ciudades de papel - … · ... , acabé viviendo en la puerta de al lado de ... dragón verde que...
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Ensuúltimoañodeinstituto,Quentinnohaaprobadonienpopularidadnienasuntosdelcorazón...Perotodocambiacuandosuvecina,lalegendaria,inalcanzableyenigmáticaMargoRothSpiegelman,sepresentaenmitaddelanocheparaproponerlequeleacompañeenunplandevenganzainaudito.
Despuésdeunaintensanochequereavivaelvínculodeunainfanciacompartidayparecesellarunnuevodestinoparaambos,Margodesaparecedejandotrasdesíunextrañocercodepistas.
Con un estilo único que combina humor y sensibilidad, John Green, el autor de Bajo la mismaestrella, tejeunaemotivahistoriaa laquedavidaun inolvidableelencodepersonajes.GanadoradelprestigiosopremioEdgar,Ciudadesdepapelabordalostemasdelaamistad,elamorylaidentidadparaplantearnosunapregunta:¿vemosenlosdemás,yennosotrosmismos,soloaquelloquequeremosver?
JOHNGREENSinopsis
PrólogoPRIMERAPARTE
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SEGUNDAPARTE
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1617181920
TERCERAPARTE
HORAUNOHORADOSHORATRESHORACUATROHORACINCOHORASEISHORASIETEHORAOCHOHORANUEVEHORADIEZHORAONCEHORADOCEHORATRECEHORACATORCEHORAQUINCEHORADIECISÉISHORADIECISIETEHORADIECIOCHOHORADIECINUEVEHORAVEINTEHORAVEINTIUNOAGLOE
Notadelautor
Agradecimientos
notes
JOHNGREEN
Ciudadesdepapel
TraduccióndeNoemíSobregués
Nubedetinta
Sinopsis
Ensuúltimoañodeinstituto,Quentinnohaaprobadonienpopularidadnienasuntosdelcorazón...Perotodocambiacuandosuvecina,lalegendaria,inalcanzableyenigmáticaMargoRothSpiegelman, se presenta enmitadde la nochepara proponerle que le acompañe enunplandevenganzainaudito.
Despuésdeunaintensanochequereavivaelvínculodeunainfanciacompartidayparecesellarunnuevodestinoparaambos,Margodesaparecedejandotrasdesíunextrañocercodepistas.
Conunestiloúnicoquecombinahumorysensibilidad,JohnGreen,elautordeBajo lamismaestrella,tejeunaemotivahistoriaalaquedavidauninolvidableelencodepersonajes.GanadoradelprestigiosopremioEdgar,Ciudadesdepapelabordalostemasdelaamistad,elamor y la identidad para plantearnos una pregunta: ¿vemos en los demás, y en nosotrosmismos,soloaquelloquequeremosver?
TítuloOriginal:PapertownsTraductor:Sobregués,Noemí©2008,Green,John©2014,NubedetintaISBN:9788415594284Generadocon:QualityEbookv0.75
AJulieStrauss-Gabel,sinlaquenadadeestopodríahabersehechorealidad
Ydespués,cuandosalimosaversulámparaacabada
desdeelcamino,dijequemegustabaelbrillodesuluzatravésdelrostroqueparpadeabaenlaoscuridad.
KATRINAVANDENBERG,«JACKO’LANTERN»,ENAtlasLagentedicequelosamigosnosedestruyenentresí.
¿Quésabelagentedelosamigos?«GAMESHOWSTOUCHOURLIVES»,
THEMOUNTAINGOATS
Prólogo
Supongo que a cada quien le corresponde su milagro. Por ejemplo, probablemente nunca me caeráencimaunrayo,niganaréunPremioNobel,nillegaréasereldictadordeunpequeñopaísdelasislasdel Pacífico, ni contraeré cáncer terminal de oído, ni entraré en combustión espontánea. Peroconsiderandotodaslasimprobabilidadesjuntas,seguramenteacadaunodenosotroslesucederáunadeellas. Yo podría haber visto llover ranas. Podría haber pisadoMarte. Podría haberme devorado unaballena.PodríahabermecasadoconlareinadeInglaterraohabersobrevividodurantemesesenmediodelmar.Peromimilagrofuediferente.Mimilagrofueelsiguiente:deentretodaslascasasdetodaslasurbanizacionesdetodaFlorida,acabéviviendoenlapuertadealladodeMargoRothSpiegelman.
Nuestraurbanización,JeffersonPark,habíasidounabasenaval.Perollegóunmomentoenquelamarinadejódenecesitarla,demodoquedevolvióelterrenoalosciudadanosdeOrlando,Florida,quedecidieronconstruirunaenormeurbanización,porqueesoesloquesehaceenFloridaconlosterrenos.Mispadresy lospadresdeMargoempezaronavivir puerta conpuerta en cuanto se construyeron lasprimerascasas.Margoyyoteníamosdosaños.
AntesdequeJeffersonParkfueraPleasantville,yantesdequefueraunabasenaval,erapropiedaddeuntipoqueseapellidabaJefferson,untalDoctorJeffersonJefferson.EnOrlandohayunaescuelaquelleva el nombre del Doctor Jefferson Jefferson y también una gran fundación benéfica, aunque lofascinanteyloincreíble,perocierto,delDoctorJeffersonJeffersonesquenoeradoctorennada.Eraunsimple vendedor de zumo de naranja llamado Jefferson Jefferson.Al hacerse rico y poderoso, fue aljuzgado,sepuso«Jefferson»desegundonombreysecambióelprimeropor«Dr.»,conDmayúscula.
CuandoMargoyyo teníamosnueveaños,nuestrospadreseranamigos,asíquedevezencuandojugábamosjuntos,cogíamoslasbicis,dejábamosatráslascallessinsalidaynosíbamosalparque,enelcentrodelaurbanización.
Meponíanervioso cadavezquemedecíanqueMargo iba apasarsepormi casa, porque era lacriaturamásextraordinariamentehermosaqueDioshabíacreado.Lamañanaencuestión,sehabíapuestounos pantalones cortos blancos y una camiseta rosa con un dragón verde que lanzaba fuego de colornaranjabrillante.Meresultadifícilexplicarlogenialquemepareciólacamisetaenaquellosmomentos.
Margo, como siempre, pedaleaba de pie, con el cuerpo inclinado sobre el manillar y con laszapatillasdedeportedecolormoradoformandounamanchacircular.Erauncalurosoyhúmedodíademarzo.Elcieloestabadespejado,peroelaireteníaunsaborácido,comosiseavecinaraunatormenta.
Poraquellaépocamecreíainventor,asíque,despuésdehaberatadolasbicis,mientrasrecorríamosapieelcortocaminoquenosllevaríaalparqueinfantil,lecontéaMargoquesemehabíaocurridouninvento llamado Ringolator. El Ringolator sería un cañón gigante que dispararía enormes rocas decoloresaunaórbitamuybaja,loqueproporcionaríaalaTierraanillosmuyparecidosalosdeSaturno.(Sigopensandoque seríaunabuena idea,pero resultaqueconstruiruncañónquedispare rocasaunaórbitabajaesbastantecomplicado.)
Había estado en aquel parque tantas veces que me lo conocía palmo a palmo, así que apenashabíamosentradocuandoempecéasentirquealgofallaba,aunqueenunprimermomentonoviquéhabíacambiado.
—Quentin—medijoMargoenvozbajaytranquila.Estabaseñalando.Yentoncesmedicuentadeloquehabíacambiado.Aunospasosdenosotroshabíaunroble.Grueso,retorcidoyconaspectodetenermuchosaños.No
eranuevo.Elparqueinfantil,anuestraderecha.Tampocoeranuevo.Peroderepenteviauntipoconuntrajegrisdesplomadoalospiesdeltroncodelroble.Nosemovía.Esosíeranuevo.Estabarodeadode
sangre.Delabocalesalíaunhilomedioseco.Teníalabocaabiertaenungestoqueparecíaimposible.Lasmoscasseposabanensupálidafrente.
—Estámuerto—dijoMargo,comosinomehubieradadocuenta.Retrocedí dos pequeños pasos. Recuerdo que pensé que si hacía un movimiento brusco, se
levantaríaymeatacaría.Quizáeraunzombi.Sabíaqueloszombisnoexistían,perosindudaparecíaunzombienpotencia.
Mientrasretrocedíaaquellosdospasos,Margodiootrosdos,tambiénpequeñosysilenciosos,haciadelante.
—Tienelosojosabiertos—medijo.—Vámonosacasa—contestéyo.—Pensabaquecuandotemueres,cierraslosojos—dijo.—Margovámonosacasaaavisar.Diootropaso.Yaestabalobastantecercacomoparaestirarelbrazoytocarleelpie.—¿Quécreesquelehapasado?—mepreguntó—.Quizásedebaaunasuntodedrogasoalgoasí.NoqueríadejaraMargosolaconelmuerto,quequizásehabíaconvertidoenunzombiagresivo,
pero tampocomeatrevíaaquedarmeallí comentando lascircunstanciasde sumuerte.Hiceacopiodetodomivalor,diunpasoadelanteylacogídelamano.
—¡Margovámonosahoramismo!—Vale,sí—mecontestó.Corrimoshacialasbicis.Elestómagomedabavueltasporalgoqueseparecíamuchoalaemoción,
peroquenoloera.Nossubimosalasbicisyladejéirdelante,porqueyoestaballorandoynoqueríaquemeviera.Veíasangreen lassuelasdesuszapatillasmoradas.Lasangredeél.Lasangredel tipomuerto.
Llegamoscadaunoanuestrasrespectivascasas.Mispadresllamaronaurgencias,oílassirenasenladistanciaypedípermisoparasaliraverloscamionesdebomberos,pero,comomimadremedijoqueno,mefuiaecharlasiesta.
Tanto mi padre como mi madre son psicólogos, lo que quiere decir que soy jodidamenteequilibrado.Cuandome desperté,mantuve una larga conversación conmimadre sobre el ciclo de lavida, sobre que la muerte es parte de la vida, pero una parte de la que no tenía que preocuparmedemasiadoalosnueveaños,ymesentímejor.Laverdadesquenuncamepreocupódemasiado,locualesmuchodecir,porquesuelopreocuparmeporcualquiercosa.
Lacuestióneslasiguiente:meencontréauntipomuerto.Elpequeñoyadorableniñodenueveañosysutodavíamáspequeñayadorablecompañeradejuegosencontraronauntipoalquelesalíasangreporlaboca,yaquellasangreestabaensuspequeñasyadorableszapatillasdedeportemientrasvolvíamosacasaenbici.Esmuydramáticoytodoeso,pero¿yqué?Noconocíaaltipo.Cadaputodíasemueregentealaquenoconozco.Situvieraquedarmeunataquedenervioscadavezquepasaalgoespantosoenelmundo,acabaríamáslocoqueunacabra.
Aquella noche entré enmi habitación a las nueve en punto parameterme en la cama, porque lasnueveeralahoraalaqueteníaqueirmeadormir.Mimadremetapóymedijoquemequería.Yoledije:«Hastamañana»,yellamecontestó:«Hastamañana»,yluegoapagólaluzycerrólapuertacasihastaelfondo.
EstabacolocándomedeladocuandoviaMargoRothSpiegelmanalotroladodemiventana,conlacara casi pegada a lamosquitera.Me levanté y abrí la ventana, pero lamosquitera que nos separabaseguíapixelándola.
—Heinvestigado—medijomuyseria.Aunquelamosquiteradividíasucarainclusodecerca,viquellevabaenlasmanosunalibretitayun
lápizconmarcasdedientesalrededordelagoma.Echóunvistazoasusnotas.
—LaseñoraFeldman,deJeffersonCourt,medijoquesellamabaRobertJoyner.MecontóquevivíaenJeffersonRoad,enunodelospisosdeencimadelsupermercado,asíquemepaséporallíyhabíaunmontóndepolicías.Unomepreguntósitrabajabaenelperiódicodelcolegio,ylecontestéquenuestrocolegionoteníaperiódico,asíquemedijoque,comonoeraperiodista,contestaríaamispreguntas.MecontóqueRobertJoynerteníatreintayseisaños.Eraabogado.Nomedejabanentrarenlacasa,perounamujerllamadaJuanitaÁlvarezviveenlapuertadeallado,demodoqueentréensucasapreguntándolesimepodríaprestarunatazadeazúcar.MedijoqueRobertJoynersehabíasuicidadoconunapistola.Entonceslepreguntéporqué,ymecontestóqueestabatristeporqueestabadivorciándose.
Margosecallóymelimitéamirarla,aobservarsucaragrisalaluzdelaluna,quelamosquiteradividíaenmilcuadraditos.Susojos,muyabiertos,pasabanunayotravezdesulibretaamí.
—Muchagentesedivorciaynosesuicida—ledije.—Yalosé—mecontestónerviosa—.EsloqueledijeaJuanitaÁlvarez.Yentoncesmedijo...—
Margo pasó la página de la libreta—. Me dijo que el señor Joyner tenía problemas. Y entonces lepreguntéaquéserefería,ymecontestóqueloúnicoquepodíamoshacerporélerarezaryquemefueraallevarleelazúcaramimadre.Ledijequeolvidaraelazúcarymemarché.
Denuevonodijenada.SoloqueríaqueMargosiguierahablandoconesavocecitanerviosaporcasisaberalgoyquemehacíasentirqueestabasucediéndomealgoimportante.
—Creoquequizáséporqué—dijoporfin.—¿Porqué?—Quizáselerompieronloshilospordentro—mecontestó.Mientrasintentabapensarenalgoquecontestarle,meinclinéhaciadelante,presionéelcierredela
mosquiteraylaretirédelaventana.Ladejéenelsuelo,peroMargonomediolaoportunidaddehablar.Antesdequehubieravueltoasentarme,levantólacarahaciamíymesusurró:
—Cierralaventana.Asíquelacerré.Penséquesemarcharía,perosequedóallímirándome.Ledijeadiósconlamanoy
lesonreí,perosusojosparecíanmirarfijamentealgodetrásdemí,algomonstruosoquelehabíahechoquedarsemuypálida,y tuvedemasiadomiedoparagirarmeaverquéera.Perodetrásdemínohabíanada,porsupuesto...salvoquizáeltipomuerto.
Dejélamanoquieta.Nosmiramosfijamente,cadaunodesdesuladodelcristal.Nuestrascabezasestabanalamismaaltura.Norecuerdocómoacabólahistoria,simefuialacamaosefueella.Enmimemorianoacaba.Seguimostodavíaallí,mirándonos,parasiempre.
AMargosiemprelegustaronlosmisterios.Yteniendoencuentatodoloquesucediódespués,nuncadejarédepensarquequizálegustabantantolosmisteriosqueseconvirtióenuno.
PRIMERAPARTE
Loshilos
1
Eldíamáslargodemividaempezóconretraso.Medespertétarde,meentretuvedemasiadoenladuchayalfinaltuvequedisfrutardeldesayunoenelasientodelcopilotodelmonovolumendemimadre,alas7.17delamañanadeunmiércoles.
Solíairalinstitutoenelcochedemimejoramigo,BenStarling,peroBenhabíasalidopuntual,asíquenopudecontarconél.Paranosotros,«puntual»significabamediahoraantesdequeempezaranlasclases, porque aquellos treinta minutos antes de que sonara el primer timbre eran el plato fuerte denuestraagendasocial.Nosquedábamosdelantedelapuertalateralquedabaalasaladeensayodelabandademúsicadel institutoycharlábamos.Comolamayoríademisamigos tocabanen labanda,yopasabacasitodaslashoraslibresdelinstitutoamenosdecincometrosdelasaladeensayo.Peroyonotocaba, porque tengomenos oído para lamúsica que un sordo.Aquel día iba a llegar veinteminutostarde, lo que técnicamente significaba que aun así llegaría diez minutos antes de que empezaran lasclases.
Mientrasconducía,mimadremepreguntabaporlasclases,losexámenesyelbailedegraduación.—Nocreoenlosbailesdegraduación—lerecordémientrasgirabaenunaesquina.Inclinéhábilmentemiscerealesparaajustarlosalafuerzadegravedad.Noeralaprimeravezque
lohacía.—Bueno,nohaynadamaloenirconunaamiga.SeguroquepodríaspedírseloaCassieHiney.Sí, podría habérselo pedido a Cassie Hiney, que era muy maja, simpática y guapa, pese a su
tremendamentedesafortunadoapellido,queeningléssignifica«culo».—Noesquenomegustenlosbailesdegraduación.Esquetampocomegustanlaspersonasalas
quelesgustanlosbailesdegraduación—leexpliquéamimadre.Aunqueenrealidadnoeracierto.Bensehabíaemperradoenir.Mimadre giró hacia el instituto, y sujeté con las dosmanos el tazón casi vacío al pasar por un
badén.Echéunvistazoal aparcamientode losalumnosdeúltimocurso.ElHondaplateadodeMargoRothSpiegelmanestabaaparcadoensuplazahabitual.Mimadremetióelcocheenuncallejónsituadofrente a la sala de ensayo yme dio un beso en la mejilla. Al bajar vi a Ben y a mis otros amigos,agrupadosensemicírculo.
Medirigíaellos,yelsemicírculonotardóenabrirsepara incluirme.Estabanhablandodemiexnovia,SuzieChung,quetocabaelvioloncheloyalparecerhabíacreadoungranrevueloporqueestabasaliendoconun jugadordebéisbol llamadoTaddyMac.Nosabíasierasunombre real.Encualquiercaso,SuziehabíadecididoiralbailedegraduaciónconTaddyMac.Otravíctima.
—Colega—medijoBen,queestabadelantedemí.Moviólacabeza,sediomediavuelta,sealejódelcírculoyentró.Loseguí.Ben,unchicobajitoy
de piel aceitunada que a duras penas parecía haber llegado a la pubertad, eramimejor amigo desdequinto, cuando al final ambos admitimos la evidencia de que seguramente ninguno de los dos iba aencontrarotromejoramigo.Además,lepusomuchoempeño,yesomegustaba...lamayoríadelasveces.
—¿Quétal?—lepregunté.Estábamosdentro,enunlugarseguro.Lasdemásconversacionesimpedíanqueseoyeralanuestra.—Radarvaairalbailedegraduación—medijomalhumorado.Radareranuestrootromejoramigo.LollamábamosRadarporqueseparecíaauntipobajitoycon
gafasdelaviejaseriedetelevisiónM*A*S*Halquellamabanasí,salvoque:1)ElRadardelatelenoeranegro,y2)Enalgúnmomentodespuésdehaberlepuestoelapodo,nuestroRadarcrecióunosquincecentímetrosy sepuso lentillas, así que supongoque,3)En realidad,no separecía ennadaal tipode
M*A*S*H,pero,4)Comoquedaban tressemanasymediaparaqueseacabaraelcurso,noestábamosdemasiadoporlalabordebuscarleotroapodo.
—¿Angela?—lepregunté.Radarnuncanoscontabanadadesuvidaamorosa,loquenonosdisuadíadeespecularcadadospor
tres.Benasintió.—¿Recuerdasquehabíapensadoinvitaralbaileaunanovata,porquesonlasúnicasquenoconocen
lahistoriadeBenelSangriento?Asentí.—Bueno—siguiódiciendoBen—,puesestamañanaunanovatillamuymonasemehaacercadoy
mehapreguntadosieraBenelSangriento.Heempezadoaexplicarlequefueunainfecciónderiñón,perosehareídoysehalargado.Asíqueseacabó.
DosañosatráshabíantenidoqueingresaraBenenelhospitalporunainfecciónrenal,peroBeccaArrington, lamejoramigadeMargo, sededicóaextenderel rumordeque laverdadera razóndequeorinarasangreeraquesepasabaeldíamasturbándose.Peseaqueeraclínicamenteinverosímil,desdeentoncesBencargabaconesahistoria.
—Vayamierda—ledije.Ben empezó a contarme susplanespara encontrar auna chica, pero solo lo escuchaba amedias,
porque entre la cada vez más densa masa de personas que llenaban el vestíbulo vi a Margo RothSpiegelman. Estaba junto a su taquilla, al lado de su novio, Jase. Llevaba una falda blanca hasta lasrodillasyun topestampadoazul.Leveía la clavícula.Se reíacomounahistérica.Tenía loshombrosinclinadoshaciadelante,lascomisurasdesusgrandesojosarrugadasylabocaabierta.PeronoparecíareírseporalgoquehubieradichoJase,yaquemirabahaciaotraparte,hacialastaquillasdelotroladodelvestíbulo.SeguísusojosyviaBeccaArringtonencimadeun jugadordebéisbol,comosiel tipofueseunárboldeNavidadyellaunadorno.SonreíaMargo,aunquesabíaquenopodíaverme.
—Deberíaslanzarte,colega.OlvídatedeJase.Dios,lapavaestáparamojarpan.Mientrasavanzábamos, seguí lanzándolemiradasentre lamultitud, rápidas instantáneas,unaserie
fotográficatituladaLaperfecciónsequedainmóvilmientraslosmortalespasandelargo.Amedidaquemeacercaba,penséquetalveznoestabariéndose.Quizálehabíandadounasorpresa,unregalooalgoasí.Parecíaquenopudieracerrarlaboca.
—Sí—ledijeaBen.Seguía sinprestarle atención, seguía intentandonoperder aMargodevista sinque semenotara
demasiado.Noesquefueraunabelleza.Erasencillamenteimpresionante,yensentidoliteral.Yentoncesla dejamos atrás, entre ella y yo pasaba demasiada gente y en ningúnmomentome había acercado losuficienteparaescucharloquedecíaoentendercuálhabíasidoladesternillantesorpresa.Benmoviólacabeza.Mehabíavistomirándolamilvecesyestabaacostumbrado.
—Laverdadesqueestábuena,peronotanto.¿Sabesquiénestábuenadeverdad?—¿Quién?—lepregunté.—Lacey—mecontestó,queeralaotramejoramigadeMargo—.Ytumadre,colega.Estamañana
hevistoatumadredándoteunbesoy,perdóname,perotejuroporDiosquehepensado:«Joder,ojaláfueraQ.Yojalátuvierapollasenlasmejillas».
Lepeguéuncodazoenlascostillas,aunqueseguíapensandoenMargo,porqueeraelúnicomitoquevivíaalladodemicasa.MargoRothSpiegelman,cuyonombredeseissílabassolíamosdecircompletoconunaespeciedesilenciosareverencia.MargoRothSpiegelman,cuyasépicasaventurascirculabanporel colegio como una tormenta de verano.Un viejo que vivía en una casa destartalada deHotCoffee,Mississippi,habíaenseñadoaMargoatocarlaguitarra.MargoRothSpiegelman,quehabíaviajadotresdíasconuncirco,dondepensabanqueteníapotencialparaeltrapecio.MargoRothSpiegelman,quese
habíatomadountédehierbasdetrásdelescenariodelosMallionairesdespuésdeunconciertoenSaintLouis,mientras ellos bebíanwhisky.MargoRothSpiegelman, que se había colado en aquel conciertodiciéndole al segurata que era la novia del bajista, ¿no la reconocían?, vamos, chicos, en serio, soyMargoRothSpiegelman,ysivaisapedirlealbajistaquevengaaverquiénsoy,osdiráoquesoysunovia,oqueojalálofuera,yentonceselseguratafueapreguntárselo,yelbajistadijo:«Sí,esminovia,déjala entrar», y luego el bajista quiso enrollarse con ella, pero ella ¡rechazó al bajista de losMallionaires!
Cuandocomentábamos sushistorias, siempreacabábamosdiciendo:«Vaya, ¿te lo imaginas?».Engeneral,nopodíamosimaginárnoslas,perosiempreresultabanserciertas.
Yllegamosanuestrastaquillas.RadarestabaapoyadoenladeBen,tecleandoensuordenadordebolsillo.
—Asíquevasairalbaile—ledije.Levantólamiradayvolvióabajarla.—Estoydes-destrozandoelartículodelOmnictionarysobreunexprimerministrofrancés.Anoche
alguienborrótodalaentradayescribió«JacquesChiracesungay»,queresultaqueesincorrectotantosemánticacomogramaticalmente.
RadaresunactivoeditordelOmnictionary,unaenciclopediaonlinequecreanlosusuarios.DedicasuvidaenteraamantenerycuidarelOmnictionary.Yesaeraunadelasdiversasrazonesporlasquenossorprendíaquehubierainvitadoaunachicaalbailedegraduación.
—Asíquevasairalbaile—repetí.—Perdona—mecontestósinlevantarlamirada.Todoelmundosabíaqueyomenegabaairalbaile.Nomellamabalomásmínimolaatención:ni
bailar lentos, ni bailar rápidos, ni los trajes, y todavía menos el esmoquin alquilado. Alquilar unesmoquin me parecía una excelente manera de pillar cualquier espantosa enfermedad del anteriorarrendatario,ynoeramiintenciónconvertirmeenelúnicovirgendelmundoconladillas.
—Colega—dijoBenaRadar—,lasnovatassehanenteradodelahistoriadeBenelSangriento.—Radar se guardó por fin el ordenador y cabeceó con expresión compasiva—.Así que las dos únicasestrategiasquemequedansonbuscaraunaparejaparaelbaileeninternetovolaraMissouriyraptaraalgunapavaalimentadaabasedemaíz.
Yo había intentado explicarle a Ben que «pava» sonaba bastante más sexista y patético que«retroguay»,perosenegabaadejardedecirlo.Llamabapavaasupropiamadre.Noteníaarreglo.
—Lepreguntaré aAngela si sabe de alguien—dijoRadar—.Aunque conseguirte pareja para elbaileserámásduroqueconvertirelplomoenoro.
—Conseguirteparejaparaelbaileestanduroquesolodeimaginarlosepuedencortardiamantes—añadí.
Radardiounpardepuñetazosaunataquillaparaexpresarqueestabadeacuerdoydespuéssoltóotrafrase:
—Ben,conseguirteparejaparaelbaileestanduroqueelgobiernodeEstadosUnidoscreequeelproblemanopuederesolverseporlavíadiplomática,sinoqueexigiráelusodelafuerza.
Estabapensandoenotraocurrenciacuandolostresalavezvimosalbotedeesteroidesanabólicoscon forma humana conocido como Chuck Parson acercándose a nosotros con algún propósito. ChuckParsonnoparticipabaendeportesdegrupoporqueesolodistraeríadesuprincipalobjetivoenlavida:quealgúndíalocondenaranporhomicidio.
—Hola,maricas—dijo.—Chuck—lecontestélomásamigablementequepude.Chuck no nos había causado ningún problema grave en los dos últimos años, porque alguien del
bandodelosguayshabíadadolaordendequenosdejaranenpaz,asíqueChucknisiquieranosdirigía
lapalabra.Quizá porque fui yo el que le había contestado, o quizá no, apoyó las dosmanos en la taquilla,
conmigoenmedio,yseacercólosuficienteparaqueconsideraraquémarcadedentífricoutilizaba.—¿QuésabesdeMargoyJase?—Uf—lecontesté.Pensé en todo lo que sabía de ellos: Jase era el primer y único novio serio de Margo Roth
Spiegelman.Habíanempezadoasalirafinalesdelañoanterior.Losdos ibana ira laUniversidaddeFloridaalañosiguiente.AJaselehabíandadounabecaparajugarenelequipodebéisbol.NuncahabíaentradoencasadeMargo,solopasabaabuscarla.AMargonoparecíagustarletanto,perolaverdadesquenuncaparecíaquelegustasenadietanto.
—Nada—lecontestéporfin.—Nomejodas—gruñó.—Apenaslaconozco—ledije,ypuededecirsequeenlosúltimostiemposeracierto.Consideróunminutomirespuesta,yyo intentécon todasmisfuerzasnodesviar lamiradadesus
ojosbizcos.Moviómuysuavementelacabeza,seapartódelataquillaysemarchóasuprimeraclasedelamañana:MantenimientodelosMúsculosPectorales.Sonóelsegundotimbre.Faltabaunminutoparaqueempezaranlasclases.Radaryyoteníamoscálculo,yBenteníamatemáticasfinitas.Nuestrasclasesestabanunaalladodelaotra.Nosdirigimosjuntosaellas,lostresenfila,confiandoenquelamareahumanaseabrieralosuficienteparadejarnospasar,yasífue.
—Conseguirte una pareja para el baile es tan duro quemilmonos tecleando enmilmáquinas deescribirdurantemilañosnoescribirían«IréalbailedegraduaciónconBen»niunasolavez—dije.
Bennopudoresistirseamachacarseasímismo:—TengotanpocasposibilidadesquehastalaabueladeQmeharechazado.Mehadichoqueestaba
esperandoaqueselopidieraRadar.Radarasintiódespacio.—Esverdad,Q.Atuabuelaleencantantuscolegas.ErapatéticamentefácilolvidarsedeChuckyhablardelbailedegraduación,aunquemeimportaba
unamierda.Asíeralavidaaquellamañana:nadaimportabademasiado,nilascosasbuenasnilasmalas.Nosdedicábamosadivertirnos,ynosibarazonablementebien.
Pasé las treshoras siguientesenclase, intentandonomirar los relojesdeencimade lasdiversaspizarras, y luegomirándolos y sorprendiéndome de que solo hubieran pasado unosminutos desde laúltima vez que había mirado. Aunque contaba con casi cuatro años de experiencia mirando aquellosrelojes,sulentitudnuncadejabadesorprenderme.Sialgunavezmedicenquemequedaundíadevida,meirédirectoa lassagradasaulasde laWinterParkHighSchool,dondesesabequeundíaduramilaños.
Pero, pormás que pareciera que la física de la tercera hora no iba a acabar nunca, acabó y derepenteestabaenlacafeteríaconBen.Radarcomíamástardeconlosdemásamigos,asíqueBenyyosolíamossentarnossolos,conunpardeasientosentrenosotrosyungrupodetiposdeteatro.Aqueldíalosdoscomíamosminipizzasdepepperoni.
—Lapizzaestábuena—dije.Benasintiódistraído.—¿Quépasa?—lepregunté.—Nazza—dijocon laboca llenadepizza.Tragó—.Yaséquecreesqueesunagilipollez,pero
quieroiralbaile.—Uno:sí,creoqueesunagilipollez;dos:siteapeteceir,ve,ytres:sinomeequivoco,nisiquiera
selohaspedidoanadie.—SelohepedidoaCassieHineyenlaclasedemates.Leheescritounanota.
Alcélascejasenungestointerrogante.Benmetióunamanoenunbolsillodelpantalóncortoymedeslizóuntrozodepapelmuydoblado.Loaplané:
Ben:Meencantaríairalbailecontigo,peroyahequedadoconFrank.Losiento.C.Lodoblédenuevoyvolví adeslizarlopor lamesa.Recordéhaber jugadoal fútboldepapel en
aquellasmesas.—Vayamierda—ledije.—Sí,yaves.Elsonidoambientalparecíaechársenosencima.Nosquedamoscalladosunmomento,yluegoBen
memirómuyserioymedijo:—Voyadarmuchojuegoenlafacultad.SaldréenelLibroGuinnessdelosRécords,enlacategoría
«Hadejadoamáspavassatisfechas».Mereí.EstabapensandoquelospadresdeRadaraparecíanrealmenteenelLibroGuinnesscuando
viporencimadenosotrosaunaguapaafroamericanaconpequeñasrastasdepunta.TardéunossegundosendarmecuentadequeeraAngela,lanoviadeRadar,supongo.
—Hola—medijo.—Hola—lecontesté.ConocíadevistaaAngelaporquehabíaidoaalgunaclaseconella,perononossaludábamosenlos
pasillosnicuandonosencontrábamosporahí.Leindiquéconungestoquesesentarayacercóunasillaalamesa.
—Chicos, supongoque conocéis aMarcusmejor que nadie—dijo empleando el nombre real deRadar,conloscodosenlamesa.
—Esuntrabajodemierda,peroalguientienequehacerlo—lecontestóBensonriendo.—¿Creéisqueseavergüenzademíoalgoasí?Benserió.—¿Qué?No—lecontestó.—Técnicamente—añadí—,deberíassertúlaqueseavergonzaradeél.Miróhaciaarribaysonrió.Unachicaacostumbradaalospiropos.—Puesnuncamehainvitadoasalirconvosotros.—Ahhh—dije;porfinlopillaba—.Esoesporqueseavergüenzadenosotros.Serió.—Parecéisbastantenormales.—NuncahasvistoaBenesnifandoSpriteporlanarizysacándoloporlaboca—ledije.—Soycomounaenloquecidafuentecarbonatada—añadióBen,impávido.—Deverdad,chicos,¿vosotrosnoospreocuparíais?Nosé,llevamoscincosemanassaliendoyni
siquieramehallevadoasucasa.—Benyyointercambiamosunamiradacómplice,yyomeestrujélacaraparanosoltarunacarcajada—.¿Quépasa?—preguntóAngela.
—Nada—lecontesté—.Sinceramente,Angela,siteobligaraasalirconnosotrosytellevaraasucasacadadosportres...
—Sinlamenordudasignificaríaquenolegustas—terminóBen.—¿Suspadressonraros?Penséencómorespondersinceramenteasupregunta.—No,no.Songuays.Soloalgosobreprotectores,supongo.—Sí,sobreprotectores—convinoBenunpocodemasiadodeprisa.Angelasonrióyselevantódiciendoqueteníaqueirasaludaraalguienantesdequeacabaralahora
decomer.Benesperóaquesehubieramarchadoparaabrirlaboca.
—Estachicaesimpresionante—medijo.—Losé—lecontesté—.MepreguntosipodríamossustituiraRadarporella.—Aunque seguramente no es muy buena con los ordenadores. Necesitamos a alguien bueno.
Además, apuesto a que no tiene ni idea delResurrection, nuestro videojuego favorito. Por cierto, unabuenasalidadecirquelosviejosdeRadarsonsobreprotectores.
—Bueno,noescosamíadecírselo—lerespondí.—AvercuántotardaenverlaResidenciaMuseodelEquipodeRadar—dijoBensonriendo.Lapausacasihabíaterminado,asíqueBenyyonoslevantamosydejamoslasbandejasenlacinta
transportadora,lamismaalaqueChuckParsonmehabíalanzadoelprimerañodeinstituto,loquemeenvióalinframundodelaplantilladelavaplatosdeWinterPark.NosdirigimosalataquilladeRadar,yallíestábamoscuandollegócorriendo,justodespuésdelprimertimbre.
—En la clase de política he decidido que sería capaz de chuparle los huevos a un burro,literalmente,siconesopudieralibrarmedeesaclasehastaelfinaldeltrimestre—dijo.
—Puedesaprendermuchosobrepolíticadeloshuevosdeunburro—lecontesté—.Oye,hablandodelasrazonesporlasquedeberíashacerlapausadelmediodíaunahoraantes,acabamosdecomerconAngela.
—Sí—dijoBensonriéndoleconsuficiencia—,quieresaberporquénuncalahasllevadoatucasa.Radar lanzóun largo soplidomientras giraba la cerradurade combinaciónpara abrir la taquilla.
Soltótantoairequepenséqueibaadesmayarse.—Mierda—dijoporfin.—¿Teavergüenzasdealgo?—lepreguntésonriendo.—Cállate—mecontestópegándomeuncodazoenlabarriga.—Vivesenunacasapreciosa—ledije.—Enserio,colega—añadióBen—.Esunachicamuymaja.Noentiendoporquénoselapresentas
atuspadresyleenseñaslaFincaRadar.Radar lanzó sus libros a la taquilla y la cerró. El ruido de conversaciones que nos rodeaba se
silencióunpocomientraslevantabalosojosalcieloygritaba:—NO ES CULPA MÍA QUE MIS PADRES TENGAN LA COLECCIÓN MÁS GRANDE DEL
MUNDODESANTACLAUSNEGROS.AunquehabíaoídodeciraRadar«lacolecciónmásgrandedelmundodeSantaClausnegros»unas
mil veces en la vida, nunca dejaba de parecerme divertido. Pero no lo decía en broma. Recordé laprimeravezquehabíaidoasucasa.Teníayounostreceaños.Eraprimavera,variosmesesdespuésdelasNavidades,perolosSantaClausseguíanenlasrepisasdelasventanas.SantaClausnegrosdepapelcolgabandelabarandilladelaescalera.VelasconSantaClausnegrosadornabanlamesadelcomedor.Un cuadro de Santa Claus negro estaba colgado encima de la chimenea, en cuya repisa se alineabantambiénfiguritasdeSantaClausnegros.TeníanundispensadordecaramelosPEZconcabezadeSantaClaus negro comprado en Namibia. El Santa Claus negro de plástico y con luz que colocaban en eldiminutopatiodesdeeldíadeAccióndeGraciashastaAñoNuevopasabaelrestodelañovigilandoconorgullo en una esquina del cuarto de baño de invitados, un cuarto de baño empapelado con un papelcaseroconSantaClausnegrospintadosyunaesponjaenformadeSantaClaus.Todaslashabitacionesdela casa, menos la de Radar, estaban llenas de Santa Claus negros de yeso, plástico, mármol, barro,madera,resinaytela.Entotal,lospadresdeRadarteníanmásdemildoscientosSantaClausnegrosdetodo tipo.Como constaba en una placa por encima de la puerta de la calle, la casa deRadar era unMonumentoaSantaClausoficial,segúnlaSociedadNavideña.
—Solo tienes que contárselo, tío —le dije—. Solo tienes que decirle: «Angela, me gustas, deverdad, pero hay algo que tienes que saber: cuando vayamos a mi casa y nos enrollemos, dos milcuatrocientosojosdemildoscientosSantaClausnegrosnosobservarán.
—Sí—convinoRadarpasándoseunamanoporelpelorapadoymoviendo lacabeza—.Nocreoqueselodigaexactamenteasí,peroyasemeocurriráalgo.
Me dirigí a la clase de política, y Ben a una optativa sobre diseño de videojuegos. Contemplérelojesdurantedosclasesmásy,alfinal,cuandoterminé,mipechoirradiabaalivio.Elfinaldecadadíaeracomounanticipodenuestragraduación,paralaquefaltabapocomásdeunmes.
Volvíacasa.Mecomídossándwichesdemantequilladecacahueteymermeladaparamerendar.Vipóquerenlatele.Mispadresllegaronalasseis,seabrazaronymeabrazaronamí.Cenamosmacarrones.Mepreguntaronporelinstituto.Luegomepreguntaronporelbailedegraduación.Semaravillarondelobienquemehabíaneducado.Mecontaronqueensuépocahabíantenidoquetratarcongentealaquenohabíaneducadotanbien.Fueronaverlatele.Yofuiamihabitaciónarevisarelcorreo.EscribíunratosobreElgranGatsbyparalaclasedeliteratura.LeíotroratoelFederalistaparaprepararcontiempoelexamen final de política.Chateé conBen y luegoRadar se conectó también.En nuestra conversaciónutilizócuatroveceslafrase«lacolecciónmásgrandedelmundodeSantaClausnegros»yyomereícadavez.Ledijequemealegrabadeque tuvieranovia.Mecomentóqueelveranoseríagenial.Estuvedeacuerdo. Era 5 de mayo, pero podría haber sido cualquier otro día. Mis días eran apaciblementeidénticos entre sí. Siempremehabíagustado.Megustaba la rutina.Megustaba aburrirme.Noquería,peromegustaba.Yporesoaquel5demayohabríapodidosercualquierotrodía...hastajustoantesdelasdocedelanoche,cuandoMargoRothSpiegelmanabriólaventanademihabitación,sinmosquitera,porprimeravezdesdeaquellanocheenquemehabíapedidoquelacerrara,hacíanueveaños.
2
Al oír que la ventana se abría,me giré y vi que los ojos azules deMargomemiraban fijamente.Alprincipiosolovisusojos,peroencuantosemeadaptólavistamedicuentadequeteníalacarapintadadenegroydequellevabaunasudaderanegra.
—¿Estáspracticandocibersexo?—mepreguntó.—EstoychateandoconBenStarling.—Esonorespondeamipregunta,pervertido.Me reí con torpeza y luego me acerqué a la ventana, me arrodillé y me coloqué a solo unos
centímetrosdesucara.Nopodíaimaginarmeporquéestabaallí,enmiventana,yconlacarapintada.—¿Aquédeboelplacer?—lepregunté.Margo y yo seguíamos teniendo buen rollo, supongo, pero no hasta el punto de quedar en plena
nocheconlacarapintadadenegro.Paraesoyateníaasusamigos,seguro.Yonoestabaentreellos.—Necesitotucoche—meexplicó.—Notengocoche—lecontesté,yerauntemadelquepreferíanohablar.—Bueno,pueseldetumadre.—Tútienescoche—lecomenté.Margoinflólasmejillasysuspiró.—Cierto,peroresultaquemispadresmehanquitadolasllavesdelcocheylashanmetidoenuna
caja fuerte, quehandejadodebajode sucama,yMyrnaMountweazel, laperra, estádurmiendoen suhabitación. Y aMyrnaMountweazel le da un puto derrame cerebral cada vez que me ve. Vaya, queperfectamentepodríacolarmeenlahabitación,robarlacajafuerte,forzarla,cogerlasllavesylargarme,peroelcasoesquenomerecelapenaintentarlo,porqueMyrnaMountweazelsepondráaladrarcomounalocaencuantoasomeporlapuerta.Asíque,comotedecía,necesitouncoche.Ytambiénnecesitoqueconduzcastú,porqueestanochetengoquehaceroncecosas,yalmenoscincoexigenquealguienestéesperándomeparasalircorriendo.
Cuandoyonoenfocabalamirada,Margoeratodaojosflotandoenelespacio.Luegovolvíaafijarlamiradayveíaelcontornodesucara,lapinturatodavíahúmedaensupiel.Suspómulossetriangulabanhacialabarbilla,ysuslabios,negroscomoelcarbón,esbozabanapenasunasonrisa.
—¿Algúndelito?—lepregunté.—Hum—mecontestóMargo—.Recuérdamesielallanamientodemoradaesundelito.—No—repuseentonofirme.—¿Noesundelitoonovasaayudarme?—Novoyaayudarte.¿Nopuedesreclutaraalgunadetussubordinadasparaquetelleve?Laceyy/oBeccahacíansiempreloqueelladecía.—Laverdadesquesonpartedelproblema—medijoMargo.—¿Quéproblema?—lepregunté.—Hayonceproblemas—mecontestóconciertaimpaciencia.—Sindelitos—dijeyo.—TejuroporDiosquenotepediréquecometasningúndelito.YenaquelprecisoinstanteseencendierontodoslosfocosquerodeabanlacasadeMargo.Enun
rápidomovimiento,saltópormiventana,semetióenmihabitaciónysetiródebajodemicama.Encuestióndesegundos,supadresalióalpatio.—¡Margo!—gritó—.¡Tehevisto!Desdedebajodelacamamellegóunahogado«Ay,joder».Margosaliórápidamente,selevantó,se
acercóalaventanaydijo:—Vamos, papá. Solo intento charlar con Quentin. Te pasas el día diciéndome que sería una
influenciafantásticaytodoeso.—¿SoloestáscharlandoconQuentin?—Sí.—Yentonces¿porquétehaspintadolacaradenegro?Margodudósolouninstante.—Papá,responderteaesapreguntaexigiríahorasyséqueseguramenteestásmuycansado,asíque
vuelvea...—¡Acasa!—gritó—.¡Ahoramismo!Margomeagarródelacamisa,mesusurróaloído«Vuelvoenunminuto»ysalióporlaventana.Encuantohubosalido,cogílasllavesdelcochedeencimadelamesa.Lasllavessonmías,aunque
lo trágico es que el coche no. Cuando cumplí dieciséis años, mis padresme hicieron un regalomuypequeño.Supeencuantomelodieronqueeranlasllavesdeuncoche,ycasimemeoencima,porquemehabíanrepetidounaymilvecesquenopodíancomprarmeuncoche.Perocuandomeentregaronlacajitaenvuelta,penséquemehabíantomadoelpeloyquealfinaltendríauncoche.Quitéelenvoltorioyabrílacajita,queefectivamenteconteníaunallave.
La observé y descubrí que era la llave de un Chrysler. La llave de un monovolumen Chrysler.ExactamentedelmonovolumenChryslerdemimadre.
—¿Meregaláisunallavedetucoche?—lepreguntéamimadre.—Tom—ledijoamipadre—,tedijequeledaríafalsasesperanzas.—Nomeecheslaculpaamí—lerespondiómipadre—.Estássublimandotuspropiasfrustraciones
pormisueldo.—¿Esteanálisisquemesueltasnotienealgodeagresiónpasiva?—lepreguntómimadre.—¿Ylasacusacionesdeagresiónpasivanosonagresionespasivaspornaturaleza?—lecontestómi
padre.Ysiguieronasíunrato.La cuestión era la siguiente: tendría acceso a ese fenómeno vehicular que es el monovolumen
Chryslerúltimomodelo,menoscuandomimadreloutilizara.Ycomomimadreibaaltrabajoencochecadamañana,yosolopodríautilizarlolosfinesdesemana.Bueno,losfinesdesemanayenmitaddelaputanoche.
Margotardómásdelprometidominutoenvolveramiventana,aunquenomuchomás.Perodurantesuausenciaempecéacambiardeopinión.
—Tengoclasemañana—ledije.—Sí, lo sé —me contestó Margo—. Mañana tenemos clase, y pasado mañana, y si lo pienso
demasiado, acabaré zumbada.Así que sí, es una noche antes de clase. Por eso tenemos que irnos ya,porquetenemosqueestardevueltaporlamañana.
—Nosé...—Q—medijo—.Q.Cariño.¿Cuántohacequesomosmuyamigos?—Nosomosamigos.Somosvecinos.—Joder,Q.¿Nosoyamablecontigo?¿Noordenoamiscompinchesqueseportenbienconvosotros
enelinstituto?—Uf—le contesté con recelo, aunque lo cierto era que siempre había supuesto que había sido
MargolaquehabíaimpedidoqueChuckParsonylosdesucalañanosputearan.Parpadeó.Sehabíapintadodenegrohastalospárpados.—Q—medijo—,tenemosqueirnos.Yfui.Saltéporlaventanaycorrimosporlaparedlateraldemicasaconlacabezaagachadahasta
queabrimos laspuertasdelmonovolumen.Margomesusurróquenocerrara laspuertas—demasiadoruido—,asíque,conlaspuertasabiertas,puseelcocheenpuntomuerto,empujéconelpieenelasfalto,yelmonovolumen rodóporel camino.Avanzamosdespaciohastadejaratrásunpardecasasy luegoencendíelmotorylasluces.CerramoslaspuertasycondujeporlassinuosascallesdelainterminableJeffersonPark,consuscasasquetodavíaparecíannuevasydeplástico,comounpueblodejuguetequealbergaradecenasdemilesdepersonasreales.
Margoempezóahablar.—Elcasoesquenisiquieralesimporta,solocreenquemishazañasleshacenquedarmal.¿Sabes
lo que acaba de decirmemi padre?Me ha dicho: «Nome importa que te jodas la vida, pero no nosavergüences delante de los Jacobsen.Sonnuestros amigos».Ridículo.Yno te imaginas lo quemehacostadosalirdeesaputacasa.¿Hasvistoesaspelículasenlasqueseescapandelacárcelymetenropadebajodelassábanasparaqueparezcaquehayalguienenlacama?—Asentí—.Sí,bueno,mimadrehapuestoenmihabitaciónunamierdademonitordebebésparaoírtodalanochemirespiraciónmientrasduermo.AsíquehetenidoquedarleaRuthiecincopavosparaquedurmieraenmihabitaciónyluegomehe vestido en la suya.—Ruthie es la hermana menor de Margo—. Ahora es una mierda deMisiónimposible.Hastaahorasetratabadeescabullirsecomoencualquierputacasanormal,subiralaventanaysaltar,pero,joder,últimamenteescomovivirenunadictadurafascista.
—¿Vasadecirmeadóndevamos?—Bueno,primeroiremosalPublix.Porque,porrazonesqueteexplicarédespués,necesitoqueme
compresunascosasenelsupermercado.YluegoiremosalWalmart.—¿Cómo?¿VamosairdegiraportodaslastiendasdeFlorida?—lepregunté.—Cariño,estanochetúyyovamosacorregirunmontóndeerrores.Yvamosaintroducirerroresen
algunas cosas que están bien. Los primeros serán los últimos, los últimos serán los primeros, y losmansos heredarán la tierra. Pero antes de que podamos reorganizar totalmente elmundo, tenemos quecomprarvariascosas.
AsíquememetíenelaparcamientodelPublix,casivacío,yaparqué.—Oye,¿cuántodinerollevasencima?—mepreguntó.—Cerodólaresycerocéntimos—lecontesté.Apaguéelmotorylamiré.Metióunamanoenunbolsillodesusvaquerososcurosyajustados,y
sacóvariosbilletesdeciendólares.—Porsuerte,Dioshaprovisto—mecontestó.—¿Quémierdaesesto?—lepregunté.—Dinero del bat mitzvah, capullo. No tengo permiso para acceder a la cuenta, pero me sé la
contraseñademispadresporqueutilizan«myrnamountw3az3l»paratodo.Asíquehesacadodinero.Intentédisimularmisorpresa,perosediocuentadecómolamirabaymesonrióconsuficiencia.—Serábásicamentelamejornochedetuvida.
3
ElproblemaconMargoRothSpiegelmaneraquerealmenteloúnicoquepodíahacereradejarlahablar,ycuandosecallaba,animarlaaseguirhablando,porlasencillarazóndeque:1)estabaindiscutiblementeenamoradodeella;2)eraunachicasinprecedentessemirarapordondesemirase,y3)laverdadesqueellanuncamepreguntabanada,asíquelaúnicamaneradeevitarelsilencioeraquesiguierahablando.
YaenelaparcamientodelPublixmedijo:—Bueno,veamos.Tehehechounalista.Sitienesalgunaduda,llámamealmóvil.Ah,ahoraquelo
pienso,antesmehetomadolalibertaddemeteralgunasprovisionesenlapartedeatrásdelcoche.—¿Cómo?¿Antesdequeaceptaraimplicarme?—Bueno, sí. Técnicamente sí. En fin, llámame si tienes alguna pregunta, pero coge el bote de
vaselinaqueesmásgrandequetupuño.Hayvaselinapequeña,vaselinamedianayunavaselinaenorme,queeslaquetienesquecoger.Sinolatienen,cogetresdelasmedianas.—Metendiólalistayunbilletedeciendólares,ymedijo—:Conestobastará.
LalistadeMargo:3PecesGatoenteros,Envueltosporseparado.Veet(paraAfeitartelaspiernasSinmaquinilla,estáconloscosméticosparaMujeres)VaselinaunpackdeSeislatasderefrescoMountainDewUnadocenadeTulipanesunaBotellaDeaguaPañuelosdepapelunEspraydepinturaazul—Muyinteresantestusmayúsculas—ledije.—Sí,creofirmementeenlasmayúsculasaleatorias.Lasreglasdelasmayúsculassonmuyinjustas
conlaspalabrasqueestánenmedio.Notengomuyclaroquésesuponequetienesquedecirlealacajeradelsupermercadoalasdocey
mediadelanochecuandocolocasenlacintaseiskilosdepezgato,Veet,elbotegigantedevaselina,unpackdeseisrefrescosdenaranja,unespraydepinturaazulyunadocenadetulipanes.Peroloqueledijefue:
—Noestanrarocomoparece.Lamujercarraspeó,peronolevantólamirada.—Puesloparece—murmuró.—Noquierometermeenproblemas,deverdad—ledijeaMargoalvolveralcochemientras se
limpiaba la pintura negra de la cara con la botella de agua y los pañuelos.Al parecer solo se habíapintadoparasalirdesucasa—.EnlacartadeadmisióndelaUniversidaddeDukeseexplicitaquenomeaceptaránsimedetienelapolicía.
—Eresdemasiadonervioso,Q.—No nos metamos en problemas, por favor —le dije—. Vaya, que me parece bien que nos
divirtamosytodoeso,peronoaexpensasdemifuturo.Levantó lamiradahaciamí,yaconcasi todalacara limpia,ymelanzóunamínimaexpresiónde
sonrisa.—Mesorprendequetodaesamierdapuedaparecerteremotamenteinteresante.—¿Cómo?—Ironoiralauniversidad.Meterseonometerseenproblemas.Sacarunsobresalienteosacarun
muydeficienteenelinstituto.Teneronotenerfuturoprofesional.Tenerunacasagrandeounapequeña,enpropiedadoenalquiler.Teneronotenerdinero.Esmuyaburrido.
Empecéadecirlequeobviamenteaellatambiénleimportabaunpoco,porquesacababuenasnotasyporesoalañosiguienteentraríaenunprogramadealtorendimientodelaUniversidaddeFlorida,peroMargoselimitóacontestarme:
—Walmart.EntramosenelWalmartycogimosunabarradeseguridadparafijarelvolante.—¿Paraquénecesitamoslabarra?—lepreguntéaMargomientrasavanzábamosporlasecciónde
jóvenes.Margose lasarreglóparasoltarmeunodesushabitualesmonólogosfrenéticossincontestarami
pregunta.—¿Sabías que, durante casi toda la historia de la especie humana, el promedio de vida ha sido
inferioratreintaaños?Disponíandeunosdiezañosdevidaadulta,¿no?Noplanificabansujubilación.Noplanificabansucarreraprofesional.Noplanificabannada.No tenían tiempoparahacerplanes.Notenían tiempoparapensarenel futuro.Pero luego lasexpectativasdevidaempezaronaaumentary lagenteempezóa tenercadavezmás futuro,asíquepasabamás tiempopensandoenél.Enel futuro.Yahoralavidasehaconvertidoenelfuturo.Vivescadainstantedetuvidaporelfuturo...Vasalinstitutoparapoderiralauniversidad,yasípodrásencontrarunbuentrabajo,yasípodráscomprarteunabonitacasa, y así podrás permitirtemandar a tus hijos a la universidad para que puedan encontrar un buentrabajo y así puedan comprarse una bonita casa y así puedan permitirse mandar a sus hijos a launiversidad.
MediolaimpresióndequeMargodivagabaparaevitarmipregunta,demodoquelarepetí.—¿Paraquénecesitamoslabarra?Margomediounmanotazosuaveenlaespalda.—Bueno,estáclaroquelodescubrirásestamismanoche.Y entonces, en la sección de náutica,Margo encontró una bocina de aire. La sacó de la caja y
levantóelbrazo.—No—ledije.—No¿qué?—mepreguntó.—Notoqueslabocina—lecontesté.Aunque cuando iba por la t de «toques», presionó y la bocina soltó un espantoso zumbido que
resonóenmicabezacomoelequivalenteauditivodeunderramecerebral.—Perdona.Noteheoído.¿Quédecías?—mepreguntó.—Dejadet...Yvolvióatocarlabocina.UnempleadodelWalmartalgomayorquenosotrosseacercó.—Eh,nopodéisusarlaaquí—nosdijo.—Perdona,nolosabía—lecontestóMargoconaparentesinceridad.—Tranqui.Laverdadesquenomeimporta.Ylaconversaciónpareciózanjada,peroelchiconodejabademiraraMargo,ysinceramentenole
culpo,porqueesdifícildejardemirarla.—¿Quévaisahacerestanoche,chicos?—preguntóporfinelempleado.—Nograncosa—lecontestóMargo—.¿Ytú?—SalgoalaunayluegoiréaunbardeOrange.Siquieresvenir...Perotienesquedejarencasaatu
hermano.Sonmuyestrictosconelcarnetdeidentidad.¿Suqué?—Nosoysuhermano—ledijeconlamiradaclavadaensuszapatillasdedeporte.
YentoncesMargosiguiómintiendo.—Laverdadesqueesmiprimo—ledijo.Secolocóamilado,mepasólamanoporlacintura,de
modoquesentícadaunodesusdedostensossobremicadera,yañadió—:Ymiamante.Elchicomiróal techoysemarchó.Margodejó lamanoenmicinturaun instanteyaproveché la
ocasiónpararodearlaconelbrazoyotambién.—Eresmiprimafavorita—ledije.Sonrió,medioungolpecitoconlacaderayseapartó.—Comosinolosupiera—mecontestó.
4
Circulábamosporunaautopistaprovidencialmentevacía,yyoseguíalasindicacionesdeMargo.Elrelojdelsalpicaderomarcabala1.07.
—Esprecioso,¿verdad?—mepreguntó.Comosehabíagiradoparamirarporlaventanilla,apenaslaveía—.Meencantairencochedeprisaalaluzdelasfarolas.
—Luz—dije—,elrecordatoriovisibledelaLuzInvisible.—Québonito.—T.S.Eliot—añadí—.Tútambiénloleíste.Enlaclasedeliteraturadelañopasado.Enrealidadnohabíaleídotodoelpoemaalquepertenecíaaquelverso,peroalgunosfragmentosse
mehabíanquedadograbadosenlamente.—Ah,esunacita—medijounpocodecepcionada.Vi sumanoen laguanteracentral.Podríahabermetido también lamía,ynuestrasmanoshabrían
estadoenelmismositioalmismotiempo.Peronolohice.—Repítelo—mepidió.—Luz,elrecordatoriovisibledelaLuzInvisible.—Sí,joder,esbueno.Debedefuncionartecontuligue.—Exligue—lacorregí.—¿Suzietehaplantado?—mepreguntóMargo.—¿Cómosabesquehasidoellalaquemehaplantadoamí?—Ay,perdona.—Aunquesímeplantóella—admití.Margo se rió.Habíamos cortado hacíameses, pero no culpé aMargo por no prestar atención al
mundo de los rollos de segunda división.Lo que sucede en la sala de ensayo se queda en la sala deensayo.
Margohabíapuestolospiesenelsalpicaderoymovíalosdedosalritmodesuspalabras.Siemprehablabaasí,coneseperceptibleritmo,comosirecitarapoesía.
—Vale,bueno,losiento.Peroloentiendo.Elguapodeminoviollevamesesfollándoseamimejoramiga.
Lamiré,pero,comoteníatodoelpeloenlacara,nopudedistinguirsilodecíadebroma.—¿Enserio?—Nodijonada—.Peroestamismamañanaestabasriéndoteconél.Tehevisto.—Nosédequémehablas.Meheenteradoantesdelaprimeraclase,luegomelosheencontrado
charlando yme he puesto a gritar como una loca, Becca se ha abrazado a Clint Bauer, y Jase se haquedadoahíplantadocomoungilipollas,cayéndolelababapegajosadesuapestosaboca.
Estabaclaroquehabíamalinterpretadolaescenadelvestíbulo.—Quéraro,porqueChuckParsonmehapreguntadoestamañanaquésabíadetiydeJase.—Sí, bueno, Chuck hace lo que le piden, supongo. Seguramente Jase le había ordenado que
descubrieraquiénlosabía.—Joder,¿porquéibaaenrollarseconBecca?—Bueno,noesfamosaporsupersonalidadniporsugenerosidad,asíqueseráporqueestábuena.—Noestátanbuenacomotú—ledijesinpensármelodosveces.—Siempremehaparecidoridículoquelagentequieraestarconalguiensoloporqueesguapo.Es
comoelegir loscerealesdeldesayunoporel color,noporel sabor.Es lapróximasalida,porcierto.Peroyono soyguapa, almenosnode cerca.Engeneral, cuantomás semeacercan,menosguapa lesparezco.
—Noes...—empecéadecir.—Daigual—mecontestó.MeparecióinjustoqueungilipollascomoJasonWorthingtonpudieratenersexoconMargoycon
Becca, cuando individuosperfectamenteagradablescomoyono tienenelprivilegiode tener sexoconningunade las dos... ni con cualquier otra, la verdad.Dicho esto,megusta pensar que soy el tipodepersonaquenoseenrollaríaconBeccaArrington.Puedeestarbuena,perotambiénes:1)tremendamentesosa,y2)una totalyabsolutazorra.Losqueandamospor la saladeensayosospechamosdesdehacetiempoqueBeccamantienesupreciosafiguraporquenocomenadaapartedelasalmasdelosgatitosylossueñosdelosniñospobres.
—Beccadaasco—dijeparaqueMargovolvieraalaconversación.—Sí—mecontestómirandoporlaventanilla.Su pelo reflejaba la luz de las farolas. Por un segundo pensé que quizá estaba llorando, pero
enseguidaserecuperó,sepusolacapuchaysacólabarradeseguridaddelabolsadelWalmart.Bueno,seguroquevamosadivertirnos—dijodesenvolviendolabarradeseguridad.—¿Puedopreguntarteyaadóndevamos?—AcasadeBecca—mecontestó.—Oh,no—dijefrenandoenunstop.ConelcocheenpuntomuertoempecéadecirleaMargoquelallevabaasucasa.—Nocometeremosningúndelito.Teloprometo.TenemosqueencontrarelcochedeJase.Lacalle
deBecca es la primera a la derecha, pero Jase no habrá aparcado en su calle, porque los padres deBeccaestánencasa.Probemosenlasiguiente.Esloprimeroquetenemosquehacer.
—Deacuerdo—ledije—,peroluegovolvemosacasa.—No,luegopasamosalasegundapartedeonce.—Margo,noesbuenaidea.—Limítateaconducir—mecontestó.Yesohice.EncontramoselLexusdeJaseadosmanzanasde lacalledeBecca,aparcadoenuna
callesinsalida.Margosaltódelmonovolumenconlabarradeseguridadenlamanoantesinclusodequehubiéramos frenado del todo.Abrió la puerta del conductor del Lexus, se sentó y colocó la barra deseguridadenelvolantedeJase.Luegocerróconcuidadolapuertadelcoche.
—Elmuyhijo de puta nunca cierra el coche—murmuró subiendodenuevo almonovolumen.Semetió la llavede labarraenelbolsillo,extendióunbrazoymepasó lamanoporelpelo—.Primerapartelista.Ahora,acasadeBecca.
Mientrasconducía,Margomeexplicólasegundaparteylatercera.—Unaideagenial—ledije,aunquepordentrolosnerviosestabanapuntodeestallarme.GiréenlacalledeBeccayaparquéadoscasasdesuMcMansión.Margosearrastróhastalaparte
deatrásdelcocheyvolvióconunosprismáticosyunacámaradigital.Miróporlosprismáticosyluegomelospasóamí.Viluzenelsótano,peronoseveíamovimiento.Mesorprendiósobretodoquelacasatuvierasótano,porqueenbuenapartedeOrlandonosepuedeexcavarmuyprofundosinqueaparezcaagua.
Memetílamanoenelbolsillo,saquéelmóvilymarquéelnúmeroqueMargomecantó.Sonóunavez,dos,yluegounasomnolientavozmasculinacontestó:
—¿Sí?—¿ElseñorArrington?—pregunté.Margoquisoquellamarayoporquenohabíaningunaposibilidaddequereconocieranmivoz.—¿Quiénes?Mierda,¿quéhoraes?—Señor,creoquedeberíasaberquesuhijaestáahoramismofollandoconJasonWorthingtonenel
sótano.
Ycolgué.Segundapartelista.Margoyyoabrimoslaspuertasdelcocheyavanzamosagachadoshastaelsetoquerodeabaelpatio
deBecca.Margomepasólacámarayobservémientrasseencendíalaluzdeunahabitacióndelprimerpiso,despuéslaluzdelaescalerayacontinuaciónlaluzdelacocina.Porúltimo,ladelaescaleradelsótano.
—Yasale—susurróMargo.Nosupeaquésereferíahastaque,porelrabillodelojo,viaJasonWorthingtonasomandoporla
ventanadelsótanosincamiseta.Echóacorrerporelcéspedencalzoncillosy,mientrasseacercaba,melevantéylesaquéunafoto,conlocualcompletélaterceraparte.Creoqueelflashnossorprendióalosdos.Porunfugazmomentomemiróparpadeandoenlaoscuridadydespuésdesaparecióenlanoche.
Margo tiró de la pierna demis vaqueros.Miré hacia abajo y la vi sonriendo de oreja a oreja.Extendílamano,laayudéalevantarseycorrimoshaciaelcoche.Estabametiendolallaveenelcontactocuandomedijo:
—Déjameverlafoto.Lepasélacámarayvimosaparecerlafotojuntos,connuestrascabezascasipegadas.Alverlacara
pálidaysorprendidadeJasonWorthingtonnopudeevitarreírme.—¡Joder!—exclamóMargoseñalandolafoto.Alparecer, con lasprisasdelmomento, Jasonnohabíapodidometerse el pajaritodentrode los
calzoncillos,asíqueahíestaba,colgando,capturadodigitalmenteparalaposteridad.—EsunpeneenelmismosentidoqueRhodeIslandesunestado—dijoMargo—:suhistoriapuede
serilustre,perosindudanoeslarga.Girélacarahacialacasayviqueyahabíanapagadola luzdelsótano.Medescubríamímismo
sintiéndome un poco mal por Jason. No era culpa suya tener un micropene y a una novia genial yvengativa.Peroentoncesrecordéque,cuandoíbamosasexto,Jaseprometiónodarmeunpuñetazoenelbrazosimecomíaungusanovivo,demodoquemecomíungusanovivo,yentoncesmediounpuñetazoenlacara.Asíquenotardémuchoendejardesentirmemal.
CuandomiréaMargo,estabaobservandolacasaconlosprismáticos.—Tenemosqueentrarenelsótano—medijo.—¿Qué?¿Porqué?—Cuartaparte:llevarnossuropaporsiintentavolveracolarseenlacasa.Quintaparte:dejarleel
pescadoaBecca.—No.—Sí.Ahora—medijo—.Estáarribaaguantandoelchaparróndesuspadres.Pero¿cuántotiempo
durará el sermón? Bueno, ¿qué opinas? «No debes cepillarte al novio de Margo en el sótano.» Esbásicamenteunsermóndeunafrase,asíquetenemosquedarnosprisa.
Saliódelcocheconelespraydepinturaenunamanoyunpezgatoenlaotra.—Noesbuenaidea—susurré.Peromeagaché,comoella,ylaseguíhastalaventanadelsótano,quetodavíaestabaabierta.—Entroyoprimero—medijo.MetiólospiesporlaventanaylosapoyóenlamesadelordenadordeBecca.Teníamediocuerpo
dentrodelacasa,yelotromediofuera,cuandolepregunté:—¿Nopuedoquedarmevigilando?—Mueveelculodeunavez—mecontestó.Y lo hice. Recogí rápidamente toda la ropa de Jason que vi en la alfombra lila deBecca: unos
vaquerosconuncinturóndepiel,unaschanclas,unagorradebéisbolconel logode losWildcatsdelWinterParkyunacamisetaazulceleste.MegiréhaciaMargo,quemetendióelpescadoenvueltoyunlápizdecolorvioletabrillantedeBecca.Medijo loque teníaqueescribir:«MensajedeMargoRoth
Spiegelman:Tuamistadconelladuermeconlospeces».MargoescondióelpescadoenelarmariodeBecca,entrepantalonescortosdoblados.Oípasosen
elpisodearriba,diunosgolpecitosaMargoenelhombroylamiréconlosojoscomoplatos.Selimitóa sonreíryabrióel espraydepintura lamarde tranquila.Saltépor laventana,megiréyvi aMargoinclinadasobrelamesa,agitandolapinturaconcalma.Conunmovimientoelegante—delosquehacenpensarenuncuadernodecaligrafíaoenelZorro—,pintólaletraMenlapared,porencimadelamesa.
Extendió lasmanos haciamí y tiré de ella. Estaba ya casi de pie cuando oímos una voz agudagritando:«¡DWIGHT!».Cogílaropaysalícorriendo.Margomesiguió.
OílapuertadelacalledelacasadeBeccaabriéndose,aunquenolavi,peronimeparénimegirécuandounaatronadoravozgritó«¡ALTO!»,nisiquieracuandooíelinconfundiblesonidodeunaescopetacargándose.
OíaMargomascullar«escopeta»detrásdemí—noparecíaalterada,sehabíalimitadoahacerunaobservación—,yentonces, en lugardeavanzarpegadoal setodeBecca,me tiréporencimadeéldecabeza.Nosécómopensabaaterrizar—quizáunhábil saltomortaloalgoasí—,peroelcasoesqueacabécayendosobreelhombroizquierdoenmediodelacarretera.Porsuerte, laropadeJasetocóelsueloantesqueyoyamortiguóunpocoelgolpe.
Soltéuntaco,yantesdequehubieraempezadoalevantarmesentílasmanosdeMargotirandodemí.Enunsegundoestábamosenelcocheydimarchaatrássinhaberencendidolasluces,queesmásomenos comopasépor el casi desiertopuestode torpederodel equipodebéisbol de losWildcats delWinterPark.Jasecorríaatodavelocidad,peronoparecíadirigirseaningúnsitioenconcreto.Volvíasentirunapunzadaderemordimientosalpasarporsulado,demodoquebajélaventanillahastalamitadylelancélacamiseta.NocreoquenosvieraniaMargoniamí,porsuerte.Tampocohabíarazonesparaquereconocieraelmonovolumen,dadoque—ynoquieroqueinsistireneltemapuedasonaraqueestoyamargado—nopuedoutilizarloparairalinstituto.
—¿Porquédemonioshashechoeso?—mepreguntóMargo.Encendílaslucesy,circulandoyahaciadelante,memetíporellaberintodecallesendirecciónala
autopista.—Mehadadopena.—¿Tehadadopena?¿Porqué?¿Porquellevaunmesymedioengañándome?¿Porqueseguramente
mehabrápegadoveteasaberquéenfermedad?¿Porqueesunimbécilyunasquerosoqueseguramenteseráricoyfeliztodasuvida,loquedemuestraqueeluniversoesabsolutamenteinjusto?
—Parecíadesesperado—lecontesté.—Daigual.VamosacasadeKarin.EstáenlaavenidaPennsylvania,cercadelalicoreríaABC.—No te cabrees conmigo—le dije—. Un tipo acaba de apuntarme con una puta escopeta por
ayudarte,asíquenotecabreesconmigo.—¡NOESTOYCABREADACONTIGO!—gritóMargodandounpuñetazoalsalpicadero.—Bueno,estásgritando.—Penséquequizá...Daigual.Penséquequizánomeengañaba.—¿Cómo?—Karinme lodijoenel instituto.Ysupongoquemuchagente losabíadesdehacía tiempo.Pero
nadiemelohabíadicho.CreíqueKarinsolopretendíaliarlaoalgoasí.—Losiento—ledije.—Sí,sí.Mecuestacreerquemeimporte.—Elcorazónmevaatodapastilla—añadí.—Asísabesqueestásdivirtiéndote—mecontestóMargo.Pero no me parecía divertido. Lo que me parecía era que iba a darme un infarto. Entré en el
aparcamientodeun7-Eleven,mellevéundedoalayugularycontrolémispulsacionesenelrelojdigital
queparpadeabacadasegundo.CuandomegiréhaciaMargo,lavialzandolosojosalcielo.—Mipulsoestápeligrosamenteacelerado—leexpliqué.—Nisiquierarecuerdolaúltimavezquemepuseacienporalgoasí.Adrenalinaenlagargantay
lospulmoneshinchados.—Inspirarporlanarizyespirarporlaboca—lecontesté.—Todastuspequeñaspreocupaciones.Estan...—¿Bonito?—¿Asíescomollamanúltimamentealainmadurez?—mepreguntósonriendo.Margo se coló hasta el asiento trasero y volvió con un bolso. «¿Cuánta mierda ha metido ahí
detrás?»,pensé.Abrióelbolsoysacóunfrascodeesmaltedeuñasdecolorrojotanoscuroqueparecíanegro.
—Mientras te calmas, me pintaré las uñas —me dijo mirándome a través del flequillo ysonriéndome—.Tómateeltiempoquenecesites.
Ynosquedamosallísentados,ellaconsupintaúñasenelsalpicadero,yyotomándomeelpulsoconundedotembloroso.Elcolordelpintaúñasnoestabamal,yMargoteníalosdedosbonitos,másdelgadosyhuesudosqueelrestodesucuerpo,todoélcurvasysuavesprotuberancias.Teníaunosdedosquedabanganasdeentrelazarlos.LosrecordécontramicaderaenelWalmartymediolaimpresióndequehabíanpasadovarios días.Mi corazón recuperó su ritmonormal e intenté decirme amímismo:Margo tienerazón.Nohaynadaquetemerenestanochetranquila,enestapequeñaciudad.
5
—Sextaparte—dijoMargoencuantovolvimosaarrancar.Movíalasuñasenelairecomosiestuvieratocandoelpiano—.DejarfloresenelescalóndelapuertadeKarinconunanotadedisculpa.
—¿Quélehiciste?—Bueno,cuandomecontólodeJase,dealgunamaneramatéalmensajero.—¿Cómo?—lepregunté.Nosacercábamosaunsemáforoyanuestroladounoschavalesenuncochedeportivoaceleraron...
como si se me fuera a pasar por la cabeza hacer una carrera con el Chrysler. Cuando pisabas elacelerador,gemía.
—Bueno,norecuerdoexactamenteloquelallamé,perofuealgoparecidoa«llorona,repugnante,idiota,espaldallenadegranos,dientestorcidos,zorraculonaconelpelomáshorrorosodeFlorida...queyaesdecir».
—Supeloesridículo—observé.—Losé.Fuelaúnicaverdadqueledije.Cuandoledicesaalguienbarbaridades,nodebesdecirle
ninguna verdad, porque luego no puedes retirarla del todo y ser sincera, ¿sabes? Es decir, están losreflejos.Estántambiénlasmechas.Yluegoestánlasrayasdemofeta.
Mientras nos dirigíamos a la casa deKarin,Margo pasó a la parte de atrás y volvió al asientodelantero con el ramo de tulipanes. Pegada al tallo de uno de ellos había una nota queMargo habíadobladoparaqueparecieraunsobre.Detuveelcoche,me tendióel ramo,corrípor laacera,dejé lasfloresenelescalóndelaentradadeKarinyregresécorriendo.
—Séptima parte—me dijo en cuanto entré en el coche—:Dejar un pescado al agradable señorWorthington.
—Metemoquetodavíanohabrállegadoasucasa—ledijeconsolounligerísimotoquedepenaenlavoz.
—Esperoquelapoliloencuentredescalzo,desesperadoydesnudoenalgunacunetadentrodeunasemana—mecontestóMargosininmutarse.
—RecuérdamequenuncahagaenfadaraMargoRothSpiegelman—murmuré.YMargoserió.—Ahoraenserio—medijo—.Estamosdesatandolatormentasobrenuestrosenemigos.—Tusenemigos—lacorregí.—Yaveremos—mecontestóal instante,yentoncesreaccionóymedijo—:Oye,yomeocupode
estaparte.ElproblemaencasadeJasonesquetienenunsistemadeseguridadbuenísimo.Ynopodemossufrirotroataquedepánico.
—Hum—dije.Jason vivía justo al final de la calle deKarin, en una urbanización hiperrica llamadaCasavilla.
Todas las casas de Casavilla son de estilo español, con tejas rojas y todo eso, solo que no lasconstruyeron losespañoles.LasconstruyóelpadredeJason,unode lospromotores inmobiliariosmásricosdeFlorida.
—Casasgrandesyfeasparagentegrandeyfea—ledijeaMargomientrasaparcabaenCasavilla.—Tú lo has dicho. Si alguna vez acabo siendo una de esas personas que tienen un hijo y siete
dormitorios,hazmeelfavordepegarmeuntiro.Aparcamosdelantede lacasadeJase,unamonstruosidadarquitectónicaqueparecíauna inmensa
hacienda española, excepto por tres columnas dóricas que se alzaban hasta el tejado.Margo cogió elsegundo pez gato del asiento trasero, quitó la tapa a un boli con los dientes y garabateó en una letra
diferentedelasuya:«ElamorqueMSsentíaPortiDuermeConlosPeces».—Oye,dejaelcocheencendido—medijoponiéndoselagorradebéisboldeJasealrevés.—Deacuerdo—lecontesté.—Preparadoparalargarnos—añadió.—Deacuerdo.Y sentí que seme aceleraba el pulso. «Inspirar por la nariz, espirar por la boca. Inspirar por la
nariz,espirarporlaboca.»Conelpescadoyelesprayenlasmanos,Margoabriólapuerta,corrióporelampliocéspeddelosWorthingtonyseescondiódetrásdeunroble.Mehizoungestoconlamanoenlaoscuridad,selodevolvíyentoncesrespiródramáticayprofundamente,susmejillasseinflaron,segiróyechóacorrer.
Había dado una sola zancada cuando la casa se iluminó como un árbol deNavidadmunicipal yempezó a sonar una sirena. Por un momento me planteé abandonar a Margo a su suerte, pero seguíinspirandoporlanarizyespirandoporlabocamientrasellacorríahacialacasa.Lanzóelpescadoporlaventana,perolassirenashacíantantoruidoqueapenaspudeoírelcristalrompiéndose.Yentonces,comohablamosdeMargoRothSpiegelman,setomóunmomentoparapintarconcuidadounabonitaMenlapartedelaventanaquenosehabíaroto.Luegocorrióhaciaelcoche,yoteníaunpieenelaceleradoryotroenelfreno,yenaquellosmomentoselChryslerparecíaunpurasangredecarreras.Margocorriótandeprisaquelagorrasalióvolando,saltóalcocheysalimoszumbandoantesdequehubieracerradolapuerta.
Medetuveenelstopdelfinaldelacalle.—¿Quémierdahaces?Siguesiguesiguesiguesigue—medijoMargo.—Bueno,vale—lecontesté,porquehabíaolvidadoqueestabalanzandoalvientolaprudencia.Paséde largo losotros tresstopsdeCasavillayestábamosaunpardekilómetrosde laavenida
Pennsylvaniacuandovimosquenosadelantabauncochedepolicíaconlaslucesencendidas.—Ha sidomuyheavy—dijoMargo—.Vaya, hasta paramí. Por decirlo a tumanera, seme ha
aceleradounpocoelpulso.—¡Joder!—exclaméyo—.¿Nopodríashabérselodejadoenelcoche?¿Oalmenosenelescalón?—Desatamoslaputatormenta,Q,nochubascosdispersos.—Dimequelaoctavapartenoestanespantosa.—No te preocupes.La octava parte es un juego de niños.Volvemos a JeffersonPark.A casa de
Lacey.Sabesdóndevive,¿verdad?Losabía,aunqueDiossabequeLaceyPembertonnuncaserebajaríaainvitarmeaentrar.Vivíaal
otroladodeJeffersonPark,aunpardekilómetrosdemicasa,enunbonitobloquedepisos,encimadeunapapelería,enlamismamanzanaenlaquehabíavividoel tipomuerto,porcierto.Habíaestadoenaquel edificio porque unos amigos demis padres vivían en la tercera planta. Pero antes de llegar albloque en sí había dos puertas cerradas con llave. Suponía que ni siquieraMargo Roth Spiegelmanpodríaabrirsecamino.
—¿Laceyhasidomalaobuena?—lepregunté.—Laceyhasidomala,sinlamenorduda—mecontestóMargo.Volvíaamirarporlaventana,sin
dirigirseamí,demodoqueapenaslaoía—.Bueno,hemossidoamigasdesdelaguardería.—¿Y?—Y no me contó lo de Jase. Pero no es solo eso. Pensándolo bien, es una pésima amiga. Por
ejemplo,¿creesqueestoygorda?—Madremía,no—lecontesté—.Noestás...—Ymedetuveantesdedecir«delgada,peroesoeslo
mejordeti.Lomejordetiesquenoparecesunchico»—.Notesobraniunkilo.Serió,mehizoungestoconlamanoymedijo:—Loquepasaesqueteencantamiculogordo.
Desviéunsegundolosojosdelacarretera,ynodeberíahaberlohecho,porquemeviolacara,ymicara decía: «Bueno, en primer lugar, yo no diría que es gordo exactamente, y en segundo lugar, esespectacular».Peroeramásqueeso.Nopuedes separar a laMargopersonade laMargocuerpo.Nopuedesverlounosinlootro.MirabasaMargoalosojosyveíastantosucolorazulcomosumarguidad.AlfinalnosabíassiMargoRothSpiegelmanestabagordaoestabadelgada,comonosabessi latorreEiffel se siente o no se siente sola.La belleza deMargo era una especie de recipiente de perfeccióncerrado,intactoeirrompible.
—Pues siempre hace ese tipo de comentarios —siguió diciendo Margo—. «Te prestaría estospantalonescortos,peronocreoquetequedenbien»,o«Eresmuyvaliente.Meencantacómoconsiguesque loschicosseenamorende tupersonalidad».Todoel tiempomenoscabándome.Creoquenuncahadichonadaqueenrealidadnofueraunintentodemenoscabación.
—Menoscabo.—Gracias,señorplastagramatical.—Gramático—ledije.—¡Temataré!—exclamósonriendo.DiunrodeoporJeffersonParkparaevitarpasarpornuestrascasas,porsiacasonuestrospadresse
habían despertado y habían descubierto que no estábamos. Bordeamos el lago (el lago Jefferson),giramosporJeffersonCourtynosdirigimoshaciaelpequeñoyartificialcentrodeJeffersonPark,queparecíasiniestramentedesiertoytranquilo.EncontramoseltodoterrenonegrodeLaceyaparcadofrentealrestaurantedesushi.Aparcamosaunamanzanadedistancia,enelprimersitioqueencontramosquenoestabadebajodeunafarola.
—¿Mepasaselúltimopescado,porfavor?—mepreguntóMargo.Mealegrabadequenosquitáramosdeencimaelpescado,porqueyaempezabaaoler.Yentonces
Margoescribióconsuletraenelpapelqueloenvolvía:«TuAmistadconmsDuermeconLospeces».Serpenteamosentreloshacesdeluzcircularesdelasfarolas,paseandolomásdisimuladamenteque
pueden pasear dos personas cuando una de ellas (Margo) lleva un pescado de considerable tamañoenvueltoenpapel,ylaotra(yo)llevaunespraydepinturaazul.Unperroladró,ylosdosnosquedamosinmóviles,peroenseguidasecallóynotardamosenllegaralcochedeLacey.
—Bueno,estocomplicalascosas—dijoMargoalverqueestabacerrado.Semetióunamanoenelbolsilloysacóuntrozodealambrequealgunavezhabíasidounapercha.
Tardómenosdeunminutoendesbloquearlacerradura.Mequedésorprendido,porsupuesto.Encuantohuboabiertolapuertadelconductor,extendióelbrazoyabriólademilado.—Hey,ayúdamealevantarelasiento—mesusurró.Levantamoselasientoentrelosdos.Margometióelpescadodebajo,contóhastatresyenunsolo
movimientovolvimosacolocarelasientoensusitio.Oíelasquerososonidodelastripasdelpezgatoreventando.ImaginécómooleríaeltodoterrenodeLaceydespuésdeundíaasándosealsolyadmitoquemeinvadióunaespeciedeserenidad.
—HazunaMeneltecho—mepidióMargo.Nomelopenséniunsegundo.Asentí,mesubíenelparachoquestrasero,meinclinéhaciadelantey
rápidamentepintéconelesprayunaMgiganteeneltecho.Normalmenteestoyencontradelvandalismo,pero también normalmente estoy en contra de Lacey Pemberton, y al final esta última resultó ser miconvicciónmásarraigada.Saltédel cochey corrí en laoscuridad—mi respiraciónera cadavezmásaceleradaymásbreve—haciaelmonovolumen.Alponer lamanoenelvolante,vique teníaeldedoíndiceazul.Lo levantéparaqueMargo loviera.Sonrió, levantósudedoazul,yambosse tocaron, sudedoazulempujabasuavementeelmío,ymipulsonoconseguíadesacelerarse.
—Novenaparte—dijounbuenratodespués—:alcentro.Eranlas2.49delamadrugada.Nuncaentodamividahabíaestadomenoscansado.
6
LosturistasnuncavanalcentrodeOrlando,porquenotienenada,apartedevariosrascacielosdebancosycompañíasdeseguros.Esunodeesoscentrosquesequedanabsolutamentedesiertosporlanocheylosfines de semana, excepto por un par de clubes nocturnos medio vacíos para los desesperados y losdesesperadamenteaburridos.MientrasseguíalasindicacionesdeMargoporellaberintodecallesdeunsolo sentido, vimos a varias personas durmiendo en las aceras o sentadas en bancos, pero nadie semovía.Margobajólaventanillaysentíenlacaraunadensaráfagadeaire,máscálidodelohabitualporlasnoches.MiréaMargoyvimechonesdepelovolandoalrededordesucara.Aunqueestabaviéndola,mesentítotalmentesoloenmediodeaquellosedificiosaltosyvacíos,comosihubierasobrevividoalapocalipsis, y el mundo, todo aquel mundo sorprendente e infinito, se abriera ante mí para que loexplorara.
—¿Estásllevándomedegiraturística?—lepregunté.—No—mecontestó—.IntentollegaralSunTrustBuilding.EstájustoalladodelEspárrago.—Ah—dije,porqueporprimeravezaquellanochedisponíadeinformaciónútil—.Estáalsur.Dejé atrás varias manzanas y giré. Margo señaló muy contenta, y sí, ante nosotros estaba el
Espárrago.Técnicamente,elEspárragonoesunespárragoniunderivadodelespárrago.Esunaesculturarara
dediezmetrosquepareceunespárrago,aunquetambiénheoídocompararlacon:Untallodejudíasdevidrio.Unarepresentaciónabstractadeunárbol.UnmonumentoaWashington,peroverde,devidrioyfeo.ElalegreygigantescofaloverdedelgigantedelamarcaGiganteVerde.Encualquiercaso,deloquenocabelamenordudaesdequenopareceunaTorredeLuz,quees
como realmente se llama la escultura. Aparqué delante de un parquímetro y miré a Margo. La pillémirando fijamente al frente con ojos inexpresivos, pero no miraba el Espárrago, sino más allá. Porprimeravezpenséquequizáalgoibamal,nodeltipo«minovioesgilipollas»,sinoalgomalodeverdad.Yyodeberíahaberdichoalgo.Porsupuesto.Deberíahaberdichounmillóndecosas.Peromelimitéadecir:
—¿PuedopreguntarteporquémehastraídoalEspárrago?Se giró hacia mí y me regaló una sonrisa.Margo era tan guapa que incluso sus falsas sonrisas
resultabanconvincentes.—Vamos a valorar nuestros avances. Y el mejor sitio para hacerlo es en lo alto del SunTrust
Building.Miréalcielo.—No.No.Imposible.Hasdichoquenohabríaallanamientosdemorada.—Noesunallanamientodemorada.Bastaconentrar,porquehayunapuertaquenoestácerradacon
llave.—Margo,esridículo.Teasegu...—Estoydispuestaaadmitirqueestanochehahabidoallanamientodemorada.Hemosallanadola
moradadeBeccayladeJase.Peroenestecasolapolinopodráacusarnosdeallanamientodemorada,puestoquenovamosaentrarenunamorada.
—SeguroqueelSunTrustBuildingtieneguardiadeseguridadoloquesea—ledije.—Sí, tieneguardiade seguridad—mecontestódesabrochándose el cinturónde seguridad—.Por
supuesto.SellamaGus.
Cruzamoslapuertaprincipal.Alotroladodeunmostradorsemicircularestabasentadounchicoconunaincipienteperillayvestidoconuniformedevigilantedeseguridad.
—¿Quétal,Margo?—lepreguntó.—Hola,Gus—lecontestóMargo.—¿Quiénesestecrío?«¡SOMOSDELAMISMAEDAD!»,quisegritar,perodejéqueMargohablarapormí.—EsmiamigoQ.Q,esteesGus.—¿Quétecuentas,Q?—mepreguntóGus.«Pues nada, estamos repartiendo unos cuantos peces muertos por la ciudad, rompiendo algunas
ventanas,haciendofotosatiposdesnudos,dandounavueltaporrascacielosprivadosalastresycuartodelamadrugada...,esascosas.»
—Nodemasiado—lecontesté.—Los ascensores no funcionan por la noche—dijoGus—.Tengoque apagarlos a las tres. Pero
podéissubirporlaescalera.—Genial.Hastaluego,Gus.—Hastaluego,Margo.—¿CómocojonesconocesalvigilantedeseguridaddelSunTrustBuilding?—lepreguntéencuanto
estábamosasalvoenlaescalera.—Estaba en el último curso del instituto cuando nosotros íbamos a primero —me contestó—.
Tenemosquedarnosprisa,¿vale?Senosacabaeltiempo.Margo empezó a subir los escalones de dos en dos, a toda velocidad y con una mano en la
barandilla,yyointentéseguirleelpaso,peronopodía.Margonohacíadeporte,perolegustabacorrer.De vez en cuando la veía en Jefferson Park corriendo sola con los cascos puestos. Pero amí nomegustabacorrer.Esmás,nomegustabahacerelmásmínimoesfuerzofísico.Perointentémantenerelpasofirme, secarme el sudor de la frente e ignorar que me ardían las piernas. Cuando llegué a la plantaveinticinco,Margoestabaesperándomeeneldescansillo.
—Echaunvistazo—medijo.Abriólapuertadelaescalerayentramosenunasalaenormeconunamesaderobledeltamañode
doscochesyunosventanalesqueibandesdeelsuelohastaeltecho.—Lasaladeconferencias—meexplicó—.Tienelasmejoresvistasdetodoeledificio.—Laseguí
mientrasrecorríalasala—.Bien,puesahíestáJeffersonPark—dijoseñalando—.¿Vesnuestrascasas?Laslucessiguenapagadas,asíqueperfecto.—Avanzóunpardeventanas—.LacasadeJase.Laslucesapagadasysincochesdepolicía.Excelente,aunqueesopodríasignificarqueyahallegadoacasa.Malasuerte.
LacasadeBeccaestabademasiadolejos,inclusodesdeaquellaaltura.Sequedóunmomentocalladayluegosedirigióalventanalyapoyólafrentecontraelcristal.Yome
quedéatrás,peromeagarródelacamisetaytiródemí.Noqueríaqueelcristaltuvieraqueaguantarelpesodelosdos,perosiguiótirandodemí,sentíasupuñoenelcostado,asíquealfinalyotambiénapoyélacabezacontraelcristallomássuavementeposibleyechéunvistazo.
Desdearriba,Orlandoparecíabastanteiluminada.Veíalossemáforosparpadeantesenloscrucesylasfarolasalineadasportodalaciudad,comounacuadrículaperfecta,hastaqueelcentroterminabayempezabanlasserpenteantescallesyloscallejonesdelainfinitaperiferiadeOrlando.
—Québonito—dije.—¿Deverdad?—seburlóMargo—.¿Lodicesenserio?—Bueno,nosé,quizáno—lecontesté,aunquemeparecíabonito.CuandoviOrlandodesdeunavión,meparecióunapiezadeLegohundidaenunmarverde.Allí,por
la noche, parecía una ciudad real, pero una ciudad real que veía por primera vez.Recorrí la sala de
conferencias,ydespuéslosdemásdespachosdelaplanta.Seveíatodalaciudad.Allíestabaelinstituto.Allí,JeffersonPark.Allí,enladistancia,DisneyWorld.Allí,elparqueacuáticoWet’nWild.Allí,el7-ElevenenelqueMargosehabíapintadolasuñasyyohacíaesfuerzosporrespirar.Allíestabatodomimundo,ypodíaverloconsoloandarporunedificio.
—Esmásimpresionante—dijeenvozalta—.Desdeladistancia,quierodecir.Noseveeldesgastedelascosas,¿sabes?Noseveelóxido,lasmalashierbasylapinturacayéndose.Veslossitioscomoalguienlosimaginóalgunavez.
—Todoesmásfeodecerca—explicóMargo.—Túno—lecontestésinpensármelodosveces.Segiró,sindespegarlafrentedelcristal,ymesonrió.—Tedoyturecompensa:eresmonocuandoconfíasentimismo.Ymenosmonocuandono.Antesdequehubieratenidotiempodedeciralgo,volviólosojosalaciudadysiguióhablando.—Tecuentoloquenomegusta:desdeaquínoseveelóxido,lapinturacayéndoseytodoeso,pero
vesloqueesrealmente.Veslofalsoqueestodo.Nisiquieraesdurocomoelplástico.Esunaciudaddepapel.Mírala,Q,miratodosesoscallejones,esascallesquegiransobresímismas,todaslascasasqueconstruyeronparaqueacabendesmoronándose.Todaesagentedepapelqueviveensuscasasdepapelyquemanelfuturoparacalentarse.Todosloschicosdepapelbebiendocervezaquealgúnimbécilleshacompradoen la tiendadepapel.Todoelmundoenloquecidopor lamaníadeposeercosas.Todas lascosasdébilesyfrágilescomoelpapel.Ytodaslaspersonastambién.Hevividoaquídieciochoañosyniunasolavezenlavidameheencontradoconalguienquesepreocupedeloquedeverdadimporta.
—Intentarénotomármelocomoalgopersonal—ledije.Nosquedamos losdosobservando laoscuradistancia, lascalles sin saliday los terrenosdemil
metros cuadrados. PeroMargo tenía el hombro pegado ami brazo, los dorsos de nuestras manos setocabany,aunquenoestabamirándola,pegarmealcristaleracasicomopegarmeaella.
—Lo siento —se disculpó—. Quizá las cosas habrían sido distintas para mí si hubiera salidocontigoenlugarde...uf.Mierda.Meodioamímismaporquemeimportenmissupuestosamigos.Mira,paraquelosepas,noesquemeafectetantolodeJason.OBecca.OinclusoLacey,aunquedeverdadmecaíabien.Perofueelúltimohilo.Eraunhilodébil,porsupuesto,peroeraelúnicoquemequedaba,ytodachicadepapelnecesitaalmenosunhilo,¿no?
Yloquelecontestéfuelosiguiente:—Puedessentarteacomerconnosotrosmañana.—Muyamable—medijoconuntonocadavezmásapagado.Se giró hacia mí y asintió suavemente. Sonreí. Sonrió. Me creí su sonrisa. Nos dirigimos a la
escalera y bajamos corriendo.Al final de cada tramo, saltaba desde el último escalón y chocaba lostalones para hacerla reír, y Margo se reía. Pensaba que estaba animándola. Pensaba que quizá siconseguíaconfiarenmímismo,podríahaberalgoentrenosotros.
Meequivocaba.
7
Sentados en el coche, con las llaves en el contacto, aunque sin haber encendido elmotor,Margomepreguntó:
—Porcierto,¿aquéhoraselevantantuspadres?—Nosé,hacialasseisycuarto,quizá.—Eranlas3.51—.Bueno,asíquenosquedandoshorasyya
hemosacabadonuevepartes.—Lo sé, pero he dejado lasmás difíciles para el final. En fin, las terminaremos todas. Décima
parte:tetocaelegiraunavíctima.—¿Qué?—Yatengodecididoelcastigo.Ahoratetocaatielegirsobrequévaacaernuestraterribleira.—Sobrequiénvaacaernuestraterribleira—lacorregí,ymoviólacabezaconcaradefastidio—.
Laverdadesquenohaynadiesobrequienquieradejarcaermiira.Yeracierto.Siemprehabíacreídoquehabíaqueserimportanteparatenerenemigos.Porejemplo:
históricamente, Alemania ha tenido más enemigos que Luxemburgo. Margo Roth Spiegelman eraAlemania.YGranBretaña.YEstadosUnidos.YlaRusiadeloszares.YosoyLuxemburgo.Mesientoporahí,vigilolasovejasycantocancionestirolesas.
—¿QuémedicesdeChuck?—mepreguntó.—Hum—lecontesté.ChuckParsonhabíasidounapesadilladuranteaños,antesdequelepusieranlasriendas.Además
deldesastredelacintatransportadoradelacafetería,unavezmearrastrófueradelcolegioy,mientrasesperabaelautobús,meretorcióelbrazoysededicóarepetir:«Diqueeresmaricón».Erasu insultoparatodo,porque,comoteníaunvocabulariodedocepalabras,nocabíaesperarunaampliavariedaddeinsultos. Y aunque era ridículamente infantil, al final tuve que decir que era maricón, y me fastidió,porque:1)Creoquenadiedeberíaemplearesapalabra,muchomenosyo;2)Resultaquenosoygay,yademás,3)QueChuckParsonconsiguieraquetellamarasatimismomaricóneralamáximahumillación,peseaquesergayno tienenadadevergonzoso,cosaque intentabaexplicarlemientrasme retorcíaelbrazo y me lo levantaba cada vez más hacia el omóplato, pero él no dejaba de decir: «Si estás tanorgullosodesermaricón,¿porquénoreconocesqueeresmaricón,somaricón?».
EsevidentequeChuckParsonnoeraAristótelescuandodelógicasetrataba.Peromedíaunmetronoventaypesabacientoveintekilos,quenoespoco.
—Chuckestaríajustificado—admití.Arranquéelcocheymedirigíalaautopista.Nosabíaadóndeíbamos,peroteníaclarísimoqueno
íbamosaquedarnosenelcentro.—¿RecuerdaslodelaEscueladeBaileCrown?—mepreguntóMargo—.Estabapensándoloesta
noche.—Uf,sí.—Losiento,porcierto.Noséporquéseloconsentí.—Bueno, nopasanada—ledije, pero recordar la dichosaEscuela deBaileCrownme tocó las
narices,asíqueañadí—:Sí.ChuckParson.¿Sabesdóndevive?—Sabíaquepodríasacartuladovengativo.EstáenCollegePark.SalenPrinceton.Giréhacialaentradadelaautopistaypiséelacelerador.—¡Nocorrastanto!—exclamóMargo—.NovayasaromperelChrysler.Ensexto,aungrupodecríos,incluidosMargo,Chuckyyo,nuestrospadresnosobligaronahacer
clases de baile en la Escuela de Humillación, Degradación y Baile Crown. Los chicos tenían que
colocarseaunlado,laschicasalotro,ycuandolaprofesoranoslodecía,loschicosseacercabanalaschicas y les decían: «¿Me concedes este baile?», y las chicas les respondían: «Te lo concedo». Asífuncionaba.Laschicasnopodíandecirqueno.Peroundía,bailandoelfoxtrot,ChuckParsonconvencióatodasycadaunadelaschicasdequemedijeranqueno.Anadiemás.Soloamí.MeacerquéaMaryBethShortzyledije:«¿Meconcedesestebaile?»,ymecontestóqueno.Entoncesselopedíaotrachica,yaotra,yaMargo,quetambiénmedijoqueno,yluegoaotra,yalfinalmepuseallorar.
Loúnicopeoraqueterechacenenlaescueladebaileesllorarporqueterechazanenlaescueladebaile,yloúnicopeorqueesoesiralaprofesoradebaileydecirlellorando:«Laschicasmehandichoqueno,ysesuponequenodeberían».Asíque,cómono,fuillorandoalaprofesora,ymepasécasitodoslosañossiguientesintentandosuperaraquelvergonzosoepisodio.Enfin,resumiendo,ChuckParsonmeimpidióbailarelfoxtrot,loquenopareceuncastigotanhorribleparaalguiendesexto.Ylaverdadesqueyanoestabacabreadoporaquello,nipornadadeloquemehabíahechoduranteaños.Peroestabaclaroquetampocoibaalamentarquesufriera.
—Espera.Noseenterarádequehesidoyo,¿verdad?—No.¿Porqué?—Noquieroquepiensequemeimportatantocomoparahacerleunaputada.ApoyéunamanoenlaguanterasituadaentrelosasientosyMargomediounaspalmaditas.—Notepreocupes—medijo—.Nuncasabráquélohadepiladado.—Creoquetehasinventadounapalabra,porquenoséloquesignifica.—Sé una palabra que tú no sabes —canturreó Margo—. ¡SOY LA NUEVA REINA DE LAS
PALABRAS!¡TEHESUPLANTADO!—Deletrea«Suplantado»—ledije.—No—mecontestóriendo—.Novoyarenunciaramicoronaporun«Suplantado».Tendrásque
pensarenalgomejor.—Perfecto—ledijesonriendo.Atravesamos College Park, un barrio considerado del distrito histórico de Orlando porque la
mayoría de las casas fueron construidas hace más de treinta años. Margo no recordaba la direcciónexactadeChuck,nicómoerasucasa,nisiquieraenquécalleestabaexactamente(«NoventaycincoporcientodeposibilidadesdequeestéenVassar.»)Al final,cuandoelChryslerhabíapatrulladopor tresmanzanasdelacalleVassar,Margoseñalóalaizquierdaydijo:
—Aquella.—¿Estássegura?—lepregunté.—Noventa y siete coma dos por ciento de posibilidades. Vaya, estoy casi segura de que su
habitaciónesaquella—medijoseñalando—.Unavezhizounafiesta,ycuandovinolapoli,meescabullíporaquellaventana.Estoycasiseguradequeeslamisma.
—Podemosmeternosenproblemas.—Si la ventana está abierta, no haremos destrozos. Solo entraremos. Ya hemos entrado en el
SunTrustynohasidoparatanto,¿verdad?Mereí.—Estásconvirtiéndomeenuncabrón.—Deesosetrata.Venga,lasherramientas.CogelaVeet,elespraydepinturaylavaselina.—Deacuerdo.Loscogí.—Ahora no te me pongas histérico, Q. La buena noticia es que Chuck duerme como un oso
hibernando... Lo sé porque el año pasado fui a clase de literatura con él y ni siquiera se despertabacuandolaseñoritaJohnstonledabaungolpeconJaneEyre.Asíquesubiremoshasta laventanadesuhabitación, laabriremos,nosquitaremos loszapatos,entraremossinhacer ruidoyyomeencargaréde
joderaChuck.Luegolosdosnosdispersaremosporlacasaycubriremostodoslospomosdelaspuertasconvaselinaparaquesialguienselevanta,lecuesteunhuevosalirdelacasaatiempoparapillarnos.LuegojoderemosunpocomásaChuck,pintaremosunpocolacasaysaldremos.Yniunapalabra.
Mellevélamanoalayugular,perosonreí.NosalejábamosdelcochecuandoMargomecogiódelamano,entrelazósusdedosconlosmíosy
losapretó.Ledevolvíelapretónylamiré.Moviólacabezasolemnemente,volvíaapretarymesoltólamano.Corrimoshasta laventana.Empujéhaciaarribadespacioelmarcodemadera.Chirrióunpoco,peroseabrióalaprimera.Echéunvistazo.Aunqueestabaoscuro,viaalguienenunacama.
ComolaventanaestabaunpocoaltaparaMargo,juntélasmanos,pusounpieencimaylaimpulsé.Susilenciosaentradaenlacasahabríasidolaenvidiadeunninja.Medispuseasubir,metílacabezayloshombrosporlaventana,ypretendía,medianteunacomplicadacontorsión,entrarenlacasaenplanoruga.Podríahaberfuncionadoperfectamentedenohabermeaplastadoloshuevoscontralarepisa,ymedoliótantoquesoltéunquejido,locualsuponíaunerrornadadesdeñable.
Seencendiólaluzdelamesita.Yresultóqueelqueestabaenlacamaeraunviejo,sindudanoeraChuckParson.Abriólosojoscomoplatos,aterrorizado.Nodijounapalabra.
—Hum—murmuróMargo.Penséenlargarmecorriendoalcoche,peromequedéporMargo,conlamitaddelcuerpodentrode
lacasa,paraleloalsuelo.—Hum,creoquenoshemosequivocadodecasa—dijoMargo.Segiró,memiróconinsistenciaysoloentoncesmedicuentadequeestababloqueándolelasalida.
Asíquesaltédelaventana,cogímiszapatosyechéacorrer.NosdirigimosalotroextremodeCollegeParkparareorganizarnos.—Creoqueestavezlaculpaesdelosdos—dijoMargo.—Vaya,laquesehaequivocadodecasahassidotú—lecontesté.—Sí,peroelquehahechoruidohassidotú.Nosquedamoscalladosunminuto.Yoconducíahaciendocírculos.—Seguramentepodemosconseguirsudireccióneninternet—dijeporfin—.Radarestáregistrado
enlapáginadelinstituto.—Genial—añadióMargo.AsíquellaméaRadar,perosaltódirectamenteelbuzóndevoz.Meplanteéllamarasucasa,pero
suspadreseranamigosdelosmíos,demodoquenofuncionaría.AlfinalsemeocurrióllamaraBen.NoeraRadar,perosesabíatodassuscontraseñas.Lollamé.Saltóelbuzóndevozdespuésdehabersonadovariasveces.Volvíallamar.Buzóndevoz.Llaméotravez.Buzóndevoz.
—Estáclaroquenocontesta—observóMargo.—Bueno,contestará—ledijevolviendoamarcar.Ydespuésdeunpardellamadasmás,contestó.—Mástevalehabermellamadoparadecirmequetienesaoncepavasdesnudasentucasapidiendo
lasensibilidadespecialquesoloelgranpapáBenpuedeofrecerles.—Necesito que entres en la página del instituto con la contraseña de Ben y me busques una
dirección.ChuckParson.—No.—Porfavor—ledije.—No.—Tealegrarásdehaberlohecho,Ben.Teloprometo.—Sí, sí.Yaestá.Estabaentrandomientras tedecíaqueno...Nopuedoevitar ayudarte.Amherst,
422.Oye,¿paraquénecesitasladireccióndeChuckParsonalascuatroydocedelamañana?—Vuelveadormir,Benners.
—Mejorpiensoquehasidounsueño—mecontestóBen.Ycolgó.Amherst estabaa solounpardemanzanas.Aparcamos frente al418, cogimos lasherramientasy
corrimosporelcéspeddeChuck.Elrocíoquecubríalahierbamemojabalaspantorrillas.Subí sin hacer ruido a su ventana, que por suerte eramás baja que la del viejo con el que nos
habíamostopadoporcasualidad,y tirédeMargoparaqueentrara.ChuckParsonestabadormidobocaarriba. Margo se acercó a él de puntillas, y yo me quedé detrás, con el corazón latiéndome a todavelocidad.Sisedespertaba,nosmataríaalosdos.MargosacóelbotedeVeet,presionó,sepusoenlapalmadelamanounabolaqueparecíacremadeafeitarymuysuavementeyconcuidadolaextendióporlacejaderechadeChuck,quenisiquieraparpadeó.
LuegoMargoabriólavaselina.Latapahizounblopqueparecióensordecedor,peroChucktampocodioindiciosdedespertarse.Mepusounabolaenormeenlamanoyfuimoscadaunohaciaunladodelacasa.Yomedirigíprimeroalrecibidoryuntévaselinaenelpomodelapuertadelacalle,yluegoalapuerta abiertadeundormitorio, donde apliquévaselina en el pomo interiorydespués,muydespacio,cerrélapuerta,queapenaschirrió.
PorúltimovolvíalahabitacióndeChuck—Margoyaestabaallí—,yjuntoscerramoslapuertayuntamosconvaselinaelpomo.Embadurnamostodalaventanadelahabitaciónconelrestodelavaselinaconlaesperanzadeque,despuésdesalirycerrarla,resultaradifícilabrirla.
Margo echó un vistazo a su reloj y levantó dos dedos. Esperamos. Y durante dos minutos nosquedamos mirándonos. Yo observé el azul de sus ojos. Fue bonito. A oscuras y en silencio, sin laposibilidaddequeyodijeraalgoymetieralapata,yellamedevolvíalamirada,comosihubieraalgoenmíquemerecíalapenaver.
MargoasintióymeacerquéaChuck.Meenvolvílamanoconlacamiseta,comomehabíadicho,meincliné hacia delante y—lomás suavemente que pude—apoyé un dedo en la ceja derecha deChuckParson y retiré rápidamente la crema depilatoria, que arrastró consigo hasta el último pelo. Estabatodavíaal ladodeChuck,consucejaderechaenmicamiseta, cuandoabrió losojos.Margocogióeledredón como una flecha, se lo tiró a la cara, y cuando levanté lamirada, la pequeña ninja ya habíasaltado por la ventana. La seguí lo más deprisa que pude mientras Chuck gritaba: ¡MAMÁ! ¡PAPÁ!¡LADRONES!¡LADRONES!
Quisedecirle:«Loúnicoquetehemosrobadoeslaceja»,perocerréelpicoysaltéporlaventana.CasiaterricéencimadeMargo,queestabapintandounaMenelrevestimientodeplásticodelacasadeChuck.Luegocogimosloszapatosyvolvimosalcochecagandoleches.Megiréamirarlacasayviquelas luces estaban encendidas, pero todavía no había salido nadie, lo que demostraba con brillantesimplicidadlobienquehabíauntadoelpomoconvaselina.CuandoelseñorParson(oquizálaseñora,laverdadesqueno lovi) corrió las cortinasdel comedory echóunvistazo,nos alejábamosyamarchaatráshacialacallePrincetonylaautopista.
—¡Sí!—grité—.Joder,hasidogenial.—¿Lohasvisto?¿Lehasvistolacarasinceja?Selehapuestocaradeinterrogante.Enplan:«¿En
serio?¿Estásdiciéndomequesolotengounaceja?Gilipolleces».Ymehaencantadotenerquedecidirmeentredepilarlelacejaizquierdaoladerecha.Sí,mehaencantado.Ycómogritaballamandoasumamá,ellloricademierda.
—Espera,¿túporquéloodias?—Nohedichoqueloodie.Hedichoqueesunlloricademierda.—Perosiemprehassidosuamiga—ledije.Oalmenosyopensabaqueerasuamiga.—Sí,bueno,eraamigademuchagente—mecontestó.Margoseestiróenelcoche,apoyó lacabezaenmihombrohuesudoysupelomeresbalóporel
cuello.—Estoycansada—añadió.—Cafeína—ledijeyo.AlargólamanohastalapartedeatrásycogiódoslatasdeMountainDew.Mebebílamíaendos
largostragos.—Bueno,vamosalSeaWorld—medijo—.Onceavaparte.—¿Cómo?¿VamosaliberaraWillyoalgoasí?—No—mecontestó—.SimplementevamosalSeaWorld,esoestodo.Eselúnicoparquetemático
quetodavíanoheallanado.—NopodemosallanarelSeaWorld—ledije.Memetíenelaparcamientovacíodeunatiendademueblesyapaguéelcoche.—Hallegadolahoradelaverdad—medijoinclinándoseparavolveraencenderelcoche.Leapartélasmanos.—NopodemosallanarelSeaWorld—repetí.—Yaestamosotravezconelallanamiento.SecallóunmomentoyabrióotralatadeMountainDew.Lalataproyectólaluzsobresucaraypor
unsegundolavisonriendoporloqueestabaapuntodedecir.—No vamos a allanar nada. No lo consideres un allanamiento. Considéralo una visita gratis al
SeaWorldenplenanoche.
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—Mira,paraempezar,nospillarán—ledije.Nohabíaencendidoelcoche.Estabahaciendorecuentodelasrazonesporlasquenoibaaponerlo
enmarchaypreguntándomesiMargomeveíaenlaoscuridad.—Puesclaroquenospillarán.¿Yqué?—Esilegal.—Q,¿quéproblemapuedecausarteSeaWorldentérminoscomparativos?Quierodecirque,joder,
despuésdetodoloquehehechoportiestanoche,¿nopuedeshacerunasolacosapormí?¿Nopuedescallarte, calmarte y dejar de acojonarte tanto por cada aventurilla?—Yen voz baja añadió—: Joder,échaleunpardehuevos.
Entoncesmevolvíloco.Pasépordebajodelcinturóndeseguridadparapoderacercarmeaella.—¿Despuésdetodoloquehashechopormí?—casigrité.¿Noqueríaqueconfiaraenmímismo?
Puesahílotenía—.¿Llamastetúalpadredemiamiga,queestabafollándoseaminovio,paraquenadieseenteraradequequienllamabaerayo?¿Mehashechodechófernoporqueseasimportanteparamí,sinoporquenecesitabauncocheyteteníaamano?¿Esesalamierdaquehashechopormíestanoche?
Nomemiraba.Mirabaalfrente,haciaelrevestimientodeplásticodelatiendademuebles.—¿Crees que te necesitaba? ¿No crees que podría haber dado aMyrnaMountweazel un sedante
paraquesedurmierayrobarlacajadedebajodelacamademispadres?¿Ocolarmeentuhabitaciónmientrasdormíasycogertelasllavesdelcoche?Notenecesitaba,idiota.Teheelegido.Yluegotúmehaselegidoamí.—Memiró—.Yestoescomounapromesa.Almenosporestanoche.Enlasaludyenla enfermedad. En lo bueno y en lomalo. En la riqueza y en la pobreza.Hasta que el amanecer nossepare.
Encendíelcocheysalídelaparcamiento,pero,dejandodeladosurollosobreeltrabajoenequipo,sentíaqueestabapresionándomeyqueríadecirlaúltimapalabra.
—Muybien,perocuandoelSeaWorldoquienseaescribaalaUniversidaddeDukediciendoqueeldesaprensivo Quentin Jacobsen allanó su edificio a las cuatro y media de la madrugada con unamuchachitademiradasalvaje,laUniversidaddeDukesepondráfuriosa.Ymispadrestambién.
—Q,irásaDuke.Serásunabogadoconmuchoéxito,oloquesea,tecasarás,tendráshijos,vivirástuvidamediocreytemorirás,yentusúltimosmomentos,cuandoestésahogándoteentupropiabilisenlaresidenciadeancianos, tedirás:«Bueno,hedesperdiciado todamiputavida,peroalmenoselúltimoañodeinstitutoentréenelSeaWorldconMargoRothSpiegelman.Almenos,carpeéundiem».
—Noctem—lacorregí.—Deacuerdo,vuelvesaserelreydelagramática.Acabasderecuperareltrono.Ahorallévameal
SeaWorld.MientrasavanzábamosensilencioporlaI-4,medescubríamímismopensandoeneldíaenqueel
tipodeltrajegrisapareciómuerto.«Quizáporesomehaelegido»,pensé.Yenesemomentorecordéporfinloquemehabíadichosobreelmuertoyloshilos.Ysobreellayloshilos.
—Margo—ledijerompiendoelsilencio.—Q—mecontestó.—Dijiste...Cuandoaqueltipomurió,dijistequequizáselehabíanrotoloshilospordentro,yhace
unratohasdicholomismodeti,queelúltimohilosehabíaroto.Semediorió.—Tepreocupasdemasiado.Noquieroqueunoscríosmeencuentrencubiertademoscasunsábado
por la mañana en Jefferson Park.—Esperó unmomento antes de rematar la frase—: Soy demasiado
presumidaparaacabarasí.Me reí aliviado y salí de la autopista. Giramos en International Drive, la capital mundial del
turismo.EnInternationalDrivehabíamiltiendasquevendíanexactamentelomismo:mierda.Mierdaconforma de conchas, llaveros, tortugas de cristal, imanes para el frigorífico con la forma de Florida,flamencosrosasdeplásticoycosasporelestilo.Dehecho,enInternationalDrivehabíavariastiendasquevendíanmierdarealyliteraldearmadillo,a4,95dólareslabolsa.
Peroalas4.50delamadrugadalosturistasestabandurmiendo.Drive,comotodolodemás,estabacompletamente muerto mientras dejábamos atrás tiendas, aparcamientos, más tiendas y másaparcamientos.
—ElSeaWorldestájustódetrásdelaautopista—dijoMargo.Estabadenuevoenlapartedeatrásdelcoche,rebuscandoenunamochilaoalgoasí—.Tengounmontóndemapassatéliteydibujénuestroplandeataque,peronolosencuentroporningunaparte.Enfin,giraaladerechadespuésdelaautopista,yalaizquierdaverásunatiendadesouvenirs.
—Alaizquierdahayunasdiecisietemiltiendasdesouvenirs.—Sí,perojustodespuésdelaautopistahabrásolouna.Yporsupuestohabíasolouna,asíquememetíenelaparcamientovacíoyaparquéelcochedebajo
deunafarola,porqueenInternationalDrivesiemprerobancoches.YaunquesoloaunladróndecochesmasoquistaseleocurriríatrincarelChrysler,nomeapetecíatenerqueexplicarleamimadrecómoyporquésucochehabíadesaparecidoenplenamadrugadadeundíadeclase.
Nosquedamosfuera,apoyadosenlapartedeatrásdelmonovolumen.Elaireeratancálidoydensoque semepegaba la ropa a lapiel.Volvía a estar asustado, como sigente a laquenoveía estuvieramirándome.Lanochehabíasidomuylargay llevabatantashoraspreocupadoquemedolía labarriga.Margohabíaencontradolosmapasytrazabanuestrarutaconeldedoazulalaluzdelafarola.
—Creoqueaquíhayunavalla—medijoseñalandounazonadebosqueconlaquenoshabíamostopadonadamáspasarlaautopista—.Loleíeninternet.LapusieronhaceunosañosporqueunborrachoentróenelparqueenplenanocheydecidiódarseunbañoconlaorcaShamu,quenotardóenmatarlo.
—¿Enserio?—Sí,asíquesiaqueltipopudoentrarborracho,seguroquenosotros,quenohemosbebido,también
podremos.Vaya,somosninjas.—Bueno,quizátúeresunaninja—ledije.—Losdossomosninjas,soloquetúeresunninjatorpeyruidoso—dijoMargo.Se colocó el pelo detrás de las orejas, se puso la capucha y se la ató con el cordón. La farola
iluminólosagudosrasgosdesucarapálida.Quizálosdoséramosninjas,perosoloellaloparecía.—Bien—medijo—,memorizaelmapa.La parte más terrorífica del recorrido de casi un kilómetro que Margo había trazado era, con
diferencia,elfoso.ElSeaWorldteníaformatriangular.Unladoestabaprotegidoporunacarreteraporlaque Margo suponía que patrullaban permanentemente vigilantes nocturnos. El segundo lado estabaprotegidoporun lagodecasidoskilómetrosdeperímetro,yenel tercerohabíaunazanjadedrenaje.Segúnelmapa,parecíatenerlaanchuradeunacarreteradedoscarriles.YenFlorida,enlaszanjasdedrenajejuntoaloslagossuelehabercaimanes.
Margomeagarróporloshombrosymegiróhaciaella.—Seguramentenospillarán,asíque,cuandonospillen,déjamehablaramí.Túlimítateaponercara
debueno,medioinocente,mediosegurodetimismo,ytodoirábien.Cerréelcoche,intentéaplanarmeconlamanoelpeloalborotadoymurmuré:—Soyunninja.NopretendíaqueMargolooyera,peroderepentesoltó:—¡Claroquesí,joder!Ahora,vamos.
CorrimosporInternationalDriveyluegonosabrimoscaminoentrearbustosaltosyrobles.Empecéa preocuparme por la hiedra venenosa, pero los ninjas no se preocupan por esas cosas, así que mecoloqué en cabeza, con los brazos extendidos, y aparté las zarzas y lamalezamientras avanzábamoshaciaelfoso.Alfinalseacabólazonadeárbolesyllegamosacampoabierto.Veíalaautopistaanuestraderechayelfosojustoenfrente.Podríanhabernosvistodesdelacarreterasihubierapasadoalgúncoche,peronopasóninguno.Corrimosporlamalezaytrazamosunacurvacerradahacialaautopista.
—¡Ahora!¡Ahora!—exclamóMargo.Ycrucécorriendo los seis carrilesde laautopista.Aunqueestabavacía, cruzarunacarretera tan
grandemeparecióestimulanteeinapropiado.Despuésdecruzarnosarrodillamosenlahierba,alladodelaautopista.Margoseñalólahilerade
árbolessituadaentreelinterminableaparcamientodelSeaWorldyelaguanegradelfoso.CorrimosunminutoalolargodeaquellahileradeárbolesyluegoMargometiródelacamisetadesdeatrásymedijoenvozbaja:
—Ahoraelfoso.—Lasseñoritasprimero—ledije.—No,deverdad,comosiestuvierasentucasa—mecontestó.Ynopenséenloscaimanesnienlaasquerosacapadealgassalobres.Cogícarrerillaysaltélomás
lejosquepude.Aterricéconaguahastalacinturayavancéagrandeszancadas.Elaguaolíaapodridoyestaballenadebarro,peroalmenosnomehabíamojadodecinturaparaarriba.OalmenoshastaqueMargosaltóymesalpicó.Megiréylasalpiquéaella.Fingióqueibaavomitar.
—Losninjasnosesalpicanentreellos—sequejóMargo.—Elauténticoninjanosalpicaalsaltar—lecontesté.—Vale,touché.ObservéaMargosaliendodelfoso,encantadodelavidadequenohubieracaimanes.Mipulsoera
aceptable,aunqueacelerado.ElaguaceñíaalcuerpodeMargolacamisetanegraquellevabadebajodelasudaderadesabrochada.Enresumen,casitodoibaperfectocuandovidereojoalgoqueserpenteabaenelaguacercadeMargo.MargoempezóasalirdelaguayviquetensabaeltendóndeAquiles.Antesdequeyopudieraabrirlaboca,laserpienteseabalanzósobreellaylemordióeltobilloizquierdo,justodondeacababanlosvaqueros.
—¡Mierda!—exclamóMargo.Miróhaciaabajoyrepitió—:¡Mierda!Laserpienteseguíaaferradaasutobillo.Mesumergí,agarrélaserpienteporlacola,laarranquéde
lapiernadeMargoylalancéalfoso.—Ay,joder—dijo—.¿Quéera?¿Eraunabocadealgodón?—Nolosé.Túmbate,túmbate—leordené.Lecogílapiernaylesubílosvaqueros.Loscolmilloshabíandejadodosagujeritosdelosquesalía
unagotadesangre.Meagaché,puselabocaenlaheridaysuccionécontodasmisfuerzasparaintentarsacarelveneno.Escupí,ymedisponíaavolverasuccionarcuandoMargodijo:
—Espera,laveo.Melevantédeunsalto,aterrorizado.—No,no—siguiódiciendo—.Joder,essolounaculebra.Señalóelfoso.Seguísudedoyvilapequeñaculebraserpenteandoporlasuperficie,justodebajo
delhazdeunfoco.Desdeladistancianoparecíamuchomástemiblequeunalagartija.—GraciasaDios—dijesentándomeasuladoyrecuperandoelaliento.Trasecharunvistazoalamordedurayverqueyanosangraba,mepreguntó:—¿Quétalelfiletequetehaspegadoconmipierna?—Muybien—lecontesté,yeracierto.Seinclinóunpocohaciamíysentísubrazoenmiscostillas.
—Mehedepiladoestamañanaprecisamenteporeso.Hepensado:«Bueno,nuncasesabecuándoalguienteagarrarádelapiernaparasuccionarteelvenenodeunaserpiente».
Antenosotroshabíaunavalladetelametálicadeapenasdosmetrosdealtura.—¿Enserio?¿Primeroculebrasyahoraestavalla?—dijoMargo—.Esta seguridades insultante
paraunninja.Trepó,pasóalotroladoybajócomosifueraunaescalera.Yointenténocaerme.Atravesamos un pequeño soto pegados a unos enormes depósitos opacos en los que seguramente
guardaban animales, fuimos a parar a un camino asfaltadoyvi el gran anfiteatro en el queShamumesalpicódeniño.Lospequeñosaltavocesalolargodelcaminoreproducíanmúsicaambiental,quizáparatranquilizaralosanimales.
—Margo—ledije—,estamosenelSeaWorld.—Efectivamente—mecontestó.Echóacorrerylaseguí.Acabamosenelacuariodelasfocas,queparecíavacío.—Margo,estamosenelSeaWorld—repetí.—Disfrútalo—mecontestósinmoverapenaslaboca—.Porqueporahívieneunvigilante.Corríhaciaunazonadematorralesquemellegabanalacintura,peroalverqueMargonocorría,
me detuve.Un tipo vestido de sport y con un chaleco en el que ponía SEGURIDADSEAWORLD seacercó.
—¿Quéhacéisaquí?Llevabaenlamanounalata,supusequedegaspimienta.Paratranquilizarme,mepreguntaba:«¿Lasesposassonestándares,osonesposasespecialesparael
SeaWorld?Porejemplo,enformadedosdelfinescurvados».—Enrealidadestábamossaliendo—dijoMargo.—Esoseguro—lecontestóelvigilante—.Lapreguntaessivaisasalirandandoovaatenerque
sacaroselsheriffdelcondadodeOrange.—Sinoleimporta,preferimosandar—lecontestóMargo.Cerrélosojos.QuisedecirleaMargoquenoeraelmejormomentopararéplicasingeniosas,pero
eltiposerió.—Supongoquesabéisquehaceunpardeañosun tiposaltóalacuariograndeysemató,asíque
tenemosórdenesdenodejarsaliranadiequesehayacolado,nisiquieraalaschicasguapas.Margotiródesucamisetaparadespegarlaunpocodelcuerpo.Ysoloenesemomentomedicuenta
dequeeltipoestabahablándoleasustetas.—Bueno,entoncessupongoquetienequedetenernos.—Loquepasaesqueestoyapuntodesalir,largarmeamicasa,tomarmeunacervezaydormirun
rato,perosillamoalapolicía,tardaránlosuyoenvenir.Soloestoypensandoenvozalta—dijo.Margoloentendióymiróalcielo.Semetióunamanoenelbolsilloysacóunbilletedeciendólares
queselehabíamojadoenelfoso.—Bueno—dijoelvigilante—,yahoraserámejorqueosmarchéis.Yodevosotrosnopasaríapor
elacuariodelasballenas.Estárodeadodecámarasdeseguridadquefuncionantodalanoche,ynocreoquequeráisquesesepaquehabéisestadoaquí.
—Sí,señor—añadióMargorecatadamente.Yeltipodesaparecióenlaoscuridad.—Joder—murmuróMargo en cuanto el tipo se hubo alejado—, la verdad es que no quería dar
dineroaesedegenerado,pero,bueno,eldineroestáparagastarlo.Apenas la escuchaba. Lo único que sentía era el alivio recorriéndome la piel. Aquel placer en
estadopurocompensabatodaslaspreocupacionesanteriores.—GraciasaDiosquenonoshadenunciado—dije.
Margonomecontestó.Mirabaalfrenteconlosojosentrecerrados.—MesentíexactamenteigualcuandomemetíenlosEstudiosUniversal—dijounmomentodespués
—. Son geniales, aunque no hay mucho que ver. Las atracciones no funcionan. Todo lo guapo estácerrado.Porlanochemetenacasitodoslosanimalesenotrosacuarios.—GirólacabezayobservóelSeaWorld,queteníamosantenosotros—.Metemoqueelplacernoesestardentro.
—¿Ycuáleselplacer?—lepregunté.—Planearlo,supongo.Nolosé.Lascosasnuncasoncomoesperamosquesean.—Paramínoestátanmal—admití—.Aunquenohayanadaquever.MesentéenunbancoyMargovinoasentarseconmigo.Observamoselacuariodelasfocas,enel
quenohabíafocas.Noeramásqueunislotedeshabitadoconsalientesdeplástico.MellegabaelolordeMargo,elsudorylasalgasdelfoso,suchampúdelilasyelaromaaalmendrasmachacadasdesupiel.
Por primeravezme sentí cansadoynos imaginé tumbados juntos en el céspeddelSeaWorld, yoboca arriba y ella de lado, pasándome un brazo por encima y con la cabeza apoyada enmi hombro,mirándome.Nohacíamosnada.Simplementeestábamostumbadosjuntosbajoelcielo.Lanocheestabatan iluminada que no se veían las estrellas. Y quizá sentía su respiración en el cuello, y quizá nosquedaríamosallíhastalamañana,yentonceslagentepasaríapordelantedenosotrosalentraralparque,nosveríaypensaríaquetambiénéramosturistas,ypodríamosdesaparecerentreellos.
Perono.TeníaqueveraChuckconunasolaceja,ycontarlelahistoriaaBen,yestabanlasclases,lasaladeensayo,laUniversidaddeDukeyelfuturo.
—Q—dijoMargo.Lamiréyporunmomentonoentendíporquéhabíadichominombre,peroderepentedespertéde
miensoñación.Y looí.Habíansubido lamúsicaambiental, soloqueyanoeramúsicaambiental.Eramúsica de verdad.Un viejo tema de jazz que le gusta ami padre llamado «Stars Fell onAlabama».Inclusoconaquellosdiminutosaltavocessepercibíaqueelcantantepodíahacermilcondenadasnotasalavez.
Ysentíquelaslíneasdesuvidaydelamíaseextendíandesdenuestracunahastaeltipomuerto,desdequenosconocimoshastaesemomento.Yquisedecirlequeparamíelplacernoeraplanificar,haceronohacer.Elplacereraobservarnuestroshiloscruzándose,separándoseyvolviéndoseajuntar.Peromepareciódemasiadocursi,yademásyasehabíalevantado.
LosazulísimosojosdeMargoparpadearon.Enaquelmomentoestabaincreíblementeguapa,conlosvaquerosmojadospegadosalaspiernasylacararesplandecientealaluzgrisácea.
Melevanté,extendílamanoyledije:—¿Meconcedesestebaile?Margomehizounareverenciaymecogiódelamano.—Teloconcedo—mecontestó.Yentonces coloqué lamanoen la curva entre su cinturay su cadera, y ella apoyó la suya enmi
hombro.Y uno-dos-a un lado, uno-dos-a un lado.Rodeamos el acuario de las focas bailando foxtrot,mientraslacanciónsobrelasestrellasquecaenseguíasonando.
—Bailelentodesexto—comentóMargo.Cambiamosdepostura.Colocó lasmanosenmishombrosyyo lasujetépor lascaderas,con los
codoscerrados,amediometrodedistancia.Yluegoseguimosconelfoxtrothastaqueacabólacanción.DiunpasoadelanteeinclinéaMargo,comonoshabíanenseñadoenlaEscueladeBaileCrown.Ellalevantóunapiernaydejócaertodosupesosobremí.Oconfiabaenmíoqueríacaerse.
9
Compramostraposdecocinaenun7-ElevendeInternationalDriveeintentamosquitarnosdelaropaydela piel el barro y la peste del foso. Llené el depósito de gasolina hasta donde estaba antes de queempezáramoslagiraturísticaporOrlando.LosasientosdelChrysleribanaestaralgohúmedoscuandomimadre fuera al trabajo, pero esperabaqueno se diera cuenta, porque era bastante despistada.MispadrescreíanqueyoeralapersonamásequilibradayconmenosposibilidadesdeallanarelSeaWorlddelmundo,yaquemisaludpsicológicaerapruebadesutalentoprofesional.
Metomémitiempoparavolveracasa.Evitélasautopistasenfavordelascarreterasalternativas.Margoy yo escuchábamos la radio e intentábamosdescubrir qué emisora había puesto «StarsFell onAlabama»,peroderepentelaapagóydijo:
—Engeneral,creoquehasidounéxito.—Totalmente—lecontesté.Aunqueenaquellosmomentosempezabaapreguntarmecómoseríaeldíasiguiente.¿Sepasaríapor
lasaladeensayoantesdelasclases?¿ComeríaconmigoyconBen?—Mepreguntosimañanacambiaránlascosas—ledije.—Sí—añadióella—.Yotambién.—Dejóelcomentariocolgadoenelaireyluegoañadió—:Oye,
hablando de mañana, me gustaría hacerte un pequeño regalo para agradecerte tu duro trabajo y tudedicaciónenestanocheexcepcional.
Rebuscóentresuspiesysacólacámaradigital.—Toma—medijo—.YutilizaconprudenciaelpoderdeTinyWinky.Mereíymemetílacámaraenelbolsillo.—¿Descargolafotocuandollegueacasayteladevuelvoenelinstituto?—lepregunté.Quería que me dijera: «Sí, en el instituto, donde todo será diferente, donde seré tu amiga
públicamentey,además,sinnovio»,peroselimitóacontestarme:«Sí,ocuandosea».Eranlas5.42cuandoentramosenJeffersonPark.BajamosporJeffersonDrivehastaJeffersonCourt
yluegogiramosennuestracalle,JeffersonWay.Apaguélaslucesporúltimavezymemetíporelcaminoquellevabaamicasa.NosabíaquédeciryMargotampocoabría laboca.Llenamosunabolsadel7-ElevenconbasuraparaqueparecieraqueelChryslerestabacomosilasúltimasseishorasnohubieranexistido.Margomediootrabolsacon los restosde lavaselina, elbotedepinturay laúltima latadeMountainDew.Micerebroluchabacontraelagotamiento.
Me quedé unmomento parado delante delmonovolumen, con una bolsa en cadamano, ymiré aMargo.
—Bueno,hasidounanochefantástica—admitíporfin.—Venaquí—medijo.Di un paso al frente.Me abrazó, y las bolsas me dificultaron devolverle el abrazo, pero si las
soltaba,podríadespertaraalguien.Notéqueseponíadepuntillasyderepenteacercólabocaamioídoymedijomuyclaramente:
—Echarédemenossalirporahícontigo.—Notienesporqué—lecontestéenvozalta.Intentéocultarmidecepción—.Siyanotecaenbien
tusamigos,salconmigo.Losmíossonmuymajos.Suslabiosestabantancercademíquesentíasusonrisa.—Metemoquenoesposible—susurró.Seapartó,perosiguiómirándomemientrasretrocedíapasoapaso.Alfinalalzólascejas,sonrióy
me creí su sonrisa. La observé trepando a un árbol y subiendo hasta la repisa de la ventana de su
habitación,enelsegundopiso.Abriólaventanaysecolódentro.Entréporlapuertaprincipal,quenoestabacerradaconllave,crucélacocinadepuntillashastami
habitación, me quité los vaqueros, los tiré en un rincón del armario, al lado de la mosquitera de laventana, descargué la foto de Jase ymemetí en la cama pensando en lo que le diría aMargo en elinstituto.
SEGUNDAPARTE
Lahierba
1
Habíadormidounamediahoracuandosonóeldespertador.Las6.32.Perodurantediecisieteminutosnimeenterédequeestabasonandoeldespertador,hastaquesentíunasmanosenloshombrosyoílavozlejanademimadre.
—Buenosdías,dormilón—medijo.—Uf—lecontesté.Mesentíabastantemáscansadoquealas5.55,ymehabríasaltadolasclases,peronoteníaniuna
falta de asistencia, y aunque era consciente de que no tener faltas de asistencia no era especialmenteimpresionante ni necesariamente admirable, quería seguir con esa racha. Además, quería ver cómoMargoreaccionabaconmigo.
Cuandoentréenlacocina,mipadreestabacontándolealgoamimadremientrasdesayunabanenlabarra.Alverme,mipadreinterrumpióloqueestabadiciendoymepreguntó:
—¿Quétalhasdormido?—Demaravilla—ledije.Yeraverdad.Habíadormidopoco,perobien.Sonrió.—Estabacontándoleatumadrequetengounsueñorecurrenteyangustioso—meexplicó—.Estoy
en la universidad, en clase de hebreo, aunque el profesor no habla hebreo y los exámenes no son enhebreo.Sonenunajergaincomprensible.Perotodoelmundoactúacomosiesalenguainventada,conunalfabetoinventado,fuerahebreo.Asíquetengodelanteeseexamenydeboescribirenunalenguaquenoséempleandounalfabetoquenopuedodescifrar.
—Interesante—ledije, aunque en realidadnome lo parecía.Nohaynadamás aburridoque lossueñosdelosdemás.
—Es unametáfora de la adolescencia—intervinomi madre—. Escribir en una lengua (la edadadulta)quenoentiendesyemplearunalfabeto(lainteracciónsocialmadura)quenoreconoces.
Mimadretrabajabaconadolescenteslocosencentrosdemenoresycárceles.Creoqueporesoyonuncalepreocupaba.Comonomededicabaadecapitarroedoresnimemeabaenmipropiacara,estabaclaroqueerauntriunfador.
Unamadre normal podría haber dicho: «Oye, tienes pinta de estar de bajón después de habertepegadounatracóndemetanfetaminasyhuelesaalgoparecidoaalgas.¿PorcasualidadhaceunpardehorasestabasbailandoconMargoRothSpiegelman,alaqueacababademorderunaserpiente?».Perono.Mispadrespreferíanlossueños.
Meduchéymepuseunacamisetayunosvaqueros.Ibatarde,perosiempreibatarde.—Vastarde—medijomimadrecuandovolvíalacocina.Intentédespejarmelosuficientecomopararecordarcómoatarmelaszapatillasdedeporte.—Soyconsciente—lecontestémediodormido.Mimadremellevóalinstituto.MesentéenelasientoenelquesehabíasentadoMargo.Mimadre
apenashablóeneltrayecto,porsuerte,porqueibacompletamentedormido,conlacabezaapoyadaenlaventanilladelcoche.
Cuandomimadremedejóenelinstituto,viquelaplazadelaparcamientodelosalumnosdeúltimocursoenlaquesolíaaparcarMargoestabavacía.Laverdadesquenopodíaculparlaporllegartarde.Susamigosnoquedabantantempranocomolosmíos.
Alacercarmealoschicosdelabanda,Bengritó:—Jacobsen,¿estabasoñandoo...?—Lehiceundiscretogestocon lacabezaycambió lasegunda
partedelafrase—¿OtúyyovivimosanocheunaaventurasalvajeenlaPolinesiafrancesa,viajandoenunbarcohechodeplátanos?
—Unbarcoprecioso—lecontesté.Radarmemiró,alzólascejasysedirigióhaciaunárbol.Loseguí.—HepreguntadoaAngelasiqueríairalbaileconBen.Niborracha.Miré a Ben, que estaba charlando animadamente. Una cucharilla de plástico bailaba en su boca
mientrashablaba.—Qué mierda —dije—. Pero está bien. Quedaremos los dos y nos pegaremos una sesión
maratonianadeResurrectionoalgoasí.Benseacercó.—¿Estáisdisimulando?Porqueséqueestáishablandodeldramadelbailesinpavasqueesmivida.Sediomediavueltaysedirigióadentro.Radaryyoloseguimosycruzamoshablandolasalade
ensayo,donde los alumnosdeprimeroyde segundocharlaban sentados entreunmontónde fundasdeinstrumentos.
—¿Porquéquieresir?—lepregunté.—Colega, es nuestro baile de graduación. Es mi última oportunidad para pasar a ser un grato
recuerdodelinstitutoparaalgunapava.Miréaltecho.Sonóelprimertimbre,loquesignificabaquefaltabancincominutosparaqueempezaranlasclases,
ytodoelmundosepusoacorrercomoperrosdePavlov.Lospasillossellenarondegente.Ben,RadaryyonosdetuvimosjuntoalataquilladeRadar.
—Bueno, ¿por quéme llamaste a las tres de lamadrugada para pedirme la dirección de ChuckParson?
EstabapensandocómoresponderasupreguntacuandoviaChuckParsonviniendohacianosotros.Lepeguéun codazo aBeny le señalé aChuck con losojos.Por cierto,Chuckhabíadecididoque lamejorestrategiaeraafeitarselacejaizquierda.
—Quécoñazo—dijoBen.AlmomentoChuckmeempujócontralataquillayacercósucaraalamía,unabonitacarasincejas.—¿Quémiráis,gilipollas?—Nada—lecontestóRadar—.Seguroquenoestamosmirándotelascejas.ChuckpegóunempujónaRadar,golpeólataquillaconlapalmadelamanoysemarchó.—¿Selohashechotú?—mepreguntóBen,incrédulo.—No se lo digáis a nadie—les dije a los dos.Y añadí en voz baja—:Estaba conMargoRoth
Spiegelman.Benalzólavozemocionado.—¿AnocheestabasconMargoRothSpiegelman?¿Alastresdelamadrugada?—Asentí—.¿Solos?
—Asentí—.Joder,si tehasenrolladoconella, tienesquecontarmehastaelúltimodetalle.TienesqueescribirmeunensayosobreelaspectoyeltactodelastetasdeMargoRothSpiegelman.Treintapáginascomomínimo.
—Quieroquehagasundibujorealistaalápiz—mepidióRadar.—Tambiénaceptamosunaescultura—añadióBen.Radaralzóunamano.Selachoquéobedientemente.—Sí, me preguntaba si sería posible que escribieras una sextina sobre las tetas deMargo Roth
Spiegelman. Tus palabras clave son: «Rosadas», «Redondas», «Firmes», «Suculentas», «Flexibles» y«Blandas»—medijoRadar.
—Personalmente—dijoBen—,creoquealmenosunadelaspalabrasdeberíaser«turturturtur».—Creoquenoconozcoesapalabra—añadí.
—Eselsonidoquehagoconlabocacuandometolacaraentrelastetasdeunapava.EnesepuntoBenimitóloqueharíaenelimprobablecasodequesucarasetoparaalgunavezcon
unastetas.—Ahoramismo—dije—,aunquenosabenporqué,milesdechicasdetodoelpaíssientenqueun
escalofríodemiedoyasco les recorre lacolumnavertebral.De todasformas,nomeenrolléconella,pervertido.
—Siempreigual—mecontestóBen—.Soyelúnicotíoqueconozcoconhuevosparadarleaunapavaloquequiereyelúnicoquenotieneoportunidadesdehacerlo.
—Quéextrañacasualidad—ledije.La vida era como siempre, solo que estabamás cansado. Había esperado que la noche anterior
cambiaramivida,peronohabíasidoasí.Almenosdemomento.Sonóelsegundotimbreynosfuimosinmediatamenteaclase.Durantelaprimeraclasedecálculomesentítremendamentecansado.Bueno,estabacansadodesde
quemehabíadespertado,perocombinarelcansancioconelcálculomeparecióinjusto.ParamantenermedespiertomedediquéaescribirleunanotaaMargo—teniendoencuentaquenoibaamandársela,eraunsimpleresumendemismomentosfavoritosdelanocheanterior—,peronisiquieraasíloconseguía.Enundeterminadomomentomibolidejódemoverseysentíquemicampovisualsereducíacadavezmás,demodoqueintentérecordarsilavisiónentúneleraunsíntomadecansancio.Lleguéalaconclusióndequedebíadeserlo,porqueantemíveíaunasolacosa,alseñorJiminezenlapizarra,eraloúnicoquemicerebroprocesaba,ycuandoelseñorJiminezdijo«¿Quentin?»,mequedémuyconfuso,porqueloúnicoque sucedía enmiuniverso eraque el señor Jiminez escribía en lapizarra, así queno entendía cómopodíaserunapresenciaacústicayvisualalavez.
—¿Sí?—lepregunté.—¿Hasoídolapregunta?—¿Sí?—volvíapreguntar.—¿Yhaslevantadolamanoparacontestar?Levantélosojos,yporsupuestotenía lamanolevantada,peronosabíacómohabíallegadohasta
allí. Lo único que más o menos sabía era cómo bajarla. Tras un considerable esfuerzo, mi cerebroconsiguiódecirleamibrazoquebajara,ymibrazoconsiguióbajar.
—Soloqueríapreguntarsipuedoiralbaño—dijeporfin.—Ve—mecontestóelprofesor.Yentoncesalguienlevantólamanoypreguntóalgosobrelasecuacionesdiferenciales.Me dirigí al baño,me eché agua en la cara,me acerqué al espejo por encima del lavabo yme
observé.Me froté los ojos para eliminar la rojez, pero no pude. Y entonces seme ocurrió una ideabrillante.Entréenunretrete,bajélatapa,mesenté,meapoyéenlaparedymequedédormido.Elsueñoduróunosdieciséismilisegundos,hastaquesonóeltimbredelasegundahora.Melevantéymedirigíaclasedelatín,luegoafísicayporfinllególahoradecomer.EncontréaBenenlacafetería.
—Necesitounasiesta—ledije.—VamosacomeralChuco—mecontestó.ElChuco era un Buick de quince años que habían conducido impunemente los tres hermanos
mayores de Ben, así que, cuando le llegó a él, era básicamente cinta adhesiva ymasilla. Su nombrecompletoeraChurrodeCoche,perolollamábamosChucoparaabreviar.ElChuconofuncionabacongasolina, sino con el inagotable combustible de la esperanza. Te sentabas en el abrasador asiento deplásticoyesperabasaquearrancara,luegoBengirabalallaveyelmotordabaunpardevueltas,comounpezfueradelaguadandolosúltimosaletazosantesdemorir.Seguíasesperandoyelmotorvolvíaagirarunpardevecesmás.Esperabasmásyalfinalarrancaba.
BenencendióelChuco ypusoel aireacondicionadoa tope.Tresde las cuatroventanillasno se
abrían,peroelaireacondicionadofuncionabademaravilla,aunquelosprimerosminutosnoeramásqueairecalientequesalíadelosconductosysemezclabaconelaireranciodelcoche.Reclinéalmáximoelasientodelcopilotohastaquedarmecasitumbadoyselocontétodo:Margoenmiventana,elWalmart,lavenganza,elSunTrustBuilding,laentradaenunacasaquenoera,elSeaWorldyelecharédemenossalirporahícontigo.
Bennomeinterrumpióniunavez—eraunbuenamigocuandosetratabadenointerrumpir—,peronadamásacabarmehizolapreguntamásapremianteparaél.
—Espera,cuandodicesqueJaseWorthingtonlatienepequeña,¿cómodepequeñaexactamente?—Esposiblequeseleencogiera,porqueestabasuperagobiado,pero¿hasvistoalgunavezunlápiz?
—lepregunté,yBenasintió—.Bueno,pues¿hasvistoalgunavezlagomadeunlápiz?—Volvióaasentir—.Bueno,pues¿hasvistoalgunavez lasvirutasdegomaquequedanenelpapelcuandohasborradoalgo?—Asintióotravez—.Diríaquetresvirutasdelargoporunadeancho.
Benhabía tragadomuchamierdade tiposcomoJasonWorthingtonyChuckParson,asíquepenséque teníaderechoadivertirseunpoco.Peronisiquierase rió.Se limitóamover lacabezadespacio,anonadado.
—Joder,Margoesdeputamadre.—Losé.—Esunadeesaspersonasqueomuere trágicamentea losveintisieteaños,comoJimiHendrixy
JanisJoplin,odemayorganaelprimerPremioNobeldeGenialidad.—Sí—ledije.RaravezmecansabadehablardeMargoRothSpiegelman,peroraravezestabatancansado.Me
reclinésobreelreposacabezasdeplásticorajadoymequedédormidoalmomento.Cuandomedesperté,teníaencimadelasrodillasunahamburguesadelWendyyunanota:«Hetenidoqueirmeaclase,colega.Nosvemosdespuésdelensayo».
Mástarde,despuésdemiúltimaclase,tradujeaOvidioapoyadoenlaparedexteriordecementodelasaladeensayointentandoignorarlasdisonanciasprocedentesdelinterior.Siempremequedabaenelinstituto durante la hora extra de ensayo, porquemarcharme antes queBen y queRadar implicaba lainsoportablehumillacióndeserelúnicoalumnodeúltimocursodelautobús.
Cuandosalieron,BenllevóaRadarasucasa,haciael«centro»deJeffersonPark,cercadedondevivíaLacey,yluegomeacompañóamí.ViqueelcochedeMargotampocoestabaaparcadoensucasa,asíquenosehabíasaltadolasclasesparadormir.Sehabríasaltadolasclasesporotradesusaventuras,unaaventurasinmí.Seguramentepasaríaeldíaextendiendocremadepilatoriaenlasalmohadasdeotrosenemigosoalgoasí.Entréencasasintiéndomeunpocoabandonado,aunqueporsupuestoMargosabíaquedetodasformasnohabríaidoconella,porquenoquerríaperderundíadeclase.Yquiénsabíasihabríasidosoloundía.QuizásehabíaidoaotraexcursióndetresdíasporMississippiosehabíaunidotemporalmente al circo. Pero no sería ninguna de las dos cosas, por supuesto.Era algo que no podíaimaginar,quenuncaimaginaría,porqueyonopodíaserMargo.
Mepreguntabaconquéhistoriasvolveríaacasaesavez.Ymepreguntabasisesentaríafrenteamía lahoradecomeryme lascontaría.Penséquequizáaesose referíacuandomedijoqueecharíademenos salir conmigo. Sabía que se iría a alguna parte para tomarse otro de sus breves descansos deOrlando,laciudaddepapel.Perocuandovolviera,¿quiénsabía?Nopodríapasarlasúltimassemanasdeclaseconlosamigosquesiemprehabíatenido,asíquedespuésdetodoquizálaspasaríaconmigo.
Notuvoquepasarmuchotiempoparaquelosrumoresempezaranacorrer.Benmellamóaquellanoche,despuésdecenar.
—Heoídodecirquenocontestaelteléfono.AlguienhacomentadoenFacebookquedijoquequizásemudaríaaunalmacénsecretodeTomorrowland,enDisneyland.
—Quétontería—ledije.
—Yalosé.Vaya,Tomorrowlandesdelejoslapartemáscutre.Yalguiendijoquehaconocidoauntipoenlared.
—Ridículo—insistí.—Vale,muybien,pero¿entonces?—Andaráporahídivirtiéndoseporsucuentaenalgoquenopodemosniimaginar—lecontesté.Bensoltóunarisita.—¿Estásdiciendoquelegustadivertirsesola?Gruñí.—Vengaya,Ben.Quierodecirqueestaráhaciendo sus cosas.Montándosehistorias.Poniendoel
mundopatasarriba.Aquella noche me tumbé de lado en mi cama y observé el invisible mundo al otro lado de la
ventana.Intentabadormirme,perolosojossemeabríancadadosportresparacontrolar.NopodíaevitaresperarqueMargoRothSpiegelmanvolvieraamiventanayarrastraramicansadoculoporotranocheinolvidable.
2
Margoseescapabatanamenudoqueenelinstitutonoseorganizabanpatrullasparabuscarla,perotodossentíamos su ausencia. El instituto no es ni una democracia ni una dictadura. Tampoco, como suelecreerse,unestadoanárquico.Elinstitutoesunamonarquíaporderechodivino.Ycuandolareinasevade vacaciones, las cosas cambian. En concreto, a peor. Por ejemplo, el segundo año, cuandoMargorecorríaMississippi,BeccasoltóalmundolahistoriadeBenelSangriento.Yesaveznofuediferente.Laniñaquesededicabaataparagujerossehabíamarchado.Lainundaciónerainevitable.
Aquellamañana,comoporunavezfuipuntual,Benmellevóal institutoencoche.Encontramosatodoelmundoextrañamentesilenciosoantelapuertadelasaladeensayo.
—Tío—dijonuestroamigoFrankmuyserio.—¿Quépasa?—ChuckParson,TaddyMacyClintBauerhancogidoelTahoedeClintysehanllevadopordelante
docebicisdealumnosdeprimeroysegundo.—Nomejodas—lecontesténegandoconlacabeza.—Y ayer alguien colgó nuestros números de teléfono en el baño de los chicos con... bueno, con
guarradas—añadiónuestraamigaAshley.Volví a menear la cabeza y yo también me quedé en silencio. No podíamos denunciarlos. Lo
habíamosintentadomuchasvecesantesdelinstituto,yelresultadoinevitablehabíasidoquenosacosarantodavíamás.EngeneralsolopodíamosesperaraquealguiencomoMargolesrecordaraloinmadurosygilipollasqueeran.
PeroMargomehabíaenseñadounmododeiniciarlacontraofensiva.Yestabaapuntodedeciralgocuando vi de reojo a un tipo alto corriendo hacia nosotros. Llevaba un pasamontañas negro y unsofisticadocañóndeaguadecolorverdeenlasmanos.Alpasarmedioungolpeenelhombro,perdíelequilibrioyaterricédeladoenelcementoagrietado.Alllegaralapuerta,segiróymegritó:
—Tededicasaputearnos,asíquetevamosaempalizar.Lavoznomesonabadenada.Benyotroamigomeayudaronalevantarme.Medolíaelhombro,peronoqueríafrotármelo.—¿Estásbien?—mepreguntóRadar.—Sí,muybien.Entoncessíquemefrotéelhombro.Radarnegóconlacabeza.—Alguiendeberíaexplicarleque,aunqueesposibledarunapaliza,ytambiénpegarunapaliza,no
esposibleempalizaranadie.Me reí. Alguien señaló el aparcamiento, levanté la mirada y vi a dos chavalines de primero
acercándoseanosotrosconlacamisetamojadaycolgando.—¡Eranmeados!—nosgritóunodeellos.El otro no dijo nada. Se limitaba a apartar las manos de la camiseta, lo que no terminaba de
funcionar.Vichorretonesresbalándoledesdelasmangashastalosbrazos.—¿Meadosanimalesohumanos?—preguntóalguien.—¡Cómovoyasaberlo!¿Quépasa,quesoyunexpertoenmeados?Meacerquéalchavalyleapoyélamanoenlacabeza,queeraloúnicoqueparecíatotalmenteseco.—Estonovaaquedarasí—ledije.SonóelsegundotimbreyRadaryyocorrimosaclasedecálculo.Mientrasmesentabaamimesa,
mediungolpeenelbrazo,yeldolormesubióhastaelhombro.Radarmeseñalósulibreta,enlaque
habíaescritounanotarodeadaporuncírculo:«HombroOK?».Escribí en la esquina demi libreta: «Comparado con los chavalines, he pasado lamañana en un
campodearcoírisjugueteandoconanimalitos».Radar se rió tan alto que el señor Jiminez le lanzó una mirada. Escribí: «Tengo un plan, pero
tenemosquedescubrirquiénera».Radarescribió«JasperHanson»ylorodeóvariasvecesconuncírculo.Mesorprendió.«¿Cómolosabes?»Radarescribió:«¿Nolohasvisto?Elmuyimbécilllevabalacamisetadefútbolconsunombre».Jasper Hanson era un alumno de tercero. Siempre había pensado que era un chaval tranquilo y
majete,deesosunpocotorpesquetepreguntan:«Tío,¿quétal?».Noesperabaverlolanzandogéiseresdepis a losdeprimero.Sinceramente, en la jerarquíagubernamentaldel institutoWinterPark, JasperHansoneracomoelayudanteadjuntodelsubsecretariodeAtletismoyActividadesIlícitas.CuandountipoasíasciendeavicepresidenteejecutivodeArmamentoUrinario,hayquetomarcartasenelasuntodeinmediato.
Así que en cuanto llegué a casa aquella tarde, me creé una cuenta de correo y escribíinmediatamenteamiviejoamigoJasonWorthington.
De:[email protected]:[email protected]:Usted,yo,lacasadeBeccaArrington,supene,etc.QueridoseñorWorthington:1.Deberáentregardoscientosdólaresenefectivoacadaunadelasdocepersonascuyasbicicletas
destrozaronsusamigosconelChevyTahoe.Nodeberíasuponerleunproblema,dadasuinmensariqueza.2.Eltemadelaspintadasenelbañodeloschicosdebeconcluir.3.¿Cañonesdeagua?¿Conmeados?¿Deverdad?Madureunpoco.4.Debería tratar a los compañeros con respeto, especialmente a los que son socialmentemenos
afortunadosqueusted.5.Probablementedeberíaaleccionaralosmiembrosdesuclanparaquesecomportentambiéncon
consideración.Soyconscientedequecumpliralgunadeestastareasresultarámuydifícil.Peroenesecasotambién
resultarámuydifícilnocompartircontodoelmundolafotografíaadjunta.Cordialmente,suamistosovecinoNémesisAlosdoceminutosllegósurespuesta.Mira,Quentin,porquesí,séqueerestú.Sabesquenofuiyoelquechorreóconmeadosaloschicos
deprimero.Losiento,peronocontrololoquehacenlosdemás.Mirespuesta:SeñorWorthington:EntiendoquenocontroleaChuckyJasper.Pero,yave,estoyenunasituaciónsimilaralasuya.No
controloaldiablilloqueestásentadoenmihombroizquierdo.Eldiablomedice:«IMPRIMELAFOTOIMPRIMELAFOTOCUÉLGALAPORTODOELINSTITUTOHAZLOHAZLOHAZLO».Peroenelhombroderechotengounangelitoblanco.Yelángelmedice:«Hombre,mejuegoelcuelloaqueesoschicosdeprimerorecibensudineroaprimerahoradelamañanadellunes».
Tambiényo,angelito,tambiényo.Mismejoresdeseos,SuamistosovecinoNémesis.Nomecontestó,aunquenoeranecesario.Yanoslohabíamosdichotodo.Ben se pasó por mi casa después de cenar y estuvimos jugando al Resurrection parandomás o
menoscadamediahorapara llamaraRadar,quehabíasalidoconAngela.Ledejamosoncemensajes,cadaunomásimpertinenteylascivoqueelanterior.Eranlasnuevepasadascuandosonóeltimbre.
—¡Quentin!—gritómimadre.BenyyosupusimosqueeraRadar,asíqueparamoseljuegoysalimosalcomedor.ChuckParsony
JasonWorthingtonestabanenlaentrada.Meacerquéaellos.—Hola,Quentin—dijoJason.Losaludéconlacabeza.JasonlanzóunamiradaaChuck,quememiróymurmuró:—Perdona,Quentin.—¿Porqué?—lepregunté.—PordecirleaJasperquedispararameadosaloschavalesdeprimero—murmuró.Hizounapausa
ysiguiódiciendo—:Yporlodelasbicis.Benabriólosbrazos,comosifueraaabrazarlo.—Venaquí,colega—ledijo.—¿Qué?—Quevengas—lerepitió.Chuckdiounpasoadelante.—Máscerca—dijoBen.Chuck avanzó hasta la entrada, a un paso de Ben. Y de repente, Ben le pegó un puñetazo en la
barriga.Chuckapenasseencogió.DiounpasoatrásparadarleaBen,peroJaseloagarródelbrazo.—Tranquilo,colega—ledijoJase—.Tampocotehadolidotanto.Metendiólamanoparaqueselaestrechara.—Megustaquetengashuevos,colega.Bueno,eresuncapullo.Perodaigual.Leestrechélamano.SemetieronenelLexusdeJase,dieronmarchaatrásysemarcharon.Encuantocerrélapuerta,Ben
soltóunfuerterugido.—Ayyyyyyyyyyyyyyyyyy.Joder,mimano.—Benintentócerrarelpuñoehizounamuecadedolor—.
CreoqueChuckParsonsehabíametidounlibroenlabarriga.—Sellamanabdominales—leexpliqué.—Sí,claro.Heoídohablardeellos.LediunapalmaditaenlaespaldayvolvimosalahabitaciónaseguirjugandoalResurrection.Justo
habíamosquitadolapausacuandoBendijo:—Porcierto,¿tehasdadocuentadequeJasedice«colega»?Hevueltoaponerlodemoda.Ysolo
conlafuerzademigenialidad.—Sí, te pasas el viernes por la noche jugando y curándote la mano, que te has roto intentando
pegarleunpuñetazoauntipo.NomeextrañaqueJaseWorthingtonhayadecididoarrimarseatuárbol.—AlmenossoybuenoalResurrection—medijo.Ymedisparóporlaespalda,aunqueestábamosjugandoenequipo.Jugamosunratomás,hastaqueBenseacurrucóenel suelo,conelmandopegadoalpecho,yse
quedó dormido. Yo también estaba cansado. Había sido un día largo. Suponía queMargo estaría devueltaellunes,peroaunasímesentíunpocoorgullosodehabersidolapersonaquehabíadetenidolatormenta.
3
TodaslasmañanasmirabaporlaventanademihabitaciónparacomprobarsienlahabitacióndeMargohabía algún signo de vida. Siempre tenía las persianas demimbre bajadas, pero, desde que se habíamarchado,sumadreoalgunaotrapersonadelacasalashabíasubido,demodoqueveíauntrocitodeparedazulytechoblanco.Aquelsábadoporlamañana,comohacíasolocuarentayochohorasquesehabíaescapado,suponíaquetodavíanoestaríaencasa,peroaunasímesentíunpocodecepcionadoalverquelapersianaseguíasubida.
Me lavé los dientes y después, tras darle unas pataditas a Ben intentando despertarlo, salí enpantalóncortoycamiseta.Habíacincopersonassentadasalamesadelcomedor:mispadres,lospadresdeMargoyunafroamericanoaltoycorpulentoconunasgafasenormes,untrajegrisyunacarpetamarrónenlasmanos.
—Ay,hola—dije.—Quentin,¿visteaMargoelmiércolesporlanoche?—mepreguntómimadre.Entréenelcomedorymeapoyéenlapared,enfrentedeldesconocido.Yateníapensadalarespuesta
aesapregunta.—Sí—lecontesté—.Apareciópormiventanahacialasdoce,hablamosunminutoyluegoelseñor
Spiegelmanlapillóytuvoquevolveracasa.—¿Yesafue...?¿Lahasvistodespués?—mepreguntóelseñorSpiegelman.Parecíabastantetranquilo.—No,¿porqué?—pregunté.—Bueno—contestó lamadredeMargoconun tonoagudo—,parecequeMargosehaescapado.
Otravez.—Suspiró—.Debedeser...¿cuántasvecesvanya,Josh?¿Cuatro?—Uf,heperdidolacuenta—contestósumarido,enfadado.Entoncesintervinoelafroamericano.—Laquintavezquehanpresentadounadenuncia.—Mesaludóconlacabezaydijo—:Detective
OtisWarren.—QuentinJacobsen—ledijeyo.MimadreselevantóyapoyólasmanosenloshombrosdelaseñoraSpiegelman.—Debbie—ledijo—,losientomucho.Esunasituaciónmuyfrustrante.Conocíaaqueltruco.Erauntrucopsicológicollamadoescuchaempática.Dicesloquelapersona
estásintiendoparaquesesientacomprendida.Mimadrelohaceconmigoatodashoras.—Noestoyfrustrada—lecontestólaseñoraSpiegelman—.Seacabó.—Exacto —dijo el señor Spiegelman—. Esta tarde vendrá un cerrajero. Cambiaremos las
cerraduras.Tienedieciochoaños.Enfin,eldetectiveacabadedecirnosquenopodemoshacernada...—Bueno—lointerrumpióeldetectiveWarren—,nohedichoesoexactamente.Hedichoquenoes
menordeedad,demodoquetienederechoamarcharsedecasa.ElseñorSpiegelmansiguióhablandoconmimadre.—Nosparecebienpagarlelauniversidad,peronovamosatolerarestas...estastonterías.Connie,
¡tienedieciochoaños!¡Ysiguesiendounaegocéntrica!Tienequeverlasconsecuencias.MimadreretirólasmanosdeloshombrosdelaseñoraSpiegelman.—Diríaquelasconsecuenciasquetienequeversonlasdelcariño—ledijomimadre.—Bueno, no es tu hija, Connie. A ti no lleva diez años pisándote como si fueras un felpudo.
Tenemosquepensarennuestraotrahija.—Yennosotros—añadióelseñorSpiegelman.Levantólamiradahaciamí—.Quentin,lamentoque
intentara involucrarteensu jueguecito.Ya te imaginas lo... loavergonzadosqueestamos.Eresunbuenchico,yella...Bueno.
Meseparédelaparedymequedédepie,muytieso.ConocíaunpocoalospadresdeMargo,peronunca loshabíavisto actuar con tanmala leche.Nomeextrañabaqueestuviera enfadadaconellos elmiércolesporlanoche.Miréaldetective.Estabapasandohojasdelacarpeta.
—Siemprehadejadoalgúnrastro,¿no?—dijo.—Pistas—lecontestóelseñorSpiegelmanlevantándose.Eldetectivedejólacarpetaenlamesa,yelpadredeMargoseinclinóparaecharunvistazo.—Pistas por todas partes. El día que se marchó a Mississippi, comió sopa de letras y dejó
exactamente cuatro letras en el plato: unaM,una I, unaSyunaP.Sequedódecepcionadaporquenosupimosjuntarlas,aunque,comoledijecuandoporfinvolvió:«¿Cómovamosaencontrartesiloúnicoquesabemoses“Mississippi”?Esunestadogrande,Margo».
Eldetectivecarraspeó.—YdejóaMinnieMouseensucamacuandosemetióenDisneyWorldunanoche.—Sí—dijosumadre—.Pistas.Estúpidaspistas.Peronuncapuedesseguirlas,créame.Eldetectivelevantólosojosdelacarpeta.—Haremoscorrerlavoz,porsupuesto,perodeningúnmodopodemosobligarlaavolveracasa.No
debencontarnecesariamenteconqueregresarábajosutechoenunfuturoinmediato.—Nolaquierobajonuestrotecho.—LaseñoraSpiegelmansellevóunpañueloalosojos,aunque
noparecíaestarllorando—.Séqueesterrible,peroeslaverdad.—Deb—dijomimadreconsutonodepsicóloga.LaseñoraSpiegelmanselimitóamoverligeramentelacabeza.—¿Quépodemoshacer?Se lohemosdichoaldetective.Hemospresentadounadenuncia.Esuna
adulta,Connie.—Estuhijaadulta—dijomimadre,todavíacalmada.—Vamos,Connie.¿Acasonoesdelocosqueestemosencantadosdequesehayaidodecasa?Pues
claroqueesde locos.Peroestabavolviendo locaa toda la familia. ¿Cómobuscaraunapersonaqueaseguraquenovanaencontrarla,quesiempredejapistasquenollevananingunaparte,queseescapacadadosportres?¡Esimposible!
Mimadreymipadresemiraron,yluegoeldetectivesedirigióamí.—Hijo,mepreguntosipodríamoscharlarenprivado.Asentí.Nosmetimosenlahabitacióndemispadres.Élsesentóenunsillónyyo,enelbordedela
cama.—Muchacho—medijocuandosehuboacomodadoenelsillón—,permítemequetedéunconsejo:
nunca trabajes para el gobierno. Porque cuando trabajas para el gobierno, trabajas para la gente. Ycuandotrabajasparalagente,tienesquerelacionarteconella,inclusoconlosSpiegelman.
Soltéunarisita.—Permítemequeseasincerocontigo,muchacho—siguiódiciéndome—.Estagentesabe tantode
serpadrescomoyodehacerdieta.Hetrabajadoconellosotrasvecesynomegustan.MedaigualquenolesdigasalospadresdeMargodóndeestá,peroteagradeceríaquemelodijerasamí.
—Nolosé—lecontesté—.Deverdadquenolosé.—Muchacho,heestadopensandoenlachica.Loquehace...SemeteenDisneyWorld,porejemplo,
¿verdad? Se va a Mississippi y deja pistas con sopa de letras. Organiza una gran campaña paraempapelarcasasconpapelhigiénico.
—¿Cómolosabe?Hacíadosaños,Margohabía lideradoel empapeladodedoscientascasasenuna solanoche.No
seránecesarioquedigaquenomeinvitóaparticiparenaquellaaventura.
—He trabajadoen este caso antes.Así que,muchacho,necesitoquemeayudes. ¿Quiénplanificaestascosas?¿Estosproyectosdelocos?Ellaeslaportavozdetodoesto,laúnicalobastantelocaparahacerlo.Pero¿quiénloplanifica?¿Quiénsesientaconlibretasllenasdediagramasparacalcularcuántopapelhigiénicosenecesitaparaempapelarunmontóndecasas?
—Supongoqueella.—Pero debe de tener un socio, alguien que la ayude a hacer todas estas cosas desaforadas y
geniales.Yquizá la personaque comparte su secretono es lamásobvia, no es sumejor amigani sunovio.Quizáesalguienenquiennuncapensarías—medijo.
Eldetectiverespiróyestabaapuntodedeciralgomáscuandolointerrumpí.—Nosédóndeestá.SelojuroporDios.—Soloqueríaasegurarme,muchacho.Detodasformas,sabesalgo,¿verdad?Empecemosporahí.Se lo conté todo. Confiaba en aquel tipo. Tomó algunas notas mientras yo hablaba, aunque sin
demasiadosdetalles.Peroalcontárselo,yalverlogarabateandoenlalibreta,yalhabermedadocuentade la estupidez de los padres deMargo..., por primera vezme planteé la posibilidad de que hubieradesaparecido por mucho tiempo. Cuando acabé de hablar, estaba tan preocupado que empezaba afaltarmeelaire.Eldetectivenodijonadaduranteunrato.Se inclinóhaciadelanteymiróa la lejaníahastaencontrarloqueestababuscando,yentoncesempezóahablar.
—Mira,muchacho.Pasalosiguiente:alguienconespíritulibre,normalmenteunachica,nosellevademasiadobienconsuspadres.Estoschicossoncomoglobosdehelioatados.Tirandelhilounayotravez, hasta que al final el hilo se rompey salen volando.Yquizá no vuelvas a ver ese globo, porqueaterrizaenCanadáodondesea,encuentratrabajoenunrestauranteyantesdequeelglobosedécuenta,llevatreintaañosenlamismacafeteríasirviendocaféalosmismoshijosdeputa.Oquizádentrodetresocuatroaños,odentrodetresocuatrodías,losvientospredominantesdevuelvenelgloboacasa,porquenecesitadinero,oporquese lohapensadomejor,oporqueechademenosasuhermanito.Pero,mira,muchacho,elhilonodejaderomperse.
—Sí,pe...—Noheterminado,muchacho.Elproblemadeestosputosglobosesquehaymuchísimos.Elcielo
está llenodeglobosquevuelandeunladoaotroychocanentresí,y todosycadaunodeestosputosglobosacabanenlamesademidespachoporunarazónuotra,yconeltiempounosedesanima.Globosportodaspartes,cadaunodeellosconunpadreounamadre,oconunpocodesuerteconlosdos,yalfinalnisiquierapuedesverlosindividualmente.Levantaslamiradahacialosglobosdelcieloylosvesensutotalidad,peroyanolosvesdeunoenuno.—Secallóyrespiróprofundamente,comosiacabaradedarsecuentadealgo—.Perodevezencuandohablasconunchicodeojosgrandesycondemasiadopeloenlacabezayquieresmentirleporquepareceunbuenchico.Ylosientesporél,porqueloúnicopeorqueelcielollenodeglobosquevesesloqueveél:undíaazulydespejadoconunúnicoglobo.Perocuandoelhiloserompe,muchacho,nopuedesvolverapegarlo.¿Entiendesloquetequierodecir?
Asentí,aunquenoestabasegurodehaberloentendido.Selevantó.—Creoquevolverápronto,muchacho.Porsisirvedealgo.Me gustó la imagen de Margo como un globo, pero pensé que, en su deseo de ser poético, el
detectiveme había vistomuchomás preocupado de lo que realmente estaba. Sabía que volvería. SedesinflaríayvolveríavolandoaJeffersonPark.Siemprehabíavuelto.
Regreséalcomedorconeldetective,quedijoquequeríavolveralacasadelosSpiegelmanparaecharunvistazoenlahabitacióndeMargo.LaseñoraSpiegelmanmeabrazó.
—Siempre has sido un buen chico—me dijo—. Siento que tengas que verte mezclado en estasridiculeces.
ElseñorSpiegelmanmeestrechólamanoysemarcharon.Encuantosehubocerradolapuerta,mipadredijo:
—Uau.—Uau—confirmómimadre.Mipadremepasóelbrazoporloshombros.—Hanoptadoporunadinámicaquesolocreaproblemas,¿verdad?—Songilipollas—ledijeyo.Amispadreslesgustabaquedijeratacosdelantedeellos.Veíaelplacerensuscaras.Significaba
queconfiabaenellos,queerayomismodelantedeellos.Pero,aunasí,parecíantristes.—LospadresdeMargosufrenunalesióngraveensunarcisismocadavezquesuhijaseportamal
—medijomipadre.—Yesolesimpidecomportarsecomopadresdeformaeficaz—añadiómimadre.—Songilipollas—repetí.—Para ser sincero —dijo mi padre—, seguramente tienen razón. Seguramente Margo necesita
atención.YDiossabequetambiényonecesitaríaatenciónsiesosdosfueranmispadres.—Cuandovuelvasequedarádestrozada—comentómimadre—.Queteabandonenasí...Rechazada
cuandomáscariñonecesitas.—Quizápodríaviviraquícuandovuelva—dije.Yaldecirlomedicuentadequeeraunaideaabsolutamentegenial.Amimadretambiénlebrillaron
losojos,peroluegovioalgoenlaexpresióndemipadreymecontestóconsuhabitualmoderación.—Bueno, sin duda sería bienvenida, aunque tendría sus inconvenientes...: vivir al lado de los
Spiegelman. Pero cuando vuelva al instituto, dile que aquí es bienvenida, por favor, y si no quierequedarseconnosotros,haymuchasotrassolucionesquenosencantaríacomentarconella.
En aquel momento apareció Ben con el pelo tan enmarañado que parecía desafiar nuestrosconocimientosbásicossobreelefectodelafuerzadegravedadsobrelamateria.
—SeñoryseñoraJacobsen,encantadodeverlos,comosiempre.—Buenosdías,Ben.Nosabíaquetehabíasquedadoadormir.—Laverdadesqueyotampoco—dijoBen—.¿Sucedealgo?LecontéaBenlodeldetective,losSpiegelmanyMargo,quetécnicamenteeraunapersonaadulta
desaparecida.Cuandoterminé,asintióydijo:—SeguramentetendríamosquehablarloanteunplatobiencalientedeResurrection.Sonreíyvolvíconélamihabitación.Radarsepasópormicasapocodespués,yencuantollegó,
meecharondelequipo,porquenosenfrentábamosaunamisióndifícily,aunqueeraelúnicodelostresque teníael juego,noerademasiadobuenoenelResurrection.EstabaobservándolosavanzarporunaestaciónespacialatestadadedemonioscuandoBendijo:
—Unduende,Radar,unduende.—Yaloveo.—Venaquí,hijodeputa—dijoBengirandolosmandos—.Papávaameterteenunbarcoparaque
cruceselríoEstigia.—¿Acabasderecurriralamitologíagriegaparafanfarronear?—lepregunté.Radarserió.Benempezóaaporrearbotonesyagritar.—¡Cómeteesa,duende!¡CómetelacomoZeussecomióaMetis!—Diríaquevolveráellunes—comenté—.NisiquieraaMargoRothSpiegelmanleinteresaperder
muchasclases.Quizásequedeaquíhastalagraduación.Radar me contestó como contestaría cualquiera que estuviera jugando al Resurrection, de forma
inconexa.—Todavíanoentiendoporquésehamarchado,¿soloporquedemoniodelantenotíoconlapistola
derayos sehaquedadosinnovio?Pensabaqueeramásdóndeestá lacuevaa la izquierda inmuneaestascosas.
—No—ledije—,nohasidoeso,nocreo.Onosoloeso.OdiaOrlando.Dijoqueesunaciudaddepapel.Yasabes,todotanfalsoypocosólido.Creoquesencillamentequeríatomarseunasvacaciones.
Entoncesechéunvistazoporlaventanaeinmediatamenteviquealguien—supusequeeldetective—habíabajadolapersianadelahabitacióndeMargo.Peronoseveíalapersiana.Loqueseveíaeraunpósterenblancoynegropegadoalaparteexteriordelapersiana.Eralafotografíadeunhombre,conloshombrosligeramentecaídos,mirandoalfrente.Teníauncigarrilloentreloslabiosyllevabacolgadadelhombrounaguitarraconunafrasepintada:ESTAMÁQUINAMATAFASCISTAS.
—HayalgoenlaventanadeMargo.Lamúsicadeljuegoseparó,yRadaryBenseacercaronamíysearrodillaronunoacadalado.—¿Esnuevo?—mepreguntóRadar.—He visto esa persiana por fuera millones de veces, pero nunca había visto ese póster —le
contesté.—Quéraro—dijoBen.—LospadresdeMargohandichoestamañanaqueavecesdejapistas—dijeyo—.Peronuncaalgo
lobastanteconcretocomoparaencontrarlaantesdequevuelvaacasa.RadaryahabíasacadosuordenadordebolsilloyestababuscandolafraseenelOmnictionary.—La foto es de Woody Guthrie —comentó—. Cantante de folk, 1912-1967. Todas sus letras
hablabandelaclaseobrera.«ThisLandIsYourLand.»Tirandoacomunista.InspiróaBobDylan.Radarreprodujountrozodeunacanciónsuya,unavozagudaychirriantecantandosobresindicatos.—Mandaréuncorreoal tipoquehaescritocasi todaestapáginaparaver sihayalguna relación
entreWoodyGuthrieyMargo—dijoRadar.—Mecuestaimaginarquelegustensuscanciones—añadí.—Cierto—admitióBen—.EstetipoparecelaranaGustavoalcohólicayconcáncerdegarganta.Radarabriólaventana,asomólacabezaymiróentodasdirecciones.—Puesparecequehadejado lapistapara ti,Q.Vaya, ¿conocea alguienmásquepuedaver esa
ventana?Neguéconlacabeza.AlratoBenañadió:—Nosmiradeunamanera...Comosidijera:«Prestadmeatención».Y lacabezaasí...Noparece
estarenunescenario.Pareceestarenunapuertaoalgoasí.—Creoquequierequeentremos—dije.
4
Desdemihabitaciónnoseveíalapuertadelacallenielgaraje.Paraverlosteníamosqueiralasaladeestar.Demodoque,mientrasBenseguíajugandoalResurrection,RadaryyofuimosalasalayfingimosverlatelemientrasvigilábamoslapuertadelosSpiegelmanatravésdeunventanal,esperandoaquelospadresdeMargosalieran.ElCrownVictorianegrodeldetectiveWarrentodavíaestabafrentealacasa.
Semarchóunos quinceminutos después, pero durante la hora siguiente no volvió a abrirse ni lapuertade lacalleni ladelgaraje.RadaryyoveíamosunacomediamediograciosadeporrerosenelcanalHBO,yhabíaempezadoametermeenlahistoriacuandoRadardijo:
—Lapuertadelgaraje.Salté del sofá y me acerqué a la ventana para ver quién iba en el coche. El señor y la señora
Spiegelman.Ruthiesehabíaquedadoencasa.—¡Ben!—grité.Saliócomouna flecha.Mientras losSpiegelmangirabanJeffersonWayparameterseen Jefferson
Road,salimoscorriendoalahúmedamañana.AtravesamoselcéspeddelosSpiegelmanhasta lapuerta.Llaméal timbre,oí laspatasdeMyrna
Mountweazelcorriendoporelsuelodemaderayluegosepusoaladrarcomounaloca,mirándonosporelcristallateral.Ruthieabriólapuerta.Eraunaniñamuydulcedeunosonceaños.
—Hola,Ruthie.—Hola,Quentin—mecontestó.—¿Estántuspadresencasa?—Acabandemarcharse—medijo—.AlTarget.—TeníalosgrandesojosdeMargo,perocastaños.
Memiróyfruncióloslabiospreocupada—.¿Hasvistoalpolicía?—Sí—lecontesté—.Parecíaamable.—MimadredicequeescomosiMargohubieraidoalauniversidadantes.—Sí—ledije.Pensé que la mejor manera de resolver un misterio era llegar a la conclusión de que no había
misterioqueresolver.PeroaesasalturasteníaclaroqueMargohabíadejadotrasdesílaspistasdeunmisterio.
—Oye,Ruthie,tenemosqueecharunvistazoalahabitacióndeMargo—ledije—.Peroelcasoes...EscomocuandoMargotepedíahaceralgoensecreto.Lasituacióneslamisma.
—AMargonolegustaqueentrenensuhabitación—mecontestóRuthie—.Menosyo.Yavecesmimadre.
—Perosomosamigossuyos.—Nolegustaquesusamigosentrenensuhabitación—insistióRuthie.Meinclinéhaciaella.—Ruthie,porfavor.—Ynoquieresqueselodigaamispadres.—Exacto.—Cincodólares—medijo.Estuveapuntoderegatearelprecio,peroRadarsacóunbilletedecincodólaresyselodio.—Siveoelcocheenelcaminodeentrada,osavisaré—nosdijoconuntonocómplice.MearrodilléparaacariciaralaviejaperosiempreentusiastaMyrnaMountweazelyluegosubimos
corriendoalahabitacióndeMargo.AlapoyarlamanoenelpomodelapuertasemepasóporlacabezaquenohabíavistolahabitacióndeMargodesdequeteníaunosdiezaños.
Entré.EstabamáslimpiadeloquecabríaesperardeMargo,peroquizásumadrelohabíarecogidotodo.Amiderecha,unarmariollenoarebosarderopa.Detrásdelapuerta,unzapateroconunpardedocenas de pares de zapatos, desde merceditas hasta taconazos. No parecía que faltaran demasiadascosas.
—Mepongoconelordenador—dijoRadar.Bentoqueteabalapersiana.—Elpósterestápegado—observó—.Soloconcintaadhesiva.Nadafuerte.Lagransorpresaestabaenlapareddealladodelamesadelordenador:estanteríasdemialturay
eldobledeanchasllenasdediscosdevinilo.Cientosdediscos.—EneltocadiscosestáALoveSupreme,deJohnColtrane—dijoBen.—Joder,esunálbumgenial—dijoRadarsinapartarlosojosdelordenador—.Lachicatienebuen
gusto.MiréconfundidoaBen.—Eraunsaxofonista—comentóBen.Asentí.—NomepuedocreerqueQnuncahayaoídohablardeColtrane—dijoRadarsindejardeteclear
—. Sumúsica es literalmente la pruebamás convincente de la existencia deDios que he encontradojamás.
Empecé a mirar los discos. Estaban ordenados alfabéticamente por artistas, así que los recorríbuscandolaG:DizzyGillespie,JimmieDaleGilmore,GreenDay,GuidedbyVoices,GeorgeHarrison.
—TieneatodoslosmúsicosdelmundomenosaWoodyGuthrie—dije.VolvíatrásyempecéporlaA.—Todossuslibrosdetextoestánaquí—oídeciraBen—.Másalgunosotrosenlamesitadenoche.
Ningúndiario.PeroyoestabadistraídoconlacoleccióndediscosdeMargo.Legustabatodo.Nuncamelahabría
imaginadoescuchandotodosaquellosviejosdiscos.Lahabíavistoescuchandomúsicamientrascorría,peronuncahabíasospechadoaquellaespeciedeobsesión.Yonohabíaoídohablardelamayoríadelosgruposymesorprendiódescubrirqueinclusolosgruposnuevosseguíansacandodiscosenvinilo.
SeguíavanzandoporlaA,luegoporlaB—abriéndomecaminoentrelosBeatles,losBlindBoysofAlabama y Blondie—, y empecé a ojearlos más deprisa, tan deprisa que ni siquiera me fijé en lacontraportadadelMermaidAvenue,deBillyBragg,hastaqueestabamirandoeldelosBuzzcocks.Medetuve,volvíatrásysaquéeldiscodeBillyBragg.Laportadaeraunafotografíadecasasadosadasdeuna ciudad. Pero en la cara contrariaWoodyGuthriememiraba fijamente, con un cigarrillo entre loslabiosyconunaguitarraenlaqueponía:ESTAMÁQUINAMATAFASCISTAS.
—¡Eh!—exclamé.Benseacercóamirar.—Deputamadre—dijo—.Buentrabajo.Radargirólasilla.—Impresionante.Mepreguntoquéhaydentro—dijo.Pordesgracia,loquehabíadentroerasoloundisco.Yeldiscoparecíaexactamenteundisco.Lo
puse en el tocadiscos deMargo y al final descubrí cómo encenderlo y colocar la aguja. Era un tipocantandocancionesdeWoodyGuthrie.Cantabamejorqueél.
—¿Quéesesto?¿Unasimplecoincidencia?Benteníaenlasmanoslacubierta.—Mira—dijo.Estabaseñalandoellistadodecanciones.Eltítulo«WaltWhitman’sNiece»estabarodeadoconun
círculotrazadoconbolinegro.
—Interesante—murmuré.LamadredeMargohabíadichoquelaspistasdeMargonuncallevabananingunaparte,peroahora
sabíaqueMargohabíadejadounacadenadepistas,ytodoparecíaindicarquelahabíadejadoparamí.InmediatamentepenséenelladiciéndomeenelSunTrustBuildingqueyoeramejorcuandoconfiabaenmímismo.Dilavueltaaldiscoypuselacanción.«WaltWhitman’sNiece»eralaprimeradelacaraB.Noestabamal,laverdad.
EntoncesviaRuthieenlapuerta.Memiró.—¿Puedesdarnosalgunapista,Ruthie?Negóconlacabeza.—Yotambiénhebuscado—mecontestócontonotriste.RadarmemiróyluegogirólacabezahaciaRuthie.—¿Puedesvigilarquenolleguetumadre,porfavor?—lepregunté.Asintióysemarchó.Cerrélapuerta.—¿Quépasa?—lepreguntéaRadar,quenosindicóconungestoquenosacercáramosalordenador.—Unasemanaantesdemarcharse,MargoentróunmontóndevecesenelOmnictionary.Losépor
losminutosqueestuvoconectadaconsunombredeusuario,quehaquedadoguardadoensuscontraseñas.Peroborrósuhistorialdenavegación,asíquenoséquébuscaba.
—Oye,Radar,buscaquiéneraWaltWhitman—dijoBen.—Eraunpoeta—lecontesté—.Delsiglodiecinueve.—Genial—dijoBenmirandoaltecho—.Poesía.—¿Quétienedemalo?—lepregunté.—Lapoesíaestanemo—medijo—.Ay,eldolor.Eldolor.Siemprellueve.Enmicorazón.—Sí,creoqueesoesdeShakespeare—lecontestédespectivamente—.¿WaltWhitmanteníaalguna
sobrina?—lepreguntéaRadar.RadarhabíaentradoyaenlapáginadeWaltWhitmandelOmnictionary.Untipocorpulentoconuna
enormebarba.Nuncalohabíaleído,peroteníapintadeserbuenpoeta.—Uf,ninguna famosa.Poneque teníaunpardehermanos, perono si algunode ellos tuvohijos.
Creoquepuedoencontrarlosiquieres.Neguéconlacabeza.Noparecíaelcaminocorrecto.Volvíabuscarporlahabitación.Enelúltimo
estantedelacoleccióndediscoshabíaunoslibros—anuariosescolaresdeañosanteriores,unejemplardestrozadodeRebeldes—yvariosnúmerosatrasadosderevistas juveniles.Sindudanadaque tuvieraqueverconlasobrinadeWaltWhitman.
Echéunvistazoaloslibrosdesumesitadenoche.Nadainteresante.—LológicoseríaquetuvieraunlibrodepoemasdeWhitman—dije—.Peroparecequenoesasí.—¡Síquelotiene!—exclamóBenentusiasmado.Meacerquéaél,quesehabíaarrodilladofrentealasestanterías,ylovi.Habíapasadoporaltoel
delgadovolumendelúltimoestante,metidoentredosanuarios.WaltWhitman.Hojasdehierba.Saquéellibro.Enlacubiertahabíaunafotodelpoeta,cuyosojosbrillantesmemiraronfijamente.
—Nohaestadomal—ledijeaBen.Asintió.—Sí.¿Podemoslargarnosya?Puedesllamarmechapadoalaantigua,peropreferiríanoestaraquí
cuandovolvieranlospadresdeMargo.—¿Nosdejamosalgo?Radarselevantó.—La verdad es que parece que ha trazado una línea perfectamente recta. En ese libro tiene que
haberalgo.Peromepareceraro...Bueno,sinofender,perosisiemprehadejadopistasparasuspadres,¿porquéestavezibaadejártelasati?
Me encogí de hombros.No podía responderle, aunque por supuesto albergaba esperanzas: quizáMargoqueríaverqueconfiabaenmímismo.Quizáesavezqueríaquelaencontraran,quelaencontrarayo.Quizá... igualquemehabíaelegidoamípara lanochemás larga,habíavueltoaelegirmeamí.Yquizáalquelaencontraraleesperasenincalculablesriquezas.
BenyRadarsemarcharonpocodespuésdequevolviéramosamicasa,trashaberechadounvistazoallibroynohaberencontradoningunapistaevidente.CogíuntrozodelasañadelfrigoríficoysubíamihabitaciónconWalt.EralaedicióndePenguinClassicsdelaprimeraedicióndeHojasdehierba.Leípartede la introducciónydespuéshojeé el libro.Habíavariosversosmarcados en fluorescente azul,todosellosdelépicamentelargopoematitulado«Cantodemímismo».Ydosversosmarcadosenverde:
¡Arrancadloscerrojosdelaspuertas!¡Arrancadlaspuertasdelosgoznes!1Pasébuenapartedelatardeintentandodesentrañarelsentidodelacita,pensandoquequizáMargo
intentabadecirmequemevolvierauncabrónoalgoasí.Peroleíyreleítambiénloqueestabamarcadoenazul:
Yanorecibirásdesegundaodeterceramanolascosas,nimirarásporlosojosdelosmuertos,nitealimentarásdelosespectrosdeloslibros.ElviajequeheemprendidoeseternoTodoprogresaysedilata,nadasevieneabajo,ymoriresalgodistintodeloquemuchossupusieron,ydemejoraugurio.Sinadieenelmundolosabe,estoysatisfecho,sitodosycadaunolosaben,estoysatisfecho.Lastresúltimasestrofasdel«Cantodemímismo»tambiénestabanmarcadasconfluorescente.Queellodoseamiheredero,quierocrecerdelpastoqueamo;Siquieresencontrarteconmigo,búscamebajolasueladetuszapatos.Apenascomprenderásquiénsoyyooquéquierodecir,perohededartebuenasalud,yatusangre,fuerzaypureza.Sinomeencuentrasalprincipionotedescorazones,sinoestoyenunlugarmehallarásenotro,enalgunaparteteespero.Paséelfindesemanaleyendo,intentandoverlaenlosfragmentosdelpoemaquemehabíadejado.
No llegaba a ninguna parte con aquellas líneas, pero seguí pensando en ellas porque no queríadefraudarla.Margoqueríaquesiguieraelhilo,queencontraraellugarenelqueestabaesperándome,quesiguierasurastrohastallegaraella.
5
Ellunesporlamañanasucedióunacontecimientoextraordinario.Ibatarde,loqueeranormal,asíquemimadreme llevóal instituto, loque tambiéneranormal.Mequedé fueracharlandoun ratocon todoelmundo, lo que era normal, y luego Ben y yo entramos, lo que también era normal. Pero en cuantoempujamoslapuertadeacero,lacaradeBenseconvirtióenunamezcladenerviosypánico,comosiunmagoacabaradeelegirloparahacereltrucodeserrarloporlamitad.Seguísumiradaporelpasillo.
Minifaldavaquera.Camisetablancaceñida.Escotegeneroso.Pielextraordinariamenteaceitunada.Piernasquedespertabantuinterésporlaspiernas.Pelocastañorizadoperfectamentepeinado.UnachapaquedecíaVÓTAMEPARAREINADELBAILE.LaceyPemberton.Acercándoseanosotros junto a lasaladeensayo.
—Lacey Pemberton —susurró Ben, aunque la chica estaba a unos tres pasos de nosotros yperfectamentepodíaoírlo.Y,dehecho,esbozóunasonrisafalsamentetímidaaloírsunombre.
—Quentin—medijo.Loquemepareciómásincreíbledetodofuequesupieraminombre.Hizoungestoconlacabezay
crucédetrásdeellalasaladeensayohastallegaraunbloquedetaquillas.Bensemantuvoamilado.—Hola,Lacey—saludécuandosedetuvo.Comomellegabasuperfume,recordéaquelolorensutodoterrenoyelcrujidodelpezgatomientras
Margoyyobajábamoselasiento.—MehandichoqueestabasconMargo.Melimitéamirarla.—Laotranoche,conelpescado.Enmicoche.YenelarmariodeBecca.YenlaventanadeJase.Seguímirándola. No sabía qué decir. Uno puede tener una larga e intrépida vida sin que Lacey
Pemberton le hayadirigido la palabra jamás, pero cuando esa rara ocasión se presenta, unonodeseadecirloquenodebe.AsíqueBenhablópormí.
—Sí,salieronjuntos—dijoBen,comosiMargoyyofuéramosíntimos.—¿Estabaenfadadaconmigo?—preguntóLaceyalgodespués.Mirabaalsuelo.Visusombradeojosmarrón.—¿Qué?Entonceshablómuydespacio,conlavozligeramenterota,yderepenteLaceyPembertonyanoera
LaceyPemberton.Erasolo...unapersona.—Yasabes,quesiestabaenfadadaconmigoporalgo.Penséunsegundoquécontestarle.—Bueno,estabaunpocodefraudadaporquenolehabíasdicholodeJaseyBecca,peroyaconoces
aMargo.Losuperará.Lacey echó a andar por el pasillo. Ben y yo la dejamos irse, pero de repente aminoró el paso.
Queríaquefuéramosconella.Benmediounempujoncitoyempezamosaandarjuntos.—El problema es que ni siquiera sabía lo de Jase y Becca —dijo Lacey—. Espero poder
explicárselopronto.Porunmomentomepreocupóquerealmentehubieraqueridomarcharse,peroluegoabrí su taquilla,porquemesésucombinación,ysiguenestando todassus fotosy lodemás, los librostambién.
—Buenaseñal—lecontesté.—Sí,peroyasoncuatrodías.Escasiunrécordenella.Ybueno,esunamierda,porqueCraiglo
sabía,ymeheenfadadotantoporquenomelohabíadichoquehecortadoconél,yahoranotengoparejaparaelbaile,ymimejoramigasehalargadoveteasaberdónde,aNuevaYorkoacualquierotrositio,
pensandoquehicealgoqueJAMÁSharía.LancéunamiradaaBen,yBenmelanzóunamiradaamí.—Tengoqueirmecorriendoaclase—ledije—.¿PorquéhasdichoqueestáenNuevaYork?—CreoquedosdíasantesdemarcharseledijoaJasequeNuevaYorkeraelúnicositiodelpaísen
elquesepodíallevarunavidamediodecente.Quizálodijopordecir.Nolosé.—Vale,mevoycorriendo—ledije.SabíaqueBennuncaconvenceríaaLaceydeque fueraalbaile conél,peropenséquealmenos
merecíaunaoportunidad.CorríporlospasilloshastamitaquillayalpasarporalladodeRadarlediungolpecito en la cabeza. Radar estaba hablando con Angela y una alumna de primero de la banda demúsica.
—Nomeloagradezcasamí.AgradéceseloaQ—leoídecirlealachicadeprimero.—¡Graciasporlosdoscientosdólares!—medijolachica.—¡Nome lo agradezcas a mí, agradéceselo aMargo Roth Spiegelman!—le grité sin volver la
cabeza.PorqueestabaclaroqueMargoeralaquemehabíaproporcionadolasherramientasnecesarias.Abrílataquillaycogílalibretadecálculo,peroluegomequedéparado,aunqueyahabíasonadoel
segundo timbre, inmóvil en medio del pasillo mientras la gente pasaba corriendo ante mí en ambasdirecciones, como si yo fuera la mediana de su autopista. Otro chico me dio las gracias por losdoscientos dólares. Le sonreí. El instituto parecíamásmío que en los cuatro años que llevaba en él.Habíamoshechojusticiaconlosfrikisdelabandaquesehabíanquedadosinbicicleta.LaceyPembertonhabíahabladoconmigo.ChuckParsonhabíapedidoperdón.
Conocíamuybienaquellospasillosyalfinalempezabaaparecerquetambiénellosmeconocíanamí.Mequedéallíparadomientrassonabaeltercertimbreylamultitudsedispersaba.SoloentoncesmedirigíalaclasedecálculoymesentéjustodespuésdequeelseñorJiminezhubieraempezadootradesusinterminableslecciones.
MehabíallevadoelejemplardeHojasdehierbadeMargoaclase,asíqueloabrípordebajodelamesay empecé a leer de nuevo los fragmentosmarcados del «Cantodemímismo»mientras el señorJiminezescribíaenlapizarra.NovialusionesdirectasaNuevaYork.UnosminutosdespuéslepaséellibroaRadar,quelohojeóunratoyluegoescribióenlaesquinadesulibreta:«Elsubrayadoverdedebedequererdeciralgo.Quizáquierequeabraslapuertadetumente».Meencogídehombrosyleescribí:«Oquizásimplementeleyóelpoemadosdíasdiferentescondosrotuladoresdiferentes».
Alospocosminutos,almirarelrelojsoloportrigésimoséptimavez,viaBenStarlingalotroladodelapuertadelaclase,pegándoseunbailoteoespasmódicoyconunpermisoparaestarfueradeclaseenlamano.
Cuandosonóeltimbredelahoradecomer,corríamitaquilla,peroBenselashabíaarregladoparallegarantesqueyoyestabahablandoconLaceyPemberton.Seacercabaaella, ligeramenteencogidoparahablarlecaraacara.HablarconBenmeresultabaavecesuntantoclaustrofóbico,yesoqueyonoeraunatíabuena.
—Hola,chicos—lesdijealllegar.—Hola—me contestó Lacey dando un paso atrás para apartarse un poco deBen—.Ben estaba
comentándomelasnovedadesdeMargo.Nadieentrabajamásensuhabitación,yasabéis.Decíaquesuspadresnolepermitíanquesusamigosfueranacasa.
—¿Deverdad?Laceyasintió.—¿SabíasqueMargotieneunosmildiscos?—lepregunté.Laceylevantólasmanos.—No. Es lo que estaba contándome Ben.Margo nunca hablaba demúsica. Bueno, decía que le
gustabaunacanciónquesonabaenlaradioycosasasí.Pero...no.Esmuyrara.Meencogídehombros.Quizáerarara,oquizálosraroséramoslosdemás.Laceysiguióhablando.—PeroestábamosdiciendoqueWaltWhitmaneradeNuevaYork.—YsegúnelOmnictionary,WoodyGuthrietambiénvivióenNuevaYorkmuchotiempo—dijoBen.Asentí.—Mela imaginoperfectamenteenNuevaYork.Perocreoque tenemosquedescubrir lasiguiente
pista.Nopuedesersoloellibro.Debedehaberalgúncódigoenlosversosmarcadosoalgoasí.—Sí.¿Puedoecharunvistazomientrascomo?—Claro—lecontesté—.Osiquieres,puedohacertefotocopiasenlabiblioteca.—Nohacefalta.Soloquiero leerlo.Vaya,quenoentiendounamierdadepoesía.Perounaprima
míavaalaUniversidaddeNuevaYork,ylehemandadouncartelparaqueloimprima.Voyapedirlequelocuelgueentiendasdediscos.Bueno,yaséquehaymuchastiendasdediscos,peroenfin.
—Buenaidea—ledije.Sedirigieronalacafeteríaylosseguí.—Oye—preguntóBenaLacey—,¿dequécolorestuvestido?—Hum,tirandoaazulzafiro.¿Porqué?—Paraasegurarmedequehacejuegoconmiesmoquin—lecontestóBen.NuncahabíavistounasonrisadeBentanridículayatontada,yyaesdecir,porqueeraunapersona
bastanteridículayatontada.Laceyasintió.—Bueno, pero tampoco vayamos demasiado conjuntados. Podrías ir tradicional, con esmoquin
negroychaleconegro.—Sinfaja,¿teparece?—Bueno,lasfajasestánbien,perosinmuchospliegues,¿sabes?Siguieron hablando—al parecer, el nivel ideal de pliegues es un tema de conversación al que
pueden dedicarse horas—, pero dejé de escucharlosmientras esperaba en la cola del PizzaHut.Benhabía encontrado pareja para el baile, y Lacey había encontrado a un chico que podía pegarse horashablandodelbaileencantadodelavida.Ahoratodoelmundoteníapareja...menosyo,quenoibaair.Laúnicachicaalaquemehabríagustadollevarhabíaemprendidounviajeeterno.
Cuandonossentamos,Laceyempezóaleerel«Cantodemímismo»yestuvodeacuerdoenquenolesonabaanada,ydesdeluegonolesonabacomoMargo.SeguíamossintenerniideadeloqueMargointentabadecir,siesqueintentabadeciralgo.Medevolvióellibroysepusieronahablardelbaileotravez.
Durante toda la tarde tuve la sensación de que no iba bien encaminado buscando en las citasmarcadas,peroalfinalmeaburría,sacabaellibrodelamochila,meloponíaenlasrodillasyseguíaconél.LaúltimaclaseeraliteraturayestábamosempezandoaleerMobyDick,asíqueladoctoraHoldennodejabadehablardelapescaenelsigloXIX.DejéMobyDickenlamesayaWhitmanenlasrodillas,peronisiquieraestarenclasedeliteraturaservíadealgo.Porunaveznomiréelrelojenvariosminutos,demodo que el timbreme sorprendió y tardémás que los demás en recogermis cosas.Mientrasmecolgabalamochiladeunhombroyempezabaasalir,ladoctoraHoldenmesonrió.
—WaltWhitman,¿eh?—mepreguntó.Asentíavergonzado.—Esmuybueno—medijo—.Tanbuenoqueestoycasideacuerdoenqueloleasenclase.Perono
deltodo.Murmuréunadisculpaymedirigíalaparcamientodelosalumnosdeúltimocurso.MientrasBenyRadarensayaban,mesentéenelChucoconlaspuertasabiertas.Soplabaunaligera
brisaesquimal.LeíelFederalistaparaprepararunexamendepolíticaqueteníaaldíasiguiente,peromi
mentehabíaentradoenunbucle:Guthrie,Whitman,NuevaYorkyMargo.¿HabíaidoaNuevaYorkparametersedellenoenlamúsicafolk?¿Habíaallíalgúnmúsicofolksecretoalqueyonoconocía?¿Estabaquizáenunpisoenelqueunodeelloshabíavividoalgunavez?¿Yporquéqueríaqueyolosupiera?
ViporelretrovisorlateralaBenyaRadaracercándose,RadarbalanceandoelestuchedesusaxomientrasavanzabadeprisahaciaelChuco.Entraron,BengirólallaveyelChucoescupió.Esperamosunmomento y el coche volvió a escupir. Seguimos esperando y al final reaccionó. Ben salió delaparcamientoydelcampus.
—¿PUEDESCREERTEESTAMIERDA?—gritósinpodercontenersualegría.Empezóatocarelclaxon,peroporsupuestonofuncionó,asíquecadavezquelotocaba,gritaba:
¡PIII!¡PIII!¡PIII!¡PITASIVASAIRALBAILECONUNAPAVA,CONLACEYPEMBERTON!¡PITA,NENE,PITA!
Apenaspudomantenerlabocacerradadecaminoacasa.—¿Sabéisporquéhaaceptado?¿Apartedeporqueestuvieradesesperada?Creoquesehapeleado
conBeccaArrington,porqueyasabéis,Beccalaengañó,ycreoqueempezabaasentirsemalporeltemadeBenelSangriento.Nomelohadicho,peroloparecía.AsíquealfinaltendrétemitagraciasaBenelSangriento.
Mealegrabaporél,porsupuesto,peroqueríacentrarmeencómollegaraMargo.—Chicos,¿seoshaocurridoalgunaidea?Porunmomentonohuborespuesta,peroluegoRadarmemiróporelretrovisorydijo:—Lo de las puertas es lo únicomarcado de diferente color que lo demás, y es además lo más
inesperado.Creoquelapistaestáahí.¿Cómodecía?—«¡Arrancadloscerrojosdelaspuertas!/¡Arrancadlaspuertasdelosgoznes!»,lerespondí.—HayqueadmitirqueJeffersonParknoeselmejorsitioparaarrancardesusgozneslaspuertasde
los estrechos demente—dijoRadar—.Quizá es lo que quiere decir. Como aquello que dijo de queOrlandoesunaciudaddepapel.Quizáloquequieredeciresqueporesosehamarchado.
BenfrenóenunsemáforoysegiróparamiraraRadar.—Colega—dijo—,creoqueestáisdandoaesapavademasiadocrédito.—¿Quéquieresdecir?—lepregunté.—«Arrancadloscerrojosdelaspuertas»—comentó—.«Arrancadlaspuertasdelosgoznes.»—Sí—dijeyo.El semáforo se puso en verde y Ben pisó el acelerador. El Chuco tembló como si fuera a
desintegrarse,peroempezóamoverse.—No es poesía. No es una metáfora. Son instrucciones. Se supone que tenemos que ir a la
habitacióndeMargo,arrancarlacerraduradelapuertayarrancarlapuertadesusgoznes.Radarmemiróporelretrovisoryledevolvílamirada.—Estátantaradoqueavecesacabasiendoungenio—medijoRadar.
6
AparcamosdelantedemicasayatravesamoslafranjadecéspedqueseparalacasadeMargodelamía,comohabíamoshechoelsábado.Ruthieabrió lapuertaynosdijoquesuspadresnovolveríanacasahastalasseis.MyrnaMountweazel,nerviosa,diovueltasanuestroalrededor.Subimosalpisodearriba.Ruthienosllevóunacajadeherramientasdelgaraje,yporunmomentonosquedamostodosmirandolapuertadelahabitacióndeMargo.Noéramosdemasiadomañosos.
—¿Quédemoniossesuponequevaisahacer?—preguntóBen.—NohablesasídelantedeRuthie—ledije.—Ruthie,¿teimportaquedigademonios?—Nocreemoseneldemonio—lecontestólaniña.Radarinterrumpió.—Tíos—dijo—.Tíos,lapuerta.Radarsacóundestornilladordelmontóndeherramientas,searrodillóydesatornillóelpomodela
puerta.Yo cogí un destornilladormás grande e intenté desatornillar las bisagras, pero no parecía quehubieratornillos,asíquemedediquéabuscarlos.AlfinalRuthieseaburrióysefueaverlatele.
Radar sacó el pomo, y uno a uno echamos un vistazo al agujero sin pintar y sin pulir. Ningúnmensaje.Ningunanota.Nada.Enfadado,volvíamirarlasbisagraspreguntándomecómoabrirlas.Abríycerrélapuertaintentandoentenderelmecanismo.
—Elpoemaesjodidamentelargo—dije—.¿CreéisqueelviejoWaltrecurrióaunversoodosparacontarnoscómoarrancarlapuertadesusgoznes?
NomedicuentadequeRadarestabasentadofrentealordenadordeMargohastaquemecontestó.—SegúnelOmnictionary,estamosbuscandounpernio.Yeldestornilladorseutilizacomopalanca
paralevantarelclavo.Porcierto,algúngamberrohacolgadoquelosperniosfuncionanbienporquesepropulsanapedos.Ay,Omnictionary,¿llegarásalgúndíaaserexacto?
Una vez que el Omnictionary nos había explicado lo que hacer, resultó sorprendentemente fácil.Saquéelclavodecadaunade las tresbisagras,yBenretiró lapuerta. Inspeccioné lasbisagrasy lostrozosdemaderasinpulirdelmarco.Nada.
—Enlapuertanohaynada—dijoBen.VolvimosacolocarlapuertayBenempujólosclavosconelmangodeldestornillador.Radar y yo fuimos a casa de Ben, que era arquitectónicamente idéntica a la mía, a jugar a un
videojuegollamadoArcticFury.Jugamosaesejuegodentrodeljuegoenelquedisparabasalosdemásconbalasdepinturaenunglaciar.Recibíaspuntosextrapordispararatusenemigosenloshuevos.Eramuysofisticado.
—Colega,estáenNuevaYork,seguro—dijoBen.Vilabocadesurifledetrásdeunaesquina,pero,antesdequepudieramoverme,medisparóentre
laspiernas.—Mierda—murmuré.—Parecequeotrasvecessuspistasapuntabanaunlugar.SelodiceaJaseynosdejapistasdedos
personasquevivieronenNuevaYorklamayorpartedesuvida—dijoRadar—.Tienesentido.—Colega,esoesloquequiere—observóBen.JustocuandoestabaacercándomesigilosamenteaBen,paróeljuego.—Quierequevayas aNuevaYork—siguiódiciendoBen—. ¿Quépasa si lo haorganizado todo
paraquesealaúnicamaneradeencontrarla?Quevayas.—¿Quequépasa?Esunaciudaddedocemillonesdepersonas.
—Podríateneraquíaunespía—dijoRadar—.Sivas,¿quiénselodirá?—¡Lacey!—exclamóBen—.SeguroqueesLacey. ¡Sí!Tienesquemeterte enunaviónyvolar a
NuevaYorkahoramismo.YcuandoLaceyseentere,Margoiráalaeropuertoabuscarte.Sí.Colega,voyallevarteatucasa,haráslamaleta,tellevaréalaeropuerto,comprarásunbilletecontutarjetadecréditosoloparaemergencias,yentonces,cuandoMargodescubralodeputamadrequeeres,tandeputamadrequeJaseWorthingtonnopodríanisoñarconcompararsecontigo,lostresiremosalbailecontíasbuenas.
No tenía lamenor duda de que en las próximas horas habría algún vuelo a NuevaYork. DesdeOrlandohayvuelosatodaspartesatodashoras.Perodudabadetodolodemás.
—¿YsillamasaLacey?—lepregunté.—¡No va a confesar! —me contestó Ben—. Piensa en todo lo que han hecho para despistar.
SeguramentefingieronhabersepeleadoparaquenosospecharasqueLaceyeralaespía.—Nolosé—dijoRadar—,laverdadesquenoparececongruente.Siguióhablando,perosololoescuchéamedias.Mirabalapantalladetenidaypensaba.SiMargoy
Lacey habían fingido pelearse, ¿Lacey había fingido romper con su novio? ¿Había fingido estarpreocupada? Lacey había respondido a decenas de e-mails—ninguno con información real— de loscartelesquesuprimahabíacolgadoentiendasdediscosdeNuevaYork.Noeraunaespía.ElplandeBen era una idiotez. Sin embargo,me atraía lamera idea de tener un plan, aunque faltaban solo dossemanasymediaparaqueacabaranlasclases,ysiibaaNuevaYork,perderíaalmenosdosdías,pornodecirquemispadresmemataríanporcomprarunbilletedeaviónconlatarjetadecrédito.Cuantomáslopensaba,másabsurdomeparecía.Aunquesipudieraverlamañana...Perono.
—Nopuedo faltaraclase—dijepor fin.Quité lapausaal juego—.Mañana tengounexamendefrancés.
—¿Sabes?—preguntóBen—.Turomanticismoestodaunainspiración.JuguéunratomásyluegocrucéJeffersonParkdevueltaacasa.Mimadremehablóunavezdeunniñolococonelquetrabajaba.Habíasidounniñocompletamente
normalhastalosnueveaños,cuandomuriósupadre.Yaunqueesevidentequeaunmontóndeniñosdenueve años se lesmuere el padre, y lamayoría no se vuelven locos, supongo que aquel niño fue unaexcepción.
Loquehizoelniñofuecogerunlápizyuncompás,yempezaradibujarcircunferenciasenunahojade papel. Todas las circunferencias de exactamente cinco centímetros de diámetro. Y dibujabacircunferencias hasta que toda la hoja de papel quedaba totalmente negra. Entonces cogía otra hoja ydibujabamáscircunferencias.Y lohacía todos losdías,a todashoras.Noprestabaatenciónenclase,dibujabacircunferenciasen todos losexámenes,ymimadremedijoqueelproblemadelniñoeraquehabíageneradounarutinaparasobrellevarsupérdida,peroquelarutinasehabíavueltodestructiva.Elcasoesquemimadreconsiguióquelloraraporsupadre,yelniñodejódedibujarcircunferenciasyalparecer desde entonces vivió feliz. Pero de vez en cuando pienso en el niño de las circunferencias,porquedealgunamaneraloentiendo.Siempremehangustadolasrutinas.Supongoqueaburrirmenuncamehabíaaburridodemasiado.SuponíaquenopodríaexplicárseloaalguiencomoMargo,peropasartelavidadibujandocircunferenciasmeparecíaunalocurahastaciertopuntorazonable.
AsíquedeberíahabermesentidobienpornoiraNuevaYork.Encualquiercaso,eraunaidiotez.Pero aquella noche, cuando volví ami rutina, y al día siguiente, en clase, sentía queme corroía pordentro,comosilapropiarutinaestuvieraimpidiendoquemereunieraconMargo.
7
Elmartesporlatarde,cuandohacíaseisdíasqueMargosehabíamarchado,habléconmispadres.Nosetrataba de haber tomado una gran decisión ni nada de eso. Sencillamente hablé. Estaba sentado en labarradelacocinamientrasmipadrepicabaverdurasymimadresalteabacarneenunasartén.Mipadremetomabaelpelopreguntándomecuántoibaatardarenleerunlibrotanbreve.
—La verdad es que no es para literatura —le dije—. Parece que Margo lo dejó para que loencontrara.
Sequedaronlosdosensilencio,yentonceslescontélodeWoodyGuthrieylodeWhitman.—Estáclaroquelegustajugaraestosjuegosdenodartodalainformación—observómipadre.—Nolaculpoporquererllamarlaatención—dijomimadre,yluegoañadiódirigiéndoseamí—:
Peroesonotehaceresponsabledesubienestar.Mipadreechólaszanahoriasylascebollasalasartén.—Sí,esverdad.Ningunodelosdospodemosdiagnosticarlasinhaberlavisto,aunquesospechoque
prontoestaráencasa.—Nodeberíamosespecular—ledijomimadreenvozbaja,comosiyonoestuvieraescuchando.Mipadreibaacontestar,perolointerrumpí.—¿Quédebohacer?—Graduarte—mecontestómimadre—.YconfiarenqueMargopuedecuidardesímisma.Yaha
mostradoungrantalento.—Estoydeacuerdo—dijomipadre.Perodespuésde cenar, cuandovolví amihabitacióny jugué alResurrection sinvolumen, losoí
hablandodeltemaenvozbaja.Nooíaloquedecían,peronotabaqueestabanpreocupados.Aquellamismanoche,unratodespués,Benmellamóalmóvil.—Hola—ledije.—Colega—medijo.—Dime—lecontesté.—VoyairacomprarzapatosconLacey.—¿Acomprarzapatos?—Sí.Dediezadocedelanochehacenuntreintaporcientodedescuento.Quierequelaayudea
elegirloszapatosparaelbaile.Bueno,habíacompradounos,peropaséayerporsucasayestuvimosdeacuerdoenquenoeran...yasabes,quiereloszapatosperfectosparalaocasión.AsíquevaadevolverlosyluegoiremosaBurdinesy...
—Ben—lointerrumpí.—Dime.—Tío,nomeapetecehablardeloszapatosdeLaceyparaelbaile.Ytediréporqué:tengounacosa
quemeimpideinteresarmeporloszapatosparalosbailes.Sellamapolla.—Estoymuynerviosoynopuedodejardepensarqueenrealidadmegusta,nosoloparairconella
albailedegraduación,sinoquemepareceunatíamuymajaymegustasalirconella.Yquizáiremosalbaileynosbesaremosenmediodelapistaytodoserá,joder,yasabes,todoloquehanpensadodemíselollevaráelviento...
—Ben—ledije—,dejadedecirchorradasytodoirábien.Siguióhablandounratomás,peroalfinalmelibrédeél.Me tumbéyempecéadeprimirmeporelbaile.Menegabaa sentir lamásmínima tristezaporel
hechodeno ir, pero—estúpiday fastidiosamente—habíapensadoen encontrar aMargo, traérmela a
casaconmigojustoatiempoparaelbaile,elsábadoporlanoche,aúltimahora,yentrarenelsalóndelHilton convaquerosy camisetas raídas, justo a tiempopara el últimobaile, y bailarmientras todo elmundonosseñalaríaysemaravillaríadequeMargohubieravuelto,yentoncessaldríamosbailandoelfoxtroteiríamosacomprarunheladoalFriendly’s.Asíquesí,comoBen,albergabaridículasfantasíasconelbaile.Peroalmenosnodecíalasmíasenvozalta.
AvecesBeneraunidiotatanegocéntricoqueteníaquerecordarmeamímismoporquémeseguíacayendobien.Almenosalgunasveces tenía ideas sorprendentementebrillantes.Lode lapuertahabíasidounabuenaidea,aunquenofuncionara.Yeraobvioque la intencióndeMargohabíasidodecirmealgomás.
Amí.Lapistaeramía.Laspuertaseranmías.Decaminoalgaraje,tuvequepasarporelsalón,dondemimadreymipadreestabanviendolatele.—¿Quieresverlo?—mepreguntómimadre—.Estánapuntoderesolverelcaso.Eraunprogramaderesolvercasosdeasesinato.—No,gracias—lecontesté.Crucélacocinayentréenelgaraje.Busquéeldestornilladorplanomásgrandequeteníamos,melo
metíen lacinturade lospantalonescortoscaquisymeapretébienelcinturón.Cogíunagalletade lacocina,volvíacruzarel salónconpasossolo ligeramente torpesy,mientrasveíanen la telecómoseresolvíaelmisterio,quitélostresclavosdelapuertademihabitación.Cuandosalióelúltimo,lapuertacrujióyempezóainclinarse,asíqueconunamanolaempujécontralapared,ymientraslacolocaba,viquedelabisagradearribasalíavolandountrocitodepapeldeltamañodelauñademipulgar.TípicodeMargo.¿Paraquéesconderalgoensuhabitaciónsipodíaesconderloenlamía?Mepreguntécuándolohabíahecho,cómosehabíametidoenmihabitación.Nopudeevitarsonreír.
Era un trozo de papel del periódico Orlando Sentinel, con los bordes rectos por un lado ydesgarradosporelotro.SabíaqueeradelSentinelporqueenunladoseleía:«doSentinel,6demayode2».Eldíaquesemarchó.Nohabíadudadequeelmensajeerasuyo.Reconocísuletra.
Avenidabartlesville8328
Nopodíavolveracolocarlapuertaensusitiosingolpearlosclavosconeldestornillador,loqueseguroquehabríaalertadoamispadres,asíquepuselapuertaenlasbisagrasyladejéabierta.Memetílosclavosenelbolsillo, fuihastaelordenadorybusquéunplanoenelqueaparecierael8328de laavenidaBartlesville.Nuncahabíaoídohablardeaquellacalle.
Estabaenelquintopino,a55,5kilómetrospor laautopistaColonialDrive, casi en laciudaddeChristmas,Florida.Cuandoampliéelplanoenelqueaparecíaeledificio,parecíaunrectángulonegroconunafranjaplateadadelanteyhierbadetrás.¿Unacasamóvilquizá?Eradifícilhacerseunaideadelaescala,porqueestabarodeadadeverde.
LlaméaBenparacontárselo.—¡Tenía yo razón! —exclamó—. Estoy impaciente por contárselo a Lacey, que también estaba
convencidadequeerabuenaidea.PaséporaltoelcomentariosobreLacey.—Creoquevoyair—leespeté.—Sí,claro,porsupuestoquetienesqueir.Irécontigo.Podemosireldomingoporlamañana.Estaré
cansadodespuésdehaberpasadolanocheenelbaile,peronoimporta.—No,quierodecirquevoyairestanoche—ledije.—Colega, está oscuro. No puedes ir a oscuras a un edificio que no sabes lo que es y con una
direcciónmisteriosa.¿Nuncahasvistounapelículadeterror?—QuizáMargoestéallí—ledije.
—Sí,ytambiénpuedeestarallíundemonioquesealimentadepáncreasdechavales—mecontestó—.Joder,almenosesperaamañana,aunquedespuésdelensayotengoqueiraencargarelramodeLaceyyluegoquieroquedarmeencasaporsientraenelchat,porqueúltimamentechateamosmucho...
Locorté.—No.Estanoche.Quieroverla.Sentíaqueelcírculoempezabaacerrarse.Simedabaprisa,enunahorapodríaverla.—Colega,novoyadejarquevayasaveteasaberquédirecciónenplenanoche.Siesnecesario,te
dispararéenelculoconunaTaserparainmovilizarte.—Mañanaporlamañana—medijesobretodoamímismo—.Irémañanaporlamañana.De todas formas, estaba cansado de no tener ni una falta de asistencia.Ben no dijo nada. Lo oí
resoplarentredientes.—Creoqueestoyapuntodepillaralgo—mecomentó—.Fiebre.Tos.Molestias.Dolores.Sonreí.ColguéyllaméaRadar.—EstoyhablandoconBen—medijo—.Ahoratellamo.Mellamóunminutodespués.Antesdequehubierapodidosaludarlosiquiera,Radarmedijo:—Q,tengounamigrañahorrorosa.Imposiblequepuedairaclasemañana.Mereí.Despuésdecolgar,mequedéencamisetaycalzoncillos,vaciélapapeleraenuncajónyladejéal
lado de la cama. Puse la alarma a una hora intempestiva, las seis de la mañana, y pasé las horassiguientesintentandoenvanoquedarmedormido.
8
Alamañanasiguientemimadreentróenmihabitación.—Ayernochenisiquieracerrastelapuerta,dormilón—medijo.Abrílosojos.—Creoquetengogastroenteritis—lecontesté.Ymeacerquéalapapelera,queconteníavómitos.—¡Quentin!VayaporDios.¿Cuándohasido?—Hacialasseis—lecontesté,yeraverdad.—¿Porquénonoshasavisado?—Estabaagotado—ledije,ytambiéneraverdad.—¿Tehasdespertadoporqueteencontrabasmal?—mepreguntó.—Sí—lecontesté,yesaveznoeraverdad.Me había despertado porque la alarma había sonado a las seis, luego entré sigilosamente en la
cocina,mecomíunabarritadecerealesymebebíunvasodezumodenaranja.Alosdiezminutosmemetídosdedosenlagarganta.Nolohabíahechoantesdemetermeenlacamaporquenoqueríaquelahabitaciónapestaratodalanoche.Echarlapapaeraunamierda,perofueunmomento.
Mimadre se llevó la papelera y la oí limpiándola en la cocina.Volvió con la papelera limpia.Fruncióloslabiospreocupada.
—Bueno,creoquetendréquetomarmeeldía...—empezóadecir,perolacorté.—Estoybien,deverdad—ledije—.Solotengoelestómagorevuelto.Algomehabrásentadomal.—¿Estásseguro?—Tellamarésimeencuentropeor—ledije.Mediounbesoenlafrente.Sentíenlapielelpintalabiospegajoso.Aunqueenrealidadnoestaba
enfermo,poralgunarazónhizoquemesintieramejor.—¿Quieresquecierrelapuerta?—mepreguntóalargandolamanohaciaella.Lapuertasemantuvoenlasbisagras,peroporpoco.—Nonono—ledije,quizádemasiadonervioso.—Vale—mecontestó—.Llamaréalinstitutodecaminoaltrabajo.Sinecesitasalgo,llámame.Lo
quesea.Osiquieresquevuelvaacasa.Ysiemprepuedesllamarapapá.Yvendréaecharteunvistazoestatarde,¿vale?
Asentíytirédelasmantashastalabarbilla.Aunquelapapeleraestabalimpia,seguíallegándomeeloloravómitobajoeldetergente,yeseolormerecordabaalactodevomitar,queporalgunarazónmedioganasdevolveravomitar,perorespirédespacioporlabocahastaqueoíelChryslerretrocediendoporelcamino.Eranlas7.32.Penséqueporunaveznomeretrasaría.Noparairalinstituto,loadmito.Peroaunasí.
Meduché,melavélosdientesymepuseunosvaquerososcurosyunacamisetanegra.Memetíeltrozodepapeldeperiódicoenelbolsillo.Coloquélosclavosenlasbisagrasypreparélamochila.Laverdadesquenosabíaquémeter,peroincluíeldestornilladorparaabrirpuertas,unacopiadelplano,indicacionespara llegar,unabotelladeaguayel librodeWhitman,por si estabaallí.Queríahacerlealgunaspreguntas.
BenyRadaraparecieronalasochoenpunto.Mesentéenelasientodeatrás.IbancantandoagritosunacancióndelosMountainGoats.
Bensegiróymetendióelpuño.Lediunpuñetazosuave,aunqueodiabaesaformadesaludar.—¡Q!—gritóporencimadelamúsica—.¿Quéteparece?
Supeexactamenteloquequeríadecir.SereferíaaescucharalosMountainGoatscontusamigosenun coche, la mañana de un miércoles de mayo, en busca de Margo y del margotástico premio quesupusieraencontrarla.
—Nadaqueverconcálculo—lecontesté.Lamúsicaestabademasiadoaltaparahablar.EncuantosalimosdeJeffersonPark,bajamoslaúnica
ventanillaquefuncionabaparaqueelmundosupieraqueteníamosbuengustomusical.AvanzamosporlaColonialDriveydejamosatrásloscinesylaslibreríasporlasquehabíapasado
todamivida.Peroesavezeradiferenteymejor,porqueeraalahoradecálculo,porqueestabaconBenyconRadaryporque íbamosdecaminohaciael lugarenelquecreíaqueencontraríaaMargo.Yalfinal,despuésdetreintakilómetros,Orlandodiopasoalosúltimoscamposdenaranjosyaranchosnourbanizados:lainterminablellanuratodacubiertadematorrales,elmusgonegrocolgandodelasramasde los robles, inmóvil en la cálidamañana sin viento. Era la Florida en la que había pasado nochesacribillado por los mosquitos y cazando armadillos cuando era boy scout. La carretera iba llena defurgonetas,ycadadoskilómetros,másomenos,seveíaunasalidadelaautopista:pequeñascallesqueserpenteaban caprichosamente alrededor de casas surgidas de la nada, como un volcán cubierto deplástico.
AlgomásadelantepasamosporunaseñaldemaderaroídaquedecíaGROVEPOINTACRES.Unacarreteraconelasfaltoagrietadodemenosdecienmetrosibaapararaunagranextensióndetierragrisque señalaba queGrovepointAcres era lo quemimadre llamaba una pseudovisión, una urbanizaciónabandonadaantesdehaberlaterminado.Mispadresmehabíanseñaladopseudovisionesunpardevecesyendoconellosencoche,peronuncahabíavistoningunatandesolada.
HabíamosrecorridopocomásdecincokilómetrosdesdeGrovepointAcrescuandoRadarapagólamúsica.
—Debedeestaraunkilómetro—dijo.Respiréhondo.Laemocióndenoestarenel institutohabíaempezadoadisminuir.Noparecíaun
sitioenelqueMargoseescondería,nisiquieraalquequerríair.NadaqueverconNuevaYork.EralaFlorida que ves desde un avión y te preguntas por qué a alguien se le ocurrió un día poblar estapenínsula.Miréel asfaltovacío.Elcalormedistorsionaba lavisión.Frenteanosotrosviunpequeñocentrocomercialtemblandoenladistancia.
—¿Esaquello?—preguntéinclinándomehaciadelanteyseñalándolo.—Debedeserlo—mecontestóRadar.Benpulsóelbotóndelequipodemúsicaynosquedamoslostrescalladosmientrassemetíaenun
aparcamientoinvadidodesdehacíatiempoporlaarenagris.Ensumomentohabíahabidouncartelqueanunciabalapresenciadecuatrotiendas,porqueaunladodelacarreterahabíaunposteraídodemásdedosmetros,peroelcartelhabíadesaparecidohacíatiempo.Lohabríaarrancadounhuracánosehabríapodridodeviejo.A las tiendasno leshabía idomuchomejor.Eraun edificiodeuna solaplanta contechoplano,yporalgunossitiosseveíanlosbloquesdehormigónaldescubierto.Lascapasdepinturasedesprendíandelasparedescomoinsectospegadosaunnido.Lasmanchasdehumedadformabandibujosabstractos de colormarrón entre los escaparates de las tiendas.Los escaparates estaban sellados conláminastorcidasdeaglomerado.Deprontosemepasóporlacabezaunaideahorrible,unadeesasideasdelasquenopuedeslibrarteencuantohancruzadoelumbraldelaconciencia:meparecíaquenoeraunlugaralquevaunoavivir.Eraunlugaralquesevaamorir.
Encuantoelcochesedetuvo,eloloraranciodelamuertemeinvadiólanarizylaboca.Tuvequetragarmelabocanadadevómitoquemesubiódolorosamenteporlagarganta.Soloentonces,trashaberperdidotantotiempo,entendílomalquehabíainterpretadotantoeljuegodeMargocomoelpremioporganarlo.
Salgodelcoche.BensecolocaamiladoyRadaralladodeBen.Yderepenteséqueestonotiene
gracia,quenose tratadedemostrarlequemerezcosalirconella.Puedooír laspalabrasdeMargo lanoche en que recorrimos Orlando. La oigo diciéndome: «No quiero que unos críos me encuentrencubiertademoscasunsábadoporlamañanaenJeffersonPark».NoquererqueunoscríosteencuentrenenJeffersonParknoeslomismoquenoquerermorir.
Noparecequehayapasadonadieporaquídesdehacetiempo,exceptoporelolor,esetuforancioydulzónquediferenciaalosmuertosdelosvivos.MedigoamímismoqueMargonopuedeolerasí,peroclaroquepuede.Todospodemos.Mellevoelbrazoalanarizparaolerelsudor,lapielycualquiercosamenoslamuerte.
—¿MARGO?—gritaRadar.Unpájaroposadoeneloxidadocanalóndeledificiosueltadossílabasamododerespuesta.—¡MARGO!—vuelveagritarRadar.Nada.Pegaunapatadaenlaarenaysuspira.—Mierda.Aquí,frenteaesteedificio,aprendoalgosobreelmiedo.Aprendoquenosonlasbanalesfantasías
dealguienquequizáquierequelepasealgoimportante,aunqueloimportanteseaterrible.Noeselascodeveraunextrañomuerto,nilafaltadealientocuandooyescargarseunaescopetadelantedelacasadeBeccaArrington.Estemiedonosesolucionaconejerciciosderespiración.Estenoescomparableconningúnmiedoquehayasentidoantes.Eslamásbajadetodaslasemocionesposibles,sientesqueestabaconnosotrosantesdequeexistieras,antesdequeexistieraesteedificio,antesdequeexistieralaTierra.Eselmiedoquehizoquelospecessalierandelaguaydesarrollaranpulmones,elmiedoquenosenseñaacorrer,elmiedoquehacequeenterremosanuestrosmuertos.
Elolorhacequeundesesperadopánicoseapoderedemí.Nocomocuandomispulmonessequedansinaire,sinocomocuandoloquesequedasinaireeslapropiaatmósfera.Creoquelarazónporlaquehepasadolamayorpartedemividaasustadoesquizáporqueintentabaprepararmeyentrenarmicuerpoparacuandollegaraelmiedodeverdad.Peronoestoypreparado.
—Colega,deberíamosmarcharnos—diceBen—.Deberíamosllamaralapolioaquiensea.Todavíanonoshemosmirado.Lostresseguimosmirandoeledificio,unedificioabandonadodesde
hacemuchotiempoquesolopuedealbergarcadáveres.—No—dice Radar—.No no no no no. Los llamaremos si hay razones para llamarlos. Dejó la
direcciónaQ,noalapoli.Tenemosquebuscarlamaneradeentrar.—¿Entrar?—preguntaBendubitativo.LedoyunapalmadaenlaespaldaaBen,yporprimeravezentodoeldíanomiramosalfrente,sino
quenosmiramosentrenosotros.Lohacemásllevadero.Almirarlos,algomehacesentirqueMargonoestámuertasinolahemosencontrado.
—Sí,entrar—digo.YanoséquiénesMargo,oquiénera,perotengoqueencontrarla.
9
Rodeamoseledificiohastalapartedeatrásyencontramoscuatropuertasdeacerocerradas,ynadamásapartedeterrenoconpalmerasenanasesparcidasenunaextensióndehierbaverdeconmaticesdorados.Aquítodavíahacemáspesteymedamásmiedoseguirandando.BenyRadarestánjustodetrásdemí,amiderechayami izquierda, formandoun triángulo.Avanzamosdespaciomientras recorremos lazonaconlosojos.
—¡Unmapache!—gritaBen—.Gracias,Diosmío.Esunmapache.Joder.Radaryyonosalejamosdeledificioyvamoshaciaelanimal,queestájuntoaunazanjadedrenaje
pocoprofunda.Unenormemapachehinchadoyconelpeloapelmazadoyacemuerto,sinheridasvisibles.Selehadesprendidoelpelo,quedejaaldescubiertounacostilla.Radarseapartaconarcadas,peronollegaavomitar.Meinclinoasuladoyapoyolamanoentresusomóplatos.
—Mealegrotantodeveraeseputomapachemuerto—medicecuandorecuperalarespiración.Pero,aunasí,nomelapuedoimaginarvivaaquí.SemeocurrequeelWhitmanpodríaserunanota
desuicidio.Piensoenversosquehabíamarcado:«Ymoriresalgodistintodeloquemuchossupusieron,y de mejor augurio». «Que el lodo sea mi heredero, quiero crecer del pasto que amo; / Si quieresencontrarte conmigo, búscame bajo la suela de tus zapatos.» Por un momento siento un destello deesperanzaalpensarenelúltimoversodelpoema:«Enalgunaparteteespero».Peroluegopiensoqueesaprimerapersonanotieneporquéserunapersona.Tambiénpuedeseruncuerpo.
Radar seha apartadodelmapachey tiradelpomodeunade las cuatropuertasde acero.Sientodeseosderezarporelmuerto,derezarelKadishporestemapache,peronisiquieramelosé.Losientomuchoporélysientomuchoalegrarmetantodeverloasí.
—Estácediendounpoco—nosgritaRadar—.Venidaayudarme.BenyyosujetamosaRadarporlacinturaytiramosdeél.Radarapoyaunpieenlaparedparadarse
másimpulsoyderepentelosdoscaenencimademíymeencuentroconlacamisetaempapadadesudordeRadarenlacara.Porunmomentomeentusiasmo,creoquelohemosconseguido,peroentoncesmedoycuentadequeRadartieneelmangodelapuertaenlamano.Melevantoyechounvistazoalapuerta:siguecerrada.
—Putopomodemierdadelañodelapera—gruñeRadar.Nuncalohabíaoídohablarasí.—Tranquilo—ledigo—.Algunamanerahabrá.Tienequehaberla.Damoslavueltahastalapartedelanteradeledificio.Novemospuertas,niagujeros,nitúneles.Pero
tengoqueentrar.BenyRadarintentanarrancar lasplanchasdeconglomeradodelosescaparates,peroestánclavadas.Radarlesdapatadas,peronoceden.Benvuelveamilado.
—Detrásdeunadeesasplanchasnohaycristal—medice.Ysalecorriendo.Mientrascorre,suszapatillasesparcenlaarena.Lomiroconfundido.—Voyaatravesarlasplanchas—meexplica.—Nopodrás.Es el menos corpulento de los tres, que ya es decir. Si alguno tiene que intentar atravesar las
planchasdelosescaparates,deberíaseryo.Aprietalospuñosyluegoextiendelosdedos.Mientrasvoyhaciaélempiezaadecirme:—Entercero,mimadreintentóquedejarandepegarmeapuntándomeataekwondo.Solofuiatres
clases,ysoloaprendíunacosa,perodevezencuandoesútil.Vimosalmaestrodetaekwondopartirunbloquegruesodemaderaytodospensamos,colega,cómolohahecho,yélnosdijoquesiactúascomosi
tumanofueraaatravesarelbloquedemadera,ysicreesquetumanovaaatravesaresebloque,entoncesloatraviesa.
Estoyapuntoderebatiresalógicaabsurdacuandoechaacorrerypasapordelantedemícomounaflecha.Sigueacelerandomientrasseacercaalaplanchayluego,sinmiedo,enelúltimosegundo,pegaunsalto,giraelcuerpo,sacaelhombroparaquecargueconlafuerzadelimpactoycaeenlamadera.Casiespero que la atraviese y deje su silueta recortada, como en los dibujos animados. Pero rebota en laplanchay caede culo enuna zonadehierba situada enmediode la arena.Ben segira haciaun ladofrotándoseelhombro.
—Seharoto—dice.Doy por sentado que habla del hombro y corro hacia él, pero se levanta y veo una grieta en la
planchadeconglomerado,asualtura.Empiezoadarlepatadasy lagrietaseexpandehorizontalmente.EntoncesRadaryyometemoslosdedosenlagrietaytiramos.Entrecierrolosojosparaevitarquemeentre el sudory tiro con todasmis fuerzashastaque la grieta empieza a formaruna aberturadentada.SeguimosensilenciohastaqueRadarnecesitadescansarylosustituyeBen.Alfinalconseguimoslanzaruntrozograndedeplanchadentrodellocal.Metolospiesyaterrizoaciegasenloquepareceunmontóndepapeles.
Porelagujeroquehemosabiertoentraalgodeluz,peronoveolasdimensionesdelasala,nisihaytecho.Elaireestancálidoyestátanviciadoqueinspirarproducelamismasensaciónqueespirar.
Me giro y me doy con la barbilla en la frente de Ben. Me descubro a mí mismo hablando ensusurros,aunquenohayrazónparaello.
—¿Tienesuna...?—No—me contesta también en susurros antes de que haya terminado de decirlo—.Radar, ¿has
traídounalinterna?OigoaRadarentrandoporelagujero.—Tengounaenelllavero,peronoesgrancosa.Enciendelaluz.Sigosinvermuybien,peroestáclaroquehemosentradoenunagransalaconun
laberintodeestanteríasmetálicas.Lospapelesdel suelo sonpáginasdeunviejocalendario.Losdíasestánesparcidospor la sala, todosellosamarillentosymordidospor los ratones.Mepreguntosiestopudoserunalibrería,aunquehacedécadasquelosestantesnoalberganotracosaquepolvo.
NosponemosenfiladetrásdeRadar.Oigoalgocrujirencimadenosotrosynosquedamoslostresquietos.Intentotragarmeelpánico.OigolasrespiracionesdeRadarydeBen,suspasosarrastrandolospies.Quierosalirdeaquí,peroelcrujidopodríaserMargo.Tambiénpodríanseradictosalcrack.
—Sonloscimientosdeledificio—susurraRadar,aunqueparecemenossegurodelohabitual.Mequedodondeestoy,incapazdemoverme.AlmomentooigolavozdeBen.—Laúltimavezquetuvetantomiedomemeéencima.—Laúltimavezquetuvetantomiedo—dijoRadar—tuvequeenfrentarmeaunLordOscuropara
quelosmagosestuvieranseguros.Hiceundébilintento:—Laúltimavezquetuvetantomiedotuvequedormirenlahabitacióndemimadre.Bensueltaunarisita.—Q,siyofueratú,tendríatantomiedotodaslasnoches.Noestoydehumorparareírme,perosusrisasconsiguenquelasalaparezcasegura,demodoque
empezamos a explorarla. Pasamos entre las filas de estanterías, pero lo único que encontramos sonalgunascopiasdelReader’sDigestdeladécadadelossetentatiradasenelsuelo.Alratomisojossehan adaptado a la oscuridad y medio a oscuras empezamos a andar en diferentes direcciones y adiferentesvelocidades.
—Queningunosalgahastaquesalgamostodos—susurro.
Mesusurranquedeacuerdo.Voyhaciaunaparedlateraldelasalayencuentrolaprimeraevidenciadequealguienhaestadoaquídespuésdequetodoelmundosehubieramarchado.Enlapared,alaalturade mi cintura, hay un túnel más o menos semicircular. Encima del agujero han escrito las palabrasAGUJERODETROLconespraynaranja,ademásdeunaútilflechaqueapuntaalagujero.
—Chicos—diceRadartanaltoqueporunmomentoserompeelhechizo.Sigo suvozy lo encuentro en lapareddelotro lado, iluminandocon la linternaotroAgujerode
Trol.ElgrafitinoseparecedemasiadoalosdeMargo,peronopodríaasegurarlo.Sololahevistopintarunaletra.
Radarenfocalalinternahaciaelagujero,yyomeagachoyentroelprimero.Loúnicoquehayenlasalaesunamoquetaenrolladaenunaesquina.Lalinternarecorreelsueloyveomanchasdecolaenelhormigón,dondeanteshabíaestadolamoqueta.Alfondodelasaladescubrootroagujeroabiertoenlapared,esavezsingrafiti.
GateoporeseAgujerodeTrolhastaunasalaconfilasdeestantesderopa.Lasperchasdeaceroinoxidablesiguencolgadasenlasparedesconmanchasdecolorvinoydehumedad.Estasalaestámásiluminada,ytardounmomentoendarmecuentadequeesporqueeneltechohayvariosagujeros.Latelaasfálticaestácolgandoyveotrozosenlosqueeltechosehundesobrevigasdehierrodescubiertas.
—Unatiendadesouvenirs—susurraBendelantedemí.Yalmomentomedoycuentadequetienerazón.Enmediodelasala,cincovitrinasformanunpentágono.Elcristalqueensumomentoseparabaa
los turistas de sus mierdas para turistas está hecho añicos en el suelo, alrededor de las vitrinas. Lapintura gris se desconcha de las paredes formando bonitos dibujos. Cada polígono de pinturadesconchadaescomouncopodenievedeladecadencia.
Peroloraroesquequedanalgunosartículos.HayunteléfonodeMickeyMousequemerecuerdaamiinfancia.Enlasvitrinas,salpicadasdecristalesrotos,haycamisetasmordidasporlaspolillas,aunquetodavíadobladas,enlasqueponeORLANDOALSOL.Debajodelasvitrinas,Radarencuentraunacajallena de mapas y viejos folletos turísticos que publicitan Gator World, Crystal Gardens y otrasatraccionesqueyanoexisten.Benmehaceungestoconlamanoysindecirnadaseñalaelcaimándevidrioverdemetidoenunacaja,casienterradoentreelpolvo.Estoesloquevalennuestrosrecuerdos,pienso.Nopuedesregalarestamierda.
Volvemos atrás pasando por la sala vacía y la sala de las estanterías, y gateamos por el últimoAgujerodeTrol.Estasalapareceundespacho,soloquenotieneordenadores,ydalaimpresióndequelaabandonaronatodaprisa,comosihubieranteletransportadoalespacioalostrabajadoresoalgoasí.Veintemesascolocadasencuatrofilas.Enalgunamesatodavíahaybolis,ytodasellasestáncubiertasdecalendariosdepapelgigantes.Todosloscalendariossehandetenidoenfebrerode1986.Benempujaunasilladeescritorio,quealgirarchirríarítmicamente.Milesdepost-itconpublicidadde laempresadehipotecasMartin-Gale están apilados en forma de pirámide inestable debajo de unamesa.Hay cajasabiertasconpilasdepapeldeviejasimpresorasmatricialesquedetallanlosgastosylosingresosdelaempresaMartin-Gale.Enunadelasmesasalguienhaapiladofolletosdeurbanizacionesformandounacasadeunaplanta.Extiendolosfolletosporsiescondenalgunapista,perono.
—Nadadedespuésde1986—suspiraRadarpasandolosdedosporlospapeles.Empiezo a revisar los cajones. Encuentro bastoncillos para los oídos y alfileres. Bolígrafos y
lápicesmetidosdediezendiezencajasdecartulinaconletrasydiseñosretro.Servilletasdepapel.Unpardeguantesdegolf.
—¿Veiselmenorindiciodequealguienhayaestadoaquíenlosúltimosveinteaños,pordeciralgo?—lespregunto.
—SololosAgujerosdeTrol—mecontestaBen.Esunatumba,todocubiertodepolvo.
—Yentonces¿porquénoshatraídoaquí?—preguntaRadar.Porfinempezamosahablar.—Niidea—lecontesto.NohaydudadequeMargonoestá.—Haymanchas conmenos polvo—diceRadar—.En la sala vacía hay un rectángulo sin polvo,
comosihubieranmovidoalgo.Peronosé.—Yestáestetrozopintado—observaBenseñalandoaunapared.LalinternadeRadarmemuestraqueenlapareddelfondodeldespachohayuntrozoalqueseha
dado una capa de pintura blanca, como si a alguien se le hubiera ocurrido remodelarlo, pero hubieraabandonadoelproyectoalamediahora.Meacercoalaparedyveoquedebajodelapinturahayalgoescritodecolorrojo.Perosoloveoindiciosdepinturarojaquetraspasa,nolosuficienteparasaberloque pone. Junto a la pared hay un bote abierto de pintura blanca.Me arrodillo ymeto el dedo en lapintura.Lasuperficieestádura,perose rompe fácilmente,asíquesacoeldedoblanco.Nodigonadamientraslapinturamegoteadeldedo,porquetodoshemosllegadoalamismaconclusión:quealguienhaestadoaquíhacepoco.Yentonceseledificiovuelveacrujir,yaRadarselecaelalinternaysueltauntaco.
—Estoesmuyraro—comenta.—Chicos—diceBen.Como la linterna sigue en el suelo, doy un paso atrás para cogerla, pero entonces veo a Ben
señalando.Loqueseñalaeslapared.Alrecibirlaluzindirecta,lasletrasdelapintadahanatravesadolacapadepintura.AlmomentoséqueesasfantasmagóricasletrasgrisessondeMargo.
IRÁSALASCIUDADESDEPAPELYNUNCAVOLVERÁS
Cojolalinterna,enfocodirectamentealapintura,yelmensajedesaparece.Perocuandoenfocootrazonadelapared,vuelveaserlegible.
—Mierda—diceRadarenvozbaja.—Colega, ¿podemos irnosya?—preguntaBen—.Porque laúltimavezque tuve tantomiedo...A
tomarporsaco.Estoyacojonado.Estamierdanotienenadadedivertido.Creoque«Estamierdanotienenadadedivertido»esloquemásseacercaamipropioterror.Y
paramí está lo bastante cerca.Me dirijo a toda prisa alAgujero de Trol. Siento que las paredes secierransobrenosotros.
10
BenyRadarmedejaronencasa.Aunquenohabíanidoaclase,nopodíanpermitirsesaltarseelensayo.Me senté un buen rato con el «Canto demímismo», y por enésima vez intenté leer el poema entero,empezandoporelprincipio,peroelproblemaeraquesoncomoochentapáginas,esraroyrepetitivo,yaunque entendía todas las palabras, no entendía lo que quería decir en sí. Pese a que sabía queseguramenteloúnicoimportanteeranlosversosmarcados,queríasabersielpoemaeraunaespeciedenotasuicida.Peronoentendíanada.
Habíaleídoyadiezconfusaspáginascuandomepusetanhistéricoquedecidíllamaraldetective.Saquésutarjetadeunospantalonescortosdelcestodelaropasucia.Contestóalsegundotono.
—Warren.—Hola,hum,soyQuentinJacobsen,unamigodeMargoRothSpiegelman.—Claro,muchacho,meacuerdodeti.¿Quésucede?Leconté lode laspistas, lodel centro comercialy lode las ciudadesdepapel, le expliquéque
desdeloaltodelSunTrustBuildingmehabíadichoqueOrlandoeraunaciudaddepapel,peronohabíahabladodeciudadesenplural,quemehabíacontadoquenoqueríaquelaencontraranylodebuscarlabajo la suela de nuestros zapatos. El detective ni siquiera me dijo que no debía entrar en edificiosabandonados,nimepreguntóquéhacía allí a lasdiezde lamañanadeundíadeclase.Esperóaquehubieraterminadodehablar.
—PorDios,muchacho,erescasiundetective.Loúnicoquetefaltaesunapistola,unabuenabarrigaytresexmujeres.¿Cuálestuteoría?
—Mepreocupaquesehaya...bueno,quesehayasuicidado,supongo.—Jamássemehapasadoporlacabezaqueestachicahicieraotracosaqueescaparse,muchacho.
Entiendo lo quemedices, pero recuerda que lo ha hechootras veces.Me refiero a las pistas.Así leañadeunpocodeteatro.Sinceramente,sihubieraqueridoquelaencontraras,vivaomuerta,yalahabríasencontrado.
—Pero¿nole...?—Muchacho, tenemos la mala suerte de que legalmente es una persona adulta y libre, ¿sabes?
Permítemequetedéunconsejo:esperaaquevuelva.Bueno,enalgúnmomentodejarásdemirarelcielo,ounodeestosdíasmiraráshaciaabajoyverásquetambiéntúhassalidovolando.
Colguéconmalsabordeboca.EstabaclaroqueloquemellevaríahastaMargonoseríalapoesíadeWarren. Seguí pensando en los versos del final queMargo había marcado: «Que el lodo sea miheredero,quierocrecerdelpastoqueamo;/Siquieresencontrarteconmigo,búscamebajolasueladetuszapatos».Enlasprimeraspáginas,Whitmanescribequeesepasto,esahierba,es«lacabellerasueltayhermosadelastumbas».Pero¿dóndeestabanlastumbas?¿Dóndeestabanlasciudadesdepapel?
Entré en elOmnictionary para ver si se sabía algomás sobre la expresión «ciudades de papel».Encontréuna entradaenormementedetalladayútil creadaporunusuario llamadoculodemofeta: «UnaCiudaddePapelesunaciudadconunafábricadepapel».EraelfallodelOmnictionary:lasentradasqueescribíaRadareranexhaustivasy tremendamenteútiles,pero ladeese talculodemofetadejabamuchoque desear. Pero cuando busqué en la red en general, encontré algo interesante escondido entre lasentradasdeunforosobrepropiedadesinmobiliariasenKansas.
ParecequeMadisonEstatesnova a construirse.Mimaridoyyocompramosunacasa,pero estasemananosllamaronparadecirnosquevanadevolvernoslaentradaporquenohanvendidosuficientescasasparafinanciarelproyecto.¡OtraciudaddepapelparaKansas!-Marge,Cawker,Kansas.
¡Una pseudovisión! Irás a las pseudovisiones y no volverás jamás. Respiré hondo y me quedé
mirandolapantalla.La conclusión parecía irrefutable. Aunque todo se había roto en su interior y había tomado su
decisión,nosepermitiódesaparecerparasiempre,asíquehabíadecididodejarsucuerpo—dejármeloamí—enunasombríaversióndenuestraurbanización,dondeselerompieronlosprimeroshilos.Habíadichoquenoqueríaquecualquierniñoencontrarasucuerpo,yparecíalógicoque,detodaslaspersonasa lasqueconocía,meeligieraamíparaencontrarlo.Nomeharía tantodañoporqueparamínoseríanuevo.Yamehabíasucedidoantes.Teníaexperienciaenlamateria.
Vi queRadar estaba conectado, y estaba pinchando para hablar con él cuando en la pantallameaparecióunmensajesuyo.
OMNICTIONARIAN96:Hola.QTHERESURRECTION:Ciudadesdepapel=pseudovisiones.Creoquequierequeencuentre su
cuerpo.Porquepiensaquepodrésoportarlo.Porqueencontramosauntipomuertocuandoéramosniños.Lemandéellink.OMNICTIONARIAN96:Cálmate.Esperaaqueveaellink.QTHERESURRECTION:OK.OMNICTIONARIAN96:Vale,noseas tanmacabro.Nosabesnadaseguro.Creoqueseguramente
estábien.QTHERESURRECTION:No,nolocrees.OMNICTIONARIAN96:Vale,nolocreo.Peropuedeestarvivaapesardelosindicios...QTHERESURRECTION:Sí,supongo.Mevoyalacama.Mispadresnotardaránenllegar.Peronoconseguíacalmarme,asíquellaméaBendesdelacamaylecontémiteoría.—Quémierdamacabra,colega.Margoestábien.Soloestájugando.—Noparecepreocupartedemasiado.Suspiró.—Bueno,esunmalrolloporsupartehacerteperderlastresúltimassemanasdeclase,¿sabes?Te
tienemuy preocupado, y tiene a Laceymuy preocupada, y faltan tres días para el baile, ¿sabes? ¿Nopodemostenerunbailetranquiloydivertirnos?
—¿Lodicesenserio?Ben,podríaestarmuerta.—Noestámuerta.Eslareinadelteatro.Quierellamarlaatención.Mira,yaséquesuspadresson
unosgilipollas,perolaconocenmejorquenosotros,¿verdad?Ysuspadrespiensanlomismo.—Cuandoquiereseresunperfectocapullo.—Loquetúdigas,colega.Eldíahasidolargoparalosdos.Demasiadomelodrama.TTYS.QuisereírmedeélporutilizarsiglasdechatIRL,peronotuvefuerzas.ColguéyvolvíalaredenbuscadeunlistadodepseudovisionesdeFlorida.Noloencontrabapor
ningúnsitio,pero,despuésdeteclear«urbanizacionesabandonadas»,«GrovepointAcres»ycosasporelestilounbuenrato,conseguíunalistadecincolugaresamenosdetreshorasdeJeffersonPark.ImprimíunmapadeFloridacentral, loclavéconchinchetasenlapared,porencimadelordenador,ypuseunachinchetaencadaunadelascincolocalizaciones.Asimplevistanodetectélamenorrelaciónentreellas.Estabanrepartidasalazarentrelasurbanizacionesmáslejanas,asíquenecesitaríaalmenosunasemanapara ir a todas. ¿Por qué nomehabía dejadoun lugar concreto?Varias pistas jodidamente siniestras,variosindiciosdetragedia,peroniunlugar.Nadaaloqueagarrarse.Comointentarsubirunamontañadegravilla.
BenmediopermisoparallevarmeelChucoaldíasiguiente,porqueibaairdecomprasconLaceyensu todoterreno.Asíqueporunavezno teníaqueesperara lapuertade la saladeensayo.Sonóeltimbre y corrí a su coche. Como no tenía el talento de Ben para arrancar elChuco, fui uno de losprimerosenllegaralaparcamientodelosalumnosdeúltimocursoyunodelosúltimosensalir,peroalfinalelmotorhizocontactoymepuseencaminohaciaGrovepointAcres.
Conduje despacio por la Colonial, buscando otras pseudovisiones que pudieran habérsemeescapadoenlared.Llevabadetrásunalargafiladecochesymeangustiabapensarqueestabacreandounembotellamiento. Me sorprendía que todavía pudiera preocuparme de gilipolleces insignificantes yridículascomosieltipodelcochequeibadetrásdemípensabaqueconducíaconexcesivaprecaución.MehabríagustadoqueladesaparicióndeMargomehubieracambiado,perolaverdaderaqueno.
Mientraslafiladecochessearrastrabadetrásdemícomounreticentecortejofúnebre,medescubría mí mismo hablando con Margo en voz alta. «Seguiré el hilo. No traicionaré tu confianza. Teencontraré.»
Por raro que parezca, dirigirme a ella en voz alta me tranquilizaba. Evitaba que imaginara lasdiversasposibilidades.LleguéalletrerodemaderaroídadeGrovepointAcres.Casioílossuspirosdealiviodelosquemeseguíancuandogiréalaizquierdahacialacarreteraasfaltadasinsalida.Parecíauncamino de acceso a una casa pero sin casa. Dejé elChuco en marcha y salí. Al acercarme, vi queGrovepointAcres estabamás acabadode loque enunprimermomentoparecía.Habían abierto en elsuelo dos caminos de tierra sin salida, aunque se habían erosionado tanto que apenas se veían loscontornos.Recorrílasdoscallesarribayabajosintiendoelcalorenlanarizcadavezquerespiraba.Elsolabrasadordificultabaelmovimiento,perosabíalabonita,aunquemacabra,verdad:elcalorhacequelosmuertosapesten,yGrovepointAcressoloolíaaairecalienteytubosdeescape.Lahumedadhacíaquelaacumulacióndeexhalacionessemantuvieraenelaireamialrededor.
BusquépruebasdequeMargohubieraestadoallí:huellas,algoescritoenlatierraocualquiercosaque hubiera dejado, pero parecía que yo era la primera persona que andaba por aquellas calles sinnombre en años. El suelo era plano y todavía no había crecido mucha hierba, así que tenía la vistadespejadaentodaslasdirecciones.Novitiendasdecampaña,nirastrosdehogueras,niaMargo.
Volví alChuco,me dirigí a la I-4 y giré al nordeste de la ciudad, hacia un lugar llamadoHollyMeadows.Lopasédelargotresvecesantesdeencontrarloporfin,porquetodalazonaestabarodeadaderoblesyranchos,ycomonohabíauncartelqueindicaralaentrada,HollyMeadowsnoseveía.Peroencuantoavancéunosmetrosporunacarreterasinasfaltarentrelosroblesylospinos,apareciótodotandesoladocomoenGrovepointAcres.Elcaminoprincipalsediluíalentamenteenunterrenodetierra.Noviotroscaminos,peroandandodescubríenelsuelovariospostesdemaderapintadosconespray.Supusequeloshabíanutilizadoparadelimitarelterreno.Noolíaniveíanadasospechoso,peroaunasísentíqueelmiedoseapoderabademí,yalprincipionoentendíaporqué,peroluegolovi:allimpiarlazonaparaconstruir,habíandejadounroblesolitarioenlapartedeatrásdelcampo.Yelárbolretorcido,consusramas cubiertas de gruesa corteza, se parecía tanto al árbol en el que habíamos encontrado a RobertJoyner,enJeffersonPark,queestuvesegurodequeMargoestabaallí,alotroladodelárbol.
Yporprimeraveztuvequeimaginarlo:MargoRothSpiegelmandesplomadasobreelárbol,losojosmudos,lasangreoscurasaliéndoledelaboca,todahinchadaydeformadaporquehabíatardadomuchoenencontrarla.Ellahabíaconfiadoenquelaencontraríaantes.Mehabíaconfiadosuúltimanoche.Ylehabíafallado.Yaunqueelolordelairesolopermitíadeducirqueseavecinaballuvia,estabasegurodequelahabíaencontrado.
Perono.Soloeraunárbolsolitarioen la tierragris.Mesenté,meapoyéenel troncoyesperéarecuperarelaliento.Odiabaestarsoloenaquellosmomentos.Loodiaba.SiMargopensabaqueRobertJoynermehabíapreparadoparaaquello,seequivocaba.YonoconocíaaRobertJoyner.YonoamabaaRobertJoyner.
Golpeéelsueloconlosnudillosyvolvíagolpearlounayotravez.Laarenacedíaalrededordemismanoshastaquelleguéalasraícesdelárbol,yseguígolpeando.Eldolormesubíaporlaspalmasylasmuñecas.HastaaquelmomentonohabíalloradoporMargo,peroporfinlohice,digolpesenelsueloygritéporquenadiepodíaoírme.Laechabademenoslaechabademenoslaechabademenoslaechodemenos.
Mequedéallí,aunquesemehabíanagotadolosbrazosysemehabíansecadolosojos.Mequedésentadopensandoenellahastaquelaluzsevolviógris.
11
Aldía siguiente encontré aBen junto a la puerta de la sala de ensayo, charlando conLacey,Radar yAngelaalasombradeunárbolderamasbajas.Meresultabadifíciloírloshablardelbaile,dequeLaceysehabíapeleadoconBeccaodeloquefuera.Estabaesperandolaoportunidaddecontarlesloquehabíavisto,perocuandoporfinlatuvemedicuentadequeenrealidadnoteníanadanuevoquecontar.
—Reviséafondodospseudovisiones,peronoencontrénada.Nadieparecióespecialmenteinteresado,exceptoLacey,quemeneabalacabezamientrascontabalo
delaspseudovisiones.—Anoche leí en internet que los suicidas rompen relaciones con las personas con las que están
enfadados.Yregalansuscosas.LasemanapasadaMargomediocincovaquerosporquemedijoqueamímeiríanmejor,ynoesverdad,porqueellatienemuchasmáscurvas.
Lacey me caía bien, pero entendí lo que me había contado Margo de que siempre estabamenoscabándola.
Alcontárnoslo,empezóallorar.Benlepasóunbrazoporlacintura,yellaapoyólacabezaensuhombro,loquenoleresultófácil,porquecontaconeseramásaltaqueél.
—Lacey,tenemosqueencontrarla.Enfin,hablacontusamigos.¿Hablóalgunavezdeciudadesdepapel?¿Hablódealgún lugarenconcreto?¿Habíaalgunaurbanizaciónenalgunaparteque significaraalgoparaella?
Laceyseencogiódehombros,todavíaapoyadaenBen.—Colega,nolapresiones—meadvirtióBen.Suspiré,peronodijenada.—Estoyen internet—dijoRadar—,perosunombredeusuarionohaentradoenelOmnictionary
desdequesemarchó.Yderepentevolvieronaltemadelbaile.LaceylevantólacabezadelhombrodeBenconairetriste
y distraído, pero intentó sonreír mientras Radar y Ben intercambiaban historias sobre la compra deflores.
Eldíatranscurriócomosiempre,acámaralentayconmilmiradaslastimerasalreloj.Perotodavíaeramás insoportable, porque cadaminuto que perdía en el instituto era otrominuto que no conseguíaencontrarla.
La única clase remotamente interesante aquel día fue literatura, cuando la doctora Holden medestrozó el final deMobyDick dando por sentado, equivocadamente, que todos lo habíamos leído yhablandodelcapitánAhabydesuobsesiónporencontrarymataralaballenablanca.Perofuedivertidovercomoseemocionabaamedidaquehablaba.
—Ahab es un loco que despotrica del destino.En toda la novela no se ve que quiera otra cosa,¿verdad? Tiene una única obsesión. Y como es el capitán del barco, nadie puede detenerlo. Podéisargumentar (dehecho, tenéisqueargumentar si decidíshacer el trabajode finalde curso sobreMobyDick) que Ahab está loco porque está obsesionado. Pero también podríais argumentar que hay algotrágicamenteheroicoen librarunabatallaqueestácondenadoaperder.¿Es laesperanzadeAhabunaespeciedelocuraoeselsímbolodelohumano?
Toméapuntesdetodoloquepudepensandoqueseguramentepodríahacereltrabajodefindecursosin haber leído el libro.Mientras la doctora Holden hablaba, pensé que era una lectora fuera de locorriente.Ymehabía dichoque le gustabaWhitman.Así que cuando sonó el timbre, saquéHojas dehierbadelamochilayvolvíacerrarladespaciomientrastodoelmundosemarchabacorriendoasucasaoalasactividadesextraescolares.Esperédetrásdeuncompañeroquelepidióprórrogaparaentregarun
trabajo.—MilectordeWhitmanfavorito—medijoladoctoraHoldencuandoelalumnosalió.Forcéunasonrisa.—¿ConoceaMargoRothSpiegelman?—lepregunté.Sesentóasumesaymeindicóconungestoquemesentaratambiényo.—Nunca la he tenido en clase—me contestó la doctoraHolden—, pero he oído hablar de ella,
claro.Séquesehaescapado.—Bueno,medejóestelibrodepoemasantesde...desaparecer.Letendíellibro,yladoctoraHoldenempezóahojearlodespacio.Mientraspasabalaspáginasle
dije:—Hedadomuchasvueltas a losversosmarcados.Al final del «Cantodemímismo» señala eso
sobrelamuerte.Esode«Siquieresencontrarteconmigo,búscamebajolasueladetuszapatos».—Tedejóestelibro—murmuróladoctoraHoldencomoparasí.—Sí—lecontesté.Siguiópasandolaspáginasyseñalóconlauñalacitamarcadaenfluorescenteverde.—¿Quéesestodelosgoznes?Esungranmomentoenelpoema,enelqueWhitman...Bueno,looyes
gritarte:«¡Abrelaspuertas!Dehecho,¡arráncalas!».—Medejóalgodentrodelabisagrademipuerta.LadoctoraHoldenserió.—Uau.Inteligente.Peroesunpoemamuybueno...Nomegustanadaquesereduzcaaunalectura
literal.Yparecequehareaccionadomuyenigmáticamenteanteunpoemaquealfinalesmuyoptimista.Elpoematratadenuestraconexión,dequetodosnosotroscompartimoslasmismasraíces,comohojasdehierba.
—Pero,bueno,porloquemarcó,pareceunaespeciedenotadesuicidio—ledije.LadoctoraHoldenvolvióaleerlasúltimasestrofasymemiró.—Esungranerrorresumirestepoemaenalgosinesperanza.Esperoquenoseaelcaso,Quentin.Si
leestodoelpoema,noentiendocómopuedesllegaraotraconclusiónqueladequelavidaessagradayvaliosa. Pero... quién sabe. Quizá echó un vistazo para encontrar lo que estaba buscando. Amenudoleemoslospoemasasí.Perosifueelcaso,malinterpretótotalmenteloqueWhitmanestabapidiéndole.
—¿Yquélepedía?Cerróellibroymemirótanfijamentequenopudesostenerlelamirada.—¿Quécreestú?—No lo sé—le contesté mirando un montón de trabajos corregidos encima de su mesa—. He
intentado leerlo entero unmontón de veces, pero no he llegadomuy lejos. Prácticamente solo leo laspartesqueMargotienemarcadas.Loleoparaintentarentenderlaaella,noaWhitman.
Cogióunlápizyescribióalgoenlapartedeatrásdeunsobre.—Sigue.Estoyescribiéndolo.—¿Elqué?—Loqueacabasdedecir—meexplicó.—¿Porqué?—PorquecreoqueesexactamenteloqueWhitmanhabríaquerido.Queconsiderarasel«Cantode
mímismo»nounmeropoema, sinounavíapara entenderotra cosa.Peromepregunto sinodeberíasleerlocomopoema,no leer soloesos fragmentosenbuscadecitasypistas.Creoquehayconexionesinteresantesentreelpoetadel«Cantodemímismo»yMargoSpiegelman...Esecarismasalvajeyeseespírituviajero.Perolospoemasnofuncionansisololosleesatrozos.
—Deacuerdo,gracias—ledije.Cogíellibroymelevanté.Nomesentíamuchomejor.
AquellatardevolvíencocheconBenymequedéensucasahastaquefueabuscaraRadarparairaunaespeciedefiestapreviaalbaileencasadenuestroamigoJake,cuyospadresnoestabanenlaciudad.Benmepidióquemeapuntara,peronomeapetecía.
VolvíamicasaandandoycrucéelparqueenelqueMargoyyohabíamosencontradoalmuerto.Recordé aquellamañana, y al recordarla sentí que seme revolvían las tripas, no por elmuerto, sinoporque recordaba que ella lo había visto primero.Ni siquiera en el parque infantil de nuestro barriohabía sido capaz de encontrar un cadáver pormímismo... ¿Cómo demonios iba a encontrarlo en esemomento?
Intentévolveraleerel«Cantodemímismo»alllegaracasaaquellanoche,pero,pesealconsejodeladoctoraHolden,seguíapareciéndomeunbatiburrillodepalabrassinsentido.
Al día siguiente me desperté temprano, poco después de las ocho, y encendí el ordenador. Benestabaconectado,asíquelemandéunmensaje.
QTHERESURRECTION:¿Quétallafiesta?FUEUNAINFECCIONRENAL:Aburrida,claro.Todaslasfiestasalasquevoysonaburridas.QTHERESURRECTION:Sientonohaber ido.Tehas levantadopronto.¿Quieresvenira jugaral
Resurrection?FUEUNAINFECCIONRENAL:¿Estásdebroma?QTHERESURRECTION:No...FUEUNAINFECCIONRENAL:¿Sabesquédíaes?QTHERESURRECTION:Sábado,15demayo.FUEUNAINFECCIONRENAL:Colega,elbaileempiezadentrodeoncehorasycuarentaminutos.
TengoquerecogeraLaceyenmenosdenuevehoras.TodavíanohelimpiadoyabrillantadoelChuco,que,porcierto,lodejastehechounapena.Luegotengoqueducharme,afeitarme,sacarmelospelosdelanarizysacarmebrillotambiényo.Joder,noempecemos.Tengomuchoquehacer.Mira,tellamoluegosipuedo.
Radartambiénestabaconectado,asíquelemandéunmensaje.QTHERESURRECTION:¿QuélepasaaBen?OMNICTIONARIAN96:Paraelcarro,vaquero.QTHERESURRECTION:Perdona,solomecabreaquepiensequeelbaileestanimportante.OMNICTIONARIAN96: Pues vas a cabrearte bastante cuando sepas que me he levantado tan
tempranosoloporquetengoqueirarecogermiesmoquin,¿verdad?QTHERESURRECTION:Joder.¿Enserio?OMNICTIONARIAN96:Q,mañana,pasadomañana,eldíasiguienteytodoslosdíasquemequedan
de vida estaré encantado de participar en tu investigación. Pero tengo novia. Quiere que el baile degraduaciónseabonito.Yo tambiénquieroqueelbailedegraduaciónseabonito.NoesculpamíaqueMargoRothSpiegelmannoquisieraquenuestrobailedegraduaciónfuerabonito.
No supequédecir.Quizá tenía razón.QuizáMargomerecíaque la olvidaran.Pero, en cualquiercaso,yonopodíaolvidarla.
Mimadreymipadreestabanaúnenlacama,viendounapelículaantiguaenlatele.—¿Puedocogerelcoche?—pregunté.—Claro,¿porqué?—Hedecididoiralbailedegraduación—contestédeinmediato.Semeocurriólamentiramientras
ladecía—.TengoquerecogerunesmoquinypasarmeporcasadeBen.Iremoslosdossolos.Mimadreseincorporósonriendo.—Bueno,estupendo,cariño.Telopasarásgenial.¿Volverásparaquepodamoshacertefotos?—Mamá,¿deverdadnecesitasfotosmíasyendoalbailesolo?Quierodecir,¿nohasidomividaya
lobastantehumillante?
Serió.—Llamaantesdeltoquedequeda—medijomipadre.Eltoquedequedaeraalasdocedelanoche.—Claro—lecontesté.Fuetanfácilmentirlesquemedescubríamímismopreguntándomeporquéhastaaquellanochecon
Margoapenaslohabíahecho.TomélaI-4haciaKissimmeeylosparquestemáticos,paséalaI-Drive,desdedondeMargoyyo
noshabíamosmetidoenelSeaWorld,y luegotomélaautopista27haciaHainesCity.Enesazonahaymuchoslagos,yalrededordeloslagosdeFloridasiempresecongreganlosricos,demodoqueparecíapoco probable encontrar una pseudovisión. Pero la página de internet que había consultado ofrecíadetallesconcretossobreunterrenoembargadoenelquenadiehabíallegadoaedificar.Loreconocídeinmediato, porque el acceso a todas las demás urbanizaciones estaba vallado,mientras que en QuailHollowhabíaunsimpleletrerodeplásticoclavadoenelsuelo.AlentrarvicartelesdeplásticodeENVENTA,UBICACIÓNIDEALyGRANDESOPORTUNIDADESDEURBANIZACIÓN.
A diferencia de las pseudovisiones anteriores, alguien se ocupaba del mantenimiento de QuailHollow.Nohabíanconstruidocasas,perolasparcelasestabanseñaladasconpostesyelcéspedestabarecién podado. Todas las calles estaban asfaltadas y tenían placas con el nombre. En el centro de laurbanización habían construido un lago perfectamente circular y, por alguna razón, lo habían vaciado.Mientrasmeacercabaconelcocheviquedebíadetenerunmetrodeprofundidadyunoscientocincuentadediámetro.Unamanguerazigzagueabaporelfondohastaelcentro,dondesealzabaunafuentedeaceroyaluminio.Medescubríamímismoalegrándomedequeellagoestuvieravacío,porqueasínotendríaquemirar fijamenteelaguapreguntándomesiMargoestabaenel fondo,esperandoquemepusierauntrajedebuzoparaencontrarla.
EstabasegurodequenopodíaestarenQuailHollow.Lindabacondemasiadasurbanizacionesparaserunbuensitioparaesconderse,tantosiestabasvivocomosiestabasmuerto.Pero,detodasformas,miré,ymientrasrecorríalascallesencochemesentíacadavezmásdesesperanzado.Queríaalegrarmedequenoestuvieraallí.PerosinoeraQuailHollow,seríalasiguiente,olasiguiente,olasiguiente.Oquizánuncalahallaría.¿Eralomejorquepodíapasar?
Terminé la ronda sin haber encontradonaday volví a la autopista.Compré algode comer enunrestaurante con servicio para coches y comí conduciendo hacia el oeste, hacia el pequeño centrocomercialabandonado.
12
Alentrarenelaparcamientoobservéquehabíantapadoconcintaadhesivaazulelagujeroquehabíamoshechoenelconglomerado.Mepreguntéquiénhabríaestadoallídespuésdenosotros.
Avancéconelcochehastalapartedeatrásyaparquéalladodeuncontenedoroxidadoporelquenohabíapasadouncamióndebasuraendécadas.Supusequepodríacolarmeentrelacintaadhesivasieranecesario,ymedirigíahacialafachadacuandoobservéqueenlaspuertasdeacerodelapartedeatrásdelastiendasnoseveíanlasbisagras.
Gracias a Margo había aprendido un par de cosas sobre bisagras, así que entendí por qué nohabíamos tenidosuerteal tirardeaquellaspuertas:seabríanhaciadentro.Meacerquéa lapuertadeldespachodelaempresahipotecariayempujé.Seabriósinofrecerlamásmínimaresistencia.Joder,quéidiotaséramos.Sindudalapersonaqueseocupabadeledificiosabíaquelapuertanoestabacerradaconllave,locualhacíaquelacintaadhesivaparecieratodavíamásfueradelugar.
Mequitélamochilaquemehabíapreparadoporlamañana,saquélapotentelinternademipadreypasé la luz por toda la sala.Algo de tamaño considerable corrió por las vigas.Me estremecí.Variaslagartijassemovieronenelfocodeluz.
Seveíaunúnicorayodeluzprocedentedeunagujerodeltecho,enlaesquinadelanteradelasala,ydesdeelotroladodelconglomeradosefiltrabaalgodeluz,peroprácticamentedependíadelalinterna.Recorrí las filas de mesas observando los objetos que habíamos encontrado en los cajones y quehabíamos dejado allí. Era absolutamente espeluznante ver mesa tras mesa con el mismo calendario:febrerode1986.Febrerode1986.Febrerode1986.Juniode1986.Febrerode1986.Megiréyenfoquéaunamesasituadaenelcentrodelasala.Habíancambiadoelcalendarioajunio.Meinclinéyobservéel papel del calendario esperando ver el bloque dentado que queda después de haber arrancado laspáginas, o alguna marca de bolígrafo en la página, pero la única diferencia respecto a los demáscalendarioseralafecha.
Me coloqué la linterna entre el cuello y el hombro, y empecé a buscar otra vez en los cajones,prestando especial atención a lamesa de junio: servilletas, lápices con punta, informes de hipotecasdirigidasauntalDennisMcMahon,unpaquetevacíodeMarlboroLightyunfrascocasillenodeesmaltedeuñasrojo.
Cogílalinternaconunamano,elpintaúñasconlaotra,yloobservédecerca.Eratanrojoquecasiparecíanegro.Habíavistoantesesecoloraquellanoche.Enelsalpicaderodelmonovolumen.Depronto,lascarrerasporlasvigasyloscrujidosdeledificiosevolvieronirrelevantes.Sentíunaeuforiaperversa.Nopodíasabersieraelmismofrasco,porsupuesto,perosindudaeraelmismocolor.
Giré el frasco y vi sin elmenor género de duda una diminutamancha de espray azul en la parteexternadelvidrio.Desusdedosmanchadosdeespray.Entoncesestuveseguro.Habíaestadoallídespuésdequenosseparáramosaquellamañana.Quizátodavíaestabaallí.Quizásolosalíaporlanoche.Quizáhabíapuestolacintaenelconglomeradoparamantenerlaprivacidad.
Enaquelmomentodecidíquedarmehastaeldíasiguiente.SiMargohabíadormidoallí,tambiényopodríahacerlo.Yasíempezóunabreveconversaciónconmigomismo.
Yo:Perohayratas.Yo:Sí,peroparecequesequedaneneltecho.Yo:Perohaylagartijas.Yo:Oh,vamos.Depequeñolescortabaslacola.Laslagartijasnotedanmiedo.Yo:Perohayratas.Yo:Perolasratasnopuedenhacertedaño.Lesasustasmástúaellasqueellasati.
Yo:Vale,pero¿quépasaconlasratas?Yo:Cállate.Alfinalnoimportóquehubieraratas,almenosnomucho,porqueestabaenunsitioenelqueMargo
habíaestadoviva.Estabaenunsitioque lahabíavistodespuésdemí,yaquellacalidezhacíaqueelcentrocomercialfueraunlugarcasicómodo.Bueno,nomesentíacomounniñoenbrazosdesumamá,peroyanomequedabasinrespiracióncadavezqueoíaunruido.Yalsentirmemáscómodo,meresultómásfácilexplorar.Sabíaquequedabancosasporencontrar,yyaestabalistoparaencontrarlas.
MemetíporunAgujerodeTrolylleguéalasaladellaberintodeestanterías.Recorrílospasillosunbuenrato.AlfinalmemetíenelsiguienteAgujerodeTrolygateéhastalasalavacía.Mesentéenlamoquetaenrolladacontralapareddelfondo.Lapinturablancadesconchadacrujióalapoyarlaespalda.Mequedéallíunrato,eltiemposuficienteparaqueelrayodentadodeluzqueentrabaporunagujerodeltechosedesplazaratrescentímetrosporelsuelomientrasmeacostumbrabaalossonidos.
AlratomeaburríygateéporelúltimoAgujerodeTrolhastalatiendadesouvenirs.Rebusquéentrelas camisetas.Saqué la cajade folletos turísticosde lavitrinay loshojeé enbuscade algúnmensajeescritoamanodeMargo,peronoencontrénada.
Volvíalasalaquemedescubríamímismollamandolabiblioteca.HojeélosReader’sDigestsyencontréunapiladeNationalGeographics de ladécadade1960,pero la caja estaba tancubiertadepolvoqueestabaclaroqueMargonohabíasacadosucontenido.
Noempecéaencontrarindiciosdequealguienhabíaestadoallíhastaquevolvíalasalavacía.Enlapareddesconchadadelamoquetadescubrínueveagujerosdechincheta.Cuatroagujerosformabanunaespeciedecuadrado,ylosotroscincoestabandentrodelcuadrado.PenséquequizáMargohabíapasadoallí tiempo suficiente como para colgar algún póster, aunque a primera vista no pareció que faltaraningunocuandoinspeccionamossuhabitación.
Desenrollé parte de lamoqueta e inmediatamente encontré algomás: una caja chafada que en sumomentohabíacontenidoveinticuatrobarritasdecereales.MedescubríamímismoimaginandoaMargoallí,sentadaenlamoquetaenrolladayenmohecida,apoyadacontralaparedycomiéndoseunabarritadecereales. Está sola y no tiene otra cosa que comer.Quizá una vez al día va en coche a una tienda acomprarseunbocadilloyalgúnMountainDew,pero lamayorpartedeldía lapasaenestamoquetaocercadeella.Meparecióunaimagendemasiadotristeparaserreal.DemasiadosolitariaynadapropiadeMargo.Perolosindiciosdelosúltimosdiezdíasparecíanconduciraunasorprendenteconclusión:Margoera—almenosbuenapartedeltiempo—muypocopropiadeMargo.
Desenrollé un poco más la moqueta y encontré una manta azul de punto, casi tan fina como unperiódico.Lacogí,melallevéalacaraysí,sí.Suolor.Elchampúdelilasylalocióndealmendras,ymásallá,ladébilsuavidaddesupiel.
Yvolvíaimaginármela:desenrollapartedelamoquetatodaslasnochesparanoclavarselacaderaenelhormigóncuandoduermedelado.Semetedebajodelamanta,utilizaelrestodelamoquetacomoalmohadayseduerme.Pero¿porquéaquí?¿Porquéestáaquímejorqueensucasa?Ysiestátanbien,¿porquémarcharse?Esloquenoconseguíaimaginar,ycaigoenlacuentadequenopodíaimaginármeloporquenoconocíaaMargo.Conocíasuolor,ysabíacómoactuabaconmigo,ysabíacómoactuabaconlosdemás,ysabíaquelegustabaelMountainDew,laaventuraylosgestosdramáticos,ysabíaqueeradivertida, inteligenteyengeneralsuperiora todosnosotros.Peronosabíaquélahabía llevadoallí,oquélahabíaretenidoallí,oquéhabíahechoquesemarcharadeallí.Nosabíaporquéteníamilesdediscos,peronuncahabíadichoanadiequelegustabalamúsica.Nosabíaquéhacíaporlasnoches,enlaoscuridad,conlapuertacerrada,enlaselladaprivacidaddesuhabitación.
Yquizáeraloquenecesitabamásquenada.NecesitabadescubrircómoeraMargocuandonoestabasiendoMargo.
Metumbéunratocon lamantaqueolíaaellaymiréel techo.Porunagujeroveíaun trocitodel
cielodelatarde,comounlienzodentadopintadodeazul.Eraelsitioperfectoparadormir.Podíanverselasestrellasporlanochesinmojartesillovía.
Llaméamispadres.Contestómipadreyledijequeestábamosenelcoche,queíbamosabuscaraRadaryaAngela,yquemequedaríaconBen toda lanoche.Mepidióquenobebiera, ledijequenobebería,medijoqueestabaorgullosodemíporhaberdecididoiralbailedegraduaciónymepreguntésiloestaríaporhaberdecididohacerloqueenrealidadestabahaciendo.
Elsitioeraunaburrimiento.Quierodecirqueencuantopasabasdelosroedoresydelmisteriosocrujidodelasparedes,comosifueraacaerseeledificio,nohabíanadaquehacer.Niinternet,nitele,nimúsica.Me aburría, así que seguía despistándome el hecho de que hubiera elegido ese lugar, porqueMargosiempremehabíaparecidounapersonaconunatoleranciamuylimitadaalaburrimiento.Quizálegustabalaideadevivirenplanpobre.Lodudo.MargollevabavaquerosdemarcacuandonoscolamosenelSeaWorld.
Laausenciadeestímulosalternativosmellevódenuevoal«Cantodemímismo»,elúnicoregaloquesindudahabíadejadoparamí.Metrasladéaunazonadelsuelodecementoqueteníamanchasdeagua,exactamentedebajodelagujerodeltecho,mesentéconlaspiernascruzadaseinclinéellibroparaqueelrayodeluzlecayerajustoencima.Yporalgunarazónpudeporfinleerlo.
Elcasoesqueelpoemaempiezamuylento,conunaespeciede larga introducción,perohaciaelverso noventaWhitman empieza por fin a contar una historia, así que empecé por ahí.Whitman estásentadoenlahierba(éldicetendido),yentonces:
Unniñomepreguntó:¿Quéeslahierba?,trayéndolaamanosllenas,¿Cómopodríacontestarle?Yotampocolosé.Sospechoqueeslabanderademicaráctertejidaconesperanzadatelaverde.AhíestabalaesperanzadelaquemehabíahabladoladoctoraHolden.Lahierbaeraunametáfora
delaesperanza.Peroesonoestodo.Siguediciendo:OelpañuelodeDios,unaprendafragantedejadacaerapropósito,LahierbaesunametáforadelagrandezadeDios,oalgoasí.Osospechoquelahierbamismaesunniño...Yalgodespués:Ounjeroglíficouniforme,quesignifica:crezcoporigualenlasregionesvastasyenlasestrechas,crezcoporigualentrelosnegrosylosblancos.Asíquequizá lahierbaesunametáforadequesomos igualesyestamosbásicamenteconectados,
comomehabíadicholadoctoraHolden.Yluegodicedelahierba:Yahorasemefiguraqueeslacabellerasueltayhermosadelastumbas.Asíquelahierbaestambiénlamuerte.Creceencimadenuestroscuerposenterrados.Lahierbaera
muchas cosas diferentes a la vez. Era desconcertante. La hierba es unametáfora de la vida, y de lamuerte,ydelaigualdad,ydequeestamosconectados,ydelosniños,ydeDios,ydelaesperanza.
Nolograbadescubrircuáldeestasideaseraelmeollodelpoema,suponiendoquealgunalofuera.PeropensarenlahierbayenlasdiferentesmanerasdeverlamehizopensarentodaslasmanerasenquehabíavistoymalvistoaMargo.Lasmanerasdeverlanoeranpocas.Mehabíacentradoenloquehabíasidodeella,peroallí,intentandoentenderlamultiplicidaddelahierbayconelolordelamantatodavíaenlagarganta,medabacuentadequelapreguntamásimportanteeraaquiénestababuscando.Penséquesi resultaba tan complicado responder a la pregunta «¿Qué es la hierba?», también debía de sercomplicadoresponderalapregunta«¿QuiénesMargoRothSpiegelman?».Comounametáforainasibleporsuamplitud,enloquemehabíadejadohabíalugarparaimaginarinfinitamente,paraunaserieinfinita
deMargos.Tuve que acotarla, y supuse que tenía que haber cosas que estaba viendo mal o que no estaba
viendo.Queríaarrancareltechoparaqueentraralaluzyverlotodoalavez,nocadacosaporseparadoconlalinterna.ApartélamantadeMargoygritélobastantealtoparaquemeoyeranlasratas:
—¿Voyaencontraralgoaquí?Volvíalasmesasdeldespacho,perocadavezparecíamásobvioqueMargosolohabíautilizadola
delcajónconelpintaúñasyelcalendarioenelmesdejunio.Gateé por unAgujero deTrol, volví a la biblioteca y recorrí de nuevo las estanteríasmetálicas
abandonadas.BusquéentodoslosestantesmarcassinpolvoqueindicaranqueMargoloshabíautilizadoparaalgo,peronoencontréninguno.Peroderepenteelfocodelalinternapasóporalgoqueestabaenunestantedeunaesquinade lasala, justoal ladodelescaparatecon laplanchadeconglomerado.Eraellomodeunlibro.
EllibrosetitulabaRoadsideAmericaysehabíapublicadoen1998,despuésdequeseabandonaraaquellugar.Lohojeésujetandolalinternaentreelcuelloyelhombro.Ellibroofrecíaunarelacióndecientosdeatraccionesturísticas,desdelaboladecuerdamásgrandedelmundo,enDarwin,Minnesota,hastalaboladesellosmásgrandedelmundo,enOmaha,Nebraska.Alguienhabíadobladolasesquinasdevariaspáginas,alpareceralazar.Ellibronoteníamuchopolvo.QuizáelSeaWorldhabíasidosololaprimeraparadadeunaespeciedetorbellinodeaventuras.Sí.Noeraningunatontería.AsíeraMargo.Dealgunamaneradescubrióaquelsitio,fuearecogerprovisiones,pasóunanocheodosysiguiósucamino.Melaimaginabadandotumbosentretrampasparaturistas.
Mientraslosúltimosrayosdeluzentrabanporlosagujerosdeltecho,encontrémáslibrosenotrosestantes:GuíageneraldeNepal,GrandesatraccionesdeCanadá,Américaencoche,GuíaFodordelasBahamasyVamosaBután.Noparecíaquehubieralamenorrelaciónentreloslibros,exceptoquetodoserandeviajesylafechadepublicacióneraposterioralabandonodeledificio.Memetílalinternadebajode labarbilla, carguéen losbrazos lapilade libros,queme llegabadesde lacinturahastaelpecho,ylosllevéalasalavacía,queentoncesimaginabaqueeraeldormitorio.
Demodoque resultóquesípasé lanochedelbailedegraduaciónconMargo, soloquenocomohabíasoñado.Enlugardeirrumpirenelbailejuntos,mesenté,meapoyéensumoquetaenrollada,consumantadepuntotapándomelasrodillas,ymepusealeerlasguíasdeviajesalaluzdelalinterna,inmóvilenlaoscuridadmientraslascigarrascantabanamialrededor.
Quizá se había sentado allí, en la ruidosa oscuridad, y sintió que le invadía la desesperación, yquizáleresultóimposiblenopensarenlamuerte.Podíaimaginármelo,porsupuesto.
Perotambiénpodíaimaginarmelosiguiente:Margocomprandoesoslibrosendiversosmercadillos,comprando todas las guías de viajes que caían en susmanos a precio de saldo. Luego yendo allí—incluso antes de que desapareciera— para leerlas alejada de miradas indiscretas. Leyéndolas eintentandodecidiradóndedirigirse.Sí.Viajaríayseescondería,unglobovolandoporelcielo,haciendocientosdekilómetrosaldíaconlaayudadeunperpetuovientodecola.Ylaimaginabaviva.¿Mehabíallevadohastaallíparadarmelaspistasparaquedescifraraelitinerario?Quizá.Porsupuesto,yoestababien lejosdehaberdescifradoel itinerario.A juzgarpor los libros,podíaestarenJamaica,Namibia,TopekaoPekín.Peronohabíahechomásqueempezaramirar.
13
Enmi sueño, yo estaba tumbado boca arriba, y ella tenía la cabeza apoyada en mi hombro. Solo lamoquetanosseparabadelsuelodecemento.Merodeabaelpechoconelbrazo.Estábamossimplementetumbados, durmiendo. Dios mío, ayúdame. El único adolescente del país que sueña con dormir conchicas,y solodormir.Peroentonces sonóelmóvil.Mismanos tardarondos tonosmásenencontraratientaselteléfono,queestabaencimadelamoquetasinenrollar.Eranlas3.18delamadrugada.ElquemellamabaeraBen.
—Buenosdías,Ben—ledije.—¡¡¡¡¡¡SÍÍÍ!!!!!!—megritó.Supedeinmediatoquenoeraelmomentodeexplicarletodoloquehabíadescubiertoeimaginado
sobreMargo.Casimellegabasutufoaalcohol.Aquellaúnicapalabra,talycomolahabíagritado,teníamássignosdeexclamaciónquecualquiercosaquemehubieradichoentodasuvida.
—Entiendoqueelbailevabien.—¡SÍÍÍ!¡QuentinJacobsen!¡ElQ!¡ElmejorQuentindelpaís!¡Sí!—Suvozsealejó,aunqueseguía
oyéndola—. A ver, callaos todo el mundo, espera, callaos... ¡TENGO A QUENTIN DENTRO DELTELÉFONO!—OíunaaclamaciónyluegovolviólavozdeBen—.¡Sí,Quentin!¡Sí!Colega,tienesquevenir.
—¿Adónde?—lepregunté.—¡AcasadeBecca!¿Sabesdóndeestá?Resultóquesabíaperfectamentedóndeestaba.Habíaestadoensusótano.—Sédóndeestá,perosonlastantasdelamadrugada,Ben.Yestoyen...—¡SÍÍÍ!Tienesquevenirahoramismo.¡Ahoramismo!—Ben,tengocosasmásimportantesquehacer—lecontesté.—¡TEHATOCADOCONDUCIR!—¿Qué?—¡Que te ha tocado conducir! ¡Sí! ¡Te ha tocado! ¡Me alegro de que hayas contestado! ¡Es
fantástico!¡Tengoqueestarencasaalasseis!¡Ytehatocadollevarme!¡SÍÍÍÍÍÍ!—¿Nopuedesquedarteapasarlanoche?—lepregunté.—¡NOOO! Buuu. Un buuu para Quentin. ¡Venga, todos! ¡Buuuu, Quentin!—Yme abuchearon—.
Estántodosborrachos.Ben,borracho.Lacey,borracha.Radar,borracho.Nadiepuedeconducir.Encasaalasseis.Seloprometíamimadre.¡Buuu,Quentin,dormilón!¡Tehatocadoconducir!¡SÍÍÍ!
Respiréhondo.SiMargohubieraqueridoaparecer,habríaaparecidoantesdelastres.—Estaréallídentrodemediahora.—¡¡¡¡¡¡SÍSÍSÍSÍSÍSÍSÍSÍSÍSÍSÍSÍÍÍÍÍÍ!!!!!!¡SÍ!¡SÍ!Benseguíaafirmandocuandocolguéelteléfono.Mequedéunmomentotumbado,diciéndomeamí
mismoqueteníaquelevantarme,yporfinmelevanté.GateéporlosAgujerosdeTrolmediodormido,paséporlabiblioteca,lleguéaldespacho,abrílapuertadeatrásdeledificioymemetíenelcoche.
Lleguéa laurbanizacióndeBeccaArringtonpocoantesde lascuatro.Aambosladosdesucallehabíadecenasdecochesaparcados,ysabíaquedentrohabríatodavíamásgente,porquemuchoshabíanllegadoenlimusina.EncontrésitioaunpardecochesdelChuco.
NuncahabíavistoaBenborracho.Unosañosatrásmehabíabebidounabotellade«vino»rosadoenunafiestadelabandademúsica.Teníatanmalsaboraltragarlocomoalvomitarlo.FueBenelquesesentó conmigo en el baño estiloWinnie thePooh deCassieHineymientras yo lanzaba proyectiles delíquidorosahaciauncuadrodeÍgor.Creoquelaexperiencianosamargóalosdoslasborracheraspara
siempre.Bueno,hastaesanoche.YasabíaqueBenestaríaborracho.Lohabíaoídoalteléfono.Nadiesobriodice«sí»tantasveces
porminuto.Sinembargo,cuandopaséentrevariaspersonasqueestabanfumandoenelcéspeddeBeccay abrí la puerta de su casa, no esperaba ver a JaseWorthington y a otros dos jugadores de béisbolsujetandoaunBenconesmoquin,patasarriba,sobreunbarrildecerveza.Teníametidoen labocaelgrifodelbarril,ytodalasalalomiraba.Todoscantabanalunísono:«Dieciocho,diecinueve,veinte»,yporunmomentopenséqueestabanhaciéndoleunaputadaoalgoasí.Perono.Mientraschupabadelgrifocomosifueralalechedesumadre,pequeñoschorrosdecervezaleresbalabanaambosladosdelaboca,porque estaba sonriendo. «Veintitrés, veinticuatro, veinticinco», gritaban todos entusiasmados. Alparecer,estabasucediendoalgoimportante.
Todalaescenameresultabatrivialybochornosa.Chicosdepapelconsudiversióndepapel.MeabrícaminohaciaBenentrelamultitudymesorprendióencontrarmeconRadaryAngela.
—¿Quémierdaesesto?—lespregunté.Radardejódecontarymemiró.—¡Sí!—exclamó—.¡Hallegadoelconductor!¡Sí!—¿Porquétodoelmundosededicaadecir«sí»?—Buenapregunta—megritóAngela.Resoplóysuspiró.Parecíatanmolestacomoyo.—¡Sí,joder,esunabuenapregunta!—dijoRadarconunvasorojodeplásticollenodecervezaen
cadamano.—Losdossonsuyos—meexplicóAngelaconuntonotranquilo.—¿Porquénotehanpedidoatiquelosllevesacasa?—lepregunté.—Tequeríanati—mecontestó—.Pensaronqueasívendrías.Miréaltecho.Angelamirótambiénaltechocompadeciéndome.—Debedegustartemucho—ledijeseñalandoconlacabezaaRadar,quelevantólosdosvasosde
cervezaysiguiócontando.Parecíantodosmuyorgullososdesabercontar.—Inclusoahoraesmonísimo—mecontestó.—Quéasco—ledije.Radarmedioungolpecitoconunvasodecerveza.—¡MiraanuestroBen!Escomounsabioautistaenunkegstand.Parecequequierebatirunrécord
oalgoasí.—¿Quéesunkegstand?—lepregunté.—Eso—mecontestóAngelaseñalandoaBen.—Ah—dije—.Bueno,es...Vaya,¿noesmuyduroestarcolgadocabezaabajo?—Alparecer,elkegstandmáslargodelahistoriadeWinterParkesdesesentaydossegundos—
meexplicó—.LoconsiguióTonyYorrick.Tony Yorrick era un tipo gigantesco que se graduó cuando nosotros estábamos en primero de
institutoyqueenesemomentojugabaenelequipodefútbolamericanodelaUniversidaddeFlorida.NoteníanadaencontradequeBenbatieraunrécord,peronopudeunirmealgrupo,quegritaba:
«¡Cincuentayocho,cincuentaynueve,sesenta,sesentayuno,sesentaydos,sesentaytres!».EntoncesBensacólabocadelgrifoygritó:
—¡SÍÍÍ!¡SOYELMEJOR!¡QUETIEMBLEELMUNDO!Jaseyvariosjugadoresdebéisbolledieronlavueltayselosubieronahombros.EntoncesBenme
vio,meseñalóysoltóelmásapasionado«SÍÍÍ»queheoídoenmivida.Vaya,nilosjugadoresdefútbolseentusiasmantantocuandogananlacopadelmundo.
Bensaltódeloshombrosdelosjugadoresdebéisbol,aterrizóagachado,enunaincómodapostura,
yluegosetambaleóhastaponersedepie.Mepasóunbrazoporelhombro.—¡SÍ!—repitió—.¡Quentinestáaquí!¡ElgranQuentin!¡UnaplausoparaQuentin,elmejoramigo
delputocampeóndelmundodekegstand!Jasemepasólamanoporlacabezaymedijo:—¡Eseerestú,Q!—Porcierto—medijoRadaraloído—,somoscomohéroesparaestapeña.Angelayyohemos
venidoporqueBenmehadichoquemerecibiríancomoaunrey.Vaya,coreabanminombre.Alparecer,todoscreenqueBenesdivertidísimo,yporesolescaemossimpáticosnosotrostambién.
—Uau—exclamédirigiéndometantoaRadarcomoatodoslosdemás.BenseapartódenosotrosyloviagarrandoaCassieHiney.Lepusolasmanosenloshombrosyella
pusolassuyasenlasdeBen.—Miparejaestanochecasihasidolareinadelbaile—ledijoBen.—Losé—repusoCassie—.Esgenial.—Hedeseadobesartecadadíaenlosúltimostresaños—dijoBen.—Creoquedeberíashacerlo—lecontestóCassie.—¡SÍ!—exclamóBen—.¡Impresionante!PeronobesóaCassie.Segiróymedijo:—¡Cassiequierebesarme!—Sí—lecontesté.—Esimpresionante—dijo.Y luegoparecióolvidarse tantodeCassiecomodemí, comosi la ideadebesar aCassieHiney
fueramejorquebesarlaenrealidad.—Estafiestaesgenial,¿verdad?—preguntóCassie.—Sí—lecontesté.—Nadaqueverconlasfiestasdelabanda,¿eh?—preguntó.—Sí—repuseyo.—Benestásonado,peromeencanta—medijo.—Sí.—Ytienelosojosmuyverdes—añadió.—Ay,ay.—Todasdicenquetúeresmásmono,peromegustaBen.—Vale—lecontesté.—Estafiestaesgenial,¿verdad?—dijo.—Sí—lecontesté.Hablarconunapersonaborrachaeracomohablarconunniñodetresañosmuyalegreyconserias
lesionescerebrales.MientrasCassiesealejaba,ChuckParsonseacercóamí.—Jacobsen—medijocomositalcosa.—Parson—lecontesté.—Túmeafeitastelaputaceja,¿verdad?—Enrealidadnotelaafeité—lecontesté—.Utilicécremadepilatoria.Mepegóunmanotazobastantefuerteentodoelpecho.—Eresuncapullo—medijo,aunquesereía—.Hayquetenercojones,colega.Yahoraerescomo
unkapodemierda.Bueno,quizásoloestoyborracho,peroahoramismomeencantatuculodecapullo.—Gracias—lecontesté.Mesentíatotalmentealmargendeaquellamierda,deaquelrollodequeseacabaelinstitutoytiene
quequedarclaroqueenelfondotodosnosqueremosmucho.YmeimaginéaMargoenaquellafiesta,o
enmilesde fiestascomoaquella.Lavidavistaconsusojos.La imaginéescuchando laschorradasdeChuck Parson y pensando en largarse, tanto viva comomuerta. Imaginaba los dos caminos con igualclaridad.
—¿Quieresunacerveza,comepollas?—mepreguntóChuck.Podríahaberolvidadoqueestabaahí,perolapesteaalcoholdesualientohacíadifícilpasarpor
altosupresencia.Neguéconlacabezaysemarchó.Queríavolveracasa,perosabíaquenopodíameterprisaaBen.Seguramenteeraelmejordíadesu
vida.Teníaderechoadisfrutarlo.Asíqueencontréunaescaleraymedirigíal sótano.Habíapasado tantashorasaoscurasqueme
apetecíaseguirestándolo.Soloqueríatumbarmeenalgúnsitiomediotranquiloymediooscuro,yseguirimaginandoaMargo.PeroalpasarporlahabitacióndeBeccaoíunosruidosamortiguados—paraserexacto,gemidos—,asíquemedetuveenlapuerta,queestabaentreabierta.
VilosdosterciossuperioresdeJase,sincamisa,encimadeBecca,quelorodeabaconlaspiernas.Noestabandesnudos,peroibanencamino.Yquizáunabuenapersonasehabríamarchado,perolagentecomoyonotienemuchasoportunidadesdeveragentecomoBeccaArringtondesnuda,demodoquemequedé en la puerta fisgando. Entonces se dieron la vuelta, Becca quedó encima de Jason, suspirabamientraslobesabayempezabaabajarselablusa.
—¿Creesqueestoybuena?—lepreguntó.—Sí,sí,estásbuenísima,Margo—lecontestóJase.—¿Qué?—dijoBecca,furiosa.YnotardéendarmecuentadequenoibaaveraBeccadesnuda.Empezóagritar.Meapartédela
puerta,peroJasemevio.—¿Atiquétepasa?—megritó.—Pasadeél—gritóBecca—.¿Aquiénleimportaunamierda?¿Quépasaconmigo?¿Porquéestás
pensandoenellaynoenmí?Meparecióelmejormomentopararetirarme,asíquecerrélapuertaymemetíenelbaño.Teníaque
mear,perosobretodonecesitabaalejarmedelasvoceshumanas.Siempretardounpardesegundosenempezarameardespuésdehaberpreparadotodoelequipo,
asíqueesperéunsegundoyluegoempecéamear.Acababadellegaralafaseenlaqueteestremecesdealiviocuandodesdelabañeramellegóunavozfemenina.
—¿Quiénestáahí?—¿Lacey?—pregunté.—¿Quentin?¿Quémierdaestáshaciendoaquí?Queríadetener lameada,peronopodía,claro.Mearescomounbuenlibro:cuandoempiezas,es
muymuydifícilparar.—Bueno,mear—lecontesté.—¿Quétal?—mepreguntódesdeelotroladodelacortina.—Bien,bien.Sacudílasúltimasgotas,mesubílacremalleraymeruboricé.—¿Quieresdarteunavueltaporlabañera?—mepreguntó—.Noestoytirándotelostejos.Tardéunmomentoencontestar.—Claro—dijeporfin.Apartélacortina.Laceymesonrióysubiólasrodillashastaelpecho.Mesentéfrenteaella,conla
espaldapegadaalafríaporcelana.Entrelazamoslospies.Llevabaunospantalonescortos,unacamisetasinmangasyunas chanclasmuymonas.Se lehabía corridounpoco lapintura alrededorde losojos.Llevabaelpelomediorecogido, todavíaconelpeinadodelbaile,yteníalaspiernasbronceadas.HayquedecirqueLaceyPembertoneramuyguapa.NoeraeltipodechicaquepodíahacerteolvidaraMargo
RothSpiegelman,aunquesíeraeltipodechicaquepodíahacerteolvidarunmontóndecosas.—¿Quétalelbaile?—lepregunté.—Benesmuydulce—mecontestó—.Mehedivertido.PeroluegomehepeleadoconBecca,meha
llamadoputa,sehapuestodepieenelsofá,hapedidoatodoelmundoquesecallarayhadichoquetengounaenfermedaddetransmisiónsexual.
Hiceunamueca.—Joder—exclamé.—Sí.Estoyperdida.Esque...Joder,quémierda,deverdad,porque...estanhumillante,yellasabía
queseríahumillante,y...quémierda.Entoncesmehemetidoenlabañera,yBenhabajado,perolehepedido queme dejara sola.No tengo nada en contra deBen, pero nome escuchaba demasiado. Estáborracho.Nisiquieralatengo.Latuve.Yaestácurada.Daigual.Peronosoyunaguarra.Fueuntío.Uncomemierda.Joder,nomecreoqueselocontara.TendríaquehabérselocontadosoloaMargo,sinBeccadelante.
—Losiento—ledije—.ElproblemaesqueBeccaestácelosa.—¿Porquéibaaestarcelosa?Eslareinadelbaile.EstásaliendoconJase.EslanuevaMargo.Tenía el culodolorido contra la porcelana, así que intenté recolocarme.Mis rodillas tocaron las
suyas.—Nadie será jamás la nueva Margo—añadí—. De todas formas, tienes lo que ella realmente
quiere.Gustasalagente.Creenqueeresmásguapaqueella.Laceyseencogiódehombrostímidamente.—¿Creesquesoysuperficial?—Bueno,sí.—PenséenmímismoenlapuertadelahabitacióndeBecca,esperandoquesequitara
lablusa—.Peroyotambiénlosoy.Comotodoelmundo.Muchas veces había pensado: «Ojalá tuviera el cuerpo de Jase Worthington. Andaría como si
supieraandar.Besaríacomosisupierabesar».—Peronodelamismamanera.Benyyosomossuperficialesdelamismamanera.Atinoteimporta
unamierdacaerbienalosdemás.Loqueenparteeracierto,yenparteno.—Meimportamásdeloquequisiera—ledije.—SinMargotodoesunamierda—repuso.Tambiénellaestababorracha,perosumodalidaddeborracheranomemolestaba.—Sí—admití.—Quieroquemellevesaesesitio—medijo—.Alcentrocomercial.Benmelocontó.—Sí,podemosircuandoquieras—lecontesté.Lecontéquehabíapasadoallílanoche,quehabíaencontradounfrascodepintaúñasyunamantade
Margo.Laceysequedóunmomentocallada,respirandoporlaboca.Cuandoporfinlodijo,fuecasienun
susurro.Parecíaunapregunta,aunquelopronunciócomounaafirmación:—Estámuerta,verdad.—Nolosé,Lacey.Lopensabahastaestanoche,peroahoranolosé.—Ellamuerta,ynosotros...haciendotodoesto.Penséen losversosmarcadosdeWhitman:«Sinadie enelmundo lo sabe, estoy satisfecho, /Si
todosycadaunolosaben,estoysatisfecho».—Quizáesloquequería,quelavidasiguiera—dije.—NosuenaamiMargo—comentó.Y pensé enmiMargo, en laMargo de Lacey, en laMargo de la señora Spiegelman, y en todos
nosotrosobservandosuimagenenunespejodistintodeunacasadelosespejos.Ibaadeciralgo,perola
boca abiertadeLacey se terminóde abrir del todoy apoyó la cabeza en las fríasbaldosasdel baño,dormida.
Nodecidídespertarlahastaquedospersonasentraronenelbañoamear.ErancasilascincodelamadrugadayteníaquellevaraBenasucasa.
—Lace,despierta—ledijerozándolelasandaliaconmizapato.Moviólacabeza.—Megustaquemellamenasí—medijo—.¿Sabesqueahoramismoeresmimejoramigo?—Mealegromucho—lecontesté, aunqueestababorrachay cansada,ymentía—.Mira,vamosa
subirlosdos,ysialguiendicealgodeti,defenderétuhonor.—Vale—medijo.Asíquesubimosjuntos.Lafiestasehabíadispersadounpoco,perotodavíaquedabanvariosjugadoresdebéisbol,incluido
Jase, encima del barril de cerveza. Lamayoría estaban durmiendo en sacos de dormir tirados por elsuelo.Habíavariosapretujadosenunsofácama.AngelayRadarestabantumbadosjuntosenunsofádedosplazas.ARadarlecolgabanlaspiernasporunlado.Ibanaquedarseadormir.
EstabaapuntodepreguntaralostiposquehabíajuntoalbarrilsihabíanvistoaBencuandoentrócorriendoenlasala.LlevabaenlacabezaungorroazuldebebéyblandíaunaespadahechaconocholatasvacíasdeMilwaukee’sBestLight,quesupusequehabíapegado.
—¡TE HE VISTO! —gritó Ben apuntándome con la espada—. ¡HE AVISTADO A QUENTINJACOBSEN!¡SÍ!¡Venaquí!¡Arrodíllate!
—¿Qué?Ben,cálmate.—¡DERODILLAS!Mearrodilléobedientementeylomiré.Levantólaespadadelatasdecervezaymedioungolpecitoencadahombro.—Porelpoderdelaespadadelatasdecervezapegadas,porlapresentetenombromiconductor.—Gracias—ledije—.Noecheslapotaenelcoche.—¡SÍ!—gritó.Y cuando intentaba levantarme, me empujó hacia abajo con la mano que tenía libre y volvió a
pasarmeporloshombroslaespadadelatasdecerveza.—Porlafuerzadelaespadadelatasdecerveza,porlapresentedeclaroqueenlagraduaciónno
llevarásropadebajodelatoga.—¿Qué?Melevanté.—¡SÍ!¡Radar,túyyo!¡Enpelotasdebajodelatoga!¡Enlagraduación!¡Seráincreíble!—Bueno—ledije—,serámuyerótico.—¡SÍ!—mecontestó—. ¡Jura que lo harás!Yahe conseguidoqueRadar lo jurara.RADAR,LO
HASJURADO,¿VERDAD?Radargiróligeramentelacabezayabrióunpocolosojos.—Lohejurado—murmuró.—Bueno,puesentoncesyotambiénlojuro—ledije.—¡SÍ!—YsevolvióhaciaLacey—:Tequiero.—Yotambiéntequiero,Ben.—No,yotequiero.Nocomounahermanaquiereasuhermanonicomounamigoquiereasuamigo.
Tequierocomountipototalmenteborrachoquierealamejorchicadelmundo.Sonrió.Diunpasoadelanteconlaintencióndeevitarquesiguierahaciendoelridículoylepuseunamano
enelhombro.
—Sitenemosqueestarentucasaalasseis,deberíamosirsaliendo—ledije.—Vale—mecontestó—.VoyadarlelasgraciasaBeccaporestaincreíblefiesta.Laceyyyoloseguimosalpisodeabajo,dondeabriólapuertadelahabitacióndeBeccaydijo:—¡Tufiestahamoladounhuevo!¡Aunquetúdasasco!Tucorazónnobombeasangre,sinomierda.
Perograciasporlacerveza.Becca estaba sola, tumbada encimade la colcha ymirando al techo.Ni siquieramiró aBen.Se
limitóamurmurar:—Uf,vetealamierda,imbécil.Esperoquetuparejatepeguelasladillas.—Encantadodehablarcontigo—lecontestóBensinunápicedeironía.Ycerrólapuerta.Creoquenisehabíaenteradodequeacababandeinsultarle.Volvimosasubirynosdirigimosalapuerta.—Ben—ledije—,vasatenerquedejarlaespadaaquí.—Vale—mecontestó.Cogí el extremo de la espada y tiré, pero Ben se negó a soltarla. Estaba a punto de empezar a
gritarlequeeraunborrachodemierdacuandomedicuentadequenopodíasoltarlaespada.—Ben,¿tehaspegadolaespadaalamano?—lepreguntóLaceyriéndose.—Sí—lecontestóBen—,melahepegadoconSuperGlue.Asínadiemelarobará.—Bienpensado—dijoLacey,impávida.LaceyyyoconseguimosdespegartodaslaslatasmenoslaqueestabapegadaalamanodeBen.Por
másquetirara,sumanoibadetrás,comosilalatafueraelhiloysumanolamarioneta.—Tenemosqueirnos—dijoLaceyporfin.Ynosfuimos.SentamosaBenenelasientodeatrásyleabrochamoselcinturón.Laceysesentóasu
ladoporque«asícontroloquenovomite,sepegueungolpeconlalatadecervezaysemate,oalgoasí».PeroestabatanidoqueLaceynotuvoproblemaenhablarmedeél.—Tengo algo que decir sobre la insistencia, ¿sabes? —me dijo mientras avanzábamos por la
autopista—.Bueno, séque insistedemasiado,pero¿porqué ibaa sermalo?Yademásesmuydulce,¿verdad?
—Supongo—lecontesté.ABen le colgaba la cabeza, como si no la tuviera unida a la columna vertebral.Nome pareció
especialmentedulce,perobueno.LlevéprimeroaLaceyalotroextremodeJeffersonPark.CuandoLaceyseinclinóylediounpico,
seespabilólosuficienteparamurmurar:«Sí».Laceyseacercóalapuertadelconductordecaminoasucasa.—Gracias—medijo.Asentí.Crucélaurbanización.Yanoeradenoche,perotodavíanohabíaamanecido.Benroncabaflojitoen
elasientodeatrás.Aparquédelantedesucasa,salídelcoche,abrílapuertacorrederadelmonovolumenyledesabrochéelcinturóndeseguridad.
—Horadeirseacasa,Benners.Olisqueó, movió la cabeza y se despertó. Levantó las manos para frotarse los ojos y pareció
sorprenderse de ver una lata deMilwaukee’sBest Light pegada en sumano. Intentó cerrar el puño yabollarunpocolalata,peronoselapudoarrancar.Lamiróunminutoymoviólacabeza.
—LaBestiaestápegadaamí—observó.Saltódelcocheyavanzó tambaleándosepor laaceradesucasa.Cuando llegóalporche,segiró
sonriendo.Losaludéconlamano.Lacervezamedevolvióelsaludo.
14
Dormíunashorasyluegopasélamañanaleyendoatentamentelasguíasdeviajesquehabíaencontradoeldíaanterior.EsperéalasdoceparallamaraBenyaRadar.LlaméprimeroaBen.
—Buenosdías,suseñoría—ledije.—Oh,Diosmío—dijoBenconuntonoquedestilabalamásabyectamiseria—.Oh,Jesusitodemi
vida,venaconsolaratuhermanoBen.Oh,Señor,cólmamedetugracia.—TengounmontóndenovedadessobreMargo—ledijeentusiasmado—,asíquetienesquevenir.
VoyallamartambiénaRadar.Bennoparecióhabermeoído.—Oye, ¿cómo es posible que cuandomi madre ha entrado en mi habitación esta mañana, a las
nueve,yheestiradolosbrazos,hayamosdescubiertounalatadecervezapegadaenmimano?—Pegasteunmontóndelatasdecervezaparahacerteunaespada,yluegotelapegastealamano.—Oh,sí.Laespadadecerveza.Mesuenadealgo.—Ben,pásateporaquí.—Colega,estoyhechounamierda.—Entoncesmepasaréyoportucasa.¿Aquéhora?—Colega,nopuedesvenir.Tengoquedormirdiezmilhoras.Tengoquebebermediezmillitrosde
aguaytomarmediezmilibuprofenos.Teverémañanaenelinstituto.Respiréhondoeintenténoparecerdefraudado.—CrucéFlorida central en plena noche para llegar sobrio a la fiestamás borracha delmundo y
dejartuculogordoencasa,yes...Habría seguido hablando, pero me di cuenta de que Ben había colgado. Me había colgado.
Gilipollas.A medida que pasaba el tiempo iba cabreándome cada vez más. Una cosa era que Margo le
importaraunamierda,pero laverdaderaqueaBen también lehabía importadounamierdayo.Quizánuestraamistadsiemprehabíasidoporconveniencia,porqueno teníaanadiemejorconquien jugaravideojuegos.Peroapartirdeentoncesyanoteníaqueseramableconmigonipreocuparseporlascosasquemeimportaban,porqueteníaaJaseWorthington.Teníaelrécorddelinstitutodekegstand.Habíaidoal baile con una tía buena. Había aprovechado la primera oportunidad para pasarse al grupo de losimbécilesinsulsos.
Cincominutosdespuésdequemecolgaravolvíallamarloalmóvil.Comonomecontestó,ledejéunmensaje:«¿QuieresserguaycomoChuck,BenelSangriento?¿Esloquesiemprehasquerido?Puesfelicidades.Yalohasconseguido.Ytelomereces,porqueeresunmierda.Nohacefaltaquemellames».
LuegollaméaRadar.—Hola—ledije.—Hola—mecontestó—.Acabodepotarenladucha.¿Puedollamarteluego?—Claro—ledijeintentandonoparecerenfadado.Solo quería que alguienme ayudara a analizar elmundo deMargo. PeroRadar no eraBen.Me
llamóalosdosminutos.—Eratanasquerosoquehepotadomientraslolimpiaba,yluego,mientraslolimpiabaporsegunda
vez,hevueltoapotar.Escomounamáquinaquenopara.Sisigocomiendo,puedopasarmeelrestodelavidapotando.
—¿Puedesvenir?¿Opuedopasarmeyoportucasa?—Sí,claro.¿Quépasa?
—Margoestuvovivaenelcentrocomercialabandonadopor lomenosunanochedespuésdequedesapareciera.
—Voyparaallá.Cuatrominutos.Radarapareciópormiventanaalcabodecuatrominutosexactos.—QuesepasquemehecabreadoconBen—ledijemientrastrepaba.—Estoydemasiadoresacosoparamediarentrevosotros—mecontestócontonocalmado.Setumbó
enlacama,conlosojosmediocerrados,ysefrotóelpelo,casirapado—.Escomosimehubieracaídoencimaunrayo.—Resopló—.Bueno,ponmealdía.
MesentéenlasilladelescritorioylecontéaRadarlodeminocheeneledificioporelquehabíapasadoMargo,intentandonodejarmeningúndetallesignificativo.SabíaqueRadareramejorqueyoconlosrompecabezas,asíqueesperabaqueensamblaralaspiezasdeeste.
Nodijonadahastaquelecomenté:—YentoncesBenmellamóyfuialafiesta.—¿Tieneseselibro,eldelasesquinasdobladas?—mepreguntó.Melevanté,lobusquéconlamanodebajodelacamaylosaqué.Radarlolevantó,entrecerrólos
ojosporeldolordecabezaylohojeó.—Apunta—medijo—:Omaha,Nebraska.SacCity,Iowa.Alexandria,Indiana.Darwin,Minnesota.
Hollywood,California.Alliance,Nebraska.Yaestá.Son los lugaresque aMargo—bueno,o aquienleyeraestelibro—leparecieroninteresantes.—Seincorporó,melevantódelasillaysegiróhaciaelordenador.Radar teníauntalentoincreíbleparaseguirhablandomientras tecleaba—.Hayungrupodemapas que te permite entrar múltiples destinos y te ofrece diversos itinerarios. No creo que Margoconocieraelprograma,peroquieroecharunvistazo.
—¿Cómosabestodaesamierda?—lepregunté.—Uf,recuerdaquemepasolavidaenteraenelOmnictionary.Enlahoradesdequehellegadoa
casaestamañanaymehemetidoenladucha,hereescritodearribaabajolapáginadelospecesabisalesLophiiformes.Tengounproblema.Vale,miraesto.
MeinclinéyvivariasrutastrazadasenunmapadeEstadosUnidos.TodasempezabanenOrlandoyterminabanenHollywood,California.
—¿EstaráenLosÁngeles?—sugirióRadar.—Puedeser—lecontesté—.Peronohaymaneradesabersuruta.—Cierto.YningunaotrapistaapuntaaLosÁngeles.LoqueledijoaJaseapuntaaNuevaYork.El
«irás a ciudades de papel y nunca volverás» parece apuntar a una pseudovisión de esta zona. Elpintaúñas, ¿no apunta también a que quizá sigue por aquí? Creo que ya solo nos falta añadir lalocalizacióndelaboladepalomitasmásgrandedelmundoanuestralistadeposibleslocalizacionesdeMargo.
—ElviajecoincidiríaconunadelascitasdeWhitman:«Elviajequeheemprendidoeseterno».Radarsiguióencorvadodelantedelordenador,yyofuiasentarmeenlacama.—Oye,¿puedesimprimirunmapadeEstadosUnidosparaquemarquelospuntos?—lepregunté.—Puedomarcarlosaquí.—Ya,peromegustaríatenerelmapaalavista.La impresoraarrancóa losdos segundosycolguéelmapadeEstadosUnidosal ladodelde las
pseudovisiones. Clavé una chincheta en cada uno de los seis lugares que Margo (o alguien) habíaseñaladoenellibro.Intentémirarloscomosiformaranunaconstelación,descubrirsiformabanunaformaounaletra,peronovinada.Ladistribucióneratotalmenteazarosa,comosisehubieravendadolosojosyhubieradisparadodardosalmapa.
Suspiré.—¿Sabesloqueestaríabien?—mepreguntóRadar—.Encontraralgunapruebadequerevisósue-
mail o cualquier otra cosa en internet. La busco todos los días. Tengo una alerta por si entra en elOmnictionaryconsunombredeusuario.Yrastreo las IPde losquebuscan laspalabras«ciudadesdepapel».Esincreíblementefrustrante.
—Nosabíaqueestabashaciendotantascosas—ledije.—Sí,bueno,solohagoloquemegustaríaquehicieranconmigo.Séquenoeraamigamía,perose
merecequelaencontremos,¿sabes?—Amenosquenoquiera—ledije.—Sí,supongoqueesposible.Todoesposible.Asentí.—Enfin—siguiódiciendo—,¿podemospasaralosvideojuegos?—Laverdadesquenoestoydehumor.—Pues¿llamamosaBen?—No.Benesungilipollas.Radarmemiródereojo.—Porsupuesto.¿Sabescuálestuproblema,Quentin?Siempreesperasquelagentenoseaquienes.
Quiero decir que yo podría odiarte por llegar siempre tarde, por preocuparte solo de Margo RothSpiegelmanypornopreguntarmenuncacómomevaconminovia...perome importaunamierda, tío,porqueeresasí.MispadrestienenunatoneladadeSantaClausnegros,peroestábien.Ellossonasí.Aveces estoy tan obsesionado con una páginawebque no contesto cuandome llamanmis amigos ominovia,y tambiénestábien.Así soyyo.Meaprecias igualmente.Yyo teaprecioa ti.Eresdivertidoeinteligente,yesverdadqueaparecestarde,peroalfinalsiempreapareces.
—Gracias.—Sí,bueno,enrealidadnoestabaechándotepiropos.Solodigoquetienesquedejardepensarque
Ben debería ser como tú, yBen tiene que dejar de pensar que tú deberías ser como él, y a ver si oscalmáislosdosdeunaputavez.
—Muybien—dijeporfin.YllaméaBen.LanoticiadequeRadarestabaenmicasayqueríajugaravideojuegoshizoquese
recuperaradelaresacamilagrosamente.—Bueno—dijedespuésdecolgar—,¿quétalAngela?Radarserió.—Muybien,tío.Estámuybien.Graciasporpreguntar.—¿Todavíaeresvirgen?—lepregunté.—No quisiera ser indiscreto, pero sí. Uf, y esta mañana hemos tenido nuestra primera bronca.
HemosidoadesayunaraWaffleHouseyhaempezadoadecirquelosSantaClausnegrossonfantásticos,quemis padres songeniales por coleccionarlos, porque es importante no dar por sentadoque toda lagente guay de nuestra cultura, como Dios y Santa Claus, es blanca, y que los Santa Claus negrosfortalecenatodalacomunidadafroamericana.
—Laverdadesquecreoqueestoydeacuerdoconella—ledije.—Sí, bueno, como idea está bien, pero resulta que es una gilipollez. No pretenden expandir el
dogma del Santa Claus negro. Si fuera eso, harían Santa Claus negros. Pero lo que hacen es intentarcomprar todas las reservasmundiales.EnPittsburgh hay un viejo que tiene la segunda colecciónmásgrandedelmundo,ysiempreintentancomprársela.
Benhablódesdelapuerta.Alparecer,llevabaunratoallí.—Radar, que no hayas conseguido zumbarte a esa pava es lamayor tragedia humana de nuestro
tiempo.—¿Quéhay,Ben?—ledije.—Graciasporllevarmeacasaanoche,colega.
15
Aunquesolofaltabaunasemanaparalosexámenesfinales,pasélatardedellunesleyendoel«Cantodemímismo».Quería ir a lasdosúltimaspseudovisiones,peroBennecesitaba sucoche.YanobuscabapistasenelpoematantocomointentabasobretodobuscaralapropiaMargo.Esavezhabíaleídomásomenoslamitaddel«Cantodemímismo»cuandomeencontréconotrapartequemedescubríamímismoleyendoyreleyendo.
«Ahora no haré otra cosa que escuchar», escribeWhitman.Y en las dos páginas siguientes soloescucha:elpitodevapor,elsonidodelavozhumana,elcorodelaópera...Sesientaenlahierbaydejaqueelsonidopenetreensucuerpo.Yesoes loquetambiénintentabayo,supongo:escuchar todoslospequeños sonidos de Margo, porque antes de que alguno de ellos pudiera tener sentido había queescucharlo.Durantemucho tiemponohabía escuchado realmente aMargo—la había visto gritandoyhabíapensadoqueestabariéndose—,yentoncesdescubríaqueeraesoloqueteníaquehacer.Intentar,auncuandonossepararaunaenormedistancia,escucharsuópera.
Yaquenopodía oír aMargo, almenos podía oír lo que ella había oído algunavez, así quemedescarguéelálbumdeversionesdeWoodyGuthrie.Mesentéanteelordenador,conlosojoscerradosyloscodosenlamesa,yescuchéunavozcantandoconuntonomenor.Intentéescuchar,enunacanciónquenohabíaescuchadoantes,lavozquedespuésdedocedíasmecostabarecordar.
Seguíaescuchando,enesemomentootrodesusfavoritos,BobDylan,cuandomimadrellegóacasa.—Papállegarátarde—medijodesdeelotroladodelapuertacerrada—.Estabapensandoenhacer
hamburguesasdepavo.—Suenabien—lecontesté.Volví a cerrar losojosy a escuchar lamúsica.Nome levantéde la sillahastaquemipadreme
llamóparacenar,unálbumymediodespués.Durante la cena mis padres hablaron de la política de Oriente Próximo. Aunque estaban
perfectamentedeacuerdo,sededicabanahablaragritopeladoydecirquefulanoeraunmentiroso,quemenganoeraunmentirosoyunladrón,yquecasitodosellosdebíandimitir.Mecentréenlahamburguesadepavo,queestababuenísima,bañadaenketchupycubiertadecebollafrita.
—Bueno,basta—dijomimadrealrato—.Quentin,¿cómotehaidoeldía?—Muybien—lecontesté—.Preparándomeparalosexámenesfinales,supongo.—Nomepuedocreerqueseatuúltimasemanadeclases—dijomipadre—.Parecequefueayer...—Sí—dijomimadre.En mi cabeza una voz dijo: ATENCIÓN NOSTALGIA ALERTA ATENCIÓN ATENCIÓN
ATENCIÓN.Mispadressonbuenagente,perocontendenciaaataquesdeingentesentimentalismo.—Estamosmuyorgullososdeti—dijomimadre—,pero,Dios,teecharemosdemenoselpróximo
otoño.—Sí,bueno,nohabléisantesdetiempo.Todavíapuedosuspenderliteratura.Mimadreserióyluegodijo:—Ah,adivinaaquiénviayerenlaAsociacióndeJóvenesCristianos.ABettyParson.Medijoque
ChuckiráalaUniversidaddeGeorgiaenotoño.Mealegréporél.Siemprehaluchadomucho.—Esungilipollas—dije.—Bueno—dijomipadre—,eraunmatón.Ysuconductaeradeplorable.Típicodemispadres.Paraellosnadieerasencillamenteungilipollas.Alagentesiemprelepasaba
algo que iba más allá de ser un capullo: tenían trastornos de socialización, o trastorno límite depersonalidad,oloquesea.
Mimadrecogióelhilo.—PeroChucktienedificultadesdeaprendizaje.Tienetodotipodeproblemas...comocualquiera.Sé
queparatiesimposibleverasíatuscompañeros,perocuandotehacesmayor,empiezasaverlos(alosmaloschicos,alosbuenosyatodos)comopersonas.Sonsolopersonasquemerecencariño.Diferentesniveles de enfermedad, diferentes niveles de neurosis y diferentes niveles de autorrealización. Pero,mira,siempremehacaídobienBettyysiemprehetenidoesperanzasconChuck.Asíqueestábienquevayaalauniversidad,¿nocrees,Quentin?
—Sinceramente,mamá,nomeimportalomásmínimo.Peropenséquesitodoelmundosomospersonas,¿porquémispadresodiabantantoalospolíticos
deIsraelydePalestina?Nohablabandeelloscomosifueranpersonas.Mipadreterminódemasticaralgo,dejóeltenedorenlamesaymemiró.—Cuantomástiempollevoenmitrabajo—medijo—,máscuentamedoydequelossereshumanos
carecemosdebuenosespejos.Esmuydifícilparacualquieramostrarnoscómosenosve,yparanosotrosmostraracualquieracómonossentimos.
—Muybonito—dijomimadre.Megustabaquesegustaranentresí—.Pero,enelfondo,¿noesesotambiénloquehacetandifícilqueentendamosquelosdemássonsereshumanosexactamenteigualquenosotros?Losidealizamoscomodiosesolosdescartamoscomoanimales.
—Cierto.Laconcienciatambiéncierraventanas.Creoquenuncalohabíapensadoenestesentido.Meapoyéenelrespaldodelasillayescuché.Escuchabacosassobremimadre,sobreventanasy
sobre espejos. Chuck Parson era una persona. Como yo. Margo Roth Spiegelman también era unapersona.Nuncahabíapensadoenellaasí,laverdad.Entodasmiselucubracionespreviashabíaunfallo.Siempre—nosolodesdequesehabíamarchado,sinodesdehacíadiezaños—lahabíaimaginadosinescucharla,sinsaberquesuventanaestabatancerradacomolamía.Yporesonomelaimaginabacomounapersonaquepudieratenermiedo,quepudierasentirseaisladaenunasalallenadegente,quepudieraavergonzarsede sucoleccióndediscosporqueerademasiadopersonalparacompartirla.Alguienquequizáleíalibrosdeviajesparaescaparporqueteníaquevivirenunaciudaddelaqueescapatantagente.Alguienque—comonadiepensabaqueeraunapersona—noteníaanadieconquienhablar.
YderepenteentendícómosesentíaMargoRothSpiegelmancuandonoestabasiendoMargoRothSpiegelman:vacía.Sesentíarodeadaporunmuroinfranqueable.Penséenelladurmiendoenlamoquetaconsoloaqueltrocitodentadodecieloporencimadesucabeza.QuizásesentíacómodaallíporquelaMargopersonavivíasiempreasí,enunahabitaciónabandonada,conlasventanastapadas,enlaquesoloentrabaluzporlosagujerosdeltecho.Sí.Elerrorfundamentalquesiemprehabíacometido—yque,paraser justos,ellasiempremeinducíaacometer—eraelsiguiente:Margonoeraunmilagro.Noeraunaaventura.Noeraalgoperfectoyprecioso.Eraunachica.
16
El reloj era siempre implacable,pero sentirqueestabacercadedesatar losnudoshizoqueelmartespareciera haberse detenido. Habíamos decidido ir al centro comercial abandonado justo después declase,asíquelaesperasemehizoinsoportable.Cuandoeltimbresonóporfin,despuésdelaclasedeliteratura, corrí escaleras abajo, y estaba casi en la puerta cuandome di cuenta de que no podíamosmarcharnos hasta que Ben y Radar hubieran salido del ensayo.Me senté a esperarlos y saqué demimochilaunaracióndepizzaenvueltaenservilletasdepapelquemehabíasobradodelacomida.TodavíanomehabíacomidounacuartapartecuandoLaceyPembertonsesentóamilado.Leofrecíuntrozo,peromedijoqueno.
HablamosdeMargo,claro.Elproblemaquecompartíamos.—Lo que tengo que descubrir es el sitio —le dije limpiándome el aceite de la pizza en los
pantalones—.Peroni siquierasésivoyporbuencaminocon laspseudovisiones.Avecespiensoquevamostotalmentedesencaminados.
—Sí,nosé.Sinceramente,dejandodeladotodolodemás,megustadescubrircosasdeella.Quierodecir, cosasqueno sabía.No teníani ideadequiénera en realidad.Laverdadesque siemprehabíapensadoenellacomounaamigaguapaylocaquehacetodotipodelocurasbonitas.
—Cierto,peronoseponíaahaceresascosasporlasbuenas—ledije—.Quierodecirquetodassusaventurasteníancierta...Nosé.
—Elegancia—añadióLacey—.Eslaúnicapersonajoventotalmenteelegantequeconozco.—Sí.—Poresomecuestaimaginarlaenunasalaasquerosa,oscurayllenadepolvo.—Sí—ledije—.Yconratas.Laceyacercólasrodillasalpechoyadoptólaposiciónfetal.—Quéasco.TampocoesoespropiodeMargo.No sé cómo Lacey se adjudicó el asiento del copiloto, aunque era la más bajita de todos. Ben
conducía. Suspiré ruidosamente cuando Radar, que estaba sentado a mi lado, sacó su ordenador debolsilloyempezóatrabajarenelOmnictionary.
—EstoyborrandolasgamberradasdelapáginadeChuckNorris—medijo—.Porejemplo,aunqueestoy de acuerdo en que es especialista en patadas circulares, no creo que sea correcto decir: «LaslágrimasdeChuckNorriscuranelcáncer,perodesgraciadamentenuncahallorado».Pero,bueno,borrarlasgamberradassolomeexigeuncuatroporcientodelcerebro.
EntendíqueRadarintentabahacermereír,peroyosoloqueríahablardeunacosa.—Noestoyconvencidodequeestéenunapseudovisión.Quizánisiquierasereferíaaesoconlode
«ciudadesdepapel»,¿sabes?Tenemosmuchaspistasdesitios,peronadaconcreto.Radarlevantólamiradaunsegundoyvolvióabajarlahacialapantalla.—Personalmente,creoqueestá lejos,haciendounaridículagirapor lugares turísticosycreyendo
equivocadamentequehasabidodejarsuficientespistasparaencontrarla.AsíquecreoqueahoramismoestáenOmaha,Nebraska,viendolaboladesellosmásgrandedelmundo,oenMinnesota,echandounvistazoalaboladecuerdamásgrandedelmundo.
—Entonces¿creesqueMargoestáhaciendounagiraturísticaporelpaísenbuscadelasbolasmásgrandesdelmundo?—preguntóBenmirandoporelretrovisor.
Radarasintió.—Bueno—siguió diciendoBen—, alguien tendría que decirle que volviera a casa, porque aquí
mismo, en Orlando, Florida, puede encontrar las bolas más grandes del mundo. Están en una vitrina
especialconocidacomo«miescroto».Radarserió.—Lodigoenserio—siguiódiciendoBen—.Tengolasbolastangrandesque,cuandopidespatatas
fritasenelMcDonald’s,puedeselegirentrecuatrotamaños:pequeño,mediano,grandeymisbolas.Laceylelanzóunamiradayledijo:—Comentariofueradelugar.—Perdón—murmuróBen—.CreoqueMargoestáenOrlando.Observandocómolabuscamos.Y
observandoquesuspadresnolabuscan.—YosigoapostandoporNuevaYork—dijoLacey.—Todoesposible—repuse.UnaMargoparacadaunodenosotros...ycadaunaeramásunespejoqueunaventana.Elcentrocomercialparecíaigualqueunpardedíasantes.Benaparcóylosllevéhastaeldespacho
porlapuertaqueseabríaempujando.—Noencendáistodavíalaslinternas—lesdijecuandoyaestábamostodosdentro—.Esperadaque
losojosseacostumbrenalaoscuridad.—Sentíunasuñasrecorriéndomeelbrazo—.Tranquila,Lace.—Glups—dijoLacey—.Meheequivocadodebrazo.EntendíquebuscabaeldeBen.Poco a poco la sala empezó a dibujarse en gris borroso. Veía las mesas alineadas, todavía
esperandoalosempleados.Encendílalinterna,ylosdemásencendierontambiénlassuyas.BenyLaceysedirigieronjuntoshaciaelAgujerodeTrolparainspeccionarlasdemássalas.RadarvinoconmigoalamesadeMargo.Searrodillóparaobservardecercaelcalendariocongeladoenelmesdejunio.
Estabainclinándomeasuladocuandooípasosrápidosacercándoseanosotros.—Gente—murmuróBenagachándosedetrásdelamesadeMargoytirandodeLacey.—¿Qué?¿Dónde?—¡Enlaotrasala!—dijo—.Llevanmáscaras.Parecenpolis.Vámonos.RadarenfocósulinternahaciaelAgujerodeTrol,peroBenlabajódeunmanotazo.—¡Tenemosquesalirdeaquí!Lacey me miraba con los ojos como platos, seguramente un poco cabreada, porque le había
prometidoquenocorreríapeligro,ynoparecíacierto.—Vale—susurré—.Vale,todoelmundofuera,porlapuerta.Tranquilosperodeprisa.Acababadedarunpasocuandooíunvozarróngritando:¿QUIÉNANDAAHÍ?Mierda.—Ejem—dije—,solohemosvenidoaecharunvistazo.Menuda gilipollez estrafalaria. Una luz blanca procedente del Agujero de Trol me cegó. Podría
habersidoDiosenpersona.—¿Cuálessonvuestrasintenciones?Lavozimitabaligeramenteelacentobritánico.ObservéaBen,queseacercóamí.Mesentímejoracompañado.—Estamos investigando una desaparición—dijo Ben muy seguro de sí mismo—. No íbamos a
rompernada.Laluzseapartóyparpadeéhastaquevitresfiguras,lastresconvaqueros,camisetayunamáscara
condosfiltrosredondos.Unadeellassesubiólamáscaraalafrenteynosmiró.Reconocílaperillaylabocagrande.
—¿Gus?—dijoLaceylevantándose.EraelvigilantedelSunTrust.—LaceyPemberton.PorDios,¿quéestáishaciendoaquí?Ysinmáscaras...Aquíhaytoneladasde
asbesto.
—¿Quéhacestúaquí?—Explorando—contestó.Bensesintiólobastantesegurocomoparaacercarsealosotrosdoschicosytenderleslamano.Se
presentaroncomoAsyelCarpintero.Meatreveríaasuponerqueeranseudónimos.Cogimossillasdeoficinaconruedasynossentamosformandomásomenosuncírculo.—¿Fuisteisvosotroslosquerompisteiseltablón?—preguntóGus.—Bueno,fuiyo—leexplicóBen.—Locerramosconcintaporquenoqueríamosquenadiemásentrara.Sidesdelacarreteraseveque
sepuedeentrar,vendríaunmontóndegentequenotieneniputaideadeexplorar.Vagabundos,adictosalcrackytodoeso.
Diunpasohaciaellos.—Entoncesvosotros...bueno...¿sabíaisqueMargoestuvoaquí?—pregunté.AntesdequeGuscontestara,Ashablósinquitarse lamáscara.Suvozera ligeramentemodulada,
peroresultabafácilentenderlo.—Tío,Margosepasabalavidaaquí.Nosotrossolovenimosunpardevecesalaño.Hayasbestoy,
enfin,tampocoesnadadelotromundo.Peroseguramentelahemosvisto,nosé,másdelamitaddelasvecesquehemosvenidoenlosdosúltimosaños.Estababuena,¿eh?
—¿Estaba?—preguntóLaceyconénfasis.—Sehaescapado,¿no?—¿Quésabéisdeltema?—lespreguntóLacey.—Nada,porfavor.HaceunpardesemanasviaMargoconél—dijoGusseñalándome—.Yluego
me dijeron que se había escapado. Unos días después se me ocurrió que podría estar aquí, así quevinimos.
—Nuncaheentendidoporquélegustabatantoestelugar.Apenashaynada—dijoelCarpintero—.Exploraraquínotienegracia.
—¿Quéesesode«explorar»?—preguntóLaceyaGus.—Exploración urbana. Entramos en edificios abandonados, los exploramos y hacemos fotos. Ni
cogemosnidejamosnada.Somossimplesobservadores.—Esunhobby—dijoAs—.GussolíadejarqueMargoseapuntaraaexplorarconnosotroscuando
todavíaíbamosalinstituto.—Teníamuybuenojo,aunquesoloteníatreceaños—dijoGus—.Encontrabalamaneradeentrar
encualquiersitio.Enaquellaépocalohacíamosdevezencuando,peroahorasalimosunastresvecesporsemana.Haysitiosportodaspartes.EnClearwaterhayunpsiquiátricoabandonado.Esincreíble.Sepuedeverdóndeatabanaloslocosparadarleselectrochoques.Ycercadeaquí,haciaeloeste,hayunaantiguacárcel.PeroMargonoestabarealmentemetidaeneltema.Legustabaentrar,peroluegoqueríaquedarse.
—Sí,joder,eraunfastidio—añadióAs.—Nisiquierahacía fotos—dijoelCarpintero—.Nibuscabacosasporahí.Soloqueríaentrary
sentarse.¿Osacordáisde la libretanegra?Sesentabaenunrincónyescribía,comosiestuvieraensucasahaciendodeberesoalgoasí.
—Sinceramente,nuncaentendiódequéibaeltema—dijoGus—.Laaventura.Enrealidad,parecíabastantedeprimida.
Quería dejar que siguieran hablando, porque pensaba que todo lo que dijeran me ayudaría aimaginaraMargo,peroderepenteLaceyselevantóypegóunapatadaasusilla.
—¿Ynunca seosocurriópreguntarleporqué estabadeprimida? ¿Oporqué sepasaba el día enestostuguriosdemierda?¿Nuncatelohasplanteado?
Estabadelantedeél,gritándoledesdearriba,asíqueGusselevantótambién.Eracasiunpalmomás
altoqueella.—PorDios,quealguientranquiliceunpocoaestazorra—dijoelCarpintero.—¿Quéhasdicho?—gritóBen.Yantesdequemedieracuentadeloqueestabapasando,BenpegóunempujónalCarpintero,que
resbalóaparatosamentede lasillay fueapararal suelo.Bensesentóahorcajadasencimadel tipoyempezóapegarle,adarlefuertesbofetadasypuñetazosenlamáscara.
—¡NOESUNAZORRA!¡ESOLOSERÁSTÚ!MelevantéyagarréaBenporunbrazomientrasRadarlosujetabaporelotro.—¡Estoymuycabreado!—gritómientras loapartábamos—. ¡Estabadivirtiéndomepegandoaese
tipo!¡Quierovolverapegarle!—Ben—ledije,intentandoparecertranquilo,coneltonoquesueleemplearmimadre—,Ben,ya
está.Yalohasdejadoclaro.GusyAslevantaronalCarpintero.—Joder,nosvamosdeaquí,¿vale?Todovuestro.Ascogiósuequipofotográficoylostressalieroncorriendoporlapuertatrasera.Laceyempezóa
explicarmedequéloconocía.—Élestabaenelúltimocursocuandonosotros...Peroleindiquéconlamanoquelodejaracorrer.Noimportaba.Radar sabía lo que importaba. Volvió inmediatamente al calendario y acercó los ojos a dos
centímetrosdelpapel.—Creo que no escribieron nada en la página demayo—dijo—.El papel esmuy fino y no veo
marcas.Peronopuedoasegurarlo.SepusoabuscarmáspistasyvilaslinternasdeLaceyydeBenmetiéndoseporunAgujerodeTrol,
peroyomequedéeneldespachoimaginándomeaMargo.Penséenellayendoaedificiosabandonadosconaquellostipos,cuatroañosmayoresqueella.AquellaeralaMargoalaquehabíavisto.Perolaquese quedaba en los edificios no era laMargo que siempre había imaginado.Mientras todos los demássalenaexplorar,ahacerfotosyasaltarporlasparedes,Margosesientaenelsueloaescribir.
—¡Q!¡Tenemosalgo!—gritóBendesdelapuerta.Mesequéelsudordelacaraconlasdosmangasymeagarréalamesaparalevantarme.Crucéla
sala,gateéporelAgujerodeTrolymedirigíhacialastreslinternasquerecorríanlaparedporencimadelamoquetaenrollada.
—Mira—dijoBentrazandouncuadradoenlaparedconelfoco—.¿Teacuerdasdelosagujeritosquenoscomentaste?
—Sí.—Deben de haber sido cosas clavadas aquí —dijo Ben—. Por el espacio que hay entre los
agujeros,creemosquepostalesofotosquequizásellevóalmarcharse.—Sí,puedeser—lecontesté—.OjaláencontráramoslalibretadelaquehahabladoGus.—Sí.Cuandolohadicho,herecordadoesalibreta—dijoLacey.Elfocodemilinternaleiluminaba
sololaspiernas—.Siemprellevabaunaencima.Nuncalaviescribiendo,perosupusequeeraunaagendaoalgoasí.Vaya,nuncalepreguntéporesalibreta.MehecabreadoconGus,quenisiquieraeraamigosuyo,pero¿algunavezlepreguntéalgoyo?
—Detodasformas,notehabríacontestado—ledije.NoerahonestofingirqueMargonohabíaparticipadoensupropiaconfusión.Seguimos dando vueltas por allí durante una hora, y justo cuando estaba convencido de que
habíamoshechoelviajeenbalde,milinternapasóporlosfolletosqueestabancolocadosenformadecasa la primera vez que entramos. Uno de los folletos era de Grovepoint Acres. Esparcí los demásconteniendolarespiración.Corríabuscarmimochila,queestabaalladodelapuerta,volvícorriendo
conunboliyunalibreta,yanotélosnombresdetodaslasurbanizacionesqueaparecíanenlosfolletos.Reconocíunadeinmediato:CollierFarms,unadelasdosurbanizacionesdemilistaalasquetodavíanohabía ido.Terminédecopiar losnombresyvolvíameter la libretaen lamochila.Llamadmeegoísta,perosilaencontraba,preferíahacerloyosolo.
17
Encuantomimadrellegóacasaelviernes,ledijequeibaaunconciertoconRadar,cogíelcocheymedirigí a las afueras del condado de Seminole para ver Collier Farms. Resultó que todas las demásurbanizaciones que aparecían en los folletos existían, la mayoría de ellas al norte de la ciudad. Lashabíanterminadohacíatiempo.
SoloreconocíeldesvíohaciaCollierFarmsporquemehabíaconvertidoenunexpertoencaminossin asfaltar difíciles de ver. PeroCollier Farms era diferente de las demás pseudovisiones que habíavisitado.Estabaextremadamentedescuidada,comosillevaracincuentaañosabandonada.Nosupesieramásantiguaquelasotrasosilatierrabajaypantanosahabíahechoquetodocrecieramásdeprisa,peroencuantomemetíporeldesvíomeresultó imposibleseguiravanzando,porque todoelcaminoestabacubiertodegruesosarbustos.
Salídelcocheyseguíapie.Lamalezamearañabalaspantorrillasyacadapasoquedabasemehundíanlaszapatillasenelfango.Nopudeevitaresperarquehubieramontadounatiendadecampañaenalgúntrozodelterrenoaunosmetrosporencimadelrestoparaqueelaguadelalluvianosequedaseestancada. Caminaba despacio porque había más cosas que ver que en cualquiera de las demáspseudovisiones, más lugares en los que esconderse, y porque sabía que aquel complejo estabadirectamenterelacionadoconelcentrocomercialabandonado.Elsueloestabatanllenodemalezaquetenía que avanzar muy despacio por cada nuevo escenario y comprobar todos los sitios lo bastantegrandesparaquecupieraunapersona.Alfinaldelacallevientreelbarrounacajadecartulinaazulyblanca,yporunmomentomepareciólamismacajadebarritasdecerealesquehabíaencontradoenelcentrocomercial.Perono.Era la cajadestrozadadeunpackdedocecervezas.Volví conesfuerzoalcocheymedirigíaunlugarllamadoLoganPines,másalnorte.
Tardéunahoraenllegar.HabíadejadoatráselBosqueNacionaldeOcala,yacasifueradeláreametropolitanadeOrlando,cuandomellamóBen.
—¿Quépasa?—¿Hasidoaesasciudadesdepapel?—mepreguntó.—Sí,yacasihellegadoalaúltima.Todavíanoheencontradonada.—Oye,colega,lospadresdeRadarhantenidoquemarcharsedelaciudadatodaprisa.—¿Pasaalgo?—lepregunté.SabíaquelosabuelosdeRadareranmuymayoresyvivíanenunaresidenciadeancianosdeMiami.—Sí, escúchame: ¿recuerdas al tipodePittsburghque tenía la segunda colecciónmásgrandedel
mundodeSantaClausnegros?—Sí,¿y?—Acabadepalmar.—Estásdebroma.—Colega,yonohagobromas sobre el fallecimientode coleccionistasdeSantaClausnegros.Al
tipo lehadadounderramecerebral,y losviejosdeRadarestánvolandoaPennsylvaniapara intentarcomprartodasucolección.Asíquevamosainvitaralapeña.
—¿Quiénes?—Tú,Radaryyo.Somoslosanfitriones.—Nosé—ledije.NosquedamosunmomentoensilencioyluegoBenmellamóporminombrecompleto.—Quentin—medijo—,séquequieresencontrarla.Séqueeslomásimportanteparati.Perfecto.
Peronosgraduamoslasemanaqueviene.Noestoypidiéndotequedejesdebuscarla.Estoypidiéndote
quevengas auna fiesta con tusdosmejores amigos, a losque conocesdesdehacemediavida.Estoypidiéndotequepases doso tres horas bebiendo cócteles devino comounanenaza, y otras doso treshoras vomitando dichos cócteles por la nariz. Y luego puedes seguir paseándote por urbanizacionesabandonadas.
Memolestaba que Ben solo quisiera hablar deMargo cuando se trataba de una aventura que leatraía, que pensara que me equivocaba centrándome más en ella que en mis amigos, porque ella noestaba,peroellossí.PeroBeneraBen,comohabíadichoRadar.Y,detodasformas,noteníanadamásquebuscardespuésdeLoganPines.
—IréaestaúltimayluegomepasaréporcasadeRadar.HabíadepositadograndesesperanzasenLoganPinesporqueeralaúltimapseudovisióndeFlorida
central,oalmenoslaúltimadelaqueyoteníanoticias.Peronoviningunatiendadecampañamientrasrecorría con la linterna en la mano su única calle sin salida. Ningún indicio de hoguera. Ningúnenvoltoriodecomida.Nirastrodegente.NirastrodeMargo.Alfinaldelcaminoencontréunagujerodehormigónhundidoenlatierra,peronohabíanconstruidonadaencima.Erasoloelagujero,comolabocaabiertadeunmuerto,rodeadodeunamarañadezarzasymalezadecasiunmetrodealtura.NoentendíaporquéMargohabríaqueridoquevieraestossitios.Ysihabíaidoalaspseudovisionesparanovolver,conocíaunlugarqueyonohabíadescubiertoenmisinvestigaciones.
TardéunahoraymediaenvolveraJeffersonPark.Aparquéelcocheencasa,mepuseunpoloymisúnicos vaqueros decentes, recorrí JeffersonWayhasta JeffersonCourt y luegogiré a la derecha hastaJeffersonRoad.EnJeffersonPlace,lacalledeRadar,habíayavarioscochesaparcadosaamboslados.Soloeranlasnuevemenoscuarto.
AbrílapuertaymeencontréconRadar,quellevabaenlasmanosunmontóndeSantaClausnegrosdeyeso.
—Tengoqueguardarlosmásbonitos—medijo—,noseaquealgunoserompa.—¿Necesitasayuda?—lepregunté.Radarmeseñalóconlacabezaelcomedor.Enlasmesasaambosladosdelsofáhabíatresjuegos
demuñecas rusas con forma de SantaClaus negros.Mientrasmetía unos dentro de los otros no pudeevitar observarque en realidad eranmuybonitos.Estabanpintados amanocon todo lujodedetalles.AunquenoselodijeaRadar,porquetemíaquememataraagolpesconlalámparadelSantaClausnegrodelcomedor.
Llevélasmuñecasrusasalahabitacióndeinvitados,dondeRadarestabaguardandoSantaClausenuntocadorconmuchocuidado.
—¿Sabes?Cuandolosvestodosjuntos,tepreguntascómoimaginamosnuestrosmitos.Radarmiróaltecho.—Sí,medescubroamímismopreguntándomecómoimaginomismitostodaslasmañanas,cuando
estoycomiéndomemiscerealesconunaputacucharadeSantaClausnegro.Sentí una mano frotándome el hombro. Era Ben, que movía los pies a toda velocidad, como si
estuvierameándose.—Noshemosbesado.Bueno,mehabesadoella.Haceunosdiezminutos.Enlacamadelospadres
deRadar.—¡Quéasco!—exclamóRadar—.Noosenrolléisenlacamademispadres.—Uau,pensabaqueyahabíassuperadoesafase—ledijeaBen—.¿Noerastanchulito?—Cállate,colega.Estoyacojonado—mecontestómirándomeconlosojoscasibizcos—.Nocreo
queseamuybueno.—¿Enqué?—Besando.Ybueno,ellahabesadomuchomásqueyoenlosúltimosaños.Noquieromorreartan
malquemedeje.Túgustasalaschicas—medijo,loquesoloeracierto,yconsuerte,siseentendíapor
«chicas»laschicasdelabanda—.Colega,estoypidiéndoteconsejo.Estuve tentado de preguntarle por los interminables rollos que nos pegaba sobre las diversas
manerasdeexcitarcuerposdiversos,peromelimitéadecirle:—Hasta donde yo sé, hay dos normas básicas: 1)Nomuerdas nada sin permiso, y 2) La lengua
humanaescomoelwasabi.Esmuypotenteydebeutilizarseconmoderación.Derepentelebrillaronlosojosdepánico.Hiceunamuecaydije:—Estádetrásdemí,¿verdad?—«La lengua humana es como el wasabi»—repitió Lacey con una voz profunda y ridícula que
esperéquenoseparecieraalamía.Megiré—.LaverdadesquecreoquelalenguadeBenescomoelprotectorsolar.Esbuenoparalasaludydebesaplicarlogenerosamente.
—Estoyapuntodepotar—dijoRadar.—Lacey,acabasdequitarmelasganasdeseguirhablando—añadí.—Ojalápudieradejardeimaginármelo—contestóRadar.—Lameraideaestanofensivaqueestáprohibidodecir«lalenguadeBenStarling»enlatele—
dijeyo.—ElcastigoporviolarestanormasondiezañosdecárcelounchupeteodeBenStarling—añadió
Radar.—Todoelmundo...—dije.—Prefiere...—dijoRadarsonriendo.—Lacárcel—dijimoslosdosalavez.YentoncesLaceybesóaBendelantedenosotros.—Dios mío—exclamó Radar pasándose las manos por delante de la cara—, Dios mío, me he
quedadociego.Mehequedadociego.—Basta,porfavor—supliquéyo—.EstáismolestandoalosSantaClausnegros.Lafiestaacabóconlasveintepersonasmetidasenlasaladeestardelasegundaplantadelacasade
Radar.Me apoyé en una pared, con la cabeza a escasos centímetros de unSantaClaus negro pintadosobre terciopelo.Lagente sehabía amontonadoenunodeesos sofáspormódulos.Al ladode la telehabíaunfrigoríficoconcervezas,peronadiebebía.Secontabanhistoriasentresí.Habíaoídolamayoríadeellas—historiasde labanda,deBenStarling,de losprimerosbesos—,peroLaceyno,yde todasformasseguíansiendodivertidas.MequedébastantealmargenhastaqueBendijo:
—Q,¿cómovamosagraduarnos?—Sinropadebajodelatoga—lecontestésonriendo.—¡Sí!Bendiountragoasurefresco.—Yonisiquieramellevaréropaparanorajarme—dijoRadar.—¡Yotampoco!Q,juraquenotellevarásropa.Sonreí.—Juradoqueda—ledije.—¡Meapunto!—exclamónuestroamigoFrank.Yentoncesloschicosempezaronasumarsealaidea.Poralgunarazón,laschicasseresistían.—Tunegativahacequemecuestioneelsentidodenuestroamor—dijoRadaraAngela.—Noloentiendes—comentóLacey—.Noesquenosdémiedo.Essoloqueyahemoselegidoel
vestido.—Exacto—dijoAngelaseñalandoaLacey.—Másosvalequenohagaviento—añadióAngela.—Esperoquesíhagaviento—dijoBen—.Alasbolasmásgrandesdelmundo lessientabienel
airefresco.
Lacey,avergonzada,sellevóunamanoalacara.—Eresunnoviodesafiante—comentó—.Gratificante,perodesafiante.Nosreímos.Era lo que más me gustaba de mis amigos, que nos bastaba con sentarnos a contar historias.
Historias ventana e historias espejo.Yo solo escuchaba. Las historias que tenía enmente no eran tandivertidas.
Nopodíaevitarpensarqueelinstitutoytodolodemásseacababa.Megustabaestaralgoapartadodelossofás,observándolos.Nomeimportabaquefueraunpocotriste.Melimitabaaescuchardejandoquetodalaalegríaytodalatristezadeaquelfinalgiraranamialrededor,cadaunaintensificandolaotra.Casi todo el tiempo parecía que fuera a explotarme el pecho, pero no era exactamente una sensacióndesagradable.
Memarchéjustoantesdelasdoce.Algunosibanaquedarsehastamástarde,peroyoteníaqueestarencasaaesahora,yademásnomeapetecíaquedarme.Mimadreestabamediodormidaenelsofá,peroseespabilónadamásverme.
—¿Telohaspasadobien?—Sí—lecontesté—.Hasidounafiestamuytranquila.—Comotú—medijosonriendo.Aquelataquesentimentalmeparecióuntantohilarante,peronodijenada.Selevantó,tiródemíy
mediounbesoenlamejilla.—Megustamuchosertumadre—medijo.—Gracias—lecontesté.MemetíenlacamaconellibrodeWhitmanypasélaspáginashastalapartequemehabíagustado,
dondesededicaaescucharóperayalagente.Despuésdeescucharlotodo,escribe:«Iracundasyamargasolasmecortan,casimeahogo».Pensé
que era perfecto. Escuchas a las personas para poder imaginarlas, oyes todas las cosas terribles ymaravillosasquelaspersonassehacenasímismasyalosdemás,peroalfinalescucharteahogatodavíamásquelagentealaqueintentasescuchar.
Recorrerpseudovisionese intentarescucharaMargonoresquebraja tantoelcasodeMargoRothSpiegelmancomomeresquebrajaamí.Unaspáginasdespués—escuchandoyahogándose—,Whitmanempiezaaescribirsobrelosviajesquepuedehacerconlaimaginación,yenumeratodosloslugaresalosquepuedeirtumbadoenlahierba.«Laspalmasdemismanosabarcancontinentes»,escribe.
Pienso en mapas, en cómo de niño observaba de vez en cuando un atlas, y el mero hecho deobservarlo era como estar en otro sitio. Eso era lo que tenía que hacer. Tenía que oír e imaginarmicaminoensumapa.
Pero ¿no lo había intentado? Levanté la mirada hacia los mapas que estaban por encima delordenador.Habíaintentadotrazarsusposiblesviajes,peroMargorepresentabademasiadascosas,comolahierba.Parecíaimposibleubicarlaenlosmapas.Erademasiadopequeñayelespacioqueabarcabanlosmapas,demasiadogrande.Eranmásqueunapérdidadetiempo.Eranlarepresentaciónfísicadelaineficaciadetodoaquello,miabsolutaincapacidaddedesarrollarpalmasqueabarcarancontinentes,detenerunacabezaqueimaginaracorrectamente.
Melevanté,medirigía losmapasytirédeellos.Laschinchetassedesprendieronconelpapelycayeronalsuelo.Arruguélosmapasyloslancéalapapelera.Devueltaalacamapiséunachincheta,comounidiota,yaunqueestabaenfadado,agotadoymehabíaquedadosinpseudovisionesysinideas,tuveque recoger todas las chinchetas esparcidaspor lamoquetaparanopisarlasdespués.Loquemepedíaelcuerpoerapegarleunpuñetazoalapared,perotuvequerecogerlasputaschinchetas.Cuandohube acabado, volví a meterme en la cama y le pegué un puñetazo a la almohada con los dientesapretados.
IntentéseguirleyendoellibrodeWhitman,peroentrelalecturayelnodejardepensarenMargo,mesentílobastanteahogadoporesanoche,asíquealfinaldejéellibro.Nimemolestéenlevantarmeaapagarlaluz.Mequedémirandolapared,parpadeandocadavezmás.Ycadavezqueabríalosojosveíaeltrozodeparedenelquehabíanestadolosmapas,loscuatroagujerosformandounrectángulo,ylosagujerosdentrodelrectángulo,repartidosalazar.Habíavistoantesundibujosimilar.Enlasalavacía,porencimadelamoqueta.
Unmapa.Conpuntosmarcados.
18
El sábado, la luzmedespertópocoantesde las sietede lamañana.Por increíblequeparezca,Radarestabaconectadoenelordenador.
QTHERESURRECTION:Pensabaqueestaríasdurmiendo.OMNICTIONARIAN96: No, tío. Estoy despierto desde las seis, ampliando el artículo de un
cantantepopmalayo.PeroAngelasigueenlacama.QTHERESURRECTION:Ooh,¿sehaquedadoentucasa?OMNICTIONARIAN96:Sí,peromipurezasigueintacta.Aunquelanochedelagraduación...Puede
ser.QTHERESURRECTION:Oye, ayer semeocurrió una cosa.Los agujeros de la pared del centro
comercial...¿Noseránagujerosdechinchetaclavadasenunmapa?OMNICTIONARIAN96:Comounaruta.QTHERESURRECTION:Exacto.OMNICTIONARIAN96:¿Quieresquevayamos?AunquetengoqueesperaraqueAngelaselevante.QTHERESURRECTION:Muybien.Mellamóalasdiez.PaséarecogerloencocheyluegofuimosacasadeBen,porquesupusimosque
la únicamanera de despertarlo era con un ataque por sorpresa. Pero aunque cantamos «YouAreMySunshine»delantedesuventana,soloconseguimosquelaabrieraynospegaralabronca.
—Nopiensohacernadahastalasdoce—dijocontonoautoritario.AsíquefuimosRadaryyosolos.MehablóunratodeAngela,mecontóquelegustabamuchoyque
erararoenamorarseunosmesesantesdequecadaunofueraaunauniversidaddiferente,peromecostabaprestarleatención.Queríaaquelmapa.Queríaverloslugaresquehabíamarcado.Queríavolveraclavarlaschinchetasenlapared.
Entramoseneldespacho,corrimosalabiblioteca,nosparamosunmomentoarevisarlosagujerosdelaparedyentramosenlatiendadesouvenirs.Eledificioyanomeasustabalomásmínimo.Encuantohubimos recorrido todas las salasy confirmadoqueestábamos solos,me sentí tan segurocomoenmicasa.Debajodeunavitrinaencontrélacajademapasyfolletosenlaquehabíarebuscadolanochedelbaile.Lalevantéylaapoyéenlaesquinadeunavitrinaconelcristalroto.Radarbuscabacualquiercosaquetuvieraunmapa,yyoladesplegabayrevisabasiteníaagujeros.
Estábamos llegando al fondo de la caja cuandoRadar sacó un folleto en blanco y negro tituladoCINCOMILCIUDADESESTADOUNIDENSES.Elcopyrighterade1972,delaempresaEsso.Mientrasdesplegabaelmapaconcuidadoeintentabaalisarlospliegues,viunagujeroenlaesquina.
—Eseste—dijealzandolavoz.Juntoalagujerohabíauntrozoroto,comosihubieranarrancadoelmapadelapared.Eraunmapa
amarillento y quebradizo de Estados Unidos, del tamaño de los que hay en las clases, marcado conposiblesdestinos.PorlasarrugasdelmapaentendíqueMargonohabíapretendidoquefueraunapista.Erademasiadoexactayseguraconsuspistascomoparaenturbiarlasaguas.Encualquiercaso,habíamosencontrado algo que no había previsto, y al ver lo que no había previsto, volví a pensar que habíaprevistomuchascosas.Ypenséquequizáera loquehabíahechoenaquellaoscuray silenciosa sala.Viajartumbada,comoWhitman,mientrassepreparabaparaloquerealmenteibaahacer.
VolvíaldespachoyencontréunpuñadodechinchetasenunamesacontiguaaladeMargo.LuegoRadaryyollevamosconcuidadoelmapadesplegadoalahabitacióndeMargo.LosujetécontralaparedmientrasRadarintentabameterlaschinchetasporlosagujeros,perotresdelascuatroesquinassehabíanroto,ytambiéntresdelascincolocalizaciones,seguramentealretirarelmapadelapared.
—Másarribayalaizquierda—medijoRadar—.No,baja.Sí.Notemuevas.Clavamosporfinelmapayempezamosacuadrarlosagujerosdelmapaconlosdelapared.Nonos
costó demasiado ensamblar los cinco puntos. Pero, como algunos agujeros estaban rasgados, eraimposibledeterminarlalocalizaciónEXACTA.Ylalocalizaciónexactaeraimportanteenunmapaenelqueaparecíanlosnombresdecincomilpoblaciones.Laletraeratanpequeñaquetuvequesubirmealamoquetayacercarlosojosaunoscentímetrosdelmapaparaintentardescubrircadapoblación.Empecéadecirnombres,yRadarsacósuordenadordebolsilloylosbuscóenelOmnictionary.
Había dos agujeros sin rasgaduras.Uno parecía serLosÁngeles, aunque en el sur deCaliforniahabía tantas ciudades juntasque losnombres se solapaban.Elotro agujero intacto estaba enChicago.HabíaunorasgadoenNuevaYork,que,ajuzgarporsuposiciónenlapared,correspondíaaunodeloscincodistritosdelaciudad.
—Encajaconloquesabemos.—Sí—ledije—.Pero,joder,¿enquépartedeNuevaYork?Esaeslacuestión.—Nosdejamosalgo—repuso—.Algunapista.¿Dóndeestánlosotrospuntos?—Hayotro en el estadodeNuevaYork,peronoestá cercade la ciudad.Bueno,mira, todas las
ciudadessondiminutas.PodríaserPoughkeepsie,WoodstockoelparquedeCatskill.—Woodstock—dijoRadar—.Sería interesante.Margono esmuyhippy, pero lleva ese rollode
espíritulibre.—Nosé—lecontesté—.ElúltimoestáenlaciudaddeWashingtonoquizáenAnnapolisolabahía
deChesapeake.Enrealidadpuedeestarenunmontóndesitios.—Ayudaríaunpocoquesolohubieraunpuntoenelmapa—dijoRadarcontonosombrío.—Peroseguramentevadeunsitioaotro—ledije.Emprendiendosuviajeeterno.Mesentéun ratoen lamoquetamientrasRadarme leía informaciónsobreNuevaYork, sobre las
montañasdeCatskill,sobrelacapitaldelpaísysobreelconciertode1969enWoodstock.Nadaparecíaservir.Mesentícomosihubiéramostiradodelhiloynohubiéramosencontradonada.
Aquellatarde,despuésdehaberdejadoaRadarensucasa,mesentéaleerel«Cantodemímismo»y a estudiar sin demasiado entusiasmo para los exámenes finales. El lunes tenía cálculo y latín,probablemente lasdos asignaturasmásduras, así quenopodíapermitirmepasarlasdel todopor alto.Estudiécasi todoelsábadopor lanocheyeldomingo,perojustodespuésdecenarsemeocurrióunaidea.DejéunmomentodeladolastraduccionesdeOvidioyencendíelordenador.ViaLaceyconectada.AcababadeenterarmedesunickporBen,perosupuseque laconocía losuficienteparaescribirleunmensaje.
QTHERESURRECTION:Hola,soyQ.HABITODEPENITENCIA:¡Hola!QTHERESURRECTION: ¿Has pensado alguna vez cuánto tiempo tuvo que dedicar Margo a
planearlotodo?HABITODEPENITENCIA: Sí, ¿te refieres a dejar letras en el plato de sopa antes de ir a
Mississippiyorientartehaciaelcentrocomercial?QTHERESURRECTION:Sí,nosoncosasqueseteocurrenendiezminutos.HABITODEPENITENCIA:Quizálalibreta...QTHERESURRECTION:Exacto.HABITODEPENITENCIA: Sí. Lo he pensado hoy porque he recordado que una vez, estando de
compras,sededicóaacercarlalibretaalosbolsosquelegustabanparaasegurarsedequecabía.QTHERESURRECTION:Ojalátuvieraesalibreta.HABITODEPENITENCIA:Seguramentelalleveencima.QTHERESURRECTION:Sí.¿Noestabaensutaquilla?
HABITODEPENITENCIA:No,sololibrosdetextoperfectamenteapilados,comosiempre.Seguíestudiandoenmimesayesperéaqueseconectaraalguienmás.AlratoentróBen,yloinvité
aunasaladechatconmigoyconLacey.Hablaronellosdoscasitodoeltiempo—yoseguíatraduciendo—,hastaqueseconectóRadaryloinvitéalasala.Entoncesdejéelestudioporaquellanoche.
OMNICTIONARIAN96:AlguiendeNuevaYorkhabuscadohoyaMargoRothSpiegelmanenelOmnictionary.
FUEUNAINFECCIONRENAL:¿Sabesexactamentededónde?OMNICTIONARIAN96:Desgraciadamente,no.HABITODEPENITENCIA:Todavíahaycartelesenvariastiendasdediscos.Seguramentehasido
alguienquequeríasaberquiénera.OMNICTIONARIAN96:Ah,claro.Lohabíaolvidado.Mierda.QTHERESURRECTION:Eh,entroysalgoporqueestoyconlapáginaquememostróRadarpara
trazarrutasentreloslugaresquemarcóconunachincheta.FUEUNAINFECCIONRENAL:Link?QTHERESURRECTION:thelongwayround.comOMNICTIONARIAN96:Tengounanueva teoría.Vaaapareceren lagraduación,sentadaentreel
público.FUEUNAINFECCIONRENAL: Yo tengo una vieja teoría: está en algún lugar de Orlando,
manipulándonosyasegurándosedequeeselcentrodenuestrouniverso.HABITODEPENITENCIA:¡Ben!FUEUNAINFECCIONRENAL:Losiento,perotengotodalarazón.Siguieronasí,charlandodesusMargos,mientrasyointentabatrazarsuruta.Sinopretendíaqueel
mapafueraunapista—ylosagujerosdesgarradosparecíanindicarquenolopretendía—,suponíaqueteníamostodaslaspistasquehabíaprevistoymuchomás.Sinduda,teníaloquenecesitaba.Peroseguíasintiéndomemuylejosdeella.
19
El lunes por lamañana, tras tres largas horas a solas con ochocientas palabras deOvidio, crucé lospasillos con la sensación de que iba a salírseme el cerebro por las orejas. Perome había ido bien.Tuvimoshoraymediaparacomeryparadespejarnosantesdelsegundoturnodeexámenes.Radarestabaesperándomeenmitaquilla.
—Acabodecatearespañol—medijo.—Seguroquetehaidobien.RadarteníaunabuenabecaparaDartmouth.Eramuyinteligente.—Tío,nolosé.Casimeduermoeneloral.Peroesquemehepasadolamitaddelanochedespierto
haciendounprograma.Esincreíble.Tecleasunacategoría(puedesertantounazonageográficacomounaespecie animal)y luegopuedes leer enuna solapágina lasprimeras líneasdeunos cien artículosdelOmnictionary que tratan sobre ese tema. Pongamos que estás buscando una especie de conejo enconcreto,peronoteacuerdasdelnombre.Puedesleerlaintroduccióndelasveintiunaespeciesdeconejoenlamismapáginaentresminutos.
—¿Hashechoeseprogramalanocheantesdelosexámenesfinales?—lepregunté.—Sí,yalosé,¿vale?Bueno,telomandaréporcorreo.Esunafrikada.EntoncesaparecióBen.—Q,tejuroporDiosqueLaceyyyoestuvimosenelchathastalasdosdelamañanaliadosconla
páginaquenospasaste.YahoraquehemostrazadotodaslasrutasqueMargopodríahaberhechoentreOrlandoyesoscincopuntos,medoycuentadequeheestadoequivocadoentodomomento.NoestáenOrlando.Radartienerazón.Volveráparalagraduación.
—¿Porqué?—Estáperfectamente cronometrado. Ir encochedesdeOrlandoaNuevaYork, a lasmontañasde
Chicago,aLosÁngelesyvolveraOrlandosonexactamenteveintitrésdías.Además,esunabromadeanormal,peroescosadeMargo.Hacesque todoelmundopienseque tehasquitadodeenmedio.Terodeasdeunhalodemisterioparaquetodosteprestenatención.Yjustocuandoempiezaaesfumarseelinterés,aparecesenlagraduación.
—No—ledije—.Imposible.YaconocíamejoraMargo.Síquecreíaquelegustaballamarlaatención,peroMargonosetomaba
lavidaarisa.Nosehabíaquitadodeenmedioparaengañarnos.—Telodigo,colega.Búscalaenlagraduación.Allíestará.Neguéconlacabeza.Comotodoelmundoteníalamismahoraparacomer,lacafeteríaestabahasta
los topes, así que ejercimos nuestro derecho como alumnos de último curso y fuimos en coche alWendy’s.Intentécentrarmeenelexamendecálculo,peroempecéasentirquelahistoriateníamáshilos.SiBenteníarazónenlodelosveintitrésdíasdeviaje,eldatoerasindudainteresante.Quizáeraloquehabíaplanificadoensulibretanegra,unlargoysolitarioviajeporcarretera.Noloexplicabatodo,peroencajaba con el talante planificador deMargo.Y tampocome acercaba a ella.Bastante difícil era yalocalizarunpuntoenuntrozodemapaarrugadoparaqueencimaelpuntosemoviera.
Después de un largo día de exámenes finales, volver al cómodo hermetismo del «Canto de mímismo» era casi un alivio. Había llegado a una parte rara del poema. Después de haber estadoescuchandoyoyendoalagente,yviajandoconella,Whitmandejadeescucharydeviajaryempiezaaconvertirseenotraspersonas.Comosihabitaraenellas.Cuentalahistoriadeuncapitándebarcoquesalvó a todo el mundomenos a sí mismo. El poeta dice que puede contar esa historia porque se haconvertidoenelcapitán.Yescribe:«Yosoyelhombre,yopadecí,yoestabaallí».Unosversosdespués
queda todavíamás claro queWhitman ya no necesita escuchar para convertirse en otra persona: «Nopreguntoalheridocómosesiente,soyelherido».
Dejéellibroymetumbédelado,mirandoporlaventanaquesiemprehabíaestadoentrenosotros.No basta con verla o escucharla. Para encontrar aMargo Roth Spiegelman tienes que convertirte enMargoRothSpiegelman.
Yhabíahechomuchasdelascosasquequizáellahabíahecho.Habíaconseguidouniralaparejamásinverosímildelbaile.Habíaacalladoalosperrosdelaguerradecastas.Habíaconseguidosentirmecómodoen lacasaencantaday llenade ratasen laqueMargo lohabíaplanificado todo.Habíavisto.Habíaescuchado.Perotodavíanopodíaconvertirmeenlapersonaherida.
Aldíasiguientehicecomopudelosexámenesdefísicaypolítica,yelmartesmequedéhastalasdosde lamadrugada terminandoel trabajode findecursode literaturasobreMobyDick.Decidí queAhaberaunhéroe.Noteníaespecialesmotivosparatomaresadecisión—sobretodoteniendoencuentaquenohabíaleídoellibro—,perolodecidíyactuéenconsecuencia.
Lareducidasemanadeexámenes implicabaqueelmiércolesfueranuestroúltimodíadeclase.Ydurantetodoeldíameresultódifícilnopasearporahípensandoentodoloquehacíaporúltimavez.Laúltimavezque formabauncorro junto a lapuertade la salade ensayo, a la sombradel roblequehaprotegidoageneracionesdefrikisdelabanda.LaúltimavezquecomíapizzaenlacafeteríaconBen.Laúltimavezquemesentabaeneseinstitutoaescribiruntrabajoconunamanometidaenunlibroazul.Laúltimavezquemirabaelreloj.LaúltimavezqueveíaaChuckParsonmerodeandoporlospasillosconuna sonrisa medio desdeñosa. Joder. Empezaba a sentir nostalgia de Chuck Parson. Debía de estarenfermo.
AlgoasídebiódesentirtambiénMargo.Mientrashacíasusplanes,sindudasabíaquesemarcharía,y seguramente ni siquiera ella pudo ser del todo inmune a aquel sentimiento. Había pasado buenosmomentosenaquelinstituto.Yelúltimodíaesmuydifícilrecordarlosmalos,porqueencualquiercasohabíahechosuvidaallí,comoyo.Laciudaderapapel,perolosrecuerdosno.Todoloquehabíahechoallí, todoel amor, lapena, la compasión, laviolenciay el rencor seguíanmanandodesdemi interior.Aquellasparedesdehormigónencaladas.Misparedesblancas.LasparedesblancasdeMargo.Durantemuchotiempohabíamosestadocautivosentreellas,atrapadosensuestómago,comoJonah.
AlolargodeldíamedescubrípensandoquequizáaquelsentimientoeralarazónporlaqueMargolo había planificado todo de forma tan compleja y precisa.Aunque quierasmarcharte, esmuy difícil.Necesitópreparación,yquizásentarseenaquelcentrocomercialaescribirsusplaneseraunalabortantointelectualcomoemocional,sumaneradeimaginarseasímismaensudestino.
BenyRadarteníanunensayomaratonianoconlabandaparaasegurarsedequetocarían«Pompaycircunstancia» en la graduación. Lacey se ofreció a llevarme a casa, pero decidí vaciar mi taquilla,porque laverdaderaquenomeapetecíavolveral institutoy tenerque sentirdenuevomispulmonesahogándoseenaquellaobstinadanostalgia.
Mitaquillaeraunauténticoagujerodemierda,mitadcubodelabasuraymitadalmacéndelibros.RecordéquecuandoLaceyabriólataquilladeMargo,loslibrosestabanperfectamenteapilados,comosituvieralaintencióndeiraclasealdíasiguiente.Coloquéunapapeleraenelbancoyabrímitaquilla.Loprimeroquehice fuedespegaruna fotodeRadar,Benyyosonriendodeorejaaoreja.Lametíenmimochilayempecéelasquerosoprocesoderevolverentrelaporqueríaacumuladadurantetodounaño—chicles envueltos en trozos de papel de libreta, bolis sin tinta, servilletas grasientas— y tirarla a lapapelera.Mientras lo hacía, pensaba: «Nunca volveré a hacer esto, nunca volveré a estar aquí, estataquillanovolveráasermía,Radaryyonovolveremosaescribirnosnotasenlaclasedecálculo,nuncavolveré a ver aMargo en el pasillo».Era la primeravez enmividaque tantas cosas novolverían asuceder.
Yalfinalfuedemasiado.Nopudequitarmedeencimaaquelsentimientoysemehizoinsoportable.
Extendílosbrazos,losmetíhastaelfondodelataquillayloempujétodo—fotos,notasylibros—alapapelera.Dejélataquillaabiertaymemarché.Alpasarporlasaladeensayo,oíalotroladodelaparedel sonidoamortiguadode«Pompaycircunstancia».Seguíandando.Fuerahacíacalor,aunqueno tantocomo de costumbre. Era soportable. «En casi todo el camino hasta casa hay aceras», pensé. Y seguíandando.
Yporparalizantesytristesquefuerantodosaquellos«nuncamás»,meparecióperfectomarcharmeasíporúltimavez.Unamarchapura.Laformamásdepuradaposibledeliberación.Todoloimportante,menos una fotomalísima, estaba en la basura, perome sentía genial. Empecé a correr, porque queríaponertodavíamásdistanciaentreelinstitutoyyo.
Marcharseesmuyduro...hastaquetemarchas.Entonceseslomássencillodelmundo.Mientrascorría,sentíqueporprimeravezmeconvertíaenMargo.Losabía:«NoestáenOrlando.
NoestáenFlorida».Marcharseesfantásticoencuantotehasmarchado.Sihubieraidoencoche,noapie,seguramentetambiénhabríaseguidoadelante.Margosehabíamarchadoynoibaavolverniparalagraduaciónniparaningunaotracosa.Estabaseguro.
Memarcho,ymarcharmees tanestimulantequeséquenopuedovolveratrás. ¿Yentonces?¿Mededicoamarcharmedesitiosunayotravez?¿Emprendounviajeeterno?
BenyRadarpasaronpormiladoamediokilómetrodeJeffersonPark.BenpegóunfrenazojustodelantedeLakemont,peseaquelacarreteraestaballenadecoches.Corríalcocheysubí.QueríanjugaralResurrectionenmicasa,perotuvequedecirlesqueno,porqueestabamáscercadeMargoquenunca.
20
El miércoles por la noche y el jueves entero intenté emplear todo lo que ya sabía de Margo paradescubriralgúnsentidoenlaspistasdelasquedisponía,algunarelaciónentreelmapayloslibrosdeviajes, oquizá algúnvínculo entreWhitmany elmapaquemepermitiera entender sudiariodeviaje.Pero cada vezme dabamás la impresión de que quizá estaba demasiado fascinada por el placer demarcharsecomoparairdejandoelcaminoseñaladoconmigasdepan.Ysieseeraelcaso,elmapaquenohabíapretendidoqueviéramospodríasernuestramejorbazaparaencontrarla.Pero lasmarcasdelmapanoeranlobastanteconcretas.InclusoelparquedeCatskill,quemeinteresabaporqueeraelúnicopunto que no estaba en una gran ciudad, ni siquiera cerca, era demasiado grande y tenía demasiadoshabitantescomoparaencontraraunapersona.El«Cantodemímismo»mencionabalugaresdelaciudaddeNuevaYork, pero había demasiadas localizaciones como para rastrearlas todas. ¿Cómo ubicar unpuntoenunmapacuandoparecequeelpuntosemuevedeunaciudadaotra?
Elviernesporlamañanaestabayalevantado,hojeandoguíasdeviajes,cuandomispadresentraronenmihabitación.Comoraravezentrabanlosdosjuntos,mediounvuelcoelestómago—quizáteníanmalasnoticiasdeMargo—,perodeprontorecordéqueeraeldíademigraduación.
—¿Estáslisto?—Sí.Bueno,noestanimportante,peroserádivertido.—Solotegradúasunavez—medijomimadre.—Sí—lecontesté.Sesentaronenlacama.Observéquesemirabanysonreían.—¿Quépasa?—lespregunté.—Bueno,queremosdarteturegalodegraduación—dijomimadre—.Estamosmuyorgullososdeti,
Quentin.Ereselmayorlogrodenuestravida,hoyesungrandíaparatiyestamos...Eresunchicogenial.Sonreíybajélamirada.Entoncesmipadresacóunregalomuypequeñoenvueltoenpapelazul.—No—dijequitándoselodelasmanos.—Venga,ábrelo.—Nopuedeser—dijemirandoelpaquetito.Eradeltamañodeunallave.Pesabacomounallave.Alagitarlacaja,sonócomounallave.—Ábreloya,cariño—meinstómimadre.Arranquéelpapel.¡UNALLAVE!Laobservédecerca.¡LallavedeunFord!Ningunodenuestros
cocheseraunFord.—¿Mehabéiscompradouncoche?—Exacto—mecontestómipadre—.Noesnuevo,perotienesolodosañosytreintamilkilómetros.Saltédelacamaylosabracéalosdos.—¿Esmío?—¡Sí!—casigritómimadre.¡Yateníacoche!¡Coche!¡Mío!Soltéamispadres,grité«graciasgraciasgraciasgraciasgraciasgracias»corriendoporelcomedor
yabrílapuertadelacallevestidosoloconunacamisetaviejaycalzoncillos.Aparcadoenelcaminodeentrada,conunenormelazoazul,habíaunmonovolumenFord.
Me habían regalado unmonovolumen. Podrían haber elegido cualquier coche, pero eligieron unmonovolumen. Un monovolumen. Oh, Dios de la Justicia Vehicular, ¿por qué te burlas de mí?¡Monovolumen,eresmicruz!¡Tú,marcadeCaín!¡Tú,miserablebestiadetechoaltoypocoscaballos!
Pusebuenacaracuandomegiré.
—¡Graciasgraciasgracias!—lesdije,aunqueseguroquenoparecíatanefusivoahoraqueestabafingiendo.
—Bueno,sabíamosqueteencantabaelmío—medijomimadre.Estaban los dos radiantes, sin duda convencidos de queme habían regalado el vehículo demis
sueños.—Esfantásticoparaquevayasporahícontusamigos—añadiómipadre.Ypensarqueeranespecialistasenanalizaryentenderlapsicologíahumana...—Oye—dijomipadre—,deberíamosirpensandoensalirsiqueremospillarbuenosasientos.Nomehabíaduchado,nivestido,ninada.Bueno,paraserexacto,tampocoteníaquevestirme,pero
enfin.—Notengoqueestarallíhastalasdoceymedia—lesdije—.Tengoquearreglarme.Mipadrefruncióelentrecejo.—Bueno,laverdadesquequierosentarmeenunabuenafilaparapoderhacerfo...—PuedocogerMICOCHE—lointerrumpí—.PuedoirSOLOenMICOCHE.Sonreídeorejaaoreja.—¡Yalosé!—mecontestómimadreentusiasmada.Yquécojones,alfinyalcabouncocheesuncoche.Seguroqueconducirmimonovolumenestaba
unpeldañoporencimadeconducirelmonovolumendeotrapersona.VolvíalordenadoreinforméaRadaryaLacey(Bennoestabaconectado)delodelcoche.OMNICTIONARIAN96:Esunanoticiaestupenda,deverdad.¿Puedopasarportucasaadejaruna
neveraenelmaletero?Tengoquellevaramispadresalagraduaciónynoquieroquelavean.QTHERESURRECTION:Claro,estáabierto.¿Paraquéeslanevera?OMNICTIONARIAN96:Bueno,comonadiebebióenmifiesta,quedaron212cervezas,asíquelas
llevaremosacasadeLaceyparasufiestadeestanoche.QTHERESURRECTION:¿212cervezas?OMNICTIONARIAN96:Esunaneveragrande.EntoncesBenentróenelchatGRITANDOqueyasehabíaduchado,queestabadesnudoyquesolo
lefaltabaponerselatogayelbirrete.Hablamostodosunbuenratosobrenuestragraduacióndesnudos.Cuandoya todossehabíandesconectadoparaprepararse,memetíen laducha, levanté lacabezaparaqueelaguamecayeradirectamenteenlacaraymientraselaguameaporreabaempecéapensar.¿NuevaYorkoCalifornia?¿ChicagooWashington?Tambiénpodríair,pensé.Teníacoche,comoella.Podríairalos cinco puntos del mapa y, aunque no la encontrara, sería más divertido que pasarme otro veranoabrasador enOrlando. Pero no.Era como colarte en el SeaWorld.Exige un plan impecable, luego lollevasacabobrillantemente,yluego...nada.LuegoeselSeaWorld,soloquemásoscuro.Margomedijoqueelplacernoeshaceralgo.Elplaceresplanificarlo.
Yenesopensabadebajodel chorrode laducha: enelplan.Está sentadaenel centrocomercialabandonadoconsu libreta,haciendoplanes.Quizáestáplanificandounviajeporcarreterayutilizaelmapaparaverlasrutas.LeeaWhitmanyseñala«Elviajequeheemprendidoeseterno»,porqueesloquelegustaimaginarse,eltipodecosasquelegustaplanificar.
Pero ¿es el tipo de cosas que realmente le gusta hacer?No.PorqueMargo conoce el secreto demarcharse, el secreto que yo acabo de aprender: marcharse te hace sentirte bien y es auténtico solocuandodejasatrásalgoimportante,algoqueteimportaba.Arrancarlavidadesdelaraíz.Peronopuedeshacerlomientrastuvidanohayaechadoraíces.
Poresocuandosemarchó,semarchóparasiempre.Peronopodíacreermequehubieraemprendidounviajeeterno.Estabasegurodequehabía idoaalgúnsitio,aunsitioenelquepudieraquedarseeltiempo suficiente para que le importara, el tiempo suficiente para que la siguiente marcha la hicierasentirsetanbiencomolaanterior.«Hayunrincónenelmundo,enalgúnlugarlejano,enelquenadiesabe
loquesignifica“MargoRothSpiegelman”.YMargoestásentadaallí,escribiendoensulibretanegra.»Elaguaempezóaenfriarse.Nisiquierahabíatocadolapastilladejabón,perosalí,meenrolléuna
toallaenlacinturaymesentéfrentealordenador.AbríelcorreodeRadarconelprogramadelOmnictionaryymelodescargué.Laverdadesqueera
genial.PrimeroentréelcódigopostaldelcentrodeChicago,cliqué«localización»ypedíunradiodetreintakilómetros.Mesalieroncienrespuestas,desdeNavyPieraDeerfield.Enlapantallaaparecíalaprimera líneadecadaentrada,asíque las leíenunoscincominutos.Novinadadestacable.Luego lointenté con el código postal del parque de Catskill, en Nueva York. Esa vez hubomenos resultados,ochentaydos,organizadosporlafechaenlaquesehabíacreadolapáginaenelOmnictionary.Empecéaleer.
Woodstock,NuevaYork, es una ciudad del condado deUlster,NuevaYork,muy conocida por elconciertode1969quellevósunombre(véaseConciertodeWoodstock),uneventodetresdíasenelqueactuaronartistas como JimiHendrixy Janis Joplin, aunqueen realidadel concierto se celebró enunapoblacióncercana.
El LagoKatrine es un pequeño lago del condado deUlster, NuevaYork, al que suele ir HenryDavidThoreau.
ElparquedeCatskillabarcacasi tresmilkilómetroscuadradosde lasmontañasdeCatskillyespropiedadconjuntadelEstadoydelgobiernolocal,conun5porcientodeparticipacióndelaciudaddeNuevaYork,querecibebuenapartedesuaguadelosembalsessituadosparcialmentedentrodelparque.
Roscoe,NuevaYork,esunaaldeadelestadodeNuevaYorkque,segúnuncensoreciente,cuentacon261familias.
Agloe,NuevaYork,esunpuebloficticiocreadoporlaempresaEssoaprincipiosdeladécadade1930yque incluyóen losmapas turísticoscomo trampaparacontrolar losderechosdeautor.Aestospueblosficticiostambiénselesllamaciudadesdepapel.
Pinchéenellinkymellevóalartículocompleto,queseguíadiciendo:Agloe,situadoenelcrucededoscarreterassinasfaltaralnortedeRoscoe,NuevaYork,fuecreado
por los cartógrafos Otto G. Lindberg y Ernest Alpers, que se inventaron el nombre de la poblaciónformando un anagrama con sus iniciales.Desde hace siglos se introducen trampas en losmapas paracontrolarlosderechosdeautor.Loscartógrafoscreanlugares,callesymunicipiosficticiosyloscolocanen un lugar poco visible de sumapa. Si la entrada ficticia aparece en elmapa de otro cartógrafo, esevidentequeesemapahasidoplagiado.Aestastrampastambiénselasdenominatrampasclave,callesde papel y ciudades de papel (véase también entradas ficiticias). Aunque muy pocas empresascartográficas admiten su existencia, las trampas siguen siendo un rasgo frecuente incluso en mapascontemporáneos.
En ladécadade1940,Agloe,NuevaYork,empezóaaparecerenmapasdeotrasempresas.Essosospechó que habían infringido las leyes de derechos de autor y se dispuso a demandarlas, pero enrealidadunhabitantedesconocidohabíaconstruidoelSupermercadoAgloeenelcrucequeaparecíaenelmapadelaEsso.
Elsupermercado,quesigueenpie(faltacita),eselúnicoedificiodeAgloe,quesigueapareciendoenmuchosmapasycuyapoblaciónsueleconsignarsecomocero.
Todas las entradas del Omnictionary contienen subpáginas en las que pueden verse todas lasediciones que se han hecho en la página y cualquier comentario al respecto de los miembros delOmnictionary. La página de Agloe no había sido editada por nadie en casi un año, pero había uncomentariorecientedeunusuarioanónimo:
paralainformacióndequienEditeesto:laPoblacióndeagloeSerádeUnapersonahastael29demayoalasDocedelmediodía.
Reconocí las mayúsculas de inmediato. «Las reglas de las mayúsculas son muy injustas con las
palabras que están enmedio.» Sentí un nudo en la garganta, perome obligué a tranquilizarme.Habíadejadoelcomentariohacíaquincedías.Sehabíaquedadoallí todoese tiempo,esperándome.Miréelrelojdelordenador.Nomequedabanniveinticuatrohoras.
Porprimeravezensemanasnotuvelamenordudadequeestabaviva.Estabaviva.Yestaríavivaalmenosundíamás.Mehabía centrado tanto tiempo en localizarla, sobre todopara evitar preguntarmeobsesivamente si estabaviva, quenomehabía dado cuenta de lo aterrorizadoquehabía estadohastaentonces,pero,oh,Diosmío.Estabaviva.
Melevantédeunsalto,dejéquelatoallasecayerayllaméaRadar.Apoyéelteléfonoenunhombroylosujetéconlabarbillamientrasmeponíaunoscalzoncillosyunospantalonescortos.
—¡Séloquesignificaciudadesdepapel!¿Llevasencimaelordenadorportátil?—Sí.Tío,deberíasestaryaaquí.Estamosapuntodeformarlafila.OíaBengritándole:—¡Dilequemáslevalequeestédesnudo!—Radar—ledijeintentandoexpresarqueeraimportante—.BuscalapáginadeAgloe,NuevaYork.
¿Latienes?—Sí,estoyleyendo.Espera.Uau.Uau.¿PodríaserelCatskillsseñaladoenelmapa?—Sí,creoquesí.Estámuycerca.Vealapáginadecomentarios.—...—¿Radar?—Joder.—¡Losé,losé!—grité.No oí su respuesta porque estaba poniéndome la camiseta, pero cuando el teléfono volvió ami
oreja,looíhablandoconBen.Colgué.BusquéenlaredrutasencochedesdeOrlandohastaAgloe,peroelprogramademapasnuncahabía
oídohablardeAgloe,demodoquelocambiéporRoscoe.Elordenadordecíaque,aunamediadecienkilómetros por hora, el viaje duraría diecinueve horas y cuatrominutos. Eran las dos y cuarto. Teníaveintiunahorasycuarentaycincominutosparallegar.Imprimílaruta,cogílasllavesdelcocheycerrélapuertadelacalle.
—Estáadiecinuevehorasycuatrominutosdedistancia—dijeporelmóvil.HabíallamadoalmóvildeRadar,perohabíacontestadoBen.—¿Yquévasahacer?—mepreguntó—.¿Vasacogerunavión?—No, no tengo bastante dinero, y además está a unas ocho horas deNuevaYork, así que iré en
coche.DerepenteRadarrecuperóelteléfono.—¿Cuántoduraelviaje?—Diecinuevehorasycuatrominutos.—¿Dedóndeeseldato?—GoogleMaps.—Mierda—dijoRadar—.Ningunodeesosprogramasdemapascalculaeltráfico.Ahoratellamo.
Ycorre.¡Tenemosqueponernosenlafilaahoramismo!—Novoyair.Nopuedoarriesgarmeaperdertiempo—ledije.Peroestabahablandoalaire.Radarmellamóunminutodespués.—A unamedia de cien kilómetros por hora, sin pararte y teniendo en cuenta el promedio de la
densidadde tráfico, tardarásveintitréshorasynueveminutos.Esosuponeque llegaríasdespuésde launa,asíquevasatenerqueganartiempocuandopuedas.
—¿Qué?Peroel...—Noesporcriticar,peroquizáenestetemaconcretolapersonaconimpuntualidadcrónicadebería
escuchar a la persona que siempre es puntual. Pero tienes que venir almenos un segundo, porque tuspadressevanaponerhistéricossitellamanynoapareces,y,además,noesquesealomásimportante,pero...todanuestracervezaestáentucoche.
—Estáclaroquenotengotiempo—lecontesté.Benseacercóalteléfono.—Noseasgilipollas.Seráncincominutos.—Vale,deacuerdo.Giréaladerechaenrojoypiséelacelerador—micocheeramejorqueeldemimadre,perono
muchomás—haciaelinstituto.Lleguéalaparcamientodelgimnasioentresminutos.Noaparqué.Paréelcoche en mitad del aparcamiento y salté. Mientras corría hacia el gimnasio vi a tres tipos con togacorriendohaciamí.LatogadeRadarvolabahacialoslados,asíquevisuslargaspiernasoscuras,yasuladoestabaBen,quellevabalaszapatillasdedeportesincalcetines.Laceyibadetrásdeellos.
—Cogedlacerveza—lesdijesindejardecorrer—.Tengoquehablarconmispadres.Lasfamiliasdelosgraduadosestabanrepartidasporlasgradas.Recorríelcampodebaloncestoun
pardeveceshastadivisaramispadres,másomenosenelcentro.Estabanhaciéndomegestosconlasmanos.Comosubílospeldañosdedosendos,estabacasisinalientocuandomearrodilléasulado.
—Bueno —les dije—, no voy a [respiración] quedarme porque [respiración] creo que heencontrado a Margo y [respiración] tengo que marcharme ahora mismo, llevo el móvil encima[respiración],porfavor,noosenfadéisconmigoymuchasgraciasdenuevoporelcoche.
—¿Qué? —dijo mi madre pasándome el brazo por la cintura—. Quentin, ¿qué estás diciendo?Cálmate.
—MevoyaAgloe,NuevaYork,y tengoque irmeahoramismo—lecontesté—.Nadamás.Vale,tengoqueirme.Nopuedoperdermástiempo.Llevoelmóvil.Vale.Osquiero.
Mesujetósinexcesivafuerza,peromeliberédesumano.Antesdequehubieranpodidodecirnada,bajélaescaleraycorríhaciaelcoche.Estabadentro,habíaarrancadoyempezabaamovermecuandoviaBensentadoenelasientodelcopiloto.
—¡Cogelascervezasysaldelcoche!—legrité.—Vamoscontigo—mecontestó—.Tequedaríasdormidosicondujerastantashoras.MegiréyviaLaceyyaRadarconelmóvilpegadoalaoreja.—Tengoquedecírseloamispadres—meexplicóLaceytapandoelteléfono—.Vamos,Q.Vamos
vamosvamosvamosvamosvamos.
TERCERAPARTE
Elrecipiente
HORAUNO
Senecesitaunratoparaquecadaunoexpliqueasuspadresque1)ningunovamosairalagraduación,que2)nosvamosencocheaNuevaYork,a3)unaciudadque técnicamentepuedeexistiropuedenoexistir,conlaesperanzade4)localizaralapersonaquehacolgadouncomentarioenelOmnictionary,que,porloqueIndicaelusoAleatoriodelasmayúsculas,es5)MargoRothSpiegelman.
Radareselúltimoencolgarelteléfono,ycuandoporfinlohace,dice:—Megustaríacomunicarosalgo:mispadresestánmuyenfadadosporquenoestéenlagraduación.
Mi novia también estámuy enfadada, porque habíamos organizado algomuy especial dentro de ochohoras.Noquieroentrarendetalles,peromásvalequeelviajeseadivertido.
—Tuhabilidadparanoperderlavirginidadesunainspiraciónparatodosnosotros—lediceBen,queestásentadoamilado.
MiroaRadarporelespejoretrovisor.—¡UNVIAJEENCOCHE,YUJU!—ledigo.Asupesar,seledibujaunasonrisaenlacara.Elplacerdemarcharse.EstamosenlaI-4,yeltráficoesfluido,loqueensímismorozalomilagroso.Vamosporelcarrilde
laizquierdaadiezkilómetrosporhoraporencimadellímitedevelocidad,queesdenoventa,porqueunavezmedijeronquesolotepillansitepasasmásdequincekilómetros.
Notardamosenrepartirlospapeles.Lacey, en la parte de atrás del todo, se ocupa del abastecimiento. Enumera en voz alta las
provisionesdequedisponemosparaelviaje:lamitaddeunSnickersqueBenestabacomiéndosecuandohe llamado para contarles lo deMargo; las doscientas doce cervezas del maletero; las rutas que heimprimidoylossiguientesartículosdesubolso:ochochiclesdementa,unlápiz,pañuelosdepapel,trestampones, unas gafas de sol, una barra de protector labial, las llaves de su casa, un carnet de laAsociacióndeJóvenesCristianos,uncarnetde labiblioteca,varios tíquetsdecompra, treintaycincodólaresyunatarjetadelasgasolinerasBP.
—¡Qué emocionante! —dice Lacey desde la parte trasera del monovolumen—. ¡Somos comopionerossinprovisiones!Aunqueojalátuviéramosmásdinero.
—AlmenostenemoslatarjetaBP—ledigo—.Podemoscomprargasolinaycomida.Miropor el retrovisor y veo aRadar, con su togadegraduación,mirando en el bolsodeLacey.
Comolatogatieneelcuellobastantebajo,leveovariospelillosrizadosdelpecho.—¿Nollevarásalgúncalzoncilloaquídentro?—lepregunta.—Enserio,mejorhacemosunaparadaenunatiendaderopa—añadeBen.Radarsacasuordenadordebolsilloyempiezaconsulabor:documentaciónycálculos.Estásentado
solodetrásdemí,conlasrutasyelmanualdelmonovolumenextendidosasulado.Estácalculandoaquévelocidad tenemos que viajar para llegar antes de las doce del mediodía de mañana, cuántas vecestendremosquepararparaqueelcochenosequedesingasolina,lasgasolinerasBPquehayennuestrocamino,cuántodurarácadaparadaycuántotiempoperderemosreduciendolavelocidaddelcocheenlassalidasdelaautopista.
—Pararemoscuatrovecesparaponergasolina.Lasparadas tendránquesermuymuycortas.Seisminutoscomomáximofueradelacarretera.Pasaremosportresgrandeszonasenobras,máseltráficoenJacksonville,WashingtonyFiladelfia,aunqueestaríabienquecruzáramosWashingtonhacialastresdelamadrugada.Segúnmiscálculos,nuestravelocidaddecrucerodeberíasercientoquincekilómetrosporhora.¿Aquévelocidadvas?
—Acien—lecontesto—.Ellímiteesnoventa.
—Ponloacientoquince—medice.—Nopuedo.Espeligrosoymepondránunamulta.—Ponloacientoquince—merepite.Pisoafondoelacelerador.Ladificultadradicaenparteenquenomedecidoairacientoquince,y
enpartetambiénqueelmonovolumennosedecideairacientoquince.Empiezaatemblaryparecequevaya a descuajaringarse. Sigo en el carril de la izquierda, aunque no soy el cochemás rápido de lacarretera yme sabemal que tengan que adelantarme por la derecha, pero necesito tener la carreteradespejada, porque, a diferencia de los demás, nopuedo reducir la velocidad.Y este esmi papel.Mipapelconsisteenconduciryenponermenervioso.Semeocurrequeyahehechoestepapelalgunavez.
¿YBen?ElpapeldeBenestenerquemear.AlprincipioparecequesupapelprincipalvayaaserquejarsedequenotenemosCDydequetodaslasemisorasderadiodeOrlandosonunamierdamenosladelauniversidad,queyanopillamos.Peroenseguidadejadeladoesepapelenfavordesuverdaderayfielvocación:tenerquemear.
—Estoymeándome—dicealas3.06.Llevamoscuarentaytresminutosenlacarretera.Nosquedaaproximadamenteundíadecamino.—Bueno—diceRadar—,labuenanoticiaesquepararemos.Lamalanoticiaesquenoseráantes
decuatrohorasymedia.—Creoqueaguantaré—lecontestaBen.Peroalas3.10noscomunica:—Deverdadquetengoquemear.Deverdad.—Teaguantas—lecontestamosacoro.—Pero...—dice.—Teaguantas—volvemosacontestarleacoro.De momento tiene gracia que Ben tenga que mear y que nosotros tengamos que decirle que se
aguante.Seríeysequejadequesiseríetodavíaleentranmásganasdemear.Laceyseadelantadeunsalto,secolocadetrásdeélyempiezaahacerlecosquillasenlacintura.Benseríeysequeja,yyomeríotambiénsindejarqueel indicadordevelocidadbajedeloscientoquincekilómetrosporhora.MepreguntosiMargohaprovocadoesteviajeconjuntoapropósitooporaccidente,peroencualquiercasoeslomásdivertidoquehehechodesdelaúltimavezquemepaséhorasalvolantedeunmonovolumen.
HORADOS
Sigoconduciendo.GiramoshaciaelnorteynosmetemosenlaI-95parasubirporlacostadeFlorida,aunquenoexactamentepor lacosta.Aquí todosonpinosdemasiadodelgadosparasualtura,comoyo.Perobásicamentesoloveolacarretera,adelantocochesydevezencuandonosadelantaalguno,estoysiempreatentoalosquevandelanteyalosquevandetrás,alosqueseacercanyalosquesalendelcarril.
AhoraLaceyyBensehansentadojuntos,Radarestáenelasientodeatrásyjueganaunaestúpidaversióndelveoveoqueconsisteendecirsolocosasquenopuedenversefísicamente.
—Veoveoalgotrágicamentealaúltima—diceRadar.—¿LasonrisatorcidahacialaderechadeBen?—preguntaLacey.—No—lecontestaRadar—.YnoseastanempalagosaconBen.Esrepugnante.—¿LaideadeviajarhastaNuevaYorksinllevarnadadebajodelatoga,cuandolosdeloscoches
quenosadelantandanporsentadoquellevasuntraje?—No—lecontestaRadar—.Esosoloestrágico.—Alfinaltegustaránlosvestidos—diceLaceysonriendo—.Disfrutasdelabrisa.—¡Yasé!—digoyo—.Vesunviajeporcarreteradeveinticuatrohorasenunmonovolumen.Estáa
laúltimaporquelosviajesporcarreterasiempreestánalaúltima,yestrágicoporquelagasolinaquechupaestecochedestruiráelplaneta.
Radar dice que no y siguen intentando adivinarlo.Memantengo en ciento quince kilómetros porhora,rezoparaquenomeponganunamultayjuegoalveoveometafísico.Lotrágicamentealaúltimaresultasernoconseguirdevolverlastogasalquiladasatiempo.Dejoatrásatodavelocidaduncochedepolicíaparadoenlamedianadehierba.Sujetoelvolanteconfuerza,conlasdosmanos,convencidodequevaaperseguirnosyahacernosparar.Perono.Quizáelpolisabequevoyaesavelocidadporquenomequedamásremedio.
HORATRES
Ben ha vuelto a sentarse en el asiento del copiloto. Sigo conduciendo.Todos tenemos hambre. Laceyreparteunchicledementaacadauno,peroesuntristeconsuelo.Estáhaciendounalistainterminabledetodo lo que vamos a comprar en la gasolinera cuando paremos por primera vez.Mejor que sea unagasolineraexcepcionalmenteabastecida,porquevamosaarrasarla.
Bennodejademoverlaspiernas.—¿Quieresparar?—Hacetreshorasquememeo.—Yalohasdicho.—Elpismehasubidohastalascostillas—dice—.Deverdadqueestoyhastaarriba.Colega,ahora
mismoelsetentaporcientodemipesoespis.—Vaya—ledigoesbozandoapenasunasonrisa.Tienegracia,nodigoqueno,peroestoycansado.—Creoquesimepongoallorar,llorarépis.Estavezsí.Meríounpoco.Lasiguientevezqueechounvistazo,alospocosminutos,Bentienelatogalevantadayseaprietala
entrepiernaconunamano.—¿Quémierdahaces?—lepregunto.—Colega,tengoquebajar.Semeestásaliendoelpis.—Segirahaciaatrás—.Radar,¿cuántofalta
paraqueparemos?—Tenemosqueseguirporlomenosdoscientosveintekilómetrosmásparanopasardelascuatro
paradas,esdecir,siQmantieneelritmo,unahoraycincuentaycuatrocomaseisminutos.—¡Estoymanteniendoelritmo!—exclamo.EstamosalnortedeJacksonville,acercándonosaGeorgia.—Noaguanto,Radar.Dadmealgoparaquemee.Gritamos a coro:NO.De ningunamanera.Aguanta como un hombre.Mantenlo dentro como una
dama victoriana mantiene su virginidad. Sostenlo con dignidad y elegancia, como se supone que elpresidentedeEstadosUnidostienequesostenereldestinodelmundolibre.
—SINOMEDAISALGOVOYAMEARMEENELASIENTO.¡YRÁPIDO!—Joder—diceRadardesabrochándoseelcinturóndeseguridad.Se inclinasobreel respaldo,alargaelbrazoyabre lanevera.Vuelveasentarse,se inclinahacia
delanteyledaaBenunacerveza.—Menosmal que el tapón es de rosca—diceBen cubriéndose lamano con un trozo de toga y
abriendolabotella.Ben baja la ventanilla, y yo observo por el retrovisor lateral el chorro de cerveza volando y
salpicando la carretera. Ben consiguemeterse la botella debajo de la toga sin que veamos las bolassupuestamentemásgrandesdelmundo,ylosdemásesperamos,porquenosdaascomirar.
—Nopuedesesperarun...—empiezaadecirLacey.Pero todos looímos.Es laprimeravezqueoigoese sonido,pero lo reconozco: el ruidodelpis
golpeandoelfondodeunabotelladecerveza.Casiparecemúsica.Músicaasquerosaaritmomuyrápido.EchounvistazoyveoelalivioenlosojosdeBen.Sonríemirandoalfrente.
—Cuantomásesperas,mejortesientes—dice.El tintineodelpisgolpeando labotelladapasoal ruidodel chorrodelpis enelpis.Y luego la
sonrisadeBensedesvanecelentamente.
—Colega,creoquenecesitootrabotella—dicederepente.—¡Otrabotellaahoramismo!—grito.—¡Marchandootrabotella!EnunsegundoveoaRadar inclinadosobreel respaldo,con lacabezaen lanevera, sacandouna
botelladeentreelhielo.Laabredirectamente,bajaunaventanilla,sacalabotellaylavacía.Luegosaltahaciadelante,mete lacabezaentreBenyyoy le tiende labotellaaBen,quemiradeun ladoalotroaterrorizado.
—Uf,vaaser...complicado...cambiarlabotella—diceBen.Veomovimientosdebajodesu togae intentono imaginarquépasacuandodedebajodeuna toga
apareceunabotelladecervezallenadepis(queseparecemuchísimoalacerveza).Bendejalabotellallenaenelposavasos,cogelavacíadelamanodeRadarysuspiraaliviado.
Entretanto, los demás no podemos evitar contemplar el pis del posavasos. La carretera no tieneexcesivosbaches,perolassacudidasdelmonovolumennoestánnadamal,demodoqueelpisvadeunladoalotrodelcuellodelabotella.
—Ben,simesalpicasdemeadoselcochenuevo,tecortolaspelotas.Levantalosojoshaciamíymelanzaunasonrisadesuperioridadsindejardemear.—Vasanecesitaruncuchillogigante,colega—mecontesta.Yporfinoigoqueelchorroafloja.Acabaenseguida,yconunmovimientorápidolanzalasegunda
botellaporlaventana.Ydespuéslaprimera.Laceyfingetenerarcadas,oquizálastienedeverdad.—Joder,¿tehasdespertadoestamañanaytehasbebidosetentalitrosdeagua?—diceRadar.PeroBenestáradiante.Levantaelpuñotriunfante,ygrita:—¡Niunagotaenelasiento!SoyBenStarling.PrimerclarinetedelabandadelWinterPark.Récord
dekegstand.Campeóndemearencoche.¡Quetiembleelmundo!¡Soyelmejor!Treinta y cincominutos después, cuando llevamos ya casi tres horas de camino, pregunta en voz
baja:—¿Cuándovamosaparar?—Dentrodeunahoraytresminutos,siQmantieneelritmo—lecontestaRadar.—Vale—diceBen—.Vale.Bien.Porquetengoquemear.
HORACUATRO
—¿Yallegamos?—preguntaLaceyporprimeravez.Nos reímos.Pero estamos enGeorgia, un estadoque amoy adoroúnicay exclusivamentepor la
siguiente razón: el límite de velocidad es de ciento diez, lo que significa que puedo subir a cientoveinticinco.Porlodemás,GeorgiamerecuerdaaFlorida.
Pasamoslacuartahorapreparandonuestraprimeraparada.Esunaparadaimportante,porquetengomuchamuchamuchamucha hambre y estoy deshidratado. Por alguna razón, hablar de la comida quevamosacomprarenlagasolineraalivialaspunzadas.Laceypreparaunalistadelacompraparacadaunodenosotros,queescribeconletrapequeñaenlapartedeatrásdelostíquetsquehabíaencontradoensubolso.LepideaBenqueseasomeporlaventanilladelcopilotoparaverenquéladoestálatapadeldepósitodegasolina.Nosobligaamemorizarlalistayluegonoslapregunta.Repasamoslaincursiónenlagasolineravariasveces.Tienequesertaneficazcomounaparadaenboxes.
—Otravez—diceLacey.—Soyelhombrede lagasolina—diceRadar—.Encuantoempiecea llenarseeldepósito,entro
corriendomientraselsurtidorbombeagasolina,aunquesesuponequenopuedomovermedelsurtidorenningúnmomento,ytedoylatarjeta.Luegovuelvoalsurtidor.
—Yoledoylatarjetaaltipoqueestéenelmostrador—diceLacey.—Ochica—añado.—Noesimportante—mecontestaLacey.—Solodigoque...noseastansexista.—Daigual,Q.Ledoylatarjetaalapersonaqueestéenelmostrador.Ledigoquepasetodoloque
llevamos.Ymevoyahacerpis.—Entretanto,yoestoycogiendotodolodemilistaylollevoalmostrador—añado.—Yyoestoymeando—diceBen—.Cuandoacabodemear,cojolascosasdemilista.—Lomásimportantesonlascamisetas—diceRadar—.Lagentenodejademirarmeydesonreír.—Yofirmoeltíquetcuandosalgodelbaño—diceLacey.—Yencuantoeldepósitoestélleno,memetoenelcocheyarranco,asíquemásosvaleestartodos
dentro.Sino,osjuroqueosdejotirados.Tenéisseisminutos—diceRadar.—Seisminutos—digoasintiendo.—Seisminutos—repitentambiénLaceyyBen.A las 5.35 de la tarde, conmil cuatrocientos kilómetros por delante, Radar nos informa de que,
segúnsuordenador,enlasiguientesalidahayunagasolineraBP.Mientrasentroenlagasolinera,LaceyyRadarseagachandetrásdelapuertacorrederadelaparte
deatrás.Ben,conelcinturóndeseguridaddesabrochado,tieneunamanoeneltiradordelapuertadelcopilotoylaotraenelsalpicadero.Mantengolamáximavelocidadquepuedoduranteelmáximotiempoque puedo, y luego freno en seco delante del dispensador de gasolina. El monovolumen pega unasacudiday salimosa todavelocidad.Radaryyonoscruzamosdelantedel coche.Le tiro las llavesycorrohacialaseccióndecomida.LaceyyBenmeempujancontralaspuertas,peronoesgrave.MientrasBencorrealbaño,Laceyleexplicaalamujerdepelocanoso(esefectivamenteunamujer)quevamosacomprarunmontóndecosas,que tenemosmuchísimaprisayquevayapasando losartículosamedidaquelosvayamosdejando,quelocarguetodoasutarjetaBP.Lamujerparecealgodesconcertada,peroacepta.Radarentracorriendo,conlatogavolando,yledalatarjetaaLacey.
Entretanto,corroporlospasilloscogiendotodolodemilista.Laceyestáenlasbebidas,Benenlosartículosnoperecederos,yyoen lacomida.Hagounbarridocomosi fueraunguepardoy laspatatas
fritas,gacelasheridas.Llevoalmostradorunpuñadodebolsasdepatatas,cecinaycacahuetes,yluegocorroalpasillodelasgolosinas.UnpuñadodeMentos,unpuñadodeSnickersy...Oh,noestáenlalista,pero lo cojo,me encantan los caramelosNerds, así que añado tres cajas.Vuelvo atrás ymedirijo alexpositor de la charcutería, formadobásicamente por sándwiches rancios de pavo en los que el pavoparece jamón.Cojodos.Devuelta a la cajamedetengopara coger unpar depaquetes de caramelosStarbursts,unpaquetedepastelitosTwinkiesyunaindeterminadacantidaddebarritasGoFast.Vuelvoalacaja.Ben,consutogadegraduación,letiendealamujercamisetasygafasdesoldecuatrodólares.Laceycorreconlitrosderefrescos,bebidasenergéticasyagua.Botellasgrandes,delasquenisiquieraBenpuedellenardeunameada.
—¡UNMINUTO!—gritaLacey.Casime da un ataque.Doy vueltas buscando por la tienda, intentando recordar qué he olvidado.
Echounvistazoamilista.Parecequeestátodo,peromedalaimpresióndequeestoyolvidandoalgoimportante.Algo.«Vamos,Jacobsen.»Patatasfritas,golosinas,sándwichesdepavoqueparecejamón...¿y qué más? ¿Qué más tipos de comida hay? Carne, patatas fritas, golosinas y, y, y, ¡y queso!¡CRACKERS!,exclamoenvozalta.Corrohacialasgalletassaladas,cojovariospaquetesconquesoyconmantequilladecacahuete,yunasgalletasdelaabuelaporsiacaso,vuelvocorriendoalacajaylodejotodoenelmostrador.Lamujeryahallenadocuatrobolsasdeplástico.Casiciendólaresentotal,sincontarlagasolina.TendréquepasarmeelveranodevolviendodineroalospadresdeLacey.
Elúnicomomentodepausaesdespuésdeque lacajerahayapasado la tarjetadeLacey.Miroelreloj.Sesuponequetenemosquesalirenveintesegundos.Oigoporfineltíquetimprimiéndose.Lamujerloarrancadelamáquina,Laceygarabateasufirma,yBenyyocogemoslasbolsasycorremosalcoche.Radar revolucionaelmotor, comodiciéndonosquenosdemosprisa,y corremospor el aparcamiento.ComolatogadeBenvuelaalviento,tieneunligeroparecidoconunbrujo,salvoenqueselevenlaspiernasblancasyenquellevabolsasdeplásticoenlasmanos.VeolapartedeatrásdelaspiernasdeLaceybajosuvestido,avanzandoconlaspantorrillasprietas.Noséquéaspectotengo,perosécómomesiento:joven.Torpe.Infinito.ObservoaLaceyyBenentrandoporlapuertacorredera.Luegoentroyo,queaterrizoencimadebolsasdeplásticoyeneltorsodeLacey.Radararrancamientrascierrolapuertaysaleatodapastilladelaparcamiento,locualseñalalaprimeravezenlalargaynotoriahistoriadelosmonovolúmenesqueunapersonalosutilizaparaquemarcaucho.Radargiraalaizquierdaenlaautopistaavelocidadpocosegurayvolvemosameternosenlainterestatal.Vamoscuatrosegundospordelantedeloprevisto.YcomoenlosboxesdeNASCAR,noschocamoslasmanosynosdamospalmaditasenlaespalda. Estamos bien abastecidos. Ben tiene un montón de envases para mear. Yo tengo bastantesracionesdececina.LaceytienesusMentos.RadaryBentienencamisetasparaponérselasencimadelatoga. El monovolumen se ha convertido en una biosfera. Con gasolina, podremos seguir avanzandoeternamente.
HORACINCO
Deacuerdo,pensándolobien,quizánoestamostanbienabastecidos.Conlasprisas,resultaqueBenyyohemoscometidovarioserroresleves(aunquenofatales).Radarvasolodelante,yBenyyonossentamosenlaprimerafiladeasientos,sacamoslascosasdelasbolsasyselaspasamosaLacey,quevadetrás.Por su parte,Lacey coloca las cosas enmontones siguiendo un criterio de organización que solo ellaentiende.
—¿Porquéelantihistamíniconovaenelmismomontónquelaspastillasdecafeína?—lepregunto—.¿Nodeberíanirjuntostodoslosmedicamentos?
—Q, cariño, eres un crío. No sabes cómo van estas cosas. La cafeína va con el chocolate y elMountainDew,quetambiéntienencafeína,quesirveparamantenertedespierto.Elantihistamínico,quedasueño,vaconlacecinaporquecomercarnehacequetecanses.
—Fascinante—lecontesto.LepasoaLaceylacomidaquequedaenlaúltimabolsa.—Q—medice—,¿dóndeestálacomidaque...yasabes...lacomida?—¿Cómo?Laceysacaunacopiadelalistaquehizoparamíylalee.—Plátanos,manzanas,arándanossecosyuvaspasas.—Ah—digo—.Ah,vale.Elcuartogruponoerangalletassaladas.—¡Q!—exclamafuriosa—.¡Yonopuedocomernadadeesto!Benlacogeporelcodo.—Bueno,peropuedescomerlasgalletasdelaabuela.Notesentaránmal.Lashahecholaabuela.Y
laabuelanuncateharíadaño.Laceyseapartaunmechóndelacaradeunsoplido.Parecemuymosqueada.—Además—ledigo—,haybarritasenergéticas.¡Estánreforzadasconvitaminas!—Sí,vitaminasycomotreintagramosdegrasa—mecontesta.—Nosigáishablandomalde lasbarritasenergéticas—intervieneRadar—.¿Queréisquepareel
coche?—Cada vez que me como una barrita —dice Ben— pienso que así sabe la sangre para los
mosquitos.Desenvuelvohastalamitadunabarritadebizcochodechocolateydulcedelecheyselaacercoala
bocaaLacey.—Huélela—ledigo—.Hueleelmanjarvitaminado.—Vasahacermeengordar.—Yallenartedegranos—dijoBen—.Noolvideslosgranos.Laceycogelabarritayledaunmordiscodemalagana.Tienequecerrarlosojosparaocultarel
placerorgásmicoinherenteacomerseunabarritaenergética.—¡Madremía!Unsaboresperanzador.Alfinalabrimoslaúltimabolsa.Contienedoscamisetasgrandes,queentusiasmanaRadaryaBen,
porquelespermitiránsertiposconcamisetagiganteencimadeunaabsurdatogaenlugardesolotiposconunaabsurdatoga.
PerocuandoBendesdoblalascamisetas,seencuentracondospequeñosproblemas.Elprimero,queresultaqueunacamisetadetallagrandedeunagasolineradeGeorgianoesdelmismotamañoqueunacamisetadetallagrandede,pongamos,unosgrandesalmacenes.Lacamisetadelagasolineraesinmensa.Parecemásunabolsadebasuraqueunacamiseta.Esmáspequeñaque las togas,peronomuchomás.
Peroesteproblemacasisequedaennadacomparadoconelotro,queesque lasdoscamisetas llevanestampadalabanderadelaConfederación.EncimadelabanderaseleePATRIMONIOCULTURALNOODIO.
—Oh,no—diceRadarcuandolemuestroporquénosreímos—.BenStarling,nodeberíashabercompradounacamisetaracistaalapersonaquecubretucuotadeamigosnegros.
—Hecogidolasprimerasquehevisto,colega.—Nome vengas ahora con colega—dice Radar, aunque mueve la cabeza y se ríe. Le paso su
camiseta.Sujetaelvolanteconlasrodillasyselapone—.Ojalámeparelapoli.MegustaríaverquécaraponenalveraunnegroconunacamisetadelaConfederaciónencimadeunatoganegra.
HORASEIS
Poralgunarazón,eltramodelaI-95alsurdeFlorence,CarolinadelSur,esellugaridealparaconducirunviernesporlanoche.Nosquedamosvarioskilómetrosatascadosentreeltráfico,yaunqueRadarestádesesperado por saltarse el límite de velocidad, con suerte puede ir a cincuenta. Radar y yo vamosdelantee intentamosnopreocuparnos jugandoaun juegoqueacabamosde inventarnosyquese llama«Esetíoesungigoló».Consisteenimaginarlavidadelaspersonasdeloscochesquenosrodean.
VamosalladodeunamujerhispanaqueconduceunviejoydestartaladoToyotaCorolla.Laobservoenlatempranaoscuridad.
—Dejó a su familia para venirse aquí—digo—. Sin papeles.Manda dinero a su casa el tercermartes de cadames. Tiene dos hijos pequeños. Sumarido es inmigrante. En estosmomentos vive enOhio.Solopasatresocuatromesesalañoensucasa,perosufamiliaselasarreglabastantebien.
Radarseinclinahaciadelanteylamiraunsegundo.—Venga,Q,noes tanmelodramáticocomo lopintas.Es secretaria enundespachodeabogados.
Mira cómova vestida.Ha tardado cinco años, pero está a punto de sacarse el título de abogada ellatambién.Notieneniñosnimarido.Perotieneunnovioqueesalgoinconstante.Leasustaelcompromiso.Untipoblancoalqueleponecachondoelrolloétnico.
—Llevaanillodecasada—puntualizo.Debo decir, en defensa de Radar, que yo he podido observarla mejor. Está a mi derecha, justo
debajodemí.Laveoa travésdeloscristales tintadosdesucoche.Laobservocantandoymirandoalfrentesinpestañear.Haymuchagente.Resultasencilloolvidarlollenodepersonasqueestáelmundo,abarrotado,ycadaunadeellasessusceptibledeserimaginaday,porlotanto,deimaginarlamal.Medalaimpresióndequeesunaideaimportante,unadeesasideasalasquetucerebrotienequedarvueltasmuy despacio, como las pitones cuando comen, pero antes de que haya podido avanzar un pasomásintervieneRadar.
—Seloponeparaquelospervertidoscomotúnoseleacerquen—meexplica.—Puedeser.Sonrío.Cojolamediabarritaenergéticaquehabíadejadoenmisrodillasyledoyunmordisco.Por
un momento nos quedamos callados y pienso en cómo vemos y no vemos a las personas, en lasventanillastintadasquemeseparandeesamujerqueconduceanuestraderecha,enquelosdoscoches,con ventanas y espejos por todas partes, avanzamos juntos a paso de tortuga por esta autopistaabarrotada.CuandoRadarempiezaahablar,medoycuentadequetambiénélhaestadopensando.
—Loquepasacon«Estetipoesungigoló»—diceRadar—,bueno,quierodecircomojuegoensí,esquealfinaldicemuchomásdelapersonaqueimaginaquedelapersonaimaginada.
—Sí—lecontesto—.Estabapensandolomismo.Y no puedo evitar sentir que Whitman, por su belleza furiosa, quizá fue demasiado optimista.
Podemosoíra losdemás,ypodemosviajarhastaellossinmovernos,ypodemos imaginarlos,y todosestamos conectados por un loco sistema de raíces, como hojas de hierba, pero el juego hace quemepreguntesienrealidadpodemosconvertirnostotalmenteenotro.
HORASIETE
Alfinalpasamospordelantedeuncamiónalqueselehabíadesenganchadoelremolqueyvolvemosaacelerar,peroRadarcalculamentalmentequedeaquíaAgloetendremosquellevarunamediadecientoveinticincokilómetrosporhora.HapasadounahoradesdequeBenanuncióqueteníaquemear,yporunasencillarazón:estádurmiendo.Alasseisenpuntosehatomadounantihistamínico.SehatumbadoenelasientodeatrásyLaceyyyo lehemosabrochado losdoscinturonesdeseguridad, loque lehahechosentirsetodavíamásincómodo,pero1)eraporsubien,y2)todossabíamosqueenveinteminutosnoleimportaríalomásmínimoestarincómodo,porqueestaríadurmiendocomountronco.Yahoramismoloestá.Lodespertaremosalasdoce.Haceunmomento,alasnueve,hecolocadoaLaceyparaqueduermaenelasientodeatrás,enlamismaposición.Ladespertaremosalasdos.Laideaesquetodoelmundoduermaporturnosparaquemañana,cuandolleguemosaAgloe,nonoscaigamosdesueño.
Elmonovolumensehaconvertidoenunaespeciedecasadiminuta.Yoestoysentadoenelasientodelcopiloto,queeslasaladeestar.Creoqueeslamejorhabitacióndelacasa.Esampliayelasientoesmuycómodo.
Esparcido por la alfombra de debajo del asiento del copiloto está el despacho, que contiene unmapadeEstadosUnidosqueBenhacogidoenlagasolinera,lasrutasqueyoheimprimidoyeltrozodepapelenelqueRadarhahecholoscálculossobrelavelocidadyladistancia.
Radarestáenelasientodelconductor.Elcomedor.Separecemuchoalasala,peroenelcomedornopuedesrelajartetanto.Tambiénestámáslimpio.
Entreelcomedorylasalatenemoselcompartimentocentral,olacocina.Aquítenemosunabuenareservadececina,barritasyunabebidaenergéticamágicallamadaBluefin,queLaceyhabíaañadidoalalistadelacompra.ElBluefinestáenvasadoenpequeñasbotellasdecristaldeformaestrambóticaysabeaalgodóndeazúcarazul.Tambiéntemantienedespiertomejorquecualquierotracosaentodalahistoriadelahumanidad,aunqueteponealgonervioso.Radaryyohemosdecididotomarlohastadoshorasantesdenuestroturnodedescanso.Elmíoempiezaalasdoce,cuandoBenselevante.
Laprimerafiladeasientoseslaprimerahabitación.Eslamenoscómoda,porqueestácercadelacocinaydelasala,dondelagenteestádespiertacharlandoyavecesestápuestalaradio.
Detrásestálasegundahabitación,queesmásoscura,mástranquilaymejorquelaprimera.Ydetrásestáel frigorífico,o lanevera,queenestosmomentoscontiene210cervezasen lasque
Bentodavíanohameado,lossándwichesdepavoqueparecejamónyvariasCoca-Colas.La casa es muy recomendable. Está tapizada de arriba abajo. Tiene aire acondicionado y
calefacción central.Disponede altavoces.Es ciertoque el espaciohabitable es de solo cincometroscuadrados,perolaamplitudesinsuperable.
HORAOCHO
JustodespuésdeentrarenCarolinadelSur,pilloaRadarbostezandoeinsistoenconduciryo.Detodasformas,megusta conducir.Valequeestamoshablandodeunmonovolumen,peroesmimonovolumen.Radarsedesplazaaunladodelasientoysemeteenlaprimerahabitaciónmientrasyosujetoelvolanteconfuerza,saltoporencimadelacocinaymecolocoenelasientodelconductor.
Estoy descubriendo que viajando aprendesmuchas cosas de timismo. Por ejemplo, nunca habíapensado que fuera una de esas personas quemean en una botella casi vacía de la bebida energéticaBluefinmientrasconducenporCarolinadelSuracientoquincekilómetrosporhora,peroresultaquesílosoy.Además,nosabíaquesimezclasunmontóndemeadosconunpocodeBluefin,elresultadoesunsorprendentecolor turquesabrillante.Es tanbonitoquemedanganasdeponerel tapóna labotellaydejarlaenelsalpicaderoparaqueLaceyyBenlaveancuandosedespierten.
PeroRadarnoopinalomismo.—Sinolanzasesamierdaporlaventanaahoramismo,acabaréconnuestrosonceañosdeamistad
—medice.—Noesmierda—lecontesto—.Espipi.—Fuera—medice.Asíquelatiro.Laveoporelretrovisorlateralaterrizandoenelasfaltoyexplotandocomounglobo
llenodeagua.Radartambiénlave.—Joder—diceRadar—.Espero que sea uno de esos episodios traumáticos que hieren tantomi
sensibilidadquedirectamenteolvidoquehansucedido.
HORANUEVE
No sabía que es posible cansarse de comer barritas energéticas. Pero lo es. Le he dado solo dosmordiscosalacuartadeldíaysemeharevueltoelestómago.Abrolaguanteradelmedioyladejoahí.Aestapartedelacocinalallamamosladespensa.
—Ojalá tuviéramos manzanas —dice Radar—. Joder, ¿no sería fantástica una manzana ahoramismo?
Suspiro.Mierdadecuartogrupo.Además,aunquehacehorasquehedejadodebeberBluefin,sigoextremadamentenervioso.
—Sigomuynervioso—digo.—Sí—mecontestaRadar—.Yonopuedodejarlosdedosquietos.Echounvistazoyloveotamborileandoconlosdedosenlasrodillas.—Deverdadquenopuedoparar—medice.—Bueno, yo no estoy cansado, así que seguiremos hasta las cuatro, luego los despertamos y nos
echamosadormirhastalasocho.—Vale—mecontesta.Nosquedamoscallados.Ahora lacarreterasehaquedadovacía.Estoysoloyoy loscamiones,y
siento quemi cerebro procesa información a un ritmo oncemil veces superior al habitual. Pienso derepenteque loqueestoyhaciendoesmuyfácil,queconducirpor laautopistaes lomásfácily lomásplacenterodelmundo.Loúnicoquetengoquehaceresmantenermeentrelaslíneas,asegurarmedequenadiesemeacercademasiadoydequeyonomeacercodemasiadoanadie,yseguiravanzando.QuizátambiénMargosintiólomismo,peronuncamehabríasentidoasíyosolo.
Radarrompeelsilencio.—Bueno,sinovamosadormirhastalascuatro...Terminosufrase:—Sí,quizápodríamosabrirotrabotelladeBluefin.Ylaabrimos.
HORADIEZ
Hallegadolahoradevolveraparar.Sonlas12.13delanoche.Misdedosnoparecendedos.Parecenmovimientoenestadopuro.Repiqueteanelvolantemientrasconduzco.
RadarbuscaenelordenadorlasiguientegasolineraBPydecidimosdespertaraLaceyyaBen.—Hey,chicos,vamosaparar—lesdigo.Noreaccionan.RadarsegirayapoyaunamanoenelhombrodeLacey.—Lace,eshoradelevantarse.Nada.Enciendo la radioy encuentrouna emisorade canciones antiguas.Suenan losBeatles, la canción
«GoodMorning». Subo el volumen. No reaccionan. Entonces Radar lo sube todavía más. Y más. Ycuandollegaelestribillo,seponeacantar.Yyomepongoacantartambién.Creoqueloquealfinallosdespiertasonmisgallos.
—¡APAGAESO!—gritaBen.Apagamoslamúsica.—Ben,vamosaparar.¿Tienesquemear?Silencio.Oigoruidoenlapartedeatrásymepreguntositienealgunaestrategiaparacomprobarel
niveldesuvejiga.—Creoquevoybien—mecontesta.—Vale,entoncesteocupasdelagasolina.—Comosoyelúnicochicoquetodavíanohameadoenelcoche,pidoiralbañoelprimero—dice
Radar.—Chis—murmuraLacey—.Chis.Callaostodos.—Lacey,tienesquelevantarteymear—lediceRadar—.Vamosaparar.—Compramanzanas—ledigo.—Manzanas—murmuracontentaconunabonitavozfemenina—.Meencantanlasmanzanas.—Yluegotienesqueconducir—lediceRadar—,asíquedespiértatedeunavez.Seincorporay,consuvozdesiempre,dice:—Esoyanomeencantatanto.Nosmetemosporlasalida.Lagasolineraestáaunkilómetroymedio,quenoestanto,peroRadar
dicequeseguramenteperderemoscuatrominutos,queeltráficodeCarolinadelSurnoshahechoperdertiempoyquepodemosencontrarnosconseriosproblemasdentrodeunahora,cuandoempiecenlasobras.Peronomepermitopreocuparme.LaceyyBensehandespertadolosuficienteparacolocarsejuntoalapuertacorredera,comolavezanterior,ycuandoparamosdelantedelsurtidor,todossalimoscorriendo.LelanzolasllavesaBen,quelaspillaenelaire.
Radaryyopasamoscomounaflechapordelantedelhombrequeestáenelmostrador,peroRadarsedetienealverqueeltipoestámirándolofijamente.
—Sí—lediceRadartantranquilo—,llevounacamisetadePATRIMONIOCULTURALNOODIOencimadelatogadegraduación.Porcierto,¿tienepantalones?
Eltipolomiradesconcertado.—Tenemospantalonesdecamuflajealladodelaceiteparamotores.—Perfecto—lecontestaRadar.Yentoncessegirahaciamíymedice—:Sébuenoycógemeunos
pantalonesdecamuflaje.¿Yquizáunacamiseta?—Esoestáhecho—lecontesto.
Resulta que los pantalones de camuflaje no llevan las tallas habituales. Hay solo medianos ygrandes.CojounosmedianosyunacamisetagrandedecolorrosaenlaqueponeLAMEJORABUELADELMUNDO.CojotambiéntresbotellasdeBluefin.
LepasotodoaLaceycuandosaledelbañoymemetoeneldechicas,porqueRadartodavíaestáeneldechicos.Norecuerdosihabíaentradoalgunavezenelbañodechicasdeunagasolinera.
Diferencias:NohaymáquinadecondonesMenospintadasNohayurinariosEloloresmásomenoselmismo,loquemeparecebastantedecepcionante.Cuando salgo,LaceyestápagandoyBen toca labocina.Trasunmomentodeconfusión, corroal
coche.—Hemosperdidounminuto—diceBendesdeelasientodelcopiloto.Laceysemeteenlacarreteraquenosllevarádevueltaalaautopista.—Perdón—diceRadar desde el asiento de atrás, donde está sentado ami lado, poniéndose los
pantalones de camuflaje por debajo de la toga—. Pero al menos tengo pantalones. Y otra camiseta.¿Dóndeestálacamiseta,Q?
Laceyselada.—Muydivertido.Sequita lacamisetayseponeladelaabuela.Bensequejadequenadielehayacompradounos
pantalones.Dicequelepicaelculo.Ypensándolobien,tieneganasdemear.
HORAONCE
Llegamosalasobras.Laautopistaseestrechaenuncarrilynosquedamosatascadosdetrásdeuntráilerquevaexactamentealavelocidadlímitedelascarreterasenobras,sesentakilómetrosporhora.Laceyeslamejorconductoraenestoscasos.Yoestaríaaporreandoelvolante,peroellacharlatranquilamenteconBenhastaquesegiraydice:
—Q, necesito de verdad ir al baño, y de todas formas estamos perdiendo tiempo detrás de estecamión.
Asiento.Nopuedoculparla.Yohabríaobligadoapararhaceratosinopudieramearenunabotella.Eraheroicoquehubieraaguantadotanto.
Semete en una gasolinera abierta toda la noche y salgo para estirar las piernas. Cuando Laceyvuelvealcochecorriendo,estoysentadoenelasientodelconductor.Nisiquierasécómoheidoapararaeseasiento,porquéacaboyoahíenlugardeLacey.Dalavueltahastalapuertadelanteraymeve.Laventanillaestábajada.
—Puedoconduciryo—ledigo.Alfinyalcabo,esmicoche.Ymimisión.—¿Seguro?—mepregunta.—Sí,sí,puedoseguir.Abrelapuertacorrederaysetumbaenelprimerasiento.
HORADOCE
Sonlas2.40delamadrugada.Laceyestádurmiendo.Radarestádurmiendo.Yoconduzco.Lacarreteraestádesierta.Inclusolamayoríadeloscamionerossehanidoadormir.Durantemuchosminutosnoveolucesde frente.Benva ami ladoymeda conversaciónparamantenermedespierto.Charlamos sobreMargo.
—¿HaspensadocómovamosaencontrarAgloe?—mepregunta.—Bueno,tengounaligeraideadedóndeestáelcruce—lecontesto—.Ysoloesuncruce.—¿YMargovaaestarenunaesquina,sentadaenelmaleterodelcoche,esperándoteconlabarbilla
apoyadaenlasmanos?—Seríaundetalle—lecontesto.—Colega, tengo que decirte que me preocupa un poco que... si las cosas no van como las has
planeado,tellevesunagrandecepción.—Soloquieroencontrarla—ledigo,yesverdad.Soloquieroqueestévivayasalvo.Encontrarla.Queelhilosigasucurso.Lodemásessecundario.—Sí,pero...Nosé—diceBen.Notoqueestámirándomemuyserio—.Pero...Perorecuerdaque
algunasveceslaspersonasnosoncomocreesqueson.Porejemplo,siemprehabíapensadoqueLaceyestababuenísima,queeraincreíbleyguay,peroahora,cuandorealmenteestoyconella...noeslomismo.Laspersonassondiferentescuandopuedesolerlasyverlasdecerca,¿sabes?
—Losé—lecontesto.Séquedurantemuchotiempomeheequivocado,ymucho,imaginándola.—Solo digo que antes era fácil que me gustara Lacey. Es fácil que te guste alguien desde la
distancia.Perocuandodejadeseralgoincreíbleeinalcanzableyempiezaaserunachicanormal,conunaextraña relacióncon lacomida,bastantecascarrabiasymandona...entoncesbásicamente tienequeempezaragustarmeunapersonatotalmentediferente.
Sientoquemeardenlasmejillas.—¿Estásdiciéndomequeen realidadnomegustaMargo?Despuésde todoesto...Ya llevodoce
horasmetidoenestecocheycreesquenomeimportaMargoporqueno...—Meinterrumpo—.¿Creesqueporquetienesnoviapuedessubirtealamontañaypegarmeunsermón?Aveceserestan...
Mecalloporquealfinaldelaluzdelosfarosveoalgoquenotardaráenmatarme.Enmediodelaautopistahaydosvacastantranquilas.Aparecenenmicampodevisióndegolpe,
unavacaconmanchasnegrasenelcarrilde la izquierda,yennuestrocarrilunacriatura inmensa,deltamañodenuestrocoche,totalmenteinmóvil,conlacabezagiradahaciaatrás,mirándonosconlosojosenblanco.Esabsolutamenteblanca,unaenormeparedblancadevacaquenopodemossaltar,nipasarpordebajo,niesquivarla.Solopodemoschocarconella.SéqueBentambiénlave,porqueoigoquedejaderespirar.
Dicenquelavidapasaantetusojos,peroenmicasonoesasí.Nadapasaantemisojosapartedeesaenormeextensióndepeloblanco,ahoraasolounsegundodenosotros.Noséquéhacer.No,noesese el problema.El problema es que no hay nada que hacer, salvo chocarse contra esa pared blanca,matarla y matarnos nosotros. Piso el freno, pero por costumbre, sin expectativas. No hay manera deevitarlo.Noséporqué,perolevantolasmanos,comosimerindiera.Piensoenlacosamásbanaldelmundo:quenoquieroquepase.Noquieromorir.Noquieroquemisamigosmueran.Yparasersincero,mientraseltiemposeralentizaytengolasmanosenelaire,mepermitopensarenunacosamás,ypiensoen Margo. Le echo la culpa de esta ridícula y fatal persecución... por ponernos en peligro, porconvertirmeenungilipollasque sepasa lanoche sindormiry conducedemasiadodeprisa.No iría a
morirmedenohabersidoporella.Mehabríaquedadoencasa,comosiempre,yhabríaestadoseguro,yhabríahecholaúnicacosaquesiemprehequeridohacer,queescrecer.
Aunqueheabandonadoelcontrolde lanave,mesorprendeverunamanoenelvolante.Giramosantesdequemedécuentadeporquéestamosgirando,yentoncesveoqueBenestágirandoelvolantehaciaél,girandoenundesesperadointentodeevitarlavaca,yderepenteestamosenelarcényluegoenlahierba.OigolosneumáticosmientrasBengiraelvolanteconfuerzaenladireccióncontraria.Dejodemirar.Nosésicierrolosojososisencillamentedejodever.Miestómagochocaconmispulmonesyseaplastanentresí.Algoafiladomegolpeaenlamejilla.Nosparamos.
No sé por qué, perome toco la cara. Retiro lamano y veo unamancha de sangre.Me toco losbrazos,comosimeabrazaraamímismo,aunquesoloestoycomprobandosiestánahí,y loestán.Memirolaspiernas.Estánahí.Haycristales.Miroalrededor.Sehanrotolasbotellas.Benmemira.Setocalacara.Parecequeestábien.Sepasalasmanosporelcuerpocomoyo.Sucuerpotodavíafunciona.Solomemira.Veolavacaporelretrovisor.Yahora,conretraso,Bengrita.Memiraygritaconlabocamuyabierta,ungritograve,guturalyaterrorizado.Dejadegritar.Algomepasa.Sientoquemedesmayo.Mearde el pecho. Entonces trago aire.Había olvidado respirar.Había contenido la respiración todo esetiempo.Mesientomuchomejorcuandolarecupero.«Inspirarporlanariz,espirarporlaboca.»
—¿Quiénestáherido?—gritaLacey.Sehadesabrochadoelcinturón,seincorporayseinclinahacialapartedeatrás.Cuandomegiro,
veoque lapuertadeatrás sehaabierto,yporunmomentopiensoqueRadarha salidodisparadodelcoche,peroderepenteselevanta.Sepasalasmanosporlacara.
—Estoybien.Estoybien.¿Estáistodosbien?—pregunta.Laceynisiquieracontesta.Saltahaciadelante,entreBenyyo.SeapoyaenlacocinaymiraaBen.—Cariño,¿dóndetehashechodaño?Tienelosojosllenosdeagua,comounapiscinaenundíalluvioso.—EstoybienestoybienQestásangrando.Segirahaciamí,ynodeberíallorar,perolloro,noporquemeduela,sinoporqueestoyasustado,yo
levantélasmanos,yBennoshasalvado,yahoraestachicamemira,ymemiracomomiraunamadre,ynodeberíaromperme,peromerompo.Séqueelcorteenlamejillanoesgrave,eintentodecirlo,perosigollorando.Laceypresionaelcorteconlosdedos,delgadosysuaves,ygritaaBenqueledéalgoquesirvacomovenda,yderepentetengounafranjadelabanderadelaConfederaciónpegadaalamejilla,justoaladerechadelanariz.
—Apriétalounmomento—medice—.Noesnada.¿Tehashechoalgomás?Le digo que no.Entoncesme doy cuenta de que el coche sigue enmarcha, que está parado solo
porquetodavíaestoypisandoelfreno.Quitolamarchayloapago.Alapagarlo,oigoquepierdelíquido.Másquegotear,chorrea.
—Creoquedeberíamossalir—diceRadar.MantengolabanderadelaConfederaciónpegadaalacara.Sigooyendoelruidodellíquido.—¡Esgasolina!¡Vaaexplotar!—gritaBen.Abrelapuertadelcopilotoysalecorriendo,aterrorizado.Saltaunavallaycorreporuncampode
heno.Yotambiénsalgo,aunquenotandeprisa.Radartambiénestáfuera,ymientrasBensaleporpatas,seríe.
—Eslacerveza—dice.—¿Qué?—Sehanrototodaslascervezas—vuelveadecirseñalandolanevera,queestáabiertaydelaque
chorreanlitrosdelíquidoespumoso.IntentamosllamaraBen,quenonosoyeporquesededicaagritar¡VAAEXPLOTAR!corriendopor
elcampo.Sutogavuelaalaluzgrisáceadelamaneceryseleveelculohuesudo.
Oigouncoche,asíquemegiroymirohacialaautopista.Labestiablancaysuamigaconmanchashanllegadotranquilamente,sanasysalvas,alaotracuneta,impasibles.Alvolveragirarmeveoqueelmonovolumenestácontralavalla.
EstoyvalorandolosdañoscuandoBenvuelveporfindemalagana.Algirar,debimosderozarlavalla,porqueenlapuertacorrederahayunbolloprofundo,tanprofundoquesiteacercas,veselcochepor dentro. Pero, por lo demás, parece inmaculado. No hay más abolladuras. Ninguna ventana rota.Ninguna rueda pinchada.Voy a cerrar la puerta de atrás y observo las 210 botellas de cerveza rotas,todavíaburbujeantes.Laceyseacercaamíymepasaunbrazoporloshombros.Contemplamoslosdoselriachuelodeespumafluyendohacialazanjadelacuneta.
—¿Quéhapasado?—mepregunta.Selocuento:estábamosmuertos,peroBenconsiguiógirarelcocheenladireccióncorrecta,como
sifueraunabrillantebailarinavehicular.Ben y Radar se han metido debajo del monovolumen. Ninguno de los dos sabe una mierda de
coches,perosupongoqueasísesientenmejor.PorunladoasomaeldobladillodelatogadeBenysuculoalaire.
—Tío—gritaRadar—,parecequeestáperfecto.—Radar—ledigo—,elcochehadadounasochovueltas.Seguroquenoestáperfecto.—Puespareceperfecto—diceRadar.—Eh—digoagarrandolasNewBalancedeBen—.Eh,venga,saldeahí.Salearrastrándose,letiendolamanoytirodeélparaqueselevante.Sehamanchadolasmanosde
grasa. Lo abrazo. Si yo no hubiera soltado el volante, y si él no hubiera asumido el control tanhábilmente,estoysegurodequeestaríamuerto.
—Gracias—le digo golpeándole en la espalda, seguramente demasiado fuerte—. Eres el mejorcopilotoquehevistoenmivida.
Medaunapalmadaenlamejillaconsumanograsienta.—Lohehechoparasalvarmeamímismo,noati—contesta—.Nohepensadoentiniunsegundo,
créeme.Merío.—Niyoenti—lecontesto.Benmemiraapuntodesonreír.—Bueno,eraunaputavacaenorme.Másqueunavaca,eraunaballenadetierra.Merío.Radarsalededebajodelcoche.—Tío, de verdad que creo que está perfecto. Solo hemos perdido cinco minutos. Ni siquiera
tenemosqueaumentarlavelocidaddecrucero.Laceyobservaelmonovolumenabolladofrunciendoloslabios.—¿Quéopinas?—lepregunto.—Vamos—mecontesta.—Vamos—votaRadar.Benhinchalasmejillasyresopla.—Sobretodoporquemegustapresionaralgrupo:vamos.—Vamos—digoyo—.Peroosaseguroquenovuelvoaconducir.LepasoaBenlasllavesysubimosalcoche.Radarnosguíaporunpequeñoterraplényvolvemosa
meternosenlaautopista.Estamosa872kilómetrosdeAgloe.
HORATRECE
Cadadosminutos,Radardice:—Chicos, ¿recordáis aquella vez enque todos íbamos amorir y entoncesBen agarró el volante,
esquivóunapuñeteravacagigante,giróelcochecomolastazasdeDisneyWorldynossalvamos?LaceyseadelantahastalacocinayapoyaunamanoenlarodilladeBen.—Eresunhéroe,¿tedascuenta?—ledice—.Porcosascomoestadanmedallas.—Lohedicho antesy lo repito ahora: nohepensadoenningunodevosotros.Loquequería era
salvarmiculo.—Mentiroso.Heroicoyadorablementiroso—diceLacey.Yledaunbesoenlamejilla.—Eh, chicos, ¿recordáis aquella vez en que estaba tumbado en la parte de atrás, con los dos
cinturones de seguridadpuestos, y la puerta se abrió de golpe, todas las cervezas se rompieron, perosobrevivítotalmenteileso?—diceRadar—.¿Cómoesposible?
—Vamosajugaralveoveometafísico—diceLacey—.Veoveoelcorazóndeunhéroe,uncorazónquelatenoparasímismo,sinoparatodalahumanidad.
—NOESTOYSIENDOHUMILDE.SENCILLAMENTENOMEQUERÍAMORIR—exclamaBen.—Chicos, ¿recordáis aquella vez, en el coche, hace veinteminutos, que por alguna razónno nos
matamos?
HORACATORCE
Unavezsuperadoelshockinicial,limpiamos.IntentamosmetertodoslostrozosdecristaldebotellasdeBluefin posibles en hojas de papel y los dejamos en una bolsa de plástico para tirarlos después.LasalfombrasdelmonovolumenestánpegajosasyempapadasdeMountainDew,BluefinyCoca-ColaLight,eintentamossecarlasconlospocospañuelosdepapelquetenemos.Peroelcochenecesitaríaunabuenalimpieza, comomínimo, y no tenemos tiempo antes de llegar a Agloe. Radar ha buscado lo que mecostará cambiar el panel lateral: 300dólaresmás la pintura.Este viaje sale cadavezmás caro, peroconseguirédevolvereldineroesteverano,trabajandoeneldespachodemipadre,ydetodasformasnoesunrescatetanelevadotratándosedeMargo.
Elsolempiezaasalirpornuestraderecha.Siguesangrándomelamejilla.Ahora labanderade laConfederaciónsehaquedadopegadaalaherida,asíqueyanotengoquesujetarla.
HORAQUINCE
Ungrupode roblesoculta loscamposdemaízqueseextiendenhastaelhorizonte.Elpaisajecambia,peronadamás.Lasgrandesautopistascomoestaconviertenelpaísenunúnicolugar:McDonald’s,BPyWendy’s.Séqueseguramentedeberíaodiaresteaspectode lasautopistasyañorar losfelicesdíasdelpasado, cuando podías empaparte del color local de cada sitio, pero en fin. Me gusta. Me gusta laregularidad.Megustaconducirquincehorasseguidasdesdecasasinqueelmundocambiedemasiado.Laceymeabrochaloscinturonesdeseguridad.
—Tienesquedescansar—medice—.Lohaspasadomal.Me sorprende que nadieme haya echado la culpa por no haber sabido reaccionar en la batalla
contralavaca.Mientras me quedo dormido, los oigo haciéndose reír. No oigo las palabras exactas, sino la
cadencia,lassubidasybajadasdetonodesucharla.Megustaescuchartumbadoenlahierba.YdecidoquesillegamosatiempoperonoencontramosaMargo,esoesloqueharemos.BuscaremosunsitioenCatskillparapasarunrato,tumbarnosenlahierba,charlaryhacernosbromas.Quizásaberqueestávivahace que vuelva a ser posible, aunque no tengo pruebas de que lo esté. Casi puedo imaginarme lafelicidadsinella,micapacidaddedejarlamarchar,desentirquenuestrasraícesestánconectadasaunquenuncavuelvaaveresahojadehierba.
HORADIECISÉIS
Duermo.
HORADIECISIETE
Duermo.
HORADIECIOCHO
Duermo.
HORADIECINUEVE
Cuandomedespierto,RadaryBendiscutenenvozalta sobreelnombredel coche.ABen legustaríallamarlo Mohamed Alí, porque, como Mohamed Alí, el monovolumen recibe un puñetazo y sigueavanzando.Radardicequenosepuedeponerelnombredeunpersonajehistóricoauncoche.CreequedeberíallamarseLurlene,porquesuenabien.
—¿Quieres llamarloLurlene?—preguntaBen elevando la voz, horrorizado—. ¿Nohapasadoyaporbastanteestepobrevehículo?
Medesabrochouncinturónymesiento.Laceysegira.—Buenosdías—medice—.BienvenidoalgranestadodeNuevaYork.—¿Quéhoraes?—Lasnuevecuarentaydos.—Seharecogidoelpeloenunacoleta,perolosmechonesmáscortos
lequedansueltos—.¿Cómoestás?—Asustado—lecontesto.Laceymesonríeyasiente.—Sí,yotambién.Escomosipudieransucederdemasiadascosascomoparaestarpreparadopara
todas.—Sí—comento.—Esperoquesigamossiendoamigosesteverano—medice.Yporalgunarazónmesientomejor.Nuncasabesquévaahacerquetesientasmejor.RadarestádiciendoqueelcochedeberíallamarseGansoGris.Meadelantounpocoparaquetodos
meoigan.—ElDreidel.Cuantomáslogiras,mejorfunciona.Benasiente.Radarsegira.—Creoquedeberíasserelnombradoroficial.
HORAVEINTE
EstoysentadoenlaprimerahabitaciónconLacey.Benconduce.Radarnavega.Laúltimavezquepararonestabadormido,perocompraronunmapadeNuevaYork.NoapareceAgloe,peroalnortedeRoscoesolohaycincooseiscruces.SiemprehabíapensadoqueNuevaYorkeraunametrópolisqueseextendíainfinitamente, pero aquí solo se ven colinas por las que el monovolumen asciende heroicamente. LaconversaciónseinterrumpeunmomentoyBenseinclinaaencenderlaradio.
—Veoveometafísico—digo.EmpiezaBen.—Veoveoalgoquemegustamucho.—Yasé—diceRadar—.Elsabordelaspelotas.—No.—¿Elsabordelaspollas?—pregunto.—No,gilipollas—mecontestaBen.—Hum—diceRadar—.¿Elolordelaspelotas?—¿Latexturadelaspelotas?—pregunto.—Vengaya,capullos,notienenadaqueverconlosgenitales.¿Lace?—Hummm,¿lasensacióndesaberquehassalvadotresvidas?—No,ycreoqueavosotrosdosyanoosquedanturnosparaadivinar.—Vale,¿quées?—Lacey—contesta.Loveomirándolaporelretrovisor.—Gilipollas—ledigo—,sesuponequeesunveoveometafísico.Tienenquesercosasquenose
ven.—Yloes—mecontesta—.Yesloquemásmegusta...Lacey,peronolaLaceyqueseve.—Voyavomitar—diceRadar.Pero Lacey se desabrocha el cinturón de seguridad y se inclina por encima de la cocina para
susurrarlealgoaBenaloído.Benseponerojo.—Vale,prometonosercursi—diceRadar—.Veoveoalgoquetodosestamossintiendo.—¿Unenormecansancio?—pregunto.—No,aunqueexcelenterespuesta.—¿Esaextrañasensacióndequeelcorazónnolatetandeprisacomotodotucuerpoporelexcesode
cafeína?—diceLacey.—No.¿Ben?—Hum,¿sentimosganasdemear,osoyyosolo?—Solotú,comosiempre.¿Algunamás?—Nosquedamoscallados—.Larespuestacorrectaesque
todossentimosqueseríamosmásfelicesdespuésdeunainterpretaciónacapeladel«BlisterintheSun».Yasíes.Aunquetengomenosoídoparalamúsicaqueunsordo,cantotanaltocomolosdemás.Y
cuandohemosacabadodigo:—Veoveounagranhistoria.Porunmomentonadiedicenada.SoloseoyeelruidodelDreideldevorandoelasfaltoyacelerando
parasubirlacolina.—Esta,¿no?—dicealratoBen.Asiento.—Sí—diceRadar—.Siconseguimosnomatarnos,seráunahistoriadeputamadre.
«Noiríamalquelaencontráramos»,pienso,peronolodigo.AlfinalBenenciendelaradioybuscaunaemisoradebaladasderockparaquecantemostodosjuntos.
HORAVEINTIUNO
Después de más de 1.800 kilómetros por autopista, casi ha llegado la hora de salir. Es totalmenteimposibleconduciracientoveinticincokilómetrosporhoraporlaautovíadedoscarrilesquenosllevamásalnorte,haciaCatskill,peronos lasarreglaremos.Radar, siempreunbrillanteestratega,sehabíareservadomediahora extra sindecirnosnada.Esto es bonito.La luzde lamañana ilumina losviejosárboles.Inclusolosedificiosdeladrillodelasruinosaspoblacionesporlasquepasamosparecennuevosconestaluz.
LaceyyyocontamosaBenyaRadartodoloquesenosocurreparaayudarlosaqueencuentrenaMargo.Lesrecordamosdetalles.Noslosrecordamosanosotrosmismos.SuHondaCivicplateado.Supelocastaño,muyliso.Sufascinaciónporlosedificiosabandonados.
—Llevaunalibretanegra—digo.Bensegirahaciamí.—Vale,Q.SiveoaunachicaexactamentecomoMargoenAgloe,NuevaYork,nopiensohacernada
sinollevaunalibreta.Esaserálaseñal.No le hago caso. Solo quiero recordarla. Por última vez, quiero recordarlamientras aún espero
volveraverla.
AGLOE
El límite de velocidad baja de noventa a setenta, y luego a sesenta. Cruzamos unas vías de tren yllegamosaRoscoe.Avanzamosdespacioporunapoblaciónadormecidaconunacafetería,unatiendaderopa,unatiendadetodoaundólaryunpardeescaparatescerradoscontablones.
—Puedoimaginármelaaquí—digoinclinándomehaciadelante.—Sí—admiteBen—.Tío,deverdadquenoquieroallanaredificios.Nocreoquemevayamuy
bienenlascárcelesdeNuevaYork.Aunque la ideadeexplorarestosedificiosnomepareceespecialmentealarmante,yaque todoel
puebloda la impresióndeestardesierto.Nohaynadaabierto.Pasadoel centro, la carretera cruza laautovía,yenesacarreterasoloestáelvecindariodeRoscoeyunaescuelaprimaria.Losgruesosyaltosárboleshacenquelasmodestascasasdemaderaparezcanenanas.
Nos metemos en otra autovía y aumentamos la velocidad, aunque Radar sigue conduciendodespacio.Hemoshechopocomásdeunkilómetrocuandovemosalaizquierdauncaminosinasfaltarysinuncartelquenosindiquesunombre.
—Puedeseresto—digo.—Eselcaminodeunacasa—contestaBen.PeroRadargiradetodasformas.Lociertoesquepareceelcaminodeunacasa,abiertoenlatierra
apisonada.Anuestra izquierdacrece lahierba,quealcanza la alturade losneumáticos.Noveonada,aunquemetemoqueseríafácilesconderseencualquierpartedeestecampo.Avanzamosuntrecho,ylacarretera va a parar a una granja victoriana. Damos media vuelta y regresamos a la autovía de doscarriles,másalnorte.LaautovíagirahaciaCatHollowRoadyseguimoshastaquevemosunacarreterasinasfaltaridénticaalaanterior,estavezaladerecha,queconduceaunaespeciedegraneroderruidodemaderagris.Enloscampos,aambosladosdenosotros,hayenormesbalascilíndricasdeheno,perolahierbahaempezadoacrecer.Radarnosuperalosdiezkilómetrosporhora.Buscamosalgoraro.Algunafallaenestepaisajeperfectamenteidílico.
—¿CreéisquepuedehabersidoelSupermercadoAgloe?—pregunto.—¿Esegranero?—Sí.—Nosé—mecontestaRadar—.¿Lossupermercadosparecengraneros?Dejoescaparunlargosoplidoentreloslabiosfruncidos.—Nosé.—Esese...mierda,¡essucoche!—gritaLaceyamilado—.¡Sísísísísísucochesucoche!Radar detiene elmonovolumenmientras sigo el dedo de Lacey, que señalamás allá del campo,
detrásdeledificio.Undestelloplateado.Meagacho,colocolacaraalladodelasuyayveoelarcodeltechodelcoche.SabeDioscómohallegadohastaallí,porquenohayningúncamino.
Radarpara, salgodeun saltoy corrohasta el coche.Vacío.Abierto.Abro elmaletero.Tambiénvacío.Solohayunamaletaabiertaysinnada.Miroamialrededorymedirijohacialoqueahoracreoque son los restos del SupermercadoAgloe. Ben yRadarme adelantanmientras corro por el camposegado.Entramosenelgraneronoporlapuerta,sinoporunodelosgrandesagujerosquesehanformadoalcaerselapareddemadera.
Dentro del edificio el sol entra por losmuchos agujeros del techo e ilumina partes del suelo demadera podrido.Mientras la busco, tomo nota mentalmente de todo lo que veo: las tablas del suelomojadas.Eloloraalmendras,comoella.Unaviejabañeraconpatasenformadegarraenunaesquina.Estátanllenodeagujerosqueeledificioesalavezinterioryexterior.
Sientoquealguienmetirafuertedelacamiseta.GirolacabezayveoaBen,quedesplazalosojoshaciaun rincónde la estancia.Tengoqueatravesar con lamiradaungranhazde luzqueentrapor eltecho,peroveoeserincón.Dospanelesdeplexiglásdeaproximadamenteunmetrodealtura,suciosytintados de color gris, se apoyan entre sí formando un ángulo pegado a la pared de madera. Es uncubículotriangular,siuncubículopuedesertriangular.
Y lo que sucede con las ventanas tintadas es que dejan pasar la luz, así que veo la inquietanteescena,aunqueenunaescaladegrises:MargoRothSpiegelmanestásentadaenunasilladeoficinadepiel negra, inclinada sobre un pupitre de escuela, escribiendo. Lleva el pelo mucho más corto—elflequillodesigualporencimadelascejasytodoalborotado,comopararesaltarlaasimetría—,peroesella.Estáviva.HatrasladadosudespachodeuncentrocomercialabandonadodeFloridaaungraneroabandonadodeNuevaYork,ylaheencontrado.
NosacercamosaMargoloscuatro,peronoparecevernos.Sigueescribiendo.Alfinal,alguien—quizáRadar—dice:
—¿Margo,Margo?Margo se levanta de puntillas, con las manos en las paredes del improvisado cubículo. Si le
sorprendevernos,susojosnolomuestran.AquíestáMargoRothSpiegelman,ametroymediodemí,conlos labiosagrietados, sinmaquillar, con lasuñas suciasy losojosmudos.Nuncahabíavisto susojosmuertoshastaesepunto,peroquizánuncaanteshabíavistosusojos.Meobserva.Estoysegurodequeestáobservándomeamí,noaLacey,BenoRadar.NomehabíasentidotanobservadodesdequelosojossinvidadeRobertJoynermemiraronenJeffersonPark.
Sequedaunbuenratoensilencio,ymeasustandemasiadosusojosparaacercarmeaella.«Yoyestemisterionosenfrentamosaquí»,escribióWhitman.
—Dadmecincominutos—diceporfin.Vuelveasentarseysigueescribiendo.Laobservoescribir.Parecelamismadesiempre,exceptoenqueestáunpocosucia.Noséporqué,
perosiemprepenséqueestaríadiferente.Másmayor.Queapenaslareconoceríacuandoporfinvolvieraaverla.Peroaquíestá,laobservoatravésdelplexiglás,ypareceMargoRothSpiegelman,lachicaalaqueconozcodesdequeteníadosaños,lachicaqueeraunaideaqueamaba.
Ysoloahora,cuandocierralalibreta,lameteenunamochilaquetieneasulado,selevantayseacercaanosotros,medoycuentadequeesa ideaesnosoloequivocada, sino tambiénpeligrosa.Quéengañosocreerqueunapersonaesalgomásqueunapersona.
—Hola—lediceaLaceysonriendo.AbrazaprimeroaLacey,luegoledalamanoaBenyporúltimoaRadar.Alzalascejasydice:—Hola,Q.Ymeabrazarápidamenteysinapretar.Quieroquesequedeahí.Quieroquesucedaalgo.Quiero
sentirlasollozarcontramipecho,conlaslágrimasresbalandoporsussuciasmejillashastamicamiseta.Pero se limita a abrazarme rápidamentey se sienta en el suelo.Me siento frente a ella.Ben,RadaryLaceysesientantambiénenlíneaconmigo,demodoqueestamosloscuatrodelantedeMargo.
—Mealegrodeverte—digoalratoconlasensacióndeestarrompiendounaoraciónsilenciosa.Seapartaelflequilloaunlado.Pareceestardecidiendoquédecirexactamenteantesdedecirlo.—Yo... bueno... bueno... pocas veces me quedo sin palabras, ¿verdad? No he hablado mucho
últimamente.Supongoquedeberíamosempezarpor:¿quédemonioshacéisaquí?—Margo—diceLacey—.PorDios,estábamosmuypreocupados.—No teníaisquepreocuparos—lecontestaMargoalegremente—.Estoybien.—Levanta losdos
pulgares—.EstoyOK.—Podrías habernos llamado para decírnoslo—dice Ben con cierto tono de frustración—. Nos
habríamosahorradounviajequehasidouninfierno.
—Segúnmiexperiencia,BenelSangriento,cuandotemarchasdeunsitio, lomejoresmarcharte.¿Porquétehaspuestounvestido,porcierto?
Benseruboriza.—Nolollamesasí—intervieneLacey.MargolanzaunamiradaaLacey.—Vaya,¿tehasenrolladoconél?—Laceynodicenada—.Nomedigasquetehasenrolladoconél
—diceMargo.—Telodigo—lecontestaLacey—.Ytedigoqueesgenial.Ytedigoqueeresunazorra.Ytedigo
que me largo. Encantada de verte, Margo. Gracias por aterrorizarme y hacerme sentirme como unamierdadurantetodoelúltimomesdemiúltimoañodeinstituto,yporserunazorracuandotebuscamosportodaspartesparaasegurarnosdequeestásbien.Hasidounplacerconocerte.
—Paramítambién.Sinti,¿cómohabríasabidologordaqueestaba?Laceyselevantaysalepisandofuerte.Suspasosvibranenelsuelodestartalado.Bensaledetrásde
ella.EchounaojeadayveoqueRadarsehalevantadotambién.—Noteconocíahastaquesupedetiportuspistas—diceRadar—.Tuspistasmegustanmásquetú.—¿Dequémierdaestáhablando?—mepreguntaMargo.Radarnocontesta.Selimitaamarcharse.Tambiényodeberíamarcharme,porsupuesto.EllossonmásamigosmíosqueMargo,sinduda.Pero
tengopreguntasquehacerle.Mientrasselevantaysedirigedenuevoasucubículo,empiezoporlamásobvia:
—¿Porquétecomportascomounaniñamimada?Segira,meagarraporlacamisetaymegritaalacara:—¿Dequécoñovaspresentándoteaquísinavisar?—¿CómonaricesibaaavisartesidesaparecistedelafazdelaTierra?Veoqueparpadeayséquenotienerespuesta,asíquesigo.Mehadecepcionado.Por...por...Nosé.
Por no ser la Margo que esperaba. Por no ser la Margo que pensé que por fin había imaginadocorrectamente.
—Daba por sentado que tendrías una buena razón para no haberte puesto en contacto con nadiedesdeaquellanoche.Pero...¿estaesturazón?¿Parapodervivircomounavagabunda?
Mesueltalacamisetaysealejademí.—¿Y ahora quién está siendo un niño mimado? Me marché de la única manera que puede uno
marcharse.Arrancastuvidadegolpe,comounatirita.Yentoncestúerestú,yLaceesLace,ycadaquienesquienes,yyosoyyo.
—Peroyonopudeseryo,Margo,porquepenséqueestabasmuerta.Casitodoeltiempo.Asíquetuvequehacertodotipodemierdasquejamáshabríahecho.
Ahoramegritaymecogedelacamisaparacolocarsecaraacara.—Tonterías.Nohasvenidoparaasegurartedequeestoybien.Hasvenidoporquequeríassalvara
lapobrecitaMargodesunaturalezaproblemáticaparaqueestuviera tanagradecidaamicaballerodebrillantearmaduraquemequitaralaropaytesuplicaraquemehicierastuya.
—¡Gilipolleces!—grito,yenbuenamedidaloson—.Soloestabasjugandoconnosotros,¿verdad?Soloqueríasasegurartedequeinclusodespuésdemarcharteadivertirteporahí,todoseguíagirandoatualrededor.
Yellamegritatambién,másaltodeloquehabríacreídoposible.—¡Nisiquiera tehedecepcionadoyo,Q! ¡Tehadecepcionado la ideademíque temetisteen la
cabezadesdequeéramosniños!Intentagirarse,perolaagarroporloshombrosylasujetofrenteamí.—¿Haspensadoalgunavezloquesignificabamarcharte?¿HaspensadoenRuthie?¿Enmí,enLacey
oencualquieradelaspersonasalasquelesimportabas?No.Claroqueno.Porquesinotepasaati,nolepasaanadie.¿Verdad,Margo?¿Verdad?
Yanoseenfrentaamí.Sesuelta,segirayvuelveasudespacho.Pegaunapatadaalasparedesdeplexiglás,queresuenancontraelescritorioylasillaantesdecaeralsuelo.
—CÁLLATECÁLLATEIMBÉCIL.—Muybien—lecontesto.ElhechodequeMargopierdatotalmentelospapeleshacequeyorecuperelosmíos.Intentohablar
comomimadre.—Mecallo.Estamoslosdosenfadados.Pormiparte...haymuchascosassinresolver.Sesientaenlasilla,conlospiesapoyadosenloquehabíasidolapareddesudespacho.Mirahacia
unrincóndelgranero.Nosseparanalmenostresmetros.—¿Cómodemoniosmehabéisencontrado?—Penséquequeríasqueteencontráramos—lecontesto.Habloenvoztanbajaquemesorprendequemeoiga,perogiralasillaparamirarme.—Puedojurartequeno.—El«Cantodemímismo»—ledigo—.GuthriemellevóaWhitman.Whitmanmellevóalapuerta.
La puerta me llevó al centro comercial abandonado. Descubrimos cómo leer la pintada oculta. Noentendía lo de «ciudades de papel», porque también significa urbanizaciones que no se han llegado aconstruir,asíquepenséquehabías idoaunadeesasurbanizacionesyquenuncavolverías.Penséqueestabas muerta en uno de esos sitios, que te habías matado y por alguna razón querías que yo teencontrara.Asíquefuiaunmontóndeurbanizacionesabuscarte.Peroluegoencajéelmapadelatiendade souvenirs con los agujeros de chincheta. Empecé a leer el poema con más atención y pensé queprobablementenoibasdeunladoaotro,quetehabíasencerradoaplanificar.Aescribirenesalibreta.EncontréAgloeenelmapa,vitucomentarioenlapáginadelOmnictionary,mesaltélagraduaciónyvineencochehastaaquí.
Sepasaunamanoporelpelo,peroyanoeslobastantelargoparaquelecaigaenlacara.—Odioestecortedepelo—medice—.Queríacambiardeimagen,pero...esridículo.—Amímegusta—ledigo—.Teenmarcamuybienlacara.—Sientohabersidotanzorra—medice—.Tienesqueentenderlo...Bueno,aparecéisporaquídela
nadaymeacojonáis...—Podríashabertelimitadoadecir:«Chicos,meestáisacojonando»—ledigo.Seburla.—Sí,claro,porqueesaeslaMargoRothSpiegelmanquetodoelmundoconoceyalaquetodoel
mundoquiere.—Sequedaunmomentocalladayluegodice—:SabíaquenodebíahaberescritoesoenelOmnictionary.Solopenséqueseríadivertidoqueloencontrarandespués.Penséquelapolillegaríaaencontrarme,peronoatiempo.ElOmnictionarytienemilmillonesdepáginas.Nuncapensé...
—¿Qué?—He pensado mucho en ti, si eso responde a tu pregunta. Y en Ruthie. Y en mis padres. Por
supuesto, ¿vale?Quizá soy la personamás tremendamente egocéntrica de la historia delmundo. Pero¿creesquelohabríahechosinolohubieranecesitado?—Muevelacabeza.Seinclinaporfinhaciamí,con los codos en las rodillas, y hablamos.A cierta distancia, peroda igual—.No semeocurría otramanerademarcharmesinquemearrastrarandevuelta.
—Mealegrodequenoestésmuerta—ledigo.—Sí,yotambién—mecontesta.Sonríe,yeslaprimeravezqueveoesasonrisaquetantoheechado
demenos—.Poresotuvequemarcharme.Porjodidaquesealavida,siempreesmejorquelamuerte.Suenamimóvil.EsBen.Contesto.—LaceyquierehablarconMargo—medice.
Me acerco aMargo, le paso el teléfono yme quedo ahímientras ella escucha con los hombrosencorvados.Oigolosruidosprocedentesdelteléfono,yentoncesoigoaMargointerrumpiendoaLacey.
—Oye—ledice—,losientomucho.Soloestabamuyasustada.Y silencio. Lacey empieza a hablar de nuevo, y al final Margo se ríe y dice algo. Siento que
deberíantenerciertaprivacidad,asíquevoyaecharunvistazo.Contralapareddeldespacho,peroenlaesquinaopuestadelgranero,Margohamontadounaespeciedecama:cuatropalésconunacolchonetahinchableencima.Sureducidacolecciónderopa,perfectamentedoblada,estáenotropalé,alladodelacama.Hayuncepilloypastadedientes,ademásdeunatazagrandedeplástico.Estascosasestánencimadedoslibros:Lacampanadecristal,deSylviaPlath,yMataderocinco,deKurtVonnegut.Mecuestacreer que haya estado viviendo así, con esta irreconciliable mezcla de pulcra zona residencial yespeluznante deterioro. Y también me cuesta creer el tiempo que he perdido creyendo que estabaviviendodecualquierotramanera.
—Estánenunmoteldelparque.Lacemehadichoquesemarchanmañanaporlamañana,contigoosinti—mediceMargoamiespalda.
Cuandodice«ti»enlugarde«nosotros»,piensoporprimeravezloquevaavenirdespués.—Soycasiautosuficiente—medice,yaamilado—.Hayunaletrina,peroenbastantemalestado,
asíquesueloiralbañoenlaparadadecamionesalestedeRoscoe.Tambiénhayduchas,ylasdelasmujeres están bastante limpias, porque no haymuchas camioneras.Y tienen internet. Es como si estofueramicasa,ylaparadadecamionesfueramicasitaenlaplaya.
Merío.Se adelanta, se arrodilla y mira debajo de los palés de la cama. Saca una linterna y un trozo
cuadradodeplástico.—Esloúnicoquehecompradoentodoelmes,apartedegasolinaycomida.Solomehegastado
unostrescientosdólares.Cojoelcuadradoyveoporfinqueesuntocadiscosapilas.—Metrajeunpardediscos—medice—.Peroconseguirémásenlaciudad.—¿Laciudad?—Sí,hoymevoyaNuevaYork.DeahílodelOmnictionary.Voyaempezaraviajarenserio.Enun
principio,hoyeraeldíaenquepensabamarcharmedeOrlando.Ibaairalagraduación,ahacertodaslassofisticadasbromasdelanochedegraduacióncontigo,ypensabamarcharmealamañanasiguiente.Peronoaguantémás.Deverdadquenopodíaaguantarniunahoramás.Ycuandomeenteréde lodeJase... Pensé: «Lo tengo todo planificado. Sencillamente cambio la fecha». Pero lamento haberteasustado.Intenténoasustarte,perolaúltimapartefuemuyprecipitada.Nohasidomimejortrabajo.
Comoplanesdehuidaprecipitados llenosdepistas,meparecieronbastante impresionantes.Perosobretodomesorprendíaquemehubieraincluidoensusplanesdesdeelprincipio.
—Yamepondrásalcorriente—ledijeintentandosonreír—.Bueno,mepreguntomuchascosas.Quéhabíasplanificadoyquéno.Quésignificabacadacosa.Porquélaspistasibandirigidasamí.Porquétemarchaste...Esascosas.
—Hum,vale,vale.Paracontarteesahistoria,tenemosqueempezarporotra.Se levanta y sigo sus pasos, que evitan hábilmente los trozos de suelo podridos. Vuelve a su
despacho,metelamanoenlamochilaysacalalibretanegra.Sesientaenelsuelo,cruzalaspiernasydapalmaditasaltrozodesueloqueestáasulado.Mesiento.Apoyalamanoenlalibretacerrada.
—Estoseremontaahacemuchotiempo—medice—.Cuandoestabaencuarto,empecéaescribirunrelatoenestalibreta.Eraunaespeciedehistoriadedetectives.
Pienso que si le quitara la libreta, podría hacerle chantaje. Podría utilizarla para que volviera aOrlando,ellapodríabuscarseuntrabajoparaelveranoyvivirenunapartamentohastaqueempezaralauniversidad,yalmenostendríamoselverano.Peromelimitoaescucharla.
—Bueno,nomegustachulear,peroesunaobraliterariabrillantecomopocas.Esbroma.Sonlasestúpidasdivagacionesllenasdedeseosymagiadecuandoteníadiezaños.LaprotagonistaesunaniñallamadaMargoSpiegelman,queescomoerayoalosdiezaños,menosenquesuspadressonamablesyricosy lecompran todo loquequiere.AMargo legustaunchico llamadoQuentin,queescomotúentodo,menosenqueesvaliente,heroico,estaríadispuestoamorirporprotegermeytodoeso.Tambiénestá Myrna Mountweazel, que es igual que Myrna Mountweazel, pero tiene poderes mágicos. Porejemplo,enelrelatotodoelqueacariciaaMyrnaMountweazelnopuedementirdurantediezminutos.YMyrnahabla.Claroquehabla.¿Algunavezunniñodediezañoshaescritounlibrosobreunperroquenosepahablar?
Merío,aunquesigopensandoenlaMargodediezañosalaquelegustaelQuentindediezaños.—Bueno,puesenelrelato—siguediciendoMargo—Quentin,MargoyMyrnaMountweazelestán
investigandolamuertedeRobertJoyner,ysumuerteesexactamenteigualqueaquellamuertereal,peroen lugar de haberse disparado a sí mismo en la cara, le ha disparado alguien. Y la historia trata denosotrosdescubriendoquiénlomató.
—¿Quiénlomató?Seríe.—¿Quieresquetecuenteelfinal?—Bueno—lecontesto—,mejorloleo.Abre la libreta ymemuestra una página. El texto es indescifrable, no porqueMargo tengamala
letra,sinoporqueencimadelaslíneashorizontaleshaylíneasverticales.—Escribocruzado—medice—.Esmuydifícilquelodescifrealguienquenoseayo.Bueno,vale,
tecontaréelfinal,peroantestienesqueprometermequenovasaenfadarte.—Teloprometo—lecontesto.—ResultaqueelcrimenlocometióelhermanoalcohólicodelahermanadelaexmujerdeRobert
Joyner,queestabalocoporquehabíasidoposeídoporelespíritudeunmalvadogatodelEgiptoantiguo.Como he dicho, un relato de primera. Pero, bueno, en la historia, tú, yo y Myrna Mountweazel nosenfrentamosalasesino,queintentadispararme,perotúsaltas,tecolocasdelanteymueresheroicamenteenmisbrazos.
Merío.—Genial.La historia era tan prometedora, con la chica guapa a la que le gusto, elmisterio y la
intriga,yresultaquelapalmo.—Bueno,sí—medicesonriendo—.Peroteníaquematarte,porqueelotroúnicofinalposibleera
acabarenlacama,ylaverdadesquenoestabaemocionalmentepreparadaparaescribiresascosasalosdiezaños.
—Loentiendo—ledigo—.Perocuandolorevises,quierounpocodeacción.—Quizádespuésdequeelmalotehayadisparado.Unbesoantesdemorir.—Muyamable.Podría levantarme, acercarme a ella y besarla.Podría.Pero todavía puedo estropear demasiadas
cosas.—Enfin, terminéel relatoenquinto.UnosañosdespuésdecidoquememarchoaMississippi.Y
entoncesescribotodosmisplanesparaelépicoacontecimientoenestalibreta,encimadelrelatoanterior,yalfinalmevoy.Cojoelcochedemimadre,hagocasidosmilkilómetrosydejopistasenlasopa.Nisiquieramegustóelviaje,laverdad.Mesentímuysola.Peromeencantahaberlohecho,¿eh?Entoncesempiezoasuperponermáshistorias,bromaseideasparaemparejaraciertaschicasconciertoschicos,enormescampañasdeempapeladodecasas,másviajesencocheymuchasotrascosas.Lalibretaestámediollenacuandoempezamoselúltimoañoyesentoncescuandodecidoquevoyahacerunasolacosamás,algogrande,yluegomemarcharé.
Vaaseguirhablando,perotengoquedetenerla.—Mepregunto si era cosadel sitioode lagente. ¿Quéhabríapasado si lagenteque tehubiera
rodeadohubierasidodiferente?—¿Cómopuedessepararunacosadelaotra?Lagenteeselsitio,yelsitioeslagente.Ybueno,no
pensabaquehubieranadiemásdequienpudieraseramiga.Pensabaquetodosestabanasustados,comotú,oquelesdabaigual,comoaLacey.Y...
—Noestoytanasustadocomopiensas—ledigo.Yesverdad.Solomedoycuentadequeesverdadcuandoyalohedicho.Peroaunasí.—Yaestoyllegandoaesaparte—dicecasiquejándose—.Cuandoestoyenprimero,Gusmelleva
alOsprey...—Niegoconlacabeza,confundido—.Elcentrocomercialabandonado.Yempiezoairpormicuentacadadosportres,soloparapasarelratoyescribirmisplanes.Yhaciaelúltimoaño,todoslosplanesempezaronagirarentornoalaúltimaescapada.Ynosésiesporqueleíamiviejorelatocuandoiba,peroenseguidateincluíenmisplanes.Laideaeraqueíbamosahacertodasesascosasjuntos—como entrar en el SeaWorld, que estaba en el plan original— y yo te presionaría para que fueras uncapullo.Esanocheteliberaría.Yluegodesapareceríaytúsiempremerecordarías.
»Alfinalelplanocupaunassetentapáginas,yestáapuntodecumplirse,haidotodomuybien,perodescubro lo de Jase y decidomarcharme. Inmediatamente.No necesito graduarme. ¿Qué sentido tienegraduarse? Pero antes tengo que atar los cabos sueltos.Así que todo ese día, en el instituto, llevo lalibretaconmigo,intentandocomounalocaadaptarelplanaBecca,Jase,Laceyytodoelquenoeratanamigomíocomoyopensaba, intentandoquesemeocurrieranideasparaquetodoelmundosupieralomuchoquemehabíandecepcionadoantesdeabandonarlosparasiempre.
»Pero todavía quería hacerlo contigo. Todavía me gustaba la idea de convertirte quizá en algoparecidoalhéroedeputamadredemirelatoinfantil.
»Yentoncesmesorprendes—medice—.Paramíhabíassidounchicodepapeltodosestosaños...Dosdimensionescomopersonajeenelpapelyotrasdosdimensionesdiferentes,pero tambiénplanas,comopersona.Peroaquellanocheresultóqueerasreal.Yacabasiendotanraro,divertidoymágicoquevuelvoamihabitaciónporlamañanayteechodemenos.Quieropasarabuscarte,salirporahíycharlar,peroyahedecididomarcharme,asíquetengoquemarcharme.Yentonces,enelúltimosegundo,semeocurremandartealOsprey.Dejárteloatiparaqueteayudeaseguiravanzandoporelcaminodenoserungatitoasustado.
»Ysí,esoestodo.Piensoenalgorápidamente.PegoelpósterdeWoodyenlapartedefueradelapersiana,rodeoconuncírculolacancióndeldiscoymarcolosdosversosdel«Cantodemímismo»enuncolordiferentedelquehabíautilizadocuandololeí.Luego,cuandoyatehasidoalinstituto,mecuelopor tu ventana ymeto el trozo de periódico en la puerta. Esamismamañana voy alOsprey, en parteporque todavíanomesientopreparadaparamarcharme,yenparteporquequierodejártelo limpio.Enfin, el caso esquenoqueríaque te preocuparas.Por eso cubrí la pintada.No sabíaque conseguiríasverla.Arranquélaspáginasdelcalendarioquehabíautilizadoyquitétambiénelmapa,quehabíatenidocolgadodesdequeviqueincluíaAgloe.Yentonces,comoestoycansadaynotengoadóndeir,duermoallí. En realidad, al final paso allí dos noches, intentando reunir el valor, supongo.Y también, no sé,penséquequizáloencontraríasenseguida.Yentoncesmefui.Tardédosdíasenllegaraquí.Yaquíheestadodesdeentonces.
Parecehaberterminado,peromequedaotrapregunta.—¿Yporquéprecisamenteaquí?—Unaciudaddepapelparaunachicadepapel—mecontesta—.Leí lodeAgloeenun librode
«cosassorprendentes»cuandoteníadiezuonceaños.Ynuncameloquitédelacabeza.LaverdadesquecadavezquesubíaalSunTrustBuilding(incluidalaúltimavezquefuicontigo),loquepensabaalmirarhaciaabajonoeraquetodoeradepapel.Mirabahaciaabajoypensabaqueyoeradepapel.Yoerala
personadébilyplegable,nolosdemás.Yesaeslacuestión.Alagenteleencantalaideadeunachicadepapel.Siemprelehaencantado.Ylopeoresqueamímeencantabatambién.Locultivaba,¿sabes?
»Porqueesgenialserunaideaqueatodoelmundolegusta.Peronopodíaserlaideademímisma,nodel todo.YAgloeesun lugarenelqueunacreacióndepapelseconvierteenreal.Unpuntoenelmapa se convirtió en un lugar real, más real de lo que las personas que crearon ese punto habríanimaginado.Penséquequizáaquílasiluetadepapeldeunachicapodríaempezaraconvertirseenreal.Ymeparecíaunamaneradedecirleaesachicaalaquelepreocupabalapopularidad,laropaytodolodemás:«Irásalasciudadesdepapel.Ynuncavolverás».
—La pintada —le dije—. Por Dios, Margo, he recorrido muchas urbanizaciones abandonadasbuscandotucadáver.Deverdadpensé...Deverdadpenséqueestabasmuerta.
Selevanta,rebuscaunmomentoensumochila,sacaLacampanadecristalymelee.—«Perocuandollegóelmomentodehacerlo,lapieldemimuñecaparecíatanblancaeindefensa
quenopude.Eracomosiloqueyoqueríamatarnoestuvieraenesapiel,nienelligeropulsoazulquesaltababajomipulgar,sinoenalgunapartemásprofunda,mássecretaymuchomásdifícildealcanzar.»
Vuelveasentarseami lado,muycerca, frenteamí.La teladenuestrosvaquerosse tocasinquenuestrasrodillaslleguenarozarse.
—Sé de lo que habla—diceMargo—.Ese algomás profundo ymás secreto. Son como grietasdentrodeti.Comolíneasdefectuosasenlasquelascosasnoencajanbien.
—Megusta—ledigo—.Ocomogrietasenelcascodeunbarco.—Sí,sí.—Alfinaltehundes.—Exacto—medice.Ahoraestamosdialogando.—Nopuedocreermequenoquisierasqueteencontrara.—Perdona.Sivasasentirtemejor,estoyimpresionada.Además,estábientenerteaquí.Eresunbuen
compañerodeviaje.—¿Esunapropuesta?—lepregunto.—Puedeser—mecontestasonriendo.El corazón lleva tanto tiempo dándome vueltas en el pecho que esta especie de borrachera me
parececasisoportable,perosolocasi.—Margo,sivuelvesacasaapasarelverano...mispadreshandichoquepuedesvivirconnosotros,
opuedesbuscartrabajoyunapartamentoparaelverano,yluegoempezaránlasclasesynotendrásquevolveravivircontuspadres.
—No es solo por ellos. Volvería a quedarme atrapada y nunca saldría de allí. No son solo loscotilleos, las fiestas y toda esa mierda, sino la perspectiva de vivir la vida como hay que vivirla:universidad,trabajo,marido,hijosytodasesasgilipolleces.
Elproblemaesqueyosícreoenlauniversidad,eneltrabajoyquizáenloshijosalgúndía.Creoenelfuturo.Quizáesunatarademicarácter,peroenmicasoescongénita.
—Perolauniversidadteamplíalasoportunidades—ledigoporfin—.Notelaslimita.Sonríeconsuficiencia.—Gracias,orientadoruniversitarioJacobsen—medice,ycambiadetema—.Pensabamuchoenti
metidoenelOsprey.Ensiteacostumbrarías.Ensidejaríasdepreocuparteporlasratas.—Asífue—lecontesto—.Empezóagustarme.Laverdadesquepaséallílanochedelbaile.Sonríe.—Increíble.Meimaginabaquealfinaltegustaría.NuncameaburríaenelOsprey,peroeraporque
enalgúnmomentoteníaquevolveracasa.Cuandolleguéaquísíquemeaburría.Nohaynadaquehacer.Heleídomuchodesdequellegué.Noconoceranadiemeponíacadavezmásnerviosa.Yesperabaque
esasoledadyesenerviosismomehicieranvolveratrás.Peronohasidoasí.Esloúnicoquenopuedohacer,Q.
Asiento. Lo entiendo. Imagino que es duro volver atrás cuando las palmas de tu mano abarcancontinentes.Perolointentounavezmás.
—¿Yquépasarádespuésdelverano?¿Quépasaráconlauniversidad?¿Quépasaráconelrestodetuvida?
Seencogedehombros.—¿Quépasará?—¿Notepreocupaelfuturo?—Elfuturoestáformadoporahoras—mecontesta.Notengonadaquedecir.EstoydándolevueltascuandoMargodice:—EmilyDickinson.Comotehedicho,estoyleyendomucho.Creoqueelfuturomerecequecreamosenél.PeroesdifícilllevarlelacontrariaaEmilyDickinson.
Margoselevanta,secuelgalamochiladeunhombroymetiendelamano.—Vamosadarunpaseo.Mientras salimos,Margome pide el teléfono. Teclea un número y cuando voy a apartarme para
dejarlahablarmesujetadelbrazoparaquemequedeconella.Caminoasuladohaciaelcampomientrashablaconsuspadres.
—Hola, soyMargo... Estoy enAgloe,NuevaYork, conQuentin...Vaya...Bueno, no,mamá, soloestoypensandocómocontestarteconsinceridad...Mamá,vamos...Nolosé,mamá...Decidítrasladarmeaunlugarficticio.Esoesloquepasó...Sí,bueno,detodasformasnocreoquevayaporahí...¿PuedohablarconRuthie?...Hola,guapa...Sí,bueno,yotequiseprimero...Sí,losiento.Fueunerror.Pensé...Noséloquepensé,Ruthie,perofueunerroryapartirdeahoratellamaré.Quizánollamaréamamá,perotellamaréati...¿Losmiércoles?...Losmiércolesnopuedes.Hum.Vale.¿Quédíatevabien?...Losmartes...Sí,cadamartes...Sí,incluidoestemartes.—Margocierralosojosyaprietalosdientes—.Muybien,Ruthers,¿puedespasarmeamamá?...Tequiero,mamá.Todoirábien.Teloprometo...Sí,vale,tútambién.Adiós.
Sedetieneycuelgaelteléfono,peroseloquedaunminuto.Loaprietatanfuertequelaspuntasdelosdedosempiezanaponérselerojas.Luegolodejacaeralsuelo.Sugritoesbreve,peroensordecedor,ymientrasresuenasoyconscienteporprimeravezdelmiserablesilenciodeAgloe.
—Secreequeloquetengoquehacerescomplacerla,quenodeberíadesearotracosa,ycuandonolacomplazco...meecha.Hacambiadolascerraduras.Esloprimeroquemehadicho.PorDios.
—Losiento—ledigoapartando lahierbaamarillenta,quenos llegaa las rodillas,paracogerelteléfono—.Pero¿bienconRuthie?
—Sí,esmuymaja.Meodioamímismapor...yasabes...nohaberhabladoconella.—Sí—ledigo.Medaunempujónenbroma.—¡Sesuponequedeberíashacerquemesintieramejor,nopeor!—medice—.¡Estupapel!—Nosabíaqueloqueteníaquehacereracomplacerla,señoritaSpiegelman.Seríe.—Ay,mecomparasconmimadre.Quéinsulto.Peromelomerezco.Bueno,¿quétaltehaido?Si
Benestá saliendoconLacey, seguroque tú estáspegándoteorgías todas lasnoches conunmontóndeanimadoras.
Caminamosdespacioporelcampodesigual.Noparecegrande,peroamedidaqueavanzamosmedoycuentadequenohaymaneradequenosacerquemosalosárbolesdelfondo.LecuentoquemesaltélagraduaciónylodelmilagrosogirodelDreidel.Lecuentolodelbaile,lapeleadeLaceyconBeccayminocheenelOsprey.
—Fue la noche en que supe que no había duda de que habías estado allí—le digo—.Lamantatodavíaolíacomotú.
Ycuandoselodigo,sumanorozalamía,yselacojoporquemedalaimpresióndequeahorayanohaytantoqueestropear.Memira.
—Teníaquemarcharme.Nodeberíahaberteasustado,fueunaestupidez,tendríaquehabermeidodeotramanera,peroteníaqueirme.¿Loentiendesahora?
—Sí—ledigo—,perocreoqueyapuedesvolver.Deverdadlocreo.—No,nolocrees—mecontesta.Ytienerazón.Meloveenlacara.Porfinentiendoquenopuedoserella,yqueellanopuedeser
yo.QuizáWhitmanteníaundonqueyonotengo.Porloqueamírespecta,tengoquepreguntarlealheridodónde tiene laherida,porquenopuedoconvertirmeenelherido.Elúnicoheridoquepuedoseresyomismo.
Pisoteolahierbaymesiento.Margosetumbaamilado,conlamochilacomoalmohada.Metumboboca arriba también yo. Saca un par de libros de la mochila y me los pasa para que me hagan dealmohada.UnaantologíadepoemasdeEmilyDickinsonyHojasdehierba.
—Teníadosejemplares—medicesonriendo.—Esbuenísimo—ledigo—.Nopodríashaberelegidomejor.—Fueunadecisiónimpulsivaaquellamañana,deverdad.Recordéelfragmentosobrelaspuertasy
penséqueeraperfecto.Peroluego,alllegaraquí,volvíaleerlo.Nolohabíaleídodesdeelsegundoañodeinstitutoy,sí,megustó.Heintentadoleerunmontóndepoesía.Intentabadescubrir...quéfueloquemesorprendiódetiaquellanoche.YdurantemuchotiempohepensadoquefuecuandocitasteaT.S.Eliot.
—Peronoeraeso—ledigo—.Tesorprendieronmisbícepsymielegantesalidaporlaventana.Sonríe.—Cállateydéjamepiropearte,gilipuertas.Nofuenilapoesíanitusbíceps.Loquemesorprendió
fueque, a pesar de tus ataques de ansiedady todo eso, realmente eras comoelQuentin demi relato.Bueno,llevabaañosescribiendoencimadeesahistoria,ycadavezqueescribía,leíatambiénesapágina,y siempreme reía yme decía... No te ofendas, perome decía: «Joder, nome creo que pensara queQuentinJacobseneraunsupertíobueno,superlealdefensordelajusticia».Pero...bueno...loeras.
Podría girarme, y ella también podría girarse. Y podríamos besarnos. Pero ¿qué sentido tienebesarlaahora?Esalgoquenoiráaningunaparte.Losdoscontemplamoselcielosinnubes.
—Lascosasnuncasucedencomoimaginas—medice.Elcieloescomouncuadromonocromáticocontemporáneo,suilusióndeprofundidadmeatraeyme
eleva.—Sí,esverdad—ledigo.Perolopiensounsegundoyañado—:Perotambiénesverdadquesino
imaginas,nuncapasanada.Imaginarnoesperfecto.Nopuedesmetertedentrodeotrapersona.Nuncamehabríaimaginadola
rabiadeMargocuandolaencontramos,nilahistoriaqueestabaescribiendo.Peroimaginarqueeresotrapersona,oqueelmundoesotracosa,eslaúnicamaneradeentrar.Eslamáquinaquematafascistas.
Segirahaciamí,apoyalacabezaenmihombroynosquedamostumbados,comonosimaginéenlahierbadelSeaWorld.Hemosnecesitadomilesdekilómetrosymuchosdías,peroaquíestamos:sucabezasobremihombro, su respiraciónenmicuelloyel enormecansanciode losdos.Estamosahoracomohabríadeseadoestarentonces.
Cuandomedespierto, lamortecina luzdeldíahacequeparezcaque todoes importante,desdeelcieloamarillentohasta los tallosdehierbaporencimademicabeza,queoscilanacámaralentacomounareinadelabelleza.MecolocodeladoyveoaMargoRothSpiegelmanarrodilladayconlasmanosenelsueloaunosmetrosdemí, losvaquerosseleajustanasuspiernas.Tardounmomentoendarmecuentadequeestácavando.Mearrastrohastaellayempiezoacavarasulado.Latierradebajodela
hierbaestásecacomopolvoentremisdedos.Mesonríe.Melateelcorazónalavelocidaddelsonido.—¿Quéestamoscavando?—lepregunto.—Noeslapreguntacorrecta—medice—.Lapreguntaes:¿paraquiénestamoscavando?—Deacuerdo.¿Paraquiénestamoscavando?—Estamos cavando tumbas para la pequeña Margo, el pequeño Quentin, la cachorrilla Myrna
MountweazelyelpobreRobertJoynermuerto—mecontesta.—Creoqueapoyoesosentierros—ledigo.La tierra esgrumosay seca,perforadapor el pasode insectos comounhormiguero abandonado.
Hundimos lasmanosenel suelounayotravez,ycadapuñadode tierraarrastraunapequeñanubedepolvo.Abrimosunagujerograndeyprofundo.La tumbadebe ser apropiada.No tardoen llegar a loscodos.Semeensucia lamangade lacamisetacuandomesecoelsudorde lamejilla.LasmejillasdeMargoestáncadavezmásrojas.Mellegasuolor,yhuelecomoaquellanocheantesdequesaltáramosalfosoenelSeaWorld.
—Nuncahepensadoenélcomoenunapersonareal—medice.Mientrashabla,aprovecholaocasiónparahacerunapausaymesientoencuclillas.—¿Enquién,enRobertJoyner?Siguecavando.—Sí.Bueno,yasabes,fuealgoquemesucedióamí.Peroantesdequefueraunafiguramenorenel
dramademivida,era...enfin,lafiguracentraldeldramadesupropiavida.Yotampocohepensadonuncaenélcomopersona.Untipoquejugóenlatierracomoyo.Untipo
queseenamorócomoyo.Untipoalqueselerompieronloshilos,quenosintióquelasraícesdesuhojadehierbaestuvieranconectadasconelcampo,untipoqueestabachiflado.Comoyo.
—Sí—digoalrato,mientrasvuelvoacavar—.Siemprefuesolouncadáverparamí.—Ojalá hubiéramos podido hacer algo—diceMargo—. Ojalá hubiéramos podido demostrar lo
heroicosqueéramos.—Sí.Habríaestadobiendecirleque,fueraloquefuese,noteníaporquéserelfindelmundo.—Sí,aunquealfinalloqueseatemate.Meencojodehombros.—Sí,losé.Noestoydiciendoquepuedasobrevivirseatodo.Soloquepuedesobrevivirseatodo,
menosaloúltimo.Vuelvoahundirlamano.LatierraaquíesmuchomásoscuraqueenOrlando.Lanzounpuñadoala
pilaqueestádetrásdenosotrosymesiento.Semeestáocurriendouna ideae intentoabrirmecaminohaciaella.NuncahedichotantaspalabrasseguidasaMargoennuestralargaynotoriarelación,peroahíva,miúltimaactuaciónparaella.
—Cuandopensabaenélmuriendo,queadmitoquenohasidomuchasveces,siemprepensabaenloquedijiste,enqueselehabíanrotoloshilospordentro.Perohaymilmanerasdeverlo.Quizáloshilosse rompen, o quizá nuestros barcos se hunden, o quizá somos hierba y nuestras raíces son taninterdependientesquenadieestámuertomientrasquedealguienvivo.Loquequierodeciresquenonosfaltanlasmetáforas.Perodebestenercuidadoconlametáforaqueeliges,porqueesimportante.Sieligesloshilos,estásimaginándoteunmundoenelquepuedesromperteirreparablemente.Sieligeslahierba,estás diciendo que todos estamos infinitamente interconectados, que podemos utilizar ese sistema deraícesnosoloparaentendernosunosaotros,sinoparaconvertirnoslosunosenlosotros.Lasmetáforasimplicancosas.¿Entiendesloquetedigo?
Margoasiente.—Megustanloshilos—sigodiciendo—.Siempremehangustado.Porqueasílosiento.Perocreo
queloshiloshacenqueeldolorparezcamásfataldeloquees.Nosomostanfrágilescomonosharíancreerloshilos.Ytambiénmegustalahierba.Lahierbamehatraídohastati,mehaayudadoaimaginarte
comounapersonareal.Peronosomosbrotesdiferentesdelamismaplanta.Yonopuedosertú.Túnopuedesseryo.Puedesimaginarteaotro...peronuncaperfectamente,¿sabes?
»Quizáesmáscomohasdichoantes,quetodosestamosagrietados.Cadaunodenosotrosempiezasiendounrecipientehermético.Ypasancosas.Personasquenosdejan,oquenonosquieren,oquenonos entienden, o que no las entendemos, y nos perdemos, nos fallamos y nos hacemos daño. Y elrecipiente empieza a agrietarse por algunos sitios.Y, sí, en cuanto el recipiente se agrieta, el final esinevitable.EncuantoempiezaaentrarlalluviadentrodelOsprey,yanuncaseráremodelado.Peroestátodoesetiempodesdequelasgrietasempiezanaabrirsehastaqueporfinnosdesmoronamos.Ysoloenesetiempopodemosvernosunosaotros,porquevemosloquehayfueraatravésdenuestrasgrietas,yloquehaydentrosenosvetambiénatravésdeellas.¿Cuándonosvimostúyyocaraacara?Nohastaquemevisteentremisgrietas,yyoatientrelastuyas.Hastaesemomentosoloveíamosideasdelotro,comomirar tu persiana, pero sin ver lo que había dentro. Pero cuando el recipiente se rompe, la luz puedeentrar.Ypuedesalir.
Sellevalosdedosaloslabios,comosiestuvieraconcentrándose,ocomosimeocultaralaboca,ocomosiquisierasentirsuspalabras.
—Eresespecial—mediceporfin.Memira.Misojos,susojosynadaentreellos.Novoyaganarnadabesándola,peroyanopretendo
ganarnada.—Hayalgoquetengoquehacer—ledigo.Asienteligeramente,comosisupieraquéesesealgo.Ylabeso.Elbesoacabaunratodespués,cuandomedice:—PuedesveniraNuevaYork.Serádivertido.Serácomobesarnos.—Besarnosesespecial—ledigo.—Estásdiciéndomequeno—mecontesta.—Margo,todamividaestáallí,ynosoytú,y...Peronopuedodecirnadamás,porquevuelveabesarme,yenelmomentoenquemebesasésinla
menordudaquellevamoscaminosdistintos.Selevantaysedirigehaciadondeestábamostumbadosparacogersumochila.Sacalalibreta,vuelvealatumbaydejalalibretaenelsuelo.
—Teecharédemenos—susurra.Ynosésihablaconmigooconlalibreta.Ytampocoyoséconquiénhablocuandodigo:—Yotambién.VeconDios,RobertJoyner.Lanzounpuñadodetierrasobrelalibreta.—Ve conDios, joven y heroicoQuentin Jacobsen—diceMargo lanzando también un puñado de
tierra.—Ve con Dios, valiente ciudadana de Orlando Margo Roth Spiegelman —digo lanzando otro
puñado.—VeconDios,mágicacachorrillaMyrnaMountweazel—diceMargolanzandootropuñado.Empujamoslatierrasobreellibroyapisonamoselsuelo.Lahierbanotardaráenvolveracrecer.
Paranosotrosserálacabellerasueltayhermosadelastumbas.Volvemos al SupermercadoAgloe cogidos de lamano, que están ásperas por la tierra. Ayudo a
Margoacargarenelcochesuscosas:laropa,losartículosdeaseoylasilla.Elmomentoestanvaliosoque,enlugardefacilitarlaconversación,lahacemásdifícil.
Estamosfrentealaparcamientodeunmoteldeunasolaplantacuandoladespedidaesinevitable.—Conseguiréunmóvilytellamaré—medice—.Yteescribirée-mails.Ycomentariosmisteriosos
enlapáginadelasciudadesdepapeldelOmnictionary.Sonrío.—Teescribiréune-mailcuandolleguemosacasa—ledigo—,yesperorespuesta.
—Prometido.Ynosveremos.Novamosadejardevernos.—Afinalesdeveranoquizápuedairaverte,antesdequeempiecenlasclases—ledigo.—Sí—mecontesta—.Sí,buenaidea.Sonríoyasiento.Segirayestoypreguntándomesi lodecíaenseriocuandoveoqueencorva los
hombros.Estállorando.—Nosvemosentonces.Yentretantoteescribiré—digo.—Sí—mecontestasingirarse,convozronca—.Yotambiénteescribiré.Decirestascosasevitaquenosdesmoronemos.Yquizáimaginandoesosfuturospodemoshacerlos
reales,oquizáno,peroencualquiercasotenemosqueimaginarlos.Laluzsedesbordayloinundatodo.Estoyenesteaparcamientopensandoquenuncaheestadotanlejosdecasa,yaquíestálachicaala
queamoyalaquenopuedoseguir.Esperoquesealamisióndelhéroe,porquenoseguirlaeslomásduroquehehechoenmivida.
Piensoquesubiráalcoche,peronolohace.Alfinalsegirahaciamíyveosusojosmojados.Elespacio físico que nos separa se desvanece. Tocamos las cuerdas rotas de nuestros instrumentos porúltimavez.
Sientosusmanosenmiespalda.Yaunqueestáoscuro,nocierrolosojosmientraslabeso,yMargotampoco.Estátancercademíquepuedoverla,porqueinclusoahoraapareceelsignoexternodelaluzinvisible, inclusopor lanocheeneste aparcamientoa las afuerasdeAgloe.Despuésdebesarnosnosmiramos tan de cerca que nuestras frentes se tocan. Sí, la veo casi a la perfección en esta agrietadaoscuridad.
NotadelautorMeenterédelaexistenciadelasciudadesdepapelporquemetopéconunaenunviajeencochedurantemipenúltimoañodeuniversidad.Micompañeradeviajeyyo íbamosyveníamosporelmismotramodesoladodeunacarreteradeDakotadelSurbuscandounapoblaciónqueelmapaasegurabaqueexistía.Sinorecuerdomal,lapoblaciónsellamabaHolen.Alfinalnosmetimosporuncaminoquellevabaaunacasayllamamosalapuerta.Alaamablemujerquenosabriólehabíanhecholamismapreguntaenotrasocasiones.Nosexplicóquelapoblaciónqueestábamosbuscandosoloexistíaenelmapa.
LahistoriadeAgloe,NuevaYork—talycomosedescribeeneste libro—,esensumayorpartecierta.Agloeempezósiendounaciudaddepapelcreadacon la intencióndeproteger losderechosdeautordelmapa.Pero laspersonasqueutilizabanaquellosviejosmapasdeEssolabuscaban,demodoque alguien construyó un supermercado y convirtió Agloe en real. El negocio de la cartografía hacambiadomuchodesdequeOttoG.LindbergyErnestAlpersinventaronAgloe.Peromuchosfabricantesdemapassiguenincluyendociudadesdepapelcomotrampasparaprotegerelcopyright,comoatestiguamidesconcertanteexperienciaenDakotadelSur.
ElsupermercadoquefueAgloeyanoexiste.Perocreoquesivolviéramosaponerlapoblaciónennuestrosmapas,alguienacabaríareconstruyéndolo.
AgradecimientosQuisieradarlasgraciasa:
—Mispadres,SydneyyMikeGreen.Nuncapenséquediríaesto,perograciasporhabermecriadoenFlorida.
—Mihermanoycolaboradorfavorito,HankGreen.—Mimentora,IleneCooper.—Toda laeditorialDutton,peroespecialmenteami incomparableeditora, JulieStrauss-Gabel,a
LisaYoskowitz, Sarah Shumway, StephanieOwens Lurie, Christian Fünfhausen, Rosanne Lauer, IreneVandervoortySteveMeltzer.
—Mitenazagente,JodiReamer.—TheNerdfighters,quetantomehanenseñadosobreloquesignificaimpresionante.—Mis compañeros escritores Emily Jenkins, Scott Westerfeld, Justine Larbalestier y Maureen
Johnson.—Doslibrosespecialmenteútilessobredesaparicionesqueleímientrasmedocumentabaparaeste
libro:TheDungeonMaster,deWilliamDear,eIntotheWild,deJonKrakauer.TambiénquisieradarlasgraciasaCecilAdams,elcerebroqueestádetrásde«TheStraightDope»,cuyobreveartículosobrelastrampas para proteger los derechos de autor es—hasta donde yo sé— la fuente definitiva sobre estetema.
—Misabuelos:HenryyBillieGraceGoodrich,yWilliamyJoGreen.—EmilyJohnson,cuyaslecturasdeestelibrofuerondeincalculablevalor;JoellenHosler,lamejor
psicólogaqueunescritorpodríapedir;misprimospolíticosBlakeyPhyllisJohnson;BrianLipsonyLisRowinski,deEndeavor;KatieElse;EmilyBlejwas,quehizoconmigoaquelviajealaciudaddepapel;LevinO’Connor,quemehaenseñadolamayorpartedeloquesésobrelodivertido;TobinAndersonySean,quemellevarondeexploraciónurbanaenDetroit;labibliotecariaSusanHuntytodosaquellosquearriesgansuspuestosdetrabajoporoponersealacensura;ShannonJames;MarkusZusak;JohnMauldinymismaravillosossuegros,ConnieyMarshallUrist.
—SarahUrist Green,mi primera lectora, primera editora,mejor amiga y favorita compañera deequipo.
JohnGreennacióenIndianápolisen1977,ysegraduóenLenguayLiteraturaInglesayTeologíaenel Kenyon College. Tras iniciar su carrera en el mundo editorial como crítico y editor, ha sidogalardonadoconelPremiodehonorPrintzyelPremioEdgar.Suúltimanovela,Bajolamismaestrella,hasidorecibidaporlaprensaconunaluvióndecríticasentusiastasypermaneceenlomásaltodelaslistasdeventasentodoelmundodesdesupublicación.
notes
Notasapiedepágina1LatraduccióndetodaslascitasdeHojasdehierbaesdeJorgeLuisBorges.