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Carlos Marin 254156 estudiante IEPAJBLS.J Yo se que usted necesita mi trabajo; quiere que sea eficiente y creativo, diligente, puntual, leal, honrado, cooperativo, integro y con mucha iniciativa. Pero, ¿Alguna vez se ha puesto a pensar que tengo necesidades muy similares a las suyas? ¿Por qué no hacemos un trato? Si usted me da lo que yo necesito, yo le daré lo que usted necesita, pero, a veces me da la impresión que para usted soy apenas una pieza de repuesto, una máquina más a la que en lugar de darle mantenimiento le paga un salario con regularidad. La gerencia moderna destaca la influencia de la motivación del personal en la productividad de la empresa y yo quisiera que usted tomara cuenta de eso. Mi autorealización en el trabajo y la eficiencia son consecuencias de las políticas que usted promueve y la gerencia media ejecuta. Para mi es importante que haya una atmósfera amistosa y de buena voluntad en el trabajo, sin gritos ni improperios que me hagan sentir poca cosa. Es importante saber que usted me apoya, que le agrado como persona, que me trata como ser humano, que me da reconocimiento cuando hago algo extraordinario, así que no me critique ni regañe, mucho menos insulte enfrente de los demás. En privado hasta le pondría más atención y pudiera disculparme si algo censurable hice. También le sugiero que no me amenace a cada rato que me va a correr; eso me humilla y me quita el poco amor propio que me queda. El método “te vas o mejoras” no funciona. Por otro lado es importante que confíe en mí; que no premie a los supervisores que son duros conmigo y me tratan con bastante indiferencia, distorsionando, a veces, mi verdad ante usted. Nosotros los empleados solo reaccionamos al trato que se nos da. Por eso no encuentro lógico que con frecuencia comente que los

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Carlos Marin

254156

estudiante

IEPAJBLS.J 

Yo se que usted necesita mi trabajo; quiere que sea eficiente y creativo, diligente, puntual, leal, honrado, cooperativo, integro y con mucha iniciativa. Pero, ¿Alguna vez se ha puesto a pensar que tengo necesidades muy similares a las suyas? ¿Por qué no hacemos un trato? Si usted me da lo que yo necesito, yo le daré lo que usted necesita, pero, a veces me da la impresión que para usted soy apenas una pieza de repuesto, una máquina más a la que en lugar de darle mantenimiento le paga un salario con regularidad. La gerencia moderna destaca la influencia de la motivación del personal en la productividad de la empresa y yo quisiera que usted tomara cuenta de eso. Mi autorealización en el trabajo y la eficiencia son consecuencias de las políticas que usted promueve y la gerencia media ejecuta.

 Para mi es importante que haya una atmósfera amistosa y de buena voluntad en el trabajo, sin gritos ni improperios que me hagan sentir poca cosa. Es importante saber que usted me apoya, que le agrado como persona, que me trata como ser humano, que me da reconocimiento cuando hago algo extraordinario, así que no me critique ni regañe, mucho menos insulte enfrente de los demás. En privado hasta le pondría más atención y pudiera disculparme si algo censurable hice.

También le sugiero que no me amenace a cada rato que me va a correr; eso me humilla y me quita el poco amor propio que me queda. El método “te vas o  mejoras” no funciona. Por otro lado es importante que confíe en mí; que no premie a los supervisores que son duros conmigo y me tratan con bastante indiferencia,  distorsionando, a veces, mi verdad ante usted. Nosotros los empleados solo reaccionamos al  trato que se nos da. Por eso no encuentro lógico que con frecuencia comente que los empleados somos eficientes sólo si nos tratan mal. Si así fuera, nuestro país sería uno de los más productivos del planeta, pero ocurre lo contrario. Estoy hecho del mismo material que usted y nos motivan las mismas cosas; la diferencia solo es de grado. Cuando usted me hace sentir más capaz de lo que soy, hago las cosas mejor de lo que puedo hacerlas. El Efecto Pigmalión en toda su llana expresión.

No es bueno tener un jefe lejano, por lo que le sugiero que de vez en cuando llegue a mi lugar de trabajo “como uno más de mis compañeros”,  platique en un ambiente informal con todos nosotros y nos haga saber que somos importantes para su empresa. Acérquese al comedor y coma con nosotros. Queremos ver de cerca y sin temor al líder que dirige la empresa.

Escuche de buen grado ciertas cosas que quisiéramos decirle sin que le quiten o le pongan los aduladores que le rodean y le que dicen lo que a ellos les conviene o sólo lo que usted quiere oír. Es importante que usted esté bien informado porque el conocimiento y la información son la base de la buena toma de decisiones

Permítame la oportunidad de mejorar siempre, capacíteme constantemente para poder hacer mejor las cosas que ya estoy haciendo bien. Pida mi opinión de vez en cuando sobre las cosas que son de mi competencia, escuche mis sugerencias.  En mis labores soy un experto y se como se pueden mejorar los procesos en mi trabajo y reducir costos. Eso me dará la sensación de importancia que todo ser humano necesita y todos saldremos ganando. Si hace esto, cuando usted vaya a implantar sus decisiones, haremos las cosas con más ganas y más rápido.

En general creo que todo el negocio iría mejor si usted me tratara con dignidad y respeto, si me considerara como persona, con mis cualidades y defecto, anhelos y esperanzas. Los problemas que hemos enfrentado han tenido su origen en algunas discrepancias respecto a mis necesidades superiores. Piense en mi cuando las cosas vayan bien para la empresa, cuando haya ganancias. No olvide alguna compensación para los que la han hecho posible. Recuerde que conducta que no se refuerza, se extingue. Cuando las cosas andan mal nos damos cuenta rápidamente por que se recortan algunas prestaciones y se anuncian despidos, pero cuando las cosas andan bien para el negocio, no sentimos el mismo ruido. Debido a este desbalance, cuando su cuenta bancaria crece debido a nuestro trabajo, los que hemos contribuido a ella nos sentimos como el caballo cuando premian al jinete. Nosotros somos sus socios, aunque usted no lo entienda así.

Señor empresario: págueme un salario decoroso, ¿Cómo puede exigirme que trabaje al máximo si me paga el mínimo? ¿Cómo puedo tener un nivel de vida decoroso con un salario escaso y con pocas posibilidades de incremento? Empatía, señor empresario; póngase en mis zapatos. Los buenos salarios aumentan la demanda interna y dinamizan la economía, de tal manera que todos salimos ganando.

Obviamente no solo el dinero es el gran motivador, pero mientras mis necesidades básicas no están cubiertas, mis otras necesidades pueden esperar. Y no me diga que solo me va aumentar salario cuando suba la productividad de la empresa. Esta no depende de mí, dependen del líder gerencial. Cuando un equipo de fútbol ha perdido muchos partidos debido a una pobre producción de goles, es al técnico que le llaman la atención, porque es el responsable de la productividad. Algo similar ocurre en las organizaciones empresariales

Por último, yo necesito de mi paga y usted necesita de mi trabajo. Tráteme como persona, promueva una cultura empresarial de confianza y respeto para todos para conseguir la productividad que usted espera, piense en mis necesidades y yo pensaré en las suyas y en las de nuestros clientes. Lea, capacítese, viaje, aprenda a aprender y a desaprender, innove, mejore continuamente, llénese de conocimiento para una mejor toma de decisiones y tendremos empresa para largo tiempo.

Uno de sus fieles empleados.

Carlos Marin

estudiante

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Yeison Mena

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estudiante

IEPAJBLS.J 

Yo se que usted necesita mi trabajo; quiere que sea eficiente y creativo, diligente, puntual, leal, honrado, cooperativo, integro y con mucha iniciativa. Pero, ¿Alguna vez se ha puesto a pensar que tengo necesidades muy similares a las suyas? ¿Por qué no hacemos un trato? Si usted me da lo que yo necesito, yo le daré lo que usted necesita, pero, a veces me da la impresión que para usted soy apenas una pieza de repuesto, una máquina más a la que en lugar de darle mantenimiento le paga un salario con regularidad. La gerencia moderna destaca la influencia de la motivación del personal en la productividad de la empresa y yo quisiera que usted tomara cuenta de eso. Mi autorealización en el trabajo y la eficiencia son consecuencias de las políticas que usted promueve y la gerencia media ejecuta.

 Para mi es importante que haya una atmósfera amistosa y de buena voluntad en el trabajo, sin gritos ni improperios que me hagan sentir poca cosa. Es importante saber que usted me apoya, que le agrado como persona, que me trata como ser humano, que me da reconocimiento cuando hago algo extraordinario, así que no me critique ni regañe, mucho menos insulte enfrente de los demás. En privado hasta le pondría más atención y pudiera disculparme si algo censurable hice.

También le sugiero que no me amenace a cada rato que me va a correr; eso me humilla y me quita el poco amor propio que me queda. El método “te vas o  mejoras” no funciona. Por otro lado es importante que confíe en mí; que no premie a los supervisores que son duros conmigo y me tratan con bastante indiferencia,  distorsionando, a veces, mi verdad ante usted. Nosotros los empleados solo reaccionamos al  trato que se nos da. Por eso no encuentro lógico que con frecuencia comente que los empleados somos eficientes sólo si nos tratan mal. Si así fuera, nuestro país sería uno de los más productivos del planeta, pero ocurre lo contrario. Estoy hecho del mismo material que usted y nos motivan las mismas cosas; la diferencia solo es de grado. Cuando usted me hace sentir más capaz de lo que soy, hago las cosas mejor de lo que puedo hacerlas. El Efecto Pigmalión en toda su llana expresión.

No es bueno tener un jefe lejano, por lo que le sugiero que de vez en cuando llegue a mi lugar de trabajo “como uno más de mis compañeros”,  platique en un ambiente informal con todos nosotros y nos haga saber que somos importantes para su empresa. Acérquese al comedor y coma con nosotros. Queremos ver de cerca y sin temor al líder que dirige la empresa.

Escuche de buen grado ciertas cosas que quisiéramos decirle sin que le quiten o le pongan los aduladores que le rodean y le que dicen lo que a ellos les conviene o sólo lo que usted

quiere oír. Es importante que usted esté bien informado porque el conocimiento y la información son la base de la buena toma de decisiones

Permítame la oportunidad de mejorar siempre, capacíteme constantemente para poder hacer mejor las cosas que ya estoy haciendo bien. Pida mi opinión de vez en cuando sobre las cosas que son de mi competencia, escuche mis sugerencias.  En mis labores soy un experto y se como se pueden mejorar los procesos en mi trabajo y reducir costos. Eso me dará la sensación de importancia que todo ser humano necesita y todos saldremos ganando. Si hace esto, cuando usted vaya a implantar sus decisiones, haremos las cosas con más ganas y más rápido.

En general creo que todo el negocio iría mejor si usted me tratara con dignidad y respeto, si me considerara como persona, con mis cualidades y defecto, anhelos y esperanzas. Los problemas que hemos enfrentado han tenido su origen en algunas discrepancias respecto a mis necesidades superiores. Piense en mi cuando las cosas vayan bien para la empresa, cuando haya ganancias. No olvide alguna compensación para los que la han hecho posible. Recuerde que conducta que no se refuerza, se extingue. Cuando las cosas andan mal nos damos cuenta rápidamente por que se recortan algunas prestaciones y se anuncian despidos, pero cuando las cosas andan bien para el negocio, no sentimos el mismo ruido. Debido a este desbalance, cuando su cuenta bancaria crece debido a nuestro trabajo, los que hemos contribuido a ella nos sentimos como el caballo cuando premian al jinete. Nosotros somos sus socios, aunque usted no lo entienda así.

Señor empresario: págueme un salario decoroso, ¿Cómo puede exigirme que trabaje al máximo si me paga el mínimo? ¿Cómo puedo tener un nivel de vida decoroso con un salario escaso y con pocas posibilidades de incremento? Empatía, señor empresario; póngase en mis zapatos. Los buenos salarios aumentan la demanda interna y dinamizan la economía, de tal manera que todos salimos ganando.

Obviamente no solo el dinero es el gran motivador, pero mientras mis necesidades básicas no están cubiertas, mis otras necesidades pueden esperar. Y no me diga que solo me va aumentar salario cuando suba la productividad de la empresa. Esta no depende de mí, dependen del líder gerencial. Cuando un equipo de fútbol ha perdido muchos partidos debido a una pobre producción de goles, es al técnico que le llaman la atención, porque es el responsable de la productividad. Algo similar ocurre en las organizaciones empresariales

Por último, yo necesito de mi paga y usted necesita de mi trabajo. Tráteme como persona, promueva una cultura empresarial de confianza y respeto para todos para conseguir la productividad que usted espera, piense en mis necesidades y yo pensaré en las suyas y en las de nuestros clientes. Lea, capacítese, viaje, aprenda a aprender y a desaprender, innove, mejore continuamente, llénese de conocimiento para una mejor toma de decisiones y tendremos empresa para largo tiempo.

Uno de sus fieles empleados.

Yeison Mena

estudiante

IEPAJBLS.J

Xiomara

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estudiante

IEPAJBLS.J 

Yo se que usted necesita mi trabajo; quiere que sea eficiente y creativo, diligente, puntual, leal, honrado, cooperativo, integro y con mucha iniciativa. Pero, ¿Alguna vez se ha puesto a pensar que tengo necesidades muy similares a las suyas? ¿Por qué no hacemos un trato? Si usted me da lo que yo necesito, yo le daré lo que usted necesita, pero, a veces me da la impresión que para usted soy apenas una pieza de repuesto, una máquina más a la que en lugar de darle mantenimiento le paga un salario con regularidad. La gerencia moderna destaca la influencia de la motivación del personal en la productividad de la empresa y yo quisiera que usted tomara cuenta de eso. Mi autorealización en el trabajo y la eficiencia son consecuencias de las políticas que usted promueve y la gerencia media ejecuta.

 Para mi es importante que haya una atmósfera amistosa y de buena voluntad en el trabajo, sin gritos ni improperios que me hagan sentir poca cosa. Es importante saber que usted me apoya, que le agrado como persona, que me trata como ser humano, que me da reconocimiento cuando hago algo extraordinario, así que no me critique ni regañe, mucho menos insulte enfrente de los demás. En privado hasta le pondría más atención y pudiera disculparme si algo censurable hice.

También le sugiero que no me amenace a cada rato que me va a correr; eso me humilla y me quita el poco amor propio que me queda. El método “te vas o  mejoras” no funciona. Por otro lado es importante que confíe en mí; que no premie a los supervisores que son duros conmigo y me tratan con bastante indiferencia,  distorsionando, a veces, mi verdad ante usted. Nosotros los empleados solo reaccionamos al  trato que se nos da. Por eso no encuentro lógico que con frecuencia comente que los empleados somos eficientes sólo si nos tratan mal. Si así fuera, nuestro país sería uno de los más productivos del planeta, pero ocurre lo contrario. Estoy hecho del mismo material que usted y nos motivan las mismas cosas; la diferencia solo es de grado. Cuando usted me hace sentir más capaz de lo que soy, hago las cosas mejor de lo que puedo hacerlas. El Efecto Pigmalión en toda su llana expresión.

No es bueno tener un jefe lejano, por lo que le sugiero que de vez en cuando llegue a mi lugar de trabajo “como uno más de mis compañeros”,  platique en un ambiente informal con todos nosotros y nos haga saber que somos importantes para su empresa. Acérquese al comedor y coma con nosotros. Queremos ver de cerca y sin temor al líder que dirige la empresa.

Escuche de buen grado ciertas cosas que quisiéramos decirle sin que le quiten o le pongan los aduladores que le rodean y le que dicen lo que a ellos les conviene o sólo lo que usted

quiere oír. Es importante que usted esté bien informado porque el conocimiento y la información son la base de la buena toma de decisiones

Permítame la oportunidad de mejorar siempre, capacíteme constantemente para poder hacer mejor las cosas que ya estoy haciendo bien. Pida mi opinión de vez en cuando sobre las cosas que son de mi competencia, escuche mis sugerencias.  En mis labores soy un experto y se como se pueden mejorar los procesos en mi trabajo y reducir costos. Eso me dará la sensación de importancia que todo ser humano necesita y todos saldremos ganando. Si hace esto, cuando usted vaya a implantar sus decisiones, haremos las cosas con más ganas y más rápido.

En general creo que todo el negocio iría mejor si usted me tratara con dignidad y respeto, si me considerara como persona, con mis cualidades y defecto, anhelos y esperanzas. Los problemas que hemos enfrentado han tenido su origen en algunas discrepancias respecto a mis necesidades superiores. Piense en mi cuando las cosas vayan bien para la empresa, cuando haya ganancias. No olvide alguna compensación para los que la han hecho posible. Recuerde que conducta que no se refuerza, se extingue. Cuando las cosas andan mal nos damos cuenta rápidamente por que se recortan algunas prestaciones y se anuncian despidos, pero cuando las cosas andan bien para el negocio, no sentimos el mismo ruido. Debido a este desbalance, cuando su cuenta bancaria crece debido a nuestro trabajo, los que hemos contribuido a ella nos sentimos como el caballo cuando premian al jinete. Nosotros somos sus socios, aunque usted no lo entienda así.

Señor empresario: págueme un salario decoroso, ¿Cómo puede exigirme que trabaje al máximo si me paga el mínimo? ¿Cómo puedo tener un nivel de vida decoroso con un salario escaso y con pocas posibilidades de incremento? Empatía, señor empresario; póngase en mis zapatos. Los buenos salarios aumentan la demanda interna y dinamizan la economía, de tal manera que todos salimos ganando.

Obviamente no solo el dinero es el gran motivador, pero mientras mis necesidades básicas no están cubiertas, mis otras necesidades pueden esperar. Y no me diga que solo me va aumentar salario cuando suba la productividad de la empresa. Esta no depende de mí, dependen del líder gerencial. Cuando un equipo de fútbol ha perdido muchos partidos debido a una pobre producción de goles, es al técnico que le llaman la atención, porque es el responsable de la productividad. Algo similar ocurre en las organizaciones empresariales

Por último, yo necesito de mi paga y usted necesita de mi trabajo. Tráteme como persona, promueva una cultura empresarial de confianza y respeto para todos para conseguir la productividad que usted espera, piense en mis necesidades y yo pensaré en las suyas y en las de nuestros clientes. Lea, capacítese, viaje, aprenda a aprender y a desaprender, innove, mejore continuamente, llénese de conocimiento para una mejor toma de decisiones y tendremos empresa para largo tiempo.

Uno de sus fieles empleados.

Xiomara

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Harry

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Yo se que usted necesita mi trabajo; quiere que sea eficiente y creativo, diligente, puntual, leal, honrado, cooperativo, integro y con mucha iniciativa. Pero, ¿Alguna vez se ha puesto a pensar que tengo necesidades muy similares a las suyas? ¿Por qué no hacemos un trato? Si usted me da lo que yo necesito, yo le daré lo que usted necesita, pero, a veces me da la impresión que para usted soy apenas una pieza de repuesto, una máquina más a la que en lugar de darle mantenimiento le paga un salario con regularidad. La gerencia moderna destaca la influencia de la motivación del personal en la productividad de la empresa y yo quisiera que usted tomara cuenta de eso. Mi autorealización en el trabajo y la eficiencia son consecuencias de las políticas que usted promueve y la gerencia media ejecuta.

 Para mi es importante que haya una atmósfera amistosa y de buena voluntad en el trabajo, sin gritos ni improperios que me hagan sentir poca cosa. Es importante saber que usted me apoya, que le agrado como persona, que me trata como ser humano, que me da reconocimiento cuando hago algo extraordinario, así que no me critique ni regañe, mucho menos insulte enfrente de los demás. En privado hasta le pondría más atención y pudiera disculparme si algo censurable hice.

También le sugiero que no me amenace a cada rato que me va a correr; eso me humilla y me quita el poco amor propio que me queda. El método “te vas o  mejoras” no funciona. Por otro lado es importante que confíe en mí; que no premie a los supervisores que son duros conmigo y me tratan con bastante indiferencia,  distorsionando, a veces, mi verdad ante usted. Nosotros los empleados solo reaccionamos al  trato que se nos da. Por eso no encuentro lógico que con frecuencia comente que los empleados somos eficientes sólo si nos tratan mal. Si así fuera, nuestro país sería uno de los más productivos del planeta, pero ocurre lo contrario. Estoy hecho del mismo material que usted y nos motivan las mismas cosas; la diferencia solo es de grado. Cuando usted me hace sentir más capaz de lo que soy, hago las cosas mejor de lo que puedo hacerlas. El Efecto Pigmalión en toda su llana expresión.

No es bueno tener un jefe lejano, por lo que le sugiero que de vez en cuando llegue a mi lugar de trabajo “como uno más de mis compañeros”,  platique en un ambiente informal con todos nosotros y nos haga saber que somos importantes para su empresa. Acérquese al comedor y coma con nosotros. Queremos ver de cerca y sin temor al líder que dirige la empresa.

Escuche de buen grado ciertas cosas que quisiéramos decirle sin que le quiten o le pongan los aduladores que le rodean y le que dicen lo que a ellos les conviene o sólo lo que usted

quiere oír. Es importante que usted esté bien informado porque el conocimiento y la información son la base de la buena toma de decisiones

Permítame la oportunidad de mejorar siempre, capacíteme constantemente para poder hacer mejor las cosas que ya estoy haciendo bien. Pida mi opinión de vez en cuando sobre las cosas que son de mi competencia, escuche mis sugerencias.  En mis labores soy un experto y se como se pueden mejorar los procesos en mi trabajo y reducir costos. Eso me dará la sensación de importancia que todo ser humano necesita y todos saldremos ganando. Si hace esto, cuando usted vaya a implantar sus decisiones, haremos las cosas con más ganas y más rápido.

En general creo que todo el negocio iría mejor si usted me tratara con dignidad y respeto, si me considerara como persona, con mis cualidades y defecto, anhelos y esperanzas. Los problemas que hemos enfrentado han tenido su origen en algunas discrepancias respecto a mis necesidades superiores. Piense en mi cuando las cosas vayan bien para la empresa, cuando haya ganancias. No olvide alguna compensación para los que la han hecho posible. Recuerde que conducta que no se refuerza, se extingue. Cuando las cosas andan mal nos damos cuenta rápidamente por que se recortan algunas prestaciones y se anuncian despidos, pero cuando las cosas andan bien para el negocio, no sentimos el mismo ruido. Debido a este desbalance, cuando su cuenta bancaria crece debido a nuestro trabajo, los que hemos contribuido a ella nos sentimos como el caballo cuando premian al jinete. Nosotros somos sus socios, aunque usted no lo entienda así.

Señor empresario: págueme un salario decoroso, ¿Cómo puede exigirme que trabaje al máximo si me paga el mínimo? ¿Cómo puedo tener un nivel de vida decoroso con un salario escaso y con pocas posibilidades de incremento? Empatía, señor empresario; póngase en mis zapatos. Los buenos salarios aumentan la demanda interna y dinamizan la economía, de tal manera que todos salimos ganando.

Obviamente no solo el dinero es el gran motivador, pero mientras mis necesidades básicas no están cubiertas, mis otras necesidades pueden esperar. Y no me diga que solo me va aumentar salario cuando suba la productividad de la empresa. Esta no depende de mí, dependen del líder gerencial. Cuando un equipo de fútbol ha perdido muchos partidos debido a una pobre producción de goles, es al técnico que le llaman la atención, porque es el responsable de la productividad. Algo similar ocurre en las organizaciones empresariales

Por último, yo necesito de mi paga y usted necesita de mi trabajo. Tráteme como persona, promueva una cultura empresarial de confianza y respeto para todos para conseguir la productividad que usted espera, piense en mis necesidades y yo pensaré en las suyas y en las de nuestros clientes. Lea, capacítese, viaje, aprenda a aprender y a desaprender, innove, mejore continuamente, llénese de conocimiento para una mejor toma de decisiones y tendremos empresa para largo tiempo.

Uno de sus fieles empleados.

Harry

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IEPAJBLS.J

Mariana

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IEPAJBLS.J 

Yo se que usted necesita mi trabajo; quiere que sea eficiente y creativo, diligente, puntual, leal, honrado, cooperativo, integro y con mucha iniciativa. Pero, ¿Alguna vez se ha puesto a pensar que tengo necesidades muy similares a las suyas? ¿Por qué no hacemos un trato? Si usted me da lo que yo necesito, yo le daré lo que usted necesita, pero, a veces me da la impresión que para usted soy apenas una pieza de repuesto, una máquina más a la que en lugar de darle mantenimiento le paga un salario con regularidad. La gerencia moderna destaca la influencia de la motivación del personal en la productividad de la empresa y yo quisiera que usted tomara cuenta de eso. Mi autorealización en el trabajo y la eficiencia son consecuencias de las políticas que usted promueve y la gerencia media ejecuta.

 Para mi es importante que haya una atmósfera amistosa y de buena voluntad en el trabajo, sin gritos ni improperios que me hagan sentir poca cosa. Es importante saber que usted me apoya, que le agrado como persona, que me trata como ser humano, que me da reconocimiento cuando hago algo extraordinario, así que no me critique ni regañe, mucho menos insulte enfrente de los demás. En privado hasta le pondría más atención y pudiera disculparme si algo censurable hice.

También le sugiero que no me amenace a cada rato que me va a correr; eso me humilla y me quita el poco amor propio que me queda. El método “te vas o  mejoras” no funciona. Por otro lado es importante que confíe en mí; que no premie a los supervisores que son duros conmigo y me tratan con bastante indiferencia,  distorsionando, a veces, mi verdad ante usted. Nosotros los empleados solo reaccionamos al  trato que se nos da. Por eso no encuentro lógico que con frecuencia comente que los empleados somos eficientes sólo si nos tratan mal. Si así fuera, nuestro país sería uno de los más productivos del planeta, pero ocurre lo contrario. Estoy hecho del mismo material que usted y nos motivan las mismas cosas; la diferencia solo es de grado. Cuando usted me hace sentir más capaz de lo que soy, hago las cosas mejor de lo que puedo hacerlas. El Efecto Pigmalión en toda su llana expresión.

No es bueno tener un jefe lejano, por lo que le sugiero que de vez en cuando llegue a mi lugar de trabajo “como uno más de mis compañeros”,  platique en un ambiente informal con todos nosotros y nos haga saber que somos importantes para su empresa. Acérquese al comedor y coma con nosotros. Queremos ver de cerca y sin temor al líder que dirige la empresa.

Escuche de buen grado ciertas cosas que quisiéramos decirle sin que le quiten o le pongan los aduladores que le rodean y le que dicen lo que a ellos les conviene o sólo lo que usted

quiere oír. Es importante que usted esté bien informado porque el conocimiento y la información son la base de la buena toma de decisiones

Permítame la oportunidad de mejorar siempre, capacíteme constantemente para poder hacer mejor las cosas que ya estoy haciendo bien. Pida mi opinión de vez en cuando sobre las cosas que son de mi competencia, escuche mis sugerencias.  En mis labores soy un experto y se como se pueden mejorar los procesos en mi trabajo y reducir costos. Eso me dará la sensación de importancia que todo ser humano necesita y todos saldremos ganando. Si hace esto, cuando usted vaya a implantar sus decisiones, haremos las cosas con más ganas y más rápido.

En general creo que todo el negocio iría mejor si usted me tratara con dignidad y respeto, si me considerara como persona, con mis cualidades y defecto, anhelos y esperanzas. Los problemas que hemos enfrentado han tenido su origen en algunas discrepancias respecto a mis necesidades superiores. Piense en mi cuando las cosas vayan bien para la empresa, cuando haya ganancias. No olvide alguna compensación para los que la han hecho posible. Recuerde que conducta que no se refuerza, se extingue. Cuando las cosas andan mal nos damos cuenta rápidamente por que se recortan algunas prestaciones y se anuncian despidos, pero cuando las cosas andan bien para el negocio, no sentimos el mismo ruido. Debido a este desbalance, cuando su cuenta bancaria crece debido a nuestro trabajo, los que hemos contribuido a ella nos sentimos como el caballo cuando premian al jinete. Nosotros somos sus socios, aunque usted no lo entienda así.

Señor empresario: págueme un salario decoroso, ¿Cómo puede exigirme que trabaje al máximo si me paga el mínimo? ¿Cómo puedo tener un nivel de vida decoroso con un salario escaso y con pocas posibilidades de incremento? Empatía, señor empresario; póngase en mis zapatos. Los buenos salarios aumentan la demanda interna y dinamizan la economía, de tal manera que todos salimos ganando.

Obviamente no solo el dinero es el gran motivador, pero mientras mis necesidades básicas no están cubiertas, mis otras necesidades pueden esperar. Y no me diga que solo me va aumentar salario cuando suba la productividad de la empresa. Esta no depende de mí, dependen del líder gerencial. Cuando un equipo de fútbol ha perdido muchos partidos debido a una pobre producción de goles, es al técnico que le llaman la atención, porque es el responsable de la productividad. Algo similar ocurre en las organizaciones empresariales

Por último, yo necesito de mi paga y usted necesita de mi trabajo. Tráteme como persona, promueva una cultura empresarial de confianza y respeto para todos para conseguir la productividad que usted espera, piense en mis necesidades y yo pensaré en las suyas y en las de nuestros clientes. Lea, capacítese, viaje, aprenda a aprender y a desaprender, innove, mejore continuamente, llénese de conocimiento para una mejor toma de decisiones y tendremos empresa para largo tiempo.

Uno de sus fieles empleados.

Mariana

estudiante

IEPAJBLS.J

Milton

245165

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IEPAJBLS.J 

Yo se que usted necesita mi trabajo; quiere que sea eficiente y creativo, diligente, puntual, leal, honrado, cooperativo, integro y con mucha iniciativa. Pero, ¿Alguna vez se ha puesto a pensar que tengo necesidades muy similares a las suyas? ¿Por qué no hacemos un trato? Si usted me da lo que yo necesito, yo le daré lo que usted necesita, pero, a veces me da la impresión que para usted soy apenas una pieza de repuesto, una máquina más a la que en lugar de darle mantenimiento le paga un salario con regularidad. La gerencia moderna destaca la influencia de la motivación del personal en la productividad de la empresa y yo quisiera que usted tomara cuenta de eso. Mi autorealización en el trabajo y la eficiencia son consecuencias de las políticas que usted promueve y la gerencia media ejecuta.

 Para mi es importante que haya una atmósfera amistosa y de buena voluntad en el trabajo, sin gritos ni improperios que me hagan sentir poca cosa. Es importante saber que usted me apoya, que le agrado como persona, que me trata como ser humano, que me da reconocimiento cuando hago algo extraordinario, así que no me critique ni regañe, mucho menos insulte enfrente de los demás. En privado hasta le pondría más atención y pudiera disculparme si algo censurable hice.

También le sugiero que no me amenace a cada rato que me va a correr; eso me humilla y me quita el poco amor propio que me queda. El método “te vas o  mejoras” no funciona. Por otro lado es importante que confíe en mí; que no premie a los supervisores que son duros conmigo y me tratan con bastante indiferencia,  distorsionando, a veces, mi verdad ante usted. Nosotros los empleados solo reaccionamos al  trato que se nos da. Por eso no encuentro lógico que con frecuencia comente que los empleados somos eficientes sólo si nos tratan mal. Si así fuera, nuestro país sería uno de los más productivos del planeta, pero ocurre lo contrario. Estoy hecho del mismo material que usted y nos motivan las mismas cosas; la diferencia solo es de grado. Cuando usted me hace sentir más capaz de lo que soy, hago las cosas mejor de lo que puedo hacerlas. El Efecto Pigmalión en toda su llana expresión.

No es bueno tener un jefe lejano, por lo que le sugiero que de vez en cuando llegue a mi lugar de trabajo “como uno más de mis compañeros”,  platique en un ambiente informal con todos nosotros y nos haga saber que somos importantes para su empresa. Acérquese al comedor y coma con nosotros. Queremos ver de cerca y sin temor al líder que dirige la empresa.

Escuche de buen grado ciertas cosas que quisiéramos decirle sin que le quiten o le pongan los aduladores que le rodean y le que dicen lo que a ellos les conviene o sólo lo que usted

quiere oír. Es importante que usted esté bien informado porque el conocimiento y la información son la base de la buena toma de decisiones

Permítame la oportunidad de mejorar siempre, capacíteme constantemente para poder hacer mejor las cosas que ya estoy haciendo bien. Pida mi opinión de vez en cuando sobre las cosas que son de mi competencia, escuche mis sugerencias.  En mis labores soy un experto y se como se pueden mejorar los procesos en mi trabajo y reducir costos. Eso me dará la sensación de importancia que todo ser humano necesita y todos saldremos ganando. Si hace esto, cuando usted vaya a implantar sus decisiones, haremos las cosas con más ganas y más rápido.

En general creo que todo el negocio iría mejor si usted me tratara con dignidad y respeto, si me considerara como persona, con mis cualidades y defecto, anhelos y esperanzas. Los problemas que hemos enfrentado han tenido su origen en algunas discrepancias respecto a mis necesidades superiores. Piense en mi cuando las cosas vayan bien para la empresa, cuando haya ganancias. No olvide alguna compensación para los que la han hecho posible. Recuerde que conducta que no se refuerza, se extingue. Cuando las cosas andan mal nos damos cuenta rápidamente por que se recortan algunas prestaciones y se anuncian despidos, pero cuando las cosas andan bien para el negocio, no sentimos el mismo ruido. Debido a este desbalance, cuando su cuenta bancaria crece debido a nuestro trabajo, los que hemos contribuido a ella nos sentimos como el caballo cuando premian al jinete. Nosotros somos sus socios, aunque usted no lo entienda así.

Señor empresario: págueme un salario decoroso, ¿Cómo puede exigirme que trabaje al máximo si me paga el mínimo? ¿Cómo puedo tener un nivel de vida decoroso con un salario escaso y con pocas posibilidades de incremento? Empatía, señor empresario; póngase en mis zapatos. Los buenos salarios aumentan la demanda interna y dinamizan la economía, de tal manera que todos salimos ganando.

Obviamente no solo el dinero es el gran motivador, pero mientras mis necesidades básicas no están cubiertas, mis otras necesidades pueden esperar. Y no me diga que solo me va aumentar salario cuando suba la productividad de la empresa. Esta no depende de mí, dependen del líder gerencial. Cuando un equipo de fútbol ha perdido muchos partidos debido a una pobre producción de goles, es al técnico que le llaman la atención, porque es el responsable de la productividad. Algo similar ocurre en las organizaciones empresariales

Por último, yo necesito de mi paga y usted necesita de mi trabajo. Tráteme como persona, promueva una cultura empresarial de confianza y respeto para todos para conseguir la productividad que usted espera, piense en mis necesidades y yo pensaré en las suyas y en las de nuestros clientes. Lea, capacítese, viaje, aprenda a aprender y a desaprender, innove, mejore continuamente, llénese de conocimiento para una mejor toma de decisiones y tendremos empresa para largo tiempo.

Uno de sus fieles empleados.

Milton

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Vanessa

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estudiante

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Yo se que usted necesita mi trabajo; quiere que sea eficiente y creativo, diligente, puntual, leal, honrado, cooperativo, integro y con mucha iniciativa. Pero, ¿Alguna vez se ha puesto a pensar que tengo necesidades muy similares a las suyas? ¿Por qué no hacemos un trato? Si usted me da lo que yo necesito, yo le daré lo que usted necesita, pero, a veces me da la impresión que para usted soy apenas una pieza de repuesto, una máquina más a la que en lugar de darle mantenimiento le paga un salario con regularidad. La gerencia moderna destaca la influencia de la motivación del personal en la productividad de la empresa y yo quisiera que usted tomara cuenta de eso. Mi autorealización en el trabajo y la eficiencia son consecuencias de las políticas que usted promueve y la gerencia media ejecuta.

 Para mi es importante que haya una atmósfera amistosa y de buena voluntad en el trabajo, sin gritos ni improperios que me hagan sentir poca cosa. Es importante saber que usted me apoya, que le agrado como persona, que me trata como ser humano, que me da reconocimiento cuando hago algo extraordinario, así que no me critique ni regañe, mucho menos insulte enfrente de los demás. En privado hasta le pondría más atención y pudiera disculparme si algo censurable hice.

También le sugiero que no me amenace a cada rato que me va a correr; eso me humilla y me quita el poco amor propio que me queda. El método “te vas o  mejoras” no funciona. Por otro lado es importante que confíe en mí; que no premie a los supervisores que son duros conmigo y me tratan con bastante indiferencia,  distorsionando, a veces, mi verdad ante usted. Nosotros los empleados solo reaccionamos al  trato que se nos da. Por eso no encuentro lógico que con frecuencia comente que los empleados somos eficientes sólo si nos tratan mal. Si así fuera, nuestro país sería uno de los más productivos del planeta, pero ocurre lo contrario. Estoy hecho del mismo material que usted y nos motivan las mismas cosas; la diferencia solo es de grado. Cuando usted me hace sentir más capaz de lo que soy, hago las cosas mejor de lo que puedo hacerlas. El Efecto Pigmalión en toda su llana expresión.

No es bueno tener un jefe lejano, por lo que le sugiero que de vez en cuando llegue a mi lugar de trabajo “como uno más de mis compañeros”,  platique en un ambiente informal con todos nosotros y nos haga saber que somos importantes para su empresa. Acérquese al comedor y coma con nosotros. Queremos ver de cerca y sin temor al líder que dirige la empresa.

Escuche de buen grado ciertas cosas que quisiéramos decirle sin que le quiten o le pongan los aduladores que le rodean y le que dicen lo que a ellos les conviene o sólo lo que usted

quiere oír. Es importante que usted esté bien informado porque el conocimiento y la información son la base de la buena toma de decisiones

Permítame la oportunidad de mejorar siempre, capacíteme constantemente para poder hacer mejor las cosas que ya estoy haciendo bien. Pida mi opinión de vez en cuando sobre las cosas que son de mi competencia, escuche mis sugerencias.  En mis labores soy un experto y se como se pueden mejorar los procesos en mi trabajo y reducir costos. Eso me dará la sensación de importancia que todo ser humano necesita y todos saldremos ganando. Si hace esto, cuando usted vaya a implantar sus decisiones, haremos las cosas con más ganas y más rápido.

En general creo que todo el negocio iría mejor si usted me tratara con dignidad y respeto, si me considerara como persona, con mis cualidades y defecto, anhelos y esperanzas. Los problemas que hemos enfrentado han tenido su origen en algunas discrepancias respecto a mis necesidades superiores. Piense en mi cuando las cosas vayan bien para la empresa, cuando haya ganancias. No olvide alguna compensación para los que la han hecho posible. Recuerde que conducta que no se refuerza, se extingue. Cuando las cosas andan mal nos damos cuenta rápidamente por que se recortan algunas prestaciones y se anuncian despidos, pero cuando las cosas andan bien para el negocio, no sentimos el mismo ruido. Debido a este desbalance, cuando su cuenta bancaria crece debido a nuestro trabajo, los que hemos contribuido a ella nos sentimos como el caballo cuando premian al jinete. Nosotros somos sus socios, aunque usted no lo entienda así.

Señor empresario: págueme un salario decoroso, ¿Cómo puede exigirme que trabaje al máximo si me paga el mínimo? ¿Cómo puedo tener un nivel de vida decoroso con un salario escaso y con pocas posibilidades de incremento? Empatía, señor empresario; póngase en mis zapatos. Los buenos salarios aumentan la demanda interna y dinamizan la economía, de tal manera que todos salimos ganando.

Obviamente no solo el dinero es el gran motivador, pero mientras mis necesidades básicas no están cubiertas, mis otras necesidades pueden esperar. Y no me diga que solo me va aumentar salario cuando suba la productividad de la empresa. Esta no depende de mí, dependen del líder gerencial. Cuando un equipo de fútbol ha perdido muchos partidos debido a una pobre producción de goles, es al técnico que le llaman la atención, porque es el responsable de la productividad. Algo similar ocurre en las organizaciones empresariales

Por último, yo necesito de mi paga y usted necesita de mi trabajo. Tráteme como persona, promueva una cultura empresarial de confianza y respeto para todos para conseguir la productividad que usted espera, piense en mis necesidades y yo pensaré en las suyas y en las de nuestros clientes. Lea, capacítese, viaje, aprenda a aprender y a desaprender, innove, mejore continuamente, llénese de conocimiento para una mejor toma de decisiones y tendremos empresa para largo tiempo.

Uno de sus fieles empleados.

Vanessa

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maria Fer

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IEPAJBLS.J 

Yo se que usted necesita mi trabajo; quiere que sea eficiente y creativo, diligente, puntual, leal, honrado, cooperativo, integro y con mucha iniciativa. Pero, ¿Alguna vez se ha puesto a pensar que tengo necesidades muy similares a las suyas? ¿Por qué no hacemos un trato? Si usted me da lo que yo necesito, yo le daré lo que usted necesita, pero, a veces me da la impresión que para usted soy apenas una pieza de repuesto, una máquina más a la que en lugar de darle mantenimiento le paga un salario con regularidad. La gerencia moderna destaca la influencia de la motivación del personal en la productividad de la empresa y yo quisiera que usted tomara cuenta de eso. Mi autorealización en el trabajo y la eficiencia son consecuencias de las políticas que usted promueve y la gerencia media ejecuta.

 Para mi es importante que haya una atmósfera amistosa y de buena voluntad en el trabajo, sin gritos ni improperios que me hagan sentir poca cosa. Es importante saber que usted me apoya, que le agrado como persona, que me trata como ser humano, que me da reconocimiento cuando hago algo extraordinario, así que no me critique ni regañe, mucho menos insulte enfrente de los demás. En privado hasta le pondría más atención y pudiera disculparme si algo censurable hice.

También le sugiero que no me amenace a cada rato que me va a correr; eso me humilla y me quita el poco amor propio que me queda. El método “te vas o  mejoras” no funciona. Por otro lado es importante que confíe en mí; que no premie a los supervisores que son duros conmigo y me tratan con bastante indiferencia,  distorsionando, a veces, mi verdad ante usted. Nosotros los empleados solo reaccionamos al  trato que se nos da. Por eso no encuentro lógico que con frecuencia comente que los empleados somos eficientes sólo si nos tratan mal. Si así fuera, nuestro país sería uno de los más productivos del planeta, pero ocurre lo contrario. Estoy hecho del mismo material que usted y nos motivan las mismas cosas; la diferencia solo es de grado. Cuando usted me hace sentir más capaz de lo que soy, hago las cosas mejor de lo que puedo hacerlas. El Efecto Pigmalión en toda su llana expresión.

No es bueno tener un jefe lejano, por lo que le sugiero que de vez en cuando llegue a mi lugar de trabajo “como uno más de mis compañeros”,  platique en un ambiente informal con todos nosotros y nos haga saber que somos importantes para su empresa. Acérquese al comedor y coma con nosotros. Queremos ver de cerca y sin temor al líder que dirige la empresa.

Escuche de buen grado ciertas cosas que quisiéramos decirle sin que le quiten o le pongan los aduladores que le rodean y le que dicen lo que a ellos les conviene o sólo lo que usted

quiere oír. Es importante que usted esté bien informado porque el conocimiento y la información son la base de la buena toma de decisiones

Permítame la oportunidad de mejorar siempre, capacíteme constantemente para poder hacer mejor las cosas que ya estoy haciendo bien. Pida mi opinión de vez en cuando sobre las cosas que son de mi competencia, escuche mis sugerencias.  En mis labores soy un experto y se como se pueden mejorar los procesos en mi trabajo y reducir costos. Eso me dará la sensación de importancia que todo ser humano necesita y todos saldremos ganando. Si hace esto, cuando usted vaya a implantar sus decisiones, haremos las cosas con más ganas y más rápido.

En general creo que todo el negocio iría mejor si usted me tratara con dignidad y respeto, si me considerara como persona, con mis cualidades y defecto, anhelos y esperanzas. Los problemas que hemos enfrentado han tenido su origen en algunas discrepancias respecto a mis necesidades superiores. Piense en mi cuando las cosas vayan bien para la empresa, cuando haya ganancias. No olvide alguna compensación para los que la han hecho posible. Recuerde que conducta que no se refuerza, se extingue. Cuando las cosas andan mal nos damos cuenta rápidamente por que se recortan algunas prestaciones y se anuncian despidos, pero cuando las cosas andan bien para el negocio, no sentimos el mismo ruido. Debido a este desbalance, cuando su cuenta bancaria crece debido a nuestro trabajo, los que hemos contribuido a ella nos sentimos como el caballo cuando premian al jinete. Nosotros somos sus socios, aunque usted no lo entienda así.

Señor empresario: págueme un salario decoroso, ¿Cómo puede exigirme que trabaje al máximo si me paga el mínimo? ¿Cómo puedo tener un nivel de vida decoroso con un salario escaso y con pocas posibilidades de incremento? Empatía, señor empresario; póngase en mis zapatos. Los buenos salarios aumentan la demanda interna y dinamizan la economía, de tal manera que todos salimos ganando.

Obviamente no solo el dinero es el gran motivador, pero mientras mis necesidades básicas no están cubiertas, mis otras necesidades pueden esperar. Y no me diga que solo me va aumentar salario cuando suba la productividad de la empresa. Esta no depende de mí, dependen del líder gerencial. Cuando un equipo de fútbol ha perdido muchos partidos debido a una pobre producción de goles, es al técnico que le llaman la atención, porque es el responsable de la productividad. Algo similar ocurre en las organizaciones empresariales

Por último, yo necesito de mi paga y usted necesita de mi trabajo. Tráteme como persona, promueva una cultura empresarial de confianza y respeto para todos para conseguir la productividad que usted espera, piense en mis necesidades y yo pensaré en las suyas y en las de nuestros clientes. Lea, capacítese, viaje, aprenda a aprender y a desaprender, innove, mejore continuamente, llénese de conocimiento para una mejor toma de decisiones y tendremos empresa para largo tiempo.

Uno de sus fieles empleados.

maria Fer

estudiante

IEPAJBLS.J

Lina

38541365

estudiante

IEPAJBLS.J 

Yo se que usted necesita mi trabajo; quiere que sea eficiente y creativo, diligente, puntual, leal, honrado, cooperativo, integro y con mucha iniciativa. Pero, ¿Alguna vez se ha puesto a pensar que tengo necesidades muy similares a las suyas? ¿Por qué no hacemos un trato? Si usted me da lo que yo necesito, yo le daré lo que usted necesita, pero, a veces me da la impresión que para usted soy apenas una pieza de repuesto, una máquina más a la que en lugar de darle mantenimiento le paga un salario con regularidad. La gerencia moderna destaca la influencia de la motivación del personal en la productividad de la empresa y yo quisiera que usted tomara cuenta de eso. Mi autorealización en el trabajo y la eficiencia son consecuencias de las políticas que usted promueve y la gerencia media ejecuta.

 Para mi es importante que haya una atmósfera amistosa y de buena voluntad en el trabajo, sin gritos ni improperios que me hagan sentir poca cosa. Es importante saber que usted me apoya, que le agrado como persona, que me trata como ser humano, que me da reconocimiento cuando hago algo extraordinario, así que no me critique ni regañe, mucho menos insulte enfrente de los demás. En privado hasta le pondría más atención y pudiera disculparme si algo censurable hice.

También le sugiero que no me amenace a cada rato que me va a correr; eso me humilla y me quita el poco amor propio que me queda. El método “te vas o  mejoras” no funciona. Por otro lado es importante que confíe en mí; que no premie a los supervisores que son duros conmigo y me tratan con bastante indiferencia,  distorsionando, a veces, mi verdad ante usted. Nosotros los empleados solo reaccionamos al  trato que se nos da. Por eso no encuentro lógico que con frecuencia comente que los empleados somos eficientes sólo si nos tratan mal. Si así fuera, nuestro país sería uno de los más productivos del planeta, pero ocurre lo contrario. Estoy hecho del mismo material que usted y nos motivan las mismas cosas; la diferencia solo es de grado. Cuando usted me hace sentir más capaz de lo que soy, hago las cosas mejor de lo que puedo hacerlas. El Efecto Pigmalión en toda su llana expresión.

No es bueno tener un jefe lejano, por lo que le sugiero que de vez en cuando llegue a mi lugar de trabajo “como uno más de mis compañeros”,  platique en un ambiente informal con todos nosotros y nos haga saber que somos importantes para su empresa. Acérquese al comedor y coma con nosotros. Queremos ver de cerca y sin temor al líder que dirige la empresa.

Escuche de buen grado ciertas cosas que quisiéramos decirle sin que le quiten o le pongan los aduladores que le rodean y le que dicen lo que a ellos les conviene o sólo lo que usted

quiere oír. Es importante que usted esté bien informado porque el conocimiento y la información son la base de la buena toma de decisiones

Permítame la oportunidad de mejorar siempre, capacíteme constantemente para poder hacer mejor las cosas que ya estoy haciendo bien. Pida mi opinión de vez en cuando sobre las cosas que son de mi competencia, escuche mis sugerencias.  En mis labores soy un experto y se como se pueden mejorar los procesos en mi trabajo y reducir costos. Eso me dará la sensación de importancia que todo ser humano necesita y todos saldremos ganando. Si hace esto, cuando usted vaya a implantar sus decisiones, haremos las cosas con más ganas y más rápido.

En general creo que todo el negocio iría mejor si usted me tratara con dignidad y respeto, si me considerara como persona, con mis cualidades y defecto, anhelos y esperanzas. Los problemas que hemos enfrentado han tenido su origen en algunas discrepancias respecto a mis necesidades superiores. Piense en mi cuando las cosas vayan bien para la empresa, cuando haya ganancias. No olvide alguna compensación para los que la han hecho posible. Recuerde que conducta que no se refuerza, se extingue. Cuando las cosas andan mal nos damos cuenta rápidamente por que se recortan algunas prestaciones y se anuncian despidos, pero cuando las cosas andan bien para el negocio, no sentimos el mismo ruido. Debido a este desbalance, cuando su cuenta bancaria crece debido a nuestro trabajo, los que hemos contribuido a ella nos sentimos como el caballo cuando premian al jinete. Nosotros somos sus socios, aunque usted no lo entienda así.

Señor empresario: págueme un salario decoroso, ¿Cómo puede exigirme que trabaje al máximo si me paga el mínimo? ¿Cómo puedo tener un nivel de vida decoroso con un salario escaso y con pocas posibilidades de incremento? Empatía, señor empresario; póngase en mis zapatos. Los buenos salarios aumentan la demanda interna y dinamizan la economía, de tal manera que todos salimos ganando.

Obviamente no solo el dinero es el gran motivador, pero mientras mis necesidades básicas no están cubiertas, mis otras necesidades pueden esperar. Y no me diga que solo me va aumentar salario cuando suba la productividad de la empresa. Esta no depende de mí, dependen del líder gerencial. Cuando un equipo de fútbol ha perdido muchos partidos debido a una pobre producción de goles, es al técnico que le llaman la atención, porque es el responsable de la productividad. Algo similar ocurre en las organizaciones empresariales

Por último, yo necesito de mi paga y usted necesita de mi trabajo. Tráteme como persona, promueva una cultura empresarial de confianza y respeto para todos para conseguir la productividad que usted espera, piense en mis necesidades y yo pensaré en las suyas y en las de nuestros clientes. Lea, capacítese, viaje, aprenda a aprender y a desaprender, innove, mejore continuamente, llénese de conocimiento para una mejor toma de decisiones y tendremos empresa para largo tiempo.

Uno de sus fieles empleados.

Lina

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Jefreson

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Yo se que usted necesita mi trabajo; quiere que sea eficiente y creativo, diligente, puntual, leal, honrado, cooperativo, integro y con mucha iniciativa. Pero, ¿Alguna vez se ha puesto a pensar que tengo necesidades muy similares a las suyas? ¿Por qué no hacemos un trato? Si usted me da lo que yo necesito, yo le daré lo que usted necesita, pero, a veces me da la impresión que para usted soy apenas una pieza de repuesto, una máquina más a la que en lugar de darle mantenimiento le paga un salario con regularidad. La gerencia moderna destaca la influencia de la motivación del personal en la productividad de la empresa y yo quisiera que usted tomara cuenta de eso. Mi autorealización en el trabajo y la eficiencia son consecuencias de las políticas que usted promueve y la gerencia media ejecuta.

 Para mi es importante que haya una atmósfera amistosa y de buena voluntad en el trabajo, sin gritos ni improperios que me hagan sentir poca cosa. Es importante saber que usted me apoya, que le agrado como persona, que me trata como ser humano, que me da reconocimiento cuando hago algo extraordinario, así que no me critique ni regañe, mucho menos insulte enfrente de los demás. En privado hasta le pondría más atención y pudiera disculparme si algo censurable hice.

También le sugiero que no me amenace a cada rato que me va a correr; eso me humilla y me quita el poco amor propio que me queda. El método “te vas o  mejoras” no funciona. Por otro lado es importante que confíe en mí; que no premie a los supervisores que son duros conmigo y me tratan con bastante indiferencia,  distorsionando, a veces, mi verdad ante usted. Nosotros los empleados solo reaccionamos al  trato que se nos da. Por eso no encuentro lógico que con frecuencia comente que los empleados somos eficientes sólo si nos tratan mal. Si así fuera, nuestro país sería uno de los más productivos del planeta, pero ocurre lo contrario. Estoy hecho del mismo material que usted y nos motivan las mismas cosas; la diferencia solo es de grado. Cuando usted me hace sentir más capaz de lo que soy, hago las cosas mejor de lo que puedo hacerlas. El Efecto Pigmalión en toda su llana expresión.

No es bueno tener un jefe lejano, por lo que le sugiero que de vez en cuando llegue a mi lugar de trabajo “como uno más de mis compañeros”,  platique en un ambiente informal con todos nosotros y nos haga saber que somos importantes para su empresa. Acérquese al comedor y coma con nosotros. Queremos ver de cerca y sin temor al líder que dirige la empresa.

Escuche de buen grado ciertas cosas que quisiéramos decirle sin que le quiten o le pongan los aduladores que le rodean y le que dicen lo que a ellos les conviene o sólo lo que usted

quiere oír. Es importante que usted esté bien informado porque el conocimiento y la información son la base de la buena toma de decisiones

Permítame la oportunidad de mejorar siempre, capacíteme constantemente para poder hacer mejor las cosas que ya estoy haciendo bien. Pida mi opinión de vez en cuando sobre las cosas que son de mi competencia, escuche mis sugerencias.  En mis labores soy un experto y se como se pueden mejorar los procesos en mi trabajo y reducir costos. Eso me dará la sensación de importancia que todo ser humano necesita y todos saldremos ganando. Si hace esto, cuando usted vaya a implantar sus decisiones, haremos las cosas con más ganas y más rápido.

En general creo que todo el negocio iría mejor si usted me tratara con dignidad y respeto, si me considerara como persona, con mis cualidades y defecto, anhelos y esperanzas. Los problemas que hemos enfrentado han tenido su origen en algunas discrepancias respecto a mis necesidades superiores. Piense en mi cuando las cosas vayan bien para la empresa, cuando haya ganancias. No olvide alguna compensación para los que la han hecho posible. Recuerde que conducta que no se refuerza, se extingue. Cuando las cosas andan mal nos damos cuenta rápidamente por que se recortan algunas prestaciones y se anuncian despidos, pero cuando las cosas andan bien para el negocio, no sentimos el mismo ruido. Debido a este desbalance, cuando su cuenta bancaria crece debido a nuestro trabajo, los que hemos contribuido a ella nos sentimos como el caballo cuando premian al jinete. Nosotros somos sus socios, aunque usted no lo entienda así.

Señor empresario: págueme un salario decoroso, ¿Cómo puede exigirme que trabaje al máximo si me paga el mínimo? ¿Cómo puedo tener un nivel de vida decoroso con un salario escaso y con pocas posibilidades de incremento? Empatía, señor empresario; póngase en mis zapatos. Los buenos salarios aumentan la demanda interna y dinamizan la economía, de tal manera que todos salimos ganando.

Obviamente no solo el dinero es el gran motivador, pero mientras mis necesidades básicas no están cubiertas, mis otras necesidades pueden esperar. Y no me diga que solo me va aumentar salario cuando suba la productividad de la empresa. Esta no depende de mí, dependen del líder gerencial. Cuando un equipo de fútbol ha perdido muchos partidos debido a una pobre producción de goles, es al técnico que le llaman la atención, porque es el responsable de la productividad. Algo similar ocurre en las organizaciones empresariales

Por último, yo necesito de mi paga y usted necesita de mi trabajo. Tráteme como persona, promueva una cultura empresarial de confianza y respeto para todos para conseguir la productividad que usted espera, piense en mis necesidades y yo pensaré en las suyas y en las de nuestros clientes. Lea, capacítese, viaje, aprenda a aprender y a desaprender, innove, mejore continuamente, llénese de conocimiento para una mejor toma de decisiones y tendremos empresa para largo tiempo.

Uno de sus fieles empleados.

Jefreson

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Brahian Usme

6456169

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Yo se que usted necesita mi trabajo; quiere que sea eficiente y creativo, diligente, puntual, leal, honrado, cooperativo, integro y con mucha iniciativa. Pero, ¿Alguna vez se ha puesto a pensar que tengo necesidades muy similares a las suyas? ¿Por qué no hacemos un trato? Si usted me da lo que yo necesito, yo le daré lo que usted necesita, pero, a veces me da la impresión que para usted soy apenas una pieza de repuesto, una máquina más a la que en lugar de darle mantenimiento le paga un salario con regularidad. La gerencia moderna destaca la influencia de la motivación del personal en la productividad de la empresa y yo quisiera que usted tomara cuenta de eso. Mi autorealización en el trabajo y la eficiencia son consecuencias de las políticas que usted promueve y la gerencia media ejecuta.

 Para mi es importante que haya una atmósfera amistosa y de buena voluntad en el trabajo, sin gritos ni improperios que me hagan sentir poca cosa. Es importante saber que usted me apoya, que le agrado como persona, que me trata como ser humano, que me da reconocimiento cuando hago algo extraordinario, así que no me critique ni regañe, mucho menos insulte enfrente de los demás. En privado hasta le pondría más atención y pudiera disculparme si algo censurable hice.

También le sugiero que no me amenace a cada rato que me va a correr; eso me humilla y me quita el poco amor propio que me queda. El método “te vas o  mejoras” no funciona. Por otro lado es importante que confíe en mí; que no premie a los supervisores que son duros conmigo y me tratan con bastante indiferencia,  distorsionando, a veces, mi verdad ante usted. Nosotros los empleados solo reaccionamos al  trato que se nos da. Por eso no encuentro lógico que con frecuencia comente que los empleados somos eficientes sólo si nos tratan mal. Si así fuera, nuestro país sería uno de los más productivos del planeta, pero ocurre lo contrario. Estoy hecho del mismo material que usted y nos motivan las mismas cosas; la diferencia solo es de grado. Cuando usted me hace sentir más capaz de lo que soy, hago las cosas mejor de lo que puedo hacerlas. El Efecto Pigmalión en toda su llana expresión.

No es bueno tener un jefe lejano, por lo que le sugiero que de vez en cuando llegue a mi lugar de trabajo “como uno más de mis compañeros”,  platique en un ambiente informal con todos nosotros y nos haga saber que somos importantes para su empresa. Acérquese al comedor y coma con nosotros. Queremos ver de cerca y sin temor al líder que dirige la empresa.

Escuche de buen grado ciertas cosas que quisiéramos decirle sin que le quiten o le pongan los aduladores que le rodean y le que dicen lo que a ellos les conviene o sólo lo que usted

quiere oír. Es importante que usted esté bien informado porque el conocimiento y la información son la base de la buena toma de decisiones

Permítame la oportunidad de mejorar siempre, capacíteme constantemente para poder hacer mejor las cosas que ya estoy haciendo bien. Pida mi opinión de vez en cuando sobre las cosas que son de mi competencia, escuche mis sugerencias.  En mis labores soy un experto y se como se pueden mejorar los procesos en mi trabajo y reducir costos. Eso me dará la sensación de importancia que todo ser humano necesita y todos saldremos ganando. Si hace esto, cuando usted vaya a implantar sus decisiones, haremos las cosas con más ganas y más rápido.

En general creo que todo el negocio iría mejor si usted me tratara con dignidad y respeto, si me considerara como persona, con mis cualidades y defecto, anhelos y esperanzas. Los problemas que hemos enfrentado han tenido su origen en algunas discrepancias respecto a mis necesidades superiores. Piense en mi cuando las cosas vayan bien para la empresa, cuando haya ganancias. No olvide alguna compensación para los que la han hecho posible. Recuerde que conducta que no se refuerza, se extingue. Cuando las cosas andan mal nos damos cuenta rápidamente por que se recortan algunas prestaciones y se anuncian despidos, pero cuando las cosas andan bien para el negocio, no sentimos el mismo ruido. Debido a este desbalance, cuando su cuenta bancaria crece debido a nuestro trabajo, los que hemos contribuido a ella nos sentimos como el caballo cuando premian al jinete. Nosotros somos sus socios, aunque usted no lo entienda así.

Señor empresario: págueme un salario decoroso, ¿Cómo puede exigirme que trabaje al máximo si me paga el mínimo? ¿Cómo puedo tener un nivel de vida decoroso con un salario escaso y con pocas posibilidades de incremento? Empatía, señor empresario; póngase en mis zapatos. Los buenos salarios aumentan la demanda interna y dinamizan la economía, de tal manera que todos salimos ganando.

Obviamente no solo el dinero es el gran motivador, pero mientras mis necesidades básicas no están cubiertas, mis otras necesidades pueden esperar. Y no me diga que solo me va aumentar salario cuando suba la productividad de la empresa. Esta no depende de mí, dependen del líder gerencial. Cuando un equipo de fútbol ha perdido muchos partidos debido a una pobre producción de goles, es al técnico que le llaman la atención, porque es el responsable de la productividad. Algo similar ocurre en las organizaciones empresariales

Por último, yo necesito de mi paga y usted necesita de mi trabajo. Tráteme como persona, promueva una cultura empresarial de confianza y respeto para todos para conseguir la productividad que usted espera, piense en mis necesidades y yo pensaré en las suyas y en las de nuestros clientes. Lea, capacítese, viaje, aprenda a aprender y a desaprender, innove, mejore continuamente, llénese de conocimiento para una mejor toma de decisiones y tendremos empresa para largo tiempo.

Uno de sus fieles empleados.

Brahian Usme

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Manuela

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Yo se que usted necesita mi trabajo; quiere que sea eficiente y creativo, diligente, puntual, leal, honrado, cooperativo, integro y con mucha iniciativa. Pero, ¿Alguna vez se ha puesto a pensar que tengo necesidades muy similares a las suyas? ¿Por qué no hacemos un trato? Si usted me da lo que yo necesito, yo le daré lo que usted necesita, pero, a veces me da la impresión que para usted soy apenas una pieza de repuesto, una máquina más a la que en lugar de darle mantenimiento le paga un salario con regularidad. La gerencia moderna destaca la influencia de la motivación del personal en la productividad de la empresa y yo quisiera que usted tomara cuenta de eso. Mi autorealización en el trabajo y la eficiencia son consecuencias de las políticas que usted promueve y la gerencia media ejecuta.

 Para mi es importante que haya una atmósfera amistosa y de buena voluntad en el trabajo, sin gritos ni improperios que me hagan sentir poca cosa. Es importante saber que usted me apoya, que le agrado como persona, que me trata como ser humano, que me da reconocimiento cuando hago algo extraordinario, así que no me critique ni regañe, mucho menos insulte enfrente de los demás. En privado hasta le pondría más atención y pudiera disculparme si algo censurable hice.

También le sugiero que no me amenace a cada rato que me va a correr; eso me humilla y me quita el poco amor propio que me queda. El método “te vas o  mejoras” no funciona. Por otro lado es importante que confíe en mí; que no premie a los supervisores que son duros conmigo y me tratan con bastante indiferencia,  distorsionando, a veces, mi verdad ante usted. Nosotros los empleados solo reaccionamos al  trato que se nos da. Por eso no encuentro lógico que con frecuencia comente que los empleados somos eficientes sólo si nos tratan mal. Si así fuera, nuestro país sería uno de los más productivos del planeta, pero ocurre lo contrario. Estoy hecho del mismo material que usted y nos motivan las mismas cosas; la diferencia solo es de grado. Cuando usted me hace sentir más capaz de lo que soy, hago las cosas mejor de lo que puedo hacerlas. El Efecto Pigmalión en toda su llana expresión.

No es bueno tener un jefe lejano, por lo que le sugiero que de vez en cuando llegue a mi lugar de trabajo “como uno más de mis compañeros”,  platique en un ambiente informal con todos nosotros y nos haga saber que somos importantes para su empresa. Acérquese al comedor y coma con nosotros. Queremos ver de cerca y sin temor al líder que dirige la empresa.

Escuche de buen grado ciertas cosas que quisiéramos decirle sin que le quiten o le pongan los aduladores que le rodean y le que dicen lo que a ellos les conviene o sólo lo que usted

quiere oír. Es importante que usted esté bien informado porque el conocimiento y la información son la base de la buena toma de decisiones

Permítame la oportunidad de mejorar siempre, capacíteme constantemente para poder hacer mejor las cosas que ya estoy haciendo bien. Pida mi opinión de vez en cuando sobre las cosas que son de mi competencia, escuche mis sugerencias.  En mis labores soy un experto y se como se pueden mejorar los procesos en mi trabajo y reducir costos. Eso me dará la sensación de importancia que todo ser humano necesita y todos saldremos ganando. Si hace esto, cuando usted vaya a implantar sus decisiones, haremos las cosas con más ganas y más rápido.

En general creo que todo el negocio iría mejor si usted me tratara con dignidad y respeto, si me considerara como persona, con mis cualidades y defecto, anhelos y esperanzas. Los problemas que hemos enfrentado han tenido su origen en algunas discrepancias respecto a mis necesidades superiores. Piense en mi cuando las cosas vayan bien para la empresa, cuando haya ganancias. No olvide alguna compensación para los que la han hecho posible. Recuerde que conducta que no se refuerza, se extingue. Cuando las cosas andan mal nos damos cuenta rápidamente por que se recortan algunas prestaciones y se anuncian despidos, pero cuando las cosas andan bien para el negocio, no sentimos el mismo ruido. Debido a este desbalance, cuando su cuenta bancaria crece debido a nuestro trabajo, los que hemos contribuido a ella nos sentimos como el caballo cuando premian al jinete. Nosotros somos sus socios, aunque usted no lo entienda así.

Señor empresario: págueme un salario decoroso, ¿Cómo puede exigirme que trabaje al máximo si me paga el mínimo? ¿Cómo puedo tener un nivel de vida decoroso con un salario escaso y con pocas posibilidades de incremento? Empatía, señor empresario; póngase en mis zapatos. Los buenos salarios aumentan la demanda interna y dinamizan la economía, de tal manera que todos salimos ganando.

Obviamente no solo el dinero es el gran motivador, pero mientras mis necesidades básicas no están cubiertas, mis otras necesidades pueden esperar. Y no me diga que solo me va aumentar salario cuando suba la productividad de la empresa. Esta no depende de mí, dependen del líder gerencial. Cuando un equipo de fútbol ha perdido muchos partidos debido a una pobre producción de goles, es al técnico que le llaman la atención, porque es el responsable de la productividad. Algo similar ocurre en las organizaciones empresariales

Por último, yo necesito de mi paga y usted necesita de mi trabajo. Tráteme como persona, promueva una cultura empresarial de confianza y respeto para todos para conseguir la productividad que usted espera, piense en mis necesidades y yo pensaré en las suyas y en las de nuestros clientes. Lea, capacítese, viaje, aprenda a aprender y a desaprender, innove, mejore continuamente, llénese de conocimiento para una mejor toma de decisiones y tendremos empresa para largo tiempo.

Uno de sus fieles empleados.

Manuela

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Marianella

659625

estudiante

IEPAJBLS.J 

Yo se que usted necesita mi trabajo; quiere que sea eficiente y creativo, diligente, puntual, leal, honrado, cooperativo, integro y con mucha iniciativa. Pero, ¿Alguna vez se ha puesto a pensar que tengo necesidades muy similares a las suyas? ¿Por qué no hacemos un trato? Si usted me da lo que yo necesito, yo le daré lo que usted necesita, pero, a veces me da la impresión que para usted soy apenas una pieza de repuesto, una máquina más a la que en lugar de darle mantenimiento le paga un salario con regularidad. La gerencia moderna destaca la influencia de la motivación del personal en la productividad de la empresa y yo quisiera que usted tomara cuenta de eso. Mi autorealización en el trabajo y la eficiencia son consecuencias de las políticas que usted promueve y la gerencia media ejecuta.

 Para mi es importante que haya una atmósfera amistosa y de buena voluntad en el trabajo, sin gritos ni improperios que me hagan sentir poca cosa. Es importante saber que usted me apoya, que le agrado como persona, que me trata como ser humano, que me da reconocimiento cuando hago algo extraordinario, así que no me critique ni regañe, mucho menos insulte enfrente de los demás. En privado hasta le pondría más atención y pudiera disculparme si algo censurable hice.

También le sugiero que no me amenace a cada rato que me va a correr; eso me humilla y me quita el poco amor propio que me queda. El método “te vas o  mejoras” no funciona. Por otro lado es importante que confíe en mí; que no premie a los supervisores que son duros conmigo y me tratan con bastante indiferencia,  distorsionando, a veces, mi verdad ante usted. Nosotros los empleados solo reaccionamos al  trato que se nos da. Por eso no encuentro lógico que con frecuencia comente que los empleados somos eficientes sólo si nos tratan mal. Si así fuera, nuestro país sería uno de los más productivos del planeta, pero ocurre lo contrario. Estoy hecho del mismo material que usted y nos motivan las mismas cosas; la diferencia solo es de grado. Cuando usted me hace sentir más capaz de lo que soy, hago las cosas mejor de lo que puedo hacerlas. El Efecto Pigmalión en toda su llana expresión.

No es bueno tener un jefe lejano, por lo que le sugiero que de vez en cuando llegue a mi lugar de trabajo “como uno más de mis compañeros”,  platique en un ambiente informal con todos nosotros y nos haga saber que somos importantes para su empresa. Acérquese al comedor y coma con nosotros. Queremos ver de cerca y sin temor al líder que dirige la empresa.

Escuche de buen grado ciertas cosas que quisiéramos decirle sin que le quiten o le pongan los aduladores que le rodean y le que dicen lo que a ellos les conviene o sólo lo que usted

quiere oír. Es importante que usted esté bien informado porque el conocimiento y la información son la base de la buena toma de decisiones

Permítame la oportunidad de mejorar siempre, capacíteme constantemente para poder hacer mejor las cosas que ya estoy haciendo bien. Pida mi opinión de vez en cuando sobre las cosas que son de mi competencia, escuche mis sugerencias.  En mis labores soy un experto y se como se pueden mejorar los procesos en mi trabajo y reducir costos. Eso me dará la sensación de importancia que todo ser humano necesita y todos saldremos ganando. Si hace esto, cuando usted vaya a implantar sus decisiones, haremos las cosas con más ganas y más rápido.

En general creo que todo el negocio iría mejor si usted me tratara con dignidad y respeto, si me considerara como persona, con mis cualidades y defecto, anhelos y esperanzas. Los problemas que hemos enfrentado han tenido su origen en algunas discrepancias respecto a mis necesidades superiores. Piense en mi cuando las cosas vayan bien para la empresa, cuando haya ganancias. No olvide alguna compensación para los que la han hecho posible. Recuerde que conducta que no se refuerza, se extingue. Cuando las cosas andan mal nos damos cuenta rápidamente por que se recortan algunas prestaciones y se anuncian despidos, pero cuando las cosas andan bien para el negocio, no sentimos el mismo ruido. Debido a este desbalance, cuando su cuenta bancaria crece debido a nuestro trabajo, los que hemos contribuido a ella nos sentimos como el caballo cuando premian al jinete. Nosotros somos sus socios, aunque usted no lo entienda así.

Señor empresario: págueme un salario decoroso, ¿Cómo puede exigirme que trabaje al máximo si me paga el mínimo? ¿Cómo puedo tener un nivel de vida decoroso con un salario escaso y con pocas posibilidades de incremento? Empatía, señor empresario; póngase en mis zapatos. Los buenos salarios aumentan la demanda interna y dinamizan la economía, de tal manera que todos salimos ganando.

Obviamente no solo el dinero es el gran motivador, pero mientras mis necesidades básicas no están cubiertas, mis otras necesidades pueden esperar. Y no me diga que solo me va aumentar salario cuando suba la productividad de la empresa. Esta no depende de mí, dependen del líder gerencial. Cuando un equipo de fútbol ha perdido muchos partidos debido a una pobre producción de goles, es al técnico que le llaman la atención, porque es el responsable de la productividad. Algo similar ocurre en las organizaciones empresariales

Por último, yo necesito de mi paga y usted necesita de mi trabajo. Tráteme como persona, promueva una cultura empresarial de confianza y respeto para todos para conseguir la productividad que usted espera, piense en mis necesidades y yo pensaré en las suyas y en las de nuestros clientes. Lea, capacítese, viaje, aprenda a aprender y a desaprender, innove, mejore continuamente, llénese de conocimiento para una mejor toma de decisiones y tendremos empresa para largo tiempo.

Uno de sus fieles empleados.

Marianella

estudiante

IEPAJBLS.J

Catalina

65491

estudiante

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Yo se que usted necesita mi trabajo; quiere que sea eficiente y creativo, diligente, puntual, leal, honrado, cooperativo, integro y con mucha iniciativa. Pero, ¿Alguna vez se ha puesto a pensar que tengo necesidades muy similares a las suyas? ¿Por qué no hacemos un trato? Si usted me da lo que yo necesito, yo le daré lo que usted necesita, pero, a veces me da la impresión que para usted soy apenas una pieza de repuesto, una máquina más a la que en lugar de darle mantenimiento le paga un salario con regularidad. La gerencia moderna destaca la influencia de la motivación del personal en la productividad de la empresa y yo quisiera que usted tomara cuenta de eso. Mi autorealización en el trabajo y la eficiencia son consecuencias de las políticas que usted promueve y la gerencia media ejecuta.

 Para mi es importante que haya una atmósfera amistosa y de buena voluntad en el trabajo, sin gritos ni improperios que me hagan sentir poca cosa. Es importante saber que usted me apoya, que le agrado como persona, que me trata como ser humano, que me da reconocimiento cuando hago algo extraordinario, así que no me critique ni regañe, mucho menos insulte enfrente de los demás. En privado hasta le pondría más atención y pudiera disculparme si algo censurable hice.

También le sugiero que no me amenace a cada rato que me va a correr; eso me humilla y me quita el poco amor propio que me queda. El método “te vas o  mejoras” no funciona. Por otro lado es importante que confíe en mí; que no premie a los supervisores que son duros conmigo y me tratan con bastante indiferencia,  distorsionando, a veces, mi verdad ante usted. Nosotros los empleados solo reaccionamos al  trato que se nos da. Por eso no encuentro lógico que con frecuencia comente que los empleados somos eficientes sólo si nos tratan mal. Si así fuera, nuestro país sería uno de los más productivos del planeta, pero ocurre lo contrario. Estoy hecho del mismo material que usted y nos motivan las mismas cosas; la diferencia solo es de grado. Cuando usted me hace sentir más capaz de lo que soy, hago las cosas mejor de lo que puedo hacerlas. El Efecto Pigmalión en toda su llana expresión.

No es bueno tener un jefe lejano, por lo que le sugiero que de vez en cuando llegue a mi lugar de trabajo “como uno más de mis compañeros”,  platique en un ambiente informal con todos nosotros y nos haga saber que somos importantes para su empresa. Acérquese al comedor y coma con nosotros. Queremos ver de cerca y sin temor al líder que dirige la empresa.

Escuche de buen grado ciertas cosas que quisiéramos decirle sin que le quiten o le pongan los aduladores que le rodean y le que dicen lo que a ellos les conviene o sólo lo que usted

quiere oír. Es importante que usted esté bien informado porque el conocimiento y la información son la base de la buena toma de decisiones

Permítame la oportunidad de mejorar siempre, capacíteme constantemente para poder hacer mejor las cosas que ya estoy haciendo bien. Pida mi opinión de vez en cuando sobre las cosas que son de mi competencia, escuche mis sugerencias.  En mis labores soy un experto y se como se pueden mejorar los procesos en mi trabajo y reducir costos. Eso me dará la sensación de importancia que todo ser humano necesita y todos saldremos ganando. Si hace esto, cuando usted vaya a implantar sus decisiones, haremos las cosas con más ganas y más rápido.

En general creo que todo el negocio iría mejor si usted me tratara con dignidad y respeto, si me considerara como persona, con mis cualidades y defecto, anhelos y esperanzas. Los problemas que hemos enfrentado han tenido su origen en algunas discrepancias respecto a mis necesidades superiores. Piense en mi cuando las cosas vayan bien para la empresa, cuando haya ganancias. No olvide alguna compensación para los que la han hecho posible. Recuerde que conducta que no se refuerza, se extingue. Cuando las cosas andan mal nos damos cuenta rápidamente por que se recortan algunas prestaciones y se anuncian despidos, pero cuando las cosas andan bien para el negocio, no sentimos el mismo ruido. Debido a este desbalance, cuando su cuenta bancaria crece debido a nuestro trabajo, los que hemos contribuido a ella nos sentimos como el caballo cuando premian al jinete. Nosotros somos sus socios, aunque usted no lo entienda así.

Señor empresario: págueme un salario decoroso, ¿Cómo puede exigirme que trabaje al máximo si me paga el mínimo? ¿Cómo puedo tener un nivel de vida decoroso con un salario escaso y con pocas posibilidades de incremento? Empatía, señor empresario; póngase en mis zapatos. Los buenos salarios aumentan la demanda interna y dinamizan la economía, de tal manera que todos salimos ganando.

Obviamente no solo el dinero es el gran motivador, pero mientras mis necesidades básicas no están cubiertas, mis otras necesidades pueden esperar. Y no me diga que solo me va aumentar salario cuando suba la productividad de la empresa. Esta no depende de mí, dependen del líder gerencial. Cuando un equipo de fútbol ha perdido muchos partidos debido a una pobre producción de goles, es al técnico que le llaman la atención, porque es el responsable de la productividad. Algo similar ocurre en las organizaciones empresariales

Por último, yo necesito de mi paga y usted necesita de mi trabajo. Tráteme como persona, promueva una cultura empresarial de confianza y respeto para todos para conseguir la productividad que usted espera, piense en mis necesidades y yo pensaré en las suyas y en las de nuestros clientes. Lea, capacítese, viaje, aprenda a aprender y a desaprender, innove, mejore continuamente, llénese de conocimiento para una mejor toma de decisiones y tendremos empresa para largo tiempo.

Uno de sus fieles empleados.

Catalina

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