combatimos la violencia sexista

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SUPERANDO LOS ROLES Y LAS DESIGUALDADES DE GÉNERO El 25 de Noviembre, día contra la violencia sexista, rei- vindicamos el fin de las agresiones contra las mujeres. Como se viene denunciando desde el movimiento femi- nista, la violencia contra las mujeres es consecuencia de las desigualdades que genera el sistema patriarcal. La raíz del problema esta en el principio de superioridad de los hombres sobre las mujeres, principio que rige todos los aspectos de nuestra sociedad. Los hombres agreden a las mujeres porque se sienten con el poder de hacerlo, se consideran superiores al otro sexo, y disfrutan de cier- ta “impunidad social”. Las políticas de igualdad que los gobiernos están apro- bando no son suficientes para erradicarla, y las que exis- ten no se están aplicando con la necesaria importancia. Desde la política institucional no se ataca la raíz del pro- blema, de hecho, proponen soluciones temporales y em- plean recursos efímeros sin resultados positivos ni cam- bios estructurales. La violencia contra las mujeres es un problema social que nos afecta a todas las personas incluyendo al conjunto de la clase trabajadora. Las organizaciones sindicales compuestas en su mayoría por hombres, tenemos la obligación de tomar la iniciativa en la realización de un discurso de condena contra este tipo de violencia. Los sindicatos, que hasta ahora hemos sido protagonis- tas de innumerables luchas, sin las cuales no contaría- mos con los derechos que se nos reconocen hoy en día, tenemos que estar junto al movimiento feminista en la de- nuncia de la violencia que sufren las mujeres tanto en el ámbito social como en el laboral. 25 DE NOVIEMBRE CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA Es necesario que superemos los distintos roles que se nos adjudica en función del sexo y que los hombres in- terioricen que somos personas en igualdad, y por lo tan- to, nuestras relaciones tienen que ser igualitarias y no ba- sarse en acciones impositivas o coercitivas de la intensidad que sea. Queremos denunciar, que factores como el poder, la su- perioridad y la consideración social, crean un concepto de hombre y de mujer marcado por la desigualdad. Ésta desigualdad avalada por el sistema, es la causa de todas las manifestaciones y grados de violencia contra las mujeres. Queremos denunciar la violencia generada por la des- igualdad: En el ámbito laboral a través de la discriminación sa- larial, la infravaloración de los trabajos realizados por la mujeres (trabajos feminizados), la dificultad en el acceso y la promoción, el acoso sexista... En el ámbito familiar por la falta de responsabilidades ante las tareas que conlleva la crianza, la paternidad responsable. La falta de corresponsabilidad en las ta- reas domésticas y de cuidados en general. En el ámbito social, la ausencia de servicios públicos de calidad necesarios para cubrir toda la demanda existente, y el desigual acceso a los recursos cultura- les y sociales. El ir elimando todas las desigualdades entre hombres y mujeres nos acercará a la progresiva desaparición de la violencia sexista. La construcción de un concepto de per- sonas en igualdad, sin discriminación por razón de sexo, es imprescindible para acabar con esta lacra social.

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Campaña ESK 25/N 2010

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Page 1: Combatimos la violencia sexista

SUPERANDO LOS ROLES Y LAS DESIGUALDADES DE GÉNERO

El 25 de Noviembre, día contra la violencia sexista, rei-vindicamos el fin de las agresiones contra las mujeres.

Como se viene denunciando desde el movimiento femi-nista, la violencia contra las mujeres es consecuencia delas desigualdades que genera el sistema patriarcal. Laraíz del problema esta en el principio de superioridad delos hombres sobre las mujeres, principio que rige todoslos aspectos de nuestra sociedad. Los hombres agredena las mujeres porque se sienten con el poder de hacerlo,se consideran superiores al otro sexo, y disfrutan de cier-ta “impunidad social”.

Las políticas de igualdad que los gobiernos están apro-bando no son suficientes para erradicarla, y las que exis-ten no se están aplicando con la necesaria importancia.Desde la política institucional no se ataca la raíz del pro-blema, de hecho, proponen soluciones temporales y em-plean recursos efímeros sin resultados positivos ni cam-bios estructurales.

La violencia contra las mujeres es un problema social quenos afecta a todas las personas incluyendo al conjuntode la clase trabajadora.

Las organizaciones sindicales compuestas en su mayoríapor hombres, tenemos la obligación de tomar la iniciativaen la realización de un discurso de condena contra estetipo de violencia.

Los sindicatos, que hasta ahora hemos sido protagonis-tas de innumerables luchas, sin las cuales no contaría-mos con los derechos que se nos reconocen hoy en día,tenemos que estar junto al movimiento feminista en la de-nuncia de la violencia que sufren las mujeres tanto en elámbito social como en el laboral.

25 DE NOVIEMBRECONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA

Es necesario que superemos los distintos roles que senos adjudica en función del sexo y que los hombres in-terioricen que somos personas en igualdad, y por lo tan-to, nuestras relaciones tienen que ser igualitarias y no ba-sarse en acciones impositivas o coercitivas de laintensidad que sea.

Queremos denunciar, que factores como el poder, la su-perioridad y la consideración social, crean un conceptode hombre y de mujer marcado por la desigualdad.Ésta desigualdad avalada por el sistema, es la causa detodas las manifestaciones y grados de violencia contralas mujeres.

Queremos denunciar la violencia generada por la des-igualdad:

• En el ámbito laboral a través de la discriminación sa-larial, la infravaloración de los trabajos realizados porla mujeres (trabajos feminizados), la dificultad en elacceso y la promoción, el acoso sexista...

• En el ámbito familiar por la falta de responsabilidadesante las tareas que conlleva la crianza, la paternidadresponsable. La falta de corresponsabilidad en las ta-reas domésticas y de cuidados en general.

• En el ámbito social, la ausencia de servicios públicosde calidad necesarios para cubrir toda la demandaexistente, y el desigual acceso a los recursos cultura-les y sociales.

El ir elimando todas las desigualdades entre hombres ymujeres nos acercará a la progresiva desaparición de laviolencia sexista. La construcción de un concepto de per-sonas en igualdad, sin discriminación por razón de sexo,es imprescindible para acabar con esta lacra social.