ceguera y mirada

12
7/23/2019 ceguera y mirada http://slidepdf.com/reader/full/ceguera-y-mirada 1/12 ltiner rios . ·  . E V G N A V A R . is padre s eran originarios de Eslovenia, del tiempo de Ia monarqufa austro hungara. Lue go se volvieron ita l iano s despues yugoeslavos . Mi padre era de una familia de obreros y campesinos de herreros que fabrica - ban calde ras de cobre. Mi madre cu yos ancestros fue ron ennoblecidos por los austriacos se ocupaba de Ia casa. Yo tenia solo s i ete anos cuando murio mi padre. El rec uerdo mas in- tenso que guardo de e l es el de un fusil para ninos que me fabric6 co mo para de cirme: no dejes jamas de resist ir al dest in e. lgnoraba aun que perteneda a un a pequena naci6n amenazada por otros . zC6mo hubiera podido comprender ento n ces que se rf a lo mismo para mf que me harfa falta tanta e ne rgfa para defender mi propia id entid ad? Mi infancia trans currio, como en casi todos los casos muy fel iz. L a pa s aba cscudrinando el mundo; una reg i a que despues hi- ce mfa. Mi hermana un ano menor , y yo vivfamos un poco marginados en el pueblo de L okavek . Nuestra ca sa estaba situada a Ia salida y fue con e ffmeras al ianzas i nfanti les como formabamos parte ya de un clan ya de otro. Quede marca do por las hue lias de Ia ultima guer ra , que hab f a- Traducci n: Lorenza Fernandez del Valle mos heredado de las platicas de los ad ultos. Forme entonces, tambien yo un pequeno ejercito con otros do s de mis amigos. Fabrique granadas explo- s ivas de paja y gasolina y canones de carburo; construfa torniquetes col- menares para abejorros y molinos de agua que me servfan como ce ntr ales electricas. Eran s61o juego de ninos. La esc ue la donde aprendf a lee r y es cribir estaba a un kilometre de Ia ca sa el ca mino que nos llevaba ahf era nuestro princ ipal at ractivo. Yo era un nino terr ible, que los maestros no pod f an casi disciplinar. Amaba sabre todo Ia tecnologfa y I a lect ura. Un dfa un a rama me hiri6 el ojo izqu ier do , si n que yo pudiera presentir el sig n o precursor de una gran catastro fe. Durante meses observe el mundo con un solo o j o hasta que un dfa el detonador de una mina me hirio tam bien el ojo derecho. No me quede ciego br uscam ent e s in o poco a poco , durante meses , como si se tratase de un largo adios a I a lu z. As f he tenido todo el tiempo para atrapa r al vuelo los mas preciosos objetos las image nes de I ibras los colores los feno menos celestes y llevarlos con migo a un viaj e sin retorno. Quiza haya ten i- do suerte de que esto sucedie ra lenta- I _ mente. Qu iza haya sido s61o el cinismo de l destine que actua ba con retraso. Espero ja mas ve rm e obliga.do a responder estas preguntas de man e ra precisa. E s evidente que Ia ceguera hubie- ra sido el ultimo de mis deseos . He t enido que aceptar este hecho como s i se tratara de Ia vid a a Ia que naces si n quererlo sin pode r tamar partido. Y si Ia vida esta ah i, irrevoe<1b l e es sin embargo meno s in ev it ab le porque nos Ia poclemos qu it ar pcro Ia ceguera no te deja jam<\s; y si quisiera desha - cerme de ella tendrfa que renun cia r a todo el resto lo que s in dud a no vale Ia pena. He dec id ido pues con servar esta c6mplice necesaria; viv i r con ella explorar sus posibi I da- des en el juego de amory odio que me impone . La ceguera ha tra n sfo rmado mi vi- da de manera a veces insospecha da, y e n as pectos que so l o el t i empo sa - bra revela r. Por e j emplo, no puedo ya correr como an tes y lo habrfa casi olvidado si los ninos no me hubieran preguntado un dia por que camino ta n Iento. Mi vida es menos agi t ada mas inm6vil. Observe el mundo es cuch andole gi r ando Ia cabeza ante s que el cue rpo. Voy menos h acia las u s 9

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Page 1: ceguera y mirada

7/23/2019 ceguera y mirada

http://slidepdf.com/reader/full/ceguera-y-mirada 1/12

ltiner rios

. ·

 

.  .

E V G N A V A R .

is

padre

s

eran

originarios

de

Eslovenia

,

del tiempo de Ia monarqufa austro

hungara. Luego se volvieron

ita

l ianos

despues

yugoeslavos. Mi

padre

era

de

una

familia de obreros y

campesinos de herreros que fabrica -

ban

calde

ras

de cobre.

Mi

madre cu

yos

ancestros fuer

on ennoblecidos

por los austriacos se ocupaba de

Ia

casa.

Yo

tenia

solo siete anos cuando

murio

mi

padre. El recuerdo mas in-

tenso

que

guardo de el es

el

de un

fusil

para ninos

que

me

fabric6

co

mo

para de

c

irme: no

dejes

jamas de

resistir al dest

in

e. lgnoraba aun

que

perteneda a una pequena naci6n

amenazada por

otros

. zC6mo hubiera

podido

comprender ento

n

ces que

se

rfa

lo mismo

para mf

que

me

harfa

falta tanta energfa para defender

mi

propia

id

entid

ad?

Mi

infancia

trans

currio,

como en casi

todos

los

casos

muy fel iz. La pasaba cscudrinando

el mundo;

una reg

ia

que

despues

hi-

ce mfa.

Mi hermana un

ano menor

,

y yo

vivfamos un poco

marginados

en

el pueblo de Lokavek . Nuestra ca

sa estaba situada a

Ia salida

y

fue

con effmeras al ianzas infantiles

como

formabamos

parte ya de un clan ya

de

otro. Quede

marc

a

do

por las

hue

lias de Ia ultima guerra , que hab fa-

Traducci n:

Lorenza Fernandez del Valle

mos

heredado de

las

platic

as

de

los

ad

ultos.

Forme entonces

, tambien yo

un pequeno ejercito con o

tros

dos de

mis

amigos. Fabrique granadas explo-

s

iv

as

de paja

y

gasolina

y

canones de

carburo; construfa torniquetes col-

menares para abejorr

os y

molinos

de

agua que me servfan como centrales

electricas. Eran

s61o

juego de ninos.

La escuela donde aprendf a leer y

es

cribir estaba a un kilometre de Ia

ca

sa el

ca

mino

que

nos

llevaba ahf

era nuestro principal atractivo. Yo e

ra

un

nino

terr

ible,

que los

maestros

no

pod

fan casi disciplinar. Amaba sabre

todo

Ia tecnologfa y Ia lectura. Un

dfa una rama me hiri6 el ojo izqu

ier

do

, sin

que yo pudiera presentir

el

sig

no precursor de

una

gran catastro

fe. Durante meses observe

el

mundo

con

un

solo

ojo hasta

que

un dfa el

detonador

de una mina me hirio tam

bien

el ojo

derecho.

No me quede

ciego br

us

cam

e

nt

e sino poco a poco ,

durante meses,

como

si se tratase de

un

largo

adios a Ia luz. As f he tenido

todo

el

tiempo

para atrapar al

vuelo

los

mas

preciosos

objetos

las image

nes

de Iibras los

colores

los feno

menos celestes y

llevarlos con

migo a

un viaje

sin

retorno. Quiza haya ten i-

do suerte de

que

esto

sucediera

lenta-

I

_

mente.

Qu

iza

haya

sido

s6

1o

el

cinismo de l

destine que

actuaba

con

retraso.

Espero

ja

mas

ve

rme

obliga.do

a responder estas preguntas de man e

ra

precisa.

Es evidente

que

Ia ceguera hubie-

ra sido el ultimo

de mis

deseos . He

t

enido que aceptar este hecho como

si se tratara de

Ia

v

id

a a

Ia que

naces

sin

quererlo

sin

pode

r

tamar

partido.

Y si Ia vida esta

ah

i, irrevoe<1b le es

sin embargo

meno

s inev itab le porque

nos Ia

poclemos qu itar

pcro Ia

ceguera

no te deja jam<\s;

y

si quisiera desha

-

cerme de

ella tendrfa que renun

cia r

a

todo

el resto lo que sin duda no

vale

Ia

pena. He dec

id

ido pues

con

servar

esta c6mplice necesaria;

viv

ir

con ella explorar sus posibi I da-

des en el juego

de

amory odio que

me

impone

.

La ceguera ha transfo

rmado

mi vi-

da

de manera a

veces insospec

ha

da

,

y en

as

pectos

que

so

lo

el

tiempo

sa

-

bra

revela r.

Por

ejemplo, no puedo ya

correr

como an

t

es

y lo habrfa casi

olvidado

si los ninos

no me hubier

an

preguntado un dia

por

que camino

tan Iento. Mi vida

es

menos agi tada

mas inm6vil. Observe el mundo es

cuchandole

gi rando

Ia

cabeza antes

que

el

cue rpo. Voy

menos h

acia

las

u

s

9

Page 2: ceguera y mirada

7/23/2019 ceguera y mirada

http://slidepdf.com/reader/full/ceguera-y-mirada 2/12

cosas, me

muevo men os yen cfrcu -

los estrechos.

Sf, el

espacio se ha

re

strin

gido

y

debo

tocarlo

para

cono-

cerlo o id

en

tificarlo por sus

rui

dos.

Eso es

mo

l

esto

,

sob

re todo

cua nd

o

pienso en el

descans

o d

el

cuerpo y

en el

placer de

Ia

mir

ada

que llevas a

lo lejos.

La

ley

del espacio

me

rige

en el

present

e, aunque no

sea a

bs

o-

lu ta: camino en Ia ciudad, en los ca -

minos puedo montara caba l

lo,

nadar

o

esquiar

, pero al

prec

io de prepara

t

ivos

y

arreg

los que toman un poco

de

tiempo.

Vivo

retrasado

en comparaci

6n

con los otros; lo que me hace sentir

siemp re presionado.

Es lo

mismo en

cuanto a mis conocimientos:

es cu

cha r un libra

grabado

to

ma

mas tiem -

po que

su

lectura; tengo Ia

nostalgia

de una forma de leer mas

inmediata

que

el desa

r

rol

lo interm inable y con

tinuo de Ia cinta .

En

mi

casa existe un ord

en

militar.

Admiro siem

pre

Ia va

riedad en

Ia ca

sa de mis amigos. Tengo que

ap

re

hen

der

l

os

lugares

por

l

os

d

eta

ll

es,

y

el hecho de

te

n

er

los

ojos

en Ia

punt

a

de los d

edos

no siemp re es c6 modo.

Puedo estar buscando mucho tiempo

un

objeto que alguien

mov

i

6.

Cua ndo cocino y pierdo un to rni-

llo de Ia olla expre ss y lo tengo que

buscar luego durante horas, pienso

en los buscadores de oro para que Ia

tenacidad no me abandonc. Esotra

for

ma

de reto, qu iza

tamb

i

en el

pre

cia de Ia independen cia y de Ia liber

tad. En

r

ea

lidad, yo

no pu

edo

se

r los

otros, p

ero

l quien podria

serlo?

, y

se

que el

ai

slamiento

me ame

n

aza cada

vez mas; Ia presenc ia de mis a

mi

gos

me

da

un

a lib

er

tad

muy

gra

nd

e.

Cuando

a

un

discernia algunos

alis

bos de luz y

color,

estaba fel iz

po

rqu

e

todavia veia.

Guardo

un

re-

cuerdo vivo de los momentos del

adios

al

mundo visible. Pero

Ia mo

-

nocromfa in

vadi6

mi

exis

tencia y

de

-

bo hacer un esfuerzo

par

a co

nservar

IJ pcllcta con

los matices. Para

que el

10 S E P T IE M R

mundo

escape

a Ia monotonfa y a Ia

t

ransparenciJ

coloreo l

os obje to

sy

las

perso

nas

que toco: conozco

una

mujer cuya voz es ian azul

que

ella

l

ogra

pinta r de

azul un

dia

gris

de

otono. Encontre un pintor que tenia

una voz

rojo

osc

uro,

y el azar

quiso

que

el

amara

es

te

color; lo

que

me

dio

un

pl

acer

i

nmenso.

Adivino

el

sol por sus efectos ter

micos, pe ro puedo

equivocarme

. Un

dia, sucedi6 algo en casa de un am igo

del cual no conocia b

ien

su departa-

mento;

como

conozco de antema no

el Iuga

r

de

Ia

ventana por el

ruido de

Ia

cal

le, dije: jque

sol

el de hoy , pe -

ro i

gnoraba que

era un radiador el

que n

os daba calor.

Nos reimos los

dos junto s. AI principia de mi cegue

ra, cuando Ia to

maba mas

en

serio,

l

levaba

lentes muy

oscuros

para exa

gerar mi estad

o;

h

oy

dia utilizo

an

teojos mas claros, pa ra tener

el

aire

de

un

intel

ec

tual.

Por otra parte, Ia

lu

z

me

llega de

mas alia, por Ia palabra y por Ia mu

si

ca

. E

xiste

n tambien

pe

r

sona

s que

llevan con

el

los

mu cha

cla ridad, lo

que los vuelve casi reconocibles. Me

acuerdo de una guitarrista

que

me

cant6

un

bossa

nova

en

por

tu

gues,

del que casi no comprendfa las pa la

bra

s, pe

ro

los

sonidos

se

multiplic

a

ron como luciern agas que volaban

sobre ella y su guitarra:

eran

tan lu-

minos

as

que tuve

ganas

de pintarlas.

En rea l

ida

d, su mus

ic

a su

sc

it6 en mf

im

agenes acunadas

hacf

a

ti

empo, en

las cerca

nfas

de

mi

pu ebl o esloveno.

Cuando odiaba un poco Ia cegue

ra, mi

c6

mplice, me gustaba j

ugar

a

mirar.

Un

dfa,

en el

autob us que

atra

-

vi

 

sa

mi

va

l

le

natal

, un

ca

mpe

sino

se

sent6 a mi lado . Se pu so a comentar

el es

tado

del cam

p

o,

Ia cosecha

es

perada; ar

r

iesgue un

a

respuesta: el

mafz todavfa no habfa sido

danado

por el vient

o,

y podrfa cr

ece

r m

as

.

Con t

inuo

habl

an

do y yo le seguf Ia

co

rr iente. Desgraciadamen te,

el

se ade

lanto

en

el

camin

o

y en el momc·n

to

D E 2

de bajar, tuve

que

tomar mi bast6n

con cuidado, pues

antes habfa

dis i

mu

-

lado;

todo term

in6,

el

tropez6 conm i-

go y algunos viajeros se burlaron.

H

ay

otro ju

ego que es aun ma

s

riesgoso.

E telefono, que

nos

da Ia

apa

ri encia

de qu

e

somas

ig

uales

a los

que

ve

n,

me

incit6

un

d

fa

a ha

cerle

Ia corte a

una

ch

ica sin

decirle

Ia

verdad.

Por miedo al

fracaso, pro

-

longue nu estras conversaciones hasta

el dfa

que

el

la

quiso

que nos encon-

t

raramos.

Nos dimos cita en un cafe,

con

una

descrip

ci6n

reci

pr

oca de l Iu

gar. Para que fuese

ma

s verosfm i

l,

tome

un

pe

ri

6dico y

sentado

a Ia

mesa

, hacia como que lefa.

Luego

,

en

med

io

de

l ruido de

las

rocolas r

e

conoci Ia voz d

el

tele fono que me

pregun

taba

po r que

tenia el

peri6dico

al

reves. Me dije que

en

adelante ten

drfa que invent

arme juegos

menos ·

pel igrosos y mas

suti

les.

En general, no

h

ay nad

a de

espon

taneo en

mi

vida .

Voy

siempre a los

mismos lugares tan prec isos c

om

o lo

so

n

los

lu

ga

res g

eometricos, mientra

s

que con frecuenc ia tengo ganas de

perderme en una selva donde no co-

nociera suscaminos: tendria una be-

lla

il

usi6n

de libertad.

Pas

ea

nd

o

en

Pa

r

is,

r

eg

reso siempre a una es

taci

6n

de metro conocida, y el encanto se va

La naturaleza

mi

sma no me pare-

ce igual a Ia

de an

ta

no, se

me

ha de

sapa

recido un

poco sume

rgida

en

Ia

bru

ma

de Ia per

cepci6n

mediata. Los

lu

gar

es

do

nd

e

paseaba mi

vista con

tanto sehns

ht ardiente aspiraci6n)

r

egresa

n despu

es

de

un

fue

rt

e

traba

jo

de rememo

raci6n. L

as es

t

ac

io

nes

tam

bien han camb

ia

do, sa lvo los ole-

r

es

que

les

aco rnpanan

;

se

han

con

ver

t

ido

para

mf en

al

go

mas

violento,

veng

;

mza sin duda,

por Ia ausencia

de co lores. En

mi

va lle natal, olvido

con frecuenc ia los detalles,

las

coli-

nas,

el

aspecto de un pu eblo, y debo

reconstruir

l

as casas

, vo

lve

r a plantar

los

arbo

le

s tocarlos

para constata

r

que eslan ahi y poner luego a los pa-

Page 3: ceguera y mirada

7/23/2019 ceguera y mirada

http://slidepdf.com/reader/full/ceguera-y-mirada 3/12

jaros

en

sus

ramas, Ia brisa en

las

hojas.

Cuando

el viento sopla las

i

magenes son menos

precisas, pues

cualquier

ru

mor

de

arbusto

es

sufi

ciente pa ra

que

el

paisaje

desapa-

rezca.

Algunas veces

son los caminos

en

el campo los que debo repoblar

con las

personas que vi

a If, y

entonces

todo el resto reapa rece. Es diferente

con pafses que nunca he visto: perma-

necen

muy

abstractos,

indiferentes;

salvo el Adr iatico, que yo no se par

AU

T

ORRETRAT

O

que

milagro lo

veo

azul

aunque

ja-

mas

lo

haya

percibido: quiza

el pla-

cer de Ia natacion provoco eso

el

olor

de

ese

ma

r.

En

Parfs

,

segun

me

encuentre

en

un barrio pobre o rico,

los

perfumes

de

los

paseantes

difie

ren: este es un asunto

de

colmillo en

el que

tengo cierto conocimiento ;

ademas, hay mucha confusion

en

los

olorcs de Ia ciudacl

para

d

isf

ru tar

los

real

mente.

Una

de

las

ausencias

mas perma -

 

Q

nentes

en

mi

v

ida es sin duda Ia

del

cielo, que

tengo

como L l l l ~ l de l t ~

imagenes

mas

borradas.

I c

.,t

rell,l s

por ejemplo,

perteneccn

ill< am

in•

>

de

Ia

memoria que

se ha

lwch

 

' '"

verdad

escarpado. Es por un

ligt•

ru

reto que las fotograffo actualmenlt•.

Cuando

se

las

mostre

a alguien

nH·

dijo que irfa a mi

pafs

aver

tantas

e

<

trellas

fugaces. Habfa olvidado qu

e:

I

tierra

gi

ra , hacienda con el

trayecto

de

los

astros

pequefios

trazos lumino

sos .Yo deplorarfa amargamente

esas

ausencias cosmicas

si no existiera

el

arte, y nose por

que establezco

este

lazo

que

no ti

ene sentido

priori si-

no justamente solo po r Ia ausencia.

Sin

las maquetas, Ia

pintura,

el

cine,

Ia arquitectura , me son diffcilmente

accesibles. Queda Ia musica, por Ia

cual siento

una

atraccion ambigua .

Mi amor hacia el la no tiene lfmites,

pero

puedo

tambien

detestarla

cuan-

do pienso que

Ia

quie ren hacer pasar

por el Unico placer

de

los

ciegos

, y

que

es en

reali

d

ad

Ia so la posibilidad

de existencia social y

una

simple pro

mesa de

felici

dad.

La filosofia del arte, Ia

estetica,

es

mi asunto

con

algunas reservas que

hay

que

expresa

r,

de orde

n tecnico.

Por ejemplo,

el aspecto

visual de un

texto di

fiere

de su

imagen sonora,

sal

vo

si interrumpimos

Ia lectura para

hacer notar toclos los signos, pero

asf

se vuelve de diffcil comprension .

Ademas, "el

arte

de citar" me exige

un tr

aba

jo

de

verificacion de las fra-

ses escuchadas

antes de

poderlas

insertar

en un texto. jNuevas proble

mas

tecnicos si

los agregamos

a los

otros

Como

estoy

privado

de

Ia

pintura

y

de

las otras artes visuales, me Ia-

man

mas Ia atencion, pero hace fal1 1

que alguien me describa Ia pinlurd;

lo

que

me

da

un sentimiento

ini'Pi('t

tual, un sentimien

to estetico

indirc·cto ,

y quiza

luego un

poco

de pla

ce

r. ln

este

trabajo hay que tencr much.1

pruclencia, pues Lon f r n w n

l.l·

u

II

Page 4: ceguera y mirada

7/23/2019 ceguera y mirada

http://slidepdf.com/reader/full/ceguera-y-mirada 4/12

descripciones

expre sa

n

ante

todo

los

fa

ntasmas

del que observa

el

cuadro.

Algunas veces recur

ro

a varias

des-

cripciones para acercarme un poco

mas a

Ia

realidad.

Grac ias a Ia practica he term ina-

do

por

amar

ciert

as

pinturas

que

son

aquellas cuya descripci6n ha durado

mas

tiempo por ejemplo las obras de

Bosch y lasdel Gr

eco

, algunos ico

no s y ciertos pi ntores venecianos por

sus

colores.

En

los

mu

seos

o

en las

exp

osiciones

me

gusta Ia pres

encia

de todas las miradas silenciosas los

ruidos de los pasos

que

percibo

aun

.

esc

u

chando

Ia v z

de mi

gu

fa

,

que

i

nten

ta trasmitirme su propia mirada.

La

escultura por

el contr

ario

me

procura un sentim iento estetico inme-

dia to en Ia medida en que me

han

;lUtorizado tocar l.as

estatuas

lo

que

noes

mu

y comun.

Me

prohibieron

un dfa, en

el

parque de Versa lies to

car

Ia

copia

del

gru

po escult6rico

que

representa a L

aconte; en

conse

cucncia no habrfa habido neces idad

dPI taburete tocarlas es mi manera

pM

iicui;Jr

de penetrar en

el mito de

s

y

Psique del

cual

por

lo

demas

~ t y afuera.

E palido

ref

lejo

de

Ia

l.unpa ril de aceite que sirnboliza

para

i •·I mundu de l<ts apariencias ha

12

: PT I E M R E

D

desaparecido. Queda

Ia nostalg

ia

de

esas

re

alidades inaccesibles y el de-

seo de emprender

el camino

que no

s

conduce a elias. Me sentirfa pobre

si

tuviera que se

r

el

vigi lante en una

galeria de

pintura;

mien

tr

as que

el

mismo trabajo

en

una galerfa de es-

cultura , me

darfa

muchos placeres.

Dado

el

caracter intelectual de mi

percepci6n lo que hace

que

Ia

pre-

senc

ia sea

muy

fugitiva

el

suefio de

Ia

cosa

in

acces

ible,

me

llev

un

dfa

a

tomar mis

primeras

fotos, pero sin

ni

nguna

pretension artfstica

pues

su

rea /izaci6n estetica me es vagamente

accesible.

La superficie lisa

de

las

imagenes tomadas por e/ aparato no

se di

ri

gen a mf s6/o

tengo

una sefial

mater

ial de paisajes y

gentes que

he

visto o encontrado.

Es

decir

mi mira-

da no existe mas

que

por el simula

cra de

Ia foto que

ha

sido

vista por

otro.

Me alegro de

esta gran inutili

dad.

Tengo

necesidad

de

esa

mi

rada

para que las

imagenes

se animen

en

mi i

nte

ri

or

.

Se tra

ta de un cuarto nscuro

f

·e

nte

a otro cuarto o

scuro

, y

de

ra-

yos de luz que golpean a este i l l

re-

ves

Nada mas. Y esto es de lod<Js

formas

bello. Un

pa

li

clo

vislumbre

sobre Ia pelfcula virgl'n que carnien-

2 0 0 0

za a

transformarse

y a convertirse en

imagen.

Ademas

existe el misterio de Ia

mirada humana que tant

o me

intere-

sa; en

mis fotos

en eiecto

las perso-

nas aparec en muy diferen tes ante el

objetivo y

ante

elias

mismas.

Diferen-

tes

frente a u

na

oscuridad desconoci-

da o infinita. La ausencia del ojo del

fot6grafo se acentua por el precario

instante

irreversible

que

significa

to-

mar una

foto;

esa foto que

por venir

de una mirada

escondida

se

transfer-

rna en una espec ie de

muerte

doble.

Las personas

fotogr

a

fiadas no puede

n

verse

de

Ia

forma

acostumbrada: falta

implfcitam

ente esa

complicidad

con

el fot6grafo que las confirma

en

su

narcis ismo.

Por Ia distancia, participo en un

juego de

fotones

confiando en su

perennidad

y que no me dejaran

desprovisto de imagenes . Pero se

tambien

que

aparecen para desapa-

recer rapidame nte , como si llevaran

Ia naturaleza

de los

angeles y eso es

misterioso.

Esto

y

agradecido con mis amigos

narradores de imagenes, que son

rea/mente aque llos a

quienes

se les

ll

amaba

l

os re

hcnes de

Ia

luz .

i

vi da

se escapa asf

tanto como

es po-

sible de las tinieblas y del crepusculo

de Ia

indiferencia.

Aunque

tenga

mu-

c

ho

sespejos en

casa po

r

amor

a Ia

paradoja, pre fie

ro

bu scar mi imagen

en

Ia voz de

mis

interlocutores y ami

gas;

es una busqueda

gozosa.

lQue es entonces una mirada? Es

quiza Ia sum a

de todos

los sue fios

de los cuales olvidamos Ia pesad i lla,

cuando

podemos

mirar de otra ma-

nera. Ademas

l

as

tinieb /

as

no

so

n

mas

que

una

apariencia , ya que Ia

v

ida de toda persona, por mas som-

brfa esta hecha tambien de luz. Y

de Ia misma

forma que

el

dfa

nace

con

frecuencia

con

el canto

de

los

pajaros he

ap

rendido a

dis

ti nguir Ia

voz

de

Ia

manana de

Ia

voz de

Ia noche.

Page 5: ceguera y mirada

7/23/2019 ceguera y mirada

http://slidepdf.com/reader/full/ceguera-y-mirada 5/12

0

a obra de

Ev

gen

Bavcar,

escritura y

fotograffa, se situa

en

un campo 16gi

co,

definido por

Ia tension que existe

a nivel del ojo y

de

lo

que

se consti

tuye a partir

de

el en el logos, entre

Ia vista

(

cu ya

falta, es

decir, Ia

ceguera,

es Ia condici6n subjetiva

de Bavcar

) y

Ia

mirada.

Se trata de una tension

que

permite, en

Ia

disyunci6n

entre

los

terminos de vista y mirada , gene-

rar dos

proposiciones: 1. ''No

es ver-

dad} que el

ciego no tenga mirada.''

2. Noes (verdad)

que

el que mira

no este ciego. 

1

La asercion No

es (verdad)

que el

ciego no tenga mirada es al

go am-

pliamente sostenido en Ia obra de

Bavcar,

de tal manera que

se podrfa

decir

que

su obra

es una

exploraci6n

del campo

co

nstituido por esta

aser-

cion.

Es

una contribucion importante

POZO CON SOMBR S

Ceguera y mirada

HANS AETTELE

para trabajar Ia oposici6n entre ''ver''

y mirar ; oposici6n qu e

remite

al su-

jeto

del

inconciente

en Ia medida

en

que Ia diferencia

semantica

se

ba sa

en

el rasgo de Ia pe

rspectiva y

del en-

foque. Mirar implica siempre

un

enfoque

pue

sto

sobre un

objeto pa rti

cu lar

y,

por lo tanto, parcial,

rasgo

que

no es forzoso en el

caso de

ver  .

La

mirada

es

una

moda lidad

de

Ia

relaci6n al otro,

que

posibilita al su-

jeto Ia posesion de algo que hay en

el

otro,

sin IJ condicion

de Ia

posc-

si

on

sensorial tactil. El ejercic io

de Ia

mirada

es unJ modalidad

de Ia rela-

ci6n

al

otro,

gracias

a Ia

cua

l

el suje-

to

se

percib.: a

sf mismo

como

en

posesion

de

algo , elemento

basico

en

el

campo

del

placer.

Evgen Bavcar lo

ha documentado

en

su

autobiograffa .

La

narracion que

hace

de como

-despues

de

haber

perdido Ia vista, ya marcado por esta

conclici6n subjetiva- a los dieciseis

alios

toma

su primera iotograffa cuyo

objeto es una jovencita que le

gus

ta,

Q

term ina dicien

do:

placer que

ex

per imente entonces surg

i6

del hecho

de

h

aber

robado y fijado

en

una

pe-

l fcula

a/go

que no me pertenecfa

Fue el descubrimiento secreta

de

po

der poseer

algo

que

no podia

mirar.

'

Se

trata

de

Ia pr

esencia de

Ia mira

da,

en

tanto que en

ella Ia

vista

no es

primordial; es decir, de Ia mirada co

mo

acto

del

su

jeto que no implica

como condicion ningun tipo

de

pro

ceso 6ptico; acto cuya singu laridad

se r

evela

mas bien

en el hec

ho

de

q

ue

puede

prescind

ir

de

lo 6ptico o,

mejor dicho,

sustit

uirlo por un

apara-

to. Esta

asun

ci

on

total del acto

de

mirar - recordemos el tftulo

de su

auto

biografia

Le

voyeur

abso u

  ···

h<l-

ce que en

Bavcar

(incluso se podria

decir

que con

Bavcar, en este campo.

que es Ia fo tograffa), el

acto

de foto

grafiar devenga un hom61ogo d >

1 1

mirada en

sf. Esta

es const i

tu tiv,1

del

sujeto en Ia

medicla en

q u ~

<n <· <

st•

origina una articulaci6n ten cl l

ogos

)

entre el sujeto de l deseo y su e<lpaci-

u

s

3

Page 6: ceguera y mirada

7/23/2019 ceguera y mirada

http://slidepdf.com/reader/full/ceguera-y-mirada 6/12

dad

de

captar

el

objeto; articulacion

significante que surge en

el

intersticio

de

las palabras

placer ,

pos

eer

y

secreta .

Es

esto lo que hace com-

prensible

que

Ia condicion material

optica

sea

algo de lo que se pueda

prescind

ir, de

tal

mane

ra

que no sea

ya condicion sine

qua

non para el ac-

to

de mirar y

por ende de fotografiar.

Se

trata del desprendimiento

de Ia

mirada de su

co

ndici

on

material;

des-

prendimiento en el cual se

re

vela lo

que

es

esencial

en

Ia

mirada:

desde

el

ojo surge

una

fuerza que no tiene

que ver esencialmente con Ia

vista,

aunque esta

Ia

posibilito. Fuerza de

IJ mente, perspectiva

para

construir

al objeto, puro marco para el fantas-

m l

que rige Ia relacion al

otro

.

En Vistas t<ictiles / Bavcar nos da

olro

«·jemplo de esta posesi6n

del

14

P T IE M R E

objeto

en un

acto, que

toma

como

base

material

no Ia

imagen, sino

el

tacto, pero no obstante es un

acto

de mirar.

Este movimiento de brazos y ma-

nos que

vemos en Ia

constituci6n de

Ia

figura de mujer que

ahf aparece,

lquc es, sino un trazo,

una

escritu ra?

No

es

simpleme

nte

que

el tacto sup

la

a

Ia

mi rada;

mas bien

,

asistimos

aquf

al surgimiento de Ia

mirada

en el en-

cuentro de Ia vista y del tacto. Si mas

tarde

Ia

vista

fa

lta

,

Ia

mirada

ya

esta

constituid

a,

en

Ia

medida

en

que

es

presencia de

una

perspectiva sabre

un

objeto, al mismo tiempo que una

falta

de saber acerca de

aquc'llo

qtH '

queda excluido, en

Ia

sombr;1, por Ia

perspectiva.

D E

2 u I

2

Si

Ia mirada es

una

fuerza

en

el

lo-

gos,

es tamb ien, y al mismo tiempo,

un

acto

que

implica

necesariame nt

e

al

sujeto como punto ciego:

ceguera.

Mirando, enfocando al objeto en su

deseo: es

a

sf

como

el

'su jeto

descono-

ce

las determ i

naciones que

.le ha

cen

posible

Ia

mirad,?, n f o q ~ s

Ia

asercion No es (verdad

)

que el que

mira no este ciego   aparece

tambien

en Ia

o

hra

de

Bavcar,

aunque,

16gi

ca-

mente, noes sostenida con Ia fuerza

de

Ia protesta

que caracteriza Ia pri-

mera aserci6n, y obedece por

lo

tan-

to a una 16gica del decir

di

recto.

Me parece que el punctum cae-

cum que es

el

sujeto, es

sef\a

l

ado

en

su obra pictografica por y como lo

oscuro que hay alrededor del objeto

VISTA T CTIL /)

Page 7: ceguera y mirada

7/23/2019 ceguera y mirada

http://slidepdf.com/reader/full/ceguera-y-mirada 7/12

esta

siendo enfocado; es dec

i

r,

como

desconocim

ie

nto de l sujeto

acerca

de

lo

es

el

marco qu

e

rige su mirada

.

Lo oscuro es el trasfondo de Ia

obra

de Bavcar,

es

el campo de lo

desconocido de donde toma su forma

el objeto. Es lo que hace admirable

esta

obra

, en

Ia cual

el objeto

surge

ine

s

perada

mente

de Ia oscuridad.

E agujero rodeado por las som-

bras claras:

que mejor representa-

ci6n, escritura, del inconciente.

El

objeto

en

el

deseo

es

un

pozo;

es

en

sf un vado

que pued

e esla r lleno de

vida

, que

da Ia posib

i lidad

de Ia vida.

3

l ue

es Ia mirada ? En Ia mitologfa

hay va rios

hallazgos:

Ed

ipo.

AI final,

se arranc6 sus propios ojos y estos

lo

mi

ran

; n

o, no

lo mi

ran

a

el,

mir

an

eso

que

jacques Lacan ha llamado

su

prop

ia concupiscencia . Sodoma

y Gomorra. Petrifica

ci6n

a q

uie

n mira

hacia atras, hacia el pecado.

Orfeo.

Mirada inevitab le

qu

e

le surgi6

al de-

seante, resto de un calculo (no con -

fiaba

en

Hades, lc6mo

podrfa

haber-

lo he

cho ? .

Orfeo,

no

pudiendo no

mirar, desconocfa

el

destino

que iba

tener por

el canto

a

Eurfdice.

Tiresias.

Castigado y al

mismo

tiempo dotado

por

los

dioses

, ciego

pero

visionario,

porque quiso

saber de mas, saber

acerca

del

sexo. Nar

ciso. No pudien-

do no mirar, de

sc

ono ce

el

vacf

o atroz

qu

e hay

en Ia

imagen especular.

En estos mites tan diversos hay, sin

embargo, un elemen to en comun: Ia

infracci

6n,

el pecado,

Ia h

ybris

qu

e

siempre parece

consistir

en

un afan

ARRIBA

:

VISTA TACTil/11 ;

ABAJO:

lA

COND

I

CI6

N HU

MANA,

MAGRITrE

  934

de asegurarse el ob

j

eto

,

de ta

l man

e-

ra que no

deja

de estar a mano.

Hay

algo peligroso en

esta

posicion, que

es caracteristica de Ia re laci6n

al

ob-

jeto que se produce a partir de l ojo.

Page 8: ceguera y mirada

7/23/2019 ceguera y mirada

http://slidepdf.com/reader/full/ceguera-y-mirada 8/12

En ese exceso d

el

sujeto

esta

el

punto

ciego

en

et punto tamb i

en

de angus

tia.

Todo esto es un indicia c

laro de

que Ia cuesti6n del oj o no se debe li-

mitar a Ia

idea

del recuerdo, concebi-

do como un conjunto de imagenes

depositadas

en el

sujeto. En cambio,

Ia tarea es tratar de

dar cuenta

de co

mo el sujeto esta implicado

en

el pro

ceso .de

constituci6n

de Ia

realidad

al

nivel del ojo. Se trata de Ia partici-

pilci6n de lo imaginario

en Ia

consti

tuci

on

de

Ia

realidad , tal como nos

lo

16

S E P T IE M R

presenta Magritte

en La

condici6n

humana.

El

cuadro

de

Magritte

es Ia

me jor

manera de acercarse Ia cuesti6n del

a fuera, en lo

real

y del adentro, es

decir, imagi

nado

y escrito .

El

cuadro

en el

cuadro es lo ima -

ginar

io que

el

sujeto

ha

ce

coincidir

con aquello que esta

en

lo real. Esto

es algo distinto a

Ia

inexistencia , me

jor dicho,

el

caracter velado

que

tiene

para

el

sujeto; es

el

marco que deter

mina Ia perspectiva.

Esto

Ciltimo

C St<-i

marcado

en

Bavcar como

m

<Hco de

D E

2 0 0 0

sombras y

en Magr

itte

como marco

de cortinas.

El

cuadro en

el cuadro

es, en

cambio,

algo que

el

sujeto

contribuy

como

algo

escrito

, pinta

do

por el:

Diffusion o identities

between

insi

de and outside worlds , asi ha sido

descri to por Suzi Gabel ik M

agritt

e,

Thames and Hudson, 1970); este pr

ceso se constituye al punto

en que

I

im agen es parte de Ia realidad,

sin

que

se borre Ia so l

dadura

que que-

dara entre el campo de Ia

imagen

y

Ia realidad.

Es

Ia con

dici6n humana:

mirada no es solo emanacion de

Eros

,

sino

tambien e  ugar

de

ins

er

cion de un trazo

en

lo real, funci6n

que aquf hace

el

c

uadro en el cuadro

En

19

55,

en

el cua dro Los paseo

de

Euclide

s

Magritte

present6

una

nueva

escritura de este proceso de

soldadura.

Me atrevo a comentar

que

una

vez mande a

sacar

fotocopias en

blanco

y

negro de este cuadro,

las

cuales saliero

n

bastante

mal. El jefe

de Ia oficina sostuvo,

par

a disculpar

se, que

el

original no estaba

claro

y

sei'\a lo Ia

zona

de Ia fotocopia

con

mala calidad.

Esta observaci6n

revel

Ia verdad : se trata de

una

confusion

universal

,

en

el

sentido de

algo cons

tituti

ve.

Es un punto

ciego de maxim

luminosidad,

producida por Ia

apari

ci6n de

una '' ilusi6n

de

torrecita

(i lusion falica) en Ia division brutal,

en

Ia

hianc

ia

que hay en

el

mundo :

esta calle que atraviesa toda Ia

ciu-

dad,

sin

que

haya punto

de contacto

(

Vista

tacti/11).

En esta

fo

tograffa estan

operando

los mismos principios que en los c

ua

dros de Magritte: el objeto de maxi-

ma

at

racci6n esta precisamente en

esla sobreposici6n

que

hay

entre

rea

lidad e

im

age

n.

El triangulo y

Ia

es

piral son Ia marca de Ia

sutura del

cu

adro en

el

cuadro.

ans Saettele

  Sicoana

lista. lnvestigador

de

a Uni

vers

idad Aut6nom

a

Metropolita

na-lztapalapa.

LOS

PASEOS E EUCUDES, MAGRmE,

195

Page 9: ceguera y mirada

7/23/2019 ceguera y mirada

http://slidepdf.com/reader/full/ceguera-y-mirada 9/12

Rephca2l:

Ob

81::s

1Va

Compu1s16n por

1o v

sual

r.JICI IVU

ICOIIO'Itll

lll

1a. Parte: Confesiones de una vidente

croniCO de U 1 CO[oquio

E I I O C I O N E S

[Como suefia un ciego? Pienso en sensaciones de colores. sentimientos llenos

de

texturas, formas que

se

perciben con Ia picl. AI final, me day cuenta

de

que yo soy

tan

invidente a sus imagenes como ellos a las mias.

La ceguera

nos

inquieta

nos

dijo Benjamin Mayer £

a

nosotros los que si

vcmos), porque nos remite a \a ir remediable reflexi6n sabre la discordancia

que hay entre Ia visible

y

Ia real. Lo que vemos

no

es lo real

y

eso nos asusta.

El

mirar de un ciego da miedo

  . nos dijo

a

su

vez Alfredo Flores Vidales l?J

estarnos enfermos de normalidad y aquello que no es como deberia ser. nos

incomoda.

Esto me hizo recordar un documental en el que a un nhio ciego de unos

12

aiios. le hacen un transplante de retina. La operacion es un exito, el chico

sera capaz de tener alga de vision, "podra ver la luz decia Ia madre con

los

ojos reventanclo en lagrimas. El mornento crucial habia llegado, el medico

le

pide a la madre que sea ella la que este junto a el , "es lo primero que debe

ver un nirio, a

su

madre".

Con

las luces tenues,

le

quitan los vendajes

lentamente y al momenta en que el chico abre los ojos, un

grito

de terror

llena

Ia

sala. Asustado. completamente atemorizado se pone las manos en la

cara y

se

tapa los ojos. Sin dejar

de gritar la

madre lo abraza sin en tender que

estaba ocurriendo. Nadie

se

imagine, que el ucto de

ver

tambien puede ser

terrol'ifico.

Ver no

es

Ia mismo que

mirar

cuando vemos un plato y se nos pide que

lo

describamos , diremos que es un objeto circular, pero en realidad lo que

estamos percibiendo

es

una forma elipti

ca

generada por

la

perspectiva

del

espacio.

De

esta forma, lo que describimos no es

lo

que estamos viendo sino

lo

que "rnirarnos", con nuestra

ment

e, con nuestro pensamiento. Nos hernos

forjado

una idea de l

as

casas pero no a parti r de una realidad visual. sino de

un concepto.

Page 1

ot

4

CURSOS Y ~ I J E i l E S

CCHTACfU

Gabriela Galindo

Hay una verdad simbolica en el acto de

Ia

vista

y

especificamente

en

el organo de

Ia vision: ojos que proyectan emiten emociones de deseo. de curiosidad ,

hostilidad o miedo: OJOS que n

os

revelan y nos reflejan . Frases como: ojos

sed uctores, mirada aguda. mal de ojo, o l

os

ojos como el espejo del alma,

rnuestran la potencialidad

de

las seiiales que el ser humano es capaz

de transmitir

y

perc ibi r a traves

de la

mirada.

Estas

dimensiones del fenomeno de la vision han creado que nuestro lenguaje

ordinaria

y

el conjunto de la cultura este profundamente marcado por su

importancia. Desde la Grecia clasica,

la

accion

de

Ia mirada era contundente en la

formaci6n

de

las ideas y en especial de Ia filosoffa. Platon sugiere que para

entender lo que es

la

idea, basta imaginar una forma despojada

de

color. Pero aun

cuando considera a la vision como uno de los mas grandes dones de hombre,

nos

advierte del peligro de l

as

ilusiones que pueden provocar las i mperfecciones de

nuestra vision.

De ahf que

es

necesario entender que

ver

no

es

igua\ que mirar porque

la

mirada

se

crea en el pensamiento.

Evgen

Bavcar

[ l lo sa

be cuando dice que la fotograffa

de ciegos no

es

posible sin la ayuda de Ia filosofia. No

es

casual que

en

Ia mitologfa

griega se represente al vi sionario como un ciego. Tiresias es el que

rnas ve,

ve mas

alta, es clarividente. Su ceguera no es una limi tacion, sino la posibilidad

de

ver lo

que los demas no vernos. Nuestros oj os se convierten no en un instr

umento

de

vision, sino en un vela que nos impide reconocer la verdad de las

casas

. Cegados

por nuestra propia visi6r1, somas incapaces

de

salir

de la

trampa

de

la luz.

La

percepci6n entonces deviene en

un

a especie de simulacro de lo pensado,

de lo

im

aginado. Entonces, si realmente lo que vemos, lo hacemos con la

http:/

www

.replica21.com/archivo/articulos/g_h/589

_g

al indo_mirada.html 19/08/2010

Page 10: ceguera y mirada

7/23/2019 ceguera y mirada

http://slidepdf.com/reader/full/ceguera-y-mirada 10/12

Replica2  :Obsesiva Compuls16n

por

lo V sua1

fmuP,

fnac

i6

n, d·. ahi qu<> no

sea difi

c

i\ ent

en dt>r que un ciego puc

da ver

y

por

end -

  fr t  wrrtrial 11ueHo que s t a

en

mf nle

Esto es \o ql e

no

s die.:-

Evgen

Ba,·car de su c

on

Ia lot >grafi1. l \ crea

en su imagin :>cion una imagen y busca en el mundo \as sensaciones que

puedan reprcsenlar aquello que ha pensado. Crea Ia imagen a partir dP lo

que eslii en

su

mente y con una \eve sonrlsa

se

disculpa de que

lamentab\emcntc \o que nosotros podremos

ver

sera solo una

repl

i

ca

, pues el

or igina l de su trabajo solo existe en su imaginacion.

El acto de mi rar es entonces nada menos que un acto de te.

Des

de t iempos

inme

moriales el ser humano ha tenido l a necesidad

de

comprobar

lo

real a

traves de Ia vista ha creado imagenes que

lo

comprueben:

v

er para cree

r .

Juan Molina puntualmente nos remite a esta acci6n de "comprobacion de lo

real cuando dice que lo visible

es

tambien la representaci6n de lo real como

una forma de legitimaci6n politica y

Ia

fot ografia sera el instrumento con el

cual constatar Ia verdad

de su

existencia.

' ~ \

~ ~

' .

.

,

·

\ "

· ~ .

. ~ . .  

1 .....

· ~ ~ ·

. .

. . '

fv

n

\ l c a r , hysullo

Page 2

ot

4

La

fotografia de

c i e ~ o s

es

un

acto Slrbversivo,

es

una forma de re sfgnlffcacf6n del sentido de Ia vista y por ende del propio mundo. Ojos que sin ver

nos proponen una forma de mirar y esto produce una confront acfon dura con nuestras propias estructuras simb6l lcas. Diego uzarazo W lo dl jo de

manera simple contundente, ante Ia fotogratia de ciegos nos vemos obllgados a conve

rt

ir

la

mirada empirfca

en

una mirada textual, en palabras,

en texto.

2a.

par

te: lmagenes

en

pafabras

cronica de una exposicion

La

exposici<in

a mir d

invisib le J ?J comiPnza con una advertencfa, pcnse que como en las pelicu\as de ter ror, podria revelar Ia verdad hasta el

final de la historla, pero lo cierto es que si ya te contaron el final, ya no puedes hablar como si no to supleras. En cierto modo yo hublera prefPrido

que esta revclaci

6n

hub:ese cstado al final de Ia exposici6n.

Es

posible que mi experlencia ante las imagenes hublera sldo dlferente. Sin embargo,

desde

e\

inicio sabemos que esta muestra es una co

le

ct iva

de

artlstas que tienen una cosa

en

comun: todos son ciegos y son lo t6grafos.

Camino hacia el prim

er

grupo de imagenes

y

me encuentro

con una serie de fotografias tomadas en las calles

de

Nueva

York. Retratos comunes de turistas que pasean por Central

P

ark

, por

la

famosa avenida

de

Times Square, o en el

Rockefeller Center. Pero al mirar detenidamente, al

go

extrario hay

en

estas foros. podrian ser lo t

os

no muy

afort1111adas si lo que buscamos

es

un tipico retrato de un os

am igos pasean

do

en la calle y les toman la foto

del

recuerdo ''

frente al

Emp ire

St

ate . Sin embargo, despiertan

cierta curiosidad ya que nos rern i ten a historias que no

son

l

as

ma s co

mut1C

S.

Un

par de hermosas chicas que deberian ser el centro

de

Ia

foto , pasan a ser un simple anadido de Ia imagen. graci

as

a

Ia presencia de un t fpo de corbata raja que se in terpone y se

convierte

en

e\ centro de atenci6n. 0 aquella toto , de

t onalidades verdosas en la que aparece una pareja

de

recien

casados con una novia que parece haber sido

brutalmente

golpeada en

e\

ojo

e\

dia aN erior.

Estas im:igenes son de Ralph

Ba

k

er

, neoyorkino

y

fotografo

de la calle. Que con un letrerito en

su

pecho

le ofrece

a los

tur istas una fotografia. "Col6quese tras la linea amarilla .

Con

su

Cdm

ara en un

trip

le, apunta y toma la

fo

to. Las

fotografias que muestra n en

es

ta exposici6n, son aq ue lla s

lotos fallid

as

'' segun el

pr

opio f

ot6

grafo. No

sa

\16 como el

cliente la deseaba y nola pagaron.

Bruce H.lll, t

Pete Eckert es otro

de

los fot6grafos que 1\amaron

profuncfamente mi atencion .

Su

s imagenes parecen casi

pintadas con pincel . Fu

en

tes de luces desbordan la

Estas

lotos,

a m

cuando

son

fnteresantes

en

e\ sentido de que

juegan

con

ci

er t

o " enga

iio

(muc

ha

s de las personas fotograf adas

nunca se e

nt

eraron de que el fot 6grafo era cfego). Me parecieron

mas una curiosidad qu e algo i

nte

resante. Sfn embargo el segundo

y tercer grupo de fotos prometian algo mas .

Bruce Hall era el siguiente artista de qufen

me

ca

utiv

6 la imagen

de un nino. con una sonrisa fncreible, extensa pero inqufetante,

jugando en \a tina de bano. Las gotas de agua cubren

por

complete el espacio , creando una serie de pequei\os reflejos

luminos

os

que rodean al chico.

Su

mirada

es

apenas visible, pero

denota cierta lejania. E  juega para si, enslmfsmado con

e\

calor

del agua t ibia, revienta en alegria sin percatarse del exterior.

Es e\ hijo de Hall, uno de sus dos gemelos a qulenes ha

fo t

ograf iado cientos de veces. E  no los puede ver y ellos no

se

pueden comunicar, ambos

son

aut istas. Dos mundos de insondab

le

soledad se Juntan para formar una serie de inquietantes imagenes

que nos conmueven y a Ia vez pert urban.

tt

:/

w

ww

.replic

a2

l .co

m a

rchivo/articulos/

g_

h

589

_ga

l ndo_mira

da

.html 19/08/2010

Page 11: ceguera y mirada

7/23/2019 ceguera y mirada

http://slidepdf.com/reader/full/ceguera-y-mirada 11/12

Kcpl caL

1:

Ubses1va compulswn por 10

v

1sua1

oscurid<'d de los negros fondos, creando siluetas

contorneadas por

l i l

lurninosas.

En

un arnbicnte de

total oscuridad. Ecker t coloca la carnara con l

obturndor totalrnente abierto y utilizando Ia Ita como

laplces de colores, juega

con

los contornos de Ia escena

que

ha

creado en su imaginac ion.

D<'

sllzo fotogr

af i

as bajo la puerta del rnundo de los

clegos hacla el mundo de Ia luz de los que sl ven Hl La

fotografia de Eckert sc ajusta a lo que Benjamin

Mayer

apun to como

PI

acto

de

descrlb

ir

Ia luz a ciegas .

Pero

no todo

es

alentador. Ia c

egu

era tambfl

in

s

un

padeclrnicnto que s sufre, una condici6n que

determlna.

Kur

t Weston muestra el enorme enojo de

1

1aber

perdido Ia vista. AI ver

sus

irnagen;,s

m

doy

cuenta de que le temo a los ciegos porque me h

acen

ser

culpable de ver. Afectado por el vir

us VI

H con el tiempo

contado, Weston

nos mues

tra las

imagenes

de caras

desflguradas, a

rre

mo tinadas dentro de espuma s vlscosas

o algo que pareceria como alambres de puas que rodcan

la forma borrosa de un rostra. West on no utillza una

camara,

sino

el

escan

er. Esta forma

de

capturM Ia

Imagen es

no

solamente

un

artificio, el lnstrumento

funclona con una temporalidad muy diferente.

No

exlstc

Ia i

ns

tantaneidad del d

ie  ,

el

haz

de

hn

del escimer

camlna con lentitud, digitallzando cada respiro,

modlficando Ia Imagen como si cstuvie ra viva.

Page

J

o14

Tras estas 1nqu1etantes fotos, mi corazon se siente atribulado. pero

con

t inuo con el recorrido y de pronto un sentimien

to

de reconclliacton me

invade, un grupo de pequerias fotogr

afi

as, todas en blanco y negro vislumbran un mundo ya no oscuro sino imaginario, de licado y suave. Son las

fotografias de Evgen Bavcar.

Sin

duda estas imagenes representan un mundo lmaginario que tiene que ve r con Ia mirada de alguien que ut illza las

ideas como forma de representaci6n, mas que la captura de objetos en el mundo.

En

Ia

fotografia de Evgen Bavcar existe una increible intuici6n de

to

visible , convierte a

Ia

camara fotogrilfica

n

el instrumento de revelacion de

a Q t ~ l l o que

el nov

e, pero que ha mirada en un acto de representaci6n de to lrrepresentable.

http:

//

www.replica21.com/archivo/articulos/g_h/589_galindo_mirada html

19/08/2010

Page 12: ceguera y mirada

7/23/2019 ceguera y mirada

http://slidepdf.com/reader/full/ceguera-y-mirada 12/12

Replica21: Obsesiva Compulsion por lo V1sua l

Al final de la cxposlclon. el que dt:<tacaba por rnucho era

Gerardo NigPnda.

Con

una extraordinarla in tcllgencia.

~ n d a

utiliza el c n ~ u a j e como la columna vertebral de

cada toto.

El

texto

es

tan importante

como

la imagen.

Marcadas

con

el sistema Brailf:', cada fotografia habla df:

dos

maneras, con la imagen y

co

1> la palabra. Yo puedo

ve

r la

imagen pero no puedo leer lo que dice. Ambos.

el

vidente y

el

invidentc

se

necesitan mutuamente para poder completar

et

mensaje de la obra.

Hay una

inminente necesidad de

traduce on y en palabras

de

Benjamin, la

obra

en

su

esencia,

consiente una traduccl6n

y

por consiguiente. la exlge, de

acuerdo con la signiflcaci6n de su forma

.w Toda

obra

req

ui

ere de una traducci6n, y esto

s

hace patente en el caso

del trabajo del fot6grafo mexicano.

La serie que

mas m

cautiv6 de

Nigenda es

el grupo de lotos

en

las

que muestra

Ia

delicadeza

de

su mirada ante una

modelo que posa para el. Su mira

da

es Ia mano, que va

deslizandose sobre el cuerpo de la modelo y fotografiando

cad

a centimet ro de su piel, at tiempo que Ia mira .

El

deseo

va mas

alia de lo visible y s aventura por los terrenos de to

tactil.

Page 4 of 4

Bavcar decia que cuando deslizaba

su

mano por un con torno para poderlo mirar nose trataba de tocar'' sino de mirar de cerca . Tocar, dijo.

es

una

ace

on que tiene que ver con

el

deseo: yo solamente toco a

una mujer

bonita .

Esto es

justamente lo que Nigenda provoca en

este

grupo de lotos, no esta

mirando

de

cerca, esta realmente tocando y logra un grupo

de

imagenes delicadamente e

xc

itantes.

a mir d invisible

me cautiv6, quiza no acabe

de

comprender la neces idad de incluir a cfertos fotografos que parecian haber sido selecclonados por

el

simple hecho de ser ciegos.

La

obra de Bavcar, Nlgenda o Weston, es de una fuerza y ca lidad, n la que la condfcfon de ceguera es un ailadido que puede

provocar mayor i

nt

eres o nos permite comprender mas a Iondo la intenclonalfdad del artlsta, pero

s

una Informacion que perfectamente podria estar

al

margen del trabajo. (Que habria

pensado

yo

si

no

me

hubleran dicho que los fot6grafos eran

ciegos?

(Habria camblado ml forma

de

percibir

las

formas,

los

colores o las siluetas?

1Me

habrian gustado

las mismas obras?

Como

n las pe

li

cu las de misterio. quiza hubiera preferido que

no

m to dijeran sino hasta el final ..

1. Comentado por

Benjam

in MlJyer en su ponencia

"Ceguer

a que atumbra''. en marco del 9 ColO(Iuio

La

mlrodo Invisible

organizado

por

f

7,

Estudios

Cnticos.

2.

Co1T1entado

por

Alf

redo Flores Vid ltcs rn su ponencia .. miri'ld3S d< sdc Ia ceglJ

ra ,

en el mismo Coloquio.

3.

Evven

B a ~ m

fotc)grafo nacido en

194&

en

un ~ q u e l t o

pueblo esloveno cercu

de

Venecia, perdi6 ambos ojos 4ntes

<te

los doce

urios

en

dos K d d e n t e

consecutfvos.

4. Comentado par Diego Lizarazo en su

ponencia

''Sorpresa y perplejidad vldente ante la imagen invisible" . en et mttrco

del 9"

Cotoquio La

mirada nvisible

orgllnizado

por

17, Es

t

udfos

Criticos..

5. La Mlrarda l

nvislbtc,

exposiciOn

sobr

c

o t o g

de

r t . i ~ t ciMos.

CC n

tr

o de Ia Imagen. Cu

rat1a

por Douglas A-4.c.Cul to h.

6. De til cita

orig

inal: ·'

I

slip pf1otos Utldf r the door from the world

o

the blind to

bP

viPwed

in

tf e tight o the slgllled. Tonldda

c:a

t6logo de '  

e

).

posici6n Sish t U n s e e n

c

un1dil por Oo\Jelas McCulloh.

7. Bt njamfn, Walter. "La tarea del traductor", en: Ensoyos s c o g i d o s ~ Ediciones

Coyoacan

Me:oico, 1999, p. 120.

TODJ\5 LAS

fOTOGRAAJ\5 fUERON TO

MADAS

DEL CATALOGO DE LA EXPDSIC16N:

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Unseen

CORTESiA DEL CURAOOR DOUGLAS

McCULLOH.

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Todos los defechos

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2000

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2009

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02.0 .2010