carrel de desafío y protestación cavalleresca de don ... · de don quixote la mancha, ......

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COTlgreSS() LIt,o-EsptlllhOI de r ... tro, Coimbra, Livraria Minerva, 1992, p. 49-55; y Bolanos 1) y Mercedes de los Reyes, . "E1 teatro espanol eTl Portugal ( 1580-1755»>, ibid., p. 61-8l. . Jos< Ares Montes. oh. cir , p. '52. " De acuerdo al conteo realizado por Jaime Cnu;-Ortiz (<<,E( poeta lisbocta. .. ». ed. cit., p. 334 55). que pane deI Catálogo (1890) de: Domingo Garcia Peres. lS Referenda citada por Tairnc: Cnu-Ortiz, <<1;1 poeta lisboeta... ", ed. cit., p. 340. :: Un ésrudio más dctalJado de este aspecto enJairne Cruz- Ortiz, « Lea!tad"" divididas... », "d cit. Ver Mercedes de los Reycs y Piedad BoIanos, «Presencia de comediantes espanolcs en cl Paria de las Arcas dI' Lisboa (1608-1640»" in I:'n tomo ai . rtarro dei Sigw de Ora. Jo1'll4li4s VII-VIII Almetia. Alrncría.lnstiruto de EsrudioslJ.mcrlenses, 1992, p. 105-34 (P. 124). 11 En adclante ciwé par esta edicí6u. con leves .. :s cn b lO González ha 5eóalado que d poder. yen concretO elmotivo dei ascenso sodal. es una de Ias.directrices temáticas dei teatro de Cordeiro (<<Dela Comédic espagnok_.». cc!. cit .• p. 185). lO Este uno de los elementos drfinitorios de la comedia de prlYanza desde sus orígenes, desde dei Poyo y su buogía La próspera r LJ. advmafonuna dei m"y nobk cabal/oro Ruy López de .Ava/os ti Bueno (1605) en adclantc; v. George Peal., «Cornienzos. enfoques... ». de. p. 133. " V. Ignacio AreUano, «El poder y la pclvanza. .. », ed. cir., p. 55. 11 Lkm. ibid, U V. Patriz.ia Bo.na, «El de Inés de Castrocntrt lcycnda y Jiterarur.m. in Ignacio AlelJano, Man Carmm Pmillos. Frédéric Serra/ta y Marc Vitse (ed.), StTulia A14rra. Acras dei III Congreso de LI AISO. vaI. II - TeatTo. Pamplona/Toulouse.GRlSO/LEMSO,1 996. p.87-% (CIl d. pr.:scme suplemento inclyc una traducción al portugués de trabajo. «O Fantasma de Castro cnrre a l.enilli <! a Lireratur.l». p. 26-36), Y Cl1l'istophe Gonzwez, «Le the:me ... d Ines de C.lSUO le chéâtre de Jacinto Cordeiro». 0<t1drant. 4, 1988, p. 25-40. George Peale. «Collllemos. enfoques ... >.>. 00. cit., p- 138. 76 Carrel de desafío y protestación cavalleresca de Don Quixote de la Mancha, Cavallero de la Triste Figura, en defensión de sus castellanos (LISBOA, DOMINGO LOPES, 1642) ALEXIJ\. DOTRAS BRAVO AURELIO VARGAS DÍAZ-ToLEDO EL PERIODO FILIPINO en Portugal termina el 1 de diciembre de 1640, después de sesenca anos de presencia espaíiola. EI h<:cho, hito histórico por antonomasia para el reino de Portugal, genera Wla buena producción de tex- tOS ponugues<:s políticos, filosóficos y literarios sobre c:l aconrecimiemo, que defienden la lógka de Estado autónomo, las razones políticas, rerritoríales y hasta religiosas para la independencia de Portugal. Pero, entre eJlos, descuella un texto de oera índole, más satírico. Una parodia fma de uno de los hechos, quizás hasta anecdórico, que !Uvo lugar tras la traÍción deI novena duque de Medina Sidonia, Gaspar A1onso Gómez de Guzmán, conchabado con el sexto marqués de Ayamonte, Francisco Manuel Silvesue de GU2It1án y Zúruga., asi como con su euêiado Juan, oetavo duque de Braganza. Traición, según la his- toriografia espaiiola 1 , cuyas partes responsables son en la actualidad revisadas eon la objetividad y el rigor necesarios por parte de los nuevos historiadores, ya espaiioles, ya porrugueses. No obstante y a pesar de la historiografia tradicional espaiíola. podemos aproximamos a los hechos con perspectivas diferentes. El fin de la doble corona en Ponugal y Espana no surge de la nada en 1640. ni siquiel<l en los anos ante- riores, sino que procede de dos aspectos funda.mentales: la convicCÍón, resis- tente siempre, de que Portugal puede constituir y constituye Wla nación con ide.l1tidad propia 2 desde d mismo ano de 1 S80, por Wllado, y la difícil situadó.l1 política de los dos imperíos agregados -que no unidos-, cuyas derras son codidadas por etros <:stados emergentes en la época, que sangran de impuesros y soldados eI territorio común, por otro, alcanzando Wl estado crítico a prin- cipios dd siglo XVII. P<:ro no influyó menos la creencia popular en la vuelta de Wl rey ponugués, fomentada pOI facrores supersticiosos y proféticos'. En cualquier caso, para los historiadores contemporáneos el golpe de Juan de Braganza viene de atrás, y había sido avisado repetidamente por la virreina Margarita de Mantua, sin éxito. Responsabilidad importante se 77

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COTlgreSS() LIt,o-EsptlllhOI de r ... tro, Coimbra, Livraria Minerva, 1992, p. 49-55; y Pi~dad Bolanos

1) y Mercedes de los Reyes, ."E1 teatro espanol eTl Portugal ( 1580-1755»>, ibid., p. 61-8l. . Jos< Ares Montes. oh. cir , p. '52.

" De acuerdo al conteo realizado por Jaime Cnu;-Ortiz (<<,E( poeta lisbocta. .. ». ed. cit., p. 334 55). que pane deI Catálogo Ta~onado (1890) de: Domingo Garcia Peres.

lS Referenda citada por Tairnc: Cnu-Ortiz, <<1;1 poeta lisboeta ... ", ed. cit., p. 340.

:: Un ésrudio más dctalJado de este aspecto enJairne Cruz- Ortiz, « Lea!tad"" divididas ... », "d cit.

Ver Mercedes de los Reycs y Piedad BoIanos, «Presencia de comediantes espanolcs en cl Paria

de las Arcas dI' Lisboa (1608-1640»" in I:'n tomo ai .rtarro dei Sigw de Ora. Jo1'll4li4s VII-VIII Almetia. Alrncría.lnstiruto de EsrudioslJ.mcrlenses, 1992, p. 105-34 (P. 124).

11 En adclante ciwé par esta edicí6u. con leves retoq~ .. :s cn b puntuació~. lO Christoph~ González ha 5eóalado que d poder. yen concretO elmotivo dei ascenso sodal. es

una de Ias. directrices temáticas dei teatro de Cordeiro (<<Dela Comédic espagnok_.». cc!. cit .• p. 185).

lO Este ~ uno de los elementos drfinitorios de la comedia de prlYanza desde sus orígenes, desde

Salu~!O dei Poyo y su buogía La próspera r LJ. advmafonuna dei m"y nobk cabal/oro Ruy López

de .Ava/os ti Bueno (1605) en adclantc; v. George Peal., «Cornienzos. enfoques ... ». ~c!. de. p. 133.

" V. Ignacio AreUano, «El poder y la pclvanza. .. », ed. cir., p. 55. 11 Lkm. ibid,

U V. Patriz.ia Bo.na, «El f~tasma de Inés de Castrocntrt lcycnda y Jiterarur.m. in Ignacio

AlelJano, Man Carmm Pmillos. Frédéric Serra/ta y Marc Vitse (ed.), StTulia A14rra. Acras dei

III Congreso de LI AISO. vaI. II - TeatTo. Pamplona/Toulouse.GRlSO/LEMSO,1 996. p.87-%

(CIl d. pr.:scme suplemento ~c inclyc una traducción al portugués de ~ee trabajo. «O Fantasma

d~ ~c:s de Castro cnrre a l.enilli <! a Lireratur.l». p. 26-36), Y Cl1l'istophe Gonzwez, «Le the:me

... d Ines de C.lSUO dan~ le chéâtre de Jacinto Cordeiro». 0<t1drant. 4, 1988, p. 25-40. George Peale. «Collllemos. enfoques ... >.>. 00. cit., p- 138.

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Carrel de desafío y protestación cavalleresca de Don Quixote de la Mancha, Cavallero de la Triste Figura, en defensión de sus castellanos (LISBOA, DOMINGO LOPES, 1642)

ALEXIJ\. DOTRAS BRAVO

AURELIO VARGAS DÍAZ-ToLEDO

EL PERIODO FILIPINO en Portugal termina el 1 de diciembre de 1640, después de sesenca anos de presencia espaíiola. EI h<:cho, hito histórico por antonomasia para el reino de Portugal, genera Wla buena producción de tex­tOS ponugues<:s políticos, filosóficos y literarios sobre c:l aconrecimiemo, que defienden la lógka de Estado autónomo, las razones políticas, rerritoríales y hasta religiosas para la independencia de Portugal. Pero, entre eJlos, descuella un texto de oera índole, más satírico. Una parodia fma de uno de los hechos, quizás hasta anecdórico, que !Uvo lugar tras la traÍción deI novena duque de Medina Sidonia, Gaspar A1onso Gómez de Guzmán, conchabado con el sexto marqués de Ayamonte, Francisco Manuel Silvesue de GU2It1án y Zúruga., asi como con su euêiado Juan, oetavo duque de Braganza. Traición, según la his­toriografia espaiiola 1, cuyas partes responsables son en la actualidad revisadas eon la objetividad y el rigor necesarios por parte de los nuevos historiadores, ya espaiioles, ya porrugueses.

No obstante y a pesar de la historiografia tradicional espaiíola. podemos aproximamos a los hechos con perspectivas diferentes. El fin de la doble corona en Ponugal y Espana no surge de la nada en 1640. ni siquiel<l en los anos ante­riores, sino que procede de dos aspectos funda.mentales: la convicCÍón, resis­tente siempre, de que Portugal puede constituir y constituye Wla nación con ide.l1tidad propia2 desde d mismo ano de 1 S80, por Wllado, y la difícil situadó.l1 política de los dos imperíos agregados -que no unidos-, cuyas derras son codidadas por etros <:stados emergentes en la época, que sangran de impuesros y soldados eI territorio común, por otro, alcanzando Wl estado crítico a prin­cipios dd siglo XVII. P<:ro no influyó menos la creencia popular en la vuelta de Wl rey ponugués, fomentada pOI facrores supersticiosos y proféticos'.

En cualquier caso, para los historiadores contemporáneos el golpe de Juan de Braganza viene de atrás, y había sido avisado repetidamente por la virreina Margarita de Mantua, sin éxito. Responsabilidad importante se

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adjudica a Pedro de la Mota Sarmiento, secretario de la virreina, por parte dei conde-duque de Olivares, para el conocimiento eficaz de! descontemo de 10$ portugueses, lo que acaba virá.ndose en contra dei conde-duque, ya que parece tener también noticia de la crisi~ porruguesa. La relación fanúliar entre eI duque de Braganza -personal, por tanto- y Medina Sklonia favoreeió su apoyo a sus diferentes causas, pero no consta que fueran determinantes •. En deflIÚtiva, la traiciÓll de Medina Sidonia, su conspiradón, se centraba en Andalucía y la de Braganza en Portugal, cuyos agentes participantes fueron muchos y muy complejos y no se deuieron. únicarneme, a la lucha política de tres primos (Olivares, Medina Sidonia y Ayamome) y W1 cufiado (Braganza). La eseneia de la resrauradón monárquica lusa reside en la llllión de los nobles portugueses. representados en cuarema conjurados -número que ha pasado a la cultura popular- entre hidalgos y nobless.

Como se puede observar, aún existen dudas sobre las causas que indujeron a estes nobles espanoles a conspirar contra su legítimo rey, y ,~i realmente pre­tendian lograr la independencia de Andalucía aprovechando la debilidad de la carona castellana. De cualquier modo, lo derro es que canto el de Ayamonte cama e! de Medina Sldorua comribuyeron a ralenrízar y encorpecel' los pre­parativos bélicos para reconquistar. Porrugal tras la prodamadôn de su lnde­pendencia, máxime cuando el segundo había sido elegido capitán general de! ejérdtopor el propio Felipe IV. Esta lenta respuesta ruzo recelar de ta! manera ai rc:r que enviá a Antonio de Isasi a investigar sobre su actirud pasiva, quien, el dIa 18 de agOStO de 1641. consigujô interceptar W1a carta de! de Ayamome dirigida ai de Medina Sidonia en donde se ponía de manifiesto su conjura para evitar poner en peligro la reinstauraci6n de la monarquia lusa. No hay que olvidar aquí que e! 4uque de Braganza estab;;; casado ;;;on Luísa 4e Guzmán. hermana deI duque de Medina Sidonia.

A raíz de este desagradable suceso, y tras unas semanas de dilación en busca, probablememe. de apoyos tanto en su tierra como en Portugal, Franda

~ Holanda, Gasp.ar Pér~ de Guzmán se vio obligado a presentarse el21 de sep­tlembre ante Fehpe N y e! conde-duque de Olivares para rendirles Cuenta de 511 comporrarniento, lejos del que se esperaba de un representante deI ducado más antiguo de la nobleza de la carona castellana, así como de UIl integrante de la casa de Guzmán, a la que percenecía el propio valido de! rey a través de orra rama familiar.

, A pesar de pedirles perdôn, el duque de Medina Sidonia. forzado por el proplo monarca, para acallar cualquier tipo de rumor denrro de la corte en torno a este asunto }' «para não deixar dúvidas quanto à sua inocência, ficava obrigado a desafiar publicamente o duque de Bragança para um duelo »~, lo que se llevó a efecto mediante la publicación de un Cartel de desafío de D. Alamo Pérez de Guzmán el Bueno, Duque de Medina-Sidonia, dirigido a

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<<.Iuan de Verganza» y escrito en Toledo el 29 de septiembre. En él. a irnita­dôn de: los que ruvieron lugar en e! siglo XVI, con Carlos Vy Francisco I como ejemplos más representativos. retaba a 511 oponente a W1 combate singular, cuerpo a cuerpo. con padrinos o sin ellos. con cualquier género de armas, eu la zona fronreriza de Valencia de Akántara. donde permaneceria ochenta dias. desde e! dia 1 de octubre hasta el 19 de diciembre. AI parecer, este curioso docwnento circulá por una doble vía: una manuscrita. de la que se conservan nwnerosas copias. según el historiador John Elliol'; y ona impresa. En lo que se reflere a esta 1.Ütima,&da a conocer tanto por Novoa8 como por Rodriguez Marín -quien lleg6 a editar eI text:0

9 -, «Medina Sidóniil chegou mesmo a

pedir autorização -que llie foi concedida- para imprimir o manifesto de desafio nos Países Baixos espanhóis:>:> l0. Y es posible que asi fuera, ya que uno de los dos ejemplares que se conservan de este carrel eu la Biblioteca Nacional de Espana, bajo la signatura VC!250/2, salió a la luz en dos folios sin pie de imprenta y eon vises de haber sido publicado en e! cxtranjero. Con respecto ai otro ejemplar, e1 VC/25017, es todavia más interesante porque, además de ser una ediciôn completamente distinta a la anterior. impresa en W1 folia, e incluir un pequeiio grabado con dos figuras en posición de justa, en él se indica que fue impreso en la ciudad de Valladolid, en 1641, por el impresor Gregorio de Vedaya. Un dato bibliográfico desconoeido por pane de toda la bibliografia espaÍlola y que ahora ayudamos a desvelarll.

Como «réplica burlesca»ll aI «rldículo» lJ docwnento dei duque de Medina Sidonia, los portugueses no tardaron en reaccíonar mediante la publicaeión de un Cartel de desafio y protestacióll cavalleresca de Don Quixote de la Mancha, Cavallero de la Triste Figura, en deJensión de SU.5 castellanos. que se imprimió eu las prensas lisboetas de Domingo Lopes. en el .ÚlO 1642, en tamano A4 y con una porrada con orla tipográfica y grabado xilográfko representando dos caballeros armados a caballo, frente a frente, y disparando un arma de fuego. Es precisamente este texto e! que sacamos de nuevo a la luz, después de la publicacíón facsimilar de Rodríguez Marín en 19221~, una obra que nunca antes había sido publicada con criterios de edidón rigurosos. Para ello 1105 hemos servido dd cotejo de seis ejemplares, conservados -curiosa­mente a pares- en l~ Bibliotecas Nacionales de Lisboa1S y Madrid16

, y en la Biblioteca Geral de la Universidad de Coimbra 17 .

Mediante este opúsculo, que podría entrar perfeccamente eu la tradición de las obras lirerarias satíricas que menciona Fernando Souza Álvarez, «que come­çam no mesmIs.~irno ano de 1580, as quais acompanham os Filipes até 1640. para eu.trarem, com pleno direito, despois desta dara, no arsenal propagandístico da Restauraljão»lS, y que aparece firmado pOl el propio ~<Cavallero de la Triste Figura», el autor anônimo «se valiô de Don Quijote para exaltar las virtudes lusitanas y ridiculizar a los eastellano'i; el pobre caballero sale a defender a ~us

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conterráneos» l~ dt los portugueses. Los personajes cervanrinos han sido «:con­

vertidos en instrumento de lucha política» 10 y podemos identificar los actanres concretos -Montero identifica ai duque de Medina Sidonja con «Gaspar de

Guzmán e! bueno» y al conde-duque con «Gaspar de Guzmân e! malo»-,

pero representantes de una política de alianzas hispanolusas que bien ttasciende

este episodio Concreto. Desde el punto de vista jocoso. don Quijorc se pasa al

bãndo adversario, apoyando su causa en un lance concreto de los muchos puntas hbtóricos de la restauradón portuguesa, pero también simboliza la rivalidad

secular entre portugueses y espanoles, realzada plásricamente con el uso de un

don Quijote -recién instaurado símbolo espanol- que representa e! ocaso, la decadencia de lo casrellano. Lo que sí e~ derto es que el escritor de! Cartel es un competente lectOl: del Quijote que crea una interesante intertextuahdad21.

En cuanto a la presencia de la obra cervantina eo Ponugal, ha ido ganando espa~io coo el paso de! tiempo, como bien seftaló Fidelino de Figueiredo22 para

los SIglas XVIII y XIX, que ha completado el propio Ares 11ontes23, y brillan­

temente ha anatizado Fernanda de Abreu para e! Romantismo porrugués;t.l

-y cuyo esmdio excede este trabajo-. En este artículo. en cambio, hemos orientado nuesrra investigación hacia los primeros tiempos de recepción de

l~ ,obra. ~do se perciben discretas apariciones en obras de diversa concep­ClOn en el.nusmo sigla XVII, que Ares Montes"S 11a dividído en «La crítica» y .«Tradu~clones», ambas escasas, ya que Cervantes no es incluido en los trabajos de Francl.sco Manuel de Melo o Antónia de Sousa Macedoló, asÍ corno tampoco

es rraducldoal portugués debido a Ia facilídad de la persona culta lusa para leerlo

en su idioma original, lo que tampo co contraria las publicaciones de las obras

cen:an~as en P~~gal, ~unas ~uy tempran~ y d~ incalculable valor para la histona de la bIbliografIa cervant.ll1a. En la nusma línea camina la influencia

inicial de cada una de sus obras más conocidas: e~ mínima, según Ares Montes. )'

alcanza débilmente al Vzaje delPa17laso,La Gô.latea y elQuijote. Únicarnente des­raca de las otras las primeras inútadones dei Persi/es y de las Novelas Ejemplares, llevadas a cabo por Gaspar Pires de Rebelo en los dos casos, además del Padre

~ateo ~beiro, para el Persiles, y Gerardo de Escobar, para las Novelas Ejemplares. El proplo Ares Montes concluye coo unas palabras cl= sobre la a1isencia de Cerv~ntes: «la huellacervanrina en laliteratura portuguesa deI sigla XYII es más

un reflejo, lUla resonancia vaga, inasibIe a veces, que lUla concreta imitación fácil de seguir paso a paso. como ocurre, por ejemplo, con la poesia de Góngora o d tearro de Lope» 27. Una afrrmadón no deI todo derta si tenemos en cuenta la presencia deI Q:tijote en autores como Tomé Pinheiro da Veiga2B•

Por último solo resta anadir que para editar este libelo hemos usado corno texto base el ejernplar de la Universidad de Coimbra con signarura RB 42-1-7

que está en perfecro estado de conservadón. No obstante. hemos terúdo e~ cuenta los orros cinco ejemplares a los que hemos podi4o acceder, sin que

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hayamos encontrado variaciones dignas de destacar. Los cmedos de edidón utilizados, muy conservadores con el f In de preservar lo~ muchos lusism05 que se hallan diseminados a lo largo dd texto, son los siguientes: en cuanto a las

grafías u. v, se usa la grafia u para el valor vocálico, mientJ:as que la v ~e emplea para el consonántico (aduel'sarios/ttdversarios, caualle1'O/caval/ero, lírJo/uno); se

mantienen las variantes entre u/o (descu7mmal) y e/l (discréditfJ)j se mantieoe

cl uso de Ií y b según las lecturas dei teJeto (cttual/ero, avia, proCUraVlln. vigotes. desbenturúdos); se usa la grafia t para el valor vocálico -incluso en el caso de

contextos semivocálicos. en donde sueJe aparecer la grafia y o j- (ejemplos: tyrannias/tiranías); la grafia j se reserva para el consonanrismo prepalaral. Por

su parte, se. reserva el uso de y tanm en posición final absoluta de palabra (oy, ay) como en posición intervocálica (maior/mayor, vaian/vayan) y en la conj\Ul­ción copulativa y; con respecto al consonantismo se respeta el de! texto base

(lVlagestad, muger, agena, corage), asi como la 8.usencia o presenci<l. de h (aora. avía, biT, prohibirles). Solo se efecruan algun<l~ intervenciones como las slglúen­te,~ : el diglama qu- se mantieneante las vocale~ eh (que, requméndome), pero se

rranseribe como c (lkl) seguido de aI oI u, aunque sea tórnco (quando/ mando, quales/cuales); se usa la vibrante simple r tanto al inicio de palabra como tras

consonante (responderán, portuguez.es) y la grafia rrpara todos aquellos contex­tos de la vibraIlte múlriple (tierras); se prefiere el empleo de c ante e, í (parecer, averiguación), mientras que la ç se clebe mantener (o resriruir) ante a, o, t/., para

distinguirse dela oclusiva velar (braço, Pança, traças,forçado, bolçón); se man­tiene la 'llternancia de! reparto enrre S/S5 (mirassen, llegasse, vassdllo, desafzar, ensima) y de jI X (dexado. Quixote. hijos. alojarse); se mantiene la grafia aportu­

guesada z en posición intervocálica para marcar la sonorización de la sibilante

(ckzafto, prezumirse, portuguezes, quizieron); grupos cultos: ch se reserva para

su valor palatal y Se susrltuye cuando riene somdo velar /k/ (montzrchia/ monarquia. Chimeras/Q,uimeras, Christzano!cristzano); th- se reduce a la dental t (anathematizo/anatematizo). Solo se mantienen aqueUos grupos con un

reflejo fonético: gm (augmentándose),ns (anstj. Las geminadas se simplifican:

JJ(oJJender/ofender, effito/efeto), cc (peccados/pecados. ocmpen/ocupen). Se desar­rotian las abrevianuas existentes en el texto sin ninguna indicación. De igual modo hemos desarrollado la nasalización de las vocales. Seguimos los lISOS del espanol .:temal parala unión y separa.ción de palabras, aunque eon las siguientes adaptaciones al sistema del espanoI del siglo XVI~ ; en relación a las fusiones

por fonética sintáctica se discriminan secuencias que llegan a confluir (desta/ desta, dellas/d'eila5, desto/desto, quellqu'el. Se mantienen los ll1si~mos: antigos, disfarce o data, Para diferenciar entre mayú5culas y minúsculas hemos tenido

en cuenta los criterios acruale~ deI espafial. Se acenrna síguiendo las normas vigentes de! espanal acrual.

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CARTEL DE DESAFÍO Y PROTESTACIÓN CJ\VALLERESCA DE DON QUIXOTE DE IA MANCHA, CAVALLERO DE LA TRISTE

FIGURA, EN DEFENSIÓNDE SUS CASTELLANOS

Em Lisboa, com todas as licenças necesárias. Na ojlcina dê Domingos Lopes Rosa, à custa de Lourenço de Queirós,

Livreiro do Estadc de Bragança. T axáo este papel em 4 réis. 23 de Junho de 1642.

Ribeiro Menezes

El Cavallero de la Triste Figura, don Quixote de la Mancha, &c.,

DIGO que, como es notodo ai mundo mi valor invencible, losea rambién la

prorestaci6n y reto que por la presente hago, y es que, después deI IlÚserable

castigo que el delo ha dado a mi nación castellana en pena juSta de su soberbia, embustes y tirarúas, reduziéndola al mayor extremo de covardía que jamás ha

encontrado cavallero andante en la redondez de la tierra, con que vergonço­samentc ha perdido su monarqlÚa, y en particular después de la misteriosa libeilad de los ponugueses, nuestros adversarios antigos. y increíble corage con

que el verano pa!>sado estas brabos gigantes, sin recebir dano alguno, han por todas partes talado nuestros campos. quemado nuestros lugares 'j mueno de nuestras gentes las que menos corriao. Los desbenrurados hijos d'esta infonu­

nada madre que llaman Castilla han quedado tan abatidos que a las puenas

de los castillos, donde solian alojarse sus cavalleros andantes, salen oy viles

enanos a prohibirles las entradas violando el derecho de Ias gemes, diziêndoles

que vayan a recogerse en galiineros, y no en castillos; y uno, sin respeto a mi andantesca dignidad y sin temor de: nú braço inflexible,llegó a amonestarme

con atrevida Iengua que de ay en adelante no me intitulase má5 eI Cavallero

de los Leones sino el Cavallero de las Gallinas, pues los leo.oes dei escudo de

mi patria se avían vuelro polias. como gallineros los castillos; y luego salió a impedir nú enojo un hambre, que en Dias y en mi. condencia emiendo que

era el sabio Merlin, requiriéndome por la hermosura de la sin par Dukinea dei Toboso que yo me dignas e de detener mi cólera hasta ver la causa que los mios avían dado a tal afrenta. Y al mismo punto. sacando de Im bolç6n de cueJ;O un papel impresso. y poniendo sus anteojos, començó con voz descumunal a leer un cartel de dezafío hecho por e! Duque de Medina Sidonia, Don Gaspar

Alonso Peres de Gusmán el.Bueno, con cuya vista, al parecer de mi escudero

Sancho Pança, quedé con más triste figura de lo que antes terua, por acabar

de conoceI que ya eu los castdIanosno ay más que plumas con que huyen y

con que escriven. augmentándose roi desconsuelo cuando llegué a considerar

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la forma deI carte! contra lo verosímil deI sucesso de que. ttata y·lcycs de buena

cavallería. Adverriendo antes de todo que puede pre~lunirse no ser hecho por don

Gaspar de Gusmán el Bueno, Duque de Medina Sidorua. sino por don Gaspar .de Gusmán e! Malo, Duque de las Quimeras, a fll1 de solteirar respuesta de

Porrugal, de qut' saqué motivo para aver'iguacíón de la culpa, que imagina en

elDuque prezo, sicndo que los porcuguezc:s, como seÍlores ya de sus ua~as, no responderán cosa que sirva a su intemo. Y cuando eI papel sea de! mlsmo,

10 haría forçado -pues no puede prezumirse menos de un tal cavallero-; es ridículo decir que los porruguezes quizieron hazerle sospechoso a nuesuo rey,

para que dudando Su Magestad de su fe, les faltasse tanto apósIto, siendo claro

que el que no remió la oposición de W1 Monarca, temerá menos la de su vasallo, aunque grande. sÍ no es que conesta insinúa que la suya es mayor, y entonces

ilega a ofender la Magestad de su Rey. También no Ileva camino aiiadir que en PortUgal se hizieron luminarias

públicas por e! caso, pues si los porrugue1.es procuraVa.ll persuadir ai mundo trato deI Duque, no avia de ser con fiestas ante~ dd efcto, porque d'ellas se

seguiría o ser tenidos por locos. rompiendo el secreto. o entend:rse que era fmgirniento. Y no son ran incautos, como por nuestro mal expeI1mentamos,

que no mirassen a todas las conveniencias. Y en el destro~o que amenaça a las armadas por las órdene& que avia dexado, si llcgasse a las costas de la

Andalucía, él convenció e! tiempo, pues se sabe que llegando ellas ai pueno

de Cádiz, no hizieron nuestras pobres gentes más que recogerse en las fuenes

murallas y meter sus navios en parte segura, y ai fll1 los enemigo~ se fueron

blasonando de aver assombrado [sie] nuestras tierras y encerrado nuestros

soldados como gallinas por temor de la zorra, o como ovejas. por temor dd

lobo; que por nuestros pecados, gallinas y avejas nos llaman sin consentimos

ya que seamos cameros. El dezafío que después d'esto se sigue es aÚfl más impertinente, pues

sienuo claro qu'el duelo no permite a quienestá en el uono real -aunque no fuera rey- eombatirse eon un vassallo. bien le muestra que no tiene volun­tad de refilr el tal provocante, que haze lo mismo quefuera desafiar ai signo Sagitario, pudiendo provocar uno de igual estado con quicn se quebrara la cabeça sin embaraço. Y pone el seUo ... nuesuo vimperio la oferta que haze de premios a quien uzare de rraiüón con quien no se atreven en campo abieno,

descubriendo con proposición tan infame esta vilíssima costumbre de los

nuestros, que hasta aora procurávamos encubeir, aunque cn vano. Finalmente, para mejor disfarce de todo, deviera ser la data del canel en

las tierras dd Duque, y no en Toledo, tan retirado d'ellas por mandado de su

eey que se conoee que Su Magestad tiene mayor sospecha de su trato que de ser

calumnia de los portuguezes; por todas las cuales covardias, enredos y demás

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infamias yo me haIlo corrido de que sangre castellana me anime, y porque no Plledo verteria como quiziera, protesto delante de todos los príncipes dei mundo, cavalleros andantes, escuderos, gigantes, sabias, alcaides de casrillos, enmas, donzellas, dueflas, y orcas cualesquien'! personas a cuya noticia pueda llegar Ia fama de lo susodicho, que en ninguna manera he dado favor, consejo o consentimienroa.1:;. mínima cosa de las referidas; ante~ las repruevo, maldigo y anatematizo una y mil vezes; y en especial d mar de lenguas, aviendo manos,

por ser costumbre solo de mugeres -cuanco más que no estaria bien a los nuestros irritar las porcuguezas con riesgo de encontrar oera hornera -; y ansí

maldigo cl valerse de plumas para huie o escrivir, pue~ es discrédito grande que en un mismo tiempo se ocupen los impressores en estampar fulledas cas­tellanas y vitodas porcuguezas; antes mi voto es, y será siempre, que solo nos sirvamos de plumas para hir con toda priessa busc.ar el cnemigo en su casa, como él nos bllSCÓ en la nuestra; y allí con los braços demos materia a plumas estrafias para esctivir nuestras proezas, lo que yo solo uviera hecho dando a conocer a Portugal el valor manchego, si no mviera por tan cruel adversario aquel descomedido mago de la muleta, que a tantos príncipes ha encantado y con sus traças 6; la causa tocal de ia buena. formoa de los pormguezes2~. Y a quien dixere o pensare lo contrario de 10 aqui cOl1tenido o intentare hablar o escrivir sin hazer, sea cristiano, sea pagano O moro, de cualquiera condición y calidad, le reto y desafio para ensima de la Puente de Almaraz}O, adonde esraré 80 días y 80 noches, que començarán dd ptimero del mes de enero de 1642 afios, sobre mi Rocinante con mi lançón y demás ordinarias, acompafiado solo de m.i escudero ; y si fuese castellano el que quizit:re combaeirse conmigo, le daré de veneaja roi yelmo de Mambrino, que podré bien escusar, pues quê sus

armas no corean, como de Portugal Sê escrive. Y si uvierealgún mal hidalgo tan

curioso de Sll vida que no se atreva a exponerla a mi furia, por acabar con este

fantasma y no dexar cosa que pued2 obrar roi zelo, desde luego ofresco a quien

le matare, con licencia de Sancho Pança, la Isla Barataria, asiento principal de

d.icho roi escudem; y si no le matare, mas solamente le sacare los vigotes -que sobrará como a mujer- le daré una de las mejores insulas de mis estados, y le d31é vida para lograrIa, atU1que le maten en la empresa, que es lo que faltó en las pro mesas dei careci reprovado, quedando siempre pocosatísfecho de cualquiera dcmostración, supuesro que cuanto tengo lo devo a la reputac.ión de .mi valor. que oy veo perdida por culpa agena.

Hecha en la ciudud dei Toboso, a 29 de ocrobre de 1641 anos.

El Cauallero de la TI zste Figura

8·i

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NOTAS

EI presente trabajo ha sido posiblc gradas al Progr:una Nacional de Con~rataçiôn e Inç~rp<l.r,a. ciór, de Recursos Hwnnuos dt; Investigación. en el marco dd Plnn NaCIonal d. lllvc:stlgacLOn

CientÍfic:l. Desarrollo e Innoval:lón 2008·2010 m Esp,lia, dentro dei Subprograma]uan ck.1:I Cierva. y al Programa Ciênci .. 1008 para la conwu:ac.ión de:. ductores a r.ravés.de la Fundaçao

para ~ Ciência e " Tcc~ologia dei Minisrêrío da Ciência, TecnologIa e Ensmo Supenor de

Portugal.

1 A1gunos d~ ios trabajos de refereneia son' L. 1. Á)vatez Toledo, Histori4 d. ,m,' cO>1jur~ ]cr~z de la Frontera, Ed. DiputaciônProv1ncial de Cádi2, 1985; J. Cal,o Poyaro: «~ conSptraCLO!I

d M d · S·d . H;·to':~ 16 Madrid 170 1990, L. Sal~ Almela, I'rf.dma S,donkl: ti poder e e ma- I arua», .... ,... I l' .

de la aristocTilcia. 1580·1670, Mndrid. Marcial Pons, 2008; A. Donúnguez Ortiz, «L. conspIra·

dóo dd Duque de Medina Sldoniay dcl Mru:qué~ de Ayamoote». Revist,tArchivo HispaIm.c.

Sevilla, 106, 1961, p. 133·S9. . 1 Ver G. A. do Espírito Santo, A Grande &rratégitl de Portllgal ná Resttll.mçtÍO: 1640-1668,L)sboa.

lJQ1vcr.idade de Lisboa/Caleidoscópio, 2009, p. 47. E . d'Olivcir~ FrruJ'ia. Pormg,ú 1111 Épom da Resráurllfdo, São Paulo, HUCI rEC: 1997.

• Ver..J. cCSp<CIO Rafael Valladarcs, «A Península Tripartida ». A IlldepclU/brc.u de Porlug,J,

Lisboa, Esfera dos Livros, 1006, p. 47·72. . _ -Ver G. A. do Espírito Santo. «o Golpe do Primeiro de Dezembro' Prepru:açao e Exo:cuçao»,

oh. cit., p 117·22.

• Rafad Valladarcs, ob. cit., p. 62. J H. EUiDt, EI Conde·VltqW! de OIitJaT>'.s EI poUtiL'D er, "na épom d. decad~llCia. Barcelona.

Crítica, 1990. p. a61. . , . • Matias de Novoa, Hisloria de Felipe IV, rey ds Espana, in Colecóó'j de docwllentos medrtlJS para

IA histotla de &paílíl, Madrid, 80, 1882. p. 476·8 . . F. Roru:íguez Marln.QIliwresco ""rtel dedesaflo.Jul"uú> etl d Tobos., .1no de 1641. TipografIa de la ReVista de Arcruvos, Bibiioto:cas y :Museos. 1922. Reeditado en EstHdios CervanlÍTIOS, MadrId,

Ed. Atl.u, 1947, p. 611-1.. ,Q Raf3e1 Valladnrcs, oh. cito p. 62. donde remite a. «AGR. SEG, livro 375, marquc's da Vdada a

D. Miguel de Salamanea. B=las, lO/XI l~i I>,· . . . • " Esta obra no anarec~ referenciada, por cjemplo, en d reclente trabaJo de Maria Marsa,

N[ateriales para' una histori" de I,; in/pronta en V,tIlAdo/t,t (siglos XXVI Y XVll), lJnivcrsidad de

Le6n, 2007. En los próximos meses dnremos a eonocer este unportarlte hallazg~. .

U ]. ,"'.,. Montes, «Ccrv'l1ltc:s cn la literatura portuguesa dei sigla XVl1 », A11I1/tJ Lervalltmos, n. 1952, p. 208.

13 Idem, ibid.

.. F. Rodrlgue2 Marin. oh. ciro . . , " Son Ias ~jemplares Res. :!19/15V y Res. S16H6~, Dcbído" las ob~as de amplicaclon ~~I~

Biblioteca Nadonal de Porrug..!, ~olo hémos pod1lto acçcder aios nucrofJ!me> (F. 301.y 3 )

16 Se encuent>:an baJo las slgnaruras CtI"c/H/14, mútUO de la I'orr;ada. y Ccn:c/1/38, eJempl~ utilizado por Rodrigucz Marin y cuyas hojas "Stin c:mtnrcadas por otr~S quedando tamano

folio. i1 Se uatn de los cjc;mplru:es RB.42·1·7 Y R·39·S> En cuanto ai pornero. en pl-rfeclo estado d~

conservaclón, está cncuadcrnado ~t1 una miscdánea de docwnenros de entre 1639 y 1645, rela·

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rivos, la mayorla. a la ~poca de la Restauraclôn, co donde descacan obras como elManifesto do

reino de Portugal no qual se declara o direito, d$ çausas e o modo que teve para e:r:emirse da obedibl­da del-R"Y de Caste/a (Lisboa, Paulo Craesbecck, 1641), o la Ui:urpaf"o, Rett:1u;iio, Resrauraf/io de Portl/gal (Ljsbo~, af. de Louren~o de Anveres, 1642). En cuaIlto a1'C!,'UIldo restimoRio, en

peor esrado, aparece cn orra miscelânea, esta vez junte. a tt:Xtos !iterarios como la Camf.11n ltrica

ao nacimeJlto do serenissimo ínftVlte diJm Pe4ro, dellicenciado Bartolomeu Rombo, relaciones

de succsos como la Relação da gloriosa morte de ql<4tro embau:o.dores PortllgueZes, da Cikde de 1,,[o.cao, com síncoe1lta e sete cristáos de SI<4 COnlpa1/ma, degoladO! todos pela fi de Cristo em

Mzgass<lqw, Cidade do j<lpáo, a tr6 de Agos1/} de 1640, dd jesuíta António Francisco Cardim

(Lisboa,Of. de _Lourenço de Anvcres, 1643), y obras t ambic:n relacionadas con la Rcsra=ôn,

como El principe e'zcuviertc manifestado en quatro discursos políticos exclamados al ""Y dou &lipe IV de Castil/4 por lIlJ w.sallQ que lo Ju. SUJo hasta las nueut: de la matuma dei $iempre memoro.ble dia Sab"do primero de Dj"emb .. del.tiio dt' l640 (Lisboa, Of. de Domingos Lopes Rosa, 1642), de Lucindo Lusitano.

" F. Bouza Álvarez, <<Introdução. Cartas, Traças e Sátiras PQlítJc.'l, Cultura e Représcnca~ões 00

Porrugal dos Filipes (lS8().1668»>. Portugal "O Tempo dos Filipes l'olítka, Cultura. Represen­tafões (1580-1668). Lisboa, COSulOS, 2000, pc 32-

,. J. Ares Mont~~. ob. dt" p. ~09.

'" J. Montero Reguem, «.Don Q"ijote cn 1640, algo más qu<: IUllibro de Durlas (Hisroria, política y algo de IJtcrarura)>>, Edad de Oro, 25, 2006, p. 444,

,. Como demuesrra M- Cruz Garcia de Enterría, «Marginália Cervantina 2. Releitura de Um Texto Marginal, Ca,.telde desafio de Do" Q"ijott», in 1>L A. da COSta Vielia (cd.), DQnJ Q?=te:

A Letra e os Caminhos. S1\o Paulo. Edusp, 2006, P 285-96.

>2 F. de Figueiredo, «o Th.ma do Quijote na Litetarusa POrtUgtlCSil do Século XVIII», R""ista de Filologia F.spa,k,la, Madrid, Centro de Esrudios Históricos, 7, 1920, p. '17-56: idem, «O Thema

do QJ<ijote na Lireran1ra Portuguesa do Século XIX», Revist" de Filologt" Espanola, Madrid, Centro de Esrudios Históricos, 8, 1921, p. 161-9.

23 ]. Ares Montes, «Don Quijote cn el tcarro po~és dei Slglo XVllI », Anab Cervantiuos, m, 1953, p. 349-52.

"" M. Fernanda de Abreu, Ceroalltes no Rom.zntzsmQ Português. Cavaleiros Andarltes, 1I'Ianuscritos Encontrados e G<lrgalhadas M.ora/(ssimas, Lisboa, Editorial. Estampa, 1 !/97.

2$ }. Ares Mames, «Cervantcs co la literatura portuguesa dei siglo XVII », cd. de" p_ 1 !/3-230.

,. Se refier~" Hospital das LmüJ (1657), publiqdo en 1721, de don Franc~co de Melo, y Flores de Espa7Ía, Exce/cIlClaS de Port/('{al (1631), de A . de Sousa Macedo.

!7 J Ares Mames, «Cervames en la li~mtura porruguesa deI siglo ;':'Y!I», ed .. cit., p. 229.

UI Ver A. Vargas, «Fastigímia de Tomé Pinheiro da Veiga. Edición de los días 10 y 28 de junio

de 1605: prime r documento d e la rccepel6n del Quijate», Anales Cervantinlls, 39, 2007, p. 309-43.

2. Según Garcia de Enterría, se refiero ai conde-duque, que usaba para andar, desde joven, un

basron O mulctilla, por culpa de la gora. Oh. dt., p. 294. >O En la "crua! provinda de Cáceros.

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«EI hidalgo de la Mancha», comédia de três dramaturgos: Juan de Matos Fragoso, Juan Bautista Diamante e Juan Vélez de Guevara

CARLOS MATA INDURÁIN

COMO É BEM SABIDO, D. Quixote de la Mancha foi levado à cena em numero­

sas ocasiões - desde datas muito próximas da publicação da obra cervantina até aos nossos dias - quase sempre como figura, ou seja, como personagem

ridícula. O protagonista de El hidalgo de la Mancha, coméd.la escrita conjilllta­

mente por nês dramarurgos, Juan de Matos Fragoso,Juan Bautista Diamante e Juan Vélez de Guevara, constitui uma versão paródica da imortal personagem cervantina. O texto manuscrito da festa completa (baile, comédia, entrenlez

e fIm de festa) conserva-se na Osterreichische Nationalbibliothek (Biblioteca

Nacional da .Áustria, Viena. Cod. Vindob 13.187, folhas 12-87v), devendo-se a edição moderna a Manuel Garda Manín (Salamanca, Ediciones Universidad

de Salamanca, 19821).

Garcia Martín salientou, no seu. estudo preliminar, que a personagem de

D. Qrixote reunia em si uma «evidente significación burlesca» e «frucríferos

valores dramáticos>:> (p. 1). A obra teatral do~ três dramaturgos apresenta um carácter testemunhal da interpretação que os seus contemporâneos fIzeram

de D. Quixote, vendo nele LUna figura ridícula, wna personagem eminente­

meme risível, «provocando o riso». No que se refere à data e ao lugar de representação, é quase certo que a comédia de El hidalgo de la lvlúllcha tenha

sido representada na rerça-feire de Carnaval de 1673 no Teatro de Alcâzar de Madrid, pela companhia de Antonio de Escamilla.

García Marrín reslUlÚu o argumento da obra com estas palavras:

A comédia põe em cena o conflito amoroso de dois pares de nobres, D. BeatrJZ e D. Juan por um lado, e D. Margarita e n Enrique por ouuo, inuodurindo alguns

problemas cop:entes de dúm~, disputas, equívocos, reconciliações, duelos, desdéns,

quci:ms, ere:, antes de chegar ao desenlace feliz da LlIlÍáo murrimonial, antecipada já

desde o InÍcio, Esta acção central não ê mais do que um prete.no dos autores para

nos oferecerem a sua imerpretação de D. Quixote e Sancho, cuja intervenção no

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