carta de simón katón

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Buenos Aires, 12-13 de Agosto de 2013. Parientes y amigos en las distintas geografías: Después de un afectuoso saludo, convoyado con el deseo de unas saludables y descansadas vacaciones estivales, para los del Hemisferio Norte, paso a recordar vivencias a partir del 18 de Julio de 1936, con 07 años cumplidos, fecha del “golpe militar”, luego devenido en la mal llamada Guerra Civil española, 1936-39, con la recepción de un artículo de la Opinión de Zamora del 31-07-2013 (enviado por una amiga C.C.G, a quien agradezco), de la periodista Irene Gómez, titulado ¿Qué delito cometió mi abuelo? El artículo refiere el encarcelamiento del vecino de Nuez de Aliste. Andrés Aliste Domínguez el 08-12-1936, llevado a la prisión de Bermillo de Sayago, la orden de traslado firmada por el entonces Gobernador de Zamora, Tte. Coronel Raimundo Hernández Comes, entregado a los hordas falangistas, y fusilado con otros el 19-12-1936.Estos detalles están vinculados a las investigaciones que hizo el nieto del nombrado Andrés Aliste. Es bueno recordar, que el núcleo de falangistas que actuaron en Sayago, fueron una especie de Atilas, sanguinarios y crueles. Todavía recuerdo que mi hermano Paco, en un paseo por Zamora en mi viaje de 2004 me dijo: ”Ese viejo que pasa es el que llaman el “carnicero de Bermillo”, uno de los principales ejecutores de los fusilamientos en las paredes del cementerio de Bermillo de Sayago. Le seguían, según parece, las hordas de Toro, con los fusilamientos en los encinares del Monte la Reina. En Zamora (ciudad), en sus alrededores y muchos pueblos, tuvieron mucho que ver las conductas del funcionario de Correos, llegado a Zamora en 1935 vestido de sargento de milicias falangistas, el aragonés de origen, Gregorio Martín Mariscal, un psicópata violento y sanguinario, y el abogado Viloria, un trepador (como muchos más), que procuró hacer méritos personales ante los mandantes de turno. En Bermillo, en los paredones del cementerio (según referencias), fue fusilados mi tío Ángel Álvarez Río, medio hermano de mi madre, de 21-22 años de edad, soltero, natural de Tolilla de Aliste. En Monte la Reina en Toro, mi padrino Rafael Álvarez, primo hermano de mi abuelo Simón, de unos 40 años, vecino de Tolilla de Aliste; y los vecinos de Mellanes de Aliste, señores Rivas, padre e hijo, y creo también, el señor Nicolás Matellán, Cartero de Mellanes, Tolilla y Lober (más abajo explicaré, las causas de casi todos estos fusilamientos, por los vínculos con el Maestro de Tolilla, don Antonio González, natural de Grisuela de Aliste). ¿Quién fue el Maestro de Tolilla, natural de Grisuela de Aliste, don Antonio González? Este Maestro, era hijo de una familia de labradores típica de la comarca de Aliste, donde la economía familiar estaba signada por el minifundio y la precaria subsistencia: ”Una media de 3 a 5 vacas, para las faenas de las aradas, en yunta, tiro de los carros con sus cargas, y de la misma manera, el arrastre de los trillos en las eras; además de la cría de terneros para reemplazo y venta, y durante la cría la provisión de leche para el consumo familiar. Un rebaño de ovejas del orden de 60 animales de media, un par de cerdos para las matanzas, una burra, 10-12 gallinas con un gallo o dos; varios prados para pasto y siega de hierba, varias cortinas

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Después de leer un articulo en La Opinión de Zamora "¿Qué delito cometió mi abuelo?"

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Buenos Aires, 12-13 de Agosto de 2013.

Parientes y amigos en las distintas geografías:

Después de un afectuoso saludo, convoyado con el deseo de unas saludables y descansadas vacaciones estivales, para los del Hemisferio Norte, paso a recordar vivencias a partir del 18 de Julio de 1936, con 07 años cumplidos, fecha del “golpe militar”, luego devenido en la mal llamada Guerra Civil española, 1936-39, con la recepción de un artículo de la Opinión de Zamora del 31-07-2013 (enviado por una amiga C.C.G, a quien agradezco), de la periodista Irene Gómez,

titulado ¿Qué delito cometió mi abuelo?

El artículo refiere el encarcelamiento del vecino de Nuez de Aliste. Andrés Aliste Domínguez el 08-12-1936, llevado a la prisión de Bermillo de Sayago, la orden de traslado firmada por el entonces Gobernador de Zamora, Tte. Coronel Raimundo Hernández Comes, entregado a los hordas falangistas, y fusilado con otros el 19-12-1936.Estos detalles están vinculados a las investigaciones que hizo el nieto del nombrado Andrés Aliste.

Es bueno recordar, que el núcleo de falangistas que actuaron en Sayago, fueron una especie de Atilas, sanguinarios y crueles. Todavía recuerdo que mi hermano Paco, en un paseo por Zamora en mi viaje de 2004 me dijo: ”Ese viejo que pasa es el que llaman el “carnicero de Bermillo”, uno de los principales ejecutores de los fusilamientos en las paredes del cementerio de Bermillo de Sayago. Le seguían, según parece, las hordas de Toro, con los fusilamientos en los encinares del Monte la Reina. En Zamora (ciudad), en sus alrededores y muchos pueblos, tuvieron mucho que ver las conductas del funcionario de Correos, llegado a Zamora en 1935 vestido de sargento de milicias falangistas, el aragonés de origen, Gregorio Martín Mariscal, un psicópata violento y sanguinario, y el abogado Viloria, un trepador (como muchos más), que procuró hacer méritos personales ante los mandantes de turno.

En Bermillo, en los paredones del cementerio (según referencias), fue fusilados mi tío Ángel Álvarez Río, medio hermano de mi madre, de 21-22 años de edad, soltero, natural de Tolilla de Aliste. En Monte la Reina en Toro, mi padrino Rafael Álvarez, primo hermano de mi abuelo Simón, de unos 40 años, vecino de Tolilla de Aliste; y los vecinos de Mellanes de Aliste, señores Rivas, padre e hijo, y creo también, el señor Nicolás Matellán, Cartero de Mellanes, Tolilla y Lober (más abajo explicaré, las causas de casi todos estos fusilamientos, por los vínculos con el Maestro de Tolilla, don Antonio González, natural de Grisuela de Aliste).

¿Quién fue el Maestro de Tolilla, natural de Grisuela de Aliste, don Antonio González?

Este Maestro, era hijo de una familia de labradores típica de la comarca de Aliste, donde la economía familiar estaba signada por el minifundio y la precaria subsistencia: ”Una media de 3 a 5 vacas, para las faenas de las aradas, en yunta, tiro de los carros con sus cargas, y de la misma manera, el arrastre de los trillos en las eras; además de la cría de terneros para reemplazo y venta, y durante la cría la provisión de leche para el consumo familiar. Un rebaño de ovejas del orden de 60 animales de media, un par de cerdos para las matanzas, una burra, 10-12 gallinas con un gallo o dos; varios prados para pasto y siega de hierba, varias cortinas

para legumbres, algunas huertas para patatas y hortalizas, y las llamadas tierras de labor de baja calidad y pobre rendimiento, para la siembra rotativa (dos hojas) de trigo, centeno, centeno con algarrobas, algo de cebada; la casa vivienda, con sus pajares, establos, pocilgas y graneros. Pocos muebles, aperos y utensilios básicos, con las herramientas indispensables para cubrir las necesidades artesanales del autoconsumo y, poco más, era el patrimonio familiar. Y como la media en hijos era del orden de no menos de cuatro, los herederos recibían, en herencia, no más de un cuarto (1/4) del patrimonio familiar, potenciando el minifundio.

“Pues bien, en estas condiciones de precariedad, siendo pastor, y estudiante autodidacta, el joven Antonio González, se hizo Maestro, en la Normal de Zamora, que en el Aliste de las primeras decenas del siglo XX, era en términos generales, el máximo galardón cultural al que con mucho sacrificio se podía acceder. Su primer destino fue León, se casó con una moza de su pueblo, y allá por 1930, recaló en la Escuela de Tolilla, con auto Ford adquirido en su paso por León. Una Escuela nueva, la primera en la historia de Tolilla, creo que terminada en 1929 (y derrumbada por los 80 por desuso, donde quedan enterrados muchos de mis recuerdos), edificada en las praderas de la Portilla del Campo, en la punta de arriba del pueblo, aunque un par de años antes se daban clases oficiales por el primer Maestro de apellido Paramio, en la llamada Casa del Maestro. De manera, que don Antonio, llegó a Tolilla (después del paso de otro Maestro por menos de un año) sólo unos meses antes que se proclamara la II República de España en abril de 1931”.

Este Maestro, era de ideas progresistas, republicanas y socialistas, y en el año 1931, con la colaboración de mi padre, el pariente Marciano Álvarez, mi tío Simón y otros vecinos, se puso en marcha la Escuela Nocturna para Adultos, de septiembre a marzo de cada año, que era un Instituto creado por la II República. Tal Instituto, más las aplicaciones de las nuevas pedagogías emanadas de la Institución Libre de Enseñanza, ILE, inspirada en la filosofía del alemán Krause y fundada en 1876 por un grupo de catedráticos encabezado por Francisco Giner de los Ríos, dio un enorme salto de calidad, desde los niveles universitarios hasta los primarios, inclusive las Escuelas comarcales rurales, como era el caso de Tolilla. De manera que el sistema pedagógico aplicado por don Antonio, su constancia y tenacidad, de los años 1930 a 1936, más la Escuela nueva y bien equipada con material didáctico adecuado, hizo de Tolilla y de su Maestro un ejemplo en gran parte de Aliste. Naturalmente, don Antonio, no era muy afecto a la tradición de la Iglesia ni a los sermones de sus curas. Estaba suscripto a varias publicaciones liberales, progresistas y bien entroncadas con el socialismo (yo recuerdo de vista La Libertad), y a partir del gobierno de Lerroux, en alianza con la CEDA de Gil Robles, la derecha católica que le dio mayoría en el Congreso, con funcionarios nombrados de esa línea a nivel provincial y comarcal: Aduanas, jueces, policía, alcaldes, secretarios de ayuntamientos, carteros y los curas politizados, etc., comenzaron un servicio de inteligencia elemental, en el que sin duda cayó don Antonio.

Por eso, a partir del 18 de Julio de 1936, don Antonio, por la persecución a muerte, tuvo que fugarse y esconderse en el monte, al ser el enemigo público a cazar, para el jefe provisional de falange de Alcañices, un policía, y los falangistas del Municipio de Gallegos del Río, a partir del jefe de falange del ayuntamiento, su secretario Cándido López, bajo la influencia directa de la Diputación provincial, y la estrategia del policía referido, como aplicador con creces de la

“doctrina del terror”, emanada del general Mola (copiada del nazismo S.S alemán), y ordenada e impuesta por el general Andrés Saliquet Zumeta, a cargo de la VII Región orgánica de Valladolid, desde el 19 de julio del 36, que asaltó a punta de pistola por mandato del general Mola, transmitida al Gobernador de Zamora Tte.Coronel Raimundo Hernández Cornes.

Hasta se organizaron batidas por los montes por los falangistas armados de los siete pueblos del Municipio, más los del vecino Mellanes, como si se tratara del peor y vengativo ¡ojeo del lobo! Pues un vecino de Mellanes lo vio una noche a la luz de una lumbre en el monte haciéndose una comida, buscando la yegua del cura, y lo denunció de inmediato a los falangistas del pueblo. Se salvó, porque tuvo el tino de meterse durante el ojeo en una azuda (azud) en el Río Mena, entre unos espadañales con apenas la nariz fuera del agua. Luego pudo pasar a Portugal, para recalar en Valencia, entonces en la zona republicana.

Y aquí, claro, aparecen las “debilidades del alma humana”: Las diferencias entre el Parecer y el Ser. Digo esto, porque don Antonio a varios vecinos del pueblo (me refiero de Tolilla), le prestó dinero para viajar a la Argentina. Y ya se sabe que los receptores agradecen mucho al momento de recibirlo, pero cuando hay que pagarlo, como corresponde, es otra la historia. Varios no pudieron pagarlo, y don Antonio (como hubiera hecho cualquier otro), embargó bienes para resarcirse; de manera que en los corrillos de vecinas, pasó a la categoría de “usurero”. Y aquí

me refiero al SER y al PARECER de las contradicciones de la Naturaleza humana: ”Una

persona convencida de la ideología socialista, no debería hacer préstamos con intereses, como desde los orígenes se expresaba desde el púlpito la Iglesia Católica (la realidad ha sido diferente), incluso los condenaba; pero hete aquí, que por contrario imperio, las doctrinas calvinistas de las iglesias reformadas o presbiterianas (Juan Calvino –Jean Cauvin-1509-1564), desde su reducto inicial de Ginebra, santificó la predestinación de la riqueza, y defendió los préstamos con un interés razonable. Principios que profundizó uno de sus seguidores doctrinarios, el filósofo, médico, jurista, político y sabio inglés, de los siglos XVII y XVIII, John LOCKE (1632-1704), el padre del Liberalismo. Locke, del Partido Whig, impregnado del Calvinismo protestante, la base del partido liberal elitista y el Sistema Parlamentario británico,

instituyó como principios esenciales del Derecho Natural: El Derecho a la Vida, a la Libertad y, a la Propiedad privada sin límites. Este último, en mi opinión, no es un

derecho natural, pero de cualquier manera, es el que más ha calado en la Naturaleza Humana, que por principio es egoísta, y no está mal; el problema está, a mi parecer, el que el egoísmo no tenga límite, al ser causa real de grandes desequilibrios sociales” . Pero ¿Quién y cómo le pone el cascabel al gato?- Esa ya es otra historia. Y sobre el particular, ya Nicolás Maquiavelo (1469-1527) en El Príncipe (1513), Capítulo XVII: De la crueldad y la compasión, y de si es mejor ser

amado que temido…, decía:…”…Pero sobre todo debe abstenerse de tocar los bienes de los demás, porque los hombres olvidan antes la muerte del padre que la pérdida de su patrimonio…”

Ahora vamos a las causas de los fusilamientos anunciados más arriba, partiendo de la base que todos eran simpatizantes de la II República y del Socialismo moderado, sin haber hecho

mal a nadie. Pues el mundo está hecho con los diferentes.

Ángel Álvarez Río: Soltero, 21 años, hijo de mi abuelo materno Simón y de mi abuela Juana, discípulo y amigo del maestro don Antonio, quien le permitía leer las publicaciones por él recibidas, de ideas progresistas y buenas relaciones con toda la gente. Pero una noche, cuando el Maestro estaba escapado por los montes, recurrió a la casa de una vecina de Tolilla, y le pidió por favor que le dijera a Ángel (mi tío) que a tal lugar, por la noche, le llevara una botella de aceite para comer ensaladas de lechuga, tomates y pimientos de sus huertas que cortaba durante la noche. La vecina, sin mala intención, divulgó la noticia entre comadres del pueblo, y llegó a los oídos del policía de Alcañices ( por boca de los buchones del pueblo, devenidos en falangistas de ocasión), a la sazón todavía jefe interino de falange, el policía detuvo a mi padre, al primo Antolín Álvarez, y a mi tío. Los llevó a la Escuela, y luego de darle a todos unas buenas hostias, en cara y nariz, y un montón de vergajazos, con su uniforme azul, su gorra colorada de requeté, su correaje militar, con cartuchera y pistola, se llevó detenido a mi tío a la prisión de Alcañices a mediados de septiembre de 1936, derivado de inmediato a la de Bermillo de Sayago. En Bermillo, en una de las tantas “sacas” falangistas, fue fusilados con varios más en los paredones de fusilamiento del cementerio del mismo Bermillo, a mediados de octubre del 36, según informó otro detenido liberado, creo que de Pobladura de Aliste, que le trajo la manta a mi abuelo Simón, que había llevado mi tío cuando fue detenido. Yo vi la escena de la noticia, cuando mi abuelo acompañado por mi tía Victorina, vinieron a darle la noticia a mi madre (Balbina) en el portal de nuestra casa. Yo entraba de la calle con mis 07 años, y tengo presentes los gritos de dolor de mi madre y mi tía, acompañadas en silencio por mi abuelo Simón, con la manta en el brazo y una muleta por su reumatismo, con la mirada profunda y penetrante de sus ojos claros, espantados de dolor, sin que le saliera una lágrima.

Para mí, el tío Ángel era un referente, el mayor de los tres varones, le seguían Teodoro y Agustino; y no podía entender el cómo y el porqué de su fusilamiento, en todo aquel caos desconcertante y angustioso.

Rafael Álvarez (primo hermano de mi abuelo Simón y mi padrino): Su detención, fue la primera sesión del espectáculo falangista, que observé en mi vida en las Eras de Tolilla, en la primera decena del mes de agosto de 1936.

Sería alrededor de la hora 10:00, cuando por la parte de arriba el Campo, entró un coche, que paró a la sombra de los Carrascones, los dos encinas centenarias, en cuyo alrededor descansaba la “vacada” en los meses de junio a los primeros días de agosto, cuando comenzaban los trillados de los cereales. La era de mi padrino, era de casualidad la más cercana a los Carrascones, él estaba entretenido con unas gavillas de centeno, se le acercan 03 falangistas uniformados de azul, con gorra colorada de requetés, correaje completo, con pistola en mano, al grito de ¡ Viva España ! Mi padrino le contestó ¡ Viva ! ¿Conoces a Rafael Álvarez?-Soy yo, le contestó. Quedas detenido, le dijeron. Lo subieron en el auto, y se lo llevaron…

A pocos días vista, llegó la noticia, que había sido fusilado por el grupo falangista de tareas de Toro, en un barranco de encinas en Monte la Reina, en las cercanías de Toro, junto con 10 -12 más, entre ellos los vecinos de Mellanes antes mencionados.

Mi padrino, también de ideas progresistas, como la mayoría de los vecinos de la Comarca poco y nada sabía de política, y no había desempeñado cargo alguno en la II República, más allá de haber sido Regidor en el Pueblo, cuando mi padre era Alcalde en 1931-32. Bastante tenía con sus 06 hijos: La mayor con 09 años y el menos con 02 escasos; y por añadidura, su mujer Lucía se trasladó con urgencia a Zamora con sus hijos, y en ese mismo mes de agosto del 36, de una epidemia de sarampión murieron 03: La mayor Balbina, ahijada de mis padres, la tercera Lucía y el último, un varón que no recuerdo el nombre.

Su muerte, se debe a una venganza familiar (de un primo hermano). Resulta que la hermana menor de mi abuelo, Rita, viajó en octubre de 1928 a la Argentina, con su familia: El marido, Juan Manuel Teruelo, los hijos Teresa, Virginia y Félix, y su primo Rafael le prestó dinero para el viaje, con la obligación de devolvérselo en un plazo determinado, dejando como garantía, parte de un prado importante en Tolilla que le correspondía por herencia de sus padres. Esa propiedad, era compartida con otro hermano de derechas y falangista, que en usencia, gozaba del usufructo de la totalidad de la finca. Como Rita no pagó el préstamo, Rafael hizo valer su justo derecho, de tal manera que una parte del prado pasó al patrimonio de Rafael. El que gozaba del usufructo total, de 1928 a 1933 +_ , tomó venganza de aquella acción judicial lícita, con denuncias calumniosas, aprovechando su condición de conservador tradicionalista y católico, afiliado a la Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Una acción de abuso común, que reivindicaba la “venganza familiar” de aquellos tiempos, donde el ser republicano y de izquierdas, no tenía ni siquiera el Derecho a la Vida. Hoy a la distancia, todavía se erizan los pelos, los viejos pelos, del pasado ¡ Horror !

.Los señores RIVAS (Padre e Hijo) y Nicolás MATELLÁN, vecinos de Mellanes de Aliste:

Aparte de las ideas republicanas y progresistas, a los señores Rivas, los denunciaron (vecinos de Mellanes) por haberle vendido al Maestro de Tolilla (el perseguido, como pieza de caza mayor), don Antonio González, aceite y algún comestible de su establecimiento, que puesto en conocimiento del jefe de falange provisional de Alcañices, el policía citado, los llevó detenidos, creo que junto al Cartero don Nicolás Matellán, amigo personal del mismo Maestro don Antonio, con quien compartían charlas de las publicaciones que el Maestro recibía. Y ser de izquierdas, aunque moderadas, era ya de por sí peligroso, pero si además en un caso, habían vendido artículos al Maestro de Tolilla, o se era amigo de él, en esos días era pecado mortal, con la muerte violenta asegurada.

El caso que fueron entregados los detenidos al grupo de tareas falangista de Toro, y fusilados en los encinares del Monte de la Reina, en las cercanías de Toro. Recuerdo que en las charlas con Rafael Rivas, el hijo mayor de la familia, él me contaba que había ido a reconocer los cuerpos de su padre y hermano, entre muchos fusilados. No sé, si don Nicolás Matellán (el Cartero), fue también fusilado en esos parajes. Pero supongo que sí.

Naturalmente, en ese semestre funesto del 18 de julio de 1936, a más o menos enero-febrero del 37, fueron los meses de las SACAS falangistas de las zonas de Castilla y León, de la que Zamora, después de Valladolid, llevó la peor parte (incluida la limpieza de los obreros del ferrocarril Zamora-Orense, en la zona de Sanabria, especialmente en Requejo). Luego ya avanzado el año 1937, las cosas algo se habían apaciguado. Se fusilaba, sí, pero había una

parodia de juicios militares, y por lo menos algo se investigaba sobre las acusaciones denunciadas.

Señalo especialmente, que mi padre (Pablo), como Alcalde del pueblo primero, y como Alcalde del Ayuntamiento de Gallegos del Río también, era candidato primario a ser fusilado en los primeros días del terror, pues el Secretario del Ayuntamiento, conservador de la CEDA, devenido en jefe de falange del Municipio lo apuntó con una ristra de denuncias calumniosas gravísimas, lo detuvieron dos veces en 1936, y lo dejaron en libertad. Luego lo encarcelaron a fines de julio de 1937. Su protector (nos enteramos años después) fue el Administrador de Aduanas de Alcañices, el verdadero jefe de falange del partido judicial de Alcañices, que había tenido con mi padre, en sus funciones de Alcalde del Ayuntamiento, un entredicho administrativo-judicial, con unos impuestos especiales, emanados del gobierno de Lerroux, aplicados a las producciones agrícolas y ganaderas por la presunción de contrabando por las cercanías con Portugal, que mi padre tachó de inconstitucionales, lo que así resultó.

De manera, que el presunto ofendido (a ningún funcionario le gusta perder) libró de una muerte segura a mi padre (Pablo) con sólo 36 años. Y el ofendido, resultó ser el salvador en esos tiempos difíciles, cuando la vida de muchas personas no valían nada. Repito, lamento no saber su nombre para honrarlo, por su valentía en defender a una buena persona, que supo cumplir con el deber de defender el derecho de los vecinos de su Ayuntamiento, que el funcionario reconoció y premió.

Asimismo dejo constancia, que el Maestro don Antonio González, fue mi primer Maestro desde septiembre de 1932 a junio de 1936, habiéndome permitido ingresar a la Escuela primaria, con sólo 03 años cumplidos (me faltaban dos meses para los 04), sabiendo leer muy bien, y escribir bastante bien.

Un abrazo.

Simón

[email protected]