catorce herencias que cambiaron el mundo

7/25/2019 Catorce Herencias Que Cambiaron El Mundo

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Catorce herencias quecambiaron el mundo

El mundo cambi radicalmente despus de la Gran Guerra. Cayeron los

valores tradicionales y aparecieron movimientos alternativos como el

pacifsmo o el eminismo. Se desarrollaron las las armas qumicas y la

ciruga esttica. Cuatro imperios desaparecieron para dar lugar a las

grandes transormaciones europeas.

. !a guerra se vuelve tecnolgica

La guerra que tena que servir para acabar con todas las guerras fue en realidad el

comienzo de todos los conictos modernos, el arranque de las "tempestades de acero"que describi Ernst Jnger. El istoriador !a #astings lo relata con precisin en su

libro 1914. El ao de la catstrofecuando narra cmo los soldados franceses, vestidos

con sus colores brillantes, avanzaban acia el fuego enemigo ba$o la m%sica de

tambores & clarines. "Las consecuencias fueron evidentes", escribe #astings. "El 22 de

agosto el Ejrcito francs sufri bajas en una escala nunca superada por ningn otro

ejrcito en una guerra".

'on la ( )uerra !undial, la revolucin t*cnica lleg a los campos de batalla & cambi

para siempre la forma en que se enfrentaban los E$*rcitos. La tecnologa se convirtien un elemento esencial en el arte de la guerra. +e podra argumentar que &a lo aba


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sido a lo largo de la istoria -+e ubiese producido la 'onquista de m*rica sin la

plvora/ -0oma ubiese conquistado el mundo conocido sin la superior organizacin

de sus E$*rcitos/12 pero nunca fue tan importante &, sobre todo, tan destructiva

aunque mucos militares tardaron demasiadas batallas & ba$as en reconocerlo. dam

#ocscild describe en su ensa&o sobre el conicto !ara acabar con todas las

guerrascmo fueron entrando esas novedades en el campo de batalla3 el submarino &

los bombardeos a*reos de civiles, el carro de combate pesaba 45 toneladas &

avanzaba a tres 6ilmetros por ora1, los ataques con gases ticos7 8ero, por

encima de todo, la innovacin m9s importante fueron las alambradas de espino, el

arma de:nitiva & tambi*n la m9s sencilla, que permiti que la guerra se estancase en

las trinceras.

;ouglas #aig, el discutido $efe de las fuerzas brit9nicas en 5?@ & el

'onvenio de La #a&a en >5AA no sirvieron para nada. Entre >A>@ & >A>5, los ingleses,

los alemanes & los franceses recurrieron al uso de sustancias ticas, a veces

mortales, en el campo de batalla.

Ba en otoCo de >A>@, los frenceses emplearon gas lacrimgeno que arro$aban a las

trinceras enemigas. En abril de >A>D, los alemanes, con una industria qumica m9s

desarrollada que sus adversarios, esparcieron sustancias cloradas con a&uda de unas

garrafas cu&o contenido se propagaba con la a&uda del viento. La escalada continu

con el uso de obuses cargados de gases nuevos como el fosgeno, m9s tico que las

mol*culas anteriores. En $ulio de >A>?, los alemanes fueron m9s all9 con el gas

mostaza, tambi*n conocido como &perita, por el nombre de la ciudad Bpres1 en la que

se utiliz por primera vez. +e trata de una mol*cula que no ataca solo las vasrespiratorias sino tambi*n los o$os & la piel. dem9s, en las zonas por las que se a

propagado, el gas persiste & crea complicaciones para los combatientes.


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+oldados brit9nicos afectados por armas qumicas Bpr*s >A>D1

"!ese a todo& el n'ero de v)cti'as de las ar'as %u)'icas& 'enos de *++.+++& es

li'itado en relacin con el n'ero total", a:rma livier Lepic6, autor de La ,randeguerre c#i'i%ue8FAA51. "Las ar'as %u)'icas dejaron #uella en el ni'o ( se

convirtieron en un s)'bolo de la guerra& pero su papel estratgico ( 'ilitar no fue tan

i'portante". Gras el conicto, se :rmaron nuevos acuerdos para proibir su uso, enespecial el 8rotocolo de )inebra de >A4D, pero que no prevea ning%n m*todo decontrol. 8ara eso ubo que esperar al acuerdo :rmado por Haciones Fnidas en >AAI,

que, adem9s de declarar ilegales alrededor de @ mol*culas, crea un cuerpo deinspectores, la rganizacin para la 8roibicin de rmas Kumicas, que en 4>I

recibi el 8remio Hobel de la 8az. 'avid !arousserie #!e (onde%

). !a transormacin de *riente $r+imo

La 8rimera )uerra !undial & los tratados que la siguieron transformaron el mapa de

riente 8rimo al crear nuevos Estados & nuevas realidades polticas en el territorio

del derrotado imperio otomano. La rivalidad entre )ran =retaCa & A>M dividi en secreto los antiguos territorios otomanos en

zonas de inuencia brit9nica & francesa. El sistema de mandatos creado por la Liga de

Haciones en el periodo de entreguerras solo prometi llegar a un autogobierno, no a la

independencia inmediata por la que +arif #ussein aba lanzado desde La !eca una

revuelta en el desierto contra los turcos, con la a&uda del coronel G. E. LaNrence "de


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rabia"1. B, en otro e$emplo de promesas contradictorias, la ;eclaracin =alfour de

>A>? ofreci el apo&o del 0eino Fnido a la creacin de un "ogar nacional" para los

$udos en Gierra +anta, & as sent las bases para el nacimiento de (srael & el conicto

m9s difcil de resolver del mundo contempor9neo. ;esde entonces, los istoriadores

no de$an de discutir sobre este enredo diplom9tico & sus funestas repercusiones.

!apa del !edio riente en >A4@

Las diferencias *tnicas, sectarias & tribales importaban poco a los encargados de

diseCar el mapa en la era colonial. (raq se form mediante la fusin de tres provincias

otomanas, dominadas respectivamente por los cies, los sunes & los 6urdos. dem9s,

qued separado de OuNait, un dato que posteriormente dara pie a conictos. +u re&

era acemita, proceda de la 8ennsula r9biga & aba sido epulsado de +iria2

tambi*n lo era el re& de la vecina Jordania, nacida de un plumazo de Pinston 'urcill

despu*s de un almuerzo empapado en alcool, celebrado en El 'airo en >A4>. Lbano

se arranc a la ")ran +iria" con el propsito de establecer un ogar para los cristianos

cu&o apo&o reforzara la inuencia de


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grado de autonoma regional, adem9s de una paz relativa, en el Estado federal de

(raq, mientras que sus compatriotas en +iria controlan 9reas a las que no llegan las

fuerzas de =asar el sad. La propia idea del nacionalismo 9rabe est9 en peligro, por

culpa de los etremistas sectarios que apelan al (slam para crear un nuevo califato

abolido por los turcos reci*n secularizados en >A441. Entre los enemigos de El sad

se encuentra un grupo &iadista vinculado a l Kaeda. +u nombre en 9rabe es "El

Estado (sl9mico en (raq & al +am +iria & Lbano1", una eliminacin deliberada de las

fronteras posteriores a la 8rimera )uerra !undial.,an -lac #/he Guardian%

0. !a guerra y el movimiento obrero

8ara el movimiento obrero & socialista europeo, as como para el incipiente

movimiento sindical, el estallido de la 8rimera )uerra !undial representa un golpe

terrible. pesar de la gran fuerza organizada de pases como lemania, )ran =retaCa

& A>@2 la (nternacional se ace

aCicos. Los partidos & las primeras organizaciones sindicales con la ecepcin inicial

de (talia, que conserva su neutralidad asta ma&o de >A>D & donde los socialistas

ma&oritarios seguir9n oponi*ndose a la guerra1 se ven absorbidos en el esfuerzo

productivo & b*lico. ;urante muco tiempo, los obreros de las grandes industrias Qen

especial los obreros especializados, decisivos para la produccin de maquinarias &

armas indispensables para alimentar la monstruosa guerra de materiales en el frente

Q no solo est9n eentos de llenar las :las de un e$*rcito que est9 formado en casi

todas partes por campesinos, sino que adem9s gozan de condiciones salariales &

alimentarias especialmente favorables. cambio, se proben las uelgas & los

sectores estrat*gicos quedan sometidos a la disciplina militar.

8ero la guerra, aCo tras aCo, destru&e vidas & recursos3 al tiempo que, en el frente, la

situacin militar parece estancada, empeoran gradualmente el abastecimiento de

comida, el nivel de vida de las poblaciones civiles & las condiciones de los obreros en

la f9brica. partir de >A>M, en los partidos socialistas, las facciones minoritarias

empiezan a entablar un di9logo para buscar una solucin pac:ca al conicto,

mientras que en 0usia estalla la 0evolucin de febrero & despu*s octubre de >A>?. La

situacin cambia por completo3 la presin poltica & social revolucionaria, la

imposibilidad de sostener el sacri:cio & el deseo desesperado de paz revitalizan &transforman de manera radical los partidos & las organizaciones sindicales de todos

los pases beligerantes. El :n del conicto, en noviembre de >A>5, de$a como legado

istrico un movimiento sindical europeo agresivo & organizado. 1oberto Giovannini

#!a Stampa%

2. El gas venenoso

En verano de 4>I se poda sentir. Las im9genes de los niCosmuertos en ;amasco.

La indignacin en la vozdel presidente de Estados Fnidos, =ara6 bama. #abl deuna "lnea ro$a", & no se trataba de las meras cifras de muertos, sino de un tab%
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/21/actualidad/1377069192_104715.htmlhttp://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/04/actualidad/1378303056_699222.htmlhttp://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/04/actualidad/1378303056_699222.htmlhttp://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/21/actualidad/1377069192_104715.html


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moral. #o& da, la utilizacin de gas tico como arma de guerra es considerada

universalmente un crimen, porque el recuerdo de >A>D Qde un cruel eperimento con

orribles derivacionesQ sigue vivo.

La prueba comenz el 44 de abril de ese aCo. Los soldados alemanes, atrincerados

cerca de la ciudad belga de Bpres, abrieron casi M. recipientes de acero con cloro

lquido. El viento transport el gas, 4,D veces m9s pesado que el aire, asta sus

enemigos brit9nicos sobre un frente de unos seis 6ilmetros de anco. El gas, que

daCaba los pulmones, cogi desprevenidos a los soldados brit9nicos. !at a I. de

ellos. 8oco despu*s, todas las partes beligerantes lo empleaban3 otaba viscoso sobre

los campos de batalla, provocaba la creacin de zonas de restriccin, caus lesiones a

m9s de un milln de personas & mat a ?..

Fna caracterstica del gas tico, que izo que :nalmente fuese proibido por el

;ereco (nternacional en >A4D, es su crueldad3 el > de $ulio de >A>?, las tropas

alemanas lanzaron por primera vez el agente "cruz azul", que atravesaba los :ltros de

las m9scaras de gas & obligaba a quit9rselas por la insoportable irritacin que

produca. +u apodo3 rompem9scaras.

La segunda caracterstica es que mata sin distincin. Es imposible alcanzar a un

ob$etivo preciso. !ata a los soldados eactamente igual que a los civiles o a los

niCos. 1onen Steine #S3ddeutsche 4eitung%

5. 'esarrollo de la ciruga

La ciruga se a desarrollado en gran parte gracias a lo que a ido aprendiendo en lasguerras. La 8rimera )uerra !undial no fue ninguna ecepcin, pero, cuando estall,

era un arte que acababa de entrar en la modernidad. #ubo que esperar a la +egunda

)uerra !undial para que llegasen los antibiticos capaces de curar e incluso prevenir

infecciones que asta entonces de$aban impotentes a los ciru$anos, as como para la

implantacin de las t*cnicas de reanimacin. +in embargo, durante la )ran )uerra, &

sobre todo inmediatamente despu*s, los ospitales civiles & militares fueron escenario

de una ciruga eperimental.

En aquel conicto, la utilizacin de armas nuevas, en particular los bombardeosmasivos & los gases de combate, transform la situacin. La guerra de posiciones & las

trinceras provocaron un aumento de las eridas en la cabeza & el rostro, las partes

m9s epuestas a los disparos enemigos. !ucos combatientes salieron vivos pero

lisiados, mutilados, des:gurados. Eran los gueules casseslos caras rotas1, seg%n la

epresin acuCada en A4>.

l acabar la 8rimera )uerra !undial,


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mitigar su calvario en el momento de la vuelta a la vida civil.


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9. !a emancipacin de la mu:er

Fna de las consecuencias de la 8rimera )uerra !undial fue la emancipacin de la

mu$er3 este es uno de los clic*s que distorsionan en numerosos relatos la realidad del

conicto.

Es una cuestin que los istoriadores siguen debatiendo. Ho cabe duda de que,

durante la guerra, las mu$eres se ocuparon de tareas que antes aban sido

fundamentalmente masculinas, no cabe duda de que obtuvieron derecos polticos

m9s importantes en varios pases como el 0eino Fnido, no cabe duda de que ciertas

modas como *l estilo / la gar0onnerepresentaron una liberacin de los cdigos

femeninos tradicionales. 8ero en realidad, el traba$o femenino &a estaba aumentando

antes de >A>@, &, al terminar la guerra, mucas mu$eres regresaron a sus tareas

anteriores.La feminizacin del traba$o fue limitada & dependa de los sectores. +e increment en

el comercio, las profesiones liberales & la banca. 8or otro lado, a la mu$er se le

negaban todava mucos derecos. En A@@, mientras

que en lemania lo izo en >A>A & en el 0eino Fnido obtuvo el dereco al voto en

>A>5 para las ma&ores de I aCos & en >A45 a los 4>, igual que los ombres.1 B, sobre

todo, las formas de emancipacin de los papeles tradicionales solan ser mu&

limitadas, social & cuantitativamente. Rarios estudios recientes destacan este periodo

como una etapa de transicin que prepara el terreno para las evoluciones

posteriores. ;icolas *


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=. !os aristcratas y la guerra

Los i$os de las clases altas brit9nicas que tuvieron la suerte de sobrevivir a la 8rimera

)uerra !undial se encontraron a su regreso un pas en plena transformacin, en el

que &a no tenan su sitio autom9ticamente garantizado.

La reduccin de su n%mero Qasta :nales de >A>?, los aristcratas sufrieron

proporcionalmente m9s ba$as en combate que ninguna otra clase socialQ aca que

recuperar el statu quo anterior a la guerra fuera fsicamente imposible.

"espus de la guerra se encontraron con %ue faltaban los #erederos (ac)an en los

ca'pos de 3landes", dice Joanna =our6e, profesora de istoria en =irbec6 'ollege,

Londres. "El efecto fue devastador 'uri el #ijo del pri'er 'inistro& los #ijos de

varios 'ie'bros del gobierno& ( eso signic %ue& en la in'ediata posguerra& los

pupilos %ue en el orden natural de las cosas #abr)an llegado a ser los nuevos

dirigentes sobre todo en pol)tica ( en los negocios #ab)an desaparecido".

8ero no solo aban disminuido enormemente los miembros varones de las clases

altas2 tambi*n aba muca menos gente dispuesta a servir a sus familias como lo

aban eco durante cientos de aCos.

!ucas mu$eres a las que la guerra oblig a de$ar el servicio dom*stico para

incorporarse a las f9bricas se negaron a renunciar a su nueva independencia. "5e

deslegiti' toda la estructura %ue 'anten)a el estilo de vida de la clase 'edia alta" ,

eplica =our6e.

"6asta entonces& los criados de los #ogares de clase 'edia alta eran personas con

una tradicin fa'iliar de trabajar all). 7uando alguien se iba& la cocinera reco'endaba

a su sobrina. !ero eso dej de ser as)& ( entonces se produjo una autntica crisis de la

'ano de obra necesaria para 'antener esa for'a de vida" .

El declive de las clases altas se aceler a%n m9s con la aprobacin, en $unio de >A>?,

de la Le& de 0epresentacin 8opular, que otorg el voto a cinco millones m9s de

ombres & a casi nueve millones de mu$eres.

La ampliacin del dereco al voto, unida a la epansin del sindicalismo, dio a las

clases traba$adoras una ma&or representacin social &, con ella, la libertad de desa:ar

el poder de los partidos establecidos & poner en tela de $uicio la capacidad & la

prudencia de quienes aban enviado a tantos soldados a la muerte.

8ero quiz9 el ma&or presagio de la decadencia de la aristocracia surgi en el barro & la

sangre del


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La introduccin de la leva obligatoria en >A>M transform un e$*rcito profesional en un

e$*rcito de civiles, & llen sus :las de ombres de clase media cu&as madres & cu&os

padres ocupaban puestos importantes en la sociedad & eigan que los sacri:cios de

sus i$os no fueran en vano. Gambi*n signi:c el ascenso de nuevos o:ciales de origen

umilde, que, como tantos miles de mu$eres en la retaguardia, no estaban dispuestos

a renunciar a la posibildiad de me$ora social que les aba deparado la guerra.

'omo dice =our6e3 "Esos co'batientes regresaron algunos& con 'edallas& sin

ningn deseo de volver a ser tenderos". Sam 8ones #/he Guardian%

>. El cine de propaganda

En una conversacin con el :lsofo =ogdanov, en >A?, Lenin abla del cine

como 8uno de los 'edios 's i'portantes de instruccin de las 'asas. En (talia, en

>A44, !ussolini declara que el cine es "el ar'a 's fuerte del Estado", & en >AIM

pone la primera piedra para la construccin de 'inecittV. =astaran estas dos

proclamas para dar fe del vnculo eistente, desde sus albores, entre la gran pantalla &

la propaganda. +olo en Estados Fnidos, donde ;avid P. )riWt aba rodado en

>A>@ El naci'iento de una nacin, sobre la fundacin del pas, se produ$eron entre

>A>D & >A>5 4.D pelculas. B durante la )ran )uerra, la ma&or parte de la

produccin norteamericana & europea, tanto de noticiarios como de :lmes de :ccin,

tuvo :nes propagandsticos.

En 7ivili$acin>A>M1, Gomas #. (nce lanzaba, entre met9fora & fantasa poltica, un

grito en favor de la paz. En A>A, bel )ance transmita un poderoso

mensa$e antib*lico en:;accuse, subra&ado por el :nal de la pelcula, en el que las$venes vctimas de la guerra se despiertan para reprocar a los vivos lo in%til de su

sacri:cio. En (talia, en la estela del *ito obtenido por 7abiria, de )iovanni

8astrone, A>M1, ealta los

valores de la batalla & empu$a al p%blico a identi:carse con el *roe protagonista. 8ero

la $o&a de la *poca, rodada en >A>5, esr'as al #o'bro, de 'arles 'aplin, que

ilustra, suspendidos entre la ligereza & la tragedia, los orrores de la vida en el frente.

!ucos aCos despu*s, cuando el cine de propaganda se a&a convertido &a, tanto en

la F0++ como en la lemania nazi, en la (talia fascista como en Estados Fnidos, eninstrumento fundamental para orientar las conciencias, ser9 de nuevo 'arles 'aplin

quien, con El gran dictador, demostrar9 que, al tiempo que se ace rer, es posible

lanzar el m9s antibelicista de los mensa$es. ?ulvia Caprara #!a Stampa%

. El Sillon@ antepasado de la democracia

La dimensin de la cat9strofe que fue la 8rimera )uerra !undial empu$ a numerosos

intelectuales & polticos franceses a alzarse en nombre de un lema3 "=unca 's".

Entre ellos destacaba un persona$e, !arc +angnier, que aba fundado el 5illona:nales del siglo U(U. Esta corriente del cristianismo social propona la reconciliacin


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entre (glesia & 0ep%blica, una tercera va entre el capitalismo & el socialismo.

+angnier, como Jean JaurXs, fue enemigo ac*rrimo de los catlicos mon9rquicos de

'arles !aurras. !ovilizado durante el conicto como teniente de ingenieros,

+angnier recibi de ristide =riand en >A>M el encargo de ir a ver al 8apa

encabezando una misin de paz, que fracas. Germin la guerra con el grado de

comandante & condecorado con la Legin de #onor & la 'ruz de )uerra.

Entre >A>A & >A4@, +angnier fue diputado. +e gan el sarcasmo de sus colegas al

proponer una colaboracin internacional que no eclu&era ni a 0usia ni a lemania

para restaurar Europa. Los miembros de la izquierda & la etrema izquierda eran los

%nicos que aplaudan a este curioso cristiano, paci:sta radical & visionario, elegido en

las :las de la dereca moderada pero al que los conservadores cali:caban de

"bolcevique cristiano". +u idea era organizar "la paz a trav*s de la $uventud",

mediante los cauces de la internacional democr9tica. Esta %ltima celebr varios

congresos internacionales, el m9s numeroso el de =ierville, en >A4M, que congreg a

m9s de D. participantes de II naciones, la mitad de ellos alemanes.

'uando falleci !arc +angnier, en >AD, las ideas que aba defendido ocupaban el

poder encarnadas en la democracia cristiana en AD? aba empezado a

andar. (ichel !eAbvre #!e (onde%

&. !os nuevos pases en Europa

El :n del aCo >A>5 reorganiz radicalmente el mapa de Europa central & del Este. En

lugar de las tres potencias Qlemania, 0usia & el (mperio austro%ngaroQ surgieronalgunos pases nuevos o resucitados despu*s de siglos1. Los pases de reciente

creacin eran pobres & estaban enemistados & cuidadosamente separados por los

cordones de fronteras & aduanas.


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!apa de Europa en >A4@

Durante la conferencia de Versalles, en 1919, el postulado de las "fronteras basadas en principios

tnicos", result ser no solo utpico, sino que se convirti en el foco de muchos conflictos. Las naciones

de Europa central muchas veces se entremeclaban ! a menudo reclamaban los mismos territorios.

ualquier resolucin tomada por las #randes potencias ori#inaba protestas diplom$ticas !, a menudo,

tambin conflictos armados.

El pa%s de nueva creacin m$s #rande fue &olonia, renacida despus de 1'( a)os de ocupacin. *an

sus fronteras despus de una serie de conflictos armados con +lemania, Letonia, crania,

hecoslovaquia ! la #ran #uerra con la -usia roa. En 19'(, cuando por fin se acordaron las fronteras de

&olonia, la rep/blica manten%a relaciones medianamente amistosas con solo dos pa%ses vecinos, la

diminuta Letonia, al norte, ! la aleada -uman%a al sur. Esta situacin iba a tener en breve malasconsecuencias. Adam Leszczyski (Gazeta Wyborcza)

). !a economa planifcada

ntes de que la F0++ impusiera la economa plani:cada a la mitad de Europa, la

inventaron los alemanes. Las primeras le&es que limitaban la libertad econmica se

introdu$eron el I de agosto de >A>@. El Estado fue asumiendo sucesivamente el

control sobre los aorros de los ciudadanos, el comercio eterior, la produccin & la

venta de productos alimenticios, estableci los precios m9imos de distintos bienes e


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introdu$o las "asociaciones de materias primas", que dirigan la distribucin de las

escasas materias primas de acuerdo con las necesidades de la economa de guerra.

En noviembre de >A>M se cre la :cina de 8lani:cacin & se introdu$o la movilizacin

total de los recursos & de la mano de obra. La industria se organiz en >?

"sociedades de guerra", basadas en las antiguas asociaciones sectoriales. El programa

detuvo la cada de la produccin para el E$*rcito, aunque la industria de productos de

consumo & la agricultura seguan reduci*ndose. Los precios de los alimentos b9sicos

se multiplicaron por oco durante la guerra & millones de alemanes tuvieron que pasar

ambre2 las raciones eran de ?YA caloras al da.

Los que vivieron esa *poca tenan claro que la movilizacin militar de lemania fue un

logro importante. La movilizacin impresion a los bolceviques, que por aquel

entonces estaban a la espera de acerse con el poder en 0usia. 'uando Lenin tom el

poder en >A>5, introdu$o en 0usia el "comunismo militar", una economa basada en la

nacionalizacin universal, las requisiciones & las epoliaciones. Esta economa les dio

a los bolceviques el control sobre la vida econmica, as como los recursos


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necesarios para ganar la guerra civil, pero tra$o tambi*n el desplome del nivel de vida,

la miseria generalizada & la destruccin de la capacidad productiva.

comienzos de la d*cada de >A4, los comunistas rusos anunciaron la "Hueva 8oltica

Econmica" & asumieron un compromiso con el mercado, al cual de$aron una gran

parte de la produccin de bienes de consumo.

La economa plani:cada gustaba a polticos & periodistas con puntos de vista polticos

mu& dispares. En el perodo de entreguerras, sacudido por la iperinacin & por la

)ran ;epresin, la creencia general era que el capitalismo era el origen del caos &

asignaba las fuerzas productivas de manera inefectiva. Ganto la etrema izquierda

como la etrema dereca crean que el capitalismo favoreca el enriquecimiento de

unos pocos & la pobreza de las masas, & que la economa plani:cada permita igualar

los ingresos & fomentaba una ma&or solidaridad social. ;espu*s de la )ran ;epresin,

se eperiment con distintas formas de plani:cacin econmica en mucos pases

europeos, no solo en los regmenes totalitarios de lemania & 0usia, sino tambi*n en

8olonia. "dam !esBcBysi #GaBeta DyborcBa%

0. n pacifsmo mFs modesto

=erta von +uttner, la primera mu$er en recibir el 8remio Hobel de la 8az, deca con

irona en una ocasin que #u'ani$ar la guerra era co'o 'eter a alguien en aceite

#irviendo ( bajar la te'peratura un par de grados . tambi*n co'o si a un esclavo se

le pro'etiese a secas %ue en el futuro recibir)a algunos latiga$os 'enos.

principios del siglo UU, la austraca +uttner ocupaba la c%spide de un paci:smoeuropeo absolutamente puro. 8ero cuando m9s tarde estall la guerra en el

'ontinente, la eperiencia de las trinceras provoc que mucos belicistas entusiastas

se convirtiesen en arrepentidos paci:stas3 por e$emplo, en los primeros das de la

contienda, Ourt Gucols6&, el escritor alem9n, aba corrido como loco a alistarse2

despu*s, decepcionado, cali:caba a la guerra de "letrina de di'ensiones 'undiales

llena de sangre& ala'bre de espino ( cantos de odio". Gampoco los veteranos

paci:stas de la escuela de +uttner la superaron inclumes.

Es cierto que, despu*s de la guerra, los paci:stas tenan mucos m9s seguidores queantes3 en lemania, los grupos antib*licos contaban con unos ?. miembros, lo

cual, aun as, segua siendo poco comparado con los D. integrantes de las

asociaciones de soldados. 8ero, sobre todo, la guerra acab con una parte de su

seguridad en s mismos. ntes de >A>@, los paci:stas todava soCaban con que podra

eistir un contrato que proibiese las guerras, una idea a$ena al mundo, como se a

demostrado. ctualmente, los movimientos antib*licos aspiran a alcanzar

principalmente metas m9s modestas & realistas3 desarme, acuerdos entre las

naciones, reconciliacin, & tambi*n una umanizacin de la guerra a trav*s de la

renuncia a determinadas armas. 1onen Steine #S3ddeutsche 4eitung%


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catorce herencias que cambiaron el mundo

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