c1-tema 02 baudelaire
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TEORIA E HISTORIA DEL ARTE Iprimeras vanguardias
Profesora: Maia Creus
TEMA II
Baudelaire y el artista de la vida moderna
Charles Baudelaire, Paris (1821-1871)Poeta y crítico de arte
Sus teorías entorno al arte se consideran los primeros textos de la modernidad.
En sus escritos confluyen y se entrecruzan diversas problemáticas que conciernen al mundo de la producción intelectual y sus interferencias con las cosmologías existenciales.
El argumento central de sus escritos teóricos es la odisea del artista moderno
BAUDELAIRE Y EL ARTISTA DE LA VIDA MODERNA
• Ch. Baudelaire. Poeta y crítico
“El espectáculo de la vida elegante y de las millares de existencias que circulan por los subterráneos de una gran ciudad, nos prueban que nosostros no tenemos más que abrir los ojos para conocer nuestro heroísmo. La vida parisién es fecunda en temas poéticos y maravillosos. Lo maravilloso nos envuelve y nos empapa como la atmósfera; pero no lo vemos”.
Ernst Ludwig Kirchner, Plaza de Berlín, 1912
Conrad Felixmüller, Distrito Ruhr, 1920
William Degouve, Nocturno en el Parc Royal, 1897
Gino Severini, Primavera a Montmartre, 1908
Stanley Cursiter, Lo que se siente al cruzar una calle, 1913
Wassily Kandinsky, Delante de la ciudad, 1908
BAUDELAIRE Y EL ARTISTA DE LA VIDA MODERNA
• Ch. Baudelaire. Poeta y crítico
“ He encontrado la definición de lo Bello, de lo para mí Bello. Es algo ardiente y triste, una cosa un poco vaga, que abre paso a la conjetura. Yo no pretendo que la Alegría no pueda asociarse con la Belleza, pero digo que la Alegría es uno de sus adornos vulgares, mientras que la Melanconía es, por decirlo así, su ilustre compañera, llegando hasta el extremo de no concebir un tipo de belleza donde no haya dolor”.
Marcel Gromaire, La plaza blanca, 1926
Otto Dix, Calle de Praga, 1920
Ludwig Meidner, Paisaje apocalíptico, 1913
George Grosz, Metrópoli, 1916-17
Baudelaire:
“El vértigo que producen las grandes ciudades es análogo al que se siente en el seno de la Naturaleza. Delicias del caos y de la imensidad”.
Baudelaire es el primero que concibe la metrópolis –y la masa anónima a ella unida- como un objeto artístico.
Umberto Boccioni, Fuerzas de una calle, 1911
En la transposición de los valores realizada porBaudelaire, una Nueva Naturaleza, la metrópolis, ocupa el lugar de la antigua Tierra. El territorio aparece salvaje y por conquistar: es caos, es inmensidad.
Albert Birkle, Calle, 1923
No es casual que la “jungla del esfalto” se pueble de tribus pintorescas, cada una con su propia lengua y sus propias costumbres, hábitos, modas, sistemas de guerra y sistemas de parentesco.
Baudelaire:“En la metrópolis reaparece el tupido tejido por áreas más o menos asilvestradas que caracteriza a la viejaNaturaleza. Delicias del caos y de la inmensidad”
Albert Birkle, Bajo las banderas rojas, 1921
Baudelaire reflexiona sobre el anonimato de las masas ciudadanas y las incluye como elemento de sus poemas. En esta comprensión lírica jugó un papel esencial su experiencia durante la revolución de 1848
Su baño de multitudes durante el período revolucionario, dio nacimiento a un signo artístico enteramente nuevo.
Jules Adler, La huelga en la Creusot, 1900
Maximilien Luce, El suburbio de Montmartre, 1887
Théophile Steinlen, Paisaje de fábricas, 1895
Nikolaus Braun, Escena de calle en Berlín, 1921
Baudelaire: “Embriaguez religiosa de las grandes ciudades. Panteismo. Yo soy todos; todos son yo. Torbellino”
Baudelaire:
“¿Quién no ha soñado en sus días de mayor ambición con una milagrosa prosa poética, musical pero sin ritmo ni rima, lo bastante flexible y brusca como para adaptarse a los impulsos líricos del alma, a las ondulaciones del alma, a los sobresaltos de la conciencia? Este ideal nace sobre todo de la vida de las enormes ciudades, del cruce de sus inombrables relaciones”.
W. Kandinsky, La plaza Roja, 1917
Gerardo Dottori, Sobrevolando el país a tres cientos kilómetros por hora, 1930En el tiempo clásico y
romántico, no se concibe el presente como tiempo del arte; lo propio del arte es la eternidad = representación de un momento de la razón, del concepto o de la historia. Un tiempo, pues, ideal.
Baudelaire:
“El placer que obtenemos de la representación del presente se debe, no sólo a la posible belleza que lo recubre, sino también a su cualidad esencial de presente”
George Grosz, La calle, 1915
Baudelaire es el poeta del instante o el tiempo de la duración.
El infinitesimal “abrir y cerrar de ojos”, la instantánea, lo fugitivo, lo contingente, lo transitorio.
Para el arte clasico es lo indigno de ser representado; es lo “impresentable”.
Para Baudelaire, este tiempo fugaz constituye las coordenadas del arte.
Fernand Léger, Techos de Paris, 1912
Frits van den Berghe, Retrato de Edward Anseele, 1932
Joaquín Torres García, Calle de Nueva York, 1920En el paisaje clásico el espacio era intemporal.
En la metrópolis, el espacio está construido por la muchedumbre.
El artista de la vida moderna es un intérprete de las masas, dotándolas de una significación efímera y cambiante, instantánea y constante.
El sublime moderno es la experiencia de este tiempo huidizo, la amenaza del olvido, de una felicidad no vivida…
Alexandre Bogomazov, Tranvía, 1914
Baudelaire:
“No todo el mundo puede tomar baños de muchedumbre; gozar de la muchedumbre es un arte. El paseante solitario y reflexivo logra una singular embriaguez en esta comunión universal”.
El paseante es una figura lírica en la poesía contemporánea.
Joaquín Torres-García, Composición Vibracionista, 1918
Baudelaire, halla la representación más adecuada de la actualidad, precisamente, en aquella menos “artística”, según la acepción tradicional del término.
El “pintor de la vida moderna” escoge en cambio, una plasmación más “improvisada” como crónica inmediata, boceto rápido de lo recién vivido.
Rafael Barradas, Calle de Barcelona a la 1 en punto, 1918Baudelaire
somete la vida en la capital a una experiencia de lo “sublime”, concepto que remite al arrebato, a la excitación, al ebrio extravío.
La ciudad, descompuesta en sus elementos constituyentes (calles, multitudes, cafés, jardines, prostitutas, lisiados, militares…), configura una nueva belleza, doble, atormentada, huidiza, camaleónica…
George Grosz, Suicido, 1916
Baudelairese enfrenta al reconocimiento de esta nueva constelación de la experiencia, compuesta por fenómenos vitales y reacciones subjetivas.
Toma conciencia que lo “sublime”; “el mas allá del umbral” no se da en ningún lugar con mayor inmediatez que en la ciudad, verdadero reino “de lo desconocido”; la “jungla contemporánea”.
Rafael Barradas, Composición vibracionista. Barcelona, 1918
En el texto: “Del heroísmo de la vida moderna”, Baudelaire sostiene que cada tiempo histórico posee una belleza consubstancial capaz de fundar, así, la imprescindible relatividad de los valores.
Fernand Léger, Los círculos de la ciudad, 1920Baudelaire:
“El dandismo no es, como muchas personas irreflexivas tienden a creer, un gusto exagerado por el porte y la elegancia material, estas cuestiones, para el dandy, sólo son un símbolo de la superioridad aristocrática de su espíritu”.
El “dandy” es una figura arquetípica del artista moderno, quien quiere distinguirse de la masa mecanizada exibiendo señales que le desmarcan del mundo del trabajo.
BAUDELAIRE Y EL ARTISTA DE LA VIDA MODERNA
• La Modernidad según Baudelaire– Todo poeta y artista está obligado a expresarse mediante
la invención de un mundo sensible y coherente.– Pero ningún artista sacrifica los sentidos para dar vida a
su entendimiento.– Baudelaire inventó un cierto “extremismo de los sentidos”
que será el fundamento del arte moderno:• ninguna idea o moral “a priori” debe anteponerse a la
expresión.• Por el contrario, la invención de un mundo sensible debía
darse dentro del universo cerrado del arte.• Los mundos inventados por el arte tenían como meta excitar
la imaginación y dar vida a un Idea.• Esta Idea no es intelectual sino que surge desde (y en) la
experiencia poética (expresiva) del mundo.– “El extremismo de los sentidos” como fundamento del
arte moderno = predominio de la imaginación por sobre de la memoria.
BAUDELAIRE Y EL ARTISTA DE LA VIDA MODERNA
• Imaginación y memoria
– La invención de la fotografía coincidía con la pintura más fotográfica, exacta y vacía que jamás se hubiera conocido.
– Baudelaire detestaba la fotografía porque destruía toda capacidad de imaginar el pasado.
– La imaginación, facultad opuesta a la memoria, construiría esos mundos que nunca fueron, pero que podrían ser.
– Pero esos mundos imaginados o transformados por la imaginación, no son utopías. Son mundos habitados porque surgen de los afectos y los sentidos.
– En la obra de un poeta o pintor cuanto más ampulosa y académica menos se deja oír “esa voz del mundo vivido”.
– Baudelaire criticó la pintura de su época y también la fotografía porque ambas anteponen la memoria delante de la imaginación.
– Baudelaire defendió otra pintura posible: la “pintura moderna”, creada desde la exaltación de los sentidos.
BAUDELAIRE Y EL ARTISTA DE LA VIDA MODERNA
• La Modernidad según Baudelaire– Mientras otros inventaban la fotografía, Baudelaire
inventaba la modernidad.– Baudelaire llamaba “modernidad” = a un deseo perpetuo
de novedad.– Con Baudelaire, la palabra “moderno” cuyo significado
etimológico es “lo que acaba de suceder”, pasa a significar “lo que todavía no es”, “lo insólito”.
– En sociedad industrializada del S XIX, Baudelaire adivinó el comienzo de una era en la que cada clase social exigiría una cultura propia y separada, sin posibilidades de centros comunes.
– El artista (un paseante en medio de la ciudad) descubre un espacio anónimo pero repleto de vida trepidante.
– En medio de la ciudad, el artista puede confundirse con la masa. Desaparece como autor para fundirse en una experiencia vital inmerso en la ciudad.
BAUDELAIRE Y EL ARTISTA DE LA VIDA MODERNA
• La Modernidad según Baudelaire– Con el impulso de la negación del autor, Baudelaire abre
cien años de futuro artístico.– La “desaparición del autor” refuerza la presencia del
“lenguaje” poético/artístico.– Baudelaire dictamina que el lenguaje es libre y el autor
sólo su transmisor.– La creación, pues, surge de la identificación entre
lenguajes y el contenido (realidad objetiva y realidad subjetiva).
– El artista no es un inspirado, como soñaban los románticos, ni un sabio, ni un moralista. El artista es un poeta.
– El poeta/artista, inspirado en la urbe contemporánea, es un creador de mundos.
– Baudelaire reacciona delante el éxito social de la fotografía con la búsqueda de nuevos modos de expresión.
BAUDELAIRE Y EL ARTISTA DE LA VIDA MODERNA
• La Modernidad según Baudelaire– El artista debe conquistar un nuevo estatuto aceptable,
después que la fotografía le había lanzado a la sensación de inutilidad.
– Enfrentado a la experiencia compuesta de fenómenos vitales y reacciones subjetivas, el artista descubre lo “sublime” de la ciudad moderna.
– Para el artista moderno, la Naturaleza ha muerto. O más bien, ahora vive en París, selva, cumbre, estepa, mil veces sobrecogedora. En sus calles y barrios vive “lo hasta ahora desconocido”.
– La vida en la urbe moderna propicia la experiencia de lo “sublime”: arrebato, excitación, extravío. La nueva experiencia veloz, huidiza, mutable, inaprensible y siempre mutante de la ciudad.
– El nuevo sublime es la experiencia del tiempo vital siempre huidizo, pero eternamente agazapado en nuestra sensibilidad.
BAUDELAIRE Y EL ARTISTA DE LA VIDA MODERNA
• La Modernidad según Baudelaire– El nuevo sublime es un pacto con lo irreal, con el “otro”
mundo de la experiencia, con lo desconocido, teorizado por Freud, como el “lado oscuro de la conciencia”.
– El pintor de la vida moderna:• es el que llena de significado cualquier “rincón de la ciudad”.• el que se complace en colmar de significados espirituales los
instantes siempre efímeros, de la vida.• el que descubre en cada instante su belleza oculta: “la vida
es fecunda en temas poéticos y maravillosos, pero no lo vemos”.
• es viajero y cosmopolita. Un hombre de mundo: ciudadano espiritual del universo.
• la curiosidad es el punto de partida se su genio. • se complace en vivir en medio de la multitud.• aspira con deleite todos los gérmenes y todos los efluvios de
la vida.• como un niño todo lo ve como novedad. El genio no es más
que la infancia recobrada a voluntad, para expresarse.
BAUDELAIRE Y EL ARTISTA DE LA VIDA MODERNA
• La Modernidad según Baudelaire– El artista moderno es un solitario dotado de una
imaginación activa, siempre viajando a través “del gran desierto de hombres”.
– Tiene un fin elevado. Busca ese algo que llamaremos “Modernidad”:
• Se trata de extraer la moda (el presente) lo que pueda tener de poético.
• de obtener lo eterno de lo transitorio.• de contemplar la vida sin preocuparse de tener un oficio para
expresarla.• el resultado es una originalidad impactante, que no se
preocupa por parecer bárbara ni ingenua.
“LA MODERNIDAD ES LO TRANSITORIO. LO FUGITIVO, LOCONTINGENTE, LA MITAD DEL ARTE, CUYA OTRA MITAD ESLO ETERNO Y LO INMUTABLE”.
Félix de Azúa
“El objeto del arte occidental es la representación contínua de espacios, tiempos y sujetos en articulación. Cada representación da lugar a un objeto implicado en nuestro mundo: Hay un objeto y ese objeto es descubierto por el arte. En la versión moderna, esta fórmula se invierte: Hay un objeto y este objeto nos descubre el arte”.