boletin febrero - marzo 2011

6
12 Otros ingresos Rifa Viaje aTierra Santa 10.000,00 Parqueo 53.000,00 Donaciones ₡1.420.000,00 Venta chatarra 2.000,00 Rifa de Computadora 5.000,00 Rifa pantalla plana 50.000,00 Parqueo 176.040,00 Bonos 35.000,00 Ventas Tita 111.635,00 Rifa carreta 100.000,00 Turno de la Candelaria ₡ 9.807.327,60 1 Boletín parroquial Parroquia Nuestra Señora de Ujarrás Paraíso—Cartago EN ESTA EDICIÓN: La Voz del Párroco: Fiesta Patronal, una experiencia transformante. Inicia el tiempo de Cuaresma. Mensaje del Papa Benedicto XVI para la Cuaresma 2011 Noticortas: Información sobre las actividades de Cuaresma, inicio de la Catequesis Informe Económico del proyecto de reconstrucción del Templo Parroquial Pág.web: www.parroquiaparaiso.net Apartado postal: 94-7100 Tel. 2574-7376 Febrero . Marzo 2011 #165 FEBRERO MARZO

Upload: josue-david-quiros

Post on 09-Mar-2016

219 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Otros ingresos Parroquia Nuestra Señora de Ujarrás Paraíso—Cartago La Voz del Párroco: Fiesta Patronal, una experiencia transformante. Inicia el tiempo de Cuaresma. Mensaje del Papa Benedicto XVI para la Cuaresma 2011 Noticortas: Información sobre las actividades de Cuaresma, inicio de la Catequesis Informe Económico del proyecto de reconstrucción del Templo Parroquial Febrero . Marzo 2011 #165 EN ESTA EDICIÓN: 12 1

TRANSCRIPT

Page 1: Boletin FEBRERO - MARZO  2011

12

Otros ingresos

Rifa Viaje aTierra Santa ₡ 10.000,00

Parqueo ₡ 53.000,00

Donaciones ₡1.420.000,00

Venta chatarra ₡ 2.000,00

Rifa de Computadora ₡ 5.000,00

Rifa pantalla plana ₡ 50.000,00

Parqueo ₡ 176.040,00

Bonos ₡ 35.000,00

Ventas Tita ₡ 111.635,00

Rifa carreta ₡ 100.000,00

Turno de la Candelaria ₡ 9.807.327,60

1

Boletín parroquial Parroquia Nuestra Señora de Ujarrás

Paraíso—Cartago

EN ESTA EDICIÓN:

La Voz del Párroco: Fiesta Patronal, una experiencia transformante.

Inicia el tiempo de Cuaresma.

Mensaje del Papa Benedicto XVI para la Cuaresma 2011

Noticortas: Información sobre las actividades de Cuaresma,

inicio de la Catequesis

Informe Económico del proyecto de reconstrucción del Templo Parroquial

Pág.web: www.parroquiaparaiso.net Apartado postal: 94-7100 Tel. 2574-7376

Febrero . Marzo 2011 #165

FEBRERO

MARZO

Page 2: Boletin FEBRERO - MARZO  2011

2

LA VOZ DEL PÁRROCO

Una experiencia realmente transformante

Acabamos de vivir la experiencia de celebrar como comunidad cristiana nuestra fiesta patronal y debo confesar una vez más mi gratitud a Dios por haberme traído a servir a esta comunidad parroquial que no deja de sor-prenderme.

Y claro que no podemos dejar de sorprendernos ante una manifestación tan grande de fe y de amor a la Santísima Virgen María y a la Iglesia.

Creo no equivocarme al afirmar que en todas y cada una de las celebracio-nes que vivimos pudimos sentir una profunda comunión de fe en la pre-sencia viva del Señor en medio de la Comunidad:

Hicimos una vez más de que somos un pueblo que peregrina; cada madrugada pudimos literalmente inundar las calles de nuestra co-munidad rezando el Rosario como una gran familia. En muy pocos lugares del mundo se puede observar algo parecido.

Hicimos experiencia de que María es una de nuestra raza y que por ello con filiar afecto nos acercamos a implorar su protección y su intercesión ante su Hijo y Señor nuestro Jesucristo.

Hicimos experiencia de encuentro con el Señor en el Sacramento de la reconciliación y en cada una de las Eucaristías que parecían domi-nicales por la gran participación de la comunidad.

Hicimos experiencia de ser comunidad y una comunidad de fe que quiere ver terminado su templo parroquial, pues la colaboración en todas y cada una de las actividades realizadas fue extraordinaria.

Quién no se admiró de ver el esfuerzo y el cariño con que nuestros monaguillos se entregaron con alma y vida para hacer la casa de los sustos; ver la cantidad de hombres y mujeres que se unieron para atender la cocina del turno y que aún así no pudieron dar a vasto por la gran cantidad de gente que se acercó a comprar. Observar a los jóvenes trabajar para que la presentación del grupo Octavo fue-ra un éxito; qué decir de los Señores de la Comisión de San Isidro que visitaron fincas y negocios con la Imagen de Nuestra Señora; la Pastoral Social con el Bingo, los Comités de Barrio con las colectas y colaboraciones, los Ministros en la Librería, en fin, se que se me ol-vidan muchas cosas pero el Señor que todo lo conoce devolverá con creces todo esfuerzo y sacrificio a favor de la Comunidad.

Que Dios les pague y a seguir adelante porque así se construye comuni-dad,

11

Muchísimas gracias a todas las familias que continúan colaboran-do con las tarjetas, quiera Dios que sigamos adelante para que

pronto podamos ver este sueño hecho una realidad.

INFORME ECONÓMICO

TOTALES POR BARRIOS DEL MES DE ENERO

Barrio Cruz Roja ₡ 103.000,00

Barro Hondo ₡ 34.500,00

Ciudadela Gutiérrez ₡ 22.780,00

Dulce Nombre ₡ 169.970,00

El Centro ₡ 215.000,00

Florencio del Castillo ₡ 112.400,00

Goicoechea ₡ 36.150,00

La Estación ₡ 188.350,00

La Joya ₡ 127.800,00

La Soledad ₡ 68.000,00

Los Solares ₡ 37.135,00

María Auxiliadora, Cerro Chiquito ₡ 16.225,00

Piedra Grande ₡ 118.500,00

San Antonio ₡ 100.732,00

San Esteban ₡ 32.700,00

₡ 31.500,00

₡ 1.414.742,00

TOTALES POR BARRIOS DEL MES DE FEBRERO

Ciudadela Gutiérrez ₡ 54.135,00

Dulce Nombre ₡ 88.855,00

El Caiz ₡ 33.000,00

El Centro ₡ 182.500,00

Goicoechea ₡ 111.700,00

La Estación ₡ 181.380,00

La Soledad ₡ 73.650,00

María Auxiliadora, Cerro Chiquito ₡ 26.715,00

₡ 751.935,00

Page 3: Boletin FEBRERO - MARZO  2011

10

El próximo Sábado 12 de Marzo inicia la Catequesis 2011 en nuestra Parroquia.

- Centro Parroquial:

III Nivel: 7:15 a.m. en el templo parro-quial. La salida será a las 8:45 a.m. por el costado este del templo.

La I Reunión con Padres de Familia será el Lunes 21 de Marzo a las 6:30 p.m. en el templo parroquial.

II Nivel: 9:00 a.m. en el templo parroquial. La salida será a las 10: 15 a.m. por el costado este del Templo.

La I Reunión con Padres del Familia será el Jueves 24 de Marzo a las 6:30 p.m. en el templo parroquial.

I Nivel: 10: 30 a.m. en el Templo. La salida será a las 12 m. d. por el costado este del templo.

La I Reunión con Padres de Familia será el Miércoles 23 de Marzo a las 6:30 p.m. en el templo parroquial.

LA MISA DE INAUGURACION DEL AÑO DE LA CATEQUESIS PARROQUIAL SERÁ

EL DOMINGO 13 DE MARZO A LAS 10:00 A.M. EN EL TEMPLO PARROQUIAL

La Catequesis de preparación para el Sacramento de la Confirma inicia este mismo sábado según horario escogido por los jóvenes. Al grupo de adultos se les estará llamando por teléfono para coordinar el hora-rio de la primera sesión.

- En las Comunidades Filiales: los catequistas informarán con anterio-ridad los respectivos horarios de cada uno de los nivel.

Inicia la para Catequesis 2011

3

El tiempo litúrgico de Cuaresma

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de con-

versión, que marca la Iglesia para preparar-

nos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo

para arrepentirnos de nuestros pecados y de

cambiar algo de nosotros para ser mejores y

poder vivir más cerca de Cristo.

La Cuaresma dura 40 días; comienza el

Miércoles de Ceniza y termina antes de la

Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo.

A lo largo de este tiempo, sobre todo en la

liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdade-

ros creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un

tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al

misterio pascual. En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos

invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de

Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir

una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que

por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.

Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día,

durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envi-

dia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma,

aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a

tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.

40 días

La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Bi-

blia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la mar-

cha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la

montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida

pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.

En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros signifi-

ca el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.

La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a consti-

tuirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del

ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en

las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más

aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión

Page 4: Boletin FEBRERO - MARZO  2011

4

Queridos hermanos y hermanas:

La Cuaresma, que nos lleva a

la celebración de la Santa Pascua, es

para la Iglesia un tiempo litúrgico muy

valioso e importante, con vistas al

cual me alegra dirigiros unas palabras

específicas para que lo vivamos con

el debido compromiso. La Comunidad

eclesial, asidua en la oración y en la

caridad operosa, mientras mira hacia

el encuentro definitivo con su Esposo

en la Pascua eterna, intensifica su

camino de purificación en el espíritu,

para obtener con más abundancia del

Misterio de la redención la vida nueva

en Cristo Señor (cf. Prefacio I de Cua-

resma).

1. Esta misma vida ya se nos

transmitió el día del Bautismo, cuando

«al participar de la muerte y resurrec-

ción de Cristo» comenzó para noso-

tros «la aventura gozosa y entusias-

mante del discípulo» (Homilía en la

fiesta del Bautismo del Señor, 10 de

enero de 2010). San Pablo, en sus

Cartas, insiste repetidamente en la

comunión singular con el Hijo de Dios

que se realiza en este lavacro. El he-

cho de que en la mayoría de los ca-

sos el Bautismo se reciba en la infan-

cia pone de relieve que se trata de un

don de Dios: nadie merece la vida

eterna con sus fuerzas. La misericor-

dia de Dios, que borra el pecado y

permite vivir en la propia existencia

«los mismos sentimientos que Cristo

Jesús» (Flp 2, 5) se comunica al hom-

bre gratuitamente.

El Apóstol de los gentiles, en la

Carta a los Filipenses, expresa el sen-

tido de la transformación que tiene

lugar al participar en la muerte y resu-

rrección de Cristo, indicando su meta:

que yo pueda «conocerle a él, el po-

der de su resurrección y la comunión

en sus padecimientos hasta hacerme

semejante a él en su muerte, tratando

de llegar a la resurrección de entre los

muertos» (Flp 3, 10-11). El Bautismo,

por tanto, no es un rito del pasado

sino el encuentro con Cristo que con-

forma toda la existencia del bautizado,

le da la vida divina y lo llama a una

conversión sincera, iniciada y sosteni-

da por la Gracia, que lo lleve a alcan-

zar la talla adulta de Cristo.

Un nexo particular vincula al

Bautismo con la Cuaresma como mo-

mento favorable para experimentar la

Gracia que salva. Los Padres del

Concilio Vaticano II exhortaron a to-

dos los Pastores de la Iglesia a utilizar

Mensaje de Benedicto XVI, para la Cuaresma 2011

«Con Cristo sois sepultados en el Bautismo,

con él también habéis resucitado» (cf. Col 2, 12)

9

Actividades parroquiales para vivir la Cuaresma

NOTICORTAS

Lunes 7 de Marzo: Inicia el Ejercicio de los Siete Lunes; todos los lunes hasta l unes Santo. Santa Misa a las 6:00 p.m. y después medita ción de las Siete Palabras.

Miércoles de Ceniza: 8:00 a.m. Misa en el Centro Parroquial.

9 de Marzo 4:00 p.m. Misa en el Centro Parroquial.

5:00 p.m. Misa en San Francisco

6:00 p.m. Misa en el Centro Parroquial

6:00 p.m. Misa en Ujarrás

7.00 p.m. Misa en Birrisito

Celebraciones cuaresmales Viernes 11 de Marzo: Via Crucis en Piedra Grande, La Cruz Roja y La Estación. Iniciando con la Santa Misa en Piedra Grande.

Jueves 17 de Marzo Hora Santa y Reflexión Cuaresmal a las 6 p.m. en San Francisco

Viernes 18 de Marzo: Via Crucis en La Joya, Los Solares y Goicoechea. Iniciando con la San ta Misa a las 6 p.m. en La Joya.

Jueves 24 de Marzo Hora Santa y reflexión Cuaresmal a las 6 p.m. en Ujarrás..

Viernes 25 de Marzo: Via Crucis en Dulce Nombre, Ciudadela Gutiérrez y Barro Hondo. Iniciando con la Santa Misa en Dulce Nombre a las 6 p.m.

Jueves 31 de Marzo Hora Santa y reflexión cuaresmal en Birrisito.

Viernes 1 de Abril: Via Crucis en San Antonio. La Soledad y el Centro. Ini ciando con la Santa Misa en el Barrio San Antonio a las 6 p.m.

Viernes 8 de Abril: Via Crucis en San Esteban, María Auxiliadora y Florencio del Castillo. Iniciando con la Santa Misa a las 6 p.m. en San Esteban.

Via Crucis en Catzí: Santa Misa a las 6 p.m. y Vía Crucis por las calles de la Urbanización.

Viernes 15 de Abril: Último viernes de Cuaresma, cada Barrio organiza su pro pio Via Crucis.

Misa en La Misión a las 6 p.m. y Via Crucis organizado por el MFC.

Misa y Via Crucis en Ujarrás.

Lunes 18 de Abril: Vía Crucis en Las Vicentinas y El Caíz organizado por el Movimiento Familiar Cristiano.

Confesiones: Durante toda la Cuaresma habrá confesiones en la Oficina parroquial y, en la medida de lo posible brindaremos confesiones los sábados y domingos en el horario de las Misas en el Centro Parroquial. La ultima semana de Cuaresma habrá horario especial que se incluirá en el Programa de la Semana Santa

Page 5: Boletin FEBRERO - MARZO  2011

8

fuente de la vida. ¿Cómo comprender

la bondad paterna de Dios si el cora-

zón está lleno de uno mismo y de los

propios proyectos, con los cuales nos

hacemos ilusiones de que podemos

asegurar el futuro? La tentación es

pensar, como el rico de la parábola:

«Alma, tienes muchos bienes en re-

serva para muchos años... Pero Dios

le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te

reclamarán el alma”» (Lc 12, 19-20).

La práctica de la limosna nos recuer-

da el primado de Dios y la atención

hacia los demás, para redescubrir a

nuestro Padre bueno y recibir su mi-

sericordia.

En todo el período cuaresmal,

la Iglesia nos ofrece con particular

abundancia la Palabra de Dios. Medi-

tándola e interiorizándola para vivirla

diariamente, aprendemos una forma

preciosa e insustituible de oración,

porque la escucha atenta de Dios,

que sigue hablando a nuestro cora-

zón, alimenta el camino de fe que

iniciamos en el día del Bautismo. La

oración nos permite también adquirir

una nueva concepción del tiempo: de

hecho, sin la perspectiva de la eterni-

dad y de la trascendencia, simple-

mente marca nuestros pasos hacia un

horizonte que no tiene futuro. En la

oración encontramos, en cambio,

tiempo para Dios, para conocer que

«sus palabras no pasarán» (cf. Mc

13, 31), para entrar en la íntima co-

munión con él que «nadie podrá qui-

tarnos» (cf. Jn 16, 22) y que nos abre

a la esperanza que no falla, a la vida

eterna.

En síntesis, el itinerario cuares-

mal, en el cual se nos invita a con-

templar el Misterio de la cruz, es

«hacerme semejante a él en su muer-

te» (Flp 3, 10), para llevar a cabo una

conversión profunda de nuestra vida:

dejarnos transformar por la acción del

Espíritu Santo, como san Pablo en el

camino de Damasco; orientar con

decisión nuestra existencia según la

voluntad de Dios; liberarnos de nues-

tro egoísmo, superando el instinto de

dominio sobre los demás y abriéndo-

nos a la caridad de Cristo. El período

cuaresmal es el momento favorable

para reconocer nuestra debilidad,

acoger, con una sincera revisión de

vida, la Gracia renovadora del Sacra-

mento de la Penitencia y caminar con

decisión hacia Cristo.

Queridos hermanos y herma-

nas, mediante el encuentro personal

con nuestro Redentor y mediante el

ayuno, la limosna y la oración, el ca-

mino de conversión hacia la Pascua

nos lleva a redescubrir nuestro Bau-

tismo. Renovemos en esta Cuaresma

la acogida de la Gracia que Dios nos

dio en ese momento, para que ilumi-

ne y guíe todas nuestras acciones. Lo

que el Sacramento significa y realiza

estamos llamados a vivirlo cada día

siguiendo a Cristo de modo cada vez

más generoso y auténtico. Encomen-

damos nuestro itinerario a la Virgen

María, que engendró al Verbo de Dios

en la fe y en la carne, para sumergir-

nos como ella en la muerte y resu-

rrección de su Hijo Jesús y obtener la

vida eterna.

Vaticano, 4 de noviembre de 2010 Benedicto XVI

5

«con mayor abundancia los elemen-

tos bautismales propios de la liturgia

cuaresmal» (Sacrosanctum Conci-

lium, 109). En efecto, desde siempre,

la Iglesia asocia la Vigilia Pascual a la

celebración del Bautismo: en este

Sacramento se realiza el gran misterio

por el cual el hombre muere al peca-

do, participa de la vida nueva en Je-

sucristo Resucitado y recibe el mismo

espíritu de Dios que resucitó a Jesús

de entre los muertos (cf. Rm 8, 11).

Este don gratuito debe ser reavivado

en cada uno de nosotros y la Cuares-

ma nos ofrece un recorrido análogo al

catecumenado, que para los cristia-

nos de la Iglesia antigua, así como

para los catecúmenos de hoy, es una

escuela insustituible de fe y de vida

cristiana: viven realmente el Bautismo

como un acto decisivo para toda su

existencia.

2. Para emprender seriamente

el camino hacia la Pascua y preparar-

nos a celebrar la Resurrección del

Señor —la fiesta más gozosa y so-

lemne de todo el Año litúrgico—, ¿qué

puede haber de más adecuado que

dejarnos guiar por la Palabra de Dios?

Por esto la Iglesia, en los textos evan-

gélicos de los domingos de Cuares-

ma, nos guía a un encuentro especial-

mente intenso con el Señor, hacién-

donos recorrer las etapas del camino

de la iniciación cristiana: para los ca-

tecúmenos, en la perspectiva de reci-

bir el Sacramento del renacimiento, y

para quien está bautizado, con vistas

a nuevos y decisivos pasos en el se-

guimiento de Cristo y en la entrega

más plena a él.

El primer domingo del itinerario

cuaresmal subraya nuestra condición

de hombre en esta tierra. La batalla

victoriosa contra las tentaciones, que

da inicio a la misión de Jesús, es una

invitación a tomar conciencia de la

propia fragilidad para acoger la Gracia

que libera del pecado e infunde nueva

fuerza en Cristo, camino, verdad y

vida (cf. Ordo Initiationis Christianae

Adultorum, n. 25). Es una llamada

decidida a recordar que la fe cristiana

implica, siguiendo el ejemplo de Jesús

y en unión con él, una lucha «contra

los Dominadores de este mundo tene-

broso» (Ef 6, 12), en el cual el diablo

actúa y no se cansa, tampoco hoy, de

tentar al hombre que quiere acercarse

al Señor: Cristo sale victorioso, para

abrir también nuestro corazón a la

esperanza y guiarnos a vencer las

seducciones del mal.

El Evangelio de la Transfigura-

ción del Señor pone delante de nues-

tros ojos la gloria de Cristo, que antici-

pa la resurrección y que anuncia la

divinización del hombre. La comuni-

dad cristiana toma conciencia de que

Page 6: Boletin FEBRERO - MARZO  2011

6

es llevada, como los Apóstoles Pedro,

Santiago y Juan «aparte, a un monte

alto» (Mt 17, 1), para acoger nueva-

mente en Cristo, como hijos en el Hi-

jo, el don de la gracia de Dios: «Este

es mi Hijo amado, en quien me com-

plazco; escuchadle» (v. 5). Es la invi-

tación a alejarse del ruido de la vida

diaria para sumergirse en la presencia

de Dios: él quiere transmitirnos, cada

día, una palabra que penetra en las

profundidades de nuestro espíritu,

donde discierne el bien y el mal (cf.

Hb 4, 12) y fortalece la voluntad de

seguir al Señor.

La petición de Jesús a la sama-

ritana: «Dame de beber» (Jn 4, 7),

que se lee en la liturgia del tercer do-

mingo, expresa la pasión de Dios por

todo hombre y quiere suscitar en

nuestro corazón el deseo del don del

«agua que brota para vida eterna» (v.

14): es el don del Espíritu Santo, que

hace de los cristianos «adoradores

verdaderos» capaces de orar al Padre

«en espíritu y en verdad» (v. 23).

¡Sólo esta agua puede apagar nuestra

sed de bien, de verdad y de belleza!

Sólo esta agua, que nos da el Hijo,

irriga los desiertos del alma inquieta e

insatisfecha, «hasta que descanse en

Dios», según las célebres palabras de

san Agustín.

El domingo del ciego de naci-

miento presenta a Cristo como luz del

mundo. El Evangelio nos interpela a

cada uno de nosotros: «¿Tú crees en

el Hijo del hombre?». «Creo, Señor»

(Jn 9, 35.38), afirma con alegría el

ciego de nacimiento, dando voz a to-

do creyente. El milagro de la curación

es el signo de que Cristo, junto con la

vista, quiere abrir nuestra mirada inte-

rior, para que nuestra fe sea cada vez

más profunda y podamos reconocer

en él a nuestro único Salvador. Él ilu-

mina todas las oscuridades de la vida

y lleva al hombre a vivir como «hijo de

la luz».

Cuando, en el quinto domingo,

se proclama la resurrección de Láza-

ro, nos encontramos frente al misterio

último de nuestra existencia: «Yo soy

la resurrección y la vida... ¿Crees es-

to?» (Jn 11, 25-26). Para la comuni-

dad cristiana es el momento de volver

a poner con sinceridad, junto con Mar-

ta, toda la esperanza en Jesús de

Nazaret: «Sí, Señor, yo creo que tú

eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que

iba a venir al mundo» (v. 27). La co-

munión con Cristo en esta vida nos

prepara a cruzar la frontera de la

muerte, para vivir sin fin en él. La fe

en la resurrección de los muertos y la

esperanza en la vida eterna abren

nuestra mirada al sentido último de

nuestra existencia: Dios ha creado al

hombre para la resurrección y para la

vida, y esta verdad da la dimensión

auténtica y definitiva a la historia de

7

los hombres, a su existencia personal

y a su vida social, a la cultura, a la

política, a la economía. Privado de la

luz de la fe todo el universo acaba

encerrado dentro de un sepulcro sin

futuro, sin esperanza.

El recorrido cuaresmal encuen-

tra su cumplimiento en el Triduo Pas-

cual, en particular en la Gran Vigilia

de la Noche Santa: al renovar las pro-

mesas bautismales, reafirmamos que

Cristo es el Señor

de nuestra vida,

la vida que Dios

nos comunicó

cuando renaci-

mos «del agua y

del Espíritu San-

to», y confirma-

mos de nuevo

nuestro firme

compromiso de corresponder a la ac-

ción de la Gracia para ser sus discípu-

los.

3. Nuestro sumergirnos en la

muerte y resurrección de Cristo me-

diante el sacramento del Bautismo,

nos impulsa cada día a liberar nuestro

corazón del peso de las cosas mate-

riales, de un vínculo egoísta con la

«tierra», que nos empobrece y nos

impide estar disponibles y abiertos a

Dios y al prójimo. En Cristo, Dios se

ha revelado como Amor (cf. 1 Jn 4, 7-

10). La Cruz de Cristo, la «palabra de

la Cruz» manifiesta el poder salvífico

de Dios (cf. 1 Co 1, 18), que se da

para levantar al hombre y traerle la

salvación: amor en su forma más radi-

cal (cf. Enc. Deus caritas est, 12). Me-

diante las prácticas tradicionales del

ayuno, la limosna y la oración, expre-

siones del compromiso de conversión,

la Cuaresma educa a vivir de modo

cada vez más radical el amor de Cris-

to. El ayuno, que puede tener distintas

motivaciones, adquiere para el cris-

tiano un significado profundamente

religioso: haciendo más pobre nuestra

mesa aprendemos a superar el egoís-

mo para vivir en la lógica del don y del

amor; soportando la privación de algu-

na cosa —y no sólo de lo superfluo—

aprendemos a

apartar la mirada

de nuestro «yo»,

para descubrir a

Alguien a nuestro

lado y reconocer a

Dios en los rostros

de tantos de nues-

tros hermanos.

Para el cristiano el ayuno no tiene

nada de intimista, sino que abre ma-

yormente a Dios y a las necesidades

de los hombres, y hace que el amor a

Dios sea también amor al prójimo (cf.

Mc 12, 31).

En nuestro camino también nos

encontramos ante la tentación del

tener, de la avidez de dinero, que insi-

dia el primado de Dios en nuestra vi-

da. El afán de poseer provoca violen-

cia, prevaricación y muerte; por esto

la Iglesia, especialmente en el tiempo

cuaresmal, recuerda la práctica de la

limosna, es decir, la capacidad de

compartir. La idolatría de los bienes,

en cambio, no sólo aleja del otro, sino

que despoja al hombre, lo hace infeliz,

lo engaña, lo defrauda sin realizar lo

que promete, porque sitúa las cosas

materiales en el lugar de Dios, única