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FEDERACIÓN ARGENTINA DE EMPLEADOS DE COMERCIOS Y SERVICIOS DESEMPLEO JOVEN SECRETARÍA DE ESTUDIOS Y ESTADÍSTICAS (SEyE) SEPTIEMBRE DE 2010 Boletín Digital Nº10 El contexto económico mundial se muestra en la actualidad poco propicio para la inserción laboral de los jóvenes. En efecto, la crisis económica internacional iniciada en EEUU no sólo ha generado efectos negativos en el mundo financiero sino que ha impactado de lleno en las economías reales perturbando, directa o indirectamente, los niveles de produc- ción, exportación y consumo interno de gran parte de los países del mundo. Asociado con ello, los mercados de trabajo, se han visto perturbados negativamente, tanto por la escasa creación y/o reducción de puestos de trabajo disponibles como por la precarización de las condiciones laborales. Es que los mercados de trabajo son muy sensibles a los cambios en los ciclos económicos y a las repercusiones que sus crisis suponen. Esto centralmente porque la creación de puestos laborales está íntimamente asociada al conjunto de decisiones empresariales: en la inversión o no de mayor capital; en el aumento o no de la producción; en tomar o no nuevos empleados, etc. Todas ellas ligadas a tipos de estrategias defensivas u ofensivas de acuerdo a la evaluación de la situación a futuro y de las certezas de las que disponen los empresarios acerca de la posibilidad concreta de poder vender y/o colocar su producción / stock. Contexto Actual • LA ECONOMÍA MUNDIAL SE MUESTRA EN LA ACTUALIDAD POCO PROPICIA PARA LA INSERCIÓN LABORAL DE LOS JÓVENES. • LOS JÓVENES PRESENTAN UNA MAYOR TASA DE DESEMPLEO QUE LOS ADULTOS Y SE VEN MÁS AFECTADOS POR LA CRISIS, SIENDO LOS ÚLTIMOS EN SER CONTRATADOS Y/O POR PADECER UNA ALTA MOVILIDAD (CON MAYORES ENTRADAS Y SALIDAS DEL MERCADO DE TRABAJO). • PARA LA OIT EN EL 2009 EL DESEMPLEO JUVENIL ALCANZÓ EL NIVEL MÁS ALTO DE LA HISTORIA Y PONE EN ALERTA SOBRE LAS CONSECUENCIAS QUE ESTO PUEDE TENER EN EL MEDIANO Y LARGO PLAZO. SE ESTIMA QUE 81 MILLONES DE JÓVENES SE ENCUENTRAN DESOCUPADOS, CON UNA TENDENCIA A CRECER EN 2010. • ARGENTINA, EN ESTE CONTEXTO, SE ENCUENTRA EN UNA SITUACIÓN DIFERENCIAL. AUNQUE EL DESEMPLEO JOVEN SE RECONOCE COMO UN TEMA DE LA AGENDA Y LA TENDENCIA GENERAL DEL MISMO SE MUESTRA EN DESCENSO A DIFERENCIA DE LOS COMPORTAMIENTOS DE LOS INDICADORES LABORALES DE GRAN PARTE DE LOS PAÍSES DEL MUNDO.

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Page 1: Boletín Digital Nº10 SECRETARÍA DE ESTUDIOS Y …...seguirán siéndolo de seguir la situación en las condiciones actuales. Por ejemplo, en 2008, la población joven tenía 2,8

FEDERACIÓN ARGENTINA DE EMPLEADOS DE COMERCIOS Y SERVICIOS

DESEMPLEO JOVEN

SECRETARÍA DE ESTUDIOS Y ESTADÍSTICAS (SEyE)

SEPTIEMBRE DE 2010

Boletín Digital Nº10

El contexto económico mundial se muestra en la actualidad poco propicio para la inserción laboral de los jóvenes. En efecto, la crisis económica internacional iniciada en EEUU no sólo ha generado efectos negativos en el mundo financiero sino que ha impactado de lleno en las economías reales perturbando, directa o indirectamente, los niveles de produc-ción, exportación y consumo interno de gran parte de los países del mundo. Asociado con ello, los mercados de trabajo, se han visto perturbados negativamente, tanto por la escasa creación y/o reducción de puestos de trabajo disponibles como por la precarización de las condiciones laborales.

Es que los mercados de trabajo son muy sensibles a los cambios en los ciclos económicos y a las repercusiones que sus crisis suponen. Esto centralmente porque la creación de puestos laborales está íntimamente asociada al conjunto de decisiones empresariales: en la inversión o no de mayor capital; en el aumento o no de la producción; en tomar o no nuevos empleados, etc. Todas ellas ligadas a tipos de estrategias defensivas u ofensivas de acuerdo a la evaluación de la situación a futuro y de las certezas de las que disponen los empresarios acerca de la posibilidad concreta de poder vender y/o colocar su producción / stock.

Las respuestas empresariales frente a los embates de las crisis son, en su mayoría, de tipo defensivo: de resistencia frente a los embates, de achicamiento y enfriamiento del crecimiento económico y con él, de reducción de su planta de trabajadores gene-rando un círculo vicioso que deteriora el mecanismo básico de integración social: el acceso a un puesto de trabajo. Es que el trabajo aparece como el medio de acceso a un salario cuya función esencial remite a la garantía de supervivencia y por lo tanto, los problemas asociados con el acceso y/o sostenimiento (así como también a las condiciones asociadas a ellos), plantean un efecto de fragilidad social (Castel, 1991, 1997). Lo cierto es que la crisis económica actual aporta un efecto negativo sobre los mercados de trabajo y directamente sobre los sujetos que son quienes necesitan de ellos para la supervivencia e integración social. En estos procesos son los jóvenes quienes aparecen como los más afectados. Justamente, gran parte de los estudios asociados con el empleo de los jóvenes concuerdan en que éstos presentan una mayor tasa de desempleo que los adultos y que en general se ven más afligidos por las crisis econó-micas para luego, en fases de recuperación, ser los últimos en ser contratados o padecer una alta movilidad (con mayores entradas y salidas del mercado de trabajo). Incluso, cuando logran la inserción laboral, lo hacen en puestos con condiciones más precarias que los adultos en cuanto al tipo de empleos que consiguen, la estabilidad en el tiempo, la forma contractual, etc. (Tokman, 2003).

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el desempleo juvenil alcanzó en el último año el nivel más alto de la historia y puso en alerta sobre las consecuencias que esto puede tener en el mediano y el largo plazo.

Para la OIT el impacto del desempleo cobra relevancia al compararlo con el de los adultos. En efecto, la desocupación es mayor entre los jóvenes que sobre los adultos; y mayor sobre las mujeres jóvenes que los varones jóvenes: mientras que la última tasa de desocupación de las mujeres fue del 13,2%, los varones registraron una de 12,9%.

Según las estimaciones mundiales, y teniendo en relación el peso que tienen los países más afectados por la crisis financiera internacional, la tasa de desocupación joven se espera que aumente durante este año y recién comience a descen-der en 2011. Así, el informe proyecta en 2010 un desempleo juvenil mundial en torno al 13,1%. Es significativo que, además, prevea que si bien el índice de desempleo podría contraerse ligeramente a partir de 2011, no volveremos a ver los bajos niveles de desempleo previos a la crisis.

Este marco da cuenta de que las personas jóvenes constituyen un segmento vulnerable del mercado de trabajo y se estima que seguirán siéndolo de seguir la situación en las condiciones actuales. Por ejemplo, en 2008, la población joven tenía 2,8 más probabilidades de quedarse sin trabajo que la población adulta; y en ese año el índice de desempleo juvenil se situó en 12,1%, mientras que el desempleo adulto fue de 4,3%. Incluso en aquel último período de crecimiento económico antes de la crisis, el porcentaje de población joven económicamente activa pasó de 54,7% a 50,8% (entre 1998 y 2008).

En el marco de las tendencias globales, existen comportamientos diferenciales entre regiones y países. En este sentido, las tendencias más negativas de desempleo joven se encuentran en las zonas más pobres del mundo.

Entre las más afectadas por el desempleo joven se encuentran Europa Central y Sureste (20,8%) Medio Oriente (23,4) y África del Norte (23,7%). Incluso, es en estas dos últimas regiones donde se observa la mayor diferencia o disparidad entre la tasa de desocupación entre varones y mujeres jóvenes. Mientras que en Medio Oriente la tasa de desempleo de los varones jóvenes es de 20,4% la de las mujeres asciende a 30,9%. En el mismo sentido, en África del Norte, mientras que los varones presentan un desempleo del 20,3% las mujeres lo hacen en un 31,7%.

Justamente, el informe Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2010,

sostiene que a fines de 2009, del total de 620 millones de jóvenes

económicamente activos entre 15 y 24 años a nivel mundial, 81 millo-

nes (13%) estaban desocupados: 7,8 millones más que en 2007. Así, la

tasa de desempleo creció de 11,9% en 2007 a 13% en 2009, lo que

significó el salto más grande en los últimos 20 años.

En el último año el desempleo mundial de los jóvenes se incrementó en

6,6 millones, mostrando un aumento crítico frente a la tendencia de

crecimiento en torno a las 190.000 personas por año durante la última

década.

Para la OIT el impacto del desempleo cobra relevancia al compararlo

con el de los adultos. En efecto, la desocupación es mayor entre los

jóvenes que sobre los adultos; y mayor sobre las mujeres jóvenes que

los varones jóvenes: mientras que la última tasa de desocupación de las

mujeres fue del 13,2%, los varones registraron una de 12,9%.

Contexto Actual

• LA ECONOMÍA MUNDIAL SE MUESTRA EN LA ACTUALIDAD POCO PROPICIA PARA LA INSERCIÓN LABORAL DE LOS JÓVENES.

• LOS JÓVENES PRESENTAN UNA MAYOR TASA DE DESEMPLEO QUE LOS ADULTOS Y SE VEN MÁS AFECTADOS POR LA CRISIS, SIENDO LOS ÚLTIMOS EN SER CONTRATADOS Y/O POR PADECER UNA ALTA MOVILIDAD (CON MAYORES ENTRADAS Y SALIDAS DEL MERCADO DE TRABAJO).

• PARA LA OIT EN EL 2009 EL DESEMPLEO JUVENIL ALCANZÓ EL NIVEL MÁS ALTO DE LA HISTORIA Y PONE EN ALERTA SOBRE LAS CONSECUENCIAS QUE ESTO PUEDE TENER EN EL MEDIANO Y LARGO PLAZO. SE ESTIMA QUE 81 MILLONES DE JÓVENES SE ENCUENTRAN DESOCUPADOS, CON UNA TENDENCIA A CRECER EN 2010.

• ARGENTINA, EN ESTE CONTEXTO, SE ENCUENTRA EN UNA SITUACIÓN DIFERENCIAL. AUNQUE EL DESEMPLEO JOVEN SE RECONOCE COMO UN TEMA DE LA AGENDA Y LA TENDENCIA GENERAL DEL MISMO SE MUESTRA EN DESCENSO A DIFERENCIA DE LOS COMPORTAMIENTOS DE LOS INDICADORES LABORALES DE GRAN PARTE DE LOS PAÍSES DEL MUNDO.

Tasa de desempleo joven según sexo y región, OIT 2009

Entre las regiones menos afectadas por el desempleo joven aparecen Asia (Este, y Sur) y África Subsahariana (entre 8,9% y 11,9%). En las posiciones intermedias aparecen las regiones del Sureste Asiático (14,7%), América Latina (16,1%) y las Economías desarrolladas y la Unión Europea (17,7%). A pesar de tener mejores condiciones para contener el efecto crítico de los procesos de aumento del desempleo, las economías desarrolladas también se han visto fuertemente afectadas. En efecto, el informe revela un incremento de 4,6% en el desem-pleo juvenil en las economías desarrolladas y la Unión Europea, mientras que en Europa Central y del Este la tasa se mostró en 3,5%. Se trata de las cifras anuales más altas jamás registradas. En 2009 el índice general de desempleo juvenil en las econo-mías desarrolladas y la Unión Europea alcanzó su nivel más alto desde el inicio de este tipo de registros en 1991: 17,7%. Si bien solo 10% de la población mundial joven vive en las llamadas economías desarrolladas, 45% del aumento en el desempleo se registra en esos países. Estos registros permiten observar que la crisis económica internacional tuvo un impacto extendido y profundo en el desempleo mundial pero, sobre todo, en la de los países desarrollados quienes no habían mostrado antes datos tan altos y graves. En este marco, y si bien en América Latina la crisis no afectó de la misma manera, enfrentó su embate pero aquí también con compor-tamientos diferenciales por países. Argentina, por ejemplo, mostró un comportamiento cercano al promedio de la región y al mundial. En efecto, el desempleo joven en el último trimestre de 2009 se mostró en torno al 16,9%, 11,3% entre los varones y 20,1% entre mujeres jóvenes.

En este marco, es preciso comentar que el informe de la OIT aborda el inicio de la crisis económica, momento en que los gobier-nos alrededor del mundo adoptaron medidas para estimular la economía. Hoy día, por el contrario destacan las acciones políti-cas de austeridad en tanto que los empresarios vienen ejecutando estrategias defensivas, proyectando un incremento en el desempleo en gran parte de los países.

Los efectos de la crisis financiera han generado un impacto profunda en la economía mundial y en los mercados de trabajo. Con diferenciales, los distintos países han visto afectadas sus económicas y capacidades de generación de puestos de trabajos, afectando entonces los mecanismos claves de integración social. Así, los efectos de la crisis amenazan los mercados de trabajo en general y con profundizar la escasez de empleo para los jóvenes (que ya se presentaban como un problema con anteriori-dad a la misma). En consecuencia, aumentaría el volumen de jóvenes atrapados en situaciones de inacceso laboral y generaría un proceso de moratoria de roles adultos y con ello situaciones de deterioro económico familiar y personal. Argentina, aunque inserta en un proceso tendencial de reducción del desempleo general desde 2003, las tasas de desempleo joven -cercanas a la media regional o internacional- ponen de manifiesto la relevancia del tema en el contexto local y la nece-sidad de atenderlo a través de acciones directas, con especial atención sobre las mujeres jóvenes quiénes presentan las mayores dificultades en el acceso y permanencia en el mercado de trabajo argentino.

En Argentina, la tasa general de desocupación viene mostrando un marcado descenso desde 2003. En el primer trimestre de 2010, el registro general de desempleo marcó un de 8,3%, mientras que la de los jóvenes de hasta 29 años la duplicó con un promedio de 16,9%.

Asimismo, y sosteniendo las tendencias mundiales, en la Argentina las mujeres jóvenes se encuentran en peores condiciones de inserción laboral que los varones. Mientras que ellas mostraron un 10,2% de desocupación, los varones registraron una tasa de 6,9%. En contraste con los adultos, mientras que los varones jóvenes presentaron una tasa de 11,3%, los adultos varones presentaron una tasa del 5%. Entre las mujeres, las adultas mostraron una tasa del 6,5% (mayor incluso a la de los adultos varones) mientras que las jóvenes registraron una tasa de 20,1%.

En términos de los aglomerados cabe destacar que el desempleo de los jovenes varones argentinos se plantea un 50% mayor al promedio general de desempleo entre varones. Las mujeres jovenes muestran una tasa de desempleo que duplica al desem-pleo general entre las mujeres y triplica la tasa general de varones.

Si bien las tendencias de desempleo tienden a extenderse a todos los aglomerados (en tanto que el desempleo de los jovenes es muy superior a la media regional y que los varones jovenes encuentran incluso un posicionamiento relativo mejor que las jovenes mujeres) existen algunos aglomerados donde estas tendencias se marcan con mayor fuerza. Entre los varones, los aglomerados que se muestran con mayores proporciones de desempleo joven son el NOA y la región Pampeana con 14,9% y 15,8% respectivamente. Entre las mujeres, las regiones con mayores porporciones de desempleo joven son el GBA, el NOA y la region Pampeana.

“Los jóvenes son el futuro…”

Es muy frecuente escuchar que los jóvenes son el futuro, sin embargo, las condiciones del mercado de trabajo mundial poco les facilita la entrada a este mundo que será de ellos en poco tiempo. Es decir, poco se les facilita a la asunción de roles adultos asociados con la participación en el mundo del trabajo. Es más, el acceso al trabajo se obstaculiza y por tanto el ingreso a la vida adulta debe esperar. Como sostiene la OIT de ellos dependerá el futuro y por tanto no atender a sus necesidades es un error que puede tener consecuencias graves. Para la OIT, este proceso que afecta el ingreso de los jóvenes al mercado de traba-jo a escala mundial, podría originar una generación perdida de jóvenes que buscaron activamente un puesto de trabajo en el mercado laboral y se desalentaron, perdiendo toda esperanza de conseguir un trabajo que les garantice una vida decente. En este sentido, se sostiene la necesidad imperiosa de que todos los actores con poder de decisión e intervención refuercen las acciones en pos de generar políticas activas de empleo joven puesto que:

a) el ingreso al mercado de trabajo en marco de procesos recesivos, pueden dejar marcas profundas y permanentes en la gene-ración afectada, con la posibilidad de conformar una cohorte de jóvenes apáticos, decepcionados y desilusionados con la visión del acceso al mundo del trabajo como forma de progreso y ascenso social;

b) la desmotivación de los jóvenes sobre el futuro económico y productivo puede tener consecuencias graves en el socavamien-to de la estabilidad social.

INFORMACIÓN DE CONTACTOSEyE - Secretaría de Estudios y Estadísticas

Secretario Miguel Ángel SantellánJulio A. Roca 644 - 4to Piso - CP 1067

Tel. 011-4343-2783 ó 4342-5486Correo electrónico: [email protected]

Página Web: www.faecys.org.ar

FEDERACIÓN ARGENTINA DE EMPLEADOS DE COMERCIOS Y SERVICIOS

Tasa de desocupación de jóvenes y adultos en Argentina. 1er trimestre 2010.

Referencias Bibliográficas:

Castel, Robert (1991). Los Desafiliados. Precariedad del trabajo y vulnerabilidad social. Topia, Año I, N° III, noviembre, pp.28-35.

Castel, Robert (1997). Las Metamorfosis de la Cuestión Social. Una crónica del salariado. Buenos Aires: Paidós.

OIT (2010) Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2010. OIT

Tokman, Victor E. (2003) Desempleo Juvenil en el Cono Sur, Causas Consecuencias y Políticas. Serie Prosur. Buenos Aires: Fiederich Eber Stiftung.

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FEDERACIÓN ARGENTINA DE EMPLEADOS DE COMERCIOS Y SERVICIOS

DESEMPLEO JOVEN

SECRETARÍA DE ESTUDIOS Y ESTADÍSTICAS (SEyE)

SEPTIEMBRE DE 2010

Boletín Digital Nº10

El contexto económico mundial se muestra en la actualidad poco propicio para la inserción laboral de los jóvenes. En efecto, la crisis económica internacional iniciada en EEUU no sólo ha generado efectos negativos en el mundo financiero sino que ha impactado de lleno en las economías reales perturbando, directa o indirectamente, los niveles de produc-ción, exportación y consumo interno de gran parte de los países del mundo. Asociado con ello, los mercados de trabajo, se han visto perturbados negativamente, tanto por la escasa creación y/o reducción de puestos de trabajo disponibles como por la precarización de las condiciones laborales.

Es que los mercados de trabajo son muy sensibles a los cambios en los ciclos económicos y a las repercusiones que sus crisis suponen. Esto centralmente porque la creación de puestos laborales está íntimamente asociada al conjunto de decisiones empresariales: en la inversión o no de mayor capital; en el aumento o no de la producción; en tomar o no nuevos empleados, etc. Todas ellas ligadas a tipos de estrategias defensivas u ofensivas de acuerdo a la evaluación de la situación a futuro y de las certezas de las que disponen los empresarios acerca de la posibilidad concreta de poder vender y/o colocar su producción / stock.

Las respuestas empresariales frente a los embates de las crisis son, en su mayoría, de tipo defensivo: de resistencia frente a los embates, de achicamiento y enfriamiento del crecimiento económico y con él, de reducción de su planta de trabajadores gene-rando un círculo vicioso que deteriora el mecanismo básico de integración social: el acceso a un puesto de trabajo. Es que el trabajo aparece como el medio de acceso a un salario cuya función esencial remite a la garantía de supervivencia y por lo tanto, los problemas asociados con el acceso y/o sostenimiento (así como también a las condiciones asociadas a ellos), plantean un efecto de fragilidad social (Castel, 1991, 1997). Lo cierto es que la crisis económica actual aporta un efecto negativo sobre los mercados de trabajo y directamente sobre los sujetos que son quienes necesitan de ellos para la supervivencia e integración social. En estos procesos son los jóvenes quienes aparecen como los más afectados. Justamente, gran parte de los estudios asociados con el empleo de los jóvenes concuerdan en que éstos presentan una mayor tasa de desempleo que los adultos y que en general se ven más afligidos por las crisis econó-micas para luego, en fases de recuperación, ser los últimos en ser contratados o padecer una alta movilidad (con mayores entradas y salidas del mercado de trabajo). Incluso, cuando logran la inserción laboral, lo hacen en puestos con condiciones más precarias que los adultos en cuanto al tipo de empleos que consiguen, la estabilidad en el tiempo, la forma contractual, etc. (Tokman, 2003).

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el desempleo juvenil alcanzó en el último año el nivel más alto de la historia y puso en alerta sobre las consecuencias que esto puede tener en el mediano y el largo plazo.

Para la OIT el impacto del desempleo cobra relevancia al compararlo con el de los adultos. En efecto, la desocupación es mayor entre los jóvenes que sobre los adultos; y mayor sobre las mujeres jóvenes que los varones jóvenes: mientras que la última tasa de desocupación de las mujeres fue del 13,2%, los varones registraron una de 12,9%.

Según las estimaciones mundiales, y teniendo en relación el peso que tienen los países más afectados por la crisis financiera internacional, la tasa de desocupación joven se espera que aumente durante este año y recién comience a descen-der en 2011. Así, el informe proyecta en 2010 un desempleo juvenil mundial en torno al 13,1%. Es significativo que, además, prevea que si bien el índice de desempleo podría contraerse ligeramente a partir de 2011, no volveremos a ver los bajos niveles de desempleo previos a la crisis.

Este marco da cuenta de que las personas jóvenes constituyen un segmento vulnerable del mercado de trabajo y se estima que seguirán siéndolo de seguir la situación en las condiciones actuales. Por ejemplo, en 2008, la población joven tenía 2,8 más probabilidades de quedarse sin trabajo que la población adulta; y en ese año el índice de desempleo juvenil se situó en 12,1%, mientras que el desempleo adulto fue de 4,3%. Incluso en aquel último período de crecimiento económico antes de la crisis, el porcentaje de población joven económicamente activa pasó de 54,7% a 50,8% (entre 1998 y 2008).

En el marco de las tendencias globales, existen comportamientos diferenciales entre regiones y países. En este sentido, las tendencias más negativas de desempleo joven se encuentran en las zonas más pobres del mundo.

Entre las más afectadas por el desempleo joven se encuentran Europa Central y Sureste (20,8%) Medio Oriente (23,4) y África del Norte (23,7%). Incluso, es en estas dos últimas regiones donde se observa la mayor diferencia o disparidad entre la tasa de desocupación entre varones y mujeres jóvenes. Mientras que en Medio Oriente la tasa de desempleo de los varones jóvenes es de 20,4% la de las mujeres asciende a 30,9%. En el mismo sentido, en África del Norte, mientras que los varones presentan un desempleo del 20,3% las mujeres lo hacen en un 31,7%.

Justamente, el informe Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2010,

sostiene que a fines de 2009, del total de 620 millones de jóvenes

económicamente activos entre 15 y 24 años a nivel mundial, 81 millo-

nes (13%) estaban desocupados: 7,8 millones más que en 2007. Así, la

tasa de desempleo creció de 11,9% en 2007 a 13% en 2009, lo que

significó el salto más grande en los últimos 20 años.

En el último año el desempleo mundial de los jóvenes se incrementó en

6,6 millones, mostrando un aumento crítico frente a la tendencia de

crecimiento en torno a las 190.000 personas por año durante la última

década.

Para la OIT el impacto del desempleo cobra relevancia al compararlo

con el de los adultos. En efecto, la desocupación es mayor entre los

jóvenes que sobre los adultos; y mayor sobre las mujeres jóvenes que

los varones jóvenes: mientras que la última tasa de desocupación de las

mujeres fue del 13,2%, los varones registraron una de 12,9%.

Contexto Actual

• LA ECONOMÍA MUNDIAL SE MUESTRA EN LA ACTUALIDAD POCO PROPICIA PARA LA INSERCIÓN LABORAL DE LOS JÓVENES.

• LOS JÓVENES PRESENTAN UNA MAYOR TASA DE DESEMPLEO QUE LOS ADULTOS Y SE VEN MÁS AFECTADOS POR LA CRISIS, SIENDO LOS ÚLTIMOS EN SER CONTRATADOS Y/O POR PADECER UNA ALTA MOVILIDAD (CON MAYORES ENTRADAS Y SALIDAS DEL MERCADO DE TRABAJO).

• PARA LA OIT EN EL 2009 EL DESEMPLEO JUVENIL ALCANZÓ EL NIVEL MÁS ALTO DE LA HISTORIA Y PONE EN ALERTA SOBRE LAS CONSECUENCIAS QUE ESTO PUEDE TENER EN EL MEDIANO Y LARGO PLAZO. SE ESTIMA QUE 81 MILLONES DE JÓVENES SE ENCUENTRAN DESOCUPADOS, CON UNA TENDENCIA A CRECER EN 2010.

• ARGENTINA, EN ESTE CONTEXTO, SE ENCUENTRA EN UNA SITUACIÓN DIFERENCIAL. AUNQUE EL DESEMPLEO JOVEN SE RECONOCE COMO UN TEMA DE LA AGENDA Y LA TENDENCIA GENERAL DEL MISMO SE MUESTRA EN DESCENSO A DIFERENCIA DE LOS COMPORTAMIENTOS DE LOS INDICADORES LABORALES DE GRAN PARTE DE LOS PAÍSES DEL MUNDO.

Tasa de desempleo joven según sexo y región, OIT 2009

Entre las regiones menos afectadas por el desempleo joven aparecen Asia (Este, y Sur) y África Subsahariana (entre 8,9% y 11,9%). En las posiciones intermedias aparecen las regiones del Sureste Asiático (14,7%), América Latina (16,1%) y las Economías desarrolladas y la Unión Europea (17,7%). A pesar de tener mejores condiciones para contener el efecto crítico de los procesos de aumento del desempleo, las economías desarrolladas también se han visto fuertemente afectadas. En efecto, el informe revela un incremento de 4,6% en el desem-pleo juvenil en las economías desarrolladas y la Unión Europea, mientras que en Europa Central y del Este la tasa se mostró en 3,5%. Se trata de las cifras anuales más altas jamás registradas. En 2009 el índice general de desempleo juvenil en las econo-mías desarrolladas y la Unión Europea alcanzó su nivel más alto desde el inicio de este tipo de registros en 1991: 17,7%. Si bien solo 10% de la población mundial joven vive en las llamadas economías desarrolladas, 45% del aumento en el desempleo se registra en esos países. Estos registros permiten observar que la crisis económica internacional tuvo un impacto extendido y profundo en el desempleo mundial pero, sobre todo, en la de los países desarrollados quienes no habían mostrado antes datos tan altos y graves. En este marco, y si bien en América Latina la crisis no afectó de la misma manera, enfrentó su embate pero aquí también con compor-tamientos diferenciales por países. Argentina, por ejemplo, mostró un comportamiento cercano al promedio de la región y al mundial. En efecto, el desempleo joven en el último trimestre de 2009 se mostró en torno al 16,9%, 11,3% entre los varones y 20,1% entre mujeres jóvenes.

En este marco, es preciso comentar que el informe de la OIT aborda el inicio de la crisis económica, momento en que los gobier-nos alrededor del mundo adoptaron medidas para estimular la economía. Hoy día, por el contrario destacan las acciones políti-cas de austeridad en tanto que los empresarios vienen ejecutando estrategias defensivas, proyectando un incremento en el desempleo en gran parte de los países.

Los efectos de la crisis financiera han generado un impacto profunda en la economía mundial y en los mercados de trabajo. Con diferenciales, los distintos países han visto afectadas sus económicas y capacidades de generación de puestos de trabajos, afectando entonces los mecanismos claves de integración social. Así, los efectos de la crisis amenazan los mercados de trabajo en general y con profundizar la escasez de empleo para los jóvenes (que ya se presentaban como un problema con anteriori-dad a la misma). En consecuencia, aumentaría el volumen de jóvenes atrapados en situaciones de inacceso laboral y generaría un proceso de moratoria de roles adultos y con ello situaciones de deterioro económico familiar y personal. Argentina, aunque inserta en un proceso tendencial de reducción del desempleo general desde 2003, las tasas de desempleo joven -cercanas a la media regional o internacional- ponen de manifiesto la relevancia del tema en el contexto local y la nece-sidad de atenderlo a través de acciones directas, con especial atención sobre las mujeres jóvenes quiénes presentan las mayores dificultades en el acceso y permanencia en el mercado de trabajo argentino.

En Argentina, la tasa general de desocupación viene mostrando un marcado descenso desde 2003. En el primer trimestre de 2010, el registro general de desempleo marcó un de 8,3%, mientras que la de los jóvenes de hasta 29 años la duplicó con un promedio de 16,9%.

Asimismo, y sosteniendo las tendencias mundiales, en la Argentina las mujeres jóvenes se encuentran en peores condiciones de inserción laboral que los varones. Mientras que ellas mostraron un 10,2% de desocupación, los varones registraron una tasa de 6,9%. En contraste con los adultos, mientras que los varones jóvenes presentaron una tasa de 11,3%, los adultos varones presentaron una tasa del 5%. Entre las mujeres, las adultas mostraron una tasa del 6,5% (mayor incluso a la de los adultos varones) mientras que las jóvenes registraron una tasa de 20,1%.

En términos de los aglomerados cabe destacar que el desempleo de los jovenes varones argentinos se plantea un 50% mayor al promedio general de desempleo entre varones. Las mujeres jovenes muestran una tasa de desempleo que duplica al desem-pleo general entre las mujeres y triplica la tasa general de varones.

Si bien las tendencias de desempleo tienden a extenderse a todos los aglomerados (en tanto que el desempleo de los jovenes es muy superior a la media regional y que los varones jovenes encuentran incluso un posicionamiento relativo mejor que las jovenes mujeres) existen algunos aglomerados donde estas tendencias se marcan con mayor fuerza. Entre los varones, los aglomerados que se muestran con mayores proporciones de desempleo joven son el NOA y la región Pampeana con 14,9% y 15,8% respectivamente. Entre las mujeres, las regiones con mayores porporciones de desempleo joven son el GBA, el NOA y la region Pampeana.

“Los jóvenes son el futuro…”

Es muy frecuente escuchar que los jóvenes son el futuro, sin embargo, las condiciones del mercado de trabajo mundial poco les facilita la entrada a este mundo que será de ellos en poco tiempo. Es decir, poco se les facilita a la asunción de roles adultos asociados con la participación en el mundo del trabajo. Es más, el acceso al trabajo se obstaculiza y por tanto el ingreso a la vida adulta debe esperar. Como sostiene la OIT de ellos dependerá el futuro y por tanto no atender a sus necesidades es un error que puede tener consecuencias graves. Para la OIT, este proceso que afecta el ingreso de los jóvenes al mercado de traba-jo a escala mundial, podría originar una generación perdida de jóvenes que buscaron activamente un puesto de trabajo en el mercado laboral y se desalentaron, perdiendo toda esperanza de conseguir un trabajo que les garantice una vida decente. En este sentido, se sostiene la necesidad imperiosa de que todos los actores con poder de decisión e intervención refuercen las acciones en pos de generar políticas activas de empleo joven puesto que:

a) el ingreso al mercado de trabajo en marco de procesos recesivos, pueden dejar marcas profundas y permanentes en la gene-ración afectada, con la posibilidad de conformar una cohorte de jóvenes apáticos, decepcionados y desilusionados con la visión del acceso al mundo del trabajo como forma de progreso y ascenso social;

b) la desmotivación de los jóvenes sobre el futuro económico y productivo puede tener consecuencias graves en el socavamien-to de la estabilidad social.

INFORMACIÓN DE CONTACTOSEyE - Secretaría de Estudios y Estadísticas

Secretario Miguel Ángel SantellánJulio A. Roca 644 - 4to Piso - CP 1067

Tel. 011-4343-2783 ó 4342-5486Correo electrónico: [email protected]

Página Web: www.faecys.org.ar

FEDERACIÓN ARGENTINA DE EMPLEADOS DE COMERCIOS Y SERVICIOS

Tasa de desocupación de jóvenes y adultos en Argentina. 1er trimestre 2010.

Referencias Bibliográficas:

Castel, Robert (1991). Los Desafiliados. Precariedad del trabajo y vulnerabilidad social. Topia, Año I, N° III, noviembre, pp.28-35.

Castel, Robert (1997). Las Metamorfosis de la Cuestión Social. Una crónica del salariado. Buenos Aires: Paidós.

OIT (2010) Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2010. OIT

Tokman, Victor E. (2003) Desempleo Juvenil en el Cono Sur, Causas Consecuencias y Políticas. Serie Prosur. Buenos Aires: Fiederich Eber Stiftung.

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FEDERACIÓN ARGENTINA DE EMPLEADOS DE COMERCIOS Y SERVICIOS

DESEMPLEO JOVEN

SECRETARÍA DE ESTUDIOS Y ESTADÍSTICAS (SEyE)

SEPTIEMBRE DE 2010

Boletín Digital Nº10

El contexto económico mundial se muestra en la actualidad poco propicio para la inserción laboral de los jóvenes. En efecto, la crisis económica internacional iniciada en EEUU no sólo ha generado efectos negativos en el mundo financiero sino que ha impactado de lleno en las economías reales perturbando, directa o indirectamente, los niveles de produc-ción, exportación y consumo interno de gran parte de los países del mundo. Asociado con ello, los mercados de trabajo, se han visto perturbados negativamente, tanto por la escasa creación y/o reducción de puestos de trabajo disponibles como por la precarización de las condiciones laborales.

Es que los mercados de trabajo son muy sensibles a los cambios en los ciclos económicos y a las repercusiones que sus crisis suponen. Esto centralmente porque la creación de puestos laborales está íntimamente asociada al conjunto de decisiones empresariales: en la inversión o no de mayor capital; en el aumento o no de la producción; en tomar o no nuevos empleados, etc. Todas ellas ligadas a tipos de estrategias defensivas u ofensivas de acuerdo a la evaluación de la situación a futuro y de las certezas de las que disponen los empresarios acerca de la posibilidad concreta de poder vender y/o colocar su producción / stock.

Las respuestas empresariales frente a los embates de las crisis son, en su mayoría, de tipo defensivo: de resistencia frente a los embates, de achicamiento y enfriamiento del crecimiento económico y con él, de reducción de su planta de trabajadores gene-rando un círculo vicioso que deteriora el mecanismo básico de integración social: el acceso a un puesto de trabajo. Es que el trabajo aparece como el medio de acceso a un salario cuya función esencial remite a la garantía de supervivencia y por lo tanto, los problemas asociados con el acceso y/o sostenimiento (así como también a las condiciones asociadas a ellos), plantean un efecto de fragilidad social (Castel, 1991, 1997). Lo cierto es que la crisis económica actual aporta un efecto negativo sobre los mercados de trabajo y directamente sobre los sujetos que son quienes necesitan de ellos para la supervivencia e integración social. En estos procesos son los jóvenes quienes aparecen como los más afectados. Justamente, gran parte de los estudios asociados con el empleo de los jóvenes concuerdan en que éstos presentan una mayor tasa de desempleo que los adultos y que en general se ven más afligidos por las crisis econó-micas para luego, en fases de recuperación, ser los últimos en ser contratados o padecer una alta movilidad (con mayores entradas y salidas del mercado de trabajo). Incluso, cuando logran la inserción laboral, lo hacen en puestos con condiciones más precarias que los adultos en cuanto al tipo de empleos que consiguen, la estabilidad en el tiempo, la forma contractual, etc. (Tokman, 2003).

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el desempleo juvenil alcanzó en el último año el nivel más alto de la historia y puso en alerta sobre las consecuencias que esto puede tener en el mediano y el largo plazo.

Para la OIT el impacto del desempleo cobra relevancia al compararlo con el de los adultos. En efecto, la desocupación es mayor entre los jóvenes que sobre los adultos; y mayor sobre las mujeres jóvenes que los varones jóvenes: mientras que la última tasa de desocupación de las mujeres fue del 13,2%, los varones registraron una de 12,9%.

Según las estimaciones mundiales, y teniendo en relación el peso que tienen los países más afectados por la crisis financiera internacional, la tasa de desocupación joven se espera que aumente durante este año y recién comience a descen-der en 2011. Así, el informe proyecta en 2010 un desempleo juvenil mundial en torno al 13,1%. Es significativo que, además, prevea que si bien el índice de desempleo podría contraerse ligeramente a partir de 2011, no volveremos a ver los bajos niveles de desempleo previos a la crisis.

Este marco da cuenta de que las personas jóvenes constituyen un segmento vulnerable del mercado de trabajo y se estima que seguirán siéndolo de seguir la situación en las condiciones actuales. Por ejemplo, en 2008, la población joven tenía 2,8 más probabilidades de quedarse sin trabajo que la población adulta; y en ese año el índice de desempleo juvenil se situó en 12,1%, mientras que el desempleo adulto fue de 4,3%. Incluso en aquel último período de crecimiento económico antes de la crisis, el porcentaje de población joven económicamente activa pasó de 54,7% a 50,8% (entre 1998 y 2008).

En el marco de las tendencias globales, existen comportamientos diferenciales entre regiones y países. En este sentido, las tendencias más negativas de desempleo joven se encuentran en las zonas más pobres del mundo.

Entre las más afectadas por el desempleo joven se encuentran Europa Central y Sureste (20,8%) Medio Oriente (23,4) y África del Norte (23,7%). Incluso, es en estas dos últimas regiones donde se observa la mayor diferencia o disparidad entre la tasa de desocupación entre varones y mujeres jóvenes. Mientras que en Medio Oriente la tasa de desempleo de los varones jóvenes es de 20,4% la de las mujeres asciende a 30,9%. En el mismo sentido, en África del Norte, mientras que los varones presentan un desempleo del 20,3% las mujeres lo hacen en un 31,7%.

Justamente, el informe Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2010,

sostiene que a fines de 2009, del total de 620 millones de jóvenes

económicamente activos entre 15 y 24 años a nivel mundial, 81 millo-

nes (13%) estaban desocupados: 7,8 millones más que en 2007. Así, la

tasa de desempleo creció de 11,9% en 2007 a 13% en 2009, lo que

significó el salto más grande en los últimos 20 años.

En el último año el desempleo mundial de los jóvenes se incrementó en

6,6 millones, mostrando un aumento crítico frente a la tendencia de

crecimiento en torno a las 190.000 personas por año durante la última

década.

Para la OIT el impacto del desempleo cobra relevancia al compararlo

con el de los adultos. En efecto, la desocupación es mayor entre los

jóvenes que sobre los adultos; y mayor sobre las mujeres jóvenes que

los varones jóvenes: mientras que la última tasa de desocupación de las

mujeres fue del 13,2%, los varones registraron una de 12,9%.

Contexto Actual

• LA ECONOMÍA MUNDIAL SE MUESTRA EN LA ACTUALIDAD POCO PROPICIA PARA LA INSERCIÓN LABORAL DE LOS JÓVENES.

• LOS JÓVENES PRESENTAN UNA MAYOR TASA DE DESEMPLEO QUE LOS ADULTOS Y SE VEN MÁS AFECTADOS POR LA CRISIS, SIENDO LOS ÚLTIMOS EN SER CONTRATADOS Y/O POR PADECER UNA ALTA MOVILIDAD (CON MAYORES ENTRADAS Y SALIDAS DEL MERCADO DE TRABAJO).

• PARA LA OIT EN EL 2009 EL DESEMPLEO JUVENIL ALCANZÓ EL NIVEL MÁS ALTO DE LA HISTORIA Y PONE EN ALERTA SOBRE LAS CONSECUENCIAS QUE ESTO PUEDE TENER EN EL MEDIANO Y LARGO PLAZO. SE ESTIMA QUE 81 MILLONES DE JÓVENES SE ENCUENTRAN DESOCUPADOS, CON UNA TENDENCIA A CRECER EN 2010.

• ARGENTINA, EN ESTE CONTEXTO, SE ENCUENTRA EN UNA SITUACIÓN DIFERENCIAL. AUNQUE EL DESEMPLEO JOVEN SE RECONOCE COMO UN TEMA DE LA AGENDA Y LA TENDENCIA GENERAL DEL MISMO SE MUESTRA EN DESCENSO A DIFERENCIA DE LOS COMPORTAMIENTOS DE LOS INDICADORES LABORALES DE GRAN PARTE DE LOS PAÍSES DEL MUNDO.

Tasa de desempleo joven según sexo y región, OIT 2009

Entre las regiones menos afectadas por el desempleo joven aparecen Asia (Este, y Sur) y África Subsahariana (entre 8,9% y 11,9%). En las posiciones intermedias aparecen las regiones del Sureste Asiático (14,7%), América Latina (16,1%) y las Economías desarrolladas y la Unión Europea (17,7%). A pesar de tener mejores condiciones para contener el efecto crítico de los procesos de aumento del desempleo, las economías desarrolladas también se han visto fuertemente afectadas. En efecto, el informe revela un incremento de 4,6% en el desem-pleo juvenil en las economías desarrolladas y la Unión Europea, mientras que en Europa Central y del Este la tasa se mostró en 3,5%. Se trata de las cifras anuales más altas jamás registradas. En 2009 el índice general de desempleo juvenil en las econo-mías desarrolladas y la Unión Europea alcanzó su nivel más alto desde el inicio de este tipo de registros en 1991: 17,7%. Si bien solo 10% de la población mundial joven vive en las llamadas economías desarrolladas, 45% del aumento en el desempleo se registra en esos países. Estos registros permiten observar que la crisis económica internacional tuvo un impacto extendido y profundo en el desempleo mundial pero, sobre todo, en la de los países desarrollados quienes no habían mostrado antes datos tan altos y graves. En este marco, y si bien en América Latina la crisis no afectó de la misma manera, enfrentó su embate pero aquí también con compor-tamientos diferenciales por países. Argentina, por ejemplo, mostró un comportamiento cercano al promedio de la región y al mundial. En efecto, el desempleo joven en el último trimestre de 2009 se mostró en torno al 16,9%, 11,3% entre los varones y 20,1% entre mujeres jóvenes.

En este marco, es preciso comentar que el informe de la OIT aborda el inicio de la crisis económica, momento en que los gobier-nos alrededor del mundo adoptaron medidas para estimular la economía. Hoy día, por el contrario destacan las acciones políti-cas de austeridad en tanto que los empresarios vienen ejecutando estrategias defensivas, proyectando un incremento en el desempleo en gran parte de los países.

Los efectos de la crisis financiera han generado un impacto profunda en la economía mundial y en los mercados de trabajo. Con diferenciales, los distintos países han visto afectadas sus económicas y capacidades de generación de puestos de trabajos, afectando entonces los mecanismos claves de integración social. Así, los efectos de la crisis amenazan los mercados de trabajo en general y con profundizar la escasez de empleo para los jóvenes (que ya se presentaban como un problema con anteriori-dad a la misma). En consecuencia, aumentaría el volumen de jóvenes atrapados en situaciones de inacceso laboral y generaría un proceso de moratoria de roles adultos y con ello situaciones de deterioro económico familiar y personal. Argentina, aunque inserta en un proceso tendencial de reducción del desempleo general desde 2003, las tasas de desempleo joven -cercanas a la media regional o internacional- ponen de manifiesto la relevancia del tema en el contexto local y la nece-sidad de atenderlo a través de acciones directas, con especial atención sobre las mujeres jóvenes quiénes presentan las mayores dificultades en el acceso y permanencia en el mercado de trabajo argentino.

En Argentina, la tasa general de desocupación viene mostrando un marcado descenso desde 2003. En el primer trimestre de 2010, el registro general de desempleo marcó un de 8,3%, mientras que la de los jóvenes de hasta 29 años la duplicó con un promedio de 16,9%.

Asimismo, y sosteniendo las tendencias mundiales, en la Argentina las mujeres jóvenes se encuentran en peores condiciones de inserción laboral que los varones. Mientras que ellas mostraron un 10,2% de desocupación, los varones registraron una tasa de 6,9%. En contraste con los adultos, mientras que los varones jóvenes presentaron una tasa de 11,3%, los adultos varones presentaron una tasa del 5%. Entre las mujeres, las adultas mostraron una tasa del 6,5% (mayor incluso a la de los adultos varones) mientras que las jóvenes registraron una tasa de 20,1%.

En términos de los aglomerados cabe destacar que el desempleo de los jovenes varones argentinos se plantea un 50% mayor al promedio general de desempleo entre varones. Las mujeres jovenes muestran una tasa de desempleo que duplica al desem-pleo general entre las mujeres y triplica la tasa general de varones.

Si bien las tendencias de desempleo tienden a extenderse a todos los aglomerados (en tanto que el desempleo de los jovenes es muy superior a la media regional y que los varones jovenes encuentran incluso un posicionamiento relativo mejor que las jovenes mujeres) existen algunos aglomerados donde estas tendencias se marcan con mayor fuerza. Entre los varones, los aglomerados que se muestran con mayores proporciones de desempleo joven son el NOA y la región Pampeana con 14,9% y 15,8% respectivamente. Entre las mujeres, las regiones con mayores porporciones de desempleo joven son el GBA, el NOA y la region Pampeana.

“Los jóvenes son el futuro…”

Es muy frecuente escuchar que los jóvenes son el futuro, sin embargo, las condiciones del mercado de trabajo mundial poco les facilita la entrada a este mundo que será de ellos en poco tiempo. Es decir, poco se les facilita a la asunción de roles adultos asociados con la participación en el mundo del trabajo. Es más, el acceso al trabajo se obstaculiza y por tanto el ingreso a la vida adulta debe esperar. Como sostiene la OIT de ellos dependerá el futuro y por tanto no atender a sus necesidades es un error que puede tener consecuencias graves. Para la OIT, este proceso que afecta el ingreso de los jóvenes al mercado de traba-jo a escala mundial, podría originar una generación perdida de jóvenes que buscaron activamente un puesto de trabajo en el mercado laboral y se desalentaron, perdiendo toda esperanza de conseguir un trabajo que les garantice una vida decente. En este sentido, se sostiene la necesidad imperiosa de que todos los actores con poder de decisión e intervención refuercen las acciones en pos de generar políticas activas de empleo joven puesto que:

a) el ingreso al mercado de trabajo en marco de procesos recesivos, pueden dejar marcas profundas y permanentes en la gene-ración afectada, con la posibilidad de conformar una cohorte de jóvenes apáticos, decepcionados y desilusionados con la visión del acceso al mundo del trabajo como forma de progreso y ascenso social;

b) la desmotivación de los jóvenes sobre el futuro económico y productivo puede tener consecuencias graves en el socavamien-to de la estabilidad social.

INFORMACIÓN DE CONTACTOSEyE - Secretaría de Estudios y Estadísticas

Secretario Miguel Ángel SantellánJulio A. Roca 644 - 4to Piso - CP 1067

Tel. 011-4343-2783 ó 4342-5486Correo electrónico: [email protected]

Página Web: www.faecys.org.ar

FEDERACIÓN ARGENTINA DE EMPLEADOS DE COMERCIOS Y SERVICIOS

Tasa de desocupación de jóvenes y adultos en Argentina. 1er trimestre 2010.

Referencias Bibliográficas:

Castel, Robert (1991). Los Desafiliados. Precariedad del trabajo y vulnerabilidad social. Topia, Año I, N° III, noviembre, pp.28-35.

Castel, Robert (1997). Las Metamorfosis de la Cuestión Social. Una crónica del salariado. Buenos Aires: Paidós.

OIT (2010) Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2010. OIT

Tokman, Victor E. (2003) Desempleo Juvenil en el Cono Sur, Causas Consecuencias y Políticas. Serie Prosur. Buenos Aires: Fiederich Eber Stiftung.

Page 4: Boletín Digital Nº10 SECRETARÍA DE ESTUDIOS Y …...seguirán siéndolo de seguir la situación en las condiciones actuales. Por ejemplo, en 2008, la población joven tenía 2,8

FEDERACIÓN ARGENTINA DE EMPLEADOS DE COMERCIOS Y SERVICIOS

DESEMPLEO JOVEN

SECRETARÍA DE ESTUDIOS Y ESTADÍSTICAS (SEyE)

SEPTIEMBRE DE 2010

Boletín Digital Nº10

El contexto económico mundial se muestra en la actualidad poco propicio para la inserción laboral de los jóvenes. En efecto, la crisis económica internacional iniciada en EEUU no sólo ha generado efectos negativos en el mundo financiero sino que ha impactado de lleno en las economías reales perturbando, directa o indirectamente, los niveles de produc-ción, exportación y consumo interno de gran parte de los países del mundo. Asociado con ello, los mercados de trabajo, se han visto perturbados negativamente, tanto por la escasa creación y/o reducción de puestos de trabajo disponibles como por la precarización de las condiciones laborales.

Es que los mercados de trabajo son muy sensibles a los cambios en los ciclos económicos y a las repercusiones que sus crisis suponen. Esto centralmente porque la creación de puestos laborales está íntimamente asociada al conjunto de decisiones empresariales: en la inversión o no de mayor capital; en el aumento o no de la producción; en tomar o no nuevos empleados, etc. Todas ellas ligadas a tipos de estrategias defensivas u ofensivas de acuerdo a la evaluación de la situación a futuro y de las certezas de las que disponen los empresarios acerca de la posibilidad concreta de poder vender y/o colocar su producción / stock.

Las respuestas empresariales frente a los embates de las crisis son, en su mayoría, de tipo defensivo: de resistencia frente a los embates, de achicamiento y enfriamiento del crecimiento económico y con él, de reducción de su planta de trabajadores gene-rando un círculo vicioso que deteriora el mecanismo básico de integración social: el acceso a un puesto de trabajo. Es que el trabajo aparece como el medio de acceso a un salario cuya función esencial remite a la garantía de supervivencia y por lo tanto, los problemas asociados con el acceso y/o sostenimiento (así como también a las condiciones asociadas a ellos), plantean un efecto de fragilidad social (Castel, 1991, 1997). Lo cierto es que la crisis económica actual aporta un efecto negativo sobre los mercados de trabajo y directamente sobre los sujetos que son quienes necesitan de ellos para la supervivencia e integración social. En estos procesos son los jóvenes quienes aparecen como los más afectados. Justamente, gran parte de los estudios asociados con el empleo de los jóvenes concuerdan en que éstos presentan una mayor tasa de desempleo que los adultos y que en general se ven más afligidos por las crisis econó-micas para luego, en fases de recuperación, ser los últimos en ser contratados o padecer una alta movilidad (con mayores entradas y salidas del mercado de trabajo). Incluso, cuando logran la inserción laboral, lo hacen en puestos con condiciones más precarias que los adultos en cuanto al tipo de empleos que consiguen, la estabilidad en el tiempo, la forma contractual, etc. (Tokman, 2003).

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el desempleo juvenil alcanzó en el último año el nivel más alto de la historia y puso en alerta sobre las consecuencias que esto puede tener en el mediano y el largo plazo.

Para la OIT el impacto del desempleo cobra relevancia al compararlo con el de los adultos. En efecto, la desocupación es mayor entre los jóvenes que sobre los adultos; y mayor sobre las mujeres jóvenes que los varones jóvenes: mientras que la última tasa de desocupación de las mujeres fue del 13,2%, los varones registraron una de 12,9%.

Según las estimaciones mundiales, y teniendo en relación el peso que tienen los países más afectados por la crisis financiera internacional, la tasa de desocupación joven se espera que aumente durante este año y recién comience a descen-der en 2011. Así, el informe proyecta en 2010 un desempleo juvenil mundial en torno al 13,1%. Es significativo que, además, prevea que si bien el índice de desempleo podría contraerse ligeramente a partir de 2011, no volveremos a ver los bajos niveles de desempleo previos a la crisis.

Este marco da cuenta de que las personas jóvenes constituyen un segmento vulnerable del mercado de trabajo y se estima que seguirán siéndolo de seguir la situación en las condiciones actuales. Por ejemplo, en 2008, la población joven tenía 2,8 más probabilidades de quedarse sin trabajo que la población adulta; y en ese año el índice de desempleo juvenil se situó en 12,1%, mientras que el desempleo adulto fue de 4,3%. Incluso en aquel último período de crecimiento económico antes de la crisis, el porcentaje de población joven económicamente activa pasó de 54,7% a 50,8% (entre 1998 y 2008).

En el marco de las tendencias globales, existen comportamientos diferenciales entre regiones y países. En este sentido, las tendencias más negativas de desempleo joven se encuentran en las zonas más pobres del mundo.

Entre las más afectadas por el desempleo joven se encuentran Europa Central y Sureste (20,8%) Medio Oriente (23,4) y África del Norte (23,7%). Incluso, es en estas dos últimas regiones donde se observa la mayor diferencia o disparidad entre la tasa de desocupación entre varones y mujeres jóvenes. Mientras que en Medio Oriente la tasa de desempleo de los varones jóvenes es de 20,4% la de las mujeres asciende a 30,9%. En el mismo sentido, en África del Norte, mientras que los varones presentan un desempleo del 20,3% las mujeres lo hacen en un 31,7%.

Justamente, el informe Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2010,

sostiene que a fines de 2009, del total de 620 millones de jóvenes

económicamente activos entre 15 y 24 años a nivel mundial, 81 millo-

nes (13%) estaban desocupados: 7,8 millones más que en 2007. Así, la

tasa de desempleo creció de 11,9% en 2007 a 13% en 2009, lo que

significó el salto más grande en los últimos 20 años.

En el último año el desempleo mundial de los jóvenes se incrementó en

6,6 millones, mostrando un aumento crítico frente a la tendencia de

crecimiento en torno a las 190.000 personas por año durante la última

década.

Para la OIT el impacto del desempleo cobra relevancia al compararlo

con el de los adultos. En efecto, la desocupación es mayor entre los

jóvenes que sobre los adultos; y mayor sobre las mujeres jóvenes que

los varones jóvenes: mientras que la última tasa de desocupación de las

mujeres fue del 13,2%, los varones registraron una de 12,9%.

Contexto Actual

• LA ECONOMÍA MUNDIAL SE MUESTRA EN LA ACTUALIDAD POCO PROPICIA PARA LA INSERCIÓN LABORAL DE LOS JÓVENES.

• LOS JÓVENES PRESENTAN UNA MAYOR TASA DE DESEMPLEO QUE LOS ADULTOS Y SE VEN MÁS AFECTADOS POR LA CRISIS, SIENDO LOS ÚLTIMOS EN SER CONTRATADOS Y/O POR PADECER UNA ALTA MOVILIDAD (CON MAYORES ENTRADAS Y SALIDAS DEL MERCADO DE TRABAJO).

• PARA LA OIT EN EL 2009 EL DESEMPLEO JUVENIL ALCANZÓ EL NIVEL MÁS ALTO DE LA HISTORIA Y PONE EN ALERTA SOBRE LAS CONSECUENCIAS QUE ESTO PUEDE TENER EN EL MEDIANO Y LARGO PLAZO. SE ESTIMA QUE 81 MILLONES DE JÓVENES SE ENCUENTRAN DESOCUPADOS, CON UNA TENDENCIA A CRECER EN 2010.

• ARGENTINA, EN ESTE CONTEXTO, SE ENCUENTRA EN UNA SITUACIÓN DIFERENCIAL. AUNQUE EL DESEMPLEO JOVEN SE RECONOCE COMO UN TEMA DE LA AGENDA Y LA TENDENCIA GENERAL DEL MISMO SE MUESTRA EN DESCENSO A DIFERENCIA DE LOS COMPORTAMIENTOS DE LOS INDICADORES LABORALES DE GRAN PARTE DE LOS PAÍSES DEL MUNDO.

Tasa de desempleo joven según sexo y región, OIT 2009

Entre las regiones menos afectadas por el desempleo joven aparecen Asia (Este, y Sur) y África Subsahariana (entre 8,9% y 11,9%). En las posiciones intermedias aparecen las regiones del Sureste Asiático (14,7%), América Latina (16,1%) y las Economías desarrolladas y la Unión Europea (17,7%). A pesar de tener mejores condiciones para contener el efecto crítico de los procesos de aumento del desempleo, las economías desarrolladas también se han visto fuertemente afectadas. En efecto, el informe revela un incremento de 4,6% en el desem-pleo juvenil en las economías desarrolladas y la Unión Europea, mientras que en Europa Central y del Este la tasa se mostró en 3,5%. Se trata de las cifras anuales más altas jamás registradas. En 2009 el índice general de desempleo juvenil en las econo-mías desarrolladas y la Unión Europea alcanzó su nivel más alto desde el inicio de este tipo de registros en 1991: 17,7%. Si bien solo 10% de la población mundial joven vive en las llamadas economías desarrolladas, 45% del aumento en el desempleo se registra en esos países. Estos registros permiten observar que la crisis económica internacional tuvo un impacto extendido y profundo en el desempleo mundial pero, sobre todo, en la de los países desarrollados quienes no habían mostrado antes datos tan altos y graves. En este marco, y si bien en América Latina la crisis no afectó de la misma manera, enfrentó su embate pero aquí también con compor-tamientos diferenciales por países. Argentina, por ejemplo, mostró un comportamiento cercano al promedio de la región y al mundial. En efecto, el desempleo joven en el último trimestre de 2009 se mostró en torno al 16,9%, 11,3% entre los varones y 20,1% entre mujeres jóvenes.

En este marco, es preciso comentar que el informe de la OIT aborda el inicio de la crisis económica, momento en que los gobier-nos alrededor del mundo adoptaron medidas para estimular la economía. Hoy día, por el contrario destacan las acciones políti-cas de austeridad en tanto que los empresarios vienen ejecutando estrategias defensivas, proyectando un incremento en el desempleo en gran parte de los países.

Los efectos de la crisis financiera han generado un impacto profunda en la economía mundial y en los mercados de trabajo. Con diferenciales, los distintos países han visto afectadas sus económicas y capacidades de generación de puestos de trabajos, afectando entonces los mecanismos claves de integración social. Así, los efectos de la crisis amenazan los mercados de trabajo en general y con profundizar la escasez de empleo para los jóvenes (que ya se presentaban como un problema con anteriori-dad a la misma). En consecuencia, aumentaría el volumen de jóvenes atrapados en situaciones de inacceso laboral y generaría un proceso de moratoria de roles adultos y con ello situaciones de deterioro económico familiar y personal. Argentina, aunque inserta en un proceso tendencial de reducción del desempleo general desde 2003, las tasas de desempleo joven -cercanas a la media regional o internacional- ponen de manifiesto la relevancia del tema en el contexto local y la nece-sidad de atenderlo a través de acciones directas, con especial atención sobre las mujeres jóvenes quiénes presentan las mayores dificultades en el acceso y permanencia en el mercado de trabajo argentino.

En Argentina, la tasa general de desocupación viene mostrando un marcado descenso desde 2003. En el primer trimestre de 2010, el registro general de desempleo marcó un de 8,3%, mientras que la de los jóvenes de hasta 29 años la duplicó con un promedio de 16,9%.

Asimismo, y sosteniendo las tendencias mundiales, en la Argentina las mujeres jóvenes se encuentran en peores condiciones de inserción laboral que los varones. Mientras que ellas mostraron un 10,2% de desocupación, los varones registraron una tasa de 6,9%. En contraste con los adultos, mientras que los varones jóvenes presentaron una tasa de 11,3%, los adultos varones presentaron una tasa del 5%. Entre las mujeres, las adultas mostraron una tasa del 6,5% (mayor incluso a la de los adultos varones) mientras que las jóvenes registraron una tasa de 20,1%.

En términos de los aglomerados cabe destacar que el desempleo de los jovenes varones argentinos se plantea un 50% mayor al promedio general de desempleo entre varones. Las mujeres jovenes muestran una tasa de desempleo que duplica al desem-pleo general entre las mujeres y triplica la tasa general de varones.

Si bien las tendencias de desempleo tienden a extenderse a todos los aglomerados (en tanto que el desempleo de los jovenes es muy superior a la media regional y que los varones jovenes encuentran incluso un posicionamiento relativo mejor que las jovenes mujeres) existen algunos aglomerados donde estas tendencias se marcan con mayor fuerza. Entre los varones, los aglomerados que se muestran con mayores proporciones de desempleo joven son el NOA y la región Pampeana con 14,9% y 15,8% respectivamente. Entre las mujeres, las regiones con mayores porporciones de desempleo joven son el GBA, el NOA y la region Pampeana.

“Los jóvenes son el futuro…”

Es muy frecuente escuchar que los jóvenes son el futuro, sin embargo, las condiciones del mercado de trabajo mundial poco les facilita la entrada a este mundo que será de ellos en poco tiempo. Es decir, poco se les facilita a la asunción de roles adultos asociados con la participación en el mundo del trabajo. Es más, el acceso al trabajo se obstaculiza y por tanto el ingreso a la vida adulta debe esperar. Como sostiene la OIT de ellos dependerá el futuro y por tanto no atender a sus necesidades es un error que puede tener consecuencias graves. Para la OIT, este proceso que afecta el ingreso de los jóvenes al mercado de traba-jo a escala mundial, podría originar una generación perdida de jóvenes que buscaron activamente un puesto de trabajo en el mercado laboral y se desalentaron, perdiendo toda esperanza de conseguir un trabajo que les garantice una vida decente. En este sentido, se sostiene la necesidad imperiosa de que todos los actores con poder de decisión e intervención refuercen las acciones en pos de generar políticas activas de empleo joven puesto que:

a) el ingreso al mercado de trabajo en marco de procesos recesivos, pueden dejar marcas profundas y permanentes en la gene-ración afectada, con la posibilidad de conformar una cohorte de jóvenes apáticos, decepcionados y desilusionados con la visión del acceso al mundo del trabajo como forma de progreso y ascenso social;

b) la desmotivación de los jóvenes sobre el futuro económico y productivo puede tener consecuencias graves en el socavamien-to de la estabilidad social.

INFORMACIÓN DE CONTACTOSEyE - Secretaría de Estudios y Estadísticas

Secretario Miguel Ángel SantellánJulio A. Roca 644 - 4to Piso - CP 1067

Tel. 011-4343-2783 ó 4342-5486Correo electrónico: [email protected]

Página Web: www.faecys.org.ar

FEDERACIÓN ARGENTINA DE EMPLEADOS DE COMERCIOS Y SERVICIOS

Tasa de desocupación de jóvenes y adultos en Argentina. 1er trimestre 2010.

Referencias Bibliográficas:

Castel, Robert (1991). Los Desafiliados. Precariedad del trabajo y vulnerabilidad social. Topia, Año I, N° III, noviembre, pp.28-35.

Castel, Robert (1997). Las Metamorfosis de la Cuestión Social. Una crónica del salariado. Buenos Aires: Paidós.

OIT (2010) Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2010. OIT

Tokman, Victor E. (2003) Desempleo Juvenil en el Cono Sur, Causas Consecuencias y Políticas. Serie Prosur. Buenos Aires: Fiederich Eber Stiftung.