comentario triduo pascual

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5 Jueves Santo Jueves Santo Jueves Santo Jueves Santo La Eucaristía es el Sacramento por excelencia. En él celebramos el memorial de la vida de Jesús: su entrega hasta la muerte por amor. El está realmente presente en su cuerpo roto y en su sangre derramada, para proclamar que el amor es el único mandamiento, en el que se resumen todos. Al celebrar este sacramento, la Iglesia es edificada como una comunión fraternal y es confirmada en su misión de servir al mundo. El Jueves Santo, centrado en la institución de la Cena del Señor, es una ocasión única para que los creyentes admiremos el amor de Cristo y revisemos nuestra actitud de servicio fraternal. 1. Misa vespertina de la Cena del Señor 1. Misa vespertina de la Cena del Señor 1. Misa vespertina de la Cena del Señor 1. Misa vespertina de la Cena del Señor Con la Misa, que tiene lugar en las horas vespertinas del jueves de la Semana Santa, la Iglesia comienza el Triduo Pascual y evoca aquella cena en la cual el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, habiendo amado hasta el extremo a los suyos que estaban en el mundo, ofreció a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino y los entregó a los Apóstoles para que los sumiesen, mandándoles que ellos y sus sucesores en el sacerdocio también lo ofreciesen (Ceremonial de los Obispos, núm. 297). Toda la atención del espíritu debe centrarse en los misterios que se recuerdan en este día: es decir, la institución de la sagrada eucaristía y del sacramento del orden y el mandato del Señor sobre la caridad fraterna. Según una antiquísima tradición de la Iglesia, en este día están prohibidas las misas sin pueblo. Por la tarde, en la hora más oportuna, se celebra la misa de la cena del Señor, en la que participa plenamente toda la comunidad local y en la que todos los sacerdotes y ministros ejercen su propio oficio. Los sacerdotes que ya han celebrado en la misa crismal o para bien de los fieles pueden concelebrar de nuevo la misa vespertina. Los fieles que han comulgado en la misa crismal pueden también comulgar de nuevo en esta misa. La sagrada comunión solamente se puede distribuir a los fieles dentro de la misa; a los enfermos se les puede llevar a cualquier hora del día.

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Triduo

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  • 5

    Jueves SantoJueves SantoJueves SantoJueves Santo

    La Eucarista es el Sacramento por excelencia. En l celebramos el memorial de la vida de Jess: su entrega hasta la muerte por amor. El est realmente presente en su cuerpo roto y en su sangre derramada, para proclamar que el amor es el nico mandamiento, en el que se resumen todos.

    Al celebrar este sacramento, la Iglesia es edificada como una comunin fraternal y es confirmada en su misin de servir al mundo.

    El Jueves Santo, centrado en la institucin de la Cena del Seor, es una ocasin nica para que los creyentes admiremos el amor de Cristo y revisemos nuestra actitud de servicio fraternal.

    1. Misa vespertina de la Cena del Seor1. Misa vespertina de la Cena del Seor1. Misa vespertina de la Cena del Seor1. Misa vespertina de la Cena del Seor

    Con la Misa, que tiene lugar en las horas vespertinas del jueves de la Semana

    Santa, la Iglesia comienza el Triduo Pascual y evoca aquella cena en la cual el Seor Jess, en la noche en que iba a ser entregado, habiendo amado hasta el extremo a los suyos que estaban en el mundo, ofreci a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino y los entreg a los Apstoles para que los sumiesen, mandndoles que ellos y sus sucesores en el sacerdocio tambin lo ofreciesen (Ceremonial de los Obispos, nm. 297).

    Toda la atencin del espritu debe centrarse en los misterios que se recuerdan en este da: es decir, la institucin de la sagrada eucarista y del sacramento del orden y el mandato del Seor sobre la caridad fraterna.

    Segn una antiqusima tradicin de la Iglesia, en este da estn prohibidas las

    misas sin pueblo.

    Por la tarde, en la hora ms oportuna, se celebra la misa de la cena del Seor, en la que participa plenamente toda la comunidad local y en la que todos los sacerdotes y ministros ejercen su propio oficio.

    Los sacerdotes que ya han celebrado en la misa crismal o para bien de los fieles

    pueden concelebrar de nuevo la misa vespertina. Los fieles que han comulgado en la misa crismal pueden tambin comulgar de nuevo en esta misa.

    La sagrada comunin solamente se puede distribuir a los fieles dentro de la misa;

    a los enfermos se les puede llevar a cualquier hora del da.

  • 23

    Viernes SantoViernes SantoViernes SantoViernes Santo

    Hoy se celebra la gloriosa pasin de Jess, su muerte victoriosa. Destacamos, como smbolo de la salvacin, la cruz del Seor. En la liturgia, el leo del Calvario no es slo un suplicio, sino sobre todo la cruz exaltada. En este da se nos muestra el amor del Padre entregando al Hijo y la victoria de Jess sobre la muerte. l, confiando en Dios, venci a la muerte con la vida por el poder de Dios.

    La cruz es la revelacin de nuestro destino: el triunfo de Cristo es la victoria de todos. En

    Jess, Dios nos promete la superacin del vado de la muerte. El futuro del hombre est lleno de luz. La fe en la cruz es el fundamento de la esperanza.

    4. Oficio de lectura en la vigilia del Viernes Santo4. Oficio de lectura en la vigilia del Viernes Santo4. Oficio de lectura en la vigilia del Viernes Santo4. Oficio de lectura en la vigilia del Viernes Santo

    IIIInvitatnvitatnvitatnvitatorioorioorioorio VVVV Seor, breme los labios. RRRR Y mi boca proclamar tu alabanza.

    Ant. Venid, adoremos a Cristo, Hijo de Dios, que nos redimi con su

    sangre. RRRR Venid, adoremos a Cristo, Hijo de Dios, que nos redimi con su

    sangre. Salmo 94

    Invitacin a la alabanza divina

    Animaos los unos a los otros, da tras da, mientras dure este hoy

    (Hb 3, 13)

    Venid, aclamemos al Seor, demos vtores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dndole gracias, aclamndolo con cantos.

    RRRR Venid, adoremos a Cristo, Hijo de Dios, que nos redimi con su

    sangre.

  • 84

    Sbado SantoSbado SantoSbado SantoSbado Santo Durante el Sbado Santo la Iglesia permanece junto al sepulcro del Seor,

    meditando su pasin y su muerte, y se abstiene del sacrificio de la misa, quedando por ello desnudo el altar hasta que, despus de la solemne Vigilia o expectacin nocturna de la resurreccin, se inauguren los gozos de la Pascua, cuya exuberancia inundar los cincuenta das pascuales.

    En este da no se puede distribuir la sagrada comunin, a no ser en caso de vitico.

    9999. Oficio de lectura. Oficio de lectura. Oficio de lectura. Oficio de lectura

    InvitatorioInvitatorioInvitatorioInvitatorio

    VVVV Seor, breme los labios. RRRR Y mi boca proclamar tu alabanza. Ant. Venid, adoremos a Cristo, el Seor, que por nosotros muri y

    fue sepultado.

    RRRR Venid, adoremos a Cristo, el Seor, que por nosotros muri y fue sepultado.

    Salmo 94 Invitacin a la alabanza divina

    Animaos los unos a los otros, da tras da, mientras dure este hoy

    (Hb 3, 13)

    Venid, aclamemos al Seor, demos vtores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dndole gracias, aclamndolo con cantos.

    RRRR Venid, adoremos a Cristo, el Seor, que por nosotros muri y fue sepultado.

    Porque el Seor es un Dios grande, soberano de todos los dioses: tiene en su mano las simas de la tierra, son suyas las cumbres de los montes; suyo es el mar, porque l lo hizo, la tierra firme que modelaron sus manos.

  • 120

    Domingo de PascuaDomingo de PascuaDomingo de PascuaDomingo de Pascua

    de la Resurreccin del Seorde la Resurreccin del Seorde la Resurreccin del Seorde la Resurreccin del Seor Comienza el tiempo pascual

    11113333. Vigilia Pascual. Vigilia Pascual. Vigilia Pascual. Vigilia Pascual

    Segn una antiqusima tradicin, sta es una noche de vela en honor del Seor (Ex 12, 42). Los fieles, tal como lo recomienda el Evangelio (Lc 12, 35ss.), deben asemejarse a los criados que, con las lmparas encendidas en sus manos, esperan el retorno de su Seor, para que cuando llegue los encuentre en vela y los invite a sentarse a su mesa.

    La celebracin de esta Vigilia se desarrolla de la siguiente manera: despus de un breve lucernario o liturgia de la luz (que es la primera parte de la Vigilia), la santa Iglesia, llena de fe en la palabra y en las promesas del Seor, contempla las maravillas que el Seor Dios realiz desde el principio en favor de su pueblo (segunda parte de la Vigilia o liturgia de la palabra), hasta que, al acercarse el da de la resurreccin y acompaada ya de sus nuevos hijos renacidos en el bautismo (tercera parte de la Vigilia o liturgia bautismal), es invitada a la mesa que el Seor, por medio de su muerte y resurreccin, ha preparado para su pueblo (cuarta parte de la Vigilia o liturgia eucarstica).

    Toda la celebracin de la Vigilia pascual debe hacerse durante la noche. Por ello no debe escogerse ni una hora tan temprana que la Vigilia empiece antes del inicio de la noche, ni tan tarda que concluya despus del alba del domingo.

    La misa de la Vigilia pascual, aunque se celebre antes de la medianoche, es ya la misa de Pascua del Domingo de Resurreccin. Los fieles que participan en esta misa de la Vigilia pueden comulgar de nuevo en la segunda misa del da de Pascua.

    Han de prepararse velas suficientes para todos los fieles que participen en la Vigilia pascual.

    Hoy, la Vigilia pascual reemplaza el Oficio de lectura.

  • 121

    Primera parte:Primera parte:Primera parte:Primera parte:

    Lucernario o solemne comienzo de la VigiliaLucernario o solemne comienzo de la VigiliaLucernario o solemne comienzo de la VigiliaLucernario o solemne comienzo de la Vigilia Bendicin del fuego y preparacin del cirio

    Se apagan todas las luces de la Iglesia. En un lugar adecuado, fuera de la Iglesia, se enciende el fuego. Congregado all el

    pueblo, llega el sacerdote con los ministros. Uno de los ministros lleva el cirio pascual.

    El sacerdote saluda, como de costumbre, al pueblo congregado y hace una breve monicin sobre el sentido de esta vigilia nocturna con estas palabras u otras semejantes: Hermanos: En esta noche santa, en que nuestro Seor Jesucristo ha pasado de la muerte a la vida, la Iglesia invita a todos sus hijos, diseminados por el mundo, a que se renan para velar en oracin. Si recordamos as la Pascua del Seor, oyendo su palabra y celebrando sus misterios, podremos esperar tener parte en su triunfo sobre la muerte y vivir con l siempre en Dios.

    Seguidamente se bendice el fuego: Oremos. Oh Dios, que por medio de tu Hijo has dado a tus fieles el fuego de tu luz, santifica ++++ este fuego, y concdenos que la celebracin de estas fiestas pascuales encienda en nosotros deseos tan santos que podamos llegar con corazn limpio a las fiestas de la eterna luz. Por Jesucristo nuestro Seor. RRRR Amn.

    Del nuevo fuego se enciende el cirio pascual.

  • 122

    Bendecido el fuego nuevo, un aclito, u otro ministro, lleva el cirio pascual ante el celebrante; ste, con un punzn, graba una cruz en el cirio. Despus traza en la parte superior de esta cruz la letra griega Alfa, y debajo de la misma la letra griega Omega; en los ngulos que forman los brazos de la cruz traza los cuatro nmeros del ao en curso. Mientras hace estos signos, dice: 1. Cristo ayer y hoy,

    (Graba el trazo vertical de la cruz.)

    2. principio y fin,

    (Graba el trazo horizontal.)

    3. alfa

    (Graba la letra Alfa sobre el trazo vertical.)

    4. y omega.

    (Graba la letra Omega debajo del trazo vertical.)

    5. Suyo es el tiempo

    (Graba el primer nmero del ao en curso en el ngulo izquierdo superior de la cruz.)

    6. y la eternidad.

    (Graba el segundo nmero del ao en curso en el ngulo derecho superior de la cruz.)

    7. A l la gloria y el poder,

    (Graba el tercer nmero del ao en curso en el ngulo izquierdo inferior de la cruz.)

    8. por los siglos de los siglos. Amn.

    (Graba el cuarto nmero del ao en curso en el ngulo derecho inferior de la cruz.)

    A 2 0 1 1

  • 123

    Acabada la incisin de la cruz y de los otros signos, el sacerdote puede incrustar en el cirio cinco granos de incienso, en forma de cruz, mientras dice: 1. Por tus llagas

    2. santas y gloriosas,

    3. nos proteja

    4. y nos guarde

    5. Jesucristo nuestro Seor. Amn.

    El sacerdote enciende el cirio pascual con el fuego nuevo diciendo:

    La luz de Cristo, que resucita glorioso, disipe las tinieblas del corazn y del espritu.

    Procesin

    Seguidamente, el dicono o en su defecto el sacerdote toma el cirio pascual y, mantenindolo elevado, canta l solo (en espaol o latn):

    Y todos responden:

    O bien:

    Oh luz gozosa de la santa gloria del Padre celeste inmortal, santo y feliz Jesucristo.

    1

    4 2 5

    3

  • 124

    Despus todos entran en la iglesia precedidos por el dicono (o el sacerdote) con el cirio pascual. Si se emplea el incienso, el turiferario con el incensario humeante va delante del dicono.

    En la puerta de la iglesia, el dicono, de pie y elevando el cirio, canta de nuevo: Luz de Cristo. Y todos responden: Demos gracias a Dios. El dicono, al llegar ante el altar, de pie y vuelto al pueblo, canta por tercera vez: Luz de Cristo. Y todos repiten por tercera vez la aclamacin. Y se encienden las luces de la Iglesia.

    Pregn Pascual

    Cuando el sacerdote ha llegado al altar, va a su sede. El dicono pone el cirio

    pascual sobre un candelabro colocado en medio del presbiterio o junto al ambn; seguidamente, una vez puesto el incienso como para el evangelio en la misa, pide y recibe la bendicin del sacerdote y una vez incensados el libro y el cirio anuncia el pregn pascual, estando todos de pie y con las velas encendidas en las manos. Exsultet iam angelica turba caelorum: exsultent divina mysteria: et pro tanti Regis victoria tuba insonet salutaris. Gaudeat et tellus tantis irradiata fulgoribus: et, aeterni Regis splendore illustrata,

    Exulten por fin los coros de los ngeles, exulten las jerarquas del cielo, y por la victoria de Rey tan poderoso que las trompetas anuncien la salvacin. Goce tambin la tierra, inundada de tanta claridad, y que, radiante con el fulgor del Rey eterno,