canción de la polilla

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  • 7/30/2019 Cancin de la polilla

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    ello, para esa ilustrada estupidez tampoco hay ninguna realidadpsquica no-consciente.El s[mbolo no es una alegora, ni tampoco un semeion (signo),sino la imagen de un contenido en su mayor parte transcendente ala consciencia. Lo que todavia es preciso descubrir es que tales con-tenidos son reales, es decir, agentia con los que no slo es posibleenfrentarse, sino incluso necesario hacerlo7. Al hacerse ese descu-brimiento, no podr por menos de verse de qu trata el dogma, loque formula y el fin con el que surgi73.

    5LA CANCIN DE LA POLILLA

    72 . Alrespectocf. Lasrelacionesentreelyoyhlinconscu, nte[OC7,2,~353ss,].73 Cu~lldo cscrlbi el presente libro me encontraba a~n completamente a os-cllras en rel~in con estas t:osas y no stlpt~ salir dci paso m~s qLl ita11~o ] sigHlllte pasaic de la epstola XI I de Snec,~ a l.uci/io (op . cit., p. 49): ,,Haces una cosabuena y p,lra ~i provhos~ si, ta] como iIle escribes, perseveras en Calltin~r hacia lasabiduria~ que ser~ necio pedir cLla[ld~ pHedes recabar]a de ti nlismo. No es nel'sario elevar las manos al cielo ni suplicar al ~ervidor del templo quc nos a cerque alo~do de ]a e~t,ltua del dios, olno si ~~,1 fuese a escuch~rsenos nl]or: Dios cst~ cert:ade ti, est~ ~)ntigc~, est dentn~ de ti. Por eso te d igo, querid(~ Luc~lio: un espritus~grado, que observa y ronserva lo que de ~ Llrlo y nlaI{) hay en Ilosotros, moraetl nue~t ro interior; y asi como nosotros le t ra~mos, nos tratar~ ~1 a nosotros. Nohay, clcr talnerltc, hombre bueno sin Dios..,. En c~da un() de los ]lomhres v~rruososhabita un dios (qu dios sea se, es cosa lnoer~)~ [~l~cis rem opriman et tibi sal u-~rem ",i, ut ~rihis, per ~evra$ ir ,qd bol~al~l i~lctn~2m, quam st ult tiro est optar~ curapo$sl$ a te ltl~p~t tate. Non ~unt ad ~ae]um e]~'and~e manus nec xor~ndu$ aeduu$ut nos ,Id aurem simtllacri, ql~asl nlagis cxaudiri possirhUS, adlllitt.~t: prop est a tedcu$~ IecHnl cs~, intus est. [ta dictl, [,ui]i; sacr intr,q nos spiriIus sedet, malorumhonor umqu no$trorunl observador et custo.,; hic pro~lt a nobis t ratarus $t, ira nosipse tra~tat. Bonus veto vir $i1~ deo nel~O esL.. [II tltloquoqu v~rorum bol]or~ m(quis deus incer~um est) habitat deus~].

    Its Poco despus de los acontecimientos descritos, Miss Miller viaj deGinebra a Pars; su relato prosigue entonces en los siguientes tr-minos:Mi cansancio en el tren era tal que apenas pude dormir una hora.En el compartimento de las damas hacia un calor horroroso.

    A las cuatro de la maana Miss Miller vio a una polilla que selanzaba volando contra la luz del vagn. Trat entonces de volvera conciliar el sueo, cuando, de pronto, vio asaltada su mente porel siguiente poema:La polilla y el Sol

    Te anhel~ cuando por primera vez me arrastr a la consciencia,contigo s empre soaba cuando yacfa en la crislida,a menudo miriadas de mi especie apagaron sus v dasgolpendose contra alguna mortecina chispa que de ti arrebataron.Una hora ms, y n vida miserable babr~ acabado;pero mi ltimo esfuerzo, como mi primer deseo, lo ser slopor aproximarse a tu gloria; pues habiendo conquistadoun extasiado destello, morir~ satisfecha,por haber contemplado una vez en su esplendor perfectola fuente de la belleza, del calor y de la vida.

    Antes de entrar a discutir los materiales que Miss Miller aportaen aras de una mejor comprensin de su poema, echemos prime-ro un vistazo a la situacin psicolgica en que ste naci. Desdela ltima manifestacin directa de lo inconsciente parecen habertranscurrido algunas semanas o meses, tiempo del que no se nos

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    $1HSOLO$ DE TR&NSFORMACt6Nbrinda ningn tipo de informacin. No sabemos nada ni de los estados de nimo ni de las tantasias de ese perodo intermedio. Encaso de que pudiramos concluir algo de este silencio, diramos, porejemplo, que en el lapso de tiempo que media entre ambos poemasno sucedi nada de importancia y que, por tanto, el himo de ellosvuelve a ser una manih'stacin parcial de una asimi[acin incons-ciente del complejo que se habra prolongado durante meses. Loms probable sera que se tratase de[ mismo complejo que antesLEl producto anterior, el ,,Himno a la Creacim,, muestra sin em-bargo pocos elementos en COl~ln con C] poetlla actuah ste pos / 'e un carc ter sun la lneHte desesperanzado y mehmcl ico: pol i l lay Sol, dos cosas que jams llegan a unirse. No obstante, hay quepreguntarse: tiene realmente una polilla que llegar al Sol? Conoce-mos sin duda el dicho proverbial de la polilla que vuela hacia la hlZy acaba abrasndose las alas, pero no as la leyenda de una polillaque tenga ansia del Sol. Est claro que aqui estn entre[azndosedos cosas que, en propiedad, no forman parte de] rudo la una de laotra; en primer lugar, la polilla que revolotea en torno a la luz hastaabrasarse en ella; y, a continuacin, la inlagen de una criatura devida transitoria, como, por ejemplo, la efmera, que, en dolorosocontraste con la eternidad de los astros, se consume de nostalgiapor la blz imperecedera. Esta imagen recuerda al Eausto:

    Mira cmo al fulgor del Sol poniente,ceidas de verdor, brillan las chozas.Se aleja y cede, el d ha terlninado,al]i acude y gmlenta nueva vida.iSi unas alas del sucio me elevaranpara acercarme a [ cada vez ms!En el fulgor perenne del ocasoyo ve a mis pies el mundo quieto...Pero el dios Sol parece hundirse al fin;despierta s6[o nueva turbacin:me apresuro a beber su luz eterna,ante mi, el da, tras de mi la Imche;sobre mi, el cielo, abajo, el oleaje.Hermoso sueo, en tanto el Sol se escapa.iAy, no ser tan facil que se aadana las alas del ahna otras del cuerpo2!

    I. los complejos suelen manifestar una gran estabilidad, a pesar de cambiar~a]eidoscptameilte sus manJ(e~tadones externa,,. De e~t~ hecho nle han persuadido en gran nledida mis invesngaculnes experimentales (Ensayos diagn6sticos deasociacin, 1904.19101.2 Primera Parte, pp. 164 s.

    i is No mucho despus ve Fausto ,,vagar a un perro negro por mie-ses y rastrojos,,, el perro que es el Diablo, el Tentador mismo, encuyo luego demoniaco ver Fausto abrasarse sus alas. Cuando creaentregar su gran nostalgia a la belleza del Sol y de la tierra, ,,se abro>don a s mismo,, hacindolo, y cay en manos del mal.iSi, solamente vuelve las espaldas,decidido, al Sol dulce de esta tierraS!

    habia dicho Fausto poco antes, entendiendo correctamente cul erala situacin, pues la adoracin de la bdleza de la naturaleza con-duce al cristiano medieval a ideas paganas, que se yuxtaponen a surehgin consciente con la misma antagnica disposicin con que ensu dia compiti amenazadoramente el mitraismo con el cristia-t3islno~.El anhelo de Fausto se torn en su perdicin. Su ansia del MsAll lo haba conducido con la mejor de las lgicas a hastiarse dela vida, y l estaba al borde del suicidios, La aoranza de la bellezadel Ms Ac volvi a conducirlo a la perdicin, a la duda y al sufri-miento, hasta la trgica muerte de Margarita. Su error consisti enseguir dcsbocadamente en ambas direcciones, como hombre que erade grande e indmita pasin, la pulsi6n de la libido. Fausto simboli-za una vez ms el conflicto colectiw) que seal el bficio de nuestracronologa, pero. lo que no deja de ser notable, en el orden inverso.Cun poderosas eran las tentaciones a las que tuvo quc resistirse elcrisnam~ mediante la absoluta allendidad de su esperanza, es cosaquc viene a ttlostrrnosla el ejemplo varias veces mencionado deAlipio. Aquella cultura tenia que derrumbarse, porque la humani-dad nfisma se rebdaba contra ella. Como es sabido, en efecto, antes de la difusin del cristianismo se haba apoderado de la huma-

    L Op. cit., p. 154+4, Ii filt ilno intento, cinc es sabido sita xito, por baeer que la rdigiOn dela naturaleza prevalecicra sobre el cristianismo lo hizo ]uhano el ApOstata.5. la btlida del i~lundo de [o~; prllll~ros Slgltls cristianos {en ]os aselItal~len-tos d~ los anacort:tas en 1o~ desiertos de Orienl~) trat de teso]ver este probleraa deun raudo sinlila~ En la espiritualizacin los hombres se mortifieaban para escapara la extrema barbarie de la decadente ci vilizacin romana. La prctica de la ascesistiene lugar siempre que la instintividad ani mal sigue sielldo tan fuerte como paraque sea necesario exrlrparla con violencia. Chamberlam(Die Grundlc~wn des 19.]ah~underts) ve en este hecho un suicidio biolgico causado por la desmesuradabastardizacia de fus ptleb~os lflediterrnells de la poca. ]~lr 1111 parte, creo quela bastardizaein ms bien vulgariza y aumenta e l gozo de vivir. Todo parece indicar que fueron personas ticas, hastiadas de la melanculia de la poca, inelancol~que era una expre~in del desgar ramiento de los individuos, las que pusieron fin asu vida para baeer morir dentro de ~]las tina a~.tittld anacrnica.

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    nidad una notable esperanza de salvacin. Un precipitado de esteestado de nimo estara representado, seguramente, por la glogade Virgilio:Ya viene la postrera era de los versos culna~os:ya nace de lo profundo de los siglos magno orden.Ya vuelve la Virgen~, los reinos de Saturno vuelven;ya cs enviada del alto cielo una nueva progenie.T, al nio que ahora nace, por quien primero la de hierrot e r m i n a y s u r g e e n todo e l m u n d o u n a r a z a d e o r o ~s propicia ioh casta Lucina!: pues ya reina tu Apolo.... bajo m gua, si an quedaran vestigios de nuestro crimen,anulados fiberarn de perpetuo terror a las naciones.Recibir aqul de los dioses la vida, y con los dioses vermezclados a los hroes, y l mismo por ellos ser visto,y al orbe en paz regir con las virtudes patrias7.

    La brusca conversin al ascetismo que tuvo lugar al propagar-se el cristianismo desafi a muchos a nuevas aventuras: las de lavida monstica y el anacoretismo. Fausto hace el camino inverso;para l el ideal asctico es letal. Lucha por liberarse y conquista.;~ la vida entregndose al mal. pero, por eso mismo, se convierte enasesino de lo que ms ama: Margarita. Desde entonces se arrancade los brazos del sufrimiento y consagra su vida al trabajo, salvan-do as la vida de mucllos~. Su doble destino de salvador y asesinohaba sido ya anunciado, a ttulo prelinlinar, anteriormente:WAI;NERI iOh gran hombre, qu debes t sentiral ver al pueblo cmo te venera!

    6 z~~ ~~] (la jusriciah hiia de Zeus y de Telnis, que desde la edad de oro habiaabandonado la embrutecida Tierra7. (3It ima Cumael venu iam car minJs ocios: / magnlls ab integro saeclorulr~ nasci-tur ordo / l~l l l redit et Virgo, redeunt Saturnia r~gll~, ] iam nova progrfi~ Lacio dimitt i lur alto / Tu modo nascendi puero, quo ~errea i lr inl l l~11 / desinet ac toro sllr/~ct gensaurea mundo, / casta lave I ucJna: tuus imn regnal Apollo. / . te dllce, si qua manentsceleris vestigio l lo$tri, / inrita perpetua solvent form~dil le terras. / [ l le deum virare accipiet, divisq ue videbit / per mixtos heroas t lpsc vidcb[tur illis, ] pacat umque reget pot riisvir tutibus orbem (Bucolicas, gloga [VI. Cf Nordcn, Die Geburt des KI~des, p. 14. Estaeg]oga le va]i ms tarde a VI r gilio el honor de s~r cons[llcrado como un poeta casi crislnono, y a esta actitud tiene igualmente el poeta ~atino que agradecerle el que Dante lo~omara como guf.

    8 . Segunda Pa r te , ac to V , p . 471 : ~Una c i naga en t omo a l a mon taa f t r aela peste a todo lo logrado; / esas aguas podridas desecar / seria el fin del logro m~excelso. / Dafa sitio asi a muchos millones .....

    L A C A N C I O N D ~ L A p O L I L L A

    FAUSTO: Asi, con infernales elixires,asolamos, peores que la peste,a travs de estos valles y montaas.A muchos el veneno di yo mismo;y ellos callaron, iy hoy tengo que verque se alaba al osado criminal~[121 Esto es justamente lo que constituye el hondo significado delFausto goetheano: haber conferido expresin a un problema quellevaba preparndose varios siglos, como haba hecho el drama deEdipo por la esfera cultural helnica. Cul es la via de escape en-tre la Escila de la negacin del nmndo y la Carihdis de su afirma-cin?12z El tono esperanzado que se haba abierto camino en el him-no al Dios Creador, no podia durar mucho tiempo en el caso denuestra autora. La pose se limita a prometer, y nunca mantiene supalabra; la vieja nostalgia volvcr, pues uno de los rasgos por losquc se distinguen los complejos que son asimilados nicamente en

    lo inconsciente, consiste en que no pierden nada de su originalimporte afectivo, pese a que sus manifestacones externas puedanvariar de un modo casi ilimitado. De ah~ que pueda contemplar-se el primer poema como un intento inconsciente por solucionarel conflicto mediante una actitud religiosa positiva, al modo, porejemplo, en que los primeros siglos llevaron a sus conflictos cons-cientes a resolverse oponindoles un punto de vista religioso. Esteintento ha fracasado. Y ahora, con el segundo poema, le sigue unasegunda tentativa, decididamente ms mundana que la anterior; laidea de Miss Miller es inequivoca: slo una vez... (,,habiendo con-quistado un extasiado destellos) y luego morir. Desde las esferas delMs All religioso se vuelve la vista, como en Fausto~, al Sol del MsAc. Y a todo esto viene ya a mezclarse algo cuyo sentido es otro;es decir, la polilla que revolotea en torno a la luz hasta abrasarselas alas.Vayamos ahora a lo que Miss Miller aporta en aras de una mejorcomprensin de su poema:Este poemita me caus tina honda impresin. De entrada, no acer-t a encontrarle una explicacin lo suficientemente clara y directa.

    9 . P r imera Pa r te , pp . 163 s ,10 , P r imera Pa r te , pp . 164 s . Faus lo ( paseando ) : , , iS i unas a l as de l sue lo mee leva ran / pa ra ace rca rme a l cada vez ms ! / En e l f u l go r pe renne de l ocaso / yo

    ve ia a m i s p i es e l mundo qu ie to , . , f Desp ie r t a sflo una nueva t u rbac in , / me ap re -suro a beber su luz eterl~a,,.

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    Pero, unos pocos das despus, al coger otra vez un ar ticuio filos6fico que hab~ leido en Berlin el invierno precedente y que me habae n t t t s i a s n l a d o e n g r a d o s t l r l l o ~ y l e r ~ ~ l o e n v o z a l t a a t i n a a t l g a ~t r o p e c c o n e s t a s p a l a b r a s : , , L a m i s t l l a a s p J r a c i n a p a s i o n a d a d e l apolilla por el Sol, del honlbre por Dios...~. Yo las haba olvida-do d e ] t o d o , p e r ( ) n l e p a r e c i m s q u e e v i d e n t e q l l e e r a n e l l a s l a sque habian reaparecido en mi poesa hipnaggica. Por otro lado,un drama nllado ~l.a polilla y la llama~, que hab~ leido algunosaos a~ rs~ 111e v i t l o l gua l r ne l l t ~ a l a r l l eH te con lo upa segunda causaposible de mi poema. Puede verse en cuntas ocasiones se habaimpreso en n el t~rmino polillaI '.

    124 La honda impresin que el poema caus en la autora significaque ste epresa un contenido anfinico iguaI de intenso. En las pa-labras: ,,aspiration passionne,, tropezamos con la apasionada nos-talgia de la polilla por la estrella, del hombre por Dios; la polilla,eta otros trminos, es Miss Mil[er. Cuando sta observa al fina[ quela voz

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    tico y activo en el complejo~2, y representa una tensin emocionalque puede formu[arse en trminos energticos. Los atributos lumi-nosos e gneos describen la intensidad de la tonalidad afectiva, yson, por ello, expresiones de la energia psiquica que se manifiestaen forma de libido. Cuando se adora a Dios, al Sol o al fuego (of.figura 13), [o que inmediatamente se adora es la intensidad o la fuer-za, es decir, el fenmeno de la energa anmica, de la libido. Todafuerza y, en general, todo fenmeno es una cierta forma de energa.La iorma es imagen y modalidad de manifestacin, y expresa doscosas distintas: en primer lugar, la energa que cobra figura en ella;y en segundo lugar el medio en que la energa hace aparicin. Pue-de afirmarse, por un lado, que la energa crea su propia imagen;y, por otro, que el carcter del medio la obliga a invesfirse de unadeterminada forma. El uno derivar del Sol la idea de Dios; el otro,por el contrario, opinar que es por la numinosidad condiciona-da por el acento a|ectivo por lo que se atribuye al Sol un significa-do religioso. Aqul, por actitud y temperamento, concede mayorcrdito a la causalidad del entorno; ste, a la espontaneidad de lavivencia anmica. Yo me temo que nos hallamos aqu ante la cono-~,cida cuestin de qu seria antes, si la gallina o el huevo. Con todo,hago mo el punto de vista de que el fenmeno psicoenergtico noslo tiene prioridad en este caso, sino que explica tambin muchasms cosas que la hiptesis del primado causal del entorno.Debido a ello, considero que en general la energa psquica, lalibido, crea la imagen de Dios haciendo uso de un modelo arque-tpico, y que el hombre rinde de este modo honores divinos a lafuerza anmica que opera en l (figura 8). Llegamos as a la conclu-sin escandalosa de que ~esde un punto de vista psicolgico--la imagen de Dios constituira sin duda un fenmeno real, pero,con todo, subjetivo de entrada. Como dice Sneca: ,,Dios est cer-ca de ti, est contigo, est dentro de ti.; o como dice la PrimeraEpstola de Juan: .porque Dios es amor. y ~si nos amamos unos aotros~ Dios mora en nosotros,,H.A quien por libido entienda nicamente esa energa psiquica deque dispone la consciencia, una relacin religiosa definida en estostrminos le parecer un juego, un juego ridiculo que uno mismo se

    12 C Jung, Sobre la pstroloqa da la dementia praecox: un ensayo [OC 3,1, 77 ss.], as como Energtwa pstqutca y esencta del sueo [OC 8, S 200 ss.].13. I Jn 4, S y l2. La catitas de la Vulgata se corresponde con la &.d~~ grlega.Esta voz neotestamntaria se deriva, como h'{O~~~t~ (el amar), de yd~6v, amar,respetar, alabar, preciar, etc. P~~r ello. dyd~rrI es una funcin inequivocamente ps-quica.

    /#.Figura 8. Adoracin de la doctrina budisra como rueda solar.Estupa de Amarf~vati (siglos u Itl)

    traera igual de ridiculamente entre mallos consigo mismo. Pero setrata de esa energa caracterstica del arquetipo o de lo inconscien-te, y que por ello no se halla a nuestra disposicin. Este aparente,iugar consigo mismo,,, por tanto, es cualquier cosa menos ridiculo,y tiene la mxima importancia. Llevar dentro de si mismo un diosquiere decir muchas cosas: es la garantia de la dicha, del poder, msan, incluso de la onmipotencia misma, en la medida en que estosatributos lo sean de la divinidad. Llevar dentro de si al dios significa,al parecer, poco menos que ser dios uno mismo. En el cristianismo,donde se ban erradicado en lo posible las representaciones y s[mbo-los ms hurdamente sensuales, se encuentran trazas de esta psicolo-gia. Pero an ms c ara es la divinizaci6~~ en los misterios paganos,donde el myste [iniciado] es l mismo exaltado por la inic ac n has-ta ser objeto de religiosa adoracin: al coucluirse la consagracin enlos misterios sincrticos de lsisTM, se pone sobre su cabeza la corona

    14, Apuleyo, op. cit., lib. XI, p. 240: ,,At manu dextera gerebam flamtais zdul-taro faceta: et caput decore corona ctaxerat, palmae candiae/oliis in modum radio-ruta prosistentibus. Sic ad instar Solis exornar, et in wcem slmulacrl constl~uto...'r

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    $ [F I~OLOS DE TRANSFORMACIN

    de palmas, se le coloca en un pedestal y se le adora como Helios(figura 9). En ei papiro mgico que Dietricfi ha editado en calidadde liturgia de Mithra, un ie p~" kT(~~ del myste, afirma: 'ETd~ ~t[tto~twXm,u~ 01v do~'i19 K~i re rOE' C0ou~ dvuXdgwJvLLt u El myste se iguala en el xtasis religioso a los astros, del mismomodo que un santo de la Edad Media se identificaha a Cristo porla estigmatizacin. Francisco de Asg llev esto incluso a un paren-testo ms estrecho con el hermano Sol y la hermana Luna~'.132 Hip[ito insiste en la futura deificacin del creyente: yTm;a~7('11/(:} 65 (te has hecho Dios}; g

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    Estoy en mi pas, llego a mi ciudad Estoy junto a mi padre Atumtodos los dias.Mi impureza ha sido cxpulsada, y el pccado quc habia en m~, derri-bado. Me lar~ en esos dos grandes estanques que hay en Heraclepolis, donde se purifican las ofrendas de los hombres parael gran dios que mora alg.Recorro el camino, donde lavo mi cabeza en el lago de los justos. Hellegado a ese pas de los transfigurados y penetro por la puertam a g n l C a iV ( i so t ros , l os que es t i s f r en te a m , tendedme vues t ras manos , so yyo, mc hc convertido en talo de vosotros. Estoy junto a mi pa-drc Aturo todos los dias~~L

    134 La divinizaci6n ticnc ncccsariamcntc por consecuencia un aumento de la importancia y el poder-'t individuales. Tal parece sertambin la finalidad que se persigue: un fortalecimiento del indi-viduo frente a su excesiva debilidad e inseguridad en la vida personah Pero el fortalecimiento de la consciencia de la propia tuerzano es ms que una consecuencia extern:l de la divinizacin; muchoms importantes son los procesos afcctiw~s que yaccn a profun-~, didades ~aas hondas. Quien introvierte la libido, es decir, se lasustrae ~1 obieto externo, empieza de inmediato a experimentarlos ineludibles efectos de la introversin: la libido que se vuelvehacia dentro, hacia el sujeto, se remonta al pasado individual yextrae del bal de los recuerdos esas imgenes que se contem-plaron a una edad temprana y que reflejan el tiempo en que elmundo era todava pleno y orbicular. Son, en primerfsimo lugar ypor encima de cualquier otra cosa, los recuerdos de la infanciay, entre ellos, las imgenes del padre y de la nmdrc. Ellos son losnicos en su gnero y los imperecederos; y es por eso que no senecesitan muchas dificultades en la vida del adulto para volvera despertar esos recuerdos y activarlos. En la religin, la rcacti-racin regresiva de las imagines paterna y materna desempeaun importante papel. Los beneficios de la religin se correspon-den con los efectos en el nio de los cuidados parentales, y sussentimientos msticos enraizan en los recuerdos inconscicntes deciertas mociones de la primera infancia, de aquellos arquetipicos

    20. La ,,salida al dia desde el mundo subterrneo,. (Erman.Agypten. pp, 459 s.b21 En el texto) de la quc ~e c~~nc~cc ct~nlc~ ~~ilurgia de Mithra,, se dice: ' E~~~(~~ ~i~~3vTc)s- ~~~~~~- ~~cl~~~ ~~~t0~~cl~T~t I~(~y una estrella quc con w~s~~tro~anda errante y reluce desde lo hon do lp. 9). Tan pronto hayas dicho esto. de inmediato se desplegar el disco del 5ol].

    LA CANCI(3N DE LA POLILLA

    barruntos; como dice el himno: ,Estoy en mi pais, |[ego a mi ciu-. . S 2dad. Estoy unto a mi padre Aturo tod s los dlat lf El padre visible del mundo, sin embargo, es el Sol, el fuego celeste; de ah quc padre, dios, Sol y fuego sean mitoLgicamente si-nnimos. El conocido hecho de que cn el poder del Sol se adoreal gran podcr engendrador de la naturaleza, dicc abiertamente aquien todava no lo tenga claro quc eL hombre adora en la divini-dad a encrg a del arquetipo. De modo sobremanera plstico haceaparicin este simbolismo en el tercer ogos de pap ro comentadopor Dietrich: tras la segunda oracin, vienen del disco solar al en-cuentro del myste estrellas .,de cinco puntas, muy numerosas y quellenan toda la atmsfera,,. ,,Cuando el disco solar se haya abierto,vers tm circulo inmcnso y puertas de fuego cerradas-. El myste pro-nuncia entonces la siguiente oracin: ' E~roKopoP ~tou. ~tKouov ~to~... ?) ouv61oclq ~Ve6g~Tt ~d r't3ptva ~:kei0p0 Tilo OUpC~ ~O0, o~~goT ( I ~ , l ~ U p t ~ o ~ , E I . . ( p t 0 T O ~ K p ' ~ T T ( / . . . ~ ' U p t ' f fl ) O e . i . ~ T 1 ) p t 0 U g E . . , U p E U -gClTd~Ws ... ~UpLXOP~ .,. l~aXX((bt~S ... ~IOTnKpOTc~S... "XU9tO'O~p -T~, ~~rll~rr~, r:uptanpe. ~upt~'k0w ... ~glorl3t~ ." ~ruptg~vcl.)0~roKtvflrc~, K~pO~VI/KXI')Ve ... cbt0rt'/~ ~~ll~ ... o~)~q0{~t~~ ... v-

    La invocacin, como bien puede verse, est toda ella plagada,hasta casi agotarlos, de atributos igneos y luminosos, y en su exu-berancia slo puede comparrsela a la anloga atribucin al amor,por el mistico cristiano, de toda clase de adietivos. Entre los.muchostextos que podran servirme de testimonio, elegir~ un pasale entre-sacado de los escritos de Matilde de Magdeburgo (1212-1277):

    Oh Seor~ n]ame con vchemenci~ y nlaln a I~]enud Y largamen-t e~ Ck la l~ t ( 1 n l s ~1 n~enuO n~~ a i i l eS~ t~n to n ]s pu ra n~g VO lVe r~~c u ~ n t o c o n m s v d l e n l c n c i a m e a m e s ~ t , a n t o m s g e r n l o s a m ev f d v e r ; c u a n t o m s l a r g a m e n t e m e a n ~ e s , t a n t o m s s a n t a m e v o [ -vcrd aqui en la tierra.

    22. C enespeca a seneneiasdelEvangeliodeJuan:~~YoyelPadresomsuno,,(10,~0).~EIquemchavistoalnb ~avsroa p,adre. 4,9.,,C eedrnc:estoy en el Padre y el Padre est~ en mi,, (14, I II. ~Sali del P~dre y he venido ~1mundo. AJ~ora deio orr~ vez el mundo y voy aL Padre,, (16, 281. ~Subo a mi Padrey vuestro P~dre, a m )los v vuestro Dios~ 120~ ~ 71.23. ~Prstame ~~ido~c~fieh~nle t que ~e as e con e aliento dele~pirirulasardienles cerraduras del cielo, t que eres de dos cuerpos, seor del fuego, creadorde la luz~ que respir~~ fuego, de alma de fue~o, que brillas como e~pirilu~ zmlgodel fuegos, que brillas hermoso, seor de la luz, de cuerpo de tuego, dispensador de]UZ~ que CnvLas el fuego, que r~/ges como fuego~ que ~ives ~:omo ]UZ~ q~le ar renl//linas f uego , que ruges como re l mpago , g l o r i a de l a Luz . que ac rec i en tas l a l uz , queporras luz ardiente, que vences a las esrrellaso~ etc. Iop. cit., pp. 8/10 )' 91.

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    137 Dios responde: ,,El que yo te ame a menudo, lo tengo de mi natu-raleza, ptles yo mismo soy el amor. El que te ame CUli vehenletecia,lo tengo de mi deseo, pues tambin yo deseo ser amado con vehe-mencia. El que re anle largamente, viene de mi eternidad, pues yosoy el que no tiene fin2%.La regres in rel ig iosa se vale s in duda de la imago parental ,

    pero slo como de un s imbolo; es dec i r , inv is tc al arquet ipo de laimagen de los padres tanto como i lustra la energa de esa imagencon rcpresentaciones sensibles de fuego, luz, calor- '~, ferti l idad, poder engendrador, etc. En la mfsfica, lo divino que se contempla in-ternamenre es con mucha frecuencia nada ms que Sol o luz, y estpoco o nada personificado (figura 10). En la l i turgia de Mithra figura, por ejemplo, un pasaje significativo: li 8 vope[a TI~JI/ plq~&.0vO~tev 8td TU~ 61o1ou. rr~rpdc ~too. Oeof~ ~l~m~lreTm~'.Hi ldegarda de B ingen ( I 100 1178) se expresa como s igue:Pero la luz que contemplo no es puntual, sino amplia y mucho msclara que la nube que lleva el Sol... La figura de esta luz no soy yocapaz de conocerla en modtl a]guno~ con/o tampoco puedo con!era-piar tota]nlcnte el circulo del gol Pero en esa luz veo a veces y no a"" melmdo una luz distinta, quc llamo para mi luz viva, y cundo yde ~qu manera la vech no s yo decirlo. Y, al vcrla, the quitan todatristeza y tniscria~ de modo que tengo entonces los modales de unaingenua doncella y no los de tUla nmier ya entrada en aos2~.

    140 Por su parte, Simen, el Nuevo Telogo (970-1040), dice lo si-guiente:A mi lengua le fahan las palabras, y lo que sucede en mi, lo ve sinduda mi espritu, per() no se lo explica... Contempla l lo invisible,lo vario de toda figura, lo por entero simple, no compuesto e infinitoen tanmo, Pucs no divisa ning(m comienzo, ni ve fin aigun% y noes en absoluto consciente de ningn centro, ni sabe cmo habra deexpresar lo que ve. Algo completo aparece, prenso yo, y no con elser mismo~ sino a travs de una participacin. Pues enciendes fuegoen el Juego y recibes todo el fucgo: pero aqul permanece sin me~

    24 Buber [edd, Ek*tatlsche Konfessumen. p. 66.25. Renan (DIalog~es el [ragments pbilusopbMues, p. 168) dice: ~Avant quela religion ft arrive ~ proclamer que Dieu doit ~tre mis dans I'absolu el I'idal.e'est--dire hors du monde~ ull ~etll ctdte ft raisollilable el scietlti~que~ ce ft leeube du soleil~ [Antes de que la religin llegase a proclamar que Dios tenia queser concebido como lo absoluto y lo ideal, es decir, fuera del mundo, ~6h~ hubo unculto razonable y cienrifico: el culto del So]l.26 Diererich. Mitbrasliturgte. pp. 6/7: ,,El camino de los dioses visibles sermanifestado por el disco, el dios, mi padres.27. Buber, op. cit., pp. 31 s.

    LA CANCb~N DE LA pOLILLA

    b)gura I0. El oio de Dios.Serapbisbe&.. ~h~mengarllein... aus]acobs Boebme~ts ~hrtf~en(Imagen de la portada, 170Ill.

    ma y tan indiviso como antes. Sin enlbargo, lo conluuicado se sepa-ra del Primero; y pelletra como cosa corprea en nltlcba~ lttces. MasAquello es una cosa espiritual, infinita, inscparablc e inagotable.Pues no ~,e divide, cuando se eutrega~ en nluchos~ sino que pcrduramdiviso, p est en mi, y se cleva cn mi pobre corazn como un Sol ocomo tln disco solar cirodar, senleiante a la luz, ipues es una I~lzP~.El que lo contemplado como luz interna, como el Sol del Ms

    All, sea lo psquico emocional, es cosa quc se desprende c[aramcn-te de las palabras de Simen:28. Buber, op. cit.. p. 41. Ul~ simbolismo emparentadu figura en Car~yle (berHelden, Heldenver.4Irung und das Heldentmhcbe in der Ge~cbicbte, p. 54): ,,El granhecho de la exi~lellia es grande para l PtLede volverse a donde quiera, que nosaldr de la sublime presencia de esta realidad. Tal es la naturaleza de su ser, y ese~to ante rudo lo que lo hace grande, I~r rible y maravilloso, real como la vida, realcunlo la muerte, es para l el orbe Incluso ~i todos los h/imhres olvidasen esta verdaderrasen en vnla~ apariencias. l no podril hacerlo. En todo IIIOIllelltO salell a suencuent OS aw)s de la inlagen ]lameante,..~. Se pueden entresacar de la gteraturatoda clase de muestras, por ejemplo Fricdlander ("Ve'ni Creator!.. Zebn ]abra nacbdem Tode Friedrlch Nie~zscb'e, p. 823): .Su nostalgia anhela en lo amado slo lo

    puf [simo' arboniza~ conlo e l S0~~ cOn la I la l l l a de la atrocisima vida lo que n0 quiereser luz. Este oio solar dd amura, etc~teta.10 6 10 7

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    $1MBOLOS DE TRANSFORMACIONY, siguindole, pidi mi espffitu abarcar el resplandor contemplado,pero no lo encontr como criatura I]i consigui salir de las criaturas y abrazar ese resplandor increado e inconcebido. Sin embargo,lo rode todo y aspir a contemplarlo. Rebusc en la atmsfera,recorri de parte a parte el cielo, cruz los abismos, espi, o asi almenos quiso creerlo, los confines del mtmdo~L Pero en todo el lonada encontr, pues todo era creado. Y yo me lamentaba, y llorabay me abrasaba hasta la mdula, y como un arrebatado en espritu,as[ vivia yo. Mas l vino cuando quiso, y~ conlo desciende tina claranube de niebla, pareci rodear toda mi cabeza hasta gritar yo consternado. Pero l sali huyendo, dcjndomc otra vez solo. Y cuandocon esfuerzo le busqu, descub de pronto quc cstaba dentro de mmismo, y en el centro de mi corazn apareci l como la luz de unSol circular~.

    En Nietzsche, en el poema .Ruhm und Ewigkeit,. [Fama y eter-nidad], tropezamos con una simbologfa en lo esencial muy simi lar:iSdendo!De grandes cosas iveo lo grande!--hay quc callaro hablar a lo grandc:ihabla a lo grande, mi extasiada sabidur[a!

    29. Esta imagen alberga la r,aiz psicolgica de }a ~peregrinacin por el cielodel ahna~, una idea anquisima. Es una imagen del Sol peregrinante Ifigura I I) quedesde 511 salida a $tl oa$o viaja por tildo el mtllIo. E~ta corflparaci6n rio ha ce~aojams de imprimirse en la fantasia humana, como muestra, por ejemplo, el poema~Schmerzen~ [Penas] de IMatildc vonl Wesendonck: ~~ol, lloras rodas las noches /hasta enrOlecer tu~ bello~ ojos~ / cLlandc~ al baar te en el horizonte / te alcanza premarara nuler te. ff Cmo. pues, podria lamentarrlle~ / verte tan cont rito. corazn hijo, /si el mismo Sol tiene que desesperar, / si el mismo Sol tiene que de~parecer? gPero resurges con tu antiguo esplendor, / gloria del mundo sombro. / despertandode nuevo en la aurora / como t/n ilrgulllls//h~roe victorioso, ff Y si solll la muertealumbra la vida, / si solo las penas proporcionan deleite. / ioh, cmo te doy las graciar, Naturaleza. / p~r Ilab~rrlle deparado senlejante~ perlas!.. Ull llltevo paralelofigurara en la poesia de Ricarda Huch: ~Como despidindo~e del Sol se aleja latierra / con vuelo apresurado a te~lpet~losa IIoche. / su cuerpo des~ludo etlbierr~~de fria nieve, enmudccido y arrancado a las delicias del verano.//y cayendo mshondo en la sombra inverllal / se aproinla de promo a eso mismo de que huye~ /y se ve clidamente rodeada de m~ada luz, / arrojndose en brazos del cnyuge per-dido. g Asi tambin yo. sufriendo pena de destierro, / aleiada de tu semblante endireccin al infortunio / sin amparo vuelta hacia el pelado Norte.//me hundi sincesar en El $tlefio de la mueTte. / para despertar al fin en tll coraz(~n, / cegada porla rol,1 magnificeni~ de 1.1 allrora~. La peregr inaitl por el cielo es un caso e~peeial de la peregrinacin del hroe que, bajo el tema de la peregrmatio, se extiendeincluso a la alqtlilllia. La nls teltlprana apaei6n de Este motivo e~t.~ $eglt r~menrerepresentada por la peregrinacin por el cielo de Plarn I~?) en el tratado harranitaPlatonis Liber Quartorum lp. 145). Ct. tambin Jung~ Pstcolr~gfa y alquitara [OC 12.

    4571.30. Buber, op. cit., p. 45.

    LA CANCI~)N DE LA POLILLA

    Figura 1 I. La peregrinacin del Soh La diosa del Oeste que navegacn la barca de la tarde entrega el disco del Sol a la diosadel Este que navega en la barca de la aurora.Egipto. Per[odo t ardioAlzo los ojos;all ruedan mares de luz:ioh nocbe, oh silencio, oh estruendo mortahnente callado!...Ver) una seal;desde las ms lejanas le]anfashacia nli desciende lenta, fulgurante, una constelacin..,~'-

    No es de extraar que la gran soledad de Nietzsche insufle vidauna vez ms a ciertas imgenes que la experiencia rel igiosa de antiguos cultos habia elevado a la categora de rcpresentaciones r ima-les. En las imgenes de la l i turgia de Mi thra nos movernos entreideas muy s imi larcs, que podemos entender a p ar t i r de ahora s indificul tad como smbolos cxtt icos de la l ib ido:Pero despus de haber recitado t la segunda oracin, donde se dicedos veces silencio y lo siguiente, silba dos veces p chasquea dos ve-ces con la lengua, e inmediatamente vers descender dcl disco solarestrellas, de cinco puntas, muy numerosas y que llenan toda la atmsfera. Pero di otra vez: silencio, sdencio,..~~-

    El s i lbar y chasquear es un res iduo arcaico, un rec lamo de ladiv inidad ter iomr ica. S imi lar es tambin el s ignificado del rugi r :.Pero t eleva tu v is ta hac ia l y haz sal i r de t i un largo rugido,cor t lo con un cuerno, poniendo en l todo tu al iento, apretandotu costado, y besa el am deto , etc . . , ,Mi alma ruge con el rugidode un len hambr ientos, dice (op. c i t . , p. 75) Mat i lde de Magde-burgo; y en el Salmo 42, Z [Bibl ia de Lutcrol leemos: .Como clama31 Werke VIIb p. 427 [citado scgn Ja traduccin de Laureano Prez [ amrre.Poeffa complela, Tr otra, Madrid, 1998, p. 801.32. Dieterich, Mitbrasturgie, p. 9.33 Op. it., p. 13.

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    $1MBOLOSOETRANSFORMACIONla cierva por las corrientes de agua, as clama mi alma por ti, Diosmo,,. El uso cultual ha degenerado, como tantas otras veces, en sim-ple metfora. Pero esa misma usanza antigua despierta otra vez a lavida en la esquizofrcnia, en el ,qnilagro rugiente~, de Scbrcber~4, porel que ste da aviso de su cxistencia al dios mal orientado sobre lahumanidad.

    Se pide silencio, y entonces tiene lugar la visin de la luz. Elparecido de la situacin del myste con la visin potica de Nietzsche es sorprendente. Nietzsche habla de una ,,constelacin.. Lasconste]ackmes, como es sabido, son en lo sustancial teriomrficaso antroponlrficas; el papiro habla de &rTt:a~ ~eVT~.KT~~t a~OV~"(estrellas de cinco dedos, similares a la aurora ,,de dedos rosados-),lo que no es sino una imagen antropomrfica, Por lo tanto, cabecsperar que, tras fijarse la vista por ms tiempo, se forme a partir dela ,.imagen gnea- un ser animado, una

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    verso: la comparacin con la serpiente es inequivocamente flica.El falo es fuente de vida y libido, el creador y taumaturgo al quecomo tal se rindi culto en todas partes. Tenemos, pues, tres tiposde simbolizacin dc la libido:1. La comparacin anaMgica: como el Sol y el fuego (figu-ra 13).2. Las comparaciones causativas: a) objetiva; la libido es de-signada por su objeto, por ejemplo por el Sol benfico; b) subjetiva; la libido es designada por su instrumento o un anlogo de ste,por ejemplo por d falo o (anlogamente) por la serpiente.

    Ftgura 13. ldo]o solar germmco.

    ~.A CANCI6N DE LA POLIkkAt.17 En estas tres modalidades fundamentales de comparacin estoperando todavia una cuarta: la comparacin segn la actividad.en la que el tertium comparationis es esta ltima (por ejemplo, lalibido es fecunda )mo el toro; peligrosa ~ebido a la po:encade su pasin-- como el len o el jabali; rijosa como el asno, etc.).Estas comparaciones implican otras tantas posibilidades simbficas.

    y por este motivo todos estos smbolos infinitamente diversos, siem-pre que lo sean de la fibido, pueden en realidad reducirsc a unaraiz muy sencilla: la libido y sus atributos. Esta reduccin y simpfi-ficacin psicolgicas se corresponde con el esfuerzo histrico de lascivilizaciones por reunir y simplificar sincrticamente el infinito nmero de los dioses. Tropezamos ya con una tentativa en esta dircc-cin en el antiguo Egipto, donde el desmesurado politesmo de losdistintos demonios locales hizo finalmente necesaria una simplifica-cin. Todos los diversos dioses locales ~sf el Amn dc Tebas, elHorus de Oriente, el Horus de Edfu. el Cnmn de Elefantina, el Aturode Helipolis, etc. fileron identificados con el dios del Sol, Re~~'.En los himnos al Sol, se inwlcaba al producto combinado Amn Re-Harmajis-Atum como .~el nico Dios en verdad viviente,,~7. En estadireccin nadie lleg ms lejos que Amenhotep IV (XVIII dinastfa):todos los dioses hasta entonces reconocidos fueron sustituidos bajosu reinado por ,,el gran disco solar viviente,,, cuyo titu[o oficial era:,,El Sol que reina sobre ambos horizontes, el que en el horizontegrita de jbilo en su nombre: brillo, que en el disco solar est,,...Yciertamente el quc habia de ser adorado Iagrega Erman~~ noera un dios solar, sino el astro mismo del Sol, que con sus manosradiantes~~ [figura 14; of. tambin figuras 2 y 16] comunica a losseres vivientes la infinitud de vida quc hay en b,.148 Amenbotep IV llev a cabo con su reforma una labor hermenutica psicolgicamente valiosa. Unific todos los dioses toro4,jabali4t, cocodrilo42, pilar4., etc., en el disco solar, y con ello de-clar que sus atributos especiales eran comparables a los del Sol44,Un destino similar fue el que le sobrevino al politesmo fielnico y

    ~6. [nchlso d dios acutico que se manitestaba en el cocodri]o, Sobek, fue iden-tificado con Re.37. Erman, gypten, p. 354.38 . Op. c i t . , p . 35539 CL m~ arriba ~estrella de cinco dedos..40 El toro Apis como manifestacin de Ptah.4 1 A m n42. Sobek de ~ijtun.43. El dios de Dedu en el delta, adorado COlnO poste de madera.44, Esta re~lrma~ ]]evada a cabo coi/{gran fanatisnlo~ se derrumb poco tlmpo despus.

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    $1b lBO,OS DE TRAN$FORMACION L A C A N C I N D [ L A p O L I L L A

    l~)~gura I4. El Sol dispensador de vida. Amcnlmtep IV sentado en su trono.Relieve. Egipmromano por obra de los esfuerzos sincretisticos de los siglos pos-teriorcs. De ello es acertado testimonio la bella oracin de Lucio ala reina del ciclo (la Luna):

    Reina del cielo. (ya te ~Janles) (eres, la nladr sublime de los ~rutos del caropo, o VellllS, O la ]leYiIln~a de Febt~, o Pmser pina, la que causa ~.spanto consus aull id~~s II(ICtl lr l lOS, .. la qllC i l t l l l l i l la todas las ciudades con tu suave hlzfemeninaes.

    Estos ensayos por volver nuevamente a reunir en UIlaS pocasunidades los arquetipos divididos en mnumerables variantes y per-sonificados en distintos dioses conforme a su multiplicacin y diso-ciacin politc[stas, son un reflejo de que ya en pocas tempranas lasanalog/as se hab[an impuesto tormahnente. Estas relaciones abun-dan, como es sabido, en la obra de Hcrdom, para no mencionaraqu los sistemas del mundo romano he[en[stico. A los esfuerzos45 - Reg ina cod i , s i ve [ l i Ce res a lma , f rUg t l [ l l pa rens o r i gma l i s . , , seu t u codesti~ VetlU~... seu [~ht)ehi sl lr(m. ~e~l rlo~2Ii lrnis l l l l l ]at~btls horrcnda I~rl lserpina... istal uce f em inae c~fl lus t rans cune ta moen ia . . . , , (Apu leyo , op . c i t . , l i h . X I , pp . 223 s . )Es no tab le que t amb in h~s human i s tas (p i enso en l as pa lab ras de Mudmm Ru fo )

    l l ega ran a un m ismo $ l l lC re / l ~~fl t / y afi rmaran que l a A l l r i g i i edad i l o hab ia t en ido enrealidad ms que dos dioses, t ino nlasctlJi l IO y t)tr(i femerlint),

    Figura 15. La serplelllc Mercurio. Dragn, serplente y salamandra s{)nen la alquimia simbo~s del procestl de transtorlnacin psiquico.I~archuscn, bh~nenta che*mae ( 1718I.por restablecer la unidad se opone una tendencia, an ms fuer-te si cabe, a recrear una y otra vez la nmltiplicidad, de modo queaun en las religioncs consideradas como rigurosamente monorcfstas,como el cristianismo, por ciemplo, la tendencia pc}lite[sta demostr6 ser irrcprimible, La divinidad se divide en tres partes, a las quese aaden adems las icrarquias cclestiales. Estas dos tendencias,politesmo y monoteismo, coexisten en bicha cot~stantc; ora hayun solo Dios con numcrosos atributos, ora nluchos dioscs, cuyosnombres se limitan a variar segn Los lugares; y ora personifican elloseste, ora aquel otro atributo de su arquetipo, como acabamos de verms arriba, por ejemplo, a propsito de los dioses egipcios. Con efiovolvemos otra vez al ,,Signo de fuego,,, el poema de Nietzsche. AlLtropezbamos, como imagen de la libido, con ~a llama, rcprescn-rada teriomrficamente como serpiente (y a la vez como imagen delalma4~: ,,Mi alma es ella misnm esta llama,,; of. figura 15). Como

    46 No slo a la divinidad, tambin al alma se le adscribi sustancia luminosao igllea~ por elelnpJo etl d sistelna de Mani~ as[ como entre los griegos, dlmde le caraeterizada ctlnlo t ln so~lcl ardiente. E~ EspirltH Sallto del Ntlevo Teslamento apareceen fllrllaa de JJanla sobre las ~2abezas de los ap~lole!.~ ptles el pHcttma le ~.llrlcebidllcomo fuego I c f . t amb ien D ie re r i ch , Mi tb ras l i t u~~ ' se , p . 1161 . De l t odo ~ im i / a r es l a~dt:a Jrartia de bt)areIIo, la .grada del ~.id o~. por Ja que reil l , ln los inllnareas. La ~gra-cia,, fut: ollcebida ctlI l lO ulla esp~de de fue~o i i gloria lUtl l i l lo' ,a i l l t ly s~lbstancial1 Cumont, Mysterten des Mitb~a, pp. 84 s.). C~m ideas emparentadas tropezamosen l a v i dcn le de P revo r~ t , de%t i r a po r Ke r ne r .

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    sJMgOLOS DE TRANSFORHACION L A C A N C I N D E L A P O L I L L A

    Figura 16. Las manos del Sol.Relieve, Spir iIkirchc de Tubinga.

    vimos, la serpiente no slo tiene que concebirse como un simbo-lo flico, sino que es tambin un atributo de la imagen del Sol (elido[o solar egipcio) o un simbolo de la libido. De ah que pueda.- suceder que, ademsdemanosypies(cf, figura 16; cfi asimismofigura 2}, se provea al disco solar de un falo. Una prueba de ello lahallamos en una singular visiOn de la liturgia de Mithra: 6go[~J~8 KEt 6 Ka*(}pev{}~ r16},6% I~ dpx~ TO X{tTOUpTU0VTO~ dv~guu.84~et Tfip dn6 r~~b 8[o~a}u ~~ (4bhf}v Ki}elJdllvov~~.Esta curiosa visin de un tubo que cuelga del disco solar resul-taria extraa en un texto refigioso como el de la liturgia de Mithra,si a este tubo no le correspondiera un significado flico: el tubo,en efecto, es el lugar donde se origina el viento. De este atributono se desprende de entrada un significado flico. Pero hay que re-cordar que el viento, al igual que el Sol, es fecundador y creador4~.En una pintura del Medioevo alemn observamos la siguiente re-presentacin de la concepcin: del cielo desciende un tubo o manguera, que se desliza bajo la falda de Marra; y en l baja volandoen figura de paloma el Espiritu Santo para fecundar a la Madre deDios4~. (Figura 17; of. tambin figura 4.)

    47 .De modo s im i l a r , r esu l r a r t amb in v i s i b l e e l que se conoce como tubo ,o r i gen de l v i en to se rv i c i a l . Pues ve rs pende r de l so l una espec ie de t ubo , , (D ie te -rich. op. c~., pp, 6/71.48 , Las a l t t l guas supe rs t i i o l l es popu la res h ,qc i an que l as yeguas de Lus i t an iay l os bu i t r es eg ipc i os f ue ran f ecundados po r e l v i en to ,4~. De Mithra, nacido en circunstancias milagmsas de la roca (c figura 20),observa Jer6nimo que esta generacin se habria verificado ~solo aestu l ibidinis,, (porel solo ardor de la libidol (Cumont, Textes et monuments I, p. 163).

    Figura 17. Obumbrat io Manae.Alfombra de gnero de malla (finales del siglo xv}Un enfermo mental me brind la oportunidad de observar elsiguiente delirio: el paciente veia un membrum erectum en el Sol.Cuando el enfermo movia la cabeza a los lados, el pene del Sol oscilaba tambin en ambas direcciones, originndose as[ el viento. Este

    singular delirio me result totalmente incomprensible basta que mefamiliaric con las visiones de la liturgia de Mithra. El delirio arro-ja tambin una luz esc[arecedora, en mi opinin, sobre un pasajeparticularmente oscuro del texto, que viene inmediatamente des-pus del ya citado: e{~ 84 Td Upq r wp6g k[~3a d~49~UT{>V {l>vdmlXt~TllV. dv ~1 Ke~h~lp~0pvo~ e[~ T& g49q ro0 dmlXLdTUU ~Tepo~, pob0 {[~ vil ppq "rd ~e~vou o0et T~v dnooopdv TO~fipdgclTog.Dieterich lo traduce como sigue:

    Y hacia las regiones de Occidente como un infinito viento del Este;si la destinacin hacia las regmnes de Oriente la tiene el otro, de

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    SIN8OLO$ DE aRANSFORNACION LA CANCION D~ LA POI.IkLAmodo similar podrs ver la conversin (cambio de sitio) de la visin hacia las regiones de aquP".

    En la traduccin de Mcad:And toevard the regirms Westward, as though ir were an infinite EastWind. But el the other Wind, toward the regions olc the East, shouldbe in service, in the like fashion shalt thou see, toward the regionsof tbat (side) the cvnuerse of the sigbt~'.

    "Opcq~rl es la visin, lo visto; drTodopd es propiamente la ac-cin de llevarse una cosa. El sentido seria, en tal caso, que en funcinde la direccin del viento lo visto ser llevado o vuelto tan prontohacia aqt como hacia all. Lo 8popll es el tubo, el dugar dondese origina el vientos,, que tan pronto se vuelve hacia el Este comohacia el Oeste, engendrando acaso el viento correspondiente. Coneste movimiento del tubo la visin del enfermo mental armoniza deun modo sorprendentes-'. Este caso tan notable me indujo a hacerciertas indagaciones en enfermos mentales de raza tlegra~&, y conocasin de las mismas pude convencerme de que el conocido iiiotivo de Ixin en la rueda solar (c l]gura 9g) aparcera en los sueosde una I~ersona inculta de esta raza. Esta experiencia y otras pare-cidas me bastaron para poder (}rientarnw y comprender quc no setrata de tina herm~cia caracteristica de una raza en particular, sinode una propiedad comn a todos los seres Immanos. Lo heredadotampoco serian en absohtto representaciones, sin() una disposicinfuncional a generar representaciones idnticas o similares. A estadisposicin la llam ms tarde .arquetipo,,SLLos distintos atributos del Sol hacen aparicin en la liturgiade Mithra siguindose unos a otros. Tras la visin de Helios apa-recen siete virgenes con rostros de serpiente y siete dioses con ros-tros de toros negros, la virgen es fcil comprenderla como una

    50. Op. ctt., p. 7.S I Mead, A Mitbraic Rztual, p 22.52. Agradezco a nli colega, d d(}ctor Franz Riklin, e] conllciTll]lltO del casoq/le descrih~} a continuacin, en el que podemos observar iiii inwresante silnbo]i~lnoSe trata de una paciente paranoide qtle pas a ser viCtlrtla de delirios &- gr Hldezaen la blrma siguiente; lh" pronto #cia tina fuerte hz y soplaba sobr." ella un vtento,y senta cmo ,,se le daba la vuelta el corazn,,; a pa rtir de ese momento cabla queDios habia tomad~~ posesin de ella y que estaba en su interior.53. Gracias a los buenos oficios del d[recmr dd Government l hlspttal de W.lshmgton D.C, el doctor A. Whitc, a quien dejo aqui constancia de nfi agradc~hnicnt o.54. Para ms detalles ct Jung y Kcrenyi, tin[ubrung in das W,'sen der Mytbologre [,,Acerca de la psicologia del arquetipo del nidos, ] 260 ss.], asi como Jung,~EI espritu de la psicologia- [O{ 8,8, $ 388 ss.].

    Figura IR. la ten tac in de Eva .Zainer, Speculum bt~manae sah~alionis (Atlgsburgo, 1470)

    comparacin causativa de la libido. La serpiente del Paraso es amenudo concebida como femcnina, como el principio seductor enla muier (que los artistas antiguos representaron tambin en trmi-nos femeninos)~~ (figura 187. De acuerdo con un similar cambio designificado, la serpientc se convirti en la Antigedad cn un sfinbolo de ia tierra, a la que por su parte siempre se concibi6 comofemenina. El toro es un conocidisimo simbolo de fcrtilidad. Losdioses toro son en la liturgia de Mithra los KVt~&JKO{b6XaKe';, lOS.guardianes del eie del inundo,,, y hacen girar dos ejes del crculodel cielo.,. Idntico atributo lo posee tambin Mithra, el cual es unasveces el propio Sol inuictus, y otras el compaero y seor de Helios{of. figuras 43 y 77). En su mano derecha sostiene .la Osa, que mue-ve y vuelve en sentido contrario el cielo,,. Los dioses con cabezade toro, tambin ellos iepo't ~O'L ~JXKtgot vEav[rlt (jvenes santosy fuertes) como el mismo Mithra, al que se otorga el atributo dew 0;ve 9o~ (el ms joven), son solamente descomposiciones atributi-vas de una y la misma divinidad. El dios principal de la liturgia deMithra se descompone tambin l mismo en Mithra y Helios (ct.figura 19), cuyos dos atributos se hallan fuertcmente emparentadosentre si (dicindose de Helios): fiqlet 0{/l~, i,e=0Tep V e~e &fi TrupvOTp txc t 1~ XtT tVt XeVK~J Kc{ i XXO[ Ig t K( }K~( [ I )q , gXm'TCl r '6 [ } t vovcrT~m,ol,S~; (y dicindosc de Mithra): [6Oet] 0e6v ve9geyf~q,d)oYudlv gXOl,ya T~v fid)tl& ve&repnp, Xp/l{rol(g{/l& v Xt*-~vt

    55. cf. mi e~crim l~ic(gogia ) rebgirm IOC I 1,1, ~ 104 s.].56. Dieterich, Mitbrasliturgie, pp. 10/I 1: ~... vers un dios, juvenil, bello y conbucles de fuego, vestido con una tnica blanca y un ma~m roio escarlata ) ]levandouna corona de luego-. I{;itas en el texto de arriba pp. 12, I ~ y 151.

    118 119

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    Figura 19. El Hijo del hombre entre los siete candelabrt}s.Beatus-Kommentar. (Segunda mitad del siglo x.).

    X(pK0) KCli Xpuq~ ov~qSdv0J Kcd d pa~u9m, KaTXOl~Ta TI] ge~t)VtOTp~oua~ T6V OdpClV6V. Ka?d @m, c'wcl~oXt 6ou{m ~a~ KaTamAedouacJ. ~W~tTa {]qJ{L fiVTo K T~V 6gkdw0v deTiicl,~d~ KaiK T{}~ ~05gUTO~ daT~pa~ figXotuou~s?,

    Si se admite una similitud de esencia entre las nanlra[ezas del~~ oro y de! fuego, reina una gran concordanc ia entre los atr ibutosde ambog dioses. Junto a estas imgenes pagano in[sticas merecenser a[ineadas las visiones, probablemente no mucho ms antiguas,de l Apocalipsis de Juan:,, . y al vo [ ve rme v i s i c re cande le ros de o ro , y en med in de l os candeleros como a un Hiio de hombre, vestido de una tnica talar, ccidaal talle con un ceidor de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos,como la lana blanca, como la nieve; sus ii]os, como llama de fuego;gris pies parecian de metal preclosu acrisolado en el horno; su voz,como voz de grandes aguas. Tenia en su nlano derecha siete estrc-Ila~, y de su boca salia tina cspada aguda de dos filos~~; y su rostroera como el sol cuando brilla con roda su fuerza ( I, 12 ss.).

    57 . D ie te r i ch . op . c t t . . pp , 14 /15 : Ve rs a , , d i os ommpo ten re , con e l r os t r o b r iI larlte~ jovcn~ de cabellos dorad~}s. CUli i l l la tt]nlca blanca, ulla of}folia d~ oro y calolles anchos, y ~osleniendo ~n la diestra la espaldil la {Je {ir(i de [111 bue). quc es laconstlaciii de la O5~1 que Il l t lCV~ y hace girar el cielo, y que cal~ln~ hacia arribay hacia abaio durante horas. Despus vers salir relmpagos de sus ojos. y de sucuerpo, estrelia$~.5 8. I ~ O s a M a y o r c o n s ta d e s i et e e s lr e l l as .~9 M i t h ra sue le se r r~p rcsen tado con una espada co r t a en una mano y una~nt{~rch~ en la otra I~]g~lra 20b La esp~d~ desempea como instrl lmltrO sacrificialt u l unpo r t an t pape l en su m i t o , as i como en e I s imbo l i smo c r i s t i a I i o . A l r cspe toc6 mis explicaciones en ~EI simbolo de la transubstanciaciOn en la misa~ [Of: I 1.3.$ 324 y 357 ~sd.

    L A C A N C I O N D E k A p O L I l L A

    Figura 20. Mithra con espada y antorcha.Relieve romano.Y segui viendo, Hahia una nube blanca, y sobre la nube sentadouno como Hijo de hombre, que llevaba en la cabeza una corona deoro [avgoavnv gvao0v]~'~ y en la mano una hoz afilada (14, 14).Sus ojos eran como una llama de fuego, y sobre su cabeza habamuchas diademas...Vcstia un manto empapado en sangre..PLY h}s ejrcitos del cielo, vestidos de lino blanco puro% le seguiansobre caballos blancos, y de su boca sale una espada afilada...(19, 12 ss.).

    No es necesario suponer que exista una relacin de dependen-cia directa entre el Apocalipsis y las representaciones mitraicas. Lasimgenes v is ionar ias de ambos textos han s ido acuadas a par t i rde una fuente que no slo mana en un lugar, sino que se encuentra

    60, En realidad .una guirnalda de oro-.61. Al respecto, c6 el manto color rojo escarlata de Helios. En los tiros deCUltos divers{~ era com(in envolverse en la~ pieles ertsangrenlad,~~ de los animaJ~s$acril]~.adus, por ejemplo 11 las hlpcrealias~ diorlisias y sat urnaJiag- Egtas Jtirnas i1o$han deiado los carnavales, cuya figura t~pica era en Roma el pulcmego pripico.62. Cf. la comitiva de Helios, vestida de bys~us. Los diose~ con cabeza de torollevaban puestos ~~01~t;l~ow (ttinicas?b

    12 0 12 1

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    en la mente de muchas personas. Los s~nbolos que proceden deella son demasiado tipicos como para pertenecer nada ms que aun solo individuo.Menciono estas imgenes con el fin de mostrar de qu modo va elsimbolismo de la luz transformndose pau[atinament&3, conformese ahonda la visin, en la imagen del hroe solar, del

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    S I N B O L O S D E I R A N $ ~ OR H A C I O N L A C AN C I O N D E L A P L I L L A

    Figura 22. Serp ien te que rep resen ta la rb i ta hmar .Moi6n :lsirio de SusaAgustfil, por el contrario, afirmaba ya expresamente ante susfieles: ,,Non est Dominus Christus sol factus, sed per quem sol fac-tus est,, (No es Sol creado Cristo nuestro Seor, sino por quicn fuecreado el sol) eLEl arre eclesistico conserv muchas cosas del culto al SoFI: asi,por ejemplo, la luz que resplandece en torno a la cabeza de Cristo,la aureola de los santos en general. La leyenda cristiana atribuyeun gran nmero de s~mbo ]os fgneos y ] um inosos a SUS san tos7z . Losdoce apstoles, por ejemplo, fueron comparados a los doce signosdel zoeco y representados por dicho motivo con un astro sobresu cabeza7s. De ah que no haya que extraarse de que los paganos,

    b/l~o~ 'H).tll'vioTot KrI~ (lipITkK~l~ TO~TII iIiitllf~ot/~ ),)} KO~ KplCrT~dVo~ KII~ d~~v-T~~ T~v n[or ti, r~~i~ ~[t~~ TI Kc~,7 CrOI,OI,~~dyl,VTUL (cit en Cumont, op. cit., p. 356).70 . I n l oann t s evangehum t r ac ta tu * XXX lV , 2 [ l [ I / 2 , co l . 20371 .71 . Las pinturas de la~ catacllmbas ~lbergan asirl l i$111o tl l la gran cantidad desimbolismo solar. La csvstica (rueda solar), por ejemplo, aparece en el manto del{ossor D~ogenesen el coemetermm de Pedro y Marcelino. Los simbolo~ de ~ol oscetldente, del tori l y del c.qr neto ~gllran ell el fresco r~co tic/oemeIgr~~im de SantaDomitila; y carnero y pavn real (simbolo del Sol junto con el fnix) hacen lo pro-p~o ell tul cpit alo de la catacumba de (Salisto.7 2 Gran nmero de e j emp los en Von G i i r r es , Die cbns thcbe Mys t i k .73 . Le B lan t , Les Sa rcopbages cb r t~n~ de l a Gau le . En l as homi l i a~ de C lemen te de Roma (1 [ , 23 , c i l ado en Cumon t , op . c~ t , , ] , p . 356 ) se d i ce : r t ~ Kup~o~'~yovcimv fi~3~Kt7 d~r6oT~~M~t TgJv T~~~ ~;tl~ll' &b~K~ ~t~V~V tb~ovTe~ TbV dpt0-~,v [Al Seor se le unieron doce apstoles, el nmero de los doce meses del Soll.Como bien puede verse, esta imagen alude a la rbita del Sol por el zodiaco, que fuerepresentada como una serpiente (al igual que la rbita hmar asiria, c figura 22)llevando el signo del zodiaco a la espalda (de f~~rma similar al Deus leomocepba-lu~ del misterio de Mithra, figura 79), Esta concepcin est documentada por un

    Figura 23. La serpiente elcvada como rcverso del crucificado.Tlero sobre el tema de la peste tic H[ertmymus Magdeburger, herrero tic Annabcrg

    como atestigua TertulianoTM, pensaron que el Sol era el Dios de h)scristianos. Entre los mauiqueos, el Sol era realmente Dios. Uno delos monmnentos ms curiosos de esta esfera, en el que se mezclan lopagano asitico, lo helenistico y lo cristiano, es la 'E~~3'~ot~" T~eptT(~V ~V Hpa[t npexX0V~t017s editada por Wirth, un fabulario quepermite penetrar hondamente con la nfirada en la simbologia sin-cretfstica. All puede leerse la siguicnte consagracin mgica: t't'HX[t~ 0e~5 I~TdXq~ 13curtXei 'Iqaof~~. En ciertas regiones de Arme-nia los cristianos siguen todavla pidindole en sus oraciones al Solnaciente .que haga reposar su pie sobre el rostro del orante-7~.gajo el smbolo de la .polilla y Sol,, hcmos descendido, des-enterrndolas, hasta las honduras del alma, y al realizar esta laborhemos tropezado con el idohl enterrado del hroe solar ,,de iuvenilpas i l e , ed i t ado po r Cumon t , de un cd i ce va t i cano (190 , saec . XI I I , p . 229 , c i t adoen Cmnont, op. cit., p. 3SI: T6T~ q'~ ~rcJvooooq f~fl~tt,o~3'~q d~l~~~ t,~~3~turt K(vq-

    , , A , - .den l i u rgo con soba r a l l [ s i n l a o rdeD a l g ran d ra~n 11 I I l a co rona re l l ge t l t e de e~ -trellas, es decir, a los doce signos del zodiaco, que salen de su cspaldal. Tambin elSl~tcrl la it l~nlquco ,q t r ib Llia ,1 Cristo la iDlagcII de la ser p]ente, y en concreto de laserpiente del r b~~l del Paraisl) (c In 3, 14: ,,Y como Muiss elev la serpiente enel desierto, as~ tiene que ser elevado el Hij~ del hombr e...,,I. (C[ figura 23.174. ~Alii humanius et vcrisimilius Solenl credunt deum nostrum- 1Otros, mshumana y probablemente, creen que el Sol es nuestro Dios] (Apolag~~~,16),7~ ~[n~lrnle de Io$ ~ocso5 eD Persia~, segn tl l i manBs~rlto m~lolqtas de[ siglo xi, cit, en Wir th, Aus orientaIiscben Chroniken, pp. 151 s~.

    76. -Al gran dios Zeus Helios, al rey Jess~(op. cit,, pp. 166, 22).77. Abeghian, Der armenisc~ Volksglau~, p. 4 I.124 125

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    belleza, rizos [gneos- y coronado de gloria, que inaccesible a losmortales recorre eternamente la tierra y hace que al d[a le siga lanoche , a l ve rano el invierno y al v i v i en te l a muerte Ipara resurgirgloriosamente rejuvenecido y afilmbrar a nuevas generaciones--.De l tendra nostalgia la soante oculta en la poblla.La antigua civi[izacin de Oriente Prximo conoci un cultosolar bajo la figura del dios que muere y resucita, representado porOsiris (of. figura 64), ~lmmuz, Attis-AdonisTM, Cristo, MitbraTM, F-nix y otros. En el fuego se a&waba tanto la fimrza benfica comola destructora. Las ~uerzas naturales poseen siempre dos caras,como vimos ya a propsito del Dios de Job. Este reverso vuelveuna vez ms a conducirnos al poenla de Miss Millar. Sus recuerdosconfirman lo que antes sospechbamos, es decir, que la imagen de lapolilla y el Sol seria una condensacin de dos imgenes. De una deel[as hemos hablado hace un momento; la otra es la polilla y la lla-ma. Como ttulo de una pieza teatral, de cuyo contenido nada noscomunica la autora, da poldla y la llama,, significa seguramente [oque ya conocemos: revolotear en torno al fuego de la pasin hastaabrasarse las alas. El deseo apasionado tiene tambin dos caras: es la~~ fuerza qt~e todo lo perdona, pero que, en segn qu circunstancias,puede taanbin destruir todas las cosas. De ah que no sea dificilentender que una pasin intensa vaya en s misma acompaada deangustia, o bien seguida o anunciada por angustia. La pasin hacerealidad las fatalidades, dando as entrada a lo irrevocable. Poneen movimiento la rueda de[ tiempo y deposita sobre el recuerdoel peso de pretritos irrecuperables. La angustia ante el destino esper fectanlente comprensible: ] es lo imprevisible y sin lmites. Trasl se ocultan peligros desconocidos, y la vacilacin por la que elneurtico no se atreve a vivir se explica sin dificultad por su deseode que se le permita permanecer a un lado, para no verse envueltoen tan arriesgado combate. Quien renuncia al desafio de vivir, tie-ne que ahogar en si el deseo de hacerlo, es decir, que cometer unaespecie de suicidio parcial. Ah tienen su razn de ser las fantasiasde nmerte que suelen acompaar a la renuncia al deseo. En SU poe-ma ponia ya Miss Miller en palabras estas fantasfas, y ella mismaagrega luego a [os materiales lo que sigue: ,,[en primavera] hab[a

    78 A t t i s f ue ms t a rde as im i l ado a M i t h ra , c i nc l uso , como ~1 , r ep resen tadotocado con e l go r r~ f r i g i o (~gu ra 20h eL Cumon t . Mys te r t en d~s M i t b ra , pp . 167 s .Con~rn le a l t es t imon io de ] e r6n imo , l a g ru ta de l nac im ien to en Be ln fi l e o r i g i -nalmenteun santuario (spelaeum[de Attis. (Usener~ op. cit., p. 29 I.)79. Cumont (Mysterten de~ Mitbra, p. IV) dice: ,,Con sorpresa conced[an am-b t ) s r i va l es l o s im i l a res q t l e e ran en muchos respec [os , S in pode r da r r azn de l ascausas de dicha ~imil imd *.

    k A C A N C I O N D E L A p O k l L L A

    le[do una seleccin de fragmentos entresacados de Byron que mehaba complacido mucho y que tuve muy a menudo bajo mi vista.Ahora bien, hay una gran semeianza de ritmo entre mis dos lti-mos versos: "For 1, the source...", y estos dos de Byron:iDlame ahora morir como vivi, con fe,sin vacilar aunque el Universo tiembla!,,

    Este recuerdo, con el que concluye la serie de ocurrencias, con-firma las fantasfas de muerte que resultan de haberse renunciado.La cita procede, cosa que Miss Miller no menciona, de un poemaque Byron dej sin terminar y cuyo .titulo es Heaven and Eartfi. Eipasaje en su integridad dice como sigue:

    Pero bendito sea el Seorpor todo lo pasado,por lodo l i) prescnte~pues todo es suyo,de lo primero a lo ~timo --t i e n l p o , e s p a c u ) ~ e t e r n i d a d , v ida, n l u e r t e - -la inmensidad conocida y la desconocida.lbdo lo hizo l, y puede deshaeerlo,y tengo yo que gemir y blasfemarpor t t n a m e z q u i n a b o q n e a d a m s d e a l i e n t o ?iNo, djame morir Cmlm vivi, con fe,s in cs t r cn l ece r t ue , a l l nque e l ~311 i vc r so t i en l h l eX !

    Estas palabras estn insertas dentro de una suerte de a~abanza u oracin, pronunciada por un ~mortah, que sin esperanza huyedel creciente Diluvio. Miss Mi[ler se pone con su cita en la mismasituacin, es decir, permite entrever que su situacin emocionales comparable a la desesperacin de Los desdichados que se vieronamenazados por las aguas crecientes del Diluvio. Con ello permi-te que echemos una mirada a los oscuros trasfondos de su pasinpor d hroe so[ar. Vemos que su anhck) es en vano, pues e[la esuna mortal. Una mortal transportada slo brevemente hacia lo alto,hacia la luz, por un supremo anhelo, y entregada luego a la muerte o, por mejor decirh), arrastrada hacia Lo alto por el miedo a ~amuerte, como las vctimas del Diluvio, para ser implacablementeentregada a la perdicin no obstante lo desesperado de su lucha:un estado de nimo que evoca fuertemente en eL recuerdo la esce-na con La que concluye el Cyrano de Bergerac:8 0 . T h e l ~ t i c a l W o r k s , p , 4 2 1 .

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    sJMBoLO$ DE TRANSFORMACINCyRANO: iAh, me siento convertidoen mrmolL..iMas, soy Cyrano,y con la espada en la manosereno espero y erguido!.,.

    Qu deds?.. Qu la victoriaquien la ansia no la alcanza?...iSi no bay de tritmto esperanza,hay esperanza de gloria!...No me engao, s muy bienque eonnllgo acabaris al fin%

    16s La esperanza de Miss Miller, humanamcnte comprensible, esvana, porque su pasin aspira al divino, al .amadisimo-, adoradoen la imagen del Sol. Segn el material que obra en nuestras ma-nos, no puede decirse que la suya haya sido una decisin o eleccinconsciente. Miss Miller se ha visto ms bien enfrentada al hechode que, sita pretenderlo ni quererlo ella, el lugar del cantante ba'~ s ldoocupadoporunhr edvn S o que de este modo ha sucedido es bueno o malo, es cosa que est an por decidirse.El Heaven and Eartb de Byron es un ~,mystcry, tounded on thefollowing passage in Genesis,, [nlisterio basado en el siguiente pasajedel Gnesis]: ,,And it carne to pass.., that the Sons of God saw thedaughters of men, that they were fair; and they took them wivesof all which they choose,,~:, Byron cita tambin como lema de supoesa el siguiente pasaje de Coleridge: .A woman wai[ing for herdemon Iover* ]una mujer que gime por su diablico amante]. Lapoesa de Byron pone msica a dos grandes acontecimientos, unopsico[6gico y te[rico el otro: la pasin que derriba todas las ba-rreras, de un lado, y los terrores de las fuerzas naturales desatadas,de otro. [.os ngeles Samiasa y Azaziel arden de pecaminosa pasinpor las bellas hijas de Cain, Anah y Aholibamah, ronlpiendo asi lasbarreras que separan a mortales de inmorta]es. Se rebelan contraDios, como lo hiciese un dia Lucifer, y el arcngel Rafae[ hace irsu voz advirtindo[es:

    Pero el hombre prest oido a su w)z,y vosotros a la de la mujer: hermosa es ella,y la voz de la serpiente menos sutil que su beso.81. Rostand, op. cit., pp. 224 s.82 ~... vieron los hijos de Dios que las hijas de los hombres les venian bie n, ytomaron por mujeres a las que pre~r~n de entre todas ellas~ (Gn 6, 2).

    LA CANCION DE LA POLIkLALa serpiente que es simple p(flvo derrotado; per() ella arrastrardel cielo tul segundo ejrcito, buscando quebrantar la ley cdesteSL

    El poder de Dios est amenazado por la seduccin de ~a pa-sin; y el cielo por una segunda cada de sus ngeles. De extrapo~lar ahora nnsotros esta proyeccin a lo psquico, que es de dondeen ltima instancia ha tomado ella su origen, quiere esto decir: elpoder de[ bien y de la razn que gobiernan el mundo con sabiasleyes, est amenazado por el originario poder catico de La pasin.De ahi que tenga sta que ser erradicado; lo que en proyeccin mito-lgica significa: La estirpe de Cain y el entero mundo pecador han de~cr aniquilados de ra/z por el Diluvio. He aqui la consecuencia necesaria de la pasin que ha derribado todas las barreras. Ella es comoel mar que ha roto sus diques, y como las aguas de las profundidadesy de las lluviass4 que, como dice la ntologia india, eran procreado-ras, fecundadoras y

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    La pasiOn eleva al ser humano no slo por encilna de si mismo,sino tambin sobre los lmites de su mortalidad y terrenafidad, y allevantado lo aniquila. Esta ,,presuncin,, encuentra expresin mi-talgica, por ejemplo, en la construccin de la Torre de Babel, queacarre la confusin a los hombress~, o en la rebelin de Lucifer.En la poesa de Byron est ella representada por la ambicin de laestirpe de Ca~n, cuya aspiracin pone a las estrellas a su servicioy seduce a los mismos hijos de I)ios. Aunque el anhelo de las cosas ms elevadas sea legtimo, en eL hecho de que traspase los lmi-tes puestos a los hombres reside la transgresin pecaminosa y, porende, la perdicin. La nostalgia de la polilla por las estrellas no espura por encontrarse stas all arriba, en el cielo, sino que sta esla pasin de una polilla, la cual dificifinente se desnaturalizar hastaalbergar tan nobles aspiraciones. Tambin el hombre sigue en defi-nitiva siendo un hombre. Por la desmesura de su deseo tambin lpuede arrastrar a lo divino hacia abajo, hacia la perdicin de su pa-sin~7. Pero aunque parezca haberse elevado a lo divino, al hacerlopierde su humanidad. Asi, el amor de Anah y Aholibamah por susngeles se torna en crepsculo de dioses y honlbres. La inw)cacincon que ~as hijas de Cafn conjuran a los ngeles es, por asi decirlo,un paralelo exacto del poema de Miss Miller.

    ANAIPK:iSerafn!iDesde tu esfera!,sea cual fuere la estrella~~ que contenga tu gloria;aunque las eternas profundidades del ciclopuedas t contemplar junto con dos siete,,,aunque a travs del espacio infinito y antiguocorran bnpelidos los mundos ante tus alas brillantes,iescchame!iPiensa en la que te profesa su amor!Y aunque 11o sea ella nada para ti,piensa que t lo eres todo para ella...Eternidad hay en tus aos,belleza no nacida e inmortal en tus ojos;de mi no puedes compadecerteSalvo en el amor, y ahi tienes

    86 l)e modo parecido a los hroe s mlticos que tras realizar sus grandes haza-as su freIl tlll t ras~or no mental87. l,a historia de la religin alberga numerosos ejemplos du este tipo dedeslices.88. Anah es la amante de Jafet. el hijo de No~. Ella le abandona por el ngel~9. l*a invocada es en realidad unaestrella. C el ,.lucero del alba~ de MissMille~

    que reco l /oce r que po lvo ms enamoradojams llor bajo los ciclos.T recorres tus muchos mundos% contemplasel rostro de quien te hizo grande,con lo a mi la mer lo r n /e h izoentre los expulsados de las puertas de Edn;iPero an asfi Scrafln querido,escUchame, te lo pido!Pues t me amaste, y yo no quiero morirhasta saber lo que, al saberlo, ine har perecer:que te olvidars en tu eternidadde aqulla cuyo muerto corazn no pudo dejarpor nde desbordarse, esencia, como eres, bmmrtal.Grande es el amor de los que aman en pecado y temor;y yo s ien to que l ib ran en mi co raznuna indigna conflagracin: perdona a una adamita,Seraffn nlio, por decirte tales pensamientos.Pero el sufrimiento es nuestro elemento.,.Se acerca la lloraque me dice que no estamos del todo abandonados.iAparcete! iAparcete!iSeraffn!iAzaziel ndo!, qudate aqufiy deja a las estrellas a su propia luz,

    AI~OL IBAMMI:Te ]]alno~ te espero y te amo,,IAunque yo baya s ido becha de ba r roy t de rayosque brillan ms que los del dasobre los cuatro rios del Edn,tu mmortabdad no puede pagarsecon un amor ms c l ido que e l h i jo ,an lo r in fo . Hay un rayo~ ten nlfi que, aunque tenga prohibido brillar todavia,smnto que fue encendido en el de tu Dios y el nlyo~2.Podr llevar largo nempo escondido: muerte y corrupcinnoS lcg nuestra madre Era, pero mi coraznlo desafia: aunque tenga que pasar esta vida~les $1 una razn para que nos separemos?

    9 [) l En propiedad un atributo del Sol pcregrmante.9L La stl~;tania hlminosa de/alma/~r opla.~2. La unin de ambas sustancms luminosas indica l a comunidad de su urigen; son imgenes de la libido. Segn Matiide de Magdeburgo IDasfliessende Lichtder Gottbeitl el alma est hecha de ~amor~.

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    $1MBOLOS DE TRANSFORMACIN

    \

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    l')gura 24. La sensualidld.Lienztl de Franz Sluck ( 1861 1928)

    P u e d o c o m p a r t i r t i ) d a s l a s c o s a s ~ y a u n u n a i n m o r t a l t r i s t e z a ;y s i t t e a r r i e s g a ~ t e a e o n l p a r r v i d a c o r g m i ~ o ~fvoy a temblar yo ante la eternidad?iNo, aunque el aguij6n de la serpiente de parte a parte me atraviese,y t mismo siguieras enroscado en torno a mcomo una serpienteg*! Y yo sonrer~y no te maldecir~, sino que te sostendren un abrazo tan ardientecomo.., per() desciende, y c{imprucbaa qu sabe el amor que una nlorta[ sientepor un imnorrah..

    93 CL los cuadros de Stuck Los peca&~s, El victo y La sensualidad (of. fi-gura 241, &mde el cuerpo desnudo de la muier es rodeado por los anillos de unaserpienl. EI1 ~ig~lr~ una inlagen de] miedo a ]a nuler te.

    L A C A N C I 6 N D E L A P O L I L L A

    La aparicin de los dos ngeles que sigue a la invocacin, es,como s iempre, una resplandec iente v is in luminosa:AHOLIBA~4AH;Disipndose las nubes raudas de sus alas,

    c o m o s i a l u m b r a r a n t a l u z d e l a m a a n a .

    ANaH: iPero si nucstro padre contemplara la visin!AHOI IBAMAH:lYnsaa que es la Lunasaliendo al son de la cancin de un bruiocon una hora de antelacin...ANAH: iMirad! Encendieron el poniente entero,

    como s i o t r a vez se pusiera el Sol ; iMi rad!Sobre la ltima cumbre secreta del Araratbrilla ahoraun arco suave y multicolor,en recuerdo de su luminoso sendero..."4

    Al contemplar esta luminosa visin multicolor, en la que las dosmujeres son todo anhelo y esperanza, se s i rve Anah de una com-parac in l lena de present imientos, que de go lpe permi te otra vezpercibir un vislumbre de las siniestras profundidades de las que porun ins tante emerge la atcr radora naturaleza te r iomrfica del dulcedios luminoso:... y ahora, imirad!, ha vueltoa la noche, como espunla rizadaque encrespara el Leviatndesde su insondable morada,cuando tras retozar en la superficie de la profundidad en calma,se aquieta enseguida al poco de haberse zambullido otra vezen lo hondo, en lo hondo, hacia donde suenan las fuentes del[ocano~~,

    174 Nos acordamos de ese imponetate peso que tienen en la balanzalos derechos de Dios sobre el hombre Job. Donde yacen las pro-fundas fuentes del ocano, mora el Leviatn; de al |f emerge la marea que todo lo destruye, el mar de la pasin. La sensacin opresi-va y estranguladora del instinto que afluye, aparece proyectada en

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  • 7/30/2019 Cancin de la polilla

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    una marea creciente que aniquila a todos los vivientes, para hacersalir de esa aniquilacin una nueva y mejor Creacin.JAFEI:La voluntad eternase dignani a explicar este suenode bien y mal; y redmdr

    en ella todos los tiempos, tc~das las cosas;y reunindolas bajo sus alas todopoderosasiabolir el infierno!Y a la tierra expiadale devolver la belleza de su nacimiento.EM'[RII U~;Y cundo tend r e fec to es te mdagro p rod ig ioso?JAFFT:Cuando venga el Redentor; primero en sufrimientoy luego en gloria.ESPiRI 11[~:Nuevos ticl~pos~ nuevos c]iilla$~ nuev,l~ artes~ honlbrc ll U(~Vos; p~rolas mismas viejas lgrimas, viejos delitos y el mal antiquisimoestarn en vuestra raza en diterentes h)rmas;

    y ~izl rnlbargo las nli~nla~ tcmpcstade~ imlra]~sbar re rn e l fu tu ro , c i imo ba r re rn en pocas ho ras las o laslas tumbas g[oriosas de los gigantess~.Las prof6ticas visiones de Jafet deben explicarse de entrada al,,nivel del sujeto~~~: con la muerte de la polilla en la luz el peligroha sido sin duda conjurado por esta vez; pero con eso no se ha solu-cionado el problema. El conflicto vuelve a empezar desde el principo, pero es una ,,promesa en el aire,,, un presentimiento del ,,ama-

    disimo~,, que asciende a mediodia para volver a descender a noche y(rio: un dios que muere de forma prematura y al que desde siemprese unieron esperanzas de renovacin y transcendencia.

    96 Op. cit., pp , 415 s,9v. La interpretaci6n de los prl~dt,ctos de lo inconsciente, por e)emplo de unapelona onirica~ posee Lln dob]e aspecto: lo qu e ~sta ~]tima es en si y por si (n[v~]del ~~biet~~) y lo que significa como I~r~~yeccill Inivcl del sujeto). Cfl ~tlng,i ~Sobrela psicologia de lo inconsciente- [OC 7,1, 13 01.

    SEGUNDA PARTE