Capitulo 4: del origen y uso del dinero

En este capítulo Smith explica cómo una vez dada la división del trabajo el ser humano se encuentra con una nueva problemática cuando el producto de su propio trabajo resulta ser insuficiente para satisfacer todas sus necesidades, en esta situación se verá obligado a tratar de intercambiar una parte del excedente de su producto a cambio de una o varias cosas que este necesite, aquí nace un nuevo problema, cuando una persona tiene lo suficiente de un producto especifico, no tiene la necesidad de adquirir más, esta razón convierte el excedente de los de mas en algo poco menos que inútil en estas condiciones es imposible realizar un intercambio, para evitar una situación como la planteada, Adam Smith dice que toda persona prudente trata de disponer siempre de una o varias mercancías que pocos rehúsen aceptar a cambio, es sabido que en otros tiempos la gente solía utilizar ganado como objeto de valor para intercambiarlo por las cosas que necesitaban, así como el ganado en otras partes del mundo también se utilizaron objetos como la sal, el tabaco, azúcar, etc. Estos objetos útiles para intercambiar poseían una grade desventaja esta era que únicamente se podían comprar cosas en grandes cantidades, puesto que la división de estos objetos era casi imposible sin evitar que una de las dos partes saliera perdiendo, de esta forma es como nace el uso de metales como moneda, esto porque sus propiedades resultan ser benéficas al momento de intercambiarlos por mercancías, los metales pueden ser divididos con exactitud y a su vez pueden volverse a unir mediante la fundición, de esta forma es posible comprar cantidades reducidas y mas exactas de diversos bienes.

La aparición del metal como objeto de cambio no trajo solamente beneficios para el comercio, con esto llegaron también grandes estafas y muchos vendedores quedaron defraudados al recibir piezas de metal mezcladas con metales de menor valor, por esta razón los gobiernos comenzaron a acuñar sus monedas para así dar fe de la legitimidad de estas y evitar los complicados procesos que realizaban los particulares para verificar la autenticidad de los metales que recibían a cambio de sus productos. Sin embargo el acuñar las monedas no fue una solución perfecta para resolver esta problemática puesto que eventual mente los mismos gobiernos comenzaron a degradar la calidad de sus monedas para así lograr pagar sus deudas engañando a sus acreedores.