bonifaz nuño, alberto-reseña de edmund wilson, los rollos del mar muerto (revista de la...
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7/23/2019 Bonifaz Nuo, Alberto-Resea de Edmund Wilson, Los Rollos Del Mar Muerto (Revista de La Universidad de Mxic
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UNIVERSI
E MEXIeO
A.
M.
BARRENECHEA
y
E. S.
SPERATTI
PIERO,
La literatura fantstica m
r-
gentina. Imprenta Universitaria. Mxico,
1957.
XIV
100 pp.
ms
apropiada el melodrama. o puede
censurrsele por haber recurrido a este
gnero, que si bien ha cado en desuso
(precisamente por su fal ta de valores au
tnticos y trascendentales), no es de nin
guna
manera indigno: todos los gneros
son lcitos y cada autOr tiene derecho a
utilizar el que considere ms accesible a
sus posibilidades. Pero el uso y el abuso
de todos los elementos mencionados ha
hecho que
La
Locura de los Angeles
adolezca de una notable inconsistencia
teatral. La obra pretende transmitir un
mensaje
de opt imismo: que
la
prostitu
cin se regenere y desaparezca; que los
delincuentes se arrepientan y se entreguen
a la justicia; que perezcan la avaricia y
la
maldad;
que
triunfe el
amor. Pero
son lcitos los medios de que se vale
el autor pa ra llegar a estas soluciones?
Los personajes con qe plantea el con
flicto son los ms fcilmente reconocibles
en la vida mexicana: la abuelita, el nie
to, la criada, la vecina, el ladrn, la pres
tamista, el polica, la prostituta. Ninguno
de ellos alcanza la dimensin necesaria
para
formar
un carcter
teatral:
son ti
pos personajes un solo perfil sin otra
evolucin que la que al autor conviene
por
simple requisito teatral. Y es que
Basurto
parece
preferir
la insercin de
La
intencin de esta l ite ra tura no
s implemente introducirnos en un mundo
irreal, sino presentarnos problemas me
ta fsicos, problemas del tiempo y el
es
pacio, del ser y el no ser, de la vida y
el sueo. Macedonio
Fernndez
est ms
cerca de la filosofa
en
broma que de
la autnt ica creacin: e labora su humo
rismo sofstico construyendo lgicamente
a partir del absurdo, elevando el equvo
co, el ret rucano y el chiste a la categora
conceptual . Tambin Borges est cerca
no
a la filosofa,
pero
su don potico,
su lenguaje rico y c_eido su humor , le
conviert en en un artista de la narracin.
Antes
que Borges y
Fernndez
se haHan
Eduardo vVilde, precursor , con algunas
gregueras
engarzadas en sus relatos ro
mnticos; Lugones, modernista, retrico,
preocupado por las fuerzas extraas
que rodean al hombre ; Qui roga , que ver
ti en sus relatos realistas algunos vis
lumbres de lo
irreal alcanzados por
sus inquietudes espiritistas, cientificistas
y paternales; despus de Borges, J u
lio Cor tzar, entre otros , ha escrito cuen
tos fantsticos en los que destaca el
tenn
del peligro humano de volver a lo pri
mitivo o a lo animal. Las autoras han
h e ~ h o un estudio cuidadoso, metdico.
que revela, a pesar de su aparente frial
dad, mucho amor. A. M. Barrenechea
analiza a Macedonio Fernndez
y Jorge
Luis Borges; E. S. Speratti Piero a
Leopoldo Lugones, Horario Quiroga y
Julio
Cortzar . A esta l it er atura la dis
t ingue su intencin intelectual: est he
cha
para
la inteligencia, no para la emo
cin.
Ahora
bien: la literatura no se
propone
tocar a
la
vez estos dos trmi-
s
un baile de la primera actriz en
el
pri
mer
acto; un discurso demaggico sobre
la polica, una palabra vulgar y un mu
tis de despedida para el personaje cen
tral
en el segundo, culminando en el ter
cero toda la accin con
un
Ave Mara,
que
profundizar
en la psicologa
de
sus
caracteres. Algunos de los recursos que
usa Basurto pertenecen indudablemente
al gnero teatra l que
ha
escogido; pero
hace fa lta algo ms que malicia y habi
lidad. en los trucos,
para
que el conflicto
planteado se convierta en una verdad tea
tral producida
por
la evolucin lgica del
tema y de fas personajes. Nada de
lo
que ocurre en La Locura.
de
los Ange-
les
puede producirnos la sensacin de
una imagen de la realidad. Los persona:
j es son simples marione tas movidas
al
gusto del au tor,
por
eso las soluciones
dan la impresin de ser tambin al gusto
del autor, pero con muy remotas posibi
lidades. de tomar contacto con la realidad.
Para lograr esto Basurto necesita ho
nestidad en la exposicin y autenticidad
en las motivaciones entre otras cosas ms.
La Locura de los Angeles fue esce
nificada, con absoluta fidelidad al texto,
po r
Fernando Wagner
con
un
grupo
de
excelentes actores encabezados por doa
Prudencia Grifel y Consuelo Guerrero de
Luna.
J. de la
nos? Borges lo logra a veces; los dems,
excluyendo a Quiroga, slo son cons
t ructores de laberintos o de tra tados de
geometr a verbal que poco t ienen que ver
con el l ibre vuelo de la imaginacin.
EDMUND W IL SON,
Los Rollos del Mar
Muerto.
Breviarios
(124),
Fondo
de
Cul
tura Econmica. Mxico, 1956. 125 pp.
Sobre un asunto que a simple vista
parece que interesara slo a los eruditos,
Edmund
\iVilson
esuibi
un reportaje
que produjo revuelo entre los lectores
de peridicos de los Estados Unidos .
En
1955 lo
public en The New Yorker .
Luego, alentado por
la
entusiasta acogi
da dispensada a su t raba jo ,
10
arregl
en
forma
de libro, del que ya se han ago
tado va rias ediciones. Ahora , gracias a
la presente versin, los lectores de habla
espaola pueden juzgar de la razn del
gran
xito alcanzado por Los Rollos del
Mar Muerto
en los Estados Unidos.
B
mater ial art st ico susceptible de propor
cionar un goce esttico. Su dilogo, como
lo
exige
el
estilo realista, no corresponde
al de una mera conversacin familiar,
ha extrado las palabras de su limitado
mbito fsico para que trasciendan los
lmites de su simple condicin informa
tiva se internen en
un
terreno potico
que es el de la verdadera dimensin tea
tral.
La
escenificacin de esta obra ha co
rroborado los propsitos de
la a u t o r ~
con
f idel idad absoluta, gracias a la direccin
cuidadosa e intel igente de Seki Sano.
La
lnea subjetiva del texto expone la obra
a
una
equivocacin en cuanto al tono que
ella requiere, p r i n c i p a l m ~ n t e porque. las
decisiones de los personajes son motIva
das por una e;volucin interna ms suge
rida que directamente
~ c p r e s a d a
M a r c ~ r
con claridad esa evoluclOn
ha
sido el me
r ito fundamental de la interpreta cin de
Seki Sano, y el factor
d e c i ~ i v o para
que
Los
rutos Ca dos haya sIdo llevada a
escena con la mxima dignidad que sus
cualidades requieren.
La
eleccin cuidadosa de un reparto
eficaz y apropiado c o n t ~ i ~ u y
n o t a b l ~ -
mente al xito de la esCel11fcaClon. Mana
DouO las se identifica con Celia enri-
o .
quecindo1a y afirmndola como p.erso-
na1idad teatral . A su lado, Lola T1l10CO
hace manifies ta su ca lidad de intrprete,
huyendo de los trucos fc.iles y
c o n v ~ r i -
cionales que Paloma. hubIera permitido
aprovechar. Carmen de Mora,
s e n s i ~ l e
y exacta, conmueve y convence amplJa
mente en Magdalena. Amado u m y ~
encarna con soltura y veracidad a Fer-
nando. Y por ltimo, Adriana Roel, a
pesar de su inexperiencia muestra d ~ ~
til a las rdenes de
un
dIrector
expen-
mentado y logra convencer en su D o r a ~
La escenografa de Antonio Lpez
Mancera
mantiene la sobriedad caracte
rstica de todo el espectculo.
LA LOCURA DE
LOS ANGELES
Luis G. Basurto es, posiblemente, el
autor
mexicano de mayor xito comer
cial en estos momentos. Ha logrado re
unir un pblico que sigue su t rayectori a
de
autor con inters y fidelidad; un p-
blico que acude a ver sus obras con la
seguridad de que recib ir las emociones
que desea.
Para
corresponder a esta fi-
delidad, Basurto posee una indiscutible
malicia que es producto de su larga
per iencia como hombre. de teatro.
El
ido descubr iendo cules son los elemen:
tos que ap resan la atencin del pblico
con mayor eficacia y ahora que los do
mina absolutamente, se ha decidido a u t i ~
lizarlos con prodiga lidad. El camino
es
seguro y fcil, pero es necesario
p r e g u n ~
t ar se hasta qu ext remo puede seguirse,
sin que
por
ello pierda seriedad
el
drann-
turgo.
En La Locura.
dI
los An ge le s la
ltima de sus obras, Basurto se ha de
jado
llevar por su apasionada conside
rac in de los espectadores.
En
ella ha
reunido el mayor nmero posible de
e l e ~
mentas morbosos, presentndolos
en
h
forma que
el
pblico los imagina conven
c iona lmente : la avaricia, la maldad, el
crimen, la prostitucin, la envidia, etc.:
convenientemente amalgamados en
abierta lucha contra
otras
tantas virtucld
para plantear un obvio conflicto entre
el mal y el bien .
Para
desarroll ar este conflicto, Ba
\lu
rto
ha escogido como forma teatral
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7/23/2019 Bonifaz Nuo, Alberto-Resea de Edmund Wilson, Los Rollos Del Mar Muerto (Revista de La Universidad de Mxic
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UNIVERSIDAD DE MEXICO
31
Por
Jaime G R I TERRES
A. B.
N.
quedan a cargo del restaurador profe
sional.
Las
materias que trata esta obra, en
los seis captulos de que consta, son las
siguientes:
E l
problema de las biblio
tecas y archivos .
Lo
que se hace y lo
que se deja de hacer .
Las
enfermeda
des y los accidentes que sufren los li
bros .
Higiene
y seguridad del libra .
Teraputica
del libro . Aplicaciones
especiales de esta teraputica .
Piensa usted que sea lcito reconocer
menos autenticidad literaria, menor poder
de accin, en un poema defectuoso pero
sembrado de bellezas fuertes, que en un
poema perfecto pero sin
gran
resonancia
interna?
Tan mezclada est la sus
tancia de mi pensamiento, y tan neutrali
zada
su belleza general
por
las impurezas
y las indecisiones que la recorren, que
aqulla no alcanza, literalmente, a exis
tir?
L o
malo es que Antonin Artaud no
siempre cumpla esa dosis mnima de be
l leza; y la tor tura y la desesperacin, por
s solas , no constituyen t tulos de ciuda
dana en la exigente repblica de las le-
tras.
FERNAND CROMMELYNCK.
Thatre complet
Chaud et froid; Une femme qu a le
coeur trop pelito
(Paris. Seuil.)
ApOLLINAlRE.
Oetwres Potiques.
(Pars.
Bib .
de la
Pliade; Gallimard).
Con todas sus f recuentes flaquezas,
con sus repeticiones y pueriles artimaas,
la poesa de Apollinaire, vista en conjun
to, resulta imponente. No dudo que las
podas le aprovechen; que la cosecha bruta
diluya, antes que exaltarlo,
el
brillo de
los f ru tos ms logrados.
Y
sin embargo
esta recoleccin generosa tiene pleno sen
tido. Guillaume Apollinaire podr no ser
un genio pare jo y definitivo, ni siquiera
un innovador consistente; posey en cam
bio cierta inagotable elocuencia y una
perpetua
capacidad
para
el
destello per
sona . Aun en sus peores momentos hay
algo que lo ennoblece: un
aura
de cancin
desnuda;
una clida msica sensual que
prevalece sobre la
rut ina y
el
desfalleci
miento inventivo.
Cuando, hace pocos meses. tuve opor
tunidad de leer Les amants purils en uno
de los cuadernos peridicos que suelen
publicar las piezas estrenadas o repuestas
en los teatros de Pars , no acertaba yo a
explicarme por qu
el
autor de esa es
plndida
obra
(que lo es tambin de
Le .
COCtt magnifiqtte y Carina) no contaba
an con una edicin colectiva de sus
tribajos.
Me ha sorprend ido, pues, muy
graltaniente que Le s
ditions dlt seuil
hayan iniciado ya tan indispensable em
presa. Los dos ejerc}cios que aloja el pri
mer
tomo no constItuyen, en
SI
revela
ciones extraordinarias; pero sin duda pre
ludian una de las expresiones ms vigo
rosas del teatro moderno, y junto con las
r j de libros
e x t r ~ e r o s
por sencillo y directo, los procedi
mIentos que deben seguirse,
por
ejemplo,
para
destruir ciertos animalitos destruc
t or es aunque no se conozca su nombre
en latn.
1
tratar
de la h ig iene , habla de los
CUIdados mediante los cuales cualquier
persona puede impedir que sus libros en
fe:men. Al
tratar
de la terapia des
cnbe
las operaciones necesarias
para
re
p2ra
y poner en estado de conservacin
un libro o
Un
documento daados; ope
raciones compli'cadas stas, las cuales ya
A. A
rtaud- caso sintomtico de nuestro
tiempo
Hasta qu pun to es Artaud un verda
dero escritor? En ocasiones, aunque no
deja
de cobrar, aqu y all, una angus
tiosa penetracin alucinada, su obra se
antoja
desahogo puro, o escueto delirio,
o documento
para
uso eXc ).lsivo del psi
quiat ra . Como quiera, no es posible des
atenderlo: su caso es demasiado sintom
tico de nuest ro tiempo. El problema se
resumir a en estas palabras que
el
mismo
Artaud confiaba a Jacgues Riviere:
ANTONlN ARTAUD. Oenvres completes, To
me
l.
Paris. Gallimard.)
B N
JUAN ALMELA MELl, Higiene y Tera-
petica del Libro.
Fondo
de
Cultura
Econmica. Mxico,
1956.
219 pp.
Las enfermedades de los libros real
mente existen.
Pueden
ser producidas
por la invasin de organ ismos des truc
tores
o por causas qumi 'cas o fsicas; )
asimismo pueden ser combatidas. De aqu
que
sea lcito hablar de patologa del
libro. Esto, que todava par ecer ext ra
vagante a muchas personas, ya hace
tiempo que ha sido aceptado
por
emi
nentes bibligrafos.
En efecto, Patologa del Libro fue
el
ttulo de un discurso que ley don
Amalio Gimeno al ingresar en la Real
Academia de la Lengua en 92 Desde
938 funciona en
Roma
un Insti tuto de
Patologa del Libro .
Hace
algunos aos
el director de dicho Instituto public
un
l ibro titulado
Patologa e Terapia del
Libro, Y
por l timo,
hasta
se ha acu
ado
una palabra
nueva
para
designar
la ciencia de
cuidar
y
curar
los libros.
Juan
Almela Meli no
profundiza
en
los aspectos tcnicos de esta ciencia. Para
l lo importante es divulgar, empleando
un lenguaje que han de entenderlo to-
Unos muchachos beduinos, contraban
distas de cabras. hace nueve aos encon
traron, dentro de una cueva
junto
al
Mar
Muerto, unos rollos de pergamino es
critos en hebreo arcaico. Los vendieron
a bajo precio en Je rusalm, sin que ven
dedores ni compradores supieran de lo
que
se
trataba.
Pas a lgn
tiempo
~ l t t s
de que se viniera a
entender
que esos
rollos contenan genuinos libros bblicos
y ot ras no cannicos, que procedan de
una fecha anterior a la
de
los ms an
tiguos textos hebreos, y que pertenecie
ran a la secta juda de los esenios.
Sobre estos hechos
trabaj
Edmund
\Vilson, componiendo
un reporta je
en
que se emplean todos los recursos que
pueden llamar l a a tenc in y despert ar
la curios idad del lector ingenuo , y has ta
del que se figura
que
no lo es tanto.
Bien escrito. En el hallazgo, venta
y
compra de los primeros pergaminos,
ta la fuga del
afortunado
metropolitano
Samuel, hay excelentes a ti sbos de sus
pense cinematogrfico. La reconstruc
cin histrica de la sec ta esenia, las des
cripciones del ambiente fsico, estn fra
guadas en los moldes de la
mejor
es
cuela. Y todo inters sube de punto cuan
do
se
consideran las posib les implica
ciones entre el haHazgo del Mar Muer
to
y
la
religin cristiana.
El autor , basndose en discusiones que
ya se
han
suscitado
entre
los eruditos,
toma en cuenta la posibilidad de que
Jess haya pertenecido a la secta esenia,
y que, tomando
por
modelo al Maestro
de Justicia fundado r de la secta, que
muri por la justicia a manos de los im
pos, tratara de cumplir
por
su cuenta
la misin de maestro, mesas o
mrtir
que vivi despus .
Y
como
para
llevar
al extremo la nota sensacionalista,
rc
mite a la Iglesia la solucin del pro
blema.
No puede negarse
que
si no fuera por
ei recurso sensacionalista, no existira tal
libra; y sera
una
lstima,
porque
gra
cias al inters que despier ta , divulga im
portantes nociones sobre aspectos desco
nocidos del judasmo precristiano.