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COMUNIDAD DE SANTA CLARA SANTA KLARA KOMUNITATEA Web Santa Clara: www.parroquiasantaclara.com DONATIVOS EN CUENTA PARROQUIA. 2095 3188 03 1094524625 Hoja Dominical nº 264 - 13 de diciembre de 2015 LEMA PARA NUESTRO ADVIENTO: En un empo de cambio es posible soñar. 3º Domingo de Adviento: Comparte con alegría. 4º Domingo de adviento: Cona y sirve Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (3,10 - 18) En aquel empo, la gente preguntaba a Juan: ¿Entonces, qué hace- mos? Él contestó: El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, que haga lo mismo. Vinieron tam- bién a bautizarse unos publicanos y le pre- g u n t a r o n : Maestro, ¿qué hacemos nosotros? Él les contestó: No exijáis más de lo establecido. Unos milita- res le preguntaron: —¿Qué hacemos nosotros? Él les contestó: No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie, sino con- tentaos con la paga. El pueblo estaba en expectación, y todos se pregun- taban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; tiene en la mano el bieldo para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga. Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba el Evangelio. Palabra del Señor Comentario: Concretar el Adviento Quienes escuchaban a Juan Bautista le preguntaban qué podían hacer para preparar la lle- gada del Mesías. Las respuestas eran variadas, según las diferentes circunstancias de sus vidas: compartir el alimento y el vestido; cobrar lo establecido sin caer en la avaricia; no abusar; no servirse del cargo para intimi-dar u obtener beneficios personales... Respetar. Acoger. ¿Qué podemos hacer? Los cristianos que habitamos el siglo XXI nos formulamos también esta pregunta al inicio de la Navidad. La respuesta sigue latiendo en el evangelio: compartir, abandonar los caprichos y comodidades, acoger a los excluidos, no abusar de los débiles.. Este domingo ha sido llamado desde hace siglos domingo «Gaudete», expresión latina que significa: «Alegraos». Uno de los mejores testimonios que podemos dar los cris- tianos es la alegría, la serenidad, la esperanza que senti-mos ante la proximidad de la Navidad. Sabías que… Alegría y gozo El concepto «alegría» (bilgaí) es citado con gran profusión en la Biblia. Nombrado en más de 227 ocasiones, posee muchos matices. Existe una alegría espiritual: el creyente halla su alegría en cumplir la Ley del Señor. La Ley del Señor es mi gozo. Pero también tiene su vertiente humana. Izas bodas eran fiestas que desbordaban de alegría. El gozo crecía al contemplar hijos e hijas y una prolongada descendencia. También llega por los bienes materiales. La tristeza y el dolor son conceptos importantes, pero citados tan solo en 97 ocasiones. Oración Abre, Señor, mis ojos para mirar la vida con profundidad. Ojos grandes para ver los niños que sufren en silen- cio sin médicos ni medicinas, y sin el pan compartido de cada día. Ojos atentos al sufrimiento de compañeros y compañeras que no tienen una mano amiga. Dame. Señor, una mirada nueva, llena de solidaridad y ternura. Ojos capaces de comprender la tristeza y el desánimo. Una mira- da capaz de contagiar la alegría que Tú nos regalas.

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Page 1: Comentario: Concretar el Adviento COMUNIDAD DE SANTA …

COMUNIDAD DE SANTA CLARA SANTA KLARA KOMUNITATEA

Web Santa Clara: www.parroquiasantaclara.com

DONATIVOS EN CUENTA PARROQUIA. 2095 3188 03 1094524625 Hoja Dominical nº 264 - 13 de diciembre de 2015

LEMA PARA NUESTRO ADVIENTO:

En un tiempo de cambio es posible soñar.

3º Domingo de Adviento: Comparte con alegría.

4º Domingo de adviento: Confía y sirve

Lectura del Santo Evangel io según san Lucas

(3 ,10 -18)

En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: ¿Entonces, qué hace-

mos? Él contestó: E l qu e t en ga dos t ún icas, q ue las

repart a con e l qu e n o t ien e; y e l qu e t en ga

comida , qu e h aga lo mismo. V in ieron t am-

b ién a b au t i zarse u nos pub l i can os y le pre-

gu nt aron : Maestro, ¿qué hacemos nosotros? Él les

contestó: No exijáis más de lo establecido. Unos milita-

res le preguntaron: —¿Qué hacemos nosotros?

Él les contestó:

No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie, sino con-

tentaos con la paga. El pueblo estaba en expectación, y todos se pregun-

taban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: Yo os

bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco

desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y

fuego; tiene en la mano el bieldo para aventar su parva y reunir su trigo

en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga.

Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba

el Evangelio. Palabra del Señor

Comentario: Concretar el Adviento

Quienes escuchaban a Juan Bautista le preguntaban qué podían hacer para preparar la lle-gada del Mesías. Las respuestas eran variadas, según las diferentes circunstancias de sus vidas: compartir el alimento y el vestido; cobrar lo establecido sin caer en la avaricia; no abusar; no servirse del cargo para intimi-dar u obtener beneficios personales... Respetar. Acoger. ¿Qué podemos hacer? Los cristianos que habitamos el siglo XXI nos formulamos también esta pregunta al inicio de la Navidad. La respuesta sigue latiendo en el evangelio: compartir, abandonar los caprichos y comodidades, acoger a los excluidos, no abusar de los débiles.. Este domingo ha sido llamado desde hace siglos domingo «Gaudete», expresión latina que significa: «Alegraos». Uno de los mejores testimonios que podemos dar los cris-tianos es la alegría, la serenidad, la esperanza que senti-mos ante la proximidad de la Navidad.

Sabías que… Alegría y gozo

El concepto «alegría» (bilgaí) es citado con gran profusión en la Biblia. Nombrado en más de 227 ocasiones, posee muchos matices. Existe una alegría espiritual: el creyente halla su alegría en cumplir la Ley del Señor. La Ley del Señor es mi gozo.

Pero también tiene su vertiente humana. Izas bodas eran fiestas que desbordaban de alegría. El gozo crecía al contemplar hijos e hijas y una prolongada descendencia. También llega por los bienes materiales. La tristeza y el dolor son conceptos importantes, pero citados tan solo en 97 ocasiones.

Oración

Abre, Señor, mis ojos para mirar la vida con profundidad. Ojos grandes para ver los niños que sufren en silen-cio sin médicos ni medicinas, y sin el pan compartido de cada día.

Ojos atentos al sufrimiento de compañeros y compañeras que no tienen una mano amiga. Dame. Señor, una mirada nueva, llena de solidaridad y ternura.

Ojos capaces de comprender la tristeza y el desánimo. Una mira-da capaz de contagiar la alegría que Tú nos regalas.

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HOMILIA DOMINGO 3º DE ADVIENTO 1ª lectura:profeta Sofonías 3,14-18a 2ª Lectura de San pablo a los Filipenses 4,4-7 3ª Lectura del Evangelio se-gún San lucas3,10-18 ESPERANZA, FE Y CARIDAD Podemos decir que «el judaís-mo es la re­ligión de la espe-ranza, el islam, de la fe, y el cristianismo, de la caridad». El ju­daísmo es la religión de la esperanza: el profeta Sofonías alienta la confianza del pueblo en Dios; la salvación sigue estan­do en Sion/Jerusalén. El judaísmo sigue esperando su venida. El Islam es la reli­gión de la fe entendida como «sumi­sión». Para los mu-sulmanes la te está próxima a la del carbonero: asentimiento to-tal, obediencia ciega. El musulmán no se rebela contra la voluntad de Dios. FE CRISTIANA, ABIERTA A LA ESPERANZA, ENRAIZADA El cristianismo se centra en la caridad. La esperanza no la pone en la llegada del Mesías, pues cree que Jesús es el Me­sías; es una esperanza alegre y activa: el Señor está cerca, nos dice Pablo en Filipenses. El cristianismo tampoco acepta el destino fatal ni una fe ciega que se [Hiede confundir con el fanatismo. Si Dios habla, cada persona es un interlo­cutor con Dios en la fe. El cristianismo hace una afirmación revolucionaria, que nunca antes había hecho otra religión: Dios es amor. La novedad que no es nueva Este año la Iglesia nos propone una nueva palabra a considerar: la misericordia. No es nueva ni es exclusiva de ninguna confesión: el Antiguo Testamento presenta a Dios repetidamente como «compasivo y misericordioso»; para el Islam «el misericordioso» es uno de los noventa y nueve nombres de Dios. En los evange-lios, Jesús se compadece de las personas que le gritan pidiendo ayuda.

EL PRINCIPIO DE MISERICORDIA La misericordia funciona como un principio que aparece en los momentos fundamentales de la vida humana y religiosa. Dios es amor, y lo hace patente en la misericordia que so-brepasa cualquier expectativa humana. La misericordia es-tá abierta a la esperanza, pues de lo contrario se ahogaría en un presentismo corto, sin miras. La misericordia necesi-ta de la fe: todos los que piden ayuda a Jesús son perso-nas que creen que El pude ayudarlas. JUAN BAUTISTA, EL JUSTO La figura de Juan parece que no tiene cabida en lo dicho. Aparece como un profeta duro y exigente: predica la justi-cia, no soporta el abuso de los soldados o de los recauda-dores. No hay ningún texto del evangelio en el que se nos diga que alguien pidiera misericordia a Juan; sin embargo, abundan los que se refieren a Jesús. Juan aún se mueve en el tiempo del Antiguo Testamento. El no es el Mesías, pero nos señala a Jesús, que pone nombre y rostro a la miseri-cordia de Dios.

LO MEJOR ESTÁ POR LLEGAR. NOSTALGIA DEL FUTURO Muy a menudo nos puede la nos-talgia del pasado: cualquier tiempo pasado fue mejor.

Frente a las dificultades del presente tendemos a idealizar el pasado y a ignorar el futuro. “Entonces sí que éramos felices”; “entonces sí que había respeto a los mayores”; “entonces las iglesias estaban llenas”…

Como si la plenitud de lo que esperamos estuviera en el pasado y no en el futuro. El hombre es hijo del pasado, pero no es esclavo de él; es el responsable de su presente y de su futuro. El hombre no lo pue-de todo, pero tiene capacidad para corregir y mejorar lo heredado.

Con la gracia de Dios, el hombre es capaz de alumbrar otro mundo mejor.