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BOSQUES QUE BENEFICIEN A LA GENTE Y SUSTENTEN LA NATURALEZA

Políticas forestales esenciales para América Latina

Cubiertas

Foto Archivo CATIE

Diseño

Seppo Oja

Autores

Gerardo MeryGlenn GallowayCésar SabogalRené AlfaroBastiaan LoumanSebastião KengenDietmar Stoian

Coautores

José Joaquín Campos, Olga Marta Corrales, Osvaldo Encinas,

Paulo Fontes, Luis González, Patricio González,

Concepción Luján, Guillermo Navarro, Rafael Ortiz,

María Cristina Puente, Carlos Reynel, Róger Villalobos y

Zulma Villegas.

Bosque

Otras tierras boscosas

Otras tierras

Agua

Mapa forestal de América Latina – Gentileza de FAO (FRA 2005)

Publicado por

Centro Agronómico Tropical de Investigación y

Enseñanza (CATIE)

Los Bosques del Mundo la Sociedad y

el Medio Ambiente (WFSE)

Impreso en Costa Rica por MasterLitho 2009

ISBN 978-9977-57-484-4

ContenidoPREFACIO ....................................................................................................................... 2

RECOMENDACIONES DE POLÍTICAS URGENTES ..................................................... 3

INTRODUCCIÓN.............................................................................................................. 4

Capítulo I – FOMENTAR EL USO Y LA CONSERVACIÓN SOSTENIBLE

DE LOS BOSQUES PARA EL BIENESTAR DE LA SOCIEDAD...................................... 7

Recomendaciones de políticas...................................................................................... 9

Capítulo II – ACENTUAR EL ROL BENÉFICO DE LOS BOSQUES

ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO....................................................................................... 11


Capítulo III – MEJORAR LA GOBERNANZA DE LOS RECURSOS FORESTALES ....... 15


Capítulo IV – INCREMENTAR LA COMPETITIVIDAD DEL SECTOR FORESTAL ......... 19


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PREFACIO

B fue preparada en conjunto por

el proyecto Los Bosques del Mundo, la Sociedad

y el Medio Ambiente (WFSE) – proyecto espe-

cial de la Unión Internacional de Organizaciones

de Investigación Forestal (IUFRO) – y el Centro

Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza

(CATIE). Además, se contó con el apoyo del Instituto

de Investigaciones Forestales de Finlandia (METLA)

Ministerio de Relaciones Exteriores de Finlandia.

Esta publicación tiene como propósito proporcio-

nar una visión consensuada de recomendaciones de

políticas esenciales requeridas para que los recursos

forestales de América Latina se utilicen y conserven

como para la protección de la naturaleza.

Las breves recomendaciones de políticas presen-

tadas en esta publicación se basan en numerosas

se adoptaron como el resultado de un largo debate

creativo efectuado por 18 investigadores de esta

Rica. La sinopsis fue posteriormente escrita por siete

autores – quienes tomaron parte en dicho encuentro

– y revisada por numerosos especialistas en temas

forestales, a quienes los autores expresan su sincero

agradecimiento.

Conjuntamente con los siete autores, los coauto-

res también hicieron un valioso aporte a esta obra,

Los autores agradecen el apoyo y facilidades brindadas por IUFRO-WFSE, CATIE y METLA para llevar a cabo esta publicación. Las opiniones vertidas en estas Políticas Forestales son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no representa, necesariamente, la opinión de las instituciones involucradas.

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3

En los cuatro capítulos de esta publicación se fundamenta la necesidad de adoptar e implementar políticas forestales esencia-les que permitan revertir las tendencias negativas actuales y aprovechen las poten-cialidades existentes, permitiendo así un futuro mejor para los bosques en América Latina y la obtención de valiosos bienes y servicios que éstos proporcionen a la región. Estimamos útil resumir, al inicio de este documento, los mensajes principa-les de cada capítulo para enfatizar aquellas políticas que nos parecen particularmente vitales y cuya formulación e implementa-ción reclaman una gran urgencia.

Capítulo I. Reducir drásticamente la de-forestación y degradación de los recursos forestales para conservar la biodiversidad y otros servicios ambientales, reforzando

manejo forestal sostenible para lograr un adecuado equilibrio entre conservación y utilización de bosques.

Capítulo II. Aminorar los efectos negativos del cambio climático, impulsando medi-das de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero de los bosques, en particular aquellas relacionadas con la

reducción de emisiones por deforestación y degradación (REDD), e implementando actividades que promuevan y apoyen las capacidades de adaptación de sociedadesy ecosistemas ante dicho fenómeno.

Capítulo III. Mejorar la gobernanza forestal mediante la descentralización de la toma de decisiones, la participación social efectiva y el empoderamiento de los actores marginados. Igualmente, se debe asegurar el acceso equitativo a los recursos forestales mediante la regularización de su propiedad, tenencia y usufructo, reforzan-do al mismo tiempo el cumplimiento de las leyes y normas forestales y efectuando un control efectivo sobre las actividades ilícitas.

Capítulo IV. Fortalecer el aporte de los programas y actividades forestales en la reducción de la pobreza, apoyando el desarrollo de pequeñas y medianas em-presas (PyMEs) forestales, aumentando su productividad y competitividad, integrán-dolas a las cadenas de valor y fomentando el desarrollo de alianzas entre los actores locales públicos y privados para la gene-

forestales.

RECOMENDACIONES DE POLÍTICAS URGENTES

4

INTRODUCCIÓN

La Organización de las Naciones Unidas para la

Agricultura y la Alimentación (FAO) ha esti-

mado que América Latina y el Caribe poseían en

cuales se encuentran en Sudamérica. Esto representa

aproximadamente una cuarta parte de los recursos

forestales globales y la mitad de los bosques tropi-

cales. Los bosques de la región continúan sufriendo

una deforestación y degradación alarmante – que

FAO ha estimado en 4,48 millones de hectáreas por

-

cios ambientales que generan las áreas boscosas y

carbono a la atmósfera a nivel global.

Tan diverso es el recurso forestal en distintas

regiones y países de América Latina, como lo es el

marco social, cultural, institucional y económico

dentro del cual ocurre la utilización y conservación

de los bosques. Pocos cuestionan que el destino de

muchos de los bosques de la región está estrecha-

mente relacionado con los problemas de pobreza,

crecimiento poblacional, expansión de la frontera

agrícola y la marginalización de amplios sectores

de la sociedad que viven dentro o cerca de ellos.

A pesar de la riqueza en recursos forestales de

América Latina y del incremento en la producción

y comercio de productos forestales, el sector fores-

tal contribuye modestamente al Producto Interno

Bruto (PIB) de sus países y muchos de ellos son

importadores netos de productos forestales. Las

evidente tendencia al incremento del uso de la

de la globalización y el énfasis creciente en temas

ambientales han impuesto un proceso de reestructu-

ración y consolidación de la gran industria forestal

-

cano está bajo algún régimen de protección, aunque

en muchos casos ésta no sea muy efectiva. Se ha

otorgado tenencia o usufructo de aproximadamente

comunidades indígenas y campesinas, cuya subsis-

tencia a menudo depende, en gran medida, de los

bienes y servicios que los bosques les aportan.

Si se materializan las tendencias sectoriales en

América Latina estimadas por la FAO hasta el año

bosques plantados que suministrarán más de la

mitad de la materia prima para la industria forestal.

Se anticipa también un consumo y exportación cre-

ciente de productos forestales, la apertura emergente

de mercados de carbono y una mayor atención hacia

aspectos medioambientales, el ecoturismo y la inte-

gración intersectorial.

Este documento ofrece una breve sinopsis y re-

comendaciones de políticas forestales que se deben

implementar urgentemente en América Latina. Se

precisa actuar ahora en los temas que se mencionan

para contrarrestar el deterioro del medio ambiente y

de una manera más efectiva en el mejoramiento del

bienestar de las poblaciones y las economías de la

región.

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Figura 2. Predomina en la región un bajo grado de procesamiento industrial de la madera cortada, usándo-se una parte de ella como leña y abandonando como residuos en el bosque otra

a la izquierda, datos FAO). Además, una parte importante de la madera en rollo indus-trial se exporta como materia prima con un limitado valor agregado.

Figura 1. A pesar de la expan-sión reciente de la producción de la industria maderera en América Latina, se debe resal-tar que ésta se concentra en algunos países y que la mayo-ría de la producción destinada a la exportación ocurre en las grandes empresas, lo que es muy evidente en el caso de la producción de celulosa y papel (datos FAOSTAT).

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CAPÍTULO I – Fomentar el uso y la conservación sostenible de los bosques para el bienestar de la sociedad

Fotos de remoción permanente del bosque natural (superior izquierda, Costa Rica; superior derecha,noreste de Brasil) para destinar el área deforestada a la ganadería extensiva (inferior izquierda, noroestede Brasil) o a cultivos agrícolas (como el cultivo de soja en Paraguay, foto inferior derecha). Este fenómeno se repite frecuentemente en muchos países de la región.

John Parrotta Bastiaan Louman

John ParrottaArchivo CATIE

7

CAPÍTULO I – Fomentar el uso y la conservación sosteniblede los bosques para el bienestar de la sociedad

Uno de los temas trascendentes en América

-

forestal sostenible (MFS) y el manejo efectivo de las

áreas protegidas (MEAP). Dicha implementación de

políticas debería traducirse en la producción sosteni-

ble de bienes y servicios que cubran las necesidades

sociales, proporcionen fuentes de trabajo a los

pobladores rurales y aseguren la conservación de los

recursos forestales para las generaciones actuales

y futuras. Simultáneamente, se debería dar cum-

plimiento a los acuerdos internacionales suscritos

por los países de la región en los diversos procesos

internacionales desarrollados en el seno de la

Organización de Naciones Unidas (ONU).

Consideraciones básicas

Los bosques son importantes por suministrar bienes y servicios a la sociedad, sustentar los ciclos biológicos del planeta, conservar la biodiversidad y proporcionar fuentes de ingreso y trabajo digno. A menudo los bos-ques suplementan los ingresos de las familias rurales y actúan como redes de seguridad en tiempos de priva-ciones, aliviando así la pobreza rural. Un gran número de familias que usan productos forestales los consumen directamente como alimentos, medicinas, materiales para construcción, utensilios y leña.

Los bosques en América Latina se han deforestado

como la remoción permanente de la cubierta forestal, destinando esa área a otros usos de la tierra (agrícola, pecuario, minero, infraestructura, etc.). La FAO ha estimado que la deforestación anual ha llegado a 4,48

serie de políticas y programas de desarrollo, parti-cularmente en el sector agrícola, han contribuido fuertemente a esta deforestación.

La degradación de los bosques ocasiona una dismi-nución de sus múltiples funciones ambientales y una pérdida de su valor económico. Esto último muchas veces conduce a su conversión a otros usos. Aunque este proceso se ha extendido por décadas, las políticas aplica-das han sido poco efectivas y no han logrado detenerlo.

Hay una urgente necesidad de asegurar la conser-vación y restauración de extensas áreas de bosques naturales para garantizar sus funciones de manteni-miento de la biodiversidad, del reservorio genético,

la conservación del suelo, de la absorción del carbono atmosférico y de la prevención del calentamiento de la atmósfera, entre otras.

diversas etapas de regeneración que tienen un alto potencial para contribuir a la conservación de la bio-diversidad, la captura de carbono y la producción de madera y productos no madereros.

El ordenamiento territorial es una herramienta esen-cial para el manejo sostenible de los recursos naturales que requiere una acción coordinada interinstitucional y la participación efectiva de los diferentes actores invo-lucrados. La no utilización y carencia de ordenación ha contribuido a procesos de degradación, fragmentación a escala del paisaje y pérdida de medios de vida para las poblaciones.

8

CAPÍTULO I – Fomentar el uso y la conservación sostenible de los bosques para el bienestar de la sociedad

Las fotos muestran plantaciones de eucalipto en Brasil, de pino insigne en Chile y de teca en Costa Rica. Las plantaciones forestales constituyen una fuente creciente de recursos madereros para la fabricación de diferentes productos forestales. En la región existen extensas áreas plantadas con especies exóticas de rápido crecimiento, principalmente de los géneros eucalipto y pino. Sin em-bargo, se argumenta que no se deben considerar como un sustituto de los bosques naturales, pues éstos a menudo ofrecen bienes y servicios distintos a los proporcionados por las plantaciones.

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Establecer programas, mecanismos e ins-

conduzcan a una reducción efectiva de la deforestación y degradación de los bos-ques y establezcan un balance armónico entre su conservación y uso sostenible.

La conservación de vastas áreas de recur-sos forestales es importante para preservar la biodiversidad y proporcionar servicios valiosos para incrementar el bienestar humano.

Las comunidades rurales deben integrarse -

ambientales y de productos madereros y no madereros.

La conversión de tierras forestales a otros

y regulada, poniendo particular atención a la sinergia entre desarrollo agrícola, pecuario, forestal y turístico, revisando su integración dentro del paisaje y los incen-tivos de conversión vigentes.

Se debe promover la restauración de las tierras de vocación forestal que se encuen-tran deforestadas mediante programas que promuevan su regeneración natural o por medio de plantación, con la participación de los actores involucrados y con apoyo estatal.

Es urgente priorizar la aplicación de políticas de ordenamiento territorial que involucren a todos los sectores relevantes como herramienta para el desarrollo soste-nible de los recursos forestales.

RECOMENDACIONES DE POLÍTICAS

9

10

América Latina tiene un alto potencial para producir biomasa que se pueda utilizar para la cocción de alimentos, calefacción de hogares y generación de energía, susti-tuyendo parcialmente el consumo de com-bustibles fósiles que no son renovables. La leña es un combustible dominante en numerosas áreas rurales y se registra una demanda creciente de pellets de madera tanto para el consumo de las poblaciones locales como para la exportación.

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CAPITULO II – Acentuar el rol benéfico de los bosques ante el cambio climático

El cambio climático global es una de las mayores

preocupaciones de la sociedad contemporánea

por las calamitosas consecuencias socioeconómicas

previstas. Aunque las estimaciones del grado de

-

global es un hecho y que tendrá graves repercusiones

sobre las sociedades y los recursos naturales, afectan-

do particularmente a los habitantes más vulnerables

de las naciones pobres.

Las últimas estimaciones del Panel

Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC)

señalan que a mediados del siglo XXI se proyectan

aumentos de temperaturas y disminuciones en la hu-

medad de los suelos, lo que conduciría al reemplazo

del bosque tropical por sabanas en la Amazonía

oriental. La vegetación semiárida de América

Latina tenderá a ser reemplazada por vegetación

árida. Existe el riesgo de una pérdida importante de

biodiversidad por extinción de especies, particular-

mente en muchas áreas tropicales. En las áreas más

las tierras agrícolas, con la consecuente disminución

en la productividad de importantes cultivos agrí-

colas y en la ganadería, con graves consecuencias

para la seguridad alimentaria y la economía rural.

También, se predice una disminución importante en

la disponibilidad de agua para el consumo humano,

la agricultura y la generación energética debido a los

cambios de los patrones de precipitación y desapari-

ción de glaciares. En las áreas de bajas elevaciones

se proyecta un riesgo creciente de inundaciones.

reducción de emisiones, o mitigación, y la adap-

tación de ecosistemas y sociedades a los cambios

de sumideros de carbono o ser fuente de emisiones,

principalmente por quema y destrucción de áreas

arboladas (deforestación y degradación).

Los esfuerzos de adaptación emprendidos en

algunos países de la región se revelan claramente

investigación, escasez de sistemas de monitoreo,

acción política, institucional y tecnológica, entre

otros factores.


Los países latinoamericanos son vulnerables al

cambio climático por la existencia de extensas áreas

boscosas bajo la fuerte amenaza de deforestación, de-

gradación o extinción de especies y la gran cantidad de

gente que dependen completa o parcialmente de éstas

para su supervivencia.

La deforestación es una de las mayores fuentes de

emisión de gases de efecto invernadero (GEI), gene-

atmósfera a nivel planetario. América Latina es una

de las fuentes importantes de GEI, debido a la alta

deforestación anual imperante (que FAO estima en

4,48 millones de hectáreas anuales). En este contex-

to, la estrategia REDD – reducción de emisiones por

12

deforestación y degradación – puede constituir una

iniciativa muy promisoria de mitigación para la región,

al aplicarla en el marco del MFS.

El uso de energía proveniente de combustibles

fósiles es una de las mayores fuentes de emisión de

GEI a nivel mundial, pero existen esfuerzos para la

utilización creciente de energía renovables, entre ellas

las que provengan de la biomasa forestal y los dese-

chos madereros.

Hay un interés creciente por el desarrollo de bio-

combustibles (etanol, biodiesel u otros) producidos de

cultivos agrícolas tradicionales (por ejemplo, de caña

de azúcar). Sin embargo, esto puede implicar defores-

tación por la demanda de nuevas áreas de cultivos y al

mismo tiempo una amenaza a la seguridad alimentaria,

por generar una carencia de productos de consumo

alimenticio y su encarecimiento.

Los bosques naturales constituyen uno de los

mayores depósitos de carbono a nivel planetario. La

restauración y rehabilitación de áreas degradadas –

suelos y bosques – pueden constituir un sumidero

importante del CO atmosférico.

Las plantaciones forestales también constituyen

millones de hectáreas de tierras degradadas aptas para

el establecimiento de nuevos bosques plantados.

Una de las consecuencias previstas del cambio

climático es la degradación de los ecosistemas foresta-

les por aumento en la frecuencia de incendios, plagas

forestales e irrupción de especies invasoras.

La madera puede sustituir parcialmente algunos productos cuya fabricación demanda gran cantidad de energía (por ejemplo, el cemento). Los produc-tos madereros, a su vez, actúan como un depósito temporal de carbono y son reciclables. En la foto, ebanisteros de Talamanca, Costa Rica, producen muebles para la población local.

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La reducción de emisiones por deforesta-ción y degradación forestal (REDD) debe constituir una meta prioritaria para reducir las emisiones de GEI. Se debe desarrollar un marco político y social adecuado para la implementación de medidas de mitiga-ción, entre ellas las de REDD aplicadas en el contexto del MFS, priorizando acciones en áreas de alto riesgo de deforestación, alto contenido de carbono y que impli-quen, a su vez, un aumento del bienestar social.

Es crucial la implementación de medidas que promuevan la adaptación en el sector forestal al cambio climático. Para dicho

-luar, contar con apoyo tecnológico y dar seguimiento a los impactos del cambio climático sobre los ecosistemas forestales, la vulnerabilidad de éstos y de las personas que dependen de dichos ecosistemas, así como de su capacidad de adaptación, para

y oportunos.

Considerando la creciente demanda para generar energías de biomasa, y en parti-cular de biocombustibles, se debe cautelar que este proceso no incremente la defores-tación ni afecte la seguridad alimentaria y que conduzca a una disminución real en el uso de combustibles fósiles.

Se debe estimular la investigación y trans-ferencia de tecnologías para la producción

-

forestales y agrícolas, como fuente de energías alternativas y renovables.

Se debe incentivar la utilización de nue-vas tecnologías para fabricar productos de madera que posean una mayor vida útil, actuando así como depósitos temporales de carbono, sean totalmente reciclables y que reemplacen materiales cuya fabrica-ción implique un alto consumo energético y fuerte emisión de GEI.


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14

CAPITULO III – Mejorar la gobernanza de los recursos forestales

Los actores locales deben asumir nuevas responsabilidades, como la protección de los bos-ques bajo su responsabilidad ante los incendios, la tala ilegal y el cambio de uso. Este grupo de comunitarios en Perú discute sobre la utilización y protección de los recursos forestales de su predio.

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Las demandas de la sociedad por la implementación

de regímenes efectivos de utilización y conser-

vación sostenible de los recursos forestales son cada

variedad de actores involucrados, la diversidad de sus

intereses y valores, y la gran complejidad de sus in-

teracciones, incluyendo aquellas de índole comercial.

Es decir, han aumentado las presiones para mejorar la

legal e institucional dentro del cual se toman las deci-

siones en la sociedad”.

Por lo general, la tradicional forma verticalista

y jerárquica de toma de decisiones sobre las políti-

cas forestales, dictadas por un gobierno central, no

ha sido exitosa. Un desarrollo forestal sostenible

requiere la amplia participación de una gama de

actores provenientes de diferentes sectores de la

conciliar posiciones e intereses divergentes. El

reconocimiento de este principio ha dado origen

a nuevas iniciativas que buscan descentralizar el

poder de decisión, fomentando así la democracia de

la toma de decisiones en el sector forestal, haciendo

resaltar la importancia de elementos como la trans-

parencia, responsabilidad y equidad, y estimulando

la gobernabilidad local de los recursos forestales.

La aplicación de políticas, normas y reglamentos

demandan que éstas sean claras, concretas, realistas,

prácticas y con una visión de largo plazo y operen bajo

reglas justas y estables. También es crucial monitorear

y divulgar los resultados reales de la implementación

de las políticas y aspectos normativos y se debe tener

-

men necesarios. Además, la aplicación se debe llevar

a cabo de manera integrada con la de otros sectores.

La devolución de derechos de propiedad y/o de

usufructo de los productos y servicios de los bos-

ques representa un ejemplo palpable de los esfuerzos

para ampliar y potenciar la participación social en

el manejo y la conservación de los recursos foresta-

latinoamericano ya se han devuelto formalmente

a comunidades indígenas y campesinas, y esta

Se debe apoyar este proceso para que la devolución

estas comunidades depende en gran medida de los

bienes y servicios que los bosques les aportan.


En muchos países han surgido nuevas formas de

gobernanza en el sector forestal que enfatizan la inter-

dependencia, la colaboración y el aprendizaje mutuo en

la formulación y la aplicación de políticas, involucran-

do diversas organizaciones sociales y gubernamentales.

-

fuerzo general para otorgar poderes a la sociedad civil

y cooperación entre actores con diferentes intereses.

La descentralización se produce por la delegación de

poderes y responsabilidades relacionadas con el desa-

rrollo del sector forestal a las municipalidades y otros

actores locales. Los gobiernos y actores locales poseen

16


grandes necesidades de capacitación y de recursos

el mandato implícito en la descentralización.

Dentro del marco del desarrollo forestal sostenible,

es esencial lograr la participación activa y el empode-

ramiento de los distintos grupos que deberían tomar

parte en la toma de decisiones sobre temas forestales

y asuntos relacionados.

Una ventaja potencial de la amplia participación

social se relaciona con un aumento en la legitimidad

y transparencia en los procesos de toma de decisiones

y en su implementación. La reducción de la burocracia

son factores cruciales para avanzar hacia un desarrollo

forestal sostenible.

Las comunidades a menudo poseen una amplia di-

enriquecer y mejorar las propuestas de manejo de los

manejo comunitario.

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Propiciar la delegación de poder de gestión desde las instituciones guberna-mentales nacionales hacia las instituciones públicas y los grupos locales de la socie-dad civil. La capacidad institucional local debe fortalecerse mediante la capacitación, la asistencia técnica y el empoderamiento de los diversos actores sociales. Además, se debe establecer un entorno que favo-rezca la exitosa participación de dichos actores en el MFS.

Los programas nacionales forestales (PNF) y otras estructuras de gestión y fomento deben contemplar explícitamente la participación activa de una amplia gama de actores involucrados. A estos actores de la sociedad civil se les debe otorgar la oportunidad de participar en la gestación e implementación de las nuevas normas de gobernanza e instrumentos de manejo, así como en su monitoreo y readecuación. También, deben tener la oportunidad de participar en debates públicos y en proce-

Apoyar los procesos y la dictación deleyes para la regularización de la propie-dad, la tenencia de la tierra y el usufructo de los bienes y servicios de los bosques, resolviendo de manera durable los con-

equitativo y la propiedad de los recur-sos forestales a los sectores sociales marginados.

Exigir el cumplimiento de la legislación para lograr un control efectivo de las felonías y actividades ilegales, como la corta ilegal y la corrupción en entidades públicas y privadas, posibilitando así la transparencia en el sector forestal.

Asegurar la compatibilidad entre la legis-lación, las normas y la institucionalidad existentes a diferentes niveles de decisión, tales como federal, estatal y municipal, y también entre diversos sectores.


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18

CAPITULO IV – Incrementar la competitividad del sector forestal

La provisión de servicios técnicos, empresariales y -

gado en los diferentes eslabones de la cadena. En la foto se aprecia la acción de los comunitarios del pueblo indígena de los Shipibo en la Amazonía peruana procesando la madera extraída de sus bosques y agregándole valor.

El incremento de la demanda local y regional por productos madereros y no madereros puede dar un impulso importante al desarrollo de las PyMEs forestales. La foto muestra la producción de madera

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Los medios de vida de más de cien millones de

latinoamericanos dependen directa o indirecta-

mente de los bosques. La mayoría de ellos viven en

extrema pobreza en regiones rurales. Ellos aprove-

chan los productos madereros y un gran número de

productos forestales no madereros, la mayoría de los

la comercialización. Muchas familias dependientes

de los bosques no han logrado salir de la pobreza al

no percibir un mayor provecho de la actividad fores-

plantas procesadoras que les permitan generar

mayor valor agregado a los productos forestales

la inseguridad de la propiedad y tenencia forestal

y la consecuente falta de inversiones en el sector

forestal

-

tes, con la calidad y los atributos demandados por

el mercado, ofertados con modalidades favora-

bles y a precios competitivos

la falta de organización empresarial entre los

pequeños productores forestales, lo que impide

su integración exitosa a las cadenas de valor

de los productos forestales y el acceso a cier-

tos incentivos económicos (pagos por servicios

ambientales, mecanismos de desarrollo limpio,

equipos y maquinaria para el aprovechamiento

forestal y el procesamiento de los productos

forestales que les permita generar un mayor valor

agregado

Si bien muchas grandes empresas forestales en

América Latina han logrado ser competitivas y

viables, existe el reto de fomentar el desarrollo

de pequeñas y medianas empresas (PyMEs) que

interactúen con las grandes empresas en cadenas de

valor en base a modelos ganar-ganar. Ello requiere

ajustes en los marcos político-legales y el otorga-

miento oportuno a las PyMEs forestales de servicios

las limitaciones ya mencionadas. De esta forma se

logrará generar mayor valor agregado que permi-

equitativa mediante la creación de seguridad jurídica

para acceder a los recursos forestales, tener acceso a

la infraestructura básica para extraer y procesar los

productos forestales, así como generar las capacida-

des gerenciales para forjar alianzas con otros actores

de las cadenas y así acceder a segmentos o nichos de

mercado lucrativos.


El desarrollo empresarial de las PyMEs tiende a

tardar muchos años. Para lograr su competitividad

clave mejorar los servicios técnicos, empresariales

vinculación con los proveedores, así como entre ellos

y las empresas.

20


Las PyMEs requieren de asistencia técnica para

atractivo y una favorable comercialización de sus

productos. Eso les permitirá tener acceso a los mercados

nacionales e internacionales al poder responder a las

demandas y exigencias impuestas por dichos mercados.

Las alianzas estratégicas entre las PyMEs forestales

y grandes empresas o compradores en los merca-

dos nacionales e internacionales requieren arreglos

institucionales que tomen en cuenta las realidades y

potencialidades de cada uno de los aliados, para reali-

zar sinergias y asegurar relaciones ganar-ganar.

Es de gran importancia crear alianzas entre acto-

res privados, incluyendo la colaboración efectiva y

equitativa entre grandes empresas y PyMEs (alianzas

verticales), así como también entre las PyMEs (alian-

zas horizontales). Se debe impulsar un proceso similar

de alianzas con los proveedores de servicios técnicos,

Figura 3. La mayor parte de las exportaciones de tres importantes productos forestales de la región, entre los años 1980 y 2005, fueron efectuadas por empresas grandes y medianas. Las PyMEs están a menudo

con destino a mercados europeos en el puerto de San Vicente, Chile.

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Venta de productos para la salud humana extraídos por pequeños productores de los bosques naturales de Iquitos en la Amazonía de Perú y comercializa-dos para la población local.

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Crear un marco político-legal favorable para impulsar el desarrollo de PyMEs

-cando los procedimientos burocráticos, estableciendo incentivos para los nego-cios sostenibles (por ejemplo, pagos por servicios ambientales) y penalizando negocios ilícitos y no sostenibles en el sector forestal.

Facilitar el establecimiento y la conso-lidación de PyMEs forestales mediante instrumentos oportunos (por ejemplo, exo-neración del pago de impuestos durante

equipos y maquinaria, u otras medidas de apoyo) para permitirles superar los cuellos de botella típicos de las empresas incipientes.

Promover alianzas público-privadas, así como privado-privadas, que fortalezcan co-responsabilidades, co-inversiones yco-manejo entre las PyMEs, grandesempresas y agencias gubernamentalesy no gubernamentales.

Impulsar una mejor articulación entre los -

cieros provistos a las PyMEs forestales por agencias estatales, ONG, empresas

tecnología, el acceso a capital, mejoras en la calidad de los productos y servicios generados y aumento de la productividady competitividad del sector forestal.


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Organizaciones asociadas a IUFRO-WFSE

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