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Boletín nº 181 Agosto-septiembre 2017

Formación

Seamos maestros de nuevas ideas, atentos cirujanos en las calamidades, auxilio en las ca-tástrofes, abanderados de esperanzas y defensores de paz para esa tierra nuestra

La tierra es la contraposición de lo que vemos cuando levantamos la vis-ta, a saber, lo que pi- san nuestros pies. Y ¿qué es lo que avizo- ramos ? Pues cam-pos, colinas, largas cordille-ras, ríos, playas, huer-tos, pi- nares, un campa- nario en m e d i o de una di-minuta población, etc. Es decir, desfi-la ante nuestra vista todo un mun- do al que llama-mos la tierra. Este globo terráqueo, creado por Dios para el hombre, es el lugar de todo lo que conside-ramos material, natural y que, a la vez, podríamos llamar humano. He aquí la contraparti-da de lo que llamamos cielo, que viene a constituir la casa y origen de todo lo que es su-perterrenal, espiritual y sagrado. Dios creó la tierra de la nada -nos cuenta la Biblia-, pero esta no pretende enseñarnos ciencias naturales ni explicarnos científicamente la forma, la composición o el origen de la tierra. Los israelitas imaginaban la tierra como si fuese un disco plano, redondo por razón

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del horizonte, que creían clavado fijamente en el mar universal. No podemos nosotros poner los pies sobre las aguas del mar como hace una frágil barqui-chuela, ni podemos volar como hace el pajarito, saltando de su nido. Lo único que está a nuestro alcance es instalarnos sobre esta tierra dura que nos ha sido dada por Dios, des-pués de regalarnos mar tan inmenso y firmamento tan amplio. Quedamos, por tanto, forzo-samente sujetos y retenidos a esta tierra árida y montañosa, en la que, a escasos metros, hallamos también jardines, iguales a los del paraíso de nuestros primeros padres. Esta tie-rra concede a los hombres frutos para comer y madera para construir muebles e incluso casas y señoriales estancias. Históricamente, hemos llamado a una pequeña parcela de esta nuestra tierra Tierra Santa, como así llamamos a parte de la tierra de Israel y de Palestina, donde vivió y murió Nues-tro Señor Jesucristo. Antes, también esta tierra nuestra la hemos llamado Tierra de Promi-sión, porque es la tierra que Dios prometió al pueblo israelita, que tenemos también por sa-grada. Todos anhelamos poseer una parte, por pequeña que sea, de esta tierra con la intención de disfrutarla nosotros y nuestra familia. A ella le rendimos honores, belleza, espacio, sombra y color. Se trata de nuestra casa o domicilio. La llamamos, además, nuestra patria si la consideramos como propiedad de un conjunto de personas que viven los mismos ideales, la misma historia y los mismos objetivos. No pocas veces, incluso, la besamos como hacen los futbolistas cuando entran en el solar donde esperan poder mostrar sus dotes deportivas. En una palabra, quisiéramos tener todos una porción de esa tierra como honor y orgullo de nosotros mismos y tal vez envidia para los que contemplen esta mansión nuestra. La sabiduría popular nos muestra a veces cualidades, dones o ventajas que tiene esta tierra nuestra, cuando decimos: Mi tierra es la que me da el pan. A tierra donde vayas, harás lo mismo que tú verás. Quien en la tierra de otro siembra, la semilla pierde. Tener mucha tie-rra en la Habana. Tirarse tierra a los ojos. Los cuatro elementos que todo humano se honra en tener y por nada los dejaría son la tierra, el aire, el agua y el fuego. Por tanto, aprendamos de tantas cosas que nos enseña la tierra, pues ella es nuestra grandeza, nuestra propiedad, nuestra riqueza y el producto que más nos enaltece. Difícilmente, podremos imaginar el bienestar, las ventajas, los descubrimientos, los ampa-ros, la comida que esta tierra nos ha dado, da y está dispuesta a darnos. Nunca podremos medir ni calcular los regalos que Dios nos ha hecho a través de esa morada pétrea donde moramos. ¿Somos agradecidos nosotros a quien nos regala diariamente salud, alegría y futuro, es de-cir, a nuestra tierra, y por ende también a ese Dios oculto, Señor y Dador de todo bien? Ah, y como colmo pensemos que el último beso que recibiremos en esta vida será el de la tierra que cubrirá nuestros restos mortales por los siglos de los siglos hasta la resu-rrección de los muertos, como nos recuerda nuestra liturgia y nuestra fe. Por eso, incluso podemos decir que no solo la tierra es nuestra, sino que también no-sotros nos trasformamos en tierra y nos convertimos en terrícolas en el sentido más es-tricto de la palabra. Pero, ojo, esto será solamente hasta que Dios nos llame y saque de ese cobijo terrenal para pasar gloriosamente a gozar de su seno por años sin fin.

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El Papa Francisco nos invita en su carta encíclica "Laudato si" (pág.161) a cuidar esta creación con pequeñas acciones cotidianas. "Es maravilloso -dice Francisco- que la educación sea capaz de motivarlas hasta conformar un es-tilo de vida,..... como evitar el uso de material plástico y de papel, reducir el consumo de agua, sepa-rar los residuos, cocinar solo lo que razonablemente se podrá comer, utilizar transporte público o compartir un mismo vehículo entre varias personas, plantar árboles, apagar las luces innecesarias. Todo es parte de esa generosa y digna creatividad que muestra lo mejor del ser humano". San Francisco de Asís entraba en comunicación con todo lo creado y hasta predicaba a las flores. Es que, como dicen Joan Carrera y Llorenç Puig en el cuaderno "Hacia una ecología inte-gral" (pág.10), "Para el creyente, contemplar lo creado es también escuchar un mensaje". Que recapaciten, por tanto, quienes maltratan, hieren o matan esta tierra, como pue-den ser las industrias petroquímicas; las industrias madereras que talan nuestros más fla-mantes bosques; las personas que queman voluntariamente, o por desidia, nuestros verdes pinares; los millones de coches que contaminan el aire que respiramos en nuestras ciudades e incluso aldeas. Preguntas que también podríamos dirigir a tantas líneas aéreas que, con tanta generosidad, nos trasladan de un país a otro, igual como surcan los inmensos mares nuestros buques de carga o los cruceros de placer y sobretodo esos plateados y siempre te-mibles buques de guerra, que se llaman vigías de paz y son depósitos y distribuidores de las más modernas armas que destruyen países, etnias e indefensos pobladores de nuestro planeta. Los enemigos y destructores de nuestra Tierra son, por tanto, numerosos, diversos y poderosos. Ante tan macabro hecho, seamos maestros de nuevas ideas, atentos cirujanos en las calamidades, auxilio en las catástrofes, abanderados de esperanzas y defensores de paz para esa tierra nuestra, que es nuestra mansión y se muestra ahora en peligro de que-dar agotada e incluso ser destruida. "A través de los fenómenos naturales extraordinarios y desastres ecológicos, la creación protesta de nuestro proceder" -amonestan nuestros obis-pos, en esa Jornada del 1 de septiembre. Y por tanto, esta nuestra tierra gime ahora y enarbola por todas partes un llamativo rótulo que dice "SOCORRO, SOCORRO", recordando seguidamente que los recursos naturales del planeta Tierra para este año 2017 se agotaron el pasado 2 de agosto y que, a partir de ahora, lo que consumimos es simplemente sobreexplotación. Nicolás Pons sj,

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La campaña «Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza» exhorta a los poderes públicos a no po-ner los beneficios económicos por encima de las personas

A lo largo de los meses de septiembre y octubre, la Campaña SI CUIDAS EL PLANETA, COMBATES LA POBREZA pone en marcha un nuevo ciclo bimestral de sensibilización, que en esta ocasión aborda el punto 7 de su Decálogo Verde, que propone «No supeditarás tu acción a los intereses económicos». En esta nueva etapa del calendario de sensibilización, que comienza justamente cuando se celebra la II Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, las entidades promotoras de la Campaña –Cáritas, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES (Red de Entidades para el Desa-rrollo Solidario)—, vuelven a inspirarse en la encíclica Laudato Si´ del papa Francisco, donde se se-ñala que «la política no debe someterse a la economía y ésta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia. Hoy, pensando en el bien común, necesitamos impe-riosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente de la vida humana» (LS 189). En este séptimo principio, la campaña anima a todos a “constituirnos en voces que claman a los que detentan el poder de decisión en la política y en la economía, con el que orientan, fijan y con-dicionan en gran medida nuestro vivir”. Para ello, las entidades se dirigen a quienes ejercen el poder en los distintos niveles de la política, la economía, la ciencia y la técnica para exhortarles «a que regresen siempre, en su toma de deci-siones, a su nivel y condición de personas y ciudadanos normales, que se despojen de la imperso-nalidad que supone mirar desde arriba para no perder de vista la perspectiva de lo común». De manera concreta, Cáritas, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES invitan a los poderes públicos a evitar una visión y práctica distorsionada de la economía, en la que prime la maximiza-ción de beneficios a corto plazo y la economía financiera sobre la economía real. Y los insta a co-rregir una situación donde el interés económico prevalezca sobre el bien común y las finanzas ahoguen a la economía real. A este respecto, se recuerda que «los creyentes miramos en Jesucristo el camino a seguir para una comprensión cristiana de la realidad, porque a pesar de que “todo fue creado por Él y para Él” (Col 1,16) se abajó hasta los pies de los más pequeños para vernos y servirnos desde ahí». En el marco del punto 7 del Decálogo, la Campaña apuesta por superar, como recoge en Laudato Si´, el paradigma tecno-económico imperante para recuperar una economía al servicio del ser hu-mano y respetuosa con la creación, una ecología económica capaz de obligar a considerar la reali-dad de manera más amplia. Las entidades promotoras de la Campaña recuerdan que en este sistema desorientado donde se suceden las crisis económicas surgen en cada una de ellas, como reacción a sus consecuencias y efectos nunca controlados, voces que apuntan soluciones que no se atienden. Por ello, se anima a

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que todos, y especialmente quienes ejercen el poder político y económico, miremos la realidad con la mirada de los otros, que es «una mirada humilde que mira desde abajo».

¿QUÉ PUEDES HACER (O DEJAR DE HACER?

En el apartado de propuestas de vida vinculadas al punto 7 del Decálogo Verde, para los dos próximos meses se señalan varias sugerencias: 1. Párate a pensar, no tengas miedo, Él está contigo. No supeditarás tu acción a los in-tereses económicos. Pararse a pensar sobre la potencia transformadora de esta senten-cia es un primer paso para cambiar nuestros comportamientos cotidianos y ponerlos al servicio de las personas y del entorno en el que comparten espacio con el resto de cria-turas de la Creación. Empezar a pensar y comportarse de otra manera no es una mues-tra de excentricismo, rebeldía sin causa o amenaza al bienestar. Para los cristianos es simplemente seguir el camino de Jesús. 2. Reflexionar sobre si necesitamos tantas cosas materiales: ¿Tanta ropa? ¿Tantos auto-móviles en propiedad? ¿Tanta comida que luego acaba en la basura? ¿Necesitamos real-mente sustituir un producto de consumo, simplemente porque ha pasado de moda? Li-berarse de la esclavitud del consumismo puede ser un buen comienzo para conocernos mejor a nosotros mismos y preguntarnos si el consumo intensivo de cosas de usar y tirar nos hace realmente más humanos o nos pone al servicio de unos intereses económicos que nos son ajenos. 3. Desafía la lógica del pez grande se come al chico, consumiendo en los mercados loca-les bienes y servicios procedentes de pequeños productores locales. Sentirás la cercanía de las personas que los producen y de la tierra de la que provienen. 4. Consume productos de Comercio Justo. Hay productos como el café, el cacao, el azú-car de caña o el té, que no se producen cerca de nosotros, pero podemos adquirirlos con garantías de que se han producido respetando los derechos de las personas y el medio ambiente. 5. Únete a la banca ética. Hay otra forma de hacer finanzas, apoyando a las iniciativas de la economía real que buscan un desarrollo sostenible de las áreas donde se ubican.

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E l 23 y 24 de febrero de este año, se cele-bró en el Vaticano el Seminario “Derecho Humano al Agua”, con 95 par-ticipantes de los 5 continentes, y con-

vovado por la Pontificia Academia de las Ciencias y la Cátedra del Diálogo y de la Cultura del En-cuentro. “Las cifras que las Naciones Unidas re-velan son desgarradoras y no nos pueden dejar indiferentes: cada día mil niños mueren a causa de enfermedades relacionadas con el agua; mi-llones de personas consumen agua contaminada. Estos datos son muy graves; se debe frenar e in-vertir esta situación…”.

• “El respeto del agua es condición para el ejer-cicio de los demás derechos humanos. Si acata-mos este derecho como fundamental, estaremos poniendo las bases para proteger los demás de-rechos. Pero si nos saltamos este derecho básico, ¿cómo vamos a ser capaces de velar y luchar por los demás?”. • “Es un ideal por el que merece la pena luchar y trabajar. Con nuestro «poco» estaremos contri-buyendo a que nuestra casa común sea más ha-bitable y más solidaria, más cuidada, donde na-die sea descartado ni excluido, sino que todos gocemos de los bienes necesarios para vivir y crecer en dignidad”.

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Leo a vuela pluma algunos pasajes (Juan 13:35 // Salmo 145:9 // Proverbios 24:17) // 1 Pedro 3:9 // Dt 15,11... Y lo hago centrado en este mensaje claro de Jesús: Pero yo os digo: amad a vues-tros enemigos y orad por los que os persiguen. Él hace salir su sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos. (Mateo, 5,38 y Lucas 6,35). Nos olvidamos enseguida que “todos” somos hijos de Dios que nos ama con ternura infinita. Todos, significa amor a todos, indepen-dientemente de nuestra respuesta de amor hacia Dios ¿O es que Dios no amó a Caifás, a Judas Iscariote, a Pilato, a cada uno de los convecinos de Jesús que tan solo unos días antes de su muerte le aclamaban el domingo de Ramos y pocos días después gritaban ¡crucifícalo!? ¿No quiso Dios con amor maternal a Hitler, a Mao, a Franco, a Lenin, a los mafiosos calabreses? ¿No ama a los asesi-nos de ETA o del GAL? ¿Dios no ama a los fundamentalistas terro-ristas islámicos? ¿Tampoco ama a Putin, al dictador de Corea del Norte, a Trump, a cada uno de nosotros? Una cosa es que Dios ame a todas sus criaturas y otra, muy distinta, que sus criaturas le corres-pondan a través del amor a sus hermanos. Pero si somos sinceros, reconoceremos la repulsión que nos produce leer que Dios pueda amar a estos terroristas que han sembrado la desolación y la muerte en Barcelona, en París, en Londres, en Bruselas... Preguntémonos por qué no chirría leer “Dios ama a todos” en genérico y nos produce un rechazo visceral en cuanto ponemos algunos nombres y apellidos a ese “todos”. A mí también, por cierto. La Ley del Talión aparece en el Código de Hammurabi, rey babilónico que codificó una serie de leyes en el siglo XVIII antes de Cristo y las preservó esculpidas en un gran pilar, hoy en el Lou-vre. Este rey babilónico introdujo el castigo proporcional. El ojo por ojo, fue un avance respecto a todo lo anterior hasta el punto de que los judíos lo incorporaron a sus leyes. Pero Cristo lo revolu-ciona todo pidiendo el bien por mal, la ayuda a nuestro prójimo aunque no nos lo agradezca ni nos salga por gusto. Es algo más que la actitud pasiva de no perjudicarlo. Y en cuanto a los canallas fundamentalistas que han roto a tantas familias en Barcelona y la paz social general, no se nos pide que les demos cariño, porque es imposible. Pero sí que recemos por ellos, y por todos los que odian de manera tan inhumana. Solo así podremos perdonar llegado el caso que nos ofendan a nosotros. Lo que nos pide Dios son dos cosas: que dejemos a Dios ser Dios sin razonarlo todo y fiarnos de que si no luchamos contra el odio y el rencor vengativo, nos acercaremos peligrosamente a sentir lo que cualquiera de estos agresores deshumanizados. Rezar por nuestros enemigos humaniza, nos coloca en el camino samaritano y nos convierte en los mejores instrumentos de Dios para implantar su Reino de amor. Pues si al odio y la violencia de tantos se va a unir nuestra agresividad y ganas de venganza, ¿qué es lo que estamos gestando? Rezar no es solo repetir oraciones más o menos sabidas, sino pedir a Dios que nos cambie el cora-zón para entender y aceptar su mensaje de amar a los enemigos de verdad, que por algo es un mensaje del NT y también del Antiguo Testamento. Y junto a este mandato, el de no juzgar, por-que no sabemos nada de la verdadera realidad de las cosas; solo de sus consecuencias. Y dicho todo lo anterior, mi solidaridad con todas las víctimas y sus familiares, aunque esto, de puro básico si nos sentimos mínimamente humanos, es algo común y universal a cristianos, ateos, musulmanes o adoradores de la luna (“¿Qué mérito tenéis?”). Lo específicamente cristiano es continuar haciendo el bien a pesar del mal, incluso a quienes nos lo causan. Gabriel Mª Otálora Laico de la diócesis de Bizkaia, miembro de pastoral de la salud y liturgia parroquial.

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La religión no puede ser el arte de complicarlo todo. La vida ya es bastante compleja como para que la búsqueda espiritual termine

en un enredo de conceptos y preceptos que son tan difíciles de entender y tan fáciles de romper. El Papa Francisco lo sabe, por eso

nos ha pedido que recuperemos lo que ha llamado la "gramática de la sencillez", la capacidad de la Iglesia de ser comprendida

por los simples, de impactar en lo más básico, de regresar desnuda a lo fundamental.

Nos recuerda el sucesor de Pedro que estamos llamados a ser una iglesia "capaz de darle calor al corazón de la gente" y esa capa-

cidad es fruto del retorno pero también la protección de lo esencial del mensaje cristiano, que suele verse tan amenazado de apa-

riencias sumamente formales, de redacciones complejas, de rituales que si bien albergan una enorme riqueza simbólica, su signifi-

cado es poco accesible para el hombre de hoy.

Nuestro Pontífice nos pide no ser una iglesia autorreferencial, centrada solo en sí misma, lo que significa que no podemos pensar

que es la gente la que tiene que acercarse, la que tiene que valorar nuestros tesoros y aprender nuestras tradiciones para reconocer

el significado de nuestras prácticas. Eso es exigir demasiado requisito de entrada, nunca el Reino fue concebido así.

La Gramática de la Sencillez implica la recuperación de lenguajes más universales, más básicos, de palabras más sencillas. Es im-

presionante como las facciones que más adversas se muestran al pontificado de Francisco se expresan en términos tridentinos que

ningún creyente de a pie logra comprender. Ni siquiera se trata de que su propósito sea confundir, o que esperen asegurarse el

monopolio del conocimiento, se trata de que realmente creen que a la fe le corresponde una terminología compleja, que sin erudi-

ción teológica no es posible creer.

Pero el evangelio es una fuerza que se ha revelado a los sencillos, que ha sido expresada en la más espontánea narrativa, en la

poesía más universal: "un hombre tenía dos hijos...", "una mujer perdió una moneda...", "Salió un sembrador a sembrar...", "Yo

soy el pan de la vida...", "yo soy la luz del mundo...", "hay más alegría en dar...", "hago nuevas todas las cosas...".

Evangelizar en el mundo de hoy pasa por hacer ejercicios muy franciscanos, del Santo y del Papa también. Será imposible evangeli-

zar en un mundo tan consumista y tan comercial si nuestra lógica económica es la misma, si en nuestra escala de valores la como-

didad, el confort y el poder adquisitivo tienen un lugar por encima de las necesidades de los simples.

Hay que poner las cosas en su lugar, y dejarle al César eso que tan importante considera el César, y a Dios darle todo lo realmente

importante, pues todo le pertenece. Podremos anunciar la buena nueva si llevamos el corazón ligero, sin pretensiones de fama o de

reconocimiento, si estamos dispuestos a ser olvidados dejando un mensaje inolvidable.

Estaremos listos para ser de nuevo sal en esta tierra si cambiamos nuestra lógica autocomplaciente, si dejamos de creernos y sen-

tirnos el centro del mundo, y ponemos el centro en donde Jesús lo ha puesto: en las periferias de los excluidos, eso no solo nos

pondrá los tobillos en marcha como Abraham, sino que nos hará desinstalarnos de esta comodidad litúrgica y doctrinal tan perfec-

tamente rubricada pero tan inaccesible a los analfabetos. En el Reino todos entienden.

Formas, lenguajes, rituales, enseñanzas y un día, quizá, hasta las formulaciones dogmáticas y las estructuras jerárquicas tendrán

que ir recuperando la gramática de la sencillez, la que le da al grito de la pascua su carácter de fuego capaz de calentar corazones

rotos, la que le devuelve al anuncio del evangelio su luminosidad para devolver la vista a quienes viven en la terrible oscuridad

causada por las sombras del egocentrismo, de la marginación. Así y solo así, muchos podrán encontrarse con el rostro alegre y

siempre bondadoso de Jesús, ese de quién decían: ¿Quién es este que no habla como los escribas ni los maestros de la Ley? ¿Acaso

no es galileo este maestro al que todos le entienden?

Beto Vargas (Religión Digital)

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(Declaración final del MMTC_ Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos).- Convocados para dialogar y renovar nuestro compromiso de acercar el Evangelio al mundo del trabajo, con-cluyeron los trabajos del Seminario Internacional y la Asamblea General cuyo lema ha sido "Tierra, techo y TRABAJO para una vida digna", y que no nos ha reunido en Ávila, España, del 15 al 21 de julio de 2017, 120 delegados y delegadas de 42 movimientos de trabajadores cristia-nos de África, América, Asia y Europa. En estos días hemos compartido vida, solidaridad y fraternidad. Hemos sido testigos de la acogi-da de la ciudad, de su diócesis, de sus medios de comunicación, sintiéndonos muy afortunados. Nos acompañaron a nuestro encuentro los principales responsables de la Iglesia y representantes sindicales de España, que nos alentaron a seguir construyendo puentes entre la Iglesia y el mundo del trabajo. Hemos damos gracias a Dios, por estos 50 años de presencia cristiana en el mundo del trabajo y de camino al lado de tantos hermanos trabajadores, compartiendo sus gozos y esperanzas, sus ale-grías y sus penas. Nos sentimos acompañados en nuestra tarea evangelizadora por el papa Francisco, que en su mensaje a los participantes de este encuentro, a través del obispo de Ávila, nos emplaza a un "renovado impulso para acercar el Evangelio al mundo del trabajo y también para que la voz de los trabajadores siga resonando en el seno de la Iglesia", y a "luchar para que todo el mundo viva conforme a su dignidad y nadie se vea descartado". En nuestra mirada creyente, hemos compartido la vivencia y presencia en las distintas realidades en los lugares de origen de los movimientos que integran el MMTC. En este discernimiento nos han aportado su experiencia la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y el movimiento popular de barrios ignorados; profundizando en la enseñanza del papa Francisco en relación a la pastoral obrera, la economía del descarte y el traba-jo decente. Compartimos nuestra preocupación por el desempleo, la falta de empleo digno y la alta precariza-ción de las relaciones laborales en todo el mundo, que genera dolor, sufrimiento muerte, insolida-ridad, desesperación, guerra, violencia, emigración. El dominio del lucro se sustenta bajo un mo-delo de relaciones laborales basado en el debilitamiento del derecho laboral, de la negociación colectiva, de la protección y los derechos sociales, de la representación y defensa de los trabaja-dores y las trabajadoras... en definitiva, un empobrecimiento de la vida y la deshumanización y desigualdad del trabajo. Estas condiciones atentan contra la vida de millones de personas y de familias enteras, sin distinción de edad, género, raza o lugar... especialmente a jóvenes, mujeres y niños (trabajo infantil). Una realidad sufriente que es fruto de un sistema basado en la cultura del descarte que convierte a las personas en mercancías. Estos rasgos son comunes en todos los países en el marco de una glo-balización económica que se desentiende de la solidaridad y del respeto a la casa común. Nos sentimos interpelados. Es también nuestro el dolor de toda la familia trabajadora. Queremos ser y mostrar signos de esperanza personal y comunitariamente. Depende de nuestro compromiso personal mantener una actitud que refuerce nuestra presencia entre nuestros hermanos y herma-nas trabajadoras para escuchar, acompañar, formar, denunciar... aportando así procesos de huma-nización y transparentando a Jesús a través nuestro, como gesto y acción de amor a los demás en nuestros ámbitos más cercanos, precarios y pobres, pero también con el compromiso explícito

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con la dimensión internacional de nuestros movimientos para así crecer en solidaridad global. Nuestros desafíos pasan por seguir evangelizando el mundo del trabajo, anunciando la buena noticia que supone el proyecto de humanización que Dios tiene para todos y situando a la persona, a su ima-gen y semejanza, en el centro de todas las preocupaciones… Somos conscientes de nuestras limitaciones en esta tarea pero también somos sabedores del compro-miso de otros actores protagonistas, que coinciden en la lucha por la sagrada dignidad de la persona, con el clamor compartido de tierra, techo y trabajo para una vida digna; que construyen alternativas, por pequeñas o grandes que sean, y son esa poesía social que el papa Francisco anima a seguir reali-zando. El proyecto puente que constituye, el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos quiere seguir creciendo, en alianza con otras realidades, para ir construyendo un mundo más justo, solida-rio y sostenible. Ofrecemos nuestro compromiso, nuestro trabajo y nuestras luchas, a todos los trabajadores del mun-do, desde el ámbito local, regional y global para responder a nuestra misión evangelizadora y, con ello, adecuar la organización del MMTC para responder mejor a esta tarea. Asumimos: Fortalecer nuestro estilo de vida militante, nuestra formación y Revisión de Vida, en coheren-cia con nuestra fe en Jesucristo, el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia. Impulsar la relación entre los movimientos y el ministerio pastoral. Construyendo con ello pas-toral obrera: siendo voz en la Iglesia y voz en el mundo del trabajo, con especial atención en los más excluidos y precarios. Analizar la situación regional de los trabajadores y las trabajadoras, para establecer dinámicas de trabajo que denuncien las situaciones de vulnerabilidad de derechos y protejan la dignidad de la persona. Favorecer la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en todos los ámbitos, tam-bién en nuestras organizaciones. Contribuir a la formación de jóvenes trabajadores cristianos. Animar alianzas con otros actores protagonistas en los ámbitos locales y regionales cuyos plan-teamientos por el trabajo decente y la construcción del bien común sean objetivos compartidos. Potenciar la solidaridad y la acción común con los movimientos populares, a través de los Encuen-tros Mundiales en diálogo con el Papa y mediante Encuentros específicos de zona o región. Seguir convocando a todos los movimientos de trabajadores cristianos a sumarse a la Jornada Mundial por el Trabajo Decente (7 octubre), junto con el movimien-to sindical mundial, la Organiza-ción Internacional del Trabajo y otras organizaciones. Proponer a nivel local y regional una confluencia de organizacio-nes de inspiración católica para poner en marcha una iniciativa de Iglesia universal por el Trabajo De-cente. Exigir un trabajo decente para todos. Reclamar a los Estados a que ga-ranticen un salario social o renta de ciudadanía, que evite el descarte de millones de personas, en los casos de que no se garantice el acceso a un trabajo decente. En la Universidad de la Mística de Ávila, España.

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En el largo discurso que leyó el Papa al Comité Directivo del Consejo Episcopal Latinoa-mericano (CELAM) primó como tema la esperanza. Para el Papa, la esperanza tiene el rostro de los jóvenes, de la mujer y de los laicos. Cada uno es importante para el papel de la Iglesia y cada uno lo entrega todo para la unidad de la iglesia. Del discurso entresacamos estos párrafos: "La esperanza en América Latina tiene un rostro joven" El Papa les pidió a los miembros del Celam no dejarse llevar por "noticias sobre su pre-sunta decadencia y sobre cuánto estén adormilados, otros aprovechan de su potencial pa-ra consumir, no pocos les proponen el rol de peones del tráfico y de la violencia. No se dejen capturar por tales caricaturas sobre sus jóvenes. Mírenlos a los ojos y busquen en ellos el coraje de la esperanza. No es verdad que estén listos para repetir el pasado. Ábranles espacios concretos en las Iglesias particulares que les han sido confiadas, in-viertan tiempo y recursos en su formación". Pidió a la Celam proponer "programas educativos incisivos y objetivos pidiéndoles, como los padres le piden a los hijos, el resultado de sus potencialidades y educando su corazón en la alegría de la profundidad, no de la superficialidad". "La esperanza en América Latina tiene un rostro femenino" Papa Jorge Bergoglio habló del rol de la mujer. "De sus labios hemos aprendido la fe; casi con la leche de sus senos hemos adquirido los rasgos de nuestra alma mestiza y la inmu-nidad frente a cualquier desesperación. Pienso en las madres indígenas o morenas, pien-so en las mujeres de la ciudad con su triple turno de trabajo, pienso en las abuelas cate-quistas, pienso en las consagradas y en las tan discretas artesanas del bien. Sin las muje-res la Iglesia del continente perdería la fuerza de renacer continuamente. Son las mujeres que, con meticulosa paciencia, encienden y reencienden la llama de la fe", dijo. También comentó que ellas "acompañaron a Jesús misionero; no se retiraron del pie de la cruz; en soledad esperaron que la noche de la muerte devolviese al Señor de la vida; inundaron el mundo con su presencia resucitada. Si queremos una nueva y vivaz etapa de la fe en este continente, no la obtendremos sin las mujeres". Y agregó: “Sin las mujeres, la Iglesia del continente perdería la fuerza de renacer conti-nuamente (...). Si queremos una nueva y vasta etapa de la fe en el continente, no la vamos a obtener sin las mujeres. Por favor, no pueden ser reducidas a siervas de nuestro recal-citrante clericalismo”, sentenció.

Además dijo que “La esperanza en América Latina pasa a través del corazón, la mente y los brazos de los laicos” y mucho más a través de los ojos de los pobres y desde la situa-ción de los pobres. E Insistió en que es un imperativo superar el clericalismo que infantiliza a los Christifide-les laici y empobrece la identidad de los ministros ordenados. Si bien se invirtió mucho esfuerzo y algunos pasos han sido dados, los grandes desafíos del continente permanecen

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sobre la mesa y continúan esperando la concretización serena, responsable, competente, visionaria, articulada, consciente, de un laicado cristiano que, como creyente, esté dis-puesto a contribuir en los procesos de un auténtico desarrollo humano, en la consolida-ción de la democracia política y social, en la superación estructural de la pobreza endémi-ca, en la construcción de una prosperidad inclusiva fundada en reformas duraderas y ca-paces de preservar el bien social, en la superación de la desigualdad y en la custodia de la estabilidad, en la delineación de modelos de desarrollo económico sostenibles que respe-ten la naturaleza y el verdadero futuro del hombre, que no se resuelve con el consumismo desmesurado, así como también en el rechazo de la violencia y la defensa de la paz. Y al-go más: en este sentido, la esperanza debe siempre mirar al mundo con los ojos de los po-bres y desde la situación de los pobres. Ella es pobre como el grano de trigo que muere (cf. Jn 12,24), pero tiene la fuerza de diseminar los planes de Dios. Y concluyó su encuentro en la Celam, con el siguiente mensaje: "Si queremos servir des-de el CELAM, a nuestra América Latina, lo tenemos que hacer con pasión. Hoy hace fal-ta pasión. Poner el corazón en todo lo que hagamos, pasión de joven enamorado y de an-ciano sabio, pasión que transforma las ideas en utopías viables, pasión en el trabajo de nuestras manos, pasión que nos convierte en continuos peregrinos en nuestras Iglesias como —permítanme recordarlo— santo Toribio de Mogrovejo, que no se instaló en su sede: de 24 años de episcopado, 18 los pasó entre los pueblos de su diócesis. Hermanos, por favor, les pido pasión, pasión evangelizadora".

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Tres consejos para permanecer en Jesús que dio el Papa en Medellín

En sus últimas palabras en Medellín, pronunciadas ante 12.000 religiosos y laicos, el Papa Fran-cisco dio tres consejos para que los católicos permanezcan en Jesús y eliminen todos los factores externos que distorsionan su llamado.

“Permanecer en Jesús no significa solamente estar, sino que indica mantener una rela-ción vital, existencial, de absoluta necesidad; es vivir y crecer en unión íntima y fecunda con Je-sús, fuente de vida eterna. Permanecer en Jesús no puede ser una actitud meramente pasiva o un simple abandono sin consecuencias en la vida cotidiana y concreta. Por eso propuso tres modos de hacer efectivo este permanecer”.

En primer lugar, tocando la humanidad de Cristo, tocar la humanidad de Jesús, con la mirada y los sentimientos de Jesús, que contempla la realidad como buen samaritano; que reconoce los valores del pueblo con el que camina, así como sus heridas y pecados; que descubre el sufrimiento callado y se conmueve ante las necesidades de las personas, sobre todo cuando estas se ven avasalladas por la injusticia, la pobreza indigna, la indiferencia, o por la perversa acción de la corrupción y la violencia. Con los gestos y palabras de Jesús, que expresan amor a los cercanos y búsqueda de los ale-jados; ternura y firmeza en la denuncia del pecado y el anuncio del Evangelio; alegría y generosidad en la entrega y el servicio, sobre todo a los más pequeños, rechazando con fuerza la tentación de dar todo por perdido, de acomodarnos o de volvernos solo administradores de desgracias.

En segundo lugar, contemplando su divinidad, privilegiando para ese conocimien-

to el encuentro con la Sagrada Escritura, especialmente el Evangelio, donde Cristo nos habla, nos revela su amor incondicional al Padre, nos contagia la alegría que brota de la obediencia a su voluntad y del servicio a los hermanos. Quien no conoce las Escrituras, no conoce a Jesús. Quien no ama las Escrituras, no ama a Jesús. ¡Gastemos tiempo en una lectura orante de la Palabra! En auscultar en ella qué quiere Dios para nosotros y nuestro pueblo. Permanecer y contemplar su divinidad haciendo de la oración parte fundamental de nues-tra vida y de nuestro servicio apostólico. La oración nos libera del lastre de la mundanidad, nos enseña a vivir de manera gozosa, a elegir alejándonos de lo superficial, en un ejercicio de auténtica libertad. Nos saca de estar centrados en nosotros mismos, escondidos en una ex-periencia religiosa vacía y nos lleva a ponernos con docilidad en las manos de Dios para realizar su voluntad y hacer eficaz su proyecto de salvación. Y en la oración, adorar. Aprender a adorar en silencio. Seamos hombres y mujeres reconciliados para reconciliar.

En tercer lugar, hay que permanecer en Cristo, viviendo en la alegría. El llamado de Dios no es una carga pesada que nos roba la alegría. Dios no nos quiere sumidos en la tristeza y el cansancio que vienen de las actividades mal vividas, sin una espiritualidad que haga feliz nuestra vida y aun nuestras fatigas. Nuestra alegría contagiosa tiene que ser el primer testi-monio de la cercanía y del amor de Dios. Somos verdaderos dispensadores de la gracia de Dios cuando trasparentamos la alegría del encuentro con El.

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Información de la Curia General

M. General, Mª Mendía Ajona, visita la comunidad de Daimiel del 14 al 20 de septiembre. Le acom-paña Hna. Esperanza Miguel. Hna. Mª Pilar Serrat visita la comunidad de Cardona del 22 al 26 de agosto y del 18 al 22 de sep-tiembre la comunidad de Zagra. Hna. Mª Eugenia Ponce visita la comunidad de Tuxtepec del 1 al 8 de septiembre.

Hna. Herminia del Carmen Aspiazu de la comunidad de Montevideo a la de Reservas Territoria-

les -Nuevo Laredo-(México).

Hna. Laura Manuel de la comunidad de Pedro Mª Anaya –Guadalajara- (México) a la de Daimiel

(España).

Hna. Maravillas Eraso de la comunidad de Villanueva de la Serena a la de Pamplona.

Hna. Santos Josefa García de la comunidad de Montevideo a la de Fontana -Argentina-.

Hna. Engracia Sainz de la comunidad de Zaragoza a la de Vallecas –Madrid-.

A finales del mes de febrero, recibimos la noticia del fallecimiento de la Hna. María Puigdevall Junca. Muchas

la conocisteis y otras sabéis que sintiéndose fuertemente atraída hacia la vida contemplativa, después de

unos Ejercicios Espirituales escuchó la llamada del Señor a vivir como carmelita descalza, y en octubre de

1972 ingresó en las Carmelitas Descalzas del sagrado Corazón de Jesús y San José de San Lorenzo del Escorial

(Madrid).

El 7 de agosto recibimos de la priora una reseña de su vida en la que entre otros aspectos señala que era una

mujer transparente y dócil, muy adelantada en la vida interior. Se adaptó con toda naturalidad a la vida con-

templativa. Era muy habilidosa para todo, y ponía todo su saber, sin hacer ostentación, al servicio de las de-

más. En el convento tuvo muchos oficios, en estos no escatimó las virtudes ocultas que en sí llevan y de las

cuales es testigo el Señor.

El trabajo que se le encomendó lo hizo con responsabilidad y entrega generosa, en él permanecía todo el

tiempo que fuera necesario sin perder la sonrisa, que mantuvo hasta el final.

Con frecuencia, recordaba con cariño y hablaba, muchas veces, a sus monjas de nuestra Congregación a la

que estaba muy agradecida por todo lo que recibió de las Hijas de San José.

Durante los últimos 8 años de su vida, su naturaleza se fue deteriorando poco a poco. Así se fue apagando

esta lamparita que prendió en la hoguera del amor de Dios a las 18 años.

El día 26 de febrero vino a buscarla el Señor al que había amado sobre todas las cosas, y le entregó su alma, a

la edad de 88 años.

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Información de las comunidades

QUERIDAS HERMANAS:

¿Así que ya estáis juntas de nuevo? Era de esperar… No ibais a dejar que la otra volara sola, ¿verdad? ¿Os ha-béis sentado ya a la misma mesa?

Y ¿a quién voy a dar yo la lata cuando tenga que volver a Quintiliano –soy terca…- y me siente mirando a una y otra?. Bueno, tenéis razón: quedan muchas hermanas que serán tan pacientes como vosotras para aguantar-me.

Pilar, espero que encontrarás en tu frente el beso que te di mientras dormías y yo salía hacia la estación. Te lo aclaro para que no digas que me fui sin decirte nada. En realidad, siempre te decía cosas para que te rieras, te enfadaras, supieras que todas te hemos querido mucho.

Felisa, déjame que sea, como siempre un poco fastidiosa y te llame Corty, Corticoides, CORTIJO, como si no su-piera tu nombre. Di gracias a Dios por verte esos días, por encontrarte lúcida, serena, “queriendo asumir cons-cientemente la muerte, como he vivido mi vida”, me di-jiste. Genio y figura… Gracias por tantas cosas, Corty. ¡Ah!, una curiosidad ¿hay en el cielo “cortecitas fritas”? ¿Mejores que las de Jerez?... Tú si recibiste despierta mi beso, y yo me traje emocionada el tuyo.

En Villanueva van a decir que se han ido al cielo dos grandes mujeres, que habéis dejado honda huella en to-dos. Ya veréis desde Arriba el jaleo que provoca la noti-cia... Ya les diremos que seguís siendo valedoras ante Dios para con este pueblo.

Nosotras, las Hermanas de esta comunidad de Villanue-va, os marearemos pidiéndoos que nos acompañéis desde Arriba.

Un gran abrazo.

Ysabel María, fsj.

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En Petrer, el 18 de Julio, por la noche, tuvimos una Eucaristía de despedida en la parroquia de San Bartolo-mé Apóstol, para que pudiera asistir la gente que trabajaba. Tocaron las campanas como un día de fiesta especial, y estuvo muy preparada por todos los grupos que representan el Consejo Parroquial. Fue muy emotiva, sencilla y muy vivida por todos. A través de las preces, las ofrendas y la homilía pudimos compro-bar que la gente había captado muy bien nuestro Carisma.

Muchas personas nos dijeron que, si por alguna razón tenemos que volver a Petrer, siempre tendremos las abiertas puertas de sus casas. No aceptaron que nos fuéramos, pero dan gracias a Dios por los años que hemos vivido entre ellos y con ellos.

Transmitimos la acción de gracias que hicieron en la Eucaristía:

Gracias, unas gracias inmensas desde el corazón, porque el corazón necesita agradecer, y ante nuestra Vir-gen del Remedio, nuestra parroquia os da las gracias.

Queremos dar gracias a Dios y a vuestra Congregación por habernos mandado una porción del Reino con vuestra presencia en el pueblo de Petrer.

Gracias porque amar y servir ha sido vuestra vida.

Vuestra sensibilidad con el mundo obrero nos ha hecho descubrir que el trabajo es esencial en la vida hu-mana, personal y social.

Gracias por hacernos ver que nuestro encuentro con Dios está dentro de la realidad y pasa por el mundo del trabajo.

Gracias porque sois tejedoras, vuestro modo de proceder es artesano, de ahí vuestros talleres de forma-ción.

Gracias porque usáis hilos de oro: el hilo de la humildad, de la calidez, del cariño, de la espiritualidad, de la profundidad, de la mirada siempre abierta y nueva, de la entrega y el sacrificio, el hilo de la sensibilidad personal y social. Mucho más se podría decir… De esta forma vais tejiendo, con tonalidades distintas, con ovillos que se mezclan, un tapiz multicolor de relaciones fraternas en vuestras vidas y en las personas que tienen la suerte de estar con vosotras.

Gracias de corazón porque solo con vuestra presencia habéis hecho que queramos ser mejores personas cristianas y habéis hecho muy presente a Dios, el Jesús carpintero encarnado en la realidad.

Gracias por estos años regalados. Gracias por ser como sois. Siempre estaréis con nosotros.

Mª Asunción Navarro

! ¡

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Y para que tengáis una idea más completa de la celebración de la Eucaristía, os ha-

cemos partícipes de la peticiones y de las ofrendas que hicieron:

Te presentamos el calendario de la Familia Josefina. Cada día las Hermanas han puesto su vida al servi-cio del mundo trabajador pobre, y desde lo sencillo han transformado sus acciones en trabajo-oración, y la oración en el trabajo la han convertido en vida.

Te ofrecemos estos cuadernos de oración, a través de los cuales hemos conocido los Talleres de Naza-ret, y con los que tantas mujeres han aprendido que Nazaret es el encuentro con Dios en lo cotidiano de la vida. Donde las Hermanas expresan la herencia del Carisma que han recibido a través de su Fun-dador, el Siervo de Dios, el P. Francisco Butiñà, y han compartido un Carisma vivo que hace brotar en nuestro interior deseos de vida y de entrega para que Cristo sea alabado constantemente en nuestro trabajo.

Ofrecemos este cuadro de san José para que allá donde vayáis os acompañe en vuestro trabajo y seáis reflejo de su entrega, silencio, humildad y fidelidad a Dios.

Te presentamos el pan y el vino que al convertirse en tu cuerpo y en tu sangre nos salva, nos perdona y nos une al Padre.

Te pedimos Señor que surjan vocaciones sacer-dotales, religiosas y personas comprometidas con la “Buena Noticia” del Evangelio. Señor te pedimos por las Hijas de San José, para que les ayudes a continuar con la labor que es-tán haciendo en la construcción del Reino. Te pedimos por el mundo del trabajo, donde especialmente las hermanas han desarrollado su labor, para que exista más justicia, honesti-dad y colaboración. El carisma que les caracteriza es la sencillez, la alegría y el servicio; te pedimos que allí donde vayan sean acogidas para poder llevar a cabo la misión Evangélica que les has confiado.

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“No podemos hacer grandes cosas, pero sí cosas pequeñas con un gran amor”

“Una comunidad de monjas trabajadoras va a venir a vivir a Petrer”-me dijo el señor cura

Don Antonio Rocamora una mañana de 1996. “Y están buscando casa, mira a ver si les

fuera bien la casa que alquilas”. La noticia despertó la curiosidad, el interés y unas espe-

ranzadas expectativas en mi familia y en otras muchas familias de amigos que participa-

mos en la parroquia y los colectivos cristianos de nuestro pueblo.

Así que, una mañana de domingo, me acerqué con mi coche a la estación de tren de Elda

-Petrer y recogí a Mª Benita, la responsable General de la Congregación. Fue un encuen-

tro muy grato. Le enseñé la casa y contó las habitaciones, necesitaba cinco, para cuatro

hermanas y la capilla. Cuando acabó de hacer la distribución me dijo: “Sí que nos va, nos

la quedamos”. La casa estaba enclavada en la popularísima calle la Huerta. Este es un ba-

rrio obrero de casas de planta baja cercano a la iglesia, al Ayuntamiento, al Centro Cultu-

ral y muy concurrida cada mañana de lunes cuando se celebra el mercadillo de la fruta y

verdura para todos los vecinos del pueblo.

A Petrer llegaron en avanzadilla Cruz, Joaquina, Mª Ángeles y Ana. Después llegarían nue-

vas hermanas para hacerles el relevo: Reyes, Teresa, Antonia, Isabel, Nieves, Engracia,

María Pilar, Mª Jesús y Josefa Luisa. Todas ellas tenían y compartían una esencia común:

su espíritu de servicio, su disposición a trabajar y colaborar en lo que fuera necesario, su

cercanía, amabilidad y buena actitud hacia todas las personas. Era la “marca” de la casa.

Para darle vida con su actitud a otro pensamiento de la madre Teresa: “No debemos per-

mitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz”.

Muy pronto todo el pueblo conocía a “les mongetes” y al poco de llegar nuestra queridí-

sima y siempre recordada Maruja Verdú les escribió una nota de agradecimiento donde

les decía que habían llegado “como agua de mayo”. “Vinieron a integrarse con nosotros y

desde dónde estaban integradas ser fermento, levadura para el trabajo a favor de los va-

lores cristianos”. Las hermanas trabajaron en la residencia de la tercera edad “La Moline-

ta”, limpiaron hogares y cuidaron enfermos en la cooperativa Serlicoop, colaboraron en

las asociaciones de vecinos, ejercieron de catequistas en la Parroquia de La Santa Cruz y

de San Bartolomé, participaron activamente en Cáritas, visitaron a los enfermos con la

Pastoral de la Salud, cosieron en el taller de costura solidario El Encinar e impartieron cla-

ses de alfabetización y de costura.

Después de sus dos primeros años en la calle la Huerta, compraron un piso en el barrio

de Salinetas donde han estado viviendo hasta hace bien poco... Han pasado cerca de 21

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años y, ahora, por la situación de la congregación, se han visto en la necesidad de mar-

charse las dos últimas hermanas que quedaban: Mª Jesús y Josefa Luisa.

En el año 2000, las hermanas quisieron compartir la celebración del centenario de la

muerte del fundador, el Padre Butiñá. Vino Mª Benita y estuvo aquí unos días, dando una

preciosa charla en el salón parroquial, que enganchó a todos cuantos la oyeron. Recuerdo

que vino el Sr. Obispo de la Diócesis de Orihuela a concelebrar la misa. Y dijo unas palabras

que me calaron “el viento trajo, hace unos años, una semilla y aquí es donde han arraiga-

do y está dando sus frutos”.

Cuando ya han pasado una veintena de años y las hermanas forman parte de nuestras fa-

milias, ellas se van, pero su fruto queda aquí, su trabajo, su dedicación al pueblo, su amor

a sus gentes, su bien hacer, su huella queda imperecedera en las dos Parroquias en las que

han estado involucradas, la Santa Cruz y San Bartolomé.

No ha pasado ningún año sin que, llegado el día de San José, su casa la llenaran los vecinos

y amigos de viandas y dulces que eran compartidos por cuantos las visitábamos. Era un día

de fiesta y de encuentro, donde nos veíamos la gente de las dos parroquias.

Recuerdo que Joaquina visitaba a los vecinos del barrio, o más lejos, que se encontraban

impedidos y les llevaba la comunión, además de contarles chistes. En una ocasión que visi-

taba a una viejecita, cuando se marchó de la casa, la mujer que llevaba años sin salir de su

hogar, comentó: “No sabía que en Petrer habían abierto un convento de monjas”.

Espero que con el tiempo se suavice la sensación de pérdida que ahora compartimos to-

dos los que hemos disfrutado de su amistad y su bondad porque, ahora, si vas a la panade-

ría o encuentras a quien ha estado en contacto con “nuestras hermanas”, resulta casi im-

posible aguantar el nudo en la garganta y contener las lágrimas. Podéis estar seguras de

que vuestra labor de siembra del amor a Jesús y a las personas ha germinado en cada uno

de nuestros corazones.

MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODAS LAS HERMANAS que hemos conocido y con las que he-

mos compartido cotidianamente. Gracias a ANTONIA, REYES, TERESA y Mª PILAR por ser

serviciales, por su amabilidad y su espíritu trabajador y colaborador. Gracias a ISABEL por

su sencillez y su bondad. Gracias a Mª ÁNGELES por su prudencia, buena disposición y sa-

ber estar. Gracias a ENGRACIA por ser inteligente y comunicativa, siempre dispuesta a

transmitir sus enseñanzas a los demás, especialmente en clases de alfabetización. Gracias

a NIEVES comunicativa, transparente, sencilla, honesta, tan unida a su familia. Gracias a

Mª JESÚS un tanto tímida, pero muy amable, cercana, siempre teniendo en cuenta a todo

el mundo. Gracias a CRUZ por su alegría y jovialidad, con una sonrisa que daba vida, conec-

taba con toda gente y se integraba con cualquier grupo de personas. Gracias a ANA por su

inteligencia y amabilidad, por saber empatizar, por su buen carácter, porque no pasaba

desapercibida gracias a sus válidas aportaciones y por ser una persona comprometida y

reivindicativa, con un claro su compromiso cristiano y humano. Y unas GRACIAS MUY ES-

PECIALES para aquellas dos hermanas que más tiempo pasaron entre nosotr@s: Joaquina

y Josefa Luisa. Gracias JOAQUINA por ser una persona entrañable, afable, cercana a todo

el mundo, con mucho humor y tu sorprendente repertorio de chistes que alegraban el día

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a tus herman@s, siempre dispuesta para el servicio, atenta a los pequeños detalles, por

tus muy buenas manos para la cocina y las labores. Tú ya sabes que “te quiere todo el

pueblo”. Gracias Josefa Luisa, siempre tan activa, un torbellino de energía solidaria, de

alegría, de disposición, con una capacidad innata de empatizar con todo el mundo y siem-

pre dispuesta para prestar los servicios que nadie quisiera hacer. Eres tan abierta que co-

noces a todo el pueblo y todo el pueblo te conoce a ti. Verte sobre tu moto con tu sonrisa

perenne alegraba a todo el mundo.

Nuestro más sincero agradecimiento a las hermanas que han vivido en Petrer, compar-

tiendo el trabajo, mientras han tenido edad de trabajar, y el servicio generoso hacia los

que no cuentan en la sociedad, siempre de forma sencilla y dispuestas a lo que fuera ne-

cesario sin escatimar esfuerzos.

GRACIAS POR MOSTRARNOS CON VUESTRO TESTIMONIO CRISTIANO QUE OTRO MUNDO

ES POSIBLE.

Un gran abrazo, os queremos.

Luis Navarro, Julia Díaz y familia.

21

El deporte ha sido considerado tradicionalmente un medio apropiado para conse-

guir valores de desarrollo personal y social; afán de superación, integración, respeto

a la persona, tolerancia, acep-

tación de las reglas o normas,

perseverancia, trabajo en equi-

po, superación de los límites,

autodisciplina, responsabili-

dad, cooperación, honestidad,

lealtad, etc. son cualidades

deseables por todos.

Desde la Residencia San José

de Granollers, queremos incre-

mentar, mediante actividades

lúdicas, las relaciones sociales

entre nuestras ancianas, en un ámbito ajeno de su rutina diaria, y seguir fomentan-

do la relación entre las ancianas, las trabajadoras y la comunidad de las Hermanas.

Con motivo de la Verbena de san Juan, se ha realizado, con mucho esfuerzo y cari-

ño, las primeras Jornadas Olímpicas en nuestra Residencia.

Se les ofrece a las ancianas, así como a sus familiares y empleados, una jornada de

valioso interés lúdico donde se

fomenta la animación y el afec-

to entre todos.

Se han formado dos equipos:

Equipo Rosa, ancianas de la Re-

sidencia junto con las Hermanas

de la Comunidad y el Equipo na-

ranja formado por las trabaja-

doras del centro. Sin olvidar la

moderadora y árbitro de la jor-

nada, la Hna. Milagros Lázaro

Picón.

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Cada uno de ellas portadoras de una pulsera distintiva del color (realizadas por

las ancianas del centro) que identificaba a su equipo.

En toda celebración de los Juegos Olímpicos, cómo no, en la nuestra también, la

llegada de nuestra Antorcha Olímpica ha sido un momento de emoción y caris-

ma, en especial, entre las participantes.

Se han realizado las siguientes competiciones: refranes, bolos, dominó, cartas y el

“pasa” pelota.

El resultado total obtenido ha sido: 28 Puntos Equipo Rosa y 12 Puntos el Equipo

Naranja.

El resultado del esfuerzo, de entrega, de entusiasmo y del buen hacer que han

derrochado todos los participantes en cada una de las pruebas realizadas, ha sido

compensado.

En definitiva, todos los grupos han sido los ganadores, tanto el Equipo Rosa

(ancianas y comunidad de Hermanas) como el Equipo Naranja (trabajadoras).

Como en cualquier evento deportivo o competición, se ha procedido a la entrega

de Diplomas a todos las participantes.

En este sentido, los diplomas que se han entregado no son sólo la recompensa

última a un esfuerzo, sino el reconocimiento a una sostenida experiencia enmar-

cada en esos valores: trabajo en equipo, sana competición, esfuerzo por superar-

se, compañerismo, amistad y respeto al adversario.

Esperamos que el año que viene podamos volver a disfrutar de las II Jornadas

Olímpicas.

23

Nesse mês de agosto vocacional a Igreja do Brasil nos convida a refletir e rezar, ao longo dessa

semana, sobre a Vocação à Vida Consagrada. Já dentre os discípulos contemporâneos de Jesus en-contramos homens e mulheres que compartilhavam mais de perto de sua vida e missão. São esses que aos poucos e ao longo da história da Igreja vão-se constituindo como testemunhas para os cris-tãos. Os frades e a freiras, como mais frequentemente identificamos hoje, abraçam radicalmente a vocação de amor-serviço aos demais e assim sinalizam a vida futura, o céu a que estamos chamados. Vivem na terra os valores eternos. São seguidores exemplares de Jesus Cristo!

Assim, agradecemos a Deus a presença fecunda dos padres verbitas, há décadas, à frente da Matriz de São Sebastião, com seu carisma de evangelizadores. Testemunho tal, que encantou dois jovens do Triângulo, hoje Padre Djalma e Padre Rene. Bendizemos também pelas Irmãs Filhas do Divi-no Zelo devotadas à educação da Juventude no Colégio Santo Antônio e a promoção humana na Obra Social Madre Palmira Carlucci, com seu carisma de rogacionistas pelas vocações. E queremos, igual-mente gratos, destacar nessa semana o testemunho evangelizador no mundo do trabalho das Irmãs Filhas de São José, atuantes em nossa paróquia do Triângulo.

A congregação das Josefinas, foi fundada na Cataluña (Espanha) em 1875, pelo jesuíta, Padre Francisco Butiñá, como uma maneira concreta de seguir Jesus, o trabalhador de Nazaré, que se en-carna na história, numa aldeia, morando em família e trabalhando em tarefas simples, Assim dignifi-cando o trabalho humano. O trabalho que Butiñá vislumbrou é profundamente marcado pela con-templação que nos leva a descobrir a presença de Deus em todas as coisas, tornando o trabalho "uma promessa de amor e um tributo de louvor". O trabalho é o meio pelo qual a santificação deve ser forjada.

As Irmãs Filhas de São José estão por isso empenhadas em buscar a perfeição na vida cristã juntando a oração com o trabalho. O trabalho para elas, é o principal meio de evangelização, de ga-nhar o próprio sustento e um serviço para o irmão e para a sociedade. Entende-se assim porque elas chamam os seus conventos de “Oficinas” ou “Talheres”. Na Oficina, entra para servir, como entrou Jesus em Nazaré e na história. Essa maneira peculiar de seguir Jesus é também o seu lugar social: fa-zem-se iguais àqueles que servem, entre os pobres no trabalho. As Josefinas, chamados a viver à luz da Oficina de Nazaré e a seguir a Jesus Operário, são pois religiosas trabalhadoras.

A nossa querida Três Rios nasceu como cidade industrial e ainda hoje é sociologicamente identificada como cidade de operários. Logo, a Congregação das Irmãs Filhas de São José entre nós é uma resposta do Deus providente à nossa realidade desafiadora de muito subempregados e desem-pregados. Nessa situação priorizam especialmente a capacitação das mulheres para o trabalho, com seus cursos profissionalizantes nos Clubes de Mães E, ao mesmo tempo buscam uma evangelização que integre fé e vida, oração e ação, especialmente através dos Círculos Bíblicos e Grupos de jovens. Atentas às muitas realidades do mundo do trabalho, estão atentas à justiça.

Em uma realidade trabalhista conflituosa, suas presenças trazem luz e esperança e abrem o caminho da libertação para as mulheres trabalhadoras e pobres. Agradecemos assim, nas pessoas das irmãs Maria José, Casilsa, Inês e Pureza, a presença da Congregação em nossa cidade, no passado cui-dando da saúde do povo trabalhador no Hospital y em la Clinica Nossa Senhora da Conceição e nos últimos sete anos na nossa Paróquia de São José Operário no serviço aos trabalhadores mais pobres. Confiamos que o Deus providente vai suscitar entre nossas jovens a consagração na família Josefina; como escolheu no inicio de sua presença entre nós a Irmã Eiliene – hoje, missionária na África. Um carisma providencial para Três Rios operária!

Medoro, irmão menor-padre pecador

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En ese mes de agosto vocacional, la Iglesia de Brasil nos invita a reflexionar y a rezar a lo largo

de esta semana sobre la vocación a la vida consagrada. De entre los discípulos contemporáneos de Jesús encontramos hombres y mujeres que compartían más de cerca su vida y misión. Esos que a pocos y a lo largo de la historia de la Iglesia se van constituyendo como testigos para los cristianos. Los frailes y las monjas, como más frecuentemente identificamos hoy, abrazan radicalmente la voca-ción de amor al servicio a los demás y así señalan la vida futura, el cielo al que estamos llamados. Viven en la tierra los valores eternos. ¡Son seguidores ejemplares de Jesucristo!

Así, agradecemos a Dios la presencia fecunda de los sacerdotes verbitas, hace décadas, al frente de la Matriz de San Sebastián, con su carisma de evangelizadores. Testigo tal, que encantó a dos jóvenes del Triángulo, hoy Padre Djalma y Padre Rene. Bendecimos también a las Hermanas Hi-jas del Divino Zelo dedicadas a la educación de la Juventud en el Colegio Santo Antônio y a la promo-ción humana en la Obra Social Madre Palmira Carlucci, con su carisma de rogacionistas por las voca-ciones. Y queremos, igualmente agradecidos, destacar esta semana el testimonio evangelizador en el mundo del trabajo de las Hijas de San José, actuando en nuestra parroquia del Triángulo.

La congregación de las Josefinas, fue fundada en Cataluña (España) en 1875, por el jesuita, Padre Francisco Butiñá, como una manera concreta de seguir a Jesús, el trabajador de Nazaret, que se encarna en la historia, en una aldea, viviendo en familia y trabajando en familia en tareas senci-llas, dignificando el trabajo humano. El trabajo que Butiñá vislumbró está profundamente marcado por la contemplación que nos lleva a descubrir la presencia de Dios en todas las cosas, haciendo del trabajo "una prenda de amor y un tributo de alabanza". El trabajo es el medio en el cual se forja la santificación.

Las Hermanas Hijas de San José están por ello empeñadas en buscar la perfección en la vida cristiana hermanando la oración con el trabajo. El trabajo, para ellas, es el principal medio de evan-gelización, de ganar el propio sustento y un servicio para el hermano y para la sociedad. Se entiende así por qué ellas llaman a sus conventos "Talleres". Al Taller se entra para servir, como entró Jesús en Nazaret y en la historia. Esta manera peculiar de seguir a Jesús es también su lugar social: se hacen iguales a los que sirven, entre los pobres, en el trabajo. Las Josefinas están llamadas a vivir a la luz del Taller de Nazaret y de Jesús Obrero, son pues religiosas trabajadoras.

Nuestra querida Tres Rios nació como ciudad industrial y aún hoy es sociológicamente identi-ficada como ciudad de obreros. Luego la Congregación de las Hijas de San José entre nosotros es una respuesta del Dios providente a nuestra realidad desafiante de muchos subempleados y desemplea-dos. En esta situación priorizan especialmente la capacitación de las mujeres para el trabajo, con sus cursos profesionales en los Clubes de Madres y, al mismo tiempo, buscan una evangelización que integre fe y vida, oración y acción, especialmente a través de los Círculos Bíblicos y Grupos de jóve-nes. Atentas a las muchas realidades del mundo del trabajo, están atentas a la justicia.

En una realidad laboral conflictiva, sus presencias traen luz y esperanza y abren el camino de la liberación para las mujeres trabajadoras y pobres. En las personas de las hermanas María José, Casilsa, Inés y Pureza, la presencia de la Congregación en nuestra ciudad, en el pasado cuidando la salud del pueblo trabajador en el Hospital de Clínicas Nuestra Señora de la Concepción, y en los últi-mos siete años en nuestra parroquia de San José Obrero en el servicio a los trabajadores más pobres. Confiamos que el Dios providente va a suscitar entre nuestras jóvenes la llamada a la consagración en la familia Josefina, como escogió al inicio de su presencia entre nosotros a la Hna. Eliene - hoy, misionera en África. !Un carisma providencial para Tres Rios obrera!

Medoro, hermano menor-padre pecador

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TEDEC corresponde a las siglas de Tercera Edad y Enfermos Crónicos. Es un espacio para compartir experiencias de vida y de fe entre personas de estos dos grupos: tercera edad y enfermos crónicos. Iniciamos este proyecto hace dos años y, por eso, el 28 de este mes de agosto celebramos el segundo Aniver-sario. Asistieron 30 personas del gru-po. Estuvo nuestro párroco el Padre Raúl Ortega, quien regaló tres paste-les decorados para la ocasión, algu-nos invitados de la comunidad y el equipo de Pastoral Social, para un to-tal de 50 personas. A las 4 de la tarde, como es costum-bre, dio comienzo el juego de lotería contando con hermosos regalos adquiridos en donación. A las 5 de la tarde la coordina-dora de Pastoral Social, la señora Mercedes Contreras,” Meche”, como la llamamos cari-ñosamente, dio inicio al programa preparado, dando la bienvenida a los presentes y ha-ciendo memoria del camino recorrido en TEDEC. Puntualizó también algunos de los mo-tivos de la celebración dando gracias a Dios por tantos beneficios recibidos. Acto seguido, Iris Bautista, (hija de Meche) joven de 21 años, estudiante de Psicología, que desde niña asiste y apoya las actividades y celebraciones de Pastoral Social, fue la en-cargada de exponer el tema sobre el “Sentido de la Vejez”, animándonos a vivir esta etapa de la vida humana sin pesimismos ni lamentaciones, conscientes de tener una oportunidad que nos da la vida para compartir la sabiduría de la experiencia con digni-dad, y actitud serena y alegre, sabiendo que no hemos terminado la carrera y que aún nos queda la responsabilidad para seguir realizando la misión que Dios nos ha confiado. Nos invitó a hacernos la pregunta sobre qué nos queda por hacer y fueron muy intere-santes las respuestas, entre ellas: Susanita, de 87 años, “me gustaría enseñar catecismo a los niños, enseñarles a persig-narse. Doña Tina, de 78 años, “quiero estudiar la Prepa” (acaba de hacer Secundaria). Isabel Santiago, 34 años, paralítica por artritis reumatoidea. “Quiero estudiar la Prepa”. Eva, 70 años, esposa de José, un invidente, “Enseñar a leer la Biblia” Ramona de 68 años, casarme por la Iglesia (vive hace tiempo con Joel de 73 años, ya están en trámites para celebrar el matrimonio en diciembre). Estas respuestas y otras más nos animan para caminar en esta tarea de ayudar a los ancianos para que descubran ellos mismos el valor de los recursos humanos que están en condiciones de poner al servicio de los demás. Solo hubo una respuesta negativa “yo ya no tengo nada que hacer, ya hice todo lo que quería”. Esta respuesta nos da tema para próximas reuniones. Como lo dijo Iris en su plática: “el anciano debe ser consciente de que aún tiene un futuro por construir”. Se les animó también a aprovechar los ratos de soledad para convertirlos en oración,

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platicar con el Dios de la vida que nos entiende y nos acompaña siempre. Terminamos el programa con la presentación artística que preparó el grupo de Pastoral Social y algunos amigos de la comunidad con el tema del Chavo del 8 “LA VECINDAD DEL CHAVO”, programa televisivo muy conocido en México. Reímos y gozamos como niños, aplaudiendo y cantando con ellos. Compartimos el platillo con lo que cada uno trajo y puso en común, para luego partir y saborear el rico pastel. La Señora Rosalinda Lozano de Suárez, generosa como siempre, nos envió hermosos regalos que alcanzaron para todos los asistentes, quienes salieron muy contentos y re-galados.

Comunidad de Reservas Territoriales Nuevo Laredo –Mexico-

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“Salgamos a prisa al encuentro de la vida que clama”

Del 24 al 27 de agosto se realizó la ASAMBLEA CONFAR NEA 2017 de la vida Consagrada

(Noreste argentino) en Puerto Tirol Chaco.

Tema: Caminos de Inserción hoy.

Contemplamos el icono de la Visitación, con el lema “Salgamos, aprisa, al encuentro de la Vida que

Clama”, compartimos en grupos. Algunos ecos:

Icono pleno de luz de vida. Todo se da en círculo. Rostros felices. Manos tocando el vientre invitándonos a tocar la vida oculta. Expresión escrita de salir aprisa. Clamor de la vida, estar en movimiento, La realidad nos invade nos empuja. Descubrir, significar esa vida que clama con nuestro testimo-

nio de acción. Las manos sosteniéndose el vientre la una a la otra, el cuida-

do de la vida, iluminado por una luz que es Dios, Él está. La alegría de ese encuentro. Captar lo profundo. Invitación a salir, vida profunda para compartir e ir más allá

y con las raíces en las realidades de dónde venimos. Movimiento del ícono. María e Isabel se sienten a gusto en el NEA, hay mucho de fuego y luz, tierra, agua, elemen-

tos de la naturaleza. Encuentro de dos generaciones distintas, recoger la sabiduría del que ya ha caminado y de la

nueva generación. Invitación a estar entre los más pobres, mirando la realidad, asumiendo lo que se lleva dentro. Nos enternece mucho esa imagen. El icono contemplado nos introduce en el tema de nuestra asamblea: “Inserción”.

La inserción nos invita a recorrer los caminos con una mayor profundidad, con el Dios de la Vi-

da.

En un segundo momento se invita a contemplar lo que cada filial ha trabajado y plasmado en afi-

ches: mirar, contemplar la vida.

La comunión con la vida, con los hermanos en nuestra realidad. Cada filial presenta su realidad,

recibimos a Jesús en nuestra vida sacramentalmente cuando compartimos lo que somos y tene-

mos con nuestros hermanos. Se coloca un mantel de colores, en la mesa, representando la diver-

sidad, la Palabra del Padre creador, recibimos a la Madre de Jesús, Madre Nuestra, la luz que es

Jesús y que somos cada uno de nosotros.

Las provocaciones de la filial de Resistencia presentaron:

Ir a lo esencial, “convertidas”, ir a lo hondo. Hacer experiencia de Dios, contemplar la historia y estar en

presencia. Recuperar el encanto y la pasión de ser consagradas.

La formación, contención y acompañamiento a las familias. Dar herramientas de empoderamiento a las

personas, para que ellas puedan ponerse de pie, y tomar conciencia de su valor como mujeres y hombres

que deben ser respetados por su dignidad.

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La experiencia de la desolación por el dolor, la extrema vulnerabilidad, el abandono, la injusticia cruel,

la perversidad del sistema, la violencia padecida por niños, jóvenes y mujeres… al abandono confiado en

la liberación de Dios.

Salimos acompañadas por la Palabra para ser y hacer de nuestra vida un mensaje.

¿Desde dónde nos vivimos? Es decir, ¿dónde tenemos puesto el corazón?. Clave de discernimiento per-

sonal y comunitario. Despertar los sentidos: oír, tocar, saborear, olfatear y gustar donde Dios ya está

presente y se revela de manera única y sabiamente, su Ser en todos y en el todo.

Generar espacios sanadores, de rehabilitación y compromiso con la digni-

dad de las personas

Buscar la forma de tejer redes, trabajar en colaboración, articular, hacer

equipo, el capacitarnos en diferentes saberes.

Descubrir la “frontera” como “lugar” a donde se va y se vuelve continua-

mente con la esperanza puesta en “Alguien” que ha fascinado, que ha deja-

do fuego en el corazón y hay que buscar siempre con pasión y renovado

ardor.

Los demás filiales presentaron también sus provocaciones.

Después de estos trabajamos por grupos y por zonas elaboramos la oración del Padre Nuestro:

Padre Nuestro del NEA, de la Filial Resistencia:

Padre Nuestro que estás en nuestras vidas, en medio nuestro, soñando con nosotr@s, latiendo

en nuestros corazones.

Santificado seas en los indígenas, en los campesinos, en los niños, en los jóvenes, en las mujeres

golpeadas, en los que lloran, en los que sufren adicciones.

Que tu Reino se haga realidad en la búsqueda de los sencillos, del pueblo que camina deseando

vivir con dignidad.

Danos el pan de vivir el presente de manera consciente, con intensidad, con armonía, con pasión

y compromiso.

Ayúdanos a vivir con gestos de Amor y misericordia en nuestras comunidades y con los demás.

No nos dejes caer en la tentación de la desesperanza.

Líbranos de dejar pasar estos tiempos de incertidumbre, encrucijada como oportunidad de creci-

miento y transformación. Amén.

Participaron más de 70 representantes del NEA.

"Las/os Consagrada/os estamos llamadas/os a animar y acompañar la búsqueda de una espiritualidad cen-

trada en la vida desde la experiencia fundante del amor de Jesucristo, para generar nuevos estilos y rostros

de Vida Consagrada que signifiquen nuestra opción por la vida, por los pobres y excluidos".

Gracias por esta oportunidad de participar y estar en comunión con todos, que Jesús nos siga animando a

vivir con intensidad nuestra entrega y a ejemplo de María salir al encuentro del hermano que nos necesita

con alegría y con esperanza.

Un abrazo fraternal desde Fontana

María Pabla Acosta Hsj.

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Expo-Carismas Vocacional

2017

El 2 de septiembre se realizó la expo- Carismas Vocacional en la Plaza 25 de Mayo, en Resistencia. El 8 de septiembre la Iglesia celebra la Natividad de nuestra Madre y el día de la Vida Consagra-da, por esta razón, nosotros como Familia de Dios queremos alabar y bendecir al Señor por su vida y su “Si” al llamado que el Padre le hizo.

Por este motivo, este año, celebramos como familia-Iglesia Arquidiocesana, el DON de su vida entregada, realizando la Expo-Carismas Vocacional. María: Un si pleno a la llamada de Dios

Pero… ¿Que son los carismas?

Los carismas son gracias (dones) del Espíritu Santo ordenados a la edificación de la Iglesia, al bien de los hombres y a las necesidades del mundo (CatIC 799).

Como María, también nosotros somos lla-mados a dar nuestro SÍ.

Somos invitados a descubrir cuál es nuestro lugar en su Iglesia y en el mundo para vivir nuestra misión y ser respuesta a los gritos de necesidad de este tiempo. En este llamado-respuesta, la persona encuentra plenitud en el amor, desarrollando sus capacidades, valores, talentos, fren-te a los ojos de Dios que le dice: “Con amor eterno te he amado por eso prolongaré mi cariño hacia ti”

El llamado a construir una familia La familia es la raíz de todas las demás vocaciones. Es tarea de los padres, los primeros educadores de sus hijos, ayudarles a descubrir, acoger y corresponder con libertad el don de su propia vocación. Este es el mejor servicio que pueden prestar a sus hijos, a su desarrollo, a su propia identidad, a su libertad y a su felicidad.

El llamado a la Vida Consagrada… Por el bautismo, todos hemos sido consagrados al Señor, es decir, somos del Señor, le pertene-cemos.

Este año la lista de los invitados es larga: Vida Consagrada, Sacerdotes, Diáconos Permanentes, Movimientos Eclesiales y todas las familias.

A la Familia Josefina le tocó acompañar la oración y adoración del Santísimo Sacramento.

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Como Hijas de San José, también armamos nuestro stand, con folletos, fotos, nuestros Funda-dores, frases, explicación del Carisma- Misión a todos los que visitan nuestro lugar de encuen-tro. Todo fue muy festivo y de compartir con los jóvenes del Grupo Nazaret y algunos miembros de los Talleres de Nazaret. Los ladrillos eran: La palabra, familia, movimiento y Vida Consagra-da. Invitaron a José, Loli y a Ignacio, integrantes del Grupo Nazaret, a acercar al altar la palabra Familia.

Luego de la Eucaristía tuvimos momentos de fogón, animados por los grupos juveniles arqui-diocesanos, terminando con la oración y la bendición de Jesús que nos llama cada día por nuestros nombres.

Te damos gracias por todos los que se dedican al servicio de tu Pueblo, renuévalos con un espí-ritu de entusiasmo y alegría.

Te damos gracias por todos nuestros niños, adolescentes y jóvenes, concédeles la gracia de escuchar y responder a tus lla-madas.

Comunidad de Fontana

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LA FURIA DE LA En el sureste de México y en otros países vecinos, se

vivió la zozobra y el miedo ante la furia de la naturale-

za que se va manifestando de diferentes modos: hura-

canes, peligro de tsunami, sismos y este último de tal

magnitud que ha superado lo histórico del año 1985

que destruyó gran parte de la ciudad de México.

El 7 de setiembre a las 11.49 pm, este sismo sacudió la

costa de Chiapas, lugar del epicentro con 8.4 grados,

los mismos que se sintieron en el Estado de Oaxaca y 8.2 en Tabasco.

El sismo dejó tras de sí pérdidas de vidas humanas, así como la destrucción de casas de mi-

llares de familias, de Iglesias y espacio público y más de un millón damnificados.

Nosotras, las Hijas de San José que estamos en Tuxtepec, pertenecemos al Estado de Oaxa-

ca y hemos vivido ese momento fuerte junto con las niñas y jóvenes del Centro. Aquella no-

che el sacudón no solo nos despertó a nosotras sino a todo un país que se sobrecoge. Esta

realidad nos deja impotentes y frágiles ante el misterio profundo de nuestra madre natura-

leza.

Hoy, a 10 días de los acontecimientos, también somos testigo de un pueblo solidario y pron-

to a socorrer y estar al lado de los que sufren. Pronto se abrieron centros de acopio y ayuda

humanitaria que afortunadamente esta vez no tiene rostro político ni religión, sino que es el

“Hermano” que necesita ser socorrido.

Con la solidaridad de muchos se van reconstruyendo comunidades enteras, sabemos que

las vidas que se perdieron no se puede recuperar, pe-

ro sí tenemos la certeza de que todo lo que está al

alcance para aliviar el dolor se está haciendo y todas

las ayudas no son suficientes ante un evento de tal

magnitud.

Agradecemos profundamente a todas nuestras Her-

manas, amigos y familiares que han estado pendien-

tes de nosotras, de nuestro Centro y de todo lo que

acontecía en nuestro Estado de Oaxaca y Chiapas; agradecemos sus oraciones y les segui-

mos pidiendo que continúen rezando a nuestro buen Dios para que la furia de nuestra que-

rida Tierra se aplaque, y para que nos dé una conciencia clara de cuidar nuestra planeta ya

que esta furia es parte de lo que sembramos.

A continuación, compartimos con ustedes la carta circular de los obispos de Chiapas y de

nuestro Obispo José Alberto Juárez Gonzáles.

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DIÓCESIS DE TUXTEPEC

10 de septiembre de 2017.

“Alégrense con los que se alegran, lloren con los que lloran…” (Rm 12,15)

Hermanos y hermanas: El pasado terremoto que sacudió a gran parte del país, y que afectó con mayor severi-dad al estado de Oaxaca, es un acontecimiento que nos preocupa y nos llama a la soli-daridad cristiana. Nos preocupa el dolor y sufrimiento de tantas familias que perdieron a sus seres queri-dos (45 muertos sólo en el estado de Oaxaca), o han quedado lesionados. Nos preo-cupa la situación de los inmuebles familiares (7 mil solamente en Juchitán, Oax.) que han sido destruidos o han quedado severamente dañados. Un acontecimiento de esta magnitud trae muchas consecuencias y necesidades inme-diatas y de largo alcance. Damos gracias a Dios por tantas personas que se han sumado para aliviar necesidades emergentes, pero solamente es el principio, porque la tarea más grande será reconstruir la vida y los hogares que han quedado afectados. La Diócesis de Tuxtepec, como Iglesia hermana, que también conoce de dolores y pa-decimientos, se une con amor y solidaridad a todos los que han sido afectados, espe-cialmente a nuestros hermanos del Istmo de Tehuantepec. Por eso los exhorto a inten-sificar nuestra oración para que el Señor conceda el descanso eterno a quienes perdie-ron la vida; la fortaleza y el consuelo para quienes les lloran. También pidamos para que las familias puedan mantener viva la esperanza en medio de la tribulación. En los próximos domingos estaremos organizando una “colecta especial”, para todos los afectados, en todas las parroquias de nuestra Diócesis. Lo colectado se enviará a través de Cáritas a la Pastoral Social para que pueda ser destinado a las familias y co-munidades que más lo necesiten. En nuestra próxima reunión de presbiterio (13 de septiembre), organizaremos con los sacerdotes los modos concretos de este apoyo. Invito a todos, por la misericordia del Señor, a no abandonar a nuestros hermanos aho-ra que nos necesitan; a ser generosos porque Él ha sido muy generoso con nosotros. Que el Señor y la Virgen nos protejan de todas las tribulaciones y perturbaciones pa-ra que vivamos en paz. Mons. José Alberto González Juárez Obispo de Tuxtepec, Oaxaca

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ORACIÓN Y SOLIDARIDAD ANTE EL TERREMOTO

Comunicado De los Obispos de la Provincia de Oaxaca.

Septiembre 10 de 2017.

Estamos viviendo en los estados de Oaxaca, Chiapas y en otras regiones momentos de devas-tación, angustia y muerte por el reciente terremoto de la noche del jueves 7 de septiembre; tam-bién sufrimos pérdida de vidas y desastres a causa de tormentas y huracanes que devastaron otras regiones del país y de los Estados Unidos. La parte más dolorosa son las pérdidas humanas en estas circunstancias. Junto a ellas están también las familias que quedaron sin techo por la pérdida de sus casas y bienes materiales; una vez más constatamos que los más pobres son los más afectados. Los medios de comunicación difunden imágenes e información de lo que alcanzan a ver sus corresponsales, pero siempre hay poblaciones dañadas que por la lejanía quedan sin cobertura. Estas noticias deben servirnos no solo para informarnos, sino, sobre todo, para crecer en la solidaridad humana, para acercarnos y dar la mano a los que sufren. Como en la parábola del Buen Samaritano (Lc. 10,25-37), los cristianos debemos responder como Cristo nos pide ante la tragedia del hermano que comparte con nosotros el sufrimiento y el peso del camino de la vida. En este caminar es el Señor el que nos habla y nos guía. “¡El Se-ñor es mi pastor… aunque camine por cañadas oscuras no temeré!” (Sal. 23,1-4). Con esta confianza puesta en el Señor, los Obispos de la Provincia de Oaxaca exhortamos a todos a que, en etas circunstancias, demos una respuesta que haga presente el amor de Dios y la fraternidad entre nosotros, que nos anime a la esperanza en la oración, en la unidad solidari-dad y en la responsabilidad social. En la oración. Para el cristiano la oración es indispensable en todas las circunstancias de la vida para no perder el rumbo y el aprecio por la vida auténtica. Siempre que oremos, llevemos en es-tos días en nuestro corazón a los que murieron, o están sufriendo; cuando vayamos a los demás, llevemos al Señor con nosotros para compartir lo bueno que nos ha dado. La oración de cora-zón siempre es luz y fuerza para seguir mirando hacia adelante con esperanza, más en situacio-nes de sufrimiento, de desgracia y de conflicto. La unidad-solidaridad. Para superar cualquier dificultad, la solidaridad es fundamental; somos un cuerpo, una familia que está sufriendo. Ante muchos fenómenos de la naturaleza todos esta-mos indefensos; todos necesitamos de todos para salir adelante. Que nadie se aprovecha del sufrimiento y necesidades del hermano. Frente al dolor no hagamos distinción de raza, religión, partido, grupo o condición social que impida unirnos en una acción solidaria: actuar de otra ma-nera sería mezquino y reprobable. La solidaridad comporta organización para unir esfuerzos. La sociedad necesita organizarse en la búsqueda de bien común para aportar, junto con los demás organismos privados y oficiales, su

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esfuerzo solidario en la superación de estos problemas que nos afectan a todos. En la Iglesia, desde las parroquias y la comisión de Pastoral Social-Cáritas en las respectivas Diócesis y Prelaturas, promoveremos todo aquello que sirva para atender los distintos momentos de la emergencia, sobre todo la cercanía del consuelo y amor de dios a los que sufren, luego colaborar en el campo de la reconstrucción que será exigente en el aspecto material. Actuemos unidos y organizados por la solidaridad, busquemos para canalizar la ayuda a las ta-reas y sectores humanos prioritarios a las necesidades básicas de techo y trabajo. Realicemos estas tareas de tal manera que impulsen a seguir adelante a la propia superación humana y mate-rial y no quedar dependiendo siempre de ayudas externas. El Señor nos está ´pidiendo no solamente voltear a Él en estos momentos de sufrimiento, sino que nuestra vida toda siempre se dirija hacia Él. Hemos olvidado que somos hijos de Dios y con frecuencia actuamos como si Dios no existiera, al dañar al prójimo que debía ser tratado como hermano. Es el momento de volver no solo la mirada a Dios sino enderezar la vida toda y de re-conciliarnos con el hermano. Con oración, solidaridad, responsabilidad social y llevando a Dios en el corazón, nos pondremos en pie y caminaremos juntos hacia una sociedad más humana y so-lidaria. El sufrimiento y desastres del terremoto, tormentas y huracanes nos lleven a reflexionar y actuar también en la reconstrucción social ante tantas muertes, sufrimiento y desastres causados por nuestra manera de actuar en nuestra sociedad dañando también gravemente el medio ambiente. Para todos, nuestro afecto de pastores y nuestra oración especialmente por los que fallecieron, por sus familiares y por todos los que sufren los daños del terremoto y secuelas de tormentas y huracanes.

+Gonzalo A. Calzada Guerrero Obispo Auxiliar de Antequera

+José Alberto González Juárez

Obispo de Tuxtepec

+Héctor Guerrero Córdova. Obispo Prelado de Mixes.

+José Armando Álvarez Cano.

Obispo Prelado de Huautla

+José Luis Chávez Botello. Arzobispo de Antequera-

+Oscar A. Campos Contreras.

Obispo de Tehuantepec.

+Pedro Vázquez Villalobos Obispo de Puerto Escondido.

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30ª ROMERÍA DE LOS TRABAJADORES Y DE LAS TRABAJADORAS

7 DE SEPTIEMBRE DE 2017

Esta romería reúne millares de personas que parten de varias localidades de san Pablo y de varios es-

tados, Rio de Janeiro, Espíritu Santo, Minas Gerais, para el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida

-San Pablo-.

¿Por qué es una Romería diferente? Porque no nos quedamos solo en la realización de promesas, en

pedidos individuales, sino en la busca del milagro colectivo, de la unión, de la lucha, de la participa-

ción de la solidaridad. Nuestra Madre Aparecida no es sumisa delante de la explotación… Por eso,

nuestro lema este año de 2017es: 30 años de Romería y Acción, anunciando la Esperanza y comba-

tiendo la explotación!

Esta romería es promovida por la Pastoral Operaria y el Servicio Pastoral de los Migrantes. Acontece

juntamente con El Grito de los Excluidos y de las excluidas con el Lema: Por los derechos y Democra-

cia la lucha es de todos los días.

CARTA DE NUESTRA SEÑORA A EL PUEBLO TRABAJADOR

Queridos hijos y querida hijas:

Soy una madre negra y mi imagen representa aquellos que fueran y son más discriminados; demues-

tra la igualdad entre todos los pueblos, sin separación: negros, blanco, pobres…Todos son iguales y

tienen que ser incluidos e incluidas como Pueblo de Dios.

Estoy viendo que vosotros estáis sufriendo, con las discriminaciones, preconceptos y con la ganancia

de personas que acumulan todos los bienes para sí y se consideran poderosos por esto. Esas ganancio-

sos causan necesidades y hasta miseria en grande parte del pueblo. Más sepan, queridos hijos y queri-

das hijas, que vosotros podéis derribar esos poderosos, porque yo dije y repito: ”Dios realiza proezas

con su brazo; dispersa los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y exalta a los humil-

des;”(Lucas1, 51-53).

Confíen que la fuerza de Dios está presente, cuando el pueblo está reunido con amor, con organiza-

ción y con intereses comunes. Vean lo que dice el libro dos Proverbios: “Dios resiste a los soberbios

más da su gracia a los humildes” (Pr3.34).Y también lo que dice el profeta Samuel,” El arco de los po-

derosos es roto, y los débiles fortalecidos” (1 Samuel 2,4).

Luchen siempre, no desanimen y acojan la misión que Dios les confía aunque parezca sufrimiento,

pues yo, cuando todavía no me había desposado con José, quede grávida y viste que di a luz un niño,

en Nazaret, mi hijo Jesús. Parecía sufrimiento, más fue gloria. El niño vino a ser el Salvador del mundo,

ejemplo para toda la humanidad.

Entonces, cuando la situación traiga sufrimientos, sepan de la fuerza que tenéis todos vosotros cuando

estáis unidos. Y no tengan miedo, luchen, no solo de palabra, más también con acciones, pues nunca

los desampararé y siempre estaré presente entre vosotros. Estaré presente con las madres y con todos

y todas que tienen sentimientos de madre, amor y cuidado. Así, amen el prójimo y cuídense entre sí,

porque su uno se desanima, el otro continuará. Si uno cae, el otro lo levantará. Nunca se queden solos,

porque juntos podrán derribar del trono a los poderosos y levantar los humildes. Comunidad de Nepomuceno.

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Actividades de Pastoral

La vida es el arte del encuentro. Una frase que iluminó y acom-

pañó la alegría y vitalidad de los jóvenes, en la finca de Hoyo de

Manzanares, durante el pasado mes de julio.

La colonia de verano, para chicos y chicas de entre 14 y 16 años,

tuvo lugar del 7 al 16 de julio. Con la ayuda de este lema, parti-

cipantes y monitores hicimos un recorrido por diferentes disci-

plinas artísticas: la pintura, la literatura, la escultura, la música,

la danza, el cine y la arquitectura. El objetivo era que “las distin-

tas artes” nos permitieran profundizar en valores humanos y

cristianos, que nos ayudaran a crecer en un arte muy especial:

EL ARTE DEL ENCUENTRO. ¿Enrevesado? Vamos paso a paso.

Dedicamos el primer día a la pintura. Y como “grandes pinto-

res”, las actividades de la mañana estuvieron orientadas a refle-

xionar sobre la enorme importancia de la “imagen” en nuestro mundo y en nuestra vida cotidiana: la ima-

gen que damos, la que queremos dar, las imágenes que rechazamos, las que nos influyen y nos llenan de

prejuicios, aun sin darnos cuenta… La tarde tenía un tono más lúdico. Y siendo pintores… ¡podemos jugar a

pintarnos unos a otros! O hacer una reinterpretación de algunos cuadros famosos, como “La gallina ciega

de Goya”. El primer y último momento de cada jornada siempre era especiales, más tranquilos y sosega-

dos, dedicados a Dios, el Gran-Artista, Creador del

mundo y de la vida, Inspirador de todo lo bueno

y lo bello. Contemplamos a ese Jesús, que pasó

haciendo el bien, libre ante las apariencias, libre

para acercarse a personas de no muy buen as-

pecto, pero necesitadas de sonrisa y calor.

Así, más o menos, fue el esquema de cada día.

Por las mañanas, una amplia reflexión sobre va-

lores humanos y cristianos que, gracias a que los

chicos y chicas se mostraron muy participativos,

se prolongaron más de lo que teníamos previsto. Por las tardes, juegos, talleres, aire libre y movimiento.

Por la noche, tras una alegre y ocurrente velada, un ratito para estar ante el Maestro y para recoger la ex-

periencia vivida.

El segundo día estuvo dedicado a la literatura. Y hablando de palabras y poemas, reconocimos a quien es la

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PALABRA de Dios y lo mucho que tiene que decir en nuestra vida. Descubrimos en las parábolas evangéli-

cas el sabor de lo auténtico, lo constructivo, lo que recrea la vida, tanto en aquel contexto del siglo I, como

también en el nuestro.

El tercero fue el día de la escultura, y como el gran Miguel Ángel utilizó su cincel para quitar el mármol que

sobraba y dejar a la vista el hermoso “David” que habitaba en el interior de la piedra, también nosotros nos

pusimos a la tarea de mirar más allá para reconocer el fascinante paisaje de la interioridad, de la unidad

que somos de cuerpo, mente y espíritu. Jesús, que también esculpió la madera, se nos presentó en la con-

templación de Nazaret, esculpiendo nuestra persona.

En los días siguientes, la música nos ayudó a hablar de emociones, registros tan ricos y diversos, que com-

ponen una melodía en la que todos somos instrumentos imprescindibles. A través de la danza, agradeci-

mos las posibilidades de expresión corporal, y en el día del cine, varios vídeos nos ayudaron a reflexionar

sobre la realidad social.

Por último, la arquitectura sirvió de marco para una mañana de “desierto”. Era el momento de que cada

uno pudiera preguntarse: “¿Qué me sostiene?”. A menudo la experiencia de silencio, impone. Pero es el

momento de las grandes revelaciones. Un tiempo de oro, que no suele repetirse con tanta intensidad en la

vida cotidiana, y que permite aflorar… ¡tantas cosas!

Agradecemos de corazón estos días. Valoramos muy positivamente el trabajo conjunto de monitores y her-

manas, compartiendo el deseo de que los chicos vivieran unos días especiales en clave de “ENCUENTRO”

con ellos mismos, con los otros, con Dios. Como monitores participaron Beatriz Andrés, Raquel Lucea y Ál-

varo Morlanes de Zaragoza y Marcos Amador y María Meseguer de Jerez de la Frontera. Agradecemos el

servicio de Hna. Carmen Hernández y Mª Carmen Pascual, laica de Talleres, por los muchos detalles y por

su permanente atención a cómo estaban las cosas en la cocina. Gracias también a las madres de los jóve-

nes, Rosa de Zagra y Conchi de Villanueva, que acompañaron a los chicos en los viajes a la finca.

Por último, agradecemos la acogida de la Parroquia de Hoyo. Tanto en esta actividad como en el campo de

trabajo, participamos en la Eucaristía dominical y nos permitieron animar con nuestros cantos la celebra-

ción. Al salir, siempre hay alguien que nos pregunta, que se interesa por lo que estamos haciendo, que feli-

cita a los chicos y les anima a seguir adelante.

Y ahora, demos la palabra a los chicos:

Hola “hoyanos” y “hoyanas”: En esta ocasión, no vengo a contaros ningún secreto. Más bien, os voy a con-

tar una historia, mi historia. Cuando yo llegué por primera vez aquí, era solo uno más que, en verdad, solo

venía a pasarlo bien con sus amigos y a conocer gente nueva. Pero, poco a poco, fui descubriendo que Ho-

yo era más que eso, que era una forma nueva de ver la vida. He conocido a mucha gente, muchísima gente

a la que echaré de menos. Desde que descubrí lo que realmente significaba todo lo que vivimos aquí, parti-

cipar en Hoyo, es como volver a casa. Tengo amigos que nunca olvidaré. Quiero daros las gracias a todos,

uno por uno. Porque aunque penséis que no, todos hacéis que esta colonia sea especial. Como persona

que ha vivido aquí tantas cosas hermosas os pido: aprovechad el tiempo y, sobre todo, valorad a las perso-

nas. Sí, algún día volveré. Pero mientras tanto, me gustaría saber que todo el que venga a Hoyo viva, disfru-

te y se vaya queriendo volver. Hoyo siempre será “mi casa”. Antonio Bernabé de Villanueva

¿Cómo empezar? ¿Qué decir? Para mí, Hoyo ha sido una gran experiencia. Ha puesto en mi vida a grandes

personas que, a pesar de los kilómetros de distancia que nos separan, están presentes cada día. Hoyo es

algo inolvidable que te da la posibilidad de conocer personas y conocerte más y mejor a ti y a Dios. Ha sido

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uno de los mejores momentos de todo el año y uno de los más esperados, ahora solo queda preparar la

próxima vez, en que Hoyo nos vuelva a juntar. Jara, Zaragoza

Para mí estos diez días han sido más que un campamento, han sido una experiencia que nunca en la vida

voy a poder olvidar. No puedo comprender cómo diez días unen tanto a casi cuarenta personas, convirtién-

dolas en una familia. Lo mejor es la magia de esa casa, porque sales por su puerta y nada más salir ya tie-

nes demasiadas ganas de volver a entrar y pasar nuevamente todos los momentos y rememorar los re-

cuerdos que hay en cada una de sus esquinas. Cristina, Zaragoza

Esta ya es mi segunda colonia y ha sido una experiencia magnífica que repetiría mil veces más. Gracias a

Hoyo, ahora tengo amistades que sé que son de verdad y que van a estar ahí para siempre, ya estén en mi

misma ciudad o a muchísimos kilómetros de distancia. La palabra “Hoyo”, para quienes lo hemos vivido, es

mucho más que una palabra, significa risa, reencuentro, amistad, disfrutar y una larga lista de cosas. Desde

luego, puedo decir con certeza que gracias a estas colonias soy una mejor persona y continuaré yendo mu-

chos más años. Lucía, Zaragoza

En estas convivencias he descubierto unos hermanos que son de muy distintos lugares, pero a todos nos

une un mismo concepto: el amor al prójimo que nos enseñó Jesús. Estas convivencias han sido para mí el

comienzo de una nueva experiencia espiritual. Han sido increíbles las actividades, los monitores, el am-

biente etc... Lo repetiría todas las semanas de mi vida. Ismael, Pamplona

La experiencia de esta colonia ha sido increíble. Hemos conectado con nosotros mismos, con los demás y

con Dios. Hemos profundizado para conocernos más y hemos recapacitado sobre nuestra relación con

Dios. Las dinámicas han sido muy entretenidas y completas y las oraciones nos han permitido encontrarnos

con Jesús. Una vez más, esta colonia nos ha unido a todos, a pesar de proceder de lugares diferentes o in-

cluso viniendo del mismo lugar. Ha sido una experiencia inolvidable que guardaremos con mucho cariño.

Miriam, Jerez.

Mi experiencia, este año, como monitora en el campamento, ha sido mágica. He vivido cosas con los cha-

vales que me han servido para reflexionar yo misma. He vivido momentos en los que los chavales han con-

fiado en mí y creo que he podido ayudarles. Me contaban sus experiencias o me pedían consejos para po-

der solucionar cosas de casa o de su vida. Me he sentido muy realizada cómo monitora y estoy orgullosa

de cómo lo he hecho. Es un sentimiento muy bonito para el que te estás preparando toda tu vida y sientes

que aún no lo estás del todo, pero yo, en mi caso, he sentido cómo Dios me ha dado fuerza para hacer lo

que he hecho. Me he sentido orgullosa de la respuesta que he tenido por parte de los chavales, que me

siguen hablando y contándome sus cosas. He pasado de participante a monitora en un solo año y es un

cambio bastante grande y que cuesta mucho, pero le he puesto muchas ganas y creo que ha salido genial.

Siempre he contado con el apoyo de los demás monitores de la colonia, que han confiado en mí y me han

resuelto cada duda que he tenido.

María Messeguer, monitora de Jerez

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Cambiamos de gentes, pero no de lema. Hacía mucho tiempo que deseábamos ofrecer esta experiencia

de campo de trabajo, para jóvenes mayores de 17 años. Después de mucho buscar y dialogar, un grupito

confirmaba su asistencia. Aunque eran pocos, desde el primer momento, se manifestaron animados y

“dispuestos a todo”.

Previamente habíamos buscado un lugar “céntrico” donde poder realizar un servicio de voluntariado.

Decimos céntrico… para facilitar la asistencia de los participantes, que llegaron desde Porriño, Jerez de la

Frontera, Petrer, Zaragoza y Villanueva de la Serena. Como veis, pocos… pero muy “variados”. Los herma-

nos de la Cruz Blanca de Torrelodones (cerca de Hoyo) nos abrieron las puertas de su “Casa Familiar San

Francisco de Asís”. La tarea que se nos encomendó: estar, acompañar, conversar con los residentes

“personas con discapacidad intelectual y envejecimiento prematuro”. Pronto ese título dejó de ser tan

frío y se llenó de nombres. Algo tiene el ENCUENTRO con las personas diferentes que enriquece y alegra

tanto. Desde que dejábamos el autobús hasta la residencia, teníamos que recorrer un trecho, 20-25 mi-

nutos caminando bajo el sol de julio. Pero a partir del segundo día, cuando ya sabíamos que la sonrisa de

la gente compensaba el esfuerzo, no hubo ni una queja. Cada mañana nos esperaban para hacer manuali-

dades, charlar, cantar… Poco a poco, los jóvenes fueron ofreciendo otras posibilidades, así que también

hubo taller de sevillanas, baile de verbena y una fiesta final en la que los residentes disfrutaron de lo lin-

do.

Por las tardes, continuábamos trabajando en otro escenario. ¿Recordáis el albergue de la finca, que sole-

mos utilizar en los encuentros y celebraciones? Estuvimos rascando y pintando las paredes. No ha queda-

do perfecto, pero fue una satisfacción verlo mejorado y, sobre todo, poder hacer un servicio a favor de

los grupos.

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Otro de los objetivos del campo era crear el espacio en el que reflexionar y compartir. Aquí también la temá-

tica del arte nos llevó a profundizar en valores y en la persona de Jesús. Los jóvenes fueron muy participati-

vos, en todos los temas y en todos los momentos de oración, con los que abríamos y cerrábamos el día. La

diferencia de edad entre unos y otros (entre 17 y 22 años) no fue obstáculo para que cada uno se expresara

desde su experiencia personal, sus preocupaciones, sus convicciones, su fe. Y, poco a poco, paso a paso, nos

fuimos “encontrando” no solo como equipo de trabajo, sino como pequeña comunidad creyente: juntos en

la experiencia de “hermanar oración y trabajo”, ensayo en estos días de verano, y posibilidad para la vida

cotidiana del futuro.

Agradecemos el esfuerzo y especial dedicación de Beatriz Andrés, de Zaragoza, que nos acompañó como

monitora.

Paqui Rubio y Ana Romero

En esta experiencia, he escuchado en numerosas ocasiones que Dios elige poner en nuestro camino situacio-

nes, personas o cosas que buscan hacernos más felices, mejores personas. El campo de trabajo ha sido esto

para mí: ha llegado en un momento estable, en el que parecía no necesitar nada, pero algo me inclinó a re-

gresar a este lugar, Hoyo de Manzanares, que me ha formado como persona y que, una vez más, entrará en

mí como un torbellino que enseña, calma, transforma y hace ver la realidad con unos ojos más adecuados.

Los valores que he descubierto aquí, los que he descubierto en mí y en mis compañeros, me han hecho cre-

cer como cristiana y como persona que busca la mano de Dios en el camino de su vida.

Aurora Díez, Villanueva de la Serena

La verdad es que, al principio, me encontré muy fuera de lugar, quizás por no conocer mucho a la gente que

participaba o por ver la casa tan vacía, en comparación de otras experiencias de verano. Pero, poco a poco,

fuimos todos creciendo en confianza. Y cada día era mejor que el anterior. A pesar del cansancio, puedo de-

cir que cada momento mereció la pena: la oración de la mañana, ver sonreír a alguien de la residencia, la

piscina, las personas, la pintura del albergue, la reflexión de la tarde y, de nuevo, la oración de la noche.

Creo que este campo de trabajo me ayudó a ver lo que realmente quiero llegar a ser en la vida y lo que no.

Algo dentro de mí se removió, mucho más que en otras ocasiones, y es una sensación increíble que me gus-

taría llevarme a mi casa. Deseo saber aprovechar todo lo que tengo y dar todo de mí, en mi “día a día”.

Candela, Porriño

Mi experiencia aquí fue muy especial, muy distinta a lo que esperaba encontrar. He aprendido muchas cosas

y me he dado cuenta de muchas más. Antes de venir, yo pensaba que sería algo más aburrido, que todos

íbamos a tener menos relación y, la verdad, es que ha sido todo lo contrario. Fue genial y muy divertido. Co-

laborar como voluntario en una residencia es algo que me gustaría seguir haciendo en Petrer, ya que estos

días me ha llenado mucho y he visto las cosas como realmente son. He descubierto que por poco cariño que

ofrezcas, te dan más, y que si quieres, puedes. Las reflexiones, los debates que se creaban entre nosotros

eran muy interesantes. Pensaba que las horas de trabajo en el albergue, se harían largas y aburridas, pero

nos organizamos para que fueran amenas. Las veladas han resultado muy divertidas.

Josué Ballester, Petrer

Mi experiencia en este campo de trabajo ha sido muy satisfactoria. Al principio, como llegué un día después

de los demás, sentía como si no fuese a encajar. Pero no, resultó muy sencillo. No tuve problemas, no me

costó centrarme e integrarme con el grupo ni en la residencia. He aprendido a ver las cosas con alegría y a

trabajar con una sonrisa, a dar mucho sin esperar nada a cambio y ver cómo lo que recibes es mucho mayor

de lo que podrías imaginar. Ha sido magnífico estar con estas personas tan grandes. Porque, para mí, no ha

sido hacer un voluntariado en una residencia, ha sido conocer a gente de la que yo he recibido mucho más

de lo que yo les he dado a ellos. Con respecto al trabajo de la tarde, pintar el albergue, me ha enseñado el

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valor del trabajo, del esfuerzo, la satisfacción de comenzar un proyecto que no sabes cómo acabará y, por

fin, verlo terminado y que ha quedado muy bien. Es algo muy gratificante y que espero volver a vivirlo

pronto.

Alejandro Zurita, Jerez de la Frontera

Este campo de trabajo, para mí, ha sido un descubrimiento. Ha sido una experiencia nueva, diferente, que

repetiría mil veces. En estos días he aprendido muchas cosas. Por ejemplo, en la residencia, he aprendido

que con una sonrisa y un “buenos días”, puedes alegrar el día a cualquiera o que tus problemas dejan de

ser grandes cuando entras por la puerta y te centras en los demás. Ser un grupo reducido nos ha ayudado

a conocer mejor a las personas y retomar amistades geniales. Respecto a las actividades, como ir a la resi-

dencia, las oraciones, veladas, reflexiones, etc… han sido geniales y nos han ayudado a darnos cuenta de

que, en la vida, hay que esforzarse por las cosas que valen la pena. Sin duda, volveré el año que viene.

Miranda, Zaragoza

Participar en el campo de trabajo es una experiencia que todo el mundo debería vivir, como mínimo, una

vez en su vida. Es algo mágico, increíble, emocionante. No me arrepiento para nada de haber venido, por-

que he aprendido muchas cosas, tanto de mí como de los demás. Es increíble ver cómo nada más que es-

tando un ratito con “los chicos” de la residencia, son tan felices; es impresionante todo el cariño que reci-

bes de su parte. Es precioso ver la ilusión con la que te reciben todas las mañanas y reconocer la sonrisa

que se les pone, de oreja a oreja, solo con verte por ahí.

Y aunque haya sido una experiencia preciosa, también ha sido un reto para mí, porque se me da fatal ha-

blar con la gente, así, de buenas a primeras. No sabía cómo tratar con personas con discapacidades y tenía

miedo de hacer algo mal. Pero, poco a poco, día a día, se iba rompiendo esa coraza y esa barrera. He dis-

frutado como una niña pequeña con esta experiencia. He conseguido encontrarme a mí misma, darme

cuenta de que había cosas que escondía para no hacerme daño y que debía sacarlas. He vuelto a encon-

trarme con Dios y a sentirle cerca de mí.

Y si hablamos de mis compañeros, me quedo sin palabras. Cada uno me ha aportado algo nuevo y distinto.

Me he reído como nunca, he llorado, he disfrutado. Creo que la familia que hemos formado no se va a

romper. Quiero dar las GRACIAS, sí, en mayúsculas, a todos los que han hecho esto posible.

Silvia, Zaragoza

La verdad es que nunca me habría imaginado que esto fuera a ser así. Y, menos mal, porque, a veces, en la

sorpresa está la verdadera magia. Vine sin expectativas, sin imágenes previas, sin muchas ganas. Y de re-

pente… te das de bruces con la realidad de una casa medio vacía, cuando en veranos anteriores, en las

colonias, la hemos conocido a rebosar, llena, tan ruidosa. Ahora solo se escuchaba el silencio del campo y

nuestros pasos. Y eso, nos rompió un poquito a todos por dentro.

Pero pasaron los días y nos dimos cuenta de que el campo de trabajo era una experiencia nueva, una pági-

na en blanco sobre la que poder dibujar todo lo que quisiésemos que fuera. Y así lo hicimos. Aportamos

nuestro granito de arena, a base de risas, originalidad y pillería. Aportamos vida, también, los unos a los

otros, con carcajadas, complicidad, momentos compartidos… Y así, fuimos llenando los días, hasta el final,

dando lo mejor de nosotros mismos.

En cuanto a la parte de servicio y trabajo como tal, no hay palabras que puedan describirlo. No hay pala-

bras porque lo que te remueve por dentro es algo tan intenso que ni con todas las letras del abecedario

podría explicarlo. La residencia despertó en todos una dosis extra de humanidad, de respeto, tolerancia y

dedicación. Y ¡cómo no!... al final aprendimos más nosotros de ellos que al contrario. Respecto de la pintu-

ra en el albergue, era una satisfacción ver cómo avanzaba el trabajo bien hecho, y más en grupo, que es

otra guinda para este pastel.

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En fin, que sin duda, a día de hoy, puedo decir bien alto que la vida es el arte del encuentro, pero habiéndo-

lo experimentado en mi propia piel durante estos día. Solo puedo dar gracias por ello.

Marta Cedeira, Porriño

Esta experiencia de campo de trabajo me ha llenado mucho, porque he vivido emociones que no sabía que

era capaz de sentir. El voluntariado que hemos realizado en la residencia me ha resultado muy reconfortan-

te y con los residentes me he encontrado muy cómoda, como en mi casa. Me ha hecho muy feliz ver como

con tan poca cosa, la gente ya te mostraba una sonrisa contagiosa… Por lo tanto, yo también me encontra-

ba sonriendo sin cesar. También ha habido algunos momentos duros y de dolor, pero no han reducido nada

la alegría. No voy a olvidar todos nuestros bailes, canciones y las energías que hemos puesto para sacar una

sonrisa en las personas discapacitadas, con las que compartíamos cada mañana. He aprendido mucho de

ellos. He aprendido que con muy poco se puede ser muy feliz y que hay que aprovechar la vida y vivirla con

ganas. He aprendido que servir es muy fácil y que se puede hacer con gestos muy pequeños pero significati-

vos.

Andreea Hodis, Zaragoza

Al principio, y desde que nos contaron el plan, yo no estaba muy segura de cómo iba a ser y no me encon-

traba especialmente motivada. Pero la curiosidad y las ganas de seguir pudieron más. Y creo que ha sido

una de las mejores decisiones de mi vida. El reencuentro ya empezó siendo mágico, así como la complicidad

que surgió entre todos. Me siento súper-afortunada de haber vivido esto, con quienes lo he vivido y cómo

lo he vivido. Ha sido una experiencia única e inolvidable. Todos hemos sabido tratarnos de una forma inme-

jorable en todos los ámbitos y aspectos. Solo tengo una objeción, y es que se hace corto, que todo se vive

tan intenso que podría durar un poquito más. Gracias por todo, no hay palabras suficientes para describir

todo lo que siento.

Patricia, Zaragoza

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Guerreros de Cristo

En varias ocasiones hemos escrito en este boletín y, así, también, hemos ido plasmando nuestra

historia. Quizá, no somos como tal un grupo perteneciente a la congregación, pero sí compartimos

el espíritu josefino que las hermanas, que han pasado por el grupo, nos han ido transmitiendo.

Hace dos meses celebramos nuestro

4º aniversario. Durante este tiempo,

nos han acompañado las hermanas.

Recientemente, por cuestiones de des-

tino de las mismas, nos hemos queda-

do sin el acompañamiento de ellas, lo

cual también marca la historia del gru-

po, aunque Las hermanas nos siguen

acompañando de diferente manera,

pero están pendientes del grupo y lo

agradecemos.

El grupo, gracias a Dios, ha logrado consolidarse. En ocasiones nos tocaba tener la reunión con dos

o tres jóvenes. Hoy en día nos mantenemos seguros entre13 y 15 jóvenes, a veces más a veces

menos, bueno, al final no se trata de cantidad sino de calidad. Se ha dado una apertura a la reali-

dad de la comunidad, adaptando el grupo de jóvenes e integrando a los adolescentes. Hemos

desarrollado un sentido de pertenencia al grupo, factor de gran importancia para el desarrollo per-

sonal, por el que pasan los adolescentes en esta etapa, y un punto fuerte para el grupo, ya que la

formación impartida no es obligatoria, ni requisito para cumplir con algo; también se siente y se

experimenta un sentido positivo de convivencia entre todos.

Son muchos los retos que implica coordinar un grupo de jóvenes, a veces son muchas las deman-

das de los jóvenes en querer hacer muchas cosas, proyectos por hacer… y eso es muy bueno. Aho-

ra el grupo ha respondido de manera muy responsable y participativa para con los proyectos, es-

tán mostrando su capacidad para hacer las cosas que quieren de la mejor manera, ellos mismos

empiezan a impartir los temas fomentando la seguridad en ellos y qué mejor cuando es un medio

entre sus iguales.

Tenemos un reto como grupo, ya que en nuestra comunidad existen diversos grupos de jóvenes,

que tienen un enfoque muy distinto al nuestro, estamos trabajando y enseñando con nuestra ma-

nera de vivir y estar, porque Dios ama a todos por igual, sin importar las diferencias que existan.

Desde nuestra experiencia, damos a conocer la relación que existente entre Dios y el joven de hoy,

con toda su realidad, siendo conscientes de que profesamos una fe católica pero no ponemos esto

en primer lugar, sino que tratamos de manifestar el rostro de Jesús, de un Dios más humano, a

todos los que a diario nos encontramos en nuestra colonia, en nuestro ambiente.

Les enviamos un cordial saludo a quienes leen el boletín, deseando que se encuentren muy bien,

bendiciones para todos.

Grupo de jóvenes de Reservas Territoriales -Nuevo Laredo- (México)

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“

Jn 11,25

El día 15 de agosto, festividad de la Asunción de María, a las 9,30 de la mañana, nuestra Hermana Julia Fernández entregó su vida en las manos misericordiosas del Padre. Estamos seguras que ha salido a su encuentro para rega-larle el Reino preparado para ella desde toda la eterni-dad.

Hna. Julia nació en Arellano (Navarra, España) el día 20 de diciembre de 1931. Ingresó en el Noviciado de Gerona el 31 de agosto de 1955. Su primer destino fue Barcelona (Ganduxer), donde emitió los votos perpetuos el día 24 de marzo de 1963.

Estuvo siempre al servicio de la Misión de la Congregación en las tareas que a lo largo de su vida le fueron encomendadas, especialmente el cuidado de los enfermos. Fue una mujer fuerte, de gran temple, siempre disponible para aceptar los cambios y traslados donde la obediencia la requería.

Ejerció la Misión en las comunidades de Sabadell, Barcelona, Manresa, Azagra, Cardona, Villafranca del Penedés, Terrassa, de donde vino a Pamplona el día 9 de enero de 2010 y en esta Comunidad ha pasado los últimos años de su vida. De aquí ha sido llamada a la Vi-da Verdadera, después de dos años de dolorosa enfermedad.

Muy devota de la Sagrada Familia, de la vida oculta de Jesús en el Taller, fiel al Carisma del P. Butiñá.

Hna. Julia, hoy nos unimos a tu acción de gracias por tanto bien recibido a la largo de tu vida, por los dones que el Señor te regaló y que supiste poner al servicio de las Hermanas en las diversas comunidades y de tantas personas con las que te has relacionado y a las que has querido.

Te decimos que sigas pidiendo nuevas vocaciones y que presentes al Buen Jesús a cada Hermana de la Congregación, a tu familia, a la que tanto has querido, y que te han corres-pondido siempre con cariño y cercanía.

En el silencio de nuestra oración nos unimos a tu acción de gracias. Te recordaremos siem-pre con cariño.

Descansa en los brazos del Padre

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El día 28 de agosto, a las 9,00 horas, nuestra Hna. Dolores Fabrés Puig, fue llamada por el Señor a gozar de la resurrec-ción definitiva, después de una larga enfermedad, vivida con mucha paciencia.

Había nacido en Sant Viçens de Castellet (Barcelona), el día 27 de febrero de 1928. Fiel a la llamada del Señor, ingresó en

la Congregación el día 10 de marzo del 1947, en Gerona. Vistió el hábito y comenzó su novicia-do el 21 de septiembre de 1947 e hizo la primera profesión el 25 de septiembre de 1949.

Su primer destino fue Cardona, aunque, muy pronto, pasó a la comunidad de Granollers para acompañar a las Hermanas por unos meses. Pronto volvió a Cardona, donde ha pasado toda su vida trabajando al servicio de los pobres y transeúntes, ya que, en el Hospital de “Sant Jau-me”, era muy bien acogido todo el que llegaba. Aquí, en Cardona, emitió los votos perpetuos el día 30 de septiembre de 1954.

Hna. Dolores ha sido una mujer entregada en el cuidado de ancianos y enfermos. Ha trabajado con gran esmero, tanto en la Residencia como en las casas de los mismos, siendo ejemplo, en el pueblo, de persona que solo vivía para los demás. Cuando sus fuerzas menguaron, siguió sirviendo colaborando en las actividades sencillas de la Residencia -en la cual ha permanecido ingresada los últimos años de su vida- hasta que la enfermedad se lo impidió. Nos decía que su fuerza la recibía de la devoción al Corazón de María y a la Sagrada Familia y de su gran Maes-tro el P. Butiñá.

Hna. Dolores, que todo el cariño que, en estos días, nos has mostrado y contagiado a quienes nos hemos acercado a ti sea lo que nos una a todos y también con tu familia, a la que tanto has querido y que te ha acompañado hasta el último día.

MI VIDA ESTA EN TUS MANOS

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† Teodoro Andollo, cuñado de Hna. Car-

men Hernández de la comunidad de Zagra -Granada-.

† Gonzalo González, hermano de Hna.

Concepción de la comunidad de Torrelave-ga.

† Silvino González, hermano de Hna. Beni-

ta de la comunidad de Pedro Mª Anaya –Guadalajara- (México).

† Ramón Expósito, hermano de Hna. Car-

men Tejero.

“Afortunados los que a partir de este momento mueran unidos al Señor”».

El Espíritu dice: «Sí, eso es cierto, ahora ellos descansarán de su trabajo,

pues sus obras los acompañarán». (Ap 14,13).

Q. E. P. D