ciceron

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MARCO TULIO CICERÓN LAS AGITACIONES TEMPESTUOSAS Alina Amozurrutia Cortés Marco Tulio Cicerón (Arpiño, Lacio, 106 a.C.-43 a.C). Dotado de una capacidad oratoria sobresaliente, fue un pensador políticamente activo que accedió a diferentes magistraturas, hasta llegar a formar parte del consulado de la Roma republicana y a ser gobernador de Cilicia. A consecuencia de sus divergencias con la dictadura de Julio César, en la última etapa de su vida dejó la vida política y se dedicó a escribir tratados de retórica y de filosofía, siempre con la inquietud de encontrar caminos para el mejoramiento del alma humana y serle útil a sus conciudadanos. Sus piezas oratorias son de un estilo majestuoso y grandilocuente. En lo que a su pensamiento se refiere, Cicerón no fue original, más bien fue un ecléctico que formó parte de la Nueva Academia (vertiente de la antigua Academia platónica, que se inclinaba por la teoría de lo probable y lo verosímil). Su virtud como pensador se encuentra en haber tratado profundamente los problemas del alma, sin ninguna pretensión de dar verdades últimas, sino invitando al autoconocimiento a través de una síntesis de elementos de distintas formas de pensamiento. En este sentido, su obra se caracteriza por ser un copioso repertorio de referencias a la filosofía griega, rasgo que lo vuelve una pieza clave en la difusión de esta filosofía para la posteridad. Sus obras más importantes son: Hortensio (obra que no se conserva, pero de la que se tiene noticia por ser aquella que despertó en 52

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  • MARCO TULIO CICERN LAS AGITACIONES TEMPESTUOSAS

    Alina Amozurrutia Corts

    Marco Tulio Cicern (Arpio, Lacio, 106 a.C.-43 a.C). Dotado de una capacidad oratoria sobresaliente, fue un pensador polticamente activo que accedi a diferentes magistraturas, hasta llegar a formar parte del consulado de la Roma republicana y a ser gobernador de Cilicia. A consecuencia de sus divergencias con la dictadura de Julio Csar, en la ltima etapa de su vida dej la vida poltica y se dedic a escribir tratados de retrica y de filosofa, siempre con la inquietud de encontrar caminos para el mejoramiento del alma humana y serle til a sus conciudadanos.

    Sus piezas oratorias son de un estilo majestuoso y grandilocuente. En lo que a su pensamiento se refiere, Cicern no fue original, ms bien fue un eclctico que form parte de la Nueva Academia (vertiente de la antigua Academia platnica, que se inclinaba por la teora de lo probable y lo verosmil). Su virtud como pensador se encuentra en haber tratado profundamente los problemas del alma, sin ninguna pretensin de dar verdades ltimas, sino invitando al autoconocimiento a travs de una sntesis de elementos de distintas formas de pensamiento. En este sentido, su obra se caracteriza por ser un copioso repertorio de referencias a la filosofa griega, rasgo que lo vuelve una pieza clave en la difusin de esta filosofa para la posteridad.

    Sus obras ms importantes son: Hortensio (obra que no se conserva, pero de la que se tiene noticia por ser aquella que despert en

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  • 53 Alina Amozurtia Corts

    San Agustn la vocacin filosfica), Cuestiones Acadmicas, D los fi-nes y de los bienes y los males, las Discusiones tusculanas, Sobre la na-turaleza de los dioses, De la adivinacin, De la vejez, De la amistad, Del destino, De los deberes. De la repblica, De las leyes y Del orador. Discusiones tusculanas (45 a.C.) representa un dilogo, de largas disertaciones, llevado a cabo durante cinco das entre Cicern y un adolescente, en un lugar llamado Tusculo. Se trata de discusio-nes que abordan temas variados como el desprecio a la muerte, la tolerancia al dolor, otras perturbaciones del alma y la vida virtuosa.

    "Pero toda correccin [... ] de los vicios y pecados nuestros, ha de pedirse a la filosofa. Habindonos impulsado a su seno desde los primeros tiempos de edad, nuestra voluntad y aficin, en ese mismo puerto de donde habamos salido, a causa de gravsimos azares nos refugiamos agitados por una gran tempestad. Oh filosofa, guiadora de la vida, oh indagadora de la virtud, oh expulsadora de los vicios! No slo nosotros, sino en general la vida de los hombres qu hubiera podido ser sin ti?[...] En ti nos refugiamos, a ti pedimos ayuda, a ti nosotros, como antes en gran parte, as ahora sin reserva y enteros nos entregamos. Mas un slo da bien vivido y conforme con tus preceptos, debe anteponerse a una inmortalidad pecaminosa. De quin usaramos las ayudas ms bien que las de ti, que nos prodigaste la tranquilidad de la vida y nos eliminaste el terror de la muerte?"

    Cicern, Discusiones tusculanas (Tusculanarum disputationum) V, II, 5, p. 128

    Es propio del alma humana el ser agitada por terribles tempesta-des. Especialmente sensible a estas agitaciones, el filsofo se ha caracterizado por detenerse a reflexionar acerca de ellas en forma rigurosa y profunda, a fin de lograr un autoconocimiento que le sirva de gua para conducirse hasta una vida serena y feliz.

  • Marco Tulio Cicern, Las agitaciones tempestuosas 54

    Cicern refiere cmo l mismo en su juventud sinti un im-pulso por la filosofa, se alej de ella y regres despus de graves experiencias como la muerte de su hija), para dedicarse a su acti-vidad no ya en parte, sino completamente y sin reserva. Su expe-riencia lo haba convencido de que en la filosofa se encontraba el camino para lograr una vida feliz, porque con ella se alejaban de s los deseos desordenados, el temor por la muerte y todas las dems aflicciones.

    Cicern afirmaba que llegar a una sabidura perfecta y acabada era un ideal inalcanzable, mas no por ello deban los hombres apartarse de su bsqueda, que los volva capaces de considerables progresos en provecho suyo y de los dems. Se trata de esa bs-queda que marca a todo filsofo en lo ms distintivo de su ethos (su espacio anmico interior, su modo de vivir), y que aqu se ma-nifiesta como un avance interminable hacia la virtud, un deseo cotidianamente renovado de superacin moral, que slo puede realizarse con el ejercicio constante sobre uno mismo "... como el de aquellos soldados que se someten a varias privaciones para al-canzar la victoria"1

    En otras palabras, se trata de una actividad filosfica cuyo fin es desembocar en la prctica, en aprender el difcil arte de combatir las flaquezas de la propia voluntad para dominarse a s mismo. Y es en esta batalla que la filosofa adquiere un papel fundamental, porque es a travs de ella que los hombres pueden llegar a discernir los verdaderos bienes y hacer depender su felicidad, no de aquellos que son veleidosos y regidos por la fortuna, sino de los que pueden ser mantenidos por uno mismo bajo cualquier circunstancia, es decir: las virtudes.

    Por otra parte, cabe sealarse que en Cicern el ethos del fil-sofo adquiere un rasgo esencialmente gozoso: ya porque a travs de la prctica filosfica se apartan de s las aflicciones, ya porque

    Cfr. Discusiones Tusculanas, II, XVII, 41.

  • 55 Juliana Gonzlez Valenzuela

    encamina al hombre a la virtud y pone los frutos de su saber a la disposicin de los dems (en la vida poltica), o aun porque pro-cura a quien en ello se ejercita aquel deleite propio del razonar.

    Sobre esto ltimo, recordemos que Cicern fue excelente ora-dor. Para l, lo propio del hombre era el lenguaje y por eso la elo-cuencia era arte supremo; pero lejos de la pura retrica que no tiene nada qu decir, se trataba de ensear a los oradores a pen-sar, y a los filsofos a hablar, a adornar, por decirlo as, su sabidu-ra y recordarles que el beneficio de la cultura consiste en las hu-maniores litterae, as llamadas porque hacen al hombre ms hombre, en la medida en que lo hacen ms elocuente2 (o, podra-mos decir nosotros: ms hbil con el lenguaje, que es herramien-ta imprescindible para l, en ms de un sentido).

    Bibliografa sugerida

    CICERN: De la invencin, De la oratoria, Brutus, Catilinarias, Filpicas, Del arte potica, Del cielo, Veninas, de la Repblica, Disputaciones tus-culianas, De la vejez, De la amikstad, De la adivinacin, Cuestiones acadmicas, De los oficios, y otras obras, versin en latn y traduccin al ingls, en Loeb editions, Harvard, Universiti Press, Londfon, Hei-neman, 1926-1958.

    CICERN, Catilinarias, Veninas, De la repblica, Disputaciones tusculia-nas, Sobre la naturaleza de los dioses y Cuestiones acadmicas, versin en espaol, Biblioteca Scriptorum, graecorum et romanorum, UNAM, Mxico, 1963-1967.

    CICERN, Discusiones tusculanas, Traduccin y estudio introductoria de Julio Pimentel lvarez, SEP, Mxico, 1985.

    LEVI, ADOLFO, Historia de la filosofa romana, Eudeba, 1969.

    2 V. Del Orador, III, 142. Y tienne Gilson, La filosofa en la Edad Media, Madrid, Gredos, 1985,1-163.

  • Marco Tulio Cicern. Las agitaciones tempestuosas 56

    MONDOLFO RODOLFO, El pensamiento antiguo, Historia de la filosofa greco-romana, Buenos Aires, Losada, 1969,2 vols. ROLFE C, JOHN,

    Cicern y su influencia, Buenos Aires, Nova, 1947. WILSON, B. A., The thought of Cicero, London, G, Bell and Sons Ltd.,

    1974.