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er tiempo Club Deporvo Kolbe 3 Nº 10 Prosigo mi carrera En vísperas del Cross Solidario hemos descubierto en las redes sociales el vídeo viral de José Manuel Roás Triviño y su hijo Pablo en la Maratón de Sevilla. Lo increíble de la nocia es que José Manuel ha completado los 42.195 metros de la maratón empujando la silla de Pablo, que ene la enfermedad de West, y no es la primera vez que lo hace. Nos ha provocado tanto su humanidad y su conciencia que nos hemos puesto en contacto con él. Desde el primer minuto ha accedido a que le entrevis- temos y lo que inicialmente estaba programado como una breve conversación, se alargó a más de una hora de conmovedor diálogo, en el que este profesor sevillano nos ha explicado, con su sencillez y su realismo, lo magnífico de su vida con Pablo. Antes de colgar, José Manuel nos expresó lo agradecido que estaba por la conversación y lo cómodo que se había sendo al hablar de su experiencia.

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er tiempoClub Deportivo Kolbe3 Nº 10

Prosigo mi carrera

En vísperas del Cross Solidario hemos descubierto en las redes sociales el vídeo viral de José Manuel Roás Triviño y su hijo Pablo en la Maratón de Sevilla. Lo increíble de la noticia es que José Manuel ha completado los 42.195 metros de la maratón empujando la silla de Pablo, que tiene la enfermedad de West, y no es la primera vez que lo hace. Nos ha provocado tanto su humanidad y su conciencia que nos hemos puesto en contacto con él. Desde el primer minuto ha accedido a que le entrevis-temos y lo que inicialmente estaba programado como una breve conversación, se alargó a más de una hora de conmovedor diálogo, en el que este profesor sevillano nos ha explicado, con su sencillez y su realismo, lo magnífico de su vida con Pablo. Antes de colgar, José Manuel nos expresó lo agradecido que estaba por la conversación y lo cómodo que se había sentido al hablar de su experiencia.

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www.clubdeportivokolbe.com | marzo 2016 er tiempo3

- ¿Cuándo decidiste por primera vez salir a correr con tu hijo Pablo?- No fue una decisión formal preme-ditada en absoluto. Corro desde hace mucho tiempo, empecé a hacerlo jus-to un año antes de que naciese Pablo. Empezar a correr con él fue una cues-tión coyuntural de un día en concreto. Hace 10 años estábamos veraneando en la playa, surgió una dificultad y so-bre la marcha le dije a mi mujer que me llevaba a Pablo a correr por el ca-rril bici, que transcurre por un pinar precioso. Él estaba contentísimo y yo empecé a cantarle de una forma muy normal, como un padre a un hijo, y él comenzó a reírse y a chillar. Luego se lo conté a mi mujer: “¡No te pue-des imaginar el lote de chillar que se ha pegado!”. A partir de ahí, cada vez salía más frecuentemente con él y al año siguiente me apunté a la carrera Nocturna del Guadalquivir, que es el último viernes del mes de septiembre. Me cuadró, me lo llevé con el hermano mayor de Pablo y otro amigo nuestro. Llegamos a la carrera, empezó a chillar como él se pone nada más empezar a correr, a reírse a carcajadas, sin parar la hora y pico que estuvimos corrien-do. Lo pasamos tan bien que a partir de ahí fuimos enganchando, alguna carrera más corta, llegamos a media y luego los maratones. No fue una cosa premeditada, sino una cosa entre pa-dre e hijo. Tú ves que a tu hijo le divier-te y ya está. A él le divierte y a mí me gusta, así fue la historia de los inicios. Yo le veo feliz, y eso es lo único que me importa.

- ¿Qué beneficios tiene para él? ¿Has notado algún cambio desde que co-

rres con él en estos años?- La respuesta es compleja. Pablo es un niño que desde siempre ha estado en todas partes, allí donde hemos podido ir. Padece un daño cerebral muy grave, tendría que tener todas las articula-ciones anquilosadas, vivir metido en sí mismo, pero es un niño que está muy trabajado desde siempre y tiene horas y horas de fisioterapia diarias desde que tenía 4 meses. Con respecto a la carrera, correr con él tiene un aspecto positivo y otro negativo. Para él, estar en el carro es un beneficio porque le obliga a mantener una postura (man-tenerse sentado para él es un acto voluntario); por otro lado, estar mu-cho tiempo no es algo que le conven-ga físicamente. Es verdad que a nivel de motivación, de sentirse conectado con el mundo, de sentirse vivo, de ver que sale de sí mismo, que se espabila, que interactúa con los demás… En ese aspecto compensa mucho el esfuerzo físico que supone. Cuando ves a Pablo en la carrera, como en el vídeo, está transformado, casi en estado de éx-tasis, cuando es un niño que a nivel sensorial tiene muchas dificultades. Es una inyección de adrenalina. Cuando tenía 4 meses, un médico me dijo que mi hijo era un mueble. Así de contun-dente. Pero cuando corremos, le miro y pienso: “Con esta alegría, ¿cómo no me lo voy a llevar al fin del mundo, con la vida que transmite y recibe?”.

- Como les dices a tus alumnos, quizá todos pensamos que tener un hijo así es una carga. En cambio, tú lo perci-bes como un regalo. ¿Por qué?- En la vida todos queremos ser feli-ces, es nuestro objetivo último, pero

habitualmente hacemos muchas co-sas que van en contra de esto que perseguimos. Nos metemos en tantas tonterías, tantos problemas que no lo son… Pablo te ayuda a discernir lo que importa de lo que no importa, lo que es un problema de lo que es una sim-ple dificultad. Pablo es una escuela. Pablo te obliga permanentemente a darte, porque Pablo necesita de todo. Mi experiencia de vida es que la clave es darse a los demás. Como esposo, como padre, como todo. Uno cuando se da es realmente feliz. Pablo te pone permanentemente en esa tesitura, la de entregarte. Tiene sus momentos muy complicados, es una realidad evidentemente dura, pero nadie se entrega como él. Una sonrisa como la de Pablo vale más que la de nadie, porque sabes que es absolutamente sincera. Cuando te mira con los ojos de cariño con los que te mira, eso llena a cualquiera, no sólo a un padre. Yo re-cuerdo casi minuto a minuto el día en que nació Pablo. Desde que te cuen-tan lo que tiene. El mundo se te viene encima, luego te das cuenta de que sí, se viene encima pero que Pablo no es una maldición en absoluto, porque te da mucho. Te hace vivir la vida con mayúsculas y disfrutar de todas las co-sas a unos niveles que otras personas no pueden. Mi mujer y yo vivimos un milagro. O Dios existe o vivir esto así es imposible. Sé cómo soy, por mucho que la gente me ponga de héroe.

- ¿Qué es lo más bonito que os ense-ña Pablo?- Lo más bonito es que nuestra familia (tenemos 5 hijos y todas las dificulta-des que esto conlleva) sería radical-

Pablo es un que nos ayuda a vivir la realidad

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mente otra sin esa cohesión que sig-nifica Pablo. Es un ancla que nos hace vivir la realidad. La vida hay que vivirla ahora, aquí, con los pies en el suelo, con lo que uno tiene, y saber disfrutar-lo. Sin lugar a dudas esto se lo debe-mos a mi hijo.

- ¿Por qué lo importante en la vida es darte a los demás y de qué forma Pa-blo te ha enseñado eso?- Se lo explico a mis alumnos de una forma muy sencilla: quien más y quien menos ya participa en los regalos de Reyes en la familia. Cuando uno el día de Reyes va a recibir los regalos, siempre tiene más ilusión por ver la reacción del que recibe que por abrir los propios regalos. Vamos todos pi-diendo que nos quieran, que nos den, que los demás sean como nosotros… Pero lo que verdaderamente nos lle-na no es que nos quieran, es querer. Pablo es una montaña rusa, es todo lo que tú le des. Si le dejas en una pos-tura en una colchoneta, allí se queda, esperando a que tú le des. Yo lo que percibo cada día es que cuando yo le doy, soy feliz. Algún día me voy a co-rrer solo, pero hacerlo solo a mí ya no me llena. Yo soy feliz corriendo con él, cantándole y recibiendo su respuesta. Dándole y recibiendo lo que me da. Pablo te pone en la tesitura de darte. Cuando me encierro en mí mismo, veo que me amargo la vida. Pablo te obliga a salir de ti mismo y eso es un regalo. Cualquier cosa que venga de fuera y que te ayude a salir de ti mismo, por mucho que te duela y te incomode, es una ayuda medicinal. En esto Pablo es nuestro bisturí.

- Les pedí a mis alumnos que escribie-ran tu historia. Una alumna de 7 años ha elegido como titular: “No se pue-de pedir más”. ¿Percibes la necesidad que hay de testimonios verdaderos en este mundo?- Yo no puedo pedir más. Tengo la ca-pacidad de verme desde fuera y cuan-do veo el vídeo o me veo corriendo con la silla, muchas veces se me saltan las lágrimas de contemplar la suerte que tenemos de tener un Pablo que te enseña, que te da. La suerte que tene-

mos de haber vivido este milagro en la vida. Yo creo en Dios porque era un co-barde y me ha pasado esto. Ahora vivo la realidad como un privilegio. Quiero que mis hijos tengan profesores ho-nestos que aclaren que lo que puedan decir es su visión de la realidad. Sor-prendentemente mis alumnos adoles-centes lloran conmigo en clase, no me he encontrado rechazo. Pablo nos ha sido dado, yo no puedo presumir, pero veo que mis alumnos tienen una nece-sidad brutal de que les hable y de que alguien les hable con verdad. ¿

- ¿Cuál es la próxima prueba en la que vais a participar?- La prueba siempre es mañana. Yo co-rro maratones con Pablo, pero las ca-rreras de verdad, las del día a día, son las de mi mujer. Son 365 maratones más duras que irte con tu hijo por las mañanas a correr. En cuanto a las ca-rreras, no lo sabemos. Como mínimo me gustaría correr alguna antes del verano. Nos encantaría correr la Ma-ratón de Londres porque es diferente, se corre por causas, todos los dorsales los tienen asociaciones. El que quiere correr se vincula a una de ellas y se le cede un dorsal por una recaudación. Pero yo no corro para dar a conocer la enfermedad de mi hijo, sino para que otras familias con dificultades conoz-can que hay otra forma de vivir.

- “Lo que importa no es tanto la meta sino el camino”, dices a menudo. Nos educan en conseguir metas sin pensar en el camino. ¿Qué te llena del cami-no para no pensar sólo en la meta?- No importa sólo a dónde llega uno, sino cómo llega. La meta también importa, nos da un eje: uno necesita saber a dónde ir. Nuestra meta es el Cielo, todo lo que nos lleve allí merece la pena, aunque muchas veces pueda

ser duro. El camino es muy importan-te, saber aprender cada día. Si caes, levantarte cada día. Saber disfrutar lo que tiene la vida, que tiene mucho y pasa desapercibido. La vida es enorme y nos sorprende, pero hay que dejarse sorprender. El camino importa porque lo que hacemos nos construye, y al final somos lo que hacemos cada día. Esto tiene que estar en consonancia con a dónde queremos llegar.

- ¿Qué les dirías a nuestros alumnos que correrán en el Cross Solidario del próximo 17 de marzo para que sea un día en el que verdaderamente pue-dan disfrutar?- Les diría que la vida es una carrera, no importa la velocidad a la que uno va, lo importante es crecer. Hay que disfru-tar cada día, igual que en una carrera se debe disfrutar de cada kilómetro, de cada metro que se hace, de la com-pañía que llevas al lado. Si se corre así, disfruta tanto el que gana como el que llega el último. No hay que obsesio-narse con ser más que nadie porque al final todos somos iguales. Al final si el objetivo de la vida es ser feliz, ¡los que más dificultades tenemos lo tenemos más fácil! Hay una frase de San Pablo con la que empezamos cada día y cada carrera: “Todo lo puedo en Aquel que me conforta”. También me encanta: “Estoy contento con el lote de mi he-redad”. El lote que nos ha tocado vivir a nosotros es hermoso, es hermoso el lote de nuestra heredad. Es posible ser feliz con un Pablo, es posible ser envi-diado por tener un Pablo, es posible llevar una vida mejor que otra gente a pesar de que tienes un Pablo. Yo a mi hijo Pablo no lo cambio, lo quiero como es, no necesito cambiarlo. Po-der decir qué hermoso es el lote que me ha tocado vivir con esta realidad es milagroso. Es excepcional que el Señor haga esto. Si algo le ayuda a alguien no es vernos como héroes, que no ayudan, es vernos con la ver-dad. A nosotros mismos nos impre-siona, porque sabemos hasta dónde llegamos. Si yo llego hasta aquí pero resulta que llego mucho más lejos… Significa que ese “mucho más” no lo he puesto yo.

La vida es una carrera, no importa la velocidad a la

que uno va, lo importante es crecer

DIRECTOR: Jesús Ángel Pindado | REDACTORAS: María Serrano y Adriana Pujol | COLABORADOR: David Gutiérrez

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