clase 2 la gran divergencia 07-10-15

8/16/2019 Clase 2 La Gran Divergencia 07-10-15

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El nuevo rol de Asia y el Pacífico: la emergencia de China y la crisis global .

MAESTRIA EN CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES UNQ 2015

Profesor José Alberto Bekinschtein

El nuevo rol de Asia y el Pacífico: la emergencia de China y la crisis global

Clase 2:

La Gran Divergencia

1. El almirante Zheng y el emperador Ming.

En 1433, anclaba en Nanjing la última de las siete expediciones enviadas por losemperadores Ming hacia el Sur y hacia el Oeste. Desde 1405Al mando del almiranteZheng He, habían recorrido, el Océano Indico y llegado hasta la península arábigay la costa Este de África.

El almirante Zheng He, 1420.

Sus formidables escuadras hubieran hecho palidecer las armadas españolas,holandesas y portuguesas que sólo varias décadas después navegarían las mismasaguas. Los navíos chinos eran en sí mismo una proeza de la ingeniería naval. Losbarcos de Colón y de Vasco da Gama combinados podrían haber sido almacenados






en una sola de las cubiertas de alguno de los barcos de la flota de Zheng.

Uno de los navíos del almirante Zheng He; en el ángulo inferior derecho, la “Santa María” de

Cristóbal Colón en la misma escala.

Los barcos mayores de la flota (llamados baoshan, o barcos del tesoro), medíanprobablemente entre 130 y 160 metros de eslora y 40 de manga. Con cuatrocubiertas, desplazaban entre 20 y 30 mil toneladas, entre 1/3 y ½ de un portavionesmodernos. El emperador Yongle ordenó construir 62 de esas naves en 1405, a lasque se incorporaron 48 tres años después y otras 41 en 1419.

La China de los emperadores Ming era, en términos de hoy, la “potenciahegemónica”. Se estaba unificando la Gran Muralla, se había construido el GranCanal que unía el Norte con el Sur y que sería objeto de admiración de muchos






viajeros, entre otros el conde Macartney, enviado por el Rey de Inglaterra en 1793y no había otro estado en el mundo que dispusiera de un millón de soldados. Porsupuesto, ya se había inventado en China para esa época la pólvora, el papel, seutilizaba la imprenta y se manejaba la brújula.

Pero en 1433 los navíos del almirante Zheng fueron, según las crónicas,incendiados o abandonados. Los documentos de las expediciones se quemaron ose perdieron. Se pusieron límites al tamaño de los barcos que se construyerandesde entonces, y para fines del siglo XV, se prohibió a los súbditos del imperioconstruir barcos de capacidad oceánica y abandonar el país1. China pasó así de serel mayor poder naval de la historia, a concentrar sus recursos en sus extensasfronteras terrestres, amenazadas por los mongoles.

En la cabeza de un improbable economista ubicado en esa época, digamos amediados de los 1420, y puesto a hacer pronósticos, pocas dudas hubieran cabidoacerca del futuro del Imperio Ming como señor de los mares y receptor de tributosde reyes y pueblos cercanos y lejanos por muchos años, décadas, quizá siglos.

Como sabemos, no fue eso lo que ocurrió. El año 1433 aparece como un punto deinflexión imprevisto, un año en que se alteró la historia.

Hasta la revolución Industrial en Inglaterra, China representaba entre un cuarto y untercio de la economía mundial. Pero a partir de la primera mitad del siglo XIX la

combinación de un estado autocrático y conservador, la intervención extranjera,sucesivas invasiones y la descomposición del estado hasta 1949, dieron comoresultado que por un siglo y medio su lugar en el mundo fueradesproporcionadamente inferior a su territorio y población. Las evolucionesdisímiles entre China y las economías industriales de Occidente, dan lugar a lallamada “Gran Divergencia” que se muestra en el gráfico, visto en la clase 1 y querepetimos aquí.

1 Global Shifts, Barry Eichengreen, University of California, Berkeley, Abril 2011






El cuadro está construido en base a las cifras de Maddison un economista quededicó su vida a la historia cuantitativa. En los últimos años algunas de sus serieshan sido observadas por sobrevalorar el crecimiento realmente ocurrido entre el año1000 y 18202. De todos modos, puede observarse que hasta 1820 la suma de China,la India y Japón representaba prácticamente casi dos tercios de la economíamundial, proporción que se reduce a un 20% en los años 1950 y que regresa a seaahora de más del 50%.

Una ilustración complementaria de “La Gran divergencia” se muestra aquí:

2 Una estimación del crecimiento económico en la Edad Moderna JAN LUITEN VAN ZANDENInternational Institute of Social History University of Utrecht,2005, enhttp://aehe.net/publicaciones/ihe/archivos/ihe2/AR_01_Van-Zanden_Jan-Luiten_N2_Pp9-38.pdf






Fuente: The Economist, Sept 2 , 2013

Desde las reformas de fines de los 70, China ha resurgido. Pero incluso hoy, suparticipación en la economía mundial es aún menos de la mitad de la que ostentabaen la época en que Macartney rehusó inclinarse (kòu tóu) ante el emperador QianLong.

2. La Gran Divergencia

En la época de los Ming y de Zheng He, hace sólo 500 años, hubiera sido difícilconsiderar que Europa era más avanzada que el Imperio Chino, más bien locontrario.

Pero comenzado el siglo XIX, las cosas habían cambiado. La Europa Occidental yNorteamérica eran ricas y casi todo el resto del mundo horriblemente pobre. A ese






cambio, se le ha dado el nombre de “La Gran Divergencia” y fue acuñadooriginalmente por Kenneth Pomeranz en el libro de ese título publicado en 2000 3 cuyo título es “La Gran Divergencia: China Europa, y la construcción de la Moderna

Economía Mundial” .

Las tesis de Pomeranz, como veremos, han sido calificadas como algo simplistas,pero su descripción del proceso resulta atractiva, y resultan un buen punto departida para la discusión de un proceso sobre el cual podrán ustede ver distintospuntos de vista tanto en la clase como en la bibliografía respectiva.

Para Pomeranz, hasta comienzos del siglo XIX, Europa no parecía disponer deventaja decisiva alguna sobre China, la gran potenciaa economica de la época.

Retoma las investigaciones de Wong 4 , según las cuales existian muchassimilaridades en desarrollo de la agricultura, el comercio y una “protoindustria” yapresente, entre varias partes de Eurasia hasta tan tarde como 1750.

Inglaterra, entonces la región más avanzada del Viejo Continente no debió sudespegue, según Pomeranz más que a dos “discontinuidades” fortuitas: ladisponibilidad de combustibles fósiles – carbón- cerca de sus incipientes centrosindustriales y el acceso a tierras y recursos de América, que le permitió extender sufrontera de producción y evitó el estancamiento de la agricultura que atribuye aChina.

Se trata de una interpretación sorprendente para la corriente principal de loshistoriadores económicos, que generalmente buscan poner en relieve lastendencias de fondo, las evoluciones de largo plazo,los procesos acumulativos quesubyacen a los movmientos económicos. En lo que respecta al ascenso de Europa,los historiadores han insistido, en general, sobre la existencia de círculos virtuososentre innovación tecnologica y acumulación de capital, decisivos en la RevoluciónIndustrial y en el despegue económico primero de Europa y luego de Norteamérica.

3 The Great Divergence: China, Europ e, and the Making of the Modern Wo rld Economy .

Princeton University Press, 2000. En la bibliografía hay un link a la edición en castellano.

4 China Transformed: Historical Change and the Limits of European Experience Roy Bin Wong, Cornell University 1997






También existen explicaciones no culturales. Jared Diamond en “Armas, gérmenesy acero” (1997) 5 , sostiene que hubo factores ambientales (distintos a losmencionados por Pomeranz) que jugaron un papel clave en el despegue europeo.Describe una Europa excepcionalmente dotada con plantas cultivables y animalesdomesticables. Su población era asimismo inmune a enfermedades. Tales factoreshabrían conducido a lograr mayor productividad y lo que habría sido crucial, altadensidad poblacional. Ello habría dado por resultado a su vez el desarrollo deinstituciones como ciudades, burocracias y clases letradas que a su vezcontribuyeron al crecimiento económico.

3. Gunder Frank : el sistema- mundo.

Para Gunder Frank, sin embargo, ninguna de las que denomina pretendidas

excepcionalidades europeas o su supuesta superioridad, está confirmada por laevidencia histórica. Según él las tesis que llama del orientalismo afroasiático y de la“excepcionalidad” europea tergiversan la forma real en que funcionaban laseconomías y sociedades asiáticas6. Menciona como antecedentes de tal visióndistorsionada, la del “modo de producción asiático” y el “despotismo oriental” deMarx y otros alegatos acerca del carácter no racional y contrario a la búsqueda delbeneficio de tales “modos de producción”.

Sostiene que el desarrrollo económico y financiero afroasiático y sus institucionesno sólo estaban a la altura de los estándares europeos, sino que en 1400 los

excedían ampliamente y continuaron haciéndolo hasta 1750 e incluso hasta 1800.En sus palabras “así como Asia no estaba estancada en el barro, Europa no selevantaba sobre sus propios pies”.

Entre 1400 y 1700 nada excepcional había en Europa, más allá de su “excepcional”marginalidad y el rol menor que le atribuye tener en la economía mundial.

Para Gunder Frank, el método comparativo utilizado para comparar Occidente yOriente sufre de un holismo inadecuado: ciertos “rasgos” definidos como esenciales,son declarados ausentes de todos lados, excepto de Europa. Y se atreve a afirmarsi tales “rasgos esenciales” no serían encubiertamente “rasgos raciales”, por lo cual

5 Guns, Germs and Steel: The fates of human societies, New York 1997. Existe edición encastellano. 6 ReOriente Economía global en la Era Asiática Conclusiones historiográficas e implicacionesteóricas André Gunder Frank, CyE Año I Nº 2 Primer Semestre 2009






estamos en cambio obligados a dar cuenta de cuáles son verdaderamente losfactores “siginificativos” a comparar.

Continúa con una crítica a la suposición de que ciertas bases y mecanismosinstitucionales de producción, intercambio y distribución y su operación funcional,estárían determinadas por la herencia histórica “tradicional” y/u otros desarrolloslocales, nacionales o regionales. Tales suposiciones y enfoques, no contemplanentonces la posibilidad de que los factores considerados sean “respuestas” localesnacionales o regionales a la participación en un único sistema y proceso económicomundial.

Una conclusión es que “la acumulación, producción, distribución y sus formasinstitucionales a través de Asia, África, Europa y las Américas se adaptaban y

reflejaban su interdepencia común” ya que serían variables derivadas ydependientes de las estructuras y procesos económicos mundiales. Tal sistemaeconómico mundial globalmente abarcador no tendría un único centro sino cuantomás , una jerarquía de centros, probablemente con China en la cima, ya que Asiaera preponderante en esa economía global. Para GF los viajes europeos del sigloXV y XVI como los de Colón y Vasco da Gama deberían ser considerados comoexponentes de una expansión económica mundial que los europeos quisieronatribuirse a sí mismos en Asia.

Al recalcar que la unidad de análisis debe ser la economía mundial en su conjunto

y no su pequeña parte europea, GF retoma la tesis de K. N. Chaudhuri 7para quien Asia no es más que una invención europea” y se muestra escéptico acerca de laaplicabilidad de modelos basados en la experiencia histórica de Europa. Terminacitando a Ranke para quien “ No existe la historia, sino la historia universal”. Por eso,el ascenso reciente del Este de Asia no sería más que parte de una continuidadhistórica, de la cual ese proceso no es más que una parte.

4. Pomeranz: el carbón de Inglaterra, las tierras americanas.

Volviendo a Pomeranz entonces, a diferencia de lo que hemos visto, su análisis sebasa en una trama totalmente distinta: él se interesa menos en las conexiones entre

7 Asia Before Europe: Economy And Civilisation Of The Indian Ocean From The Rise Of Islam To1750 K.N. Chaudhuri - Cambridge University Press, 1990 -






las diferentes partes del mundo, privilegiando en cambio la dinámica endógena delViejo Continente para compararla a la de China.

Reexamina una tras otras las ventajas que según la historia económica dominantehabría adquirido sobre su rival chino y llega a la conclusión de que no, para nadaEuropa gozaba de alguna ventaja endógena que explicara la brecha que se generócon China a partir del siglo 19. Más aún, tanto China como Europa compartíanlimitaciones en materia de recursos: de esa manera el desafío es investigar quépudo hacer Europa para superar esos límites, a diferencia de China, que se“inmobilizó”, en las palabras de Peyrefitte8. Y es entonces cuando aparecen losfactores contingentes de que habla Pomeranz. Sin ellos, dice, la “revoluciónindustrial” y sus innovaciones no hubieran podido tener efecto durable sobre laeconomía europea.

No detallaremos aquí todo el hilo del trabajo de Pomeranz basado en lacomparación en particular, pero no exclusivamente de sendas regionesrelativamente avanzadas de China –la región del bajo Yang Tzé – y de Inglaterra,ya que está incluido en la bibliografía. Sólo enunciaremos algunas conclusiones.Pomeranz muestra que la comparación en el “estado del arte” de ambas regionesno favorece precisamente a Europa. China era al menos tan rica como ella, suscampesinos y artesanos usaban el control de la natalidad de modo que alcanzabana acumular un excedente, sus tecnologías (irrigación,conservación de tierras,materias textiles, altos hornos) eran generalmente más avanzadas.

Nada predisponía en 1750 a que sus trayectorias de evolución sufrieran la grandivergencia que se iba a producir en el siglo siguiente. Lo que iba a decidir la suertede ambas era otro rasgo común: ambas se encontraban en ese momento en el límitede saturación de sus recursos naturales. Un grado avanzado de deforestación yagotamiento de los suelos se comenzaba a traducir en la insuficiencia de alimentosy la suba de sus precios: parecía que ambas regiones estaban llegando a sus límitesde crecimiento.

En esta trama ecológica reside la originalidad del trabajo de Pomeranz. Dos factores“contingentes” los yacimientos de carbón ingleses y las tierras americanaspermitieron a Inglaterra y luego a Europa, saltar sobre los límites ecológicos al

8 Alain Peyrefitte L'Empire immmobile (Paris, 1989)






crecimiento. A diferencia de Europa, China no disponia de una periferia que leproveyera de ventajas comparables.

5. Los costos relativos como impulso de la revolución industrial

En 2010 Li Bozhong y Jan Luiten van Zanden9, realizan un trabajo comparativo,similar al emprendido por Pomeranz, tomando esta vez en Europa el caso deHolanda, que puede ser equivalente al de Inglaterra. Encuentran que el PBI percapita en Holanda en 1820 era casi el doble que en el delta del Yang Tzé, que laproductividad agrícola estaba casi en el mismo nivel que la de Holand (e Inglaterra) ,pero que existína fuetes brechas de productividad en la industria y servicios

Pero a diferencia de Pomeranz, sostienen que el costo relativamente alto en el Nortede Europa y relativamente bajo en China, fue el desencadenante de un proceso demecanización en el cual se sustituyó en Europa mano de obra por máquinasalimentadas a carbón. En cambio la estructura de costos imperante en China noincentivaba tal trasformación.

Mientras en Europa (del Norte, al menos) los empresarios estaban muypredispuestos a desarrollar nuevas tecnologías, los chinos casi no tenían nada quelos predispusiera a cambiar mano de obra por máquinas. Entonces, a diferencia de

Pomeranz, puede afirmarse que la revolución industrial que se produce en Inglaterratuvo poco de accidental o resultado del azar, sino que fue el efecto de largo plazode una diferencia fundamental en el costo de los factores de producción.

Una serie de ilustraciones complementan la investigación, mostrando que inclusoaunque los chinos habían inventado la imprenta y desarrollado un complejo sistemade manejo de agua e irrigación, estaba mucho más basado que el europeo en eluso intensivo de mano de obra.

9 Li, Bozhong, and Jan Luiten van Zanden (2010), “Before the Great Divergence? Comparing theYangzi Delta and the Netherlands at the beginnings of the nineteenth century”, CEPR DiscussionPaper 8023.

http://www.cepr.org/pubs/new-dps/dplist.asp?dpno=8023











6. Los Estados Nacionales: el argumento de Arrighi.

Para Giovanni Arrighi10 el modelo sino asiático dio prioridad a la formación delEstado por sobre el objetivo de guerra o militar o a la formación de imperioscomerciales o territoriales allende los mares. Fíjense que las armadas Ming de lascuales hablamos al comienzo, no tenían un objetivo de conquista, sino más biendifusión de la imagen imperial, recolección de tributos y en algunos casos,establecimiento de colonias, como en la costa Este de África.

Por el contrario, el modelo británico/occidental implicó la generación en Europa deun ciclo autoalimentado en el cual su organización militar mantuvo y era mantenidapor una expansión económica y política a expensas de otros pueblos y Estados de

la Tierra. El Estado chino, más que extraer recursos de las periferias, era másproclive a invertir en ellas.

De todos modos en el siglo XVII, el mercado nacional chino seguía siendo mayor acualquier mercado nacional occidental.

Arrighi destaca dos diferencias entre los fines de la organización estatal en China yla europea:

En el Este de Asia, el poder político, económico y comercial estaba

concentrado en el centro (China, una capital imperial, Pekín) En Europa, el centro era menos identificable, la Paz de Westfalia en 1648 da

origen a un equilibrio de poderes, que compiten por la expansión militar yeconómica.

Y, lo que es muy importante, en Europa se produce la identificación del capitalismocon el Estado, mientras que en China el siglo XIX marca el colapso del Estado.

10 Estados, mercados y capitalismo, Oriente y Occidente, Giovanni Arrighi Anuario Asia-

Pacífico, Nº. 1, 2005

http://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=43798


http://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=13213




http://dialnet.unirioja.es/ejemplar/283176












7. Finalmente: Una Divergencia más antigua de lo que se pensaba.

Sin embargo, estudios más recientes11, basados en una revisión de las series deMaddison, ya comentadas, conducen a pensar que las divergencias observadasentre el Este de Asia y Europa datan de más de mil años. Estas conclusiones sebasan en estudios contables disponibles para las mayores economías europeashasta el año 1300, que son aparentemente más consistentes que las series deMaddison 12 donde las estimaciones pre-1820 del PBI per cápita estaban basadasprincipalmente en conjeturas y se presentaban sólo para un pequeño número deaños seleccionados. Según Broadberry (2013), en base a estos nuevos datosbasados es posible reconstruir las series de población y PBI hasta la Edad Media,lo que da lugar al cuadro resumen que sigue:

Niveles de Producto Bruto per cápita en Europa y en Asia, 725-1850 (dólaresinternacionales de 1990).

11 Accounting for the great divergence, Stephen Broadberry, Nov 2013, CEPR, VOX

12 The World Economy: A Millennial Perspective Angus Maddison OECD, Paris 2001






Esto significa que “la Gran Divergencia de niveles de vida entre Europa y Asia tienensu origen en la última Edad Media y ya existía durante la temprana edad moderna,contra las visiones revisionistas recientes de escritores como Kenneth Pommeranz”(Broadberry, 2013).

En base a estos nuevos datos, la Divergencia es explicada por el impacto diferencialde shocks que golpearon economías con diferentes rasgos estructurales. En lo quesigue nos limitamos a reproducir los argumentos de estos autores.

La literatura de historia económica sugiere que dos shocks importantes coincidencon puntos de inflexión identificados en el cuadro de arriba alrededor de 1348 y1500.

La Peste Negra – que comenzó en el Oeste de China antes de difundirse aEuropa y alcanzar Inglaterra en 1348 – eliminó alrededor de un tercio de lapoblación europea en tres años y más de la mitad durante el siglo siguiente.

Alrededor de 1500 se abrieron nuevas rutas de comercio entre Europa y Asiaalrededor del sur de África y entre Europa y América.

Esos shocks tuvieron efectos asimétricos en diferentes economías debido a cuatroimportantes rasgos estructurales:

El tipo de agricultura

La edad de las mujeres al casarse La flexibilidad de la oferta laboral,

La naturaleza de las instituciones estatales

Los efectos de la Peste Negra fueron distintos dentro de Europa: en Gran Bretañay Holanda la población se recuperó más lentamente que en el sur debido a la tardíaedad en que las mujeres comenzaron a casarse, lo cual, acompañado por unaprolongación en las jornadas trabajadas (La llamada revolución industriosa)contribuyó a incrementar el ingreso per cápita. Mientras tanto en China, las

invasiones mongolas (dinastía Yuan) destruyeron la estructura institucionalexistente que habían subsistido y sostenido altos niveles de ingresos desde ladinastía Song (s. I)

La apertura de nuevas rutas de comercio entre Europa y Asia y Europa y Américaaceleró el proceso de divergencia. Después de una breve demora, Inglaterra y los






Países Bajos superaron a España y Portugal en términos de estructurasinstitucionales, incluyendo tanto la capacidad de los estados de recaudar impuestoscomo de financiar su alcance (entre otras cosas para proteger los derechos depropiedad) y el control ejercido por los intereses mercantiles a través delparlamento, que limitaba posibles arbitrariedades de los gobernantes.

Mientras tanto China adoptaba una política de puertas cerradas respecto alcomercio de larga distancia. Así, nuestra clase de hoy termina donde comenzó.

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