cabello y mesa sobre los diarios de madrid y lima

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Jean-Pierre CLEMENT . «Aproximación al Diario de Lima (1790- 1793) y a Jaime Bausate y Mesa, su autor». El Argonauta Español, Numéro 3 - 2006 Aunque nació la prensa periódica en el siglo xvii, fue la centuria siguiente la que vio su verdadero despegue; ella, también portadora de las ideas nuevas, no dejó de acompañar el movimiento ilustrado, que fue marcado por el impacto de títulos como The Spectator y The Gazetteer, el Journal de Trévoux y el Mercure de France, el Pensador y el Espíritu de los mejores diarios…, etc. A este respecto, podemos decir que, si Hispanoamérica tuvo un desarrollo parecido al de Europa, fue con un ligero desfase, muy comprensible, por la intervención de factores propios del Nuevo Mundo: alejamiento y dificultuosas relaciones marítimas, debilidad tecnológica, falta de medios, corto número de lectores potenciales, etc. El Perú conoció una evolución paralela a la de la Península y de lo restante de América: después de un período en el que se publicaron hojas ocasionales o coyunturales, de tipo Noticia, Relación o Suceso, se iba a imprimir con cierta regularidad, aunque no perfecta, un auténtico periódico, la Gaceta de Lima. Cambiaron los autores y hubo interrupciones en especial una, que se prolongó 25 años, en la segunda mitad del siglo xviii, pero se editó de 1743 a 1821 (1743-1767, 1792-1793, 1795, 1798-1804, 1805-1810 y 1810-1821) y fue prácticamente el único periódico peruano durante la mayor parte del siglo. Sus dos características esenciales fueron su aspecto oficialista, que hacía de ella un instrumento al servicio del poder central, y su interés limitado hacia lo peruano, por lo menos en los comienzos. A fines de la centuria ilustrada, aparecieron, en pocos meses, periódicos muy nuevos, que no eran órganos oficiales y no daban sistemática y únicamente informaciones de las partes externas del país, sino ante todo noticias del Perú. Fueron los verdaderos primeros periódicos de la colonia y llevaron los nombres de Diario de Lima (1790-1793), Mercurio Peruano (1790-1795) y Semanario Crítico (1791). Como lo nota un contemporáneo, Lima se ha puesto por fin al nivel de México en el tiempo de su mayor lustre: tiene un Diario, un Mercurio, y un Semanario Crítico. Si todos estos Papeles sobreviviesen igualmente á los desengaños del tiempo, se podia temer que algun nuevo Autor viniese á presentarse en este teatro literario, proponiéndo la idea de dar á luz un Espíritu de los mejores Papeles Periódicos de Lima. 1 El Diario de Lima fue el primer diario publicado con regularidad en el mundo hispanoamericano, puesto que sus homólogos coloniales no salieron a luz hasta comienzos del siglo xix: el Diario de México en 1805-1814, el Diario mercantil de Vera Cruz en 1807-1808, el Diario de La Habana en 1811. En cuanto a los otros dos periódicos peruanos, Mercurio y Semanario, fueron, a imitación de publicaciones como The Spectator en Inglaterra o El Censor en la Península, obras de reflexión y no de información lo que también era gran novedad. En otras ocasiones ya estudié detenidamente el Mercurio Peruano 2 , interesantísimo, tanto por su forma, su equipo redaccional y su público como por su contenido, porque prefigura la prensa del siglo xx ; ahora, me parece útil proseguir el panorama de la prensa peruana con el presente trabajo, que no es más que un primer paso hacia el estudio del Diario de Lima 3 , una presentación del mismo. I - El Diario y su autor La aventura empezó cuando, a vista de un informe favorable al proyecto, presentado por Manuel de Arredondo, Regente de la Audiencia de Lima, y con fecha de 22 de julio de 1790, el virrey del Perú, Francisco Gil de Taboada y Lemos concedió a un tal Bausate y Mesa una licencia para imprimir el periódico 4 ; el texto encomendaba también la vigilancia permanente de la publicación a José de Gorbea y Vadillo, fiscal del mismo tribunal 5 .

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Jean-Pierre CLEMENT

Jean-Pierre CLEMENT . Aproximacin al Diario de Lima (1790-1793) y a Jaime Bausate y Mesa, su autor. El Argonauta Espaol, Numro 3 - 2006 Aunque naci la prensa peridica en el siglo xvii, fue la centuria siguiente la que vio su verdadero despegue; ella, tambin portadora de las ideas nuevas, no dej de acompaar el movimiento ilustrado, que fue marcado por el impacto de ttulos como The Spectator y The Gazetteer, el Journal de Trvoux y el Mercure de France, el Pensador y el Espritu de los mejores diarios, etc. A este respecto, podemos decir que, si Hispanoamrica tuvo un desarrollo parecido al de Europa, fue con un ligero desfase, muy comprensible, por la intervencin de factores propios del Nuevo Mundo: alejamiento y dificultuosas relaciones martimas, debilidad tecnolgica, falta de medios, corto nmero de lectores potenciales, etc.

El Per conoci una evolucin paralela a la de la Pennsula y de lo restante de Amrica: despus de un perodo en el que se publicaron hojas ocasionales o coyunturales, de tipo Noticia, Relacin o Suceso, se iba a imprimir con cierta regularidad, aunque no perfecta, un autntico peridico, la Gaceta de Lima. Cambiaron los autores y hubo interrupciones en especial una, que se prolong 25 aos, en la segunda mitad del siglo xviii, pero se edit de 1743 a 1821 (1743-1767, 1792-1793, 1795, 1798-1804, 1805-1810 y 1810-1821) y fue prcticamente el nico peridico peruano durante la mayor parte del siglo. Sus dos caractersticas esenciales fueron su aspecto oficialista, que haca de ella un instrumento al servicio del poder central, y su inters limitado hacia lo peruano, por lo menos en los comienzos.

A fines de la centuria ilustrada, aparecieron, en pocos meses, peridicos muy nuevos, que no eran rganos oficiales y no daban sistemtica y nicamente informaciones de las partes externas del pas, sino ante todo noticias del Per. Fueron los verdaderos primeros peridicos de la colonia y llevaron los nombres de Diario de Lima (1790-1793), Mercurio Peruano (1790-1795) y Semanario Crtico (1791). Como lo nota un contemporneo,

Lima se ha puesto por fin al nivel de Mxico en el tiempo de su mayor lustre: tiene un Diario, un Mercurio, y un Semanario Crtico. Si todos estos Papeles sobreviviesen igualmente los desengaos del tiempo, se podia temer que algun nuevo Autor viniese presentarse en este teatro literario, proponindo la idea de dar luz un Espritu de los mejores Papeles Peridicos de Lima.1El Diario de Lima fue el primer diario publicado con regularidad en el mundo hispanoamericano, puesto que sus homlogos coloniales no salieron a luz hasta comienzos del siglo xix: el Diario de Mxico en 1805-1814, el Diario mercantil de Vera Cruz en 1807-1808, el Diario de La Habana en 1811. En cuanto a los otros dos peridicos peruanos, Mercurio y Semanario, fueron, a imitacin de publicaciones como The Spectator en Inglaterra o El Censor en la Pennsula, obras de reflexin y no de informacin lo que tambin era gran novedad.

En otras ocasiones ya estudi detenidamente el Mercurio Peruano2, interesantsimo, tanto por su forma, su equipo redaccional y su pblico como por su contenido, porque prefigura la prensa del siglo xx ; ahora, me parece til proseguir el panorama de la prensa peruana con el presente trabajo, que no es ms que un primer paso hacia el estudio del Diario de Lima 3, una presentacin del mismo.

I - El Diario y su autor

La aventura empez cuando, a vista de un informe favorable al proyecto, presentado por Manuel de Arredondo, Regente de la Audiencia de Lima, y con fecha de 22 de julio de 1790, el virrey del Per, Francisco Gil de Taboada y Lemos concedi a un tal Bausate y Mesa una licencia para imprimir el peridico4; el texto encomendaba tambin la vigilancia permanente de la publicacin a Jos de Gorbea y Vadillo, fiscal del mismo tribunal5.

1. Presentacin del DiarioComo sola pasar en aquellos tiempos, el peridico apareci primero bajo forma de lo que se llamaba un prospecto, especie de preperidico en el cual los autores exponan al pblico las caractersticas esenciales de su futura publicacin; segn el xito ganado por este anuncio (buena o mediana recepcin del papel), se lanzaban o no a la aventura. En el caso que nos interesa ahora, se titul tal ensayo Anlisis del Diario y sali en agosto de 1790 (probablemente el da 1)6. Ah presentaba su editor, Jaime Bausate y Mesa, el concepto general de la obra, el plano de la misma (secciones y temas que iban a presentarse) y las condiciones de la suscripcin7.

El peridico propiamente dicho sali a luz por primera vez el viernes 1 de octubre de ese mismo ao de 1790, de las prensas de la imprenta de Nios Expsitos, que ya haban fabricado el prospecto. Luego, desde enero de 1791 y hasta que desapareciese, el peridico se estamp en la imprenta que el propio autor haba comprado, dos meses antes en la calle de las Campanas8. A partir de ah, se public cada da, incluido el domingo, hasta su ltimo nmero, de fecha 26 de septiembre de 1793. Cada entrega sola tener 4 pginas ; unos pocos nmeros tuvieron 8.

La suscripcin mensual fue, primero, fijada en 15 pesos para la gente que resida en Lima9, a quien un repartidor entregaba en casa, a partir de las 9 de la maana, el nmero del da; en cuanto a los que vivan fuera de la capital, tenan el porte a su cargo. Hubo un total de 409 suscriptores10, pero parece que esta cifra no fue bastante exitosa (los nuevos [suscriptores] son pocos), y el autor se vio obligado a bajar el precio y las condiciones para tratar de atraer ms clientes: a partir del 1 de enero de 1791, la tarifa baj a 12 pesos, y a 15 para los residentes forneos11. Y es probable que no mejor la situacin, puesto que dos meses despus se extendi la tarifa de 12 pesos a los clientes externos12. Adems, el Diario se ofreca a la venta en algunos lugares del centro de la ciudad, como la librera de Jos Romero, bajo los soportales del Cabildo13; se venda tambin en otras ciudades del Per: Arequipa, Cajamarca, El Cuzco, Huamanga, Huancavelica, Huanta, Hunuco, Ica, Moquegua, Nazca, Pasco, Tacna, Tarma, Trujillo, as como en el Alto Per (La Paz, Potos, y La Plata o Chuquisaca)14, pero el peridico llegaba muy probablemente, segn el caso, con algn da (o algunos das) de retraso a causa de la lentitud del transporte.

ltimo elemento que merece ser mentado ahora: el autor se apoyaba sobre una especie de academia, fundada por l mismo. La razn de su existencia proviene de que, al llegar a Lima, Bausate y Mesa consider que esta capital estaba dormida. l iba, pues, a tratar de despertarla de su inaccin letrgica15 y de ponerla en movimiento16. Para lograrlo, constituy una Sociedad Filopolita, de la que slo conocemos los apodos de algunos de sus individuos: Aristarco, Midsolo, Filomito, Eumolpo, Arcadio, etc.17La investigacin posterior pareci darle razn. As el Dr Barreda Laos mostr muy acertadamente cmo la eleccin de Jos Villalta como rector de la Universidad de San Marcos, en 1783, signific el triunfo de la escolstica, es decir, el estancamiento de la vida intelectual en la capital virreinal:

Los proyectos de reforma fracasaron ante esta derrota irremediable; la Universidad, no obstante los esfuerzos que por reanimarla hicieron los virreyes Juregui y Croix, y el director de estudios Jos de Rezabal y Ugarte, sigui viviendo en lamentable abatimiento y absoluta inercia18.

O sea, que parece tener razn Bausate y Mesa al impugnar el adormecimiento de este grupo naciente de los intelectuales, que iba a volverse en uno de los motores de las sociedades modernas. Pero esta realidad se ha de matizar: en efecto, contra el inmovilismo de un Villalta se levant el grupo de los partidarios de la modernidad los que haba perdido la eleccin universitaria, entre los cuales destacaban los nombres de Jos Baqujano y Carrillo, Juan Egaa, Demetrio Guasque, Jos Hiplito Unanue, Toms de Mndez y Lachica, Diego Cisneros, Francisco Gonzlez Laguna, y otros ms. Rebeldes en la derrota, se fueron reuniendo con regularidad y decidieron relanzar la difunta Academia de la Juventud Limana, creada unos aos atrs por algunos de ellos. La nueva asociacin fue la Academia Filarmnica (1787); pero, al ao siguiente, por razones mltiples y concretas viudez de uno, nombramientos externos de otros, enfermedades, etc., el grupo se disgreg. Con los meses se aplanaron las dificultades y, en el primer trimestre de 1790, de nuevo reunidos los mismos, con algunos ms, fundaban la Sociedad Acadmica de Amantes del Pas de Lima, que iba a animar la vida intelectual y cultural del virreinato durante cinco aos, en particular merced a la publicacin de su rgano, el Mercurio Peruano (1790-1795).

En conclusin, podemos decir que Bausate y Mesa yerra al denunciar el letargo de los limeos, o mejor, pensamos que no comete error, sino que presenta as la situacin para resaltar su propia iniciativa. La personalidad de este autor nos ayudar a entender la situacin.

2. Jaime Bausate y Mesa, compositor del Diario de MadridEl editor del Diario de Lima, Jaime Bausate y Mesa, naci en Extremadura en 1765, como nos informa l mismo19. Pero, segn consta del libro 38 de los del Cabildo de Lima, era hijo de Vicente Cavello y Mara rsula, y su verdadero nombre era Francisco Antonio Cavello y Mesa20: Jaime Bausate y Mesa, pues, slo fue un seudnimo. Segn Eudoro Terrones Negrete, estudi Filosofa y Derecho en las universidades de Toledo y Salamanca21.

Por otra parte, Mendiburu nos aprende que haba sido catedrtico de historia literaria en el Colegio Imperial de Madrid22; en realidad, formaba parte del grupo de profesores laicos que, con algunos religiosos, constituy el cuerpo docente de este ex establecimiento jesuita, reformado segn las ideas ilustradas por la Real Cdula de 19 de enero de 1770 e inaugurado, con el nuevo nombre de Reales Estudios de San Isidro, el 1 de noviembre de 177123.

Entre otras actividades, Bausate tradujo en verso Las Aventuras de Telmaco, hijo de lises de Fnelon (Madrid: Benito Cano, 1787, 2 vols, 8). De esta traduccin, dice el Memorial Literario de diciembre de 1787 que est en mal verso y peor lenguaje. Quiz sea por eso porque no aparece el nombre del traductor en el libro.

Mendiburu aade que Bausate fue all [en Madrid] durante 15 meses editor del Diario por muerte de Santiago Tevn24. El peridico del que habla, el Diario curioso, erudito y comercial, pblico y econmico de Madrid, publicado a partir de 1758, tuvo inicialmente un gran xito, probablemente gracias a su autor principal, Francisco Mariano Nipho25 ; al cabo de un ao y medio, vendi su parte del privilegio a su asociado, Juan Antonio Lozano, quien continu la publicacin de la obra hasta su muerte en 1780 ; a partir de ah, bajo la direccin de su hijo Pablo, decay el peridico y desapareci en 1780. Despus de un eclipse de algunos aos, sali de nuevo a luz en 1786, con el ttulo de Diario curioso, econmico y comercial 26 y merced a un librero francs, Jacques Thvin (Santiago Tevn), que haba recomprado la licencia como mandatario en Espaa del famoso librero y editor Pankoucke27. Paul_J. Guinard, que nos informa sobre este punto28, precisa lo siguiente:

Aprs la mort de Thvin en 1787, le Diario est plus ou moins bien gr par la veuve du Franais, et contrl (on ne sait au juste quel titre), par un Alcalde de Casa y Corte, Joseph Prez Oliver.29Este ltimo personaje era probablemente lo que se llamaba el revisor, funcionario real encargado de vigilar la publicacin. Ms adelante, el investigador francs se interroga:

Qui rdigeait et composait le Diario ? Thvin, puis ses hritiers n'taient que les propritaires du journal. Quelques documents donnent les noms de compositores, ainsi, en 1788, Miguel de Manuel et Felipe David Otero (A.H.N., C[onsejos], 50 674); mais taient-ils seuls ? En 1790, le compositor tait P. A. Salanova []30Parece, pues, que Bausate fuera el eslabn ausente en la cadena de los compositores del Diario de Madrid mencionados por Guinard, entre Thvin y Miguel de Manuel31. Los 15 meses, de los que habla Mendiburu, y que Bausate ocup en la redaccin del peridico madrileo, se encajaran ah, en los aos 1787-1788.

3. Del Diario de Madrid al Diario de Lima

Imagina muy lgicamente Paul-J. Guinard excelente conocedor de la prensa dieciochesca que la fortuna del Diario debi de parecer tentadora a ms de un publicista []32. Parece, en efecto, que Jaime Bausate y Mesa no haya podido renunciar al recuerdo muy reciente, hay que confesarlo del fascinante experimento que acababa de vivir y del que ignoramos totalmente por qu y cmo acab para l. Probablemente, lo movi tambin el deseo de enriquecerse; en efecto, recuerda el profesor Guinard que la poca, es decir, la que vivi nuestro compositor en la redaccin del Diario de Madrid, fue la segunda edad de oro de la prensa espaola33 y que los peridicos dejaban en aquellos momentos buenas (y, a veces, excelentes) ganancias a sus dueos34. Parece probarlo el hecho de que, apenas desembarcado en Lima, decidi nuestro publicista lanzarse a la aventura, como si no hubiera pasado a Amrica ms que con este fin. l mismo cuenta as lo sucedido en un documento que nos ofrece Jos Toribio Medina:

[] hago presente: Que en 17 de Abril de 1790, llegu a este tan remoto clima, en donde advert, que aun habiendo muchos sabios y doctores en toda materia, permanecan en una inaccin letrgica, sin que ninguno se arrestase a publicar una obra peridica que los inquietase y pusiese en movimiento.

Visto esto determin emprender la laboriosa tarea de un diario Curioso, Erudito, Econmico y Comercial, como el que corre en esa y dems Cortes de la Europa iluminada.35Podemos notar que, por una parte, alude obviamente al Diario de Madrid (como el que corre en esa y dems Cortes de la Europa iluminada) y que, por otra parte, vuelve a utilizar, para su peridico limeo, exactamente el mismo ttulo, con la misma serie de eptetos y el el mismo orden, que el que llevaba el peridico madrileo mientras lo atenda el propio Bausate36.

Adems, en su Anlisis del Diario, en el cual, recordmoslo, expone sus intenciones, proclama la filiacin estrecha que existe entre el Diario de Lima y su antecesor madrileo: despus de explicar (pg. [1]) que la prensa peridica permite difundir las Luces y el progreso, anuncia en un segundo prrafo:

En la [Corte] de Madrid, a estmulos del gloriossimo Seor Don Carlos III (que en paz reposa), el Real y Supremo Consejo de Castilla, present un Plan compuesto de los cuatro adjetivos, curioso, erudito, econmico y comercial, y bajo de l se dio a la luz el Sbado 1. de Julio del ao 86 el Diario que hasta hoy sigue con tanta aceptacin como utilidad []37Tal presentacin responde a la necesidad de ofrecer garantas al poder: puesto que su (nuevo) peridico es un descendiente o, mejor, un hermanito de aquel hermano mayor que fue el Diario de Madrid, el apoyo oficial del que pudo aprovecharse ste no le puede faltar a su homlogo limeo, para el cual el autor pide, por este texto, la licencia de imprenta.

4. El contenido del Diario : de las intenciones a la desaparicin.

Toda la aventura haba comenzado con grande y declaradas ambiciones:

As, pues, en este Diario, cuyo fin es dispertar (sic) la aplicacin y gusto al estudio, en todas clases [d]e Ciudadanos, est el diversificar la ins[tr]uccin, en mezclar lo serio con lo jo[co]so, lo rido con lo ameno, y lo peno[so] con lo deleitable: tratar hoy de las Cien[cias] y Artes mayores, y maana de los [obje- / asun]tos del mayor mecanismo, como se [nota] en el siguiente Plan.38El autor se siente listo para arrasar los obstculos y llevar la Ilustracin a los peruanos. Y su entusiasmo est compartido por otros: el dominico Fr. Mariano Albtez, por ejemplo, exalt la iniciativa de Bausate y Mesa en una carta que le escribi y que ste se apresur a publicar entre las primeras pginas (fols. 2 a 5) del tomo I. Y el propio virrey, claro que de manera ms moderada, explicaba a posteriori en su Memoria de Gobierno :

[] dur [el Diario de Lima] dos aos y su editor dio a luz diferentes rasgos de educacin, noticias curiosas y divertidas con otros monumentos inditos, dando todo materia a instruccin, ocupacin honesta y giro domstico de los ciudadanos. En l se manifestaban las compras, ventas, alquileres, prdidas y otras cosas que facilitaban los auxilios que por falta de noticia no disfrutaban.39O sea, que la primera impresin que se desprenda era claramente favorable.

El contenido del peridico vena anunciado en la segunda parte del Anlisis, donde el autor precisaba que, despus de la agenda (fecha, santo del da, datos meteorolgicos y astronmicos), vendra una parte histrica sobre temas muy variados pero concretos:

seguir el rasgo Histrico-Crtico, siendo cada da diferente su materia, de forma que no hay Ciencia, Arte, Manufactura, Clculo, Invento, etc. que se halle exento de este Papel.40Luego se ofreceran informaciones locales: anuncios breves, espectculos, entradas y salidas de los navos, nombramientos civiles y eclesisticos de inters, textos legales, resultados de la lotera (cada lunes), datos demogrficos41. Finalmente, un peridico favorablemente recibido, como lo recalcaba la opinin del mercurista Jos Rossi y Rub:

Tiene [Lima] un Diario Econmico, que siguiendo la prudente direccion que se le est dando, extiende el Plan de los asuntos interesantes la vida sociable.42Y otro redactor del Mercurio Peruano, el gran mdico ilustrado Jos Hiplito Unanue, en un informe al virrey Gil de Taboada de 15 de octubre de 1794 sobre la prensa peridica del virreinato, insiste en el aspecto til del (entonces difunto) Diario :

[] su principal utilidad consista en la facilidad que daba al giro domstico de esta capital. Las compras, ventas, los alquileres, prdidas, etc., que para efectuar las primeras, o descubrirse las ltimas, necesitaban de parte de los interesados dar mil pasos, las ms veces infructuosos, se evitaban con slo avisar el editor del Diario, quien al da inmediato haca circular la noticia que se quera con todas las explicaciones posibles. Adems, por este medio, ocurra con mucha ms celeridad el trfico interno; entretanto que las noticias de salida y entradas de barcos y el estado de sus cargamentos, que igualmente se apuntaban, hacan ms expedita la comunicacin del externo.

Como se observa aqu, el plan anunciado fue respetado, pero no sirvi mucho, pues la empresa se vino abajo. A pesar de ser Bausate y Mesa reemplazado como compositor, en 1792, por Martn Saldaa43, el peridico no sobrevivi ms all del ao, como lo atestigua el virrey Gil de Taboada en su Memoria de Gobierno :

No obstante esta til idea, no le fue preciso al editor continuarla, por no compensar los gastos a la utilidad []44Parece ser que los lectores perdan cada da ms el inters por este peridico, cuyo autor no tena, segn palabras del virrey ya citadas, la aptitud necesaria, y las ventas se derrumbaron. Cabe precisarse, sin embargo, que esto no es un fenmeno excepcional, ni mucho menos: lo conocieron todos o casi todos los peridicos de aquella poca: a comienzos generalmente entusiastas, a los cuales concurran muchos lectores, sola suceder un cruel reflujo que dejaba a los promotores sin los fondos suficientes para que siguiera adelante la empresa45.

En el caso del Diario, fueron mltiples los motivos. Primero, se produjo un irresistible y habitual movimiento de moda, muy probablemente debido a que se publicaban entonces las listas de los suscriptores, lo que permita que la gente socialmente mal considerada se codeara, por nombre interpuesto, con la aristocracia de la colonia, como lo corrobora Fray Mariano Albtez:

Los sabios, los ignorantes, la plebe, el siglo, los claustros, los dos sexos, todos votan favor de una empresa que se hace por tantos ttulos recomendable46.

De ah que el fenmeno de adhesin al peridico fuera tan agudo como pasajero. Pero, en el caso del Diario, es probable que la razn principal de su decaimiento residiera en la baja de calidad de los artculos publicados, como lo evidencia una declaracin del mercurista Demetrio Guasque quien exclam, en 1794, a propsito de su muy amado peridico,

Infeliz Mercurio mio, [] cmo, dime, veniste ser ms chabacano que el Diario []?47Por fin, por lo que toca a este ltimo, se puede pensar que, en el origen de esos momentos decadentes, est el hecho de que muchos lectores fueron seducidos por la calidad superior de los textos del Mercurio Peruano, cuyo primer nmero haba salido de prensas el 2 de enero de 1791. Y si algunos 130 personas en total mantuvieron une suscripcin a ambos peridicos, fue con toda verosimilitud muy superior el nmero de los que se eligieron en contra del Diario, y dejaron de suscribir para pasar a su competidor.

II - La personalidad de Bausate y Mesa

1. Un periodista de profesin

No se sabe nada de las actividades profesionales de Jaime Bausate y Mesa. Como ya lo adelantamos, parece pero carecemos de pruebas que slo haya pasado al Per para lanzarse a la aventura del Diario. Probablemente despus de un fracaso personal en Madrid, donde fue sustituido en la direccin del Diario por otros de ms talentos 48. En efecto, no perdi tiempo, como si lo tuviera todo calculado de antemano: llegado a Lima el 17 de abril de 1790, public el prospecto (o Anlisis) en agosto (probablemente el 1 del mes), y previ la salida del peridico para el 1 de septiembre49; pero, como era de prever, las licencias fueron ms difciles de obtener de lo que pensaba, de ah que le fuera necesario retrasar la publicacin del primer nmero hasta 1 de octubre. Sin embargo, todo esto fue bastante rpido unos tres meses, y es evidente que tal trabajo de creacin periodstica no pudo ser obra de un novato en el oficio (basta examinar la habilidad de la argumentacin de su Anlisis); tampoco poda deberse a quien tuviera, por otra parte, una plena ocupacin profesional, porque el tipo de peridico que es un diario significa estar cotidianamente atareado, como el propio Bausate y Mesa lo explicaba en una splica al rey:

Por esta empresa tan gloriosa e interesante a la Corona, abandon las principales atenciones de mi subsistencia.50El texto al cual aludimos es una Representacin dirigida a Carlos IV, autntica relacin de mritos en la que, a cambio de su empresa til para la patria, piensa l, peda la concesin de algunas mercedes. As, solicitaba para su imprenta de la calle de las Campanas (mi oficina de imprenta51) el ttulo de Real ; tambin requera, adems de la licencia para la impresin del peridico, un privilegio para la impresin y la venta de los catecismos y libros de educacin moral52 ; pero tradicionalmente estos privilegios pertenecan a rdenes religiosas y, en particular, a los Jernimos del Escorial53; estos ltimos estaban representados en Lima por fray Diego Cisneros, uno de los ms activos mercuristas, a quien nadie se atrevera a quitar el privilegio de que gozaba. porque estaba entonces protegido por la reina Mara Luisa, esposa de Carlos IV,

En este mismo texto, Bausate y Mesa tambin mencionaba los sacrificios econmicos54 que haba tenido que hacer para poder publicar el Diario de Lima; a consecuencia de ello, solicitaba un cargo en concordancia con sus cualidades o, como escriba, una plaza correspondiente a [su] desempeo y circunstancias55. En apoyo a su pretensin aduca dos argumentos: el primero era que l era el yerno de Miguel Blanco, relator propietario de la Audiencia de Lima, al haber casado con la hija de ste, Mara Dolores Rodrguez Blanco; el segundo, de ms peso, era el que, en dos ocasiones, haba gastado toda su hacienda para publicar el Diario : no compensando las utilidades de su venta a los crecidos costos he suplido ms de mil pesos. Algunas lneas ms lejos, se quejaba an ms:

En esta empresa tan gloriosa ocupo los tiernos aos de mi juventud recordemos que no pasaba entonces de los 26 aos; y por mantenerla estoy para acabar con las cortas facultades que poseo, cuya degracia sintiera en mi corazn, por la falta que podra hacerle a mi esposa Doa Mara Dolores Blanco []562. Gran soberbia

Se ve despuntar aqu (empresa tan gloriosa) un rasgo dominante del carcter de este autor: el orgullo. Es evidentemente lgico que, en un texto de este tipo, o sea, una relacin de mritos, exponga el autor cuanto le puede ser favorable para obtener el justo pago de sus esfuerzos. Parece normal que diga y no es afirmacin totalmente errada o estrafalaria que el Mercurio Peruano es su hijuelo. Se puede aceptar que cite en su beneficio documentos, como esta carta de Fr. Mariano Albtez, en la cual el dominico dice, segn la transcripcin de Bausate y Mesa, que el Diario es proyecto magnfico, designio grande, pensamiento brillante, empresa til y necesaria, idea sublime y una obra digna de los aplausos pblicos, de los elogios de los existentes, de una gloriosa memoria en los fastos de la posteridad []57, porque no es el elogiado quien lo dice.

Pero es indecente que se haya atrevido a afirmar l mismo:

Mas (oh amantsimo monarca!) tengo la gloria de que fui el primero que escribi peridicamente en este vasto imperio. Pizarro dio a Espaa un crecido nmero de vasallos; pero brbaros e infieles. Yo presento ahora a V. R. M. C. muchos ms; pero racionales e idneos para la inteligencia y observancia de los preceptos de ambas Majestades.58Observaremos que no fue l el primero en publicar peridico, ni en Amrica, ni en Lima; otros muchos hubo antes de que l se dedicara a esta actividad. Adems, y es ms fuerte la cosa, se compara con Pizarro de dos modos: primero implcitamente, porque abri su carta diciendo que era extremeo y todos los lectores saben que era ste el origen del conquistador, y luego, explcitamente, alegando que, como lo haba hecho el famoso conquistador, l estaba dando nueva vida al Per. Pero hay ms todava, y es que se las arreglaba para pintarse como superior a Pizarro, porque, si ste dio al rey de Espaa vasallos nuevos, hace notar que slo eran brbaros e infieles, mientras l, Bausate y Mesa, ofreca al soberano muchos ms, pero racionales, o sea que cuando el aporte de Pizarro lo constituyen hombres salvajes tradicionalmente situados entre los monstruos y los hombres, l proporciona hombres autnticos, dotados de razn y aptos para volverse sbditos obedientes.

Por otra parte, es totalmente incongruente que haya expuesto la misma argumentacin que en la Representacin al rey, en un texto que no es una relacin de mritos, sino el "Prlogo" al Diario, en el que se presentaba a s mismo como el nuevo salvador del pas:

Y habiendo [en Lima] Almas tan bell[as] no ha salido una que (cuando no las ilustre) las inquie[te] y ponga en movimiento? Que una de tantas y tan duras plumas, no haya dejado el rincn de su reposo? Se cre[ye]ra que esta gloria estaba slo guardada para otro extremeo, que imitador de PIZARRO viniese a gan[ar] con su Pluma lo que ste con la Espada; No, no soy t[an] vano, aunque la suerte quiso que tambin fuese ext[re]meo: El acaso ha sido siempre origen de memorial[es] empresas.59Sobre otro tema manifestaba una vanagloria tan ridcula: para defender su obra y probar su mrito, explicaba que su peridico era muy ledo; lo que era verdad, ya que alcanz el nmero muy respetable de 409 suscriptores. Pero en vez de decirlo muy llanamente, se crey obligado a exclamar, de modo enftico, que se encontraba su Diario en los rincones ms perdidos del mundo, hasta en el rancho del indio salvaje60, lo que, dadas las condiciones de aquella poca, resulta totalmente ridculo.

Tal postura es habitual en el personaje, y coincidimos con Mnica P. Martini cuando ella escribe que

un egocentrismo casi paranoico teido de megalomana mueve a don Francisco61 a dar a cuanto emprende un valor desmedido y a suponer, por ende, que debe ser ampliamente recompensado62.

Firma de Jaime Bausate y Mesa (en Jos Toribio Medina, La Imprenta en Lima, 1584-1824, t. III

3. Consecuencias de tal postura

Evidentemente, su actitud fue contraproducente y su requerimiento de 1791 al rey concluy de manera inversa a la que esperaba y por la cual lo haba presentado. Al cabo de algunos meses, como segua sin tener respuesta, realiz un resumen de su splica (5 de agosto de 1791), que mand a Madrid para tratar de reactivar su trmite. Ah repeta los argumentos de la primera Representacin: l es el primer escritor pblico que han tenido estos dominios desde su conquista63, el Diario tiene buena aceptacin (con general aplauso y provecho sigue hasta de presente64), de l procede el Mercurio Peruano, cuyos autores reconocen pblicamente este origen65. Aada el autor que acababa de comenzar la publicacin de una descripcin del Per por provincias, que (sin pasin) ser la ms acertada que se lea66. Conclua la splica pidiendo el privilegio para la publicacin del Diario de Lima67. Poco despus, el virrey del Per reciba orden del monarca de dar su opinin sobre Bausate y su empresa; ya estbamos a 30 de junio de 179268.

Mientras tanto, Gil de Taboada haba redactado el informe pedido por Madrid sobre el periodista, dirigindolo a Pedro de Acua, ministro de Gracia y Justicia. Es texto asaz conocido69, pero merece citarse ntegramete:

Excmo. Seor.

Cumpliendo con lo mandado en Real Orden de treinta de Junio ltimo, hago presente a V. E. que D. Jaime Bausate y Mesa, editor del Diario que se estableci en esta ciudad, no ha sido suficiente ni tiene la instruccin respectiva para que la obra saliese con la perfeccin que deba, por cuya causa ha decado tanto en el da70, que ya no se costea y ser preciso que la abandone, como lo espero, muy breve; mas no por eso se experimentar71 perjuicio alguno en la falta de noticias que dicho diario deba comunicar, por hallarse stas con otros muchos rasgos de literatura en el Mercurio Peruano, cuya obra va cada da en mayor auge. En esta virtud y no siendo de consideracin los servicios que en la publicacin del expresado diario alega dicho Don Jaime, lo hago presente a V. E. en contestacin a la indicada Real Orden. Dios guarde a V. E. muchos aos.

Lima y Enero veinte de mil setecientos noventa y tres.

El 18 de agosto de 1793, el ministro Acua responda que haba informado al rey y que ste le peda que se vigilara de cerca el diario:

Por la carta de V. E. de veinte de Enero de este ao queda el Rey enterado de que D. Jaime Bausate y Mesa, editor del diario que comenz a publicarse en esa ciudad, no tiene la aptitud necesaria para continuar la publicacin de dicho peridico; Su Majestad quiere que V. E. est a la mira para que en el diario, caso que contine, se impriman especies menos conducentes o perjudiciales al bien y tranquilidad de esas provincias []72Era una condena sin apelacin posible. Antes de esto, nuestro autor haba fundado, para sostener su empresa, la academia Filopolita, de la que hablamos anteriormente. Pero parece que el apoyo de esta institucin privada no tuvo mucha eficacia, puesto que, durante el mismo ao de 1792, Martn Saldaa sustituy a Bausate en la direccin del Diario de Lima 73, lo que no impidi que antes de que el nuevo director cumpliera el ao en el cargo, haba desaparecido definitivamente el peridico, cuyo ltimo nmero conocido sali el 26 de septiembre de 179374.

III La competencia entre el Diario y el Mercurio PeruanoLa desaparicin del diario se debe claramente a la condena de las autoridades. Pero, nos parece que intervinieron otros factores, como, por ejemplo, el hecho de que su progresivo decaimiento coincidi perfectamente con el auge paralelo del Mercurio Peruano. Esto nos lleva directamente al problema de las relaciones entre ambos peridicos limeos. En efecto, la prensa peridica era un producto comercial caro, difundido adems en un medio socio-cultural bastante restringido, es decir, entre una clientela potencial poco numerosa; podra, por consiguiente, pensarse que cada ttulo fuera un competidor de los dems y que todos hubieran de darse, para sobrevivir, una guerra a cuchillo. No fue, empero, lo que pas entre el Diario y el Mercurio, por lo menos en los comienzos, ya que llegaron incluso a ayudarse mutuamente.

1. La paternidad de Bausate y la complementariedad de los dos peridicos

Primero advertimos que, siendo el Diario anterior al otro, anunci, en su entrega de 1 de enero de 1791, la publicacin del Mercurio para el da siguiente:

EL EDITOR

Deseando Yo que las materias de que se componen los rasgos del Diario sean las ms adaptables al gusto y carcter nacional, he procurado, examinando libros, recoger las que merecen esta atencin, de suerte que si El Espritu de los mejores Diarios que se publican en Europa es una reunin de especies esparcidas, tomando slo las ms importantes, el Diario que Yo presento, pues, toma y recopila el Espritu de este y otros peridicos, ha de ser precisamente recomendable entre el partido de los sensatos patriotas, fuera de que aunque no tuviera otro mrito que el de haber inquietado y puesto en movimiento a mis amados Peruanos 75, ya haba conseguido el feliz efecto que me propuse. El Mercurio Peruano, que dar principio el da de maana, llenar los deseos de todos: aquel papel y ste (aunque cada uno tiene su ramo peculiar) concurrirn mutuamente a presentar materias de instruccin, economa y deleite. Lima no menos opulenta y feraz en ingenios que Mxico, sabr mantener en pie uno y otro con la reputacin correspondiente a sus destinos.76Se notar que, como ya lo mostramos, la vanagloria del autor hace que no puede abstenerse de autoalabarse y que, por otra parte, prcticamente no presenta al Mercurio en cuanto tal, sino slo como una especie de complemento del Diario. Destaca manifiestamente en la personalidad de Bausate un rasgo dominador, un tono paternalista, confirmado por la eleccin de las palabras empleadas para designar el rgano de la Sociedad Acadmica de Lima. Ya, antes de que se conociera el proyecto de publicacin del Mercurio, escriba en el prlogo al Diario que esperaba ver un da algn hijito77 y, una vez salido a luz el otro peridico, no vacil en explicar que haba sido realizado su voto : a los dos meses que corra el Diario, produjo un hijuelo78. En ambos casos, l explicaba que este recin nacido le iba a ayud[ar] a llevar tan pesada carga79 como era el informar el virreinato.

En el nmero de 31 de enero de 1791, por fin, publicaba el siguiente poema, titulado "El Diario da las gracias a la Actriz Fernanda Beramendi, por haber elogiado a Mercurio en una chistosa cantinela":

Desde el principio, el autor del Diario puso de realce este aspecto de filiacin y complementariedad, que los propios mercuristas confirmaron, al aceptar sin vacilar la deuda intelectual que tenan hacia Bausate y Mesa:

Desde luego confesamos, que si este Papel hijo de nuestras solas meditaciones, y de nuestro solo exfuerzo (sic), llega ser til la Patria y la Nacin, el principio de la gratitud es debido al Editor del Diario.84Pero, si admitan lo que deban a su antecesor limeo, se aprovechaban de estos agradecimientos que le dirigan, para afirmar contundentemente que el Mercurio era hijo de sus propias obras (hijo de nuestras solas meditaciones y de nuestro solo exfuerzo); lo que no era obstculo para atribuirle a Bausate las alabanzas que mereca por haber tenido antes que ellos la idea, o mejor, el nimo de publicar un peridico en Lima:

[] el Anlisis que Don Jayme Bausate hizo preceder la publicacion de su Diario curioso, nos franque un camino plausible, para hacer pblicas y tiles nuestras tareas.85Sobre todo que se dieron rpidamente cuenta de que los temas que ellos queran abordar no los publicaba su predecesor, por ser ste ms ligero; observaron que eran asuntos de los cuales, desde haca meses, ellos trataban en las reuniones de la Sociedad Acadmica de Lima:

Vmos, que aquella obra dexaba un hueco bastante para las materias que se agitaban en nuestros discursos Acadmicos.86La complementariedad entre ambas publicaciones era evidente y fue proclamada por los mercuristas desde el Prospecto del Mercurio :

Quiero lisongearme escriba ah el autor, que los Amantes de la felicidad, y de la ilustracion pblica aceptarn con agrado los esfuerzos de mi empresa, y procurarn fomentarla con su adhesion. De este modo puede al mismo tiempo prosperar el Diario Curioso, que publica con el mejor acierto Don Jayme Bausate y Mesa. Aquel Papel, y este se dan la mano, y mutuamente se auxlian: El uno con la publicacion diaria de las noticias del momento, y acaecimientos del Pais har apreciables las ideas generales, y literarias de mi Proyecto; y este contribuir al mas copioso despacho de aquellas nociones, que inmediatamente interesan al Pblico. Sin que seamos reciprocamente Plagiarios, ni Antagonistas, puede uno exforzarse por su parte en merecer la aprobacion de quien se digne leernos.87Tal profesin de fe se hizo realidad. Tenemos un buen ejemplo con el caso de la academia del marqus de Castel-dos-Rius, a cuyo propsito anunciaba el Mercurio del 24 de febrero de 1791:

El Diario Erudito se ocupa actualmente enriqueciendo al Pblico con dar luz las obras poticas que se componian en aquella Academia. Como los verdaderos Eruditos aprecian la coleccion de estos preciosos rasgos, nos hemos tomado la libertad de publicar esta noticia que servir de esclarecimiento las citadas poesias []88Y efectivamente, mientras el diario publicaba, en febrero de 1791, una especie de antologa89 de los mejores poemas ledos en las tertulias de literatos, que aquel virrey reuna en su palacio por los aos 1709-1710, el Mercurio ofreca a sus lectores que en no pocos casos lo eran de ambos peridicos la historia de la academia en la que fueron presentados por primera vez dichos textos90.

2. De las disensiones al triunfo del MercurioPero dur poco dicha armona. Ya, en el nmero de 27 de enero de 1791, el Diario haba dado la palabra a un Estudiante Novicio que, muy probablemente, ni era estudiante ni novicio, pero s fue el primer crtico del Mercurio Peruano 91. Jaime Bausate y Mesa no vacilaba en avisar que, de ah en adelante, aceptara cuantas cartas se le dirigieran, que criticasen su propio peridico o su mulo92. Fue lo que hizo, diez das ms tarde, al publicar otro ataque antimercurista firmado por un tal Lanzarote Cascabeles93. Por ms que hiciera para abrir sus pginas a la Sociedad Acadmica para que ella se defiendiera94, quedaba envenenada para siempre la atmsfera entre ambos peridicos.

La ruptura se volvi definitiva con el caso del barril amalgatorio. Se trataba de una nueva tcnica de depuracin del mineral de plata que, a pedido del rey, intentaban implantar los mineralogistas alemanes de la expedicin dirigida por el barn de Nordenflycht. El Mercurio, enemigo de la rutina y entusiasta con las novedades cientficas y tcnicas, publicaba con gran regularidad los resultados de los experimentos realizados en Potos, aportando as su apoyo material y moral a la empresa. De su lado, el Diario de Lima public una serie de artculos, firmados por un tal Pseudoserrano, en los que, a nombre de la tradicin, considerada como ms segura, el autor criticaba con cierta vehemencia los trabajos de los sabios sajones95. Durante algn tiempo, el Mercurio no hizo ningn comentario, pero, despus de un largo silencio, contest al Diario con la pluma de uno de los mineralogistas alemanes, Johann Daniel Weber, Director de las Minas de Potos; la conclusin de este largo artculo96 era feroz para el diario y explica, quizs, parcialmente su desaparicin, porque la expedicin Nordenflycht, no lo olvidemos, haba sido organizada y financiada por las autoridades peninsulares97:

Yo me persuado se halla hoy lleno de lisonja con sus Diarios, imaginando ha hecho uno de los mejores servicios la Nacion: pero yo le aseguro que apnas podr servirle de un breve almanaque, capaz de formar unos hombres devotos, pero no mineralogistas.98De hecho, tena razn Bausate y Mesa, y sabemos ahora, gracias a la investigacin, que esta empresa fue un fracaso99, pero lo que se ha de considerar es que, en una poca en que las autoridades no dejaban de insistir sobre la nocin de utilidad y reinaba el despotismo ilustrado, pronunciarse en contra de las opciones gubernamentales era suicida e implicaba condena sin apelacin para el diario.

Todo esto permite, pues, entender por qu, unos aos ms tarde, el mercurista Demetrio Guasque lleg a tratar a su antiguo competidor de chabacano100. El virrey quien, ya lo vimos, haba juzgado muy duramente a Bausate y Mesa, no hizo por consiguiente ningn gesto para sostener al Diario, que ya no le serva para nada al poder central, puesto que en el momento en que se iba abajo, estaba el Mercurio en su apogeo. Gil de Taboada lo admita abiertamente en el informe ya citado, que diriga al ministro Pedro de Acua el 20 de enero de 1793:

[] ha decado tanto en el da que ya no se costea y ser preciso que [esta obra] la abandone [su autor], como lo espero, muy en breve; mas, no por eso se experimentar perjuicio alguno en la falta de noticias que dicho diario deba comunicar, por hallarse stas con otros muchos rasgos de literatura en El Mercurio Peruano, cuya obra va cada da en mayor auge.101El Diario de Lima, pues, no slo ya no presentaba cualquier inters para la autoridad, sino que, incluso, se haba vuelto molestoso al atreverse a criticar proyectos oficiales, como la expedicin Nordenflycht que, insistimos, gozaba de la real proteccin, y que, como toda la cuestin minera, mereca la minuciosa atencin del ministro Jos de Glvez102.

A pesar de todo, queda obvio que el Diario fue, durante algn tiempo, un peridico til, de buen aprecio, y complementario del Mercurio (como lo prueba el hecho de que buen nmero de suscriptores se encuentran en las listas de ambas publicaciones). Prueba a posteriori de su utilidad fue el proyecto, iniciado por los mercuristas, de publicar, tras la desaparicin del diario, una hoja de avisos que dara al pblico limeo las informaciones locales que ofreca hasta ah el Diario :

NOVEDAD

El Pblico reclama por la parte del Diario que contenia las noticias peculiares esta Capital, porque no encuentra vehculos por donde enterarse de los esclavos, fincas, amas de leche, prdidas de alhajas y muebles que necesita freqentemente adquirir expender. Por tanto, deseando la Sociedad Acadmica ocurrir este servicio, ha resuelto apropiarse la publicacion de semejantes noticias en una hoja suelta que dar luz cada dia de Mercurio, si este su primordial Peridico recibe dentro de quince dias el pequeo aumento de 25 Subscriptores, con cuyo contingente pueda ocurrir los costos de la pretendida hoja til.103Vemos ah que el triunfo del Mercurio es completo, puesto que se complace en explicar que lo nico que echa de menos el pblico limeo con la desaparicin del Diario es su parte prctica; lo que sobreentiende que, por lo que se refiere a la parte narrativa y reflexiva, est el Mercurio para compensar. Como no se trat nunca ms de este asunto, nos es forzoso pensar que fall el proyecto. Pero lo que es de notar es la voluntad de los mercuristas de sustituirse totalmente a su desgraciado rival.

Eplogo

1. Buenos Aires y el Telgrafo mercantilJaime Bausate y Mesa debi sentir muy amargamente la cada de una empresa a la que se haba lanzado lleno de ilusiones, porque crea en su idea. Por otra parte, haba hecho todo lo que poda para naturalizarse en el Per, como lo prueban algunos hechos: al editar su peridico, se dirigi a sus amadsimos Peruanos y present como un deber patritico el informarlos104; calific la Sociedad que fund para ayudarlo en su tarea de Filopolita, es decir, "amiga de la Ciudad", siendo sta obviamente la Ciudad de los Reyes o Lima. Por otra parte, cas con una peruana, y, a fines de 1792, se incorpor a las milicias locales, gradundose de coronel105, obteniendo la direccin del Regimiento Provincial de Infantera de Aragn en el reino del Per106.

Ante este fracaso, emprendi una reconversin socioprofesional; adems de ingresar en las filas de las milicias urbanas y subir los escalones hasta alcanzar el grado que acabamos de mencionar, se dio paralelamente a la carrera minera, segn un esquema frecuente en aquella poca: un personaje peda el derecho de explotar un yacimiento, volvindose as en minero, y al mismo tiempo tena una actividad complementaria en las milicias o el ejrcito, como lo muestran, entre otros, los casos peruanos de Antonio Ramn de Aranda, Pedro Manuel Bazo, Jos Coquette y Fajardo, Juan Fermn de Errea, Francisco de la Fuente y Loayza, el marqus de la Real Confianza107 y otros.

El fracaso probable de su implantacin personal y profesional lo impuls a probar fortuna en otra regin del imperio: pas a Buenos Aires, recobrando en la circunstancia su verdadero nombre de Francisco Antonio Cavello y Mesa. El 6 de noviembre de 1800, reciba, por intermedio del Regente de la Audiencia, Benito de la Mata Linares, la licencia del virrey marqus de Avils, para publicar un peridico108.

Fue el Telgrafo mercantil, rural, poltico, econmico e historiogrfico del Ro de la Plata, cuyo primer nmero sali a luz el 1 de abril de 1801 y del que se publicaron 110 nmeros, hasta el 27 de octubre de 1802. Fue aleccionadora la experiencia periodstica en el Per, puesto que, si el autor segua ms o menos con la misma temtica que con el Diario de Lima, adopt, por otro lado, conceptos tomados del Mercurio Peruano, como la publicacin bisemanal y la creacin de una Sociedad Patritica, cuyo fin consista en agrupar a los ilustrados de la colonia, para tener, adems de su respaldo social y econmico, informadores y redactores para el peridico; y efectivamente, ste se aprovech de textos escritos por preclaros escritores, poetas, pensadores, historiadores y cientficos rioplatenses, como el den Funes, Manuel Jos de Labardn, Manuel Belgrano, Tadeo Haenke, Pedro Vicente Caete y otros muchos. Pese a estos esfuerzos y al apoyo de las autoridades locales, tampoco esta vez logr Cabello y Mesa el equilibrio financiero y tuvo que abandonar el periodismo, pasando a la abogaca. Probablemente, desempe algn papel el hecho de que llegara a descubrirse que nuestro publicista era un plagiario. Apoyndose en los trabajos de Mnica P. Martini, Pablo Rodrguez Leirado resume as este aspecto del redactor del Diario de Lima:

Es notable la cantidad de artculos plagiados de peridicos europeos como el Diario de Madrid, el Espritu de los mejores diarios, el Cajn de Sastre, el Memorial literario, o El Filsofo a la moda y otras fuentes como cartas o libros. [] Sin embargo, en el caso de Cabello, lo que fundamentalmente agrava su actuacin es que hace pasar por propio textos ajenos109.

Si aadimos que parece haber sido tambin de genio bastante displicente y autor de letrillas satricas, de dudoso buen gusto, segn palabras de una investigadora contempornea110, se entiende mejor que con el Telgrafo mercantil haya reincidido en el fracaso periodstico.

Cuando se verific la segunda invasin inglesa de Buenos Aires (agosto de 1807), se propuso Cabello y Mesa para ir a defender Montevideo ; herido durante el sitio, cay en manos britnicas, que lo llevaron prisionero a Inglaterra. Libertado en 1808, pas a la Pennsula, donde particip en la batalla de Bailn. Pero, al afianzar su trono Jos I, nuestro ex-periodista se acerc al vencedor provisional y usurpador, que le otorg la Orden Real de Espaa y le concedi un cargo de administrador de las famosas minas de Almadn, donde se instal hasta 1812. Al vencer los aliados, Cabello y Mesa tuvo que refugiarse en Francia, con los dems afrancesados: en Burdeos, primero (1813), y luego en Pars (1814) 111. El final de su existencia es bastante incierto.

2. Un personaje ambiguo

Lo que sobresale de la vida de este personaje es su cara misteriosa o ambigua. Fernando Snchez Zinny dice respecto a esto:

Mnica P. Martini, en un completsimo trabajo reciente112 echa abundante luz sobre don Francisco y explica, casi sin lugar a dudas, las reticencias que porfiadamente han rodeado su memoria, a la vez que aclara ciertos equvocos tradicionales. Por ejemplo, que no era extremeo sino de Castilla la Nueva; que no pereci ejecutado sino que su rastro se pierde despus de 1831 y que nada tuvo que ver con la redaccin castellana de The Southern Cross, durante la ocupacin britnica de Montevideo113.

Aadiremos que las aproximaciones a su respecto empiezan con su fecha de nacimiento: de una declaracin del propio Bausate y Mesa hemos deducido que haba nacido en 1765, pero la profesora Martini descubri que vino al mundo en el ltimo cuarto de 1764. Estudi Filosofa y Derecho en universidades de la Pennsula, pero ignoramos si obtuvo algn grado o si interrumpi la carrera. Viaj a Amrica en la fragata mercante San Pedro, pero la misma investigadora dice no haber logrado ubicar su nombre en las listas de pasajeros a Indias conservadas tanto en el Archivo Histrico nacional de Lima como en el Archivo General de Indias de Sevilla. Podemos aadir que tampoco sabemos por qu ha dejado de redactar el Diario curioso de Madrid y el Diario de Lima, en qu circunstancias ha dejado Espaa en 1790, por qu tom el seudnimo de Jaime Bausate y Mesa al llegar al Per y recobr su autntico nombre al pasar a Buenos Aires, etc. Es decir que quedan todava por resolver bastantes enigmas relativas a este personaje, amn de disear su ideario mediante un estudio apretado de los textos que escribi en los peridicos que se anim a publicar.