BUENAS PRÁCTICAS EN EL USO Y MANIPULACIÓN DE GASES

REFRIGERANTES EN EL SECTOR DE LA REFRIGERACIÓN Y CLIMATIZACIÓN

Instaladores y Mantenedores

Con el apoyo de

GASES REFRIGERANTES Y CAMBIO CLIMÁTICO

Los gases refrigerantes más comunes son los clorofluorocarbonados (CFC), hidroclorofluorocarbonados (HCFC), hidrofluorocarbonados (HFC), perfluorocarbonados (PFC) y el hexafluoruro de azufre, (SF6).

Todos ellos son considerados gases de efecto invernadero, GEI, por su capacidad para retener grandes cantidades de radiación en la atmósfera terrestre, provocando el calentamiento global. Además, los gases refrigerantes con contenido en cloro, CFC y HCFC, están altamente limitados debido a que son considerados sustancias agotadoras de la capa de ozono, SAO, pues catalizan la destrucción del ozono estratosférico permitiendo que una gran cantidad de radiación UV llegue hasta la superficie terrestre.

MANIPULACIÓN Y GESTIÓN DE REFRIGERANTES

Los refrigerantes deberán ser manipulados, recuperados y/o eliminados de manera segura por profesionales habilitados, evitándose en todo momento el daño a personas y la emisión de los mismos a la atmósfera.

Todo el personal que realice actividades que impliquen la manipulación del gas o de los circuitos que lo contengan, debe estar en posesión de

un certificado profesional, que dependerá de la carga de gas fluorado de los equipos con los que operen.

Las empresas de mantenimiento e instalación son responsables de la entrega de dichos gases fluorados de efecto invernadero en un gestor de residuos autorizado.

Todas las operaciones realizadas, adquisición, cesión, carga del sistema, recuperación y entrega a gestor deberán ser recogidas en un libro de registro, incluyendo la cantidad de gas involucrada en el proceso.

El correcto tratamiento de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos también contribuye a la buena gestión final de los gases de efecto invernadero que pudieran estar contenidos en los sistemas de refrigeración, así como en las espumas aislantes de poliuretano.

INSTALACIÓN Y SUSTITUCIÓN DE GASES REFRIGERANTES

El sistema de recuperación/extracción de gases refrigerantes de un aparato de refrigeración o aire acondicionado debe ser hermético, siendo su rango de presiones de trabajo desde los 0,3 hasta los 0,6 bar absolutos.

Tras la recuperación/extracción segura del refrigerante se comprobarán todas las mangueras y conductos del sistema de recuperación sensibles de albergar restos de refrigerante, realizando una purga de las mismas.

Durante el almacenamiento de dichos gases recuperados/extraídos no se deberá sobrepasar la capacidad máxima del recipiente contenedor, siendo dicha capacidad el 80% del volumen total a temperatura ambiente.

Es obligatorio contabilizar, en masa o en volumen, la cantidad de gas nuevo que es introducido en el sistema de refrigeración o aire acondicionado.

La carga de refrigerante debe realizarse en las zonas de baja presión de la tubería, entendiéndose como éstas, aquellas zonas de la tubería que se

encuentren después de una válvula de corte, mientras que las zonas de alta presión serán aquellas que se encuentren antes de dicha válvula.

Antes de realizar la carga del refrigerante en el recipiente se debe comprobar que dicho envase está limpio y vacío, además de que éste sea óptimo para el almacenamiento de dichos gases refrigerantes, sin desperfectos físicos y libres de corrosión.

Los refrigerantes sólo se podrán introducir en los sistemas de refrigeración después de haber efectuado las pruebas de estanqueidad y presión, nunca en un sistema con una presión superior. El retorno del refrigerante puede provocar errores de carga y sobrellenar los envases, pudiendo producirse explosiones.

Se comprobará, antes de cada sustitución, que el nuevo refrigerante es adecuado para el circuito y compatible con todos los materiales.

Cuando se realice la sustitución de un gas refrigerante se debe asegurar que el refrigerante original haya sido completamente recuperado y entregado a un gestor de residuos autorizado.

Las líneas de carga deberán ser lo más cortas posible y estar provistas de válvulas de seguridad, evitando así el uso de mangueras excesivamente largas.

Los envases de gases refrigerantes deberán abrirse con precaución y lentitud, desconectándose del sistema una vez finalizado el llenado o vaciado de los mismos. Se vigilarán las presiones del circuito antes y después de la válvula de corte.

No se podrán descargar gases refrigerantes a la atmósfera con la finalidad de disminuir la presión en el interior del envase del refrigerante.

Los gases refrigerantes se almacenarán únicamente en recipientes destinados a las características y calidades de cada gas en concreto.

Los recipientes deberán identificarse correctamente en el exterior, indicando las características de cada gas.

No se recomienda el uso de mezclas refrigerantes, porque cuando se produce una fuga del gas el refrigerante pierde sus propiedades originales. En este caso no podría repararse la fuga, sino que se tendría que renovar la mezcla de todo el circuíto de refrigeración.

Hay que prestar especial atención a las refrigerantes de la serie 400 ya que son mezclas en diferentes proporciones. Y por lo tanto son un ejemplo del perjuicio que acarrea la utilización de mezclas refrigerantes en el momento de reparar una fuga.

Las fugas reparadas se deben inspeccionar según el tipo de sustancia, estableciendo un plazo máximo de 30 días para los fluorados y de 14 días para los clorados.

REVISIÓN, MANTENIMIENTO Y DETECCIÓN DE FUGAS

La correcta manipulación de los gases refrigerantes contenidos en circuitos de refrigeración industrial o aparatos de aire acondicionado es responsabilidad de la empresa de mantenimiento e instalación de los equipos de refrigeración y aire acondicionado, realizándose supervisiones y un mantenimiento tanto preventivo como correctivo, comprobación documental y general del sistema, disponiendo de todo el material y los medios necesarios. Asimismo, una vez finalizada la vida útil de

Los residuos de gases refrigerantes solo se pueden almacenar un máximo de 6 meses.

la instalación, se procederá a su descontaminación recuperando el refrigerante y los demás elementos contaminados antes de proceder al desmontaje final.

La contratación de la empresa mantenedora será obligación última del titular del equipo de refrigeración industrial o aire acondicionado, como responsable del buen funcionamiento técnico de los equipos, y se establecerá por medio de un contrato de mantenimiento en el que se especifiquen las tareas a realizar.

Desde el punto de vista de las revisiones y el mantenimiento, los equipos serán revisados periódicamente de manera que se cumpla lo siguiente:

• Los aparatos con sistemas sellados herméticamente y que contengan menos de 6 kg de gases fluorados están exentos del control periódico.• Los aparatos NO herméticos que contengan gases fluorados a partir de 3 kg y los aparatos con más de 30 kg de gases fluorados, herméticos o no, se revisarán cada 12 meses.• Los aparatos con más de 300 kg de gases fluorados con sistema obligatorio de detección de fugas deberán revisarse cada 6 meses. • Siempre que se realicen reparaciones en las instalaciones se comprobará posteriormente el correcto funcionamiento de equipo, constando así en el libro de registro de la instalación.• Los aparatos nuevos se revisarán en el momento de su puesta en servicio.• En el caso de fugas se realizará la comprobación de la estanqueidad de los

Con carga de refrigerante superior a 3.000 kg y con una antigüedad superior

a 15 años

Al menos cada 2 años

Generales

Mínimo cada 5 años

Revisión de instalaciones

circuitos y la búsqueda de las áreas o puntos de pérdida de fluidos. » Comprobación preliminar de la instalación para detección de fugas: prestar

especial atención a posibles ruidos o vibraciones anormales, formación de hielo o baja capacidad de enfriamiento. También se remarca la importancia de la supervisión para la detección de daños en los componentes del sistema, como corrosión o malfuncionamiento de elementos de seguridad. » Detección de fugas por métodos directos: se aplicarán disoluciones

adecuadas para identificar el lugar de la fuga, o bien la detección manual o por ultravioleta de la misma, cuando proceda. » Detección de fugas por procedimientos indirectos: se podrá determinar la

existencia de fugas mediante la comprobación de la variación de la carga de refrigerante, a través del análisis de la presión, la temperatura, el consumo energético del compresor, los niveles de refrigerante en estado líquido o los volúmenes de carga.

• Una vez realizada la revisión se debe rellenar un boletín de inspección que se extenderá por duplicado, permaneciendo la copia en poder de la empresa frigorista. El original quedará en el libro de registro de la instalación frigorífica.

CONVERSIÓN DE GASES REFRIGERANTES DE EFECTO INVERNADERO

Las empresas mantenedoras de equipos de aire acondicionado y las plantas de tratamiento de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, RAEE, tienen la obligación legal de gestionar los gases refrigerantes que extraen de los aparatos, por tratarse de un residuo peligroso, a través de un gestor de residuos autorizado.

Uno de los destinos de dichos residuos son las plantas de conversión y valorización de gases refrigerantes, actualmente en España sólo hay una, ubicada en las Islas Canarias, Ewaste Canarias S.L. Está capacitada para descontaminar y convertir los gases refrigerantes en sales de flúor y cloro, con salida en la industria química, cerrando de este modo el ciclo de este tipo de residuos.

Las empresas o profesionales interesados pueden contactar con la empresa para gestionar correctamente sus gases refrigerantes y obtener un certificado de tratamiento/destrucción de gases refrigerantes, necesario para aplicar las deducciones pertinentes al nuevo impuesto sobre gases de efecto invernadero.

La Ley 16/2013 establece un impuesto de tipo indirecto sobre tres grupos de Gases Refrigerantes de Efecto Invernadero (GEI): los hidrofluorocarbonados (HFC), los perfluorocarbonados (PFC) y el hexafluoruro de azufre (SF6). Dicho impuesto sólo afectará a aquella persona física o jurídica que contamine al emitir de forma deliberada este tipo de gases a la atmósfera durante cualquier etapa del proceso productivo, comercialización, uso o desmantelamiento de dichos gases o de los aparatos de refrigeración y aire acondicionado que los contienen.

El tipo impositivo del impuesto, (€/kg gas), será el 2% del PCA de los gases fluorados, hasta un máximo de 100 €/kg, de manera que se calcule multiplicando el PCA por 0,02. La aplicación de este impuesto será progresiva, de forma que en el 2014 se pagará el 33% del total del impuesto, (multiplicando el PCA por el coeficiente 0,0066), y en el 2015 se pagará el 66%, (aplicando el coeficiente 0,013), mientras que en el 2016 se aplicará el 100% del mismo.

Ewaste Canarias S.L. Planta de tratamiento de residuos de aparatos

eléctricos y electrónicos (RAEE) y conversión

de gases refrigerantes

922 16 43 39 – Islas Canarias

IMPUESTO INDIRECTO SOBRE GASES

REFRIGERANTES DE EFECTO INVERNADERO

Los gases fluorados de efecto invernadero con un potencial de calentamiento atmosférico, PCA, igual o inferior a 150

La primera carga de estos gases en instalaciones y equipos de nuevo uso

Los gases fluorados que se destinen a la exportación

Deducciones y devoluciones sobre el impuesto de gases fluorados

Se practicarán siempre y cuando se acredite la entrega de los gases refrigerantes a los gestores de residuos autorizados para su destrucción, reciclado o regeneración, conforme a los controles y documentación requeridos por la legislación sectorial de residuos.

Están exentos de la aplicación del impuesto los siguientes supuestos

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