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colecciónNuevas teorías económicasdirigida por Julio C. Neffa y Héctor Cordone

Edición: Primera. Julio de 2013 Tirada: 500 ejemplares

ISBN: 978-84-15295-43-3

© 2013, Miño y Dávila srl / Pedro Miño

Prohibida su reproducción total o parcial, incluyendo

fotocopia, sin la autorización expresa de los editores.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación

pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada

con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por

la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos

Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear

algún fragmento de esta obra.

Diseño y composición: Gerardo Miño

Dirección postal: Av. Rivadavia 1977, 5º B (C1033ACC) Buenos Aires, Argentina Tel-fax: (54 11) 3534-6430

e-mail producción: [email protected] e-mail administración: [email protected] web: www.minoydavila.com

Índice

Presentación ........................................................................................ 11 Martín Schorr

1. Dinámica externa de la economía argentina. Un análisis a partir de las grandes firmas ................................................................................ 19

Pablo Manzanelli y Martín Schorr

I. Introducción ................................................................................. 19 II. La cúpula empresaria en el comercio exterior de la Argentina .... 23 III. La trayectoria estructural de la elite empresaria .......................... 32 IV. Reflexiones finales ....................................................................... 39 Bibliografía ......................................................................................... 52

2. La extranjerización de la industria argentina en la posconvertibilidad. Un análisis del poder económico sectorial .......................................... 55

Pablo Manzanelli y Martín Schorr

I. Introducción ................................................................................. 55 II. La extranjerización del poder económico industrial .................... 57 III. La fisonomía estructural de los diferentes segmentos del poder económico industrial .................................................................... 67 IV. Reflexiones finales ....................................................................... 77 Bibliografía ......................................................................................... 79

3. Oligopolio y formación de precios. La industria argentina en la posconvertibilidad ............................................................................... 83

Pablo Manzanelli y Martín Schorr

I. Introducción ................................................................................. 83 II. Metodología y fuentes de información ........................................ 89

III. Estructura de los mercados y formación de precios en la industria 92 IV. Oligopolios industriales, ganancia e inversión ............................ 101 V. Reflexiones finales ....................................................................... 105 Bibliografía ......................................................................................... 114

4. Inserción de la industria argentina en el mercado mundial: perfil de especialización según densidad tecnológica de los productos ............ 117

Martín Schorr y andréS Wainer

I. Introducción ................................................................................. 117 II. Una visión general del intercambio comercial de bienes industriales ................................................................................... 120 III. La clasificación de manufacturas según su complejidad tecnológica ................................................................................... 123 IV. El análisis de las exportaciones según el contenido tecnológico de los bienes ............................................................. 127 V. Las importaciones y el saldo comercial según el contenido tecnológico de las manufacturas .................................................. 133 VI. Reflexiones finales ....................................................................... 139 Bibliografía ......................................................................................... 142

5. ¿Sustitución de importaciones en la posconvertibilidad? Una mirada desde la industria automotriz y la de bienes de capital ... 145 María JoSé caStellS y Martín Schorr

I. Introducción ................................................................................. 145 II. El sector automotor ...................................................................... 147 III. La industria de bienes de capital .................................................. 154 IV. Reflexiones finales ....................................................................... 165 Bibliografía ......................................................................................... 185

6. La industria del cuero en la posconvertibilidad: reactivación y especialización regresiva .................................................................... 187

eSteban Ferreira y Martín Schorr

I. Introducción ................................................................................. 187 II. Características productivas de la industria del cuero y marco normativo ..................................................................................... 190 III. Rasgos estructurales de la industria ............................................. 195 IV. Dinámica productiva .................................................................... 202 V. Reflexiones finales: lineamientos de política para revertir la primarización y la especialización regresiva ............................... 214 Bibliografía ......................................................................................... 217

7. La industria textil y de indumentaria en la Argentina. Informalidad y tensiones estructurales en la posconvertibilidad .............................. 219 eSteban Ferreira y Martín Schorr

I. Introducción ................................................................................. 219 II. Perfiles de especialización internacional ..................................... 221 III. Características productivas de la industria en la Argentina ......... 224 IV. Estructura y dinámica reciente de la industria ............................. 231 V. Distribución del ingreso e informalidad en la industria de la confección .................................................................................... 244 VI. Reflexiones finales ....................................................................... 248 Bibliografía ......................................................................................... 253

Sobre los autores .......................................................................................... 255

11

Presentación

Martín Schorr

En este libro se reúne una serie de trabajos realizados a lo largo de varios años en el marco del Proyecto de Investigación “La industria argentina en la posconvertibilidad: continuidades y rupturas en la dinámica y la

estructura del sector” (PICT 2008-0406), patrocinado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. Este programa de estudio fue coordinado por Daniel Azpiazu hasta su lamentable y repentino fallecimiento en agosto de 2011. Por ello, y por muchas otras razones, esta obra está dedicada a su memoria.

En las páginas que siguen el lector encontrará los resultados de una prolon-gada y fructífera labor en equipo, la que se plasma, al menos, en dos cuestiones. En primer lugar, en el hecho de que los trabajos compilados fueron discutidos entre todos los autores en numerosas ocasiones y en instancias diversas, haciendo propias las palabras de Kaldor, para quien “las ideas difícilmente afluyen en el aislamiento –surgen como consecuencia de un proceso social– y a menudo es casi imposible separar la contribución de un individuo en particular o constatar la medida en la que los propios pensamientos fructificaron gracias a los pensamientos de otros”1. En segundo lugar, estrechamente relacionado, si bien el libro está compuesto por siete artículos que versan sobre diferentes temáticas y que pueden ser leídos de manera independiente, una lectura de conjunto puede resultar enriquecedora ya que en ellos subyacen múltiples hipótesis y preguntas de investigación compartidas.

Esas preocupaciones analíticas surgieron de la necesidad de profundizar varias líneas de indagación que quedaron “abiertas” tras un estudio previo que realizamos con Azpiazu, en el que se abordó el desenvolvimiento de la industria argentina desde la última dictadura militar hasta mediados de la década de 2000,

1 Kaldor, N. (1969): Ensayos sobre estabilidad y desarrollo económico, Tecnos, Madrid.

12 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD

ya en el marco de la denominada posconvertibilidad2. Pero, adicionalmente, esos focos de interés se inscriben en el intento de poner en discusión ciertas postu-ras académicas y políticas que han estado muy en boga en los últimos años en Argentina y que, como tales, en no pocas ocasiones han sido tomadas como “verdades reveladas” por vastos sectores. Al respecto, entre otros interrogantes disparadores de las investigaciones que dieron origen a los artículos que aquí se reúnen, se destacan los siguientes:

• Luego del abandono del régimen de convertibilidad, ¿se puede afirmar que la Argentina ha atravesado un proceso de reindustrialización con creciente control nacional y que ha sentado las bases para configurar un nuevo modelo económico?

• En el transcurso del último decenio, ¿es posible reconocer la existencia de un cambio estructural en el perfil de especialización predominante en el sector manufacturero local y en su inserción en la división internacional del trabajo? Y en una línea similar, ¿se ha asistido a un proceso sostenido de sustitución de importaciones?

• En los años recientes, ¿se han revertido ciertos legados críticos del neolibe­ralismo en diferentes frentes (reprimarización, dependencia tecnológica, des-articulación de la matriz fabril, concentración y centralización del capital, extranjerización, etc.)?

• En suma, ¿en la posconvertibilidad ha tenido lugar un proceso de desarrollo industrial (reindustrialización) o resulta más atinado referirse a una fase de crecimiento?

Para dar respuestas a estos interrogantes comunes y claramente vinculados entre sí, los siete estudios que integran este libro parten de la adopción de un enfoque de neto corte heterodoxo en el que la economía necesariamente debe ser encarada como economía política. Es decir, como una ciencia social en la que el poder y su distribución desigual entre las distintas clases sociales y fracciones de clase constituye uno de los ejes centrales del análisis.

A partir de este encuadre compartido, los artículos pueden ser divididos en dos grandes bloques. Un primer grupo hace hincapié en la evolución y las trans-formaciones sobrevenidas en los últimos años en el poder económico doméstico, y en las relaciones que pueden establecerse entre tales cambios y el desempeño estructural del sector fabril: “Dinámica externa de la economía argentina. Un análisis a partir de las grandes firmas” y “La extranjerización de la industria argentina en la posconvertibilidad. Un análisis del poder económico sectorial”. Por su parte, un segundo grupo de trabajos hace eje en la perspectiva sectorial

2 Azpiazu, D. y Schorr, M. (2010): Hecho en Argentina. Industria y economía, 1976-2007, Siglo Veintiuno Editores, Buenos Aires.

13Martín Schorr (coordinador)

focalizándose en distintas dimensiones: “Oligopolio y formación de precios. La industria argentina en la posconvertibilidad”, “Inserción de la industria argentina en el mercado mundial: perfil de especialización según densidad tecnológica de los productos”, “¿Sustitución de importaciones en la posconvertibilidad? Una mirada desde la industria automotriz y la de bienes de capital”, “La industria del cuero en la posconvertibilidad: reactivación y especialización regresiva” y “La industria textil y de indumentaria en la Argentina. Informalidad y tensiones estructurales en la posconvertibilidad”.

La principal finalidad que perseguimos es que, mediante una lectura de con-junto del libro, resulte posible acceder a una amplia gama de evidencias que permitan aproximarse a una visión más o menos “integral” sobre la trayectoria de la industria argentina en el transcurso de la posconvertibilidad (con la debida iden-tificación de las líneas de continuidad y de ruptura que pueden establecerse entre esta etapa y lo acontecido durante la década de 1990). Ahora bien, a pesar de su pretensión de “globalidad”, los enfoques asumidos son naturalmente parciales en función de los marcos teóricos escogidos, las metodologías desplegadas, las fuentes de información básica utilizadas y los posicionamientos político-ideológicos de los autores. A pesar de esta inevitable parcialidad, que está presente en cualquier investigación en ciencias sociales, a lo que se aspira, en última instancia, es a brin-dar algunos elementos de juicio para el necesario debate social –hoy prácticamente ausente– acerca de las características y los alcances de un plan de industrialización para nuestro país.

I. Adelantando algunas conclusiones

Con sus respectivas especificidades, los siete artículos arrojan distintas con-clusiones que aluden a la naturaleza acotada de la reindustrialización de la eco-nomía argentina en la posconvertibilidad. Ello, por varias razones, entre las que interesa resaltar apenas cuatro.

En primer lugar, a pesar de la notable expansión fabril que se verificó desde mediados de 2002 (que hasta 2007/08, “dólar alto” mediante, se difundió, con sus más y sus menos, a lo largo de todo el tejido manufacturero), casi no se manifestaron tendencias a un cambio estructural en el perfil de especialización e inserción internacional de la industria doméstica respecto del período de vigencia del neoliberalismo. Se trata de una matriz productiva con un predominio marcado y creciente de ramas afincadas en el procesamiento de recursos naturales (por lo general, con bajo valor agregado) y unos pocos ámbitos privilegiados de acu-mulación, como la armaduría automotriz y el enclave ensamblador de productos electrónicos en Tierra del Fuego.

En su mayoría, las manufacturas más relevantes se caracterizan por ser alta-mente concentradas y estar controladas por capitales extranjeros y/o un puñado

14 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD

de grupos económicos locales; por tener una inserción destacada en los mercados mundiales por la vía exportadora y/o a partir de una elevada demanda impor-tadora; por presentar escasos eslabonamientos interindustriales y una reducida capacidad generadora de empleo; y por el hecho de que para las empresas líderes que se desenvuelven en tales espacios, los salarios pesan mucho más como un costo empresario que como un elemento dinamizador de la demanda interna. De allí que no deba extrañar que, a la par de la ausencia de cambio estructural en el ámbito fabril, se hayan afianzado las tendencias a la concentración y cen-tralización del capital con eje en una extranjerización sumamente acentuada, al tiempo que se tornan cada vez más evidentes los límites objetivos que el perfil de especialización predominante le impone a la redistribución del ingreso.

En segundo lugar, ante lo restringido de la sustitución de importaciones (en términos cuantitativos y cualitativos), el desempeño manufacturero en la poscon-vertibilidad no logró revertir el cuadro histórico de dependencia tecnológica de la industria argentina y, por esa vía, su carácter trunco. Entre otras cosas, esto se expresa en el déficit comercial estructural de gran parte de las industrias (sobre todo las de mayor densidad tecnológica), con la salvedad de unas pocas vincu-ladas con las ventajas comparativas estáticas del país. Esa suerte de “dualidad estructural” (que a partir de 2007 derivó en saldos comerciales deficitarios en el agregado sectorial, con la excepción de 2009 a raíz de los impactos domésticos de la crisis mundial), es indicativa de que en la última década no se redujo la “divisa-dependencia” característica del sector manufacturero local.

En ese marco es que se manifiesta una de las “paradojas” del comporta-miento fabril reciente: si bien en los últimos años, y de modo recurrente, la industria ha sido catalogada como la “locomotora del crecimiento” y el sector dinamizador y ordenador de un “modelo de acumulación con inclusión social”, en los hechos la no reversión de la dependencia tecnológica terminó reforzando la centralidad estructural y el poder de veto de los grandes proveedores de divisas en la Argentina, cuyo ciclo de acumulación y reproducción ampliada del capital en la esfera productiva gira alrededor de actividades con un bajo (o nulo) grado de industrialización. Estos sectores y los actores que los controlan resultaron ampliamente favorecidos no sólo en términos estructurales, sino también por las intensas transferencias intersectoriales del ingreso que tuvieron lugar tras la “salida devaluatoria” de la convertibilidad por efecto de la dinámica que asumió el comportamiento de los precios relativos en la economía y en el interior del sector manufacturero.

En tercer lugar, en un escenario sectorial que, por diferentes motivos, potenció las tendencias a la concentración económica, de los análisis sobre la trayectoria de la elite empresaria en la posconvertibilidad se desprenden algunos hallazgos relevantes.

Por un lado, de la mano de la vigencia en el nivel interno de un “dólar alto” (hasta 2007/08) y de mercados internacionales de commodities en franca expan-

15Martín Schorr (coordinador)

sión, se manifestaron ciertas modificaciones en el perfil constitutivo de la cúpula respecto del decenio de 1990. En lo sustantivo, las mismas se asocian al fuerte avance estructural en el seno del poder económico local de aquellas corporaciones industriales con una marcada orientación exportadora (agroindustrias, elaborado-ras de acero y aluminio, algunas fabricantes de productos químico-petroquímicos y las terminales automotrices). Y de otras compañías que integran el panel de las empresas de mayor envergadura del país que, merced a la explotación de recursos naturales, también tienen en los mercados externos una fuente decisiva de su acu-mulación (mineras, agropecuarias y, durante algún período, de la actividad hidro-carburífera). Todo ello, en detrimento de diversas firmas “mercado­internistas” ligadas, sobre todo, a la prestación de servicios y varios rubros comerciales.

Por otro lado, esta vez como línea de continuidad con la convertibilidad, se recrudeció el proceso de extranjerización a raíz de la marcada gravitación de las empresas transnacionales en las industrias dinámicas y de mayor gravitación estructural, así como de la intensa centralización del capital que se verificó. Ésta derivó en una importante desnacionalización de muchas firmas líderes de distintas ramas manufactureras (frigorífica, cementera, siderúrgica, alimenticia, derivados de petróleo, etc.).

Por último, cabe resaltar la estrategia privilegiada por las grandes empresas fabriles de sustentar buena parte de su expansión y su consolidación de mercado en la minimización de la inversión reproductiva (con márgenes de rentabilidad muy elevados) y en la captación diferencial de excedentes, básicamente a través de la fijación oligopólica de precios y la percepción de una amplia gama de subvenciones estatales.

Así, se está en presencia de un poder económico cada vez más concentrado y extranjerizado; con una creciente capacidad de veto a favor de su sólida inserción exportadora en un sector manufacturero que, en términos generales, se caracteriza por la señalada “dualidad estructural” en su posicionamiento comercial externo; con una baja contribución en lo que se refiere a la ampliación de las capacidades productivas domésticas (y, cuando lo hace, con una considerable demanda impor-tadora); y con un esquema de acumulación con eje en las ventajas comparativas estáticas, la vigencia de salarios reducidos desde la perspectiva internacional y una distribución funcional del ingreso sumamente regresiva. Está claro que este poder económico, tan fortalecido en estos años de crecimiento fabril, no puede ser la base de sustento de un “modelo de acumulación con inclusión social” y, en ese marco, de un cambio estructural en el perfil de la industria argentina. Máxime cuando en la actualidad estos sectores se encuentran pugnando por una fuerte devaluación como modo de maximizar sus ganancias (con sus consiguientes efectos sobre el salario real).

En cuarto lugar, los estudios sobre la evolución en la posconvertibilidad de sectores fabriles específicos arrojan una serie de evidencias que refuerzan lo ante-dicho acerca del carácter acotado de la reindustrialización de los últimos años.

16 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD

Por ejemplo, en el caso de la industria automotriz y la de bienes de capital sobresale la debilidad de un planteo sustitutivo que apostó casi exclusivamente al “dólar alto”, mientras se mantuvieron (e, incluso, se reforzaron) ciertos instru-mentos que datan de la década de 1990. En los hechos, esto acarreó saldos comer-ciales altamente deficitarios en el marco del proceso de “sustitución inversa” que tuvo lugar ante el desaprovechamiento de la masa crítica existente para avanzar por la vía sustitutiva (y pese al dinamismo exportador de determinados produc-tos). En otras palabras, la política pública alentó el crecimiento de ambas indus-trias pero no fue capaz de lograr una mayor integración del tejido manufacturero y grados crecientes de autonomía nacional en actividades con un potencial para nada desdeñable en términos de dinamización de encadenamientos productivos, creación de empleos (mayoritariamente calificados) y difusión del conocimiento científico­tecnológico.

En otros casos, como en el de la industria del cuero y sus derivados (calzado y marroquinería), la intervención estatal procuró la sustitución de importaciones, pero a costa de afianzar un perfil de especialización regresivo a base de bienes que resultan real o potencialmente competitivos de los que se elaboran en países cuya principal ventaja “competitiva” radica en niveles salariales ínfimos. Este sesgo del funcionamiento de esta rama fabril se vincula con dos factores concu-rrentes. Por un lado, con el hecho de que la apuesta sustitutiva quedó “presa” de la necesidad de resolver algunos problemas macroeconómicos a corto (y muy corto) plazo, como el de evitar la irrupción de un escenario de restricción externa, antes que enmarcarse en una estrategia de desarrollo sectorial de mediano y largo alcance. Por otro lado, con el peculiar manejo que se realizó de los derechos y los reintegros de exportación que, en un contexto internacional favorable, terminó incentivando ventas externas de cuero con escaso o nulo procesamiento y, en el nivel interno, la emergencia de restricciones importantes en el abastecimiento de materia prima, de allí la búsqueda de insumos alternativos (textiles, sintéticos, etc.) y su correlato sobre la matriz productiva de la actividad.

Finalmente, en el caso de la industria textil y de indumentaria, vale señalar que se trata de un sector que se expandió de modo considerable en la posconver-tibilidad, pero asociado a la consolidación de un segmento informal muy grande, con un rol destacado de micro, pequeñas y medianas unidades económicas, un componente elevadísimo de trabajo precario, y cuya existencia y expansión son cada vez más funcionales a la estrategia de acumulación de los actores predo-minantes. Ello, en el cuadro de una ostensible segmentación de los mercados de consumo y una fenomenal transferencia de ingresos a favor de los núcleos productivos más concentrados (proveedores de insumos básicos y grandes marcas de ropa) y de otros rubros económicos (comercial y financiero).

17Martín Schorr (coordinador)

II. Del crecimiento al desarrollo: la necesaria reindustrialización nacional

Retomando las preguntas que ordenaron las investigaciones que dieron lugar a los trabajos que integran este libro, resulta posible afirmar que en la poscon-vertibilidad la industria argentina ha atravesado una fase de crecimiento pero no de desarrollo.

Si bien los tremendos legados del neoliberalismo imperante en el período 1976-2001 sobre el sector manufacturero doméstico no pueden ser revertidos “de la noche a la mañana”, tampoco se debería soslayar que, a más de una década del abandono de la convertibilidad, muchas de esas pesadas herencias, lejos de haberse revertido, se han profundizado (en algunos casos con creces). Como se desprende de las consideraciones que anteceden y de los distintos análisis que el lector podrá encontrar en los estudios que aquí se compilan, el ciclo reciente de crecimiento sin desarrollo se encuentra estrechamente relacionado con las modalidades que asumió el funcionamiento estatal.

Al respecto, el “fomento industrial” de los últimos años puede ser dividido en dos etapas. En la primera, que abarca desde 2002 hasta 2007/08, la “apuesta de fondo” de las autoridades gubernamentales pasó por el sostenimiento de un tipo de cambio elevado, casi sin políticas industriales activas y coordinadas (los pocos instrumentos que se aplicaron, muchos de ellos concebidos e implementados en el decenio de 1990, favorecieron fundamentalmente a las empresas líderes y, por ende, reforzaron en sus aspectos esenciales el statu quo heredado en lo que respecta al perfil de especialización, la inserción internacional, la fisonomía del poder económico, etc.). La segunda etapa es contemporánea con el paulatino agotamiento del “dólar alto” y la irrupción de la crisis mundial a mediados de 2008: desde entonces y hasta el presente, se ha venido recurriendo a algunas medidas “novedosas” (como, por ejemplo, las restricciones a las importacio-nes, diversos aumentos de aranceles, la búsqueda por redireccionar proyectos de inversión a la esfera productiva, etc.); pero, en general, las mismas han quedado subordinadas a la decisión de hacer prevalecer en la coyuntura ciertos equilibrios macroeconómicos. En consecuencia, más allá de sus diferencias en cuanto a los lineamientos privilegiados, las dos etapas reconocen un denominador común: la ausencia de una estrategia y un plan de desarrollo industrial3.

En ese contexto, si a lo que se aspira es a que el crecimiento manufacturero se transforme en un proceso de desarrollo sectorial sostenido y sustentable, es cada vez más evidente que se requiere una redefinición del “estilo de industrialización”

3 Durante el gobierno de Kirchner y en los de su sucesora, el señalado accionar gubernamental se desplegó en consonancia con una política de ingresos que buscó recomponer con criterio redistributivo los ingresos de los sectores populares en general, y de los trabajadores en par-ticular (sobre todo, de los asalariados registrados). Y, por esa vía, servir como mecanismo de incentivo de la propia producción fabril.

18 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD

y de las políticas de fomento. Ahora bien, ello supone como requisito previo el contar con un diagnóstico pormenorizado sobre la situación y las perspectivas de la industria local y de las diferentes ramas que la conforman, así como sobre la ostensible heterogeneidad estructural que se manifiesta en los planos inter e intrasectorial; elementos indispensables, a su vez, para el necesario debate social sobre las formas que debería asumir una reindustrialización nacional genuina (y no acotada). Este libro pretende aportar algunos elementos a tales efectos.

Buenos Aires, mayo de 2013

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1/ Dinámica externa de la economía argentina. Un análisis a partir de las grandes firmas1*

Pablo Manzanelli y Martín Schorr

I. Introducción

La megadevaluación de la moneda argentina en el año 2002 constituyó un punto de inflexión en la historia económica del país. A partir de allí se alteraron muchos de los basamentos fundamentales sobre los que se

sostuvo el modelo de acumulación instaurado por la última dictadura militar (1976-1983) y que, con sus matices, prevaleció y se profundizó durante los su-cesivos gobiernos democráticos hasta su debacle a fines de 2001. Además de un crecimiento exponencial del endeudamiento externo y el desmantelamiento de la dinámica de sustitución de importaciones, dicho modelo, que ha sido denominado como de “valorización financiera”, conllevó, entre sus múltiples implicancias deletéreas, una profunda desindustrialización con eje en una reestructuración regresiva del entramado fabril y un intenso proceso de concentración y centrali-zación del capital (Basualdo, 2006 y Nochteff, 1999). Todo ello como resultado de la implementación de un vasto conjunto de políticas neoliberales (liberali-zación comercial y financiera, “desregulación” de una amplia gama de merca-dos, privatización de empresas públicas, regímenes especiales de privilegio para ciertos sectores del poder económico, etc.). En la década de 1990 estas políticas se complementaron y reforzaron con la conversión fija entre el peso y el dólar estadounidense a la relación 1 a 1 (plan de convertibilidad).

Tras cuatro años consecutivos de recesión, la muy regresiva salida del régi-men convertible, cristalizada en la sanción de la Ley Nº 25.561 de “emergencia pública y reforma del régimen cambiario”, derivó en un salto de significación del

1* En este trabajo se recuperan y amplían los desarrollos analíticos de un estudio previo de los autores que fue publicado en Ensayos de Economía, Nº 41, Medellín, 2012.

20 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD

tipo de cambio2. De allí en más, esta variable tendió a ubicarse en niveles reales superiores a los vigentes durante la convertibilidad, alterando la estructura de precios y rentabilidades relativas, y desplazando el eje de la acumulación princi-palmente hacia los sectores productores de bienes transables (Azpiazu y Schorr, 2010a; CENDA, 2010; Schorr, Manzanelli y Basualdo, 2012; Wainer, 2011).

A raíz de esto, se produjeron transformaciones significativas en la dinámica de diversas variables macroeconómicas. Una de ellas es la balanza comercial. La elevación del tipo de cambio real encareció las importaciones y tornó más “com-petitivas” las exportaciones, dando lugar, después de varios años de acentuados déficits comerciales, a un resultado positivo de las cuentas externas, lo que, a su vez, sirvió de sostén decisivo a uno de los pilares del llamado “modelo de la posconvertibilidad”: el superávit en la cuenta corriente3.

Al respecto, los datos aportados por el Cuadro Nº 1 permiten comprobar que entre 2002 y 2010 el excedente comercial alcanzó un promedio anual de 13.480 millones de dólares, contrastando con el déficit anual de 1.378 millones de dólares de la convertibilidad (1993-2001). Las diferencias entre uno y otro período son por demás elocuentes. Durante el decenio de 1990, la convergencia temporal del retraso cambiario y la acentuada apertura comercial acarrearon un cuadro crítico en materia de saldos comerciales externos, incluso en un contexto signado por una evolución positiva de las exportaciones. En ese marco, la elevada propensión importadora de bienes fue desplazando a la producción interna y destruyendo o debilitando en forma considerable a ramas enteras del tejido industrial, con-solidando a los sectores que, de acuerdo al neoconservadorismo hegemónico en esos años, eran (y son) expresión de “eficiencia” en una economía como la argentina. Es decir, a aquéllos asociados al aprovechamiento de ventajas com-parativas estáticas y/o institucionales de privilegio y con un peso preponderante de capitales oligopólicos: agroindustria, acero, aluminio y otros commodities del sector fabril, armaduría automotriz, petróleo y minería, entre los rubros princi-pales. A su vez, esto trajo aparejados dos efectos convergentes. Por un lado, en el plano empresarial, se fortalecieron aún más las tendencias a la concentración económica impulsadas por el programa de reformas neoliberales en curso, con el consecuente mayor debilitamiento de los segmentos empresarios de menores dimensiones. Por otro lado, en términos estructurales, se profundizó el proceso de

2 La implosión de la convertibilidad fue traumática y sumamente regresiva, a tal punto que en los inicios de 2002, devaluación e inflación mediante, el nivel del salario real declinó alrededor del 30%, en un escenario en el que cerca del 40% de la población económicamente activa se encontraba desocupada o subocupada, y la pobreza y la indigencia alcanzaban en los principales aglomerados urbanos a casi el 55% y el 25% de las personas, respectivamente (datos extraídos de http://www.indec.gov.ar/, consultado el 23/3/2012).

3 De acuerdo a la estimación oficial de la balanza de pagos, bajo la vigencia del régimen de caja de conversión la cuenta corriente fue sistemáticamente deficitaria, mientras que en 2002­2010 arrojó resultados excedentarios (información disponible en http://www.indec.gov.ar/, consultado el 25/10/2012).

21Martín Schorr (coordinador)

reprimarización iniciado a mediados de la década de 1970 y una inserción pasiva y subordinada en la división internacional del trabajo, al tiempo que se agudizó sobremanera el rezago histórico de la industria de bienes de capital y de muchos de los segmentos fabriles más complejos, con el consiguiente agravamiento del cuadro de dependencia tecnológica característico del país (Azpiazu y Nochteff, 1994; Katz, 2000; Kosacoff, 2000; Schorr, 2004).

Cuadro Nº 1. Evolución del Producto Bruto Interno (PBI) y el Valor Bruto de Pro-ducción (VBP) a precios constantes, de las exportaciones, las importaciones, el saldo comercial y los términos del intercambio, y del peso de las exportaciones y las importaciones en el VBP, 1993-2010 (índice base 2001=100, millones de dólares y porcentajes).

PBI real

VBP real

Expor-taciones

Impor-taciones

Términos del inter-cambio

Saldo comercial

Expo/ VBP

Impo/ VBP

(índice base 2001=100) (mill.U$S) (%)1993 89,6 89,0 49,4 82,6 94,9 -3.666 3,4 4,41994 94,8 95,1 59,7 106,3 96,0 -5.751 3,8 5,21995 92,1 92,4 79,0 99,0 96,1 841 5,0 4,81996 97,2 97,5 89,7 116,9 103,7 49 5,4 5,41997 105,1 105,6 99,6 149,9 102,9 -4.020 5,6 6,41998 109,1 109,9 99,6 154,4 97,1 -4.944 5,5 6,51999 105,4 106,1 87,8 125,5 91,5 -2.199 5,2 5,72000 104,6 105,2 99,2 124,4 100,6 1.061 5,8 5,62001 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 6.223 6,2 4,72002 89,1 89,2 96,6 44,2 99,6 16.661 15,5 5,42003 97,0 93,3 112,8 68,2 108,9 16.088 13,1 6,12004 105,7 102,4 130,3 110,5 110,3 12.130 13,1 8,52005 115,4 116,6 152,2 141,2 108,0 11.700 13,2 9,32006 125,2 127,3 175,4 168,1 114,6 12.393 12,6 9,32007 136,1 138,2 210,9 220,0 119,9 11.273 12,7 10,22008 145,2 146,6 263,8 282,8 133,6 12.557 13,9 11,42009 146,5 148,7 209,7 190,9 133,5 16.886 11,1 7,72010 159,9 162,3 256,7 278,1 133,2 11.632 11,3 9,4

Prom.93-01 99,8 100,1 84,9 117,7 98,1 -1.378 5,2 5,5Prom.02-10 124,5 125,0 178,7 167,1 118,0 13.480 12,6 9,0

Fuente: Elaboración propia en base a información del INDEC.

Semejantes legados críticos son de suma importancia al momento de interpre-tar la dinámica del sector externo durante la posconvertibilidad. En el marco del acentuado crecimiento del producto bruto interno y con términos del intercam-bio favorables, las exportaciones se incrementaron considerablemente (165,6%

22 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD

entre 2002 y 2010), pero casi sin modificaciones en su perfil sectorial. En otras palabras, no hubo cambio estructural que permitiera modificar la inserción de la economía argentina en las relaciones económicas internacionales (Azpiazu y Schorr, 2008; Bianco, Porta y Vismara, 2007; Fernández Bugna y Porta, 2008; y el trabajo de Schorr y Wainer en este libro). Por su parte, las importaciones hicie-ron lo propio pero con un ritmo de crecimiento mucho más acelerado (528,5% en el horizonte temporal aludido)4.

Se trata de un crecimiento de la actividad económica doméstica sostenido, entre otros factores, por las exportaciones netas, pero que a un cierto nivel del producto bruto genera una demanda interna de importaciones sumamente acen-tuada. En este sentido, resulta ilustrativo que en un escenario de creciente apertura comercial en relación con los registros prevalecientes en el decenio de 1990, el coeficiente de exportación (exportaciones sobre valor bruto de producción) pasó del 13,1% al 11,3% entre 2003 y 2010, mientras que el coeficiente de importación (importaciones sobre valor bruto de producción) ascendió del 6,1% al 9,4% en el mismo período (con un pico en 2008, previo a las primeras manifestaciones de la crisis internacional en el ámbito interno –Arceo, 2011–)5.

Ello es consecuencia del señalado proceso de reestructuración regresiva del entramado fabril al cabo del período 1976-2001, puesto que la oferta local no logra cubrir los incrementos de la demanda derivados del crecimiento de la acti-vidad; esto, por la fuerte dependencia de insumos, bienes de capital y diversos bienes de consumo importados. Pero lo antedicho también pone en evidencia que el “dólar alto” como variable que jerarquiza el comportamiento económico, no parece haberse constituido en un aliciente suficiente como para garantizar un proceso sustitutivo de significación (Herrera y Tavosnanska, 2011; Wainer y Schorr, 2012).

En ese estado de situación general en materia de posicionamiento comercial externo de la Argentina se inscribe este trabajo, que pretende brindar algunos ele-mentos de juicio para la caracterización del perfil de especialización e inserción internacional del país en la posconvertibilidad a partir del análisis de las grandes empresas con operatoria en el medio local. Se trata de una perspectiva que se considera relevante no sólo por el ostensible poder económico de estos capitales a raíz de lo sucedido durante el “modelo de valorización financiera”, sino también porque de una investigación previa surge el rol protagónico que los mismos han tenido en la importante fase de crecimiento experimentada en los últimos años,

4 En 2002 los requerimientos de importaciones cayeron drásticamente, más del 55%, por efecto de la crisis socio-económica (en dicho año el PBI total disminuyó casi el 11%, lo mismo que el correspondiente al sector manufacturero). De considerar el período 2003-2010, las exporta-ciones se expandieron alrededor del 128% y las importaciones del 308%.

5 Como se infiere del Cuadro Nº 1, el grado de apertura total de la economía argentina (exporta-ciones más importaciones sobre el valor bruto de producción) pasó de un promedio del 10,7% en 1993-2001 a uno del 21,6% en 2002-2010.

23Martín Schorr (coordinador)

de allí uno de sus aspectos distintivos: la creciente concentración económica (Azpiazu, Manzanelli y Schorr, 2011). En consecuencia, el focalizar la indagación en las firmas líderes es clave para avizorar posibles senderos evolutivos de la economía nacional, al tiempo que arroja luz sobre algunas peculiaridades de un planteo económico, como el vigente, en el que se suele resaltar la importancia de la “salida exportadora” como uno de los vectores dinamizadores y organizadores de un “modelo de acumulación con inclusión social”.

Específicamente se apunta a cuantificar la gravitación de la cúpula empresaria en las variables del comercio exterior del país, así como a evaluar el desempeño estructural de las diferentes compañías que la integran atendiendo a su inser-ción sectorial, su vinculación con el mercado mundial y los capitales que las controlan6. En las conclusiones se recuperan los distintos desarrollos previos con el propósito de reflexionar críticamente sobre las formas de inserción de la Argentina en la división internacional del trabajo.

II. La cúpula empresaria en el comercio exterior de la Argentina

La importancia que han asumido las ventas al exterior en el escenario macroe-conómico de la posconvertibilidad invita a reflexionar acerca de cuáles son los actores que han impulsado tal comportamiento o, desde otra mirada, quiénes son los beneficiarios subyacentes de la muy buena performance que ha exhibido la dinámica exportadora tras la implosión del régimen de conversión fija. En tal sentido, en línea con algunas de las conclusiones de Azpiazu, Manzanelli y Schorr (2011), se parte del reconocimiento de que la lógica de acumulación y reproducción ampliada del capital de muchas de las grandes firmas tiene como una de sus premisas principales la colocación de sus productos en los mercados externos. De allí que asuma una importancia no desdeñable la indagación del grado de concentración de las exportaciones o, en otros términos, examinar la evolución del peso relativo de las doscientas compañías de mayores dimensiones del país en las ventas externas totales.

6 En este estudio se utilizan indistintamente los conceptos de cúpula empresaria y de elite em-presaria. En términos operacionales, este universo está conformado por las doscientas firmas de mayor facturación anual que se desempeñan en los distintos sectores de la actividad eco-nómica (con la excepción del financiero y el agropecuario –salvo aquellas compañías que se dedican a la comercialización de granos, que sí están incluidas en el panel–). La elaboración de la mencionada base de datos supone un arduo proceso de sistematización de información básica. En una primera instancia se trabaja con datos procedentes de los balances empresarios, los que, en una segunda etapa, son complementados a partir del uso y la compatibilización de fuentes diversas y heterogéneas como las revistas Mercado y Prensa Económica, la Comisión Nacional de Valores y los sistemas Nosis y Economática. En el Anexo se pueden consultar las firmas que integran el ranking en 2001 y 2010.

24 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD

Al respecto, los datos aportados por el Gráfico Nº 1 demuestran que, más allá de ciertas oscilaciones coyunturales, los niveles de participación de la cúpula empresaria resultan ser por demás significativos (en 2010 el 71,7% de las expor-taciones de la Argentina fue realizado por este segmento del poder económico doméstico). Y denotan un incremento relevante vis-à-vis los años de vigencia de la convertibilidad (en 1991 la señalada gravitación fue del 50,1% y en 2001 del 64,2%).

Gráfico N° 1. Participación de las exportaciones de la cúpula empresaria (de las doscientas, las cien, las segundas cincuenta y las primeras cincuenta firmas de mayores ventas) en las exportaciones totales del país, 1991-2010 (por-centajes).Gráfico Nº 1.Participación de las exportaciones de la cúpula empresaria (de las

200, las 100, las segundas 50 y las primeras 50 firmas de mayores ventas) en las exportaciones totales del país, 1991-2010 (porcentajes).

59,162,1

41,4

27,0

5,1

8,413,6

7,4

7,99,2

12,4

71,7

78,5

64,2

50,1

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

Fuente: elaboración propia en base a información del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO y del INDEC.

Por

cent

aje

Primeras cincuentaSegundas cincuentaSegundas cienCúpula empresaria (las 200)

Fuente: Elaboración propia en base a información del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO y del INDEC.

Tales tendencias adquieren una dimensión todavía más relevante cuando se comprueba que apenas medio centenar de corporaciones asume un papel determi-nante en esa creciente ponderación. A pesar de tratarse de las cincuenta principa-les empresas del medio local en orden a su facturación anual y no por la magnitud de sus exportaciones, su participación en el período 2002-2010 se ubica en torno del 50-60% de las ventas externas del país, lo cual supone un crecimiento consi-derable en referencia a los registros prevalecientes en la década de 1990. Basta con mencionar que en 1991 las cincuenta mayores firmas de la cúpula explicaron el 27,0% de las exportaciones totales, en 2001 el 41,4%, mientras que en 2010

25Martín Schorr (coordinador)

aportaron el 59,1%7. Ello contrasta con los otros estratos de la elite empresaria, los que vieron caer su peso relativo en las ventas externas: las segundas cincuenta firmas pasaron de explicar el 10,7% en 1991 al 5,1% en 2010 (13,6% en 2001); por su parte, las segundas cien compañías redujeron su incidencia del 12,4% en 1991 al 7,4% en 2010 (9,2% en 2001).

De modo que es el núcleo duro de la elite empresaria el que ha tenido un rol decisivo en el “boom exportador” que experimentó la economía argentina en la posconvertibilidad y, en ese marco, ha sido central en el sostenimiento del superávit comercial y de cuenta corriente8. No sólo se trata de un número muy limitado de grandes firmas que han incrementado su predominio económico, sino que devienen en los actores centrales y decisivos en cuanto a la generación de divisas por la vía del comercio exterior, con el consecuente incremento en su capacidad de veto sobre el diseño de políticas públicas.

En referencia a estas cuestiones, en el Cuadro Nº 2 se puede visualizar la evolución de la balanza comercial de la Argentina, la de los diferentes estamentos de la cúpula y la correspondiente al “resto de la economía” para el período com-prendido entre 2001 y 2010.

Cuadro Nº 2. Evolución del saldo comercial de la cúpula empresaria (de las primeras cincuenta, segundas cincuenta y segundas cien), del total del país y del resto de la economía, 2001-2010 (millones de dólares corrientes).

Total país (1)

Cúpula empresaria

(2)

Primeras 50

Segundas 50

Segundas 100

Resto de la economía (1) - (2)

2001 6.223 10.712 7.880 2.141 691 -4.4882002 16.661 14.915 12.024 1.678 1.213 1.7462003 16.088 17.784 15.675 1.092 1.017 -1.6962004 12.130 16.546 14.232 1.814 501 -4.4162005 11.700 18.983 16.935 1.588 459 -7.2832006 12.393 20.703 17.317 3.372 14 -8.3102007 11.273 22.296 21.123 3.081 -1.909 -11.0232008 12.557 33.779 27.714 5.019 1.047 -21.2222009 16.886 27.111 22.500 2.991 1.619 -10.2252010 11.632 31.734 29.458 811 1.465 -20.102

Fuente: Elaboración propia en base a información del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO y del INDEC.

7 Acotando aún más el nivel de análisis, cabe apuntar que en 2010 las diez empresas de mayor envergadura dieron cuenta del 26,9% de las exportaciones de la Argentina.

8 Entre 2001 y 2010 las exportaciones totales del país se incrementaron en algo más de 41.500 millones de dólares. Más del 70% de dicho aumento fue impulsado por las mayores ventas externas de las cincuenta empresas líderes.

26 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD

Desde esta perspectiva se corrobora que en la posconvertibilidad la cúpula registró saldos comerciales fuertemente superavitarios, mientras que el “resto de la economía” operó con déficits pronunciados. Tales heterogeneidades sugieren que el perfil estructural y de especialización de muchas de las firmas de la elite contrasta marcadamente con el de los restantes segmentos empresariales, que en su mayoría presentan una debilidad manifiesta. Entre otras cosas, ésta se asocia a las propias características de la reestructuración económico-industrial del período 1976-2001 y a ciertos sesgos del planteo económico desplegado en los últimos años. Y, adicionalmente, al hecho de que estos actores desarrollan sus activida-des en rubros mucho más expuestos a la competencia de productos importados, presentan diversas dificultades estructurales para sustituir insumos y bienes de capital importados por similares de origen doméstico y/o para exportar. En dicho escenario, deben hacer frente a variados, complejos y, por lo general, adversos “factores de contexto interno” (institucionales, normativos, financieros, etc.) en contextos de apertura económica como los que caracterizan a la actual fase del capitalismo a escala global.

De la información proporcionada por el cuadro de referencia también se des-prende la existencia de discrepancias dentro de la propia elite empresaria y, en ese marco, sobresale el lugar determinante que en el exitoso desempeño comercial externo agregado le corresponde al núcleo duro conformado por las cincuenta fir-mas de mayor envergadura: en 2010 el excedente comercial de este subconjunto de corporaciones líderes representó aproximadamente el 93% del superávit del conjunto de la cúpula. Entre otros factores, la vigencia de un “dólar alto” (hasta 2007/08), la presencia de un escenario mundial favorable (por demanda y precios) y la prevalencia de bajos costos laborales en términos internacionales, indujeron a que ese selecto grupo de capitales oligopólicos se haya fortalecido, en muchos casos, como sólidas plataformas exportadoras. Pero no se debe pasar por alto que otras firmas han desplazado del panel de las cincuenta de más ventas a empresas de naturaleza eminentemente mercado-internista y se han incorporado al mismo por la propia dinámica de sus exportaciones.

Esto puede constatarse al jerarquizar el panel de las cincuenta compañías de mayor facturación anual según sean “estables”, “incorporaciones” o “desvincula-ciones” de ese núcleo duro de la elite empresaria local en los años 2001 y 2010. En tal sentido, el elenco “estable” está compuesto por aquellas firmas que se mantuvieron en ambos años dentro del ranking de las primeras cincuenta empre-sas del país. Por su parte, las “incorporaciones” pueden estar conformadas por “nacimientos” de compañías, por crecimiento de las ventas (sea que estuvieran previamente en el panel de las doscientas de mayores ventas anuales o no) y/o por reestructuración de empresas existentes. Finalmente, las “desvinculaciones” podrían tener lugar ante la disminución en la facturación anual de las firmas, cierres, absorciones, etc.

27Martín Schorr (coordinador)

A partir de estas consideraciones, del Cuadro Nº 3 resulta posible extraer algunas conclusiones relevantes en cuanto al grado y las formas de inserción en el mercado mundial de las principales compañías oligopólicas que se desenvuelven en el ámbito local en el transcurso de la posconvertibilidad.

Cuadro Nº 3. Peso relativo de las cincuenta firmas de mayores ventas del país en las ventas y las exportaciones de la cúpula empresaria, coeficiente exportador* y saldo comercial en dólares corrientes, según condición de permanencia, 2001-2010 (porcentajes y millones de dólares).

2001 2010

% ventas

% expo

Coef. expo. (%)

Saldo % ventas

% expo

Coef. expo. (%)

Saldo

Panel de las 50 principales empresas 62,3 64,5 18,1 7.880 62,7 82,4 38,7 29.458

Estables 2001 y 2010 40,8 57,3 24,5 7.302 43,3 58,7 39,9 22.430YPF 8,4 10,4 21,7 1.640 6,8 3,8 16,4 1.626Cargill 2,9 8,6 52,6 1.410 3,0 8,7 85,5 4.188Volkswagen Argentina 0,7 1,8 47,7 -42 2,2 3,3 45,2 119Aceitera General Deheza 1,2 4,9 70,8 818 1,8 4,7 79,0 2.307Bunge Argentina 0,9 4,7 93,2 805 1,8 6,9 99,8 3.343Louis Dreyfus (LDC) 1,0 5,6 94,5 956 1,7 5,5 93,2 2.660Molinos Río de la Plata 0,6 0,9 23,3 116 1,6 3,7 66,1 1.739Carrefour Argentina 1,7 0,0 0,0 -28 1,6 0,0 0,0 0Claro (ex CTI) 0,6 0,0 0,0 -47 1,6 0,0 0,0 0Shell 2,4 0,9 6,4 44 1,6 0,6 11,0 -363Ford 1,0 3,1 54,9 213 1,5 2,4 46,1 219Pan American Energy 0,8 1,4 31,3 227 1,5 4,1 80,0 1.980Siderar 0,8 1,7 38,4 168 1,5 0,5 9,4 -400Esso 1,2 0,8 11,1 -138 1,5 1,4 27,6 565Peugeot-Citroën 0,8 1,5 35,7 -11 1,3 1,7 37,7 326Renault Argentina 0,6 0,4 12,5 -127 1,2 1,0 26,1 -421Vicentín 0,6 2,9 83,1 499 1,0 3,1 89,9 1.531Osde 1,1 0,0 0,0 0 1,0 0,0 0,0 0Telefónica de Argentina 2,6 0,0 0,0 -76 1,0 0,0 0,0 -12Supermercados Coto 1,7 0,1 0,9 -67 1,0 0,0 0,0 -45Asoc. de Coop. Argentinas 1,2 1,4 21,3 220 0,9 1,9 61,9 869Unilever 1,0 0,3 5,9 -1 0,9 0,6 21,1 175Siderca 1,5 2,7 31,2 349 0,9 1,8 62,5 784Nidera 0,7 2,5 63,5 397 0,8 2,6 92,1 1.154Telecom Argentina 2,3 0,0 0,0 -39 0,8 0,0 0,0 -25Cervecería Quilmes 0,8 0,1 1,6 -8 0,8 0,1 5,0 33

28 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD

Importadora y Exportadora Patagonia 0,6 0,0 0,0 -9 0,7 0,1 4,2 40

Wal Mart 0,6 0,0 0,0 -21 0,7 0,0 0,0 -51Mastellone Hnos. 0,7 0,4 10,6 55 0,7 0,2 8,3 86Incorporaciones 2001 y 2010 - - - - 19,4 23,7 36,0 7.028

Petrobras Argentina - - - - 2,2 0,9 11,2 224Telefónica Moviles Argentina (Movistar) - - - - 1,7 0,0 0,0 -288

Toyota Argentina - - - - 1,4 2,7 57,8 783General Motors de Arg. - - - - 1,3 1,6 37,1 -48Fiat Auto - - - - 1,1 2,0 54,5 126Dow Argentina - - - - 1,0 1,2 36,2 502Minera Alumbrera - - - - 0,9 2,9 94,8 1.211Minera Argentina Gold - - - - 0,9 2,7 92,1 1.268Aerolíneas Argentinas - - - - 0,8 0,0 0,0 0Pampa Energia - - - - 0,8 0,0 0,0 0Garbarino - - - - 0,7 0,0 0,0 -58Energía Argentina (Enarsa) - - - - 0,7 0,0 0,0 -415ADM Argentina - - - - 0,7 2,3 96,9 1.146Agric. Federados Arg. - - - - 0,7 0,5 19,3 226Mercedes Benz - - - - 0,7 0,7 30,6 -325Cablevisión - - - - 0,7 0,0 0,0 -36Acindar - - - - 0,7 0,3 14,1 -73Noble - - - - 0,6 2,2 99,4 1.070Alfred Toepfer - - - - 0,6 2,3 99,2 1.138Aluar - - - - 0,6 1,3 57,6 490Ind. Metalúrgicas Pescarmona SA - - - - 0,6 0,2 8,6 87

Desvinculaciones 2001 y 2010 21,5 7,3 5,9 577 - - - -

Supermercados Norte 2,3 0,0 0,0 -20 - - - -Supermercados Disco 2,0 0,0 0,0 -30 - - - -Perez Companc 1,7 2,1 21,6 356 - - - -Lotería Nacional 1,6 0,0 0,0 0 - - - -Sistema Coca Cola 1,5 0,1 0,7 -21 - - - -Arcor 1,1 1,0 15,2 107 - - - -Sancor 1,0 0,5 8,4 73 - - - -Sideco Americana 1,0 0,0 0,0 0 - - - -Droguería del Sud 1,0 0,0 0,0 0 - - - -Edesur 0,9 0,0 0,0 -10 - - - -Edenor 0,9 0,0 0,0 -10 - - - -Movicom (CRM) 0,9 0,0 0,0 -55 - - - -Telecom Personal 0,8 0,0 0,0 -53 - - - -Cencosud (Jumbo) 0,8 0,0 0,0 -33 - - - -

29Martín Schorr (coordinador)

Metrogas 0,7 0,0 0,0 -27 - - - -Telefónica Comunicaciones Personales 0,7 0,0 0,0 -36 - - - -

Chevron San Jorge 0,6 3,2 87,9 532 - - - -Monsanto 0,6 0,3 8,6 -189 - - - -Aysa (ex Aguas Argentinas) 0,6 0,0 0,0 -2 - - - -Transportadora de Gas del Sur 0,6 0,2 7,7 29 - - - -

Supermercados Libertad 0,6 0,0 0,0 -32 - - - -

* Medido por la participación porcentual de las exportaciones en las ventas totales de las firmas.

Fuente: Elaboración propia en base a información del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO.

En primer lugar, vale destacar que entre 2001 y 2010 la participación de las cincuenta empresas más grandes en las exportaciones totales de la cúpula se incrementó de manera notable (cerca de 18 puntos porcentuales), lo mismo que el coeficiente medio de exportación, que pasó del 18,1% al 38,7%. En la explicación de estas tendencias concurren básicamente dos procesos:

• la reorientación de las ventas de algunas de las compañías “estables” hacia los mercados internacionales y la consolidación de otras como firmas netamente exportadoras. Ello se ve reflejado en un aumento del coeficiente exportador promedio que pasó del 24,5% en 2001 a casi el 40% en 2010, lo cual trajo aparejado un ligero incremento en la participación de las exportaciones del elenco “estable” en las de la cúpula (crecimiento de 1,5 puntos porcentuales). Entre las firmas que explican este comportamiento resaltan varios oligopolios prominentes de los sectores agropecuario y agroindustrial (Cargill, Aceitera General Deheza, Bunge, Molinos Río de la Plata, Vicentín, Asociación de Cooperativas Argentinas y Nidera), tres líderes del mercado petrolero (Pan American Energy, Esso y Shell), una de las empresas más relevantes del holding Techint (la siderúrgica Siderca), Unilever (diversos productos quími-cos) y las automotrices Renault y Peugeot-Citroën; y

• fundamentalmente, el desplazamiento de compañías con una dinámica de acumulación de neto corte mercado-internista9, por otras más orientadas hacia los mercados externos. De allí que el coeficiente medio de exportación de las “desvinculadas” en 2001 alcanzó el 5,9% y sus ventas externas representaron el 7,3% de las totales de la cúpula, mientras que el coeficiente de las “incor-poradas” ascendió en 2010 al 36,0%, al tiempo que su gravitación en los montos globales exportados por la elite empresaria se aproximó al 24%. Se

9 Tales los casos de varias cadenas de comercio minorista (Norte, Disco, Jumbo y Libertad) y de diversas prestatarias privadas de servicios públicos (Edesur, Edenor, Metrogas, Aguas Argen-tinas y Transportadora de Gas del Sur).

30 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD

trata de firmas ampliamente favorecidas por las transferencias intersectoriales del ingreso resultantes de la “salida devaluatoria” de la convertibilidad y/o por mercados externos en franca expansión como, entre otras, las mineras Alumbrera y Argentina Gold, las automotrices Toyota, Fiat y General Motors, la química Dow, el monopolio elaborador de aluminio (Aluar) y las comercia-lizadoras de productos agropecuarios ADM, Alfred Toepfer y Noble10.

En segundo lugar, y como complemento, reviste interés focalizar el análisis en los saldos del comercio exterior. Desde este encuadre sobresale el hecho de que entre 2001 y 2010 el superávit agregado de las cincuenta compañías más grandes del país pasó de 7.880 a 29.458 millones de dólares (se trata de un incre-mento absoluto que cuadriplicó al que experimentó el excedente comercial del conjunto de la economía nacional entre los años aludidos –ver Cuadro Nº 2–). En la explicación de este notable salto de nivel asumen un rol clave los mayores saldos positivos de gran parte de las firmas “estables”11, así como el resultado neto asociado al ingreso al panel de firmas con excedentes importantes, fundamental-mente por efecto de su ostensible propensión exportadora, y la desvinculación de compañías con registros reducidos o con saldos deficitarios dado su señalado mayor sesgo mercado-internista.

Por otra parte, resulta interesante reparar en la situación en el año 2010, porque permite delimitar tres tipologías en lo que respecta a la situación de las firmas que integran el núcleo duro de la cúpula en materia de resultados comer-ciales externos:

• empresas con saldos superavitarios sumamente pronunciados: en línea con el comportamiento de los precios y las rentabilidades relativas en la poscon-vertibilidad, la evolución de los mercados internacionales para muchos de los productos exportados por países como la Argentina y la ausencia de cambio

10 Las evidencias disponibles indican que en los casos de Alumbrera, Argentina Gold, ADM, Alfred Toepfer y Noble los respectivos montos de exportaciones correspondientes a 2010 se ubicaron por encima del 90% de la facturación total, mientras que en los de Aluar, Toyota y Fiat superaron el umbral del 50% y en los de Dow y General Motors se ubicaron en aproxima-damente el 40%.

11 Como surge del Cuadro Nº 3, en la etapa bajo estudio la mayoría de las firmas del “elenco estable” mejoró su posicionamiento comercial externo. Entre las pocas excepciones a esta ten-dencia resaltan los casos de YPF y Shell en el marco del peculiar comportamiento del mercado hidrocarburífero argentino en la posconvertibilidad y las restricciones existentes en materia energética (Barrera, 2012): en el primer caso se contrajo ligeramente el superávit, mientras que en el segundo se pasó de una situación excedentaria a una deficitaria. En esta línea, cabe aludir también a lo sucedido con la siderúrgica Siderar (su déficit en 2010 se vincula funda-mentalmente con la compra en el exterior de mineral de hierro) y de Renault (cuyo desbalance comercial se engrosó básicamente por efecto de las importaciones de partes y piezas en un cuadro signado por la importante fase de crecimiento que atravesó el sector automotor en los años recientes –Azpiazu y Schorr, 2010b–).