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Historia - Ciclo Orientado - BACHILLERATO ACELERADO PARA ADULTOS

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Historia

- Ciclo Orientado -

BACHILLERATOACELERADO PARA

ADULTOS

A DISTANCIA

Unidad 1: Generación del ‘80: El proyecto liberal

A) Consolidación del Estado y participación restringida

-Integración del territorio nacional

-Oposición al partido único: la Unión Cívica

-Reformas electorales

B) Modelo agroexportador

-Consolidación del modelo

-Economía y crisis en la Argentina

C) Inmigración y cambio social

-La oleada inmigratoria

-Cambios en la pirámide social

Unidad 1: Generación del ‘80: El proyecto liberal

A) Consolidación del Estado y participación restringida

Cuando el General Julio A. Roca llega a la presidencia de la República, el 12

de octubre de 1880, culmina el período de Organización del Estado y se inicia

una etapa inspirada en, y llevada adelante por, la ideología liberal de una

generación a la que se llamó posteriormente ‘del ochenta’. Esta generación

agrupó intelectuales y dirigentes lo suficientemente coherentes como para

coordinar de manera poco común las ideas y el modo de actuar. Podemos

decir, por lo tanto, que la generación del ‘80 tiene un proyecto de país que lleva

a cabo mediante la acción política. Proyecto que encontró no pocos detractores,

porque básicamente le entregaba el poder a un élite.

Si bien la Argentina estaba pacificada luego de años de luchas civiles, y el

orden constitucional se había definido en 1853, las instituciones todavía eran

débiles, y resultaba por lo tanto necesario consolidar el Estado. Roca es un

paradigma de los hombres de esa generación: el lema de su gobierno fue ‘Paz y

administración’, entendiendo por esta última que el Estado afianzara sus

instituciones y llevara adelante las acciones necesarias -como transformar la

economía- para que el país se colocara por fin en la senda del ‘progreso’1. La

‘paz’ de la primera parte de la consigna tenía que ver justamente con dejar atrás

definitivamente las luchas civiles -el caudillaje, la disputa entre Buenos Aires y

1 Si hubiese que elegir una palabra capaz de condensar y resumir al siglo XIX , ésa palabra es PROGRESO. Tanto en el ámbito científico como en el del pensamiento, la segunda mitad del siglo estuvo marcada por la carteza de que la humanidad evolucionaba, de que la Historia no era sólo un proceso, sino también un desarrollo progresivo hacia la superación de la raza humana.

las provincias, la lucha con los indios- que habían impedido dedicarse de lleno a

perfeccionar un modelo de país que ya perfilaba Sarmiento.

Carta del General Roca a Miguel Cané:

Buenos Aires, 17 de octubre de 1883

Creo yo también que, por fin, tenemos gobierno dotado de todos los elementos necesarios

para conservar el orden y la paz; sin menoscabo de la libertad y los derechos legítimos de

todos. Este ha sido mi principal objetivo desde los primeros días.

La revolución, el motín, o el levantamiento, fraudes máximos, ya no son ni serán un derecho

sagrado de los pueblos, como hemos tenido por Evangelio(....) de Buenos Aires a Jujuy la

autoridad nacional es acatada y respetada como nunca....

¿Qué elementos de los mencionados en este primer apartado respecto de la

generación del ‘80 pueden verse en estas palabras de Roca?

-Integración del territorio nacional

Con los terrenos ganados a las poblaciones indígenas, principalmente en

el sur (acciones militares en las que Roca había sido protagonista, y que

recibieron el significativo nombre de ‘Conquista del desierto’), se eliminaron

fronteras interiores y se le dio al país la configuración que hoy tiene. El ejército

controlaba los pasos en la cordillera y la marina patrullaba el litoral atlántico. La

Ley Orgánica de Territorios Nacionales, de 1884, organizó las tierras

incorporadas e hizo que todos los territorios fuesen declarados nacionales, es

decir, que pasaban a depender del gobierno central.

- Oposición al partido único: la Unión Cívica

En el título del punto A mencionamos el término “participación

restringida”. Veamos de qué se trata para comprender luego el lugar que asume la

Unión Cívica.

El partido político de esta generación, que dominó la escena hasta 1916,

fue el Partido Autonomista Nacional. La elite gobernante se juntaba en clubes

como el del Progreso o el Jockey Club, y los cargos se repartían entre los

amigos antes de cada elección. Cuando cambiaba el período constitucional, se

volvían a repartir los cargos del mismo modo, cargos que luego eran obtenidos

mediante el fraude electoral sistemático. Debemos recordar que en ese

momento el voto:

era ‘cantado’ - y por lo tanto, no secreto

voluntario -y no obligatorio-

masculino- es decir, no era universal.

El sistema era el siguiente: quien deseaba votar se anotaba en el padrón y,

el día de la elección, se presentaba en el atrio de la iglesia que correspondiese a

su parroquia y votaba. Como no se exigía ningún documento, la misma persona

podía votar varias veces, o uno en lugar del otro. Si uno votaba en contra del

gobierno, resultaba incluso peligroso: podía ser agredido por los adeptos al

oficialismo. Las elecciones terminaban siempre con heridos o muertos. Como

corresponde a este modo de moverse, luego el escrutinio era lo menos

transparente que pueda pensarse, ya que se perdían o adulteraban las urnas.

Como el sistema de representación era de lista completa- es decir, entraban

todos los candidatos de la mayoría- en realidad el poder circulaba siempre entre

de las mismas personas. Por lo tanto, el manejo del poder tenía poco o ningún

control, y eran comunes los abusos.

El beneficio de este sistema era que se aseguraba la tranquilidad política,

bien que en esos momentos era muy valorado. Pero la gran mayoría era

marginada del ejercicio del poder.

Esta manera de hacer política se sustentaba en el paternalismo, que

podría definirse como el uso que una clase social hace del poder, creyendo que

tiene la responsabilidad de ejercerlo frente a la inmadurez o incapacidad del

resto de los ciudadanos. Este esquema sólo funciona si los otros son pasivos, es

decir, le ceden a ese grupo los derechos y responsabilidades del poder, con lo

que también delegan los eventuales fracasos o riesgos del hecho de usarlo.

Como ya dijimos, el paternalismo y la poca participación del pueblo

tuvieron serias oposiciones. Hacia 1890, durante la presidencia de Juarez

Celman, se unió un amplio sector de la ciudadanía bajo el nombre de Unión

Cívica, principalmente por hallarse en contra de la arbitrariedad y corrupción

generalizada en el uso del poder. Los ‘cívicos’ eran un grupo heterogéneo: en él

se encontraba Bartolomé Mitre, ciudadano distinguido tras del cual se

agrupaban miembros de la élite; el grupo católico, liderado por Estrada y

Goyena; jóvenes que aspiraban a un replanteo de la política y prestigiosos

miembros del partido autonomista, como Alem, que además representaba un

nuevo grupo ciudadano, los inmigrantes. Cuando formaron la Unión Cívica de la

Juventud, desafiaron al régimen de partido único.

En abril de 1890 más de 30.000 personas se reunieron y marcharon por las

calles de la ciudad, pero el gobierno no reaccionó, y la situación tendía a

empeorar. Esto culminó en el levantamiento de un grupo del ejército, que

recibió apoyo de los cívicos. Esa revolución fue aplastada, pero el presidente

debió renunciar. Carlos Pellegrini, el vicepresidente, fue quien volvió al país a

cierta normalidad económica, ética y política, pero el cuestionamiento al PAN y

sus métodos ya estaba planteada.

En las elecciones de 1892, la Unión Cívica presentó la fórmula B.Mitre-

Bernardo de Irigoyen, y el PAN mencionaba a Uriburu, pero sin decir en qué

lugar. Los máximos líderes del PAN, Pellegrini y Roca, se entrevistaron con Mitre

y de allí salió una fórmula mixta: Mitre-Uriburu. Ante esta decisión, hubo cívicos

que se mostraron de acuerdo y otros, liderados por Alem, que se opusieron.

Estos últimos eran mayoría.

Leandro Alem funda entonces la Unión Cívica Radical, desprendimiento

del partido de los cívicos. Se dice que dijo: “Yo en esto soy radical: que se

quiebre pero que no se doble”. Como era obvio, este acuerdo sólo benefició al

PAN, que mantuvo el poder en las elecciones de 1892. Los ‘notables’, la elite,

seguían en su sitio: el gobierno.

Hablamos de ‘oligarquía’ cuando unos pocos se apropian de los resortes

fundamentales del poder. ¿Podríamos incluir al PAN en esta denominación?

Justifique su respuesta

Esta concentración de poder dejó sin resolver viejas reivindicaciones del

interior del país. Las viejas luchas entre las provincias y Buenos Aires y entre las

provincias entre sí todavía le daban al mapa político un aire inestable. a pesar de

que Buenos Aires había entrado finalmente en la federación. La generación del

‘80 tenía un modelo de país centralista, que les parecía indispensable para

organizar el Estado. El medio utilizado por el gobierno central para controlar a

las provincias fueron las intervenciones federales, las que suponen el

reemplazo de las autoridades elegidas de cada provincia por algún enviado del

gobierno nacional. (La intervención está prevista en el artículo 6 de la

Constitución). La riqueza y el poder se concentraron definitivamente en Buenos

Aires.

La concentración del poder en la oligarquía dejó sin resolver, además de

las viejas reivindicaciones del interior del país, los reclamos nuevos de la

inmigración, representada en un campesinado progresista, una clase obrera

urbana y un sector industrial y comercial medio. Es decir, la economía y la

sociedad habían cambiado, y la política no lo reflejaba.

La Unión Cívica Radical, liderada primero por Alem y luego por Hipólito

Irigoyen, protestó por diversas vías ante el régimen establecido:

practicó la abstención electoral

participó en dos sublevaciones armadas, una en 1893 y la otra en 1905,

fallidas pero con consecuencias importantes.

En la década del ‘90 aparecieron también nuevas ideologías, producto de

la inmigración europea, como el socialismo y el anarquismo. Ambos

cuestionaban principalmente, las condiciones de trabajo, la distribución de la

riqueza, y la propiedad de los factores de producción -la tierra, el capital y el

trabajo-.

Los anarquistas ponían el acento en la acción conjunta de las

organizaciones obreras y participaban activamente en los sindicatos, prefiriendo

como método de lucha la acción directa, en general expresada en huelgas,

aunque se atribuyeron atentados esporádicamente. Como su objetivo era abolir

el Estado, no participaban de las elecciones. Y esta era la diferencia fundamental

con los socialistas, que sí participaban del juego político, aspiraban a ejercer el

poder y se oponían a las huelgas generales si significaban desorden. Juan B.

Justo y Alfredo Palacios se encontraban entre los más destacados del Partido

Socialista. Las primeras leyes sociales y la reglamentación del trabajo se debe a

estos grupos de izquierda, aunque durante años fuesen leyes aplicadas de modo

muy parcial. El gobierno reaccionó de modo dispar, por un lado sancionó el

Código de Trabajo, y por otro, en 1902, se dictó una Ley de Residencia en la que

se amenazaba con deportar a los extranjeros que desarrollaran actividades

sindicales o políticas. En 1910, la Ley de Defensa Social autorizaba a la policía a

detener a cualquier sospechoso de anarquismo.

-Reformas electorales

La presión de los grupos opositores hizo que el gobierno reformara las

leyes electorales:

en 1902 se arma el sistema por circunscripciones electorales, y el voto

uninominal. Había 120 circunscripciones, y cada una enviaba un diputado a la

Cámara. Cada votante podía votar sólo por un candidato, y se consideraba

electo quien obtuviese la mayoría de los votos. De este modo se le empezó a

dar participación a las minorías, y posibilitó el acceso de diputados de diversos

partidos a la Cámara. En 1905 Manuel Quintana abolió esta ley.

la Ley Saenz Peña: en 1910 el PAN llega al gobierno por última vez. Su

presidente, Roque Saenz Peña, había decidido matizar el liberalismo

económico con el liberalismo político, es decir, que se respetase lo que el voto

popular expresara. La ley electoral de 1912, impulsada por Saenz Peña, dio

garantías para el ejercicio de los derechos del pueblo, porque instituyó el

voto universal, secreto y obligatorio. Esta ley no incluía a las mujeres, pero sí

a todos los varones mayores de 18 años incluyendo a los extranjeros

naturalizados. Se exigía la confección de un padrón electoral- esto es, una

lista completa de los ciudadanos en condiciones de votar.. El voto debía

realizarse tal como hoy lo conocemos: el votante entra solo al cuarto oscuro,

se elige una boleta, la boleta se coloca en un sobre firmado por las

autoridades de la mesa y luego en una urna sellada. El sistema de lista

incompleta reservaba un tercio de los cargos para la primera minoría. Más

adelante veremos cómo esta ley cambió los resultados de las elecciones.

Enumere las ideas principales de los grupos de la oposición a la oligarquía

gobernante en el ‘80.

B- El modelo agropecuario exportador.

-Consolidación del modelo

En el período que nos ocupa se transformó el sistema productivo: de país

netamente ganadero, Argentina pasó a ser agroganadero, con el consecuente

desarrollo de la industria alimentaria, y con la mirada puesta en la exportación

de estos productos a Europa. 1880 fue un año clave: la frontera agrícola se

amplió (con las tierras sacadas a los indígenas en la Conquista del Desierto), y el

campo, se convirtió en una empresa en la que convenía invertir capital.

Alambrados, nuevas pasturas, molinos, mejoramiento de las razas locales,

fueron las modificaciones implementadas en el campo argentino. Se

desarrollaron una enorme cantidad de frigoríficos nacionales y extranjeros, ya

que la industria de la carne adquirió importancia vital por tratarse de la principal

exportación del país.

Como en Europa, el ferrocarril fue sinónimo de progreso. Se tendieron

líneas férreas que integraran al país, y por lo tanto el costo del transporte

interno disminuyó, a la vez que también disminuían los costos de fletes

marítimos, por el uso generalizado del barco a vapor.

Basta ver la disposición del mapa ferroviario para percibir la centralidad

de Buenos Aires y de la pampa húmeda. Buenos Aires, con su puerto, era el sitio

por donde entraban o salían todas las riquezas de la economía argentina: los

ferrocarriles fueron trazados con el objetivo de que la producción agropecuaria

de las distintas zonas del país llegaran a Buenos Aires para, desde allí, salir a

través del puerto hacia Europa.

La discusión de la época acerca del modelo económico giraba en torno a si

el país debía ser netamente agropecuario o debían desarrollarse industrias,

como en Estados Unidos y las principales potencias europeas, que atravesaban

la segunda Revolución Industrial (Le recomendamos releer este tema de la

Introducción). Elegir la primera opción -como efectivamente sucedió- provocó

una enorme dependencia del comercio exterior, ya que Argentina exportaraba

materias primas y debía importar manufacturas (productos industriales) y

capitales. Hacia adentro, este esquema, privilegiaba la producción de la pampa

húmeda sin otorgarle a las otras regiones ningún papel importante, lo cual llevó

a una acumulación desigual de la riqueza. En ese momento, el modelo resultó

exitoso porque había en Europa un crecimiento sostenido, y los precios de las

materias primas aumentaban ‘casi’ naturalmente. Los países dominantes eran

prósperos y dependientes de las materias primas de los países de ultramar. Esto

duró hasta 1914.

Dada la productividad de la pampa húmeda, la generación del ‘80 no

consideró la posibilidad de industrializar al país. Con la producción

agropecuaria, la clase terrateniente argentina podía tener un nivel de vida que

no le envidiaba nada a las elites europeas. Mientras Europa anduvo bien no

hubo problemas, pero cuando aparecieron las crisis, estas se trasladaron

también a la Argentina, país muy dependiente de sus exportaciones.

El modelo económico pensado para el crecimiento del país era fácil de

vulnerar, debido a que

era Europa quien fijaba el precio de las manufacturas que exportaba, del

dinero al que colocaba el capital (la tasa de interés), así como el de las

materias primas que importaba. Por lo tanto, Argentina no tenía ningún

control sobre las variables de las que dependía para crecer. Cuando había

crisis, los europeos compensaban su economía aumentando la tasa de interés

y el precio de las manufacturas, y bajando el de las materias primas. En el

período que nos ocupa, el país vivió dos crisis importantes: la de 1890 y la de

1913-1917, por la guerra-

este hecho antes mencionado, el que paulatinamente se fueran aumentando

los precios de las manufacturas y bajando los de las materias primas, afectó la

posibilidad de crecimiento de países como la Argentina, que basaban su

economía en la producción primaria

los bienes que el país podía ofrecer eran escasos -carnes, cereales y lanas- por

lo tanto, si el precio de uno bajaba mucho, no había con qué compensarlo.

En el comercio internacional regía el patrón oro, es decir, los productos se

cotizaban en oro. La posibilidad de emitir moneda estaba condicionada a la

cantidad de oro que el país tuviera. El sistema monetario era caótico: coexistían

monedas inglesas, chilenas, bolivianas, y la paridad cambiaba de acuerdo con la

región. Dos leyes de 1881 y 1883 regularon finalmente la situación al disponer

que se mantuviese el peso de plata -el patacón-, se creara un peso oro -el

argentino-, y se pusiese en circulación el peso billete con respaldo metálico. La

convertibilidad del peso nacional garantizaba que cualquiera podía cambiar un

billete por su equivalente en oro. La crisis de 1885 hizo que esto se suspendiera

hasta 1899, donde otra ley fijó en $0,44 oro por cada peso.

El sistema financiero se consolidó en este período, en el que grandes

bancos extranjeros se establecieron en la Argentina. En el área nacional, el

Banco Nacional fundado por Sarmiento fue reemplazado por el Banco de la

Nación Argentina en 1891. Esta institución regulaba la economía y el crédito. El

Banco Hipotecario Nacional fomentó el ahorro pidiendo garantías hipotecarias.

-Economía y crisis en la Argentina

Las crisis fueron recurrentes en la Argentina por diversos factores:

Una planificación insuficiente o nula de las inversiones y los gastos, ya que se

esperaba ver los resultados velozmente, y esto hizo que grandes obras fuesen

llevadas adelante en un lapso breve y no de modo escalonado, de modo que

la financiación no estaba asegurada.

La tendencia a gastar más que a invertir, y esto a costa del endeudamiento

externo. Predominaba la costumbre de ahorrar para consumir, no para

invertir, e incluso de pedir créditos para adelantar el consumo

La importante presencia de grupos de presión, que defendían los intereses de

un sector (hoy lo llamaríamos ‘lobby’) y tenían la capacidad de influir en la

toma de decisiones del gobierno. Estos grupos no consideraban el perjuicio

que podían ocasionar a otros sectores, o al país en su conjunto, o a sí mismos

a largo plazo

La creencia común en gobernantes y gobernados de que manejar el Estado

era algo que incumbía a los primeros.

Enumere qué crisis económicas recuerda o conoce. ¿Cuáles diría usted que

fueron las razones? ¿Son semejantes a estas que acaba de leer?

La crisis de 1890 fue la más significativa del período. Durante el gobierno

de Juárez Celman se realizaron importantes obras de infraestructura con

capitales extranjeros, se expandió el crédito y el consumo de bienes suntuarios

aumentó desproporcionadamente. Se especulaba con las tierras y en la bolsa

como nunca, y los negociados del gobierno también alcanzaron dimensiones

nunca vistas. Hubo emisión indiscriminada de billetes sin respaldo, e inclusive el

gobierno llevó adelante emisiones clandestinas, todo lo cual provocó inflación -

el peso se depreciaba y el oro subía- La recaudación impositiva bajó, y se

debieron afrontar los pagos de la deuda externa con menos recursos. El

panorama general era caótico, y la economía entró en una especie de pánico

que por cierto desencadenó una crisis social: la revolución llevada adelante por

militares y la Unión Cívica, si bien fracasó en el plano militar, hizo que Juárez

Celman renunciara. Su vicepresidente, Carlos Pellegrini, timoneó mejor la crisis:

obtuvo en Europa la consolidación de la deuda; redujo los gastos; despidió

empleados públicos y obtuvo ganancias por la venta de empresas públicas, como

el ferrocarril Norte, a consorcios extranjeros. Las consecuencias fueron graves

para muchos: el valor de la tierra descendió un 50% en los diez años siguientes, y

recién seis años después las exportaciones llegaron al nivel anterior a 1890.

Dice W.R. Lawson, en la ‘Banker’s Magazine’ de 1899:

“El gran obstáculo para sanear la moneda en estados como la República Argentina, es que las

clases que se benefician, o creen que se benefician con una baja en el cambio, tienen mucha

mayor influencia que las clases que se ven perjudicadas por ella. Las primeras incluyen a todos

los productores y exportadores de materias primas (...)convierten en oro sus exportaciones en

los mercados extranjeros, y venden el oro en su país por pesos papel. Indirectamente son

especuladores de oro, de igual manera que si especularan en él al alza en la Bolsa.”

a- Extraiga la idea principal de Lawson y las causas que aduce

b-Señale si está de acuerdo, y por qué.

En resumen, una vez consolidado el Estado, comenzó a discutirse el papel

del mismo. Y allí alternaron las teorías del ‘laissez faire’- ‘dejar hacer’, es decir,

intervenir lo menos posible- propias del liberalismo económico, con los

emprendimientos e inversiones de un Estado apoyado en el paternalismo

político. Ambas convivieron, porque, como ‘todo estaba por hacerse’, el mayor

anhelo era modernizar el país. La modernización encarada en este período tuvo

las siguientes características:

1. se adecuó la economía para complementarla con Europa

2. se obtuvo mano de obra para la agricultura y población para los espacios

vacíos favoreciendo la inmigración europea

3. se produjo la reconversión económica del país, de ganadero a agropecuario

4. la clase dirigente criolla se aseguró de tener el poder político

5. se afirmaron y difundieron la cultura europea y el pensamiento positivista,

garantes de la modernización.

Esta transformación sólo fue posible controlando el Estado, de ahí que la

generación del ‘80 buscara ampliar su poder e influencias. Una vez allí alentó la

inversión extranjera -por ejemplo, ferrocarriles y frigoríficos, fundamentalmente

en manos de los ingleses-, a la que se le garantizaron condiciones y ganancias

muy favorables. De este modo se multiplicaron obras de infraestructura muy

importantes -el puerto, Obras Sanitarias, Tribunales, el teatro Colón.-

C- Inmigración y cambio social

-La oleada inmigratoria

Relea qué pasaba en Europa en esta época, de modo de poder establecer

relaciones causa/efecto para los fenómenos sociales.

La inmigración dirigida, que había predominado en el período anterior

encaminada fundamentalmente al establecimiento de colonias, fue superada en

el período 1880-1914 por la ola inmigratoria espontánea. La idea de poblar los

espacios vacíos era parte del proyecto de progreso y modernización.

En 1869 la población era de 1.830.214, en 1895 se había duplicado, y en

1914 había vuelto a duplicarse: 7.903.662. En este último censo, el 30% de la

población era extranjera, porcentaje que se elevaba al 50% en la ciudad de

Buenos Aires. En cuanto a la distribución de la población en el país, vemos que:

1. la inmigración siguió el mismo esquema que los ferrocarriles y la riqueza:

círculos concéntricos a partir de Buenos Aires y la pampa húmeda

2. las provincias del interior continuaron despobladas. La región metropolitana y

pampeana en el censo de 1869 concentraban el 53% de la población, y el

73,6% en 1914

3. la concentración de la mayoría de los habitantes en ciudades.

Las ciudades no estaban preparadas para semejante aumento de

población. No había infraestructura habitacional ni de servicios para esa

cantidad de gente. Las familias más pudientes migraron hacia el norte de la

ciudad, alquilando sus casas del sur a los recién llegados. En cada habitación

vivía una familia entera, y muchas viviendas se transformaron en inquilinatos

y conventillos -donde, por ejemplo, todos debían usar el mismo baño.

Paralelamente, los movimientos de gente desde el campo hacia las

ciudades hicieron que se multiplicaran pequeños comercios e industrias. Los

inmigrantes eran mayoritariamente quienes realizaban estos

emprendimientos.

-Cambios en la pirámide social

La alta burguesía, a pesar de las profundas transformaciones, retuvo el

poder y aumentó su riqueza. La inmigración, agrupada en una clase media

urbana, se ubicó en el centro de la pirámide, desplazando a la burguesía

criolla hacia arriba y al resto de la población mestiza hacia abajo. Los hijos

de los inmigrantes fueron posteriormente profesionales, en un país que

crecía permanentemente.

Pero el crecimiento de la industria dio lugar, también, a que surgiera

la clase obrera. Algunos obreros, particularmente italianos, eran inmigrantes

que venían escapando de las persecuciones debidas a sus actividades o su

ideología, y como eran personal capacitado trabajaron en imprentas o

ferrocarriles, y pronto se agruparon y comenzaron la actividad gremial. El

primer sindicato fue la Unión Tipográfica.

A partir de 1889 se produjeron las primeras grandes huelgas que

paralizaron distintas actividades porque, coincidentemente con un aumento

de la actividad gremial en el mundo, los gremios y la actividades que

desarrollaban crecieron en la Argentina. A comienzos del siglo XX, el aumento

de poder sobre la gente que los sindicatos estaban teniendo alarmó a la clase

dirigente, la cual reaccionó, como ya vimos, con la ley de Residencia y la ley

de Defensa Social. Por otra parte, si bien las demandas obreras hallaron

respuesta en el Código de Trabajo, lo poco y mal que se cumplieron sus

reglamentaciones le resta peso en la historia como antecedente.

ACTIVIDADES DE INTEGRACIÓN. UNIDAD N° 1

1- Defina los siguientes conceptos clave: ‘liberalismo’; ‘paternalismo’ ;

‘Oligarquía’.

2- Lea las Bases Programáticas de la Unión Cívica de la Juventud:

1-Constituir en esta capital un centro político bajo la denominación de Unión

Cívica de la Juventud

2-Concurrir a sostener dentro del funcionamiento legítimo de nuestras

instituciones las libertades públicas, en cualquier punto de la Nación donde

peligren.

3-Levantar como bandera el libre ejercicio del derecho de sufragio, sin

intimidación y sin fraude, y condenar toda intervención oficial en los trabajos

electorales

5-Proclamar la pureza de la moral administrativa en todas sus ramas

6-Hacer propaganda para levantar el espíritu público inspirando a los

ciudadanos un justo celo por el ejercicio de sus derechos y por el

cumplimiento de sus deberes cívicos.

7-Propender a garantir a las provincias el pleno goce de su autonomía y

asegurar a todos los habitantes de la República los beneficios del régimen

municipal(....)

10-Invitar a la juventud independiente del resto de la República a constituir

centros políticos de acuerdo con los propósitos que quedan enunciados

Jardín Florida, Buenos Aires, 1 de septiembre de 1889

Ahora,

caracterice el proyecto político del nuevo movimiento

enumere tres causas por las que surge

3.Escriba un texto que describa las características de la economía en este

período

1. Averigüe a qué se llama “división internacional del trabajo” y qué relación

tiene con las características del sistema económico argentino de la etapa

estudiada.

2. Busque en libros de historia un mapa que grafique el tendido de líneas

férreas en este período en Argentina. ¿Hay una importante cantidad de

ferrocarriles que conecten las provincias entre sí? ¿Por qué cree que

sucedió esto?

3. Averigüe qué grupos inmigrantes se instalaron en su localidad en este

período.

4. Describa las consecuencias político- sociales de la inmigración en el

período estudiado

Unidad 2: Ampliación de la base del poder político: El proyecto

radical

A) Participación abierta: el poder de la clase media

-El radicalismo en el gobierno

-Intervenciones federales

-Alternativas y proyectos

-El golpe de Estado

B) Búsqueda de alternativas en el modelo de crecimiento

-Modelo primario exportador y crisis

-Industrialización y sustitución de importaciones

C) Élite y democratización de la sociedad

Unidad 2: Ampliación de la base del poder político: El proyecto radical

A) Participación abierta: el poder de la clase media

El radicalismo en el gobierno

Antes de comenzar la lectura de este tema, relea la información sobre la

Ley Sáenz Peña que aparece en la Unidad 1

Con la Ley Sáenz Peña se produce una redistribución del poder,

alejándose los conservadores del gobierno. Es el momento del radicalismo, más

específicamente de Yrigoyen y Alvear, entre quienes, a pesar de cuantas

diferencias pudieran marcarse, estableceremos lo que se reconoce como

característico del partido al que pertenecen.

Yrigoyen era un hombre carismático y de pocas palabras, encerrado en sí

mismo. Sus aspiraciones se basaban más en la reforma moral del país que en su

reforma política, y sus conceptos delineaban más bien una declaración de

principios que un programa de gobierno. Los principales eran:

la Causa contra el Régimen

la Reparación Histórica

la recuperación de la ética

el respeto del federalismo.

“La Causa contra el Régimen” sintetiza, justamente, la causa radical, la que

llevó a la formación del partido: derrocar al régimen conservador y oligárquico

que había venido manejando la Argentina. La ética en el ejercicio del gobierno y

en el cuidado de la cosa pública era la principal bandera. Cuando ganan las

elecciones en comicios insospechables y alcanzan la presidencia, esta “Causa”

se ve realizada. En palabras de Yrigoyen (Mi vida y mi doctrina): “Más que para

gobernar, la UCR se había congregado para vindicar el honor de la Nación y

restablecer el imperio de sus instituciones básicas por la imposición de la propia

soberanía y por la reorganización integral de los poderes”. El Régimen, en tanto,

era “la prepotencia, la ilegalidad,el privilegio, la injusticia, el desconcepto”.

La popularidad de los mandatarios radicales no los privó, sin embargo, de

algunos problemas institucionales. Por las características del sistema legislativo,

un presidente puede llegar al gobierno sin tener mayoría en el Congreso, y

entonces la oposición puede dificultar la aprobación de las leyes, como le

sucedió a Yrigoyen al principio de su mandato. Luego obtuvo, como Alvear,

mayoría en la Cámara de Diputados, pero nunca en el Senado, donde murieron

numerosas iniciativas radicales.

¿Cómo caracterizaría usted, mediante ítems, al partido Radical como

alternativa política?

Averigüe en qué años fueron las dos presidencias de Yrigoyen y en qué años la

presidencia de Alvear

-Intervenciones federales-.

La relación del gobierno central con las provincias fue conflictiva,

especialmente durante la presidencia de Yrigoyen. El principal motivo era el

hecho de que algunas provincias eran como feudos familiares, donde se ejercía

el poder otorgando escasas posibilidades al recambio institucional.

La aplicación de la ley Sáenz Peña era reciente, y la renovación de

autoridades se hacía paulatinamente, garantizada por los gobiernos locales.

Estos muchas veces se ocupaban con celo de que se aplicase, y muchas otras

seguían con sus anteriores prácticas fraudulentas para beneficiar a los mismos

que ya estaban en el poder. Que se aplicara la ley correctamente podía

representar tener la mayoría en el Congreso, por eso los radicales se

preocuparon tanto porque se cumpliese.

Durante el primer mandato de Yrigoyen se llevaron a cabo 20

intervenciones federales, 15 de ellas por decreto del Poder Ejecutivo. Una de las

más conflictivas fue la intervención a Buenos Aires en 1917. Los gobernadores

defendían las autonomías provinciales y acusaban al gobierno central de

violarlas. Lo que en realidad sucedió es que en las provincias se estaba

definiendo lo mismo que en el nivel nacional:

-quiénes iban a participar en el gobierno y quiénes lo controlarían: las élites

o los caudillos populares

-el manejo y el control de la economía.

-Alternativas y proyectos-.

Dentro de las alternativas que se barajaban, encontramos:

1. Personalistas y antipersonalistas: el fuerte liderazgo de Yrigoyen y la carencia

de un programa específico llevaron a que éste fuera el depositario de la

ortodoxia partidaria, lo que a su vez produjo oposición interna. Así, en 1924,

el partido se dividió en personalistas y antipersonalistas, los cuales opinaban

que el partido debía tener una conducción orgánica, institucional, y entendían

que Alvear respondía a este tipo de liderazgo. Como Alvear no aceptó

enfrentarse con Yrigoyen, el radicalismo no se escindió, aunque el

antipersonalismo cobró peso propio y en las elecciones de 1928 formó un

Frente Único, aliado con los conservadores y el socialismo independiente-

éste último era a su vez un desprendimiento del socialismo. Obtuvieron

439.000 votos, frente a los 839.000 de Yrigoyen.

2. Conservadores : consideraban a los radicales unos recién llegados al poder, sin

que el respaldo popular les pareciese suficiente para legitimarlos. Opinaban -a

la larga, en una opinión que tenía que ver con la clase, no con la política- que

no poseían las dotes sociales necesarias para ejercer el poder, y que su modo

de hablar y de vestir menoscababan la autoridad que decían detentar.

3. Socialistas: la relación de los socialistas con el gobierno no era nada buena. En

general le criticaban a Yrigoyen ser un reformista a medias, cuya obra social

era limitada. Además, consideraban que los había traicionado en lo que se

llamó posteriormente ‘La Patagonia Trágica’2.

4. Los nacionalistas: el nuevo grupo político constituido por los nacionalistas

miraba hacia Europa, igual que los conservadores y los socialistas -aunque

todos viesen cosas diferentes-. Hubo dos tipos de nacionalismo: uno volcado

hacia el modelo español y el otro hacia la Italia de Mussolini. Ambos tenían

una elevada opinión del ejército y de la marina. Desde su punto de vista, los

militares eran lo que luego llamarían ‘la reserva moral de la Patria’, un sector

2 Entre noviembre de 1920 y enero de 1922 la Patagonia fue escenario de sucesos que no cabe duda en considerar trágicos. En el apartado de la página siguiente se detallan

no contaminado por la corrupción ni la demagogia. Para obtener la ‘Patria

fuerte’ que deseaban era necesario suprimir el Congreso y, de hecho, la

democracia.

El ejército no quedó al margen de las transformaciones del país y del

mundo. La crisis económica de 1913-1917 bajó los niveles de ingreso y el

presupuesto militar se vio afectado y se postergaron los reclamos de

reequipamiento. La Primera Guerra había modificado las estrategias y el

armamento, y los militares argentinos temían quedar desacomodados respecto

de Chile y Brasil. El ejército recelaba de Yrigoyen, situación que se agravó con el

nombramiento de un civil como Ministro de Guerra . Luego Alvear revirtió esta

tendencia nombrando a Agustín P. Justo, del partido conservador y confiable

para los militares.

Se perfilaron en el ejército sectores que profesaban distintas simpatías:

una minoría que apoyaba a Yrigoyen

la mayoría antiyrigoyenista, que a su vez se dividía en conservadores y

nacionalistas. Esta mayoría fundó la logia General San Martín, que se suponía

mantendría a sus integrantes apartados de la política, pero que en la realidad

cada vez adquiría más poder. En 1930 otra logia, la Legión de Mayo participó

del golpe de Estado.

-El golpe de Estado-.

Yrigoyen contaba 76 años cuando asumió por segunda vez, y el cargo

tenía exigencias a las que su edad no podía responder adecuadamente. Rodeado

de un grupo que lo adulaba y que tendió un cerco a su alrededor para ‘filtrar’ el

paso de personas y de información, se aisló cada vez más de la realidad y no

alcanzó a reaccionar ante las denuncias de corrupción acerca de sus

colaboradores. Además, por detenerse excesivamente en los detalles, dejaba de

lado asuntos importantes.

En 1930 el grupo nacionalista Liga Republicana volanteó la ciudad con

propaganda en su contra y los radicales salieron a la defensa del caudillo. Hubo

serios incidentes callejeros, que fueron erróneamente atribuidos a la

democracia. El orden pasaba a ser un valor prioritario.

Tanto Crítica, periódico sensacionalista con una tirada de 450.000

ejemplares, como otros medios de prensa, desprestigiaban no sólo al gobierno

sino a las instituciones democráticas, preparando a la gente para el golpe.

Cuando éste llegó, la opinión pública ya estaba preparada. El seis de septiembre

José Félix Uriburu, director del Colegio Militar, obtuvo la renuncia del

vicepresidente Martínez, en quien Yrigoyen había delegado el gobierno. Lo

consiguió movilizando pocos efectivos, entre los que se incluían los mismos

cadetes del Colegio, y una cantidad de civiles no determinada que salió a las

calles a darle su apoyo.

La ruptura de las reglas de juego democráticas evidenció las serias

dificultades que planteaba la convivencia a los argentinos. Si bien influyeron el

impacto de la Gran Depresión en la economía y los conflictos obreros, fue la

crisis política la que sustentó básicamente el golpe de Estado.

Vale la comparación con una democracia estable, la de Estados Unidos. La

crisis estalló durante la presidencia de Hoover, en quien nadie confiaba ya, sin

embargo, el pueblo esperó hasta 1932 para elegir nuevo presidente, y hasta

enero del ‘33 para que asumiera Rooselvet. El golpe, como se ve, no era la única

alternativa a la crisis. Pero sí lo fue para Latinoamérica, a lo largo del siglo XX,

donde muchas veces se confundió el apoyo a las instituciones con el apoyo a la

figura del presidente, sonando como partidismo la voluntad de respetar las

reglas de juego. El oficialismo pensaba que reconocer y modificar errores

restaba poder y arriesgaba los intereses de largo plazo del país en función de los

intereses inmediatos de ese sector. Llevó muchos años de autoritarismo y

demonización de los contrarios comprender que las leyes deben prevalecer

sobre los individuos.

Lea el siguiente editorial del diario La Nación

“Es sabido que el radicalismo ha clamado, acaso con exceso, por la conculcación de sus

derechos, y ha manifestado en toda hora que triunfaría no bien se abriesen comicios libres. Si

ello fue verdad en su hora, no es del caso juzgarlo, pero no cabe duda de que hoy como nunca

los hechos han virtualizado esa propaganda.

A su amparo se fomentó la conspiración para abrir, se decía, el camino de las urnas, y el país

tuvo durante muchos años la zozobra de la revuelta (...) Su prestigio popular, no menos

misterioso que el de su jefe, ha probado ser una fuerza que conduce al gobierno. Sin duda,

una democracia más exigente habría preferido prendas más positivas que esa atrayente y

singular sugestión, pero si no hubiese sino esos como méritos, nada más propicio que la

prueba para desvanecerla.(...) Sírvanles, entretanto, a unos y otros de estímulo las palabras de

Mitre en una ocasión análoga:”El pueblo, aun cuando se equivoque, tiene siempre más razón

que los sabios y los hábiles que miran las grandes cuestiones por el ojo de la llave de sus

intereses o pasiones personales”

a) Extraiga la idea principal del artículo y sus fundamentos

b)Enumere las críticas que se formulan al radicalismo y a su jefe.

B) Búsqueda de alternativas en el modelo de crecimiento

En la Argentina, la Primera Guerra Mundial puso en evidencia las

debilidades de una economía que dependía estrechamente de Europa para su

abastecimiento, según el modelo agroexportador que había consolidado la

generación del ‘80. La emergencia mundial obligó a iniciar una tardía

industrialización y a sustituir las importaciones, pero se trataba de un problema

de supervivencia. Una vez acabado el conflicto, se planteaba el mismo dilema

que treinta años antes: ¿seguía siendo conveniente producir sólo materias

primas, o había que adoptar medidas de precaución que aliviaran la

dependencia de Europa?

Lo que ya no parecía viable era el laissez faire, al viejo estilo del

liberalismo del XIX: la intervención del Estado, más o menos limitada según el

caso, fue la alternativa adoptada por los sucesivos gobiernos

-Modelo primario exportador y crisis-.

La influencia de la guerra fue enorme, como dijimos, pudiendo

distinguirse claramente dos etapas: la primera, de 1913 a 1917 y la segunda de

1917 a 1929.

1913-1917: la crisis comenzó en el año trece, cuando el Banco de Inglaterra

elevó los tipos de cambio para compensar el déficit en su balanza de pagos y

detener la incertidumbre financiera provocada por la guerra en los Balcanes.

Inmediatamente, los capitales extranjeros depositados en la Argentina

volvieron a sus países de origen, dejando al mercado con menor flexibilidad.

Se abrió entonces una brecha financiera: hubo que pagar la deuda externa a

una tasa de interés más elevada, contando con menores ingresos

provenientes de exportaciones, puesto que el precio de las materias primas

había caído. La brecha se cerró tomando préstamos de corto plazo en Nueva

York, lo cual es índice de las transformaciones que sufría la economía

mundial: Gran Bretaña cedía posiciones frente a la cada vez más clara

hegemonía norteamericana.

En esos cuatro años, las exportaciones de carnes y cereales de primera calidad

descendieron un 27%, en tanto las carnes y cereales de segunda, para

abastecer a las tropas, eran más requeridos. Prosperaron los sectores más

marginales de la producción agrícologanadera, mientras que los principales

productores entraban en crisis. La crisis también afectó a la construcción y la

extensión de nuevos ferrocarriles, debido a la suspensión de las inversiones.

1917-1929: un poco antes de terminar la guerra, la economía argentina

comenzó a recuperarse puesto que se había reubicado frente a los cambios

externos. Salvo una caída en 1922-23, el crecimiento fue sostenido, aunque

no tan espectacular como a comienzos de siglo. Esto se debió a las

adecuaciones que el radicalismo hizo al modelo de crecimiento,

básicamente:

comienzo de industrialización

desarrollo de áreas estratégicas, como el petróleo

Modificaciones que fueron resistidas por el sector agropecuario

exportador, quien obstaculizó los cambios. El 96% de las exportaciones eran

materias primas, y debe destacarse la elevada concentración de la propiedad de

la tierra.

Las exportaciones aumentaron no obstante a una tasa media anual del

6,6% en esos años, indicadores semejantes a los de Europa Occidental, Canadá y

Australia . En 1929, Argentina era el mayor exportador del mundo de carnes

refrigeradas, maíz, linaza y avena. Y el tercero en trigos y harinas.

Explique con sus palabras el concepto de ‘brecha financiera’ ¿Qué

consecuencias trajo, en la Argentina?

-Industrialización y sustitución de importaciones

Ya hablamos de la violencia del impacto de la economía de guerra en un

país cuya economía tenía un altísimo grado de complementación con la

economía europea. Se notaron en el mercado la falta de productos tales como

botones, jabón, géneros, y otros de primera necesidad como carbón, acero y

repuestos necesarios para el funcionamiento de trenes, tranvías y maquinaria en

general. Estados Unidos abasteció al mercado (reemplazando a Europa); de no

ser así, el país podría haber quedado virtualmente paralizado.

Así, se inició un proceso de sustitución de importaciones que puso en

marcha una modesta industria local, de peor calidad y más cara que la

extranjera, pero siempre disponible y creadora de puestos de trabajo. Permitió

que se desarrollaran la clase media y la clase obrera, como veremos.

En 1920 se estableció un aumento del 20% en los aranceles aduaneros de

las importaciones, y una reducción del 5% en el caso de que lo que se importara

fueran materias primas necesarias para la industria, lo que equivalió a proteger

la industria nacional.

La excesiva vulnerabilidad para asegurar el abastecimiento preocupó

también al sector nacionalista que empezaba a perfilarse, sobre todo en el caso

de insumos estratégicos como carbón y petróleo. Tanto Yrigoyen como Alvear le

asignaron gran importancia al tema del petróleo. En 1922, Enrique Mosconi fue

nombrado presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, empresa que se

ocuparía de explorar, explotar, refinar y vender, al por mayor y menor,

combustibles. YPF fue la primera petrolera estatal integrada verticalmente,

fuera de la Unión Soviética. El activo de YPF se duplicó entre el ‘22 y el ‘25. Se

abrió la primera refinería del país.

También creció el sector petrolero privado, en manos extranjeras: la

Standard Oil, con capitales norteamericanos y la Royal Dutch Shell,

angloholandesa. En 1927 se comenzó a hacer estudios para poner toda la

producción, refinado y distribución del petróleo en manos del Estado, lo que por

cierto enemistó a Yrigoyen con los inversionistas privados. Hay quienes

sostienen que los intereses petroleros influyeron en el golpe de Uriburu.

En conclusión, observamos en este período una mayor intervención del

Estado en el área económica, pudiendo destacarse:

créditos para la industria

la organización de YPF y la creación de una flota mercante que independizaba

el país del transporte extranjero

la inspección y supervisión gubernamental del precio de la carne

el establecimiento de un precio máximo para ganado de exportación y otro

para la venta local.

A lo largo de la década, EEUU no sólo tuyo mayor participación en cuanto

a los capitales invertidos en el país sino que también aumentaron notoriamente

sus exportaciones, mientras que esto no era compensado con compras al país. El

mercado norteamericano se mantuvo cerrado para las lanas, cueros y cereales

argentinos. La balanza comercial arrojaba déficit para la Argentina, déficit que

equivalía al superávit que mantenía con Inglaterra, con las obvias consecuencias

de menor capacidad de negociación.Ya que en caso de perder a Inglaterra,

Argentina no tenía ingresos con que compensar la asimetría de la relación

comercial con los norteamericanos.

¿Por qué podemos decir que en este período se reactiva el debate respecto

del papel del Estado en la economía? ¿Cuál es el camino que tomó el Estado

Argentino?

C) Élite y democratización de la sociedad

La Primera Guerra Mundial trajo aparejado el final definitivo del

absolutismo monárquico en Occidente y la clara implantación del liberalismo.

Paralelamente, el éxito de la Revolución Rusa apareció como triunfo del

proletariado, y las drásticas reformas soviéticas fueron un ejemplo de lo que se

podía lograr.

En la Argentina, la élite vio por primera vez que las reivindicaciones

obreras podían constituir un peligro. La llegada del radicalismo al gobierno

significó la participación de la clase media en el poder, y fue justamente esta

clase quien inició cambios significativos pero paulatinos, enfrentándose tanto

a quienes querían cambiar todo de golpe como a quienes no querían cambiarlo

en absoluto.

En la crisis de 1913-1917, con la caída de precios internacionales y la

paralización de las inversiones, hubo recesión, bajaron los ingresos y aumentó

el desempleo. Pero el descontento estaba contenido por la crisis misma: en

cuanto las cosas mejoraron algo, las huelgas se multiplicaron.

La crisis había golpeado más, como siempre, a los sectores bajos: la

inflación que acompañó el proceso deterioró los ingresos obreros. En 1919 se

realizaron 367 huelgas y, evidentemente, la producción se resintió. Yrigoyen

estaba muy presionado porque:

los obreros exigían mejores condiciones de trabajo y salarios, además de la

derogación de leyes represivas, como la de Residencia y Defensa Social.

los patrones protestaban por la cantidad de huelgas y exigían represión y

mano dura con los obreros.

el sector agropecuario estaba inquieto por la baja de precios internacionales

los inversionistas extranjeros cuidaban sus intereses y presionaban

mediante sus diplomáticos

El presidente implementó el arbitraje obligatorio que consistía en

convocar a las partes a conciliar intereses, siendo el gobierno árbitro de las

disputas. Dado que el país perdía si se paralizaba la producción, que el Estado

interviniese era un modo de defender el bien común. La aplicación del arbitraje

y las concesiones a las demandas obreras fueron leídas por la élite como

‘obreristas’, mientras que los obreros juzgaban insuficiente esa acción, pues no

conducía a ningún cambio de fondo. Dos sucesos, la Semana Trágica y la

Patagonia Trágica, dan muestra de la profundidad del conflicto:

1. La Semana Trágica- en el año 1919 estalló el conflicto en los talleres

metalúrgicos Vasena, donde los obreros iniciaron una huelga por

reivindicaciones salariales y mejores condiciones de trabajo. La empresa envió

un piquete rompehuelgas y los sindicalistas respondieron con piedras y

golpes. La pelea se extendió a la vecindad, con rotura de vidrios y

levantamiento de adoquines. El episodio dejó heridos y muertos, cuyo funeral

fue interrumpido por una descarga de la policía que provocó más víctimas. La

Fora (central obrera) convocó a una huelga general y el enfrentamiento se

agudizó. La Liga Patriótica, milicia civil aparentemente armada por la policía

intervino activamente, pero fueron superados, al igual que la policía, por los

obreros. Yrigoyen puso la ciudad al mando del coronel Dellepiane mientras la

Prensa hablaba de ‘guerra revolucionaria’. La situación fue controlada

después de una semana, con un saldo de alrededor de mil muertos.

2.La Patagonia: Yrigoyen había tomado dos medidas que afectaron a los

terratenientes de la Patagonia: había reimplantado las aduanas en el Sur, con el

consiguiente pago de impuestos; y había ordenado remensurar los campos, lo

que achicó estancias que habían tomado terreno ilegalmente En Santa Cruz, una

huelga de peones se extendió a mozos, empleados de hoteles, choferes y

carreros. El gobernador Correa Falcón, de tendencia conservadora, amenazó

con reprimir, mientras que el juez Viñas -radical- defendió el reclamo. En Buenos

Aires, presionaban a Yrigoyen diplomáticos norteamericanos y británicos. El

enviado para negociar, Varela, logró el levantamiento de la huelga y la entrega

de rehenes y armas a cambio de un acuerdo sobre el sueldo mínimo y mejoras

laborales como un colchón para cada peón y un botiquín para cada estancia. Los

patrones no respetaron el acuerdo y la Sociedad Obrera respondió con un

boicot. La situación interna del radicalismo era complicada; paros, huelgas,

conflictos partidarios, elecciones...Volvió a enviarse a Varela, pero para sofocar

la revuelta. La cantidad de muertos se estimó en 3000, y se bajaron todos los

salarios.

Los gremios, mientras tanto, estaban todavía divididos y debilitados, sin

haber logrado acuerdos que hubiesen sido vitales.

No obstante todo esto, el radicalismo obtuvo la sanción de importantes

leyes sociales:

se reglamentó el trabajo de mujeres y niños

se reglamentó el trabajo nocturno

se obligó al pago en moneda nacional eliminando los vales

se organizaron las cajas de jubilación y previsión social

ACTIVIDADES DE INTEGRACIÓN. UNIDAD N° 2

1) ¿Qué razones diría usted que llevan al radicalismo al poder? ¿Por qué

hablamos de ‘democratización’ de la sociedad?

2) ¿Cuáles eran las críticas que sus adversarios le hacían a Yrigoyen?

3) ¿De qué modo influye la Primera Guerra Mundial en la economía argentina?

4) Enumere dos transformaciones del modelo económico impulsadas por el

radicalismo que le parezcan importantes. Justifique.

5) ¿Cómo resumiría usted el conflicto social de la década 1920-1930?

Unidad 3: de la Oligarquía al Populismo (1930-1945)

A) La irrupción del autoritarismo

-Pensamiento autoritario y pensamiento democrático

-Militares en el poder-Presidencia de Uriburu

-El regreso de los conservadores.

-Problemas pendientes- Liderazgo de Perón

B) Crisis del modelo económico tradicional

-Pacto Roca- Runciman: el bilateralismo

-La industrialización del país

C) Élite y problemas sociales

Unidad 3: de la Oligarquía al Populismo (1930-1945)

A) La irrupción del autoritarismo

El 6 de septiembre de 1930 el general retirado José Félix Uriburu derrocó

al presidente Hipólito Yrigoyen. Comenzó de esta manera una etapa de la

historia argentina -que abarcaría cincuenta años del siglo XX- caracterizada

por la presencia periódica de militares en el gobierno de la Nación. De esta

manera, los golpes de Estado eran un modo muy eficaz de restricción de la

participación política: no se trataba, como en el fraude, de un grupo de

ciudadanos, sino del pueblo en general. La exclusión del conjunto de la

población de la toma de decisiones ‘se legitimaba’ con el consenso que el golpe

decía tener. (Un gobierno militar es un gobierno de facto opuesto al estado de

derecho donde rigen la Constitución y las instituciones previstas en ella.)

La alternancia de gobiernos civiles y militares marcó un camino

zigzagueante en la evolución del país, con frecuentes cambios de rumbo. Las

divisiones internas en bandos enfrentados, las tensiones consecuentes y la

desorientación de los sectores moderados se volvieron tan habituales que

empezaron a ser percibidas por la ciudadanía como lógicas o al menos

razonables, sin serlo en absoluto.

La persistencia de este proceso llevó a diversos investigadores a estudiar

lo que se llamó ‘el milagro argentino al revés’. Era el extraño caso de un país

potencialmente muy rico, sin graves problemas étnicos ni religiosos, con

ciudadanos instruidos que sobresalían fuera de las fronteras nacionales y que,

sin embargo, sufrió prolongadas etapas de retroceso y estancamiento.

-Pensamiento autoritario y pensamiento democrático-.

Es interesante analizar algunos fragmentos de la proclama de Uriburu

(redactada por Leopoldo Lugones, quien años antes, en 1924, había ya

anunciado ‘la hora de la espada’) porque contiene los conceptos básicos del

pensamiento autoritario, y compararla con el pensamiento democrático

manifestado en la Constitución Nacional.

1)Un grupo armado se atribuye la representación del pueblo.

Proclama de Uriburu Constitución Nacional

“Respondiendo al clamor del pueblo y con el patriótico apoyo del Ejército y de la Armada, hemos asumido el gobierno de la Nación”

“Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo (...) comete acto de sedición”

-art 22-

2)Un gobierno de facto se adjudica facultades extraordinarias y la suma del

poder público que les están prohibidas a aquellos que han subido

legítimamente.

Proclama de Uriburu Constitución Nacional

“Hemos aguardado serenamente en la espera de una reacción salvadora, pero ante la angustiosa realidad que presenta el país al borde del caos y de la ruina, asumimos ante él la responsabilidad de evitar su derrumbe definitivo”

“El Congreso no puede (...) conceder al Ejecutivo facultades extraordinarias ni la suma del poder público, ni otorgarles sumisiones o supremacías por las que la vida, el honor o las fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona alguna. Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable” -art 29-

3)Un sector utiliza las armas de la Nación para imponer su opinión a otros

conciudadanos que tienen opiniones diferentes.

Proclama de Uriburu Constitución Nacional

“La inercia y la corrupción administrativa, la ausencia de justicia, la anarquía universitaria, la improvisación y el despilfarro en materia económica y financiera, el favoritismo deprimente como sistema burocrático, la politiquería como tarea principal del gobierno, la acción destructora y denigrante en el Ejército y en la Armada, el descrédito internacional logrado por la jactancia en el desprecio por

“Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la patria”.

las leyes y por las actitudes y las expresiones reveladoras de una incultura agresiva, la exaltación de lo subalterno, el abuso, el atropello, el fraude, el latrocinio y el crimen, son apenas un pálido reflejo de lo que ha tenido que soportar el país. Al apelar a la fuerza para liberar a la Nación de este régimen ominoso, lo hacemos inspirados en un alto y generoso ideal”

Así, vemos cómo el pensamiento autoritario establece que:

a) la política es un concepto negativo

b) el ejercicio del poder, dentro de esta valoración negativa, sólo es un acto

político cuando es ejercido por los civiles

c) esta acción política coloca a los civiles en un plano inferior

d) se vulneran los derechos individuales y las libertades, entre ellas la libertad de

prensa, sujeta a los designios del grupo gobernante.

Relea los aspectos políticos estudiados en la unidad anterior. Luego conteste.

1) ¿Por qué podemos decir que hay un aire ‘paternalista’ -en el sentido político

del término- en la proclama de Uriburu?

2) ¿Cómo sostendría usted la afirmación de que Uriburu representaba, además

de a las Fuerzas Armadas, al grupo más conservador de la sociedad?

Militares en el poder- Presidencia de Uriburu-.

Los militares tenían a la hora de organizarse algunas ‘ventajas’ aparentes

sobre los políticos:

pertenecían a una institución organizada en forma piramidal y con presencia

en todo el país

estaban acostumbrados a obedecer y a impartir a su vez órdenes sin

cuestionarlas

todo lo cual les daba el halo de ser más eficientes y ejecutivos, dado que

podían obviar los pasos necesariamente más lentos de un gobierno republicano,

obligado a buscar consenso. Tenían ,de todos modos, algunas desventajas:

no contaban con equipos técnicos para cumplir con todas las funciones de

gobierno, dado que la educación militar atendía otros objetivos

al estar cumpliendo con una función política, debían adaptarse a ciertas reglas

de juego estructurales -negociar,ajustarse a otros tiempos- para las que no

estaban preparados

el ejercicio del poder entendido militarmente, sin límites ni controles, acentuó

los aspectos negativos de la situación del país y contribuyó a imponer la lógica

de la violencia

la politización llevó a las fuerzas armadas a un estado deliberativo y a

divisiones internas, por lo que comenzaron un lento desgaste.

Uriburu no llegó a gobernar dos años -desde septiembre del ‘30 hasta

febrero del ‘32- y lo hizo en medio de una crisis profunda que tenía como marco

la Gran Depresión. Para cumplir con una promesa formulada, se realizaron

elecciones en abril del ‘31 para elegir gobernador en la provincia de Buenos

Aires, y se impuso un radical, Honorio Pueyrredón, lo cual dejó en claro el

aislamiento debido a la falta de consenso, de los golpistas. Uriburu anuló la

elección.

De allí en más, la única forma de mantenerse en el poder fue recurriendo

al ‘fraude patriótico’: prohibieron la fórmula radical en las presidenciales del

año 1932. Los radicales tomaron dos vías: volvieron a la abstención electoral,

dada la falta de garantías, y en dos oportunidades se volcaron a un

levantamiento armado.

Un gobierno necesita apoyo para llegar al poder, un equipo para

gobernar y un respaldo para mantenerse. Los nacionalistas -un grupo de

militares y un reducido sector de intelectuales entre los que estaba Lugones,

Carlos Ibarguren y los hermanos Irazusta- dieron el golpe contando con el apoyo

de parte de las Fuerzas Armadas, pero no disponían de gente para cubrir todos

los cargos, en especial los del vital Ministerio de Hacienda, que cubrieron los

conservadores.

El respaldo fue un problema aparte. Una posibilidad hubiese sido

conseguir el apoyo popular al que se hacía referencia en la proclama, pero fue

descartado ante el resultado de las elecciones. La otra opción, una alianza con

los conservadores, fue lo que se llevó a cabo en un primer momento, pero al

poco tiempo quedó claro que estos preferían ejercer el poder directamente, sin

intermediarios. Les quedaba el ejército, y en él la situación era compleja:

estaban divididos en nacionalistas, conservadores y partidarios de un ejército

‘profesional’, que se abocara a sus tareas específicas. Sin el apoyo popular, con

los conservadores persiguiendo sus propios objetivos y el ejército dividido ,al

poco tiempo el presidente estaba aislado.

La falta de apoyo también fue consecuencia del proyecto corporativo que

Uriburu deseó llevar a cabo y que incluía la reforma de la Constitución. En un

sistema corporativo, los partidos políticos son reemplazados por las

corporaciones, que representan a la gente no según sus ideas, sino según sus

intereses socioeconómicos: así, la Sociedad Rural representa a los grandes

productores agropecuarios, la Unión Industrial a las industrias más importantes,

los sindicatos a los obreros, etc. En la Italia de Mussolini se había creado la

Cámara Corporativa en reemplazo de la de diputados, por ejemplo. Pero aquí, el

proyecto no fue bien recibido.

Sin apoyos como para mantenerse en el poder, Uriburu buscó una salida de

la presidencia. Los partidarios de un gobierno militar se agruparon en torno de la

figura del general Agustín P. Justo, que contaba con la adhesión del Ejército, y

formaron La Concordancia, un grupo donde se reunió gente de extracciones

diversas aglutinada con el objetivo de no permitir que los radicales vuelvan al

poder. Figuraban algunos conservadores (como Julio Roca hijo), disidentes

radicales y una escisión hacia la derecha del socialismo. La fórmula Justo-Roca

ganó cómodamente, gracias al fraude patriótico.

El regreso de los conservadores-.

Esta alianza con los nacionalistas les permitió a los conservadores volver

al poder, cosa que la Ley Sáenz Peña les había vuelto prácticamente imposible.

El fraude electoral era la única vía , por lo cual debía contarse con el apoyo del

ejército, que lo instrumentara. Justo gobernó con ese triple sostén: la elite, el

ejército, el fraude. Vemos cómo entonces se había vuelto al sistema de

participación restringida de la década del ‘80, aunque la Ley Saenz Peña no

hubiese sido derogada.

El fraude se hizo bastante más complicado: las libretas de enrolamiento

eran retenidas por patrones o empleadores y usadas a discreción por gente de

su confianza; las papeletas del partido se daban en sobre cerrado a los votantes,

quienes a la salida debían dar como prueba el sobre que les había sido

entregado en la mesa electoral. El otorgamiento de favores, e incluso la simple

invitación con empanadas y vino, o la clásica intimidación, eran costumbres que

llevaría muchos años desarraigar.

Los dos levantamientos radicales, en 1930 y en 1931, le habían resultado

funcionales al gobierno de facto para justificar la proscripción del partido. El

radicalismo se hizo fuerte en algunas provincias: Córdoba, San Juan y Santa Fé.

En el resto del país se impuso el conservadorismo. El yrigoyenismo sumó

mientras tanto gente disconforme con el modelo de política gubernamental,

demasiado dependiente de los intereses ingleses y norteamericanos según su

punto de vista. Así surgió FORJA -Fuerza de Orientación Radical de la Juventud

Argentina- donde militaron muchos jóvenes, como Frondizi, seguidores de su

fundador, Arturo Jauretche, y de Raúl Scalabrini Ortiz.

Roberto Ortiz, radical antipersonalista, ex ministro de Alvear, fue elegido

presidente por el partido conservador en nuevas elecciones fraudulentas. No

obstante lo cual se propuso suprimir esa práctica, respetar la ley electoral y

volver al sistema de participación abierta. Su compañero de fórmula, Castillo, no

compartía ese objetivo. Ortiz atravesaba un momento complejo: la Segunda

Guerra Mundial sumó motivos a las disidencias locales y ahondó las divisiones.

Además, debido a una diabetes por la cual murió poco tiempo después, se vio

obligado a renunciar en 1942. Castillo decidió seguir con el fraude, y convocó

como vice a un representante del conservadorismo salteño, Patrón Costas,

seguro ganador de las elecciones del ‘44.

Esto disgustó a Justo, que aspiraba a la reelección, y a los militares, que

deseaban ver a uno de los suyos en la presidencia.

Las logias no eran nuevas en el país, sobre todo en el ámbito castrense. El

Grupo de Oficiales Unidos (GOU) se creó en marzo del ‘43. Lo integraban

alrededor de 20 oficiales, entre los que se destacaban el coronel Juan D. Perón y

el teniente coronel Enrique González.

Era un grupo nacionalista que en un comienzo no parecía tener un

programa definido para llegar al poder. Su protagonismo se aceleró cuando

Castillo advirtió los manejos de su ministro de Guerra para ser nominado

candidato a la presidencia en abierta oposición a Patrón Costas. Castillo quiso

destituir a Ramírez y el golpe estalló en junio del ‘43, encabezado por el general

Rawson quien en realidad creía tener libertad de acción, ignorando la existencia

de la logia. No llegó a jurar como presidente: un golpe interno lo destituyó y

subió Ramírez. Aunque pocos sabían que existía, el Gou controlaba el gobierno.

Las divisiones internas creaban inestabilidad, y en ocho meses pasaron tres

presidentes, exceptuando a Castillo.

Ramírez permaneció en el poder hasta febrero del ‘44, en que un golpe

interno llevó a la presidencia a Farrell, quien dos años después le colocaba la

banda presidencial al general Perón. El ministerio de Guerra parecía ser el

puente: Ramírez lo ocupo en la presidencia de Castillo, Farrell en la de Ramírez y

Perón en la de Farrell.

Explique, con sus palabras, la alianza entre conservadores y militares.

Problemas pendientes-. Liderazgo de Perón

Hacia junio de 1943, podían identificarse básicamente tres demandas

insatisfechas por los gobiernos conservadores:

las propuestas nacionalistas en relación con la economía y la soberanía

nacional

los reclamos laborales y sociales

las exigencias de apertura de la participación política

Los militares ahora en el poder agregaban los siguientes problemas

pendientes:

sus divisiones internas

las presiones norteamericanas para que Argentina rompiera relaciones con

Alemania

el cuestionamiento de un sector civil por la inestabilidad política, que

demandaba la inmediata convocatoria a elecciones

Entretanto, Perón preparaba su liderazgo. Empezó su carrera política

como secretario de Farrell y hombre de su confianza. Fue nombrado al frente de

una repartición secundaria, el departamento Nacional de Trabajo, que un mes

después de su asunción obtuvo el rango de secretaría. Desde allí llevó adelante

una gestión de importancia respecto de los obreros, trabajaba en horarios

amplísimos, recibía a la gente y la escuchaba. Promovió la agremiación de

trabajadores y la formación de sindicatos, obtuvo mejoras laborales y el apoyo

incondicional de quienes nunca antes habían accedido a los despachos

públicos.

Luego Farrell lo nombró Ministro de Guerra, con retención de su antiguo

cargo. Se ocupó de expandir y equipar a las Fuerzas Armadas, reclamo

permanente del sector. El presupuesto militar absorbió el 43% del nacional,

cuando dos años antes sólo representaba el 17%, y las fuerzas armadas

prácticamente triplicaron su número de miembros en dos años. Perón obtuvo la

confianza de sus camaradas, que se sumó a sus importantes apoyos en el sector

obrero.

Farrell lo nombró vicepresidente y era, en verdad, el hombre fuerte del

gobierno. Ubicó en posiciones clave a gente de su confianza, mantuvo

excelentes relaciones con la iglesia, que ya valoraba su obra social, a partir de la

instauración de la enseñanza religiosa obligatoria en colegios del Estado. Su

poder creciente, motivado en gran parte por su carisma, alarmó a un amplio

espectro de sus conciudadanos, tanto como alentó a otros que por primera vez

se sentían representados. La tradicional polarización política argentina

comenzaba un nuevo ciclo.

Mientras tanto, se sospechaba que la neutralidad del gobierno respecto

de la Segunda Guerra era clara preferencia por los vencidos. El 19 de septiembre

de 1945 se organizó una marcha contra el régimen, desde el Congreso hasta

Plaza Francia. El objetivo era lograr la renuncia del gobierno y que la Suprema

Corte gobernase transitoriamente, hasta las nuevas elecciones en febrero de

1946. La oposición conformó la Unión Democrática, por demás heterogénea:

comunistas, conservadores, socialistas, demócratas progresistas y radicales.....

Después de la marcha, se ahondaron las divisiones en el gobierno. Intrigas

palaciegas hicieron que Farrell le pidiera la renuncia a Perón, permitiéndole

despedirse por radio antes de ser recluido en Martín García. Perón aprovechó

para alertar respecto del peligro que su alejamiento significaría para las

conquistas obtenidas por los trabajadores. Farrell formó un nuevo gabinete, el

16 la CGT convocó una huelga general para le 18, el 17 Perón fue trasladado al

Hospital Militar alegando problemas de salud y los obreros de las barriadas que

rodeaban Buenos Aires imitaron el cese de tareas de los obreros de la carne de

la zona sur y convergieron frente a la casa de Gobierno. La Plaza de Mayo se

fue llenando, vivaban el nombre de Perón y pedían su regreso. Finalmente.

Perón apareció en uno de los balcones y aseguró a la multitud que se quedaría.

Fue la primera vez que en la Argentina un movimiento obrero se

convertía en columna vertebral de un movimiento político.

Haga una breve cronología del modo en que Perón subió al poder. Relacione

sus condiciones de posibilidad con los reclamos pendientes o directamente

desoídos de gran parte de la ciudadanía.

B) Crisis del modelo económico tradicional-.

Lo amplio y generalizado de la crisis económica de 1929-1930 puso en

evidencia la apretada red de interrelaciones de la economía mundial. Los países

cuidaron sólo de restablecer su equilibrio interno a cualquier precio, significando

esto último abandonar la doctrina liberal tal como se la aplicaba hasta entonces

y entrar en una fase del capitalismo en la cual el Estado se viera obligado a

intervenir con políticas proteccionistas. En la Argentina, la crisis presentó una

gravedad sin precedentes: los precios de las materias primas cayeron; se

paralizó la actividad económica con sus consecuencias de desocupación y

miseria, se suspendieron importaciones..... En 1929, durante el gobierno de

Yrigoyen, se había suspendido la conversión del peso en oro para evitar las

compras masivas. En 1933, durante el gobierno de Justo, se dispusieron nuevos

impuestos -como el impuesto a las ganancias personales para compensar la

caída de los aranceles aduaneros y financiar el gasto público. Los ingresos del

Estado, que antes provenían en un 80% del comercio exterior, pasaron a

depender de los impuestos internos, lo que significó una revolución fiscal.

El debate sobre el papel del Estado y el modelo económico quedó

momentáneamente suspendido, ya que aun los conservadores aceptaron y

promovieron la intervención del estado en la economía y la industrialización.

Pacto Roca-Runciman: el bilateralismo-.

La Primera Guerra había iniciado el comercio triangular entre la Argentina,

Gran Bretaña, y Estados Unidos. Pero este último se limitaba a vender, sin

comprar nada, por lo cual había presiones, sobre todo de parte de la Sociedad

Rural , para ‘comprar a quien nos compra’, Gran Bretaña. En febrero de 1933

una misión encabezada por el entonces vicepresidente Roca firmó un acuerdo

bilateral con Inglaterra que el Senado ratificó después como la ley n° 11693,

muy debatida. Para algunos era la única salida posible, para otros, como

Lisandro de la Torre “no podría decirse que la Argentina se haya convertido en

un dominio británico porque Inglaterra no se toma la libertad de imponer a sus

dominios tales humillaciones”.

Los principales puntos estipulaban:

1. Inglaterra aseguraba a Argentina la compra de una cuota de carne equivalente

a la adquirida en 1932, punto más bajo de la crisis

2. Mientras hubiera control de cambios en la Argentina (límite para el envío de

dinero al exterior), todo lo que Gran Bretaña pagara por compras podía volver

al país deduciendo un porcentaje para pagos de deuda externa

3. Argentina dispensaría a las empresas británicas un tratamiento que tendiera a

asegurar la debida y legítima protección de los intereses de esas empresas, así

como del desarrollo del país.

4. Inglaterra permitiría la participación de hasta un 15% de carne de frigoríficos

argentinos en la cuota de carne; el resto sería cubierto por frigoríficos

británicos

5. La Argentina se comprometía a mantener libres de impuestos el carbón y

demás mercaderías que se importaban de Gran Bretaña, además de comprar

allí la totalidad del carbón que consumía.

En 1936 otro tratado ratificó los mismos términos.

Releyendo la introducción a este módulo y la primera unidad, piense en qué

contexto mundial de ‘rivalidad’ por la hegemonía entre Estados Unidos e

Inglaterra se vio afectada la economía argentina, respecto del modelo

agroexportador que había elegido la generación del ‘80 .

La industrialización del país-.

La Argentina tenía desarrollado su sector primario y los intentos de

industrialización habían sido erráticos, impulsándose cada vez que el

desabastecimiento de manufacturas o de insumos estratégicos como el carbón y

el petróleo afectaba al país. Los años 30 fueron uno de esos momentos.

La abrupta suspensión de las importaciones por la crisis promovió que

fueran sustituidas por las industrias locales. El control de las divisas también

limitaba las compras en el exterior y favorecía la industrialización.

En un primer momento el desarrollo se centró en el área alimentaria -

frigoríficos e industria conservera en general- seguida por la industria textil y las

que cubrían el consumo inmediato. En 1913 la industria alimentaria

representaba la mitad del total de la producción, en 1944 la industria en general

representaba un 22,8% del PBI y la agricultura y ganadería el 20,1, o sea que la

industria había sacado ventaja al sector primario. Esto suele considerarse

positivo porque los bienes industriales tienen mayor valor agregado que los

bienes primarios -es decir, mayor precio derivado de la incorporación de trabajo

y/o tecnología-

La industria local proveyó los bienes de consumo necesarios, pero de

manera espontánea e inconexa. Un falencia fue la falta de una industria de

base, la que produce los bienes indispensables para el funcionamiento de otras

industrias. Cuando esto sucede, el eslabón que falta debe reemplazarse con

importaciones.

El petróleo y la siderurgia son considerados insumos críticos o estratégicos:

los que posibilitan el funcionamiento de la industria y las comunicaciones.

El tema preocupaba muy especialmente a los militares: Justo encargó al

general Savio el desarrollo de una industria siderúrgica, área estratégica cuyo

desarrollo era reclamado por el ejército. En el área petrolera se logró un

equilibrio precario entre las presiones inglesas a favor de la Shell, las

norteamericanas a favor de la Standard Oil y los intereses nacionales a favor de

la reserva de áreas para la explotación de YPF. Ni Uriburu ni Justo volvieron a

mencionar el tema del monopolio estatal del petróleo, pero durante la Segunda

Guerra YPF creció hasta tener dos tercios del mercado debido al enorme

esfuerzo que realizó para contrarrestar el boicot norteamericano.

Respecto de los transportes, aunque la concesión de redes ferroviarias

hubiera claramente favorecido a los británicos, el transporte automotor,

controlado por los norteamericanos, se desarrolló sin pausa -Ford, General

Motors, Firestone- Justo apoyó el programa de extensión de la red vial,

financiándolo con un impuesto al combustible, y creó la Dirección Nacional de

Vialidad.

Entre 1934 y 1938 se construyeron 7100 km de caminos, si bien sólo 380

km eran pavimentados.

Pruebas del creciente poder del Estado fueron la creación de entes

reguladores como la Junta Reguladora de Granos, la Junta Nacional de Carnes, el

Instituto de Vitivinicultura.....su función era estabilizar el mercado morigerando

el impacto de la crisis sobre los precios. El Estado intervenía dando créditos para

financiar la producción, fijando un precio mínimo y comprando los excedentes,

para regular el mercado a través de la oferta y la demanda.

Hasta entonces, el Banco de la Nación argentina había sido el único

instrumento para conducir la economía oficial, regular el crédito e intervenir en

el mercado financiero, funciones que pasó a desempeñar el Banco Central.

Punto de vista de un nacionalista, José Luis Torres, acerca de la economía del

período

“A usted, señor presidente, le salva la hermosa condición de su austeridad(...) pero usted, con su pasividad, está comprometiendo los destinos de la República y trabajando activamente en contra de su propio destino individual(...) El peligro está en los políticos envilecidos que han convertido las funciones de orden público en una innoble granjería. El peligro está en los financistas impacientes puestos al servicio interesado de quienes trabajan para que jamás termine de pagarse la hipoteca que gravita sobre el pueblo argentino. El doctor Federico Pinedo(...) responsable principalísimo de las conversiones de la deuda cuyos saldos en contra del país denunciara documentadamente en mi libro ‘Algunas maneras de vender la patria’, reconoció ante el Congreso haber recibido diez mil libras esterlinas de las empresas ferroviarias extranjeras, en pago de un plan determinado”...J.L.Torres, La década infame

Sintetice las críticas de los nacionalistas al gobierno, y sus fundamentos

C) Élite y problemas sociales

Uriburu gobernó casi dos años en medio de una profunda crisis económica

que en lo social se tradujo en un alto índice de desempleo. La crisis se manifestó

en ollas populares, sindicatos desactivados, migraciones forzosas...la Argentina

salió con relativa rapidez, pero con cambios en su estructura social que se

proyectarían en el largo plazo.

-Cambios en la estructura social-.

Después de un período con saldos migratorios negativos, la población

volvió a crecer pero a un ritmo más lento, ya que disminuyeron el índice de

natalidad y la inmigración. Si bien disminuyeron los inmigrantes europeos,

aumentaron los de países vecinos y hubo movimientos de población

importantes, sobre todo, éxodo desde las provincias hacia ciudades de la

pampa húmeda, y principalmente a Buenos Aires, Rosario y Córdoba.

La población, castigada por el desempleo y el descenso del nivel de vida se

desplazó hacia los centros urbanos, atraída por la expectativa laboral en la

industria, pero los puestos no alcanzaron. Familias enteras se hacinaron en

habitaciones de proporciones reducidas, ya que la constante llegada de gente

también excedió la capacidad de las construcciones baratas de las ciudades. Este

fenómeno dio lugar al surgimiento de villas de emergencia en los cordones

suburbanos principalmente, que al poco tiempo fueron denominadas ‘villas

miseria’ debido a la precariedad de sus condiciones.

La sociedad quedó estructurada en los siguientes sectores.

una elite, vinculada con el sector agropecuario exportador y el sector militar

una clase media ampliada con la incorporación de los nuevos industriales o

los profesionales emergentes de las universidades de la Reforma Radical,

además de pequeños productores rurales, comerciantes y administrativos

una clase obrera numerosa, parcialmente organizada, en la que empezó a

predominar la gente venida del interior

un campesinado aislado del resto de la sociedad, que habitaba en áreas

alejadas y sin medios de comunicación.

Entre 1930 y 1935 el sindicalismo, ya debilitado por las divisiones en

sindicalistas ‘puros’, ‘socialistas’, ‘comunistas’ y anarquistas se vio afectado más

aún por el índice de desocupación elevado, y por la represión de sus actividades.

En 1936 sólo había 370000 trabajadores sindicalizados sobre una fuerza

de trabajo de 4.000.000 aproximadamente. Después de esta crisis quedaron en

pie la Confederación General del Trabajo, que respondía al socialismo, y la USA

(Unión Sindical Argentina) con una acción sindicalista que separaba la acción

gremial de la política. Esta última fue perdiendo fuerza, y contaba a comienzos

del ‘40 14.000 afiliados, contra 300.000 de la CGT. A partir de 1935, la salida de

la crisis encontró los salarios reales estancados en un nivel bajo, por lo que

volvieron los reclamos obreros. Si bien aumentó la combatividad, fueron pocas

las huelgas que se ganaron. Los sindicatos más numerosos y fuertes estaban en

Buenos Aires, y fue sobre la base de este sindicalismo que el coronel Perón

comenzó su acción política.

ACTIVIDADES DE INTEGRACIÓN. UNIDAD N° 3

a) Defina con sus palabras las bases del autoritarismo en la Argentina. ¿Por qué

se relaciona perfectamente con el paternalismo conservador?

b)Explique el mecanismo utilizado por los conservadores para volver al poder

c) Explique cómo se gestó el liderazgo del general Perón

d) Sintetice la situación de la economía en el período estudiado

a) Esquematice la conformación de la sociedad en esta etapa

f) Resuma la situación del sindicalismo

Unidad 4: Peronismo, la democracia de masas (1946-1955)

A) El Estado peronista

-Elecciones y participación obrera: la Justicia Social

-Un fuerte poder Ejecutivo

B) Modelo de sustitución de importaciones- Los dos planes

quinquenales

-Estatismo y nacionalismo: los planes quinquenales

-Expansión y recesión

-Crisis y austeridad

-Riesgos políticos

-Coyuntura y programa de gobierno

C) La relación entre el Estado y los sectores sociales

-Los obreros como eje de un programa de gobierno

-Sindicatos y poder político

Unidad 4: Peronismo, la democracia de masas (1946-1955)

C) El Estado peronista

El coronel Juan Domingo Perón, llegado a la vida política por un golpe

militar y centralizando en su persona amplios rechazos -de derecha, de izquierda

y del centro- obtuvo la presidencia de la República en elecciones limpias, que

cerraron un período de 16 años de fraude electoral y proscripciones,

inaugurado por otro golpe militar. El carisma de Perón y el de su esposa, Eva

Duarte, y el proyecto político que implementaron fueron capaces de

permanecer como debate central en la vida política argentina de las décadas

siguientes.

Elecciones y participación obrera- La Justicia Social

Las elecciones presidenciales se realizaron el 24 de febrero de 1946. La

Unión Democrática obtuvo 1.207.080 votos. El Partido Laborista presentó la

fórmula Juan Perón-Hortensio Quijano, que se impuso con 1.487.886 votos.

Contaron con el 52.40% del electorado, 2/3 de la Cámara de Diputados, la casi

totalidad del Senado, trece de las catorce provincias y las legislaturas, salvo

Corrientes.

El Partido Laborista triunfante se había fundado en Buenos Aires una

semana después del 17 de Octubre del ‘45. Sus objetivos eran: defender a los

trabajadores, consolidar el poder sindical y apoyar al coronel Perón, al que

convertían en su líder. Sostenía que la propiedad era un bien social y que la

propiedad privada debía estar subordinada a los intereses de la comunidad.

No bien asumió la presidencia, Perón, de acuerdo con el Partido Radical-

Junta Renovadora, su otro apoyo político, decidió fundar un partido

movimientista, es decir, un partido donde convergiesen partidarios de un

amplio espectro y distintas extracciones. Esto significaba la disolución del

partido Laborista y también de la propia Junta Renovadora. Se creó entonces la

Junta Organizadora del Partido Único de la Revolución, base del Partido

Justicialista, luego Peronista. En octubre del ‘47 se reunió un congreso

extraordinario de la CGT y aprobó una serie de resoluciones que alcanzaban

básicamente tres objetivos:

fortalecer la unión sindical

mejorar los mecanismos de cooperación con el gobierno

garantizar la adhesión política de los trabajadores al gobierno peronista

De este modo, el movimiento obrero se convertía en la columna

vertebral del Peronismo.

El Partido se estructuró en ramas: política, sindical, femenina -propulsada

por Eva Perón- y posteriormente se incorporó la juventud a partir de

organizaciones estudiantiles.

Entre 1947 y 1950 se sentaron las bases de la Doctrina Justicialista, cuyo

núcleo era la Justicia Social. Este concepto implicaba el reconocimiento de

reclamos legítimos de los sectores más débiles bajo la protección del Estado,

que también promovía los acuerdos entre obreros y patrones, mediando de esta

manera en la lucha de clases. En la idea de Justicia Social había bastante de

socialismo antimarxista que Perón había conocido en Europa, y de la Doctrina

Social de la Iglesia adaptada por el nacionalismo argentino. De un modo u otro,

el Justicialismo se inscribe en la corriente de los movimientos populistas

iberoamericanos, de amplia y profunda inserción popular -como el varguismo

en Brasil, o la propuesta de Cárdenas en México-.

Perón tenía la habilidad de sintetizar sus ideas en consignas que se

aprendían y propagaban fácilmente, y contaban con la vaguedad suficiente

como para que gente de las más diversas extracciones se identificara con ellas -

Por una Patria Justa, Libre y Soberana, es un ejemplo- Por otra parte, su carisma

volvió al movimiento completamente personalista, sostenido en la

personalidad de su líder.

A ello se suma la figura de María Eva Duarte. Nunca en la Argentina la

esposa de un presidente tuvo tanto protagonismo ni influencia . Su figura,

rechazada por muchos sectores y venerada a la vez por otros, tuvo tanto peso

para el movimiento como la de Perón. A los 26 años fue primera dama y, al igual

que el presidente, trabajaba incansablemente. Políticamente era el nexo de

Perón con las mujeres, los sectores más humildes y los sindicatos, a los que

manejaba con una fortaleza y seguridad insospechadas hasta poco antes. En el

área social, creó la Fundación Eva Perón, donde llevó a cabo una obra hasta el

momento nunca vista. Era idolatrada por el pueblo, sus ‘descamisados’.

En las elecciones del ‘52 estuvo a punto de integrar la fórmula

presidencial, pero gravemente enferma, renunció públicamente a esa

posibilidad. Cuando murió, a los 33 años, su figura pasó a la categoría de mito

nacional.

Un fuerte Poder Ejecutivo-.

En 1948, Perón controlaba todas las bancas del Senado y tenía una

mayoría más amplia que los dos tercios en Diputados. A esto se agregaba el

enorme peso de su liderazgo personal, que hacía que cada peronista sintiera

que debía estarle agradecido y tenerlo como referente.

Esta combinación dio que pudiese transformar en breve tiempo el

aparato estatal, avalado por leyes del Congreso. La oposición se limitó a ser una

voz disidente, en general haciendo hincapié en la pérdida de las libertades

públicas, comprometidas por ese estilo de gobierno.En este marco, Perón pudo

transformar la Constitución Nacional, adecuándola a la política económica y

social que proponía. La oposición creía que el objetivo primero era cambiar la

cláusula que impedía la reelección presidencial. La convocatoria a un Congreso

Constituyente fue aprobada por una mayoría abrumadora, de todas formas

Esta Convención acordó rápidamente la nueva Constitución, en 1949

el nuevo preámbulo agregó al de 1853 el deseo de lograr una “nación

socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana”.

tenía todo un capítulo dedicado a la función social de la propiedad, el capital y

la actividad económica, incorporando el concepto de nacionalismo

económico: poner al capital al servicio de la economía nacional.

aumentaba por lo tanto las atribuciones del Estado para intervenir en la

economía

reservaba a la Nación el control sobre los recursos del subsuelo y las fuentes

naturales de energía

había capítulos dedicados a los derechos de los niños, los ancianos y los

trabajadores

el cuestionado artículo 77 permitía la reelección presidencial indefinida por

seis años de mandato. La bancada radical se negó a avalar esta decisión y se

levantó de la Convención. Estando ausente la oposición, se decidió que fuese

directa la elección de presidente y la del Senado, eliminándose el Colegio

Electoral. En general, se ampliaban las facultades del presidente.

En resumen:

1. se aseguraban las conquistas sociales

2. se propiciaba la intervención del Estado en la economía

3. se concentraba poder en el Ejecutivo.

El voto universal vigente en ese momento dejaba afuera a las mujeres,

al igual que a los ‘incapaces’ -los dementes- o los ‘indignos’ -los presos-. Esto era

bastante habitual en esa época: Brasil y Uruguay dieron el voto a la mujer en el

año ‘32, Francia en el ‘45.

En la Argentina, el socialismo había presentado desde 1919 varios

proyectos, pero durante 30 años esos proyectos no se aprobaron.

En septiembre de 1946 y a instancias de Eva, el voto femenino fue

aprobado por unanimidad en el Senado, y Diputados lo sancionó en 1947. En

las elecciones de 1952, las mesas femeninas dieron mayoría al peronismo.

Lea los siguientes textos sobre Juan Perón:

“Perón inició sus contactos con los líderes laborales desde su oficina en le Ministerio de Guerra

poco después del golpe del 4 de junio. Lo que no está claro es cuándo se decidió a conquistar el

apoyo de la clase trabajadora. Un factor crucial de esta decisión, sin embargo, fue su concepto

del liderazgo como un fin en sí mismo, fenómeno que fascinaba su mentalidad militar. Estaba

convencido de que había nacido para conducir y que podía traducir en acción teorías que

había estudiado durante su formación en el ejército. El primer paso era crear una masa de

seguidores y prepararlos para ser dirigidos.” John Page, historiador extranjero

contemporáneo.

“Muchísima gente se enfervorizaba con el joven candidato porque veían en él una alternativa

totalmente diferente a la vieja política; porque eran sensibles a los beneficios de una política

social llevada a cabo contra las resistencias de los intereses creados; porque era la

contrafigura de los esquemas anacrónicos que defendían los grandes diarios, los partidos

tradicionales o los head eggs de las universidades(....) era la expresión de una novedad, una

posibilidad con características fuera de serie en la política argentina” Félix Luna,Argentina, de

Perón a Lanusse

a)Extraiga las ideas centrales de cada uno

b)Enumere argumentos y compare perspectivas

c)Extraiga un perfil de Perón a partir de ellos

B) Modelo de sustitución de importaciones- Los dos planes

quinquenales

Como ya se vio, de la profunda crisis de 1929, y como consecuencia de los

problemas sociales derivados de ella, apareció un nuevo concepto que ligaba la

economía con sus efectos sociales y el papel del Estado: el Estado de Bienestar.

La premisa era que el Estado debía intervenir y regular la economía. Las

intervenciones en general preveían:

impulsar la demanda mediante la inversión pública y las compras del Estado

crear empleo y por lo tanto asumir un rol empresario

aumentar los salarios y beneficios sociales, lo que aumentaría el dinero en

circulación, todo lo cual activaba el aparato productivo generando

crecimiento económico y bienestar social

Este Estado de Bienestar alcanzó su mayor expresión en la Argentina

durante el gobierno peronista. El ascenso de Perón dentro del gobierno

surgido de la revolución de corte nacionalista de junio del 43 le permitió

tomar contacto con esta realidad económica y su correlato social,

canalizando en su beneficio político las aspiraciones del nuevo sector

empresarial y del nuevo proletariado urbano. Ya desde antes de concluir la

guerra, Perón había escogido el camino que iría concretando en los años de

la primera presidencia: la expansión de la industria liviana a partir de la

sustitución de importaciones, en el marco de una economía nacionalista,

desinteresada de las exportaciones tradicionales.

-Estatismo y nacionalismo-.

En 1945 terminó la guerra y Argentina dispuso de dinero en abundancia.

El Estado creó empleos masivamente; profesionales y mano de obra calificada y

no calificada encontraron trabajo en la construcción, incentivada por la obra

pública, y en la industria. La economía se activó, dado el siguiente círculo:

1. la demanda mejora los salarios

2. el pleno empleo y los salarios altos expanden el consumo

3. esta expansión del consumo retroalimenta la industria

Antes de que asumiera Perón, el presidente saliente, Farrell, promulgó un

decreto con una serie de medidas económicas de importancia, entre ellas:

la nacionalización del Banco Central

la garantía de la Nación para los depósitos bancarios

las reformas de las cartas orgánicas de los bancos Central, Nación, Hipotecario

Nacional y de Crédito Industrial.

la creación del Instituto Nacional de Reaseguros y el Instituto Argentino para

la Promoción del Intercambio

El Estado pasaba a manejar la promoción del agro y la industria, el

crédito, los seguros y el comercio internacional.

¿Por qué podríamos decir que la mejora de la economía argentina al final de

la Segunda Guerra se debió a un ‘círculo virtuoso’?

El Primer Plan Quinquenal de Gobierno (1947-1952) fue aprobado por

el Congreso a fines de 1946, y, tenía como objetivo la justicia social

característica poco común en un plan económico. De modo que incluía leyes

heterogéneas, que abarcaban por igual aspectos sociales y económicos.

También se incorporaron viejas reivindicaciones del nacionalismo, como la

repatriación de la deuda externa, la nacionalización del transporte, las

comunicaciones y las áreas de insumos estratégicos -petróleo, acero- y de

finanzas. En este primer plan, entonces, la política económica implicaba:

la transformación de la estructura económico-social por expansión

industrial.

la reducción de los factores de vulnerabilidad externa mediante el rescate

de la deuda externa pública y privada y la nacionalización de los servicios

públicos.

la elevación del nivel de vida de la población mediante una redistribución

de la riqueza y un plan general de obras y servicio públicos (sanidad,

educación, vivienda).

el empleo de parte de las ganancias generadas por el intercambio, junto

con las reservas de oro y divisas acumuladas durante la guerra, para la

financiación del programa.

una política nacionalista frente a los organismos internacionales de la

posguerra.

Esta movilización de los recursos nacionales y aceleración de la

capitalización industrial, fomentaron la creación de un importante mercado

de consumo interno así como la máxima fluidez del sistema bancario, para

independizarse de las fluctuaciones de la balanza de pagos.

Pese a los intentos de EEUU para evitar la firma de contratos a largo

plazo que aseguraran la vigencia de las relaciones anglo-argentinas, en

septiembre de 1946 se firmó el Tratado Miranda Eadi, por el cual Gran

Bretaña pretendía revertir la balanza de pagos desfavorable y la Argentina

podía utilizar este superávit fuera del área de la libra. Gran Bretaña se

comprometía a adquirir el saldo exportable de carnes durante cuatro años.

Se crearía una compañía mixta argentino- británica de FFCC, asegurando el

Estado un rendimiento del 4% mensual mínimo (este tratado fue visto como

una “entrega vergonzosa”).

En febrero de 1947, debido al fracaso del sistema mixto, comenzaron

las negociaciones por parte de los ingleses para la venta de los FFCC , es

decir, para su nacionalización.

Cuando en agosto del 47, Inglaterra decreta la inconvertibilidad de la

libra y dispone que el superávit no puede ser utilizado fuera de su área, el

gobierno peronista firma el Pacto Andes y los FFCC son adquiridos con parte

de las divisas bloqueadas y con la exportación de carne a Gran Bretaña

durante 1948 y 1949.

De las divisas bloqueadas no utilizadas, se busca tener el mayor

margen disponible para asegurar el abastecimiento de la industria local. Pero

Gran Bretaña no las libera, reduciéndose sensiblemente el comercio

argentino - norteamericano.

En 1950 se tramita crédito con garantía del Eximbank para cubrir

deudas contraídas por exportadores argentinos para la adquisición de

maquinarias, repuestos e insumos. En realidad, la economía ya se hallaba

presa de una larga crisis cuyo precio fue en parte el abandono parcial de la

pretensión nacionalista a cambio del acercamiento a la política hegemónica

de Occidente.

Durante el gobierno peronista, los servicios públicos pasaron

progresivamente a manos del Estado, creándose en cada caso un ente

descentralizado encargado de su dirección.

1946: Incorporación de la Cía. Primitiva de Gas (británica) que pasaría a ser

manejada por la Dirección Nacional de Gas del Estado (sustitución de carbón

importado por gas nacional, gasoducto desde Comodoro Rivadavia).

Dirección Nacional de Energía, incluía YPF, movilización de recursos

naturales.

1947: Creación de Agua y Energía Eléctrica (nacionalización de usinas

térmicas). Implantación de centrales hidroeléctircas, intensificación de la

explotación carbonífera (Río Turbio).

1950: Se crea la ENDE (Empresas Nacionales de Energía) cuyo objetivo era

agilizar y abaratar la disponibilidad de riquezas naturales del país,

practicando una importante transferencia del ingreso hacia el sector

industrial.

Otros organismos del Estado empresario fueron: la Flota Mercante del

Estado y Aerolíneas Argentinas (1950) consolidada a partir de la

construcción de nuevos aeropuertos.

En lo relativo al papel estatal en la industria, se crearon una serie de

unidades; Fabricaciones Militares, SOMISA e Industrias Químicas ATANOR

(mixtas).En 1947 se incorporaron 30 compañías de capitales alemanes

(DINIE), el Estado pasó a controlar un complejo industrial compuesto por

empresas químicas, farmacéuticas, metalúrgicas, eléctricas, constructoras y

textiles.

En 1946 se creó el IAPI (Instituto Argentino para la Promoción del

Intercambio) con el fin de regular el comercio de productos agrícolas y la

importación de bienes esenciales. El IAPI manejaba el comercio exterior, por

lo que el Estado controlaba una fuente importante de ingresos. La política

agraria peronista fue controvertida, pero pudo notarse una disminución de

las tasas de retribución de las explotaciones agrarias y un resentimiento de

la productividad por la transformación de las pautas habituales de

producción.

Todas las facetas de la política económico-social del peronismo fueron

sostenidas sobre la base de una serie de mecanismos por los cuales el Estado

se fue apropiando de crecientes recursos. Uno fue el rígido control de

cambios que, desde 1947, junto con el control de importaciones apuntaban a

anular la competencia extranjera, pero por el tipo de cambio cada vez más

sobrevaluado, algunas ramas industriales y parte del agro quedaron

rezagados, al dificultarse la importación de insumos y bienes de capital.

En materia bancaria, la política estuvo supeditada a las pautas de

desarrollo propuesto, de corte industrial-nacionalista. En 1946 se

nacionalizó el Banco Central, en 1944 se había creado el Banco Industrial que

junto al BHN y al Nación completaban el sistema bancario oficial. En el

mercado de Valores se estableció el Instituto Mixto de Inversiones

Inmobiliarias. Las características de la nueva estructura bancaria favoreció

notablemente la expansión crediticia y la circulación monetaria,

incrementando las tasas inflacionarias.Desde fines de 1948 se comenzó a

aplicar algunas medidas para paliar esta trepada (inédita), y se encaró la

reducción del déficit fiscal, una notoria restricción de aumentos salariales y

una contracción del crédito al sector privado.Recién en 1953 hubo una

desaceleración del ritmo inflacionario.

Expansión y recesión-.

El esquema de industrialización acelerada tuvo algunos puntos

débiles:

la industria liviana se expandió favoreciendo el consumo masivo y

mejorando en forma sustancial el nivel de vida de las clases media y baja,

pero la industria de base seguía dependiendo de las importaciones para

abastecimientos vitales de bienes de capital: máquinas, herramientas,

insumos para la industria química

las obras de infraestructura fueron escasas; en 1943 había 61050 km de

caminos y en 1955 había 60185. No se invirtió en reequipamiento de los

ferrocarriles ni de los demás servicios nacionales, lo cual terminó

afectando la eficiencia del sistema.

los costos fijos eran altos, problema que regía tanto para los empresarios

como para el Estado: si la rentabilidad es baja o nula se piden créditos, y

en el caso del Estado se gastan fondos del tesoro público y el déficit se

acumula.

En 1949 comenzó un período de estancamiento con disminución de

exportaciones, baja de reservas, malas cosechas, mercado laboral

sobresaturado y consiguiente baja del salario real, debido a la inflación -que

en 1952 se acercó al 40% anual-

La crisis financiera hizo torcer el rumbo de la política económica,

basada en una situación de corto plazo favorable. Esta crisis se debió sobre

todo a serias dificultades en la balanza de pagos, caída de reservas y

acumulación de pagos atrasados, especialmente con EEUU.

Dos grandes condicionantes externos accionaron revirtiendo la

coyuntura favorable de la posguerra:

1. la desvalorización de divisas acumuladas en el exterior a causa de la

inflación internacional.

2. la acción del Plan Marshall, por el cual el grueso de las adquisiciones

alimenticias de los países europeos en reconstrucción estuvo dirigido hacia

el mercado de EEUU, quedando excluidas las compras a la Argentina.

En 1951 los problemas se agudizaron y el gobierno se vio obligado a

pedir un préstamo a Estados Unidos. Perón y su nuevo equipo, con Alfredo

Gómez Morales al frente del Ministerio de Hacienda, reconocieron que era

inevitable torcer la dirección y adoptaron un plan de austeridad, con un

cambio de actitud hacia los productores rurales.

El plan económico 1952 volvió al país a los lineamientos de la

economía clásica. La estrategia antiinflacionaria se basó en le estímulo de la

actividad agropecuaria mediante transferencias de recursos al agro, y en la

reducción del consumo interno de trigo y carne para que quedaran más

excedentes para la exportación. Se contempló la veda periódica de carne. Se

redujo el gasto público y se congelaron precios y salarios por dos años. Se

convocó a los obreros a ‘consumir menos y producir más’ y Perón, además,

hizo responsables a los comerciantes de la inflación, porque subían los

precios, lo que lo llevó a ordenar la clausura de comercios, a veces de modo

definitivo.

Esta planificación abarcaba los siguientes propósitos básicos:

Mantener el equilibrio entre salarios y precios y estimular el desarrollo.

Precisar un programa de inversiones estatales y privadas.

Otorgar una función complementaria al capital y el crédito exterior como

factor de cooperación y estímulo al desarrollo económico.

Articular y desarrollar una vigorosa política de comercio exterior para

aumentar la capacidad de importación del país, contrarrestando las

circunstancias adversas en los mercados internacionales.

Como este plan de estabilización resultara exitoso, a fin de 1952

volvió a promover el crecimiento lanzando el Segundo Plan Quinquenal

(1953-1957). Era distinto del primero en cuanto al modo en que asignaba las

prioridades, que esta vez fueron :obtener altos rendimientos en el sector

agropecuario, el área energética y las industrias pesada y minera,

acompañándolos con un mejoramiento en la infraestructura, es decir en los

transportes, caminos y obras hidroeléctricas.

Perón buscó inversiones extranjeras autorizando la remesa de

beneficios y otorgando créditos del Banco Industrial. En este contexto

llegaron Mercedes Benz, Fiat Concord y Kayser, de Estados Unidos. En marzo

del ‘55 firmó un acuerdo con la Standard Oil norteamericana para explotar

yacimientos petrolíferos en la Patagonia.

Lea los indicadores económicos del siguiente cuadro:

Disponibilidad de productos industriales:

_______________________________________________________________

_______________________________1945____________1955____________

Petróleo (miles de m3)

Producción nacional 3638 4850

Importaciones 168 4621

Cemento (miles de ton) 1088 1869

Tejidos de algodón (miles de t) 62 92

Energía eléctrica(millones de kw) 3575 7205

1) Infiera el significado de las cifras en la economía del país, a partir del uso

que se hace de cada producto:

a)¿en qué proporción aumentó la producción de cemento y con qué área de

la economía lo relaciona?

b)¿en qué proporción aumentó la producción de petróleo y con qué áreas se

relaciona?

2)Infiera el significado y las consecuencias derivadas para el país del aumento

de las importaciones de petróleo.

Riesgos políticos-.

La nueva política económica aplicada a partir de 1953 se fue tornando

antipopular por su carácter restrictivo y porque llevaba implícito el

abandono de los postulados nacionalistas intransigentes que habían

caracterizado al peronismo un lustro atrás. Hacia 1955 el cumplimiento de las

metas del Plan estaba lejano, porque Argentina importaba el 90% del carbón,

el 60% del petróleo y casi todo el hierro colado para el acerco. La agricultura

no recuperó su nivel con respecto a 1940-44 y la industria liviana permaneció

estancada.

Al optar por este brusco viraje en la economía, Perón debió afrontar el

costo político que tuvo. La promoción de inversiones extranjeras facilitó a la

oposición apropiarse de su discurso y acusarlo de ‘entreguista’. Al mismo

tiempo, al reducirse el nivel de vida se redujo el apoyo obrero. Aumentó el

número de huelgas, y hubo dos relevantes, la ferroviaria del ‘51 y la

metalúrgica del ‘54 donde, acusando infiltraciones comunistas, Perón

reprimió duramente. Los industriales vieron cómo se transferían recursos al

agro y a la industria pesada, y los comerciantes no toleraron que se los

responsabilizara por la inflación. A esto se respondió con propaganda

política, que llegó a las escuelas, los medios de comunicación y las fuerzas

armadas. El gobierno realimentaba las reacciones en su contra.

Así, a comienzos de 1955 se respiraba un aire enrarecido en un clima

de amenazas, persecución a sospechosos, circulación de panfletos anónimos,

versiones transmitidas de boca en boca respecto de un levantamiento

armado y temor generalizado. En junio, la procesión del Corpus Christi se

conviritó en una manifestación masiva de oposición al régimen, aglutinada

alrededor de la Iglesia. Estalló el 16 del mismo mes un cruento

levantamiento militar, cuya acción principal fue le bombardeo de la Casa de

Gobierno y la Plaza de Mayo, dejando 373 muertos y 600 heridos. Esa

noche, grupos fuera de control quemaron iglesias y la curia metropolitana.

Los miembros del ejército propusieron una conciliación y Perón aceptó,

renovando parte de su gabinete y otorgando espacios en los medios públicos

a la oposición, además de levantar el estado de sitio. Pero la moderación del

gobierno sólo logró intensificar la presión opositora, hubo protestas en las

calles y denuncias del gobierno por la existencia de un complot contra la vida

de Perón.

El 16 de septiembre el general Leonardi, y el contraalmirante Rojas,

comenzaron un levantamiento armado en Córdoba y Bahía Blanca, que

terminó con la renuncia y el exilio de Perón, y el gobierno de la Revolución

Libertadora.

Civiles y militares habían confiado nuevamente en que un golpe

militar solucionaría los problemas del país, y las instituciones fueron débiles

para enfrentar la crisis.

C) La relación entre el Estado y los sectores sociales

El bienestar social se mide habitualmente teniendo como parámetros el

salario real y la distribución de la renta, es decir, el grado de concentración de

los ingresos en los sectores altos, medios y bajos. La política puede, como vimos,

implementar mecanismos de compensación social redistribuyendo bienes.

Juan Perón y su esposa Eva Duarte fueron la cara de un Estado protector y

benefactor que se hizo cargo de los graves problemas sociales que el país

arrastraba. Por primera vez el discurso presidencial se dirigió a los sectores más

desprotegidos, y aunque haya utilizado el viejo estilo paternalista, empleó

nuevos conceptos tales como la ‘dignidad’ del trabajador.

La contundencia de los hechos sociales del peronismo fue tal que éste

tuvo una enorme vigencia aun estando proscripto, y con su líder exiliado

-Los obreros como eje de un programa de gobierno

En 1947, se realizó un censo general -no se hacía ninguno desde 1914- y se

supo que el 32% de la población vivía fuera de su lugar de origen, lo que marca

la importancia de las migraciones internas, del 17%, y externas de países

vecinos, el 15%. La población bonaerense, por ejemplo, había pasado de 900.000

personas en el censo anterior a 4.400.000 en éste. Estas migraciones internas y

vecinas, compusieron la clase obrera del país, al igual que las europeas de

principio de siglo habían dado lugar a la clase media.

Hubo un pronunciado ascenso de los niveles de vida marcado no sólo por

un salario mayor -los obreros calificados aumentaron en el peronismo sus

ingresos en un 35%, y los no calificados en un 40%- sino además por un

importante acceso a bienes tales como la salud, la educación, las vacaciones, la

vivienda, la jubilación y la seguridad en el empleo. Se creó el Instituto Nacional

de Previsión Social, generalizando el beneficio de la jubilación aun a los peones

de campo. Se instituyeron pensiones a la vejez para quienes no tenían otro

modo de sostén.

Se instaló el aumento de sueldo por decreto, y los tribunales de trabajo,

recién creados, fallaban sistemáticamente a favor de los obreros. El 24 de

febrero de 1947 Perón enunció la Declaración de los Derechos del Trabajador

que luego formó parte de la Constitución del ‘49. Se reconocía a los trabajadores

derecho:

a trabajar

a una retribución justa

a capacitarse

a condiciones dignas del trabajo

a preservar su salud

a tener bienestar

a la seguridad social

a la agremiación

Eva Perón canalizó la ayuda a los necesitados en la Fundación que llevaba

su nombre, cuyos fondos provenían de donaciones de gremios y empresas. Fue

muy activa en las áreas de salud, educación y recreación.

El Ministerio de Obras y Servicios Públicos construyó complejos turísticos

en Embalse Río Tercero, Chapadmalal y Bariloche. Había hacia 1955 seis

complejos forestados, con capacidad para 600 personas cada uno. Los

sindicatos, por su parte, a través de las obras sociales, aportaron una importante

infraestructura sanitaria.

-Sindicatos y poder político

Los obreros que eran la base del movimiento peronista habían empezado

a llegar desde el interior o países limítrofes, expulsados por la crisis del ‘30, y se

percibían a sí mismos más como ‘pobres’ que como obreros. Los viejos obreros,

de origen europeo, tenían conciencia de clase y experiencia en la lucha, estos en

cambio venían de sociedades tradicionales y paternalistas

En 1941 había en el país 356 entidades gremiales registradas con 441.000

afiliados, sobre un total de 4 millones de trabajadores. En 1945, 969 tenían

528.000 afiliados y en 1950 707 gremios contaban con cinco millones de

afiliados, lo cual demuestra :

1. el rápido incremento de agremiados debido al apoyo gubernamental a la

agremiación

2. la proliferación de asociaciones hacia 1945 debido a la política de dividir los

sindicatos rebeldes o crear gremios paralelos

3. la disminución hacia 1950 muestra la tendencia a fortalecer sindicatos que

respondían al liderazgo de Perón.

Si bien es cierto que el peronismo obtuvo logros innegables respecto de la

Justicia Social, pueden especificarse las siguientes cosas:

gran parte de la legislación y la obra social desarrollada se hizo sobre los

principios, luchas y logros previos del radicalismo y el socialismo, deuda no

reconocida

las personas de Perón y Evita fueron exaltadas más allá de sus obras

la protección gubernamental creó también malos hábitos laborales, como el

uso excesivo de licencias y faltas, a lo que se agregaban asuetos y días francos

frecuentes

el Estado se volvió un aparato enorme, cuyas graves deficiencias afectaron a

la totalidad de la población, y ese peso acabó cayendo en las espaldas de

aquellos que se quería proteger

el poder verticalista de los sindicatos creó una burocracia interna no

democrática

ACTIVIDADES DE INTEGRACIÓN-.UNIDAD N° 4

1)Defina el concepto de Justicia Social

2)Argumente por qué el movimiento obrero fue la columna vertebral del

movimiento peronista

3)Compare a Perón con Yrigoyen, señalando similitudes y diferencias

4)¿Por qué decimos que la economía de la etapa peronista es de corte

industrial-nacionalista? Explique y ejemplifique.

5)Desarrolle, con sus palabras, en qué consistieron los dos Planes

Quinquenales.

6) Analice la siguiente afirmación apoyándose en datos históricos-.El

peronismo había transformado la fisonomía del país. Diversificó la

producción, amplió el capital básico, eliminó ciertos factores de

vulnerabilidad relativos a la ausencia de un desarrollo interno importante,

redujo la gravitación global del capital extranjero en las actividades

industriales y de servicios y sobre todo, logró distribuir más ampliamente la

renta nacional. Hecho que quedó grabado por décadas en la memoria del

pueblo.

7) Enumere las principales críticas que se hacen a la política del peronismo

Unidad 5: El proyecto autoritario como alternativa recurrente (1955- 1983)

A) Semidemocracia y profundización del autoritarismo

1) Crisis y estancamiento

2) La sociedad convulsionada

Unidad 5: El proyecto autoritario como alternativa recurrente (1955-

1983)

En 1955 se abre un período de inestabilidad política.

Ningún gobierno constitucional completó su mandato y las

administraciones militares fracasaron en el cumplimiento de sus objetivos. La

superficie de la política argentina, al reiterarse los ciclos de ascenso, crisis y

desintegración tanto de los gobiernos constitucionales como de los

militares, fue adquiriendo una textura de uniformidad en la que,

aparentemente, casi el único atributo que distinguió a cada ciclo anterior

fue la mayor intensidad y violencia de las turbulencias políticas. Esto ha

contribuido a generar una explicación en la que se caracteriza a la sociedad

argentina como en paradójico equilibrio entre fuerzas sociales de peso

relativamente parejo y por lo tanto capaces de bloquear los proyectos

políticos de sus antagonistas e incapaces de imponer los suyos propios.

Pero podemos ubicarnos en un nivel de análisis diferente, partiendo de

la premisa de que las orientaciones, intereses y valores de las fuerzas

sociales no se manifiestan en un vacío, sino en un campo específico, que es

un sistema político históricamente definido, es decir, un sistema con

legalidad propia.

A partir de 1955 se conforman nuevas formas de hacer política en un

complejo proceso que no se reduce a una serie de ciclos de desarticulación

y recomposición de alianzas sociales con sus consiguientes sucesiones de

equilibrios precarios alternativamente rotos y restablecidos. Veámoslo más

en detalle: después de 1955, la sociedad argentina se caracterizó por una

situación de equilibrio dinámico, distinguiéndose dos etapas:

- la de 1955 a 1966, que podríamos llamar de empate, con gobiernos

débiles. Se estableció una fórmula política dual, la que a su vez generó un

equilibrio político -no porque fuera cívico-militar, sino porque cada gobierno

significó un compromiso. Cada gobierno del período se caracterizó por el

hecho de que su perdurabilidad estuvo en jaque desde el momento mismo

de su inauguración y que implementó mecanismos que funcionaron como

límites para las capacidades de acción de los distintos contendientes sociales.

El empate fue interno a cada gobierno en la medida que estuvo condicionado

por presiones externas y limitado por su heterogeneidad interna.

- de 1966 a 1983, con el intento de unificación política. El fracaso de estos

intentos generará cierto equilibrio, pero más bien catastrófico, ya que se

produjo a raíz de los fracasos en los intentos de desempate. Esto trajo como

consecuencia el desgarramiento del tejido social , es decir la alteración,

erosión y colapso de patrones básicos de organización e interacción social.

En la primera etapa, con el peronismo proscripto, hubo como dijimos

gobiernos débiles que intentaron fundar un régimen semidemocrático Las

consecuencias de estos proyectos fueron:

un marco para la definición de un estilo de funcionamiento de la sociedad,

en la cual los distintos procesos fueron “autónomos” respecto de las

iniciativas de transformación “desde arriba” , es decir que los distintos

actores sociales se fueron perfeccionando en su capacidad de hacer

naufragar las irrupciones desde arriba.

la constitución de un sistema político dual, donde funcionaron, por un

lado, los partidos no peronistas y el Parlamento y, por otro, un sistema de

negociaciones y presiones extraparlamentarias y extrapartidarias por el

cual se llegó a acuerdos y compromisos pero por “descarte” . La necesidad

mutua hacía que negociaran los que prohibían al peronismo y lo obligaban

a actuar desde afuera, y los peronistas, que usaban la amenaza de

desestabilización como chantaje.

En la segunda etapa hubo gobiernos fuertes, que se propusieron

transformaciones radicales, y terminaron, todos, catastróficamente, lo que

nos muestra la capacidad, ya señalada, de la sociedad para bloquear

proyectos autoritarios y represivos pero a un costo muy alto.

Cabría preguntarse por qué los costos sociales y políticos fueron más altos

que antes de 1966. Sucede que los reformadores y “revolucionarios” fueron

mucho más radicales que quienes los precedieron en la ocupación de la

cúpula del Estado. Las conclusiones que los actores políticos dominantes

extrajeron de sus correctos diagnósticos de la dualidad que había

caracterizado a la política argentina hasta 1966 dieron fórmulas políticas que

intentaron superarla pretendiendo fusionar la escena política e

institucionalizando los procesos de negociación y conflicto. El efecto no fue

el deseado, se siguió haciendo política extrainstitucionalmente, de forma más

salvaje, los actores sociales fueron dejando de lado los límites

autoimpuestos y desconsiderando progresivamente las consecuencias

destructivas de sus comportamientos.

Este radicalismo se exacerbó en el 76, hallando como respuesta a esa

“sociedad enferma” a la que hay que “curar”, un gobierno militar que

generalizó y extendió la represión estatal en transgresión de las normas

legales (fue uno de los “remedios”), enrareció la vida cotidiana mediante el

miedo, destruyó la estructura productiva y desmanteló ciertos circuitos

culturales y académicos. Lo cual fue resultado de la renuncia colectiva de la

sociedad civil a producir cambios ella misma, buscando soluciones

providenciales.

A) Semidemocracia y profundización del autoritarismo

Tanto en 1955-58 como en 1962-63, los gobiernos militares no se

propusieron reemplazar la democracia parlamentaria por otro sistema

político, sino que el principal objetivo fue la proscripción del peronismo y el

intento de erradicarlo. Un panorama general de lo que llamamos

‘semidemocracia’, es decir, un sistema supuestamente democrático donde

un partido está proscripto, sería el siguiente:

En 1955 una insurrección cívico-militar pone fin al gobierno de Perón.

Se desmantela el modelo político peronista caracterizado por los líderes del

golpe como totalitario, en consecuencia, se levantan las banderas de la

democracia y la libertad. El objetivo no es otro que el reestablecimiento del

régimen parlamentario y el sistema de partidos. Pero en 1957, la Asamblea

Constituyente, formada por partidos no peronistas, no pudo llegar acordar

una nueva Constitución y se disolvió.

Se dieron entonces nuevos modos de hacer política, redefiniéndose los

patrones de procesamiento de los conflictos y relaciones socioeconómicos.

Esto se ve en tres elementos:

En los desfasajes significativos entre intereses socioeconómicos y bloques

políticos.

En la formación de un movimiento sindical peronista con características

nuevas, que se constituyó como actor político autónomo y articuló

progresivamente una estrategia defensiva y de oposición.

En el ingreso definitivo de los militares a la arena política.

El golpe del 55 contó con la adhesión de un amplio frente político:

partidos no peronistas, representantes corporativos e ideológicos de sectores

medios y las burguesías urbana y rural, las FFAA y la Iglesia. Si bien tenían

objetivos dispares, se mantuvieron unidos por cierto tiempo bajo las

bandera de la “democracia” oponiéndola al carácter dictatorial y totalitario

atribuido al régimen peronista, al que acusaban de ser una combinatoria de

demagogia, engaño y coerción. Pero no fue muy fácil desarticularlo, el

peronismo sobrevivió a la caída de su gobierno y se constituyó en un

vigoroso movimiento opositor.

La Argentina post 1955 es una comunidad política desarticulada,

dado que la exclusión electoral y política del peronismo introdujo una

profunda disyunción entre la sociedad y el funcionamiento de la política en

la Argentina, que resultó en la emergencia paulatina de un sistema político

dual puesto que los dos bloques no compartieron un espacio para la

resolución de conflictos. El sector popular y la clase obrera quedaron

privados de toda representación, sus adversarios sociales tuvieron la

posibilidad de recurrir a los mecanismos parlamentarios y a los

extrainstitucionales.

Las presiones ejercidas por el sector popular fueron de carácter

extrainstitucional: el movimiento sindical peronista se transformó en la

expresión organizada más poderosa de aquel sector. Pero la presión popular

se redujo a la capacidad de desestabilizar, desde afuera, a cada uno de los

regímenes civiles y militares que se sucedieron, en general mediante el

planteo de demandas económicas.

A esta disyunción o brecha entre la sociedad y la política se le sumó

otro factor, la “disyunción dentro de la disyunción” que afectó al

antiperonismo. Los militares “democráticos” fueron dejando tal vocación,

enfrentándose a los partidos políticos. Los partidos, a su vez, se

transformaron en el principal canal de expresión de una compleja

controversia que dominó la escena política argentina. El frente

“oposicionista” se desvaneció cuando llegó el momento de ejercer el poder

desde el Estado y hallar las vías de resolución de las siguientes controversias:

1. Primera controversia: cuál debe ser el rol del gobierno con respecto a la

erradicación del peronismo (que van desde el “integracionismo” hasta el

“gorilismo”).

2. Segunda controversia: cuál debe ser el modelo socioeconómico, dado que

a partir de 1956 surgen tres posiciones resumibles como sigue:

un Populismo reformista, que no cuestiona las premisas básicas del

modelo peronista, sólo le critica el desaliento a la producción agropecuaria

y el fracaso de la industria pesada y del desarrollo de la infraestructura

económica. Promovido por el radicalismo (única oposición partidaria

después de 1956). Pero el radicalismo a su vez estaba dividido en:

Intransigente o frondizista (partidaria de la gradual legalización del

peronismo) y Del Pueblo (posición proscriptiva)

el Desarrollismo, quien sostenía que el estancamiento económico se debía

al retardo en el crecimiento de las industrias de base. Postuló que el

modelo de conciliación de clases del período 1945-55 tenía una

contradicción ineludible (se resolvía bajando los salarios y aumentando la

renta de los industriales, que a su vez elevaría el nivel de inversión). Se

requería la incorporación masiva de capital extranjero a la economía.

Proponía ajustar el modelo de conciliación de clases en favor de la

burguesía urbana. Era “integracionista” respecto del peronismo . Indujeron

a los líderes sindicales a actuar responsablemente, conteniendo las

excesivas demandas salariales de las bases y distanciándose del liderazgo

ejercido por Perón.

Cuando Frondizi llega al poder en 1958, tira por la borda el programa

“nacional y popular” que le había dado el apoyo social para la victoria en la

elecciones.

El Liberalismo, una crítica al proceso de industrialización iniciado en los

años 30 y a las prácticas sociales asociadas a él. Criticaron el modelo de

conciliación de clases y cuestionaron la premisa según la cual el desarrollo

industrial era el núcleo dinámico de un economía cerrada. El deterioro de

la disciplina de los trabajadores y la ineficacia de amplias franjas de la

burguesía industrial tenían su raíz en las políticas promotoras de industrias

“artificiales” y en el excesivo crecimiento del Estado. El mercado pasó a

ser la piedra fundamental de la posición liberal, propiciando la apertura

económica y la reintegración al mercado internacional. Proponían una

drástica reducción de la intervención del Estado en la economía y la

restauración de la iniciativa del sector privado.

Estas políticas podían afectar de manera diferente los intereses de las

principales clases sociales argentinas, pero los clivajes y alineamientos

políticos no correspondieron sólo a los posibles impactos que las políticas

económicas producirían en cada clase social. Estaba, además, la cuestión del

peronismo. Fue uno de los factores determinantes de los modos en que las

organizaciones políticas y sociales que encarnaron las tres posiciones

descriptas definieron y resolvieron los conflictos surgidos durante este

período.

Así, a partir de 1955 entraron en numerosas alianzas y conflictos y los

apoyos, tanto como las oposiciones que recibieron, tuvieron que ver tanto

con las posibles consecuencias que tendría la implementación de las políticas

económicas en relación con los intereses económicos de cada clase o sector

como con la retórica, plataforma e ideología de cada partido con respecto a

la cuestión del peronismo.

La identidad peronista, a su vez se manifestaba en su exclusión

política y en la renovada adhesión al movimiento sindical.

Esta compleja lógica fue gobernada principalmente por las oscilaciones

pendulares de aquellos partidos, organizaciones empresarias y sectores

militares que expresaron y articularon la posición liberal (las otras dos

posibilidades combinaron política y economía de manera contradictoria).

Excluido el peronismo, los dos partidos radicales agotaban las fuerzas

electorales significativas,y la posición liberal carecía de la posibilidad de

expresarse a través de un partido conservador fuerte con posibilidades de

ganar un elección. La coherencia interna de los programas liberales se

equiparaba a su tremenda debilidad electoral.

La síntesis programática liberal obtuvo la adhesión de amplios sectores

de la burguesía. Pero no sirvió para ganar votos, la derrota era el principal

enemigo de los liberales. Así, se vieron forzados a elegir entre los dos “males

menores”: el desarrollismo y el reformismo populista. Con respecto a los

objetivos económicos, se aliaban con los desarrollistas (devaluaciones y

salarios) pero éstos eran “integracionistas” (ofensa para los liberales), su

antiperonismo los acercaba al populismo reformista, aunque estos estaban

en las antípodas de los liberales en política económica.

Por lo tanto, podemos concluir que la “disyunción” que recorrió el

antiperonismo se caracterizó por la oscilación de los liberales. Pero su

influencia fue mínima en la política y la economía, porque fueron obligados a

dejar los lugares conquistados en el gobierno y no lograron controlar la

semidemocracia que pretendieron fundar.

Por lo tanto, hacia mediados de la década del ‘60, los liberales

adquirieron una creciente conciencia de sus objetivos, y tomaron una

estrategia abiertamente antidemocrática, es decir, la eliminación de

mediaciones. Entre 1964 y 1966, los liberales ya estaban convencidos de

que para alcanzar sus objetivos económicos y políticos debían romper sus

vínculos con el establishment partidario no peronista.

El nuevo sindicalismo peronista-.

Surge un movimiento sindical peronista enteramente diferente al

anterior, que ganó cierta independencia con respecto a Perón, y capaz de

desarrollar su propia estrategia.

Sin embargo, Perón no desapareció de la escena luego de 1955. Su rol

sufrió cambios, su vínculo con las masas cambió, su figura emergió como el

principal símbolo de retorno (a un pasado mejor). Perón perdió posibilidad

de controlar a los líderes peronistas, y algunos dirigentes generaron sus

propias bases de poder, con espacios para desafiar la autoridad del líder.

Las connotaciones ideológicas del peronismo se fueron librando en

parte de la influencia de Perón. La siempre ambigua ideología peronista

empezó a reflejar la correlación de fuerzas internas del movimiento. Un

peronismo menos subordinado a la autoridad de Perón se transformó en un

peronismo crecientemente proletario. El potencial electoral del peronismo

dio a los líderes sindicales la posibilidad de incidir en la lucha política en

torno a los comicios. El voto de los trabajadores se transformó en un

instrumento de presión y negociación, comparable a paros y huelgas. Los

líderes sindicales del peronismo desarrollaron una aptitud de la que habían

carecido hasta 1955, la capacidad de negociar con actores políticos no

peronistas (partidos, asociaciones empresariales y militares).

El poder del movimiento sindical se amplió después de 1955 y se apoyó

en bases bastante diferentes. El sindicalismo utilizó la redefinición de su

poder con estrategias defensivas y opositoras, ligado esto al énfasis puesto

en la imagen del retorno. Además, a partir de 1959, la sociedad y la

economía se estaban transformando sobre todo por la expansión de los

sectores industriales productores de bienes intermedios y de consumo

durable, con una mayor participación de capitales extranjeros. El discurso

de los sindicalistas peronistas reclamó la restauración de los atributos

prevalecientes antes del 55. Estos atributos eran rasgos reales de la

Argentina de 1945-55 tanto como una destilación de la visión ideológica del

peronismo:

la alianza entre la burguesía nacional y la clase obrera bajo el tutelaje del

Estado,

políticas económicas redistributivas,

nacionalismo,

definición de la oligarquía (agraria) como el principal adversario social de

las fuerzas “nacionales y populares” y

el poder arbitral de Perón.

El símbolo unificador era el retorno de Perón pero, éste dejó de ser el

objetivo político fundamental del sindicalismo peronista. Se transformó en

un mito que cumplía dos funciones:

a) Permitió a los líderes sindicales interpelar a los obreros como obreros

peronistas y rescatar una de las raíces de su identidad colectiva.

b) La adhesión a un objetivo político que liberó a los sindicalistas de la

responsabilidad de reconocer las consecuencias políticas más concretas

que tenía su estrategia (que los hubiera limitado en sus demandas

económicas).

El sindicalismo no fue un movimiento meramente economisista, los

objetivos económicos y políticos se entrelazaron de forma peculiar. Aunque

sus demandas eran económicas y corporativas, tenían claramente una

invocación política. Los sindicatos argumentaron que las políticas

económicas y laborales de los regímenes no peronistas no sólo perjudicaban

los intereses inmediatos de los trabajadores, sino que además socavaban la

posibilidad del retorno a la época dorada del peronismo.

Las prácticas políticas del movimiento sindical combinaron dos

elementos:

Un patrón de esporádicas penetraciones en los mecanismos de

representación parlamentaria , a partir de la influencia de los líderes

sindicales sobre la conducta electoral de los trabajadores.

Acción de desgaste a largo plazo (asedio “desde afuera”) que se ejerció

contra regímenes políticos que excluyeron al peronismo.

La paradoja es entonces que las administraciones del período 1955-

66, tanto civiles como militares, resultaron debilitadas por los efectos que

produjo uno de sus propios axiomas operativos, la exclusión del peronismo

de la escena política legal. La capacidad de la clase obrera para obtener

concesiones fue mayor cada vez que ésta se propuso quebrantar las reglas

formales. El movimiento sindical peronista se tornó una fuerza subversiva

porque recurrió al quebrantamiento de las reglas formales del sistema.

Los sindicalistas contribuyeron a crear circunstancias que indujeron a

los militares a deponer a las administraciones civiles, o frustraron los

objetivos de los regímenes militares, induciéndolos a abandonar el poder

para evitar situaciones que hubieran requerido como solución la aplicación

de medidas de represión masiva. La estrategia del movimiento sindical tuvo

una ventaja importante y es que su poder se materializó a través de las

acciones de otros actores. Que su poder se manifestara a través de la

imposición de retricciones a las acciones de otros actores, ocultó su

incapacidad para formular un diagnóstico propio de la crisis estructural que

afectaba a la economía argentina desde los 40 y proponer respuestas.

B) Crisis y estancamiento

La capacidad defensiva del sindicalismo permitió obstaculizar la

implementación definitiva de políticas de estabilización económica que se

propusieron retrasar los salarios respecto de otros precios. A partir de 1959,

el poder defensivo de los sindicatos fue ejercido con cierta “demora” y su

capacidad defensiva se manifestó a través de la articulación de “acciones de

contraataque” que anularon el impacto negativo inicial que los programas de

estabilización habían producido en los niveles de salario y empleo. Pero, aún

así, la resistencia sindical no pudo revertir algunos cambios introducidos en

la economía.

Durante el período 1959-61 (igual que en 1967-69) se dio una

importante expansión de sectores industriales con capitales intensivos y

con predominio del capital extranjero.

Onganía dio a conocer un Plan de Emergencia que presentaba más de

una semejanza con el desarrollista. Poco después, en marzo de 1967, se lanzó

un plan de estabilización. Se devaluó el peso -un 40%- y se aumentaron las

tarifas de los servicios públicos para paliar el déficit fiscal. Toda devaluación

trae inflación y la consecuente pérdida de poder adquisitivo de los salarios.

La suba del dólar transfiere ingresos al sector exportador. Se apuntó a un

crecimiento de las obras públicas para aumentar el empleo de mano de

obra . El plan tuvo éxito, bajó la inflación y la participación de los salarios en

la renta nacional anduvo cerca del 43%. Pero se fracasó por motivos políticos:

estalló el Cordobazo, se fugaron los capitales, hubo que volver a devaluar.

Con el retorno de Perón en el ‘73 se intentó volver al modelo de la

primera presidencia: estatista y nacionalista. Se basaba en mantener las

empresas estatales en puestos clave, proteger la industria nacional con altos

aranceles aduaneros, limitación de la influencia de las corporaciones

extranjeras, control de los bancos por el Estado y mayores impuestos al

sector agropecuario. El plan era distribucionista en favor de los sectores de

menores ingresos, mediante la expansión del empleo, la subvención de

alimentos y la reforma social.

Luego de la muerte de Perón, en el gobierno de Isabel Martínez, la

crisis política desembocó en caos y la inflación se desbocó -ayudada,

además, por un aumento importante del precio del petróleo debido al

conflicto entre árabes e israelíes; y por la caída de las exportaciones debido a

una epidemia de aftosa en Europa-. Los controles de precios implementados

por el gobierno desembocaron en escasez y desabastecimiento. Apareció el

mercado negro, donde se conseguían las cosas faltantes a mayor costo.

El nuevo ministro, Celestino Rodrigo, decidió un tratamiento de shock

devaluando el 160%, limitando el aumento de salarios a un 50%. Fue la

primera vez que un gobierno peronista sufrió una huelga general. La deuda

externa se fue a 7000 millones de dólares, y se preparaba el golpe del ‘76.

El así llamado Proceso de Reorganización Nacional tenía objetivos

claros respecto de la modificación sustancial de la economía argentina. Su

ministro, José Alfredo Martínez de Hoz ,aplicó un liberalismo ortodoxo: se

desmanteló el Estado, no se invirtió en servicios, la industria entró en aguda

recesión con el consiguiente estrellato del circuito financiero. Como la

inflación aumentaba y a pesar de eso pululaban las financieras y las mesas de

dinero -es decir, el sistema financiero crecía frente a una producción

menguante-, podría decirse que no había relación entre la circulación de

dinero y el nivel de actividad económica.

Los préstamos a industriales y particulares se volvieron incobrables. La

circular 1050 establecía la indexación de la economía, es decir, que todos los

precios se ajustaban por el índice de inflación del mes anterior más un plus

de expectativa inflacionaria. Este sistema produjo que un préstamo otorgado

por la mitad del valor de una propiedad, y rigurosamente pagado, se

convirtiera dos años después en una deuda superior al valor de toda la casa.

Se multiplicaron las quiebras de empresas y particulares, y en 1980 la

economía colapsó. Quebró el Banco de Intercambio Regional dejando

numerosos ahorristas en la calle, y el pánico financiero se desató. La deuda

pasó de ser el 26% a ser el 41% del Producto Bruto Interno. Los intereses

sobre la deuda representaban el 15% de las exportaciones en 1979 y el 42%

en 1981.

C) La sociedad convulsionada

Los militares del período posterior a 1955 tuvieron nuevos estilos de

intervención política. El golpe del 55 inauguró un nuevo patrón de

intervención militar en la política argentina. Entre 1930 y 1955, las FFAA se

habían constituido en guardianes de los gobiernos constitucionales,

derrocando tres administraciones civiles, pero absteniéndose de participar

directamente en la conducción del Estado. Tampoco se propusieron

implementar regímenes no democráticos controlados por ellas.

A partir de 1955 este patrón de intervención se modificó,

desarrollando un estilo de intervención tutelar que resultó en:

La exclusión del peronismo del proceso electoral y de las instituciones del

Estado.

Ejercicio de presiones y de su poder de veto sobre las medidas e iniciativas

políticas del gobierno constitucional instalado en 1958, imponiendo sus

preferencias en asuntos públicos.

Durante el período de intervención tutelar, los militares coartaron las

prácticas y principios democráticos de dos maneras:

a) Denegaron el derecho a elegir los candidatos de su preferencia a una

porción significativa de la ciudadanía.

b) Recurrieron repetidamente a la amenaza de deponer las autoridades

constitucionales si las mismas no satisfacían sus demandas.

Todo esto se hizo en nombre de la democracia a la que protegían de sus

enemigos. El peronismo, y luego el comunismo, fueron equiparados con la

“antidemocracia”

La intervención tutelar había forzado a las FFAA a restringirse a las

alternativas políticas propuestas por los partidos, lo que produjo que

comenzaran a ser percibidas por la opinión pública como responsables de

las distorsión de las prácticas democráticas, todo esto sin que sus objetivos

se cumplieran. En resumen, los costos eran más altos que los beneficios.

Además, se generó una fragmentación interna como consecuencia de la

acción directa en asuntos públicos - política económica, represión política,

legislación laboral. Más a menudo, el disenso interno y la fragmentación

surgieron cuando distintos sectores de las FFAA no estuvieron de acuerdo en

relación a cuestiones tales como el alcance y la naturaleza de las presiones

que se ejercían sobre las autoridades constitucionales o las políticas que se

aplicarían con respecto a sindicatos y el partido peronista.

Las fragmentación militar alcanzó su punto más crítico entre los años 1959 y

1963, con enfrentamientos. La victoria de los “azules” y la emergencia del

general Onganía como hombre indiscutido del Ejército, abrió el camino a

una profunda revaluación de la estrategia política de los militares. Las

prácticas de intervención tutelar fueron abandonadas (responsables de la

pérdida de prestigio y unidad de las FFAA). A partir de 1963, con la llegada

del radicalismo al poder, los militares suspendieron su intervención en

asuntos del gobierno. Pero esto no significó el retiro de las FFAA a cumplir

sus tareas específicas, subordinándose a las autoridades constitucionales. Por

el contrario, ése período“profesionalista” de 1963-66 precedió e hizo

posible la articulación definitiva de la doctrina de seguridad nacional

Uno de los corolarios fue que las FFAA deberían asumir la

responsabilidad única del manejo de asuntos públicos, con la exclusión de

los partidos y la abolición de los comicios y de los mecanismos

parlamentarios.

Hacia mediados de los años 60, Onganía y sus asociados llegaron a la

conclusión de que el experimento semidemocrático iniciado en 1955 debía

darse por concluido. La combinatoria parlamentarismo desbordado-

negociaciones extrainstitucionales tenía para los militares dos

inconvenientes:

- había creado, como vimos, condiciones que incentivaron la fragmentación

militar.

- creyeron que esa situación induciría a los partidos a no trascender las

demandas sectoriales de corto plazo de los distintos sectores sociales.

Ambos inconvenientes eran terreno fértil para la subversión. El diagnóstico

hecho por las facciones militares en 1966 tuvo resonancias en la sociedad;

los grupos liberales vieron con agrado la posición antipartidista. El gobierno

de Onganía fue fuertemente autoritario: prohibió toda actividad

política,intervino las universidades, censuró y cuestionó a la prensa.

El golpe militar y la posibilidad de fundar un régimen no-democrático,

permanente y estable, apareció ante los liberales como una opción

tentadora. Parecía resolver su problema de carencia de votos y darles el

medio para dar el golpe final a los sindicatos peronistas, constituidos en uno

de los actores políticos centrales del período 1955-66. De este modo, el

liberalismo apoyó los sucesivos golpes.

Se dio la paradoja de que a fines de los ‘60 las consignas de los

militares hayan sido bien recibidas por los liberales y por los sindicatos. Esto

reflejaba dos cosas:

la ambigüedad inicial de las propuestas de Onganía en política económica.

el atractivo para el sindicalismo -liderado por Vandor- de la posibilidad del

establecimiento de un régimen político autoritario (afinidad de los

sindicalistas con las invocaciones al orden, la unidad, el verticalismo, el

anticomunismo y la tutela estatal).

Hacia 1968 comenzó a hacerse notar el descontento social, y creció la

protesta que se prolongó hasta 1975. La primera señal fuerte se dio en

Córdoba, el 29 de mayo del ‘69, en lo que se conoce como ‘Cordobazo’. En

uno de tantos enfrentamientos entre estudiantes y policías murió un

estudiante, y miles de cordobeses, mayoritariamente estudiantes y obreros,

salieron a la calle a manifestar su protesta, armando barricadas y ocupando

la ciudad durante tres días. A pesar de su inorganicidad, demostraba la

posibilidad de la sociedad de agruparse y resistir.

A partir de entonces, grupos cada vez más radicalizados enfrentaron

de un modo u otro al gobierno, siendo los más influyentes el peronismo,

transformado, y la guerrilla.

El peronismo había cambiado parte de su composición, se habían

acercado a él jóvenes de clase media, muchos de ellos universitarios, que se

sumaron a los trabajadores y a los grupos más humildes. Perón, desde

Madrid, no excluía a nadie y el movimiento se volvió impredecible.

La guerrilla, es decir las organizaciones armadas clandestinas

dispuestas a entrar en guerra con la sociedad establecida, también terminan

de configurarse en este momento. No fueron un fenómeno argentino, sino

mundial, y particularmente latinoamericano. Los dos grandes grupos

revolucionarios argentinos fueron las FAR -Fuerzas Armadas revolucionarias-,

luego unidas a Montoneros (un grupo peronista que inició sus actividades

secuestrando y asesinando al general Aramburu) y el ERP, Ejército

Revolucionario del Pueblo, de tendencia marxista-troskista. Proponían la

acción directa y violenta.

Después del Cordobazo y el Rosariazo -en septiembre de ese mismo

año- los estallidos sociales comenzaron a ser frecuentes. Estos hechos

muestran

a) las características explosivas de los problemas,

b) la generalización de la violencia y

c) el grado de difusión del accionar extremista.

También se evidenció la rigidez de los factores de poder, nadie podía

imponerse mucho tiempo debido a la presión del resto y a la fragilidad de las

instituciones, y en ese todo o nada la fuerza tuvo cada vez más peso.

La figura de Perón había alcanzado dimensiones míticas, puesto que

en los dieciocho años de exilio había seguido vinculado estrechamente con el

país. Gran parte de la sociedad lo reclamaba, y el resto estaba dispuesta a

tolerarlo. Los peronistas tradicionales, líderes sindicales principalmente,

creían que con él volvería cierta edad de oro; los nuevos grupos, como

Montoneros, esperaban que hiciese la revolución social; los empresarios

creían que con él habría mayor oportunidad de crecimiento. Aparecía como

el único capaz de poner orden.

Mientras tanto, los diversos actores políticos -sindicalistas,

montoneros, grupos de extrema izquierda o de extrema derecha, como la

Triple A-, se enfrentaron ferozmente. El 20 de junio del ‘73, más de un millón

de personas esperaba el regreso de Perón en Ezeiza cuando se desató una

batalla campal entre grupos armados. El presidente, Cámpora, acusado de

tener simpatías en los Montoneros, tuvo que renunciar, y en el nuevo

llamado a elecciones se impuso la fórmula Juan Perón- Isabel Perón por una

mayoría nunca vista. Perón pretendió conciliar primero, pero finalmente

optó por el ala tradicional y echó a Montoneros del partido.

Murió en 1974, y los enfrentamientos recrudecieron siendo la viuda de

Perón absolutamente incapaz de controlarlos. Su ministro de Bienestar

Social, José López Rega, manejaba en verdad los hilos y peleaba a muerte con

los sindicalistas en el poder. Montoneros había pasado, como el ERP, a la

clandestinidad. La sensación de desgobierno fue tal que cuando el 24 de

marzo de 1976 las Fuerzas Armadas volvieron a tomar el poder, el consenso

social era sumamente elevado.

La última dictadura militar se mantuvo hasta el 10 de diciembre de

1983 y fue un proyecto cuidadosamente organizado y llevado a cabo. En

este caso las tres armas se hicieron cargo del país, distribuyéndose el poder.

El ‘Organismo supremo del Estado’ estaba formado inicialmente por Videla,

Massera y Agosti, bajo la presidencia del primero. El propósito declarado de

acabar con la subversión implicó el ejercicio del terror estatal mediante un

sistema de secuestros, torturas y asesinatos planificados desde los mandos

jerárquicos y ejecutados por ‘grupos de tareas’ que secuestraban a los

ciudadanos para encerrarlos y en su mayoría matarlos en centros

clandestinos de detención. En los ocho años de gobierno militar llegó a haber

más de 10.000 personas en condición de desaparecida.

La guerra de Malvinas, iniciada en abril de 1982 y perdida

desastrosamente, aceleró el proceso de regreso democrático, llevado

adelante por el cuarto presidente de facto, Viola.

ACTIVIDADES DE INTERGRACIÓN. UNIDAD N° 5

1) Señale las características políticas principales de cada una de las dos

etapas (1955-1966 y 1966-1983)

2) Resuma las consecuencias de la proscripción del peronismo.

3) Explique cómo se genera la alianza entre liberales y golpes militares.

4) Sintetice el rol del sindicalismo durante la ausencia de Perón.

5) Identifique las etapas por las que fue atravesando la economía y

caracterice brevemente a cada una.

6) Justifique el título del punto C: La sociedad convulsionada.

MODELO DE EXAMEN HISTORIA CO

1. En ………… se sanciona la Ley Saenz Peña que establecía un nuevo sistema

……………….

2. Menciones dos principios de la doctrina radical.

3. Indique verdadero o falso:

La primera etapa de industrialización fue del área alimenticia y textil.

El desarrollo de la industria local proveyó los bienes de consumo inmediato.

La industria de base de desarrolló con objetivos de exportación.

El desarrollo industrial comenzó por las producción de maquinarias e insumos.

4. Unir con flechas:

1er. Plan Quinquenal

2do. Plan Quinquenal

Austeridad.

Promoción del agro

Expansión del mercado interno.

Aumento de salarios y del consumo.

Estancamiento de salarios.

Fomento de la industria

Aumento de salarios y del consumo.

Estancamiento de salarios.

Fomento de la industria

5. Ordene cronológicamente:

Ley Saenz Peña

Peronismo

Participación restringida

Radicalismo

Revolución libertadora

Proscripción del peronismo.

CLAVE DE CORRECCIÖN

1. 1912 – Electoral

2. Recuperación de la ética, la Causa contra el Régimen, la reparación histórica, respeto por el federalismo

3.SON VERDADERAS La primera etapa de industrialización fue del área alimenticia y textil.

El desarrollo de la industria local proveyó los bienes de consumo inmediato.

4

1er. Plan Quinquenal Fomento de la industria

Aumento de salarios y del consumo.

Expansión del mercado interno.

2do. Plan Quinquenal

Promoción del agro

Estancamiento de salarios.

Austeridad.

5)

Participación restringida Ley Saenz Peña Radicalismo Peronismo

Revolución libertadora Proscripción del peronismo.