chiara luce badano

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La Beata Chiara Badano (29 de octubre de 1971 07 de octubre de 1990) fue una adolescente italiana que actualmente se encuentra en proceso de ser pronunciada santa por la Iglesia Católica. A la edad de nueve años se unió al Movimiento de los Focolares y recibió el apodo de "Luce" por su fundadora Chiara Lubich. A los 16 años se le diagnosticó osteosarcoma , un tipo de cáncer óseo muy doloroso. Chiara sucumbió al cáncer el 7 de octubre de 1990, después de una dura batalla de dos años. Fue beatificada el 25 de septiembre de 2010 en el santuario de Nuestra Señora del Amor Divino en Roma. Su fiesta se celebra el 29 de octubre. El nombre italiano Chiara es equivalente al español Clara. Chiara Badano nació el 29 de octubre de 1971, siendo sus padres Ruggero y María Teresa Badano en el pequeño pueblo de Sassello, Italia. La pareja esperó y rezó durante once años antes de poder tener a Chiara. La consideraban su más grande bendición. Mientras Ruggero trabajaba conduciendo camiones, Maria Theresa permanecía en casa criando a Chiara. Intentó enseñar a su hija a amar y servir a aquellos que padecen necesidad. Cuando estaba en jardín de infantes, Chiara ahorraba su dinero para donarlo a las misiones de África. En la escuela primaria, siempre solía regalar su almuerzo a algún compañero menos afortunado. Incluso cuando su madre comenzó a mandarla a la escuela con dos almuerzos, Chiara simplemente regalaba los dos. Chiara creció con una relación fuerte y saludable con sus padres, pero no siempre les obedecía y peleaba con ellos ocasionalmente. Un día, Chiara tomó una manzana que se encontraba en un árbol del huerto de un vecino; su 16 de julio de 2014 USULUTAN, EL SALVADOR, C.A.

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PERIÓDICO USULUTECO

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Page 1: CHIARA LUCE BADANO

La Beata Chiara Badano (29 de octubre de 1971 –

07 de octubre de 1990) fue una adolescente

italiana que actualmente se encuentra en proceso

de ser pronunciada santa por la Iglesia Católica.

A la edad de nueve años se unió al Movimiento de

los Focolares y recibió el apodo de "Luce" por su

fundadora Chiara Lubich. A los 16 años se le

diagnosticó osteosarcoma, un tipo de cáncer óseo

muy doloroso.

Chiara sucumbió al cáncer el 7 de octubre de 1990,

después de una dura batalla de dos años. Fue

beatificada el 25 de septiembre de 2010 en el

santuario de Nuestra Señora del Amor Divino en

Roma.

Su fiesta se celebra el 29 de octubre. El nombre

italiano Chiara es equivalente al español “Clara”.

Chiara Badano nació el 29 de octubre de 1971,

siendo sus padres Ruggero y María Teresa Badano

en el pequeño pueblo de Sassello, Italia. La pareja

esperó y rezó durante once años antes de poder

tener a Chiara. La consideraban su más grande

bendición.

Mientras Ruggero trabajaba conduciendo

camiones, Maria Theresa permanecía en casa

criando a Chiara. Intentó enseñar a su hija a amar y

servir a aquellos que padecen necesidad. Cuando

estaba en jardín de infantes, Chiara ahorraba su

dinero para donarlo a las misiones de África. En la

escuela primaria, siempre solía regalar su almuerzo

a algún compañero menos afortunado. Incluso

cuando su madre comenzó a mandarla a la escuela

con dos almuerzos, Chiara simplemente regalaba

los dos.

Chiara creció con una relación fuerte y saludable

con sus padres, pero no siempre les obedecía y

peleaba con ellos ocasionalmente.

Un día, Chiara tomó una manzana que se

encontraba en un árbol del huerto de un vecino; su

16 de julio de 2014

USULUTAN, EL SALVADOR, C.A.

Page 2: CHIARA LUCE BADANO

madre más tarde relató el acontecimiento «Una

tarde, Chiara llegó a casa con una hermosa

manzana roja. Le pregunté de dónde la había

sacado. Ella me contestó que la había tomado del

huerto de la vecina, sin pedir su permiso. Le

expliqué que siempre debía preguntar antes de

tomar algo que no le pertenecía, y que era

necesario que devolviese la manzana y se

disculpase con la vecina.

Ella no quería hacerlo, porque estaba muy

avergonzada. Yo le dije que era mucho más

importante confesar lo que había hecho que comer

una manzana. Así fue que Chiara devolvió la

manzana y explicó todo lo ocurrido a la vecina.

Esta tarde, la mujer le trajo a Chiara un cajón lleno

de manzanas, diciendo que aquel día había

"aprendido algo muy importante"»

Durante el verano de 1988 a los 17 años de edad, la

vida de Chiara sufriría un nuevo cambio, esta vez

debido a la enfermedad. Chiara sintió un dolor

punzante en el hombro mientras jugaba tenis. Al

principio no le dio mayor importancia, pero cuando

la presencia de este dolor se prolongó

misteriosamente, se sometió a una serie de

pruebas. Los médicos descubrieron que tenía una

forma de cáncer óseo poco usual y sumamente

doloroso, osteosarcoma.

Su madre cuenta que cuando volvieron del hospital

el día que la diagnosticaron, ya en la casa, al querer

consolar a Chiara ella le respondió «ahora no me

hables». Su madre quedó esperando al lado de ella,

mientras Chiara estaba acostada en su cama,

dándole la espalda. Al cabo de 25 minutos Chiara

se dio vuelta, miró a su madre con la sonrisa de

siempre y le dijo «ahora sí puedes hablarme». Esos

fueron los 25 minutos que Chiara se tomó para

dar su sí a Jesús en esta situación extrema. Luego

de esto Chiara simplemente dijo, «Es para ti,

Jesús; si tu lo quieres, yo también lo quiero».

A lo largo del tratamiento, Chiara se negó a tomar

morfina para poder estar consciente. Sentía que

era importante conocer su enfermedad y dolor de

forma tal que pudiese ofrecer su sufrimiento. Dijo,

«Reduce mi lucidez y hay una sola cosa que puedo

hacer ahora: ofrecer mi sufrimiento a Jesús

porque quiero compartir su sufrimiento en la cruz

lo máximo posible».

Durante sus estadías en el hospital, se tomaba el

tiempo para caminar con otra paciente que se

encontraba luchando contra la depresión. Estas

caminatas eran de gran beneficio para la otra

paciente pero le causaban a Chiara mucho dolor.

Sus padres la incentivaban a menudo a quedarse

en su habitación y descansar, a lo que ella

respondía, «Ya podré dormir más tarde».

Chiara fue capaz de dar testimonio a sus padres,

amigos y médicos del hospital de Turín. Uno de sus

doctores, el Dr. Antonio Delogu, dijo, «A través de

su sonrisa, y sus ojos llenos de luz, nos mostró que

la muerte no existe; sólo la vida»

Durante sus horas finales, Chiara realizó su última

confesión y recibió la eucaristía. Acompañada por

su familia, rezaron juntos «Ven Espíritu Santo».

Chiara Badano murió a las 4:00 de la madrugada

del 7 de octubre de 1990, acompañada de sus

padres. Sus últimas palabras fueron «Adiós mamá,

sé feliz porque yo lo soy»

ANTONIO GARAY