capitulo 12. a tiempo

Upload: endyamar

Post on 03-Jun-2018

215 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/11/2019 Capitulo 12. A tiempo.

    1/5

    Captulo 12. A tiempo

    He esperado este momento desde que te vi en el templo sobre el altar...

    Los tres exploradores que quedaban en pie se apiaban alrededor delcazador de demonios. La oscuridad se haba tragado al hombre que se

    convulsionaba sobre el suelo manchado de sangre y en cuanto este desapareci sus

    gemidos inarticulados se apagaron, como si se hubiese sumergido en agua.

    Encerrados en la isla de luz producida por el cazador los nicos sonidos que

    escuchaban eran los salmos de este y las blasfemias proferidas por la asesina, que

    parecan provenir de todas partes. Al igual que la luz y la oscuridad de la habitacin

    las voces de ambos constituan una anttesis la una para la otra, negando las

    palabras del otro tanto en sus pronunciaciones como en sus silencios. Y sin embargo

    ambas formaban parte de lo mismo, una lucha sin principio ni fin que amenazabacon estancar el mundo y que no obstante lo haca moverse.

    Entre las blasfemias y ensalmos los exploradores comenzaron a escuchar

    otros sonidos, al principio ahogados y dbiles, pero conforme ganaban fuerza

    consiguieron identificarlos como gemidos de placer y de dolor.

    De improviso la espada perteneciente a la asesina apareci de entre la

    oscuridad y estuvo a punto de atravesar a uno de los exploradores que se salv

    gracias a uno de sus compaeros. El hombre bloque la espada con su arma y la

    fuerza del impacto lo mand trastabillando hasta el lmite de la luz, no atravesando

    la oscuridad por la intervencin del compaero al que haba salvado.

    Los exploradores se pusieron de nuevo alrededor del cazador, conscientes

    de que si l mora la luz se apagara y ellos seran los siguientes. Formaron un

    tringulo perfecto alrededor de este atentos a la oscuridad que se cerna a su

    alrededor.

    En dos ocasiones ms la espada de la asesina apareci de entre la negrura

    pero ellos estaban preparados y lograron detener sendos ataques. El cazador abri

    los ojos contemplando la escena, observando la formacin en tringulo que sus

    hermanos haban adoptado, lo que provoc que una sonrisa fantica asomase a su

    rostro.

    -No lo veis hermanos? Incluso en esta situacin de peligro el Hacedor se

    muestra ante nosotros! Alabado sea Su nombre! exclam henchido de gozo,

    viendo claramente lo que tena que hacer.

    Sosteniendo su arma con la mano derecha sac con la otra el libro sagrado

    que llevaba colgado del cinto. Mientras recitaba sus ensalmos extendi la mano con

    la que aferraba el tomo, que se abri aparentemente al azar, sin embargo las

    pginas comenzaron a moverse como si las estuviesen pasando metdicamente. En

    un momento dado las hojas se detuvieron y el cazador sonri.

  • 8/11/2019 Capitulo 12. A tiempo.

    2/5

    Sin soltar la espada utiliz el dedo ndice y el pulgar para arrancar las pginas

    escritas con las palabras de su dios. Una por una lanz hasta tres de ellas al aire, en

    rpida sucesin, en las direcciones en que se encontraban sus hermanos.

    La cadencia de sus ensalmos cambi, como si luchase con renovada fuerza

    contra las blasfemias de la asesina y mientras las hojas pasaban por encima de sushombres lleg al punto lgido del encantamiento. Cerr el libro al tiempo que

    hincaba una rodilla y golpeaba el suelo con su arma sagrada.

    Las hojas del libro prendieron fuego, arrastradas desde donde se encontraba

    el cazador, y las ascuas resultantes giraron alrededor de los exploradores. La luz

    provocada por el tifn de llamas desgarr la oscuridad circundante hasta que acab

    por desterrarla completamente de la habitacin. Las blasfemias se interrumpieron

    inmediatamente.

    Delante de ellos sin embargo no se encontraba la asesina sino el hermano al

    que esta haba escupido a la cara. Su rostro mostraba una expresin de puro xtasisy la mirada perdida, en su mano sostena la espada con la que les haban atacado

    desde la oscuridad.

    Sin esperar a que pronunciaran una sola palabra el hombre corrompido se

    lanz contra ellos y estuvo a punto de conseguir su objetivo si no hubiese sido por la

    intervencin del cazador que plant su arma delante suya, parando la acometida.

    -Ya no es l mismo. Es una marioneta en manos del demonio, vuestra

    obligacin es acabar con su sufrimiento y liberar su alma inmortal. dijo el cazador

    en un tono de voz que casi denotaba tristeza.

    Los dems exploradores endurecieron sus corazones ante las palabras del

    cazador y se acercaron con resolucin a su hermano corrupto. Este los mir con una

    radiante sonrisa de loco en la boca antes de sucumbir ante las armas sagradas de

    sus hermanos.

    Mientras tanto el cazador de demonios busc por toda la estancia,

    intentando localizar donde se encontraba la asesina o la direccin en la que habra

    huido. Sus ojos recorrieron los rincones sombros hasta que repar en la puerta que

    l mismo haba abierto de una patada al principio del enfrentamiento. Una puerta

    que conduca a un pequeo saln y ms all a un almacn donde Karl Van Heist

    guardaba algunas de sus mercancas ilegales.

    Uno de los hermanos que quedaban vivos arroj su capa encima del cadver

    del explorador corrompido y miraron al cazador en busca de rdenes. Este sin

    embargo miraba hacia la puerta destrozada, como si escuchase algo. Entonces la luz

    de una pequea antorcha apareci en la lnea de visin del grupo, justo al final de la

    habitacin contigua, iluminando apenas el rostro de la asesina. Conforme se

    acercaba un sonido traqueteante la acompaaba, madera rodando sobre madera.

    La asesina se par frente al quicio de la puerta destrozada, el sonido ces

    tambin. Lanz una mirada cruel y divertida a los exploradores y al cazador.

  • 8/11/2019 Capitulo 12. A tiempo.

    3/5

    -Odio cuando me estropean un negocio, pero odio ms a los hombres que no

    saben tratar a una dama. dijo la voz distorsionada del demonio con burla.

    La antorcha baj sbitamente y revel un pequeo barrilete a los pies de ella,

    una mecha sobresala de uno de sus extremos. El fuego se acerc lentamente a

    esta, que prendi con un chisporroteo y comenz a consumirse en una pequealluvia de chispas.

    Los exploradores miraron horrorizados el barrilete y no reaccionaron hasta

    que el cazador les grit. De inmediato se lanzaron contra la puerta en la que se

    encontraba la asesina.

    Los labios de esta pronunciaron una nueva blasfemia y todas las luces de la

    casa se apagaron con un sbito viento. A oscuras y desesperados por la que

    pensaban sera una inminente explosin los exploradores escucharon unos pasos

    apresurados y como una ventana se rompa.

    -Est huyendo! exclam el cazador. Al momento una luz apareci en la sala,sostenida por la mano de este. Seguidme!

    Los supervivientes del grupo de exploradores salieron por la puerta que

    haba usado la asesina para entrar en primer lugar en la casa. Apenas salieron al

    callejn y se hubieron alejado unos pocos metros la fachada explot. Los cascotes

    volaron en todas direcciones pero ninguno de importancia lleg a alcanzarlos.

    Desde la plaza aledaa al lugar vieron como la construccin comenzaba a

    gemir lastimeramente mientras la madera arda, en pocos segundos el edificio

    colaps y se derrumb hacia adentro.

    El cazador, con una mueca de justa ira en el rostro, apag la luz que bailaba

    en la palma de su mano.

    -Encontradla, an no hemos acabado. dijo en un susurro entre dientes.

    Medan andaba por la calle con paso rpido. No saba dnde se encontraba la

    tal Morea exactamente, slo le haban dado una breve descripcin y una vaga

    direccin. La descripcin no le servira de mucho pues podra ajustarse a casi

    cualquier joven en cientos de kilmetros a la redonda. La direccin ya era un punto

    de partida, le haban dicho que el barrio se lo llamaba coloquialmente como Las

    Lumbres.

    Nada ms salir del santuario de la Dama de las Malvas Keltzar le dedic una

    retahla de insultos en varias lenguas, la cual dio dolor de cabeza a Medan y que

    apenas le dejaba prestar atencin a las indicaciones de los dos dracnidos.

    -Podras sentir a otro de tu especie si estamos cerca? le pregunt al

    demonio.

    -En teora s, pero si ella no quiere que la encuentren puede bloquearme. le

    respondi la voz.

    -Maldicin.

    mascull Medan.

    Esto cada vez se pone mejor.

  • 8/11/2019 Capitulo 12. A tiempo.

    4/5

    -Pues esprate a conocer al cazador. Suelen ser fanticos que dejan los actos

    demonacos a la altura del betn. ri Keltzar. Ni siquiera yo tengo tanta imaginacin

    para las torturas como esos santurrones.

    -Eso, tu mejralo...

    Pas una hora hasta que consigui dar con el susodicho barrio y luego un parms buscando entre las edificaciones carcomidas por la falta de mantenimiento. En

    varias ocasiones atrajo las miradas de curiosos y algunos de ellos cuchicheaban en

    voz baja. Quizs estuvieran decidiendo si podran sacar algo de su maltrecho

    cadver, sin embargo decidi que las sutilezas o las peleas no seran productivas. A

    partir de ese momento dej retirada la capa, dejando bien visibles las dos espadas

    que le colgaban de las caderas y la pistola de avancarga de su cinto.

    -As no vamos a ninguna parte puedes notar algo ya? volvi a preguntarle al

    demonio al tiempo que se paraba en una plaza poco concurrida, slo un par de

    hogueras iluminaban la escena.-Djame ver... hay algo al norte de aqu, pero quizs sea la influencia de ese

    espectro que gobierna la ciudad, no lo s con seguridad.

    -Es que nunca voy a encontrar las cosas que busco? Esto empieza a ser...

    Medan se interrumpi cuando una explosin hizo estremecerse el barrio.

    -Mira, y t que dices que no tienes suerte. Te apuesto un cachito de alma a que

    encontrars a esa chica all. ri el demonio.

    Sin dignarse a darle una respuesta al demonio Medan enfil sus pasos en la

    direccin de la que provena la explosin, unos minutos despus el estruendo del

    edificio cayendo sobre s mismo se escuch en la noche.

    Una pequea multitud de curiosos se acercaron al lugar, iluminados por las

    llamas del edificio en llamas parecan haber olvidado los trapicheos que se traan

    entre manos momentos antes. Se abri paso entre las personas apiadas y pudo ver

    en el ltimo momento como tres exploradores de Alire se alejaban de la plaza

    aledaa junto con un cuarto hombre, este enfundado en una armadura que pareca

    brillar con luz propia y no con el reflejo de las llamas.

    -Pica... dijo el demonio. El cazador est cerca y est usando magia

    consagrada.

    -Lo acabo de ver, no ests prestando atencin a lo que yo veo? le pregunt

    Medan.

    -Disculpa, estaba deleitndome en el miedo que flota en el ambiente. Como no

    sueles hacer nada malo es algo que no senta desde haca tiempo. sonri Keltzar en

    su interior, como si estuviera drogado.

    Medan reprimi un gesto de asco, saba por experiencia que no deba

    intentar convencer a la voz de que aquellas cosas estaban mal. Keltzar lo saba y

    disfrutaba de ello, al menos dentro de l no poda hacer mucho por provocar el caos

    y la destruccin entre los dems.

    -An... ronrone el demonio.

  • 8/11/2019 Capitulo 12. A tiempo.

    5/5

    Volvi a salir de la pequea multitud y se dirigi lo ms deprisa posible hacia

    donde los exploradores se haban encaminado. Cuando lleg al callejn empez a

    hacerlo con ms sigilo.

    -Si puedes ocultar tu presencia este sera el momento adecuado, no quiero

    tener que enfrentarme a ese cazador si no es imprescindible.

    le dijo a la voz.-Dame permiso. le respondi esta.

    -Para esto tambin? gru Medan.

    -Yo no hago las reglas, pero si quieres podemos intentarlo sin ello. se burl de

    l el demonio.

    Tras pensarlo un momento decidi que no tena muchas opciones as que le

    dio permiso. De acuerdo, pero procura no engaarme... de nuevo.

    Keltzar ri por lo bajo e inmediatamente el sonido de metal afilado cortando

    carne inmaculada rugi por todos los recovecos de su mente. Al momento se

    produjo el efecto contrario y pareci como si estuviese sumergido en agua, todoslos colores se volvieron de un azul lechoso y los sonidos de alrededor se

    amortiguaron ostensiblemente.

    -Ya est? quiso corroborar con la voz.

    -S, ya no deberan poder sentirnos, aunque pueden orte y verte si se fijan bien.

    respondi el demonio. Hazme un favor y no te dejes matar, lo lamentara mucho.

    Pensando que ojal hubieran atado a otro demonio ms poltico en su

    interior quizs no hubiera tenido tantos problemas avanz por el callejn.

    -Qu desconsiderado eres. Yo slo vivo para mantenerte con vida. dijo la voz

    mientras l se iba adentrando ms en la oscuridad. Esperando llegar a tiempo.