capitulo 7. los sacramentos de curacion. reconciliacion y uncion

4
Capitulo 7. Los Sacramentos De Curación: Reconciliación Y Unción. Temática: - Necesidad de los sacramentos de curación en la vida del bautizado. Desarrollo: 1) Sacramento de la Reconciliación. Penitencia en su sentido etimológico, viene del latín “poenitere” que significa: tener pena, arrepentirse. Cuando hablamos teológicamente, este término se utiliza tanto para hablar de una virtud, como de un sacramento. Esta virtud moral, hace que el pecador se sienta arrepentido de los pecados cometidos, tener el propósito de no volver a caer y hacer algo en satisfacción por haberlos cometidos. La virtud nos lleva a la conversión, como sacramento es uno de los siete sacramentos instituidos por Cristo, que perdona los pecados cometidos contra Dios - después de haberse bautizado -, obtiene la reconciliación con la Iglesia, a quien también se ha ofendido con el pecado, al pedir perdón por los pecados ante un sacerdote. Esto fue definido por el Concilio de Trento como verdad de fe. Después de la Resurrección estaban reunidos los apóstoles – con las puertas cerradas por miedo a los judíos – se les aparece Jesús y les dice: “La paz con vosotros. Como el Padre me envío, también yo los envío. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: Recibid al Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedaran perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”. (Jn. 20, 21-23) Este es el momento exacto en que Cristo instituye este sacramento. Cristo - que nos ama inmensamente - en su infinita misericordia le otorga a los apóstoles el poder de perdonar los pecados. Jesús les da el mandato - a los apóstoles - de continuar la misión para la que fue enviado; el perdonar los pecados. No pudo hacernos un mejor regalo que darnos la posibilidad de liberarnos del mal del pecado. A lo largo de la historia se le han dado diversos nombres a este sacramento: - Sacramento de conversión: pues Cristo nos llama a la conversión y vuelta al Padre. - Sacramento de la penitencia: porque se sigue todo un proceso de conversión, arrepentimiento y de reparación. - Sacramento de la confesión: porque declaramos y confesamos los pecados ante el sacerdote. - Sacramento del perdón: porque quedamos absueltos. - Sacramento de la reconciliación: porque hay una verdadera reconciliación con Dios, con la Iglesia, con los hermanos y con nosotros mismos.

Upload: teresajornet2011

Post on 20-Dec-2014

389 views

Category:

Education


2 download

DESCRIPTION

 

TRANSCRIPT

Page 1: Capitulo 7. los sacramentos de curacion. reconciliacion y uncion

Capitulo 7. Los Sacramentos De Curación: Reconciliación Y Unción.

Temática: - Necesidad de los sacramentos de curación en la vida del bautizado.  Desarrollo:1) Sacramento de la Reconciliación.

Penitencia en su sentido etimológico, viene del latín “poenitere” que significa: tener pena, arrepentirse. Cuando hablamos teológicamente, este término se utiliza tanto para hablar de una virtud, como de un sacramento.  Esta virtud moral, hace que el pecador se sienta arrepentido de los pecados cometidos, tener el propósito de no volver a caer y hacer algo en satisfacción por haberlos cometidos.La virtud nos lleva a la conversión, como sacramento es uno de los siete sacramentos instituidos por Cristo, que perdona los pecados cometidos contra Dios - después de haberse bautizado -, obtiene la reconciliación con la Iglesia, a quien también se ha ofendido con el pecado, al pedir perdón por los pecados ante un sacerdote. Esto fue definido por el Concilio de Trento como verdad de fe.  Después de la Resurrección estaban reunidos los apóstoles – con las puertas cerradas por miedo a los judíos – se les aparece Jesús y les dice: “La paz con vosotros. Como el Padre me envío, también yo los envío. Dicho esto,

sopló sobre ellos y les dijo: Recibid al Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedaran perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”. (Jn. 20, 21-23) Este es el momento exacto en que Cristo instituye este sacramento. Cristo - que nos ama inmensamente - en su infinita misericordia le otorga a los apóstoles el poder de perdonar los pecados. Jesús les da el mandato - a los apóstoles - de continuar la misión para la que fue enviado; el perdonar los pecados. No pudo hacernos un mejor regalo que darnos la posibilidad de liberarnos del mal del pecado.  A lo largo de la historia se le han dado diversos nombres a este sacramento:- Sacramento de conversión: pues Cristo nos llama a la conversión y vuelta al Padre. - Sacramento de la penitencia: porque se sigue todo un proceso de conversión, arrepentimiento y de reparación. - Sacramento de la confesión: porque declaramos y confesamos los pecados ante el sacerdote. -Sacramento del perdón: porque quedamos absueltos.- Sacramento de la reconciliación: porque hay una verdadera reconciliación con Dios, con la Iglesia, con los hermanos y con nosotros mismos.  Durante los primeros siglos, la reconciliación de los cristianos que habían cometido pecados particularmente graves después del bautismo (por ejemplo: idolatría, homicidio, adulterio) estaba vinculada a una disciplina muy rigurosa, según la cual los penitentes debían hacer penitencia pública por sus pecados, a menudo durante largos años, antes de recibir la reconciliación o perdón de los pecados. Y se admitía raramente y, en ciertas regiones, una sola vez en la vida.  Durante el siglo VII, los monjes irlandeses, inspirados en la tradición monástica de Oriente, trajeron a Europa la práctica “privada” de la penitencia, que no exigía la realización pública y prolongada de obras de penitencia antes de recibir la reconciliación con la Iglesia. El sacramento desde entonces es de una manera más secreta entre el penitente y el sacerdote. Esta nueva práctica preveía la posibilidad de

Page 2: Capitulo 7. los sacramentos de curacion. reconciliacion y uncion

la reiteración del sacramento y abría así el camino a una recepción regular del mismo. Permitía integrar en una sola celebración sacramental el perdón de los pecados graves y veniales.  A pesar de este proceso, sin embargo la estructura fundamental del sacramento sigue siendo la misma:  Primero: el penitente viene arrepentido, contrito y con el propósito de cambiar. Segundo: Dios le perdona, mediante el sacerdote, es decir, mediante el ministerio de la Iglesia, en nombre de Cristo, que concede el perdón de los pecados, determina la satisfacción, ora por el pecador y hace penitencia con él. Así el pecador es curado y restablecido en la comunión eclesial, además de renovar la paz del alma.  

2) Unción de enfermos. El sacramento de la Unción de los Enfermos “tiene como fin conferir la gracia especial al cristiano que experimenta las dificultades inherentes al estado de enfermedad y vejez”.  Cuando Cristo invita a sus discípulos a seguirle, implica tomar su cruz, haciéndoles partícipes de su vida, llena de humildad y de pobreza. Esto los lleva a tomar una nueva visión sobre la enfermedad y el sufrimiento y los hace participar en su misión de curación. En Marcos 6, 13 se nos insinúa como los apóstoles, mientras predicaban, exhortando a hacer penitencia y expulsaban demonios, ungían a muchos enfermos con óleo. Una vez resucitado, Cristo les dice: “que en Su nombre ……. impondrán las manos sobre los enfermos….” (Mc. 16, 17-18). Y queda confirmado con lo que la Iglesia realiza invocando el nombre de Jesucristo. (Hech. 9, 34; 14, 3).

 Sabemos que esta santa unción fue uno de los sacramentos instituidos por Cristo. La Iglesia manifiesta que, entre los siete sacramentos, hay uno especial para el auxilio de los enfermos, que los ayuda ante las tribulaciones que la enfermedad trae con ella. Ahora bien, sabemos que ni las oraciones más fervorosas logran la curación de todas las enfermedades y que los sufrimientos que hay que padecer, tienen un sentido especial, como nos lo dice San Pablo: “completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia”. (Col.1, 24)  Ante el mandato de: “¡Sanad a los enfermos!” (Mt. 10, 8), la Iglesia cumple con esta tarea tanto por los cuidados que le da a los enfermos, como por las oraciones de intercesión.  La unción de los enfermos se administra ungiendo al enfermo con óleo y diciendo las palabras prescritas por la Liturgia.  Para muchos hablar del Sacramento de la Unción de los Enfermos resulta muy difícil. Se tiene un enfermo cerca y sin embargo, no se habla sobre el asunto.  Desde siempre, ciertas personas han tenido la idea de que este es un Sacramento para los que se están muriendo. Inclusive se oponen a proponérselo a familiares y amigos, que se encuentran luchando contra una enfermedad crónica, sin tomar en cuenta la fuerza que se recibe a través de la Unción, tan necesaria para esas personas. Pero, les da miedo, ¡no se vayan a asustar!  Todo esto demuestra que se desconoce el significado de este Sacramento de esperanza.  

Page 3: Capitulo 7. los sacramentos de curacion. reconciliacion y uncion

Conclusión:- La realidad del pecado en la vida del bautizado es que todos llevamos dentro la posibilidad de error a la hora de realizar nuestra libertad. - La reconciliación es el sacramento de la misericordia, perdón y posibilidad de seguir adelante. - La preparación para una confesión: Examen de conciencia, arrepentimiento de los pecados cometidos, propósito de enmienda, confesión de los pecados al sacerdote y cumplir la penitencia. - En el sacramento de la unción de enfermos Jesús nos consuela en el sufrimiento y nos prepara para el encuentro definitivo con él.