carta a la ciencia

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OJALÁ, EL MUNDO VIERA LA ENFERMEDAD DE LA TIERRA Junio 02 de 2011 Siendo las 11:30 de la noche, este ser triste y desilusionado de la vida quiere desahogar sus penas en esta hoja de papel, que para muchos suele ser insignificante, pero para aquellas hojas verdes y aquel tronco robusto ¡no! Hoy quiero narrar un día triste de mi historia, esperando que aquellos desdichados ojos, logren por primera vez ver la luz. Hoy en mi triste día, desperté y me di cuenta que aún estaba ahí, en el planeta del consumo, un día gris, y no precisamente de lluvia… Me dirigí al baño, pero tantas llaves abiertas, me dieron nostalgia: ríos, mares, lagunas y hasta océanos estaban llegando a su propio fin, corren con botellas, bolsas, basura y hasta la poca fauna que anda por allí, entre calles, casas, islas y aquellas murallas impenetrables, que cayeron ante la fuerza de estas aguas. Fue allí, es ese preciso momento, cuando decidí salir a esas calles negras del mismo color, dejando la tela a un lado y vistiendo la tristeza del líquido que se derramó, que como diría mi mejor amigo se malgastó. Ojos y más ojos me hablaban, preguntando ¿qué estás haciendo?, ¿acaso te volviste loco? ¿Qué paso con la señora Nikel, el señor Toto, la señorita Adiddas y tu bebe Sara&Tomas? ¿Te han dejado solo con Masterchard, sin fondos y pidiendo créditos? ¡No!, simplemente ha llegado la hora de: despedirme de ellos, salir de LOS LÍMITES DE TU VIDA ESTÁN EN LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA

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Page 1: Carta a la ciencia

OJALÁ, EL MUNDO VIERA LA ENFERMEDAD DE LA TIERRA

Junio 02 de 2011

Siendo las 11:30 de la noche, este ser triste y desilusionado de la vida quiere

desahogar sus penas en esta hoja de papel, que para muchos suele ser

insignificante, pero para aquellas hojas verdes y aquel tronco robusto ¡no!

Hoy quiero narrar un día triste de mi historia, esperando que aquellos

desdichados ojos, logren por primera vez ver la luz.

Hoy en mi triste día, desperté y me di cuenta que aún estaba ahí, en el

planeta del consumo, un día gris, y no precisamente de lluvia… Me dirigí al

baño, pero tantas llaves abiertas, me dieron nostalgia: ríos, mares, lagunas y

hasta océanos estaban llegando a su propio fin, corren con botellas, bolsas,

basura y hasta la poca fauna que anda por allí, entre calles, casas, islas y

aquellas murallas impenetrables, que cayeron ante la fuerza de estas aguas.

Fue allí, es ese preciso momento, cuando decidí salir a esas calles negras del

mismo color, dejando la tela a un lado y vistiendo la tristeza del líquido que

se derramó, que como diría mi mejor amigo se malgastó.

Ojos y más ojos me hablaban, preguntando ¿qué estás haciendo?, ¿acaso te

volviste loco? ¿Qué paso con la señora Nikel, el señor Toto, la señorita

Adiddas y tu bebe Sara&Tomas? ¿Te han dejado solo con Masterchard, sin

fondos y pidiendo créditos? ¡No!, simplemente ha llegado la hora de:

despedirme de ellos, salir de mi burbuja, romper mi cajita de cristal, decir

adiós a mi falsa felicidad.

Con ironía mire al cielo, intentando recordar aquellos días azules y

esplendorosos, llenos de aves y aquel viento fresco que rosaba mis mejillas,

¡pero no!, un fuerte sonido, penetró mis oídos y me devolvió a mi triste

realidad. El humo de aquellas cuatro ruedas, nubló mi vista y contaminó mi

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OJALÁ, EL MUNDO VIERA LA ENFERMEDAD DE LA TIERRA

nariz, pero ahí no paraba todo, el cigarro de aquel “perfecto hombre”, mató

mis pulmones, dañando aquel día que recuerdo con ironía.

Seguí caminando, entre paso y paso, un vidrio en mi pie se incrustó

(auchhhh!, me dolió), me dirigí a la silla de aquel parque, que aunque no

estaba muy lejos, el camino fue eterno, por el dolor que agobiaba mi pie.

Tristeza y lágrimas recorrieron mi rostro, al ver el parque donde viví mi

infancia, convertido en… doña Juana. Era imposible ver como mis vecinos,

destruían lo que a su paso encontraban. Pero no podía parar, mi camino

continuaba, grandes pantallas, anuncios, propagandas y plásticas curvas,

“perdón”, lindas curvas rodeaban mi camino. Y allí, en aquella esquina, esta

mi gran amigo Bil Ghates, con su familia Gogle: su esposa my spase, y sus

hijos, twiter y facebok, quienes con un solo clip, tenían todo al alcance de sus

manos, la distancia no era su obstáculo; parecían los españoles que aquel día

nos despojaron de nuestra riqueza, el oro, metal que luego de varios

procesos, hoy lucen con vanidad.

Gogle, la familia feliz, que afirma darnos total felicidad, pero que

simplemente nos quiere ver envejeciendo en sus pantallas, para ellos somos

títeres, objetos que se pueden manejar y moldear a su modo. En ese

momento, mire al reloj, y para mi sorpresa eran las seis de la tarde, y los del

planeta del consumo seguían allí, en medio de fotos, relaciones, estados,

noticias y aplicaciones, sin tener un control del tiempo y del espacio.

El frío de la noche agobiaba mi cuerpo, mi resistencia había acabado; triste,

solo y desilusionado, me dirigí a mi casa.

Ahora, estoy bajo las cobijas, acompañado de esta hoja y este lápiz, que bajo

la luz de una lámpara y el calor de un café, plasman mis nostalgias, palabras

de este planeta, el mundo de hoy.

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OJALÁ, EL MUNDO VIERA LA ENFERMEDAD DE LA TIERRA

Con tristeza…. Para aquellos ojos desdichados, que necesitan ver la luz.

Anónimo.

Junio 02 de 2011

Hoy doy gracias a la ciencia, de que esta mañana no tengo que ir al río para

bañarme como esos antiguos; que aunque hoy tengo mi cabello maltratado,

pude ir al supermercado y comprar un tratamiento para dejarlo como el de

ellas, las que salen en televisión; por tener la piel de durazno, ¡GRACIAS!,

que haría yo si no existiera la ciencia; porque aunque vine al mundo sin ser

perfecta, hoy puedo mirarme y verme perfecta; porque existen genios, que

cada temporada rediseñan al ser humano de hoy; porque ya pasaron las

civilizaciones que se untaban de tierra para tener en su mesa la manzana,

que ahora yo acabo de recibir por domicilio; porque gracias a la electricidad,

en un minuto puedo tener mi comida lista, y ya no necesito del tedioso hierro

y carbón; porque ahora, cada minuto vale, pues todo […] depende de la

marcha del segundero […]1, ¡ahora si, empezó mi día!: debo lucir linda y

atractiva, eso es parte del éxito.

Terminó el tiempo de caras rojas, ahora la cicla, la trotadora, la escaladora y

toda la familia de Dora, me esperan en un solo lugar, acompañados de mi

gran instructor, ¡que tiene un cuerpazo!, ahs!, me cogió la tarde, pero de que

me preocupo, si hoy gracias a la ciencia viajó en cuatro ruedas y mi límite de

velocidad es 120; atrás quedaron los tiempos en que la mujer se quedaba en

la casa, hoy en Argentina Bachelet es la presidenta, para la mujer de hoy el

límite es el cielo.

1 SABATO, Ernesto. “El despertar del hombre laico”. Hombres y engranajes. Alianza: Madrid, 1993. Pág. 46.

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OJALÁ, EL MUNDO VIERA LA ENFERMEDAD DE LA TIERRA

Los límites del espacio y el tiempo, ya no existen en mi vida, la internet nos

ha salvado, las distancias desaparecieron, la información no tiene dueño,

cada día puedo ser lo que yo quiero, ¿sabes cuántas yo hay en internet? Otro

beneficio más de este mundo globalizado, el sexo. Hoy libertad es sexo, no

hay ataduras, ni compromisos; ¿cupido?, olvida a cupido, hoy san Google, en

un abrir y cerrar de ojos, te da tu media naranja, pero esto es solo placer,

pues este mundo esta exento de emociones, pasiones y sentimientos, entre

ellos el amor.

El sexo antes era la procreación, ahora el látex, las pastillas… evitan este

problema, y si la llegas a embarrar hay esta la barita mágica, la que te

soluciona todo, la medicina y su grandioso logró, el aborto. Pero si eres una

de esas que aún piensa en ser mamá, y sufrir ese dolor, vuelve la barita

mágica con un invitro de solución, y lo mejor puedes hacerlo como tu

quieras: blanco, oji azul o verde, mono, alto, delgado, con condiciones

atléticas, inteligente…

Ahora bien, doy gracias a la ciencia, por la televisión, el cine, la radio, el

celular, los parques de diversión, los videojuegos, las discotecas, en fin, el

entretenimiento. ¿Pasar tiempo con mi familia?, ¡no!, acaso nací en el siglo

pasado, en este siglo hay cosas más importantes que hacer, mi LED de 42’’

llena mi tiempo libre, 180 canales no son suficientes, pero eso sí, deberían

quitar todos esos programas que hablan del medio ambiente y de la

“sociedad de consumo”, a quien le interesa eso, el hombre puede dominar la

naturaleza, nada se le va a salir de las manos. Propongo más canales de

farándula, de música, de películas y de novelas, ¡eso si, es interesante!

¡Ay!, olvide una parte esencial de mi vida, mi BB2, ella es como mi mejor

amiga, mi amiga fiel, sabe todos mis secretos, dónde y con quién estoy, para

2 Teléfono móvil, denominado BLACKBERRY.

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Page 5: Carta a la ciencia

OJALÁ, EL MUNDO VIERA LA ENFERMEDAD DE LA TIERRA

dónde voy; y si quiero saber lo que pasa en el mundo, recurro a mis amigos

online, todos en un mismo lugar, facebook y twitter, quien no es hay no

existe. Gracias a la tecnología, que haríamos sin ella, es como nuestra hada

madrina.

Ha llegado la noche y con tantos lugares para ir, no he decidido que hacer,

alguien diría me gustaría mirar las estrellas, pero existe la luz, y ahora de

colores, hasta con humo; ¿lluvia de estrellas? ¡No!, lluvia cósmica. Además,

en la ciudad no se pueden ver las estrellas, solo las del cine. Ahora, unos

cuantos ingredientes extra que tiene la noche: alcohol, marihuana, heroína,

soma, cigarrillo y todo lo que te lleva al éxtasis de la noche.

Definitivamente, sos grande, nunca había creído en algo como tú.

I ♥ 4ever… CIENCIA.

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