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CAMBIO CLIMATICO, RIESGOS Y PROTECCIÓN CIVIL:
En la cuenca baja del río Pánuco, Tamaulipas, México
Coordinadores:
Alfonso Tello Iturbe José Alberto Gómez Isassi
Luis Alberto Mendoza Rivas María Eugenia Rosas Rodríguez
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CAMBIO CLIMATICO, RIESGOS Y PROTECCIÓN CIVIL:
En la cuenca baja del río Pánuco, Tamaulipas, México
ISBN: 978-84-16874-69-9
© Alfonso Tello Iturbe
© José Alberto Gómez Isassi
© Luis Alberto Mendoza Rivas
© María Eugenia Rosas Rodríguez
Universidad Autónoma de Tamaulipas
Diseño portada: Elsa Leticia Ortiz Alanís Imagen: Desembocadura del Río Pánuco, Tampico, México. Edición: Luis Mendoza Rivas
Noviembre, 2016
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I N D I C E.
Presentación: Alfonso Tello Iturbe, María Eugenia Rosas Rodríguez I
Capítulo I 1
“Importancia de identificar y evaluar los contaminantes en los recursos hídricos del sur de Tamaulipas”. Jazmín E. Ruiz Maraboto
Capítulo II 14
“Dimensión social para la mitigación y adaptación al cambio climático del sistema lagunario del río Tamesí (SLRT)”, José Luis León Hurtado y Jorge Nieto Malpica
Capítulo III 33
“Impacto por degradación de suelos en el destino final de residuos sólidos: Ciudad Madero, Tamaulipas”. Rodolfo Garza Flores, Ricardo Tobías Jaramillo y Roberto Pichardo Ramírez
Capítulo IV 49
“Características generales de los asentamientos irregulares”. Pedro Hernández Cortes
Capítulo V 76
Riesgos en la zona conurbada de Tampico” Rosalba E. Treviño Sandoval
Capítulo VI 95
“Vulnerabilidad de los riesgos urbanos”, Elsa L. Ortiz Alanís,
Capítulo VII 133
Vulnerabilidad y riesgo frente a inundaciones catastróficas en la zona conurbada del sur de Tamaulipas”, Lidia Rangel Blanco,
Capítulo VIII 153
“Las redes sociales en la comunicación de riesgos y crisis: Oportunidades y retos”, José Alberto Gómez Isassi y Fernando Treviño Espinosa
Capítulo IX 170
“Intervención y acción comunicativa: retos que nos plantea el cambio climático” Fernando Treviño Espinosa y José A. Gómez Isassi
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Capítulo X 185
la “Comunicación ciudadana organizada por el uso de las tecnologías de la información para prevenir y remediar riesgos naturales”
Susana Gómez Loperena, Guadalupe Alicia Cavazos Velásquez Capítulo XI 198
“El sistema de protección civil del Estado de Tamaulipas”.
Carmina Elvira Elvira, Leticia Caloca Carrasco y Luis Moral Padilla
Capítulo XII 214
“La responsabilidad civil del estado ante la impunidad en el sistema de protección civil: análisis del marco jurídico”. Ramón Martínez Padilla, Isaias Martínez Trejo y Miguel Cabrales Lucio
I
Presentación
La Unidad Académica de Ciencias Jurídicas y Sociales (UACJS) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) campus Tampico-Madero, a través del Cuerpo Académico “Desarrollo Regional y Sustentabilidad” presenta los siguientes los trabajos de investigación realizados por profesores e investigadores, relativos al cambio climático, responsabilidades de protección civil y sociedad que se vinculan con los riesgos que enfrenta la población en la región de la parte sur del estado de Tamaulipas, México.
Precedidos de tres foros regionales en materia de desarrollo regional y riesgos y vulnerabilidad social en la huasteca, se consideró que el “Cambio climático y sus manifestaciones constituyen diferentes tipos de riesgos que afectan a los diferentes estratos sociales de la población” representa la oportunidad para analizar la problemática regional en materia de riesgos hidrometeorológicos y antrópicos.
El cambio climático es un fenómeno que se evidencia con mayor intensidad en las últimas décadas, entendido como un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos comparables
Los efectos del cambio climático son el resultado de manera directa o indirecta a la actividad humana, destacándose por evidentes aumentos en frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes, sequías, olas de calor y heladas sin precedentes, aunque, es de esperarse que los peores efectos de éste estén por venir.
El impacto de los desastres naturales de las últimas décadas, se refleja en alarmantes cifras de víctimas, destrucción y pérdidas económicas que influyen en el retraso del desarrollo social, económico y cultural de los países y en la calidad de vida de sus habitantes. El cambio climático es una de las problemáticas más importantes vinculadas al desarrollo y a la seguridad estratégica de los países, por lo que se ha convertido en un asunto de preocupación creciente a nivel internacional.
Los eventos derivados del cambio climático, infieren la necesidad de buscar en los avances de la ciencia y la tecnología las respuestas que reclama la seguridad social y ambiental, además de contribuir al desarrollo de estrategias para frenar los embates de este cambio así como implementar medidas de mitigación y adaptación para superar sus efectos.
El libro tiene como objetivo presentar diversos análisis y experiencias en relación al cambio climático, los desastres naturales y antrópicos que hacen más vulnerable a la sociedad y comprometen su desarrollo económico, social y ambiental sustentable. Asimismo. Muestra con especial interés reflexiones para valorar los avances del nexo entre la ciencia y las políticas y nuevas vías de creación de capacidades para enfrentar y mitigar este fenómeno, a través de la creación de una cultura del riesgo que sumada a las acciones previsoras y de reconstrucción de protección civil, resulten beneficiosas para esta parte del estado.
II
Cambio climático, riesgo y vulnerabilidad social
El mundo es vulnerable al cambio climático y los países están poco preparados para sus efectos y los riesgos que se derivan de éste sobre todo México y sus zonas costeras, ya que los eventos meteorológicos extremos suelen ser cada vez más recurrentes e intensos. Las actividades humanas impactan en el calentamiento global e impone riesgos a los sistemas humanos y naturales, por lo que se deben evaluar los efectos, la vulnerabilidad, la adaptación y mitigación. Además es necesario generar acciones estratégicas a través de las redes sociales que exhorten a la población participe activamente durante las etapas más críticas de cada evento y contribuya para el desarrollo de una cultura del riesgo en el área.
Es evidente que las poblaciones vulnerables a fenómenos meteorológicos extremos lo serán aún más en el contexto del cambio climático, ya que el impacto de eventos asociados como huracanes, tsunamis, inundaciones y sequías, deteriorarán aún más sus capacidades de respuesta, por tanto durante el diseño de estrategias, todos los sectores de la población deben ejercer funciones muy importantes.
Por lo anterior el cambio climático constituye una de las mayores amenazas y retos globales a los que se enfrenta la humanidad en este siglo, pero de manera particular las zonas costeras, que si no se prevén acciones preventivas y la cimentación de una cultura del riesgo, no estaremos en condiciones de disminuir el grado en los daños que perjudiquen en la sociedad, la economía y el medio ambiente; asimismo debe tenerse presente que las consecuencias más ´perjudiciales las viven los estratos sociales más pobres y en desarrollo, ya que son los más vulnerables.
Los diferentes trabajos abordan acciones donde las redes sociales son un factor importante en materia de comunicaciones que, sumadas a las actividades del personal de protección civil, pretenden incrementar la resiliencia en las clases marginadas que viven mayores afectaciones por estos fenómenos que por sus características están vinculados con los ecosistemas y ciudades costeras, la vulnerabilidad social, la seguridad alimentaria, el agua, ambiente y diversidad biológica.
Esta obra aborda temas muy variados con una visión multidisciplinaria que mantiene una
estrecha relación con los problemas derivados de este fenómeno ya que adquiere nuevas
connotaciones de peligrosidad.
En su trabajo “Importancia de identificar y evaluar los contaminantes en los recursos hídricos del sur de Tamaulipas”, Jazmín E. Ruiz Maraboto, nos comenta algunos resultados de su investigación relacionados con la presencia de contaminantes emergentes en los recursos hídricos al Sur de Tamaulipas, y las consecuencias que provocan en los organismos vivos. Este tipo de contaminantes no cuentan con una regulación ya que están presentes en productos de higiene personal, médicos y otros, teniendo distinto origen y naturaleza química, su presencia ha pasado inadvertida. Por tanto es necesario conocer el origen, transformación y efectos
III
para implementar mecanismos en el tratamiento del agua y garantizar su calidad, por lo que se revisan algunos tipos de contaminantes más relevantes y los efectos en los ecosistemas lacustres más importantes de la zona. Desde la “Dimensión social para la mitigación y adaptación al cambio climático del sistema lagunario del río Tamesí (SLRT)”, el Cambio climático para José Luis León Hurtado y Jorge Nieto Malpica afecta todos los sectores de la sociedad y sus efectos amenazan a la humanidad en su conjunto y la región Metropolitana de Tampico, Madero y Altamira, así como las zonas aledañas al Río Pánuco. Las actividades contaminantes en nuestra región y específicamente en el Sistema Lagunario del Río Tamesí (SLRT) son claramente contrarias a la ley, desde los tratados internacionales, las constituciones nacionales y las normas locales. En forma específica y como resultado de 25 años de monitoreo así como de realizar actividades de saneamiento y aprovechamiento racional del agua y de protección del medio ambiente, en la zona conurbana de Tampico se presenta un diagnóstico de la Laguna de El Chairel, única fuente de abastecimiento de agua para el consumo humano para la zona. En este capítulo se refiere a la detección de doce amenazas urgentes de atender a fin de evitar un colapso en esta fuente de abastecimiento. En relación con el capítulo “Impacto por degradación de suelos en el destino final de residuos sólidos: Ciudad Madero, Tamaulipas”, Rodolfo Garza Flores, Ricardo Tobías Jaramillo y Roberto Pichardo Ramírez, comparten un estudio de la Administración medioambiental, en relación con el inadecuado depósito de residuos sólidos urbanos en el tiradero a cielo abierto (TCA); sustentado en la identificación de los problemas de contaminación a asentamientos humanos periféricos en el TCA, con apoyo de imágenes, fotografías aéreas, realizados en los años 1976 y 1995, que describen la evolución histórica del paisaje y diagnóstico medioambiental en asentamientos humanos periféricos al TCA, en la que aplican la Ficha de Identificación y Caracterización de Tiraderos Municipales (FICTIM), y obtienen entre los resultados, que la administración del TCA es municipal e iniciaron sus labores en 1987 y se consideró que para el año 2004, la administración en turno gestionaría la clausura y saneamiento del mismo, cuenta con una superficie de 10 hectáreas y una distancia de 150 metros que separa los asentamientos. En el capítulo “Características generales de los asentamientos irregulares”, Pedro Hernández Cortes, analiza las condiciones económicas, sociales y ambientales que presentan los asentamientos irregulares, donde destaca las características de la infraestructura urbana, servicios básicos y calidad de los establecimientos educativos y de salud para comprender las condiciones de vida y estrategias de sobrevivencia de los habitantes de estos espacios de riesgo. El acercamiento permitió conocer el proceso de autoconstrucción de las viviendas, materiales utilizados (reciclaje), el espacio y las dimensiones, así como el número de habitantes por vivienda. Se la observaron las cuestiones sanitarias y de salud que prevalecen en la población de estos sitios, al mismo tiempo que se clasifica el tipo de riesgos que enfrentan y las acciones implementadas para su protección, especialmente de los grupos vulnerables como los menores de edad, ancianos y discapacitados.
IV
Por su parte, Rosalba E. Treviño Sandoval, con el tema “Riesgos en la zona conurbada de Tampico” las condiciones climáticas y geomorfológicas de la zona conurbada de Tampico, haciendo énfasis, en los problemas que enfrentan los asentamientos localizados en zonas de alto riesgo que ubican a Tampico en posición de vulnerabilidad ante la presencia de fenómenos naturales. De acuerdo con Romo (1996), algunos de estos fenómenos, por la magnitud y alcance en la región, pueden afectar a un amplio territorio que comprende más de 60 municipios en la Huasteca con una población superior a 1 millón y medio de habitantes. Por tanto, el apoyo a la población requiere de una movilización institucional coordinada que involucre a los tres niveles de gobierno, sector productivo, y sociedad para alcanzar suficiente cobertura para atender las contingencias, así como de la canalización de recursos para atender, en un primer momento, la situación de emergencia y, posteriormente, para resarcir los daños y restablecer las condiciones de normalidad social y económica en la zona de estudio. Para Elsa L. Ortiz Alanís, el objetivo de su capítulo “Vulnerabilidad de los riesgos urbanos”, consiste en analizar la problemática social que presenta la ciudad de Tampico como resultado del crecimiento histórico de la infraestructura, la industria y los asentamientos humanos que se multiplicaron en las últimas décadas. Para este fin, se parte de una clasificación de los diferentes riesgos urbanos como los hidrometeorológicos en los que se incluyen lluvias torrenciales, huracanes, inundaciones y sequías; y los antrópicos más representativos de las actividades industriales como las fugas y derrames, explosiones, accidente de transporte, que son los que con mayor frecuencia se observan en esta región. Tomando en consideración que la incidencia de fenómenos naturales se ha multiplicado en la última década en el Golfo de México, para Lidia Rangel Blanco, el tema “Vulnerabilidad y riesgo frente a inundaciones catastróficas en la zona conurbada del sur de Tamaulipas”, eleva de manera importante la vulnerabilidad social como producto del cambio climático y de un modelo de desarrollo desigual. El riesgo y vulnerabilidad social obliga a reflexionar en torno a tres tipos de problemas interrelacionados: primero, la identificación puntual de los factores causales que explican el riesgo y su naturaleza cambiante; segundo, la necesidad de la prevención para tratar de minimizar el riesgo y, tercero, la respuesta social a los desastres. La discusión de estas vertientes permite identificar opciones para la gestión de la reducción del riesgo y la vulnerabilidad social, así como para el mejoramiento de los sistemas de respuesta, aplicando una metodología analítico deductiva y teórica documental, que permiten abordar estrategias de prevención en el eje temático de asentamientos libres de inundaciones. “Las redes sociales en la comunicación de riesgos y crisis: Oportunidades y retos”, desde el punto de vista de José Alberto Gómez Isassi y Fernando Treviño Espinosa, la perspectiva de la comunicación relacionada con la tecnología y las redes sociales como herramienta de comunicación que permean diferentes sectores de la sociedad y que han comenzado a transformar gobiernos, instituciones y prácticas sociales. La comunicación en situaciones
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de crisis es fundamental para la mitigación de los riesgos que requiere la coordinación tanto de las autoridades, participación de organizaciones y sociedad civil. En muchos casos las tecnologías de información y comunicación (TIC) han mejorado el desempeño de los medios de comunicación así como la capacidad de organización y comunicación de las personas, organizaciones y administraciones públicas. Las TIC a través de las redes sociales ofrecen nuevos espacios para la organización social y nuevas responsabilidades para los gobiernos como para las comunidades, cuyas funciones deben de ser coordinadas para prevenir situaciones de riesgo y disminuir la vulnerabilidad social en tiempos de crisis. En su trabajo “Intervención y acción comunicativa: retos que nos plantea el cambio climático” Fernando Treviño Espinosa y José A. Gómez Isassi, analizan la prevención del riesgo ambiental propiciando que investigadores, maestros y ciudadanos, integremos el equipo con comunicadores en la formación de redes de colaboración. Para los autores, la tecnología y la experiencia acumulada de situaciones anteriores, requiere organizar grupos de intervención, en acciones de gestión de información, asumirnos no solo como actores de la comunicación, sino como medios ciudadanos, capaces de producir contenidos e interactuar con el fin de integrar a la población en redes solidarias de prevención de riesgos y mitigación de desastres. En este entorno, fomentar redes de colaboración entre los diferentes actores de contextos regionales, generará información que determine un conjunto de derechos y obligaciones para coordinar estrategias de prevención predecibles y la mitigación de eventos meteorológicos críticos, potenciando la participación ciudadana en los medios de comunicación, Internet en redes, a partir de un análisis de procesos de resiliencia para promover la cultura de prevención de riesgo en un contexto de vulnerabilidad ambiental. Para Susana Gómez Loperena y Guadalupe Alicia Cavazos Velásquez, la “Comunicación ciudadana organizada por el uso de las tecnologías de la información para prevenir y remediar riesgos naturales”, requiere de la implementación de políticas públicas federales para la prevención de desastres naturales como la página web Reconstrucción MX y el programa de Brigada Digital con la participación ciudadana, abren el interrogante de hasta qué punto la ciudadanía mexicana está preparada para el uso de las TIC. El objetivo es conocer cómo las mujeres y los hombres se relacionan a través de la recepción de mensajes de medios masivos de comunicación vía Internet, prácticas de conectividad y comunicación ciudadana. El estudio fue exploratorio y cuantitativo con una muestra compuesto por 78 mujeres y 62 hombres estudiantes de comunicación de licenciatura y maestría, con un 97% de confianza. Durante el 2013-1 se aplicó un cuestionario de 162 preguntas cerradas. El medio de comunicación con mayor recepción en Internet fue la radio; la televisión cuenta con una audiencia media por internet. Y los mensajes en texto tienen muy poco monitoreo. Es importante mencionar que las mujeres son más asiduas a navegar en Internet, las más preocupadas y ocupadas en obtener información y reportar las condiciones en que se encuentren ellas y su comunidad.
VI
Desde el punto de vista legal “El sistema de protección civil del Estado de Tamaulipas” para Carmina Elvira Elvira, Leticia Caloca Carrasco y Luis Moral Padilla, al igual que en las treinta y dos entidades de la República Mexicana, Tamaulipas integró su sistema de protección civil estatal, a la organización del Sistema Nacional de Protección Civil. Este sistema está constituido por órganos, métodos y procedimientos que establecen las dependencias, organismos y entidades del sector público entre sí, con los sectores social y privado y con las autoridades municipales para llevar a cabo acciones coordinadas, destinadas a la prevención y salvaguardar de la población, sus bienes, así como del funcionamiento de los servicios públicos y equipamiento estratégico en los casos de riesgos, siniestros o desastres. Su objetivo es proteger a la ciudadanía y al medio ambiente, antes, durante y después de una emergencia o desastre provocado por agentes naturales o humanos. En este capítulo se analiza la organización y funcionamiento del Sistema de Protección Civil del estado, considerando el sustento normativo, tanto en el orden estatal como municipal. Respecto a la regulación de la materia municipal, se destaca que de los cuarenta y tres municipios que conforman el estado solamente doce cuentan con su correspondiente reglamento, mismo que es necesario para fundamentar la actuación de sus sistemas, también se examinó la Primer Meta Nacional del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 y diversos objetivos, estrategias y líneas de acción: Programa Nacional de Protección Civil 2014-2018 y Programa Sectorial de Gobernación El trabajo denominado “La responsabilidad civil del estado ante la impunidad en el sistema de protección civil: análisis del marco jurídico”, se enmarca para Ramón Martínez Padilla, Isaías Martínez Trejo y Miguel Cabrales Lucio en la innegable realidad del cambio climático, cuyos efectos se experimentan en todo el globo terrestre en el ámbito económico, ambiental, agrícola y social. La inexplicable mortandad de peces, el arribo de ballenas, la desorientación de las aves migrantes constituyen otro tipo de consecuencias, como la de los fenómenos naturales cada vez más peligrosos, inéditos, desastrosos y extraños, como tsunamis, tornados en nuevas zonas, sismos en lugares que nunca habían ocurrido, inundaciones devastadoras, mayor frecuencia de tormentas, nevadas atípicas temperaturas cada vez más altas o más bajas. El saldo de estos fenómenos ha sido de muerte, daños físicos y materiales, damnificados, lesionados, incapacitados, desaparecidos. Desde luego que el daño causado por estos fenómenos naturales, per se, no son resarcibles y cada afectado deberá aliviar su propio dolor. Pero, ¿hasta qué punto es posible que el Estado mitigue los efectos de estos fenómenos? ¿Podrán evitarse las pérdidas humanas y materiales? Recientemente se creó la Ley General de Protección Civil, su núcleo contempla los mecanismos y procedimientos para prevenir mayores efectos y proteger a personas determinadas y a las poblaciones, ante la contingencia de esta clase de fenómenos naturales. Por todo ello, se realiza un análisis jurídico de la Ley de Protección Civil en sus tres órdenes, en que se advierte una compleja estructura organizacional con múltiples atribuciones e incontables individuos, que impide la imputación concreta de responsabilidades. Por lo que, ante el incumplimiento de la ley por acción o por omisión, sobrevendrá el daño del cual deberá responder el Estado, según lo contempla la Teoría de la Responsabilidad Civil.
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Los diferentes capítulos abordan diversos análisis desde la perspectiva y experiencia de sus autores en torno a la problemática del riesgo y las diferentes manifestaciones derivadas del cambio climático en la zona conurbada del río Pánuco. Estas visiones resultan enriquecedoras ya que se integran estudios del orden económico, comunicacional, medio ambiental y legal, que contribuyen al logro de una apreciación multidisciplinar en relación con la interpretación de los riesgos y variadas formas para su reducción, prevención y mitigación.
Alfonso Tello Iturbe, María Eugenia Rosas Rodríguez
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IMPORTANCIA DE IDENTIFICAR Y EVALUAR LOS CONTAMINANTES EN
LOS RECURSOS HÍDRICOS AL SUR DE TAMAULIPAS.
Dra. Jazmín E. Ruíz Maraboto,
Resumen
Este trabajo enfatiza la importancia de identificar y evaluar la presencia de
los contaminantes emergentes en los recursos hídricos al Sur de
Tamaulipas. Las investigaciones sobre la contaminación del agua por
“residuos” no es novedoso, pero sí el análisis de las consecuencias de estos
en los organismos vivos. Este tipo de desechos que no cuentan con una
regulación, están presentes en una gran cantidad de productos de higiene
personal, médicos y otros teniendo distinto origen y naturaleza química, su
presencia en el medio ambiente, ha pasado en gran parte inadvertida así
como el impacto en este y organismos vivos. Por tanto, es necesario conocer
el origen, transformación y efectos con el fin de implementar mecanismos en
el tratamiento del agua y garantizar su calidad. Por todo ello, en este trabajo
se revisan algunos tipos de contaminantes relevantes y los efectos que
pueden tener en los organismos que viven y/o aprovechan el agua.
Introducción
El agua es un recurso natural indispensable para los ecosistemas y de los
seres vivos, su disponibilidad y manejo constituyen la base para lograr un
desarrollo sustentable en nuestro país. (Jiménez, B. 2012).
Los cuerpos de agua que abastecen a las poblaciones de este vital
líquido, son al mismo tiempo el medio para eliminar sus desechos, por
consecuencia una gran cantidad y calidad de residuos que son liberados se
han incrementado, con ello deterioran la calidad del agua en la región
(COMAPA, 2005).
La calidad del agua se refiere a sus características en cuerpos de
superficiales y subterráneos que afectan la capacidad de sustentar la vida
vegetal, animal y humana en estos, pueden ser físicas químicas y biológicas.
Asimismo es un atributo definido socialmente en función del uso que se le
dará como, agua potable para recreación, uso agrícola o industrial por lo es
necesario que contemos con estándares de calidad específicos según el uso
(Gil, M., Soto, A., Usma, J., Gutiérrez, O., 2012).
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La Comisión Nacional del Agua (Conagua) a través de su Red
Nacional de Monitoreo (RNM), realiza la medición sistemática de la calidad,
a través de mil ochocientos sitios distribuidos en la red primaria y
secundaria, ubicados en los principales cuerpos de agua del país. Cuenta
con trece laboratorios ubicados en organismos de cuencas en quince
direcciones locales. Además se lleva a cabo un monitoreo biológico en
algunas regiones del país para evaluar la calidad del agua con pruebas
fisicoquímicas y microbiológicas basados en parámetros ya establecidos y
métodos sencillos de bajo costo (índice de biodiversidad con organismos
bentónicos).
Para la evaluación de la calidad de agua se utilizan tres indicadores
que la Comisión Nacional del Agua (Conagua):
Indicadores principales para evaluación de calidad de agua
1 Demanda Bioquímica de Oxígeno a cinco días (DBO5), que determina la cantidad de materia orgánica biodegradable
2 Demanda Química de Oxígeno (DQO) que mide la cantidad total de materia orgánica
3 Sólidos Suspendidos Totales (SST), mide los sólidos suspendidos que tienen origen en las aguas residuales y la erosión del suelo. Fuente: Atlas digital del Agua 2012- Sistema Nacional de Información del Agua
El incremento de concentración de los dos primeros indicadores inc ide
en la disminución del contenido de oxígeno disuelto en los cuerpos de agua
que trae como consecuencia una afectación a los ecosistemas acuáticos. El
aumento de Demanda Química de Oxígeno (DQO) indica la presencia de
sustancias provenientes de descargas no municipales. Un incremento en los
niveles de Sólidos Suspendidos Totales (SST), trae como consecuencia que
los cuerpos de agua pierdan su capacidad de sostener la diversidad de la
vida acuática, como se observa, estos parámetros permiten reconocer las
condiciones del agua para los diversos usos.
Otros parámetros que se registran en los sitios de la Red Nacional de
Monitoreo (RNM) están integrados por coliformes fecales, concentración de
nitratos y fosfatos, dureza, oxígeno disuelto y pH. (CONAGUA, 2013).
Actualmente existe un creciente interés en estudiar contaminantes que
forman parte de fármacos, productos de uso personal, surfactantes,
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retardantes del fuego, aditivos industriales, esteroides y hormonas, así como
subproductos de desinfección (Becerril, 2012), que se han dispersado
ampliamente en el ambiente y están presentes en aguas superficiales, como
resultado de una mala disposición de residuos sólidos identificados con el
nombre de contaminantes emergentes. (COMAPA, 2005).
Contaminantes emergentes
Las actividades que desarrolla la sociedad causan alteraciones en los
recursos hídricos al mezclarse con una serie de sustancias presentes en
muchos de los productos químicos que usamos para lograr el confort de
vida, al desarrollar diversas actividades de convivencia, progreso, salud,
ente otros, estos contaminantes son identificados con el término
“contaminantes emergentes” (CE), que son compuestos con distinto origen y
naturaleza química, que han dificultado en el pasado su presencia,
distribución y concentración en los recursos hídricos, pero con el desarrollo
de técnicas analíticas de gran precisión en la actualidad se ha logrado
identificar estos contaminantes tanto en aguas residuales como en el agua
potable que consume la población en la zona de estudio.
Su nombre “emergentes” se refiere la inexactitud que existe para su
definición ya que presentan características químicas con nuevas estructuras
(grupo funcional), tipos de uso (en industria o de consumo), tipo de efectos
(interacciones nuevas), y mecanismos de acción (de fuente u origen).
(Estrada, et. Al; 2013). Se desconoce los efectos de estos a largo plazo
(Fariñas, 2012).
Los contaminantes emergentes han teniendo un impacto ecológico, y
efectos adversos en todos los organismos vivos, presentando rutas de
exposición que no habían sido consideradas, agregando que no necesitan
estar constantemente en el ambiente para causar efectos negativos en estos
por sus altas tasas de transformación/remoción (Durán, 2013).
Su concentración es del orden de los nanogramos por litro (μg/L) y son
de origen antropogénico, por lo que se dispersan en el ambiente y están
presentes en aguas superficiales, como resultado de una mala disposición
de residuos sólidos entre otros, es importante citar que no son eliminados
por medio de los sistemas convencionales de potabilización y depuración.
(Becerril, 2012). En la siguiente tabla se presentan los:
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Tipos de contaminantes emergentes en agua.
A Productos farmacéuticos y subproductos (metabolitos)
B Productos de cuidado personal (PCP),
C Agentes tensoactivos o surfactantes, retardantes de fuego, productos de desinfección. Fuente: Presencia y tratamiento de compuestos disruptores endócrinos en aguas
residuales de la Ciudad de México
Por otro lado, se ha demostrado que este tipo de contaminantes se
adhieren al ciclo hidrológico, debido a su persistencia.
Figura -.1 Ciclo del agua y contaminantes emergentes.
Fuente: Panel Científico-Técnico de seguimiento de la política de aguas.
Los efectos causados por los contaminantes emergentes se
encuentran aún en estudio pero se pueden enlistar los siguientes: disrupción
en la actividad degradadora de microrganismos en agua y suelo, en algunos
casos desarrollan resistencia a antibióticos en microorganismos patógenos.
Se ha detectado su presencia en ciertos compuestos farmacéuticos como
hormonas, naproxeno y ácido salicílico que son utilizados como marcadores
que indican que el agua ya ha sido utilizada. (Jiménez B. , 2012). Este tipo
de contaminantes (emergentes) al entrar en la cadena alimentaria fácilmente
pueden llegar a los seres humanos como se observa en la siguiente figura.
EDAR: estación depuradora de
aguas residuales
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Figura.- 2 Desplazamiento de contaminante emergente (CE). Fuente: Contaminación y calidad química del agua
A) Productos farmacéuticos
Su acumulación y concentración en cuerpos de agua había sido
indeterminada, pero es a partir de los noventa cuando se empiezan a
cuantificar en aguas, a través de concentraciones de partes por billón (ppb)
o por trillón (ppt). En países como España, Italia, Canadá, Francia y Brasil,
se reporta 500 toneladas de analgésicos por año en descargas al agua,
ácido salicílico y diclofenaco fármacos de mayor consumo mundial y con
mayor automedicación. En el caso de antibióticos que son también de amplio
uso en la salud, preservación de alimentos entre otros, han aumentado su
producción y consumo por su resistencia microbiana y por la expulsión de
estos hacia el exterior celular, entre estos destacan las tetraciclinas.
También se encuentran los antihipertensivos utilizados como control de una
de las enfermedades más común en el mundo la hipertensión arterial
(Jiménez C., 2011), y que en la zona está ubicado como uno de los
padecimientos más importantes, además de la diabetes y el sobrepeso.
Analgésicos Antibióticos Antihipertensivos
Los disruptores endocrinos (DE)
Son fármacos que interrumpen o alteran las funciones endocrinas que
se han encontrado en aguas de consumo humano (Barceló, L., López, J.,
CE
Figura_3 Fármacos
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2012), no se remueven con facilidad en las plantas de tratamiento de aguas
residuales y terminan en aguas superficiales y para consumo humano,
presentan consecuencias por exposición crónica con efectos tóxicos a través
de su ingesta (Gil, M., Soto, A., Usma, J., Gutiérrez, O., 2012)
Figura.- 4. Disruptores endocrinos (DE)
Efectos delos disruptores endocrinos en la fauna
A finales del siglo XX los biólogos documentaron alteraciones en el sistema
endocrino por exposición de disruptores endocrinos (DE) diferentes entre sí,
además de localizarse en distintas zonas, en la siguiente tabla se presentan
regiones y alteraciones.
Efectos disruptores endocrinos (DE) sobre la fauna silvestre
En 1952, en Florida (USA) se documenta la pérdida del instinto natural de aparearse y criar en las águilas calvas, el 80% de éstas eran estériles.
En 1959 en Inglaterra desaparecen las nutrias de los ríos 1965: en las granjas de visones del Lado Michigan (USA) perdían sus crías al poco tiempo de gestación, se relaciona con el alimento pescado del mismo lago que contenía policlorobifenilos (PCB) 1970: en el Lago Ontario se observó que los polluelos de gaviotas argéntea morían al salir de su cascarón con deformidades similares a los que produce la contaminación de dioxinas en pollos de laboratorio En 1990 en Inglaterra se observó la feminización de peces que habitan a la salida del vertido de depuradoras de aguas municipales. (Fariñas, 2012) 2007 Ciudad de México en el Lago de Chapultepec se mantienen con aguas residuales tratadas, se detectó que la reproducción del pez mexclapique “Girardinichthys viviparus” o mexcalpieu se ha visto alterado su proceso de reproducción (Guzmán, C., Zambrano, E., 2007). Fuente: Contaminación y calidad química del agua: el problema de los contaminates emergentes .
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Organismos afectados por disruptores endocrinos (DE)
Águila calva Nutria Visón Mexclapique
Productos de cuidado personal (PCP)
En general son de uso directo sobre el cuerpo humano, están dirigidos a la
alteración de olor, aspecto, tacto, sin tener gran actividad bioquímica, en
general se usan en mayor cantidad que las recomendadas o necesarias,
como: perfumes, fragancias, (policíclicos); agentes de protección solar
(Benzofenona); repelentes de insectos (N,N-dietiltoluamida), que a
diferencia de los compuestos farmacéuticos, pueden ser aplicados
directamente al ambiente como filtros de protección solar (UV) o ser
liberados dentro de las aguas recreacionales o volatilizados en el aire para
integrarse al agua. (Becerril, 2009)
Figura.- 6 productos de cuidado personal
Aseo personal Protector solar Repelente
Agentes tensoactivos o surfactantes
De estos compuestos se encuentran en las aguas del sistema hídrico dos
grupos los llamados tensoactivos aromáticos y los no anicónicos que se
utilizan como detergentes, agentes adherentes, emulsif icantes y espumantes
que al romper la tensión superficial del agua dando suavidad a la ropa,
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(nonoxinol-9), asimismo se utiliza como espermicida pero está probado que
puede ser causa de tumores cancerígenos. (Barceló, L., López, J., 2012).
Figura.- 9 Detergentes
Es importante mencionar que muchos de estos contaminantes
emergentes no están reglamentados, por tanto no hay normas registradas en
la legislación sanitaria que les incorporen para su identificación por ello la
SEMARNAT debe evaluar su incorporación así como determinar con la
mayor brevedad las medidas legales para su control y correcta disposición.
Sur de Tamaulipas
El sistema hidrológico de la zona conurbada Tampico-Madero-Altamira, está
constituido por los ríos Pánuco y Tamesí. La unión de estos ríos desemboca
en una de las corrientes más caudalosas de la República Mexicana con
desembocadura al Golfo de México (río Pánuco), otros cuerpos de agua de
la región está integrada por las lagunas que conforman el sistema Lagunario
del Río Tamesí que son las lagunas de Champayán, Carpintero, de la Puerta
y Chairel entre otras, siendo esta última la fuente que abastece de agua a la
zona del sur de Tamaulipas y parte del norte de Veracruz.
La ciudad de Tampico se localiza geográficamente en una región
expuesta a ser afectada por fenómenos hidrometeorológicos como lluvias
atípicas que se presentan en la actualidad, causando inundación en
diferentes zonas de la ciudad que afecta a los habitantes y su patrimonio,
pero también de manera importante por fenómenos antropogénicos,
representados por la industria química, petroquímica y petrolera que se
desarrolla en esta conurbación, y exigen una mayor atención de las
autoridades sanitarias en lo concerniente a contaminantes vertidos al agua,
suelo y atmósfera, por los procesos existentes.
9
Con el fin de remediar situaciones derivadas de las inundaciones en
las colonias Petrolera, Sierra Morena, Guadalupe, Lauro Aguirre, Reforma,
Smith, Aurora, Martock, Bellavista, Tolteca, Rodríguez, Trueba, Azteca,
Anáhuac y Volantín localizadas dentro de la cuenca hidrológica de la zona,
el municipio de Tampico inició en 2012 la construcción de los emisores de
drenaje pluvial en las avenidas conocidas como Ejército Mexicano y Martock,
para evitar que las calles realicen la función de un drenaje natural con la
construcción de una infraestructura hidráulica que no recibió las mejores
críticas desde su proyecto y que en la actualidad merece mordaces
comentarios de la ciudadanía por la cantidad de contaminantes que arrastra
hacia la laguna del Chairel. Las obras se aprecian en la Cuenca Cerrada,
Central-Poniente del Municipio de Tampico como se presenta en la siguiente
figura.
Estos emisores de drenaje pluvial que en teoría tienen la finalidad de
captar, conducir y descargar de manera adecuada y controlada estos
escurrimientos fluviales, en la práctica pasaron por alto el traslado de
grasas, aceites y basura en su trayecto a la laguna del Chairel por medio de
los túneles que vierten sus caudales en esta Zona Federal, por tanto, como
se dice coloquialmente “el remedio ha resultado más insano que la
Figura.- 8 Cuenca central Poniente
Fuente: Plan Estratégico para el drenaje pluvial del sur de Tamaulipas
10
enfermedad”, ya que los escurrimientos prueban en los hechos la gran
cantidad de contaminantes que son trasladados por las aguas y depositados
en este importante cuerpo de agua de la región.
Figura.-9 Localización emisores Avenida Ejército Mexicano y Martock
Fuente: Plan Estratégico para el drenaje pluvial del sur de Tamaulipas
El primero de estos escurrimientos se identifica con el nombre de
Avenida Ejército Mexicano, que descarga en la Laguna El Chairel y se
localiza a 1,000 metros aguas arriba de la bocatoma de COMAPA. El
segundo corresponde a la calle Martock con descarga en la Laguna El
Chairel a 500 metros aguas abajo de la bocatoma de COMAPA.
Como se ha comentado, la falta de una planeación de largo plazo evitó
que el drenaje pluvial se desarrollara de manera que el agua captada se
incorpore a lagunas sujetas a tratamiento para su reutilización posterior,
pero ello no ocurrió, y en la actualidad las construcciones realizadas
responden más a programas economicistas alejados de la sustentabilidad
que exige una sociedad como ésta.
11
Conclusión
Desde el trienio (1990-1992) ya se advertía un alto grado de contaminación
que excedía en ciertos parámetros físico-químico-bacteriológico, con
presencia de metales pesados al embalse de la laguna de El Chairel,
determinados por las Normas oficiales mexicanas. El rescate de la Laguna
del Chairel es urgente para detener el deterioro ecológico del vaso
abastecedor de agua potable para la población de Tampico y Madero.
Aunado a los problemas anteriores, el agua de lluvia como disolvente
universal, llevará consigo todo tipo de sustancias entre las que destacan los
contaminantes emergentes que no están sujetas a control alguno y que se
agrava como resultado de una falta de control, así como por una mala
disposición de residuos urbanos y de negocios localizados en el camino de
ésta hacia la laguna del Chairel que, como se ha mencionado, es fuente de
abastecimiento en la zona.
Lo anteriormente expuesto contribuye a la reflexión que pretende y
exige la inminente necesidad de ampliar el concepto de “calidad de agua”
además de aumentar la investigación de estos contaminantes, que por
negligencia de las autoridades o lo laxo de las legislación correspondiente
han evitado su aplicación, favoreciendo de esta manera a las industrias y
pasando por alto a la población que constituyen el objetivo primordial en
materia de salud pública (Durán, 2013). Pues la mayoría de estos
contaminantes al estar fuera de reglamentación exigen a la autoridad
competente se apliquen o determinen las normas correspondientes con
fundamento en sus efectos potenciales en materia de salud, además de
solicitar un sistemático monitoreo en relación a su incidencia en ciertas
enfermedades detectadas en zonas aledañas a los recursos hídricos
regionales que representan un gran capital natural y ecológico en la zona sur
del estado de Tamaulipas.
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14
DIMENSIÓN SOCIAL PARA LA MITIGACIÓN Y ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO DEL SISTEMA LAGUNARIO DEL RÍO TAMESÍ (SLRT)
José Luis León Hurtado
1
Jorge Nieto Malpica2
Resumen:
El Cambio climático afecta a todos los sectores de la sociedad, sus efectos
amenazan a la humanidad en su conjunto y la región Metropolitana de Tampico,
Madero y Altamira, así como las zonas aledañas al río Pánuco.
El Derecho brinda una alternativa. Sin embargo, las actividades
contaminantes en nuestra región y específicamente en el Sistema Lagunario del
Río Tamesí (SLRT) son claramente contrarias a la ley, desde los Tratados
Internacionales, las Constituciones Nacionales y las normas locales. En forma
específica3 y con base a 25 años de monitoreo y de realizar actividades de
saneamiento y aprovechamiento racional del agua y de protección del medio
ambiente, en la zona conurbana de Tampico, Madero y Altamira, presentamos un
diagnóstico de la Laguna de El Chairel, única fuente de abastecimiento de agua
para el consumo humano de la región. En esta investigación se describen doce
amenazas detectadas que es urgente enfrentar a fin de evitar un colapso en la
principal fuente de abastecimiento.
El Cambio climático futuro y el Orden Jurídico prevé la defensa del medio
ambiente, obliga a los Estados a tomar medidas y permitirá responsabilizar a
quienes causan el daño. En este sentido se convoca a profesionales y estudiantes
en Derecho de nuestra región apegarse a las leyes y reglamentos para que al
momento de autorizar edificaciones o construcción de infraestructura se privilegie
el respeto al medio ambiente, la cultura del agua, y el valor del Sistema Lagunario
del Río Tamesí, sostén del desarrollo de la región, de la vida de la sociedad actual
y de las generaciones futuras.
Palabras-clave: Sistema Lagunario del Río Tamesí (SLRT), zona
conurbana, cambio climático, frente común, adaptación y mitigación.
1 Licenciado en sociología (UNAM). Consultor General. Consejo Ciudadano del Agua del Estuario del río
Pánuco y monitoreando desde 1990 la laguna de El Chairel. 2 Licenciado en Ciencias de la Comunicación (ITESM) y Doctor en Comunicación y Periodismo (USC).
15
INTRODUCCIÓN
El Sistema Lagunario del Río Tamesí (SLRT) es el sistema de abastecimiento de
agua de la zona conurbana de Tampico, Madero y Altamira. En la actualidad, se
trata de la única reserva de agua dulce existente en la zona, que a la vez
coadyuva y asegura su desarrollo urbano, comercial e industrial. También
representa el conjunto de elementos integrados por las obras hidráulicas de
captación, almacenamiento, sedimentación, conducción, potabilización,
desinfección, regulación y distribución del agua para su consumo (ver Figura 1).
Figura 1.
El SLRT tiene una área aproximada de 213 km2, con una longitud de 38.4
km y un ancho de 5.6 km en promedio; con una capacidad de almacenamiento de
400 millones de metros cúbicos aproximadamente de agua dulce sobre 42 750
hectáreas; y permite el desarrollo pesquero, urbano e industrial de la zona
conurbada
En la década de los años cincuenta, en el SLRT se construyeron 6.5
kilómetros de diques vertedores a fin de evitar su contaminación por intrusión
16
salina en el seno de la Laguna de El Chairel, margen del Canal Americano, Cauce
del Rio Tamesí, Barrote del Estero El Camalote y Paso de Mata la Monteada en la
Laguna Camalote. La Longitud de diques que intercalados con 15.5 Km de
barrotes naturales del Sistema del Río Tamesí, suman 22 Km y forman una cortina
de tierra prácticamente natural con sus coronas a diferentes niveles, con una
elevación de 1.40 m que corresponde a los diques artificiales, así como sus
vertedores a una altura de 1.0 m sobre el nivel de marea alta media (Ver Figura 2).
Figura 2.
El Sistema Lagunario del Río Tamesí. Significa una reserva única conformada por
variados y valiosos ecosistemas acuáticos y terrestres marginales con su flora y
fauna (ver Figura 3).
Figura 3.
Diques de
17
Este importante sistema permite consolidar y asegurar el desarrollo urbano,
pesquero, industrial, petroquímico, de generación de energía y de riego agrícola
en el sur de Tamaulipas (ver Figura 4).
Figura 4.
Sin embargo, el ecosistema enfrenta graves amenazas a tal grado que se
cuenta entre los ecosistemas humedales en proceso acelerado de colapso, y si no
actuamos de forma inmediata, con responsabilidad y controlamos sus factores
negativos en forma expedita, podría provocarse su pérdida total.
En las industrias como en algunas colonias de la conurbación, la
disponibilidad de agua dulce de buena calidad se redujo significativamente, de
manera que desde el año 2001, nuestra principal y única fuente de agua dulce
renovable, se ha estado perdiendo.
Con la finalidad de visualizar mejor las amenazas de este gran humedal que
representa el SLRT, se presentan los impactos de manera simplificada así como
algunas interacciones establecidas entre ellas, sin pasar por alto los efectos
negativos que influyen para alcanzar una probable escasez del vital líquido
durante los estiajes y deterioro de la calidad de este recurso, emproblemando el
Sistema de abastecimiento de agua urbano, de corredores comerciales e
18
industriales para Tampico, Madero y Altamira en Tamaulipas; y para las
comunidades de El Moralillo, Tamos, Mata Redonda y Pueblo Viejo, en el estado
de Veracruz (Ver Figura 5).
Figura 5.
En este contexto, el cambio climático y la consecuente alteración en el ciclo
hidrológico constituye una amenaza adicional para el SLRT, afectado de por sí por
cambios en el uso de suelo, deforestación, sobreexplotación y contaminación del
agua.
Ante escenarios de clima futuro, es muy probable que se afecte la
capacidad del SLRT de proveer servicios ambientales al disminuir la calidad del
agua que lo caracteriza, producto de una mayor evapotranspiración aunada a una
19
futura y aguda intrusión de sedimentos y de agua salina.
Por lo que el Cambio
Climático es una amenaza prioritaria por enfrentar (Ver Figura 6).
Derrames de hidrocarburos
Sistema Lagunario del Río Tamesí (SLRT)
Cambio Climático
Amenaza prioritaria por enfrentar
Figura 6.
AMENAZAS E INTERACCIONES SIMPLIFICADAS DETECTADAS EN EL
SISTEMA LAGUNARIO DEL RÍO TAMESÍ
A continuación se enumeran doce factores negativos, amenazas e interacciones
simplificadas que se han detectado en el Sistema Lagunario de acuerdo a lo
observado por el periodo comprendido del año 2001 al 2014.
Laguna La
Laguna
Laguna
May
20
1er. Dato: 1er. Amenaza
Arrastres y depósito de azolves del Río Guayalejo-Tamesí hacia el SLRT debido al
alto grado de erosión en su cuenca hidrológica lo que dio como resultado la
destrucción de la vegetación acuática original y reducción del tirante de agua (ver
figura 7).
Figura 7
Erosión y deforestación que genera caudales en afluentes y arroyos en el
Guayalejo y Tamesí, cargados de lodo y sedimentación que se depositan y
extermina a la vegetación acuática nativa en el SLRT. Fotografía satelital de antes
y después que describen el impacto y la pérdida de más del 60% de cuerpos de
aguas claras (Ver Figura 7).
Pérdida de hábitats de las principales especies debida a cambios en el uso del
suelo para fines agropecuarios así como de desarrollo urbano (terrenos ganados
al sistema para la edificación de campos de golf, y construcciones diversas para
vivienda entre otras) e industrial (Ver Figura 8).
21
2do. Dato: 2da. Amenaza
Figura 8.
3er. Dato: 3er. Amenaza
Crecimiento de maleza acuática en forma crítica y sin control.
Crecimiento de maleza acuática en forma crítica y sin control que cubre grandes
extensiones de la superficie de lirio acuático, lo que constituye un elemento
fundamental para lograr un acelerado proceso de eutrofización que incide en la
calidad de agua, que abastece a la zona conurbada del sur de Tamaulipas (ver
Figura 9).
Figura 9.
Arrastres y depósito de azolves del Río Guayalejo-
Tamesí hacia el SLRT, debido al alto grado de erosión
en su cuenca hidrológica dando como resultado la
destrucción de la vegetación acuática original y
22
Contaminación por descargas de fuentes puntuales de aguas residuales urbanas e
industriales, y de fuentes difusas relacionadas con los fertilizantes empleados en
actividades agrícolas. Los impactos biológicos, físicos y químicos que provocan
los actuales drenes pluviales y futuros podrían llegar a ser de impredecibles
consecuencias para el organismo operador en sus procesos de potabilización así
como para la salud de la población de la zona conurbana. En este sentido es
urgente, el tratamiento integral de las aguas negras, el confinamiento y control
ambiental de los ex basureros municipales de Tampico, Madero y Altamira (Ver
Figura 10).
4o. Dato: 4ª. Amenaza
Áreas de la ciudad cuya lluvia y desagües pluviales desembocan en la Laguna del
Chairel
Figura 10.
Como consecuencia de la contaminación por descargas residuales industriales,
cinco humedales colapsados en el corredor industrial de Altamira, Tamaulipas.
Además de 60 derrames de hidrocarburos registrados en suelos agrícolas en los
últimos 5 años (ver Figura 11).
23
5º. Dato: 5ª. Amenaza
El Tratamiento de aguas negras y el control ambiental de los ex basureros
Figura 11.
Se enfrentan riesgos de contaminación por la posibilidad de accidentes carreteros
en el Libramiento Poniente que causen el derrame de materiales tóxicos al
sistema lagunar es importante señalar, que los incidentes previos de auto tanques
con productos tóxicos han quedado a metros del cuerpo de agua (ver Figura 12).
6º. Dato. 6ª. Amenaza
Figura 12.
Barberena
Garrapatas
Dulce
Garrapatas
Salado Norte
Cañón
Conejo Norte
Conejo Sur
Chango
24
En lo referente a la sobreexplotación del recurso pesquero. Las violaciones más
comunes son la utilización de equipo de desecho y la actividad de captura en
zonas restringidas, además de la introducción de especies invasoras como Carpa,
Negrillo y Pez diablo que ponen en peligro las especies nativas (ver Figura 13).
7º. Dato: 7ª. Amenaza
Figura 13.
El dragado y rellenos del Sistema Lagunario del Río Tamesí han regenerado
algunas áreas colapsadas y deteriorado otras de este valioso ecosistema. Esta
actividad hidráulica aplicada desde los años noventa se caracteriza por resultados
controvertidos, ya que existen declaraciones de autoridades que afirman que el
dragado aumenta los niveles de contaminación de las aguas y extermina la
vegetación acuática que biopurificaba al recurso hídrico, lo que afecta altamente el
ciclo reproductivo pesquero y la población de aves migratorias en la zona.
Por otro lado, otras versiones argumentan que los dragados son por regenerar
«regeneran» la dinámica hidráulica del SLRT. Asimismo justifican que el dragado
sirve para lograr una ampliación de los paseos y vías marítimas entre las
poblaciones del SLRT, un aspecto meramente urbanizador. Sin embargo, la
25
“regeneración” de este humedal deberá contemplarse en armonía con los valores
ambientales, sociales y pedagógicos del SLRT.
Por otra parte, los dragados y rellenos irregulares en el SLRT impactan con daños
irreversibles al ecosistema y generan numerosos riesgos de daños a la salud de la
población por el alto deterioro de la calidad del agua. Por ejemplo, las
consecuencias por rellenar áreas de corrientes naturales, interrumpen y desvían
los flujos hidráulicos, específicamente el de la laguna de La Herradura, contigua a
la del El Chairel, donde la obra de toma del organismo operador de abastecimiento
se encuentra a tan sólo un kilómetro de distancia, obras que son factores
expresamente prohibidos en la Ley General de Equilibrio Ecológico, además de la
Ley de Aguas Nacionales y su reglamento, ya que han provocado la desecación
de la parte noreste de este cuerpo de agua durante la temporada de estiaje (ver
Figura 13).
8o. Dato: 8ª. Amenaza
60 derrames de hidrocarburos en suelos agrícolas en 5 años y 5 humedales
colapsados en el corredor industrial de Altamira Tam.
Figura 13.
7to. Dato: 7ta.
26
Descarga de gases y partículas contaminantes a la atmósfera por la industria
petroquímica a pesar de que es una zona altamente industrial los gases y
partículas contaminantes no son monitoreados. Hoy en día se desconoce el status
del IMECA, pues no existe una red automática de monitoreo atmosférico con
estaciones configuradas en puntos estratégicos de la zona conurbana para su
medición (Ver Figura 14).
9º. Dato: 9ª. Amenaza
Contaminación por descargas residuales industriales
Figura 14.
Fuga y desperdicio de agua por diques en mal estado. El dique “El Camalote”,
desde el año 2001 permite escapar del embalse aproximadamente 12 m3/seg
hacia la zona salobre mientras que el volumen que se potabiliza para el
abastecimiento de la ciudad es de 7 m³/seg (ver Figura 15).
Monóxido de carbono Bióxido de azufre Ácido sulfhídrico Óxidos de nitrógeno y monóxido de nitrógeno Dióxido de nitrógeno
27
10º. Dato: 10ª. Amenaza
Fuga y desperdicio de agua por diques en mal estado
Figura 15.
El Agua se regula en forma independiente de otros recursos naturales y ha
predominado un enfoque de abundancia. Prevalece un esquema de gestión
centralizada. Las obras se analizan de manera cerrada, sin la participación
efectiva de actores sociales, tampoco hay deliberación pública. Respecto a la
información de obras, hay opacidad. No se proporciona información, solo la que
conviene. Se concesiona el recurso sin Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).
Pasando por alto, la participación social y la deliberación pública que son cruciales
para la factibilidad de proyectos de obra pública, y para alcanzar la gobernabilidad
en un entorno de transición democrática (Ver Figura 16).
11º. Dato. 11a. Amenaza
La política actual del agua: la administración de la abundancia
Acueducto Monterrey VI
Figura 16.
Una amenaza adicional por enfrentar, es el Cambio Climático en el sur de
Tamaulipas. Los aumentos registrados en temperatura reducen la disponibilidad
28
del recurso. Los proyectados por los investigadores hidráulicos y climatólogos, de
los centros académicos y de investigación locales, auguran que en el futuro
disminuirá la disponibilidad de agua en la región de Tampico, Altamira y Madero;
aun cuando la precipitación no cambie (según las proyecciones).
La sequía de medio verano o canícula ha sido cada vez más intensa y el déficit de
humedad de suelo en la cuenca aumentará en los primeros meses del año. El
superávit de agua disponible hacia el final del verano también disminuirá. Los
episodios de menor disponibilidad del agua para la zona metropolitana se volverán
más frecuentes al aumentar el número de días consecutivos sin lluvia y a mayores
temperaturas, mayores demandas del recurso. Además, el aumento de la salinidad
por aumento en la evaporación o el incremento de nutrientes, puede llevar a una
reubicación natural de la vegetación, de los asentamientos humanos y de las
actividades económicas que dependen del SLRT como son la pesca y la
acuacultura. Sin omitir que los altos valores en la temperatura provocan cada año,
que el nivel de la bocatoma de la colonia Altavista sea bajo (nula presencia de
lluvias), por lo que la población y la industria del sur de Tamaulipas enfrenta un
riesgo y serios problemas con el abasto, tanto en cantidad como en calidad (ver
Figura 17).
Cambio Climático
12ª. Amenaza que enfrentar
Precipitación, Huracán, Nivel crítico Bocatoma Laguna El Chairel
Figura 17.
29
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Es necesario instrumentar las bases para la integración de un frente común por
parte de la sociedad civil para la elaboración de un diagnóstico integrado de
adaptación al cambio climático del sistema lagunario del río Tamesí, que
constituya un marco de investigación, evaluación y propuestas de conservación y
protección de los efectos del cambio climático en este importante sistema.
Este frente común deberá implementar programas de ordenamiento ecológico,
reforestación, conservación y protección del Sistema Lagunario del Río Tamesí,
proponer obras emergentes de control para la adaptación y mitigación de los
efectos del cambio climático, así como fomentar la educación ambiental en la
población usuaria en el SLRT.
Resulta claro que la respuesta ante los factores negativos antes descritos y el
cambio de clima en la zona conurbana de Tampico, Madero y Altamira, debe ser la
restauración de la Cuenca del Guayalejo-Tamesí así como la regeneración y
conservación del humedal del SLRT, ya que de lo contrario los costos podrían ser
graves para la población urbana.
Sin duda es necesaria una cuantiosa inversión para rescatarlo, pero es aun una
prioridad a través de un frente común, tal como la elaboración del diagnóstico
mencionado ya que estamos en peligro de perder los servicios eco sistémicos de
los cuales depende el SLRT, e incrementar el riesgo de afectar la salud de la
población y por ende el desarrollo futuro de la zona y la región.
Entre las amenazas y opciones identificadas como de alta prioridad se encuentran:
El deterioro de la calidad del agua en la Laguna del Chairel, única fuente de
abastecimiento de Tampico y Madero, por lo que se deberá concretar la
reubicación aguas arriba de la captación de agua cruda de la planta
potabilizadora Altavista.
30
El mayor efecto negativo es el depósito de azolves del río Guayalejo-Tamesí
hacia el sistema lagunario.
La descarga de aguas pluviales municipales que contaminan y generan la
destrucción de la vegetación acuática original y reducción del tirante de agua.
La fuga y desperdicio de agua dulce por diques en mal estado. Ya que, la
política de adaptación implica el desalojo y control de azolves que se depositan
al SLRT; mediante la apertura de las compuertas del Canal Americano, el cierre
de canales para disminuir el ingreso de azolves a través de barreras de tierra,
la reforestación de la zona federal, el uso racional del agua, que hoy es
excedente y reducir los volúmenes de extracción mediante el reuso de agua y
el aprovechamiento de agua de lluvia.
La mayor amenaza en el futuro por los efectos del cambio climático es por
salinización debido al incremento en el nivel del mar. La intrusión de la cuña
salina se desplazará tierra adentro y la interface entre el agua dulce y salada
se moverá en la vertical reduciendo el grosor del lente de agua dulce, que es la
única fuente de agua que tenemos; es decir vamos a perder agua dulce por
mezcla con el agua marina. En apariencia tenemos mucha agua pero hay que
recordar que es un sistema muy vulnerable, por lo que hay que cuidar tanto la
calidad como la cantidad.
Por lo que se refiere a la política de adaptación, es fundamental la
rehabilitación y sobre elevación integral de los diques del SLRT.
Debe aplicarse rigurosamente el marco jurídico vigente en materia ambiental.
Revisar el marco normativo para integrar criterios de Cambio Climático.
Establecer un programa de conservación de la cobertura vegetal en los
municipios de la Cuenca Guayalejo-Tamesí.
Implementar programas de conservación de las zonas prioritarias de recarga y
descarga de acuíferos.
Fomentar la educación ambiental en el sector local, ponderando y haciendo
conciencia entre los estudiantes los efectos de cambio climático.
Certificar la sustentabilidad en la actividad turística a través de una Norma
Mexicana.
31
Contar con un sistema de Protección Civil que tome en cuenta los impactos de
cambio climático.
Crear e implementar instrumentos para internalizar los impactos ambientales
derivados del desarrollo industrial y económico de la región.
Instrumentar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), con criterios más
rigurosos que fomenten la compensación ambiental y la internalización de
impactos ambientales derivados del desarrollo económico.
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ownloads/Dialnet-VulnerabilidadYAdaptacionRegionalAnteElCambioClima-
2887461.pdf
33
IMPACTO POR LA DEGRADACIÓN DE SUELOS EN EL DESTINO FINAL DE RESIDUOS SÓLIDOS: CIUDAD MADERO, TAMAULIPAS
Dr. Rodolfo Garza Flores Dr. Ricardo Tobías Jaramillo,
M. I. Roberto Pichardo Ramírez
Resumen.
La presente investigación, está relacionada con el impacto derivado del
inadecuado depósito de residuos sólidos urbanos, en el tiradero a cielo abierto
(TCA) en el Municipio de Ciudad Madero; El trabajo, tiene sustento en tres
componentes de la gestión ambiental, su objetivo consistió en identificar la
degradación de suelos producto del depósito de residuos y la afectación a las
colonias localizadas en las cercanías, con el apoyo e interpretación de imágenes
de fotografías aéreas, de vuelos realizados en los años 1976 y 1995, que
permitieron describir la evolución histórica del paisaje y la realización de un
diagnóstico medioambiental en asentamientos humanos periféricos al botadero,
aplicando para ello la Ficha de Identificación y Caracterización de Tiraderos
Municipales (FICTIM), cuyos resultados dieron pauta para que la administración
municipal que iniciará en 1987, hiciera entrega de los estudios correspondientes,
para que la administración municipal del año 2004, gestionara su clausura y
saneamiento. El TCA, contaba con una superficie de 10 hectáreas y una distancia
con los asentamientos humanos de 150 metros.
Palabras clave: Degradación de Suelos, Residuos Sólidos.
I.- INTRODUCCION.
La gran mayoría de los Municipios de la República Mexicana al no contar con
una área destinada para el vertido y destino final de los Residuos Sólidos
Urbanos(RSU), que cumpla con las disposiciones actuales en materia ambiental,
permite el establecimiento de áreas conocidas como Basureros Municipales o
Tiraderos a Cielo Abierto (TCA), donde se autoriza el vertido y esparcimiento de
34
los RSU sin un orden, y carentes de una programación; son espacios que nacieron
sin ninguna planeación, ya que al localizarse en las afueras del municipio,
periferias de las ciudades, partes bajas, orillas de algún cuerpo de agua o en
terrenos que no fueran en su momento de gran valor adquisitivo, les convertía en
espacios idóneos para la recepción de los residuos generados en la ciudad e
industria.
En este sentido es relevante resaltar las acciones que se han puesto en
marcha para hacer frente a los problemas ambientales derivados; ya que a partir
de 1988 en el territorio nacional se cuenta con una legislación en materia
ambiental, como la Ley del equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente,
enunciada como LGEEPA y reglamentos en materia ambiental así como las
Normas Oficiales Mexicanas (NOM); contándose además con Instancias o
Secretarias en los Tres ámbitos de Gobierno para administrar, aplicar, vigilar,
sancionar de manera tal, que se satisfagan las demandas en materia de
protección ambiental que son una preocupación constante de grupos u
organizaciones no gubernamentales, sectores representativos y en su caso por los
propios habitantes de una comunidad o región afectada. Con la puesta en marcha
del Programa de Descentralización Institucional Ambiental en el año 2000, por
medio de la Secretaría de Medioambiente y Recursos Naturales SEMARNAT, se
buscó fortalecer a la Gestión Ambiental en el ámbito Estatal y Municipal con la
participación de la sociedad civil, la Descentralización no constituye un fin en sí
misma, sino un medio para alcanzar un desarrollo sustentable que equilibre el
crecimiento económico con el imperativo de mantener los recursos comunes
ambientales, asegurando que los beneficios y costos se distribuyan
equitativamente entre los diferentes grupos sociales y las generaciones futuras. Al
publicarse la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos,
en el D. of. F. del 8 de octubre de 2003, en su Capitulo Único, cita en el Artículo
1.- La presente Ley es reglamentaria de las disposiciones de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos que se refieren a la protección al
ambiente en materia de prevención y gestión integral de residuos, en el territorio
nacional. Sus disposiciones son de orden público e interés social y tienen por
35
objeto garantizar el derecho de toda persona al medio ambiente adecuado y
propiciar el desarrollo sustentable a través de la prevención de la generación, la
valorización y la gestión integral de los residuos peligrosos, de los residuos sólidos
urbanos y de manejo especial; Así es como nace la inquietud en el Presente
proyecto de investigación al reconocer los esfuerzos de las autoridades por
encontrar una técnica de tratamiento y áreas adecuadas para la disposición final
de los RSU, por parte del equipo de trabajo, con apoyo en el mandato de la Ley
resaltamos de manera integral en el Proyecto Ejecutivo del Manejo Integral de los
Residuos Sólidos (MIRS), las obligaciones y responsabilidades para los actores
mencionados en esta primera fase de diagnosticar la calidad del medioambiente
natural y social en el TCA, con el fin de que en una segunda fase se establezcan
las alternativas técnicas y económicas para su restauración y en el mejor de los
casos la reincorporación del área en estudio al suelo y uso urbano, considerando
para ello la tenencia de la tierra. Para este fin, se aplicó a través del levantamiento
de encuesta de la Ficha de Identificación FICTIM mencionada. Este Estudio
reflejará el impacto en los rasgos físicos, biológicos y socioeconómicos en el área
de estudio del TCA en el Municipio de Cd. Madero, Tamaulipas.
El estudio del paisaje, como uno de los fundamentos básicos a ser
considerados, es motivado por el carácter integrador del paisaje, con el fin de
abordar el problema causado por la inadecuada disposición final de los RSU y el
Impacto Ambiental, tanto en el área destinada como TCA como por afectaciones
en la salud de los habitantes de la periferia. Todas las personas estamos
ineludiblemente inmersas en un paisaje y nuestra vida se desarrolla en una
continua relación con él. Ese mismo ámbito influye o condiciona nuestros hábitos
de vida (costumbres, vestidos, alimentación, etc.) de manera que puede afirmarse,
que ocupa un lugar privilegiado entre los conceptos que relacionan al hombre con
el medio (Burel et al; 2002). En esta perspectiva encaja el primordial interés de las
Ciencias Sociales por la consideración del hombre y su interrelación con el paisaje
por ello, la vida de la población, forma parte de un enfoque integrador que facilita
la comprensión global de las relaciones hombre–territorio. El estudio del paisaje
conlleva abordar aproximaciones desde distintas perspectivas o ciencias de
36
referencia tratando de obtener una visión más completa del mismo, en este
sentido el planteamiento no es cosa fácil de aplicar, ya que al hablar de un trabajo
multidisciplinario para esta investigación, en el estudio del problema, supone una
colaboración multilateral de diversas disciplinas, lo que no implica en sí mismo una
integración entre ellas. De hecho, el objeto de análisis del paisaje en todas las
disciplinas, en las que se pueden citar: la geografía, geología, arquitectura,
ingeniería, política, y la economía, resalta el hecho, de que en cada una de ellas
las perspectivas y ámbitos de conocimiento se estudia y/o se administra el paisaje,
por tanto, el objetivo principal consiste en conocer la realidad territorial, en la cual
sólo varían el objetivo, el tratamiento y la forma de estudio (Liceras, 2003)
El paisaje es un espacio percibido, compuesto de elementos que se
manifiestan al realizar el estudio, tales como: extensión territorial en sus formas,
volúmenes, colores, olores, y ubicación. El paisaje es marco de vida, hábitat o
estructura externa que alberga los modos y medios de vida. Comprende un lugar
físico, que enmarca las relaciones entre distintos componentes y actividades
antrópicas que sustenta. El paisaje como problema, contempla las catástrofes
naturales o producidas por el hombre, algunas personas y sociedades piensan en
el paisaje en términos de problema, y plantean considerar al paisaje en sí mismo
como objeto de protección, intervención y planificación. El paisaje como valor de
identidad de una cultura, una sociedad, un grupo humano. Una parte importante
de la población, se identifica con el lugar en que está viviendo o ha vivido en el
pasado, reportándole una sensación de pertenencia, única y particular. El paisaje
como Espacio con significado estético, desde la aceptación de la idea de que la
belleza no está en el exterior sino en el ojo del observador, al momento de
describir esta concepción, en este apartado con significado estético es
preocupante la percepción que tienen cada una de las sociedades que conforman
las comunidades de los municipios en estudio, debido a la localización estratégica
y posibilidad en su caso de contar o carecer de reservas territoriales para la
ubicación del tiradero y en el mejor de los casos para la construcción y operación
de un RSDM. Por cuanto se refiere a la localización geográfica y descripción del
entorno, en el Tiradero Municipal de Cd. Madero Tamaulipas, en el que se lleva a
37
cabo la disposición final de los RSU, se ubica en la parte Noreste del municipio a
una distancia de 6.5 kilómetros de la cabecera municipal. Este Tiradero dejó de
funcionar a mediados del año 2005, en su momento, en el eje sur norte, se
realizaba el esparcido de residuos para relleno de una laguna y área, conocido,
con el nombre de “ Chis–pus”, contando con una superficie de 10 hectáreas, con
las siguientes colindancias: al Norte con el sistema de lagunas intermitentes, al
Este con terrenos fraccionados para uso habitacional del Fraccionamiento
Miramapolis, al Sur limita con los Asentamientos Humanos de la Colonia SAHOP;
y al Oeste con la Colonia Ampliación Candelario Garza, Figura 1.
Figura 1. Ubicación del TCA de Cd. Madero, Tam.
II.- METODO, en la presente investigación el método consideró tres herramientas
de medición, la primera el estudio de impactos, efectuado bajo seis líneas
vectoriales determinadas dentro del área de afectación e influencia del TCA de Cd.
Madero Tamaulipas, la segunda herramienta orientada hacia un estudio
comparativo a través del tiempo, apoyado en la técnica de fotointerpretación, con
fotografías aéreas de vuelos realizados en febrero de 1976 y en diciembre de
1995; y la tercera herramienta Técnico administrativa para diseñar y aplicar la
Ficha de Identificación y Caracterización de Tiradero Municipal (FICTIM),
fundamental para la obtención de datos, por medio de estudios en campo, que nos
NORTEL A G U N A
I N T E R M I T E N T E
L A G U N A
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GOLFO DE MÉXICO
PEMEX
PATIO NORTE DE TANQUES DE LAREFINERIA FCO. I. MADERO
38
brindó la posibilidad de Identificar y caracterizar de manera integral cada uno de
los rasgos físicos, biológicos y socioeconómicos, en áreas destinadas como TCA.
Uno de los objetivos enmarcados en la presente investigación, ha sido el de
describir, analizar y resaltar los cambios generados en los componentes físicos y
naturales del paisaje involucrándose de manera directa, la influencia y vinculación
hombre–territorio, es así como el paisaje, (considerado gradualmente, en un
complejo y heterogéneo sistema), así como el modelado de la superficie territorial
y el impacto ambiental generado en las áreas destinadas como Tiraderos a Cielo
Abierto de RSU.
Para este estudio se contó con la valiosa colaboración y orientación en el
diseño y adecuación de la FICTIM así como identificar y describir el área
destinada como TCA y zona de influencia, del Dr. Huete Fuertes, por su
experiencia y trabajo, en el Estudio de los Vertederos, y cuya Ficha utilizada para
la Identificación y Caracterización de los Residuos de Construcción en el Litoral y
Ciudades de las Provincias de Cádiz y Málaga, fue diseñada por el propio Huete
en su calidad de Director del Grupo de Investigación, del departamento de
construcciones arquitectónicas I, perteneciente a la Escuela Superior de
Arquitectura de la Universidad de Sevilla, España.
En la presente investigación la FICTIM diseñada, fue aplicada de manera
directa aplicando los principios de la investigación, exploración y observación,
realizando para ello entrevistas con vigilantes de las áreas, (si es que hubiera),
transportistas, pepenadores, vecinos de los sectores aledaños y autoridades
municipales vinculadas al medio ambiente.
A continuación son descritos los apartados en que se han dividido las
fichas.
I.- Datos Generales II.- Ubicación Geográfica III.- Espacio Físico IV.- Clasificación de los RS V.- Descripción de los Rasgos Físicos
VI.- Fuentes de Información VII.- Anexo
39
La lectura, análisis e interpretación de la información contenida en las imágenes
de fotografías aéreas verticales, permitieron describir la evolución histórica del
paisaje en el área del TCA Municipal. La Fotointerpretación referenciada y
comparativa de las fotografías realizadas el 14 de febrero de 1975 y la del 18 de
diciembre de 1995, a una altura de 10 000 msnm, resultaron sumamente útiles. La
Realización del Estudio de Impactos por medio del Diseño y aplicación de la
técnica matricial, se llevó a cabo acorde a las actividades identificadas en el
vertido y disposición final de los residuos.
Dada la configuración espacial del TCA de Cd. Madero, Tam., los elementos a
identificar y analizar en las fotografías aéreas fueron los siguientes: 1).- el Vertido
propio de los RSU, 2).- los Aspectos Hidrológicos, 3).- El desarrollo de los
Asentamientos Humanos, poniendo especial interés en las áreas de Equipamiento
Urbano y de Vivienda.
Para el trabajo, el Este material fotográfico constituyó un importante documento de
carácter histórico, toda vez que considera el comportamiento de los procesos
evolutivos, en crecimiento, desarrollo de los asentamientos humanos, así como del
área destinada como TCA.
La primera fotografía aérea, contiene la siguiente información relevante: Fecha del
vuelo, 14 de Febrero de 1976, con una escala de 1: 90,000, empresa que ejecuto
el vuelo SINFA, el organismo solicitante, en ese entonces fue la Dirección de
Estudios del territorio Nacional (DETENAL), Zona 2 A R–351 y la línea número
029, el vuelo se realizó a una altura de 45 000 pies (13 725 msnmm), Figura 2, la
segunda fotografía, contiene la siguiente información: fecha del vuelo, 18 de
Diciembre de 1995, con una escala de 1: 75,000 , empresa que ejecutó el vuelo
SINFA, el organismo solicitante INEGI, la Zona F14 – 3 – 6, y la línea número
176, vuelo realizado a una altura de 37 600 pies (11 468 msnmm).
40
Figura 2. Fotografía aérea 18 Diciembre de 1995. INEGI,
III. RESULTADOS
I.- Datos generales. La clave Estatal y de División Municipal, para la FICTIM, del
nombre con el cual se identifica el tiradero municipal a cielo abierto es: “El
Tiradero”, también conocido como “El Chis–Pus”, la tenencia de la tierra es
catalogada como propiedad privada. Determinándose la siguiente codificación de
esta ficha: 28 009 TCA Ur.
II.- Ubicación Geográfica. La superficie territorial del TCA, es de 10
hectáreas, que presenta una cota de 5 m.s.n.m., y un espesor promedio de RSU
de 6.0 metros. Las Coordenadas Geográficas U.T.M., son al Norte 2 464 450, al
Este 620 900, obtenidos de la carta Topográfica, escala 1:50,000 de INEGI.
Localizado en la parte suroeste del territorio municipal, presentando las siguientes
colindancias, al Norte con la laguna intermitente denominada “Chis–Pus”, al Este
con terrenos de unidades habitacionales del Fraccionamiento Miramapolis, al Sur
con la Colonia SAHOP y al Oeste la Colonia Ampliación de la Candelario Garza;
Las distancias obtenidas de la cercanía con la cabecera municipal es de 6.5
kilómetros y al centro poblacional más cercano fue de 100 metros.
41
III.- Espacio Físico. La Clasificación del área destinada como disposición
final de los RS, que genera el Municipio de Cd. Madero, es la de “Tiradero a Cielo
Abierto”, el cual se cataloga como clausurado parcialmente, la administración es
por parte del municipio, iniciando las labores, propiamente como tiradero, en el
año de 1987 y a partir del año 2004, se procedió a su clausura. El perfil
topográfico del área en estudio indica que son terrenos de partes bajas
inundables, que en su momento, se aprovechó para rellenar el área con los RSU.
Existe señalización a la entrada del Tiradero que indica, quien administra el área,
horario y posibles multas, si se deposita otro tipo de residuos; hacia el interior del
TCA, no se perciben señalamientos de ningún tipo así como de indicaciones de
seguridad y vialidad. Tampoco cuenta con una delimitación perimetral, física, del
Tiradero, pero se puede señalar que en la parte Suroeste, existe un canal natural
con un ancho de plantilla de 8 metros, una profundidad de 1.80 metros y longitud
de 120 metros. En dirección al Este, se localiza una barda de block, de 2.60
metros y de 200 metros lineales, propiedad del Fraccionamiento Habitacional
Miramapolis.
IV.- Clasificación de los RSM. En el TCA de Cd. Madero, la clasificación
utilizada, en el estudio de campo, fue catalogada, por la fuente de Generación y
por Composición de los RSU, al observar y tomar información, durante el vertido
por parte de los vehículos recolectores del municipio, una vez esparcidos en el
área.
En el TCA de Cd. Madero, principalmente se puede observar, RSU
catalogados como no peligrosos, debido a que su fuente de origen principalmente
son las casas–habitación, instituciones educativas, comercios y áreas públicas
como plazas y jardines, entre otros; sin embargo, al momento de llegar, previó
aviso en campo, por el operador del camión, los residuos depositados, se cubren
con material conformado por arenas.
V.- Rasgos Físicos. Al investigar los rasgos físicos, y anotar la información
de campo, para el llenado de la FICTIM, se consideraron seis apartados, los
cuales son descritos a continuación. Al analizar la Climatología, presente en el
42
área, la dirección del viento predominante al momento del estudio de campo,
realizado en el mes de febrero, fue en dirección Sur Oeste; la Geomorfología que
se presenta en el área de estudio es de una llanura de 5 grados y menor al 10 por
ciento, presentando un proceso morfológico activo, de la masa vertida de RS por
sedimentación y estable. Desde el punto de vista Geológico el TCA, se encuentra
localizado en la provincia Geológica de la Cuenca Tampico–Misantla,
presentándose suelos mixtos, con espesores entre 1 a 3 metros con
permeabilidad baja. Desde el punto de vista de la Geohidrología, la unidad
hidrogeológica detectada es material no consolidado de baja permeabilidad, con
una profundidad del nivel piezómetrico menor a los tres metros; Así mismo no se
percibió la captación de agua, por medio de norias o pozos, en el área del TCA.
Para el apartado de Hidrología, el área en estudio se encuentra bordeada
periféricamente de la parte Norte y Noreste, por la Cuenca Hidrológica
denominada, RH 26.
Diseño de la Matriz Causa–Efecto La valoración de los impactos se
determinará con relación a la importancia del Impacto Ambiental, que es función
del grado de alteración producida. Con el fin de objetivar la valoración de
Impactos, se emplean modelos estandarizados. Así, en cada casilla de las
matrices de valoración realizadas aparecería un número que se deduce del
siguiente algoritmo (Conesa 1995):
I = +- (3I+ 2EX + MO +PE +RV +SI+AC +EF +PR +MC)
La Matriz de Impactos, Causa–Efecto, para el Estudio, ha sido diseñada
tomando en consideración que la afectación y alteración causada al medio
ambiente natural y social, es consecuencia de las actividades que intervienen en
el Destino Final de los RSU; Por consiguiente, acorde a la realidad administrativa,
técnica y social, que imperan en los mismos, se han considerado las siguientes
fases y en cada una de ellas, se han clasificado en conceptos, las actividades que
intervienen en el destino final de los residuos, con sus respectivas acciones
susceptibles de provocar algún tipo de impacto, las cuales representan 19
renglones de la matriz para su análisis que se catalogan de la siguiente manera:
43
Fase de Operación, tales como:
Vertimiento de Residuos Sólidos Urbanos.
Esparcimiento de Residuos Sólidos Urbanos.
Acumulamiento de Residuos Sólidos Urbanos.
Pepena
Fase de Mantenimiento, considerándose dos, como lo son:
Interno ( dentro del área del tiradero municipal )
Externo
Fase de Clausura
Respecto al análisis considerado para la Matriz de estudio de Impactos, han sido
integrados en los rasgos que imperan en las zonas de estudio, los elementos
ambientales que pudieran constituir un impacto, los cuales se representaran por
medio de 12 columnas, que se enuncian a continuación.
Rasgos Físicos
Calidad del Aire, Topografía, Suelo, Hidrología Superficial y Subterránea
Rasgos Biológicos
Flora y Fauna, tanto Acuática como Terrestre
Rasgos Socioeconómicos
Uso del Suelo, Paisaje, Población, Empleo, entre otros.
Análisis Matricial del Estudio de Impactos, TCA Cd. Madero Tamaulipas. De las
228 posibles interacciones de las acciones con respecto a los elementos
ambientales, se identificaron solamente 147 Impactos, presentándose a
continuación por Rasgos, con su valor porcentual y cantidad de signos positivos o
negativos de los Impactos Identificados; de los cuales, 47 corresponden a Rasgos
Físicos, con un 32%, 12 de los Impactos son positivos y 35 negativos; 19 a
Rasgos Biológicos, que representan el 13%, de los cuales 8 son positivos y 11
44
negativos y por último, 81 Impactos a los Rasgos Socioeconómicos, que
representan el 55% con 52 impactos positivos y 29 negativos; con un gran total de
Impactos Identificados como positivos de 72 y como negativos de 75 de los
Impactos Identificados, que suman en total, 147 Impactos Ambientales
Identificados, para el TCA de Cd. Madero, Tam. De acuerdo a la valoración de
impactos para cada uno de los rasgos analizados se obtuvo, que de los Impactos
Ambientales Compatibles se Identificaron 36, de los cuales 8 se presentaron en
los Rasgos Físicos ( Rf ), 2 a los Rasgos Biológicos ( Rb ) y 26 en los Rasgos
Socioeconómicos (Rs), y así sucesivamente.
(IAC = 36) = 8 Rf + 2 Rb + 26 Rs
(IAM = 40) = 13 Rf + 8 Rb + 19 Rs
(IAS = 30) = 11Rf + 7 Rb + 12 Rs
(IACR = 41) = 15Rf + 2 Rb + 24 Rs
Por consiguiente el total de Impactos Ambientales Identificados en la
Figura 3, para cada uno de los Rasgos y su representación porcentual, se detallan
a continuación.
Rasgos Físicos 47, que representa el 32%.
Rasgos Biológicos 19, que representa el 13%, y
Rasgos Socioeconómicos 81, que representan un 55%.
Figura 3. Impactos Identificados y valor porcentual, TCA de Cd. Madero, Tam.
0
10
20
30
40
50
60
R. Fisico R. Biologico R. Socioeconomico
Positivos
45
Los datos obtenidos del análisis matricial, para cada una de las Fases
consideradas, para Identificar los Impactos Ambientales en cada uno de los
conceptos, así como su representación porcentual, son presentados a
continuación. Fase de Operación, en el Vertimiento, se Identificaron 29 impactos,
con el 20%; en el Esparcimiento 24 impactos, con el 16%; en el Acumulamiento
15 impactos, representando un 10%; y, en la pepena 15 impactos, con el 10%.
Fase de Mantenimiento, en el Interno 22 impactos, que representa el 15%, y en
Externo se Identificaron 8 impactos, con el 5% en La Fase de Clausura, en las
Obras Complementarias 34 impactos, lo que representa el 24% de los Impactos
Identificados. Las estrategias en estudio para el TCA, con respecto a la
corresponsabilidad sectorial, se semaforiza acorde a la viabilidad de los problemas
ambientales que se originan en el área destinadas para el depósito de los RSU
que se generan en el municipio, hace necesaria la planeación, difusión y
participación en planes, programas y proyectos integrales para la clausura,
saneamiento, restauración, estableciéndose estrategias y alternativas técnicas,
acorde a la realidad política, técnica, jurídica, económica y social, que prevalece
en el municipio, con el fin de Restaurar el suelo contaminado por los RSU del TCA,
Figura 4.
ESTRATEGIAS
TCA
CORRESPONSABILIDAD SECTORIAL
FED. EDO. MCIPIO. ONG¨S
Clausura de vertido Observatorio ambiental
Diagnóstico ambiental Colegio profesionistas
Inspección y vigilancia. IES docentes e inv.
Estudio de impacto ambiental. Centros investigación
Saneamiento ambiental Participación ciudadana
Desarrollo comunitario Grupos y asociaciones
Figura 4. Corresponsabilidad Sectorial, Estrategias para Saneamiento de TCA.
46
La porción sur del Estado de Tamaulipas, integrada por los municipios de
Tampico, Madero y Altamira, a partir del 2004, cuentan ya con un Relleno
Sanitario; la investigación propiamente tiende a realizar un estudio de impactos, la
interacción de los asentamientos humanos colindantes al TCA y la preocupación
de las Autoridades Municipales de los diversos trienios para clausurar, sanear y
restaurar el área afectada.
IV. CONCLUSIONES:
El TCA de Cd. Madero Tamaulipas, esporádicamente recibe residuos sólidos
urbanos (RSU), cuando por alguna contingencia no se pueden depositar en el
relleno sanitario, o porque los particulares, o habitantes de la región, depositan sus
residuos sólidos en el área contaminando la zona de manera periférica.
En el área, también se puede observar a familias que viven de la pepena,
que les permite luego comercializar sus productos.
De acuerdo con los datos obtenidos en el estudio, se están causando
efectos negativos en el entorno, principalmente en los rasgos físicos y
específicamente en la hidrología superficial y subterránea, ya que el vertido y
esparcimiento de los Residuos, se estuvo utilizando para “Rellenar” a los cuerpos
de agua del eje de lagunas sur–norte en paralelo a la línea de costa.
Dada la corresponsabilidad sectorial se sugiere las siguientes actividades
que exigen la participación tanto de la Autoridad como de los sectores
involucrados:
Realizar un Estudio de Impactos en la superficie destinada como TCA
Municipal y su área de influencia respecto a los asentamientos humanos
periféricos que pudieran existir.
Diagnosticar la situación medioambiental y de salud pública a la que están
expuestos los habitantes de las zonas periféricas al TCA municipal.
Mantenimiento, limpieza y en la medida de lo posible evitar el
almacenamiento permanente en el acopio de RS en los lotes de los
47
habitantes cuyos asentamientos sean circundantes al TCA Municipal.
Gestionar los Recursos económicos y la Administración efectiva en
Programas de Saneamiento Básico y de Bio- remediación en su caso para
la regeneración y reincorporación de las áreas destinadas como TCA
Municipal
Convocatoria municipal para toma de decisiones y acuerdos estratégicos
en la planeación, programación de programas de mejoramiento ambiental y
reincorporación de áreas al uso urbano.
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49
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS ASENTAMIENTOS IRREGULARES
Lic. Pedro Hernández Cortes
Introducción
El trabajo analiza las condiciones económicas, sociales y ambientales que
prevalecen en los asentamientos irregulares, así como las características de la
infraestructura urbana, los servicios básicos y la calidad de los establecimientos
educativos y de salud para comprender mejor las condiciones de vida y las
estrategias de sobrevivencia de los habitantes residentes de estos espacios de
riesgo, particularmente en la colonia Luis Donaldo Colosio en el municipio de
Tampico.
Por otro lado, se analizará el empleo y el tipo de ingresos, de los habitantes
de estas colonias irregulares. Para tal propósito se realizó trabajo de campo en
algunos asentamientos que permitieron sensibilizarnos con la problemática en la
que se vive, particularmente a través de la técnica etnográfica, se realizaron
entrevistas a algunos residentes y particularmente a la Familia Hernández, con el
fin de enriquecer la investigación con información de primera mano que
permitieron identificar a partir de su vida cotidiana sus formas de organización
comunitaria, el tiempo de residencia en el área, su procedencia en caso de ser
migrantes, la forma de acceso y costo de los terrenos, así como la adaptación a
los sitios de riesgo, de quienes habitan los asentamientos y sus formas de
resiliencia.
De igual manera, el acercamiento permitió conocer el proceso de
autoconstrucción de las viviendas, materiales utilizados (reciclaje), el espacio y las
dimensiones, así como el número de habitantes por vivienda. Atención especial
mereció la observación de las cuestiones sanitarias y de salud que prevalecen en
la población de estos sitios. Al mismo tiempo, clasificamos el tipo de riesgos que
enfrentan las familias y las acciones implementadas para su protección,
especialmente de los grupos vulnerables como los menores de edad, los ancianos
50
y los discapacitados, que no saben de los peligros o no pueden reaccionar ante
ellos y por lo tanto están más expuestos.
Considerando las condiciones imperantes en los asentamientos, es
fundamental conocer los liderazgos y formas de organización que permiten
acercamientos con las autoridades municipales, estales y federales con la
finalidad de tratar asuntos relacionados con la regularización de los terrenos, la
introducción de servicios básicos y otros apoyos como la entrega de materiales
para mejorar sus viviendas y programas de SEDESOL, entre otros.
Habitantes de los asentamientos irregulares
Como se ha comentado, la migración de sector rural hacia las ciudades, refleja
entre otras situaciones la falta de recursos y trabajo en el campo, situación que
orilló a un número importante de campesinos a trasladarse a las ciudades en
busca de mejores condiciones de vida. Por otro lado, los flujos migratorios y el
crecimiento de los asentamientos urbanos indican el cambio de patrones
culturales rurales, hacia una sociedad urbana, que al mismo tiempo que los
necesita los rechaza. En este sentido Gámez, Wilson y Boncheva (2010:3-4),
comentan que:
“Las migraciones son relevantes porque implican una reconfiguración de las
relaciones económicas, sociales y culturales de sus sitios de origen y
destino. Aunque el desplazamiento puede representar una oportunidad de
empoderamiento para los migrantes por el acceso a empleo e ingresos,
también da pauta a su explotación y autoexplotación, y a rezagos en
materia de educación y salud”.
Los flujos migratorios a su llegada a las ciudades experimentan una serie
de inconvenientes entre los que predomina el rechazo, que se desvanece cuando
los empleadores, constatan que si bien su nivel de escolaridad es bajo, su ritmo de
trabajo, y deseos de aprender muchas veces sobresalen y al hacerlo adquieren la
confianza de quienes los contratan, pero no todo es igual en la ciudad, pues hay
51
grupos que se aprovechan de su situación y les explotan. Por otro lado, la
nostalgia por la tierra, les hace sentir la marginación en la que viven.
Para Monares (2008:5):
“Es muy necesario y relevante diferenciar entre „marginales‟ y
„marginados/as‟. El primer término alude a quienes se mantienen fuera de,
teniendo en general cierta o la completa iniciativa y conciencia de las
acciones que están tomando en ese sentido. Mientras, el segundo concepto
se refiere a quienes son mantenidos/as al margen de. Los/as marginales
pueden ser actores de su condición, los/as marginados/as siempre serán
víctimas”.
Los pobladores de tales asentamientos, con el sólo hecho de habitar y
reconocer que forma parte de uno de ellos, ya se sienten excluidos aun viviendo
en la zona urbana, donde se asientan los grupos sociales marginados, que son la
parte de la sociedad más pobre. Por tal motivo, no hace falta ser especialista para
identificar el grado de marginación socioeconómica.
“Esas poblaciones o barriadas marginadas se caracterizan por diversas
consecuencias adversas derivadas de su condición: altos niveles de
pobreza, cesantía, subempleo o acceso preferente a trabajos mal
remunerados, mala calidad de la salud, educación y vivienda, hacinamiento,
incidencia importante de trastornos psicológicos, ambientes violentos y con
altos niveles de estrés, ausencia del más mínimo concepto de urbanización
(…)” (Monares, 2008:5).
Como se observa, uno de los principales problemas presentes en las
colonias irregulares es la pobreza, y para reforzar este comentario, la Familia
Hernández, que radica en la colonia Luis Donaldo Colosio, considerada una de las
colonias irregulares en Tampico, nos comenta que los principales problemas
sociales son por falta de infraestructura, servicios sociales como dispensarios
médicos, escuelas, además que en temporadas de huracanes se inunda la colonia
y genera problemas de insalubridad y riesgos.
52
La mayoría de la gente fue gradualmente llegando posesionándose de los
terrenos, y poco a poco levantando viviendas de materiales precarios, las familias
en general son numerosas, y en muchas de ellas padres, hijos y nietos conviven
en el mismo espacio, con una limitada formación educativa ya que los niños no
asisten a la escuela, la violencia familiar es cotidiana, el hacinamiento y
promiscuidad en algunos casos es parte de la cultura de los pobres,
representando procesos de violencia y descomposición social.
“en época de frio vea, si le sufrimos pues el bebé es el que lo siente más y
pues por eso se van a cambiar al cuarto de material que se está haciendo,
pues pa que este más seguro” palabras de la señora Norma Hernández
2013.
Otra de las características de las familias que viven en esta colonia es que
las mujeres son la cabeza de familia (monoparentales). Esta situación obliga a las
mujeres a satisfacer las necesidades familiares a través del empleo informal como
trabajadoras domésticas, ambulantaje, entre otros, y al carecer de suficientes
escuelas y guarderías, la atención de los hijos se da a través de las relaciones
familiares y comunitarias, descuidando su educación y al mismo tiempo
debilitando sus relaciones de amistad y superación personal. Una estrategia de
supervivencia de estas familias (monoparentales) consiste en compartir la misma
vivienda con otras mujeres en situación similar, que incrementa el hacinamiento y
las dificultades para llevar el recurso que satisface las necesidades de ambas
familias.
El trabajo de campo nos permitió observar que cada vez es más visible la
situación de este tipo de familias, señalando, Pineda (2002:7) que:
“La mujer como cabeza de familia… se debe a que los hombres y las
mujeres responden de forma distinta a las situaciones sociales, políticas y
económicas, ya que muchos de ellos recurren al abuso doméstico y a la
violencia; se sumergen en el alcohol o en las drogas o abandonan a sus
53
familias. Ellas, por el contrario aceptan trabajos humillantes para poder traer
comida a la mesa familiar”.
Como puede apreciarse, son los hombres, los que muchas veces ante los
problemas crecientes, deciden abandonar sus responsabilidades cediéndolas a la
mujer, que busca todas las maneras de obtener ingresos para sacar a su familia
adelante incluido al marido, que pasa a la realización de mejoras en la casa,
cuidar y orientar a los hijos, en el mejor de los casos, ya que la mayoría de los
ejemplos nos remiten a padres desobligados, alcohólicos con pocas oportunidades
para emplearse salvo cuando llevan a cabo chambas que les ingresan algunos
pesos. Un factor característico de estos asentamientos está representado por el
nivel de educación que en el mejor de los casos llega al nivel de secundaria, por
ello los hijos no tienen un patrón para poder salir adelante y quedan estancados
como los padres.
Para García citando a Garcé (2004: s/p):
“La constitución de los hogares es altamente vulnerable. Se constata una
alta incidencia de la jefatura de hogar femenina con bajo nivel educativo y
un número elevado de jóvenes que abandonan el circuito educativo
tempranamente luego de una acumulación de fracasos. Estos habitantes
presentan un alto aislamiento a partir de una disminución de la interacción
social con el resto de la sociedad”.
Tipos de vivienda
Estas colonias "irregulares" que se localizan en la periferia de la ciudad han sido
construidas sobre terrenos, generalmente ejidales o federales colindantes con los
terrenos de los municipios conurbados. A través del mecanismo denominado
invasión, los especuladores y promotores clandestinos se aprovechan para
movilizar a grupos de personas sin vivienda y lucrar con los terrenos, que se
asignan localizados en las mejores áreas del terreno invadido. La ciudad en su
proceso de crecimiento ha ido incorporando a los ejidos a la traza urbana que son
ofrecidos a precios atractivos a personas ajenas al mismo, que desde luego es
54
una práctica no legal pero tolerada, ya que es un fenómeno presente en todas las
ciudades del país.
Existe una normatividad en materia de uso de suelo, sin embargo, es
común que se comercialicen lotes que no cuentan con las especificaciones ni los
permisos administrativos correspondientes, por parte de autoridades estatales y
municipales.
La principal forma de hacerse de un terreno ha sido a través de las
invasiones, muchas veces organizadas con fines políticos o electorales, en estos
casos las familias deben posicionarse en el lugar y en los espacios previamente
asignados por el promotor profesional de la invasión, para otros, como lo comenta
el señor Hernández, fue por medio de un tercero, que tampoco era el dueño, pero
que tenía la posesión del lote y a quien le firmó un pagaré por la transferencia
desde hace 10 años aproximadamente.
Es común observar en los asentamientos irregulares un mercado informal
de terrenos en los que lo único que consta es un documento entre el que sede el
lote y el que asume la nueva “propiedad” del mismo, situación que propicia que la
construcción de las viviendas sean de materiales frágiles y de recuperación ya que
al ser incierta la propiedad del terreno no invierten en materiales más duraderos
que otorgue una mayor seguridad a los moradores de la casa.
En relación con ello, para Gledhill (2010:3):
“El entorno construido, incluyendo tanto la vivienda como el tipo de hábitat
donde aquella se encuentra, sea una pequeña aldea, un vecindario urbano de un
pueblo o una ciudad, forma claramente parte importante de esta matriz de
decisiones configurada socialmente”.
Por otra parte, el crecimiento demográfico, la oferta de suelo, el negocio de
los fraccionamientos populares y el desarrollo de pequeños negocios informales,
son una constante en el desarrollo no planeado de la ciudad de Tampico. De esta
manera, los predios de la periferia de la ciudad representan una buena alternativa
55
para solucionar los problemas de vivienda, ya que son predios de dimensiones
pequeños, como el terreno que ocupa la familia Hernández, que en una vivienda
no mayor a 3x6 m2 de construcción, donde viven 6 personas.
El empobrecimiento social, los bajos salarios y la falta de empleos son las
condiciones que crean el caldo de cultivo para que las familias sin posibilidades
identifiquen en estos espacios, la única posibilidad de vivir en tanto las
condiciones cambiar, los asentamientos irregulares son por tanto, para muchas
familias la única opción para adquirir un terreno como su único “patrimonio”,
además de que esta posesión, sin llegar a ser una vivienda con las mejores
comodidades, les exime de estar pagando renta al contar con algo “propio”, en
tanto que se regularicen y les dé certeza jurídica y de inicio a un proceso de
autoconstrucción a largo plazo, con materiales más resistentes y duraderos.
Vivienda Familia Hernández
Fuente: Foto propia. Colonia Luis Donaldo Colosio, Tampico, Tamps.
La imagen nos presenta una de las vivienda promedio que existe en el
asentamiento Luis Donaldo Colosio, que como podemos observar exhibe unas
56
características muy peculiares respecto al materia de construcción utilizado, como
consecuencia de los escasos ingresos que perciben las familias radicadas en
estos sitios.
Para Guillén (2006:5-6):
“Algunas de las transformaciones más importantes (…) son: a) la extensión
progresiva de la mancha urbana, que implicó la ampliación del fundo legal
en varias ocasiones, incluso a costa de la expropiación o compra de
terrenos ejidales aledaños, para soportar el crecimiento urbano desmedido;
b) las acciones de los gobiernos para ampliar los servicios urbanos e
infraestructura, como redes de agua potable, drenaje y energía eléctrica,
transporte urbano, recolección de basura, avenidas nuevas para facilitar el
tránsito y el flujo vehicular en aumento, etcétera, que benefició
especialmente a las zonas donde el mercado inmobiliario privado tenía
puestos sus intereses, ante la gran demanda de vivienda media o suntuaria.
El crecimiento de la periferia urbana rebasó la planeación municipal y la
capacidad presupuestaria para la dotación de todos los servicios”.
Este tipo de invasiones que con el paso del tiempo se convierten en
colonias, constituyen un problema para el gobierno municipal y estatal ya que
conocen esta problemática, están informados de que muchas de ellas fueron
invasiones promovidas, pero en la actualidad poco ha sido lo que han realizado
para movilizar a las familias hacia espacios con mejores condiciones que les
mantengan separadas de los riesgos que cotidianamente enfrentan. De manera
que los ayuntamientos no proporcionan infraestructura, ni servicios públicos hasta
en tanto se regularice su situación, por ello se identifican en la periferia zonas de
vivienda precaria carentes de los servicios urbanos más elementales.
57
Calles del asentamiento
Fuente: Foto propia. Colonia Luis Donaldo Colosio, Tampico, Tamps.
En la figura 7, se muestra como los asentamientos carecen de calles y
pavimentación. Que en palabras de los entrevistados, es uno de los principales
problemas, ya que en toda la colonia no hay calles pavimentadas, por lo que en
temporadas de lluvias enfrentan inundaciones, caminos anegados que
imposibilitan la entrada y salida a su colonia y hogares.
La vivienda y el entorno que lo rodea forma parte de un todo que es
indispensable para que el ser humano esté en condiciones de tener un desarrollo
digno.
En este sentido, Jardón y Ordóñes (2009:6), comentan que:
“Es indispensable precisar que en la conceptualización de los umbrales de
pobreza cualquier persona o familia que se encuentre por debajo de la línea
de desarrollo patrimonial tendrá, por definición, un ingreso insuficiente para
satisfacer sus necesidades de vivienda con las características mínimas para
proveer protección e higiene a sus habitantes, independientemente que
conforme vaya cayendo en los umbrales habrá de padecer mayores
carencias, hasta llegar a niveles de indigencia en el caso de quienes se
encuentren por debajo de la línea de pobreza alimentaria”.
58
Debido al problema existente en la zona en materia de asentamientos
irregulares, el gobierno enfrenta la problemática, derivada del uso de suelo que los
habitantes de los asentamientos dan a estos terrenos.
Ante esta situación el gobierno municipal no garantiza la introducción de
servicios públicos para este tipo de asentamientos y a su población, ya que se
encuentran fuera de los límites de construcción urbana en los que puede el
gobierno intervenir.
Para Torres (2009:3):
“El derecho elemental a una vida digna no se ejerce cuando se vive en la
miseria, bajo la coacción, (…), aislado de los servicios de bienestar,
excluido de la educación y, todavía en muchas ciudades, de servicios
públicos como el agua potable y la energía. Es decir, no se puede concebir
la llamada democracia sin que existan verdaderos procesos de inclusión de
todos los seres humanos presentes en el territorio, en este caso las
ciudades, sin posibilidades de acceso y disfrute de una canasta mínima de
bienes y servicios que les garantice una calidad de vida urbana en
condiciones de dignidad y equidad”.
Como puede observarse, toda la población radicada en estos
asentamientos requiere del apoyo gubernamental, ya que las condiciones por las
que pasan en buena parte son producto de la incapacidad de los gobiernos para
dotar a las familias de las condiciones que les aseguren el acceso a la vivienda,
derecho al trabajo y a una vida digna. De manera, que la petición de la población
de los asentamientos irregulares para regular y proveer de servicios, está
fundamentada en esta responsabilidad de los niveles de gobierno para responder
a las demandas en materia de vivienda, salud, infraestructura, educación, energía
eléctrica, etc.
La migración y el crecimiento poblacional incrementan la demanda de
vivienda e impacta en forma especulativa el mercado inmobiliario, disminuyendo
las posibilidad de acceso a ella pues se encarecen gradualmente, quedando para
59
la población pobre terrenos en sitios peligrosos por su ubicación en zonas bajas,
laderas o próximos a los basureros (Caraveo, 2009).
La planeación de largo plazo, constituye un apoyo para proyectar la ciudad
deseada en un marco de dotación de espacios que reúnan las condiciones para la
satisfacción de una población, cuyo crecimiento fue proyectado y con ello sus
necesidades en materia de vivienda, educación salud, energía eléctrica,
pavimentación etc., en el caso de la ciudad de México últimas dos décadas
(Caraveo, 2009).
De esta forma “se pretende mostrar que en la zona urbana de exclusión
explorada, aun cuando existe una homogeneidad relativa en cuanto a las
condiciones de pobreza y precariedad, no es uniforme el espacio social en que se
configuran y reconfiguran las identidades” (Guillén, 2006:7-8).
No obstante todas las vicisitudes, una parte de la población de estos
asentamientos sobresalen a pesar de sus carencias aunque hay que decirlo
también son los menos, ya que la mayoría permanece y sus hijos reproducen su
estilo de vida. Sin embargo, para quienes tienen la posibilidad de adquirir un
terreno un poco más grande, les permite un mejor acomodo familiar.
En algunos casos, grupos de familias se reúnen para comprar una posesión
y construir sus viviendas de manera conjunta, que les permite construir sus
viviendas a través de la autoayuda y protección. Si bien son posesiones
individuales, las viviendas podrán ser vendidas una vez que se regularicen los
terrenos a precios más acordes a precios del mercado (Richer, 2010).
Los núcleos familiares que tienen la posibilidad de realizar esta adquisición
conjunta, están en condiciones de iniciar una nueva forma de vida en los mismos
asentamientos, con un nuevo formato de vivienda, pero únicamente con un
documento que les otorga la posesión y que es necesario para que en el futuro el
gobierno les regularice y escriture sus terrenos, pero en tanto ello se da, la
tenencia es ilegal. Y por tal motivo sigue padeciendo:
60
“Las insuficiencias y carencias en materia de infraestructura, agravadas por
la drástica reducción de la inversión pública durante las dos últimas
décadas, constituyen un factor que no sólo limita seriamente la capacidad
competitiva de la región sino que repercute muy desfavorablemente la vida
en las ciudades” (Salas, 2002:6).
Como se observa en las imágenes, los hogares presentan una serie de
problemas en su construcción, que es de baja calidad en paredes, pisos y techos,
muchos de ellos constituidos con desechos de construcción, y material de reciclaje
como nos muestras la figura 8.
En la imagen se muestran construcciones inseguras, precarias, hechas con
materiales de construcción tales como madera, cartón, ladrillos, materiales de
demolición y con techo de lámina de cartón o galvanizada, sobre el que colocan
objetos pesados como blocks, piedras o tabiques, para evitar que vuelen con un
viento fuerte.
Vivienda de precaria.
Fuente: Foto propia. Colonia Luis Donaldo Colosio, Tampico, Tamps.
61
En relación al problema de la precariedad de la vivienda el gobierno
municipal, proporciona ayuda en situaciones de crisis como las lluvias torrenciales
e inundaciones a través de los programas sociales que existen, como: “Piso
Firme” y “Construye Tu Casa”, en los que se entrega en donación materiales para
reforzar sus viviendas como cemento, blocks, laminas para los residentes de las
colonias vulnerables, por otro lado los partidos políticos aprovechan esta situación
para ganar votantes a través de estos programas de gobierno. Por otro lado
cuando los problemas de inundación afectan a las colonias regularizadas y los
habitantes cumplen con ciertos requisitos para obtener financiamiento de bajo
costo también se les otorga en especie materiales para mejorar la vivienda
popular.
Vivienda con ayuda de programa social.
Fuente: Foto propia, Tampico, Tamps.
En la figura 9, podemos observar una vivienda que ha tenido una serie de
apoyos sociales como los mencionados, pero insuficientes, ya que la vivienda
62
presenta una imagen de precariedad, por otra parte, algunos materiales siguen
siendo de lámina, puertas de madera reconstruidas y cercas con material
desechado así como una ventana protegida con una bolsa y pedazos de madera.
Para Jardón y Ordóñes (2009:4), citando a Villavicencio (1997):
“Desde el punto de vista presupuestal, la adopción de nuevos programas no
siempre ha significado mayores recursos; sobre todo a partir de 1994
hemos presenciado una reducción paulatina del financiamiento disponible
para los segmentos de población más pobres, que se integran
principalmente por hogares cuyo ingreso familiar es inferior a 3 salarios
mínimos. Esta tendencia ha contribuido a acentuar las desigualdades
sociales en el acceso a una vivienda digna, lo cual resulta contrario al texto
constitucional y continúa obligando a millones de mexicanos a vivir en
condiciones precarias, insalubres y peligrosas”.
Esta situación es el resultado de falta de apoyos planificados y con un
orden de preferencia para que lleguen a las personas que realmente necesitan
esta ayuda.
Respetar la planeación estratégica del uso del territorio e implementar
programas de vivienda popular, garantizará un mejor nivel de vida para las
personas que viven en las ciudades y asentamientos marginados, ya que tendrían
otro tipo de prioridades y dejarían de pensar en las deficiencias que presentan sus
hogares.
Empleo e ingresos de los habitantes de los asentamientos irregulares
La mayoría de las familias que viven en los asentamientos irregulares son parte
del flujo migratorio campo-ciudad, como resultado de muchos factores, pero el
principal se deriva de la búsqueda de nuevas oportunidades.
Para Gámez et al. (2010:10):
63
“En búsqueda de empleo, la migración se vuelve una solución ante la
necesidad de proveer a la supervivencia familiar e individual frente a
situaciones de pobreza, desempleo y falta de oportunidades de crecimiento
económico y de movilidad social. En este sentido, el desplazamiento
temporal, permanente o cuasi nomádico de grupos de población contribuye
a la incorporación recurrente de la fuerza de trabajo en un mercado laboral
informal y flexible”.
Entre los migrantes que ocupan estos espacios irregulares, podemos
encontrar una gran cantidad de similitudes históricas entre las que destacan una
alta incidencia del desempleo, el subempleo, la precariedad y la informalidad. Los
programas sociales como Oportunidades, Pronabes, Liconsa, Empleo Temporal,
entre otros, para muchos de estos hogares constituyen, en algunos casos la
fuente de recursos más importante que los ingresos personales que aporta el
empleo informal.
Por otro lado y debido a que los migrantes llegan sin recurso a la ciudad, sin
una buena preparación para obtener un trabajo formal, prácticamente se les
conduce a la informalidad como medio de subsistencia.
Para Luparia, (2000:4-5):
“En un trabajo sobre el sector informal urbano se expresa que el origen del
sector informal está en los migrantes rurales que no podían encontrar
trabajo en el “sector moderno”. Frente a la necesidad de sobrevivir deben
desempeñar cualquier actividad que les permita obtener un ingreso. Estos
migrantes que recién se incorporan al mercado de trabajo urbano, carecen
de capital y de capacitación técnica, y por ello las actividades que podrán
realizar, determinan la primera característica del sector: la facilidad de
entrada, el poco capital comprometido y escasas habilidades exigidas, y a
su vez esto determina que la división del trabajo sea rudimentaria”.
Para la confirmación de este tipo de trabajo desempeñado por quienes
radican en la periferia, el señor Hernández, nos comenta que cuenta con un
64
trabajo informal en la construcción, como peón y cargador que son los trabajos
menos remunerados, más rudos e intensos y en algunas ocasiones hace
pequeños trabajos de albañilería de forma independiente.
La mayoría de los habitantes de la periferia urbana son trabajadores de
ingresos mínimos que se desempeñan en la industria de la construcción,
prestadores de servicios, empleado(as) domésticos(as), vendedores ambulantes,
cargadores, etc., además de predominar el desempleo y el subempleo. También
se pudo observar que gran aporte a la economía familiar lo desempeñan las
mujeres que salen a buscar trabajo o fabricar alimentos que venden de calle en
calle, así como los menores que desde pequeños ya contribuyen con escasos
ingresos para sobrevivencia familiar. En este tipo de familiar es evidente que todos
los miembros de una u otra forma aportan ingresos pues es la única forma de
garantizar la sobrevivencia.
En relación con el rubro ingresos, el rango de salarios percibidos oscila
entre 1 y 3 mensuales dependiendo del trabajo que se esté efectuando. De tal
forma que en los asentamientos, “el empleo informal es más evidente en las zonas
urbanas, como en el caso del sector servicios por el ambulantaje, o del sector
manufacturero a través de la subcontratación” (Gámez et al., 2010:9).
Para Gámez et al. (2010:7-8):
“El vínculo entre el sector formal y el informal es alto, considerando que los
trabajadores informales se abastecen de empresas que les venden
insumos, para ellos mismos producir sus mercancías, o bien los productos
terminados, como es el caso de quienes expenden en calles o playas”.
Es bien sabido que el sector formal de la economía regional que no es
capaz de generar los empleos formales que requiere la población,
contradictoriamente son los mayormente beneficiados del aumento de la
informalidad, ya que en muchos casos se aprovechan de esta situación y se
proveen de servicios informales de trabajadores(as), en una diversidad de
65
requerimientos, lavado de auto, mantenimiento de hogares, cadenas de ventas,
servicios en general, entre otros.
Para Huesca (2010:3):
“El sector informal en México ha representado una oportunidad para todo
trabajador incapaz de insertarse en la dinámica laboral formal, ya sea contratado o
independiente, y que en la mayoría de los casos se desempeña como
emprendedor en negocios familiares de escala productiva reducida”.
Los empleos informales son producto en gran parte de la contracción de la
demanda laboral, la limitada formación y capacitación de las personas para
desarrollar tareas más complejas.
Por tal motivo los trabajadores informales desempeñas sus actividades con
un alto componente de flexibilidad en cuestiones de capacitación, de horarios
rígidos aunque a veces los ingresos no son los necesarios para reproducir a las
familias, como por ejemplo en el caso de las mujeres, que tienen dificultades para
conciliar el trabajo doméstico y atención a los hijos el trabajo formal hace atractiva
la flexibilidad que ofrece este tipo de trabajo.
Por este tipo de “empleos”, las familias de los diferentes asentamientos se
encuentran permanentemente estancados a veces sin tomar conciencia de ello
pues de generación en generación han sido pobres por lo que se crean, como
señala Torres (2009:2):
“Círculos viciosos, en los cuales la realidad que se percibe y se vive
configura lazos y redes sociales, que contribuyen en la lucha por la
supervivencia diaria de seres humanos que a duras penas consiguen
satisfacer sus necesidades mínimas vitales”.
En relación al tema del trabajo informal y al subempleo en los
asentamientos, se observa cada vez más una mayor diversidad de trabajos no
regulados, sobre todo para mujeres y niños que la mayoría de las veces reciben
salarios menores a los establecidos legalmente, por ejemplo el trabajos de las
66
mujeres, como: domesticas, costurera, meseras, cocineras, etc. El caso de los
niños se emplean, como: ayudantes de mecánico, de albañil, cargadores en los
mercados, entre otros. Esta situación lo constata el INEGI que reporta que en
México 6 de cada 10 empleos se mueven en el sector informal de la economía y
los habitantes de este tipo de asentamientos irregulares, como se pudo observar
en el trabajo de campo es en este sector en el que encuentran una válvula de
escape ante el creciente desempleo local y regional.
En relación con esta información, la señora Norma, nos comenta que ella
cuenta con un trabajo doméstico y que su salario quincenal es de 1,500 pesos, y
algunas de las labores que realiza son, preparar los alimentos, realizar el
quehacer de la casa, lavar la ropa y planchar, por mencionar algunos.
Cabe hacer la aclaración que en los asentamientos irregulares la
participación de las mujeres en la informalidad es cada vez más representativa por
varios factores: familias monoparentales, la crisis económica y el desempleo de
los hombres, la flexibilización del mercado laboral que ha representado un factor
importante para que las mujeres jueguen a veces un rol determinante para el
sostén de las familias. Si bien las mujeres cada vez participan más en el mercado
laboral existen rezagos y discriminación de género pues por lo general ganan
menos que los hombres ocupan posiciones laborales de menor jerarquía y sus
jornadas de trabajo suelen ser mayores a las establecidas por la ley laboral que es
de 8 horas diarias.
A pesar de esa situación las mujeres están dispuestas a recibir trabajos
menos remunerados, sufrir discriminación y con mucha frecuencia acoso sexual.
En palabras de Gámez et al. (2010:10):
“Esto es así especialmente porque el sector formal en muchos casos dista
de garantizarles una vida sin pobreza. Sin embargo, en el caso de las
mujeres, la relación entre sector informal y pobreza suele ser mayor toda
vez que tienden a insertarse en los niveles de remuneración más bajos.
67
Esta situación se puede constatar ya que el sistema económico, que ha
sido incapaz de solucionar los problemas sociales de pobreza y atraso, que él
mismo ha generado, y, que en el presente podría enunciarse casi como una ley: la
del desarrollo desigual (Gómez, 2007).
Por otro lado, la importancia de la mujer en las actividades productivas ha
probado su efectividad pero se requiere que se le provea de un salario más justo,
y con el reconocimiento de la sociedad, la eliminación de toda manifestación
discriminatoria.
La integración de las grandes masas de personas migrantes al mercado
laboral no es una cuestión simple, ya que:
“(…) los esfuerzos por integrar a la legalidad las actividades económicas
informales, ya que debido a la crisis actual, donde las desigualdades son
grandes, las cifras muestran a un sector informal estructural y creciente,
cuyo mercado laboral es heterogéneo y de percepciones más dispersas,
donde confluyen unas muy reducidas y otras altas” (Huesca, 2010:3).
Este escenario que históricamente ha construido graves problemas sociales
crea un círculo vicioso que es incapaz de generar los empleos que requiere la
sociedad con buenos salarios, propicia entonces una mayor migración,
proliferación de periferias urbanas miserables que no son capaces de incorporarse
productivamente a las actividades económicas de tipo formal.
Para estar en condiciones de realizar un análisis más profundo sobre el
desempleo, para Jiménez (2011:4):
“La situación del mercado laboral, en términos de la tasa y el tiempo de
duración del desempleo y de la calidad del empleo, es considerada como
una de las tantas preocupaciones de los latinoamericanos. Así, el
desempleo, la inestabilidad laboral y los bajos salarios son los puntos que
suscitan mayor discusión en la población, y los cuales exigen pronta
atención”.
68
Como se aprecia, independientemente de que el problema no es
únicamente de México, si preocupa ser parte de una economía que lejos de
producir beneficios para la población, ha generado una frontera que separa a los
que menos tienen, con unos cuantos que concentran la mayor parte de la riqueza
nacional.
Higiene y salud
Como ha sido comentado, en los asentamientos irregulares existe una gran
escases de servicios públicos y entre ellos se encuentran los de salud, ya que no
reciben la atención médica necesaria que les asegure una vida saludable, a pesar
de que la cobertura médica se puede decir que es universal a través del programa
del Seguro Popular, que manifiesta deficiencias y limitaciones en cuanto a la
calidad del servicio que otorga.
El contexto de insalubridad de los asentamientos irregulares Caraveo
(2009:5-6), comenta que:
“La carencia de servicios públicos (agua, drenaje, alumbrado), la falta de
equipamiento (escuelas, dispensarios médicos, lugares de esparcimiento,
etcétera), la baja calidad en los materiales de construcción, el hacinamiento,
la ubicación de la vivienda en sitios peligrosos (arroyos, basureros, lugares
cercanos a focos de contaminación, diques de contención de agua,
etcétera), son algunos indicadores de la existencia de ese déficit cualitativo
en la producción de vivienda”.
La cita anterior, se confirmó al observar que la población de los
asentamiento irregulares en general es vulnerable en materia de salud, toda vez
que es común identificar enfermedades patológicas asociadas a la pobreza, como:
la desnutrición infantil, enfermedades intestinales, respiratorias y cutáneas, que los
hace vulnerables ante epidemias, como: el dengue, el cólera, paludismo, entre
otras, que se reproducen en estas condiciones de insalubridad.
69
Por otro lado, las instalaciones sanitarias en los hogares no son saludables,
ya que no cuentan con agua potable, drenaje, recolección de basura, falta de
fumigación, por lo que las enfermedades son algo común y no se recibe la
atención médica adecuada.
Para investigadores como Gamboa et al. (2009:3), plantean que no contar
con este tipo de servicios propician que:
“Las enfermedades parasitarias constituyen tanto un problema médico,
como social y económico en el mundo y principalmente en los países en
desarrollo y/o subdesarrollados. Estas infecciones son comunes entre las
comunidades más pobres y son más frecuentes en niños de edad escolar.
Producen serios problemas de salud que tienen consecuencias en el
desarrollo físico y en el aprendizaje”.
Esto solo por mencionar algunas y entre las más importantes podemos
encontrar el cólera, la paratifoidea, la salmonelosis, la fiebre tifoidea y las
transmitidas por vector, como el dengue y el paludismo, entre otras como ya se
mencionó.
Debido a esto Gamboa et al., (2009:3), nos dice que:
“De este modo, los componentes físicos, biológicos y sociales de los
ecosistemas son potencialmente capaces de producir perjuicios en la salud,
según sea el manejo que se realice de los mismos. Un ejemplo de ello, lo
constituyen los protozoos intestinales, con sus formas de resistencia y
dispersión (quistes). Estas infecciones son endémicas en los países en
desarrollo y constituyen un indicador de las condiciones sanitarias y
ecológicas del entorno de sus hospedadores. Se vinculan principalmente
con las prácticas de defecación y la contaminación del suelo, del agua y los
hábitos de higiene y el hacinamiento, los cuales están estrechamente
ligados a los sectores más carenciados”.
70
Por otra parte hablando de salud pública en este tipo de asentamientos hay
gran escases de estos servicios y los más próximos se encuentran ubicados en
las escuelas localizadas en los propios asentamientos irregulares.
La poca ayuda que les llega a los habitantes en materia de salud se deriva
por la manifestación de algunos síntomas de epidemias o en temporada de
ciclones y de lluvias torrenciales, con la implementación de las jornadas de
vacunación en toda la colonia y programas de fumigación. Por otro lado,
organizaciones no gubernamentales o ayuda humanitaria suelen a través de
jornadas sociales apoyar a estar comunidades y establecer dispensarios médicos
en las colonias necesitadas.
Conclusión
Se pudo observar que la gran mayoría de la población que se encuentra en los
asentamientos irregulares cuenta con limitados servicios públicos por parte de los
municipios.
Debido a las viviendas construidas en los asentamientos irregulares hace
extremadamente vulnerables a sus habitantes ante riesgos naturales, como:
deslaves, tormentas tropicales, huracanes, entre otros, así como también los
accidentes industriales, como podrían ser: emisión de gases tóxicos, desperdicios
tóxicos, explosiones, etc., así como en aspectos relacionados a la higiene y salud.
La mayoría de los habitantes viven de la informalidad con ingresos
reducidos y carentes de la protección social a que todo trabajador tiene derecho,
como: seguro social, INFONAVIT, prestaciones laborales, vacaciones, aguinaldo,
etc. Para muchos estudiosos del tema, esta situación puede ser consecuencia de
muchos factores, primeramente el limitado desarrollo económico y la generación
de empleos y la falta de capacidades laborales intelectuales de los habitantes.
Por otro lado, son preocupantes las condiciones que presenta la vivienda,
ya que la mayoría se encuentra en estado deplorable y de mucho riesgo puesto
que la mayoría son construidas, de reciclable y de mala calidad muy pobre, puesto
71
que muchas casas son construidas con madera, material reciclable y desechos de
construcción.
Es evidente la escasa estructura urbana pues no hay servicios como: calles
pavimentadas, electricidad y alumbrado público, drenaje pluvial y transporte.
Por último se analizaron las condiciones sanitarias que presentan los
asentamientos y se observó que no hay una regulación tanto para la colonia como
para los hogares. Ya que es notoria la falta de un centro de salud dentro del
asentamiento, para la atención médica de las personas enfermas.
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76
RIESGOS EN LA ZONA CONURBADA DE TAMPICO
Lic. Rosalba Elizabeth Treviño Sandoval
Introducción
La Zona Conurbada de Tampico, se encuentra localizada al Sur de Tamaulipas,
sus condiciones climáticas y geomorfológicas, así como problemas de
asentamientos humanos en zonas de alto riesgo, colocan a Tampico en posición
de vulnerabilidad ante la presencia de fenómenos naturales. De acuerdo con
Romo (1996), algunos de estos fenómenos, por la magnitud y alcance en la
región, pueden afectar a un amplio territorio que comprende más de 60 municipios
en la huasteca con una población superior a 1 millón y medio de habitantes.
Dependiendo del tipo de fenómenos requieren de una movilización institucional de
manera coordinada que involucre a los tres niveles de gobierno, sector productivo,
y sociedad para alcanzar suficiente cobertura para responder a las contingencias,
así como de la canalización de recursos para atender, la situación de emergencia,
resarcir los daños y restablecer las condiciones de normalidad social y económica
en la zona de estudio.
En este trabajo se brindarán elementos que permiten comprender las
características geográficas de la región costera y de la zona conurbada. Asimismo,
se desarrollarán las características principales de los municipios que integran la
zona de estudio. Especialmente, se analizan las características del sistema
hidrológico de la Cuenca Baja de Río Pánuco y del Tamesí, que representan una
de las grandes riquezas que enfrenta un sin número de amenazas para este
ecosistema y genera riesgo para la conurbación de Tampico, debido a las
inundaciones que producen los ciclones, las lluvias y las avenidas de río.
Particularmente se identifican los factores de riesgo que presenta la ciudad y sus
efectos en la sociedad.
Ubicación Geográfica de la Zona Metropolitana de Tampico
La Zona Metropolitana de Tampico está integrada por los municipios: Tampico,
Madero y Altamira, además de tres municipios de Veracruz, que son Pueblo Viejo,
77
Tampico Alto y Pánuco. Por cuestiones de tiempo y de espacio solamente se
consideran los municipios de Tamaulipas.
De acuerdo con Sánchez (2011), el área de estudio se ubica en la planicie
costera, que cuenta con una extensa superficie plana de origen cenozoico, y se
asienta en parte de una llanura aluvial inundable conformada por la Cuenca Baja
del Río Pánuco, cuyas características geomorfológicas presentan una suave
topografía conformada por terrazas aluviales constituidas por pequeñas
plataformas sedimentarias, donde se localizan yacimientos petrolíferos. Algunos
expertos, indican que el área de estudio históricamente ha presentado
inundaciones, que en la actualidad determina entornos inundables no aptos para
asentamientos humanos (Hudson, 2004; Mansilla, 1994; Hudson & Colditz, 2003
citados por Sánchez 2011).
En el marco de las observaciones anteriores, se ha logrado comprender
que de acuerdo a su ubicación y características geomorfológicas la Zona
Metropolitana presenta riesgos, de inundaciones. En el siguiente mapa se logra
apreciar que la zona de estudio se encuentra rodeada de ríos, lagunas y el mar, lo
cual provoca que sea una zona vulnerable a sufrir daños hídricos.
Ubicación geográfica del Área Metropolitana de Tampico, Golfo de México,
2010
Fuente: Google Maps, 2013
78
En el mapa anterior se observa la localización de la Zona Metropolitana de
Tampico, así como el sistema hidrológico de la región. La zona conurbada cuenta
con una superficie de 1825.34 kilómetros cuadrados (INEGI, 2013), representando
el 2.27% del territorio de Tamaulipas.
El elemento hidrológico más importante de la región, después del Golfo de
México, está representado por el Río Pánuco, al cual se le une el Río Tamesí en
su parte final. La Zona Metropolitana se encuentra dentro de la Región Hidrológica
Pánuco (IMEPLAN: 2012).
La parte baja del Río Pánuco forma parte de una amplia red hidrográfica, en
la que destacan los ríos Moctezuma y Tamesí. El Moctezuma, es el principal
afluente del Río Pánuco, tiene su origen en los Ríos San Juan y Tula, y después
de un recorrido de alrededor de 120 km desde la confluencia con el Río Tempoal,
cambia de nombre a Río Pánuco hasta su desembocadura en el Golfo de México.
Hidrografía de la región
En la parte suroeste de Tampico confluyen los ríos Pánuco y Tamesí. El primero
forma una cuenca de 96 958 kilómetros cuadrados y arroja un caudal de 16 500
millones de metros cúbicos anuales. La unión de estos ríos forma una de las
corrientes más caudalosas de la República Mexicana que desemboca en el Golfo
de México, otros cuerpos de agua lo constituyen la Laguna del Chairel, Carpintero,
Champayan y numerosas vegas y esteros (Gobierno del Estado, 2011).
Los municipios de estudio colindan con este enorme sistema hidrológico y
con el Golfo de México sus recursos hidrográficos están constituidos por ríos
secundarios ubicados hacia el norte del estado de Tamaulipas como el río
Barberena que nace en la sierra de Tamaulipas y otros que confluyen con el rio
panuco como el Moctezuma, el Tampaon, ente otros. Como se puede apreciar la
zona conurbada cuenta una gran cantidad de cuerpos de agua que representa una
gran fortaleza para su desarrollo económico y social, pero al mismo tiempo una
79
gran amenaza de no implementarse políticas sustentables que permitan el manejo
de la cuenca para mitigar las posible inundaciones que enfrenta la conurbación.
Zona Conurbada de Tampico
Fuente: Google Maps, 2012
En el mapa anterior se muestra la distribución de los cuerpos de agua
cercana a la zona de Tampico, Madero, Altamira. Y como se puede apreciar los
cuerpos de agua rodean la zona de estudio.
Características del sistema hidrológico.
La Zona Conurbada de Tampico, Madero y Altamira, pertenece a la cuenca del
Rio Pánuco, por lo que procedemos a definir el concepto de cuenca hidrográfica.
Urquiza et al (2012:3), definen a una cuenca hidrográfica como “el territorio
cuyas aguas son drenadas por un río, este se divide en subcuencas que a su vez
son avenidas por afluentes del río”. La cuenca, así como sus subcuencas
contienen particulares recursos que se han conformado, en función de su
ubicación geográfica, por la acción de los fenómenos naturales y de los seres
vivos.
80
De acuerdo con Antón (2003), los principales componentes de una cuenca
típica son la cuenca de recepción, la red hidrográfica y los sistemas de aguas
subterráneas asociados. Estos tres elementos están interconectados: las cuencas
de recepción reciben precipitaciones, éstas a su vez son filtradas en los sistemas
subterráneos o fluyen hacia los valles formando ríos y arroyos. Parte de las aguas
subterráneas pueden regresar a los cursos de agua y los caudales de éstos
contribuyen al relleno de los acuíferos subyacentes. Una porción del agua es
reevaporada logrando precipitarse nuevamente en las cuencas de recepción,
completando el ciclo.
Según Cotler, et al. (2012) el funcionamiento eco-hidrológico de una cuenca
se sustenta en un equilibrio frágil y dinámico, resultado de la interacción entre sus
componentes, incluyendo las acciones antrópicas. En el territorio de la cuenca se
lleva a cabo parte del ciclo hidrológico, por ello cualquier alteración en algunos de
sus componentes modifica su dinámica. En ese sentido, los cambios en la
estructura y composición de la cobertura vegetal, los procesos de degradación de
suelos o el sellamiento de la superficie por urbanización, alteran
irremediablemente las condiciones de infiltración, escurrimiento, percolación y
evapotranspiración del agua. Además dichos cambios modifican los parámetros
ecológicos que determinan las variaciones naturales en las importaciones y
exportaciones de sedimentos, nutrientes y compuestos químicos (Brooks et al.,
1998, citado por Cotler, et al., 2012).
La cuenca del río Pánuco se encuentra situada geográficamente entre los
19°01’ y 23°05’ latitud norte, y entre 97°50’ y 101°21’ longitud oeste; tiene un
área aproximada de 84 956 km2, que la sitúa en el cuarto lugar de la
República Mexicana, la cual se encuentra distribuida porcentualmente dentro
de las siguientes entidades federativas: estado de México (2.8), Puebla (0.1),
Hidalgo (20), Querétaro (11), Veracruz (12.1), Guanajuato (6.2), San Luis
Potosí (27.7), Tamaulipas (19.5) y Nuevo León (0.6).(Pereyra, Pérez, 2005:
82).
81
El área específica de la cuenca del Río Pánuco a tratar en esta investigación
se localiza al Norte del Estado de Veracruz y Sur del Estado de a Tamaulipas,
dentro de la Región Hidrológica 26, en la planicie costera del Golfo de México,
específicamente en el área de Tampico-Pánuco, entre las coordenadas 22°18´39”-
21°52´30” Latitud Norte y 97°44´40”-98°35´07” de Longitud Oeste (López et al;
2013:5), tal como se muestra en el siguiente mapa.
Ubicación de la ZCTMA
Fuente: López; Aragón (2013).
En la imagen anterior se puede observar la ubicación que corresponde al
Sistema Hidrológico de la cuenca de Río Pánuco dentro del País. De acuerdo a
los razonamientos que se han venido realizando, la zona de estudio cuenta con un
sistema amplio entre las cuales se encuentran la Laguna del Chairel, la Laguna
del Carpintero, la Laguna de Champayán y la Laguna de Vega Escondida.
82
El agua de la Cuenca del Río Pánuco es utilizada en diversos aspectos
dentro de la sociedad, como en el sector agrícola, en la industria, y el uso urbano
de la sociedad. Sin embargo los diferentes usos a los que ha estado destinada
han derivado en su contaminación y escases. Por otro lado, constituye un factor
primordial y vital para el desarrollo de las actividades productivas y sociales en la
zona.
El volumen destinado al uso agrícola en esta cuenca es de 2 630 millones
de metros cúbicos/año que representa el 79% del total de agua utilizada en la
cuenca. En esta cuenca se localizan once distritos de riego con una superficie
regable de 285 913 ha. Esta cuenca permite irrigar miles de hectáreas dedicadas
a la agricultura y ganadería, el beneficio se encuentra representado en 34 013
usuarios y 465 unidades de riego para el desarrollo rural y propiedades privadas
que ocupan una superficie de 167 946 ha. Correspondiente a 54 324 usuarios.
Asimismo existe un distrito de temporal tecnificado que domina 220 000 ha. Para 8
384 usuarios. (Comisión Nacional del Agua, 2013). La productividad del sector
agrícola, depende directamente de su disponibilidad. La sequía presentada en los
últimos años, han tenido un efecto negativo en el sector agrícola, ocasionando la
muerte de miles de cabezas de ganado y el deterioro de las tierras.
La extracción de agua para el uso industrial, se ha convertido en una
demanda importante tanto por la competencia con otros sectores usuarios por el
abastecimiento de agua, como por la alta concentración de contaminantes que
descarga en su conjunto el sector industrial (Comisión Nacional del Agua, 2013).
Además de los efectos de la industria en la contaminación del agua, en la zona de
estudio, principalmente en Altamira, se han presentado rellenos masivos de
marismas para el desarrollo del sector industrial en la zona, que conlleva graves
consecuencias.
Además de los usos mencionados, el agua en la zona es utilizada en
actividades como la pesquera, que en la región costera del Golfo aunque está
83
pasando por una crisis, mantiene su nivel de importancia, no solo por las
actividades realizadas en el mar sino también en ríos y lagunas, constituyendo una
fuente de alimentos y empleo para sus habitantes. Entre las especies capturadas
más importantes está el camarón que tiene una gran demanda para exportación a
EUA. Otras especies que aquí se capturan son: el huachinango, robalo, ostión,
jaiba, trucha y tiburón. (http://www.asiestampico.com.mx/aet_agp.htm).
Existen diversos factores que amenazan a la cuenca, entre ellos se
encuentra la contaminación de los cuerpos de agua. Uno de los ríos principales
de la cuenca, el Río Pánuco, encabeza el listado de los contaminados de México.
Demografía de la zona conurbada de Tampico
La ciudad de Tampico se fundó en 1823 y a lo largo de 100 años mantuvo estable
su crecimiento poblacional, y fue hasta el descubrimiento del petróleo cuando la
ciudad tuvo una expansión importante desde el punto de vista económico y
poblacional, adquiriendo un estatus de polo de desarrollo en la región huasteca, ya
que ha observado una importante diversificación productiva: agrícola, comercial,
servicios, financiera, portuaria que la convirtió en uno de los polos de desarrollo
más importantes del Golfo de México.
De acuerdo a los censos de población del INEGI, actualmente los
municipios de estudio cuenta con una población de 706 771 distribuidos de la
siguiente manera.
Población Zona Conurbada de Tampico
Municipios 2005 2010 2015 2020 2025 2030
Tampico 307 450 297 554 301 945 296 711 290 344 282 601
Madero 194 617 197 216 200 638 201 426 201 013 199 194
Altamira 161 346 212 001 223 136 252 214 279 601 304 529
Total 663 413 706 771 725 719 750 351 770 958 786 324
Fuente: En base a CONAPO, 2012; INEGI, 2012
84
Analizando los datos de CONAPO muestran que la población de Tampico
ha presentado una ligera disminución de su población, debido fundamentalmente
al agotamiento junto con Madero de su reserva territorial, pero además,
observando la misma tabla en una prospectiva poblacional del INEGI al 2030, se
aprecia con claridad una disminución gradual de la tasa de crecimiento
poblacional, en tanto que el municipio de Altamira proyecta un crecimiento
acelerado como consecuencia de los flujos migratorios, la disponibilidad de
territorio, así como un fuerte incremento de las actividades industriales y portuarias
que propician un crecimiento acelerado de la traza urbana de este municipio.
La falta de planificación territorial y el crecimiento urbano en la zona, están
provocando desequilibrios sociodemográficos ya que no se cuenta con viviendas
disponibles, servicios e infraestructura, originando problemas sociales como la
marginación y los asentamientos irregulares.
Por otro lado, este crecimiento desordenado propicia un equivocado manejo
de los recursos naturales que incrementan el relleno de cuerpos de agua, pues las
limitaciones territoriales obligan a que la ciudad crezca de sur a norte de manera
lineal, pues las barreras naturales del Golfo de México y del sistema lagunario
permiten que gradualmente se les gane espacio por relleno a las márgenes del
sistema lagunar. De acuerdo con Batres et al (2010:6), “la demanda de los
espacios territoriales está en relación directa al crecimiento de la población, ya que
al incrementarse, multiplica la necesidad de los espacios físicos que requiere la
población para habitación”.
En relación a los desequilibrios medioambientales cabe destacar que el
puerto industrial de Altamira, específicamente, ha rellenado varios miles de
hectáreas de marismas para la construcción del parque industrial de Altamira
ocasionando un severo daño al ecosistema costero, a su flora y fauna.
85
El desarrollo industrial y portuario ha tenido un crecimiento muy importante
para la zona, aunque para ello han transformado grandes extensiones de
marismas y cuerpos de agua para construir las instalaciones correspondientes. El
puerto industrial de Altamira, que cuenta con una superficie de 11 000 hectáreas,
de las cuales, más de tres mil fueron rellenadas, para la construcción artificial del
puerto, canales de navegación e instalaciones industriales. Con ello, no sólo se
modificó el paisaje, sino también la estructura del ecosistema costero natural, al
rellenarse miles de hectáreas para la instalación de industrias químicas y
petroquímicas. Estas industrias son tipificadas de alto riesgo por los procesos
productivos que en ellas se realizan, así como el manejo deficiente de insumos y
residuos industriales peligrosos, por el transporte a través de la región y la traza
urbana, que incrementan la vulnerabilidad de la población (Toledo, 1993 citado
por De la Cruz, 2007).
Ligado a esta industria se hace notar el manejo poco eficiente de los
residuos industriales que contaminan los recursos hídricos; la construcción de
basureros y “rellenos sanitarios” técnicamente inapropiados que contaminan por
lixiviados los cuerpos de agua, además de no contar hasta la fecha con ninguna
planta tratadora de aguas residuales urbana e industrial.
De acuerdo con los razonamientos que se han venido realizando, es
importante recalcar que debido al crecimiento poblacional en la ZCTMA, existen
diversos riesgos ocasionados por el urbanismo. Al incrementarse la población de
manera poco ordenada se generan condiciones de vida deficientes en términos de
salud, nutrición, pobreza, analfabetismo o saneamiento, que suponen una
amenaza permanente a la seguridad física y psicológica de estos grupos de
población que generan “riesgos cotidianos”. Los riesgos de desastres extremos
por amenazas naturales se ven agravados por estos riesgos cotidianos, originando
un proceso de “acumulación de riesgos” característico de las zonas urbanas,
donde las actividades humanas intensifican el riesgo. En consecuencia, la
86
urbanización provoca que aumente la vulnerabilidad social y ambiental (PNUD,
2010).
Además de los efectos negativos derivados de la urbanización, se
presentan reacciones negativas al medio ambiente como la contaminación del
aire, agua y suelo.
Zona Conurbada de Tampico
Una zona conurbada “es la continuidad física y demográfica que forman o tiendan
a formar dos o más centros de población”, de la misma manera, se puede
entender como “el proceso y el resultado del crecimiento de varias ciudades, las
cuales se integran para formar un solo sistema que suele estar jerarquizado,
aunque las distintas unidades que lo componen pueden mantener su
independencia funcional y dinámica” (Hernández, 2008: 13). De esta manera se
puede establecer, que una zona conurbada se compone de diversas ciudades
continuas que se diferencian funcional y orgánicamente, además de que cada una
de ellas presenta su propia organización espacial.
Las ciudades de la zona conurbada de Tampico, son consideradas
ciudades costeras, que son definidas como una zona amplia del litoral que se
extiende hacia tierra firme y que se caracteriza por un ecosistema acuático o
marino asociado a las planicies costeras (fronteras de interacción entre el
continente y el mar). También las ciudades costeras son un área de transición
estrecha entre la tierra y el mar, donde los procesos de producción, consumo e
intercambio de energía se efectúan con mucha intensidad entre el ecosistema
terrestre y costero (De la Cruz, 2007). La mayoría de las ciudades costeras, son
ciudades portuarias, lo que ha ocasionado que crecimiento y desarrollo se
encuentre vinculado a la vida del puerto (Colmex, 2013).
La zona conurbada es una importante puerta para el comercio exterior, ya
que es la única que cuenta con dos puertos (Tampico y Altamira) a corta distancia,
además de la actividad de los puertos, también se localizan industrias, tanto
87
nacionales como internacionales, en el Corredor Industrial de la zona. Es de esta
manera, que estos dos puertos extienden su zona de influencia a ciudades como
Monterrey, San Luis Potosí, Aguascalientes y Guadalajara principalmente
(CONACO, 2013). Además, la región cuenta con una extensa red carretera que
sin ser de lo mejor, por encontrarse constantemente en reparación o
mantenimiento, la comunica con el resto del país. En los límites de Tampico y
Altamira se encuentra la entrada al Libramiento Poniente que conecta las
principales carreteras sin necesidad de cruzar por la ciudad. También cuenta con
transporte aéreo, Tampico cuenta con el Aeropuerto Internacional Francisco Javier
Mina desde donde operan líneas nacionales como internacionales (Sur de
Tamaulipas, 2013).
Las actividades ligadas a los recursos naturales con que cuenta la zona
constituyen uno de los factores que determinan el funcionamiento del puerto de
Tampico, actividades como el comercio internacional, que gracias al puerto y a la
infraestructura carretera, ha logrado el desarrollo de este sector; la pesca, que se
ofrece en diversas modalidades, tales como la pesca de altura en donde se logran
obtener especies como el marlín, pez vela, dorados, jureles entre muchas otras, la
bocana ofrece pesca de robalo y sábalos, la pesca de profundidad en la cual se
puede pescar huachinangos, pargos etc., además de que en la zona se puede
practicar pesca deportiva en diversas lagunas y áreas de las escolleras; el turismo,
es otro impulsador importante para la economía regional, atrayendo inversionistas
nacionales e internacionales que han invertido en importantes proyectos, entre los
cuales están la construcción de hoteles y restaurantes pertenecientes a
importantes franquicias; y las actividades petroleras que han sido soporte en
muchos casos del desarrollo urbano costero, se puede decir que permiten la
evolución de estos territorios con litoral (De la Cruz, 2007; Sur de Tamaulipas,
2013; Donde Pescar, 2010).
Lo anteriormente expuesto, ha ocasionado que la zona conurbada se
encuentre en proceso de urbanización y manifieste otras funciones económicas
como las portuarias, pesqueras, industriales, turísticas, agropecuarias y
88
comerciales, además otras más específicas como las petroleras. Para la
realización eficaz de estas actividades, es necesaria una dinámica espacial-
territorial, pues aunque en la zona no se presenten graves problemas como en las
mega ciudades, sí van en ascenso. Se trata de cuestiones que tornan a las
ciudades portuarias como insostenibles a largo plazo, por los problemas del uso
del suelo, la falta de zonas seguras para la vivienda, insuficiencia en la
administración y la distribución del agua potable, generación y disposición
creciente de residuos sólidos, deficiencia y obsolescencia del transporte urbano,
infraestructura vial, infraestructura hidráulica, falta de servicios de salud y
educación, así como el aumento en los riesgos ante desastres naturales,
antrópicos y crecientes conflictos sociales (De la Cruz, 2007).
Riesgos en la zona Conurbada.
La dinámica de la expansión urbana manifestada en las últimas décadas en
México, ha generado cambios de gran importancia en la distribución espacial en
los municipios, sobre todos en aquellos que presentan limitaciones territoriales
como el caso del área metropolitana Tampico.
La zona conurbada de Tampico es una mancha urbana que sufre efectos
de un crecimiento demográfico que propicia la expansión desordenada de la
ciudad costera. El espacio urbano se traslada hacia la periferia natural de las
márgenes de ríos y lagunas, provocando la pérdida de la superficie lagunar, el
progresivo deterioro ecológico y su impacto en su biodiversidad, como el caso
Laguna del Carpintero; Laguna del Champayán, laguna de la ilusión, entre otras
(Batres et al, 2010).
En la zona conurbada se ha presentado un rápido crecimiento poblacional y
se espera que este siga en aumento, los espacios destinados a las viviendas se
han agotado, de manera tal, que la población ha comenzado a establecerse en
lugares riesgosos, por inundaciones.
89
Ante la situación planteada por Batres, et al (2010), que menciona que uno
de los efectos más importantes del crecimiento de la mancha urbana en la región
es que la población ha expandido la ciudad a las márgenes de ríos y lagunas.
Para cuantificar el impacto ambiental provocado por el proceso demográfico
expansivo e incontrolado, se hace necesario dimensionar la importancia que
representan las lagunas y cuerpos de agua a nivel regional, dado que los efectos
particulares medioambientales que puede padecer una población en particular,
invariablemente puede estar relacionada con otras poblaciones, por su cercanía,
grado de dependencia, o porque formar parte del mismo sistema hidrológico.
Además de los riesgos enunciados, en la Zona Conurbada de Tampico se
presentan otros riesgos diversos, debido a su ubicación y usos del suelo. En este
sentido para Rosas y Tello, (2012) otros riesgos a los cuales está expuesta la
población de esta zona conurbada corresponden a fenómenos naturales de tipo
hidrometeorológico y riesgos antrópicos, de tipo industrial y urbano,
principalmente.
Un ejemplo de estos riesgos, son las recientes lluvias atípicas registradas
en la zona conurbada de Tampico, que provocan importantes encharcamientos,
caos vial e inundaciones en áreas marginales con asentamientos irregulares
localizadas en áreas cercanas a lagunas o a la margen izquierda del Río Pánuco.
Como ya se ha mencionado La transformación del entorno natural y los
procesos de erosión, entre muchos otros en los que interviene el hombre,
amenazan a la sociedad con inundaciones. Es en este contexto donde surge la
inquietud por el estudio de los fenómenos naturales y la probabilidad de riesgo que
pueda tener la sociedad por causa de éstos. La evaluación de los riesgos
naturales pretende mitigar los efectos destructivos de los fenómenos tanto en el
corto como en el largo plazo.
Ante la situación planteada, la inadecuada interacción humana con el medio
natural es un factor que desencadena o agrava situaciones de riesgo, lo que a su
vez tiene repercusiones en los asentamientos humanos.
90
Los riesgos hidrológicos en la zona son muy evidentes, ya que la zona
conurbada de Tampico enfrenta continuamente diversos problemas ocasionados
por fenómenos naturales, además que la misma sociedad ha alterado
gradualmente al medio ambiente, el riesgo se vuelve cada vez más palpable y
constante.
Riesgos Hídricos.
La zona conurbada de Tampico se encuentra rodeada de cuerpos de agua y
forma parte de las ciudades tipificadas como vulnerables en el país, que
enfrentaría severos daños en su infraestructura, a causa del cambio climático que
provocaría un aumento en el nivel del mar.
De visita en Tampico, el observador oficial de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), admitió que el cambio climático es un fenómeno difícil de
predecir, pues antes se pensaba que sus consecuencias podrían ser notorias
hasta dentro de 100 años. Hoy se dice que en 50 años y también hay estudios que
señalan que estos acontecimientos se pueden presentar hasta en 20 años o
menos (Hernández, 2010). Sin embargo, otros investigadores sostienen que no
hay que esperar 20 años, ya que se están viviendo cotidianamente los efectos de
este cambio climático. Por lo que, resulta necesario estimar este tipo de riesgos
socio-ambientales,
Conclusión
La Zona Conurbada de Tampico está integrada por los municipios de Tampico,
Madero y Altamira. Se localizan al sur de Tamaulipas. Comprende un 25% de
cuerpos de agua del sistema lagunario del Río Pánuco-Tamesí. En la zona
conurbada se ha presentado un rápido crecimiento poblacional y se espera que
este siga en aumento, los espacios destinados a las viviendas se han agotado, de
manera, que la población ha comenzado a establecerse en lugares riesgosos,
como lo son laderas o las márgenes de ríos y lagunas.
91
La CONACO (2013), menciona que el Área Metropolitana de Tampico es la
zona costera más poblada de México. Tampico es la principal ciudad del estado
de Tamaulipas y el mayor centro económico y portuario de la región del Golfo de
México. Dentro de la misma área metropolitana se encuentra Altamira, que se ha
convertido en el centro de la industria petroquímica, de la industria de generación
eléctrica y de empresas de servicios portuarios, más importante en el Golfo de
México. Anteriormente, Tampico era una región rica en petróleo, sin embargo los
pozos de extracción ya no son económicamente productivos. Actualmente la
región es principalmente refinadora de petróleo, en Ciudad Madero está ubicada la
refinería Francisco I. Madero.
La zona conurbada de Tampico, cuenta grandes ventajas y beneficios,
primeramente, tiene una ubicación geográfica privilegiada, al estar situada en el
litoral del Golfo de México, con una gran diversidad de recursos naturales, es un
polo de desarrollo económico, cuenta con dos puertos de gran importancia en el
país, infraestructura carretera que lo unen con diversas ciudades de gran
importancia, además que en la zona se pueden realizar actividades primarias
como la agricultura, la pesca y la ganadería.
Pero más allá de las ventajas económicas que oferta la región, también,
constituye un importante paso de fenómenos hidrometeorológicos que ponen en
peligro a una importante zona, donde la precariedad de la vivienda y sitios de
ubicación de la misma, les mantiene en un riesgo permanente, que reclama de
acciones, para su reubicación así como de medidas para generar una cultura del
riesgo.
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95
VULNERABILIDAD SOCIAL DE LOS RIESGOS URBANOS
Lic. Elsa Leticia Ortiz Alanís.
Introducción
El objetivo del trabajo consiste en analizar la problemática social que presenta la
ciudad de Tampico, como resultado del crecimiento histórico de la infraestructura,
la industria y los asentamientos humanos que se han venido multiplicando en las
últimas décadas. Para este fin, se parte de una clasificación de los diferentes
riesgos urbanos, como los hidrometeorológicos en los que se incluyen lluvias
torrenciales, huracanes, inundaciones y sequías; los antrópicos más
representativos de las actividades industriales como las fugas y derrames,
explosiones, accidente de transporte, que son los que con mayor frecuencia se
observan en esta región de estudio.
Vulnerabilidad y riesgos urbanos
Solo se presenta riesgo en donde hay vida, en este caso la vulnerabilidad del
hombre ante el riesgo, deriva de su exposición ante los fenómenos naturales o
ante aquellos derivados de su acción directa o indirecta sobre el medio ambiente
llamados antrópicos. Por tal motivo, las consecuencias de su impacto o de la
desolación que estos causan se agudizan cuando el individuo o sociedad
comienza el incesante proceso de transformación y degradación de los elementos
naturales, con objetivos tendientes a la obtención de una alta tasa de rentabilidad
del capital invertido de apropiación individual, que genera riesgos sociales (De la
Cruz y Millán, 2012). Es decir mientras exista población e infraestructura en un
sitio determinado, los riesgos aumentan, por tanto incrementa la vulnerabilidad de
los habitantes ante acontecimientos naturales y antrópicos, que pueden llegar a
causar estragos, la paralización de las actividades sociales y económicas, así
como destrucción y pérdida de vidas humanas.
96
Por su parte, Lavell (2002:3), menciona que el riesgo solamente puede
existir al concurrir tanto una amenaza, como determinadas condiciones de
vulnerabilidad. El riesgo se crea en la interacción de amenaza con vulnerabilidad,
en un espacio y tiempo particular. En efecto, amenazas y vulnerabilidades son
mutuamente condicionadas o creadas. No puede existir una amenaza sin la
existencia de una sociedad vulnerable y viceversa. Un evento físico de la
magnitud o intensidad que sea no puede causar un daño social si no hay
elementos de la sociedad expuestos a sus efectos. En otras palabras, la población
es amenazada por los diferentes tipos de riesgos en tanto subsista un crecimiento
urbano desordenado.
Maskrey resalta que la vulnerabilidad, en términos generales, puede
catalogarse como de carácter técnico y social, siendo la primera más factible de
cuantificar en términos físicos y funcionales, un ejemplo de ello, son las pérdidas
potenciales referidas a los daños o interrupción de los servicios, a diferencia de la
segunda, que sólo puede valorarse cualitativamente y de manera relativa, debido
a que está relacionada con aspectos económicos, educativos, culturales,
ideológicos, etc. (1993:61).
De forma global, la vulnerabilidad presenta diversas determinantes que
actúan simultánea y sistemáticamente e influyen en las afectaciones que sufre o
puede sufrir la población; dichos factores son de índole política, demográfica,
social, cultural, ideológica, educacional, institucional, económica, técnica, física o
ambiental (Wilches-Chaux, 1993; 12). De manera que la ausencia o presencia de
vulnerabilidad sintetiza el desarrollo alcanzado por un país, un municipio o una
ciudad. Como se puede entender la vulnerabilidad es establecida por diversas
causas de diferentes condiciones, que constituyen el grado de vulnerabilidad a la
que estamos expuestos y responsables en parte, del desarrollo del territorio.
Para Almejo (2011:210):
“La vulnerabilidad, el riesgo y su materialización como desastre son
procesos socialmente construidos con acciones o inacciones, que, en última
instancia, se concretizan en la localización de la población en espacios
97
expuestos a amenazas antrópicas o fenómenos naturales, donde los
habitantes tienen distintas capacidades para enfrentarlos y en relación con
esa capacidad resultan diferenciadamente. En la perspectiva de la
deconstrucción social del riesgo a partir de prevenirlo, el parámetro de la
eficacia es la no ocurrencia de desastres y, justamente, en eso estriba la
complejidad de prevenir, puesto que muchas medidas preventivas o de
mitigación del riesgo son imperceptibles, son poco valoradas por los
diversos agentes sociales; por ello, además de una elaboración e
implementación corresponsable, los beneficios de la prevención deben ser
socializados, divulgados e internalizados “.
Por lo expuesto, no todas las personas tienen la misma capacidad de
respuesta para hacer frente a los riesgos que se van suscitando a lo largo del
tiempo, de igual manera no están informados de los riesgos y desastres que
puedan llegar a ocurrir en la Zona Metropolitana de Tampico y que somos
vulnerables tanto a riesgos antrópicos como naturales debido a la ubicación
geográfica y las actividades económicas que se realizan en la región.
Vulnerabilidad social de la región
La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres,
Unisdr (2004:8) plantea que la vulnerabilidad es la incapacidad de resistencia
cuando se presenta un fenómeno amenazante, o insolvencia para reponerse
después de que ha ocurrido un desastre.
Una forma concreta de vulnerabilidad es la social que se define como la
suma de circunstancias que afectan a una población, limitando sus capacidades
para valerse por sí misma. Pérez (2007: s/n) la determina por los siguientes
factores:
98
Distribución de la población urbana y rural, por sexo y edades, y
distribución espacial de los principales asentamientos humanos, así
como sus crecimientos históricos.
Infraestructura social, incluyendo educación, patrimonio histórico y
cultural, de recreación y deportes, de vivienda y de salud e
infraestructura de servicios de transporte y telecomunicaciones,
suministro de agua potable y evacuación de agua y sólidos residuales, y
energía, identificando sus fuentes y ubicación espacial.
Producción agropecuaria, industrial y comercial (incluyendo el turismo),
su distribución espacial y anual.
Indicadores de desarrollo y su distribución espacial en el país que se
analice.
Composición sectorial del PIB y su variación en los últimos años.
Existencia y aplicación de programas para disminuir los efectos
adversos de eventos naturales extremos, como sistemas de alertas
sísmicas, tsunamis y otros.
Programas educacionales de comportamiento frente a desastres y
ubicación de instalaciones o actividades peligrosas.
De acuerdo con lo anterior la zona conurbada de Tampico, Ciudad Madero
y Altamira, tiene características fisiográficas particulares que han propiciado su
desarrollo poblacional y junto con ello el de su infraestructura, en este sentido, la
acción antrópica y natural la hace vulnerable a peligros como inundaciones y
químicos por probables explosiones de gasolineras, gaseras y ductos. (Protección
civil de Tamaulipas, 2009:185). De igual manera, el Frente Costero Tamaulipeco
es vulnerable y altamente influenciado por los eventos ciclónicos (huracanes),
vientos del norte y marejadas lejanas que se dan en el Golfo de México. (Jiménez
y Sánchez, 2014:6), para ilustrar lo anterior a continuación se muestra una tabla
de los huracanes que se han presentado a lo largo de la historia de 1933 al 2013.
99
Tabla 5. Huracanes en la ZMST de 1933-2013
Año Nombre Categoría Fecha Víctimas
directas
Daños Estimados*
1933
s.n
n.d
15/ septiembre
n.d
n.d.
Mitchell, C.L. (1933)
1947
s.n
n.d.
15/ agosto
19
$2,000,000.00
Sumner, H.C. (1947)
1951
CHARLY
I
22/ agosto
4 en la Zona
metropolitana
100 en la
región
$1,600,000.00
Norton, G. (1952)
1955
GLADYS
I
7/ septiembre
Se reportan
víctimas mas
no su número
Daños extensos en la
Ciudad
1955 HILDA II 19/ septiembre 3,000 $1,200,000,000.00**
1955
JANET
29/ septiembre
712
El huracán Janet entra a
tierra en Tuxpan pero las
precipitaciones
asociadas agravan la
situación de desastre en
la cuenca baja el Río
Pánuco
1956 ANA I n.d. n.d.
1966
INÉS
II
10/ octubre
65
$1,000,000.00
Sugg, A.L. (1967)
1967
BEULAH
V
5/ septiembre
38
500 000 000.00 usd
1967 FERN I 14/ octubre 3 Daños menores.
1970 ELLA DT(H3) 8/ septiembre
1975 CAROLINE H3 24/ agosto Ninguna
1977 ANITA H5 29/ agosto 11
1980 ALLEN H3 31/ julio 272
1983 BARRY H1 11/ octubre
1988
GILBERTO
5
16/ septiembre
255 $800,000,000.00
Valor total estimado en
su recorrido por las
Antillas, México y la
región Este de los E.U.A.
CENAPRED (2013)
100
Año
Nombre
Categoría
Fecha
Víctimas
directas
Daños Estimados*
1990 DIANA H2 4/ agosto 139
1993 GERT 2 20/ septiembre 42 $156,000,000.00
75,000 Has. Siniestradas
1996 DOLLY H1 19/ agosto 14 Desconocidos
2000 KEITH TT(H1) 28/ septiembre
2003 ERIKA H1 14/ agosto 2
2005
EMILY
DT
10/ julio
6
$1 530 328 000.00
Valor total estimado en
su recorrido por los
municipios de
Matamoros, Mainero,
Padilla, Reynosa, Río
Bravo, San Carlos, San
Fernando, San Nicolás,
Soto la Marina, Tampico,
Valle Hermoso y
Villagrán.
2010 ALEX H2 25/ junio 532 $1 393 000 000.00
2011
ARLENE
TT
28/ junio
4 personas
muertas. Dos
de éstas
ocurrieron en
Tampico una,
en Mante y otra
en González
2013 INGRID TT 16/ septiembre 2 $75 000 000 000.00
Fuente: Elaborado en base a información proporcionada por: Centro Nacional de Prevención de
Desastres, United States Weather Bureau y el U. S. National Hurricane Center,
*Las cifras estimadas a valor del dólar en la fecha del desastre.
** Las cifras consignadas suman en total estimado de la catástrofe ocasionada por los huracanes de
1955.
101
De igual manera para complementar la tabla anterior se ilustra un mapa que
presenta el tránsito de los ciclones a los que ha estado expuesta la zona
conurbada de 1944 al 2005.
Trayectorias históricas de los ciclones tropicales que incidieron en el Área
Metropolitana de Tampico, México, 1944-2005.
Fuente: Diego Sánchez González, 2011.
Se puede observar en el mapa anterior que somos una zona débil ante
este tipo de eventos y que esto se debe en parte a nuestra localización en el mapa
geográfico. Otro factor que nos repercute es la vulnerabilidad de viviendas
expuestas a desbordamientos en los municipios de Ciudad Madero y Tampico, las
colonias más afectadas son las que se presentan en la siguiente tabla ordenadas
por municipio, (Protección civil de Tamaulipas, 2009: 114).
102
Tabla 6. Colonias inundables de Tampico-Madero-Altamira
Altamira Cd. Madero Tampico
Acapulquito Adolfo López Mateos Allende
Albañiles Ampl. Calendario Garza Anáhuac
Altamira Ampl. 16 de Septiembre Azteca
Ampl. Miramar sector dos Ampl. Emiliano Zapata Campbell
Azteca Ampl. SAHOP Carpintero
Bahía Ampl. Unidad Nacional Chairel
Ejido Bahía de Esteros Árbol Grande Cascajal
Españita Benito Juárez Del Pueblo
Fracc. Miralta Candelario Garza El Charro
Fracc. Santa Elena Del Maestro Enrique Cárdenas
Francisco Villa Del Valle Francisco I. Madero
Habitacional El Polvorín Flores
Ind. Guerrero Emilio Carranza Fracc. Lomas del Chairel
Infonavit Fidel Velázquez Emiliano Zapata Fracc. Lomas de Rosales
Jardines de Champayán Ferrocarrilera Fray Andrés de Olmos
José María Morelos Fidel Velázquez Guadalupe Victoria
La Gloria Fracc. Cachimines Irrigación
Las Brisas Fracc. Las Arboledas Isleta Pérez
La Potosina Fracc. Lago Azul Jardines de Champayán
Loma Alta Fracc. Satélite La Paz
Lomas de Altamira Fracc. Miramapolis Las Palmeras
Los Fresnos Heriberto Kehoe Loma Alta
Nueva Loma del Real Hermenegildo Galeana Luis Donaldo Colosio
Nuevo Amanecer Héroes de Nacozari Manuel Lerma Cavazos
Nuevo Tampico Hidalgo Mano con Mano
Pescadores Hipódromo Mainero
Plomeros Insurgentes Matamoros
Primavera Ignacio Zaragoza Melchor Ocampo
Revolución Verde Jesús Luna Luna Monte Alegre
Serapio Venegas La Barra Morelos
Lago Azul Nacional
Laguna Las Flores Nuevo Amanecer
Lienzo Charro Obrera
Los Pinos Pescadores
Obrera Rodríguez, Sauce
Manuel R. Díaz San Pedro
Nueva Cecilia Sembradores de la Amistad
Petroleros Mexicanos Simón Rivera
103
Altamira Cd. Madero Tampico
Revolución Verde Tamaulipas
Simón Rivera Tancol
Tinaco Tolteca
Zona Centro Trueba
Zona Residencial PEMEX Vicente Guerrero
15 de Mayo Vergel
16 de Septiembre Volantín
Zona Centro
Zona de Mercados
Fuente: IMEPLAN, s/f.
Retomando a Pérez (2007) explica que:
“El analizar la vulnerabilidad social es más complejo que analizar la
vulnerabilidad física, por la dificultad de modelar los factores que la
determinan. Algunas instituciones United Nations Development
Programme (UNDP, 2005) han propuesto índices de vulnerabilidad social,
como el IVS formado por cinco dimensiones de la vulnerabilidad de la
población: analfabetismo de la población adulta, desnutrición en los niños,
pobreza de consumo en los hogares, riesgo de mortalidad de los niños
menores de un año, y presencia de comunidades étnicas rurales. El IVS
puede tomar valores de 0 a 100, donde 100 representa a la región con
mayor vulnerabilidad social y 0 a la de menor.”
A continuación se analizara una tabla con algunos Índices de Vulnerabilidad
Social (IVS) de la Zona conurbada de Tampico:
Tabla 7. Dimensiones de la vulnerabilidad social: Municipios conurbados de
la vulnerabilidad social
Indicadores de Vulnerabilidad Tampico % Cd. Madero % Altamira %
Promedio de escolaridad de la población
de 15 años y más
10.6 10.9 8.7
Incidencia de la carencia por acceso a la 9.1 9.2 14.7
104
alimentación
Personas sin acceso a servicios de salud 25.3 23.1 30.2
Carencia por acceso a la seguridad social 42.7 42.8 57.1
Porcentaje de personas con viviendas de
mala calidad de materiales y espacio
insuficiente
8.5
8.1
12.2
Fuente: Elaboración propia con información de INEGI y CONEVAL, 2010
Como puede apreciarse Altamira presenta los Índices de vulnerabilidad más
elevados, como consecuencia del acelerado crecimiento demográfico que ha
tenido en los últimos años, y porque no cuenta con la infraestructura ni los
espacios para la construcción de vivienda adecuada para los habitantes.
En el mismo sentido Tello y Rosas (2012: 5) argumentan que los grados
de vulnerabilidad pueden ser variables de acuerdo a las condiciones particulares
de los diferentes sectores de la población, ya que en la medida en que ésta se
encuentre expuesta a posibles fenómenos de desastre, será el impacto que pueda
tener.
Con esto se aclara que las variables para evaluar la vulnerabilidad de una
población por sectores, responde más a los tipos de riesgos que enfrentan: por
ejemplo, no es el mismo tipo de vulnerabilidad que tienen las familias que habitan
en las orillas de ríos y lagunas, que el de los fraccionamientos y colonias
colindantes al corredor industrial, la vulnerabilidad varía en los tres municipios y
van a depender del grado de exposición al que se encuentran expuestos. Cabe
destacar finalmente, que ante cualquier evento catastrófico, la amenaza es
diferencial para los diferentes grupos de población de la zona conurbada, pues
algunos resentirán de forma inmediata los impactos, otros serán más resistentes
dependiendo del tipo de construcción, de la ubicación geográfica y del acceso a
los recursos, todos manifiestan algún grado de riesgo de ser afectados, aunque
algunos sectores serán más resistentes que otros y pueden sobreponerse
rápidamente a los efectos, mientras otros tendrán que esperar meses o años para
105
recuperarse del impacto de dichos fenómenos: Entonces la vulnerabilidad será
mayor o menor dependiendo de la posición social y económica que se ocupe en la
sociedad.
Lipton y Ravallion, (1995: citado por Millán, et. al., 2012: 6), la definen como
“la probabilidad de resultar perjudicado por sucesos inesperados o como la
susceptibilidad a impactos exógenos, trascendiendo la perspectiva tradicional de
la pobreza”. En efecto La probabilidad de resultar perjudicado por los fenómenos
naturales depende de:
a) La resistencia de una persona depende de las consecuencias naturales o
antrópicas y su capacidad para enfrentarlo: a mayor resistencia, menor
vulnerabilidad
b) La gravedad del impacto: dependerá del nivel de vulnerabilidad que a su
vez determina el grado de riesgo
c) La susceptibilidad a un impacto depende de la capacidad de disminuir la
exposición al riesgo. La población inmersa en la pobreza, es
particularmente vulnerable a estos, ya que generalmente no cuentan con
los recursos que le permitan hacer frente a sus efectos o consecuencias.
La habilidad para mejorar las capacidades de manejo de los riesgos por
parte de los pobres y los no pobres reduce su vulnerabilidad y aumenta su
bienestar. (Holzmann y Jørgensen, 2000: citado por Millán, et. al. 2012: 6)
plantean que la teoría le proporciona a los conceptos de riesgo y vulnerabilidad la
formalidad científica sobre lo que deberían hacer los diferentes grupos sociales y
políticos, es importante señalar que la situación de marginación y desigualdad
rebasa la realidad, como el caso de la zona metropolitana de Tampico, cuyos
índices de marginación hacen evidente la desigualdad, es por ello, que se
presenta la siguiente tabla donde se puede observar que la región cuenta con un
gran número de pobres y un grupo susceptible a los riesgos e incapaces de
enfrentarlos.
106
Pobreza en la zona de la desembocadura del Río Pánuco: Porcentaje de la población total por municipio
Municipios Pobreza Total Pobreza Extrema Pobreza Moderada
Tampico 27.4 2.9 24.5
Ciudad Madero 26.7 4.7 22.0
Altamira 47.6 7.2 40.4
Fuente: Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, 2012.
Por tanto, teniendo en cuenta la amplitud de los siniestros registrados en las
zonas urbanas, el riesgo se vuelve cada vez más intolerable e inaceptable por la
sociedad, la mayoría de las veces, el tema se ignora o no se le da la importancia
que merece. Sobre el tema, este se debe abordar de manera profesional, con el
fin de reducirlo (encontrar soluciones) permitiendo actuar sobre sus dos
componentes principales: la amenaza y la vulnerabilidad. Esta última supone un
interés especial y de plena vigencia, teniendo en cuenta la poca importancia que le
fue otorgada hasta el presente y a la dificultad para concebir su verdadero
concepto (La RED 1998: 9).
Riesgos urbanos a los que se enfrenta la urbe costera
Los riesgos a que permanentemente está expuesta la población de esta ciudad
costera de Tampico corresponden a fenómenos naturales de tipo
hidrometeorológico y riesgos de tipo industrial y urbano, principalmente. Los
riesgos urbanos son de alta peligrosidad ya que se vive en un área rodeada por
agua, mal planificada y con un gran número de industrias químicas que se
localizan en lugares que en la actualidad representan un riesgo para los
habitantes, que viven en las cercanías y localizados dentro del perímetro de
riesgos, característicos de las zonas industriales a los cuales se exponen de
manera cotidiana, con efectos inmediatos y algunos de largo plazo por la
exposición a sustancias químicas que producen enfermedades crónico-
degenerativas.
107
En la zona de estudio se localizan al menos cinco empresas petroquímicas
que afectan la calidad de vida de los habitantes de las colonias próximas a ellas.
Estas industrias consideradas las más peligrosas son: refinería de Pemex,
DuPont, Petrocel Temex, Indelpro, Maseca.
Conocer las características de los eventos que pueden tener consecuencias
desastrosas, tanto por fenómenos naturales como por los generados por el
hombre, es una de las tareas principales para las autoridades y la sociedad, es
necesario también determinar los escenarios o eventos más desfavorables que
puedan ocurrir, así como la probabilidad asociada a su ocurrencia. (Procuraduría
ambiental y del ordenamiento territorial del D.F. PAOT, 2003: 3). En este sentido,
el IMEPLAN (s/f: 76-78) explica que es necesaria la determinación de
microrregiones o puntos vulnerables a las amenazas, y para ello se requiere el
análisis de la incompatibilidad de los usos de suelo o funciones. Se considera su
intensidad, peligrosidad y períodos de recurrencia, así como las características de
vulnerabilidad física y socioeconómica de las viviendas, en la zona metropolitana,
por lo que las clasifica de la siguiente manera:
Riesgos urbanos en la ZMST
Riesgos urbanos de la Zona Metropolitana del sur de Tamaulipas
Áreas de riesgo
(naturales y antrópicos)
Amenazas naturales
Geológicas El cerro de Andonegui y los cerros que limitan con el sistema lagunario del Río.
Hidrometeorológicas
La Zona Metropolitana es vulnerable a ciclones tropicales, ya sea de forma directa o por trayectorias cercanas a esta zona. Inundaciones ocasionadas por el crecimiento de los cauces de los Ríos Pánuco, Tamesí y su sistema lagunario, siendo principalmente las porciones sur y oeste las más afectadas. En la Zona Metropolitana se suelen presentar temperaturas extremas altas incluso mayores a 40ºC.
Amenazas antropogénicas
Químicas e industriales
Peligro por instalaciones petroleras y de la industria petroquímica como PEMEX, DuPont, Petrocel, Negro de Humo, BASF, Policyd, Indelpro, entre otras. Además, los sistemas de ductos de conducción de las mismas, y las vías de comunicación por donde se transportan materiales peligrosos representan áreas neurálgicas sobre el
108
Fuente: Elaboración propia a partir de IMEPLAN (s/f).
De acuerdo a lo anterior se puede observar que la metrópoli es propensa a
diversos riesgos como los hidrometeorológicos, socioculturales, antrópicos, entre
otros. Cabe comprender que la región es amenazada por éstos, debido a los
distintos factores que influyen en la vulnerabilidad de la zona. A continuación se
tema. La Zona Metropolitana presenta contaminación en sus cuerpos de agua, desde ligeros hasta graves. El suelo y aire, se ven afectados, principalmente por los desechos provenientes de las instalaciones industriales y de servicios.
Ambientales
La Zona Metropolitana presenta contaminación en sus cuerpos de agua, desde ligeros hasta graves. El suelo y aire, se ven afectados debido principalmente a los desechos provenientes de las instalaciones industriales y de servicios.
Riesgos socioculturales
Socio-organizativas
Alrededor de la Laguna del Carpintero y en 8 puntos asociados al Centro Histórico de Tampico. 1) Aquellos asociados al crucero del Blvd. Adolfo L. Mateos con la Av. 1º de Mayo, y su continuación Av. De los Leones, y las zonas habitacionales al noreste de ésta última. 3) En la franja inmediata al Aeropuerto Internacional “Francisco Javier Mina”, y también las colonias México, El Naranjal, Emilio Portes Gil, Enrique Cárdenas González y Solidaridad Voluntad y Trabajo. 4) En la parte noreste de Cd. Madero, en la colonia 15 de Mayo. 5) Distribución heterogénea en el centro urbano de Altamira, con especial atención a las colonias E. Portes Gil y León F. Gual Sur.
Áreas Irregulares
Cinco zonas de riesgo
Extremo Se presenta en el Centro urbano de Altamira.
Muy Alto En toda la parte oriente de la mancha urbana de Altamira, al suroeste de la API y de los parques industriales.
Nivel de Riesgo Alto El riesgo se detectó en el 80% de las manchas urbanas de Tampico y Cd. Madero.
Nivel de Riesgo Medio
Se presenta en derredor de la laguna Del Carpintero y en algunas zonas de la parte suroeste de Tampico, así como en la parte noreste de Cd. Madero.
Potencial
La construcción del Libramiento Poniente, el cual cruza el vaso de captación de agua del que se abastece la Zona Metropolitana, ya que debido a las características geométricas de su trazo es posible que se genere un accidente donde se involucre un transporte de sustancias peligrosas que se derramen en el vaso y provoquen su contaminación.
109
especificarán en detalle los riesgos urbanos, comenzando por los ocasionados por
fenómenos naturales, seguidos por los causados por el hombre.
Riesgos naturales
La zona conurbada de Tampico-Madero-Altamira, está localizada en la franja
costera tamaulipeca por lo que se encuentra expuesta a los ciclones tropicales del
Golfo de México, factor determinante de las precipitaciones extremas, que
ocasionan procesos geomorfológicos dinámicos, como remociones en masa e
inundaciones (Jiménez y Sánchez, 2007: s/f), también cuenta con un relieve suave
y extenso que contiene lagunas, marismas y ríos, ejemplo de ello son las lagunas
de Champayán, Vega Escondida, Chairel, del Carpintero, la Ilusión, entre otras,
que tienen salida al mar a través de los Ríos Tamesí y de la desembocadura del
Pánuco. Las lagunas son receptoras de escurrimientos, sin embargo, el relieve
muy suave del área en donde está asentada la Ciudad de Tampico, no permite
que la acumulación de agua (evento hidrometeorológico), principalmente lluvia,
tenga velocidad suficiente para llegar a lagunas o ríos, que asociado a la
insuficiencia de drenaje artificial para desalojar el agua acumulada, produce
inundaciones en ciertas colonias de la ciudad. Por otro lado, el desbordamiento de
ríos como el Tamesí y el Pánuco, combinado con los asentamiento habitacionales
en zonas bajas, genera también peligro por inundación (Protección civil de
Tamaulipas, 2009: 189).
Los principales riesgos urbanos se relacionan con lluvias, avenidas de río
que se registran todos los años en la zona conurbada de Tampico, que provocan
importantes encharcamientos, caos vial e inundaciones en áreas marginales con
asentamientos irregulares localizadas al margen de los humedales característicos
del ecosistema costero del Golfo de México.
La ciudad históricamente ha crecido con un deficiente sistema de drenaje
que propicia ante las lluvias torrenciales, inundaciones que ponen a amplios
sectores de la metrópoli en constante riesgo, y lejos de aprovechar la precipitación
captándola para su reutilización posterior, se pierde canalizándola al colector
110
general. Ante esta situación se manifiesta la falta de visión, y presupuesto para
ampliar la red urbana de drenaje de quienes tienen la responsabilidad en el tema
hidráulico como COMAPA y CONAGUA, entre otras, además de gestionar los
recursos que demandan estas obras que por su magnitud que requieren amplios
sectores de la ciudad.
Debido a la presencia de los fenómenos hidrometeorológicos y de la
deficiente infraestructura hidráulica, la ciudad de Tampico enfrenta de manera
periódica inundaciones y remociones en masa, como desprendimientos y flujos,
por efecto de las precipitaciones extremas asociadas a ciclones tropicales. Entre
los años 2000 y 2013 se registraron precipitaciones intensas superiores a 150 mm
en 24 horas, que desencadenaron procesos de remoción en masa, ocasionando
severos daños a una gran cantidad de viviendas, a la infraestructura vial y al
transporte urbano (Protección Civil, 2013). No se tienen estimaciones de los
cuantiosos daños y efectos que han provocado estos fenómenos naturales, como
las pérdidas económicas en el sector público, social y privado, así como los
aspectos cualitativos relacionados a los problemas psicológicos y de salud,
además de las molestias generados por la dificultad de acceso a sus colonias,
cortes de agua potable, energía eléctrica, entre otros daños.
La zona de estudio, en los últimos años ha presenciado debido al cambio
climático, daños por lluvias atípicas, además de la presencia de peligrosos
huracanes que han seguido una trayectoria que han impactado a la huasteca y
otros directamente al puerto de Tampico. La presencia de este tipo de fenómenos
no son extraños en la región, pues los registros históricos ya clasificados
anteriormente, han evidenciado los efectos causados como el huracán “Hilda” en
1955, y una inundación que en 1976, provocó el crecimiento y desborde de los
cauces de los ríos Pánuco y Tamesí, según información publicada en el Sistema
de Alerta Temprana Contra Eventos Meteorológicos Extremos (SATEME), que
cuenta con registros de inundaciones para el período de 1950 a 2014
contabilizándose más de 26 eventos, y cuantiosos daños materiales así como
miles de damnificados. Este estudio considera que hoy en día más de 150 mil
111
habitantes están en peligro de sufrir inundaciones: comprender la historia, obliga a
estar preparados ante este tipo de eventos.
Cabe mencionar que en los municipios de Tampico-Madero-Altamira por su
posición geográfica, la presencia de humedales, ríos y el Golfo de México, hacen
que un 30% de la población se encuentren en espacios susceptibles de inundarse
por la proximidad con los cuerpos de agua (como se observa en el mapa 4) que al
desbordarse provocan fuertes inundaciones.
Mapa 4. Sectores inundables
Fuente: Base de datos Proyecto Riesgo y Vulnerabilidad.
El mapa anterior nos muestra los sectores vulnerables a inundarse, que por
lo que se puede observar representan una gran parte del territorio susceptible en
diferentes grados a sufrir inundaciones, como en 2007, cuando se afectó al menos
750 viviendas en Tampico y en conjunto unas 3 000 familias fueron evacuadas en
Altamira y Tampico; en julio de 2008, el Huracán Dolly ocasionó fuertes lluvias,
112
que provocaron el desbordamiento de los ríos Tamesí y Pánuco, además del
sistema lagunario, ocasionando fuertes afectaciones en esta zona conurbada; el
huracán Ingrid en 2013, dejó más de 40 instituciones dañadas, 329 evacuaciones
así como también afectaciones en infraestructura y pérdida de servicios
(Protección civil de Tamaulipas, 2009:103).
Jiménez y Sánchez establecen que la implantación de sistemas de
prevención ante desastres naturales, sobre todo los hidrometeorológicos para las
costas y municipios, son una realidad, pues la CONAGUA, el Sistema
Meteorológico Nacional y el SINAPROC han implementado el sistema de “alerta
temprana” para prevenir a la población ante la presencia de estos fenómenos,
como por ejemplo, el Ingrid en 2013 que si bien permitió que el desastre tuviera un
menor impacto social, no lo fue en lo material. Este sistema de alerta temprana
suele ser más eficiente en los contextos urbanos, pues más del 80% de la
población vive en las ciudades, y la información llega más rápido que en las zonas
rurales. Ante esta situación, es necesaria la estrategia del ordenamiento territorial
de las zonas urbanas litorales y fomentar la cultura de la prevención ante posibles
desastres naturales, como huracanes e inundaciones, que implica mejorar los
sistemas hidráulicos urbanos, frenar la construcción de asentamientos irregulares
en áreas susceptibles de inundarse, para que los sistemas de alerta tengan
mejores resultados.
Para coadyuvar en el estudio de fenómenos naturales de los organismos
nacionales, en el estado se creó el Sistema de Alerta Temprana contra Eventos
Meteorológicos Extremos (SATEME) para las Costas Tamaulipecas, que es un
conjunto de herramientas de simulación y predicción hidrometeorológica, que
determinan las condiciones de riesgo por marejadas de tormenta y avenidas
extremas de la cuenca baja del Río Pánuco para la costa sur del estado de
Tamaulipas (2014: 2).
Jiménez (2007: 2) comenta que:
113
“Hay dos riesgos críticos ante los cuales hay que estar preparados: el
primero, es que existen zonas bajas densamente pobladas (Nuevo Madero,
Santa Elena, Moralillo, Cascajal: por mencionar algunas), que pueden ser
severamente afectadas con una inundación que sobrepase el nivel de agua
de 2.5 metros (el huracán Hilda en 1955 generó llanuras de inundación
hasta de 5.8 metros en la zona), según la estimación de modelos de
inundaciones que hemos implementado en el Instituto, este escenario
implica que un 40% de la población en la zona se verá afectado. Aquí los
planes de alerta temprana y evacuación deben ser concebidos para operar
muy eficientemente. El segundo riesgo es el que se da sobre el principal y
casi único vaso de captación de agua potable en la región: La Laguna del
Chairel. Existen una serie de bordos que aíslan esta laguna para impedir la
intrusión salina de las aguas del río Pánuco y poder así aprovechar el
recurso hídrico para satisfacer la necesidad de la población e industrias
locales. De darse una inundación y avenida extrema del río Pánuco, este
sistema de bordos (que no están en las mejores condiciones) pueden
romperse y las aguas salobres invadir el sistema y ya no permitir su
aprovechamiento como fuente de agua para la población: esto sería una
catástrofe socio-ambiental”.
En relación con lo anterior existen diversas propuestas de solución, pero
tendrá un alto costo social, político y económico. Primeramente, la reubicación de
asentamientos humanos irregulares es el principal problema, pues el gobierno no
ha buscado la manera de reubicar a la gente en lugares adecuados y en
ocasiones la gente no quiere ser reubicada. El origen de esta problemática es de
carácter sociopolítico, así que el camino de solución es el mismo: gestión
sociopolítica. Otra solución es la reingeniería y actualización de planes de
desarrollo urbano, ordenamiento territorial y ecológico que deben de utilizarse o
elaborarse tomando en cuenta escenarios que minimicen conflictos ambientales a
corto, mediano y largo plazo; y que garanticen al menos retomar un desarrollo
equilibrado y sustentable. Por último, diseñar y construir las obras hidráulicas que
reduzcan los riesgos de inundación indispensables: drenaje fluvial, plantas de
114
bombeo para excedentes, drenes pluviales en número y capacidad suficientes.
Este es un trabajo urgente que está pendiente y debe hacerse bajo un contexto
integral con visión a largo plazo (Jiménez, 2014:1).
Hechas las consideraciones anteriores, es necesario mencionar que para
evitar un mayor impacto en los efectos que tengan estos fenómenos, la población
debe aprender a culturizarse a través de diversos medios de comunicación,
informándose de las consecuencias de las amenazas naturales, como apoyar y
actuar en caso de que llegará a suceder un desastre, para buscar disminuir sus
impactos negativos en la población y sus bienes. Así como también evitando tirar
basura a fin de que no se tapen las coladeras y manteniendo limpia la estructura
hidráulica.
Riesgos antrópicos
El sur de Tamaulipas desde principios del siglo XIX adquirió una vocación
industrial, con una fuerte especialización hacia la industria petroquímica, más de
40 empresas de capital nacional y extranjero se han establecido en esta región,
muchas de ellas han sido absorbidas por el crecimiento urbano representando hoy
en día un peligro para los habitantes de la ciudad. Son industrias cuyas emisiones
atmosféricas y descargas de residuos industriales contaminan al medio ambiente y
deterioran la salud de los habitantes que residen en sus proximidades. Por otro
lado, el transporte a través de ductos o terrestre, así como accidentes en las
fábricas incrementan los riesgos de la población de la zona conurbada de
Tampico. Por otro lado, es notorio que la población carece de la información
necesaria en relación a la cultura de la prevención, que aumentan las condiciones
de vulnerabilidad social, ambiental y urbana.
Todas las industrias establecidas cuentan con equipos de seguridad y
protocolos de intervención para que regularmente realicen simulacros de una
diversidad de accidentes de manera que los trabajadores actúen de forma
eficiente respetando los protocolos, sin embargo, los simulacros no involucran a la
población que habita en las colonias cercanas a las industrias, situación que los
115
convierte en vulnerables ya que al presentarse accidentes lo que ha prevalecido
es el pánico y la confusión de la población afectada.
En la región existen sectores y colonias que se encuentran ubicados en
zonas de alto riesgo por donde cruzan ductos de PEMEX localizados cerca de
empresas petroquímicas (IMEPLAN, s/f: 17). De acuerdo con Protección Civil de
Tamaulipas, en las tres ciudades que conforman la ZMT, cuentan con 1 216 sitios
que corresponden a zonas de peligros socio-organizativos, 51 a posibles peligros
químicos y 45 a sanitarios. Para el suceso de peligro químico por posibles
explosiones de gasolineras, gaseras y ductos, localizadas en el sur y norte de la
ciudad de Tampico, principalmente sobre la avenida Hidalgo; e Madero la refinería
Francisco I. Madero representa históricamente la de mayor peligro y la que más
accidente ha presentado, las áreas de mayor riesgo son las colonias Hipódromo,
la Barra, la Miguel Hidalgo, el sector Fidel Velázquez, Miramar, Miramapolis, entre
otros y las avenidas López Mateos y Monterrey, así como la porción Oriente de la
ciudad. En Altamira la zona más peligrosa es la prolongación de la avenida
Hidalgo y de la industria, donde se ubican DuPont, Maseca, Petrocel, además en
la zona Centro, se encuentra una distribuidora de gas L.P como se ilustra en el
mapa 5.
Mapa 5. Riesgos por actividades industriales y transporte
116
Protección Civil Tamaulipas (2009: 233) especifica que:
“La red de ductos consta de aproximadamente 262 kilómetros de longitud,
los cuales se distribuyen a través de los Municipios de Tampico, Madero y
Altamira. En su trayecto este sistema de ductos está expuesto a una serie
de factores que incrementan la probabilidad de ocurrencia de accidentes. A
parte de los agentes como la lluvia y salinidad que aceleran el deterioro de
las tuberías por corrosión, la invasión del derecho de vía, golpes mecánicos
y la toma clandestina son los factores más recurrentes que pueden
aumentar el nivel de peligro. De acuerdo a los datos de accidentes emitidos
por Pemex-Refinación (2004), los casos con mayor número de registro de
accidentes corresponde la toma clandestina, corrosión y golpe mecánico. A
pesar de los claros señalamientos (postes amarillos), donde Pemex advierte
que no se debe construir, excavar, ni golpear en las áreas delimitadas como
derecho de vía, existen alrededor de 36 858 personas conviviendo en zonas
de peligro, lo anterior por edificar sus viviendas sobre la red de ductos o a
distancias cortas de los mismos, siendo que el derecho de vía marca una
distancia promedio de 25 a 30 metros. Estos señalamientos generalmente
son ignorados al otorgar permisos para construcción de viviendas e
instalación de servicios públicos”.
En relación con la Refinaría, cabe destacar que es líder en accidentes, pues
se han presentado cuantiosos percances en los últimos años. A partir del 2012 se
han suscitado 3 explosiones más y 7 accidentes de derrames de combustibles
dentro de PEMEX, así como también en colonias de Altamira. Esto ha sido
ocasionado por el mal estado en que se encuentra la infraestructura y por la falta
de capacitación a los trabajadores.
El Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, INECC (s/f) menciona
que el significativo desarrollo industrial ha contribuido tanto a la producción de
sustancias químicas y materiales peligrosos, como también el uso masivo de ellas
origina efectos adversos en la salud de la población y la integridad del ambiente;
es decir, que se ocasionen riesgos. El manejo de estos riesgos implica una forma
117
de control, que es definido como el mantenimiento del comportamiento de un
sistema (producción, almacenamiento, transporte, transformación y disposición
final) dentro de los límites deseados. En el mapa 6 se muestra la localización
geográfica de las industrias químicas que hay en la ZMT.
Ubicación de las industrias en traza urbana
Fuente: Base de datos Proyecto Riesgo y Vulnerabilidad.
En este mapa se puede observar claramente lo vulnerable que es la ciudad
a los riesgos antrópicos no solamente por ductos o gasolineras, sino también por
la refinería Francisco I. Madero y un Clúster portuario-industrial, agravado por el
intenso transporte terrestre de sustancias químicas, tóxicas, explosivas que suelen
representar un peligro para la población.
El puerto y corredor industrial está integrado por tres áreas estratégicas:
a) Un corredor petroquímico;
b) Un parque industrial y
118
c) Las instalaciones portuarias.
El puerto y corredor industrial, disponen de un área de amortiguamiento
ambiental de aproximadamente 1 500 hectáreas que fueron diseñadas para
evitar que accidentes industriales tengan impacto sobre las áreas habitacionales.
Sin duda el puerto industrial de Altamira ha contado con un plan estratégico de
desarrollo que en primera instancia ha tratado de evitar que las industrias estén
fuera de la traza urbana y disminuir los riesgos industriales, situación que no
sucede con aquellas industrias instaladas en el corredor Tampico-Victoria, o en la
urbe petrolera de ciudad Madero, donde los asentamientos humanos se
encuentran a pocos metros de industrias que suelen ser peligrosas por los
proceso productivos, así como los insumos industriales que se utilizan y su
transporte (Hernández, et. al, 2008: s/n).
También se identificaron sitios de riesgos sanitarios, ligados a la disposición
de residuos sólidos como basureros clandestinos que contaminan el ambiente, y
sobre todo el agua y los mantos freáticos con lixiviados, que generan malos
olores, además de ser un factor en el que se reproduce fauna nociva y se
reproducen factores que deterioran la calidad de vida de los habitantes al propiciar
enfermedades gastrointestinales, infecciosas, cutáneas, entre otras. Estos sitios
reciben su nombre por el tipo y la forma de afectación al ser humano, la presencia
o dispersión de los factores de riesgo van dirigidos hacia la salud, considerándola
de tipo biológica-infecciosa (Protección Civil de Tamaulipas, 2009: 177).
Impactos causados por los riesgos urbanos
Maskrey, deduce que los efectos que puede causar un desastre varían
dependiendo de las características propias de los elementos expuestos y de la
naturaleza del evento mismo. El impacto puede causar diferentes tipos de
alteraciones que en general pueden considerarse como elementos bajo riesgo: la
población, el medio ambiente y la estructura física representada por la vivienda, la
industria, el comercio y los servicios públicos. Los efectos pueden clasificarse en
119
pérdidas directas e indirectas. Las directas están relacionadas con el daño físico,
expresado en víctimas, en daños en la infraestructura de servicios públicos, en las
edificaciones, el espacio urbano, la industria, el comercio y el deterioro del medio
ambiente, es decir, la alteración física del hábitat. Las indirectas pueden
subdividirse en consecuencias sociales como: la interrupción del transporte, de los
servicios públicos, de los medios de información y la imagen contraproducente que
puede tomar una región con respecto a otras; y en efectos económicos que
representan la alteración del comercio y la industria como consecuencia de la baja
en la producción, la desmotivación de la inversión y la generación de gastos de
rehabilitación y reconstrucción (1993:47-48).
Bitrán (2001: 7-10) por otro lado, explica que para la medición de los daños
se han agrupado los efectos de contingencias naturales y antrópicas en tres
categorías:
Los daños directos, que son aquellos causados por un desastre en los
acervos de capital, y en general en el patrimonio de las personas, empresas
o instituciones, incluyendo las existencias de bienes terminados, en proceso
y de materias primas. Se agregan a este tipo de daños las cosechas
agrícolas que al ocurrir el desastre estaban a punto de ser levantadas.
Los daños indirectos, se refieren básicamente a los flujos de bienes y
servicios que se dejan de producir durante el período en que se lleva a cabo
la reconstrucción de la infraestructura física. Se incluyen también los
mayores gastos para la sociedad motivados por el desastre y que tienen por
objeto proveer en forma provisoria los servicios hasta que se restituya la
capacidad operativa original de los acervos destruidos. También se incluyen
en esta categoría el costo que significó la atención de la emergencia.
Los efectos macroeconómicos –que no deben agregarse a los anteriores ya
que constituyen un prisma diferente para apreciarlos–, miden el impacto del
desastre sobre los grandes agregados macroeconómicos como son:
crecimiento económico, desequilibrios en la balanza de pagos, incremento
del gasto público, la inflación, disminución de las reservas internacionales,
120
agravación de las desigualdades del ingreso en las familias y, los costos
derivados del aislamiento de determinadas regiones agrícolas, entre otros.
En términos generales, la evaluación de un desastre puede definirse como
un proceso que permite determinar el impacto que dicho desastre ha tenido sobre
la sociedad, las necesidades y prioridades inmediatas destinadas a salvar las
vidas de los supervivientes, los recursos disponibles y las posibilidades para
facilitar y acelerar la recuperación y el desarrollo a largo plazo. Por ende es
imprescindible para evitar estas situaciones, o en todo caso, reducir sus
resultados, realizar una evaluación de los efectos derivados del desastre y de las
consecuencias que dichos efectos producen sobre la sociedad y el desarrollo
económico de la región afectada (Pérez, 2007: s/n).
Los impactos causados en la ZMT por los riesgos pueden ser económico y
socio ambientales como se explica en seguida.
Impacto económico
Los desastres naturales han causado un número importante de víctimas fatales y
cuantiosas pérdidas materiales con el paso del tiempo y que por la dimensión de
la economía de México, no se llegó a detectar efectos significativos de estos
fenómenos sobre agregados macroeconómicos durante los años posteriores a
que ocurrieron los desastres. Bitrán (2001:6), menciona que la creación del Fondo
Nacional de Desastres FONDEN a partir de 1996, ha permitido atenuar y atender
dichos efectos, cuando estos han superado la capacidad estatal o municipal de
atenderlos. Actualmente se busca introducir las reformas necesarias a la
operación del Fondo a manera de contemplar acciones de prevención y
mitigación. Informaciones proporcionadas por el Centro Nacional de Prevención de
Desastres (CENAPRED), permiten establecer que han sido algo más de 75 el
número de desastres de magnitud significativa los ocurridos en los últimos 20
años, los cuales han causado alrededor de 7 mil muertes y decenas de miles de
damnificados.
121
Por ende los daños en la infraestructura productiva y social han sido
también cuantiosos, causando también cierto impacto en los agregados
macroeconómicos de las regiones afectadas. Una síntesis de los cálculos
contenidos en el presente estudio lleva a las siguientes cifras:
Según Bitrán los cálculos del CENAPRED son conservadores y plantea que
el número de víctimas fatales para los 3 tipos de desastres contemplados a lo
largo de este estudio – hidrometeorológicos, geológicos y antropogénicos -
durante los últimos 20 años, asciende a algo más de 10 000 personas muertas,
alrededor de 500 anuales, en promedio. Los daños directos calculados alcanzan a
9.6 mil millones de dólares en igual lapso, con un monto promedio anual de cerca
de 500 millones de dólares (Bitrán 2001:6).
Ante la situación planteada Cardona (2001; citado por Pérez, 2007: s/n)
explica que si bien es cierto que la ocurrencia de grandes desastres puede
convertirse en una oportunidad de desarrollo para la zona afectada, especialmente
cuando la reconstrucción introduce mejoras y formas de reducción del riesgo, los
desastres de pequeña o mediana intensidad no suelen implicar recursos
adicionales sino inversión de recursos propios, que se traduce en mecanismos
inadecuados o insuficientes de reconstrucción sin reducir la posibilidad de
ocurrencia de desastres futuros. Por esta razón, resulta necesario desarrollar
metodologías alternativas a la descrita con carácter general, basadas en
indicadores que recojan las características propias de las zonas y poblaciones en
las que se producen este último tipo de eventos y que contribuyan a medir,
además del costo económico, el impacto del desastre en los diferentes sectores
de la población, ya que a nivel local como el caso de la ZMST, no se lograron
encontrar los datos que cuantifican los daños sufridos por los diferentes eventos
que se han presentado en la región, que se sabe son cuantiosos, sin embargo no
se encuentran disponibles.
Con este objetivo, la Red de Estudios Sociales de Prevención de Desastres
en América Latina ha desarrollado una metodología basada en un Índice Simple
de Impacto (ISI), aplicable tanto a nivel general como en contextos territoriales
122
más reducidos, que establece una comparación temporal del impacto producido
por uno o varios desastres sobre una determinada población o sector económico
estratégico. Este índice se basa en una serie de variables, denominadas variables
integradoras base, que recogen, por una parte, las características de la población
y de los sectores económicos, el nivel y tipo de infraestructuras, la gestión local y
los recursos naturales de cada municipio analizado, y por otra, los daños y las
pérdidas más significativos que pueden originar la ocurrencia del desastres.
Evaluación del impacto en algunos sectores económicos
PRINCIPALES SECTORES ECONÓMICOS
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
ANTES DEL DESASTRE
VARIABLES
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
DESPUES DEL DESASTRE
VARIABLES
EVALUACIÓN
RAMA DE ACTIVIDAD:
determinación de las principales
ramas de actividad en el
municipio y el peso de cada una
de ellas en la economía local,
regional o nacional. Determina
aquellas ramas en las que se
genera empleo de manera
informal, es decir, además de
actividades como venta de
alimentos o venta ambulante,
aquellas ilegales que tienen un
fuerte impacto en las economías
locales (tala clandestina, venta
de especies protegidas, tráfico
de drogas, etc.).
TIPO DE ACTIVIDAD Y NIVEL DE
DESARROLLO: establecer el
tipo, nivel de desarrollo y nivel
de producción de cada una de
las ramas económicas, tanto
formales como informales,
existentes en el municipio.
NIVEL DE OCUPACIÓN: número
de puestos de trabajo de cada
rama productiva, tanto formal
como informal, antes del
desastre.
SECTORES AFECTADOS:
nivel de pérdidas productivas y
los efectos causados por el
desastre en los principales
sectores económicos, formales
e informales, derivados del
desastre o por interrupción
temporal de las actividades
(incluyendo tanto el tiempo
estimado de interrupción como
el de recuperación de las
condiciones previas al
desastre).
SECTORES BENEFICIADOS:
establecer los sectores
productivos formales e
informales que pueden verse
beneficiados por el desastre
(como el sector de la
construcción).
NIVEL DE OCUPACIÓN:
determinar el número de
puestos de trabajo perdidos a
consecuencia del desastre, así
como los que se pueden
generar en los sectores
beneficiados y que requieren
un incremento de la mano de
Impacto del desastre sobre
los principales sectores
económicos. Identificación
de los sectores más
vulnerables y de aquellos
que se benefician de la
ocurrencia del desastre.
Incremento del nivel de
dependencia del municipio
respecto de otros sectores
nacionales o
internacionales. Análisis de
la correlación entre
sectores afectados y
beneficiados, considerando
que los desastres afectan a
los sectores productivos
más vulnerables pero que
existen otros sectores que
se ven beneficiados por la
demanda no prevista de
determinados productos o
servicios. En el caso de
grandes desastres que
suponen el envío de ayuda
humanitaria, es necesario
estimar el impacto que
dicha ayuda tiene en los
sectores productivos y el
123
Fuente: Pérez, 2007.
Evaluación del impacto en infraestructuras
obra. En los sectores
informales hay que establecer
los cambios derivados de la
reducción por pérdidas de
mercancías o los que se
generan por el incremento del
desempleo en sectores
económicos formales.
mercado local.
INFRAESTRUCTURAS
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN ANTES
DEL DESASTRE
VARIABLES
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
DESPUES DEL DESASTRE
VARIABLES
EVALUACIÓN
TIPO DE INFRAESTRUCTURA: Básica:
aquella que tiene como función
permitir el desarrollo de las
actividades productivas y de la vida
cotidiana, así como la integración del
municipio con otras regiones. Se ha
de determinar el valor que representa
para el desarrollo de la actividad
económica y las actividades generales
de la población. Servicios: aquella
cuyo objetivo es prestar servicios
básicos a la producción y sectores
productivos. Vivienda: características
generales de la vivienda y el tipo de
uso que se le asigna.
CONDICIONES GENERALES: Básica y
servicios: condiciones y estado de
mantenimiento que recibe
normalmente este tipo de
infraestructura. En el caso de
servicios hay que determinar, por
ejemplo, si las deficiencias en el
suministro de agua se deben al
desastre o es una situación normal de
la prestación del servicio. Vivienda: se
refiere a la calidad de la construcción
(tipo de materiales utilizados y
técnicas empleadas para construir).
COBERTURA: Básica y servicios:
nivel de cobertura y suficiencia de la
DAÑADA: Básica y servicios:
infraestructura que ha sufrido
daños susceptibles de ser
reparados y cuyo coste de
reparación no supere el coste de
reposición. Vivienda: aquellas que
hayan sufrido daños susceptibles
de ser reparados y cuyo coste de
reparación no supere el coste de
reposición.
PERDIDA TOTALMENTE: Básica
y servicios: infraestructura
destruida totalmente o dañada
severamente cuyo coste de
reparación iguala o supera el coste
de reposición. Vivienda: aquellas
que hayan sufrido una destrucción
total.
NIVEL DE COBERTURA: Básica y
servicios: reducción de la eficiencia
en la cobertura o prestación de
servicios y posible incremento de la
cobertura o eficiencia por
reposición de infraestructura que se
perdió totalmente o reparación de
infraestructura dañada. Vivienda:
reducción en la calidad de la
vivienda por efectos del desastre y
posibles incrementos en la calidad
de la vivienda por reconstrucción o
Impacto del desastre sobre la
infraestructura básica y la
vivienda, en función no sólo del
coste de reposición sino también
en términos del valor de uso
para los distintos sectores de la
sociedad. Identificación de las
áreas de atención prioritaria y
definición de proyectos de
reconstrucción, tanto para
infraestructuras como para
vivienda. Impacto de los daños
en los sectores económicos
estratégicos. Impacto derivado
de la desarticulación de sectores
productivos.
124
Fuente: Pérez, 2007.
Esta metodología representa una manera fácil para medir el impacto
económico obtenido por los desastres naturales y antrópicos, que puede ser
operacionalizada en las zonas de riesgo como el caso de Tampico en el que se
conjugan tanto los riesgos naturales como los antrópicos y que no se dispone de
la operación oportuna para que se convierta en un soporte, por un lado para
prevenir a través de la gestión de riesgos, y por otro lado para solicitar los
recursos que en casos de desastres aporta el FONDEN integrando la información
para agilizar la entrega de recursos para la reconstrucción de las zonas y
actividades productivas afectadas.
Cardona (2001:3) menciona que durante las últimas décadas ha aumentado
la preocupación entre la comunidad, el incremento en el número de desastres y
por la tendencia creciente de los efectos destructivos que se concentran en
amplios sectores de la población. En consecuencia, los desastres han comenzado
a ser vistos no sólo desde la perspectiva humanitaria o social sino
fundamentalmente desde el punto de vista económico, fortaleciéndose también la
hipótesis de que estos eventos pueden convertirse en un obstáculo para el
desarrollo por el impacto económico negativo que significa o que puede llegar a
significar.
La desaparición de infraestructura productiva paraliza o retarda la actividad
económica en general, afectando los niveles de ingreso y empleo de la población
del sector laboral formal, pero también tiene un gran impacto entre los sectores
que basan su forma de subsistencia en esquemas informales.
infraestructura existente así como el
déficit de la misma no cubierto antes
del desastre. Vivienda: nivel y
modalidad de satisfacción de la
demanda de vivienda y déficit de
vivienda existente antes del desastre.
También será importante conocer si la
vivienda es propia, de alquiler o
vivienda irregular.
reparación de las viviendas
dañadas.
125
Cabe agregar que junto con los grandes desastres, que representan
importantes pérdidas económicas y de vidas humanas, se encuentran diversos
tipos de eventos de pequeña y mediana magnitud que se presentan constante y
frecuentemente en algunas regiones como la huasteca, que si bien no son tan
espectaculares en términos de la cantidad de daños que puede generar un gran
desastre, si tienen importantes efectos para los pobladores de esas regiones por
la destrucción de sus principales medios de subsistencia: cultivos de
autoconsumo, animales, destrucción de viviendas, interrupción de las actividades
productivas, pérdida de fuentes de empleo, daños al comercio y a la prestación de
servicios, destrucción o pérdida de bienes materiales y herramientas, etc., y
pérdidas sobre la economía de sectores informales. (Cardona 2001:4), es decir
que el impacto económico de algunos desastres puede ser de distintas maneras.
Impactos socio-ambientales
Fernández (1996:14), describe lo siguiente:
“Los desastres son, por lo tanto, situaciones o procesos sociales que se
desencadenan como resultado de dos factores concomitantes y
mutuamente condicionantes. Por una parte, de la inminencia o efectiva
ocurrencia de un fenómeno que caracteriza a una amenaza y, por otra, de
la vulnerabilidad ante la misma de los elementos expuestos, que no es otra
cosa diferente que aquellas condiciones que favorecen o facilitan que una
vez materializada la amenaza se causen efectos severos sobre el contexto
urbano, ambiental y social. Aceptando que lo urbano y lo social son también
componentes de los ecosistemas, en todos los casos un desastre, más que
generar un impacto ambiental, y por lo tanto, la evaluación de riesgos, es
decir, la estimación de la posible ocurrencia de desastres, de origen natural,
social o socionatural, debe ser un aspecto a tener en cuenta en el estudio
de lo que se conoce como la evaluación de impacto ambiental”.
Es decir, el impacto social genera un impacto ambiental, por lo que no
existiría uno sin el otro. Cabe señalar que dentro del medio ambiente, pueden
126
considerarse de tres tipos: los que nunca han ocurrido y cuya ocurrencia es
demasiado remota, como la aparición de un "hueco" en la capa de ozono en la
Antártida; los que nunca han ocurrido, pero cuya ocurrencia es probable, como el
calentamiento por el efecto invernadero; y los que, por analogía histórica o por su
razonable entendimiento, pueden ser previsibles, como por ejemplo los
terremotos, las erupciones volcánicas, los huracanes, o el deterioro de cuencas
hidrográficas y sus eventos colaterales, tales como inundaciones, avalanchas o
deslizamientos, o procesos de contaminación y eventos tecnológicos, que en
general son fenómenos de origen natural o antrópico, o una combinación de
ambos (Munn, 1988: citado por Fernández, 1996:5).
En el mismo sentido, un desastre es un impacto ambiental que puede tener
una dimensión variable en términos de volumen, tiempo y espacio. Algunos son
causa de pocas pérdidas de vidas; otros afectan a millones de personas. Algunos
son momentáneos; otros son lentos y duran muchos años. Algunos están
localizados en pocos kilómetros cuadrados; otros cubren varios países
(Fernández, 1996:6).
De igual manera Pérez también desarrolló una metodología para evaluar el
impacto social y ambiental de los desastres.
127
Evaluación del impacto en la población
Fuente: Pérez, 2007.
POBLACIÓN
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
ANTES DEL DESASTRE
VARIABLES
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
DESPUES DEL DESASTRE
VARIABLES
EVALUACIÓN
NÚMERO DE HABITANTES Y
ESTRUCTURA: la información se
obtiene de los censos de población
nacional ajustada con la información
disponible relacionada en cada
municipio.
NIVEL DE INGRESOS: clasificación en
grupos de ingresos altos, medios y
bajos, en función de los topes
máximos y mínimos de ingresos y de
las características propias de su
población, formas de vida y nivel
socioeconómico. Esto permite
establecer las diferencias entre las
condiciones antes del desastre y los
efectos reales del mismo, sobre todo
en las poblaciones marginales, donde
las condiciones de vida habitual
pueden ser similares a las
condiciones de vida después del
desastre.
NIVEL EDUCATIVO: nivel máximo de
estudios e índices de analfabetismo
existentes en la población.
NÚMERO DE VÍCTIMAS
MORTALES: establecer el número
de fallecidos cabeza de familia que
representan el principal sustento del
grupo familiar.
NÚMERO DE HERIDOS: número
total de heridos, personas que
requirieron atención médica
prolongada y cuyo coste fue
asumido por las familias, los que
sufrieron algún tipo de impedimento
temporal o permanente y los que
dejaron de percibir ingresos por
algún tipo de incapacidad.
MODIFICACIÓN DEL INGRESO
FAMILIAR: número de familias que
dejan de percibir ingresos porque
alguno o varios de sus miembros
mueren o resultan heridos o porque
sus formas de subsistencia se ven
modificadas. Número de familias
beneficiadas por el desastre
mediante la venta de productos o la
prestación de servicios que, con
motivo del desastre, incrementaron
sus ingresos.
Impacto del desastre sobre
grupos familiares con distintas
características. Identificación de
sectores y grupos de población
más vulnerables. Identificación
de sectores y grupos de
población beneficiados por el
desastre. Se puede estimar el
impacto sobre la población
determinando la correlación
entre la reducción del ingreso de
las familias afectadas y el
incremento en el ingreso de las
familias que se ven beneficiadas
por el desastre.
128
Evaluación del impacto en el medio ambiente
Fuente: Pérez, 2007.
En consecuencia el impacto social puede ser en pérdidas humanas, virus,
traumas psicológicos, entre otros. Por otro lado los ambientales representan la
destrucción y alteración del ecosistema.
Conclusión
La vulnerabilidad de la sociedad puede manifestarse a través de distintos
componentes o elementos, cada uno resultado de un proceso social particular.
Algunas de las manifestaciones o dimensiones prevalecientes de la vulnerabilidad
se encuentran en la ubicación de población, producción e infraestructura en áreas
de potencial impacto; la inseguridad estructural de las edificaciones; la falta de
recursos económicos, de autonomía y de capacidad de decisión de la población,
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
ANTES DEL DESASTRE
VARIABLES
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
DESPUES DEL DESASTRE
VARIABLES
EVALUACIÓN
RECURSOS NATURALES
EXISTENTES: inventario de
recursos naturales existentes en
la zona (incluyendo flora y fauna).
EN ESTADO NATURAL: inventario
de recursos naturales que no han
sufrido modificación por procesos
sociales y económicos.
EN CONDICIONES MODIFICADAS:
inventario de recursos naturales
sujetos a transformación, ya sea
por procesos productivos o de
ocupación. Descripción de los
procesos o actividades que están
modificando el entorno natural
RECURSOS NATURALES
EXISTENTES: estado de los
recursos naturales existentes
posterior al desastre.
EN ESTADO NATURAL:
inventario de recursos naturales
que sin intervención del hombre
han sufrido daños por el
desastre.
EN CONDICIONES
MODIFICADAS: inventario de
recursos naturales sujetos a
transformación afectados por el
desastre.
Impacto general del desastre
sobre los recursos naturales
de la zona. Impacto
diferenciado sobre
ecosistemas transformados y
en estado natural. Nivel de
vulnerabilidad de los
ecosistemas de la zona y de
factores que contribuyen a la
generación de nuevas
amenazas o a la agravación
de las ya existentes.
129
las familias, las comunidades o las unidades de producción, que les permiten
hacer frente a contextos de amenaza o de recuperarse después del impacto de un
evento físico determinado; la falta de una sociedad organizada y solidaria; la
existencia de ideologías fatalistas y la ausencia de educación ambiental adecuada;
la ausencia de instituciones u organizaciones que velen por la seguridad
ciudadana y que promuevan la reducción y control de riesgo (Wilches Chaux, 199;
citado por Lavell, 2014:3).
La ZMST es vulnerable a los desastres en gran medida por su ubicación
con respecto a la ruta de los huracanes en el Golfo de México; las inundaciones
por las avenidas de río y la proximidad de más de 40 mil km2 de cuerpos de agua,
así como también a las industrias químicas, refinería Francisco I. Madero y al
puerto industrial. Esto nos conduce irremediablemente a los riesgos urbanos a los
que la sociedad de la región está expuesta: naturales y antrópicos.
Los riesgos urbanos se clasifican en naturales y antrópicos, causados por
las acciones del hombre. Los principales riesgos naturales de la zona son las
lluvias torrenciales y atípicas, inundaciones, ciclones y huracanes, las cuales han
causado grandes estragos en la zona. Los riesgos antrópicos de la región más
representativos son: explosiones de ductos, incendios, fugas y derrames así como
accidentes del transporte que han causado daños materiales y algunas pérdidas
humanas sin llegar a ser hasta ahora un desastre como el de San Juan
Ixhuatepec, la explosión de la refinería de Reynosa y la explosión de una pipa en
Mexicaltzingo. La ZMT no ha sufrido algún desastre de gran magnitud pero no
estamos exentos de que ello pueda ocurrir si no se diseñan las estrategias para
evitar accidentes que causen daños a la población y al medio ambiente. Por
ejemplo la medida gubernamental que cerró la refinería de Azcapotzalco en la
ciudad de México por el peligro que ya representaba para la ciudad y la población.
Los mayores impactos que ha tenido la zona han sido los asociados a los
ciclones y a las inundaciones que han causado pérdidas de bienes materiales, la
crisis de la producción de bienes y servicios, problemas de salud, gran número de
damnificados y pérdida de vidas humanas.
130
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133
VULNERABILIDAD Y RIESGO FRENTE A INUNDACIONES CATASTRÓFICAS EN LA
ZONA CONURBADA DEL SUR DE TAMAULIPAS
Dra. Lidia Rangel Blanco
Resumen
La incidencia de fenómenos naturales se ha multiplicado en la última década y las
zonas costeras del Golfo de México presentan una vulnerabilidad social
significativa. Ello es producto del cambio climático y de un modelo de desarrollo
desigual. El riesgo y vulnerabilidad social nos remite a una reflexión en torno a tres
tipos de problemas interrelacionados: primero, la identificación puntual de los
factores causales, que explican el riesgo y su naturaleza cambiante; segundo, la
necesidad de la prevención para tratar de minimizar el riesgo y; tercero, la
respuesta social a los desastres. La discusión de estas tres vertientes permite
identificar opciones reales para la gestión de la reducción del riesgo y la
vulnerabilidad social para el mejoramiento de los sistemas de respuesta,
específicamente en la zona sur del estado de Tamaulipas, aplicando una
metodología analítico deductiva y teórica documental, que permiten abordar
estrategias de prevención en el eje temático de asentamientos libres de
inundaciones.
Palabras clave: pobreza, riesgo, vulnerabilidad, estrategias de prevención.
Introducción
La Zona Conurbada del Sur de Tamaulipas, por su vocación industrial relacionada
con la industria del petróleo, ha devenido en un polo de desarrollo económico, por
lo que ha sido objeto de una intensa migración en las últimas tres décadas. Su
zona de influencia se extiende del Norte de Veracruz, al oriente de San Luis Potosí
y Noreste de Hidalgo, de donde grupos de migrantes han arribado en busca de
mejores oportunidades de desarrollo, los cuales debido a su escasa preparación
134
para el trabajo industrial y de servicios no han podido ser absorbidos por el
mercado laboral, reproduciendo en la región sus condiciones de pobreza,
estableciéndose en zonas vulnerables a los fenómenos meteorológicos propios de
la franja costera del Golfo de México.
Esta problemática representa un reto a la planificación urbana y al diseño
de políticas públicas de desarrollo regional. Precisamente, una de las prioridades
de los recientes ordenamientos urbanos de zonas costeras es prever y establecer
un adecuado manejo ante desastres por inundación en zonas urbanizadas
densamente pobladas, como la conurbación del Sur de Tamaulipas. El riesgo de
inundación y los daños sobre una área urbana y sus habitantes dependerá, en
cierta medida, de cómo esa sociedad perciba e identifique físicamente el riesgo y
el grado de destrucción. Mientras, la vulnerabilidad social es una característica
asociada a las condiciones y calidad de vida de la población residente (situación
socioeconómica, política, cultural).
En el presente trabajo se parte del análisis de la agenda del agua 2030 que
representa un esfuerzo muy serio de la Comisión Nacional del Agua por poner en
prospectiva la problemática presente y futura del país en el contexto del cambio
climático. Para relacionarla con la realidad de la Zona conurbada del Sur de
Tamaulipas, se pone énfasis en el apartado de asentamientos libres de
inundaciones, para lo cual se considera ineludible remitirse a la interrelación de la
pobreza y marginalidad como factores determinantes de las condiciones de riesgo
y vulnerabilidad de los grupos humanos que son afectados por inundaciones en
esta región.
Cambio Climático y Recurso Hídrico
La evidencia internacional es suficiente para demostrar que existe una fuerte
correlación entre la elevación de la temperatura global y el aumento de la
intensidad de los huracanes (IPCC, 2007). Asimismo, se establece que un
135
aumento de 3°C de la temperatura media global incrementará la velocidad de los
vientos durante las tormentas, entre 15% a 20%. De acuerdo con Stern (2007) el
costo de los efectos negativos causados por tormentas es en proporción con el
cubo de la velocidad del viento. La Convención en el Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático (CMCC, 1992) lo define como un cambio del
clima atribuido –directa o indirectamente– a la actividad humana, que altera la
composición de la atmósfera y que se suma a la variabilidad climática natural
observada en periodos de tiempo muy cortos.
El patrón fundamental del cambio climático que se ha presentado
recientemente es el incremento de temperaturas. Los diez años más cálidos de los
que se tiene registro directo de temperatura en todo el planeta se han dado de la
década de los noventa a la fecha, pero existe una amplia variedad de cambios que
afectan a diversas variables climáticas; se ha observado una menor extensión de
hielos marinos, ha cambiado el patrón de precipitaciones, se han registrado
alteraciones en la salinidad y acidificación del océano, se ha dado un considerable
aumento de fenómenos extremos como sequías, lluvias torrenciales, olas de calor,
mayor intensidad de los ciclones tropicales, etc.
Si bien es cierto que las consecuencias del cambio climático se observan
en todo el mundo, los países en vías de desarrollo resultan ser altamente
vulnerables en este sentido ya que sus pérdidas se estiman en cinco veces más
que las de países desarrollados. Además, estas pérdidas no sólo significan
recursos económicos ya que también implican años de retroceso en el progreso y
desarrollo socioeconómico logrado con un gran esfuerzo.
Pobreza, Riesgo, Vulnerabilidad y Asentamientos Irregulares
En países en donde predominan las condiciones de pobreza, como en el caso de
México, es donde también se estiman los mayores costos económicos y sociales a
causa de huracanes (Galindo, 2009).
136
La estimación de costos económicos provocados por huracanes en la peor
estación (2005) alcanzaron el 0.59% del PIB; y representaron en promedio 0.12%
del PIB entre 1997 y el 2005. Estos costos no incluyen los asociados con muertes.
La evidencia disponible para México indica que los eventos extremos son
comunes en el país. Se estimó que en los primeros años del presente siglo había
alrededor de 18 millones de habitantes asentados en sitios de alto riesgo por
inundación. Las inundaciones son producto de las lluvias intensas o de tormentas
tropicales pero también ocurren por el inadecuado manejo del uso del suelo, la
falta de planeación de los asentamientos humanos, la deforestación, los cambios
en la humedad de suelo y las modificaciones antropogénicas de la hidrología
natural de las cuencas. Pero, en este contexto, los desastres ocurren cuando hay
además la falta de alertamiento, carencia o mal funcionamiento de la
infraestructura de protección y una mala planeación. Todo este panorama puede
ser agravado por efecto del cambio climático.
560 municipios rurales de las costas y próximos a éstas, con una población
cercana a 7.7 millones de habitantes, se ven afectados por la ocurrencia de
ciclones de diversa magnitud. Las zonas con mayor exposición a ciclones de gran
intensidad son la península de Yucatán, la costa de Tamaulipas y el norte de
Veracruz; también se ven afectadas las costas de Sinaloa, Jalisco, Colima,
Michoacán y Guerrero, así como la península de Baja California. Un total de 1.4
millones de personas con diversas carencias económicas son las más vulnerables
a los impactos de huracanes.
Cerca de 5.6 millones de pobladores rurales residen en municipios con
incidencia de inundaciones, situados principalmente en el noroeste, Sinaloa,
Durango, Nayarit y Jalisco, en el noreste, Tamaulipas y norte de Veracruz, así
como en el sur-sureste, costas de Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Tabasco. Un total
137
de 3.7 millones de habitantes rurales presentan mayor vulnerabilidad ante
situaciones de inundación (Jiménez, 2009).
Como lo enuncia Magaña y Gay, (2002), una de las formas en que se
expresa el calentamiento global es con la elevación del nivel del mar debido a la
expansión térmica del agua contenida en los océanos; ello para zonas costeras
bajas en la elevación del nivel del mar hasta en 2 m por arriba de la marea alta, lo
que provoca una mayor vulnerabilidad a las inundaciones, en particular en las
zonas costeras de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo. La
vulnerabilidad puede entenderse como un estado en el que las personas pueden
sufrir un daño físico, material o moral. Para que el daño ocurra deben presentarse
las siguientes condiciones:
un hecho potencialmente adverso (un riesgo endógeno o exógeno)
una incapacidad de respuesta frente a esa contingencia; y
una inhabilidad para adaptarse al nuevo escenario generado por la
materialización del riesgo.
La vulnerabilidad constituye un proceso de transición que parte de la exposición a
amenazas al bienestar humano y la capacidad de las personas y comunidades
para enfrentarlas.
Las amenazas pueden surgir de una combinación de procesos biofísicos y
sociales. Así, en la vulnerabilidad humana se integran muchos problemas
ambientales que tienen una dimensión social, económica y ecológica (Ávila, 2008),
define la vulnerabilidad como el proceso por el cual la población humana y los
ecosistemas están sujetos a riesgo de sufrir daños o amenazas ocasionadas por
factores biofísicos y sociales. Esto conduce a una situación de limitada o nula
capacidad de respuesta frente a tal contingencia y grandes dificultades para
adaptarse al nuevo escenario generado por la materialización del riesgo.
138
También propone el concepto de vulnerabilidad socioambiental, el cual
define como el proceso que conlleva a situaciones críticas e irreversibles en torno
a la calidad y cantidad de los recursos hídricos que ponen en riesgo el desarrollo
humano y el funcionamiento de los ecosistemas. La vulnerabilidad socio ambiental
que un país o región experimenta puede ser un indicador de la seguridad hídrica,
es decir, de la capacidad de la sociedad para garantizar: a) una adecuada
cantidad y calidad de agua para el funcionamiento de los ecosistemas, b) la
producción y autosuficiencia alimentaria, c) la satisfacción de las necesidades
básicas de la población, d) la reducción y el manejo adecuado de los conflictos y
disputas por el agua; y e) la capacidad para prevenir y enfrentar desastres como
sequías, inundaciones y epidemias asociadas con enfermedades hídricas como el
cólera, el paludismo y el dengue hemorrágico. En este sentido, se puede inferir
que existe una relación inversamente proporcional entre vulnerabilidad
socioambiental y seguridad hídrica.
Los mexicanos que viven bajo condiciones de pobreza son particularmente
susceptibles ante los efectos de eventos hidrometeorológicos extremos. Esta
condición aumenta la vulnerabilidad en mayor proporción que el crecimiento
poblacional, lo que obedece a varios factores, entre los que destacan:
Los asentamientos precarios que tienden a ubicarse en lugares de mayor
exposición a eventos peligrosos y bajo condiciones de mayor fragilidad
natural.
La infraestructura de sectores con menos posibilidades económicas suele
ser de mala calidad.
La cobertura de servicios en dichos asentamientos es inadecuada y en
muchos casos inexistente. Muchos de estos servicios, de funcionar
correctamente, podrían haber mitigado los impactos de un evento climático
extremo.
Los bajos niveles de ingresos se afectan más por una merma temporal
derivada de un desastre.
139
Las economías familiares se desestabilizan (Jiménez, 2009).
Riesgo y Vulnerabilidad en Tamaulipas
En el Estado de Tamaulipas las zonas de riesgo y vulnerabilidad están asociadas
principalmente a fenómenos geológicos, hidrometeorológicos y por actividades
antropogénicas.
Dentro de los fenómenos hidrometeorológicos destacan las tormentas y los
ciclones tropicales los cuales se presentan con mayor frecuencia entre los meses
de junio y octubre. El tipo de ciclón tropical que se ha presentado con mayor
recurrencia es la tormenta tropical seguida del huracán categoría 1. En base a los
registros de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration, 2011), 54
eventos han impactado de manera directa al Estado, donde solo 15 han afectado
de manera considerable a la entidad, de los cuales cinco corresponden a tormenta
tropical, dos a huracanes categoría 1, uno como huracán categoría 2, dos como
huracán categoría 3, uno como huracán categoría 4 y tres como huracán categoría
5. Durante 151 años de registro de ciclones tropicales en el Estado de
Tamaulipas, se observa que los Municipios afectados se ubican en la porciones
norte (Burgos, Cruillas, Guerrero, Matamoros, Méndez, Nuevo Laredo, Reynosa,
Rio Bravo, San Carlos, San Fernando, San Nicolás, Soto La Marina y Valle
Hermoso) y sur del Estado (Aldama, Altamira, Gómez Farías, González, Jaumave,
Llera, Madero, Ocampo, Tampico y Tula).
Las principales afectaciones por lluvia torrencial ocurren por el fenómeno de
inundación que se hace presente principalmente debido a las lluvias atípicas y las
intensas lluvias provocadas por el paso de los ciclones tropicales en la entidad, los
cuales han producido grandes daños, como los ocurridos durante los años 2007-
2008, en los Municipios de Tampico, Madero y Altamira, donde esta situación
colocó a estos lugares como zona de desastre; por ello, solucionar las deficiencias
en el sistema de alcantarillado o drenaje pluvial, es un asunto primordial, ya que
140
en ocasiones el suelo se encuentra saturado o no tiene la suficiente
permeabilidad para absorber el agua producto de la precipitación. Otros factores
que favorecen a este fenómeno, es el relieve donde se ubican dichas zonas
urbanas pues representan zonas planas y semiplanas con pendientes de 0 a 2°;
así como los asentamientos irregulares en zonas de infiltración.
En el Sur de Tamaulipas las zonas urbanas son consideradas en grado de
peligro alto por acumulación, en las ciudades de la Zona conurbada sufren
afectaciones 85 manzanas, en estas se localizan 498 viviendas, dando albergue a
1 010 habitantes, donde los recursos expuestos ascienden a $ 7 823 800. En el
caso de vías de comunicación, se encuentran en zona de peligro 86 Km
representados por diferentes tipos de carreteras, generando una cantidad
expuesta de $ 521 217 00, solo por concepto de limpieza (Atlas de riesgo
Tamaulipas, 2010).
Además de los encharcamientos producidos por lluvia vertida in situ, los
ríos Panuco, y Tamesí son capaces de generar daños por el desbordamiento
debido al incremento en sus caudales por la escorrentía de las montañas de la
Sierra Madre Oriental. A nivel de manzana el Rio Panuco tiene en peligro
constante a 135 114 personas alojadas en 37 115 viviendas, de comunidades de
Tampico y Madero ubicadas en la margen izquierda, lo cual generaría una perdida
por daño total equivalente a $10 869 728 200; además de provocar afectaciones a
diferentes edificaciones entre las que destacan 76 escuelas, en los Municipios de
Tampico y Madero.
Es importante destacar que las desigualdades y desequilibrios entre la
población, sobre todo en las áreas urbanas se da en gran medida por el flujo
migratorio de los habitantes de las zonas rurales de otros estados que se
encuentran en la zona de influencia económica del polo comercial e industrial que
representan los tres municipios de la zona conurbada, los cuales carecen de
planes de desarrollo urbano funcionales así como deficiente organización y
141
normatividad urbanística, por lo que no se logra satisfacer las necesidades de
vivienda, salud, educación y empleo de la población recién llegada ocasionando
severos problemas urbanos.
Como se puede observar, las comunidades más vulnerables al riesgo por
inundaciones se encuentran ubicadas en la margen izquierda del río Pánuco, en
las orillas del sistema lagunario que alimenta el río Guayalejo Tamesí y en la costa
del Golfo de México.
Más de 135 mil habitantes de los municipios de Tampico, Ciudad Madero y
Altamira viven en 85 colonias y 10 ejidos, considerados por las autoridades como
zonas de riesgo por inundaciones, en donde un gran fenómeno natural podría
provocar pérdidas económicas incalculables. En Tampico las colonias afectadas
son: Pescadores, Sauce, Campbell, Sembradores de Amistad, Villa Hermosa, La
Paz, Enrique Cárdenas González, Luis Donaldo Colosio y Laguna de la Puerta.
La zona de mayor riesgo por inundaciones en este momento en Tampico, es la
invasión “Mano con Mano”, donde habitan 1 142 personas, según el último censo
del (INEGI, 2010); y la ampliación de la colonia Vicente Guerrero, conocida como
Sector Moscú, con 3 000 personas. En estas dos zonas, se concentra el mejor
142
ejemplo de personas que invaden terrenos federales fangosos, que de acuerdo a
la Comisión Nacional del Agua son inhabitables, por las condiciones de inundación
que presentan.
Se tendría que considerar también el peligro en el que viven casi 3 000
habitantes de los cerros de los sectores Andonegui, Nacional, Sauce, Pescadores
y Sembradores de la Amistad, y que en época de lluvias sufren el desgajamiento
de tierra; casos similares a los que se presentan en el Fraccionamiento Lomas del
Chairel, en donde los reblandecimientos afectan por igual a residencias y a
grandes tiendas comerciales.
Las inundaciones en la zona conurbada del sur de Tamaulipas son, en gran
medida, consecuencia de los rellenos de las márgenes de las lagunas y ríos. En el
Tampico antiguo, un brazo del Río Tamesí llegaba a lo que hoy es la plaza de la
Libertad, en un ejemplo de cómo históricamente se le ha ganado terreno al agua.
Un grave detonante del problema, es que las lagunas del sur de Tamaulipas
han sido rellenadas indiscriminadamente a lo largo de las últimos setenta años; en
algunos casos hasta 250 metros de sus cuerpos de agua; una de las primeras en
rellenarse fue la Laguna del Carpintero en la década de 1940, cuya zona fangosa
se fue convirtiendo poco a poco en la zona urbana muy cerca de la zona centro de
la ciudad, las colonias que surgieron del relleno y desecación de esta emblemática
laguna son Guadalupe Mainero, Tamaulipas, Guadalupe Victoria, Del Pueblo,
Volantín, Azteca, Anáhuac, Tolteca, entre otras.
En Ciudad Madero el problema de la invasión de lagunas se ha agravado
en las últimas dos décadas, en este momento hay al menos seis invasiones de
lagunas en diferentes sectores, que podrían aumentar de 98 a 104 las colonias en
el municipio; de las cuales 50 están en un alto riesgo ante el incremento en los
niveles de agua.
143
Las nueve lagunas del municipio presentan invasiones; Nuevo Amanecer,
Laguada, La Ilusión, El Contadero, El Chipús, Los Patos, Las Malvinas, 15 de
Mayo y 18 de Marzo, presentan el relleno de sus espejos de agua, que con las
lluvias hacen que los 50 canales pluviales que existen sean insuficientes para
bajar los niveles de inundación.
En el caso de Altamira, los asentamientos irregulares han predominado en
las lagunas Nuevo Madero, Bahía y el Champayán, justo en donde hoy se viven
las afectaciones más graves por la creciente en el sistema lagunario del Río
Tamesí, no sólo en los sectores más empobrecidos de la ciudad, sino también en
fraccionamientos residenciales, como Lagunas de Miralta, Villas de Altamira,
Monte Alto, Los ejidos 3 de Mayo, Mata del Abra, Villa Cuauhtémoc, Estación
Colonias, Esteros, Nuevo Madero, Morelos, Santo Tomas, San Antonio y Santa
Elena. Por la estructura geográfica del municipio (uno de los más grandes del
estado), existen graves afectaciones a por lo menos una decena de comunidades
ejidales que con la creciente de ríos y lagunas quedan incomunicados y se dañan
sus cultivos y ganado, la población afectada por inundaciones en la zona rural y
las márgenes del río Tamesí, son 14 comunidades con 400 familias afectadas
entre las que se encuentran Cruz Grande, Cúes, Orteños, Vuelta de las Yeguas,
El Chapopote, Venta del Corral y el estero de Barberena.
La falta de oportunidades para la población de escasos recursos se traduce
en hacinamiento y ocupación irregular del suelo, en este contexto el crecimiento
de las ciudades tiende hacia espacios inadecuados de baja calidad, alto riesgo y
de gran valor ambiental.
Desde una perspectiva más amplia, la marginalidad urbana puede ser
definida como la incapacidad de la economía de mercado y de las políticas
estatales de proveer de alojamiento y servicios urbanos adecuados a una
proporción creciente de los habitantes de las ciudades.
El fenómeno de la irregularidad se ha convertido en permanente y
acumulativo, ya que los asentamientos irregulares son producto de dos factores
144
esenciales: la expulsión de áreas proporcionalmente caras para los grupos
populares y el crecimiento del núcleo familiar.
Las únicas alternativas que tiene el habitante pobre son lotes sin servicios,
en zonas ecológicamente inadecuadas y en general de propiedad irregular o
ilegal, pero que son más baratas que cualquier opción dentro del mercado
considerado legal.
La mayoría de las viviendas que se desarrollan en este tipo de
asentamientos se localizan en zonas inundables, barrancas y cercanas a
basureros, o a industrias, lo que constituye por lo tanto un peligro para sus
habitantes, además de las serias irregularidades de la propiedad.
La vivienda de los asentamientos irregulares por lo general es por
autoconstrucción en donde los materiales utilizados son de baja calidad (o de
desecho), como cartón, lámina, hule y madera.
De acuerdo con Gilbert y Gugler (1992), a nivel internacional, los
asentamientos populares auto construidos tienen en general las siguientes
características generales:
La mayoría de los hogares han sido construidos por las familias que los
ocuparon originalmente o que los ocupan en la actualidad;
El asentamiento en su forma original presentó algún tipo de ilegalidad o
carencia de permisos de planeación;
Cuando el asentamiento fue creado, la mayor parte de la infraestructura y
los servicios no existían y en muchos de ellos aún se carece de ellos;
Los asentamientos son ocupados por los pobres, independientemente de la
definición que sobre ellos se establezca.
145
En este contexto, es pertinente señalar que los sectores más
desfavorecidos son los que viven en los suburbios situados en zonas bajas
propensas a las inundaciones, así el riesgo depende de la zona de residencia, las
condiciones medioambientales del lugar, sus características climáticas y la calidad
de construcción de las casas.
Ante un evento hidrometeorológico la profundidad y amplitud del daño
depende, por supuesto, de la intensidad y la duración de la catástrofe; pero más
determinante aún es el nivel de la vulnerabilidad preexistente.
Análisis de los Componentes de Acción de Política Pública
Por otra parte, de acuerdo con algunas acciones que determina la CONAGUA en
su plan de proyecciones 2030, menciona aspectos indispensables que se tienen
que considerar para el funcionamiento de las ciudades en un mundo tan
cambiante y expuesto ante cambios económicos, sociales, políticos y ambientales,
de los cuales se analizan los siguientes:
Eficaz ordenamiento territorial
La planeación territorial está dispersa entre los tres órdenes de gobierno y
dentro del propio gobierno federal. El resultado es sumamente
insatisfactorio y las consecuencias son graves; una de ellas es la gran
vulnerabilidad a inundaciones de numerosos asentamientos humanos en el
país, particularmente en las zonas de alto riesgo que no están debidamente
delimitadas y demarcadas sobre todo ante escenarios de Cambio Climático.
Se tienen que trabajar en el ámbito del ordenamiento ecológico general del
territorio, y participar en la formulación y aprobación de programas que
involucren a más de una entidad federativa
Por su parte, el orden de gobierno municipal cuenta con facultades amplias
para autorizar el uso del suelo mediante la expedición de licencias de uso,
146
construcción y desarrollo de fraccionamientos, la creación y administración
de reservas territoriales para el desarrollo urbano, la vivienda y la
preservación ecológica, y participar en la formulación de planes o
programas de desarrollo urbano de centros de población, y evaluar y vigilar
su cumplimiento. De igual manera, tiene facultades para la formulación y
expedición de los programas de ordenamiento ecológico local, los cuales
regulan los usos del suelo fuera de los centros de población.
Al no existir una instancia federal única que se responsabilice de la
planeación territorial del país, las capacidades se fragmentan y debilitan y
los enfoques compiten, provocando dispersión de recursos institucionales,
ya de por sí escasos, descoordinación entre autoridades, y en suma, poca
eficiencia de los programas de políticas públicas, es decir, resulta prioritario
deslindar responsabilidades a cada orden de gobierno.
Una de las políticas a trabajar desde la perspectiva local, es crear un
organismo descentralizado que constantemente este realizando
supervisiones en las áreas que sean susceptibles de riesgos que de
problemáticas sociales, económicas y ambientales que afecten el desarrollo
regional, cuya misión podrá ser identificar y denunciar tempranamente usos
del suelo no sustentables a lo largo y ancho del país.
Además de formular la recomendaciones para el gobierno local, y en caso
necesario realizar la denuncia y/o recomendaciones ante las instancias
estatales y federal y ante la opinión pública local y nacional. La función de
monitoreo incluiría la verificación y calificación de los planes de
ordenamiento territorial, ordenamiento ecológico y planes de desarrollo
urbano.
Zonas inundables libres de asentamientos humanos
En el contexto del desafío de lograr asentamientos seguros frente a
inundaciones catastróficas; por la localización del país en las rutas de
huracanes, ciclones y tormentas tropicales, por la extensión de sus costas
147
donde se asientan un número significativo de ciudades; y por la presencia
de cadenas montañosas paralelas a las líneas de costa que forman
vertientes que obligan al retorno rápido y caudaloso de las lluvias traídas
por esos meteoros tropicales, adquiere particular importancia la protección
de las poblaciones por su vulnerabilidad ante graves inundaciones.
Tomando en cuenta lo complejo que es lo descrito, se tienen que
considerar mapas de riesgo, para señalar claramente las zonas inundables,
así como en los estudios y proyectos necesarios para crear las
infraestructuras de protección necesarias para los asentamientos
vulnerables a inundaciones catastróficas.
Reforzar, mediante la asignación de presupuestos específicos y personal
calificado, las capacidades de la CONAGUA central y sus Organismos de
Cuenca, para delimitar y demarcar los cauces y zonas federales, en las
zonas y tramos de ríos mayormente expuestos a riesgos de inundación, así
como de aquellos que por su ubicación ribereña en su tránsito por zonas
urbanas, son susceptibles de ocupación, creando problemas serios de
ordenamiento territorial y tenencia de la tierra.
Invertir en infraestructura hidráulica actualizada.
Vigilar los cauces y zonas federales, con el fin de mantenerlos libres de
asentamientos y sin utilizarlos como depósitos de basura. Teniendo en
cuenta que el Artículo 115 de la Constitución, los municipios están
facultados para autorizar y definir el uso del suelo en su respectiva
jurisdicción territorial; formular, aprobar y administrar la zonificación y los
planes de desarrollo municipal; intervenir en la regularización de la tenencia
de la tierra urbana, otorgar licencias de construcción y participar en la
elaboración de planes de desarrollo regional, creación de reservas
ecológicas y aplicación de planes de ordenamiento
148
Sistemas de alertamiento y prevención con tecnologías de punta
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) es la autoridad responsable de
proveer oficialmente la información meteorológica y de condiciones de
tiempo y clima prevalecientes en el país. Para el cumplimiento de esta
misión, el SMN requiere de una estructura y una organización, tanto a nivel
central como en sus unidades meteorológicas regionales estrechamente
enlazadas y vinculadas entre sí. Lo que requiere contar con una estructura
organizativa y operacional adecuada para generar productos y servicios
para sectores específicos.
En las condiciones actuales y en la perspectiva de construir un sistema de
gestión del agua que garantice la sustentabilidad del desarrollo, resulta
fundamental continuar y acelerar las inversiones para modernizar la
estructura, instalaciones y operación del SMN, así como las redes de
medición y observación, con el fin de crear las condiciones para prestar los
servicios meteorológicos que demanda la economía nacional y anticipar los
cambios en el comportamiento del clima y en consecuencia, para tomar las
previsiones necesarias y evitar catástrofes relacionadas con los fenómenos
meteorológicos extremos.
Conclusión
Los niveles de desigualdad y vulnerabilidad de la población ubicada en alguna
línea de pobreza depende de la estructura o sector económico propio de cada
país y en particular de cada región, del marco institucional existente y de la red de
protección social disponible para la población.
En este contexto, como se ha observado en las reiteradas inundaciones de
cada temporada de lluvias en la Zona Conurbada del Sur de Tamaulipas, las
acciones de las instancias de gobierno se limitan a destinar edificios públicos,
tales como escuelas, para que sirvan de albergues temporales, brigadas del
149
ejército que apoyan en labores de evacuación y rescate. Los recursos del fondo
federal de desastres se convierten en dádivas de una sola vez que permite
solventar gastos momentáneos a la población afectada, pero refleja la carencia de
un programa integral de prevención del riesgo y solución de la problemática a
largo plazo. Es necesario tener en cuenta que no todos los costos de los desastres
son cuantificables, que resulta imposible, sobre todo en países y regiones con
escaso desarrollo, considerar el valor de las pérdidas sociales, políticas y
psicológicas que se encuentran más allá de la recuperación de la vivienda, del
pavimento o los enseres. En este tenor, cuando en la región, hay una gran
actividad en la economía informal, la perdida de las fuentes de trabajo y el ingreso
y el tiempo de recuperación es difícil o bien imposible de estimar.
Como señala Sojo (2004) “Si bien es indispensable configurar programas
que encaren la heterogeneidad de la pobreza mediante políticas selectivas, el
amplio rango de la vulnerabilidad constituye, por otra parte, un severo llamado de
atención con respecto a la calidad y sustentabilidad del desarrollo económico y de
las orientaciones de la política social. En primer lugar, es una seria señal de alerta
con respecto a la precaria situación en que se encuentran vastos sectores de la
población ante perturbaciones económicas que afecten sus ingresos. Se plantea
por tanto la urgencia de que el crecimiento económico permita generar empleos de
calidad y elevar la productividad del trabajo, condiciones acompañadas de una
mejor distribución del ingreso que contribuya a atenuar las desigualdades”.
Es indispensable diseñar y construir las obras hidráulicas que reduzcan
considerablemente los riesgos de inundación: drenaje fluvial, plantas de bombeo
para desalojar en corto tiempo los excedentes acumulados por las lluvias o
marejadas, drenes pluviales en número y capacidad suficientes. Este es un
trabajo urgente que está pendiente y debe realizarse bajo un contexto integral y
con visión a largo plazo, que trascienda los periodos de gobierno estatal y
municipal.
150
Reubicar a los pobladores de los asentamientos irregulares,
particularmente a quienes se encuentren en riesgo, llevando a cabo un estudio
socioeconómico a profundidad para elaborar un padrón confiable de las familias
que realmente requieren ser reubicadas. Teniendo en cuenta que las aéreas
que sean rescatadas, tiendan a ser protegidas por la nación, haciendo cumplir
leyes y responsabilizando de manera directa a las autoridades correspondientes,
sancionando cualquier incumplimiento, desvió u omisión como frecuentemente
ocurren en la actualidad.
Hacer cumplir las responsabilidades de los ayuntamientos en materia de
planeación y equipamiento urbano.
Trabajar en la cultura del riesgo, realizando programas de contenido en la
educación básica ante fenómenos naturales con el fin de fomentar la prevención.
Es considerado de gran importancia que los gerentes sociales fomenten y
utilicen en su toma de decisiones los trabajos del ámbito académico, los cuales
se almacenan como material de consulta de estudiantes y expertos, sin rebasar
las aulas universitarias.
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153
LAS REDES SOCIALES EN LA COMUNICACIÓN DE RIESGOS Y CRISIS:
OPORTUNIDADES Y RETOS
Dr. José Alberto Gómez Isassi
Resumen
La tecnología y las redes sociales son una herramienta de comunicación que
permean diferentes sectores de la sociedad y que han comenzado a transformar
gobiernos, instituciones y prácticas sociales. La comunicación en situaciones de
crisis es un factor fundamental para la mitigación de los riesgos que requiere la
coordinación de las autoridades y la participación de organizaciones y sociedad
civil. En muchos casos las tecnologías de información y comunicación (TICs) han
mejorado el desempeño de los medios de comunicación y también la capacidad
de organización y comunicación de las personas, organizaciones y
administraciones públicas. Las tecnologías de la información y la comunicación y
las redes sociales ofrecen nuevos espacios para la organización social y a la vez
nuevas responsabilidades para los gobiernos y para las comunidades, cuyas
funciones deben de ser coordinadas para prevenir situaciones de riesgo y
disminuir la vulnerabilidad social en tiempos de crisis. Esta presentación examina
el uso de las redes sociales en situaciones de riesgo y recoge una lista de
oportunidades y retos sobre el uso de plataformas que brindan las tecnologías de
la información y la comunicación.
Introducción
El aumento de la conectividad a la Red de Internet, la proliferación de
smartphones así como aplicaciones para la telefonía móvil, ha incrementado el
tiempo que un gran número de usuarios pasa conectado a los sitios de redes
sociales. Sin duda estas tecnologías se han convertido en parte esencial de la vida
de millones de personas alrededor del mundo y han impulsado una transformación
154
en la forma que las personas interactúan y la manera de relacionarse con los
gobiernos y organizaciones.
Las redes sociales dependen de tecnologías basadas en la Red y la
telefonía móvil para construir plataformas altamente interactivas las cuales son
utilizadas por personas o comunidades para compartir, crear, discutir y modificar
contenido generados por los propios usuarios. Como resultado las redes sociales
introducen cambios profundos y sustanciales a la comunicación entre
organizaciones, comunidades e individuos (Kietzmann & Hermekens, 2011).
En Septiembre del 2012, Facebook rebasó el billón de usuarios (Protalinski,
2012), los cuales utilizan esta y otras redes sociales a diario para mantener
contacto con amigos, compartir ideas y organizar reuniones de todo tipo. A medida
que los medios tradicionales pierden relevancia, las personas también utilizan las
redes sociales para consultar noticias y mantenerse informados de los
acontecimientos importantes en el mundo y en sus comunidades. Además de
estos cambios ya conocidos, los usuarios han optado por el uso de las redes
sociales en casos más complejos como la comunicación de riesgos y crisis.
Usuarios y organizaciones han comenzado a depender de las nuevas tecnologías
de la información y la comunicación (TICs) en situaciones de desastres naturales.
En este caso, poniendo énfasis en las crisis inesperadas, es decir aquellas que
aparecen súbitamente. Pueden ser naturales o provocadas, y como objetivo se
busca la minimización de daños (Túñez, 2012).
Tres grandes desastres naturales han servido de caso para identifica el uso
de las redes sociales a nivel internacional; el terremoto en Haití en el 2010, el
Tsunami del 2011 en Japón, y el huracán Sandy en Estados Unidos en el 2012.
Este trabajo recoge algunas lecciones aprendidas sobre el uso de las redes
sociales en situaciones de riesgo y crisis, los tipos de redes sociales y TICs que
existen y han sido utilizados durante situaciones de desastre, y la comunicación de
gobiernos y organizaciones en estos casos. Esto con el propósito de hacer una
155
lista de recomendaciones que sirvan como referencia en el desarrollo de políticas,
y programas que ayuden a mitigar los riesgos del cambio climático en el país y la
región.
El cambio climático y las TIC De acuerdo a las predicciones de la ciencia sobre el cambio climático, se espera
un incremento de 2°C en la temperatura promedio del planeta sobre niveles pre-
industriales, por lo cual esfuerzos para diseñar e implementar estrategias que
sirvan para moderar, hacer frente a los impactos del cambio climático (UNDP,
2004) son más urgentes que nunca. Contar con acceso a la información es
esencial en cualquier caso de emergencia. En el caso concreto de catástrofes
naturales, el acceso a la información es igual de importante que contar con
alimentos, agua potable o refugios, y resulta fundamental si lo que se pretende es
proteger a las personas y salvar vidas.
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC: 2016) define
la adaptación al cambio climático como el ajuste en sistemas naturales o humanos
en respuesta a los estímulos climáticos reales o previstos, o a sus efectos, que
modera el daño o explota las oportunidades beneficiosas. Las tecnologías de la
información y la comunicación, y el uso de las redes sociales en situaciones de
riesgos y crisis presentan una oportunidad para incrementar la resiliencia ante la
vulnerabilidad de las comunidades con mayor exposición a las inclemencias del
cambio climático y la mitigación del riesgo para la sociedad. En este contexto, el
propósito de la mitigación es la reducción de la vulnerabilidad, es decir la
atenuación de los daños potenciales sobre la vida y los bienes causados por un
evento que se escapa del control humano.
La comunicación en Internet, y por ende en las redes sociales, es posible
gracias a la importante infraestructura de las telecomunicaciones tales como la
tecnología satelital, que son los enlaces vía satélites artificiales que permiten
conectar dos o más puntos de la superficie terrestre, con el fin de retrasmitir
156
señales y datos. Los sistemas de posicionamiento global o SPG (GPS por su
nombre en inglés), a los que un gran número de teléfonos móviles tienen acceso,
nos permiten determinar puntos geográficos, y también ubicar objetos en la
superficie de la tierra. El uso práctico de esta tecnología permite la elaboración de
mapas, el estudio y monitoreo de zonas de riesgo naturales, y la localización de
movilizaciones sociales.
Para la comunicación en Internet y redes sociales durante situaciones de
emergencia que se han tornado en desastre, la fibra óptica es de vital importancia.
Asimismo, la telefonía móvil celular, se ha constituido como una de las
herramientas tecnológicas más versátiles en gran medida por su portabilidad,
capacidad receptiva y de almacenamiento, transmisión de información y la
accesibilidad a otras personas. Sin el funcionamiento íntegro de las tecnologías de
información y comunicación, las grandes oportunidades que ofrecen las redes
sociales pierden su valor.
Participación y comunicación en redes sociales.
El uso de las redes sociales no solo ha transformado la percepción del riesgo y las
crisis, sino también las expectativas sobre la respuesta a las emergencias por
parte de la administración pública, el sector privado y las organizaciones de
voluntarios. Esta evolución en las tecnológicas de la información y la comunicación
han provocado cambios sociales e institucionales. Debido a este fenómeno
empiezan a surgir (IRGC, 2012) algunos lineamientos que mejoran las prácticas
de las redes sociales, y se realizan investigaciones que se enfocan en el lenguaje
y el comportamiento en el uso de estas herramientas para la comunicación del
riesgo.
En muchos países las expectativas del público y los roles están cambiando
en términos del deseo hacia una mayor transparencia en la gestión de la
información, y un gobierno abierto y más inclusivo en la participación. La actitud de
157
las personas a evolucionado de una situación en donde la información presentada
unidireccionalmente por parte del gobierno se obtenía de forma pasiva, a una
situación en donde el público puede adquirir información de una forma más activa;
registrándose por medio de la "Sindicación Realmente Simple" (Really Simple
Syndication “RSS”), intercambiando información a través de las redes sociales,
para acceder a herramientas más avanzadas de “código abierto” que les permitan
tener mayor participación en los problemas de su comunidad.
Para Castells (1996), el uso de la tecnología aplicada a la participación
ciudadana o e-participación funciona en base a la formulación de la política en los
medios electrónicos y se ocupa de cada uno de los tres nodos básicos en torno al
cual las TIC funcionan: la política, la administración y la sociedad civil. Estas son
las esferas de la sociedad donde hay que aumentar el conocimiento sobre el uso
de las TIC, pero también la coordinación y la comunicación entre los participantes
(Gronlund, 2001).
La comunicación sobre temas medio ambientales por parte de gobiernos y
organizaciones para informar y educar a las personas es sumamente importante
para crear una conciencia acerca de los riesgos derivados del cambio climático.
Pero, ¿cómo lograr la participación ciudadana en temas ligados al cambio
climático? Giddens describe la forma en que las personas responden ante los
temas medio ambientales utilizando «La paradoja de Giddens», según la cual, los
peligros que representa el calentamiento global no son tangibles, inmediatos ni
visibles en el curso de la vida cotidiana, por muy formidables que puedan parecer,
muchos se cruzarán de brazos y no harán nada al respecto (Giddens, 2012).
Como ejemplo, el propio Giddens utiliza el tema de los cigarrillos; ¿por qué
muchos jóvenes empiezan a fumar cigarrillos, «fumar mata»? Esto se debe, en
parte, a que para un adolecente es prácticamente imposible imaginarse a sí
mismo con cuarenta años, la edad en la que los peligros reales empiezan a
aparecer y se convierten en una amenaza. Y Sin embargo, por ejemplo en México,
la prevalencia del consumo diario de tabaco se redujo entre adolescentes de 4.8%
158
en 2000 a 2.6% en 2012, y en adultos de 22.3% en el 2000 a 19.9% (INSP, 2012).
Esta reducción se debe quizá a una larga e intensa campaña de comunicación
sobre los riesgo de fumar, ¿acaso no es esta una estrategia que se pueda replicar
para aumentar conciencia sobre el cambio climático?
Durante desastres naturales la participación de las personas es más activa
en Internet, y cada vez más recurren a las redes sociales para obtener la
información y actualizaciones al instante. Por ejemplo, en el tsunami de 2011 en
Japón se registraron más de 5,000 tweets por segundo acerca del desastre
(Fraustino, 2012). Aun así, las redes sociales son utilizadas con más fines que el
de buscar y compartir información durante situaciones de emergencia; hay un
incremento en el interés de las personas por recibir respuestas a las publicaciones
que realizan en redes sociales por parte de los gobiernos y organizaciones
encargados de gestionar situaciones de crisis.
Debido al aumento en la importancia que las redes sociales adquieren
durante situaciones de riesgo y crisis, podría ser esencial extender el conocimiento
que se tiene sobre las ventajas y los riesgos del uso de estos medios de
comunicación para la formulación de políticas que aseguren el bienestar y buen
funcionamiento de todos los participantes. De lo contrario, los legisladores y
administradores de agencias de emergencia corren el riesgo de verse rebasados
ante la situación y tomar decisiones basadas en intuición o información inexacta
que termina siendo perjudicial para las personas en situaciones de riesgo y para
organizaciones en esfuerzos de rescate.
La Función de las Redes sociales ante riesgos y crisis En los últimos años se ha registrado un aumento en el uso de las redes sociales
en respuesta a situaciones de crisis y riesgo (Fraustino, 2012), en una gran
variedad de industrias y estudios académicos. Por ejemplo, media hora antes de la
posible llegada de una fatal tormenta durante un festival en Bélgica, los asistentes
publicaron 2 000 tweets. El número aumentó a 80 000 tweets durante las primeras
cuatro horas del desastre. También, los primeros reportes del terremoto en China
159
en 2008 no fueron publicados por el gobierno, sino por usuarios de Twitter (Mills,
Chen, Lee, & Ro, 2009).
La comunicación de organismos oficiales durante situaciones de riesgo
resulta fundamental. Por ejemplo la Agencia Federal de Administración de
Emergencias, o FEMA en Estados Unidos, la cual mantiene un perfil muy activo no
solo de la organización, sino también del director de la agencia, cuenta con cerca
de 100 mil seguidores, pero también usa estos medios dinámicamente para
comunicarse con víctimas que precisan de información y asistencia.
Por otro lado, también se han presentado incidentes que ponen en
evidencia la falta de preparación de gobiernos y organizaciones en la
comunicaciones en redes sociales en situaciones de riesgo, por ejemplo en 2011
(Horwath, 2011) durante el tornado de Joplin en los EU, un usuario creó una
página que en menos de dos horas sumó 44 000 seguidores, lo que indica que sí
existen vacíos informacionales por parte de autoridades competentes, las
personas irán en busca de la información a donde la puedan encontrar.
Para los gobiernos y organizaciones las redes sociales presentan
oportunidades de llegar a un grupo de personas determinado o comunidad
específica. El flujo de la información en las redes sociales se caracteriza por la
velocidad y la libertad con la que se transmite y comparte. Esto facilita la
posibilidad de mantener una comunicación constante, directa, y además, permite
monitorear, analizar, y hasta cierto punto, ejercer un filtro y control sobre la
información. Este mismo flujo de información también presenta retos, que en
ocasiones puede ser contraproducentes a la hora de evitar que información falsa
se distribuya entre el público, causando caos, confusión y hasta situaciones de
pánico. Un ejemplo, ocurrió durante las horas previas al huracán Sandy en la
costa este (New York), cuando una serie de imágenes editadas (theguardian,
2011), remezcladas y alteradas se distribuyeron por Internet mal informando a
miles de personas en situaciones vulnerables y alertando a familiares y amigos
fuera de la zona de alerta.
160
Cinco tipos de redes sociales se pueden identificar. Redes sociales
generalistas: Facebook, Orkut, Tuenti, que sirven para formar grupos que
comparten intereses. Redes para compartir contenido, como YouTube,
Instagram que permiten a cualquiera publicar fotos y videos. Redes para la
colaboración y el intercambio de conocimientos, como los wikis, podcasts, en
donde los participantes hacen preguntas e intercambian respuestas.
Herramientas para Blogging, que son utilizadas para compartir noticias,
experiencias personales, expectativas. Finalmente, las tecnologías para las
comunidades de voluntarios (VTC por sus siglas en ingles), como Ushahidi y
Sahana que son módulos creados específicamente para la comunicación de
riesgos y crisis. Ushahidi es una plataforma desarrollada por programadores
kenyanos, que captura información proveniente de redes sociales, SMS y correos
electrónicos y los agrega a un mapa interactivo en tiempo real. Esta plataforma fue
utilizada durante el terremoto de enero de 2010 en Haiti, el derrame de petróleo de
BP y las consecuencias del terremoto en Japón y el Tsunami en 2011, etc
(Wendling, 2013).
Oportunidades que ofrecen las redes sociales en la comunicación de
riesgos y crisis. La realidad es que las redes sociales forman ya parte de la vida
diaria de millones de personas alrededor del mundo, tan solo en México 9 de cada
10 usuarios de Internet utiliza alguna red social (AMIPCI, 2014), y el hecho de que
las TIC continúan aumentando, hace imprescindible distinguir las áreas de
oportunidad que brindan estas herramientas tanto para el público, como para los
gobiernos y organizaciones. Algunas de las oportunidades que se pueden
aprovechar en la comunicación de riesgos y crisis que son:
Sensibilizar a la población sobre riesgos y crisis: A través del uso de
formatos multimedia como fotos, videos, podcasts, artículos, etc, que se pueden
utilizar para generar conciencia y sensibilizar a la población acerca de los posibles
riesgos. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus
siglas en inglés) de los Estados Unidos ha desarrollado estrategias innovadoras
161
de comunicación en redes sociales. Por ejemplo, cuentan con “Tip semanal sobre
huracanes” que consiste en publicar un consejo por semana en las redes. Durante
una actividad llamada “la semana nacional de los huracanes” se enviaron una
docena de e-cards en una versión para teléfonos móviles para promover la
mitigación de desastres. Más de 100 000 personas abrieron esas cartas
electrónicas (Wendling, 2013). Otro gran ejemplo es el portal en internet “Get
prepared” del gobierno de Canadá mencionado previamente, disponible en web,
versión móvil y cuenta con actualizaciones regulares vía Twitter, RSS, email, entre
otros. Este tipo de iniciativas para países como México pueden tener gran impacto
en la comunicación sobre la mitigación de situaciones de riesgo, en especial con
las audiencias más jóvenes que tienden a depender más de los medios digitales
que de los medios tradicionales.
Suministro de información y alertas: Las redes sociales pueden servir
como un medio para suministrar información e instrucciones con alertas y
advertencias en tiempo real. Durante el huracán Sandy, FEMA envío un mensaje a
los seguidores de la cuenta de Twitter que los advertía del posible
congestionamiento de la líneas telefónicas, y los urgía a informar a sus seres
queridos acerca de sus estado enviando mensajes de texto o publicando en sus
redes sociales (USF, 2013). La cuenta de Twitter del Servicio Sismológico
Nacional, @SSNMexico, envía constantemente mensajes sobre la actividad
sismológica en el país, no solo informa a las personas que se encuentran en las
áreas expuestas, sino también a familiares y conocidos de estas. Las redes
sociales son un canal más para enviar mensajes de alerta y precaución. En
situaciones de emergencia en Twitter se usa “Please RT” (retweet) esto hace
posible que un mensaje pueda alcanzar audiencias masivas en cuestión de
minutos.
Vigilancia, control, conocimiento de la situación y sistemas de alerta
temprana: Contar con un departamento de observación permite detectar
tendencias o anomalías que revelen posibles indicios de situaciones de riesgo, y
también aumenta la capacidad de respuesta y gestión de la información durante
162
casos de emergencia. Durante el huracán Sandy la Cruz roja contaba con 23
personas que monitoreaban los 2.5 millones de publicaciones en redes sociales
relacionadas con el huracán, de las cuales 4 500 fueron “redirigidas” a
representantes oficiales para dar seguimiento y apoyo a los afectados (USF,
2013). En Indonesia en Abril 2012, 15-20 minutos después del terremoto, un tweet
por parte del servicio geográfico de los EUA comunicó que las posibilidades de
tsunami eran poco probables, lo cual sirvió para controlar la reacción del público y
los servicios de emergencia
La mejora de la respuesta ante las crisis a través de la movilización de
voluntarios: Las redes sociales pueden ser utilizadas para movilizar voluntarios
durante y después de una crisis. Durante el derrame de petróleo Deepwater
Horizon en el Golfo de México, las personas tomaban fotos de aves con manchas
de petróleo y las enviaban por texto a la Lousiana Bucket Brigade lo que
contribuyó a crear un mapa de las zonas más afectadas (Wendling, 2013). La Cruz
Roja es una organización que se ha tomado muy enserio la comunicación en
redes sociales ya que cuenta con blog, Facebook, y una sala de noticias en
Internet que proporciona información sobre refugios, centros de atención e
información, además realiza campañas para entrenar a voluntarios en el uso de
las nuevas tecnologías en situaciones de emergencia. Este tema requiere de
atención por funcionarios públicos ya que presenta grandes oportunidades para el
gobierno y las comunidades en la preparación ante situaciones de riesgo y gestión
de crisis.
Identificación de víctimas y sobrevivientes: Las redes sociales pueden
ser utilizadas para identificar víctimas y sobrevivientes. La Cruz Roja cuenta con
una aplicación llamada safeandwell.org que fue creada para que las personas en
áreas de riesgo puedan registrar el estado y la ubicación en que se encuentran
para que sus familiares y amigos los puedan localizar. En Japón, durante el
terremoto del 2011 las personas utilizaron Google Finder en donde se realizaron
320 000 publicaciones en una semana (Wendling, 2013). Otras aplicaciones como
163
Picasa se utilizaron para subir fotos de las personas que se encontraban en
centros de evacuación.
Mejorar las alianzas y cooperaciones entre participantes nacionales e
internacionales, y entre participantes de los sectores públicos y privados:
Durante el tsunami de Japón, un hospital localizado a 43 km de la planta nuclear
de Fukushima, buscaba evacuar de la zona del desastre a 80 pacientes, por lo
que un empleado del hospital valiéndose de las redes sociales envió un mensaje
por Twitter al embajador de los EUA, John Roos, quién pudo alertar a la embajada
y coordinar esfuerzos con las fuerzas de defesa japonesas y finalmente evacuar a
los pacientes. Un ejemplo en México, sucedió el 28 de julio de 2014, cuando la
cuenta de Twitter de la aplicación @SkyAlert activó su alerta sísmica y advirtió de
un “sismo fuerte”, alertando a ciudadanos del Distrito Federal, el Estado de
México, Puebla, Guerrero, Morelia y Oaxaca. Sin embargo esta alerta fue
contradicha por el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, quién publicó
en su cuenta de Twitter, “Respecto a la activación de la alerta sísmica, fue por una
APP no oficial. El @SNNMexico no reporta sismo después de las 12” (Al Tor,
2014). Se debe trabajar para evitar este tipo de incidentes en la comunicación de
riesgo, de lo contrario se corre el peligro de causar pánico entre la población.
Proporcionar incentivos para la recolección de fondos y apoyo: las
redes sociales se pueden utilizar para recolectar fondos y apoyo. Por medio de las
redes sociales las personas pueden compartir sus acciones o contribuciones a
causas de recuperación y motivar a sus amigos, familias y contactos. A través de
indicaciones precisas se pueden desarrollar sinergias en las comunidades y evitar
la donación de artículos innecesarios. En situaciones de extrema emergencia, se
puede dar seguimiento a cualquier comentario con información sobre
contribuciones, cerrando la brecha entre intención y acción. Durante el terremoto
en Haití, se publicaron 2.3 millones de mensajes en Twitter con las palabras #Haití
o #RedCross entre el 12 y el 14 de enero del 2010; 189 024 de esos mensajes
contenían el número “90999”, enviar un mensaje con ese número significaba una
164
donación de $10usd a la Cruz Roja, recolectando 3 millones de dólares en las
primeras 48 horas (USF, 2013).
Aprender de la crisis a posteriori: Las redes sociales pueden ser
utilizadas después de una crisis para facilitar las lecciones y procesos aprendidos
como materiales útiles para investigadores sobre riesgos y crisis. A través de
herramientas en internet, se pueden grabar y archivar mensajes de redes sociales
y asociarlos con una línea de tiempo para visualizar y obtener nuevas perspectivas
sobre el origen y final de las crisis.
Construir confianza: Las redes sociales ofrecen ventajas en la
comunicación de riesgos y crisis para mejorar la confianza. Actualmente algunos
gobiernos no cuentan con un alto nivel de credibilidad en situaciones de
emergencia, además, las expectativas de respuesta a las llamadas de auxilio por
redes sociales ha aumentado, por ejemplo, una encuesta (American Red Cross,
2010) realizada en el 2010 por la Cruz Roja en EU, reveló que el 75% de 1 058
participantes espera recibir asistencia dentro de una hora cuando realizan una
publicación en las redes sociales. Contar con actualizaciones sobre seguridad
pública y notificaciones de emergencia vía Twitter o RSS pueden servir para
aumentar el nivel de transparencia. Identificar y establecer a una comunidad de
seguidores con quienes poder comunicar datos importantes sobre riesgos puede
servir a las autoridades públicas a anticiparse y adaptarse a los ciclos de noticias,
construyendo un mayor nivel de confianza a largo plazo. Estudios demuestran que
la interacción de los ciudadanos con gobiernos en Internet, aumenta el nivel de
confianza. Esto debe ser entendido y aprovechado por las administraciones
públicas.
Aumentar la gestión de la recuperación: Las redes sociales pueden ser
utilizadas para aumentar la gestión de la recuperación de dos maneras: por medio
de la distribución de información sobre acciones de reconstrucción y la provisión
de la gestión del estrés. En la fase posterior a una situación de desastre, las redes
165
sociales pueden ser utilizadas para enviar información acerca del proceso de
recuperación, reconstrucción de infraestructura como puentes, caminos,
suministros de agua, ayudando así a la gestión de recuperación. Otro factor que
se presenta después de una situación de desastre, son las crisis de estrés en la
población. Construir plataformas en Internet que ayuden a las personas a
compartir experiencias y sentimientos, ayuda a construir y reforzar un mayor
sentimiento de comunidad.
Retos en el uso de las redes sociales para la comunicación del riesgo y las
crisis
Como hemos visto en los ejemplos mencionados, aunque los beneficios y
oportunidades que ofrecen las redes sociales para la comunicación de riesgos y
crisis en situaciones de desastre son muchos, también los problemas y dificultades
que ponen de manifiesto los importantes retos que hay que enfrentar para reducir
la vulnerabilidad de personas y comunidades, salvaguardar la veracidad de la
información, aumentar la capacidad de respuesta de todos los participantes, y
mitigar los efectos del cambio climático. En estos casos, no existe un modelo a
seguir, sin embargo se pueden hacer mejoras en la integración entre el
desempeño de estos medios y las acciones de mitigación del riesgo por medio de
la tecnología, las políticas públicas y la confiabilidad
El uso de las redes sociales en la comunicación de situaciones de riesgo
aún se encuentra en una fase infantil, la penetración de Internet continúa
aumentado en todo el mundo, especialmente en los países en desarrollo, como
es el caso de México. Tener acceso a Internet es el principio, aún queda educar a
la sociedad en el uso responsable de las TIC, informar acerca de los riesgos sobre
el cambio climático, y preparar a grupos de personas y organizaciones en el uso
de las TIC en situaciones de riesgos y crisis. Atender a los segmentos de la
población que no están familiarizados con las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación, y asegurar que de alguna manera tengan acceso a
166
la información relevante ya sea por vía propia o a través de voluntarios y
organizaciones.
La capacidad de análisis de la información en Internet es un factor clave en
situaciones de emergencia. Contar con el conocimiento de herramientas digitales
que sirvan de apoyo para aumentar la capacidad de respuesta y evitar la
sobrecarga de información se vuelve imperativo para obtener provecho del flujo de
datos en Internet.
El debate y la reflexión sobre elaboración de leyes, políticas y directrices
que eviten que el uso de las redes sociales en situaciones de riesgo se salga de
control, que protejan a los ciudadanos y que salvaguarden el proceso de
innovación tecnológica, resulta esencial. Abordar los problemas de seguridad en
un contexto globalizado, evaluar el impacto de las redes sociales para la
comunicación de riesgos, conocer los posibles usos indebidos de la información
proporcionada en las redes sociales, gestionar a los múltiples participantes y
canales información y determinar el uso de una sola voz o utilizar enfoque
multicanales, son algunos de los temas que habrá que debatir en conjuntos como
sociedad y de una forma multidisciplinar.
Obviamente la regulación de la comunicación y la información en Internet,
es un tema delicado que requiere reflexión, sin embargo, una buena forma de
avanzar en esta agenda, es la transparencia.
La transparencia y la fiabilidad de las organizaciones y los medios de
comunicación durante situaciones de crisis es muy importante si se quiere evitar la
propagación de rumores y desinformación que generen pánico en una población.
Además de publicar información esencial como la ubicación de refugios, centros
de abastecimiento de alimento y servicios para la salud, organizaciones como
FEMA de los EU recogen y publican los rumores populares en situaciones de
crisis con el intento de auxiliar a los ciudadanos a distinguir entre información falsa
y verdadera.
167
Conclusión
En este trabajo se incluyeron situaciones en la que las redes sociales y otras
plataformas de participación en Internet han servido como medio de comunicación
alternativo durante situación de riesgo y crisis, lo cual muestra su creciente
importancia en este campo.
Es importante la gestión eficiente y eficaz de la información para generar
conocimiento. Esto por medio de la optimación de la interacción con las TIC para
convertir el flujo masivo de datos en Internet en información confiable y útil que
permita a cada uno de los participantes mejorar el desempeño de las acciones
durante todas las etapas de la comunicación en situaciones de riesgo.
Es necesario mejorar la comunicación en torno al cambio climático,
incluidas sus causas y consecuencias, como un medio para estimular cambios en
el comportamiento de la sociedad, el consumo generalizado y la acción
empresarial. Es importante también aprovechar la red creciente de personas con
la motivación y la capacidad de promulgar los cambios profundos necesarios para
llevar nuestro estilo de vida moderno en equilibrio con los sistemas de apoyo de la
naturaleza. Contamos con las herramientas, la creatividad y la conectividad social
que permiten alcanzar niveles de colaboración nunca antes vistos, pero aún queda
mucho por hacer por parte de los gobiernos, instituciones, la sociedad si lo que se
busca es mitigar los efectos del cambio climático y mejorar los mecanismos de
respuesta ante situaciones de desastre.
Finalmente, es necesario prestar atención a la manera como se abordan los
problemas medioambientales en los medios de comunicación, ya que al
considerarlos simplemente a través de sus características científicas, el ciudadano
común tiene un entendimiento muy limitado sobre el tema, al igual que muchos
periodistas que dan las notas. Es por esto que la información además de incluir
una base científica para el entendimiento del proceso físico en transformación,
168
requiere hacer énfasis en los sistemas de valores de la sociedad, sobre la base de
cada cultura y tradición. En resumen, es necesaria una coordinación de los
sectores para llevar a cabo una convergencia que genere una transformación en la
cosmovisión de la sociedad sobre el tema del medio ambiente.
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170
Intervención y acción comunicativa; retos que nos plantea el
cambio climático.
Mtro. Fernando Treviño Espinosa. Dr. Alberto Gómez Issasi.
Resumen:
La necesidad de prevención del riesgo ambiental busca propiciar que
investigadores, maestros y ciudadanos, hagamos equipo con comunicadores en
la formación de redes de colaboración. La tecnología y la experiencia acumulada
de situaciones anteriores, requiere organizar grupos de intervención, en acciones
de gestión de información, asumirnos no solo como actores de la comunicación,
sino como medios ciudadanos, capaces de producir contenidos e interactuar, con
el fin de integrar a la población en redes solidarias de prevención de riesgos y
mitigación de desastres.
Evidentemente, es menor el costo socioeconómico y mayor el beneficio, el
prevenir los efectos, frente a los riesgos que se generan por la influencia del
sistema económico, la acción de la sociedad y cambio climático. Dichos efectos
generan impactos cada vez mayores como huracanes e inundaciones, con el
aumento considerable del costo acumulado por estos fenómenos cíclicos y
predecibles.
En este entorno, fomentar redes de colaboración entre los diferentes
actores de los contextos regionales, generará información que determine un
conjunto de derechos y obligaciones, con el fin de coordinar estrategias de
prevención predecibles y mitigación de los eventos meteorológicos críticos.
Se pretende, revisar la experiencia global, políticas nacionales y el
reglamento local de protección civil; para intervenir en comunicación: potenciar el
papel de la participación ciudadana en los medios de comunicación, Internet y en
redes, partiendo de un análisis de procesos de resiliencia, para promover cultura
171
de prevención de riesgo, en contexto de vulnerabilidad ambiental, para la
protección civil.
Palabras clave:
Participación, redes, auto comunicación, prevención, sustentabilidad, clima.
Resiliencia.
Introducción:
Hablar del efecto cambio climático es un eje de referencia, ya que el tema está en
la agenda del debate mundial, y a nivel local, los principales indicadores revelan
la emergencia que presenta el entorno, determinado en este caso, la típica
ubicación geográfica vulnerable, nos muestra que; anticiparnos a los desastres,
es tarea impostergable pues al final el cambio climático es innegable y es
responsabilidad de todos, así como sus consecuencias.
En estos cambios que cada vez son más rápidos, y su evolución más
atípica, nos percatamos, que se ha perdido tiempo4, pero que es momento para
intervenir, cada quien desde su ámbito y en especial de y desde la comunicación,
actuar como motor y plataforma de interacción ciudadana, que sirva para
intercambiar información estratégica y útil, a efecto de revertir la tendencia
depredadora, y generar una cultura de prevención de riesgos (en este caso
atmosféricos), para evitar en medida de lo posible, mayores pérdidas humanas y
materiales.
Esta trabajo da testimonio de la relevancia de algunas acciones para
conseguir ser eslabón de una cadena ciudadana de colaboración mediante redes
de información preventiva y comunicación sobre cultura resiliente, necesidad vital
que debe ser propia de este tipo de contextos geográficos donde se originan e
impactan los fenómenos descritos y utilizar para este propósito, antecedentes
predecibles de una actividad climática cíclica y en aumento.
4 En México, la disponibilidad media de agua por habitante se ha reducido en un 66% en 50 Años.
SEMARNAT (2009). Atlas del Agua en México. Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales. Disponible en. http://futurocostaensenada.files.wordpress.com
172
La propuesta que se presenta a continuación, representa un somero
análisis de componentes principales, y una revisión a las políticas nacionales y al
reglamento de protección civil que nos rige.
CAMBIO CLIMATICO:
El origen antropogénico del calentamiento global.- Este proceso
potencialmente catastrófico lo ha provocado principalmente el hombre y el impacto
potencial es enorme, hay predicciones de falta de agua potable y grandes cambios
en las condiciones para la producción de alimentos, aumento en los índices de
mortalidad debido a inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor. En
concreto, el cambio climático no es un fenómeno sólo ambiental, sino de
consecuencias económicas, políticas y sociales a corto plazo.
En la actualidad existe un consenso científico, casi generalizado, en torno a
la idea de que nuestro modo de producción y consumo energético está generando
un calentamiento global, que provocará, a su vez, serios impactos tanto sobre la
tierra como sobre los sistemas socioeconómicos (Chomsky: 2013), se trata de una
aportación original del origen antropogénico del calentamiento global que sirve de
referencia de esta mirada inicial que se toma de la crítica del científico del MIT
(Instituto tecnológico de Massachusetts).
Según Chomsky los grupos conservadores, norteamericanos han tenido un
éxito relativo al desacreditar las evidencias sobre el origen antropogénico del
calentamiento global. Y lo más grave, entre sus hallazgos seria para nuestro caso
de análisis el que, Los medios masivos también juegan su papel y presentan un
debate mutilado entre los científicos que apoyan la teoría del calentamiento global
antropogénico y los que la niegan.
Si como consecuencia de este reconocimiento científico, se adoptan
políticas y medidas correctivas, es posible que todavía estemos a tiempo de
prevenir el desastroso curso de los acontecimientos, aunque hayamos perdido ya
mucho tiempo y se haya hecho mucho daño a los recursos del planeta.
173
Chomsky continua diciendo que los ejecutivos de las grandes
empresas saben perfectamente bien cuáles serán las consecuencias de
esta negación, pero están muy ocupados maximizando sus ganancias en el
corto plazo aunque eso signifique hipotecar el futuro de sus propios hijos. El
cálculo de los riesgos sistémicos simplemente no entra en su modelo
institucional de mercado y eso comienza a preocupar incluso a sectores no
precisamente identificados con una visión liberal del mundo (Chomsky
2013).
Los efectos de la visión neoliberal capitalista, articulada, incrementa la
necesidad de la mitigación del cambio climático y adaptación de la sociedad,
características de lo que el sociólogo alemán Ulrich Beck ha denominado como la
sociedad del riesgo global. Una sociedad posnacional sin fronteras en donde los
efectos del cambio climático no reconocen países y afectan en un contexto
regional, globalizado. En este contexto planetario la coordinación y cooperación de
la comunidad internacional en acciones que estén destinadas a la mitigación de
los efectos del cambio climático, es de vital importancia para la regulación de las
industrias que tienen mayor impacto sobre el medio ambiente.
En el panorama mundial afortunadamente ya hay consenso de que es un
hecho que el clima está cambiando, que esta potencial catástrofe, la ha provocado
el hombre, que se han explotado los recursos naturales en forma irracional, que
tenemos que intervenir en la prevención y mitigación. Por tanto, se propone en
este trabajo, la adopción urgente de políticas y medidas correctivas, considerando
que es posible anticipar y mejorar la capacidad de adaptación y respuesta ya que
de no hacerlo a tiempo las consecuencias serían desastrosas.
En el panorama local Tampico rodeado de agua, según Lidia Rangel (2013)
y un grupo de investigadores locales que participaron en un congreso sobre
disponibilidad de agua la población de esta conurbación está expuesta a posibles
variaciones en la disponibilidad del agua debido al cambio climático en la cuenca
del Río Guayalejo-Tamesí, pero esto es solo uno de los indicadores de un posible
174
riesgo en nuestra zona de estudio, que está representado, paradójicamente por la
falta del vital líquido en algunas épocas del año .
ALGUNAS POLITICAS DE PREVENCION EN MEXICO.
En la República Mexicana el organismo público que gestiona recursos en el tema
del agua es la SAGARPA, que divide en tres grupos los indicadores relacionados
con el cambio climático: Presión, Estado y Respuesta.
Presión: Estos indicadores describen la intensidad o tendencias de las
actividades Humanas, sobre todo de carácter económico, al considerar que estas
tienen un impacto en el medio ambiente.
Los indicadores de Estado buscan proporcionar información sobre la
manera en que las actividades humanas impactan la calidad y cantidad de los
recursos naturales.
El objetivo de los indicadores de Respuesta, consiste en medir las acciones
que la sociedad realiza para reducir las consecuencias ambientales negativas de
sus actividades.
Observaremos este último indicador en esta zona e intentaremos
documentar la participación ciudadana. La participación ciudadana en este
contexto de tiempo y lugar, se convierte en un proceso determinante para la
protección civil, cuya participación se puede dar de diferentes maneras. Es en esta
línea en la que orientaremos nuestra su reflexión, por ejemplo, algunas de las
redes comunitarias informales (vecinales), que carecen de una plataforma de
organización, por ser espontáneas, pero que al mismo tiempo coexisten con otras
redes que evolucionan a la par de nuevas tecnologías de comunicación, como
herramienta fundamental de la participación social en un contexto más dinámico e
interactivo.
175
PARTICIPACION EN PROTECCION CIVIL NIVEL LOCAL:
Al revisar el reglamento de Protección Civil, que es por cierto poco conocido por
los ciudadanos y potenciales interesados, en algunos párrafos en el tema de
participación ciudadana de dice a la letra :
ARTICULO III Y IV del Reglamento de protección Civil de Tampico:
El Consejo Municipal de Protección Civil es el órgano de consulta,
coordinación interna, colaboración, participación, opinión, planeación, aplicación,
supervisión y es el conducto formal para convocar a los sectores de la sociedad en
la integración del Sistema Municipal de Protección Civil , pero si pensamos en una
mesa de consejo de decisión con diez sillas, (bajo esta ley la participación
ciudadana) solo 3 o cuatro sillas ciudadanas, estarían en la toma de decisiones y
acciones de este órgano colegiado, dominado por burocracia política, y
autoridades militares, pero los ciudadanos tenemos una función también que es
convocar a la población, prevista en este reglamento.
Pero aquí y ahora en un encuentro para el análisis del cambio climático
buscamos generar consensos de participación desde nuestros espacios
educativos para incorporar otras instituciones académicas de la región así como a
la población organizada en materia de Protección Civil, a través de las acciones
previstas en el reglamento; otro de los hallazgos está referido al artículo 17 en
materia de las “atribuciones” de los ciudadanos que en su apartado VIII, para
muchos “muy apartado” a la letra dice.- “Fomentar la participación activa de todos
los sectores de la población en la integración y ejecución de los programas
preventivos”.
Urge retomar la tarea por parte de la academia y la ciencia con participación
de toda la población mediante la convocatoria de comunicación para la difusión en
temas de protección y cultura de prevención, sobre todo en eventos académicos y
foros universitarios, para hacer valer el apartado que dice en su capítulo 17:
176
V.- Promover y fomentar entre las instituciones académicas y científicas el
estudio e investigación en materia de Protección Civil; sin pasar por alto, lo
dispuesto en la fracción siguiente que establece:
VI.- Evaluar las situaciones de riesgo en base al análisis que presente la
Dirección Municipal “Promover y fomentar entre las instituciones académicas y
científicas el estudio e investigación en materia de Protección Civil”… nótese que
en ambos apartados se menciona a las instituciones académicas.
En esta parte, la academia tiene la oportunidad de participar en funciones
como órgano consultivo de planeación, coordinación y concertación para
implementar un observatorio ciudadano en red para regular la comunicación
participativa, evaluar, supervisar, fomentar, y promover actividades de
capacitación y difusión pero sobretodo habilitar un observatorio de medios, que
asegure el cumplimiento de la responsabilidad social de todos y cada uno de los
mensajes para acercarnos al equilibrio con la naturaleza y el papel que
desempeña el sistema socioeconómico en el calentamiento global antropogénico.
CONSTRUCCION DE ESPACIOS DE PARTICIPACION.
Actualmente nos encontramos ante la génesis de la sociedad de la información y
del conocimiento, y aunque contemos con el problema de la brecha digital, ver los
problemas desde una perspectiva generacional y anticipando el crecimiento de las
Tics, es necesario habilitar espacios para la participación que utilicen las nuevas
tecnologías para su organización y ejecución. Poner en práctica acciones que
fomenten la participación activa de las personas resulta indispensable para
avanzar en la integración de la comunidad en torno a una cultura del riesgo y la
realización de programas preventivos que la favorezcan.
La red es probablemente, una de las más antiguas formas de organización
social, caracterizada por la simplicidad de su operación y la adaptabilidad
implícita que facilita la integración de ambientes actores y conceptos
diferenciados (Porras, 2003). Sin embargo, los medios de comunicación
incluida la red Internet, son espacios plagados de información que sirven a
177
intereses diversos y que pocas veces buscan la motivación para la
participación activa de la sociedad. Tal y como comenta Castells, en la
sociedad red la batalla de las imágenes y los marcos mentales, origen de la
lucha por las mentes y las almas, se dirimen las redes de comunicación
multimedia (Castells: 2009)
La red como plataforma para la participación ha impulsado importantes
cambios en la sociedad y sus instituciones. Este cambio se encuentra ligado al
meteórico desarrollo de la Web 2.0 y sus aplicaciones. Haciendo referencia al
contexto local, en México la penetración de Internet aumento del 45.1% en el 2012
al 52.2% en el 2013. Cinco de cada 10 se conectan a través de su Smartphone, y
el 84% ha descargado alguna aplicación. Un dato muy importante es que 9 de
cada 10 usuarios utiliza alguna red social (AMIPCI: 2014)
Las redes a las que están sujetas las personas funcionan como un sistema
neurálgico en las comunidades influyendo de manera consciente o
inconscientemente, con un efecto social y psicológico en los sujetos y sus
relaciones. De hecho, estudios demuestran que las redes influyen en la difusión de
la alegría, el mantenimiento de la salud, el funcionamiento de los mercados y la
lucha por la democracia. Por otro lado, los mismos estudios advierten de que los
efectos no siempre son positivos, ya que la depresión, la obesidad, el pánico
financiero, la violencia e incluso el suicidio también se difunden a través de las
redes (Christakis: 2010).
En el contexto de la comunicación y la participación ciudadana, el diseño de
redes es considerado incluso en teoría social el paradigma de referencia de
acuerdo con las características observables de la nueva modernidad liquida:
flexibilidad, horizontalidad y/o autonomía, rasgos todos ellos que indican y perfilan
nuevas condiciones de reproductibilidad, social basadas en la voluntad de los
nodos y actores sociales y dinámicas dispersas propias de la estructura
organizacional fluida y con alto nivel de autodeterminación típicas de la era de la
sociedad de riesgo y el conocimiento distribuido (Sierra: 2012).
178
La aparente contradicción entre la influencia que ejercen las redes en el
comportamiento de las personas y la autodeterminación de la sociedad del riesgo
y el conocimiento, es perceptible en relación al tipo de información divulgada por
los medios de comunicación. Este efecto de la comunicación entre la colectividad
e individualidad de las redes, puede – y debe – ser integrada en la elaboración de
políticas y programas destinados a fomentar la participación activa de las
personas. Para (Castells 2009),
…las redes de comunicación programadas captan la mente pública,
limitando el impacto de las expresiones independientes ajenas a dichas
redes. Pero en un mundo marcado por el crecimiento de la auto
comunicación de masas, hay muchas oportunidades para que los
movimientos sociales y las políticas insurgentes entren en el espacio
público (Castells: 2009)
Está claro que no es una tarea sencilla, aquí se nos plantea una babel de
expresiones independientes de auto comunicación de masas que requiere
innovación en términos de gestión de la información para lograr la convocatoria
ciudadana en estas innovadoras plataformas, como lo describe él mismo.
Precisamente porque son multimodales, diversificadas y omnipresentes, las
redes de comunicación pueden incluir y abarcar la diversidad cultural y la
multiplicidad de mensajes en mayor medida que ningún otro espacio público
en la historia. De tal forma que “los actores sociales deben reafirmar el
derecho a la auto comunicación de masas preservando la libertad y la
justicia en el despliegue y la gestión de las infraestructuras de comunicación
en red y en el funcionamiento del sector multimedia. La libertad y, en última
instancia, el cambio social se entrelazan con el funcionamientos
institucional organizativo de las redes de comunicación. La política de
comunicación se vuelve dependiente de la política de la comunicación.
(Castells: 2009).
179
Una de las funciones principales del observatorio ciudadano en red es
fomentar la colaboración entre los diferentes actores de los contextos locales y
regionales, acción que permite generar información que determine con claridad un
conjunto de derechos y obligaciones con el fin de coordinar estrategias de
prevención y mitigación.
Según Wilches-Chaux (2008), la comunicación no solo es una herramienta
para la gestión del riesgo, es decir para todas las intervenciones que tenemos que
hacer para los procesos y dinámicas sociales y de los ecosistemas sino que está
en la esencia misma de la gestión del riesgo la comunicación es algo que
debemos recuperar, que debemos aprender, por supuesto los medios de
comunicación
Entender que formar redes de participación ciudadana implica
corresponsabilidad ciudadana con deberes y derechos pues el concepto tiene un
claro componente cívico. Maturana (2009) va más lejos en su análisis y relaciona
el tema de las redes de comunicación como herramienta en los movimientos
sociales y analiza el papel que la participación ciudadana tiene en los medios de
comunicación en un contexto de riesgo y de vulnerabilidad.
Un factor decisivo en la participación ciudadana organizada sobre las
políticas del cambio climático es su cualidad como acción colectiva: puede servir
como aprendizaje mutuo, experiencia comunitaria, refuerzo y respaldo de
estrategias individuales en la modificación de comportamientos y hasta cierto
grado, es posible la consideración de fuerzas mayores en la intervención en el
cambio de algunas prácticas sociales (Pratchett et. al. 2009).
Localmente, es urgente y recomendable prestar especial atención a La
ubicación geográfica de la zona sur de Tamaulipas, localizada frente al Golfo de
México y colindante con el sistema hidrológico Guayalejo-Tamesí que desemboca
en el río Pánuco, que convierte a la población sujeta de estudio, en cuanto a
prevención de riegos y capacidad de resiliencia, altamente vulnerable y en
hipotética situación de alerta permanente con recursos hídricos limitados.
180
Investigadores, profesores y ciudadanos comunes, gracias a la tecnología y a la
experiencia acumulada de situaciones anteriores, debemos hacer equipo con
comunicadores, para impulsar y construir una cultura del riesgo apoyada en la
prevención, y la retroalimentación para la formación de observatorios ciudadanos
en red redes, con la finalidad de puede convertir al ciudadano común en “medio” y
organizar grupos de acción informados.
CONCLUSIONES
La inclusión de la participación ciudadana en las políticas del cambio climático
puede servir en una gran variedad de funciones, tales como el acceso a la
información, sensibilización y formación de la opinión, aumentar el conocimiento e
identificación con los objetivos climáticos, intercambio y discusión, convocatoria de
propuestas, la incorporación de conocimiento local, la participación en la solución
y toma de decisiones, legitimación y control de la implementación de políticas, y la
retroalimentación sobre las políticas. Los enfoques participativos en las políticas
sobre el cambio climático pueden aprender mucho sobre las experiencias con la
participación de personas en diversos campos, sobre todo en los procesos de
innovación.
Cómo hemos señalado, el nivel de participación asignado a los sectores de
la población ha sido confinado a un papel muy secundario dentro del Sistema
Municipal de Protección Civil. Es preciso trabajar en la formación de sinergias para
la participación entre todos los niveles de la sociedad, la articulación de políticas y
el impulso de programas que sirvan para la mitigación del cambio climático,
actividad vital para un desarrollo sustentable y la preservación de la vida de las
personas. La colaboración, participación, opinión y supervisión de las acciones de
las políticas de protección civil y la cultura de prevención deben estar conformada
por actores que tengan un interés directo y un conocimiento intrínseco de la
realidad local, pero también deben de considerar las recomendaciones y buscar la
cooperación de organizaciones de orden internacional especializadas en la
mitigación del cambio climático.
181
Habrá que acelerar la incorporación de plataformas digitales para la
participación, y mejorar el uso de las herramientas de comunicación para la
colaboración como observatorio ciudadano en red: Ahí implementar programas
para extender el alcance de las nuevas tecnologías de información y comunicación
para la mitigación de los efectos del cambio climático.
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WILCHES-CHAUX (2008), VIDEOhttp://www.youtube.com/watch?v=L_ZJUjpCbIw
http://www.encc.gob.mx/documentos/estrategia-nacional-cambio-climatico.pdf
ANEXO:
CAPITULO III del reglamento municipal de protección civil de los comités de
protección civil del r. ayuntamiento Tampico, TAM dice Correspondiente a los
Comités, en su:
Artículo 13.- Los Comités estarán integrados por el número de miembros que requiera
cada comunidad y los mismos consisten en grupos de habitantes (vecinos) que
representen a zonas y/o colonias determinadas del Municipio unidos para hacerle saber y
ayudar a la Dirección de Protección Civil en los casos de emergencias así como en la
vigilancia natural respecto de la presencia de agentes destructivos o similares. En este
RMPC en su Artículo 14. Por cierto con poca difusión y ambiguo- Corresponde a los
Comités: Se refiere a las formas de participación ciudadana a actividades de protección
civil a “Coadyuvar con la Unidad”
I.- Coadyuvar con la Unidad se invita a la población civil a en la aplicación de los
programas de protección civil;
183
II.- Participar en su comunidad en las acciones que correspondan del Programa General;
Página 14 Cd. Victoria, Tam., miércoles 19 de mayo de 2010 Periódico Oficial
III.- Participar en los cursos de difusión y capacitación que lleve a cabo la Dirección y, a su
vez, difundir lo aprendido entre los miembros de la comunidad; y
IV.- Ser el enlace entre la comunidad y la Dirección.
CAPITULO IV
Del: CONSEJO MUNICIPAL DE PROTECCION CIVIL de Tampico-
Artículo 15.- El Consejo Municipal de Protección Civil es el órgano de consulta,
coordinación interna, colaboración, participación, opinión, planeación, aplicación,
supervisión y es el conducto formal para convocar a los sectores de la sociedad en la
integración del Sistema Municipal de Protección Civil; que tiene como finalidad proteger la
vida, la salud y el patrimonio de las personas, la planta productiva, prestación de servicios
públicos y el medio ambiente; ante los riesgos, altos riesgos, emergencias o desastres,
producidos por causas de origen natural o humano.
Artículo 16.- El Consejo Municipal de Protección Civil está integrado por:
a) Un Presidente, que será el Presidente Municipal;
b) Un Secretario ejecutivo, que será el Secretario del R. Ayuntamiento;
c) Un Secretario Técnico, que será el titular de Protección Civil;
d) Los regidores que presiden la Comisión de Protección Civil;
e) Las autoridades militares y navales;
f) Los representantes de las dependencias federales, estatales y municipales;
g) Los sectores social y privado;
h) Las instituciones educativas públicas y privadas;
i) Los medios de comunicación; y
j) Los grupos voluntarios.
Artículo 17.- Son atribuciones del Consejo Municipal de Protección Civil:
I.- Conducir y operar el Sistema Municipal de Protección Civil;
II.- Fungir como órgano consultivo de planeación, coordinación y concertación del Sistema
Municipal de Protección Civil a fin de orientar las políticas, acciones y objetivos del
sistema;
184
III.- Aprobar el programa municipal de Protección Civil y los programas especiales que de
él se derivan y valuarán su cumplimiento por lo menos anualmente;
IV.- Supervisar, dar seguimiento y valuar el funcionamiento, del Plan Municipal de
contingencias;
V.- Promover y fomentar entre las instituciones académicas y científicas el estudio e
investigación en materia de Protección Civil;
VI.- Evaluar las situaciones de riesgo en base al análisis que presente la Dirección
Municipal
de Protección Civil, y preparar las acciones a tomar en caso de emergencia;
VII.- Constituirse en sesión permanente al suscitarse un desastre y apoyar la instalación
del Centro Municipal de Operaciones;
VIII.- Fomentar la participación activa de todos los sectores de la población en la
integración y ejecución de los programas preventivos;
IX.- Proponer estrategias encaminadas al cumplimiento de los programas municipales y
especiales de Protección Civil; y
X.- Las demás que sean necesarias para la consecución de los objetivos del propio
consejo.
185
COMUNICACIÓN CIUDADANA ORGANIZADA POR EL USO DE LAS
TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN PARA PREVENIR
Y REMEDIAR RIESGOS NATURALES.
Mtra. Susana Gómez Loperena y Mtra. Gpe. Alicia Cavazos Velázquez
Resumen
La implementación de políticas públicas federales para la prevención de desastres
naturales como la página web Reconstrucción MX y el programa de Brigada Digital
con la participación ciudadana, abren el interrogante de hasta qué punto la
ciudadanía mexicana está preparada para el uso de las Tecnologías de la
Información (TIC´s). El objetivo es conocer cómo las mujeres y los hombres se
relacionan con las TIC´s en referencia a: uso de TIC´s, recepción de mensajes de
medios masivos de comunicación vía Internet, prácticas de conectividad
ciudadana y comunicación ciudadana. El estudio fue exploratorio y cuantitativo con
una muestra de 78 mujeres y 62 hombres estudiantes de comunicación de
licenciatura y maestría, con 97% de confianza. Durante el primer semestre de
2013 se aplicó un cuestionario de 162 preguntas cerradas. Se encontró que la TIC
más utilizada es la laptop, luego la computadora de escritorio y en tercer lugar los
teléfonos inteligentes y cámaras de fotografía digital, siendo estas últimas las más
propicias para usar por su tamaño pequeño, peso liviano, portabilidad, fácil
movilidad y duración de la batería en caso de desastres naturales. El medio de
comunicación con mayor recepción en Internet es la radio; la televisión cuenta con
una audiencia media por internet; los mensajes en texto tienen muy poco
monitoreo. Importante es mencionar que las mujeres son más asiduas a navegar
en Internet, las más preocupadas y ocupadas en obtener información y reportar
las condiciones en que se encuentran ellas y su comunidad.
Palabras clave. Comunicación digital, prevención riesgos naturales
Introducción
186
En México el terremoto del 19 de septiembre de 1985 que devastó la capital y la
zona centro del territorio nacional marcó una divisoria histórica al mostrar a un
gobierno federal desorganizado e incapacitado para afrontar la tragedia y despertó
a una sociedad ciudadana que se levantó del dolor y se auto-organizó para
rescatar heridos y muertos, dar albergue y distribuir víveres. Este hecho cambió
las políticas públicas sobre prevención de riesgos naturales y protección civil en el
país así como también la visión de la ciudadanía sobre los fenómenos naturales.
En la actualidad el cambio climático crea la necesidad de realizar investigaciones
sobre la forma en que los ciudadanos se comunican y organizan para enfrentar
desastres naturales. Dynes (1994) propone que el foco central de la investigación
social debe ser parte de sistemas sociales incluida su organización para dar
respuesta a la continuidad del comportamiento “entendiendo al estudio del
desastre, no como un ejercicio de desorganización social o patología, sino como la
ocasión para comprender algunas estructuras normales más importantes y
procesos, como la comunicación, interacción, organización y toma de decisiones”
(Dynes, 1994:6,7).
Cuando el medio ambiente climático se sale de su normalidad ocurre la
implementación de informes de alertas y en su caso de orientaciones especificas
a la ciudadanía, emitidos desde las instancias oficiales a través de los medios
masivos de comunicación, con el propósito, como señala Mata (2000: 62,63) “En
general las predicciones sobre el desarrollo de fenómenos naturales, tales como el
pronóstico del tiempo traen como consecuencia (Herrick y Pendleton, 2000) los
siguientes beneficios: a) seguridad pública y preparación para emergencias, b)
reducción de la perdida de propiedades y bienes, c) prosperidad económica y
desarrollo del trabajo.”
Para ello las autoridades asumen un papel activo ante la irrupción del riesgo
natural y pueden monopolizar el control informativo del fenómeno al ser las
fuentes oficiales que brindan información por medios masivos de comunicación,
187
Obregón (2010: 131) considera que “las entidades oficiales o las fuentes
predominantes tienden a operar como “gatillo” que “disparan” el cubrimiento de los
temas, prácticas que minimizan un papel más proactivo por parte de los medios y,
en líneas generales, limitan la habilidad de los medios a establecer su propia
agenda sobre la gestión de riesgo de desastres (GRD). La aproximación a los
afectados por situaciones de emergencia o desastre se hace desde la mirada de
una comunidad impotente, desvalida y con escasa posibilidad de reacción y con
frecuencia destinada más a padecer que a responder a la situación de emergencia
o desastre.”
Es decir la orientación que sesga la información sobre riesgos y desastres
naturales en los medios masivos de comunicación crea la visión de que los
ciudadanos deben limitarse a obedecer las indicaciones de las instituciones
públicas, o en su caso limitarse a que las acciones del gobierno lleguen hasta los
damnificados como única conducta posible, se considera al ciudadano como
“sujeto de necesidad” como señala Mata (2006: 10, 13, 14) o “ sujetos de
demanda” cuando buscan información o piden apoyo de protección civil o para la
reconstrucción, también se puede ver al ciudadano como “sujetos de decisión”
cuando participa informando lo que ocurre en su comunidad o participando en
procesos de consulta popular para toma de decisiones o en eventos de
reconstrucción de la infraestructura dañada. Mata (2006) también propone la
noción de “ciudadanía comunicativa” como el reconocimiento de la capacidad de
ser sujeto de derecho y demanda en el terreno de la comunicación”, que se tiene
que convertir en “ciudadanía comunicativa ejercida”.
De este modo no basta con que el ciudadano conozca sus derechos y
obligaciones, tiene que aplicarlos y vivirlos, pasar de la sobreinformación que
inhibe la acción ciudadana como explica Oltra et al (2009: 20) quienes señalan
que “las estrategias de comunicación destinadas únicamente a incrementar la
información y preocupación por el problema del cambio climático pueden no
resultar exitosas. (…) La implicación activa del público debe propiciar la motivación
188
de los individuos para la acción, esto es, traducir el cambio climático y el ahorro
energético en un problema personal, prioritario para los individuos, ante el que la
acción coordinada puede prevenir problemas futuros”
La educación sobre medidas de protección civil implementada durante los
últimos años en escuelas y centros de trabajo es un camino que permite la
organización civil en caso de riesgos y desastres naturales, Lavell ( 2006: 6) llama
procesos de intervención a “la manera en que la sociedad debe intervenir en el
problema de los desastres naturales por medio del control directo e indirecto de
las amenazas y sus impactos sobre la sociedad; del anuncio anticipado del
impacto de las amenazas y la salvaguardia de bienes y personas; y mecanismos
adecuados de respuesta y recuperación”. Esta idea la completa Dettmer (2002)
quien citando a Kreeps (1995) menciona cuatro dimensiones cuando se habla de
desastres como eventos: 1) la extensión o amplitud del aviso; 2) la magnitud del
impacto; 3) el alcance o extensión del impacto y, 4) la duración del impacto.
También cita a Weller et al (1973) quienes proponen como elementos que
promueven el desarrollo de una subcultura del desastre: impactos repetitivos
experimentados por la comunidad, existencia de un agente focalizado que permita
un periodo de prealerta y consecuencias salientes del daño.
El 28 de mayo de 2013 el Presidente de México, Enrique Peña Nieto
instruyó a la Secretaría de Gobernación para: operar el “Sistema Nacional de
Alertas”, la estrategia “México Seguro ante Desastres”, iniciar una campaña de
difusión de la Cultura de la Prevención y la Protección Civil, actualizar el Atlas
Nacional de Riesgos, implementar un Programa Nacional de Respuesta a
siniestros, emergencias y desastres, y crear 5 regiones con representación
nacional de Protección Civil. En otras acciones se activa la página web
Reconstrucción MX que tiene como objetivo transparentar la actuación del
gobierno en casos de acciones de respuesta a desastres naturales y se lanza la
convocatoria para que ciudadanos interesados puedan participar en el programa
de Brigada Digital en colaboración con el Gobierno de la República para brindar
información preventiva y atención oportuna a víctimas de desastres naturales.
189
Bedoya et al (2008: 148) citan a Navarro quien definen a la participación
ciudadana como “la oportunidad individual o colectiva que tienen los ciudadanos
de manifestarse frente a un asunto determinado, a través de diversos mecanismos
(Navarro: 2004), siendo ésta efectiva a través de información, consulta, co-
decisión y co-gestión, las dos últimas relacionadas con la gobernanza (Navarro:
2002).
La implementación de políticas públicas de protección civil y prevención de
riesgos y desastres que involucran la actuación ciudadana marcan la pauta para
preguntarnos hasta qué punto la ciudadanía mexicana está preparada para el uso
de las TIC´s en casos de desastres naturales.
Objetivo:
El objetivo de este trabajo es conocer cómo las mujeres y los hombres estudiantes
universitarios de licenciatura y maestría en Comunicación de la UADCS de la UAT
se relacionan con las TIC´s en relación a:
1- Uso de TIC´s: computadora, laptop, tableta, teléfono inteligente,
videocámara digital y cámara de fotografía digital.
2- Recepción de mensajes de medios masivos de comunicación vía
Internet: veo en línea, escucho radio en línea, sólo leo en internet.
3- Prácticas de conectividad ciudadana: internet en casa, internet móvil,
uso de Wi-Fi, uso de Nube.
4- Comunicación ciudadana: navego en internet, escribo y publico textos en
internet, recibo correos electrónicos, envió correos electrónicos a varios
contactos, descargo música y video, hago grabaciones en audio digital,
hago videograbaciones digitales.
Material y Método
El punto de partida para contestar estas interrogantes fue el proyecto de
investigación Competencias digitales Web 2.0 en estudiantes de la Licenciatura
190
en Ciencias de la Comunicación y la Maestría en Comunicación de la Unidad de
Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Campus
Victoria. Realizado de noviembre del 2012 a julio del 2013.
El tipo de estudio fue exploratorio, cuantitativo, transversal, descriptivo,
comparativo con una muestra intencional o de conveniencia, aleatoria y
estratificada. Se utilizó la calculadora de muestras en línea para encuestas de
Paneles Netquest para calcularla con una población de 171 estudiantes de la
Unidad Académica de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma
de Tamaulipas, Campus Victoria, durante el periodo lectivo del 2013-1. Se eligió
una muestra de 140 estudiantes con 97.3% de nivel de confianza. Se encuestó
con un cuestionario de 162 preguntas cerradas a 92 estudiantes de la licenciatura
en Ciencias de la Comunicación, de 1° semestre 37 estudiantes y de 8° semestre
55 estudiantes. De la Maestría en Comunicación se encuestó a 48 estudiantes, de
1° semestre 31 estudiantes y de 4° semestre 17 estudiantes. De ellos son 78
mujeres y 62 hombres.
Resultados
Uso de TIC´s
Cobo (2009: 306) define a “Las TIC (Tecnologías de la Información y
Comunicación ) como son las tecnologías que se necesitan para la gestión y
transformación de la información, y muy en particular el uso de ordenadores y
programas que permiten crear, modificar, almacenar, proteger y recuperar esta
información.”
En el uso de las TICs, se encontró que la Laptop es la más favorecida con
100% de uso en las mujeres y en los hombres con 97%, seguida por la
Computadora con 99% en la mujeres y 95% en los hombres, las Tabletas las usan
de forma similar los hombres en 89% y las mujeres 88%, los teléfonos inteligentes
con una aceptación de uso del 96% entre las mujeres y 94% entre los hombres.
191
Es importante mencionar que existe un dominio del uso de la Cámara
fotográfica en los hombres con 97% y las mujeres con 94% y en el manejo de la
Video Cámara digital se observa un resultado similar en hombres y mujeres con
85% de uso.
Grafica 1. Uso de TIC´s
La recepción de mensajes de medios masivos de comunicación vía Internet
Hermelin (2007: 105) expresa que “para analizar la relación entre la construcción
mediática de los desastres naturales y el público, los conceptos De Cheveigné
(2000) sobre el mediador fuerte quien “se impone entre el público y la realidad,
muestra el mundo tal como él cree que debe ser. Da pocos elementos para tomar
distancia con respecto a los hechos, y tiende más a dramatizarlos que a
explicarlos.” Aquí estaríamos tipificando en gran medida la actuación de los
medios masivos de comunicación al transmitir noticias alusivas a los desastre
naturales.
99%
100%
88%
96%
85%
94% 95%
97%
89% 94% 85%
97%
75%
80%
85%
90%
95%
100%
105%
USO DE TIC´s
MUJERES
HOMBRES
192
La transmisión radiofónica por internet tiene el nivel de audiencia más alto
con 65% de los hombres y 56% de las mujeres. Aunque la televisión es un medio
muy atractivo, exige más atención lo que queda demostrado cuando la recepción
de la señal televisiva por internet solo llega a 53% de las mujeres y 48% de los
hombres. Es destacable que siendo una investigación realizada en estudiantes
universitarios de comunicación de licenciatura y maestría estos afirman leer poco
en internet con 21% de los hombres y 15% de las mujeres.
Grafica 2. Recepción de mensajes de Medios masivos de Comunicación vía Internet
Prácticas de conectividad ciudadana
Palacios et al (2012, 8), define conectividad a “garantizar el acceso universal de
los mexicanos mediante la implantación de redes de cobertura social a internet de
banda ancha en escuelas, centros de salud, oficinas de gobierno y centros
comunitarios digitales.”
Con referencia a conectarse a través de Internet en casa, los hombres son
los que más lo usan en 94% de los casos y las mujeres en 88%, en Internet móvil
se observa que participan más las mujeres con 72% y los hombres con 66%, por
medio del sistema de Wi-Fi para recibir señal inalámbrica de Internet lo aplican
53% 56%
15%
48%
65%
21%
0%
20%
40%
60%
80%
Veo televisión enlínea
Escucho radio enlínea
Solo leo eninternet
RECEPCION DE MENSAJES DE MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACION VÍA
INTERNET
MUJERES
HOMBRES
193
100 % de los hombres y 94% de las mujeres y el uso de la Nube para archivar
información en Internet alcanza 53% en mujeres y en los hombres 48%.
Grafica 3. Practica de Conectividad Ciudadana
Comunicación ciudadana en TIC´s
Para observar la actuación del ciudadano como emisor de mensajes usando las
tecnologías de la información acudimos al término que Hermelin (2007: 105) cita
de De Cheveigné (2000) quien dice que “en el otro extremo, está el mediador
borroso que trata de mostrar el mundo como es y no como él cree que debe ser,
da elementos para que el público desarrolle sus propias ideas, y recurre poco a la
dramatización”. En este punto se localiza a los ciudadanos que registran la
realidad del momento de su vida cotidiana con sus TIC´s, y suben dicha
información en formatos de textos, fotos, videos y audios al Internet.
Las mujeres son las que dominan el navegar en Internet con el 100% y el
77% corresponde a los hombres, escriben y publican texto en Internet de manera
similar las mujeres con 59% y los hombres con 54%, en la recepción y envío de
correos los resultados son de igual manera similares, en las mujeres 99% y en los
hombres 98%, en descargar música y videos los hombres lo aplican en 97% y las
mujeres en 94%, para hacer grabaciones audiodigitales son más hábiles las
88% 72%
94%
53%
94%
66%
100%
48%
0%
20%
40%
60%
80%
100%
120%
Internet en casa Internet movíl Uso de Wi-Fi Usar la Nube
CONECTIVIDAD CIUDADANA
MUJERES
HOMBRES
194
mujeres con 91% y los hombres solo 68%, de igual manera se observa en hacer
videograbaciones, se presenta con 85% las mujeres y 68% los hombres.
Grafica 4. Comunicación ciudadana con TIC´s
Conclusiones
1- La laptop es la herramienta más utilizada, seguida por la computadora y en
tercer lugar están los teléfonos inteligentes y las cámaras de fotografía
digital. Sin embargo en caso de emergencia por desastre natural son los
teléfonos inteligentes y las cámaras de fotografía digital las herramientas
más propicias para usar por su tamaño pequeño, peso liviano, portabilidad,
fácil movilidad y duración de la batería.
2- El medio de comunicación con mayor recepción en Internet es la radio. La
televisión solo tiene una audiencia media por Internet, y su señal requiere
de más infraestructura para seguir funcionando en caso de desastres
naturales.
Es destacable la poca lectura de información en Internet, por lo cual no es
aconsejable dar instrucciones sobre desastres y protección civil en textos.
100%
59%
99% 99%
94% 91%
85% 77%
54%
98% 98%
97%
68% 68%
0%
20%
40%
60%
80%
100%
120%
COMUNICACION CIUDADANA EN TICS
MUJERES
HOMBRES
195
3- En casos de desastres naturales se va a requerir de mayor preparación en
conexiones móviles de Internet, las cuales en este estudio, alcanzan solo el
tercer lugar de uso, siendo precedidas por la conexión con Wi-Fi y en casa.
La costumbre de almacenar información en la red por medio de la Nube, en
casi la mitad de la muestra garantiza de alguna manera la protección y
salvamento de dicha información.
4- Las mujeres son más asiduas a navegar en Internet y a subir información a
la red. Por tanto en caso de desastres naturales serán las mujeres las más
preocupadas por obtener información del Internet y las más ocupadas en
reportar las condiciones en que se encuentran ellas y su comunidad.
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198
EL SISTEMA DE PROTECCIÓN CIVIL DEL ESTADO DE TAMAULIPAS.
Dra. Carmina Elvira Elvira5 Dra. Leticia Caloca Carrasco6
Dr. Luis Moral Padilla7
RESUMEN:
Al igual que en las demás treinta y dos entidades de la República Mexicana, el
Estado de Tamaulipas integró su sistema de protección civil estatal, que forma
parte de la organización del Sistema Nacional de Protección Civil. Dicho sistema
local está constituido por órganos, métodos y procedimientos que establecen las
dependencias, organismos y entidades del sector público entre sí, con los sectores
social y privado y con las autoridades municipales, con la finalidad de efectuar
acciones coordinadas, destinadas a la prevención y salvaguarda de la población,
sus bienes, así como del funcionamiento de los servicios públicos y equipamiento
estratégico en los casos de riesgos, siniestros o desastres. Su objetivo es proteger
a la ciudadanía y el medio ambiente, antes, durante y después de la eventualidad
de una emergencia o desastre provocado por agentes naturales o humanos. El
objeto de este trabajo fue llevar a cabo un análisis de la organización y
funcionamiento del Sistema de Protección Civil de Tamaulipas, para lo cual se
consideró el sustento normativo, tanto en el orden estatal como municipal.
Respecto a la regulación de la materia municipal, es importante destacar que de
los cuarenta y tres municipios que conforman el estado solamente doce cuenta
con su correspondiente reglamento, mismo que son necesarios para fundamentar
la actuación de sus sistemas. En esta investigación también se examinó la Primer
Meta Nacional del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 y diversos objetivos,
estrategias y líneas de acción del: Programa Nacional de Protección Civil 2014-
2018 y Programa Sectorial de Gobernación.
PALABRAS CLAVES: Sistema Protección Civil, Estado Tamaulipas.
5 Docente Investigador de la UACJS – UAT Tampico Madero, email [email protected], 8332182700
6 Docente Investigador de la UACJS – UAT Tampico Madero, email [email protected] 8332182470 7 Docente Investigador de la UACJS – UAT Tampico Madero, email [email protected] 8331065197
199
INTRODUCCION:
Desde el año de 1986 a través de un Decreto Federal, se establecen por primera
vez las bases del Sistema Nacional de Protección Civil, cuyo objetivo era “proteger
a la población de un desastre provocado por agentes naturales o humanos, a
través de acciones que reduzcan o eliminen las pérdidas de vidas humanas”, DOF
(1986).
Se previno que la conformación de este sistema se realizaría en tres
etapas: la primera, se referiría a la conceptualización y planeación; la segunda a la
organización y programación en donde se crearían los órganos operativos de la
protección civil, así como su normatividad; y la última etapa, la ejecución en los
niveles preventivo y operativo, por medio de acciones programadas ante
desastres.
Desde los inicios del sistema nacional, se presumía que los municipios son
las instancias quienes en primer término darían la respuesta a situaciones de
emergencia. Sin embargo cuando se hace referencia a éste nivel de gobierno,
necesariamente se alude a la entidad correspondiente, pues de acuerdo a la
Constitución Federal en su artículo 115 la base de la organización política y
administrativa de una Entidad Federativa es el municipio. Como consecuencia, los
sistemas municipales de protección civil se encuentran dentro de la organización
del Sistema Estatal de Protección Civil de su estado.
OBJETIVOS:
Verificar la eficiencia de la estructura y el funcionamiento del Sistema de
Protección Civil del Estado de Tamaulipas.
MARCO CONCEPTUAL
De acuerdo a la Secretaría Técnica del Consejo Nacional de Protección Civil de la
Secretaría de Gobernación, SEGOB (2014), el Sistema Nacional de Protección
200
Civil (Sinaproc): es un conjunto orgánico y articulado de estructuras, relaciones
funcionales, métodos y procedimientos que establecen las dependencias y
entidades del sector público entre sí, con las organizaciones de los diversos
grupos voluntarios, sociales, privados y con las autoridades de los estados, el
Distrito Federal y los municipios, a fin de efectuar acciones coordinadas,
destinadas a la protección contra los peligros que se presenten y a la recuperación
de la población, en la eventualidad de un desastre.
Por su parte la Ley General de Protección Civil, DOF (2014), estima que el
Sistema Nacional de Protección Civil es: “el conjunto orgánico y articulado de
instancias, principios, instrumentos, políticas, procedimientos y acciones que
establecen corresponsablemente las dependencias y entidades del sector público
entre sí con las organizaciones de los diversos grupos voluntarios sociales y
privados y con los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, de los organismos
constituidos autónomamente, de las entidades federales, de los municipios y las
delegaciones, a fin de efectuar acciones coordinadas en materia de protección
civil”.
En lo que se refiere a la conceptualización de las bases del Sinaproc según
la Dirección General de protección Civil de la Secretaría de Gobernación, éstas se
entienden como un conjunto orgánico y articulado de estructuras, relaciones
funcionales, métodos y procedimientos que establezcan las dependencias y
entidades del sector público entre sí. Con las organizaciones de los diversos
grupos sociales y privados y con las autoridades de las entidades federativas y
municipios, a fin de efectuar acciones de común acuerdo destinadas a la
protección de los ciudadanos contra los peligros y riesgos que se presentan en la
eventualidad de un desastre. Las citadas bases según Decreto del 7 de mayo de
1986 establecieron varios objetivos: un Objetivo básico, cuatro generales y dos
específicos, DOF (1986).
El Objetivo básico consistía en: “ Proteger a la persona y a la sociedad ante
la eventualidad de un desastre provocado por agentes naturales o humanos, a
través de acciones que reduzcan o eliminen la pérdida de vidas humanas, la
201
destrucción de bienes materiales y el daño a la naturaleza, así como la
interrupción de las funciones esenciales de la sociedad”.
Los Objetivos generales se integraron por los de finalidad, de función, de
apoyo y de ordenación territorial.
Los Objetivos específicos se distinguieron en dos: el de prevención y el del
auxilio o atención.
Por otra parte los gobiernos estatales y municipales son los responsables
de instrumentar y coordinar los Sistemas de Protección Civil de las entidades
federativas y de los municipios respectivamente, teniendo como fundamento los
principios y normatividad emanados del Sinaproc y la legislación que en esa
materia exista o sea expedida para tal efecto, Santiago (2008).
En el estado de Tamaulipas acorde a su Ley de Protección Civil los
artículos 9º y 10 del ordenamiento legal, POF (2010) no describe lo que es el
Sistema Estatal de Protección Civil, especifica solamente la creación de este
sistema como parte integrante de Sinaproc, asentándose como objetivo
fundamental del sistema local ser el instrumento de información, en materia de
protección civil, que reúna en conjunto los principios, normas, políticas,
procedimientos y acciones, que en esa materia se hayan vertido, así como la
información relativa a la estructura orgánica de los cuerpos de protección civil de
los sectores público, privado o social, que operen en la Entidad.
En cuanto a los Sistemas Municipales de Protección Civil la citada ley en su
capítulo VI, artículo 29, POF (2010) sin proporcionar una noción de ellos,
menciona que en cada uno de los municipios del estado se establecerán Sistemas
de Protección Civil, con la finalidad de organizar los planes y programas de
prevención, auxilio y apoyo a la población ante situaciones de emergencia o
desastre. Por lo que al frente de cada Sistema estará a la cabeza el Presidente
Municipal. De igual manera se señala la competencia de los ayuntamientos, ya
que son los que determinan los reglamentos respectivos que normarán la
202
estructura y operación de los Sistemas Municipales, así como los objetivos que
tendrán que cumplir los sistemas.
En relación a lo expuesto un Sistema de Protección Civil será eficiente
cuando cuente con protocolos de actuación antes, durante y después de una
situación de emergencia además de que permita garantizar una adecuada
coordinación entre los tres niveles de gobierno, para tal efecto, el fortalecimiento
del Sinaproc, según el Centro Nacional de Prevención de Desastres
(CENAPRED), además de la coordinación con estados y municipios lo
proporcionará el Atlas Nacional de Riesgos (ANR) que se considera el instrumento
que a través de diversas acciones inciden y fortalecen dicho sistema. Por tanto, se
considera que es el sistema integral de información compuesto por bases de datos
distribuidas, que permiten realizar análisis de peligro, de la vulnerabilidad y del
riesgo ante escala nacional, regional, estatal y municipal, con objeto de contar con
información de calidad. Con ello se estará en posibilidad de simular escenarios de
desastres, emitir recomendaciones para la oportuna toma de decisión y establecer
efectivas medidas de prevención y mitigación. La instrumentación del ANR se da
en varias etapas iniciándose con la identificación de los fenómenos naturales y
antrópicos que pueden afectar una zona, hasta la integración sistemática de la
información sobre esos fenómenos, el peligro, la vulnerabilidad y riesgo así como
los recursos técnicos y humanos (CENAPRED; 2014).
Por lo que respecta al estado de Tamaulipas, cuyo sistema de protección
civil es el objeto de este análisis, también cuenta con un Atlas de Riesgos cuya
formulación siguió la misma metodología que el ANR, dicho Atlas de Riesgos del
Estado de Tamaulipas (ARET), se desarrolló a fin de que la Dirección General de
Protección Civil del estado (hoy Coordinación General), se apoyara en la atención
y prevención de desastres en una herramienta ágil y dinámica, que permita
permanentemente su actualización, constituyéndose en una base de datos que
se traducirá en mapas, además de su inclusión en un Sistema de Información
Geográfica. La citada herramienta cumple con varios objetivos, por un lado ser
instrumento de gestión para la prevención de riesgos y, por otro, facilitar la
203
planeación urbana, el ordenamiento territorial sustentable, derivándose además de
estrategias de prevención, y toma de decisiones en la planeación y gestión
urbana, contando con esta herramienta cada uno de los 43 municipios que
integran el estado.
METODOLOGÍA
El carácter de este análisis es de tipo cualitativo, para tal efecto se utilizó una
metodología deductiva. En la investigación se llevó a cabo una examinación
documental considerándose los lineamientos propuestos por Vélez y Galeano
(2005). En primer término, fue identificada la información que para el trabajo
resultaba adecuada en relación a la temática que se aborda correspondiente a la
materia de protección civil y sus sistemas federal, estatal y municipal. Por lo que
se refiere a la normatividad fueron consultadas las disposiciones jurídicas que
fundamentan y regulan dichos sistemas, así como el Plan Nacional de Desarrollo
2013-2018; objetivos, estrategias y líneas de acción del Programa Nacional de
Protección Civil, Programa Sectorial de Gobernación 2014-2018 y el Plan Estatal
de Desarrollo de Tamaulipas 2011-2016 actualizado en el mes de octubre de
2013.
DISCUSIÓN Y RESULTADOS
La materia de Protección Civil como se ha apuntado surgió como un asunto propio
de los estados y municipios, ya que constitucionalmente hablando no se
encontraron antecedentes en donde se presuma de la existencia de un precepto
constitucional que indique que era cuestión propia de la Federación. Situación
distinta se aprecia cuando se implementa el Sistema Nacional de Protección Civil
y el Plan Nacional de Protección Civil 19990-1994, ya que fueron detonantes para
que los congresos locales comenzaran a preocuparse e incluir en su agenda la
legislación relativa a esta materia, Trigueros (2006).
Actualmente el criterio primario de concebir la protección civil cambió, pues
actualmente es materia de responsabilidad de los tres niveles de gobierno, aunado
a la participación de la sociedad y de los grupos voluntarios.
204
En cuanto al estado de Tamaulipas siguiendo la dinámica impuesta por
otras entidades federativas en materia de legislación de protección civil en marzo
de l993, POF (1993) expidió su ley para estar en armonía con el implementado
Sistema Nacional de Protección Civil y el Plan Nacional. Este cuerpo normativo a
la fecha ha sufrido diversas reformas en los años 2001,2006 y 2010.
ORGANIZACIÓN DEL SISTEMADE PROTECCIÓN CIVIL DEL ESTADO DE TAMAULIPAS
Figura 1
De lo anterior cabe inferir que el Sistema de Protección Civil del Estado de
Tamaulipas surge desde la primera ley expedida, y en el presente es de
destacarse que de acuerdo a la ley vigente desde el inicio, ésta dedica el capítulo
II artículos 9,10,11 y 12 a regular la creación de un Sistema Estatal de Protección
Civil, POF (2010), identificándose cuál será su objetivo fundamental y su
GOBERNADOR DEL ESTADO
CONSEJO DE P.C. DEL ESTADO DE
TAMAULIPAS
SECRETARIA DE GOBIERNO
SISTEMAS MUNICIPALES DE P.C.
CENTRO ESTATAL DE
OPERACIONES
COORDINACION GRAL. DE P.C.
DEL ESTADO
CONSEJO MUNICIPAL DE P.C.
UNIDAD MUNICIPAL DE P.C. UNIDAD INTERNA DE P.C.
POBLACIÓN
205
integración informativa, por lo que concierne a la estructura u organización (figura
1).
Una institución cuya actuación es fundamental en los Sistemas Estatales,
es el Consejo de Protección Civil, motor de este sistema y a quien la ley local,
POF (2010) destina todo un capítulo, el número III en cuyos artículos del 13 al 21
se establece que esta institución se encargará de coordinar, planear y supervisar
el Sistema, de igual manera se indica la integración, las atribuciones y la potestad
legal que tiene cada componente. La integración del Consejo según la regulación
estatal en vigor, la forman: Un Presidente, que será el Gobernador del Estado; Un
Secretario Ejecutivo, que es el Secretario General de Gobierno; Un Secretario
Técnico que será el Director de Protección Civil del Estado que en esta gestión
gubernamental se denomina Coordinador General; Un Diputado como
representante del Congreso Local, que asistirá con carácter de vocal; interviene de
igual forma el Secretario de Desarrollo Social Cultura y Deporte como según lo
enuncia la legislación, sin embargo en el actual Sexenio estas últimas ramas se
constituyeron en organismos descentralizados como Institutos, identificándose a
dicha dependencia solo como de Desarrollo Social, mismas que se presentarán
con carácter de vocal; El Secretario de Educación del Estado concurrirá con
carácter de vocal; El Titular de la Agencia Ambiental para el Desarrollo
Sustentable, el cual la Administración Pública estatal presente es identificado
como Secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente que asistirá como vocal;
los representantes de cada uno de los Sistemas Municipales de Protección Civil,
tendrán carácter de vocales; y los representantes de los grupos voluntarios que
operen en el estado, también se presentarán como vocales del Consejo. Con
excepción del Secretario Técnico, se determina que cada Consejero propietario
nombrará a un suplente.
Por otra parte cabe mencionar que el Consejo Estatal de Protección Civil
ante una situación de emergencia, el auxilio inmediato a la población constituirá
una tarea prioritaria de protección civil, por lo que en combinación con los sectores
206
social y privado, sumará esfuerzos para hacer frente a la emergencia estatal o
municipal, y las acciones de respuesta se canalizarán a través de once funciones
y grupos de auxilio: I.- Grupo de Alertamiento, cuyo coordinador técnico será la
Comisión Nacional del Agua (CONAGUA); II.- Grupo de Comunicación Social de la
Emergencia, el coordinador técnico es la Coordinación General de Comunicación
Social; III.- Grupo de Coordinación de la emergencia, el coordinador técnico es el
Centro Estatal de Operaciones; IV.- Grupo de Planes de Emergencia, el
coordinador también será el Centro Estatal de Operaciones; V.- Grupo de
Evacuación, Búsqueda y Rescate, los coordinadores técnicos serán la 8ª. Zona
Militar y la 1ª. Zona Naval; VI.- Grupo de Seguridad Pública, su coordinador será la
Secretaría de Seguridad Pública del estado; VII.- Grupo de Asistencia Social y
Refugios Temporales, quien coordina este grupo es el Sistema Estatal para el
Desarrollo Integral de la Familia (DIF); VIII.- Grupo de Servicios estratégicos,
equipamiento y bienes, la Secretaria de Desarrollo Social del Estado lo coordinará;
IX.- Grupo de Salud Pública, la Secretaría de Salud llevará a cabo la coordinación;
X.- Grupo de Aprovisionamiento, es también una dependencia del gobierno local
quien coordina, la Secretaría de Administración; XI.- Grupo de Evaluación de
Daños, a este grupo igualmente lo coordina el Centro Estatal de Operaciones
(Coordinación General de Protección Civil de Tamaulipas 2014).
De las atribuciones o tareas que la ley, POF (2010) le asigna al Consejo
caben destacar: a) conducir y operar el Sistema de Protección Civil del Estado; b)
fungir como órgano de consulta y de coordinación de acciones del Gobierno del
Estado para integrar, concertar e inducir las actividades de los diversos
participantes e interesados en la protección civil, con la finalidad de garantizar el
objetivo fundamental del Sistema Estatal de Protección Civil; c) convocar,
coordinar y armonizar, respetando su autonomía, la participación de municipios y
de diversos grupos sociales del Estado en la definición y ejecución de las acciones
convenientes a realizar en la materia; d) fomentar la participación comprometida y
responsable de los sectores de la sociedad en la formulación del Programa Estatal
de Protección Civil, así como de programas especiales; e) fomentar la creación de
los Sistemas Municipales de Protección Civil; f) constituir las Comisiones o
207
Comités que estime necesarios para la realización de su objetivo; g) promover el
estudio, la investigación y la capacitación en materia de protección civil; y h)
aprobar los programas para la generación de una cultura de protección civil,
gestionando ante las autoridades correspondientes su incorporación en el Sistema
Educativo Estatal.
Elemento importante dentro del Consejo y por ende del Sistema es, el
Secretario Técnico, que será el Coordinador General de Protección Civil, o
Director General como lo llama la disposición jurídica vigente, pues dentro de sus
facultades se encuentra el intervenir en la coordinación, supervisión y evaluación
de las acciones que se realicen en esta materia relativas a las atribuciones de
esta dependencia, así mismo coordinará la actuación de las autoridades federales,
estatales y municipales, sectores social y privado en la organización de la
prevención y control de altos riesgos, emergencias y desastres (POF; 2010).
La denominada por la ley en vigor Dirección General de Protección Civil y
en esta Administración Pública Local Coordinación General, contará de manera
permanente con un Centro Estatal de Operaciones el cual es responsable de
atender operativamente los riesgos, emergencias o desastres que afecten al
estado, pudiendo integrarse con los responsables de las dependencias de la
administración pública estatal, municipal y ,en su caso, de las federales que se
encuentren establecidas en la entidad, así como representantes de los sectores
social y privado y grupos voluntarios.
Al Centro Estatal la legislación le otorga competencia para llevar a cabo
determinadas acciones como: coordinar y dirigir técnica y operativamente la
atención del alto riesgo, emergencia o desastre; y realizar la planeación táctica
logística y operativa de los recursos necesarios, POF (2010).
En la estructura del Sistema Estatal de Protección Civil es significativo
subrayar la existencia de los Sistemas Municipales de Protección Civil, ya que
acorde a la normatividad se previene el establecimiento de éstos en cada uno de
los municipios del Estado, por lo que además se advierte que atribuciones tendrán
208
en este tema los Ayuntamientos, como: a) la formulación de reglamentos de
protección civil municipal; b) la prevención y el control de las emergencias y
contingencias que pudieran presentarse en el ámbito de su competencia; c) el dar
respuesta ante situaciones de riesgo, alto riesgo, emergencia o desastre que se
presenten en el municipio; y d) el concertar acciones con los sectores público y
privado en materia de protección civil, Lo que significa que estos órganos de
gobierno municipal reglamentarán la organización y operación de los Sistemas de
Protección Civil municipal en los términos de la ley vigente y de acuerdo con la
disponibilidad presupuestal (POF; 2010).
En relación a la organización de los sistemas municipales, ésta será
determinada por sus respectivos reglamentos, y para su operación deberá contar
con una unidad de protección civil.
Así mismo las administraciones municipales elaborarán a través de sus
Sistemas Municipales, planes de prevención de riesgos, altos riesgos,
emergencias o desastres. Estos sistemas tendrán que cumplir determinados
objetivos, primordialmente poner a consideración del Ayuntamiento la elaboración
del Programa Municipal de Protección Civil así como su ejecución y prestar y
coordinar el auxilio a la población en caso de que acontezca un alto riesgo,
emergencia o desastre.
En alineación al tema de protección civil con el Plan Nacional de Desarrollo
2013-2018 (PND), el Programa Sectorial de la Secretaría de Gobernación y el
Programa Nacional de Protección Civil 2014-2018, el Ejecutivo del Estado de
Tamaulipas en el mes de octubre de 2013 actualizó el Plan de Desarrollo de
Tamaulipas 2011-2016, (POF; 2013) donde se incluyeron reformas importantes en
este rubro, como parte del 1er. Eje temático de dicho Plan “Tamaulipas Seguro” de
manera específica en el objetivo número ocho, “Protección Civil para la prevención
de riesgos” donde se trazan varias estrategias y líneas de acción con la intención
de dar cumplimiento a este objetivo, y para fines de nuestro análisis es de
asentarse las siguientes: a) activar el Sistema Estatal de Protección Civil durante
la temporada de ciclones tropicales y huracanes para el Océano Atlántico,
209
orientado a la población con instrumentos de alerta temprana para el monitoreo en
tiempo real del estatus de la trayectoria de fenómenos naturales, y gestionar, en
su caso, los recursos públicos disponibles para el auxilio de los damnificados y la
reparación de daños en el patrimonio familiar y su entorno; b) fomentar la
participación ciudadana en la organización de sistemas de prevención,
advertencia, atención de emergencias y combate de los fenómenos que ponen en
riesgo los recursos naturales; c) promover con los órdenes de gobierno proyectos
integrales para la reubicación de familias que habitan en zonas de alto riesgo; d)
impulsar la actividad de los centros de atención de emergencias con programas de
cobertura y participación social; e) consolidar la operación de los centros
regionales de atención de emergencias con acciones de modernización y
equipamiento.
Como se anotó, el Estado de Tamaulipas a través de Ejecutivo Local y por
medio de la actualización del Plan de Desarrollo de la entidad en materia de
protección civil, y en la conformación de su sistema trata de estar en concordancia
con el plan y programas federales aludidos, así por ejemplo con el Plan Nacional
de Desarrollo (DOF; 2013) existe analogía con el primer Eje o Meta de este Plan
“México en Paz” con su objetivo 1.6: “Salvaguardar a la población, a sus bienes y
a su entorno ante un desastre de origen natural o humano”. De donde se
desprenden las estrategias y líneas de acción similares a las propuestas por el
Estado de Tamaulipas, en torno a la existencia de una política estratégica para la
prevención de desastres y la gestión de emergencias y atención eficaz de
desastres.
Del Programa Sectorial de la Secretaría de Gobernación, DOF (2013) es a
fin en lo relacionado al objetivo sectorial número cinco: “coordinar el Sistema
Nacional de Protección Civil para salvaguardar a la población, sus bienes y
entorno ante fenómenos perturbadores” , de la misma manera que el plan nacional
este programa delinea para el desarrollo del objetivo señalado, distintas
estrategias y líneas de acción como son: 1) fortalecer el enfoque preventivo del
Sistema Nacional de Protección Civil; 2) contribuir al desarrollo de una sociedad
210
resiliente ante los riesgos que representan los fenómenos naturales y
antropogénicos; y 3) fortalecer los instrumentos financieros de gestión del riesgo.
Por lo que se refiere al Programa Nacional de Protección Civil (DOF; 2014)
la analogía la presenta con el objetivo número tres: “mejorar la coordinación de los
integrantes del Sistema Nacional de Protección Civil” que con la aplicación de
múltiples estrategias y líneas de acción se pretende cumplir, tal es el caso de: a)
fortalecer el enfoque estratégico del Sistema Nacional de Protección Civil en
emergencias y desastres; b) eficientar la administración de emergencias y
desastres a cargo del Sistema Nacional; c) gestionar la información recibida por el
Sistema Nacional de Alertas y el Centro Nacional de Emergencias; d) consolidar al
Sistema Nacional de Alertas como herramienta gestora de la información al
Sistema Nacional de Protección Civil.
De lo mencionado, cabe desprender que el Estado de Tamaulipas al
coincidir con las acciones que por medio de objetivos y estrategias propone el
Plan Nacional y los Programas Sectorial y Nacional de Protección Civil trata de
situar su Sistema Estatal de Protección Civil en las directrices que indican estos
instrumentos para el logro de una actuación eficiente y eficaz en beneficio de la
seguridad y patrimonio de la población del estado, cuestión que se comprobará
cuando existan situaciones de emergencia, ya que el auxilio inmediato a la
ciudadanía constituye un factor prioritario de la protección civil.
CONCLUSIONES
En nuestros días la protección civil se considera un servicio público al que tiene
derecho la ciudadanía, por lo que existe corresponsabilidad de brindar este
servicio los tres órdenes de gobierno, en donde tiene cabida la participación y
colaboración de la sociedad y los grupos voluntarios. Esa estratificación de
gobiernos se ve reflejada en la organización del Sistema Nacional de Protección
Civil, de ahí que se haya identificado especialmente la concurrencia de las
entidades federativas como es el caso de Tamaulipas y su Sistema Estatal de
Protección Civil en cuya estructura se destaca la participación de autoridades
211
estatales y municipales, éstas últimas por medio de sus Sistemas Municipales de
Protección Civil, dicha actuación la realizan a través de sus respectivos Consejos
Estatal y Municipal que son las instituciones básicas para llevar a cabo los
propósitos de la protección civil en el estado. En este sentido, definitivamente
existen asignaturas pendientes para generar un Sistema Estatal eficiente, ya que
como lo apuntamos el esfuerzo por atender y prevenir desastres no es tarea
exclusiva de las autoridades, la actuación de los ciudadanos también es
importante, por lo que se tendrá que conjuntar el esfuerzo del estado y la
población.
En el funcionamiento del Sistema Estatal de Protección Civil al igual que el
Sinaproc se ve vigorizado con el Atlas de Riesgo del Estado (ARET) al constituirse
este como una herramienta compuesta de bases de datos que permitirá realizar
un análisis de la vulnerabilidad, peligro y riesgos en que se encuentre la
ciudadanía. Así mismo este instrumento debe caracterizarse por ser ágil y
dinámico donde se lleve a efecto una permanente actualización, aspecto que en
el presente estudio se apreció su falta efectiva al observarse la dilación del
procedimiento en que se da la actualización del ARET, así como el de los 43
municipios de la entidad que cuentan con éste.
Es importante hacer notar que en el desarrollo de la actuación de Sistema
del Estado por conducto del Consejo Estatal de Protección Civil, ante una
situación de emergencia, la coordinación de los tres niveles de gobierno se
manifestará en combinación con los sectores social y privado. Por lo que las
acciones de respuesta deberán ser canalizadas por medio de once funciones y
grupos de auxilio donde se hacen presentes diversas dependencias estatales y
federales, algunas de ellas participarán como coordinadores técnicos de cada
grupo. Estos grupos serán: Alertamiento; Comunicación Social de la Emergencia;
Coordinación de la Emergencia; Planes de Emergencia; Evacuación, Búsqueda y
Rescate; Seguridad Pública; Asistencia Social y Refugios Temporales; Salud
Pública; Aprovisionamiento y; Evaluación de Daños, en esta colaboración
multidisciplinaria se denota la diversa intervención de la Coordinación General de
212
Protección Civil por medio del Centro Estatal de Operaciones que es responsable
de atender operativamente los riesgos, emergencias o desastres que afecten al
estado y de integrar a las dependencias de la Administración Pública Federal,
Estatal y Municipal.
REFERENCIAS BIBLIOGÁFICAS
CENTRO NACIONAL DE PREVENCIÓN DE DESASTRES, (CENAPRED).
http://www.cenapred.gob.mx consultada el 12 de Mayo del 2014.
COORDINACIÓN GENERAL DE PROTECCIÓN CIVIL DEL ESTADO DE
TAMAULIPAS. http://proteccioncivil.tamaulipas.gob.mx consultada el 18 de Mayo
del 2014.
DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN, (1986). Bases para el Establecimiento del
Sistema Nacional de Protección Civil. http://www.proteccioncivil.gob.mx
consultada el 20 de Mayo del 2014.
--------------- (2013) Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018.
--------------- (2013) Programa Sectorial de la Secretaría de Gobernación (SEGOB)
2013-2018.
--------------- (2014) Programa Nacional de Protección Civil 2014-2018.
--------------- (2014) Ley General de Protección Civil.
PERIÓDICO OFICIAL DEL ESTADO (2013) Plan Estatal de Desarrollo
Tamaulipas 2011-2016.
--------------- (1993) Ley de Protección Civil para el Estado de Tamaulipas.
---------------- (2010) Ley de Protección Civil para el Estado de Tamaulipas.
SANTIAGO CAMPOS G. Evolución Legislativa de la Protección Civil en México.
www.juridica.unam,mx consultada el 21 de junio de 2014.
213
SECRETARIA DE GOBERNACIÓN (SEGOB) Sistemas Estatales de Protección
Civil. http://www.proteccioncivil.gob.mx/es/proteccion//aproteccioncivilenmientidad
consultado el 5 de junio de 2014.
TRIGUEROS LAURA, “Una Propuesta para Implementar un Sistema de
Protección Civil” Alegatos México, Núm. 4. www.juridica.unam.mx consultada el 26
de Junio de 2014.
214
LA RESPONSABILIDAD CIVIL DEL ESTADO
ANTE LA IMPUNIDAD EN EL SISTEMA DE PROTECCIÓN CIVIL:
Análisis del Marco Jurídico
Dr. Ramón Martínez Padilla; Dr. Isaías Martínez Trejo;
Dr. José Miguel Cabrales Lucio;
INTRODUCCIÓN
El cambio climático es una innegable realidad cuyos efectos estamos
experimentando en todo el globo terrestre en el ámbito económico, ambiental,
agrícola y social. La inexplicable mortandad de peces, el arribo de ballenas, la
desorientación de las aves migrantes constituyen otro tipo de consecuencias. Pero
la secuela que hoy nos ocupa y nos preocupa es la de los fenómenos naturales
cada vez más peligrosos, inéditos, indescifrables, desastrosos y extraños. Por
ejemplo, los tsunamis, los tornados en nuevas zonas, los sismos en lugares que
nunca habían ocurrido, inundaciones devastadoras, mayor frecuencia de
tormentas, nevadas inauditas, temperaturas cada vez más altas o más bajas. El
saldo de estos fenómenos ha sido de muerte, daños físicos, daños materiales,
damnificados, lesionados, incapacitados, desaparecidos y pérdidas de todo tipo.
Desde luego que el daño causado por estos fenómenos naturales, per se, no son
resarcibles y cada afectado deberá aliviar su propio dolor. Pero, ¿Hasta qué punto
es posible que el Estado mitigue los efectos de estos fenómenos? ¿Podrán
evitarse las pérdidas humanas y materiales? Recientemente se creó la Ley
General de Protección Civil cuyo núcleo contempla mecanismos y procedimientos
para prevenir mayores efectos y proteger a personas determinadas así como a las
poblaciones, ante la contingencia de esta clase de fenómenos naturales. Sin
embargo, realizando un análisis jurídico de la Ley de Protección Civil en sus tres
órdenes, advertimos una compleja estructura organizacional integrando a
numerosos funcionarios con múltiples atribuciones y a incontables individuos, que
impide la imputación concreta de responsabilidades y adolece de sanciones
215
precisas. Por lo que, ante el incumplimiento de la ley por acción o por omisión,
sobrevendrá el daño del cual deberá responder el Estado, según lo contempla la
Teoría de la Responsabilidad Civil.
EL SISTEMA DE PROTECCIÓN CIVIL
ORGANIGRAMA
216
UNA ESTRUCTURA DISEÑADA CON MULTIPLES CARGOS, ATRIBUCIONES
Y PERSONAS. COMPOSICIÓN DE CADA ÓRGANO:
De acuerdo con la Ley General de Protección Civil
Artículo 27.- El Consejo Nacional de Protección Civil estará integrado por:
1.- Presidente: El Ejecutivo Federal lo preside y lo integran: a) Los titulares de las Secretarías de Estado, b) Los Gobernadores de los Estados, c) El Jefe de Gobierno del Distrito Federal, d) la Mesa Directiva de la Comisión de Protección Civil de la Cámara de Senadores y e) la Mesa Directiva de la Comisión de Protección Civil de la Cámara de Diputados. Además: 2.- Un Secretario Ejecutivo a cargo del Secretario de Gobernación y un Secretario Técnico, a cargo del Coordinador Nacional de Protección Civil
Artículo 33.- El Comité Nacional de Emergencias (cfr. art.34-I) estará
integrado por:
a).- Presidente: El Secretario de Gobernación.- Suplente: El Coordinador Nacional b).- Secretario Técnico: El Coordinador Nacional o el que este designe C.- Integrantes: Los titulares o representantes de las dependencias y entidades de la administración pública federal. (¿Cuáles y Cuántos son?)
Artículo 85.- Autoridades que les compete aplicar las reglas del capítulo XVII.
I.- Las distintas dependencias del ejecutivo federal (¿cuántas?) II.- La Procuraduría General de la República III.- Los Gobiernos de los Estados IV.- El Gobierno del Distrito Federal V.- Los Municipios y Órganos Político-administrativos. De acuerdo con la Ley de Protección Civil para el Estado de Tamaulipas, son
Autoridades de Protección Civil: (artículo 4º.)
I.- El Gobernador del Estado; II.- El Secretario General de Gobierno; III.- Los Presidentes Municipales; IV.- El Director General de Protección Civil; y V.- Los Titulares de las Unidades Administrativas de Protección Civil de los Municipios. Artículo 11.- El Sistema Estatal de Protección Civil se integrará con la información de: I.- El Consejo Estatal de Protección Civil; II.- El Centro Estatal de Operaciones; III.- La Dirección General de Protección Civil; IV.- Los Sistemas Municipales de Protección Civil;
217
V.- Las Dependencias o Unidades Administrativas Municipales. VI.- Los Grupos Voluntarios; VII.- Las Unidades de Respuesta en los Establecimientos; y VIII.- En general, la información relativa a las Unidades de Protección Civil, cualesquiera que sea su denominación, de los sectores público, social y privado, que operen en el Estado. Artículo 14.- El Consejo de Protección Civil del Estado de Tamaulipas, se integra por: I.- Un Presidente, que será el Gobernador del Estado; II.- Un Secretario Ejecutivo, que será el Secretario General de Gobierno; III.- Un Secretario Técnico, que será el Director General de Protección Civil del Estado; IV.- Un Diputado, representante del Congreso del Estado, quien asistirá con carácter de vocal; V.- El Secretario de Desarrollo Social del Estado, quien asistirá con carácter de vocal; VI.- El Secretario de Educación, Cultura y Deporte del Estado, quien asistirá como vocal; VII.- Los Delegados en el Estado de las Dependencias o Entidades Federales relacionadas con el ramo, quienes tendrán el carácter de vocales; VIII.- Un representante por cada uno de los Sistemas Municipales de Protección Civil, quienes tendrán el carácter de vocales; y IX.- Los representantes de los grupos voluntarios que operen en el Estado, quienes tendrán carácter de vocales.
Y aún más, cada Consejero propietario nombrará a un suplente y a convocatoria
del Consejo, se invitará a participar a los representantes de las organizaciones del
sector social y privado, y de las instituciones de educación superior del Estado,
interviniendo con voz pero sin voto. .
Artículo 25.- La Dirección General de Protección Civil se integrará por: I.- Un Director General, que será nombrado por el Gobernador del Estado; II.- Un Director Administrativo; III.- Un Director Técnico y de Operatividad; IV.- Un Departamento Jurídico; V.- Un Departamento de Coordinación con Municipios; VI.- Un Departamento de Coordinación con Dependencias, Organismos e Instituciones; VII.- Un Departamento de Capacitación y Difusión; y VIII.- El personal técnico, administrativo u operativo que sea necesario y autorice el presupuesto respectivo.
218
La Dirección General de Protección Civil establecerá cinco Centros Regionales de
Emergencia, para el apoyo a los Municipios dentro del área de influencia ubicados
en:
a).- Ciudad Miguel Alemán; b).- Ciudad Río Bravo; c).- Ciudad Victoria; d).- Ciudad Mante; y e).- Ciudad Altamira. Estos centros estarán operados por: 1.- Un Jefe Operativo; 2.- Una Secretaria; y 3.- El personal técnico y administrativo que se requiera para su correcta funcionalidad. El artículo 22 de la Ley establece que el Consejo de Protección Civil puede
erigirse en “Centro Estatal de Operaciones” y en este caso, “se podrán integrar”
(¿Aún más?) los responsables de las dependencias de la administración pública
estatal, municipal y, en su caso de las federales que se encuentren establecidas
en la entidad y, los representantes de los sectores social y privados, y grupos
voluntarios.
De acuerdo con el Reglamento de Protección Civil para el Estado de
Tamaulipas La Dirección de Protección Civil estará integrada por:
Artículo 11º. (¿Otra dirección?)
I.- Un Director; II.- Un Jefe de Departamento Administrativo; III.- Un Jefe de Departamento Operativo, IV.- Un Jefe de Departamento Jurídico, V.- Un Jefe de Departamento de Coordinación con Municipios; VI.- Un Jefe de Departamento de Coordinación con Dependencias, Organismos e Instituciones; VII.- Un Jefe de Departamento de Capacitación y Difusión, y VIII.- El personal administrativo y operativo que sea necesario y autorice el presupuesto correspondiente. Artículo 16.- Los Grupos Voluntarios de Protección Civil se formarán con personal
organizado y preparado para participar en forma operativa en la prevención,
auxilio y restablecimiento en casos de siniestro o desastre.
219
Artículo 19.- […] El Padrón Estatal de Voluntarios de Protección Civil estará
integrado por las siguientes secciones:
I.- Organizaciones obreras, industriales y empresariales; II.- Organizaciones campesinas y comunidades rurales; III.- Organizaciones agrícolas y ganaderas; IV.- Organizaciones comerciales, turísticas y de servicios; V.- Instituciones educativas, académicas y de investigación; VI.- Organizaciones civiles e instituciones privadas lucrativas y no lucrativas; VII.- Organizaciones de profesionistas especializados en protección civil y de responsivas técnicas otorgadas; VIII.- Representaciones sociales y particulares interesados en la protección civil, y IX.- Dependencias públicas.
De acuerdo con el Reglamento Municipal de Protección Civil de Tampico,
Tam.
Artículo 11.- La Dirección Municipal de Protección Civil estará integrada por:
I.- Un Director de Protección Civil II.- Un Subdirector de Prevención y Atención de emergencias III.- Un Subdirector de Capacitación y Difusión IV.- Un jefe operativo de emergencias (Comandante del cuerpo de bomberos) V.- Un Jefe Administrativo VI.- El personal administrativo y operativo que sea necesario. Artículo 16.- El Consejo Municipal de Protección Civil está integrado por:
a) Un Presidente. (El Presidente Municipal) b) Un Secretario Ejecutivo. (El Secretario del Ayuntamiento) c) Un Secretario Técnico. (El titular de Protección Civil) d) Los Regidores que presiden la comisión de Protección Civil e) Las autoridades militares y navales. (¿Cuáles? ¿de cuál rango?) f) Los representantes de las dependencias federales, estatales y municipales
(¿) g) Los sectores social y privado h) Las Instituciones Educativas públicas y privadas i) Los Medios de Comunicación j) Los grupos voluntarios.
EL PROBLEMA DE LA RESPONSABILIDAD EN EL SISTEMA DE
PROTECCIÓN CIVIL “Responsabilidad de muchos, responsabilidad de
nadie”
220
Dificultad en la Imputación.- Como se podrá observar y comprender, la suma de
Autoridades que intervienen en el Sistema de Protección Civil representan un
número considerable, en algunos casos son incontables, pues algunas son
indeterminadas, situación compleja que complica las operaciones y actividades a
desarrollar: pero sobre todo dificulta la toma de decisiones en los casos
emergentes y problematiza la imputación de la responsabilidad, según las
copiosas atribuciones que la Leyes y los Reglamentos establecen. Podríamos
concretar diciendo que Protección Civil es un sujeto indeterminado (Barros 2006),
o tal vez que se pueda describir metafóricamente al Sistema de Protección Civil
como un complejo sin rostro; o quizás lo contrario, de “mil máscaras”. Ambas
figuras metafóricas ayudan a comprender que no existe quien salga al frente de la
atribución o función no cumplida o cumplida mediocremente. Prueba de esta
consideración son las siguientes noticias:
Periódico Excélsior 3 de Octubre del 2013: Encabezado: “Gobernación
se deslinda de asentamientos de alto riesgo”. “A pesar que la Ley General de
Protección Civil señala que el Ejecutivo Federal, es responsable de vigilar que no
se autoricen asentamientos (Cabanellas, 1972)aseguró que la Coordinación
Nacional de Protección Civil, que depende de la Secretaría de Gobernación, no
tiene nada que ver con dicha vigilancia y que esta misma depende sólo de los
gobiernos estatales y municipales”.
Según la anterior nota periodística, no hay responsables, porque no es
posible atribuir a persona determinada la autorización de asentamientos en zonas
de riesgo, debido al complejo sistema en el que intervienen un número incontable
de personas como quedó demostrado.
28 de Septiembre del 2013 Argoméxico.com Agencia Informativa.
Encabezado: “Hay culpables por la tragedia de Manuel e Ingrid”. “Mientras
los meteoros azotaban, los políticos se divertían la noche del 15; [ … ] me refiero a
Ingrid y Manuel que de manera sorpresiva y ante la indiferencia del gobernador de
Guerrero que no aviso a sus gobernados ni a los turistas de la inminente llegada
de Manuel y los resultados son de todos conocidos.
221
Adviértase que una de las atribuciones obligatorias del Gobernador como
parte integrante del Consejo Nacional de Protección Civil es dar aviso oficialmente
del arribo del huracán. ¿Acaso imputaron alguna responsabilidad por tal omisión?
O ¿Quién es el responsable de dar alerta y los avisos de manera oportuna?
01 Octubre del 2013 ALCALORPOLÍTICO.COM Encabezado:
“Culpables por afectaciones de Ingrid y Manuel deben ser sancionados”
“Ricardo Anaya Cortez consideró que autoridades que emiten permisos para
edificar en zonas de alto riesgo son los verdaderos responsables. Recomienda a
Protección Civil usar los protocolos de alerta para informar a tiempo del peligro
que generan los fenómenos meteorológicos.
Los culpables de las afectaciones de Ingrid y Manuel deben ser
sancionados afirmó el presidente de la Cámara de Diputados Ricardo Anaya
Cortez; es evidente que alguien no cumplió con su responsabilidad en alguna
parte del proceso, […] Las autoridades estatales de Guerrero dieron a conocer
que su aviso a la población fue por redes sociales y canales de TV. El Congresista
señaló que debe acabarse la impunidad […] Recordando que existen protocolos
para cada evento meteorológico, por lo que las dependencias de Protección Civil
y los Gobiernos Estatales, debieron prevenir los cientos de muertes, “el que no
cumpla la Ley debe atenerse a las consecuencias”.
La dificultad de la imputación por razón del tumulto de integrantes de
Protección Civil, queda evidenciada con la expresión del señor Anaya: “es
evidente que alguien no cumplió…” Ese “alguien” es totalmente desconocido,
razón por la cual hasta la fecha reina la impunidad.
03 Octubre del 2013 EXCÉLSIOR ESPECIALES. Encabezado:
“Omisiones históricas en los tres órdenes de gobierno: Segob”. “La
Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación,
reconoció que hay omisiones históricas de los tres órdenes de gobierno que
contribuyeron a que el paso simultáneo de dos fenómenos meteorológicos dejará
la peor devastación en 50 años en el territorio nacional”.
222
“En entrevista, Luis Felipe Puente Coordinador Nacional de Protección Civil:
Aseguro que se está investigando a fondo para establecer quién es responsable
del cambio de uso de suelo y permiso de construcción en zonas de riesgo, como
sucedió en el Estado de Guerrero. Igualmente explico que protección Civil debió
haber emitido en su momento opiniones para que se otorgarán licencias de
construcción, “documentos que negaran por lo menos en el diagnostico la
posibilidad de hacerlo”.
Como se puede observar, la compleja estructura del Sistema de Protección
Civil con sus incontables integrantes, impide atribuir a persona determinada la
omisión a que se refiere la nota periodística y dificulta la toma de decisiones.
Excélsior. Cd. De México 1º de Octubre de 2013.- Encabezado: “Segob
señala a Estados por tragedia” “El coordinador Nacional de Protección Civil Luis
Felipe Puente instó a los gobernadores de los Estado afectados a que asuman su
responsabilidad ante probables fallas u omisiones en materia de Protección Civil y
prevención oportuna de los desastres… (El coordinador nacional de Protección
Civil culpa a los gobernadores) Luis Felipe Puente aseguró que se notificó a
tiempo a todos los gobernadores sobre la presencia de los fenómenos Manuel e
Ingrid desde el 12 de septiembre…” (Ahora el Coordinador se justifica)
Como se observa de las notas periodísticas, no hay imputables. Esta es la
dificultad que provoca el Sistema de Protección Civil. Por razón de espacio no se
añaden más noticias sobre lo mismo, pero concluimos que las leyes sobre
Protección Civil impiden la imputación de responsabilidades debido a su compleja
estructura, plena de incontables integrantes. Existen otras contingencias tan
recurrentes que no requiere la prueba periodística y que debieran ser atendidos
por el Sistema de Protección Civil para prevenir daños como los siguientes:
Fuga de aguas negras lesivas para la salud Árboles caídos dañando casas y personas Árboles que están por caerse y nadie previene. Construcciones en zonas de riesgo. Marquesinas y bardas a punto de derrumbarse Asentamientos en zonas evidentes de riesgo
223
Animales peligrosos fuera de su hábitat Estas y otras situaciones similares son agentes de daño previsible del cual
no responde Protección Civil porque su atiborrada estructura impide la imputación
a persona determinada, por lo cual, la Institución de Protección Civil resulta ser
ineficaz, ineficiente, de complicada realización y promotora de impunidad.
Ausencia de sanciones. Toda ley que establezca derechos y obligaciones,
facultades y atribuciones debe contener sanciones ante su incumplimiento. En el
caso que nos ocupa, ni la Ley General de Protección Civil ni la Ley de Protección
Civil para el Estado de Tamaulipas, contienen sanciones por incumplimiento de las
mismas favoreciendo la impunidad.
No obstante lo anterior, el artículo 51 de la Ley Estatal de Protección Civil
contempla la elaboración de un “Programa Estatal de Protección Civil” en el que
se precisen las acciones a realizar, se determinan los responsables y se
establecen los plazos para su cumplimiento. El caso es que este Programa no es
de público conocimiento y la difusión a que obliga la ley es de escasa consulta,
pues el artículo 61 de la presente Ley, ordena que el Programa se publique en el
Periódico Oficial y en uno de los de mayor circulación en la Entidad, que hasta la
fecha se desconoce si ya fue publicado.
Nugatoriedad del artículo 7º de la Ley Estatal de Protección Civil. Su texto es:
Es obligación de todas las Dependencias y Entidades de la Administración Pública
del Estado y de los Municipios, así como de cualquier persona que resida o
transite en la Entidad, el cooperar de manera coordinada con las autoridades
competentes, en la consecución de la Protección Civil. Las autoridades que no
proporcionen la cooperación y las facilidades a las unidades y personal de
protección civil, incurrirán en las responsabilidades que fije la ley en la materia.
El precepto alude a dos tipos de sujetos que no cumplan con la obligación
de “Cooperar” con las autoridades competentes (¿): La autoridad y cualquier
persona. Para la autoridad que no coopere, se atribuye una responsabilidad
imprecisa, pues no se determina la ley aplicable. La redacción parece insinuar a la
224
Ley de Responsabilidades para Servidores Públicos, pero la acción imputada que
es la de “cooperar”, no parece estar prevista como infracción en la referida ley. Y
por lo que hace a las personas particulares que “no cooperen”, no existe sanción
alguna.
Impunidad en la reparación del daño. El segundo párrafo del artículo 116 del
Reglamento Municipal de Protección Civil de Tampico, remite a la aplicación de la
Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado y Municipios de
Tamaulipas por la infracción cometida por algún servidor público municipal.
De manera que de los tres órdenes de gobierno, sólo el Reglamento
Municipal de Protección Civil prevé algún tipo de responsabilidad sólo para el
servidor público municipal; pero la normatividad federal y la estatal nada prevé
para sus servidores públicos. El hecho es que en ninguno de los tres niveles de
Gobierno se establece la Responsabilidad Civil por los daños previsibles causados
por omisión o por actos de negligencia por parte de la Autoridad, cuyo
conocimiento se deduce de lo ocurrido en el Estado de Guerrero con el Huracán
“Manuel”.
LA RESPONSABILIDAD CIVIL DEL ESTADO.
El Daño en la Responsabilidad Civil
En el ámbito de las obligaciones civiles se encuentra ubicada la figura de la
Responsabilidad Civil que, tanto la doctrina como la jurisprudencia y la legislación,
la han considerado tradicionalmente como la consecuencia natural de un obrar
ilícito causante de daño, fundado en el proverbial Principio de Derecho: “Alterum
non laedere” (Cabanellas, 1972)
Este mandato universal de “no dañar a otro” adoptado por todas las
civilizaciones, ha originado abundantes ideas sobre la manera de sancionar al
causante de un daño, debido a otra ley natural que clama desde nuestro interior:
“todo el que causa un daño debe repararlo”; pero ésta es la principal complicación:
su reparación o su compensación, sobre todo en aquellos casos concretos en que
225
el daño, no es resarcible ni es compensable; o más aún, que dicho daño deba ser
soportado por el perjudicado. En México el artículo 1910 del Código Civil Federal
dispone: “el que obrando ilícitamente o contra las buenas costumbres cause daño
a otro, está obligado a repararlo, a menos que demuestre que el daño se produjo
como consecuencia de culpa o negligencia inexcusable de la víctima”. Conforme a
este texto legal, la Responsabilidad Civil es, entonces, una obligación resarcitoria
producida por la causación de algún daño. Por tanto, el daño es el presupuesto de
la Responsabilidad Civil; es condición indispensable para que tal responsabilidad
se produzca. Sin daño no hay responsabilidad.
Hans Kelsen aporta otro elemento al concepto de responsabilidad,
coincidente con la etimología de este vocablo. Este elemento es el de
“imputación”. Pablo Larrañaga citando a Kelsen señala que la responsabilidad
consiste en imputar a una persona una obligación reparatoria en razón del daño
que ha causado a otra persona. (Larrañaga, 2000) También Reglero lo afirma de
manera breve y categórica expresando: “Responsabilidad es imputación” (Reglero,
2006).
En nuestra opinión, no puede ser de otra manera, ya que la teoría del
Derecho (Bodenheimer, 1994) al tratar sobre la Libertad como capacidad natural
de todo ser humano para elegir o decidir hacer o no hacer determinada acción,
nos demuestra que el efecto lógico de la acción libre es la responsabilidad,
precisamente porque se imputa o se atribuye a ese agente tal acción u omisión. O
sea que inevitablemente se imputará o atribuirá la acción o la omisión a su autor,
independientemente de que sea o no sancionado. Confirman esta relación causal
entre libertad y responsabilidad por ejemplo: Cabanellas, quien señala que por la
libertad, el hombre elige obrar de una manera o de otra, por lo cual es
responsable. Couture lo plantea así: Todos somos libres de hacer y de no hacer.
La convivencia nos señala sólo dos caminos: acción y omisión. Cada uno
comporta una responsabilidad. (Couture, 2009). Lo confirma también el Principio
Jurídico Noxa caput sequitur (el daño sigue a su autor). La anterior instrucción nos
permite opinar que la Responsabilidad como tal, se sustenta en el Principio Lógico
226
de Causalidad, cuyo uno de sus enunciados reza: “dadas ciertas causas se
producen ciertos efectos”. Así: dada la libertad o el libre obrar, se produce la
responsabilidad. En el ámbito de la lógica siempre será responsable el autor del
acto o de la omisión, cuyas consecuencias se le imputan.
Sin embargo, no ocurre así, en el ámbito del Derecho. Tal vez por esta
razón, Pablo Larrañaga distingue entre la Responsabilidad en sí misma de la
Responsabilidad como Institución Jurídica. En sí misma, la Responsabilidad nace
con solo producirse el acto o la omisión, pues toda persona es responsable de lo
que hace o no hace. Pero como Institución Jurídica, Larrañaga quiso referirse al
conjunto de reglas, principios y directrices que establecen los casos en que cabe
hablar de responsabilidad dentro de los sistemas normativos (Larrañaga, 2000),
de modo que, es posible examinar la responsabilidad en cada uno de los ámbitos
del sistema normativo: civil, penal, laboral, fiscal, y demás, según el tipo de ilícito
sancionable, ya que cada ámbito podrá tener distintas condiciones para que
legalmente se produzca la responsabilidad. Por ejemplo, El artículo 1910 referido
dispone que si alguien obrando ilícitamente causa un daño, tiene la obligación de
repararlo. Pero enseguida establece una directriz en el sentido de no atribuir esta
obligación si el daño es atribuible a la imprudencia del afectado. Por tanto, las
reglas, las condiciones, los principios y directrices que establezca la normatividad,
dará lugar a percibir a la Responsabilidad como una Institución Jurídica que, como
tal, a decir de Larrañaga (2000), debe contener una estructura y determinar,
legalmente, una finalidad o un objetivo que justifique la atribución. No basta,
entonces, la imputación de un acto u omisión para atribuir responsabilidad a
determinada persona, sino el cumplimiento de las condiciones legales. Quien
rompe un cristal, se le imputa un daño, generador de una responsabilidad según la
ley penal. Pero si el que rompe el cristal es un demente, realiza la misma acción
de dañar la propiedad ajena, y por tanto se le imputa acción dañosa pero no
genera responsabilidad según la misma ley penal, pues cumple con una condición
o criterio legal que lo excluye de tal responsabilidad. Será fácticamente
responsable pero legalmente no lo es.
227
En conclusión, los elementos condicionantes de la Responsabilidad Civil
son: la existencia del Daño y la imputación del daño.
Clases de Responsabilidad: Subjetiva y Objetiva. Con base en lo anterior, la
doctrina y la ley distinguen el daño imputable a la persona causante y el daño
imputable a una persona distinta del causante. El primer caso se conoce como
Responsabilidad subjetiva, basada en la culpa, y el segundo se denomina
Responsabilidad Objetiva, sustentada en la propiedad o disponibilidad del objeto
causante del daño. En México, la Responsabilidad Civil se encuentra prevista en
el capítulo V del Libro Cuarto, primera parte, título primero, del código civil federal,
bajo el rubro: “De las obligaciones que nacen de los actos ilícitos”. Partiendo del
artículo 1910 que dispone que cualquiera que obrando ilícitamente cause un daño,
está obligado a repararlo; pero el citado ordenamiento civil, atribuye también
Responsabilidad Civil Objetiva a cualquier persona cuyos subordinados sean los
causantes directos del daño. Así tenemos que:
a) El Patrón responde por sus trabajadores; (artículo1924) b) La Persona Jurídica por sus representantes legales; (artículo 1918) c) Los que ejercen Patria Potestad responden por los daños causados por los
hijos o menores que estén bajo tal Potestad; (artículo 1919) d) Los tutores son responsables por los actos lesivos de sus tutorados;
(artículo 1921) e) Los maestros artesanos por los daños causados por sus operarios; (artículo
1923) f) Los dueños de establecimientos a su vez responden por los daños
causados por sus dependientes; (artículo 1924) g) Los propietarios de los hoteles responden por sus sirvientes o
subordinados; (artículo 1925) y h) El dueño de un animal responde por los daños que el animal cause.
(artículo 1929) Todos estos casos previstos respectivamente en los preceptos citados del código civil federal, se sustentan, desde luego, en el Principio General del Derecho que se enuncia: Todo el que cause un daño está obligado a repararlo.
Entonces: ¿Deberá también el Estado responder de los daños que cometan
sus servidores públicos?
228
La respuesta es positiva. Con base en el mismo Principio Jurídico, el Estado
también debe responder por los actos dañosos o las omisiones lesivas que
cometan sus servidores públicos o sus funcionarios públicos, en los casos en que
la propia ley no les impute a éstos una específica responsabilidad o determine
para ellos una concreta sanción. Así lo contempla el artículo 1927 del referido
Ordenamiento Civil al establecer textualmente lo siguiente:
El Estado tiene obligación de responder del pago de los daños y perjuicios
causados por sus servidores públicos con motivo del ejercicio de las atribuciones
que les estén encomendadas.
Sin embargo, existe un problema en cuanto a la identificación del daño,
pues la ley civil no distingue lo que la Doctrina trata profusamente y la
jurisprudencia lo confirma.
El Daño. En términos generales y sin entrar en profundidades doctrinales,
se ha entendido por Daño el menoscabo que, a consecuencia de un evento
determinado, sufre una persona, ya en sus bienes vitales naturales, ya en su
propiedad, ya en su patrimonio (Zannoni, 2005).
El daño, empero, es clasificable según diversos criterios doctrinales. Así
tendremos, por ejemplo, que el daño puede derivar de factores subjetivos u
objetivos de atribución; puede considerarse injustamente causado o injustamente
sufrido; puede tener como causa un acto ilícito o un acto lícito. Estos, y otros
criterios más, han originado distintas concepciones del daño, a saber: Daño físico;
daño material; daño patrimonial; daño extra-patrimonial; daño contractual; daño
moratorio; daño compensatorio; daño culposo; daño doloso; daño involuntario;
daño fortuito; daño moral; daño por uso de cosas peligrosas; daño estético; daño
derivado de actividades médicas; daño previsible, considerado por las compañías
aseguradoras; daño colectivo y otros. (Elena Vicente, 2006) Legalmente la
229
presencia de cualquier daño importa una responsabilidad, salvo aquellos daños
que no provienen de la actividad humana.
El Daño Ambiental. A partir de la promulgación de la Ley General del
Equilibrio Ecológico y la protección al ambiente en el año de 1988, surge
prácticamente el llamado “Derecho Ambiental” y con ello, nace a la vida jurídica el
“Daño Ambiental”. (Dector, 2014). No es que no existiera el daño ambiental, sino
que no existía regulación alguna sobre los actos lesivos al ambiente. Hoy en día,
la normatividad sobre la protección al ambiente genera el concepto de “daño
ambiental” que puede ser producido por el hombre o por fenómenos naturales. De
manera que el daño ambiental se agrega a la clasificación general del Daño. Pero
en este caso, la Responsabilidad Civil resarcitoria compete al agente del daño de
acuerdo a la expresión difundida: “El que contamina, paga”.
Un nuevo tipo de daño. La Ley General de Protección Civil (2012) y su
Reglamento (2014) que compete a la Federación; y a las respectivas leyes
estatales que involucran a los Municipios han dado origen a un nuevo tipo de daño
que aún no es considerado por la Doctrina ni por la Jurisprudencia. La referida Ley
regula nuevas conductas atribuibles a servidores públicos que al ser realizadas
negligentemente o al ser omitidas, generan un nuevo tipo de daño.
El problema para la denominación de este nuevo tipo de daño, consiste en
que éste deriva directamente de un fenómeno natural perturbador y no de la
actividad humana; y como es del conocimiento general, el daño resarcitorio sólo
proviene del acto humano. Pareciera entonces que el daño que produce un ciclón,
una inundación, un terremoto, una tormenta, o cualquier otro agente natural no
condiciona la responsabilidad civil, porque proviene de la misma naturaleza. Más
no es así, porque como lo expresó Larrañaga, la misma ley establece, reglas
principios y directrices para determinar la responsabilidad civil. En el presente
caso, al reconocer la misma Ley el daño, debe crear normativamente la
Responsabilidad Civil.
230
EL DAÑO EN EL SISTEMA DE POTECCIÓN CIVIL.
Ante la dificultad de expresar en este espacio las tumultuarias atribuciones que las
leyes de Protección Civil señalan, de cuyo cumplimiento o incumplimiento se
derivan las responsabilidades, citaremos únicamente los Objetivos, de cuya
redacción, a pesar de ser confusa y ambigua, se pueden deducir las
responsabilidades.
Objetivos del Sistema de Protección Civil en sus tres órdenes.
Sistema Nacional de Protección Civil. De conformidad con el artículo 15 de La
Ley (Federal), el objetivo general es:
“Proteger a la persona y a la sociedad y su entorno ante la eventualidad de los
riesgos y peligros que representan los agentes perturbadores y la vulnerabilidad
en el corto, mediano o largo plazo, provocada por fenómenos naturales o
antropogénicos”.
Por tanto, por tratarse de riesgos y peligros, de cuyas consecuencias el
Estado se compromete a protegernos, significa que estamos ante la presencia del
tipo de daño denominado: previsible.
Para cumplir con el compromiso de protección contra agentes naturales
perturbadores, la Ley de referencia establece una extensa lista de atribuciones
para las autoridades de Protección Civil, entendiéndose que si éstas fallan en su
quehacer, necesariamente habrá efectos lesivos de los cuales debiera responder
la autoridad de que se trate
Sistema Estatal de Protección Civil. De acuerdo con el artículo 10 de la
Ley Estatal de Protección Civil de Tamaulipas, el objetivo es:
“Ser instrumento de información, en materia de Protección Civil, que reúna
en conjunto los principios, normas, políticas, procedimientos y acciones,
231
que en esa materia se hayan vertido, así como la información relativa a la
estructura orgánica de los cuerpos de protección civil de los sectores
público, privado o social, que operen en la entidad, su rango de operación,
personal, equipo y capacidad de auxilio que permita prevenir riesgos y altos
riesgos, así como desarrollar mecanismos de respuesta a desastres o
emergencias y planificar la logística operativa y de respuesta a ellos”. (sic)
En este caso, el objetivo adolece de claridad y tal vez de congruencia. Por
una parte se advierte que el objetivo es ser instrumento de información; y por otra
parte se añade como objetivo a) desarrollar mecanismos de respuesta a desastres
o emergencias y b) planificar la logística operativa. Esto es: además de funcionar
como medio de información (¿a quién debe informar? no hay señalamiento) debe
desarrollar mecanismos y planificar la logística operativa. La Incongruencia estriba
en que ni la ley ni su reglamento regulan este objetivo. Además, la oscuridad es la
misma que la del sistema nacional: No existen sujetos imputables.
Sistema Municipal de Protección Civil.- Según el artículo 1º del
Reglamento Municipal de Protección Civil (de Tampico, Tamaulipas) el objetivo es:
“Regular acciones en materia de protección civil dentro de este Municipio y
establecer las bases de integración, coordinación y funcionamiento del
Sistema Municipal de Protección Civil; regular las acciones de prevención,
mitigación, auxilio, salvaguarda y cuanto sea necesario con la finalidad de
salvaguardar la integridad física de la población, de las personas, sus
bienes, la propiedad pública y el medio ambiente…”
Como se observa el objetivo es inaplicable e ineficaz en cuanto que los municipios
carecen de órgano legislativo y por tanto no podrá: “Regular” ninguna acción. Para
la realización de los objetivos antes apuntados, ambas leyes y ambos reglamentos
dotan de numerosas atribuciones pero sin imputarlas a algún servidor público
concreto.
232
El daño atribuible a Protección Civil.
La consecuencia jurídica de los anteriores objetivos es el reconocimiento de
derechos subjetivos que al ser afectados, originan daños previsibles. Por ejemplo:
el artículo 41 de la Ley General señala que la población vulnerable y expuesta
tiene derecho a estar informada de los peligros naturales. Si tal población no es
informada en tales términos, entonces se le genera un daño previsible. Otro más:
el artículo 91 de la Ley referida, establece para el Gobierno Federal la
responsabilidad de dar apoyos directos a productores rurales y pesqueros
afectados por contingencias climatológicas. Este precepto crea para tales
productores el derecho de recibir tales apoyos económicos. Su omisión genera
daños a este sector.
En diversos medios de comunicación se ha estado difundiendo durante el
presente año la noticia de que numerosos pueblos de la montaña de Guerrero,
afectados por las torrenciales lluvias provocadas por el huracán “Manuel”,
denuncian el incumplimiento del Gobierno Federal de hacerles llegar ayuda
alimentaria y apoyo en la reconstrucción de sus viviendas. Todavía, el 4 de
agosto, el noticiero matutino (9 am) de “Milenio tv” difundió la marcha de protesta
que realizaron numerosos pobladores de la Sierra de Guerrero exigiendo tales
apoyos.
Aunque en el caso que nos ocupa, las omisiones o las acciones negligentes
de servidores públicos del sistema de Protección Civil incurren en la llamada
causalidad difusa (Barros, 2006) que se refiere al daño cometido por un sujeto
indeterminado, porque no es posible identificar, entre muchos, al individuo que
concretamente lo desencadenó, consideramos que estamos ante nuevos hechos,
nuevas actividades y nuevas atribuciones que reclaman la intervención del
Derecho. La figura de la Responsabilidad Civil Objetiva adjudicada al Estado exige
la aplicación del Principio General que se enunciaría así: “Si un daño es
causalmente atribuible a la actividad del Estado, éste debe responder”.
233
El fundamento doctrinal no es la reclamación de responsabilidad activa o
pasiva del funcionario incumplido, pues, en este caso, su conducta no es
imputable, sino se reclama la responsabilidad de la función pública que ejecuta. Si
las leyes de Protección Civil tienen establecido como principal propósito proteger a
la población de contingencias naturales, nace para ésta el derecho de ser
protegidos contra tales contingencias. Si el Estado, bajo la figura de Protección
Civil, no cumple con tal propósito, porque no hay funcionario que responda (salga
al frente) debido a su estructura tumultuaria, o porque las leyes no prevén
sanciones resarcitorias, surge jurídicamente, para la población, el derecho de ser
indemnizado por los daños que provoque el fenómeno natural, mediante la acción
de Responsabilidad Civil, pues en este caso, el objeto de reclamación es la
Función Pública del Estado.
Previsión legal del pago resarcitorio por Responsabilidad Civil
Resulta muy interesante para los efectos jurídicos de la propuesta y para el
análisis que se realiza, advertir que el artículo 18 de la Ley General de Protección
Civil, prevé la contratación de Seguros y demás instrumentos de transferencia de
riesgos para la cobertura de daños causados por un desastre natural. Para tales
efectos el precepto obliga a los gobiernos de los Estados (incluyendo el del Distrito
Federal) a contratar tales Seguros. La cuestión es: ¿Cuáles son las consecuencias
generadas por el incumplimiento de esta obligación? ¿Habrá alguno de los
Estados que hayan cumplido con la ley? De cualquier modo, nos parece que esta
previsión puede hacerse valer en la reclamación de daños por Responsabilidad
Civil del Estado.
Consideraciones conclusivas.
Nuestra Propuesta se concreta a establecer en el Código Civil del Estado, un
nuevo tipo de daño que se denominaría: “Daño por contingencia natural”, dentro
de la clasificación del Daño Previsible. Además, se agregue al artículo 1927 del
Código Civil Federal la Responsabilidad Civil del Estado para que responda del
pago de daños causados por contingencias naturales, en virtud del incumplimiento
234
de causalidad difusa de las atribuciones contenidas en la ley, en razón de su
función pública.
FUENTES BIBLIOGRAFICAS
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Jurídica de Chile. Santiago. 2006.
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Código Civil Federal.
Ley General de Protección Civil.
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Ley de Protección Civil para el Estado de Tamaulipas.
Reglamento de la Ley de Protección Civil para el Estado de Tamaulipas.
Reglamento Municipal de Protección Civil de Tampico.