinantes más impor­tantes e n el largo pl azo de l tipo de ca mbi o seg ún un s istema cambiari o fl ex ib le . El segundo es que los aranceles, impedimen­tos al co mercio. los costos el e transporte. los fluj os ele capital y las expec tati vas son. aparte de desv iac iones al eatorias, los de­terminantes res idual es de l tipo de cambio conforme a un s iste­ma ca mbi ari o fl ex ible ."''

Con lo anteri or queda es tablec ido que en la determinación del tipo ele cambi o Casse l asignó el peso principal a las perturbacio­nes monetari as manifes tadas en procesos de inflac ión y de­fl ac ión. Pero tambi én que asignó pesos sec undarios, primero. a toda suert e el e impedimentos artifi c ial es al comercio interna­cional y. seg und o. a las perturbac iones provoc adas por los mo­vimi e ntos in te rn ac ionales el e ca pit a l. ~

Holmes señal a. sin embargo. que "hay dos interpretaciones de la teo ría de Casse l ele la paridad ele! poder adqui s it ivo que suelen encontrarse en la literatura sobre la materi a. La primera es que los cwn!Jios en los factores monetari os. medidos por algún índice de prec ios de un país en re lac ión co n el de otro país , son los únicos de termin antes ele alguna import ancia del tipo de cambi o. La se­gunda interpretación es qu e los factores monetari os en dos paí­ses. med idos por la razón de algún par de índices de precios en cada pa ís. determin an e.mctalll ente el tipo de ca mbio .. . 5

Ninguna ele esas int erpretac iones le hace justi cia pl ena a lo se ii alad o por Casse l. Sin embargo . es to es lo que muchos auto­res suelen presentar como la DPPA. a pesar de que el mi smo Cassel rec hazó ambas formu lac iones . a las que califi có de dogmas. A la prime ra 1·ers ión Holmes la ll amó la teo ría ingenua de la PPA

y a la seg unda. el dog ma de la PPf\. 6

En la realidad Casse l só lo planteó que las cant id ades de di ­nero en dos países eran los determin antes más importantes en e l largo pl azo . aunque no los úni cos. del poder de compra el e una unid ad de la moneda de un país sobre sus propi os bienes y so­bre los impo rt ados . ··Aquí tene mos entonces [en el poder de co mpra re lati vo ele dos monedas ] e l primero y más elemental terreno en el que son determinadas las tasas el e cambio entre dos países . Pe ro es te ter reno no es por sí mi smo sufi c iente[ ... ] Las d ife re nc ias e n las s itu ac iones eco nómi cas el e los dos países. particularment e en relac ión con los transportes y las res tri cc iones en las ad uanas. puede n ocas ionar que las tasas el e ca mbi o nor­mal es se eles I"Íc n en cie rt a med ida ele 1 coc iente ele 1 poder el e co m-

~ lhid. pp. 6lJ2. 6i\7. J. lhid. p. 6X6. -l. lhid. p. 690.¡>ussilll. 5. 1 !>id. p. 6~6 . 1 {(Í/ icus de Jame' M Ho lme> y de 1 auto r: 1 rad ucc ión

de R.\l.C. 6. /hit!. p. 6X6.

pra intrín seco el e las monedas . En vista ele la co mpl ejidad de l problema es di fíci 1 ca lcular es te tipo ele ca mbi o en forma teóri­ca.·· ) De manera clara. "Casse l inc luyó los mov imi entos de ca­pital internacional como un determinante importante de l poder el e co mpra de un a moneda sobre los bi enes internos en relac ión con los bi enes del ex te ri or. .,s

En el presente exa men el e las cues tiones re lac ionadas con la sobre o sub va lu ac ión ele una moneda se pri vil eg iará la ve rs ión de la DPPA'J y se a pi icará a sistemas de tipo ele cambio fij o o pre­determin ado, lo que no requi ere exa minar la correspondencia entre la paridad ele! poder adqui s iti vo (PPA) y el tipo el e cambi o prevalec iente. sino es tudiar la pos ibilidad de ca lcu lar co n pre­ci sión la sobre o subvaluac ión ele una moneda que no fluctúa , y detemitnar la correspondencia de los indi cadores de valuación con el comportami ento de la balan za de cuenta corri ente .

De acuerdo con Casse l, una cau sa sec undaria ele vari ac ión en el tipo de cambio - que puede impedir la correspondencia entre la PPA y el tipo de cambi o en un sistem a cambiari o fl ex ible- son los movimi entos el e capital; por e llo, e n es te trabajo las modifi ­caciones en los porcentaj es el e sobre o sub valuac ión ca lculados con base en la ve rsión ele la DPPA sól o se ex amin an en sus efec­tos posibl es en la balan za el e cuenta corri ente. El asunto que se debe determinar es si hay o no sobre o sub va luac ión cambiaria y si el pron ós tico del comportamiento de la bal anza de cuenta corr iente , con base en los cálculos correspondi entes , es correc­to o no. Por e llo se trata por separado la pos ible influencia de los movimient os de capita l en la sos tenibilicl ad de un tipo de cam­bio. sea qu e es té sobre o sub valu ado.

En el sigui ente apartado se ex pone la ve rs ión simpli sta de la DPPA. mu y similar a la que Cassel y Holmes han califi cado de ingenua o dog mática. Ello porque muchos ana li stas así i nterpre­tan a la DPPA y además porque permite mos trar que esa vers ión , a la cual se opondrá otra ponderada que es tá en el espíritu de los plantea mi ent os ele Casse l (aunque inc lu ye elementos que é l no tomó en cue nta ). e n muchos casos no s irve para ana li zar de manera sati sfac tori a los asunt os relaci onados co n cues ti ones cambiarias y co n la ba lanza el e cuenta co rri ente.

Los INDI CADORES DE VALUACIÓN Y UN CONCEPTO

DE SOBRE O SUB\A L UACIÓ 1

Símbolos y variables

e onvie ne de finir lo qu e aquí se denomin ará índi ce de valuac ión. tipo el e cambi o real e índi ce de l tipo de cambio rea l. conce ptos qu e se interre lac ionan y que en conjunto

pueden considerarse los indi cadores el e valuación. t = tipo de combionomino l l'igente . Es e l qu e se co ti za en el

7. Gusta v Cassc l. Mnnn · and Fo re ign E.rchon ge A./it'l" / 9/-1. Mac­mill an Co .. Nueva Yo rk . 1922 . p. 239 . Cit ado lite ralm ent e por James M Ho \m es . op. c ir .. pp. 6S8-689. Trad ucc ión el e R.M.C.

8. James rvl. Ho lm es. o¡>. c ir .. p. 6S9. Trad ucc ión del aut or ele es te artícul o.

9. La , ·e rs ión abso lut a de la DPPA enfrent ad i fi cul tades propi as que no se prese ntan en la vers ión re \ati1·a. En es te caso puede n ' urg ir. no obsta nt e. prob lemas co n e lu so de un índ ice ge neral de prec ios. co mo

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col/l ercio exterior. abril de 1996

mercado ca mbi arí a, sea de mane ra libre o control ada. Corres­ponde al número de unidades ele mo neda nac io nal que se paga por una unidad de la mo neda ex tranj e ra.

T = 1ipo de cambio II OIIlill al teórico. Es e l tipo de cambi o nominal que prevalecería e n un s is te ma cambiario fl ex ibl e s i s iempre se c umpliese la propos ic ión centra l ele la interpre tac ió n simpl isla de la DPPA , esto es , que e l tipo ele cambio no mina l e vo­lucionará e n la mi sma direcc ió n y con ig ual mag nitud que e l índi ce re lati vo ele prec ios internos/ex te rn os. Es lo que algunos proponentes de la DPPA llamarían la paridad de pode r adqui s i­tivo según la ve rs ión re la ti va de la doc trina.

t* = lipa de ca111bio real. De fin e cuántas unidades de lamo­neda nac io na l de un pe ríodo base de cá lculo se dan po r una unidad de mo neda ex tranj e ra en e l período 11 , es dec ir, una vez cons iderados los dife re nc ia les de infl ac ió n intern a/ex terna y c ualquier cambio en e l tipo de cambio no minal vi gente a partir de di c ho período .

IV= índice de valuación. Es e l coc iente del tipo de cambio nominal teó ri co y de l ti po de cambi o no minal vigente .

Pi = índice de prec ios inte rnos. Pe = índi ce de prec ios ex te rn os. IPR =índi ce relati vo ele prec ios inte rnos/ex ternos. It =índi ce del tipo de cambio nomin al. lt* = índice del tipo ele cambio real. Los susc ri ptos es pec ifican e l período corres po ndi ente ele las

variables: o, para e l pe ríodo base ele cá lculo; 11 , para e l período enés imo . Las defini c iones y las deri vac io nes algebraicas ti enen e l mismo período base de cá lcul o ele los índices y su valor es igual a uno . Todos los tipos el e cambio se define n como e l prec io ele la mo neda ex tranj e ra en unidades el e la mo neda nac io nal.

El índice de valuación

El tipo ele cambio no mina l teóri co e n e l pe ríodo 11 , el e ac uerdo con la in te rpretac ió n s impli sta de la DPPA, es tá dado por e l pro­ducto del tipo ele cambi o no minal vigente en el período base y e l índi ce re lati vo el e prec ios inte rnos/ex te rnos e n e l pe ríodo enés imo. Es to es

Tn = to (Pin/Pe n)

En un rég ime n el e tipo ele cambi o fij o o prede te rminado los nomin ales teóri co y vige nte pueden dife rir. E n la interpretación s impli sta la DPPA pos tul a que e n un rég ime n ele tipo ele cambio fl ex ible ambos co inc iden.

Por la de fini c ión de l índice ele valuac ió n se obtiene n las igual­dades s igui e ntes:

IVn = Tn/tn = (to/tn ) (Pin/Pe n) = IPRn/ ltn

e l índi ce nac ional ele prec ios al consumi clor( INPC). cuand o hay varia­ciones fuertes en la procl ucti viciad a lo largo de l período estudiado. Esta última di fi cultacl . sin embargo, es menos importante cuanto más fu erte es la infl ac ión en e l período en es tudi o. Véase Bela Ba lassa , "The Purchas ing Powe r Parit y Doc trine: A Reappraisal" , Jo uma / ofPo/i ­tica / Econorm·. vo l. 72 , núm . 6. diciembre ele 1964.

297

De mane ra que e l índi ce el e va lu ac ió n es tambi é n ig ua l al coc ie nte de l índi ce re lativo ele prec ios y al de l índi ce del tipo ele cambio no minal vigente . El índice ele valuación utili za al período base ele cá lcul o como la base ele comparac ió n.

Un inc re mento e n los prec ios internos mayor que en los ex­ternos con re lac ió n al período base ele cá lcul o aume nta e l tipo ele cambio no minal teórico y s i e l índi ce de l tipo ele cambi o no minal vi gente no se altera o s i aumenta e n una proporc ió n menor, e l índice ele valuac ión aume nta tambi én.

La interpre tac ión usual de l índice ele valuac ió n señala que cuando IVn > 1, la moneda nacio nal es tá sobrevalu acla , lo cual implica que el tipo de cambi o teó ri co es mayor que el vi gente y que el índi ce re la tivo de precios e n el período n ha aumentado más que el índi ce del tipo de cambio nomin al v igente res pecto de l pe ríodo base. C uando IVn < l , la moneda nacion a l es tá sub valuacla , lo c ual implic a que e l tipo ele cambi o teó ri co es me nor que e l vigente y que e l índice rel a tivo ele prec ios en el período n ha aume ntado me nos que el índice de l tipo ele cambio nominal vigente respecto de l período base . Cuando !Vn = 1, la moneda está justi valuacl a 10 po rque el tipo ele cambio teórico y e l vigente co inc iden. En es te caso el índice del tipo ele cambio no minal ha evo luc ionado en e l mi smo sentido y magnitud que e l índice relativo de preci os inte rnos/externos.

E l porcentaj e de sobre va\uac ió n o subvaluac ión se obtiene con la ex pres ión [(IVn - 1) 1 00] . Cuando una moneda se sobre­va lú a, e n un mundo de prec ios inflex ibles a la baja, la mane ra usua l ele correg ir esa s ituac ió n es aumentar e l tipo ele cambio no minal vi ge nte.

El tipo de cambio real y el índice correspondiente

El tipo ele cambio real se cal c ul a a partir del no minal vigente e n el período enés imo, cleflacion ánclolo por medio del recíproco del índice relati vo ele precios inte rnos/ extern os:

t*n = tn (Pen/Pin) = tn/IPRn

En es te caso el período base ele cálculo del tipo ele cambio real co incide con e l ele los índices. Aquél aumenta cuando el no minal se incrementa proporcionalmente más que e l índice relati vo ele precios intern os/ex ternos y di sminuye en e l caso contrario .

Si e l tipo el e cambio real e n un c ierto período aumenta con res pecto al ele un pe ríodo ele refere ncia (que no necesita co inc i­dir con el período base ele cá lcul o), aqué l se habrá devaluado, con lo que se habrá ganado ve ntaj a cambi arí a. Si , por e l contra­rio, disminu ye, habrá revaluac ión y pérdida de ventaja cambiaría. Obvi ame nte e l aume nto de l tipo de cambio no minal no implica por sí mismo la devaluac ión de l tipo de cambi o real. t* quedará constante en la medida en que el tipo de cambio no minal aumente en la mi sma pro porció n que e l índice re lati vo de precios inter­nos/ex te rnos .

Nótese que un tipo ele cambio real constante no necesari amen-

1 O. En lo que sigue se utili zará justi va luac ión para indicar ause n­cia ele sobre o sub va luac ión y mal valuac ión.

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298

G R Á F e A

MÉXICO: ÍI\ DI CES DE VALCAC IÓ:'( Y DEL T IPO DE C .·\ ~ llli O I!EAL, 1970-1995 (1988 = 100)"

••••••••••••••••••••••••••••••• indice de va luación

160

140 "

J. 120

100

80

60

, Índice de va luación

Índice del tipo de cambio real

"'------40

----.._~~

20

o 1970 1975 1980 1985 1990

indice del tipo de cambio rea l

__¡

_J 1995

300

260

220

180

140

100

60

20

- 20

a. La s esca lns de los ejes \·ertica les d ifi ere n entre sí. lo qu e permitió se pa rar las líneas que represe nt an uno y otro índi ce. La línea co rrrespondient e a un índice es cas i e l espejo de la de l otro. de manera que cua ndo uno indica sobre val uación el otro también lo hace: lo mi smo sucede cuando hay sub va lu ac ión.

•••••••••••••••••••••••••••••••

te implica que una cierta cantidad de moneda nacional en el pe­ríodo enés imo, igual al tipo de cambio nomin al en ese lapso, mantenga el mi smo poder adqui siti vo en términos de mercan­cías del ex teri or, que un a cantidad de moneda nacional en el período base de cálculo igual al tipo de camb io en este período. Sólo si no hubi ese inflación en el exterior en el lapso que media entre los períodos base de cá lculo y enés imo podría mantener­se dicho poder adqui siti vo.

Conviene tomar nota de que

t'''o = to(Peo/Pio) = to

de manera que para el período base de cálculo los tipos de cam­bi o nomin al y real co inciden.

Cuando el de cálcul o se toma como período base de una com­paración en forma de índice para el tipo de cambi o rea l, se ll ega al índice del tipo de cambi o rea l, que resulta se r el recíproco del índice de va luac ión.

It*n = t*n/t*o = (tn/ lPRn )( 1/to) = Itn/lPRn = 1/lYn

Cuando en un interva lo de tiempo dado el tipo ele cambio nom inal vigente va ría en la mi sma proporción que el índice re­lati vo de prec ios internos/ex ternos, el tipo de cambio real per­manece constan te y el índi ce del tipo de camb io rea l permane­ce igual a uno.

méxico: va luación de la moneda y sosten ibi li dad de l tipo de cambio

Si la interpretac ión que suele hacerse del índice de valuación se tras lada a los casos del índice de tipo de cambio real y al tipo de cambio real (c uando éste se usa para medir la sobre o sub­va luación cambi aria y el período base de cálculo del mi smo se tom a como período ele referencia) , la moneda estaría sobre­va luacla yafuese que iYn > 1 o,demaneraequivalente, It*n < 1 o t*n < to ; estaría subvaluada si IYn < 1, o ele manera equiva­lente, lt*n > l o t*n > to.

Las gráficas 1 a 3 y los cuadros 1 y 2 presentan los índices de va luación y del tipo de cambio real as í como el tipo de cambio real para México durante el último decenio , a partir de datos anuales.

Interpretación simplista de los indicadores de valuación

De los índices de valuaci ón y del tipo de cambio real se pueden hace r dos interpretaciones: simplista y ponderada . Éstas se asocian , respectivamente, con los valores absolutos de esas variables y con las variaciones en dichos valores. Ambas inter­pretaciones también pueden derivarse del tipo de cambio real, pero para que éste sirva como indicador de sobre o subvaluación es necesario tomar al período base de cálculo o cualquier otro como base de comparac ión.

Para la interpretac ión simpli sta -determinación de niveles de sobre o subvaluación-el índice de valuación resulta idóneo, pues és te da de manera directa no sólo un indicador de mal valuación

G R Á F e A 2

l\lhx tCO : TIPO DE CA ~IB IO REAL E Í:-I DI CE DEL TIPO DE CM lUlO REAL 1,

1970-1995

••••••••••••••••••••••••••••••• Tipo de

cambio real

5 100

4 100

3 100 1

1 2 100 l

100 ;

100

1970

Índice de l tipo de camb~ real -

Tipo de cambio rea l

1975 1980 1985 1990

Índice del tipo de cambio real

300

200

/ 100 1

~ o 1

1 - 100

1 -200

-300

1995

1. El índice del tipo de cambio rea l indica so bre o sub va luació n cambiaria siempre qu e difi e re de 1 OO. En co ntr~s t e. e l tipo de c~mbio real. al co mparar los co rre s­pondiente s a dos pL'ríodos di stintos. indi ca sobre o sub va luaci ón sólo si se toma a uno de ell os como .. ba se··.

• ••••••••••••••••••••••••••••••

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cmnercio exterior. ab ril ele 1996

G R Á F e A 3

MÉX ICO : T IP O DE CA MBI O IlEA L, 1970- 19951 (I'ESOS I'Oil DÓ LA R DE 1988)

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

3 000 1 1 \\1 2 500

~~----------------~~~---+---------,

1 2 000 _¡ 1 500 J 1 000

500

1970 1975 1980 1985 1990 1995

l . E l tipo de cambio re al proporciona un indicador di rec to de la ganancia de ve ntaj a cambiaría (s i es ma yor en un afio con respec to a cua lquier otro que sriva como referencia) o de pérdida de ve ntaja cambiaria (si es menor). El período de referencia puede se r cualqu iera de los ai1os considerados. Só lo si un ai1o part icular fuese tomado co mo ba se podría la co mparación con otro ll evar a la determinación de sobre o sub valuación cambi arí a. Fu ent e: Cuad ro l .

•• • ••• •• ••••••••••• • •••••••••••

sino de su s igno y de su porcentaje. El índice del tipo de cambio real puede interpretarse de manera directa como indicador de sobre o sub va luac ión, pero no indi ca su porcentaje.

Los índices de va luac ión y del tipo de cambio rea l pretenden no só lo establecer si ex iste mal valuación cambiari a, s ino pronos­ti car el comportamiento de la balanza de cuenta co rri ente en un se ntido abso luto, es dec ir, s i hay défic it o superáv it. El índice ele va lu ac ión, además, también pretende señalar ele manera directa el po rcentaje prec iso en que se debe alterar di cho índice (con re­lac ión al período base de comparac ión) para que se corrij a el eles­equilibrio de la cuenta corri e nte (véase el recuadro 1 ).

E l cuadro el e corresponde nc ias establece un s igni f icado do­ble para el concepto ele sobre o subvaluac ión de una moneda. Por una parte, que e l índice ele va luac ión sea di stinto el e uno impli ­ca la desa lineac ión del índice relati vo ele prec ios internos/ex ter­nos con respec to al índice de tipo de cambio nominal, ambos

R E e u A D R o

J i': IJI C ADORES DE SOBR E O SU BVAL UA C IÓN Y CORRES PO NDENC IA S CON EL

COi\ IPORTAi\ II ENTO DE LA BA LA NZA DE CU EN TA CO RRIE NTE

• ••• •• ••••• • ••••••• ••• ••••••••• Indi cadores

IV > 1 < = > l t* < 1: IV < 1 < = > lt ''' > 1: IV= \ < = > \t * = \ :

Signifi cado de los indicadores

So breva \u ac ió n S ubva lu ac ió n Ju stiva \u ac ión

Pronósti cos para la cuenta corriente

Défi c it S upe rávit Ba lance

• •• •••• • ••• • ••••••••••••••• • •••

299

med idos a partir de l pe ríodo base de comparac ión. Por otra, tal desa lineac ión pronos ti ca un déficit o supe ráv it e n una ba lanza parcial ele pagos s igni ficati va que aqu í se supone es la de c ue n­ta corri ente .

Según la ve rsión s impli sta de la doctrina de la paridad de l poder adqui siti vo , un a malva luac ión cambi aria ( IV= l ) puede correg irse con la modi ficac ión del tipo de cambi o nominal, e n la medida en que ésta no se vea tota lme nte contrarrestada por un cambio de l índi ce re la ti vo de precios inte rnos/ex te rnos . Po r otra parte, no so rpre nde ría que un a modi ficac ión de l tipo de cambio nominal no tu viese efectos e n la balanza de cue nta co­ITi ente en la medida e n que no afectara de manera pe rmanente al índi ce de valuac ión.

EL SIG NIFICADO DE LOS INDI CA DOR ES DE VALUAC IÓN Y

DOS CO NCEPTOS DE SOBRE O SUBVALUACIÓN

Dificultades con la interpretación simplista de los indicadores de valuación

Tras el recuad ro 1 se encue ntra la interpretac ión simpli sta de la DPPA en la ve rsión apli cada a un s istema ele tipo de cam­bio fij o o prede te rmin ado. Ésta presupone la presenc ia ex ­

clusiva de perturbac iones de carác te r monetari o que afec tan a la balanza de cuenta co rri ente, las que se ex presan por medio del índice relati vo ele prec ios y que por tanto modi fican e l índi ce de valuac ión. Es justamente la presunc ión de la ex iste nc ia exc lu­siva de perturbac iones monetari as lo que permite establecer la conex ión IVn > 1 = sob reva lu ac ión ==> défi c it de cuenta co­rri ente; ésta tambi én se puede es tablece r con e l índi ce de l tipo de cambi o rea l.

El problema ele usar e l índ ice de valuac ión o el índ ice de l tipo de ca mbio rea l e n su in te rpretac ión común es justamente que ambos depe nde n de la va lidez de la interpretac ión simplista de la DPPA. La posible presencia ele perturbaci ones no mone tari as - por ejemplo la ca ída o e l a lza s ignifi cati va del prec io ele un producto de ex portac ión importante, como lo era e l petróleo para México en los primeros dos tercios de l decenio de los oche nta­que no guarda relac ión es trecha alguna con los mov imientos de los índi ces genera les de prec ios inte rnos/ex ternos, puede con­ducir a un rompimie nto de las correspondencias entre las colum­nas segunda y tercera de l recuadro l .

Por ello la posible prese nc ia ele perturbac iones no mone ta­rias debe conduc ir a modi fica r la interpretac ión de los índ ices ele valuac ión y de l tipo ele cambio real co mo indi cadores de so­bre o subvaluac ión y, sobre todo, como pronosti cado res exc lu ­sivos del comportami ento de la balanza de cuenta corri ente.

L a ex istenc ia de perturbac iones no monetari as puede hacer que un indi cador de sobreva lu ac ión no vaya aco mpañado de défic it en la cue nta corri ente, o que un indicador de subvaluación no lo es té de un superáv it. Esto le quita va lidez general al uso de los indicadores de va lu ac ión como pronosti cadores exc lusi­vos del comportamie nto de la ba lanza de cuenta corri ente , y más aún a la pretensión de seña lar s ignos y porce ntajes prec isos de mal valuac ión cambi ari a.

En la inte rpretac ión ponderada ele uno u ot ro indicador, por

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300

el contrario, una pérdida de ventaja cambiaria a causa de una perturbación monetaria só lo ofrece la presunción, si no hay per­turbaciones de otro carác ter, de una di sminución algebraica en el saldo de la cuenta corriente de la ba lanza de pagos. Pero deja ab ierta la posibilidad de que el comportamiento de ésta también dependa de la presencia ele ot ras perturbaciones. Estas últimas podrían reforzar o co ntrarres tar la influ encia de la pérdida o ganancia ele ventaja cambiaria en la balanza de cuenta corri en­te. Por ello conviene di stinguir tres propos iciones di stintas res­pecto de las perturbac iones a la balan za de pagos: de carác ter monetario; de carácter no monetari o, y de carácter monetario y no monetario.

e u A o R o

Í NDI CES DE VALUAC IÓN DEl. PESO ~IEX I C,\ NO, 1970-1995

••••••••••••••••••••••••••••••• Año Base 1970 Base 1977 Base 1988 Base 1990

1970 100.00 107.09 120.20 108. 11 197 1 100.94 108.09 12 1.33 109.13 1972 102.65 109 .92 123.38 11 0.97 1973 108.27 11 5.94 130. 14 11 7.05 1974 120 .67 129.23 145 .05 130.46 1975 127.32 136.35 153.04 137.65 1976 11 2.72 120.7 1 135.49 12 1.87 1977 93.38 100.00 11 2.24 100.96 1978 101 . 11 108.28 12 1. 53 109. 3 1 1979 107.25 11 4.85 128.9 1 11 5 .95 1980 11 8.55 126.96 142.50 128 . 17 198 1 128.68 137.8 1 154.68 139. 12 1982 97.90 104.84 11 7.67 105.84 1983 76.88 82 .3 392.4 1 83. 12 1984 87.36 93.55 105.00 94.44 1985 86.94 93 . 10 104.50 93.99 1986 66.72 7 1.45 80.20 72.14 1987 66.79 71.52 80. 27 72.20 1988 83.20 89.09 100.00 89 .94 1989 88.09 94.33 105. 88 95. 23 1990 92.50 99.05 111.1 8 100.00 199 1 101 .25 108.42 12 1.70 109.46 1992 11 0.24 11 8.05 132.50 11 9. 18 1993 11 5.00 123 . 15 138.22 124.32 1994 11 6.05 124 .27 139.49 125.46 1995" 70.68 75.69 84.95 76.41

a Prim e r trime stre del a ño . Fu e nt es : Cá lc ulo s p ropios con base e n Banco de Méx ico. Indicadores Econámicos: para los tipos d~ camb io peso/dó lar y e l índi ce nncional de pre c ios al con!' umid or de Méxi co. lndicmlores Económicos. ,·ari o!'- mí me ro s: y de prec ios a l co nsumid o r. Th e Economic Report (~{ Th e Presiden/, U.S. Govc rm cnt Printing OITice. \Va shin gton. 1995. para e l índi ce de prec io s al co nsumid or de Estados Un ido s.

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

Aquí no se pretende sostener la segunda proposición, pero sí negar la va lidez de la pr imera y sos tener la correcc ión de la ter­cera. Aceptar los diferen ciales ele infl ac ión que se ex presa n por med io de modificac iones en el índice re lati vo de precios inter­nos/ex ternos como una causa pos ible de perturbaciones de la balanza de cuenta corri ente no impli ca acep tarlos como la úni­ca causa, prec isamente por la ex istencia posible de perturbacio­nes no monetari as.

méxico: va luación el e la moneela y sostenibilielael ele l tipo ele camb io

e u A o R o 2

T u•o DE CA,\ 11!10 HEA L (f*) E ÍNil i CE DEL TIPO DE C \ ,\11110 HEAL (Jt*) (P ES OS POR I)ÓLA H ll E 1988 \' 1988 = 100)

••••••••••••••••••••••••••••••• Años t* lt *

1970 1 872. 14 83.20 197 1 1 854.72 82.42 1972 1 823. 87 8 1.05 1973 1 729. 13 76 .84 1974 1 551.39 68.94 1975 1 4 70.40 65.34 1976 1 660.82 73.8 1 1977 2 004.84 89.09 1978 1 85 1.60 82.28 1979 1 745.64 77.57 1980 1 579. 14 70. 18 198 1 1 454.84 64.65 1982 1 9 12.36 84.98 1983 2 435 04 108 .2 1 1984 2 143.07 95.24 1985 2 153.44 95.70 1986 2805 .78 124.69 1987 2803.2 1 124.57 1988 2 250.28 100.00 1989 2 125.33 94.45 1990 2 024.01 89.94 1991 1 849.07 82. 17 1992 1 698.30 75.47 1993 1 628.02 72.35 1994 1 6 13.26 7 1.69 1995 ·' 2 6-18.89 11 7.71

a. Primer tr imes tre de l a1i o. Fuentes: Cá lc ul os propios con bn sc e n Banco de Mé xico. lndictldores Econ ómicos. para los tipos de ca mbio peso/dó lar y e l índ ice nac ional de prec ios a l consumidor de Méxi co. hulicadores Económicos . var ios núm e ros : y de precios a l consumidor de The Economic Repon ofrhe Presidcnr. U.S . Goverment Pr inting Offi ce. \Va shington. 1995. para el índice de prec io s al consumidor de Esiados Un id os.

•••••••••••••••••••••••••••••••

Las perturbaciones no monetarias y sus implicaciones

Por perturbaciones no monetarias a la bal anza de pagos se en­tiende cualqui era que no guarda relaci ón con la cadena causal variación en la masa monetari a-va riaci ón en e l índice relativo de precios internos/ex ternos-vari ac ión en el sa ldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos. En es ta secc ión só lo se exa­minan de manera breve algunas de ellas con el fin ele subrayar su posibl e presenc ia, así co mo de es bozar sus princ ipal es im­plicac iones .

Un ejemplo cercano es el de las fuertes va riaciones en el precio o la cant idad de un bien ex portable que const ituye una propor­ción importante de las exportac iones total es de un país. Los ca­sos en que éstos se concentran en uno o pocos productos han sido usuales en los países en desarro ll o. La va ri ab ilidad de los pre­cios ele esas mercancías con frecuencia guarda relación co n las condi ciones mundial es de l mercado del produc to específico y no con el comport am iento ele los índices genera les ele precios de los países participantes .

De manera más general se pueden procluci r camb ios es truc­turales en la ofe rta o en la demanda del sec tor exportado r o del

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co111erciu e.rterior. abri 1 de 1996

que compite con las importac io nes; cualquie ra de e ll os puede altera r de mane ra drás ti ca e l comportamie nto de la balan za de. cuenta corri e nte durante un c ie rto pe ríodo. Esos ca mbi os pue­den resulta r de modifi cac io nes en la di sponibilidad de factores o de l cambio tecnológ ico, los que puede n manifestarse e n alte­raciones de la produc ti vidad de los fa c to res. También pueden darse modifi caciones en los ingresos o e n los gustos a l inte rior de los países, las qu e afectarían las funciones de dema nda ele las importac iones co rre spondi e ntes .

Las perturbacio nes no mo neta ri as de la balanza ele cuenta corriente pueden asociarse también a l compo rtamiento especí­fico de la ba lanza de se rvicios factoriales. Ta l podría ser e l caso de las vari ac iones en e l end eudamiento ex te rno de un país que haya experime ntado défic it en la c ue nta corriente, así como posibl es a lte rac iones en las tasas de inte rés internas o ex te rnas. Ambas perturbaciones afec ta rían a la balanza de servic ios fac­torial es y a la de cuenta co rri e nte s in estar vinculadas a modifi­caciones en e l índice re lativo ele prec ios inte rnos/exte rnos. 11

Aquí se sostiene la tesis de que los facto res económicos se­ñalados en los últimos tres párrafos pueden producir cambios s ig nifi cati vos en e l compo rtam ie nto de la ba lan za de cuenta corriente s in guardar re lac ión a lgun a con los dife re nc ia les de inflaci ón interna/exte rn a.

Condiciones con relación al período base de cálculo y los índices de precios en la construcción de los indicadores de valuación

El uso de los índices de valuación y del tipo ele cambio rea l es tá suj e to a di versas condiciones relacionadas con la e lecc ió n del período base de cálcu lo y con e l tipo ele índices de precios.

Para construir cua lqui e r índi ce es indi spensable e leg ir un período base. La pre tens ió n de l índice de va luac ión , en la inte r­pre tac ió n s implista de la DPPA , de da r de manera direc ta un por­centaje prec iso de sobre o sub valuac ió n cambi a ría , vuelve c ru­cial la e lecc ión de un período base adec uado.

Se ha reconocido , para es te propós ito, que un período pa rti­cular se justificará como base cuando c umpla con a l menos dos requi sitos: qu e durante e l mi smo haya un balance aprox imado en la cuenta co rri e nte de la balan za de pagos y que no ha yan ocurrido perturbaciones no monetarias s ignifi cati vas entre e l período base y el período en es tudi o, para lo cua l es deseable que uno y otro es té n cercanos. 12

ll. La experi encia de Méx ico de 1940 a 1985 muestra que las va­riac iones en la ventaj a cambiar ia afec tan principalmente a la balanza de mercancías y en segundo lugar a la de servicios no factori ales . Véase Ra(il Morales Cas tañeda , "El sec tor ex terno y la cri sis eco nómi ca ac­tu al en Méx ico : una perspectiva hi stóri ca" , Análisis Econó111ico, vo l. IV, nüm . 6, enero-junio de 1985. La cuenta corriente inclu ye las balan­zas de servicios factorial es y la de transfe rencias, que res ienten más la influencia de los factore s sei'íalados en e l tex to que la de las modifica­ciones en el índice de va lu ac ión. Por esto no parece conven iente utili­zar la ba lanza de cuenta co rri ente como la balanza signifi cat iva, cuyo comportamiento se pretende pronosti ca r por medi o de los indicadores de va lu ac ión.

12. Yéanse por ejemplo Le land B. Yeager, "A Rehab ilit ati on of Purchasing Power Parity" , Joumal ofPolitica / Econo111y , vo l. 66, nüm.

301

La importanc ia de es tos c rite ri os no podría ex agerarse. La ve rs ió n simpli sta ele la DPPA e n su ve rs ió n re lativa ap li cada a un régimen de tipo de cambio fijo pretende ca lcular e l tipo de cambio nominal teór ico (o de paridad) qu e correspondería a un eq uili ­bri o hipoté ti co e n la balanza ele c uenta co rri e nte. Todo a pa rtir del tipo de cambio no minal vige nte e n e l período base y ele los cambios en e l índice re lativo de prec ios, lo que presupone la presencia excl usiva de pe rturbac io nes mo ne tar ias . Por e llo, la e lecc ió n de un mal año base, que no correspo nda a un equilibrio aprox imado en la c uenta corri ente, puede destruir las correspon­dencias estab lec idas e n el recuad ro 1, inc luso s i só lo se produ­j e ran perturbac io nes mone tari as e ntre los pe ríodos base y de es tudio . Que la base es té a lej ada de l pe ríodo e n estudio, a su vez, aume nta la probabilidad de que en e l lapso inte rmedi o haya pe r­turbac iones no monetarias de importanc ia, en cuyo caso tampoco podría es pe rarse que e l tipo ele cambio teórico qu e se calcule corresponda a un equilibrio hipotéti co en la mi sma bal anza.

E l asunto de los índices de prec ios ti ene dos dimens iones di stintas. Una se re fiere al tipo de índices de prec ios (a l consu­midor, al produc tor u otro) que se utili za pa ra representar los cambios e n e l índice gene ra l de precios de cada un a de las par­tes . La otra ti e ne que ver con e l conjunto de índices de prec ios de dive rsos países qu e representarán a los prec ios del ex te rior.

Respec to de l tipo de índices que se debe n utili zar, e n la lite ­ratura sobre e l tema se esgrime n razones e ncontradas para fa­vo recer uno u o tro de vari os índices gene ra les de prec ios, sin qu e e n té rmin os apriorísticos pueda es tabl ece rse de ma ne ra contundente qu e uno ele e llos sea preferibl e. En consecue nc ia, e l as unto debe reso lverse por la vía e mpíri ca: ele los di versos índices, qu e pueden tomarse e n cuent a con a lgún fund amento econó mico, alguno puede proporcionar mejores res ultados para e l cá lculo de los indicadores de va luac ió n.

E n cuanto a l índice de prec ios extern os, se ría idea l que se ca lcul ara con base en los índices el e prec ios de l resto de l mun­do , do nde e l correspondiente a cada un o de va ri os países podría po nderarse por la pro po rc ió n de l co merc io que la nac ión ana li­zada rea li za con e llos . En a lgunos casos e l comerc io ele ésta se encuentra tan concentrado en unos pocos países, o incluso e n uno so lo, qu e e l as unto se simplifica de manera no table .

Dos conceptualizaciones de la sobre o subvaluación monetaria

Hasta aquí se ha planteado un a conceptua li zac ió n de la sobre o subvaluac ió n cambi arí a basada e n la inte rpre tac ión simpli sta de

6, diciembre de 1958, y Josué S<íe nz, "En torno al est udio ele la CEPAL:

el caso de Méx ico". Co 111ercio Exterior, vo l. 7, nüm. lO , Méx ico, oc­tubre ele 1957 . Este ültimo autor señalaba, al ana li zar las deva luac iones de l peso de 1948 y 1954, que el período base ele cá lcul o y de compara­c ión debería es tar en un punto de '·equilibri o dinámico", por lo cual hacía referencia a LlllO en donde se hubi ese pasado de un superáv it modesto a un déficit modesto, o uno donde ocurriese lo contrario. Tam­bién in sis tía en hacer cambi os frec uente s de períodos base cuando se present an mod ificac iones es tru cturales qu e afec tan a la ba lan­za de pagos, ele tal manera que la base quedara cercana al período de análi sis.

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302

la versión re lati va de la DPPA. Si n embargo, no es la única pos i­ble. U na opción es señalando que la moneda está sobre va luada si cierta balanza parcial de pagos de carác ter signi ficati vo, que aqu í se asume es la de cuenta corri en te, es tá en déficit y sub­va lu ada si presenta superáv it. Si fuera correc to e l supues to bás ico de la interpretac ión simpli sta ele la DPPA el e que los di fe­renciales ele infl ac ión interna/ex terna constituyen la única causa de perturbac ión de la balanza ele cuenta corri ente, ambas maneras de conceptual iza r la sobre o subva luac ión el e la moneda coin­cidirían, co mo se mues tra en el recuadro l . En la medida en que existen perturbaciones reales de la balanza de pagos distintas de las monetari as, ambas fo rmas de conceptual izar la valu ac ión cambi ari a dife rirán en general.

La conceptu ali zac ión de la va luac ión cambi ari a que surge como alternati va es importante en sí misma, puesto que uno de los propós itos de determinar la sobre o subva luac ión es pronos­ti car el comportami ento el e la ba lanza ele cuenta corri ente, y en ese sentido sirve para juzgar la corrección de los pronósti cos con respecto a ésta, pero también lo es como elemento guía para elegir un año base adecuado cuando se utili za la conceptu ali zac ión basada en la DPPA.

La al terna ti va ti ene, sin embargo, 1 imitac iones cuando se toma por sí mi sma. Si só lo hubiese perturbac iones no monetari as, la DPPA y los indicadores asoc iados podrían descartarse por com­pleto. Pero en tal caso, para conocer e l co mporta mi ento de la balanza de cuenta corri ente y a lgunas de las mocl i ficaciones cambi arí as asoc iadas, só lo se podría contar con e l comporta­miento observable de la balan za de cuenta corri ente, lo que re­sulta tautológico y carece de potencial precli cti vo.

La ex istencia simultánea de perturbac iones monetari as y no monetari as obliga a un análi sis más refinado. Por una parte lle­va a descartar e lu so simpli sta que suele hace rse el e los indi ca­dores de va luac ión. Pero la ex istencia el e perturbac iones mone­tari as no permite descartar totalmente a la DPPA, ele la cual pueden hacerse interpretac iones ponderadas o refin adas qu e resultan con veni entes.

Una interpretac ión ponderada ele la DPPA, aunque todav ía li­mitada, co nsistir ía en dete rmin ar la ganancia o la pérdida de ventaj a ca mbi ari a resultante de perturb ac iones moneta ri as , medi ante las vari ac iones en los prec ios internos o ex ternos o en el tipo cleca mbi o nominal vigente. Para es to son idóneos el tipo ele cambi o rea l y, en menor medida, el índi ce corres pondi ente, justamente porque indican de manera direc ta la pérdida o ganan­cia de ventaja ca mbi aría , sin pretender dar porcentaje prec iso alguno de mal va luac ión cambiaria. Cualqui era que sea el pun­to de referencia o e l año base pa ra la comparac ión, la ganancia de ventaja cambi aría est::í dada po r un aumento del tipo ele cam­bi o real o del índice . en tanto que la pérdida ele ventaja cambi aria es taría determin ada por un a disminución del ti po ele cambi o rea l o de l índi ce corres pondi ente. El índice ele va lu ac ión tambi én puede u ti 1 iza rse en ese senti do. ele manera que u na el ism i nución en el mismo se interpre te só lo como gananc ia ele ventaja ca m­biarí a y un aumento só lo co mo in cl icaclor cle pé rdida ele ventaja cambi ar i a. sin tomar en cuenta la sobre o subvaluac i ón que apa­rentemente indique.

A diferencia de l concepto ele sobre o subva lu ac ión, el ele pér­dida o ganancia ele ve ntaja ca mbiari a es neutro. pues no preten-

méxico: valuac ión de la moneda y sosten ibilidad de l tipo de cambio

ele señalar la ex istencia ele mal valuac ión y menos aún indi car un porcentaje espec íf ico ele la mi sma.

La esencia ele esta interpretac ión consiste en aceptar que las el e ori gen monetari o constituyen causa ele pe rturbac ión el e la balanza el e cuenta corri ente, aun cuando las pueda haber tam­bién ele origen no monetari o. Esta manera ele tratar el asunto ti ene dos ventajas: ele medi ción y ele interpretac ión. Por ejemplo, cuan­do se utili za el índi ce ele va luac ión, las vari ac iones en la venta­ja cambi ari a que se calcul an son co incidentes, cualquiera que sea el período tomado como base de cálculo (aun cuando las es­timaciones ele sobre o sub va lu ac ión sí difi eren), y en todo caso indican el sentido en el que las perturbac iones monetari as influ­yen en la bal anza el e cuenta corriente, si bi en no determinan por completo el comportami ento ele di cha balanza.

Se puede ser más ambi cioso, sin embargo, y tratar ele resca­tar la idea ele medir la sobre o subva lu ac ión en un sentido abso­luto, aunque sólo sea ele manera aproximada. Para ello se requiere proceder con cautela y hacer un uso refinado el e la versión rela­tiva ele la DPPA, para lo que conviene da r los sigui entes pasos: a] elegir como base ele cálculo un período en el que haya un equi ­librio aproximado en la cuenta corri ente y que es té cercano al período en estudi o, y b] analizar si entre los períodos base y ele es tudio, e incluso durante es te mi smo, se han reg istrado pertur­baciones no monetari as significa ti vas, en cuyo caso habrá que determinar la direcc ión en que influ yen en la balanza ele cuenta corri ente.

Si al elegir un año base con los criteri os señalados y utili za r es ta versión refinada ele la DPPA, el índi ce el e va luación indica sobrevaluac ión aprec iabl e y además se presenta un défi cit sig­nifica tivo en la cuenta corri ente, poca el uda puede haber de qu e ex ista sobrevaluac ión cambi ari a.

Cualquier porcentaje de sobreva luac ión que se espec ifique, sin embargo, debe de ri va rse del uso el e un período parti cul ar como base de cálcul o, el cual puede tener un grado vari able de justifi cación, dependi endo ele la presencia o no el e perturbacio­nes no monetari as , las cuales deben se rvir para ponderar cual­quier juicio al respec to.

Dos CO NCEPTOS DE SOBRE O SU BVA LUACIÓ N

Y LA EX PE RIE NC IA MEX ICANA DE MEDIADOS

DE LOS O CHENTA

Una prueba interesa nte el e la interpretac ión simpli sta ele la DPPAy del uso , también simpli sta, de l índice ele va lu ac ión y ele los otros indi cadores ele va luac ión, la proporciona la

expe ri encia y los el atos de Méx ico de med iados de los oc henta. En 1984 el tipo de ca mbi o aparecía co mo sub va lu aclo , de

ac uerdo con el índi ce el e va lu ac ión basado en 1970 o en 1977 (véase el cuadro 1) y de manera particul ar co n el el e 1970.L' La

13. En este párrafo y en lo que sig ue ~e hará re ferenc ia a un índice el e valuac ión co nstrui do con prec ios al consumido r ele Méx ico y ele Es tados Uni dos. como prec ios intern os y externos. ele ma nera respec­ti va. Las razo nes pa ra e ll o son vari as: el comercio ex te ri or ele Méx ico se rea li za en un a enorme proporc ión co n ese país: en ot ros trabajo s sob re temas similares tal fo rm a ele procede r arroja buenos re sult ados pa ra pronosti car el compo rtam ient o ele la ba lanza ele cuenta co rri ente

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comercio exterior, abril de 1996

cuenta corriente registraba , asimismo, un superávit de magni­tud apreciable (véase el cuadro 3). Para 1986 tales índices mues­tran una subvaluación mayor y sin embargo la c uenta corriente pasa de superávit a déficit (véase la gráfica 4 ). ¿En 1986 el tipo de cambio estaba subvaluado o sobreva luado?

El caso anterior mues tra de manera clara que el índice de valuación puede no ser un buen pronosticador del comportamien­to de la balanza de cuenta corriente en los plazos cortos , inclu­so cuando se utili za uno u otro de una vari edad de períodos base. Si se emplea el concepto de sobre o sub valuac ión fundamenta­do en la interpretación simplista de la DPPA y medido por el ín­dice de valuación con cualquiera de los años base señalados, el tipo de cambio estaba subvaluado . Pero tal conclusión carece­ría de sentido si se espera que la tabla de correspondencias del recuadro 1 sea válida y se cumpla: la balanza de cuenta corriente mostraba un déficit apreciable .

e u A D R o

MÉXICO: BALANZAS DE PAGOS SINTÉTICAS, 1984-1994 (MILLONES IJ E

DÓLAR ES CORR IENT ES)

3

••••••••••••••••••••••••••••••• Cuenta Cuenta Variación

cOI-riente de capital' de reservas'

1984 4 238.5 -885.4 -3 353. 1 1985 404.5 -2827.9 2 423 .5 1986 - 1 770.5 2 373.3 -602.8 1987 3 820.0 2 280.2 -6 100.4 1988 -2 922.0 -3 8 11.4 6 733.5 1989 -6 085.0 6 48 1.0 -390.0 1990 -8 106 .0 11 339 .0 -3 233.0 199 1 - 15 040.0 23 177 .0 -8 137.0 1992 -24 804.0 25 978.0 - 1 173.0 1993 -23 393.0 29 433.0 -6 040.0 1994 -28 785.0 9 899.0 18 886 .0

l . Neta de errores y omisio nes. 2. Ne ta de cuen tas de aju ste. El sig;10 nega ti vo indica acumul ac ión de reservas y el positi vo disminución. Fue ntes: e labo ración propia con datos del Banco de Méx ico. Informe A11 uol. 1985 y 1993; Ind icadores Económicos de enero de 1993 , marzo de 1994 y ab ril ele 1995.

•••••••••••••••••••••••••••••••

De manera alternativa, por observación del saldo de la cuenta corriente, es posible concluir que el tipo de cambio estaba mo­deradamente sobrevaluado. Pero en este caso no tiene utilidad alguna la interpretación del índice de valuación fundado en la interpretac ión simplista de la DPPA. De hecho , es ta situac ión parecería dej arnos desp rovi stos de una teoría s imple que nos permita pronosticar el comportamiento de la c uenta co rri ente .

La situación en sí mi sma carece de misterio s i se examinan los datos de l período de manera más amplia . En 1985 y 1986 se presentó una perturbación no monetaria de ca rác ter notab le. El

(véase Raúl Morales Castañeda, op. cit. ). Además , no parece ex istir a la fecha ningú n estudio que muestre de manera ri gurosa que un índice de precios externos , basado en una canasta de monedas de países con los cuales comercia México , ofrezca resultados signifi cati va mente superiores al proced imiento aq uí utilizado.

303

G R Á F e A 4

MéX ICO : SOBRE(+) O Sl' UVALl'AC IÓ1' (-)DEL PESO Y LOS Dl: FIC IT DE LA

U.-\LANZA DE CUENTA COR RI ENTE, 1984- 1994

•••••••••••••••••••••••••••••••

Va luac ión (porcentajes)

40

30

20

10

o - 10

-20

~

Saldo de la cuenta corriente (miles de millones de

dólares)

30

25 com ente /

20

~

Saldodelacuexflta r--.....__/,'

Base 1988'-y/ 1.: , ;;; ·· -.... ·· X .. ·· '- Base 1970 15

./_! V ,_. .A. Déficit t 1:

/.'' / ~~----7-~.~ ... ~'.--,-~~------------=,~s~u-p-e,~.á~v~it--~ 0

l-,--,--,--,--.---.--.--.-~--,-~--~ -5

-30

-40

1984 1986 1988 1990 1992 1994

Fuen le: Elabo rac ió n pro pia con base en dalas de los cuadros 1 y J .

•••••••••••••••••••••••••••••••

prec io del petróleo se desplomó en los mercados internac iona­les , con lo que di sminu yeron e l va lo r de las exportac iones pe­troleras y totales de México. De 1984 a 1986 el país perdió más de 1 O 000 millones de dó lares e n ingresos petroleros anuales , equivalentes a 62% de lo que perc ibía por ese concepto en el primero de los años seña lados (véase e l cuadro 4 ).

A pesar de que e l tipo de cambio, medido por el índice de valuació n con base e n 1970 o 1977 , parecía subva luado desde 1984, y con todo y que hubo ganancia de ventaja cambiaria de ese año a 1986, la perturbación no monetari a más que contrarres tó dicha ve ntaja y la subvaluación aparente del tipo de cambio.

Esta experiencia prueba varios puntos. E n primer lugar, que realizar una interpretación simplista de los indicadores de valua­ción puede conduc ir a un sinsentido y que el índice de valuación puede fracasar como pronos ticador del comportamiento de la cuenta corri ente. Mayor puede ser el sinsentido si se pretende hace r una interpretac ión demasiado prec isa de los porcentajes específicos de sobre o sub va luac ión calculados o, lo que es lo mi smo, si se pretende insist ir de manera dogmática en c iertos mios como períodos base . Obviamente 1970 y 1977 no cumplían con los criteri os necesa rios para tomarlos como años base. En parti c ul ar 1970 estaba lejano del período e n estudio y de hecho no cumplía con estar alrededor de un período de equilibrio en la c uen ta corri ente . 14

En segu ndo, que ex is te la necesidad de interpretar la sobre o subvaluac ión cambi aria de dos maneras distintas , no equivalen-

14. Esto se aprecia en las balanzas de pagos correspondientes a esos años , las que se pueden consultar en los in formes del Banco de Méxi­co del decenio de los se tenta .

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304

e u A D R o

MÉXI CO: CO~II'ORTA~ II ENTO DE L,\ S EX POHTA C IO:'i ES \'LA S I~IPOHTACIO r\ ES

TOTALES \' S ELEC CIONADA S , 1984-1994 ( ~ II LLON ES DE IJÓL\HES

C ORR IEN T ES)

4

••••••••••••••••••••••••••••••• Exportaciones

Petrolera s Como

Manufa c- porcentaj e de Importaciones ' Totales' ltneras Va lor las de 1984

1984 11 254 .3 24 196.0 S 594.8 16 601. 3 100.0 1985 13 2 12.2 2 1 663. 8 4 97 8.0 14 766.6 88 .9 1986 1 1 432 .4 16 03 1.0 7 115. 7 6 307. 2 38.0 1987 133 055.0 20 545. 8 9 745.7 8 629. 8 52.0 1988 20 27 3.7 20 545.8 11 504.0 6 7 11 .2 40 .4 1989 25 437.9 22 842. 1 12607.5 7 876 .0 47 .4 1990 31 271 .9 26 838.4 13 955.9 1 o 103.7 60.9 1991 38 184.0 26 855.0 15 769.0 8 166 .0 49. 2 1992 48 192 .0 27 S 16.0 16 740.0 8 307.0 50.0 199 3 48 924.0 30 033 .0 19 832. 0 7 41 8.0 44.7 1994 58 880.0 34 6 13.0 24 133 .0 7 445.0 44.8

l . Exc lu ye maquiladora s . Fu e nt es : E laborac ión y cá lculo s propi os co n base e n Ba nco de Méx ico. l//fo rm e A11Ua !.

1985. 1986. 1987 y 1993. e Indicadores EconiÍ 111icos. junio de 1993y abri l de 1995.

•••••••••••••••••••••••••••••••

tes entre sí. Una , basada en la interpretación directa del índice de valuac ión , fundamentada en la DPPA . Otra , basada directa­mente en e l comportamiento de la balanza de c uenta corriente. Esto presupone y requiere una conceptua li zación más amp li a de las causas de perturbación de la balanza de pagos, como se rea­li zó e n la sección a nterior, asunto que en cierto sentido dejó abierto desde un principio Gustav Cassel.

SoBREVALUACióN Y sosTENIBILIDAD

DEL TIPO DE CAMBIO

Las relaciones entre el comportamiento de la balanza de cuen­ta corriente y el tipo de cambio postuladas en la versión sim­plista de la DPPA se puede n resumir e n e l recuadro 2 . E stas

relaciones causa les presentan lo relacionado con un s istema de tipo de cambio fijo como equiva lente de lo que plantearía la in­terpretación s impli sta de la DPPA e n e l caso de un tipo de cam-

R E e u A D R o 2

RELA C IOI'ES ENTHE LA IIAI.A :'i ZA DE Cl' EI'T ,\ CORR ID ITE 1 \' EL

C Oi\IPORTr\ ,\JIE NTO PREVI S IBLE DE l. TIPO DE CA~IBIO

••••••••••••••••••••••••••••••• Défi cit en la cuent a corri ente => Superá vit en la cuenta co rri ent e => Balan ce en la cuenta corr ient e =>

inmin enc ia de una de' a\ uación inm inencia de una revalu ación es tabi li dad del tipo de cambi o

l . A l hace r re fe re nc ia a lo s sa ldos e n c ue nt a co rri e nt e "e sob rc~n t i c nd e qu e se tra ta d e dé fi c it o s upe r::í \' it s ig nifi ca ti , ·os .

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

méxico : va luac ión de la moneda y sos tenibilidad del tipo de cambio

bio f lexible. Si las únicas perturbaciones a la ba lanza de c uenta corri e nte fueran de carác ter monetario y no hubiese a lg unas re­lacionadas con movimie ntos de capita l, en un s istema cambiario flexible eso se reflejaría en la coinc idencia del tipo de cambio nominal teórico y de l nominal vigente. Co n un tipo de cambio fij o o predete rminado , por e l contrario , como e l nominal teóri ­co y e l nominal vi gente pueden no coinc idi r, la di screpanc ia entre ambos se reflejaría e n e l resu ltado de la balanza de c uenta co­rri ente que podría ser deficitaria o supera vitaria.

Las relaciones ca usales del rec uadro 2 no son totalme nte vá lidas en la práctica, aunq ue e l tema no deja de revestir c ierta complejidad. La sostenibi lidad de l tipo de cambio no está e n genera l tan estrechamente relacionada con la balanza de cuen­ta corriente sino con e l comportam iento de la balanza g lobal de pagos. De hecho, entre e l comportamiento de la balanza de cuenta corriente y cua lquier modificac ión del tipo de cambio median los movimientos de capita l, otro e lemento qu e Cassel aceptaba como codeterm i nante del tipo de cambio de eq uilibri o e n un sis­tema cambiario flexible . Esto ob li ga a tomar e n cuent a a la ba­lanza de cap ital para saber cuá l es e l comportamiento de la ba­lanza globa l y del tipo de cambio.

E l comportamie nto de la cuenta de capita l no es desde luego un a caja negra. En e l mi smo influ yen aspectos como e l tipo de víncu los financieros con e l exterior. las tasas de interés internas y externas y la respuesta a las mi smas de los flujos de capita l lí­quido , as í como las percepciones de riesgo país y otros e lemen­tos que afecta n la confianza en e l mi smo y la c redib ilidad en sus políticas económicas. En las experiencias recientes de México ha quedado c laro que la amenaza a la sostenibilidad del tipo de cam­bio que representa e l endeudamiento con e l exte rior es di stinta s i se trata de acreedores bancarios o de invers ion istas de cartera, dependiendo también del g rado de liquidez de los pas ivos. "

De manera muy amp li a, por e ll o. en la sostenib ilidad del tipo ele cambio inte rvien en diversos aspec tos: e l comportamiento de los flujo s de cuenta corriente : la evolución de la cuenta de ca­pi tal y sus tendencias, en lo c ua l dese mpeñan un papel e l mon­to , la natural eza y e l tipo de acreedor de la de uda externa pre­viamente acumu lada , y 1 as rese rvas de divi sas del banco central y su mag nitud , lo que influye en su capac idad temporal para fi­nanciarcua lqui e rdéficit de f lujos que se manifieste en la ba lanza g loba l de pagos .

SosREVALUACióN Y sosTENIBILIDAD DEL TIPO DE

CAMBIO: LA EXPERIENCIA MEXICA NA DE 1989 A 1994

e uando se exa mina la evoluc ión de las variab les macro­econó micas de Mé xico de 1989 a 1 994 . sorp renden las con­di c iones tan fa vorab les para la sos te nibilidad del tipo de

cambio y para la viabi li dad inmedi ata de la política cambiaría seg uid a hasta fina les de 199 3 o princ ipios de 1994. ¿Estaba sub­va luado o sobre va luado e l tipo de cambio durante e l pe ríodo '7 ¿_Se

15. La ex pe ri enc ia de México e n los último s 55 aiios ha s ido varia­da. De 1940 a 1955 las entrada s ele capit a l dese mpe iiaronun pape l ele c ie rta sig nifi cac ión y durante la mayor pa rte de l pe ríodo e l result ado ele la cue nta co rri e nte se re fl ej aba cas i ínt egro e n la ba lan za g lobal. De 195 6 a 1970 la soste nibi Ji dad de l tipo de cambio fu e a poyad a por e n-

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co111 ercio exterior. abri 1 de 1996

ganó o se perdió ventaja cambiaria e n ese lapso? El ri esgo analí­tico que presenta la situación de co njunto es, s in embargo , la posibilidad de confundir la ex istencia o inex istencia de sobreva­luació n con el asunto de la sostenibilidacl del tipo de ca mbio.

Concluir que e l tipo de cambio es taba sobre o subva luado depende ele manera inev itable, s i e l juicio se basa en la DPPA, del año base parti cul ar que se utilice pa ra construir e l índ ice ele valuación utili zado.

Si se emplea 1970 como año base , e l tipo ele cambio es taba mode radamente sobreva luaclo en 1992- 1994 (véase el cuadro 1 ). Empero, el asunto de la elección del año base e n es te caso es crucial; 1970 es ele manera obvia un año lejano e inconve ni ente para emitir un juicio al respecto. U ti !izarlo implica pasar por alto, además, la importante perturbación no monetaria que se presentó en 1985- 1986.

De 1984 a 1988 la balan za ele cuenta corri e nte osc il ó e ntre superávit y dé fi c it mode rados (véanse las gráficas 4 y 5), ele mane ra que en 1988, cuando aún aparecía como subva luaclo ele acuerdo con los índices ele valuación basados en 1970 o 1977 , había ya un dé fi c it modes to pero s ignifi cativo e n la cuenta co­rriente. Las razo nes fundamentales son dos: aún se dejaba sen­tir el efec to de l desplome de l prec io de l petról eo oc urrido e n 1985- 1986, y la pérdida ele ventaja cambiaria ocurrida e n 1988 con respec to a los años inmedi atos anteriores aún afectaba las impo rtac iones (véase e l cuadro 4).

E l desplome ele los ingresos petrol eros se dejó sentir de 1988 a 1994. Excepto en dos años del período, los ingresos petrole­ros estuvieron 50% por debajo de los que México obtu vo por ese rubro en 1984. A pesar del crec imiento signifi cativo de las ventas externas de manufac turas de 1985 a 1988, no fue sino hasta 1990 que las exportac iones totales de l país a lcanza ron un va lo r no­mina l mayor que el de 1984 (véase el c uad ro 4).

Por las razo nes anteriores convie ne rechazar años base como 1977 y más aún 1970. Por e l contrario, 1988 prese nta ca racte­rísticas adecuadas para convertirse en año base, pues se encuentra e n un período de equilibrio e n la bal anza de c ue nta corri e nte (véase la gráfi ca 4) y está suficientemente cercano al lapso en estudio.

Cuando se utiliza 1988 co mo base , e l índice el e va lu ac ión muestra que en el período que transcurre desde ese año hasta 1994 hubo sobrevaluaci ón crec ie nte y que ll egó a se r s ignifi cativa (véase el cuadro 1 ).

Es posibl e acudir al otro concepto de sobreva luaci ón. En el período 1988- 1994 se registró un défic it creciente en la balan­za ele cuenta corrie nte, a pesar ele factores favorables como la renegoc iaci ón de la deuda púb lica exte rna concluida en 1990. Había, pues, sobrevaluación con cualqui era de los dos criterios alternativos que se ostentan como pertine ntes.

Ahora bi en, no haría falta compromete rse con un porcenta ­je espec ífi co, calculado con cualquier año base, para determi­nar que había sobreva luac ión. Basta con obse rvar que durante

u·adas moderadas ele capital en la fo rma de endeudamiento públi co . De 197 1 a 1982 e l peso se sos tuvo e n alto s ni ve les ele sob reva lu ac ión media nte un fuerte e nde ud am ie nt o públi co. Véase Raúl Mora les Castañeda, op. cit. De 1989 a principios ele 1994 se mantu vo un tipo de ca mbio mu y sobrevaluado, pero por vía di stint a, co mo se muestra en la s igui ente secc ión.

305

G R Á F e A 5

Dt~ F I C IT DE LA CUEN T:\ COR IU ENTE, ENT H,\0.-\ S DE L \I' ITA L \' t\ C~~ Il"I . A C I Ó~

DE RESEI!\'AS, 1984- 1994 (~ IIL ES DE "II. LONES I> E DÓLAI!ES CO I!I!IE~TES) 1

••••••••••••••••••••••••••••••• 30

25

20

15

10

S

o - 5

- 10

- 15

- 20 1984 1986 1988 1990 1992 1994

• Dé fic it en cuenta corr i~nte D C ue nta de cap it a l

L J Acumu lación de reservas

l . En la cuenHl corri ente un ::t barra con signo po siti vo indica déficit mientras que unn barra positi va de ac umul ació n de reservas se iia\a un aum ento e n l.t s mi smas . Fuente: Elaboración propia con ba se en da tos del cuadro 3.

•••••••••••••••••••••••••••••••

el período se tuvo una s ignifi cati va pérdida de ventaja cambiaria , de 40% (véase el cuadro 1) así como un déficit signifi cati vo y creciente en la balanza de cuenta corri ente a partir de 1988 (véase la gráfica 5).

Una interpretación más ponderada es la s igui ente. Cualquiera que sea el año base, como los presentados e n el cuadro 1, la ven­taja cambiaria perdida a partir ele 1988, con un défi c it modesto pero s ignifi cativo , fue de más ele 38% hasta 1993 y de cas i 40% hasta 1994. Las vari ac iones en la va lu ac ión cambiari a fueron fuertes y tendían a reducir e l valor a lge brai co del sa ldo de la cuenta co rri ente . Esto se refl eja e n e l hecho de que la ba lanza comerc ial disminuyó alge braicame nte en 27 25 1 mill ones de dól ares ele 1987 a 1994, que constitu ye un vuelco enorme e n un período de poco crecimiento económico (véase e l cuadro 5).

Una conside rac ión refinad a del as unto debe tomar en cuen­ta que ele 1988 a 1994 tambié n se presentaron perturbac iones no mone tarias, es deci r, de las que no se re fl ejan e n los indi cado­res ele va luac ión. A lgunas actuaron en sentidos opues tos e ntre sí y o tras e n se ntido contrario a lo que indica la va riac ión e n la ventaj a cambiaria.

Por un a parte es tá la apertura comerc ial rea li zada a medi a­dos de los oche nta que en parti c ular dejó sentir sus efec tos ele 1986 a 1992. 16 Ésta es c larame nte una pe rturbac ión que ejerc ió

16. Hermini o Blanco Mendoza , Las ll egociacio11 es co 111erciales de México co 11 e!nllllldo, Fo nd o de Cultura Eco nómi ca. México , 1994. Este aut or rea li za un a prese nt ac ión s intéti ca y mu y compl e ta del pe-

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e u A D R o 5

MÉx ico: V,\ RJ,\ C IOXES DE DI\. ERSOS CO~ II'O:-IE:-ITES DE LA JI ALA NZA DE

ClJENT,\ CO RRIEI<T E, 1987-1994 (~IIL LONES DE DÓLA R ES CO RII IENTES)

••••••••••••••••••••••••••••••• Disminució n algebraica

de la ba lanza de mercancías' Disminuc ión algebraica

de la ba lan za de se rvicios factoriales Di smi nución alge braica

de la ba lanza de cuenta corri ente

l . Inc luye e l sa ldo de las maquilado ras.

27 25 1

S 223

32 606

Fu e me: Ctí lc ulos pro pios co n base e n datos de l Ba nco de rvtéx ico. Indicadores Económicos. enero de 1993 y ab ril de 1995.

•••••••••••••••••••••••••••••••

sus efec tos por la vía de las import ac iones de mercancías y con­tribu yó al crec imi ento de l dé fi c it de cue nta co rri ente . Las im­portac io nes c rec ieron de manera s iste máti ca inc luso en perío­dos sin pérdida de ventaj a cambiari a, como el de 1984- 1988. El crec imi ento de las importac iones fu e más acentuado, sin embar­go , e n e l período 1988- 1992, e n e l que la pérdida de ve ntaj a cambi ari a se fo rta lec ió.

E l crec imie nto del serv ic io de intereses de la deuda , conse­cue ncia de las e norm es e ntradas de capital durante el período, provocó q ue la ba lan za de serv icios fac tori a les d isminu yera 5 223 mill o nes de dólares de 1987 a 1994 (véase e l cuadro 5).

Po r último, es pos ibl e señalar un cambi o es tructural e n e l sec tor manufac turero, e n parte por la reducc ió n del sesgo anti ­exportacl or deri vado ele la apertura comercia l y e n parte por la moderni zac ión necesari a para operar e n el marco ele una estra­teg ia proex po rtacl ora . En e l período 1984- 1994 se reg istró un crec imi e nto no table de las ex po rtac io nes manufac tureras en términos no mina les. pese a que es un lapso en que en general se perd ió ve ntaja ca mbi ari a. La presenc ia de los efec tos deses­timul ado res de es ta pérdida se o bserva n, s in e mbargo, ele ma­nera clara e n e l subperíodo 1988- 1992 : cua nto más fuerte fu e la pérd ida de ve ntaj a cambi ari a más lenta se hi zo la ex pansión de las ex portac io nes manu fac tureras .

E l cambio estru ctura l en e l sec tor manu fac turero es obvia­me nte un a perturbac ión no mo netari a que influyó e n sentido co ntrari o a l de la pé rdida de ve ntaj a cambi ari a, pero no log ró contrarres tar los efec tos de es ta última en la ba lanza ele cuenta corri e nte.

A pesar ele la considerab le pérdida ele ve ntaj a cambiari a y del défic it crec ie nte, e l tipo ele cambi o fu e sos te nibl e y no había presagios, has ta princ ipi os de 1994, de un a devaluac ió n inme­di ata. Ell o se vincul ó a una experie nc ia ex traordinari a e inédi ­ta e n Méx ico en materi a el e e ntradas vo luntari as de capita l pri ­vado de l ex teri or, princ ipa lmente de ca rtera . Es to conduj o a que a lgunos confun d ieran la sos te nibili dad de l t ipo de cambio con la ausenc ia de una sobre va lu ac ión s igni fica ti va y a que se o lvi­dara e l hec ho mi smo de q ue aqué ll a no podría se r indefinida. En e l largo p lazo resul taba mu y improbable que se pudiera sos te-

ríocl o y las medida s el e li be rali zac ión ele la eco nomía que comenzaron a mediados ele los oc henta.

méx ico: va luación de la moneda y sos teni bili dad del ti po de cambio

ner un défi c it ele cue nta corri ente que ll egó a ni veles ele a lrede­dor de 7% de l PI B en cada un o de los años de 1992 a 1994 17 y que implicaba un fuerte ritmo de endeudamiento ex tern o.

La fragilidad potencial de la s ituac ión quedó oculta en una primera e tapa , pero se hi zo evidente de manera vio lenta e n la última. De 1989 a 1993 el déficit crec iente de la cuenta corriente parecía no plantear amenaza alguna, fin anciado como estaba por unas entradas de capital que incluso permitían e l aumento ele las reservas internacio nales del Banco de Méx ico (véase la gráfi ­ca 5), do nde las entradas eran de acreedo res pri vados no banca­rios del ex teri or y se rea li zaban de manera vo luntari a . La base de e ll o e ra la paradóji ca c redibilidad de las po líti cas mac ro ­econó micas para el largo pl azo, a pesar de l abultado défi cit de la c ue nta corri ente, que de hecho no podría ser sos tenibl e en e l largo pl azo.

Sin embargo, a principi os de 1994 di versos sucesos políticos de sobra conoc idos cambiaro n e l pa no rama. La credibilidad en las po líti cas eco nó mi cas para el largo pl azo se fracturó, lo cual rev irtió los mov imientos de capital y puso en ev idencia un dé­fi cit de acervos: a fina les de 1994 e l valor ele los instrumentos líquidos de deuda gubern amental en poder de extranj eros supe­raba e l mo nto de la rese rva de di visas internac io nales de l Ban­co de Méx ico. E l tipo de cambio resultaba cada vez más in sos­te nibl e , has ta que e l po tenc ial de c ri s is cambi ari a hi zo ecl os ión e l 20 de di cie mbre de 1994. E l res to es hi stori a conocida.

C oNcLusiONEs

Hay varios indi cadores ele valuac ión cambi ari a que guardan ciertas re lac iones entre sí y pueden interpretarse y utili zarse de manera s impli sta o refinada. De e llos , e l índi ce de va­

luac ión se presta más para hacer una interpretac ión s impli sta, forma e n la c ual se suele entender y ut ilizar.

M edi a nte e l índi ce de va lu ac ión se pretende es tabl ecer de manera directa varios puntos a la vez: s i hay mal valuación cambia­ri a, e l s ig no y e l porcentaj e específ icos de la mi sma, e l compor­tamie nto ele la ba lanza ele cuenta corri e nte y el po rcentaj e en que debe modifica rse e l índice para e liminar di c ha ma l valuac ió n. Hay otros indi cadores de va lu ac ió n para es tabl ecer si hay mal­valu ac ión cambi ari a , así como para pronos ti car e l co mporta­miento el e la ba lanza de c ue nta corri e nte.

La manera usual ele entender los indicadores de valu ac ió n se asoc ia a la inte rpretac ión s impli sta ele la ve rs ió n re lat iva de la DPPA, situac ió n en la que és ta se interpreta de manera ex plícita o imp líc ita como un a teo ría que pos tul a la presenc ia exc lusiva de perturbac io nes mo netari as a la ba lanza de pagos.

En los hec hos , sin e mbargo, se puede n produc ir tanto pertur­bacio nes real es como mone tari as a la ba lanza ele pagos , lo que ni ega la hipótes is de la presenc ia excl us iva ele las últimas . Esto no es inconsistente, sin embargo, con una interpretac ión refinada y fl ex ibl e el e la DPPA. e n té rminos que es tán de ntro de l espíritu ele lo que planteó Gustav Casse l a princ ipios de s ig lo , aunq ue no so n es tri c tamente igua les.

17. Es ti mac iones prop ias co n base en los In d icadores Eco nómi cos de l Banco ele Méx ico.

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co111ercio exterior, abri l ele 1996

l tipo de cambio

resultaba cada vez más

insostenible, hasta que

el potencial de crisis

cambiaría hizo eclosión

en diciembre de 1994

L a presenc ia de pe rturbac iones reales in va lida la idea de que es pos ib le pronosti car el comportami ento de la cue nta corri en­te con la ay uda exc lusiva de los indi cado res de valuac ió n, en la fo rma en que por lo ge ne ral se interpre tan. En rea lidad , és tos pueden errar e n e l pro nós ti co ele un défi c it o supe ráv it en di cha bala nza, incluso s i parten de un período base razonable. Por e llo e l p ropós ito usual de obtene r una medida completamente pre­c isa de sobre o sub valuac ión de una mo neda, con ay uda de ta­les indicado res, es tan só lo un espeji smo.

H ay tambié n una mane ra ponderada de e nte nder los indica­dores de va lu ac ión cambi arí a: bas ta ver las vari ac io nes en e llos para de te rmina r s i ha habido pé rdida o gananc ia de ve ntaj a cambi arí a en un c ierto pe ríodo. Tal ventaj a señala la dirección en que las perturbac io nes monetarias y las modificac io nes del tipo de cambi o in fl uye n e n la balanza de c ue nta corrie nte, sin dete rminarl a por co mpleto.

La pos ible presenc ia de pe rturbac iones no mo netari as a la ba la nza de c ue nta co rri ente , ade más de las mo neta ri as, condu­ce a la ex iste nc ia ele dos conceptos di s tintos de sobre o subva­luac ión: uno basado e n la interpretación s impli sta de la DPPA y que se ex presa de manera idónea por el índice de valuac ión. y otro basado en e l co mpo rtami ento de la cuenta corri ente . Am­bos conceptos de sobre o sub valuac ió n pueden no co incidir. El que cuenta e n sentido estri c to es e l segundo, aunque puede re­sultar repetiti vo y sin carácter predi c tivo; es útil cuando se acom­paña del uso s imultáneo de la ve rs ión refin ada de la DPPA.

Po r lo anteri o r no es pos ib le dete rmin ar la sobre o subva­luac ión c::.unbi ari a con base úni camente en la interpre tac ió n s im­pli sta de la DPPA y su indicador asoc iado, e l índice de va luac ión. Me nos aún considerar con mucha seri edad los po rcentajes es­pecífi cos de mal va luac ió n cambi arí a ca lcul ados por esa vía, sobre todo c uando no hay un análi s is prev io de las razo nes para e leg ir un c ie rto pe ríodo como base para e l cálculo y cuando no

307

se to ma e n cue nta la pos ibl e p resenc ia de pe rturbaciones no mo ne tari as durante e l período e n es tudio.

Sólo e n s ituaciones específicas, do nde co inc iden los dos conceptos de sobre o sub va luac ión, es pos ible afirmar ele ma­nera contunde nte que una moneda está mal va lu ada e n un c ie rto sentido . Inc luso e nto nces debe reconocerse la se nsib ilidad ele los cálculos a los dife re ntes períodos base. Po r ta l motivo , un porcentaje específico de mal valuac ió n debe precli carse ele ma­nera condi cio nada a la se lecció n ele un período base parti cul ar y a que és te sea o no vá lido.

Desde otra perspecti va , cuando la interpretac ió n es po nde­rada y se desea reali za r un análi sis limitado de l as unto, puede no ex istir e l problema ele e leg ir e l año base: puede utili za rse e l indicador ele valuac ión para determinar la pérdi da o ga nanc ia de ventaja cambiaría e n un cierto período ya sea que se tome un año base u otro.

Aho ra bien, cuando se e mplea la interpretac ión refin ada ele la DPPA para determinar un porcentaj e de sobre o sub va l uac ión, de be tomarse como año base uno que cumpl a con los crite ri os pe rtinentes , entre ell os que en ese pe ríodo haya un equilibrio aprox imado en la cue nta corrie nte y que es té cercano al pe río­do en estudi o. Tambié n debe determinarse si durante és te han ocurrido o no perturbac io nes no mo netari as icle nti fi cables y de magnitud tal como para a fectar los cá lculos rea li zados medi ante las fórmulas de los indi cadores ele valuación.

Por otra parte, la sobrevaluac ión de una mo neda no presag ia de manera necesari a una devaluac ió n inmedi ata. Ex peri e nc ias como la ele México e n los últimos dos deceni os mues tran que déficit de c ue nta co rri e nte mu y abultados son financ iables y sostenibles por períodos mu y largos, aunque no ele manera in­definida: la sobreva luac ión signi f icati va sí constitu ye un pre­sag io ele una deva luac ión, así sea sobre un hori zonte ele medi a­no o largo pl azos .

Lo planteado en este trabajo mues tra, por último, que un aná­li s is basado en la DPPA - cercano al pl anteamie nto ori gin al ele Gustav Cassel-, pero más fl exible y con la incorporación de otros e lementos, permite una comprensión más adecuada de las ex­perie nc ias cambi arí a y de la balanza ele la c ue nta corri ente en M éxico durante e l último deceni o. Su potenc ial ele ex pli cac ió n pudiera mu y bien aplicarse a otras s ituac iones s imilares. Q

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El efecto del tipo de cambio en las exportaciones manufactureras de México

• • • • • • • • • •

E 1 efec to de la política cambiaria en la economía mexicana es un tema de gran relevancia . En diversos es tudios se ha demostrado que en términos generales, ha sido favorable

para la exportación de bienes. 1 A la vez hay ciertos mecani smos contractivos directos e indirectos sobre la economía en su con­junto.2 És tos, se menciona, son consecuencia de las condicio­nes es tructurales de la economía mexicana generadas en el pe­ríodo de sustitución de importac iones .3

No obstante estas invest igac iones, falta ana l iza r numerosos elementos teóricos sobre la forma en que las devaluaciones afec­tan determinados sectores ele la economía mex icana . Así, el objetivo ele este artículo es mostra r la manera en que la política

l . J. Salas y Sidaoui , "Evo lución y perspectivas de las ex porta­ciones de manufac turas·· , El Tri111 estre Econó111ico, vol. L (4 ), núm. 200 , Méx ico. 1983. R. Peñaloza W., "Elasticidad de la demanda de las exportaciones: la experi encia mex icana··, Co111ercio E.rteri01; vol. 38, núm . 5 . Méx ico, ma yo el e 1988. M.A . Mencl oza, Política ca111biaria. balan:a co/1/ ercia / y deter111inación del ingreso 11/am~fac­f/trero en Mé.ricu. Un111ode/o econo111 étrico, / 960- / 988. tes is de li ­cenciatura. Fac ult ad de Economía, UNAM, 199 1. L. Carvajal y E. Loría . " Ingreso y balanza comercial de la industri a manufacturera mexica na . 1970- 1992"". Cu111ercio Exterior. vo l. 44. núm . 5. Méxi­co. mayo ele 1994.

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''' Prof"esor de la Ma esrría en Ciencias Econó111 icos. Unidad Acadé­llliw de los Ciclos Pm("esional r de Posgrado de l Coleg io de Cien­cias r Htt1n11nidades. UN.4M.

MIGUEL ÁNGEL MENDOZA G.'

cambiaria afecta a las exportaciones manufactureras ele Méxi­co, para lo cual se utili za la estimación ele una función de deman­da dinámica y no lineal para el período ele 1970 a 1994.

En la primera parte se plantean los determinantes teóricos de las exportaciones y se exp lica cómo el tipo de cambio las afec­ta en el contexto de una especifi cac ión funcional lineal y está­ti ca. En la segunda secc ión se especifica la función dinámica y no lineal de las exportaciones, se analizan las "adecuaciones teó­ricas" sobre la forma como afecta el tipo de cambio y se deter­minan cond iciones para que este efec to sea es table y relevante en un determinado período.

En la tercera se presentan las est im ac iones ele los dos tipos de funciones para las ex portaciones manufac tureras de Méxi­co en el período de 1970- 1994. Se efectúan las pruebas econo­métri cas y ele simul ac ión para eva luarlas , se obtienen los mul­tipli cadores de corto y de largo plazos y se e laboran dos escenarios sobre políticas cambiarias relevantes para las expor­taciones manufactureras.

Los DETERMINA NTES DE LAS EXPORTACIONES EN EL

CONTEXTO DE UNA FUNCIÓN LINEAL

En los libros de tex to de macroeconomía o ele economía in­ternac ional se plantea que la demanda ele cualquier bien ex­portable (E) depende, principalmente. de l tipo ele cambio

rea l (TCR) y de l ingreso del país a tal bien, que generalmente se desc ribe como el ingreso ex terno (Y ' ) . .¡

El tipo de cambio rea l refl eja la relac ión ele precios ex ternos

-1. Dornbusc h y Fi sher, Macroecono111Ía . McG raw- Hill. México. 1980, y Dornbu sch. La lll acroeconoii/ÍII de un a econo111ía abierra. Ed itori al Antoni Bosc h. Barce lona. 1988.

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co111 erc io exterior, abri 1 de 1996

(P*) e in ternos (P) normali zados po r e l ti po de cambio no mina l (TN).

TCR = TNP* 1 P

Sin es pec ificac io nes funci ona les, la de manda de bienes ex­portables se puede esc ribir matemáti came nte así :

E= f(TC R, Y*) [ 1]

Es ta fun c ión sobre los determinantes de las ex po rtac io nes expresa que: un incre mento de l tipo de cambi o rea l o del ingre­so ex terno provoca un des pl aza mie nto pos iti vo de las ex po rta­ciones . Lo que esta funci ó n no nos di ce es cómo ocurre .

Pa ra e llo se especifica fun c io nalmente la ecuación 1.5

En el caso de una funció n 1 ineal y estática [2], los efectos del tipo de cambio real y de l ing reso ex tern o e n la exportac ión de bie nes se miden po r las deri vadas parc ia les evalu adas e n un punto. A estos efec tos se les conoce e n econo mía como las pro­pensiones tipo de cambi o real (P TeR) e ingreso ex terno (P Y*) de las expo rtaciones.

E, = ~o+ ~ITCR, + ~2 yt

P ter = a E 1 aTCR = ~ 1 > O

Py * =aEtaY *= ~ 2 > 0

[2]

D e igual mane ra las e las ti c idades de l tipo de cambi o real (ETcR) y del ingreso ex terno (Ey.) se determinan como :

ETCR = (aE 1 E)/ (aTCR 1 TCR) = ~~ (TCR 1 E)

Ey • =(aE/E)/(aY * / Y * ) = ~ 2 ( Y * /E)

En general este tipo de espec ificac iones linea les ti e ne n las s igui entes característi cas:

1) Considera que son instantáneos los efec tos del tipo de cam­bio real y del ingreso ex terno e n las exportac io nes . Es to es, ante un incre mento de un o de los dos és ta s crecen de mane ra auto­mática.

2) Los efectos son só lo mome ntáneos y no ti enen repercusio­nes pos te riores .

3) Las elasticidades son vari ables, es dec ir, los efectos de l tipo de cambi o rea l y de l ingreso externo e n las ex portac io nes son proporc io nales a sus magnitudes.

E n este marco, la evaluación del efecto de la políti ca cambi arí a se ti ene que hacer de ac uerdo con e l valo r de la prope nsión mar­ginal de l tipo de cambio rea l ( ~ 1 ) y, sobre todo con fin es de com­paració n con e l ing reso ex tern o , e l de la e las ti c idad pro medio

(ETCR) . Es bue no menc ionar que la vari able de control no es e l tipo

de cambio real, s ino e l nomina l,6 que como instrumento de po-

5 . Hay una gran cantidad de formas funcionales; cada un a de ell as representa un a "hi pótes is de compo rt amient o'' de batibl e, que muchas veces, y para cada caso ele estudio, puede ser comprobable por medi o ele la estimac ión econométri ca.

6. Esto es claro si se considera la defin ic ión del ti po ele cambio real, donde obviamente los precios interno y ex ternos no son variab les de política económi ca. K. Cuthbertson, Po lítica lltacroeconólltica, Edi ­tori al Limusa, Méx ico, 1986.

309

líti ca econó mica puede afectar el comportamiento de las expo r­tac io nes de bi e nes.

Para que e l tipo de cambio real aume nte se debe: 1) mante nie ndo los prec ios constantes , incre me ntarse e l no­

minal (deva luac ió n), y 2) ante aumentos de los prec ios inte rn os mayo res que ele los

ex tern os , e l tipo de cambi o no minal inc re me ntarse a un a tasa superior a l dife renc ial de prec ios.

En consecuencia, se debe buscar una estrateg ia cambi arí a, ele ta l manera que se incremente e l tipo ele cambio rea l y con e ll o se fo me nte n las exportacio nes .

Los DET E RMINANT ES DE LAS EX PORTAC IONES E N EL

CO NTEXTO DE UN A FUN CIÓN DINÁMI CA Y NO LINEAL

e on una fun ción linea l estáti ca como la pl anteada arri ba se pueden anali zar de manera senc ill a los efec tos de la po lí­tica cambi arí a e n las ex portac iones; no obstante , muchas

veces otro tipo de es pec if icac iones fun c ionales permite com­pre nder c iertos fe nómenos econó mi cos. Por e ll o , es bueno ana­li zar las "adecuaciones teóri cas" que han de hacerse para enten­der la mane ra e n que la po líti ca cambiaría afecta a las ex porta­c iones, cuando se e mplea la espec ificac ión de una fun c ió n di ­námica y no lineal.

Se debe entender que, para este caso , no hay cambios en el plan­teamiento teóri co al trabajar con una fun ción dinámica y no lineal; so lamente se modifica la hipótesis sobre la fo rma en que e l tipo de cambi o real y del ingreso externo afectan las ex portac iones .

La fun c ió n dinámi ca y no lineal para las exportac iones que se pl antea es la s iguie nte:

E = (E )a' (TCR )a ' (Y . )a., , ao 1- 1 ' , ., [3]

Según esta fun ción las ex portaciones dependen posit ivamente de un e fec to permane nte de las ex po rtac iones (E,) , de l tipo de cambio real (TCR.) y del ingreso externo (Y ,*). Los efectos se clan de form a ex ponenc ial y durante un período. En es te caso los exponentes a , y a , son las elasti c idades del tipo de cambi o rea l y del ingreso ex tei-no , res pecti va me nte. Esto queda cl aro s i se aplican los conceptos de prope nsió n margina l y de e lasti c idad a la fun c ió n [3].

Las prope nsiones marg inales de l tipo el e cambi o real (PTcR) y de l ingreso ex terno (P Y*) en la fun ción 3 se define n como:

PTCR = aE 1 aTCR = a 2a o(Et-l )a' (TCR, )a ,_, << )a , >o

P Y. =aEtaY* =a3a 0 (E H )a '(TCR, t ' << )a ,_ , > 0

A di fe re nc ia de la fun c ió n linea l, estas prope nsio nes de pe n­de n de los va lores de las variables.

Las e las ti c idades se determinan de la sig ui ente manera:

ETCR =(aE/E)/(aTCR/TCR)=

a 2a 0 (E1

_ 1 )a ' (TCR, )a H (< )a ' (TCR 1 E)

E . = (aE 1 E) 1 (aY* 1 y *)= y

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31 0

Al sustituirse en la parte de recha de la ecuación [3], se tiene que las elasticidades son iguales a los exponentes de cada va­riable:

ETCR =(CJE/E)/(CJTCR/TCR)=a2

Ey . =(CJE/E)/(CJY • /Y . )=a3

Entendiendo las características de la función 3 en cuanto al tipo de propensiones y de elasticidades que implícitamente con­tiene (p ropensiones variables y elasticidades constantes), es posible derivar los efectos de la política cambiaria en las expor­taciones , tran sformando dicha función. 7 Por ell o se aplican logaritmos naturales para lineal izarla.

En esta ecuación la L denota e! logaritmo natural de las va­riables y~0 es igual al logaritmo de a

0.

Como se puede aprec iar, de la est imación de la ecuación 4 se obtienen directamente las elastic idades (a

2 y a).

En es te tipo de funcio nes, con la variable endógena rezaga­da, el tiempo desempeña un papel importante. En consecuencia, cuando se quiere explicar la forma en que el tipo de cambio real o el ingreso externo afecta las exportaciones, se deben separar los efectos de corto y de largo plazos.

En tal sentido, los efectos de l tipo de cambio real en las ex­portaciones se tienen que separar en el tiempo (t), y se identifi­can por las derivadas parciales de las exportac iones en t + n.

Al efec to , en el período t + n se le conoce como de mediano pl azo, y a la suma de los efec tos de corto plazo hasta el período t + n. como el acumu lado en t + n períodos. A la sumatoria de los efec tos en t + n períodos, cuando n tiende a infinito se le llama de largo plazo (E.,c•L)8

7. Al trabajar con la transformación linea l de un a función se ge· neran los mi smos resultados que sobre la función ori ginal. E.R. Wein· traub. Moth elllotiC5for Econ o111ists. An lntegmted Approoch, Camb­ridge Uni versit y Press . 1983.

8. En L. Klein . Lec /u res in Econo111etrics. Uni ve rsity of Pennsy­lvani a. 1983 . y M. lntriligator, Modelos econo111 étricos, técnicas y aplicaciones. Fo ndo de Cultura Económi ca, Mé xico, 1990, se ex pli ­can de manera ampli a lo s multipli cadores de corto y de largo plazo . como se conocen es tos efec tos.

efecto del tipo de cambio en las ex portaciones manufactureras

De igual manera , para el caso del ingreso ex terno se ti ene:

00 "' ? EY .L =l.: CJLE 1+ 11 /CJLY 1 =a3 +a3a 1+a3 (a 1)-+

... +a3 (a 1) " = a 3 /( J-a 1)

Para que el efecto del tipo de cambio real y el del in greso externo converjan en un valor, a

1 ha de ser menor que uno en va­

lor abso luto. 9

En este marco se puede afirmar que el efecto de la política cambiaria en las exportaciones está condicionado por el va lor de su elasti cidad (a

2) y por el del parámetro a

1. Esto es de vital

importancia, pues la estrategia cambiaria dependerá del tipo de devaluación que se dé -brusca en un año o moderada por varios , etc .-, y el lapso en que el efecto se da completamente. Estas es­trategias cambiarias se deben plantear de acuerdo con las con­diciones sei1aladas y el tipo de exportac iones que se es tudi a.

LAs EXPORTACIONES MANUFACTURERAS DE MÉxico

A conti nuación se presentan los resultados de la estimacio­nes de las dos funciones, lineal y la no lineal dinámi ca, se efec túa la eval uación econométri ca y de la simul ación de

los modelos y, con base en ello, se elige la mejor especificac ión. Después se evalúan los efectos de la política cambiaria en las ex­portaciones manufactureras de México, mediante la formulación de dos escenarios relevantes, con el fin de averiguar la forma y las condi ciones como las devaluaciones influyen en el compor­tamiento de las exportaciones manufactureras de México.

Estimación, evaluación econométrica y de simulación

Las fu nciones se estimaron con el método de mínimos cuadra­dos ordinarios (OLS), para el período de 1970- 1994.

Para el caso de la función lineal los resultados son: E =- 434. 11 + 55. 12 TCR + 0.18 Y *

1 1 1

1 (-7 .64) ( 1.34) ( 13.66) R2 = 0.9 1 F= 110.12 D.W = 0.488 J.B = 0.56, LM( 1) = 0.00, LM(2) = 0.00, ARCH( 1) = 0.59. ARCH(2) = 0.78. WHITE = 0.65 , RESET( 1) = 0.00. RESET(2) = 0.00, CUSUM[NC] . CUSUMQ[75-90 ] . 10

9. Ésta es la condi ción de es tab ilidad: en caso de no cumplirse se tendrá un modelo no converge nte. es dec ir. e l va lor de las ex port ac io­nes tend erá a infinito ant e cualqui er incremento de las va ri ab les exóge nas. Véase G. Gandolfo, Métodos-" 111odelos 111 ate111 áticos de la dinámica económica. Ed itori al Tec nos. Madrid, 1976. cap. 3.

1 O. J.B. es el estadísti co de Jarque-Bera para probar normal idad. Uvl

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comercio exterior, abril de 1996

Entre paréntes is se presenta e l valor de la t es timada . E = Exportac iones manufactureras (mi !Iones de pesos de 1980) TCR =Tipo de cambio real, 1980 = 1 y • = PIB de Estados Unidos, en millones de dólares de 1980. De acuerdo con las pruebas econométricas, lafunciónlineal

no cumple con los supuestos de no autocorrelación, de linealidad y de es tabilidad de los parámetros .

G R Á F e A

ExPORTA CI ON ES ~ I A:-< U FACTUREnA s, 1970-1994

•••••••••••••••••••••••••••••••

- 6

Simulado ------. / .... ; ..,....______Observado

0.4

·~ 0.2

0.0

-0.2

1\ j V \ /1. j\

~--~----------''------~--~~\~--T Errores - \ 1

4

- 0.4

1970 1972 1974 1976 1978 1980 198 2 1984 1986 1988 1990 1992 1994

Theil = 0 .0 12, Sesgo(U m) = 0.000, Var ianza(Uv) = 0.005, Co varian za(Uc) = 0.994

••••••••••••••••••••••••••••••• De la estimac ión de la función dinámica no lineal en su ver­

sión logarítmi ca (L), se obtuvieron los siguientes resultados:

LE,= - 8. 17 + 0.62 LE,.1 + 0.77 LTCR, + 1.24 LY,'

t (-2.14)(4.24) (4.19) (2.19) R2 = 0.978 F= 325 D.W= 1.52 J.B = 0.90, LM( 1) = 0.3 1, LM(2) = 0.55, ARCH( 1) = 0 .82, ARCH (2) = 0.96, WHJTE = 0.65 , RES ET( 1) = 0.93, RESET(2) = n.d, CUSUM[NC], CUSU MQ[ NC]. Los resultados y las pruebas econométricas indi can que la

estimación de la función dinámica no lineal, en su versión loga­rítmica, es una mejor aproximación del proceso generador de información (PGI) que el modelo lineal."

El coeficiente de Theil y su descomposición para evaluar la simulación 12 indican que el modelo es confiable para hacer aná-

es el estadísti co de multiplicadores de Lagrange para probar auto­correlación se ri al de orden p. ARCH y WH!TE, para probar heteros­cedas ti cidad, y RESET (q) para probar si el modelo es lineal. CUSUM y CUSU MQ para cambio estructural, donde NC significa que no hay cam­bio estructural y si ex iste, se anota el período de éste. En todos los ca­sos se presenta la probabilidad estadística.

ll . Una ex plicación del proceso generador de información (PG!) se encuentra en A. S pan os, Statical Foundations of Econometric Model­lin g. Cambridge University Press, 1986.

12. El coeficiente deTheil es una medida numérica paraevaluarque

311

li sis de sensibilidad y con ello evaluar el efec to de la políti ca cambiaría en las ex portac iones manufactureras de México.

Política cambiaria y exportaciones manufactureras de México

Con los resultados de la estimac ión es factible deri var los efec­tos de largo pl azo del tipo de cambio real y del ingreso externo en las exportaciones.

ETCRL =I ~oLEt + n /oLTCR 1 =a2 / (l - a 1)=2.03

ETY.L = I =aLEI +n 1 aL<= 0:3 /( 1- 0: ¡ )= 3.25

De acuerdo con el valor de los multipli cadores (elasti c ida­des), es posible afirm ar que las exportac iones manufac tureras son más sensibles al ingreso ex terno que al tipo de cambio real. El comportamiento de los multiplicadores del tipo de cambi o real de corto y largo pl azos se mues tra en la gráfi ca 2. En ell a se aprecia que e l efecto total de una devaluación sobre las ex­portac iones manufactureras se logra en por lo menos siete años. Esto permite comprender la form a en que las devaluaciones afectan a las exportac iones manufactureras , pero no indica cómo se dan estos efectos ante diferentes tipos de devaluaciones, por lo que se recurre a escenarios de simulac ión de políticas cam­biarí as.

Escenarios de política camb iaria

La formulación de los escenarios de política cambi aria consis­te en tener, en primer lugar, una simul ac ión base para rea li zar las comparaciones. És ta se obtiene al resolve r el modelo est i­mado con el valor de las vari ables observadas. A continuac ión se pl antean ciertos supues tos sobre el mov imiento del tipo de cambio nominal , manteniendo el va lor hi stóri co de las ot ras variables , y se comparan el comportamiento de las exportacio­nes manufactureras con es te efecto y la simul ac ión base.

Para ello , se formularon dos escenarios con diferentes tipos de devaluaciones.

1) Se plantea una devaluac ión de 10% en el primer año y se manti ene en el futuro.

2) Se instrumenta una devaluación de 10% en el primer año, y a partir del segundo año se vuelve al ni ve l ini cial.

Los escenarios se muestran en la gráfica 2. Como se obse r­va, en el primero las exportac iones manufac tureras se incre­mentan y alcanzan un nuevo nivel de equilibri o. En el segundo hay un aumento temporal y a partir del quinto año tienden al nivel de la simulación base.

Estos resultados son muy interesantes ya que ilu stran cómo dos tipos de instrumentac ión cambi arí a afectan de forma dife­rente a las exportaciones manufactureras e indican que aquéll a debe depender en gran medida del objetivo buscado.

tambi én simula el modelo. R. Pindyck y Rubinfeld , Econometric Models and Economic Fo recasts, McGraw- Hill , 199 1, y L. Kein , op. cit .

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312 e fect o de l tipo de cambio en las ex portac iones man ufacture ras

G R Á F e A 2

Mn.T II ' I.I CADOHES Y ESCE~A Ht os uE PoL íTI CA cA .\IBtARtA

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• M ultiplica do r d e corto plazo del tipo

de cambio r ea l M ultiplicador acumulado del tipo

d e ca mbio rea l M ultiplicador de corto plazo del

in greso externo

0.7

0.6

0.5

0.4

0.3

0.2

~ o

2.25

2.00

1.75

1.50

1. 25

1.00

0.75

Mulii pli cador de largo plazo ~2.09 1.25

1.00 1

0.75 1

0 .50

o 25 1

0.00 ~u

1 + 1 t+ J t + ) 1+7 1+ 9 1+ 11 1+ 2 1+4 1+6 1+ 8 1+ 10 1 + 12 1+ 1 1+~ 1+6 1+8 l+tO 1+ 12

M ultipli cador acumulado del ingreso externo

Escenario 1: ex portaciones manufacture ra s con una deva luac ión d e 10 % en t

Escenario 2 : ex portaciones m a nufacture ras con una devaluación d e 10 % en t , y en t + 1

se mantiene el tipo de cambio histórico

Mullti pli cador 375 S imulac ión con 325 Simulación con 3.5 ele largo plazo ~3.03

350 devaluac ión devaluación

3.0 300 325 Simulac ión

2.5 300 275 hi stóri ca

275 Simulac ión 250 2.0 hi stóri ca

250 1. 5

225 :1 225 1

1.0 200 200 1+2 1+ ~ 1+6 1+8 1+ 10 1 + 12 o t+ 1 t+2 t+J t + 4 t + 5 o t+ 1 t +2 t +] t +4 t + 5

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

C o NCLUSIO NES

En el artícul o se expone que el efec to de la políti ca cam,bi.a r~a en las ex portaciones depende en gran medtd a de la· htpo­tes is de comporlami ento .. que se hace sobre aqué l, la cual

se expresa implícitame nte en la espec ificac ión funcional emplea­da. En términos ge nerales. la espec ifi cac ión func ional lineal y estáti ca de las exporl ac iones entraii a que la política ca mbi arí a las afec la de forma inslantánea en un so lo momento; en ca mbio , la din ámi ca y no lineal muestra que los efec tos se mani fies tan en un período y depende n de l tipo ele dev aluación qu e se ins­trumente.

Para e legir la form a fun cional correcla (linea l o no linea l di ­námi ca) se debe n eva lu ar las espec ificac iones co n base en s i c umpl en co n los supue stos que sub yacen e l mode lo eco no­métri co.

Para las exportac iones manufactureras se encontró que el tipo de cambi o repercute de manera dinámica y no linea l, y que en el largo plazo el efec to de éste es menor. comparado con el del ingreso ex terno. As imi smo, conforme a los escenari os de simu ­lac ión de la po lít ica cambi arí a, el primer tipo de deva luac ión lleva a las ex portac iones a otro ni ve l de equili bri o, mi entras que el segundo tiene un efec to temporal y a la pos tre las regresa al ni ­ve l ori gi nal. Con ell o. pa rece impos ibl e que des pu és de una de­va lu ac ión se pueda regresar al tipo de cambio inicial, en virtud de que los beneficios obtenidos se di lu yen en e l futuro.

Por otro lado. hay que tener muy claro que los resultados son parciales. ya que e l modelo no toma en cuenta e l e fec to en otros elementos de la indu stri a manufact urera. co mo las imporl ac io­nes . los prec ios. e l producto y el empleo. que fue relevante so­bre todo en los atios oc henta . Futuras in ves ti gac iones tendrán qu e tomarl o en cuenl a. Q

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Cambios adaptativos en las empresas hoteleras de Acapulco

• • • • • • • • • • JULIÁN MIRANDA TORRES •

En la actualidad los países, la sociedad, las instituciones y las empresas están en transformación constante. La naturale­za cambiante del entorno moderno es una expresión de la

globalización de la economía y de los mercados , de la puesta en vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), de las innovaciones dinámicas de las tecnologías de información y de las transformaciones sociales , culturales y económicas, entre otros factores. ¿Cómo está afectando el en­torno externo a las empresas?¿ Qué cambios se están aplican­do como respuesta a la influencia de este entorno?

En este trabajo se analiza el efecto de tres factores externos en las empresas hoteleras de Acapulco : 1) la situación econó­mica del país, 2) el mercado turístico , y 3) la tecnología de la información .

La muestra se elaboró en forma aleatoria, tomando como base el padrón de hoteles de la Secretaría de Fomento Turístico del Estado de Guerrero. Las empresas se clasificaron en tres cate­gorías por el número de habitaciones: los hoteles pequeños ( 18), con 40 a 150; los medianos (18), con 151 a 400, y los grandes ( 11 ), con más de 401 cuartos.

En total se estudiaron 47 empresas. La información se obtu­vo mediante entrevistas y la aplicación de cuestionarios a los gerentes y ejecutivos principales , de noviembre de 1994 ajulio de 1995.

En la primera parte del trabajo se presenta un resumen de las teorías sobre el cambio organizacional ; en la segunda se anali­zan los datos .

* Catedrático de la Unidad de Estudios de Posgrado e Investigación , de la Universidad Autónoma de Guerrero, México. Este trabajo es resumen de la tesis doctoral "Causas y ef ectos de los cambios adap­tativos en las empresas hoteleras de Acapulco ".

TEORÍAS DEL CAMBIO ORGANIZACIONAL

Es importante estudiar el cambio y la transformación de las organizaciones1 desde una perspectiva teórica y empírica. La sociedad depende de los bienes y servicios que aquéllas

proporcionan . Un mejor entendimiento de los antecedentes, los procesos y las consecuencias del cambio organizacional permi­tirá elegir la manera más adecuada de efectuarlo y promover el desarrollo cualitativo de la empresa .

Las acciones de las organizaciones determinan la economía y la calidad de vida de las personas. Éstas pasan gran parte del tiempo en ellas, y por tanto los cambios en esas entidades socia­les las afectan. Entender y predecir las transformaciones en las organizaciones y las que éstas realizan permitirá invertir mejor los recursos , elaborar planes apropiados y evitar las contingen­cias. Asimismo, habrá una participación más activa en su trans­formación y desarrollo y, por medio de ellas, de la sociedad en general.

Los cambios pueden generarse por la iniciativa de los direc­tivos y los trabajadores de las organizaciones o por el influjo del entorno. El cambio es característica de la sociedad moderna, que promueve el surgimiento de nuevos productos y materiales, procesos , servicios y formas de organización . Estos elementos constituyen estrategias para competir en el mercado y satisfa­cer las necesidades de los clientes.

Las transformaciones del entorno exigen cambios radicales o paulatinos en la estructura y los sistemas administrativos de las organi?.aciones, en las costumbres y los comportamientos de los individuos que participan en ellas , en la cultura y los valo­res y, fundamentalmente , en las relaciones entre las organiza-

l. Organización es un término genérico que incluye a empresas, in stitu ciones públicas, asoc iaciones, cooperativas, etcétera.

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31 4

ciones. ' E l cambio es una neces idad para sobrev ivir, mantenerse en los mercados y elevar los ni ve les de competiti vidad , producti­vidad y eficac ia -'

En la act ua li dad la im porta nc ia de estos temas ha aume nta­do e n la opini ón púb li ca y e n e l campo de las cie nc ias soc iales . Se es tud ian desde d i ve rsas perspect ivas , parad ig mas, mode los, e tc. Los térmi nos reo ri e ntac ión, ca mbi o cu ltural, cambio es tra­tég ico , cambio en gra n esca la, cambio funda mental, transfo rma­c ión, e tc. , describe n e l grado, la mag nitud y la profun didad con q ue afec tan a los di fe ren tes e le mentos ele la organi zación. Los esfuerzos de cambi o se ubica n e n un continuo, que va desde el increme nta l, que considera pequeñas tra nsformac io nes, has ta el rad ical. E l primero inc lu ye áreas ad mini s trati vas específicas , conserva la c ultura y es truc tura admini strati va vige ntes y bus­ca mej oras e n el s!atu quo. Los cambi os rad ica les, en contras­te, se encamina n a alterar sig ni f icativa mente la es tructura ad­mini strativa, la tec nología, los procesos de producc ió n, la cultura y e l comportamie nto de los indi viduos.

Ambos ti pos de ca mbi os puede n darse e n resp ues ta o anti ci­pando los de l e ntorn o , en part icul ar la s ituac ión econó mica y soc ial, innovac iones de la tec no logía de la informac ió n y la co­municación e lect ró ni ca y modificac io nes en e l mercado ele bie­nes y servicios, recursos fin anc ieros , hum anos, etcétera.

La re lac ió n de l entorn o con la orga ni zac ió n es complej a y diná mica; po r e ll o conviene rep lantea r los pa radi g mas y los modelos teóri cos, para comp re nder las transfo rmac io nes ele la soc iedad . Meyer, Goes y Brooks proponen dos dimensiones para clas ificar las teorías y los mode los de l cambi o orga ni zac ional: 1) modo de cambio (co ntinuo o d iscontinuo), y 2) ámbito en e l que ocurre (orga ni zac ió n o ind u s tri a).~ Los cambi os continuos , o de primer orden, se efectúan en un s istema estable que conserva su statu quo. En rea li dad , la es tab ili dad de l s istema a me nudo requiere cambios ele primer orde n, como pequeñas modi ficacio­nes en la estructura ad mini st rativa. Los cambios d iscontinuos , o de segundo orde n, imp lican transfo rm ac iones fundame ntales en las propiedades y e n los s istemas.

Trad icio nalmente se ha to mado a la organi zac ión como la uni ­dad relevante de análi sis, con el f in de es tudiar sus atributos y carac teríst icas. As imi smo, e l ni vel de aná li s is pe rmi te exami ­nar la re lac ión de aq uéll a con su entorno. Rec ienteme nte Hannan y Freeman propusieron un ni ve l mac ro de aná li s is, que abarca las o rgani zac iones y los secto res ind ustri a les, para ex plicar su fo rmac ión y desa rro ll o desde la perspect iva de la eco logía bio­lóg ica 5 Meyer, Goes y Brooks pro po nen cuatro modelos de cambi o pa ra la orga ni zac ió n y la industria :

2. Una exp li cac ión más ampli a de estos temas se encuentra en J ul ián Miranda Torres. "El cambio orga ni zac ional en el ma rco del Tratado de Libre Comerc io". Co111ercio Erlerior. vo l. 44, nüm. 5, Méx ico. mayo de 1994 , pp. 435-440.

3. Alan Mck inl ay y Ken Sta rkey. "Compet itive Strateg ies and Orga ni za tiona l Change". Organi~alion Sltldies , vo l. 9. pp . 555-570.

4. Alan Me ye r. James Goes y Geo ffrey Brooks, ·•o rga niza tio n Reactin g to Hypert urbul ence ". en Geo rge Huber y Willi am Glick , Organi zalional Clwnge and Redesign. Oxford. 1993. pp. 66- 111 .

S. Mi chael Hannan y John Free man. "The Populati on Ecology of Orga ni zat ions' ·. A111erican Joumal ofSociolog.' ·· vol. 82. 1977 . pp. 929-964.

cambios en las empresas hote leras

a] Me tamorfos is. Las orga nizaciones adoptan configurac io­nes es tab les y poseen inercia, pero de modo peri ód ico se someten a cambios ráp idos y transformac iones en gran esca la. Se han pro­pues to va ri as causas para es to: e l avance en e l c ic lo de vida de las orga ni zac iones , cambios de estrategias , innovac iones tec nológi­cas radi ca les , las cuales alteran los marcos de referencia, as í como cambios que rebasan el ámb ito de una orga ni zac ió n unitaria.

b] Evo luc ión.Aunq ue las organi zac io nes indi viduales c uen­tan con una relati va inerc ia, su pobl ac ió n está suj e ta a fu erzas q ue la impul san a alinea rse con las condi cio nes ex tern as . Se di ­ferenc ia n dos co rri e ntes, por los mecani smos do minantes de cambio que pl antean. Por una parte, los eco log istas de la pobl a­ción, como Hannan y Freeman, des tacan los procesos de vari a­c ió n, se lecc ió n y re te nció n e n los " ni ches" contex tuales .6 Por o tra parte, Sco tt , teó ri co instituc io nali sta, arg umenta que la ex­peri encia de las orga ni zac iones pres io na la conformación de las ex pecta ti vas normati vas de su entorn o instituc ional. 7 Al lograr isomorfismos con tales expec tati vas , permite a las organizacio­nes leg itimarse, obte ner recursos e increme ntar sus pos ibilida­des de sobrevive ncia. La teoría de la eco log ía pobl ac io nal se­ña la q ue la competenc ia por los rec ursos fo rma las poblaciones para afec tar las tasas de ent rada y sa lida de l entorn o o " nic he" ; en contraste , la institucional destaca la competencia para la le­gitimación y considera la pos ibilidad de camb io en las organi ­zac io nes . A pesar de las di fe rencias en las causas , ambos pl an­tea mi entos postul an que la evoluc ió n de la poblac ió n de las orga ni zac iones incre menta la ho mogeneidad e ntre ell as .

e] Revolució n. En es te modelo se plantea que las industrias se res tructuran y reconstru ye n con grandes cambios en un bre­ve período, al que s igue n largos lapsos de estabilidad .

Poco se ha estudi ado este modo de cambio. Los teóri cos de la metamorfos is argumentan que las progres iones entre e tapas de desarro ll o o innovac iones radi ca les e n la tec nolog ía han per­miti do cambios de segundo orde n e n las o rgani zac io nes . Si n embargo. no ex plican su incidencia en la estructura de la indus­tri a. Los eco log istas de la poblac ió n, como Astley y Van de Ye n, poco d icen acerca de cómo los cambios exógenos de segundo orden redefinen los "ni ches" viables o sobre la apari ción de nue­vas fo rm as orga ni zac io nales. 8 Los teóri cos instituciona les ar­gumentan q ue la coerc ió n y la normati vidad fue rza n a las orga­ni zac io nes a alinearse entre e ll as y con la instituc ió n de la que depe nden, pero los procesos por los que se constitu ye n y refor­man no se han considerado. Cabe señalar que una o rga ni zac ión puede atravesar por los cuatro modos de cambio.

d] Adaptac ión. En es te modelo, la alta admini strac ión, los lí­deres y las coa lic iones dominantes proponen adaptaciones, ajus­tes internos y cambios e n respues ta a la influencia del entorn o, con e l propós ito de asegurar la eficac ia y la supervive ncia de la organi zac ión. E l pape l de los ad mini stradores es in terpretar las ca rac terís ti cas y los cambi os en el entorn o, a fi n de pro mover o res tring ir los cambios adap tati vos. Los líderes do minantes de

6. lbide111 . 7. Ri chard Scott . lnsl illllions a nd Organiza lions, Sage, México,

1995. 8. Gra ham W. As tl ey y Andrew H. Van de Ven, "Centra l Pers­

pecti ves and Debates in Organi zati on T heory" ,Adminisnmive Science Qual'/e rl\ ·. vo l. 28, 1983. pp. 245-273.

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co111 ercin exterior. abri 1 de 1996 315

MoDE Los DE cDmto

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• Poblaciones de orga nizaciones

Nivel macro Nivel micro Revo /u ción2 Adaptacirin 1

Enfoq ue

E1 •o lución1

Ca mbi os incremental es en indu stri as es tabl ec idas

Emergenc ia, transfo rm ac ión y dec li ve

de la s indu stri as

Cambi o incremen tal o aju ste en las organi zac iones

Meran101j'os is2

Cambio rad ica l en la organ ización

Meca ni smos Selecc ión natural Iso morfismo in stitucion al

Espec iali zac ión qu:ín tum Panicionam iento

Contin gencia El ecc ión es tratég ica

Dependencia de rec ursos

Cic los de vida Reo ri ent ac ión

es tratég ica de l contex to 1 nst i tu e io nales

Aprendi zaj e orga nizaciona l

Au tores Hannan & Free man ( 1977) Scou ( 1987)

Astley ( 1985) Barney ( 1986)

Chilcl ( 1972) Kimberl y & Miles ( 1980) Miller & Fri ese ( 1984)

l . Cambio de primer orden. 2. Ca mbi o de seg undo orden . Fuente : Adap tado de Alan Meyer, James Goes y Geo rffrey Brooks. "Organi zation Reacting to Hypenurbul ence'', en George Huber y William Gli ck, Organi~arional Change (//Id Redes ign, Oxford , 1993. pp . 66-1 11 .

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

las organi zac iones ti enen e l poder para eleg ir las estrategias y e fectuar los cambi os no só lo para enfrentar e l entorno, sino tam­bién su propio ambiente 9 La adaptación de la organi zac ión es la esenc ia de la adm ini strac ión estratég ica. Las organizaciones e li ge n có mo se ajustarán a los cam bios del e ntorno (vo lun­tari smo ), lo cual se aprende con e l tiempo. 10 A esta pe rspecti va pertenecen las siguientes teorías:

1) La de la contingencia pl antea que la estructura orga ni za­cional debe aj ustarse a las demandas del entorno, con el propós ito de incrementar su eficacia y sus posibilidades de superv ivencia.

2) La de la dependenci a de recursos propone que , para su supervivencia, las organizac iones requieren recursos críticos de su entorno. Éstas tienden a minimi zartal dependenc ia med iante acc iones entre ellas , como fusiones, negocios conjuntos y la participación de los direc tores de relaciones entre las orga ni za­ciones .

3) En las teorías in stitucionales se sug iere que los cambios en la es tructura formal de las o rgani zac iones con frecuencia ti e­nen como propósito alinearla al entorno institucional cambiante.

4) Las teorías de la admini strac ión es tratég ica plantean que e l proceso dec isorio implica estrateg ias no só lo para enfrentar los cambios ex te rnos sino también los internos. La ad mini stra­ción es tratég ica es e l proceso por e l cual un administrador ase­gura el crec imiento y la supervivenc ia de la empresa a largo pla­zo. Al respecto , Daft puntuali za que la formulación y operación de las estrategias y los cambios, basadas en el análisis de la or­gani zación y del entorno ex terno, son responsabilidad de la alta admini stración.

5) Las teorías de l aprendizaje organi zac ional destacan la vi­sión adaptati va de l cambio organi zac ional, esto es, en modifi­car los programas, los procedim ientos de operac ión, las metas

9. Jitendra V. Singh , Robert J . Hou se y David J . Tucker, "Organi za­ti o nal C hange and Org ani za tional Mortalit y", Adminisrra rive Science Qua rrerlv, vo l. 3 1, 1986 , pp. 567-6 11.

1 O. Mari ene Fiol C. y Marjori e Lyl es, "Organizational Learning", Acade111 y o.f Manag e111 enr Review, vo l. 1 O, 1985 , pp. 803-8 13.

o las rutinas , con base en la retroa limentac ión del ámbito orga­ni zac ionaL Así, e l aprend izaje tendrá una consecuenc ia adap­tativa para la organización. El cambio , el aprendizaje y la adap­tación son los procesos por los cuales aquélla se aj usta a su entorno. En la lite ratura de la admini stración estratég ica se re­salta que las organizaciones realizan , aprenden y se adaptan, lo que aumenta sus posibilidades de sobrevivenc ia .

En el esquema se resumen las teorías que exp lican e l cambio organizac ional.

Esta investigación aborda los cambios adap tat ivos de las empresas hoteleras en e l puerto de Acapulco. ¿És tos son en res­puesta a la situ ación económica, las innovaciones de la tecno­logía de la informac ión y e l mercado turístico?

La adaptación es e l térm ino con que se describe un cambio incremental en respues ta a las condic iones o estímul os del en­torno ; por este proceso los ad mini stradores ajustan e lementos de la organización para que estén en conformidad con e l entor­no.11

Cabe resaltar que no todas las organizaciones tienen la mis­ma capacidad para adap tarse , debido a las innumerables barre­ras y a los factores inercial es, internos y externos , que lo obs ta­culizan. El entorno se lecc iona a las que no logran adaptarse y las elimina. 12

La organización se adap ta al ento rno en tres fases: la anti­cipatoria , cuando los direc tivos se ade lantan a los estímulos de l entorno; la de respuesta, cuando, ante una retroalimentac ión positiva , se procede a los cambios adaptativos, y la ele reajuste , cuando se refuerzan tales cambios. El presente estudio se enfo­ca a las adaptacio nes de la segunda y tercera fase s.

11. Da ni e l J e nnin gs y Samuel Seaman , " Hi g h y Low Leve ls of Adapta ti on Organizatio na l: An Emp irica l Analys is ofStrategy, Struc­ture , and Performance", Srraregic Manag e111enr Journal, vo l. 15, 1994, pp. 459-475.

12. Thomas S. Gruca y Deepika Nath , " Regul atory C hange, Cons­traints on Adapta tion and Organ izat io nal Failure: An Empir ical Ana­lys is o f Acule Ca re Hospital s", S1raregy Manage/1/ enl Joumal , vo l. 15 , 1994, pp . 345-363.

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CAMBIOS ADAPTATIVOS EN LAS EMPRESAS HOTELERAS

En las empresas en general y en las hoteleras en particular se identifican los siguientes cambios adaptativos:

1) En la tecnología de la información . Implica incorporar equipos de cómputo para mejorar la ges­

tión administrativa y de contro l de la empresa, los inventarios y los recursos económicos y humanos; cambiar los sistemas de información administrativa o software, el cual la empresa pue­de comprar o desarrollar, y modernizar la comunicación e lec­trónica (empleo de fax, módem e internet) y la seguridad indus­trial.

2) En la calidad de los servicios. Entraña la aplicación de la ca lidad total, la modernización de

los edificios y de las áreas de recreación, así como mejorar la calidad de los servicios y los sistemas de información a los clien­tes.

3) En la estructura y en los sistemas administrativos. Se refieren a modificaciones en la estructura administrativa,

como aumento o disminución de los niveles jerárquicos, del número de los departamentos y de las áreas administrativas; en los objetivos, las metas y las estrategias de promoción para en­frentar la competencia hotelera; en los sistemas de contro l ad­ministrativo, mediante nuevos procedimientos, normas, políticas y controles que permitan elevar la productividad y la eficiencia en el uso de los recursos , lo que entraña modificaciones en los sistemas de contabilidad como resultado del empleo de las computadoras y la modernización de los medios de información administrativa.

4) En el desempeño del personal y en el ambiente de trabajo. El factor humano es e l recurso indispensable para impulsar

las modificaciones anteriores. En esta categoría se incluyen cam­bios en la cultura organizacional o en e l ambiente de trabajo, en las relaciones de trabajo, en la comunicación con los sindicatos, en el comportamiento y las costumbres de las personas, en el nivel profesional de los empleados. La capac itac ión continua y la participación dinámica de los trabajadores en la solución de problemas y en la planeación del desarrollo de la empresa son los mecanismos adecuados para promover el desarrollo y e l cambio.

Factores del entorno externo

Los factores del entorno que influyen en las empresas se agru­pan en tres categorías:

1) Tecnología de la información. Se relaciona con las innovaciones en los sistemas de comu­

nicación computarizados (módem, internet y otros) y la moder­nización de los equipos del software en general.

2) Situac ión económica actual. En esta categoría se aglutinan variables macroeconómicas

(inflación, desempleo. tasas de interés, regulación gubernamen­tal, etc.) que repercuten en la economía de las empresas.

3) Mercado turístico. Incluye demanda del turi smo nacional e internacional , com­

petencia, promoción del puerto de Acapulco e infraestructura

cambios en las empresas hote leras

CMtJIIOS EN LAS EMPRESAS HOTELERAS

••••••••••••••••••••••••••••••• Tecnología de la infonnac ión

Situación económica actual

Mercado turístico

Causas

Calidad de los

servicios

Tecnología . . . tnterna

' Estructura y sistemas ___ ~ administrativos •

Efectos

~

Recursos humanos

•••••••••••••••••••••••••••••••

(carreteraAcapulco-México, presentación de las playas), entre otros factores.

En la gráfica se sintetizan los factores y los tipos de cambios adaptativos efectuados por los directivos de las empresas hote­leras.

Análisis

Las cuatro categorías de cambio se evaluaron como sigue: O= ningún cambio; 1 =pocos cambios o mínimos ajustes; 2 = cam­bios moderados, y 3 =grandes cambios. Los ítems incluidos en cada categoría se agruparon en una sola por medio de cálculos factoriales . En los modelos es tadísticos se cons ideraron varia­bles dependientes o los efectos. Las categorías relativas al en­torno externo se evaluaron según la percepción de los directi­vos sobre el efecto (favorable, desfavorable o nulo) de la eco­nomía, el mercado y la tecnología en la empresa; estos factores se consideran variables independientes o causas que orillaron a los cambios.

Percepción del efecto del entorno

En el cuadro 2 se resume la percepción de los directivos sobre la repercusión del entorno externo en la empresa. Cabe resaltar que 81% de los gerentes considera que la regulación guberna­mental tiene efectos desfavorables para el desarrollo y e l cam­bio de las empresas. La competencia turística nacional e inter­nacional y la situación económica del país inciden de igual mane­ra.

E l factor más favo rab le es la demanda del turismo nacional. Para la mayoría de los gerentes entrevistados (83%) las empre­sas dependen de la afluencia de turi stas nacionales en mayor pro­porción que de los ex tranjeros. Un segundo factor es la infra­es tructura turística , en especial la presentac ión de las playas en Acapu lco, no así la nueva carretera que une al puerto con la ciu­dad de Méx ico, ya que los peajes son demasiado altos. Las cam­pañas de las agencias de viajes no han logrado revertir este in ­conveniente.

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comercio exTerior, abril de 1996

e u A o R o

PERCEPCIÓN DE LOS DIRECTIVOS UE LAS EMPRESAS SOllRE EL EFECTO DEL

ENTORNO (N=47, PORCENTAJES)

••••••••••••••••••••••••••••••• Con efecto

Concepto Sin efecto ToTal Desfavorable Favorable

Demanda del turi smo nacional 4 96 13 83

Infraestructura turística 10 80 15 75 Tecnología de la informac ión 32 68 68 Demanda del turi smo

internacional 17 83 15 68 Promoción del puerto

de Acapulco 21 79 36 43 Situación económica del país 11 89 64 25 Cultura y costumbres de

la pob lación 32 68 45 23 Competencia turística nacional 19 81 66 15 Competencia turística local 36 64 55 9 Competencia internacional 30 70 64 6 Regu lación gubernamental 17 83 81 2

•••••••••••••••••••••••••••••••

Cambios en la tecnología de información

En las entrevistas se interrogó a los directivos de 47 empresas sobre aspectos relacionados con el uso de las computadoras y las tecnologías de comunicación (véase el cuadro 2). Cabe re­saltar que 94% de las empresas ( 44) modernizaron sus sistemas de comunicación electrónica, sobre todo mediante la incorpo­ración de fax; sin embargo, en 49% de los casos esta moderni­zación es baja, es decir, más de la mitad de las empresas no ha realizado grandes cambios tecnológicos. Esta situación se re­pite en la mayoría de los ítems.

Sólo en 77% de las empresas encuestadas se incorporaron computadoras; el restante 23% no las utiliza, como es patente en las pequeñas ubicadas en las áreas tradicionales de Acapulco (playa Caleta). En las zonas modernas la mayoría ya las utiliza, fundamentalmente para control administrativo.

Cambios en la calidad de los servicios

Gran parte de las empresas hoteleras estudiadas (96%) efec­tuaron cambios en la calidad de sus servicios, que en su mayo­ría fueron moderados (45%) y sólo en 15% fueron grandes. Se ha aplicado la calidad total en 55% de las empresas; en 26 de las 47 se hizo de forma baja a moderada; sólo en cuatro hoteles (9%) operan totalmente sistemas de este tipo.

Cambios en la estructura y en los sistemas administrativos

Se han efectuado modificaciones en aspectos administrativos en 78% de las empresas. Destacan las que atañen a los sistemas de control, los objetivos y las metas. Los niveles de cambio han ido de bajo a moderado: en promedio sólo en 15% fue significativo.

317

e u A o R o 2

CAMlliOS EN LAS EMPRESAS HOT ELERAS DE AcAPULCO (N=47)

••••••••••••••••••••••••••••••• Niveles

Variables No Sí Bajo Moderado A/10

En la Tecnología Incorporación de computadoras 23 77 23 32 21 En los s istemas de información 25 75 29 26 21 Uso de las PC en el control de

inventarios 43 57 19 17 21 Moderni zac ión de los sistemas

de comunicación electrónica 6 94 49 24 2 1 En el control de los recursos humanos 31 69 26 24 19 En los puntos de venta 45 55 30 6 19 Modernización de los sistemas de seguridad 11 89 45 38 6

En la calidad de los servicios Modernización de los sistemas

de información al c liente 19 81 36 30 15 Calidad de la presentación del edificio 13 87 49 19 19 Aplicación de la ca lidad tot a l 45 55 23 23 9 Calidad de los servicios 4 96 36 45 15 Calidad de las áreas de recreación 13 87 34 32 21

En la esTmcTura y en los sisTemas En la estructura administrativa 23 77 40 26 11 En los objetivos y las metas 19 81 40 28 13 En las estrategias de promoción 2 1 79 38 22 19 Sistemas de control administrativo 19 81 28 32 21 Sistemas contables y

de presupuestación 30 70 34 23 13

En los recursos humanos y en el ambienTe de Trabajo

Ambiente de trabajo 26 74 23 36 15 Relaciones de trabajo y comunicación 19 81 38 34 9 Comportamiento y en las cos tumbre s 24 76 34 38 4 Nivel profesional de los empl eados 21 79 30 30 11 Productividad de los recursos humanos 19 81 28 28 21 Partic ipación en la toma de decisiones 11 89 40 40 Sistemas de promoción y ascenso 28 72 42 43 4 Sistemas de compensación y gratificación 32 68 30 30

•••••••••••••••••••••••••••••••

Los organigramas se modificaron como consecuencia prin­cipalmente de la incorporación de computadoras; las empresas disminuyeron los niveles de autoridad y el número de departa­mentos intermedios, lo cual permitió mejorar los sistemas de con­trol administrativo, contables y de presupuestación . En la hote­lería se tiende a mantener las estrategias tradicionales de promoción, es decir, e l uso de de los medios de comunicación y de folletos que se distribuyen en las agencias de viajes .

Cambios en los recursos humanos

Es importante resa ltar que en promedio 78% de las empresas realizaron cambios en rubros relacionados con el factor huma­no y con el ambiente de trabajo. Al analizar los niveles de cam­bio se observa que fue alto en el mejoramiento de la producti­vidad (21%) en comparación con los relativos al comportamiento y las costumbres de los empleados ( 4%) y a los sistemas de pro­moción y ascenso (4%). No hay un equilibrio entre la producti­vidad y la compensación económica a los trabajadores por su

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318

desempe ño, lo cual puede ser causa de futuros confli c tos labo­rales.

La mayoría de los 25 tipos de cambios estudi ados tu vo una intensidad que fue de baja a mode rada, lo que s ig nifi ca que las empresas hoteleras requi ere n un mayor dinami smo para adaptar­se al e ntorno ex terno , así como para mantenerse en e l mercado turísti co y enfrentar a la compete nc ia nac iona l e inte rnacional.

Análisis comparativo de los cambios según el tamaño de las empresas

Se aprecian diferenci as s ignificativas de los cambios según el tamaño de las e mpresas (véase el cuadro 3). En promedio , los efectuaron 57 % de los ho te les pequeños, 83 % de los medianos y 95 % de los g randes. Esto reve la e l rezago de las pequeñas empresas , principalmente en la incorporación y e l uso de las computadoras para el contro l ad mini strati vo, en la aplicac ión de la ca lidad total y en la moderni zac ión de los s iste mas de com­pen sac ió n y g ratifi cac ión.

En la ca lidad de los servicios más de 80% de las empresas han hecho cambios. Esto permite mantener o elevar la competitividad frente a los nuevos destinos turísti cos en Méx ico y e n e l mun­do . Con es te propósito tambi én se deben impul sar cambios en la tecnolog ía, la cultura, los recursos humanos y la gestión ad­mini strati va.

El nivel de cambio en las tres ca tegorías de hoteles es dife­rente. Los pequeiios carecen de recursos económicos para em­prender g randes transform ac iones. Esto los pone en desventa­ja frente a los medianos y gra ndes, que dominan e l me rcado y tienen capac idad para imp lanta r es trateg ias de promoción de mayor alcance , as í como obtener econo mías ele esca la que para los peque ños hoteles son inacces ibles .

Las grandes empresas de las áreas modernas deAcapulco ti e­nen mayor control del mercado turístico , pues ofrecen sus ser­vicios a prec ios muy bajos y de mejor calidad . Es ta s ituac ión les ha permitido efec tuar cambios de moderados a grandes. En con­tras te, los hoteles de las áreas trad ic ionales ti enden a reali zar mo­dificaciones mínimas como respues ta a un e ntorno des favora­ble . Las condiciones económicas. de infraes tructura turíst ica, de apoyos g ube rnamentales, de pro moción de l turi smo, de tec­no logía y la cultura de la pobl ac ió n ti enden a fa vorecer a las em­presas ubicadas en el Acapulco mode rno y e n la zo na Diaman­te. Por otra parte. las co ndic io nes adversas ti ende n a res tring ir e l desarro ll o y a poner en pe li g ro la sobrevivencia de los hote­les de las áreas tradi c io nal es .

Relaciones entre los cambios

En los apartados anteriores se ana l iza ron en form a indi vidua l los ca mbi os en cada ca tego ría.!\ continu ac ió n se exa minan lasco­n·e lac io nes e ntre fac tores (véase e l c uad ro 4). L' La tec nolog ía

13. Se ap li ccí e l método fac to ri a l ex pl o ra to ri o co n la fin a lid ad de redu c ir e l núme ro de 1 ariabl es . Se utili zó e l paqu e te es tadís ti co pa ra co mput adora SPSS.

cambios en las empresas hoteleras

e u A D R o 3

c,, ~tiiiOS SEGÚI' EL Ll ~ tA :"'O DE LAS E~II'R ES ,\ S

••••••••••••••••••••••••••••••• Pequeñas Medianas Grandes

Cambios N= l8 N= l8 N=ll No Sí No Sí No Sí

Inco rporac ión de computado ras ( PC) 8 10 3 15 11 Ca mbi os en los sistemas de

in fo rmac ión ad mini stra ti va 9 9 3 15 11 Contro l de los in ve nt arios 13 5 4 14 3 8 Sistemas de comun icación elec tróni ca 3 15 18 11 Control de los recursos humanos con PC 11 7 3 15 1 10 Control de puntos de vent a con PC 13 5 6 12 2 9 Moderni zación de los s istemas

de seguridad 5 13 18 11 Moderni zac ión de los siste mas

de información a los c li entes 9 9 18 11 Ca mbi o en la present ac ión de l edificio 5 13 1 17 11 Ap licac ión de la ca lidad to tal 13 5 6 12 2 9 Cambi o en la ca lidad de los se rvic ios 2 16 18 11 Camb ios en las áreas de recreación 5 13 1 17 11 En la es tructura admini strat iva 8 10 2 16 10 En los objetivos y en las metas 7 11 2 16 11 En las es trateg ias de promoc ión 7 11 2 16 10 En los sistemas de control admin istrati vo 6 12 3 15 11 En los sis te mas contables y

de pres upues tac ión 10 8 4 14 11 Ambi ente de trabajo 7 11 4 14 10 Re laciones de trabaj o y co muni cación 7 11 2 16 11 Cambios en el com portami ento 8 10 3 15 11 Nive l profes ional de los empl eados 7 11 3 15 11 Productividad de los rec ursos humanos 5 13 4 14 11 Parti cipac ión en la toma de dec isiones 4 14 1 17 11 En los sistemas de promoción y ascenso 9 9 3 15 10 Sistemas de compensac ión y gratifi cación 11 7 3 15 10

•••••••••••••••••••••••••••••••

de la informac ión se re lac iona en mayo r medida con los cam­bi os en las empresas que la situación económica y el mercado turísti co . Se aprec ia un coeficiente de corre lac ión alto (0 .702) entre la tecnología y los cambios en los recursos humanos. Cuan­do los direc tivos pe rc ibe n que ésta es mu y favorable para la empresa, emprenden cambios adaptati vos en e l personal y en e l ambi ente ele trabaj o; la capacitación es un o de e llos.

La s ituación econó mi ca del país y e l mercado turístico se re lac ionan positiva me nte co n cambios e n la tec nología de la e mpresa. Cuando es tos factores externos son favorable s, los ho te les cue ntan co n rec ursos para adquirir equipos de cómpu ­to , ampliar el empl eo de éste e n el contro l ad mini strati vo e i m­pul sa r otras transfo rmac iones impo rta nt es. E l tamaño de las empresas tambié n se re lac iona positi va me nte con los cambi os adaptativos; las más grandes reali za n los mayores frente a las medi anas y peque ñas.

En c uanto a las re lac iones entre los cua tro ti pos de cambi os, se aprec ia un alto coefic ie nte ele corre lac ión e ntre la incorpora­ción de tec no log ía y los rec ursos humanos (0.873) . Así. cuan­do las e mpresas rea li za n cambi os sig nifi ca tivos e n su tec nol o­g ía tambi é n pro mueven prog ramas para capacitar a su personal y así inc re me ntar la producti vidad . Es posibl e que la inco rpo­rac ió n de las co mputado ras se vincul e a las mod ifi cac io nes e n la conducta , las cos tumbres y e l amb iente de trabajo.

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comercio exterior, abril de 1996 319

e u A Q R o 4

CoRRELACIONEs ENTRE Los CA~IB i os

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• Cambios Cambios Cambios

Tecnología Cambios en la en la en los de la Situación Mercado en la calidad de estructura recursos

información económ ica turístico Tamaño tecnología los servicios administrativa humanos Situación económica .096 Mercado turístico .366' .120 1 Tamaño .282 - .092 .067 Cambios en la tecnología .627+ .229 .474+ .5 15+ 1 Camb ios en la calidad de los se rvicios .592+ .07 5 .330" .434+ .789+ 1 Cambios en la estructura administrativa .691+ .000 .317" 407+ .777+ .826+ Cambios en los recursos humanos .702+ .079 .428+ .480+ .87 3+ .836+ .865+

a. < 0.05 . +< 0.01

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Los recursos humanos también se asocian positivamente a la calidad del servicio (coeficiente 0.836). Éste implica una rela­ción humana con el cliente. Cuando hay cambios significativos en las costumbres , el comportamiento de los empleados y la cul tura de la empresa, los servicios tienden a ser de alta ca lidad. En la medida en que la comunicación y las relaciones de los di­rectivos con los empleados sean buenas mejorará la calidad de los servic ios. En conclusión, el cambio en los recursos huma­nos es el más importante para que los otros tipos de transforma­ción se realicen. Debe impulsarse una transformación equ ilibra­da en todos los aspectos de la organización como respuesta a la influenc ia del entorno externo.

Efecto del entorno en los cambios

¿Qué factores propiciaron los cambios en las empresas hoteleras? Con el propósito de averiguarlo se definieron cuatro modelos cuya ecuación de regresión lineal es: Y = a*~ 1 X 1 * ~2 X2 * ~ 3 X3 * ~4 X4 . En el cuadro 5 se presentan los valores de ~ (beta) y de la constante (a); las "X" son los factores del entorno externo.

e u A

EFECTO DEL ENTORNO EXTERN01

D

Como se observa en e l cuadro 5 y expresados en términos de ecuación , la tecnología de información , el mercado turístico y e l tamaño de las empresas han sido las principales causas del cambio organizacional. 14 Las dos primeras han tenido la mayor influencia para que los hote les incorporen o actualicen los equi­pos de cómputo (de 0 .869) y rea l icen cambios significativos en e l manejo de personal y en el ambiente de trabajo.

Al re lacionar estos resultados con el esquema, se aprecia que, según los direc ti vos, la situación económica del país y la regula­ción gubernamental son factores desfavorables para e l desarro­llo y el cambio de sus empresas (véase e l cuadro 5) ; as imi smo, se confirma que la demanda de l turi smo naciona l e internacio-

14. Los elatos ante riores ex presacl os en términos ele ecuac ión. son: Modelo 1: Ca mbio en la tec nol og ía =-2.914+0.416(T1)+0.331 (SE) + 0. 869 (MT) + 0.518 (tam). Mode lo 2: Cambios en la ca liclacl ele los se rvicios =- 1.428 + 0 .542 (Tl) + 0 .37 3 (tam). Mode lo 3: Cambios en la es tructura administrativa=- 1.2 18 + 0.664 (TI)+ 0 .296 (tam). Mo­de lo 4: Cambios en los recursos humanos= - 2.278 + 0 .559 (TI)+ 0.642 (MT) + 0.403 (tam ). donde Tl =tecno logía ele la información , SE= silllac ión económica , MT =mercado turísti co y tam =tamaño ele las empresas .

R o 5

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• Modelos de reg resión

Camb ios Cambios en Cambios en Camb ios en t! ll la es tru ctura los recursos

Factores causales la tecnología la calidad administrari••a httmOt/OS

Tec no logía de la información 0.416 0 .542 0.664 0.569 Situación econó mi ca 0. 33 1 Mercado turí stico 0. 869 0.6-1 2 Tan1aiio 0.51 8 0. 373 0.296 0.403 Té rmino co nstante - 2.9 14 - 1 .428 - 1. 278 - 2.278

l. Se prese nt an los val o res de be ta que fo rman parl e el e la ec uac ión el e reg res ión .

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

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320 cambios en las empresas hote leras

os recursos humanos también se asocian positivamente a la calidad del

servicio. Éste implica una relación humana con el cliente. Cuando hay

cambios significativos en las costumbres, el comportamiento de los

empleados y la cultura de la empresa, los servicios tienden a ser de alta

calidad. En la medida en que la comunicación y las relaciones de los

directivos con los empleados sean buenas mejorará la calidad de los

servicios. En conclusión, el cambio en los recursos humanos es el más

importante para que los otros tipos de transformación se realicen

nal y la infraestructura turísti ca favorecen el cambi o en la tec­nología y en los recursos humanos, como se ve en e l cuadro 4.

CoNCLUSIONEs

En el artículo se presentaron los resultados de un es tudi o de campo sobre 4 7 hoteles de Acapulco . Cabe destacar tres fac ­tores que propician e l cambio: la tecnología de la informa­

ción, el mercado turístico y el tamaño de las empresas; por e l con­trario , la situación económica y la regul ación gubernamenta l lo desali entan .

Las empresas medianas y grandes ti enen más pos ibilidades y recursos que las pequeñas para impul sar cambi os de impor­tancia.

La ubicación también es fac to r para e l desarro ll o o rga ni ­zacional : las situadas en e l Acapulco tradi c iona l co mpiten con las de las áreas modernas; en estas últimas , las condi c iones fa­vorables del mercado turísti co y la moderni zaci ón de l puerto de Acapulco crean ventaj as competitivas y oportunidades de lide­razgo en los costos y en la calidad de los se rvici os, as í como de tener un control del mercado turísti co. Ante e ll o las ubi cadas en las áreas tradic ionales de l puerto (de l Zócalo a la playa Caleta) es tán en desventaj a.

Los pequeños hote les de ambas áreas se enfrentan a barreras inerciales de l entorno y de su ambi ente interno . lo que obstac u­liza el desarro llo y e l cambi o.

Los principales fac tores de l cambi o son los recursos huma­nos y la tecnología de informac ión (computadoras y co muni ca-

c ión electrónica). La ca lidad de los servicios depende del nivel de cambio de estos fac to res. En otras palabras , e l buen servicio es resultado de las buenas relaciones entre direc tivos y trabaj a­dores, y de éstos con los clientes, lo cual repercute en incrementos de la producti vidad y las utilidades de la empresa.

Es importante mantener un equilibrio entre los cambios en tecnología , estructura administrativa, calidad de los servicios y recursos humanos, para que las empresas aumenten su eficien­c ia y competitividad.

Según e l estudio, mu y pocas empresas lo han hecho : lama­yoría ti ende a e levar la productividad, pero descuida la aplica­c ión de programas de promoción, ascenso, compensación y gra­tifi cac ión a los trabaj adores por su desempeño , en detrimento de l ambiente laboral.

El tema de l cambio o rganizacional es muy amplio . En este trabajo se ha abordado una parte, pero son necesarios estudios si mi lares en otros des tinos turís ticos de l país para comparar los resultados y proponer medidas que se traduzcan en mayor com­petiti vidad y en ventaj as comparativas de las empresas por me­dio de un cambi o equilibrado en todos los as pectos, principal ­mente en la cultura orga ni zac ional y en las relac iones entre los direc tivos y los trabaj adores.

Es import ante promover e l desarro llo equi Ji brado de las áreas modern as y tradi c iona les , no só lo de l puerto de Acapulco, sino también de otros destinos turísti cos nac ionales. Las políticas de gobie rno deben apoyar en mayor medida a las empresas peque­ñas, fo rtalec iéndo las económicamente para que estén en posi­bilidades de compe tir co n las g randes cadenas inte rnac ionales de hote les. G

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Opciones frente a la crisis de México

• • • • • • • • • • ARTURO GUILLÉN R. '

En este trabajo se pretende contribuir a definir opciones de p o lítica económica y su gerir pos ibles verti e ntes de un a estrategia de desarroll o sos tenido y es table. En la primera

parte se presentan e leme ntos para carac teri zar la c ri s is ac tu al, destacando la importancia de la restri cc ión ex terna y el sobre­endeudamiento . Después se pasa rev ista a la presente situac ión de la economía mexicana , así como a la políti ca económi ca instrumentada, para fin almente enunc iar Jos as pec tos ax iales que debiera incorporar una es trategia de desarro llo que permita conciliar estabilidad macroeconómica, c recimi ento económi ­co duradero y sustentabl e, empl eos produ c ti vos y equidad distributiva. Una política de este tipo debe rá aco mpañarse de una reforma política que permita e l tránsito a una sociedad más democrática.

ELEMENTOS PARA LA CARACTERIZACIÓN DE LA CRISIS

Definir con precis ión las causas de la cri sis económica que siguió a la deva luac ión de dic iembre de 1994 y ente nder su verdadera naturaleza es una cues tión fund amental para

elaborar una estrategia que pe rmita al país emprender una re­cuperac ión duradera. Para algunos fun c ionari os de l gobierno anterior, la devaluac ión sería el resultado de fall as de instrumen­tación en el ajuste de la política cambi ari a que pro vocaron la pérdida de confi anza de los in versioni stas y ace le raron la fuga de capitales. 1 Según es to, e l a lto défic it de la cue nta co rri e nte

1. Pedro As pe, "Las razo nes de la política cambiaria" , Rej'o r111a, 14 de julio de 1995 .

* Profesor-in vestigador Titular de la Unive rsidad Autóno111a Metro­politana- /ztapalapa .

no re presentaba ame naza a lgun a, dado que se fin anc iaba con import ac iones de cap ital que flu ían a l país s in prob lemas. La di f ic ultad princ ipa l no res idi ó en la mag ni tud de ese desequi­librio ni en la sobrevalu ac ión de l peso, s ino e n d ive rsos aco n­tec imie ntos ele índo le po líti ca que eros ionaron e n fo rm a no ta­ble las rese rvas inte rnac iona les.

En su info rme anu al ele 1994, e l Banco de Méx ico se ii ala que en ese año " se susc itaron aconteci mi e n tos desfavorabl es en va­ri os ó rdenes de la vida nac iona l e in te rnac iona l que incid ieron notable mente e n la evo lución de la economía de l país . En e l ám­bito interno, eventos po líti cos y de li c ti vos generaron un ambien­te de g ran incertidumbre que in f lu yó de manera adve rsa e n las expec tati vas ele los agentes económicos de l pa ís y de l ex teri or. Es ta s itu ac ión afectó negati va me nte la evo luc ión de los mer­cados fin anc ie ros , en particul ar la de l cambi ari o. " 2

L a mi sma fu e nte seña la: "Co n frecue nc ia se ha me nc iona­do que e l défic it de la c ue nta co rri e nte y la aprec iac ión de l tipo de cambio rea l fueron los princ i paJes causantes el e las deva lua­ciones ele di c iembre pasado. Esta tes is me rece un análi s is cui ­dadoso. Es inexorable qu e c uando un pa ís rec ibe c uantiosas entradas de capital , co mo suced ió e n Méx ico e n los ú lt imos años, e l tipo ele cambi o rea l ti e nda a aprec iarse de mane ra na­tural. Pero e n la med ida e n que la aprec iac ión vaya aco mpaña­da de increme ntos ele la procluc ti vi dad de la mano ele ob ra , no se puede considerar que aqué ll a i m pi ique una pércl ida de compe­titi vidad con e l ex te ri o r. La notabl e expa nsión de las exporta­c iones mex icanas ocurri da e n Jos últi mos a i'ios cons tata la va­lidez de este argume nta. ··-'

Pa ra e l gobi erno actua l, la exp li cac ión ele la cr isis. en voz del pres ide nte Ernes to Zecl ill o , co ns isti ó e n lo s igui e nte. A fin a les

2. Banco de Méx ico, ln jo r111 e Anual/ 994. México , 1995. p. l . 3. /bid., p. 4.

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el e d ic iembre afirmó: "El tamaño del déficit de la cuenta corrien­te, y la vo lat ilidad ele los fluj os de cap ita l con los que se fin an­c ió, hi c ie ron mu y vulnerab le a nuestra economía [ ... ] El défi ­c it e n la cue nta co rri e nte de la ba lanza de pagos ll egó a se r tan g rande d urante los últimos años que , dadas las c ircunstancias internas y ex te rn as, era insoste ni ble. Es prec iso reconocer que hubo una subes timac ión de l pro blema, y es ta subes timac ión fu e suma me nte grave". Un mes después e l Pres idente expresó:

"Enfren tamos una e me rgenc ia económi ca c uya g ravedad pudo habe rse ev itado con la adopc ión oportuna de medidas para correg ir los desequilibri os que se ac umul aban peligrosamente."4

En e l Plan Nac ional ele Desarro llo 1995-2000 se pos tul a que no obstante que e l país emprendió durante los últimos años una vasta refo rma económica, Méx ico no entró en una fase de cre­c imi e nto sostenido y, po r e l contrari o, enfrentó una nueva cri ­sis fi nanc ie ra.

" Infort unada mente , e l indi spensabl e proceso de cambio es­tructura l no se mate ri a li zó e n un c recimi ento económico sig­ni fica tivo , a pesa r de que e ntre 1989 y 1994 el país tu vo e l ma­yor aho rro ex terno de su hi stori a [ .. . ] Nuevamente la cri s is fu e precedida de un pe ríodo e n que conflu ye ron la di sponibilidad ele recursos ex tern os , e l aumento s in precede nte de l défic it de la c uenta corrie nte de la ba lanza de pagos y la sobrevalu ac ión de l tipo de camb io rea l res pecto a las monedas de nues tros prin­c ipa les soc ios comerc iales.

"El probl ema de fo ndo no fu e que nues tra economía tuvie­se importa ntes transformac iones y contase con ahorro ex terno en montos mu y signifi cati vos . El problema fu e que ese ahorro ex terno no se trad ujo en una mayor in versión y crec imiento de l prod ucto interno bruto.

" Para que una economía se mante nga viable y so lvente, debe ge nerar, a través ue l crec imie nto, los rec ursos necesari os para re tri buir e l aho rro inte rno y ex terno . Más a ll á el e los fe nóme­nos fin anc ie ros de corto plazo y la vio le nc ia que generaron y mag ni ficaron la c ri sis, de be reconocerse que és ta no se habría prese ntado con la fuerza que ahora conocemos, de habe r con­tado nuestra econo mía con e l vigor que po r largo ti empo se es­pe ró y no ll egó. " 5

El d iagnós ti co de la cri s is no considera limitac iones de l mo­de lo econó mico y su sustento teó ri co que impidieron su con­so li dac ión y e l rempl azo eficaz de la es trateg ia sustituti va de importac iones. Induc ir la rec uperac ión sos tenida de la econo­mía nac iona l y superar la res tri cc ión ex te rn a prec isa de una es­trateg ia de desa rrollo que no sea una reedi ción de l mode lo errado y de interve nc io ni smo eco nó mi co indi sc rimin ado, y permit a supe rar las li mitac io nes de l mode lo secundari o-ex port ador, c uyo propós ito era crea r un sec tor de exportac iones como eje de la industria y de la ac um ulac ión de capita l.

S i bie n e l p rograma de es tabili zac ión basado e n los pac tos, así co mo la re negoc iac ión de la deuda ex tern a de 1989 , crea­ro n las condic iones pa ra co nte ner. así fuera tempora lme nte, el proceso infl ac ionari o y a le nt ar la rec uperac ión de la economía. tamb ié n d ie ron lu ga r a l resurg imie nto de l v iejo probl ema es-

-1. Cit ado en Proceso. núm . 957 . Méx ico . 6 ele ma rzo ele 1995. 5. Poder Ejec utivo Federal. Plan Nacional de Desarrollo 1995-

2000. Méx ico. 1995. p. 133.

opciones frente a la crisis de méx ico

tructu ra l de la economía mex icana : la res tri cc ión ex terna. En este artíc ulo se enti ende por restri cc ión ex terna los efectos

de las re lac io nes económicas inte rnac iona les de un pa ís en su desarro ll o interno , los cua les se mani fies tan e n desequilibri os ag udos de l sec to r ex terno y mov imi e ntos abruptos de l tipo de ca mbi o .

En los casos de Méx ico y A méri ca Latina, la restri cc ión ex­terna ha es tado determinada por la incapac idad hi stórica de los di s tintos mode los de desarro ll o pa ra construir un s istema pro­ductivo integrado y coherente , capaz el e gene rar intername nte los bie nes intermedios y de capital necesarios para la continui­dad de l proceso de ac umul ación de capital. La restri cc ión ex­terna se ha presentado hi s tó ri came nte en défi c it c rónicos en la balanza comerc ia l, fe nómenos de sobrendeudamie nto y cri s is cambiarí as y fin anc ieras recurre ntes .

Aparte de es tar vinc ul ada a esas limitac iones es tructurales del sistema producti vo , la cri s is de 1994 se asoc ió a los efec­tos de una re fo rma económica basada e n la privati zac ión gene­rali zada y la apertura comercial y financiera indi scriminada que afec tó a bue na parte de l s istema productivo. 6

Si bie n diversos grupos económi cos se moderni za ron y re­o ri e ntaron su producc ió n hac ia e l mercado ex terno , tambié n se prese ntaron probl emas severos e n a lgunas cadenas produc­ti vas y de comerc ia lizac ión; c ie rtos sec to res e nfre ntaron di ­fi cultades para su supervi venc ía -como la indu stri a de bienes de capital-, y las empresas medi anas, peque ñas y micro sufri e­ron gra ves que brantos . E l rezago de l sec tor ag ropecuari o se ag ravó.

En pocos años México se convirtió e n una de las economías más abi ertas de l mundo. La renegociac ión de la deuda ex terna en 1989 permiti ó reve rtir la transferenc ia neta de recursos al ex terior provocada po r el pago de l se rv ic io de l débito e n las condiciones pac tadas en 1982. S in embargo , e l desequilibri o de la balanza comerc ia l reaparec ió, alca nzando ni ve les s in pre­cede nte a partir de 1992 . La te nde nc ia estructura l al desequili ­bri o ex terno se manifes tó de nuevo pero e n proporc iones am­pliadas, ac icateada po r la apertura ex tern a y los e fec tos en la demanda agregada de los crec ientes fluj os de ca pi tal provenien­tes de l ex terior.

Como resultado de la rec upe rac ión de la economía en e l pe­ríodo 1989- 1992 ; de la apertura comerc ial profundi zada por los pac tos con fin es de conte nción ele los prec ios in te rnos mediante la competenc ia ex te rn a, y de la sobreva lu ac ión de l peso debi ­do a l empleo de l tipo de cambi o como anc la antiintl ac ionaria , e l défic it en cuenta co rri e nte se multipli có po r diez : de 2 922 mill ones de dólares e n 1988 a 28 500 millones e n 1992. El dé­fi c it co merc ial reflejó e l g ran dina mi smo de las importac iones . La re lac ión de las ex portac iones tota les respec to a l PIB di smi ­nu yó de 15.7%en 1987a9.6 % e n 1992;enl os mi smosaños las re lac iones pa ra im portac iones fueron de 9.4 y 14.4 po r c ie nto , respec ti vame nte . La sobreva lu ac ió n de l peso contri buyó a l d in ami smo de las compras fo rúneas. Nora Lu s ti g seña la : '' La aprec iac ión ca mbiarí a con tribuyó a l aume nto de la in ve rsión

6 . Sobre e l co nc epto ele restri cció n ex tern a puede co nsultarse Se111inaire Crise 1983- 1984. La conlrailll e e.rlérieure. Cahiers el e I ' ISM EA . núm. 29. Grenob le . 1985.

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cul/lercio exterior. abri 1 ele 1996

y e l consum o privados mediante dos pos ibl es mecani s mos: exace rbó e l e fecto el e e liminar la demanda ' reprimida ' de bi e­nes importados ocas io nad a por la 1 ibe ra li zación come rc ial y el de la demanda 'acele rada ' por e l temor de que la libe rali zac ión no fu ese permane nte, jus tamente porque se obse rvaba que la libera li zac ión y la apreciaci ón es taban asoc iadas a un aumen­to del déficit el e la cuenta co rri e nte que podría resultar in sos­tenible ." 7

La sobrevaluac ión de la moned a y e l sostenimi ento ele la políti ca cambi arí a be nefic iaron a di ve rsos age ntes económicos , en tre los que destacan: a] los poseedores ex tranj eros de títul os mexicanos que obtuv ieron premios ex traordinarios por inver­tir e n e l país y que req ue rían ele un a moneda estab le; b] los exportadores de me rcancías ele otros países, en parti cul ar Es­tados Unidos y las naciones de la Cuenca del Pacífico , que ob­tuvieron ampl ios superávi t e n sus re lac iones comerc iales con México ; en e l prime r caso, la obtenc ión de un superávit comer­c ia l fue una ele las razones principales que se esg rimi eron para apoyar la firma del TLC, y e] los g rupos y grandes empresas mexicanas y transnaciona les, así como los bancos comerciales, que se endeudaron en el ex teri or para moderni za r sus procesos con fondeos más baratos en virtud de la sob reva luac ión.

E l deseq uili brio come rc ia l y la crec ie nte integ rac ión comer­cia l y fi nanc ie ra de l país a la economía mundial , con e l bloque de Amér ica de l Norte , e n es pec ial Es tados U nidos, acentua ron la de pendenc ia y la vulnerabilidad ele la economía mexicana res­pecto ele los fluj os de cap ital del ex te rior que se tornaron indi s­pen sables para financ iar la balanza de pagos. En e l lapso 1989-1993 e l déficit acum ul ado e n la bal anza en c uenta co rri en te ascend ió a 96 092 millones ele dó lares que se co rrespondi ó con un s upe rávit de 88 854 mill ones e n la cuenta de capital.

Aunq ue la inve rsión ex tranj era directa ( IED) crec ió de ma­nera signifi ca ti va , la mayo r parte ele los fluj os ele cap ita l fue­ron de cartera , atraídos bás icamente por los a ltos re ndimi en tos ofrec idos e n Méx ico en momentos e n que las tasas ele inte rés bajaban en Estados Un idos para estimular la recupe rac ión eco­nómica. Durante e l período 1989- 1994 ingresaron recursos de cap it a l ex tranj e ro por 94 69 1 millones de dó la res: 29.3% (27 705 millones) fueron IED y e l 70 .7% restante (66 986 mi ­llones) se cana li zó a l me rcado ele va lores .

El fl uj o de recursos de ca pi tal hac ia las ll amadas economías emerge ntes se re lac ionó co n la bú squeda ele los agen tes finan­c ie ros ex ternos de nuevos espac ios para co locar rec ursos con ma yo r re ntabi li clacl. en un momento e n que e l me rcado estado­uni dense pe rdía atrac ti vo por la baja de las tasas de interés im­pul sada por la Reserva Federal para sa lir de la reces ión en 1990-1992. As imi smo, desp ués de lanzado el Plan Brady, e l rec iclaje el e recursos hac ia A méri ca Latina e ra indi spensable para que es tas econom ías superara n e l esta ncami e nto y reac ti varan sus importacione s.

A pa rti r ele 199 1. los países latinoamerica nos absorbiero n 40 9'c de l inc reme nto ele los rec ursos de l e urome rcado. S u par­ti c ipac ión en los mercados internac ionales ele capital pasó de

7. No ra Lusti g, .. Méx ico y la crisis de l peso: lo prev isibl e y la sor­presa". Co111ercio Exterio1: vo l. 45, núm. 5, Méx ico. mayo de 1995 , pp. 376-377.

323

15% e n 1990 a 2 1% e n 199 l .H Las co locac iones el e bon os y la captac ión ele rec ursos e n la Bo lsa de Va lores ele Nueva York correspondió principalmente a c inco países: Méx ico, Arge ntina, Brasil , Chil e y Ve nezuela . En e l período 1990- 1993 , Méx ico co locó bonos en el mercado internac ional por un tota l ele 2 1 755 millones ele dólares , que representaron 50.2 % de la emi s ión de A mé ri ca Latina e n su conjunto . Y

El crec iente desequilibrio de la cuenta corriente de la bal anza de pagos demandaba cada vez más fluj os de cap ita l externo; és te se atrajo mediante tasas rea les de interés supe ri ores a las de otros mercados. El rendim ie nto rea l promedio de los Cetes a 28 días aumentóde2 % e n 199 1 a7.7 % e n l993.Empero, másade lan­te ese premio resultó insufic iente, por lo que se emitieron Teso­bonos con el fin de aseg urar a los in vers ioni stas la absorc ión de posibl es pérdidas cambiarías .

Así, más que configurarse un modelo secundario-exportador fundado en una base productiva más só li da , surg ió un a suerte de modelo terciar io- importador, basado en el predominio de las ac ti vidades financieras, comerciales y especulati vas y el ingreso de productos y capita les del ex terior.

La política monetaria res tri c ti va ap li cada desde f in ales de 1992 desaceleró el crec imie nto , debilitó al sistema finan c ie ro y agravó e l prob lema de las ca rteras venc idas .10

I MPORTANCIA DEL SOBREENDEUDAM IENTO EN LA C RISIS

La c ri s is a que dio lugar la devaluac ión de 1994 se v inc ul a a un fenóme no de sobreendeudamiento interno y ex terno que, al combinarse con la pérdida ele dinamismo de la economía ,

aceleró las tende ncias deflacionarias manifestadas desde 1993. El despli egue de esas te nde nc ias agudi za la reces ión y e l eles­empleo, seca e l crédito , pone contra la pared a l s istema finan­c iero y d ificult a la posibilidad de alca nza r una pronta rec upe­ración. Paradójicamente, e l nuevo sobreendeudamiento se gestó al ti empo que se daba por resuelta la c ri s is de la deuda de 1982. Al eva luar la re negociac ión de l débito en 1989 e n el marco del Plan Brady, se consideraba:

"El paquete 1989- 1992 constitu yó un parteaguas e n la hi s­toria económ ica de l país . U na vez conc luida la res tructuración de la de uda públi ca ex te rna de 1989- 1990 fue pos ible afirmar que Méx ico había superado su problema ele sobreende ucl a­miento ex terno . A partir de ese año, e l país ha norma li zado sus relaci o nes f in anc ieras con e l ex teri or [ ... ] E n la ac tu a li dad, México se presen ta como un país so lvente; así lo confirman los indicadores comú nmente utili zados para medi r la capac idad de pago de un país y o tro tipo de ind icadores ind irec tos que tam­bié n dan una idea de cómo percibe n e l ri esgo Méxi co los in ­versioni stas de l ex terior.

8. Freclerick Z. Jaspe rsen y Juan Carl os Ginarte, Extem al F/01n to Lati11 A111erica: Rece111 De~ •e loplll e llts a11d Prospects. mi meo .. p. 58.

9. To mado de Euge nia Co rrea, .. Desregul ac ión finan c iera int ern a­cional .. , tes is de ca ndidato a doctor, mi meo .. Facult ad de Economía. UNAM , México , septiembre ele 1995.

1 O. Arturo Gu i llén R. , " El sistema financ iero y la recuperación de la economía mex icana '', Co111 ercio Erteri01; vo l. 44. núm. 12, Méx i­co , di c iemb re de 1994, pp. 1075- 1082.

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324

··¡ ... ] Des pués de la firma de l Ac ue rdo e n Principio co n la banca comerc ia l, e123 de julio de 1989 comenzó a observarse un ca mbio radi ca l en las ex pec ta tivas : bajaron sustanc ia lmente las tasas rea les de inte rés y e mpezaron a fluir hac ia M éx ico ca­pita les de l ex te ri o r, ya fuera bajo la forma de repatriac ió n o de in ve rs io nes direc tas y e n ca rtera . Sin lugar a dudas , Méx ico ha­bía pasado a un a nueva e tapa e n sus re laciones econó micas con e l ex te ri or. E ra e l e lemento que faltaba ; lo demás es taba hecho . La renegoc iac ió n de 1989- 1990 va lidó un espléndido esfuer­zo que Méx ico e mprendi ó desde 1982- 1983 y sen tó las bases para la revoluc ió n mac ro y microeconó mi ca ll e vada a cabo por la admini s tració n del pres idente Salinas." 11

La re negoc iac ión de la de uda externa de 1989 representó una aprox imac ió n novedosa, a l aceptarse por primera vez la reduc­c ió n de l prin cipa l y la baja de las ta sas de interés. Empero, su e fec to princ ipa l recayó, co mo se señala en e l párrafo anterior, en las ex pec ta ti vas de los agentes económicos, al reforzar el pro­g rama ele es tabili zación e impul sa r los flujos de capita l prove­ni e nte s del ex terior. Sin e mbargo , no representó un alivio im­port ante de l servic io ele la de uda extern a. Con la re negoc iación a lca nzada en e l marco del Plan Brady, la red ucción anual del se rv ic io fu e ele ape nas l 30 1 millo nes de dó lares. 12

Difíc ilme nte podía aceptarse que la crisi s de la deuda ex terna estaba resue lta. Aunque e l sec tor público no rebasó durante el sexeni o los límites de e nde udami e nto ex te ri o r aprobados por e l Co ng reso , su principal impul so provino de las grandes em­presas y grupos privados, así como el e los bancos come rc iales mediante: a] la e mi s ió n de bonos y papel comercial en e l mer­cado inte rn ac io na l de ca pitale s, principalme nte e n Es tados U nidos, aunqu e tambié n e n Europa y Japón ; b]la colocación de títul os bursá til es (ADR y CDR ) e n la bol sa neoyorquina y la apert ura de la Bo lsa Mex icana a los recursos provenientes del ex tranj ero, y e] e l fondeo de recursos ex ternos ele los bancos co­merc ia les y de desa rroll o, por medio de certificados de depó­s ito y lín eas inte rbancari as.

La captación de recursos e n e l exte rior por parte de empre­sas y bancos la estimularon la ex istenc ia de tasas de interés reales más bajas en Es tados Unidos y en los países desarrollados, como consec ue nc ia el e la rec upe ració n cíc li ca de su economía, y la políti ca de tipo de ca mbi o semi fijo aplicada por e l gobierno ante ri o r.

A l e nde ud ami e nto e mpresa rial y bancario habría que aña­dir la ex traordinari a emi sió n de Tesobonos, los cuales (aunque se e mitían en pesos y formalme nte eran deuda intern a), a nte la agudización de l desequilibrio en la cue nta co rri ente de la ba­lan za ele pagos, la crec ie nte fra g ilidad cambiaria y la descon­fian za asoc iada a ambas y a ti zada por los sucesos políticos, se conv irti e ron e n deuda ex tern a el e cortís imo pl azo o en fu ga de capit ales .

Co nfo rme se ac rece nt aba la depe nde nc ia de los fluj os ele ca rt e ra de l ex teri or y se e nce ndían los fo cos rojos e n e l sec tor ex te rn o. e l me rcado inte rn o de dinero adqu iri ó dos ca rac terís-

11 . José Ángel Gurría. La polírica de la deuda exrema. Una ¡•isión de lo1111Hiemi~ac irin de México, Fo ndo de Cultura Eco nóm ica. Méxi ­co. 1993 .pp. 205-206.

12. l hid

opc iones frente a la cri sis de méx ico

ri cas: e l mayor peso de los inversio ni stas extranjeros en la com­pra de los títulos de deuda pública y la mayor parti c ipació n re­lati va de los Tesobonos en la circulación total de valores .

Según datos de l Banco de México, mientras que en 1992la emis ión de Ce tes fue de 59 338 mi !I ones de nuevos pesos, la de Tesobonos ape nas ll egaba a 927 mill o nes de nuevos pesos. En relaci ón con la deuda intern a total , que ese año sumaba 133 403 millones, los Ce tes representaban 44.5 % y los Tesobonos 0 .7%. Dos años después, la s ituación era diferente : a l c ierre de 1994, los Cetes represen taban 23.2% del total y los Tesobonos 55.3 por c iento.

En la deci s ión de acelerar la emisión de Teso bonos influye­ron los puntos de vista de importantes inversionistas estadouni­denses. Según un analista de ese país, en 1994 representantes de importantes fondos de inversión , que incluían al Weston Forum, ins is tían e n el mantenimie nto de la política cambiaria y una mayor e mi sión de Tesobonos. 13

Al c ierre de 1994 la deuda externa total ascendía a 140 147 mill ones de dólares , nive l bastante superior a l de 1982 (87 583 mill ones) al estallar la cri s is de la deuda externa (véase el cua­dro). En 1982 la deuda externa total era 68.4% pública y 21 .8% privada ; e n 1994 la si tuación se modificó de manera notable, pues la proporción de la deuda pública en el total fue de 61 % y la pri va da (empresas y bancos comerciales) de 36.5 por ciento.

D EU DA EXTERNA DE Mtx1co, 1994 (MIL Es DE ~IILLONES DE DÓLARES)

••••••••••••••••••••••••••••• ••

Total Pública Emisió n de bonos Restructurada No res tructurada Bonos co locados Organi smos fin ancieros

Mu ltil ateral es Bil ateral es

Empresas pri vadas Bancos co merc iales Banca de desarroll o

Fue n1 e: Sec re laría de Hac ie nd a y Crédiio Públi co.

Monto

140 147.0 85 436.8 5 1 169.2 31751.6

6 635.7 12 782.9

17 747.7 16 818 .9 27 920.0 23 199.0

4 382.0

Participación en el total

100.0 60.9 36.5 22.6

4.7 9. 1

12.6 12.0 19.9 16.5 3. 1

•••••••••••••••••••••••••••••••

Al finalizar 1994 la deuda ex terna total como proporción del PlB representó 37. 1 %, cuando en 198 1 la re lac ión fue de 32.4%. La co mparac ió n es pertinente porque e n ambos a ños ex is tía sobrevaluación de la moneda .14 El índice resulta mayor porque e n e l total de la de uda ex tern a no se cons ideraba n todavía los 30 000 millones de Tesobonos, una bue na proporción de los

13. El Financiero. 28 de febrero de 1995. 14. El margen ele sub o sobreva luación de una moneda influye , so­

bres! i mando en el primer caso y subes timando en el segundo , en cual­qui er índice que re lac ione un a variable medida en dólares contra el pro­ducto nac ional.

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comercio exterior, abril de 1996

cuales se convirtió, mediante el paquete de Clinton, en deuda externa de corto plazo .

Hasta el momento se han utilizado 12 500 millones de dó­lares del programa de rescate. Aun si no se requiri e ra utilizar las líneas restantes, la deuda externa total ascendería al termi­nar 1995, según CIEMEX-WEFA, a aproximadamente l 58 000 millones de dólares. Debido a la recesión y a l efecto cl epresi vo de la devaluación en el producto nacional , la proporción de la deuda externa respecto al PIB llegaría a 60 .7 por ciento.

La historia reciente es conocida . Los problemas del sec tor externo de la economía mexicana, matizados con el ingreso de crecientes flujos de capital sumamente volátil, terminaron ma­nifestándose con gran rigor. En diciembre se amplió la banda de flotación del peso y en seguida se dec retó su libre flotación , ante una notable fuga de capitales y la caída ele las reservas in­ternacionales .

El sobreendeudamiento ele la economía y el crec imiento ace­lerado del déficit en cuenta corriente se manifestaron con fuerza . Los flujos de capitales del exterior se interrumpieron debido al ahondamiento de los desequilibrios internos acumulados , la sobrevaluación de la moneda , el incremento de las tasas de in­terés en Estados Unidos -que hizo más atractiva y segura la com­pra de bonos de ese país-, y los acontecimientos poi íticos. Esos hechos co incidieron con la relajación de la política monetaria mexicana para estimular la recuperación de la economía, e n un entorno electoral. A pesar de la caída de las reservas interna­cionales se decidió aumentar el crédito interno y ampli ar los préstamos de la banca de desarrollo para mantener la liquidez de la economía.

La devaluación de diciembre no previó a cabal idad los con­sensos necesarios con los inversionistas, ni implicó un cambio de la política monetaria, ni consideró con anticipación e l alza de las tasas de interés, ni se utilizaron y manejaron adecuada­mente en términos de expectativas los fondos extraordinarios autorizados en Estados Unidos a raíz ele la muerte de Luis Donal­do Colosio en marzo de 1994, ni se construyeron las redes ele seguridad necesarias para enfrentar un eventual ataque espe­cu lativo. La ampliación de la banda de fluctuación en cincuenta centavos se decidió en un momento en que las re se rvas mone­tarias ya eran muy bajas. Nora Lusti g señala: "Como la regla cambiaria se modificó cuando las rese rvas ya habían bajado demasiado, la medida se sa lió de control: no se pudo ceñir a un simple aumento del techo de la banda y - pasados un par de días y luego de la fuga de S 000 millones de dólares-, la cotización del dólar se tuvo que dejar a las fuerzas del mercado. El tipo de cambio entró en un régimen de flotación." 15

EL PAQUETE DE CLINTON y LA SITUACIÓN ACTUAL

La fuga de capitales generó una aguda crisis financ iera yacen­tuó las tendencias deflacionarias de la economía presentes desde 1993. En el primer trimestre de 1995 se presentó lo

que se ha considerado la fase recesiva más grave y profunda de la historia moderna del país . Con las reservas internacionales

15. Nora Lustig , op. cit ., p. 375.

325

e n un nive l mu y bajo, la flotac ión libre ele la moneda no pudo e nca rar la desconfianza existe nte y a finale s de marzo de 1995 e l tipo de cambio se ubicó en6 .70 pesos po r dó lar. es lo es . una devaluación acumu lada de 95 % con respec to el e nov iembre . Se es tima que como resu ltado ele la devaluación. los in vers io ni stas perdieron más de 12 000 mi !Iones de dólares .

La desconfi anza y e l repunte ele la inflac ión impul saron al a lza las tasas ele interés y la Bolsa de Valores se e ncontraba a la deriva. La fug a de capitales cobró gran fu erza . Otros me rcados e me rgentes, como Argentina, Brasil y aun C hil e. se deses­tabilizaron como resultado del "efecto tequil a" y a la fecha no recuperan su dinami smo anterior.

Con el f in de estabilizar los mercados financiero y cambi ar io y ev itar que la crisis mexicana condujera a una cri s is s istémi ca internacional , se negoció con e l gob ierno de Clinton un paquete de rescate que imp li caba una línea ele préstamos por 50 000 mi­llones de dólares: 20 000 de l gob ierno de Estados Unidos pro­venientes del fondo ele estabi li zac ión cambiaria ele la Rese rva Federa l, 17 800 del FMI, 1 O 000 de l Banco el e Pagos Inte rna­c ionales de Bas il ea (BP I) y lo s restantes el e la banca tran s­nacional y otros países . Fina lmente , e l paqu e te se ce rró e n 40 000 millones, al anunciarse que no se utili zarían los rec ur­sos ofrecidos por e l BPI portratarse de préstamos ele mu y co rt o plazo y al no conc retarse la concesión ele créd itos por los ban­cos comerci ales.

Uno de los objetivos principales de l paquete fue asegurar la rede nción e n dó lares de los Tesobonos, que e n g ran medida se encontraban en poder de fondo s ele in versión es tacloun icl e nses que manejan recursos ele pensioni stas y jubil ados. De no haberse aprobado el paquete, la convertibi 1 ida el ele la moneda se hubiera visto cuestionada pon iendo en ri esgo las operac iones del capital financiero ele Estados Unidos en los mercados eme rge ntes. Así. la cris is convirtió en forma automát ica esas ob li gaciones e n deuda externa ele corto plazo.

El paquete ele Clinton fue acompañado de un mac roajuste or­todoxo apoyado en una políti ca monetaria fu ertemente res tric­tiva. Con el objeto de detene r la fuga ele cap itales y estab ili zar e l tipo ele cambio, las tasas ele interés se e levaron ele mane ra no­table . Las tasa ele interés ele los Cetes a 28 días se inc rementó más de 30 puntos porcentuales : pasaron de 41 .69% e n fe bre ro a 74.75 % en abril , lo que se tradujo e n una severa co ntracc ió n de la oferta monetaria.

Se prevé que e l ajuste creará las condiciones para la rec upe­ración sosten ida de la economía, sobre la base del increme nto de las exportaciones y la react ivación ele la inve rsión priv ada , nacional y extranjera. Para ello se cons ideran algunos incenti ­vos fiscales para 1996, anunciados en la Alianza para la Rec u­pe ración Económica firmada a fina les ele octubre de 1995. Se propone, además , impulsar la clesregulación y continuar con e l programa de privatización en áreas como fe rroca rril es, pue r­tos y aeropuertos, petroquímica y gas natura l. as í como man ­tener sin cambios la apertura comercial y finan c ie ra.

El paquete ele Clinton y el ajuste lograron una es tab il ida el re­lat iva de los mercados finan c iero y cambiario. Durante e l pe­riodo abril-septiembre el tipo ele cambio se mantuvo por deba­jo el e 6.50 pesos por dólar y las ta sas el e inte rés bajaron grad ua lme nte, has ta alcanzar un rango el e 33% en septi embre .

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326 opciones frente a la crisis ele méx ico

E n pocos afias México se convirtió en una de las econ01nías más

abiertas del mundo. La renegociación de la deuda externa en 1989

permitió revertir la transferencia neta de recursos al exterior

provocada por el pago del servicio del débito en las condiciones

pactadas en 1982. Sin embargo, el desequilibrio de la balanza

comercial reapareció, alcanzando niveles sin precedente a partir de

1992. La tendencia es tructural al desequilibrio externo se manifes tó de

nuevo pero en proporciones ampliadas, acica teada por la apertura

externa y los efectos en la demanda agregada de los crecientes flujo s de

capital provenientes del exterior

El mayor logro de la políti ca de ajuste ha sido la elimin ac ión de l desequi 1 ibri o de la balanza comercial debido al crec imi en­to de las ex portaciones y a la ca ída de las importac iones moti ­vada por la reces ión. Durante los primeros diez meses de 1995 se reg istró un superáv it comercial de 7 465 mill ones el e dóla­res, que contrasta con e l défi cit de 15 275 millones observado en e l mi smo período del año anteri or.16

En el último trimes tre ele 1995 la economía sufri ó un nuevo embate espec ul ati vo que conduj o al tipo de cambi o a rangos cercanos a ocho pesos por dólar, lo que provocó una nueva alza de las tasas de interés; durante la segunda semana de nov iem­bre los Cetes llegaron a 60%, lo cual , sin embargo, no fu e sufi ­ciente para detener la espec ulación. El Banco de Méx ico in ter­vi no en e l mercado ele ca mbi os inyec tando reservas en forma selec ti va para que el peso se mantu viera en alrededor de ocho pesos por dólar.

La ola es pec ul ati va no só lo responde a meras turbul encias

16. El res ult ado positivo en la ba lanza comercia l es tá infl uido por la in clusión de los ingresos ele las maqu il ado ras. Si éstos se descuen­tan. el supenívi t disminu ye sensiblemente. Ade más. a pesar de la re­ces ión y el encarec imiento ele las im po rtac iones, la industri a manufac­turera sigue present ando una ba lanza desfavo rab le. En los primeros diez meses de 1995. la ba lanza comerc ial manu fac turera reg istró un dé­fi cit de alrededor de 4 000 mi ll ones de dólares.

fin ancieras de corto pl azo, sino tambi én a la profundid ad de la cri sis económica y políti ca y a la ince rti dumbre sobre e l futu ­ro de la ac ti vidad económi ca.

La econ omía mex icana enfrenta en la ac tu alidad importan­tes tendenci as deflacionari as , es to es , fenómenos acumul ati vos de baja en la producc ión, la in ve rsión y el empl eo asoc iados con altos ni ve les de sobreendeudami ento públi co y pri vado , lo cual agrava el incumplimiento por pa rte de las empresas de sus pa­sivos comerciales y fin ancieros. Los índices de cartera venci­da registran ni ve les sin precedente y ex iste una virtual parali za­ción del crédito bancari o (c redir crunch). lo que impide reacti va r la inversión sobre bases endógenas.

La reces ión de las ac ti vidades producti vas es la más grave desde la gran depres ión de los años tre inta. Seg ún el INEG I, en los primeros nueve meses de 1995 la ca ída rea l de l PIB fue de 7% en término anu al izados. con un descenso el e 0 .89c en e l pri ­mer trimes tre. 10.5 % en el segundo y 9.6% en el terce ro. Las bajas más notables se reg istra n en la indu stri a, el co mercio y la construcc ión. La in ve rsión bruta fij a tu vo una co ntracc ión rea l de 30% durante los primeros nueve meses de ese año .

La reces ión y el exces ivo apa lancami ent o de las empresas ha generado un gran crec imiento del desempleo combi nado con una fuerte caída de los sa lari os rea les. lo que agudiza las ten­de ncias a la de fl ac ión por e l lado de la de manda y dificulta la sali da de la cri sis. amén de profundi za r la in es tabili dad soc ial

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comercio exterior, abril de 1996

y política. La caída de la actividad y la severa restricción mo­netaria han contraído la base monetaria , la cual hasta octubre pasado se redujo 33.6 por ciento.

La situación del sistema financiero es sumamente frágiL Las utilidades de los bancos comerciales regi straron una baja de 59.5% durante los primeros nueve meses de 1995 como resul­tado del incremento de las carteras vencidas, la creación de re­servas para créditos incobrables y la práctica paralización de sus operaciones activas. Un buen número de bancos se encuentra en situación de quiebra técnica y la situación es parecida en otros segmentos del sistema financiero, como arrendadoras , casas de bolsa y casas de factoraje.

Durante los primeros ocho meses de 1995, el crédito de la banca al sector privado sufrió una contracción real de 24%. Para evitar el colapso del sistema financiero, lo que agravaría la crisis y la desconfianza, el gobierno emprendió un amplio programa de res­cate. El gobierno ha intervenido directamente seis bancos comer­ciales, otorga subsidios para reestructurar las deudas de los clientes por medio del Acuerdo para el Apoyo a Deudores (ADE) y com­pra cartera a los bancos por medio de Fondo Bancario de Protec­ción al Ahorro (Fobaproa). Prácticamente todos los bancos han emprendido programas de capitalización mediante el Programa de Capitalización Temporal (Procapte), la emisión de obligacio­nes subordinadas y la fusión con otros intermediarios nacionales o extranjeros . Saloman Brothers estima que el programa de res­cate de la banca, para el cual se han contratado créditos externos con organismos multilaterales , asciende a 13 000 millones de dó­lares , alrededor de 5% del PIB. 17 Se calcula que al concluir el res­cate ese coeficiente se ubicará en 10-12 por ciento.

En síntesis , la crisis confronta dos 1 íneas de resistencia fun­damentales: una es la capacidad de sobrevivencia del sistema financiero , lo que obliga a atender con urgencia los mecanis­mos de regulación, apoyo y supervisión del sistema; la segun­da es la capacidad de resistencia de la sociedad mexicana des­pués de varios años de estancamiento económico.

NECESIDAD DE UNA ESTRATEGIA ALTERNATIVA

DE DESARROLLO

Salir de la crisis hace necesario efectuar profundas transfor­maciones . La crisis del modelo secundario-exportador y la situación política del país convierten la tarea transformadora

en un proceso muy complejo. La recuperación económica só­lida con equidad distributiva debe pasar por una reforma polí­tica que reconstruya el andamiaje de instituciones y el sistema de alianzas surgido de la revolución mexicana y que fue un factor clave de la estabilidad política y el desarrollo económico alcan­zado en el período 1930-1970, pero que en la actualidad cons­tituye una de las principales trabas al progreso nacionaL

El eje de la reforma política no puede ser otro que el forta­lecimiento del régimen democrático, lo que implica respeto al pluralismo y a la alternancia política, autonomía de los pode­res de la Unión, construcción de un verdadero federalismo y refundación del sistema judiciaL

17. El Financiero, 28 de no viembre de 1995.

327

La estrategia económica rec lama cambios de fondo. No se trata de reeditar modelos agotados del pasado, de aislar al país de las tendencias internacionales de globali zac ión e integración de bloques regionales , ni de pretender sustituir las ineficiencias del mercado con el intervencionismo indi scriminado del Estado.

Las dificultades actuales mues tran que no hab rá una recu­peración de la economía con sólo perseve rar en el ajuste. La profundidad y la persistencia de las tendencias deflacionarias, enraizadas en el sobreendeudamiento de bancos , empresas y gobierno , revelan que el problema principal de la política eco­nómica no está en controlar la infl ac ión, sino en crear cond i­ciones propicias para reiniciar el crecimiento sobre bases só­lidas. Según Dornbusch: "La obsesión de Méx ico co n la inflación estuvo detrás de la sobrevaluación que condujo a la crisis del peso en 1994 [ ... ]La inflación es mala , pero el no cre­cimiento es mucho peor [ ... ]La estrategia correcta , hoy, sería dejar que bajen las tasas de interés y poner la economía en mo­vimiento. "18

A diferencia de la crisis de 1982, los peligros de una infl a­ción incontrolable son menores porque: a] los empresarios ev i­tan al máximo elevar los precios de sus productos para conser­var sus márgenes de ganancia, en virtud de la debilidad de sus mercados ; b] el gasto público crece con lentitud como resulta­do del ajuste y las finanzas públicas se encuentran prácticamente en equilibrio ; e] el crédito bancario se mantiene contraído como consecuencia del sobreendeudamiento y la cri sis bancaria. y d] aunque la depreciación del tipo cambio es el principal fac­tor inflacionario por sus efectos en los costos y los precios de los bienes de consumo importados , no existe un a inercia infla­cionaria como la de 1988 , cuando se puso en práctica el Pac to.

El manejo de la tasa de interés para detener la especulación cambiaria y atraer o retener el capital , además de la difi cultad para conseguir tales propósitos, ti ene un efecto perverso en la economía pues acrecienta la incertidumbre, inhibe la in versión en las actividades productivas y desvía el cap ital hacia la espe­culación . La atracción de capitales del exterior, que no es in­trínsecamente mala, debe descansar en la confian za que gene­re una recuperación sólida y duradera de la economía, y no en el manejo de las tasas internas de interés para ofrecer premios con efectos de muy corto plazo .

El empleo de la tasa de interés como mecani smo corrector de los desequilibrios cambiarios no es un fenómeno mexicano, sino un rasgo de la economía internacional desde la ruptura del sistema monetario de Breton Woods, que impli có el abandono del patrón oro-dólar y el fin del régimen de paridades fijas. Como señala G. Destanne de Bernis, los recursos líquidos exces ivos que circulan en el mercado financiero internacional " ... no pue­den más que colocarse en los mercados espec ul ativos, lo que los hace circular de país en país a la busca de ' premios de cam­bio'y obliga a los bancos centrales a manipular las tasas de in ­terés para defender el valor de sus monedas" .19

Cuando menos tres derivac iones de política eco nómica se

18. R. Dornbusch, " A Strong Peso ls Ju st What Mexico Does n' t Need" , Business Week, 20 de noviembre de 1995.

19. Gerard Destan ne de Berni s, Nations versus economie mondiale, mi meo., p. 52.

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des prende n el e la idea ele desv incular los movimie ntos delata­sas de inte rés de l co mport ami e nto de l tipo de cambi o :

1) La lóg ica de l mode lo económi co debe pasar de la preemi­ne nc ia el e los inte reses financi eros a los de la pl anta producti­va nac iona l.

2) En condic iones ele reservas inte rnac ionales re stringidas como las act ua les, debe aba ndonarse co mo o bjetivo priOI·ita­rio un tipo ele camb io es table. E ll o est imul ará las exportac io­nes y desa le ntará la avidez por las importac iones y e l gas to e n e l ex terior.

3) La mej o r defensa de l tipo de cambi o descansará en la for­tal eza de la economía, los avances en la reforma políti ca, la lucha con tra la corrupción y e l forta lec imi ento del rég imen jurídico.

El proyec to econó mico de largo plazo ex ige tambié n ajus­te s de fondo. Si bien e l fomento de las exportac iones y la bús­queda de ni chos en e l comerc io ex terior deberá seguir s iendo un objetivo prioritario para gene rar las di visas que demanda e l proceso ele desa rrollo . se requiere mayor atenc ión al mercado inte rn o, más aún c uando es tá suj e to tambié n a la competenci a externa.

El di lema entre clesarro l lo hac ia fuera y desarrollo hac ia den­tro es una fal sa disy unti va. Se trata de construir una es trateg ia de desa rrollo desde dentro. para usar la afort un ada expresión el e Osva lcl o S un ke l. ~0 de un a estrateg ia que s ignifique, como planteaba Fajn zy lber, " un es fu e rzo crea ti vo interno para con­fi gurar un a es tructura productiva que sea funcional a lascaren­c ias y pote ncialidades nacio na les" 21

El reto de la es trateg ia el e desa rro ll o es crea r un s is tema pro­ducti vo cohe re nte e integ rado , capaz ele superar la restricción ex te rna , objet ivo aú n no log rado. Ell o no impli ca la autarquía ni la construcc ión fo rzada de una indu stria de base inefic ie nte, como se inte ntó e n los países de l soc iali smo real , s ino de ed i­fica r un a base endóge na ele ac umul ac ió n y dinamización tec­no lógica. Se trata el e se lecc ionar las activ idades product ivas (agropec uari as. i nclu str i a 1 es o el e se rvicios), o ri e ntadas al mer­cado interno o a l ex tern o. que se co nsideren factibles de com­pe tir co n eficiencia.

La co nstrucc ión el e un s istema productivo más efic ie nte e integ rad o no puede ser só lo e l res ultado de las fuerzas del mer­cado. Se requ ie re de una po líti ca indu strial que o ri e nte las de­c isiones de la in ve rsión priva da y las acc iones de l secto r público y permita es tab lece r mecani smos adec uados de fomento y es­tím ul o. tant o f isca les co mo cred iti c ios. La fo rmul ac ión y la ap li cac ión ele una po lítica de ese tipo prec isa de l concu rso de empre sas. gob ierno. uni ve rsidades y cen tros de investigación. Igua l impo rt ancia rev iste la fo rmul ació n de una po líti ca ag ro­pec uari a que saque a l sec to r ele la postrac ión e n que se e nc uen­tra desde la década de los sesenta .

S in re nunc iar a la ape rtura econó mi ca co mo es trateg ia ge­ne ra l. la políti ca co me rc ia l debe po ne rse a l se rvic io de la polí­ti ca indu stri a l y ele fome nt o agropecua rio y definir, de manera

:!O. Os ,·a lel o S un k e l. .. De l clesarro ll o hac ia dentro al clesarrol lo eles­ele dentro ... El de.wrrol/o desde den/ ro. Un enfoque neoes/ mcluralisla poro /11 A111éric11 L<uin11. Lect uras ele El Trimestre Eco nóm ico. núm . 7 1, Fondo ele Cu lt ura Eco nómi ca . Méx ico . 199 1.

::1 . Cit ado en ihid. p. 6~.

opc iones frente a la crisis de méxico

se lectiva, qué ac ti vidades protege r, por su importancia o con­diciones específicas, mediante mecanismos arance larios y el estab lec imie nto de normas es tri ctas de ca lidad .

La ges tión es tatal en ese tipo de estrateg ia alternativa sería fundamental no só lo en la formulación de la política industrial y la definición de sus mecan ismos, sino también en el desarro­llo ele los sec to res básicos de la economía y de la infraestruc­tura; la ate nc ión de las neces idades soc iales; e l mejoramiento de los ni ve les de educac ión y adiestramiento, y la dotación de proyec tos en ac ti vidades de punta que no sean de interés inme­di ato de los in versioni stas privados. La obtención de ventajas competiti vas en los difere ntes mercados - como lo muestran las expe ri enc ias del Sudeste Asiático- es resultado más que de los diferenc ial es en e l costo de los factores, de las acciones deli ­beradas por parte de las empresas y el Estado para mejorar las tecno logías, se lecc ionar los productos más apropiados, elevar su ca lidad, establecer alianzas y relac iones apropiadas con pro­veedores y di stribuidores, e tcétera .22

La recuperac ión só lida es una meta inalcanzable s i no se avanza en la renegociac ión de la deuda externa que hoy, como en 1982, es un de los fardos más pesados de la economía mexica­na. Es probable que en 1996 no se presenten problemas serios para cubrir e l serv ic io de la deuda, dado el perfil de los venci­mientos y la prácti ca redención de la totalidad de los Teso bonos. Sin embargo, e l problema principal no se sitúa en la posibili­dad de pagar, s ino en que s i dicho pago limita o no la capaci­dad de crec imi ento de la economía.

La liberac ión de recursos que ocasionaría la renegociación y su empleo e n proyec tos de inve rsión prioritarios sería un de­ton ador de la recuperación. La profundización de las tendencias a la deflación e n la economía mexicana impide que la salida de la cri s is pueda darse endógenamente mediante el crecimiento de l consumo o la in versión privada. Los altos ni veles de endeu­dam ie nto de las empresas obs tac uli zan una reacti vación ; las ex­portac iones, aunque dinámicas, ca recen de la suficiente capa­cidad para arrastrar a la economía en su conjunto, y en cuanto a la IED. es conoc ido su peculiar comportamiento procíclico, por lo que no será un fa ctor de salida de la crisis; en todo caso, co­brará fu e rza una vez que la recuperac ión se haya consolidado.

La recuperación ex ige restructurar a fond o las carteras ven­cidas de l s istema finan c iero. E l ADE representó un avance en esa dirección , a unque insufi c iente (too little, too late, como lo defini ó algún ana li sta ex tranjero) y mu y costoso, debido a que la continuac ión del alza de las tasas de interés ti ende a acrecentar los subsidi os. Es te programa sólo cubre 10% de la cartera ven­c icl a to ta l de los bancos . Se neces itan medidas adi c ionales, in­c luye ndo e l uso de in strume ntos fisca les, que permitan a las empresas liberar liquidez, sobrevivir e n el mercado y re iniciar, así sea le ntame nte, sus programas de ex pansión de la produc­c ión. Se requi ere, as imi s mo, reformar e l s is tema financiero y reforza r sus mecani smos de supe rvisión para ev itar una nueva recaída y para crear las condic iones que permitan, una vez que la recupe rac ión se conso lide , e l financ iamie nto sano de proyec­tos de invers ión produc tivos. (1

22. M ichae l Pon er. La \'enwja co111pe1i1iva d e las naciones, Jav ier Vergan1 Ed it or, Buenos Aires, 1991 .

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Las exportaciones centroamericanas a Estados Unidos, 1990-1994

• • • • • • • • • • RICARDO ZAPATA Y ENRIQUE DUSSEL PETERS •

Desde 1990 la es tructura de las exportaciones de Centro­américa a Estados Unidos ha experimentado cambios es­tructurales muy signifi cati vos. E l objetivo de este trabajo

es destacar la creciente presencia en aq ué llas de los textiles y las prendas confeccionadas. Como se contó con datos desagregados , el análi s is se concen tra en las exportaciones a Estados Unidos durante 1990-1994. 1

El impresionante incremento de las ventas ex ternas de produc­tos textiles y de confección genera nuevos retos y problemas a las políticas comercial e industri al. Además , refleja la forma de inser­ción de los países examinados en el mercado mundial durante los primeros años del decenio de los noventa. Por su importanc ia , la región tendrá que cons iderar este profundo cambio estructural en sus negociaciones comerc iales, en particular con Estados Unidos .

E l análisi s se divide en tres partes. En la primera se muestra la creciente importancia de las exportaciones textiles de Cen­troamérica a Estados Unidos y se examinan algunos aspectos arancelarios y regulatorios que las afec tan. En la segunda se destaca la estructura de las exportac iones de cada uno de los países de la región a la potencia del norte durante 1990-1994, con especial atención al secto r texti 1 y de la confección , del que se se leccionaron los principales productos y se est imaron los precios unitarios relativos. Además, éstos se compararon con los de otros países que compiten en el mercado estadounidense. En la última parte se resumen las principales tende ncias y se hacen algunas consideraciones sobre e l tema .

l . Se utilizaron datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos (Nationa l Trade Data Han k) , con informac ión sobre exporta-

* Jef e de la Unidad de Co111 ercio fnl emacional de la Subsede de la CEPAL en México y profeso r de la Facul!ad de Econo111ía (División de Eslltdios de Posg rado) de la UNAM, respeclivmn enle. Las opinio­nes so11 eslriclaln enle personales. E-111a il: rzapala @ dala.ll el.lllex y dussel @ servidor. una111. 1n.r.

)' ' 1 f ;.

EsTRUCTURA DE LAS EXPORTACIONES DE

CENTROAMÉRI CA A EsTADos UNmos (1990-1994)

Las exportaciones de Centroamérica a Estados Unidos, alre­dedor de 42% de sus ventas en 1992, tu vieron un muy sig­nificativo incremento de 17.3% durante 1990-1994, desta­

cando las de Nicaragua, El Salvador y Honduras , con crecimien­tos de 82, 26.5 y 22.4 por ciento, respectivamente. Cabe seña­lar el cambio en la composición de los envíos. En 1990 los pro­ductos tradicionales (frutas comestibles, cortezas de agrios o me lones , café, azúcar y carnes y despojos comestibles) partici­paban con más de 46% de las exportaciones totales a Estados Unidos , mientras que los textiles y artículos de confección lo hacían con 28 % .2 La estructura exportadora cambió de modo significat ivo , pues en 1994 1os productos tradicionales ya sólo participaban con alrededor de 28 %, mientras que los textiles y de confección lo hacían con 48.9% (véanse los cuadros 1 y 2) .

El Departamento de Comercio no especifica si los datos son de productos suj etos al régimen de maquila. Cabe señalar que la ponderación de estas actividades en el total de las ventas ex­ternas del istmo ha crecido enormemente, hasta 23.6% en 1994.3

De estos datos se desprende que gran parte de las exportaciones de las partidas 6 1 y 62 proviene de las actividades de maquila, aunque no es posible cuantifi carlas. Cabe resaltar que los prin-

ciones e importaciones y sus respectivos volúmenes por país y tipo de producto hasta 8 dígitos, según el Sistema Armonizado.

2. En lo que si gue , textiles y prendas de vestir o artícu los de con­fección se refieren a las partidas 61 (prendas y complementos de ves­tir, de punto) y 62 (prendas y complementos de vestir, excepto los de punto) del Sistema Armon izado.

3. The Flagstaff lnstitute Data Bank, " 806/807/GSP/CB I/OTP/FDP

1991-1994. Data by Country" , Joumal oflhe Flagslaff Inslilule, vol. XIX , nlim. 2, 1995, pp. 209-233.

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330 exportac iones centroamericanas

e u A D R o

CEI'TROA~tÉRt CA : EXPOHTAC tol\ES TOTALES A EsTADOS U-.mos (~ IIL ES DE DÓLARES)

••••••••••••••••••••••••• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Ta sa de

11onto crecimiento Participació n en el total

/990 /991 / 992 /993 1994 1990-/994 / 990 /991 /992 1993 /994

Totn l 2 536 496 2 950 477 3 707 231 4 240 457 4 795 604 17.3 /00.00 100.00 100.00 100.00 /00.00

0 1. A nimales vivos 1 437 577 1 184 1 593 1 66 1 3.7 0.06 0.02 0.03 0.04 0.03

02 . C.o rnes y despojos co me stible s 12 1 728 113 4 18 11 4 196 176 164 158 74 1 6.9 4.80 3.84 3.08 4. 15 3.3 1

03 . Pescados y c ru s táceos y moluscos 139 857 174 783 175 498 19§ 5 13 243 90 1 14 .9 5.51 5.92 4.73 4.63 5.09

04. Leche y produc tos lácteos: huevo de ave 596 428 983 4'0.<).. . 247 - 19.8 0.02 0.0 1 0.03 0.0 1 0.01

05. Los de más productos de or ige n an im a l 102 135 1 407 1 268 5 570 17 1.8 0.04 0.03 0. 12

06. P lantas vivas y productos de la ri o ri cu lt ura 25 044 25 149 29 495 33 182 38 773 11.5 0.99 0.85 0.80 0.78 0.81

07. Legumbres y hortaliza s 47 523 58 OJO 66 693 68 212 8 1 420 14.4 1.87 1.97 1. 80 1.61 1.70

08. Frutas comest ibl es 511 016 523 189 619 786 622 453 637 314 5.7 20.15 17.73 16.72 14.68 13.29

09. Café. té. yerba mate y es pecia~ - 366 500 335 248 356 933 324 360 369 440 0.2 14.45 11.36 9.63 7.65 7.70

10. Cerea les 87 11 2 8 - 44 .9

11. Productos de la mo lin ería: mall a 7 49 427 68 43 57.4 0.0 1

12. Sem illas y frutos o leagi nosos 19 764 18 665 25 504 28 354 29 295 10.3 0.78 0.63 0.69 0.67 0.61

13 . Gomas. resinas y demás jugos y extractos naturales 1 244 1 O'o7 1 4 14 1 8 16 3 587 30.3 0.05 0.03 0.04 0.04 0.07

14. Materias trenzables y demás productos de origen vege tal 167 375 126 49 127 -6.6 0.0 1 0.01

15. Gra sas y acei tes animales o vege tal es 136 437 356 348 548 41.7 0.01 0.0 1 0.0 1 0.0 1 0.0 1

16. Preparaciones de carne, de pescado o c ru stáceos 64 1 218 139 11 165 -28.8 0.03 0.0 1

17. Azúcares y artícul os de confitería 119 369 18 1 189 164 625 134 4 78 11 7 11 4 -0.5 4.7 1 6.14 4.44 3. 17 2.44

18. Cacao y sus preparaciones 5 495 4 594 4 112 4 796 5 639 0.6 0.22 0.16 0. 11 0.11 0. 12

19. Preparaciones a base de ce rea les. almid ón. harina 2 116 1 86 1 2 376 2 249 2 835 7.6 0.08 0.06 0.06 0.05 0.06

20. Preparaciones de legumbres u hortalizas 20 958 19 703 26 860 27 168 30 302 9.7 0.83 0.67 0.72 0.64 0.63

2 1. Preparacio nes alim enti cias diversas 3 26 1 3 625 5 06 1 6 647 6 408 18.4 0. 13 0. 12 0. 14 0.16 0. 13

22. Beb idas. líquidos a lcohólicos y vi nagres 3 145 7 286 18 283 21 727 25 811 69.3 0. 12 0.25 0.49 0.5 1 0.54

23. Re siduos y de sperdicios de las bebidas ali men tarias 7 29 24. Tabaco y s ucedá neos del tabaco e labo rados 29 208 29 -125 45 5 14 57 593 28 8 19 -0.3 1.1 5 1.00 1.23 1.36 0.60

25. Sal. azu fre. ti erras y p ied ras 2 3 16 15 1 97 43 2 - 82.9 0.09 0.0 1

26. Min era les . escoria s y cen izas 1 653 1 5 17 1 952 1 779 1 945 4.2 0.07 0.05 0.05 0.04 0.04

27. Combu stib les minerales. acei tes minerales 23 471 14 656 16 3 15 23 354 16 7 12 -8. 1 0.93 0.50 0.44 0.55 0.35

28. Productos químicos in orgá ni cos 4 85 5 1 2

29. Productos químicos orgá ni cos 5 991 4 273 4 868 5 774 4 777 -5.5 0.24 0. 14 0. 13 0.14 0.10

30. Productos farmacéuticos 2 477 1 670 1 073 1 3 19 1 392 - 13.4 0. 10 0.06 0.03 0.03 0.03

31. Abo nos 3 19

32. Extrac tos curtientes o tintóreos 197 388 446 2 934 1 722 71.9 0.01 0.01 0.0 1 0.07 0.04

33. Acei tes esenciales y re sin oides 2 057 1 83 1 1 503 2 021 2 623 6.3 0.08 0.06 0.04 0.05 0.05

34. Jabones. age ntes de superficie orgánicos 763 366 882 2.729 2.822 38.7 0.03 0.01 0.02 0.06 0.06

35. Ma teria s albuminoideas 88 47 37 10 7 -46.9 0.00

36. Pó lvoras y exp losivos 26 37. Productos fotográf icos o c inema tográficos 45 52 193 428 75.6 0.0 1

38. Productos di ve rsos de la in dustria quími ca 39 1 57 3 924 3 936 3 298 70.4 0.02 0. 11 0.09 0.07

39. Materias plásti cas 19 122 20 62-1 21 913 25 683 26 668 8.7 0.75 0.70 0.59 0.61 0.56

40. Caucho y manufactu ra s de caucho 6 30 1 12 895 15 37 1 5 140 33 682 52. 1 0.25 0.44 0.4 10.59 0.70

4 1. Pi e les (exce pto la pe le ter ía) y c ue ros 2 853 1 985 993 1 392 1 54 1 - 14.3 0. 11 0.07 0.03 0.03 0.03

42. rvlanufacturas de cuero 3 726 5 659 7 686 7 033 10 645 30.0 0.15 0. 19 0.2 1 0.17 0.22

43. Pe letería y confecc iones 5 777 5 536 5 820 6 907 6 188 1.7 0.23 0. 19 0. 16 0.16 0. 13

44. Madera. carbón regera l y manufacturas de madera 22 096 17 616 25 034 29 049 33 720 11.1 0.87 0.60 0.68 0.69 0.70

45. Corcho y sus manufactura s 46. Manufacturas de espartería o cestería 1 1-1 7 1 165 1 591 1 569 .237 1.9 0.05 0.04 0.04 0.04 0.03

47 . Pasta s de madera o de otras materias 48. Papel y ca rtón 13 286 14 3 17 11 027 11 089 12 650 - 1.2 0.52 0.-19 0.30 0.26 0.26

49. Prod uctos editoria les 3262 1 078 663 733 380 -4 1.6 0. 13 0.04 0.02 0.02 0.0 1

50. Seda 9

51. Lana y pelo fino u ordina ri o 3 1 1

52. Algodón 20 -135 21 133 20 229 17 728 21 889 1.7 0.81 0.72 0.55 0.42 0.46

53 . Las demás fibras text il es \'cgeta les 42 107 76

54. Filamentos sintéticos o art ifi ciales 9 564 9 715 10 88 -1 12 222 10 979 3.5 0.38 0.33 0.29 0.29 0.23

55. Fibras sint ét icas o arti fi ciales di scontinuas 2 379 3 017 3 2 12 2 700 1 609 -9.3 0.09 0. 10 0.09 0.06 0.03

56. Guata . fie lt ro y te las sin tejer 8 15 833 8-12 1 68 1 2 970 38.2 0.03 0.03 0.02 0.04 0.06

57. Alfombras y dem<i s revesti mi entos para el sue lo 50 150 20 1 3-17 494 77.3 0.01 0.01 0.01 0.0 1

58. Tejidos espec iales: superfi cies textiles con pelo in se rtad o 1 788 2 -151 2 533 3 962 3 897 2 1.5 0.07 0.08 0.07 0.09 0.08

59. Tej idos im pregnndoo;;. recubi ertos 289 295 977 1 355 985 35.9 0.01 0.01 0.03 0.03 0.02

60. Tejidos de pu nt o 3 287 10 876 13 8-1 8 8 650 8 870 28.2 0. 13 0.37 0.37 0.20 0. 18

61. Prendas y comp lementos de vesti r. de punto 18 1 8 11 29-1 557 502 273 612 947 79-1 896 -14.6 7. 17 9.98 13.55 14.45 16.58

62. Pre ndas y co mplemen tos de ves tir excepto lo1 de punto 550 -1-15 757 26-1 1 065 588 1 3-18 086 1 5-19 777 29.5 21.70 25.67 28.7-1 3 1.79 32 .32

63. Lo~ demás artícu los tex til e'\ confecc ionados 13 692 11 14 5 10 7-1 3 10 184 13 723 0.1 0.5-1 0.38 0.29 0.24 0.29

64. Calzados. polainas. botines y artíc ul os an:ílogos 15 580 13 83 1 8 9-12 16 365 30 052 17 .8 0.6 1 0.47 0.2-1 0.39 0.63

65. Art fc u\ os de sombrerería y ~ u ~ pan~: ~ 7 566 7 978 12 233 10 736 8 85 1 4.0 0.30 0.27 0.33 0.25 0. 18

66. Pnragua:-;. sombrillas. quitaso les. ba s lOn e~ 2-18 196 220 142 1-1 1 - 13.2 0.01 0.0 1 0.01

67. Plum as y plum ón preparados 25 6 10 10 1

68. Manufacturas de piedra.) e~o. ce mento 1 273 1 846 2 -193 1 606 1 5 17 -1.5 0.05 0.06 0.07 0.04 0.03

69. Productos ce rámi cos 3 47-1 -1 119 7 090 -1 555 8 896 26.5 0. 1-1 0. 14 0. 19 0.1 1 0. 19

70. Vidrio y manufac tura s de vidrio 870 280 659 629 787 - 2.5 0.03 0.01 0.02 0.01 0.02

7 1. Pe rlas finas o cu lti vadas 10 656 1 1 788 2.J 576 39 531 68 66 1 59.3 0.-12 0.40 0.66 0.93 1.43

72. Fundición de hie rro y acero 6 1 83 12 10 199 34.-1 -~

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co111 ercio e.rlerior, abri l de 1996 331

Ta .\·a de

Monto cr ec imi t!ll to Participación en el total 1990 1991 1992 1993 1994 /<J<J 0- / 99-1 / 990 1991 /9 92 1993 1994

73. Manufactu ras de fundición. de hi erro o de acero 3 347 3 904 5 356 394 1 .¡ 028 4 .7 0. 13 0.1 3 0. 14 0.09 0.08 74. Cobre y manufactura s de cobre 2 974 3 4-1 1 3 829 4 066 3 205 1.9 0. 12 0.12 0. 10 0. 10 0.07 75. Níquel y manufacturas de níque l 76. A luminio y man ufactu ras de alu minio 9 909 7703 5 069 6 017 6 223 - 11 .0 0.39 0.26 O. I.J 0. 14 0. 13 78. Plo mo y man ufact uras de plomo 27 42 47 20 10 - 22.0 79. Ci nc y manufactura s de c inc 430 239 654 427 432 0.1 0.02 0.01 0.02 0.0 1 0.01 80 . Estaíio y nutnufacturas de es tailo 10 1 12 70 58 55.2 8 1. Los de m[ts metal es co mun es 1 5 49.5 82. Herramient as 99 98 197 293 169 14.3 0.0 1 0.0 1 83. Manufact uras di\·ersas de metal es comunes 1 108 728 958 646 543 - 16.3 0.04 0.02 0.03 0.02 0.0 1 8-1 . Reactores nucleares. ca lderas. m::íquinas 1 036 2 0 16 3 986 6 484 9-193 46.9 0.08 0.07 0 . 11 0. 15 0 .20 85. Máqu in as. apara tos y material e léctri co

y sus pa rtes 69 246 8 1 667 103 890 11 3 366 126 236 16.2 2.73 2.77 2.80 2.67 2.63 86. V ehículos y material pJra vías férreas

o simil ares 106 87. Ve hículos automóvi les. trac tores. ciclos

y demás ve hículos terres tres 949 93 1 22 1 78 937 - 0.3 0.04 0.03 0.0 1 0.02 88. Navegac ión aérea o espacia l -1 15 11 500 95 37 - 45.4 0.02 0.0 1 89. Navegac ión marítima o flu vial 1 732 1 007 1 589 1 035 1 549 - 2.8 0.07 0.03 0.04 0.02 0.03 90. Instrum ent os y aparatos de ópt ica 7 759 9 2 16 13 849 22 139 38 172 48.9 0.3 1 0.3 1 0.37 0 .52 0.80 9 1. Re loje ría 870 3 470 4 963 10 036 2 956 35.8 0.03 0. 12 0. 13 0.24 0.06 92. In strument os musica les 10 18 1 2 - 33. 1 93. Armas y muni ciones. sus pa rt es y accesori os 3 270 266 0 .01 0.01 94. Mueb les 18 929 20 30 1 24 827 34 113 36 54 1 17.9 0.75 0.69 0.67 0 .80 0.76 95. Juguetes. juegos y artículos de recreo 16 184 20 945 22 963 22 7 13 27 398 1-1.1 0.64 0.7 1 0.62 0.54 0.57 96. Manufacturas di ve rsas 2 340 2 956 4 775 6 552 8 190 36.8 0.09 0.10 0. 13 0. 15 0. 17 97. Objetos de art e 334 .¡ 278 124 1 031 737 2 1.9 0.01 0. 14 0.02 0.02 98. Clasificación de prov is iones es pec ia les 25 142 18 127 22 8 18 32 077 29 990 4.5 0.99 0.6 1 0.62 0.76 0.63 99. Prov isión de importaciones espec iales 11 9 10 12 5 15 16 74 1 19 188 18 737 12.0 0.47 0 .42 0 .45 0.45 0 .39

Fuente: Burea u of the Ce nsus (Natio nal Trade Da ta Bank ).

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

cipales productos de ex portac ión regionales parti ciparon de manera muy limitada en las importac iones totales de Estados Unidos en 1990- 1994. Así, ninguno de los productos trad icio­nales supera 0.5 % de aqué ll as ; en cambio, los textiles y las pren­das de vest ir represen tan 5 por ciento. ~

El mercado de los tex tiles y la confección es de los más com­petidos del mundo. En Estados Unidos muchas naciones parti­cipan con productos si mi lares. Las importaciones de este país de la partida 61 (p rendas y complementos de vestir, de punto) representaron 1.74 y 1.85 por ciento de las totales en 1990 y en 1994. Varias naciones as iáti cas (Hong Kong, China y Corea del Sur) han mantenido en conjunto una participación superior a 40% del total de las importac iones de esa partida durante 1990-1994. Sin embargo, aumenta la competencia de varios países de América Latina: los centroamericanos, la Repúbli ca Domin i­cana y México más que duplicaron su participación durante 1990- 1994 (véanse las gráficas 1 y 2)

La participación de las importaciones de la partida 62 (pren­das y com pl ementos de vestir, excepto los de punto) en el total de las de Estados Unidos aumentó de 2.9 a 3. 1 por ciento en 1990-1994. Al igual que en la partida 61, en la 62 predominan varios países as iáti cos (China, Hong Kong y Corea) , con 40% de las importac iones. Tambi én destaca el peso creciente de la Repú­blica Dominicana y Méx ico (véanse las gráficas 3 y 4).

4. En la partida 85 (Máquinas, aparatos y material eléctrico y sus partes ) se reg istra un notable aumento de las exportac iones centroame­ri canas a Estados Un idos, de 2.7 % durante 1990- 1994 . Sin embargo, en el caso el e Cen troaméri ca su monto abso luto y su crecimiento son escasos y mu y inferi ores al ele las partidas 61 y 62 (véase el cuadro 1 ).

En las dos partidas Centroaméri ca más que dupli có su parti ­cipación en el mercado de Estados Unidos en el período seña­lado y compi te directamente co n la Repúbli ca Dominicana, México y China. Otros países , como Panamá, Brasil , Corea del Sur y Hong Kong, la han manteni do relativamente estable o con tendencia a la baja durante el período.

Las regulac iones al intercambio de productos tex tiles y de confección son de las más complejas en el comercio internacio­nal. En Estados Unidos se rigen por las di sposiciones del Acuerdo Multifibras, o sea mediante la fijación de ni veles de acceso garan­tizado (NAG o GAL, por sus siglas en inglés) y, desde 1984, para los países centroamericanos, según la Iniciativa para la Cuen­ca del Caribe (ICC o Caribbean Basin Economic Recovery Act).

En el marco de la ICC se estipula que las importaciones de los países benefici ari os no pagarán arance l si cuentan con un con­tenido regional de al menos 35 % del va lor agregado; de este régimen se exc luyen prod uctos como los tex til es y las prendas de vestir, que es tán sujetos a aranceles, cuotas o a GAL, además del petróleo y productos derivados, azúcar, carne, calzado, bolsas de mano , así co mo relojes y partes de és tos .5

En febrero de 1986, ante la caída de las ex portac iones de los países de la ICC, Estados Unidos es tablec ió los Programas de Acceso Especial (PAE) para productos tex tiles y de confecc ión a fin de ampli ar las cuotas y hacer más fl ex ible el Acuerdo Mul ­tifibras . Además, al amparo ele esos programas se negociaron acuerdos bilaterales con Costa Rica , la República Dom inicana,

5. United S tates International Trade Commiss ion (U SITC) , Harmo­lli ~ed TariffSchedu/e, General Rul es oflnterpretation , General note 7 (el), 1994.

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332 exportac iones centroamericanas

e u A o R o 2

ExPORTA CI ONES DE tos PAísEs CENT IWMI EiliCANos " EsTADOs UNIDos (PORCENTAJES)

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Total 01. A nimales vivos 02. Carnes y despojos comes tibl es 03. Pescados y crustüceos y moluscos 04. Lec he y productos lácteos: huevo de av e 05. Los demás produ ctos de origen ani mal 06. Plant as vivas y productos de la fl ori cultu ra 07. Legu mbres y horta li zas 08 . Frutas comes tib les 09. Café. té. ye rba mat e y especias 1 O. Cerea les 11 . Productos de la molinería: malt a 12. Semill as y frutos oleagi nosos 13. Gomas. res inas y demás jugos y ex tractos na tu rales 14. Materias trenzables y demás productos de ori gen vege ta l 1 S. Grasas y acei tes animales o vegetal es 16. Preparacio nes de ca rne. de pesc ado o cru stáceos 17. Azúcare s y artículos de confi tería 18. Cacao y sus preparaciones 19. Prepara ciones a ba se de ce rea les. almidón. harina 20. Preparaciones de legumbres u hortalizas 2 1. Prepnrac iones alimenticias dive rsas 22. Beb idas . líquidos a lcohóli cos y vinag res 23. Res iduos y despe rdi cios de las beb idas alime nt arias 24. Tabaco y sucedáneos del tabaco e laborados 25. Sal. az ufre. ti e rra s y pied ras 26. Minerales. escori as y ceni zas 27. Combustibl es minerales. acei tes mineral es 28. Productos quím icos inorgánicos 29. Productos quím icos orgá ni cos 30. Productos farmacéuticos 3 1. Abonos 32. Extractos curtient es o tint óreos 33. Ace ite s ese ncial es y res in o ides 34. Jabones. agentes de superfi cie orgá ni cos 35. Materia s albuminoideas 36. Pólvoras y ex plos ivos 37. Productos fotográficos o cinematográfi cos 38. Productos di ve rsos de la indusiria quími ca 39. Materias plásti cas 40. Cauc ho y ma nufaciUras de cau cho 4 1. Pieles (e xce pto la pele tería) y cueros 42 . Manu factu ra s de cuero 43. Peletería y co nfecc iones 44. Madera. ca rbón vegetal y manufacturas de madera 45. Corcho y s us manufactu ras 46. Manufacturas de espartería o cestería 4 7. Pas tas de madera o de otra s materias 48. Pape l y e anón 49. Productos editorial es 50. Seda 5 1. Lana y pelo fino u ordinari o 52. Algodó n 53. Las demás fibra s tex til es ,·ege ta lcs 54. Fi lamen tos sintéti cos o artifi ciales 55. Fibras sintéticas o artificia les discontinuas 56. Guata. fieltro y le las sin tej er 57. Alfo mbras y dem:ls revestimi ent os para el suelo 58. Tejidos especiales : superfi cies text il es co n pelo in sertado 59. Tejidos impregnados. recubiert os 60. Tej idos ele punto 6 1. Prendas y complementos de ves tir. de punto 62. Prendas y co mplementos de vestir. exce pto los de punto 63. Los demás artículos text il es confecc ionados 64 . Ca lzados . po lainas. botines y artícul os a n ~í l ogos

65. Artíc ulos de sombrerería y sus partes üG. Paraguas. ~o 111brill as . quita~u lc ~. l>a~ tum:~

67. Plumas y plumón preparados 68. rv1anufacturas de piedra. yeso . cemen to 69. Productos cer:imi cos 70. Vid ri o y manufacturas de ,·idrio 7 1. Perlas finas o c ulti vada ~

71. Fundi ción el~ hierro y acero 73 . Manufac tura ~ de fundición. de hierro o d~ ace ro

Costa Rica El Sa lvador G uate ma la Honduras Nicaragua 1990 1 1994' TCPA ' /990 ' /99.J ' TCPA ' 1990' 1994 ' TCPA ' /990 ' /994 ' TCPA ' 1990' 1994 ' TCPA '

100.00 / 00.00 /J./ 49.5

4.95 3.30 2.2 4. 17 2.69 1.3

0.32 1.74 1.63 11.2 1.43 2. 12 24.7

22.80 19.35 8.5 4.59 3.58 6.3

0.22 0.09 -9.8 0.0 1 0. 18 111.4

--37.8

0.06 0.0 1 -37 .9 l. 75 1.09 0.5 0.35 0.28 6.9 0. 19 0. 13 3.5 1.40 1. 25 10.0 0.1 1 0.07 2.9 0.27 0.69 .42.9

0.04 - - 70.5

0. 18

0.02 0.09 0.0 1 0.0 1

1.43 0.27 0.24 0.09

0.87

0.78 0.32

0.0 1 84.8

0.0 1 2 19.3 0.04 -20.3

0.07 56.9 0.04 -9. 1 0.01 16.7

- - 53.6

--35.4 0.9 1 1.1 U 7 72.6 0.09 - 12.4 0. 14 26.0

0 .7 1 7.7

53.1

0.47 - 0.4 0.02 - 47.3

/00.00 0.0 1 0. 80 5.23 0.04 0.02 0.03 0.99 1. 26

36.08

1. 90 0.34

3.95

0.05 0.02 0. 14 0. 12

0.01

100.00 0. 16 0.00 3.90 0.0 1 0.03 0.07 0.52 0.42 9.93

0.0 1 0.6 2 0.08

0.04

26.5 129.2

17.50 - 26.1

38.3 53.6

7.9 -3.8 -8 .4 27.8 5 1.6 - 4.3

- 13.0 2.4

2.97 17.8 - - 17.9

0.06 32.0 0.0 1 1 1.3 0. 11 17. 8 2.30 162 .8

1.6

0.0 1

0.02 - - 10.5 0.08 0.02 - 12.7

0. 2 1 0.26 34.5 0.01

- 0.0 1- 0.0 1

0. 12

0.42

1.70

0. 29 332.8

O. 16

0.1 4

0.58 0.01

35.4

-3.3

-3.:\ 86.9

-- 50.83.57 1.97 9.0 0.98

0. 88 0. 11 0.08

0.14 0.03

9.6 1 27.76 0.25 0.50 0.72 0.02

0 . .\ 0 0 .07 1.0.\ 0 .0 1 o 13

0.63 3.9 0.04 - 12.0 0.14 32.2 0.0 1 182. 1 0. 12 8.5 0.06 36.3 0.01 33. 1

12.75 2 1.4 28.54 13.9

0. 16 1.0 0.63 19.9 0 .. 17 - 4.4 0.01 - 13. 2

0.06 299.0 0 .26 9.7 0.0 1 - 22.6 J . .f 7 )J.J.. 0.0 1 .1 2.3 0 .07 - 2.6

0.2 1 0.04 0.02

0.18 6.3 1

16.4 7 2.72 3.29

0.08

0 .02

0. 38

0.0 1 - 49.9 0.02 1.3 0.02 2.\.9

- - 33. 1 - - 36. 1

0. 12 14.0 3 1.26 88.7 .14. 17 5 1.8

1.59 10.6 O. 79 - 1 1.5 0.04

18.9 - - .\7.4

0.02 28. 1

0.08 - 13.9

100.00 / 00.00 0.03 1.13 2.2

12.9 100.00 / 00.00 22.4

5.73 2.30 0.03 0.0 1 0.83 3.65

15.34 23.77

1.6 1

0.02 0.02

9.45 0.00 0.0 1 0. 17 0.23 0.01

28 1.6 0.2 8 -24. 8 5.08

11. 8

- - 53.3

12.70 0.05

0. 78 2.99

12.36 17.70

11.2 0.1 9 7.4 0.39 6.9 32.32 4.9 9.59

1.70 14.6 0.06

0.0 1 - 4. 7 0.02 2 1.6

- 131. 1 4.76 -4.9 0.01 263.7 0.01 11. 7 0.29 28.4 0.35 25.4 0.03 67.4

0.06

2. 12 0.40

1.1 3 0.0 1 0.02

3.66 12.8 9.39 13.5 0.02 - 4.4

0.14 13.3 0. 32 16.7

14.1 8 - 0.4 1.89 - 18.4

0.03 1. 7 0.02 - 9.3

0. 19 -33.3 0.08 - 18.8

0.52 0.8 - - 39.7

0.0 1 7.6

1.87 0.14 0.02 2.89

0.80 -8.7 2.83 1.65 7.0 0.24

- - 3 1.0 0.31 0. 15 2.0 1.30 - 7.5

0.76 0.36 0.05 0.02

0.04 0. 11 0 . 14 0.06 0. 18

0.04 0.23 0.1 3 0.29 0.45 O. 74

- - 62.8 0.35 0 .50 O. 73 0.48

0.02 0.02

0. 17 0.10 0.0 1 0.0 1

- 6.5 - 7.9

157.0 19.9 50.8

80.8 38.5 27.8

23.4 1.8

25.9

- 0. 8 13.3

0.05

0.05

0.0 1 0.67

2.68

0.01 -20.2

0.0 1 - 10.7 0.02 178 .7

0.04 0.03 47.0 0.57 17.7

2. 15 0.01 61.3

1.84 1 1.4

7.0

68.2 - - 25. 5

0.61 0.5 0.86 0. 19 - 16.4 0.26

0.0 1 o 06

0.01 0.05

0.34 4 .90

19.07 0.29 0 . .\J 0.03

0.05 0.03 0.02 0.03

0.05

0.05 56.5 0.04 0.1 0.04 185.7 0.02 63.9 0. 15 48.6

0.6 1 3 1. 2 8.74 30.4

37.38 33.5 0.08 - 18.8 0.28 8. 7 0.0.1 20.6

0.02 - 5.8 0 .. 12 102.4 0.04 26 . .\ 0 .03 9.8

- - 49 .7

0.0 1 0.1 5

0.0.\ 6.45

16.67 0.49 0.03 0 .02

0. 18 0.0 1

0.0 1

0.16

- - 42.0 0.04 - 14. 3

- - 38.5

0.01 - 4.6 25.40 72.4 33.90 46.2

0.04 - .\6. 7 1.03 19U 0. 19 128 .6

0.0 1 0 .0 2 - .\0.9 0.03 54.0

90. 8 2. 4

0. 17 24.6

100.00 / 00.00 82.0 0. 19 0.15 70 .7 0.00 29.83

36.23 26.94 69.0

0. 10

0.84 0.03 1.74 4 19. 1 0. 1 o 1.38 252 .0 0.55

1.09

0.02

48.07 1 o. 72 25. 1

0.08 0. 16 0.05 0.02

2.03 0.33 15.9

0.05 4. 15

0. 13

0.06

0.07 0 .07 83.2 0. 12 0.05 -28.9

0.0 1

0.12 0.5 1 162.8

0.0 1

.\.47 13.59 0.02 0.01

0.02

0 .05

6.64

0.28

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comercio exterior. abri 1 de 1996 333

Costa Ri ca El Sa lvador Gua te m ala Ho nduras Nica ragua t 990' / 994' TCPA ' / 990' /99.¡ ' TCPA ' / 990' /994 ' TCI'A ' 1990' tY9.¡ ' TCI'A ' /990' t99.¡ ' TCPA'

74. Cobre y ma nufact uras de co bre 0.12 0.09 6.4 0. 10 0.03 -8.9 0. 14 0.03 -20. 1 0.04 0.06 29.8 1.44 0.27 19 .4 75. Níq uel y manu fac tu ras de níque l 76. A lu mi nio y manufacturas de alumi nio 0.9 2 0. 18 -24.5 0.08 0.27 7 1.0 0.04 0.08 35.0 0.02 0.03 32.3 0.50 0. 19 42.0 78. Plomo y manufacturas de plomo - - 19.7 79. Cinc y manufac turas de c inc 0.02 0.0 1 - - 46.3 0.04 0.0 1 - 16. 2 1.09 80. Es taiio y manufact ura s de es taño 67.3 8 1. Los dem:'i s me tales com unes 82. He rram ien tas 0.0 1 18.0 0.0 1 0.0 1 44.4 0.0 1 0.00 83. Ma nufac turas di ve rsas de meta les co mun es 0.0 1 - 9.7 0.39 0.07 - 17. 3 0.0 1 - - 29.6 84. Reac tores nuclea re s . ca lderas. máqu in as 0. 19 0.52 45.5 0.0 1 0.05 86.6 0.0 1 0.04 68.8 0.0 1 33.9 0.04 85. Máquina s. aparatos y materia l eléct rico y sus panes 4.45 5.54 19 .4 10.28 5.62 8.7 0.03 169.5 0.05 269. 3 0.0 1 86 . Ve híc ulos y material para vías férreas o simi lares 87. Vehícu los au10móvi les. tractO res, ciclo s

y dem<ÍS ve hículos terres tres 0.04 - - 45 .8 0.02 0.01 - 13.6 0.07 2.52 88. Navegación aérea o espac ia l - 146.6 0.03 0.04 89. Navegac ión maríti ma o flu via l 0.17 0.08 - 6. 1 0.02 90. In strumentos y aparatos de óptica 0.74 2.24 49.1 0. 11 0.21 50.4 0.0 1 - 12.8 84." 91. Re lojería 0.08 0.1 8 38. 1 0.01 - - 23.4 92 . In strumentos musica les 18.9 93. A rm as y mu nic iones. sus partes y accesorio s 0.02 94. Muebles 1. 12 0.73 1.6 0. 12 0.07 11. 1 0.21 0.25 17.3 1. 17 1.91 38.5 0.25 0.04 16.9 95. Jugue tes. juegos y artículos de recreo 0.92 0.95 14 .0 0.48 0. 15 - 5.6 0. 16 0. 35 36.5 0.92 0.58 9. 1 96. Manufacturas di ve rsas 0.03 0.03 17.0 0.04 0.0 1 - 15.7 0.04 0.07 24.6 0.33 0.62 43. 1 97. Objetos de arte 0.0 1 0.03 60.8 0.0 1 0.04 88.0 0.03 0.01 -21.8 0.0 1 - -39.0 0.10 0.0 1 -8 .9 98. C lasi ficac ión de prov isiones es pecia les 0.67 0.75 16. 1 1.11 0. 35 -5. 1 1.39 0.57 - 9.8 0.98 0.69 12.1 0.45 99. Prov isión de import aci ones espec iales 0.47 0.50 14.6 0.40 0 .3 1 18.6 0.7 1 0.45 0.9 0. 12 0. 17 33.6 0.59

l . Part ici pación so bre el tota l. 2. Ta sa de crec im iento promedio anua l. Fue nt e: Burea u of the Ce nsus (N at ional T rade Data Bank).

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • ••••••••••••••••••••••• • • • ••• • • • • • • • •

Guatemala, Haití, Jamaica y Panamá para que, mediante los NAG, aumenta ran sus export ac io nes de ta les produc tos a Es tados Unidos. En es tos ac uerdos se inc luyen prendas de vestir y tex­tiles prev iamente fabricados y co rtados en Estados Unidos que luego se importan en la parti da 9802 .00 .80 15, gravándose só lo el va lor agregado incorporado fue ra de Estados Unidos .6

Estas disposiciones comerc iales y arance lari as tu vieron efec­tos mu y signifi cativos: 7

1) De 1989 a 1993 las principa les exportac iones de países bene fi ciari os de la ICC a Estados Unidos fueron confección y tex­tiles y petróleo y sus deri vados, ambos excluidos de la Iniciati va.

2) Alrededor de 34% de las importaciones que Estados Uni­dos rea liza al amparo de la JCC paga impues tos y ha hab ido au­mento en e l arance l efec ti vo de 1.6% en 1984 a 10.9% en 1993.

3) Las importac iones de tex til es y productos de confecc ión tienen un arance l nominal de alrededor de 20% y uno efecti vo de aprox imadamente 8%.8 El aumento del arancel promedio se debe en parti cul ar al ap li cado a tex til es y productos de confecc ión con te la o fibra ori ginari as de As ia y no cortados en Estados Unidos .

4) Paradój icamente, desde que comenzó a operar e l progra­ma de la ICC el va lor de las importac iones exc luidas de ésta au­me ntaro n de modo signi ficati vo . As í, las ve ntas de los países

6. US ITC, U.S. Impor/s ofTexlilesand Apparel Under th e Multifiber A rrangemenl, Washington, 1994, e lmpacl of th e Ca ribbean Basin Economic Recovery Act , Was hin g to n, 1995.

7. US ITC, lmpact ... , o p. cit .. y CEPA L, U. S. Barriers lo Latín Ameri­can and Ca ribbean E.rpo rts 1994 (LC/WAS/L.28) , Washing ton, 14 de abril de 1995.

8 . En fo rma simil ar, las exportac io nes de prod uc tos tex ti les y de ves tir latinoamericanas a Estados Unidos e n 1994 también pagaron los más altos arance les , de 20.69%, muy superiores a la m ed ia arancela­ri a (6.7 %) y de la mayo ría de lo s p rod uctos. CEPA L, op .cit.

benefi ciari os con productos exclui dos crec ieron de 3 100 millo­nes de dólares en 1985 a4 963 mi llones en 1993 , 45.8 y 49.2 por c iento de l to tal de sus exportac iones , respec ti va mente.

5) En las importac iones totales de los países beneficiados por la ICC los tex til es aumentaron de 5 11 millones de dó lares en 1984 a 3 633 millones en 1993 y el petróleo y sus deri vados disminuyeron de 4 215 a 1 288 millones. Así, aquéllos representan 73.2% del valor de los productos exc luidos por la ICC en 1993 y 48.9% de l total de las ven tas ex ternas centroameri canas a Estados Unidos.

6) Las ex portac iones de los países del istmo a Estados Uni­dos pagaron en 1994 e l mayor arancel ad va lórem de los países de América Latina, excepto Santa Lucía, San Vicente y las Gra­nadinas y las islas M alvinas. Esto por los altos aranceles apli ­cados a las partidas 6 1 y 62 . Resa lta que, por un lado, los envíos latinoamericanos en estos rubros pagan, con pocas excepciones, e l mayor arancel sobre sus exportac iones totales; por otro, los centroameri canos tienen un arancel mucho mayo r que el de l pro­medio ponderado latinoameri cano para 1994, de 8. 15 y 8.49 por c iento, para las partidas 6 1 y 62 , respec ti vamente. Así, México pagó 2.84 y 5.82 por ciento de arance l efectivo ad valórem, y E l Salvador, en cambio, 10.35 y 11 .43 por c iento. Por otro lado, varios países latinoamericanos se enfrentaron a arance les efec­ti vos mu y superiores (véase el cuad ro 3).

7) Los as pectos señalados en e l párrafo anterior son más sig­ni ficati vos si se considera que en 1994 el monto de los m·ance­les recaudados por Es tados Unidos a los pa íses centroameri ca­nos prov ino en su mayo r parte de las partidas 6 1 y 62: 93.3 % de Costa Rica, 92.2% de El Salvador, 95.7% de G uatemala, 98.8% de Honduras y 98.8 % de Nicarag ua. Para las nac iones latino­americanas es te coefic iente só lo ll ega a 20.7 por ciento.

Es tos datos deberán ser de gran re levanc ia en las futuras ne­goc iac iones en materi a de comercio y de condic iones de acceso

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334

G R Á F e

EsTA llOS UN ID os: I ~ II'O inA C I ONES DE LA PARTIDA 61 EN 1990 (PORCENTAJES)

A

•••••••••••••••••••••••••••••••

Cent roamérica 2

Otros 47

República Dominicana

2

Italia 3

Méx ico 1

Brasil 1 Corea

JI

Hong Kong

20

Ch ina 13

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

a Estados Un idos. En enero de 1995 se presentó una propuesta que merece particul ar atención . La ICC plantea extender a los países beneficiarios un tratamiento en materia de aranceles y de cuotas o contingentes equi valente al que Estados Unidos otor­ga a los miembros del TLCAN, en parti cular en los productos texti­les y prendas de vestir, calzado , bol sas de mano, artículos de viaje, petróleo y derivados y algun os relojes y partes de la industria reloj era. Estos cambios podrían ser de gran importancia para los dos primeros, aunque no es seguro que se acepte esta propuesta .9

EvOLUC IÓN DE LAS EXPORTACIONES CENTIWAMERlCANAS

A EsTADos UNmos, 1990-1994

e omo se destacó, el mayor aumento de las exportaciones cen­troamericanas a Estados Unidos de 1990 a 1994 correspon­di ó a las partidas 6 1 y 62 .10 El precio unitario relati vo de

es tos productos, calcul ado como el coeficiente de va lor/volu­men de cada uno, es un indicador importante ya que la mayor desagregac ión (ocho dígitos del Sistema Armonizado) y homo­geneidad de l producto permite comparar los de va ri as naciones. Las diferencias en dicho precio manifi es tan va riaciones en el valor agregado de un mi smo producto; as imi smo, se vinculan a la organi zac ión industrial , la cal idad de los productos, los en­cadenamientos mercan ti les globales entre naciones y empresas, víncu los hi stóri cos y culturales con otros países , mayor ce rti ­dumbre en cuanto a producc ión de calidad y tiempo, etcétera .11

9. Es posib le que en el caso de productos tex tiles y prendas de vest ir no haya cambios signifi cati vos a las regulaciones en la Iniciati va para la Cuenca del Caribe. Las dispos iciones ele ésta ya cuentan con acce­so conforme a la leg islación estadounidense sobre maquila. Por otro lado. se prevé la posibi 1 ida el ele establecer cupos arance lari os para pro­ductos que no cumpl an con las reg las de ori gen del TLCAN medi ante mecani smos parec idos a los Programas ele Acceso Especia l.

1 O. Para el análi sis desagregado a ocho clígi tos del Sistema Armo­nizado só lo se contó con in formación hasta se ptiembre de 1994 .

11 . Ga ry Gereffi y M. Korzenie wicz. "Commoclit y Chai ns and Footwear Expons in the Sem iperiphery" . en Will iam G. Mart in (ecl. ).

exportac iones centroameri canas

G R Á F e

EsTA Dos UNmos: I ~IPOI!TA CIONES DE LA P.·IRTIDA 61 EN 1994 (POI!CE NTAJES)

A 2

• ••••••••••••••••••••••••••••••

Otros 4 1

Centroaméri ca 7

Ital ia 2

Repúb lica Domi nicana 4 México

Hong Kong 18

5 Brasil 1

Corea 7

China 15

•••••••••••••••••••••••••••••••

Costa Rica

En 1994 Costa Rica concentró 34.3 % del total de las exporta­ciones ce ntroamericanas a Estados Unidos. Sus envíos crec ie­ron a una tasa promedio anual de 13 . 1 %, inferi or a la de la re­gión, de 17.3% (véase el cuadro 1 ).

Destacan la decrec iente parti cipac ión de sus principal es ex­portaciones tradicionales (por rubro de dos dígitos , carnes y des­pojos comestibles; pescados y cru stáceos y moluscos y otros invertebrados; frutas comestibles, cortezas de agrios o de me­lones ; café y azúcar) y el significativo aumento de otros produc­tos (tex til es y confección; máquinas , aparatos y material eléc­tri co, e in strumentos y aparatos de ópt ica). La participación de los primeros di sminuyó de 38.5 % del tota l de las ex portac iones a Estados Unidos en 1990 a 30% en 1994; la de los segundos se incrementó de 42.6 a 49.7 por ciento. Las partidas 61 y 62 - con una tasa de crec imiento promedio an ual muy superior a la del total de la economía de 1990 a 1994 y un aumento en su partici­pación de l 37.4 a 41.3 por ciento- fu eron las que más influye­ron en este cambio en las exportac iones.

A mayor desag regac ión, los prin ci pales cinco productos de la partida 6 1 aumentaron su participación en los envíos al ex te­rior de 44.7 % en 1990 a 67.5 % en 1994 y los de la partida 62 de 59.7 a 72.5 por ciento. Sa lvo la fracc ión 6 1082200 (bragas de fibras sintéti cas o artifi ciales), predomin an artícul os tex til es y de ves tir de algodón. Los precios unitari os re lati vos de los prin­cipales productos de ex portac ión presentan una tendencia al alza, aunque con va lores muy in feriores a los de Brasil , México, Corea. Hong Kong e inclu so China (véase e l cuadro 4 ). Los prod uctos comprendidos en las fracc iones 6 109 1000 (T-sh irls y cami se­tas de punto) y 62052020 (cami sas de algodón para hombres o niños) son los únicos en los que dicho precio es muy superi or al de l total ele las importac iones de Estados Unidos y al ele otros países examinados.

Semiperiph eral Swres in rh e \Vorld Econ oml'. Gree nwoocl Press . Wes tport. 1990. pp. 45-68 . y Comm ndin · Chain s and Global Ca ­p iwlism. Praege r. Westport. 1994.

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comercio exrerior. ab ril de 1996

G R Á F e A 3

EsTA Do s UN m us : IMI'UIHA CIO NES UE LA I'A itTIUA 62 EN 1990 (PO II CEI\TAJES)

•••••••••••••••••••••••••••••••

O tros 40

República Centroaméri ca Dominicana

4 4

Italia

4 Hong Kong

17

Méx ico 4

Bras il 1 Corea

10

China 16

•••••••••••••••••••• • ••••••••• •

El Salvador

En 1994 El Salvador rea lizó 12.6% de las exportac iones centro­amer icanas a Estados Unidos. Su din ámi ca export adora fue signifi cati vamente superi or a la de la reg ión, con una tasa de crecimiento promedio anual de 26 .5% durante 1990-1 994.

A este país centroamericano corresponde el cambio más sig­ni ficati vo en su estructura de exportac iones a Estados Unidos de 1990 a 1994. Los e nvíos de los productos tradic ionales más importantes (pescados y crustáceos y mo luscos y otros in ver­tebrados, café, azúcar y algodón) crecieron mucho me nos que los de los demás y, en consecuencia, su parti cipac ión en e l tota l dec linó de 48.8 a 18.8 por ciento durante 1990-1 994. Por e l con­trario, en este período los principales productos no tradic iona­les ( tex til es y productos de confecc ión, as í co mo máquin as, aparatos y materi al eléc tri co) aumentaron su contribución 29.5 a 7 1 por ciento . Sin duda, este profundo cambio en la estructu ­ra de las exportaciones salvadoreñas se puede atribuir a las par­tidas 6 1 y 62, con una tasa de creci miento pro medio de 88 .7 y S 1.8 por c iento anual durante 1990-1 994 . Ambas aporta ron 65.4% de los envíos totales a Estados Unidos en 1994. En con­traste, la partida máquinas, aparatos y material eléctrico di sminu­yó de modo notable su parti c ipac ión, pues su crec imiento fue de só lo 8.7% en e l lapso de referencia (véanse los cuadros 1 y 2) .

En las partidas 61 y 62 aumentó la importancia de los produc­tos de algodón, particul armente t- shirts , suéteres , pantalones y bragas . Los principales c inco productos de exportac ión de es­tas partidas e levaron su parti c ipac ión de 42.4 y 40 .8 por c iento en 1990 a 65 .9 y 50 .6 por c iento en 1994. Aunque han incre­mentado su penetrac ión en e l mercado de Estados Unidos, ésta aú n es relati vamente baj a.

Los precios unitarios re lativos de los principales productos de exportac ión de El Salvador a Estados Unidos aumentaro n de 1990- 1994 en mucha menor medida que los de otros países ana­li zados . Excepto la fracc ión 6 1082 100 (bragas de a lgodón), los productos sa lvadoreños presentan ampli as brechas con los pro­ductos mex icanos, itali anos y asiáti cos .

G R Á F e

E s TADos U NIDos : I ~IPO IITA C I O NES DE LA PART IIlA 62 EN 1994 ( I'O RC EI\ TAJ ES)

335

A 4

• •••••••••••••••••••••••••••••• República Dominicana

Cent roamérica 6 Méx ico

Hong Kong 12

8 7

• •••••••••••••••••••••••••••• ••

e u A o R o 3

EsTAuos UN IDos : TA III FA S EFECTIVA S AD VA Ló RDI Y I' ART ICII' ACióN DE LAS

I'A II TIDA S 6 1 Y 62, 1994 ( I'A ÍSES SELECCIO NADOS)

• ••••••••••••••••••••••••••• • •• T a rifa efectiva Participación de

Tora l Parrida 6 / Parrilla 62 partidas 61 y 62'

Grupo And ino 0 .99 Bo li via 0 .82 19. 14 14 .6 1 95.07 Co lombi a 1.66 13.89 7.54 72.77 Ec uador 0.4 1 18.42 17.35 27.28 Pe rú 3. 13 19.97 16.8 1 84.96 Ve nezuela 0 .65 17.97 11 .87 0.40

Me rcos ur 4. 05 A rgentin a 1.77 18.87 10 .37 0.46 Brasil 4 .5 1 19 .90 15 .22 7. 17 Parag uay 0.5 0 8.64 53. 1 o Uruguay 3.86 16.9 1 17.2 1 29.34

MCCA 5.04 Cos ta Rica 3.34 6.37 8.09 93.32 El Sa lvador 7.74 10. 35 11 .43 92.26 Gu ate mala 5.74 14.3 1 11 .35 95 .74 Hond uras 5.62 11 .48 7 .79 98.83 Nicaragua 2.68 18. 17 14.87 98.82

Ca ri com 1.78

Otros países benefi ciarios de la Iniciati va de la Cue nca de l Cari be

Repúb lica Domini ca na 4.42 8 . 10 8 .00 90 .76 Panamá 1.89 15 .49 14 . 11 95.46

O tros Méx ico 3.64 2.84 5.82 5. 00 Chile 1.40 13.32 17.22 16.92

A mérica Larina 2. 72 8. 15 8.49 20.77

a. Parti c ipac ión de los arance les pagados en es tas pa rt idas sobre los arance les to tales. Fuente: e laborac ión pro pia con base en datos de l Depart amento de Comerc io de Es tados Uni dos.

• ••••••••••••••••••••••••••••••

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336

e u A D R o 4

CENTROAMÉRICA: PREC IO UN ITARIO RELAT IVO DE LOS PRI NCII',\LES

PRODUCTos DE EXPORTACióN A EsTADos UNIDos EN LAS PARTIDAS 61 Y 62" (PRECIO UNITARIO RELATI VO TOTAL DE LAS IMPORTACIONES IJE ESTADOS

UNIIlOS = lOO)

•••••••••••••••••••••••••••••••

Costa Rica 1990 199 1 1992 1993 1994

El Salvador 1990 199 1 1992 1993 1994

Guatema la 1990 199 1 1992 1993 1994

Honduras 1990 1991 1992 1993 1994

Nicaragua 1990 199 1 1992 1993 1994

Pa namá 1990 199 1 1992 1993 1994

Brasil 1990 199 1 1992 1993 1994

Mé xico 1990 199 1 1992 1993 1994

Italia 1990 199 1 1992 1993 1994

China 1990 199 1 1992 1993 1994

Partida 61 Partida 62 6106/000 62052020 Camisas.

blusas para nllljere.< 61082100 o nilias. Bragas

de a/godó11 de a/godó11

68 77 78 8 1 92

32 100 75

102 82

52 75 68 91 76

59 69 70 78 77

71

69 89

101 84 55

67 75 66 73 65

73 90 78 80 82

362 273 315 399 28 1

87 63 8 1 82

118

89 83 93 91 82

94 101 93 91

51

89 77 71

155 11 6 11 3 125 98

11 7 108

75 11 7 111 122 11 7

124 144 12 1 75

16 1

101 93 99

109 93

125 354 373 465 809

102 149 172 14 1 174

6/091000 61102020 Camisas de

algodón T-!ihirts

y camisews de punto

101 139 127 120 144

59 83

100 8 1 80

79 82

101 77 64

86 80 84 85 76

45 90

124

63 8 1 97 76 53

89 179 129 13 1 145

69 83 94

105 95

366 519 574 6RI 562

68 59 57 63 70

SuétPrPs, fl2034240 para

jerseis Pantalones, hombres o de algodón de algodón nilios

64 68 67 62 64

41 47 58 65 57

43 60 6 1 70 69

72 70 72 72 76

79

57 72 85 44 30

83 60 52 53 74

6 1 68 67 70 87

282 3 17 303 3 15 299

104 97

11 4 129 14 3

95 94 93 97 97

42 38 39 43 53

67 74 74 80 90

52 62 76 85 86

59 74 70 88

62 57 62 63 65

111 11 4 11 8 11 2 123

9 1 98

102 103 103

39 1 445 424 393 424

110 102 97

102 93

96 102 105 107 11 3

56 52 70 58 64

65 64 72 72 83

94 100

· l OO 92

102

136

54 60

88 96 85 86 94

76 99 98

124 136

11 0 84 87 98 98

490 484 466 40 1 419

86 83 86 94 93

ex portac iones centroamericanas

Par tid a 61 61061000 Camisas.

blusas ¡wra mujeres 6/082100 o niiias. Braga;.;

de algodán de alxodón

Corea del Sur 1990 142 199 1 137 1992 152 1993 177 1994 179

Hong Kong 1990 167 199 1 168 1992 175 1993 160 1994 148

222 184 199 190 218

106 116 127 132 136

6/091000 T-shirts

y camisews t/(• fJll ll iO

111 151 167 207 198

104 110 12 1 137 132

6/102020

Partida 62 62052020

Camisas de a/godó11

Suéteres. 62034240 para jerseis Panralones. hombres o

de algodón tle algodón nilios

163 153 15 7 152 169

177 178 192 197 195

160 161 145 142 130

139 142 135 136 123

109 106 103 109 11 5

127 132 143 144 147

a. Sólo se presenta el prec io unitari o relat ivo del pr incipal producto de ex portación a Estados Unidos de las part idas 6 1 y 62 de cada país ce ntroamericano. Fuente: Cálculos con base en Bureau of the Census (Nati onal Trade Dala Bank ).

•••••••••••••••••••••••••••••••

Guatemala

De las exportac iones totales de Centroamérica a Estados Uni­dos, Guatemala participó en 1994 con 26.7 % y presentó, al igual que Costa Rica , una dinámica exportadora sensiblemente infe­rior a la de la región , con una tasa de crecimiento promedio anual de 12.9% durante 1990- 1994.

Al igual que e n e l resto de los países del istmo, en las expor­taciones guatemaltecas a Estados Un idos la contri bución de los productos tradicionales (carnes y despojos comestibles; pesca­dos y crustáceos y moluscos y otros invertebrados ; legumbres y hortalizas; frutas comestibles; cortezas de agrios o de melones; café, azúcar y combustibles minerales, aceites minerales) en e l total exportado a aquel país cayó de 63. 1% e n 1990 a 42.4% en 1994.

En contraste, los productos textiles y de confecc ión incremen­taron su part ic ipación de 23.9 a 46.1 por ciento en el mismo pe­ríodo. Con excepción de las partidas 61 y 62, las exportaciones no tradic iona les no tuvie ron variaciones s ignificativas (véase e l c uadro 2) .

Entre los pr incipa les bienes de las partidas 61 y 62 que se exportan a Estados Unidos destaca la crec iente importancia de los productos de a lgodón y la mínima presencia de aquéllos en e l mercado de Estados Unidos , exceptuando la fracc ión 61161 O 13 (guantes y s imilares, impregnados, recubiertos). Al igual que en los casos ele Costa Rica y El Sa lvador, la participa­c ión de los cinco productos principales de las partidas 6 1 y 62 se incrementó ele 60 y 54.7 por c iento en 1990 a 73.2 y 56.4 por c ie nto en 1994.

La fracción 6 11 02020 (s uéte res y jerse is ele algodón) tuvo una notab le evo luc ión de 1990 a 1994 y participa con 37.5 % de las ex portaciones el e la partida 61.

Los precios unitarios de los principa les productos de expor­tació n de las partidas 6 1 y 62 ele Guatemala a Es tados Unidos durante 1990- 1994 son e n ge neral mu y in feriores a los de Italia y los países asiáti cos.

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comercio exterior, abril de 1996

Honduras

En 1994las exportaciones de Honduras participaron con 22 .7% de las totales centroamericanas a Estados Unidos y su dinamis­mo fue superior al de las de la región , con una tasa de crecimiento promedio anual de 22.4% de 1990 a 1994. Tales envíos se ca­racterizan por estar más concentrados que los del resto de la re­gión y por el aumento de los correspondientes a las partidas 61 y 62. Las principales exportaciones tradicionales (carnes y des­pojos comestibles; pescados y crustáceos y moluscos y otros in­vertebrados; frutas comestibles; cortezas de agrios o de melo­nes; café, azúcar y tabaco) decrecieron de modo significativo en términos absolutos 12 y relativos , por lo que su participación en las exportaciones totales a Estados Unidos disminuyó de 65.3% en 1990 a 30.9% en 1994. Por el contrario, las principa­les exportaciones no tradicionales (textiles y confección y mue­bles) la incrementaron de 24.2% en 1990 a 61.2% en 1994. A las partidas 61 y 62 correspondió la mayor parte de este aumento de las exportaciones no tradicionales, con una tasa de crecimiento promedio anual de 72.4 y 46.2 por ciento durante 1990-1994, respectivamente , y acumularon 59.3 % de las exportaciones to­tales en 1994 (véase el cuadro 2).

Con la excepción de la partida 62053020 (camisas para hom­bres o niños , de fibras sintéticas o artificiales), los cinco produc­tos principales de exportación de las partidas 61 y 62 son de al­godón. Asimismo, revelan una creciente concentración, mayor que en el resto de los países centroamericanos. Los de la parti­da 61 aumentaron su participación de 70.8% en 1990 a 73.3% en 1994 y los de la 62 de 68.9 a 74.7 por ciento.

Los precios unitarios relativos de tales productos fueron me­nores que los de las importaciones totales de Estados Unidos y mostraron una generalizada estabilidad e incluso tendencia a la baja. Sólo los de dos (fracciones 61082100 y 62052020) fueron superiores a los de México; resalta la significativa diferencia con Italia, los países asiáticos e incluso con China (véase el cuadro 4).

Nicaragua

Estados Unidos impuso a Nicaragua un bloqueo comercial du­rante la mayor parte del decenio de los ochenta, por lo que en el período 1990-1994 el crecimiento de las exportaciones nicara­güenses fue muy alto debido al bajo monto inicial , con una tasa decrecimiento promedio anual de 82% durante 1990-1994 y una participación de 3.4% de las ventas externas totales centroame­ricanas a Estados Unidos en 1994.

Los factores mencionados tal vez provocaron que, a diferen­cia de otros países del área, no hubiera un cambio tan importante en la estructura de las exportaciones nicaragüenses a Estados U ni­dos. Los envíos de los principales productos tradicionales (car­nes y despojos comestibles; pescados y crustáceos y moluscos y otros invertebrados acuáticos ; café, azúcar y combustibles, mine-

12. A diferencia de los otros países analizados , en Honduras varias exportaciones tradicionales di sminuyeron en términos absolutos. Los casos más noto rios so n frutas comestibles; corte zas de agrios o de melones; café y azúcar (véase el cuadro 2) .

337

rales, aceites minerales) mantuvieron su relativamente alta partici­pación en el total de 88.4% en 1990 y 67.4% en 1994. Sin embargo, en éstas destaca el aumento del rubro de carnes y despojos comesti­bles y la relativa caída de los de azúcar y pescados y crustáceos y moluscos y otros invertebrados. Los no tradicionales (text il es y productos de confección y perlas finas o cultivadas) participaron con 23.7% en 1994. Las exportaciones de tex til es y productos ele confección han incrementado su aporte , aunque en un rango muy inferior al del resto de los países centroamericanos.

Los principales productos ni caragüenses de ex portación a Estados Unidos tuvieron grandes va riaciones de 1990 a 1994, en particular debido a los bajos montos remitidos. Des taca la especialización prácticamente total en productos tex tiles y de confección de algodón . Los envíos ele Nicaragua no sobrepa­san en ninguna partida 1% en el mercado de Estados Unidos.

CoNCLUSIONES

Aunque preliminares , los resultados ev idenc ian varias ten­dencias que podrían ser de gran importancia para el comer­cio de Centroamérica. Hubo un notable aumento de las ex­

portaciones de productos textiles y de confecc ión a Estados U ni­dos en 1990-1994. Estos rubros participaron en 1994 con 48.9% de las exportaciones totales de Centroamérica y en el caso de El Salvador fueron mayores a 65 % . En consecuencia, las de pro­ductos tradicionales del istmo -carnes y despojos comestibles; azúcar; café y frutas comestibles; cortezas de agrios o de melo­nes, según el país ele que se trate- redujeron ele manera relati­va, y en algunos casos absoluta, su participación en las expor­taciones totales. Este cambio estructural de las exportaciones centroamericanas implica un a nueva forma ele inserción en el mercado mundial. Habría que examinar las políticas comerc iales e industriales que han adoptado los países de la región.

Sobresale la creciente concentración ele las exportaciones en las partidas 61 y 62, sobre todo en artículos de a lgodón. El mer­cado de productos textiles y de confección en Estados Unidos destaca por la competencia, que enfrenta tanto a los países centro­americanos como a los latinoameri canos y asiáticos.

Los precios unitarios relativos de los principales productos de exportación de los países del istmo están muy por debajo de los respectivos del total de las importac iones de Estados Uni­dos , en particular de las procedentes de Italia y los países asiá­ticos. Sin embargo, en algunos bienes la brecha es menor con México y Bras il. Parece que Centroamérica compite principal­mente con bajos precios unitarios re lativos ("competitividad espuria o temporal"), por lo que convendría rev isar las condicio­nes comerciales e industriales en los países que la constituyen.

Asimismo, los resultados indican la importanci a de la reci­procidad comercial de los países centroamericanos, en particular con Estados Unidos en torno a la ICC, ya que gran parte de las exportaciones centroamericanas, sobre todo textiles y artículos de confección, carecen de los beneficios preferencial es e incluso pagan aranceles muy superio res a los de varios países latinoa­mericanos. Este aspecto debe tratarse en futuras negoc iac iones entre ambas partes, pues son de primordial importancia en el comercio exterior de Centroamérica. (i

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recuento (D acional • • • • • • • • • •

ASUNTOS GENERALES

Se abate el déficit en cuenta corriente

El Banco de México dio a conocer el5 de mar­zo que la cuenta corriente de la balanza de pagos registró en 1995 un déficit de 654 mi­llones de dólares. en contraste con el de 29 419 millones de 1994. La institución central señaló que en el lo fueron determinantes los vuelcos de la balanza comercial, con un supe­rávit de 7 088 millones de dólares, y en la de servicios no factoriales , con un saldo favora ­ble de 1 24 1 millones de dólares (tras reg1strar un défici t de 1 955 mi llones en 1 994).

Leve aumento del empleo

Con base en la Encuesta Nacional de Em­pleo, el 18 de marzo eiiNEGI informó que el desempleo ab ierto descendió de 6.4% de la PEA en enero último a 6.3% en febrero . La tasa de desocupación parcial , que conside­ra a los desocupados y a quienes laboran menos de 35 horas por semana. se redujo de 9.1 a 8.8 por ciento. Oías antes se notificó que el número de afi liados al IMSS aumen­tó 1.13% en febrero respecto al mes ante­rior , con el registro adicional de 95 7 42 tra­bajadores: 60% de la industria. 21.3% de los servicios , 12.9% de tiendas departa­mentales y 5.8% de agroindustrias .

Suben el sa lario mínimo y la tortilla

El 22 de marzo el gobierno federal y los sec-

lores firmantes de la Alianza para la Recupe­ración Económica acordaron un aumento de 12% en el salario mínimo general a partir del 1 de abril : en la zona A pasó de 20. 15 a 22.60 pesos diarios, en la B sub ió a 20.95 y en la e a 19.05 pesos diarios . Además se acordó un aumento de 27.3% en el precio del kilogramo de tortilla en el Distrito Federal que, al igual que en el resto del país . costará 1.40 pesos. También se confirmaron los incrementos en energéticos - gasolina , gas y energía eléctri­ca- previstos a fines de octubre.

Inflación de 2.2% en marzo

El Banco de México informó el9 de abril que los precios al consumidor subieron 2.2% en marzo, con lo cual la inflación acumulada en el primer trimestre de 1996 ascendió a 8.4% y la anual izada a 43.8%. En el índice nacional de precios del productor , sin inclui r el petró­leo de exportación . los aumentos fueron de 2.3, 5. 7 y 49.9 por ciento, respectivamente.

SECTOR INDUSTRIAL

Avance de la actividad maquiladora

En 1995 el valor agregado de la industria ma­quiladora de exportación tuvo un crecimiento real de 10% frente a 1 994; su empleo aumen­tó 9.8%. informó eiiNEGI el 4 de marzo. Los estados con mayores proporciones de per­sonal ocupado son Chihuahua (29 .2% en to­tal) , Baja California (20 7%), Tamaulipas ( 18.2%). Coal1uila (8 7%) y Sonora (8. 1 %).

ENERGÉTICOS Y PETROOUÍMICA

Datos sobre reservas del crudo

Según la Memoria de Labores de Pemex pre­sentada el18 de marzo, en 1995 1as reservas probadas de petróleo crudo descendieron 1 .8% al sumar 62 058 mi llones de barri les. Con ello, las reservas disminuyeron a un rit­mo promed io anual de 1.1% durante los úl ­timos cinco años.

COMERCIO INTERIOR

Alza de 50% en la leche subsidiada

La Comisión Gasto-Financ iamien to del go­bierno federal y el consejo de administración de Liconsa acordaron el 26 de marzo incre­mentar de 0.80 a 1 .20 pesos el p recio por li­tro de la leche subsi d iada para famil ias de escasos recursos. Se est ima que se entre­gan unos 3.6 mi llones de litros diarios en todo el país por medio de 7 300 lecherías .

COMERCIO EXTERIOR

Nuevas decisiones antidumping

Los días 7 y 8 de marzo se publicaron en el o. o. las siguientes resoluciones de la Seco ti :

• Se impone una cuota compensatoria definitiva a las importaciones de varil la co­rrugada provenientes de la empresa estado­unidense Chaparral Steel . Se declara con­cluida la investigación sobre subvenciones

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co111ercio e.rf erior. abri 1 ele 1996

en el trigo importado de Canadá y Estados Unidos. El gobierno canadiense se compro­metió a retirar dichas subvenciones, mien­tras que el estadounidense comunicó que la venta del grano bajo el Programa de Promo­ción de la Exportación se suspendió desde febrero de 1994.

• Se confirma la cuota compensatoria de­finitiva de 16% impuesta en mayo de 1992 a las importaciones de almidón modificado tipo catiónico marca amilofax 2200 y el resto de los almidones modificados proven ientes de la papa y que no estén proge latinizados. Los importadores deberán acreditar que el almi­dón referido proviene de una empresa d istin­ta a Avebe, del reino de los Países Bajos.

• Se avisa que es improcedente la revi­sión d e cuota compensator ia definitiva para importac iones de aceros planos recubiertos (promovida por el U.S. Steel Group y la ln­land Steel Co.) y las de aceros planos recu­b iertos (demandada por el U .S. Stee l Group y la Bethlehem Steel Corp.); en ambos casos se desistieron las empresas estadouniden­ses solicitantes.

Aumentan 30% los envíos de cerveza a Estados Unidos

El 15 de marzo el Instituto de la Cerveza de Estados Unidos reve ló que en 1995 las ex­portac ione s ce rvece ras de Méx ico a ese país crec ieron 30% frente al año anterior. Los envíos de la bebida mexicana a ese merca­do sumaron 268 mi llones de litros, sólo supe­rados por los de Canadá (312 mil lones) y los Países Bajos (306 mil lones de litros)

Acuerdo bilateral sobre certificación de llantas

El gobierno de Estados Unidos anunció el18 de marzo un acuerdo con México que pone fin al diferendo bilatera l sobre el comercio de llantas. El convenio permite evitar duplicida­des en el proceso de certificac ión de expor­taciones y estab lecer estándare s comparti ­dos en materia de fun cionalidad y seguridad de dichos productos.

Superáv it comercial en aumento

En un informe pre liminar la SHCP dio a cono­cer el 21 de marzo que en el primer bimestre del año las exportaciones de mercancías sumaron 14 505 mi llones de dólares, 21% más que en igual período del año anterior , y las importaciones crec ieron 11 .9% al ascen­der a 13 239 mi llones . Con ello se obtuvo un superávit de 1 266millones, muy superior al de 163 millones de dólares registrado en los dos primeros meses de 1995.

Crecen 78% las exportac iones a América del Sur

En 19951as exportaciones de México a Amé­rica del Sur ascendieron a 2 900 millones de dólares, 78% más que en el año anterior, in­formó el Banco de México el 25 de marzo. Los mayores incrementos se regist raron en los envíos a Brasil (113%) , Chile (140%) y Vene­zuela (119%). En cambio, las importaciones proveni en tes de esa región descendi eron 32% al sumar 1 760 millones , con lo cua l se pasó de un déficit de 957 mil lones en 1994 a un su perávit de 1 144 millones en 1995.

Modificaciones a anexos del TLCAN

El 27 de marzo la Secofi dio a conocer el cua­dro 308. 1.1 del anexo 308. 1 y el anexo 403 .1 de l TLCAN , con modif icac iones al Sistema Armon izado de Designación y Codificación de las Mercancías para asegurar su ap li ca­ción uniforme y reubic ar mercanc ías mal agrupadas correspondientes a los sec tores de automotores y bienes de procesamiento de datos . La SRE dio a conocer en el o. o. del mismo día un decreto promulgatorio de las modificaciones al anexo 401 sobre las reg las de origen específicas que deben cumplir México, Canadá y Estados Unidos. Se pre­sentan las partidas, reg las aplicab les y ex­cepciones por subpartida, fracci ón o país .

FINANCIAMIENTO EXTERNO

Bonos de Pemex en Italia

Pemex realizó una emisión de eurobonos a dos años en el mercado italiano por 300 000 mi llones de liras (unos 192.6 millones de dó­lares), se informó el1 3 de marzo . Los valo­res , con un cupón de 12.25% , tienen un ren­d imiento de 270 puntos base por encima de los bonos del tesoro italiano de plazo similar.

Emisión de bonos samu rai

La SHCP anunció el 14 de marzo que el gobier­no emitió bonos en el mercado japonés por 30 000 millones de yenes , equiva lentes a unos 284 millones de dólares. Por la fuerte demanda, cuatro días después se decid ió in­crementar la emisión a 40 000 millones de yenes (alrededor de 379 millones de dólares). La tasa de interés a pagar es de 9.83% anual , con un plazo de amortización de se is años.

Invers ión extran jera directa en enero

En enero último México rec ibió inversiones extran jeras directas por 618.4 millones de

339

dólares, de las cuales 68.9% se canalizaron al sec tor industrial , 15.7% a diversos, 10.5% al comerc io y 3.5% a comunicaciones y transportes . Al informar lo anterior el 27 de marzo , la SHCP precisó que 10% del total co­rrespondió a importaciones netas de activo fijo por parte de las maquil adoras. En cuan­to al or igen de los flujos , la dependencia se­ñaló que 42 .2% provino de Estados Unidos, 34.4% de Alemania, 7.3% del Rei no Unido , 3.3% de Japón , 1.9% de Canadá y 10.9% de otros países .

SECTOR FISCAL Y FINANCIERO

I ND ICADORES FI NANCIEROS DE \1.\RZO DE 1996

••••••••••••••••••••• Día 1 Día 29

Tipo de cambio ' 7.60 7.55 Reservas internacionales2 15 957 15 489 Costo porcenlual promedio

de captación 35.91 39. 12 Tasa de Interés bancaria

de equilibrio a 28 días 42.26 39.08 Índice de precios y

cotizaciones de la BMV 2 892 3 072

1 . Promedio interbancario del precio de venta del dólar en pesos. 2 . Millones de dólares.

•••••••••••••••••••••

LIX Convención Bancaria

Con la partic ipación de dirigentes de la ban­ca nacional , funcionarios públicos prominen­tes vinculados con el sistema financiero y re­presentantes de varios países y organismos internacionales , los días 15 y 16 de marzo se realizó en Cancún , Quintana Roo, la LIX Con­venc ión Banca ri a. La inauguración del en­cuentro , organizado por la Asociación de Banqueros de México, estuvo a cargo del pre­sidente Ernesto Zedilla, mientras que el titul ar de la SHCP, Guillermo Orti z Martínez , encabe­zó la ceremonia de c lausura.

Disposiciones tributarias de la SHCP

En el o. o. del 26 de marzo la SHCP presentó la tab la anual de factores de reducción para contribuyentes menores dedicados a la ag ri­cu ltura , ganadería, pesca y silvicultura co­rrespond iente al ejerc icio de 1995. Tres días después la dependencia dio a conocer en el mismo medio las reglas generales para los impuestos y derechos federales apli cab les en 1996, sa lvo los relac ionados con el co­mercio exterior.

El día 30 publicó la resolución que otorga facilidades administ rat ivas y estab lece tra­tamientos fisca les para 23 sectores y ac tiv i­dades, asi como las reg las fi scales de carác-

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340

ter general para 1996 relacionadas con el comercio exterior.

Adqu iere e l Bank of Montreal acciones del Bancomer

Med1ante el pago de 3 770 millones de pe­sos, el 29 de marzo, el Bank of Montreal ad­quir ió formalmente 16% del capita l accio­naría del Bancomer. La operación incluyó una opción para que este último compre diez millones de acciones comunes de la insti tu­ción canadiense , las cuales podrán ejerce r­se después de cinco años. Además, el Ban­comer adqui rió 54.9% de las acciones de la asegu radora Valores Monterrey Aetn a.

RELACIONES CON EL EXTERIOR

Visita de Boutros Ghali

Boutros Gllali , secretario general de la ONU ,

realizó una visita a México los días 4 y 5 de marzo. Durante ella examinó con el presi­dente Ernesto Zedilla Pon ce de León los pro­blemas financieros del organismo, la p ro­puesta mexicana de rea lizar una conferen­cia mund ial sobre drogas y la importancia de la ONU en el aliento de la cooperac ión inter­nacional, entre otros temas. Boutros Ghali se reunió también con otros altos funcionarios pC1blicos , legisladores e inte lec tuales.

Co laboración con Estados Unidos contra el narcotráfico

Los gobiernos de México y Estados Unidos integraron el 15 de marzo un Grupo de Con­tacto de Alto Nivel para el Control de las Dro­gas . que ses1onará por lo menos dos veces al año con sede alterna en ambos países. Entre las diez áreas es tratégicas de coope ­ración mutua definidas destacan el comba­te del lavado de dinero proveniente del nar­cotráfico y el intercambio de información.

Alberto Fujimori en México

E125 de marzo el presidente de Perú, Alber­to Fujimori , arribó a México en vis ita ofic ial de tres días en la que concer tó con el pres iden­te Ernesto Zedilla Pone e de León las bases para las negociaciones de un acuerdo de li­bre comercio entre ambos pa ises . Junto con el in tercambio de bienes y servicios . el pro­yec to inc luye los renglones de normas , pro­piedad in telectual, inversiones. compras del goiJierno y soluc ión de controversias .

As imismo. se firmaron convenios de co­laborac ión educativa. cultural y diplomática ; se insti tuyó la Comisión Binacional de Co-

rec uento nac ional

Actividades del Bancomext

Aumento del capital social

La SHCP publicó en el o. o. del14 de marzo un acuerdo por el que se dispone el au ­mento del capital social del Bancomext aprobado por su consejo directivo en junio de 1995 en virtud del desarrollo de la insti ­tución . El incremento es de 2 000 millones de pesos. con lo que el capital social tota­liza 5 000 millones de pesos.

Operaciones de primer piso

En el marco de la LIX Convención Bancaria celebrada en Cancún los días 15 y 16 de marzo, el director general del Bancomext, Enrique Vilatela Riba , informó que la insti­tución inició operaciones de primer piso en casos en que la banca comercial no pue­de apoyar proyectos viables de prexpor­tación o exportación . También reiteró que en 1996 se canalizarán 20 millones de dó­lares para apoyar la participación de em­presas mexicanas en ferias y exposiciones comerciales internacionales, monto cuatro veces mayor que el asignado en 1995.

Recursos para la actividad textil

A fin de promover las exportaciones de la industria textil , el Bancomext anunció el19 de marzo la d isponibilidad de financia ­miento por 50 millones de dólares . El apo­yo crediticio se formalizó en un convenio de colaboración de la institución , la Secofi y la Cámara Nacional de la Industria Textil ,

operación Científica y Técnica, y se planteó la posibi lidad de estab lecer un mecanismo simi lar para reforzar la luc lla contra el nar­cotráfico .

Durante su es tanc ia Fu j imori asistió a una ses ión solemne del Senado, se entre­vistó con representantes de organizac io­nes empresariales y se reunió con miem­bros de la comunidad peruana residente en México.

Visita del presidente de Italia

El presidente de Italia , Osear Lu igi Scalfaro. realizó una vis ita oficial a México los días 27 y 28 de marzo En las conversaciones que sostuvo con el presidenle Ernesto Zedilla Pone e de León se resaltó el interés común de fortalecer las relaciones bilaterales y en fa­vor de un futu ro acuerdo de libre comercio

suscrito en ocasión de la LXI asamblea ge­neral de la agrupación empresarial.

Emisión de bonos en el mercado alemán

El Bancomext anunció el19 de marzo una emisión de bonos en el mercado alemán por 300 millones de marcos (unos 203 mi­llones de dólares). La operación se realizó con un plazo de tres años y un interés va­riable que en principio es de 300 a 350 pun­tos base por arriba de la tibor. Se trató de la segunda emisión de México en ese mer­cado durante este año; la primera estuvo a cargo del gobierno federal y alcanzó un monto de 1 500 millones de marcos .

Consejería especializada en Detroit

El 20 de marzo el Bancomext notificó la apertura en Detroit de una consejería espe­cializada en apoyar y concertar negocios en el ramo de automotores y autopartes . Esta primera consejería especializada es fruto de la estrategia conjunta de la institu­ción con la Secofi para impulsar la recupe­ración y el desarrollo de la industria nacio­nal respectiva.

En Detroit, ciudad considerada como la capital mundial del automóvil , operan las principales plantas de las tres gigantes es­tadounidenses del sector : Ford . Chevrolet y General Motors. La industria de automo­tores de México es una de las diez más im­portantes del planeta.

de México con los quince países integrantes de la Unión Europea. Italia encabeza tempo­ralmente el Consejo de Ministros del bloque europeo.

ECOLOGÍA Y RECURSOS NATURALES

Apoyo de Canadá para recursos forestales

La Semarnap y el Mini ste rio de Recursos Nalurales de Canadá firmaron el28 de mar­zo un memorándum de entendimiento en materia de cooperación forestal. El propósi­to común es impulsar el aprovechamiento sustentable de 20 millones de hectáreas de bosques nalivos mexicanos , de los cuales sólo se explota poco más de un tercio

A. S.

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recuento latino(jmericano • • • • • • • • • •

ASUNTOS GENERALES

Avance del comercio intrarregional

Según un análisis del SELA, divulgado en Ca­racas el 14 de marzo, la participación del intercambio intrarreg ional en el comerc io ex­terior tota l de Amér ica Lat ina ascendió de 13% en 1990 a 20% en 1996. Este crec imien­to, consideró el organismo , muestra que el avance de la integración latinoamericana no se ha detenido por los procesos unilaterales de apertura comercia l, el acercami ento he­misférico y la volatilidad de los mercados de cap ital.

Cumbre Hemisférica de Ministros de Comercio

Para dar segui mien to a los ac uerdos de la Cumbre de las Américas de 1994, dirigidos a crear en el año 2005 el Área de Libre Comer­cio de América (ALCA), del1 9 al 21 de marzo se efectuó en Cartagena de Indias , Colombia, la Cumbre Hemi sférica de Ministros de Co­merc io, con la parti c ipac ión de 34 ministros del ramo y más de 1 000 empresarios.

Los funcionarios analizaron la posibili ­dad de formar el ALCA a partir de los acuer­dos subregionalcs y bilaterales existentes y acordaron crear cuatro nuevos grupos de trabajo en las áreas de servic ios, compras del sector público , políticas de competencia y d erec hos de prop iedad intelectua l. Los siete primeros grupos de trabajo, constitui­dos en la reunión de Denver , son: procedí-

mien tas aduaneros y normas de origen; eco­nomías pequeñas; medidas sani tar ias y lito­sanitarias; inversiones ; normas técnicas de comercio ; acceso a los mercados , y subsi­d ios y derec hos compensator ios.

En la declaración fi nal los ministros acor­daron maximizar la apertura de los merca­dos con base en los pactos come rciales ex istentes y se comprometieron a que dicho proceso sea equilibrado y sin barr eras para otras naciones.

As imismo , los participantes reconocie ­ron las diferenc ias de desarro llo económico ent re los países y, por ende , que es necesa­rio con tar con asistenc ia técn ica para que las economías más pequeñas participen plenamente en la creac ión del ALCA.

XXXVII Asamblea de Gobernadores del BID

Del 25 al 27 de marzo se rea lizó en Buenos Aires la XXXVI I Reun ión Anual de la Asam­blea d e Gobernad ores del BID con la par­ticipación de fun c ionarios, emp res ari os, banqueros y economistas de los 46 países miembros.

En el encuentro, en el que el ministro de Economía de Argent ina, Domingo Cavallo, fue designado presidente de la Asamblea en sustitución del israe lí Jacob Frenken, se exa­minaron diversos temas, entre los que des­tacan la evolución económica de América Latina y el Caribe a la luz de la crisis financie­ra mexicana; las nuevas necesidades de recu rsos financieros; el aumento de fondos destinados al gasto soc ial en concordancia

con la preservac ión del eq uil ibrio fiscal y la estabilidad económica , y el balance anual de la instituc ión multilateral.

Los funcionarios coincidieron en la nece­sidad de profund izar las reformas económi­cas y los prog ramas sociales en los países de la región , y en que se debe disponer de mayores fondos para las naciones que ten­gan más dificultades para afront ar ta les ob jeti vos.

Además , los partic ipantes destacaron la necesidad de que las economías del área aumenten su capac idad de ahorro interno para hacer frente a eventuales turbulencias financieras y reanudar el crecimiento .

Cónclave interamericano contra la corrupción

Con los auspic ios de la OEA y la asistenc ia de más de 100 representantes de 25 países del continen te, así como de observadores euro­peos , de l 27 al 29 de marzo se re ali zó en Caracas la Conferencia ln teramericana Es­pecializada contra la Corrupción .

Al té rm ino del encuentro se su scribió la Convención ln teramericana contra la Co­rrupción, cuyo propósito es promover , fa­c ilitar y regu lar la cooperac ión entre los estados en la prevención y el combate de ese fl age lo.

En el documento se estipulan normas pa­ra agi li zar la extradición de funcionari os pú­b licos corruptos y se tip if ican los delitos de enr iquecimi ento ilícito y soborno. También contiene disposiciones específicas para la inmovilización y confiscac ión de bienes, así

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como modificaciones al secreto bancario para decomisar fondos de quienes hayan incurrido en delitos en el ámbito administra­tivo. La Convención entrará en vigor 30 días después de que la ratifiquen por lo menos dos estados miembros de la OEA.

[ 1\F LAC IÓ1\ E'l PAÍSES I.AT I I'O ,\ ~ I E I!I C.':-105

(LI RIAC IÓ:-1 PORCE'\TUAL)

••••••••••••••••••••• Acumu- Anu ali -

Enero Febrero lada zada

Argentina 0.30 -0.30 0.0 0.30 Boli via 1.55 2.76 4.35 15.87 Brasil 1.73 0.97 2.72 15.68 Chile 0.30 0.50 0.80 7.80 Colombia 2.51 4 01 6.62 20.8 1 Costa Rica 1.27 1.02 2.30 19.71 Ecuador 240 2.55 4.70 23.70 Guatemala 1.12 0.64 1.76 10.83 México 3.59 2.33 6.01 48.95 Paraguay 1 06 1.70 2.30 10 30 Perú 1.24 1.53 2.80 11.06 Uruguay 2.00 1.15 3.55 33.60 Venezuela 8.10 8.00 16.70 73.20

Fuentes: Departamentos nacionales de estadística. bancos centrales de varios países y agencia de no-licias Asociated Press.

•••••••••••••••••••••

COOPERACIÓN E INTEGRACIÓN

VIII Cumbre And ina

A fin de forta lecer el Pacto Andino y conver­tirlo en una "competitiva" zona de libre co­mercio sub regional , que responda a las nue­vas concepciones integracionistas y a los retos de la globalización de la economía mundial, los días 9 y 1 O de marzo se ce lebró en la c iudad peruana de Trujillo la VIII Cum­bre Andina, con la participación de los man­datarios de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y el cancil ler de Venezue la -en rep resenta­ción de su presidente-, así como del manda­tar io de Panamá, quien acudió en calidad de observador .

En la Declaración de Trujillo , resultante de los trabajos, se estipula el compromiso de persisti r en la lucha contra el narcotráfico , la corrupción y el terrorismo, y se hace un lla ­mado al "más estricto respeto al derecho internacional y la no injerencia en los asun­tos internos de cada país , en aspectos vin­culados al narcotráfico".

Asimismo, se aprobó el Protocol o Mo­dificatorio del Acuerdo de Cartagena , el cual contiene varias reformas institucionales del Grupo Andino. entre las que destacan el remplazo de la Junta del Acuerdo de Car-

tagena (órgano ejecutivo de la organización) por una Secretaría Genera l, y el establec i­miento del Sistema Andino de Integración como nuevo marco jurídico.

ARGENTINA

Datos de la ba lanza comercia l

El 5 de marzo el Instituto Nacional de Esta­dísticas y Censos informó que en 1995 se alcanzó un superávit comercial de 929 mi llo­nes de dólares, al sumar 20 896 mi llones las exportac iones y 19 967 millones las importa­c iones. Las ventas de Argentina a sus socios del Mercosur ascendieron a 6 734 mil lones de dólares , 40% más que en 1994 , mientras que sus compras totalizaron 4 512 mi llones, lo que representó una d isminución de 6 por ciento .

Sin embargo, en enero de 19961a balan­za comercial registró un dé fic it de 195 millo­nes de dólares, ya que las exportaciones su­maron 1 403 millones y las importac iones 1 598 mi llones.

Ganancias en 1995 de la principal empresa petrolera

La empresa Yac imientos Petrolíferos Fisca­les (YPF), en proceso de privatización , infor­mó el6 de marzo que en 1995 sus ganancias netas ascendieron a 793 mi llones de pesos (igua l en dólares), superio res 4 1% a las obtenidas el año anteri or (564 millones de pesos). Su utilidad g lobal u ord inari a sumó 883 millones, de los que dedujo 61 mi llones por impuestos a las ganancias y 29 mi llo­nes por dividendos al capita l de sociedades controladas.

Segunda emisión de bonos en el mercado alemán

El Deutsche Bank in formó el13 de marzo que se real izó la segunda emisión de bonos de deuda argentina por 500 mil lones de marcos alemanes (300 mi llones de dólares) . La co­locación, con un plazo de diez años , un inte­rés anual de 11% y destinada especia lmen­te a inversionistas privados , está a cargo del Deutsche Morgan Grenfell , brazo invers io­nista del banco alemán.

Medidas fisca les para react ivar la economía

El ministro de Economía , Domingo Cava llo , anunció el 20 de marzo dos medidas fisca­les destinadas a reactivar la economía y dis­minuir las tasas de interés . La primera con-

rec uento lat inoameri ca no

siste en una rebaja selectiva del IVA de 21 a 10.5 por ciento , aplicable tanto a los intere­ses y comisiones bancarias para créd itos hipotecarios y personales, como a la prime­ra venta de viviendas familiares; la segunda es la eliminación , a partir de julio , del im­puesto de 2% que grava los intereses y co­misiones destinados a financiar los servic ios sociales bancarios.

Brusca caída de las reservas intern ac ionales

El Banco Central informó el28 de marzo que a esa fecha las reservas internacionales su­maron 15 191 millones de dólares, 9.3% me­nos que las reg istradas 16 días antes (16 754 millones de dólares).

Crédito europeo para una carretera

En atención a los compromisos derivados del Acuerdo Marco suscrito entre la UE y el Mercosur en sept iembre del año pasado (véase el "Recuento latinoamericano" de octubre de 1995, p . 813), el 29 de marzo el Banco Europeo de Inversiones (BEI) aprobó un crédito a Argent ina por 45 millones de ecus (54 millones de dólares) para la cons­trucción de una carretera. Lo anterior forma parte de un proyecto g lobal destinado a unir por vía terrestre a los cuatro países integran­tes del bloque sudamericano, cuyo costo total es de 134 mil lones de ecus (270 millo­nes de dólares), que cofi nanciará el BID.

PIB y reservas internacionales

El 11 de marzo el Ministro de Hacienda infor­mó que en 1995 el PIB ascendió a 630 000 millones de dólares , un incremento de alre­dedor de 4. 7% con respecto al año anterior. Asimismo dio a conocer que a esa fecha las reservas internacionales ascend ieron a 53 000 millones de dólares

Fuerte incremento de la deuda interna del gobierno federa l

Según un informe oficial dado a conocer el 15 de marzo, la deuda interna del gobier­no federal se incrementó más de 1 O 000 mi llones de dólares en febrero, para tota­li zar 127 358 millones de dólares. De julio de 1994 , fecha en la que se es tabl eció el Plan Real de es tabili zación , a la actual idad el débito interno gubernamental ha creci­do más de 106%. También se informó que

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co 111 erc io exterior, abri l de 1996

la deuda ex tern a asciende a poco más de 140 000 millones de dólares.

COSTA RICA

En vías de solución el diferendo textil con Estados Unidos

Con el propósito de resolver el reciente des­acuerdo con Estados Unidos, en virtud del cual este país restringi ó la importación de ropa interior cos tarricense (véase el "Re­cuento latinoamerican o" de marzo de 1996 , p. 261 ), el 6 de marzo se informó que Was­hin gton aceptó que la OMC es tabl ezca un pánel de disputas, el cual deberá emitir en breve un fallo en torno al d iferendo.

Alzas en energéticos y productos básicos

Debido al encarecimiento de costos deriva­do de ajustes cambiari os , el 30 de marzo las autoridades anunciaron un aumento de 8.5% en el prec io de los combustibles y antici ­paron uno de 10% en las tari fas eléctricas . Unos días después se reinstauró un impues­to selectivo de consumo que elevó los pre­cios de más de 800 productos.

La Ley Helms-Burton genera protestas internacionales

El 12 de marzo el presidente estadouniden­se William Clinton promulgó el Acta para la Libertad y Solidaridad Democrática de Cu­ba , conoc ida como la Ley Helms-Burton , que refuerza el embargo económico contra la isla.

Entre otros aspectos , la c itada ley autori­za a c iudadanos y empresarios estadouni­denses para que inicien querel las contra los inversionistas extranjeros que trafiquen pro­piedades "conf iscadas" a aquéllos; prohíbe el trato comercial con emp resas que lucren con an ti guas propiedades estadouniden­ses; restringe los viajes de fun cionarios cu­banos a Estados Unidos y niega el ingreso a éste a los empresarios o inversioni stas que trafiquen con bienes expropiados; suspen­de los vuelos charter hac ia la isla desde Estados Unidos y ordena expandi r el alcan­ce de Radio Martí , emisora del gobierno de Washington para Cuba .

En tre otras nac iones, México, Canadá, Rusia y los países de la UE denunciaron que la ley es violatoria del TLC y de las reg las de la OMC , y la señalaron como una inaceptab le imposic ión ext raterr itoria l de la legi slac ión interna de Estados Unidos .

Prosigue la recuperación económica

El vicepresidente Carlos Lage Dávi la infor­mó el 26 de marzo que en el pr imer trimestre del año el PIB g lobal de la isla creció 7% res­pecto al mismo lapso de 1995 , merced al incremento de la producción agropecuaria , minera y manufactu rera. El funcionar io reco­noció que ese desempeño parte de una si­tuación crítica (un retroceso económi co de 34% en el quinquenio 1990- 1994) , pero re­saltó que el simple inicio de la recuperación es una "hazaña excepc ional" tras la desapa­rición de la URSS y ante el recrudecimiento del bloqueo estadounidense.

HONDURAS

Ambicioso proyecto de inversiones

El pres id ente Carlos Alberto Reina mani ­festó el 8 de marzo el apoyo gubernamental a la propuesta empresari al de un proyecto económico que prevé inversiones por unos 18 000 millones de dólares en los próx imos 20 años, con base en el aliento de la inver­sión tanto nacional cuanto extranjera y la dis­minu ción de la carga tributaria . Entre las acciones previstas, consideradas de "via ­bilidad inobjetab le" por el gobernante , figu­ran la construcción de una refine ría gigante para abastecer de combustible al istmo cen­troamericano y la de una red de carreteras para en lazar a la costa atlán ti ca con la del Pacífico.

Inversión a fincas frutícolas

El 19 de marzo la compañía bananera esta­dounidense Chiquita Brands anunció que en 1996 invertirá alrededor de 9.3 mil lones de dólares para rehabi litar varias fincas fruti ­co las en la costa norte hondureña y meJorar otros proyectos de inf raestructu ra física.

-Petroperú: inicia su privatización y suscribe nuevos contratos petroleros

El14 de marzo el gobierno inició la privatiza­ción del complejo estatal Petróleos de Perú (Petroperú ), al dar a conocer las bases para la subasta púb lica internac ional de 60% de las acciones de la refinería La Pampilla (con capacidad de refinación de 100 000 barril es diario s de pe tróleo) y el oto rg am ien to de contratos de li cencias para la exp lotac ión de los lo tes 8 y 8X , en la se lva amazóni ca del norte, que inc luyen cinco campos petroleros con una producción conjunta de 25 000 ba­rriles diarios de crudo.

343

Días después, Petroperú suscribi ó varios contratos de exp loración y exp lotación con la compañía Mobi l Exploration , la cual inver­tirá 120 millones de dólares en los lotes 77 , "Tres Piedras", y 78, "Tambopata" , en la fron­tera con Brasil y Bolivia .

VENEZUELA

Aumenta el desempleo

El6 de marzo la Oficina Central de Es tad ís­ti ca e Informática dio a conocer que en 1995 el desempleo ab ierto crec ió 1.7% respec­to al año anterior. Con ello, la desocupa­ción total es de 10.2% de la PEA y afecta a 880 000 personas . De éstas las empleadas en la economía informal representan 48 .2 por c iento.

Control cambiarlo impulsa al alza el dólar

Con el propós ito de evitar una mayor fuga de cap itales , el 7 de marzo el gobierno venezo­lano establec ió una nueva medida de con trol cambiar io que consiste en la fij ac ión de un cupo máximo de venta de 100 dólares dia­ri os para las personas que viajen al extran­jero hasta por c inco días y el pago de una fianz a en moneda nacional eq uivalen te al monto vendido en esa divisa.

Un día después, el dólar experimentó un alza en el mercado paralelo al cot izarse en 500 bo lívares por unidad (2 10 bolívares por arriba del tipo de cambio ofi cia l) , en un am­bien te de incertidumbre generado por la me­dida cambiaría y por la expectativa en torno al anuncio de severas medidas de aju ste económico .

Ese mismo día, el Banco Central informó que el 23 de febrero el total de las reservas internac iona les ascendió a 1 O 040 millones de dólares, 73 millones menos que con res­pec to al día 16.

Reorganización ministerial

Para facilitar la reorganización del gabinete pres idencial y lograr un mayor acuerdo po­lít ico para emprender las med idas de ajus­te económ icas prev istas, el 13 de marzo el gabinete en pleno presentó su renuncia. Un día después , el primer mandatari o designó cinco nuevos ministros en las carteras de Planifi cac ión, Industria y Comercio, Justic ia, Transporte y Comunicaciones, y del interior ; además nombró a los nuevos encargados del gobierno cap italino y de la Secretaría de la Presidencia.

A .L. C.

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comercio exterior VOL. 46, NO. 4, APRIL 1996

Summaries of (ijrticles

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267 The Major Firms in Mexican Foreign Trade, 1983-19941 Fe m ando J. Chávez Gutiérrez

This essar analvzes the data base published on a yea rl y basis sin ce 1983 by the ~ lex i can EljJaiiSiónmagazine. The data is the result not of a census, but of a sam ple of the majar ~ l ex i can export and import firms. Although this source mar be objectionable, the author cla ims it is the only systematic informatiou on foreign trade trends b1· firm and by line of business.

285 Portfolio Inves tment and Foreign Sector in Mexican Economy 1 Eugenia Co rrea and Ricardo Calvo

The authors examine the role of foreign cap ital fl ows in financin g Mexican balance of pannents defic it during the last years, as we ll as the evolution of foreign portfolio in restment. The goal is to iden ti fv chan ges in the expec ta­tions of fo reign inrestors - in face of ~lex ico·s current economic situation­allCI their impact on the emerge nce of financia! cr isis. To ach ieve this, the role of ratings agencies durin g the boom and con traction of these capital flows is examined.

295 Mexico: Currency Valuation and Exchange Rate Sustainability 1 RaiÍI Morales Cas laiieda

This paper exam ines purchasin g power paritv theory and the relat ions be­tween valuation index. real exchange rate. and real exchange rate index. Two ker factors of ore rderalua tion and subdevaluation are studied to exp lain the ~ lex i can expe rience in the m idd le of the 1980s. Li kewise. the author discusses the general relation bet11·een ove rdera luation and sustainability of the cx­change rate to explore the case of the ~ lex i can peso during the ea rl y nineties.

308 lmpact of th e Exchange Rate on Mexican Manufacture Ex ports 1 Miguel Ánge l Mendo:a G.

Exch an ge poli CI has an impact 0 11 industrial exports in ~ l ex i co. To measure

this impact the author uses a dynamic -not lineal- fu nction with data from 1970-1984. which enab les to measure the short and long term effec ts that are great ly dependen! on the kind of deva lu ati on implemented.

313 Adaptive Changes in Hotel Firms in Acapulco Julián Miranda Torres

To survive, enterpri ses must face changes. The author underlines tluee fac­tors that have generated modifications in Acapulco hotels: the economic situation of the country, tourism market, and information technology. By means of a fi el el study, the author determines the scope and deepness of the transformations that ha ve taken place in hotel technology, se rvice quality, administration sys tems, and staff management.

321 Alterna ti ves to Mexican Crisis Ar!uro Guillén R.

This paper includes seve ra! factors that explain the emergen ce of the Mex i­can crisis, especially the old structural problem of foreign restrictions and the nationa l deb t. Likewise, it studies the current economic poli cy and the overall economic situati on to propase fundamental guidelines to be added toa development strategy which conciliates macroeconomic stabi 1 ity, growth and distributi on equ ality.

329 Central American Exports to the United States, 1990-1994 Rica rdo Zapa/a and Enrique Dussel Pe1ers

The structure of Central Ameri can countries· exports to the United S tates has had substan ti al modifications in the fi rst vears of the nineti es. The au tlwrs stress the dvnamic evolut ion of texti le and confec ti on exports. as opposed to tradi tional ones. This has imp lied changes in trade relations between those two parties.