clinica de niños y adolescentes libro

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Guía teórica para el trabajo con niños y adolescentes en la clínica

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  • Clnica de nios y adolescentes,

    qu hay de nuevo?

  • 2 Edith Vega (Compiladora)

    Edith VegaCompiladora

    Clnica de nios y adolescentes,

    qu hay de nuevo?

    Eduardo Bunge

    Gonzalo Cichero

    Mara Beln Cros

    Estela Chardn

    Patricia Cristina Diaz

    Mara Lorena Echeverra

    Elizabeth K. Foschi

    Fernando Garca

    Stella Giardina

    Diana Kirszman

    Javier Labourt

    Ana Maglio

    Mariana Maristany

    Alicia Oiberman

    Cinthia Ortiz

    Mara Paula Preve

    Elizabeth Ruiz

    Edith Vega

  • Alicia OibermanClnica de nios y adolescentes, qu hay de nuevo? / Alicia Oiberman ; Diana Kirszman ; Estela Chardn ; compilado por Edith Vega. - 1a ed. - Ciudad Autnoma de Buenos Aires : Lugar Editorial, 2015.394 p. ; 23x16 cm.

    ISBN 978-950-892-489-6

    1. Psicologa. 2. Psicodiagnstico. I. Kirszman, Diana II. Chardn, Estela III. Vega, Edith, comp.CDD 150

    ISBN: 978-950-892-489-6

    2015 Lugar Editorial S. A.

    Castro Barros 1754 (C1237ABN) Buenos Aires

    Tel/Fax: (54-11) 4921-5174 / (54-11) 4924-1555

    E-mail: [email protected] / [email protected]

    www.lugareditorial.com.ar

    facebook.com/lugareditorial

    Queda hecho el depsito que marca la ley 11.723

    Impreso en la Argentina Printed in Argentina

    Queda prohibida la reproduccin total o parcial de este libro, en forma idntica o modifi-cada y por cualquier medio o procedimiento, sea mecnico, informtico, de grabacin o fotocopia, sin autorizacin de los editores.

    Edicin: Mnica ErlichDiseo de tapa: Silvia C. SurezIlustracin de tapa: Frutos, Dina Andrea FismanDiseo interior: Cecilia Ricci

    Dedicatoria

    A los alumnos de todos estos aos, quienes nos han estimulado a realizar esta obra, y a los que vendrn, con el deseo que puedan continuar en esta aventura del conocimiento.

    A los hijos, y los hijos de los hijos, quienes representan la diversidad y la potencialidad en desarrollo.

    Al espritu de nios y nias que habita en cada uno de nuestros maestros, amigos y colegas jugando con la imaginacin para construir da a da mejores herramientas que brinden ayuda.

  • Los autores

    Eduardo Bunge. Doctor en Psicologa, Universidad de Palermo. Codirector de Fundacion ETCI (Equipo de Terapia Cognitiva Infanto-juvenil).Director de le Escuela de Formacin en Psicoterapias Cogni-tivas, Colegio de Psiclogos de la Provincia de Buenos Aires. Profesor adjunto de la ctedra Psicologa Clnica: nios y adolescentes, Uni-versidad Favaloro. Miembro de la comisin directiva de la Asociacin Argentina de Terapia Cognitiva.

    Gonzalo Cichero. Licenciado en Psicologa. Fundacin ETCI (Equipo de Terapia Cognitiva Infantojuvenil).

    Mara Beln Cros. Licenciada en Psicologa, Universidad de Palermo. Especialista en psicoterapia familiar con orientacin cognitiva Fun-dacin Aigl Universidad Maimnides - Ackerman Institute for the Family Therapy. Psicloga de la Fundacin Hospitalaria (Hospital Materno Infantil). Psicloga de la red de terapeutas de Fundacin Aigl. Integrante del equipo de Niez y Familia. Docenteauxiliarde la ctedra de Clnica de nios y adolescentes dela Universidad Abierta Interamericana.

    Estela Chardn. Licenciada en Psicologa, UBA. Docente de la ctedra de Psicologa Perinatal, Universidad de Buenos Aires. Docente de posgrado en Psicologa Perintal, CIIPME CONICET. Especializacin en psicoterapia cognitiva y miembro de la red de terapeutas de Aigl Universidad de Mar del Plata. Cofundadora de CONCEBIR, Grupo de Apoyo para pacientes con trastornos en la reproduccin. Miembro del directorio de ICSI (International Consumer Support for Infertility).

  • 8 Edith Vega (Compiladora) Clnica de nios y adolescentes, qu hay de nuevo? 9

    Patricia Cristina Diaz. Licenciada en Psicologa, UAI. Profesor Universitario de nivel Medioy Superior, UAI. Especializacin en psico-loga forense, UCES. Especializacin en psicoterapia cognitiva, indivi-dual, grupal, vincular y familiar, cursado en la Fundacin Aigl. Ttulo otorgado por la Universidad Nacional de Mar del Plata. Psicooncologa en nios y adolescentes, Universidad Favaloro.

    Mara Lorena Echeverra. Licenciada en Psicologa, UBA. Miembro del equipo de psicologa perinatal, UBA-CIIPME-CONICET. Tutora de prcticas profesionales en la Facultad de Psicologa de la UBA, Psico-loga Perinatal en el Hospital Erill de Escobar. Docente ad honorem del Programa de Atencin en Psicologa Perinatal dentro de la Secretara de Extensin Universitaria de la UBA. Exdocente adjunta de la ctedra de Psicoterapia Individual y Grupal II de la UFLO. Diplomada en Psico-terapia Cognitiva por la UAI. Psicoterapeuta zen. Posttulo Docente ISFD N 51. Colaboradora del Programa PANDAde la Fundacin Aigl. Psicoterapeuta integrativa.

    Elizabeth K. Foschi. Licenciada en Psicologa, Universidad de Buenos Aires. Psicoterapeuta. Posgrado en Especializacin en gestin de servicios para la discapacidad, Universidad Isalud. Es directora y coordinadora general de Andalican, Centro de Atencin Temprana y del Desarrollo Humano. Coordin actividades docentes y asistenciales en diversas organizaciones ligadas al desarrollo temprano y a la disca-pacidad, fue disertante en diferentes jornadas y congresos nacionales e internacionales del rea de la discapacidad.

    Fernando Garca. Doctor en Psicologia, USAL. Coordinador de Investigacion de Fundacin Aigl. Psicoterapeuta y supervisor. Editor de la Revista Argentina de Clinica Psicologica. Director acadmico de la carrera de Especializacion en Psicoterapia Cognitiva en la UNMP. Profesor de diferentes universidades nacionales e internacionales.

    Stella Giardina. Licenciada en Psicologia, egresada de la Univer-sidad del Salvador. Especialista en Psicoterapia Familiar. Ttulo otor-gado por la Universidad Maimnides y la Fundacin Aigl. Psicote-rapeuta del servicio de Neumotisiologa del Hospital de Pediatra P. de Elizalde. Exdocente de la carrera de Psicologa de la Universidad del Salvador. Profesora adjunta de Clnica de Nios y Adolescentes. Universidad Abierta Interamericana.

    Diana Kirszman. Doctora en Psicologa. Miembro fundador de Fundacin Aigl. Coordinadora docente en la carrera de Especializa-cin en psicoterapia de Fundacin Aigl - Universidad Maimnides - Universidad Nacional de Mar del Plata. Docente de la UB, de la Univer-sidad del Valle de Guatemala y de Fundaci Universitat-Empresa ADEIT en Valencia. Coordinadora del Programa PAUTA para el diagnostico y tratamiento de los trastornos alimentarios en Fundacin Aigl.

    Javier Labourt. Licenciado en Psicologa, Universidad de Belgrano. Fundacion ETCI Equipo de Terapia Cognitiva Infantojuvenil.

    Ana Maglio. Doctora en Psicologa. Departamento de investiga-cinde Fundacion ETCI, Equipo de Terapia Cognitiva Infantojuvenil, CONICET.

    Mariana Maristany. Doctora en Psicologa. Miembro de la Funda-cin Aigl. Coordinadora del equipo de evaluacin psicolgica. Espe-cialista en familia y adolescentes. Docente de grado y posgrado en la Universidad de Belgrano, Universidad del Salvador, Universidad Catlica Argentina, Universidad del Valle del Guatemala, Fundaci Universitat-Empresa ADEIT en Valencia.

    Alicia Oiberman. Doctora en Psicologa por la Universidad Nacional de San Luis. Licenciada en Psicologa, UBA. Investigadora indepen-diente del CONICET. Estudios Especializados Superiores en Psico-loga Clnica, Universidad Ren Descartes, Pars, Francia. Directora de las investigaciones Programa Materno de Estimulacin Cognoscitiva Docente, UBA.

    Cinthia Ortiz. Licenciada en Psicologa, Universidad Atlntida Argentina (UAA). Formacin y entrenamiento en psicoterapia cogni-tiva, Fundacin Aigl, y posteriores cursos de posgrado en el rea clnica de adolescentes y adultos con la misma orientacin (Fundacin Foro, CTC, CETECIC, UNMdP, AATA). Experiencia profesional en consul-torio particular de 6 aos; miembro de equipo mdico-teraputico de ALUBA, Mar del Plata. Docente (JTP) de la ctedra Clnica de adultos de licenciatura en Psicologa UAA. Exdocente tutor de la Facultad de Psicologa de la UAA. Docente auxiliar de la ctedra Clnica de nios y adolescentes en la Universidad Abierta Interamericana.

  • 10 Edith Vega (Compiladora)

    Mara Paula Preve. Licenciada en Psicologa, Universidad de Belgrano. Doctoranda de la USAL, Especialista en psicoterapia fami-liar con orientacin cognitiva, Universidad Maimnides - Ackerman Institute for the Family Therapy, Fundacin Aigl. Profesora titular de la ctedra Diagnstico y tratamiento de nios y adolescentes, Univer-sidad del Salvador y profesora adjunta de la ctedra Clnica de nios y adolescentes de la Universidad Abierta Interamericana. Docente invitada en carreras de grado y posgrado. Coordinadora de interven-ciones psicolgicas en Jardn Materno Infantil del Instituto Nacional de Tecnologa Industrial. Coordinadora del programa de rotacin de terapeutas en Fundacin Hospitalaria Aigl.

    Elizabeth Ruiz. Licenciada en Psicologa. Fundacion ETCI, Equipo de Terapia Cognitiva Infantojuvenil.

    Edith Vega. Doctora en Psicologa. Docente UBA en Psicologa Perinatal. Coordinadora docente en la carrera de Especializacin en psicoterapia de Fundacin Aigl - Universidad Maimnides - Uni-versidad Nacional de Mar del Plata. Profesora titular de la UAI, de la Universidad del Valle de Guatemala y de Fundaci Universitat-Empresa ADEIT en Valencia, Psicoterapeuta de familias con nios.

    Prlogo 1Juan Fernando Adrover1

    Una tradicin que en los ltimos aos se ha ido perdiendo es que las ctedras universitarias funcionen como espacios de formacin, capacitacin, discusin, anlisis, actualizacin y generacin de cono-cimientos. En parte, esta disminucin del rol de las ctedras, al interior de una carrera o facultad, como verdaderos mbitos de produccin acadmica, se debe a que se ha evolucionado hacia diseos curricu-lares que propenden a la integracin de contenidos y al mismo tiempo de los espacios de formacin que conforman un plan de estudios. Desde estos modelos, la antigua concepcin de ctedras centradas en el desarrollo de una asignatura y concebidas como estructuras cerradas sobre s mismas es considerada como solo compatible con una concepcin desagregada y mosaica del plan de estudios. Sin duda, articular los diferentes espacios que tienen a su cargo abordar determinados contenidos, en un trabajo de integracin curricular que focalice en las competencias y capacidades a desarrollar en los estu-diantes de cara a los desafos y problemticas que debern enfrentar en el ejercicio profesional, es positivo y necesario para una concep-cin moderna del currculum. Pero este objetivo no debiera perder de vista que las ctedras, constituidas en torno de una especificidad disciplinar, son estructuras que estn en las mejores condiciones para favorecer la discusin, el anlisis y la ponderacin de los nuevos avances y concepciones sobre su objeto de estudio, como as tambin para proyectar y desarrollar investigacin sobre las problemticas del rea. A su vez, son espacios ideales para la formacin y capacitacin de los docentes en los aspectos cientfico-tcnicos de su labor y, tambin, para afrontar los peculiares desafos pedaggicos que suponen los contenidos y capacidades a desarrollar en los futuros profesionales.

    1 Licenciado en Piscologa. Decano de la Facultad de Psicologa y Relaciones Humanas, Uni-versidad Abierta Interamericana.

  • Prlogo 1312 Juan Fernando Adrover

    La ctedra de Clnica de Nios y Adolescentes de la carrera de Psicologa de la Universidad Abierta Interamericana rescata lo mejor de la tradicin de las ctedras como unidades disciplinares, al interior de un plan de estudios concebido a partir de un currculum integra-tivo. En este sentido, mantienen las ventajas que derivan de la especia-lizacin y la posibilidad de profundizar sobre las temticas a su cargo, pero lo hacen teniendo en cuenta el objetivo de desarrollar competen-cias que requieren la articulacin con los otros espacios curriculares y propuestas desarrolladas por la carrera.

    A lo largo de diez aos se ha consolidado un equipo de trabajo, liderado por la doctora Edith Vega, que ha desplegado un conjunto de acciones y estrategias pedaggicas y ha generado a su vez un cons-tante crecimiento y capacitacin de los integrantes a partir del trabajo colaborativo y una forma de funcionamiento con responsabilidades definidas que se van alternando a lo largo de los aos. En favor de la integracin curricular, el equipo ha organizado, como una puesta en comn de los diversos desafos clnicos, ferias de trabajos realizados por los alumnos de todas las localizaciones en que se dicta la carrera (Ciudad Autnoma de Buenos Aires, Rosario, Lomas de Zamora, Bera-zategui e Ituzaing), sobre los distintos abordajes y tipos de interven-cin para los diferentes trastornos y alteraciones que la clnica de nios y adolescentes requiere, las que se han reeditado anualmente, desde 2008, con un incremento constante en la calidad de los trabajos y la cantidad de temticas tratadas. A efectos de favorecer la transferencia y la aplicacin del conocimiento, vinculando la teora con la prctica, la ctedra utiliza un conjunto de recursos entre los cuales se destaca la posibilidad de que los estudiantes visiten diferentes clnicas, hospitales y centros de tratamientos especializados y conozcan las modalidades de trabajo de los profesionales y el ejercicio del rol del psiclogo en forma directa. A lo largo de estos aos el equipo ha generado diversas presentaciones a congresos y otros eventos cientficos exponiendo sus resultados a la consideracin de los pares. Ahora, como resultado de los trabajos de investigacin del equipo, del relevamiento y el anlisis de las innovaciones teraputicas y de la ponderacin de la eficacia de distintos dispositivos clnicos para los trastornos ms prevalentes en nios y adolescentes, han editado el presente libro, para el que han convocado a participar a un conjunto de destacados especialistas e investigadores de las ms prestigiosas instituciones.

    Los desafos en la clnica de nios y adolescentes son muchos y de diversa ndole. Quizs el ms relevante de todos ellos es que son

    intervenciones que tienen lugar en un cerebro y una mente en pleno desarrollo que afronta diversos cambios y transformaciones naturales propias del proceso evolutivo en las diferentes etapas del ciclo vital. Las posibilidades de modificacin y cambio estn por tanto magnifi-cadas, lo cual es una oportunidad para apuntalar lo salugnico, pero, al mismo tiempo, los errores diagnsticos y las intervenciones errneas pueden comportar la prdida de ventanas temporales crticas. Afortu-nadamente, en la clnica actual, se cuenta con tcnicas de evaluacin psicolgica ms especficas, adecuadamente validadas y confiables, que permiten establecer mejores diagnsticos y elaborar un perfil de rasgos de funcionamiento cognitivo y emocional y caractersticas de la personalidad del paciente que orientan los tratamientos. Adems, no solo se han establecido protocolos para estimar la eficacia psico-teraputica y (aunque an sin un consenso generalizado) se conoce qu tipo de tratamientos son ms adecuados para qu trastornos, teniendo en cuenta, adems, los rasgos de personalidad del paciente y su contexto vital. Incluso podra decirse que los terapeutas disponen de un conjunto de herramientas y estrategias de intervencin por las que pueden optar en funcin de las variables antes citadas incluyendo entre ellas a su propio estilo personal.

    Se han producido, en los ltimos treinta aos, en el conjunto de te-rapias basadas en la evidencia y, entre ellas, en las terapias cognitivo-conductuales en particular, una creciente integracin entre los conoci-mientos acerca del funcionamiento de la mente humana y los patrones de alteracin en los distintos trastornos, que mejoran la comprensin de las dificultades que afrontan los pacientes y contribuye a disear inter-venciones ms adecuadas y eficaces. As, el contar con modelos acerca de capacidades tales como la memoria, la atencin, la funcin lingsti-ca (tanto en la comunicacin como en la autorregulacin), los procesos de inferencia y de toma de decisiones, la modulacin emocional sobre la conducta y la cognicin, entre otros, contribuye a entender las dis-torsiones o dficit que los trastornos inducen y a generar intervencio-nes tendientes a contrarrestarlas. Al mismo tiempo, los conocimientos aportados por la neurociencia, tanto en la comprensin de los procesos neuropsicolgicos como en la accin de los psicofrmacos y sus posibi-lidades de contribuir a la limitacin de las alteraciones, estn cada vez ms integrados a los tratamientos psicolgicos y se cuenta con cada vez mejores criterios para llevar adelante tratamientos combinados.

    La clnica de nios y adolescentes se beneficia especialmente ade-ms del conjunto de conocimientos en constante crecimiento sobre

  • 14 Juan Fernando Adrover

    los procesos del desarrollo ontogentico que abarcan desde el neonato hasta el geronte, y que han constituido uno de los aportes ms rele-vantes de la psicologa desde las primeras dcadas del siglo pasado. El contar con conocimientos ms precisos y profundos respecto de lo que es normal en el funcionamiento de la mente en cada etapa, de los mr-genes de dispersin que quedan dentro de las variaciones compatibles con la salud de la mente humana y que pueden comportar simples diferencias individuales antes que alteraciones, as como con infor-macin sobre los procesos psicolgicos y neurobiolgicos que ocurren en los diferentes momentos del desarrollo, a fin de poder considerar-los al decidir un determinado tratamiento, es uno de los cambios que alientan a ser optimistas respecto de la capacidad de la psicologa y de las ciencias de la salud para contribuir a mitigar el sufrimiento y las restricciones que las alteraciones psicopatolgicas suponen para el desarrollo personal y el bienestar psicolgico.

    El presente libro articula los desarrollos antes enunciados en las diferentes propuestas de manejo de situaciones clnicas y lo hace de una manera clara y profunda. Constituye una revisin actualizada de las principales problemticas que aborda la clnica de nios y adoles-centes. Contiene, adems, propuestas de intervencin novedosas para un conjunto amplio de trastornos, entre ellos los trastornos obsesivo-compulsivos, las crisis de ansiedad, los trastornos de la conducta alimentaria, entre muchos otros. A pesar de ser una obra plural que integra las contribuciones de distintos autores, tiene una unidad de criterio y de estilo notables, que sin duda es posible por ser el producto de un equipo de trabajo que se ha potenciado por los aportes de los especialistas convocados para tratar determinadas temticas. Por su diseo y los fundamentos de su origen, constituye un recurso ideal para la formacin de los psiclogos y de los nuevos terapeutas, pero puede ser ledo tambin con provecho por todos los interesados en conocer sobre las nuevas perspectivas en clnica y psicoterapia.

    Prlogo 2Edith Vega

    El proyecto del libro surge como una celebracin por los diez aos de la ctedra de Clnica de Nios y Adolescentes de la Universidad Abierta Interamericana en la Ciudad Autnoma de Buenos Aires, tam-bin con sede en diferentes lugares del Gran Buenos Aires.

    Cuando en el ao 2003 el doctor Federico Gonzlez me pidi que me hiciera cargo de la ctedra lo consider un desafo interesante. En ese momento la carrera de Psicologa sufra una transformacin hacia un perfil imbuido de los lineamientos que observbamos en el mundo: un mayor peso otorgado a los tratamientos empricamente susten-tados, ampliado luego a la prctica basada en la evidencia (Levant, 2006). Encontrar las diferentes fuentes de evidencia incluye desarrollar teoras coherentes y comprensibles, trabajar con la experticia clnica y reconocer la importancia de la perspectiva del paciente y su contexto sociocultural, es aquello que permite sustentar la prctica tanto para incrementar el conocimiento disponible como para hacerla ms eficaz.

    En otra lnea, la integracin en la clnica es un hecho. Desde que Frank (1961) presentara la nocin de los factores comunes, y descri-biera los principios bsicos y compartidos para todas las psicoterapias, el movimiento integrativo empez a tomar fuerza, organizndose en forma de distintas modelizaciones. Entre los aos 60 y 80 surgieron muchos modelos diferentes de psicoterapia. En el ao 1983 se fund la Sociedad para la Exploracin de la Integracin en la Psicoterapia. Esto favoreci el orden en la diversidad de modelos y la preocupacin por el incremento de la eficacia, la efectividad y eficiencia. Al da de hoy persiste el hiato entre estos parmetros, tema no exento de contro-versias (Vega, 2011). En los ltimos treinta aos, la disciplina es dife-rente en varios sentidos: por el avance de las neurociencias, por el cambio en la relacin oferta/demanda y el incremento en los pedidos de consulta (Kazdin, 2011). ltimamente tambin han surgido proto-colos unificados de tratamiento, como el de Barlow (2004), basados

  • 16 Edith Vega Prlogo 17

    en los modelos transdiagnsticos (Harvey et al, 2004). Sin embargo, como seala Fernndez-lvarez (2011), la investigacin comienza a mostrar que no somos tan eficientes como pensbamos, ms an, a veces podemos provocar dao: los estudios de Lilienfield (2007) por ejemplo, muestran el listado de tratamientos iatrognicos. Barlow (2010) tambin realiza aportes crticos en esta direccin. La perspec-tiva integrativa nos permite disponer de un abanico de posibilidades en los procedimientos teraputicos compatible con la complejidad (Morin, 1995) que al da de hoy presenta la clnica.

    La clnica de nios y adolescentes no es ajena a esta situacin, el libro se propone recorrer algunos aspectos de ella. No pretende ser exhaustivo, sino una invitacin a sumar manos para esta tarea.

    Cmo elegimos los temas de este libro?

    Quisimos dar un panorama de algunos de los temas que al da de hoy pueblan el campo de la clnica de nios, adolescentes y sus familias.

    Hemos convocado a referentes locales de la especialidad que nos permitirn nutrirnos con sus aportes. Algunos, con quienes compar-timos la labor diaria de la ctedra, otros con quienes compartimos el afn por mejorar. Algunos con prestigio internacional, otros comen-zando el camino profesional. Esto tambin muestra la diversidad y la posibilidad de integrar: experticia y deseo de conocer.

    Hemos elegido la metfora de los cuentos para los nombres de algunos captulos, ya que la consideramos una herramienta valiosa para la labor clnica.

    En los captulos de Apertura vamos a compartir la evolucin de una intervencin psicolgica en un mbito hospitalario. Por otro lado, vamos a disponernos a entender de la mano de Oiberman el lenguaje en etapas iniciales de la vida.

    En los captulos de Primeros pasos para la clnica, de la mano de Maristany, Echeverra y Preve, vamos a explorar los criterios para los diagnsticos y los diseos teraputicos.

    En los captulos de La clnica en accin consideraremos algunas de las herramientas con las que contamos para poder intervenir psico-lgicamente; junto con Chardn, en situaciones de infertilidad; junto con Preve, en situaciones de discapacidad; junto con Giardina y cola-boradores, en situaciones de internacin mdica; junto con Kirszman sobre las intervenciones con nios y adolescentes que padecen

    problemas alimentarios; junto con Bunge y colaboradores, en relacin a la utilizacin de TIC; junto con Garca recorreremos las alternativas clnicas con las que contamos cuando los nios y los adolescentes padecen TOC.

    Por ltimo, en los captulos de La formacin y el entrenamiento identificaremos algunos aspectos a considerar con respecto al entrena-miento clnico, tanto en el aporte de Daz como en el que hemos reali-zado con Cros y Ortiz.

    Toda obra es colectiva, incluye a quienes nos preceden y a quienes generosamente realizan sus aportes compartiendo sus ideas, inquie-tudes y bsquedas.

    Quiero mencionar especialmente a Lucia, quien con un detalle minucioso y lleno de comprensin y cario realiz la correccin lite-raria del manuscrito.

    La clnica es soberana, deca Foucault (1986). Por ello, los captulos estn nutridos de lo que nos han aportado muchos pacientes, quienes nos ensean cotidianamente a pensar y nos enfrentan a los lmites de nuestras intervenciones. A ellos, nuestra mayor gratitud.

    Bibliografa

    Barlow, D. H.; Allen, L.B. y Choate, M. L. (2004) Toward a unified treatment for emotional disorders. Behavior Therapy 35, pp. 205230.

    Barlow, D. H. (2010) Negative effects from psychological treatments. American Psychologist. 65 (1), pp. 1320.

    Fernndez-lvarez, H. (2011) (comp) Paisajes de la psicoterapia. Modelos, aplicaciones y procedimientos. Buenos Aires. Polemos, pp. 169-195.

    Foucault, M. (1986) El nacimiento de la clnica. Madrid. Siglo XXI.

    Frank, J. (1961) Persuasion and healing. A comparative study of psychotherapy. Baltimor, John Hopkins Univesity Press. (Trad. espaol, Buenos Aires. Troquel, 1977).

    Harvey, A.G.; Watkings, E.; Mansell, W. y Shafran, R. (2004) Cognitive behavioural processes across psychological disorders: A transdiagnostic approach to.

    Kazdin, A. E. y Blase, S. L. (2011) Rebooting Psychotherapy Research

  • 18 Edith Vega

    and Practice to Reduce the Burden of Mental Illness. Perspectives on Psychological Science. 6, p. 21.

    Levant, R. (2006) Evidence-based practice in psychology. American Psychological Association. 61 (4), pp. 271-285.

    Lilienfeld, S. O. (2007) Psychological Treatments That Cause Harm. Perspectiveson Psychological Science. 2 (1), pp. 53-70.

    Morin, E. (1995) Introduccin al pensamiento complejo. Barcelona. Gedisa.

    Vega, E. (2011) Un modelo integrativo en el abordaje de nios y sus familias. Su aplicacin en psiconeonatologa y salas generales de pediatra. Revista Argentina de Clnica Psicolgica XX (2), pp. 175-185.

    Guas para transitar el libro: guijarros de Hansel y Gretel

    Edith Vega

    Realizaremos un pasaje desde la perspectiva evolutiva que nos permitir comprender el modo de construir significados en el segmento inicial de la vida. Tomaremos algunos elementos del Modelo Asisten-cial de Aigl y luego su aplicacin al segmento comprendido entre los 0 y los 12 aos, con una propuesta de principios para considerar en la labor clnica.

    Un breve pasaje por la perspectiva clnica en las primeras etapas de la vida

    Para comprender las primeras construcciones del self deberamos animarnos a entrar en un universo cargado de imaginacin, involu-crndonos en nuestro propio ser nio o nia.

    Para comprender las primeras construcciones del self, el inicio de esa arquitectura espiralada (Fernndez-lvarez, 1992) que progresa desde el nacimiento (quizs antes) hasta la muerte, deberamos dispo-nernos a un viaje que promete ser tan intrincado como a travs de una selva. Tendramos que ir paso a paso, porque como escribi Cioran en 1933, a sus 22 aos: A veces el conocimiento en pequea dosis cautiva; a fuertes dosis decepciona. Algunas herramientas pueden ayudarnos.

    En la Argentina, el desarrollo del modelo asistencial de Fundacin Aigl (Fernandez-lvarez, 2003) comparte premisas con modelos de otros pases que identifican principios para ayudar a encontrar las mejores combinaciones posibles entre pacientes y terapeutas, lo cual predice mejores resultados. Podemos sintetizarlas en los siguientes puntos:

    Est orientado a contemplar el empleo de procedimientos de intervencin bio-psico-sociales, segn la situacin particular.

  • Guas para transitar el libro: guijarros de Hansel y Gretel 2120 Edith Vega

    Para arribar al diseo teraputico se pueden realizar entrevistas clnicas y pruebas complementarias. Esto permite ponderar tanto las dificultades como los recursos del nio, la familia o el entorno significativo. Tambin permite optar por la perti-nencia de la intervencin o la derivacin a otro centro. Por ltimo, el acuerdo de metas y de medios para lograrlas permite el consenso entre quienes consultan y el equipo teraputico, previo a la intervencin.

    El dispositivo psicoteraputico puede variar: segn el grado de focalizacin de los objetivos, extensin en el tiempo, tipo de tcnicas, cantidad de personas convocadas, las tareas interse-sin requeridas.

    El registro detallado del proceso teraputico favorece la evalua-cin tanto del cumplimiento de los objetivos como la supervi-sin del proceso y de los resultados de la intervencin.

    Para comprender las primeras construcciones del self y poder aplicarlo a la clnica debemos recordar, siguiendo al mismo autor, que todo sistema teraputico est constituido por tres componentes primordiales: una teora de la mente, un modelo psicopatolgico, un programa de cambios.

    Una teora de la mente

    Desde el inicio de la vida hasta la muerte la mente crea signifi-cados; en su ntima e indisoluble relacin con la actividad del sistema nervioso superior, permite organizar el despliegue vital y las conductas como experiencias. Desde el inicio de la vida la mente busca la mejor manera de situarse en la realidad desarrollando un incipiente proyecto personal, que har su eclosin en etapas tempranas de la adolescencia. As como el cerebro es un rgano material regido por la legalidad fsico-qumica, la realidad social es un movimiento de conjuntos regidos por leyes y normas, la mente est constituida por una actividad procesal que cada individuo o sistema realiza para orga-nizar la informacin. Esta circula dentro del universo donde habita, para organizarse a s misma participa de este modo en la construc-cin de la realidad. La mente crea significados incesantemente para encontrar un sentido dentro de las condiciones biosociales en las que trascurre.

    Lo que vivimos queda guardado en forma de relato que puede rehacerse constantemente, es en este marco donde se juegan las posi-bilidades de la psicoterapia.

    Un modelo psicopatolgico

    En la clnica con nios, adolescentes y sus familias, nos encon-tramos frente a un malestar referido por el nio y por quien lo trae a la consulta (padres, maestros, mdicos). Este malestar suele ser una disfuncionalidad perjudicial (Wakefield, 1992) socialmente que, a veces, puede tomar la forma de una conducta que no coincida con el desarrollo esperado para la edad, segn el entorno social al que se pertenece. En la consulta se supone que el experto emitir su juicio tanto sobre la pertinencia o no de la consulta psicolgica, como tambin sobre la conducta teraputica a seguir. Esto sucede en un marco social especfico en el cual necesitamos considerar tanto las expectativas de quien/quienes consultan, como as las expectativas de quien/quienes reciben el pedido de ayuda. Qu les pasa, cmo lo explican y qu buscan, sern los organizadores que, para el clnico, se constituirn en una brjula orientadora de la consulta. Buscaremos entonces la consistencia-discrepancia, tanto en el modo de explicar lo que est produciendo malestar, como en aquello que busca cada uno. En el caso de nios, la consulta suele estar organizada en torno a sntomas: tiene dificultades para dormir, o en la escuela se hace pis, tiene miedo, entre otras. O en torno a problemas en la relacin: no se porta bien con nosotros, no lo entiendo, no hace caso, son ejemplos de modos de enunciar el malestar en trminos interpersonales. En este sentido, considerando no solamente los sistemas clasificatorios de psicopatologa en los nios, podemos atender a:

    El modo de presentacin del malestar, de quienes piden la consulta.

    La manera de explicar el malestar de los agentes implicados.

    La disponibilidad para cambiar y los recursos del nio, su familia y su entorno significativo.

  • Clnica de nios y adolescentes, qu hay de nuevo? 391

    ndice

    Los autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

    Prlogo 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11Juan Fernando Adrover

    Prlogo 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15Edith Vega

    Guas para transitar el libro: guijarros de Hansel y Gretel . . . . . . . . . 19Edith Vega

    Apertura

    La reina de las abejas. Hacia dnde vamos? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39Edith Vega

    Qu nos cuentan los bebs? Dispositivos de intervencin perinatal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57Alicia Oiberman

    Primeros pasos para la clnica

    Jack y las habichuelas mgicas: la evaluacin en la clnica de nios y adolescentes, qu evaluamos y cmo? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91Mariana Maristany

    La nia de los fsforos: la evaluacin (iluminacin) oportuna . . . . . . . 119Mara Lorena Echeverra

    Un bolsillo lleno de magia: cmo podemos hacer un buen diseo? . . 143Mara Paula Preve

    La clnica en accin, herramientas para intervenir

    El pas de las maravillas: antes del inicio de la vida, cmo hacer las entrevistas clnicas?, con quin? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165Estela Chardn

    Las tres plumas: en situaciones de discapacidad, cmo ver las capacidades? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203Elizabeth Foschi Mara Paula Preve

    Los tres lenguajes. En condiciones mdicas, con quines contamos? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235Stella Maris Giardina Mara Cristina Daz

    La guardadora de gansos. El logro de la autonoma y sus riesgos . . . 255Mariana Colavecchia

    Para comerte mejor. Cmo ayudar a quienes no quieren comer o comen demasiado? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 277Diana Kirszman

    TIC que son tips . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 297Eduardo Bunge Javier Labourt Gonzalo Cichero Elizabeth Ruiz Ana Maglio

    El monstruo del armario: cuando asechan las obsesiones . . . . . . . . . 321Fernando Garca

    La formacin y el entrenamiento

    Para tratarte mejor Psiclogo se nace o se hace? . . . . . . . . . . . . 337Patricia Daz

    Guas para la travesa de la clnica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 369Edith Vega - Beln Cros - Cinthia Ortiz