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CRISTÓBAL LUGO LÓPEZ

Coordinador Proyecto

MARTHA CECILIA POVEDA

Directora Administrativa

EQUIPO INVESTIGADOR

Luz Mery Barrera Rojas

José Gabriel Rosas Cortes

Alcira Carrillo Guevara

Martha Lucia Vargas Bacci

Yolanda Flórez Jiménez

Erik Fattorelli

Joyny Raquel Torres Gutiérrez

Ana Teresa Castro Torres

Elsa Edilma Páez Castro

Sandra Jimenez Ballesteros

Martha Cecilia Poveda

Jorge E. García Álvarez

PASANTES

Johana Rodríguez Tellez

COMUNICACIONES

Paola Montoya Posada

Calle 40a # 28-32 Tel. 057 (8) 6 73 47 00Villavicencio - Meta - Colombia

[email protected] www.observatoriodelterritorio.unillanos.edu.co

CONFLICTO, DESARROLLO, PAZ Y DERECHOS HUMANOS

U N I V E R S I D A D D E L O S L L A N O S

OFICINA PROMOTORA DE PAZ

LABORATORIO DE PAZ lllCOMPONENTE GEOGRÁFICO META



La presente publicación ha sido elaborada con la asistencia de la Unión Europea. El contenido de la

misma es responsabilidad exclusiva del Observatorio del Territorio y en ningún caso debe considerarse que refleja los puntos de vista de la

Unión Europea

GOBERNABILIDADPARTICIPACIÓNO ABSTENCIÓN ELECTORAL ENEL DEPARTAMENTO DEL META

“Las elecciones libres y justas son necesarias, pero no son

suficientes. No apreciamos plenamente el valor de la democracia

cuando celebramos elecciones como evidencias de que existe una

democracia”

(Mark Malloch, administrador del Programa del PNUD, 2002)

De acuerdo con la Constitución Política de Colombia, todo

ciudadano tiene derecho a participar en la conformación,

ejercicio y control del poder político. En orden a asegurar

mecanismos que permitan dar materialidad a la participación

democrática, la Carta Política prevé en su artículo 103 los siguientes

mecanismos: el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el

cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato.

Observatorio del TerritorioInformativo

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El Voto

Por su naturaleza, sin duda alguna, el voto es el

instrumento de participación que más identifican los

ciudadanos y del que asocian una posibilidad más

cercana al escenario de las decisiones, aún cuando

éste, sólo satisfaga un aspecto procedimental de la

democracia, conducente a identificar un consenso

respecto de quién deciden los ciudadanos, debe

acceder a los diferentes espacios de poder.

Como derecho y como deber, es concebido por un alto

porcentaje de los colombianos, como la posibilidad de

definir quién representará una instancia de poder,

asociando su decisión a preferencias respecto del

nombre, del partido o de la imagen política. No es

considerado como parte del ejercicio del poder

soberano, que le faculta a otorgar un mandato y ser

parte indirecta de las decisiones de política pública.

En el escenario de la contienda electoral, más caracte-

rizada por las apuestas del marketing político con

todas sus técnicas publicitarias, se postulan falacias

argumentativas encaminadas a influir sobre la

conducta del electorado, esgrimiendo un discurso

moldeado por necesidades sobre las que se reclama

respuesta y por valores que la sociedad quiere

preservar.

Un amplio porcentaje de ciudadanos entiende que la

construcción de sociedad, democracia y valores, no se

logra en medio de tales circunstancias y opta por

votar, por quien rompe de alguna manera la tradición

(voto de opinión); otro segmento decide ejercer el

derecho, votando en blanco y otro más apático al

proceso de “legitimación” del mandato, sencillamen-

te no asiste a la jornada electoral.

Lo anterior, en el entendido del concepto socio-

político que denota la ciudadanía, que va más allá del

derecho a votar en las elecciones, por cuanto en

sentido material, no podríamos identificar de modo

alguno, el total de la población mayor de edad, como

ciudadanos.

AbstenciónCondiciones particulares inciden en la posibilidad de

intervenir o no, con mayoría de edad, en términos

Kantianos, en las decisiones políticas; las cifras de

pobreza son alarmantes, según el informe de la Misión

de Empleo, Desigualdad y Pobreza en Colombia, 20.5

millones de colombianos son pobres y 7.9 millones

están en la indigencia. A ello se suma otra serie de

situaciones que refuerzan una espiral de exclusión de

la población, de los diferentes escenarios de partici-

pación y deliberación política. (Nivel de educación,

desempleo, conflicto interno, etc.)

En tales circunstancias debe comprenderse el fenóme-

no del abstencionismo en Colombia, sin sustraerlo de

los elementos que le subyacen. El censo nacional

electoral para los comicios presidenciales, fue de

29'983.279; de éste potencial electoral, sólo concurrie-

ron a las urnas, en la primera vuelta 14'781.020

(50.70% de abstención) y en la segunda vuelta, un total

de 13'337.658, lo que denota un porcentaje de absten-

ción del 55.52%. Cifra que se mantiene en promedio

con respecto a las elecciones 2006, que fue del 54.95%.Un abstencionismo del nivel que se denota en las

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justas electorales, comporta cuestionarse sobre la base

que sustenta nuestra democracia. Sí ella se basa en los

principios del gobierno de la mayoría y los derechos

individuales, ¿qué tanto puede predicarse de ésta

como principio fundamental en nuestra actual forma

de gobierno?

¿Qué tanta legitimidad pueden tener gobiernos

carentes del respaldo mayoritario del pueblo?

El modelo democrático supone, no sólo precisas

acciones del Estado en aras de materializar sus fines 1esenciales , sino también, la imperativa participación

de los “ciudadanos” conducente a la realización de la

democracia. Pero uno y otro elemento no se satisfacen,

por el contrario se refuerzan condiciones donde el

individuo enajenado de sus derechos y libertades, es

consecuentemente abstraído del proceso de forma-

ción social, de ciudadanización.

En el caso del DEPARTAMENTO DEL META, la

participación en la contienda electoral por la presiden-

cia, bajó un 4.82%, respecto de la primera vuelta. De

acuerdo con los datos de la Registraduría Nacional 2del Estado Civil , el territorio contó en estos comicios

con un potencial electoral de 528.512 ciudadanos, de

los cuales sólo ejercieron su derecho 300.687 habitan-

tes en la primera vuelta, lo que refleja un porcentaje de

abstención del 43.10%. En la segunda vuelta, éste se

situó en el 47.23%.

Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil. Resultados electorales año 2010- Boletín

49. Citación junio 22 del 2010.

De los 18 municipios que conforman el componente

geográfico del territorio observado, se encuentra que

nueve (9) municipios en la primera vuelta, registraron

una abstención mayor al 50%, resultado que se

mantiene en la segunda vuelta y que inclusive se

incrementa en siete (7) municipios.

De los municipios con una abstención inferior al 50%,

se puede observar que aquellos que presentan la

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1 Son fines esenciales del Estado: Servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo.

Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares. (Artículo 2° de la Constitución Política).

2 Información emitida con base en el preconteo, la cual no tienen carácter vinculante hasta tanto el Consejo Nacional Electoral no se pronuncie sobre el escrutinio definitivo.







menor abstención corresponden a: San Juanito,

Guamal y el Dorado.

Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil. 2010

En todos los municipios, se presenta una tendencia en

la segunda vuelta al incremento en la abstención,

salvo en los municipios de Lejanías y Vista Hermosa,

donde ésta se disminuye en 1.03% y 1.72%, respectiva-

mente.

La abstención más alta del territorio observado, se

presenta en los municipios de Mesetas, Puerto Rico y

Vista Hermosa, que registran un porcentaje promedio

superior al 60%.

En el Municipio de Mesetas, que presenta la más alta

abstención, concurrieron a las urnas tanto en la

primera, como en la segunda vuelta, tan sólo 2.109

habitantes de un total de 6.589 habilitados para votar;

correspondiendo correlativamente a un 32% de

participación.

De los nueve municipios que reflejan un mayor nivel

de abstención, se observan otros fenómenos que

pueden incidir en dicho comportamiento. De acuerdo

con la información que se tiene del territorio (Acción

Social – SIPOD - diciembre de 2009), los municipios

más expulsores del departamento del Meta son: Vista

Hermosa con 2.425, Puerto Rico con 1.062, Mesetas

con 556, Puerto Lleras 319 y Lejanías con 210 personas

desplazadas.

Por su parte el Centro de Investigaciones

Criminológicas del departamento del Meta, reportó

para el año 2008, respecto de los municipios de Vista

Hermosa, Puerto Rico y Mesetas, actos de terrorismo,

especialmente en zonas rurales de dichos municipios.

En Mesetas se registraron 15; en Vista Hermosa 6 y en

Puerto Rico 4 actos de terrorismo.

OBSERVACIÓN ELECTORAL

Según el informe de observación electoral sobre los

comicios presidenciales 2010, elaborado por la MOE,

en los municipios de Lejanías y Vista Hermosa, se

presentaron alteraciones del orden público en la

primera vuelta. En la segunda vuelta, la alteración se

produjo en el Municipio de Puerto Lleras.

Las dinámicas territoriales presentes en el

Departamento, terminan de ahondar la ausencia de

ciudadanía en el escenario de las decisiones, dada la

afectación de las garantías para la participación

consciente y libre de constreñimientos. En un contexto

de conflicto armado interno y crisis humanitaria,

como la que se vive en nuestro país y al que no escapa

nuestra región, el valor de la participación en los

comicios, no pasa de tener un significado simbólico en

la validación de la democracia. La afectación del derecho al voto, de la libre compe-

tencia política, del derecho a ejercer oposición, de la

libertad de expresión y asociación, no pueden ser

desligados de la vulneración de derechos civiles,

como el derecho a la vida e integridad personal y el

acceso a la justicia, entre otros. De acuerdo con el Plan Integral Único de Atención a la

Población Desplazada del departamento del Meta, se

señala la presencia de frentes de las FARC en los

municipios de: Lejanías, El Castillo, el Dorado, San

Juan de Arama, Vista Hermosa, Puerto Rico, Cubarral,

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San Juanito y el Calvario. De los cuales, cinco de los

municipios que hacen parte del componente geográfi-

co que se observa, se ubican dentro del porcentaje de

abstención superior al 50%.

Según información de la Policía Nacional, sobre

homicidios acaecidos en el departamento del Meta en

el período 2006 – 2009, se identifica respecto de los

municipios del componente geográfico observado, un

mayor número de homicidios en Villavicencio, Vista

Hermosa, Puerto Rico, Granada, Puerto Gaitán,

Mesetas, Puerto Lleras y San Juan de Arama.

¿Cómo hablar de ciudadanía en tal estado de cosas?

¿Cómo ejercer un derecho a elegir, en condiciones

donde el bien jurídico mayor; la vida, no es un

derecho, sino una posibilidad o una concesión que

por acción u omisión otorga el Estado?, los grupos

armados al margen de la ley?, la delincuencia organi-

zada?, ¿Cómo hablar de ciudadanía, si en las condi-

ciones estructurales en las que se desenvuelve la

población, se acentúan aún más la desigualdad y la

exclusión social, dejando un alto porcentaje de la

población en situación de pobreza e indigencia?

La sola evidencia de una afectación a la vida, pone de

presente fallas del Estado respecto de la protección y

garantías que debe asegurar a todos los habitantes del

territorio; en este estado de cosas, el ejercicio del

derecho al voto, en el espacio de la participación

política, pero en un sentido sustancial, enfrenta la

necesidad de fortalecer las instituciones y empoderar

al ciudadano, más allá de la cultura política y de los

instructivos de cómo votar.

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