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Boletín Internacional de Investigación Sindical 2011 vol. 3 núm. 2 Hacia una recuperación sostenible: por una política de crecimiento basada en los salarios OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO, GINEBRA

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Boletin sindical

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    Boletn Internacional de Investigacin Sindical 2011 vol. 3 nm.2

    Hacia una recuperacin sostenible: por una poltica de crecimiento basada en los salarios

    OFICINA INTERNACIONAL DEL TR ABAJO, GINEBR A

  • Fotocompuesto en Suiza WEIImpreso en Suiza SRO

    Copyright Organizacin Internacional del Trabajo 2011 Primera edicin 2011

    Las publicaciones de la Oficina Internacional del Trabajo gozan de la proteccin de los derechos de propiedad intelectual en virtud del protocolo 2 anexo a la Convencin Universal sobre Derecho de Autor. No obstante, ciertos extractos breves de estas publicaciones pueden reproducirse sin autorizacin, con la condicin de que se mencione la fuente. Para obtener los derechos de repro-duccin o de traduccin, deben formularse las correspondientes solicitudes a Publicaciones de la OIT (Derechos de autor y licencias), Oficina Internacional del Trabajo, CH-1211 Ginebra22, Suiza, o por correo electrnico a [email protected], solicitudes que sern bien acogidas.

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    Vea nuestro sitio en la red: www.ilo.org/publns.

    Boletn Internacional de Investigacin Sindical Ginebra, Oficina Internacional del Trabajo, 2011

    ISSN 2076-9865

    relaciones laborales / negociacin colectiva / determinacin del salario / papel del sindicato / convenio colectivo / flexibilidad del trabajo / recesin econmica / Grecia / empleo / desempleo / salario / poltica monetaria / recuperacin econmica / pases desarrollados / pases en desarrollo / distribucin del ingreso / salario / pases de la OCDE / productividad del trabajo / ingreso de los hogares / gasto de consumo / reembolso / Estados Unidos

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    ndice

    175Prefacio Dan Cunniah

    177Editorial Pierre Lalibert

    183Crecimiento basado en los salarios: introduccin Engelbert Stockhammer

    209La deuda apalanca la desigualdad Michael Kumhof y Romain Rancire

    217Los efectos del crecimiento basado en los salarios sobre la productividad y las inversiones Servaas Storm y C.W.M. Naastepad

    243Aspectos econmicos de la recuperacin basada en los salarios: anlisis y recomendaciones de polticas Thomas Palley

    273El impacto de la crisis sobre las relaciones de trabajo y los convenios colectivos en Grecia Yannis Kouzis

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    Este nmero del Boletn Internacional de Investigacin Sindical aborda un tema fundamental, hasta se dira que primordial, para el movimiento obrero: los salarios y la forma en que resultaron afectados en los ltimos tres decenios.

    Es evidente que la combinacin de polticas macroeconmicas restric-tivas con la liberalizacin y financializacin de la gobernanza de las empresas cambiaron de manera drstica el panorama en el que se desarrollan las nego-ciaciones colectivas. En los pases del norte ya es comn referirse a la nego-ciacin de concesiones, mientras que en los del sur el cambio en el equilibrio de poder conlleva que los trabajadores no pueden cosechar los frutos del cre-cimiento econmico ganados con tanto esfuerzo.

    En este nuevo contexto, en el que se debilita el mercado laboral tanto de jure como de facto, se ve profundamente socavada la capacidad de los sin-dicatos para articular las mejoras en el nivel de vida con los incrementos de productividad. Se observa, en consecuencia, un aumento de las desi-gualdades entre salarios e ingresos, una mayor incidencia de los bajos sala-rios, adems de un panorama macroeconmico cada vez ms disfuncional. Como los sueldos ya no podan sostener como antes la demanda agregada, en muchos pases los trabajadores han pasado a depender cada vez ms del cr-dito para mantener su nivel de vida, con los resultados calamitosos que todos observamos en 2008. Al no producirse aumentos salariales, las estrategias de crecimiento se orientaron hacia las exportaciones.

    La mayora de los artculos de este nmero provienen de las ponencias presentadas en el taller Salarios, crisis y recuperacin econmica, que se llev a cabo en Ginebra en mayo de 2011. En esa oportunidad se reunieron investigadores acadmicos y sindicales, as como especialistas de la OIT, con el propsito de evaluar la evolucin del salario y sus consecuencias. Como la temtica sugiere, el enfoque de ese taller no slo fue retrospectivo, sino que se

    PrefacioDan CunniahDirector Oficina de Actividades para los Trabajadores

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    intent identificar de qu manera los salarios podran crear una salida soste-nible para la situacin actual.

    Entre las conclusiones ms importantes que surgieron de los debates cabe destacar que las estrategias de crecimiento basadas en los salarios, lejos de debilitar la tasa de crecimiento, como sostienen los economistas ms orto-doxos, logran por el contrario fortalecerla. Este argumento adquiere as gran trascendencia porque contradice abiertamente la actual orientacin hacia la poltica de competitividad adoptada en muchos pases y basada en la perma-nente moderacin salarial.

    Es evidente que tal recuperacin slo puede materializarse con un ree-quilibrio global de salarios y productividad. No slo se requiere que los sindi-catos intensifiquen sus esfuerzos en la mesa de negociaciones y exijan mejores salarios mnimos, sino que, adems, pugnen para modificar las nuevas reglas del juego globales tan diametralmente opuestas a sus intereses. Tanto en sta como en otras reas, la accin colectiva es una condicin indispensable para alcanzar algn xito.

    Por ltimo, una ineludible advertencia a los lectores: es probable que este nmero no sea de fcil lectura para los legos en cuestiones econmicas. Pero permtanme asegurarles que vale la pena hacer el esfuerzo ya que los artculos, adems de brindar fundamentos analticos para rebatir los argumentos de la ortodoxia econmica, ofrecen una alternativa que se apoya en pruebas slidas y anlisis dignos de crdito.

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    Editorial

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    EditorialPierre LalibertResponsable de la publicacin

    Aunque se le haya dado una adecuada atencin a las races econmicas de la presente crisis, el papel de los salarios an sigue sin recibir la debida consideracin en cuanto causa de la crisis as como solucin a la situacin econmica actual. A efectos de llenar esta laguna, el presente nmero del Boletn Internacional de Investigacin Sindical est dedicado por entero a este tema.

    Los hechos simplificados acerca de los salarios e ingresos durante el ltimo cuarto de siglo estn en la actualidad bien documentados: en la mayora de los pases alrededor del mundo la tendencia a la baja de los sueldos ha prevalecido de modo cada vez ms acentuado y se ha traducido en un aumento de la inequidad salarial (y de los ingresos) 1. Un factor clave para este desarrollo ha sido la desvinculacin de los sueldos del crecimiento de la pro-ductividad, relacin esta que defini las negociaciones salariales colectivas en el perodo de posguerra. En el mbito macroeconmico estas tendencias se manifiestan en una disminucin a largo plazo de la proporcin del ingreso nacional destinado a los trabajadores, es decir, la llamada participacin salarial. Una vez ms, se trata de un fenmeno a gran escala, que afecta, incluso, a los supuestos ganadores del mercado internacional como China y Alemania.

    Las tendencias salariales y de ingreso han sido tan pronunciadas que incluso la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmicos (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en los ltimos aos han tratado de enfrentarse a los acontecimientos que iban en contra de las expectativas convencionales. No es de extraar que los principales culpables identificados por dichas organizaciones estn vinculados a las desigualdades en el desarrollo tecnolgico y educativo. En pocas palabras, desde los aos

    1. OIT: Informe mundial sobre salarios (Ginebra, 2010).

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    ochenta el desarrollo tecnolgico ha aumentado el valor de la educacin y, por consiguiente, las diferencias entre los trabajadores cualificados y aqu-llos menos preparados. Como la causa es el desarrollo tecnolgico, aspecto sobre el cual los gobiernos tienen poco o ningn control, la nica va pol-tica que resta es la de aumentar el acceso a la educacin y quedar a la espera de mejores tiempos.

    Del mismo modo, se culpa al fenmeno de la globalizacin por su papel desempeado en la incentivacin de la competencia entre los trabajadores no cualificados, lo que ha permitido el control de los niveles salariales de este grupo. Sin embargo, dado que la OCDE y el FMI suelen ver la globaliza-cin como un fenmeno tecnolgico y un desarrollo positivo debido a que fomenta la eficiencia, consideramos que la solucin es, una vez ms, que los gobiernos inviertan en educacin y capacitacin para mejorar la formacin de los trabajadores y poder as garantizar la recuperacin de los perdedores del mercado internacional.

    Los colaboradores de este nmero del Boletn rechazan no slo las pre-misas tericas imperantes en el anlisis actual del mercado laboral, sino que nos ofrecen explicaciones alternativas para las tendencias salariales prece-dentes. A partir de modelos economtricos de primera lnea, Stockhammer propone una interpretacin diferente para la cada de la participacin salarial; este anlisis entronca, ante todo, con la liberalizacin comercial y financiera, as como con la declinacin de las tasas de sindicacin. Segn su punto de vista, la tecnologa no desempea estadsticamente una funcin importante en esta situacin. Es decir, lejos de ser un acto divino, la cada de la parti-cipacin salarial es, en gran medida, el resultado de decisiones polticas y, por ende, es susceptible a otras alternativas polticas.

    Storm y Naastepad ponen de relieve cmo la transicin desde el pleno empleo a comienzos de los aos ochenta hasta la inflacin como objetivo pri-mario de la poltica macroeconmicabajo el maquillaje de la teora de la tasa de desempleo no aceleradora de la inflacin (conocida como NAIRU) fue un elemento central en este proceso 2. Sin embargo, argumentan que si bien las polticas inspiradas por la NAIRU lograron flexibilizar cada vez ms el mercado laboral y debilitar a los sindicatos, quedaron bastante lejos res-pecto a sus propios objetivos expresos: mejores resultados en economa y en el mercado laboral.

    El fracaso del modelo de la NAIRU reside en las premisas tericas de la economa internacional, que consideran los sueldos como costo y no como generador de demanda, ni mucho menos como vector de cambios

    2. La teora de la NAIRU se remonta a la nocin de la economa neoclsica, que sostiene que el desempleo se produce debido a que los salarios se encuentran por encima del nivel de equilibrio del mercado; de esta manera se limita el nivel total de empleo de la economa. En tales circunstancias, slo podra tener efectos a corto plazo cualquier intento de reducir el de-sempleo por debajo de la tasa natural de mercado lograda mediante estmulos a la demanda agregada a travs de polticas fiscales o monetarias.

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    tecnolgicos. Por ltimo, esta obsesin unilateral ha provocado condiciones macroeconmicas deficientes en las que la deuda privada y las exportaciones debieron paliar la cada vez mayor brecha salarial de los trabajadores, que a su vez fue el detonante de la crisis financiera de 2007.

    Kumhof y Rancire brindan un aporte original a la presente discusin al exponer el primer modelo autntico que vincula la inequidad del ingreso con la crisis econmica. Su modelo, que incluye una pugna por los sueldos y las ganancias (y las diferentes conductas de gasto por parte de los trabajadores y los capitalistas), muestra cmo repercuten las consecuencias de este proceso en la esfera financiera. La importancia capital de este estudio estriba en que, sur-gido de las entraas del FMI, existe la expectativa de que d lugar a un reno-vado inters en esta institucin en lo referente a los efectos macroeconmicos y financieros sobre la inequidad salarial y de ingresos.

    Storm, Naastepad, Stockhammer y Palley defienden polticas que favo-rezcan el crecimiento basado en los salarios. Los cuatro estn de acuerdo en que la crisis ha demostrado que el modelo neoliberal est agotado. Con grandes tasas de desempleo en los pases de la OCDE, un sector financiero frgil y altos niveles de endeudamiento de los hogares, el crecimiento basado en el endeudamiento privado es un callejn sin salida. Como consecuencia, los pases que para aumentar sus exportaciones dependan del consumo en otros pases financiado mediante crditos tambin se encuentran en una nueva difcil situacin. El crecimiento basado en la austeridad competitiva puede funcionar en algunos casos, pero tiene consecuencias devastadoras para el conjunto de la economa mundial: hace falta un nuevo modelo que con-duzca a un crecimiento sostenible.

    Cuando se discute la efectividad de las polticas basadas en los salarios, los mencionados autores muestran algunas discrepancias respecto a la evalua-cin de sus posibles logros, que dependen de la estructura de los pases en los que se implementan y de la coordinacin que se efecte entre algunos de ellos.

    Por ejemplo, Stockhammer hace una diferencia entre polticas sala-riales a favor de los trabajadores y regmenes basados en los salarios. Las primeras ataen a polticas que tienen en cuenta sus efectos en los sala-rios (aumento del salario mnimo, consolidacin de los derechos sindicales, mejoras en la proteccin social, polticas macroeconmicas con vistas al pleno empleo, etctera), mientras que los segundos apuntan a la estructura misma de la economa:

    Un rgimen econmico es un conjunto de estructuras e instituciones econ-micas reales, incluidas las prestaciones de seguridad social, el sistema finan-ciero vigente y el grado de apertura de la economa. Aunque en el rgimen econmico influyen varias formas de poltica de gobierno, debe quedar claro que el carcter del mismo, cualquiera sea el ngulo desde donde se lo observe, no es una variable especial de la poltica econmica. No debera interpretarse como el resultado de una estrategia poltica.

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    Tanto Stockhammer como tambin Storm y Naastepad aducen que los aumentos salariales pueden tener diferentes consecuencias econmicas segn el tipo de rgimen en los que se produzcan. As pues, segn este efecto se considera que hay pases que priorizan los salarios, y otros las ganancias. Si bien las mejoras salariales normalmente conllevan un aumento en el con-sumo, la inversin y la productividad (sobre todo incrementando la utili-zacin de la capacidad productiva), con lo cual aumenta la demanda total, tambin ejercen un efecto negativo si reducen el ndice de ganancias y hacen caer la balanza de las exportaciones netas (exportaciones menos importa-ciones). Si un pas da prioridad a los salarios, el aumento de la participacin laboral ha de traducirse en un crecimiento ms acelerado, mientras que resul-tara contraproducente en regmenes basados en las ganancias. En cambio, la aplicacin de polticas a favor del capital en un pas basado en los salarios sera igual de improductiva.

    Conforme muestra la bibliografa, la mayora de los pases o regiones aplica, en general, regmenes basados en los salarios, mientras que algunos pocos pequeos pases que priorizan la exportacin corresponderan mejor a la descripcin de regmenes basados en las ganancias. Y, lo que es funda-mental, el mundo entero, en cuanto espacio econmico, obra segn los prin-cipios basados en los salarios, en parte, por tratarse de economas cerradas.

    Stockhammer seala que, contra la creencia neoliberal, las polticas basadas en el capital no produjeron en los ltimos treinta aos un aumento de las inversiones (y, por ltimo, de los salarios), de modo que no pusieron en marcha un crculo virtuoso econmico. En ltima instancia, el crecimiento qued sujeto a un consumo basado en las finanzas. A su modo de ver, ahora el mundo debe, urgentemente, buscar polticas que fortalezcan los salarios y establezcan bases ms slidas para el desarrollo.

    Storm y Naastepad presentan alegatos similares acerca de la nece-sidad de polticas de crecimiento basadas en los salarios, pero hacen ms hincapi en el efecto acelerador de la fluctuacin salarial sobre la produc-tividad. Estos autores consideran que cuando hay salarios ms elevados mayor tiende a ser el crecimiento de la productividad, en parte, debido a la presin de la introduccin de innovaciones que ahorran costos de mano de obra, pero tambin por la mejora de las relaciones sociales en el lugar de trabajo. Cuando entran en juego tales elementos, los modelos basados en la NAIRU colapsan ya que, segn estos autores, una regulacin ms intensa tiene mayor impacto en el crecimiento de la productividad laboral que en las reivindicaciones salariales reales y, por consiguiente, se asocia con un de-sempleo estructural menor.

    En su artculo, Palley consigue, gracias a su comprensin del panorama, formular un ambicioso proyecto para una recuperacin basada en el salario. Adscribe a la opinin de que la actual orientacin poltica est condenada al fracaso, dado que seguir deprimiendo una economa mundial con insu-ficiente demanda agregada. Para que esto suceda, los gobiernos tienen que

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    salir del actual dilema del prisionero, que los empuja a la bsqueda de pol-ticas de austeridad competitiva, y ser capaces de llevar adelante medidas que beneficien a todos.

    Para obtener un conjunto de medidas de recuperacin basado en los salarios resulta crucial volver a vincular los aumentos salariales y de produc-tividad mediante la facilitacin de la negociacin colectiva y la mejora del salario mnimo. En la mesa de negociaciones se debera traducir en aumentos salariales que integren los incrementos de la productividad y la inflacin. Palley propone el establecimiento de un salario mnimo mundial (como un porcentaje dado del sueldo medio de cada pas) para sentar un piso mnimo comn y significativo en la economa mundial.

    Es evidente que un plan de recuperacin de esas caractersticas debe apo-yarse en polticas de empleo monetarias y fiscales, al igual que en una reforma sustancial de la arquitectura comercial y econmica actual. Palley hace tam-bin un nuevo llamamiento para lograr reformas en el mbito de los normas laborales, ya que constituyen una dimensin clave, aunque muy descuidada, de un nuevo paradigma de globalizacin.

    Cierra este nmero un cuento con moraleja en el que Grecia representa el popular canario de la mina de carbn para el movimiento laboral, espe-cialmente en Europa. En su artculo, Kouzis describe cmo se est usando la crisis fiscal de Grecia para seguir profundizando la desregulacin del mer-cado laboral, cuando debiera ser harto evidente que la situacin salarial no ha sido la causa de la debacle econmica del pas. Entre los responsables claves de este escenario bochornoso aunque bastante familiar se destaca la Comisin Europea por su adopcin de una lnea que incluso es ms dura que la del FMI.

    En lugar de haber aprendido las lecciones de la crisis actual, las organi-zaciones multilaterales regresaron apresuradamente al fracasado modelo de la NAIRU. Frente a una alta tasa de desempleo y una economa estancada, se propone la solucin de desangrar an ms al paciente. Y esto es todava ms evidente en Europa, donde la Unin Europea no se contenta slo con la receta de la austeridad fiscal, sino que ahora tambin est empeada en restringir el progreso salarial a travs del Pacto del Euro.

    Est claro que el movimiento laboral europeo se halla en una encruci-jada. El proyecto de la Unin Europea, al que se le otorg credibilidad, va camino a convertirse en un lastre asociado con la austeridad, el estancamiento econmico y las altas tasas de desempleo, sobre todo entre los trabajadores jvenes. A menos que los sindicatos europeos sean capaces de desarrollar una respuesta coordinada a la crisis mediante una mejor sincronizacin de las estrategias de negociacin salarial, el establecimiento de alguna forma de salario mnimo y una proactiva campaa poltica para acabar con la actual postura de austeridad en las instituciones de la Unin y para lograr darles una orientacin verdaderamente solidaria, ser difcil no visualizar el concepto de Europa social como algo ms que una consigna vaca.

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    Cuando el mismo presidente de la Internacional Socialista, junto con otros gobiernos de esa orientacin, deciden volverse cmplices de los planes de austeridad liberal que conducirn al sacrificio de toda una generacin de trabajadores jvenes, uno no puede menos que asombrarse ante el profundo vaco de liderazgo poltico y la necesidad acuciante de buscar un plan de accin alternativo.

    Como escrupulosamente demuestran las aportaciones a este nmero, tal alternativa existe.

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    Engelbert StockhammerKingston University

    Este estudio es parte del proyecto Nuevas perspectivas sobre los salarios y el crecimiento econmico: las posibilidades del crecimiento basado en los salarios. La segunda seccin est basada en una investigacin realizada con Marc Lavoie. Una versin anterior se present en el taller Salarios, crisis y recuperacin econmica realizado en la sede de la OIT en mayo de 2011 yque fue patrocinado por el Boletn Internacional de Investigacin Sindical de laOficina de Actividades para los Trabajadores (ACTRAV). El autor agradece a los participantes y a Hubert Kohler y Marc Lavoie por sus comentarios. Se aplican los habituales descargos de responsabilidad.

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    En los ltimos decenios hemos sido testigos de la cada de la participacin de los salarios y de una polarizacin de la distribucin de los ingresos per-sonales. Los salarios y la compensacin laboral promedio no han acompaado conjuntamente el crecimiento de la productividad. La distribucin funcional de los ingresos ha cambiado a costa del trabajo. En numerosos pases, la dis-tribucin de los ingresos personales tambin se ha vuelto ms desigual. Segn muchos indicadores, hay ms desigualdad en el ingreso que en cualquier otro momento del sigloxx. A su vez, los procesos de desarrollo econmico se han hecho inestables. Las crisis econmicas son ms frecuentes, el endeudamiento familiar ha aumentado vertiginosamente, el desequilibrio internacional se ha acrecentado y algunos pases dependen de manera excesiva del crecimiento de las exportaciones. En este artculo se argumenta que la polarizacin de la dis-tribucin de los ingresos y la disminucin en la participacin salarial desem-pean una funcin importante en la generacin de un desarrollo desigual e inestable, y que una poltica salarial a favor de los trabajadores ser un compo-nente sustancial de un paquete de polticas que contribuya al establecimiento de un rgimen de desarrollo estable. Por lo tanto, se aboga por la elaboracin de una estrategia de crecimiento basada en los salarios.

    El apoyo a la creacin de una estrategia de crecimiento basada en los salarios no es nuevo. Se plante en las visiones reformistas del movimiento obrero y se analiz bajo la denominacin de subconsumo en las economas del sigloxix. La teora recibi un nuevo impulso de los principios sobre la demanda efectiva desarrollados por Keynes y Kalecki. Los debates tericos modernos sobre la demanda basada en los salarios se apoyan en los influyentes estudios de Rowthorn (1981), Dutt (1984) y Bhaduri y Marglin (1990). El concepto, orientado hacia las polticas de una estrategia de crecimiento basado en los salarios, fue utilizado por la UNCTAD (2010).

    En la segunda seccin de este artculo se brinda un marco orientado hacia las polticas para el anlisis de la interaccin entre la distribucin y el crecimiento. Se remarca una diferenciacin entre las polticas de distribucin y los regmenes econmicos. Las polticas a favor de los trabajadores apuntan a incrementar los salarios, mientras que las polticas de distribucin a favor del capital aspiran a suprimir el crecimiento salarial y a aumentar los mr-genes de ganancia. El rgimen macroeconmico de un pas est determinado por los aspectos estructurales de su economa, como su apertura al comercio internacional, su sistema financiero y las caractersticas de su Estado de bie-nestar. Se hace evidente la diferencia entre los regmenes econmicos basados en las ganancias y aqullos basados en los salarios o, ms precisamente, entre los regmenes de oferta y demanda basados en las ganancias y en los salarios. En un rgimen basado en los salarios, un aumento en la participacin salarial tiene efectos positivos que se traducen en una mayor actividad econmica (en el corto plazo) y en una acumulacin ms rpida del capital (en el largo plazo), ambos a travs de los efectos sobre la demanda, o un crecimiento ms acele-rado de la productividad relacionada con la oferta. En cambio, un rgimen

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    econmico basado en las ganancias aparecer siempre que una disminucin de la participacin salarial o un aumento de los mrgenes de ganancia de las empresas generen efectos positivos en la economa.

    En la tercera seccin se analizan las causas de los cambios en la distri-bucin de los ingresos, en especial la reduccin a largo plazo de la participa-cin salarial. En la cuarta seccin se brindan ms detalles en cuanto a por qu una economa da muestras de un rgimen econmico basado en los sala-rios al observar los efectos relacionados tanto con la ofertaes decir, la rela-cin entre la participacin de los salarios y el crecimiento de la productividad laboralcomo con la demanda. En esta seccin se ofrece un resumen de algunos de los recientes trabajos de investigacin emprica, en los que se pre-senta el alcance aproximado que tienen algunos efectos importantes sobre la demanda. En la quinta seccin se clasifica la experiencia real de las economas clave dentro de este marco. Durante el perodo del neoliberalismo los pro-cesos de desarrollo han sido desequilibrados, dependiendo de una relacin de endeudamiento cada vez mayor o de los supervits de exportacin constantes. Han surgido dos procesos de desarrollo: por un lado, el crecimiento basado en las finanzas (tambin denominado crecimiento basado en las deudas), en el cual este proceso se ha impulsado a travs del aumento del endeudamiento familiar mediante las burbujas de precios de inmuebles y de activos, as como de la ingeniera financiera (por ejemplo, los Estados Unidos, Irlanda y Reino Unido) y, por el otro lado, el crecimiento basado en las exportaciones, donde el motor principal de desarrollo han sido las exportaciones netas (tal como el caso de Alemania, China y Japn). Ambos procesos de desarrollo neoliberal estuvieron acompaados de una contraccin salarial. Por ltimo, en la sexta seccin se presenta una estrategia de crecimiento basado en los salarios como una posible alternativa. Combina las polticas de distribucin que benefician a los trabajadores con las polticas estructurales que favorecen el crecimiento basado en los salarios. Se plantea la posibilidad de poner en prctica un pro-ceso de desarrollo equitativo y sostenible (desde lo econmico).

    Distribucin y crecimiento: un marco conceptual

    La relacin entre la distribucin y el crecimiento ha estado en el centro del anlisis macroeconmico en la economa clsica; pero bajo el dominio de la economa neoclsica en el sigloxx, los problemas de distribucin pasaron a un segundo plano, dado que se consideraba que la distribucin de los ingresos estaba regulada por las relaciones de productividad marginal dentro de un modelo de competencia perfecto. A continuacin, ofrecemos un marco de polticas para analizar la relacin entre la distribucin y el ingreso. Se con-trastan las polticas de distribucin a favor de los trabajadores y a favor del capital, as como los regmenes de oferta y demanda basados en las ganancias y en los salarios.

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    La distribucin de los ingresos es el resultado de procesos sociales y eco-nmicos complejos, pero los gobiernos influyen en ella mediante las polticas sociales y de mercado laboral. Definimos las polticas de distribucin a favor del capital como aqullas que llevan a una menor participacin salarial, y las polticas de distribucin a favor de los trabajadores como las que dan como resultado una mayor participacin salarial. Las polticas de distribucin a favor del capital, por lo general, declaran promover la flexibilidad del mer-cado laboral o la flexibilidad salarial, en lugar de incrementar los ingresos del capital. Incluyen medidas que debilitan a las instituciones de negociacin colectiva; al quitarle fuerza a los sindicatos, reducen los salarios mnimos y desgastan la legislacin de proteccin del empleo1. Se argumenta, a menudo, que las polticas a favor de los trabajadores fortalecen el Estado de bienestar y las instituciones del mercado laboral, y que conllevan el refuerzo de la nego-ciacin colectiva (por ejemplo, ampliando el alcance de los acuerdos de nego-ciacin a las empresas que no pertenecen a un sindicato), la consolidacin de los sindicatos, el aumento de los subsidios de desempleo y la reduccin de la desigualdad de ingresos en cuanto a los salarios (cuadro1).

    Por supuesto que existen, adems, otros factores que influyen en la dis-tribucin de los ingresos, como los cambios tecnolgicos, la globalizacin y la financializacin. Recientemente, estos factores han desempeado un papel muy importante que se abordar ms adelante, ya que en esta seccin nos abo-caremos a analizar la interaccin de las polticas de distribucin y el rgimen econmico. Retomaremos los factores determinantes de la distribucin de los ingresos en la seccin siguiente.

    A continuacin, se pone en consideracin la estructura econmica. Un rgimen econmico es un conjunto de estructuras e instituciones econ-micas reales, incluidas las prestaciones de seguridad social, el sistema finan-ciero vigente y el grado de apertura de la economa. Aunque en el rgimen econmico influyen varias formas de poltica de gobierno, debe quedar claro que el carcter del mismo, cualquiera sea el ngulo desde donde se lo observe, no es una variable especial de la poltica econmica. No debera interpre-tarse como el resultado de una estrategia poltica. Distinguiremos entre los regmenes econmicos basados en las ganancias y aqullos basados en los salarios. Adems, de acuerdo con la prctica convencional, haremos una dis-tincin entre consideraciones relativas a la demanda (tanto en el corto como en el largo plazo) y a la oferta (en el largo plazo). La variable principal rela-tiva a la demanda es la demanda agregada, segn lo subrayan los economistas keynesianos. La variable principal relativa a la oferta es el crecimiento de la productividad.

    1. De aqu en adelante, asumimos que la demanda laboral (efectiva) es una curva poco flexible y ascendente (para obtener ms pruebas empricas vase, por ejemplo, Rowthorn, 1999). De este modo, un aumento en los salarios reales se corresponder con un aumento en la participacin salarial.

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    Para nuestro propsito, la primera cuestin es entender cmo reacciona la demanda agregada frente a un cambio en la distribucin de los ingresos. Estos efectos sern bastante complejos y se tratarn con mayor exhaustividad en la cuarta seccin. Aqu nos concentraremos en los casos extremos a fin de ilustrar nuestro marco. La demanda puede estar basada en los salarios o en las ganancias. Un rgimen de demanda basado en los salarios significa que un aumento en la participacin salarial conduce a un aumento en la demanda agregada. Este escenario basado en los salarios puede originarse cuando los salarios ms altos llevan a un incremento en el consumo (una mayor cantidad de ventas puede inducir, con posterioridad, a gastos de inversin ms ele-vados). Por el contrario, un rgimen de demanda basado en las ganancias sig-nifica que un aumento en la participacin salarial conduce a una disminucin de la demanda agregada. La demanda puede estar basada en las ganancias si la inversin es muy susceptible a una reduccin en los mrgenes de ganancia. Una rentabilidad alta (sobre un determinado ndice de utilizacin de la capa-cidad) puede incentivar a las empresas a ampliar su capacidad productiva y a aumentar su inversin (cuadro2).

    Naturalmente, existen muchos factores, adems de la distribucin de los ingresos, que determinan la demanda agregada: la poltica monetaria, la poltica fiscal, diversas alteraciones, como las perturbaciones en el precio del petrleo, el estallido de la burbuja burstil, las variaciones en los tipos de cambio real, las modificaciones en el ndice de desarrollo de los socios comerciales, y otros ms. De hecho, si tenemos en cuenta la mayora de los cambios de un ao a otro, la distribucin de los ingresos slo es un aspecto insignificante en la determina-cin de la demanda agregada, dado que otras alteraciones desempean un papel ms importante. Sin embargo, si se producen cambios profundos y duraderos en la distribucin de los ingresos, como ocurri en el ltimo cuarto de siglo, stos terminarn por repercutir considerablemente en la demanda.

    Por ltimo, la oferta agregada tambin puede estar basada en los sala-rios o en las ganancias. La variable principal para la oferta es la productividad

    Cuadro 1. Polticas de distribucin a favor del capital y a favor de los trabajadores

    Polticas de distribucin Otros factores

    A favor del capital A favor de los trabajadores

    Polticas Flexibilidad del mercado laboral

    Suprimen los salarios mnimos

    Debilitan la negociacin colectiva

    Estado de bienestar Aumentan los salarios

    mnimos Fortalecen la nego-

    ciacin colectiva

    Cambios tecnolgicos

    Globalizacin Financializacin

    Resultados Crecimiento salarial dbil Participacin salarial

    enbaja Aumento en la dispersin

    salarial

    Salarios reales enaumento

    Participacin salarial estable (o en aumento)

    Descenso de la disper-sin salarial

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    laboral. La productividad estar basada en las ganancias si un aumento salarial desalienta la inversin de capital que aumenta la productividad y, como consecuencia, el crecimiento de la productividad laboral disminuye (la mayora de las formas de progreso tecnolgico requieren de la inversin de capital, denominado progreso tecnolgico incorporado). La aceleracin en el crecimiento salarial puede tener un efecto positivo en el incremento de la productividad, ya sea si las empresas reaccionan aumentando las inversiones destinadas al crecimiento de la productividad a fin de seguir siendo competi-tivas o si se mejora la contribucin de los trabajadores al proceso de produc-cin. ste puede ser el caso si la motivacin de los trabajadores es ms alta o, en los pases en desarrollo, si mejora la situacin sanitaria y nutricional. A este caso, a menudo, se lo denomina la hiptesis del salario de eficiencia, pero tambin se conoce como efecto Webb, dado que Sidney Webb (1912), uno de los fundadores de la London School of Economics, ya haba propuesto una relacin causal positiva entre el aumento del salario real y el aumento de la productividad.

    Un rgimen de crecimiento de la demanda basado en los salarios es un concepto ms slido y a ms largo plazo que el de demanda basada en los sala-rios. Si bien este ltimo concepto comporta, simplemente, que un aumento en la participacin salarial conducir a un aumento en la demanda agregada o en

    Cuadro 2. Estructura econmica: regmenes de oferta y demanda basados en las ganancias y en los salarios

    Rgimen de demanda Rgimen de oferta

    Estructura econmica

    Basada en las ganancias

    Inversin muy susceptible a los mrgenes de gananciaUna menor participacin salarial conduce a una mayor inversin

    La moderacin salarial conduce a una inversin que aumenta la productividad

    Una mayor participacin salarial se traduce en un producto interno bruto (PIB) ms bajo y en una acumulacin de capital ms lenta

    Un crecimiento ms alto del salario real lleva a un crecimiento ms lento de la productividad

    Basada en los salarios

    La tendencia a gastar dinero proveniente de un salario es mayor que la tendencia a gastar dinero proveniente del rendimiento de capital

    El crecimiento salarial tiene efectos positivos marcados en el esfuerzo laboral y en las inversiones que aumentan la productividad

    Una mayor participacin salarial se traduce en un PIB ms alto y en una acumulacin de capital ms rpida

    El crecimiento del salario real conduce a un crecimiento de la productividad ms rpido

    Otros factores Otras fuentes de demanda: Polticas monetarias y fiscales implementadas por los gobiernos Factores financieros: burbujas de los precios de bienes inmue-

    bles y de activos financieros Evolucin del tipo de cambio y alteraciones en la demanda mun-

    dial Modificaciones en los precios internacionales de los productos

    bsicos

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    Crecimientobasado enlos salarios:introduccin

    el ndice de utilizacin de la capacidad, el primero exige, adems, un aumento en los gastos de inversin y en el crecimiento de la productividad. Esto signi-fica, a largo plazo, un incremento en la tasa de acumulacin del capital social. Por otra parte, cuando un aumento en la participacin salarial trae consigo una disminucin en la tasa de crecimiento del capital social y de la producti-vidad, entonces se trata de un rgimen de crecimiento de la demanda basado en las ganancias.

    En el cuadro3 se analizan, conjuntamente, las polticas de distribucin y las estructuras econmicas. Para explicarlo de modo ms simple, no distin-guimos entre los regmenes de productividad y demanda, sino que slo tra-tamos el rgimen econmico, es decir, suponemos que la oferta y la demanda reaccionan de manera similar a los cambios de distribucin. Esto nos permite comprender mejor la probable dinmica de desarrollo de los diferentes reg-menes y estrategias. Entre los dos conjuntos de polticas de distribucin y las dos estructuras econmicas podemos obtener cuatro combinaciones dis-tintas. stas tienen propiedades bastante diversas. Si en una economa basada en las ganancias se llevan a cabo polticas de distribucin a favor del capital dar como resultado un proceso de crecimiento basado en las ganancias. A la inversa, si en una economa basada en los salarios se ponen en prctica pol-ticas de distribucin a favor de los trabajadores, obtendremos un proceso de crecimiento basado en los salarios. stas son las dos celdas en la diagonal prin-cipal del cuadro3. En ambos casos, las polticas de distribucin y las estruc-turas econmicas son coherentes. Sin embargo, si en una economa basada en los salarios se implementan polticas a favor del capital o si en una economa basada en las ganancias se ponen en prctica polticas a favor de los trabaja-dores, esto generar estancamiento o, ms probablemente en la prctica, oca-sionar modelos de desarrollo inestables, dado que el crecimiento tendr que depender de la estimulacin externa.

    En el cuadro4 se clasifican las diferentes ideologas polticas asociadas con las cuatro diferentes combinaciones. En la primera celda (las polticas a favor del capital en una economa basada en las ganancias) esta situacin corresponde a una ideologa liberal y, por lo general, se la denomina efecto de derrame o de goteo: se dice que las ganancias ms altas conducen a un mejor desempeo macroeconmico. Con el tiempo, los trabajadores se beneficiarn de los recortes salariales, dado que mayores mrgenes de ganancia atraern

    Cuadro 3. Viabilidad de los regmenes de crecimiento

    Polticas de distribucin

    A favor del capital A favor de los trabajadores

    Estructura econmica

    Basada en las ganancias

    Proceso de crecimiento basado en las ganancias

    Estancamiento o crecimiento inestable

    Basada en los salarios

    Estancamiento o crecimiento inestable

    Proceso de crecimiento basado en los salarios

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    la inversin y llevarn al crecimiento; adems, las recompensas, tarde o tem-prano, tambin les llegarn a los trabajadores, traducidas en un aumento de las tasas de empleo y en un mayor poder adquisitivo. Este escenario podra reconocerse como el del neoliberalismo en teora.

    La celda que combina las polticas a favor de los trabajadores con una eco-noma basada en los salarios resume lo que muchos economistas (por ejemplo, Marglin y Schor, 1990) consideran como una caracterstica clave del perodo de posguerra: la expansin del Estado de bienestar (en las economas avan-zadas) que condujo a una etapa dorada de desarrollo. La celda que combina las polticas a favor de los trabajadores en una economa basada en las ganancias podra denominarse como la de las reformas sociales predestinadas al fracaso. Es el escenario que los neoliberales afirman tendra lugar si se implementaran las reformas sociales progresivas. La famosa frase de Margaret Thatcher, No hay alternativa, tiene sentido en esta celda. Algunos marxistas usan un argu-mento similar para ilustrar lo intil que es intentar establecer una economa ms humanitaria en un modelo de produccin capitalista. Los esfuerzos por aumentar el consumo o la participacin salarial de los trabajadores conducen, inevitablemente, a una desaceleracin de la economa.

    Por ltimo, est la combinacin de las polticas a favor del capital en una economa basada en los salarios. Argumentaremos que esta situacin des-cribe el neoliberalismo realmente existente, donde dos decenios de distribu-cin a favor del capital han dado como resultado un desempeo econmico mediocre con una fuerte dependencia en el sector financiero especulativo o en la demanda externa para lograr el desarrollo (vase la quinta seccin) 2. Ms adelante resumiremos algunas de las pruebas disponibles para evaluar cul es la situacin que describe las economas existentes.

    2. En cambio, algunos investigadores dirn que la dependencia de los mecanismos de libre mercado y de los mercados laborales ms flexibles ha generado enormes aumentos en los ingresos reales a escala mundial en los ltimos tres decenios (Balcerowizc y Fisher, 2006). Pero estos autores se olvidan de comparar los ltimos decenios con la evolucin de los aos cincuenta y sesenta. Para acceder a debates muy interesantes sobre el neoliberalismo vase Harvey (2003) y Glyn (2006).

    Cuadro 4. Estrategias de crecimiento reales en el marco de las polticas de distribucin y la estructura econmica

    Polticas de distribucin

    A favor del capital A favor de los trabajadores

    Estructura econmica

    Basada en las ganancias

    Neoliberalismo en teora: las polticas de la oferta generarn demanda agregada (teora del derrame)

    Reformas sociales predestinadas al fracasoNo hay alternativa

    Basada en los salarios

    Neoliberalismo realmente existente: es inestable y debe depender de motores de crecimiento externos (crecimiento basado en el crdito)

    Keynesianismo social dela posguerra

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    Crecimientobasado enlos salarios:introduccin

    Disminucin de la participacin salarial: cules son las causas?

    En los ltimos veinticinco aos han ocurrido cambios drsticos en la distri-bucin de los ingresos. Esto se refiere tanto a la distribucin personal de los ingresos como a la distribucin funcional de los ingresos. La participacin salarial ha cado en casi todos los pases de la OCDE, pero, como es habitual, ha sido ms pronunciada en los pases de Europa continental (y el Japn) que en los pases anglosajones. En la zona euro la participacin salarial (ajustada) ha disminuido del 72,5por ciento en 1982 al 63,3por ciento en 2007 (vase el grfico1). La distribucin personal de los ingresos se ha vuelto ms desigual en casi todos los pases de la OCDE (2008); los grupos con los salarios ms altos aumentaron considerablemente sus ingresos en los pases anglosajones, en particular, en los Estados Unidos (Piketty y Saez, 2003, y Atkinson, Piketty y Saez, 2011). En un estudio sobre varios pases, Daudey y Garca-Pealosa (2007) muestran que hay una correlacin positiva entre los cambios en la distribucin personal y funcional de los ingresos. En trminos generales, el crecimiento de la mediana del salario real va claramente por detrs del cre-cimiento de la productividad desde 1980, aproximadamente. Esto constituye un cambio histrico, puesto que la participacin salarial haba permanecido estable o en aumento en el perodo de posguerra.

    Este deterioro ha renovado el inters en los factores determinantes de la distribucin de los ingresos en los ltimos aos, tema acerca del cual los prin-cipales institutos de investigacin econmica, como la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmicos (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), han publicado destacados estudios. La OCDE (2008) documenta cambios en la distribucin personal de los ingresos. El FMI (2007a) y la Comisin Europea (CE, 2007) investigan cambios en la distri-bucin funcional de los ingresos, y la OCDE (2007) analiza la elasticidad

    Grco 1. Participacin salarial ajustada en la zona euro, los Estados Unidos y el Japn (1960-2007)

    Fuente: AMECO, http://ec.europa.eu/economy_nance/db_indicators/ameco/index_en.htm.

    60

    65

    70

    85

    80

    75

    1960 1963 1966 1969 1972 1975 1978 1981 1984 1987 1990 1993 1996 1999 2002 2005 2007

    Japn

    Zona euroEstados Unidos

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    salarial de la funcin de la demanda laboral. El FMI (2007a) y la CE (2007) sostienen con solidez que el cambio tecnolgico ha sido la causa principal de los cambios en la distribucin funcional de los ingresos, que la globalizacin (del comercio y la produccin) ha desempeado un papel importante y, por ltimo, que los cambios en las instituciones del mercado laboral han tenido una funcin menor. El cambio tecnolgico se mide de manera emprica como inversin en tecnologa de la informacin y la comunicacin (TIC) o en sus servicios. La fuerza general del argumento est en consonancia con la teora neoclsica de la distribucin de los ingresos, que considera que la distribucin est determinada, en esencia, por la tecnologa.

    Asimismo la globalizacin tiene un lugar destacado en el debate. El argumento establecido de la teora del comercio se basa en el teorema de Stolper y Samuelson (1941), en el que se expone que el factor de la abundancia se obtendr de la liberalizacin comercial. Para los pases del norte, supuesta-mente, es el capital, en tanto que en pases en desarrollo como China e India, que han ingresado hace poco a la economa mundial, la abundancia est representada por la mano de obra. De este modo, se supone que la globaliza-cin beneficia al capital en el norte y a la mano de obra en el sur 3.

    Aunque en el teorema de Stolper-Samuelson se describe un equilibrio competitivo a largo plazo, el enfoque comercial en la economa poltica resalta los efectos distributivos de la globalizacin en un marco de negociacin. Por ejemplo, Rodrik (1997) sostiene que la liberalizacin comercial (incluso entre pases similares) incidir en la distribucin y beneficiar al factor ms mvil, que por lo general ser el capital. A diferencia del enfoque de Stolper-Samuelson, el argumento de Rodrik est situado en un marco de negociacin. El cambio en la distribucin se verifica debido a la redistribucin de las rentas, no a raz de la compensacin del costo de los factores. Adems, en el teorema de Stolper-Samuelson, uno esperara que la distribucin cambie despus de que se reubic la produccin. Por el contrario, Epstein y Burke (2001) afirman que la redistribucin puede darse sin cambios en los lugares de produccin como consecuencia de una intimidacin.

    3. En el teorema de Stolper-Samuelson se parte de la hiptesis de que las empresas no tienen poder sobre el mercado y que ni el capital ni la mano de obra tienen movilidad; sus efectos tienen lugar a travs del comercio en el equilibrio competitivo. Sin embargo, el perodo reciente de la globalizacin ha estado marcado por un incremento de la movilidad del capital. Si el capital puede cruzar fronteras, las consecuencias del teorema se debilitan de manera sustancial (CE, 2007, pg.45). Por otra parte, en la teora clsica del comercio interna-cional no se puede explicar el modelo actual del comercio, que se da mayormente entre los pases desarrollados. De acuerdo con la teora habitual del comercio, no es evidente por qu el comercio norte-norte debera afectar la distribucin de los ingresos (si se considera que los precios relativos de los factores son similares). En segundo lugar, la mano de obra no es un elemento homogneo. Aunque la mano de obra no cualificada (en el norte) pueda verse per-judicada debido a la globalizacin, de hecho, la globalizacin tiene el efecto contrario en la mano de obra cualificada. Si esto es as, no se puede saber con anticipacin cmo influir en la participacin salarial total en el norte.

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    Crecimientobasado enlos salarios:introduccin

    Pese a que hay diferencias en los argumentos tericos, la evaluacin emprica es bastante clara. En todos los estudios se mencionan los grandes efectos de la globalizacin en la distribucin funcional de los ingresos. Por ejemplo, el FMI llega a la conclusin de que la globalizacin es uno de varios factores que han actuado para reducir la participacin de los ingresos provenientes de la mano de obra en las economas avanzadas (FMI, 2007a, pg.161).

    Un tercer conjunto de factores que influye en la distribucin de los ingresos es la desregulacin financiera (o, en lneas ms generales, la financia-lizacin) 4. La desregulacin financiera ha tenido dos efectos importantes en la posicin negociadora de los trabajadores. En primer lugar, las empresas han gozado de ms opciones para invertir: pueden invertir en activos financieros as como en activos reales, y pueden invertir tanto en el mbito nacional como internacional. Han logrado movilidad en trminos geogrficos y en cuanto al contenido de las inversiones. En segundo lugar, se les ha concedido ms poder a los accionistas con relacin a los trabajadores. El desarrollo de un mercado para el control corporativo ha alineado el inters del cuerpo directivo con el de los accionistas (Lazonick y OSullivan, 2000, y Stockhammer, 2004). Rossmann (2009) ilustra este caso en relacin con los fondos de capital privado, que com-pran empresas contrayendo deudas que se transfieren a las mismas empresas. El supervit se desva al fondo de capital privado a travs del pago de divi-dendos o comisiones. Las empresas reestructuradas deben soportar la enorme presin de saldar sus deudas y tienen muy pocas alternativas de poner en prc-tica una estrategia agresiva de reduccin de gastos. Para los pases de los que se dispone de datos, el aumento en el pago de dividendos est bien documentado (Dumnil y Lvy, 2001). Power, Epstein y Abrena (2003) han documentado la participacin creciente del ingreso de los rentistas.

    Hasta el momento muy pocos estudios economtricos sobre los cambios en la distribucin funcional de los ingresos han incluido las variables de finan-cializacin. La OIT sostiene que la globalizacin financiera ha conducido a una depresin de la participacin salarial en el PIB (OIT, 2008, pg.39), pero no ofrece pruebas. Jayadev (2007) analiza el efecto de la apertura econ-mica y comercial en la participacin salarial en un anlisis economtrico que incluye hasta ochenta pases y que cubre el perodo de 1970 a 2001. Las varia-bles de apertura son las medidas legales tomadas acerca de dicha apertura. Se considera que la apertura comercial y de la cuenta de capital tiene efectos negativos en la participacin salarial. Es notable que el FMI (2007b), en un estudio sobre la distribucin personal de los ingresos entre los pases, haya incluido las acciones de inversin extranjera directa (IED).

    En un estudio detallado que intenta copiar y ampliar el estudio del FMI (2007a) y de la Comisin Europea (2007), Stockhammer (2009) descubre

    4. La financializacin se refiere a la influencia cada vez mayor de las instituciones financieras y los motivos financieros en las actividades no financieras.

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    que los resultados de los cambios tecnolgicos no son contundentes, mien-tras que se confirman los efectos de la globalizacin. Posteriormente, ampla las especificaciones de clculo para incluir una medida para la globalizacin econmica y analiza diferentes efectos de las tasas de sindicacin en los pases donde la afiliacin sindical es una condicin previa para recibir los subsi-dios de desempleo. Comprueba que la globalizacin econmica tiene mar-cados efectos y que la fortaleza organizativa de los sindicatos tiene una fuerte repercusin.

    Efectos econmicos de una participacin salarial en declive

    Mientras que en la seccin anterior se abordaron las causas del declive en la participacin salarial, aqu se analizarn sus efectos. Las teoras econ-micas establecen, tradicionalmente, una distincin entre los efectos sobre la demanda y sobre la oferta, donde los efectos sobre la demanda aluden a los cambios en los gastos para una tecnologa y capacidad productiva existente, mientras que los efectos sobre la oferta comprenden los cambios en la maqui-naria y la tecnologa. La variable principal para la oferta es (el crecimiento de) la productividad laboral. Aqu haremos la misma distincin, entendin-dose por ello, como se seal en la segunda seccin, que los efectos de la demanda pueden tener incidencia en la tasa de crecimiento de la acumula-cin de capital 5.

    Efectos sobre la demanda

    Cules son los efectos del cambio en la participacin salarial en la demanda agregada? La demanda agregada se compone de gastos de consumo privado, gastos de inversin, exportaciones netas y gastos estatales. A continuacin, nos centramos en la reaccin del sector privado y tratamos los gastos estatales como una variable de poltica exgena.

    Un cambio en la distribucin de los ingresos tendr varios efectos en los componentes de la demanda que toman direcciones diferentes. En primer lugar, es probable que los gastos de consumo tengan una funcin positiva de la participacin salarial. Los salarios ms altos, por lo general, conducirn a un nivel ms elevado de gastos de consumo porque, comnmente, los asala-riados son ms propensos a consumir en comparacin con quienes dependen

    5. Las teoras econmicas tradicionales consideran las derivaciones de la demanda como puramente efectos a corto plazo, dado que sostiene que la economa est muy aferrada a un equilibrio determinado por la oferta, al que la economa retornar. Keynes, que fue pionero en el anlisis de la creacin de la demanda, era bastante escptico ante el anlisis a largo plazo. La economa poskeynesiana, basada en las investigaciones de Keynes, Kalecki y Steindl, des-taca que la demanda agregada desempea una funcin crucial, incluso, a largo plazo.

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    Crecimientobasado enlos salarios:introduccin

    de los ingresos del capital. Esto se debe a que los trabajadores tienen, como es habitual, un menor poder adquisitivo que los capitalistas (u otras personas que reciben ingresos del capital). Adems, las empresas ahorran una gran parte de las ganancias brutas bajo la forma de ganancias acumuladas. La mag-nitud de este efecto de distribucin de los ingresos depender de la diferencia en ingresos entre el capital y la mano de obra, del sistema de seguridad social, que influye en las tasas de ahorro, pero tambin de otras caractersticas, como los precios de las viviendas y las plusvalas en el mercado burstil. En segundo lugar, existe la posibilidad de que los gastos de inversin reaccionen de manera negativa ante un aumento en la participacin salarial, es decir, ante una dis-minucin en la participacin de las ganancias (para un determinado nivel del ingreso nacional). Desde un punto de vista intuitivo, una reduccin en la participacin de las ganancias para un determinado nivel de ingreso nacional conlleva un descenso en los mrgenes de ganancia de las empresas. Dado que las ganancias futuras previstas tienen que ser un estmulo importante para las inversiones, una reduccin en los mrgenes de ganancia, o en otras palabras, una reduccin en el ndice de ganancias valorado a tasas normales de utiliza-cin de la capacidad, deber tener un efecto negativo en la inversin. El efecto exacto estar condicionado por la estructura y la liquidez del sistema econ-mico y por lo que Keynes denomin la psicologa del inversionista, por ejemplo, despus de una crisis financiera las empresas son reacias a las inver-siones a causa de una mayor incertidumbre. En tercer lugar, cabe la probabi-lidad de que las exportaciones netas reaccionen de manera negativa ante los aumentos en la participacin salarial porque, segn una tasa de cambio espe-cfica, un aumento en la participacin salarial disminuir los mrgenes de ganancia o har que las exportaciones sean menos competitivas en el extran-jero. La dimensin de este efecto estar supeditada al grado de apertura de la economa y a los tipos de productos que la economa est importando y exportando.

    Las consecuencias de los tres agregados van, por lo tanto, en direcciones distintas. Es probable que un aumento en la participacin salarial incremente el consumo, pero reduzca la inversin y las exportaciones netas. No se puede saber con anticipacin cul ser el efecto neto, pero ste depender de la mag-nitud relativa de tales resultados. Si el efecto de consumo es mayor que los de las exportaciones netas y las inversiones, entonces el resultado total es posi-tivo y la economa se encuentra en un rgimen de demanda basada en los sala-rios. Por el contrario, si las inversiones y las exportaciones netas reaccionan con ms fuerza, el efecto total de un aumento de la participacin salarial en la demanda es negativo, y el rgimen de demanda est basado en las ganan-cias. Esta diferencia se basa en la obra terica de Bhaduri y Marglin (1990) y de Blecker (1989).

    Ntese que el modelo descrito anteriormente incluye las exportaciones netas. Las exportaciones de un pas son las importaciones de otro. Esto plantea la posibilidad de generar una falacia de composicin: si bien cada

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    pas puede aumentar su demanda al exportar ms, no todos los pases pueden hacerlo al mismo tiempo. La economa mundial, en sentido general, es una economa cerrada. Por lo tanto, es interesante observar el efecto nacional y los efectos totales (es decir, incluidas las exportaciones netas) por separado. Los efectos nacionales slo engloban los efectos en el consumo y las inversiones, y deberan interpretarse como una situacin en la que el cambio en la participa-cin salarial afecta a todos los modelos comerciales de modo simultneo. Se puede tomar como un cambio en la participacin salarial en el mundo.

    Con respecto a los hbitos de consumo, la diferencia de ahorro entre los ricos y los pobres est bien establecida de manera emprica. A modo de ejemplo, en el cuadro5 se describen las tasas de ahorro para los diferentes grupos de ingresos de Alemania. En 1995 el cuartil inferior de la distribu-cin de los ingresos tena una tasa de ahorro del 7,3por ciento, mientras que el cuartil ms rico tena una tasa de ahorro del 13,8por ciento. Las tasas de ahorro aumentan, claramente, con el nivel de ingresos. Alemania expe-riment un incremento sorprendente en desigualdad en los ltimos dece-nios. Esto tambin afecta las diferentes tendencias de ahorro. En el 2007 elcuartil ms bajo tuvo una tasa de ahorro del 4,1por ciento, a diferencia del cuartilms rico, que tuvo una tendencia de ahorro del 15,8por ciento.

    Estos modelos han inspirado hace poco la aparicin de una rica biblio-grafa emprica que trata de identificar los regmenes de demanda a travs de medios economtricos. En el cuadro6 se brinda una descripcin general de los resultados empricos. Estos estudios se diferencian segn los pases y el perodo que cubren, as como por el mtodo empleado (para anlisis ms detallados vase Hein y Vogel, 2008, y Stockhammer y Stehrer, 2011) y, por lo tanto, son difciles de comparar. En general, en la mayora de los estudios se comprueba que los regmenes de demanda nacional tienden a estar basados en los salarios, mientras que el comercio internacional logra que muchas eco-nomas adopten el rgimen basado en las ganancias.

    Para ilustrar los rdenes de magnitud considerados, en el cuadro7 se resumen los resultados de una economa grande y relativamente cerrada, la zona euro, y de una economa pequea y abierta, Austria (basados en Stockhammer, Onaran y Ederer, 2009, y Stockhammer y Ederer, 2008, res-pectivamente). Un aumento de 1 punto porcentual en la participacin salarial conducira a un aumento en el consumo de 0,37 puntos porcentuales del PIB

    Cuadro 5. Tasas de ahorro por grupo de ingresos para Alemania

    1995 2001 2007

    1. cuartil 7,3 5,4 4,1

    2. cuartil 9,5 9,3 8,0

    3. cuartil 11,3 10,1 9,0

    4. cuartil 13,8 13,1 15,8

    Fuente: Stein (2009), basado en los datos del SOEP (panel socioeconmico).

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    Crecimientobasado enlos salarios:introduccin

    en la zona euro y de 0,36 puntos porcentuales del PIB en Austria. La inver-sin se reducira 0,07 y 0,15 puntos porcentuales del PIB, respectivamente. La demanda nacional est basada en los salarios en ambos casos (en 0,3 puntos porcentuales del PIB en la UE de los 12 y en 0,21 en Austria). El efecto de las exportaciones netas es de 0,09 puntos porcentuales del PIB en la UE de los 12, y de 0,39 en Austria. Por ende, la demanda total est basada en los sala-rios en la UE (un aumento de 1 punto porcentual en la participacin salarial lleva a un aumento de 0,21 puntos porcentuales en la demanda), pero est basada en las ganancias en Austria (0,18 puntos porcentuales)6.

    6. Si bien considero que estos valores son posibles, otros investigadores no estn de acuerdo. Naastepad y Storm (2006-2007) tienden a encontrar efectos de inversin mucho ms ele-vados y efectos de las exportaciones netas mucho ms bajos. Estos resultados se obtienen a partir de estimadores uniecuacionales. Los estimadores de sistemas tienden a encontrar efectos de ganancia ms intensos (Barbosa-Filho y Taylor, 2006, y Flaschel y Proano, 2007). Mi experiencia es que el efecto de consumo es bastante confiable, pero, a menudo, bastante pequeo en los pases anglosajones. Los efectos de inversin son, generalmente, muy suscep-tibles a la especificacin exacta de la ecuacin de clculo. Esto se debe, probablemente, a que las ganancias y la demanda estn muy relacionadas, y la inversin es, en s, una variable muy procclica. El efecto de las exportaciones netas depende de las suposiciones sobre el tipo de cambio. En varios de los primeros estudios no se tuvo en cuenta que la globalizacin afecta la susceptibilidad de los salarios frente a las exportaciones. Se deben hacer dos comentarios finales sobre la bibliografa: en primer lugar, el problema de la simultaneidad entre la dis-tribucin y la demanda queda en segundo plano y sin resolverse. En segundo lugar, el con-junto de variables de control que miden otros factores es bastante limitado en la mayora de los clculos.

    Cuadro 6. Estudios economtricos sobre los regmenes de demanda basados en las ganancias y en los salarios

    Demanda nacional Demanda total

    Basada en los salarios

    Basada en las ganancias

    Basada en los salarios

    Basada en las ganancias

    Zona euro SOE09 SOE09

    Alemania BB95, NS07, HV08, SHG11, SS11

    NS07, HV08, SHG11 BB95

    Francia BB95, NS07, ES07, HV08, SS11

    (SO04), NS07, HV08 BB95, ES07

    Pases Bajos NS07, SS11 HV08 NS07 HV08 Austria SE08, HV08, SS11 SE08, HV08

    Reino Unido BB95, NS07, HV08 SS11 BB95, NS07, HV08

    Japn BB95 NS07 BB95, NS07

    Estados Unidos

    BB95, HV08, OSG12, (SS11)

    NS07 BB95, HV08, OSG12 (SO04), NS07, BFT06

    Nota: Las referencias entre parntesis indican resultados estadsticamente insignificantes.

    BB95: Bowles y Boyer, 1995; BFT06: Barbosa-Filho y Taylor, 2006; ES07: Ederer y Stockhammer, 2007; HV08: Hein y Vogel, 2008; NS07: Naastepad y Storm, 2006-2007; OSG12: Onaran, Stockhammer y Grafl, en prensa; SO04: Stockhammer y Onaran, 2004; SE08: Stockhammer y Ederer, 2008; SHG11: Stockhammer, Hein y Grafl, 2011; SOE09: Stockhammer, Onaran y Ederer, 2009; SS11: Stockhammer y Stehrer, 2011.

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    Estos resultados tienen consecuencias polticas importantes para la inte-gracin econmica regional. Tomemos como ejemplo la zona euro. Como ocurri en todas partes, la participacin salarial se redujo drsticamente en la zona euro. Esto fue alentado por la Comisin Europea, que ha defen-dido una estrategia de mejora de la competitividad por mucho tiempo (CE, 1995, 1996 y 1997). De hecho, muchos pases europeos han implementado pactos salariales que combinan la moderacin salarial con otras medidas polticas (Schulten, 2002). En los resultados del cuadro7 se puede observar una importante diferencia econmica entre la zona euro y sus Estados miem-bros. Si bien muchos Estados miembros son pequeas economas abiertas, en las que una moderacin salarial puede impulsar la demanda mediante las exportaciones, la zona euro es una economa grande y relativamente cerrada. La mayor parte del comercio de los Estados miembros de la zona euro se efecta en esa zona. Un recorte salarial en la zona euro aumentar las expor-taciones netas, pero achicar mucho ms la demanda nacional. La poltica salarial est, por ende, en una situacin similar al dilema del prisionero. Para cada uno de los Estados miembros la moderacin salarial puede ser una estrategia atractiva, pero si todos buscan lo mismo, tendr efectos nega-tivos. La coordinacin salarial europea facilitara, en principio, la superacin del dilema del prisionero e internalizara las externalidades de los acuerdos salariales (Stockhammer, 2008, y Hein y Truger, 2004). Sin embargo, las diferencias en los sistemas de negociacin salarial dificultan la tarea en laprctica.

    Efectos sobre la oferta

    En relacin con la oferta, la cuestin clave es cmo afectan los cambios en la participacin salarial o en los salarios reales al crecimiento de la produc-tividad (o, en un sentido ms amplio, el progreso tecnolgico). Los econo-mistas ortodoxos, por lo general, sostienen que los mercados competitivos incrementan el desarrollo, y luego abogan por la desregulacin del mercado laboral (y del mercado de productos). Destacados economistas sealan el

    Cuadro 7. Efectos en la demanda excesiva privada (en porcentaje del PIB)

    UE de los 12(apertura < 15por ciento)

    Austria(apertura > 50por ciento)

    Consumo 0,37 0,36

    Inversin 0,07 0,15Sector nacional 0,30 0,21

    Exportaciones netas 0,09 0,39Efecto total 0,21 0,18

    Fuente: UE de los 12: Stockhammer, Onaran y Ederer, 2009; Austria: Stockhammer y Ederer, 2008.

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    hecho de que las instituciones del mercado laboral no slo pueden provocar efectos sociales positivos, dado que contribuyen a superar las fallas del mer-cado, sino que tambin pueden tener efectos positivos en el desarrollo econ-mico porque las buenas relaciones laborales beneficiarn la tendencia de los trabajadores a colaborar con el proceso de produccin.

    En los ltimos tiempos, este tema ha servido de fuente de inspiracin para que se lleven a cabo varios estudios empricos. Storm y Naastepad (2009) investigaron las instituciones del mercado laboral en veinte pases integrantes de la OCDE. Descubrieron que las instituciones relativamente reguladas y coordinadas (rgidas) incentivan un mayor crecimiento de la pro-ductividad. Hein y Tarassow (2010) estudiaron la relacin entre la distribu-cin de los ingresos y el crecimiento de la productividad de seis economas de la OCDE a travs de una investigacin con series temporales e informaron de que las participaciones salariales ms altas tienen un efecto negativo en el crecimiento de la productividad. Vergeer y Kleinknecht (2011) realizaron un anlisis de panel para los pases de la OCDE desde 1960 hasta 2004 y hallaron que un mayor crecimiento salarial conduce a un crecimiento de la productividad ms alto. Estos autores interpretan dichos resultados soste-niendo que cuanto ms slidas sean las instituciones del mercado laboral, ms rpido ser el desarrollo a largo plazo. Estos estudios enfrentan desafos, ya que en ellos no se identifica la direccin de la causalidad ni se hace una distincin entre los efectos a corto y largo plazo. Por esta razn es preciso seguir investigando. No obstante, es justo concluir que las pruebas disponi-bles no sugieren que el crecimiento del salario real tenga un efecto negativo a largo plazo en el crecimiento de la productividad laboral.

    Los salarios tienen una doble funcin en las economas capitalistas. Son tanto un costo de produccin como una fuente de demanda. Un aumento en la participacin salarial tiene varios efectos en la demanda; si los reg-menes de la demanda real estn basados en los salarios o en las ganancias es una cuestin sujeta a un debate acadmico en curso. Nuestra interpretacin de las pruebas disponibles es que los regmenes nacionales tienden a estar basados en los salarios en la mayora de las economas. En las economas abiertas las consecuencias de las exportaciones netas pueden predominar sobre los efectos nacionales, y la demanda total en muchos pases puede bien estar basada en las ganancias. Sin embargo, los pases comercian entre s. Por lo tanto, es posible que las reas geogrficas de mayor extensin o las economas ms grandes estn basadas en los salarios. La economa mun-dial est, probablemente, en un rgimen de demanda basado en los salarios. En comparacin, se han hecho menos investigaciones sobre los efectos en la oferta de un aumento en la participacin salarial. De todos modos, hay varios estudios en los que se describen los efectos positivos de los aumentos salariales en el crecimiento de la productividad, de lo cual se deduce que es improbable que los efectos a largo plazo de los incrementos salariales sean perjudiciales.

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    Clasificacin de los regmenes y las estrategias de desarrollo recientes: crecimiento basado en el crdito, en las exportaciones o en los salarios

    El neoliberalismo prometi que la desregulacin de los mercados de bienes, laborales y financieros contribuira a un mayor desarrollo y acrecentara la prosperidad. Se deba aceptar la mayor desigualdad porque generaba bene-ficios econmicos. Segn nuestro anlisis, el neoliberalismo plante un rgimen econmico fuertemente basado en las ganancias. Pero el neolibera-lismo no ha podido cumplir con lo prometido. Los ndices de desarrollo del perodo de posguerra, que se supona regulado en exceso, fueron mayores que en la etapa neoliberal. La desregulacin, de hecho, gener mayor desigualdad, pero sin los muchos beneficios que pretenda traer aparejados.

    Ahora bien, si la economa mundial se basa, efectivamente, en los sala-rios, cmo se explica que las economas neoliberales llegaran a crecer? El neoliberalismo, en la prctica, ha operado en la celda inferior izquierda de los cuadros 3 y 4, siguiendo una estrategia basada en las polticas de distri-bucin a favor del capital, pero dentro de una estructura econmica funda-mentalmente basada en los salarios. Esta estrategia o genera estancamiento o debe depender de factores externos para estimular el desarrollo. De hecho, esta ltima particularidad es lo que ha caracterizado el funcionamiento de lo que podra denominarse como el neoliberalismo realmente existente. En vez de generar una va de desarrollo slido basado en la relacin entre las ganan-cias y las inversiones, el crecimiento se ha valido de las burbujas financieras y del creciente endeudamiento (es decir, del crecimiento basado en las finanzas) o de una estrategia mercantilista basada en los supervits de exportacin (Stockhammer, 2011, y Horn y van Treeck, 2011). Los ciclos de auge y cada impulsados por los mercados burstiles, los mercados inmobiliarios o los flujos de capital han sido una particularidad clave del neoliberalismo realmente existente: en Amrica Latina las crisis de los aos ochenta y de mediados de los aos noventa (la llamada crisis del peso), la crisis del Sistema Monetario Europeo (1992-1993), la crisis en el sudeste asitico (1997-1998), el estallido de la burbuja punto com (2000-2001) y la Gran Recesin (2008-2009).

    Con el objeto de comprender este modelo se debe entender el papel cen-tral de la desregulacin financiera para el modelo de desarrollo neoliberal. La desregulacin financiera ha permitido la innovacin financiera y ha favore-cido el aumento de los ciclos especulativos de auge y cada durante perodos prolongados y ha incrementado el endeudamiento de las entidades finan-cieras y de los hogares. Los auges de los mercados burstiles y de los mercados inmobiliarios suelen atraer la afluencia de capitales que insuflan las burbujas an ms (Reinhart y Reinhart, 2008). Sin embargo, la liberalizacin de los flujos de capital tambin significa que algunos pases debern tener supe-rvit en cuenta corriente y excesos de capital neto. La desregulacin finan-ciera internacional, por ende, ha contribuido al desenlace de dos modelos de

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    desarrollo simbitico: uno de crecimiento basado en el crdito (con afluencia de capital) y otro basado en las exportaciones (con salidas de capital). Si bien el desarrollo se ha dado por el aumento del consumo generado por el creciente endeudamiento familiar en los pases anglosajones y, especialmente, en el pas lder, los Estados Unidos, otros pases han contenido su demanda interna, incluida aqulla que surge del sector pblico, y se han transformado en fuer-temente dependientes de las exportaciones netas como el motor clave de su crecimiento.

    Es evidente que no todos los pases se ubican de modo neto en la dico-toma de uno de los dos modelos de crecimiento basado sobre el crdito o sobre las exportaciones, pero esta clasificacin es til, ya que resalta un aspecto importante de la dinmica detrs de los crecientes desequilibrios internacionales, a la vez que demuestra que ambos modelos compensan la falta de demanda nacional. Dichos modelos de desarrollo se han observado tanto en el centro como en la periferia. En especial en Europa, los pases cen-trales (Alemania y los Estados limtrofes ms pequeos) presentan caracte-rsticas de crecimiento basado en las exportaciones, mientras que los pases perifricos dentro de la zona euro presentan un crecimiento basado en el cr-dito. En el cuadro8 se ofrece una clasificacin de los pases importantes.

    Dos estadsticas ayudarn a confirmar la utilidad de diferenciar las eco-nomas basadas en el crdito de las basadas en las exportaciones. En primer lugar, en el cuadro9 se refleja el aumento del endeudamiento familiar (como porcentaje del PIB) en las principales economas europeas y en los Estados Unidos (los datos comparables para China y Japn no estaban todava dis-ponibles). Pese a que el endeudamiento familiar en Alemania disminuy 11,34puntos porcentuales del PIB de 2000 a 2008, en Austria tuvo un

    Cuadro 8. Modelos de crecimiento del neoliberalismo realmente existente

    Basados en el crdito Basados en las exportaciones

    Centro Estados Unidos y Reino Unido Alemania, Austria y Japn

    Periferia Espaa, Grecia, Irlanda y Portugal China

    Cuadro 9. Incremento del endeudamiento familiar, 2000-2008

    Pases Porcentajes Pases Porcentajes

    Alemania 11,34 Estados Unidos 26,00Pases Bajos 32,83 Reino Unido 28,13Austria 7,91 Irlanda 62,72

    Grecia 35,46

    Espaa 33,84

    Italia 18,32

    Portugal 27,38

    Fuentes: Eurostat: Financial Flows and Stocks by Sector; Estados Unidos: Flows of Funds. Los datos de Irlanda corresponden a 2001.

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    moderado crecimiento de 7,9 puntos porcentuales, mientras que en el grupo basado en el crdito esta cifra aument muy por encima de 25 puntos por-centuales. En los Estados Unidos y el Reino Unido, el endeudamiento fami-liar present un incremento del 26 y del 28por ciento, respectivamente. En Espaa Grecia y Portugal se dispar al 34, 35 y al 27por ciento, respectiva-mente. En Irlanda incluso trep a un sorprendente 63por ciento.

    Se deduce que estos pases con creciente endeudamiento familiar, a excep-cin de algunos casos, tambin han sido aqullos que operaron con dficit en cuenta corriente, mientras que los que presentaron pequeas modifica-ciones en el endeudamiento familiar han sido aqullos con supervit en cuenta corriente 7. En 2007, antes de la crisis financiera, Alemania y Austria regis-traban un supervit en cuenta corriente del 7,9 y del 3,6por ciento del PIB, res-pectivamente, mientras que el Japn y China contaban con supervit en cuenta corriente del 4,8 y del 5,2por ciento, respectivamente (vase el cuadro10). Por otro lado, los Estados Unidos y el Reino Unido presentaron un dficit del 5,2 y del 2,7por ciento, mientras que Grecia, Irlanda, Portugal y Espaa tuvieron un dficit del 14,5, del 5,3, del 9,4 y del 10por ciento, respectivamente 8.

    El neoliberalismo realmente existente no ha generado un proceso de desarrollo a partir de la inversin. Ms bien, ha dependido de otros fac-tores para alcanzar su desarrollo. El creciente endeudamiento familiar ha compensado el crecimiento salarial (Barba y Pivetti, 2009) en el modelo de

    7. En cierto sentido, este resultado no es sorprendente, ya que por identidad, como lo seal en particular el fallecido Wynne Godley en su anlisis, prstamos netos de la demanda nacional ms prstamos netos al sector empresarial ms prstamos al sector pblico son equi-valentes a un dficit en cuenta corriente.8. A excepcin de Irlanda, las posiciones de la cuenta corriente y las posiciones de las expor-taciones son similares. En los ltimos decenios Irlanda ha operado con dficit en cuenta corriente, pero con supervit de exportaciones netas. Esto se debe a la importante cantidad de repatriaciones de las ganancias; por lo tanto, se genera una gran diferencia entre el pro-ducto interno bruto (PIB) y el producto nacional bruto (PNB).

    Cuadro 10. Desequilibrios internacionales: cuenta corriente como porcentaje del PIB, 2007

    Pases Porcentajes Pases Porcentajes

    Alemania 7,9 Reino Unido 2,7 Austria 3,6 Estados Unidos 5,2 Pases Bajos 8,7 Grecia 14,5 Japn 4,8 Irlanda 5,3 China 5,2 Espaa 10,0 Portugal 9,4

    Italia 2,4

    Fuente: OCDE (2008).

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    crecimiento basado en el crdito; el supervit comercial cada vez mayor ha sido el motor de desarrollo de un segundo grupo de pases que han seguido un modelo de crecimiento basado en las exportaciones. Ninguno de estos dos modelos de desarrollo es sostenible. Finalmente, las burbujas financieras estallan, se deben cubrir las deudas y, en lo posible, cancelarlas (porque, de lo contrario, se produce una quiebra), mientras que el desarrollo basado en las exportaciones depende de otros pases para importar, genera el empobreci-miento de los pases importadores y contribuye a desequilibrios internacio-nales cada vez mayores.

    Crecimiento basado en los salarios: una estrategia econmica viable

    Existe, en efecto, una alternativa al neoliberalismo. Si, como hemos men-cionado, la economa mundial (y, en efecto, los pases grandes o los bloques econmicos) est, por cierto, basada en los salarios, entonces la estrategia de crecimiento basada en los salarios es una opcin viable. Una estrategia de cre-cimiento basada en los salarios debera combinar las polticas del mercado laboral y las polticas sociales de distribucin a favor de los trabajadores con la regulacin del sector financiero.

    Las polticas de distribucin que incrementen la participacin salarial y reduzcan la dispersin salarial deben englobar la fijacin o el aumento de los salarios mnimos, el fortalecimiento de los sistemas de seguridad social, la mejora de las leyes sindicales y la extensin del alcance de los acuerdos de ne-gociacin colectiva. Todas estas medidas van en contra de la orientacin de la economa ortodoxa y, ante la reciente presin por reducir los dficits pre-supuestarios, en la actualidad la poltica econmica est girando en direccin contraria. Sin embargo, en pocas de crisis y ante la ausencia de demanda efectiva lo que las economas necesitan es mayor participacin del Estado y no lo contrario. Un conjunto de polticas adecuadas para la recuperacin eco-nmica tambin deber considerar que el crecimiento sostenible del salario es uno de sus elementos esenciales. Slo cuando los salarios aumenten junto con el crecimiento de la productividad, se incrementarn los gastos de consumo sin acrecentar los volmenes de endeudamiento.

    Para tener xito, la visin moderna de una estrategia de crecimiento basada en los salarios deber exigir la reestructuracin del sistema financiero. El sector financiero desregulado ha alimentado el crecimiento especulativo y ha causado la peor recesin desde los aos treinta. Si se pretende evitar una repeticin de la crisis, se deber exigir la administracin de los flujos inter-nacionales de capital, la nueva orientacin del sector financiero en una banca ms delimitada, la eliminacin de las innovaciones financieras desestabiliza-doras y una mayor contribucin fiscal del sector financiero (por ejemplo, bajo la forma de un impuesto a las transacciones financieras).

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