breve historia de plasencia
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Historia de la ciudad de Plasencia desde la antiguedad hasta nuestros tiemposTRANSCRIPT
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HISTORIA DE PLASENCIHISTORIA DE PLASENCIHISTORIA DE PLASENCIHISTORIA DE PLASENCIA A A A
Edad Antigua
En el término municipal de Plasencia se han descubierto restos de asentamientos humanos de
épocas muy antiguas, ya que constituye un corredor natural debido a su ubicación geográfica.
Este corredor natural ha sido utilizado por numerosos pueblos, incluyendo celtas, vetones o
vacceos. Durante el Imperio romano estuvo asentado en la zona un campamento militar de las
legiones romanas, ligado al camino romano denominado Vía de la Plata que atraviesa el
término, y en épocas de la dominación musulmana se cree que fue un alcázar árabe.
Edad Media
La Muy Noble, Leal y Benéfica ciudad de Plasencia fue
fundada en 1186 por el rey Alfonso VIII de Castilla.
Concebida desde sus orígenes como fortaleza, se aprecia
en todo su casco antiguo un pronunciado carácter militar.
Se estructura en torno a la Plaza Mayor de la cual parten
calles que comunican con las puertas de la muralla,
reuniéndose cada grupo de mercaderes o de oficios en una
misma calle. Su creación formaba parte de una estrategia
por la que el soberano fortalecía la línea del Tajo con la
creación de una retaguardia en el avance de la reconquista
hacia el sur de la Península. También tendría la finalidad de
castellanizar el territorio, no sólo civilmente, sino también
eclesiásticamente.
En 1188, el papa Clemente III crea el Obispado de Plasencia y un año más tarde es nombrado
su primer prelado, Bricio. El obispado tenía jurisdicción sobre Béjar, Medellín y Trujillo. En
1446 por deseo de su obispo, el cardenal Juan Carvajal, se crearon allí unos Estudios de
Humanidades, que fueron los primeros estudios generales de rango universitario que
existieron en lo que hoy es Extremadura.
El Fuero de Plasencia determina de forma expresa los dos poderes que deben gobernar en la
ciudad y su concejo: por una parte el corregidor, como representante del monarca y los
regidores; y por otra el cabildo catedralicio, a la cabeza de la diócesis placentina.
En el año 1195, como consecuencia de la batalla de Alarcos, los almohades liderados por Abu
Yaqub Yusuf al-Mansur reconquistaron la ciudad, pero dos años después pasó de nuevo y
definitivamente a poder del rey castellano. Para asegurar su defensa se ordenó y realizó el
amurallamiento completo, que se finalizó en 1201. Destaca de la muralla su sistema de
seguridad, ya que consta de un doble sistema defensivo formado por un paño de gran grosor y
una barbacana reforzados con una serie de torreones de planta semicircular conocidos como
cubos. Constaba de 70 cubos con 4 torres defensivas, adosadas al Alcázar y 7 puertas
principales más dos postigos.
Durante la Baja Edad Media la ciudad vivió un momento floreciente en el que el concejo y los
nobles laicos y religiosos potenciaron la
actividad constructiva, destacando
conventos, iglesias, hospitales, casas
fortaleza y la finalización de la Catedral
Vieja que se había comenzado dos siglos
antes. Tuvo voto en Cortes y, como
prueba de ello, consta que envió dos
procuradores a las Cortes celebradas en
Madrid en 1391.
El siglo XV constituyó un periodo clave de
la historia de la ciudad en el que los comportamientos feudalizantes de la Edad Media
desembocaron en el paso de Plasencia de una jurisdicción de realengo a otra de señorío. El rey
Juan II cedió la ciudad a la familia de los Estúñigas en 1442, con título de condes. Al dejar de
ser de realengo, Plasencia perdió también su voto en Cortes, que ya nunca recuperaría.
El rey Enrique IV de Castilla fue depuesto en Plasencia el 27 de abril de 1465. Unas semanas
más tarde el conde de Plasencia, Álvaro de Zúñiga y Guzmán, tomó parte activa en la Farsa de
Ávila arrebatando la espada, símbolo de la justicia, a la estatua de madera que representaba al
rey castellano y proclamando como tal al infante Alfonso. En 1475, a la muerte de Enrique IV,
el conde de Plasencia tomó partido a favor de su hija la princesa Juana (apodada "La
Beltraneja" por sus enemigos) en sus pretensiones a la corona de Castilla frente a la otra
pretendiente: la hemanastra de Enrique IV, Isabel. Este enfrentamiento dinástico degeneró en
la Guerra de Sucesión Castellana. En Plasencia se desposaron la princesa Juana y su tío el rey
Alfonso V de Portugal, pero no se consumó el matrimonio porque el Papa no había enviado la
dispensa de parentesco necesaria. También en Plasencia se coronó a la pareja como Reyes de
Castilla, unos días más tarde. Juana dirigió un manifiesto a las ciudades y villas del reino en el
cual les comunicaba su desposorio y justificaba su derecho al trono. No obstante, más
avanzado el curso del conflicto, Álvaro de Zúñiga se pasó al bando isabelino. Como
recompensa recibió en 1476 el título de duque de Plasencia y, tras la victoria de los Reyes
Católicos en 1479, el Duque se convirtió en uno de los principales nobles del Reino.
En junio de 1488 murió el Duque y le sucedió su nieto, Álvaro de Zúñiga y Pérez de Guzmán. La
nobleza de Plasencia aprovechó el momento para levantarse en armas contra los Zúñiga y así
recuperar su antiguo poder en la ciudad y sobre todo las rentas económicas de las tierras que
dependían de ella. Los sublevados recibieron el apoyo de los Reyes Católicos, quienes
revocaron la donación de Juan II argumentando que había sido excesiva y contra su voluntad.7
La revuelta triunfó y la vuelta a la jurisdicción de realengo fue ratificada con la presencia de
Fernando el Católico en Plasencia el 20 de octubre de 1488. El Rey juró a las puertas de la
Catedral defender siempre la libertad y fueros placentinos.
Edad Moderna
Plasencia en el siglo XVI.
El catedrático de Historia del Derecho de la Universidad de Valladolid, Gonzalo Martínez Díez
establece en el artículo Extremadura: origen del nombre y formación de las provincias,
publicado en el Anuario de Derecho de la Universidad de Extremadura, las vicisitudes que
ocurrían en Extremadura a principios del siglo XVI, cuando concreta que en 1502 la mayor
parte del territorio extremeño dependía entonces de la provincia de Salamanca. En 1653
compran un voto en cortes, y por tanto forman por primera vez la provincia extremeña, las
villas de Plasencia, Badajoz, Mérida, Trujillo, Cáceres y Alcántara. En esta provincia se integran
los partidos de Trujillo, el partido de León de la Orden de Santiago (1594) así como Coria y
Granadilla con sus tierras.
Durante el siglo XVI y parte del XVII, Plasencia mantendrá su esplendor con un destacado
crecimiento de la población. En esta época se construye el edificio renacentista dedicado a
Casa Consistorial, que proyecta en 1523 Juan de Álava. Además se concluye la construcción de
la catedral Nueva comenzada en 1498 y finalizará 80 años más tarde, en 1578 así como
numerosos monumentos menores. También llegó a contar con universidades, dependientes de
los dominicos y jesuitas.
Fernando el Católico se trasladó a vivir a Plasencia en 1515, por consejo de sus médicos. Murió
en Madrigalejo cuando viajaba desde Plasencia a Guadalupe para a asistir al capítulo de las
órdenes de Calatrava y Alcántara en el Monasterio de Guadalupe. En esta ciudad se reunió por
primera vez Bartolomé de las Casas con el rey Fernando el Católico, para exponerle su postura
ante la situación de los indígenas en América.
Archiduque Carlos de Austria
En 1540, Alfonso Camargo, dirige la expedición que el obispo de Plasencia organiza para
explorar y evangelizar el Nuevo Mundo, una de sus naves alcanza el canal de Beagle por
primera vez, tomando así importancia durante la conquista americana, puesto que gracias a las
campañas promovidas por los obispos placentinos se descubrió y
conquistó la patagonia argentina y las islas Malvinas, así como cruzar
el canal de Beagle y avistar por vez primera la isla de Chiloé.
La biblioteca del palacio real del Monasterio del Escorial se creó en
parte con los libros pertenecientes al Palacio Episcopal de Plasencia,
que fueron trasladados al monasterio madrileño por orden del rey
Felipe II de España. Más tarde, el obispo placentino Pedro Ponce de
León donó al Escorial parte de su biblioteca, entre cuyas obras se
encontraba entre otras el Códice Emilianense, procedente del
Monasterio de San Millán de la Cogolla y donde se encuentran las primeras palabras escritas
en castellano.
Durante los siglo XVII y XVIII, la ciudad entra en una profunda decadencia al igual que en la
mayor parte de España. El número de habitantes pasa de unos 10.000 habitantes que hubo en
el momento más floreciente de la ciudad a contar con solo 4.852 en el censo de Floridablanca
de 1876. Entre los factores negativos que influyeron en la decadencia pudieron ser relevantes
la expulsión de los moriscos decretada por Felipe III en 1609, que supuso la salida de Plasencia
de una población asentada preferentemente en los barrios extramuros.
Un segundo factor es el impacto de las guerras en la ciudad durante los siglos XVII y XVIII,
principalmente la sublevación del Reino de Portugal y la Guerra de Sucesión, en la que
Extremadura se convierte en escenario de las luchas entre Felipe V y el Archiduque Carlos de
Austria. La participación de Plasencia fue relevante porque la ciudad fue tomada por las tropas
del Archiduque Carlos en el año 1706. El esfuerzo durante este conflicto para atender las
necesidades de los ejércitos combatientes tales como alojamientos de milicias, levas de
soldados, contribuciones, aportaciones de forrajes, acémilas, etc. supuso un gasto económico
insoportable para la escuálida economía de la ciudad.
El tercer factor negativo para la ciudad son las crisis de subsistencias y las epidemias. A lo largo
de los siglos XVII y XVIII la ciudad pasó por crisis de mortalidad, derivadas de la carencia
nutritiva de la población y de la difusión de enfermedades.
Otro problema es la forma de gobierno de la ciudad que sitúa al Ayuntamiento entre los más
aristocráticos, con una fuerte inflación de puestos de gobierno. La participación de los vecinos
en el gobierno municipal era prácticamente nula. Al frente del mismo se encuentra el
Corregidor, que reúne en su persona funciones políticas, económicas, judiciales y militares.
Junto al Corregidor se encuentra el Alcalde Mayor que le asesora, le sustituye y tiene a su
cargo las cuestiones judiciales. El gobierno municipal se completa con los Regidores perpetuos
que en el caso de Plasencia son más de cuarenta, controlados por la oligarquía, encabezada
por el Marqués de Mirabel propietario de varios títulos.
Retablo barroco de la Catedral Nueva
A pesar de todo surgen algunos factores dinamizadores que pretenden impulsar el crecimiento
económico y sacar a la ciudad del
estancamiento en que se encuentra en las
que cabe destacar: manifestaciones
artísticas, fundaciones religiosas e iniciativas
para obtener un mayor poder político a
nivel nacional. Del siglo XVII es el retablo
mayor, de estilo neoclásico, de la Catedral
Nueva de Plasencia, una obra cumbre del
barroco español. También se realizan
edificaciones menores. Las fundaciones
religiosas crean los conventos de Carmelitas Descalzas y de las Capuchinas.
En el siglo XVIII, se plantean iniciativas para mejorar la situación y acabar con la penuria
económica pero los proyectos son poco ambiciosos tales como: el aumento de los Propios, la
reparación de caminos, la construcción de puentes, etc.
Cabe destacar la labor llevada a cabo por el obispo de la Diócesis de Plasencia José González
Laso que estuvo al frente de la diócesis desde 1766 hasta su fallecimiento en 1803. Su obra fue
muy amplia, abarcando numerosos campos: en la beneficencia destaca la creación del Hospicio
en el antiguo Colegio de los Jesuitas y la ampliación del Hospital de Santa María; en la
enseñanza, la reforma de los estudios de Humanidades, el aspecto más conocido de la obra de
González Laso y el que mayor impacto causó entre sus contemporáneos fue la labor
constructiva, fueron numerosos los caminos abiertos o reparados y los puentes construidos
para mejorar las comunicaciones y solucionar un problema crónico de la ciudad y su tierra.
Asimismo su actividad se centró en el urbanismo de la ciudad reformando el Palacio Episcopal
y construyendo nuevas calles, para lo que fue necesario romper parte del recinto amurallado
de la ciudad.
Edad Contemporánea
Guerra de la Independencia (1808-1812)
Plasencia fue una plaza militar importante durante la Guerra de la Independencia por la
situación estratégica de unión de Castilla con el sur peninsular. Durante la misma, la ciudad
sirvió de cuartel general y centro de aprovisionamiento para las tropas, tanto francesas como
patrióticas y aliadas anglo-portuguesas. Aunque en las proximidades de la ciudad no se
desarrolló ninguna batalla importante. En los cuatro años que duró la Guerra, la ciudad fue
invadida y ocupada por los franceses hasta en doce ocasiones, provocando graves problemas
económicos a la ciudad.
El levantamiento popular contra los franceses se fraguó con violencia, produciéndose
desórdenes que terminaron con altercados y derramamiento de sangre. El 8 de junio de 1808,
se produjo un motín que terminó con la detención y posterior asesinato de varios vecinos
acusados de connivencia con el invasor.
En diciembre de 1808, arribó a la plaza por primera vez el ejército francés que permaneció dos
meses en la plaza, marchándose en dirección a Castilla. En julio de 1811 ocurrió la última
invasión de tropas francesas. Se trataba de dos divisiones una de ellas al mando del general
Buñiré y otra del ejército de Portugal al mando de Marmont, las cuales permanecieron en la
plaza durante dos meses hasta que el grueso del ejército francés se les unió. En septiembre,
todas las tropas se marcharon, excepto una guarnición al mando del general francés Brenier
que quedó en la plaza.
En el mes de diciembre de 1811, los franceses abandonaron de forma definitiva la ciudad, y lo
hicieron cometiendo atropellos sobre los habitantes locales, que sufrieron muchas
calamidades, además de tener que entregar las raciones correspondientes de manutención.
Las tropas enemigas, en su retirada destrozaron cosechas e impusieron una contribución de
90.000 reales, sin contar las sumas de dinero que con amenazas exigieron a los vecinos, por la
falta de raciones y las abundantes multas que de forma arbitraria impusieron. Cuando
marcharon, también se llevaron consigo todo el ganado que pudieron acaparar, sin dar cuenta
ni razón.
Formación de la provincia de Cáceres (1833)
Plasencia jugó su futuro para ser capital de la provincia altoextremeña, pero la capitalidad
provincial recayó sobre la ciudad de Cáceres de forma definitiva en 1833. Progresivamente la
ciudad fue despojada de muchos servicios públicos, que a lo largo del siglo se trasladaron a la
capital, diversos servicios e instituciones pública, tales como la Audiencia de lo Criminal, el
Hospicio, etc., lo que hizo decaer de modo considerable el nivel socioeconómico de la ciudad.
A la caída del Antiguo Régimen la ciudad se constituye en municipio constitucional en la región
de Extremadura, desde 1834 es la cabecera del Partido Judicial de Plasencia. En el censo de
1842 contaba con 1100 hogares y 6026 vecinos
Restauración (1874-1931)
Durante la Restauración, periodo histórico en España que abarca desde el pronunciamiento del
general Arsenio Martínez Campos en 1874 con el fin de la Primera República Española hasta la
proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931, la vida política en Plasencia
tendió hacia la monotonía, no obstante, hubo un desarrollo importante de la vida social, de la
economía, del urbanismo, de la educación, de la cultura, etc.26 Respecto al urbanismo se
diseñaron proyectos de largo alcance, como el Plan de Ensanche, propiciando nuevos viales,
plazuelas, paseos, y de espacios verdes, que llevados de las ideas higienistas, facilitó el
rompimiento de las murallas por diversos puntos con el fin de sanear la viciada atmósfera del
recinto intramuros.26 Se construyeron el Colegio San Calixto para huérfanos masculinos, y el
Colegio de San José para niñas huérfanas, ambos de
carácter benéfico, también se construyó un nuevo
Seminario Conciliar junto a la plaza de la catedral.
Asimismo se construyó la actual Plaza de Toros,
inaugurada en 1882. Pero la obra de mayor trascendencia
y alcance socioeconómico para Plasencia y sus comarcas,
fue la llegada del ferrocarril con las líneas Madrid-Lisboa y
Plasencia-Astorga para la que se construyó la
correspondiente estación que rompió el aislamiento
histórico de la ciudad, al aumentar el número viajeros,
intensificar el intercambio comercial y el transporte de
mercancías y ganados.
En 1901 la reina María Cristina otorgó el título de LA MUY
BENÉFICA, por el comportamiento humanitario con los
soldados repatriados de la guerra de Filipinas en 1898.
A principios del siglo XX la tierra es propiedad de pocos propietarios lo cual genera un grupo
cada vez más numeroso de jornaleros que se ven obligados a incorporarse al flujo de la
emigración a Ultramar. En 1911 se funda la Caja de Ahorros de Plasencia que fue constituida
por Centro Social Católico de la Ciudad de Plasencia, bajo el auspicio y protección del Obispado
de las Diócesis, con el fin de dinamizar la economía en la ciudad.
La crisis de 1917 muestra la cara verdadera de los problemas; la ciudad no se libra de la
epidemia de gripe que asola Europa y sus habitantes sufren el injusto sistema de quintas y la
gravosidad de los impuestos sobre los productos de primera necesidad.
Segunda República (1931-1936)
Al proclamarse la República se produjeron algunos desmanes, y por aquellas fechas fueron
asesinados dos serenos en los alrededores de la Plaza Mayor. Pero en el resto de tiempo que
estuvo vigente la República no hay noticias de más sucesos violentos. En las elecciones
municipales de 1931, vencieron los partidos de izquierda y fue nominado alcalde el socialista
Modesto Durán Jímenez, que dimitiría cuatro meses después. En los dos años que duró esa
legislatura hubo varios alcaldes. En la elecciones de 1933 vencieron los partidos de derecha. En
las elecciones de 1936 volvieron a ganar las elecciones los partidos de izquierda y vuelve a ser
alcalde Modesto Durán, pero dimite poco después por motivos de salud, cuando se produce el
Golpe Militar en julio era alcalde Miguel Cermeño Pedreño. Entre las realizaciones de este
periodo destacan, la traída de aguas del río Jerte, la construcción de la plaza de abastos y el
Instituto Nacional de Bachillerato Gabriel y Galán.30 La II República creó expectativas en torno
a la Reforma Agraria que proponía, y significó para muchos la esperanza de un cambio radical
que acabara con las injusticias. Pero el reparto de tierras y el rescate de las comunales, pronto
se vieron enterradas por la división interna de las fuerzas republicanas y las resistencias al
cambio que oligarcas y sectores conservadores del ejército ponían a las reformas republicanas
y trataban por todos los medios de restaurar el viejo orden.
Guerra civil (1936-1939)
Desde los primeros momentos de la Guerra Civil Española el comandante José Puente Ruiz que
estaba al mando del Batallón de
Ametralladoras nº2 con sede en la ciudad se
sumó el 19 de julio de 1936 a los militares
sublevados, destituyendo al alcalde
democrático de la ciudad, Miguel Cermeño.
El Bando del militar sublevado decía lo
siguiente:
DON JOSÉ PUENTE RUIZ, comandante
militar de Plasencia, a sus habitantes y a los de su Partido Judicial.
HAGO SABER:
1º.- A partir de las 14 horas del día de hoy, 19 de julio, queda declarado el estado de guerra en
Plasencia.
2º.- Desde este momento quedan prohibidos los grupos de más de dos personas.
3º.- Todos los elementos de esta ciudad que posean armas de fuego, las entregarán en la
comisión de recepción, que se encontrará a partir de este momento en la escalinata que forma
la avenida inmediata a la verja de este cuartel. Esta entrega se verificará en un plazo máximo
de 4 horas después de publicado este bando.
4º.- Pasado este plazo, al que en cacheo o registro domiciliario le sea encontrada un arma de
fuego será pasado por las armas inmediatamente.
5º.- Espero de la cordura y del amor de todos los ciudadanos que no darán motivo con la
ceguera de conservar armas a que tan terribles sanciones sean aplicadas.
6º.- Quedan destituidas todas las autoridades municipales de esta plaza, las cuales serán
oportunamente sustituidas.
7º.- Todas las personas que voluntariamente se adhieran a este movimiento en defensa de
España se presentarán inmediatamente en este cuartel.
8º.- Quedan prohibidas las huelgas.
Plasencia 19 de julio de 1936.
EL teniente coronel, comandante militar, José Puente
Apenas triunfó el bando franquista, se inició una represión sobre individuos que se habían
significado por su pertenencia al Frente Popular, tanto de Plasencia como de los pueblos de las
comarcas. Existió dos tipos de represiones, la primera y más cruel fue la de asesinatos
indiscriminados por parte de elementos incontrolados de grupos de fascistas. No se puede
determinar con exactitud la cantidad de personas que murieron en estos trances por la
dificultad de plasmar en el Registro Civil la causa real de la muerte de los fallecidos que se
encontraban en diferentes parajes y cunetas de las carreteras, pero según la fuente consultada
hay constancia de 48 asesinatos de este tipo en el año 1936, a quienes se paseaba
previamente por las calles de ciudad como prueba de escarmiento. Luego ya en el resto del
periodo de la contienda no hay constancia de más asesinatos de este tipo. El segundo tipo de
represión fue el ocasionado sobre sentencias de muerte dictadas por tribunales militares de
excepción y que eran ejecutadas en el campo de tiro del Batallón de Ametralladoras. Hay
documentadas 101 ejecuciones de penas de muerte, también de individuos de Plasencia y de
las localidades de las comarcas. Entre los placentinos asesinados destacan el cenetista Nicolás
Benevente Velas, la joven Teodora Velasco Durán de 14 años, fue tiroteada y muerta cuando
iba a la prisión a llevar alimentos a un familiar preso, los dirigentes socialistas, Pedro Rabazo
sánchez, Julio Durán Pérez, Consuelo Alonso Elizo y Joaquín Rosado Alvárez de Sotomayor, dos
de ellos habían sido alcaldes republicanos de la ciudad.
En la ciudad no hubo escenarios de guerra y solo cabe destacar un bombardeo republicano
ocurrido el 17 y 18 de agosto de 1936, donde hubo cinco muertos entre militares y civiles, y
algunos sucesos más, poco relevantes, y donde hay registrado al final de la contienda la
explosión de un artefacto que ocasionó tres muertes. A todo esto cabría añadir los placentinos
que murieron en los frentes guerra de los dos bandos en que lucharon.
La ciudad, gracias a que disponía de un hospital importante, se convirtió en una plaza de
retaguardia especializada en centro hospitalario, donde eran evacuados los heridos en los
frentes de batalla, por lo que fue necesario habilitar diversas dependencias como colegios,
seminarios y el manicomio, como hospitales provisionales. La actividad económica se vio muy
empobrecida especialmente la agricultura por falta de mano de obra, y la exigencia
permanente de todo tipo de cuestaciones e impuestos par la financiación del conflicto.
Dictadura franquista (1939-1976)
Al finalizar la guerra, el hambre y la penuria siguieron presentes en al ciudad, de tal forma que
al igual que en el resto de España, se impuso el racionamiento de los productos básicos de
alimentación e higiene, que duraría toda la década de los 40. La actividad industrial más
relevante en la ciudad fue la elaboración de harina en los molinos que había junto al río y pan
en las numerosas tahonas que existían, también existían industrias de elaboración de jabón y
de ladrillos. El sector de la construcción tenía muy poca actividad porque en el municipio no
había resultado dañado ningún edificio ni camino o carretera por acciones de guerra y por
tanto se carecía de subvenciones para esta actividad que si recibieron otras poblaciones.
Durante la guerra y posguerra se habilitaron las casas del marqués de la Constancia, del palacio
de Mirabel y de la plaza de toros para concentrar a los presos republicanos de la ciudad y
comarca a los cuales se les sometió a trabajos forzados en los que construyeron el parque de
Los Pinos.
En febrero de 1941 se instaló en la ciudad el Regimiento de Infantería Órdenes Militares nº 37
que jugó un papel importante en la economía de la ciudad, debido a la gran cantidad de
soldados forasteros con que contaba. Uno de los hitos más importantes de este Regimiento
fue la creación de la Compañía
Operaciones Especiales nº 11 (COE)
fundada en 1969 y dependía del
Regimiento de Infantería Inmemorial
del Rey n.º 1 en Madrid. Por
reorganización del ejército, este
Regimiento fue disuelto en 1996.
De acuerdo con los datos de
población, ésta evoluciona poco de
1940 a 1960, pero a a partir de estas
fechas se inicia un incremento acelerado de la población, con motivo del desarrollismo que se
genera en la ciudad en torno al polígono industrial que se crea en el sur del término municipal,
el incremento de la natalidad,la atracción de inmigrantes de los pueblos de las comarcas y el
incremento de empleo en el sector de los servicios.
Etapa democrática
La etapa democrática se inicia en la ciudad con la celebración en toda España, en 1979, de las
primeras Elecciones Municipales
Democráticas. Desde entonces el gobierno
municipal he estado presidido por alcaldes
pertenecientes a todos los partidos
mayoritarios que han existido o existen en
la actualidad (UCD, CDS, PP y PSOE),
habiéndose producido el traspaso de
poderes de unos a otros con toda
normalidad.
Los últimos 30 años se han caracterizado
por un desarrollo del sector servicios (sanidad y educación) y la creación de nuevos regadíos en
las cuenca del Alagón y del Tietar han reanimado la vida de la ciudad convirtiéndola en punto
de encuentro de las comarcas. También se han desarrollado iniciativas turísticas, culturales y
de ocio que, junto a su entidad económica, confluyen en una ciudad que actúa como punto de
referencia de la región extremeña.
"Quien olvida su historia está. condenado a repetirla".
Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana y Borrás
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