carlos pellicer - selección de poemas

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Carlos Pellicer - Selección de Poemas del poeta mexicano

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  • NDICE

    Introduccin 4

    Nota a la segunda edicin 6

    Grecia 8

    Jugar 9

    Nocturno 10

    A Germn Arciniegas, en Bogot 11

    Grupo de palomas 13

    Poema elemental 15(Fragmento)

    Estudios 16

    Horas de junio 19(Fragmento)

    Exgonos 22(Fragmentos)

    Vuelo de voces 24

    Recinto y otras imgenes 25(Fragmentos)

  • Fin del nombre amado 31

    Tema para un nocturno 32

    Sonetos fraternarles 33(Fragmento)

    Nocturno 34(Fragmento)

    Nocturno a mi madre 35

    Sonetos dolorosos 39(Fragmento)

    A Luis Barjau 40

    Con este cielo y estos lagos 41

    Yo nac joven 42

    La dualidad nocturna 43

    Por eso este poema 44

    La danza 45

    Un soneto 46

  • CARLOS PELLICER

    Nota introductoria y seleccin deGUILLERMO FERNNDEZ

    UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICO

    COORDINACIN DE DIFUSIN CULTURALDIRECCIN DE LITERATURA

    Mxico, 2007

  • NOTA INTRODUCTORIA

    En esta breve antologa, el lector poco avezado en lapoesa de Carlos Pellicer, encontrar algo que quiereser una gua relativa que lo conduzca por los innu-merables caminos que traz la obra del singularpoeta tabasqueo durante sesenta aos de ininte-rrumpida labor creativa. Los otros, los afortunados,los que han tocado las aguas de ese mar profundo,iluminado por el estado de la gracia potica, consi-deren esta aportacin simplemente como un home-naje, tan modesto como entraado.

    Incluyo el poema Grecia, escrito en 1914, esdecir cuando Pellicer tena 15 aos de edad; todohace suponer que fue ste el primer poema que pu-blic (Gladios, Mxico, 1916); y cuatro sonetos, delos cuales fech el ltimo en octubre de 1976. Elresto del material ha sido tomado de Colores en elmar, 6, 7 poemas, Piedra de sacrificios, Hora y 20, Ca-mino, Hora de junio, Exgonos, Recinto, Subordinacionesy Prctica de vuelo, libros que conjunt la UNAM conel ttulo general de Material potico, bajo el cuidadode Juan Jos Arreola y Al Chumacero. Este volumen,y la antologa que public el Fondo de Cultura Eco-nmica en su Coleccin Popular (1969) son dgaselo que se diga los nicos esfuerzos que se hanhecho, desde 1956, para divulgar la obra de uno delos mayores poetas que ha habido en nuestro pas yen nuestro idioma.

    Cuntos Pelliceres hay?, se preguntaba Luis Riusen su entusiasta ensayo que dio la bienvenida al Ma-terial potico, reconociendo la gran dificultad deabordar en un ensayo exhaustivo la obra total delgenial tabasqueo. Desde luego, existen estudiosque han rozado ya ese intrincado universo, como

    4

  • los realizados por Frank Dauster, Jess Arellano, Oc-tavio Paz, Grabiel Zaid, Castro Leal, Luis Rius y otrosms que, no obstante la brillantez de algunos care-cen de ese carcter de complecin que exige la obraentera de Carlos Pellicer.

    En esta antologa sealo algunas de las distintasdirecciones temticas de su obra; constantes jamsdebilitadas a lo largo de su vida: la mirada vorazsobre el paisaje; su cristianismo pagano; la devocina los hroes y su tuteo con el ngel potico.

    Para el poeta, la muerte es la victoria, deca LuisCernuda.Y como siempre sucede, su vasta construc-cin iluminada tendr que afrontar el riesgo de lasmiradas e intereses sbitos y la amenaza de las obrascompletas.

    Quienes conocemos su obra unos ms, otrosmenos sabemos que ahora, ms que nunca, la fechade su muerte es la de su verdadero nacimiento. Ypienso en estos momentos en un poema que Fran-cisco Hernndez le dedic a Pellicer unos das antesde que ste muriera antes del alud que veo venir,donde, entre otras cosas le deca: eres unalmpara/de la que slo se ha salvado/la luz.

    GUILLERMO FERNNDEZMxico, D.F., febrero 16 de 1977

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  • NOTA A LA SEGUNDA EDICIN

    A la derecha de la mquina de escribir, al alcance demi mamo, hay una amoena que trasplant hace tresaos.A fin de protegerla del inapagado instinto sal-vaje de los gatos, coloqu alrededor de ella, sobre latierra, un largo varejn de una mata de espino yaseca. Tres aos despus tras de haber estado allaparentemente muerto, como una delgada culebragris erizada de espinas, el dicho varejn le ha dadola bienvenida a esta primavera con tres yemas de unverde retrado que en muy pocos das entr en con-fianza con la luz y ostenta ahora, en seis hojitas lo-zanas, completamente verdes, su bizarra presencia.

    El azar ha querido establecer una relacin emble-mtica entre esta ancdota y la ltima relectura de lapoesa de Carlos Pellicer, haciendo que ambas cosascoincidieran en un mismo periodo de tiempo. Deboconfesar que mi inters y mi gusto por la obra delgran poeta tabasqueo se haban debilitado un pocoen los ltimos tiempos, seguramente debido a laconstante frecuentacin de esa poesa que me haacompaado desde mi adolescencia, a la familiari-dad ideal que uno cree establecer con las grandesobras, y ya se sabe que la familiaridad se halla a unsolo paso de la subestimacin. Y bien, con elmismo asombro que me produjo la regeneracindel espino que crea muerto, en la nueva lectura deesa obra he reencontrado aquella misma savia, lamisma vitalidad potica que tanto me maravillcuando le por vez primera algunos de sus poemas.

    Si se considera que la mayor parte de la poesamexicana contempornea se ha caracterizado pornacer y desarrollarse en un ambiente de inverna-dero, de nostlgico intelectualismo, la obra de Pelli-

    6

  • cer destaca poderosamente por su frondosidad, porsu vitalidad, por su inagotable carga de oxgeno y deluz. EnRomance de Fierro Malohay una estrofa enque el anhelo de luz adquiere un carcter totalizador,obsesivo: das despus, a la entrada/de un valle deluz extensa,/de extendida luz, tan ancha,/en que sila luz pudiera/ponerle luz a la luz/y a esa luz ms luzle diera,/sudando luces de plata/(quien no quieracreer no crea)/el gua seala un cerro/en mitad deuna pradera.Pero veo que he comenzado a entraren un terreno que llevara mucho tiempo recorrer yquiero terminar esta breve nota con dos fragmentosdel prlogo de Jos Vasconcelos a Piedra desacrificios:leyendo estos versos he pensado en unareligin nueva que alguna vez so predicar: la reli-gin del paisaje; la devocin de la belleza exterior,limpia y grandiosa, sin interpretaciones y sin defor-maciones, como el lenguaje directo de la gracia di-vina () me atrevo a pensar que as amaba Jess yque as amaba san Francisco y los poetas que miranlas cosas dentro de un halo de belleza universal y vi-viente, son como magos reveladores de ese senti-mentalismo que posee la ternura de las lgrimas y laprofundidad del universo.

    No hay en toda la poesa mexicana una obratan viva y luminosa, tan perdurable.

    GUILLERMO FERNNDEZ

    7

  • GRECIA

    Ella es la fiesta de las lneasy de las rosas soadorasy las diademas apolneasentre la flor de las auroras.Tropa de dioses pescadoresPndaro canta, dicta Aspasia.Y un atropello de visionesen los suspiros de la magiaSolemnidad de columnata.Y en las mandbulas de platdel trpode, alza sus esfuerzosla lividez de los aromas,como una rfaga de versosen un encanto de palomas

    Mxico, 1914

    8

  • JUGAR con las casas de Curazao,pondr el mar a la izquierday har ms puentes movedizos.Lo que diga el poeta!Estamos en Holanda y en Amricay es una isla de juguetera,con decretos de Reinay ventanas y puertas de alegra.Con las cuerdas de la liray los pauelos del viajeharemos velas para los botesque no van a ninguna parte.La casa de Gobierno es demasiado pequeapara una familia holandesa.Por la tarde vendr Claude Moneta comer cosas azules y elctricas.Y por esa callejuela sospechosaharemos pasar la Ronda de Rembrandt.Pseme el puerto de Curazao!Isla de juguetera,con decretos de Reinay ventanas y puertas de alegra.

    De Colores en el mar, 1921

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  • NOCTURNO

    No tengo tiempo de mirar las cosascomo yo lo deseo.Se me escurren sobre la miraday todo lo que veoson esquinas profundas rotuladas con radiodonde leo la ciudad para no perder tiempo.Esta obligada prisa que inexorablementequiere entregarme el mundo con un dato pequeo.Este mirar urgente y esta voz en sonrisapara un joven que sabe morir por cada sueo!No tengo tiempo de mirar las cosas,casi las adivino.Una sabidura ingnita y celosame da miradas previas y repentinos trinos.Vivo en doradas mrgenes; ignoro el central gozode las cosas. Desdoblo siglos de oro en mi ser.Y acelerando rachas quilla o ala de oro,repongo el dulce tiempo que nunca he de tener.

    De 6, 7 poemas, 1924

    10

  • A GERMN ARCINIEGAS, EN BOGOT

    Amrica ma,te palpo en el mapa de relieveque est sobre mi mesa predilecta.Que cosas te dirasi yo fuese tu Profeta!Aprieta con toda mi manotu armnica Geografa.Mis dedos acarician tus Andescon una infantil idolatra.Te conozco toda:mi corazn ha sido como una alcancaen la que he echado tus ciudadescomo la moneda de todos los das.Puestas de sol, desde Buenos Airesllevaron a Mxico el ojo futuro de mis osadas.T eres el tesoroque un alma genial dej para mis alegras.Tanto como te adoro lo saben solamentelas altsimas noches que he llenado contigo.Vivo mi juventud en noviazgo impacientecomo el buen labrador esperando su trigo.Serenata que te he llevadoro arriba del Paran;salmo que te he cantadosobre los Andes o desde el mar.Rango industrial de Sao Paulo.Palacios y muelles de Buenos Aires.Escuelas del Uruguay.Dulzura caraquea por las vegas del Guayre.Y el ritmo colombianoy la ternura del Per.

    11

  • Desde una esquina deValparasovi alzarse un astro audaz sobre un tringulo azul.Y toda tu Amada, y tus islas envilecidaspor un desembarco brutal.Y tus breves repblicas radaspor la extranjera voracidad.Rondo tu mapa en relievecon el paso invisible de mis ojos.Te palpo con mis dos manos,y cuando voy a decrtelo todome vuelvo un cielo de lgrimastan ancho y tan hondo,como la angustia de un buque en la nochecuyo jefe se ha vuelto loco.Amrica ma:mi juventud se ha vuelto trgicapor este amor a ti, terrible, bello, solo.

    De Piedra de sacrificios, 1924

    12

  • GRUPOS DE PALOMAS

    A la seora Lupe Medina de Ortega

    1

    Los grupos de palomas,notas, claves, silencios, alteraciones,modifican el ritmo de la loma.La que se sabe tornasol afinalas ruedas luminosas de su cuellocon mirar hacia atrs a su vecina.Le da al sol la miraday escurre en una sola pinceladaplan de vuelos a nubes campesinas.

    2

    La gris es una joven extranjeracuyas ropas de viajedan aire de sorpresas al paisaje.

    3

    Hay una casi negraque bebe astillas de agua en una piedra.Despus se pule el pico,mira sus uas, ve las de las otras,abre una ala y la cierra, tira un brincoy se para debajo de las rosas.El fotgrafo dice:para el jueves, seora.Un palomo amontona sus erres cabeceadasy ella busca alfileresen el suelo que brilla por nada.

    13

  • Los grupos de palomasnotas, claves, silencios, alteraciones,modifican lugares de la loma.

    4

    La inevitablemente blancasabe su perfeccin. Bebe en la fuentey se bebe a s misma y se adelgazacual un poco de brisa en una lenteque recoge el paisaje.Es una simplezacerca del agua. Inclina la cabezacon tal dulzura,que la escritura desfalleceen una serie de slabas maduras.

    5

    Corre un automvil y las palomas vuelan.En la aritmtica del vuelolos ocho rabes desbblansey la suma es impar. Se mueve el cieloy la casa se vuelve redonda.Un viraje profundo.Regresan las palomas.Notas. Claves. Silencios. Alteraciones.El lpiz se descubre, se inclinan las lomas,y por 20 centavos se cantan las canciones.

    De Hora y 20, 1925

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  • POEMA ELEMENTAL(FRAGMENTO)

    A Rafael Cabrera

    El aire

    El aire es transparentecual el silencio en una lectura prodigiosa.Y funde la cera voluptuosadel medioday es una rosade caminos estelares,un fruto difano, una sombra divinaque acerca espritus y mares,pjaros y naranjas,nube ms piedras trridas y palabras marinas.El aire es translcidocomo el saludo de los amantesen los grupos cordiales.Ala en arcos invisiblesla palabra olvidada, las augustas sealesy las manos de la danza fnebreque antes saludaron a la primavera.El aire me persuade de tu ausencia, oh amor!Aire, fino-aire, largo-aire-lira, aire-cera.

    De Camino, 1929

    15

  • ESTUDIOS

    1

    Poema,ser extrao,

    de voz sin voces y lleno de manoscomo Coatlicue.Me vestir con los caminos de las serpientesy pedir perdn por no haber tenido los ojos fijosde turquesa en ti slo.

    Si yo pudiera atarte con mis propias arteriasy ya libre echarme a buscar la sangretu sangreesmeralda en la garganta del airede las praderas hbiles.

    Si yo pudiera, oh sangre!te beberapara dejar de ser espacioy encontrarme de nuevo,yo, escapado de mi Poemahace un milln de aos.

    2

    Yo s que te amoporque nunca las ausencias fugacesme dejaron el viento tan vaco,tan ciego y silencioso.Yo te veo los lunes y los mircoles.(Los martes son perfectos,porque te vi la vspera y al da

    16

  • siguiente voy a verte). Pero en losdas adelanteel color de tus ojos, tus cabellosa fuego lento miel en sombratu figuraque a cada instante se escultura y tienela belleza infalible de las manospuestas a hacer el mundo, mejor siempre

    En esos das siguientes,en que todo es domingo por la tarde,hiptesis y espacio,tiendo la cuerda floja de esos dasy echo a bailar el adjetivo heroicoque sirva a tu persona, sin mirarte,obediente, adivino, enamorado,virrey de tu esperanza y tu deseo,velocidad, nivelacin constante,de tus pies y tus manos,espejo posedo, y en mis manos,orilla de tu sombra, rebosante.

    T nada sabes.Si alguna vez me vieses con mis ojos!Si a ti perfecto fuera el martespor lo mismo que a m! Si fueras tquien pusiera palabras al silencioque yo vierto ante ti, porque hoy no puedosino callar, y apenas en la ruedacolegial encender una miradapara apagarla pronto y estrechartu mano y despedirte con las mismaspalabras que les digo a los dems!

    Julio de 1931

    17

  • 3Objetos colocados,cedidos ya, definitivamente.Unos pesan las manos y los brazos.Otros el cuerpo entero.Sois, ya, proporcionales, claros,porque sus ojos fueron un instantela actividad de vuestra sobria inercia.

    Hoy os descubro mar con islas msicas.Objetos colocados,cedidos ya, definitivamente.

    Mxico, D.F. septiembre de 1931

    18

  • HORAS DE JUNIO(FRAGMENTOS)

    Junio me dio la voz, la silenciosamsica de callar un sentimiento.Junio se lleva ahora como el vientola esperanza ms dulce y espaciosa.

    Yo saqu de mi voz la limpia rosa,nica rosa eterna del momento.No la tom el amor, la llev el vientoy el alma intilmente fue gozosa.

    Al ao de morir todos los daslos frutos de mi voz dijeron tantoy tan calladamente, que unos das

    vivieron a la sombra de aquel canto.(Aqu la voz se quiebra y el espantode tanta soledad llena los das).

    *Hoy hace un ao, Junio, que nos vistedesconocidos, juntos, un instante.Llvame a ese momento de diamanteque t en un ao has vuelto perla triste.

    lzame hasta la nube que ya existe,lbrame de las nubes, adelante.Haz que la nube sea el buen instanteque hoy cumple un ao, Junio, que me diste.

    Yo pasar la noche junto al cielopara escoger la nube, la primeranube que salga del sueo, del cielo,

    19

  • del mar, del pensamiento, de la hora,de la nica hora que me espera.Nube de mis palabras, protectora!

    *Junio, jardn de junio, yo no quisesino slo una voz de su ternura,besar el aire que en sus ojos duray soltar en mis labios lo que dice.

    Aire, junio en los aires ya predicelas imgenes muertas en la oscurapiedad de las palabras que apresurala sola poesa que no quise.

    Agua, en tus lluvias llvame ceidoal campo de sus ojos, al latidodel corazn que halle en otra sombra.

    Rbame a los espacios que su acentobusque al azar, fuera de luz y sombra.Yo cubrir mi sombra con el viento.

    *

    Era mi corazn piedra de roque sin saber por qu daba el remanso;era el nio del agua, era el descansode hojas y nubes y brillante fro.

    Alguien algo movi y se alz el ro.Lstima de aquel hondo siempre manso!Y la piedra lavada y el remansolironse en sombras de esplendor sombro.

    20

  • Para mirar el cielo, qu trabajosruedan los ojos turbios, siempre bajos.Sern estrellas o huellas de estrellas?

    Era mi corazn piedra de ro,una piedra de ro, una de aquellascosas de un imposible tuyo y mo.

    De Hora de junio, 1937

    21

  • EXGONOS(FRAGMENTOS)

    I

    Tengo la juventud, la vidainmortal de la vida.Junta, amiga ma, tu copa de oroa mi copa de plata. Venza y rala juventud! Suba los tonosa la dulzura de la dulce lira.

    III

    La poesa!Est toda ella en las manos de Einstein.Pero an puedo rezar el Ave Marareclinado en el pecho de mi madre.An puedo divertirme con el gato y la msica.Se puede pasar la tarde.

    XVIII

    Han llegado a esta playa olas de Npoles.En las nubes est todaVenecia.En el mar se baa la familia Tiziano.Un empleado aduanal se queja de la primavera.Me saluda, desde su avin, Leonardo.Un suspiro. Otro suspiro Atenas!

    XXI

    El buque ha chocado con la luna.Nuestros equipajes, de pronto se iluminaron.Todos hablbamos en verso

    22

  • y nos referamos los hechos ms ocultados.Pero la luna se fue a piquea pesar de nuestros esfuerzos romnticos.

    De Exgonos, 1941

    23

  • VUELO DE VOCES

    Mariposa, flor de aire,peina el rea de la rosa.Todo es as, mariposa,cuando se vive en el aire.Y las horas de aire sonlas que de las voces vuelan.Slo en las voces vuelanlleva alas el corazn.Llvalas de aqu, que sonnicas voces que vuelan.

    De Exgonos, 1941

    24

  • RECINTO Y OTRAS IMGENES(FRAGMENTOS)

    I

    Antes que otro poemadel mar, de la tierra o del cielovenga a ceir mi voz, a tu esperadapersona limitndome, coronoms alto que la excelsa geografade nuestro amor, el reino ilimitado.

    Y a ti, por ti y en ti vivo y adoro.Y el silencioso beso que en tus manostan dulcemente dejo,arrincona mi vozal sentirme tan cerca de tu vida.

    Antes que otro poemame engarce en sus retricas,yo me inclino a beber el agua fuentede tu amor en tus manos, que no apaganmi sed de ti, porque tus dulces manosme dejan en los labios las arenasde una divina sed.

    Y as eres el desierto porel cudruple horizonte de las ansiasque suscitas en m; por el oasisque hay en tu corazn para mi viajeque en ti, por ti y a ti voy alineando,con la alegra del paisaje nidoque voltea cuadernos de sembrados

    25

  • Antes que otro poematome la ciudadela a fuego ritmo,yo te digo, callando,lo que el alma en los ojos dice slo.La mirada desnuda sin historia,ya ests junto, ya lejos,ya tan cerca o tan lejos, que no puedapor tan lejos o cerca reprimirsey apoderarse en luz de un orbe lgrima,all, aqu, presente, ausente,por ti, a ti y en ti, oh ser amado,adorada personapor quien secretamente as he cantado.

    II

    Que se cierre esa puertaque no me deja estar a solas con tus besos.Que se cierre esa puertapor donde campos, sol y rosas quieren vernos.Esa puerta por dondela cal azul de los pilares entraa mirar como nios maliciososla timidez de nuestras dos cariciasque no se dan porque la puerta, abierta

    Por razones serenaspasamos largo tiempo a puerta abierta.Y arriesgado es besarsey oprimirse las manos, ni siquieramirarse demasiado, ni siquieracallar en buena lid

    Pero en la nochela puerta se echa encima de s mismay se cierra tan ciega y claramente,

    26

  • que nos sentimos ya, t y yo, en campo abiertoescogiendo caricias como joyasocultas en las noches con jardinespuestos en las rodillas de los montes,pero solos, t y yo.

    La mrbida penumbraenlaza nuestros cuerpos y saqueami ternura tesoro,la fuerza de mis brazos que te agobiantan dulcemente, el gran beso insaciableque se bebe a s mismoy en su espacio redimelo pequeo de ilmites distancias

    Dichosa puerta que nos acompaas,cerrada, en nuestra dicha. Tu obstruccines la liberacin destas dos crceles;la escapatoria de las dos pisadasidnticas que saltan a la nubede la que se regresa en la maana.

    III

    Yo acaricio el paisaje,oh adorada personaque oste mis poemas y que ahoratu cabeza reclinas en mi brazo.

    Hornea el medioda sus calores,labrados panes para el ojoque comulga con ruedas de molino.

    10,15, 20, 30, las parcelasopinan sobre el verde, sin agriarse;

    27

  • y los poblados, vida y ropa limpiasacan al sol. Caminos campesinossuben sin rumbo fijo, a holgar, al cerro.

    Los rboles conversan junto al ro,de nidos en proyecto, de otros en abandono,de la nube servida como heladoen el remanso prximo,del equipaje de las piedrasque acaso nadie ha dejado en la orilla,de la avispa hipodrmica,del aguacero y la joven vereda,de las ranas deletreadas en su propia escuela,del verso como prosay del viento de anoche que barri las estrellas.El ro escucha siempre caminando.El ro que se conduce a s mismo, cmo y cundo

    Detrs de un cerro grandeva estallando una nube lentamente.Su sorpresaes como nuestra dicha: tan primera!Lo inaugural que en nuestro amor es clavede toda plenitud.El aire tiembla a nuestros pies.Yo tengotu cabeza en mi pecho.Todo cuajala transparencia enorme de un silenciopanormico, terso,apoyado en el plido deliriode besar tus mejillas en silencio.

    XVI

    Qu hars? En qu momentotus ojos pensarn en mis caricias?

    28

  • Y frente a cules cosas, de repente,dejars, en silencio, una sonrisa?Y si en la callehallas mi boca triste en otra gente,la seguirs?Qu hars si en los comercios semejanzasalgo de mi encuentras?

    Qu hars?

    Y si en el campo un grupo de palmeraso un grupo de palomas o uno de figurasvieras?

    (Las estrofas brillan en sus aventurasde desnudas imgenes primeras).Y si al pasar frente a la puerta abierta,alguien adentro grita: Carlos!?Habr en tu corazn el buen latido?Cmo ser el acento de tu paso?

    Tu carta trae el perfume predilecto.Yo la beso y la aspiro.En el rpido drama de un suspirola alcoba se encamina hacia otro aspecto.

    Qu hars?

    Los versos tienen ya los ojos fijos.La actitud se prolonga. De las manoscaen papel y lpiz. Infinitoes el recuerdo. Se oyen en el campolas cosas de la noche. Una vezte hall en el tranva y no me viste.Atravezando un bosque ambos lloramos.Hay dos sitios malditos en la ciudad.

    Me distetu direccin la noche del infierno?

    29

  • Y yo cre morirme mirndote llorar.Yo soy

    Y me sacude el viento.Qu hars?

    De Recinto, 1941

    30

  • FIN DEL NOMBRE AMADO

    Un soneto de amor que nunca digade quin y cmo y cundo, y agua d aquien viene por noticia y en s leaclave caudal que sin la voz consiga.

    Que en cada verso pierda y gane y sigaritmo a la cifra en luz que el agua arquea,y suba al esplendor que as deseamsica lengua y tacto a flor de espiga.

    Ya la lnea sandalia del tercetoabre camino al alma del objetoque adoro y cuyo nombre dicen todos.

    Nadie sabe el valor de su grandeza,pero al decirlo de inconscientes modosme transfiguran, pues me dan belleza.

    De Otras imgenes, 1941

    31

  • TEMA PARA UN NOCTURNO

    Cuando hayan salido del reloj todas las hormigasy se abra por fin la puerta de la soledad,la muerteya no me encontrar.

    Me buscar entre los rboles, enloquecidospor el silencio de una cosa tras otra.No me hallar en la altiplanicie deshiladasintindola en la fuente de una rosa.

    Estoy partiendo el fruto del insomniocon la mano acuchillada por el azar.Y la casa est abierta de tal modo,que la muerte ya no me encontrar.

    Y ha de buscarme sobre los rboles y entre las nubes.(Fruto y color la voz encender!)Y no puedo esperarla: tengo citacon la vida, a las luces de un cantar.

    Se oyen pasos muy lejos? todavahay tiempo de escapar.Para subir la noche sus luceros,un hondo son de sombras cay sobre la mar.Ya la sangre contra el corazn se estrella.Anochece tan claro que me puedo desnudar.As, cuando la muerte venga a buscarme,mi ropa solamente encontrar.

    32

  • SONETOS FRATERNALESA Jaime Sabines

    (FRAGMENTO)

    I

    Hermano Sol, cuando te plazca, vamosa colocar la tarde cuando quieras.Tiene la milpa edad para que hicierascon puados de luz sonoros tramos.

    Si en la ltima piedra nos sentamosvers cmo caminan las hilerasy las hormigas de tu luz raserasmovern prodigiosos miligramos.

    Se fue haciendo la tarde con las floressilvestres.Y unos cuantos resplandoressacaron de la luz el tiempo oscuro

    que acomod el silencio; con las manosencendimos la estrella y como hermanoscaminamos detrs de un hondo muro.

    33

  • NOCTURNO(FRAGMENTO)

    III

    Entre la selva enorme de la hierbala hormiga y una gota de rocotodo el cielo y la tierra mudo espoy alguien inmvil y voraz me observa.

    Adnde va la hormiga? Qu reservaa esa gota de cielo? A qu albedropertenecen mis ojos? Soy ya mo?El tiempo entre los ngeles me observa.

    Nada y Eternidad. Un haz de vientodesorden la hierba. Aquella hormigaperdi el campo y el mnimo aposento

    celestial, escurri su clara miga.Surgi el alma y el cielo corpulentola levant, profundo, de una espiga.

    34

  • NOCTURNO A MI MADRE

    Hace un momento,mi madre y yo dejamos de rezar.Entr en mi alcoba y abr la ventana.La noche se movi profundamente llena de soledad.El cielo cae sobre el jardn oscuroy el viento busca entre los rbolesla estrella escondida de la oscuridad.Huele la noche a ventanas abiertasy todo cerca de m tiene ganas de hablar.Nunca he estado ms cerca de m que esta noche:las islas de mis ausencias me han sacado del fondo

    del mar.

    Hace un momento,mi madre y yo dejamos de rezar.Rezar con mi madre ha sido siempremi ms perfecta felicidad.Cuando ella dice la oracin Magnfica,verdaderamente glorifica mi alma al Seor y mi

    espritu se llena de gozo para siempre jams.

    Mi madre se llama Deifilia,que quiere decir hija de Dios flor de toda verdad.Estoy pensando en ella con tal fuerzaque siento el oleaje de su sangre en mi sangrey en mis ojos su luminosidad.Mi madre es alegre y adora el campo y la

    lluvia,y el complicado orden de la ciudad.Tiene el cabello blanco, y la gracia con que

    caminadice de su salud y de su agilidad.

    35

  • Pero nada, nada es para m tan hermosocomo acompaarla a rezar.Todos los das, al responderle las letanas de laVirgenTorre de Marfil, Estrella Matinal,siento en m que la suprema poesaes la voz de mi madre delante del altar.Hace un momento la o que abri su ropero,hace un momento la o caminar.Cuando me ense a leer me ense tambin a

    decir versosy por ese tiempo me llev por primera vez al mar.

    Cuando la pobreza se ha quedado a vivir en nuestracasa,

    mi madre le ha hecho honores de princesa real.Doa Deifilia Cmara de Pelliceres tan ingeniosa y enrgica y alegre como la

    tierra tropical.Oigo que mi madre ha salido de su alcoba.El silencio es tan claro que parece retoar.Es un gajo de sombra a cielo abierto,es una ventana acabada de cerrar.Bajo la noche la vida crece invisiblemente.Crece mi corazn como un pez en el mar.

    Crece en la oscuridad y fosforecey sube en el da entre los arrecifes de coral.Corazn entre nufrago y pirataque se salva y devuelve lo robado a su lugar.La noche ahonda su ondulacin serenacomo la mano que en el agua va la esperanza

    a colocar.Hermosa noche. Hermosa nocheen que dichosamente he olvidado callar.

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  • Sobre la superficie de la nocheray con el diamante de mi voz inicial.

    Mi voz se queda sola entre la nocheahora que mi madre ha apagado su alcoba.Yo vigilo su sueo y acomodo sus nubesy escondo entre mi angustia lo que en mi

    pecho llora.

    Mi voz se queda sola entre la nochepara decirte, oh madre, sin decirlo,cmo mi corazn disminuir su toquecuando tu sueo sea menos tuyo y ms mo.

    Mi voz se queda sola entre la nochepara escucharme lleno de alegra,callar para que ella no despierte,vivir slo por ella y para ella,detenerme en la puerta de su alcobasintiendo cmo salen de su sueolas tristezas ocultas,lo que imagino que por m entristecesu corazn y el sueo de su sueo.

    El ngel alto de la media noche,llega.Va repartiendo prpados cadosy cerrando ventanasy reuniendo las cosas ms lejanas,y olvidando el olvido. Poniendo el pan y el agua en

    la invisible mesadel olvidado sueo.Disponiendo el encantodel tiempo enriquecido sin el tiempo;el tiempo sin el tiempo que es el sueo,

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  • la lenta espuma esferadel vasto color sueo;la cantidad del canto adormecidoen un eco.

    El ngel de la noche tambin suea.Slo yo, madre ma, no duermo sin tu sueo!

    De Subordinaciones, 1949

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  • SONETOS DOLOROSOS(FRAGMENTO)

    He pasado la vida con los ojosen las manos y el habla en paladeode color y volumen y floreode todos los jardines en manojos.

    Con cunta agilidad rob cerrojos!No conoci la lengua titubeo;y despus de geogrfico cateoamorat el azul desde los altos rojos.

    Ya con las piernas de un camino hermososud para sentir en el reposolos hilos de la brisa humedecidos

    Sin mi sombra a mi cuerpo correspondees que el silencio aconteci entre ruidosy ha sabido saber cmo y a dnde.

    De Prctica de vuelo, 1956

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  • A LUIS BARJAU

    Mira, Luis, no es por nada, pero hay dasque me quedo mirando cualquier cosa,y me pregunto si la mariposaviene o va o si soy yo el de sus guas.

    Entre conformidad y rebeldasel rbol soport la dolorosatarea de crecer, y cuidadosa-

    mente bajo la lluvia ve sus cras.

    Hay un fruto: es un pjaro. Prefieroescucharlo en la tarde, cuando muerode todas las maneras que es posible.

    Y aqu me tienes sin decir palabrapor miedo de encenderme combustibley cuidar que una puerta no se abra.

    14 de junio de 1969

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  • CON ESTE CIELO Y ESTOS LAGOS

    Con este cielo y estos lagoseres lo que deseo.Me pienso en Luz y lo afilado acero.Amo as tu bellezay en m las energas misteriosaspara poder amarte tanto.A mil kilmetros tu mirada triste,tu voz suelta en las violas y en las ramas.La ventana entreabierta de la tarde.El horizonte en ti, el agua deshojada,la flor entre las pginas del da.La soledad que llevo siempre en flor.T callas y me mirascon tu mirada triste y tu silencio.Yo estoy hecho de cantos escondidos,perdido entre las cosas,oyendo el aria antigua de tu ausencia,sin saber que decirle a los dems.

    El cielo de los lagos est en mi corazn.Y en la noche que llega,ni t ni yo.

    Villahermosa, Tabasco13 de octubre de 1969

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  • YO NAC JOVEN

    Esto lo saben los rboles ms viejosy las nubes que empiezan a formarse.Sigue lloviendo,pero la tierra est tranquilay el viento se ha refugiadoen las alas de un pjaro serpiente.Por mi ventana veo tanto cieloque mis ojos se van y a veces no regresan.Yo veo y oigo y huelo y toco y paladeo.Y esto me ocurre como al agua naturalque nadie ve.Estoy perdindome sin horizonte,y cuando me tropiezo con el tiempo,creo que la muerte tiene tanta vidacomo yo en ese instante.

    Madrugada del 8 de noviembre de 1969

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  • LA DUALIDAD NOCTURNA

    Los caminos destruidos del insomnioque van a dar adonde ya no hay nada;los pasos tan voraces del demoniosobre la arena ms abandonada.

    Vspera poderosa llamaradaque enciende las ciudades del insomnio;la muerte joven que se da el demonioa la luz de una esplndida mirada.

    Va a llegar el arcngel? Tengo el ropara la desnudez de su hermosura.Busco lo que no es suyo y lo que es mo.

    Todo parece estar naciendo apenas.La novedad de una antigua escultura?Todo parece estar naciendo apenas.

    Lomas de Chapultepecnoche del 5 de diciembre de 1974

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  • POR ESO ESTE POEMA

    Por eso este poema, tan abierto,como la mano en que se da la mano,es la desnuda tarde de veranoen que la lluvia niega lo ms cierto.

    Si pudo lo increble ser tan ciertoy estar de lo ms lejos tan cercano,que por eso, por ser eso est a la manoel agua incomparable del desierto.

    Al abrir las ventanas de este dacerr los ojos cuando sonreala flor de lo que pasa inesperado.

    Por eso, cuando el sueo me despierta,desaparezco de uno y otro ladoy me inclino a esperar que abran la puerta.

    Tepoztln,4 de mayo de 1976

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  • LA DANZA

    Crculo y tringulo. Punto. Movimieto.La estatua, liberada del vaco.Instante en llamarada o en roco.Hoja que cae o grito en el cielo.

    Un pjaro tan claro de alimento.El equilibrio de un escalofro.Las mil pausas continuas. Lo que es mocuando con nadie estoy: deslumbramiento.

    Es hablar con el cuerpo. No est mudala msica del cuerpo. Se desnudala inmaterialidad de la materia.

    Estoy pensando en ti. En ti he aprendidoque no hay tanta riqueza en mi miseria.Silencioso clamor de cielo herido.

    Lomas de Chapultepec,4 de septiembre de 1976

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  • UN SONETO

    El material de la noche florea.Estoy luminosamente escondido.Tiene el jazmn de Arabia tanto fluidoque as es la perfeccin que redondea.

    Algo que nace, como que aletea.Un tomo de vida se ha encendido,y el universo ejerce su tarea.Dnde estar la fuente del olvido?

    En el incendio intil de una rosapereci perseguida mariposa.La noche puso en pie nombres callados.

    Todos los sueos estaban despiertos;y la vida con los ojos cerradosy la muerte con los ojos abiertos.

    Lomas de Chapultepec,4 de octubre de 1976

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