ciudad y ciudadanía en colombia, juan carlos pérgolis
TRANSCRIPT
-
7/31/2019 Ciudad y ciudadana en Colombia, Juan Carlos Prgolis
1/16
Publicado en la revista NMADAS, Universidad Central. 2000
Ciudad y ciudadana en Colombia a fines del
siglo XX
Juan Carlos PrgolisDanilo Moreno H.
La ciudad colombiana actual, enorme territorio, fragmentado y disperso,contexto de ciudadanas diversas, nmadas y desarraigadas, de multiplicidad
cultural y simultaneidad requiere programas de educacin inditos: la
linealidad y la represin de los modelos conductistas hoy no son vlidos; la
educacin, cada da ms desligada de cualquier espacio formal, por la
importancia de los medios, debe estar dirigida ms al viaje que al arraigo,
ms al nmada que al sedentario.
1- Ciudad colombiana: educacin y ciudad de fin de siglo
Cuando partas hacia Itacapide que tu camino sea largo
y rico en aventuras y conocimientos (...)A Itaca debes el maravilloso viaje.
Sin ella no habras emprendido el caminoy ahora nada tiene para ofrecerte.
Si pobre la encuentras, Itaca no te enga.Hoy que eres sabio, y en experiencia, rico,
comprendes que significan las Itacas.
Constantino KavafisItaca, 1894
La direccin de la revista Nmadas nos pidi un artculo sobre el tema
educacin y ciudadana. Esas tres palabras, que aparecen en la primera
frase que escribimos, resumen la ciudad de este fin de siglo; una ciudad tan
-
7/31/2019 Ciudad y ciudadana en Colombia, Juan Carlos Prgolis
2/16
distinta, en sus espacios y en los comportamientos de sus habitantes, que
para hablar de ciudadana y educacin, primero tenemos que hablar de esta
ciudad. Entonces, nos preguntamos: cmo es la ciudad colombiana hoy?,
aunque tal vez, la pregunta correcta sera qu significa ciudad hoy en
Colombia? y por ltimo, cmo se articula la educacin dentro de este nuevo
contexto?
Incontables comederos, talleres, servicios y viviendas a la sombra de
polvorientos pltanos, sin discontinuidad, a lo largo de la carretera que bordea
el ro Cauca; estamos en el campo colombiano?, no, estamos en una
estructura urbana, una parte o un rasgo (un fragmento) de ciudad, de la gran
Colombia-ciudadque se desparrama por todo el territorio.
Tambin es una estructura urbana la reunin de un puesto de comidas, un
montallantas y una venta de frutas en algn perdido cruce de vas, el grmen
de una futura poblacin. Son parte de la vida urbana los objetivos de la accin
guerrillera en medio del monte y es urbano el asentamiento transitorio queconforma el grupo de desplazados, en un momento de su peregrinar, hacia
algn indefinido destino con nombre de ciudad.
Son urbanos, obviamente, los espacios tradicionales en el interior de las
ciudades y tambin las enormes periferias atomizadas en conjuntoscerrados
de viviendas, esta nueva tipologa que naci suburbana y se desparram
tanto hacia el medio rural como hacia el interior de la ciudad. En el primercaso permiti concretar la llamada fantasa verde: vivir en un medio
aparentemente campestre, con el confort urbano y la seguridad del conjunto
cerrado con porteras y vigilancia privada; en el segundo, los conjuntos van
desde modestos grupos de pequeas casas alrededor de un patio-
parqueadero, hasta verdaderas ciudadelas encerradas, simulacros elitistas de
la ciudad tradicional. Pero el modo de vida en estos lugares, an en los
-
7/31/2019 Ciudad y ciudadana en Colombia, Juan Carlos Prgolis
3/16
aparentemente ms rurales, es indiscutiblemente urbano y -sin duda- a la
vuelta de unos pocos aos, estos sectores sern partes de una nueva
concepcin de ciudad: la de los extensos territorios, ocupados con muy bajas
densidades poblacionales, dependientes tanto de los medios de transporte
como de los sistemas de comunicacin y las redes de informtica.
La vida urbana colombiana, a fines del siglo XX, est presente en todo el
territorio nacional, mucho ms all de los grandes centros y a travs de las
ms impensadas manifestaciones. Por ese motivo, para comprender la ciudad
de hoy hay que mirar una red, o una superposicin de redes y no slo los
centros; esto significa observar ese enorme espectro, esa multiplicidad de
situaciones, rasgos, acontecimientos, objetivos y estructuras formales que
conforman la cultura y la vida colombiana, cada una con sus rasgos propios,
cada una otra.
Esta afirmacin no significa volver a los grandes horizontes culturales o a las
intangibles referencias reduccionistas y excluyentes que propusieron elurbanismo moderno y en especial la planificacin territorial; por el contrario,
esto quiere decir, entender la diversidad, la simultaneidad de situaciones y la
inclusin: el otroes el coprotagonista, porquehoy nada (ni nadie) queda por
fuera de la vida urbana aunque la comprensin de cada uno de sus hechos
deba hacerse desde la mirada modesta a las redes localesy no a travs de
los pretenciosos e inalcanzables objetivos de los planes fuera de escala
La ciudad colombiana actual es corpus y contexto de ciudadanas diversas,
multiplicidad cultural y simultaneidad, todo en constante movimiento. All, la
represin y la tecnologa como procedimientos ordenadores de la ciudad
resultan dudosos y nunca como hoy la educacin ciudadana tuvo un papel tan
importante, porque esta ciudad nueva, indita, exige soluciones tambin
inditas: educacin urbana significa ensear y aprender a convivir en las
-
7/31/2019 Ciudad y ciudadana en Colombia, Juan Carlos Prgolis
4/16
diferencias, en lo mltiple y en lo simultneo.
Es curioso y significativo que todos los ejemplos anteriores con que se intent
mostrar aspectos de la ciudad colombiana actual, implican movilidad o
desplazamientos, con una fuerte connotacin de desarraigo. Curioso, porque
siempre consideramos a la ciudad como el resultado del paso del nomadismo
a la vida sedentaria, el producto de la tcnica agraria del cultivo (1); vista de
esta manera, la ciudad como modo de vida, tuvo un origen rural en el arraigo
a la tierra. Nomadismo y ciudad fueron, en la historia, trminos antagnicos,
hoy ya no lo son; por eso, es significativoel carcter nmada del fenmeno
urbano en este fin de siglo.
Tambin en el interior de las grandes urbes la movilidad se constituye en el
rasgo ms relevante de la vida actual. Sin hacer referencia a los
desplazamientos recurrentes como parte de las actividades urbanas (vivienda-
trabajo, esparcimiento, etc.) que fueron el objetivo de estudio del urbanismo
moderno; queremos hacer nfasis en los desplazamientos que implicandesarraigo y que conforman los enormes grupos nmadas de la ciudad actual:
las tribus urbanas, los otros, la temida contraparte de lo establecido, de lo
arraigado.
Desde la visin del pensamiento moderno se intent comprender a la ciudad a
travs de la dicotoma territorial ciudad-campo, que present como opuestos
los medios urbano y rural, uno consumidor, el otro, productor; uno progresista,el otro tradicional. Ese modelo no resulta vlido ante los acontecimientos
sealados en los prrafos anteriores y que identifican a la actual conformacin
del territorio colombiano.
Consecuente con esa primera dicotoma apareci otra: centro-periferia, que
trat de explicar la estructura interna de las ciudades y su crecimiento como el
-
7/31/2019 Ciudad y ciudadana en Colombia, Juan Carlos Prgolis
5/16
juego de dos sistemas de ondas expansivas, una centrfuga, que irradia las
pautas urbanas hacia el medio rural y otra centrpeta que tensiona el entorno
hacia la ciudad, especficamente, hacia el centro, expresado por la imagen
histrica de la Plaza Mayor, el mbito de todos los poderes.
El deslinde entre lo urbano y lo rural fue la periferia, lugar donde los llegados
del campo se arriman a la ciudad y los desplazados de la ciudad se
mantienen cercanos a ella pero no en ella: arrabal, deslinde, borde, periferia.
Porque en el modelo dicotmico, la ciudad se entendi simplemente como su
centro.
En la ciudad actual, sin forma y extendida arbitrariamente, la nocin de borde
desaparece tanto como desaparece la de centro y la circulacin de flujos,
antes centrfuga-centrpeta ahora es homognea y montona en la extensin
sin lmites. Ya no hay dicotomas.
Inestable, mvil, ocasional, mltiple, efmera, fragmentada, montona,simultnea, son todos adjetivos que califican a la ciudad actual y que hubieran
sido impensados para ese mismo fin, hace apenas treinta o cuarenta aos. En
la idea de ciudad que responde a estos adjetivos qu significa educacin?
En principio, no creemos en la represin como nico mtodo: el panorama es
ms complejo y debemos situarlo en la confrontacin entre quienes entienden
el nuevo concepto o la nueva realidad urbana y asumenla educacin comouna invitacin a la tolerancia y a la comprensin de las diferencias y
quienes siguen amarrados a la ciudad tradicional y al pensamiento moderno
en la creencia que la tcnica y el control permitirn el ordenamiento de una
estructura territorial y social que hoy est ms cercana a la arbitrariedad de las
redes, a la geometra fractal y al orden del caos que a la geometra euclidiana
y a la razn neoclsica.
-
7/31/2019 Ciudad y ciudadana en Colombia, Juan Carlos Prgolis
6/16
2- Bogot: investigacin de mediaciones y ciudad de fin de siglo
La ciudad indita requiere investigacin. Suponemos conductas,
comportamientos, uso de los espacios; intuimos la forma de esos espacios en
el contexto de la fragmentacin actual, pero no conocemos ni la forma
significante de los mismos, ni la prctica que se desarrolla con esos
significantes; Julia Kristeva (2) propone que la prctica significante reune el
modo de produccin de signos con el deseo. Esta articulacin con el
psicoanlisis exige una nueva visin de la ciudad y una nueva semitica, ya
no de la forma sino del deseo por la forma. Hoy estamos convencidos de que
el sujeto es parte activa en cualquier procesosocial.
Por debajo de todo este texto se desliza una pregunta: las cosas son lo que
significan o son lo que deseamos? La ciudad no puede seguir siendo
estudiada ni desde la semitica de las formas, ni desde la tradicin
conductista conformada por contenidos acadmicos y actitudinales
analticamente descompuestos en objetivos especficos establecidos por
programas agrupados en asignaturas (3). Hoy debemos mirar un corpus
heterogneo de objetos culturales, fragmentos arbitrarios que juegan sobre
estructuras inestables: la ciudad del nmada, del pasajero, del acontecimiento
efmero y de la extensin homognea e indeterminada no puede ser
investigada desde la rigidez conductista; mucho menos puede ser encasillada
en normativas ajenas que intentan reprimir sin comprender.
La investigacin muestra que la actitud pedante que confunda la educacin
con el dogma ya no es vlida: la ciudad adquiri autonoma en el dilogo con
el habitante: ambos ensean y aprenden, se relacionan en el concepto de
deseo. El sujeto est presente en los procesos sociales en una mtua
produccin e interpretacin de signos. Esto evidencia que el modelo
-
7/31/2019 Ciudad y ciudadana en Colombia, Juan Carlos Prgolis
7/16
comunicacional bipolar que propona una ciudad-emisora, para un habitante-
receptor que interpretaba y significaba, ya no es vlido: la ciudad y el
ciudadano ahora se comunican emitiendo y recibiendo simultneamente,
conformando nodos, puntos de encuentro que no constituyen los significados
sino el sentidode la vida urbana.
La ciudad ensea desde la actualidad y desde la historia, porque en cada uno
de los momentos, es presente y memoria de sus acontecimientos y de sus
espacios, que son el marco, la escenografa para la vida; como define
Norberg-Schulz, los espaciospara la existencia (4).
Dos puntos bsicos orientan el anlisis de los significados de uso que surgen
de la relacin espacio-acontecimiento: primero, como ya se vi, que los
ciudadanos interactan con la ciudad; segundo, que esa interaccin est
sujeta a mltiples mediaciones.
Los medios
La ciudad aparece hoy como un simulacro al interior de los fragmentos: la
calle tradicional en los centros comerciales; remedos de plazas pblicas en
los conjuntos de vivienda. El exterior urbano es solamente una red de flujos:
ya no hay referecias entre los espacios que pasan de una virtualidad exterior a
otra interior; en realidad, ambos espacios son simulaciones y el vaco interior
de los fragmentos, al cual el simulacro no puede dar sentido, se tiene quellenar con la informacin de los medios (5).
All mora el televidente, el interactuante en red, el habitante de los fragmentos,
fascinado con la informacin, con la informtica, con el drama ajeno de las
telenovelas, con el sexo seguro y las audaces amistades de la red. Todo llega
y todo se superpone en el fragmento-destino de los flujos, que es el
-
7/31/2019 Ciudad y ciudadana en Colombia, Juan Carlos Prgolis
8/16
fragmento-nodo de todas las redes.
El mundo verdadero, al final, se convierte en una fbula, fue la profeca de
Nietzsche (6), que parece concretarse en los comportamientos arbitrariamente
fragmentarios de la sociedad de los media que habita la ciudad tambin
fragmentada y que en plalabras de Vattimo se basa en la oscilacin, en la
pluralidad y en la erosin del propio principio de realidad (7): la sociedad
transparente, en la que la masa ms busca la fascinacin que la produccin
de sentido, porque ante la fascinacin que ejercen los medios no hay
significantes ni significados vlidos y si los hubiera, no coincidiran en la
conformacin de signo alguno.
El acceso a los medios, que hoy tienen los sectores de opinin
independientes, los grupos radicalizados, los grupos de poder econmico, los
sectores marginales, las lites culturales, las minoras y, en general, los otros,
muestran que ya no podemos hablar de una realidad nica, una historia oficial
o una cultura oficial sino de mltiples imgenes propuestas desde diversos
puntos de vista. Por ese motivo, los procesos educativos no pueden ser
lineales ni excluyentes; esto implica una revisin del concepto de educacin
desde su propio significado, es decir: la enseanza de reglas y cdigos de
comportamientos de un determinado grupo social en su interaccin al interior
del mismo o la adopcin de esos comportamientos por parte de los externos
al grupo, para ser aceptados en l. La multiplicidad de grupos incluyendo a
todas las minoras y la simultaneidad de acontecimientos ofrecen un espectrode comportamientos tan amplio que atomizan la accin educativa en una
infinidad de posibles escogencias de modelos que acentan el individualismo
como pauta -y respuesta- en la vida urbana actual. Esta es la gran diferencia
con la idea de educacin en la ciudad tradicional.
Pero antes de avanzar con esta la mirada, vale la pena precisar dos adjetivos
-
7/31/2019 Ciudad y ciudadana en Colombia, Juan Carlos Prgolis
9/16
que modifican el trmino educacin con relacin a la vida en la ciudad: uno es
educacin urbana, que est referido a la enseanza de esas reglas y
cdigos de comportamiento grupal que permiten la convivencia en el territorio
urbano, de acuerdo a lo sealado en el prrafo anterior. El otro es educacin
ciudadana, que se refiere a la particularidad de la informacin y la transmisin
del conocimiento para esa educacin urbana, mediatizada en cada lugar. Esta
accin es fundamental para la constitucin de la identidad por dos motivos:
por una parte, porque uno de los aspectos que conforman la imagen
significante urbana surge de la sumatoria de comportamientos y por otra,
porque el sentido de la vida en la ciudad es consecuente con la prctica con
ese significante (8). Por ese motivo, de esta instancia de educacin ciudadana
resulta la cultura ciudadana.
De este modo, los medios de comunicacin, que muchas veces pensamos
que eran las herramientas apropiadas para el ejercicio del poder de algn
rgimen totalitario, como se los mostr en novelas y filmes (Metrpolis, 1984y
Brasil, entre otros), aparecen hoy, en el marco de la educacin urbana, comolos promotores de la emancipacin, o por lo menos, como la evidencia de los
mltiples pensamientos y puntos de vista que evidencian la alteridado sentido
del otro (que es el objetivo de la actual educacin ciudadana) y el fin del
metarrelato de la historia como relato nico.
Esta nueva concepcin de la historia parece concretarse en la coincidencia
entre acontecimiento y noticia, en la que el sentido de la tecnologa no apuntaya al dominio de la naturaleza sino al desarrollo de la informacin y de la
comunicacin, mediante las cuales, la historia se reduce al plano de la
simultaneidad como lo demuestran las crnicas de radio y televisin en
directo.
Durante muchos aos la educacin se encerr en espacios formales
-
7/31/2019 Ciudad y ciudadana en Colombia, Juan Carlos Prgolis
10/16
(universidad, escuela, etc.), un rasgo heredado del Medioevo y articulado con
los programas de estudio de la modernidad. Hoy los medios educan en el
entretenimiento, a travs de sus imgenes paradigmticas y modelos de
comportamiento fragmentarios y confusos; pero el mensaje no se localiza
espacialmente: otra vez, la educacin ciudadana aparece relacionada al
concepto de red y localizada en un espacio sin forma, en la hiperrealidad de
las pantallas.
As, una ciudad nueva, ms cercana a lo transitorio que a lo estable, a lo
nmada que a lo arraigado debe fundamentar su educacin en una nueva
estructura, ms prxima a la idea de red que a la de sistema. Aqu aparece el
valor de la red como un tejido homogneo, contrario al concepto de sistema,
que es jerrquico, de estructura piramidal y concurrente al dominio a travs de
la diferencia , porque -repetimos- la educacin urbana actual debe basarse en
la comprensin y el respeto hacia el otro. Esto unifica la diversidad de ofertas
en un comn denominador de tolerancia. Esta nueva visin de la educacin
tambin est ms cercana a la velocidad que a la masa, porque llegaa travsde los medios y no exige concurrira un lugar a recibirla: irrumpe en el interior
del hogar con su mltiple oferta. Es el resultado de la deconstruccin del todo-
enseanza, fragmentado en partes arbitrarias, contenedoras de sentido ms
que de significado. La educacin ciudadana ya no es un rasgo de status
social a partir de comportamientos de grupos sino un espectro de
herramientas que posibilitan la convivencia en la ciudad.
La memoria
La representacin habitual, seala Manuel Vzquez, hace de la memoria la
facultad que permite conservar y actualizar lo pasado. El olvido, a su vez,
designa la prdida que se sustrae a la retencin. Ms adelante agrega que en
-
7/31/2019 Ciudad y ciudadana en Colombia, Juan Carlos Prgolis
11/16
la memoria, horadada por el olvido sale todo lo que entra y nada se conserva
(9).
La memoria es una mediacin que el ciudadano usa en su relacin con la
ciudad; a travs de ella, el espacio se convierte en la huella de un
acontecimiento, en un rastro que se actualiza continuamente a travs del
recorrido. La memoria del ciudadano le permite registrar los cambios de la
ciudad para relacionar a ella los afectos y las transformaciones que generan la
nostalgia. Aoramos la ciudad en la que nos forjamos, pero ms all de lo
individual, hay una memoria de los pueblos, colectiva. En la ciudad hay una
historia inscrita en la memoria, cuya confusin con la nostalgia impide ver los
cambios, ver la realidad: la ciudad que vemos ya no existe, seal Borges.
Porque la memoria guarda smbolos, que -como todos los smbolos- son
faltantes y por ello, son deseos; almacena lo ausente. Pero el smbolo, no es
solamente una entidad que evoca a otra en el mbito de los sentidos; es
tambin una figura que refiere a una realidad, que ms all de los sentidospuede evocar una presencia. La ciudad actual, fragmentada y mltiple,
homognea y simultnea se conforma a travs de instancias simbolizantes y
no slo de elementos formales de significacin.
Este nuevo contexto urbano exige mantener viva la presencia de lo ausente,
es decir, el deseo, insinuando su satisfaccin a travs de una enorme
variedad de imgenes que nutren nuestros desplazamientos y nos exigenseleccionar y guardar solamente algunas de ellas en la memoria.
El resultado de los recorridos es, entonces, una ciudad imaginada que carga
en la memoria la responsabilidad de la construccin, percatndose que toda
memoria nace con una idea de olvido que es frgil y fragmentada, vulnerable.
El Marco Polo de Italo Calvino, como muchos otros personajes literarios, es un
-
7/31/2019 Ciudad y ciudadana en Colombia, Juan Carlos Prgolis
12/16
nmada, un viajero, un mensajero en recorrido.
En la ciudad actual los conceptos de educacin y movilidad se acercan
notablemente, insinuando su coincidencia; esto permite ver la contraparte del
observador pasivo, de aquel que llamamos el interactuante en red: nos
referimos al nmada, al pasajero que desde la velocidad de los
desplazamientos atesora imgenes de acontecimientos simbolizantes para
conformar su cultura urbana, porque es el resultado de un proceso educativo
originado en la prctica significante con la ciudad.
La importancia, como lo deja ver Kavafis en el poema sobre Itaca con que
iniciamos este artculo, no est en la ciudad, ni en sus formas, que quizs
pueden ser engaosas, lo importante est en el recorrido, en el camino con
sus bifurcaciones, las otras ciudades, los mercados; ojal que el camino sea
largo, sugiere el poeta de Alejandra, no apresurarlo y llevar en el
pensamiento la ciudad soada porque a ella se debe el viaje. Por todo esto, la
educacin, que ya vimos desligada de cualquier espacio formal, debe estar
dirigida ms al viaje que al arraigo, ms al nmada que al sedentario, porque
ms ensea el viaje que la estacin.
Citemos, una vez ms, la frase del arquitecto alemn Oswald Mathias Ungers,
quien aproximndose a Borges, dice: percibimos la ciudad a travs de
imgenes, de metforas, de analogas, de modelos, de signos, de smbolos,
de alegoras. La realidad corresponde a aquello que nuestra imaginacin
percibe como tal(10).
Las instituciones
La tercera mediacin que sealamos, surge de la forma como las instituciones
intervienen en el uso de la ciudad a travs de su papel educador, cmo
-
7/31/2019 Ciudad y ciudadana en Colombia, Juan Carlos Prgolis
13/16
interviene el Estado, la escuela, la familia, la iglesia, la empresa, en nuestra
relacin con la ciudad? Un padre de familia recorre lugares de recreacin un
domingo en la tarde; la misma persona, sujeto de una empresa instituye un
recorrido por la ciudad, un transitar para llegar a su lugar de trabajo; pero l
tambin est inscrito dentro de un orden legal, hace un uso acorde a las
reglas de convivencia, hay un respeto a las normas que favorece la idea de
comunidad ciudadana; la religin lo relaciona ceremonialmente, algunos das
con la ciudad; en fin, un mismo sujeto depende de sus inscripciones con
diversos estamentos para socializar una relacin con el espacio urbano(11).
La fragmentacin de la vida del ciudadano depende, por ltimo, de las
instituciones en las que est inscrito.
Regresemos un momento al concepto de prctica significante, es decir, a la
constitucin y a la travesa de un sistema de signos, algo que exige, para su
conformacin, la identidad de un sujeto hablante con una institucin socialque
l reconoce como soporte de esa identidad. En este contexto, el YO como
pronombre, adquiere una identidad lingstica, la travesao transgresin, en
palabras de Lyotard (12), es una accin por medio de la cual el sujeto
cuestiona las instituciones en las que antes se haba reconocido pero ya no se
reconoce, en un proceso que va a permitir la configuracin de nuevas
identidades. Esta travesa o transgresin, como mecanismo de relacin con la
ciudad actual con lo institucional caracteriza y evidencia otra forma de
nomadismo que se expresa en un constante deambular alrededor y ms all
de las instituciones que fueron soporte de esa ciudad que la modernidaddefini como un agregado poblacional organizado y localizado
territorialmente.
El Estado, la familia y la religin, en forma coincidente, se han sealado
durante toda la investigacin urbana tradicional como fuentes de control de las
relaciones de produccin, privilegiando la instancia unificante (aquella que
-
7/31/2019 Ciudad y ciudadana en Colombia, Juan Carlos Prgolis
14/16
lleva a la constitucin del signo aceptado) contra la transgresin, la travesa, la
transversalidad, lo patolgico, todos rasgos propios de la actual ciudad
fragmentada. La neurosis opera por desaprobacin del deseo y/o del
significante (13). Como contraparte de lo institucional hay que sealar la
funcin subversiva del arte, es decir, su capacidad motivante para
embarcarnos en la travesa. Porque si el arte no induce a la travesa, se
fetichiza a travs de lo esttico, se institucionaliza, muereenel significante.
Por este motivo, las acciones educativas como Arte para Bogot, la
experiencia que realiz el Instituto Distrital de Cultura y Turismo en 1995
permitieron ver y entender la ciudad, sus enseanzas y, recprocamente, los
alcances de la relacin educacin-cultura ciudadana.
Porque transgredir al significante, lanzarse a la travesa que nos lleva ms all
de l, incorpora una nueva categora: la transversalidad (14), contraria a la
verticalidad de lo jerrquico, de lo institucional, de los programas educativos
enmarcados en el pensamiento conductista. Finalmente, hay que destacar
que nos ensearon a ver, en la ciudad, el resultado de los procesos pero no
los procesos.
Santa Fe de Bogot, julio de 1998.
Juan Carlos Prgolis es arquitecto, investigador en semitica urbana y profesor en el posgrado
en Historia y Teora de la Arquitectura y el Arte en la Universidad Nacional de Colombia. Danilo
Moreno es magister en comunicacin, investigador y profesor en el rea de Teora de la
Comunicacin en la Universidad Central. Juntos escribieron el libro La ciudad de los milagros y
las fiestas (con L.F.Orduz, T.M Editores, 1998); los ensayos: No slo los monumentos
simbolizan(Magazn Dominical de El Espectador N 714), Barrio, el alma inquieta de la ciudad
-
7/31/2019 Ciudad y ciudadana en Colombia, Juan Carlos Prgolis
15/16
(Revista Barrio Taller, 1998) y el cuento Verano y despus(1997).
Notas:
(1) Darcy Ribeiro, El proceso civilizatorio(1968). Ed. Extemporneos. Mxico. 1976
(2) Julia Kristeva, Prctica significante y modo de produccin (1975), en Travesa de los
signos. Aurora, Madrid. 1985
(3) Educacin para el desarrollo, Misin de Ciencia, educacin y desarrollo. Bogot, 1992;
captulo trabajado por Carlos Eduardo Vasco
(4) Christian Norberg-Schulz, Significato nellArchitettura Occidentale (1974). Electa, Miln,
1977.
(5) Jean Baudrillard, La precesin de los simulacros (1978) en Cultura y simulacro. Kairs.
Barcelona, 1981
(6) F.Nietzsche, El crepsculo de los dolos(1888). Bedout. Medelln,1972.
(7) Gianni Vattimo, La sociedadtransparente (1989). Paids. Barcelona, 1994
(8) Ibidem (2)
(9) Manuel E. Vzquez, Ciudad de la memoria, infancia de Walter Benjamin. Novatores,
Valencia. 1996.
(10) Oswald Mathias Ungers, Morphology. City Methafors. Architectural Association. Londres.
1984.
(11) Prgolis, J.C., Orduz, L.F, Moreno H., D. La ciudad de los milagros y las fiestas. TM
Editores, Bogot, 1998.(12) Lyotard, Jean Francoise. Drive partir de Marx et Freud. Union Gnrale dEditions,
Collection. Pars. 1973.
(13) Julia Kristeva. Lo Vreal, en Seminario Verdad y verosimilitud del texto psictico, hospital
de la Ciudad Universitaria. Pars. 1976-77.
(14) Michel Serres. Atlas. (1994). Ctedra. Madrid. 1995.
-
7/31/2019 Ciudad y ciudadana en Colombia, Juan Carlos Prgolis
16/16