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EL USO SUSTENTABLE DE LOS SUELOS 173 CAPÍTULO IX. LABRANZA DEL SUELO "El suelo arable ideal: Los agricultores formaron su suelo arable a partir del virgen o del viejo suelo arable. Ellos desarrollaron y mantuvieron una profundidad de zona radicular, fácilmente penetrada por el aire, el agua y las raíces. Ese suelo retiene el agua entre las lluvias pero admite que el exceso pase a través de él. Contiene una balanceada provisión de nutrientes. El no se lava intensamente durante las lluvias ni tampoco se desmorona y dispersa con los fuertes vientos. La combinación de prácticas a usar depende de qué resulta necesario para desarrollar y mantener un suelo tan cerca como sea posible del ideal, basándolo en un sostenido período de largo tiempo. Varían grandemente según las numerosas calidades de suelos. Los agricultores exitosos optaron por las prácticas para sus campos de acuerdo a dos consideraciones primarias: ¿Qué prácticas necesitan para acercarme al suelo ideal?. ¿Cuántos serán los costos y los retornos que tendrán lugar en el movimiento de mi campo?. Charles E. Kellogg, en el Yearbook of Agriculture de 1957 "Soil". 1. FINALIDAD DE LAS LABRANZAS O LABOREO DEL SUELO Proporcionar a los cultivos un medio apropiado para que desarrollen adecuadamente hasta culminar en la cosecha. Es decir, mantener el mejor estado físico del suelo con relación al crecimiento de las plantas, lo que es conocido como "sazón o madurez del suelo". En este sentido se advierte conveniente atender al concepto de manejo conservacionista que, además de las prácticas a ese fin como terrazas, fajas y otros, incluye: a) un enfoque integral de la conservación del suelo, con técnicas apropiadas en los sistemas de producción b) vincular estrechamente el manejo del suelo con el del agua, c) considerar la sustentabilidad, que involucra conceptos ambientales, económicos y culturales y, por último, d) conocer que "mientras el suelo posea mayor cobertura mayores serán las ventajas" (Arzeno, 1996). 1.a. LOS OBJETIVOS DE LA LABRANZA O LABOREO Las labranzas generan la modificación de la capa arable del suelo (aumentan la rugosidad, incorporan o no los restos vegetales, incrementan la capacidad de aire en el tramo trabajado), y actúan sobre los procesos de fertilidad, alterando la descomposición, o la mineralización de la materia orgánica; también modifican la densidad aparente, la estructura, la infiltración y la acumulación de agua e influyen en la población vegetal y animal del suelo, y de plagas y malezas. Las llamadas primarias , que se inician con las tareas de preparación del suelo para el cultivo, son llevadas a cabo mediante el uso de arados (de reja, discos, cincel). Las secundarias , destinadas a establecer la cama de siembra, se ejecutan con herramientas, como rastras y vibrocultivadores, que labran al suelo disminuyendo el tamaño de los agregados provenientes de la labores primarias y cumpliendo otros objetivos adicionales (eliminación de malezas y otras). 2. SISTEMAS DE LABRANZAS O LABOREO Las labranzas se agrupan del siguiente modo: - Convencionales . - Mínimas (incluidas la vertical, y la siembra directa o "labranza cero"). 2.a. CONVENCIONALES Se efectúan numerosas pasadas (5 á 7) con distintas herramientas (arados, rastras) y se practicaban en las regiones húmedas. Ahora están evolucionando hacia otras más El laboreo del suelo

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EL USO SUSTENTABLE DE LOS SUELOS 173

CAPÍTULO IX. LABRANZA DEL SUELO"El suelo arable ideal: Los agricultores formaron su suelo arable a partir del virgen o del viejo suelo arable. Ellos desarrollaron y mantuvieron una profundidad de zona radicular, fácilmente penetrada por el aire, el agua y las raíces. Ese suelo retiene el agua entre las lluvias pero admite que el exceso pase a través de él. Contiene una balanceada provisión de nutrientes. El no se lava intensamente durante las lluvias ni tampoco se desmorona y dispersa con los fuertes vientos. La combinación de prácticas a usar depende de qué resulta necesario para desarrollar y mantener un suelo tan cerca como sea posible del ideal, basándolo en un sostenido período de largo tiempo. Varían grandemente según las numerosas calidades de suelos. Los agricultores exitosos optaron por las prácticas para sus campos de acuerdo a dos consideraciones primarias: ¿Qué prácticas necesitan para acercarme al suelo ideal?. ¿Cuántos serán los costos y los retornos que tendrán lugar en el movimiento de mi campo?. Charles E. Kellogg, en el Yearbook of Agriculture de 1957 "Soil".

1. FINALIDAD DE LAS LABRANZAS O LABOREO DEL SUELOProporcionar a los cultivos un medio apropiado para que desarrollen adecuadamente hasta culminar en la cosecha. Es decir, mantener el mejor estado físico del suelo con relación al crecimiento de las plantas, lo que es conocido como "sazón o madurez del suelo".

En este sentido se advierte conveniente atender al concepto de manejo conservacionista que, además de las prácticas a ese fin como terrazas, fajas y otros, incluye: a) un enfoque integral de la conservación del suelo, con técnicas apropiadas en los sistemas de producción b) vincular estrechamente el manejo del suelo con el del agua, c) considerar la sustentabilidad, que involucra conceptos ambientales, económicos y culturales y, por último, d) conocer que "mientras el suelo posea mayor cobertura mayores serán las ventajas" (Arzeno, 1996).

1.a. LOS OBJETIVOS DE LA LABRANZA O LABOREO

Las labranzas generan la modificación de la capa arable del suelo (aumentan la rugosidad, incorporan o no los restos vegetales, incrementan la capacidad de aire en el tramo trabajado), y actúan sobre los procesos de fertilidad, alterando la descomposición, o la mineralización de la materia orgánica; también modifican la densidad aparente, la estructura, la infiltración y la acumulación de agua e influyen en la población vegetal y animal del suelo, y de plagas y malezas.

Las llamadas primarias, que se inician con las tareas de preparación del suelo para el cultivo, son llevadas a cabo mediante el uso de arados (de reja, discos, cincel).

Las secundarias, destinadas a establecer la cama de siembra, se ejecutan con herramientas, como rastras y vibrocultivadores, que labran al suelo disminuyendo el tamaño de los agregados provenientes de la labores primarias y cumpliendo otros objetivos adicionales (eliminación de malezas y otras).

2. SISTEMAS DE LABRANZAS O LABOREOLas labranzas se agrupan del siguiente modo:

- Convencionales.- Mínimas (incluidas la vertical, y la siembra directa o "labranza cero").

2.a. CONVENCIONALES

Se efectúan numerosas pasadas (5 á 7) con distintas herramientas (arados, rastras) y se practicaban en las regiones húmedas. Ahora están evolucionando hacia otras más económicas y conservacionistas. Requieren un elevado uso del parque de maquinarias y, por consiguiente, un alto consumo de combustible y jornales. Este sistema, donde predomina el uso del arado (de rejas o de discos), genera la completa inversión del horizonte superficial y, por lo tanto, la total incorporación de los restos vegetales.

La labranza convencional activa la fertilidad actual del suelo, en detrimento de la fertilidad potencial, y se manifiesta como la máxima expresión en la pérdida de su fertilidad. Además, luego de algunos años, origina la compactación subsuperficial y por consiguiente la disminución de la capacidad de retener agua, de la aireación, de la actividad biológica, del contenido de la materia orgánica y la pérdida de la estructuración.

Al invertir el pan de tierra, deja a profundidad las capas superficiales secas y exponen, al aire y al sol, las partes húmedas más profundas. En el caso de optar por este sistema la misma no implica una

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decisión aislada, se le suma un conjunto de prácticas tales como: cultivos en fajas o curvas de nivel, rotación de cultivos, abonos verdes, terrazas y otros.

2.b. LABRANZA MÍNIMA

Consiste en realizar varias operaciones con un mínimo de tareas, sin invertir el pan de tierra.

Comprende los sistemas de laboreo simultáneo, bajo cubierta de rastrojo, labranzas verticales, de siembra directa e intersiembra. Se emplea en regiones de clima semiárido y subhúmedo. Incorpora parcialmente los residuos (con cincel, rastra de discos o de dientes), o los deja totalmente en superficie (siembra directa).

Se reduce así significativamente el número de labores, priorizando dejar el suelo "rugoso" y con suficiente cobertura para disminuir la evaporación y el escurrimiento, almacenar agua en el perfil y protegerlo de la erosión hídrica y eólica (observar la Tabla IX-1).

Se advierten algunas desventajas, tales como: 1) menor fertilidad actual, que se subsana con la incorporación de fertilizantes nitrogenados como “arranque”, sobre todo cuando la relación C/N es alta; 2) que es difícil sembrar un cultivo anual (soja, maíz) sobre una pastura perenne, particularmente en temporadas muy lluviosas; 3) que la temperatura del suelo resulta más baja (debajo de los residuos), por lo que las semillas germinan más tarde, y 4) la presencia de malezas difíciles de controlar con herbicidas.

Tabla IX-1Agua Infiltrada en Parcelas de Escurrimiento, con Lluvia Artificial

CultivoEstado de desarrollo

Labranza Convencional Siembra DirectaLluvia

aplicada mm

Agua perdida %

Lluvia aplicada

mmAgua

perdida %

Trigo

Emergencia 95 53 95 34Floración 95 61 95 43Cosecha 95 23 95 15Total 285 46 285 31

Soja

Emergencia 95 68 95 34Floración 95 62 95 44Cosecha 95 56 95 32Total 285 62 285 37

Fuente: INTA-Marcos Juárez (1983)

También se avizoran dificultades, en razón de que la densidad aparente del suelo aumenta con las distintas labores y se incrementa la resistencia a la penetración por las raíces. Estos impedimentos devienen de que, si bien la compactación es mucho más lenta que en la labranza convencional, culmina alcanzando también niveles significativos. En el caso de la convencional, resulta afectado el subsuelo (son frecuentes los pisos de arado) y en los otros se manifiesta en la superficie del suelo. La recomendación es efectuar labores profundas, más de 0,30 m, que soluciona el inconveniente, en especial si se realiza en forma cruzada, y a mayor profundidad cuando se encuentran falencias en el almacenaje del agua de lluvia.

En relación con el incremento de la resistencia a la penetración, Saravia (1997) demostró, en los campos de INTA-Cerrillos (Salta), que la labranza convencional logra unos 0,20 m de suelo significativamente más blando que la labranza mínima, la siembra directa, y la escarificación más siembra directa; en cambio, las diferencias no resultaron significativas cuando se analizó la densidad aparente (los resultados se grafican en la Figura IX-1). Sfeir y colabs. (1996) opinan que, en las pruebas con penetrómetro, los intervalos de muestreo de 10 cm no permiten identificarlas y que los de 5 cm sí las encuentran.

La premisa principal, para elegir el tipo de labor a utilizar es que, los mayores rendimientos sostenidos que se registran en zonas áridas o semiáridas, resultan de un cultivo con cobertura o con siembra directa, o algunas de las variantes de labranza mínima. Luego de ello se consideran los otros factores (sanidad, malezas, temperatura y otros).

La labranza vertical permite mantener una cubierta protectora ante los agentes erosivos, lo que se alcanza mediante:

- La no-inversión del pan de tierra.- El desmenuzamiento del suelo por vibración (cincel, subsolador) sin invertir el pan de tierra,

conduce a que los restos vegetales queden en superficie o semi-incorporados, obteniendo un aumento de la materia orgánica que favorece una mayor estabilidad estructural y mejores condiciones físicas, mayor infiltración y acumulación de agua en el perfil.

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El efecto de roturación por vibración mantiene la unidad estructural, porque se fracturan por sus caras o paredes de agregación, dotando al suelo de una adecuada condición. En la labranza vertical, se emplean herramientas que provocan el corte en ese sentido, permaneciendo un importante porcentaje de restos vegetales en superficie. También permiten modificar horizontes o capas impermeables. Se recomienda ampliar este tema con la lectura del capítulo V "Práctica de la Fertilización del Suelo".

En la labranza mínima propiamente dicha se realiza en una sola operación, la arada y la siembra, sin otros laboreos previos. También es posible combinar con labranzas para "barbechar" el suelo.

Figura IX-1Diferencias de Compactación del Suelo con las Labranzas(gráfica obtenida con penetrómetro)

Prof

undi

dad

en c

m0 Escarificación

Labranza Labranza

+ Siembra Directa Convencional Mínima

10 Siembra Directa

20

30

40

50/0 10 20 30 40 50 60 // 70 Presión (10.kg cm-2)

Fuente: Saravia (1997), adaptado

2.c. SIEMBRA DIRECTA O LABRANZA CERO

Como su nombre lo indica, se siembra sin labores previas del suelo y el control de malezas se realiza con herbicidas. Más adelante, se detallarán propósitos y operaciones.

La Intersiembra, destinada a mejorar las pasturas, se cumple mediante la siembra directa sobre una pastura ya implantada, como en el caso de una leguminosa sobre una gramínea (Melilotus sobre grama Rhodes) o viceversa (avena sobre alfalfa).

Resumiendo, las labranzas se agrupan en:

- Convencional o de aradura, en las situaciones que se produce totalmente el vuelco de la capa trabajada y se incorporan todos los residuos vegetales.

- Mínima y vertical, cuando se deja "rugoso" el suelo y se incorporan parcialmente los residuos vegetales, disminuyendo significativamente el número de labores.

- Cero, cuando todo los restos vegetales quedan en superficie.

Asimismo, se observan las siguientes diferencias:

a) Labranza convencional: Requiere mayor tiempo y gasto en mantenimiento y reparaciones, alto consumo en combustibles y lubricantes y mayor tiempo operativo, al realizar varias pasadas sobre el terreno. En el caso de sembrar un cultivo de verano sobre rastrojos invernales es necesario:

- Una pasada de rastra de disco, para cortar los restos vegetales.- Una o más pasadas de arado de reja, para roturar y voltear el suelo, e incorporar los residuos.- Una o más pasadas de rastra de discos, para refinar el terreno.- Una pasada de rastra de dientes, para la preparación final de la cama de siembra.

b) Labranza mínima: Unifica las labores de la convencional reduciendo el número de las mismas, por lo que adelanta la fecha de siembra, cuenta con más tiempo para trabajar mayor superficie y

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reduce el mantenimiento de las maquinarias, el consumo de combustible y de lubricantes. Para este caso sólo se requiere:

- Una pasada de trituradora, para cortar o triturar el rastrojo (suele no ser necesaria).- Una de arado de cincel, para esponjar la capa superficial y remover malezas.- Una última de vibrocultivador, para acondicionar la cama de siembra.

c) Siembra directa y labranza cero: Todas las labores anteriores se unifican en una sola.

Una clasificación reciente de las labranzas, según la cobertura del suelo, expresa (Arzeno, 1996):

Labranza Por ciento de coberturaConvencional hasta 29Conservacionista 30 - 69Mejoradora 70 o más

3. DESCRIPCIÓN DE LAS LABRANZAS

3.a. ARADA

Mejora la aireación, aumenta la permeabilidad y la retención de agua, elimina las malezas, disminuye la densidad aparente, favorece la mineralización de la materia orgánica y atenúa los efectos de malezas, insectos y enfermedades.

La forma básica se realiza con varios implementos, especialmente con el arado de reja y vertedera, o con el de discos. Con estos instrumentos la labor consiste en cortar, soltar, granular e invertir el pan de tierra, con el consiguiente enterramiento de hierbas, abonos verdes, fertilizantes, enmiendas, etc. El volteo o inversión total del pan de tierra depende de la eficiencia (o forma) de la vertedera, o curvatura y ángulo de ataque del disco. Esta labor, efectuada con reja y vertedera, es menos daniña en regiones húmedas, frescas y llanas, con escasos vientos; e inaplicable en regiones semiáridas y ventosas, pues desencadenan una fuerte erosión eólica o hídrica.

La profundidad de labranza se encuentra relacionada con el suelo y el cultivo. Se recomienda realizarla tan profunda como se pueda, si se halla un horizonte endurecido a escasa profundidad, si se quiere aumentar la permeabilidad o, el cultivo es de raíces muy profundas y el suelo también lo es. Así también, para traer a superficie horizontes inferiores ricos o convenientes. A la inversa, si el subsuelo es arenoso y el suelo superficial de buena aptitud, si se entierran abonos verdes o químicos o si es una zona anegadiza, es preferible una labor somera, de menos de 0,20 m.

La arada por supuesto, no es sugerida en cultivos perennes y menos en aquellos ya implantados de raíces poco profundas. Recuérdese que las dos terceras partes del sistema radicular de la mayoría de las plantas cultivadas se encuentran en los primeros 15-20 cm de suelo.

Es recomendable cumplir cualquier labor referida al suelo con un grado de humedad apropiado. Hecho con el suelo demasiado húmedo disminuye la agregación, la efectividad de la labor y compacta al suelo; si se encuentra demasiado seco, obliga a un gasto de potencia extraordinaria y no produce la fracturación adecuada de los grandes agregados, o pulveriza demasiado a los pequeños.

3.b. RASTREADA

Consiste en diminuir el tamaño de los agregados superficiales dejados por la arada, triturar restos vegetales en la superficie, eliminar las plántulas de malezas nacidas luego de arar, y colocar al suelo en óptimo estado para la siembra.

Se realiza con dientes, púas, discos pequeños de escasa curvatura u otros medios. Al igual que para la arada, se requieren buenas condiciones de humedad edáfica y una espera de 1-2 meses desde la arada, para permitir el máximo nacimiento de malezas y lograr su eliminación.

En la mayoría de las regiones se realizan dos cruzadas, con cierto tiempo entre ellas (que depende de la humedad y temperatura) para los fines enunciados, y mejorar la granulación de la superficie del suelo.

3.c. SUBSOLADO

Cuando se observa un horizonte B fuertemente arcilloso o la presencia de una capa endurecida por el

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sucesivo paso del arado ("piso de arado"), es necesario subsolar para restablecer la permeabilidad, la buena penetración de las raíces y la aireación del suelo. Dicha capa se evita variando la profundidad de trabajo de los implementos agrícolas, con labranza vertical y con el subsolado (cada 3-5 años).

Desde el punto de vista económico esta labor adicional, que es de más costo que la arada, debe aumentar la producción para que se justifique realizarla.

Se lleva a cabo con una cuchilla o timón que suele poseer en su extremo aferrada por una cadena, una bola de acero; este instrumento llamado arado topo, realiza una excelente labor y conforma un canal subterráneo que aumenta significativamente la permeabilidad, propiedad importante en zonas de cultivos de vieja data o anegadizas. Alcanza profundidades de unos 0,60 m y requiere elevada potencia de tracción. Se recomienda no profundizar a más de 0,05-0,07 m por debajo de la capa dura. La distancia entre pasadas oscila entre 0,70 m y 1,30 m. Esta sola operación ha producido aumentos significativos, en los rendimientos de las pasturas de la cuenca del río Salado, en la provincia de Buenos Aires. Al contrario de otras labores, se ejecuta mejor con poca o nula humedad en el suelo, para favorecer el resquebrajamiento.

3.d. OTRAS OPERACIONES

Excepto la siembra, las otras operaciones propenden al objetivo de destruir malezas, (carpidor, cultivador, desmalezador, cortadoras de pastos), aumentar el volumen de tierra explorado por las raíces (aporques), facilitar el escurrimiento del agua (aporques y surqueado) y romper costras superficiales (carpidas).

4. PRINCIPALES FUNCIONES Y CARACTERÍSTICAS DE LOS IMPLEMENTOS

4.a. ARADO DE REJA Y VERTEDERA

Produce la total inversión del pan de tierra y la incorporación de un 90 % de los restos vegetales. Trabaja a unos 20-30 cm de profundidad y está destinado a la labranza primaria (Figura IX-2, a). Influye acentuadamente en la densidad aparente al desagregar la estructura, favoreciendo la mineralización de la materia orgánica y la infiltración. También disminuye la incidencia de plagas, enfermedades y malezas.

Pero genera la formación del "piso o pie de arado". Cuando los suelos están muy húmedos, promueven la compactación subsuperficial, y en suelos muy secos una excesiva desagregación.

Figura IX-2Arados de Reja (a) y de Cincel (b)

4.b. ARADO DE DISCOS

Comprende discos montados independientemente, y es posible regular la profundidad y ancho de trabajo de cada uno de ellos por separado. Estos discos, de 66 a 71 cm de diámetro, mezclan los terrones con los restos vegetales, mejorando la cobertura superficial (50 %) con relación al de vertedera. Se lo utiliza asimismo en las tareas de desmonte para triturar raíces y tocones. Trabaja hasta unos 20 cm de profundidad (Figura IX-3). También genera la formación del "piso de arado".

4.c. ARADO RASTRA

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Los discos, a diferencia del anterior, se encuentran montados solidariamente sobre un eje, y la regulación de profundidad y ancho de trabajo, se cumple en forma conjunta. Son discos de unos 61 a 66 cm, separados 25 cm, y la profundidad de trabajo resulta de 15 a 18 cm. Realiza un trabajo intermedio entre los arados y las rastras y se aplican frecuentemente en las zonas semiáridas para reemplazar ambas labores. Incorporan un 50% de los restos. También se los utiliza para labranzas simultáneas de siembra adicionando un cajón sembrador, o asimismo para labranza mínima.

Figura IX-3Arado de Discos de Tiro

4.d. RASTRÓN POCEADOR O MÚLTIPLE

Es una modificación donde se alterna un disco de 5 cm más grande y con una excentricidad de 5 cm. Son recomendables para controlar la erosión porque, debido al poceado que producen los elementos, al no actuar conjuntamente, otorga al barbecho una adecuada rugosidad y cobertura superficial.

4.e. RASTRAS DE DISCOS

Figura IX-4. Rastra de Cuatro Cuerpos

Comprenden dos o cuatro cuerpos o ejes y se denominan de acción simple o doble, centradas o excéntricas (Figura III-4). Se las diferencia de acuerdo al peso y tamaño del disco, como:

Livianas, de 25 a 50 kg y de 51 a 61 cm de diámetro.Medianas, de 35 a 80 kg y de 56 a 66 cm de diámetro.Pesadas, de 50 a más de 90 kg y de 61 a 71 cm de diámetro.

Son utilizadas para labores secundarias, como "barbechar" y para presiembra. También para triturar malezas o rastrojos, labranza mínima y, con un cajón sembrador, para labranza simultánea. Debido a la velocidad de trabajo y al ángulo de ataque, agrede significativamente la estructura del suelo, predisponiéndolo a las “voladuras” y al "planchado". Según la disposición de los distintos cuerpos, prestan servicios para conformar surcos o bordos en el terreno.

4.f. CINCEL

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Es un arado, formado por dos o tres filas de arcos metálicos flexibles, con sus extremos dotados de una "púa" o reja. Comúnmente cuenta con unos 13 arcos distanciados 35 cm. Se los utiliza para labranzas primarias y, como su labor vertical no invierte el pan de tierra, deja en superficie un 70% de cobertura. De buen comportamiento en suelos aún extremadamente secos, alcanzando hasta unos 30 cm de profundidad. Prestan servicio también para eliminar capas duras subsuperficiales ("piso de arado"). El arco o timón vibra por la resistencia que ofrece el suelo, provocando una roturación apropiada, para ello trabajan a una velocidad de unos 8 km.h-1 (Figura IX-2, b). Cada arco dispone de un resorte y de un gatillo o "safe" que se accionan cuando encuentra un obstáculo insuperable para evitar roturas.

Asimismo, permiten iniciar barbechos y, por la rugosidad que genera en el suelo, mejorar el almacenaje de agua a profundidad, protegiéndolo de la erosión por escurrimiento. Este implemento cumple otras funciones de labranza secundaria, cambiando los accesorios del extremo del arco. Es posible complementarlo con rejas rastrojeras que mezclan los residuos (para barbechos), con reja pie de pato tipo escardillo (para controlar malezas), y para praderas (escarifica y airea el suelo).

Los accesorios intercambiables mencionados para esta herramienta se los muestra en la Figura IX-5 y son:

- Púa rastrojera (incorpora parte del rastrojo).- Púa o reja convencional (5 cm de ancho).- Reja cultivadora "pie de pato". - Rejas cultivadoras (como cultivador, 35 a 45 cm).- Reja cincel (15-20 cm).

Figura IX-5. Accesorios para Arado de Cincel

4.g. SUBSOLADOR

Destinado a eliminar "pisos de arado" u otros panes hasta una profundidad de unos 70 cm. Realiza una labranza vertical, sin incorporar los restos vegetales. Consiste en un timón y, la separación entre cada unidad cuando son más de uno, es de 0,70 a 1,30 m. Algunos, arrastrados por tractores con orugas, penetran hasta el metro de profundidad. Como otras herramientas, se construyen versiones para arrastre mecánico o para levante hidráulico (Figura IX-6).

Esta labor se constituye en un paso previo a la siembra directa que requiera suelos profundos, bien drenados, aireados y sin compactación.

4.h. VIBROCULTIVADOR

Se lo utiliza en las labranzas secundarias. Consiste en cuerpos con arcos en forma de "S", similares a los del cultivador, y en su extremo es posible adicionar distintos tipos de púas (Figura IX-7). Trabaja hasta unos 15 cm de profundidad. Se emplea después del cincel, para obtener una apropiada cama de siembra. Realiza una labor vertical que no invierte el suelo, desterronándolo y desmenuzándolo por vibración. Elude la compactación, el excesivo refinamiento y el "planchado" o encostramiento. Como inconveniente, se advierte el "atoramiento", cuando la cobertura vegetal es abundante.

4.i. ARADO PIE DE PATO

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El órgano activo muestra forma de "V" y trabaja subsuperficialmente de 5 a 15 cm de profundidad, cortando las raíces de las malezas y no invirtiendo el pan de tierra. Dejan un 90 % de los residuos en superficie.

Figura IX-6Subsoladores. De Arrastre Mecánico (a) y de Levante Hidráulico (b)

(a) (b)

4.j. CULTIVADORES DE CAMPO

Se conforman con pequeñas púas o cinceles y resultan aptos para labranzas secundarias. Se los utiliza para incorporar fertilizantes y herbicidas, y para refinar la cama de siembra. Realiza una tarea subsuperficial que interrumpe el ascenso capilar, disminuyendo así la evaporación, eliminando a la vez las malezas. Entierran un 20 a 30 % de los restos vegetales. Al igual que los arados de cincel y los vibrocultivadores, se cuenta con accesorios intercambiables para adaptar a los extremos de la herramienta, según la labranza a realizar (Figura IX-8).

Figura IX-7Accesorios para los Extremos del Vibrocultivador

Figura IX-8Accesorios para Cultivadores de Campo

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4.k. SEMBRADORAS DE SIEMBRA DIRECTA Como su nombre lo indica, consiste en una máquina que siembra sin labores previas (Figura IX-9), trabajando directamente sobre el suelo cubierto de residuos y con el control de malezas llevado a cabo con herbicidas. Un "tren" de siembra directa está compuesto de una cuchilla cortadora de restos vegetales, un disco "acanalado" o dos discos lisos abresurcos, o un cincel abresurco, un cajón sembrador y tubo de descarga, ruedas compactadoras, órganos tapadores y órganos de fertilización (Figura IX-10). Su elemento principal lo constituye el o los discos, cuchilla o pequeño cincel, que abre el surco de unos 6 cm de profundidad y un ancho de 4 a 6 cm. Allí deposita la semilla, y los restantes órganos completan el trabajo.

Figura IX-9Sembradora de una Tolva para Siembra Directa

También poseen mecanismos para la aplicación de fertilizantes, aspecto que es de vital importancia a fin de incorporar los nitrogenados como "arrancadores" (Figura IX-11, donde se aprecia un excelente rastrojo de trigo). Consisten en una o dos tolvas para portar el abono; el primero posibilita fertilizar en el surco y, con dos, también en los laterales. Es importante asegurar que dispongan de un gran peso, para obtener los surcos de las dimensiones citadas, y contar con mecanismos que regulen la profundidad.

5. FACTORES QUE AFECTAN LA CONSERVACIÓN DEL AGUAA continuación se pondrá especial énfasis en las labranzas para zonas semiáridas y cultivos de secano que comprenden, como objetivo final, la adopción de métodos de cultivo para:

- Almacenar el agua de lluvia.- Conservar la humedad del suelo.- Aprovechar la humedad del suelo.

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Además de describir los tres aspectos anteriores, es preciso analizar las condiciones de clima, suelo y cultivo de las zonas semiáridas. Para ello se tomará como ejemplo la zona semiárida/árida del Chaco salteño, que comprende más de 7.000.000 ha, ubicadas al centro-este de la provincia de Salta.

Figura IX-10. Maqueta del Dispositivo para la Siembra Directa

Fuente: Preparada por Maquinaria Agrícola de la FCN-UNSa

Figura IX-11Siembra Directa con Fertilización en el Surco y Lateralmente (dos tolvas)

5.a. EL CLIMA

Se caracteriza por un régimen de lluvias concentradas entre octubre y abril, período en el que se registra el 90 por ciento del total anual, y por lo tanto se encuentra un invierno que resulta seco (en la Figura IX-12 se grafican los valores para Morillo, en Salta, y Pergamino, en Buenos Aires).

Esta situación, unida a las condiciones térmicas, determina un déficit hídrico elevado que genera las condiciones de semiaridez citadas (Tabla IX-2). Se rescata como positivo que, la distribución de las lluvias, es tal que el mayor porcentaje de éstas, se registra durante el período de crecimiento de los cultivos (para la zona semiárida del noroeste argentino).

5.b. EL SUELO

La aptitud agrícola en las regiones semiáridas muestra en numerosos casos, nulas limitaciones edáficas, químicas, físico-químicas, topográficas, de erosión, hidromorfismo u otra, por lo que se los ubicaría en clase I por capacidad de uso.

Sin embargo, debido al déficit hídrico como limitación para su uso a secano, resultan en una categoría mucho menos apta, la clase IV. No obstante, un suelo de estas características será de clase 1 para riego, si la limitación de déficit hídrico se remueve mediante la incorporación del riego. Esta situación se observa en la Tabla IX-3, con los suelos Chaguaral y otros.

El laboreo del suelo

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EL USO SUSTENTABLE DE LOS SUELOS 183

5.c. LOS CULTIVOS

Como se advierte en la tabla citada en la zona semiárida, debido al déficit hídrico, la aptitud agrícola de los suelos (Clase IVc) restringe el aprovechamiento a la actividad ganadera, sólo posible mediante la implantación de pasturas con "apotreramiento" y las aguadas necesarias.

No obstante, a la fecha se han incorporado varios miles de hectáreas a la agricultura de secano, principalmente con poroto, soja, algodón, maíz y sorgo en las zonas de menor déficit hídrico. Esta actividad requiere que se mejoren las prácticas y las labranzas para mejorar el almacenamiento, la conservación y aprovechamiento de la humedad del suelo, y obtener entonces rendimientos más aceptables.

Ya que la condición favorable es que las lluvias se registran durante los meses de octubre a abril, el desarrollo de las plantas que se cultiven serán anuales, y de ciclo estival. Como se hallan ubicadas en sitios sujetos a variabilidad del régimen pluviométrico entre años, se recomienda efectuarlos donde el déficit hídrico, estimado por el método de Thornthwaite, resulte menor de 550-600 mm anuales (Tabla IX-2).

Figura IX-12 Lluvias Anuales de Morillo (S) y Pergamino (Bs. As.)

Lluvi

as A

nual

es, e

n m

m

120 Pergamino 907mm-año (1941-

1960)

100 Morillo 576 mm-año (1938-1990)

80

60

40

20

0 E F M A M J J A S O N DMeses

Tabla IX-2Clima y Vegetación de Localidades Salteñas (Por el método de Thornthwaite)Localidad Pp Déficit ER/EP EP Clima/Vegetación

mm mm mmAlarache 2230 5 0,99 997 Perhúmedo/Selva de montañaTartagal 834 249 0,77 1082 Seco-Subhúm/Selva transición

Metán 926 212 0,77 882 Seco subhúm/Selva transiciónOrán 648 523 0,55 1171 Semiárido/Bosque transición

Mis. La Paz 611 754 0,42 1241 Semiárido/Bosque chaqueñoHickmann 554 649 0,38 1203 Semiárido/Bosque chaqueño

Morillo 570 711 0,42 1163 Semiárido/Bosque chaqueñoJV González 539 570 0,51 1109 Semiárido/Bosque chaqueño

Tolloche 514 611 0,43 1016 Semiárido/Bosque chaqueño

Tabla IX-3Aptitud Agrícola de los Suelos

Serie Clasificación Limitación principal Uso Riego Uso Riego

Tuscal IVc 3d Déficit hídrico Drenaje pobreAnta Pozo IVc 3td Déficit hídrico Drenaje pobre

Quebrachal IVc 2d Déficit hídrico Drenaje restringidoEl laboreo del suelo

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Ceibalito IVc 2td Déficit hídrico Drenaje restringidoJ.V.González IVc 2s Déficit hídrico Permeab. moder. lentaCnel.Olleros IVc 1 Déficit hídrico -

Chaguaral IVc 1 Déficit hídrico -Chorroarín IVc 1 Déficit hídrico -

6. OBJETIVOS DE LA LABRANZA EN ZONAS SEMIÁRIDAS - Mejorar la infiltración.- Conservar la humedad del suelo. - Evitar la compactación de los horizontes superiores.- Mantener al suelo con suficiente capacidad de oxígeno.- Reducir la erosión.- Sostener las actuales buenas condiciones físicas.- Preparar apropiadamente la tierra para la siembra.

6.a. ABSORCIÓN Y ALMACENAMIENTO DE HUMEDAD POR EL SUELO

Estas metas tienen por objeto: - Infiltrar toda el agua de lluvia caída. - Evitar pérdidas por evaporación, evapotranspiración de malezas, percolación profunda y

escurrimiento.

Una de las dificultades para la adecuada infiltración y almacenamiento es el "planchado" del suelo, debido al impacto de las gotas de lluvia que disgregan los terrones, formando una capa impermeable superficial.

Para favorecer la infiltración y el almacenamiento de agua, se realizan:

- Labores agrícolas que dejen la superficie rugosa, "cascotuda", que disminuya el escurrimiento y que manifieste resistencia a la disgregación de la estructura obtenida por la labranza (terrones grandes).

- Trabajos que dejen en la superficie restos vegetales para que impidan el impacto de las gotas de lluvia sobre el suelo y disminuyan el escurrimiento, favoreciendo un mayor tiempo de infiltración. También, una menor oxidación de la materia orgánica, ya que si se la incorpora al suelo se perderá con cierta facilidad. La velocidad de oxidación aumenta con la temperatura y, en el caso de esta región semiárida, resulta extremadamente alta en los meses cálidos del año.

- Labranzas agrícolas cortando la pendiente, mediante cultivos en curvas de nivel y terrazas, que disminuyen significativamente el escurrimiento.

- Labranzas en fajas, alternando una protectora de pasturas perennes con otra del cultivo, más expuesta al escurrimiento.

- Labores profundas cuando se encuentran en el subsuelo capas impermeables que deben romperse ("piso de arado" o duripanes), para permitir una apropiada infiltración.

- Siembra directa sobre los residuos de la cosecha anterior realizando como única labor, la siembra mediante maquinarias especiales.

6.b. CONSERVACIÓN DEL AGUA ALMACENADA

Es necesario reducir las pérdidas del agua almacenada para facilitar su aprovechamiento por el cultivo a implantar. Para lograr este objetivo se intenta minimizar las pérdidas por percolación a profundidad y por escorrentía, evaporación y por transpiración de las malezas.

Habitualmente, la infiltración profunda en climas semiáridos no es significativa. Cuando es posible que suceda, se la reduce mediante un cultivo que aproveche inmediatamente la humedad almacenada.

La evaporación, se controla sólo en parte mediante cortinas forestales que disminuyen la velocidad del viento y su acción desecante. Por eso se las complementan con la distribución de residuos vegetales en superficie, los que promueven una menor temperatura del suelo y la disminución de la velocidad del viento; y con la labranza del suelo, para conformar una capa suelta, con poros grandes, que interrumpa el ascenso capilar. En general, al igual que en la infiltración, el mejor control de esta pérdida se logra aprovechando inmediatamente la humedad acumulada.

Las pérdidas por transpiración se impiden evitando el crecimiento de malezas, ya sea por medios mecánicos o químicos, tarea que conviene realizar lo antes posible (con las malezas al estado de plántula) para que las pérdidas disminuyan por la menor competencia, y moderando el número de plantas del cultivo. Sin embargo, los trabajos previos de barbecho y otros que propician el almacenaje de agua, permitirán probar en ocasiones planteles más densos que los normales.

6.c. APROVECHAMIENTO DE LA HUMEDAD ALMACENADA

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Es necesario, como ya se expresó, aprovechar la humedad almacenada de inmediato. En primer lugar, se selecciona el cultivo que mejor se adapte a las condiciones agroecológicas de la región y que varían de un año a otro, de acuerdo a las fluctuaciones anuales o estacionales de las lluvias del lugar. Esa elección considera que las de buen comportamiento en regiones lluviosas o de riego, no necesariamente serán las adecuadas en regiones semiáridas.

Las características deseables en los cultivos son que muestren tallo corto, superficie foliar reducida y sistema radicular profundo, para restringir la velocidad de transpiración y lograr un mejor aprovechamiento de la humedad del suelo. También deben destacarse por su maduración temprana.

Otro aspecto a considerar, es obtener un plantel reducido de plantas por hectárea. Se logra mediante un mayor espaciamiento de las hileras y una menor densidad de siembra en ellas, que redundará en una mayor disponibilidad de humedad y nutrientes por planta.

Asimismo, se recomiendan técnicas de siembra en surcos profundos, para colocar la semilla en suelo húmedo y firme, seguido de un "aporque" que protege al suelo de la erosión y a las plántulas, de los perjuicios del viento o del arrastre por el agua.

7. LABRANZA MÍNIMA Y LABRANZA CERO O SIEMBRA DIRECTALas prácticas para controlar la erosión y propender a la conservación del suelo y el agua, reciben distintos nombres: "Labranza Mínima", y "Labranza Cero" o "Siembra Directa" que se contraponen a las labranzas englobadas en “Convencionales” (con uso de arados de rejas o discos).

Consisten en sembrar directamente sobre suelos que mantienen los residuos de la cosecha anterior, sin ninguna o escasa preparación previa del terreno. También es posible sembrar sobre una pastura ya establecida.

La agricultura mundial desarrolló, a través de los siglos, un sistema extractivo que lleva a la pérdida de productividad de los suelos, sistemas hoy llamados “convencionales”. La degradación actual condujo a la búsqueda de alternativas de producción que, siendo sustentable en el tiempo, también sea rentable. Aparecen así prácticas como la “Labranza vertical”, “Labranza mínima”, “Siembra Directa” y otras.

La propuesta más apropiada resulta reducir el número de labores para disminuir los costos, a la vez que se mejora la cobertura del suelo evitando el impacto directo de las gotas de lluvia y el escurrimiento y, por lo tanto, la erosión. Se gana en almacenamiento de agua, tendiendo a lograr niveles estables o sostenidos de producción, permanentes en el tiempo y bajos costos de producción.

Las prácticas para estos fines son:

Labranza mínima, que consiste en la implantación de cultivos sobre terrenos con una preparación de toda la capa superior del suelo. La siembra directa, por el contrario, requiere solamente el laboreo localizado de pequeñas franjas de 5-8 cm de ancho, donde se deposita la semilla.

Por lo tanto se define, la labranza cero o siembra directa, como la implantación de un cultivo sin previo laboreo del suelo. Cultivar sin labranza significa (observar las Figuras IX-14, IX-15 y IX-16, de rastrojos previos a la siembra):

1) Un sistema de producción de granos o forrajes donde el cultivo se siembra directamente en un suelo sin labrar, a la finalización o cosecha del anterior.

2) El uso de técnicas de control de malezas, que reemplacen las labores mecánicas, habitualmente mediante herbicidas (Figura IX-13), y de equipos de siembra que abran y despejen la pequeña franja para depositar las semillas.

3) Los residuos de los cultivos y malezas permanecen sobre la superficie, formando una cubierta protectora del suelo.

7.a. BENEFICIOS DE LA SIEMBRA DIRECTA

a) El principal es la conservación del suelo, evitando los daños causados por la erosión hídrica y eólica. Posibilita mantener rendimientos sostenidos a través de los años, lo que con la labranza convencional (con previa preparación del suelo mediante labores agrícolas) no se alcanza, justamente por efectos de la erosión de la capa arable, que es la de mayor fertilidad.

Con la siembra directa o labranza cero, el suelo permanece protegido por una cubierta de residuos, que disminuye el efecto erosivo del agua y del viento.

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b) Aumenta el aprovechamiento del agua: En un suelo cubierto de residuos, la infiltración de la lluvia es más rápida, y se atenúan las pérdidas por evaporación del agua acumulada. Además, debido a la ausencia de labores, se evita la desecación rápida de la cama de siembra, que sí se produce con la labranza convencional.

c) Fecha de siembra más oportuna: El menor tiempo operativo para implantar los cultivos, hace posible adelantar la fecha de siembra, y alcanzar secuencias de doble cultivo. Se logra al sembrar directamente sobre el rastrojo, después de la cosecha del anterior.

d) Otros se manifiestan al aumentar la productividad de los suelos, a través de una mejora progresiva de las propiedades físicas (agregación, estructura), físico-químicas y químicas. Los restos vegetales, que quedan de la cosecha anterior, aportan materia orgánica al suelo.

Figura IX-13Aplicación de Herbicidas para el Control de Malezas en Siembra Directa

7.b. REQUISITOS PARA LA SIEMBRA DIRECTA O LABRANZA CERO

Este tipo de labranza (sin arar el suelo) se encuentra difundido en todo el mundo incluido nuestro país, donde de 300.000 ha sembradas así en la campaña 1990/91, pasó a 3.950.000 en la 1996/97. En la provincia de Salta, hasta el año 1997, más de 50.000 ha se han cultivado así, y se estima que seguirá en aumento.

En la zona pampeana se realiza el doble cultivo de trigo-soja es decir, una especie vegetal de crecimiento estival sobre rastrojos de cereales de invierno. En Jujuy, Salta y Tucumán se recomienda soja sobre rastrojo de maíz o sorgo, o en algunas zonas (principalmente de clima subhúmedo), soja-trigo.

Algunos requisitos ineludibles para los equipos de siembra directa son:

- Cortar el rastrojo sin enterrarlo.- Robustez con elevado peso, para una mejor presión sobre el tren de siembra.- Colocar la semilla a una profundidad uniforme y en contacto con el suelo húmedo.- Taparlas adecuadamente.

Otra necesidad en la siembra directa, como se indicó anteriormente, es el control de malezas, que incluye dos aspectos fundamentales:

- Las presentes en el rastrojo al momento de la siembra.- Las que emerjan durante el ciclo del cultivo.

7.c. CONTROL DE LAS MALEZAS

7.c.1. Control en el Momento de la SiembraEn primer lugar se individualizan las malezas presentes. Lo ideal es disponer de rastrojos con la menor cantidad posible y de escaso desarrollo, lo que se logra con un control adecuado durante el cultivo El laboreo del suelo

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anterior y, antes de la siembra, con herbicidas de presiembra, sin toxicidad residual. Se tiene en cuenta que, a medida que aumenta el desarrollo de ellas, se incrementa la resistencia a los herbicidas, por lo que es importante no demorar su control y efectuar la siembra inmediatamente después de la cosecha del anterior, cuando esté programado el doble cultivo.

7.c.2. Control Durante el Ciclo del CultivoEn labranza convencional, se realiza con labores culturales de rastra, escardillo y aporques; en el caso de siembra directa, se recurre a herbicidas pre-emergentes y post-emergentes selectivos para cada cultivo (Figura IX-13). También se alcanza un eficaz control mediante la aplicación dirigida de herbicidas de contacto, para lo cual se emplea un equipo pulverizador con pantallas protectoras, para no dañar al cultivo.

El control de malezas aún manifiesta algunos problemas. En la provincia de Salta, donde la siembra directa en general esta asociada al cultivo de la soja, se observa una proliferación de malezas y una solución práctica encontrada, es alternar la soja con el maíz (en la Figura IX-14 se muestra un maíz en cosecha, realizado sobre rastrojo de soja). También se busca perfeccionar las aplicaciones aéreas de herbicidas, ya que las frecuentes derivas ocasionan perjuicios en campos vecinos.

Figura IX-14. Maíz en Cosecha y Rastrojo de Soja (Río del Valle y Las Lajitas, Anta)

Por lo tanto, para optimizarlo en cuanto a malezas y plagas, se recomienda efectuar rotaciones de cultivos especialmente con maíz, por su importante aporte de restos vegetales (como el de Río del Valle, Anta, que se muestra en la Figura IX-14).

Se han observado algunas situaciones, particularmente en los primeros años de la aplicación de la siembra directa hasta ajustar bien su metodología, que las malezas escapan de control, y que resulta conveniente su extirpación por medios mecánicos.

En el cultivo de porotos se advierte necesario llegar a la trilla directa, con el fin de obviar las labores mecánicas del aporque y el arrancado.

También se registran cultivos de otoño e invierno (trigo, garbanzo y cártamo) que se evidencian relevantes para interrumpir los ciclos de plagas y malezas. En estos casos el éxito se subordina a la reserva de agua en el suelo, ya que el invierno en la región NOA es seco (observar en Figura IX-15, la fotografía de cártamo sobre rastrojos de soja, en la zona de Los Tapires, Anta, Salta).

El laboreo del suelo

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El maíz se destaca por la cantidad de restos vegetales que suministra (Figura III-14). Resulta muy apropiado para evitar el planchado. A ese fin, Arzeno (1996, Referencia 3), informó la siguiente relación entre el por ciento de cobertura del suelo y el de planchado.

N muestras % cobertura % planchado18 0-40 5323 50-70 2631 80-100 3

Se observa que el efecto del planchado varía en función de la cobertura.

Comparando a la siembra directa con otras labranzas, por medio de los rendimientos del maíz en Salta (Arzeno, 1996), se comprobó que los manejos más conservacionistas (L.Mv y S.D.) convierten en rentable la inversión en fertilización. Particularmente, se explica por causa de la mayor disponibilidad de agua para el cultivo en los conservacionistas. Por lo tanto, se asocia la siembra directa con los conceptos de fertilidad actual y potencial, y se los compara con la fertilización, porque las diferencias de rendimiento entre siembra directa, con y sin fertilización, son significativas (Ver el cuadro siguiente).

Tratamiento LC L.Md L.Mv S.DSin fertilizante 2.517,0 2.326,0 2.420,0 1.482,0150 kg ha-1 de N 3.144,0 3.936,0 5.820,0 5.902,0Diferencia % 25,0 69,0 140,0 298,0Kg maíz.Kg-1 N 4,2 10,7 22,7 29,5

L.C.: labranza convencional.L.Md.: labranza mínima con discos, 1 rastreada.L.Mv.: labranza mínima vertical y siembra directa.S.D.: siembra directa.

Sin embargo, como se advierte en el esquema siguiente, es conveniente complementar la siembra directa en un sistema integrado de prácticas de conservación (rotaciones, barbechos, sistematización en fajas o terrazas, fertilización y otras). La sucesión de labores en síntesis es:

SISTEMATIZACIÓN SIEMBRA APLICACION (eventualmente DEL RASTROJO DIRECTA HERBICIDAS y control

SUELO FERTILIZANTES mecánico) Terrazas, fajas, Trigo, verdeos Soja, maíz, De contacto, residual. rotaciones. de invierno. sorgo.

Algunos valores que proporcionan una idea del proceso de pérdida de la productividad del suelo, provienen de la zona de Las Lajitas (Anta, Salta).

Uso del suelo Materia Orgánica (%) Monte 3,57 6 años de agricultura 2,62 (Pérdida del 27 %)Fuente: Arzeno (1996, 1)

CasoM.O. Fósforo Infiltración Porosidad

% ppm cm/h %Suelo original 3,84 27,07 14,06 54,20

6 años de soja (Siembra directa) 2,85 14,07 10,03 39,18Fuente: Arzeno (1996,1)

Tabla IX-4 Costo por Hectárea de las Principales Labores Agrícolas (u$s ha-1)

LaborCosto horario

($ ha-1)Tiempo Operativo

(h ha-1)Costo Labor

($ ha-1)Coeficiente

U T AArar (disco)

Cincelar (5 púas)Cincelar (9 púas)

Rastrear (pesada)Rastrear (liviana)

CultivarSembrarArrancar

PulverizarSiembra Directa*

14,8714,9821,0922,7417,6510,0715,0811,3610,6246,00

1,401,130,630,650,500,700,340,750,210,50

20,8216,9313,2914,788,837,055,138,522,2323,00

1,000,810,640,710,420,340,250,410,113,09

* Incluye el precio de 50 kg de (PO4H2)NH4 ($16), pero no el costo de la semilla.Fuente: Giménez Monge, J., G. Bravo y H. Bazán. 1999. INTA-Cerrillos. Salta

El laboreo del suelo

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Finalmente, además de las razones técnicas que justifican las labranzas conservacionistas y mejoradoras del suelo, cada vez se advierten más relevantes las razones económicas. La drástica reducción de los costos, por el menor empleo de máquinas y herramientas (complementadas con herbicidas y fertilizantes), torna en más económica la rentabilidad de la producción agropecuaria. Este fenómeno se manifiesta en todos los países, especialmente en los más industrializados donde, los escasos márgenes de rentabilidad positiva, se mantienen merced a estas prácticas, ya que de otro modo desaparecen.

La Tabla IX-4 muestra los gastos por hectárea de diferentes labores culturales del suelo que confirma lo manifestado anteriormente. Fue calculada por INTA-Cerrillos para situaciones medias del Noroeste Argentino; el valor UTA representa las Unidades de Trabajo Agrícola de cada labor tomando a la arada como unidad.

8. BARBECHOS Y ROTACIONES 8.a. BARBECHOS

Se ha comprobado que el aprovechamiento continuo del suelo, por uno o varios tipos de cosechas, produce la disminución progresiva de los rendimientos. Por otra parte, especialmente en cultivos de secano, es relevante lograr el más alto almacenamiento de agua de lluvia antes de la siembra. Entre las soluciones posibles de aplicar se encuentra el "barbecho", que consiste en eliminar la vegetación viva de la superficie del suelo durante un lapso variable, según las necesidades, para obtener el almacenamiento total del agua de lluvia.

En regiones semiáridas (450 a 500 mm de lluvias anuales, como mínimo) algunos cultivos logran prosperar empleando técnicas adecuadas como:

a) Variedades de ciclo corto, adaptadas a períodos de sequía.b) Disminución de la densidad de siembra, adecuándola a los niveles de humedad disponible.c) Laboreo del suelo -barbecho- para conservar y economizar el agua almacenada.d) Prolongar el barbecho durante todo el año (para acumular agua) y cultivar al siguiente.e) Sistematizar la superficie con terrazas de absorción.

El laboreo apropiado del suelo en regiones semiáridas pretende eliminar la vegetación para paralizar la transpiración vegetal, aumentar la infiltración y disminuir la evaporación.

Ese efecto depende de la frecuencia y la cantidad de las lluvias. La mayor inhibición de la evaporación se produce en los primeros días después de la lluvia (Gardner, Gardner y Bauer, 1969), posteriormente es casi igual al de un suelo desnudo. Una cubierta de gran poder reflectivo, disminuye la evaporación porque baja la radiación neta que llega al suelo y, por lo tanto, regula su temperatura.

Sin embargo, no sólo cambia el régimen térmico sino también el de la humedad del horizonte superficial (ver Figuras IX-14 de rastrojos de maíz en Río del Valle y rastrojos de soja en Las Lajitas y IX-16 de rastrojos de poroto en Los Tapires).

La cobertura vegetal muerta ejerce una acción considerable sobre la cantidad de agua incorporada al perfil, cuando se producen lluvias intensas y con relieves inclinados, ya que reduce la escorrentía aumentando por lo tanto la infiltración y el tiempo de contacto entre el suelo y el agua, le disminuye a las gotas de lluvia el poder erosivo de su velocidad de caída, y evita el desmoronamiento de la estructura del suelo (taponamiento de los espacios con aire). En la Tabla IX-5 se observa la influencia de la cobertura de rastrojos sobre los contenidos de agua del suelo.

Tabla IX-5Influencia de la Cobertura Muerta sobre la Humedad del Suelo

Profundidad Con cobertura muerta Suelo desnudodel suelo Humedad % Humedad %Superficie 23,81 9,31

2-15 cm 21,51 16,2615-30 cm 20,53 18,40

Fuente: Machado y Brum (1977)

Entonces, desde el punto de vista del almacenamiento del agua, el barbecho deja al suelo en mejores condiciones para incorporarla, minimizando las fuentes de pérdidas (evaporación y transpiración). Ello se logra mediante la roturación con arado "pié de pato" o por medio de una labor que entierre solo parcialmente los restos de la cosecha anterior. Si estos restos son escasos, la protección en campos pequeños se alcanza con la adición de 5000-8000 kg ha -1 de paja o restos vegetales, inmediatamente después de la cosecha. En cambio, si la permeabilidad es lenta, antes del agregado de la paja es conveniente roturar el suelo, en cuanto las malezas comienzan a crecer, momento en que la labranza las elimina.

El laboreo del suelo

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Figura IX-15Suelo Arado y Rastreado (cobertura 5 %) y Cultivo de Cártamo sobre Soja

Fotografías: Villanueva (1998)

Para condiciones de semiaridez menos rigurosas, se emplea el Barbecho parcial que consiste en la siembra de un cultivo forrajero ralo (centeno, cebada) que proporciona alimento al ganado y prospera con la poca humedad disponible en los meses más secos. Se debe “secar” (labranza con pie de pato) unos meses antes de la siembra del cultivo, con el fin de permitir la infiltración y almacenamiento del agua de lluvia (observar las Tablas IX-6 y IX-7).

El barbecho, o "período de descanso" para el suelo, resulta más prolongado cuando se destina a una restauración de la capacidad productiva del suelo. En esta situación ya no abarcarán una o dos estaciones, sino que se prolonga a 2 o más años. Se aconseja la implantación de cultivos apropiados para restaurar las propiedades más deterioradas del suelo (pérdida de materia orgánica, fertilidad, compactación, estructuración u otras).

Con ese fin es conveniente señalar que las gramíneas -por su particular sistema radicular- contribuyen a mejorar la estructura superficial del suelo; que la alfalfa explora hasta profundidades considerables del suelo con el consiguiente transporte a superficie de nutrientes antes no aprovechados; que cultivos de gran masa vegetal, al enterrarlos, permiten mejorar los tenores de materia orgánica, aumentar la porosidad y la provisión de nutrientes. Cualquier cultivo, se entierra varios meses antes de implantar el siguiente, para permitir la humificación y el restablecimiento natural de una relación Carbono/Nitrógeno equilibrada.

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8.a.1. Tipos de BarbechoDesnudo o limpio: Se trabaja con arado de disco o reja y vertedera, dando vuelta el pan de tierra y dejando el campo descubierto, sin cobertura (casi siempre menor del 10 %, observar la Figura IX-15 de un caso ubicado en Río del Valle, Anta).

Sucio o bajo cubierta: Se realiza con implementos de labranza vertical (cincel), de labranza subsuperficial ("pie de pato") o con herbicidas, dejando la mayor cantidad de residuos en superficie.

Ferreras y colabs. (1996) comprobaron que, en un barbecho "sucio" de trigo y soja (con excelente cobertura superficial dejado para la Siembra Directa de trigo), comparado con la labranza convencional y otros tipos de laboreos, a pesar de que la permeabilidad (conductividad hidráulica) e infiltración resultaron menores, se dispuso de mayor contenido de agua. Sugirieron que tal hecho se asocia a la menor evaporación del agua, o al menor consumo por diferencia de los rendimientos.

Mixto: Se prepara con arado rastra, rastra de disco u otro similar, y deja en superficie una cubierta vegetal parcial, en ocasiones considerables.

Ventajas del barbecho:

- Almacena y conserva el agua, mejora la estructura y aumenta la fertilidad del suelo. - Reduce la evaporación.- Interrumpe los ciclos biológicos de plagas y malezas.

Desventajas (en barbecho limpio):

- Aumenta la fertilidad actual, pero disminuye la potencial.- Expone el suelo al impacto de las gotas de lluvia.- Destruye la estructura y pulveriza el suelo, lo que favorece el "planchado" y la erosión.

8.a.2. Duración del BarbechoResulta variable entre 2 a 12 meses o más, subordinado al plan de cultivos a desarrollar, a la cantidad de agua requerida y a la distribución de las lluvias. En la Tabla IX-6 se observa el efecto de la duración del barbecho con relación a los rendimientos.

Tabla IX-6Rendimiento de Forraje (Mg ha-1) y Anticipación en el Término del Barbecho. Siembra el 28 de Marzo

CultivoArada

Enero, 75 días antes

19 de Marzo, 10 días antes

Cebada 14,8 5,2Trigo 10,4 4,2

Pasto romano 9,5 3,2Fuente: Ensayos de barbechos en INTA-Paraná

Los valores de las experiencias citadas en las Tablas IX-6 y IX-7, demuestran claramente que resulta más beneficiosos mientras mas se prolongue el barbecho, pues con uno de 150 días se multiplica por 2,25 el rendimiento del trigo sin barbecho, en comparación con menores aumentos correspondientes a barbechos de menor tiempo.

Tabla IX-7Duración del Barbecho y los Rendimientos de Trigo

PrácticaRendimiento medio

kg ha-1

Fluctuaciónkg ha-1

Con Barbecho 1287 549-2026Sin barbecho 734 270-1189

Duración barbecho Rendimiento (kg ha -1 ) Sin barbecho 500

60 días 56390 días 676

120 días 859150 días 1123

Fuente: Ensayo de INTA-Anguil

Época: Depende del período en que se producen las precipitaciones y del programa de cultivo. Cuando se siembra en primavera, se inicia el barbecho en el otoño anterior (válido para regiones con lluvias invernales); si el cultivo es invernal, se comienzan las labranzas para barbechar en primavera-verano.

El laboreo del suelo

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Se llevan a cabo con implementos que logran una adecuada "cosecha" del agua de lluvia almacenada en el suelo.

No son recomendables aquellos implementos o maquinarias que invierten el suelo o lo pulverizan. Se recomiendan los de labranza subsuperficial, o vertical para el subsuelo.

8.b. ROTACIONES

Es una estrategia recomendable para una agricultura sustentable y pretende alcanzar: - Aumentar la productividad.- Movilizar nutrientes de los horizontes inferiores a la superficie.- Aumentar los contenidos de materia orgánica.- Optimizar el aprovechamiento de las maquinarias.

Figura IX-16Rastrojos de Porotos en Los Tapires, Anta, Salta

Fotografía: Villanueva (1998)

El resultado final de una adecuada rotación se resume en los siguientes aspectos:

- Se obtienen mejores retornos que con el monocultivo.- Las rotaciones cortas permiten retornos económicos mayores, pero las largas aseguran la

productividad del suelo.- Las rotaciones "débiles", que no prevean la incorporación de nutrientes o de abonos verdes, o

cultivos que mejoren el suelo y las labranzas conservacionistas, no serán indefinidamente productivas ni rentables.

- Mientras más larga sea la rotación, se requerirá mayor superficie.

Tabla IX-8Modificaciones de las propiedades del suelo con el cultivo

Años de cultivo Materia orgánica Densidad aparente Infiltración% g.g-1 mm.h-1

Selva 5,8 1,07 148,1Pastos naturales 3,2 1,33 119,3

4 años cultivo 3,2 1,32 90,88 años cultivo 3,1 1,40 17,4

14 años cultivo 2,7 1,55 6,6Fuente: Machado y Brum (1977)

Cuando se decida planificar una rotación en un establecimiento, la misma se cumplirá en forma gradual, para no causar inconvenientes y trastornos en la organización y en la economía del productor.

La propiedad se parcela de forma tal que el número de divisiones sea igual al número de años de la rotación.

Para evitar las consecuencias de las labores tradicionales continuas, entre otras alternativas, esos efectos se disminuyen con la rotación de los cultivos anuales, intercalando entre ellos uno de leguminosas, o de leguminosas y gramíneas. La finalidad es proporcionar una mejora al suelo, para contrarrestar los períodos de agotamiento y aprovechar más integralmente su fertilidad.

El laboreo del suelo

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Los principales beneficios que se atribuyen al cultivo de leguminosas o gramíneas y leguminosas, se indican asociados a:

a. Evitan la erosión, en razón de la protección que proporcionan.b. El mejoramiento de la estructura del suelo por la acción singular del sistema radicular de las

gramíneas, y por la incorporación de relativamente grandes cantidades de materia orgánica.c. El aumento del contenido de Nitrógeno del suelo, por la fijación del atmosférico por simbiosis de

Bradyrhizobium con las Leguminosas.

En la mayoría de los experimentos se encontró que los rendimientos de cereales, hortalizas y cultivos industriales crecían cuando se realizaban después de un cultivo de leguminosas o leguminosas y gramíneas. Ello es imputable al Nitrógeno fijado, al mejoramiento de la estructura, a la disminución de la erosión, y a la menor cantidad e intensidad de plagas y enfermedades.

La alfalfa fija entre 90 y 270 Kg de Nitrógeno por hectárea, según varias experiencias realizadas, como se observa en las Tablas III-1, III-2 y III-8.

Los cultivos hortícolas y muchos implantados en hilera, no muestran un sistema radicular eficiente para estructurar el suelo o entregar cantidades apropiadas de materia orgánica, consecuentemente se deteriora la estructura, decrece la proporción de macroporos y se incrementa la erosión.

Los cultivos se agrupan según sus efectos sobre la degradación del suelo. Los que se siembran en hilera de escaso sistema radicular, que necesitan frecuentes labores y dejan pocos restos vegetales después de la recolección, son los más propensos a facilitar el desmejoramiento del suelo (entre ellos se encuentran la papa, tabaco, algodón, porotos, soja, maní, girasol y la mayoría de las hortalizas). Por la cantidad de residuos que dejan en superficie los cultivos de verano se prefiere al maíz, le siguen los porotos y a éstos la soja.

Un grado menos perjudicial lo representan los cultivos como el maíz, sorgo granífero, caña de azúcar y aquellos que requieren pocas labores y ceden cantidades importantes de rastrojo al campo.

Los cereales densos, predisponen menos al suelo a la erosión por el característico sistema radicular. La mejor protección la brindan los cultivos herbáceos perennes, especialmente las mezclas de Leguminosas y Gramíneas.

A los fines de implantar una rotación de cultivos, se analiza la absorción selectiva de los nutrientes por cada clase de vegetal, y la naturaleza esquilmante del fenómeno en algunos cultivos. Por otra parte, la rotación se conforma por una secuencia de cultivos de distintas familias, con el fin de disminuir la presencia de plagas y enfermedades, factor de importancia en la disminución de los rendimientos en el monocultivo.

Antes de mencionar rotaciones concretas, cabe señalar que es todavía posible cultivar una misma planta ininterrumpidamente. Esto permite dedicar el suelo al cultivo más rentable, manteniendo los altos rendimientos por medio de fuertes aplicaciones de abonos, pesticidas, herbicidas, labranzas, métodos de siembra apropiados para mantener las buenas condiciones físicas del suelo, y una sistematización adecuada de la superficie.

8.b.1. Tipos de Rotaciones Una rotación ideal a seguir, comprende normalmente tres especies: una planta sembrada en líneas, un cereal menor y una planta productora de forraje. Cada caso en particular demandará una rotación apropiada.

La rotación que se seleccione debe satisfacer, algunos o todos, de los siguientes aspectos (además de ser plantas adaptadas a las condiciones locales de suelo, clima y mercado):

a. Aprovechamiento eficiente de la mano de obra, a lo largo del año.b. Cultivo de una leguminosa mejoradora del suelo, cada tres o cuatro años.c. Inclusión de una pradera de leguminosas y gramíneas.d. Inclusión de cosechas comerciales.e. Suministro de alimento para el ganado.f. Posibilidad de sustituir algún cultivo regular de la rotación cuando fracase por alguna causa.g. Cultivos de cosechas intercalares y de invierno, cuando sea factible.h. Conservar al suelo.

Siempre respetando los postulados anteriores, se idean rotaciones para cultivos intensivos o para casos especiales, como las explotaciones tamberas. Para el establecimiento de las rotaciones de cultivos en un lugar dado, es importante conocer perfectamente la zona y observar los usos del suelo por parte de los agricultores más avanzados de las vecindades.

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9. LABORES AGRÍCOLAS EN LAS TERRAZAS

Un mejor aprovechamiento y conservación de las terrazas, se alcanza sembrando en fajas; el ancho de las fajas resulta dado por la rotación planificada y por el ancho de las terrazas. El de las fajas, será lo más uniforme posible y el número de ellas resultará el menor posible, a fin de facilitar y simplificar las labranzas.

En los esquemas de la Figura IX-17, se advierten tres modos de combinar los cultivos en fajas con las terrazas: 1) con fajas resistentes a la erosión en terrazas alternadas, 2) fajas resistentes a la erosión, directamente bajo o sobre cada terraza, y 3) las resistentes entre las terrazas o en terrazas consecutivas. La elección de alguna de estas alternativas se subordina a la calidad de la faja protectora, al cultivo de escarda, la erodabilidad del suelo, la erosividad de las lluvias y las herramientas disponibles.

Conviene realizar las labores agrícolas paralelas a las terrazas y siguiendo las curvas de nivel, de modo que las pequeñas depresiones y camellones que se formen, conserven la humedad y detengan la erosión, a su vez las terrazas permanecerán en buen estado.-

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Figura IX-17Formas de Combinar los Cultivos en Fajas con Sistemas de Terrazas

Fuente: USDA (1969), adaptado

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REFERENCIAS SELECCIONADAS

1. ARZENO, J L. 1996. "Siembra Directa en Salta y Jujuy". Public. de INTA-Cerrillos. Salta.

2. -- 1996. "Manejos Conservacionistas". Public. de INTA-Cerrillos. Salta. 1996. "Evaluación de la Superficie del Suelo con Diferentes Manejos". XVº Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo. Santa Rosa.

3. BUSCHIAZZO, D, J PANIGATTI y F BABINEC. 1996. “Labranzas en la Región Semiárida Argentina”. INTA-Anguil. La Pampa.

4. FAO. 1993. “Planificación Participativa de Conservación de Suelos y Aguas". Taller.

5. FERRERAS, L A y J L COSTA. 1996. "Propiedades Hídricas del Suelo bajo Labranza Convencional y Siembra Directa". XVº Congreso Argentino del Suelo. Santa Rosa.

6. GARDNER, W H, W R GARDNER y L D BAUER. 1978. “Física de Suelos”. Ed. UTEHA. México.

7. INTA-MARCOS JUÁREZ (H J Marelli y colab.). 1983. “Técnicas de Conservación de Suelos”. Serie Suelos y Climatología Nº 3. Córdoba.

8. KIRKEGAARD, J A, J F ANGUS, PA GARDNER y W MULLER. 1994. "Reduced Growth and Yield of Wheat with Conservation Cropping. I Field Studies in the First year of the Cropping Phase". Austr. J. Agric. Res. 45:511-528.

9. MACHADO, J A y A C R BRUM. 1977. "Efectos de los Sistemas de Cultivo en algunas Propiedades Físicas del Suelo". Campinas (SP). Brasil.

10. MAHBOUBI, A A , R LAL y N R FAUSSEY. 1993. "Twenty-eight years of Tillage Effect on Two Soils in Ohio". Soil Sci. Soc. Am J. 57: 506-512.

11. OUSSIBLE, M, R K CROOKSTON y W E LARSON. 1992. "Subsurfase Compaction Reduces the Root and Shoot Growth and Grain Yield on Wheat". Agric. J. 84:34-38.

12. PIDGEON, J D, y B D SOANE. 1997. "Effect of Tillage and Direct Drilling on Soil Properties during the Growing Season in a Long-Term Barley Monoculture System" J. Agr. Sci. Camb. 88:431-442.

13. PROGRAMA de DESENVOLVIMENTO RURAL de PARANÁ. 1994. “Manual Técnico do Subprograma de Manejo e Conservaçao do Solo”. 2º Edic. Curitiba.

14. SARAVIA, A. 1997. "Siembra Directa". (Seminario, inédito). FCN-UNSa. Salta.

15. US-Department of Agriculture (Servicio de Conservación de Suelos). 1969. "Engineering Field Manual".

16. SFEIR, A J, M M PISCITELLI y A SOTILE. 1996. "Penetrómetro de Cono con Registro de Compresión Hidráulica". XVº Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo". Santa Rosa.

17. TOSONI, M E. 1996. "Evaluaciones Biológicas y Físicas de un Suelo Cultivado con Maíz durante varios Años con distintos Manejos" (inédito). FCN-UNSa. Salta.

18. VILLANUEVA, G H, E P PONTUSSI y H del FRARI. 1975. "Los Suelos de la Finca Potrero, Orán. Salta" (inédito). Salta.

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EL USO SUSTENTABLE DE LOS SUELOS XV

CAPÍTULO IX. LABRANZA DEL SUELO

1. FINALIDAD DE LAS LABRANZAS 1731.A. LOS OBJETIVOS DE LA LABRANZA 173

2. SISTEMAS DE LABRANZAS 1732.A. CONVENCIONALES 1732.B. LABRANZA MÍNIMA 1742.C. SIEMBRA DIRECTA O LABRANZA CERO 175

3. DESCRIPCIÓN DE LAS LABRANZAS 1763.A. ARADA 1763.B. RASTREADA 1763.C. SUBSOLADO 1773.D. OTRAS OPERACIONES 177

4. PRINCIPALES FUNCIONES Y CARACTERÍSTICAS DE LOS IMPLEMENTOS 1774.A. ARADO DE REJA Y VERTEDERA 1774.B. ARADO DE DISCOS 1774.C. ARADO RASTRA 1784.D. RASTRÓN POCEADOR O MÚLTIPLE 1784.E. RASTRAS DE DISCOS 1784.F. CINCEL 1794.G. SUBSOLADOR 1794.H. VIBROCULTIVADOR 1804.I. ARADO PIE DE PATO 1804.J. CULTIVADORES DE CAMPO 1804.K. SEMBRADORAS DE SIEMBRA DIRECTA 181

5. FACTORES QUE AFECTAN LA CONSERVACIÓN DEL AGUA 1815.A. EL CLIMA 1825.B. EL SUELO 1825.C. LOS CULTIVOS 183

6. OBJETIVOS DE LA LABRANZA EN ZONAS SEMIÁRIDAS 1846.A. ABSORCIÓN Y ALMACENAMIENTO DE HUMEDAD POR EL SUELO 1846.B. CONSERVACIÓN DEL AGUA ALMACENADA 1846.C. APROVECHAMIENTO DE LA HUMEDAD ALMACENADA 185

7. LABRANZA MÍNIMA Y LABRANZA CERO O SIEMBRA DIRECTA 1857.A. BENEFICIOS DE LA SIEMBRA DIRECTA 1867.B. REQUISITOS PARA LA SIEMBRA DIRECTA O LABRANZA CERO 1867.C. CONTROL DE LAS MALEZAS 187

7.c.1. Control en el Momento de la Siembra 1877.c.2. Control Durante el Ciclo del Cultivo 187

8. BARBECHOS Y ROTACIONES 1898.A. BARBECHOS 189

8.a.1. Tipos de Barbecho 1918.a.2. Duración del Barbecho 191

8.B. ROTACIONES 1928.b.1. Tipos de Rotaciones 194

9. LABORES AGRÍCOLAS EN LAS TERRAZAS 194

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