ELDOMINGO 47ÚLTIMAS NOTICIAS ❙ DOMINGO, 22 DE JULIO DE 2007

CARACAS 440 LA CAPITAL SE CARACTERIZA POR SER VANGUARDISTA Y MODERNA

El rescate del patrimoniocaraqueño dependedel valor que le densus ciudadanosGABRIELA ROJAS / MARGARET LÓPEZ

Plaza Venezuela sin la fuente. LaFarmacia Amadores sin las rejas.La Avenida Libertador sin el se-máforo peatonal para el Sambil.La Casa de las Madrices antes de

ser una esquina perdida entre buhoneros.Sabana Grande sin su Centro Comercial ElRecreo. Los predios de una hacienda antesde ser coronada con la pirámide invertidadel primer “mall” caraqueño, el CCCT.

Imágenesdeunaciudadenpasado,partedeun patrimonio sobreviviente que se reescribecon la velocidad de su dinámica diaria y a lavez, reinventa la historia de los capitalinos.

Caracas es Caracas. “El pueblo caraqueñose merece que le digamos quiénes fuimos”dice el cronista de la ciudad, Guillermo Du-

rand González, en una oficina atestada de li-bros. En uno de esos rincones coloniales delPalacio Municipal, la misión diaria es en-contrar algún rastro del acta de fundaciónde esa ciudad que nació bajo el nombre deSantiago de León de Caracas y que aún notiene claro el día de 1567 en el que nació.

El sexto cronista de una urbe que ahoraconstruye más centros comerciales queparques públicos le apuesta a una misiónsalvadora del Archivo Histórico de Cara-cas. “Hay que hacer una campaña pararescatar los documentos de la segunda mi-tad del siglo XX, que no se sabe dónde es-tán y referirlos a un mismo lugar para suestudio. Si no se hace eso, vamos a estarperdidos” explica Durand.

Esa historia que puede sonar a héroesde independencia, Fabiola Velasco, presi-denta del Instituto Metropolitano de Pa-trimonio Cultural, la define de otra mane-ra: vanguardista. “La ciudad ha ido cre-ciendo en una vertiente que no es propia-mente la colonial, de lo cual no queda na-da más que la trama urbana del centro,porque Caracas se hace de lo cotidiano ypor eso es netamente moderna”.

Velasco afirma que lejos de ser negativo,esa es una característica que diferencia alcapitalino del resto del país, “al caraqueño,como dice el himno ‘seguid el ejemplo queCaracas dio’, nos encanta marcar pauta, lonuevo, lo contemporáneo. Y esas son cosasque tenemos que resaltar sin vergüenza”.

La moda también es parte de ese certifi-cado de caraqueño. No en vano, la ciudadrecrea desde estilos de los años 50, en la Av.Victoria, hasta los más recientes edificiosde fachadas de vidrios. Hannia Gómez, pre-sidenta de la Fundación para la Cultura Ur-bana vive enfrente de uno de éstos.

Ella reivindica el compromiso de todos porhacer la ciudad y mientras fija la mirada enla ventana recuerda “hoy en las escuelas dearquitectura no se enseña que un edificio tie-ne que responder a la ciudad. No les importala escala alrededor, no les importa lo que hayantes ni lo que haya después sino que tiransu discurso absurdo y abstracto dentro deun contexto. Es como si se olvidaran queuna ciudad se diseña entre todos”.

El reto parece estar en que mientras unosdemuelen casas para acercar el futuro,otros puedan rescatar trozos de lo antiguo

Caracas asfalta su memoria

La Pastora es el céntrico recodo de laCaracas de principios de siglo XX, querecuerda un pasado “de familias de buenapellido y linaje”, como la evocan susmoradores más antiguos.Una de sus calles de asfalto, donde reposa

la esquina de Amadores que otrora cruzabalos rieles del tranvía, se hizo tristementecélebre cuando la cabeza del médicomilagroso José Gregorio Hernández impactócontra la acera luego de ser arrollado por elúnico carro (o por lo menos uno de los muypocos) que circulaba en la incipienteCaracas moderna.Hoy, una placa de mármol que rememora su

fallecimiento ese 29 de junio de 1919 y unmural con la imagen del “Venerable”, sonlas señas de la famosa esquina, en la quesigue la farmacia “Amadores”, de la quesalía el doctor con la medicina del últimopaciente que atendió minutos antes, apocas casas de esa cuadra.Ahora un supermercado, un edificio de seis

pisos, un estacionamiento y un laboratorioclínico con su nombre son la referenciacardinal de los visitantes, que hicieron deeste rincón parte de la historia capitalina.

DOMINGO, 22 DE JULIO DE 2007 ❙ ÚLTIMAS NOTICIAS48 ELDOMINGO

El anecdotario caraqueño tiene una referencia importante de la época indepen-

dentista en la esquina de “Madrices”, en pleno centro de Caracas. Don Domingo

Rodríguez de la Madriz fue el primer dueño de la casona, que bautizó el lugar para la posteridad con

el plural que hacía la fama de la hermosura de sus hijas y su apellido. A una cuadra de la Plaza Mayor

(hoy Plaza Bolívar) esta lujosa casona fue habitada por Vicente Emparan, el mismo de la conocida his-

toria del balcón en la que el pueblo de Caracas a una seña del Canónigo Madariaga, lo rechaza-

ría como Gobernador y Capitán General, lo que marcaría la gesta emancipadora.

En esa casa se celebró el Decreto del 29 de abril de 1856, donde Caracas se

convertía en la Capital de la República de Venezuela.

Hasta hace unos años, una discreta placa recordaba a los

transeúntes su glorioso pasado. Pero los laberínticos

caminos de tarantines de la economía informal

que reinan en la zona perdieron en elcaos urbano, a uno de los testigosmás destacados de la histo-ria capital y nacional.

CARACAS 440 I CENSO DE PATRIMONIO CULTURAL VENEZOLANO EMPEZÓ EN 2004

para identificar a la urbe.Esos pedazos son los que Maritza Ran-

gel, directora de Registros del Institutode Patrimonio Cultural (IPC) rescata ydefiende desde la sede colonial, enclava-da a pocos metros del trajín subterráneode la estación de Caño Amarillo.

“Tratar de mantener la memoria de laciudad implica que persistan valoresque representaron épocas, no sólo quetengan que ver con la colonia, sino conlos años 30, 50 y los de hoy. Sabemos quelas ciudades avanzan y no nos podemosnegar al desarrollo, siempre que seacontrolado. Lo rico es que la ciudad pue-da recorrerla el venezolano, el caraque-ño o cualquier persona de afuera, quesienta en ese recorrido la historia de es-te país. Ahí está la clave de que la capi-

tal pueda mantener su encanto”.

Reinventando la ciudad. Los recuerdos seguardan en el álbum de la familia, mientrasque a Caracas apenas le registraron su me-moria a partir de 2004 cuando empezó el ICenso del Patrimonio Cultural Venezola-no, realizado por el IPC. Chacao reunió susobras en un catálogo de 114 páginas. Baru-ta y El Hatillo le siguieron. Libertador, encambio, aún sigue uniendo piezas de su his-toria en los cinco tomos previstos que in-tentan resumir los objetos, personajes yobras que la identifican, mientras que enSucre la tarea apenas comienza.

Ese inventario patrimonial que reúne alos cinco municipios inicia ahora el procesode regulación y control legal del Estado so-bre la memoria urbana, pero sobre todo, se

convierte en la definición de Caracas.Rangel, al tanto de la responsabilidad so-

bre los hombros del IPC, alerta “la divisiónpor alcaldías y lo celosas que son de su te-rritorio no ha permitido que la ciudad sevea como un todo, de manera integral. Esimportante que se involucre al caraqueñocon su entorno”.

El cronista de la capital coincide. “Si elque está en Petare dice que es caraqueño,el que está en Baruta dice que es caraque-ño y el que está en la parroquia Catedraltambién dice que es caraqueño, entoncesdebe haber una conexión entre ellos tres,aunque hoy haya una suerte de abismo.Porque Caracas aún no tiene una historiade la ciudad en conjunto”. Como con el pa-trimonio no se trata de demoler sino deconstruir. ■

ÚLTIMAS NOTICIAS ❙ DOMINGO, 22 DE JULIO DE 2007 ELDOMINGO 49

CARACAS 440LOS CARAQUEÑOS DEBEN SER LOS PRIMEROS EN RESPETAR SU CIUDAD

A pesar de naceren Sabana Grandepoco le importaba elrecuerdo de los intelectuales,los disfraces de carnaval, elsonar de los carritos de helados y lafama de los golfeados a una cuadra desu fachada. El Centro Comercial El Recreo llegó el12 de noviembre de 1999 para competir con laprimera edificación de cinco niveles que se llevóel apellido internacional de “mall”: el Sambil.Su plaza central se convirtió tabla depresentación para los conjuntos de gaitas de losprincipales colegios caraqueños, gradasimprovisadas para reunir a los fanáticos deldeporte o incluso, sucursal móvil para los

vendedores de turno.Los vecinos de Bello Monte fueron susprincipales detractores por el congestionamientovehicular, pero aún así los urbanistas defiendensus amplios pasillos. Apenas hace unos mesesse abrieron las puertas de su segunda etapa, lasGalerías, pero al parecer su público se interesómás por los distintivos amarillos que definieroncada peldaño de sus escaleras centrales.

El nombre que la bautizó habla de su fun-ción unificadora: Plaza Venezuela, un grancírculo que propone el verdadero eje cén-trico de la ciudad y que sirve como referen-cia a cualquier habitante que llegue de dis-tintas latitudes del país. Para los caraque-ños es la unión de la urbe en expansión,donde se encuentran inevitablemente elnorte, sur, este y oeste. Aquí confluyen susprincipales arterias viales, por donde bom-bea la sangre humana que mueve ese cora-zón acelerado de Caracas.Los imponentes edificios que la custodian esla imagen infaltable de las innumerables visio-nes postales que dibujan la capital.Para los andantes de cuatro ruedas, PlazaVenezuela y su fuente circundan la vía que per-mite en un sólo camino tomar la autopista

Francisco Fajar-

do en ambossentidos. Para el pea-tón, el inicio o el final -según se vea- del Bulevar deSabana Grande lo conecta conmundo de los intestinos subterráneosque se abren en el Metro de Caracas, quesin duda refleja por su especialmente con-gestionada estación, que allí es donde transi-ta y confluye la ciudad.Como puntual acompañante de un día a díaplagado de retrasos, colas y ajetreos, se levan-ta generosa a la vista de cualquiera, ese enor-me transcurrir de los minutos que se dictadesde la Torre La Previsora.Y allí, adornada por todos los flancos con rega-los únicos de Carlos Cruz Diez, Alejandro Oteroy Pedro León Zapata, Plaza Venezuela se alzacomo la vista detrás del arco de entrada a lamás consentida de las creaciones de Carlos

Raúl Villanueva: la Ciudad Universitaria deCaracas, donde el arte y la arquitectura

encontraron una de sus más perfec-tas expresiones urbanas.

✒ PASA A LA P51

DOMINGO, 22 DE JULIO DE 2007 ❙ ÚLTIMAS NOTICIAS50 ELDOMINGO

Llegó después del Pasaje Zingg y la novedad

de sus escaleras mecánicas de madera, de los

bancos descubiertos del CC Mata de Coco, del

regente de Chacaíto y del Unicentro El Mar-

qués. Se construyó incluso con el Concresa, el

Centro Plaza y el Paseo Las Mercedes abiertos,

pero el Centro Ciudad Comercial Tamanaco ganó

adeptos caraqueños por abrir la primera multiferia

de comida. Su estructura simula una pirámide inver-

tida con escaleras muy iluminadas pero su diseño

no le ganó reconocimiento público. Cuando en los

setenta, “los pavos” redujeron su nombre a un siseo

de tres “c” fue cuando logró consolidarse como un

lugar imprescindible para el paseo de moda. Su

gran proeza consistió en reunir los cines, un super-

mercado y tiendas de marcas reconocidas en el

mismo espacio. El letrero que identificó a Chuao se

perdió para siempre en los días de fundación y la

supremacía de sus espacios de compra se desinte-

gró de a poco con la aparición de la silueta Sambil.

Las cuatro torres de oficinas y el hotel son quienes

refuerzan ahora su historia, cuando en plena era

digital, su página web apenas exhibe el cartel de

“en construcción”.Es una edificación de apenas nueve años, perosu corta vida no le ha impedido convertirse en unpunto turístico dentro de los mapas caraqueños, en el centrobancario más cercano después de las siete de la noche y enun icono para las celebraciones del Día del niño. “Sambil” fueuna palabra que repitió hasta el Presidente de la República dela época, Rafael Caldera en 1998, cuando le estrechó la manoa Ronald Mc Donald en la inauguración. Alberga el único HardRock Café de la urbe, en algún momento tuvo un breveincendio en sus cines inferiores y es el centro de atemporales“planes vacacionales” de caraqueños y extranjeros a los quese les puede ver cruzar la calle por el paso peatonal que sepuso en su honor. En su nacimiento prometió contar con elacuario “más grande de Latinoamérica” y aunque no loconsiguió, Sambil es ahora una marca de espacios públicosque se expande por Valencia, Margarita, Maracaibo, SanCristóbal y hasta Paraguaná que espera por su llegada.

CARACAS 440 LOS CENTROS COMERCIALES HAN PASADO A SER LOS ICONOS ACTUALES