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EL CRIMEN FUE EN GRANADA: A FEDERICO GARCÍA LORCA Antonio Machado, Poesías de la Guerra (1936-1939) I. El crimen Se le vio, caminando entre fusiles, por una calle larga, salir al campo frío, aún con estrellas de la madrugada. Mataron a Federico cuando la luz asomaba. El pelotón de verdugos no osó mirarle la cara. Todos cerraron los ojos; rezaron: ¡ni Dios te salva! Muerto cayó Federico —sangre en la frente y plomo en las entrañas— ... Que fue en Granada el crimen sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada. II. El poeta y la muerte Se le vio caminar solo con Ella, sin miedo a su guadaña. —Ya el sol en torre y torre, los martillos en yunque— yunque y yunque de las fraguas. Hablaba Federico, requebrando a la muerte. Ella escuchaba. «Porque ayer en mi verso, compañera, sonaba el golpe de tus secas palmas, y diste el hielo a mi cantar, y el filo a mi tragedia de tu hoz de plata, te cantaré la carne que no tienes, los ojos que te faltan, tus cabellos que el viento sacudía, los rojos labios donde te besaban... Hoy como ayer, gitana, muerte mía, qué bien contigo a solas, por estos aires de Granada, ¡mi Granada!» III Se le vio caminar... Labrad, amigos, de piedra y sueño en el Alhambra, un túmulo al poeta, sobre una fuente donde llore el agua, y eternamente diga: el crimen fue en Granada, ¡en su Granada! 1.- Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto Primera parte: I. El crimen (versos 1-14). Narración poética de la muerte del poeta Federico García Lorca. Localización espacial (Granada) y temporal (madrugada). Verdugos y víctima en el momento de la ejecución. Llamada de atención al público sobre lo trágico de que ocurriera en su propia ciudad. Segunda parte: II. El poeta y la muerte (versos 15-31). Diálogo de Federico y la muerte. Valentía de Federico. Cercanía entre la muerte y el poeta. Tercera parte: III (sin título, versos 32-37). Llamamiento al pueblo para que labre un monumento de piedra en la Alhambra, con el cual recordar eternamente que el crimen se produjo en Granada. Las tres partes tienen en común la repetición al final de cada una de ellas de la idea de que el crimen se cometió en Granada, tierra del poeta, aspecto que concede unidad a las partes y centra el tema de la composición. 2.- Tema y resumen Tema: la trágica muerte de Federico García Lorca en su propia ciudad, Granada. Resumen: El poema cuenta las circunstancias de la muerte de Federico García Lorca, fusilado de madrugada en su Granada natal. A continuación presenta un diálogo de Federico con la muerte, a la que recibe sin miedo y ante la que se sigue comportando como lo que siempre fue, un poeta. Finalmente, Antonio Machado pide que se erija un monumento al poeta en la Alhambra para que estos hechos nunca sean olvidados.

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EL CRIMEN FUE EN GRANADA: A FEDERICO GARCÍA LORCA

Antonio Machado, Poesías de la Guerra (1936-1939) I. El crimen

Se le vio, caminando entre fusiles, por una calle larga, salir al campo frío, aún con estrellas de la madrugada. Mataron a Federico

cuando la luz asomaba. El pelotón de verdugos

no osó mirarle la cara. Todos cerraron los ojos; rezaron: ¡ni Dios te salva! Muerto cayó Federico

—sangre en la frente y plomo en las entrañas—

... Que fue en Granada el crimen

sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada. II. El poeta y la muerte

Se le vio caminar solo con Ella, sin miedo a su guadaña. —Ya el sol en torre y torre, los martillos

en yunque— yunque y yunque de las fraguas.

Hablaba Federico, requebrando a la muerte. Ella escuchaba. «Porque ayer en mi verso, compañera, sonaba el golpe de tus secas palmas, y diste el hielo a mi cantar, y el filo

a mi tragedia de tu hoz de plata, te cantaré la carne que no tienes, los ojos que te faltan, tus cabellos que el viento sacudía, los rojos labios donde te besaban... Hoy como ayer, gitana, muerte mía, qué bien contigo a solas, por estos aires de Granada, ¡mi Granada!»

III

Se le vio caminar... Labrad, amigos, de piedra y sueño en el Alhambra, un túmulo al poeta, sobre una fuente donde llore el agua, y eternamente diga: el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!

1.- Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto Primera parte: I. El crimen (versos 1-14). Narración poética de la muerte del poeta Federico García Lorca. Localización espacial (Granada) y temporal (madrugada). Verdugos y víctima en el momento de la ejecución. Llamada de atención al público sobre lo trágico de que ocurriera en su propia ciudad. Segunda parte: II. El poeta y la muerte (versos 15-31). Diálogo de Federico y la muerte. Valentía de Federico. Cercanía entre la muerte y el poeta.

Tercera parte: III (sin título, versos 32-37). Llamamiento al pueblo para que labre un monumento de piedra en la Alhambra, con el cual recordar eternamente que el crimen se produjo en Granada.

Las tres partes tienen en común la repetición al final de cada una de ellas de la idea de que el crimen se cometió en Granada, tierra del poeta, aspecto que concede unidad a las partes y centra el tema de la composición.

2.- Tema y resumen Tema: la trágica muerte de Federico García Lorca en su propia ciudad, Granada. Resumen: El poema cuenta las circunstancias de la muerte de Federico García Lorca, fusilado de madrugada en su Granada natal. A continuación presenta un diálogo de Federico con la muerte, a la que recibe sin miedo y ante la que se sigue comportando como lo que siempre fue, un poeta. Finalmente, Antonio Machado pide que se erija un monumento al poeta en la Alhambra para que estos hechos nunca sean olvidados.

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3) Comentario crítico. [Esquemático] Tipo de texto: texto de género lírico, en concreto, una elegía, poema en que se canta el sentimiento de dolor ante la pérdida de un ser querido. En el poema se combinan varias modalidades discursivas, como son la narración, el diálogo y la exhortación o prescripción petición de que se levante un monumento). Intención: Lamentar la muerte de Federico García Lorca, elogiar al poeta y subrayar el hecho de que ocurriera en su ciudad de nacimiento: el texto también sirve como crítica del cainismo español (uno de los temas machadianos), ya que fueron paisanos y gentes cercanas al poeta quienes le denunciaron y propiciaron su muerte. Autor: Antonio Machado. Poeta sevillano, educado en la Institución Libre de Enseñanza y catedrático de Filosofía. Vivió en París, Baeza, Segovia, Madrid y otras ciudades, pero fue Soria la ciudad que más le marcó, pues allí conoció a su joven esposa Leonor, cuya temprana muerte supuso un duro golpe para el poeta. Obra: Poesía en la guerra. Se trata de la última etapa en la trayectoria poética de Machado, tras una primera etapa de modernismo simbolista e intimista (Soledades, galerías y otros poemas), una segunda etapa más historicista y cercana a las inquietudes noventayochistas (Campos de Castilla) y una tercera etapa de mayor condensación poética, con poemas breves y conceptuosos, cercanos al aforismo (Proverbios y cantares). Valoración del contenido (comentario breve de algunos elementos formales, léxico, símbolos): Primera parte. Los primeros versos cuentan el famoso (desgraciadamente) “paseíllo”, como se conoció en España al trayecto que recorrían las víctimas hasta el lugar de su ejecución. Se describe a los verdugos como unos cobardes (no osan mirarle a la cara) y se mencionan sus creencias religiosas (rezos, Dios), pues no hay que olvidar la gran oposición existente entre los dos bandos contendientes en la Guerra Civil española, del ultracatolicismo del bando sublevado al laicismo republicano y anticlericalismo izquierdista. Segunda parte. Aquí se pinta la valentía del poeta frente a la muerte. La afronta sin miedo, y con la única arma que conoció, la palabra, la poesía, la canción. Con la palabra, “requiebra” hasta a la muerte, y, en cierto modo, se insinúa que le gana tiempo, que la engatusa con su canción. Canción en la que se reescribe la típica canción a la belleza femenina pero contando con la ausencia de estos atributos en la muerte, sin carne, labios, cabellos, ojos. Esto coincide con la tradicional representación de la muerte como un esqueleto y con un léxico con connotaciones también próximas a la muerte (“filo”, “hielo”, “guadaña”, “hoz”). También es digna de comentar la presencia de elementos propios del estilo poético de Federico García Lorca, como la fragua y el yunque de las herrerías gitanas que aparecen en poemas como “Romance de la luna, luna” de su famoso poemario Romancero gitano. Tercera parte. El primer verso de la tercera parte es interrumpido de manera abrupta. “Se le vio caminar…” y parece que el dolor no deja a Antonio Machado seguir recordando a Lorca y su muerte. Por eso, tras los puntos suspensivos, cambia de tema para centrarse en la petición. Solicita al pueblo a través del imperativo y el vocativo (“Labrad, hermanos”) que levanten una tumba o monumento de piedra al poeta, pero no en un lugar cualquiera, sino en el lugar más bello, representativo e dominante del paisaje granadino, la Alhambra. A través de la personificación se menciona el agua, uno de los símbolos del universo poético machadiano, que se asocia a la muerte cuando está estancada, y a la vida (esperanza, vitalidad) cuando

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fluye. Ambos significados tienen sentido aquí, pues hablamos de la muerte del poeta, pero también de la esperanza de la pervivencia eterna (“eternamente”) de su recuerdo. Las tres partes del poema terminan con la mención al hecho de que la muerte de Lorca ocurriera en Granada, y en las tres ocasiones esta mención aparece repetida (“Granada, su Granada”; “Granada, mi Granada”, en boca de Federico; y, de nuevo, “Granada, su Granada”). No se trata pues de una coincidencia, sino que Machado quiere enfatizar en todo momento que lo más trágico del suceso es que tuviera lugar en su tierra. Opinión personal [opinión extraída de internet, como otros elementos del comentario]

Antonio Machado fue un hombre y un poeta solidario con las penalidades, la pobreza, la injusticia y los horrores que sufrieron los españoles en las cuatro primeras décadas del siglo XX. Por eso se dolió terriblemente del miserable fusilamiento de Federico García Lorca, en los primeros días de la guerra civil española. Pero, como repite en tres ocasiones en este poema elegíaco, lo que más dolió al autor de Campos de Castilla es que el crimen fue en Granada, en su Granada. Es decir, sus propios paisanos, sus vecinos, sus ¿amigos?, aquellos a los que Federico veía pasar todos los días por la puerta de su casa e incluso llegaban a saludarse.

Porque lo más horrible, cruel y sangriento de una guerra civil es precisamente que el enemigo contra el que se combate no es un extranjero invasor o un extranjero cuyas tierras han sido invadidas, sino los propios compatriotas o conciudadanos. Este hecho lejos de hacer el conflicto bélico o menos destructivo o menos mortal, lo hunde mucho más en la barbarie sanguinaria, en el exterminio brutal y en el genocidio despiadado. Ahí están los casos de Camboya (en los tiempos de los jémeres rojos), de Bosnia, de Ruanda, de Somalia o del Líbano. Ahí está que las primeras víctimas del horror nazi fueron los judíos alemanes, esto es, los compañeros de aula o de trabajo, los vecinos, los tenderos que le vendían a uno la fruta…

Machado no vivió los horrores de Bosnia o de Ruanda, pero sí escribió en varias ocasiones contra el cainismo (Caín que mata a su hermano Abel), pero sí sufrió la tragedia de la guerra civil española y se indignó contra la tremenda barbarie que supuso el fusilamiento de Lorca, porque sí, porque era un estorbo, un homosexual y poeta cuyo nombre debía ser borrado de la lista que alguna mente asesina escribió.

Ian Gibson ha estudiado minuciosamente, en libros y publicaciones diversas, los detalles que rodearon al asesinato de Federico García Lorca, lo cual trae a colación el tema de lo que se ha llamado “memoria histórica”. El proceso de “memoria histórica” A pesar de sus inconvenientes y de los excesos partidistas de algunos políticos y de algunos comentaristas de las tertulias televisivas o radiofónicas, dados al exceso verbal contra los que ellos llaman “derecha” o “izquierda”, la “memoria histórica” puede suponer una manera efectiva de que los españoles erradiquemos de una vez por todas el fantasma de la guerra civil.

Porque tener memoria histórica significa tener presente el homenaje que se merecen todas las víctimas de la dictadura franquista: los fusilados, los desterrados o exiliados, los encarcelados, los represaliados y los perseguidos. Pero también significa que no olvidemos que, en el caso de la guerra que desangró España entre 1936 y 1939, tan criminal fue fusilar al maestro republicano, al médico socialista, al minero anarquista o al campesino comunista como violar a una monja, ahorcar a un banquero y a un terrateniente o fusilar a alguien porque va a misa los domingos.