certamen literario "poetas del mundo"

I CERTAMEN LITERARIO “POETAS DEL MUNDO” Página 1

I CERTAMEN LITERARIO

“POETAS DEL MUNDO”

¡ANIMA A LEER Y A ESCRIBIR A TUS COMPAÑEROS Y COMPAÑE-

RAS!

POESÍA Y PROSA

La coordinación del Plan LyB, junto con el Departamento de Actividades Complemen-

tarias y Extraescolares, dentro del Proyecto Lector de nuestro centro,

convoca este certamen literario con la finalidad de fomentar en los y las jóvenes la

práctica de la lectura y despertar el interés por la creación literaria.

BASES

1.- Podrá participar todo el alumnado del Centro.

2.- Las obras presentadas a concurso pueden elaborarse en prosa o verso sobre tema libre. Tendrán que ser originales, inéditas y no haber sido premiadas en otro concurso lite-

rario.

3.- Los trabajos deberán estar mecanografiados a doble espacio por una sola cara, for-mato A4, y tendrán una extensión máxima de cinco folios los textos en prosa y de veinte

versos los poemas.

4.- Los trabajos serán entregados por el alumnado a su profesora de Lengua Española y

Literatura antes del día 13 de abril de 2009.

5.- Se establecen dos categorías, 1º y 2º de E.S.O. y 3º y 4º de E.S.O.

6.- Los premios por categoría y nivel serán:

Primer premio: bono por valor de 50 €, canjeable en la Feria del Libro, y

un diploma.

Segundo premio: bono por valor de 30€, canjeable en la Feria del Libro,

y un diploma.

Tercer premio: diploma con mención especial.

7.- El fallo del jurado se hará público en la semana del 20 al 24 de abril.

8.- La participación en este certamen implica la plena y total aceptación de las pre-

sentes bases.

Mairena del Aljarafe, 16 de marzo de 2009


I CERTAMEN LITERARIOI CERTAMEN LITERARIO

“POETAS DEL MUNDO”“POETAS DEL MUNDO”

P O E S Í AP O E S Í A


Te miras con tristeza

Te miras con tristeza

En aquel espejo.

No quieres admitir

Ver el paso del tiempo.

Tus manos tiemblan, sudan,

Preso del miedo estás.

La edad te atormenta,

Sin dejarte descasar.

Tus labios dicen que amas,

Tus ojos dicen que odias;

Tus manos frías, temblorosas,

Admiten ser mentirosas.

Cada vez hay más secretos

En tus propios remordimientos.

Cada vez hay más deseos

De dejarlo todo lejos.

Esther del Río Romero, 3º B.


Maldito mi amor…

¡Maldito mi amor por tanto quererte!

Caigo ante tu belleza, ante tu encanto

Y si por la mañana me levanto

Es que únicamente deseo verte.

¡Maldito mi amor por tanto quererte!

A tus azulados ojos le canto

Que ni el oro del mundo vale tanto,

Ya que nada es comparable con verte.

De tu cabello estoy enamorado,

Ondulado y negro como el carbón,

Y verlo me deja paralizado.

Si sólo un beso es la salvación

No puedo seguir así enamorado:

A este paso serás mi perdición.

Pablo Ruiz Fernández, 3º B.


Cariño, amor…

Cariño, amor, amor de pareja

En lo bueno y en lo malo

No hay dolor, hay amor

Son iguales, todo se asemeja.

Cariño, amor, hay felicidad.

Se respetan y se quieren.

Todo para ti está bien:

Sin darse cuenta aprenden a amar.

Cariño, amor, pasión y ternura

Tus besos fríos me llevan a la locura.

Con el tiempo se va, ya no sale espuma,

Se paga poco a poco la vela de la dulzura.

Y rezo porque a tu puerta no llame el olvido.

Llega la noche, el sueño se ha ido.

Vuelve el silencio, me visita el frío,

Callo tu nombre, por dentro lo grito.

Y me acuerdo de nosotros, de lo que se ha ido.

Recuerdo sin ti los momentos vividos.

Mi corazón ya está roto, sin sentimientos

Tratando de que volvieras, morí en el intento.

Alejandro González Vega, 3º B.


Un ángel y un amigo

Un ángel no nos escoge.

Un amigo nos toma de la mano.

Un ángel nos debe cuidar.

Un amigo, nos cuida por amor.

Un ángel, te ve llorar sin poderte abrazar.

Un amigo te abraza

Porque no quiere verte llorar.

Un ángel aplaude tus triunfos.

Un amigo te ayuda a triunfar.

Un ángel te ve sonreír.

Un amigo te hace sonreír.

Para un ángel es una misión que cumplir.

Para un amigo eres un tesoro que defender.

Un ángel quisiera ser tu amigo.

Un amigo, sin proponérselo,

¡es también tu ángel!

Lourdes Durán López, 3º B.


Quise ser princesa…

Quise ser princesa

Y acabé en una imagen presa.

Quise ser modelo

Y aparté todo mi alimento.

Quise ser una diosa,

Montada en una carroza,

Y acabé…

Montada en la camilla

En una sala fría.

Luis Enrique Roldán Cuevas, 3º B.


El dolor de la guerra

Existe, pero no la vemos.

Existe, pero no la vivimos.

Pero ellos sí que saben

Lo que es el dolor

Que nosotros no sentimos.

Es ver ante tu cuerpo,

A tu familia muerta,

Tan lejos o tan cerca

Y no alcanzar a cogerla.

Ver morir a tus amigos,

Ver morir a cien mil niños

Y no tenderles la mano

Para apartarlos del peligro.

Por eso quiero que sepas

Que no es más hombre

el que gana

Si no ganas “amistad”,

No ganas NADA.

Antonio Luis Franco Zorrero, 3º B.


Me gustaría ser pájaro…

Me gustaría ser pájaro

Y poder volar,

Recorrer el mundo

Para hasta ti llegar.

Mirarte y soñar

Con poderte besas,

Acercare a ti para sentir

Tus ganas de amar.

Fundirnos en uno

Y no podernos controlar,

Vivir a tu lado por siempre

Y nunca llegar a odiar.

Que jamás llegue el día

Que nos tengamos que separar

Y que sea nuestra historia

Para nunca olvidar.

Rocío Pascual Gil, 3º B.


Háblame…

Háblame y dime qué sientes por mí,

Háblame y dime que me quieres

Como yo a ti.

Háblame y dime que no puedes

Estar sin mí

Porque me harías muy feliz.

Háblame y dime que siempre

Estarás a mi lado.

Háblame y susúrrame un

“Te amo”,

Y yo te prometo que

Siempre estaré a tu lado.

Patricia Cancelo Borrego, 3º A.


A mí la poesía…

A mí la poesía

No se me da bien.

¡Mira!, una cuarteta

Acabo de hacer.

…

Una redondilla hago,

Copla, tal vez,

Un soneto canto

Si lo pides también.

…

Qué bonito nombre

Quien Betis le pusiera.

Vera del Guadalquivir,

Orgullo de ciudad entera.

Abraham Fazeli Tello, 3º B.


A mi madre

Me dio la vida,

Me dio su amor,

Y yo se lo pago

Con mi corazón.

…

La vida

La vida es un bidón,

Cargadito de hormigón.

Ismael Carranza Gómez, 3º B.


Estaba hablando con el moro…

Estaba hablando con el moro

Y fue cuando te vi pasar.

Si de ti yo me enamoro,

No te vayas a quejar

, 3º B.


Las estrellas

Las estrellas brillan

Con su luz brillante

Por las noches,

En el oscuro cielo

Sin sol, pero con luna.

Brillan las estrellas,

Millones de ellas

Clarean el oscuro cielo.

Siluetas varias

Constelaciones forman.

¡Qué maravilla!

Las miro embelesada.

Empieza de nuevo

El día,

¡adiós, estrellas!

Miriam Gil Molano, 3º B.


Vivo deseando…

Vivo deseando

Que no llegues.

Tengo miedo a que esto

se esté terminando.

Voy andando y más

Cerca te voy sintiendo.

Hablan de ti, me asusta.

¡Te veo tan negro y tan triste!

Haces sufrir a la gente.

Pienso en ti y me agobio.

No encuentro armas para vencerte.

Aléjate de mí y

No me lleves tan rápido.

Eres el fin de todo.

Clara Jiménez de las Cuevas, 3º B.


¿Qué te ocurre?...

¿Qué te ocurre? ¿Qué te pasa?

Sabes mi querido amor:

Me voy a Normandía,

Donde la muerte me espera.

Que ya no podré verte,

Tocarte, acariciarte.

No podré oír tu voz,

Besarnos con la mirada.

Ya más no podré decirte

Que te quiero, que por favor

No me borres tus recuerdos,

Que aunque yo haya muerto,

Querida amada, nunca

Morirá nuestro amor.

Abraham Fazeli Tello, 3º B.


Si tú me dejas…

Si tú me dejas, me iré y no volveré.

Me daré cuenta de que de ti

Nunca me olvidaré

Porque eres la persona

De la que en verdad me enamoré.

José Luis López Lechuga, 3º B.


El amor…

El amor vuelve

Y se va,

Pero mi amor por ti

Nunca acabará.

Un día al despertar

Te vi parado en la Terminal.

Y ese día soñé sin cesar.

Eva Leiva Rincón, 4º A.


Amarte a ti…

Amarte a ti es lo más hermoso

que me pudo suceder.

Tenerte a mi lado es algo que no puedo entender,

solía pensar que la vida no me iba a dar más

pero no fue así, pues aquí estás.

Amarte a ti es transformar mi mundo

porque cada día que pasa

todo se vuelve absurdo.

Eres mi razón de vivir y mi sentir

Al tenerte a mi lado, mi mundo está iluminado,

por eso te pido: jamás te alejes de mi lado.

Amarte a ti es calor

cuando me abrazas y me das tu amor.

Amarte a ti es tenerlo todo

porque si no te amaras no tendría nada.

Salvador Domínguez, 3º B.


Era por aquella tarde de Abril

por aquella tarde encantadora

en la que me dijiste “Te Quiero”

en la que me llamastes soñadora.

Cuando se cruzaron nuestros labios

una extraña sensación sentía

en la que solo estábamos tú y yo

en la que el resto del mundo no existía.

Pero me desperté aturdida

y descubrí que todo era mentira

que había sido un caprichoso sueño

que quería dejarme cautiva.


Si tu corazón fuese invierno

y el mío primavera

sería maravilloso

estar contigo la vida entera.

Si somos hermanos...

¿Por qué nos peleamos?

es por causa de tu amor

pues ella a mí me enamoró.

Pero no puedo reaccionar

me frena esta agonía

pues si no fueras mi hermano

te juro que por ella pelearía.


Me siento mal.....

Por dármelo todo

Y yo no darte nada

Por ser cariñoso

Y yo arisca y amargada

Por decirme Te Quiero

Y yo romperte las palabras

Por quererte tanto

Pero con mi boca callada.


Estamos enamorados

también compenetrados

nunca había peleas

siempre era primavera

Fueron esas habladurías

las que nos hicieron cortar

pero Tú y Yo sabemos

que nos queremos en realidad.

Lo acordamos seriamente

y nos pusimos de acuerdo

nuestro amor seguiría

Y empezaríamos de nuevo.

Pero ayer me enteré

que te ibas a Madrid

que no volverías nunca

y que me dejarías aquí.


Desde entonces recordé

siempre presente tus palabras :

que era tu luna y tu sol ,

que me querías y que me amabas.

Si tuviera que escribir un cuento

muy largo y maravilloso sería

con dragones,piratas y brujas

que bonita fantasía.

Pero si tuviera que escribir un poema

solo en ti yo pensaría

pues tu cara,tu sonrisa y tus ojos

inspiración me traería.


Fue una noche como esta

una noche para mí

que soñaba con estrellas

en la que te conocí.

Y en la misma madrugada

De la noche anterior

Con solo una mirada

Tu amor me cautivó.

Pero a la noche siguiente

Sin poderlo sospechar

Te fuiste para siempre

Y ya no te ví jamás.

Al verte siempre en la cama

me provoca mucha rareza

ya que nunca te había visto

con tanta tristeza .

Tus ojos tristes y grises

tus manos siempre temblando

aunque estés tan fría y pálida

yo te seguiré amando .


Hasta que la muerte nos separe

pero no te marcharás

aún no te ha llegado la hora

porque esto lo superarás.

Y aún poniéndonos en lo peor

Y llegases a morir

otro amor como tú

nunca llegará a existir

Mª José Expósito, 3º ESO (D)


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“POETAS DEL MUNDO”“POETAS DEL MUNDO”

P R O S AP R O S A


DEUDA PACTADA

El cañón del revólver se le hundía en el estómago cortándole en seco la respiración.

Mientras, aquellos ojos negros permanecían impasibles, dejando entrever, eso sí, un pe-

queño atisbo de decepción. Carla se encontraba en un sucio callejón aprisionada contra la

pared por la amenaza que suponía aquel arma cuyo dueño había colocado frente a su estó-

mago. Era un hombre sombrío que vestía con una gran capa cuya capucha le oscurecía el

semblante. Bastante más alto que Carla, su complexión fuerte le advertía de que cualquier

movimiento brusco podía acarrear una buena represalia. La había asaltado al pasar junto

al callejón, tirando de su brazo fuertemente cuando no había nadie que los observara. Y

por mucho que había gritado, sus gritos habían quedado ahogados por el lúgubre silencio

de la noche.

Carla sabía que tarde o temprano Ellos la encontrarían pues ¿cómo los nigromantes,

dueños de la noche y manipuladores de la magia negra, iban a dejar escapar a la única

persona que podía utilizar la Lágrima de Plata, el último objeto capaz de destruirlos a to-

dos? Pero aún así, no esperaba que esto sucediera tan pronto, ya que tan solo hacia dos

meses que conocía toda la verdad, cuando Liah, su abuela y cuidadora desde los tres años,

había confesado los verdaderos orígenes de Carla. Según su abuela, ésta había nacido 15

años atrás, cuando la lucha entre nigromantes y brujos blancos estaba en pleno apogeo. Su

madre, Cathy, y su padre, Jonás, eran brujos blancos que habían dedicado toda su vida a

luchar contra los nigromantes puesto que no soportaban el hecho de que estos lo destruye-

ran todo, esclavizaran a lo humanos y contaminaran todo a su paso. Astaroth, rey de los

nigromantes, ordenó por ese entonces a sus más fieles aliados que los asesinaran ya que

eran una gran amenaza para el proyecto que quería llevar a cabo: erradicar del mundo a

todos los humanos y reemplazarlos por servidores y manipulados muertos que mediante la

magia negra pondría a su servicio. Pero al morir Cathy y Jonás dejaron en herencia a Carla

la Lágrima de Plata, un pequeño objeto en forma de pirámide triangular de una antigüe-

dad incalculable que usado de una forma correcta podía destruir o al menos convertir en

simples mortales a todos los nigromantes existentes en el Planeta.


Y allí estaba Carla, pese a los intentos de sus padres y de su abuela por mantenerla

viva a punto de ser atravesada por una cruda y determinante bala que la alejaría del mun-

do de los vivos para siempre. Hubiera sido probablemente más fácil para el nigromante

que se alzaba ante ella, realizar un simple hechizo recurriendo a la magia negra que la

aniquilaría en un abrir y cerrar de ojos pero era obvio que este pretendía no llamar la

atención de algún humano que curioseara por los alrededores.

Sin embargo, en ese instante sucedió algo que cambió por completo el transcurso de

los hechos. Una fulgente luz bañó el callejón cegando por completo tanto a Carla como a

su imponente acosador. De repente la presión que el revólver ejercía sobre su abdomen

cesó y un firme brazo rodeó con determinación su cintura apartándola del nigromante que

cegado por la luz gritaba de rabia e impotencia mientras corría en círculos y soltaba una

sarta de improperios y blasfemias contra los brujos blancos. Carla estaba confusa y la ca-

beza le daba vueltas, si no hubiera sido por aquel fuerte brazo probablemente en ese mo-

mento estuviera tirada en el suelo inconsciente. Pero no, el brazo la guiaba alejándola de

la luz mientras desprendía un efluvio dulzón que le provocaba un sueño infinito. Por fin

consiguió entreabrir los ojos y visualizar no con mucha claridad la figura que la rodeaba

por la cintura. Era alta, delgada pero fuerte y le sonreía mostrando una dentadura prefec-

ta y reluciente. Lo último que vio antes de caer por completo en un profundo sueño fueron

un par de ojos azules bastante grandes que provocaban en Carla un torrente de sensacio-

nes difíciles de distinguir pero que aun así tenían cierto carácter inhumano.

El olor a tierra mojada y el canto de los pájaros despertó a Carla, la cual abrió poco

a poco los ojos que no estaban acostumbrados a esa resplandeciente luz que invadía el

ambiente.

- Buenos días Princesa- dijo una voz masculina junto a su oído que la sobresalto y le

hizo saltar rápidamente del sitio en el que se encontraba.

Se puso rápidamente de pie y logró abrir los ojos del todo. Estaba en un bosque, un

bosque de árboles altísimos, cuyo suelo. pese a estar tapado por tantos árboles que imped-

ían llegar la luz del sol, estaba poblado de numerosas plantas todas diferentes y con flores

únicas de colores muy variados. Ante ella se encontraba un chico quizás un par de años


mayor que ella cuya figura le era extrañamente familiar. Mostraba una sonrisa pícara y

parecía muy divertido.

- ¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí? ¿Qué ha pasado? ¿Quién eres tú? – la confusión in-

vadía la boca de Carla haciendo que las palabras se atropellaran en esta.

- Tranquila, tranquila respira – dijo el joven mofándose de la actitud de Carla – Me

llamo Cristian, y al igual que lo que fueron tus padres soy un brujo blanco. Estás en el fa-

moso bosque de Eleazor, guarida de los brujos blancos y cuartel general de estos. Y deber-

ías darme las gracias porque te he salvado de lo que se puede decir una muerte segura.

- ¡El nigromante! – exclamó Carla recordándolo todo repentinamente- ¿Dónde está?

- Acabamos con él justo antes de que te dispara- en un segundo cambió por comple-

to su actitud y su semblante se ensombreció- Te han encontrado Carla, ya saben quien

eres y no hay vuelta atrás. No pararan hasta que no te vean muerta. Eres una gran amena-

za para ellos.

- Pero ¿por qué yo? ¿Cómo voy a ser yo una amenaza para los poderosos nigromantes?

– un temblor comenzó a recorrer las piernas de Carla.

- Eres la Heredera, descendiente de los mismísimos dioses brujos y portadora de la

Lágrima de Plata ¿te parece poca amenaza? – volvió a su actitud inicial pasándose la mano

por su enmarañado cabello rubio cuyas ondas le caían uniformemente por la frente- Pero

no te preocupes pequeñaja, con un poco de formación aprenderás a manejar tus poderes

para destruir a cualquier nigromante

- ¿Poderes? – el corazón de Carla comenzó a dispararse.

- ¿Es que acaso creías que la herencia de tus padres consistía solo en la Lágrima de

Plata? Anda, no te quejes más que hay mucho que hacer- y con una confianza que dejó a

Carla boquiabierta pasó el brazo por sus hombros y ambos se adentraron en lo profundo

del bosque.

Cinco meses después Carla se había convertido en una competente bruja blanca. Los


maestros brujos que habitaban en el bosque de Eleazor habían hecho de ella una guerrera

y una perfecta dominadora de la magia totalmente preparada para destruir a cualquier

nigromante que se le apareciera delante ya que las habilidades de Carla eran excepciona-

les y habían sorprendido a todos. Pasó también esos cinco meses sin separarse ni un solo

momento de Cristian,. Era cínico, engreído y se metía bastante con Carla pero aun así esta

no podía evitar quererlo porque sabía que en el fondo tenía un corazón de oro.

Y allí estaba ahora, a punto de cruzar el límite del bosque de Eleazor junto con otros miles

de brujos blancos que por primera vez en mucho tiempo saldrían de su segura guarida para

combatir con aquellos que tanta paz les habían robado durante los últimos siglos. Carla

tenía miedo, pues, era consciente de la responsabilidad que acarreaba su posición entre

los brujos. Todos confiaban en que fuera ella la que derrotara a Astaroth, rey de los nigro-

mantes y el más poderoso de todos, y ella no estaba segura de poder lograrlo. Cogida de la

mano de Cristian dio un paso adelante y se situaron en los límites de un enorme claro al

otro lado del cual se encontraban miles de sombras negras cuyos rostros eran imposibles

de vislumbrar. En el centro de todas ellas se encontraba la más imponente de todas, alta,

esbelta y con cierta elegancia pese a los ojos rojos que entre las sombras de la capucha

Carla alcanzaba a ver. Astaroth. En ese momento sin previo aviso una luz negra manó de

las manos de uno de los nigromantes que se encontraban en el ala izquierda y fue a dar de

lleno en el pecho de una de las brujas que se encontraba a su misma altura. Esta cayó

inerte en el suelo al instante y su compañero, que lo había presenciado todo, gritó y con-

traatacó con un hechizo mucho más potente que se cobró la vida de tres nigromantes. La

batalla había empezado.

Duró largas e interminables horas pero tras numerosas bajas por parte de los dos bandos la

superioridad de los brujos blancos gracias a Carla y al poder de la Lágrima de Plata se hizo

denotar. Finalmente Astaroth y algunos de sus secuaces huyeron como perros dejando tras

de sí una lúgubre estela negra de sangre y putrefacción cuando los brujos blancos se pro-

clamaron vencedores de la dura y ardua batalla. Carla, decepcionada por su fracaso con

respecto al asesinato de Astaroth, se acercó a Cristian que ayudaba a un anciano brujo a

incorporarse con una gran brecha abierta en la frente

- Sabes que ahora volverán a su mundo de tinieblas y que cuando recuperen fuerzas con-


traatacarán ¿no?- le dijo el joven mientras suavemente limpiaba la sangre que corría por el

antebrazo de Carla y le daba un dulce beso en la mejilla.

- Sí, lo se, y para entonces los estaremos esperando - contestó ella con la mirada perdida

en el horizonte y los ojos henchidos de rabia y venganza.

Elena Ramírez, 4º ESO (B)


♥QUERIDO DIARIO♥

Querido diario:

Hoy, 13 de abril, he vuelto a ver a ese chico del que tanto te

hablo, nos hemos mirado fijamente las escaleras del instituto.

Mientras yo bajaba, él subía, nos quedamos un instante parados,

pero la voz de mi amiga Sonia me hizo irme sin ni siquiera

hablarle.

Me acuerdo perfectamente el día en el que lo vi. Por primera

vez, fue exactamente el 11 de octubre, vino ya con el curso em-

pezado, desde Buenos Aires, por motivos de trabajo de su padre,

que es un importante empresario. Su madre es de un prestigioso

bufete de abogados. Raúl que así se llama el chico, es muy estu-

dioso, le gusta salir con sus amigos...Las cosas normales de un

chico de dieciséis años, pero sus padres lo tienen un poco " aisla-

dos del mundo", solo quiere que estudie y sea un chico de prove-

cho, pero apenas le dejan libertad. Cuando lo presentaron a to-

da la clase me quede impactada por su belleza y su forma de ex-

presarse; Se sentó al lado de mi amiga Sonia. Ella como yo se

quedo impresionada de Raúl. En el cambio de clase todo el mun-

do se fue hacia el y empezaron a hacerle preguntas. Paso mucho

tiempo y las miradas entre nosotros fueron una costumbre, pero

ninguno de los dos se decidía a dar el paso, ni un simple " hola".

Un día cuando fui a entrar en la clase estaba el en la puerta

con su nuevo e inseparable amigo Miguel. Fue un impulso o el

simple hecho de que conocía a Miguel desde parvulito, me hizo

pararme, mirarles y decirles "Buenos días".La voz, lo tengo que

reconocer, me temblaba. Ellos me contestaron y empezamos a


hablar. Nos tuvimos que ir a nuestros pupitres, ya que venia el

profesor.

Raúl aprovechaba cualquier despiste del profesor o el " déjame

la goma" para hablar un rato o cruzar unas miradas. Mi amigo Mi-

guel me dijo a la hora del recreo que si me iba con el y Raúl al

cine y que si me lo dijera a Sonia, (yo sabia perfectamente que

Miguel estaba loquito por ella). Se lo comenté a mi amiga y que-

damos allí a las seis. A las cinco estaba Sonia en mi casa para ir-

nos las dos juntas y ella aprovechó el momento que estuvimos

solas para decirme que le ayudara con Raúl, que le gustaba un

montón y cuando recuerdo esta frase me duele aún. No sé por

qué, pero reaccioné diciéndole:

-¡No te preocupes, yo te ayudo!

Sonia me lo agradeció con mucho afecto. Yo estaba muy dolida,

pero intentaba disimularlo todo lo posible.

En uno de esos momentos que nos quedamos solos, tuve el valor

de preguntarle quién le gustaba, que había una chica que le

quería mucho, a ver si era correspondida o no, él me sonrió y me

dijo que dejara ya de fingir que sabia perfectamente que esa

chica era yo y que sí que era correspondida, yo me puse nervio-

sa, colorada y empecé a tartamudear, a decir " No, no..." y me

dio un beso. Mi amiga fue muy oportuna y vino " en el momento

más indicado”. Se marchó llorando y me retiró la palabra. No

había manera de que me escuchara, yo le quería contar todo,

pero no era capaz de hablar con ella ... Al final acabé enfadán-

dome con Sonia, porque ella no me hablaba , dejé de hablarle a

Raúl porque le echaba la culpa de que hubiera perdido a mi me-

jor amiga... Pero Miguel intentó ayudarnos para salvar nuestra


amistad. Gracias a él, hoy, al empezar el instituto hemos habla-

do y hemos jurado no enfadarnos más por culpa de los niños.

Cuando sonó la sirena para irnos al recreo, me encontré a Raúl

por las escaleras, fue un momento pero, maravilloso, pero Sonia

me llamo y me tuve que ir. Empecé a hablar con ella sobre Raúl

y empezó a decirme que lo intentara con el, que en la clase de

historia (la hora antes del recreo) Miguel se le declaro y no se

como pasó que han empezado a salir. Cuando estaba hablando

con ella me dieron una palmada en la espalda, me giré y era

Raúl, me dijo que tenía que hablar con migo de un tema muy de-

licado. Muy nerviosa, me dirigí hacia el y empezamos a hablar.

Me empezó a decir que desde hacia un año y medio no dejaba de

pensar en mí, que me quería muchísimo .Me puse tan nerviosa,

que empecé a ponerme colorada poco a poco, hasta que se me

saltaron algunas lagrimillas ¡Que vergüenza! Yo le dije que a mí

me pasaba lo mismo con èl. Pero sonó la sirena y nos interrum-

pió, nos dirigimos los dos a la clase y sin explicación me hecho el

brazo por encima y nos echamos a reìr. Las siguientes horas

transcurrieron sin ningún percance. Cuando llego la hora de salir

del instituto me dirigí hacia mi casa comí, hice los deberes y mi

madre me llamo, diciéndome que abajo había un chico que me

buscaba. Baje corriendo y con sorpresa vi. Que era Raúl, lo in-

vite a subir a mi cuarto para hablar .Empezamos a hablar y co-

menzamos a tirarnos los cojines y los peluches de encima de mi

cama. Nos quedamos mirando y soltó por fin la esperada fraseci-

ta: ¿Quieres salir con migo? ¡Uff!

¡Por fin! Por supuesto le contesté ya puedo decir que "lo tengo"

después de tanto tiempo ocultando mis sentimientos hacia el.

Espero que mañana vuelva a ser el día tan maravilloso como el


de hoy y así todos los días de mi vida porque quisiera y le pido

pasar el resto de mi vida con el....porque ¡LO QUIERO! ♥ Hasta

mañana querido diario...♥

ANA CRISTINA SERRANO, 3º ESO (A)


Ni pensar que esa mañana tenía un examen de Física y Química. Había estudiado muchísimo porque era el ultimo examen que tendría hasta pasadas las vacaciones de verano y quería irme con

buen sabor de boca.

Cuando llegamos al instituto nos adelantaron el examen a pri-mera hora: ¡qué rollazo!, lo terminamos y debo decir que me sa-lió de rechupete. Había merecido la pena estudiar tanto. Des-pués las cinco horas restantes nos pusimos a hablar mis compa-ñeros y yo. Los chicos empezaron a presumir de los músculos que se le iban a poner ese verano, ya que se habían apuntado al gim-

nasio y las chicas a comentar con los tíos que se iban a liar…,

¡Vaya conversación patética, o mejor dicho, yo era la patética en esa conversación!. A mis diecisiete añitos solo había salido con un chico, se llamaba Antonio, era muy rarito y debo admitir

que me daba miedo estar con él.

A última hora todos nos despedimos y cuando sonó el timbre a las dos y media de la tarde salimos pitando como alma que se lleva el diablo, dejando atrás un curso, recuerdos muy dulces y

otros no tanto, a nuestros profesores y a los malditos exámenes.

Llegue a mi casa deseosa de hablar con mis padres, para co-mentarles cómo me había salido el examen y donde iríamos este verano. A mama le encantaba viajar y estaba segura de que me había preparado unas vacaciones que nunca olvidaría. Me di-rigí a la cocina donde se encontraba mi padre haciendo sus fa-

mosos macarrones, que estaban buenísimos.

Papi, huele de maravilla y, por cierto, me ha salido estu-

pendamente el examen.

Me alegro Blanca, estaba seguro de que te saldría de ma-

ravilla.

Papi otra cosa, ¿dónde vamos a ir este verano?

Nosotros a Italia y tú al pueblo de los abuelos en Extre-

madura.


Por unos segundos me pareció que era una broma, pero no, era completamente cierto. Me obligaron a hacer las maletas y ya me

tenían sacado el billete de autobús.

La noche antes de partir no pude coger el sueño, me asomé a la ventana a tomar aire fresco, cuando de pronto pasó una estrella

fugaz y pedí un deseo ` que este verano sea inolvidable ´.

A la mañana siguiente me levanté rara, con una sensación muy positiva. Mis padres me acompañaron hasta la estación de auto-buses y se despidieron de mí. El viaje se me hizo eterno y me es-cuché cerca de quinientas canciones de reguetón, hip-hop y de

las que se te caen los lagrimones.

Cuando llegué a la estación de Extremadura mis abuelos me es-taban esperando con una sonrisa de oreja a oreja. Hacia mucho

que no los veía y tenia ganas de estar con ellos.

Durante

MARTA GARRIDO CAMPOS, 3º ESO (B)

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