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Cambios que nos cambian Experiencias en habitabilidad y construcción Colombia 2001 - 2006

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Page 1: Cambios que nos cambian - Global Communities · Juan Camilo Vélez Aristizábal aSiStente De comPraS Francisco Fuquen Gómez oPeraDoreS Asociación Mujeres de La Guajira Comfacauca

Cambios que

nos cambian

Experiencias en habitabilidad y construcciónColombia 2001 - 2006

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Cambios que

nos cambian

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Programa de Asistencia Humanitaria a Población en Situación de Desplazamiento en Colombia. Con el apoyo de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América (PRM).Este documento fue impreso con recursos de PRM.

Cambios que nos cambian© CHF International ColombiaBogotá, diciembre de 2006ISBN 978-958-33-9808-7

Director cHF international

Bryan WinstonSubDirectora De ProgramaS

Neyla Rubio Rodríguez

equiPo técnico De conStrucción

gerente De conStrucción

Cristóbal Pérez BarrientoscoorDinaDoreS

Mauricio Victoria NiñoMaría Ximena Carvajal BurbanoFrancisco Bermeo PenagosNatalia Tobón Correa

SuPerviSora técnica

Josefa Granadillo RosadoSuPerviSor De comPraS y conStrucción

Juan Camilo Vélez AristizábalaSiStente De comPraS

Francisco Fuquen GómezoPeraDoreS

Asociación Mujeres de La GuajiraComfacaucaCorporación Ayuda HumanitariaCorporación Dominicana Opción Vida Justicia y PazCorporación María CanoCorporación Minuto de DiosCorprodincoCovolhuilaCruz Roja Colombiana PutumayoFundación Caritas Diosesana de Pereira/ManizalesFundación Aldea GlobalFundación PicachosFundación Tomás MoroPastoral Social de Armenia/CartagoPastoral Social de BuenaventuraPastoral Social de IbaguéPastoral Social de ValleduparPastoral Social de VillavicencioPreseagrur

Presentación ............................................................................................................................... 4

Trabajando mano a mano con el país ........................................................................ 5

Cambios que sí cambian .................................................................................................. 16

Proyectos de habitabilidad .............................................................................................. 23

Proyectos de centros educativos y comedores comunitarios .................. 37

Proyectos de reconstrucción de municipios ........................................................ 43

ContenidoContenido

textoS

Cristóbal Pérez BarrientosMauricio Victoria NiñoMaría Ximena Carvajal Burbano

coorDinación eDitorial

Constanza Padilla R.eDición

Constanza Padilla R.Marta Méndez R.

DiSeño

Victoria Peters R.Daniel Fajardo B.

FotoS

Archivo CHFimPreSión

Gráficas Gilpor Ltda.Foto cubierta

Alojamientos temporales en San Pedro, Valle del Cauca, 2003.

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Programa de Asistencia Humanitaria (PAHU) Este programa está enfocado hacia la atención de las necesidades más relevantes de familias en situación de desplazamiento. El PAHU opera en Colombia desde 2001 con la ayuda financiera del pueblo norteamericano, a través de PRM, y de recursos del Gobierno nacional, a través de Acción Social, con quien se viene trabajando de manera coordinada.

El PAHU está conformado por varios componentes y procesos de trabajo, que se complementan entre sí y son articulados por acciones de acompañamiento psicososial. Adicional a los apoyos alimentarios y no alimentarios, se brinda orientación ocupacional, incentivos económicos, empleo humanitario y remisión al Programa a Apoyo Económico, PAE. En los últimos años se han atendido cerca de 60.000 familias.

Programa de Asistencia Económica (PAE)  Iniciado en julio de 2002 y auspiciado por USAID y Acción Social. Brinda formación y capacitación técnica y recursos para el mejoramiento de ingresos, de manera individual o grupal, para desarrollar planes de vinculación laboral, o planes empresariales para emprender o fortalecer unidades de negocio. En los últimos cuatro años se han beneficiado cerca de 41.000 familias con el PAE y con incentivos económicos y empleo.

CHF | Introducción e historia

Trabajando mano a mano con el país

CHF está vinculada a Colombia hace más de 40 años a través de diversos programas, dirigidos a personas y comunidades desplazadas y de bajos recursos, relacionados con procesos de planificación local y desarrollo comunitario, conservación del medio ambiente, vivienda y mejoramiento de ingresos. Durante los años 60 y 70 la institución desarrolló proyectos de manera efectiva, aunque temporal y, posteriormente, en 2001 abrió una oficina permanente en Colombia, con sede principal en Bogotá y con oficinas regionales, para el desarrollo de programas apoyados con fondos del Gobierno de Estados Unidos, la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América (PRM), la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional (Acción Social), entre otros donantes.

CHF, como organización internacional ha trabajado desde 1952 llevando atención a más de cien países en las áreas de desarrollo integral de las comunidades, promoción del medio ambiente, aspectos socioeconómicos y finanzas.

CHF tiene definidas tres líneas estratégicas para hacer efectiva la ayuda: • Comunidad, edificando comunidades pacíficas,

sostenibles y ejemplares con oportunidades para todos.

• Habitabidad, difundiendo oportunidades para vivienda apropiada, digna y asequible, y mejorando el acceso a servicios comunitarios con calidad.

• Finanzas, facilitando el acceso de las personas de escasos recursos a los servicios socioeconómicos, crediticios y financieros.

En este contexto, CHF ha desarrollado en Colombia varios programas, dirigidos a población vulnerable y en condición de desplazamiento ocasionado por el conflicto armado interno del país, entre los que se destacan los siguientes:

Después de cinco años de trabajo en reconstrucción de comunidades en Colombia, que involucran la construcción o mejoramiento de más de 15.000 hogares y centenares de proyectos de infraestructura comunitaria, es el momento apropiado para que CHF International comparta su experiencia sobre el tema.

El trabajo dentro del componente de construcción de viviendas de CHF en Colombia se ha realizado principalmente con poblaciones desplazadas y vulnerables; familias de escasos recursos que viven bajo circunstancias muy difíciles y que se esfuerzan por conseguir o recuperar un lugar decente donde vivir. Nuestras actividades de habitabilidad han puesto de presente la importancia de involucrar a los beneficiarios en el desarrollo de cada proyecto, mientras se les proporciona el entrenamiento necesario y se potencian sus habilidades para que puedan participar activa y responsablemente en la construcción de sus casas y en la veeduría de sus procesos.

El mismo nivel de importancia tienen las alianzas que se han tejido alrededor de los proyectos comunitarios de vivienda e infraestructura, las cuales son absolutamente necesarias para el éxito de las obras. Paralelamente con el estímulo a valiosos procesos de liderazgo y a la capacitación técnica en gestión, formulación e implementación de proyectos de vivienda, CHF ha recibido el acompañamiento de muchos colaboradores, marcado por un gran compromiso y una cooperación eficiente.

Los recursos proporcionados por las agencias internacionales como la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América (PRM) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), así como los de la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional (Acción Social), han estimulado significativamente la inversión local de los Gobiernos departamentales y municipales, de Organizaciones No Gubernamentales, del sector privado y de las comunidades receptoras.

El creciente interés y la respuesta institucional del sector público sobre el tema de vivienda social y proyectos de infraestructura comunitaria, han hecho posible el diseño y ejecución de múltiples soluciones comunitarias. De hecho, hace unos años nuestros recursos eran suficientes para financiar solamente mejoras de vivienda, y ahora, con los mismos recursos, hemos conseguido contrapartidas locales significativas que permiten la construcción de viviendas definitivas con servicios básicos.

El propósito de este libro es mostrar esos logros y el amplio rango de alternativas en la construcción de soluciones de vivienda y de infraestructura comunitaria en Colombia a un bajo costo. También, nuestra intención es que los ejecutores de proyectos en campo y los que definen políticas públicas de vivienda adviertan la importancia de estas iniciativas comunitarias innovadoras.

El primer capítulo del libro presenta una visión histórica de la labor de CHF y explica en detalle los procedimientos y el alcance de los programas institucionales; en la segunda parte se presenta el análisis de una encuesta aplicada entre familias beneficiadas con alojamientos temporales, que da cuenta del impacto del programa; la tercera parte, dividida en tres capítulos, presenta algunos casos representativos en cada una de las modalidades de intervención de CHF, así como los testimonios e historias de vida de algunos beneficiarios.

Es nuestro deseo que este libro, además de ser un material informativo, se convierta en una memoria del trabajo de CHF en el tema de habitabilidad y que dé una idea a los lectores de los cambios que producen en la comunidad el trabajo conjunto y el compromiso de todos. Cambios, que nos cambian.

Bryan WinstonDirector nacional CHF

Presentación

Proyecto de vivienda, Malambo, Atlántico, 2006.

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CHF | Introducción e historia

Programa de habitabilidad, equipamiento comunitario y servicios de infraestructura La habitabilidad es considerada como la columna vertebral de las acciones desarrolladas por CHF en el campo de la construcción. En este sentido, el Programa de Habitabilidad, Equipamiento Comunitario y Servicios de Infraestructura está orientado a complementar la atención integral de hogares vulnerables y en situación de desplazamiento en el contexto del Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia (SNAIPD).

Para lograr este propósito, CHF implementa diferentes modalidades o estrategias de intervención. En habitabilidad desarrolla kits de materiales de construcción, construye alojamientos temporales, realiza mejoramiento de vivienda y crea vivienda definitiva; en equipamientos comunitarios (centros educativos y comedores comunitarios) construye y mejora aulas y cocinas y comedores comunitarios temporales; en el área de servicios de infraestructura (reconstrucción de municipios) realiza proyectos de infraestructura social (alcantarillado, vías, redes eléctricas, hospitales, centros comunitarios, escenarios deportivos, entre otros proyectos).

Habitabilidad

La población beneficiaria en situación de desplazamiento forzoso se encuentra vulnerada, entre otras cosas, en el ámbito de la habitabilidad; por ello la estrategia general propicia que estas familias cuenten con un espacio mínimo que permita el posterior desarrollo de su vivienda, a través de acciones de impacto rápido que mitiguen las necesidades básicas

de habitabilidad y permitan, además, la permanencia y estabilidad de estos hogares. Al volver a pertenecer a un lugar, estas familias pueden restablecer la confianza para iniciar un nuevo proceso de vida que los integre al tejido social de su nueva comunidad.

CHF dirige la estrategia a nivel nacional teniendo en cuenta la capacidad de las ONG locales que son las que dirigen la construcción con las familias beneficiarias. Además, realizan un acompañamiento técnico y psicosocial que permite que, además del producto final construido, haya un trabajo de integración y crecimiento del grupo familiar en su nuevo contexto y con su nueva forma de vida. Las estrategias locales consideran la capacidad y fortalezas de cada grupo atendido, buscando el trabajo mutuo y solidario a través de la autoconstrucción de las obras desarrolladas.

CHF gestiona y desarrolla los proyectos a partir de una necesidad detectada por parte de una comunidad o una familia, en coordinación con las delegaciones locales y el equipo nacional de Acción Social. Cuando se ubica y se dimensiona el problema, se diseña la solución requerida en la que se busca involucrar a los diferentes actores locales, nacionales e internacionales; junto con ellos se espera llegar a una solución equilibrada en la que se incluye el tema de terrenos y adecuación de los mismos, diseños técnicos, licencias, servicios básicos, capacitación a los beneficiarios, dirección de la obra y acompañamiento a las familias en el uso posterior de sus nuevas viviendas.

Otro fin que persigue CHF es frenar el arribo de estas familias en situación de desplazamiento a los cordones de miseria de los centros urbanos. Para ello privilegia

el desarrollo de proyectos de vivienda en áreas rurales, o en el área municipal, para que logren llevar una vida digna y cercana al desarrollo social y económico de sus sitios de origen. La estrategia de habitabilidad se establece en cuatro modalidades básicas:

• Kits de materiales de construcciónDurante las visitas a las familias atendidas, CHF encontró que una parte de la población beneficiaria posee espacios construidos con materiales transitorios que, aunque son habitables, requieren de alguna adecuación; ésta se lleva a cabo través de un apoyo con materiales de construcción para mejorar tanto su condición habitacional como su calidad de vida al interior del hogar, priorizando el saneamiento básico, la cubierta y el piso. Por lo tanto, se destina a aquellas familias que ya tienen una parte de su vivienda construida y desean mejorar sus condiciones de higiene, y así prevenir el deterioro ambiental de su entorno y mejorar su calidad de vida.

La flexibilidad que esta modalidad de intervención ha permitido de manera muy rápida apoyar grandes grupos de retornos sin impedimento de llegar a lugares diversos alejados de la geografía nacional. Estas acciones se realizan en coordinación con las instancias correspondientes de los Gobiernos municipal, departamental y nacional.

• Alojamientos temporales Una vez se atiende a la familia, en las visitas domiciliarias se encuentra que en ocasiones los beneficiarios del Programa de Asistencia Humanitaria, PAHU, tienen acceso a un lote pero no tienen ninguna construcción, por lo que deben vivir en arriendo o en cambuches inservibles. Para este tipo de problema se habilitó una unidad habitacional, prediseñada con estructuras de madera o plástico, que se destaca por su facilidad constructiva. Esta construcción, cuya área mínima es de 19 m2, está organizada en tres espacios básicos: una habitación, una cubierta, con su estructura, que sirve como área de cocina (o segunda habitación) y el baño. Generalmente, cuando la familia amplía su vivienda el espacio básico lo convierten en la sala-comedor. Los alojamientos se basan en la modalidad de autoconstrucción, lo que ha permitido a CHF calcular que el tiempo de ejecución no supere los 10 días; la construcción de la estructura del alojamiento con cubiertas y pisos no debe sobrepasar los tres días y el resto de tiempo se usa en la construcción del sistema de saneamiento, según las modalidades establecidas por CHF.

La autoconstrucción se complementa con acciones de acompañamiento psicosocial, antes, durante y después de la finalización de las obras, que aportan como valor agregado el fortalecimiento de los procesos organizativos y de convivencia y facilitan la interacción

Beneficiaria de alojamiento temporal, Santo Tomás, Atlántico, 2002.

Proyecto de alojamiento temporal, Majayura, Riohacha, La Guajira, 2002.

Alojamiento temporal, Valledupar, Cesar, 2005.

Beneficiarios construyendo alojamientos temporales, Majayura, Riohacha, La Guajira, 2002.

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CHF | Introducción e historia

con la población receptora. Los alojamientos temporales están concebidos como una ayuda de emergencia y, por lo tanto, se pueden concluir muy rápidamente sin tener conocimientos profesionales de construcción. Toda la familia puede participar en el proceso.

Con esta modalidad CHF ha logrado implementar grandes proyectos concentrados y dispersos, urbanos y rurales, con agrupaciones hasta de 250 familias, que han sido base para ubicar de manera eficiente a grupos de beneficiarios que no tenían posibilidad de acceder a ningún tipo de solución en el tema de vivienda. Aun cuando las soluciones habitacionales son temporales los terrenos en los cuales se ubican los proyectos deben ofrecer todas las condiciones necesarias para establecerse formalmente, con lotes dentro de un plan urbanístico y con soluciones en la infraestructura de servicios.

CHF ha venido implementando un modelo de alojamiento temporal que ha evolucionado en su respuesta técnica y espacial desde el momento en que se inició su construcción, en 2002. La primera unidad se construyó con una fibra plástica de gran calidad, importada, diseñada para hacer cerramientos en espacios de emergencia; sin embargo, esta solución no ofrecía la seguridad y estabilidad que se necesitaban, teniendo en cuenta que las familias permanecen en los alojamientos por un largo período de tiempo. La alternativa de solución a este problema fue desarrollar los alojamientos en madera, dado que este material es más estable. El mejoramiento de los materiales y adición de espacios a la construcción básica permitió una convivencia de calidad al interior del alojamiento y a los beneficiarios continuar aportando la autoconstrucción de sus soluciones; así mismo dejó una mano de obra capacitada para ese nivel de construcciones.

• Mejoramiento de viviendaEn los diferentes niveles de ayuda a la población en situación de desplazamiento, se encuentran beneficiarios que poseen una construcción formal, con materiales definitivos que requieren de ayuda para habilitar el funcionamiento adecuado de la unidad habitacional que presente carencias o deficiencias, priorizando el tema de saneamiento básico, cubiertas, pisos y cerramientos. El impacto de esta modalidad se refleja en el estímulo que se presenta al interior del hogar, ya que muchos de los beneficiarios suman recursos propios a la ayuda brindada por la estrategia de habitabilidad, lo que hace que la mejora de sus

viviendas sea más significativa. En este sentido el espacio atendido debe convertirse en un lugar habitable, definitivo y que esté articulado como parte de un futuro desarrollo de la vivienda.

• Vivienda definitivaOtra modalidad de intervención es la construcción de unidades habitacionales definitivas, gracias a la gestión realizada para la consecución de contrapartidas representadas principalmente en lotes, servicios públicos, aportes en dinero para mejorar las unidades constructivas y asesoría técnica y mano de obra calificada. Estas unidades pueden ser nuevas o usadas, construidas con subsidios provenientes de los Gobiernos nacional, local y departamental. Algunas no cuentan con ningún subsidio. El impacto de esta estrategia se evidencia en la construcción de agrupaciones de casas de manera concentrada, cuyos resultados demuestran la eficiencia de coordinar la inversión de diferentes entidades y organizaciones en los niveles local y nacional.

• CostosLos costos de la inversión se calcularon previendo el impacto deseado en la estrategia de habitabilidad. Según cada modalidad de apoyo la inversión por familia atendida es el siguiente:a. Kit de materiales de construcción: hasta dos salarios

mínimos. b. Alojamientos temporales: cuatro salarios mínimos en

promedio.c. Mejoramiento de vivienda: hasta seis salarios mínimos.

Centros educativos y comedores comunitarios

Al interior de las comunidades donde se ubican los beneficiarios del Programa de Asistencia Humanitaria, PAHU, que por lo general son muy marginales, existe un sinnúmero de instituciones u organizaciones que prestan el servicio de educación y apoyo alimentario, pero no cuentan con instalaciones adecuadas para esas actividades o las que poseeen son insuficientes para atender la demanda local. Conciente de esta situación CHF diseñó una estrategia de intervención para aliviar esa problemática con construcciones livianas de madera proveniente de bosques sostenibles, inmunizada en cámaras de vacío-presión. Se usan generalmente como aulas escolares (6 x 7 m) o comedores-cocina (6 x 9 m). Todos los miembros de la comunidad participan de la construcción con la orientación de los técnicos que

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Tipo de proyecto Alojamientos temporales y kits de materiales concentrados y dispersos

Donantes PRM ACCIÓN SOCIAL USAID

Departamento Municipios Familias Familias FamiliasAntioquia 4 120 86Atlántico 11 916 30

Bolívar 11 1.728Caldas 3 103Cauca 2 40 60Cesar 14 1.593 60 215Chocó 6 85 40 270

Caquetá 1 110 12Cundinamarca 20 933 587

Huila 3 238 80 411La Guajira 3 429 92 50

Magdalena 7 1.651 58 10Meta 1 43 9

Norte de Santander 2 60 80Nariño 3 126 50 343

Putumayo 2 68Quindío 10 124

Risaralda 11 239Sucre 2 174 20

Santander 2 18 30Tolima 1 93 53

Valle del Cauca 10 2.528 239TOTAL 129 11.351 742 2.211

Tipo de proyecto Mejoramiento de viviendas y viviendas definitivas

Donantes ACCIÓN SOCIAL USAID

Departamento MunicipiosMejoramiento de viviendas

Viviendas definitivas

Antioquia 3 149Atlántico 7 63 200

Bolívar 1 60Caldas 1 5Cesar 6 42 98

Caquetá 2 60Córdoba 1 40

Cundinamarca 2 60 94Huila 1 23

Magdalena 4 38Meta 1 22

Nariño 1 17Quindío 2 17

Sucre 3 47 30Santander 1 19

Tolima 1 5 340Valle del Cauca 5 60 31

TOTAL 42 704 816

Programa de habitabilidad

PRM

ACCIÓN SOCIAL

USAID

ACCIÓN SOCIAL

USAID

Mejoramientos de viviendas

y viviendas definitivas

Alojamientos temporales

y kits de materiales

concentrados y dispersos

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asisten para guiar el trabajo. Las unidades constructivas de la obra se prefabrican y ensamblan en el sitio donde el centro comunitario será localizado definitivamente y se puede levantar en pocas jornadas. Estos trabajos han permitido la interacción entre niños, jóvenes, mujeres cabeza de hogar y adultos mayores, alrededor de las actividades que éstos generan, desde la construcción hasta la prestación de los servicios para los que fueron diseñados.

El proceso de autoconstrucción implica tiempo y compromiso y genera un impacto positivo en la comunidad, la cual participa desde el momento en que llega el camión con las enormes piezas de madera para ensamblar que vienen claramente inventariadas. Los beneficiarios reciben talleres de capacitación técnica y de trabajo comunitario que van produciendo una apropiación que concluye en la construcción de la obra y su entrega formal. Desde que llegan los materiales hasta la culminación de la obra no pasan más de dos semanas.

Ha sido tal el éxito de la estrategia de intervención que muchas de las comunidades han realizado gestiones para ampliar los espacios o construir otros nuevos. La demanda nacional que tiene CHF para apoyar a estos centros comunitarios es muy grande. También es importante anotar que una vez los Gobiernos

municipales (con los que CHF interactúa para llevar a cabo la mayoría de los proyectos) ven las bondades y la eficiencia de los centros solicitan la ampliación del componente en sus localidades.

Los centros comunitarios han trascendido sus objetivos particulares y se han transformado en lugares de encuentro y socialización de la comunidad, lo cual ha repercutido en el impulso de otros proyectos para el beneficio de la población del sector (capacitación en artes y oficios). Son un espacio para interactuar, punto de encuentro para reuniones, capacitaciones, talleres y actividades comunitarias. Además, son la oportunidad para que los niños estudien en la misma comunidad y no deban trasladarse a otros sitios apartados.

Reconstrucción de municipios

Esta estrategia de apoyo tiene como objetivo principal unir esfuerzos y apoyar las acciones del Gobierno nacional para atender a los municipios afectados por la violencia política en el país, a partir de acciones tales como:

• Reconstruir viviendas afectadas a raíz de hechos violentos perpetrados en el marco del conflicto armado interno.

• Construir y reconstruir infraestructura comunitaria.• Participar en la recuperación del tejido social de los

municipios afectados por ataques terroristas en el marco del conflicto interno que vive el país.

Para hacer efectiva la ayuda existen convenios suscritos con CHF, con la cofinanciación de USAID y Acción Social, y bajo la estrategia de Reconstrucción de Municipios.

La estrategia está enfocada en la atención de poblaciones de menos de 300.000 habitantes, tanto del área urbana como rural, que han sufrido atentados terroristas o son susceptibles de sufrirlos. La atención está representada en aportes económicos, técnicos y sociales, que buscan promover la pronta recuperación y estabilización de la población afectada. La meta es mejorar sus condiciones socioeconómicas, promoviendo el retorno y evitando el desarraigo y el posible desplazamiento.

Las obras de infraestructura comunitaria que se construyen en las poblaciones, se priorizan con las comunidades. Esto permite una mayor apropiación por parte de sus beneficiarios y un sentido de pertenencia. Es importante resaltar el componente organizativo que cada proyecto involucra. Formar parte del proceso le permite a la comunidad socializarlo, garantizar la sostenibilidad, capacitar a los comités de veeduría y trabajar mancomunadamente con el contratista para responder a las inquietudes que se presenten en el desarrollo de cada proyecto. La comunidad también se hace responsable de cumplir con las medidas de mitigación planteadas en la ficha de revisión ambiental que se diligencia con cada proyecto.

El nivel de infraestructura comunitaria se basa en la construcción y reconstrucción de centros educativos, centros de salud, centros comunitarios y culturales, casas indígenas, campesinas, ancianatos, bibliotecas

públicas, mejoramiento de vías terciarias rurales, vías urbanas y puentes peatonales, centros deportivos, plazas de mercado, electrificación rural, parques municipales y diseños del sistema de abastecimiento de agua potable. Es importante aclarar que, en algunos casos, un proyecto puede involucrar diferentes componentes, tanto a nivel de construcción como de reconstrucción de la infraestructura y de viviendas.

Por otra parte, los proyectos tienen una estrecha relación interinstitucional, principalmente con los municipios, que son los responsables de realizar la interventoría de las obras, entregar los estudios técnicos (en la mayoría de los casos), realizar aportes para la obra física y, además, entregar el predio legalizado con los servicios públicos garantizados.

Los municipios atendidos se encuentran en los departamentos de Cauca, Nariño, Meta, Huila, Caldas, Boyacá. También hay zonas de atención especial como la Sierra Nevada de Santa Marta y el Catatumbo, las cuales, de acuerdo con los registros que tiene Acción Social, son las que mayor población en situación de desplazamiento presentan, como expulsores en las zonas rurales y receptores en las áreas urbanas y capitales de departamento.

La estrategia de Reconstrucción de Municipios también contempla la reparación individual de las viviendas afectadas. Las obras que se ejecutan contribuyen a evitar los desplazamientos hacia las zonas urbanas de los municipios o capitales de departamento. Es una forma de ayudar a reconstruir el tejido social de una población golpeada por la violencia. Este programa incrementa el arraigo en su población, el sentido de pertenencia y la credibilidad en las instituciones del Estado, entre otros factores. También logra la organización de la comunidad, el liderazgo y la veeduría ciudadana.

Hogar campesino, San José de Urama, Dabeiba, Antioquia, 2006.

Polideportivo, Puracé, Cauca, 2005.

Casa indígena, San Juan del Cesar, La Guajira, 2005.

Colegio La Salle, Ocaña, Norte de Santander, 2005.

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CHF | Introducción e historia

Departamento Municipios Beneficiarios

Antioquia 3 2.558Boyacá 3 7.541Caldas 1 1.025Caquetá 1 19.200Casanare 1 904 Cauca 4 2.800 Cesar 1 150 Chocó 3 2.137Córdoba 1 1.290Cundinamarca 4 36.162La Guajira 3 24.805Huila 4 12.241Magdalena 4 16.596Meta 2 1.520Nariño 7 22.606 Norte de Santander 4 8.454 Putumayo 1 70Tolima 1 1.464TOTAL 48 161.523

Programa de reconstrucción de municipios - fases I y II

Financiación PRM PRM-ACCIÓN SOCIAL

Departamento MunicipiosAulas y cocinas

comedores nuevos en madera

Mejoramientos de aulas y aulas

nuevas prefabricadasArauca 4 29 4Bolívar 3 57Caldas 1 2Cesar 3 26Chocó 7 9 14Caquetá 7 11Cundinamarca 2 38 4Guaviare 3 7Huila 1 11La Guajira 1 9Magdalena 3 30Meta 5 7Norte de Santander 8 10Putumayo 3 5Quindío 3 7Sucre 2 14Tolima 4 10 7Valle del Cauca 4 44TOTAL 64 286 69

Programa de mejoramiento de centros educativos y comedores comunitarios

FINANCIACIÓN

PRM-ACCIÓN SOCIAL

PRM

ACCIÓN SOCIALUSAID

FINANCIACIÓN

ViVienda saludable 

Todos los programas implementados por CHF promueven el concepto de “vivienda saludable”, con énfasis en el saneamiento básico y el suministro de agua potable, con el fin de contribuir a crear condiciones favorables para la salud humana, y fomentar la apropiación y el reflejo de los valores culturales particulares de la población atendida.

Las condiciones de ocupación de las familias beneficiarias, en cualquiera de las modalidades en las que trabaja CHF, pueden considerar los factores de riesgo como agentes nocivos para la salud de sus residentes. El manejo del ambiente y el espacio habitacional influyen favorablemente en la restauración de la salud; éste último debe reunir condiciones básicas apropiadas del hábitat tales como el buen dormir, la alimentación sana, un buen sistema de saneamiento básico, etcétera, lo que se logra con un uso y una ocupación adecuados.

CHF diseña los modelos de vivienda examinando fuentes de la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud, y la Red Interamericana de Vivienda Saludable, además de los estándares del proyecto Esfera en la Carta humanitaria y normas

mínimas: la respuesta humanitaria en casos de desastre. Con esto se busca establecer un ambiente para el entendimiento de las relaciones entre la calidad de la vivienda y el estatus de la salud de la familia que la ocupa.

La atención psicosocial se presta desde el inicio del proceso e inside positivamente en la reducción del impacto emocional producido por el desplazamiento, el refuerzo de lazos familiares y comunitarios, y en el fortalecimiento de procesos organizativos; este acompañamiento se hace a nivel personal, familiar, social y comunitario.

Saneamiento básico y agua potable

Un asunto relevante es el suministro de agua y el tratamiento de excretas que pueden generar numerosos problemas de salud en la comunidad. Para hacer efectiva una estrategia que reúna los temas de salud y vivienda, CHF ha enfocado sus esfuerzos hacia la relación que existe entre la calidad de vivienda y el derecho a la salud. El concepto de servicio público debe estar planteado en términos sociales como una necesidad básica de las familias atendidas.

Aunque los municipios tienen la responsabilidad de garantizar la prestación de los servicios de agua potable

Mujeres construyendo aulas escolares, Tuluá, Valle, 2003.

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y saneamiento básico, se observa especialmente que en las zonas rurales todavía no se logra un impacto de cobertura que apoye las condiciones en los asentamientos de este tipo. La carencia de estos servicios incide de manera directa con la morbi-mortalidad infantil y la salud de la población.

CHF ha establecido métodos y procedimientos orientados a establecer condiciones favorables a la salud humana, ajustando el suministro de un espacio habitacional a los valores culturales, sociales, de uso y de servicio a las comunidades beneficiarias. El saneamiento básico se articula con la vivienda como medio ambiente, en el contexto de salud, y enfatiza las relaciones del medio ambiente de la vivienda, vinculadas con su diseño y con un conjunto de enfermedades prevenibles; es por ello que en el componente de saneamiento básico propuesto por CHF se desarrollan tres ejes temáticos preponderantes:

1. Disposición adecuada de aguas servidas negras y grises: teniendo en cuenta factores regionales, climáticos, culturales, de oferta ambiental (agua y suelo) y de oferta de servicios públicos (acueducto y alcantarillado), CHF ha definido tres modelos de atención:

• Unidad Básica de Saneamiento (UBS)• Sistema de Tratamiento y Disposición en Sitio (STDS) • Sistema Ecológico Seco (SES)

El Sistema Ecológico Seco, SES, fue considerada como una solución necesaria teniendo en cuenta que muchos municipios del país no cuentan con una cobertura suficiente de suministro de agua; por este motivo muchos de los beneficiarios tienen que comprarla y destinarla principalmente a la alimentación. Esto obligó a CHF a implementar un sistema que no necesitara de agua para funcionar. Éste se destaca por ser una solución definitiva y ambientalmente sostenible al problema de la disposición y tratamiento de las excretas humanas. CHF ha sido pionera a nivel nacional al desarrollar un modelo de bajo costo, facilidad de construcción y modularidad del que se obtiene como subproducto bioabono utilizable para la huerta familiar y la recuperación de suelos. Por ejemplo, en la ciudad de Buenaventura, en el Valle del Cauca, se construyeron 65 SES que operan en un cien por ciento. Es el único sistema de su género construido en la zona insular de Buenaventura que no afecta el frágil ecosistema lacustre del Pacífico.

2. Suministro seguro de agua para consumo en calidad y cantidad apropiadas: las intervenciones habitacionales adelantadas por CHF han tenido como elemento de localización dos tipologías asociadas recurrentes como las áreas rural y urbana, ésta última en asentamientos de urbanismo incipiente y no consolidado, en las cuales se ha evidenciado la ausencia total o parcial de una red de suministro de agua potable que satisfaga las necesidades de la población en cuanto a cantidad, calidad y continuidad, porque cuando el agua para consumo humano no cuenta con un adecuado tratamiento es alto el riesgo de transmisión de enfermedades de orígen hídrico. La contaminación de las aguas de consumo con las aguas servidas al igual que el bajo nivel de desinfección del agua potable pueden constituir un factor de riesgo microbiológico y aún químico. CHF ha implementado y promovido la transferencia y utilización de energías alternativas de bajo costo, específicamente la desinfección por energía solar. Adicionalmente, CHF transfiere a las familias, a través de los operadores locales, conceptos de filtración y desinfección química domiciliaria para lo cual ha desarrollado herramientas y métodos de promoción y transferencia de tecnologías apropiadas.

3. Control de vectores y artrópodos: la geografía colombiana y su variedad de pisos térmicos son factores que amplían la posibilidad de zonas endémicas de parasitosis, asociadas a diferentes patologías que afectan al ser humano: la zona Pacífica, azotada por agentes etiológicos que transmiten el dengue y la malaria; la región de Santander (norte y sur) afectada por leishmaniasis; y las selvas del Caquetá, Putumayo, y Guaviare, con casos reportados de tripanosomiasis. El hecho de que en algunas de estas regiones haga presencia CHF, ha motivado a la institución a tomar en cuenta el factor de riesgo para las familias beneficiarias ocasionado por agentes trasmisores de parasitologías tropicales. Ante la magnitud del problema, se han destinado recursos económicos y tecnológicos para la promoción de medidas de control, específicamente sobre la tripanosomiasis (leishmaniasis y mal de chagas) así como la malaria (paludismo), el dengue y la parasitosis transmitidas por suelo y fecalismo. CHF lucha contra los agentes trasmisores, a través de medidas de prevención y barrera: la prevención pasa por la educación acerca de los agentes trasmisores, y las medidas de barrera promueven la utilización de cerramientos completos, puertas y ventanas adecuadas, además de techos y cubiertas no vegetales.

Programa de habitabilidad, equiPamiento comunitario y serVicios de infraestructura

Reconstrucción de municipios

CEnTRos dEdEsARRollo

ComUniTARio

RECREACión

REConsTRUCCióndE viviEndA

inFRAEsTRUCTURA viAl y dE sERviCios

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Concentrada

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Rural

Concentrada

Con subsidio del Gobierno local y/o departamental

vivienda nueva

Concentrada

sin subsidio

Centros educativos y comedores comunitarios

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mejoramiento

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mejoramiento

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Prefabricadas

madera

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Reubicación

Reubicación

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CHF | Análisis de encuesta

Cambios que sí cambian

A fin de medir el impacto de los Alojamientos Temporales, CHF aplicó una encuesta entre las familias beneficiarias, teniendo en cuenta que esta es la estrategia de intervención que ha tenido mayor cubrimiento dentro del programa de Habitabilidad (ver mapa de cobertura, página 9). Algunos de los encuestados habían recibido el apoyo con el alojamiento temporal casi por tres años. El instrumento se aplicó a 375 personas beneficiadas en 11 departamentos: Atlántico, Cundinamarca, Bolívar, Caldas, Cesar, Huila, Magdalena, Quindío, Risaralda, Tolima y Valle del Cauca. Para el análisis de la encuesta se tuvieron en cuenta cinco subtemas:

1. Tenencia de tierra 2. servicios públicos 3. Calidad de vida 4. ingresos y capital 5. Ampliación y mejoramiento del alojamiento

1. Tenencia de tierra

Entre las tareas que se deben emprender para la construcción de alojamientos temporales, con su correspondiente saneamiento básico, una de las más complejas es la identificación del grupo poblacional beneficiario que cuente o tenga acceso a un terreno para construir las unidades.

Esta circunstancia ha llevado a CHF y a las ONG operadoras a diseñar varias estrategias para gestionar

terrenos en los que se puedan reubicar las familias beneficiarias en grupos (proyectos concentrados) o que éstas logren conseguir un lote por su cuenta (proyectos dispersos). La mayoría de beneficiarios resuelve el problema de acceso a la tierra mediante una cadena de búsqueda entre sus amistades, su familia y la comunidad receptora.

Los proyectos concentrados reúnen grupos de entre 10 y 250 familias y tienen un gran impacto ya que benefician a una amplia población, articulándola al sistema de vida local de manera ordenada y concertada con los Gobiernos municipales y departamentales. Estos proyectos logran, además, contrapartidas representativas de los municipios y/o los departamentos comprometidos con el plan de ayuda, y otros apoyos de organizaciones nacionales e internacionales para obras complementarias como equipamiento urbano, colegios, guarderías, parques etc.

CHF ha desarrollado, desde 2001, 30 proyectos concentrados que han favorecido a 1.493 familias en situación de desplazamiento forzoso, que no tenían ninguna solución en el tema de la habitabilidad. Ejemplo del interés que tienen los beneficiarios por acceder a la ayuda de los alojamientos temporales es un grupo de 139 familias localizadas en el municipio de Pitalito, Huila, quienes por iniciativa propia compraron el terreno a una urbanizadora local para desarrollar su proyecto de vivienda. Estas familias entendieron que el Alojamiento Temporal era la base para establecerse en sus lotes de manera rápida, respondiendo a su emergencia de habitabilidad, y el cimiento para la gestión de una vivienda definitiva. Se resalta el proyecto de vivienda de Puerta del Sol, para 250 familias en el departamento del Huila: dos años después de construidos los alojamientos temporales, CHF gestionó recursos para la construcción de vivienda definitiva.

De la muestra representiva mencionada anteriormente, antes del desplazamiento el 20% de la población vivía en casas localizadas en el casco urbano y el 78% en casas rurales y parcelas. Luego del desplazamiento esta relación se invirtió: 69% se ubicó en el área urbana y 16% en el área rural y en parcelas. El cambio de lo rural

a lo urbano tiene un gran impacto en la calidad de vida de las familias beneficiarias, ya que después de perderlo todo, al llegar a la periferia normalmente sólo encuentran opciones en los barrios subnormales, lo que convierte al tema de la vivienda en uno de los más álgidos y sensibles para su bienestar. Gráficos 1 y 2.

Antes de recibir la atención del programa sólo 21% de los encuestados poseía un terreno. El 29% de las familias adquirió un lote para establecerse movidas por el deseo de adquirir un alojamiento temporal, y así resolver su problema de hábitat. Este interés por conseguir un terreno demuestra la importancia del componente de habitabilidad, y la percepción de que nadie los moverá porque es “su suelo” ayuda mucho a la autoestima y al desarrollo del grupo familiar, contribuye al mejoramiento de las relaciones familiares, aumenta la estabilidad, el sentido de pertenencia, la relación con sus vecinos y genera, en consecuencia, la aceptación en su entorno social. Otro impacto muy importante es la permanencia de los hijos en la casa y no en la calle, disminuyendo los factores de riesgo social. Las familias reportaron que “los alojamientos les trajeron beneficios porque tenían a sus hijos durmiendo en muy malas condiciones y el grupo familiar estaba hacinado.” El 88% de los encuestados no quiere retornar a su sitio de origen; esta tendencia encuentra explicación en el hecho de que “no existen garantías de seguridad, sigue latente el temor y la angustia por los hechos que continúan originando desplazamientos, persiste el miedo a revivir la historia que los expulsó de sus regiones, o la ciudad les ha brindado otras posibilidades que mejoraron las condiciones de su familia en temas tan complejos como la educación, la salud y el acceso a servicios básicos.” Gráfico 3.

El hecho de que no quieran retornar evidencia la necesidad de resolver de alguna manera el problema de la vivienda en el lugar donde las familias se encuentran asentadas, lo que subraya la importancia de que la ayuda abarque lo fundamental del hábitat: el hospedaje, la alimentación, el saneamiento básico, y mejorar la durabilidad de los materiales de construcción. Adicionalmente, dado que en la mayoría de los casos el alojamiento no representa una solución transitoria al problema de vivienda, el tema de la propiedad adquiere gran valor ya que los beneficiarios mejoran y amplían la calidad constructiva de su vivienda, convirtiéndola en una vivienda definitiva, dando un paso importante al proceso de restablecimiento. Alojamiento, antes y después,

Barranquilla, Atlántico, 2005.

Gráfico 1

Tipo de vivienda antes del desplazamiento

Gráfico 3

¿Ha pensado retornar a su sitio de origen?

Gráfico 2

Tipo de vivienda después del desplazamiento

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CHF | Análisis de encuesta

2. Servicios públicos

Los servicios públicos, en términos sociales, son una necesidad básica entre las familias atendidas. Al respecto, aún no se ha logrado alcanzar la cobertura, la continuidad ni la administración eficiente del servicio por parte de los municipios ni de las empresas operadoras, lo que hace necesario replantear el modelo de atención municipal por uno con mayor capacidad de respuesta a las necesidades particulares de las regiones.

De acuerdo con el análisis actual, sin considerar la continuidad ni la calidad del servicio, las coberturas nominales de las familias atendidas antes de suministrarles el alojamiento temporal representaban un promedio de 40%, lo que evidencia un problema estructural persistente a lo largo de los municipios atendidos.

Luego de la atención de CHF se logró un notorio avance en algunos aspectos como la cobertura formal al acceso de servicios al 45% de los beneficiarios, sustentada en diversos factores como el mayor grado de desarrollo y empoderamiento de las comunidades en la gestión y formalización de las redes de servicios locales, y la legalización e inclusión de las familias como usuarios de las entidades prestadoras del servicio.

Los indicadores de cobertura utilizados para las zonas rurales deben examinarse con cuidado, pues sólo registran conexiones a redes convencionales sin mencionar las soluciones individuales de abastecimiento y disposición de aguas servidas, comunes en poblaciones dispersas atendidas. CHF articula procesos de transferencia de tecnología no convencionales en las áreas de agua potable y saneamiento básico, suministrando algún tipo de solución al 100% de las familias, atendiendo directa y eficazmente los problemas de agua potable y saneamiento que inciden directamente sobre la mortalidad infantil y la salud de la población.

3. Calidad de vida

La población a la que el componente de habitabilidad asiste presenta condiciones precarias de vida, ya que no puede atender sus necesidades básicas, y se encuentra en estado de emergencia en cuanto a la vivienda ya

que no tiene posibilidad alguna de acceso al suelo ni a subsidios. Tal vez por ello los beneficiarios, cuando autoconstruyen sus alojamientos temporales, hacen énfasis en que estos son para ellos “su casa” en la que satisfacen sus requerimientos esenciales de abrigo, protección y alimentación en condiciones de higiene y aseo.

Mejoría en las relaciones con el entorno

Cambiar el piso de tierra por cemento, tener paredes que controlen las corrientes de aire y una cubierta que los proteja del sol y la lluvia, tener un sistema de saneamiento básico social y técnicamente adaptado a la realidad del lugar y de la familia, son aspectos que propician un cambio positivo en las condiciones generales de autoestima y la salud. Hay ejemplos concretos en donde la mayor parte de los beneficiarios conservan su alojamiento temporal, convirtiéndolo en parte de su vivienda definitiva, ya que éste les permite superar la emergencia y es la base para su restablecimiento socioeconómico.

Según las encuestas aplicadas por CHF la mayoría de los beneficiarios en las distintas zonas del país piensa que los alojamientos han sido un punto de partida para mejorar sus condiciones de vida (90%), y un espacio que les proporciona un estado emocional más estable, lo cual ha permitido que recuperen su vida familiar. Estos cambios han influido en la mejoría de sus relaciones con los vecinos (68%), y les ha permitido trabajar unidos para lograr el bienestar común (51%). Gráficos 4 y 5.

La salud en condiciones favorables

Así mismo, los beneficiarios sienten que la salud de sus familias ha mejorado desde que viven en el alojamiento temporal (83%) y se presentan menos casos de enfermedades virales, respiratorias, gastrointestinales y epidemiológicas. Parte de este impacto proviene de la integralidad de los proyectos en los que CHF promueve la vivienda saludable utilizando métodos no convencionales de tratamiento y disposición de excretas, potabilización de agua y control de vectores y artrópodos; igualmente promueve construcciones sostenibles en su uso y en su conservación, guardando el equilibrio de los ecosistemas con mínima contaminación del entorno y la utilización de energías alternativas de bajo costo. Gráfico 6.

Luego de la atención de CHF se logró un notorio avance en algunos aspectos como la cobertura formal al acceso de servicios al 45% de los beneficiarios, sustentada en diversos factores como el mayor grado de desarrollo y empoderamiento de las comunidades en la gestión.

Construcción de alojamiento temporal, San Pedro, Valle del Cauca, 2004.

Interior de alojamiento, Ibagué, Tolima, 2006.

Gráfico 5

¿Ha mejorado la relación con sus vecinos?

Gráfico 6

¿Ha mejorado la salud de su familia?

Gráfico 4

Con el alojamiento, sus condiciones de vida

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CHF | Análisis de encuesta

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4. Ingresos y capital

Cuando CHF inició el proceso de construcción de los primeros alojamientos temporales, algunos de los beneficiarios se apropiaron de los mismos no sólo para uso habitacional sino como punto de partida para desarrollar actividades comerciales que fortalecieran las condiciones económicas de la familia (22%): pequeñas tiendas, zapaterías, sastrerías, venta de helados, etcétera. Algunos alcanzaron ganancias rápidamente y lograron construir la vivienda definitiva.

Tener mejores ingresos, sumado al hecho de que han logrado perder la incertidumbre que produce la falta de vivienda, ha motivado a algunas familias a adquirir electrodomésticos como televisores, neveras, licuadoras, ventiladores. Uno de los temas que ha incidido al interior de CHF para mejorar año tras año el sistema constructivo de los alojamientos temporales es el de la seguridad, no sólo de los beneficiarios sino también de sus bienes. Gráfico 7.

Hay que tener en cuenta que los alojamientos no son sólo un espacio habitacional, representan la posibilidad de tener acceso a un patio que permite a muchas familias desarrollar actividades de siembra de seguridad alimentaria y en algunos casos tener excedentes que les permitan ingresos adicionales.

�. Ampliación y mejoramiento de la vivienda

En tres años, cerca de la mitad de los beneficiarios (47%) ha mejorado su alojamiento temporal. Cuando una familia logra hacer mejoras, inicia con la cocina y la alcoba utilizando materiales obtenidos mediante donaciones, préstamos y/o reciclaje de materiales de construcción. La priorización de la ampliación de las alcobas obedece al alto número de miembros de la familia y a la idea de convertir el alojamiento temporal en una pequeña sala donde recibir a la gente.

Acceso a servicios complementarios en todas las zonas, antes y después del alojamiento

Para la población beneficiaria no solamente mejoraron las condiciones directamente relacionadas con los beneficios de un alojamiento temporal y su saneamiento básico, sino que se generaron valores agregados relacionados con la implementación

de estrategias, con el apoyo de entidades gubernamentales y no gubernamentales, que buscan la ubicación de los beneficiarios en zonas de ordenamiento territorial, que no son de riesgo, y evitan la promoción de invasiones. Sumado a lo anterior la asesoría y acompañamiento por parte del equipo psicosocial de las ONG operadoras contribuyó al mejoramiento de los niveles de atención en los temas de salud, educación e ingresos.

Servicio Antes Después Incremento

Educación 56% 82% 26%

Salud 52% 77% 25%

Comercio 21% 41% 20%

Actividades recreativas 23% 41% 18%

Alojamiento temporal, Cúcuta, Norte de Santander, 2006.

Beneficiarios construyendo un alojamiento temporal, Riohacha, La Guajira, 2002.

Beneficiaria de alojamiento temporal, Medellín, Antioquia, 2006.

Primer alojamiento temporal construido por CHF. Antes y después, Valledupar, Cesar, 2002.

Gráfico 7

¿qué elementos ha mejorado después de tener el alojamiento temporal?

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Proyectos de habitabilidad Descripción de algunos casos significativos

Proyecto de vivienda Villa del Sol, Ibagué, Tolima, 2005.

Los alojamientos temporales se construyen proyectando al futuro el crecimiento de la vivienda definitiva de manera progresiva ya sea con ampliaciones temporales o permanentes. El alojamiento por lo general se construye en el lugar donde irá la sala comedor (en el diseño final de la casa), de tal manera que las primeras ampliaciones que se hagan con materiales permanentes correspondan a las habitaciones y el saneamiento básico.

66% de los beneficiarios hizo las ampliaciones con recursos propios y el 29% con donaciones, lo que demuestra la recursividad de las familias para mejorar su calidad de vida. El 52% de los usuarios encuentra que la calidad de los alojamientos es buena y el 29% que es excelente. Sólo al ver el orgullo con que muchas de las familias invitan a conocer sus viviendas muestra la satisfacción que éstas les han traído. Gráfico 8.

Adecuación de exteriores en un alojamiento temporal de Aipe, Huila, 2005.

CHF | Análisis de encuesta

Ampliación con alcoba definitiva, Puerta del Sol, Neiva, Huila, 2006.

Gráfico 8

Hizo la ampliación con...

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Alojamiento temporal concentrado urbano

CHF ha apoyado proyec-tos de alojamientos

temporales concentrados (varios alojamientos unidos en un mismo terreno en forma de urbanización) gestionando con los Gobiernos municipales, principalmente, el aporte de los terrenos y los servicios básicos de acueducto y alcantari-llado, a fin de apoyar un número representativo de familias en situa-ción de desplazamiento que estén dispersas al interior del municipio, localizadas en zonas de alto riego o invadiendo terrenos.

La construcción de esta modali-dad se basa en la ayuda mutua estableciendo las estrategias de trabajo según el número de familias y las características de la población (sexo, edad). Se procura conformar grupos, liderados por un técnico, que no superen 10 unidades de construcción; otra estrategia que ha arrojado buenos resultados ha sido la especialización del ensamblaje de las partes de los alojamientos, para que la construcción funcione como una cadena de trabajo.

Con este tipo de intervención se resaltan tres proyectos: dos localiza-dos en el departamento del Huila, uno en la ciudad de Neiva (Puerta

del Sol, con 250 familias beneficia-rias), otro en el municipio de Pitalito (dos asociaciones de desplazados: ASCDI, con 139 familias y CODAL-PAZ, con 20); el tercer proyecto se localiza en Buenaventura (La Gloria, con 120 familias).

Puerta del SolLa ciudad de Neiva vivió una situa-ción apremiante cuando un grupo de 350 familias invadió un terreno ubicado al borde del río Magdalena. Esta circunstancia se vio agravada por las precarias condiciones en las que vivían, sumadas a una orden de desalojo del lugar.

La alcaldía estaba conciente de que debía encontrar soluciones para resolver de manera rápida el problema, sin dejar a las familias en la calle. Para ello CHF se planteó buscar alianzas con entidades estatales y no gubernamentales para desarrollar un proyecto de vida

De la oscuridad a la Puerta del Sol

Jorge Enrique Osorio, director de vivienda municipal del Huila conoce de primera mano el origen de uno de los proyectos de construcción de viviendas para familias desplazadas de Neiva. “La historia de este proyecto comenzó hace seis años cuando un grupo de familias invadió una franja a orillas del río Magdalena, sobre una vía que conducía a la central de abas-tos de la ciudad de Neiva. Poco a poco ese asentamiento creció hasta llegar a una cifra cercana a las 350 familias. En poco tiempo el sector se había convertido en una especie de tugurio. Las condiciones humanas eran muy deficientes y no había ningún tipo de servicios públicos.”

A raíz de esta situación se empezó a buscar una zona apropiada para cons-truir viviendas dignas para esta pobla-ción. No fue fácil lograrlo ya que los urbanizadores no querían vender sus tierras. Cuando se encontró el terreno, alrededor de 250 familias provenientes de distintas regiones se trasladaron allí con entusiasmo. Al fin habían logrado establecer una vivienda con alcanta-rillado, suministro de energía, varias obras de urbanismo y el proyecto de la construcción del gasoducto.

Gracias a los aportes del munici-pio, las empresas públicas de Neiva, el departamento y CHF se logró coordinar la construcción para que estas familias tuvieran una calidad de vida superior. Esto resulta altamente positivo para los beneficiarios ya que, como afirma Osorio, “pasar de estar desplazado a hacer parte de un entor-no de barrio, de comunidad, otorga una identidad cultural.” Jorge Enrique Osorio está además satisfecho con la gestión: “Da gusto terminar estos procesos y tener la experiencia de trabajar conjuntamente con tantas instituciones. Los esfuerzos unidos producen bienestar. Generar vivienda es generar empleo y bienestar. La comunidad está muy contenta y sabe que no los van a sacar de allá, por eso viven felices.”

Jorge Enrique OsorioDirector de vivienda municipalProyecto Puerta del Sol

Tipo de proyecto Alojamiento temporal concentrado urbanoDonantes PRM-USAIDDepartamentos 6Municipios 9Familias beneficiadas 973 Beneficiarios 4.865

CHF | Proyectos de habitabilidad

Beneficiarios de alojamiento temporal, Puerta del Sol, Neiva, Huila, 2004.

San Pedro, Valle del Cauca, 2006.

normas urbanas y, lo más importan-te, es una estrategia de acceso a un terreno con todos los servicios.

PitalitoEntre 2003 y 2004 el grupo ASCDI logró con recursos propios comprar a un particular un lote bien locali-zado, con excelentes condiciones urbanísticas y con capacidad para 139 familias. El lote contaba con las correspondientes escrituras, a nombre de la asociación, antes de iniciar las obras de construcción de los alojamientos temporales.

Las familias que pertenecían a estas asociaciones vivían hacinadas en inquilinatos, en pésimas condiciones de salubridad; el grupo de CODALPAZ vivía en cambuches localizados en un lote aledaño al matadero municipal, invadiendo el espacio público y en circunstancias de habitabilidad que hacían necesaria una solución de vivienda.

La Gloria, Buenaventura La situación de vivienda en la ciu-dad de Buenaventura es dramática, toda vez que existe una gran de-

manda por parte de la población en situación de desplazamiento que busca asentarse allí y, por otra parte, existe un alto grado de informalidad en la conformación de viviendas.

Tradicionalmente CHF ha construi-do en esta ciudad alojamientos temporales en los que los benefi-ciarios individualmente resuelven el problema de la tierra. Por ello es de suma importancia haber logrado desarrollar un proyecto de vivienda concentrada que ilustra la manera como se deben planear desarrollos habitacionales dentro de la emer-gencia, con respuestas de impacto rápido y articulados a la normativi-dad del municipio.

Este proyecto logró el apoyo de la Gobernación del Valle; el municipio de Buenaventura con terrenos, recursos en dinero y servicios; y Solidaridad Internacional, que trabaja con recursos de la Comunidad Europea, con ayudas en efectivo y dirección técnica. En este proceso el saneamiento básico fue el aporte específico de CHF. 120 familias resultaron beneficiadas.

que beneficiara a las familias y a la ciudad y, al mismo tiempo, cumplir con la orden de desalojo pacífi-camente y liberar así los terrenos invadidos.

Como resultado de la gestión de CHF, de las 368 familias se beneficiaron con alojamientos temporales 250 (en situación de desplazamiento y vulnerables). De las familias restantes, 70 tuvieron acceso a subsidios de vivienda entregados en convocatorias a población desplazada, y 48 se reubicaron localmente.

La alcaldía exigió una fachada definitiva para las viviendas, lo que se logró con el concurso de cada uno de los beneficiarios. Lo anterior pone en evidencia que las comuni-dades pueden ser partícipes de su propio desarrollo. Luego de haber finalizado la obra temporal, muchas de estas familias han ampliado sus viviendas y conocen los planos para desarrollarlas, lo que demuestra que el alojamiento temporal es un incentivo para que construyan su hogar definitivo, adecuado a las

CHF | Proyectos de habitabilidad

Comunidad construyendo alojamientos temporales, Pitalito, Huila, 2004.

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Tipo de proyecto Alojamiento temporal concentrado ruralDonantes PRM-USAIDDepartamentos 7Municipios 21Familias beneficiadas 1.232Beneficiarios 6.160

Esto es de ustedes

Hace un año y medio Hernando Enrique Tapias vive en la comunidad de Patio Grande, del municipio de San Jacinto, en Bolívar. Pero no siempre vivió allí, su vida transcurría en el municipio minero de Segovia, en Antioquia, hasta que tuvo que salir de allí, junto con su esposa y sus tres hijos, desplazados por la violencia.

Hernando hace parte de las 29 familias beneficiarias del Programa de Asistencia Humanitaria que se organizaron y solicitaron ayuda para reconstruir su vida en el lugar en el que más se sienten cómodos: el cam-po. Cuando salió de Segovia, probó suerte en Tolú, su pueblo de origen, y luego en Cartagena a donde llegó para ubicarse en uno de los sectores más vulnerables de la ciudad, en Isla León. Allí no tenía casa, ni ropa, ni comida, por lo que debía vender los pocos enseres que poseía para alcanzar el sustento diario. Junto con otras 17 personas se organizaron en una cooperativa y acudieron en busca de apoyo a instituciones del Estado como la Red de Solidaridad, la Gobernación de Bolívar, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Corporación Minuto de Dios.

Estas instituciones les ofrecieron llegar a Patio Grande, una finca perte-neciente al Incoder donde pasaron tres meses hasta que empezaron a llegar alimentos y los materiales para la cons-trucción de los alojamientos, ayudas del Sena, con un proyecto de cultivo en parcelas demostrativas, una base de la brigada del ejército y docentes que daban clases a cerca de 80 niños.

Hernando, junto con sus hijos Kelly del Carmen, Javier Enrique y Cristian Camilo, ha tenido cambios funda-mentales desde que salió de su hogar pero hoy en día puede mirar con optimismo el futuro: “Cuando hablo con mi hijo mayor y él me pregunta si nos vamos a ir de aquí, yo puedo responderle que no nos vamos a ir a ninguna parte, porque gracias a Dios estamos aquí fijamente, nos vamos a aguantar toda la vida hasta que yo muera, hasta cuando ustedes crezcan y se queden aquí juntos con los demás niños, ubicados; ya esto es de ustedes.”

Alojamiento temporal concentrado rural

CHF mantiene entre sus prioridades el apoyo

a los retornos y las reubicaciones de familias en situación de desplaza-miento, hacia fincas asignadas por Incoder. Desde que se comprometió con el tema de la habitabilidad, CHF ha reconocido el esfuerzo que viene realizando el Estado colombiano en estos temas, y el impacto que tiene en las familias beneficiarias.

Cuando las familias deciden retor-nar encuentran sus casas en mal estado, o destruidas y, en muchos casos, no queda nada de ellas; ade-más, en las reubicaciones en las que el Incoder ha apoyado con terrenos a la población desplazada para que pueda iniciar su restablecimiento, se encuentra por lo general una sola vivienda que, por su deterioro y su tamaño, no soluciona el problema de habitabilidad ya que no tiene capacidad para albergar a varias familias beneficiarias; además, logís-ticamente los beneficiarios deben ocupar los predios o parcelas que les han sido asignados. Conociendo esta problemática CHF ha prioriza-do este tipo de proyectos, dentro de los procesos que el Estado viene desarrollando, articulando el diseño

de las propuestas con Acción Social y los Gobiernos municipales.

Para dar solución a este escenario, CHF viene trabajando en coordi-nación con Acción Social en los departamentos del Valle (Florida, Dagua, Buga, Calima Darién, Yotoco, Pradera, entre otros municipios); y Cundinamarca (La Palma, El Peñón, Útica, Viotá, Jerusalén, Pandi, Silvana, entre otros), atendiendo alrededor de 1.000 familias; también trabaja en el departamento de Bolívar (Ar-jona, San Jacinto, Carmen de Bolívar, María La Baja, entre otros), donde se benefician alrededor de 500 familias. El tema del desplazamiento en estos departamentos ha sido crítico, y así mismo la respuesta y el compro-miso del Gobierno nacional han estado a la altura de las necesidades de las familias golpeadas por este fenómeno.

CHF | Proyectos de habitabilidad

Alojamientos temporales, María La Baja, Bolívar, 2004.

CHF | Proyectos de habitabilidad

Alojamiento temporal disperso urbano

Una de las intervencio-nes más grandes

que hace CHF, a nivel nacional, en el tema de habitabilidad es la implementación de alojamientos temporales dispersos, cuya carac-terística principal es la intervención de los beneficiarios en la búsqueda y consecución de sus propios terre-nos, uno de los pasos más difíciles del proceso.

Esta modalidad de intervención requiere esfuerzos logísticos que van desde el acompañamiento por parte del equipo psicosocial a las familias beneficiarias, pasando por la capacitación en el proceso de autoconstrucción, la distribución de materiales de construcción, hasta el desarrollo de las obras. Estas familias se encuentran dispersas en los barrios y asentamientos de las ciudades, en zonas alejadas con vías de acceso en malas condiciones. Esta situación obliga a la imple-mentación de estrategias como los grupos asociativos de trabajo conformados para la construcción, previendo que las familias viven dentro de un mismo barrio o comu-nidad. Aunque el apoyo es de tipo individual, el programa promueve el trabajo comunitario y la ayuda mutua para facilitar la construcción, y para contribuir a formar tejido y redes sociales entre los beneficia-rios y la población receptora.

Hay departamentos del país donde este tipo de estrategia funciona muy bien producto de la dinámica social, del operador y del tema de tenencia de tierras de sus munici-pios; en el Magdalena, por ejemplo, 1.446 familias han sido atendidas en ocho municipios, dentro de los que se destacan por su participación Fundación y El Retén; en el departa-mento del Atlántico se atendieron 967 familias distribuidas en once municipios; se destacan también ciudades como Valledupar, con 1.121 familias atendidas, y Buena-ventura con 1.782.

Así mismo, la posibilidad de desarrollar proyectos en cualquier lugar de la geografía nacional, en tanto estos sean prioritarios para los Gobiernos local, departamental y nacional, ha permitido soluciones habitacionales en lugares tan apar-tados como Juradó, en la frontera con Panamá, en el departamento del Chocó.

Este alojamiento es una bendición de Dios

La historia de Francisca* se remonta a las lejanas tierras de Carraipia, en La Guajira. Allí vivía con doce per-sonas más hasta que un día grupos armados ilegales los conminaron a abandonar la zona. Debían dejar toda una vida dedicada al cultivo de maíz, yuca, fríjol, papaya, y la cría de gallinas, chivos, vacas, cerdos y ovejas.

Sin ninguna pertenencia, y con el dolor por abandonar su tierra, Francisca emprendió el camino hacia Maicao. Allí no encontró ninguna ocupación lo que la llevó a tomar la decisión de emprender un nuevo viaje, esta vez hacia Santa Marta, con la esperanza de iniciar la elaboración de hamacas, mochilas, chinchorros y guaireñas, todas ellas artesanías que sabía elaborar por su herencia wayuu y que le generarían ingresos para ella y su familia.

El encuentro casual con un com-padre hizo posible este traslado, ya que la transportó a ella y su familia en su camión y le dio un poco de dinero para que pudieran sobrevivir por un tiempo. A su llegada a Santa Marta se alojó en la casa que le prestó una amiga y con el dinero compraron comida y materiales para sus tejidos.

Después de dos meses se fueron a vivir al barrio Timayui I, a un lote que le entregaron con compromiso de compra. El proceso fue lento pero satisfactorio: “Nosotros construimos en el lote dos enramadas con pedazos de palo, sacos de nailon y zinc, así vivimos durante un año. Después de ese tiempo la Corporación Minuto de Dios nos informó sobre la ayuda que presta a la población desplazada. Así que fui hasta sus oficinas, les pedí que me ayudaran y entonces me apoyaron en la construcción de mi alojamiento.”

El alojamiento fue una manera de volver a llevar una vida normal, con la seguridad de que sus hijos pueden estar mejor, como Francisca dice: “Este alojamiento es una bendición de Dios, por eso estoy muy contenta. Como me hicieron un baño, ya no tengo necesidad de pedirlo prestado a un vecino. También tenemos agua, luz, alcantarillado.”

* Nombre cambiado

Tipo de proyecto Alojamiento temporal disperso urbanoDonantes PRM-ACCIÓN SOCIAL-USAIDDepartamentos 23Municipios 129Familias beneficiadas 12.099Beneficiarios 60.495

Alojamientos temporales, Timayui, Santa Marta, 2002-2005.

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CHF | Proyectos de habitabilidad

Florece la esperanza

El corregimiento de Chinulito perte-nece a los Montes de María, y su ubica-ción como corredor de acceso al mar Caribe lo ha convertido en un punto estratégico para los actores armados. Pueblo de contrastes, Chinulito cuenta con una abundante riqueza forestal, hídrica y ambiental y, al mismo tiem-po, es una zona que registra un alto índice de necesidades insatisfechas.

En medio de estas divergencias está la población desplazada de Chinulito. Es una comunidad sufrida, afectada por amenazas, muerte y despojo, pero que no ha renunciado a la posibilidad de retornar a sus tierras. El proceso no ha sido fácil por las dificultades iniciales en materia de orden público, la magnitud de los recursos que se requerían para la adecuación de las viviendas abando-nadas y la necesidad de volver ope-rativos los servicios básicos de agua, energía eléctrica y la reactivación del sistema educativo público oficial y el centro de salud comunitario.

El procedimiento de retorno ha contado con visitas exploratorias, reuniones de concertación al inte-rior del Comité Departamental de Atención Integral a la Población Desplazada, con alianzas interinsti-tucionales que involucran esfuerzos y voluntades públicas, privadas y de cooperación internacional. Ejemplo de los resultados de estas alianzas es el mejoramiento de cuarenta vivien-das, en cuyo desarrollo participaron la Gobernación, la universidad, CEPROD, la Fundación Franciscana Santo Tomás Moro, la alcaldía municipal, Tolcemento y Acción Social.

La comunidad retornada de Chi-nulito está conformada por gente fuerte, laboriosa e inteligente y sus cualidades más visibles son la tena-cidad y la abnegación. Por ello estoy convencido de que una vez que se vuelvan a establecer en su territorio serán un grupo de pobladores unidos, modelo y estimulo para otros produc-tores del campo que han padecido los mismos rigores del conflicto.

José Luis Padrón Arroyo Coordinador de la Unidad Territorial

Acción Social - Sucre

Mejoramiento de vivienda concentrada urbana

Tipo de proyecto Mejoramiento de vivienda concentrada urbanaDonante ACCIÓN SOCIALDepartamentos 2Municipios 2Familias beneficiadas 100Beneficiarios 500

En la modalidad de mejo-ramiento de vivienda

permanente que desarrolla CHF se hace un particular énfasis en apoyar procesos de retornos que los Gobi-ernos nacional y local, con Acción Social, consideren prioritarios. En lo posible estos deben articularse con contrapartidas locales para lograr la mejor calidad y cantidad de obras asistidas. CHF no tiene capacidad estratégica ni política para planear y desarrollar retornos. Una vez estos han tenido lugar y la población se encuentra habitando nuevamente los espacios de los cuales fueron desplazados por la situación de orden público, CHF articula, por solicitud de Acción Social, la manera de intervenir en el tema de habitabilidad; lo hace a través del mejoramiento de las viviendas cuyo mal estado las hace casi inservibles (en algunos casos estas ya no existen, ya sea por el abandono, la inclemencia del clima, el saqueo posterior a la salida de las familias, o la destrucción generada por los actores armados).

Una vez se decide que el Programa de Habitabilidad debe intervenir, éste actúa como articulador en un proceso en el que participan muchas otras organizaciones privadas o públicas con las que se unen esfuerzos para desarrollar una

estrategia de ayuda y reconstruc-ción de las casas, lo que consolida el retorno como tal.

El tema del retorno ha sido impor-tante en todas las modalidades de intervención de CHF, y se ha logrado en cinco años apoyar a más de 2.000 familias, en lugares lejanos de la geografía nacional, en zonas con una situación complicada de orden público.

Un caso particular es el de Chi-nulito, el cual está diseñado para desarrollarse en varias fases; en la primera de ellas, con participación de CHF, se apoyaron 40 familias, las cuales, previo proceso de selección empezaron a organizarse para la reconstrucción de sus viviendas y del corregimiento porque el tema no sólo se limita al hábitat de los retornados sino que involucra otros puntos de infraestructura y desarrollo que se requieren para generar un verdadero avance local, con obras como vías de acceso, servicios básicos, escuela, puesto de salud, entre otras.

Retorno antes y después, Chinulito, Sucre, 2006.

CHF | Proyectos de habitabilidad

Mejoramiento de vivienda dispersa urbana y rural

Las familias beneficiarias de esta modalidad de

ayuda provienen en su mayoría del Programa de Asistencia Económi-ca, PAE; estos grupos llevan más tiempo en la ciudad, lo que les ha permitido establecerse y adquirir una vivienda (al momento de la visita de CHF se determina si hay necesidad de mejorarla); y, además, cuentan con la fortaleza de haber sido atendidos por CHF en el área de generación de ingresos y ubica-ción laboral. Un ejemplo exitoso de la aplicación de esta modalidad es la ciudad de Barranquilla.

La estrategia de mejoramiento de vivienda de CHF considera como prioritario el apoyo de obras de saneamiento básico y acciones de vivienda saludable como directriz de todas las actividades realizadas. En general, las casas de las familias beneficiadas de una u otra manera ofrecen unas condiciones mínimas de habitabilidad en los espacios del área social y las habitaciones

y cumplen con requerimientos básicos en techo, piso y algunos cerramientos.

Cuando se exploran las necesi-dades al interior de ellas se hace evidente que la adecuación técnica de baños y cocina no ha podido ser resuelta por las familias, por los altos costos que implica. En este sentido el apoyo brindado por el programa responde a las necesida-des particulares de cada familia, y se traduce en recursos y materia-les, generando resultados de alto impacto como buenos servicios, una cubierta en buen estado, pisos en cemento y un cerramiento que ofrece la seguridad requerida por la familia.

Ya no nos dedicamos a pedir

La familia Andrade, de Soledad, Atlántico, está conformada por perso-nas activas cuyo empeño y persisten-cia les ha traído beneficios importan-tes y les ha llevado a recibir asistencia tanto humanitaria como económica. Con esfuerzo consiguieron el lote que para ellos ha significado una buena-ventura. Margarita* cuenta que han pasado por muchas cosas antes de llegar a donde están actualmente: “Nosotros nos desplazamos sin nada, con las manos vacías y vivimos al menos durante 6 años en arriendo en el barrio Los Almendros. Yo pensaba que nunca iba a tener casa, pero hoy este sueño es una realidad.”

Ellos tuvieron acceso a charlas y asesorías que les ayudaron a tener esperanzas para seguir adelante. Una de las hermanas de Margarita les dio el lote, “al principio no había nada, no tenía pisos ni techo y poco a poco se fue construyendo la casa, se hizo pared a pared, y cada uno tenía un papel que jugar.”

Mientras Margarita terminaba la casa y cuidaba del lote, su hermana conseguía recursos para la mano de obra. Hoy la casa construida tiene tres cuartos, una sala acogedora, cocina y baño acabado. “Esta casa es una bendición grande porque sólo Dios hace esos milagros. Si no hubieran aparecido CHF, Opción Vida y Acción Social no tendríamos casa. Lo mejor fue eso de quitarnos la venda de desplazados, ya no nos dedicamos a pedir. Nosotros no pagamos arriendo y valoramos esto que se nos ha pre-sentado.”

Hoy que la familia está feliz y con fuerzas para seguir trabajando, su plan de vida está centrado en quedar-se allí, no piensan retornar porque allí llegaron sin esperanzas pero ahora tienen motivos para seguir adelante.

*Nombre cambiado

Tipo de proyecto Mejoramiento de vivienda dispersa urbana y ruralDonante ACCIÓN SOCIALDepartamentos 16Municipios 29Familias beneficiadas 455Beneficiarios 2.275

Mejoramiento de vivienda, Barranquilla, Atlántico, 2006.

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Una solución oportuna

Onías Rodríguez llegó a Neiva, acompañado por su esposa y sus tres hijos, proveniente de Curillo, en el Caquetá, y empezó a interactuar con la comunidad: “Yo venía de manejar comunidades con la Junta de Acción Comunal y llegué a este barrio, donde se estaba concentrando un número importante de familias desplazadas para la construcción de vivienda; así fue como me vinculé al proceso, co-mencé a hacer mi trabajo y la gente entendió que debía ser un asunto serio y mediante gestiones con la Red, la defensoría, la personería, la alcal-día, logramos nuestros objetivos.”

Onías era presidente de la junta de vivienda que se conformó con cuatro personas representantes de las familias. Esa junta coordinaba todos los proyectos con la alcaldía, la go-bernación, y acudía a las entidades que trabajan con población despla-zada. Después de obtener los subsi-dios se construyeron 120 unidades de vivienda, 23 de las cuales fueron apoyadas por CHF.

Hoy la comunidad está agrade-cida por estas obras y siente que su vida dio un giro: “Esa solución llegó en el momento oportuno porque nosotros vivíamos prácticamente al sol y al agua, en carpas. Por eso el proyecto nos satisface muchísimo. Además logramos apoyo con un aula múltiple que se hizo con todo lo ne-cesario para un restaurante escolar. Ha sido una obra magnífica y muy especial para todos.”

Hoy en día Onías terminó de cons-truir su casita y se fue para la represa a trabajar con piscicultura; con ello lo-gró conseguir recursos para construir un local donde montó un bar y vende minutos de celular. Su vida realmente ha experimentado cambios positivos y por ello agradece a CHF: “No tengo palabras para describir lo que CHF hizo por el bienestar de estas perso-nas, después de que este proyecto estaba prácticamente estancado.”

Onías RodríguezBeneficiario

Vivienda definitiva concentrada urbana con subsidio del Gobierno nacional

Otro tipo de apoyo que presta CHF es brin-

dar recursos que logren los cierres financieros a proyectos urbanos concentrados en urbanizaciones que cuentan con subsidios otorga-dos por el Estado para adquisición de vivienda nueva. El barrio Falla Bernal, en la ciudad de Neiva, es un ejemplo de este tipo de gestión, en donde CHF construyó 23 viviendas, continuando con un proceso incia-do por el Gobierno municipal.

Acción Social y el municipio de Neiva solicitaron a CHF ayuda para lograr el cierre financiero que el pro-yecto requería. Una vez se definió una programación para las obras y un constructor, CHF participó con el aporte de materiales de construc-ción y consolidando el trabajo con la comunidad, gracias al acompaña-

miento técnico y de fortalecimiento social constante planteados para este tipo de proyectos.

El terreno para la solución de vivien-da de estas familias contaba con dis-ponibilidad y cobertura de servicios públicos instalados y funcionando (acueducto, alumbrado público, red de telefonía, red vial). Las construc-ciones son viviendas de 34 m2 en terrenos de 80 m2 cada uno.

La comunidad aportó la mano de obra no calificada dentro de los tiempos y los términos planeados. En general, el impacto del proyecto es muy alto teniendo en cuenta que tan solo hace tres años estas familias vivían en cambuches o en construcciones muy precarias, con las consecuencias sociales que trae vivir en estas condiciones.

Tipo de proyecto Vivienda definitiva concentrada urbana (con subsidio del Gobierno nacional)

Donante USAIDDepartamentos 1Municipios 1Familias beneficiadas 23 Beneficiarios 115

CHF | Proyectos de habitabilidad

Beneficiarios en el barrio Falla Bernal, Neiva, Huila, 2004.

CHF | Proyectos de habitabilidad

Vivienda definitiva concentrada rural con subsidio del Gobierno nacional

CHF ha contribuido al proceso de restable-

cimiento de más de 360 familias indígenas que habitan alrededor de la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía del Perijá y en ciudades vecinas en los departamentos de Cesar y La Guajira. Estos grupos corresponden a las familias kankua-mo, arhuaco y wuiwa, de la Sierra Nevada.

Aparte de ofrecer una solución di-rectamente relacionada con el tema del hábitat, el proyecto busca forta-lecer a los cabildos gobernadores y sus resguardos, mediante estrategias coordinadas para generar contra-partidas que aumenten el impacto de los proyectos mencionados, y para acceder en algunos casos a subsidios de vivienda rural definitiva otorgados por el Banco Agrario.

Todo el proceso fue dirigido desde lo local: la selección de los benefi-ciarios, el trabajo de análisis de cada unidad familiar a fin de establecer las necesidades de mejoramiento de cada una, posterior a la entrega de

las ayudas, a través de operadores locales, que tengan conocimiento de la región, contratados por CHF, y de los grupos beneficiarios. La es-trategia respetó la condición cultural y tradicional de las familias en la asignación de los materiales.

Cabe resaltar la gestión de CHF que, junto con la Corporación Caja de Herramientas, logró gestionar el apoyo para beneficiar a 98 familias (58 kankuamos y 40 arhuacos) cuyas construcciones se localizan dentro de los mismos resguar-dos. La corporación propuso una arquitectura y un sistema construc-tivo mejorado que respetara las tradiciones de la vivienda indígena, teniendo en cuenta cada una de las culturas involucradas en el proceso. Sus espacios habitacionales están divididos en dos unidades, una de las cuales está destinada a la habita-ción y la otra a la cocina y los baños. Aparte de las viviendas se constru-yeron aulas escolares que cubrieron las demandas de Guatapurí para los kankuamos y Pueblo Bello para los arhuacos.

Alianzas que edificanEn el marco del conflicto armado co-lombiano las comunidades indígenas no han estado al margen del despla-zamiento forzado. Estas poblaciones no pueden reubicarse tan fácilmente en territorios ajenos a su cultura y su entorno natural. Respondiendo a esta problemática la Corporación Caja de Herramientas ha trabajado con las comunidades de los indígenas arhua-cos y kankuamos.

Los arhuacos han estado asen-tados por generaciones en las partes altas de la Sierra Nevada de Santa Marta, y tienen una política de am-pliación de tierras según la cual, para proteger las zonas de nacimientos de agua, trasladan las familias a las zonas más bajas y planas, zonas que adicionan a su resguardo. Por otro lado, los kankuamos asumen tam-bién una política de recuperación de tierras volviendo del desplazamiento al que estaban sometidos en Valledu-par, a sus resguardos. Para apoyar estos procesos de recu-peración se implementaron dos pro-yectos junto con CHF. Según Yalmar Vargas, director de la Corporación Caja de Herramientas, “además de solucionar los problemas de vivienda, estos dos proyectos están enmarca-dos dentro de la política de amplia-ción de tierras de los indígenas, que busca expandir los territorios de sus resguardos con dineros de transferen-cia del Estado.”

Según Vargas, lo más interesante de estos dos proyectos fue lograr que el aporte que CHF normalmente otorga para alojamientos temporales se utilizara como contrapartida para presentar un proyecto de vivienda a nivel nacional: “Haber logrado que los recursos de CHF funcionaran para formular un proyecto de vivienda al Banco Agrario fue muy importante pues ésta normalmente es una gestión complicada. También fue significativo que CHF entendió que los proyectos no son comunes sino que tienen especificidades que hacen parte de la cultura de estos pueblos indígenas.”

Yalmar VargasDirector Caja de Herramientas Proyectos Gueyningueka y Kankuamo

Tipo de proyecto Vivienda definitiva concentrada rural (con subsidio del Gobierno nacional)

Donante USAIDDepartamentos 1Municipios 2Familias beneficiadas 98Beneficiarios 490

Comunidad arhuaca, Cesar, 2005.

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Vivienda usada para una nueva vida

“La filosofía de comprar vivienda usada para familias desplazadas es nuestra prioridad”, afirma María Isabel Duque, de la coordinación de vivien-da de la Gobernación del Valle, quien además asegura que este proyecto constituye un punto de apoyo a los desplazados ya que con él pueden tener viviendas que de otra manera no podrían alcanzar porque no tienen empleo formal ni posibilidad de acce-so a créditos hipotecarios.

En Cali hay entre 30 y 33 mil desplazados y por ello el proceso de convencer al municipio para que participara en el programa de adqui-sición de vivienda usada para acoger a más desplazados no fue fácil. “Luego de una sensibilización comu-nitaria logramos que dicho municipio se sumara al programa de vivienda usada, en el que se seleccionaron familias inscritas en Acción Social que tenían certificado de su condición de desplazamiento.” Aparte del proyecto la Gobernación evalúa el estado de las casas adjudicadas y mejoran las que lo necesiten: arreglan el techo, enchapan cocinas, mejoran baños o realizan un saneamiento básico de la vivienda.

María Isabel reconoce que tuvie-ron suerte de aliarse con CHF y AID, y hacer un pacto en el que se reunieron esfuerzos para financiar este expe-rimento. “Nos pareció ideal porque en este programa los beneficiados quedan sin deuda. Por otra parte, al comprar vivienda usada esta pobla-ción, que tiene graves problemas de seguridad, queda repartida y no tiene el inconveniente de estar concentrada en un solo sitio.”

El impacto que este proyecto ha tenido en la población beneficiada es alto: “Ha sido satisfactorio lograr ayu-dar a las mujeres que al fin pueden volver a reunir sus hijos y recoger a su familia nuevamente. Es un reestable-cimiento de la unidad familiar.”

María Isabel DuqueCoordinación de vivienda Gobernación del Valle

Vivienda usadacon subsidio del Gobierno nacional

Tipo de proyecto Vivienda usada (con subsidio del Gobierno nacional)

Donante USAIDDepartamentos 1Municipios 1Familias beneficiadas 31Beneficiarios 155

Cincuenta y cuatro familias procedentes de varias regiones del Valle del

Cauca, acosadas por la presencia de actores armados en su territorio, buscaron refugio en la ciudad de Cali; inicialmente se establecieron en la entidad educativa Daniel Guillard, del barrio Los Lagos I, y allí permanecieron en condiciones de hacinamiento que generaron problemas de convivencia, violencia familiar e insalubridad, obligándolos a buscar residencia temporal en viviendas de familiares o amistades cercanas.

El Ministerio del Medio Ambiente y Vivienda les concedió un subsidio, a través de la caja de compensación Comfandi. A partir de ese momento

CHF, conjuntamente con la Gober-nación del Valle y la Alcaldía de Cali, articularon una acción rápida para apoyar económicamente el proceso y lograr el cierre financiero al subsi-dio hasta completar once millones de pesos que se le entregaron a cada familia.

Para ello CHF visitó las casas que los beneficiarios tenían como opción de compra, no sólo para calificar el estado constructivo y la calidad del espacio de las viviendas, sino para conocerlos; para CHF el acerca-miento a las familias atendidas forma parte integral del desarrollo social que ha planteado como el eje horizontal que articula todos los programas en el campo de la ayuda humanitaria.

CHF | Proyectos de habitabilidad

Viviendas usadas, Cali, Valle, 2004.

Vivienda definitiva rural sin subsidio con aportes del Gobierno local y/o departamental

La estrategia de habitabilidad implementada por CHF

tiene prevista la modalidad de mejoramiento de vivienda, dirigida a aquellas construcciones que se encuentran en malas condiciones y necesitan arreglos o mejoras. En algunos casos los recursos utiliza-dos para tal fin, dinamizados con el compromiso de los Gobiernos loca-les y departamentales, además de otras organizaciones comprome-tidas con las familias desplazadas, logran contrapartidas importantes en dinero y en apoyo técnico y de mano de obra calificada las cuales, sumadas, permiten apoyar la cons-trucción de vivienda nueva, que en algunos casos llegó a estar cercana a los 50 m2, con sistemas y materia-les convencionales (estructuras en concreto, cerramientos en bloque, pisos en cemento y cubiertas en fibro-cemento).

El resultado son urbanizaciones construidas con todas las espe-

cificaciones técnicas y licencias exigidas en los diseños urbanísticos y arquitectónicos, que cumplen con el Plan de Ordenamiento Territorial de cada localidad. Estas se convierten en modelo y ejemplo de desarrollo cuando existen verdade-ros compromisos de ayuda.

Por ejemplo, en el departamento de Antioquia CHF ha desarrollado proyectos con estas características en Remedios, Granada y San Francisco, para cerca de 160 familias.

Alrededor de una mesa de trabajo en la cual participaron CHF y su operador local, Acción Social, y los alcaldes de los municipios, se dise-ñó la estrategia para fortalecer el compromiso de todas las entidades participantes no sólo para hablar del tema de la construcción sino para articular procesos paralelos, como el productivo, que ayuden al ideal del restablecimiento de las familias beneficiarias.

Gente de mostrar

Para Lucía Carvajal, alcaldesa del mu-nicipio de Remedios en Antioquia, la población desplazada siempre ha sido un tema importante en su agenda. Es por ello que ha tocado varias puertas para buscar apoyo a 25 familias a las que la violencia alejó de sus lugares de origen. Inicialmente la alcaldía con-tactó a Ayuda Humanitaria, después presentaron un proyecto al Banco Agrario y, finalmente, este año consi-guieron aportes de Acción Social.

La alcaldía aportó el terreno y a cada familia se le entregan 100 m2, de los cuales 36 se utilizan en la construcción de una casa y el terreno restante se destina al desarrollo de procesos productivos. Según la alcal-desa lo mejor de este proyecto es “que la vivienda será muy buena y estará muy bien ubicada. Generalmente se busca cualquier sitio para reubicar a los desplazados. Nosotros, en cambio, buscamos un sitio bueno y apetecido, lo que incluso nos ha costado una discusión permanente con el resto de comunidad, para tratar de que entiendan que nosotros tenemos la obligación de ayudar a los desplaza-dos para que se organicen y se sien-tan seguros dentro este municipio.”

Son 25 familias las que se bene-fician de este aporte, personas que, como las describe la alcaldesa, “son campesinas, gente muy querida y tra-bajadora. Para mí esas personas son ejemplares, gente de mostrar, gente con la que no se tienen inconvenien-tes porque son campesinos sin vicios, sin malas costumbres. Además, viven pendientes de lo que hay que hacer, cómo se van a organizar, cuántos van a trabajar. Es un grupo maravilloso.”

En este momento el proyecto está en proceso de construcción y cada familia, conformada en promedio por cinco miembros, ha aportado la mano de obra. El agua y el alcanta-rillado ya están organizados, lo que garantizará el acceso a los servicios públicos. Para la alcaldesa todo este proceso es reconfortante: “A mí me pa-rece que la labor que CHF está hacien-do es muy loable. Uno aquí ha vivido esta guerra tan cruel, y por eso sabe de la importancia de trabajar con orga-nizaciones como esta que desarrollan una labor realmente bonita.”

Tipo de proyecto Vivienda definitiva rural sin subsidio (con aportes del Gobierno local y/o departamental)

Donante ACCIÓN SOCIALDepartamentos 2Municipios 4Familias beneficiadas 139Beneficiarios 695

CHF | Proyectos de habitabilidad

Vivienda en proceso de construcción y finalizada, San Francisco, Antioquia, 2006.

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CHF | Proyectos de habitabilidad

Un trabajo en conjunto

Para el alcalde de Ibagué, Rubén Darío Rodríguez, el trabajo con los desplazados es un asunto prioritario. Es por ello que el municipio se unió con instituciones como CHF, AID y la gestora urbana para “mejorar las con-diciones de vida de los habitantes de asentamientos como Villa del Sol, en el que se ubicaron personas desplazadas por la violencia que venían de diversos sectores del país y principalmente de municipios del departamento del Tolima. Ellos invadieron esas tierras, vivían en condiciones infrahumanas, en cambuches; por eso es muy satis-factorio que con esta unión se hayan podido construir estas viviendas a manera de unidades básicas.”

Para la construcción de las vivien-das se utilizó el predio del asentamien-to y se compró otro en el sector de Los Álamos, en la zona del barrio especial El Salado. En vista de que los subsidios que se solicitaron al Gobierno nacio-nal fueron insuficientes para adelantar el proceso, se generó una alianza entre el sector municipal y el sector privado representado en Cendes, CHF y AID para obtener los recursos necesarios.

Con apoyos interinstitucionales se ha conseguido construir también un sitio donde acuden los niños a recibir clases, y se han hecho otras inver-siones como la construcción de los andenes, implementación de servicios públicos, y contratación de obras que mejoren el entorno y la situación de estas familias desplazadas que llega-ron a Ibagué.

Son aproximadamente 400 fami-lias entre Villa del Sol y Los Álamos las que se han visto favorecidas con este trabajo conjunto; el cambio ha sido notorio en la actitud de los desplaza-dos: “La comunidad de pronto tenía incertidumbre pero cuando vieron que el proceso de organización era bueno, y que las personas se estaban ubicando se dieron cuenta de que el proyecto andaba. Ellos están muy agradecidos y las relaciones con sus vecinos mejoraron porque ya no hay una invasión. Ha tenido tanto impac-to que seguiremos golpeando puertas para que nos sigan colaborando y tener más experiencias como esta.”

Rubén Darío RodríguezAlcalde de Ibagué

Vivienda definitiva urbana sin subsidio

En la ciudad de Ibagué se venía presentando una

situación muy compleja debido al masivo desplazamiento de familias desde diferentes regiones del país. Alrededor de 330 familias inva-dieron un lote que pertenecía a la alcaldía municipal y que estaba ubicado en una zona altamente po-blada. En vista de que la capacidad del terreno no era adecuada para albergar esta cantidad de familias se presentó una sobreocupación que impactó su calidad de vida ya que las familias trataron de acomodarse en “viviendas” provisionales cons-truidas con cartón, madera, plástico y tejas de zinc.

Estas familias estaban conformadas por 1.415 personas (777 meno-res y 368 adultos); gran parte de

éstas (178) estaban orientadas por mujeres cabeza de hogar y un alto porcentaje (33%) de jefes de hogar carecía de ingresos y recurría a la ca-ridad para garantizar su subsistencia.

Para resolver el problema de sobre ocupación CHF propuso como estrategia la ubicación de las fami-lias, con planeación y urbanismo, en dos terrenos: 105 familias se quedaron en el lote de Villa del Sol, y 225 familias en un terreno nuevo

Tipo de proyecto Vivienda definitiva urbana (sin subsidio) Donantes USAID-ACCIÓN SOCIALDepartamentos 3Municipios 3Familias beneficiadas 590Beneficiarios 2.950

Proyecto Villa del Sol,antes y después, Ibagué, Tolima, 2005.

Beneficiario trabajando en el proyecto, Ibagué, Tolima, 2005.

que adquirió el Gobierno municipal de Ibagué a través de la Gestora Urbana en El Palmar – El Salado.

En el transcurso del proceso la mayoría de las familias beneficiarias presentaba dificultades para cum-plir con el desarrollo de la auto-construcción planeada para la obra. Por una parte algunos tenían algún nivel de ingresos provenientes de un trabajo informal en las calles de la ciudad, y aquellos que no tenían ingresos conformaban familias mal alimentadas, expuestas a enferme-dades que afectaban el rendimiento durante la obra. Estos factores pro-vocaban ausentismo en los jornales de trabajo de hasta el 50% de la población beneficiaria. Para suplir la carencia CHF gestionó el apoyo con alimentos del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

En enero de 2005 se inició el proyec-to, finalizando obras en noviembre del mismo año. Las viviendas cuen-tan con servicios básicos de energía, acueducto y alcantarillado, y están inscritas dentro del Plan de Orde-namiento Territorial de la ciudad, lo que les otorga la categoría de barrio y les da el estatus de legalidad.

CHF | Proyectos de habitabilidad

MalamboCHF, en unión con Children Inter-national, ha desarrollado proyectos de vivienda en varios países. En Colombia esta colaboración se concretó con un proyecto de 200 viviendas, en dos fases de 100, en el municipio de Malambo, Atlántico, en la urbanización Nueva Esperan-za, en un terreno de propiedad de la Gobernación del Atlántico.

El proceso se inició como respues-ta a la problemática de más de 1.500 familias que se asentaron en este lugar en condiciones muy precarias, sin ningún tipo de organización ni urbanismo. Los Gobiernos departamental y local siempre trabajaron para solucionar este problema, formalizando la urbanización por sectores, con un desarrollo urbanístico completo y con servicios, pero sin suficientes recursos para el tema de la vivien-da. Las casas construidas tienen un área promedio de 40 m2, constan de dos habitaciones, sala-comedor, cocina y baño. El énfasis en el pro-ceso de autoconstrucción fue total y se lideró un acompañamiento técnico y social que permitió a las familias lograr tal fin.

Familia en el proceso de autoconstrucción, 2005-2006. Proyecto de vivienda, Malambo, Atlántico, 2005-2006.

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El salto a la vivienda definitiva

Varios de los proyectos que desde hace varios años ha desarrollado CHF con alojamientos temporales concentrados se encuentran en proceso de convertirse en vivienda definitiva; de esta manera avanza el apoyo a las familias beneficiarias para que logren escalar una etapa que los acerque más al restablecimiento permanente. Cuando se plantea un proyecto concentrado de vivienda temporal se estructura de tal manera que éste ofrezca las condiciones mínimas de habitabilidad, incluyendo infraestructura de servicios, urbanismo y legalidad de la tierra para abrir la posibilidad de que se convierta en vivienda definitiva.

La estructura del proyecto y la condición de las familias deben dejar abierta la posibilidad futura para que estos grupos organizados puedan postularse al subsidio del Estado para consolidar sus viviendas definitivas. Por lo general se hace con el apoyo de los Gobiernos locales o departamentales que han participado de todo el proceso de construcción de dichos barrios y en la mayoría de los casos han aportado los terrenos y postulado los proyectos.

Este salto de lo temporal a lo definitivo ya se ha presentado en varios alojamientos hechos por CHF. Tuluá y Yotoco, ambos en el Valle del Cauca; Pandi en Cundinamarca; y la primera etapa de Majayura en La Guajira, son algunos de los casos representativos (superando las 250 familias) que obtuvieron el beneficio de los subsidios del Estado para vivienda. No todos los saltos se han dado con la asignación de subsidios; otros grupos de usuarios de alojamientos temporales

se han beneficiado con vivienda definitiva, a través de ayudas ofrecidas por organizaciones internacionales, de la cual CHF cofinancia nuevamente para dar el salto del alojamiento temporal a la construcción de la casa definitiva, coordinando de manera estratégica con otras organizaciones que tengan la misma intención y que en el momento estén acompañando y apoyando a la comunidad. Un ejemplo de ello es el grupo de 22 familias indígenas wuiwas reubicadas en la ciudad de Riohacha.

Conciente de la responsabilidad que ha adquirido con los beneficiarios, CHF le ha dado mucha importancia al tema del “salto”, buscando alternativas para que otros proyectos de alojamientos temporales concentrados hechos en años anteriores de trabajo, tengan también la posibilidad de cambiar de lo temporal a lo definitivo. En general, todas estas reubicaciones de familias a urbanizaciones hechas por CHF son de gran importancia e impacto para el ámbito local, por la dimensión de los proyectos y por el significado de los desarrollos planteados los cuales, en muchos casos, son los únicos proyectos de vivienda de envergadura que se ejecutan en los municipios.

Niños beneficiarios comunidad wuiwa, Riohacha, La Guajira, 2006.

Proceso de autoconstrucción de viviendas definitivas, comunidad wuiwa, Riohacha, La Guajira, 2006.

Vivienda nueva que reemplaza un alojamiento temporal, Majayura, La Guajira, 2005-2006.

Proyectos de centros educativos y comedores comunitariosDescripción de algunos casos significativos

Aulas en el barrio Los Álamos, Ibagué, Tolima, 2005.

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Desde el primer año de desarrollo

del Programa de Asistencia Huma-nitaria, en 2001, CHF viene constru-yendo aulas escolares en aquellos sitios donde la infraestructura social y educativa resulta insuficiente por el incremento de niños y jóvenes desplazados que llegan a los sitios de recepción. Este tipo de construc-ciones de emergencia permiten dar una rápida y eficiente respuesta, a muy bajo costo, asegurando la calidad de estos servicios que se prestaban dentro de las comunida-des pero en precarias condiciones.

Esta forma de apoyo responde a la iniciativa y al esfuerzo de las propias comunidades, ya sea a través de las Juntas de Acción Comunal o de las Organizaciones No Gubernamen-tales que cumplen una labor social en esos lugares y que no cuentan con recursos para construir este tipo de obras. El mayor esfuerzo se ha concentrado en apoyar escuelas y colegios localizados en las zonas periféricas/urbanas que captan un alto número de población en situación de desplazamiento y cuya infraestructura física no logra responder a las necesidades educa-tivas del lugar.

Existe un alto nivel de apropiación de las obras, ya que es la misma comunidad, representada por alumnos de los últimos grados, la junta de padres de familias, los vecinos, etcétera, la que las solicita y construye. En general, los jóvenes participantes de los colegios y las comunidades se sorprenden al ver que en una semana (máximo dos) se logra la construcción. Esto confirma las bondades del sistema constructivo en madera cultivada, ya que son construcciones prefa-bricadas (todas las piezas para la elaboración de las obras vienen cor-tadas y listas para ensamblar). Ese “despiece” permite que los materia-les sean fácilmente transportados y manipulados por las comunidades beneficiarias. Estas estructuras no sólo sirven como aulas, también son espacios multifuncionales al servicio de la comunidad.

El nuevo amanecer de Timayui

Aurelio del Río es un líder por natu-raleza. Hace siete años, cuando tres familias fueron lanzadas a la calle por un juzgado, Aurelio tomó la decisión de albergarlas en la casa de su suegro. Este episodio condujo a estas tres familias a invadir el corredor de una de las líneas férreas que circundan la ciudad de Santa Marta. Aurelio re-cuerda que “la invasión fue creciendo de tal manera, que a los ocho meses el trío se convirtió en 403 familias. Eso nos trajo un problema ‘grandiosísimo’ con la Administración Distrital. Pero insistimos e hicimos contactos con varias personas buscando ayuda para solucionar el problema.”

Luego de tocar muchas puertas los reubicaron en Timayui, donde ahora disfrutan de todos los servicios públi-cos y son ejemplo de progreso. Uno de los problemas que surgió en este nuevo entorno fue la localización de las escuelas a las que debían acudir los niños. Como tenían que ir a otras zonas de la ciudad, debían cruzar el puente sobre el río Manzanares, lo que generaba situaciones de peligro pues algunos niños se caían al atrave-sarlo. “Fue entonces que comenzamos a fabricar un rancho para albergar a un grupo de 87 niños entre los 8 y los 12 años, para que pudieran tomar sus clases, apunta Aurelio. Estando en el proceso de construcción nos visitó un funcionario de la Corporación Minuto de Dios y ofreció hacernos un centro comunitario. ¡Nunca pensamos que sería de semejante magnitud!”

La alegría fue inmensa para toda la población cuando llegaron los materiales que envió CHF para hacer las dos primeras plantas físicas. Toda la comunidad participó de la cons-trucción con la asesoría de los fun-cionarios que vinieron de Bogotá. En cuatro años el impacto de esta obra ha sido muy positivo y han pasado a atender a 1.300 alumnos en tres jornadas escolares.

Tipo de Aulas nuevas en madera proyectoDonante PRMDepartamentos 14Municipios 27Aulas nuevas en madera 127Beneficiarios 9.906

CHF | Proyectos de centros educativos y comedores comunitarios

Aulas nuevas en madera

Colegio Pampas del Mirador, Cali, Valle del Cauca, 2004.

Aulas nuevas en madera, Neiva, Huila, 2005.

CHF | Proyectos de centros educativos y comedores comunitarios

Colegio Pampas del MiradorUbicado en el barrio Brisas del Mirador, en la ciudad de Cali, fue ejecutado en dos etapas: en la pri-mera se construyeron dos aulas y el servicio de baños y en la segunda, una tercera aula. El impacto fue directo e inmediato para una comu-nidad muy pobre que requiere con urgencia de este tipo de apoyos.

Colegio Vista Hermosa, Buenaventura El colegio Vista Hermosa, situado en la ciudad de Buenaventura, se formó a partir del trabajo que venía realizando Pastoral Social de la Diócesis de Buenaventura en el barrio Vista Hermosa localizado en la Comuna 12, caracterizado por recibir mucha población en situa-ción de desplazamiento. El trabajo de la Pastoral se venía realizando en tres casas que se encontraban en pésimas condiciones locativas, además de ofrecer poco espacio para los estudiantes. Como otros espacios educativos, este proyecto se desarrolló en varias etapas. Un

lote donado por la Junta de Acción Comunal se dotó inicialmente con cuatro aulas, un patio en medio de ellas y una batería de baños. En la segunda etapa se logró conseguir ayuda para construir dos aulas definitivas.

Colegio La Playita, MagdalenaEl colegio de La Playita se encuentra cruzando el río Magdalena, desde la ciudad de Barranquilla. Pertenece al municipio de Sitio Nuevo en el departamento del Magdalena. Allí CHF encontró una comunidad con el interés de tener una buena edu-cación para sus hijos, un municipio con deseos de colaborar y que aporta los docentes, pero sin los recursos para construir aulas que mejoren el servicio educativo. Éste se venía prestando en tres ranchos viejos, en pésimas condiciones, construidos con madera y paja, con piso de tierra, sin iluminación ni ventilación. La comunidad construyó las dos aulas requeridas justo antes de que las viejas aulas colapsaran.

Instituto Nuevo Amanecer con Dios, TimayuiEste colegio es un ejemplo de desarrollo social, producto del interés y la participación de la comunidad beneficiada del barrio Timayui, en Santa Marta. Después de un año de construcción de un número significativo de alojamien-tos temporales por parte de CHF, la comunidad le solicitó apoyo a la institución para construir tres aulas educativas que se requerían con urgencia para reemplazar la sombra del árbol que les servía se salón de clases.

Presionados por la demanda edu-cativa del lugar, a los dos años esta comunidad volvió a solicitar apoyo para nuevas aulas. Actualmente cuentan con una institución edu-cativa con 12 aulas y otro espacio para la rectoría. La comunidad aprendió a construir más rápido y cada vez es mejor la estructura física del plantel. El instituto es un ejemplo para mostrar.

Escuela La Playita, antes y después, Magdalena, 2005.

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Este proyecto se consolidó luego de la solicitud

de la comunidad religiosa de las Hermanas de la Presentación, la cual apoya a la juventud escolar de la población con un servicio de educación y comedor comunitario en el barrio Nuevo Milenio. Las construcciones donde prestaban los servicios, además de no ofrecer las calidades mínimas de espacio, estaban derruidas, lo que dificultaba el desarrollo normal de las activida-des educativas.

Considerando la importancia de esta obra, la comunidad entera colaboró en el desarrollo de la misma. La población beneficiaria en general no sólo está limitada a los niños y

jóvenes de la comunidad, sino tam-bién se atiende, en algunos casos, a los padres y a los adultos mayores. Luego de varios años, muchos de los comedores construidos por CHF continúan prestando servicio a la comunidad. Esto demuestra la correcta focalización y priorización que se le da a la selección misma.

Cocinas y comedores comunitarios nuevos en madera

CHF | Proyectos de centros educativos y comedores comunitarios

Cocina, comedor y aulas, Manaure, Cesar, 2004.

Antes Después

Comer con dignidad

La hermana Ledys Osorio lleva dos años trabajando en Manaure y por ello, junto con otras religiosas, ob-servó la situación de desnutrición de las familias y los niños que llegaron desplazados de diferentes lugares del Cesar y que construyeron sus refugios y cambuches en el barrio Nuevo Mi-lenio. “Al ver esta situación nos dimos cuenta que se podía pasar una pro-puesta a CHF, en conjunto con Pasto-ral Social, de la mano con un proyecto para la alimentación que trabajamos con el ICBF y con otras instituciones. CHF nos aportó la gran mayoría de herramientas para dar a las personas de la comunidad una vivienda y un hogar digno para comer y dos aulas para levantar la moral de la gente a través de la educación.”

Se construyeron dos aulas para clase y un comedor comunitario que permite tanto a los niños como a sus familias acceso a una buena alimen-tación. El aula tiene capacidad para albergar a 100 niños, la cocina cuenta con todos los implementos necesarios, despensa, nevera y estufa. El material fue donado por CHF y en la construc-ción participó toda la comunidad, hombres, mujeres y niños. La cons-trucción se inició en 2004 y el comedor empezó a funcionar en 2005.

La obra ha sido muy importante para estas familias. La hermana Ledys así lo ratifica: “El impacto del comedor es altísimo y alrededor de las aulas y el comedor giran las actividades de los desplazados, las ven bonitas y orga-nizadas, yo creo que hasta en el nivel estético es importante para las perso-nas. Aquí hay cobertura de alimentos, hay un lugar digno para comer donde puedan sentarse a la mesa, hay platos y cubiertos limpios, un alimento cali-ente y sazonado, esto sirve para elevar la dignidad de la gente. Ellos actu-almente se sienten muy orgullosos. Una de las cosas que más recuerdo es el momento en el que bajamos con todas las cosas para la construcción, recuerdo la alegría en los rostros de los niños, de las mujeres, de los hombres porque ellos sentían que estaban trabajando para los suyos.”

Hermana Ledys OsorioComunidad de La Presentación

Tipo de Cocinas y comedores proyecto comunitarios nuevos en maderaDonante PRMDepartamentos 14Municipios 27Cocinas y comedores nuevos en madera 148Beneficiarios 14.800

CHF | Proyectos de centros educativos y comedores comunitarios

Acción Social y CHF firmaron un

convenio orientado al mejoramien-to de infraestructura educativa, en especial el mejoramiento de la planta física de colegios y escuelas.

El reto importante es mejorar las condiciones de planteles educativos que están localizados en lugares recónditos de la geografía nacional, que por su ubicación, pobreza y precarios niveles de accesibilidad no han recibido apoyo, en vista de lo costoso y difícil que resulta llegar allí. El proyecto no sólo es mejorar la infraestructura educativa existente, sino complementarla (si es necesario) con obras nuevas. Todo en el marco de la prioridad que representan el saneamiento básico y las aulas.

Los colegios apoyados con mejoramiento de infraestructura están ubicados, además, en regiones donde se desea reforzar el proceso de retorno de las comunidades o, al menos, evitar su salida. En el tema de educación es fundamental realizar el mejoramiento de sus escuelas, que en general son construcciones hechas con sistemas constructivos

tradicionales que no han recibido ningún tipo de mantenimiento, o su capacidad de infraestructura física es insuficiente. Particularmente, se está hablando de los baños y aulas, que son construcciones precarias y en algunos casos deterioradas por factores constructivos o por atentados terroristas.

Los problemas más visibles están en la estructura de las cubiertas, en el mal estado de puertas y ventanas, en los acabados generales de sus cerramientos, en la ausencia total de andenes perimetrales con la inminente degradación de las cimentaciones y las estructuras, y en la ausencia o en la precariedad de los baños. El caso del departamento del Chocó es un ejemplo dramático de la situación de las escuelas rurales en las zonas marginadas del país: según el diagnóstico realizado en 14 escuelas, en enero de 2006, hay 1.277 alumnos que cuentan solamente con 15 aparatos de baños en mal estado. Con la propuesta de acciones para ejecutar en el Chocó, las obras para baños nuevos incluyen 66 aparatos que mejoran el tema de saneamiento en un 440%.

Una alegría que contagia

Tomás Mosquera, del centro educa-tivo de San Antonio, hace parte de una comunidad que ha recibido con beneplácito la reconstrucción de la escuela: “Este centro comunitario ha sido una bendición para la comu-nidad chocoana de Itsmina pues la escuela ya estaba prácticamente des-truida. Esta ayuda fue una sorpresa para nosotros. Hasta el alcalde fue a visitarnos a San Antonio para apoyar la reconstrucción de nuestra escuela a la que le construyeron además una unidad sanitaria. ¡Es una elegancia de trabajo el que nos dejaron!”

Todos quedaron satisfechos con la ayuda: los coordinadores de la co-munidad educativa, los alumnos, los profesores y la población beneficiada porque, como reafirma Tomás, “al fin nos sentimos bien dotados para ofre-cerle una buena educación a nuestros niños. Son 58 niños los que están recibiendo la ayuda, pero pronto llegarán otros que están al otro lado del río y serán reubicados dentro de nuestra comunidad. Cuando lleguen serán como unos 65 alumnos para nuestra escuela.”

En la construcción del centro educativo la comunidad participó ac-tivamente, siempre con la asesoría del personal técnico de CHF. El proceso de construcción fue muy rápido: “Para finalizar el proyecto no alcanzamos a demorarnos ni dos meses –afirma Tomás. Lo más urgente era cambiar el techo de la escuela que ya estaba por venirse abajo poniendo a la población escolar en peligro. Además, agregaron otra aula y una unidad sanitaria. Por si fuera poco, pintaron la escuela, le dieron un retoque al comedor escolar. Hicieron una cantidad de cosas bue-nas para ayudar a la educación de nuestros niños.”

Los maestros comparten el entu-siasmo de Tomás. La alegría y satis-facción de haber mejorado este cen-tro educativo se reflejan en las pala-bras de Mosquera quien no escatima en elogios para el proyecto: “Es toda una ‘bellecería’ esta escuela parece nueva, así recién pintada. Tiene hasta pupitres y tableros nuevos. Quedó muy elegante. ¡Hasta yo quisiera estar estudiando ahí!”

Tomás MosqueraLíder comunitario

Mejoramiento de aulas escolares

Escuela Buenos Aires, antes y después, Riosucio, Chocó, 2006.

Tipo de proyecto Mejoramiento de aulas escolaresDonantes PRM-ACCIÓN SOCIALDepartamentos 10Municipios 46Mejoramiento de aulas 138Beneficiarios 14.646

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Las áreas rurales donde se desarrollan proyectos

de mejoramiento de infraestructura educativa son, por lo general, zonas de influencia de clima selvático. Por esta razón y dado que estas comu-nidades no aceptan soluciones en madera porque no pueden darle el mantenimiento adecuado, CHF rediseñó el sistema constructivo que se debía implementar en las aulas y baterías sanitarias nuevas. Con el apoyo del equipo técnico de Acción Social se logró pasar al uso

de un sistema prefabricado en PVC que ofrece mejores condiciones por cuanto su transporte es fácil y liviano, su ensamble ágil, tiene mayor duración y su mantenimien-to es mínimo.

Dos proyectos que son modelo de dicho desarrollo son las aulas construidas en el departamento del Chocó, en el municipio de Istmina, caserío Los Chenchos y el aula múl-tiple de Laudes Infantes en Cuidad Bolívar, Bogotá.

Aulas nuevas prefabricadas en PVC

Tipo de proyecto Aulas nuevas prefabricadas en PVCDonantes PRM-ACCIÓN SOCIALDepartamentos 10Municipios 28Aulas nuevas prefabricadas 68Beneficiarios 2.584

CHF | Proyectos de centros educativos y comedores comunitarios

Escuela Los Chenchos, Itsmina, Chocó, 2006.

Mensajes de colores

Laudes Infantes es un proyecto de muchos años de trabajo en los que se ha tratado de entender y de crear ma-pas conceptuales en los que se com-prendan las razones que, más allá de lo económico, conducen a los niños a la calle. Esa experiencia hizo posible su presencia en Bella Flor, un barrio de Ciudad Bolívar al que llega un gran número de población desplazada. Jacqueline Moreno, uno de los espíri-tus que impulsa el proyecto y trabaja hombro a hombro con la comunidad describe el proceso: “Laudes Infantes nació como una idea de trabajo y desde hace un año está en el cordón de la ciudad, en las barriadas llevan-do “mensajes de colores”, sin interrum-pir lo que hay allí; nosotros entramos a los barrios en forma artística y luego de duras jornadas de trabajo pode-mos empezar a transcribir un poco las necesidades de esa comunidad o de las organizaciones que encontramos en el entorno.”

Aunque no es política de Laudes Infantes priorizar las estructuras por encima del tejido humano y social, la comunidad de Bella Flor planteó la necesidad de construir un aula múl-tiple para desarrollar diferentes acti-vidades como teatro, dinámicas con los adultos mayores, con los jóvenes, y la emisora comunitaria. “La cons-trucción del aula por parte de CHF surgió a partir de la visita al proyecto. El impacto inicial no fue tanto por los resultados sino porque la gente tiene sueños, a la gente le brillan los ojos, la gente ya no pide sino que aporta.”

La obra se construyó y una vez se entregue a la comunidad tendrán allí lugar actividades planeadas y desarrolladas con anticipación: “La idea es que hay una contrapartida comunitaria para que se apropien del espacio. En este momento la gente ya sabe cómo lo va a pintar, cómo lo va a proteger, cómo lo va a decorar. Se trata de buscar que cada recurso que llegue a la comunidad tenga desde el inicio una proyección a futuro.”

Jacqueline MorenoProyecto Laudes Infantes

Puente de acceso a la reubicación de Bahía Cupica, Chocó, 2005.

Proyectos de reconstrucción de municipiosDescripción de algunos casos significativos

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Centros de desarrollo comunitario

Los centros comunitarios, ca-sas indígenas y hogares

campesinos, definidos y diseñados por las propias comunidades, bus-can brindar espacios que permitan desarrollar diversas manifestaciones culturales y educativas, y propician la participación de los habitantes en actividades de tipo comunitario.

Las casas indígenas son hogares de paso. Con el trabajo liderado por CHF, se apoyaron proyectos que benefician a koguis, arhuacos, kankuamos, wuiwas, entre otras comunidades indígenas de la Sie-rra Nevada de Santa Marta. En su interior los indígenas crearon unas karankúas, sitios tradicionales de reunión elaborados con materiales no procesados, traídos de la Sierra, y construidos según las costumbres

sagradas. Allí también funciona un centro de artesanías con tienda artesanal y cocina, lavadero, habi-taciones, baterías sanitarias, y tiene un espacio para reuniones y capa-citación. Los indígenas lo sostienen, con apoyo de la administración municipal.

Los hogares campesinos acogen niños de las zonas rurales que vienen a estudiar y encuentran allí una opción para terminar su bachillerato, ya que por sus bajos recursos no pueden pagar alimentación y habitación. Cuentan con un salón múltiple que sirve de comedor, cocina, lavadero, habitación de los jóvenes (hombres y mujeres), y biblioteca. Tiene capacidad para 60 usuarios.

La gente regresa

Los habitantes del corregimiento de San José de Urama, en el municipio de Dabeiba, en Antioquia, pensaron en salir de su lugar de origen debido al temor que les ocasionaban los en-frentamientos de los grupos armados. Dadas estas circunstancias el munici-pio, a través del personero, el alcalde, y el sacerdote de la parroquia hablaron con la comunidad para evitar que se desplazaran. Omar Amaya, jefe de pla-neación de Dabeiba acompañó e hizo la interventoría del proceso en el que se diseñó y construyó el hogar juvenil del corregimiento, una obra que sirvió para retener a las familias y a sus hijos quienes podrían contar con un hogar de paso y continuar sus estudios.

“La idea era construir una obra de interés social y que perdurara en el tiempo, expresa Amaya, lo que generó un proceso participativo de la comu-nidad. Entre varias opciones que sur-gieron al principio ellos eligieron por votación la construcción del hogar juvenil campesino.” Bajo el auspicio de AID y Acción Social se construyó entonces un hogar de dos pisos, amplio, con capacidad para atender entre 60 y 80 estudiantes. Inicialmente el municipio donó el terreno y la co-munidad participó en la adecuación del mismo. Luego, la responsabilidad de la obra recayó sobre el contratista quien acogió todos los cambios y sugerencias de la comunidad.

El padre Martiniano Rueda, párro-co del corregimiento, ha aportado su trabajo y su fe en la comunidad: “Este proyecto está beneficiando a 55 inter-nos y 10 externos que son jóvenes que quieren estudiar pero cuyos padres son de muy escasos recursos. Allí se hacen también actividades culturales y reuniones con padres de familia. La comunidad tuvo una buena reacción frente a la obra y está a la expectativa de todo lo que está ocurriendo; con la construcción se sensibilizó a la gente y muchos están regresando. Gente de Medellín, de Dabeiba, de Uramita, que no tenían posibilidad de estudiar, retornaron a la institución. Por ello la comunidad está muy agradecida.”

Omar AmayaJefe de Planeación de DabeibaPadre Martiniano RuedaPárroco San José de Urama

CHF | Proyectos de reconstrucción de municipios

Centro de desarrollo comunitario y cultural, Urumita, La Guajira, 2005.

Las kankurúas de la casa indígena, comunidad wuiwa, San Juan del Cesar, La Guajira, 2005.

Tipo de proyecto Total de Departamentos Municipios proyectos que cubre que cubreCentros comunitariosy culturales 13 7 13Proyectos educativos 16 10 15

Donantes USAID-ACCIÓN SOCIAL

CHF | Proyectos de reconstrucción de municipios

Un estadio para todos El municipio de Puracé fue fundado en 1782 y alberga una población compuesta por el mestizaje de indí-genas anaconas, yanaconas y coco-nucos. Situada al oriente del depar-tamento del Cauca, esta población al-berga alrededor de 18.000 habitantes distribuidos en cuatro corregimientos. Allí se encuentra el volcán del Puracé que en lengua indígena significa “montaña de fuego”.

Esta población no estuvo exenta de las consecuencias del conflicto que vive el país. Como lo narra Hermes Melo, un líder comunitario de la zona: “Aquí hemos sufrido hostigamientos y tomas guerrilleras en las que queda-ron devastadas la casa parroquial, el puesto de Policía, la galería y el colegio; además, 19 viviendas fueron totalmen-te destruidas y 70 tuvieron averías de consideración en techos y paredes.” En atención a estas acciones bélicas, el Estado apoyó a la población a través de la Red de Solidaridad como com-pensación por los daños sociales que la comunidad sufrió en esos ataques.

Una de estas compensaciones fue la construcción de un polideportivo que, según Hermes, “superó nuestras expectativas, ya que es un escenario que puede albergar tranquilamente unas 2.000 personas. Allí hemos realizado eventos de tipo deportivo, cultural y social. Es un lugar ideal porque es fresco y muy grande, posee unidades sanitarias adecuadas, está bien iluminado, tiene una disposición espectacular para cualquier evento y hasta tiene camerino. Logramos ter-minarlo en sólo cuatro meses gracias a la ejecución de CHF y el aporte de la Red de Solidaridad.”

Este centro polideportivo ha ge-nerado tantas expectativas que ya está en proceso la construcción de una piscina térmica y un kiosco tipo bohío, adyacentes a la edificación. Como lo recalca Melo: “esta obra es imponente y de gran función social. Hacer este polideportivo fue un acier-to. A veces, la parte social se descuida en las comunidades y se enfocan sólo en la salud; aunque sabemos que ésta es fundamental, también creemos que salud es recreación, es cultura y es deporte.”

Hermes MeloLíder comunitario

Recreación

Como producto de la priorización de

proyectos que realizan las comu-nidades afectadas por el conflicto, y con recursos de Acción Social, se mejoran o construyen canchas polideportivas, orientadas a brindar espacios para el sano esparcimiento de la población beneficiaria y, en general, como alternativa de ocupa-ción del tiempo libre.

Aparte de las actividades deportivas estos espacios sirven para reunio-nes de la comunidad, presentacio-nes culturales, fiestas patronales, etcétera.

A partir de los recursos disponibles se puede estimar el alcance de la obra y decidir si se construye una cancha deportiva o, dependiendo de los recursos asignados, se hacen baterías sanitarias. La administración municipal aporta el lote que debe ser adecuado por la misma o por la comunidad.

Un comité de veeduría es el encargado de servir de enlace entre el contratista de la obra y la comunidad, y de fiscalizar el manejo correcto de las partes técnica y administrativa.

Polideportivo cubierto, Puracé, Cauca, 2004.

Polideportivo, Silvia, Cauca, 2004.

Tipo de proyecto Total de Departamentos Municipios proyectos que cubre que cubreCentros deportivos 9 8 9Parques municipales 2 2 2

Donantes USAID-ACCIÓN SOCIAL

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CHF | Proyectos de reconstrucción de municipios

En el área de Reconstrucción de Municipios es prioritaria

la atención a las viviendas afectadas por los atentados terroristas, para evitar así el desplazamiento de la población.

Cuando ocurre un atentado terrorista Acción Social es la responsable de reconstruir las viviendas y debe evaluar los daños

Reconstrucción de vivienda

Reconstruir la esperanza

El municipio de Llanadas, en Nari-ño, fue creado apenas en 1991 y, sin embargo, ya ha sufrido numerosos problemas de orden público a pesar de ser una zona donde la gente es muy pacífica. Así lo asegura Fernando Manolo Escobar, personero munici-pal, quien estima que el municipio lastimosamente se ha visto involucra-do en el conflicto armado que vive el país y que perjudica notablemente a la población civil.

Según Escobar, en enero de 2004 una incursión guerrillera afectó 135 viviendas de las cuales 60 fueron destruidas casi en su totalidad; inclu-so algunas quedaron prácticamente borradas. “Nosotros no teníamos la experiencia para buscar apoyo ni del Gobierno, ni de las entidades interna-cionales para que colaboraran con asistencia humanitaria de emergen-cia. Tampoco para que nos ayudaran con un programa reconstrucción de las viviendas afectadas.”

Sin embargo, el municipio ha aprendido en el camino, aportando soluciones a la crisis. Con la asistencia del programa de reconstrucción de vivienda que lideran Acción Social y CHF se ha logrado la recuperación de las estructuras y de las fachadas de las viviendas. “Estas casas quedan muy bonitas gracias a los subsidios que nos dieron para resanar los mu-ros, pintarlas y hasta poner puertas nuevas. Todo se ha hecho evaluando la afectación de la vivienda para asignar así los recursos adecuada y equitativamente.”

Una franja grande de la pobla-ción ha resultado beneficiada con esta alianza, al menos 175 familias, que corresponden a la mitad de la población de Llanadas. Según el personero este programa, además, “es interesante porque le da oportu-nidad a personas de la región para trabajar en obras de construcción y así generar empleo dentro de nuestra comunidad. Sin esta ayuda nuestra gente estaría viviendo en condiciones terribles y sin ninguna garantía de calidad de vida.”

Fernando Manolo EscobarPersonero municipal de Llanadas

en los ocho días siguientes al suceso. Con esta evaluación se hace el presupuesto de reparación o rehabilitación atendiendo a cada familia hasta con ocho salarios mínimos. Posteriormente, CHF apoya la contratación y el desarrollo de las obras presupuestadas. En algunos casos la comunidad aporta su mano de obra.

Corrección de falla estructural en vivienda, Cumbitara, Nariño, 2004.

Tipo de proyecto Total de Departamentos Municipios proyectos que cubre que cubreReconstrucción de vivienda 12 6 12

Donantes USAID-ACCIÓN SOCIAL

CHF | Proyectos de reconstrucción de municipios

Los centros de atención bá-sica en salud en las áreas

rurales son otra de las prioridades señaladas por las comunidades. El programa apoya la construcción de consultorios médicos, odontológicos, sala de vacunación, salas de espera. Estos centros tienden a mejorar las condiciones de salud de los habi-tantes porque cuentan con espacios adecuados para las consultas médi-cas y las campañas odontológicas y de vacunación que se programan en las zonas atendidas.

Los centros de atención básica en las áreas rurales son otra de las prioridades señaladas por las comunidades. El programa apoya la construcción de consultorios médicos, odontológicos, salas

de vacunación, salas de espera. Estos centros tienden a mejorar las condiciones de salud de los habitantes porque cuentan con espacios adecuados para las consultas médicas y las campañas odontológicas y de vacunación que se programan en las zonas atendidas.

Equipamiento comunitario

Infraestructura vial y de servicios

Otra de las obras que priorizan las comu-

nidades afectadas por ataques terroristas es la reparación o suministro de energía, que en las áreas rurales es un servicio básico que eleva la calidad de vida porque permite el desarrollo de actividades adicionales en horas de la noche, que congregan a la familia y a la

comunidad. Igualmente, mejorar la infraestructura vial en las veredas permite la salida de los productos que los campesinos cultivan en sus fincas, incrementando el nivel de ingresos de las familias y diminu-yendo el tiempo utilizado para el

Apertura de la vía al corregimiento de

Hoyopilón, Ábrego, Norte de Santander, 2005.

Centro de salud, corregimiento Siberia, Fundación, Magdalena, 2005.

Adecuación de aulas, vereda El 50, Fundación, Magdalena, 2005.

transporte con animales de carga, lo que posibilita la realización de otras actividades. CHF, con los recursos del programa, realiza la contratación y seguimiento de obras de mejora-miento de las vías, y los municipios aportan la maquinaria.

Tipo de proyecto Total de Departamentos Municipios proyectos que cubre que cubreVías 7 5 5Electrificación rural 1 1 1

Donantes USAID-ACCIÓN SOCIAL

Tipo de proyecto Total de Departamentos Municipios proyectos que cubre que cubreCentros de salud 11 6 9Plazas de mercado 1 1 1

Donantes USAID-ACCIÓN SOCIAL

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Este libro se terminó de imprimir en diciembre de 2006 en los talleres de Gráficas Gilpor Ltda.,

en Bogotá, con una tirada de 500 ejemplares. Se compuso en caracteres Myriad Pro 9/12 puntos y se

imprimió sobre papel propalcote de 115 y 300 gr.

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Cambios que

nos cambian

Programa de Asistencia Humanitaria a Población en Situación de Desplazamiento en Colombia. Con el apoyo de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América (PRM).