campos de castilla
DESCRIPTION
Actividades sobre el libro Campos de Castilla de Antonio MachadoTRANSCRIPT
4/5/2012
Sara López Aracil 4ºB
ANTONIO
MACHADO CAMPOS DE CASTILLA
Retrato XCVII
- En el poema habla de los lugares en los que vivió, y se describe
al principio diciendo que aunque no fue un galán con las
mujeres, estuvo muy enamorado. También dice que se
consideraba un hombre bueno y que le gustaba la belleza,
pero no la moderna, haciendo referencia al Modernismo. En
los versos finales, deja ver que le gustaba disfrutar un poco de
esa soledad consigo mismo para reflexionar y escribir.
- En los versos 1 y 2 de la tercera estrofa, se puede apreciar una
alusión a su orientación política. Hace referencia a que su
sangre era perteneciente a los jacobinos revolucionarios, pero
que él mismo era más conservador, es decir, lo opuesto a la
procedencia de su sangre.
Como he dicho en el primer apartado, Antonio Machado hace
referencia a su rechazo hacia el Modernismo, pero sin embargo,
se pueden apreciar algunos rasgos modernistas, como por
ejemplo, la evasión que hace al antiguo renacimiento de Ronsard,
y a la vez, la devoción que tenían los modernistas por París, ya
que Ronsard era francés.
Se dice que esta última estrofa tiene un gran valor premonitorio,
ya que Machado murió cuando llegó a Francia en su último viaje, y
él mismo dice en esos últimos versos que su día llegaría un
últimos viaje del que no regresaría: “Y cuando llegue el día del
último viaje, y esté a partir la nave que nunca ha de tornar…”
A orillas del Duero (XCVIII)
En este poema se aprecian dos partes, una en la que se describe el
paisaje, y otra en la que se empieza una reflexión crítica. El momento
del poema en el que se pasa de una tema a otro, es cuando se dice:
“Castilla miserable, ayer dominadora…”. A partir de entonces,
Machado trata la descripción de Castilla bajo un punto de vista más
crítico que le anterior.
En esa “segunda parte” de crítica hacia Castilla, Machado expresa
su indignación ante la ignorancia que presenta Castilla ante los
problemas de esa época, ya que comparándola con cómo era
Castilla anteriormente (“…ayer dominadora…”), había una gran
diferencia y por tanto un gran cambio.
La decadencia de Castilla se trata mediante la mención de la
guerra y de los ejemplos de la situación en la que se encontraba
anteriormente Castilla, por ejemplo cuando habla del momento
que ésta vivía con El Cid en los campos de combate.
Esa fresa hace referencia a que la métrica, a pesar de que ya nos
encontramos en la Generación del 98, se sigue usando la métrica
propia del modernismo: versos alejandrinos y dodecasílabos.
Por tierras de España (XCIX)
En este poema Machado hace referencia a los rasgos negativos
de “el hombre de estos campos”, por ejemplo en la primera
estrofa reprocha cómo este hombre va destrozando las tierras de
la sierra. En la tercera estrofa, habla de cómo se lleva los rebaños
a otro lugar, especialmente a Extremadura. También en la
penúltima estrofa hace referencia a que este hombre, caza y
acaba con la vida de los animales. En general Machado hace ver
que el hombre de esos campos, como al principio del poema dice,
se limita a destruir la naturaleza en todo su conjunto, cuando
antes por ejemplo, talaba los bosques en su provecho, en vez de
incendiarlos para destruirlos.
Las causas de ese embrutecimiento del campesino, parecen ser
debidas a las situaciones en las que los campesinos se han tenido
que ver, en lo referente a trabajar duro en el campo, a los rebaños
y a tener que ver a sus hijos irse de sus casas por esas
“condiciones”. Por ello los campesinos se ven “obligados” a
devolverle todo el daño a la naturaleza.
El cainismo es un tema en el que se trata la envidia, haciendo
referencia a cuando en el Antiguo Testamento, Caín mata a su
hermano Abel por envidia. En este poema, ese cainismo aparece
en el último verso, cuando Machado dice: “…por donde cruza
errante la sombra de Caín.”
Campos de Soria (CXIII)
PARTE VIII:
En la primera estrofa, se produce una metáfora con
connotaciones guerreras, en la que se dice: “…tras las murallas
viejas de Soria…”. Como Machado dice, las antiguas murallas de
Soria, fueron anteriormente las barbacanas, también
mencionadas a continuación, que se usaban para defenderse de
los ataques en caso de guerra.
En la segunda estrofa, Machado produce un efecto fónico
mediante la aliteración de la letra “s”, para así intentar reproducir
el sonido de esa agua y ese viento que describe en la misma
estrofa: “…el son del agua, cuando el viento sopla…”.
En la tercera estrofa Machado hace uso de la anáfora, ya que
repite a principio de verso muchas veces la palabra álamos. El uso
de esta figura nos hace ver la importancia que da Machado a esa
palabra, debido a que eran los álamos los árboles que él siempre
veía cuando caminaba cerca del río Duero en Soria.
En las alusiones que hace al amor en esa última estrofa, Machado
también mete recuerdos propios de la época que pasó en Soria
junto a su mujer Leonor. Además, los álamos hacen aún más obvia
esta alusión a su pasado, ya que como anteriormente he dicho,
Machado paseaba por el río Duero, cuya orilla estaba llena de
álamos, y es de suponer, que algún que otro paseo daría con
Leonor cuando aún vivía.
La tierra de Alvargonzález (CXIV)
En La tierra de Alvargonzález, Machado cuenta que durante su viaje a
Cidones, conoce a un campesino que también va a Barcelona, y que
durante su viaje al pasar por unas tierras, le cuenta al escritor la historia
de éstas. Esas tierras eran las llamadas tierras de Alvargonzález, un
hombre que aún joven, heredó todas las riquezas de sus padres.
Alvargonzález se casó con Polonia, una de las tres hijas de los
Peribáñez. Tras las celebraciones de la boda, tuvieron tres hijos, de los
cuales dos, mandó su padre a trabajar en el campo y con el ganado, y al
menor, a estudiar en Osma. Los mayores se casaron, y el menor tras
colgar la sotana decidió irse a América. Un día de otoño, Alvargonzález
salió a pasear y se quedó dormido al lado de una fuente. Empezó a
soñar que sus dos hijos iban a matarlo y cuando abrió los ojos descubrió
que estaba pasando en la realidad. Los dos hijos lo mataron y tiraron a
la Laguna Negra, laguna sin fondo. Tras fingir la pena de la muerte de su
padre y salvarse de toda sospecha, heredaron todas sus tierras. Al cabo
de unos meses, murió su madre. Conforme fue pasando el tiempo, las
tierras y la situación de los hermanos y sus mujeres fueron empeorando,
hasta el punto de no tener si quiera leña para el fuego. Una noche de
invierno, volvió el hermano pequeño de América y con todas sus
riquezas les compró a sus hermanos las tierras. Con el hermano menor
cultivándolas, las tierras volvieron a ser de buen provecho, mientras que
los otros dos hermanos, dedicaron su tiempo a beber y jugar. Una
noche que iban borrachos, creyeron ver a su padre labrando las tierras
de su hermano menor, y así al día siguiente tan solo pensaron que fue
porque estaban borrachos. Volvió a ellos el sentimiento de envidia, y
ahogaron a su hermano menor. Otra vez tuvieron las tierras en su
poder, pero igualmente al cabo del tiempo empobrecieron. Un día, los
hermanos fueron a la Laguna Negra y en busca de su padre, y la laguna
sin fondo se los tragó entre el eco de sus gritos: “¡padre!”.
En esta historia, Machado vuelve a tratar el tema del cainismo y
de la negatividad ante el campesinado, que había tratado
anteriormente en el poema Por tierras de España. Tratando estos
dos temas, Machado consigue obtener la idea de que su romance
emana del pueblo donde se compuso y de la tierra donde se
cantaba, ya que todo en su conjunto pertenece al tema del
campesinado y las tierras.
En este cuento-leyenda, Machado hace uso de:
- El misterio, que se puede apreciar por ejemplo al final de la
historia, cuando la Laguna Negra se traga a los dos hermanos
mayores, ya que no se sabe cómo pudo ocurrir.
- Lo fantástico, que queda reflejado cuando habla de las hadas
mientras Alvargonzález está dormido junto a la fuente.
- Lo sobrenatural, cuando los dos hermanos mayores creen ver
a su padre cultivando por la noche las tierras de su hijo
pequeño Miguel.
Muchos son los elementos descriptivos de este cuento-leyenda de Machado, por ejemplo, cuando se describe parte del sueño de Alvargonzález en sus mejores días de mozo: “Seguía soñando Alvargonzález, y era en sus mejores días de mozo. Una tarde de verano y un prado verde tras de los muros de una huerta. A la sombra, y sobre la hierba, cuando el sol caía, tiñendo de luz anaranjada las copas de los castaños, Alvargonzález levantaba el odre de cuero y el vino rojo caía en su boca, refrescándole la seca garganta. En torno suyo estaba la familia de Peribáñez: los padres y las tres lindas hermanas. De las ramas de la huerta y de la hierba del prado se elevaba una armonía de oro y cristal, como si las estrellas cantasen en la tierra antes de aparecer dispersas en el cielo silencioso. Caía la tarde y sobre el pinar oscuro aparecía, dorada y jadeante, la luna llena, hermosa luna del amor, sobre el campo tranquilo.”
El Dios ibero (CI)
La religiosidad campesina tradicional, es una forma distinta de ver la religión, ya que se ve desde el punto de vista de cómo lo siente un campesino. Machado refleja que los campesinos, ven a Dios como el señor de todas sus tierras y sus rebaños, como si fuese gracias a él o por él todo lo que tienen o lo que les falta. También refleja el sentimiento como de rencor de los campesinos hacia él por darle a las clases más nobles todas esas riquezas, y a ellos tan solo unas tierras para cultivar, un ganado que criar, y en general una vida en la que trabajar duro para continuar.
En mi opinión, no creo que Machado estuviese a favor de tal tipo de religiosidad, ya que en poemas anteriores, criticaba al campesinado por la forma en la que actuaba. En cambio en la última estrofa, dice que espera que llegue alguien que marque al Dios de la tierra del campo.
La manifestación que hace Machado de su esperanza en el futuro de España, se puede apreciar en las estrofas 10 y 11, donde dice que habrá mejores cultivos. En la estrofa 12 también dice que el mañana no está escrito, haciendo referencia a que aunque l situación de ese momento no sea muy buena, el mañana que llegará no se sabe cómo podrá ser.
A un olmo seco (CXV)
Creo que esos últimos versos del poema hacen referencia a la grave enfermedad de Leonor, ya que la situación en la que se encuentra Machado, no tiene otra preocupación que esa enfermedad a la que se está enfrentando su mujer.
Machado centra este poema en el paisaje de Soria, paisaje el cual
disfrutaba junto con su mujer Leonor. El olmo creo que es una
metáfora de su mujer, y el resto, una metáfora de la enfermedad
que la afecta por dentro. Para Machado es duro ver a Leonor tan
enferma, por ello describe un olmo viejo, oscuro, feo… En el
poema nombra los álamos a las orillas del Duero, recordando así
aquellos paseos junto a Leonor por esos caminos de Soria. Al final
del poema, Machado dice: “quiero anotar en mi cartera la gracia
de tu rama verdecida.”, haciendo referencia a que le gustaría
poder recordarla alegre antes de morir, como el olmo en
primavera.
El poema tiene rima consonante de esquema ABAB, ya que los
versos son de arte mayor, endecasílabos en su gran mayoría para
ser exactos. A partir de la quinta estrofa, se pueden apreciar
paralelismos, ya que se repite la misma estructura una y otra vez:
“Antes que te derribe, olmo del Duero, / antes que rojo en el
hogar, mañana, / antes que te descuaje un torbellino / antes que
el río hasta la mar te empuje”. También se pueden apreciar
algunos epítetos, por ejemplo en el cuarto verso cuando dice
“hojas verdes”, al igual que personificaciones, como por ejemplo
en el primer verso de la tercera estrofa cuando se dice: “álamos
cantores”. En la estrofa cinco en el verso 2, se aprecia un
hipérbaton, ya que en lugar de decir “el leñador con su hacha”,
dice “con su hacha el leñador”.
A José María Palacio (CXXVI)
- En este poema, Machado acaba de sufrir la muerte de su mujer
Leonor, y lleva mucho tiempo sin ir a Soria, lugar en el que
compartió muchos momentos con ella, por ello intenta
imaginarse y recordar a la vez cómo era Soria en primavera, y si
estará, ahora que él ya no está allí, igual o no. En el poema,
Machado describe todo el paisaje de Soria en primavera tal y
como él se lo imagina y lo recuerda, teniendo la fe de que algún
día podrá volver a ver su ciudad en ese estado. Al final del poema,
Machado pide a su amigo José María Palacio que vaya al Espino,
cementerio donde está enterrada su mujer Leonor, para llevarle
un ramo de flores de esa Soria primaveral que tanto le gusta a
Machado, para recordarla.
- En el poema se puede apreciar que Machado no ve esa Soria
primaveral que describe, si no que se la imagina, puede que
ayudándose de los recuerdos de su estancia allí. Ello se
manifiesta en el frecuente uso de interrogaciones
preguntando por ejemplo, por el estado de los árboles, y en el
uso del tiempo verbal del futuro: “¿Tienen los viejos / olmos
algunas hojas nuevas? / Aun las acacias estarán desnudas / y
nevados los montes de las sierras.”
La métrica de esta composición si es propia de Machado, ya que
al igual que en muchos otros poemas, ha usado versos
endecasílabos y heptasílabos, formando así serventesios, y
rimando los versos en rima asonante alterna.
El mañana efímero (CXXXV)
En este poema Machado trata el tema del pasado, presente y
futuro de España, teniendo en cuenta la situación en la que se
encuentra en ese momento.
Machado ve a España como un país “poco serio”, pero a la vez
parece tener una mínima esperanza de que eso cambie, por lo
que dice en la primera estrofa del poema: “La España de charanga
y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y de alma quieta, ha de tener su, mármol y su
día, su infalible mañana y su poeta.”. Más adelante Machado
comenta que si España sentara la cabeza más a menudo, tendrá
más éxito.
El poema está claramente dividido en tres partes:
- 1ª parte (v. 1-6): Machado habla de la España del momento y de
un futuro próximo algo esperanzador.
- 2ª parte (v. 7-34): se habla cómo será quien ayude a España
mejorar y de la poca fe que tiene Machado de que tenga un
gran futuro por sus vicios.
- 3ª parte (v. 35-42): finalmente, Machado vuelve a tener una
mínima esperanza de que a España le depare un buen futuro.
En cuanto a la versificación del poema, es muy similar a la de
muchos de sus otros poemas, ya que los versos tienen rima
consonante y son versos endecasílabos y heptasílabos.
En los primeros seis versos, Machado tiene que hacer frente a una
España “poco seria” como dije anteriormente, ya que gracias a las
palabras que escoge Machado, se puede deducir claramente la
actitud que tiene el país ante todo.
En esa segunda estrofa Machado hace referencia a que España
acabaría siendo influenciada por esa Francia realista y por esa
España especialista que él nombra ahí, y que si esto pasaría, sería
porque no estarían tomando las decisiones con la cabeza bien
fría, por decirlo de alguna manera, ya que Machado dice que será
un joven lechuzo y tarambana, es decir, con la cabeza dando
vueltas como la de una lechuza y loco.
Esa cierta violencia se puede apreciar por ejemplo en el verso 18,
cuando dice: “…cuando se diga usar de la cabeza,”, ya que queda
como si dijese que si la usase más a menudo, España no se vería
en esa situación. Por tanto desde mi punto de vista, si se advierte
un cierto tono satírico hacia España.
En los versos 25-29 Machado sigue insistiendo en la idea de que si
un ayer es en vano, es decir, no se ha hecho nada y está vacío, no
habrá nada que ocurra a consecuencia de ello para el mañana.
También se vuelve a nombrar al futuro loco que vendrá si no se
actúa con serenidad.
En los versos 30-34 Machado recoge la sensación de asco, de
mareo, sensaciones malas, en cuanto al futuro que se le presenta
en la estrofa anterior.
Por su carácter coloquial, en esos versos destaca el adjetivo malo,
describiendo al vino.
- Si Machado ha estado hablando hasta ahora de un futuro tan
poco prometedor, es porque no cree que España vaya a
experimentar un cambio muy grande, ya que las condiciones en
las que se encuentra no son muy buenas que digamos.
- Machado habla muchas veces del fabuloso pasado que vivió
España gracias a su historia, y del “penoso” presente que vive
ahora por su poca seriedad, por ello él mantiene la esperanza
de que ese mañana que tanto se espera, sea igual que el
pasado, y muy diferente del presente.
- Si Machado llama efímero a ese futuro mañana, es porque no
tiene la fe de que dure mucho, porque como he dicho antes,
no cree que pueda llegar a cambiar tanto como para mantener
ese cambio durante mucho tiempo.
La España que Machado ve en esos últimos versos surgirá de la
construcción de un “nuevo” país más atento a la sociedad, a los
problemas y a la historia, que el anterior. Así se conseguiría una
España incluso mejor que la del pasado: “Una España implacable y
redentora”.