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Racconto cinco historias sobre violaciones a los Derechos Humanos en Chile Francisca Aninat Rodrigo Araya Claudio Correa Víctor Pavez Alejandra Prieto Curaduría Mario Navarro

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Racconto: cinco historias sobre Derechos Humanos en Chile reúne las obras de Francisca Aninat, Rodrigo Araya, Claudio Correa, Víctor Pavez y Alejandra Prieto quienes han desarrollado especialmente para la muestra, un conjunto de propuestas que toman como punto de partida las violaciones a los Derechos Humanos ocurridos en la historia de Chile desde su independencia hasta nuestros días.

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Raccontocinco historias sobre

violaciones a los Derechos Humanos

en Chile

Francisca AninatRodrigo ArayaClaudio CorreaVíctor Pavez

Alejandra Prieto

CuraduríaMario Navarro

Racconto

“Yo me ubico en el punto de vista de la deficiencia congénita del conocimiento, porque acepto la contradicción y la incertidumbre; pero, al mismo tiempo, la conciencia de esta deficiencia me llama a luchar activamente contra la mutilación’’

Edgard Morin

El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos. Tras este acto histórico, la Asamblea pidió a todos los Países Miembros que publicaran el texto de la Declaración y dispusieran que fuera “distribuido, expuesto, leído y comentado en las escuelas y otros establecimientos de enseñanza, sin distinción fundada en la condición política de los países o de los territorios”.

De esta forma, se inaugura en la modernidad de postguerra la noción de derecho que la humanidad detenta simplemente por poseer una dignidad individual, así, ambas palabras, derechos y humanos conviven tanto en el terreno de los marcos jurídicos, sociales, económicos y domésticos.

Sin embargo, el apego a la Declaración de 1948 por los Países Miembros y especialmente por aquellos no firmantes, muestra una serie de

desniveles e interpretaciones que desorientan cualquier tipo de lectura sistemática y regular del documento. Por lo tanto, es en ese punto donde la dignidad humana se ve fisurada por la misma declaración, que incluso, por omisión, se interrumpe o se ve atropellada sus propios postulados.

Hace algunos años asistimos, en forma presencial y en primera línea mediática al proceso que se llevó a cabo en Londres y Madrid para lograr un juicio internacional por la responsabilidad directa de Augusto Pinochet en las violaciones a los derechos humanos ocurrido en Chile durante el período en que gobernó el país (1973-1989).

La demandas nacionales e internacionales por “hacer justicia” finalmente fueron desoídas y el ex dictador fue dejado en libertad y devuelto a Chile desde la capital inglesa aduciendo principalmente problemas médicos asociados a una demencia senil.

Hoy sabemos con certeza que aquellos males fueron producto de un minucioso trabajo político-jurídico que permitió desplazar la jurisprudencia internacional a los tribunales chilenos. Las expectativas que las víctimas de las violaciones a los derechos humanos, sus familias y la mayoría de los chilenos tenían respecto de un castigo efectivo a la dictadura de Pinochet fueron finalmente truncadas.

Lo anterior permite, en breves palabras, corroborar la sensación de impunidad y el sabor amargo a “falta de justicia” que dejan siempre los procesos judiciales sobre Derechos Humanos, especialmente en Chile, donde los crímenes cometidos por el estado en nombre del gobierno de Pinochet aún no tienen una resolución completa.

cinco historias sobre violaciones a los Derechos Humanos en Chile

Es así, que la noción de Derechos Humanos que manejamos siempre es incompleta y raras veces calza con los puntos que aborda la Declaración Universal.

Hay en esta última reflexión un punto de bifurcación que permite abordar brevemente desde dos aristas la exposición Racconto: cinco historias sobre Derechos Humanos en Chile.

El primer camino se refiere a la competencia y aplicabilidad de la noción de Derechos Humanos con anterioridad a 1948.

Creo con toda responsabilidad que casos como el régimen de semi-esclavitud de las encomiendas de la colonia chilena a la que estaban sometidos los “sirvientes” negros y mapuches, los excesos cometidos por las tropas del gobierno de Balmaceda contra el Comité Revolucionario de Santiago en 1891, en la llamada Matanza de Lo Cañas, o la Matanza del Seguro Obrero, ocurrida en 1938 durante el gobierno de Arturo Alessandri Palma, marcan hitos fundamentales para la historia de Chile. Éstos ejemplifican con claridad cómo la dignidad humana ha sido pisoteada y aplastada sin ningún remordimiento y sobre todo cómo el gobierno y, más tarde, el estado han sido el impulsores y ejecutores de dichos atropellos.

(página anterior)

Orden de detención paraAugusto Pinochet Ugarteemanada de la Magistratura Metropolitana de Londresen 1998

Lo mismo podría decirse en relación a la explotación del trabajo por parte de los inquilinos del campo chileno previo a la reforma agraria de mediados de los años sesenta, trabajo infantil de la minería del carbón o el eterno deambular de niños sin hogar por las riberas del río Mapocho. También se podría ejemplificar con el tardío derecho a voto de las mujeres en 1935, cuando se aprobó el voto para las elecciones municipales, y recién en 1949, cuando se concedió el derecho a voto a las mujeres para las elecciones presidenciales y parlamentarias.

Sin embargo, me parece que no es posible analizar lo anteriormente descrito bajo la óptica de la Declaración Universal, pues cada uno de los hitos mencionados supone un contexto y un momento histórico que condiciona la forma de comprender, percibir y sufrir un determinado hecho de violencia.

Claramente, las condiciones “inhumanas” en que un sirviente mapuche trabajaba para sus amos criollos durante la colonia en Santiago no es comparable a lo que hoy comprendemos por falta de humanidad, pues la percepción del valor de la vida no estaba condicionado por el Derecho sino por la necesidad de su función, es decir, un estado de predeterminación del cuerpo… donde la moral no era un tema relevante, ya que el valor del individuo en cuanto a la consciencia de sí mismo prácticamente no existía. No quiero decir que fuera un momento de barbarie o amoralidad, sino un estado distinto en términos éticos desde el punto de vista de la vida actual.

Esta falta de valoración de la vida y de la dignidad de las personas puede ser leída como una justificación para los momentos de excepción en que un territorio (encomienda o país) estaba en conflicto

Eleanor Roosevelt muestra la Declaración Universal de Derechos Humanos

aprobada el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea

General de Naciones Unidas. Foto: ONU©

o guerra. Es asi como las matanzas o la represión política siempre son justificadas por sus ejecutores como una respuesta defensiva de sus bases ideológicas: “estamos en guerra contra el marxismo!!!” repetía continuamente el almirante José Toribio Merino, en plenos años ochenta.

La segunda vía se refiere a aquella diferencia en la percepción y comprensión del término Derecho. Éste presupone un descalce determinante con la manera de concebir lo humano como epicentro de la consciencia de la dignidad humana. Es así como una comprensión contemporánea del término, más allá de estar contextualizada por las condiciones sociales, culturales, políticas y especialmente éticas de la época, hoy están definidas por la Declaración Universal de Derechos Humanos, sus extensiones nacionales, supranacionales y ONG, así como informes, acuerdos de verdad y reconciliación, memoriales y museos dedicados a homenajear a las víctimas de regímenes opresores.

En este contexto, el caso chileno es particularmente significativo pues, por ejemplo, la tortura en centros clandestinos de detención fue un hecho demostrado por la justicia; un atentado contra el cuerpo y la dignidad humana constatado por el Derecho y, por lo tanto, definible como un asunto moralmente reprobable. Es la percepción de la existencia de consciencia sobre los hechos lo que hace sentido en todos los estamentos de la sociedad y define un marco de realidad que posibilita habilitar conceptual y simbólicamente lo que universalmente se ha definido como Derechos Humanos.

Hoy esta noción, como se mencionó inicialmente, ha sido ampliada y relativizada por las declinaciones de su significado y su

contextualización. Preguntas sobre “tener derecho a los derechos”, en relación a quién es el encargado de velar por el cumplimento eficaz de los postulados de la Declaración o el real rol del Estado a propósito de la protección de sus ciudadanos, en los ámbitos de la salud o la educación, grafica un escenario cada vez menos nítido o impreciso sobre cómo debe o puede ser entendido el binomio de derechos y humanos.

Soldados “Cascos Azules” de la ONU inspeccionan campo de minas antipersonales en una aldea de la República Democrática de El Congo,2010

RaccontoEn cine y en literatura un Racconto consiste en un tipo de narración que se inicia en un tiempo pretérito, donde en forma lineal los recuerdos van articulando una historia hasta llegar al presente, tiempo en que la mayoría de estos relatos termina.

La exposición Racconto: cinco historias sobre Derechos Humanos en Chile reúne las obras de Francisca Aninat, Rodrigo Araya, Claudio Correa, Víctor Pavez y Alejandra Prieto, quienes han desarrollado, especialmente para la muestra, un conjunto de propuestas que toman como punto de partida lo que se puede definir como Violaciones a los Derechos Humanos ocurridos en la historia de Chile desde su independencia hasta nuestros días.

Cada proyecto ha sido abordado tomando en cuenta, por un lado, la dificultad para definir el término Violación a los Derechos Humanos antes de 1948 y aplicarlo a casos emblemáticos que conforman los antecedentes principales para la realización de las obras. Por otro lado, la extensión o desplazamiento de los mismos casos o hitos históricos para complejizarlos simbólica y materialmente, como también para hacerlos pertinentes a la realidad contemporánea chilena.

La mayoría de los artistas participantes en la exposición corresponden a una generación que no participó directamente en la recuperación de la democracia durante la dictadura de Pinochet. Esta diferencia con los artistas de la generación inmediatamente precedente muestra un marcado desarrollo de sus obras al alero de la democracia, ya instalada posterior al año 2000, donde los temas y alcances de sus creaciones están en un terreno menos ideologizado, pero, curiosamente, cada día más politizado.

Es en este contexto que las obras de la muestra pueden ser recibidas como un comentario contemporáneo sobre la historia de Chile.

(página anterior) Versión en español de un cartel con la Declaración Universal de los Derechos Humanos.Foto: UN ©

La(s) historia(s)

La obra Ejercicios de Espera de Francisca Aninat (1979), mucho más allá de expresar un valor paternal que el arte pudiera tener en relación a la producción de objetos carentes de utilidad práctica, actúa abiertamente como un trabajo de experiencia. Son objetos fabricados por mujeres mientras esperan largas horas para ser atendidas en hospitales o reparticiones públicas de Santiago.

Estos trabajos, producto de las horas de ocio y del tiempo, han tomado como punto de partida el trabajo realizado por las Arpilleristas de la Vicaría de la Solidaridad, quienes desde los primeros días de la dictadura relataron en sus obras textiles, sus vivencias, sus anhelos y su lucha irrestricta contra la violencia del régimen militar de Pinochet.

Este marco histórico es, en cierta forma, el contexto más visible de esta obra, pues define con nitidez la resistencia femenina a la violencia

institucional de la época. Sin embargo, esta la lucha nunca planteó la emancipación del espacio doméstico. Siempre, incluso en los momentos de mayor represión, el rol de la mujer fue puesto en un lugar secundario en términos políticos. Por tal motivo, las organizaciones de mujeres durante la dictadura estuvieron ligadas, principalmente, a la recuperación de información y a la obtención de datos concretos sobre los cuerpos de sus maridos e hijos detenidos desaparecidos.

Por otro lado, organizaciones como CEMA Chile (Centros de Madres de Chile) crearon un espacio de concientización ideológico nacionalista que ocupó muchos lugares que el mundo sindical y popular había ocupado con éxito y que durante todos los años de la dictadura perdió a manos de los organismos de propaganda de la dictadura.

Es sobre este terreno, con ambas referencias, donde la obra de Francisca Aninat se mueve transversalmente para reorientarse en significados que hacen de la ocupación del tiempo, un espacio que “hay que soportar y

Francisca Aninat Arpilleristas en San Roque (2011),VideoFrancisca Aninat Ejercicios de Espera (2011)

Técnica mixta, 10 cajas de conservación y mesa 600 x 100 alto x 28 cm

no asimilar” es decir, un lugar que condiciona y define una experiencia ralentada y lánguida por definición.

El trabajo para ocupar el tiempo consiste en la fabricación de variadas piezas de materiales textiles, exhibidas sobre una larga superficie, que han sido realizadas en forma aleatoria, sin un objetivo preciso y sin el propósito fundamental de ser definidos como piezas de arte. En palabras de Aninat, “hasta ahora se ha articulado (la obra) como la experiencia de hacer un objeto sin acabar de entenderlo…”. Desde el punto de vista de la artista, este método de trabajo o de acercamiento a un espacio restringido de relaciones sociales, manifiesta, por un lado, una voluntad por crear un espacio de convivencia, una micro comunidad femenina y al mismo tiempo, construye una precisa distancia que no tiene más objetivos que hacer visibles las horas en que aquellos objetos fueron construidos. Es, en cierta forma, el mismo tipo de reemplazo simbólico que debe hacerse al leer las Arpilleras de la Vicaría: no son bellas en si mismas. Quizás una arpillerista lee esto y te mata!, sino el tiempo empleado en cada puntada.

Claudio Correa (1972) exhibe la obra Cristales de Masa. Un conjunto de placas de acrílico transparente que han sido trabajadas íntegramente a través de cortes y perforaciones por láser.

El trabajo de recolección de imágenes para este proyecto se ha centrado en los mensajes de propaganda política, demandas sociales y de derechos civiles que han reorientado el panorama político de Chile en la actualidad.

Sin embargo, el propósito aquí está definido por las analogías y no las ilustraciones; por la construcción de una obra que irrumpe más bien silenciosamente en el campo de confrontación con la autoridad y la institucionalidad, traduciendo las imágenes en lo que podríamos llamar un ruido visual. Marcel Duchamp definía la traducción en un diálogo con el artista británico Richard Hamilton como un “monstruo de la

Claudio Correa Cristales de Masa (2011)Corte láser sobre acrílico. Dimensiones variables

Francisca Aninat Ejercicios de Espera (2011) Técnica mixta (detalle)

veracidad, una transustanciación cristalina”1, es decir, la traducción es un proceso de re-construcción y no de imitación. Por lo tanto el espacio nebuloso que construye esta obra, mucho más que ser análogo a un traspaso consecutivo entre imagen no-artística (las noticias, las pancartas, los grafitos, etc) y la obra misma, plantea un sistema discontinuo y no lineal sobre los eslabones que construyen las imágenes de la historia en Chile.

Cristales de Masa expande con claridad la noción de memorial a un terreno mucho más inestable simbólicamente, pues su forma de construir historia está más allá de la alusión simplista al imaginario de la izquierda tradicional. Claudio Correa pone la propiedad moral sobre el acto de protestar al alcance de quien considere importante el valor de la confrontación o, mejor dicho, de quien tenga la capacidad óptica de reorganizar la información política calada en cada cartel.

1 The Bride Stripped Bare by her Bachelors, Even: A Typographic Version by Richard Hamilton of Marcel Duchamp’s Green Box. J. Rietman; Third Edition Edition. London (1976). Traducción del autor

(página anterior y arriba) Claudio Correa Cristales de Masa (2011)

Corte láser sobre acrílico. Dimensiones variables

Víctor Pavez (1969) ha desarrollado para esta muestra la obra Ius Soli. Este título corresponde a la expresión del léxico jurídico (en uso en la actualidad) que se refiere particularmente al derecho a suelo o el derecho a un lugar que define la condición nacional de una persona.

El término es recurrente en el campo jurídico de los procesos de inmigración y de incremento de la población de un territorio a través del otorgamiento de la nacionalidad a extranjeros principalmente.

En Chile, el principio de Ius Soli fue aplicado durante los períodos de colonización de muchas zonas aisladas del territorio por parte de grupos de inmigrantes alemanes, italianos, yugoslavos (en esa época) entre otros.

Desde un punto de vista alternativo, la recurrencia del Ius Soli incorpora a un espacio de convivencia social, las complejidades positivas, por un lado, que implican la diversidad cultural y en forma reprobable, por otro, todos aquellos episodios y comportamientos xenofóbicos producto de un sistema social heterogéneo.

Ambos caminos, de una u otra forma, estructuran un meta-esquema que anuncia un marco de regulación y determinación de la vida de las personas que se superpone a la institucionalidad y a las regulaciones jurídicas y constitucionales de una nación. Es la forma de percibir lo diverso como un estándar jurídico y no necesariamente poniendo atención a la conformación de un “ecosistema social” que reconoce y da autonomía a sus particularidades.

La obra Ius Solis consiste en un conjunto de más de veinte trajes fabricados especialmente para niños de no más de cuatro años, donde se subliman los emblemas de la bandera chilena, el partido comunista, las vestimentas militares, eclesiásticas y de profesiones tradicionales, haciendo un catastro de las predeterminaciones y condiciones del espacio social chileno.

(página siguiente) Víctor Pavez Ius Soli (2001-2011)

32 trajes en miniatura. Género y colgadores metálicos Dimensiones variables

Junto a estos modelos o prototipos se ha dispuesto un video que registra con claridad el valor simbólico que los niños (usuarios) le han asignado a las vestimentas.

En este plano, la obra puede ser leída desde un lugar de comodidad importante, donde la proyección de la niñez, a través de las imágenes que representan el espacio social chileno en su más amplia dimensión se ilustran con claridad. La obra es efectiva y sutilmente crítica respecto del rol que cumplen los espacios ya asignados en nuestro contexto, los cuales restringen o condicionan, de una u otra forma, la movilidad de las personas.

Pero tomando otra ruta, la obra es más radical en plantear con menos deferencia las diferentes intensidades en que a través de la historia la explotación infantil ha sido una herramienta de construcción de un imaginario amoral.

Pavez propone una mirada desde la visualidad porque es el problema de la imagen lo que aquí está en tela de juicio: la explotación del trabajo infantil en la minería del carbón del siglo XIX y buena parte del siglo XX, así como el trabajo en las fábricas y el campo. Los soldados-niños de la Guerra del Pacífico o la más reciente crisis de la Iglesia Católica producto de los actos de pedofilia cometidos contra menores de edad, abren un espacio de discusión marcado por los hechos y los testimonios en imágenes de aquellas abyecciones.

El maltrato infantil no es un asunto teórico solamente. El imaginario contemporáneo en torno a este problema es transversal en términos sociales, económicos y políticos, esa certeza tiende a ser minimizada y desplazada a una escala de menor importancia normalmente por las agendas políticas. En ese terreno, el valor de esta obra se encuentra mucho más allá del arte, pues las imágenes políticas permiten hablar y comentar la historia y la vida contemporánea con un conjunto de herramientas extraordinariamente más complejas y eficaces.

(página anterior) Víctor Pavez Ius Soli (2001-2011)Video registro entrevistas con niños y detalle instalación

En La reforma Inconclusa de Alejandra Prieto (1980) la alusión directa es al proceso de la Reforma Agraria iniciada en Chile en 1962 durante el gobierno de Jorge Alessandri, continuado en el gobierno de Eduardo Frei en forma más eficaz con las expropiaciones de grandes terrenos privados y terminando, en forma más radical, acelerada y casi definitiva, durante el gobierno de Salvador Allende (1970-1973), con el antiguo modelo latifundista.

Hoy sabemos que este proceso que niveló las fuerzas de las antiguas oligarquías nacionales con el poder organizado de los trabajadores campesinos no solamente fue un experimento extraordinariamente riesgoso desarrollado por el estado chileno, sino que se transformó en una paradoja político-moral que acentuó el trato paternal de un sector social sobre otro.

Lo paradojal estaría en que la organización republicana de Chile supone una moral Católica mayoritaria, que ha operado en el espacio de la caridad para exculpar muchas historias de atropellos contra la dignidad

(abajo y página siguiente)Alejandra Prieto La Reforma Inconclusa (2011) Proyección de video HD. Dimensiones Variables. Duración: 13 minutos

de las personas. Esta caridad más allá de manifestar un deseo profundo por la construcción del bien común, se encuentra en la negociación de tierras a cambio de la liberación de la culpa: una compra moderna de indulgencias.

Entonces el proceso de Reforma Agraria Chilena, marcado por una serie de pausas y estados, desde las negociaciones más frívolas hasta las demandas y presiones más radicales del mundo campesino, vuelven a mostrar un conflicto históricamente desnivelado: siempre han sido favorecidos los antiguos propietarios de las tierras y, a pesar de la nobleza de las intenciones, los campesinos regularmente han sido relegados el nivel más bajo.

En este contexto de rivalidades y tensiones permanentes, de recriminaciones y resentimientos largamente incubados y mantenidos en el tiempo, La Reforma Inconclusa observa y redefine esas condiciones en el actual panorama de convivencia entre dueños e inquilinos.

En este video, la explotación infantil del trabajo campesino se vuelve evidente con la representación que hacen los niños-dueños de actividades intelectuales y de recreación que por norma estarían fuera del imaginario campesino. En contraste, el esfuerzo corporal y los trabajos con animales o fuerzas naturales imprimen en la obra un encuentro con la realidad que hace de esta obra una espacio de representación “disruptivamente conservador”. Un lugar donde el campo chileno se expresa ampliamente, coqueteando simultáneamente con la rancia pintura de paisaje tradicional chileno y los registros periodísticos o las historias sobre las penurias del campesinado antes y después de la reforma.

Alma, El Observatorio eclipse es el título de la obra que Rodrigo Araya (1983) ha instalado en una de las piscinas exteriores del edificio del Museo de la Memoria y los derechos Humanos. Alma, El Observatorio eclipse toma como referencia específica el proyecto astronómico Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), una asociación internacional entre Europa, Norteamérica y Asia del Este en cooperación con la República de Chile, para desarrollar el mayor proyecto astronómico terrestre en la actualidad. Este proyecto se constituirá como un solo telescopio, compuesto inicialmente de 66 antenas de alta precisión ubicado en el Llano de Chajnantor, a 5000 metros de altitud en el norte de Chile2, lugar seleccionado por poseer condiciones de cielo despejado y sequedad extrema durante la mayor parte del año, cualidades idóneas para su funcionamiento y efectividad.

2 http://www.almaobservatory.org/es

Rodrigo Araya Alma, El Observatorio eclipse (2011) Aluminio y acero, 3x2,2x2,2 mts.

Dibujo preparatorio para intervención arquitectónica en el espacio externo del Museo de la memoria y los derechos Humanos

ALMA es un proyecto revolucionario en el campo de la astronomía porque su tecnología permite observar (en términos de radio frecuencia) espacios actualmente vedados para el conocimiento humano. Secciones de tiempo aún más cercanos al inicio del universo ponen a ALMA como un punto de inflexión sobre el acceso virtual a los momentos más pretéritos del universo que desde el punto de vista de la física conocemos.

ALMA seguramente en algunos años más podrá ser considerado como un paradigma epistemológico pues en su génesis está la necesidad, el interés y la curiosidad humana por saber qué se encuentra “más allá”, es decir, explorar un lugar desprovisto de referencias reales es siempre un lugar interesante.

Hoy sabemos que los minutos o segundos previos al Big-Bang son inmensamente llamativos porque definen con mayor claridad lo que

posteriormente hemos presenciado. Esta pequeña inversión del tiempo, donde conocemos lo más reciente y desconocemos el pasado más distante es curiosamente análogo a muchas situaciones terrenales que se han concentrado en pensar sobre lo lejano.

ALMA es una empresa que señala la ansiedad por revelar y comprehender el comportamiento del universo, tanto en términos temporales como espaciales. Incluir este “motor” dentro del proyecto permite establecer una relación entre el acto de mirar dentro de la recepción de la obra y la traducción o decodificación de este evento en el sistema de relaciones que cada visitante posee: su experiencia y educación. En otras palabras, la obra hace preguntas acerca de cómo se decodifica lo que se mira y cómo se estabiliza lo que se mira, particularmente cuando existe una limitación física y experiencial para el acceso a la información. En este sentido, ALMA para la obra es una referencia que señala conceptos de mediación, recepción, decodificación y memoria dentro de los procesos de distribución y recepción del conocimiento.

De esta forma, la obra de Rodrigo Araya, más lejos de hacer un juego de palabras entre una definición metafísica y la sigla del proyecto astronómico, pone en evidencia que ambas interpretaciones se refieren inexcusablemente a lo que ocurre lejos y que es observado desde aquí. Ese acercamiento a una mirada sobre el distanciamiento forzado, al destierro y al exilio hacen de Alma, El Observatorio eclipse una obra que, confrontando al tiempo, se hace cargo de la historia política de Chile.

La instalación de la obra en un lugar distinto de la sala de exposiciones del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, justo en medio de uno de los espejos de agua del edificio, ocupando además, un recurso formal similar a la arquitectura de cono trunco del edificio del Planetario de la Universidad de Santiago, ubicado a unas cuadras del museo y especialmente, el estrecho pasillo de acceso y el reducido espacio del habitáculo que conforma la obra, transforman a este proyecto en un “punto de fuga”; un pequeño lugar de referencia que permite la observación y contemplación de “lo que ocurre allá”…lejos.

Rodrigo Araya Alma, El Observatorio eclipse (2011) Aluminio y acero, 3x2,2x2,2 mts.Dibujo preparatorio para intervención arquitectónica en el espacio externo del Museo de la memoria y los derechos Humanos

La historia de Chile, principalmente en su dimensión política, está plagada de vaivenes, desde la construcción de la noción de Estado Portaliano, como lo define el historiador Gabriel Salazar pasando por la irrupción definitiva del mundo obrero organizado a partir de 1925 o, más tarde, la promulgación de la ley de Defensa de la Democracia, que prescribió al Partido Comunista durante el gobierno de Gabriel González Videla (1946-1952). Más recientemente, el truncado proyecto socialista del gobierno de Salvador Allende y la posterior y más cruel dictadura militar que el país ha conocido hasta hoy, son sin duda las causas principales por las que la noción de derecho es tan irregular y tan difícil de definir en forma monolítica.

Es esta condición “amorfa” la que finalmente va construyendo, en el tiempo, una plataforma en que lo humano puede asentarse con mayor soltura y dignidad, aunque sea por algún instante.

Mario NavarroCurador

Noviembre, 2011

Presidente de Chile, Carlos Ibáñez del Campo, fotografiado en una oficina de la “Presidencia”, como registro de una entrevista para el

uso de la radio de la ONU, 1953. Foto: UN ©

Francisca Aninat Nace en 1979 en Santiago de Chile. Es licenciada en Arte de la Universidad Católica de Chile, en Historia del Arte de la Universidad de Maryland en Estados Unidos y ha realizado un master en Artes Visuales en Central Saint Martins School of Art en Londres, Inglaterra.Entre sus exposiciones individuales y colectivas destacan: Horas blancas, tierra negra, Galería Kiosko en Bolivia; Corte leve, Galería Florencia Loewenthal; Tránsito material, Museo Bellas Artes de Santiago; Cut and come again, Rollo Contemporary Art en Londres; Pasar, Defensoría Penal Pública de Valparaíso y Contracción de material, Concreta Matucana 100, Santiago.

Rodrigo ArayaNace en Santiago de Chile en 1983. Es Licenciado en Artes de la Pontificia Universidad Católica de Chile.Ha expuesto individualmente en el Museo de Artes Decorativas “Chimba”, Santiago (2009). Galería Bech “Nueva ola”, Santiago, 2008 y realizado intervenciones en Lokal-int Gallery “Flag”, Biel/Bienne, Suiza, 2011.Entre sus exposiciones colectivas y conciertos destacan: “Tenebrae” Centro de Arte Contemporáneo, Las Condes/UC, Santiago, 2011. “Transcripción Local”, Iquique, Chile, 2011. “Montaña Extendida” 9˚ Bienal de Video y Artes Mediales, MAC, Santiago, 2010. “Tarjeta de Embarque” Matucana 100, Santiago, 2010. “Sonidos Salvajes” Sala SCD Bellavista, Santiago, Chile, 2009. “FOBIA” Universidad ARCIS, Santiago, Chile, 2009. “Trueque” Balmaceda 1215 (Santiago, Chile, 2007.“Mobiliario” Centro Cultural de España, Santiago, Chile, 2007.

Claudio Correa VassalloNace en Arica en 1972. Entre 1993 y1996 realiza estudios de licenciatura en Artes con mención en Artes Plásticas en la Facultad de Artes U. de Chile. Posteriormente, entre 1997 y 1998 estudia el Magister en Artes Visuales en la Facultad de Artes de la U. de Chile.Sus exhibiciones recientes incluyen: 2011, “Imagen local”, Museo de Arte Contemporáneo, Santiago de Chile. 2011, “Operación verdad o la verdad de la operación”, curatoria de Guillermo Machuca, Museo Salvador Allende, Santiago de Chile. 2010, “Ni pena ni miedo”, exposición curada por Fernando Castro Flórez, Galería Blanca Soto, Madrid, España. 2010, “Perdidos: Agencia Intermediaria”, Galería Gabriela Mistral, Santiago de Chile. 2009, Trienal de Chile, exposición curada por Fernando Castro Flórez, “Terremoto de Chile”, MAC, Santiago de Chile. 2008, “IN/OUT”, Segunda Versión de Sewn, East Asia Contemporary Art Space, Pekín, ChinaHa obtenido la beca FONDART, Fondo Nacional Desarrollo de la Cultura y las Artes, Ministerio de Cultura de Chile (como titular del proyecto) en los años 2006, 2002, 2000 y 1998

Víctor Manuel PavezNace en Santiago de Chile en 1969.Cursa estudios superiores de Licenciatura en Filosofía en la Universidad de Chile en 1987, los que deja para ingresar a la Escuela de Arte de la Pontificia Universidad Católica de Chile, titulándose en 1993 de licenciado en Arte con mención en Pintura.Entre sus exposiciones individuales se destacan: 2008, “Storia again”, Quiroz 108 Gallery, Miami, EEUU. “Archivo”, MSSA, Museo de la Solidaridad Salvador Allende, Santiago, Chile. Museo de Arte Contemporáneo de Valdivia, Chile. 2007, “Storia”, IILA, Istituto Italo-latinoamericano, Roma, Italia. Entre sus exposiciones colectivas podemos mencionar: 2011, “Match Box – Gijón” Espacio de Creación y Didáctica, Almacén Sur, Gijón, España. 2010, “Fourth Beijing International Art Biennale”, Pekín, China. 2007, “Anverso” Galería Florencia Loewenthal, Santiago de Chile. 2004, “Crossover”, Ekeby Qvarn Art Space, Uppsala, Suecia. (Muestra bipersonal con Claudio Correa). Ha ganado en 2011 el Concurso de Proyectos de Investigación Universidad Finis Terrae. Stgo, Chile.Obtuvo en 2008 el FONDART, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes en Santiago, Chile.

Alejandra PrietoNació en Santiago de Chile el año 1980. Estudió entre el 2000 y el 2004 Licenciatura en Arte en la Universidad Católica y posteriormente un Magister en Artes Visuales en la Universidad de Chile. Ha expuesto individualmente en la galería Die Ecke de Santiago, Chile el año 2005 y 2011 y colectivamente en el MAC USP en Sao Paulo, en Roebling Hall Gallery en NY, en Fiundación Valenzuela y Klenner, Bógota y galería OTR en Madrid, entre varios otros.El año 2009 participó en la VI Bienal SIART de La Paz, Bolivia, en la VII Bienal del Mercosur y en la Trienal de Chile. El 2011 obtuvo la Beca CCU.

Mario NavarroSantiago, Chile 1970. Es artista visual y curador independiente.Ha curado las exposiciones Transformer, Matucana 100 (2005), Daniel Lopez Show, Roebling Hall Gallery y Withe Box, NYC (2007). Recientemente, ha sido curador adjunto de la 7ª Bienal de Mercosur, Porto Alegre, Brasil (2009).Desde 2010 es co-director artístico del Centro de Arte Contemporáneo Las Condes/UC en Santiago. En el Museo de la Memoria y Los Derechos Humanos ha curado la muestra “Por la Vida...Siempre!: La Exposición inconclusa de la Universidad Técnica del Estado (2011)

Esta publicación ha sido realizada con ocasión de la exposición Racconto: cinco historias sobre derechos humanos en Chile, realizada entre diciembre de 2011 y febrero de 2012 en la sala de exhibiciones temporales del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos

AgradecimientosEquipo del Hospital San Juan de Dios-CDT y Posta Tres, en especial a Karla Albarracin y al Director de la Institución, Juan Kehr. Departamento de Extranjería en el Ministerio de Relaciones Exterioriores, en especial a Gloria Parada y el apoyo de Verónica Matus, Ana María Medioli, Mirtha Ossandón, Mariana Babarovich.Además agradecemos a Rodrigo Camadros, Mª Herminia Miranda, Federico Nacif, Mª Angélica Saavedra, Isadora Smith, Joaquín Olate, Andrés Donoso, Isadora Núñez, Mary Terraza, Rocío Calderón, Macarena Fajardo, Vicente Robaldo, Nicole Alvarez, Carmen Pavez, Manuela Pavez, Ernesto Remulcao, Javier Correa, Nicolas Rupcich, Rodrigo Araya, Francisca García, Lucas, Miguel, Blanca, Anibal, Tomás, Julia, Camila y Vanessa.

Museo de la Memoria y Los Derechos Humanos

Presidenta de la Fundación María Luisa SepúlvedaDirector Ricardo BrodskyMuseografía y Exposiciones María José Bunster

Curador Mario NavarroAsistente María Paz Ortúzar

Diseño Catálogo loswinnersFotografías Teresita Aninat, Mario Navarro

Impresión Grafica Funny

Eleonor Roosvelt, Presidenta de la Co-misión de Derechos Humanos y Charles

Malik, Presidente del Tercer Comité de la Asamblea General de Naciones

Unidas, durante la confrencia de prensa después del término de la redacción de la declaración de derechos Humanos el

7 de diciembre de 1948. Foto: UN ©

Santiago, Chile, 2011

El Museo agradece el financiamiento que le otorga el Gobierno de Chile a través de la DIBAM