CÓMO OBTENER Y MANTENERESTABILIDAD FINANCIERA

C ON T E N I D O

La organización de éste estudio 2

Introducción 3

[1] ¿A dónde se nos va el dinero? 6

[2] ¿De quién es tu dinero? 12

[3] Camino hacia la libertad 19

[4] Tesoros en el cielo 28

[5] Descontento positivo 36

[6] Dona, ahorra y vive del resto 43

Epílogo 55

Guía para coordinadores de grupo 56

L a organización de este estudioeste estudio ha sido diseñado para ayudarte a evaluar tu comprensión del dinero y el papel que des-empeña en tu vida. Nuestro objetivo es explorar lo que Dios dice acerca de la relación entre tu fe y tus finanzas. Además, tendrás la oportunidad de desarrollar tu mapa financiero personal. Este estudio ha sido diseñado para funcionar en el contexto de un grupo pequeño de la siguiente manera:

Antes de cada sesión:Lee todo el contenido de cada sesión, responde las preguntas y realiza los ejercicios antes de la reunión del grupo. Esto facilitará una reunión más dinámica y participativa.

Durante la sesión:Pregunta inicial – Una pregunta diseñada con el fin de iniciar la conversación, la cual se enfoca en la aplicación práctica de la semana.

Video – Una charla de 15 a 20 minutos de Andy Stanley. Ten en cuenta que este video fue grabado originalmente en Estados Unidos.

Preguntas – Preguntas que los miembros del grupo deben completar antes de la reunión, las cuales se comentarán durante la reunión.

Cita de la semana – Una cita que deberá ser memorizado entre sesión y sesión.

Casos de la vida real – Bueno, casi real. Es un material adicional diseñado para que los miembros del grupo mediten acerca de situaciones financieras de la vida real.

Lo ideal es que planees alrededor de dos horas por reunión. El siguiente es un ejemplo de cómo po-drías dividir las reuniones:

30 minutos para compartir alimentos y conocerse mejor.

10 minutos para la sección de la pregunta inicial.

20 minutos para ver el video de la sesión.

40 minutos para el diálogo basado en las preguntas y los casos de la vida real.

20 minutos para pedir a Dios unos por otros.

Tienes la plena libertad de experimentar y adaptar el programa a la situación de tu grupo. Por encima de todo, diviértanse aprendiendo y creciendo juntos.

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introducción

El éxito en la vida por lo general viene al mantener el balance; ser equilibrados.Nos atrae la gente equilibrada.  Por ejemplo, queremos relacionarnos con personas que tengan un buen sentido del humor, pero que también sean profundas y podamos hablar con ellas de temas más personales.

Así mismo, percibimos que algo anda mal cuando conocemos personas en el trabajo que no pueden encontrar el balance correcto entre ser amigable y al mismo tiempo ser responsable. Algunos les es muy difícil encontrar un equilibrio entre el tiempo que dedicamos a nuestro trabajo y el tiempo que le dedicamos a la familia y los amigos.

Todo en la vida requiere equilibrio. Sin las proporciones correctas de los ingredientes de la vida, ex-perimentamos inestabilidad, lo que produce una ruptura interior. ¿Cuál es el secreto para mantener el equilibrio mientras navegas por las circunstancias de la vida?

Bien, si alguna vez has intentado buscar ese equilibrio, sabes que hay tres cosas qué recordar:

1. Mantener un punto de referencia. Los equilibristas lo saben. Cualquier persona cuya seguridad dependa de mantener el equilibrio, te dirá que necesitas enfocarte en un punto de referencia.

2. Hacer correcciones constantes.  En un entorno con circunstancias fluctuantes, tienes que hacer correcciones constantes con el fin de mantener el equilibrio. Trata de balancear una escoba en la palma de tu mano y te darás cuenta de que tienes que hacer constantes correcciones con el fin de mantener el equilibrio y que el palo no se caiga.

3. Tener un objetivo claro.  ¿Qué quieres hacer? ¿Qué estás tratando de equilibrar?

A éstas podemos llamarles las tres leyes del equilibrio.

Sin embargo, estas leyes no se limitan a equilibrar objetos físicos. Estas leyes se aplican a todos los ámbitos de la vida en los que estés tratando de alcanzar el equilibrio.

Por ejemplo, tu salud. Si estás intentando comer sanamente, bajar de peso, o llevar una dieta equili-brada, tendrás que:

1. Mantener un punto de referencia (la báscula o tu talla de ropa por ejemplo).

2. Realizar correcciones constantes (hasta que encuentres la mejor dieta y la mejor rutina de ejerci-cio).

3. Tener un objetivo claro (no subir de peso o bajar de peso para cierta fecha o evento).

¿Tratas de encontrar un equilibrio entre tu vida profesional y tu vida personal? Bueno, ten en cuenta estas tres leyes y tendrás una sólida base para comenzar.

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Es lo mismo con tus finanzas. Si entretejes estas tres leyes en tu estrategia financiera, estarás equilibra-do. Ese es nuestro objetivo para los próximas seis sesiones. Hablaremos de lo que significa encontrar y mantener un punto de referencia para todas tus decisiones financieras. Hablaremos de las correc-ciones necesarias para mantener el equilibrio. Analizaremos de manera profunda cuál debe ser el objetivo que guía nuestras decisiones en materia de dinero.

Hay, sin embargo, una diferencia importante cuando se trata de equilibrar un objeto físico y el equi-librio de tus finanzas. Como dijimos en el ejemplo de la escoba en la mano, si sigues al pie de la letra estas tres leyes, serás capaz de equilibrarla en la palma de tu mano. Si pasas por alto tan solo una de estas leyes, la escoba se caerá. Con el equilibrio financiero, sin embargo, si ignoras una de estas leyes no pasará nada… ¡de inmediato! Puedes violar los principios financieros fundamentales y pasar años tomando decisiones equivocadas hasta el día en que la realidad te noqueará y te verás en problemas financieros.

Eso es lo complicado de tratar de lograr el equilibrio financiero. Cuando hay consecuencias inme-diatas, respondemos de inmediato. Si trato de balancear algo en la punta de mi mano, y está a punto de caerse, hago un ajuste inmediato. Si mi médico me dice que mi nivel de colesterol es demasiado alto, hago ajustes inmediatos a mi dieta. Pero en el ámbito de las finanzas personales, este principio de inmediatez no se aplica. De hecho, el equilibrio financiero sigue un principio diferente, el principio de la cosecha.

Siembra ahora en el presente. Cosecha en el futuro. 

En lugar de mirar tu situación inmediata y preguntarte qué estás haciendo mal, tienes que examinar tus decisiones pasadas. Tienes que examinar tu estilo de vida. Las decisiones saludables del pasado generan resultados positivos en el futuro. Y no es de extrañar, que las decisiones financieras erra-das traerán consigo resultados negativos con el tiempo. Pregúntales a las personas que abusaron de sus tarjetas de crédito por varios años. Muchos de ellas todavía lidian con las consecuencias de esas decisiones.

No estamos conscientes de que nuestras decisiones financieras a menudo afectan otras áreas de nues-tras vidas.  El dinero, o por lo menos, nuestra perspectiva sobre el dinero, tiene esa influencia vi-ral. Para bien o para mal, el dinero influye nuestra relación con Dios, nuestra relación con nuestra familia y amigos; las decisiones grandes y pequeñas que hacemos todos los días. No es de extrañar que la Biblia hable tanto sobre el dinero.

Ganar y mantener el equilibrio financiero exige que evalúes tus actitudes y acciones acerca de tus finanzas, y que luego hagas los cambios necesarios. De lo contrario, el dinero puede adquirir un con-trol y poder sobre ti que nunca debió tener.  Es por eso que hablaremos no sólo acerca de lo que Dios dice sobre el dinero, sino también sobre los principios concretos que nos llevan hacia el equilibrio financiero.

Y ahí es donde el desafío comienza: la toma de los pasos necesarios para lograr la estabilidad financie-ra. Vamos a pasar mucho tiempo descubriendo nuevas perspectivas y actitudes hacia el dinero y las posesiones, pero es fundamental no quedarnos sólo en ideas. Para disfrutar de mayor intimidad con Dios y una mayor libertad en tus finanzas, debes hacer cambios tangibles. A tal fin, facilitamos varios ejercicios de aplicación práctica para cada sesión. 

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Una parte igualmente importante de este estudio es que lo experimentes con otras personas. Una de las ventajas de un pequeño grupo sano, es que tienes alguien a quién rendirle cuentas. No vamos a pedirle a los miembros del grupo que nos enseñen sus estados de cuenta bancarios, pero sí tenemos la expectativa de que los miembros del grupo se animen unos a otros para seguir adelante con los compromisos que hagan.

Al comenzar este camino, recuerda que lograr el equilibrio financiero no será fácil. El camino hacia la libertad financiera está lleno de desafíos, tanto en la forma en que pensamos acerca de nuestro dinero y lo que hacemos con nuestro dinero. Sin embargo, cuando no sólo escuches lo que Jesús dice sobre el equilibrio financiero, sino que lo pongas en práctica, verás la fidelidad de Dios.

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SE SIÓN 1

¿A d ónde se nos va el dinero?

Por favor lee todo el capítulo antes de la reunión con tu grupo.¿La Biblia habla del dinero? ¿No está más enfocada en lo espiritual? Tal vez te sorprenda saber con qué frecuencia la Biblia hace alusión a la cuestión financiera. Pero, si lo piensas detenidamente, eso tiene bastante sentido, pues la Biblia aborda los asuntos más importantes de nuestra vida:

Amistad Amor Familia

Todas éstas son cuestiones del corazón. Y en ese sentido, Dios sabe mejor que nadie que el dinero, y tu actitud hacia el dinero, es un asunto del corazón.

La fe y las finanzasLas finanzas deben ser privadas, ¿verdad? ¿Por qué meter a Dios en el asunto? ¿Por qué mezclar la fe y las finanzas? Después de todo, ¿qué tiene que ver un Dios invisible con las facturas sin pagar que están en mi escritorio? ¿Qué tiene que ver Jesús con mi fondo para el retiro? ¡Por favor! ¿Cuántos de nosotros pensamos en Dios cuando pagamos en el supermercado con la tarjeta de crédito?

Pero, cuando la tarjeta de crédito no pasa o el cheque con el que pagaste la renta no tiene fondos, seguro que ahí sí que piensas en Dios, te vuelves más «espiritual» y suplicas ayuda. De igual manera, cuando todo va bien, cuando tienes un buen sueldo, un buen trabajo, inversiones lucrativas, ¿le agra-deces a Dios con la misma intensidad? ¿De verdad te gustaría decirle a Dios «no quiero que nunca te involucres en mis asuntos monetarios»?

Nada podría ser más errado.

Bueno, ¿adivina qué? La relación entre la fe y las finanzas no es exclusiva del cristianismo. Todos los sistemas religiosos existentes hablan del dinero también. En la Biblia, ¡Dios habla más acerca del dinero que sobre el cielo o el infierno! Por ejemplo, la Biblia enseña que uno no puede estar mal en sus finanzas y en armonía con Dios. En otras palabras, no puedes ser un comprometido seguidor de Jesucristo y a la vez un mal administrador de tu dinero.

Este estudio va más allá de persuadirte a que des tu dinero a una iglesia u otra organización religio-sa. La Biblia habla más acerca de la administración del dinero que de donar el dinero al iglesia. Dios no está detrás de tu dinero. Jesús no está en el negocio de la recaudación de fondos religiosos. La Biblia no menciona ni el lugar ni la cantidad exacta que uno debe hacer donativos, dar ofrendas o limosnas.

Entonces, ¿qué dice la Biblia acerca del dinero? Nos centraremos en dos versículos claves en este es-tudio. Éste es el primer de ellos:

Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. Mateo 6:21 (NVI)

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Ésta no es una acusación sino un principio natural. Por ejemplo, el principio de gravedad nos dice que no importa qué tan alto lances una pelota al aire, ésta regresará a la tierra. Lo mismo ocurre con el corazón y el dinero. ¿Quieres saber dónde está tu corazón? Revisa tu estado de cuenta.

¿Acaso Dios quiere robarte la cartera? No. ¿Dios quiere tu corazón? ¡Sí! Éste es el otro versículo en que nos enfocaremos:

Nadie puede ser esclavo de dos amos, porque preferirá a uno más que a otro. Y si obedece a uno, desobedecerá al otro. No se puede servir al mismo tiempo a Dios y al dinero.

Lucas 16:13 (TLA)

Jesús dijo que el competidor número uno de tu fidelidad a Dios es el dinero o las posesiones materia-les. El dinero es tan poderoso. Es un conflicto que uno enfrenta todos los días: ¿Serviré a mis posesio-nes materiales o serviré a Dios?

Por eso Jesús habló tanto de dinero. Él sabía que la forma en que manejas tus finanzas revela algo acerca de tu relación con Dios. No sólo Jesús habló de dinero; el tema del dinero y las posesiones se abordan a lo largo de toda la Biblia. En las siguientes sesiones aprenderás el punto de vista bíblico en cuanto a ser equilibrado financieramente.

Una vez más, este estudio no está enfocado a que te sientas culpable y des tu dinero a una iglesia u otra organización. Jesús no quiere adueñarse de tu dinero. Jesús quiere asegurarse de que tu dinero no se adueñe de ti.

Aplicación práctica¿Cuál es tu estado financiero? ¿En qué gastas tu dinero? ¿Qué tanto ahorras?

La aplicación práctica de esta sesión es realizar un control de gastos durante la semana. De hecho, éste será un ejercicio en curso para el resto del estudio. Al final, nunca más te preguntarás a dónde se fue tu dinero. Lo sabrás con certeza.

Si no llevas un registro, jamás conocerás en qué gastas tu dinero. Si no sabes esto, tu panorama fi-nanciero es bastante turbio. Seguramente comenzarías a buscarte un nuevo contador si el actual te dijese que no sabe a dónde se va tu dinero. Así mismo como cristianos, debemos considerarnos los contadores de Dios, pues todo lo que tenemos, lo hemos recibido de su mano y debemos ser capaces de darle cuentas claras a nuestro Señor.

Hemos proporcionado un apéndice en la parte posterior de esta guía, la cual puedes utilizar para realizar un seguimiento de tus gastos. (También está disponible un archivo de Excel en el DVD). El apéndice no es la única herramienta, ni necesariamente la mejor manera de llevar un registro moneta-rio. Si cuentas con un software de finanzas personales, no dudes en usarlo. O si ya tienes otro método de seguimiento de tus gastos (tal vez el libro mayor de tu chequera o una hoja de cálculo) sigue utili-zándolo. El punto no es cómo realizas el seguimiento de tus finanzas, sino que lo hagas.

Hacemos muchos gastos que no aparecen en el estado de cuenta de nuestro banco o nuestras tarjetas de crédito. Una propina, la tarifa del autobús, todo lo que pagamos con efectivo. Para que este ejercicio dé resultado, necesitas escribir toda compra que realices por separado, registrando cada centavo. Por el momento, escribe todo como si fuera para ti solamente y no te preocupes por tener que compartir esta información con nadie.

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Guía para la reuniónIntroducciónUna buena película de suspenso mantiene a la audiencia sin saber qué pasará, pendiente de cómo se resolverá el misterio, conjeturando muchas posibles soluciones y luego culminan con un final ines-perado. Y pareciera que algunas personas manejan su dinero como si fuese una película de misterio, ¡nunca saben qué va a pasar la próxima quincena! Por eso, el primer paso en este estudio es resolver el misterio de adónde va tu dinero. En primer lugar, queremos conocer la orientación de nuestro co-razón respecto a Dios y al dinero. ¿En dónde está tu corazón? Y en segundo lugar, tienes que conocer tus hábitos de gastos ¿A dónde se va tu dinero?

La aplicación práctica de esta semana es tomar nota de cada gasto que realices.

Pregunta inicialSi pudieses cambiar algo de tu situación financiera actual, lo que sea, ¿qué sería?

VideoMira el video de la sesión 1 con tu grupo.

Preguntas1. ¿Consideras correcta la noción de que es imposible ser un comprometido seguidor de Cristo y a la

vez manejar tus finanzas irresponsablemente? ¿Por qué sí o por qué no?

2. ¿Cuáles hábitos de tu manejo del dinero consideras que te han causado un desbalance financiero?

3. Lee Mateo 6:21. De tus posesiones materiales, ¿Cuáles consideras un tesoro para ti? ¿Tu automóvil, tu televisión?

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4. Lee Lucas 16:13. ¿De qué manera compiten nuestras posesiones materiales con nuestra devoción a Dios?

5. Hablando de finanzas, ¿Crees que Dios quiere tu dinero? ¿Qué piensas que Dios espera de ti en esta área?

6. ¿Qué tan difícil resulta para ti confiar en Dios en materia de tus finanzas? ¿Qué harías diferente si tuvieses la confianza de que Dios quiere lo mejor para ti en esa área?

7. ¿Qué te gustaría que sucediera en tus finanzas como resultado de este estudio?

8. ¿Cómo te hace sentir la idea de que tu esposa o esposo podrá ver exactamente en qué gastas cada centavo con exactitud? ¿Estás dispuesto a realizar la aplicación de la semana?

Si eres soltero ¿cómo te hace sentir la idea de que tus padres o alguien más supieran con detalle la manera en la que gastas tu dinero cada mes?

Cita de la semanaPorque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.

Mateo 6:21 (NVI)

Casos de la vida realRoberto tiene buen ojo para los negocios. Como resultado, ha ganado bastante dinero en cada negocio que ha emprendido. Al tipo le va bien (lo que es evidente por su estilo de vida) y rara vez ha experimen-tado dificultades financieras. Por otra parte, dada su abundancia, es un hombre generoso que da parte de su dinero a su iglesia, a organizaciones benéficas locales, y a proyectos de desarrollo internacional. Pero, en una reunión en donde se estudiaban las palabras de Jesús acerca de servir a dos señores: Dios y al dinero (Lucas 16:13), Roberto reflexionó acerca de su fidelidad. ¿Estaba sirviendo a Dios y veía sus fi-nanzas a través de la perspectiva de Dios? O, ¿su fidelidad estaba con el dinero?

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A menudo Jesús hablaba en términos absolutos con el fin de enfatizar un punto. Por ejemplo, si bien comprendía la realidad del dinero y del comercio, Jesús dijo enfáticamente que es imposible servir a Dios y al dinero (Lucas 16:13). Hablando con los fariseos (un grupo bien letrado en cuanto a la pie-dad), Jesús sabía que uno puede en teoría estar haciendo todos los movimientos correctos en cuanto a la fe y las finanzas. Pero si el corazón no es leal a Dios, entonces uno sigue siendo esclavo del dinero, independientemente de que la gente te perciba como una persona generosa.

Desafortunadamente no hay ninguna máquina que se pueda conectar al corazón para evaluar si se está sirviendo a Dios o al dinero. Esto requiere de introspección, evaluación honesta, y rendición de cuentas.

¿Es posible tener sólidos principios financieros, un estilo de vida generoso... y aún así servir al dinero como un maestro? Sí. Como decía Jesús en Lucas 16:15: Ustedes se hacen los buenos ante la gente, pero Dios conoce sus corazones. Tener un equilibrio financiero no conlleva solamente poder pagar las cuen-tas a tiempo; es primero, y más importante que todo, a quién sirve nuestro corazón. 

¿Es a Dios? ¿Es al dinero? 

Gracias a los medios de comunicación, la justicia social, las donativos caritativas, y la gestión financie-ra están de moda. ¿Es posible llevar a cabo estas prácticas y aún así servir al dinero?

¿Hay una manera de determinar cuándo has cruzado la línea entre servir al dinero o servir a Dios y viceversa? ¿Existe una línea que marque estos límites?

para la siguiente reunión:• Lee la sesión 2.

• Responde las preguntas de la sesión 2.

• Memoriza el CITA DE LA SEMANA de la sesión 2.

• Después de haber leído la sesión 2, continúa el con-trol de gastos y completa el apéndice Panorama Financiero.

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SE SIÓN 2

¿De quién es tu dinero?

Por favor lee todo el capítulo antes de la reunión con tu grupo. En la última sesión hablamos acerca de la necesidad de llevar un registro financiero óptimo. 

«Necesitas certeza… de a dónde va tu riqueza.»

Si ya tienes el hábito de registrar tus gastos, entonces estás familiarizado con la aplicación presentada en la sesión anterior. Pero, si por lo contrario, raramente das seguimiento a tus gastos, este nuevo há-bito que has comenzado a formar de seguro ha sido revelador.

Esta semana llegaremos al corazón de lo que moldea nuestras decisiones financieras. Comencemos con una pregunta:

«¿Qué quieres lograr con tu dinero?»

Como casi todo lo que hacemos, nuestras decisiones financieras están conducidas por nuestros obje-tivos. Si tu objetivo es ganar un montón de dinero, te buscas empleos bien pagados, abres negocios, inviertes, etc. Si tu meta es vivir cómodamente en el retiro, ahorras dinero para el futuro.

¿Cuáles son algunas de tus metas financieras?

• ¿Tu meta es sostener a tu familia?

• ¿Tu meta es ganar tanto dinero como puedas?

• ¿Tu meta es ahorrar la mayor cantidad de dinero que puedas?

• ¿Tu meta es donar tanto dinero como puedas?

• ¿Tu meta es la libertad financiera?

Todas éstas son metas honorables. ¿Por qué no querríamos mantener a nuestra familia? ¿Por qué no querríamos ganar dinero? ¿O donar dinero? ¿O ahorrar dinero? Es algo loable.

La pregunta es, ¿estas metas deberían moldear tus decisiones financieras? ¿O habrá algo más. . . una meta más grande. . . un objetivo más amplio que influya en todas las decisiones financieras que tomes? 

La Biblia deja en claro cuál debería ser este objetivo.

En el Antiguo Testamento, el rey David estaba ansioso de construir un templo para Dios. El pueblo de Israel había estado en continuo movimiento, escapando de Egipto, trasladándose del desierto ha-cia la Tierra Prometida. Y por fin los israelitas, bajo el impresionante liderazgo de David, se habían establecido. Pero no habían construido un templo para Dios. David tenía la intención de construir un templo decorado con grandeza y esplendor. Pero Dios decidió asignar esta tarea a Salomón, hijo de David.

Así pues, David juntó el capital y recopiló todos los materiales y recursos para que el proyecto del tem-plo estuviese listo para construirse bajo la dirección de Salomón. David hizo una oración en público

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cuando se preparaban para la construcción del templo. En esta oración descubrimos su objetivo más grande, el impulso de su vida.

Lee 1 Crónicas 29:10-14.

Para David, todo en la vida giraba en torno a Dios. Creía que todo pertenece a Dios, y que todo viene de Dios.

Hubiera sido fácil para David asumir todo lo contrario. Para aquellos a su alrededor, David parecía haber logrado todo. .  . era tan talentoso. .  . tan productivo. David había guiado a Israel a través de batallas feroces y había conquistado peligrosos enemigos. Bajo su liderazgo, Israel se había convertido en una nación fuerte.

Sin embargo, David sabía que todo viene de Dios. Toda la gloria y las riquezas, los elogios y las victo-rias, los talentos y habilidades… todo viene de Dios.

Pero, ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que podamos darte estas ofrendas voluntarias? En verdad, tú eres el dueño de todo, y lo que te hemos dado, de ti lo hemos recibido.

1 Crónicas 29:14 NVI

En pocas palabras, David se veía a sí mismo como un administrador. Un administrador es una perso-na a quien le ha confiado los recursos de alguien más. Mucha gente confía sus inversiones financieras a administradores financieros calificados. El principio es el mismo. El objetivo del administrador es hacer crecer los activos del propietario del dinero, no para el lucro personal del administrador del dinero, sino para el beneficio del propietario. Cuando comiences a verte a ti mismo como un admi-nistrador, comenzarás a ver el dinero y las posesiones que Dios te ha confiado con una perspectiva distinta.  Comenzarás a verlos como recursos a través de los cuales puedes honrar a Dios.

David comprendía que todo proviene de Dios, y que todo es Suyo. Por ende, la meta más grande de su vida, su pasión, era honrar a Dios.

• ¿Cuál era su objetivo como rey? Honrar a Dios.

• ¿Cuál era su objetivo como padre? Honrar a Dios.

• ¿Cuál era su objetivo con sus finanzas? Honrar a Dios.

Y ese debe ser nuestro objetivo también: Vivir con manos abiertas delante de Dios, creyendo que hay que honrarle con todo lo que tenemos (puesto que todo lo que tenemos proviene de Él y es de Él).

Esto representa elegir vivir con la mentalidad de que se trata de Dios, no de mí. Comprender que todos tus talentos, dones, y habilidades, en última instancia, provienen de Dios. Permitir que tus fi-nanzas personales sean utilizadas con una sola cosa en mente: Honrar a Dios.

Así que, la pregunta para es: ¿Cómo hacemos esto? Puedes comenzar con una simple oración:

«Dios, muéstrame cómo honrarte con todo lo que tengo.»

Aplicación prácticaCompleta el apéndice llamado Panorama Financiero.Cuando alguien te presta algo, por lo general tienes mucho cuidado de ello. ¿Estás consciente de lo que Dios te ha «prestado»? ¿Tienes un panorama claro de tu situación financiera actual? El apéndice está diseñado para ayudarte a determinar exactamente lo que Dios te ha confiado. No tienes que ser tan meticuloso hasta el último centavo, pero sí tienes que estimar la cantidad de cada activo y pasivo.

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Control de gastoscontinúa llevando el control de tus gastos de la semana. Eventualmente los revisarás de nuevo, los pondrás en categorías, y con ello desarrollarás tu presupuesto mensual.

Guía para la reuniónintroducciónVamos a examinar una perspectiva bíblica de nuestras finanzas. El primer paso es entender que nues-tra meta debe ser honrar a Dios. El segundo paso es determinar formas en que podemos honrar a Dios con nuestras finanzas. Podrás saber cómo te ha ido en términos financieros al completar el Pa-norama Financiero y al dar seguimiento a tus gastos.

Pregunta inicial¿Qué aprendiste la semana pasada al dar seguimiento a tus gastos?  ¿Alguna sorpresa?

VideoMira el video de la sesión 2 con tu grupo.

Preguntas1. Hasta este punto de tu vida, ¿cuál ha sido tu meta respecto al dinero? ¿Qué es lo que más ha influido

tus decisiones financieras?

2. ¿Qué representa «honrar a Dios» con tu vida en términos de tus finanzas?

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3. En 1 Crónicas 29, David entiende que Dios es la fuente de todos los recursos a su disposición. ¿Cuál es la diferencia entre ser administrador y ser propietario? ¿Por qué es tan difícil considerarte admi-nistrador en vez de propietario?

4. ¿Cómo cambiarían tus decisiones financieras si te vieses a ti mismo como un administrador de los dones y recursos de Dios?

5. ¿En tu vida ha habido personas que hayan utilizado sus recursos materiales para ayudarte en tu vida espiritual?

6. ¿Cómo puedes usar el dinero y las posesiones que Dios te ha dado como herramientas para causar un impacto espiritual en otras personas?

Cita de la semanaEn verdad, tú eres el dueño de todo, y lo que te hemos dado, de ti lo hemos recibido.

1 Crónicas 29:14b NVI

Casos de la vida realCarlos y Sara querían ser generosos, aunque no estaban seguros de lo que eso representaba. Pensaban en la iglesia a la que asistían y en diferentes organizaciones de beneficencia. También consideraron apoyar económicamente a niños y huérfanos de África.

Un día escucharon un mensaje acerca del diezmo y se preguntaron cuánto deberían dar a la iglesia a la que asistían. Deseosos de honrar a Dios con sus finanzas, aún no estaban seguros de cuánto o qué porcentaje donar a cada una de estas causas. ¿Se suponía que dar a la iglesia tendría que ser su primer prioridad? ¿Era importante saber cómo repartir sus donativos?

Una vez que tomas la decisión de honrar a Dios con tus finanzas, surge una pregunta común: ¿Cuánto debo dar regularmente a Dios? Al comprender que Dios es dueño de todo lo que poseemos, ¿tenemos como administradores el mandato de dar nuestro dinero de acuerdo a las necesidades que vemos a nuestro alrededor? ¿O lo que honra a Dios es dar un porcentaje constante sobre una base regular?

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El Antiguo Testamento registra el «diezmo» como un medio para honrar a Dios con las finanzas. Los israelitas tenían el mandato de donar el 10% de sus finanzas (normalmente su cosecha) a Dios (Leví-tico 27:30). La práctica del diezmo entrenó a los israelitas para recordar Quién era el primero en su vida. Entendiendo que Dios proveía el 100%, el primer 10% iba a ser dado a Él. De hecho, el Antiguo Testamento está repleto de ejemplos de ofrendas y donativos. Su pueblo entendía que todo viene de Él. Como resultado de ello, el donar estaba arraigado a su relación con Dios. Cuando no diezmaban ade-cuadamente, su fe sufría. No era una situación forzada. En su lugar, su fe y su generosidad (es decir, sus finanzas) se entrelazan. El diezmo, entonces, era sólo un punto de partida para utilizar su dinero, no sólo un dinerito presupuestado que daban para estar bien con Dios.

¿Qué representa esto para ti? El carácter obligatorio del diezmo en el Antiguo Testamento ha sido sustituido por un mandamiento mayor de practicar la generosidad (2 Corintios 9:6-8) en todo mo-mento. Para Jesús y sus seguidores, quienes se habían criado con la práctica del diezmo, dar a Dios representaba mucho más que una ofrenda de un 10%. Sin embargo, no existe una cantidad exacta o porcentaje ordenado para los cristianos en el Nuevo Testamento.

Pero, como con cualquier otra actividad en la vida, ser cada vez más generosos requiere un nivel de disciplina. No nos hacemos generosos de la noche a la mañana. Tenemos que desarrollar prácticas en nuestras vidas para entrenarnos a ser más generosos y caritativos con nuestras finanzas. El diezmo, las limosnas, los donativos, o las ofrendas (como sea que quieras llamarle), nos entrena para poner a Dios en primer lugar con respecto a nuestras finanzas.

¿Qué argumentos has escuchado acerca del mandato de diezmar a la iglesia local?

¿Cómo te ayuda la generosidad financiera a honrar a Dios con tus finanzas?

Para la siguiente reunión:• Lee la Sesión 3.

• Responde las preguntas de la Sesión 3.

• Memoriza el CITA DE LA SEMANA de la Sesión 3.

• Después de que leas la Sesión 3, trabaja en el apén-dice: Plan de pagos de deudas.

• Continúa el seguimiento de tus gastos.

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Estado financieroActivos

Cuentas de cheques ________________

Cuenta de ahorros ________________

Inversiones de ahorro (acciones, bonos, etc.) ________________

Valor en efectivo del seguro de vida ________________

Bienes raíces (casa y cualquier renta) ________________

Negocios ________________

Vehículos ________________

Propiedades personales (muebles, joyas, etc.) ________________

Jubilación (ahorros personales, inversiones, fondo para el retiro a través del gobierno o un plan de retiro con una institución financiera) ________________

Otros ________________

Pasivos

Deudas en tarjeta de crédito ________________

Deudas con amigos o familiares ________________

Recibos o facturas atrasadas ________________

Préstamos automotrices ________________

Hipotecas ________________

Préstamos de negocios ________________

Préstamos para la educación ________________

Otros pasivos ________________

Patrimonio neto

(Activos – Pasivos)

Este documento está disponible en una versión electrónica.

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SE SIÓN 3

C amino hacia l a libertad

Por favor lee todo el capítulo antes de la reunión con tu grupo.Cada vez que encendemos la televisión, contestamos el teléfono, o navegamos por Internet, nos bom-bardean las ofertas tan «increíbles» de ¡No espere más, compre ahora y pague en 6 meses! Como resul-tado, más y más personas aumentan sus deudas a un ritmo impresionante. La industria del crédito en la actualidad está impulsada por esas supuestas ofertas irresistibles con crédito ilimitado. Después de todo, parecen buenas opciones. Tienes la oportunidad de comprar artículos y pagarlos después. Pero, por muchas razones, ¡debes evitar las deudas! En esta sesión abordaremos dos de esas razones:

Las deudas te convierten en esclavo.

En el tiempo del Antiguo Testamento, si estabas endeudado significaba que no te iba bien. Si no esta-bas en condiciones de obtener algo por ti mismo, tenías que pedir prestado a otra persona. En el caso de Israel, si quería permanecer fieles a Dios, era menester que estuviesen libres de deudas:

Tú les prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado de nadie. Deuteronomio 28:12b NVI

Sin embargo, el desarrollo de la industria de crédito ha trasgiverzado este concepto tan simple. En la ac-tualidad, si una persona tiene un ingreso más o menos considerable, si no tienes problemas con el buró de crédito y tienes un buen historial crediticio, entonces te caen de un montón de bancos para ofrecerte sus «maravillosas» tarjetas de crédito. Como resultado, y sin darte cuenta, comienzas a tirar al caño tu libertad financiera. No lo sabes, pero quizá estás a punto de convertirte en un esclavo de los bancos.

Quizá pienses que esto es una exageración, tu concepto de esclavitud es un tipo azotando a otro con un látigo forzándole a trabajar. Y sí, es verdad que en gran parte de la historia un deudor que no podía pagar sus deudas terminaba en prisión o en servidumbre hasta que pudiese pagar su deuda. Pero, sin exagerar, las consecuencias de las deudas son casi tan atroces en la actualidad. Según los expertos, muchos matrimonios jóvenes tienen sus mayores conflictos por las deudas, y ésta es una causa im-portante de divorcios. En el periódico y en la televisión uno encuentra continuamente historias de suicidios de personas que no hallaban empleo y que, teniendo deudas hasta el cuello, la presión los rebasó. ¿Cuánta gente no duerme en las noches pensando en todos los pagos que tienen que hacer? Las deudas te ponen cadenas. Te esclavizan a otra persona... alguien con quien no tienes ninguna rela-ción... una organización financiera impersonal que no te ve como una persona, sino como un nombre más al que hay que cobrar.

La Biblia no podría ser más clara al respecto:

Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus acreedores. Proverbios 22:7 NVI

Se dice que hay dos clases de personas en este mundo: Los que generan intereses, y los que pagan intereses. Cuando comienzas a contraer deudas, te colocas en la segunda categoría (y lo pagas muy caro). Por ejemplo, supón que debes $10,000 en una tarjeta de crédito. Con un pago mensual mínimo

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de 3% y una tasa de interés del 18%, te llevará 271 meses de librarte de su deuda. Para ese entonces, habrás pagado un total de $19,800. ¡Casi el doble! Qué buen negocio… para el banco.  Por eso es que las compañías de tarjetas de crédito te animan a que pagues y pagues y pagues con ellas. ¡Las deudas te cuestan más de lo que piensas! No sólo es dinero. Es paz. Es libertad.

Las deudas limitan tu libertad.

La experiencia nos dice que las deudas limitan tu libertad. Si no te basta con eso, la Biblia opina lo mismo:

Como ciudad sin defensa y sin murallas es quien no sabe dominarse.  Proverbios 25:28 NVI

¿Sabes qué pasa cuando no ejerces tu dominio propio? Ya no estás en control. Renuncias a tu libertad, a tu capacidad de estar en control. Renuncias a lo que es más valioso para ti. Del mismo modo, cuando le debes dinero a alguien, esa persona posee una parte de ti. Es dueña de una parte de tu tiempo, tu enfoque y tu energía. Esto afecta tu bienestar y tus relaciones con los demás… y con Dios.

Piensa en la libertad que tendrías si no tuvieses deudas. 

¿Qué tan liberador sería para ti saber que no le debes nada a nadie? 

Cuando tienes deudas otras personas influyen en cómo te gastas tu dinero. No importa a quién le debas, estás obligado a pagar una cierta cantidad cada mes, ya sea para pagar tu carro, tu casa, tu ropa, tus muebles, etc. 

¿Qué le pasó a tu libertad financiera?

Entiéndelo, las deudas te esclavizan. Afecta tu capacidad de ser generoso. ¿Cuántas veces has querido ayudar financieramente a otra persona que lo necesita o donar dinero a una causa de beneficencia, y te das cuenta que es imposible porque no tienes el margen financiero para hacerlo? La Biblia nos aconseja huir de la trampa de las deudas. Esto es crucial para mantener el equilibrio.

Aplicación prácticaLa aplicación práctica de esta semana es que comiences a pasos para salir de tus deudas. Es irres-ponsable hacer caso omiso de tus deudas. Fíjate en las palabras de Pablo en el libro de Romanos. Los romanos tenían obligaciones que cumplir, tenían sus trabajos y facturas e impuestos que pagar, al igual que nosotros. Pablo no pasó por alto la realidad de la situación. La abordó de manera directa.

Por eso mismo pagan ustedes impuestos, pues las autoridades están al servicio de Dios, dedicadas precisamente a gobernar. Paguen a cada uno lo que le corresponda: si deben impuestos, paguen los

impuestos; si deben contribuciones, paguen las contribuciones; al que deban respeto, muéstrenle respeto; al que deban honor, ríndanle honor.  No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse

unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley. Romanos 13: 6-8 NVI

Como cristianos, tenemos que cumplir todas nuestras obligaciones. Pero, ¿cómo hacerlo? Hay cuatro pasos que puedes tomar.

1. Orar.

Como tu Padre celestial, Dios está ansioso de ayudarte a salir de deudas. No sólo quiere ayudarte; cuenta con los recursos para hacerlo. Pídele a Dios que te dé sabiduría y valor para tomar las medi-das necesarias que te ayudarán a salir de las deudas. Dios honra estos esfuerzos.

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2. Deja de meterte en deudas.

No puedes salir de deudas si sigues metiéndote en deudas. Detén el flujo de salida. Para algunos esto puede representar dejar de usar las tarjetas de crédito y pagar todo en efectivo. Puede parecer anticuado, incluso incómodo, pero es una manera útil de romper los hábitos que te has formado in-conscientemente en los últimos años. Cuando te sea más difícil gastar dinero, no gastarás tanto. Ya sea que uses tu tarjeta de débito o pagues en efectivo, el punto es que no aumentes tu deuda. Como muchos de nosotros hemos experimentado, la dependencia en las tarjetas de crédito rápidamente te mete en problemas financieros.

3. Abre un fondo para emergencias.

Una de las razones por las que te endeudaste es que no estabas preparado adecuadamente para esos gastos inesperados. Tu coche se averió. Tuviste un gasto médico mayor y no estás asegurado. Tu-viste que viajar por causas de fuerza mayor. Lo que sea. Lo último que necesitas ahora es que te caiga otra emergencia financiera y te saque de balance otra vez. Antes de que comiences a trabajar en un plan de pago de deudas, protégete mediante la creación de un fondo de emergencia. Los expertos financieros sugieren que tengas un fondo de emergencia suficiente para cubrir tres meses de gastos. Tu fondo de emergencia te protege de incurrir en deudas en caso de que te suceda algo inesperado.

4. Comienza a trabajar en un plan de pago de deudas.

Desarrollar un plan de pago de deudas es una de las medidas más poderosas que puedes adoptar. El primer paso en este proceso es hacer frente a la realidad: Una lista de todas tus deudas para que sepas exactamente cuánto debes. Para ello, llena el Plan de Pago de Deudas que se encuentra en el apéndice. Comienza enlistando tus deudas desde la cantidad más pequeña a la mayor cantidad (no te preocupes demasiado por la tasa de interés, a menos de que sea una mucho más alta que las otras). A continuación, planea pagar el mínimo en todas tus deudas y el máximo que puedas en la deuda más pequeña. A pesar de que podría tener más sentido financiero empezar atacando la deu-da con la mayor tasa de interés, es psicológicamente más gratificante cuando comienzas a eliminar acreedores de tu lista. Esto te da la motivación para seguir adelante. Cuando pagues totalmente una deuda, sigue con la deuda más pequeña que quedó. Continúa con esta estrategia ¡hasta que estés libre de deudas!

En este ejemplo, Oscar destinó $580para su pago de deudas

ArtículoDeuda total

Pago mínimo

Pago nuevo

Préstamo de sus papás $ 90 $25 $70

Préstamo de un empeño $ 150 $30 $30

Tarjeta de crédito #1 $ 200 $35 $35

Tarjeta de crédito #2 $350 $45 $45

Préstamo automotriz $4500 $320 $320

Pago hipoteca $26000 $220 $80

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Después de pagar, su nuevo plan de pago de deudas luciría así:

Ahora te toca a ti.

Control de gastosContinúa llevando el control de tus gastos de la semana. Eventualmente los revisarás de nuevo, los pondrás en categorías, y con ello desarrollarás tu presupuesto mensual.

Guía para la reuniónIntroducciónEs fácil endeudarse. Salir de la deuda… no tanto. Tu apetito, tu deseo de más y mejor, y tu acceso a créditos y financiamientos, hacen que pases por alto el hecho de que la deuda te esclaviza. Esa idea de «compra ahora y paga después» es una promesa ilusoria. No permitas que te vendan espejismos.

Pregunta inicialDespués de haber trabajado en la aplicación práctica de esta semana, ¿cuál es tu estrategia para salir de deudas?

ArtículoDeuda total

Pago mínimo

Pago nuevo

Préstamo de sus papás $ 20 $25 $20

Préstamo de un empeño $ 120 $30 $80

Tarjeta de crédito #1 $ 165 $35 $35

Tarjeta de crédito #2 $305 $45 $45

Préstamo automotriz $4180 $320 $320

Pago hipoteca $25780 $220 $80

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VideoMira el video de la Sesión 3 con tu grupo.

Preguntas1. Haz un poco de memoria, piensa en tu historia familiar, ¿tu papá (o tu mamá, quien fuera que llevase

las cuentas del hogar) era una persona endeudada? ¿Le llamaban de los bancos y las tiendas para re-cordarle sus pagos? ¿De qué manera afectaban las deudas a la relación de tus papás? ¿Y a tu familia?

2. Ahora que tú eres adulto, ¿estás endeudado? ¿Desde hace cuánto tiempo? ¿Qué pensabas al con-traer tus primeras deudas?

3. ¿De qué manera tus deudas limitan tu libertad?

4. Según tu opinión, ¿por qué es tan difícil salir de las deudas?

5. ¿Cuáles son los beneficios de vivir libre de deudas?

6. ¿En cuáles casos consideras que sería inteligente contraer una deuda?

7. ¿Te gustaría ser libre de deudas? ¿Estás dispuesto a hacer lo necesario para lograrlo?

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Cita de la semanalos ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus acreedores.

Proverbios 22:7 NVI

Casos de la vida realAl comparar las deudas con la esclavitud enfatizamos el punto de que las deudas te adentran en túneles oscuros que debes evitar a toda costa. Los proverbios hablan de forma elocuente contra la acumulación de deudas. Otros pasajes de la Biblia indican que tener que pedir prestado a otra persona es una maldición, mientras que estar en condiciones de prestar es una bendición. Sin embargo, en el panorama financiero actual tan cambiante, con tantas economías en recesión, ¿podría ser inteligente contraer algunas deudas?

La capacidad de pagar en efectivo por todas tus compras te libera de las presiones financieras de las deudas. Sin embargo, no todas las personas se pueden dar el lujo de pagar en efectivo todo el tiem-po. De hecho, algunos asesores financieros argumentan que ciertos tipos de deuda pueden ser inclui-dos en una categoría diferente como hipotecas o los gastos de la educación de tus hijos. 

Independientemente de cómo lo clasifiques, la Biblia tiene un punto de vista muy claro al respecto: ¡No te metas en deudas! Debes hacer todo lo posible para evitarlas, en caso de que incurras en deu-das, debes hacer todo lo posible para salir de ellas tan rápido como puedas.

Tomás e Isabel provienen de familias que les han enseñado sólidos principios financieros. Ambos tu-vieron la bendición de que sus padres les pagasen su carrera universitaria en buenas universidades. Se graduaron de la universidad, consiguieron empleos estables, se casaron, y no tenían ninguna deuda. Al cumplir 5 años de casados y siendo padres de un niño de un año de edad, tomaron la decisión de comprar una casa propia. Sin embargo, sus ahorros no eran suficientes, por lo que tendrían que pedir un présta-mo hipotecario, y, como resultado, adquirirían una deuda por primera vez. Además de eso, ¡el coche de Tomás parecía un Volkswagen modelo LTD! (¡Lámina Toda Destruida!), por lo que era necesario que la familia comprase un nuevo auto, lo que agotaría aún más sus ahorros.

La familia de Isabel nunca tuvo problemas de deudas. Como resultado de su formación, Isabel sugirió que usasen sus ahorros para comprar un auto usado pagándolo de contado y que esperasen varios años más para comprar su primera casa. Ella creía que incurrir en cualquier tipo de deuda reflejaba una in-capacidad de depender de Dios para sus necesidades.

Por otra parte, la familia de Tomás aprovechó buenas oportunidades financieras teniendo niveles acep-tables de deuda a cambio de beneficios económicos a futuro. Como resultado, Tomás quería explorar opciones que les permitiesen comprar un auto, así como para aprovechar las condiciones económicas actuales que hacen de la propiedad de la vivienda algo mucho más asequible.

¿Hay circunstancias en la vida en las que tu única opción es adquirir una deuda?

¿Cuáles son algunos ejemplos de deudas «inteligentes»?

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¿Cuáles son algunos ejemplos de deudas «innecesarias»?

¿Qué garantías has creado para asegurarte de que la deuda en la que estás incurriendo es en realidad una deuda «inteligente»?

Para la siguiente reunión:• Lee la Sesión 4.

• Completa las preguntas de la Sesión 4.

• Memoriza el CITA DE LA SEMANA de la Sesión 4.

• Después de haber leído la Sesión 4, trabaja en el apéndice Plan para compartir.

• Continúa el seguimiento de tus gastos.

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Tesoros en el ciel o

Por favor lee todo el capítulo antes de la reunión con tu grupo.Cuando planeas tu presupuesto, piensas en pagar los servicios básicos (agua, luz, gas, etc.), comprar alimentos, la mensualidad del auto, el pago de la casa o la renta, las facturas del cable, el internet, el teléfono celular, etc.

Todo esto es importante, normal, pero... ¿alguna vez has incluido en tu presupuesto cuánto vas a donar mensualmente?

Si se les preguntase, pocas personas admitirían con franqueza ser egoístas. Para muchas personas, si al final del mes les sobra algo de dinero, quizá les da por ser más generosas, y apoyar alguna causa de beneficencia, o a su iglesia.

La mayoría de las veces, uno siente que al final del mes no tiene suficiente. Esto es porque nos hemos dejado engañar por una sociedad consumista. Sin embargo, luego de cubrir tus necesidades básicas, lo esencial para vivir, normalmente te queda un extra que utilizas para divertirte o incluso para aho-rrar para el futuro. Una cantidad de dinero que puedes destinar no para algo que «necesitas» sino para algo que «quieres».

¿Qué haces tú con ese extra?

El cómo defines usar ese extra define también en dónde está tu corazón. Y hasta que no comprendas por qué tienes ese extra, nunca sabrás qué hacer con él. Jesús contó una historia sobre un hombre que no sabía qué hacer con ese «extra». Esta historia nos permite aprender cómo estar en el modelo correcto, el modelo de Dios.

Lee Lucas 12:13-21.

El hombre rico mencionado en esta parábola está errado. En primer lugar, se atribuyó el mérito por la abundancia que el terreno produjo. Un hombre como él, que vivía en una sociedad agrícola, debería saber que la abundancia de su cosecha tenía que ver más con factores externos que con él mismo. Los agricultores están siempre a la merced clima, sobre el cual no ejercen ningún control. Pero el hombre rico no lo veía así. Creía que él era el único responsable de su abundancia y podía hacer lo que quisiera con ella. Nunca le pasó por la mente que esa bendición, ese extra, no era para que se lo gastase todo en sí mismo. Y así, se le ocurrió almacenar su extra para asegurar su futuro. Si la historia hubiese termi-nado allí, tal vez hubiera pasado a la historia como un modelo a seguir de ahorro para el futuro. Pero, la historia no terminó ahí…

Cuando conocemos gente así, muchas veces quisiéramos tener su fortuna. Pero Dios no comparte nuestra visión. En vez de llamarle sabio, Dios lo llamó necio (versículo 20). El hombre rico asumió que todo su dinero le garantizaba una vida para gastarlo. Pero se le acabó el tiempo antes de que se le acabase el dinero. Dios le preguntó: «¿Y quién se quedará con lo que has acumulado?» Obviamen-te alguien más. ¿Te das cuenta? al final, todos sus bienes fueron donados a otros, pero no porque el hombre fuese generoso.

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Es importante tener en cuenta que Dios no le llamó necio porque fuese rico. Dios lo llamó necio porque no comprendía la razón de su riqueza. No se le criticaba el hecho de que tuviese más, sino el pensar que ese extra era para él. Mira el último versículo, la moraleja de la historia:

Así le sucede al que acumula riquezas para sí mismo, en vez de ser rico delante de Dios.

Lucas 12:21 NVI

Jesús establece el contraste entre almacenar de forma egoísta y ser rico para con Dios. Lo que decides hacer con tu extra es una indicación de quién o qué controla tu corazón. ¿Estás viviendo tu vida para hacer más y más dinero y gastarlo sólo en acumular posesiones? O, ¿eres rico para con Dios?

¿Qué significa ser rico para con Dios? Se define unos versículos más adelante:

Vendan sus bienes y den a los pobres. Provéanse de bolsas que no se desgasten; acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no hay ladrón que aceche ni polilla que destruya. Pues donde tengan

ustedes su tesoro, allí estará también su corazón. Lucas 12:33-34 NVI

¿Significa esto que Jesús quiere que vendas todo lo que tienes y se lo des todo a los pobres? Para algu-nas personas atrapadas bajo la esclavitud del consumismo, ésta podría ser la manera más simple de escapar de su esclavitud. Pero para la mayoría de nosotros, sin embargo, lo que se requiere es ser más intencional en el compartir. A través de estos pasajes, Jesús quiere que comprendamos la importan-cia de tener un corazón generoso. Según Jesús, la razón por las que se nos ha dado abundancia no es para asegurar nuestro futuro… al menos no en esta vida. La razón de nuestra abundancia, es para que podamos SATISFACER las necesidades de los demás. De esa manera nos convertimos en ricos en un sentido diferente.

El propietario de la tierra perdió la batalla ante la muerte. Perdió todo en esta vida y no tenía nada de que alardear en la próxima vida. No sólo perdió su vida, perdió todo lo que consideraba valioso. En palabras de Jesús, era un necio, un necio que la mayoría de nosotros, de haberle conocido, habríamos envidiado, un necio al que quizá tú tengas la tendencia de imitar. Él estaba desequilibrado financiera-mente y ni siquiera lo sabía, hasta que fue demasiado tarde para hacer algo al respecto.

Aplicación prácticaPlan para compartirEsta semana trabajarás en tu plan para compartir. Evaluarás qué tanto dinero das para ayudar a otros y desarrollarás un plan a largo plazo para invertir ese dinero que Dios te ha dado para ayudar a otros. Puedes encontrar este plan en el apéndice de esta sesión.

Control de gastoscontinúa llevando el control de tus gastos de la semana. Eventualmente los revisarás de nuevo, los pondrás en categorías, y con ello desarrollarás tu presupuesto mensual.

Guía para la reuniónIntroducciónTú ya sabes de dónde viene tu dinero. La pregunta que debes hacerte ahora es: ¿Cuál es la razón que se te ha dado un extra?

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Pregunta inicial¿Crees que tu situación financiera actual te permite ser generoso con la gente necesitada?

VideoMira el video de la Sesión 4 con tu grupo.

Preguntas1. ¿Alguna vez has visitado una comunidad donde la gente apenas tiene lo suficiente para vestir y

comer?

2. ¿Ha habido una época de tu vida cuando apenas tú tenías apenas lo suficiente para vestir y comer? ¿Alguna vez alguien te ha ayudado económicamente en una situación difícil?

3. En tu situación económica actual, ¿tienes dinero extra?, es decir, ¿tienes más de lo necesario para cubrir tus necesidades básicas? ¿Tienes dinero para modestos lujos como ir al cine o salir a comer?

4. ¿Cómo describirías a una persona que sufre de avaricia o egoísmo? ¿Te consideras un avaro o egoísta? 

5. ¿Qué te impide utilizar un porcentaje de tu dinero extra para ayudar a los demás? ¿El miedo de no tener suficiente? ¿La falta de información? ¿La desconfianza en las iglesias u otras organizaciones de beneficencia?

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6. ¿Alguna vez has podido satisfacer necesidades de otra persona? Aunque no es algo de lo que de-bamos presumir, podemos contar una anécdota en nuestro grupo de manera confidencial.

7. ¿Cuál sería el siguiente paso que debes tomar para convertirte en una persona generosa? ¿Cuánta satisfacción interna crees que te traerá convertirte en una persona generosa?

Cita de la semana¡Tengan cuidado!

—advirtió a la gente—. Absténganse de toda avaricia;

la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes.  Lucas 12:15 NVI

Casos de la vida realDespués de escuchar una charla en la iglesia acerca de donar, durante la serie sobre finanzas, Juan Carlos y Melisa decidieron apoyar al departamento de misiones de su iglesia local, ya que éste tenía la intención de enviar equipos de misioneros a corto plazo rumbo a África. A la semana siguiente, habiendo decidido la cantidad que darían, escucharon una charla acerca de los peligros de las deudas. Juan Carlos y Melisa tenían el deseo de honrar a Dios con sus finanzas, pero no estaban seguros de si apoyar al departamento de misiones de su iglesia local, o pagar la deuda de su tarjeta de crédito.

¿Qué criterios deberían seguir para tomar su decisión?

¿Tenían que mantener el porcentaje de donativos que habían acordado o tendrían que hacerle ajustes para disminuir su nivel de deuda?

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No hay duda de que Dios quiere que seamos generosos con nuestras finanzas, generosos con nuestras posesiones materiales, nuestro dinero, nuestro tiempo. En respuesta a un superávit en nuestra vida, debemos ser generosos, pidiendo a Dios que nos muestre cómo podemos expresar en nuestra vida Su generosidad hacia con los demás.

Pero también sabemos que Dios no es fan de las deudas. Estar endeudado es una condición debilitante en la nos convertimos en esclavos de otra persona en lugar de experimentar la libertad con nuestras finanzas. Dios nos aconseja evitar las deudas, y si estamos en deudas, pagar a quien le debemos tan pronto como nos sea posible.

Así que, ¿hay un orden de prioridad? 

¿Damos o pagamos la deuda primero?

Algunos cristianos opinan que es un mal testimonio no pagar sus deudas por lo que su prioridad es pagar sus cuentas. Dejan de lado su generosidad con el fin de salir de deudas. O reducen sus donativos a fin de completar para sus pagos mensuales. Dios lo entiende, ¿o no?

Pero, considera los diversos pasajes de las Escrituras que apuntan a la provisión de Dios cuando Su pueblo decide honrarle primero (Malaquías 3:10, Lucas 6:38). Parece que la generosidad tiene que ser un alimento básico en nuestras vidas, independientemente de nuestra condición financiera. No parece justo pedir a Dios que nos ayude a conseguir equilibrio financiero, y sin embargo, no ser fieles y de corazón generoso.

¿Existe una manera en que puedas honrar a Dios con tus finanzas y a la vez pagar tus deudas?

¿Puedes reducir tus gastos en otras áreas?

¿Puedes tomar medidas para reducir las deudas sin sacrificar tu generosidad?

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Notas

Para la siguiente reunión:• Lee el contenido de la Sesión 5.

• Completa las preguntas de la Sesión 5.

• Memoriza el CITA DE LA SEMANA de la Sesión 5.

• Después de haber leído la Sesión 5, trabaja en el apéndice: Gastos mensuales.

• Continúa el seguimiento de tus gastos.

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Plan de donativos¿A quién debo apoyar financieramente?La Biblia no lo explica en detalle, pero podemos discernir ciertas pautas al respecto.

1. Debemos dar a la iglesia local. La iglesia local es la única institución de Dios en el mundo. Es nuestra oportunidad de proveer para los líderes de la iglesia (1 Timoteo 5:17-18) y de apoyar a sus misioneros (Filipenses 4:15-19).

2. También debemos dar a los pobres. Dios tiene una especial preocupación por los necesitados (Ma-teo 25:34-40), así como por las viudas y los huérfanos (Santiago 1:27).Más allá de estas prioridades, también hay muchas organizaciones y personas dignas de apoyo.

Donaciones actuales Organización Cantidad

Iglesia local _______________________________ _________________________

Otra organización _______________________________ _________________________

Otra organización _______________________________ _________________________

Total _________________________

% del ingreso _________________________

Plan para compartir en el futuroA la luz de tu evaluación actual, ¿qué porcentaje de tu ingreso te gustaría dar?

% del ingreso _________________________

Total _________________________

Donaciones actuales Organización Cantidad

Iglesia local _______________________________ _________________________

Otra organización _______________________________ _________________________

Otra organización _______________________________ _________________________

¿Qué tiene que pasar para que llegues de donde estás hasta donde quieres estar?

Este documento está disponible en una versión electrónica.

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Control de gastosFecha Descripción Cantidad

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SE SIÓN 5

Descontento posit ivo

Por favor lee todo el capítulo antes de la reunión con tu grupo.Más allá de cómo te mires a ti mismo, a pesar de estar inundado de noticias que hablan de crisis, recesión, pérdida de empleos, inflación, etc., la verdad es que, para muchas personas en el mundo, tú eres rico. Muchos envidian tu posición económica. La mayoría de nosotros tenemos un auto, una casa, vestimentas, agua, luz, teléfono, cable, internet, etc. Lo más lógico es que fuésemos personas sa-tisfechas. Sin embargo, aunque muchos no lo admitamos, la mayoría queremos tener más posesiones materiales. Este sentimiento se aviva, en parte, debido a la excesiva exposición de anuncios e imágenes que nos ofrecen lo más «nuevo» que debemos de tener para ser más felices.

En pocas palabras, tenemos un apetito insaciable de más posesiones materiales.

Por desgracia, este apetito nunca está completamente satisfecho. No importa lo mucho que comas en un día, al siguiente día tendrás hambre otra vez. Lo mismo ocurre con muchas de nuestras posesiones materiales: siempre queremos una computadora más nueva, una casa más grande y una televisión con más canales.

No importa cuánto tengas, tu apetito nunca estará satisfecho. De hecho, cuanto más alimentas tu apetito, más grande se vuelve. ¿Qué produce esa hambre incesante por lo material? Algo llamado «descontento».

Descontento: la insatisfacción que tengo con lo que tengo.

El descontento llega cuando nos damos cuenta de que hay algo más grande y mejor. Si nunca hubieses visto una casa más grande o un automóvil más lujoso, entonces no estarías en descontento con lo que tienes actualmente. Pero cuando te das cuenta de que hay algo similar a lo que tienes pero mucho mejor, entonces llega el descontento y desarrollas un apetito por más. Y con el fin de conseguir esas posesiones materiales, a menudo sacrificas tu libertad financiera. Pierdes el balance.

La pregunta es: ¿cómo calmar las crecientes olas del descontento? Las palabras de Pablo a Timoteo, un joven líder de la iglesia, contienen una respuesta… y una advertencia.

Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento, porque nada hemos traído a este mundo y, sin duda, nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos ya

satisfechos; pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas que hunden a los hombres en destrucción y perdición, porque raíz de todos

los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe y fueron atormentados con muchos dolores.

Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.

1 Timoteo 6:6-11 (RVR 1995)

En otras palabras, Pablo nos da una estrategia para luchar contra el descontento. Básicamente, Pablo dice que la «ganancia» no es adquirir más posesiones materiales en esta vida, porque cuando mori-

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mos, no podemos llevar nada con nosotros. En cambio, la «ganancia» es incorporar nuestra devoción a Dios con una satisfacción interna de lo que tenemos.

Pablo continúa con una advertencia a los ricos en el versículo 9: «que hunden a los hombres en des-trucción y perdición». Tomemos por ejemplo, un rico ejecutivo corporativo que termina quebran-tando la ley en su búsqueda de más.  Cuanto más tenemos, más queremos. ¿Puedes recordar algunas malas decisiones en tu vida que hayas tomado con el fin de alimentar tu insatisfacción?

¿Quizás arruinaste una relación familiar?

¿Cometiste una falta moral?

¿Dónde se halla la salida a esta pendiente destructiva? La respuesta nos la ha dado Dios por escrito.

Pablo sugiere que busquemos cosas buenas, que sean dignas de nuestra energía y concentración. Él nos enseña una manera en que podemos aprovechar nuestra insatisfacción para nuestro beneficio:

A los ricos de este mundo manda que no sean altivos ni pongan la esperanza en las riquezas,  las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia

para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos y generosos. Timoteo 6:17-18 (RVR 1995)

En otras palabras, ¡pon tu descontento en otra cosa! En lugar de estar en un entorno en el que estás constantemente consciente de lo que no tienes, ubícate en un entorno en el que te hagas consciente de lo mucho que realmente tienes. En pocas palabras, deja de buscar la forma de «hacerte rico» y empie-za a buscar la forma de «ser rico».

Una manera práctica de reorientar tu descontento es tomar conciencia de lo que otros necesitan. Como resultado, dejarás de estar obsesionado con lo que no tienes. Cuando se trata de tus finanzas, no te ob-sesiones con todo el dinero que puedes acumular para ti mismo, más bien, céntrate en cómo puedes aprovechar tu riqueza para el bien de los demás. Ese es el poder de la conciencia. Cuando te haces cons-ciente de las necesidades de otros, nace en ti un descontento nuevo: Un descontento por la injusticia. Tu atención se dirige a los demás, no sólo a lo que quieres. Irónicamente, esto te conduce a un tesoro:

De este modo atesorarán para sí buen fundamento para el futuro, y alcanzarán la vida eterna. 1 Timoteo 6:19 (RVR 1995)

Aplicación prácticaGastos mensualesEsta semana registrarás las transacciones de las primeras cuatro semanas de este estudio en el apén-dice Gastos mensuales.  Te ayudará a conciliar tu gasto real con las categorías de tu presupuesto y compararlas. 

Control de gastoscontinúa llevando el control de tus gastos de la semana. Eventualmente los revisarás de nuevo, los pondrás en categorías, y con ello desarrollarás tu presupuesto mensual.

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Guía para la reuniónintroducciónEl descontento está infectando a nuestra generación. Estamos diariamente bombardeados con cam-pañas de publicidad que alimentan y explotan nuestra insatisfacción. Caminamos con la punzante sensación de que tenemos que comprar más y más. La verdad es que el hecho de que tengas más di-nero no saciará esta hambre, sino que únicamente la aumentará. Entonces, ¿qué vas a hacer? En esta sesión hablaremos de cómo podemos aprovechar nuestro descontento para un efecto positivo.

Pregunta inicial¿En qué etapa de tu vida te has sentido más satisfecho con lo que tienes? ¿Cuándo te sentiste menos presionado por acumular riquezas o adquirir más posesiones materiales?

VideoMira el video de la Sesión 5 con tu grupo.

Preguntas1. ¿Conoces a alguien que tiene las posesiones que tú deseas, pero que vive con un descontento en lo

material?

2. ¿El aumento en tus ingresos ha satisfecho tu apetito material? ¿Cuál cantidad crees que te hará sen-tirte satisfecho con lo que tienes?

3. ¿Cuál es el peligro que conlleva el buscar enriquecerte? No buscar suplir tus necesidades materiales, sino buscar enriquecerte. ¿De qué forma te ha afectado esta búsqueda? ¿De qué manera ha afectado esta búsqueda a la gente cercana a ti?

4. ¿Cuáles son los beneficios de ser rico en buenas obras y generoso con los demás?

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5. Una forma de ganar la batalla contra el descontento es hacerte más consciente de las necesidades de otros. ¿De qué manera puedes hacerte más consciente de las necesidades de otros esta semana?

Cita de la semana A los ricos de este mundo manda

que no sean altivos ni pongan la esperanza en las riquezas,  las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo,

que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. 1 Timoteo 6:17 (RVR 1995)

Casos de la vida realA mitad de su estudio de BALANCE, varios miembros del grupo de Julia querían patrocinar a un niña huérfana de India. Uno de los miembros del grupo, sin embargo, dijo que no podía contribuir a causa de su situación financiera actual. Esto generó un nivel de tensión con algunos de los miembros del grupo, ya que esta persona siempre vestía ropa de la última moda en cada reunión. Se preguntaban si era un problema financiero o un problema de actitud.

¿Qué representa honrar a Dios con tu estilo de vida financiero?

¿Los cristianos están llamados a vivir dentro de sus posibilidades o a vivir con más sencillez?

¿Vivir con más sencillez equivale a tener menos posesiones materiales? O, ¿posesiones materiales más baratas?

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Por un lado, Cristo mandó a sus seguidores: «No acumulen para sí tesoros en la tierra» (Mateo 6:19). Cristo desafió a sus seguidores diciendo: «... cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo.»  (Lucas 14:33). En un ejemplo famoso, incluso llegó tan lejos que le dijo a un joven rico: «Anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo» (Marcos 10:21).

Por otra parte, Dios no hizo un mandato universal a tomar un voto de pobreza. En la Biblia encon-tramos que tanto terratenientes ricos, como los de posición económica baja, eran sus seguidores. De hecho, probablemente todos estamos de acuerdo en que no es la cantidad de dinero que tenemos, sino lo que hacemos con ese dinero es lo que a Dios le interesa más. Inevitablemente, esto plantea una pregunta complicada: ¿Cuánto es demasiado?

Por ejemplo, si tienes la capacidad financiera para comprarte un auto de $100,000, ¿debes sentirte sa-tisfecho con un auto de $20,000? ¿De $40,000? ¿De $60,000? ¿Cuánto es demasiado? ¿Cómo concilias la tensión entre disfrutar de algunos lujos, contra las trampas del materialismo?

Este tipo de discusión está destinada a tocar varias fibras sensibles. La respuesta a la pregunta «¿Cuán-to es demasiado?» es subjetiva. ¿Es posible que Dios llame a algunas personas a vender todas sus po-sesiones materiales y aventurarse en lo desconocido? Seguro que sí, pero la mayoría de las veces no lo hace. Es cuestión de pedirle a Dios que nos guíe y nos dé sabiduría en nuestras decisiones financieras del día a día. Dos preguntas pueden ayudarte en tu camino:

1. ¿Tus hábitos de gastos actuales aumentan o disminuyen tu capacidad de vivir de forma generosa?

2. Con el fin de equilibrar los modelos de extravagancia que se encuentran en nuestra cultura, ¿cómo podemos rodearnos de una cultura que vive más modesta y generosamente?

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Notas

Para la siguiente reunión:• Lee la Sesión 6.

• Responde las preguntas de la Sesión 6.

• Memoriza el CITA DE LA SEMANA de la Sesión 6.

• Después de leer la Sesión 6, trabaja en el apéndice Presupuesto mensual.

• Continúa el seguimiento de tus gastos.

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Mi presupuesto actualEste presupuesto debe ser un reflejo del ejercicio de haber escrito todos los gastos que usted hizo durante las últimas seis semanas. Éste es el presupuesto de lo que estás gastando en la actualidad.

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Fuente de ingresos #1 ________________

Fuente de ingresos #2 ________________

Otros ________________

Total ________________

Donaciones deseado % real %

Iglesia __________________

Misiones __________________

Otros __________________

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Ahorros deseado % real %

Emergencias __________________

Fondo privado para el retiro __________________

Fondo universitario __________________

Inversiones __________________

Total ________________

Impuestos deseado% real %

Federal __________________

Estatal __________________

Seguro médico del gobierno __________________

Otro __________________

Otro __________________

Otro __________________

Otro __________________

Total ________________

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SE SIÓN 6

D ona, ahorra y vive del resto

Por favor lee todo el capítulo antes de la reunión con tu grupo.«¡Ayúdame Dios mío!»

¿Cuántas veces has pronunciado esas palabras? Nuestras oraciones adquieren una dimensión comple-tamente nueva cuando experimentamos dificultades o problemas. No hay nada de malo en eso, Dios nos invita a entrar en su presencia y pedirle ayuda. Pero si sólo le buscamos cuando estamos en pro-blemas, dejamos a Dios en el plano de la última opción, a quien acudes cuando todo lo demás falla. Es el último recurso, la última prioridad, quien recibe sólo las sobras de tu atención.

En esta sesión final corregiremos esa actitud. Al desarrollar un plan simple para nuestras finanzas personales, en realidad te estás formando una forma alternativa de pensar, no sólo acerca de tu dinero, sino de Dios, y el lugar que Él ocupa en tu vida.

Hay cinco opciones básicas para el uso del dinero:

1. Gastos

2. Pago de deudas

3. Pago de impuestos

4. Ahorros

5. Donativos

Éste tiende a ser nuestro orden de prioridades. Las cuatro primeras se refieren al «yo». Pagar impues-tos no es algo que puedas evitar. La última prioridad es Dios y otras personas. Sencillamente, Dios recibe las sobras. ¿Qué dice Dios al respecto de esto?

Lee Malaquías 3:7-10.

Pongamos este pasaje en su contexto adecuado. Desde los primeros días de Israel, el pueblo había hecho un pacto con Dios para darle sus diezmos y ofrendas. Ellos traían sus primicias: las mejores cosechas y el mejor ganado, y se lo ofrecían a Dios como un reflejo de sus prioridades. Sin embargo, con el paso de los años, Israel comenzó a ofrecerle a Dios sus sobras, lo peor de sus cosechas, y sus animales dañados.

En respuesta a esto, Dios les dijo:

Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes… vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde. Malaquías 3:7b, 10b NVI

El principio detrás de esta promesa a los israelitas tiene tanta aplicación hoy como esa época.  No es sólo un problema financiero, es un asunto del corazón; una cuestión de prioridades. Abre la puerta de

tu corazón e invita a Dios a tu vida. ¡Te sorprenderá lo que Dios hará con ella!

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Jesús lo deja muy claro:

Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Mateo 6:33 NVI

Dios no te promete una mayor riqueza o riqueza infinita. Pero sí te promete que si confías en Él, Él cuidará de ti. Y cuando estés en medio de turbulencias financieras, esta fe puede ser una invaluable e inagotable fuente de consuelo y paz.

Reordena tus prioridadesEl desafío que se te presenta en esta última sesión, es que desarrolles una solución sabia, un plan de vida para tus finanzas que te transporte a un estado de paz, alegría, y propósito. De este modo, tendrás BALANCE en tu vida.

Bien, el siguiente es un plan sabio:

Dona, ahorra y vive del resto

Esto incluye todos los principios de los que hemos estado hablando a lo largo de este estudio. ¿Cómo funciona? Es muy sencillo. Cuando se te pague, toma un primer monto para donar, el segundo es para tus ahorros, y el resto es para tus gastos y tus gustos.

Cuando lo primero que haces al recibir tu paga es apartar una cantidad para hacer un donativo a tu iglesia u otra organización de beneficencia, mediante esta acción le estás diciendo a Dios «Tú eres el primero en mi vida». Cuando tomas la decisión de que donar un porcentaje de tus ingresos sea tu principal prioridad, en esencia, estás invitando a Dios a ser parte de tus finanzas. Es más, esto te sirve como un recordatorio de que eres sólo un administrador de los recursos que Dios te ha confiado. Esta decisión de practicar la generosidad para con Dios y otras personas, romperá el poder de la codicia y pondrá freno a tu descontento.

Cuando lo segundo que haces al recibir tu paga es apartar una cantidad para ahorrar, estás haciendo un sacrificio ahora para así tener una provisión para el futuro. Y es que muchas circunstancias pueden presentarse. Tu automóvil se descompone, la tubería del baño se rompe, pierdes tu empleo. Es buena idea prepararse para la incertidumbre del mañana. Cuando tengas la necesidad de comprar un nuevo vehículo, o necesites para alguna emergencia médica, o llegue el momento de tu jubilación, estarás preparado para eso y más. 

Después de apartar tu dinero para estas dos áreas, quedas libre para vivir sabiamente con el resto. Completar la aplicación práctica de esta sesión te ayudará a desarrollar este principio de «dona, aho-rra, y vive del resto». Si lo deseas, puedes modificar el apéndice de presupuesto mensual que crearás para que así obtengas el máximo provecho del dinero que Dios te ha confiado. Con el tiempo, tendrás un margen mayor para que la cantidad de dinero que utilizas en estas dos áreas sea más grande, a me-dida que eliminas ciertos gastos innecesarios y empleas tu dinero en aquello que trasciende.

Una nota final de este principio: ¡Es fácil de transmitirlo a tus hijos, incluso desde pequeños!  Puedes comenzar a enseñar principios financieros sabios a tus hijos. Una forma de hacerlo es que tomes tres frascos y pongas a cada uno una etiqueta distinta: Donar en el primer frasco, Ahorrar en el segundo, y Gastar en el tercero. Cada vez que reciban dinero, pídeles que pongan un 10% en el frasco de Donar, un 10% en el frasco de Ahorrar, y el 80% restante en el frasco de Gastar. Si les enseñas desde pequeños a poner sus finanzas en orden, les guiarás hacia una vida de estabilidad financiera.

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Aplicación prácticaPlan de gastosHas cumplido un objetivo: has estado monitoreando dónde gastas tu dinero. Ahora tienes delante de ti un segundo objetivo: Tienes que decidir cómo lo vas a usar. Ese es el objetivo de un plan de gastos (un presupuesto). Un plan de gastos te permite decidir de antemano adónde se destinará tu dinero, en vez de preguntarte a dónde se fue. De esta forma no vas a quedarte sin dinero antes de que se acabe el mes.

Si bien en estas últimas semanas has dado un buen seguimiento a tus gastos, éste probablemente no refleja algunos gastos que se dan periódicamente. Por ejemplo, si tienes un auto de modelo reciente y lo llevas a servicio dos veces al año, divide el total anual por doce y anota esa cantidad en tu presu-puesto.  Incluye todos los gastos que esperas para el próximo año.

Cada centavo de tu salario debe colocarse en una de las categorías del plan de gastos. Si al final tu saldo es negativo (más gastos que ingresos), tienes que hacer algunos recortes. Hemos organizado las categorías del plan de gastos partiendo de tus necesidades más esenciales y poniendo al final las categorías no esenciales. Cuando busques áreas para hacer recortes, empieza con las no esenciales.

Si el monto es positivo (que aún no hayas asignado todos tus ingresos), utiliza ese margen para pagar deudas, o si no tienes deudas, en hacer donativos o en ahorros.

Guía para la reuniónintroducciónÉsta es la sesión final de nuestro estudio. Ya has comprendido que no puedes ser financieramente irresponsable y seguir las enseñanzas de Jesús al mismo tiempo. Cómo manejas tu dinero es un asunto espiritual. Se trata de entregar a Dios esta área importantísima de tu vida: cómo organizas tu dinero y tus posesiones. Después de todo, no hay nada más revelador acerca de lo que valoras que el destino final de tu dinero.

Pregunta inicial¿De qué manera te ayudará el presupuesto mensual a alinear la forma en que gastas tu dinero con tus prioridades personales?

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VideoMira el video de la Sesión 6 con tu grupo.

Preguntas1. ¿Cuál es el beneficio de vivir sólo de un porcentaje de tus ingresos y no de tu ingreso total?

2. ¿Qué gastos o qué te impide separar una porción de tus ingresos para donar y ahorrar?

3. ¿Crees que es importante tener un porcentaje específico para cada una de estas tres áreas o cual-quier cantidad da lo mismo? ¿Has escuchado buenas sugerencias al respecto por parte de expertos financieros? ¿La Biblia ofrece alguna sugerencia?

4. ¿Cuánto porcentaje debes dar a cada área?

5. Antes de empezar este estudio, ¿con cuánta intencionalidad asignabas un determinado porcentaje de tus ingresos a estas tres áreas?

6. Si más o menos ya tienes una cierta idea, ¿cuál es tu plan para mantenerte libre de deudas en el futuro?

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7.  Gracias al contenido de este estudio, en el futuro, ¿cómo utilizarás el dinero y las posesiones que Dios te ha dado?

Cita de la semanamás bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.

Mateo 6:33 NVI

Casos de la vida realJaime siempre siempre ha vivido bajo la filosofía de «dona, ahorra y vive del resto». Siempre da una cierta cantidad de su salario para su iglesia local. También ahorra un cierto porcentaje y luego vive del resto. Sin embargo, gradualmente su salario comenzó a aumentar, y continuó dando la misma cantidad, viviendo de la misma cantidad, pero aumentó la cantidad que ahorraba. De esa manera, aumentando sus ahorros, sentía que podría lograr su independencia financiera. A pesar de que no tenía planes inmediatos para el futuro, continuó ahorrando tanto como podía.

¿Hay alguna diferencia entre el ahorro para el futuro y la acumulación de reservas para enriquecerte?

La Biblia no deja lugar a dudas en cuanto a que es meritorio ahorrar. Los proverbios están llenos de ilustraciones acerca de la conveniencia de ahorrar para el futuro, guardar dinero para estar prepara-dos para los eventos que puedan venir. Pero, ¿es posible ahorrar de forma tal que adquieras un grado de independencia financiera en la que ya no necesites a Dios porque has creado tu propia red de se-guridad financiera?

Dios nos exhorta a ahorrar. Pero, de la misma manera, nos alerta en contra del acaparamiento. Duran-te la marcha de Israel por el desierto, Dios les advirtió acerca del acumular diariamente los alimentos que les ofrecía, diciéndoles que sólo tomasen lo que necesitaran para el día (Éxodo 16). En el Nuevo Testamento, Jesús contó una parábola de un hombre rico que ahorró para su futuro, sin tener en cuen-ta usar ese dinero como una forma de ser rico para con Dios (Lucas 12).

Así que, en un extremo, hay quienes optan por no ahorrar. Y en el otro extremo del espectro, están los que atesoran todos sus ahorros para un futuro turbio que nunca llegará.

Es difícil manejar esta tensión porque no queremos depender irresponsablemente de Dios, pero tam-poco queremos perder nuestra dependencia en Él. Así como Dios nos bendice, queremos ser un canal de esa bendición, hoy y en el futuro, en vez de apilar montones de dinero en cuenta de banco.

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Así que, ¿qué necesitas hacer para ahorrar, y sin embargo, mantener las manos abiertas y confiar en Dios en cuanto tu futuro?

¿Cómo puedes equilibrar el ahorro para el futuro con el mantenimiento de tu dependencia en Dios?

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Mi Nuevo PresupuestoÉsta es el mismo formulario del apéndice 5, pero ahora tú puedes ajustar las cantidades para atenerte a un nuevo presupuesto que te ayude a vivir en balance.

Ingresos deseado % real %

Fuente de ingresos #1 ________________

Fuente de ingresos #2 ________________

Otros ________________

Total ________________

Donaciones deseado % real %

Iglesia __________________

Misiones __________________

Otros __________________

Total ________________

Ahorros deseado% real %

Emergencias __________________

Fondo privado para el retiro __________________

Fondo universitario __________________

Inversiones __________________

Total ________________

Impuestos deseado % real %

Federal __________________

Estatal __________________

Seguro médico del gobierno __________________

Otro __________________

Otro __________________

Otro __________________

Otro __________________

Total ________________

Este documento está disponible en una versión electrónica.

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Deudas deseado % real %

Tarjeta de crédito #1 __________________

Tarjeta de crédito #2 __________________

Tarjeta de crédito #3 __________________

Tarjeta de crédito #4 __________________

Tarjeta de crédito #5 __________________

Préstamo personal #1 __________________

Préstamo personal #2 __________________

Préstamo personal #3 __________________

Préstamo personal #4 __________________

Préstamo personal #5 __________________

Préstamo universitario __________________

Otro __________________

Otro __________________

Otro __________________

Total ________________

Vivienda deseado % real %

Hipoteca / renta o alquiler __________________

Seguro del hogar __________________

Impuestos sobre la propiedad __________________

Otros gastos de vivienda __________________

Teléfono __________________

Pago de luz y gas __________________

Pago de agua __________________

Pago de cable __________________

Pago de Internet __________________

Fondo para mantenimiento __________________

Otro __________________

Otro __________________

Total __________________

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Transporte deseado % real %

Gastos de transporte público __________________

Pago de automóvil #1 __________________

Pago de automóvil #2 __________________

Seguro automotriz __________________

Placas/Tenencia/Licencia __________________

Gasolina __________________

Peajes y estacionamiento __________________

Fondo para reparaciones y mantenimiento __________________

Otro __________________

Total __________________

Seguros deseado % real %

Seguro médico __________________

Seguro de vida __________________

Seguro de discapacidad laboral __________________

Seguro de cuidado a largo plazo __________________

Otro __________________

Total __________________

Alimentos y víveres deseado % real %

Comida __________________

Artículos de limpieza __________________

Artículos de higiene personal __________________

Otros artículos para el hogar __________________

Otro __________________

Otro __________________

Total __________________

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Salud deseado% real %

Gastos médicos __________________

Gimnasio __________________

Clases (karate, fútbol, etcétera) __________________

Otro __________________

Otro __________________

Total __________________

Personales deseado % real %

Mesadas para los niños __________________

Guardería o niñera __________________

Escuela __________________

Belleza y Peluquería __________________

Teléfono celular __________________

Ropa __________________

Decoración del hogar __________________

Fondo para electrónicos (computadoras, video juegos) ____________

Regalos __________________

Limpieza __________________

Sistema de seguridad __________________

Control de plagas __________________

Jardinería __________________

Mascotas __________________

Otro __________________

Otro __________________

Otro __________________

Otro __________________

Otro __________________

Total __________________

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Entretenimiento deseado % real %

Vacaciones __________________

Restaurantes __________________

Cine, teatro u otros eventos __________________

Música __________________

Otro __________________

Otro __________________

Otro __________________

Otro __________________

Total __________________

Gastos totales

Margen (Ingresos–Gastos)

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Control de gastosFecha Descripción Cantidad

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E PÍ L O G O

¿R ecuerdas l as tres leyes del equilibrio?

Comenzamos con ellas, y cerraremos con ellas.1. Mantener un punto de referencia.

2. Hacer correcciones constantes.

3. Tener un objetivo claro.

De todo lo que has aprendido en las últimos seis sesiones, si sigues estas tres leyes al pie de la letra, estarás dando pasos firmes en tu camino hacia el equilibrio financiero.

Como sucede en el caso de la mayoría de los estudios, completar el capítulo final no es sinónimo de que ya has llegado a la meta final. Esperamos que hayas hecho progresos serios para conseguir tu equilibrio financiero. El subtítulo de este estudio «Obtener y mantener la estabilidad financiera» deja en claro que una vez que alcanzas el equilibrio financiero, te adentras en un proceso permanente para mantener ese balance, la disciplina coherente de la incorporación de tu fe con tus finanzas. Más allá de sólo tener números negros, nuestro objetivo ha sido siempre el que mantengas una perspectiva equilibrada sobre las finanzas, mezclada con una buena dosis de ejercicios prácticos que te ayudarán a seguir navegando por buenas aguas.

Debe quedarte claro que Dios no quiere quedarse con tu dinero. Más bien, a Él le interesa más «que-darse» con tu corazón; quiere que salgas de tu esclavitud financiera y disfrutes de la libertad… la libertad de las trampas de la codicia. Porque Dios sabe que no importa cuántos billetes tengas en tu cartera, o tu monedero, o tu cuenta de ahorros, nunca conocerás la verdadera libertad hasta que ten-gas un equilibrio financiero.

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Guía para coordinadores de grupo

Así que, tú eres el coordinador de grupo…¿Es intimidante? ¿Emocionante? Sin duda tienes en mente ciertas expectativas: qué dirás, cómo reac-cionará tu grupo, etc. Antes de aventurarte en el terreno de la planificación, hay algunos detalles que debes conocer acerca de dirigir grupos según nuestro modelo. Hemos recopilado algunas técnicas para ayudarte.

Conceptos básicos sobre tu labor como coordinador de grupo1. No eres el maestro, eres el moderador - Tal vez alguna vez has estado en una clase de escuela

dominical o un estudio bíblico en el que el líder puede responder a cualquier pregunta y siempre tiene algo interesante que decir. Es fácil que te encajones en ese rol. Relájate. No lo hagas. Dirigir un grupo como éste es algo bastante diferente. En lugar de ser el alma de la fiesta, sé el que organiza la fiesta. Tu tarea principal es crear un ambiente cómodo y mantener la reunión en buen camino. Tu fiesta es más exitosa cuando tus invitados llevan la mayor parte de la conversación.

2. Fomenta la conversación respetuosa y profunda - También es fácil pensar que la reunión vive o muere por tus ideas. En realidad, la suma de las ideas de todos es éxito de todo grupo. Lo más valio-so que puedes hacer es que la gente comparta sus pensamientos. De esta manera se creará conexión entre los miembros del grupo. Aquí hay una regla: El impacto del material de estudio nunca podrá ser mayor que el impacto causado por las relaciones entre los miembros del grupo. Mientras más significativas son las relaciones, más significativo será el estudio. Si no hay un nexo sólido, incluso el mejor material es ineficaz.

3. Apóyate en la guía de estudio sin caer en la rutina - Un buen anfitrión o anfitriona siempre ofrece aperitivos y bebidas. Tú ofreces un material poderoso que cambia vidas. A veces simplemente leerás las preguntas e invitarás a que les respondan. En otras ocasiones, les animarás a compartir sus ideas. Recuerda, la fiesta la planea el organizador pero su éxito depende de la interacción de los invita-dos. Sigue el flujo de la reunión, y comparte tus ideas cuando sea necesario.

4. La guía de estudio no es la Biblia – Quizá parezca que nos contradecimos después de ver el tercer punto, pero no es así. Hemos diseñado cuidadosamente este estudio para tu grupo. Pero eso no sig-nifica que debes seguir cada parte al pie de la letra. Saber cómo y cuándo debes apartarte del material es todo un arte. Nadie conoce más acerca de tu grupo que tú. Los relatos, preguntas y ejercicios están diseñados para ofrecer un marco para el descubrimiento. Sin embargo, cada grupo tiene motivaciones distintas. A veces la mejor manera de empezar la conversación es simplemente preguntar: «¿Alguien tiene una perspectiva personal o revelación que le gustaría compartir acerca del material de esta se-mana?» A continuación, simplemente, escucha.

5. No te desvíes - La conversación es el termómetro de la reunión. Mientras más, mejor. Sin embargo, es necesario que mantengas tus objetivos en mente. Si tu meta es tener una experiencia significativa con este material, entonces debes cerciorarte de que la conversación esté contribuyendo a ese fin. Es fácil irse por la tangente. Prepárate para que, en caso de que sea necesario, reorientes cortésmente al grupo. Quizá tengas que decir algo así: «Disculpen, todos obviamente estamos interesados en este tema, sin embargo, sólo quiero asegurarme de que cubramos todo el material de la semana».

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6. Por encima de todo, ora - Los mejores comunicadores son los que tienen una continúa comunión con Dios y están atentos a lo que Él quiere decir. Es importante que tengas eso en cuenta. No son los libros los que enseñan la Palabra de Dios, tampoco los sermones, ni las conversaciones en grupo. Es Dios mismo quien habla a los corazones de los hombres y las mujeres. La oración es nuestro canal de comunicación directa con Él. Pon tu preparación y esfuerzo en Sus manos. No sólo se trata de que Dios esté presente en la reunión... se trata de que Él la dirija.

Esperamos que estas sugerencias te sean útiles. Y esperamos que disfrutes coordinar este estudio. En-contrarás más indicaciones y sugerencias para cada sesión en las notas de la Guía del Coordinador de Grupo que le acompañan.

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Notas de la sesión 1 – ¿A dónde se nos va el dinero?En pocas palabrasUn estudio en materia financiera abarca mucho más que simplemente el desarrollo de una estrate-gia para reducir las deudas o tener un registro de nuestras compras. La manera en que manejamos nuestras finanzas dice mucho acerca de nuestra relación con Dios. No podemos divorciar nuestra fe de nuestra identidad como padres o hijos o estudiantes. Del mismo modo, no podemos segmentar nuestra vida para incluir a Dios en la mayoría de las decisiones que tomamos, pero dejarlo fuera del área de nuestras finanzas.

En esta primera sesión aprendimos que nuestro tesoro sigue a nuestro corazón. Para algunos miem-bros de tu grupo, llevar un registro de gastos es una necesidad imperiosa. Para otros, en un plano más espiritual, puede representar la súbita comprensión de que la fe y las finanzas están muy entrelazadas.

Aplicación prácticaEste ejercicio tiene por objeto establecer una base para nuestra estabilidad financiera. Como es el caso con la mayoría de las cosas de la vida, uno no sabe cómo llegar a un destino concreto hasta que comprende de dónde ha venido. Puesto que esto es algo que los miembros del grupo harán durante todo el estudio, es importante que te asegures de que todos los miembros del grupo estén registrando sus gastos semanales. Puedes pedirles que utilicen el apéndice anexo a esta guía de estudio o cualquier herramienta de registro de gastos que ya estén utilizando. Es comprensible que algunos miembros del grupo sean extremadamente reservados en cuanto a sus finanzas. Los miembros del grupo no tienen que compartir las cifras exactas de sus gastos. Pero sí es muy importante que registren sus gastos, y que tú como coordinador, los alientes a hacerlo, de forma tal que éste sea un ejercicio semanal.

Pregunta inicialDependiendo de la dinámica del , esta pregunta por si sola puede generar una conversación amplia. Si lo deseas, puedes hacer preguntas de seguimiento acerca de los elementos exitosos y no exitosos de los estudios en materia de finanzas que los miembros del grupo hayan tomado anteriormente.

VideoJunto con tu grupo mira el video de la sesión.

Notas de las preguntas1. ¿Consideras correcta la noción de que es imposible ser un comprometido seguidor de Cristo y a la

vez manejar tus finanzas irresponsablemente? ¿Por qué sí o por qué no?

Esta pregunta revela la verdad de que nuestra comprensión de las finanzas es un gran reflejo de nues-tra fe. Esperamos que los miembros de tu grupo lleguen a esta conclusión de forma intuitiva. De lo contrario, puedes preguntarles qué otras áreas de nuestra vida separamos de nuestra fe.

2. ¿Cuáles hábitos de tu manejo del dinero consideras que te han causado un desbalance financiero?

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Ya que las finanzas es un tema muy privado, asegúrate de que el ambiente en las reuniones sea cómodo y propicio para que la gente pueda expresarse con más libertad y sin temor. En la medida en que los miembros de este estudio se sientan cómodos compartiendo acerca de sus finanzas, más benéfico será para el grupo, tanto para que puedan alcanzar una salud financiera, como para que exista una unión en el grupo y que haya química entre todos.

3. Lee Mateo 6:21. De tus posesiones materiales, ¿Cuáles consideras un tesoro para ti? ¿Tu automó-vil, tu televisión?

4. Lee Lucas 16:13. ¿De qué manera compiten nuestras posesiones materiales con nuestra devoción a Dios?

Siempre es más fácil dar respuestas fáciles a desafiar la manera de pensar o de vivir de una perso-na. Por supuesto, la mayoría de la gente cree que el dinero no debe ser su maestro y que dar dinero a obras de beneficiencia es una decisión financiera positiva. Con estas dos preguntas, es posible poder llegar a un nivel más importante en la conversación.

5. Hablando de finanzas, ¿Crees que Dios quiere tu dinero? ¿Qué piensas que Dios espera de ti en esta área?

En cierta medida debido a los tele-evangelistas y a la opulencia de grandes sectores del clero, mucha gente supone que la iglesia está detrás del dinero de la gente. Y si esa es la percepción de la mayoría de los miembros de tu grupo, entonces quizá estas próximas seis semanas serán complicadas para ti. Esta pregunta tiene la intención de que los miembros de tu grupo vean que esto va más allá del diezmo a la iglesia o las donativos caritativas. El objetivo es que vean todo el panorama. Puedes preguntarles por qué creen que la libertad financiera de una persona es tan importante para Dios.

6. ¿Qué tan difícil resulta para ti confiar en Dios en materia de tus finanzas?¿Qué harías diferente si tuvieses la confianza de que Dios quiere lo mejor para ti en esa área?

Siendo honestos, confiar en un Dios invisible con nuestras muy tangibles finanzas es algo difícil de hacer. Esta pregunta tiene por objeto ayudar a que los miembros del grupo descubran aspectos posi-tivos del confiar en Dios con sus finanzas. Como pregunta de seguimiento, quizá quieras preguntarles si hay alguna área de sus finanzas en la que sienten que Dios les está pidiendo confiar en Él.

7. ¿Qué quieres que sucediera en tus finanzas como resultado de este estudio?

Como ocurre con muchos capítulos introductorios, esta pregunta le da a tu grupo la oportunidad de conversar acerca de lo que esperan obtener con este estudio. Las respuestas de esta pregunta pueden ayudarte a configurar los tiempos de conversación de las próximas semanas.

8. ¿Cómo te hace sentir la idea de que tu esposa o esposo podrá ver exactamente en qué gastas cada centavo con exactitud? ¿Estás dispuesto a realizar la aplicación de la semana?

Si eres soltero ¿cómo te hace sentir la idea de que tus padres o alguien más supieran con detalle la manera en la que gastas tu dinero cada mes?

Muchas veces el hombre nunca revela a la mujer exactamente cuánto gana. Muchos matrimonios mantienen ciertos gastos «ocultos» de su conyugue. Como líder, deberá ofrecer asesoría personal a ciertos matrimonios para que hagan la transición a una relación sin secretos. Jóvenes solteros también deberían aprender a vivir con los libros abiertos. Puede ser un amigo, su contador, un asesor financie-ro o sus papás. Necesitan acostumbrarse a vivir una vida financiera transparente, donde no hay nada vergonzoso qué ocultar.

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Casos de la vida realSi bien todos los principios que se enseñan en este estudio son extraídos de la Biblia, las aplicaciones contemporáneas de estos principios pueden variar en demasía dependiendo de contextos en parti-cular. Como resultado, estos segmentos están diseñados con ejemplos de la vida real que ayudarán a crear una mayor introspección.

¿Hay respuestas correctas o incorrectas? Como coordinador del grupo, es posible que sientas la ne-cesidad de parar el diálogo con una respuesta definitiva, una resolución. Ten en cuenta que, como la mayoría de las cosas en la vida, las decisiones financieras en la vida real rara vez tienen una respuesta en blanco o negro. Tu papel es facilitar la conversación del grupo y alentarles a sacar el mayor prove-cho de este estudio en todos los sentidos.

Acerca de tu corazón

Esta sección explora la idea de que uno puede estar sirviendo al dinero aunque al parecer se esté financieramente equilibrado. ¿Es posible contar con sólidos principios financieros, un estilo de vida generoso. . . y aun así servir al dinero?

Notas de la sesión 2 – ¿de quién es tu dinero?En pocas palabrasNuestro punto de vista sobre nuestras finanzas cambiará drásticamente cuando empecemos a ver a Dios como el dador de todas las cosas. Comenzaremos a entender que Dios es dueño de todo, y que a nosotros se nos ha confiado ser administradores de Sus dones, dinero y bienes. El pasaje de 1 Crónicas 29 ilustra claramente la idea de que somos administradores.  El objetivo de esta sesión es ayudar a que los miembros de tu grupo vean sus finanzas desde una perspectiva superior, una que les lleve a la pregunta: «¿Cómo puedo honrar a Dios con todo lo que tengo?»

Aplicación prácticaEsta aplicación de dos partes incluye el ejercicio semanal de seguimiento financiero. Pero esta semana, los miembros de tu grupo también deben llenar el Panorama Financiero incluido en esta guía de es-tudio (o una herramienta similar), así como en el DVD que se encuentra al final de esta lección. En el estudio de esta semana se hablará de una perspectiva diferente sobre la propiedad. Del mismo modo, la herramienta del Panorama Financiero ayudará a que los miembros de tu grupo vean sus finanzas desde una perspectiva más profunda.

Pregunta inicialTambién puedes preguntar a los miembros de tu grupo si hicieron algún cambio mayor o menor en sus hábitos de gasto la semana pasada, como resultado del seguimiento de sus gastos diarios. Asegú-rate de que los ejercicios de aplicación práctica se completen cada semana.

VideoMira el video de esta sesión con tu grupo.

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Notas de las preguntas1. Hasta este punto de tu vida, ¿cuál ha sido tu meta respecto al dinero? ¿Qué es lo que más ha in-

fluido tus decisiones financieras?

Como siempre, estas primeras preguntas tienen como objetivo motivar la conversación profunda en el grupo. Si los miembros de tu grupo siempre han tenido en su corazón la idea de «honrar a Dios» con su dinero, entonces prepárate para hacer una pregunta de seguimiento que levante un poco de tensión en este tiempo de conversación.

2. ¿Qué representa «honrar a Dios» con tu vida en términos de tus finanzas?

Ten en mente algunas aplicaciones culturales específicas. ¿El deseo de honrar a Dios se refleja en el trabajo que uno elije? ¿Honrar a Dios se refleja en nuestros hábitos de gasto? ¿Honrar a Dios se refleja en la manera en que entendemos nuestras opciones de diezmo o donativos?

3. En 1 Crónicas 29, David entiende que Dios es la fuente de todos los recursos a su disposición. ¿Cuál es la diferencia entre ser administrador y ser propietario?  ¿Por qué es tan difícil considerarte ad-ministrador en vez de propietario?

4. ¿Cómo cambiarían tus decisiones financieras si te vieses a ti mismo como un administrador de los dones y recursos de Dios?

Para algunos miembros de tu grupo, ésta puede ser la primera vez que consideren el concepto de ser administradores en lugar de propietarios. Como resultado, podrías plantear un debate que trate acer-ca de la diferencia entre ser el dueño de algo y ser el administrador de algo. Esto puede traer consigo algunas preguntas acerca de qué es exactamente lo que Dios quiere que hagamos con nuestras finan-zas: ¿Qué representa en términos financieros el hecho de que todo proviene de Él? ¿Acaso tenemos que dar todo nuestro dinero a los huérfanos y a las viudas? ¿Realmente cuál es nuestra labor como administradores?

5. ¿En tu vida ha habido personas que hayan utilizado sus recursos materiales para ayudarte en tu vida espiritual?

Un ejemplo podría ser la creación de este material, el cual fue financiado gracias a la generosidad de muchas personas. Prepara otros ejemplos personales de gran impacto que puedas compartir.

6. ¿Cómo puedes usar el dinero y las posesiones que Dios te ha dado como herramientas para causar un impacto espiritual en otras personas?

En este estudio hay un ejercicio semanal de aplicación práctica que ayudará a que los miembros de tu grupo comiencen a ver sus finanzas desde una perspectiva más amplia y pragmática. La última o las últimas dos preguntas de cada sección están diseñadas para promover un paso de acción o aplicación personal del punto clave de la semana. Antes de que termine el tiempo de conversación, pregunta a los miembros de tu grupo qué decisiones financieras específicas pueden tomar esta semana con el fin de causar un impacto en los demás (con la idea de que compartan estas historias en la próxima reunión).

Casos de la vida realAcerca del diezmo…

La semana pasada se habló acerca de la tensión de servir al dinero como un maestro. En la Sesión 2 se explora la disciplina del diezmo. En concreto, ¿cuánto debo dar a Dios de forma regular? Al com-prender que Dios es dueño de todo lo que poseemos, ¿tenemos como administradores el mandato de

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dar de acuerdo a las necesidades que vemos a nuestro alrededor? ¿O lo que honra a Dios es dar un porcentaje constante sobre una base regular?

Como coordinador, ten en cuenta que este segmento está diseñado con ejemplos de la vida real que ayudan a crear una mayor introspección. Descubrirás que cada persona tiene una idea distinta acerca de lo que representa el diezmo. El objetivo es continuar facilitando la conversación, a la vez que se busca la sabiduría financiera.

Notas de la sesión 3 – camino hacia la libertadEn pocas palabrasLas deudas no son sólo números rojos. Es pasar de la libertad financiera a la esclavitud financiera. Es algo que te roba tu paz y tu libertad. Por eso la Biblia habla claramente acerca de mantenerse alejado de las deudas. Quizá algunos miembros de tu grupo no tienen problemas de deudas. Sin embargo, si la composición de tu grupo refleja el panorama cultural actual, entonces definitivamente habrá algunos miembros que estén luchando por mantener su libertad financiera. Pero no importa cuán endeudados estén, hay esperanza. No están solos. Dios, y (esperemos) este grupo, puede proporcionar la dirección hacia la libertad financiera.

Aplicación prácticaEl Plan de Pago de Deudas que se encuentra en el apéndice y en el DVD es una herramienta muy fácil de usar. Los miembros de tu grupo quizá te sugieran otras herramientas o software que estén utilizando para evaluar sus planes de pago de deudas. No hay una herramienta que sea perfecta para todos. Sin embargo, el objetivo de esta aplicación es traer a la superficie la realidad de sus deudas. No es bueno hacer caso omiso de las deudas y esperar que desaparezcan por arte de magia. Al seguir los pasos de esta aplicación, los miembros de tu grupo comenzarán a encaminarse hacia un futuro más promisorio, ¡un futuro libre de deudas!

Pregunta inicialEsta pregunta debe comenzar a encender la conversación. A pesar de que las estrategias que figuran en la aplicación práctica son de gran ayuda, los participantes pueden ofrecer sugerencias diferentes en cuanto a los mejores métodos para atacar las deudas. En lugar de permitir que este debate se torne en quién tiene la mejor estrategia financiera, tendrás que fomentar un ambiente seguro, no competitivo, donde prive el respeto, que garantice que los participantes entiendan que no están solos en su camino hacia la libertad financiera.

VideoMira el video de esta sesión con tu grupo.

Notas de las preguntas1. Has un poco de memoria, piensa en tu historia familiar, ¿tu papá (o tu mamá, quien fuera que

llevase las cuentas del hogar) era una persona endeudada? ¿Le llamaban de los bancos y las tien-das para recordarle sus pagos? ¿De qué manera afectaban las deudas a la relación de tus papás? ¿Y a tu familia?

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2. Ahora que tú eres adulto, ¿estás endeudado? ¿Desde hace cuánto tiempo? ¿Qué pensabas al con-traer tus primeras deudas?

Esperemos que, en este punto, los miembros de tu grupo ya sientan la libertad suficiente como para compartir sus propias experiencias. Quizá te sirva abrir con tu propia experiencia. Muchas veces la gente quiere compartir pero no lo hace por pena, y es hasta que alguien se anima que ellos también se animen a compartir.

3. ¿De qué manera tus deudas limitan tu libertad?

Numerosos pasajes de la Biblia comparan las deudas con la esclavitud. Una vez más, la Biblia revela verdades que nuestras experiencias reafirman.  Como pregunta de seguimiento, puedes preguntar: «¿Alguna vez tuvieron que dejar pasar una oportunidad por el hecho de estar endeudados?»

4. Según tu opinión, ¿por qué es tan difícil salir de las deudas?

Para la mayoría de las personas, las finanzas personales son un asunto privado. El tema de las deudas rara vez se discute fuera del hogar. Como resultado, este estudio puede representar la primera vez que algunos miembros de tu grupo comparten acerca de sus asuntos financieros. Como el coordinador del grupo, quizá quieras volver a dejarles en claro que éste es un entorno seguro para compartir tanto o tan poco como se sientan cómodos. Esta pregunta brinda la posibilidad de que los participantes hablen de forma segura cómo es que ellos o sus conocidos se han metido en deudas.

5. ¿Cuáles son los beneficios de vivir libre de deudas?

Una vez más, una de las intenciones de este tiempo de conversación es que los miembros de tu grupo se animen a comenzar a crearse nuevos hábitos positivos que les ayuden a alcanzar la libertad finan-ciera. Después de haber oído la historia de la pareja del vídeo, así como las experiencias compartidas en el grupo, quizá quieras preguntarles qué pasos tomarán esta semana con el fin de salir de deudas.

6. ¿En cuáles casos consideras que sería inteligente contraer una deuda?

7. ¿Te gustaría ser libre de deudas? ¿Estás dispuesto a hacer lo necesario para lograrlo?

Algunos expertos financieros sugieren que hay diversas formas de deudas saludables. Otros expertos sugieren que ninguna deuda es saludable. Es posible que encuentres diferencias de opinión en esta conversación. Los participantes pueden comenzar a compartir estrategias específicas y principios fi-nancieros. Sin embargo, a menos de que sea una situación única, no permitas que este tiempo se con-vierta en una consultoría personal exclusiva para sólo un miembro del grupo.

Quizá esta pregunta pueda ser redundante considerando que es ya la tercera semana de este estudio. Sin embargo, el camino que viene por delante requiere de mucha disciplina y de un compromiso espiritual también. Por ende, esta pregunta puede servir como motivación (en caso de ser afirmativa la respuesta); puede generar un compromiso interno poderoso, el cual tú como coordinador puedes tornar en un compromiso entre todo el grupo, donde unos se motiven a otros para lograr sus objeti-vos, aumentando así la sinergia entre el grupo.

Casos de la vida realAcerca de las deudas…

En la última sesión hablamos del diezmo y la tensión de la vida real que esta disciplina puede evo-car. En esta sesión hablamos de la cuestión de las deudas. La Biblia tiene una posición clara con res-pecto a las deudas. Sin embargo, el mundo nos presenta una visión alternativa.

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¿Hay circunstancias en la vida en las que tu única opción es adquirir una deuda?

¿Cuáles son algunos ejemplos de deudas «inteligentes»?

¿Cuáles son algunos ejemplos de deudas «innecesarias»?

¿Qué garantías has creado para asegurarte de que la deuda en la que estás incurriendo es en reali-dad una deuda «inteligente»?

Éstas son sólo algunas preguntas que ayudan a que la conversación llegue a su clímax.

Como coordinador, quizá sientas la necesidad de cortar si la conversación se pone muy densa. Per-mite que fluya, siempre y cuando se mantenga el respeto, y el ambiente sea cómodo y propicio para compartir libremente y sin presiones.

Notas de la sesión 4 – tesoros en el cieloEn pocas palabrasEn comparación con el resto de los habitantes del mundo, eres mucho más rico de lo que piensas. Dios te ha bendecido con alimentos, ropa y un hogar. Claro, quizá no te alcanza para pagar el auto de tus sueños, pero, lo más probable es que esta noche no te mueras de hambre, y eso es como sacarte la lotería para la mayoría de la población en el mundo. Sin embargo, el punto clave de esta sesión no es que te sientas incómodo con la abundancia que Dios te ha dado. En cambio, el punto clave es que te des cuenta de que Dios te ha dado mucho, por ende, puedes dar mucho.

Aplicación prácticaSigue fomentando el seguimiento de gastos semanales. Como grupo pueden compartir nuevos mé-todos de seguimiento o su aprendizaje al estudiar sus patrones de gastos. Quizá quieras comentar más a fondo acerca del Plan para compartir proporcionado en el apéndice y en el DVD. Para algunos miembros de tu grupo, el hábito regular del dar puede ser una idea extraña. Sostener una conversa-ción en torno a las razones para dar puede ser mucho más saludable que simplemente señalar que hay un mandato bíblico para el dar. Debe haber mucha discusión (bien enfocada) acerca del Plan para compartir, la cual debe establecer el marco para las Preguntas.

Pregunta inicialLa mayoría de la gente disfruta la sensación de ayudar a los demás. Hablen acerca del por qué la gente no utiliza su dinero para causas de beneficencias más a menudo, y también de la utilidad del Plan para compartir.

VideoMira el video de la sesión con tu grupo.

Notas de las preguntas1. ¿Alguna vez has visitado una comunidad donde la gente apenas tiene lo suficiente para vestir y

comer?

Si alguien en tu grupo tiene la experiencia de haber vivido entre alguna comunidad indígena o de ha-ber realizado un viaje misionero, pídele con anticipación que prepare una pequeña narración de 3-5 minutos, quizás trayendo algunas artesanías o fotos de lugar que visitó.

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2 ¿Ha habido una época de tu vida cuando apenas tú tenías apenas lo suficiente para vestir y comer? ¿Alguna vez alguien te ha ayudado económicamente en una situación difícil?

Recuérdales a los participantes que lo que compartimos en el grupo es confidencial, y no es algo que vamos a compartir fuera del grupo.

3. En tu situación económica actual, ¿tienes dinero extra?, es decir, ¿tienes más de lo necesario para cubrir tus necesidades básicas? ¿Tienes dinero para modestos lujos como ir al cine o salir a comer?

Tal vez no nos consideramos ricos, pero la verdad es que tenemos más de lo que necesitamos.

4. ¿Cómo describirías a una persona que sufre de avaricia o egoísmo? ¿Te consideras un avaro o egoísta? 

La parábola del buen samaritano nos recuerda que la generosidad excepcional no es la generosidad hacia nuestros seres amados, sino a la generosidad a los desconocidos.

5. ¿Qué te impide utilizar un porcentaje de tu dinero extra para ayudar a los demás? ¿El miedo de no tener suficiente? ¿La falta de información? ¿La desconfianza en las iglesias u otras organiza-ciones de beneficencia?

Si es posible, trae a la reunión folletos o una lista de organizaciones que tú sabes que son legítimas y dan buen uso al dinero que reciben.

6. ¿Alguna vez has podido satisfacer necesidades de otra persona? Aunque no es algo de lo que deba-mos presumir, podemos contar una anécdota en nuestro grupo de manera confidencial.

7. ¿Cuál sería el siguiente paso que debes tomar para convertirte en una persona generosa? ¿Cuánta satisfacción interna crees que te traerá convertirte en una persona generosa?

Estas dos últimas preguntas proporcionan un paso de acción para la sesión de esta semana. Quizá quieras dar unos minutos a los miembros de tu grupo para que piensen en formas en que pueden ser ricos para con Dios esta semana. Recuerda que esta guía de estudio tiene por objeto no sólo promover el debate en torno a nuestras finanzas, sino también fomentar un cambio de vida saludable en torno a nuestras finanzas. Donar dinero de forma consistente construye en nuestro interior la disciplina de ser generosos, y nos ayuda a tener una actitud abierta acerca de nuestras posesiones. Habla de la im-portancia de dar a la iglesia local, especialmente enfócate en los miembros del grupo que quizá hayan tenido experiencias negativas con organizaciones cristianas que le han dado mal uso al dinero.

Casos de la vida realAcerca del dar…

A medida que continúas facilitando la conversación acerca de temas de la vida real en cuanto al equi-librio financiero, eventualmente hablarás acerca de la relación entre el dar y las deudas.

Esta historia brinda la oportunidad de explorar la realidad de dar y al mismo tiempo luchar con las deudas. ¿Hay que dar primero, o pagar las deudas primero? ¿Eres irresponsable si no pagas tus deudas primero? Éstas son sólo un par de tensiones con las que tu grupo tendrá que lidiar.

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Notas de la sesión 5 - descontento positivoEn pocas palabrasEl descontento es una realidad de la vida. Encontrar una manera de reconocer y canalizar nuestro descontento de forma saludable es un paso para menguar nuestro deseo por más posesiones mate-riales. Si tu meta es ser más rico, entonces ninguna cantidad de dinero o riqueza te ayudará a sentirte satisfecho. En vez de eso, la Biblia nos enseña a tomar una decisión consciente para aspirar algo dis-tinto, nos dice que debemos ser generosos, aprovechar nuestra riqueza para otras personas, a fin de encontrar la satisfacción verdadera.

Aplicación prácticaEste ejercicio proporcionará un perfil preciso de los patrones de gasto de los miembros de tu grupo durante el mes pasado. En vez de adivinar cuánto gastan en comida o entretenimiento, ahora tienen un panorama detallado de cómo gastan su dinero. Pregúntales: «¿En eso quieren gastar su dinero?»

Pregunta inicialAlgunos participantes quizá se sientan lo suficientemente cómodos como para compartir los detalles de gasto con el resto del grupo. En general tal vez se sientan más cómodos hablando de porcentajes en vez de revelar cantidades específicas. Pueden compartir acerca de una o dos áreas que encuentren sorprendentemente altas o bajas en sus gastos actuales. También pregúntales de qué forma sus gastos reflejan sus prioridades.

VideoMira el video de la sesión con tu grupo.

Notas de las preguntas1. ¿Conoces a alguien que tiene las posesiones que tú deseas, pero que vive con un descontento en lo

material?

2. ¿El aumento en tus ingresos ha satisfecho tu apetito material? ¿Cuál cantidad crees que te hará sentirte satisfecho con lo que tienes?

Para muchas personas sentirse satisfecho es tener lo suficiente para pasar el día. Otros se sienten sa-tisfechos con tener lo suficiente para pasar la semana, el mes, o seis meses (como algunos expertos financieros sugieren). En lugar de centrarse en un criterio cuantitativo, esta pregunta tiene como ob-jetivo identificar la necesidad de estar satisfecho en lugar de siempre querer más.

Tendemos a pensar que si alguna vez nos sacamos la lotería, habremos resuelto nuestra vida.  Sin embargo, cuando recibes dinero adicional, usualmente llegas a un punto donde sientes que necesitas más. Si te ha pasado esto, o le ha pasado a algún miembro de tu grupo, hablen de ello.

3. ¿Cuál es el peligro que conlleva el buscar enriquecerte? No buscar suplir tus necesidades materia-les, sino buscar enriquecerte. ¿De qué forma te ha afectado esta búsqueda? ¿De qué manera ha afectado esta búsqueda a la gente cercana a ti?

Esta pregunta ilustra por qué ser materialmente rico no conduce a la felicidad. Todos hemos escu-chado historias de famosos que viven una vida llena de tragedia. Comparte tus propias experiencias relacionadas con los problemas o peligros de vivir en abundancia.

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4. ¿Cuáles son los beneficios de ser rico en buenas obras y generoso con los demás?

La mayoría de la gente, independientemente de su relación con Dios, sienten un cierto sentido de sa-tisfacción al ayudar a los demás. Ya que tu grupo puede estar compuesto de creyentes y no creyentes, puedes hablar sobre cómo la relación que cada individuo tiene con Dios, repercute en la forma en la que uno responde a este tema.

5. Una forma de ganar la batalla contra el descontento es hacerte más consciente de las necesidades de otros. ¿De qué manera puedes hacerte más consciente de las necesidades de otros esta semana?

Una vez más, esta última pregunta tiene por objeto fomentar algún tipo de paso de acción para la próxima semana. Conversen acerca de las diferentes maneras en que los miembros del grupo pueden expresar riqueza hacia Dios y hacia los demás para satisfacer su descontento. Pídeles que se preparen para compartir sus experiencias en la Sesión Seis.

Casos de la vida realAcerca de los gastos…

¿Qué representa honrar a Dios con tu estilo de vida financiero? ¿Los cristianos están llamados a vivir dentro de sus posibilidades o a vivir con más sencillez? ¿Vivir con más sencillez equivale a tener me-nos posesiones materiales? O, ¿posesiones materiales más baratas?

En este proceso de guiar a tu grupo a través de la tensión entre sus hábitos de consumo y su estilo de vida, te encontrarás con miembros en ambos extremos. 

Notas de la sesión 6 – dona, ahorra y vive del restoEn pocas palabrasEl punto clave de esta sesión es ayudarte a ti y a los miembros de tu grupo a tomar decisiones sabias mediante la aplicación del principio «dona, ahorra, y vive del resto». Puedes estudiar y hablar de es-trategias financieras e historias de éxitos y fracasos financieros, pero hasta que no tomes las medidas concretas, nunca conocerás la libertad que existe cuando entregas tus finanzas a Dios.

Aplicación prácticaPide a los miembros del grupo que compartan algunos detalles acerca de los presupuestos que han desarrollado, o de ciertas metas que esperan alcanzar, a fin de que el grupo pueda ayudarles a alcanzar sus metas financieras. Como se expresa en el video, pregúntales por qué los acreedores y las institucio-nes financieras, las cuales sólo nos ven como un número de cuenta, tienen acceso completo a nuestro historial financiero, y sin embargo, mantenemos un hermetismo total acerca de nuestros hábitos fi-nancieros con aquellos que realmente se preocupan por nosotros (por ejemplo, los miembros de este grupo).

Pregunta inicialParte de hablar acerca de la aplicación práctica, utiliza este tiempo para que los miembros de tu grupo compartan algunas metas a futuro relacionadas con sus prioridades financieras. ¿Algunos miembros de tu grupo quieren aliviar X cantidad de deuda en X meses? ¿Algunos miembros de tu grupo se plantean hacer cambios para reducir su presupuesto de salidas a comer? El objetivo de este ejercicio es crear un entorno en el que tu grupo se convierta en un lugar donde se valora la responsabilidad financiera.

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VideoMira el video de la sesión con tu grupo.

Notas de las preguntas1. ¿Cuál es el beneficio de vivir sólo de un porcentaje de tus ingresos y no de tu ingreso total?

La mayoría de las personas no son conscientes de cuánto ahorran y cuánto gastan de su salario. Sin embargo, todos vivimos de un porcentaje. Algunos viven con el 80%. Algunos viven del 105%. Siendo ésta la realidad, pregúntales: «¿Por qué no elegimos de forma intencional vivir de un porcentaje pre-determinado?» Conversen acerca de cómo es tan fácil vivir gastando más de lo que se gana.

2. ¿Qué gastos o qué te impide separar una porción de tus ingresos para donar y ahorrar?

El principio «dona, ahorra y vive del resto» puede ser nuevo para algunos miembros de tu grupo. Pue-des pedir a los miembros de tu grupo que ya hayan adoptado esta filosofía (si es que los hay), que compartan de qué manera ha afectado su vida el hecho de considerar el «donar» como su primera prioridad.

3. ¿Crees que es importante tener un porcentaje específico para cada una de estas tres áreas o cual-quier cantidad da lo mismo? ¿Has escuchado buenas sugerencias al respecto por parte de expertos financieros? ¿La Biblia ofrece alguna sugerencia?

En respuesta a esta pregunta, revisa lo que aconseja el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento respecto al dar generosamente.

4. ¿Cuánto porcentaje debes dar a cada área?

Asignar un 10% de tus ingresos para dar, un 10% de tus ingresos para ahorrar, y un 80% de tus in-gresos para tus gastos, es un buen primer paso. Para algunas personas de tu grupo quizá esto no sea posible y sea para ellos una meta a lograr. Algunos tal vez comiencen donando únicamente un 5% porque tienen muchas deudas. El punto es elegir un porcentaje y empezar por ahí.

5. Antes de empezar este estudio, ¿con cuánta intencionalidad asignabas un determinado porcenta-je de tus ingresos a estas tres áreas?

Además de las preguntas 4 y 5, si en tu grupo hay otras parejas casadas con hijos, hablen acerca de las maneras en que pueden ayudarles a desarrollar un hábito de «dona, ahorra y vive del resto».

6. Si más o menos ya tienes una cierta idea, ¿cómo es tu plan para mantenerte libre de deudas en el futuro?

Quizá te sea útil revisar algunos de los pasos de la Sesión 3 en lo que respecta al pago de deu-das: Orar. Deja de meterte en deudas. Abre un fondo para emergencias. Pregúntales qué tanto han aplicado estos pasos las últimas semanas.

7.  Gracias al contenido de este estudio, en el futuro, ¿cómo utilizarás tu dinero y tus posesiones que Dios te ha dado?

Utiliza esta pregunta para comentar cualquier reflexión final sobre este estudio. Pregunta si acaso alguien se ha dado cuenta de que tiene que vivir de manera diferente o reorganizar sus hábitos fi-nancieros. Pregúntales si es que al verse como administradores en vez de propietarios, sus principios financieros son desafiados. Pregúntales qué medidas pueden tomar para continuar colocando a Dios en el centro de sus finanzas.

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A pesar de que este estudio ha terminado, nuestra comprensión de Dios y de las finanzas seguirá afectando nuestras decisiones y prácticas financieras. Mantener un contacto frecuente entre todos los miembros del grupo les ayudará a procurar que sus finanzas vayan por buen camino. Diles que sería bueno que permaneciesen en contacto, y pregúntales qué sugieren para así hacerlo.

Casos de la vida realAcerca de ahorrar…

En la sesión pasada abordamos la tensión de si nuestros gastos son un reflejo de nuestro corazón. En esta ocasión hablamos del otro lado de la moneda: ahorrar.

¿Hay alguna diferencia entre el ahorro para el futuro y la acumulación de riquezas? Los hábitos de gasto poco saludables pueden ser fáciles de detectar. Pero, ¿puede haber un aspecto poco saludable del ahorro? Una vez más, es muy probable que los miembros de tu grupo tengan perspectivas diame-tralmente opuestas. Tu objetivo no es eliminar la tensión, sino equilibrarla, especialmente en las áreas del ahorro y el gasto.

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